Semana del 27 de Ene al 2 Feb 2014
[E. Libro] [E.M.T] [R. Servicio] [Atalaya]
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[Cantico Nº106][E. Libro] [Inicio]
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cl cap. 2 párrs. 1-11
Capítulo 2 ¿De verdad podemos „acercarnos a Dios‟?
1, 2. a) ¿Qué idea les parece improbable a muchas
personas, pero qué nos garantiza la Biblia? b) ¿De
qué estrecha relación se le concedió disfrutar a
Abrahán, y por qué?
[ 1 ] [Textos] ¿CÓMO se sentiría si el Creador del cielo
y de la Tierra dijera que usted es su amigo? Muchas
personas consideran poco probable tal posibilidad. Al fin
y al cabo, ¿cómo va a entablar amistad con Jehová un
simple ser humano? Sin embargo, la Biblia nos asegura
que dicha relación es viable.
[ 2 ] [Textos] El patriarca Abrahán fue uno de los
personajes de la antigüedad que disfrutaron de intimidad
con el Altísimo, pues este lo llamó “mi amigo” (Isaías
41:8). En efecto, Jehová lo consideraba un amigo
entrañable. Le concedió gozar de tan estrecha relación
porque “puso fe en [él]” (Santiago 2:23). En la
actualidad, Jehová también busca oportunidades de
„apegarse‟ a quienes le sirven por amor (Deuteronomio
10:15). En su Palabra encontramos una exhortación que
encierra tanto una invitación como una
promesa: “Acérquense a Dios, y él se acercará a
ustedes” (Santiago 4:8).
3. ¿A qué nos invita Jehová, y qué nos promete al
respecto?
[ 3 ] [Textos] Jehová nos invita a acercarnos a él, dado
que está dispuesto a aceptarnos. Al mismo tiempo,
promete que si damos los pasos necesarios para
aproximarnos a él, actuará en correspondencia y se
acercará a nosotros. De esta forma obtendremos algo
sumamente valioso: “la intimidad con Jehová” (Salmo
25:14). El término hebreo traducido por “intimidad”
transmite la idea de conversación confidencial entre dos
buenos amigos.
4. ¿Cómo describiría a un amigo íntimo, y en qué sentido es Jehová así con quienes se acercan a él?
[ 4 ] [Textos] ¿Tiene usted algún amigo que goce de su total confianza? Si así es, debe de ser una persona que se la ha ganado preocupándose por usted y demostrándole fidelidad. Aumentan las alegrías cuando las comparte con ella, y disminuyen las penas cuando se beneficia de su comprensión. Es alguien que lo entiende, aunque nadie más lo haga. De igual modo, cuando nos acercamos a Dios, llegamos a tener un Amigo especial que nos aprecia de verdad, se interesa profundamente por nosotros y nos comprende a la perfección (Salmo 103:14; 1 Pedro 5:7). Le confiamos nuestros sentimientos más recónditos porque sabemos que es leal con quienes le son leales (Salmo 18:25). Ahora bien, esta privilegiada intimidad la podemos lograr tan solo porque Jehová lo ha hecho posible.
Jehová ha abierto el camino
5. ¿Cómo hizo posible Jehová que nos acercáramos
a él?
[ 5 ] [Textos] Puesto que todos pecamos, nunca
podríamos acercarnos al Creador por nuestra cuenta
(Salmo 5:4). “Pero Dios recomienda su propio amor a
nosotros en que, mientras todavía éramos pecadores,
Cristo murió por nosotros”, escribió el apóstol Pablo
(Romanos 5:8). En efecto, Jehová dispuso que Jesús
„diera su alma en rescate en cambio por muchos‟ (Mateo
20:28). La fe en su sacrificio redentor nos permite ser
amigos del Altísimo. Dado que él “nos amó primero”,
colocó el fundamento necesario para que gozáramos de
su amistad (1 Juan 4:19).
6, 7. a) ¿Cómo sabemos que Jehová no es un Dios
misterioso que escape a nuestro conocimiento?
b) ¿De qué maneras se revela Jehová?
[ 6 ] [Textos] Jehová ha dado un paso más: nos ha
manifestado su modo de ser. La amistad íntima implica
saber bien cómo es la persona y apreciarla por sus
virtudes y forma de actuar. Por tanto, si Dios fuera un
Ser misterioso que escapara a todo conocimiento, jamás
podríamos acercarnos a él. Pero en vez de ocultarse,
desea que lo conozcamos (Isaías 45:19). Es más, sus
revelaciones sobre sí mismo están al alcance de todos,
hasta de quienes son considerados insignificantes por el
mundo (Mateo 11:25).
[ 7 ] [Textos] ¿De qué maneras se nos revela Jehová? En sus obras creativas resultan patentes algunos rasgos de su personalidad, como su enorme poder, profunda sabiduría e inmenso amor (Romanos 1:20). Sin embargo, él no solo aporta información sobre sí mismo mediante la creación. El Gran Comunicador también manifiesta cómo es en su Palabra escrita, la Biblia.
Contemplemos “la agradabilidad de Jehová”
8. ¿Por qué puede decirse que la Biblia misma da
prueba del cariño que nos profesa Jehová?
[ 8 ] [Textos] La propia Biblia es una prueba del cariño
que nos profesa Jehová. Al revelarse en las Escrituras
con términos que nos resultan comprensibles,
demuestra que nos ama y desea que lo conozcamos y
queramos. Este valiosísimo libro nos permite contemplar
“la agradabilidad de Jehová” y nos mueve a acercarnos
a él (Salmo 90:17). Será reconfortante analizar varias
formas en las que Dios se da a conocer en su Palabra.
9. Señale algunos pasajes de las Escrituras que
hagan mención directa de las cualidades divinas.
[ 9 ] [Textos] Las Escrituras suelen hacer mención
directa de las cualidades divinas. He aquí algunos
ejemplos. “Jehová es amador de la justicia.” (Salmo
37:28.) Es “sublime en poder” (Job 37:23). “„Soy leal‟, es
la expresión de Jehová.” (Jeremías 3:12.) “Es sabio de
corazón.” (Job 9:4.) Es “un Dios misericordioso y
benévolo, tardo para la cólera y abundante en bondad
amorosa y verdad” (Éxodo 34:6). “Tú, oh Jehová, eres
bueno y estás listo para perdonar.” (Salmo 86:5.) Y
como indicó el capítulo anterior, se destaca por un
atributo: “Dios es amor” (1 Juan 4:8). Al meditar en
características tan hermosas, ¿no le atrae este
incomparable Dios?
10, 11. a) ¿Qué ha incluido Jehová en su Palabra
para ayudarnos a conocer mejor su personalidad?
b) ¿Qué historia bíblica nos permite visualizar el
poder de Dios en acción?
[ 10 ] [Textos] Además de indicarnos sus cualidades,
Jehová tuvo la benevolencia de referir en su Palabra
algunas acciones suyas que las manifiestan. Dichos
relatos nos ofrecen una imagen vívida de los distintos
aspectos de su personalidad, lo que a su vez nos ayuda
a acercarnos a él. Veamos un ejemplo.
[ 11 ] [Textos] No es lo mismo leer la declaración de
que Dios es “vigoroso en poder” que leer acerca del
modo como salvó a los israelitas en el mar Rojo y los
cuidó durante cuarenta años en el desierto (Isaías
40:26). Gracias a esta historia visualizamos la división
del agitado mar y a la entera nación —tal vez tres
millones de almas— cruzando por el lecho seco entre
dos enormes muros de agua inmóvil (Éxodo 14:21;
15:8). Vemos pruebas de que Jehová cuidó y protegió a
su pueblo en el desierto, pues, por ejemplo, hizo que
fluyera agua de un peñasco y le proporcionó un
alimento, semejante a semillas blancas, que aparecía en
el suelo (Éxodo 16:31; Números 20:11). Este relato
no solo demuestra que el Altísimo tiene poder, sino que
lo utiliza a favor de su pueblo. ¿Verdad que nos
tranquiliza saber que oramos a un Dios poderoso que
“es para nosotros refugio y fuerza, una ayuda que puede
hallarse prontamente durante angustias”? (Salmo 46:1.)
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[P.S] [Nº1] [Nº2] [Nº3]
[P.S] Lectura de la Biblia: Génesis 17- 20 | Puntos
sobresalientes
Respuestas a preguntas bíblicas:
19:8. ¿No estuvo mal que Lot ofreciera sus hijas a los habitantes de Sodoma? Según la ética oriental, era responsabilidad del anfitrión proteger y defender a los huéspedes hasta con la vida, si fuera necesario. Y Lot estaba dispuesto a hacerlo. Con valor salió, cerró la puerta tras de sí y se presentó solo ante la multitud. Para cuando Lot ofreció a sus hijas, probablemente ya supiera que sus invitados eran mensajeros de Dios y, por tanto, pensara que Dios podía encargarse de protegerlas tal como protegió a su tía Sara en Egipto (Génesis 12:17-20). Y así fue, tanto Lot como sus hijas recibieron protección.
19:30-38. ¿Aprobó Jehová que Lot se emborrachara y engendrara prole con sus dos hijas? Jehová no aprueba ni el incesto ni la borrachera (Levítico 18:6, 7, 29; 1 Corintios 6:9, 10). Lot en realidad deploraba los “hechos desaforados” de los habitantes de Sodoma (2 Pedro 2:6-8). El hecho de que sus hijas lo emborracharan indica que sabían que su padre no consentiría en mantener relaciones sexuales con ellas mientras estuviera sobrio. Pero al ser extranjeras en el país, sus hijas pensaron que esa era la única manera de evitar que se extinguiera la familia de Lot. El relato está en la Biblia para revelar el parentesco que tenían los moabitas (mediante Moab) y los amonitas (mediante Ben-ammí) con los descendientes de Abrahán, los israelitas.
Lecciones para nosotros:
18:23-33. Jehová no destruye a la gente indiscriminadamente, sino que protege a los rectos.
19:16. Lot “siguió demorándose”, y los ángeles casi tuvieron que sacarlos a él y a su familia a rastras de Sodoma. Hacemos bien en no perder nuestro sentido de la urgencia mientras esperamos el fin del mundo malo.
19:26. Es totalmente insensato anhelar lo que hemos dejado atrás en el mundo o distraernos con ello.
[Nº1] Núm. 1: Génesis 17:18–18:8
Después Abrahán dijo al Dios [verdadero]: “¡Oh que viviera Ismael delante de ti!”.
19 A lo cual dijo Dios: “Sara
tu esposa realmente te va a dar a luz un hijo, y tienes que llamarlo por nombre Isaac. Y ciertamente estableceré mi pacto con él por pacto hasta tiempo indefinido para su descendencia después de él.
20 Pero
tocante a Ismael te he oído. ¡Mira! Ciertamente lo bendeciré y lo haré fructífero y lo multiplicaré muchísimo. Ciertamente producirá él doce principales, y de veras haré que llegue a ser una nación grande.
