educar perros
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PERROS BULL TERRIERLos perros bull terrier tienen una presencia imponente, aún cuando no son de talla elevada. Algunos los consideran feos, pero a mi parecer, con su cabeza de
huevo y su cuerpo musculoso, están entre los perros más hermosos que existen.
Originaria de Gran Bretaña, esta raza canina se puede presentar en dos variedades: bull terrier (también conocido como bull terrier estándar) y bull terrier
miniatura. Según el American Kennel Club (AKC), estas dos variedades son dos razas diferentes. Según la Federación Cinológica Internacional (FCI), las dos
variedades conforman una sola raza, pero son juzgadas por separado y no deben cruzarse.
El bull terrier es un perro musculoso que, aunque no es de talla grande, es impresionante e inspira mucho respeto. Si bien no es un perro de guarda y
protección, su apariencia musculosa y su expresión inteligente y decidida pueden intimidar incluso a los más valientes.
La cabeza es la característica que distingue a este perro de los demás. La cabeza del bull terrier no tiene stop (depresión naso-frontal) y tiene forma de huevo,
libre de depresiones o hendiduras. La región superior del cráneo es casi plana entre las orejas. Las orejas del bull terrier, por su parte, son pequeñas y delgadas,
y están muy juntas la una de la otra. El perro debe ser capaz de mantenerlas erectas con la punta hacia arriba.
La nariz, negra y con fosas nasales bien desarrolladas, se curva hacia abajo en la punta. Las mandíbulas son muy poderosas, lo que se nota porque las mejillas de
estos perros son bien desarrolladas, aunque no exageradamente. Cuando los perros cierran la boca, la cara interna de los incisivos superiores entra en contacto
con la cara externa de los incisivos inferiores. Es decir que la mordida cierra en tijera.
Los ojos del bull terrier son negros o de un color marrón muy oscuro (casi negros), estrechos y triangulares. Están dispuestos oblicuamente en el cráneo y tienen
una mirada brillante que expresa decisión e inteligencia.
El cuello es musculoso, largo y arqueado. No presenta papada. Por su parte, el cuerpo del bull terrier es robusto y redondeado, con costillas bien arqueadas. La
espalda corta y fuerte se continúa con un lomo amplio y musculoso. El pecho es profundo y amplio. La línea inferior forma una elegante curva ascendente desde
el pecho hacia el abdomen.
Al igual que en otros terrier de tipo bull, la cola del bull terrier es gruesa en la base y se estrecha hacia la punta. Es corta y de inserción baja.
El pelo es corto, áspero, bien apretado y presenta un fino brillo. En invierno puede aparecer un subpelo de textura suave. El pelaje del bull terrier puede
presentarse en diferentes colores. Los ejemplares blancos deben tener el cuerpo completamente blanco, pero pueden presentar manchas de color en la cabeza.
En los bull terrier que no son blancos, debe predominar el color que presente el cuerpo. Se aceptan perros de color negro, atigrado, rojo, leonado y tricolor. Los
colores azul e hígado son indeseables.
Temperamento y carácter de los perros bull terrier
Si tuviera que describir el temperamento de los perros bull terrier en una sola palabra, tendría que decir "valiente". Estos perros son extremadamente valientes
y combativos. Además son muy leales, activos y apegados a sus dueños.
Los bull terrier necesitan mucha compañía y afecto, y es muy mala idea dejarlos solos por largos períodos porque es seguro que destruirán lo que encuentren.
Además de compañía, necesitan mucha supervisión, y no son apropiados para muchas familias. De hecho, no son perros recomendables para familias que nunca
antes han tenido un perro.
El ejercicio es fundamental para esta raza. Los bull terrier necesitan hacer mucho ejercicio para quemar la enorme cantidad de energía que tienen. Si bien son
perros que aprenden nuevas cosas con facilidad, resultan más difíciles de entrenar que otras razas de perros porque se distraen con la misma facilidad con la
que aprenden. El adiestramiento tradicional resulta muy complicado con estos perros, y no suele dar buenos resultados. En cambio, los estilos de
adiestramiento canino en positivo dan mejores resultados.
Aunque estos perros pueden llevarse bien con los niños, si han sido bien socializados desde cachorros, no son mascotas ideales para familias con niños
pequeños. Los bull terrier suelen reaccionar agresivamente cuando se sienten atacados o amenazados, por lo que puede ser muy problemática su convivencia
con niños pequeños que todavía no son capaces de cuidar apropiadamente a los perros. Además, son perros que pueden jugar con mucha violencia, resultando
peligroso que jueguen con niños pequeños.
Tampoco es buena idea tener un bull terrier con otro perro del mismo sexo. Los bull terrier suelen ser agresivos con perros de su mismo sexo y las peleas
pueden llegar a ser muy violentas. Y, por norma general, tampoco se llevan bien con otras mascotas.
Es muy importante socializar a los perros bull terrier desde cachorros para evitar problemas futuros.
Peso y altura
Dado que existen dos variedades de bull terrier, estándar y miniatura, existen diferencias entre las tallas y pesos de los perros pertenecientes a cada una de
estas variedades. Por supuesto, el bull terrier estándar es más grande y pesado que el bull terrier miniatura.
El estándar FCI indica que no existen límites de peso o estatura para esta raza, pero que los bull terrier deben dar la impresión de máxima solidez, consistente
con sus rasgos distintivos y sexo.
Sin embargo, la altura a la cruz para los bull terrier miniatura no debe exceder los 35,5 centímetros.
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Salud y cuidados
Los bull terrier, tanto estándar como miniatura, suelen ser perros muy saludables cuya esperanza de vida ronda entre los 10 y 12 años. Las dos variedades de
esta raza se caracterizan por no ser susceptibles a muchas dolencias hereditarias. Sin embargo, pueden padecer dislocaciones de rodilla, obesidad, alergias y
problemas de comportamiento compulsivo.
Los altos niveles de testosterona de los bull terrier machos no son necesariamente un problema de salud, pero sí pueden constituir un problema de convivencia,
ya que aumentan la territorialidad de estos perros. Si no se piensa criar, es recomendable castrar a los machos. De manera análoga, es recomendable esterilizar
a las hembras que no vayan a reproducir.
Los bull terrier pueden acostumbrarse a vivir en departamento si es que se les proporciona el ejercicio suficiente. Sin embargo, hay que tener en cuenta que los
bull terrier de la variedad estándar pueden ser muy activos y sería mejor para ellos si cuentan con un jardín mediano para ejercitarse. Los bull terrier miniatura
pueden vivir muy bien en un departamento.
Aunque los bull terrier pierden pelo con regularidad, su pelaje es fácil de mantener. El cepillado periódico (con un guante-cepillo) y el baño ocasional son
suficientes.
Historia del bull terrier
Al igual que la historia de los demás terrier de tipo bull, la historia de los perros bull terrier está relacionada con las peleas entre perros y toros y con las peleas
de perros. Cuando las peleas de toros fueron prohibidas por ley en Gran Bretaña, allá por 1835, se desarrollaron cruces entre los bulldog y perros terrier para
conseguir animales más ligeros pero igualmente tenaces, capaces de resistir y dar lucha en el nuevo y cruel "deporte" de las peleas de perros.
Así surgieron los ancestros del bull terrier actual, que se conocían como bull and terrier, debido a los cruces involucrados. Esos perros tenían la combatividad y
resistencia al dolor del bulldog de entonces y la agilidad y sagacidad de los terrier. Aunque más ligeros que los perros bulldog de entonces, estos bull and terrier
eran más parecidos al bulldog de esas épocas que al bull terrier actual. De hecho, la cabeza tenía stop marcado y la apariencia general era similar al Staffordshire
bull terrier actual.
A partir de 1850, James Hinks estandarizó la raza por primera vez, al llevar a cabo cruces seleccionados entre bull and terrier blancos con otras razas, incluyendo
el hoy extinto White English Terrier. Los perros criados por Hinks fueron el pilar de la raza actual, y en su tiempo ya se los conocía como bull terrier o "los
caballeros blancos".
La raza de esa época todavía tenía stop marcado y la cabeza no era la cabeza de huevo típica del bull terrier actual. No se conoce con certeza qué razas se
emplearon para conseguir esta cabeza típica y mayor elegancia del cuerpo, pero se piensa que se utilizaron razas de perros como el perdiguero de Burgos, el
collie, el greyhound e incluso el dálmata.
El primer club de bull terrier se creó en Inglaterra, en 1887. En 1888 se publicó el primer estándar oficial de la raza. En 1917 nació el primer bull terrier moderno,
con cabeza de huevo y sin stop. Su nombre era "Lord Gladiator" y representa el nacimiento de la raza como la conocemos hoy en día.
Los bull terrier miniatura se desarrollaron posteriormente, a partir de cruces selectivos entre perros bull terrier estándar. Su desarrollo tuvo que ver con las
nuevas funciones que cumplía la raza, como perros mascota.
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EDUCAR PERROSEducar perros es en parte ciencia y en parte arte. Es una tarea sencilla cuando sabes cómo hacerlo y cuando no tratas de apurar las cosas. Sin
embargo, educar a un perro te puede parecer una tarea imposible si sigues los consejos incorrectos.
Existen dos líneas principales de educación canina, que se suelen llamar "tradicional" y "positiva", respectivamente. Aunque esos términos a veces se
usan de forma despectiva, en este artículo simplemente se usan para indicar las diferencias entre estas líneas de pensamiento sobre la educación de los perros.
El adiestramiento canino tradicional está basado principalmente en el reforzamiento negativo y en el castigo positivo. Esto no significa que los
adiestradores tradicionales sean unos cavernícolas que golpean a los perros. Simplemente significa que en este tipo de educación canina predominan las
correcciones cuando el perro no responde de la manera esperada.
Por su parte, el adiestramiento canino positivo se basa principalmente en el reforzamiento positivo para educar perros, aunque también utiliza otros
medios (castigo negativo, contracondicionamiento, desensibilización sistemática, etc.) para corregir las conductas inadecuadas.
El adiestramiento tradicional suele ser más duro y coercitivo que el adiestramiento positivo, pero cualquiera de los dos tipos de adiestramiento
funcionan bien cuando se los realiza correctamente. Por supuesto, realizado incorrectamente, ninguno de los dos tipos de adiestramiento servirá para educar a
un perro.
¿Educar perros o adiestrar perros?
Si has leído algún libro de adiestramiento tradicional posiblemente te has encontrado con la dicotomía entre educar perros y adiestrar perros.
Históricamente, en el adiestramiento tradicional se ha separado la educación del cachorro del adiestramiento formal del perro joven y adulto. De acuerdo con
esa diferenciación, la educación del cachorro debe ser llevada de forma diferente que la educación (o adiestramiento) del perro adulto.
Esta dicotomía se basa en dos hechos: 1) los cachorros no tienen la misma capacidad de atención que los perros adultos; y 2) las herramientas del
adiestramiento tradicional (collares de ahorque y de púas) pueden dañar con mucha facilidad el cuello de un cachorro.
Sin embargo, en el adiestramiento positivo no se hace esa diferenciación, ya que los métodos empleados son efectivos para educar perros de
cualquier edad. Además, no se emplean collares de ahorque o de púas, por lo que las herramientas empleadas no pueden dañar a los cachorros. A pesar de esto,
se reconoce la limitación de atención de los cachorros y no se tienen las mismas exigencias que para los perros adultos.
Temas frecuentes en la educación de los perros
Aunque puedes enseñarle a tu perro muchas cosas, existen temas frecuentes en la educación de cualquier perro. Estos temas incluyen los buenos
modales de un perro de compañía y la obediencia básica que debería tener todo perro.
Los buenos modales caninos son necesarios para cualquier perro y comprenden lo que se puede denominar adiestramiento canino básico. Como
norma general incluyen:
La socialización del perro
La inhibición de la mordida
Educar al perro para ir al baño
Educar al perro para usar la jaula de viajes
Educar al perro para saludar adecuadamente a las personas
Enseñarle al perro a usar el collar y la correa
Educar al perro para prestar atención
Enseñarle al perro a pasear sin jalar la correa
Enseñarle al perro a detenerse en el bordillo de la acera
Educar al perro para pasear en el auto
Enseñarle al perro a ignorar objetos
Por su parte, la obediencia canina competitiva no es realmente necesaria para un perro mascota, pero puede ser de gran utilidad. De hecho, quienes
han tenido un perro entrenado en obediencia no pueden concebir la idea de tener otro perro sin ese tipo de adiestramiento. La obediencia canina básica
comprende los siguientes ejercicios:
Acudir al llamado
Sentado
Échate
Quieto
Junto
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¿Cómo puedes aprender a educar perros?
La mejor forma para aprender a educar a tu perro es mediante la guía de un adiestrador profesional. Sin embargo, los libros y videos de adiestramiento canino
son de gran utilidad para aprender a adiestrar y educar perros.
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ADIESTRAMIENTO CANINOAdiestramiento canino, o adiestramiento de perros, es el arte y la ciencia de comunicarse y negociar con los perros. A través del adiestramiento
crearás una unión tan intensa con tu perro que jamás podrás volver a tener un perro sin adiestrar.
Aquí encontrarás artículos sobre adiestramiento canino, enfocados principalmente en el adiestramiento en positivo. Es decir que encontrarás
información acerca de cómo entrenar a tu perro sin maltratarlo. También encontrarás un manual de adiestramiento de perros que te ayudará a adiestrar a tu
perro por cuenta propia.
Adiestramiento canino - ¿De qué se trata en realidad?
El adiestramiento canino es una disciplina que no está definida con claridad, aunque la practican millones de personas en el mundo. La dificultad para
definir con precisión lo que es el adiestramiento de perros constituye una de las razones por las que muchos propietarios de perros no entienden la necesidad
de adiestrar a sus mascotas.
Algunas personas piensan que el adiestramiento canino consiste en robotizar a los perros mediante alguna técnica mística de programación mental.
Otras personas piensan que solamente es necesario el adiestramiento especializado para perros de trabajo real y deportivos. Sólo algunas personas consideran
que es necesario adiestrar a perros mascota, especialmente a los perros pequeños como los chihuahua o los Yorkshire terrier.
Esa dificultad para precisar lo que es el adiestramiento canino también es una de las razones, aunque no la única, por las que existen tantas
discrepancias entre adiestradores de perros.
Aunque existen diferentes puntos de vista, y muchos de ellos válidos, aquí consideraremos que:
Adiestramiento canino es el proceso mediante el cual una persona logra que un perro aprenda y adquiera destreza en algo, y
mantenga esa destreza.
De acuerdo con esta definición, el adiestramiento canino necesita la participación de una persona, ya sea directa o indirectamente. Por tanto, lo que
tu perro aprenda sin tu intervención no forma parte del adiestramiento, aunque sí forme parte de su comportamiento.
Nota también que la definición de adiestramiento canino exige la adquisición y mantenimiento de destrezas. Es decir que no basta con enseñarle algo
nuevo a tu perro, sino que es necesario mantener y perfeccionar ese aprendizaje para poder decir que tu perro está adiestrado.
Puesto que las conductas adiestradas necesitan mantenimiento, el adiestramiento de perros es una actividad de por vida. No es posible decir " mi
perro está entrenado" y no practicar nuca más. Sin embargo, una vez que las conductas adiestradas se convierten en hábitos, el mantenimiento es fácil y no
requiere mucho esfuerzo.
Ya sea que quieras adiestrar a tu perro sólo para que se comporte adecuadamente en casa, para competir en deportes caninos o para convertirlo en
especialista en alguna actividad canina, los artículos que encontrarás aquí te ayudarán a comprender las verdades y los mitos del adiestramiento canino.
Conoce más sobre adiestramiento canino
Principios del adiestramiento canino
Comprender los principios del adiestramiento canino te permitirá adiestrar a tu perro más rápido y con mucha más facilidad. Además, con ese
conocimiento podrás crear tus propias estrategias de adiestramiento, incluso para entrenar comportamientos que no están explicados en ningún libro.
La sesión de adiestramiento canino
Si vas a entrenar a tu perro, debes conocer cómo planificar y llevar a cabo las sesiones de adiestramiento. Debes saber elegir el lugar de
adiestramiento, cuánto tiempo entrenar cada día, cómo decidir los criterios de adiestramiento y mucho más.
Obediencia canina - Ejercicios para tener control de tu perro
La obediencia canina consiste en ejercicios que el perro realiza cuando su propietario/entrenador le pide que los haga. Aparentemente no es
necesario este tipo de adiestramiento para perros mascota, pero los ejercicios de obediencia canina pueden incluso llegar a salvar la vida de tu perro, así que
mejor no los ignores.
Manual de adiestramiento canino
El manual de adiestramiento canino te servirá de guía para entrenar todos los ejercicios de la obediencia básica. Es una ayuda que espero te sirva
para educar a tu perro sin malos tratos y con mucha diversión.
Adiestramiento básico: Socializando a tu perro
La socialización de tu perro es el factor más importante para que su carácter sea confiable, amable y seguro. La socialización de los perros es
fundamental para su salud mental y para facilitar su convivencia con los humanos.
Educa a tu perro para ir al baño
Uno de los problemas más frecuentes para los propietarios de perros es que sus perros hacen sus necesidades donde sea, ensuciando alfombras y
pisos. Aprende cómo entrenar a tu perro para que haga sus necesidades afuera, o al menos en un lugar que sea fácil de limpiar.
Adiestramiento del perro destructor
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Los perros que destruyen los muebles, las plantas y la ropa son un verdadero problema para sus propietarios. Con estos consejos de adiestramiento
de perros podrás evitar que tu perro se convierta en el destructor de tus pertenencias.
Adiestramiento del perro ladrador
Perro que ladra no muerde, dice el refrán. Pero tampoco deja dormir. La problemática de los perros ladradores es importante y no puede pasarse por
alto entre los temas de adiestramiento canino.
Artículos sobre adiestramiento de perros
Encuentra artículos variados sobre adiestramiento de perros, que no encajan en las demás secciones.
Videos de adiestramiento canino
Los videos de adiestramiento canino te ayudarán comprender mejor cómo llevar a cabo los consejos que encuentras en el sitio. Algunos de esos
videos complementan el manual de adiestramiento canino y otros complementan las otras secciones.
Técnicas de adiestramiento canino
Conoce los aspectos generales de diferentes estilos y diferentes técnicas de adiestramiento canino. Aunque yo promuevo principalmente el
adiestramiento en positivo, no está de más que conozcas otras variantes del adiestramiento que son efectivas para modificar el comportamiento de los perros.
Alcanzar la excelencia en el adiestramiento canino
Si quieres alcanzar tu mayor potencial como adiestrador de perros, no puedes dejar de leer estos artículos en los que encontrarás recomendaciones
para que no cometas los mismos errores que muchos adiestradores que jamás alcanzaron la excelencia.
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PRINCIPIOS DEL ADIESTRAMIENTO CANINOEl adiestramiento canino consiste en la modificación de conductas del perro a través del aprendizaje guiado. Por tanto, los principios del
adiestramiento canino son los mismos principios propuestos por las teorías del aprendizaje, sólo que se aplican de una manera específica.
Aunque existen muchos entrenadores que tienen éxito sin conocer estos principios, conocerlos te ayudará a entrenar mejor y con más eficiencia. Ya sea que te
interese convertirte en un adiestrador profesional de perro, que ya seas uno o que solamente quieras entrenar a tu perro en el nivel más básico, los principios
del adiestramiento te darán una enorme ventaja sobre quienes no tienen este conocimiento.
Condicionamiento clásico
El condicionamiento clásico o condicionamiento respondiente es uno de los tipos de aprendizaje más simples y el primero que fue sometido a
investigación científica intensa. Fue el fisiólogo ruso Iván Pavlov quien desarrolló el concepto de condicionamiento clásico, cuando estudiaba procesos digestivos
en perros.
Aprendizaje por condicionamiento clásico
Muchos estímulos ambientales producen respuestas reflejas que no han sido aprendidas. Por ejemplo, la presencia de comida en la boca produce
salivación, un ruido fuerte causa sobresalto, la luz intensa produce contracción de las pupilas, etc. Los estímulos que producen estas respuestas se conocen
como estímulos incondicionados, y las respuestas se conocen como respuestas incondicionadas. En este caso, el término "incondicionado" significa que no es
necesario el aprendizaje para que el estímulo provoque la respuesta.
Otros estímulos son neutros porque no causan las respuestas reflejas en el organismo. Por ejemplo, el sonido de una campanita no provocará la
salivación.
El condicionamiento clásico ocurre cuando el estímulo neutro adquiere la propiedad de producir la respuesta incondicionada, porque ha sido
asociado repetidas veces con el estímulo incondicionado. Por ejemplo, si haces sonar una campanita cada vez que le das comida a tu perro, después de unas
cuantas veces él asociará el sonido de la campanita con la comida y salivará cada vez que lo escuche.
El estímulo neutro que ha adquirido la propiedad de producir la respuesta refleja se conoce como estímulo condicionado. El término "condicionado"
significa que el aprendizaje es necesario para que el estímulo provoque la respuesta.
Es fácil ver el condicionamiento clásico en la vida cotidiana. Abundan los ejemplos con perros:
Perros que se vuelven locos de emoción cada vez que su propietario toma la correa para ir a pasear.
Perros que acuden inmediatamente cada vez que ven a sus propietarios levantar el recipiente de comida.
Perros que corren a esconderse cada vez que aparece el jardinero, porque asociaron a esta persona con eventos desagradables.
Contracondicionamiento
Una respuesta que ha sido condicionada, también puede ser contracondicionada. Es decir que el aprendizaje por condicionamiento clásico puede
revertirse empleando el mismo proceso.
Por ejemplo, un perro que aprendió a ser agresivo porque tuvo malas experiencias con la gente, puede aprender a socializar con las personas si le
ocurre algo agradable cada vez que ve un extraño. El proceso de contracondicionamiento se usa con frecuencia para modificar conductas emocionales
inapropiadas, y suele llevarse a cabo junto con la desensibilización.
El condicionamiento clásico en el adiestramiento canino
El condicionamiento clásico es una herramienta muy poderosa en el adiestramiento de perros, ya que permite trabajar directamente sobre las
emociones del animal. Por tanto, el condicionamiento clásico te será de utilidad para socializar a tu perro, para eliminar fobias que pueda tener y para reducir la
agresión. En todos esos casos, el principio de adiestramiento consiste en lograr que tu perro asocie con cosas agradables (comida, juegos, etc.) a la gente, a otros
perros y a situaciones estresantes.
También usarás el condicionamiento clásico para crear un reforzador condicionado. Un reforzador condicionado es una señal que le indica a tu perro
que ha hecho algo correcto y que las consecuencias de su conducta serán agradables. El reforzador condicionado es la base del adiestramiento con clicker.
Condicionamiento operante
El condicionamiento operante es un tipo de aprendizaje que tiene que ver con el desarrollo de nuevas conductas, y no con la asociación entre
estímulos y conductas reflejas como ocurre en el condicionamiento clásico. Los principios del condicionamiento operante fueron desarrollados por B. F. Skinner,
quien recibió la influencia de las investigaciones de Pavlov, de Edward L. Thorndike y de la teoría de la selección natural de Charles Darwin.
Aprendizaje por condicionamiento operante
En el condicionamiento operante las conductas se emiten espontáneamente y sus consecuencias determinan el aprendizaje. Así, las consecuencias
agradables (apetitivas) tienden a fortalecer una conducta. En cambio, las consecuencias desagradables (aversivas) tienden a debilitar una conducta.
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Un ejemplo claro del aprendizaje por condicionamiento operante ocurre en los perros que jalan la correa cuando salen a pasear. El perro jala la
correa y su propietario lo sigue, hasta que llegan a donde el perro quiere ir. Entonces, la conducta (inapropiada) de jalar la correa se fortalece porque el perro
consigue lo que quería. Es por eso que ves tantos perros arrastrando a sus dueños por las calles.
Por el mismo proceso de aprendizaje, aunque con consecuencias opuestas, algunos niños aprenden que no deben tocar la estufa cuando está
caliente. Cuando tocan la estufa se queman la mano. Entonces, la conducta de tocar la estufa cuando está encendida desaparece porque tiene consecuencias
desagradables.
Existen varios principios del condicionamiento operante, y verás algunos más adelante, pero todos ellos se pueden resumir en cuatro grandes grupos:
1. Reforzamiento. Es el aumento de la frecuencia de una conducta, resultante de la adición o retiro de algo como consecuencia de esa conducta.
Por ejemplo, tu perro se sienta y le das comida cuando lo hace. Tu perro se sienta cada vez con más frecuencia porque la comida ha funcionado como
reforzador. Esto se conoce como reforzamiento positivo porque la adición de algo (comida) aumenta la frecuencia de la conducta (sentarse).
Ahora imagina que tu perro tiene miedo de la gente. Una persona se le acerca y él ladra agresivamente. La persona se aleja y tu perro deja de sentir miedo.
Entonces, aprende que ladrando agresivamente puede alejar a la gente. Esto se conoce como reforzamiento negativo porque el retiro de algo (la gente)
aumenta la frecuencia de la conducta (ladrar agresivamente).
2. Castigo. Es la disminución de la frecuencia de una conducta, resultante de la adición o retiro de algo como consecuencia de esa conducta.
Imagina que tu perro se acerca a un extraño al que no le gustan los perros, y esta persona le da una patada. Entonces, tu perro aprende a evitar a las personas.
Esto se conoce como castigo positivo porque la adición de algo (la patada) disminuye la frecuencia de la conducta (acercarse a las personas). Este tipo de castigo
no es recomendable en el adiestramiento porque tiene consecuencias adversas que implican daño físico y/o emocional del perro.
Un caso diferente ocurre si tu perro está jugando contigo al tira y afloja. Tú tiras del extremo de un trapo, mientras tu perro tira del otro extremo. En su
entusiasmo por morder el trapo, tu perro te muerde la mano, por lo que terminas el juego y te vas. Entonces tu perro aprende a no morderte cuando juegan.
Esto se conoce como castigo negativo, porque el retiro o de algo (el juego) disminuye la frecuencia de la conducta (morder tu mano).
3. Extinción. Es la disminución de la frecuencia de una conducta aprendida, que ocurre cuando dicha conducta deja de ser reforzada. Es decir que dejan de
existir las consecuencias que antes reforzaban la conducta.
Imagina que cuando tu perro era un cachorro saludaba a las personas saltando sobre ellas, porque lo acariciaban y jugaban con él. Entonces aprendió que esta
es la manera correcta de saludar a la gente. Un buen día, la gente deja de acariciarlo y jugar con él cuando salta. En cambio, le dan la espalda y lo ignoran. Con el
tiempo tu perro deja de saltar para saludar a las personas. Esto ocurre porque la conducta aprendida (saltar sobre las personas) deja de tener consecuencias
reforzantes y, entonces, se produce la extinción de la conducta.
4. Control por el estímulo. Es el aumento de la frecuencia de una conducta en presencia de un estímulo, pero no en presencia de otros.
El control por el estímulo es fácil de observar en perros que tienen un adiestramiento avanzado en obediencia canina. Cuando se le pide al perro que se eche, él
se echa. No se sienta, no salta, no da vueltas. Sólo se echa.
Esto ocurre porque la orden para echarse se ha convertido en el estímulo que controla la conducta. Por supuesto, el perro también se echa en otras ocasiones
que no tienen que ver con el adiestramiento, como cuando está cansado, porque otros estímulos controlan esa conducta en otras situaciones.
El condicionamiento operante en el adiestramiento canino
El condicionamiento operante te servirá para modificar la conducta de tu perro porque controlarás todas las consecuencias de su conducta... al
menos durante las sesiones de adiestramiento.
El ABC de la conducta
Para explicar porqué tu perro se comporta de la manera en que lo hace, debes comprender tres conceptos básicos de la modificación de conductas:
antecedentes, conducta y consecuencias.
Los antecedentes son aquellas cosas que ocurren o están presentes antes que se produzca la conducta, y pueden ser cualquier cosa. Puedes
considerarlos como el gatillo que dispara la conducta (aunque técnicamente no lo son).
La conducta es todo lo que tu perro realiza. Puede ser cualquier acción, ya sea que la veas o no. Por ejemplo, tu perro puede mostrarse muy atento
(una conducta que puedes ver) cuando levantas su plato para ponerle comida, pero también puede empezar a salivar y secretar jugos gástricos (conductas que
no ves).
La definición de conducta es compleja y existen diferencias sobre esta definición entre quienes estudian el comportamiento (psicólogos, etólogos,
etc.). Sin embargo, para fines prácticos, basta con decir que la conducta es cualquier cosa que hace tu perro. Como dicen algunos adiestradores "si lo puede
hacer un perro muerto, entonces no es conducta".
Las consecuencias son las cosas que ocurren después de la conducta. Como indican los principios del condicionamiento operante, la conducta puede
ser modificada por sus consecuencias. Las tres maneras de modificar la conducta a través de sus consecuencias consisten en:
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Usar consecuencias que aumentan la frecuencia de la conducta. Estas consecuencias se conocen como reforzadores. También se conocen como
recompensas, pero este término no es correcto.
Usar consecuencias que disminuyen la frecuencia de la conducta. Estas consecuencias se conocen como castigos.
No usar ninguna consecuencia, y así disminuir una conducta aprendida con anterioridad. La ausencia de consecuencias se usa en el proceso de
extinción de conductas.
La relación entre antecedentes, conducta y consecuencias se conoce formalmente como contingencia.
¿Por qué ABC?
Los autores norteamericanos popularizaron el acróstico ABC para referirse a las contingencias, porque esas son las iniciales en inglés de los
tres elementos de la contingencia: Antecedent, Behavior, Consequence. Aunque viene del inglés, el acróstico se ha popularizado también entre los
conductistas de habla hispana.
Reforzamiento positivo
El reforzamiento positivo es el aumento en la frecuencia de una conducta cuando se presenta un evento favorable inmediatamente después de esa
conducta. Este evento favorable se conoce como reforzador positivo.
En otras palabras, la conducta se fortalece cuando es seguida por un reforzador positivo. El término "positivo" significa que el reforzador se presenta
o se adiciona inmediatamente después de la conducta.
Los reforzadores positivos suelen ser cosas agradables para el individuo, o cosas por las que el individuo está dispuesto a hacer algún trabajo. Por eso
es común que se los confunda con recompensas, pero no son lo mismo.
Un reforzador positivo siempre aumenta la frecuencia de una conducta. En cambio, una recompensa no lo hace.
Imagina que te desafían a comer un plato de cucarachas vivas, a cambio de 1000 dólares. Si te comes las cucarachas te habrás ganado el dinero, pero
es poco probable que aumente la frecuencia con que comes cucarachas vivas (que espero sea cero). En este caso, habrás sido recompensado con dinero por
comer cucarachas, pero esa conducta no habrá sido reforzada.
Por otra parte, un reforzador positivo no siempre es una recompensa. Todo colegio tiene un profesor odiado por los alumnos. Cuando un alumno se
porta mal y ese profesor lo reprende, la reprimenda suele reforzar la mala conducta porque viene del "profesor odiado". En ese caso la consecuencia de la
conducta no es una recompensa, pero sí un reforzador positivo.
Puedes ver un ejemplo típico de reforzamiento positivo en la vida cotidiana si observas el comportamiento de un niño pequeño. La mayoría de los
niños pequeños, sino todos, lloran para conseguir lo que quieren. ¿Quieren un chocolate? Lloran. ¿Quieren el juguete que tiene su hermana? Lloran. ¿Quieren
quedarse viendo tele en vez de ir a dormir? Lloran... ¡Que niños más llorones!
Lo que ocurre es que los llantos incomodan tanto a sus padres que éstos terminan cediendo en la mayoría de las situaciones. Entonces, la conducta
de llorar se refuerza positivamente en los niños porque les permite conseguir lo que quieren.
El reforzamiento positivo en el adiestramiento canino
Los reforzadores positivos más comunes en el adiestramiento de perros son la comida y los juegos. Sin embargo, también existen otros reforzadores
que puedes usar.
Todos los perros son diferentes entre sí, y cada uno tiene preferencias particulares. Por eso, no es posible afirmar que todos los perros tienen que ser
entrenados con tal o cual tipo de comida, o que los juegos de tira y afloja sirven como reforzadores en todos los casos.
En la sección sobre la sesión de adiestramiento canino encontrarás un ejercicio para identificar reforzadores positivos para entrenar a tu perro en
diferentes circunstancias.
A continuación tienes dos ejemplos sobre el uso correcto e incorrecto del reforzamiento positivo en el adiestramiento canino.
Ejemplo 1: Uso correcto del reforzamiento positivo
Uno de los ejercicios de obediencia canina consiste en que el perro se siente a la orden y mantenga esa posición hasta que el adiestrador le indique
que puede levantarse.
Para hacer esto, primero se le enseña al perro a sentarse a la orden y, luego, se le enseña a permanecer sentado por períodos cortos. Gradualmente
se aumenta el tiempo, hasta que el perro puede quedarse sentado por unos minutos.
Un procedimiento para enseñarle al perro a mantener la posición consiste en darle pedacitos de comida mientras está sentado. Entonces, "quedarse
sentado" es la conducta que se refuerza y el perro aprende a mantener esa posición cada vez por más tiempo.
El secreto del éxito en este procedimiento radica en dar la comida mientras el perro está sentado. Si llega a levantarse antes de tomar la comida, se
estará reforzando la conducta de levantarse.
Ejemplo 2: Uso incorrecto del reforzamiento positivo
Otro de los ejercicios de la obediencia canina es el "Junto", también llamado "Fuss". Consiste en que el perro camine a la izquierda de su guía, con el
hombro a la altura de la pierna izquierda del guía. Además, en la versión estilizada que se usa en algunos deportes caninos, el perro debe ir mirando a los ojos
del guía.
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Muchos entrenadores usan un juguete alargado, conocido como "chorizo", para entrenar este ejercicio. Cuando el perro camina correctamente,
hacen aparecer repentinamente el juguete e inician un juego de tira y afloja con el perro.
El juego de tira y afloja actúa como reforzador, pero el reforzamiento positivo no es contingente porque cuando el entrenador hace aparecer el
juguete, el perro deja de mirarlo a los ojos y puede adelantarse. Entonces, la conducta inmediatamente anterior a la presentación del reforzador positivo no es
la que se desea y el perro aprende un "Junto" impreciso.
Lo mejor para evitar este problema es usar un reforzador condicionado, que es un tipo de reforzador que sirve de "puente" entre la conducta que se
desea reforzar y el momento en que se presenta el reforzador primario.
Reforzamiento negativo
El reforzamiento negativo es el aumento en la frecuencia de una conducta cuando se retira un evento aversivo (desagradable) inmediatamente
después de esa conducta. Este evento aversivo se conoce como reforzador negativo.
En otras palabras, la conducta se fortalece cuando es seguida de la eliminación de un reforzador negativo. El término "negativo" significa que el
reforzador se retira o se "sustrae" después de la conducta.
Los reforzadores negativos son desagradables, pero no todo lo que es desagradable actúa como reforzador negativo. Para que algo sea un reforzador
negativo, la conducta que lo hace desaparecer tiene que aumentar su frecuencia.
Existen muchos ejemplos de reforzamiento negativo en la vida cotidiana, y uno de los más frecuentes tiene que ver con el llanto de los niños
pequeños. Cuando leíste sobre reforzamiento positivo viste que el llanto de los niños pequeños se refuerza positivamente porque con él consiguen lo que
quieren.
Bueno, la situación es inversa para los padres. El llanto de los niños resulta desagradable para sus padres. Al ceder a las peticiones de los niños, los
padres eliminan ese llanto. Entonces, las conductas con las que ceden a las peticiones del niño aumentan sus frecuencias, ya que son reforzadas negativamente
en los padres.
El reforzamiento negativo en el adiestramiento canino
El reforzamiento negativo es muy frecuente en las técnicas tradicionales de adiestramiento canino. Los entrenadores que usan esas técnicas también
usan herramientas que causan molestia, o incluso dolor, para que los perros aprendan. Algunas de estas herramientas son los collares de ahorque, los collares
de púas y los collares eléctricos.
Aunque un entrenador hábil puede conseguir buenos resultados con el reforzamiento negativo, existen procedimientos basados en el reforzamiento
positivo que son igualmente efectivos.
La molestia para el perro es una de las desventajas del reforzamiento negativo, pero no la única. Otras desventajas son que:
El adiestramiento se convierte en una lucha de poder entre el entrenador y el perro.
El aprendizaje activo generalmente se reduce porque el perro es obligado por la fuerza a realizar las conductas que se le enseñan.
La relación entre perro y entrenador puede malograrse porque el perro asocia al entrenador con cosas desagradables.
Además, cuando se usa reforzamiento negativo y castigo positivo, es muy fácil maltratar al perro sin querer hacerlo. De hecho, algunos
procedimientos de adiestramiento basados en reforzamiento negativo son tan crueles que deberían estar prohibidos por las leyes de protección a los animales.
Por supuesto, también existen procedimientos basados en el reforzamiento negativo que no son tan agresivos. Por ejemplo, una manera de
enseñarle a un perro a sentarse consiste en realizar una ligera presión a la altura de los riñones del perro, con el pulgar opuesto a los demás dedos, como ves en
la secuencia de fotos.
En ese procedimiento, la presión se
realiza apretando la espalda baja del perro, y no
empujando la grupa hacia abajo. Empujar la grupa
hacia abajo causa más resistencia por parte del
perro, lo que dificulta el aprendizaje.
Al final, el perro se sienta para evitar la sensación
desagradable. Cuando esto ocurre, se retira la presión y la conducta de
sentarse es reforzada negativamente.
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Ten en cuenta que te presento el ejemplo anterior sólo para que comprendas cómo se usa el reforzamiento negativo en el adiestramiento canino. No
es necesario que lo lleves a cabo porque puedes encontrar procedimientos basados en el reforzamiento positivo en la sección de obediencia canina. Además, si
tu perro es pequeño, tiene problemas de espalda o presionas muy fuerte, lo puedes lastimar. Y si lo lastimas te puede morder.
Reforzadores condicionados
Para que un reforzador positivo sea efectivo, tienes que presentarlo inmediatamente después de la conducta que quieres fortalecer. Si presentas el
reforzador varios segundos después, será difícil que tu perro establezca la relación entre la conducta y el reforzador (es decir que el reforzador no es contingente
a la conducta).
Esto significa que tienes que conseguir una sincronía entre la conducta de tu perro y la presentación del reforzador. Esta sincronía se conoce como
"timing".
Imagina que le estás enseñando a tu perro a sentarse. Él se sienta y le das un pedacito de comida para reforzar la conducta. Pero resulta que cada vez
que acercas tu mano para darle la comida, él se levanta para tomarla. Entonces, terminas enseñándole a levantarse, ya que le das la comida a tu perro cuando se
levanta y no cuando se sienta. Es decir que tu timing es incorrecto para la conducta que quieres entrenar.
¿Cómo puedes hacer para presentar el reforzador justo después que tu perro se sienta, pero antes que se levante? Necesitas una señal que le indique
a tu perro cuál es la conducta correcta. Esta señal es un tipo particular de reforzador que se conoce como reforzador condicionado.
Tipos de reforzadores
Existen dos tipos generales de reforzadores: los reforzadores incondicionados o primarios, y los reforzadores condicionados o secundarios.
Los reforzadores incondicionados no dependen del aprendizaje para adquirir su propiedad reforzante. Es decir que tu perro no tiene que asociarlos
con otros eventos para que funcionen como reforzadores. Puedes pensar en estos reforzadores como "reforzadores naturales". La comida y el agua son dos
ejemplos típicos de reforzadores incondicionados.
En cambio, los reforzadores condicionados son eventos que se vuelven reforzantes por medio del aprendizaje. Es decir que son eventos neutros que,
después de ser asociados con reforzadores existentes, se convierten en reforzadores. Las felicitaciones y los elogios son reforzadores condicionados, ya que no
significan nada hasta que se asocian con otros eventos reforzantes.
Los reforzadores condicionados en el adiestramiento canino
Imagina que le estás enseñando a tu perro a sentarse, pero antes has creado un reforzador condicionado. Este reforzador condicionado es el sonido
"click" hecho con un clicker.
Entonces, cada vez que tu perro se sienta, haces "click" y luego le das un pedacito de comida. Como el "click" es un reforzador condicionado, no es
necesario que tu perro permanezca sentado mientras acercas tu mano para darle la comida. La conducta de sentarse ha sido reforzada con el "click", que es
seguido de la presentación de la comida.
El reforzador condicionado funciona como una señal que le indica a tu perro "eso que acabas de hacer es lo correcto". Esto te permite retrasar el
reforzador primario unos segundos y alcanzar un timing adecuado para enseñarle a tu perro cualquier cosa.
El reforzador condicionado no sólo te sirve para "marcar" las conductas que estás entrenando, sino para comunicarte con tu perro. Ten en cuenta que
el reforzador condicionado no sólo es un marcador, sino que es una señal del inicio del proceso de reforzamiento.
Principio de Premack
El principio de Premack indica que una conducta de alta probabilidad puede reforzar una conducta de baja probabilidad. Para que esto ocurra, la
conducta de alta probabilidad debe ocurrir inmediatamente después de la conducta de baja probabilidad.
El ejemplo clásico del principio de Premack es la norma de permitir a los niños ver la televisión o jugar solamente cuando han terminado sus tareas
escolares. Como ver la televisión y jugar son conductas de alta probabilidad, pueden servir para reforzar el hacer las tareas, que es una conducta de baja
probabilidad.
Aunque no se sabe con certeza por qué funciona el principio de Premack, su utilidad se ha comprobado tanto en el laboratorio como en la vida real.
La gran ventaja de este principio es que amplía el número de reforzadores que se pueden usar en la práctica. Por supuesto, no todas las conductas de
alta probabilidad sirven como reforzadores en cualquier circunstancia, pero es fácil identificar cuáles sirven porque los resultados se notan con rapidez.
El principio de Premack en el adiestramiento canino
Antes de usar el principio de Premack para entrenar a tu perro, debes conocer algunas conductas de alta probabilidad. Para identificar estas
conductas, te bastará con registrar cuáles son las conductas más frecuentes de tu perro en determinadas circunstancias. O, si quieres verlo desde una
perspectiva diferente, tienes que identificar las conductas que más le gustan a tu perro.
El empleo de juegos como reforzadores es una manera de aplicar el principio de Premack en el adiestramiento canino. Por ejemplo, los juegos de tira
y afloja son muy divertidos para la mayoría de los perros. Es por eso que muchos adiestradores usan estos juegos como reforzadores durante el adiestramiento.
A continuación tienes algunos ejemplos del uso correcto e incorrecto de la aplicación del principio de Premack en el adiestramiento de perros.
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Ejemplo 1: Uso correcto del principio de Premack
A tu perro le encanta salir a la calle, así que cada vez que abres la puerta sale disparado, o por lo menos intenta salir. La conducta de salir a la calle es
de alta probabilidad cuando abres la puerta.
Entonces, decides usar esta conducta como reforzador para enseñarle a tu perro a esperar hasta que le des una orden para salir a pasear.
Abres la puerta pero le bloqueas el paso a tu perro para que no pueda salir. Cuando tu perro retrocede, vuelves a dejar libre el paso. Él vuelve a
intentar salir y le vuelves a bloquear el paso.
Repites este procedimiento varias veces hasta que tu perro espera por un segundo. En ese momento, le das la orden para ir a pasear y le permites
salir. Gradualmente, y en varias sesiones, aumentas el tiempo que tu perro debe esperar hasta que le permitas salir.
Este ejemplo incluye el castigo negativo y el principio de Premack. El castigo negativo ocurre cuando bloqueas el paso, y el principio de Premack se
expresa en el reforzamiento de la conducta de esperar la orden para salir. Entonces, salir a pasear (conducta de alta probabilidad) es la actividad que usas para
reforzar la espera de la orden (conducta de baja probabilidad).
Ejemplo 2: Uso incorrecto del principio de Premack
A tu perro no le gusta mucho ir a recoger una pelota, y realiza esta actividad pocas veces. Más aún, cuando juega a recoger una pelota, se aburre muy
rápido y luego se dedica a explorar los alrededores.
Decides enseñarle a sentarse a la orden, y quieres usar ese juego como reforzador. El resultado es que no puedes realizar suficientes repeticiones en
cada sesión de adiestramiento, y tu perro no llega a aprender lo que quieres.
El problema en este ejemplo es que el juego de recoger la pelota es una conducta de baja probabilidad. Por tanto, no te sirve para reforzar otras
conductas de baja probabilidad. Sería mejor permitirle explorar los alrededores por unos segundos después que se sienta a la orden, porque ésta parece ser una
conducta de alta probabilidad.
Ten en cuenta que para aplicar el principio de Premack debes conocer cuáles son las conductas de alta probabilidad (alta frecuencia). No te engañes
pensando que conoces las actividades que le gustan a tu perro sólo porque las viste algunas veces.
Programas de reforzamiento
Los programas de reforzamiento sirven para establecer la frecuencia con que refuerzas las conductas de tu perro. El programa de reforzamiento que
uses determinará si vas a reforzar todas las conductas correctas de tu perro o solamente algunas.
Los programas de reforzamiento en el adiestramiento canino
Existen muchos programas de reforzamiento, pero aquí solamente encontrarás dos de ellos porque no necesitarás más para entrenar a tu perro. De
hecho, es muy probable que solamente uses uno de estos programas.
Además, los dos programas están enfocados solamente en el reforzamiento positivo.
Los dos programas de reforzamiento que tendrás que considerar son el programa de reforzamiento continuo y el programa de reforzamiento de
razón variable.
Tienes que usar el primero mientras le enseñas una nueva conducta a tu perro y hasta que esa conducta está perfectamente establecida.
La aplicación del programa de razón variable es común después que esa nueva conducta está bien establecida, pero es posible que no necesites este programa.
Programa de reforzamiento continuo
Este programa consiste en presentar el reforzador todas las veces que tu perro realiza la conducta que estás entrenando. Por ejemplo, si estás usando
comida para enseñarle a tu perro a sentarse a la orden, tienes que darle un pedacito de comida todas y cada una de las veces que se sienta.
El programa de reforzamiento continuo es obligatorio para enseñarle nuevas conductas a tu perro, ya que es el que permite el aprendizaje. Su
principal desventaja consiste en que las conductas aprendidas tienden a extinguirse rápidamente cuando dejan de ser reforzadas.
Como te imaginarás, este programa de reforzamiento asusta a mucha gente, algunos adiestradores incluidos, porque nadie quiere andar todo el
tiempo con pedacitos de comida o juguetes para perros.
Sin embargo, lo que mucha gente no comprende (incluyendo a algunos adiestradores) es que los reforzadores no son solamente comida y juguetes.
Por otra parte, si mantienes un estándar alto para el adiestramiento, tu perro no dejará de responderte sólo porque no refuerzas su conducta algunas
veces. Por tanto, podrás reservarte los pedacitos de comida sólo para las sesiones de adiestramiento.
Además, a medida que entrenes a tu perro, notarás que algunas órdenes se convierten en conductas de alta probabilidad y pueden ser usadas como
reforzadores, tal como lo indica el principio de Premack.
Finalmente, existe una manera más de evitar que las conductas entrenadas desaparezcan cuando no son reforzadas frecuentemente: ponerlas bajo
un programa de razón variable.
Programa de reforzamiento de razón variable
Este programa consiste en presentar el reforzador sólo algunas de las veces en que tu perro realiza la conducta correcta. Ten en cuenta que esto sólo
sirve para conductas que ya has entrenado, y no para enseñar nuevas conductas.
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En el programa de reforzamiento de razón variable, el reforzamiento ocurre de manera aleatoria, de tal forma que tu perro nunca sepa si va a recibir
un pedacito de comida o algún juguete la próxima vez que obedezca una de tus órdenes.
La única utilidad de este programa de reforzamiento consiste en evitar que las conductas que le has enseñado a tu perro se extingan por falta de
reforzamiento frecuente. Sin embargo, este programa no es necesario para el adiestramiento de la mayoría de los perros.
Si mantienes estándares altos para el adiestramiento, y creas varios reforzadores condicionados (como felicitaciones y caricias), es posible que no
necesites el reforzamiento de razón variable.
De todos modos, uno de los métodos que encontrarás en la obediencia canina emplea un programa de reforzamiento de razón variable. Es un
método ideado por la adiestradora de caballos Alexandra Kurland para aumentar la duración de las conductas, y se conoce como el método de los 300 picotazos.
Castigo positivo
El castigo positivo es la disminución en la frecuencia de una conducta cuando se presenta un evento aversivo (desagradable) inmediatamente
después de esa conducta. En otras palabras, la conducta se debilita porque produce la aparición de algo desagradable.
El término "positivo" significa que el castigo consiste en añadir o "adicionar" algo.
Por ejemplo, tu perro tiene la costumbre de mordisquear las plantas del jardín. Entonces, decides rociarlas con un líquido de sabor amargo que
compraste en una tienda para mascotas. Cada vez que tu perro muerde una planta, se presenta el sabor desagradable (el castigo), entonces la conducta
disminuye su frecuencia hasta que tu perro deja de morder las plantas del jardín.
