ecologismo y ambientalismo

Upload: norbertoacuna

Post on 06-Jul-2018

222 views

Category:

Documents


0 download

TRANSCRIPT

  • 8/17/2019 Ecologismo y Ambientalismo.

    1/8

    57

    Ecologismo y ambienta lismo e l surgimiento

    de vie jos fundamenta lismos

    E cologism and environm entalism : the em ergence of old

    fundamentalisms

    /sa ía s T ob as ura A cu ña

    Resumen

    En este artícu lo se d iscuten d os de las concepcio nes

    filosóficas que hoy sustentan los discursos

    ambientalistas

    y e co ló gi st as : e l n at ur al ismo b io ce nt ri st a

    y

    el antropocentrism o hum anista. A partir de estas

    fo rm as d e co ncebir las relacion es entre el h om bre

    y

    la

    n atu ra le za , en es te e ns ay o, s e m ues tra n alg un as co ns e-

    c ue nc ia s in de se ab le s d e tales ra dic alis mo s. S e cr itic a la

    propuesta del ecologism o reform ista y, tam bién, se

    p la nte an a lg un os in te rro ga nte s q ue p er mitan c on stru ir

    o tro s re la to s q ue c on trib uirá n a e nc on tra r n uev os c am i-

    n os d e in te ra cc ió n a rm ón ica e ntre la cu ltu ra

    y

    l a n at u-

    raleza. Se concluye que, frente a la escasa garantía

    ofrecida por los radicalismos ecologistas y

    am bie ntalis ta s y

    el ecologismo reformista para dar

    re sp ue sta a lo s co mp lejo s p ro ble mas d el te rc er m un do ,

    es urgente rev isar relatos un tan to o lv idad os com o las

    u to pí as s oc ia le s, e l m ar xismo

    y

    l a t eo r ía i usna tu ral is t a.

    U na n uev a le ctu ra d e ta le s r ela to s n os a yu da rá, q uiz ás ,

    a en co ntrar salid as a la crisis am bien tal del m om ento.

    Summary

    T wo p hilo so ph ic al c on ce ptio ns p re se ntly s up po rted b y

    e nv ir on me nt ali st a nd e co lo gis t d is co ur se s a re d is cu ss ed

    in th is ar ticle : B io cen tris t N atu ra lis m a nd H um an is tic

    A nth ro po ce ntris m. S om e u nd es ira ble c on seq ue nc es o f

    s uch ra dica l m an ife sta tio ns s te mm in gfr om th es e fo rm s

    o f c on ceiv in g th e r ela tio ns hip s b etw ee n h um an b ein gs

    and nature are discussed. The proposal of reform ist

    eco lo gist is criticized , an d som e q uestion s are p osed

    allow ing the con struction of other accou nts th at shall

    be of good use in order to find new form s of harm onic

    in teraction b etw een cu lture and natu re. In v iew of the

    IiUle guarantee offered by ecologist and

    environmentalist radical standpoints to solve the

    com plex T hird W orld pro blem s, it is concluded is that

    it is urgent to review som ew hat forgotten accounts

    such as social utopias, M arx ism , and the naturalistic

    theory . A n ew reading of su ch acco unts w ou ld p erhaps

    h elp u s to fin d s olu tio ns to th e p re sen t e nv iro nm en tal

    crisis.

    En uno de los t an tos even tos ambient al is ta s que se suel en organiza r en Colombia , suced ió

    algo que recordé cuando asistí al sem inario «C uestiones centrales de filosofía de la

    n atu ra le za ». E l d is cu rs o d e u no d e lo s c on fe re nc is ta s flu ía s in s ob re sa lto s en med io d el

    sopor de un auditorio im perturbable: «el hom bre debe conocer las leyes que rigen la

    nat ur ale za par a poner la a su ser vic io , .. .b la ... bla .. .» . En e l a cto , un ene rgúmeno a sis te nte

    i rr ump ió en medio del a ud ito rio voc if er ando : « ¿De fendemos la natu ra le za o la tir an ía que

    e l h ombre e je rc e s ob re e lla ?» « la n atu ra le za », re sp on die ro n tre s v oc es e n e l e xtremo d el

    c la us tr o a do rm ec id o y , ac to s eg uid o, s e e sc uc ha ro n d es temp lad os a pla us os . E l r ec in to

    r ec ob ró la c alm a y e l co nfe re nc is ta s ig uió co n s u d is cu rs o.

