Transcript
Page 1: Fray bartolome de las casas

Abilio López Pérez

Fray Bartolomé

de las

Casas

La Luz golpea y Aturde

Page 2: Fray bartolome de las casas

Abilio López Pérez

BARTOLMÉ DE LAS CASAS

La Luz golpea y Aturde

PUBLICACIONES CED

Page 3: Fray bartolome de las casas

Publicación de la

Vicaría Epsicopal

¨Derecho y Justicia¨

de la Arquidiócesis de Cumaná

EQUIPO DIRECTIVO

Abilio López Pérez

Ana González

Douglas Rumbos

Inés Cándida

Marisol Villegas

AUTOR

Abilio López Pérez

DIAGRAMACION

Ysmael Febres

Publicaciones Centro Educativo Diocesano 1997.

Dirección y Redacción: Calle Bolívar Qta. Ninoska, Cumaná, Edo. Sucre,

Venezuela, Tele-Fax (093) 317909

Page 4: Fray bartolome de las casas

INDICE

PROLOGO: ........................................................................................... 7

INTRODUCCION: ................................................................................ 9

PRIMERA PARTE

ENCOMENDERO Y DOCTRINERO: ENTRE LA CRUZ Y LA ESPADA

Capítulo Primero

La Tahona de Triana: ............................................................................ 17

Capítulo Segundo

Vega Real: ............................................................................................. 21

Capítulo Tercero

La Trinidad:

................................................................................................................ 27

SEGUNDA PARTE

EL AGITADOR PAGADO POR EXTRANJEROS

Capítulo Cuarto

Pedro y Bartolomé: ................................................................................. 33

Capítulo Quinto

Las Cortes de Castilla y León: ............................................................... 37

Capítulo Sexto

Costas de Perlas: .................................................................................... 49

TERCERA PARTE

FRAILE DE CORAZA Y CORAZON ARMADO

Capítulo Séptimo

Puerto de Plata:

................................................................................................................. 57

Capítulo Octavo

Santo Domingo: ...................................................................................... 61

Page 5: Fray bartolome de las casas

CUARTA PARTE

FUNDADOR DE PAZ Y ESPERANZA: SIGNO DE PUEBLO

Capítulo Noveno

NICARAGUA: ...................................................................................... 67

Capítulo Décimo

Verapaz:

.................................................................................................................. 71

Capítulo Undécimo

Barcelona: Las Leyes Nuevas: ................................................................. 75

QUINTA PARTE

OBISPO DE LATIGO Y CAYADO

Capítulo Duodécimo

Bartolomé Obispo: .................................................................................. 83

Capítulo Décimo Tercero

Chiapa: ...................................................................................................... 89

SEXTA PARTE

BARTOLOME DE LAS MENTIRAS: TESTIGO DE LA VERDAD

Capítulo Décimo Cuarto

Valladolid:

................................................................................................................... 97

La Luz Golpea y Aturde: ......................................................................... 103

BIBLIOGRAFIA:

.................................................................................................................. 111

Page 6: Fray bartolome de las casas

PROLOGO

Mucho se ha escrito sobre el Protector de los Indios, el dominico

Bartolomé de las Casas. Se le ha presentado al mundo como el líder de la

Leyenda Negra, ahora llamada razonablemente criticismo.

Es bueno que un sacerdote español, en este caso ABILIO LOPEZ

PEREZ, escriba un libro sobre aquel personaje que revolucionó, junto a

otros adelantados, el hilo de la conquista del Continente Colombino; porque

indudablemente las páginas escritas por el Protector, causaron y continúan

causando grandes cambios y contradicciones en la cultura humana.

Desde la aparición de sus primeras obras y más aún, de sus primeros

pasos, los Sepúlveda y las roscas enquistadas detrás del poder, le cierran el

paso. Cl Cronista de Carlos V., escribe un panfleto contra el Protector, que

intitula: «PROPOSICIONES TEMPERARIAS, ESCANDALOSAS Y

HERETICAS QUE NOTO EL DOCTOR JUAN GINES DE SEPULVEDA

EN EL LIBRO DE LA CONQUISTA DE LAS INDIAS QUE FRAY

BARTOLOME DE LAS CASAS HIZO IMPRIMIR SIN LICENCIA»; y

podríamos decir que aún, «recientemente», el gran historiador y crítico Don

Ramón Menéndez Pidal (1963), le da el puntillazo, o cree dárselo, ya que

habiendo estudiado minuciosamente la historia de América, dice, no

encontró prueba del ecocidio proclamado por Las Casas, para concluir, con

que el dominico «mintió y quedó deshonrado ante la historia».

Sin embargo Fray Bartolomé de las Casas no ha sido enterrado, su

trabajo y sus denuncias siguen dando que hacer, el crimen no se rinde,

apenas estamos despertando del holocausto judío, de las deportaciones

masivas en la Unión Soviética, de Nagasaki e Hiroshima, de los millones de

seres humanos muertos en la última guerra mundial, y por allí, podríamos

decir que anda la palabra de Las Casas, denunciando el horror de la guerra,

y la vergüenza del hombre que continua siendo un salvaje, con honrosas

excepciones.

Las casas ha sido considerado por muchos historiadores españoles

como un fanático, enemigo de España, sin importarles que su obra más

criticada «LA BREVISIMA RELACION» fue escrita específicamente para

informarle al Rey Carlos I, sobre los sucesos en sus dominios, con el único

propósito de coadyuvar en su corrección. Las Casas no previó que su obra

iba a correr otra suerte al ser publicada en Sevilla en 1552, y que los

enemigos de España, en los próximos cien años, la aprovecharían de tal

Page 7: Fray bartolome de las casas

manera, traducida al francés, al ingles, al italiano y otras lenguas europeas,

se convertiría en un látigo terrible contra aquella nación, destinada por la

providencia para llevar las banderas del cristianismo.

Al correr del tiempo la obra de Las Casas se lee y estudia con mayor

entusiasmo. Hoy tenemos la fortuna de prologar este magnífico trabajo

esquemático y didáctico de Abilio López Pérez, que no es su único trabajo.