21 Sin
embargo, mi pacto lo estableceré con Isaac, que Sara te dará a luz a este tiempo señalado el año próximo”. 22
Con eso Dios acabó de hablar con él y subió de donde [estaba] Abrahán.
23 Entonces Abrahán procedió
a tomar a Ismael su hijo y a todos los hombres nacidos en su casa y a todos los comprados con dinero suyo, a todo varón entre los hombres de la casa de Abrahán, y se puso a circuncidar la carne de su prepucio en aquel mismo día, tal como había hablado Dios con él.
24 Y
Abrahán tenía noventa y nueve años de edad cuando le fue circuncidada la carne de su prepucio.
25 E Ismael su
hijo tenía trece años de edad cuando le fue circuncidada la carne de su prepucio.
26 En aquel mismo día fue
circuncidado Abrahán, y también Ismael su hijo. 27
Y todos los hombres de su casa, todo nacido en la casa y todo comprado de extranjero por dinero, fueron circuncidados con él.
18 Después Jehová se le apareció entre los árboles grandes de Mamré, mientras él estaba sentado a la entrada de su tienda como al calor del día.
2 Cuando él
alzó los ojos, entonces miró y allí estaban tres hombres de pie a alguna distancia de él. Cuando alcanzó a verlos, echó a correr a su encuentro desde la entrada de la tienda y procedió a inclinarse a tierra.
3 Entonces dijo:
“Ah, Jehová, si he hallado favor a tus ojos, sírvete no pasar de largo a tu siervo.
4 Que se traiga un poco de
agua, por favor, y se les tiene que lavar los pies. Entonces recuéstense debajo del árbol.
5 Y
permítaseme traer un pedazo de pan, y refresquen sus corazones. Después de eso pueden pasar adelante, porque por eso han pasado por este camino a donde su siervo”. A lo cual dijeron: “Está bien. Puedes hacer tal como has hablado”.
6 De modo que Abrahán fue
apresurándose a la tienda a donde Sara y dijo: “¡Apresúrate! Toma tres medidas de sea de flor de harina, amásala y haz tortas redondas”.
7 Luego
Abrahán corrió a la vacada y procedió a tomar un toro joven, tierno y bueno, y a darlo al servidor, y este fue apresurándose a aderezarlo.
8 Tomó entonces
mantequilla y leche y el toro joven que había aderezado y lo puso delante de ellos. Entonces él mismo se quedó de pie al lado de ellos debajo del árbol mientras ellos comían.
[Nº2] Núm. 2: Jesús no ascendió al cielo con un
cuerpo de carne y hueso (rs pág. 327 párrs.1-3)
¿Se resucitó a Jesús en un cuerpo de carne, y posee ahora esa clase de cuerpo en el cielo?
1 Ped. 3:18: “Cristo murió una vez para siempre respecto a pecados, un justo por los injustos, para conducir a ustedes a Dios, habiendo sido muerto en la carne, pero hecho vivo en el espíritu [“por el Espíritu”, TA; “en el espíritu”, CI, LT, EMN, BJ].” (Al tiempo de su resurrección de entre los muertos, Jesús fue levantado con un cuerpo celestial. En el texto griego las palabras “carne” y “espíritu” se ponen en contraste una con la otra, y ambas están en dativo; por consiguiente, si un traductor vierte “por el espíritu”, también debe traducir
consecuentemente “por la carne”, pero si traduce “en la carne”, también debe traducir “en el espíritu”.)
Hech. 10:40, 41: “Dios levantó a Este [Jesucristo] al tercer día y le concedió manifestarse, no a todo el pueblo, sino a testigos nombrados de antemano por Dios.” (¿Por qué no lo vieron otros también? Porque era una criatura celestial, y cuando materializó cuerpos de carne para hacerse visible, como lo habían hecho ángeles en el pasado, lo hizo sólo en la presencia de sus discípulos.)
1 Cor. 15:45: “Así también está escrito: „El primer hombre Adán vino a ser alma viviente.‟ El último Adán [Jesucristo, quien fue perfecto como lo fue Adán cuando fue creado] vino a ser un espíritu dador de vida.”
[Nº3] Núm. 3: * Abba. ¿Cómo se emplea el término
Abba en la Biblia, y qué mal uso le han dado los
hombres? (it-1 pág.13)
ABBA
La palabra aramea ʼab·báʼ es la forma enfática o definida de ʼav, y literalmente significa “oh, padre” o “el padre”. Era el nombre cariñoso que usaban los niños al referirse a sus padres, y combina algo de la intimidad de la palabra española “papá” con la dignidad de la palabra “padre”, de modo que es una expresión informal y a la vez respetuosa. Por lo tanto, más bien que un título, era una forma cariñosa de expresarse y una de las primeras palabras que un hijo aprendía a decir.
Esta palabra aramea aparece tres veces en las Escrituras, y siempre en su forma transliterada al griego, como también la transliteran la mayoría de las traducciones españolas. En todos los casos viene seguida inmediatamente de su traducción al griego ho pa·tḗr, cuyo significado literal es “el padre” o, usado como vocativo, “oh, padre”. Siempre se emplea con referencia al Padre celestial, Jehová.
Marcos registra que Jesús utilizó esta expresión al orar a Jehová Dios en el jardín de Getsemaní poco antes de su muerte, cuando dijo: “Abba, Padre, todas las cosas te son posibles; remueve de mí esta copa. No obstante, no lo que yo quiero, sino lo que tú quieres”. (Mr 14:36.) He aquí un ferviente ruego dirigido por un hijo a un padre amado, seguido inmediatamente de una afirmación de obediencia incondicional.
Las otras dos veces que aparece esta expresión es en las cartas de Pablo, en Romanos 8:15 y Gálatas 4:6. En ambos lugares se usa con relación a los cristianos a quienes se llama para que sean hijos de Dios engendrados por espíritu, y denota la intimidad de su relación con el Padre. Aunque son “esclavos de Dios” y “comprados por precio”, también son hijos en la casa de un Padre amoroso, condición de la que se les hace plenamente conscientes por medio del espíritu santo a través de su Señor Jesús. (Ro 6:22; 1Co 7:23; Ro 8:15; Gál 4:6.)
Más que una simple traducción al griego del vocablo arameo, hay quien ve en la yuxtaposición de las palabras ʼAb·báʼ y “Padre” la confianza, intimidad y sumisión propias de un niño, junto con un aprecio maduro de la relación filial y sus responsabilidades. De estos textos parece desprenderse que en los tiempos apostólicos los cristianos usaban el término ʼAb·báʼ en sus oraciones a Dios.
En los primeros siglos de la era común, la palabra ʼAb·báʼ llegó a usarse como un título honorífico aplicado a los rabinos judíos, y en ese sentido se usa en el Talmud Babilonio (Berajot, cap. II, 16b). El que actuaba en calidad de vicepresidente del Sanedrín judío ya ostentaba el título ʼAv, o Padre del Sanedrín. Posteriormente también se asignó este título a los obispos de las iglesias copta, etíope y siria, y, de manera más particular, llegó a ser el título del obispo de Alejandría, título que lo convirtió en el “papa” de esa parte de la Iglesia oriental. Las palabras españolas “abad” y “abadía” se derivan de la expresión aramea ʼab·báʼ. Jerónimo, el traductor de la Vulgata latina, objetó al uso que en su día se hacía del título “abad” para referirse a los monjes católicos, alegando que violaba las instrucciones de Jesús registradas en Mateo 23:9: “Además, no llamen padre de ustedes a nadie sobre la tierra, porque uno solo es su Padre, el Celestial”.
[R. Servicio] [Inicio]
Cántico 121
5 min. Cómo iniciar estudios bíblicos el primer
sábado del mes. Discurso. Mencione los planes que
se han hecho para salir a predicar el primer
sábado de febrero, y anime a todos a participar en
el ministerio ese día. Incluya una breve
demostración basada en la presentación de la
página 4.
Algunas presentaciones
Cómo iniciar estudios bíblicos el primer sábado de febrero “Algunas de las personas con las que hablamos piensan que la Biblia es la Palabra de Dios, pero otras creen que es un libro común y corriente. ¿Qué opina usted?” Permita que la persona responda. Luego muéstrele la última página de La Atalaya del 1 de febrero y examine con ella la información de la primera pregunta y al menos uno de los textos. Ofrézcale las revistas y
quede en volver para analizar la siguiente pregunta.
15 min. ¿Cuáles son sus metas espirituales?
Análisis con el auditorio basado en el libro
Organizados, desde el párrafo 1 de la página 117
hasta el final del capítulo. Entreviste a uno o dos
publicadores que hayan logrado emprender el
servicio de tiempo completo. ¿Cómo los animaron
otros hermanos? ¿Qué obstáculos tuvieron que
vencer? ¿Qué bendiciones han obtenido?
CAPÍTULO 10
¿CUÁLES SON SUS METAS ESPIRITUALES? Si usted ha dedicado su vida a Jehová, es evidente que desea servirle para siempre. Pero ¿cuáles son sus metas espirituales a corto plazo? Las metas espirituales le ayudarán a dirigir sus energías y otros recursos de manera sensata (1 Cor. 9:26). Tales metas merecen la pena pues contribuyen al progreso espiritual y le ayudarán a concentrarse en las cosas más importantes mientras procura alcanzar más privilegios de servicio (Fili. 1:10; 1 Tim. 4:15, 16). (1 Corintios 9:26) Por lo tanto, la manera como estoy corriendo no es incierta; la manera como estoy dirigiendo mis golpes es como para no estar hiriendo el aire;
(Filipenses 1:10) para que se aseguren de las cosas más importantes, para que estén exentos de defectos y no hagan tropezar a otros hasta el día de Cristo,
(1 Timoteo 4:15, 16) Reflexiona sobre estas cosas; hállate intensamente ocupado en ellas, para que tu adelantamiento sea manifiesto a todos.
16 Presta
constante atención a ti mismo y a tu enseñanza. Persiste en estas cosas, pues haciendo esto te salvarás a ti mismo y también a los que te escuchan.
En la ilustración del sembrador, Jesús recalcó que la tierra buena produce diversas cantidades de fruto. Dijo: “En cuanto al que se sembró sobre la tierra excelente, este es el que oye la palabra y capta el sentido de ella, que verdaderamente lleva fruto y produce, este de a ciento por uno, aquel de a sesenta, el otro de a treinta” (Mat. 13:23). Si hemos captado bien el sentido de la palabra, ¿no deberíamos esforzarnos por producir fruto abundante para la alabanza de Jehová? ¿No es cierto que queremos llevar mucho fruto del Reino al participar celosamente en el ministerio? ¿Y verdad que deseamos producir en abundancia el fruto del espíritu de Dios en nuestra vida cotidiana? (Juan 15:2, 3; Gál. 5:22, 23.)