    Esta anécdota pasaría desapercibida si detrás de ella no se ocultaran dos de las

    co ncep cio nes filo só ficas ex trem as q ue h oy s usten tan lo s d iscurso s am bien talistas y

    e co logi sta s: e l n at ur alismo b iocent ris ta y e l a ntr opoc en tr ismo humanis ta . A pesar d e que

    ex is ten muchas posi ciones int ermedia s de l «eco log ismo» que enriquecen e ldeba te con tem-

    P ro fesor U niv ersidad d e C aldas. A partado A éreo 2 75 . M an izales. C olom bia.

    Professor

    - Researcher. U niv ers id ad d e M an iz aJ es . C olo mb ia

  • 8/17/2019 Ecologismo y Ambientalismo.

    2/8

    58 lsaías Tobasura A cuña

    p orá neo d e la s relac io nes c ultu ra n atu ra le za , en es te te xto , se mue stran alg un as c on se cu en -

    cias indeseables de tales radicalism os, pues, a m i juicio, son los que m ás polém ica suscitan

    en los círculos académ icos. S e critica, la propuesta del ecologism o reform ista y, tam bién,

    se plantean algunos interrogantes que perm itan construir nuevos relatos que contribuirán

    a encontrar nuevos cam inos de interacción arm ónica entre la cultura y la naturaleza.

    L a crisis del m edio am biente, expresada en agotam iento de los recursos, de las fuentes

    de vertido, la m arginalidad social y la destrucción de culturas tradicionales, por una parte,

    y la c aíd a d e lo s reg ím en es so cialistas y e l su rg im ien to d el n eo lib era lism o h omog en eiz an te ,

    por otra, han puesto en discusión al parecer nuevos ideales que orienten el futuro de la

    humanidad. Esta polémica, se debate entre la nueva derecha emparentada con viejas

    concepciones filosóficas y la nueva izquierda de cuño liberal.

    L uc F erry2, partiendo de tipos ideales, en un lúcido ensayo hace una crítica severa a dos

    de las tendencias filosófico-políticas que dom inan el espectro de las discusiones sobre el

    medio ambiente en el mundo occidental: el ecologismo radical y el ambientalism o.

    D eco nstru ye nd o esta s co nc ep cio ne s, d esd e su s fu nd am en to s filo só fico s, p on e en ev id en cia

    las consecuencias políticas, sociales y culturales que pueden acarrear al futuro de la

    sociedad y del sistem a dem ocrático; y propone, com o una opción de salida a la crisis, un

    ec olo gismo re fo rm ista n o m etafísic o.

    L a «ecología profunda» o radical, plantea que el contrato social de los pensadores

    políticos de la ilustración debe dar paso a un contrato natural , en cuyo seno la totalidad

    del universo se convertiría en sujeto de derecho: «ya no se trata del hom bre, considerado

    como centro del mundo, al que hay que proteger, en primer lugar de sí m ismo, sino

    efectivam ente del cosm os com o tal, al que

    ~a y

    q ue d efe nd er d e lo s h ombres» 3. L a ec olo gía

    profunda adopta una crítica radical con \el modo de vida occidental, con la Western

    civilizatíon y con cualquier tipo de hum anism o. «O ccidente no es políticam ente correcto .

    N o solam en~e está com probada su quiebra, sino que ésta arrastra en su ruina a los pueblos

    del tercer m undo, a las m inorías étnicas ya las fracciones dom inadas, trátese de las m ujeres,

    o de ~ os diferentes de cualquier tipo »4.

    El éxito que le permite a esta versión de la ecología conciliar intereses, tanto de la

    extrem a derecha, com o ideales futuristas de la extrem a izquierda, es la coherencia de su

    diagnóstico, según el cual la m odernidad antropocéntrica es un desastre total. En contra de

    la tendencia de unidim ensionalidad, la uniform idad, del  lobby politicom ediático , el

    c on sen so , la s p re te nsio nes d e u niv ersa lid ad , h ac e e lo gio d e la d iv ersid ad , d e la sin gu la rid ad ,

    del disenso, de la particularidad, de lo local, de lo nacional. Su am or por la naturaleza,

    engendra un odio visceral contra cualquier form a de cultura hum anística, al punto que su

    discurso en m uchas partes expele aroma de nazismo. Aunque las raíces de la ecologia

    profunda se pueden ubicar, a mediados del siglo XIX en los Estados Unidos, en el

    m ovim iento trascendental liderado por R alph W aldo E merson, en la obra Walden d e Hen ry

    D av id T ho rea u, e n las ac tu acio ne s d e Jo hn Mu ir (c re ad or d el S ierra clu b, p rim ermov im ien -

    to ecologista) y en la obraA S an d C ou nty A lm an ac d e A Id o L eo po ld s, es en las co nstitu cio -

    2 L FERRY.

    E l nuevo orden eco lógico. E16rbo~ el anim a~ el hom bre.

