EL FUTURO DE LA BIBLIOTECA ECUATORIANA

Eduardo Puente Hernández

Ponencia presentada en el XVI Congreso Nacional de Bibliotecarios del Ecuador

Resumen:

La presente ponencia, busca reflexionar sobre el devenir de las bibliotecas, a partir de la realidad actual de estos centros de información documental en el Ecuador; Pero sobre todo, el rol que las y los bibliotecarios debemos asumir; entender los retos y los compromisos que tenemos por delante, a fin de que nuestra tarea como profesionales trascienda socialmente.

El trabajo comienza con la evidencia del desarrollo tecnológico y su incidencia en la biblioteca en el mundo actual, continua con una interpelación a la forma tradicional de asumir la producción de la información y el conocimiento, así como a su difusión y apropiación, el análisis del Plan Nacional del Buen Vivir en lo pertinente a las bibliotecas, para terminar con un llamado para enfrentar de mejor manera un futuro sin duda desafiante e ineludible.

Abstract:

This paper seeks to reflect on the future of libraries, beginning with the current reality of these centers of information in Ecuador; but above all, the role that the librarians must assume; understand the challenges and commitments ahead, so that our job as professionals would transcend socially. The work begins with the evidence of technological development and its impact on the library in today's world, continues with an appeal to the traditional way of assuming the production of information and knowledge, as well as its dissemination and appropriation, the analysis of National Plan for Good Living in what it is relevant to libraries, ending with a call for better way to face a future certainly challenging and inevitable.

Palabras clave:

Bibliotecas, bibliotecarios, sociedad, información, conocimiento, producción, difusión, apropiación, nuevas tecnologías, buen vivir.

Actualmente estamos viviendo la sociedad del vértigo, el desarrollo inusitado de las nuevas tecnologías dentro de una lógica mercantil ha trastocado de algún modo, la relación entre el valor de uso y el valor de cambio en el mundo tecnológico; los instrumentos tecnológicos si bien aparecen con un cautivante valor de uso específico, sucumben ante la necesidad de la preeminencia del valor de cambio genérico; de suerte que la lógica tecnológica que se nos ha impuesto por parte del mercado se caracteriza precisamente por la obsolescencia casi inmediata de esas herramientas que son substituidas por nuevas herramientas que aparecen con un nuevo valor de uso específico, que agrega un plus al uso anterior y que por lo mismo vuelve a cautivar al consumidor, se llega así a encerrarnos en un círculo vicioso en donde lo que impera finalmente es la ganancia del mercado y la dependencia cada vez mayor a ese instrumental tecnológico en constante cambio.

Esta lógica del mercado de la tecnología consideraría que es importante entenderla particularmente para el mundo de las bibliotecas.

Cuando hablamos del futuro, ineludiblemente pensamos en bibliotecas ligadas estrechamente al desarrollo y uso de las nuevas tecnologías de la información y la comunicación (Tics). Es más, el futuro está ya entre nosotros, las bibliotecas de otras latitudes han ido incorporando una variada serie de dispositivos de última generación en la gestión bibliotecaria y en nuestro país algunas bibliotecas universitarias y especializadas se han nutrido también de un interesante arsenal tecnológico que dan cuenta de los recursos digitales en el mundo de hoy

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De tal suerte que ahora resulta anacrónico que la colección no se halle en el Catálogo de acceso público en Internet (OPAC), además se ha vuelto común hablar del software de gestión bibliotecaria, o más aún de sistemas integrales de gestión bibliotecaria basados, unos en software libre y otros en software propietario. Así tenemos varios ejemplos, el Koha, PMB entre los primeros y ALEPH, ALTAIR, TIMONE, ABSYS net, entre los segundos. En estos sistemas, se tienen de una u otra manera automatizados, varios procesos bibliotecarios como la catalogación tanto del material impreso como del digital y el uso del protocolo Z 3950 para la importación de metadatos y la ubicación del catálogo en línea, el préstamo a domicilio, el auto préstamo y la auto devolución, inventarios, adquisiciones, alarmas, etc.