Acerca de este ejemplo
Existen muchas marcas de líquidos para rociar sobre plantas y muebles, pero ninguna funciona el 100% de las veces. De hecho, es común que los
perros se acostumbren al sabor, y sigan mordisqueando plantas, muebles y otros objetos. Sin embargo, el procedimiento funciona en algunos casos.
En el ejemplo anterior, el castigo positivo es contingente a la conducta porque aparece inmediatamente después que tu perro muerde una planta. Ese
es un requisito para que el castigo positivo funcione. Si el sabor amargo se presentara varios segundos después, la conducta de mordisquear las plantas no se
castigaría y no se reduciría su frecuencia.
En la vida cotidiana existe un concepto diferente de castigo, ya que se considera como algo desagradable que ocurre como consecuencia de un
comportamiento inadecuado, pero no siempre reduce la frecuencia de ese comportamiento. Por ejemplo, un padre le da un pellizco a su hijo por comportarse
mal. Aunque el comportamiento inapropiado del hijo se detiene en ese momento, su frecuencia no disminuye en el futuro. Esto es lo que se conoce
comúnmente como castigo, pero no corresponde a la definición técnica de castigo positivo.
Ten en cuenta que si la aparición de un evento desagradable no reduce la frecuencia de una conducta, entonces no es un castigo positivo. Puede ser
abuso, maltrato, venganza o incluso mala suerte, pero no es castigo positivo.
El castigo positivo en el adiestramiento canino
El castigo positivo es muy común en las técnicas tradicionales de adiestramiento canino, y fue popularizado por adiestradores famosos como Bill
Koehler y Helmut Raiser.
Los procedimientos que involucran el castigo positivo pueden tener efectos colaterales indeseados. Sin embargo, es bueno que conozcas las formas
en que se aplica el castigo positivo en el adiestramiento de perros, para que puedas tomar una decisión informada si alguien te propone usar alguna de esas
técnicas.
La orden "No" es un castigo suave que puede ser enseñado sin necesidad de malos tratos. Puede ser entrenada como un castigo positivo
condicionado o como una orden para ignorar cosas y prestar atención al entrenador.
Los tirones de correa, ya sean con collar normal, collar de ahorque o collar de púas. Son castigos comunes en el adiestramiento tradicional y pueden
ser suaves o muy violentos, dependiendo del adiestrador y el estilo que siga. También pueden ser muy eficaces o completamente inútiles según la
capacidad del adiestrador.
Los choques eléctricos emitidos por collares eléctricos y por cercas invisibles. Son castigos duros que pueden ser muy efectivos o causar problemas
muy serios. En algunos casos se usan los collares eléctricos como reforzadores negativos.
Los sabores amargos o picantes que se aplican sobre ciertas cosas para evitar que el perro las muerda. Pueden ser castigos suaves o duros,
dependiendo de la sustancia. Son efectivos en algunos casos, pero no en todos.
Golpear la nariz del perro, con los dedos o con la correa, para llamar su atención durante el ejercicio de "Junto". Es un procedimiento típico de la
vieja escuela, y sirve para castigar al perro cuando mira hacia otro lado. Es moderadamente efectivo pero es duro y humillante para el perro, y no es
necesario.
Los ruidos fuertes e imprevistos. Se recomiendan en la mayoría de los libros antiguos, pero no se usan mucho en la práctica. Pueden ayudar a
detener la conducta del perro en el momento, pero no suelen dar buenos resultados en el largo plazo. Pueden ser castigos muy dañinos con perros
hipersensibles o miedosos.
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Chorros de agua y otras sustancias que se descargan sobre la cara del perro. Se usan a través de collares antiladridos y otros dispositivos. Aunque
parecen castigos suaves, pueden tener efectos adversos intensos, porque no suelen ser contingentes a las conductas, por lo que los perros no los
relacionan fácilmente con alguna conducta en particular.
Golpear al perro con un periódico. Es un procedimiento practicado por gente que no tiene la menor idea de adiestramiento. Más que un castigo es
una venganza. Quien piense que al perro no le duele que le peguen con el periódico enrollado, debería recibir unos cuantos periodicazos en la nariz
estando desprevenido, a ver si le duele o no.
Casi todas las cosas que tienen que ver con la "dominancia" ("alpha roll-over", castigo jerárquico, etc.) son castigos positivos. Algunos pueden ser
ligeros y otros muy violentos.
Desventajas del castigo positivo
Además del maltrato que recibe el perro, existen muchas desventajas de entrenar con castigos positivos. Estas desventajas dependen de muchos
factores, como la intensidad del castigo, la frecuencia del mismo, la habilidad del entrenador, etc.
Algunas desventajas de usar castigo positivo en el adiestramiento canino son:
El castigo puede provocar agresión. Algunos perros reaccionan agresivamente a los castigos duros, porque se sienten amenazados. Se suele clasificar
a estos perros como "dominantes", pero el problema real es que se está aplicando un procedimiento incorrecto.
Deterioro de la relación con tu perro. Si entrenas en base a castigos, tu perro te asociará con los castigos. Entonces, la relación que tienes con él se
deteriorará.
El castigo no proporciona mucha información. El castigo positivo sirve para eliminar conductas, pero no sirve para enseñar nuevas conductas porque
no proporciona suficiente información. Con el castigo, el perro solamente aprende a evitar situaciones.
El castigo positivo no es específico. Aún cuando tengas un buen timing para castigar a tu perro, el castigo puede asociarse a diferentes conductas.
Por tanto, cuando castigas una conducta inapropiada, también estás castigando otras que pueden ser apropiadas.
Habituación al castigo positivo. Los perros se acostumbran a los castigos ligeros, por lo que cada vez son necesarios castigos más intensos. Es por eso
que no basta con un tirón de collar de ahorque para que el perro aprenda, sino que se necesita dar tirones frecuentemente.
No es fácil conseguir un buen timing. Es difícil conseguir un buen timing para castigar positivamente porque este tipo de castigo normalmente
requiere el contacto físico. Entonces, es fácil castigar las conductas apropiadas, en lugar de castigar las inapropiadas.
Estas desventajas hacen que el castigo positivo no sea una buena opción para entrenar a tu perro, pero hay algo más que hace del castigo positivo
una mala elección: ¿Por qué entrenar a tu perro con castigos si puedes conseguir mejores resultados con métodos amigables?
Cuándo usar castigos positivos
A pesar de todas las desventajas del castigo positivo, existen algunas situaciones en las que se justifica su uso. Las situaciones en que se puede
justificar el uso del castigo positivo son aquellas en que la vida o el bienestar de una persona o del perro están en juego.
Tales situaciones podrían incluir perros que deben trabajar en campos de batalla, perros detectores de minas antipersonales, entrenar al perro para
evitar víboras venenosas y cosas por el estilo. En estos casos, el riesgo de un error es muy alto, y el castigo positivo puede ser una herramienta útil para
establecer niveles excepcionales de confiabilidad, y debería ser usado después que el perro ha aprendido lo que debe hacer.
La educación básica del perro mascota no requiere de castigos positivos. En estos casos, puedes alcanzar los niveles requeridos de confiabilidad sin
necesidad de usar el castigo positivo.
Castigo negativo
El castigo negativo es la disminución en la frecuencia de una conducta cuando se retira un evento favorable inmediatamente después de esa
conducta. En otras palabras, la conducta se debilita porque hace que desaparezca algo agradable.
El término "negativo" significa que el castigo consiste en retirar o "sustraer" algo.
Seguramente has sido, o eres, aficionado a algún juego de video o de mesa. Y seguramente has jugado ese juego varias veces. Cada vez que cometiste
un error que causaba el fin del juego, esa acción era castigada negativamente. Después de eso, tu comportamiento con relación al juego cambiaba. Quizás
realizabas otras acciones o quizás buscabas otro juego porque "éste juego es una reverenda #$%#!". Quizás incluso seguías jugando sin modificar las acciones de
tu personaje en el juego, pero sin sentir tanta diversión o justificando las acciones erróneas. Cualquiera de esas situaciones involucra un cambio de conducta a
causa del castigo negativo.
Si has tenido esas experiencias con un juego, puedes saber cuán poderoso es el castigo negativo. La frustración que causa el retiro o la finalización de
algo agradable es muy grande. De hecho, el castigo negativo puede tener tantas desventajas y efectos colaterales como el castigo positivo.
Es por eso que el castigo negativo tampoco es la mejor manera de enseñar algo nuevo. Sin embargo, el castigo puede ser necesario en algún
momento para eliminar o reducir alguna conducta inapropiada.
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El castigo negativo en el adiestramiento canino
El castigo negativo es la opción adecuada para castigar a tu perro cuando sea necesario. Sin embargo, ten en cuenta que el castigo negativo debe ser
usado lo menos posible y nunca para enseñar conductas nuevas.
Una desventaja importante del castigo (tanto positivo como negativo) es que las personas se acostumbran con mucha facilidad a usarlo y luego basan
todo el adiestramiento en castigos.
Si necesitas castigar a tu perro por algo, usa el castigo negativo. Pero, por favor, no abuses de él. Si tienes que castigar a tu perro con frecuencia,
entonces estás haciendo algo mal. La norma en el adiestramiento con clicker (o cualquier estilo de adiestramiento en positivo) es que casi nunca es necesario el
castigo negativo, y nunca el positivo.
El único ejercicio en que usarás el castigo negativo con cierta frecuencia es la orden "Suelta". Pero aún en ese ejercicio usarás el castigo negativo muy
pocas veces y sólo por un par de sesiones... y eso que el ejercicio se basa en el uso del castigo negativo.
A continuación puedes ver un par de ejemplos para familiarizarte con el uso del castigo negativo en el adiestramiento de perros.
Ejemplo 1: Uso incorrecto del castigo negativo
Cada día sacas a pasear a tu perro y lo sueltas en el parque para que juegue con sus amigos. Cuando se cumple el tiempo de paseo llamas a tu perro,
le pones la correa y vuelves a tu casa. Con el tiempo, te das cuenta que tu perro deja de acudir cuando lo llamas.
Lo que ocurre en este caso es que cada vez que tu perro obedece a tu llamado, le quitas la oportunidad de seguir jugando con sus amigos. Sin darte
cuenta estás aplicando un castigo negativo a la conducta de acudir a tu llamado.
La solución al problema sería que llames a tu perro algunas veces durante cada paseo y le des algún reforzador (alguna galletita o unas caricias) para
fortalecer la conducta de acudir a tu llamado. Inmediatamente después, le permites volver a jugar con otros perros, así el volver a jugar también funcionará
como reforzador.
Ejemplo 2: Uso correcto del castigo negativo
Juegas con tu perro a jalar un juguete alargado (o un trapo viejo que sea juguete de tu perro). Tu perro jala de un extremo y tú jalas del otro. En un
momento dado, tu perro trata de quitarte el juguete y te toca la mano con sus dientes. Inmediatamente terminas el juego y te vas.
Con el tiempo, tu perro evita tocarte con los dientes cuando juegan a jalonear un trapo. En este caso, el castigo negativo consiste en terminar el
juego.
Moldeado y encadenamiento de conductas
El moldeado es una técnica que permite desarrollar conductas complejas que no están presentes en el repertorio del individuo y, por tanto, no se
pueden reforzar directamente. Por ejemplo, que un perro apoye sus patas traseras en la pared mientras mantiene las delanteras en el suelo. Esta conducta sería
imposible de reforzar directamente porque el perro no la realiza nunca de forma espontánea.
Para moldear una conducta final, tienes que reforzar pequeñas aproximaciones sucesivas a dicha conducta, hasta que ésta se produce. Por ejemplo,
para lograr que tu perro apoye sus patas traseras sobre la pared, puedes empezar reforzando cada vez que mueve hacia atrás una de esas patas. Luego,
refuerzas cuando levanta una pata trasera. Después refuerzas que toque la pared con una pata trasera. Y así sucesivamente, hasta que levante las dos patas
traseras y las apoye contra la pared.
El moldeado de conductas es una técnica muy útil para conseguir conductas que no son naturales, pero no es la única. Otras técnicas son igualmente
efectivas, pero el moldeado tiene la ventaja de que favorece el aprendizaje futuro, desarrolla la creatividad y no necesita la manipulación física (forzar al perro).
Para que no te confundas
Es común que los adiestradores confundan moldeado con modelado. El modelado es una técnica diferente que consiste en manipular físicamente al
perro hasta obligarlo a realizar la conducta deseada.
Por su parte, el encadenamiento de conductas consiste en ordenar en una secuencia varias conductas que existen en el repertorio del individuo. La
conducta compleja final es la secuencia completa, y se conoce como cadena de conductas.
Por ejemplo, uno de los ejercicios del schutzhund consiste en que el perro salte una valla y recoja un objeto que ha sido lanzado por el guía. Luego,
salta la valla de vuelta y entrega el objeto a su guía. Este ejercicio es una cadena de conductas que involucra siete pasos: correr hacia la valla de ida, saltar la valla
de ida, tomar el objeto con la boca, correr hacia la valla de vuelta, saltar la valla de vuelta, correr hacia el guía y entregar el objeto. Cada uno de estos pasos
puede ser entrenado por separado y luego se unen en una sola cadena de conductas.
A diferencia del moldeado, las cadenas de conductas se suelen construir de atrás para adelante. Es decir que primero se trabaja sobre el final de la
cadena (en el ejemplo anterior sería entregar el objeto) y sucesivamente se van añadiendo las conductas anteriores.
Moldeado y encadenamiento de conductas en el adiestramiento canino
Tanto el moldeado como el encadenamiento de conductas son muy útiles en el adiestramiento de perros, pero todavía no son muchos los
adiestradores que usan estas técnicas conscientemente.
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Puedes practicar el juego del entrenador para desarrollar tus habilidades en el moldeado de conductas y comprender mejor cómo se siente tu perro
durante las sesiones de adiestramiento.
Control por el estímulo
El control por el estímulo se presenta cuando es probable que ocurra una conducta después de un evento antecedente particular, pero no después
de otros estímulos. En otras palabras, una conducta está bajo el control de estímulos si ocurre después de ciertos estímulos, pero no después de
otros.
Términos técnicos
El control por el estímulo también se conoce como control de estímulos. Cualquiera de los dos usos es correcto.
Para que la conducta se encuentre bajo el control de estímulos, el individuo debe discriminar entre los diferentes estímulos. Es decir que el individuo
debe responder de manera diferente a diferentes estímulos.
Por ejemplo, levantar el teléfono es una conducta que está bajo el control de un estímulo: el timbre del teléfono. ¿Cuántas veces que no vas a hacer
una llamada levantas el teléfono sin que timbre? Seguramente pocas, si tienes más de tres años... si tienes menos de tres años, entonces... felicidades por ser
capaz de leer esta web!
Muchos niños pequeños acostumbran a levantar el teléfono y simular que conversan con alguien, imitando a sus padres. En esos casos, la conducta
de levantar el teléfono no está bajo el control del timbre telefónico, sino de otros estímulos. A medida que crecen, dejan de levantar el teléfono en cualquier
momento, y solamente lo hacen cuando suena el timbre. En ese momento, la conducta de levantar el teléfono se ha puesto bajo control de un estímulo en
particular.
Otro ejemplo típico de control por el estímulo ocurre en las aulas escolares. Si el profesor está en el aula, los niños se sientan en sus pupitres y
prestan atención... o por lo menos duermen (viejos recuerdos). Pero si el profesor sale del aula, los niños se levantan, juegan, corren, etc. En este caso, la
conducta de los niños está controlada por la presencia o ausencia del profesor.
El control por el estímulo en el adiestramiento canino
El control por el estímulo es fundamental en el adiestramiento de perros. Por una parte, todas las órdenes de la obediencia canina deben convertirse
en estímulos que controlan ciertas conductas de tu perro. Por ejemplo, si le pides a tu perro que se siente, debe sentarse y no echarse.
Por otra parte, muchas situaciones de la vida cotidiana también deben actuar como estímulos que controlan la conducta de tu perro. Por ejemplo, si
tu perro está sobre la alfombra no debe hacer pis. En cambio, si está sobre una superficie de tierra, puede hacer pis. La alfombra debe actuar como estímulo
para que no se presente la conducta de hacer pis, mientras que la superficie de tierra debe actuar como estímulo para que esa conducta pueda ser realizada. En
este caso no es necesaria una orden de obediencia, sino solamente los estímulos de la vida cotidiana.
Karen Pryor propone en su libro "No lo mates... enséñale!" que puedes saber si una conducta de tu perro se encuentra bajo el control de un estímulo
si cumple con cuatro propiedades:
1. La conducta ocurre inmediatamente después del estímulo. En teoría, la conducta ocurre siempre después del estímulo, pero en la práctica se pueden dar
situaciones en que el perro "falla". Incluso los perros de alta competencia pueden fallar alguna vez, pero el número de errores es tan pequeño que se puede
decir que la conducta se presenta "siempre" después del estímulo.
2. La conducta no ocurre si no se presenta el estímulo . Esto es cierto, pero también pueden existir otros estímulos que controlen la conducta en ciertas
situaciones. Por ejemplo, tu perro nunca se echa en las sesiones de adiestramiento o en la pista de competencia a menos que se lo ordenes, pero sí se echa sin
ninguna orden cuando está en tu casa.
3. La conducta no se presenta como respuesta a otro estímulo . Por ejemplo, tu perro no se sienta cuando escucha la orden "Echado". Igual que en el caso
anterior, la orden puede ser el estímulo de control en circunstancias relacionadas con el adiestramiento, pero tu perro puede sentarse en respuesta a otros
estímulos en otras situaciones (cuando está en su tiempo libre).
4. Ninguna otra conducta se produce como respuesta a ese estímulo particular. Si le pides a tu perro que se siente, él no salta, no se echa, no sale corriendo, no
te muerde, no hace pis, no se rasca, etc.
A continuación puedes ver un par de ejemplos sobre la aplicación del control por el estímulo en el adiestramiento canino.
Ejemplo 1: Uso correcto del control por el estímulo en el adiestramiento canino
Cuando un perro camina en "Junto", debe ir con el hombro a la altura de la pierna izquierda de su guía. Cuando el guía se detiene, el perro debe
sentarse a su lado. Si el guía indica "Quieto", el perro debe quedarse sentado aunque el guía reinicie la marcha.
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Muchos adiestradores empiezan a caminar con el pie izquierdo cuando el perro debe continuar la marcha con ellos, y empiezan a caminar con el pie
derecho cuando el perro debe quedarse quieto.
Esta es una forma de control por el estímulo mediante lenguaje corporal. El perro presta atención a la pierna con la que inicia la marcha el guía y, de
acuerdo con eso, responde quedándose quieto o continuando la marcha.
Esta estrategia es muy común y no tiene nada particularmente malo. De hecho, es empleada por muchos adiestradores para facilitar el aprendizaje.
Aunque es una estrategia correcta para lograr el control por el estímulo, no es necesaria porque el perro puede aprender a responder solamente con
la orden verbal. Entonces, "Junto" y "Quieto" pueden ser suficientes para que el perro sepa si va a continuar la marcha o debe quedarse.
Esta estrategia es un uso correcto del control por el estímulo si no tienes ningún problema en empezar a caminar siempre con la pierna izquierda para
que el perro te siga, y empezar a caminar con la pierna derecha para que el perro se quede quieto. Sin embargo, es una estrategia incorrecta si quieres eliminar
el uso del lenguaje corporal como parte de tu orden.
El lenguaje corporal te puede ayudar a controlar las respuestas de tu perro en ciertos deportes caninos como el freestyle canino y el agility, porque
podrás hacer muchos gestos que son admitidos. Sin embargo, puede ser una desventaja en deportes como el schutzhund donde los gestos evidentes son
penalizados.
Ejemplo 2: Uso incorrecto del control por el estímulo en el adiestramiento canino
Cuando se utiliza comida para entrenar a un perro, es frecuente guiar al perro con la comida. Por ejemplo, para lograr que el perro se siente, se lleva
la comida por encima de la cabeza del perro y un poco hacia atrás.
Tales procedimientos son muy útiles porque permiten entrenar conductas sencillas en poco tiempo. Sin embargo, muchos adiestradores guían con la
comida muchas veces, hasta que ésta se convierte en parte del estímulo que controla la conducta. Entonces, los adiestradores piensan que los perros
entrenados con comida solamente responden cuando la comida está presente.
El error está en utilizar la comida como parte del estímulo en todas las ocasiones. Para evitar este problema, basta con que la comida deje de formar
parte del estímulo después de unas pocas repeticiones. Ten en cuenta que la comida debe ser usada como reforzador y no como antecedente.
Generalización
La generalización es la transferencia de las respuestas entrenadas a situaciones diferentes a aquellas en las que se llevó a cabo el adiestramiento. Es
decir que para que tu perro responda correctamente en diferentes situaciones, tiene que generalizar lo que aprende durante las sesiones de
adiestramiento.
Conceptos del análisis de conductas
La generalización es un concepto que puede implicar fenómenos más complejos, pero para fines prácticos solamente consideraremos la definición
anterior.
Por ejemplo, a las bailarinas de ballet se les exige que mantengan una postura corporal erguida durante las prácticas, los ensayos y las
presentaciones. Aunque esta exigencia no está presente en otras situaciones de su vida, las bailarinas de ballet siempre mantienen una postura erguida. Esto
ocurre porque la conducta ha sido generalizada a diferentes situaciones.
En cambio, los alumnos de un colegio mantienen un comportamiento tranquilo y atento mientras el profesor está en el aula, pero juegan, ríen, corren
y hacen otras cosas si el profesor sale. En este caso el comportamiento tranquilo y atento no se generaliza a otras situaciones porque depende de la presencia
de un estímulo determinado; es decir que está bajo control de estímulos.
La generalización en el adiestramiento canino
La generalización es tan importante en el adiestramiento canino como el control por el estímulo. A través de la generalización puedes conseguir que
tu perro obedezca y mantenga un comportamiento adecuado en diferentes circunstancias.
Los perros son excelentes discriminadores, por lo que es relativamente fácil conseguir el control por el estímulo en el lugar de adiestramiento. Sin
embargo, también son malos generalizadores, por lo que resulta más difícil que respondan correctamente en diferentes situaciones.
Debido a que los perros generalizan mal, existen muchos perros que han sido "entrenados" pero solamente responden dentro de la casa, o en la
escuela canina.
Quizás hayas conocido perros que fueron entrenados por adiestradores profesionales y que responden muy bien a su entrenador pero no a su dueño.
Éste es el resultado de una generalización pobre, y es por eso que muchos adiestradores prefieren enseñarle al dueño en vez de trabajar solamente con el perro.
También es por eso que es mejor que seas tú quien entrena a tu perro, y que el entrenador te guíe en el proceso.
También puede ser que conozcas perros que responden muy bien en su casa pero no en el parque. O perros que trabajan muy bien en una pista de
competencia pero no en sus casas. Todos esos perros tienen un adiestramiento limitado, en el que no se ha dado mucha importrancia a la generalización de la
respuesta.
A continuación puedes ver dos ejemplos sobre la generalización en el adiestramiento.
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Ejemplo 1: Presencia de la generalización en el adiestramiento canino
Los perros de búsqueda y rescate proporcionan uno de los mejores ejemplos de generalización en el adiestramiento canino. Estos perros son
entrenados para detectar personas a través de su olfato, y su adiestramiento se realiza en condiciones controladas aumentando gradualmente la complejidad
del ambiente.
Una vez que los perros de búsqueda alcanzan un nivel determinado de adiestramiento, están listos para participar en operaciones de rescate de
personas. Cuando se presenta una de esas situaciones, los perros responden de la misma forma que en las sesiones de adiestramiento porque han generalizado
su entrenamiento.
Ejemplo 2: Ausencia de la generalización en el adiestramiento canino
Algunos competidores de schutzhund preparan a sus perros solamente para superar los requisitos de la competencia, pero no trabajan con
situaciones variables. Entonces, estos perros responden correctamente sólo si las condiciones de la prueba son parecidas a las de las sesiones de adiestramiento.
Estos perros pueden fallar si se presenta un figurante notoriamente más grande o pequeño que aquél al que están acostumbrados, si el figurante usa
la manga en el otro brazo, si los espectadores hacen mucho ruido, etc.
Por supuesto, no todos los perros de schutzhund tienen este problema. Muchos son entrenados con suficientes variantes ambientales como para
generalizar su adiestramiento en grado extremo. En particular, los perros de schutzhund de alta competencia reciben un adiestramiento que incluye situaciones
muy diferentes a las de la prueba.
En una ocasión pude ver un ejemplo parecido con un perro policía que se desorientó cuando se le puso en frente una figurante mujer de pequeño
tamaño y que no se movía. Este perro tenía un adiestramiento excepcional de altísimo nivel, pero hasta ese momento sólo había atacado a figurantes hombres.
Además, el figurante con el que más se había trabajado (un excelente figurante, por cierto) es un señor de talla considerable. Entonces, el perro no
había generalizado el ataque a otro tipo de personas. Por supuesto, el perro terminó atacando a la figurante pequeña. La generalización de esta conducta era
algo que se buscaba en el adiestramiento de este perro, y la participación de diferentes figurantes era parte del programa de adiestramiento.
Extinción de la conducta
La extinción es el proceso que reduce la frecuencia de una conducta cuando ésta deja de ser reforzada. A diferencia del castigo, en la extinción, la
conducta no tiene consecuencias desagradables. Simplemente no tiene ninguna consecuencia.
El factor clave en la extinción es que la ausencia de consecuencias significa que la conducta deja de ser reforzada. Es decir que esa conducta antes
tenía alguna consecuencia reforzante, pero ya no la tiene.
La aclaración puede parecer absurda, pero es fundamental para comprender la extinción de conductas. Mucha gente piensa que basta con ignorar
una conducta para que ésta se extinga, pero esto no es cierto. Además de ignorar la conducta, tienes que eliminar todos los reforzadores positivos o negativos
que el ambiente pueda presentar. En caso contrario, la conducta seguirá siendo reforzada aunque la ignores.
Por ejemplo, imagina que juegas fútbol todos los sábados y siempre vas a la cancha con un amigo. Te alegra que tu amigo vaya porque es el mejor
delantero de tu equipo, así que cada sábado lo recoges de su casa. Sin embargo, un sábado te dice que no puede ir porque tiene otras cosas que hacer. Al
sábado siguiente ocurre lo mismo, y al subsiguiente también.
Así pasan seis sábados en que tu amigo no puede ir a jugar y, de repente, el siguiente sábado dejas de ir a recogerlo. La conducta de ir a recoger a tu
amigo era reforzada porque él siempre estaba listo para ir a jugar, pero se extinguió porque dejó de ser reforzada.
Ahora imagina que cada vez que ibas a recoger a tu amigo tenías la chance de ver a su vecina que es la chica de tus sueños. Quizás seguirías yendo a
"recoger" a tu amigo cada sábado porque esa conducta sigue siendo reforzada.
Recuerda que ignorar la conducta no siempre conduce a la extinción. Para que la extinción ocurra, la conducta debe dejar de ser reforzada.
La extinción de conductas en el adiestramiento canino
La extinción de conductas es útil en el adiestramiento de perros, pero no se aplica a muchos casos porque tiene algunas desventajas que vale la pena
mencionar.
Una de estas desventajas es que la extinción puede tomar mucho tiempo cuando se trata de conductas fuertemente arraigadas.
Otra desventaja muy importante es que no puedes ignorar todas las conductas inapropiadas de tu perro. Por tanto, la extinción es útil para eliminar
algunas conductas inapropiadas, pero no todas. Además, este procedimiento no sirve para eliminar conductas que se refuerzan a sí mismas o redirigir conductas
determinadas genéticamente (conductas instintivas).
Otro problema importante consiste en que las conductas que son reforzadas de forma aleatoria e intermitente, entran en el programa de
reforzamiento de razón variable y son más resistentes a la extinción. Por tanto, si quieres extinguir una conducta de tu perro, tienes que ser muy constante con
esto. Si permites que esa conducta sea reforzada ocasionalmente, sólo la estarás fortaleciendo.
Al aplicar la extinción, debes tener en cuenta que la conducta inadecuada puede empeorar por un tiempo antes de desaparecer. Esto ocurre por la
frustración que siente el perro cuando algunas conductas que antes eran reforzadas ya no lo son. Sin embargo, después de este período crítico, las conductas no
reforzadas suelen extinguirse.
Los siguientes ejemplos te muestran el uso correcto, incorrecto e irresponsable de la extinción en el adiestramiento de perros.
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Ejemplo 1: Uso correcto de la extinción en el adiestramiento canino
Tu perro te salta encima cada vez que llegas a tu casa. También le salta encima a cualquier visitante que llega. Lo que motiva a tu perro es la
necesidad de atención, por lo que esa conducta es reforzada cada vez que acaricias a tu perro mientras él te salta encima y también cada vez que lo reprendes.
Incluso puedes estar reforzando la conducta si golpeas a tu perro cuando te salta encima (cosa que sé que no harías jamás).
Decides extinguir esa conducta, por lo que le das la espalda a tu perro y lo ignoras cada vez que te salta encima. Al principio, la conducta empeora y tu
perro no sólo te salta encima, sino que te muerde tratando de jugar. Sin embargo, con el paso del tiempo, deja de saltarte encima, ya que esa conducta no es
reforzada en forma alguna.
En este caso ocurre todo el proceso de extinción de la conducta, incluyendo la etapa en que ésta empeora. Al final la conducta desaparece, aunque
no ha sido olvidada por tu perro.
Ejemplo 2: Uso incorrecto de la extinción en el adiestramiento canino
Tu perro ladra incesantemente cuando se queda en el jardín por la noche, y eso perjudica tu sueño y el de tus vecinos. Decides probar la extinción, así
que simplemente ignoras los ladridos de tu perro. Un tiempo después te das cuenta que tu perro no sólo sigue ladrando por la noche, sino que cada vez ladra
por más tiempo.
El problema en este caso es que ladrar es una conducta que se refuerza a sí misma, por lo que ignorarla no te servirá más que para que siga
ocurriendo. Además, puede empeorar las cosas, ya que otros perros del vecindario pueden adquirir el hábito de ladrar en respuesta a los ladridos de tu perro.
La solución a este problema depende de las características de tu perro y de tu casa. Sin embargo, algunas alternativas posibles serían: modificar el
ambiente (dejar a tu perro dormir en tu cuarto), desensibilizar a tu perro a la soledad nocturna o enseñarle una conducta incompatible.
Ejemplo 3: Uso irresponsable de la extinción en el adiestramiento canino
Tu perro sale disparado de tu casa cada vez que se abre la puerta y ataca a cualquier persona o perro que esté en los alrededores. Tú decides
extinguir esa conducta ignorándola. Como consecuencia, tu perro lastima a muchas personas y perros, recibe heridas cuando ataca a otros perros, tú recibes una
notificación legal y finalmente tienes que entregar a tu perro para que lo pongan a dormir.
La agresión suele reforzarse a sí misma, por lo que es imposible tratarla mediante la extinción. Pero lo peor de este caso no es el error al decidir el
procedimiento de trabajo, sino la irresponsabilidad al ignorar los ataques del perro.
Por supuesto, el caso es hipotético, y tú no ignorarías las agresiones de tu perro. Sin embargo, es bueno que lo tengas en cuenta (aunque es un
ejemplo extremo) para que notes que la extinción puede resultar inútil y peligrosa en algunos casos. Por ejemplo, tu perro se expone a ser atropellado o a causar
accidentes de tránsito si sale corriendo cada vez que abres la puerta. Esta conducta tampoco debe tratarse mediante la extinción ya que el procedimiento sería
inútil e inseguro.
Desensibilización
La desensibilización sistemática es una técnica que aumenta la tolerancia a estímulos o situaciones que provocan ansiedad. Consiste en presentar el
estímulo gradualmente para que el individuo se acostumbre a él. De esta forma, desaparecen la ansiedad y las conductas asociadas.
Esta técnica fue desarrollada por Joseph Wolpe, y se basa en el condicionamiento clásico o, más precisamente, en el contracondicionamiento.
Qué es la ansiedad
Si bien existen diferentes definiciones de ansiedad, para fines prácticos la consideraremos como la sensación de inquietud, temor, nerviosismo o
angustia.
La desensibilización se usa frecuentemente para tratar fobias en las personas. Por ejemplo, las personas que tienen fobia a las arañas pueden
superarla exponiéndose gradualmente a estos artrópodos, sin recibir consecuencias desagradables. La exposición puede empezar imaginando las arañas, con
fotos de arañas, con videos o presentado arañas vivas a cierta distancia. Una vez que el tratamiento ha dado resultados, esas personas dejan de temer a las
arañas.
Para que la desensibilización funcione, se debe presentar el estímulo con una intensidad tan baja que no provoca reacciones incontrolables (por
ejemplo, imaginar las arañas). Es decir, que la ansiedad debe ser tan baja que el individuo puede relajarse después de un tiempo corto de exposición al estímulo.
Gradualmente se aumenta la intensidad del estímulo, siempre por debajo del umbral de respuesta incontrolable, hasta alcanzar la intensidad máxima
(por ejemplo, una araña caminando sobre la mano de la persona).
La desensibilización en el adiestramiento canino
La desensibilización te servirá para eliminar gradualmente ansiedades, miedos, conductas nerviosas y reacciones exageradas de tu perro.
Como no puedes hacer que tu perro imagine las situaciones que le causan ansiedad, tienes que manejar estas situaciones de manera que se
presenten gradualmente.
Algunas situaciones en que la desensibilización es útil en el adiestramiento canino son:
Quitarle al perro el miedo a los truenos y relámpagos.
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Acostumbrar al perro de caza o al perro de trabajo a los disparos.
Reducir la agresión por miedo.
Enseñarle a un perro agresivo a tolerar a otros perros y/o a las personas.
Acostumbrar al perro a no reaccionar cuando otros perros le ladran desde el otro lado de una reja o una puerta.
Acostumbrar al perro a los bebés antes del nacimiento de un hijo.
Por supuesto, existen otras situaciones en las que la desensibilización es útil para educar a un perro, pero son tantas que no todas pueden ser
mencionadas aquí.
Los perros que pasan todo el día en el patio y no salen a pasear con frecuencia, suelen "volverse locos" cuando salen a la calle. Algunos se desesperan
por ir a jugar con otros perros, otros actúan agresivamente y otros se aterrorizan de todo lo que ven. Todos estos perros reaccionan de manera exagerada
porque no están habituados al ambiente que existe en las calles.
En el otro extremo del espectro, puedes encontrar a los perros que viven en las calles pero reciben comida de algunas personas. Estos perros
generalmente son tranquilos, no muy juguetones y no se asustan de estímulos comunes (gente caminando, autos en la calle, etc.). Estos perros están habituados
a los estímulos y situaciones comunes en las calles y, por tanto, ignoran esas situaciones. Por supuesto, también pueden reaccionar agresiva o temerosamente,
pero esto depende de sus experiencias previas y sus reacciones no son exageradas.
Lo que se busca con la desensibilización es habituar gradualmente al perro a diferentes estímulos. Por tanto, la desensibilización te servirá para que tu
perro ignore los estímulos y situaciones de la vida cotidiana que no implican peligro.
Considera los siguientes ejemplos para comprender mejor la desensibilización.
Ejemplo 1: Uso de la desensibilización en el adiestramiento canino
Quieres entrenar a tu perro para que sea cazador, pero él le tiene miedo a los disparos. Entonces, decides usar la desensibilización para eliminar ese
miedo.
Para eso, un amigo tuyo hace disparos con un arma de fogueo mientras juegas con tu perro a la distancia. Has tomado la precaución de estar muy
alejado de tu amigo, tanto que tu perro ignora naturalmente los disparos. Pasas un tiempo jugando con tu perro mientras tu amigo hace los disparos de fogueo.
Al día siguiente repites el mismo procedimiento, pero tu amigo hace los disparos un poco más cerca. Como sólo se acercó un poco, tu perro sigue
ignorando los disparos y se concentra en el juego. Poco a poco, y en varias sesiones, acortas la distancia entre los disparos y tu perro hasta que puedes jugar con
tu mascota estando a pocos metros de tu amigo que dispara. Así, logras que tu perro considere a los disparos como algo inofensivo y sin importancia.
Ejemplo 2: Ausencia de desensibilización en el adiestramiento canino
Quieres entrenar a tu perro para que sea cazador, pero él le tiene miedo a los disparos. Entonces, decides acostumbrarlo a los disparos. Te encierras
con él en un cuarto y haces varios disparos con un arma de fogueo. Como resultado, tu perro adquiere cada vez más miedo a los disparos y otros ruidos fuertes,
hasta que le resulta aterrador verte con un arma en la mano.
En este caso no llevas a cabo un protocolo de desensibilización por que no habitúas gradualmente a tu perro. En cambio, ocurre un proceso de
sensibilización que hace que tu perro se asuste cada vez más de los ruidos fuertes y repentinos.
Sensibilización
La sensibilización es el proceso opuesto a la desensibilización. Ocurre cuando una respuesta ansiosa aumenta porque el individuo es forzado a
enfrentar situaciones que causan mucha ansiedad.
La sensibilización no tiene utilidad en el adiestramiento de perros, sino que es negativa y puede causar serios problemas de comportamiento. Es
importante que puedas reconocerla y evitarla, porque ocurre con frecuencia cuando se aplican incorrectamente algunas técnicas de adiestramiento.
Una de las técnicas que se usa con mucha frecuencia en el adiestramiento tradicional es la inundación. La inundación consiste en mantener al perro
en presencia de un estímulo que le causa mucha ansiedad, sin permitirle escapar, hasta que las respuestas ansiosas dejan de ocurrir.
Cuando se realiza correctamente, la inundación es efectiva para eliminar respuestas ansiosas. Sin embargo, incluso a los profesionales expertos les
resulta muy difícil de aplicar correctamente. Y cuando no se aplica correctamente, tiene resultados opuestos a los esperados. Uno de esos resultados es la
sensibilización, en la que se aumenta la ansiedad en lugar de reducirla.
El sufrimiento o la frustración que pasa el perro durante el tratamiento es otro de los aspectos negativos de la inundación. De hecho, el sufrimiento o
la frustración pueden ser tan intensos que el perro puede reaccionar agresivamente para tratar de evitar esa situación angustiante.
Es por eso que la desensibilización sistemática es un procedimiento más aceptado para solucionar problemas de ansiedad. También existen
procedimientos basados en la medicación, pero quedan fuera del alcance de esta web y deben ser recomendados por veterinarios especialistas en
comportamiento, cuando corresponda.
A continuación puedes ver dos ejemplos de sensibilización y sus consecuencias en el adiestramiento de perros.
Ejemplo 1: Sensibilización al ruido de la aspiradora
Normalmente los perros se asustan con el ruido de la aspiradora. Son pocos los perros que ignoran naturalmente ese ruido.
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Cuando se aspira la casa, un perro normal encuentra dos formas posibles de reaccionar ante ese ruido atemorizante: escapar o pelear. Si el perro
tiene oportunidad, se aleja de la aspiradora y se esconde en algún lugar. Si el perro no puede escapar, ataca la aspiradora e incluso puede morder a quien trate
de detenerlo.
Algunos adiestradores recomiendan encerrar al perro en un cuarto y encender la aspiradora hasta que el perro se acostumbre. Esto correspondería a
la inundación si es que el procedimiento da resultados.
La mayoría de las veces, sin embargo, el perro no pierde el miedo al ruido de la aspiradora, sino que su reacción es cada vez más intensa y puede
generalizarse a otros ruidos. Esto es un caso típico de sensibilización.
Un tratamiento más confiable emplearía la desensibilización para solucionar este problema.
Ejemplo2: Sensibilización a los disparos
Una vez me llamó un cazador para que entrene a su pointer porque tenía terror a los disparos. Este perro tenía muy buenas cualidades para la caza,
pero su miedo a los disparos impedía que acompañara a su dueño en el campo.
Cuando le expliqué al señor el procedimiento de desensibilización que debía seguir, se enojó y me dijo que no sabía entrenar perros. Me dijo que lo
que había que hacer era encerrar al perro en un cuarto y disparar muchas salvas hasta que el perro se acostumbre.
Unas semanas después me volvió a llamar porque el perro era un manojo de nervios y ni siquiera podía lograr que entre a la casa. Cada vez que
quería meterlo a la casa, el perro empezaba a llorar y gritar como si lo estuvieran matando.
En lugar de acostumbrar al perro a los disparos, este señor había sensibilizado a su perro a los sonidos fuertes. Peor aún, el perro había asociado los
disparos de salva con la casa, por lo que se aterraba cada vez que querían llevarlo adentro. Solamente se mostraba tranquilo cuando estaba a solas en el jardín.
Lastimosamente, ese señor no tenía ningún interés en solucionar el problema del perro a menos que se resolviera en un par de días, cosa que no era
posible. Así que su decisión fue regalar al perro y conseguir otro "más valiente".
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LA SESIÓN DE ADIESTRAMIENTO CANINOLa sesión de adiestramiento canino es el tiempo que dedicas a entrenar formalmente a tu perro sin interrupciones.
Aunque la mayoría de los libros de adiestramiento de perros hablan sobre la sesión de adiestramiento, normalmente le dedican un espacio pequeño y
no la tratan en detalle. Por eso, muchos entrenadores principiantes se confunden al decidir cómo van a trabajar en cada sesión. Algunos ocupan mucho tiempo
para una sesión, otros eligen mal el lugar, otros tratan de entrenar muchos ejercicios en cada sesión, etc.
Aquí aprenderás todo lo relacionado con las sesiones de adiestramiento canino, desde cuál es el mejor lugar para entrenar a tu perro hasta qué tono
de voz debes usar para dar las órdenes.
Antes de iniciar una sesión de adiestramiento canino, tienes que definir en qué lugar la llevarás a cabo, qué criterio entrenarás en esa sesión, qué
equipo necesitarás y qué reforzadores vas a usar. En otras palabras, tienes que haber planificado la sesión de adiestramiento antes de empezarla.
Para poder planificar correctamente una sesión, tienes que conocer la diferencia entre sesión y período de adiestramiento canino. También debes
comprender la importancia del timing, la tasa de reforzamiento y los criterios de adiestramiento canino.
En los artículos que encontrarás aquí, aprenderás a planificar y llevar a cabo las sesiones de adiestramiento canino. Además, aprenderás algunas
estrategias para entrenar nuevas conductas y eliminar malos hábitos de tu perro, y conocerás las categorías de los diferentes ejercicios de obediencia básica.
EL LUGAR DE ADIESTRAMIENTOEl lugar en el que llevas a cabo las sesiones de adiestramiento es de suma importancia. Si eliges bien el lugar de adiestramiento habrás asegurado el
50% del éxito en la sesión. Si, por el contrario, eliges un lugar equivocado, habrás asegurado el fracaso absoluto.
Debes considerar al lugar de adiestramiento como una parte más del equipo que usarás en cada sesión. De la misma manera que no empezarías una
sesión de adiestramiento canino sin contar con el equipo adecuado, tampoco debes hacerlo en un lugar inadecuado.
Para enseñarle a tu perro un nuevo ejercicio, debes llevar a cabo la sesión de adiestramiento en un lugar tranquilo y sin distracciones. Tú debes ser lo
más interesante que tu perro encuentre en ese lugar, de tal forma que puedas captar su atención fácilmente.
Además, es bueno que tomes en cuenta las condiciones climáticas. Por ejemplo, te resultará más difícil
enseñarle a tu perro a echarse si el piso está muy frío o muy caliente.
Al entrenar nuevos ejercicios, será mejor si realizas las sesiones de adiestramiento dentro de tu casa,
porque es donde menos distracciones encontrarás. Por supuesto, debes pedirles a tus familiares que no te
interrumpan durante la sesión o, mejor aún, que te colaboren.
No necesitarás un lugar muy amplio para enseñarle nuevos ejercicios a tu perro, así que puedes usar
cualquier ambiente cerrado. Algunos lugares útiles para enseñar nuevos ejercicios son: la cocina, el baño, la
sala o cualquier ambiente en el que haya suficiente espacio.
Para los perros que viven en el jardín
Si tu perro pasa la mayor parte del tiempo en el jardín y rara vez entra en la casa, el mejor lugar para enseñarle nuevos ejercicios quizás sea el jardín.
Como él no está acostumbrado a estar adentro, puede distraerse con cierta facilidad cuando entra a la casa. De todos modos, antes de decidirte por
el jardín, haz la prueba de llevarlo adentro (con correa) un par de veces para ver cómo reacciona.
Una vez que tu perro ha aprendido un nuevo ejercicio, tiene que generalizar ese aprendizaje, por lo que deberás entrenar en otros lugares. Al
principio, serán otros lugares dentro de tu casa. Luego podrás practicar en el jardín y, de forma gradual, empezar a entrenar en la calle.
Antes de cambiar de un lugar a otro, tu perro debe cumplir con el criterio que te hayas planteado. Por ejemplo, antes de empezar a generalizar un
ejercicio, tu perro debe realizarlo correctamente en el lugar inicial de adiestramiento.
Las primeras veces que introduzcas nuevos criterios (duración, distancia, distracciones, etc.), debes hacerlo en un lugar tranquilo sin más
distracciones que las que tú introduces de forma controlada. Gradualmente podrás ampliar este rango de lugares de práctica hasta que tu perro responda
correctamente en cualquier lugar.
No es una buena idea que intentes enseñar nuevos ejercicios en lugares públicos, como el parque, porque tu perro encontrará muchas cosas con qué
distraerse. Incluso si no hay personas o perros en la calle o un parque, los olores pueden ser una distracción muy intensa. Por tanto, lo mejor es que entrenes
cada nuevo ejercicio dentro de tu casa.
A continuación tienes dos ejemplos sobre la elección correcta e incorrecta del lugar de adiestramiento.
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Ejemplo 1: Elección correcta del lugar de adiestramiento
Quieres entrenar a tu perro para sentarse a la orden. Empiezas entrenando en el baño, porque ahí no hay ninguna distracción. Te toma dos sesiones
enseñarle a tu perro a sentarse a la orden en el baño.
Luego, repites el mismo entrenamiento, pero esta vez en tu dormitorio. Te toma otras dos sesiones.
Después, practicas en la sala cuando no hay nadie en tu casa. Esta vez, a tu perro le toma una sola sesión responder correctamente en el nuevo lugar.
Empleas otras tres sesiones para practicar en la cocina, la lavandería y el dormitorio de tu hijo. Tu perro responde correctamente a la primera sesión
en todos estos ambientes, porque ya ha generalizado el ejercicio dentro de tu casa.
Luego empiezas a practicar en el jardín trasero, y tu perro no parece comprender el ejercicio. Te toma tres sesiones hacer que responda
correctamente en ese lugar. Cuando lo has logrado, practicas en el jardín delantero y ocurre lo mismo, necesitas tres sesiones más para que tu perro generalice
el ejercicio.
En este punto puedes decir que tu perro se sienta a la orden en cualquier parte de tu casa. Todavía falta para que responda correctamente afuera de
tu casa, pero tienes claro el procedimiento a seguir, así que seguramente lo lograrás en poco tiempo.
¿Te parecen muchas sesiones?
Quizás te parezca que toma mucho tiempo enseñarle a tu perro a sentarse a la orden en tu casa, porque hay muchas sesiones de por medio. ¿Y qué
tal si cada sesión sólo dura dos minutos?
Cuando entrenes los ejercicios de obediencia canina notarás que las sesiones son muy cortas y, aunque la generalización no es inmediata, toma
menos tiempo del que parece.
Ejemplo 2: Elección incorrecta del lugar de adiestramiento
Quieres entrenar a tu perro para sentarse a la orden. Como tu perro es muy tranquilón, empiezas a entrenar en el parque. Eso sí, tomas la precaución
de ir en un horario en que no hay mucha gente ni perros.
Empiezas la sesión y tu perro no te presta la más mínima atención. Si no se distrae con algún sonido, se la pasa olfateando el suelo. No importa que le
pongas un filete frente a la nariz, tu perro igual te ignora olímpicamente.
Has elegido mal el lugar inicial de adiestramiento y no podrás enseñarle nada nuevo a tu perro por el momento, porque no está listo para trabajar en
ese lugar. Antes de entrenar en el parque tendrías que haberle enseñado algunas cosas en un lugar sin distracciones.
PERÍODOS Y SESIONES DE ADIESTRAMIENTOEl tiempo que le dedicas cada día al entrenamiento de tu perro se divide en períodos y sesiones de adiestramiento canino.
Una sesión de adiestramiento es el tiempo que entrenas de forma continua, sin descansos. En cada sesión ocurrirán varias repeticiones que
comprenden una acción tuya y una respuesta de tu perro, sin importar si esa respuesta es la correcta o no.