    B arc elo na : T us qu et s, 1 99 4.

    3 L FERRY.

    Op.cit.

    p ág . 2 9.

    4 Ibíd. P 33.

    5 V . B EIL VE R CA PI L u.. L as e c:ofiloso fías, en :

    Sociedad

    y

    me di o ambi en te ,

    Je sús B alleste ros y José P ére z A dá n

    (E dit ore s), M ad ri d: E di t. T ro tta , 1 99 7, p ág s. 2 53 -2 55 .

    Cuod emo s d e De sa rr ol lo R u ra l

    (41),1998

  • 8/17/2019 Ecologismo y Ambientalismo.

    3/8

    E co lo gism o y

    ambientalism o: el surgim iento de viejos fundam enta/ismos 59

    nes sobre protección de la naturaleza y de los anim ales y los derechos de la caza del régim en

    nacional socialista donde se hace m ás evidente el amor al terruño, a la tradición, a los

    anim ales, y el odio a los hom bres.

    Pero esto no es lo peor. Lo m ás grave de todo es que concepciones com o ésta, que han

    dado origen a m ultinacionales fundam entalistas defensoras de la naturaleza com o Green

    Peace, S ie rr a C lu b, Ea rth F ir st y de una im portante fracción de los partidos verdes, sea la

    inspiradora de buena parte de los movim ientos ecologistas del tercer mundo. Hoy, en

    C olom bia, m uchos defensores de la naturaleza se rasgan las vestiduras porque se tala un

    árbol o un pez naufraga en un arroyo m oribundo por el verano, m ientras cam inan sobre los

    cadáveres de niños, jóvenes y adultos víctim as del ham bre, de las pestes o de la violencia.

    L a «ecología profunda» con la sacralización de la naturaleza conduce a la hum anidad

    a una tiranía de lo natural sobre lo esencialmente humano de la civilización; con su

    antim odernism o fundam ental lleva a que m uchas posiciones que defienden regím enes

    políticos autoritarios se legitimen; y con el exacerbado elogio a la diferencia y a la

    diversidad suele volverse hostil al espacio público y a la búsqueda de consensos sobre la

    base de argum entos racionales. La ruptura de la presa Aznalcóllar, en España, puso en

    evidencia que, para m uchos ecologistas y para el m ism o gobierno español, el parque de

    Doñana era más importante que los agricultores, campesinos y trabajadores que lo

    perdieron todo por la riada tóxica.

    A lgunos de nuestros intelectuales criollos de m ochila terciada no se dan cuenta que

    con sus discursos y actitudes antes de luchar por el im perialism o del norte que todos los días

    nos invade, le están haciendo el juego a un colonialismo todavía peor que aquél que

    supuestam ente com baten: el im perialism o de las m ultinacionales defensoras de la natura-

    leza. L as efem érides am bientales que celebran estos fanáticos, se nutren de la nostalgia de

    un pasado sin retorno, o de la idea de un paraíso ecosistém ico, en los cuales se sacraliza la

    tierra, nuestra m adre com o dirían los aborígenes, y se venera la supuesta arm onía en la que

    vivieron nuestros ancestros en el pasado. S e olvidan, por una parte, que no todas las culturas

    aborígenes del pasado convivieron en arm onía con la naturaleza, que, incluso, m uchas

    sucum bieron ante los rigores de la m ism a y, por otra, en aras del respeto a la diferencia, la

    diversidad y la libre determ inación, se están creando barreras para que m uchas com unida-

    des puedan integrarse autónom am ente en la sociedad.

    La Constitución Política de Colom bia de 1991, con argum entos de sim ilares caracte-

    rí stic as p ro pic ió fu ero e sp ec ia l p ar a la s c omuni da de s in díg en as y n eg ra s (o a fro co lombia na s,

    com o se suelen denom inar). H oy, los indígenas y las com unidades negras disponen de sus

    p ro pias le gisla cio nes p ara q ue o peren d en tro d e su s territo rio s. M e p re gun to : ¿ no e sta re mo s

    condenando a estos com patriotas al destierro y la m arginación dentro de su propio país,

    com o le ha ocurrido a los gitanos en m uchos países? o ¿no estarem os sem brando las sem illas

    para generar en algún tiem po no m uy lejano un ánim o separatista, com o ha ocurrido en los

    Balcanes o, de algún modo, en España con los vascos y los catalanes? Lo anterior no

    significa que debam os acabar con culturas y form as de vida diferentes a los inspirados en

    la ilustración, pues desde la otra orilla el antropocentrism o de cuño liberal, inspirado en los

    derechos del hom bre y del ciudadano, ha ejercido una tiranía no sólo contra la naturaleza

    sino contra la m ism a sociedad.