Otros elementos tecnológicos que se han incorporado ya a varias bibliotecas del país se relacionan con la suscripción a bases de datos de revistas científicas, buena parte de las bibliotecas universitarias y otras institucionales ya cuentan con este servicio, la adquisición a perpetuidad de libros electrónicos, la construcción y puesta en uso de repositorios digitales, son otros de los servicios con los que ya se cuenta en el país, incluso se han empezado a diversificar los soportes de estos libros electrónicos y de revistas virtuales de acuerdo a los formatos que impone el mercado; si compras e-book’s en Amazon tienes que utilizar los Kindle, si los adquieres en Barnes &Noble deberás usar e-books. com, en otros casos nook book, o tagus, etc.,

y si el formato de los e-books está en pdf podemos utilizar las tablets comunes.

En la misma línea, hoy por hoy resulta indispensable la presencia de la biblioteca en las redes sociales, sean estas Facebook, youtube, twitter, etc.

Cada vez hay más bibliotecas que ven la importancia de estas vías de comunicación y difusión para llegar a sus usuarios. Unos medios sociales donde lo importante no solo es la difusión que se le puedan dar a los servicios, actividades y noticias de las bibliotecas, sino unos medios sociales desde los cuales se busca la interacción con el usuario que está al otro lado. No basta con la simple publicación en los distintos medios, sino que hay que transmitir, escuchar y animar a los usuarios a participar en la conversación y en los retos que se les propongan. La finalidad es crear comunidad alrededor de la marca de la biblioteca donde el usuario sigue siendo tan protagonista de la biblioteca como en las propias instalaciones (Marquina, Julian, 2014).

En el caso de FLACSO, por ejemplo, estamos presentes en las redes sociales, estamos en Facebook, hemos subido un video promocional de la biblioteca en youtube y hemos utilizado twitter; además, contamos con una biblioteca digital que contiene varios servicios virtuales a la que hemos denominado FLACSO ANDES, entre estos tenemos: el repositorio utilizando como herramientas Open Biblio y DSPACE; Ágora espacio de autoarchivo e intercambio de documentos y trabajos de investigación, Bases de acceso abierto mediante protocolo OAI, Iniciativa de Archivos Abiertos, Fondo bibliográfico digital de FLACSO Ecuador y otras instituciones, un buscador latinoamericano de ciencias sociales que agrupa diversas fuentes de información electrónica de acceso abierto.

El material que se sube al repositorio digital, obviamente cuando no es de producción propia, cuenta con los permisos del caso a fin de evitar dificultades con los derechos de autor; para los materiales que se digitalizan se utilizan escáner de alta resolución que incluso pueden limpiar el documento de señales, manchas, firmas, sellos y subrayados que constan en el documento original, para el caso de libros antiguos se utilizan escáner aéreos, etc.

Sí, todo esto y mucho más, ya existe hoy por hoy en buen número de bibliotecas del mundo y en varias bibliotecas del Ecuador, un buen ejemplo es lo que está sucediendo en Colombia con el proyecto denominado “La Biblioteca Digital Colombiana” (BDCOL) que es una iniciativa que pretende conformar una red de Repositorios y Bibliotecas Digitales en Colombia, que permita dar visibilidad a la producción científica, académica y cultural, de Universidades, Centros de Investigación, Bibliotecas Públicas y Privadas y demás entidades comprometidas con el progreso del país (Montoya, Edwin, et. alt. 1: s/f)

Es de esperar que esta tendencia a la automatización de muchos procesos y servicios de la biblioteca continúe en forma sostenida, incluso que se agudice en pocos años, lo que nos lleva a decir desde ahora que las tecnologías se han tomado a las bibliotecas.

Sin embargo, creo que hay que tener cuidado en no fetichizar a las herramientas tecnológicas y creer que la tecnología es el fin en sí mismo.

Este proceso sin duda nos permitirá a los bibliotecarios difundir más ágilmente la información y ampliar la cobertura de accesibilidad a dicha información; pero ¿será esto suficiente?

Últimamente se maneja el concepto de biblioteca como: “un sistema de información y comunicación social cuya finalidad principal es facilitar el acceso y la difusión de la información, tanto de recursos locales como remotos que permitan la formación de conocimientos”(Vargas, Ana. 2014: 1), de lo cual se deduce que el objetivo final de la biblioteca es la formación y generación de conocimientos; para lograrlo se plantea entonces la facilitación del acceso a la información y la difusión de esa información; utilizando las nuevas tecnologías que sin duda nos ayudan mucho en esta tarea.

Un tema interesante para el análisis, tiene que ver con el tipo de información que estamos dando en la biblioteca ecuatoriana actualmente, ¿hasta qué punto es una información calificada? si los propios bibliotecarios

no tenemos un comportamiento lector que nos permita cumplir con una labor sin duda importante de la biblioteca como es la de la diseminación selectiva de información, ¿qué porcentaje de las bibliotecas en el Ecuador están realizando esta tarea? Sin duda muy pocas.

