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Ejercicios de Respiración
Ejercicio Nº 1: Tomar conciencia de su propia Respiración
El acto respiratorio es para el niño un acto inconsciente y automático, del cual, en primer lugar,
tiene que percatarse. Se colocará de pie, en la posición indicada, y se le hará caer en cuenta de
cómo, sucesivamente, va entrando y saliendo en el aire, cómo va realizando continuamente
inspiraciones y espiraciones.
En este ejercicio como en los siguientes no se hablara todavía de los distintos tipos de
respiración, ni se tratará de lograr alguno concreto, sino que, en principio, se dejará que siga con
el tipo de respiración que espontánea y más fácil le salga. Más tarde se tratará de lograr la
respiración abdominal y costoabdominal, ya que generalmente, el niño suele comenzar con la
respiración costal superior o clavicular.
En este primer inicio de los ejercicios se puede facilitar el acto de la inspiración para que tome
conciencia del mismo, haciendo al niño que huela y por tanto que inspire el perfume de una
colonia, jabón o una flor.
Ejercicio Nº 2. Inspiración Nasal, lenta y profunda. Retención del aire. Espiración nasal en la
misma forma.
Ejercicio Nº 3. Inspiración nasal, lenta, dilatando las alas de la nariz. Retención del aire.
Espiración nasal lenta y completa. Se le debe indicar al niño que expulse la mayor cantidad de
aire posible.
Ejercicio Nº 4. Inspiración nasal, de la forma que en el ejercicio anterior. Retención del aire.
Expulsión nasal del aire rápido y continuo.
Ejercicio Nº 5. Inspiración nasal lenta. Retención del aire. Espiración nasal cortada, en tres o
cuatro tiempos o espiraciones, hasta agotar en lo posible el aire de reserva, sin realizar entre
ellas ninguna inspiración.
Ejercicio Nº 6. Inspiración nasal rápida. Retención del aire. Espiración nasal lenta.
Ejercicio Nº 7. Inspiración nasal rápida, dilatando las alas de la nariz. Retención del aire.
Espiración nasal lenta.
Ejercicio Nº 8 Inspiración nasal, como en el ejercicio anterior. Retención del aire. Expulsión
rápida nasal del aire.
Ejercicio Nº 9 Inspiración por fosa nasal izquierda. Retención del aire. Espiración por fosa nasal
izquierda.
Ejercicio Nº 10. Inspiración por fosa nasal izquierda. Retención del aire. Espiración por fosa
nasal derecha.
Ejercicios con respiración bucal. En todos ellos la boca permanecerá entreabierta durante
la espiración.
Ejercicio Nº 1. Inspiración nasal lenta y profunda. Retención del aire. Espiración bucal de la
misma forma.
Ejercicio Nº 2. Inspiración nasal lenta, dilatando las alas de la nariz. Retención del aire.
Espiración bucal lenta y completa, tratando de expulsar la mayor cantidad de aire.
Ejercicio Nº 3. Inspiración nasal de la misma forma que en el ejercicio anterior. Retención del
aire. Espiración bucal rápida.
Ejercicio Nº 4. Inspiración nasal, de la misma forma que en el ejercicio anterior. Retención del
aire. Espiración bucal cortada, en tres o cuatro tiempos o espiraciones, hasta agotar en lo posible
el aire de reserva, tiempos o espiraciones, hasta agotar en lo posible el aire de reserva, sin
realizar entre ellas ninguna nueva inspiración.
Ejercicio Nº 5. Inspiración nasal rápida. Retención del aire. Expulsión del aire en forma lenta por
la boca.
Ejercicio Nº 6. Inspiración nasal rápida, dilatando las alas de la nariz. Retención del aire.
Espiración bucal lenta.
Ejercicio Nº 7. Inspiración nasal, como el ejercicio anterior. Retención del aire. Espiración bucal
rápida.
Ejercicio Nº 8. Inspiración nasal rápida, ensanchando las alas de la nariz. Retención del aire.
Espiración bucal rápida y cortada en tres o cuatro tiempos.
Ejercicio Nº 9. Inspiración por fosa nasal derecha. Retención del aire. Espiración bucal, lenta,
regular y completa.
Ejercicio Nº 10. Inspiración por fosa nasal izquierda. Retención del aire. Espiración bucal, lenta,
regular y completa.