    La am bientalista, surge de la idea que a partir de la naturaleza, de lo que se trata es de

    proteger al hom bre, incluso de sí m ism o. El ser hum ano es lo único im portante en el m undo,

    incluso, por encim a de las com unidades, las culturas y las instituciones sociales. En este

    caso no se confiere un valor intrínseco a la naturaleza com o en la «ecología profunda». La

    n atu rale za tie ne u n v alo r in stru men tal, n o e s m ás q ue lo q ue ro de a a l se r h um an o, la p erife ria,

    C lU Jd er no s d e D es ar ro ll o R ur al ( 41 ), 1 99 8

  • 8/17/2019 Ecologismo y Ambientalismo.

    4/8

    60 lsaías T obasura A cuña

    e l e nto rn o, y n o e l c en tro . E sta c on ce pc ió n h un de s us ra íc es e n e l h umanismo c arte sia no ,

    e l c la si ci smo f rancés y en l a i lu st ra ci ón .

    E n e l si glo XV I, d es pu és d e p as ar p or u na é po ca c on templa tiv a s ob re la n atu ra le za , e n

    l a cua l l av e rd ad s e r ev el ab a g raci as a l e s pí ri tu D iv in o, como adecu ac ió n d el ent endim iento

    humano a l a r ea li dad, y e l cosmos con se rv ab a l a s upr emací a s ob re e l y o, e l h omb re vue lv e

    los o jo s a l mundo, a l l ib ro d e l a n atur al ez a como d ir ían los u tó pi co s. La n atur al ez a r ecob ra

    su impo rta nc ia p ara e l h ombre c omo a lg o q ue v ale la p en a c on oc er.

    Laphysis

    se convierte

    e n fís ic a y e l c on oc im ie nto d el mun do s e matemati za . S urg e e l cog ito e rgo sum cartesiano,

    se gú n e l c ua l e xis te e lmu nd o e n la med id a e n q ue p ue de se r p e nsa do . H ay u na ru ptu ra e ntre

    o bj eto y s uje to , e ntre c ultu ra y n atu ra le za . E l o bje to e s lo q ue e st á d is pu est o, lo q ue e s ú til

    p ara e l h omb re , l o q ue e s a pro pi ab le p or e l h ombre : L a n atu ra le za o lo s re cu rs os n atu ra le s.

    L a ve rda d no se rev ela co mo e n e l p asa do p or la a utorid ad divin a, se c on stru ye a pa rtir de

    a rtific io s p ro pio s d e la ra zó n h uman a. E l mét od o c ie ntífic o s e c on stitu ye e n e l p ara di gma

    del conoc im ien to . La n atur al ez a s e r educe a obj et o d e e st ud io y t iene v alor en cuanto e s ú ti l

    a l a s oc iedad.

    L a naturaleza es para la satisfacción de las necesidades m ateriales del hom bre.

    D es ap are ce s u v alo r in trín se co , in clu so s u v alo r e sté tic o, p ro pio d e s u b elle za y a rmon ía ,

    y sus v alor es i nd ir ec to s, exp re sado s en e l mant en im ien to d el c lima g loba l y d el equ il ib ri o

    ec osistémico ; y su rge e l pa tró n d ine ro c om o m ed ida de tod as la s co sa s. S e p asa de l v alo r

    d e u so d e los obj et os a l v alor d e camb io d e l a s oc iedad cap it al is ta . La n atur al ez a s e a le ja d el

    hom bre y se la pone a su servicio; es útil en cuanto m ateria prim a que le sirve para crear

    riqueza.

    E l fin de la cultura, entonces, no es arm onizar con la naturaleza, sino utilizarla y

    do min arla . B ajo los argu men tos hu ma nistas, inspira do s e n la rev olu ción fra nc esa y el

    ant ro po cent ri smo car te si ano, t amb ién s e h an conqu is tado t er ri to ri os y s e h an subyugado

    p ue blo s. E l li be ra lismo e co nómic o q ue h oy c olo niz a h as ta lo s lu ga re s más re có nd ito s d el

    p la ne ta s e a po ya e n e sto s id ea le s a pa re ntemente h uman is ta s. L as d emoc ra cia s d e h oy n o

    lu ch an p or la d ig nid ad h uman a n i p o r s ac ar a l h ombre d e la m is eria , s in o p or la lib erta d d e

    empr es a y l a acumulac ió n d e cap it al . La f ra te rn id ad ent re l os i nd iv id uo s y ent re l os pueblos

    es un ideal utópico por el que ya ningún gobierno se preocupa, pues com o sabem os los

    l og ro s d e l as d emocr ac ia s s on f in al es , m ien tr as que los d e l a empr es a son ins trumen ta le s.