Por ejemplo, imagina que le estás enseñando a tu perro a echarse. Para esto, acercas un pedacito de comida a su nariz y luego lo mueves lentamente
hacia el suelo. Tu perro puede responder echándose, golpeándote la mano con su pata, ladrando, etc. Todo el proceso, desde que acercas el pedacito de comida
a tu perro hasta que él responde (echándose o haciendo cualquier cosa), es una repetición.
Pateando el castellano
La palabra "evento" sería más apropiada que "repetición" porque la primera acción de cada ejercicio no ha sido realizada antes, pero... a quién le
importa. En esta web las llamamos repeticiones aunque no hayan ocurrido antes.
Entonces, en cada sesión de adiestramiento tendrás varias repeticiones, algunas exitosas y otras fallidas. Es recomendable que al final de cada sesión
registres el número de repeticiones exitosas para hacer un seguimiento objetivo del progreso de tu perro. Aprenderás a hacer esto cuando leas acerca de la
planificación y los registros en el adiestramiento canino.
Por otra parte, un período de adiestramiento es un conjunto de sesiones sucesivas, separadas entre sí por tiempos de descanso.
Por ejemplo, el lunes haces una sesión de adiestramiento que tiene 10 repeticiones. Al terminar la décima repetición, le das un descanso de medio
minuto a tu perro mientras registras los resultados de la sesión. Luego haces otra sesión y no vuelves a entrenar hasta el martes. Entonces, el lunes has realizado
un solo período de adiestramiento, que tenía dos sesiones.
Duración de las sesiones y los períodos de adiestramiento
Las sesiones de adiestramiento tienen que ser cortas. De esta manera son más efectivas, más agradables y más fáciles de evaluar. Una buena idea
consiste en que cada sesión tenga solamente 10 repeticiones (sin importar si la respuesta es correcta o incorrecta). Si haces las cosas de esta manera, cada
sesión durará entre uno y tres minutos aproximadamente.
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En otro artículo verás que para levantar el criterio de adiestramiento tienes que haber conseguido una tasa de éxito del 80% en dos sesiones
sucesivas. Te será más fácil calcular esta tasa si cada sesión tiene 10 repeticiones. Por ejemplo, dos respuestas correctas representarán un 20% de éxito en cada
sesión; ocho respuestas correctas serán un 80%; etc.
Por supuesto, algunas sesiones serán más largas a medida que el adiestramiento progrese. Por ejemplo, las sesiones en que aumentes la duración de
un ejercicio pueden llegar a varios minutos.
Los períodos de adiestramiento pueden incluir dos o más sesiones, pero también deben ser cortos. Un período de dos o tres sesiones es adecuado
para empezar. De esta forma, cada período de adiestramiento durará entre cinco y 10 minutos, incluyendo los descansos.
El descanso entre dos períodos de adiestramiento no necesita ser largo. Cinco minutos pueden ser suficientes si tu perro continúa motivado. Sin
embargo, suele ser más efectivo programar los períodos de adiestramiento con algunas horas de separación. Por ejemplo, un período de dos sesiones en la
mañana y otro en la noche.
Cuánto tiempo entrenar cada día
Como el adiestramiento con clicker es divertido y motiva mucho a los perros, puedes hacer muchos períodos de adiestramiento por día. La
motivación de tu perro es lo que determinará si sigues entrenando o no. Si tu perro se motiva fácilmente, puedes hacer muchos períodos diarios. Si tu perro
pierde la motivación fácilmente, confórmate con uno o dos períodos cortos cada día.
Para empezar es mejor que consideres un tiempo límite de 10 a 15 minutos diarios dispersos a lo largo del día. Por ejemplo, puedes aprovechar las
tandas comerciales del noticiero para entrenar a tu perro. Si el noticiero tiene cuatro tandas publicitarias, tendrás cuatro períodos de adiestramiento cada día.
Entonces, puedes hacer una o dos sesiones cortas en cada tanda publicitaria.
O puedes realizar un período de dos o tres sesiones (aproximadamente cinco minutos en total) en la mañana, justo después que tu perro hizo sus
necesidades, otro similar en la tarde y otro en la noche.
Si eres un adiestrador profesional y tienes un horario predeterminado para trabajar con el perro, entonces ese horario será el período de
adiestramiento y deberás acomodar las sesiones en el tiempo disponible. Por ejemplo, si tienes una hora para trabajar con el perro, puedes realizar cinco o seis
sesiones de tres minutos en esa hora, ocupando un máximo de 15 a 20 minutos para el adiestramiento formal. El resto del tiempo lo dedicarás a otras
actividades como preparar la sesión, tomar registros, jugar con el perro (muy importante), instruir al propietario, etc.
A medida que progrese el adiestramiento, conocerás mejor a tu perro y podrás decidir si aumentas más sesiones dispersas a lo largo del día.
¿Cuántos ejercicios se deben entrenar en cada sesión?
Ésta es una de las mayores incógnitas de los adiestradores principiantes y, aunque no lo creas, de muchos adiestradores experimentados.
La razón por la que esta pregunta resulta imposible de contestar es porque no se trata de cuántos ejercicios entrenar en cada sesión, sino de cuántos
criterios.
En cada sesión debes concentrarte en un solo criterio de adiestramiento canino, que es un objetivo final o parcial.
Cuándo entrenar y cuándo no
Cuando le enseñes un nuevo ejercicio a tu perro, será mejor si llevas a cabo un par de sesiones cortas justo antes de sus comidas. De esta forma,
estará muy motivado por la comida y te será más fácil entrenar.
Nunca lleves a cabo las sesiones de adiestramiento inmediatamente después que tu perro ha comido. Un perro que acaba de comer no se motivará
fácilmente con comida. Además, si usas juegos para entrenar después de las comidas, tu perro puede sufrir torsión gástrica que es una condición clínica
complicada que puede ser fatal.
Entonces, si no quieres o no puedes hacer las sesiones antes de las comidas de tu perro, hazlas por lo menos un par de horas después que ha comido.
También debes asegurarte que tu perro no tiene ganas de ir al baño durante el adiestramiento. Así que si entrenas cerca de sus horarios de ir al baño,
dale un tiempo para hacer sus necesidades antes de empezar la sesión. Esto es particularmente importante si entrenas temprano por la mañana.
Por otra parte, debes evitar entrenar ejercicios que requieren gran esfuerzo físico cuando las condiciones climáticas son extremas, especialmente si
hace mucho calor. Los perros no resisten bien el calor y pueden sufrir golpes de calor que son muy peligrosos, e incluso fatales. Además, un perro aletargado por
el calor no podrá concentrarse en aprender algo nuevo por más que quiera.
Si vives en una zona cálida, evita entrenar al mediodía y programa las sesiones de adiestramiento para temprano por la mañana y/o al terminar la
tarde. En cambio, si vives en un lugar muy frío, tal vez sea mejor que entrenes cerca del mediodía para aprovechar el calorcito.
Deja de lado el entrenamiento si tu perro está enfermo o si te parece que lo está. Si tu perro está decaído o enfermo no solamente retrocederás en el
adiestramiento, sino que harás pasar un muy mal momento a tu queridísimo amigo de cuatro patas. Incluso podrías poner en riesgo su vida si la enfermedad es
grave. En estos casos, consulta inmediatamente con el veterinario.
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LOS CRITERIOS EN EL ADIESTRAMIENTO DE PERROSLos criterios de adiestramiento son las respuestas que reforzarás en cada sesión. Al mismo tiempo, son los objetivos que quieres conseguir en esa
sesión.
Estos criterios pueden ser pasos intermedios para lograr un ejercicio, el ejercicio completo o secuencias de una cadena de conductas.
Cuando entrenas a tu perro, debes enseñarle cada criterio por separado, alcanzando pequeños objetivos en cada sesión. Aunque parezca ilógico,
avanzar poco a poco te permitirá avanzar más rápido. Por eso, nunca intentes entrenar muchos criterios de una sola vez.
Un solo criterio en cada sesión
En cada sesión de adiestramiento debes concentrarte en un solo criterio.
Por ejemplo, imagina que estás entrenando a tu perro para sentarse a la orden. El criterio inicial podría ser que su trasero toque el suelo. Así que cada
vez que el trasero de tu perro toca el suelo, refuerzas esa conducta con un pedazo de comida o algún juego.
Tu criterio de adiestramiento es claro: el trasero de tu perro debe tocar el suelo. Entonces, no importa si se sienta rápidamente, lentamente, ladeado
o derecho. Mientras su trasero toque el suelo, reforzarás la respuesta. Al terminar la sesión, registrarás todas esas respuestas como repeticiones exitosas.
En cambio, no reforzarás las respuestas en las que tu perro se sienta a medias (sin tocar el suelo con su trasero), se echa, ladra, salta, camina, se te
acerca, etc. Todas esas acciones producen repeticiones fallidas.
Levantar el criterio
Levantar o incrementar el criterio de adiestramiento significa aumentar la dificultad del ejercicio.
Por ejemplo, tu perro se sienta cuando se lo pides, pero lo hace ladeado (apoyándose sobre un costado). Quieres que se siente derecho, así que tu
nuevo criterio de adiestramiento exige que distribuya su peso equitativamente. Has levantado el criterio, por lo que sólo reforzarás las respuestas en las que tu
perro se sienta derecho. Ya no reforzarás las respuestas en las que se sienta ladeado.
Para levantar el criterio de adiestramiento, debes haber logrado una tasa de éxito del 80% en el criterio anterior para dos sesiones consecutivas de
adiestramiento canino.
Por ejemplo, estuviste entrenando a tu perro para que se siente derecho. En la segunda y tercera sesión lograste ocho repeticiones exitosas de las 10
que hiciste. Entonces, tu tasa de éxito es 80% en cada una de esas sesiones y puedes levantar el criterio en la cuarta. En la cuarta sesión quizás podrías reducir el
tiempo que tarda en sentarse, o trabajar sobre otro criterio de tu interés.
Si la tasa de éxito es inferior al 80%, tienes que seguir en el criterio anterior hasta que alcances el 80% de repeticiones exitosas en dos sesiones
consecutivas. Si no logras un 80% en dos sesiones seguidas, tu criterio puede ser muy alto. En este caso, es mejor que retrocedas hasta un criterio más sencillo
todavía (por ejemplo, que tu perro se siente aunque sea ladeado).
También es bueno reducir un criterio si ocurren dos repeticiones fallidas sucesivas, aunque la tasa de éxito sea alta.
80 no es 90
Es bueno levantar el criterio de adiestramiento cuando alcanzas el 80% de éxito y no esperar hasta el 90% o más. La razón de esto es que las
respuestas que presentan un 80% de éxito todavía no están muy bien consolidadas y resulta más fácil levantar el criterio.
Las respuestas que se presentan un 90% de las veces o más, pueden ser más resistentes al cambio y dificultar el incremento del criterio.
Ten en cuenta que al levantar un criterio necesitarás relajar un poco los criterios anteriores por un tiempo. Por ejemplo, si quieres que tu perro se
siente inmediatamente cuando le das la orden, puedes no dar importancia a que se siente ladeado por un tiempo. Una vez que tu perro haya comprendido que
debe sentarse inmediatamente, podrás exigirle nuevamente que lo haga derecho.
Aunque esto parece muy largo y complicado, en la práctica resulta más sencillo que en la teoría. Cada ejercicio de obediencia canina de esta web,
está explicado para que lo puedas realizar paso a paso, así que no necesitarás pensar mucho en cómo levantar los criterios. Sin embargo, este conocimiento te
servirá para continuar el adiestramiento por tu cuenta.
Los 300 picotazos
El método de los 300 picotazos fue desarrollado por Alexandra Kurland para entrenar caballos, y es de gran utilidad en el adiestramiento canino. Este
método es una variante de un estudio científico en el que se entrenó a algunas palomas, mediante un programa de reforzamiento variable, para dar 300
picotazos en un dispositivo antes de recibir la comida.
El método de los 300 picotazos se usa en el adiestramiento de perros para aumentar distancia y duración de los ejercicios de obediencia canina.
También se puede usar para aumentar gradualmente algunas distracciones que se pueden controlar.
La ventaja que tiene este método es que permite levantar el criterio de adiestramiento (la duración o la distancia) de forma gradual, sin necesidad de
llevar un registro del porcentaje de éxito. La conducta del perro permite conocer en el mismo momento si se puede levantar el criterio o no.
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En este artículo aprenderás la manera en que yo uso el método de los 300 picotazos. No estoy seguro si es la manera exacta en que fue diseñado por
Alexandra Kurland o es una variante del método original, pero funciona muy bien.
Cómo funciona el método de los 300 picotazos
Cuando leíste sobre la sesión de adiestramiento canino viste que para levantar el criterio de adiestramiento tienes que conseguir que tu perro alcance
el 80% de éxito en dos sesiones consecutivas de un criterio previo.
Esto resulta complicado y lento cuando quieres aumentar la duración de los ejercicios de obediencia canina porque tendrías que conseguir que tu
perro mantenga una posición por un tiempo determinado en ocho de cada 10 repeticiones. Si ese tiempo es, por ejemplo, 10 segundos, necesitarías sesiones de
alrededor de dos minutos para aumentar un segundo en cada sesión, asumiendo que todo marche a la perfección.
Para evitar este problema, lo que puedes hacer es aumentar un segundo de duración en cada nueva repetición. De esta forma, aumentas
gradualmente el tiempo, con más rapidez y sin necesidad de registrar porcentajes de éxito.
En algún momento tu perro no cumplirá con el criterio. En ese momento reinicias el criterio y vuelves a empezar desde el principio, aumentando la
duración gradualmente.
Abajo puedes encontrar tres ejemplos de la aplicación de este método en el adiestramiento canino para comprenderlo mejor.
Cómo aumentar la duración de un ejercicio de obediencia canina
Si tu perro ya sabe echarse a la orden puedes aumentar el tiempo que permanece echado usando el método de los 300 picotazos, de la siguiente
manera:
Pídele a tu perro que se eche. Cuenta mentalmente hasta uno. Si tu perro mantiene la posición, haz click y dale un pedacito de comida.
Nuevamente pídele a tu perro que se eche. Cuenta mentalmente "Uno, dos" y, si tu perro mantiene la posición, haz click y dale un pedacito de
comida.
Repite el procedimiento contando cada vez hasta un número mayor. El momento en que tu perro rompa la posición (no se quede echado hasta que
termines de contar), no haces click ni le das la comida. En cambio, le vuelves a pedir que se eche y empiezas el conteo desde uno.
En una sesión de adiestramiento canino, la secuencia para aumentar la duración sería algo así:
"Échate", 1, click, comida
"Échate", 1, 2, click, comida
"Échate", 1, 2, 3, click, comida
"Échate", 1, 2, 3, 4, click, comida
"Échate", 1, 2, el perro se levanta
"Échate", 1, click, comida
"Échate", 1, 2, click, comida
"Échate", 1, 2, 3, click, comida
"Échate", 1, 2, 3, 4, click, comida
"Échate", 1, 2, 3, 4, 5, click, comida
En esta secuencia de ejemplo, habrías conseguido que tu perro se quede echado mientras cuentas mentalmente hasta cinco, con una falla durante el
proceso.
En este método es de esperar que ocurran estas "fallas", que son una parte natural de todo el proceso, ya que tu perro todavía no sabe qué es lo que
se espera de él. Estos problemas se presentan con frecuencia en tiempos determinados para cada individuo, pero se superan con relativa rapidez siguiendo el
procedimiento de los 300 picotazos. Ten en cuenta que no todos los perros aprenden a la misma velocidad, así que seguramente encontrarás diferencias si
entrenas a dos o más perros.
No es importante si cuentas rápido o lento, pero siempre debes contar la misma velocidad para que los tiempos que manejas sean constantes. Si te
resulta difícil contar siempre a la misma velocidad, puedes contar "un mil, dos mil, tres mil,..." parta regular tus tiempos. O puedes contar "una manzana, dos
manzanas, tres manzanas...".
No importa si tu perro se levanta después que haz hecho click. Eso es irrelevante. Tampoco importa si se queda echado, pero en este caso no debes
olvidarte de decir "Échate" antes de empezar la siguiente repetición.
Cómo aumentar distracciones controladas para un ejercicio de obediencia canina
El método de los 300 picotazos no es necesario para aumentar distracciones, ni es útil para todas las distracciones. Sin embargo, existe un tipo de
distracción en el que es muy útil: cuando te alejas de tu perro.
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Alejarte de tu perro mientras él se queda en una posición no es aumentar la distancia del ejercicio. Es aumentar una distracción, que puede ser leve o
intensa, según cada perro. Aumentar la distancia significa que tu perro obedece las órdenes aunque esté lejos de ti (por ejemplo que se eche cuando se lo
ordenas a 20 metros) y es un tema diferente.
Si tu perro ya se puede quedar echado por varios segundos, puedes usar el método de los 300 picotazos para enseñarle a mantener la posición
mientras te alejas de él. La idea es la misma que para el ejemplo anterior, pero aumentas un paso cada vez, en lugar de un segundo (o un número en tu conteo
mental).
En una sesión de adiestramiento canino, la secuencia para aumentar la distracción sería algo así:
"Échate", 1 paso, click, comida
"Échate", 1 paso, 2 pasos, click, comida
"Échate", 1 paso, 2 pasos, 3 pasos, click, comida
"Échate", 1 paso, 2 pasos, 3 pasos, 4 pasos, click, comida
"Échate", 1 paso, 2 pasos, el perro se levanta
"Échate", 1 paso, click, comida
"Échate", 1 paso, 2 pasos, click, comida
"Échate", 1 paso, 2 pasos, 3 pasos, click, comida
"Échate", 1 paso, 2 pasos, 3 pasos, 4 pasos, click, comida
"Échate", 1 paso, 2 pasos, 3 pasos, 4 pasos, 5 pasos, click, comida
Cómo aumentar la distancia para un ejercicio de obediencia canina
Aumentar la distancia significa que tu perro responde a tus órdenes aunque esté lejos de ti. Existen diferentes métodos para esto, y verás algunas
alternativas en otros artículos. Sin embargo, el método de los 300 picotazos puede ser muy útil para esto.
Para usar este método al aumentar la distancia, simplemente tienes que alejarte un paso en cada repetición, antes de dar la orden. Por supuesto, tu
perro ya debe ser capaz de mantener la posición por cierto tiempo aún cuando tú te alejas.
Por ejemplo, si quieres aumentar la distancia a la que tu perro obedece a la orden "Échate", y él ya sabe quedarse sentado, le tienes que ordenar que
se siente, alejarte un paso y pedirle que se eche. Si él se echa, haces click y le das la comida. Luego continúas con el método de los 300 picotazos, aumentando
un paso cada vez.
En una sesión de adiestramiento canino, la secuencia para aumentar la distancia sería algo así:
"Sentado", 1 paso, "Échate", click, comida
"Sentado", 1 paso, 2 pasos, "Échate", click, comida
"Sentado", 1 paso, 2 pasos, 3 pasos, "Échate", click, comida
"Sentado", 1 paso, 2 pasos, 3 pasos, 4 pasos, "Échate", click, comida
"Sentado", 1 paso, 2 pasos, 3 pasos, el perro se levanta
"Sentado", 1 paso, "Échate", click, comida
"Sentado", 1 paso, 2 pasos, "Échate", click, comida
"Sentado", 1 paso, 2 pasos, 3 pasos, "Échate", click, comida
"Sentado", 1 paso, 2 pasos, 3 pasos, 4 pasos, "Échate", click, comida
"Sentado", 1 paso, 2 pasos, 3 pasos, 4 pasos, 5 pasos, "Échate", click, comida
Como puedes ver, el método de los 300 picotazos tiene un sinfín de utilidades en el adiestramiento de perros.
Criterios comunes en el adiestramiento de perros
Los criterios de adiestramiento varían de acuerdo con los objetivos que tienen los entrenadores para sus perros. Sin embargo, existen algunos
criterios comunes a todas las aplicaciones del adiestramiento canino. Estos criterios son.
Conseguir la conducta básica. El perro realiza la conducta que el entrenador quiere, aunque esta conducta no sea perfecta.
Perfeccionar la conducta. El perro realiza el ejercicio con precisión.
Reducir la latencia. El perro obedece inmediatamente después de la orden.
Aumentar la duración. El perro mantiene una posición por algún tiempo.
Aumentar la distancia. El perro obedece a la orden aunque el adiestrador esté lejos.
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Aumentar distracciones. El perro responde a las órdenes del entrenador aunque haya distracciones en el lugar.
Aumentar la diversidad. El perro responde en diferentes lugares y con distracciones de diferente tipo.
Discriminación. El perro no confunde las órdenes.
LA TASA DE REFORZAMIENTOEn el adiestramiento canino, la tasa de reforzamiento es el número de reforzadores que tu perro recibe por unidad de tiempo. Por ejemplo, si le das
a tu perro 20 reforzadores en un minuto, la tasa de reforzamiento será de 20 por minuto.
Junto con los criterios de adiestramiento y el timing, la tasa de reforzamiento es uno de los factores más importantes para determinar el éxito del
entrenamiento.
Debes mantener una tasa de reforzamiento muy alta mientras le enseñas un nuevo ejercicio a tu perro y cuando levantas los criterios de
adiestramiento. Lo ideal es ofrecer un reforzador cada dos o tres segundos. Por eso es importante que definas criterios de adiestramiento que pueden ser
alcanzados con cierta facilidad.
Obviamente, será difícil que consigas una tasa de reforzamiento muy alta en la primera sesión de un ejercicio nuevo. Tu perro no tendrá la menor
idea de lo que quieres y no ofrecerá con mucha frecuencia las respuestas que cumplen tu criterio de adiestramiento. Sin embargo, en cuanto logre comprender
la idea básica, podrás aumentar la tasa de reforzamiento con facilidad.
Una vez que tu perro haya convertido los ejercicios de obediencia en hábitos, no será necesario que refuerces con tanta frecuencia esas respuestas
en la vida cotidiana. Sin embargo, es buena idea que mantengas elevada la tasa de reforzamiento durante las sesiones de adiestramiento.
Ejemplo 1: Ineficacia de una tasa de reforzamiento baja
Un adiestrador tradicional que conozco estaba entrenando a un perro mestizo. El perro se distraía con facilidad porque el lugar de adiestramiento era
un área pública.
Ya llevaban tres semanas entrenando y el perro no respondía a ninguna orden a menos que el entrenador le diera tirones de collar y lo empujara.
Según el entrenador, el perro sabía caminar en "Junto" y sentarse a la orden, pero no respondía porque era "muy terco y dominante". Entonces, la única
alternativa que había considerado era ponerle al perro un collar de púas.
A simple vista era claro que el entrenador no había elegido correctamente el criterio de adiestramiento, ya que el perro no estaba listo para trabajar
en un área pública. De hecho, ni siquiera había intentado entrenarlo en un lugar tranquilo, pero ya catalogaba al pobre perro de terco y dominante.
Sencillamente, le estaba exigiendo al perro mucho más de lo que podía dar en ese momento.
Pero al ver una de las sesiones de adiestramiento noté un error adicional: la tasa de reforzamiento era extremadamente baja.
Para lograr que el perro se eche, el entrenador tiraba de la correa hacia abajo, de tal forma que el collar de púas causaba una sensación desagradable
o quizás dolorosa al perro. Además, empujaba los hombros del perro para vencer la resistencia del animal. De esta manera lograba que el perro se eche una vez
cada minuto y medio o cada dos minutos aproximadamente. Cuando el perro se echaba, el entrenador le daba un pedacito de comida para "reforzar" la
conducta.
Su conclusión era que el reforzamiento positivo no servía con perros "tercos y dominantes", pero de lo que no se daba cuenta es que no estaba
reforzando nada. La tasa de reforzamiento era exageradamente baja y había muchas distracciones además del estrés al que estaba sometido el perro. Era
imposible que la comida funcionara como reforzador en esas circunstancias.
Darle un pedacito de comida al perro cada minuto no sirve de nada. Incluso cinco refuerzos por minuto proporcionan una tasa de reforzamiento muy
baja para enseñar nuevos ejercicios.
Ejemplo 2: Eficacia de una tasa de reforzamiento elevada
Hace unos años entrené un perro bóxer que aprendía nuevos ejercicios con una rapidez impresionante. Sin embargo, era casi imposible sacarlo a
pasear porque se emocionaba tanto cuando veía otros perros, que su mente se bloqueaba y no hacía otra cosa más que tirar de la correa.
Esta conducta había sido reforzada muchas veces porque cada vez que arrastraba a sus dueños podía saludar a los otros perros. De hecho, era un
perro tan fuerte que era indiferente quién lo sacara a pasear. Él siempre se salía con la suya, arrastrando a cualquier persona.
Aunque habíamos practicado dentro de la casa el ejercicio de caminar sin jalar la correa, no tenía buenos lugares para generalizarlo. Apenas abría la
puerta de la casa podía ver dos o tres perros sueltos en esa calle, y el bóxer se volvía loco de emoción al ver a sus amigos.
La solución para entrenar a ese perro fue usar una tasa de reforzamiento extremadamente alta. El perro daba un paso y yo hacía un sonido de click
con la lengua (el reforzador condicionado), e inmediatamente le entregaba un pedacito de salchicha o pollo cocido. En otras palabras, el reforzador aparecía con
tal rapidez que el perro no tenía tiempo para tensar la correa.
La primera sesión fuera de su casa apenas duró un minuto. Solamente cruzamos la calle y volvimos, pero pudimos pasar al lado de otro perro sin que
el bóxer se mosqueara. Estaba completamente atento porque la tasa de reforzamiento era muy alta.
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Las siguientes sesiones fueron más sencillas y gradualmente pude reducir la tasa de reforzamiento, hasta que ya no era necesario utilizar comida para
pasear al perro.
Así que no subestimes la importancia de la tasa de reforzamiento. Es un factor crucial, tanto cuando levantas el criterio como cuando enseñas nuevos
ejercicios.
EL TIMING EN EL ADIESTRAMIENTO CANINOPara que un reforzador positivo sea efectivo, debe ser contingente a la respuesta que estás entrenando. Es decir que tienes que presentar el
reforzador positivo en el mismo instante en que tu perro realiza la conducta que quieres fortalecer, o inmediatamente después.
Esta sincronía entre la respuesta de tu perro y la presentación del reforzador positivo se conoce en el adiestramiento canino como timing.
El timing es uno de los factores críticos del adiestramiento porque si tardas mucho en presentar el reforzador positivo, tu perro no podrá asociarlo
con la conducta que querías reforzar. Entonces, estarías reforzando una conducta diferente.
Como no siempre resulta fácil presentar el reforzador positivo en el mismo instante en que tu perro realiza una acción, usarás un reforzador
condicionado para marcar esos instantes. El reforzador condicionado será el sonido "click" (hecho con un clicker, con tu lengua o con cualquier dispositivo que lo
haga) o una palabra corta y fácil de diferenciar.
Ese reforzador condicionado actuará como una señal que marca el inicio del proceso de reforzamiento, y te permitirá retrasar la presentación del
reforzador positivo por unos segundos. De esta manera te será más fácil alcanzar un timing óptimo.
El timing para el castigo y el reforzamiento negativo
El timing también es muy importante si entrenas a tu perro con castigo positivo y reforzamiento negativo. Pero como esta web no se orienta a
enseñar esos principios del condicionamiento operante, no aprenderás a desarrollar un buen timing para esos casos.
Los siguientes ejemplos te ayudarán a comprender mejor la importancia del timing.
Ejemplo 1: Adiestramiento con mal timing
Le has enseñado a tu perro a sentarse a la orden y a quedarse echado. Ahora quieres aumentar la distancia desde la que le das la orden para que se
siente.
Dejas a tu perro echado y te alejas dos pasos. Luego le pides que se siente y él se sienta. Entonces te acercas para darle un pedacito de carne cocida,
que es lo que usas como reforzador positivo. Pero en el instante en que das el segundo paso, tu perro se levanta. De todos modos le das la carne porque
obedeció a la orden de sentarse.
Haces otra repetición. Tu perro vuelve a sentarse cuando se lo pides y vuelve a levantarse cuando te acercas a darle la carne. Después de unas
cuantas repeticiones, cada vez que dices "Sentado" desde dos pasos de distancia, tu perro se levanta.
Le has enseñado a tu perro a responder a la distancia... pero no has entrenado el ejercicio que querías. Tu timing era malísimo porque presentabas el
reforzador (la carne) cuando tu perro se levantaba y no cuando se sentaba.
Ejemplo 2: Adiestramiento con timing óptimo
Estás en la misma situación que en el ejemplo anterior, sólo que ahora decides usar el sonido "click" de un clicker como reforzador condicionado.
Entonces, dejas a tu perro echado y te alejas dos pasos. Le pides que se siente y él obedece. El momento en que se sienta, haces sonar el clicker. Tu
perro se levanta mientras te acercas y le das la carne cocida.
Repites varias veces el procedimiento y cada vez que le pides a tu perro que se siente, él se sienta. No se levanta cuando le da la gana, sino que lo
hace después que escucha el sonido del clicker.
En este ejemplo, tu timing es adecuado porque el "click" del clicker es la señal que marca el inicio del proceso de reforzamiento. Por tanto, no tiene
mucha importancia que tu perro se levante después de ese sonido.
Hacer click
En diferentes artículos encontrarás la frase "haz click". Esto significa que hagas sonar el clicker, hagas un sonido de click con la lengua o digas la
palabra corta que usas como reforzador condicionado.
Alcanza el timing óptimo para entrenar a tu perro
El siguiente ejercicio te ayudará a practicar tu timing hasta que alcances el óptimo. Si vas a usar un clicker para entrenar a tu perro (te lo recomiendo), practica el
ejercicio haciendo click con tu clicker y no con la lengua. Es mejor que tu perro no esté cerca mientras practicas el ejercicio, así no te molestará.
Pídele a un amigo que haga rebotar una pelota o, si no tienes quién te ayude, lanza una pelota al aire y déjala que caiga y rebote.
Haz click cada vez que la pelota toque el suelo.
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Practica todas las veces que necesites hasta que puedas hacer click justo cuando la pelota toca el suelo.
No trates de anticipar el momento de hacer click porque tenderás a hacer click antes que la pelota toque el suelo. Tienes que considerar como un
error a cualquier click que hagas antes que la pelota toque el suelo.
De manera similar, son errores todos los clicks que hagas cuando la pelota ya rebotó.
Los aciertos serán todos los clicks que hagas justo cuando la pelota toca el suelo.
Si puedes, fílmate practicando este ejercicio. Así podrás ver tus aciertos y errores. Si no puedes filmarte, intenta que un amigo te indique los aciertos
y errores.
También pídele a un amigo que practique el ejercicio mientras tú lo observas. Así podrás notar los errores desde otra perspectiva.
Tres factores críticos para resolver problemas en la sesión de adiestramiento
Cuando se te presenten problemas en las sesiones de adiestramiento, los tres primeros factores que debes revisar son:
El criterio de adiestramiento. Asegúrate que no sea muy alto para el nivel en que está tu perro.
La tasa de reforzamiento. Asegúrate que no sea muy baja.
El timing. Asegúrate que sea correcto.
La mayoría de los problemas que surgen en las sesiones de adiestramiento canino se encuentran en esos tres factores.
PLANES DE ADIESTRAMIENTO CANINOAntes de empezar a entrenar a tu perro debes tener claro qué es lo que quieres conseguir. ¿Estás entrenando a tu perro para que tenga buenos
modales? ¿Quieres triunfar con tu perro en deportes caninos? ¿Sólo te interesa eliminar un mal hábito de tu perro?
Uno de los errores más grandes de los adiestradores aficionados consiste en entrenar siguiendo una receta. Por ejemplo, los tres primeros días
entrenan la orden "Sentado", los tres siguientes entrenan la orden "Echado", luego pasan al ejercicio de "Junto", etc.
Uno de los problemas con ese enfoque es que no hay planificación y no se prevén las posibles contingencias. Otro problema, y quizás más
importante, es que con ese enfoque se pueden enseñar muchos ejercicios pero no se sabe para qué.
Por eso es muy importante que planifiques el adiestramiento de tu perro. Primero tienes que definir un objetivo general. Por ejemplo, "quiero que mi
perro responda de manera confiable en cualquier lugar y sin correa a todas las órdenes de obediencia canina básica".
Luego tienes que planificar las sesiones de adiestramiento para cada día. Para esto, tienes que definir el criterio sobre el que vas a trabajar en cada
sesión, considerando los ocho factores siguientes:
1. Cuál tiene que ser la conducta final. Cómo se verá la conducta o el ejercicio final.
2. Cuál será la latencia de la conducta. ¿La respuesta tiene que ser inmediata o puede demorarse un poco?
3. Duración de la conducta. Si es que tu perro tiene que realizar esa conducta por un tiempo determinado (por ejemplo, estar echado por un minuto).
4. Distancia de respuesta. Si es que las órdenes o señales serán dadas desde lejos.
5. Lugares en que se presentará la respuesta. Por ejemplo, si estás entrenando la orden "Échate", seguramente querrás poder usarla en cualquier lugar que
visites frecuentemente con tu perro. En cambio, si quieres que tu perro deje de ladrar cuando suena el timbre de casa, no necesitarás entrenarlo para que haga
lo mismo en la casa del tío del amigo de la secretaria del cuñado de la hermana del vecino de tu dentista... a menos que el tío del amigo de la secretaria del
cuñado de la hermana del vecino de tu dentista seas tú.
6. Las distracciones que se pueden presentar en la realidad. Por ejemplo, otros perros en el parque, niños corriendo en el patio, comida en el piso de la cocina,
etc.
7. La orden o señal que usarás para esa conducta. Define si usarás una orden verbal, señales hechas con la mano, un silbato, etc.
8. Confiabilidad. Es la tasa de éxito de una conducta entrenada. Si bien todas las conductas finales deben ser altamente confiables, la confiabilidad para levantar
el criterio de adiestramiento debe ser del 80% en dos sesiones consecutivas. Por supuesto, la confiabilidad de la conducta final debe ser lo más alta posible
(cercana al 100%).
Ten en cuenta que la planificación diaria no necesariamente culminará con una conducta completa. Cada sesión debe ser planificada para alcanzar
criterios de adiestramiento claramente definidos que, en la mayoría de los casos, serán pasos intermedios para lograr una conducta final. Un porcentaje de éxito
del 80% en dos sesiones consecutivas es el necesario para aumentar el criterio en la siguiente sesión.
El registro de las sesiones de adiestramiento
Registrar el resultado de cada sesión de adiestramiento ayuda mucho a los adiestradores porque les da un panorama preciso del avance real de los
perros. Una forma sencilla de planificar el adiestramiento de tu perro y hacer el seguimiento correspondiente consiste en llevar un registro como el
del ejemplo siguiente:
Conducta: Boby se sienta a la orden inmediatamente, derecho y "cuadrado".
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Orden (señal): Sentado
Latencia: Inmediata.
Lugares: En cualquier lugar
Distracciones: Cualquier distracción presente en lugares que frecuentamos, especialmente en el parque donde paseamos todas las mañanas. Otros
perros, personas trotando, ciclistas, chicos jugando fútbol. Debe mantener la posición aunque las personas lo acaricien o se le acerquen otros perros.
Duración: Cuatro minutos (dos más que lo exigido por el reglamento de Obediencia Clase Internacional)
Distancia: 15 metros
Fecha Criterio RE RE RE
1-2-2008 Se sienta 3 8 9
2-2-2008 Se sienta derecho 5 8 8
3-2-2008 Se sienta cuadrado 6 9 8
4-2-2008 Se sienta mientras muevo los brazos 9 9
4-2-2008Se sienta mientras miro en diferentes
direcciones 8 9
5-2-2008Se sienta mientras troto en mi
posición 8 10
5-2-2008 Introducir la orden 8 8
6-2-2008Reducir la latencia a menos de dos
segundos 2 5 3
En el ejemplo anterior, conducta, orden, latencia, lugares, distracciones, duración y distancia corresponden a lo explicado anteriormente en esta
página. Criterio es el criterio de adiestramiento sobre el cuál trabajas en cada sesión. RE muestra el número de repeticiones exitosas en cada sesión de 10
repeticiones. Existen tres columnas porque en el registro de ejemplo se asumen tres sesiones por día, pero tu registro puede tener más.
El ejemplo es hipotético, igual que el perro Boby, pero te permite tener una idea de cómo registrar el avance de las sesiones de adiestramiento para
la orden "Sentado".
Nota que el ejemplo asume solamente tres sesiones por día, lo que daría alrededor de cinco minutos diarios de adiestramiento. Esto es muy poco,
pero vale para explicar cómo llevar el registro. Si llevas a cabo más sesiones diarias, puedes introducir la orden en uno o dos días.
Analicemos el ejemplo:
El primer día sólo quieres que Boby se siente. En la primera sesión la tasa de éxito es inferior al 80%, por lo que mantienes ese criterio. En las dos
siguientes sesiones logras un éxito de 80% o más, así que levantas el criterio.
Al día siguiente tu criterio es que Boby se siente derecho. Es decir que debe estar equilibrado lateralmente, sin apoyarse sobre un costado. También
te toma tres sesiones conseguir el 80% de éxito para dos sesiones consecutivas.
El siguiente día quieres que Boby se siente cuadrado, o equilibrado sobre el eje antero-posterior. Es decir que no debe estirar hacia adelante sus patas
delanteras. Logras esto en tres sesiones más.
El 4-2-2008 empiezas a generalizar la conducta, estableciendo como criterio que Boby se siente aunque estés moviendo los brazos. Como sólo te
toma dos sesiones alcanzar el 80% de éxito, dedicas otras dos sesiones de ese día a un nuevo criterio: Boby se sienta mientras miras en diferentes direcciones.
Consigues este criterio en las dos sesiones y es la primera vez que trabajas con dos criterios en un día (pero en diferentes sesiones de adiestramiento).
Al día siguiente continúas generalizando la conducta, pero esta vez trotando en tu sitio. Consigues este criterio y decides introducir la orden. También
consigues este criterio en el mismo día, habiendo hecho un total de cuatro sesiones en un día para dos criterios diferentes.
El último día de esa semana decides reducir la latencia (el tiempo entre la orden y la respuesta de tu perro) a menos de dos segundos. Pero no
consigues el 80% de éxito en tres sesiones, por lo que debes replantear tu criterio para la siguiente sesión. Quizás debas pensar en un tiempo un poco mayor
para comenzar, tres segundos o algo así, y reducirlo poco a poco.
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El ejemplo solamente incluye algunos de los criterios que necesitas para lograr la conducta final. Todavía te faltaría reducir la latencia, generalizar la
respuesta en diferentes lugares, aumentar distracciones, aumentar la duración y aumentar la distancia. Deberías planificar cada nueva sesión en función a los
resultados obtenidos en la sesión anterior.
EQUIPO DE ADIESTRAMIENTO CANINOPara llevar a cabo los ejercicios obediencia básica necesitas tener el equipo de adiestramiento canino adecuado. En esta página conocerás el equipo
de adiestramiento obligatorio, sin el cual no podrás entrenar la obediencia básica.
También conocerás el equipo de adiestramiento opcional. Los elementos del equipo opcional no son imprescindibles, pero algunos te serán muy
útiles y es recomendable que los consigas.
Equipo obligatorio para entrenar la obediencia canina
El equipo obligatorio es suficiente para entrenar a la mayoría de los perros. Consiste en un collar o arnés, una correa reglamentaria, una correa larga,
comida en trocitos, juguetes para perros, una bolsa o riñonera, una manta o una cama para perros, y una libreta y bolígrafo para llevar el registro de cada sesión
de adiestramiento.
Collar o arnés
Cuando empieces a entrenar en lugares abiertos necesitarás algunas herramientas para poder contener a tu perro si se distrae con
algo. Si tu perro es mediano o grande, un collar te dará mayor seguridad que un arnés. En cambio, si tu perro es pequeño, un arnés
(pechera) será suficiente y más seguro para tu mascota.
Recuerda que en el adiestramiento con clicker no se usan castigos positivos, así que el collar o el arnés sólo te servirán como
herramientas de seguridad. Nunca los usarás para dar tirones o castigar en otra forma a tu perro. Por tanto, el collar debe ser un
collar regular para perros, o collar de hebilla. No usarás collares de ahorque o púas.
Si tu perro usa un arnés, también debe ser uno regular, no uno contra tirones. No usarás un arnés contra tirones para entrenar a tu perro, porque con este
método no necesitarás manipularlo físicamente.
Correa reglamentaria
Una correa reglamentaria es una correa de dos metros de largo. Las mejores son las de cuero porque lastiman menos
en caso que el perro jale. Sin embargo, es difícil conseguir una correa de cuero de buena calidad, y la mayoría se
desgastan muy rápido.
Si no puedes conseguir una correa de cuero de buena calidad, consigue una de nylon. Las correas de nylon pueden
lastimarte las manos si tu perro jala repentinamente, así que no son la mejor opción. Sin embargo, incluso las de mala
calidad suelen ser resistentes y duran mucho. Si eliges una correa de nylon, busca una gruesa y ancha porque lastiman
menos en caso que tu perro jale.
Al igual que el collar, la correa sólo te servirá como medida de seguridad. Sin embargo, ten por seguro que en algún momento tu perro jalará de la correa cuando
entrenes el ejercicio de "caminar sin jalar la correa". Entonces, asegúrate que tanto la correa como el collar sean resistentes.
Si no consigues una correa de dos metros, busca una con longitud similar. Puede ser un poco más larga o más corta.
Correa larga
La correa larga tiene cinco o más metros de longitud. Te servirá como medida de seguridad cuando empieces a practicar ejercicios a distancia en lugares
públicos. No la usarás para castigar a tu perro.
Con muchos perros no es necesaria la correa larga, pero proporciona una sensación de seguridad que ayuda mucho en el adiestramiento. Me atrevería a decir
que es un elemento más útil para tranquilizar al entrenador que para contener al perro.
No necesitas la correa larga para empezar a entrenar porque recién comenzarás a usarla cuando entrenes ejercicios a distancia en situaciones reales. Eso ocurre
en etapas avanzadas del adiestramiento.
Si no consigues una correa de cinco metros, puedes fabricar una con una cuerda. Sólo asegúrate que sea suficientemente gruesa para no lastimarte las manos si
necesitas sujetarla repentinamente.
Las correas extensibles son excelentes para pasear, pero no sirven para el adiestramiento porque siempre mantienen alguna tensión sobre el collar o el arnés.
No confundas la correa larga con las correas extensibles. La correa larga no es retráctil, es solamente una correa de cinco metros o más.
Comida en trocitos
La comida te servirá para reforzar las respuestas correctas de tu perro en las primeras etapas del adiestramiento. Para que sea efectiva, tiene que estar cortada
en trocitos pequeños, de tal manera que puedas realizar muchas repeticiones en cada sesión.
Si los trozos de comida son muy grandes, tu perro se llenará rápidamente y no podrás hacer muchas repeticiones. Además, la tasa de reforzamiento será baja
porque tu perro necesitará más tiempo para masticar y tragar.
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No existen reglas precisas sobre el tamaño en que debe estar cortada la comida, pero pedacitos del tamaño de una arveja funcionan bien con la mayoría de los
perros. En algunos casos quizás necesites usar pedazos más grandes al empezar las sesiones, pero eso lo aprenderás cuando veas cómo elegir los reforzadores.
Es importante que la comida que uses como reforzador sea algo muy agradable para tu perro. Con algunos perros puedes usar su comida regular o golosinas
comerciales para perros, pero con otros necesitarás carne cocida, salchichas, pollo cocido y otras comidas para humanos.
Nunca uses golosinas para humanos porque pueden ser muy dañinas para tu perro. Especialmente el chocolate, que es tóxico para los perros y en grandes
cantidades puede matarlos.
Juguetes para perros
Los juguetes son otros reforzadores muy efectivos. Aunque usarás comida para entrenar los primeros criterios de cada ejercicio, los juguetes te servirán para
variar los reforzadores, fortaleciendo aún más las respuestas de tu perro.
También te servirán para reducir la latencia (aumentar la velocidad de respuesta de tu perro) porque te permitirán llevar a tu perro a un estado de gran
entusiasmo.
Los juguetes más comunes en el adiestramiento canino son las pelotas, las cuerdas y los "chorizos" o mordientes. Los últimos son unos juguetes alargados que
sirven para jugar al tira y afloja con el perro.
Sin embargo, los juguetes que usarás para entrenar a tu perro serán aquellos que más le gusten a él. Debes asegurarte que sean lo suficientemente grandes
como para que no los pueda tragar, ya que eso puede ser muy peligroso. También debes asegurarte que no sean tóxicos.
Las pelotas de tenis son muy útiles y les gustan a la mayoría de los perros, pero debes cuidar que tu perro no las destroce porque podría tragarse los pedazos. El
mismo consejo vale para cualquier juguete de tu perro.
Bolsa o riñonera
También necesitarás una riñonera o bolsa que puedas sujetar a tu cinturón o ajustar alrededor de tu cintura. Esta bolsa
te servirá para guardar los pedacitos de comida durante las sesiones de adiestramiento, de forma que los tengas a
mano para dárselos a tu perro rápidamente.
Una riñonera funciona muy bien, pero también hay bolsitas especiales que venden en las tiendas para mascotas. Estas
bolsas se venden como "bolsas para recompensas".
Manta o cama para perros
Una mantita o una cama para perros te servirá para enseñarle a tu perro a ir a su cama. Es un elemento muy útil cuando quieres entrenar a tu perro para que se
quede en un sitio sin molestar.
Libreta y bolígrafo
Finalmente, necesitarás un cuadernito o una libreta y un bolígrafo. Este material te servirá para llevar el registro de las sesiones de adiestramiento.
También puedes usar un tablero de cartón prensado con un clip para sujetar las hojas. Yo uso uno de esos porque me resulta más cómodo imprimir los
formularios de registro, como el formulario de ejemplo de los planes de adiestramiento canino, en lugar de hacerlos a mano.
Equipo opcional para entrenar la obediencia canina
El equipo opcional no es necesario con la mayoría de los perros, pero puede ser muy útil en algunos casos. Aunque no es obligatorio, te puede facilitar el
entrenamiento de muchos ejercicios. Algunos de los elementos de este equipo son más útiles que otros, y algunos pueden parecerte completamente absurdos.
De todos modos te los indico porque pueden resultarte de utilidad.
El equipo opcional consiste en un clicker, una jaula de viajes, un palito u otro objeto diana, un arnés contra tirones y una filmadora.
Clicker
El clicker es una cajita plástica que tiene una lámina metálica. Cuando lo aprietas y sueltas, hace un doble sonido
"click-click".
Aunque el estilo de adiestramiento en que se basa este método se conoce como adiestramiento con clicker, el clicker
no es necesario. El clicker funciona como reforzador condicionado, así que puedes reemplazarlo por un click hecho
con tu lengua (pegas la lengua a tu paladar y la despegas rápidamente) o con una palabra corta y seca.
Podrías usar "Ok" o "Toma" en lugar del clicker. Si decides usar "Ok", asegúrate de no usar la orden "Aquí" para llamar
a tu perro porque las dos palabras pueden ser muy parecidas cuando las pronuncias rápidamente.
De todos modos, el clicker es una herramienta muy útil. Cuando se usa correctamente, permite un timing mucho más preciso. Por eso, si puedes consigue un
clicker. Te ayudará muchísimo en las etapas iniciales del adiestramiento.
Jaula de viajes o transportín
La jaula de viajes no es necesaria para los ejercicios de obediencia canina, pero puede servirte para complementar el ejercicio en el que tu perro se queda en un
lugar sin molestar. No reemplaza a la manta, pero puedes practicar el mismo ejercicio con la jaula de viajes. Así, tu perro se acostumbrará a estar en la jaula.
La jaula de viajes sí es necesaria para enseñarle a tu perro otras cosas. Por ejemplo, es muy útil para enseñarle a tu perro a hacer sus necesidades en un lugar
adecuado.
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Palo u otro objeto diana
El palo diana también se conoce como "target stick" y sirve para guiar a tu perro. Primero le tienes que enseñar el ejercicio "Toca", que consiste en que tu perro
toque con la nariz un extremo de ese palo.
Cuando tu perro conoce ese ejercicio, puedes usar el palo diana para guiarlo a diferentes posiciones y lugares, como si lo estuvieras guiando con comida.
También puedes usar otros objetos para este cometido, e incluso tu mano. Estos elementos son muy útiles para entrenar trucos y otros ejercicios, pero no son
necesarios para la obediencia básica.
Arnés contra tirones
Es un arnés o pechera que tiene adelante la argolla en la que se une la correa. Entonces, si tu perro jala la correa, se desequilibra y gira, quedando frente a ti.
Esto impide que jale la correa.
El arnés contra tirones te puede servir para que tu perro no jale la correa cuando lo sacas a pasear, pero no es una herramienta de adiestramiento. Si lo usas,
sólo será para pasear a tu perro temporalmente, hasta que él aprenda a caminar sin jalar la correa. No usarás este arnés en las sesiones de adiestramiento.