El viene de trabajar en equipo sobre seis textos de orientación juvenil

«Colección de Mensajes de Salvación» (LES-Caracas 1982); también LES

1983, «Pilando Nuestro Aprendizaje» LES Caracas 1983; luego publican

«Filosofía de la Educación», en el volumen I del CED-Cumaná y Diseños

Curriculares» (1995) CED Cumaná.

Abilio López Pérez es autor de «El Grupo de Educación Popular»,

LES Caracas (1986); «Nace la Vida», LES Caracas (1986); El Precio de la

Victoria, LES Caracas (1986), Pedagogía y Metodología de la Catequesis,

LES Caracas (1987); ¿Cómo dar una Clase de Catequesis?, LES Caracas

(1987); Investigación y Conocimiento, CED-Cumaná, 1995. También ha

publicado en los talleres del Diario PROVINCIA de Cumaná: «El Equipo de

Derechos Humanos» 1989, y «Tener Derecho no Basta» 1990.

Personalmente me siento complacido con este trabajo de Abilio

López Pérez, y digo yo, que tenía que ser un sacerdote español el que trata

de rescatar para la gloria de España, a este hombre ejemplar, que junto a su

maestro Fray Pedro de Córdoba, viene a Cumaná, con un proyecto más

humano y trascendente, como es la conquista evangélica y pacífica de la

tierra firme, para cambiar la conquista armada llevada a cabo por el régimen

español de aquella época. En las páginas de este libro, hecho para enseñar,

se encuentra todo lo que debe conocerse de la vida y la obra de Bartolomé

de las Casas, ejemplo permanente del trabajo, de la constancia y el valor de

los discípulos de Cristo.

En mis trabajos sobre la historia de Cumaná, me tropiezo siempre

con Bartolomé de las Casas, porque es la fuente más confiable; he tenido

que estudiar su «Historia de las Indias», casi como la Biblia, y escribí su

perfil biográfico en mi libro La Fundación de Cumaná. Para ello me serví de

sus mejores biógrafos, me refiero a los textos y prólogos de Juan Pérez de

Tudela y Emilio López Oto, de la obra de Jiménez Fernández, Gómez

Santamaría, Lewis Hanke, José Alcina Franch, y otros estudiosos de aquella

personalidad histórica deslumbrante, como la novela del alemán Reinhold

Schneider, que es otra manera de verlo y crearlo en su tiempo.

Page 8: Fray bartolome de las casas

INTRODUCCION

«Ha setenta años y uno más

que se roban y tiranizan y asuelan

aquestas inocentes tierras...»

Page 9: Fray bartolome de las casas

Al principio no era un libro ni una biografía. Eran una páginas

informativas las que pretendía escribir para dar a conocer los motivos por

los que el Centro de Convenciones que construye la Vicaría Episcopal

Derecho y Justicia de la Arquidiócesis de Cumaná, financiado casi en su

totalidad por la Comunidad Europea y Manos Unidas de España, lleva el

nombre de Fray Bartolomé de Las Casas 1.

Quería que los lectores de esas páginas y los usuarios del Centro de

Convenciones se dieran respuestas a sí mismos cuando, al visitar al centro,

los espacios construidos les evoquen recuerdos de patios andaluces de la

antigua Sevilla de España o del Nueva Córdoba de Costa de Perlas y los

nombres de los locales les pongan interrogantes.

Pero al meterme poco a poco en la vida de Bartolomé de Las Casas,

sobre todo a través de los caminos abiertos por Galmes (1982), sentí los

golpes y el aturdimiento de su luz 2.

Y entonces decidí hacer una investigación en base a recuerdos de

historias leídas y de la bibliografía que tenía a mano, siguiendo, no obstante,

a Galmes como hilo conductor, del cual, confieso, soy deudor agradecido.

Pero la vida de Fray Bartolomé de Las Casas no es fácil de

biografiar, porque fue una vida difícil, compleja, y las fuentes son

inagotables y las hipótesis muchas. Y la historia en ese tiempo no daba

mucha importancia a la cronología, como se hace ahora, hasta reducirla casi

a eso en los liceos y universidades. Ambas cosas son malas para nosotros

hoy. La primera nos priva de conocer cuándo acontecieron hechos

importantes y la segunda insiste tanto en las fechas que se nos escapa la

importancia de los acontecimientos.

Entre muchas incertidumbres he tomado decisión, avisando al lector

de que el acontecimiento pudo ser de otra forma o en otro momento. En

otros casos he recurrido a mi amigo Dr. Badaracco, cronista de Cumaná, a

quien he pedido el favor de prologar el trabajo, solicitándole la corrección

cuando la considerase necesaria. Por eso las notas de pie de página tienen

importancia para el lector. Además en dichas notas hay comentarios

explicativos, testimonios y enlaces entre momentos importantes de la vida

Page 10: Fray bartolome de las casas

de Fray Bartolomé de Las Casas. La lectura de las mismas no debería ser

obviada.

De este modo he construido esta obra que lleva como título:

Bartolomé de Las Casas: La luz golpea y aturde.

Está estructurada en seis partes que comprenden catorce capítulos

cortos enumerados de manera continua. Los títulos de cada parte pretenden

ser sugerentes. La mayoría de los capítulos llevan nombres de lugares,

ciudades o naciones. Al final, después de la parte sexta, a modo de

meditación, bajo el título que ha dado nombre al presente libro,

presentamos el ocaso del biografiado y la estela luminosa que en la historia

ha dejado su paso de cometa uniendo con sangre de futuro el destino de dos

mundos.

De esta manera el presente libro sirve de guía turística a quienes se

acerquen a las instalaciones y quieran conocer sobre los motivos de la

distribución de los espacios y de los nombres de los locales.

Pero el resultado no es una simple guía turística. Es una biografía

que nos ayuda a entender los orígenes de Cumaná, sus luchas iniciales, los

anhelos evangelizadores de los misioneros primeros y a comprender, desde

dentro de la historia de la ciudad primogénita, su identidad católica y su

vocación liberadora de toda esclavitud. Antonio José de Sucre, entre otros,

en las calles de la ciudad primogénita, absorbió los aires de libertad que

trajeron a Costa de Perlas, entre otros, Pedro de Córdoba y Bartolomé de

Las Casas.