» Ejercicios con espiración soplante. Todos los ejercicios se realizan en el
mismo orden que los anteriores, solo que la aspiración bucal en el lugar de
hacerse con la boca simplemente entre abierta, se hará soplando, pero sin
inflar mejillas. Por tanto, habrá una inspiración nasal, una retención del aire y
una espiración bucal soplando, con las características correspondientes de
cada ejercicio.
» Ejercicios con espiración silbante. Ejercicios con espiración bucal, en los que
la expulsión del aire se hace silbando y se cronometra la duración de la
misma.
Ejercicio Nº 1. Inspiración nasal, lenta y completa. Retención del aire. Espiración con la salida del
aire en forma lenta y silabeando suavemente. Duración de 8 segundos en adelante.
Ejercicio Nº 2. Inspiración como en el ejercicio anterior. Retención del aire. Espiración con la
salida del aire de forma violenta y silbando fuerte. Duración: de cuatro segundos en adelante
Ejercicio Nº 3. Inspiración como en los ejercicios anteriores. Retención del aire. Espirando
silbando suavemente, de forma entrecortada en varios tiempos, pero sin volver a inspirara entre
ellos. Duración de quince segundos en adelante.
Ejercicio Nº 4. Inspiración nasal, regular y completa. Después de haber espirado nasal y
regularmente y sin volver a inspirara, espirara silbando, con el máximo esfuerzo, con el fin de
expulsar la mayor cantidad del aire. Cinco segundos de duración.
Ejercicio Nº 5. Inspiración como en el ejercicio anterior. Después de haber espirado nasal y
regularmente, sin volver a inspirar, espirara silbando, de forma entrecortada. Duración: de cinco
segundo en adelante.
Ejercicio Nº 6. Inspiración nasal lenta. Retención de aire. Espirar silbando. Aumentando poco a
poco la fuerza del silbido. Duración: de ocho segundos en adelante.
Ejercicio Nº 7. Inspiración nasal lenta. Retención del aire. Espirar silbando comenzando fuerte,
para ir disminuyendo la fuerza del silbido, hasta casi no percibirse. Duración: de ocho segundos
en adelante.
» Ejercicios respiratorios acompañado de movimiento de brazos.
Se realizarán todos los ejercicios anteriores, haciendo que el niño levante los brazos por los
costados hasta colocarlos horizontalmente a la altura de los hombros durante la inspiración,
bajándolos lentamente durante la espiración.
Se puede realizar los ejercicios anteriores, haciendo que el niño los acompañe con movimientos
de brazos, elevándolos lateralmente durante la inspiración hasta colocarlos arriba, verticalmente,
de forma que las palmas de las manos se toquen, bajándolos durante la espiración.
Se siguen los mismos ejercicios, levantando los brazos delante, hasta la posición vertical,
durante la inspiración y bajándolos en la espiración. También se puede hacer, variándolo,
elevarlos por los costados y bajarlos por delante en los tiempos indicados.
Con la posición de los brazos tendidos a lo largo del cuerpo, se llevan hacia atrás y hacia arriba,
todo lo posible, durante la inspiración, en los distintos ejercicios y se bajan en la espiración.
Se realizan los ejercicios colocando al niño las manos en la cintura, haciendo que se eleve sobre
las puntas de los pies durante la inspiración, volviendo a la posición normal mientras dura la
espiración.
Se combinan, levantando los brazos por los costados a la altura de los hombros, a la vez que se
eleva sobre las puntas de los pies, durante la inspiración, volviendo al a posición normal en la
espiración.
» Ejercicios con los distintos tipos de espiración. En el momento en que se vea
que el niño va teniendo conciencia de su función respiratoria y la va
dominando, se le podrá hacer la diferenciación de los distintos tipos de
respiración.
a) Respiración costal superior o clavicular. Generalmente al pedirle al niño que inspire
profundamente, comenzará la respiración clavicular. Para que el niño se percate de cómo el aire
inspirado dilata, en este caso, su tórax, se le hará que su mano sobre el mismo, para que así
pueda percibir las dilataciones que se dan con la entrada de aire, elevándose las clavículas y los
hombros en ese momento.
b) Respiración abdominal. Después se le hablará de las necesidades de que el aire que inspira
baje hasta la parte baja de sus pulmones. Si son pequeños, se le puede comparar los pulmones
con dos globos, que se tienen que inflar con el aire que entra y este aire tiene que llegar al
aparte baja de los globos, siguiendo por ejemplo, que también éstos se dilaten. Para que lo
pueda comprobar se le colocará una mano sobre la parte superior del tórax del reeducador y la
otra en la pared anterior del abdomen. El reeducador realiza la respiración abdominal varias
veces seguidas, para que el niño pueda percibir claramente cómo, durante la misma, la parte
superior del tórax permanece inmóvil y relajada y se abomba la parte anterior del abdomen,
durante la inspiración, hundiéndose ésta sobre sí mismo e intentará respirara de igual manera
que lo hizo el reeducador. Se le puede facilitar la realización de este ejercicio colocándole de pie,
apoyado en la pared, con los talones en el ángulo de la misma, obligándolo de esta forma a
permanecer derecho.