No pienses que un arnés normal puede convertirse en arnés contra tirones sólo con cambiar el lugar de la argolla. Los arneses contra tirones tienen un diseño
diferente y deben ajustarse correctamente para no lastimar la piel del perro, ya que su uso puede causar fricción en algunas zonas. Así que si quieres un arnés
contra tirones, compra uno diseñado específicamente para esta función.
Filmadora
Sí, éste es el elemento absurdo al que me refería antes. Una filmadora no es necesaria para entrenar a tu perro y puedes pensar que estoy loco por sugerirla,
pero la verdad es que puede ser muy útil.
Si tienes la posibilidad de filmar las sesiones de adiestramiento canino, hazlo. La mejor manera de comprobar que tu timing y la tasa de reforzamiento son
correctos, es viéndote entrenar. Y solamente podrás hacer eso si te filmas.
La filmadora no es necesaria para entrenar a tu perro, pero ayudará muchísimo en tu aprendizaje. Por supuesto, no es un elemento por el que debas
preocuparte. Si no tienes una filmadora... pues no la tienes y punto. Igual puedes entrenar a tu perro.
CÓMO USAR EL CLICKERComo ya viste en el equipo de adiestramiento canino, el clicker es una cajita que hace un sonido "click" cuando lo aprietas, y otro sonido "click"
cuando dejas de apretarlo.
Lo usarás para marcar las respuestas correctas de tu perro, iniciando el proceso de reforzamiento positivo. El momento en que suena el clicker,
termina la conducta que estaba realizando tu perro y él es libre de moverse a su antojo.
Entonces, el clicker te sirve tanto para marcar una respuesta correcta, como para iniciar el proceso de reforzamiento.
Para poder usar el clicker en el adiestramiento de tu perro, primero tienes que cargarlo. Es decir que tienes que
lograr que tu perro asocie el sonido "click" con cosas agradables, lo que conseguirás a través del condicionamiento
clásico. Si no haces esto, el click no tendrá ningún significado para tu perro.
Debes presentar un reforzador primario (comida, juguetes, etc.) después de cada click. No debes hacer click sin
presentar el reforzador primario, porque anularás la acción del clicker.
También ten en cuenta que el clicker está diseñado para que aprietes y sueltes. Entonces, cada vez que marques una
respuesta correcta de tu perro, el sonido será "click-click". Esa es la forma correcta de usar el clicker, así que no lo mantengas apretado para que suene una sola
vez.
¿Qué hago si no tengo un clicker?
El clicker es muy útil y por eso le dedico una página completa. Sin embargo, no es imprescindible. Si no tienes un clicker, lo puedes reemplazar
haciendo click con tu lengua o usando una palabra corta.
Para hacer click con tu lengua, sólo debes pegarla a tu paladar y despegarla rápidamente.
Si decides usar una palabra corta, debes elegir una que no uses frecuentemente. Además, debes pronunciarla rápidamente para que sea un buen
marcador. Algunas palabras útiles son: Ok, toma, si, k (ka).
El sonido que uses en lugar del click debe ser diferente de las órdenes de obediencia canina. Si usas "Ok", debes evitar usar la palabra "Aquí" para
llamar a tu perro. Si usas "k" (pronunciar la letra k), debes evitar usar "Acá" para llamar a tu perro. Si usas "si", debes evitar usar "Sit" para pedirle a tu perro que
se siente.
Ejemplo 1: Uso incorrecto del clicker
Algunos entrenadores tienen la idea de que el clicker es una especie de cajita mágica que funciona sin necesidad de darle comida o proporcionarle
juegos al perro.
Estos entrenadores tienen la costumbre de hacer click varias veces sin dar ningún reforzador. Entonces, en sus sesiones de adiestramiento se escucha
mucho "click-click-click-click-click", pero no se ve mucho reforzamiento.
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Al hacer esto, los entrenadores anulan el valor que tiene el clicker, ya que no les sirve para reforzar las conductas del perro. Además, se perjudican al
manejar una herramienta que no les sirve porque la emplean mal.
En el mejor de los casos, éste es un procedimiento inútil que molesta pero no daña el adiestramiento. En el peor de los casos, el adiestrador se
concentra en la herramienta más que en el adiestramiento y no progresa.
Ejemplo 2: Uso correcto del clicker
Le estás enseñando a tu perro a sentarse a la orden. Estás en la etapa inicial, así que el criterio de adiestramiento es que tu perro se siente sin
importar cómo lo haga. En otras palabras, sólo quieres que el trasero de tu perro toque el suelo.
Tu perro se sienta. En ese mismo instante haces click, y después del click le das a tu perro un pedacito de comida (el reforzador primario). No importa
si él se levanta después que has hecho click. El click ya marcó la respuesta que es reforzada.
Repites varias veces la secuencia y tu perro aprende a sentarse a la orden.
CÓMO ELEGIR LOS REFORZADORESEs muy común usar comida y/o juguetes para reforzar las respuestas del perro durante el adiestramiento. Sin embargo, debes tener en cuenta que la
utilidad de los reforzadores es relativa y no se puede afirmar que un reforzador funcionará para todos los perros o para todas las situaciones.
Esto significa que un reforzador puede funcionar muy bien para entrenar a un perro en una situación, pero es necesario un reforzador diferente para
entrenar en otras situaciones. También significa que un perro puede responder muy bien cuando se lo entrena con un reforzador particular, pero es necesario
usar otro reforzador para trabajar con otro perro en las mismas situaciones.
Los entrenadores que no comprenden esto afirman cosas como "la comida sólo sirve para entrenar a algunos perros", "los juguetes no sirven con
todos los perros" o "existen perros que no se motivan ni con comida ni con juguetes". Entonces, esos entrenadores apelan a los collares de ahorque, púas o
eléctricos, porque no son capaces de identificar los reforzadores apropiados para diferentes perros y diferentes situaciones.
Para no caer en el error de esos entrenadores, tienes que ser capaz de elegir los reforzadores apropiados para las diferentes sesiones de
adiestramiento canino.
Antes de elegir los reforzadores para entrenar a tu perro, debes conocer algunas características de los reforzadores positivos:
La comida es muy útil, pero no es el único reforzador existente en el adiestramiento canino.
Algo que funciona como reforzador en una situación, puede ser ignorado en otra situación.
Algo que resulta un excelente reforzador para un perro puede carecer de utilidad para entrenar a otro perro, o incluso puede ser un castigo. Por
ejemplo, las caricias funcionan como reforzadores para perros que las adoran, pero son una molestia para perros que no han aprendido a disfrutarlas.
Existen muchas cosas en la vida cotidiana que pueden competir con los reforzadores que normalmente usas. Por ejemplo, el juego con otros perros
suele ser un competidor muy poderoso de la comida y los juegos con humanos. Si manejas correctamente la situación, puedes aprovechar estos
competidores y usarlos como reforzadores para el adiestramiento de tu perro.
Puedes utilizar actividades cotidianas para reforzar la conducta de tu perro, tal como indica el principio de Premack. Por ejemplo, liberar a tu perro de
la correa para que vaya a jugar con otros perros, solamente si antes obedece alguna orden. En este caso, la libertad y el juego con otros perros serán
los reforzadores.
Algunos ejercicios de la obediencia canina y algunas conductas frecuentes de tu perro pueden convertirse en reforzadores muy poderosos.
Por tanto, tienes que identificar qué cosas motivan a tu perro en diferentes circunstancias. Quizás puedas usar comida regular para adiestrar a tu
perro en tu casa, pero tengas que usar comida especial para practicar los ejercicios en la calle. O quizás puedas usar el juego para adiestrar a tu perro en
presencia de otros perros.
Elige los reforzadores para entrenar a tu perro
A continuación tienes una lista de reforzadores que se usan frecuentemente y que pueden servirte para adiestrar a tu perro. Haz la prueba de usar
estas cosas en diferentes situaciones, antes de adiestrarlo. Luego, haz una lista de las cosas que más motivan a tu perro en cada situación. Por ejemplo, anota
"comida regular para entrenar en el jardín", "jugar con la pelota y trocitos de hígado para practicar en el parque", etc.
A medida que avances en el adiestramiento podrás variar los reforzadores y, gradualmente, eliminar los que te resulten incómodos (como la comida,
ya que no querrás cargar trocitos de comida a todas partes).
Comida
Salchicha, hígado seco congelado, carne cocida, pollo cocido, comida para gatos, comida para bebés, queso fundido, hamburguesas, queso, papas
fritas, comida para perros, golosinas para perros.
Ten en cuenta que cualquiera de estos reforzadores tiene que venir en tamaño pequeño, así que tendrás que cortar la comida que no cumpla con
esta característica. Generalmente funcionan bien los pedacitos de comida cortados del tamaño de una arveja, pero es bueno que hagas la prueba con pedazos
más grandes cuando empieces a introducir distracciones.
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El queso fundido y la comida para bebés se pueden usar untando un poquito en tu dedo y permitiendo a tu perro lamer el queso o la comida para
bebés.
La comida es normalmente uno de los mejores reforzadores, así que tómala muy en cuenta para adiestrar a tu perro.
Una nota de precaución
Por favor consulta con el veterinario antes de usar alguna comida poco común. Si el veterinario te dice que no es buena idea darle algo a tu perro,
entonces sigue su consejo y no arriesgues la salud de tu mejor amigo.
Recuerda que las golosinas para humanos pueden ser tóxicas para los perros. Especialmente el chocolate que puede ser fatal. Así que nunca uses
golosinas de humanos para entrenar a tu perro.
Juguetes
Pelotas de tenis, palos para lanzar (asegúrate que no tengan astillas), frisbees, cuerdas gruesas para jalar, juguetes de goma dura (pelotas, aros, etc.), pelotas de
fútbol y cualquier juguete para perros.
En algunas tiendas para mascotas puedes encontrar los "chorizos", que son juguetes alargados (de yute o bayeta) y sirven para jugar al tira y afloja con tu perro.
Estos juguetes son muy útiles ya que este juego le fascina a la mayoría de los perros, así que un "chorizo" te puede ser muy útil.
Asegúrate que los juguetes de tu perro sean resistentes y no se rompan con facilidad. Tu perro podría tragar los pedazos rotos y esto puede ser muy grave.
Actividades divertidas
Salir de la casa, entrar al auto, salir del auto, correr contigo, jugar con otros perros, jugar con algún objeto, subir al sillón o a la cama, etc.
Ten en cuenta que puedes usar cualquier actividad que le agrade a tu perro para reforzar las conductas adecuadas.
Ejercicios de la obediencia canina
Los ejercicios que más motiven a tu perro pueden servir como reforzadores de otras conductas. Por ejemplo, saltar sobre una valla podría ser un buen
reforzador para perfeccionar el "Junto". Por supuesto, la orden de liberación es un reforzador por excelencia.
Obviamente, estos reforzadores los podrás identificar y utilizar sólo después que se han convertido en ejercicios fluidos y precisos.
CÓMO USAR LOS REFORZADORES EN LA SESIÓN DE
ADIESTRAMIENTOSi bien los avances científicos son muy útiles e importantes para la humanidad, la aplicación de las teorías científicas en la vida cotidiana suele chocar
con interpretaciones equivocadas. Un claro ejemplo de esto es la creencia popular de que el hombre desciende del mono, cosa que jamás fue postulada por la
biología evolutiva.
Los principios del condicionamiento operante, y particularmente el reforzamiento positivo, sufren este mismo problema cuando son aplicados al
adiestramiento canino. Muchos adiestradores piensan que reforzamiento positivo es equivalente a guiar al perro con comida o juguetes. Algunos incluso llegan a
pensar que han descubierto algún fenómeno nuevo cuando logran que el perro haga algo alejándose de la comida o los juguetes.
Estas interpretaciones erróneas son dañinas para el adiestramiento canino, y especialmente para el adiestramiento en positivo, porque conducen a
entrenamientos incompletos, limitan la capacidad de aprendizaje del perro, limitan las estrategias con que cuenta el adiestrador y hacen pensar que es
necesario complementar el adiestramiento con castigos positivos.
El problema en esos casos está en que los reforzadores no se utilizan solamente para fortalecer las conductas deseadas, sino también como
antecedentes de dichas conductas. Entonces, se termina con perros que sólo responden fluidamente si tienen a la vista la comida o los juguetes.
El uso correcto de los reforzadores en el adiestramiento canino evita todos esos problemas y acelera el aprendizaje del perro. Por eso, siempre
debes tener presente que los reforzadores positivos sirven para aumentar la frecuencia de una conducta, y no deben ser usados como antecedentes de dicha
conducta.
En muchos ejercicios propuestos en esta web encontrarás procedimientos en los que guiarás a tu perro con comida, porque ésta es una estrategia
sencilla para conseguir algunos resultados rápidos. Sin embargo, debes asegurarte de no usar muchas veces la comida para guiar a tu perro, porque en ese caso
la comida actuará también como antecedente y te resultará difícil eliminarla después.
Si necesitas guiar a tu perro con comida para algún ejercicio, debes dejar de hacerlo en la primera sesión de adiestramiento o, como máximo, en la
segunda. Así estarás utilizando apropiadamente la comida como reforzador y no como antecedente. Recuerda que el reforzamiento positivo no significa que tu
perro debe perseguir un trozo de comida.
Por supuesto, usarás la comida para reforzar las respuestas correctas durante más sesiones, pero ya no la usarás para guiar a tu perro.
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Ejemplo 1: Uso incorrecto de los reforzadores en el adiestramiento de perros
Usas comida para enseñarle a tu perro a acudir al llamado. Cada vez que lo llamas le muestras un pedacito de pollo y él acude corriendo para que se
lo des.
Repites el mismo procedimiento cada vez que tu perro se aleja lo suficiente y, después de un tiempo, él aprende a acudir corriendo cada vez que lo
llamas con un pedazo de pollo en la mano.
Un buen día lo llamas sin tener el pollo en la mano y tu perro te mira como diciendo "¿Quieres que vaya y no me ofreces nada para comer? ¡Ja! Como
si no supieras que la orden correcta es con un pedacito de pollo en la mano."
Como cada vez que llamabas a tu perro le mostrabas el pedacito de pollo, esto ha actuado como antecedente y se ha convertido en parte de la orden
para acudir al llamado. Dado que los perros no generalizan las respuestas con facilidad, tanto tu lenguaje corporal como la presencia de comida en tu mano se
han convertido en parte de la señal para el llamado.
El uso incorrecto del reforzador te ha llevado a entrenar a tu perro para acudir al llamado sólo si además de la orden le muestras un pedacito de
comida.
Ejemplo 2: Uso correcto de los reforzadores en el adiestramiento de perros
Usas comida para enseñarle a tu perro a acudir al llamado, pero en lugar de mostrársela para que él acuda, haces un sonido que llame su atención.
Cuando él se acerca, haces click y recién en ese momento le presentas la comida.
Después de un par de sesiones introduces la orden y dejas de hacer el sonido que llama la atención de tu perro. Entonces, solamente haces click y das
la comida si tu perro se te acerca cuando lo llamas.
Repites el procedimiento varias veces hasta que tu perro es un experto en acudir a tu llamado. Y la gran ventaja es que no necesitas mostrarle comida
ni otras cosas para que acuda cuando lo llamas. Sólo necesitas la orden.
En este ejemplo has usado la comida como reforzador y no como antecedente de la conducta. Es el uso correcto del reforzador, ya que tu perro no
aprende a acudir al llamado por seguir un pedazo de comida, sino porque ha operado el principio del reforzamiento positivo.
LAS ÓRDENES O SEÑALESLas órdenes, señales o comandos del adiestramiento canino son los eventos que anteceden a determinadas conductas de los perros.
Las órdenes más evidentes del adiestramiento canino son las palabras y los gestos realizados con la mano, pero no son las únicas. Puesto que las
órdenes no son más que antecedentes de la conducta, muchas otras cosas pueden formar parte de ellas.
Quizás conozcas perros que solamente responden a las órdenes adentro de la casa, pero no en la calle. Para esos perros, el ambiente forma parte de
las órdenes.
O quizás conozcas perros que saltan sobre sus propietarios cuando éstos llegan a casa, pero no en otros momentos. Para estos perros, la llegada de la
persona a la casa se ha convertido en una señal para saltar sobre la gente.
Órdenes, señales y comandos en el adiestramiento con clicker
En el adiestramiento con clicker se prefiere el término "señal" en lugar de orden o comando, porque el primero es más apropiado para referirse a los
antecedentes de la conducta y no hace alusión a la supuesta relación de dominancia/subordinación entre propietario y perro.
Sin embargo, en esta web usaré "orden" cuando me refiera a los ejercicios de obediencia canina, porque éste es un término más frecuente. Usaré
"señal" cuando me refiera a los antecedentes no verbales, tales como gestos, elementos del ambiente y otros.
Para que una orden de obediencia canina sea efectiva, tiene que ser el estímulo que controla la conducta deseada.
Características de las órdenes del adiestramiento canino
Para evitar la confusión de tu perro, las órdenes que usas deben ser diferentes entre sí. Cuando son órdenes verbales, los sonidos deben ser
claramente diferentes para cada una de ellas, de tal forma que tu perro no interprete erróneamente lo que le estás pidiendo.
Es muy útil que elijas palabras con sonidos diferentes para cada orden y, de preferencia, que tengan terminaciones diferentes. Esta es una de las
razones por las que muchos adiestradores prefieren utilizar órdenes clásicas del adiestramiento canino, que ya están estandarizadas.
Además, es importante que las órdenes que uses para entrenar a tu perro sean muy diferentes del reforzador condicionado. Si usas un clicker o haces
click con la lengua no tendrás problema, pero si usas una palabra corta debes cuidarte de no elegir alguna orden que suene parecida a esa palabra. Por ejemplo,
no es buena idea usar la palabra "Aquí" para llamar a tu perro si usas "Ok" como reforzador condicionado.
Cuando uses señales hechas con la mano, también es importante que sean claramente distintas entre sí. En este caso, la ventaja es para ti más que
para tu perro porque los animales son muy buenos para "leer" señales sutiles que nosotros no apreciamos con facilidad.
Es por eso que también es importante que evites, en la medida de lo posible, usar el lenguaje corporal. Si te acostumbras a usar mucho el lenguaje
corporal durante el adiestramiento de tu perro, es muy fácil que no percibas las señales sutiles que estás incluyendo inconscientemente en las órdenes.
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En definitiva, usa órdenes y señales claras y bien diferenciadas.
Cuándo y cómo usar las órdenes de adiestramiento
En este método de adiestramiento canino no usarás las órdenes hasta que tu perro ofrezca la conducta apropiada frecuentemente. Esto te puede
resultar un poco confuso, pero es una de las claves del adiestramiento con clicker. Al leer sobre las etapas del adiestramiento canino aprenderás cuándo debes
empezar a usar la orden para cada ejercicio.
Debes usar un tono de voz normal para dar las órdenes verbales. No necesitas gritar ni usar un tono autoritario porque eso no trae ningún beneficio
adicional. Al contrario, es más útil usar un tono normal para no tener que andar gritando todas las veces que le pides algo a tu perro.
Además, debes dar la orden una sola vez. Si repites las órdenes le estarás enseñando a tu perro que debe esperar antes de responder a lo que le
pides. Por ejemplo, si dices "Sentado, sentado... ¡Sentado!", tu perro aprenderá que debe esperar el tercer "Sentado" para sentarse.
Ejemplo 1: Elección incorrecta de órdenes en el adiestramiento canino
Uno de los nombres de perros que no se aconseja es "Moe" porque cuando se pronuncia rápidamente suena muy parecido a la palabra "No".
Como a la mayoría de la gente le sale un "No" desde el alma cada vez que su perro hace algo malo, el perro que se llama "Moe" termina asociando su nombre
con un castigo.
Ten presente que el nombre de tu perro es una orden más del adiestramiento canino.
Ejemplo 2: Elección correcta de órdenes en el adiestramiento canino
Javier, un amigo y colega, entrenó a Úrsula, su pitbull, para realizar varios ejercicios de la obediencia básica. Para enseñarle a Úrsula a sentarse a la
orden, usó la palabra "Sentada". La palabra "Echada" no es igual, pero tiene la misma terminación. Por tanto, para enseñarle a Úrsula a echarse a la orden, usó la
palabra inglesa "Lay".
De esta forma, las dos órdenes no pueden ser confundidas accidentalmente por Úrsula.
ETAPAS DEL ADIESTRAMIENTOLas etapas del adiestramiento canino que te presento aquí, son las fases por las que atraviesa un ejercicio de obediencia desde el inicio de su
aprendizaje hasta que está consolidado como un hábito más de tu perro.
Estas etapas varían de acuerdo con el método que se emplea. Por tanto, las etapas de adiestramiento que encuentras aquí, corresponden a mi
método particular de entrenar y pueden diferir de las que emplean otros adiestradores, ya sea que practiquen el adiestramiento con clicker o el adiestramiento
tradicional.
Algunos ejercicios de obediencia canina atraviesan todas estas etapas, mientras que otros sólo requieren de algunas. De todos modos, las 12 etapas
del adiestramiento canino que yo tomo en cuenta son:
1. Conseguir la conducta básica
Lo primero que debes hacer para enseñarle a tu perro un nuevo ejercicio de obediencia es conseguir la conducta básica. En esta etapa no te interesa conseguir
la conducta perfecta, sino solamente un bosquejo general del resultado final.
Por ejemplo, al entrenar a tu perro para sentarse a la orden, la primera etapa sólo consiste en que su trasero toque el suelo. Ésta es la conducta básica y no
necesita ser precisa ni rápida ni elegante.
2. Perfeccionar la conducta
En esta segunda etapa buscas pulir la conducta básica para que se aproxime lo más posible al resultado final que deseas. Al perfeccionar la conducta buscas
precisión.
Por ejemplo, ya conseguiste que tu perro se siente (la conducta básica) y en esta etapa buscas que lo haga derecho y cuadrado; es decir, distribuyendo su peso
equitativamente (la conducta perfeccionada).
3. Generalización inicial de la conducta
Una vez que consigues una conducta lo más aproximada a la que deseas, debes conseguir que tu perro la realice aunque tu posición y ubicación cambien. De
esta forma, empiezas a generalizar dicha conducta y evitas que el lenguaje corporal y las variables ambientales se conviertan en eventos antecedentes.
Por ejemplo, ya conseguiste que tu perro se siente derecho y cuadrado frente a ti. En esta etapa debes conseguir que lo haga aunque tú estés de lado, mirando
hacia el techo, sentado, trotando en tu posición, saltando, etc. También debes conseguir que tu perro se siente aunque tu ubicación dentro del lugar de
adiestramiento cambie (en una esquina, en el centro, etc.).
4. Introducir la orden
Las tres etapas anteriores las llevas a cabo sin utilizar ninguna orden de adiestramiento canino. Es recién en la etapa cuatro que introduces la orden.
En esta etapa consigues que tu perro realice la conducta que venías entrenando, sólo si se lo pides. En otras palabras, refuerzas la conducta cuando ocurre
después de la orden pero extingues las conductas que ocurren sin orden.
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Por ejemplo, al empezar a usar la orden para que tu perro se siente, sólo refuerzas aquellas repeticiones en que lo hace después de la orden. Todas las
repeticiones en que tu perro se sienta sin la orden, son repeticiones fallidas y no las debes reforzar. Cuando has conseguido introducir la orden, tu perro se
sentará cuando la escucha, pero no en otros momentos de la sesión de adiestramiento canino.
5. Perfeccionar la respuesta
En la segunda etapa perfeccionaste la conducta lo más que pudiste. Sin embargo, esa conducta no era la respuesta a una orden tuya, por lo que ahora te toca
perfeccionar la respuesta.
Para perfeccionar la respuesta de tu perro tienes que conseguir que realice el ejercicio con la mayor velocidad (menor latencia después de la orden) y mayor
precisión posibles. También debes conseguir que tu perro responda a la orden aunque estés mirando en otra dirección, estés sentado, saltando, trotando sobre
tu sitio, moviendo los brazos, etc. Y que lo haga aunque estés en diferentes ubicaciones del lugar de adiestramiento.
Esta etapa viene a ser como poner junto todo el adiestramiento de las etapas dos, tres y cuatro.
Por ejemplo, tu perro ya sabe sentarse a la orden pero tarda en hacerlo. Es decir que la latencia de la respuesta es alta. Es en esta etapa que te concentrarás en
reducir la latencia (aumentar la velocidad de respuesta). En las etapas anteriores todavía no has completado suficientes criterios de adiestramiento para reducir
la latencia.
Ten en cuenta que después de haber entrenado un ejercicio puedes necesitar volver a esta quinta etapa de adiestramiento para mejorarlo o arreglarlo si se
hubiese deteriorado.
6. Eliminar el clicker y los reforzadores primarios de la escena
Ésta es la etapa en que retiras el clicker y los reforzadores primarios de la escena de adiestramiento. Todavía seguirás usando reforzadores para continuar y
mantener el adiestramiento de tu perro, pero en esta etapa debes hacer que ya no formen parte de la escena de adiestramiento para evitar que se consoliden
como antecedentes de las respuestas de tu perro.
También es en esta etapa que empezarás a usar la orden de liberación como reforzador condicionado.
Por ejemplo, dejas unos cuantos pedacitos de comida sobre una mesa un poco distante y empiezas la sesión de adiestramiento canino sin tener el clicker en tu
mano. Le pides a tu perro que se siente y cuando él lo hace, dices la orden de liberación y corres hasta la mesa para darle un pedazo de comida a tu perro.
Ten en cuenta que necesitarás volver a usar el clicker y los reforzadores primarios cuando levantes los criterios, y especialmente cuando aumentes distracciones
intensas. Por tanto, esta etapa puede repetirse varias veces durante el adiestramiento de cada ejercicio.
7. Aumentar la duración
Esta etapa consiste en aumentar el tiempo que tu perro permanece haciendo algo que le has pedido. Por ejemplo, se queda sentado por un minuto.
No es necesario aumentar la duración para todos los ejercicios de obediencia canina, pero sí para algunos. Ejercicios como acudir al llamado no tienen duración.
Ejercicios como sentarse a la orden o caminar sin jalar la correa, requieren aumentar la duración de forma gradual.
Esta etapa también se repite varias veces durante el entrenamiento de cada ejercicio en que necesites aumentar la duración. Primero debes aumentar la
duración hasta un tiempo determinado y luego continuar con otras etapas como aumentar distracciones ligeras o aumentar un poco la distancia. Luego vuelves
a aumentar la duración un poco más y así sucesivamente hasta que alcanzas el ejercicio final tal como lo deseas.
8. Aumentar distracciones
Esta es una de las etapas más importantes y quizás la más difícil. Consiste en lograr que tu perro responda a las órdenes aunque existan distracciones en el lugar.
Por ejemplo, tu perro responde a la orden "Sentado" en un parque público, aunque haya otros perros y gente caminando por ese lugar.
Debes aumentar las distracciones de forma gradual, empezando por las más ligeras hasta llegar a las más intensas. La generalización inicial de la conducta, en la
tercera etapa, es una forma de introducir distracciones muy ligeras.
Esta etapa también incluye el adiestramiento en diferentes lugares que pueden ser por sí mismos una distracción para tu perro.
Al igual que el aumento de la duración, esta etapa también ocurre varias veces durante el adiestramiento de tu perro.
9. Aumentar la distancia
Consiste en conseguir que tu perro responda a tus órdenes aunque estés lejos de él. Por ejemplo, que tu perro se eche cuando se lo ordenas, aunque estés a 20
metros de distancia.
Es una etapa sencilla pero requiere paciencia. Es necesario intercalarla con el aumento de duración y de distracciones (pero no todo junto), por lo que esta etapa
también se repite durante el entrenamiento de cada ejercicio.
10. Discriminación y control por el estímulo
Esta etapa en realidad comienza cuando introduces la orden. Es ahí cuando tu perro empieza a discriminar entre los estímulos que conducen a respuestas que
serán reforzadas y los estímulos que no conducen al reforzamiento.
La discriminación y el control por el estímulo ocurren en todas las etapas desde que introduces la orden, pero es bueno que además trabajes sobre estos
criterios de forma específica.
En esta etapa debes conseguir que tu perro diferencie claramente las órdenes. Por ejemplo, en una sesión puedes pedirle a tu perro que se siente, se eche, se
levante y acuda al llamado. Él debe realizar todos esos ejercicios de acuerdo con lo que le pides y no confundir las órdenes.
11. Transferencia del adiestramiento a la vida cotidiana
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Esta etapa es una transición en la que empiezas a usar en la vida cotidiana todo lo que le enseñaste a tu perro en las sesiones de adiestramiento formal.
En esta etapa sigues llevando a cabo sesiones formales de adiestramiento canino, pero las combinas con prácticas informales en situaciones cotidianas. También
empiezas a utilizar reforzadores de la vida cotidiana en lugar de pedacitos de comida y juguetes. Por ejemplo, antes de abrir la puerta para ir a pasear con tu
perro, le pides que se siente. Si responde correctamente, abres la puerta y salen. Si no responde correctamente, no hay paseo.
En esta etapa tu perro aprenderá que desobedecer tiene consecuencias desagradables. Sin embargo, no es necesario usar el castigo positivo. Cuando sea
necesario harás uso del castigo negativo, pero es probable que no lo necesites mucho porque los ejercicios de obediencia serán sólidos.
12. Consolidación de hábitos
Esta es la etapa en que la obediencia se convierte en un hábito de tu perro. Algunas conductas se automatizan y otras adquieren propiedades reforzadoras.
Entonces, ya no necesitas reforzar las respuestas correctas de tu perro más que ocasionalmente.
Esta etapa toma tiempo y no esperes alcanzarla sólo con seis semanas de un curso de adiestramiento canino. Dependiendo del ejercicio y de las características
de tu perro, puede tomarte meses o incluso algunos años llegar hasta este punto.
Ten presente que el adiestramiento es una actividad de por vida y no debes pensar que una vez que tu perro alcanzó cierto nivel puedes dejar de mantener la
obediencia. La buena noticia es que cuando alcanzas esta última etapa, el mantenimiento de la obediencia canina es prácticamente automático porque las
conductas están muy bien establecidas.
ESTRATEGIAS PARA ENTRENAR NUEVAS CONDUCTASEntrenar nuevas conductas es una frase que puede causar confusión. Al entrenar muchos ejercicios básicos de la obediencia canina, en realidad
estarás enseñándole a tu perro a ejecutar a la orden conductas que ya conoce.
Por ejemplo, no le enseñarás a tu perro a sentarse. Él ya sabe hacerlo. Sí le enseñarás a sentarse a la orden, que es algo que todavía no sabe. Por esta
razón, algunos adiestradores prefieren hablar del entrenamiento de nuevos ejercicios o nuevas respuestas en lugar de nuevas conductas.
Sin embargo, en algunos casos sí entrenarás nuevas conductas en tu perro. Por ejemplo, puede ser que tu perro no sepa ignorar un pedazo de comida
que cae al suelo. Ésta es una conducta que entrenarás, y forma parte de un ejercicio de la obediencia canina.
O puede ser que tu perro nunca te haya mirado fijamente a los ojos porque no se anima a hacerlo. Mirarte fijamente a los ojos es otra conducta que
entrenarás en tu perro, y que forma parte del ejercicio en que le enseñas su nombre.
Por tanto, creo que es más acertado hablar del entrenamiento de nuevas conductas y no sólo de ejercicios.
Como viste en los principios del adiestramiento canino, para entrenar nuevas conductas tienes que usar los principios del condicionamiento operante,
y principalmente el reforzamiento positivo.
Sin embargo, para poder reforzar las conductas que quieres entrenar, primero debes conseguir que tu perro las realice. Existen siete estrategias
generales para conseguir que un perro realice alguna conducta en particular: atracción, captura, targeting, moldeado, creación de cadenas de conductas,
modelado y modelación.
1. Atracción
La atracción también se conoce como "guía con señuelo" y consiste en guiar a tu perro con alguna cosa que le interesa, hasta que realiza la conducta deseada.
Por ejemplo, acercas un pedacito de comida a la nariz de tu perro y luego mueves tu mano lentamente por encima de su cabeza, y un poco hacia atrás. Tu perro,
al seguir la comida, se sienta. Mediante la atracción has conseguido que tu perro se siente, y has logrado el primer paso del adiestramiento para que se siente a
la orden.
La atracción es una estrategia muy frecuente en el adiestramiento de perros porque permite obtener resultados fácilmente y con rapidez. Sin embargo,
recuerda que el uso correcto de los reforzadores exige que éstos no se conviertan en antecedentes de la conducta.
Por tanto, si usas la atracción para conseguir una conducta de tu perro, debes hacerlo muy pocas veces y eliminar esta guía en la primera o segunda sesión de
adiestramiento canino.
Ten en cuenta que esta estrategia es muy útil para conductas simples, pero no sirve para conductas complejas.
2. Captura
La captura es la estrategia más sencilla, pero la que más paciencia requiere. Consiste en esperar a que tu perro realice voluntariamente la conducta deseada y
reforzar dicha conducta.
Por ejemplo, sujetas un pedacito de comida en tu mano y esperas a que tu perro se siente. No haces nada más, sólo ignoras a tu perro. En el momento en que él
se sienta por voluntad propia, haces click y le das la comida. Has capturado la conducta de sentarse.
La captura es una estrategia sencilla y que funciona muy bien con algunas conductas simples. Como no necesitas guiar a tu perro con comida o juguetes, esta
estrategia te permite mantener el reforzador fuera de la vista durante las sesiones de adiestramiento.
Esta estrategia, sin embargo, no sirve para entrenar conductas complejas porque podrías esperar toda la vida y tu perro no las ofrecería. Es una estrategia que
requiere paciencia.
3. Targeting
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El targeting es una variante de la atracción y consiste en enseñarle a tu perro a tocar un objeto y luego usar ese objeto para guiar a tu perro hasta la conducta
deseada.
Por ejemplo, le enseñas a tu perro a tocar con su nariz un disco de papel (o la tapa de un frasco de café). Cuando tu perro ya sabe hacer eso, pegas el disco en la
puerta y le pides a tu perro que lo toque. Tu perro toca el disco y, al hacerlo, cierra la puerta. Has usado el targeting para conseguir que tu perro cierre la puerta.
El targeting es muy utilizado para trabajar con perros y otros animales actores. Los animales son entrenados para tocar con la nariz un palo (el "targeting stick" o
palo diana), tocar con las patas delanteras algún disco u otro objeto, tocar con las patas traseras algún objeto diana, etc. Entonces, los adiestradores pueden
acomodar fácilmente a sus animales en distintas ubicaciones y posiciones para las filmaciones o sesiones fotográficas. Por ejemplo, si el perro debe ubicarse en
un lugar específico de la escena, simplemente se pone un objeto diana en ese lugar y se enseña al perro a pararse sobre ese objeto.
Esta estrategia es muy útil para acomodar fácilmente a tu perro en diferentes posiciones, sin necesidad de que siga un pedazo de comida o un juguete. Tiene un
sinfín de aplicaciones en el adiestramiento de trucos, pero no es tan necesaria para entrenar la obediencia canina básica.
4. Moldeado
El moldeado consiste en reforzar aproximaciones sucesivas a la conducta final. Por ejemplo, para conseguir que tu perro se eche puedes hacer click y darle un
pedacito de comida cuando mira hacia el suelo. Luego, haces click y le das la comida cuando baja la cabeza. Luego, cuando agacha un poco los hombros. Luego,
cuando toca el suelo con su pecho. Y así sucesivamente hasta que se echa.
El moldeado es una de las estrategias más divertidas y desafiantes para conseguir conductas nuevas. Te permite entrenar casi cualquier cosa, pero no es
recomendable para entrenar conductas simples que puedes conseguir mediante la atracción o la captura.
5. Modelado
Consiste en manipular físicamente a tu perro para conseguir la conducta deseada. Por ejemplo, haces una presión sobre sus cuartos traseros hasta que se sienta.
Entonces, has empleado el modelado para lograr que tu perro se siente.
Otra forma de emplear el modelado consiste en preparar las situaciones de adiestramiento en forma tal que tu perro se vea forzado a realizar ciertas conductas.
Por ejemplo, algunos entrenadores empiezan a entrenar el "Junto" caminando cerca de una pared, manteniendo al perro con la correa entre ellos y la pared. El
perro se ve forzado a caminar al lado o atrás del entrenador porque la correa y la pared le impiden separarse.
El modelado es una estrategia común en el adiestramiento canino tradicional, pero es casi inexistente en el adiestramiento con clicker.
6. Creación de cadenas de conductas
El encadenamiento de conductas consiste en unir varias conductas simples en una secuencia ordenada, para conseguir una conducta final más compleja.
Por ejemplo, para enseñarle a tu perro el llamado formal (para competencias), tienes que enseñarle a acudir a tu llamado y a sentarse frente a ti. Estas dos
conductas se entrenan por separado y luego se encadenan, de tal forma que tu perro se sienta frente a ti cada vez que acude al llamado.
Esta estrategia es muy útil para conseguir conductas complejas, pero no tiene mayor utilidad en el caso de conductas simples.
7. Modelación
La modelación es la imitación. Por ejemplo, un perro acude al llamado porque vio que eso le permitió conseguir comida a otro perro.
La modelación no tiene utilidad en el adiestramiento de perros porque involucra muchas variables que no pueden ser controladas por el adiestrador.
La modelación es cuestionada por muchos científicos que no creen que los perros tengan esta capacidad de abstracción, y es apoyada por otros científicos que
consideran que los perros son más inteligentes de lo que se cree normalmente.
Aunque no tengo evidencias científicas de la modelación, estoy convencido de que los perros son capaces de imitar, por lo menos a sus congéneres, porque es
algo que he visto en miles de perros callejeros. De todos modos, esta estrategia no tiene utilidad en el adiestramiento de perros y te la menciono solamente
porque es posible que la reconozcas como parte del aprendizaje natural de tu perro.
Quizás algún día se desarrolle un procedimiento sistematizado para emplear la modelación en el adiestramiento de perros. Quién sabe.
ESTRATEGIAS PARA ELIMINAR MALOS HÁBITOSTodos los animales desarrollan a lo largo de su vida, patrones de conducta fuertemente arraigados. Estos patrones conductuales son los hábitos.
Los malos hábitos son los principales problemas de comportamiento de los perros , y por eso es importante conocer las estrategias útiles para
eliminar estos malos hábitos.
En el adiestramiento tradicional se emplean los castigos para eliminar malos hábitos del perro. Sin embargo, tanto los castigos positivos como los
castigos negativos pueden llevar a que los malos hábitos sean reemplazados por otras conductas inapropiadas. Es por eso que los castigos no deben ser la
primera opción para eliminar los malos hábitos de tu perro.
Sí usarás el castigo negativo como parte del adiestramiento, pero no para eliminar malos hábitos de tu perro, sino para hacerle saber que la
desobediencia tiene consecuencias desagradables.
Las estrategias que tienes a disposición para eliminar los malos hábitos de tu perro son: extinción, desensibilización sistemática,
contracondicionamiento, adiestramiento de conductas incompatibles, perfeccionamiento de la conducta inapropiada, modificar el ambiente, y proporcionarle a
tu perro suficiente ejercicio y compañía.
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1. Extinción
La extinción de la conducta consiste en dejar de reforzar conductas que antes eran reforzadas, hasta que éstas desaparecen.
Recuerda que la extinción es útil en algunos casos pero no en todos y que requiere de paciencia.
2. Desensibilización sistemática
La desensibilización sistemática consiste en acostumbrar a tu perro gradualmente a ciertos estímulos ambientales.
La desensibilización te servirá para introducir y aumentar algunas distracciones durante el adiestramiento de tu perro, y para transferir el adiestramiento a
situaciones de la vida real. También te será de utilidad para que tu perro se acostumbre al sonido del clicker, si es que ese sonido lo asusta.
3. Contracondicionamiento
El contracondicionamiento te sirve para revertir una conducta inapropiada creada por condicionamiento clásico. Por ejemplo, si tu perro se asusta de otros
perros porque tuvo algún encuentro violento con un congénere cuando era cachorro, puedes hacer que cada vez que se acerca otro perro, ocurran cosas buenas
para el tuyo.
Habrás contracondicionado la respuesta negativa (el temor) cuando tu perro se sienta cómodo, o incluso feliz, con la presencia de otros perros.
4. Adiestramiento de conductas incompatibles
Entrenar conductas incompatibles es una estrategia genial y muy efectiva para eliminar malos hábitos de tu perro. Consiste en entrenar a tu perro para ejecutar
conductas que no puede hacer al mismo tiempo que la conducta inapropiada.
Por ejemplo, si tu perro salta sobre las personas puedes entrenarlo para que se siente cada vez que saluda a alguien. Como no puede sentarse y saltar al mismo
tiempo, tendrá que elegir una de esas dos conductas. Si el adiestramiento para sentarse es sólido, la conducta incompatible será la que predomine y habrás
eliminado el mal hábito de saltar.
5. Perfeccionamiento de la conducta inapropiada
Esta estrategia consiste en entrenar la conducta inapropiada para que ocurra (no para eliminarla) y ponerla bajo el control de un estímulo determinado. Este
estímulo es una orden o una señal que tú elijas.
Una vez que la conducta inapropiada está bajo el control de la orden, solamente ocurrirá cuando des esa orden.
Esta estrategia parece incoherente pero funciona muy bien en algunos casos. Sin embargo, no es de utilidad para la mayoría de los malos hábitos porque es
necesario mantener un control constante sobre el perro, cosa que no siempre es posible.
Perfeccionar la conducta inapropiada no debe ser tu primera opción para eliminar un mal hábito de tu perro, porque es una estrategia que puede salir mal si no
tienes experiencia con ella. En todo caso, considérala como el último recurso. Adiestrar conductas incompatibles es una estrategia más fácil de llevar a cabo
exitosamente.
6. Modificar el ambiente para eliminar malos hábitos del perro
Esta es la forma más sencilla de eliminar un mal hábito de tu perro, pero no siempre estarás dispuesto a realizarla. No es una estrategia de adiestramiento
canino, sino una estrategia de manejo del perro. Consiste en retirar los elementos ambientales que causan el mal comportamiento.
Por ejemplo, si tu perro ladra por las noches cuando duerme en el jardín, pero no lo hace cuando duerme dentro de tu casa, puedes permitirle dormir adentro.
Con un simple cambio del ambiente habrás eliminado un hábito muy molesto.
Por supuesto, esta estrategia no es la mejor porque no le enseña nada a tu perro y no puedes cambiar todo en tu vida sólo para que tu perro no moleste. De
hecho, es muy probable que no quieras cambiar nada, excepto la conducta de tu perro.
Sin embargo, en muchos casos es necesario modificar temporalmente el ambiente, mientras le enseñas a tu perro a comportarse con educación. Por ejemplo,
puedes usar la correa para controlar a tu perro cada vez que llegan visitas, hasta que él aprenda a no saltar sobre las personas. Una vez que él aprende a saludar
correctamente ya no necesitas usar la correa cuando tienes visitantes.
También ten en cuenta que en muchos casos resulta más fácil, cómodo, barato y efectivo modificar el ambiente permanentemente. Una familia que conozco
descubrió que la mejor manera de evitar que sus dos perros suban a los sillones era comprando dos camas para perros. Al parecer los perros se sentían
incómodos echándose sobre el suelo de parquet y sólo necesitaban un lugar cómodo, aunque no fueran los sillones. En lugar de invertir su tiempo entrenando y
controlando a sus perros, o su dinero en contratar un adiestrador profesional, esta familia encontró una solución fácil e inmediata.
Así que antes de pensar en procedimientos complejos para eliminar un mal hábito de tu perro, piensa si no es mejor hacer algún cambio que elimine esos
hábitos.
7. Proporciónale suficiente ejercicio y compañía a tu perro
Una frase clásica de la gente de perros es "un perro cansado es un perro bueno". Si tu perro no recibe suficiente ejercicio físico y mental, nunca se comportará
apropiadamente. Siempre tendrá energía excesiva que necesitará liberar en alguna forma.
Aunque ésta no es una estrategia de adiestramiento, es una estrategia imprescindible para convivir armoniosamente con cualquier perro. Asegúrate de darle a
tu perro suficiente ejercicio y compañía, y verás que sus malas conductas se reducen casi de inmediato.
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OBEDIENCIA CANINALa obediencia canina consiste en adiestrar perros para que hagan ciertos ejercicios cuando se les da la señal u orden correspondiente. A veces se confunde
obediencia canina con adiestramiento canino porque la primera es la forma más común de adiestramiento. Sin embargo, no son sinónimos, sino que la
obediencia es una parte del adiestramiento.
En los artículos que encontrarás aquí, aprenderás cómo entrenar a tu perro o cachorro para realizar diferentes ejercicios de obediencia. Algunos de los ejercicios
de obediencia más comunes son: sentado, echado, acudir al llamado y caminar sin jalar la correa.
Obediencia canina para la vida cotidiana
Existen diferentes exigencias para el adiestramiento en obediencia según cuál es el objetivo que se persigue. Es decir que el adiestramiento en obediencia canina
será diferente si se entrenan perros que realizan trabajos en la vida real (perros de búsqueda y rescate, perros de policía, etc.), perros deportivos (schutzhund,
agility, etc.) o perros mascota.
La obediencia que se entrena en perros de trabajo real y en perros deportivos cuenta con algunos ejercicios que no son útiles en la vida cotidiana de un perro
mascota. Por ejemplo, el ejercicio de caminar junto al guía en schutzhund y en obediencia deportiva exige, entre otras cosas, que el perro vaya con el hombro
derecho a la altura de la pierna izquierda de su guía. Ese ejercicio resulta muy vistoso, pero es inútil para sacar a pasear al perro porque no le da mucha libertad.
Para perros mascota, es mejor entrenar el ejercicio de caminar sin jalar la correa, que permite al perro disfrutar los paseos con cierta libertad.
Aquí encontrarás los ejercicios de obediencia canina que son útiles para la vida cotidiana de un perro mascota. Saber cómo se entrenan también te ayudará si
quieres participar en deportes caninos, pero en ese caso es probable que necesites aumentar algunos criterios de adiestramiento relacionados con la precisión,
velocidad y otras exigencias deportivas.
Existen muchas maneras válidas de entrenar los ejercicios de obediencia canina, pero las técnicas que encontrarás aquí corresponden al adiestramiento con
clicker porque es sencillo, eficaz y evita la violencia contra el perro. Por la misma razón, puedes usar estas técnicas con cachorros al igual que con perros adultos
de cualquier edad y raza. Sólo ten en cuenta que los cachorros no tienen la misma capacidad de atención que los adultos, y que los más jóvenes no tienen buena
coordinación.
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OBEDIENCIA CANINA: CARGAR EL CLICKEREl clicker es una cajita plástica con una lámina metálica que hace un doble sonido "click-click" cuando lo aprietas, y es parte del equipo de adiestramiento canino.
Antes de empezar a entrenar a tu perro en obediencia canina, tienes que cargar el clicker. Cargar el clicker consiste en hacer que tu perro asocie el sonido de
este dispositivo (el click) con cosas agradables. Conseguirás esto mediante el condicionamiento clásico, asociando el click con comida.
Una vez que has cargado el clicker, el click que éste produce se convierte en un reforzador condicionado que te permitirá comunicarte con tu perro. Por tanto,
cuando hayas cargado el clicker, lo usarás para indicarle a tu perro qué conductas son las correctas.
Ten en cuenta que sólo es necesario cargar el clicker una vez. No necesitas hacerlo en cada sesión de adiestramiento canino, sino solamente una vez.
El procedimiento para cargar el clicker
Antes de empezar
"Hacer click" significa que hagas sonar el clicker, o que hagas el sonido que hayas decidido usar como reforzador condicionado.
El procedimiento para cargar el clicker es el siguiente:
1. Estás con tu perro suelto (sin correa) en un lugar tranquilo. Este lugar puede ser el baño, la cocina o cualquier espacio cerrado en que no existan distracciones
de ningún tipo. Además, tienes la riñonera en tu cintura y varios pedacitos de comida apetitosa dentro de ella. La comida puede ser salchicha, carne cocida, pollo
cocido, o cualquier cosa que le gusta a tu perro, y debe estar cortada en pedacitos pequeños (aproximadamente del tamaño de una arveja o un poquito más
grande).
2. Tomas un pedacito de comida en una mano y en la otra sujetas el clicker. Haces click e inmediatamente después le das un pedacito de comida a tu perro.
Puedes darle la comida desde tu mano o lanzarla al suelo, pero debes hacerlo inmediatamente después del click.
Asegúrate de no llevar la comida a la boca de tu perro mientras haces click. Primero el click y luego recién tomas la comida para dársela a tu perro. Es bueno
que, en lo posible, evites hacer movimientos mientras haces click, porque tu perro empezará a asociar esos movimientos con la presencia de comida.
3. Tomas otro pedacito de comida y repites el procedimiento. Asegúrate de repetir el procedimiento variando el tiempo que pasa antes que hagas click, para que
tu perro no asocie la comida con el paso del tiempo, sino con el click. Por ejemplo, en la segunda repetición deja pasar dos segundos antes de hacer click, cinco
segundos en la tercera, un segundo en la cuarta, etc.