Hoy, cuando nuestra ciudad y estado se hallan tan deprimidos y

engañados, tan desvalidos y desprotegidos, la lectura de la vida de

Bartolomé de Las Casas es para nosotros luz que nos golpea y aturde.

¿Cómo es posible que después de casi siglos de fundada, la ciudad

primogénita del continente sea la preterida y no la preferida?

Jacob robó con astucia la primogenitura a su hermano Esaú con un

plato de lentejas. A la ciudad primogénita de Cumaná y al estado Sucre del

que es capital, también se le ha robado la primogenitura... Y estamos a la

zaga de otras ciudades y estados de Venezuela. Los gobiernos han dejado de

lado su papel de ser protectores de su pueblo. Todos nos hemos dormido

confiando en que a fuerza de gritar que Cumaná es la primogénita, la

pobreza se convertiría en riqueza, el mar en peces, las salinas en plata, las

tierras en arepas...

Se sigue el saqueo del mar y los pescadores artesanales no tienen

defensa contra las rastropescas; el campo sigue sin cultivar y la tierra buena

y cultivable está en manos de pocos; hay pocas fuentes para el trabajo en

las empresas y mucho ocio aprendido en las calles; un anhelo exasperado de

entrar en cargos públicos y no son productivos y gobiernos que aumentan la

Page 11: Fray bartolome de las casas

burocracia que consume los dineros del pueblo para salud, alimentación,

educación, vialidad y creación fuentes alternas de producción...

Como en tiempos de Bartolomé la denuncia es una tarea

irrenunciable, un deber de conciencia. Proteger al indefenso, sea quien sea,

un mandato ético. Exigir a quienes tienen el poder - ejecutivo, legislativo,

judicial - que gobiernen y legislen y juzguen con respeto a los derechos

humanos de todos, es obligación de todos.

Bartolomé de Las Casas: la luz que golpea y aturde. Una vida para

leer y meditar. Una propuesta para vivir como hermanos. Sin dar más largas

al asunto. No sea que, parafraseando a Las Casas, el celebrar dentro de 25

años, los quinientos años de la fundación de Cumaná, tengamos que repetir:

... Ha cuatro siglos y uno más que se roban y tiranizan y asuelan aquestas

inocentes tierras.

«Pues vos estabais

en las mismas tiranías y pecados»,

dijo el Obispo Fonseca al clérigo Bartolomé.

A lo que respondió el clérigo:

«Si yo los imité o seguí en aquellas maldades,

haga vuestra señoría que me sigan ellos a mí

en salir de los robos y homicidios y crueldades

en que perseveran y cada día hacen»

(Discusión entre el Obispo Fonseca y el clérigo Bartolomé,

año 1518, en La Corte de Carlos I, Zaragoza)

Page 12: Fray bartolome de las casas

PRIMERA PARTE

ENCOMENDERO Y DOCTRINERO

ENTRE LA CRUZ Y LA ESPADA

Capítulo Primero

LA TAHONA DE TRIANA

Bartolomé de Las Casas nace en una familia de sencillos

comerciantes sevillanos. Es descendiente de judíos por parte de padre y

madre. Sus cuatro abuelos habían sido bautizados, eran judíos conversos.

Los abuelos paternos de Castilla (Segovia), los abuelos maternos de

Andalucía (Sevilla).

La madre de Bartolomé se llamaba Isabel de Sosa y era sevillana. El

padre se llamaba Pedro. Pedro era hermano de los famosos Peñalosa,

cercanos a la Reina Isabel la Católica, quienes participaron activamente en

el primero y segundo viaje de Colón a Las Indias. Los hermanos de Pedro

tienen el apellido del padre; Pedro, no sabemos por qué, toma el apellido de

la madre: De Las Casas.

Cuando Pedro de Las Casas e Isabel de Sosa se casaron fueron a

vivir a la casa de los padres de Isabel, una casa de hacer pan o tahona, al

lado de Guadalquivir, frente al barrio de Triana. Allí mismo nació

Bartolomé de Las Casas, probablemente el 11 de Noviembre de 1484 3.

Cuando Fernando de Aragón e Isabel de Castilla se unen en

matrimonio unifican a casi toda España. Juntos determinan dar la última

batalla a los árabes que se habían adueñado de casi toda España y después

de ochos siglos de peleas se habían asentado en Andalucía, con Granada

como capital y la Alhambra como palacio.

El dos de Enero de 1492 cae Granada, último bastión árabe. España

se unifica como pueblo alrededor de unos Reyes Católicos y de una fe. Los

judíos, aunque no eran árabes, estaban también sobrando dentro de un país

identificado en una única fe. La familia de Bartolomé de Las Casas, por ser

de descendencia judía, a pesar de que su familia es cristiana católica desde

cuando sus abuelos se convirtieron, sin duda, vivió y padeció el conflicto

de razas de aquella España unificada 4.

Page 13: Fray bartolome de las casas

Las riberas del Guadalquivir de la Sevilla de entonces era puerto de

Las Indias. Bartololmé fue testigo de la llegada de Colón después del primer

viaje a Las Indias, cuando el 31 de Marzo de 1493, entró en Sevilla, con

siete indios supervivientes, papagayos de colores, cintos de oro y pedrería y

una bola de latex de hevea... Presenció la organización del segundo viaje:

diecisiete barcos bien pertrechados, desfiles y adioses de soldados, oficiales,

funcionarios, hidalgos, escuderos y misioneros... Entre los expedicionarios

iba también su padre y tres tíos...

Estudió las primeras letras en la escuela catedralicia de San Miguel

de Sevilla y cursó humanidades en la academia sevillana; aprendió el latín y

consiguió el título de bachiller en artes. Posiblemente, siendo aún muy

joven, intervino como soldado en el primer levantamiento de los moros

granadinos, sometidos en 1492.

Le gustaba Sevilla, el delicioso clima de Abril y sus fiestas 5, la

esbelta altura de la Giralda, la belleza de la Huerta del Rey, las sardinas

obunenses, las hogazas de Alcalá y Utrera6 .

