educar en la modernidad y en la postmodernidad

18
Juao Batista Libanio S.J. Edgard Morín Alberto Parra S.J.

Upload: pastoraledu

Post on 23-Jun-2015

1.543 views

Category:

Documents


3 download

TRANSCRIPT

Page 1: Educar en la modernidad y en la postmodernidad

Juao Batista Libanio S.J.Edgard MorínAlberto Parra S.J.

Page 2: Educar en la modernidad y en la postmodernidad

Vivir en la modernidad y en la post-modernidad implica sufrir la dilaceración de querer la claridad y racionalidad de la modernidad y al mismo tiempo, sentir el clima desconcertante y fragmentado de la post-modernidad

Page 3: Educar en la modernidad y en la postmodernidad

1. Las paradojas de la Modernidad

La modernidad estableció una serie de binomios como objetivos, cuyo punto de equilibrio no supo determinar.

En la elaboración de los derechos humanos pretendió crear una sociedad justa y autónoma.En el horizonte de la modernidad están la identidad y la solidaridad.La modernidad abogó por la emancipación social y la libertad de pena.Igualdad y libertad buscaron la una imponerse sobre la otra.

En una palabra el proyecto de modernidad no supo escoger ni organizar prioridades faltó la pedagogía del equilibrio.

Page 4: Educar en la modernidad y en la postmodernidad

2. Pujanza económica y crisis de la existencia

La modernidad engendró dos sistemas económicos. El capitalismo liberal se inclinó por la autonomía, la identidad, la subjetividad, la libertad. El socialismo colocó su peso hacia la justicia, la solidaridad, la emancipación grupal, la igualdad.

Hoy tenemos la victoria provisional del capitalismo liberal que presenta una economía pujante para unos pocos pero a costa de los valores básicos de justicia social, solidaridad, emancipación e igualdad.

Page 5: Educar en la modernidad y en la postmodernidad

Al colocar en el centro del sistema el libre mercado se sigue la necesidad de favorecer el consumo, el intercambio, la concentración del capital, la valoración de la iniciativa privada, la eficiencia, la competencia, el aumento del lucro.

Se ha producido un buen crecimiento económico con un desgaste de los valores fundamentales de la existencia y el sacrificio de muchas, pero muchas personas. Estamos ante la paradoja de expansión de la economía y crisis de la existencia humana.

Page 6: Educar en la modernidad y en la postmodernidad

3. Sintomas de la crisis post-moderna de la existencia

Tenemos crisis internas y externas.

Sentimos que los elementos estructurantes de la sociedad se desintegran. Hay señales cada vez mayores de una desestabilización social.

Está cambiando fuertemente la concepción de trabajo y empleo, la nueva manera de inserción de las personas en el mundo del trabajo.

Page 7: Educar en la modernidad y en la postmodernidad

Las presiones de los medios de comunicación son muy fuertes. Los medios amplían los deseos de consumismo y materialismo pero no dan el dinero para adquirirlos.

Este juego engendra varios efectos nefastos. Aumenta la tensión social y la insatisfacción de las personas.

La movilidad profesional desgasta profundamente y genera inseguridad en los trabajadores que cada vez son más frágiles psicológicamente producto de las incertezas, dudas y angustias que le causa un trabajo cada vez más difícil de conseguir y de conservar.

Page 8: Educar en la modernidad y en la postmodernidad

Quería lechey recibí la garrafa.

Quería padres y recibí regalosQuería hablar

y recibí un libroQuería aprendery recibí diplomaQuería pensar

y recibí conocimientosQuería tener una visión de conjunto

y recibí informacionesQuería ser libre

y recibí disciplina.

Se produce una insatisfacción existencial. Un adolescente escribía al respecto:

Quería amory recibí una moral

Quería una profesióny recibí un trabajo.

Quería ser felizy recibí dinero.Quería libertad

y recibí un automóvil.Quería dar sentido a la vida

y recibí una carrera.Quería esperanzay recibí miedo.

Quería transformar la realidady recibí compasión.Quería vivir

Page 9: Educar en la modernidad y en la postmodernidad

Los bienes materiales no suplen, en profundidad, sus necesidades psicoafectivas.

Los medios producen “efectos especiales”, fragmentan los objetos, mezclan las noticias, combinan las dimensiones de tiempo y espacio, secuestran los acontecimientos de sus contextos reales y proyectan todo esto en una terrible simultaneidad e instantaneidad. No hay tiempo para la reflexión, para el regreso, para la distancia crítica.

No se consigue recuperar el significado de los acontecimientos, tal es la abundancia veloz de informaciones sin ninguna referencia de valores. La existencia humana se transforma en un inmenso video, en una sucesión de chips.

Un desastre pedagógico por ambos lados: falta de presencia afectiva y de no saber colocar limites a los jóvenes en sus aspiraciones.

Page 10: Educar en la modernidad y en la postmodernidad

Nuestros jóvenes viven siempre a la espera de novedades. Se desinteresan de la verdad y se llenan de emociones. En su lenguaje juvenil “pura adrenalina”, consumo, placer, idealización de lo real, fantasma, vanidad, apariencia.

Esto hace que nuestros jóvenes vivan una “realidad virtual” y sean sorprendidos dolorosamente por “la realidad real”.