    La con cepc ió n ant ro po cént ri ca , c ar te si an a y u ti li ta ri st a l leva rá no sólo a l t ot al it ar ismo y a

    la d om in ac ió n d e la n atu ra le za si n c on temp la ció n, s in o a la e xp lo ta ció n y s ub yu ga ció n d e

    muchos ind iv id uo s y pueblos .

    Frente a estas dos opciones en su esencia totalitarias, L. Ferry, optando por un

    «a ntrop oc entrism o dé bil», en e l cu al e l se r hu ma no es el so po rte q ue ju stifica toda s la s

    decisiones, plantea la ecología reform ista com o una salida a la crisis: ni «ecología

    p ro fund a» n i « amb ient al ismo u ti li ta ri st a» y car te si ano. La s al id a d eb e bus ca rs e a p ar ti r d e

    una c rí ti ca i nt er na d el a ct ua l s is tema ant ro po cént ri co y no d e l a c rí ti ca ext er na que p lant ean

    lo s ra dic ale s d e la e co lo gí a p ro fu nd a o d el amb ie nt alismo . L a o pc ió n e s re fo rm is ta y d eb e

    e sta r in sc rita e n la d emoc ra ci a lib era l. « El re fo rm ismo n o e s l a fo rma c on la q ue n o q ue da

    más remed io q ue d ec la ra rs e sa tis fe ch o a fa lta d e a lg o mej or, c ua nd o la e sp era nz a re vo lu -

    cionaria falta, sino que constituye la única actitud que corresponde al m undo de la

    i nf an ci a»6. La opc ió n r ef orm is ta d emocr át ic a, a d ife renc ia d e l as pos ic io ne s r ad ic al es que

    6 L fERRy.

    Op.cit.

    p ág . 2 02 .

    C lMId emo s de De si u roUoRu rt ll

    ( 41 ), 1 99 8

  • 8/17/2019 Ecologismo y Ambientalismo.

    5/8

    Ecologism o y am bientalism o: el surgim iento de viejos fundam entalism os 61

    buscan un fin últim o, deja un cam ino abierto para la reflexión y la acción que perm ita

    encon tr ar s al id as a rmóni ca s a l as con fl ic ti va s r el ac io ne s ent re cul tu ra y n atur al ez a.

    L a a te nc ió n a la n atu ra le za n o s e e la bo ra ría e n c on tra d el u niv ers o mod ern o, s in o q ue

    se ría p ro du ci da p or é l: se ría e l re su lta do e n e l fo nd o d e la s m ismas p as io ne s d emoc rá tic as

    que a li en tan l as re iv in di cacion es d e un d er echo a l av ida , a l o c io , a l a s al ud , a l b i en es ta r, e tc .

    E sta p ro pu es ta p erm itiría c on ci lia r l os id ea le s d e b ie ne sta r d e lo s se re s h uman os c on lo s

    s en timien to s d e admi ra ción y r espe to d el h omb re por l a n atura le za , n o por qu e é st a t enga un

    v alo r e n sí, si no p orq ue la c ru el da d d el h ombre c on la n atu ra le za l e d eg ra da s u c on dic ió n

    humana . E l h omb re , s er d e ant in atur al ez a, o d e l ib er tad, e s e l ú ni co cap az d e o to rg ar j ui ci os

    d e v alo r a lo s se re s d e la n atu ra le za , y p or e llo m ismo n o s ólo p ue de u ti liz ar la n atu ra le za

    p ar a su s erv ic io , s in o que t iene l a r es pons ab il id ad mo ra l d e con se rv ar la y me jo ra rl a p ar a su

    propio bienestar .

    Según Ferry,

    « la s en si bi lid ad e co ló gi ca me dia , la d e c ad a c ua l, n ad a tie ne d e e xtrem is ta , n i ta n s olo d e

    ant id emocr át ic a. P ro cede má s b ie n d e e sa é ti ca d e l a aut en ti ci dad, d e e sa p reocupac ión por

    u no m is mo en n ombre d e la c ual su ele reiv in dic arse -¿y p or q ué n o? - u na c ie rta c alid ad

    de v ida»1 .

    E l amor a la n atu ra le za , seg ún su s p alab ras , e stá co mp osic ió n d e p asio nes d emocrá tica s

    com partidas por la inm ensa m ayoría de los individuos que desean evitar una pérdida de su

    calidad de vida. No obstante, cabe preguntamos: ¿qué se considera calidad de vida

    aceptable? ¿La que disfrutan los ciudadanos de los países del norte o la que soportan los

    ciudadanos del sur?