Otra variante a llevar a cabo el ejercicio de respiración abdominal es en posición horizontal, con
la cabeza un poco más alta que el resto del cuerpo, con el fin que pueda observar los
movimientos que realiza. Se colocará un libro ligero sobre su abdomen para que pueda apreciar
cómo en la inspiración, el libro o cuadernillo se eleva, al levantarse la pared anterior del
abdomen y desciende con el declive de la misma en la aspiración.
c) Respiración costo-abdominal. Estos ejercicios se comenzarán como los anteriores, haciendo
que el niño perciba los movimientos de su cuerpo con sus manos. Comenzarán la inspiración
abombando la parte superior del abdomen y seguidamente, sin interrupción, se dará una dilatada
hacia los lados de las costillas inferiores. Para controlar mejor esta movilidad lateral que aumenta
el diámetro transversal de la caja toráxica por el movimiento de las costillas, se colocarán las
manos del niño en los costados del tórax, después de haberlo comprobado previamente en la
respiración del reeducador. La espiración se hará en el mismo orden, comenzando por la
abdominal y terminando con la espiración costal.
Este tipo de respiración es el más recomendable para la fonación, por ser la más entera, al
actuar juntos en ella el tórax y el abdomen, exigiendo una gran movilidad de las costillas
inferiores y de la pared anterior del abdomen.
» Ejercicios respiratorios con material. En el trabajo de reeducaciòn con niños
se deben utilizar materiales muy simples, para que la manipulación no los
distraiga. Este debe ser al alcance de cualquier reeducador y debe estar
dirigida principalmente, ala realización de ejercicios de soplo, actuando de
esta forma sobre la función respiratoria.
Ejercicio de soplo con papeles
Ejercicio Nº 1. Hacer soplar al niño, en principio sin inflar mejillas y después inflándolas.
Ejercicio Nº 2. Soplará sobre la mano del niño, para que él sienta la fuerza del aire que sale.
Luego que el mismo sople sobre su propia mano, para que perciba la misma sensación que
antes. Repetir en distintas intensidades.
Ejercicio Nº 3. Pedir al niño que sople sobre su propio flequillo. Si no sabe hacerlo
espontáneamente se le indica que debe sacar el labio inferior y después soplar.
Ejercicio Nº 4. Pedir al niño que sople sobre su pecho, y que al contrario que en el ejercicio
anterior, ahora debe montar el labio superior sobre el inferior.
Ejercicio Nº 5. Hacer que proyecte los labios unidos, que emita el soplo sólo por un pequeño
orificio de los mismos.
Ejercicio Nº 6. Se coloca un remolino de papel frente a la boca del niño y se le indica que sople y
así vea como la fuerza de la emisión del aire levanta el papel. Desde una instancia de 10 cm.,
aproximadamente, se le irá alejando paulatinamente para que tenga que ir aumentando la fuerza
del soplo, a medida que se aleja el papel, para que este no deje de moverse.
Ejercicio Nº 7. Colocar trocitos de papel esparcidos en una parte de la mesa, los que el niño
tiene que hacer volar de un solo soplo. Se adapta a la capacidad del niño, poniendo más o
menos papelitos sobre la mesa.
Ejercicio Nº 8. Sostener una pequeña tira de papel sobre un espejo o cristal, indicando al niño
que sople sobre el centro de la misma. Al hacerlo, el reeducador retirará su mano y el papel debe
quedar adherido al espejo por la fuerza del soplo del niño. Aquí se ejercita la fuerza del soplo,
que ha de ser suficiente para mantener el papel y ala vez se ejercite el niño en la dirección del
soplo, ya que éste ha de estar dirigido a un punto determinado. Se puede cronometrar el tiempo
que se mantiene en ejercicios sucesivos y así ver los avances que el niño realiza.