Nos invade una “cultural nihilista” que se impone sin tragedia. Basta lo provisorio, lo esencial no cuenta. Es el tiempo del “pensamiento débil” frente a la verdad. Nihilismo del bien, del valor, de la religión. “Solo “Solo tenemos palabras vacías, la rosa pristina de lo real, de la verdad – solo existe tenemos palabras vacías, la rosa pristina de lo real, de la verdad – solo existe en la palabra. Así podría traducirse el dístico con que Umberto Eco cierra su en la palabra. Así podría traducirse el dístico con que Umberto Eco cierra su novela “El nombre de la Rosa”.novela “El nombre de la Rosa”.

Page 11: Educar en la modernidad y en la postmodernidad

En reacción a lo absoluto de la razón en la modernidad, la post-modernidad parece optar por lo provisorio de la realidad.

4. Algunos desafíos a la Educación Católica

Una educación cristiana no puede capitular frente a la tarea ardua de preparar las personas para enfrentarse con la realidad en toda su profundidad debe desarrollar una conciencia crítica: ni racionalidad absoluta, ni irracionalidad incómoda. Equilibrio entre el sujeto y el objeto.

Page 12: Educar en la modernidad y en la postmodernidad

La visión cristiana presenta una comprensión del ser humano como creatura – limitada – llamada por nuestro Dios no solo para conocerlo como fin último y fundamento de todo sino también para entrar en una comunión profunda de amor con Él.

Esta dimensión doblemente trascendental del ser humano – creación y vocación a la comunión con Dios – lo capacita no para la pretensión omnipotente de la modernidad, sino para percibir en las innumerables señales de la realidad, de la historia y de la vida, la presencia del Señor de la Vida Plena y Digna. Ese sentido mayor alimenta los sentidos menores. Lo redime del nihilismo.

Page 13: Educar en la modernidad y en la postmodernidad

Hay que trabajar la separación exagerada entre medio y fines

La educación cristiana trabaja con dos principios fundamentales que pueden iluminar esta situación.

Los fines – sentido mayor – deben tener su valor por su propia naturaleza y no a causa de intereses particulares. Tienen un valor intrínseco. Son reflejos especiales de la plenitud de vida de Dios: justicia, libertad, amor, misericordia – Miqueas 6,6.

Los medios – sentido menor – debe ir en la misma línea de los fines, favorecer la realización de la justicia, la libertad, el amor, la misericordia, el derecho, están sometidos a los criterios de los valores intrínsecos, de modo que el fin no puede justificar cualquier tipo de medios. Es un asunto ético. Vgr. Una institución católica no puede justificar injusticias sociales en relación a sus funcionarios y profesores si los medios para salvar sus finanzas desconocen su eticidad.

Page 14: Educar en la modernidad y en la postmodernidad

Pensar lo real es pensar la injusticia social en sus causas estructurales y coyunturales.

Pensar lo real es pensar las soluciones alternativas a corto y largo plazo. No se trata por tanto de un ejercicio académico filosófico sino una tarea grave y difícil de enfrentar la dura situación de los pobres dentro de una protesta ética y cristiana.

Page 15: Educar en la modernidad y en la postmodernidad

Con el progreso de la tecnología se dio un profundo cambio de relación entre lo deseable porque es posible y lo indeseable porque es imposible.

Somos conscientes que con la tecnología lo deseable posible creció enormemente pero la igualdad frente a esto no es tan posible.

Un sociólogo portugués, sugiere la creación de una escuela práctica con dos clases

Una clase de conciencia del exceso para enseñar a no desear todo lo que es posible, solo porque es posible y

otra clase de conciencia de la limitación para enseñar a desear también lo imposible.

Page 16: Educar en la modernidad y en la postmodernidad

Educar hoy implica más que nunca saber trabajar el límite en la conciencia de quienes forman la comunidad educativa.

Se da una absoluta carencia del límite en la conciencia de muchos jóvenes y adolescentes por no decir de niños. Hacen lo que quieren. Hay una permisividad e impunidad que favorece este estado del espíritu. El pretender “sacar ventaja en todo” aplicada a la vida social, en un desastre total.

No reconocer los límites finitos, tanto por parte de la razón, como de la subjetividad genera para el individuo y la sociedad peligros enormes, aún de destrucción de toda la vida.

Page 17: Educar en la modernidad y en la postmodernidad

La educación para el límite implica, antes de todo, ir construyendo un consenso ético respecto de la razón instrumental manejada por la ciencia y la tecnología.

Ningún progreso científico puede causar más problemas que soluciones.

La innovación tecnológica o industrial debe demostrar que no provocará daños sociales ni ecológicos.

El interés de la comunidad tiene preferencia sobre el interés individual a medida que la dignidad y los derechos humanos sean preservados.

La urgencia de la supervivencia de una persona o de la humanidad prevalece sobre cualquier cosa.

El sistema ecológico tiene preferencia sobre el sistema social.

Sobrevivir es más importante que vivir mejor.

Los avances reversibles tienen preferencia sobre los no reversibles

Page 18: Educar en la modernidad y en la postmodernidad

Hay que tener un equilibrio entre represión siempre negativa – y la concesión desmedida no menos perjudicial. Ceder siempre sin razón deforma al educando. Negar por negar sin motivo, reprime y disminuye la credibilidad y la presencia del educador.

El límite debe colocarse, aduciendo siempre la razón que puede ser de diversos órdenes, desde la imposibilidad material a conceder lo pedido hasta los riesgos desproporcionados previsibles. Cuanto más clara, razonable y honesta es la razón del límite, tanto más formativa.