    La crítica de Ferry a estos extremismos, tanto de izquierda como de derecha, no

    solamente es plausible, sino que por su coherencia interna la hacen por mom entos,

    irrefu tab le. N o o bsta nte , su d eb ilid ad se h ace e vid en te e n su altern ativ a de s alid a p ro pu esta.

    No porque sea incoherente, sino porque su plausibilidad no deja de ser m ás que un sueño

    , irre aliz ab le. U n p ro yec to d e s ocie dad co nstru id o so bre el lib eralism o p olítico , o el co ntrato

    social entre los hom bres, no es viable pues, com o de todos es conocido, ese contrato social

    h a p ues to en p rá ctica só lo el lib era lism o e co nó mico , al p un to q ue h oy la so cie dad o cc id en tal

    (industrial) asiste a uno de los peores totalitarismos de su historia: la dictadura del

    capitalism o m undial que, con el m ercado y el consum ism o, sus arm as favoritas, colonizan

    e l u niv ers o e nte ro .

    Lo anterior no admite dudas. Como dice E. Fromm 8: «Los valores de la sociedad

    industrial están en conflicto con el bienestar del hom bre». V eam os porqué:

    E l d om in io d e la n atu ra le za , p art ic ula rmen te d es de q ue la so ci ed ad in du stria l lle gó a

    domin ar l a n atur al ez a medi an te e l u so d el p od er d el p en sam iento p ar a l ap rodu cc ió n d e

    c os as . C on Desc art es , y e l d es arro llo d e l a c ie nc ia mod ern a, la n atu ra le za d ev ie ne e n

    ob je to , man ipu lab le , cuan ti ficab le y ap rop iab le po r e l hombre . La soc iedad occiden ta l

    apoyada en estos argum entos explota la naturaleza m ás allá de su capacidad de

    re cu pe ra ció n, p on ie nd o e n p el ig ro n o la n atu ra le za q ue , c omo s ab emos , e s c ap az d e

    r eg en er ar se h as ta c ie rt os l ím i te s, s in o e l f ut ur o d e l a c iv il iz ac ió n humana .

    7 Ibíd, pág. 25.

    8 E. FROMM,

    l v alor a la vida ,

    Barce lona: A l taya , 1993 , p ág. 252.

    C ua de rno s de D esarro llo R ural ( 4/ ). /9 98

  • 8/17/2019 Ecologismo y Ambientalismo.

    6/8

    62 /saías Tobasura Acuña

    La exp lo ta ció n d el h omb re p or l a fu erz a, la s re compens as , o p or u na c omb in ac ió n d e

    am bas. M arx ya lo había anotado: L a explotación de la naturaleza no es m ás que la

    dominación d el h omb re por o tr os homb re s, u ti li zando l a n atur al ez a como ins tr umento.

    Esta doble contradicción delcapital , se expresa en la apropiación y el uso autodestructivos

    que hace la empresa capitalista de la fuerza de trabajo, del espacio vital y de la

    n at ura le za . E l s is tema e co nóm ic o n o s ólo e xp lo ta a l s er h umano , s in o q ue lo d eg ra da

    e n s u c on di ci ón h umana c on virti én do lo e n a pé nd ic e d e la máqu in a y e n d es tru ct or d e

    su p rop io m ed io de v id a.

    La condu ct a económica d eb e p rodu ci r g an an ci a. En l a s oc iedad indus tr ia l l a t endenc ia

    a obtener ganancia no es en esencia una expresión de la avidez personal, sino una

    mec an ismo d e l a c orre cc ió n d el c omport am ie nto e co nómi co . Kürn be rg er tambié n l o

    h ab ía a dv ertid o tiempo a trá s c on may or c ru de za : « de la s v a ca s s e h ac e man te ca y d e lo s

    hombres d inero»9.En lasoc iedad capi ta li sta no se p roduce para e l u so, s ino para ob tener

    ganancia; sino fuera así en el tercer m undo no se m oriría tanta gente de ham bre,

    m ie ntra s e n Euro pa y lo s E st ad os Unid os s e e sp ec ula c on lo s a lim ento s p ara g en era r la

    s en sa ci ón d e e sc as ez y d e e sa mane ra p od er e ng ord ar lo s b ols ill os d e la s multi na cio -

    n al es d e l a i ndus tr ia a limen ta ri a.