Existen multitud de dificultades en el acceso y comprensión de todo este océano de datos:

Discernir las fuentes más fiables.

Comprender la información.

Encontrar los datos relevantes.

El efecto burbuja.[1] Resumir, compartir y contrastar.

Las bibliotecas pueden y deben ayudar a superar todas y cada una de estas barreras, mediante recomendaciones, formación, asistencia y apoyo a sus usuarios.

La educación, que también afronta sus propios problemas de adaptación a la era digital, tenderá a ser más informal, autónoma y participativa, al tiempo que se prolongará mucho más allá de los años de instituto o universidad. Y las bibliotecas pueden ser el perfecto aliado en su desarrollo (Hernández, Luis, 2014).

De esta manera la difusión y el acceso a la información, son herramientas fundamentales que nos llevan al objetivo fundamental que tiene que ver con la generación, la difusión y el acceso al conocimiento.

Me parece que la gran mayoría de bibliotecarios en el país, descuidamos este objetivo fundamental; lo cual tiene hondas repercusiones, pues por ejemplo en el análisis documental, como debería llamarse el área de procesos técnicos, priorizamos el análisis formal de la obra, cuando deberíamos centrar nuestra atención en el análisis de contenidos de la obra.

(Más importante que las dimensiones del libro y el número de páginas es el sumario, la introducción, la reseña y las conclusiones).

En la misma línea, creo que es necesario aclarar cuáles son los aspectos más relevantes en el futuro de las bibliotecas, según Luis Hernández, éstos se agruparían en tres:

1.     Facilitar el Acceso a la Tecnología.

2.     Bibliotecas Como Centro de la Comunidad.

3.     Bibliotecas Como Curadoras de Contenidos.

En este último grupo, nos llama la atención la categoría de curación de contenidos, la misma que “consiste en buscar, encontrar y seleccionar los contenidos e informaciones relevantes para distribuirlos de forma segmentada en una organización o colectivo.”

http://papelesdeinteligencia.com/curaciondecontenidos/#sthash.9shv4l8x.dpuf.

“Especial importancia en esta curación de contenidos deben tener los contenidos científicos y culturales, ayudando a discernir las pseudociencias y los intentos de manipulación publicitarios, de la información contrastada y avalada por estudios verdaderamente independientes” (Hernández, Luis).

Es decir que, cuando nosotros como bibliotecarios hacemos análisis documental de contenidos, estamos actuando como curadores de contenidos.

Por otro lado, sobre la formación del conocimiento, hay que decir que se lo debe entender como un producto que se genera socialmente y que por lo mismo el acceso al conocimiento también debe ser social, pero en el

sistema capitalista, basado en el individualismo y la competencia, la idea dominante es que la producción de conocimiento es individual y por lo mismo su apropiación y acceso bien pueden ser privados; sin duda este tipo de conceptualización sobre la generación y acceso al conocimiento tiene mucho que ver con las bibliotecas y los bibliotecarios; mucho más cuando existe una brecha digital que mantiene al margen del uso de las tecnologías a más del 50% de la población ecuatoriana, lo que demuestra relaciones de desigualdad de oportunidades y de exclusión social

La brecha digital se explicaría en términos de desigualdad de oportunidades para acceder a la información, al conocimiento y a la educación mediante las TICs. Los estudios indican también su carácter transversal, ya que puede afectar a personas de cualquier sector social, edad y condición, aunque existen determinadas capas sociales más susceptibles de exclusión, y en su análisis se señalan diversos factores, no sólo de carácter tecnológico, sino de tipo social, económico y cultural.

La aportación de la biblioteca para paliar la denominada brecha digital puede ser contemplada desde una perspectiva doble. Por un lado, las bibliotecas son instituciones idóneas para crear una amplia red de puntos de acceso público a Internet y a las nuevas tecnologías, garantizando el acceso a la información electrónica de los grupos más desfavorecidos. Pero, el problema de la brecha digital es un fenómeno complejo, que no se soluciona simplemente con establecer una serie de puntos de acceso a Internet. En este sentido, la contribución de la biblioteca tendría más que ver con su función formadora que con la adquisición de tecnologías. (García López, Fátima, 2012).