Con pocas posibilidades en España por ser de origen judío y de

escasos recursos, Las Indias se le presentaban como una salida honrosa y

desde entonces Las Indias comienzan a ocupar un espacio de sus sueños

adolescentes (Galmes p. 21)

Bartolomé de Las Casas era entonces un español medio, nada

sobresaliente ni por familia ni por educación; bien dispuesto, por lo mismo,

como tantos otros contemporáneos, para la aventura del viaje a las Indias,

recientemente descubiertas (Losada, p.27). Se escapaba siempre que podía

a las riberas del Guadalquivir y pasaba muchos ratos con los marineros de

Triana, en el puerto de Muelas, en espera de noticias de su padre.

A finales de 1498 llegaron cinco navíos que habían salido de Santo

Domingo el 18 de Octubre, cargados de esclavos. El padre de Bartolomé

regresaba con fortuna y con regalos. A Bartolomé le regaló un indio que

Colón había dado a Pedro de Las Casas. A Bartolomé le agradó el regalo y

disfrutó de su compañía... Hasta que la Reina Isabel, en el intento de frenar

la política esclavista de Colón, intervino en defensa de sus vasallos y puso

las cosas en orden: ¿Quién dio licencia a Colón para repartir mis vasallos

con nadie?. Y el 20 de Junio del 1500 ordenó que los indios llevados a

España fueran devueltos a la Indias

Para devolver a los indios y poner orden en Las Indias, donde la

familia de Colón pretendía demasiados beneficios e impulsaba tendencias

esclavistas 7, los reyes Católicos envían a Francisco de Bobadilla como

visitador, gobernador e investigador judicial. Con Bobadilla regresan los 21

indios supervivientes.

Pero, cuando Bobadilla toma postura contra Colón y los intereses de

la familia, la situación empeora y los Reyes Católicos deciden enviar a Fray

Nicolás de Ovando como Gobernador y Justicia Mayor de Indias. El padre

Page 14: Fray bartolome de las casas

de Bartolomé, a quien la fortuna llevada de Las Indias le había durado

poco, decide retornar y traerse consigo a su hijo pequeño.

Bartolomé de Las Casas, posiblemente para lograr en Las Indias

mayores ventajas, aprovechando que es bachiller y sabe latín, recibe las

órdenes menores, al final de 1501, se hace clérigo doctrinero, y se embarca

el 13 de Febrero de 1502, como ayudante de predicador y, a la vez, como

colono 8

La unión entre la empresa de una conquista y colonización con la

espada y el anuncio de la buena noticia del Evangelio con la cruz, no es sólo

contradicción de una época de nuestra historia, es drama personal profundo

de Bartolomé de Las Casas, quien encarna al mismo tiempo al conquistador-

colono-encomendero y al evangelizador. En una mano llevaba la espada y

en otra la cruz. Bartolomé vive en sí mismo la contradicción de un mundo.

Tal vez esta vivencia tan profunda, explique la radicalidad de su

conversión y de su aversión y lucha contra la encomienda como símbolo de

opresión del indio. Vivencia personalmente vivida en carne propia que

diferencia a Bartolomé de Las Casas de otros insignes defensores de indios

como Antonio Montesinos, Pedro de Córdoba, Juan de Zumárraga o el Tata

Vasco, que también se levantaron contra los colonos y encomenderos

españoles de Indias y propiciaron experiencias pacíficas de evangelización y

de organización indígena. Bartolomé se levanta contra sí mismo e invita a

que los demás le sigan.

Era un día de los últimos meses del año 1518. El Obispo Fonseca y

Bartolomé están totalmente enfrentados. La reunión entre ambos había

tenido mucho calor y apasionamiento. Bartolomé, conversaba con un grupo

de personalidades de la corte andariega de Carlos I, en ese momento

detenida en Zaragoza y en camino hacia Barcelona. Bartolomé está

hablando de la necesidad de ejecutar en Costa de Perlas el proyecto de

evangelización pacífica que le ha propuesto Pedro de Córdoba. Sin

conquistadores ni encomenderos españoles que han llenado a Las Indias de

destrucción. El Obispo Fonseca le escucha y le dice lleno de ira: «Pues vos

estabais en las mismas tiranías y pecados». A lo que replica el clérigo: «Si

yo los imité o seguí en aquellas maldades, haga vuestra señoría que me

sigan ellos a mí en salir de los robos y homicidios y crueldades en que

perseveran y cada día hacen»

Capítulo Segundo

VEGA REAL

Page 15: Fray bartolome de las casas

Bartolomé de Las Casas llega a Santo Domingo el 15 de Abril.

Viene en una expedición que, según recordará él mismo años más tarde,

debía establecer la autoridad y justicia entre los moradores, corregir los

abusos anteriores, tratar que los indígenas fuesen libres y no sometidos a

servidumbre. Ese era el mandato de Isabel y Fernando...

Pero las cosas no serían fáciles. Los españoles necesitaban a los

indios para sus haciendas y para el trabajo en las minas. Los indios se

negaron a ello, con razón. Los Reyes Católicos, sobre todo la reina Isabel

que al principio se opusieron a todo tipo de oprobio contra el indio,

cambian su primera decisión y permiten, en favor de los españoles de

Indias, que los indios sean obligados a trabajar, si bien recibiendo su salario.

La captura de los indios huidizos y el consiguiente repartimiento quedaba

instituido. Los indios repartidos debían ser encomendados a un conquistador

o colono, el encomendero, que pasaba a ser «un titular de los derechos de

la corona, a la que representaba ante su grupo de indios» 9.

El encomendero debía cuidar a los indios y garantizar su formación

cristiana: Surge así la figura de los doctrineros, españoles que se encargaban

de la doctrina cristiana de los indios de una o más encomiendas. Pero los

encomenderos podían aprovecharse del trabajo de los indios, tanto más que

por cada indio tenido a su cuidado, debía pagar un peso anual en oro como

tributo a la Corona.