4. Repite este procedimiento hasta que notes que tu perro se pone atento o alegre cada vez que escucha el click. Notarás que tu perro ha asociado el click con la
comida cuando cada vez que haces click, él levanta las orejas, mueve la cola o hace cualquier otra cosa que demuestre su entusiasmo.
Cargar el clicker suele tomar pocas repeticiones, pero puedes hacer varias si lo consideras necesario.
Ten en cuenta que tu perro no debe haber comido antes de cargar el clicker, por lo que debes asegurarte de hacer este ejercicio antes de darle una de sus
comidas diarias o por lo menos un par de horas después de haberle dado una comida.
Entrenar sin clicker
Si no tienes un clicker puedes hacer el mismo ejercicio usando un sonido diferente para cargar el reforzador condicionado. Algunas alternativas para entrenar a
tu perro si no tienes un clicker son:
1. Haz un "click" con la lengua. Para hacer esto pegas la lengua a tu paladar y la despegas rápidamente.
2. Usa una palabra corta y distintiva. Puedes usar "Ok", diciendo la palabra rápidamente y con entusiasmo. Si decides usar esta palabra, evita usar "Aquí" para
enseñarle a tu perro a acudir al llamado porque las dos palabras pueden sonar parecidas cuando se pronuncian rápidamente. Recuerda que las órdenes del
adiestramiento canino deben ser diferentes unas de otras.
Otra palabra que puedes usar es "Toma". Pronúnciala rápidamente y con entusiasmo.
Algunas personas encuentran más útil pronunciar letras en lugar de palabras, porque el sonido es más corto y permite un mejor timing. Entonces, puedes
pronunciar una letra en lugar de usar una palabra. Una opción simple es pronunciar la letra "k", pero en este caso debes asegurarte de no usar "Acá" para llamar
a tu perro.
3. Usar alguna cosa común que pueda generar un click cuando la aprietas. Para reemplazar al clicker puedes usar un bolígrafo (de los que tienen pulsador y, por
tanto, hacen "click") o una tapa metálica de algún jugo u otra bebida, como las tapas metálicas de los frascos de Gatorade.
En cualquiera de estos casos, debes usar el sonido (el click hecho con la lengua, con el bolígrafo o con la tapa de Gatorade) o la palabra elegida, como reforzador
condicionado durante todo el adiestramiento de tu perro. No uses un sonido un día y otro al día siguiente.
Si no usas un clicker para entrenar a tu perro, "hacer click" significará que hagas el sonido elegido para reemplazar el click, ya sea un click hecho con tu lengua o
una palabra.
El siguiente video te muestra cómo cargar el clicker, usando un click hecho con la lengua. El video está filmado en la calle pero debes practicar en un lugar
cerrado y sin distracciones. Tu perro todavía no está listo para estar suelto en la calle, así que no lo sueltes en lugares en los que corra riesgos.
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Posibles problemas al cargar el clicker
Existen algunos problemas que ocurren con cierta frecuencia al cargar el clicker. A continuación te presento cinco problemas comunes para que sepas cómo
solucionarlos.
- Mi perro se asusta del sonido del clicker
Si tu perro se asusta del sonido del clicker, puedes envolver el clicker con varias capas de cinta aislante para que haga un sonido menos intenso. A medida que
progrese el adiestramiento de tu perro, puedes ir quitando las capas de cinta aislante, una por semana, hasta eliminar todas. Si notas que tu perro vuelve a
asustarse del sonido, vuelve a envolver el clicker y reduce las capas de cinta aislante con más paciencia.
Otra opción es que hagas click con el clicker dentro de tu bolsillo, bien pegado a tu pierna y con la lámina metálica orientada hacia tu muslo. De esta forma hará
un sonido menos intenso. Poco a poco podrás sacarlo y manejarlo pegado a tu pierna o envuelto en un pañuelo. Luego detrás de tu espalda y finalmente
manejarlo normalmente.
Otra alternativa para los perros que se asustan del clicker, es que busques un clicker menos sonoro. Existen algunos clickers hechos totalmente de plástico y que
tienen un botón en lugar de una lámina metálica. Éstos tienen un sonido menos intenso y resultan más cómodos para muchas personas.
Finalmente, si no te convence ninguna de las opciones anteriores, no uses un clicker. Reemplaza el clicker por un click hecho con tu lengua o una palabra corta y
distintiva.
- Cargué el clicker pero ya no funciona con mi perro
Algunas personas hacen click en cualquier circunstancia y no ofrecen los pedacitos de comida a sus perros. Esto causa que la asociación entre el click y la comida
se extinga.
Para evitar este problema, no uses el clicker (o hagas el sonido elegido) en otras circunstancias que no sean las sesiones de adiestramiento. Y, durante las
sesiones de adiestramiento, recuerda que a cada click le sigue un reforzador primario (un pedacito de comida).
Tampoco dejes el clicker al alcance de niños pequeños porque, por alguna razón, les encanta hacerlo sonar.
Si ya tienes este problema y tu perro dejó de prestar atención cuando haces click, vuelve a cargar el clicker y evita que el problema vuelva a ocurrir.
- Mi perro muerde con fuerza cuando le doy los pedacitos de comida
Los perros que no están acostumbrados a recibir comida de la mano pueden descontrolarse cuando se les entregan los pedacitos de comida, y morder con
mucha fuerza.
Si tu perro piensa que debe arrancarte los dedos para conseguir la comida, tienes dos alternativas: darle la comida desde la palma de tu mano o lanzarla al suelo.
Al darle la comida desde la palma de tu mano, tu perro no tendrá mucha chance de morderte, ya que la comida estará en una superficie más o menos plana y
tendrá que tomarla con más cuidado. Si alguna vez le diste un terrón de azúcar a un caballo, o viste cómo se hace, sabrás que esta forma es mucho más segura
para dar de comer con la mano a un animal.
Por otra parte, después de hacer click puedes lanzar el pedacito de comida al suelo. En este caso tu perro no tendrá chance de morderte la mano porque la
comida estará en el suelo.
Ten en cuenta que muchos perros aprenden a arrebatar violentamente la comida de la mano si es que la persona se asusta y retira la mano justo antes que el
perro pueda alcanzar la comida. Nunca hagas esto. Si te da miedo que tu perro te muerda, simplemente ofrécele la comida desde la palma de tu mano o lánzala
al suelo. No retires tu mano con la comida.
- Mi perro no nota dónde están los pedacitos de comida
Algunos perros buscan desesperadamente los pedacitos de comida pero no los encuentran porque están muy entusiasmados o porque sus sentidos no están en
su máximo potencial. Esto ocurre especialmente con cachorros y con perros ancianos.
Si tu perro no se da cuenta dónde está la comida, tienes que acercársela a la boca inmediatamente después de cada click. Simplemente lleva la comida justo
delante de su nariz y él la tomará.
Si lanzas la comida al suelo, haz un movimiento muy evidente con todo tu brazo antes de soltar la comida y déjala caer cerca de donde está tu mano. Acerca tu
mano al suelo cuando hagas esto para que tu perro vea dónde cae la comida.
- Mi perro no presta atención
Si tu perro no se concentra es porque algo lo está distrayendo o la comida que usas no lo motiva. Asegúrate de estar en un lugar sin distracciones. También
asegúrate que la comida que usas para entrenar a tu perro sea de su interés.
También puede ser que estés tardando mucho tiempo entre repeticiones o que estés tardando mucho en dar la comida después de cada click. No dejes pasar
mucho tiempo entre repeticiones. En cuanto tu perro haya terminado de tragar el pedacito de comida que le diste, haz otro click y dale otro pedacito de comida.
Tampoco dejes pasar mucho tiempo desde que haces click hasta que le das la comida a tu perro. Debes darle la comida inmediatamente después del click.
Precauciones al usar el clicker y dar la comida a tu perro
Durante este ejercicio y los siguientes, toma en cuenta las siguientes precauciones para usar el clicker y dar los pedacitos de comida a tu perro:
Nunca hagas sonar el clicker cerca del oído de tu perro, o de tu oído. El sonido puede ser muy fuerte cuando se escucha muy de cerca.
No sueltes un pedacito de comida en la boca de tu perro si él tiene la cabeza hacia arriba. Tu perro podría atorarse. En todo caso, baja la comida
hasta que esté al nivel normal de la boca de tu perro, o un poquito más abajo. Deja que él la tome, no la hagas caer en su boca.
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Al empezar cada nuevo ejercicio, practica en un lugar cerrado para que tu perro pueda estar suelto y no necesites ponerle una correa. Es difícil
manejar el clicker y los pedacitos de comida si además tienes que estar pendiente de sujetar la correa. Cuando tu perro responda a la perfección a los
ejercicios de obediencia, empezarás a practicar en la calle con tu perro sujeto a la correa. En ese momento podrás usar una orden de liberación en
lugar del clicker, o habrás adquirido la destreza suficiente para manejar el clicker, la comida y la correa.
No hagas click si tu perro está haciendo algo inapropiado, como saltarte encima, porque estarás reforzando esa conducta.
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OBEDIENCIA CANINA: RECONOCER EL NOMBRETodos los perros tienen que reconocer su nombre o responder a una orden para prestar atención a su propietario.
Entrenar a tu perro para reconocer su nombre es un ejercicio de base para poder entrenar los demás ejercicios de obediencia canina, y para captar su atención
en diferentes circunstancias. Si no puedes captar la atención de tu perro no podrás enseñarle ningún ejercicio, y por eso es útil (aunque no obligatorio) que éste
sea el primer ejercicio del adiestramiento en obediencia canina.
Los criterios de adiestramiento que debes alcanzar para enseñarle a tu perro a reconocer su nombre son: conseguir que tu perro te mire a los ojos (o a la cara)
por un instante, conseguir que tu perro te mire a los ojos (o a la cara) por tres segundos, lograr que tu perro te mire a los ojos (o a la cara) por un instante
mientras te mueves, lograr que tu perro te mire a los ojos (o a la cara) por tres segundos mientras te mueves, e introducir la orden.
Entrena cada criterio por separado y tómate las sesiones de adiestramiento canino que sean necesarias. No levantes el criterio de adiestramiento si tu perro
todavía no ha alcanzado el 80% de éxito para el criterio anterior en dos sesiones consecutivas. Lleva a cabo el adiestramiento en un lugar tranquilo y sin
distracciones. Y ten en cuenta que no necesitas entrenar todos los criterios en un solo día.
Tu perro te mira a los ojos por un instante (Criterio 1)
Con este criterio buscas conseguir la conducta básica, que consiste en que tu perro te mire por un instante. En realidad no es necesario que te mire a los ojos,
pero sí que te mire a la cara para que te resulte más fácil comunicarte con él después de decir su nombre. Sin embargo, la mayoría de los perros terminan
mirando a los ojos.
Si tu perro es de raza peluda y su pelaje le cubre los ojos, no sabrás hacia dónde está mirando realmente. En este caso, el criterio será que tu perro oriente su
cara hacia la tuya, como si estuviese mirándote a los ojos, aunque no sepas si en realidad lo está haciendo.
Para conseguir que tu perro te mire a los ojos por un instante, muéstrale un pedacito de comida y luego cierra tu mano, protegiendo la comida. Mantén tu puño
cerrado, y espera. Si tu perro es grande puedes hacer este procedimiento estando de pie, pero si tienes un perro pequeño tendrás que arrodillarte o sentarte en
el suelo.
Tu perro intentará tomar la comida de diferentes maneras. Te golpeará la mano con su pata, lamerá tu mano, te mordisqueará o hará cualquier otra cosa. Ignora
todas esas conductas y sólo mantén tu mano cerrada.
Si tu perro te golpea o empuja la mano con fuerza, mantenla pegada contra tu muslo. De esta forma evitarás que tu mano se mueva.
En algún momento tu perro se cansará de intentar conductas que no le dan resultado y te mirará. En ese instante haz click (haz sonar el clicker) y dale la comida.
Durante las primeras repeticiones no te preocupes si tu perro no te mira a los ojos o a la cara. Haz click en cuanto tu perro deje de mirar tu mano y mire hacia ti,
aunque no te esté viendo a la cara. Eso sí, ten cuidado de no hacer click si tu perro mira hacia abajo porque en ese caso te será difícil hacer que te mire a la cara.
A medida que hagas más repeticiones podrás moldear su conducta para que te mire a los ojos o a la cara. Por ejemplo, tu perro mira tu barriga y refuerzas
positivamente esa conducta un par de repeticiones. Luego dejas de reforzar esa conducta y solamente refuerzas cuando tu perro te mira al pecho, por un par de
repeticiones más. Finalmente, dejas de reforzar la conducta de mirar a tu pecho y sólo haces click y das la comida cuando tu perro te mira a la cara.
Repite todo el procedimiento 10 veces y registra la sesión de adiestramiento canino. Haz las sesiones necesarias hasta que tu perro te mire a los ojos o a la cara
el 80% de las veces en dos sesiones consecutivas. Esto suele tomar unas pocas sesiones, pero haz las que sean necesarias.
Durante este criterio, tu puño cerrado se convierte en una señal que le indica a tu perro que debe mirarte a los ojos para obtener la comida.
Tu perro te mira a los ojos por tres segundos (Criterio 2)
En este criterio haces lo mismo que en el criterio anterior, pero aumentas la duración de la conducta hasta tres segundos. Durante estas sesiones aprenderás a
usar el método de los 300 picotazos para aumentar la duración de las conductas.
Empieza la primera sesión de este criterio haciendo dos o tres repeticiones del criterio anterior, para que tu perro entre en el juego.
En la siguiente repetición haz el mismo procedimiento, pero cuenta mentalmente "Uno" cuando tu perro te mire a los ojos. Si tu perro mantuvo la mirada, haz
click y dale la comida.
Si tu perro no mantuvo la mirada, muévete un par de pasos para "romper" la repetición (ésta es una repetición fallida) y vuelve a hacer el mismo procedimiento
pero esperando un tiempo más corto antes de hacer click. Por ejemplo, puedes contar mentalmente "Un", en lugar de "Uno".
En la siguiente repetición cuenta hasta un número más que en la anterior. Si la repetición es fallida (tu perro no mantiene la mirada por el tiempo suficiente),
empiezas nuevamente desde cero. Y así vas aumentando gradualmente el tiempo que tu perro te mira a los ojos, hasta conseguir por lo menos tres segundos en
cinco repeticiones sucesivas.
Para que comprendas mejor cómo funciona este procedimiento, considera el siguiente ejemplo:
Primera repetición: Tu perro te mira, haces click y le das la comida (duración 0)
Segunda repetición: Tu perro te mira y mantiene la mirada mientras cuentas mentalmente "Uno", haces click y le das la comida (duración 1)
Tercera repetición: Tu perro te mira y mantiene la mirada mientras cuentas mentalmente "Uno, Dos ", haces click y le das la comida (duración 2)
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Cuarta repetición: Tu perro te mira y mantiene la mirada mientras cuentas mentalmente "Uno, Dos ", pero no te mira hasta "Tres". Te mueves un par
de pasos y empiezas nuevamente desde cero (desde duración 0).
Haz el número necesario de sesiones hasta que consigas que tu perro te mire a los ojos por tres segundos en cinco repeticiones seguidas. Sigue aumentando la
duración durante esas repeticiones, aunque ésta supere los tres segundos. Lo que te interesa es conseguir cinco repeticiones seguidas con tres segundos de
duración.
Como este criterio involucra duración de una conducta, puedes hacer sesiones con menos de diez repeticiones. Por ejemplo, cada sesión podría tener solamente
siete sesiones para no aburrir a tu perro.
Tu perro te mira a los ojos por un instante mientras te mueves (Criterio 3)
Llevas a cabo el mismo procedimiento que para el Criterio 1, pero aumentas gradualmente movimientos de tus brazos, piernas y cintura.
Éste es un nuevo criterio, por lo que relajas el Criterio 2 y no exiges duración. Solamente quieres que tu perro te mire por un instante mientras te mueves.
Cuando él lo hace, haces click y le das la comida.
Durante este criterio debes aumentar los movimientos de forma gradual. Puedes empezar moviendo solamente la muñeca de la mano en que tienes la comida.
En la siguiente repetición mueves lentamente el antebrazo. En la siguiente mueves lentamente todo el brazo como si estuvieras aleteando.
Aumenta gradualmente el movimiento que haces, trotando en tu sitio, caminando un paso, moviendo los brazos y la cintura. También debes ponerte
perpendicular a tu perro (de lado) y practicar en diferentes ubicaciones del lugar de adiestramiento para ayudar a generalizar la conducta de tu perro.
Sin embargo, todavía no gires completamente. Tu perro debe tener la posibilidad de mirarte a los ojos o la cara con facilidad. Además es bueno que mantengas
el pedacito de comida en tu mano cerrada.
Si te resulta difícil esta parte del adiestramiento de tu perro, limítate a hacer movimientos lentos con los brazos y trotar en tu sitio.
Tu perro te mira a los ojos por tres segundos mientras te mueves (Criterio 4)
En este criterio combinas los criterios 2 y 3, exigiendo que tu perro te preste atención por tres segundos aunque te estés moviendo. Procede como en el Criterio
2, y aumenta movimientos gradualmente.
Este criterio te puede resultar un poco complicado, así que puedes limitarte sólo a hacer movimientos lentos con los brazos. Lo importante es que tu perro
empiece a generalizar la conducta de mirarte a los ojos por tres segundos.
Tu perro te mira a los ojos cuando dices su nombre (Criterio 5)
Durante este criterio introduces la orden de adiestramiento canino. La orden que usarás es el nombre de tu perro, pero puedes usar una orden diferente si lo
prefieres. "Mírame" puede servirte para este ejercicio.
No importa si prefieres usar el nombre de tu perro u otra orden, pero siempre deberás usar la misma orden para llamar su atención. No cambies las órdenes en
el futuro.
Para conseguir que tu perro te mire cuando dices su nombre, procede como en el Criterio 1, pero di su nombre antes que él te mire. Debes asegurarte de decir
su nombre antes que te mire a los ojos.
Si tu perro te mira sin que hayas dicho su nombre, solamente da dos pasos o gira, y di su nombre antes que te mire. En esta etapa sólo debes hacer click y darle
la comida a tu perro cuando responde a su nombre, no cuando te mira espontáneamente.
Aprovecha de decir su nombre cuando él ha tomado la comida con su boca. En ese momento no te estará viendo a los ojos. Asegúrate de decir su nombre una
sola vez, no lo repitas. Si no te mira inmediatamente, sólo espera a que lo haga, pero no repitas su nombre.
Gradualmente y en varias sesiones aumenta la duración y tus movimientos, como hiciste en los criterios anteriores. Sólo asegúrate de decir el nombre de tu
perro antes que él te mire, para establecer la orden.
Posibles problemas al enseñarle a tu perro a reconocer su nombre
Algunos problemas que pueden ocurrir al enseñarle a tu perro a reconocer su nombre son:
- Tu perro te lastima la mano al intentar tomar la comida
Algunos perros muerden o golpean con fuerza la mano con que se sujeta la comida, pudiendo lastimar al entrenador. Si tu perro te lastima al intentar tomar la
comida, empieza el Criterio 1 con el brazo extendido horizontalmente, de tal forma que tu mano quede a la altura de tu hombro y lejos de tu perro.
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Al no poder alcanzar la comida, tu perro te mirará y podrás empezar a reforzar esa conducta. En cada repetición baja tu mano un poquito más hasta que la
puedas tener el brazo extendido hacia abajo sin que tu perro intente tomar la comida de tu mano.
Otra opción que utilizan algunos adiestradores, pero que a mi no me gusta mucho, consiste en usar guantes gruesos que te protejan la mano de los rasguños y
mordiscos de tu perro.
- Tu perro está muy distraído
Si tu perro está distraído es posible que haya comido recientemente o que el lugar de adiestramiento no sea suficientemente tranquilo. Busca un lugar diferente
para entrenar y lleva a cabo las sesiones en un horario diferente.
Si crees que el lugar y el horario son adecuados, haz una secuencia rápida de entregarle pedacitos de comida a tu perro antes de empezar la sesión.
Simplemente dale cinco pedacitos de comida rápidamente (como si estuvieras cargando el clicker, pero a la mayor velocidad posible) y empieza la sesión de
adiestramiento.
- Tu perro no deja de mirarte ni un segundo
Si tu perro no deja de mirarte ni un instante, te resultará difícil introducir la orden efectivamente. Para distraer a tu perro y poder usar su nombre, puedes lanzar
la comida al suelo después de cada click. De esta forma, tendrás ocasión de decir su nombre justo después que tu perro tomó la comida, pero antes que te mire
espontáneamente.
También existen dos formas alternativas para enseñarle a tu perro a reconocer su nombre. Estas alternativas pueden resultarte más sencillas e incluyen
procedimientos que evitan el problema de los perros que no dejan de mirar a sus propietarios ni un segundo.
Precauciones al usar el nombre de tu perro
No uses el nombre de tu perro sólo por usarlo. Si dices el nombre de tu perro en cualquier circunstancia y por cualquier razón, sin reforzar su conducta cuando
te mira, estarás extinguiendo la respuesta adecuada y tu perro dejará de prestar atención cuando dices su nombre.
Tu perro debe asociar su nombre con cosas agradables, así que no uses su nombre cuando lo vayas a castigar. Mucha gente dice los nombres de sus perros
cuando los quiere castigar y esos perros aprenden a temer a sus nombres.
ALTERNATIVAS PARA ENSEÑARLE A TU PERRO A
RECONOCER SU NOMBREExisten varias alternativas para enseñarle a tu perro a reconocer su nombre. Estas alternativas te serán útiles si no consigues enseñarle a tu perro a reconocer
su nombre con el procedimiento regular para entrenar a tu perro para reconocer su nombre.
Las dos alternativas que te presento aquí son variantes de un mismo procedimiento, que en el adiestramiento canino se conoce como "el juego del nombre". La
primera variante está pensada para que entrenes a tu perro con la colaboración de una o más personas. La segunda variante está pensada para que entrenes
este ejercicio de la obediencia canina sin ayuda de otras personas.
El juego del nombre con dos o más personas
Esta es la alternativa más divertida y efectiva si cuentas con la ayuda de una o más personas. Si es posible, haz que tu familia te ayude a practicar este ejercicio.
Sólo ten cuidado de no juntar mucha gente porque tu perro se confundirá. Lo ideal es practicar este ejercicio entre dos y seis personas, contándote a ti.
Aunque el ejercicio se puede practicar con la ayuda de varias personas, la siguiente explicación considera solamente dos personas, tú y una amiga. Si cuentas
con la ayuda de más personas, sólo tienes que hacer lo mismo pero la gente debe ubicarse formando un círculo.
Párate frente a tu amiga, a una distancia aproximada de entre tres y cinco metros. Deben estar en un lugar cerrado, sin distracciones, y tu perro debe estar
suelto. Tanto tú como tu amiga deben tener pedacitos de comida en una riñonera, en los bolsillos o en la mano.
Haz el sonido de un beso (lanza un beso al aire) y cuando tu perro te mire, haz click y dale un pedacito de comida. Puedes darle la comida desde tu mano o
lanzarla al suelo, pero asegúrate de hacer click cuando tu perro te mira, no cuando acude. Este ejercicio no es el llamado.
Después que le diste la comida a tu perro, mira hacia el techo e ignora a tu mascota. Entonces, tu amiga hace el sonido de beso y cuando tu perro la mira, hace
click y le da el pedacito de comida. Luego se queda mirando al techo y tú repites el procedimiento.
Ten en cuenta que no existe un sonido que capte la atención de todos los perros, así que quizás debas ser un poco imaginativo en esto. Sin embargo, los sonidos
que dan resultados con la mayoría de los perros son los sonidos de beso, los aplausos suaves, gimoteos como de un cachorro y palabras alegres con voz aguda. Si
no te sirve el sonido de un beso para captar la atención de tu perro, prueba con otros sonidos.
Cuando tu perro responda correctamente (mirando a la persona que hace el sonido) ocho de cada 10 veces en dos sesiones de adiestramiento consecutivas,
habrás conseguido el primer criterio de adiestramiento para este ejercicio. Entonces puedes levantar el criterio, logrando gradualmente que tu perro te mire por
tres segundos, luego que te mire mientras te mueves, luego que te mire por tres segundos mientras te mueves y, finalmente, introduciendo la orden (el nombre
de tu perro).
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Levanta los criterios de adiestramiento de forma similar a la explicada en el procedimiento regular para enseñarle a tu perro a reconocer su nombre. La única
variante en este caso es que las prácticas contarán con más de una persona.
Algunos aspectos a tener en cuenta
Ten en cuenta que no importa si tu perro acude cuando dicen su nombre. Lo que importa es que mire a la persona que dice su nombre.
Si tu perro salta sobre la gente cuando dicen su nombre, tú y tu amiga deben lanzar los pedacitos de comida entre las patas delanteras del perro. De
esta forma tendrá que bajar la cabeza para tomar la comida y no podrá saltar.
El juego del nombre sin ayuda de otras personas
Este procedimiento es muy útil si tu perro no deja de prestarte atención ni por un instante, pero no cuentas con la ayuda de otras personas.
Practica en un lugar en el que existan distracciones ligeras. Este lugar puede ser cualquier cuarto de tu casa en el que haya algunos juguetes de perros dispersos
por el suelo, el jardín, o un lugar muy tranquilo fuera de tu casa. Si practicas fuera de tu casa tu perro debe estar sujeto con la correa.
Simplemente espera a que tu perro se distraiga y haz el sonido de un beso (lanza un beso al aire). En cuanto tu perro te mire, haz click y dale un pedacito de
comida. Luego espera nuevamente a que él se distraiga y repite el procedimiento.
Cuando consigas ocho respuestas correctas de cada serie de 10 repeticiones en dos sesiones consecutivas, empieza a levantar el criterio para que tu perro te
mire por más tiempo. El procedimiento es similar al Criterio 2 del procedimiento regular para enseñarle a tu perro a reconocer su nombre, pero tu perro estará
en un ambiente con distracciones ligeras y, posiblemente, sujeto a la correa.
Lleva a cabo todos los criterios explicados en el procedimiento regular para enseñarle a tu perro a reconocer su nombre, hasta la introducción de la orden (el
nombre de tu perro). Cuando tu criterio de adiestramiento incluya movimientos tuyos, limítate a trotar sobre tu sitio o dar un par de pasos, porque ya existen
otras distracciones en el ambiente.
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ENTRENA A TU PERRO PARA SENTARSE A LA ORDENEntrenar a tu perro para sentarse a la orden es uno de los ejercicios más útiles de la obediencia canina. Un perro no puede estar sentado y al mismo tiempo
hacer cosas inapropiadas, por eso este ejercicio es una conducta incompatible por excelencia.
Además, este ejercicio es la base del adiestramiento para que el perro tenga autocontrol, y es uno de los ejercicios de obediencia canina que más se usa en la
vida cotidiana.
Con este artículo aprenderás a entrenar a tu perro para sentarse a la orden y mantener esa posición por un segundo. Alcanzarás todos los criterios de
adiestramiento explicados, en un lugar cerrado y sin distracciones.
Los criterios de adiestramiento que conseguirás son: tu perro se sienta cuando haces la señal, tu perro se sienta y mantiene la posición por un segundo, tu perro
se sienta aunque tú te estés moviendo, tu perro se sienta y mantiene la posición por un segundo aunque tú te estés moviendo, tu perro se sienta cuando dices la
orden.
También verás cómo empezar a usar este ejercicio en algunas situaciones de la vida cotidiana que no involucran distracciones intensas.
Tu perro se sienta cuando haces la señal (Criterio 1)
Acerca un pedacito de comida a la nariz de tu perro para llamar su atención hacia tu mano. Luego retrocede uno o dos pasos, al mismo tiempo que llevas
lentamente tu mano con la comida hacia tu hombro, y detente.
Al retroceder y llevar la comida hacia arriba, lograrás que tu perro oriente su cabeza hacia arriba y sus cuartos traseros un poco hacia abajo. Al detenerte
también bloquearás repentinamente su avance, con lo que es muy probable que tu perro se siente.
El momento en que el trasero de tu perro toque el suelo, haz click y dale el pedacito de comida... a tu perro, no a su trasero. No es necesario que él mantenga la
posición. Una vez que haz hecho click tu perro puede levantarse.
Repite el mismo procedimiento unas cinco veces aproximadamente, reduciendo gradualmente el movimiento de tu brazo de tal forma que no tengas que llevar
el pedacito de comida hasta la nariz de tu perro para llamar su atención.
Después de esas cinco repeticiones, y cuando ya no necesitas acercar la comida hasta la nariz de tu perro, intenta hacer el procedimiento sin tener la comida en
tu mano. Haz el movimiento con tu brazo, llevando tu mano hacia tu hombro, y espera a que tu perro se siente. Cuando lo haga, haz click, toma un pedacito de
comida de la riñonera y dáselo.
Cuando tu perro se siente con frecuencia, empieza a reducir gradualmente la distancia que retrocedes, hasta que no retrocedas ni un paso.
El criterio que debes cumplir es que tu perro se siente cuando haces la señal con tu brazo, sin tener comida en la mano. Por supuesto, todavía tendrás la comida
en la riñonera y le darás un pedacito de comida a tu perro después de cada click.
Te puede llevar unas cuantas sesiones de adiestramiento canino para alcanzar este criterio. Pasa al siguiente criterio de adiestramiento cuando consigas un 80%
de repeticiones exitosas en dos sesiones consecutivas. Es decir, cuando tu perro se siente ocho de cada 10 veces que haces la señal.
"Sienta" para competencia
Si quieres que tu perro se siente derecho y "cuadrado", como se exige en algunos deportes caninos, debes conseguir esa conducta durante este
criterio.
Una vez que hayas conseguido que tu perro se siente (la conducta básica), debes reforzar solamente los sentados que más se aproximen a la posición
que deseas. Por supuesto, te tomará más tiempo que si sólo quieres que tu perro se siente en cualquier forma.
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Ten en cuenta que los cachorros jóvenes no tienen suficiente coordinación, así que no le exijas a un cachorro el sentado para competencia. Los perros
adultos de algunas razas y los perros que tienen problemas de espalda o caderas tampoco están cómodos cuando se sientan derechos y "cuadrados",
así que no le exijas esto a tu perro si nunca se sienta espontáneamente de esta manera.
Tu perro se sienta y mantiene la posición por un segundo (Criterio 2)
Repite el mismo procedimiento que en el Criterio 1, pero cuenta mentalmente hasta uno antes de hacer click y darle la comida a tu perro. Si tu perro se levanta
antes que hagas click, no le des la comida y repite el procedimiento.
Si es necesario, reduce la duración al principio (por ejemplo contando "Un" en vez de "Uno") y auméntala gradualmente como hiciste al enseñarle a tu perro a
reconocer su nombre.
A modo de "calentamiento" puedes hacer un par de repeticiones del Criterio 1 antes de empezar las sesiones de este criterio.
Ten en cuenta que no debes tener la comida en tu mano para llamar la atención de tu perro. Esto es muy importante para evitar que la comida se convierta en
parte de la señal.
Pasa al siguiente criterio cuando tu perro mantenga la posición por un segundo el 80% de las repeticiones, en dos sesiones consecutivas.
Tu perro se sienta aunque tú te estés moviendo (Criterio 3)
Haz el mismo procedimiento que en el Criterio 1, pero camina o trota sobre tu sitio. También debes acomodarte en diferentes posiciones con relación a tu perro:
de frente, en diagonal y de costado.
Para evitar que caminar hacia atrás se convierta en parte de la señal, durante el entrenamiento de este criterio intenta no caminar o trotar hacia atrás.
Durante este criterio de adiestramiento también debes asegurarte de hacer que tu perro se siente a la señal en diferentes ubicaciones del lugar de
adiestramiento. Practica en el centro, las esquinas y los lados del lugar de adiestramiento.
Puedes hacer un par de repeticiones del Criterio 1 antes de empezar las sesiones de adiestramiento, para ayudar a tu perro a "entrar en el juego".
Pasa al siguiente criterio cuando alcances el 80% de repeticiones exitosas en dos sesiones consecutivas.
Tu perro se sienta y mantiene la posición por un segundo aunque tú te estés moviendo (Criterio 4)
En esta etapa combinas los criterios 2 y 3 que practicaste antes. Haz el mismo procedimiento que en el Criterio 3, pero aumenta la duración hasta un segundo de
la misma forma que hiciste en el Criterio 2.
Puedes hacer dos o tres repeticiones del Criterio 2 antes de empezar las sesiones de adiestramiento de este criterio.
Pasa al siguiente criterio cuando tu perro se siente ocho de cada 10 veces que haces la señal, en dos sesiones consecutivas.
Tu perro se sienta cuando dices la orden (Criterio 5)
Di "Sienta" y seguidamente haz la señal que has estado usando para que tu perro se siente (llevar tu mano hacia tu hombro). Cuando tu perro se siente, haz
click, saca un pedacito de comida de la riñonera y dáselo.
Repite el procedimiento varias veces hasta que notes que tu perro empieza a sentarse cuando dices "Sentado". A partir de ese momento empieza a reducir
gradualmente la señal que haces con el brazo, acercando cada vez menos tu mano a tu hombro en cada repetición. Después de varias repeticiones, tu perro se
sentará sólo con la orden verbal, sin que hagas ningún movimiento con tu brazo.
Si tu perro se sienta antes que des la orden, di "No" o "Ah" en tono tranquilo y muévete unos pasos sin hacer click ni dar la comida. Entonces, da la orden
"Sienta" nuevamente. En esta etapa solamente debes hacer click y dar la comida cuando tu perro se siente a la orden.
Recuerda que las sesiones deben ser cortas, así que este criterio de adiestramiento te puede tomar más de una sesión.
Cuando hayas conseguido que tu perro responda a la orden, repite los criterios 2, 3 y 4, pero usando la orden verbal en lugar de la señal. Trabaja en cada uno de
esos criterios por separado.
Empieza a usar el ejercicio en la vida cotidiana (Criterio 6)
Aunque este es el sexto criterio de adiestramiento, debes empezar a practicarlo cuando tu perro ya superó el Criterio 1. Te servirá para empezar a transferir el
adiestramiento canino a la vida cotidiana, pero todavía no usarás la orden.
Practica este ejercicio antes de darle cada comida diaria a tu perro. Simplemente levanta el recipiente de comida, con la comida adentro, con una mano y con la
otra mano haz la señal para que tu perro se siente. Espera hasta que él se siente.
Cuando tu perro se siente, haz click y baja el recipiente de comida. En este caso puedes usar el clicker con la mano con que haces la señal, o hacer click con la
lengua.
No uses la orden verbal para practicar este criterio hasta que tu perro haya superado todos los anteriores. Solamente usa la señal con la mano. Si lo deseas
también puedes aumentar la duración hasta un segundo, pero solamente después que tu perro superó el Criterio 2 en las sesiones formales de adiestramiento
canino.
Posibles problemas al entrenar a tu perro para sentarse a la orden
Algunos problemas que pueden ocurrir cuando entrenas a tu perro para sentarse a la orden son:
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- Tu perro está muy distraído
Si tu perro se distrae durante las sesiones de adiestramiento canino, es posible que estés entrenando en un lugar inadecuado. Cambia de lugar y entrena en un
lugar sin distracciones, en el que tu perro te preste atención.
Otra alternativa para solucionar este problema consiste en que le entregues a tu perro cinco pedacitos de comida, en una secuencia rápida, antes de empezar la
sesión.
- Tu perro te lastima la mano al intentar tomar la comida
Si tu perro te lastima cuando le entregas el pedacito de comida, simplemente dáselo desde la palma de la mano o lanza la comida al suelo después de cada click.
Sin embargo, si tu perro te lastima la mano al seguir la comida cuando lo guías, necesitarás guiarlo de otra manera. Simplemente haz el movimiento de tu brazo
sin acercar la comida hasta la nariz de tu perro, y espera hasta que él se siente. Este procedimiento puede tardar un poco más, pero después de unas cuantas
repeticiones tu perro habrá comprendido la idea general.
- Tu perro no se sienta
Algunos perros no se sientan con este procedimiento. Algunos saltan sobre las personas, intentando atrapar la comida. Otros se sientan a medias, sin llegar a
tocar el suelo con sus traseros.
Si tu perro presenta cualquiera de estos problemas, debes conseguir la conducta básica con un procedimiento diferente. Intenta con alguna de las dos
alternativas para conseguir que tu perro se siente.
Precauciones al entrenar a tu perro para sentarse a la orden
No hagas click ni des la comida a tu perro si él ladra o salta antes de sentarse. Esto sólo crea cadenas de conductas, y los perros aprenden a ladrar y sentarse, o
saltar y sentarse.
Tampoco practiques este ejercicio cuando estás sentado a la mesa, o en cualquier otra circunstancia en la que no desees que tu perro mendigue comida.
ALTERNATIVAS PARA ENSEÑARLE A TU PERRO A
SENTARSE A LA ORDENDos alternativas para enseñarle a tu perro a sentarse a la orden son: guiar con la comida por encima de su cabeza y capturar la conducta.
La primera alternativa es la más empleada por la mayoría de los adiestradores que usan comida durante el adiestramiento canino.
La segunda alternativa es menos frecuente entre los adiestradores caninos porque requiere de habilidades de observación más desarrolladas. Sin embargo, es
muy efectiva y sencilla si estás entrenando a tu perro. Además, promueve el aprendizaje en los perros, mucho más que las otras alternativas.
Practica los ejercicios en un lugar cerrado y sin distracciones.
Guía a tu perro con la comida por encima de su cabeza
Toma un pedacito de comida en tu mano y acércalo a la nariz de tu perro para captar su atención. Luego mueve tu mano hacia arriba y atrás de la cabeza de tu
perro, de tal forma que él tenga que levantar su cabeza y echarla hacia atrás. Haz esto lentamente y sin levantar mucho tu mano.
Al levantar la cabeza para seguir la comida, tu perro también doblará sus patas traseras, llegando a sentarse. Cuando se siente, haz click y dale la comida. No es
necesario que tu perro se quede sentado después del click.
Repite el procedimiento hasta que consigas que tu perro se siente cada vez que lo guías con la comida (normalmente entre tres y cinco repeticiones, pero haz las
que sean necesarias). A partir de ese momento, reduce gradualmente el movimiento que haces con tu brazo, hasta que consigas que tu perro se siente con una
señal ligera de tu mano, sin necesidad de llevar la comida hasta atrás de su cabeza todo el tiempo. Cuando consigas esto, empieza a usar la señal sin tener la
comida en tu mano, para que ésta no se convierta en parte de la señal.
En este punto ya has conseguido el primer criterio de adiestramiento para enseñarle a tu perro a sentarse a la orden. Cuando tu perro responda correctamente
el 80% de las veces que haces la señal sin tener comida en la mano (en dos sesiones consecutivas), pasa al segundo criterio explicado en el procedimiento
regular para enseñarle a tu perro a sentarse a la orden. Ten en cuenta que la señal que consigues con este procedimiento alternativo puede ser ligeramente
diferente. Usa esta señal hecha con la mano hasta que introduzcas la orden verbal.
Si tu perro salta o se para en dos patas para intentar tomar la comida de tu mano, es porque estás levantando mucho la comida. No la levantes tanto.
Si tu perro retrocede en lugar de sentarse, trata de guiarlo de tal forma que su trasero quede contra una esquina. Así no podrá retroceder.
Captura los "sentados" espontáneos de tu perro
Si el anterior procedimiento no te sirvió para conseguir que tu perro se siente, puedes probar esta alternativa.
Observa a tu perro por dos o tres días e identifica en qué circunstancias se sienta. Los perros se sientan con frecuencia cuando prestan atención a algo. Así que
seguramente tu perro se sentará varias veces al día cuando presta atención a algo que le interesa pero no puede alcanzar.
Algunos perros se sientan para esperar su plato de comida. Otros se sientan para esperar que se abra la puerta. Otros se sientan cuando observan algo a través
de la ventana. Otros perros se sientan cuando están sujetos a la correa y su propietario se queda parado.
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Identifica qué estímulos ambientales causan que tu perro se siente y aprovéchalos para el adiestramiento. Simplemente prepara las sesiones para que ocurran
esas cosas y, cuando tu perro se siente por voluntad propia, haz click y dale un pedacito de comida. Dependiendo de cuáles sean los estímulos que hacen que tu
perro se siente, podrás hacer varias repeticiones seguidas o una sola. No importa si sólo puedes hacer una repetición por día, poco a poco tu perro empezará a
asociar el estímulo ambiental y tu presencia con la conducta de sentarse.
Después de unas cuantas repeticiones (que pueden tomar algunos días), notarás que tu perro ofrece "sentados" con más frecuencia. En este momento puedes
empezar las sesiones formales como se explica en el procedimiento regular para enseñarle a tu perro a sentarse a la orden. Empieza desde el Criterio 1.
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ENTRENA A TU PERRO PARA ECHARSE A LA ORDENEntrenar a tu perro para echarse a la orden le ayudará a desarrollar autocontrol y te será muy útil en la vida cotidiana con tu mascota. Ten en cuenta que es un
ejercicio que no es fácil de enseñar a todos los perros porque los pone en una posición vulnerable. Por tanto, tienes que ser muy paciente al adiestrar a tu perro
para echarse a la orden.
El criterio final que debes conseguir es que tu perro se eche a la orden y mantenga esa posición por un segundo. Para lograr este nivel de adiestramiento, debes
dividir el ejercicio en varios criterios más sencillos.
Los criterios de adiestramiento sobre los que trabajarás en este ejercicio son: tu perro se echa cuando haces la señal, tu perro se queda echado por un segundo,
tu perro se echa aunque tú te estés moviendo, tu perro se queda echado por un segundo aunque tú te estés moviendo, tu perro se echa a la orden.
Recuerda que debes entrenar en un lugar tranquilo, sin distracciones, y cerrado, hasta conseguir todos los criterios de adiestramiento propuestos.
Tu perro se echa cuando haces la señal (Criterio 1)
Acerca un pedacito de comida a la nariz de tu perro y lentamente baja tu mano hacia el suelo, entre las patas delanteras de tu mascota. Al seguir la comida, tu
perro bajará la cabeza, luego los hombros y finalmente se echará.
Cuando tu perro se eche, haz click y dale la comida. Puedes darle la comida mientras él sigue echado, o hacer que se levante para tomarla como en la secuencia
de fotos. No importa si tu perro se levanta después que haz hecho click.
Repite este procedimiento hasta que tu perro se eche fácilmente cada vez que lo guías con la comida. A partir de ese momento, reduce gradualmente el
movimiento que haces con tu brazo, hasta que sea suficiente con que extiendas tu brazo hacia abajo para que él se eche. Esto te puede tomar varias sesiones.
Cuando hayas conseguido que tu perro se eche solamente cuando extiendes tu brazo hacia abajo, practica haciendo esta señal sin tener la comida en la mano.
Cada vez que tu perro se eche, haz click, toma un pedazo de comida de la riñonera o de tu bolsillo y dáselo a tu perro.
Ten en cuenta que algunos perros son reacios a echarse solamente por seguir un pedacito de comida, así que ten mucha paciencia con este ejercicio. Puede
tomarte varias sesiones.
También ten en cuenta que algunos perros se echan con más facilidad si antes están sentados, mientras que otros se echan más fácilmente si antes están
parados. Si necesitas hacer sentar a tu perro para practicar este ejercicio, hazlo guiándolo como en el primer criterio del adiestramiento para sentarse. No uses
la orden para sentar a tu perro.
Cuando hayas logrado que tu perro se eche a la señal (sin comida en la mano) ocho de cada 10 repeticiones en dos sesiones consecutivas, pasa al siguiente
criterio de adiestramiento.
"Échate" para competencia
Si quieres que tu perro aprenda a echarse derecho, como se exige en algunos deportes caninos, tienes que incluir ese criterio apenas hayas
conseguido que tu perro se eche.
Para eso, solamente reforzarás las conductas que se aproximen a la conducta que quieres.
Ten en cuenta, sin embargo, que esto no se lo puedes exigir a un cachorro pequeño ni a perros cuya morfología les dificulte echarse derechos.
Tampoco se lo puedes exigir a perros que tengan problemas de espalda, codos, rodillas o caderas.
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Entrenar a tu perro para que se eche derecho involucra un criterio más, por lo que te tomará más tiempo conseguir la conducta deseada.
Tu perro se queda echado por un segundo (Criterio 2)
Haz que tu perro se eche con la señal, sin tener comida en tu mano. Cuando él se eche, cuenta mentalmente "Uno". Si tu perro mantiene la posición hasta que
terminas de contar, haz click, saca un pedacito de comida de la riñonera y dáselo a tu perro.
Si tu perro se levanta mientras cuentas "Uno", muévete un par de pasos sin hacer click ni darle la comida (ignóralo por unos pocos segundos). Luego repite el
procedimiento.
De ser necesario usa intervalos menores, contando mentalmente "Un", en lugar de "Uno", por unas cuantas repeticiones. Luego intenta aumentar el tiempo que
tu perro se mantiene echado hasta que cuentas "Uno" mentalmente.
Puedes hacer dos o tres repeticiones del Criterio 1 antes de empezar las sesiones de este criterio de adiestramiento.
Tu perro se echa aunque tú te estés moviendo (Criterio 3)
Haz el mismo procedimiento que en el primer criterio de adiestramiento, pero trotando o caminando sobre tu sitio. También cambia de posición con relación a
tu perro: a veces de lado, a veces de frente, a veces en diagonal.
En esta etapa también debes asegurarte de conseguir que tu perro se eche en diferentes ubicaciones del lugar de adiestramiento.
Puedes hacer un par de repeticiones sin moverte antes de empezar cada sesión de este criterio de adiestramiento canino. También puedes tener la comida en tu
mano y hacer el movimiento completo, bajando tu mano hasta el suelo durante las primeras cinco repeticiones (aproximadamente) de la primera sesión, para
ayudar a tu perro a generalizar la conducta.
Tu perro se queda echado por un segundo aunque tú te estés moviendo (Criterio 4)
Haz el mismo procedimiento que en el Criterio 2, pero trota o camina en tu sitio mientras haces la señal para que tu perro se eche.
Puedes hacer dos o tres repeticiones del Criterio 1 antes de empezar cada sesión, así tu perro sabrá que la sesión se trata del ejercicio de echarse.
Pasa al siguiente criterio cuando consigas una tasa de éxito del 80% en dos sesiones consecutivas.
Tu perro se echa a la orden (Criterio 5)
Di "Échate" y haz con tu brazo la señal para que tu perro se eche. Cuando tu perro se eche, haz click, toma un pedacito de comida de la riñonera y dáselo.
Haz varias repeticiones hasta que tu perro empiece a echarse cuando dices la orden, antes que hagas la señal. A partir de ese momento reduce gradualmente la
señal que haces con tu brazo, hasta eliminarla completamente.
Si tu perro se echa antes que des la orden, simplemente di "No" o "Ah" (usa cualquiera, pero siempre la misma palabra para indicarle que no recibirá el pedacito
de comida) en tono tranquilo y muévete unos pasos. Luego da la orden antes que tu perro se eche.
Cuando tu perro haya asociado la orden "Échate" con la conducta de echarse, repite los criterios 2, 3 y 4 pero usando la orden verbal en lugar de la señal que
hacías con tu brazo.
Posibles problemas al entrenar a tu perro para echarse a la orden
- Tu perro se distrae fácilmente
Si tu perro está distraído durante la sesión de adiestramiento canino, intenta practicar en otro lugar en el que no existan distracciones. También puedes hacer
una secuencia rápida de entregarle cinco pedacitos de comida antes de empezar la sesión.
- Tu perro muerde la mano
Si tu perro te lastima al tomar la comida, dásela desde la palma de tu mano o lánzala al suelo. Pero si te lastima cuando lo guías con la comida, tendrás que
capturar la conducta. En el siguiente tema verás cómo hacerlo.
- Tu perro no se echa cuando lo guías con la comida
Muchos perros no se echan con este procedimiento porque no quieren ponerse en una posición en la que se encuentran vulnerables. Otros no se echan
simplemente porque prueban otras conductas para conseguir la comida. Si tu perro no se echa cuando lo guías con la comida, considera lo siguiente:
Prueba de empezar el entrenamiento sobre otra superficie. Si tu perro no se echa sobre el suelo de cerámica, intenta sobre la alfombra. Después
podrás generalizar la conducta.
Asegúrate que la comida con que guías a tu perro es apetitosa para él.
Mueve tu mano con más lentitud.
Si echas a tu perro desde la posición de sentado, mueve tu mano un poco hacia adelante una vez que la has bajado casi hasta el piso. Este
movimiento forma una "L" imaginaria, primero hacia abajo y luego un poco hacia adelante.
Si echas a tu perro desde la posición de parado, dirige la comida hacia el medio de las patas delanteras de tu mascota, y un poquito hacia atrás.