Precisamente esa función formadora de la que nos habla Fátima García es la que le da valor a la biblioteca en la creación de capital social, es la que le da un rol estratégico, digo yo, en la reconstitución del tejido social.

Cuando hablo del futuro de las bibliotecas en el Ecuador, quiero dar énfasis no tanto en la automatización, sino en la misión formadora de la biblioteca, pero y ¿cuál es el rol del bibliotecario?

No debemos preguntarnos solamente sobre cuál debería ser el futuro de las bibliotecas, sino también cual debería ser el futuro de los bibliotecarios.(Lankes, David)

Para Javier Saravia: "La biblioteca es los bibliotecarios, sin los bibliotecarios no existe biblioteca. Lo que define a la biblioteca no es la colección sino los bibliotecarios; allá donde haya un bibliotecario, aunque no haya libros, puede haber una biblioteca" (Saravia, 2014)

La responsabilidad del bibliotecario como formador es enorme, pues no solo se pueden reducir a indicar cuáles son los servicios con los que cuenta la biblioteca “Esto quiere decir que tenemos que aprender mucho acerca de cómo facilitar el aprendizaje, y no simplemente indicar: aquí están los libros, aquí está el baño, aquí está la fotocopiadora” (Lankes, David).

¿Cuál es el perfil del bibliotecario del futuro, para el caso del Ecuador?, (se hace esta aclaración respecto a otros países dado que, lo que para esos países es el presente, para nosotros es el futuro).

El bibliotecario debe ser gestor del conocimiento que, utilice métodos y técnicas de la investigación, con capacidad analítica y visión crítica. Capaz de emprender estudios de usuarios, análisis estadístico, análisis e interpretación de Indicadores, que realice consistentes tareas de diseminación selectiva de información, etc.

Debe ser también un gestor cultural con conocimientos sobre política y planificación cultural; puesto que, la biblioteca debe ser entendida como un centro cultural, un espacio público de encuentro de la diversidad, en donde se realicen actividades culturales permanentes.

Lector habitual y no eventual, es otra de las características que debe tener el bibliotecario, que además sea capaz de seleccionar buenas lecturas y que pueda sugerir a los lectores de su biblioteca variedad de títulos, de acuerdo a las necesidades de los lectores.

Conocedor profundo de su comunidad, el bibliotecario debe aprovechar las potencialidades del medio, que difunda y divulgue los conocimientos de su comunidad.

Debe ser un estudioso de la realidad cultural y científica del mundo, no debe sacrificar los contenidos por las formalidades.

Queda claro entonces que el futuro de las bibliotecas depende del futuro de los bibliotecarios; para ello es importante estar unidos por sobre cualquier otro interés, debemos los bibliotecarios crear opinión pública a favor de las bibliotecas y su fortalecimiento, aislados no podremos avanzar, debemos lograr que las comunidades a las que servimos sean nuestras aliadas, sean éstas, la comunidad académica, la comunidad educativa, el cantón, la parroquia, el barrio

Por mucho tiempo los bibliotecarios han vivido de espaldas a su comunidad. Los bibliotecarios le dicen a la comunidad: aquí está la información que necesitan; en lugar de preguntar ¿Qué información, qué conocimientos, tiene la comunidad y qué podemos hacer para compartirlos, para difundirlos? (Lankes, David).

La comunidad, cualquiera que sea ésta, no solo recibe nuestros servicios, sino que nos entrega información y conocimientos, es nuestra tarea difundir esa información de la comunidad, organizando el archivo vertical por ejemplo, difundir el conocimiento de la comunidad a través de múltiples mecanismos en los cuales se pone en juego la creatividad del bibliotecario.

Una vez más, la colección no es la biblioteca, se podría decir en cambio, que la comunidad es la biblioteca; los conocimientos, la información están en la gente, los libros solamente nos ayudan, apoyan nuestro aprendizaje, pero el aprendizaje sale de la comunidad. La biblioteca por tanto es un lugar de encuentro de la comunidad, donde se puede informar y compartir entre todos, para conversar sobre los problemas de la comunidad.

Cuando hablamos de que la biblioteca es la comunidad, nos referimos también a que la biblioteca debe tender a manejar toda la información de la comunidad, toda la información del barrio, de la ciudad, etc…, no sólo la información de su colección. Las nuevas tecnologías pueden ayudarnos a lograr esto (Lankes, David).

