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El Financiamiento de La Enseñanza Universitaria en España y Paises de La OcdeTRANSCRIPT
EL FINANCIAMIENTO DE LA ENSEÑANZA UNIVERSITARIA EN ESPAÑA
Y PAISES DE LA OCDE
Al analizar la financiación de la enseñanza universitaria pública en diversos países se
observa, en general que las universidades financian sus actividades con tres tipos de
fondos:
1.- tasas de matrícula.
2.- subvenciones públicas.
3.- otros fondos públicos y privados.
En el caso de la financiación en España podemos decir que se ha mantenido un modelo
de financiación mixto, con una aportación significativa de los precios y por otro lado un
peso elevado de la subvención pública.
Las subvenciones públicas son la principal fuente de financiación de las universidades
Españolas; en España los usuarios comparten con los contribuyentes la tarea de
financiar la enseñanza superior desde hace años.
Al comparar la situación de los distintos países , podremos decir que los sisteas de
financiación se diferencian básicamente en los siguientes aspectos:
1- La importancia de las tasas como fuente de financiación y la política de precios
que se adopta.
2- Los esquemas de financiación pfrecidos a los alumnos, que suelen incluir
combinaciones de becas, trabajos en el campus, prestamos, prestamos-renta…
3- Las políticas desarrolladas para obtener otros ingresos públicos y privados.
4- El volumen y las características de la subvención pública.
Teniendo en cuenta esto podremos decir que el sistema español se caracteriza por una
financiación moderada de los precios y por una cuantía también moderada de ayudas al
estudio, también podemos afirmar que la importancia de las donaciones y el mecenazgo
es muy escasa.
También debemos hacer mención a el financiamiento que se lleva a cabo en los países
de la OCDE.
Si consideramos el gasto (público y privado) que se realiza en los centros educativos de
nivel universitario el sistema español utiliza el equivalente al 1.2 % del PIB, frente a
una media de 1.3 % en los países de la OCDE. Si por otra parte consideramos el gasto
por alumno, el déficit español podemos decir que es mas acusado. Las ayudas a los
estudiantes en España representan un 0,09 % del PIB frente a la media de OCDE que se
sitúa en el 0,29 %.
Los informes (Consejo de Universidades, 1995; Bricall, 2000) haciendo referencia al
sistema español destacan la insuficiencia de recursos que afectan a nuestras
universidades, si se desea competir , en enseñanza e investigación, con las de los otros
países desarrollados. Por ese motivo sugerían un aumento en el gasto por estudiante en
torno a 2000$ o 2500$ que situaría el gasto total entre 1,5 y 1.6 % del PIB, alcanzado de
esta manera la media actual de los países desarrollados.
Estos informes subrayan, el déficit que presenta España en el capítulo de ayudas al
estudio, sugieren diferentes propuestas ( becas, prestamos y prestaos-renta) para de este
modo nos solo mejorar la equidad si no también la eficiencia.
Durante la última década el panorama general de financiación en los países
desarrollados ha sufrido cambios apreciables. Se ha producido crecimientos de los
precios en los EEUU y Canadá, consolidando su sistema mixto. Por otro lado, se han
llevado a cabo reformas drásticas en Australia, Nueva Zelanda y el reino Unido los
cuales han pasado de no cobrar tasas a sus alumnos, a introducir contribuciones
superiores a los 1600$ al año.
En el contexto de la Unión Europea, Bélgica, Portugal, España y suiza mantienen las
tasas “moderadas” , por otra parte Holanda e Italia han decidido elevar sus precios
públicos.
En lo referente a casos extremos Japón y Corea mantienen sus políticas de tasas
elevadas mientras que lo países nórdicos europeos, junto con Grecia, Austria y
Alemania, no modifican su política de gratuidad total de la matrícula universitaria.
EL FINANCIAMIENTO UNIVERSITARIO: SUBENCIONES, TASAS,
PRESTAMOS. ARGUMENTOS A FAVOR Y EN CONTRA.