Una vez puestos en marcha los sistemas de repartimiento y

encomienda no hubo manera alguna de controlarlos. Los abusos se dieron

por todas partes. Los encomenderos, que solo debían aprovecharse del

trabajo del indio en cuanto naboria o tapia o criado, pronto hicieron de los

indios esclavos. Y como las minas fueron menos numerosas y exitosas que

las expectativas creadas, la venta de indios se convirtió en un buen negocio 10.

La expedición de Ovando, según instrucción de los Reyes del 20 de

Marzo de 1503, debía reducir los indios a pueblos regidos por un

administrador español y por un sacerdote (Galmes p. 8). Pero al

desembarcar en Santo Domingo se encuentran con una realidad dolorosa.

Los colonos han encontrado minas de oro y estaban dejando el

trabajo duro del campo. Con la espada era fácil someter a los indígenas

como mano de obra para la explotación de las minas y hacer presa de sus

mujeres. Los indios de Higuey se alzaron...

Ovando impuso medidas de control a los colonos españoles y ahogó

en sangre la rebelión de los indígenas. Bartolomé, quien más tarde

responsabilizará a Ovando de la matanza de los indios antillanos, no

Page 16: Fray bartolome de las casas

experimenta remordimiento alguno mientras participa en estas correrías y se

aprovecha de la situación. Recibe un repartimiento que le asigna Ponce de

León y consigue otro en Concepción de La Vega, en cuya iglesia de paja

cumple como doctrinero 11.

En el año 1506 viaja a Roma, presencia la fiesta de Las Flautas, se

escandaliza del ambiente de Roma bajo el pontificado de Julio II, el papa

artista y guerrero. Parece ser que durante su estadía en Roma recibe las

órdenes mayores 12.

Regresa de Roma y sigue como presbítero y encomendero. La

contradicción interna se agudiza. En 1509, Nicolás de Ovando es removido

de su cargo por enemistarse con el todopoderoso Obispo primero de

Palencia y luego de Burgos, Juan Rodríguez de Fonseca quien, sin haber

estado nunca en Las Indias, era beneficiario de encomiendas y

repartimientos.

En su cargo fue nombrado Diego Colón, segundo almirante de

Indias, heredero de Cristóbal, gracias a la influencia de su esposa María de

Toledo, sobrina del Duque de Alba. Diego Colón mantuvo con Pedro de Las

Casas y sus hermanos las buenas relaciones que había establecido

anteriormente su padre. Bartolomé recibe un repartimiento de indios, en la

comarca de Ciboa, cerca de Vega Real, en donde ejercía como doctrinero.

En 1510 llegan a La Española (Santo Domingo) los primeros frailes

dominicos 13. Es el mismo año de la primera misa cantada por Bartolomé de

Las Casas.

El grupo de dominicos que llegaron a Santo Domingo estaba

compuesto por personas extraordinarias. Pertenecían al grupo «reformado»,

de la escuela de Salamanca, espiritualmente recios e intelectualmente

consistentes: Antonio Montesinos, Bernardo de Santo Domingo y Pedro de

Córdoba que entró en el equipo como capitán y bate emergente a última

hora, de quien Bartolomé de Las Casas afirma que «salió de esta vida tan

limpio como su madre lo parió» (Badaracco, p. 34). En efecto, Pedro de

Córdoba, con apenas 28 años, con un dolor de cabeza permanente que le

acompañaba siempre como un aguijón, es nombrado Vicario General de la

orden en Las Indias a última hora cuando el anteriormente postulado es

llamado a Roma14.

Bartolomé de Las Casas y Pedro de Córdoba se encuentran en Santo

Domingo. Bartolomé colabora con Pedro en la evangelización de los indios

a ratos, cuando le queda tiempo después de atender a sus oficios de

encomendero. Pero queda impactado por la presencia de los dominicos que

«predicaban más para los españoles que para los indios» (GALMES, p. 30).

Page 17: Fray bartolome de las casas

El trato de los españoles a los indios era cada vez más inhumano. En

un domingo de Adviento del año 1511 (Bartolomé dice que el cuarto

domingo, Losada, que el primer Domingo), en todas formas, el domingo en

que se leía el texto de Juan Bautista que clama en el desierto pidiendo

conversión, los dominicos preparan juntos el sermón, lo firman y designan

a Antonio de Montesinos para que lo proclame. Invitan al almirante, a los

letrados juristas y españoles encomenderos.

En la Iglesia bohío de Santo Domingo se escuchó la voz recia del

nuevo Juan Bautista, Antonio Montesinos, «aspérrimo en reprender vicios»,

como lo califica Bartolomé de Las Casas:

«Todos estáis en pecado mortal y en él vivís y morís

por la crueldad y tiranía que usáis con estas

inocentes gentes. Decid: ¿con qué derecho y con qué

justicia tenéis en tan cruel y horrible servidumbre

aquestos indios? ¿Con qué autoridad habéis hecho

tan detestables guerras a estas gentes que estaban

en sus tierras mansas y pacíficas, donde tan infinitas

de ellas, con muertes y estragos nunca oídos, habéis

consumido? (...) Estos, ¿no son hombres? ¿No

tienen ánimas racionales? ¿No sois obligados a

amarlos como a vosotros mismos?»

La reacción no se hizo esperar. A primeras horas de la tarde la choza

de paja que servía de convento fue invadida por los españoles, buscando al

predicador, pidiendo explicaciones y castigos. Pedro de Córdoba los recibe

como superior. Con humildad y entereza afirma que lo dicho por

Montesinos era sentir de todos, exigencia evangélica a la que se sentían

obligados a proclamar por precepto divino. Se acordó una semana de calma

y que el predicador tuviese una nueva oportunidad al domingo siguiente

para que moderara el lenguaje. El sermón fue igualmente recio y mejor

sustentado con más argumentos. Sólo quedaba a los españoles la violencia

contra los frailes revolucionarios o el recurso al rey.

Escriben al rey y llegan las cartas a la Corte. Según las cartas, los

frailes cuestionan el derecho de los Reyes de Castilla y León al señorío

sobre las tierras descubiertas. Avisan al Provincial de los dominicos y le

urgen a que ponga remedio. El provincial, Fray Alonso de Loaysa, escribe a

Pedro de Córdoba en marzo del 1512: censura el celo del predicador,

insinúa que el sermón tiene inspiración diabólica, señala que tiene una carga

fuerte de rebeldía, les recuerda que la bula de Alejandro VI avala el derecho

de conquista de los españoles, amenaza con la excomunión a los religiosos e

invita a regresar a España a los que sientan escrúpulos a la hora de dar la

absolución a los conquistadores y colonizadores.