Prueba las alternativas para enseñarle a tu perro a echarse.
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Precauciones al entrenar a tu perro para echarse a la orden
Cuando le enseñes este ejercicio a tu perro, debes asegurarte que no está sobre una superficie incómoda. Las superficies muy calientes o muy frías
pueden impedir que el perro se eche, así que verifica que la temperatura del suelo no sea muy alta (no necesitas más que tocarla con el dorso de tu
mano para comprobar la temperatura).
ALTERNATIVAS PARA ENTRENAR A TU PERRO PARA
ECHARSE A LA ORDENSi tu mascota no se echa con el procedimiento regular, tienes dos alternativas sencillas para enseñarle a tu perro a echarse: moldear la conducta de tu perro o
capturar la conducta cuando se echa espontáneamente.
La primera alternativa es más activa y requiere de tu participación y paciencia. La segunda alternativa, aunque requiere de mucha paciencia, es pasiva y sólo
tienes que esperar a que tu perro se eche cuando le da la gana.
Moldea la conducta de tu perro para conseguir que se eche
Lleva a cabo este procedimiento en el lugar normal de adiestramiento, que debe ser tranquilo y cerrado para que tu perro pueda estar sin collar ni correa.
Acerca un pedacito de comida a la nariz de tu perro y baja lentamente tu mano hacia el suelo. Cuando tu perro baje su cabeza, mueve lentamente la comida
hacia atrás de él (por un lado de su cabeza).
Si tu perro está sentado, se desequilibrará lateralmente al intentar seguir la comida hacia un costado y atrás. Entonces moverá hacia adelante una de sus patas
delanteras. En ese instante haz click y dale la comida. Repite el procedimiento esperando a que mueva un poco más su pata antes de hacer click y darle la
comida.
En cada nueva repetición busca reforzar la conducta de mover la pata un poco más adelante, hasta que tu perro termine echándose.
En el caso que quieras hacer que tu perro se eche desde la posición de parado, también puedes mover la comida hacia atrás de su cabeza (por un costado), pero
hazlo solamente cuando su pecho ya toca el suelo. Este movimiento desequilibrará a tu perro lateralmente y hacia atrás, por lo que tendrá que echarse.
Cuando consigas que tu perro se eche con facilidad, ya puedes proceder como se indica en el primer criterio del procedimiento regular para enseñarle a los
perros a echarse.
Este procedimiento no es un moldeado de la conducta en el sentido estricto, sino una combinación de atracción y reforzamiento de aproximaciones
sucesivas. Sin embargo, para fines prácticos simplemente lo llamaremos moldeado, aunque no sea el término correcto.
Captura la conducta cuando tu perro se echa espontáneamente
Practica este ejercicio en el baño o en cualquier otro lugar que sea terriblemente aburrido para tu perro.
Toma una revista, siéntate y empieza a leer (o simula que lo haces), pero observa a tu perro de reojo. Luego simplemente espera. En algún momento tu perro se
aburrirá y se echará.
El momento en que tu perro se eche, haz click y dale un pedacito de comida. Luego vuelve a ignorarlo y "lee" tu revista. Cuando se vuelva a echar, vuelves a
hacer click y darle un pedacito de comida. Repite el procedimiento hasta que tu perro comprenda que recibe comida y atención cada vez que se echa.
Cuando tu perro haya comprendido la idea, empezará a ofrecer "echados" con frecuencia cuando esté en el baño o el lugar que hayas escogido para practicar
este ejercicio. En este momento puedes empezar con el Criterio 2 del procedimiento regular para enseñarle a los perros a echarse, pero hazlo en el baño o el
lugar en que hayas practicado antes. Más adelante podrás generalizar los ejercicios en otros lugares.
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Si usas este procedimiento, asegúrate que el suelo del baño (o el lugar aburrido que elijas) no sea ni muy frío ni muy caliente porque tu perro no se echará ni en
un millón de años. Si es necesario, pon una mantita para que él pueda echarse cómodamente.
También asegúrate de darle los pedacitos de comida de manera que él tenga que levantarse para recibirlos. En caso contrario quizás se quede echado todo el
tiempo y no aprenda que lo que quieres es el movimiento de echarse. Puedes lanzar los pedacitos de comida al suelo, lejos de la boca de tu perro, o dárselos con
tu mano, pero sin acercarla mucho a su boca.
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ENTRENA A TU PERRO PARA ACUDIR AL LLAMADOEntrenar a tu perro para que acuda al llamado es uno de los ejercicios más importantes de la obediencia canina.
Los perros que acuden al llamado tienen más libertad para jugar con sus amigos en el parque, ir a pasear al campo y estar seguros en cualquier lugar. Además,
un llamado confiable puede salvar la vida de tu perro en determinadas circunstancias.
Con este artículo aprenderás a entrenar a tu perro para acudir al llamado desde distancias cortas y en ambientes sin distracciones, y se quede junto a ti por un
segundo. Con esa basa podrás profundizar el adiestramiento posteriormente. De todos modos, en el futuro escribiré una versión más completa del
adiestramiento canino para acudir al llamado.
Ten en cuenta que tu perro todavía no conoce esta orden, así que no debes soltarlo en lugares abiertos.
Practica este ejercicio en un lugar cerrado y sin distracciones. De preferencia, empieza a practicar el llamado después que tu perro aprendió a reconocer su
nombre. Esto te facilitará las cosas.
Tu perro acude cuando retrocedes unos pasos (Criterio 1)
Acerca un pedacito de comida a la nariz de tu perro para llamar su atención, y retrocede dos o tres pasos al mismo tiempo que acercas la comida a tu cuerpo.
Luego detente. Cuando tu perro llegue a ti, haz click y dale la comida.
Repite el procedimiento entre tres y cinco veces, pero en cada repetición acerca menos la comida a la nariz de tu perro hasta que solamente tengas que
retroceder unos pasos para que tu perro te siga. En este punto, deja de tener la comida en tu mano cada vez que retrocedes. Simplemente camina unos pasos
hacia atrás y cuando tu perro te alcance, haz click, saca un pedacito de comida de la riñonera y dáselo.
Si tu perro se queda quieto cuando retrocedes, haz el sonido de un beso o aplaude un par de veces para captar su atención y estimularlo a que te siga. También
prueba retrocediendo más rápido.
Practica en sesiones cortas, hasta que logres que tu perro te siga el 80% de las veces que retrocedes, en dos sesiones de adiestramiento consecutivas. Luego
pasa al siguiente criterio.
Tu perro acude y se queda un segundo junto a ti (Criterio 2)
Repite un par de veces el procedimiento del criterio anterior para que tu perro recuerde de qué se trata este ejercicio. Luego haz el mismo procedimiento pero
aumenta gradualmente el tiempo que transcurre entre que tu perro te alcanza y que haces click.
Cuando tu perro te alcance, simplemente cuenta mentalmente "Uno", haz click, toma la comida de la riñonera y dásela.
Si tu perro no espera mientras cuentas mentalmente "Uno", empieza contando "Un", o incluso un instante más corto. Poco a poco aumenta el tiempo que tu
perro permanece a tu lado, hasta un segundo. Si puedes aumentar más este tiempo, hazlo, pero no te olvides que el criterio que persigues es que tu perro
permanezca junto a ti sólo por un segundo.
Tu perro acude mientras mueves los brazos (Criterio 3)
Repite el procedimiento del Criterio 1, pero mueve tus brazos mientras retrocedes. En las primeras repeticiones de este criterio de adiestramiento canino,
mueve tus brazos lentamente para no confundir a tu perro. Poco a poco aumenta el movimiento que haces con tus brazos.
Cuando tu perro te alcance, haz click y dale la comida, pero sigue moviendo tus brazos mientras haces click.
Puedes hacer dos o tres repeticiones del Criterio 1 antes de empezar las sesiones de adiestramiento.
Tu perro acude y se queda un segundo junto a ti mientras mueves los brazos (Criterio 4)
Repite el procedimiento del Criterio 2, pero mueve tus brazos mientras retrocedes. Sigue moviendo tus brazos cuando te has detenido y estás contando "Uno"
mentalmente.
En las primeras repeticiones, el movimiento de tus brazos debe ser lento y no muy pronunciado. Poco a poco aumenta la intensidad y velocidad de ese
movimiento.
El beneficio de este ejercicio es que ayuda a generalizar la conducta frente a distracciones muy ligeras.
Tu perro acude cuando lo llamas (Criterio 5)
Repite el procedimiento del Criterio 1, pero di "Aquí" antes de retroceder. Cuando notes que tu perro responde correctamente a la orden, practica los demás
criterios de este ejercicio, pero diciendo "Aquí" antes de retroceder.
En este criterio introduces la orden de adiestramiento canino.
Nota
Si usas la orden "OK" en lugar del clicker, no uses "Aquí" para llamar a tu perro. Las dos órdenes pueden sonar muy parecidas, así que es mejor que
uses otra orden para llamar a tu perro. Acá, Here (pronunciado "jier") u otras órdenes pueden servirte.
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Tu perro acude sin orden formal en diferentes situaciones de la vida cotidiana (Criterio 6)
Aprovecha para hacer que tu perro acuda en diferentes situaciones de la vida cotidiana, pero todavía no uses la orden en cualquier lugar. Simplemente haz el
sonido de un beso (lanza un beso al aire) y si tu perro acude a ti, haz click y dale un pedacito de comida. También puedes retroceder unos pasos cuando te mira,
para estimularlo a seguirte.
Practica esto en diferentes situaciones de la vida cotidiana, pero no en sesiones formales. Hazlo unas tres veces por día, independientemente de las sesiones
formales de adiestramiento canino.
Al hacer esto, asegúrate que no haya distracciones que puedan competir contigo. Por ejemplo, no practiques este criterio cuando tu perro está jugando con
otros perros. Practica este criterio cuando tu perro está sin nada que hacer en la sala, en el jardín, etc.
Cuando notes que tu perro responde con mucha frecuencia al sonido del beso, puedes empezar a usar la orden "Aquí" para llamarlo en diferentes situaciones,
pero probablemente necesites practicar más para llegar a este punto.
Posibles problemas al entrenar a tu perro para acudir al llamado
Algunos problemas que puedes enfrentar al entrenar a tu perro para acudir al llamado son:
- Tu perro no acude cuando retrocedes
Si tu perro no te sigue cuando retrocedes, quizás sea necesario que busques un lugar diferente para entrenar. La clave del adiestramiento de perros para acudir
al llamado es que tú seas lo más atractivo para tu perro en el lugar de adiestramiento.
Es muy probable que tu perro no acuda si existen otras distracciones. Todavía no está listo para responder en presencia de distracciones.
Si piensas que el lugar es el adecuado, haz una serie rápida de entregarle pedacitos de comida. Dale a tu perro unos cinco pedacitos de comida rápidamente
antes de empezar la sesión de adiestramiento, para que esté atento.
- Tu perro te salta encima cuando llega hasta ti
Si tu perro te salta encima cada vez que acude, debes hacer click antes que te salte encima y lanzar el pedacito de comida al suelo. Otra alternativa es que le des
la comida desde tu mano, pero agachándote lo suficiente como para que tu perro tenga que bajar su cabeza en lugar de mirar hacia arriba.
Es importante que tu perro no te salte encima cuando acude al llamado porque esa conducta es difícil de erradicar.
- Tu perro acude cuando retrocedes pero no cuando usas la orden
Es posible que la orden que usas esté "envenenada". Muchos perros aprenden que sus nombres y la orden "Aquí" (o "Ven aquí") significa algo malo, porque son
castigados después de esas órdenes.
Si has usado alguna orden para llamar a tu perro y lo has castigado por acudir, habrás estropeado esa orden porque tu perro la habrá asociado con cosas
negativas. Por otra parte, si has estado usando una orden para llamar a tu perro pero no has entrenado la conducta hasta que sea altamente confiable, es
probable que tu perro haya aprendido que es más gratificante ignorar tu llamado.
En cualquiera de esos casos, usa una orden diferente que tu perro no conozca.
- Tu perro no acude fuera de casa
Tu perro no está listo para acudir al llamado en presencia de distracciones. De hecho, ni siquiera está listo para acudir al llamado a gran distancia en ambientes
libres de distracciones.
Por el momento no uses la orden para llamar a tu perro más que en las sesiones formales de adiestramiento. Si sacas a pasear a tu perro, todavía no lo sueltes
en lugares que no están cercados. Él no está listo para responder adecuadamente a tu llamado en esas circunstancias y puede ser peligroso que le quites la
correa en la calle.
Precauciones al llamar a tu perro
Nunca llames a tu perro para castigarlo ni para someterlo a actividades que no le gustan (por ejemplo, bañarlo). Si necesitas sujetar a tu perro para algo que no
le gusta, acércate hacia él en lugar de llamarlo. De esta manera no estropearás la orden para acudir al llamado.
Ten en cuenta que algunas actividades que no parecen desagradables pueden serlo. Por ejemplo, si sueltas a tu perro para que juegue con otros perros en algún
lugar cerrado, no lo llames para irte. Si lo haces, tu perro aprenderá que obedecer al llamado significa terminar la diversión. En todo caso, acércate a él para
sujetarlo o atráelo con algún juguete.
ALTERNATIVAS PARA ENTRENAR A TU PERRO PARA
ACUDIR AL LLAMADOEn este artículo te presento dos alternativas para entrenar a tu perro para acudir al llamado. La primera consiste en el juego del llamado, y es similar al juego
del nombre.
La segunda alternativa es una variante del procedimiento regular para entrenar el llamado, que es útil para conseguir que tu perro se aleje de ti lo suficiente
como para que puedas llamarlo. Esta alternativa te servirá si tu perro no se te despega ni un instante.
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El juego del llamado
Practica este ejercicio en un lugar cerrado y sin distracciones, con tu perro libre de la correa.
Párate frente a una amiga, a unos cinco metros de distancia aproximadamente. Tanto tú como tu amiga tienen una riñonera con pedacitos de comida que le
interesan a tu perro.
Haz un sonido de beso (lanza un beso al aire), u otro sonido que llame la atención de tu perro. Cuando tu perro te mire, muéstrale la comida en tu mano y
espera a que se te acerque.
El momento en que tu perro se te acerca, haz click y dale la comida. Después de darle la comida, mira hacia el techo e ignora a tu perro. En este momento, tu
amiga hace el sonido de beso y atrae al perro mostrándole la comida. Cuando tu perro se le acerca, ella hace click, le da la comida y se queda mirando al techo.
Entonces, tú vuelves a hacer el sonido de beso y atraer a tu perro, repitiendo todo el procedimiento.
Haz unas cinco a ocho repeticiones con la comida en la mano y luego trata de atraer a tu perro sin tener la comida en tu mano. Puedes hacer cualquier sonido y
movimiento para conseguir que tu perro acuda a ti, pero no debes usar la orden "Aquí" (o la orden que hayas decidido usar para llamar a tu perro).
En algún momento tu perro comprenderá que la idea del juego es acercarse a la persona que hace el sonido. En ese momento empezará a ir desde donde estás
tú hasta donde está tu amiga y viceversa.
Cuando ocurra esto, aumenta gradualmente la duración entre el click y la presentación de la comida, hasta un segundo. Haz esto en la manera explicada en el
procedimiento regular para entrenar a tu perro para acudir al llamado. La única diferencia es que son dos personas las que llaman al perro.
Luego procede con los criterios de adiestramiento explicados en el procedimiento regular, hasta que introduzcas la orden, siempre tomando en cuenta que en
este juego son dos las personas que llaman al perro.
Pueden practicar este juego entre más de dos personas, pero trata que el número de personas no sea superior a seis durante las primeras sesiones.
Variante del procedimiento regular
Esta variante es útil si tu perro no se te despega ni un instante, o si por alguna razón no puedes retroceder unos pasos.
Pon el recipiente (vacío) de comida de tu perro en el lugar de adiestramiento. Aléjate de él uno o dos pasos y lanza un pedacito de comida adentro. Asegúrate
que tu perro vea esto, para que vaya a buscar la comida en su plato.
Repite el procedimiento un par de veces y luego atrae a tu perro mostrándole la comida en tu mano. Cuando él se acerca, haces click y lanzas la comida al
recipiente.
Repites el procedimiento en la misma forma que en el procedimiento regular para entrenar a tu perro para acudir al llamado, con la ventaja que no tienes que
retroceder y tu perro se aleja un poco después de cada click.
Haz los criterios de adiestramiento explicados en el procedimiento regular para enseñarle a tu perro a acudir al llamado.
Si lo deseas, puedes lanzar la comida al suelo en lugar de usar el recipiente de comida de tu perro. Sin embargo, para muchos perros (especialmente cachorros)
es más fácil encontrar la comida si saben que va a caer en un recipiente.
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ENTRENA A TU PERRO PARA PARARSE A LA ORDENEntrenar a tu perro para pararse a la orden no es un ejercicio obligatorio de la obediencia canina, pero es un ejercicio útil para cuando empieces a entrenar
formalmente la discriminación de órdenes.
También es un ejercicio útil en algunas situaciones de la vida cotidiana como, por ejemplo, cuando necesitas que tu perro se quede quieto sobre una superficie
que está mojada. Si el suelo está mojado no querrás que tu perro se eche o se siente.
El resultado que debes conseguir con este ejercicio es que tu perro se pare sobre sus cuatro patas cuando le das la orden.
Los criterios que entrenarás son: tu perro se levanta cuando haces la señal, tu perro se queda parado por un segundo, tu perro se levanta aunque tú estés
caminando o trotando, tu perro se queda parado por un segundo aunque tú te estés moviendo, tu perro se levanta cuando dices la orden.
Practica este ejercicio en un lugar cerrado y sin distracciones.
Tu perro se levanta cuando haces la señal (Criterio 1)
Guía a tu perro con la comida para que se siente frente a ti. No hagas la señal para sentarse ni des la orden. Simplemente guíalo con la comida en tu mano.
Cuando se haya sentado, acércate a él con pasitos cortos y hablándole con una voz aguda y alegre para estimularlo a levantarse. Tienes que dirigirte de frente
hacia él, pero sin atropellarlo.
En algún momento tu perro se levantará, ya sea por el estímulo de tu voz o porque le parece que vas a caminar sobre él. El momento en que tu perro levante el
trasero del suelo, haz click y dale la comida.
Es importante que hagas click cuando tu perro levanta su trasero del suelo, porque él puede dar un par de pasos rápidamente. No quieres enseñarle a dar un par
de pasos, sino solamente a levantarse.
Repite el procedimiento unas cinco veces. A partir de la quinta vez, haz lo mismo, pero guía a tu perro a la posición de sentado sin tener la comida en la mano. Si
no puedes hacerlo, haz la señal para que se siente (dirige tu mano hacia tu hombro) pero no des la orden. Cuando consigas que tu perro se levante, haz click,
toma un pedacito de comida de la riñonera y dáselo.
Repite el procedimiento hasta que notes que tu perro se levanta cada vez que das un paso cortito hacia él. Ésta será la señal que usarás por el momento para
conseguir que tu perro se levante.
Si prefieres practicar este ejercicio empezando con tu perro en la posición de echado, lo mejor es que lo guíes con la comida para levantarse. Primero guíalo con
la comida hasta que se eche (sin señal ni orden, sólo guíalo con la comida). Luego aleja lentamente la comida de su nariz, hacia adelante y un poquito hacia
arriba.
No lleves la comida muy arriba porque tu perro se sentará. Tampoco la mantengas al nivel del suelo porque tu perro se arrastrará.
El momento en que tu perro se levante, haz click y dale la comida. Tienes que hacer click antes que tu perro de un paso hacia adelante. De preferencia, también
dale la comida sin que se adelante.
Repite unas cinco veces y luego deja de tener la comida en la mano. La señal que usarás en este caso para que tu perro se levante, será el mismo movimiento
que hacías con la mano para guiar a tu perro, sólo que sin estar sujetando la comida.
Tu perro se queda parado por un segundo (Criterio 2)
Repite el mismo procedimiento del criterio anterior, pero cuenta mentalmente "Uno" antes de hacer click. Si es necesario, empieza con intervalos más cortos
(por ejemplo, contando "Un" en lugar de "Uno"), hasta que consigas que tu perro se quede parado por un segundo antes de hacer click.
No te olvides de darle a tu perro la comida después de cada click que hagas.
Puedes hacer dos o tres repeticiones del Criterio 1 antes de empezar cada sesión de adiestramiento canino.
Tu perro se levanta aunque tú te estés moviendo (Criterio 3)
Haz el mismo procedimiento que en el Criterio 1, pero muévete mientras haces la señal para que tu perro se levante.
Si le enseñaste a tu perro a levantarse cuando haces un pasito corto hacia él, mueve tus brazos mientras haces el pasito.
Si le enseñaste a tu perro a levantarse con una señal de tu mano, trota sobre tu sitio mientras haces esa señal.
Tu perro se queda parado por un segundo aunque tú te estés moviendo (Criterio 4)
Haz el mismo procedimiento que en el Criterio 2, pero muévete como en el Criterio 3.
Tu perro se levanta cuando dices la orden (Criterio 5)
En este criterio de adiestramiento introduces la orden. Simplemente haz el mismo procedimiento que en el Criterio 1, pero di "En pie" (o la orden que prefieras)
antes de hacer la señal para que tu perro se levante.
Practica hasta que tu perro se levante solamente con escuchar la orden.
Posibles problemas al entrenar a tu perro para pararse a la orden
Asegúrate de hacer click en el momento en que tu perro se levanta. En este ejercicio mucha gente hace click muy tarde, cuando el perro ya ha dado uno o dos
pasos.
Por supuesto, debes empezar este ejercicio después que tu perro ha aprendido a sentarse y/o echarse, y es capaz de mantener esas posiciones por un segundo.
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Si tu perro no se levanta con este procedimiento, intenta con las alternativas para enseñarle a tu perro a pararse a la orden.
ALTERNATIVAS PARA ENTRENAR A TU PERRO PARA
PARARSE A LA ORDENSi no conseguiste entrenar a tu perro para parase a la orden con el procedimiento regular, intenta alguna de estas alternativas que seguramente te servirán.
La primera alternativa se basa en la atracción, que es una de las estrategias para entrenar nuevas conductas de los perros.
La segunda alternativa se basa en la captura que es la estrategia más simple para entrenar nuevas conductas de los perros.
Guía a tu perro con la comida para que se levante
Guía a tu perro con la comida para que se siente. Cuando él está sentado, mueve la comida por debajo de su quijada, hacia su garganta.
Para poder tomar la comida, tu perro tendrá que moverse hacia atrás, por lo que terminará levantándose. En ese momento haz click y dale la comida.
Repite el procedimiento hasta que tu perro se levante con facilidad desde la posición de sentado. Durante las repeticiones que hagas, trata de reducir el
movimiento que haces con tu mano, hasta que solamente necesites una señal sencilla.
A partir de ese momento, deja de sujetar la comida en tu mano y pídele a tu perro que se levante solamente con la señal. Cuando lo haga, haz click, toma un
pedacito de comida de tu riñonera y dáselo.
Asegúrate de guiar con la comida hacia atrás y no hacia abajo. Si mueves mucho la comida hacia abajo, tu perro terminará echándose.
Cuando hayas conseguido que tu perro se levante con la señal el 80% de las veces en dos sesiones consecutivas, puedes continuar con el segundo criterio de
adiestramiento del procedimiento regular para entrenar a tu perro para pararse a la orden.
Captura la conducta de tu perro cuando se levanta espontáneamente
Esta estrategia de adiestramiento canino es más sencilla, pero requiere que tengas a la mano el clicker y los pedacitos de comida todo el tiempo.
Solamente espera a que tu perro se levante en cualquier momento durante su rutina cotidiana. En ese momento haz click y dale un pedacito de comida. Poco a
poco notarás que empieza a ofrecer "parados" para conseguir la comida. Cuando ocurra esto, empieza a asociar una señal con la conducta. Simplemente haz
una señal con tu mano antes que tu perro se levante.
Cuando tengas la señal consolidada, puedes comenzar con el segundo criterio de adiestramiento del procedimiento regular para enseñarle a tu perro a pararse a
la orden.
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ENSÉÑALE A TU PERRO A IGNORAR COSASEnseñarle a tu perro a ignorar cosas es un excelente ejercicio de autocontrol, y es algo que todos los perros deberían aprender.
Este ejercicio no es considerado en los manuales de adiestramiento canino tradicionales, porque con las técnicas tradicionales se entrena a los perros para
limitar sus comportamientos espontáneos. En cambio, en el adiestramiento con clicker, es necesario enseñar este ejercicio de obediencia canina porque los
perros son entrenados en base a la emisión espontánea de comportamientos.
El ejercicio de enseñarle a los perros a ignorar cosas, también conocido como "Deja" o "Zen canino", es una extensión del ejercicio en el que se les enseña a los
perros a reconocer sus nombres.
El criterio final de adiestramiento canino que debes conseguir es que tu perro ignore por un segundo la comida que tienes en tu mano abierta.
Tu perro ignora la comida por un instante (Criterio 1)
Tu perro ya debe ser capaz de reconocer su nombre antes de empezar este criterio de adiestramiento.
Haz entre dos y tres repeticiones del primer criterio para enseñarle a tu perro a reconocer su nombre. Es decir, acerca tu mano con un pedacito de comida a la
nariz de tu perro, manteniendo tu puño cerrado para proteger la comida. Cuando tu perro te mire a los ojos por un instante, haz click y dale la comida.
Después de la segunda o tercera repetición, empieza a entrenar la orden "Deja". Para esto, acerca la comida a la nariz de tu perro con tu mano abierta. El
pedacito de comida debe estar en la palma de tu mano.
Si tu perro intenta tomar la comida de tu mano, cierra rápidamente la mano, de tal forma que la comida quede encerrada en tu puño. Cuando tu perro deje de
mirar tu puño cerrado, ábrelo nuevamente.
El momento en que tu perro deje de mirar la comida, haz click y dale un pedacito de comida. No importa si tu perro te está mirando a los ojos o si mira a
cualquier parte, siempre y cuando deje de mirar la comida que tienes sobre la palma de tu mano.
Cómo entregarle la comida a tu perro
Existen diversas opiniones sobre cómo se deben entregar los pedacitos de comida a los perros cuando se entrena el ejercicio "Deja".
Una forma de hacerlo consiste en dejar caer la comida al suelo después que haces click.
Otra forma consiste en entregar un pedazo de comida que tienes en la otra mano, evitando que tu perro tome la comida de la "mano prohibida".
Finalmente, la otra forma de entregarle la comida a tu perro, y que es la que me parece más cómoda, consiste en entregar el pedazo de comida que
tienes en la "mano prohibida" llevando tu mano hacia tu cuerpo antes de darle la comida a tu perro. De esta forma, al perro se le facilita la
comprensión de que el pedazo de comida no está disponible antes del click.
En este ejercicio, las repeticiones exitosas son todas aquellas en que tu perro ignora activamente la comida en tu mano abierta. Es decir cuando mira hacia otro
lado. Cuando alcances un 80% de repeticiones exitosas en dos sesiones sucesivas, pasa al siguiente criterio de adiestramiento.
Ten en cuenta que todas las veces que tengas que cerrar tu mano para que tu perro no tome la comida, son repeticiones fallidas. Por tanto, debes prestar
mucha atención a cuantas veces cierras tu mano para calcular la tasa de éxito de cada sesión de adiestramiento. Este criterio te puede tomar varias sesiones.
Tu perro te mira a los ojos por un instante (Criterio 2)
Repite el mismo procedimiento del criterio anterior, pero esta vez debes hacer click y darle a tu perro el pedacito de comida solamente cuando te mira a los
ojos. Puedes moldear la conducta de en la misma forma en que entrenaste a tu perro para reconocer su nombre.
Recuerda que todavía no usas ninguna orden para este ejercicio de obediencia canina.
Tu perro ignora la comida por un segundo (Criterio 3)
Repite el mismo procedimiento del Criterio 1, pero aumenta gradualmente el tiempo que tu perro ignora la comida en tu mano abierta, hasta un segundo. Usa el
procedimiento de los 300 picotazos para lograr esto.
Como solamente aumentarás la duración hasta un segundo, te resultará más fácil aumentar el tiempo si cuentas mentalmente "un mil", en lugar de "uno". De
esta forma, tendrás dos períodos de medio segundo claramente identificados.
Pasa al siguiente criterio cuando tu perro pueda ignorar la comida por un segundo en ocho de cada 10 repeticiones. Si deseas, puedes aprovechar estas
repeticiones para aumentar más la duración de este ejercicio, siguiendo el procedimiento de los 300 picotazos, ya que todas las repeticiones subsiguientes
tendrán una duración superior a un segundo. Ten cuidado, sin embargo, de no exigir demasiado a tu perro en esta etapa.
Ten en cuenta que has levantado el criterio, así que no necesitas exigirle a tu perro que te mire a los ojos. Durante este criterio es suficiente con que tu perro
ignore la comida en tu mano abierta, aunque no te mire a los ojos.
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Tu perro ignora la comida y te mira a los ojos por un segundo (Criterio 4)
Repite el mismo procedimiento del criterio anterior, pero exígele a tu perro que te mire a los ojos. Es decir que solamente harás click y le darás la comida a tu
perro cuando mantenga la mirada por un segundo, ignorando la comida en tu mano abierta.
Pasa al criterio siguiente cuando hayas conseguido un 80% de éxito.
Tu perro ignora la comida en tu mano cuando dices "Deja" (Criterio 5)
Repite el procedimiento del primer criterio, pero di "Deja" (o la orden que prefieras) antes de acercar la comida a la nariz de tu perro. En este caso estás
levantando el criterio de adiestramiento canino, pero tu perro ya realizó varias repeticiones del ejercicio con diferentes criterios. Por tanto, puedes empezar a
exigir, de forma gradual, que te mire a los ojos.
Si puedes, también aumenta gradualmente la duración hasta un segundo después que dices la orden, pero esto no es un requisito en esta etapa.
Posibles problemas al enseñarle a tu perro a ignorar cosas
La mayoría de los problemas que se presentan al entrenar este ejercicio de obediencia canina son los mismos que al enseñarle a tu perro a reconocer su
nombre. Por tanto, ya sabrás como solucionarlos.
Sin embargo, existe un problema adicional que es importante. Puede ser que tu perro sea más rápido para tomar la comida de lo que tú eres para cerrar tu
mano. Asegúrate que tu perro nunca pueda tomar la comida antes de que tú hagas click. Es mejor "jugar a ganador" y cerrar la mano antes de tiempo.
Ten en cuenta que un perro hambriento tendrá más dificultad para aprender este ejercicio. Por tanto, es mejor que no lleves a cabo este ejercicio antes de las
comidas de tu perro, sino un par de horas después.
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ENTRENA A TU PERRO PARA CAMINAR SIN JALAR LA CORREAEntrenar a tu perro para caminar sin jalar la correa es uno de los ejercicios más útiles, y a la vez más difíciles, de la obediencia canina. Este es un
ejercicio muy útil porque te permitirá ir con tu perro a cualquier parte, sin preocuparte por tener que controlarlo. Al mismo tiempo es un ejercicio difícil de
entrenar porque no requiere mucha precisión y tiene una duración extrema. Parece irónico que un ejercicio de poca precisión sea difícil de entrenar, pero la
falta de precisión del ejercicio dificulta la evaluación los criterios de adiestramiento canino.
De cualquier manera, una vez que consigas los criterios básicos explicados en este artículo, te será más fácil continuar el adiestramiento de este
ejercicio que es fundamental para todos los perros. Además de ser un ejercicio muy útil en la vida cotidiana, enseñarle a tu perro a caminar sin jalar la correa
también le enseñará autocontrol en diferentes circunstancias. Y ten por seguro que la práctica de este ejercicio te ayudará a desarrollar tus habilidades de
observación del comportamiento canino, tu timing y tu tasa de reforzamiento.
Es importante que no confundas el caminar sin jalar la correa con el ejercicio de "Junto" de la obediencia competitiva. "Junto" es un ejercicio de alta
precisión en el que se les exige a los perros que caminen al lado de sus guías, perfectamente alineados. Es algo así como un desfile de dos, un perro y un
humano, en el que se debe mantener la línea todo el tiempo. En cambio, caminar sin jalar la correa sólo exige que los perros caminen cerca de sus guías, sin
arrastrarlos ni tensar la correa.
Antes de empezar a entrenar este ejercicio, tu perro debe estar acostumbrado a usar el collar y la correa. Si todavía no ha aprendido a usar estos
elementos, enséñale a tu perro a usar el collar y la correa antes de empezar el adiestramiento de este ejercicio.
¿Porqué los perros jalan la correa al pasear?
Seguramente has visto muchas personas paseando a sus perros por las calles. Quizás hayas notado que la mayoría de estos perros van muy
adelantados, y la correa siempre está tensa. En algunos casos, quizás hayas notado que los perros en realidad están arrastrando a sus dueños, en lugar de ir
paseando con ellos.
La razón por la que los perros jalan la correa es porque esta conducta es reforzada desde que son cachorros. Esos perros que están acostumbrados a
jalar la correa no conocen otra manera de llegar a donde quieren ir. Desde la perspectiva de sus dueños, el paseo es algo así como "este perro no me va a hacer
caminar más rápido", mientras que la perspectiva del perro es algo así como "este humano es tan lento que tengo que jalar mucho para que camine un
poquito".
Como el humano sigue a su perro cada vez que éste jala la correa, el perro aprende que ésa es la forma correcta para llegar a donde quiere ir. Si
quiere ir al parque debe jalar la correa, si quiere saludar a otro perro debe jalar la correa, etc.
Ten muy en cuenta este aspecto, porque a partir de ahora tu perro no deberá llegar a ningún lado cuando jala la correa. Desde este momento, jalar
la correa se convertirá en sinónimo de inmovilidad.
Para que comprendas mejor la dificultad de este ejercicio, imagina que eres un niño de 10 años y tu papá te lleva al cumpleaños de uno de tus amigos
(si eres un niño de 10 años sólo imagínate el cumpleaños, jeje). Pero cuando llegan ahí, tienes que estar al lado de tu papá todo el tiempo, sin importar que los
otros niños estén jugando, que en el patio trasero haya un espectáculo de magia o que el cumpleañero (medio loco) esté regalando Wii o Supernintendos a los
niños más activos. ¿Te quedarías al lado de tu papá?
Bueno, ese escenario es similar a lo que exigimos a nuestros perros cuando tienen que caminar sin jalar la correa en la calle o en el parque.
Tu perro camina 15 pasos con la correa floja en un ambiente sin distracciones (Criterio 1)
Estás con tu perro sujeto a la correa, en un lugar tranquilo y sin ningún tipo de distracciones (el lugar de adiestramiento canino). Sujeta la correa con
tus dos manos, pegadas contra tu barriga para que tu perro no las pueda mover si jala la correa.
Espera a que tu perro esté tranquilo (sin saltar, ladrar, etc.) y sin tensar la correa. Entonces, haz click y dale un pedacito de comida. Inmediatamente,
y sin darle tiempo a tu perro para que se aleje, haz click nuevamente y dale otro pedacito de comida. Repite esto entre cinco y 10 veces.
Como estarás con las dos manos ocupadas sujetando la correa, es mejor que hagas click con la lengua o uses una palabra corta y bien diferenciada.
No te preocupes si antes no has cargado estos reforzadores condicionados. Al hacer el ejercicio los cargarás.
¿Qué es una correa floja?
Debes tener muy claro qué es una correa floja para poder hacer click cuando esto ocurre. La correa estará floja, es decir que no estará tensa, cuando
cuelgue completamente formando una "U". Si la correa no forma una "U", está tensa aunque tu perro no esté jalando con fuerza. Después de haber hecho click
unas cuantas veces cuando la correa está floja, empieza a caminar. Da un paso y, si tu perro mantiene floja la correa, haz click y dale otro pedacito de comida.
Luego, da dos pasos y, si tu perro mantiene floja la correa, haz click y dale un pedacito de comida.
Repite el procedimiento aumentando un paso en cada repetición. Como puedes ver, estás aplicando el procedimiento de los 300 picotazos para
aumentar gradualmente los pasos que das sin que tu perro jale la correa.
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El momento en que tu perro tense la correa, retrocede hasta el punto de inicio y vuelve a empezar el procedimiento, dando un solo paso. No
necesitas volver a hacer click varias veces antes de empezar a caminar, pero empieza desde el primer paso.
Si no tienes un lugar de adiestramiento suficientemente largo como para dar 15 pasos, camina en círculos. En este caso, cuando tu perro tense la
correa, retrocede algunos pasos hasta que tu perro vuelva a estar cerca de ti sin tensar la correa. No es necesario que retrocedas muchos pasos, pero sí es
necesario que tengas suficiente espacio como para retroceder al menos dos o tres pasos. Cuando puedas caminar 15 pasos sin que tu perro jale la correa, en dos
sesiones consecutivas, pasa al siguiente criterio de adiestramiento. Recuerda que no necesitas completar estos 15 pasos en una sola sesión de adiestramiento
canino, sino que puedes hacerlo en varias sesiones.
Para terminar la sesión, simplemente quítale la correa a tu perro y juega con él o dale unos cuantos pedacitos de comida. Nota que no usas ninguna orden para
este ejercicio, y no la usarás en ningún criterio. La única señal para que tu perro camine sin jalar la correa, es la correa misma. Por tanto, no necesitas una orden
adicional.
Tu perro camina 15 pasos con la correa floja hasta un punto focal (Criterio 2)
El procedimiento es similar al del criterio anterior, pero debes poner un punto focal en el lugar de adiestramiento y caminar en línea recta hasta ese
punto sin que tu perro jale la correa. El punto focal debe ser algo que tu perro quiera conseguir. Puede ser una puerta (si tu perro quiere ir a otro lugar), un
juguete, un recipiente con un poco de comida, una persona, etc. Sin embargo, todavía no debe ser una atracción muy intensa.
Empieza a caminar hacia el punto focal. Das un paso y, si tu perro mantiene floja la correa, haces click y le das un pedacito de comida. Continúas
caminando y das dos pasos. Si tu perro mantiene floja la correa, haces click y le das la comida. Sucesivamente aumentas un paso más hasta que puedes caminar
15 pasos hasta el punto focal sin que tu perro jale la correa.
Si tu perro tensa la correa, retrocede hasta el punto de inicio y empieza el procedimiento de nuevo.
Cuando llegues al punto focal sin que tu perro tense la correa, haz click y permítele que alcance ese punto. Es decir, si tu punto focal es un recipiente
con comida, permítele que coma del recipiente. Si el punto focal es un juguete, permítele a tu perro jugar con él. Si el punto focal es una puerta, permítele
cruzarla (el recinto contiguo debe ser cercado y seguro para tu perro). En cualquiera de estos casos, suelta la correa después de hacer click y, si tu perro se te
queda mirando, dale un pedacito más de comida.
Idealmente necesitarías un espacio que te permita caminar al menos 120 pasos hasta el punto focal. La mayoría de la gente no tiene tanto espacio en
un lugar sin distracciones. Si no tienes tanto espacio, simplemente usa la mayor distancia posible entre el punto de partida y el punto focal, y haz suficientes
repeticiones como para caminar toda esa distancia de una sola vez sin que tu perro jale la correa.
Por ejemplo, si el espacio que tienes te permite caminar solamente cinco pasos, la secuencia de adiestramiento será similar a la siguiente:
1 paso, click, comida
1 paso, 2 pasos, click, comida
1 paso, 2 pasos, el perro tensa la correa
Retrocedes hasta el punto de inicio
1 paso, click, comida
1 paso, 2 pasos, click, comida
1 paso, 2 pasos, 3 pasos, click, comida
1 paso, 2 pasos, 3 pasos, 4 pasos, click, comida
1 paso, 2 pasos, 3 pasos, el perro tensa la correa
Retrocedes hasta el punto de inicio
1 paso, click, comida
1 paso, 2 pasos, click, comida
1 paso, 2 pasos, 3 pasos, click, comida
1 paso, 2 pasos, 3 pasos, 4 pasos, click, comida
1 paso, 2 pasos, 3 pasos, 4 pasos, 5 pasos, click, comida, sueltas la correa y permites que el perro alcance el punto focal
Vuelves al punto de inicio
1 paso, 2 pasos, 3 pasos, 4 pasos, 5 pasos, click, comida, sueltas la correa y permites que el perro alcance el punto focal (si el perro tensa la correa
reinicias con un solo paso, hasta que puedas caminar los 5 pasos de una sola vez; puedes hacerlo en varias sesiones de adiestramiento)
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Posibles problemas al enseñarle a tu perro a caminar sin jalar la correa
- Tu perro se distrae con mucha facilidad
Entrena en un lugar diferente en el que no existan distracciones de ningún tipo. Este ejercicio es difícil para los perros y tienes que empezar en un
lugar muy tranquilo en el que puedas controlar las distracciones.
También puedes hacer una secuencia rápida con cinco repeticiones de click-comida, antes de empezar la sesión.
- Tu perro se vuelve loco cuando tomas la correa
Muchos perros se ponen como locos cuando sus dueños toman la correa. Esto es el resultado del condicionamiento clásico, ya que a la mayoría de los
perros les gusta mucho salir a pasear.
Sujeta la correa varias veces durante el día, en ocasiones en que no vayas a sacar a pasear a tu perro. Simplemente toma la correa y tenla contigo por
un tiempo, ignorando las "locuras" de tu perro. Luego, vuelve a dejarla en el lugar de costumbre y repite el procedimiento varias veces. De esta forma
extinguirás la conducta de tu perro.
Asegúrate de hacer este procedimiento tantas veces en un solo día que las conductas que hace tu perro cuando se "vuelve loco" se extingan antes
que tengas que volver a sacarlo a pasear. Si no extingues esas conductas rápidamente, solamente estarás poniéndolas en un programa de reforzamiento
variable, y estarás haciéndolas más resistentes a la extinción. Si es necesario, practica esto durante el fin de semana para que puedas dedicarle suficiente tiempo
al adiestramiento canino.
- Tu perro salta y ladra antes de que le pongas la correa
La respuesta al problema anterior te ayudará con este problema. Sin embargo, también debes asegurarte de nunca ponerle la correa a tu perro si está
muy entusiasmado. Antes de ponerle la correa espera a que se tranquilice, incluso cuando vayas a sacarlo a pasear. No le pongas la correa mientras no se
controla.
- Tu perro te salta encima cuando empiezas a caminar
Detente, espera a que tu perro se tranquilice y dale un pedacito de comida cuando esto ocurra. No le des la comida inmediatamente después que te
saltó encima, sino que espera unos segundos hasta que esté tranquilo. Luego retorna al lugar de inicio y vuelve a empezar el adiestramiento.
Mantén una tasa de reforzamiento muy alta para no darle a tu perro tiempo para saltarte encima.
- No puedes caminar en línea recta (Criterio 2) porque tu perro va hacia todos lados
Existen muchas distracciones en el lugar de adiestramiento y tu perro encuentra muchos puntos focales. Asegúrate que lo único que llame la atención
de tu perro sea el punto focal que has elegido. Si es necesario, cambia de lugar de adiestramiento.
- Tu perro tensa la correa aunque está cerca de ti
Si tienes una correa reglamentaria de dos metros, esto es imposible. Quizás estás sujetando mucha correa en tus manos. Dale un poco más de correa
a tu perro.
Si tienes un perro de raza pequeña (chihuahua, Yorkshire terrier, etc.) o un cachorrito, quizás te resulte más fácil si consigues una correa un poco más
larga, por ejemplo de dos metros y medio.
- Tu perro se queda rezagado
Si tu perro se queda rezagado puedes guiarlo unas cuantas veces con la comida. Simplemente muéstrale un pedacito de comida sobre la palma de tu
mano y dáselo cuando se acerque a ti. Si tu perro se tira al suelo y no quiere caminar, ten mucha paciencia con este procedimiento. Quizás necesite más tiempo
para aprender a usar el collar y la correa.
- No puedes pasear a tu perro sin que jale la correa
Tu perro todavía no está listo para pasear sin jalar la correa. No esperes que camine perfectamente por la calle cuando todavía está aprendiendo a
hacerlo en lugares sin distracciones. Mientras tanto, revisa las alternativas para enseñarle a tu perro a caminar sin jalar la correa, y al final de esa página
encontrarás algunas estrategias útiles para pasear perros que no están entrenados.
ALTERNATIVAS PARA ENTRENAR A TU PERRO PARA CAMINAR
SIN JALAR LA CORREAEl procedimiento regular para entrenar a tu perro para caminar sin jalar la correa funciona con todos los perros cuando se realiza correctamente y
en las condiciones adecuadas (lugar sin distracciones, buen timing, tasa de reforzamiento elevada, reforzadores que motivan al perro, etc.).
Sin embargo, en determinadas circunstancias pueden ocurrir problemas que dificulten ese procedimiento. Si ese procedimiento no te está dando
resultado para que tu perro aprenda a caminar sin jalar la correa, aquí tienes algunas alternativas que puedes probar antes de llevar a cabo el procedimiento
regular. Una vez que estas alternativas te hayan ayudado, debes proceder como está explicado en el procedimiento regular de adiestramiento para que tu perro
no jale la correa.
Las tres alternativas que aprenderás son: conviértete en un árbol, cansa a tu perro y moldea la conducta sin correa.
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Además, al final de esta página encontrarás algunas opciones que te pueden ayudar a pasear a tu perro mientras todavía no está entrenado.
Conviértete en un árbol
No se quién le puso el nombre a este procedimiento de adiestramiento canino, pero es un nombre adecuado. Es un procedimiento simple, pero no
siempre es efectivo. De hecho es el procedimiento menos efectivo, pero es útil para que aprendan los entrenadores o propietarios inexpertos.
Simplemente empieza a caminar con tu perro sujeto a la correa, en el lugar de adiestramiento en el que no hay distracciones. Cuando tu perro tense
la correa, te detienes y "te conviertes en un árbol". Es decir que te detienes y no te mueves ni un milímetro.
El momento en que tu perro deja de tensar la correa, cuando ésta cuelga formando una "U", continúas caminando.
Haz esto entre tres y cinco minutos diarios, hasta que tu perro camine más o menos bien sin jalar la correa en el lugar de adiestramiento. Luego
procede como está explicado en el procedimiento regular para enseñarle a tu perro a caminar sin jalar la correa, empezando con el primer criterio de
adiestramiento canino.
Moldea la conducta de tu perro sin correa
Este procedimiento es muy útil para quienes tienen dificultad al manejar la correa y la comida al mismo tiempo. El procedimiento es similar al primer
criterio del procedimiento regular para enseñarle a tu perro a caminar sin jalar la correa, pero lo haces sin que tu perro esté sujeto a la correa.
Con tu perro suelto y en el lugar de adiestramiento, comienza a caminar en círculos amplios por todo el lugar. Si tu perro no te presta atención
puedes llamar su atención dándole un pedacito de comida.
Cada vez que tu perro esté cerca de ti, haz click y dale un pedacito de comida. Poco a poco, intenta hacer que tu perro esté más cerca de ti,
reforzando (click y comida) solamente cuando tu perro está muy cerca de ti.
Practica dos o tres minutos cada día, hasta que notes que tu perro camina cerca de ti la mayor parte del tiempo, y te sientas cómodo manejando la
comida. Luego empieza el procedimiento regular para enseñarle a tu perro a caminar sin jalar la correa, desde el primer criterio de adiestramiento.
Si usas esta estrategia, úsala solamente en el lugar de adiestramiento. Te puedo asegurar que no te gustará que tu perro esté pegado a ti todo el
tiempo y en cualquier lugar de tu casa.
Cansa a tu perro antes de empezar la sesión de adiestramiento
Algunos perros tienen mucha energía, especialmente si no reciben suficiente ejercicio, y deben liberarla de alguna manera. Si tu perro es uno de esos,
juega un poco con él antes de iniciar las sesiones de adiestramiento, de tal forma que esté un poco cansado al momento de empezar a entrenar.
Lánzale la pelota o cualquier cosa que le guste perseguir (y que no represente ningún peligro para él) por unos cuantos minutos hasta que notes que
está un poco cansado. Luego, empieza la sesión de adiestramiento canino, tal como viste en el procedimiento regular para enseñarle a tu perro a caminar sin
jalar la correa.
Ten cuidado de no exigir demasiado con el juego porque de hacerlo no tendrá energía para el adiestramiento. Además, asegúrate que el juego no sea
muy intenso ni dure mucho si vives en un lugar con clima muy caliente. Los perros no liberan el calor corporal tan fácilmente como los humanos, y pueden sufrir
choques térmicos que pueden ser fatales.
Cómo pasear al perro mientras está aprendiendo a caminar con la correa
Tu perro está aprendiendo a caminar sin jalar la correa, pero todavía no está listo para hacer eso en presencia de distracciones intensas como otros
perros, niños jugando en el parque, olores que llaman su atención y otras cosas de la vida cotidiana.
Como debes asegurarte de eliminar los tirones de correa también cuando paseas a tu perro, aquí te presento algunas opciones que puedes intentar
mientras tanto para pasear a tu perro sin que jale la correa.