Tradicionalmente en la mayor parte de los países las tasas o precios de las enseñanzas
universitarias están muy por debajo del coste de estas enseñanzas en los centros de
titularidad publica. La diferencia la cubre fundamentalmente con subvenciones
procendentes de los presupuestos públicos.
Con frecuencia, para justificar dichas subvenciones, se aduce que la adquisición
superior por parte de un individuo genera beneficios sociales. El argumento es el
habitual en los problemas de externalidades: cuando los individuos deciden sus
inversiones en educación superior no tiene en cuenta los efectos externos de estas
inversiones.
Debemos destacar por el contario que esos beneficios externos son difíciles de precisar;
mientras que la rentabilidad privada que obtiene el individuo de su inversión en
educación superior es clara y apreciable.
Por razones de equidad, tampoco se puede justificar la idoneidad de la subvención
generalizada de las enseñanzas universitarias. La evidencia demuestra que, incluso con
gratuidad de la enseñanza, no se alcanza la igualdad de oportunidades en el acceso a la
universidad.
La contribución de los estudiantes a la financiación de los costes (directos o indirectos)
de la enseñanza superior puede elevar la eficiencia del sistema universitario y mejorar
sus propiedades de equidad. El problema consiste en diseñar una forma de contribución
que no represente una barrera para los estudiantes sin medios económicos. Para poder
satisfacer esos objetivos la mayor parte de los sistemas universitarios combinan tasas y
becas y se han diseñado programas de prestamos con intervención publica,,
Si se desea garantizar la igualdad de oportunidades, parece injusto que la posibilidad
para un individuo de financiar sus inversiones educativas dependa de su riqueza
familiar.
Cabe destacar también en este punto el papel de los mercados, puesto que los los
mercados de capitales no financian, en general, inversiones cuya única garantía sea el
capital humano futuro.
A partir del “fallo” de los mercados financieros, y de la búsqueda de la igualdad de
oportunidades, surge la necesidad de la intervención pública mediante el
establecimiento de programas de préstamos garantizados por el estado.
Los programas públicos de préstamos a estudiantes universitarios buscan favorecer las
inversiones en capital humano de los individuos, poseyendo mejores propiedades que
las becas, en términos de eficiencia y de equidad:
1.- Propiedades de eficiencia, porque promueven la mejora en la calidad del sistema
universitario.
2.- Propiedades de equidad, porque se elimina la dependencia financiera de los
estudiantes con respecto a su familia,
Sin embargo, los préstamos pueden desincentivar excesivamente la realización de
determinados estudios y pueden ser inadecuados para permitir el acceso a la enseñaza
superior de los individuos que tienen aversión al riesgo, que normalmente proceden de
familias de bajo nivel socioeconómico.
La mayoría de los países optan por combinar préstamos y becas al definir su política de
ayudas a los estudiantes. Y una solución alternativa consiste en ofrecer un préstamo con
devolución condicionada en la renta.
Los préstamos a los que se hacen mención sólo tienen que ser devueltos en el caso de
que el individuo alcance un cierto nivel de renta; y la cantidad a devolver en cada
período se establece en función de los ingresos obtenidos por el universitario.
También existen propuestas teóricas relativas a unos instrumentos alternativos de
financiación universitaria: el impuesto universitario, el cual consistiría en establecer un
“recargo” en los impuestos de todos los antiguos estudiantes universitarios, en este caso
los graduados con ingresos elevados pagarían varias veces el coste de su educación,
mientras que los de menores ingresos no llegarían a cubrir ese coste.
Esta propuesta, suele estar ligada a intentos de recuperación de la subvención pública
generalizada a la enseñanza universitaria y debemos destacar que no se ha llegado a
aplicar en ningún país.
Los impuestos sobre los graduados y los préstamos con devolución condicionada a la
renta comparten algunas características comunes, puesto que en los dos casos los
estudiantes contribuyen a la
financiación pública de la educación superior en función de sus ingresos futuros, y
también por el hecho de que se establece un “pacto implícito” entre generaciones.
Para finalizar con esta pregunta diremos que los nuevos instrumentos de financiación,
especialmente los préstamos-renta, sepueden utilizar para redefinir la composición del a
financiación universitaria, así como para variar su
volumen total.