Pero además los bibliotecarios debemos actualizarnos en el debate sobre el rol de las bibliotecas en la sociedad no solo de la información sino del conocimiento, debemos empezar por ser lectores, por investigar, como ya se señaló antes, por formarnos para luego ser formadores, debemos elevar nuestra autoestima y lograr el reconocimiento social.

En una sociedad democrática, la biblioteca pública es uno de los espacios más importantes para generar ciudadanía, es un espacio de encuentro no solo con el libro y la lectura sino de relacionamiento social; por lo mismo el bibliotecario tiene que superar el papel tradicional del paternalismo letrado con la comunidad en la que se halla inmersa la biblioteca

Debemos de rechazar el modelo de déficit, que dice que la comunidad tiene deficiencias y que la biblioteca va a reparar los déficits de la comunidad. Con este modelo nacen las bibliotecas públicas. La gente no tiene dinero suficiente para comprar todos los libros así que la biblioteca compra los libros y se los presta a la comunidad. La gente no tiene hábitos de lectura, entonces la biblioteca hace talleres para mejorar el hábito de lectura. La biblioteca es una muleta. Este modelo termina por hartar a la comunidad, porque constantemente la biblioteca le hace llegar el mensaje de que es básicamente ignorante y que la biblioteca está aquí para ilustrarlos. (Lankes, David).

Debemos debatir también sobre esa postura que considera que la biblioteca es una empresa y que los lectores son clientes y que para atraerlos hay que diseñar estrategias de marketing, dicha postura refleja la penetración de las categorías de mercado dentro de la biblioteca y va concomitante con el consumismo que caracteriza a la sociedad actual “Debemos rechazar el modelo consumista. En el que los ‘usuarios’ vienen a ‘usar’ la biblioteca o a consumirnos. (Lankes, David).

El futuro de las bibliotecas en el Ecuador es entonces responsabilidad de los propios bibliotecarios, pero no solamente de ellos, el Estado si pensamos que está para garantizar el Bien Común debe necesariamente involucrarse en el tema. Actualmente existe un clamor por la

profesionalización de los bibliotecarios, sin embargo la oferta académica en el campo de la bibliotecología es deficitaria, incluso en varios casos la carrera está en peligro de cerrarse, falta entonces una promoción adecuada para que exista también una demanda vigorosa entre los jóvenes. La universidad pública debe ofrecer las carreras de bibliotecología y archivología en la modalidad semipresencial para que puedan beneficiarse bibliotecarios de las distintas provincias del país

De otro lado, el Estado debe atender las necesidades de las bibliotecas; debemos exigir que se cumpla lo que el mismo Estado señala en el Plan Nacional del Buen Vivir respecto al rol de las bibliotecas en lo concerniente al fortalecimiento de la identidad nacional

El compromiso del Estado es promover políticas que aseguren las condiciones de posibilidad para la expresión igualitaria de la diversidad (arts. 16 y 17). La construcción de una identidad nacional en la diversidad requiere la constante circulación de los elementos simbólicos que nos representan: las memorias colectivas e individuales y el patrimonio cultural tangible e intangible. La protección y circulación de estos elementos se impulsa mediante políticas de fomento a la investigación, museos, bibliotecas, archivos, sitios y fondos especializados (art. 380).” (Plan Nacional del Buen Vivir 2013 - 2017, pag. 182 Objetivo 5)

La biblioteca como espacio de encuentro, como espacio público también es reconocida en el Plan nacional del Buen Vivir

“La construcción de los espacios públicos de encuentro común debe entenderse como un ejercicio de política pública integral en el cual la institucionalidad de la política pública cultural –la CCE, su red de núcleos provinciales y los centros interculturales comunitarios– debe articularse a bibliotecas, escuelas y espacios de recreación y de expresión artística y cultural.” (Plan Nacional del Buen Vivir 2013 - 2017, pag. 184 Objetivo 5)”

Incluso en lo relacionado al Patrimonio Cultural

“la responsabilidad del Estado de garantizar el acceso al patrimonio debe estar orientada hacia el fortalecimiento de redes de investigación, bibliotecas, archivos, museos y sitios patrimoniales a nivel nacional.