    La compet en ci a en con tr apos ic ió n a l a coope ración y l a s ol id ar id ad . Tanto en l a e sf er a

    in div id ua l c omo en la c ole ct iv a, l a i de olo gía d e la c omp ete nc ia e stá h ac ie nd o c arre ra

    h oy e n d ía . C on l os d ere ch os d el h omb re y d el c iu da da no : l ib erta d, i gu ald ad , fra te rn i-

    dad, se abrieron las puertas para im pulsar el capitalism o salvaje en nom bre de la

    l ib er tad. Todo s somos igu al es f rent e a l a l ey , p er o, como todos s ab emos, l ap e rmanent e

    d ep endenc ia económica l im i ta l a l ib er tad d e acc ió n d el i nd iv id uo , h ac iéndolo e sc lavo

    d e su p rop ia m ise ria . E n p oca s p ala bra s, to do s so mo s ig uales, p ero un os so mo s m ás

    iguales.

    L a c apa cid ad d e sim pa tía y de su frim ie nto h an dism in uid o. L a a lie nac ió n a la qu e la

    s oc iedad indus tr ia l h a some ti do a l s e r h umano loh a h echo cad a v ez más ins en sibl e t an to

    a su p rop io sufrim ien to co mo a l d e lo s demá s hu ma no s, e in clu so , a o tro s sere s de la

    n atur al ez a. S i e l h omb re e s i ncap az d e r econocer s u suf rim iento y su sol ed ad , t ampoco

    podrá expresar solidaridad y com pasión con sus congéneres y con los otros seres

    sens ib les de la na tu ra leza.

    A la pregunta de Ferry: ¿se puede hacer concesiones al liberalism o a través de la

    r ef orma o l a a lt er na ti va e s l a r evoluc ió n n eo cons er vado ra o p ro le ta ri a? Pod rí a d ec ir se con

    a lg ún g ra do d e s arc asmo te rc ermu nd is ta : n i lo u no n i lo o tro , s in o to do l o c on tra rio .

    Apoyado en a rgumentos d e C . O ff eIO,con side ro que l a s a li da a l a c r is is n o e s l a r e fo rma

    a l li be ra lismo d emoc rá tic o, n i la re vo lu ció n n eo co ns erv ad ora o p ro le ta ria . L a e cu ac ió n:

    d emoc ra ci a lib era l ig ua l d emo cr ac ia d e ma sa s má s lib ert ad b urg ue sa , s eg ún Ma rx , y s us

    contemporáneos liberales l.S. M ill y A . D e T oc que ville , n o e ra v ia ble , p or lo m eno s, si no

    se quería sacrificar uno de sus dos elem entos: los derechos civiles o los políticos. S in

    emba rg o, c on e l pa so de l tiemp o se p udo d em ostra r su c om pa tib ilida d su ste ntad o en d os

    9 M. WEBER,

    L a ética protesta nte y

    e l e sp ír it u d el c ap it al ismo, M ad rid: S arpe, 1984, p ág. 56 .

    10 C. ÜFFE, P ar tid os p olític os y

    n ue vo s m ov im ie nt os s oc ia le s, M ad rid : S istem a, 1 99 4, p ág s. 5 6-8 8.

    C ua de rn os d e D esa rro llo R ura l (4 1), 1 998

  • 8/17/2019 Ecologismo y Ambientalismo.

    7/8

    Ecologism o y

    am bientalism o: el surgim iento de viejos fundam entalism os 63

    p ri nc ip io s medi ador es : l os p ar ti do s pol ít icos d e masa s y l a compet en ci a ent re p ar ti do s y e l

    e sta do d e b ie ne sta r k ey ne sia no . N ad ie p od rá n eg ar q ue e st os mec an ismo s p erm itie ro n la

    p ro sp erid ad e co nómic a y e l b ie ne sta r d e la p ob la ci ón p or lo men os e n l as d emoc ra cia s má s

    desarrol ladas de occiden te .

    D e todas form as cabe preguntam os: ¿será posible que las instituciones que han

    p erm itid o c oe xis tir a l c ap ita li smo y la d emo cra cia p olíti ca d ura nt e lo s ú ltimos t iemp os e s

    p re vi sib le q ue c on tin úe n h ac ié nd olo e n e l fu tu ro ? L as e vid en cia s s on irre fu ta ble s: e n la

    mayor ía de los pa íses desarrol lados , e l desemp leo se ha incrementado a n ive les intoler ab les ,

    e l d éfic it fis ca l se h a h ec ho e nd ém ic o, e l d et erio ro d el medio ambi en te c on tin ua su c arre ra

    galopante (amén de o tr os ma le s conoc id os por t odos ), a l p unto que los p ri nc ip io s que d ie ro n

    lug ar a l éx ito de l sistema so n la s ca usa s q ue h oy c ava n su pro pia tu mba .