Tener metas espirituales contribuirá a que produzcamos todo ese fruto. (Juan 15:2, 3) Todo sarmiento en mí que no lleva fruto, él lo quita, y todo el que lleva fruto él lo limpia, para que lleve más fruto.
3 Ustedes ya están limpios a causa de la
palabra que les he hablado.
(Gálatas 5:22, 23) Por otra parte, el fruto del espíritu es: amor, gozo, paz, gran paciencia, benignidad, bondad, fe,
23 apacibilidad, autodominio. Contra tales cosas no
hay ley.
El apóstol Pablo nos instó a imitar su ejemplo en el servicio a Dios (1 Cor. 11:1). Se esforzó con ahínco por servir a Jehová lo mejor que pudo y reconoció que tal servicio le brindaba muchas oportunidades. Cuando escribió a los hermanos de Corinto, les dijo: “Una puerta grande que conduce a la actividad se me ha abierto”. ¿No nos ha sucedido a nosotros lo mismo? ¿No es cierto que disponemos de muchas oportunidades para servir a Jehová junto a la congregación, particularmente en la predicación de las buenas nuevas del Reino? Pero al igual que Pablo, debemos tener presente que para cruzar esa “puerta grande” nos enfrentamos a “muchos opositores” (1 Cor. 16:9). Pablo estaba dispuesto a disciplinarse constantemente, tal como lo hacía el corredor que ansiaba ganar una corona en los juegos, aunque esta se marchitaba enseguida. Note lo que dijo el apóstol: “Aporreo mi cuerpo y lo conduzco como a esclavo” (1 Cor. 9:24-27). ¿Hacemos nosotros lo mismo? Muchos misioneros están donde están porque, de niños, gracias al estímulo de sus padres y otros hermanos, se fijaron la meta de asistir a la Escuela de Galaad. De igual manera, muchos betelitas se pusieron la meta de servir en Betel cuando eran pequeños o cuando aprendieron las buenas nuevas y supieron de este privilegio especial de servicio. Según las circunstancias particulares de cada uno, todos deberíamos ir en pos de metas teocráticas como la de participar en el servicio del campo todas las semanas, empezar y conducir un estudio bíblico, dedicar más tiempo a prepararse para las reuniones, hacer el precursorado auxiliar o regular, servir donde haya mayor necesidad de ayuda, colaborar en la construcción de Salones del Reino y Salones de Asambleas, o servir en Betel o en el campo misional. Por supuesto, en las reuniones, en las asambleas y en las publicaciones de los testigos de Jehová también se dirige la atención a otras metas teocráticas que usted, de acuerdo con sus circunstancias particulares, tal vez quiera considerar y tratar de alcanzar. Lo importante es que se mantenga firme y efectúe su ministerio plenamente. Si lo hace,
honrará a Dios y alcanzará su objetivo final: servir a Jehová para siempre (Luc. 13:24; 1 Tim. 4:7b, 8). (Lucas 13:24) “Esfuércense vigorosamente por entrar por la puerta angosta, porque muchos, les digo, tratarán de entrar, pero no podrán,
(1 Timoteo 4:7) Pero niégate a admitir los cuentos falsos que violan lo que es santo, y los cuales las viejas cuentan. Por otra parte, ve entrenándote con la devoción piadosa como mira.
10 min. “Aprovechemos nuestra ruta de revistas
para comenzar estudios bíblicos.” Preguntas y
respuestas. Pregunte a los presentes si han
logrado comenzar un estudio bíblico con una
persona a quien le dejaban las revistas y pídales
que expliquen cómo lo hicieron.
Aprovechemos nuestra ruta de revistas para
comenzar estudios bíblicos
1. ¿Por qué nos ha animado la organización de
Jehová a tener una ruta de revistas?
Por años, la organización de Jehová nos ha estado
animando a tener una ruta de revistas, es decir, a
llevarles las revistas periódicamente a quienes les
gusta leerlas pero no desean que les demos clases
bíblicas. ¿Por qué? Porque la lectura de las revistas va
abriendo el apetito de la gente por la Palabra de Dios
(1 Ped. 2:2). Y no es raro que alguien lea algo que le
llegue al corazón y se decida a estudiar la Biblia.
(1 Pedro 2:2) [y,] como criaturas recién nacidas,
desarrollen el anhelo por la leche no adulterada que
pertenece a la palabra, para que mediante ella crezcan
a la salvación,
2. ¿Cómo podemos cultivar el interés de las
personas de nuestra ruta?
Reguemos las semillas de la verdad. En vez de dejar
las revistas y marcharnos, conversemos con las
personas para tratar de ir abriendo las líneas de
comunicación. De este modo es más probable que
conozcamos sus circunstancias, intereses y creencias,
lo cual nos permitirá saber de qué temas hablar y
cómo abordarlos (Prov. 16:23). Claro, esto exige que
nos preparemos bien. Busquemos un punto de las
revistas y un texto bíblico relacionado que podamos
destacar brevemente. Así estaremos regando las
semillas de la verdad plantadas en su corazón (1 Cor.
3:6). No olvidemos apuntar la fecha de cada visita, las
publicaciones que entregamos, así como el tema y los
versículos que hayamos analizado.
(Proverbios 16:23) El corazón del sabio hace que su boca muestre perspicacia, y a sus labios añade persuasiva.
(1 Corintios 3:6) Yo planté, Apolos regó, pero Dios siguió haciéndo[lo] crecer;
3. ¿Cada cuánto tiempo podríamos visitar a las
personas de nuestra ruta?
Cada cuánto volver. Para llevarles las revistas a las
personas de nuestra ruta tenemos que visitarlas una
vez al mes. Pero se puede volver más a menudo,
dependiendo del grado de interés de las personas, así
como de las circunstancias. Una o dos semanas
después de dejarles las revistas, podríamos regresar
y decir: “Solo quería mostrarle algo muy interesante
que leí en las revistas que le dejé”. Esto quizás sirva
para despertar su interés en algún artículo. Si alguien
nos dice que ya lo ha leído, podríamos preguntarle su
opinión y conversar un poco sobre ese tema. Y a
quien le gusten nuestras publicaciones, le podemos
presentar el tratado, folleto o libro que se esté
ofreciendo ese mes.
4. ¿Qué podríamos hacer para comenzar un
estudio bíblico con alguien de nuestra ruta de
revistas?
No hay que esperar a que alguien nos pida un estudio.
Más bien, tomemos la iniciativa. Aunque en un
principio la persona no lo haya aceptado, de vez en
cuando podríamos resaltar información de la serie de
La Atalaya “Preguntas sobre la Biblia” y tratar de
analizarla con ella. Tal vez así comencemos un
estudio bíblico en la puerta. Y si no lo logramos,
sigamos llevándole las revistas y cultivando su
interés.
Cántico 103 y oración
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Pastores, imiten a Jehová y Jesús
“Cristo sufrió por ustedes, dejándoles dechado
para que sigan sus pasos con sumo cuidado y
atención.” (1 PED. 2:21)
Cántico 84
¿LO SABE? • ¿Cómo pueden los ancianos imitar a Jehová en su función de pastores? • ¿Cómo pueden imitar a Jesucristo los ancianos? • ¿Con qué objetivo hacen los ancianos visitas de pastoreo? 1, 2. a) ¿Qué sucede cuando las ovejas están bien atendidas? b) En tiempos de Jesús, ¿por qué eran como ovejas sin pastor muchas personas? [ 1 ] [Textos] EL REBAÑO crece sano cuando el
pastor se preocupa por su bienestar. Según cierto
manual sobre la cría de ovejas, “si el pastor
únicamente las lleva a pastar y no les presta más
atención, es muy probable que en pocos años se
encuentre con que muchas de ellas están enfermas y
no les puede sacar ningún beneficio”. Sucede todo lo
contrario cuando las ovejas se atienden como es
debido.
[ 2 ] [Textos] De modo similar, la salud espiritual de
la congregación en conjunto depende de cómo los
pastores del rebaño de Dios cuidan a cada oveja que
se les ha confiado. Recuerde que Jesús se compadecía
de las multitudes “porque estaban desolladas y
desparramadas como ovejas sin pastor” (Mat. 9:36).
¿Por qué se hallaban en ese estado tan lastimoso?
Porque los que tenían la responsabilidad de enseñar
la Ley al pueblo eran hipócritas, ásperos y exigentes.
En vez de ayudar y alimentar a las ovejas de su
rebaño, los líderes religiosos de Israel les ponían
“cargas pesadas” sobre los hombros (Mat. 23:4).
3. ¿Qué deben recordar los ancianos de
congregación mientras cumplen su labor de
pastores espirituales?
[ 3 ] [Textos] Los pastores cristianos de nuestros
días —los ancianos nombrados— tienen una gran
responsabilidad. Las ovejas que atienden son de
Jehová y de Jesús, quien se llamó a sí mismo “el
pastor excelente” (Juan 10:11). Jesús pagó por ellas
un precio muy alto: su propia “sangre preciosa” (1
Cor. 6:20; 1 Ped. 1:18, 19). Él las ama tanto que
sacrificó voluntariamente su vida por ellas. Los
ancianos siempre deben recordar que son pastores
que trabajan bajo la supervisión del amoroso Hijo de
Dios, Jesucristo, el “gran pastor de las ovejas” (Heb.
13:20).
4. ¿Qué veremos en este artículo?
[ 4 ] [Textos] Por consiguiente, ¿cómo deben tratar a
las ovejas los pastores cristianos? A los miembros de
la congregación se les pide que “sean obedientes a los
que llevan la delantera” entre ellos. Por otra parte, a
los ancianos cristianos se les anima a no estar
“enseñoreándose de los que son la herencia de Dios”,
a no ser dominantes (Heb. 13:17; lea 1 Pedro 5:2, 3).
Ahora bien, ¿cómo pueden dirigir los ancianos al
rebaño sin ser dominantes? En otras palabras, ¿cómo
pueden satisfacer las necesidades de las ovejas sin
abusar de la autoridad que Dios les ha concedido?
“EN SU SENO LOS LLEVARÁ”
5. ¿Qué nos enseña sobre Jehová la imagen que
describe Isaías 40:11?
[ 5 ] [Textos] Con respecto a Jehová, el profeta Isaías
dijo: “Como pastor pastoreará su propio hato. Con su
brazo juntará los corderos; y en su seno los llevará.
Conducirá con cuidado a las que están dando de
mamar” (Is. 40:11). Esta imagen transmite la idea de
que Jehová satisface las necesidades de los miembros
débiles y vulnerables de la congregación. Tal como un
pastor conoce lo que cada oveja necesita y está listo
para atenderlas a todas, Jehová está al tanto de las
necesidades de los miembros de la congregación y
con gusto les presta los cuidados que requieren. Y lo
mismo que un pastor lleva a un corderito recién
nacido en el pliegue de su ropa cuando es preciso,
Jehová —“el Padre de tiernas misericordias”— nos
llevará a nosotros en los momentos difíciles. Nos
consolará y dará fuerzas cuando nos enfrentemos a
pruebas severas o tengamos alguna necesidad
especial (2 Cor. 1:3, 4).