» Ejercicios con velas encendidas.
Ejercicios Nº 1. Colocar una vela en la altura de la boca del niño, a una distancia de 25 ò 30 cm.
Se hace inspirar al niño profundamente por la nariz, soplando con fuerza sobre la llama en la
espiración, para apagarla. En ejercicios sucesivos y a medida que vaya logrando apagar la vela
en la primera espiración, se va alejando ésta a fin de que el niño aumente la intensidad de soplo.
Ejercicio Nº 2. Colocar una serie de velas, cinco o seis, sujetas en fila o sobre una tabla.
Comenzar encendiendo dos y situando la primera a la misma distancia del niño que en el
ejercicio anterior.
Ejercicio Nº 3. Situar la vela encendida frente al niño, como en los ejercicios anteriores. Después
de un inspiración profunda deberá soplar sobre la llama suavemente, haciéndola oscilar de forma
continua durante todo el tiempo que dure la espiración, pero sin llegar a apagarla.
Ejercicio Nº 4. Comenzar como en el ejercicio anterior, pero iniciando el soplo y la oscilación de
la llama, se irá acercando paulatinamente a los labios del niño la vela encendida, con lo cual
deberá disminuir la intensidad del soplo para no llegar a apagarla.
Ejercicio Nº 5. Este ejercicio se inicia como el tercero, pero cuando el niño comienza a soplar se
va alejando la vela, con el fin de que aumente la intensidad del soplo en la medida adecuada,
para que sin dejar e oscilar la llama, no llegue a apagarse.
Ejercicio Nº & Este ejercicio es una combinación del cuarto y el quinto. Después de la inspiración
profunda, iniciando el soplo, se le irá alejando y acercando, indistintivamente, la vela encendida,
para que el niño, atento a este movimiento, module la expulsión del aire en el soplo, aumentando
o disminuyendo éste, para conseguir que la llama oscile continuamente sin llegar a apagarse.
» Ejercicios con pajas y tubos.
Ejercicio Nº 1. Hacer soplar al niño simplemente con una paja o tubo pequeño a la que adaptará
los labios, obligándole, de esta forma, a centrar el soplo en un punto, siendo de especial
aplicación este ejercicio para aquellos niños que tienen dificultad para soplar y emiten un silbido
en lugar de soplo.
Ejercicio Nº 2. Con el extremo de la paja sumergido en un vaso o recipiente con agua, se le hará
soplar por el otro extremo para que hagan burbujas. También se puede realizar este ejercicio
haciendo pompas de jabón o hacer aspirar y beber agua por medio de la paja.
Ejercicio Nº 3. Colocar la paja o el pequeño tubo en el lado derecho de la boca, a modo de pipa y
se hará soplar el niño por él. A continuación se repetirá el ejercicio colocándolo en el lado
izquierdo.
» Ejercicios con pelotas ligeras de ping- pong
Ejercicio Nº 1. Se dispone de una barra acanalada en cuyo extremo se sitúa la pelota. Puesta la
barra sobre la mesa y colocando el niño de forma que su boca quede a la altura del canal, se le
hará soplar, después de un inspiración nasal profunda, para hacer que la pelota corra a través
del canal. El impulso que logre darle hará que la pelota recorra una longitud mayor o menor.
Ejercicios Nº 2. Se coloca la pelota sobre una mesa cerca del extremo y frente a ella, a una
distancia de 30 ò 40 cm., que puede variar según las posibilidades del niño, se situará una
pequeña portería, construida con cualquier caja. El niño acerca la boca a la altura de la mesa y
después de una inspiración profunda, sopla sobre la pelota para lograr introducirla en la portería,
ejercitando de esta forma la dirección del soplo y su intensidad.
Ejercicio Nº 3. Se realizan los ejercicios anteriores soplando sobre la pelota a través de un
pequeño tubo.
» Ejercicios con materiales diversos.
Ejercicio Nº 1. Inflar globos de distintos tamaños. Se puede ir contando en ejercicios sucesivos,
de cuántas espiraciones precisa el niño para inflar un globo de un tamaño determinado y así
controlar cómo va aumentando su capacidad respiratoria.
Ejercicio Nº 2. Soplo sobre molinillos de viento, haciéndoles girar lo más rápidamente posible,
utilizando primero los de tamaño más pequeño.
Ejercicio Nº 3. Hacer sonar diversos instrumentos musicales de viento, como trompetas, flautas,
armónicas, etc.