Estos deben operar a través de un subsistema de memoria y patrimonio por medio de instituciones nacionales que garanticen su acceso y circulación.” (Plan Nacional del Buen Vivir 2013 - 2017, pag. 185 Objetivo 5)

Respecto a las políticas y lineamientos estratégicos, que permitirían hacer realidad este objetivo 5 del Plan, constan los siguientes numerales:

5.1. Promover la democratización del disfrute del tiempo y del espacio público para la construcción de relaciones sociales solidarias entre diversos

c. Ampliar los Centros Interculturales Comunitarios hacia un sistema nacional desconcentrado de bibliotecas públicas, videotecas y centros de interpretación de la memoria y el patrimonio social.

d. Mejorar el acceso a y la calidad de las bibliotecas

e. Potenciar actividades comunitarias artísticas, educativas y culturales en las bibliotecas.” (Plan Nacional del Buen Vivir 2013 - 2017, pag. 189 Objetivo 5)

5.2. Preservar, valorar, fomentar y resignificar las diversas memorias colectivas e individuales y democratizar su acceso y difusión

h. Articular la red nacional de museos, sitios arqueológicos, bibliotecas, archivos y diferentes repositorios de la memoria social, para garantizar la circulación y el acceso a las diversas memorias colectivas, asegurando la participación de las comunidades locales.” (Plan Nacional del Buen Vivir 2013 - 2017, pag. 191 Objetivo 5)

Por otro lado sobre el tema de las bibliotecas, el Objetivo 4 del Plan define aspectos muy interesantes, que para poder cumplirse, requiere ineludiblemente de la organización y fortalecimiento de las bibliotecas, por ejemplo para promover espacios no formales y de educación permanente para el intercambio de conocimientos y saberes para la sociedad aprendiente como se señala en el numeral 4.3 de este Objetivo, se requiere:

Democratizar el acceso al conocimiento, fortaleciendo los acervos de datos, la información científica y los saberes diversos en todos sus formatos, desde espacios físicos y virtuales de libre acceso, reproducción y circulación en red, que favorezcan el aprendizaje y el intercambio de conocimientos.

Para el efecto se plantean varias acciones:

a.     Promover los hábitos y espacios de lectoescritura fuera de las actividades escolarizadas, con énfasis en niños, niñas y adolescentes, como un mecanismo cultural de transmisión y generación de conocimientos en los hogares, espacios públicos y redes de lectura familiar y comunitaria.

f.       Generar espacios de encuentro, de intercambio de conocimientos y saberes y de aprendizaje intergeneracional en diversas áreas, para la realización personal.

Todas esas acciones son connaturales a las bibliotecas. ¿Qué se espera entonces?Alcanzar la universalización en el acceso a la educación inicial, básica y

Conocemos por otro lado que dentro del proyecto del Código de economía social del conocimiento y la inclusión existen nueve excepciones a los derechos de autor relacionados con las bibliotecas, lo cual sin duda es un paso importante. (Ver anexo) De todas formas considero que en ese cuerpo normativo debe incluirse al menos una sección que hable sobre las bibliotecas como herramientas indispensables para democratizar el acceso a la información y al conocimiento de la necesidad de constituir una red de bibliotecas y del papel rector que debe tener la Biblioteca Nacional, esta normativa que bien pudo estar dentro de la ley de cultura, considero que dado que el Código de economía social del conocimiento y la inclusión está

próxima a ser enviada a la Asamblea Nacional tiene mayores probabilidades de aprobarse antes que la Ley de Cultura.

Y es que la biblioteca es un servicio cultural, de gestión de la información y del conocimiento.

Bibliografía

            García López, Fátima. (2012) La contribución de la biblioteca pública para generar capital social. Instituto Agustín Millares Universidad Carlos III de Madrid.

Hernández, Luis. (2014) El futuro de las bibliotecas. Menos papel, más tecnología y educación. http://sinlios.com/blog/2014/05/29/el-futuro-de-las-bibliotecas/ visitado el 25 de septiembre de 2014

Para el p Lankes, David. Apuntes sobre la disertación “EXPECT MORE” de, bibliotecario de la Universidad de Siracusa. http://www.youtube.com/watch?v=Zdd9k8nkpX4&list=PLdxHe4Wc0K8Or41zP_Viz8lAC5yiuZdwR&index=1   Visitada el 23 de septiembre de 2014.

Marquina, Julian. (2014) ¿Para qué las redes sociales en las bibliotecas? Repensando el futuro de la biblioteca http://www.julianmarquina.es/repensando-el-futuro-de-la-biblioteca/ visitado el 25 de septiembre de 2014

Montoya, Edwin. Patricia Ospina, Malgorzata Lisowska y Blessed Ballesteros. BIBLIOTECA DIGITAL COLOMBIANA. http://www.istec.org/wp-content/gallery/ebooks/sibd/docs/sibd09-final15.pdf. Visitada el 20 de septiembre de 2014.