6. ¿Cómo puede un anciano seguir el ejemplo de
Jehová en su función de pastor espiritual?
[ 6 ] [Textos] ¡Qué gran ejemplo es nuestro Padre
celestial para los pastores espirituales! Al igual que
Jehová, ellos deben estar atentos a las circunstancias
de las ovejas. ¿Por qué? Porque si conocen las
dificultades que las ovejas atraviesan y sus
necesidades inmediatas, podrán brindarles el ánimo
y el apoyo que necesitan (Prov. 27:23). Es obvio,
pues, que los ancianos deben tener una buena
comunicación con sus hermanos en la fe. Aunque
respetan su intimidad, se interesan en lo que ven y
oyen en la congregación y se ofrecen
bondadosamente a “prestar ayuda a los que son
débiles” (Hech. 20:35; 1 Tes. 4:11).
7. a) ¿Qué clase de trato recibían las ovejas de
Dios en los días de Ezequiel y Jeremías? b) ¿Qué
les enseña a los ancianos el hecho de que Jehová
condenara a los pastores infieles?
[ 7 ] [Textos] Pensemos en la actitud de los pastores
espirituales de los días de Ezequiel y Jeremías, a los
que Dios condenó por no haber cuidado a su rebaño.
Como nadie vigilaba a las ovejas, estas caían en las
garras de depredadores o se extraviaban. En lugar de
apacentarlas, aquellos pastores las explotaban para
seguir “apacentándose a sí mismos” (Ezeq. 34:7-10;
Jer. 23:1). Jehová ha rechazado a los líderes de la
cristiandad por esas mismas razones. Por eso, ¡qué
importante es que los ancianos cristianos cuiden con
amor al rebaño!
“YO LES HE PUESTO EL MODELO”
8. ¿Qué magnífico ejemplo dio Jesús a la hora de
corregir malas actitudes?
[ 8 ] [Textos] Debido a la imperfección, a algunas
ovejas de Dios quizás les cueste entender lo que él
espera de ellas. Tal vez no sigan algún consejo bíblico
o hagan algo que revele falta de madurez espiritual.
¿Qué deben hacer los ancianos en esos casos? Imitar
la paciencia que Jesús tuvo con sus discípulos cada
vez que discutían sobre quién de ellos sería el mayor
en el Reino: en lugar de perder la calma, Jesús siguió
enseñándoles y aconsejándoles que fueran humildes
(Luc. 9:46-48; 22:24-27). Y al lavarles los pies, les
demostró lo que significa la humildad, cualidad que
todo superintendente cristiano debe tener (lea Juan
13:12-15; 1 Ped. 2:21).
9. ¿Cómo corrigió Jesús a sus discípulos?
[ 9 ] [Textos] El punto de vista de Jesús en cuanto a la
labor de un pastor espiritual era distinto del que una
vez manifestaron los apóstoles Santiago y Juan.
Ambos buscaron asegurarse un puesto prominente
en el Reino. Pero Jesús los corrigió así: “Ustedes
saben que los gobernantes de las naciones actúan
como dictadores y los que ocupan cargos abusan de
su autoridad. Pero no será así entre ustedes. Al
contrario, el que de ustedes quiera ser grande, que se
haga el servidor de ustedes” (Mat. 20:25, 26, La Biblia
Latinoamérica, 2011). Los apóstoles tenían que
reprimir el deseo de dominar a sus compañeros, de
andar dándoles órdenes.
10. a) ¿Cómo quiere Jesús que los ancianos traten
al rebaño? b) ¿Qué ejemplo de humildad dejó
Pablo?
[ 10 ] [Textos] Jesús espera que los ancianos
cristianos traten al rebaño de la misma forma que él
lo trató. Deben estar dispuestos a ser los siervos de
sus hermanos, no sus amos. Pablo manifestó esa
humildad, como lo demuestran estas palabras que les
dirigió a los ancianos de Éfeso: “Bien saben ustedes
cómo desde el primer día que puse pie en el distrito
de Asia estuve con ustedes todo el tiempo, sirviendo
como esclavo al Señor con la mayor humildad
mental”. El apóstol deseaba que aquellos ancianos
ayudaran a los demás con entrega y humildad. Luego
les dijo: “En todas las cosas les he exhibido que por
medio de laborar así tienen que prestar ayuda a los
que son débiles” (Hech. 20:18, 19, 35). En otra
ocasión les escribió a los cristianos corintios que él
no era amo de su fe, sino un humilde colaborador que
quería ayudarles a servir a Jehová con gozo (2 Cor.
1:24). En efecto, Pablo dejó un magnífico ejemplo de
humildad y laboriosidad para los ancianos de hoy.
“QUE SE ADHIERA FIRMEMENTE A LA FIEL
PALABRA”
11, 12. ¿Cómo puede un anciano ayudar a un
hermano a tomar una decisión?
[ 11 ] [Textos] Es necesario que el anciano de
congregación “se adhiera firmemente a la fiel palabra
en lo que toca a su arte de enseñar” (Tito 1:9). Pero
debe hacerlo “con espíritu de apacibilidad” (Gál. 6:1).
Más bien que tratar de obligar a un hermano a actuar
de cierta forma, un buen pastor espiritual piensa en
cómo apelar a su corazón. Puede indicarle qué
principios bíblicos debe tener en cuenta para tomar
una decisión importante, así como repasar con él lo
que se ha publicado sobre el tema. Puede animarlo a
reflexionar en el efecto que tendrían en su relación
con Jehová las distintas opciones. También puede
resaltar la importancia de orar a Dios para pedirle su
guía antes de decidir (Prov. 3:5, 6). Pero después de
tratar estos asuntos con el hermano, dejará que él
tome su propia decisión (Rom. 14:1-4).
[ 12 ] [Textos] La única fuente en la que pueden
basarse los ancianos para aconsejar y enseñar es la
Biblia. Por lo tanto, es esencial que sepan utilizar las
Escrituras y que se atengan a lo que estas enseñan.
Así evitarán cualquier posible abuso de poder. Al fin y
al cabo, solo son pastores subordinados, y cada
miembro de la congregación tendrá que rendir
cuentas de sus decisiones a Jehová y Jesús (Gál. 6:5, 7,
8).
“EJEMPLOS DEL REBAÑO”
13, 14. ¿En qué campos deben ser los ancianos
ejemplos del rebaño?
[ 13 ] [Textos] Después de exhortar a los ancianos de
la congregación a no andar “enseñoreándose de los
asignados por Dios” a ellos, el apóstol Pedro los
animó a hacerse “ejemplos del rebaño” (1 Ped. 5:3,
nota). ¿Cómo puede un anciano seguir ese consejo?
Examinemos dos de los requisitos que debe cumplir
todo hombre que esté “procurando alcanzar un
puesto de superintendente”: tener “juicio sano” y
“[presidir] su propia casa excelentemente”. Para
llegar a ser anciano, debe tener “juicio sano”, es decir,
entender claramente los principios divinos y saber
aplicarlos en su propia vida. Tiene que ser una
persona sensata y no apresurarse en sus juicios.
Además, si tiene familia, debe ser un buen cabeza, ya
que “si de veras no sabe algún hombre presidir su
propia casa, ¿cómo cuidará de la congregación de
Dios?” (1 Tim. 3:1, 2, 4, 5). Los miembros de la
congregación se sienten impulsados a confiar en los
ancianos cuando ven estas cualidades en ellos.
[ 14 ] [Textos] Otro campo en que los
superintendentes tienen que ser ejemplos para sus
hermanos es la predicación. Jesús les puso el modelo,
pues predicar las buenas nuevas fue un aspecto
importante de su ministerio en la Tierra. Además, les
mostró a sus discípulos cómo llevar a cabo esta obra
(Mar. 1:38; Luc. 8:1). En nuestros días, para los
publicadores es muy alentador predicar con los
ancianos, ver su entusiasmo por esta obra salvadora
y aprender sus métodos de enseñanza. Cuando la
congregación ve que los ancianos dedican su tiempo y
energías a predicar pese a su apretado horario, todos
sus miembros se sienten impulsados a imitarlos. Los
ancianos también dan un buen ejemplo preparándose
para las reuniones y participando en ellas y en otras
actividades relacionadas, como la limpieza y
mantenimiento del Salón del Reino (Efes. 5:15, 16; lea
Hebreos 13:7).
“DEN SU APOYO A LOS DÉBILES”
15. Mencione algunas razones por las que los
ancianos hacen visitas de pastoreo.
[ 15 ] [Textos] Un buen pastor actúa con rapidez
cuando alguna oveja está herida o se enferma. De
manera parecida, los ancianos deben atender sin
demora a cualquier miembro de la congregación que
esté sufriendo o precise asistencia espiritual. Los de
edad avanzada y los enfermos pueden necesitar
ayuda relacionada con su condición física, pero sobre
todo necesitan ánimo y ayuda espiritual (1 Tes. 5:14).
Por su parte, los jóvenes quizás afronten otros retos,
como luchar contra “los deseos que acompañan a la
juventud” (2 Tim. 2:22). De modo que pastorear a los
miembros de la congregación exige visitarlos cada
cierto tiempo con el objetivo de comprender las
situaciones que atraviesan y animarlos con textos
bíblicos oportunos. Cuando los problemas se tratan a
tiempo, en muchos casos pueden resolverse antes de
que se agraven.
16. Cuando algún miembro de la congregación
precisa ayuda espiritual, ¿qué deben hacer los
ancianos?
[ 16 ] [Textos] Pero ¿y si los problemas de algún
hermano crecen hasta el punto de amenazar su salud
espiritual? El discípulo Santiago escribió: “¿Hay
alguno enfermo entre ustedes? Que llame [...] a los
ancianos de la congregación, y que ellos oren sobre él,
untándolo con aceite en el nombre de Jehová. Y la
oración de fe sanará al indispuesto, y Jehová lo
levantará. También, si hubiera cometido pecados, se
le perdonará” (Sant. 5:14, 15). Aunque alguien que
está enfermo espiritualmente no llame a los ancianos,
ellos deben acudir en su ayuda en cuanto se enteren
de la situación. Cuando los superintendentes oran a
Dios con sus hermanos y a favor de ellos y los apoyan
cuando lo necesitan, demuestran ser buenos pastores
espirituales que reconfortan a las ovejas puestas a su
cuidado (lea Isaías 32:1, 2).
17. ¿Qué resultados se obtienen cuando los
ancianos imitan al “gran pastor”?