Page 18: Fray bartolome de las casas

Los dominicos se mantienen firmes y deciden negar la absolución a

los españoles que tuvieran a los indios en condiciones injustas. Los

españoles deciden enviar al franciscano Alonso de Espinar a Castilla para

que hable con el Rey Fernando contra los frailes revolucionarios. Los

dominicos deciden enviar, nada menos, que a Antonio Montesinos para

defender su causa y la causa de los indios. Para el primero todo son

facilidades durante la travesía y cuando llega a Castilla. Para el segundo

obstáculos para que se entreviste con el Rey.

Pero Montesinos es valiente y atrevido. Se cuela en el palacio real,

ya que no le dejan atravesar la puerta, y entra en la cámara del Rey sin

permiso y lee el memorial que lleva escrito. El Rey queda impresionado. La

intervención de los dominicos en Santo Domingo no cuestiona la

encomienda, sino el modo injusto de aplicarla. Alonso Espinar se cuadra

con Montesinos.

Un día espera a Espinal a la salida del convento. Le dice que si

piensa que al morirse va a llevar a la otra vida algo más que el sayo lleno

de piojos que carga, le hace ver que está jugando con candela, que está al

servicio de los poderosos y aplastando a los indios. Espinal lo reconoce y

cambia.

El rey convoca la Junta de Burgos y el 27 de Diciembre del 1512 son

promulgadas las Leyes de Burgos, en cuya elaboración participaron

personas de confianza de Montesinos.

Las Leyes de Burgos, sustentadas en el principio del poder absoluto

y despótico del Rey y en la descripción del indio de vicioso, holgazán e

incapaz, justifican la servidumbre cualificada del indio: no se podían

vender, podían tener propiedad, se les debía dar un descanso conveniente en

el trabajo y pagar por el mismo y, a la vez, catequizar; pero tampoco podían

ser completamente libres porque la total libertad los dañaba.

Estas leyes fueron un paso adelante, pero dejaba la puerta abierta a la

arbitrariedad del encomendero.

Pedro de Córdoba también había viajado a España a defenderse

frente a su provincial y apoyar a Montesinos. Al conocer los resultados de la

Junta de Burgos protesta ante el Rey. Fernando el Católico le ordena que

ponga correcciones. Pedro de Córdoba suplica que no se lo ordene. El Rey

convoca la Junta de Valladolid. Las Leyes de Valladolid, promulgadas el 28

de Julio de 1513, mejoran las condiciones de las mujeres y de los niños y

surge, como condición previa para justificar la guerra, la figura del

requerimiento. El sistema de encomiendas queda establecido, aunque

teóricamente mitigado... Pedro, como veremos más adelante, no queda

conforme...

Page 19: Fray bartolome de las casas

Mientras tanto Bartolomé de Las Casas seguía como cura-

encomendero en Vega Real; trataba bien a los indios, pero estaba ciego ante

la situación del indio y tenía todo lo concerniente a las almas puesto en un

rincón, como él mismo afirma. No estuvo presente en los sermones de

Montesinos, aunque conoció su contenido y presenció la inquietud y

movilización que generó. En 1512 Pedro de Córdoba le negó la absolución a

causa de su condición de encomendero y Bartolomé se desata en un discurso

arrebatado en favor de la encomienda.

El encuentro entre los dos terminó con estas palabras de Pedro de

Córdoba: «Concluid, padre, con que la verdad tuvo siempre muchos

contrarios y la mentira muchas ayudas». Bartolomé siguió con lo suyo, pues

«en cuanto dejar los indios no curó de opinión» ya que trataba bien a sus

indios y era responsable con la formación cristiana de los mismos.

Capítulo Tercero

TRINIDAD

En 1513 se embarca para Cuba con su amigo Diego Velázquez de

Cuéllar, a quien Diego Colón había designado como jefe de la expedición 15. Va como capellán militar y como agente pacificador de indios, pues en

Cuba no había sacerdote alguno. Debía acompañar a los expedicionarios

atendiendo al servicio religioso de los españoles y, en lo posible,

evangelizar indios.

Acompaña a Pánfilo de Narváez con cincuenta flecheros y un

franciscano atrayendo y pacificando indios por Camagüey y Bayamo y

recibe en recompensa un buen repartimiento de indios en una heredad cerca

del puerto de Xagua.

La presencia de Bartolomé durante las campañas de Cuba suaviza las

crueldades de la guerra y, ayudado por algunos soldados e indios catequiza

y administra el bautismo a los niños. En la terrible matanza de Caonao,

experimenta su inutilidad para frenarla y paladea el sinsentido de la misma.

Velázquez prosigue en la búsqueda de minas de oro, hasta que las

encuentra. Funda una ciudad que llama Trinidad y reparte indios a los

encomenderos. Bartolomé, debido a su rango, recibe un buen lote.

En este asentamiento profundiza la amistad con Pedro Rentería, ya

socio en la encomienda de Xagua, en Santo Domingo. Rentería es un

Page 20: Fray bartolome de las casas

hombre piadoso y se encarga de rezar mientras Bartolomé hace producir el

negocio, explota las minas de oro, extiende la agricultura, trata con los

indios y exporta los productos a Jamaica. Ni la visita de tres frailes

dominicos en los inicios de 1514 le apartan a Bartolomé de la dedicación a

los negocios.

Un día del tiempo de Pascua, ya cercana la fiesta de Pentecostés, al

preparar el sermón para los soldados de Velázquez, leyó en el libro del

Eclesiástico un texto que lo derribó del caballo, como a Pablo de Tarso.