- Guía a tu perro con comida
Esto también se conoce como "el método del imán" y consiste en que pongas una salchicha cocida u otra comida suave cerca de la nariz de tu perro. Mientras
caminan por la calle le permites a tu perro que vaya mordisqueando la salchicha, hasta que llegan al lugar que deseas ir.
En ese lugar tienes que darle un poco más de libertad a tu perro, así que debería ser un lugar en el que puedas soltarlo.
Si solamente es el lugar en que hace sus necesidades, pero no puedes soltarlo porque no es un lugar seguro, quédate parado liberando la mayor cantidad de
correa que puedas (sin soltarla). Puedes usar una correa un poco más larga para esto. Espera a que tu perro haga sus necesidades y continúa caminando guiando
a tu perro con la comida en su nariz.
Estos paseos deberán ser cortos hasta que tengas mayor control sobre la conducta de tu perro. Sin embargo, no significa que tu perro no pueda salir a pasear.
Puedes hacer paseos cortos pero con más frecuencia.
Por ejemplo, saca a tu perro a la calle tres veces en una hora en lugar de pasearlo por una hora continua. Esto es sólo una medida temporal hasta que tu perro
camine correctamente con la correa.
- Guía a tu perro con juguetes
Es similar a la estrategia anterior, pero guías a tu perro con un juguete en lugar de hacerlo con comida. Incluso puedes llevar a tu perro jugando al tira y afloja
todo el tiempo. Recuerda que es sólo una medida temporal.
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- Ponle a tu perro un arnés contra tirones
En las tiendas para mascotas y las veterinarias se venden arneses contra tirones. Estos arneses (pecheras) están diseñados de tal forma que impiden o reducen
los tirones del perro. Existen dos variedades de estos productos.
La primera variedad es un arnés que se cierra presionando las costillas cada vez que el perro jala la correa. No es muy efectivo y puede resultar incómodo para
algunos perros (¿Quizás incluso doloroso? Quién sabe). Sin embargo, puede ayudar con perros que no jalan con mucha fuerza.
La segunda variedad es un arnés que tiene adelante (en el pecho) la argolla en la que se une la correa. Entonces, cada vez que el perro tensa la correa, se
desequilibra y gira en lugar de avanzar. Este tipo de arnés contra tirones es más efectivo que el anterior. La desventaja es que la fricción puede lastimar el pelaje
y la piel de los perros que jalan la correa con mucha frecuencia.
No intentes modificar un arnés (pechera) normal para que se convierta en un arnés contra tirones, porque estos últimos tienen un diseño completamente
diferente. La argolla adelante no es la única diferencia.
Pide que te expliquen el uso adecuado del arnés cuando lo compres, para no cometer errores ni lastimar a tu perro durante los paseos.
- Ponle a tu perro un ronzal o collar de cabeza
Además de los arneses contra tirones, existe otro dispositivo que se conoce como "ronzal", "collar de cabeza" o "Halti". Es similar a una brida de caballo y mucha
gente lo confunde con un bozal.
La ventaja de este dispositivo es que permite manipular la cabeza del perro de forma similar a la que se manipula la cabeza de un caballo. Por tanto, se puede
guiar al perro con mucha facilidad y el animal no puede hacer la fuerza suficiente como para jalar a la persona.
El collar de cabeza se usa frecuentemente (aunque no siempre) como dispositivo auxiliar del collar normal. El perro lleva el collar normal sujeto a una correa y el
collar de cabeza sujeto a otra correa. Cuando el perro jala la correa, el primer impacto lo recibe el cuello al ser presionado por el collar normal. Entonces, el
propietario redirige la atención de perro mediante la correa que está unida al collar de cabeza.
Este dispositivo es efectivo, pero puede causar daños a la espina dorsal del perro si éste tensa repentinamente y con fuerza la correa.
Por tanto, si vas a ponerle un collar de cabeza a tu perro, haz que un experto te explique la forma correcta de usarlo. El uso de este dispositivo está fuera del
alcance de este sitio porque considero que no es un dispositivo necesario. Te lo presento para que sepas de qué se trata porque muchos entrenadores lo
recomiendan, pero recuerda que su uso debe ser explicado personalmente por un experto.
Muy importante
No pongas un collar de cabeza a tu perro si no has aprendido cómo usarlo correctamente. Podrías causarle daños muy serios a tu mascota. - Ponle
un arnés normal a tu perro y déjalo jalar la correa
Seguramente has visto, aunque sea por televisión, a los famosos perros de trineo que son capaces de arrastrar grandes cantidades de peso. O quizás
has visto una exposición especializada de pastor alemán y has notado que esos perros corren por delante de sus guías, jalando la correa.
Ni los perros de trineo ni los pastores alemanes de exposición deben jalar la correa en otras situaciones (aunque hay muchos que sí lo hacen). ¿Cómo
logran sus entrenadores que los perros jalen la correa solamente en ciertas circunstancias?
Lo consiguen mediante la estrategia de perfeccionar la conducta inapropiada del perro. Es decir que les enseñan a los perros a jalar la correa cuando
hay ciertos estímulos ambientales (el equipo de trineo, la pista de exposición, etc.), pero a no jalarla cuando hay otros estímulos ambientales.
Puedes hacer lo mismo con tu perro, enseñándole que es correcto que jale la correa si tiene puesto un arnés normal, pero que no es correcto hacerlo
si tiene puesto un collar.
Simplemente ponle el arnés para salir a pasear y permítele jalar la correa. Mejor aún, estimúlalo a jalar la correa. Este arnés solamente lo usará
cuando salga a pasear mientras no esté completamente entrenado para caminar correctamente con la correa. Durante las sesiones de adiestramiento, tu perro
usará un collar normal (de hebilla) y no le estará permitido jalar la correa.
Incluso puedes usar dos correas diferentes, una para pasear jalando la correa, y otra para caminar sin jalar la correa durante las sesiones de
adiestramiento.
Esta estrategia sólo te servirá si tienes más fuerza que tu perro, de tal forma que no te puede arrastrar por las calles, y tienes suficiente paciencia y
buen humor como para divertirte por unas semanas cuando tu perro jala la correa.
- Elije la ruta adecuada
Es muy importante que elijas la ruta adecuada para pasear a tu perro, independientemente de qué estrategia uses para pasearlo. Debes conocer las rutas de
paseo posibles y elegir la que presente menos distracciones, o las distracciones menos intensas.
Por ejemplo, si en una ruta posible hay un perro que ladra detrás de la reja y tu perro se desespera cuando eso ocurre, elige una ruta diferente. Más adelante
podrás pasear a tu perro por ese lugar sin que jale la correa ni reaccione al perro ladrador, pero todavía no está listo para superar ese desafío.
Elige rutas adecuadas en las que tu perro no encuentre distracciones intensas, y pasea por esas rutas durante algunas semanas, hasta que tu perro camine
correctamente en la calle con la correa puesta.
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Precauciones al pasear a tu perro con correa
A medida que tu perro aprenda a caminar sin jalar la correa, notarás algunos cambios en su actitud durante los paseos.
Cuando tu perro empiece a caminar sin jalar la correa en la calle, debes tener mucho cuidado y prestar mucha atención a su lenguaje corporal,
especialmente si es un perro grande. Algunos perros van caminando muy bien, con la correa floja, y de repente surge alguna distracción intensa que los hace
salir disparados.
Si el propietario está atento a estas reacciones repentinas, no pasa nada. Sujeta la correa con firmeza y el perro no lo arrastra ni sale corriendo.
Sin embargo, si el propietario no está atento a estas reacciones, existen dos posibilidades. La primera es que el tirón le quite la correa de las manos,
con lo que el perro sale detrás de lo que le llamó la atención (muy peligroso). La segunda posibilidad es que el perro desequilibre al propietario, haciéndolo caer.
Estas caídas pueden ser muy graves, ya que la persona está desprevenida, y pueden terminar en lesiones como costillas rotas, brazos fracturados,
esguinces, dislocaciones de hombro y otras tantas.
No dejes que eso te ocurra. Mientras tu perro no tiene un adiestramiento confiable, presta atención a su conducta y a las distracciones ambientales,
cada vez que lo saques a pasear.
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ENTRENA A TU PERRO PARA PRESTAR ATENCIÓNYa le enseñaste a tu perro a reconocer su nombre. Ahora le enseñarás a prestarte atención con cierta frecuencia sin que digas su nombre ni hagas ninguna señal.
Es muy útil entrenar a tu perro para prestar atención sin ninguna señal, porque de esta manera te aseguras que él estará pendiente de ti en lugares en los que
existen distracciones. Así existe un menor riesgo de que tu perro se pierda por un descuido.
Cómo enseñarle a tu perro a prestar atención
A diferencia de los demás ejercicios de obediencia canina, al enseñarle a tu perro a prestar atención no entrenarás en un lugar libre de distracciones, sino que
aprovecharás las distracciones cotidianas desde el primer día del adiestramiento.
Aunque el adiestramiento de este ejercicio se realiza en sesiones formales, puedes llevarlo a cabo aprovechando los paseos de tu perro y otras situaciones de la
vida cotidiana.
Dirígete con tu perro a un lugar en el que existan algunas distracciones no muy intensas. Tu perro debe distraerse, pero no tanto que nunca te mire. Si el lugar es
cerrado y seguro para tu perro, puedes soltarlo. Si el lugar es abierto (calles, parques, etc.) tu perro debe estar sujeto a la correa.
Quédate quieto y espera. Tu perro olfateará el suelo, mirará todo lo que le llame la atención, explorará el lugar y hará todo lo que le plazca. En algún momento,
sin embargo, te mirará. En ese preciso instante, haz click y dale un pedacito de comida.
Luego camina un poco para permitirle a tu perro explorar el ambiente (esto también actuará como reforzador). Espera a que se distraiga nuevamente y repite el
procedimiento.
Si tu perro está suelto en un lugar cerrado, puedes usar el clicker para hacer click. Si tu perro está sujeto a la correa, quizás te resulte más fácil hacer click con la
lengua o usar la orden de liberación.
Ten en cuenta que el timing es extremadamente importante para este ejercicio. Quizás sea más importante que para los demás ejercicios, porque las primeras
veces tu perro sólo te mirará por un instante, y quizás sólo sea una mirada accidental al explorar el ambiente.
Por tanto, asegúrate de usar el reforzador condicionado correcto para conseguir un buen timing. Si necesitas un clicker para esto, busca la manera de hacer las
primeras sesiones en un lugar cerrado. O, si tu orden de liberación te parece muy larga, intenta con un click hecho con la lengua.
Practica este ejercicio dos veces al día en sesiones cortas y no te preocupes por el número de repeticiones que hagas. Lo que importa es que tu perro empiece a
darse cuenta que mirarte de vez en cuando tiene buenas consecuencias. Por tanto, puedes hacer sesiones muy cortas, con tres repeticiones o un poco más. Por
supuesto, si puedes hacer sesiones de 10 repeticiones, hazlas.
Como llevas a cabo este ejercicio con distracciones, puedes aprovechar los paseos de tu perro. Cada vez que lo saques a pasear, detente unas cuantas veces en
la ruta y espera a que tu perro te mire. Entonces haz click, dale un pedacito de comida y continúa caminando.
También aprovecha de hacer click y darle a tu perro un pedacito de comida cada vez que te mira cuando están caminando.
Posibles problemas al enseñarle a tu perro a prestar atención
Si pasa mucho tiempo sin que tu perro te mire espontáneamente, revisa las distracciones que existen en el lugar. Quizás son muy intensas y necesitas un lugar
con distracciones más leves.
También puedes moverte un par de pasos hacia el costado. Muchos perros prestan atención cuando ocurre eso.
Asegúrate de no enfrentar a tu perro con cosas o situaciones que lo asustan. En ese caso, no te prestará atención, sino que lo único que querrá hacer es escapar.
Para que tu perro deje de asustarse de algo, debes desensibilizarlo y contracondicionarlo a eso, pero ese es un tema diferente y no forma parte del ejercicio de
prestar atención.
Es muy importante que practiques este ejercicio en diferentes lugares, pero no dentro de tu casa. Pocos perros son más molestos que los que te siguen y se te
quedan mirando todo el tiempo dentro de casa. Practica en el jardín, en la calle, en el pasillo del ascensor y en cualquier lugar en que se te ocurra, pero no
dentro de tu casa.
Precauciones al enseñarle a tu perro a prestar atención
Evita los lugares riesgosos y que asusten a tu perro. También evita las distracciones que sobreestimulen a tu cachorro, o no podrá prestarte atención.
Si estás practicando en la calle con tu perro sujeto a la correa, presta atención a su lenguaje corporal y anticipa cualquier tirón de correa. Es peligroso que un
perro mediano o grande salga corriendo cuando está sujeto a la correa, porque te puede causar daños severos con el tirón, o hacerte caer.
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ENSÉÑALE A TU PERRO A SALUDAR
ADECUADAMENTE A LAS PERSONASLa mayoría de las personas se divierten cuando los cachorritos les saltan encima, y estimulan esta conducta acariciando a los perritos y jugando con ellos.
Cuando esos cachorritos adorables se convierten en perros adultos, aquello provoca un problema de comportamiento que puede ser muy serio, especialmente
en perros de razas grandes: los perros que saltan sobre la gente.
Los perros que saltan sobre las personas pueden causar daños leves, como ensuciar la ropa, o muy serios, como fracturas a niños y ancianos. Además, no todas
las personas se sienten cómodas con un perro que les salta encima, sin importar cuán amistoso sea el perro.
Por tanto, todos los perros deben aprender a saludar adecuadamente a las personas. Este ejercicio no es común en las técnicas tradicionales de adiestramiento
canino porque, con esas técnicas de adiestramiento, los perros aprenden a limitar sus comportamientos espontáneos. Sin embargo, es muy importante tomar
en cuenta este ejercicio en el adiestramiento con clicker, para evitar problemas futuros.
Si tu perro es todavía un cachorro pequeño, lo mejor que puedes hacer es ignorarlo cada vez que te salta encima y acariciarlo solamente cuando está tranquilo.
De esta forma estarás extinguiendo la conducta de saltar y reforzando positivamente un comportamiento tranquilo.
El ejercicio que te explico a continuación está pensado para todos los perros que ya han adquirido el hábito de saltar sobre la gente para saludarla (la mayoría de
los perros), sean éstos cachorros o perros adultos. Ten por seguro que este ejercicio pondrá a prueba tu paciencia, tu timing y tu tasa de reforzamiento.
El ejercicio tiene un sólo criterio de adiestramiento, que consiste en que tu perro mantenga sus cuatro patas en el suelo mientras saluda a las personas.
Tu perro mantiene sus cuatro patas sobre el piso cuando saluda a las personas (Criterio 1)
Para entrenar este criterio necesitas un ayudante que hará las veces del visitante. Este ayudante puede ser alguien que vive en tu casa o alguien que vive en otro
lado, pero debe estar ausente antes de empezar el ejercicio. Queda con tu ayudante para que llegue a tu casa a una hora determinada (a partir de ahora lo
llamaré visitante en lugar de ayudante).
El visitante llega a tu casa y toca el timbre. Abres la puerta y, antes que tu perro salte sobre él (mientras todavía tiene sus cuatro patas sobre el suelo), haces
click y el visitante le da un pedacito de comida. Es buena idea que el visitante tenga varios pedacitos de comida en una riñonera o en los bolsillos.
Inmediatamente después, y mientras tu perro todavía está con sus cuatro patas sobre el suelo, haces click nuevamente y el visitante le da otro pedacito de
comida. Repites esto mientras el visitante entra a tu casa caminando lentamente para poder seguir dando los pedacitos de comida.
Ten en cuenta que el criterio exige que tu perro tenga las cuatro patas sobre el suelo, pero no exige que esté de pie. Tu perro puede estar parado, sentado o
echado cuando saluda al visitante.
Si tu perro salta sobre el visitante, éste se da la vuelta, ofreciendo su espalda al perro e ignorándolo. Si el perro es muy molesto, el visitante puede salir de la
casa cuando el perro le salta encima. Lo importante es que el visitante ignore al perro cada vez que éste salta, y que refuerce la conducta apropiada cada vez que
el perro está con las cuatro patas sobre el suelo.
El visitante puede acariciar al perro mientras éste tiene las cuatro patas sobre el suelo.
Los juguetes en el adiestramiento de perros
Algunos perros sienten mucha ansiedad cuando llega alguien a la casa, y no pueden controlarse con facilidad. Después de dar el primer pedacito de
comida, el visitante puede darle al perro un juguete para que, al morder, el perro libere la tensión y se calme.
Después que el visitante ha entrado a tu casa, sale y se va a dar una vuelta por un par de minutos (puede dar la vuelta a la manzana). Tú actúas normalmente
durante este tiempo, ignorando a tu perro (mira televisión, cocina, haz lo que sea que hagas normalmente). Después de dos o tres minutos, el visitante vuelve a
tocar el timbre y repiten todo el procedimiento.
A medida que practiques este ejercicio, notarás que tu perro se va calmando cada vez que llega el visitante. Cuando notes esto, empieza a aumentar el tiempo
que pasa antes que haces el primer click. Para esto, usa el método de los 300 picotazos.
Es decir que, poco a poco vas aumentando el tiempo que tu perro permanece tranquilo sin hacer click ni darle un pedacito de comida, hasta que el visitante
pueda entrar a tu casa y dar algunos pasos (ignorando al perro), sin que tu perro le salte encima.
También debes practicar este mismo procedimiento cada vez que llegas a tu casa, actuando como si fueses el visitante del ejercicio.
Cambia de visitante la mayor cantidad de veces para generalizar la conducta. Un día puede ayudarte un amigo, otro día te puede ayudar tu prima, etc. Si es
posible, varía los visitantes incluso en un mismo día. Si no cambias de visitantes, tu perro aprenderá que no debe saltar sobre una persona en particular (o sobre
un tipo de personas), pero que está bien saltar sobre las demás.
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Posibles problemas al enseñarle a tu perro a saludar adecuadamente a las personas
Si tu perro salta en todo momento y no encuentras el timing apropiado para hacer click, ponle la correa justo antes de abrir la puerta. Entonces, el visitante
entra a tu casa mientras tú sujetas a tu perro para que no le salte encima y esperas a que se calme un poco. Cuando tu perro está calmado y con las cuatro patas
sobre el suelo, haces click y el visitante le da un pedacito de comida.
De igual manera, ten a tu perro sujeto con la correa si sale disparado cada vez que abres la puerta. Considera la seguridad de tu perro, y la de las personas, por
encima de todo.
Jamás permitas que tu perro salte sobre ningún visitante que llega a tu casa, o estarás reforzando esta conducta sin darte cuenta. Si es necesario, encierra a tu
perro en un cuarto mientras recibes algún encargo, la pizza o la correspondencia.
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ENSÉÑALE A TU PERRO A IR A SU CAMAEntrenar a tu perro para que vaya a su cama y se quede allí, es un ejercicio muy importante del adiestramiento de perros.
Este ejercicio no es común en la obediencia canina clásica, porque ésta se basa en ejercicios diseñados para perros policías y militares que pasan la mayor parte
de su "tiempo libre" en caniles. Sin embargo, es muy importante entrenar a un perro mascota para que vaya a su cama y se quede en ella.
Este ejercicio te servirá para que tu perro se quede en un lugar determinado cuando no quieres que moleste a los visitantes, o en cualquier momento en que
desees mantenerlo en un lugar seguro, pero sin encerrarlo. También es un ejercicio muy útil para que los perros sigan desarrollando autocontrol.
Entrena todos los criterios de adiestramiento en un lugar tranquilo, cerrado y sin distracciones.
Tu perro va a su cama, que está cerca de ti (Criterio 1)
Coloca en el suelo una manta, una cama para perros o un pedazo de alfombra (a partir de ahora llamaré "cama" a todos esos objetos). Siéntate justo frente a esa
cama, con el clicker en una mano y un pedacito de comida en la otra.
Cuando tu perro se te acerque, se parará sobre su cama. En ese momento haz click y lanza el pedacito de comida sobre la cama de tu perro. Repite el
procedimiento varias veces, haciendo click cuando tu perro está parado sobre su cama y lanzando un pedacito de comida sobre ella.
En una de cada ocho repeticiones, lanza el pedacito de comida fuera de la cama de tu perro. Esto hará que salga de su cama, y tenga la oportunidad de volver a
ella. Haz click cuando esto suceda.
La forma más sencilla de conseguir que tu perro salga de su cama y vuelva a pararse sobre ella, consiste en lanzar el pedacito de comida más allá del extremo
opuesto de la cama (el lado contrario al que tú estás cerca).
Repite el procedimiento varias veces, hasta que consigas el 80% de éxito en dos sesiones consecutivas. Luego pasa al siguient criterio.
Tu perro va a su cama, que está lejos de ti (Criterio 2)
Aleja la cama de tu perro unos 10 centímetros, y repite el procedimiento del criterio anterior. Ten en cuenta que la cama de tu perro estará un poco más lejos y
tendrás que estar más atento para hacer click cuando tu perro está sobre su cama y no cuando se te acerca.
Cuando hayas conseguido el 80% de éxito en dos sesiones consecutivas, haz lo mismo, pero con la cama de tu perro a 20 centímetros de distancia.
De forma similar, aumenta la distancia hasta 30 centímetros cuando hayas alcanzado un 80% de éxito, en dos sesiones consecutivas, a 10 centímetros de
distancia.
Procede de esta manera hasta que la cama de tu perro se encuentre entre tres y cinco metros de distancia. Una vez que hayas conseguido que tu perro vaya a su
cama a un metro de distancia, puedes aumentar la distancia más de 10 centímetros en cada nueva sesión (siempre que hayas logrado el 80% de éxito en las dos
sesiones previas).
Ya debes conocer lo suficiente a tu perro como para tener una idea de cuánta distancia puedes aumentar. Si no tienes una idea de cuánta distancia puedes
aumentar, aumenta 10 centímetros en cada sesión siguiente a dos sesiones exitosas.
Tu perro va a su cama cuando se lo ordenas (Criterio 3)
Haz el mismo procedimiento que en el criterio anterior (con la cama de tu perro a más de tres metros de distancia), pero di la orden "A la cama" antes de que tu
perro se dirija a su cama.
Por supuesto, puedes usar cualquier otra orden que te parezca más apropiada, siempre y cuando no se parezca a otras órdenes de adiestramiento canino que
estás usando. Muchos entrenadores prefieren la palabra inglesa "place" para este ejercicio.
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ENSÉÑALE A TU PERRO LA ORDEN DE LIBERACIÓNLa orden de liberación es muy común en el adiestramiento moderno de perros, y actúa de forma similar al click del clicker.
Esta orden cumple la función de indicarle a tu perro que ha empezado el proceso de reforzamiento positivo, y por tanto puede dejar de realizar el ejercicio que
estaba haciendo.
Aunque esta orden es muy útil y común en el adiestramiento canino moderno, con frecuencia es empleada incorrectamente por muchos adiestradores que
practican las técnicas tradicionales. Estos adiestradores no cuentan con una orden estándar para finalizar un ejercicio, y los perros se ven obligados a confiar en
el lenguaje corporal de sus entrenadores y otras variables ambientales para saber cuándo termina un ejercicio.
Sin embargo, otros adiestradores que han compatibilizado las técnicas tradicionales con el reforzamiento positivo, hacen un buen uso de la orden de liberación,
consiguiendo mayor constancia en el adiestramiento.
Por supuesto, quienes siguen el adiestramiento con clicker comprenden a cabalidad la utilidad de la orden de liberación, ya que están acostumbrados a usar un
marcador para "romper" los ejercicios cuando éstos han finalizado.
Quizás te preguntes para qué necesitas una orden de liberación si ya estás entrenando con el clicker. Bueno, la orden de liberación es necesaria para eliminar el
clicker una vez que tu perro conoce los ejercicios de obediencia, u otros ejercicios que le hayas enseñado. Si no entrenas una orden de liberación, serás siempre
dependiente del clicker, cosa que no es recomendable.
Diferencias entre el uso del clicker y la orden de liberación
Aunque la orden de liberación cumple funciones similares al click del clicker, tiene ciertas particularidades que la hacen diferente y le confieren ventajas y
desventajas.
La ventaja de la orden de liberación es que sólo necesitas usar tu boca para pronunciar la orden. Por tanto, no necesitas llevar un clicker a todo lado para
reforzar las buenas conductas de tu perro.
Sin embargo, la orden de liberación no proporciona la misma precisión del clicker, ya que suele ser más larga que el click y la reacción suele tardar un poco más
(hay quienes especulan que se requieren más movimientos musculares para decir la orden de liberación que para apretar el clicker, pero yo no estoy seguro si
esto es cierto).
Por tanto, la orden de liberación es ideal para continuar practicando aquellos ejercicios que tu perro conoce y para los que ha conseguido una duración
determinada. En cambio, el clicker es mejor para entrenar ejercicios nuevos y para levantar los criterios de adiestramiento canino, porque proporciona mayor
precisión.
De cualquier forma, si en lugar de usar un clicker estuviste usando una palabra corta o un click hecho con la lengua, no necesitarás entrenar una segunda orden
de liberación. Podrás seguir usando esa palabra o haciendo el click con la lengua si así lo deseas.
Cómo enseñarle a tu perro la orden de liberación
Para enseñarle a tu perro la orden de liberación, sólo tienes que proceder de la misma forma que para cargar el clicker. Di la orden de liberación y dale un
pedacito de comida a tu perro. Repite el procedimiento hasta que tu perro asocie esa orden con el reforzador (la comida).
También puedes aprovechar situaciones de la vida cotidiana, como los juegos, para "cargar" la orden de liberación. En otro artículo verás cómo enseñarle a tu
perro a soltar juguetes, y al mismo tiempo fortalecer la orden de liberación.
Al enseñarle a tu perro la orden de liberación, debes pronunciarla rápidamente y con entusiasmo. Las felicitaciones en que se alargan las vocales, como
"Muuuuy bieeen", no son buenas órdenes de liberación porque toman mucho tiempo. Aunque con una palabra nunca conseguirás la precisión del clicker, debes
tratar que el tiempo que te toma decir la orden de liberación sea corto.
Puedes usar cualquier palabra que desees como orden de liberación, pero debes asegurarte de que no se parezca a ninguna otra orden. Por ejemplo, si usas
"Aquí" para llamar a tu perro, evita usar "Ok" como orden de liberación.
Las dos órdenes de liberación que yo uso con más frecuencia son "Adelante" o "Toma". Por supuesto, no uso las dos con un mismo perro, sino con perros
diferentes.
A continuación tienes un par de ejemplos sobre el uso correcto e incorrecto de la orden de liberación.
Ejemplo 1: Uso correcto de la orden de liberación
Tu perro está perfectamente entrenado y ya puedes soltarlo en el parque sin ningún riesgo. Entonces, lo llevas con la correa hasta el parque y le pides que se
siente. Él se sienta y le quitas la correa. Luego dices "Adelante" y tu perro corre a jugar con sus amigos.
En este caso, el perro espera hasta escuchar la orden de liberación para recién ir a jugar con sus amigos. Mientras tanto se queda sentado, ejercicio que
aprendió hace tiempo y que puede mantener por varios minutos. Por tanto, ésta ya no es una conducta en la que buscas mayor precisión y puedes usar la orden
de liberación en lugar del clicker.
Además, en este ejemplo, el reforzador es un reforzador de la vida cotidiana, ir a jugar con otros perros. Por tanto, no usas comida, sino el principio de Premack,
para reforzar las conductas apropiadas de tu perro.
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Ejemplo 2: Uso incorrecto de la orden de liberación
Le estás enseñando a tu perro a sentarse. Cada vez que tu perro se sienta, dices "Muuuy bieeen", estirando las vocales.
El problema surge cuando tu perro se levanta antes de que termines de decir "Muuuy bieeen". ¿Debes darle el pedacito de comida por haberse sentado? ¿O
debes retener la comida, puesto que tu perro se levantó antes de tiempo?
En este ejemplo, la orden de liberación es muy larga y es usada en un contexto inapropiado. Para enseñarle un nuevo ejercicio a tu perro, es mejor que uses un
clicker o una orden de liberación más corta.
Diferentes estilos de adiestramiento canino
Muchos adiestradores usan "Muuuy bieeen" u otras órdenes similares (estirando las vocales) como órdenes de confirmación, mas no de liberación. Es
decir que usan estas palabras para indicarle al perro que está bien lo que está haciendo, pero que debe continuar haciéndolo.
Ese es un tema diferente a la orden de liberación. Quizás hayas visto o practicado esos procedimientos. No son erróneos. Simplemente son
diferentes.
Precauciones al usar la orden de liberación
Debes elegir como orden de liberación, una palabra corta que no sea de uso frecuente en la vida cotidiana. Además, debes asegurarte de pronunciarla de forma
diferente a como la usas o usarías en la vida cotidiana, para asegurarte de no confundir a tu perro. Por ejemplo, si usas la palabra "Adelante" como orden de
liberación, suele ser suficiente con decirla rápidamente y con entusiasmo, ya que no es común pronunciarla de esta manera en la vida cotidiana.
Toma la precaución de no decir la orden de liberación en cualquier circunstancia, sino solamente cuando corresponda.
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ENSÉÑALE A TU PERRO A SOLTAR OBJETOSEnseñarle a tu perro a soltar objetos que tiene en la boca es un ejercicio opcional, pero que es muy útil para entrenar perros que se motivan mucho con los
juegos de tira y afloja.
Durante este ejercicio, además de enseñarle a tu perro a soltar cosas, le estarás enseñando a jugar al tira y afloja de acuerdo con determinadas reglas.
La mayoría de los entrenadores que compiten en deportes caninos, aprovechan el juego para entrenar a sus perros. Esto ocurre porque la comida es un
excelente reforzador para entrenar nuevas conductas, pero generalmente no proporciona la intensa motivación que ofrecen los juegos.
Los perros de todas las razas tienen un conjunto de comportamientos instintivos que no necesitan ser entrenados, pero sí necesitan ser estimulados para su
aparición y desarrollo.
Los comportamientos instintivos asociados a la caza son los que más se aprovechan en el adiestramiento porque pueden canalizarse con relativa facilidad. Entre
estos comportamientos, los más aprovechados son los que conducen a la captura y desgarro de las presas. Los juegos de tira y afloja proporcionan una forma
sencilla de simular esas conductas depredadoras y, por tanto, son de gran utilidad para darle más intensidad y velocidad a las respuestas de los perros.
Otra ventaja de usar juegos durante el adiestramiento, es que la comida deja de ser el único reforzador posible. De esta forma, se aumenta la variedad de
reforzadores disponibles y se pueden conseguir reforzadores capaces de competir con algunas distracciones ambientales.
Los juegos de tira y afloja se usan mucho para entrenar perros de ataque, pero su uso no está restringido a estos perros. Ten en cuenta que estarás jugando con
tu perro, y aunque el juego puede parecer violento, no es más que un juego. No estarás entrenando a tu perro para atacar.
Este ejercicio te puede resultar interesante si quieres entrenar a tu perro para Schutzhund u otros deportes con perros de protección, pero ese tipo de
adiestramiento no es explicado en este sitio.
En este artículo aprenderás a usar los juegos de tira y afloja para entrenar a tu perro, pero ten en cuenta que estos juegos no son necesarios para todos los
perros. Este ejercicio es opcional y puedes omitirlo si tu perro encuentra suficiente motivación en la comida.
Otros juegos útiles en el adiestramiento de perros
Existen otros juegos que también son útiles para adiestrar perros. Los perros retriever, por ejemplo, suelen motivarse más con juegos de cobro
(lanzar la pelotita) que con juegos de tira y afloja.
Las reglas para jugar al tira y afloja con tu perro
Le enseñarás a tu perro a soltar un juguete con el que están jugando al tira y afloja, por lo que entrenarás la orden "Suelta" mientras juegas con tu perro. Sin
embargo, antes de empezar los juegos de tira y afloja debes tener en cuenta ciertas reglas para que el juego sea útil y seguro. Las reglas para este juego son las
siguientes:
El juego no se inicia sin tu permiso. Para que tu perro pueda morder el juguete, tú debes darle permiso. Este permiso es la orden de liberación o el
click del clicker. Es más probable que uses la orden de liberación, porque es muy difícil manejar el juguete con las dos manos y el clicker al mismo
tiempo.
Tu perro debe soltar el juguete a la primera orden. Tu perro debe soltar el juguete inmediatamente cuando dices "Suelta". Por supuesto, en las
primeras sesiones esto no sucederá porque recién estarás entrenando esa orden, pero en poco tiempo lo habrás conseguido. No debes repetir la
orden para que tu perro suelte el juguete.
Tu perro no debe morder tus manos ni tu ropa. Si tu perro falla el blanco y te toca con los dientes, debes detener el juego y darle un tiempo fuera de
unos segundos. Esto implica el uso de un castigo negativo, y ayuda a que el perro adquiera autocontrol durante el juego.
No debes quitar por la fuerza el juguete cuando tu perro lo tiene en la boca. No es necesario ni deseable que uses la fuerza para quitarle el juguete a
tu perro. La orden "Suelta" debe ser suficiente. Mientras tu perro no conozca esa orden, usarás la inteligencia, y no la fuerza, para recobrar el
juguete.
No debes esconder el juguete de la vista de tu perro. Tu perro debe tener siempre el juguete a la vista porque el juego no se trata de quién se queda
con el juguete, sino de divertirse con el tira y afloja. Tu perro no debe tener la sensación de que debe proteger su juguete, sino la de compartirlo para
pasar un buen momento.
A cada orden de liberación sigue un refuerzo. En algunos casos, el refuerzo inmediato será el juego de tira y afloja. En otros casos, el refuerzo
inmediato será la persecución del juguete, que culminará en el juego de tira y afloja.
El juego de tira y afloja se reserva para las sesiones de adiestramiento canino. Si lo haces correctamente, no tiene nada de malo jugar al tira y afloja
en otras circunstancias, pero es mejor dejar este juego sólo para el adiestramiento. De esta forma creas un estado de privación que aumenta la
motivación por el juego. Se puede decir que de esta manera el perro se queda con "hambre" por el juego.
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Además de estas reglas, existen algunas precauciones que debes tomar en cuenta antes de llevar a cabo este ejercicio. Encontrarás esas precauciones al final de
la página. Por favor, léelas antes de jugar al tira y afloja con tu perro.
A continuación tienes los criterios de adiestramiento para este ejercicio.
Tu perro suelta el juguete cuando lo inmovilizas (Criterio 1)
Practica el ejercicio en el lugar de adiestramiento, que debe ser tranquilo y sin distracciones. Para llevar a cabo el ejercicio necesitas un juguete alargado que
puedas sujetar por los extremos, mientras tu perro lo muerde por el centro. Dicho juguete puede ser un "chorizo" de adiestramiento, una cuerda gruesa de las
que venden en las tiendas para mascotas o una toalla enrollada que sea resistente y no se desgarre.
El juguete debe ser delgado y suave, porque tu perro no tiene experiencia para morder los juguetes gruesos, como los "chorizos" para perros de protección. Sin
embargo, no debe ser completamente plano.
Mueve el juguete delante de la nariz de tu perro, alejándolo cuando él quiera tomarlo. Estimula de esta manera a tu perro para que persiga el juguete. Después
de un breve tiempo de esta estimulación, da la orden de liberación, permite que tu perro muerda el juguete y juega al tira y afloja por unos segundos.
Haz que el juego sea divertido. Tu perro tiene que divertirse con este juego, así que mueve el juguete y diviértete con tu mascota.
Después de unos segundos de juego, mientras tu perro sigue interesado en el juego, inmoviliza el juguete y espera a que él lo suelte. Para inmovilizar el juguete
puedes apoyar tus muñecas contra tus rodillas y tus antebrazos contra tus muslos. De esta forma el juguete quedará inmóvil y el juego dejará de ser interesante
para tu perro.
Seguramente tu perro seguirá jalando el juguete por algún tiempo. Simplemente espera con tus antebrazos apoyados contra tus muslos y tus muñecas sobre tus
rodillas. Observa atentamente a tu perro y, en el preciso instante en que suelte el juguete, di la orden de liberación y reanuda el juego.
Repite este procedimiento hasta que tu perro suelte el juguete el 80% de las veces que lo inmovilizas en dos sesiones de adiestramiento consecutivas. Usa
siempre el mismo lenguaje corporal para inmovilizar el juguete, de forma tal que tu postura se convierta en una orden para soltar.
Haz sesiones de 10 repeticiones.
Tu perro suelta el juguete cuando das la orden (Criterio 2)
Haz el mismo procedimiento que en el criterio anterior, pero di "Suelta" al mismo tiempo que inmovilizas el juguete. Da la orden una sola vez. Si tu
perro no suelta el juguete, espera un poco que ya lo hará.
Las órdenes de adiestramiento canino
En lugar de "Suelta" puedes usar otra orden que te parezca apropiada, siempre y cuando no se parezca a otras órdenes que estés usando para
entrenar a tu perro. Dos órdenes comunes para este ejercicio son "Auss" y "Out".
Si tu perro no suelta el juguete varios segundos después que has dicho "Suelta" y has inmovilizado el juguete, practica unas cuantas sesiones más sin dar la
orden (el Criterio 1) y vuelve a intentar.
Debes conseguir que tu perro suelte el juguete inmediatamente cada vez que dices la orden. Cuando hayas conseguido un 80% de éxito para este criterio en dos
sesiones consecutivas, empieza a practicar el ejercicio usando menos lenguaje corporal. Es decir, empieza a pedirle a tu perro que suelte el juguete aunque no
estés apoyando tus muñecas contra tus rodillas ni tus antebrazos contra tus muslos. Sin embargo, todavía debes inmovilizar el juguete antes de dar la orden.
Posibles problemas al enseñarle a tu perro a soltar objetos que tiene en la boca
El problema más frecuente de este procedimiento es que los perros pueden estar tan estimulados con el juego que muerden cualquier cosa que encuentran en
frente, aunque esas cosas sean tus manos o tu ropa.
Si tu perro te muerde las manos o la ropa, o aunque sea te toca con los dientes, debes detener inmediatamente el juego. Dado que tu perro está en un estado
de mucho entusiasmo, es buena idea detener el juego diciendo "No" o "Ah", en tono seco pero sin alzar la voz ni enojarse (siempre la misma orden, ya sea que
decidas usar "No" o "Ah", no las uses alternativamente).
Entonces, ignoras a tu perro por unos 15 a 20 segundos y, si él está más tranquilo, das la orden de liberación y reanudas el juego. Si tu perro no se nota más
calmado después de este "tiempo fuera", detén la sesión y reanúdala cuando tu perro esté más tranquilo.
Si tu perro no suelta el juguete por nada del mundo, prueba con alguna de las alternativas para enseñarle a tu perro a soltar objetos.
Precauciones al enseñarle a tu perro a soltar objetos que tiene en la boca
Este juego es una excelente ayuda en el adiestramiento de perros, pero no siempre puede llevarse a cabo sin la guía personal de un experto.
Si tu perro muestra signos de agresión o es guardián de recursos (un perro que cuida celosamente sus cosas), no practiques este juego. Estarías arriesgándote a
que tu perro te muerda, ya sea accidentalmente o con intención.
Ten en cuenta que durante las etapas iniciales de este juego puedes recibir algunas mordidas suaves o rasguños. Por tanto, asegúrate de no enfadarte cuando
esto suceda. Si no estás de acuerdo con correr estos pequeños riesgos, no practiques el ejercicio. Recuerda que es un ejercicio opcional.
Si usas una cuerda de las que venden en las tiendas para mascotas, no permitas que tu perro muerda los extremos "peludos" del juguete. Esto no tiene nada de
malo en si mismo, pero si tus dedos están en medio de esos "pelitos" tu perro puede morderte sin intención pero con mucha fuerza, ya que no verá tus dedos.
Si no te sientes cómoda o cómodo practicando este ejercicio, no lo hagas. El ejercicio resulta complicado para muchas personas que no tienen experiencia en
adiestramiento, así que no te sientas mal si "no le haces" a este ejercicio.
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Aunque la idea del ejercicio es que el juego sea bastante movido, ten cuidado de no hacer movimientos muy bruscos que puedan lastimar a tu perro,
especialmente si es cachorro. Puedes lastimar los músculos y vértebras del cuello y espalda de tu perro si mueves muy violentamente el juguete mientras el lo
muerde.
No practiques este ejercicio con perros que tienen problemas de huesos o de articulaciones, tales como la displasia de cadera o de codo.
No exageres con este juego, especialmente si la temperatura es muy alta. Los perros pueden sufrir choques térmicos fatales cuando hacen ejercicios intensos en
temperaturas altas. Ten especial cuidado con las temperaturas si tu perro es de una raza con hocico achatado.
No practiques este ejercicio inmediatamente después que tu perro ha comido o ha tomado abundante cantidad de agua. De igual manera, espera al menos una
hora para darle comida o agua abundante después del juego. Puedes darle un poco de agua para que se refresque después del juego, pero no le llenes todo su
recipiente de una sola vez porque puede terminar ingiriendo más aire que agua y esto puede conducir a una torsión gástrica.
Al terminar cada sesión de juego de tira y afloja, asegúrate que tu perro tiene un lugar con sombra suficiente para descansar y refrescarse (si el clima es frío esto
no será un problema). Si la temperatura es muy alta puede ser bueno que mojes a tu perro.
ALTERNATIVAS PARA ENSEÑARLE A TU PERRO A
SOLTAR OBJETOSCon algunos perros no funciona muy bien el procedimiento regular para enseñarles a soltar objetos que tienen en sus bocas. Por eso, aquí te presento algunas
alternativas que te pueden ser de utilidad.
Recuerda que enseñarle a tu perro a soltar objetos no es un ejercicio obligatorio, sino opcional. Por tanto, estas alternativas también son opcionales.
Aunque existen muchas alternativas para enseñarle a tu perro a soltar objetos, tanto coercitivas como "positivas", las que te presento aquí se basan
principalmente en el reforzamiento positivo. No encontrarás procedimientos que emplean collares de ahorque, púas o eléctricos, ni procedimientos que
involucran el uso de la fuerza para lograr el cometido.
Cualquiera de estas alternativas es solamente un paso previo al procedimiento regular, por lo que deberás llevar a cabo dicho procedimiento después de haber
tenido éxito con la alternativa que hayas empleado.
Usa la correa para enseñarle a tu perro a soltar objetos
Con este procedimiento, tu perro debe estar sujeto a la correa, pero no debe tener puesto un collar de adiestramiento. Solamente debe usar un collar regular.
Además, debes atar una cuerda larga, resistente y no elástica a un extremo del juguete. Esta cuerda debe ser más larga que la correa de tu perro.
Sujeta el juguete con una mano y la correa con la otra. Muéstrale a tu perro el juguete, sacúdelo un poco para estimular a tu cachorro y da la orden de
liberación.
Cuando tu perro muerda el juguete, inicia un divertido juego de tira y afloja. En este caso estarás tironeando del juguete con una sola mano, mientras sujetas la
correa con la otra mano. Asegúrate de no dar tirones de correa mientras juegas con tu perro.
Después de unos segundos de juego, adoptas una posición estática y sueltas el juguete, pero no la cuerda que está atada a él. Tampoco sueltas la correa, así que
tu perro no puede alejarse. Como la cuerda a la que está atado el juguete es más larga que la correa, tu perro no encuentra oposición en el juego de tira y afloja.
Esperas hasta que tu perro se aburra de mordisquear el juguete y lo suelte. En ese momento das la orden de liberación y reanudas el juego de tira y afloja. Para
reanudar el juego mueves el juguete mediante la cuerda que tiene atada, pero debes asegurarte de decir la orden de liberación antes de hacer esto. También
debes asegurarte de no alejar demasiado el juguete. Éste debe quedar al alcance de tu perro.
Mientras tu perro muerde el juguete, puedes usar la cuerda para tironear o tomar el juguete por el extremo.
Repites el procedimiento varias veces hasta que tu perro suelta el juguete cada vez que tú lo dejas caer. Cuando consigues un 80% de éxito en dos sesiones
consecutivas, empiezas a usar la orden "Suelta" antes de dejar caer el juguete.
Poco a poco tu perro comprenderá que la orden "Suelta" significa que debe dejar el juguete para que el juego se reanude. Cuando notes que esto ocurre,
practica el procedimiento regular desde el primer criterio (sin orden).
Intercambia el juguete por comida
Esta es la alternativa que mejores resultados me ha dado con la mayoría de los perros que no respondían correctamente al procedimiento regular.
En este procedimiento tu perro está suelto y en un lugar cerrado. Mueves el juguete con una sola mano para estimular a tu perro a morderlo, das la orden de
liberación y le permites morder el juguete. Entonces, inicias un juego de tira y afloja.
Juegas con tu perro por unos segundos y luego apoyas tu mano contra tu rodilla para inmovilizar parcialmente el juguete. Entonces, con la otra mano, le
presentas un pedacito de comida a tu perro.
De ser necesario, el pedazo de comida será un poco más grande de lo habitual y lo acercarás hasta la nariz de tu perro. Cuando tu perro suelte el juguete, le das
la comida. En cuanto tu perro termine de tragar la comida, das la orden de liberación y reanudas el juego.
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Repites el procedimiento hasta que tu perro suelte el juguete cada vez que acercas la comida. Llegado a este punto, repite el procedimiento, pero di "Suelta"
justo antes de acercar la comida a la nariz de tu perro. Lo más probable es que tu lenguaje corporal ya se haya convertido en una señal débil para soltar el
juguete, así que esta etapa te resultará más fácil.
Una vez que hayas alcanzado el 80% de éxito con la orden "Suelta" en dos sesiones consecutivas, empieza el procedimiento regular desde el primer criterio (sin
orden).
En este caso, el lenguaje corporal se habrá convertido en una señal útil para empezar con el procedimiento regular, ya que tu perro estará esperando la orden
"Suelta" cuando inmovilizas el juguete.
Sigue a tu perro para evitar el juego de tira y afloja
Este procedimiento no es tan efectivo, pero puede ser útil con cachorros y perros que no jalan el juguete con mucha fuerza.
Haz el mismo procedimiento explicado en el procedimiento regular para que tu perro aprenda a soltar el juguete, pero en lugar de inmovilizar el juguete, sigue a
tu perro.
La idea es que en determinado momento tu perro deje de ser reforzado por el juego de tira y afloja, que ya no existe porque el único que está jalando el juguete
es él. Entonces, este lenguaje corporal (caminar en la dirección de tu perro) se convierte en la señal de que el juego se acabó. Sin embargo, el juego se reanuda
cuando tu perro suelta el juguete, reforzando la conducta de soltar.
Este procedimiento no es muy efectivo, pero puede ser útil en algunos casos. Si cuentas con un ayudante, esta persona puede sujetar al perro con la correa (con
un arnés y no con un collar) para que el perro no pueda retroceder mucho.
Cuando hayas conseguido éxito con este procedimiento (80% en dos sesiones consecutivas), practica el procedimiento regular hasta que sea altamente
confiable.
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OBEDIENCIA INTERMEDIA: MANTENER LA POSICIÓN
(QUIETO)Tu perro ya aprendió a quedarse quieto por 15 segundos para los ejercicios "Sentado", "Échate" y "En pie". Ahora debe aprender a mantener esas posiciones en
presencia de distracciones ligeras.
Las distracciones que usarás inicialmente consisten en caminar, ya sea alejándote de tu perro o moviéndote a su alrededor. Recuerda que alejarte de tu perro
mientras él mantiene una posición no es aumentar la distancia de respuesta, sino aumentar un tipo particular de distracción.
Es importante enseñarle a tu perro a mantener la posición mientras te alejas , porque de nada te sirve que tu perro sólo se quede quieto cuando estás cerca de
él. Cuando este ejercicio está bien entrenado, tiene innumerables aplicaciones en la vida cotidiana.
Ten presente que para empezar este ejercicio, tu perro debe ser capaz de mantener las posiciones correspondientes por 15 segundos.
Dos alternativas para entrenar a tu perro
Existen dos variantes principales para introducir distracciones ligeras mientras tu perro mantiene la posición: alejarte de él (la de este artículo) y dar
vueltas a su alrededor. Las alternativas deben entrenarse por separado porque involucran criterios diferentes.
Si tienes tiempo suficiente, practica las dos alternativas en diferentes sesiones de adiestramiento canino.
El criterio final es que tu perro mantenga la posición mientras tú te alejas cinco pasos y te quedas frente a él por dos segundos. Este criterio corresponde a la
primera alternativa.
A continuación tienes los criterios de adiestramiento para enseñarle a tu perro a mantener la posición de "Sienta" mientras tú te alejas. Debes practicar los
ejercicios "Échate" y "Parado" de la misma manera, pero en diferentes sesiones de adiestramiento canino.
Tu perro permanece sentado mientras te alejas cinco pasos (Criterio 1)
Usarás una combinación del método de los 300 picotazos y la exigencia del 80% de éxito para enseñarle a tu perro a quedarse quieto mientras tú te alejas.