[ 17 ] [Textos] Los ancianos cristianos se esfuerzan
por imitar al “gran pastor”, Jesucristo, en todas sus
labores. La ayuda de esos hombres beneficia
enormemente al rebaño y contribuye a su progreso
espiritual. Contar con ellos nos impulsa a dar gracias
y alabar a Jehová, nuestro incomparable Pastor.
Textos del Libro
Párrafo 1
Párrafo 2
(Isaías 41:8) “Pero tú, oh Israel, eres mi siervo, tú, oh Jacob, a quien he escogido, la descendencia de Abrahán, mi amigo;
(Santiago 2:23) y se cumplió la escritura que dice: “Abrahán puso fe en Jehová, y le fue contado por justicia”, y vino a ser llamado “amigo de Jehová”.
(Deuteronomio 10:15) Solo que Jehová se apegó a tus antepasados para amarlos, de modo que escogió a su prole después de ellos, aun a ustedes, de entre todos los pueblos, como sucede el día de hoy.
(Santiago 4:8) Acérquense a Dios, y él se acercará a ustedes. Límpiense las manos, pecadores, y purifiquen su corazón, indecisos.
Párrafo 3
(Salmo 25:14) La intimidad con Jehová pertenece a los
que le temen, también su pacto, para hacer que lo
conozcan.
Párrafo 4
(Salmo 103:14) Pues él mismo conoce bien la formación de nosotros, y se acuerda de que somos polvo.
(1 Pedro 5:7) a la vez que echan sobre él toda su inquietud, porque él se interesa por ustedes.
(Salmo 18:25) Con alguien leal tú actuarás en lealtad; con el hombre físicamente capacitado, exento de falta, tratarás de un modo exento de falta;
Párrafo 5
(Salmo 5:4) Porque tú no eres un Dios que se deleite en la iniquidad; nadie malo puede residir contigo por tiempo alguno.
(Romanos 5:8) Pero Dios recomienda su propio amor a nosotros en que, mientras todavía éramos pecadores, Cristo murió por nosotros.
(Mateo 20:28) Así como el Hijo del hombre no vino para que se le ministrara, sino para ministrar y para dar su alma en rescate en cambio por muchos”.
(1 Juan 4:19) En cuanto a nosotros, amamos, porque él nos amó primero.
Párrafo 6
(Isaías 45:19) En un escondrijo no hablé, en un lugar oscuro de la tierra; ni dije yo a la descendencia de Jacob: „Búsquenme sencillamente para nada‟. Yo soy Jehová, que hablo lo que es justo, que informo lo que es recto.
(Mateo 11:25) En aquella ocasión Jesús tomó la palabra y dijo: “Te alabo públicamente, Padre, Señor del cielo y de la tierra, porque has escondido estas cosas de los sabios e intelectuales y las has revelado a los pequeñuelos.
Párrafo 7
(Romanos 1:20) Porque las [cualidades] invisibles de él
se ven claramente desde la creación del mundo en
adelante, porque se perciben por las cosas hechas,
hasta su poder sempiterno y Divinidad, de modo que
ellos son inexcusables;
Párrafo 8
(Salmo 90:17) Y resulte estar sobre nosotros la
agradabilidad de Jehová nuestro Dios, y de veras
establece firmemente sobre nosotros la obra de
nuestras manos. Sí, la obra de nuestras manos, de
veras establécela firmemente.
Párrafo 9
(Salmo 37:28) Porque Jehová es amador de la justicia, y no dejará a los que le son leales. Hasta tiempo
indefinido ciertamente serán guardados; pero en cuanto a la prole de los inicuos, esta en verdad será cortada.
(Job 37:23) En cuanto al Todopoderoso, no lo hemos sondeado; es sublime en poder, y el derecho y la abundancia de justicia él no menosprecia.
(Jeremías 3:12) Ve, y tienes que proclamar estas palabras al norte y decir: ”„“De veras vuélvete, oh renegada Israel”, es la expresión de Jehová‟. „“No haré caer mi rostro [airadamente] sobre ustedes, porque soy leal”, es la expresión de Jehová.‟ „“No me quedaré resentido hasta tiempo indefinido.
(Job 9:4) Él es sabio de corazón y fuerte en poder. ¿Quién puede mostrarle terquedad y salir ileso?
(Éxodo 34:6) Y Jehová fue pasando delante del rostro de él y declarando: “Jehová, Jehová, un Dios misericordioso y benévolo, tardo para la cólera y abundante en bondad amorosa y verdad,
(Salmo 86:5) Porque tú, oh Jehová, eres bueno y estás listo para perdonar; y la bondad amorosa para con todos los que te invocan es abundante.
(1 Juan 4:8) El que no ama no ha llegado a conocer a Dios, porque Dios es amor.
Párrafo 10
Párrafo 11
(Isaías 40:26) Levanten los ojos a lo alto y vean. ¿Quién ha creado estas cosas? Es Aquel que saca el ejército de ellas aun por número, todas las cuales él llama aun por nombre. Debido a la abundancia de energía dinámica, porque él también es vigoroso en poder, ninguna [de ellas] falta.
(Éxodo 14:21) Moisés ahora extendió su mano sobre el mar; y Jehová empezó a hacer que el mar se retirara por un fuerte viento del este durante toda la noche, y que la cuenca del mar se convirtiera en suelo seco, y se iba efectuando una partición de las aguas.
(Éxodo 15:8) Y por un soplo de tus narices se amontonaron aguas; quedaron inmóviles como una represa de inundaciones; las aguas agitadas se quedaron cuajadas en el corazón del mar.
(Éxodo 16:31) Y la casa de Israel se puso a llamar aquello por nombre “maná”. Y era blanco como la semilla de cilantro, y su sabor era como el de tortas aplastadas con miel.
(Números 20:11) Con eso Moisés alzó la mano y golpeó el peñasco con su vara dos veces; y empezó a salir mucha agua, y la asamblea y sus bestias de carga se pusieron a beber.
(Salmo 46:1) Dios es para nosotros refugio y fuerza, una ayuda que puede hallarse prontamente durante angustias.
Textos Atalaya
Párrafo 1
Párrafo 2
(Mateo 9:36) Al ver las muchedumbres, se compadeció
de ellas, porque estaban desolladas y desparramadas
como ovejas sin pastor.
(Mateo 23:4) Atan cargas pesadas y las ponen sobre los
hombros de los hombres, pero ellos mismos ni con el
dedo quieren moverlas.
Párrafo 3
(Juan 10:11) Yo soy el pastor excelente; el pastor
excelente entrega su alma a favor de las ovejas.
(1 Corintios 6:20) porque fueron comprados por precio.
Sin falta, glorifiquen a Dios en el cuerpo que son
ustedes.
(1 Pedro 1:18-19) Porque ustedes saben que no fue con
cosas corruptibles, con plata u oro, con lo que fueron
librados de su forma de conducta infructuosa recibida
por tradición de sus antepasados. 19Más bien, fue con
sangre preciosa, como la de un cordero sin tacha e
inmaculado, sí, la de Cristo.
(Hebreos 13:20) Ahora bien, que el Dios de la paz, que
hizo subir de entre los muertos al gran pastor de las
ovejas con la sangre de un pacto eterno, a nuestro
Señor Jesús,
Párrafo 4
(Hebreos 13:17) Sean obedientes a los que llevan la
delantera entre ustedes, y sean sumisos, porque ellos
están velando por las almas de ustedes como los que
han de rendir cuenta; para que ellos lo hagan con gozo y
no con suspiros, por cuanto esto les sería gravemente
dañoso a ustedes.
(1 Pedro 5:2-3) Pastoreen el rebaño de Dios bajo su
custodia, no como obligados, sino de buena gana;
tampoco por amor a ganancia falta de honradez, sino
con empeño; 3tampoco como enseñoreándose de los
que son la herencia de Dios, sino haciéndose ejemplos
del rebaño.
Párrafo 5
(Isaías 40:11) Como pastor pastoreará su propio hato.
Con su brazo juntará los corderos; y en su seno [los]
llevará. Conducirá [con cuidado] a las que están dando
de mamar.
(2 Corintios 1:3-4) Bendito sea el Dios y Padre de
nuestro Señor Jesucristo, el Padre de tiernas
misericordias y el Dios de todo consuelo, 4que nos
consuela en toda nuestra tribulación, para que nosotros
podamos consolar a los [que se hallan] en cualquier
clase de tribulación mediante el consuelo con que
nosotros mismos estamos siendo consolados por Dios.
Párrafo 6
(Proverbios 27:23) Debes conocer positivamente la
apariencia de tu rebaño. Fija tu corazón en tus hatos;
(Hechos 20:35) En todas las cosas les he exhibido que
por medio de laborar así tienen que prestar ayuda a los
que son débiles, y tienen que tener presentes las
palabras del Señor Jesús, cuando él mismo dijo: ‘Hay
más felicidad en dar que en recibir’”.
(1 Tesalonicenses 4:11) y a tener como mira suya el
vivir en quietud y ocuparse en sus propios negocios y
trabajar con sus manos, tal como les ordenamos;
Párrafo 7
(Ezequiel 34:7-10) ”’”Por lo tanto, pastores, oigan la
palabra de Jehová: 8‘“Tan ciertamente como que estoy
vivo —es la expresión del Señor Soberano Jehová—,
de seguro debido a que mis ovejas llegaron a ser algo
para saqueo y mis ovejas continuaron siendo alimento
para toda bestia salvaje del campo, porque no había
pastor, y mis pastores no buscaron mis ovejas, sino que
los pastores siguieron apacentándose a sí mismos, y a
mis propias ovejas no apacentaron”’, 9por lo tanto,
pastores, oigan la palabra de Jehová. 10Esto es lo que ha
dicho el Señor Soberano Jehová: ‘Aquí estoy yo contra
los pastores, y ciertamente reclamaré mis ovejas de su
mano y haré que cesen de apacentar [mis] ovejas, y los
pastores ya no se apacentarán a sí mismos; y
ciertamente libraré mis ovejas de su boca, y no llegarán
a ser alimento para ellos’”.
(Jeremías 23:1) “¡Ay de los pastores que están
destruyendo y esparciendo las ovejas de mi
apacentamiento!”, es la expresión de Jehová.
Párrafo 8
(Lucas 9:46-48) Entonces entró entre ellos un
razonamiento sobre quién de ellos sería el mayor. 47Jesús, conociendo el razonamiento de sus corazones,
tomó a un niñito, lo puso a su lado, 48y les dijo:
“Cualquiera que reciba a este niñito sobre la base de mi
nombre, a mí me recibe [también], y cualquiera que me
recibe a mí, recibe [también] al que me envió. Porque el
que se porta como uno de los menores entre todos
ustedes es el que es grande”.