    Los partidos políticos y el estado de bienestar keynesiano hoy en día ceden su

    p ro ta go nismo a lo s d en om in ad os n ue vo s mo vimi en to s s oc ia le s, a l c orp ora tiv ismo y a la

    re pre si ón d el e sta do . E so p ara e l c as o d e l as d emo cra cia s d es arro lla da s. P ara la s p aís es d el

    t er ce r mundo l a s it uación e s t od av ía p eo r. A lguno s s in una t radi ci ón d emocr át ic a con so li -

    d ad a, o tro s a pe na s e n moment os d e tra ns ic ió n d es pu és d e l arg os p erío do s d e d ic ta du ra , y

    la m ayoría sin haber disfrutado de un estado de bienestar, ven cóm o las tendencias

    i nt er nacion al es l os h acen r et ro cede r en sus magr os l og ro s soc ia le s y pol ít icos , d ando p aso

    a la l ib erta d d e empre sa y a la in ic ia ti va p ri va da . S i e n l as d emoc ra ci as má s c on so lid ad as

    de occidente por un tiem po se logró com patibilizar la dem ocracia económ ica con las

    g ara ntía s c iv ile s y e l bie nesta r d e los c iu da da nos, e n la m ayo ría d e lo s p aíses de l te rce r

    m undo donde aún se siguen violando los derechos fundam entales, la m ayoría de la

    p ob la ción n o c ue nta c on seg urida d soc ia l y la m argin alid ad y la m ise ria so n la no rm a, u n

    e co lo gism o reform ista { ;o mo e l pro pu esto p or F erry- e s im pe nsa ble.

    An te l a e scas a p laus ib il id ad que o fr ecen los r ad ic al ismos eco lo gi st a y ambien ta li st a y

    e l e co lo gi smo r ef orm is ta p ar a d ar r es pu es ta s apr op iada s a l comp le jo p robl ema que v iv e l a

    mayo ría d e l os h ab ita nte s d el te rc er mu nd o, e s u rg en te re vis ar v ie ja s p ro pu es ta s t eó ric as

    como las u to pí as s oc ia le s, e l ma rx ismo, l a t eo rí a iusnaturalista. Las u to pí as s oc ia le s e st án

    orientadas al logro de la dicha, o por lo m enos, a la elim inación de la necesidad o de las

    c ir cuns tanc ia s que mant ienen o p rodu cen aqu él la . La s t eo rí as

    iusnaturlistas

    están dirig idas

    a l resc ate de la dign ida d, m ed ian te la d efe nsa d e los de re cho s d el h om bre . R ec on oc id os

    u to pis ta s s oc ia le s, c omo Owen , F ou rie r y S ain t S imo n, a po ya n e n c ate go ría s d el d ere ch o

    n atur al s us e labo racion es d es ti nada s a l a e l im inación d e l am i s er ia y e l r es ca te d e l ad ign id ad

    h uman a. S in e lla s, M a rx y Eng el s n o h ub ie ra n e nc on tra do e l c am in o h ac ia la b ús qu ed a d e

    l a j us tic ia , la lib erta d y la ig ua ld ad . Q uiz ás , a p artir d e u na n ue va le ct ura d e e sto s a uto re s,

    se puedan elaborar nuevos relatos que perm itan com patibilizar la elim inación de la

    n ec es id ad y l a m is eria c on e l lo gro d e la d ig nid ad h uman a, si n men os ca ba r la b as e n at ura l

    s ob re l a cua l s e s us tent a l a c iv il iz ac ió n.

      ibliografia

    BELLVERc ., VICENTE

    L as ecofiloso fías, en:

    Sociedad y m edio a mb ien te,

    JESÚSBALLESTEROS

    Jo sÉ P ÉR EZ

    ADÁN , (E dito re s), M ad rid , T ro tta, 1 99 7.

    Cuadernos de Desarrol lo Rural

    (41),1998

  • 8/17/2019 Ecologismo y Ambientalismo.

    8/8

    64 /saías Tobasura Acuña

    FERRY , Luc

    El nuevo orden ecológico,

    El árbol, el animal y el hombre, Barcelona, Tusquets, 1994.

    F RO MM , E RIC .

    E l valor de la vida,

    Barcelon a, A lt ay a, 1 992.

    O FF E, C LA US

    Partid os polí ticos y nuevo s movimiento s soc ia le s, Madr id , S is tema, 1 994.

    WEBER,MAX

    La é tica p ro te st an te y e l e sp ír it u d el cap ita lismo,

    Madr id : S ar pe , 1 984.

    C lU lik rn os de D es ar ro ll o R ur al ( 4/) . /9 98