«Sacrificios de posesiones injustas son impuros y

no son aceptados los dones de los inicuos; el

Altísimo no acepta las ofrendas de los impíos ni por

sus muchos sacrificios les perdona el pecado. Es

sacrificar un hijo delante de su padre quitar a los

pobres para ofrecer sacrificio. El pan de la

limosna es vida del pobre; el que se lo niega es

homicida. Mata a su prójimo quien le quita el

sustento; quien no paga el justo salario derrama

sangre» (Eclo.34,21-27)

La Palabra le golpea y aturde. Como un rayo quemó en su mano la

espada de conquistador y colono y lo derrumbó de su caballo de

encomendero. Se quedó sólo con la cruz y mirándola escuchó de manera

inefable los ecos de las palabras que el Señor Resucitado dirigió a Pablo de

Tarso: Yo soy Cristo a quien tú persigues. Más tarde, en un arranque

místico, la inefabilidad de aquel momento encuentra cauces en su

pensamiento y se articula como voz 16.

Durante días estuvo bajo los golpes y aturdimiento de aquella luz

relampagueante que le quitó las escamas de los ojos hasta que quedó

convencido de «ser injusto y tiránico todo cuanto cerca de los indios en

estas Indias se cometía». Y convencido se «determinó de predicallo».

Y así lo hizo ante los soldados que lo esperaban para la fiesta de

Pentecostés en la ciudad recién creada que llevaba el nombre, precisamente,

de Espíritu Santo. Cundió el estupor entre todos y no creían lo que oían

porque Bartolomé era encomendero con indios repartidos a su servicio.

Para poder condenar los repartimientos o encomiendas como

injusticias decidió devolver a los indios a Diego de Velázquez. Para cumplir

bien con todo, esperó que su socio y amigo Rentería regresara de Jamaica, le

participó su decisión - lo que alegró a Rentería - y entregó los indios

pidiendo a Velázquez un certificado de buena conducta.

El día de la Asunción, 15 de agosto, hizo pública su decisión, pidió

la liberación de los nativos y la restitución de lo robado. Rentería le dio el

Page 21: Fray bartolome de las casas

dinero que traía de los negocios de Jamaica para que Bartolomé se

presentase ante el Rey de Castilla para informarle de los males de sus

vasallos de Indias y pedir soluciones eficaces.

Antes de salir de Cuba visita a los frailes dominicos que

anteriormente habían ido a hablar con él. Le recomiendan que antes de ir

donde el Rey vaya a Santo Domingo pero que esconda el motivo de su viaje

porque no era prudente si quería llegar al rey que se conociesen sus

verdaderas intenciones. La excusa: estudios en París. Le acompañan dos

dominicos para dar fe de su conversión ante su superior en Santo Domingo.

Pero al llegar a Santo Domingo se encuentra con que un oidor, recién

llegado de Sevilla, está repartiendo indios. Bartolomé no se aguanta y

predica contra el repartimiento con la fuerza propia de su temple aumentada

por la urgencia de un neoconverso. Los verdaderos motivos de su viaje

quedan al descubierto.

Ya no habrá prudencias que lo atajen ni detengan...

Desde arriba quisieron contemplarte

(desde su altura) los conquistadores,

apoyándose como sombras de piedra

sobre sus espadones, abrumando

con sus sarcásticos escupos

las tierras de tu iniciativa,

diciendo: ¨Ahí va el agitador¨,

mintiendo: ¨Lo pagaron

los extranjeros¨,

¨No tiene patria¨. ¨Traiciona¨,

pero tu prédica no era

frágil minuto, peregrina

pauta, reloj del pasajero.

Tu madera era bosque combatido,

hierro en su cepa natural, oculto

a toda luz por la tierra florida,

y más aún era más hondo:

en la unidad del tiempo, en el transcurso

de la vida, era tu mano adelantada

estrella zodiacal, signo del pueblo.

Hoy a esta casa, Padre, entra conmigo.

Te mostraré las cartas, el tormento

de mi pueblo, del hombre perseguido.

Te mostraré los antiguos dolores.

Page 22: Fray bartolome de las casas

(Neruda P., Canto General, IV, II)

SEGUNDA PARTE:

EL AGITADOR PAGADO POR

EXTRANJEROS

Capítulo Cuarto

PEDRO Y BARTOLOME

Cuando Saulo de Tarso, el perseguidor de los cristianos, es

derrumbado del caballo, Ananías escucha una voz: «Anda a la calle

llamada Recta y pregunta en la casa de Judas por un hombre llamado Saulo,

de Tarso, que está orando...». Ananías se resiste pues ha escuchado de los

males que ese hombre ha causado... Pero la voz insiste: «Anda, pues este

hombre me será un instrumento valioso...» (He. 9, 3ss). Y entonces Ananías

y Saulo hablan y entonces el aturdimiento de la luz se hace claridad.

Como Saulo, Bartolomé necesita hablar con un Ananías... Nadie mejor que

Pedro de Córdoba.

Era Pedro de Córdoba, en ese momento, el superior de los dominicos

en Santo Domingo. Cuando llegó Bartolomé de Las Casas a Santo

Domingo, Pedro de Córdoba estaba rezando en altamar, casi resignado a

morir bajo la tormenta... Casi por milagro logra retornar a puerto.

Pedro y Bartolomé se encuentran una vez más. Un diálogo largo

durante años aplazado. El encuentro anterior había sido un choque de

fuerzas contrarias. El de hoy es un diálogo largo, durante años aplazado.

Diálogo donde se habla del desencanto de uno y de la confianza del

otro ante el rey, de nuevos proyectos de evangelización lejos de los

españoles; diálogo transido de ironía por parte de Pedro al recordar que el

cura encomendero y colonizador se ha convertido en un tenaz converso.

Diálogo donde la confidencia nace espontánea y se comparten lo sueños

para hacerlos proyectos.

Pedro le cuenta a Bartolomé que las intrigas de la corte durante la

discusión y elaboración de las Leyes de Valladolid le llevaron al

convencimiento de que era imposible predicar el Evangelio en tierras donde

Page 23: Fray bartolome de las casas

los españoles cometían tantos desmanes. Dice a Bartolomé que incluso

antes de su promulgación, previendo los resultados de las mismas, había

pedido permiso al Rey para ir con frailes de su orden a Tierra Firme, en

concreto, a las tierras de «Paria y por allí abajo, donde españoles no

tractaban ni había».