(Lucas 22:24-27) Sin embargo, también se suscitó entre
ellos una disputa acalorada sobre quién de ellos parecía
ser el mayor. 25Pero él les dijo: “Los reyes de las
naciones se enseñorean de ellas, y a los que tienen
autoridad sobre ellas se les llama Benefactores. 26Ustedes, sin embargo, no han de ser así. Antes, el que
sea mayor entre ustedes hágase como el más joven, y el
que actúe como principal, como el que ministra. 27Porque, ¿cuál es mayor?: ¿el que se reclina a la mesa,
o el que ministra? ¿No es el que se reclina a la mesa?
Mas yo estoy en medio de ustedes como el que
ministra.
(Juan 13:12-15) Ahora bien, cuando les hubo lavado los
pies y se hubo puesto sus prendas de vestir exteriores y
recostado de nuevo a la mesa, les dijo: “¿Saben lo que
les he hecho? 13Ustedes me llaman: ‘Maestro’, y,
‘Señor’, y hablan correctamente, porque lo soy. 14Por
eso, si yo, aunque soy Señor y Maestro, les he lavado los
pies a ustedes, ustedes también deben lavarse los pies
unos a otros. 15Porque yo les he puesto el modelo, que,
así como yo hice con ustedes, ustedes también deben
hacerlo.
(1 Pedro 2:21) De hecho, ustedes fueron llamados a
este [curso], porque hasta Cristo sufrió por ustedes,
dejándoles dechado para que sigan sus pasos con sumo
cuidado y atención.
Párrafo 9
(Mateo 20:25-26) Pero Jesús, llamándolos a sí, dijo:
“Ustedes saben que los gobernantes de las naciones se
enseñorean de ellas, y los grandes ejercen autoridad
sobre ellas. 26No es así entre ustedes; antes bien, el que
quiera llegar a ser grande entre ustedes tiene que ser
ministro de ustedes,
Párrafo 10
(Hechos 20:18-19,35) Cuando llegaron a él, les dijo:
“Bien saben ustedes cómo desde el primer día que puse
pie en el [distrito de] Asia estuve con ustedes todo el
tiempo, 19sirviendo como esclavo al Señor con la mayor
humildad mental y con lágrimas y con las pruebas que
me sobrevinieron por los complots de los judíos; 35En
todas las cosas les he exhibido que por medio de
laborar así tienen que prestar ayuda a los que son
débiles, y tienen que tener presentes las palabras del
Señor Jesús, cuando él mismo dijo: ‘Hay más felicidad
en dar que en recibir’”.
(2 Corintios 1:24) No que seamos nosotros amos sobre
la fe de ustedes, sino que somos colaboradores para su
gozo, porque es por [su] fe que están firmes.
Párrafo 11
(Tito 1:9) que se adhiera firmemente a la fiel palabra en
lo que toca a su [arte de] enseñar, para que pueda
exhortar por la enseñanza que es saludable y también
censurar a los que contradicen.
(Gálatas 6:1) Hermanos, aunque un hombre dé algún
paso en falso antes que se dé cuenta de ello, ustedes los
que tienen las debidas cualidades espirituales traten de
reajustar a tal hombre con espíritu de apacibilidad,
vigilándote a ti mismo, por temor de que tú también
seas tentado.
(Proverbios 3:5-6) Confía en Jehová con todo tu
corazón, y no te apoyes en tu propio entendimiento. 6En
todos tus caminos tómalo en cuenta, y él mismo hará
derechas tus sendas.
(Romanos 14:1-4) Reciban con gusto al que tiene
debilidades en [su] fe, pero no para tomar decisiones
sobre cuestiones de duda interna. 2Un [hombre] tiene fe
para comer de todo, pero el que es débil come
legumbres. 3El que come no menosprecie al que no
come, y el que no come no juzgue al que come, porque
Dios ha recibido con gusto a ese. 4¿Quién eres tú para
juzgar al sirviente de casa ajeno? Para su propio amo
está en pie o cae. En verdad, se le hará estar en pie,
porque Jehová puede hacer que esté en pie.
Párrafo 12
(Gálatas 6:5,7-8) Porque cada uno llevará su propia
carga de responsabilidad. 7No se extravíen: de Dios uno
no se puede mofar. Porque cualquier cosa que el
hombre esté sembrando, esto también segará; 8porque
el que esté sembrando con miras a su carne, segará de
su carne la corrupción; pero el que esté sembrando con
miras al espíritu, segará del espíritu vida eterna.
Párrafo 13
(1 Pedro 5:3) tampoco como enseñoreándose de los
que son la herencia de Dios, sino haciéndose ejemplos
del rebaño.
(1 Timoteo 3:1-2,4-5) Esa declaración es fiel. Si algún
hombre está procurando alcanzar un puesto de
superintendente, desea una obra excelente. 2El
superintendente, por lo tanto, debe ser irreprensible,
esposo de una sola mujer, moderado en los hábitos, de
juicio sano, ordenado, hospitalario, capacitado para
enseñar, 4hombre que presida su propia casa
excelentemente, que tenga hijos en sujeción con toda
seriedad 5(si de veras no sabe algún hombre presidir su
propia casa, ¿cómo cuidará de la congregación de
Dios?);
Párrafo 14
(Marcos 1:38) Pero él les dijo: “Vamos a otra parte, a las
villas cercanas, para que predique también allí, porque
con este propósito he salido”.
(Lucas 8:1) Poco después iba viajando de ciudad en
ciudad y de aldea en aldea, predicando y declarando las
buenas nuevas del reino de Dios. Y con él iban los doce,
(Efesios 5:15-16) Así es que vigilen cuidadosamente que
su manera de andar no sea como imprudentes, sino
como sabios, 16comprándose todo el tiempo oportuno
que queda, porque los días son inicuos.
(Hebreos 13:7) Acuérdense de los que llevan la
delantera entre ustedes, los cuales les han hablado la
palabra de Dios, y al contemplar detenidamente en lo
que resulta la conducta [de ellos], imiten [su] fe.
(1 Tesalonicenses 5:14) Por otra parte, los exhortamos,
hermanos: amonesten a los desordenados, hablen
confortadoramente a las almas abatidas, den su apoyo a
los débiles, tengan gran paciencia para con todos.
(2 Timoteo 2:22) De modo que, huye de los deseos que
acompañan a la juventud, mas sigue tras la justicia, la
fe, el amor, la paz, junto con los que de corazón limpio
invocan al Señor.
Párrafo 15
Párrafo 16
(Santiago 5:14-15) ¿Hay alguno enfermo entre ustedes?
Que llame a [sí] a los ancianos de la congregación, y que
ellos oren sobre él, untándo[lo] con aceite en el nombre
de Jehová. 15Y la oración de fe sanará al indispuesto, y
Jehová lo levantará. También, si hubiera cometido
pecados, se le perdonará.
(Isaías 32:1-2) ¡Mira! Un rey reinará para justicia misma;
y en cuanto a príncipes, gobernarán como príncipes
para derecho mismo. 2Y cada uno tiene que resultar ser
como escondite contra el viento y escondrijo contra la
tempestad de lluvia, como corrientes de agua en país
árido, como la sombra de un peñasco pesado en una
tierra agotada.
Cántico 106
La amistad con Jehová (Salmo 15)
1. ¿Quién gozará, Jehová,
de tu gran amistad?
¿Quién en tu tienda se hospedará?
¿Quién tu favor tendrá?
El que confía en ti
y en tu Palabra fiel,
el que habla siempre con la verdad
y a todos hace el bien.
2. ¿Quién logrará, Señor,
ante tu trono estar?
¿Quién de alegría y felicidad
tu alma llenará?
El que anda en tu ley
y honra a tu nombre da,
el que procede con rectitud
y huye de la maldad.
3. Sobre tus hombros, yo
mi carga arrojaré.
En ti mi alma esperará,
miedo no sentiré.
Tu amistad, Jehová,
gloria y deleite es.
Como un tesoro la guardaré.
¡De ti jamás me iré!
(Véanse también Sal. 139:1; 1 Ped. 5:6, 7.) Volver
Cántico 121
Animémonos unos a otros (Hebreos 10:24, 25)
1. Al animarnos mutuamente
a ser leales a Jehová,
se fortalecen nuestros lazos
de amor, fraternidad y paz.
Por el cariño que nos une,
cobramos fuerzas y valor.
Remanso donde refugiarnos
es la congregación de Dios.
2. Es la palabra dicha a tiempo
un bálsamo consolador
que amigos fieles y queridos
le aplican a tu corazón.
¡Qué bueno trabajar unidos
con quienes aman a Jehová!
Comparte sus pesadas cargas,
confórtalos con tu amistad.
3. Las pruebas claro lo demuestran:
se acerca el día de Jehová.
Hoy más que nunca es importante
reunirse con asiduidad.
Servir a Dios es nuestro anhelo,
honrarlo por la eternidad.
Por eso, junto a tus hermanos,
mantén la fe y la integridad.
(Véanse también Luc. 22:32; Hech. 14:21, 22; Gál. 6:2;
1 Tes. 5:14.) Volver
Cántico 103
“De casa en casa” (Hechos 20:20)
1. De casa en casa hay que ir
y a todos anunciar
que el Hijo amado de Jehová
ya comenzó a reinar.
A las ovejas del Señor
tenemos que buscar
llegando al último confín
por cielo, tierra y mar.
2. De puerta en puerta se dirá
que Dios da salvación
a quien su nombre invoca hoy
de todo corazón.
Mas ¿cómo lo van a invocar
si nada saben de él?
Así que cumple tu misión
y sé un testigo fiel.
3. De casa en casa anunciarás
el Reino celestial,
y cada cual decidirá
si lo quiere aceptar.
No todos te van a escuchar,
mas no podrán decir:
“A mí ninguno me avisó”,
pues tú estuviste allí.
(Véanse también Hech. 2:21; Rom. 10:14.) Volver
Cántico 5
Cristo, nuestro modelo (Romanos 5:8)
1. Al hombre pecador,
Jehová mostró su amor:
envió a su Hijo, quien nos redimió.
Él es pan celestial
que vida al mundo da;
por él tenemos paz y salvación.
2. Jesús nos enseñó
a orar así a Dios:
“Oh, santifica tu nombre, Jehová.
Tu Reino venga ya,
sí, haz tu voluntad
y, por favor, danos hoy nuestro pan”.
3. Jesús fortaleció
a todo el que le oyó,
le dio consuelo, su fe renovó.
Sembremos, como él,
semillas por doquier;
cosecharemos gran satisfacción.
(Véanse también Mat. 6:9-11; Juan 3:16; 6:31-51; Efe.
5:2.) Volver
Cántico 84
“Quiero” (Lucas 5:13)
1. ¡Oh, qué amor Jesús demostró!
La gloria del cielo dejó.
Descendió a morar con la humanidad,
su sangre por ella vertió.
El dolor del hombre mortal
curó con inmensa piedad.
Su misión realizó con gran celo.
A Dios dijo él: “Sí, quiero”.
