“Elolfato”

Miguel-A.

200 seg.(Asignatura Pendiente)

Se dice que la sexualidad, en cuanto a deseos, es muy distinta entre hombres y mujeres. Y que, mientras el hombre da amor por sexo, la mujer da sexo por amor. La cuestión expuesta es tan apreciable, que no podría ser discutida. Sin embargo sí pudiera ser discutible la razón para que esto sea así. ¿Por qué?.

Dudo que se trate de una tendencia totalmente natural. ¿Algún peso tendrán el miedo al embarazo no deseado, y las costumbres, acumuladas durante siglos, que, en este sentido, imponen recato a la mujer, siendo, por el contrario, condescendientes con el hombre?.

Juan y María, dos jóvenes novios, paseaban tranquilamente en la más completa soledad por la orilla del mar. Únicamente se oía el murmullo de las olas y el graznido de algunas gaviotas. María se sentó a descansar. Mientras, él miraba, ensimismado el horizonte.

María rompió el silencio y preguntó:

Oye Juan, ¿cómo sabe el potro que la yegua está

en celo?.

Pues, María, es muy simple: Lo conoce

por el olor.

Siguió otro breve silencio. Y, al poco tiempo, vuelve a preguntar:

Juan, ¿y cómo sabe el perro cuándo la perra

está en celo?.

María, exactamente lo mismo. ¡Por el

olor!.

Sigue otro corto silencio. Y María vuelve a preguntar:

Juan, ¿cómo sabe el toro cuándo la vaca está

en celo?.

Pues, María, ¡si ya te lo he dicho!: ¡Por

el olor!.

¡¡Oye, Juan, ¿tú eres maricón, o tienes

resfriada la nariz?!!.¡¡¡...!!!.