Saravia, Javier. (2014). Comunicación personal.

Vargas de Vela, Ana. (2014) Curso Taller de Capacitación de Análisis Documental, FLACSO. Quito 8-12 de septiembre.

 

ANEXO

En el Libro I se habla de la Gestión del Conocimiento y dentro de este libro consta el título II que se refiere a los Derechos de Autor y Derechos Conexos, específicamente el capítulo III menciona los Derechos de Autor y en la Sección VII: se trata de las limitaciones y excepciones a los derechos patrimoniales

Parágrafo Segundo: De las limitaciones y excepciones

Art.6.100

9.     La reproducción en forma individual de una obra por una biblioteca, archivo o museo, cuando el ejemplar respectivo se encuentre en la colección de la biblioteca, archivo o museo, y dicha reproducción se realice con los siguientes fines:

o    Preservar el ejemplar y sustituirlo en caso de extravío, destrucción o inutilización;

o    Entregar a otra biblioteca o archivo el ejemplar reproducido para fines de préstamo a los usuarios de esta biblioteca o archivo. La biblioteca o archivo que reciba el ejemplar podrá a su vez realizar una copia de él si ello es necesario para la conservación del ejemplar y la copia se destina a la utilización por parte de sus usuarios; o,

o    Sustituir, en la colección permanente de otra biblioteca o archivo, un ejemplar que se haya extraviado, destruido o inutilizado.

10.                       Una biblioteca o archivo podrá, además, realizar los siguientes actos:

a.     La reproducción de fragmentos de obras que se encuentren en su colección, a solicitud de un usuario de la biblioteca o archivo exclusivamente para su uso personal;

b.     La reproducción electrónica y comunicación pública de obras de su colección para ser consultadas gratuita y simultáneamente hasta por un número razonable de usuarios, sólo en terminales de redes de la respectiva institución y en condiciones que garanticen que no se puedan hacer copias electrónicas de esas reproducciones;

c.      La traducción de obras originalmente escritas en idioma extranjero y legítimamente adquiridas cuando, al cumplirse un plazo de tres años contados desde la primera publicación o de un año en caso de publicaciones periódicas, su traducción al castellano no haya sido publicada en el país por el titular del derecho. La traducción deberá ser realizada con fines de investigación o estudio para los usuarios de dichas bibliotecas o archivos, y sólo podrá ser reproducida en citas parciales en las publicaciones que resulten de dichas traducciones;

d.     El suministro de acceso temporal a los usuarios de la biblioteca o archivo, o a otras bibliotecas o archivos, a las obras protegidas por derechos de autor o prestaciones protegidas por derechos conexos que se encuentren incorporadas en un soporte digital o en otro medio intangible, que se encuentren dentro de sus colecciones;

e.     La reproducción y el suministro de una copia de las obras protegidas por derechos de autor o prestaciones protegidas por derechos conexos a los usuarios de la biblioteca o archivo, o a otras bibliotecas o archivos donde quiera que se ubiquen, a petición de los usuarios, para uso educativo, de investigación o uso personal, o conforme con cualquier otra excepción que permita al receptor efectuar tal copia;

f.       La reproducción, adaptación, traducción, transformación, arreglo, distribución y comunicación de una obra protegida por derechos de autor o una prestación protegida por derechos conexos, inclusive por parte de una

biblioteca o archivo, en uno o más formatos accesibles para el uso exclusivo de personas con discapacidad; y, Las bibliotecas o archivos y sus funcionarios estarán exentos de responsabilidad por los actos que realicen sus usuarios siempre y cuando actúen de buena fe y tengan motivos razonables para creer que la obra protegida por derechos de autor o la prestación protegida por derechos conexos se ha utilizado en el marco permitido por las limitaciones y excepciones previstas en el presente Parágrafo o de un modo que no está restringido por los derechos sobre la obra o prestación, o que dicha obra o prestación se encuentra en el dominio público o bajo una licencia que permita su uso;

[1] Este efecto hace alusión a la información sesgada que nos llega por las redes, de acuerdo a nuestros “gustos” y que es determinada por los algoritmos; para mayor detalle ver: http://sinlios.com/blog/2013/04/03/la_red_burbuja/