2. ¡Oh, qué amor Jehová demostró!
A su esclavo fiel designó.
Le mandó pregonar su santa verdad
a hombres de toda nación.
Con amor debemos buscar
a quienes anhelan la paz,
y al hermano que pida consuelo,
gustosos decir: “Sí, quiero”.
(Véanse también Juan 18:37; Efe. 3:19; Fili. 2:7.) Volver
(Génesis 17:1-20:18)
17 Cuando Abrán alcanzó la edad de noventa y
nueve años, entonces Jehová se apareció a Abrán y le dijo: “Yo soy Dios Todopoderoso. Anda delante de mí y resulta exento de falta.
2 Y ciertamente daré mi pacto
entre yo y tú, para multiplicarte muchísimo”.
3 Ante aquello, Abrán cayó sobre su rostro, y Dios
continuó hablando con él, y dijo: 4 “En cuanto a mí,
¡mira!, mi pacto es contigo, y ciertamente llegarás a ser
padre de una muchedumbre de naciones. 5 Y ya no te
llamarás más por el nombre Abrán, y tu nombre tiene que llegar a ser Abrahán, porque padre de una muchedumbre de naciones de seguro te haré yo.
6 Y
ciertamente te haré fructífero en sumo grado, y de veras haré que llegues a ser naciones, y reyes saldrán de ti.
7 ”Y ciertamente pondré por obra mi pacto entre yo y
tú y tu descendencia después de ti según sus generaciones para un pacto hasta tiempo indefinido, para que yo resulte ser Dios para ti y para tu descendencia después de ti.
8 Y ciertamente te daré a ti,
y a tu descendencia después de ti, la tierra de tus residencias como forastero, sí, toda la tierra de Canaán, por posesión hasta tiempo indefinido; y ciertamente resultaré ser Dios para ellos”.
9 Y Dios dijo además a Abrahán: “En cuanto a ti, tú
has de guardar mi pacto, tú y tu descendencia después de ti según sus generaciones.
10 Este es mi pacto que
ustedes guardarán, entre yo y ustedes, incluso tu descendencia después de ti: Todo varón de ustedes tiene que ser circuncidado.
11 Y tienen que ser
circuncidados ustedes en la carne de su prepucio, y esto tiene que servir como señal del pacto entre yo y ustedes.
12 Y todo varón de ustedes que tenga ocho
días de edad tiene que ser circuncidado, según sus generaciones, cualquiera nacido en la casa y cualquiera comprado con dinero de cualquier extranjero que no sea de tu descendencia.
13 Sin falta tiene que ser
circuncidado todo el nacido en tu casa y todo el comprado con dinero tuyo; y mi pacto en la carne de ustedes tiene que servir de pacto hasta tiempo indefinido.
14 Y el varón incircunciso que no quiera
circuncidarse la carne de su prepucio, esa misma alma tiene que ser cortada de su pueblo. Ha quebrantado mi pacto”.
15 Y Dios pasó a decir a Abrahán: “En cuanto a Sarai
tu esposa, no debes llamarla por el nombre Sarai, porque su nombre es Sara.
16 Y ciertamente la
bendeciré y también te daré de ella un hijo; y ciertamente la bendeciré, y ella de veras llegará a ser naciones; reyes de pueblos provendrán de ella”.
17 Ante
esto, Abrahán cayó sobre su rostro y se puso a reír y a decir en su corazón: “¿A un hombre de cien años de edad le nacerá un hijo, y Sara, sí, una mujer de noventa años de edad, dará a luz?”.
18 Después Abrahán dijo al Dios [verdadero]: “¡Oh
que viviera Ismael delante de ti!”. 19
A lo cual dijo Dios: “Sara tu esposa realmente te va a dar a luz un hijo, y tienes que llamarlo por nombre Isaac. Y ciertamente estableceré mi pacto con él por pacto hasta tiempo indefinido para su descendencia después de él.
20 Pero
tocante a Ismael te he oído. ¡Mira! Ciertamente lo bendeciré y lo haré fructífero y lo multiplicaré muchísimo. Ciertamente producirá él doce principales, y de veras haré que llegue a ser una nación grande.
21 Sin
embargo, mi pacto lo estableceré con Isaac, que Sara te dará a luz a este tiempo señalado el año próximo”.
22 Con eso Dios acabó de hablar con él y subió de
donde [estaba] Abrahán. 23
Entonces Abrahán procedió a tomar a Ismael su hijo y a todos los hombres nacidos
en su casa y a todos los comprados con dinero suyo, a todo varón entre los hombres de la casa de Abrahán, y se puso a circuncidar la carne de su prepucio en aquel mismo día, tal como había hablado Dios con él.
24 Y
Abrahán tenía noventa y nueve años de edad cuando le fue circuncidada la carne de su prepucio.
25 E Ismael su
hijo tenía trece años de edad cuando le fue circuncidada la carne de su prepucio.
26 En aquel mismo día fue
circuncidado Abrahán, y también Ismael su hijo. 27
Y todos los hombres de su casa, todo nacido en la casa y todo comprado de extranjero por dinero, fueron circuncidados con él.
18 Después Jehová se le apareció entre los árboles
grandes de Mamré, mientras él estaba sentado a la entrada de su tienda como al calor del día.
2 Cuando él
alzó los ojos, entonces miró y allí estaban tres hombres de pie a alguna distancia de él. Cuando alcanzó a verlos, echó a correr a su encuentro desde la entrada de la tienda y procedió a inclinarse a tierra.
3 Entonces dijo:
“Ah, Jehová, si he hallado favor a tus ojos, sírvete no pasar de largo a tu siervo.
4 Que se traiga un poco de
agua, por favor, y se les tiene que lavar los pies. Entonces recuéstense debajo del árbol.
5 Y
permítaseme traer un pedazo de pan, y refresquen sus corazones. Después de eso pueden pasar adelante, porque por eso han pasado por este camino a donde su siervo”. A lo cual dijeron: “Está bien. Puedes hacer tal como has hablado”.
6 De modo que Abrahán fue apresurándose a la
tienda a donde Sara y dijo: “¡Apresúrate! Toma tres medidas de sea de flor de harina, amásala y haz tortas redondas”.
7 Luego Abrahán corrió a la vacada y
procedió a tomar un toro joven, tierno y bueno, y a darlo al servidor, y este fue apresurándose a aderezarlo. 8 Tomó entonces mantequilla y leche y el toro joven que
había aderezado y lo puso delante de ellos. Entonces él mismo se quedó de pie al lado de ellos debajo del árbol mientras ellos comían.
9 Ahora ellos le dijeron: “¿Dónde está Sara tu
esposa?”. A lo cual él dijo: “¡Aquí en la tienda!”. 10
De modo que continuó él: “De seguro volveré a ti el año próximo por este tiempo, y, ¡mira!, Sara tu esposa tendrá un hijo”. Ahora bien, Sara estaba escuchando a la entrada de la tienda, y esta estaba detrás del hombre. 11
Y Abrahán y Sara eran viejos, avanzados en años. A Sara le había cesado la menstruación.
12 Por eso Sara
empezó a reírse dentro de sí, diciendo: “Después que estoy gastada, ¿verdaderamente tendré placer, siendo, además, viejo mi señor?”.
13 Entonces Jehová dijo a
Abrahán: “¿Por qué se rió Sara, y dijo: „¿Es que de veras y ciertamente daré a luz, aunque he envejecido?‟? 14
¿Hay cosa alguna demasiado extraordinaria para Jehová? Al tiempo señalado volveré a ti, el año próximo por este tiempo, y Sara tendrá un hijo”.
15 Pero Sara
empezó a negarlo, diciendo: “¡No me reí!”. Pues tenía miedo. A lo cual dijo él: “¡No!, pero sí te reíste”.
16 Más tarde los hombres se levantaron de allí y
miraron abajo hacia Sodoma, y Abrahán iba andando con ellos para acompañarlos.
17 Y Jehová dijo: “¿Estoy
yo manteniendo encubierto de Abrahán lo que voy a
hacer? 18
Pues Abrahán de seguro llegará a ser una nación grande y poderosa, y todas las naciones de la tierra tendrán que bendecirse por medio de él.
19 Porque
he llegado a conocerlo a fin de que dé mandato a sus hijos y a su casa después de él de modo que verdaderamente guarden el camino de Jehová para hacer justicia y juicio; a fin de que Jehová ciertamente haga venir sobre Abrahán lo que ha hablado acerca de él”.
20 Por consiguiente, Jehová dijo: “El clamor de queja
acerca de Sodoma y Gomorra es ciertamente fuerte, y su pecado es ciertamente muy grave.
21 Estoy
completamente resuelto a bajar para ver si obran del todo conforme al clamor que acerca de ello ha llegado a mí, y, si no, podré llegar a saberlo”.
22 Entonces los hombres se volvieron de allí y
procedieron a irse a Sodoma; pero en cuanto a Jehová, él todavía estaba de pie delante de Abrahán. 23
Entonces Abrahán se aproximó y empezó a decir: “¿Verdaderamente barrerás al justo con el inicuo? 24
Supongamos que haya cincuenta hombres justos en medio de la ciudad. ¿Los barrerás, pues, y no perdonarás el lugar por causa de los cincuenta justos que estén en él?
25 ¡Es inconcebible de ti el que vayas a
obrar de esta manera para dar muerte al justo con el inicuo, de modo que tenga que ocurrirle al justo lo mismo que le ocurre al inicuo! Es inconcebible de ti. ¿El Juez de toda la tierra no va a hacer lo que es recto?”. 26
Entonces dijo Jehová: “Si hallo en Sodoma cincuenta hombres justos en medio de la ciudad, ciertamente perdonaré a todo el lugar por causa de ellos”.
27 Pero
Abrahán pasó a contestar y decir: “Por favor, mira que he tomado a mi cargo hablar a Jehová, cuando soy polvo y ceniza.
28 Supongamos que de los cincuenta
justos faltaran cinco. ¿Arruinarás por los cinco a toda la ciudad?”. A lo cual él dijo: “No la arruinaré si hallo allí cuarenta y cinco”.
29 Pero volvió a hablarle de nuevo, y dijo:
“Supongamos que se hallen allí cuarenta”. A su vez, él dijo: “No lo haré por causa de los cuarenta”.
30 Pero
continuó: “Que Jehová, por favor, no se enardezca de cólera, sino que se me permita seguir hablando: Supongamos que se hallen allí treinta”. A su vez, él dijo: “No lo haré si hallo allí treinta”.
31 Pero continuó: “Por
favor, mira que he tomado a mi cargo hablar a Jehová: Supongamos que se hallen allí veinte”. A su vez, él dijo: “No la arruinaré por causa de los veinte”.
32 Por fin dijo:
“Que Jehová, por favor, no se enardezca de cólera, sino que se me permita hablar esta sola vez: Supongamos que se hallen allí diez”. A su vez, él dijo: “No la arruinaré por causa de los diez”.