Practica el ejercicio en un lugar tranquilo y sin distracciones.
Pídele a tu perro que se siente. Una vez que él se ha sentado, da un paso. Si tu perro mantiene la posición, haz click y dale un pedacito de comida. Entonces,
repite el procedimiento, pero da dos pasos antes de hacer click y darle la comida a tu perro.
De la misma manera, aumenta un paso en cada repetición, hasta que tu perro mantenga la posición mientras te alejas cinco pasos.
Una vez que hayas conseguido que tu perro permanezca quieto mientras te alejas cinco pasos, continúa practicando de la misma manera en las siguientes
repeticiones hasta que consigas ese criterio en ocho de cada 10 repeticiones, en dos sesiones consecutivas. Puedes seguir aumentando los pasos en estas nuevas
repeticiones si así lo deseas y tu perro es capaz de mantener la posición.
Si tu perro "rompe" la posición antes que camines los pasos de la repetición correspondiente, acércate a él, vuelve a pedirle que se siente y empieza desde un
paso.
Una secuencia de ejemplo de una sesión de adiestramiento sería:
"Sienta", 1 paso, click, comida
"Sienta", 1 paso, 2 pasos, click, comida
"Sienta", 1 paso, 2 pasos, tu perro se mueve
Te acercas a tu perro
"Sienta", 1 paso, click, comida
"Sienta", 1 paso, 2 pasos, click, comida
"Sienta", 1 paso, 2 pasos, 3 pasos, click, comida
"Sienta", 1 paso, 2 pasos, 3 pasos, 4 pasos, click, comida
"Sienta", 1 paso, 2 pasos, 3 pasos, tu perro se mueve
Te acercas a tu perro
"Sienta", 1 paso, click, comida
"Sienta", 1 paso, 2 pasos, click, comida
"Sienta", 1 paso, 2 pasos, 3 pasos, click, comida
"Sienta", 1 paso, 2 pasos, 3 pasos, 4 pasos, click, comida
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"Sienta", 1 paso, 2 pasos, 3 pasos, 4 pasos, 5 pasos, click, comida
Ten presente que no necesitas alcanzar este criterio en una sola sesión y puede ser que prefieras avanzar de a poco en varias sesiones de adiestramiento. Pasa al
siguiente criterio cuando alcances el 80% de éxito en dos sesiones consecutivas.
Tu perro permanece sentado, tú te alejas cinco pasos y esperas (Criterio 2)
Este criterio es similar al anterior, sólo que al finalizar los cinco pasos, te das vuelta y miras a tu perro por dos segundos antes de hacer click y darle la comida.
Procede de la misma forma que en el criterio anterior, pero al finalizar los cinco pasos, da la vuelta y mira a tu perro sólo por un instante. Si él mantiene la
posición, haz click y dale un pedacito de comida. Si no la mantiene, camina hacia él y pídele que se siente nuevamente.
Gradualmente, aumenta el tiempo que te quedas mirando a tu perro, hasta dos segundos. Usa el método de los 300 picotazos para aumentar esta duración.
Entrena las otras posiciones
Practica en diferentes sesiones para que tu perro aprenda a mantener las posiciones "Échate" y "Parado" mientras te alejas cinco pasos. Procede de la misma
manera que para "Sienta", aumentando gradualmente la distancia que caminas y el tiempo que miras a tu perro.
Posibles problemas al enseñarle a tu perro a quedarse quieto mientras te alejas
Si tu perro se levanta inmediatamente cuando empiezas a caminar, puedes mantener un pedazo de comida frente a su nariz mientras das el primer paso. Esto te
ayudará a que tu perro no se mueva, pero sólo lo debes hacer por cuatro o cinco repeticiones.
Ten en cuenta que cada paso finaliza cuando pones el pie en el suelo. Por tanto, la primera repetición finaliza cuando hayas movido un solo pie, mientras el otro
sigue en la posición original.
Por otra parte, asegúrate que el lugar de adiestramiento sea tranquilo y no tenga distracciones. Tampoco practiques este ejercicio inmediatamente antes de las
comidas de tu perro, ya que él estará hambriento y no se concentrará fácilmente en mantener la posición.
Al caminar, intenta hacerlo en forma natural para evitar que tu lenguaje corporal se convierta en una señal más para este ejercicio. Puedes elegir empezar a
caminar con un pie, como hacen muchos entrenadores con sus perros, pero yo te recomiendo que varíes el pie con el que inicias la marcha para evitar que esto
se convierta en parte de las señales visuales que recibe tu perro.
ALTERNATIVA DE ADIESTRAMIENTO: MANTENER LA
POSICIÓN (QUIETO)Esta es la segunda alternativa para enseñarle a tu perro a quedarse quieto mientras varías tu ubicación con relación a él.
Con esta alternativa le enseñarás a tu perro a mantener una posición mientras das vueltas a su alrededor . El criterio final es que tu perro se queda quieto
mientras tú caminas naturalmente a su alrededor.
Cómo enseñarle a tu perro a quedarse quieto mientras das vueltas a su alrededor
El procedimiento es similar al que aprendiste para enseñarle a tu perro a quedarse quieto mientras te alejas de él, sólo que en este caso caminas cerca de él,
dando vueltas a su alrededor.
Pídele a tu perro que se siente y da un paso siguiendo la dirección contraria a la de las agujas del reloj, como si él fuese el centro del reloj. Si tu perro se queda
sentado, haz click y dale un pedacito de comida.
Vuelve a la posición original, pídele nuevamente que se siente y repite el procedimiento aumentando un paso en cada repetición. Cuando tu perro se mueva
antes que termines de dar los pasos respectivos, ubícate en la posición original, pídele a tu perro que se siente y empieza de nuevo con un solo paso.
Practica hasta que puedas dar una vuelta completa alrededor de tu perro (te puede tomar varias sesiones). Cuando hayas conseguido esto, haz lo mismo, pero
dando vueltas en el sentido de las agujas del reloj.
Una vez que hayas conseguido dar una vuelta en cada sentido, practica el ejercicio dando una vuelta en un sentido y otra vuelta en el otro sentido, siempre
usando el método de los 300 picotazos para aumentar los pasos que das.
Practica todas las posiciones que tu perro conoce
Haz el mismo procedimiento para enseñarle a tu perro a mantener todas las posiciones que ya conoce. Por ejemplo, para los ejercicios "Échate" y "Parado".
Practica cada ejercicio en una sesión de adiestramiento canino diferente, y ten en cuenta que este ejercicio suele ser más difícil para "Échate" y "En pie" que
para "Sienta". Por tanto, es mejor que empieces con "Sienta" y pases a los otros ejercicios cuando tu perro ya tiene buen control en la posición de sentado.
Posibles problemas al enseñarle a tu perro a quedarse quieto mientras das vueltas a su alrededor
Algunos perros se levantan inmediatamente cuando sus guías empiezan a caminar. Si tu perro hace esto, puedes mantener un pedazo de comida frente a su
nariz para que se quede quieto mientras das toda una vuelta a su alrededor. Haz esto cuatro o cinco veces y luego empieza a practicar con el procedimiento
indicado antes.
Intenta caminar de forma natural, para que no existan señales visuales auxiliares.
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ELIMINA EL CLICKER Y LOS REFORZADORES
PRIMARIOS DEL LUGAR DE ADIESTRAMIENTOUno de los mitos del adiestramiento con clicker dice que los perros entrenados de esta manera sólo responden si sus entrenadores tienen el clicker y comida en
la mano.
Esta idea es falsa, pero ha sido popularizada por culpa de muchos adiestradores que dicen practicar el adiestramiento con clicker, pero que en realidad no lo
hacen. Esos entrenadores guían todo el tiempo con comida, haciendo que la comida se convierta en parte de la señal para que los perros respondan. Además,
esos entrenadores suelen tener problemas para eliminar el clicker porque no entrenan formalmente una orden de liberación.
En este artículo aprenderás cómo hacer que tu perro responda aunque no tengas ni la comida ni el clicker en tu mano, en la riñonera o en el bolsillo. Por tanto,
aprenderás a eliminar el clicker, la comida y la riñonera de la escena de adiestramiento. Esto se conoce como eliminar el clicker y los reforzadores primarios.
Es muy importante que empieces a eliminar estos elementos en una etapa temprana del adiestramiento canino, ya que en caso contrario te costará mucho
hacerlo.
Además, al dejar de usar clicker, riñonera y comida, estás aumentando variabilidad en el adiestramiento de tu perro, ya que estás cambiando variables
ambientales que eran importantes anteriormente. Recuerda que los perros no generalizan las conductas con facilidad, por lo que es probable que tu perro no
responda correctamente las primeras veces que practicas sin clicker y sin tener la comida contigo (sin riñonera).
Ten en cuenta que en este artículo aprenderás a eliminar el clicker y los reforzadores primarios, pero todavía continuarás usándolos para enseñar nuevos
ejercicios y perfeccionar los ejercicios que tu perro ya conoce. Sólo debes practicar la eliminación del clicker y los reforzadores primarios para los ejercicios que
tu perro ya conoce bien y puede mantener por cierto tiempo.
El criterio final es que tu perro responda a tus órdenes el 80% de las veces, sin que tengas comida contigo ni uses el clicker.
Tu perro responde a las órdenes de obediencia canina aunque no tengas la comida contigo (Criterio 1)
A continuación te explico cómo hacer para eliminar los reforzadores primarios de la escena de adiestramiento para el ejercicio "Sienta". El procedimiento es el
mismo para los demás ejercicios, pero recuerda que debes practicar cada ejercicio en diferentes sesiones de adiestramiento canino.
Coloca 10 pedacitos de comida sobre una mesa, en un cuarto adyacente al lugar de adiestramiento, y otros 10 sobre una mesa en el lugar de adiestramiento.
Estas mesas deben ser suficientemente altas para que tu perro no pueda alcanzar los pedacitos de comida. Por supuesto, en lugar de mesas pueden ser repisas,
taburetes, sillas (para perros pequeños) o cualquier cosa que te permita depositar los pedacitos de comida sin que tu perro los alcance.
Ten cinco pedacitos de comida en tu mano o en tu bolsillo (estarás entrenando sin riñonera) y empieza a practicar el ejercicio "Sentado" en el lugar de
adiestramiento. Haz cinco repeticiones, haciendo click y dándole a tu perro un pedacito de comida cada vez que responde correctamente. Estos pedazos de
comida son los que tienes en tu mano o en tu bolsillo, y todavía sigues usando el clicker.
Después de la quinta repetición, y cuando ya le has dado a tu perro el último pedacito de comida que tienes en la mano, vuelve a pedirle que se siente. Cuando
él se siente, haz click, toma un pedacito de comida de la mesa y dáselo a tu perro. Repite el procedimiento hasta que se acabe la comida de la mesa.
En cuanto suceda eso, repite el procedimiento, pero después de hacer click corre hasta el cuarto adyacente y dale a tu perro un pedacito de comida que está
en ese cuarto. Luego vuelve al lugar de adiestramiento y repite el procedimiento.
Recuerda que no importa que tu perro se levante después que haces click, por lo que no importa si te sigue hasta la mesa en el lugar de adiestramiento o hasta
el otro cuarto.
Aunque no es necesario, suele ser muy útil acercarse a la mesa o correr hacia el otro cuarto en forma entusiasta y felicitando al perro con voz aguda "Muy
bien!". Esta felicitación no es un reforzador condicionado y sólo sirve para mantener el entusiasmo de tu perro. Puedes probar de usar estas felicitaciones, pero
asegúrate de que la felicitación aparezca después del click y nunca antes.
La secuencia de una sesión de adiestramiento canino será similar a:
"Sienta", tu perro se sienta, click, le das a tu perro la comida que tienes en la mano (repites cinco veces)
"Sienta", tu perro se sienta, click, corres a la mesa y le das un pedacito de comida a tu perro (repites 10 veces)
"Sienta", tu perro se sienta, click, corres al otro cuarto y le das un pedacito de comida a tu perro (repites 10 veces)
Ten en cuenta que no existe ningún descanso entre estas repeticiones, así que debes llevarlas a cabo de corrido, en una sola sesión más larga de lo normal. Es
posible que no completes el criterio en una sesión. En ese caso simplemente sigue practicando en los días subsiguientes, hasta que cumplas este criterio en una
sola sesión.
Pasa al siguiente criterio cuando tu perro responda correctamente el 80% de las veces que le das la orden sin que haya comida en el lugar de adiestramiento, en
dos sesiones consecutivas. Es decir, ocho de cada 10 repeticiones en que tu perro recibe la comida en el otro cuarto.
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Tu perro responde a las órdenes de obediencia canina aunque no tengas el clicker ni la comida contigo (Criterio 2)
Haz el mismo procedimiento que para el criterio anterior, pero sin el clicker. En lugar del clicker debes usar la orden de liberación, por lo que tu perro ya debe
haberla aprendido.
Es posible que tu perro se sienta un poco confundido las primeras veces, ya que está acostumbrado al click del clicker, así que de ser necesario estimúlalo a
tomar la comida después que das la orden de liberación.
Recomendaciones para eliminar el clicker y los reforzadores primarios de la escena de adiestramiento
Elimina el clicker y los reforzadores primarios de la escena de adiestramiento sólo para los ejercicios que tu perro realiza a la perfección. No hagas esto para
ejercicios que tu perro todavía está aprendiendo.
Para maximizar el éxito al eliminar el clicker y la comida, también debes usar ropa diferente en cada sesión. Usa un buzo deportivo para algunas sesiones, jeans y
polera para otras, etc. De esta forma tu perro aprende que tu vestimenta es irrelevante y lo que importa es la orden. Asegúrate de no usar la riñonera en estas
sesiones.
Al variar tu vestimenta ten cuidado de no usar cosas que puedan interferir con el adiestramiento o causar reacciones inapropiadas de tu perro. Por ejemplo,
algunos perros se asustan de personas que usan gorras. Si tu perro es uno de ellos, no uses gorra durante estas sesiones. Cuando aprendas a introducir
distracciones intensas verás cómo hacer para acostumbrar a tu perro a diferentes vestimentas.
Cuando hayas conseguido el segundo criterio de este ejercicio, puedes practicar ocasionalmente en diferentes lugares de tu casa, como al generalizar los
ejercicios de obediencia canina. Sin embargo, ya no deberías usar el clicker ni tener la comida contigo. Para lograr esto, será necesario que guardes algunos
pedacitos de comida en diferentes ambientes de tu casa. Puedes tenerlos en bolsas Ziploc que dejas sobre estantes fuera de la vista de tu perro, y cambiar la
comida cada día para que esté fresca.
Asegúrate de empezar a eliminar el clicker y los reforzadores primarios para todos los ejercicios que tu perro domine, no sólo para "Sienta".
También asegúrate de variar tu ubicación en el lugar de adiestramiento, y tu posición con relación a tu perro, antes de dar una orden. De esta forma reduces el
riesgo de que alguna cosa del lugar de adiestramiento (un cuadro, una silla, etc.) se convierta en parte de la orden.
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OBEDIENCIA INTERMEDIA: IGNORAR COMIDA EN EL
SUELOLa orden "Deja" debe servir para que los perros ignoren cualquier cosa en cualquier lugar, incluso comida en el suelo.
En este artículo aprenderás a entrenar a tu perro para que ignore comida que lanzas al suelo. Este ejercicio es preliminar para que tu perro aprenda a ignorar
otras distracciones, y es muy impresionante. De hecho, es uno de los ejercicios más difíciles, ya que requiere mucho autocontrol por parte del perro.
Los criterios parciales están detallados a continuación. Recuerda que debes practicar en un lugar tranquilo y sin más distracciones que las que tú añades
conscientemente. No trates de acelerar innecesariamente el adiestramiento canino.
Tu perro ignora comida en el piso, cuando estás sentado cerca (Criterio 1)
Siéntate en el suelo cerca de tu perro y haz cinco a 10 repeticiones del quinto criterio de la orden "Deja", para que tu perro recuerde la idea de este ejercicio.
Luego, y sin hacer un descanso, di "Deja" y deposita la comida en el suelo, cerca de ti. Cuando tu perro intente tomar la comida, tápala con tu mano. No digas
nada, simplemente cubre la comida con tu mano para que tu perro no la pueda tomar.
En cambio, cada vez que tu perro te mire a los ojos, ignorando la comida en el suelo, haz click y dale a tu perro un pedazo de comida. Puedes darle un pedazo de
comida que tienes en la otra mano o darle el mismo que está en el suelo, pero asegúrate de hacer un movimiento evidente de tu mano y que tu perro no tome
la comida desde el suelo.
Repite las veces necesarias hasta que tu perro ignore la comida cada vez que dices "Deja" y la pones en el suelo. Cuando alcances un 80% de éxito en dos
sesiones consecutivas, pasa al siguiente criterio de adiestramiento.
Tu perro ignora comida en el piso, cuando estás de pie (Criterio 2)
Haz el mismo procedimiento que en el criterio anterior, pero estando de pie. Entonces, deberás cubrir con tu pie la comida que está en el suelo.
En este criterio debes cuidar dos cosas: cubrir la comida con tu pie descalzo y depositar la comida en el suelo en lugar de lanzarla.
Debes cubrir la comida con tu pie descalzo para que al pisarla no la destroces y el piso no quede manchado. Además, al no usar calzados, evitarás golpear con
fuerza la nariz de tu perro si es que mueves el pie con mucha rapidez.
Es importante que no lances la comida al suelo, sino que la deposites sobre él, ya que este lenguaje corporal es más parecido al del criterio anterior.
Pasa al siguiente criterio de adiestramiento canino cuando alcances un 80% de éxito en dos sesiones consecutivas.
Tu perro ignora comida que lanzas frente a él (Criterio 3)
Ahora debes conseguir que tu perro ignore comida que dejas caer frente a él. La diferencia con el criterio anterior es que ahora dejas caer la comida.
Procede de la misma forma que en el criterio de adiestramiento anterior, pero empieza a soltar la comida cada vez más lejos del perro. Haz esto aumentando
gradualmente en cada repetición la altura desde la que sueltas la comida, hasta que puedas soltarla estando completamente erguido.
Pasa al siguiente criterio cuando alcances un 80% de éxito en dos sesiones consecutivas.
Tu perro ignora comida que lanzas detrás de él (Criterio 4)
Éste es el criterio más difícil de este ejercicio. Cuando dices "Deja", tu perro debe ignorar un pedazo de comida que lanzas detrás de él. Como tú estás frente a él,
no puedes cubrir la comida con tu pie.
El procedimiento es similar al del anterior criterio de adiestramiento canino, pero necesitarás un ayudante que se ubique detrás de tu perro y se encargue de
cubrir la comida con su pie.
Entonces, dices "Deja" y lanzas un pedazo de comida detrás de tu perro. Si tu perro se te queda mirando, haces click y le das otro pedazo de comida, mientras tu
ayudante recoge el pedazo que lanzaste.
Si tu perro sigue la comida que lanzas, tu ayudante debe cubrirla con su pie, sin mirar al perro a los ojos para evitar que se quede mirándolo en espera de una
golosina. El momento en que tu perro te mira a los ojos, haces click y le das un pedacito de comida que tienes en la riñonera. Entonces, tu ayudante recoge el
otro pedazo de comida.
Éste es el criterio más difícil de este ejercicio. Cuando dices "Deja", tu perro debe ignorar un pedazo de comida que lanzas detrás de él. Como tú estás frente a él,
no puedes cubrir la comida con tu pie.
El procedimiento es similar al del anterior criterio de adiestramiento canino, pero necesitarás un ayudante que se ubique detrás de tu perro y se encargue de
cubrir la comida con su pie.
Entonces, dices "Deja" y lanzas un pedazo de comida detrás de tu perro. Si tu perro se te queda mirando, haces click y le das otro pedazo de comida, mientras tu
ayudante recoge el pedazo que lanzaste.
Si tu perro sigue la comida que lanzas, tu ayudante debe cubrirla con su pie, sin mirar al perro a los ojos para evitar que se quede mirándolo en espera de una
golosina. El momento en que tu perro te mira a los ojos, haces click y le das un pedacito de comida que tienes en la riñonera. Entonces, tu ayudante recoge el
otro pedazo de comida.
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Practica este criterio hasta que alcances un 80% de éxito en dos sesiones consecutivas.
Posibles problemas al enseñarle a tu perro a ignorar la comida en el suelo
Si tu perro te muerde la mano o el pie con fuerza, tapa la comida con un recipiente. Una taza de plástico puede ser útil para esto. No uses recipientes que
puedan romperse o dañar a tu mascota.
Nunca digas la orden más de una vez. Cuando has dicho "Deja", debes esperar a que tu perro ignore la comida. Si repites la orden, estarás enseñándole a tu
perro que ésta no tiene ningún sentido y que lo importante es sólo tu lenguaje corporal.
Si no puedes cubrir la comida con tu pie porque tu perro es muy rápido, o si no cuentas con un ayudante, revisa las alternativas para enseñarle a tu perro a
ignorar comida en el suelo.
ALTERNATIVAS DE ADIESTRAMIENTO: IGNORAR
COMIDA EN EL SUELOSi no tienes suerte con el procedimiento regular para enseñarle a tu perro a ignorar comida en el suelo, puedes intentar con estas dos alternativas.
Ten en cuenta que las dos alternativas no reemplazan el primer criterio del procedimiento regular, por lo que deberás llevarlas a cabo cuando ya has completado
ese criterio de adiestramiento canino.
También ten en cuenta que algunos perros responden mejor con estas alternativas, pero es recomendable que practiques el procedimiento regular después de
haber obtenido resultados con estas alternativas.
Elige una sola de las alternativas (la que se adecúe mejor a ti y a tu perro).
Restringir el movimiento del perro con correa
Sujeta a tu perro con la correa, di "Deja" y suelta un pedacito de comida en el suelo. Tu perro intentará tomar la comida, pero no podrá hacerlo porque
mantendrás corta la correa.
Entonces, en algún momento, tu perro te mirará como diciendo "¿Qué pasa? Quiero ese pedazo de comida". Cuando tu perro te mire a los ojos, haz click y
déjale alcanzar la comida (afloja la correa).
Repite el procedimiento cuantas veces sean necesarias para conseguir un 80% de éxito en dos sesiones consecutivas. Luego, practica el procedimiento regular,
sin sujetar a tu perro con la correa.
Esta alternativa es más fácil si tu perro usa un collar y no un arnés o pechera. Con un arnés, tu perro podrá jalar mucho más y puede ganarte. Ten cuidado sin
embargo, de no usar un collar de adiestramiento, ya que la correa estará tensa mucho tiempo y tu perro se puede lastimar si tiene puesto un collar de ahorque
o de púas. Con un collar regular (de hebilla) será suficiente.
Cuando lances la comida detrás de tu perro, puedes mantenerlo sujeto con la correa para que no alcance la comida. En este caso puede ser mejor que tu perro
tenga puesto un arnés, para evitar que la tensión repentina de la correa lastime su cuello. Este procedimiento es muy efectivo si no cuentas con un ayudante.
Bloquea el acceso a la comida con tu cuerpo
En lugar de usar la correa para restringir el movimiento del perro, bloquea con tu cuerpo el acceso a la comida.
Simplemente di "Deja" y haz caer la comida y, cuando tu perro se adelante, ubícate entre él y la comida. Cuando tu perro te mire, haz click y déjale tomar la
comida del suelo.
Ten cuidado de no golpear a tu perro y de no bloquear el acceso a la comida permanentemente. Tu perro debe aprender que no debe tomar la comida sin tu
permiso, aún cuando no estés bloqueando el paso.
El ayudante bloquea de la misma manera cuando lanzas la comida detrás de tu perro.
Esta alternativa es menos efectiva, ya que necesitas tener mucha velocidad y coordinación para bloquear efectivamente y sin lastimar a tu perro. No sirve si no
tienes un ayudante.
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ENSÉÑALE A TU PERRO A DETENERSE A LA ORDENAdemás de los ejercicios clásicos de la obediencia canina, tu perro debe aprender algunos ejercicios que son útiles en la vida cotidiana. Uno de estos ejercicios
consiste en que tu perro se detenga a la orden, sin importar en qué circunstancias des la orden.
Aquí aprenderás cómo entrenar a tu perro para detenerse a la orden "Alto", en dos circunstancias determinadas.
Existen dos criterios fundamentales de adiestramiento canino que debes alcanzar para este ejercicio. El primero es que tu perro se detenga a la orden cuando
abres la puerta de calle. El segundo es que tu perro se detenga a la orden cuando llega al bordillo de la acera. Los criterios parciales están explicados a
continuación.
Tu perro se detiene por tres segundos en la puerta (Criterio 1)
Dirígete con tu perro hacia la puerta. No necesitas llevar pedacitos de comida ni el clicker, porque no los usarás para este ejercicio.
Cuando llegas a la puerta, que está cerrada, bloquea el paso de tu perro poniéndote frente a él y caminando unos cuantos pasos cortos en su dirección. De esta
forma, tu perro retrocederá un poco. Es necesario que tu perro quede al menos a un metro de la puerta.
Entonces, ubícate de tal forma que puedas abrir la puerta y ver a tu perro al mismo tiempo. No tienes que estar de frente a la puerta ni a tu perro, sino de lado
hacia ambos.
Abre la puerta lentamente. Cuando tu perro se abalance para salir, bloquea su camino con tu cuerpo. Simplemente gira hacia él y ponte entre él y la puerta.
Cuando tu perro retroceda, vuelve a ponerte de lado, dejando libre el paso. Si tu perro vuelve a intentar salir, vuelve a bloquearle el paso. Repite hasta que tu
perro se quede esperando por un instante mientras el paso está libre. En ese momento, dile "Vamos" y déjalo salir.
Ten en cuenta que debes decir "Vamos" cuando tu perro se quedó esperando un instante. No cometas el error de esperar mucho tiempo. Poco a poco irás
aumentando gradualmente el tiempo que tu perro espera el permiso para salir, pero las primeras veces sólo debe ser un instante.
Para tomar en cuenta
Si tu perro va a salir a un lugar cercado (como el jardín), no necesita estar sujeto a la correa. Sin embargo, si estás practicando en la puerta de calle, tu perro
debe estar sujeto a la correa. Evita dar tirones de correa. Debes bloquearlo con el cuerpo y no retenerlo con la correa. Puedes hacer que un ayudante sujete la
correa, de tal forma que se te facilite el ejercicio. La correa te será de utilidad solamente cuando salen.
Por otra parte, puedes cerrar la puerta cada vez que tu perro intenta salir (cuidando de no golpear a tu perro), si es que no tienes la suficiente rapidez como para
bloquear su paso.
Repite el ejercicio cuantas veces sean necesarias hasta que notes que tu perro ha comprendido que debe esperar un instante hasta que tú le des el permiso para
salir. Cuando notes que ocurre esto, empieza a aumentar gradualmente el tiempo que tu perro debe esperar antes de salir. Para aumentar este tiempo, usa el
método de los 300 picotazos, tomando en cuenta que el reforzador condicionado no es el clicker sino la orden "Vamos" y que el reforzador primario no es un
pedazo de comida sino la salida.
Tu perro se detiene por tres segundos en la puerta cuando le das la orden (Criterio 2)
Una vez que hayas conseguido que tu perro espere tres segundos antes que le permitas salir con la orden "Vamos", puedes empezar a usar la orden "Alto" que
le indica que debe esperar.
Simplemente realiza el mismo procedimiento del criterio de adiestramiento anterior, pero di "Alto" antes de abrir la puerta.
Practica hasta que tu perro responda confiablemente a la orden "Alto", al menos un 80% de las veces en dos sesiones consecutivas. Recuerda aumentar el
tiempo gradualmente con el método de los 300 picotazos. Si puedes aumentar aún más el tiempo que tu perro espera, hazlo.
Tu perro se detiene por tres segundos en el bordillo de la acera (Criterio 3)
Camina hasta el borde de la acera con tu perro sujeto la correa. Un poco antes de llegar al borde, detente y espera. Si tu perro se detiene contigo, dile "Vamos" y
cruza la calle.
Si tu perro continúa caminando, simplemente quédate quieto. Espera a que la correa esté floja por un instante (mejor si tu perro te mira) y en ese momento di
"Vamos" y cruza la calle.
Puedes practicar este criterio en cada paseo que hagas con tu perro, pero es mejor si le dedicas un tiempo particular para dedicarte únicamente a detenerte
antes del borde de la acera y cruzar la calle repetidas veces.
Debes asegurarte que tu perro no baje ni una pata de la acera cuando te detienes. Además, debes entrenar este criterio de adiestramiento en calles tranquilas y
con poco tráfico para que puedas cruzar la calle cuando tu perro se detiene, y no solamente cuando te lo permite el tráfico vehicular.
Si no encuentras una calle tranquila para entrenar este criterio, practica en un lugar que tenga un desnivel muy evidente o coloca una barra o algún otro
elemento alargado para marcar el lugar en que tu perro debe detenerse.
Cuando tu perro demuestre avances en el adiestramiento, aumenta gradualmente el tiempo que esperas antes de decir "Vamos" y reanudar la marcha. Puedes
usar el método de los 300 picotazos para esto.
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Tu perro se detiene por tres segundos en el bordillo de la acera cuando le das la orden (Criterio 4)
Haz el mismo procedimiento que en el criterio anterior, pero di "Alto" antes de llegar al bordillo de la acera.
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GENERALIZA LOS EJERCICIOS DE OBEDIENCIA
CANINAEs muy importante que empieces a generalizar los ejercicios de obediencia canina que tu perro ya conoce lo antes posible. La generalización de la conducta
permitirá que tu perro responda a tus órdenes en diferentes ambientes y circunstancias.
Como los perros son malos generalizadores, pero buenos discriminadores, es bueno empezar la generalización de cada ejercicio de obediencia canina en cuanto
tu perro comprende la orden correspondiente.
Cuando le enseñaste a tu perro a reconocer su nombre, sentarse a la orden, echarse a la orden, acudir al llamado y pararse a la orden, también hiciste una
generalización inicial de esos ejercicios. Dicha generalización consistía en que tu perro realice los ejercicios mientras tú te movías, y en diferentes ubicaciones del
lugar de adiestramiento.
Ahora debes conseguir que tu perro realice todos esos ejercicios en diferentes lugares de tu casa en los que no existan distracciones adicionales. Es decir, que
empezarás a practicar esos ejercicios en diferentes ambientes de tu casa, pero no aumentarás distracciones.
Realizarás esta generalización de la obediencia canina de manera informal, aunque planificada. No generalizarás todos los ejercicios cada día y tampoco usarás
las órdenes verbales.
Cómo generalizar los ejercicios de obediencia canina
Elije uno de los ejercicios que tu perro ya conoce para cada día. También elige un lugar diferente para cada uno de estos ejercicios. Estos lugares deben ser
diferentes al lugar de adiestramiento habitual y no deben tener distracciones. Por tanto, es mejor que sean lugares dentro de tu casa.
Entonces, dirígete al lugar seleccionado y consigue la conducta que deseas, de la misma manera que hiciste al entrenar el ejercicio en cuestión.
Es decir, guía a tu perro con la comida o haz el procedimiento que hiciste las primeras veces para conseguir el ejercicio que deseas generalizar. Pero sólo haz dos
o tres repeticiones de este procedimiento. Cuando tu perro ejecute la conducta deseada, haz click y dale un pedacito de comida.
En la siguiente repetición (tercera o cuarta), solamente haz la señal correspondiente, sin tener comida en tu mano. Si tu perro realiza la conducta deseada, haz
click, toma un pedacito de comida de la riñonera y dáselo. Si tu perro no realiza la conducta deseada, no le des la comida y no sigas intentando.
Por ejemplo, si el lugar habitual de adiestramiento canino es tu dormitorio, puedes elegir la cocina para empezar a generalizar el ejercicio "Sienta". Entonces, un
día te diriges con tu perro a la cocina y guías con comida tres veces para que se siente. Cuando tu perro se sienta, haces click y le das la comida.
Inmediatamente después de la tercera repetición, haces la señal para que tu perro se siente (llevas tu mano hacia tu hombro), sin tener comida en la mano. Si tu
perro se sienta, haces click y le das un pedacito de comida que sacas de la riñonera o tomas de una mesa. Si tu perro no se sienta, no haces nada y continúas con
tu rutina diaria.
Porqué no debes usar la orden
No debes usar la orden verbal durante esta generalización para no arruinar dicha orden. Si dices "Sienta" y tu perro no se sienta, estarás creando un precedente
que le dice a tu perro que la palabra "Sienta" no tiene relación con la conducta de sentarse. Lastimosamente, esto es algo común en el adiestramiento de perros.
La importancia de generalizar los ejercicios de obediencia canina
Es bueno que empieces a generalizar informalmente los ejercicios a medida que tu perro los aprende, para evitar que el lugar habitual de adiestramiento canino
se convierta en parte de los antecedentes contingentes a la conducta.
Si no generalizas los ejercicios de obediencia canina, tu perro aprenderá a realizarlos solamente en el lugar en que habitualmente entrenas, y no responderá a
tus órdenes en otros lugares.
¿Porqué no generalizar en sesiones formales de adiestramiento canino?
La generalización informal es útil para empezar a generalizar los ejercicios de obediencia, ya que da tiempo suficiente para seguir entrenando nuevos ejercicios
en sesiones formales y no satura al perro. No es la única ni la mejor manera de generalizar el aprendizaje del perro, pero vale la pena llevarla a cabo en etapas
tempranas del adiestramiento.
Como no puedes conseguir buenos resultados si saturas a tu perro con el adiestramiento, no es recomendable entrenar en sesiones muy largas ni enseñar
mucho de golpe. Esto se evita mediante la generalización informal.
Existe una propiedad de la memoria de todos los animales, que se conoce como el "efecto espaciador". Esta propiedad hace que las repeticiones que se
encuentran espaciadas en el tiempo tengan mayor impacto sobre la memoria de largo plazo, lo que ayuda a fijar los conocimientos.
Por tanto, hacer muchas repeticiones de los ejercicios que tu perro ya conoce no será muy beneficioso en etapas iniciales y puede limitar temporalmente su
capacidad de aprendizaje (algo así como cuando a un estudiante le da un surmenaje).
Considerando que tu perro está practicando los mismos ejercicios de obediencia que generalizas en las sesiones en que aumentas la duración, no es necesario
que además los practique todos los días. Un día de generalización por ejercicio es suficiente en etapas iniciales.
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OBEDIENCIA AVANZADA: DISCRIMINACIÓN DE
ÓRDENESAl leer acerca de los principios del aprendizaje aplicados al adiestramiento canino, aprendiste que tu perro debe discriminar entre las órdenes de obediencia
canina para alcanzar lo que se conoce como control por el estímulo. Es decir que tu perro debe diferenciar todas las órdenes que aprendió y no las debe
confundir.
La discriminación de órdenes es una de las fases más confusas del adiestramiento de perros, tanto para los perros como para los adiestradores. Muchos perros
confunden las órdenes porque sus conductas no están bajo el control de estímulos, y los adiestradores poco preparados piensan que se trata de perros
desobedientes, dominantes o testarudos.
En cierta etapa del adiestramiento, tu perro ya conoce varias órdenes de obediencia canina pero es muy probable que se confunda si alternas las órdenes que le
das. Esto no es porque tu perro sea testarudo, dominante o desobediente, sino porque todavía no discrimina entre las diferentes órdenes que conoce.
En esta página tienes dos alternativas para entrenar a tu perro en la discriminación de órdenes. La primera de estas alternativas se basa en el uso de comida
para reforzar las conductas (los dos primeros criterios) y es obligatoria para todos los perros. La segunda alternativa usa los juegos de tira y afloja para reforzar
las conductas de tu perro, y es muy útil para perros que se motivan con este tipo de juegos.
Como todos los criterios de este ejercicio tienen que ver con la discriminación de órdenes, no aumentes distracciones durante el adiestramiento. Lleva a cabo
todos estos criterios de adiestramiento canino en un lugar tranquilo, cerrado y sin distracciones.
Tu perro discrimina entre órdenes de obediencia canina (Criterio 1)
En el lugar de adiestramiento canino, con tu perro suelto, di una de las órdenes de obediencia canina que tu perro ya conoce ("Sienta", "Échate" o "Parado").
Puedes usar la señal correspondiente.
Si tu perro responde correctamente a la orden que diste, haz click y dale un pedacito de comida. Repite el procedimiento inmediatamente, pero con una orden
diferente.
Si tu perro no responde o realiza una conducta diferente a la que debía haber hecho, dile "No" o "Ah" en tono tranquilo y camina unos pasos. Luego repite el
procedimiento.
Repite varias veces el procedimiento, alternando las órdenes que das. Una vez di "Sienta", otra vez "Échate", otra vez "Parado", etc., pero no sigas una secuencia
al dar las órdenes. Altérnalas en forma aleatoria para que tu perro no sepa qué orden viene después.
Gradualmente elimina la señal que haces con la mano, hasta que sea suficiente con que des las órdenes verbales. En este punto, empieza a moverte mientras
das las órdenes. Mueve tus brazos, trota sobre tu sitio, trota alejándote de tu perro, etc.
Es importante que, cuando tu perro está respondiendo bien, varíes tu posición y hagas diferentes movimientos para evitar que tu lenguaje corporal forme parte
de las órdenes. Haz esto gradualmente, aumentando al principio movimientos leves y haciéndolos más pronunciados a medida que progresa la sesión.
Cuando trotes o camines alejándote de tu perro, no lo hagas retrocediendo. Trota normalmente. Cuando hagas esto, asegúrate que tu perro responde a la orden
correcta en el momento en que la das. No refuerces su conducta si tu perro se acerca a ti antes de obedecer a la orden correspondiente.
Muévete antes, durante y después de dar la orden.
Cuando empieces a caminar o trotar alejándote de tu perro, aprovecha para incluir la orden "Aquí" en el ejercicio. En este caso, detente inmediatamente
después de decir la orden, y espera a que tu perro te alcance para hacer click y darle el pedacito de comida.
Al principio es posible que tu perro no comprenda el ejercicio, así que ten mucha paciencia y refuerza las conductas correctas aunque no sean muy rápidas ni
precisas. A medida que progrese el adiestramiento de tu perro, notarás que aumenta la fluidez (rapidez y precisión) de las respuestas a tus órdenes.
Una secuencia típica de este ejercicio será similar a la siguiente:
"Sienta" + señal, el perro se sienta, click, comida
"Échate" + señal, el perro se echa, click, comida
"Sienta" + señal, el perro se sienta, click, comida
"Parado" + señal, el perro queda parado, click, comida
"Échate" + señal, el perro se sienta, "No" (tono tranquilo), te mueves
"Échate" + señal, el perro se echa, click, comida
"Sienta", el perro se sienta, click, comida
"Sienta", el perro se sienta, click, comida
"Parado", el perro se queda parado, click, comida
"Échate", el perro se echa, click, comida
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Movimiento de tus brazos + "Sienta", el perro se sienta, click, comida
Movimiento de tus brazos + "Parado", el perro se sienta, "No" (tono tranquilo), te mueves
Movimiento de tus brazos + "Parado", el perro se queda parado, click, comida
Movimiento de tus brazos + "Échate", el perro se echa, click, comida
Movimiento de tus brazos + trotar sobre el sitio + "Sienta", el perro se sienta, click, comida
Movimiento de tus brazos + trotar sobre el sitio + "Échate", el perro se echa, click, comida
Trotar alejándote + "Échate", el perro se echa, click, comida
Trotar alejándote + "Parado", el perro se echa, "No" (tono tranquilo), caminas unos pasos
Trotar alejándote + "Parado", el perro se queda parado, click, comida
Trotar alejándote + "Aquí", te detienes, el perro acude, click, comida
Trotar alejándote y moviendo los brazos + "Parado", el perro se queda parado, click, comida
Trotar alejándote y moviendo los brazos + "Sienta", el perro se queda parado, "No" (tono tranquilo), caminas unos pasos
Trotar alejándote y moviendo los brazos + "Sienta", el perro se sienta, click, comida
Trotar alejándote y moviendo los brazos + "Aquí", te detienes, el perro acude, click, comida
Practica este ejercicio los días que sean necesarios hasta que tu perro te ofrezca al menos un 80% de éxito en al menos tres sesiones diferentes consecutivas,
considerando el porcentaje de éxito en función al total de las conductas en cada sesión. Luego pasa al siguiente criterio de adiestramiento canino.
Tu perro discrimina entre las órdenes y mantiene la posición (Criterio 2)
Repite el mismo procedimiento que en el primer criterio, pero aumenta gradualmente la duración que tu perro mantiene cada posición. Empieza a hacer esto
después de unas cuantas repeticiones sin aumentar la duración.
Usa el método de los 300 picotazos para aumentar la duración, y trata de alcanzar al menos tres segundos. Sin embargo, en esta etapa no aumentes mucho el
tiempo que tu perro permanece en una posición, ya que el criterio que persigues es la discriminación de órdenes.
Discriminación de órdenes usando el juego como reforzador (Criterio 3)
Si tu perro encuentra suficiente motivación en la comida y no se motiva con el juego, entonces no es necesario que hagas este criterio ni el siguiente. Sin
embargo, si tu perro se motiva mucho con los juegos de tira y afloja, este criterio de adiestramiento te servirá para perfeccionar la discriminación de órdenes y
mejorar el autocontrol de tu perro.
Antes de proceder con este criterio de adiestramiento, revisa las reglas de los juegos de tira y afloja y las precauciones que debes tomar al enseñarle a tu perro a
soltar objetos que tiene en la boca. Esas reglas y precauciones están indicadas en el artículo sobre cómo enseñarle a tu perro la orden "Suelta". Ten en cuenta
que para llevar a cabo este criterio, la orden "Suelta" debe ser inmediata.
Procede de manera similar al primer criterio, pero usa el juego como reforzador. Es decir, da una orden de obediencia canina y, cuando tu perro obedezca, di la
orden de liberación y juega al tira y afloja por unos segundos.
Luego pídele a tu perro que suelte el juguete, con la orden "Suelta". El momento en que tu perro suelte el juguete, di nuevamente la orden de liberación, pero
esquiva a tu perro cuando quiera morder el juguete. Esquívalo entre una y tres veces, cuidando de no apagar su interés por el juego (muévete estimulando a tu
perro a morder el juguete, pero esquívalo).
Mientras tu perro está intentando atrapar el juguete, da una orden de obediencia canina ("Sentado", "Échate", etc.). Si tu perro obedece, da la orden de
liberación y permítele tomar el juguete. Juega al tira y afloja por unos segundos y repite el procedimiento con otra orden de la obediencia canina.
Si tu perro no obedece a la orden que diste, simplemente di "No" o "Ah" en tono tranquilo y deja de mover el juguete. Ignora a tu perro por unos segundos y
repite el procedimiento.
Inicialmente usa el lenguaje corporal (el movimiento del juguete debe simular las señales que usas para cada orden) junto con las órdenes de obediencia, pero
elimina este lenguaje corporal gradualmente en repeticiones sucesivas.
Discriminación de órdenes y duración usando el juego como reforzador (Criterio 4)
Cuando tu perro responda a la perfección, haz el mismo procedimiento que en el tercer criterio, pero usa el método de los 300 picotazos para aumentar
gradualmente el tiempo que tu perro permanece en una posición. Recuerda que el criterio que persigues es la discriminación de órdenes, así que no te
preocupes por aumentar mucho tiempo. Confórmate con que tu perro se quede quieto por unos pocos segundos.
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OBEDIENCIA AVANZADA: DISTRACCIONES INTENSAS
EN EL ADIESTRAMIENTO CANINOEs relativamente fácil enseñarle nuevos ejercicios a cualquier perro. La etapa de adquisición de las conductas es en realidad la más sencilla en el adiestramiento
de perros. Pero generalmente no resulta tan fácil conseguir que los perros respondan correctamente en presencia de distracciones.
En este artículo aprenderás a introducir distracciones intensas en el adiestramiento canino.
Lo que debes buscar al introducir distracciones intensas en el adiestramiento de tu perro es desensibilizarlo a diferentes circunstancias y situaciones. Esta
desensibilización permitirá generalizar las respuestas de tu perro y ayudará a ponerlas bajo el control de estímulos.
La manera correcta de introducir distracciones intensas en el adiestramiento canino
La introducción de distracciones intensas consiste casi exclusivamente en la desensibilización sistemática. Es decir, que debes añadir cada distracción por
separado, empezando con una intensidad muy baja y aumentando la intensidad de la distracción gradualmente y sin forzar a tu perro.
Por ejemplo, para enseñarle a un perro de Schutzhund a mantener su atención en el guía a pesar de los disparos de fogueo que se hacen durante la sección de
obediencia, primero se debe acostumbrar al perro al sonido de los disparos a mucha distancia. Poco a poco y en varias sesiones de adiestramiento canino, se
reduce la distancia que separa al perro de las detonaciones. Entonces, el perro aprende que esos disparos son irrelevantes y que no debe prestarles atención.
Ten en cuenta que la desensibilización ocupa un 80% (aproximado) del tiempo total de adiestramiento. Así que necesitarás varias semanas (quizás varios meses)
para desensibilizar a tu perro frente a muchas situaciones diferentes, y conseguir que los ejercicios que le enseñas sean muy sólidos.
De cualquier manera, deberás seguir practicando los ejercicios de forma periódica para mantener el adiestramiento de tu perro en un buen nivel.
Para que entiendas mejor la importancia de la desensibilización en el adiestramiento de perros, considera los ejemplos siguientes:
Ejemplo 1: Introducción correcta de distracciones intensas en el adiestramiento canino
Mateo es un labrador retriever muy sociable y activo, pero no recibe mucho ejercicio físico diario y no tiene contacto frecuente con otros perros. Entonces, cada
vez que sale a la calle se vuelve loco de emoción y no es capaz de controlarse.
Aunque Mateo ya recibió adiestramiento en obediencia básica y conoce muchos ejercicios, todavía no es capaz de realizarlos en presencia de otros perros.
En este caso, hay dos factores principales a considerar:
El nivel de energía acumulada del perro (poco ejercicio diario)
El estado de deprivación del perro (no ve a otros perros con frecuencia)
Como Mateo no recibe suficiente ejercicio, es necesario proporcionarle más actividad física diaria, especialmente tomando en cuenta que pertenece a una raza
canina muy dinámica.
Por otra parte, el hecho de que Mateo no vea a otros perros con frecuencia hace que su entusiasmo sea muy alto cada vez que se encuentra con otro perro.
Entonces, es lógico que lo único en lo que piensa es en jugar, y no en obedecer a su entrenador.
La manera correcta de introducir esta distracción intensa (los otros perros) consiste en hacerlo a buena distancia (baja intensidad) y reducir la distancia
gradualmente a medida que Mateo deja de reaccionar exageradamente ante la presencia de otros perros.
Se identifica la distancia a la que Mateo ignora naturalmente a los otros perros. Entonces se empieza a trabajar desde esa distancia. Simplemente se practican
los ejercicios de obediencia canina que Mateo conoce, con la presencia de uno o más perros a una distancia tal que Mateo ignora naturalmente a los otros
perros.
Entonces, se reduce la distancia gradualmente en varias sesiones, hasta que Mateo es capaz de ignorar a los otros perros, y obedecer a su entrenador, aún
estando cerca de ellos.
Ejemplo 2: Introducción incorrecta de distracciones intensas en el adiestramiento canino
Mateo es un labrador retriever muy sociable y activo, pero no recibe mucho ejercicio físico diario y no tiene contacto frecuente con otros perros. Entonces, cada
vez que sale a la calle se vuelve loco de emoción y no es capaz de controlarse.
Aunque Mateo ya recibió adiestramiento en obediencia básica y conoce muchos ejercicios, todavía no es capaz de realizarlos en presencia de otros perros. Es el
mismo caso del ejemplo anterior.
Un entrenador que desconoce los riesgos de la sensibilización, sugiere que la mejor manera de trabajar consiste en forzar a Mateo a realizar los ejercicios de
obediencia canina en presencia de varios perros. Lleva a cabo el procedimiento con varios perros cerca de Mateo y como resultado se tiene que Mateo es cada
vez más reactivo a los otros perros y ya no puede controlarse ni siquiera en situaciones en las que antes se controlaba. Ha ocurrido un proceso de sensibilización
que perjudica todo el adiestramiento previo.
¿Es necesario el castigo para conseguir que los perros no se distraigan?
Muchos entrenadores apelan al castigo mediante collares de ahorque, púas o eléctricos, para introducir distracciones intensas. Esto puede dar buenos
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resultados cuando el entrenador es experto, pero no es necesario y puede llevar a problemas serios cuando el entrenador no tiene suficiente experiencia en el
uso de castigos.
El castigo no es necesario para entrenar perros mascota hasta niveles muy altos de confiabilidad, así que no te preocupes por su uso. Simplemente no lo
necesitas, ya que la desensibilización sistemática te permitirá alcanzar los mismos resultados en el mismo tiempo... y sin castigar a tu perrito.