33 Entonces Jehová procedió a
irse cuando hubo acabado de hablar a Abrahán, y Abrahán se volvió a su lugar.
19 Ahora bien, los dos ángeles llegaron a Sodoma al
atardecer, y Lot estaba sentado a la puerta de Sodoma. Cuando Lot alcanzó a verlos, entonces se levantó para ir a su encuentro y se inclinó rostro a tierra.
2 Y procedió
a decir: “Por favor, ahora, señores míos, desvíense, por favor, a casa de su siervo, y quédense toda la noche, y que se les laven los pies. Luego tienen que levantarse
temprano y seguir viajando por su camino”. A lo que dijeron ellos: “No, sino que en la plaza pública nos quedaremos toda la noche”.
3 Pero él los instó mucho,
de modo que se desviaron a donde él y entraron en su casa. Entonces él les hizo un banquete, y coció tortas no fermentadas, y ellos se pusieron a comer.
4 Antes que pudieran acostarse, los hombres de la
ciudad, los hombres de Sodoma, cercaron la casa, desde el muchacho hasta el viejo, toda la gente en una chusma.
5 Y siguieron llamando a Lot y diciéndole:
“¿Dónde están los hombres que entraron contigo esta noche? Sácanoslos para que tengamos ayuntamiento con ellos”.
6 Por fin Lot salió a donde ellos, a la entrada, pero
cerró la puerta tras sí. 7 Entonces dijo: “Por favor,
hermanos míos, no obren mal. 8 Por favor, miren que
tengo dos hijas que nunca han tenido coito con hombre. Por favor, déjenme sacarlas a ustedes. Entonces háganles lo que parezca bien a sus ojos. Solo no hagan nada a estos hombres, porque por eso han venido bajo la sombra de mi techo”.
9 A lo que dijeron: “¡Quítate
allá!”. Y añadieron: “Este hombre solitario vino acá a morar como forastero y, no obstante, realmente quiere hacer de juez. Ahora vamos a hacerte peor a ti que a ellos”. Y con ímpetu vinieron echándose pesadamente sobre el hombre, sobre Lot, y estaban acercándose para forzar la puerta.
10 De modo que los hombres alargaron
la mano y metieron a Lot consigo, dentro de la casa, y cerraron la puerta.
11 Pero a los hombres que estaban a
la entrada de la casa los hirieron con ceguera, desde el menor hasta el mayor, de modo que estos se agotaban tratando de hallar la entrada.
12 Entonces los hombres dijeron a Lot: “¿Tienes otros
aquí? Yerno y tus hijos y tus hijas y cuantos sean tuyos en la ciudad, ¡sácalos del lugar!
13 Pues vamos a
arruinar este lugar, porque el clamor contra ellos se ha hecho fuerte delante de Jehová, de modo que Jehová nos ha enviado para arruinar la ciudad”.
14 Por lo tanto
Lot salió y empezó a hablar a sus yernos que habían de tomar a sus hijas, y siguió diciendo: “¡Levántense! ¡Sálganse de este lugar, porque Jehová va a arruinar la ciudad!”. Pero a los ojos de sus yernos parecía como hombre que bromeaba.
15 No obstante, cuando ascendió el alba, entonces
los ángeles se pusieron a apremiar a Lot, diciendo: “¡Levántate! ¡Toma a tu esposa y a tus dos hijas que se hallan aquí, por temor de que seas barrido en el error de la ciudad!”.
16 Cuando siguió demorándose, entonces,
por la compasión de Jehová para con él, los hombres asieron la mano de él y la mano de su esposa y las manos de sus dos hijas y procedieron a sacarlo y a situarlo fuera de la ciudad.
17 Y aconteció que, tan
pronto como los hubieron sacado a las afueras, él empezó a decir: “¡Escapa por tu alma! ¡No mires atrás y no te detengas en todo el Distrito! ¡Escapa a la región montañosa por temor de que seas barrido!”.
18 Entonces les dijo Lot: “¡Eso no, por favor, Jehová!
19 Ahora, por favor, tu siervo ha hallado favor a tus ojos
de modo que estás engrandeciendo tu bondad amorosa, la cual has ejercido conmigo para conservar viva mi
alma, pero yo... yo no puedo escapar a la región montañosa por temor de que la calamidad se mantenga cerca de mí y yo ciertamente muera.
20 Ahora, por favor,
esta ciudad está cerca para huir allá, y es cosa pequeña. Permítaseme, por favor, escapar allá —¿no es cosa pequeña?— y mi alma seguirá viviendo”.
21 Así que
él le dijo: “Mira que verdaderamente te muestro consideración hasta este grado también, al no derribar la ciudad de la cual has hablado.
22 ¡Apresúrate!
¡Escapa allá, porque no puedo hacer nada hasta que llegues allá!”. Por eso él llamó la ciudad por nombre Zóar.
23 El sol había salido sobre la tierra cuando Lot llegó
a Zóar. 24
Entonces Jehová hizo llover azufre y fuego desde Jehová, desde los cielos, sobre Sodoma y sobre Gomorra.
25 De modo que siguió adelante derribando a
estas ciudades, sí, al Distrito entero, y a todos los habitantes de las ciudades, y las plantas del suelo.
26 Y
la esposa de él empezó a mirar alrededor desde detrás de él, y se convirtió en columna de sal.
27 Ahora bien, muy de mañana Abrahán se dirigió al
lugar donde había estado de pie delante de Jehová. 28
Entonces miró abajo hacia Sodoma y Gomorra y hacia toda la tierra del Distrito, y vio una escena. ¡Pues mire, humo denso ascendía de la tierra como el humo denso de un horno de calcinación!
29 Y aconteció que,
cuando Dios arruinó las ciudades del Distrito, Dios tuvo presente a Abrahán, pues dio pasos para enviar a Lot de en medio del derribo cuando derribó las ciudades en medio de las cuales había estado morando Lot.
30 Más tarde Lot subió desde Zóar y empezó a morar
en la región montañosa, y sus dos hijas junto con él, porque le dio miedo morar en Zóar. De modo que empezó a morar en una cueva, él y sus dos hijas.
31 Y la
primogénita procedió a decir a la más joven: “Nuestro padre es viejo, y no hay hombre en el país que tenga relaciones con nosotras según la manera de toda la tierra.
32 Ven, demos a beber vino a nuestro padre y
acostémonos con él y conservemos prole de nuestro padre”.
33 De modo que siguieron dando a beber vino a su
padre durante aquella noche; entonces la primogénita entró y se acostó con su padre, pero él no supo cuando ella se acostó ni cuando se levantó.
34 Y al día siguiente
sucedió que la primogénita dijo entonces a la más joven: “Mira, anoche me acosté con mi padre. Démosle a beber vino también esta noche. Entonces entra tú, acuéstate con él, y conservemos prole de nuestro padre”.
35 De modo que repetidas veces dieron a beber
vino a su padre durante aquella noche también; entonces la más joven se levantó y se acostó con él, pero él no supo cuando ella se acostó ni cuando se levantó.
36 Y ambas hijas de Lot quedaron encinta de su
padre. 37
Con el tiempo la primogénita llegó a ser madre de un hijo, y lo llamó por nombre Moab. Es el padre de Moab, hasta el día de hoy.
38 En cuanto a la más joven,
ella también dio a luz un hijo, y entonces lo llamó por nombre Ben-ammí. Es el padre de los hijos de Ammón, hasta el día de hoy.
20 Ahora bien, Abrahán mudó su campamento de
allí a la tierra del Négueb y se puso a morar entre Qadés y Sur y a residir como forastero en Guerar.
2 Y repitió
Abrahán respecto a Sara su esposa: “Es mi hermana”. Ante aquello, Abimélec rey de Guerar envió, y tomó a Sara.
3 Después Dios vino a Abimélec en un sueño de
noche y le dijo: “Mira que puedes darte por muerto a causa de la mujer que has tomado, puesto que es poseída por otro dueño como esposa”.
4 Sin embargo,
Abimélec no se había acercado a ella. Por eso dijo: “Jehová, ¿matarás a una nación que es verdaderamente justa?
5 ¿No me dijo él: „Es mi hermana‟?, y ella... ¿no
dijo ella también: „Es mi hermano‟? En la honradez de mi corazón y con inocencia de mis manos he hecho esto”.
6 Ante aquello, el Dios [verdadero] le dijo en el
sueño: “Yo también he sabido que has hecho esto en la honradez de tu corazón, y también estaba deteniéndote de pecar contra mí. Por eso no te permití tocarla.
7 Pero
ahora, devuelve la esposa del hombre, porque es profeta, y él hará súplica por ti. Así que, sigue viviendo. Pero si no la vas a devolver, sabe que positivamente morirás, tú y todos los que son tuyos”.
8 De modo que Abimélec se levantó muy de mañana
y procedió a llamar a todos sus siervos y a hablar de todas estas cosas a oídos de ellos. Y a los hombres les dio mucho miedo.
9 Entonces llamó Abimélec a Abrahán
y le dijo: “¿Qué nos has hecho, y qué pecado he cometido yo contra ti, para que hayas traído sobre mí y sobre mi reino un pecado grande? Obras que no debieran haberse hecho has hecho tú respecto a mí”. 10
Y Abimélec pasó a decir a Abrahán: “¿Qué tenías en mira para que hayas hecho esta cosa?”.
11 A esto
Abrahán dijo: “Fue porque me dije a mí mismo: „Sin duda no hay temor de Dios en este lugar, y ciertamente me matarán por causa de mi esposa‟.
12 Y, además, ella
en verdad es mi hermana, hija de mi padre, solo que no es hija de mi madre; y vino a ser mi esposa.
13 Y
aconteció que, cuando Dios me hizo salir errante de la casa de mi padre, entonces le dije a ella: „Esta es tu bondad amorosa que puedes ejercer para conmigo: En todo lugar adonde lleguemos, di de mí: “Es mi hermano”‟”.
14 Después de eso Abimélec tomó ovejas y ganado
vacuno y siervos y siervas y los dio a Abrahán, y le devolvió a Sara su esposa.
15 Además dijo Abimélec:
“Mira, mi tierra está a tu disposición. Mora donde parezca bien a tus ojos”.
16 Y a Sara dijo: “Mira que de
veras doy mil piezas de moneda de plata a tu hermano. Mira que es para ti una cobertura de los ojos para todos los que están contigo, y ante todo el mundo, y quedas libre de oprobio”.
17 Y Abrahán se puso a hacer súplica
al Dios [verdadero]; y Dios procedió a sanar a Abimélec y a su esposa y a sus esclavas, y estas empezaron a dar a luz hijos.
18 Porque Jehová había cerrado
completamente toda matriz de la casa de Abimélec por causa de Sara, esposa de Abrahán.
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