Le dice, emocionado, que el Rey había dado el permiso y ordenado a

los oficiales de la Casa de Contratación de Sevilla, en cédulas reales del 10

de Junio del año 1513, que le ayudaran a él y a sus frailes a regresar a La

Española (Santo Domingo) y a pasar de La Española a Tierra Firme.

Comenta Pedro de Córdoba que en Santo Domingo cumplieron de buena

gana con el mandato del Rey pues así se deshacían de la molestia que él

producía entre los españoles... Tantas ganas tendrían de perderlo de vista

que no regatearon el costo que, sin duda, llegó hasta más de 400.000,00

maravedíes (Badaracco, p. 45).

Le habla de las precauciones tomadas. Mientras preparaba en Santo

Domingo la gran expedición, había enviado una avanzada de dos dominicos

para inspeccionar las tierras y, en base a sus informaciones, decidir dónde

llegar 17. Había instruido bien a los religiosos: llevaban la orden de

explorar, asentarse, fundar una escuela, hacer amistad con los nativos y

después de un tiempo informar...

Los indios los recibieron con alegría, les dieron de comer,

hospedaje... Meses después llegaron unos piratas a «resgatar perlas» y se

encuentran con los dos misioneros y los indios viviendo en sana y afectuosa

convivencia. Los piratas se aprovecharon de estas circunstancias, se

hospedaron y celebraron fiestas, se proveyeron de comida... Y zarparon

llevándose, bajo engaño, al cacique Don Alonso con su mujer y diecisiete

nativos más. Los indios secuestran a los frailes y les dan cuatro lunas

(meses) de plazo para que gestionen el regreso del cacique y los demás

nativos raptados. Pedro de Córdoba y Francisco Montesinos mueven mar y

tierra en Santo Domingo... Pasan las cuatro lunas y los nativos no regresan y

matan a Juan Garcés, primero, y Francisco de Córdoba, después 18.

Pedro de Córdoba sigue contando que acaba de salvarse de una

tormenta en el mar, que está reponiéndose del susto y del cansancio.

Después de que supo de la muerte de sus frailes de avanzada, una vez

concluidos los preparativos de la expedición, había decidido ir él mismo con

otros frailes de su orden y un grupo de franciscanos llegados de Picardía, a

evangelizar a los indios de Tierra Firme. Una tormenta en alta mar le

impidió cumplir su propósito.

Bartolomé le escucha con atención. Pedro le había hablado de sus

ilusiones y desencantos, de sus proyectos y fracasos.

Después habla Bartolomé y escucha Pedro. Bartolomé le dice que no

se desanime, que intente de nuevo, que a la tercera va la vencida. Le cuenta

la travesía de su camino de Damasco..., desde su salida de Santo Domingo

Page 24: Fray bartolome de las casas

hasta su regreso; le dice que regresa arrepentido como el hijo pródigo; le

dice que ahora sí puede recibir la absolución antes negada... Le habla

también de la necesidad urgente que tiene, que no le deja vivir tranquilo si

no la cumple, de ir ante el Rey a protestar por el maltrato que reciben los

indios y a pedir que la encomienda y el repartimiento sean eliminados, no

sólo mitigados con leyes, pues una y otro son malos de raíz.

Pedro le advierte de las dificultades, le dice que el Rey es bueno,

pero que está viejo y muy influenciado por Juan Rodríguez de Fonseca, el

Obispo de Burgos y consejero del Rey, y por Lope Conchillos, comendador

de Monreal, secretario del Rey. Uno y otro, con repartimientos y beneficios

en Las Indias, sin haber salido de España. Le dice Pedro: «Padre, vos no

perderéis vuestros trabajos porque Dios tendrá cuenta de ellos, pero sed

cierto que, mientras el rey viviere, no habéis de hacer cerca de lo que

deseáis y deseamos nada».

Pedro de Córdoba le da cartas de presentación para el Padre Deza,

dominico, arzobispo de Sevilla y amigo del Rey Fernando y le propone que

le acompañe Antonio Montesinos.

En Septiembre del 1515, Bartolomé de Las Casas y Antonio

Montesinos salen para España. En Octubre llegan Bartolomé y Antonio a

Sevilla. Montesinos con un compañero se va al monasterio de la orden.

Bartolomé a su casa de Sevilla.

Capítulo Quinto

LAS CORTES DE CASTILLA Y LEON

Con la influencia de Montesinos, la carta al Arzobispo de Sevilla y la

intervención del confesor del Rey, Fray Tomás de Matienzo, Bartolomé

puede abordar al Rey, quien se dirigía a Sevilla, tierra buena para ancianos,

escapando del rigor del invierno castellano. El encuentro se da en Plasencia,

el 23 de Diciembre. Un encuentro de poca trascendencia. Bartolomé le

expone el motivo y el Rey le dice que lo hablarían después de Navidad.

Mientras tanto Diego de Velázquez desde Cuba, a través del tesorero

Pasamonte, informa a Conchillos. Bartolomé advierte la trampa y acude al

confesor Matienzo, quien le dice que hablará sobre ello con el Rey, pero le

aconseja que hable en privado con Fonseca y Conchillos porque el caso

pasará a sus manos, aún cuando Bartolomé hable con el Rey. Conchilos

trata de sobornarle ofreciéndole dignidades eclesiásticas; Fonseca es

insensible a los planteamientos. Bartolomé no aguanta la insensibilidad del

Page 25: Fray bartolome de las casas

obispo de Burgos y se sale de la sala de la reunión. Toda la esperanza queda

cifrada en la entrevista con el Rey...

Pero el Rey Fernando, anciano y achacoso, muere el 25 de Enero del

1516. Es entonces cuando Bartolomé decide ir a Flandes, donde se halla el

príncipe heredero, el joven Carlos Quinto de Alemania y Primero de

España.

En Madrid, a la muerte de Fernando el Católico, y mientras llega el

Emperador Carlos, queda como regente el cardenal Cisneros. A su lado está,

como embajador del Emperador, Adriano de Utrecht, deán de San Pablo de

Lovaina, entonces, y, más tarde, papa. Los dos escuchan a Bartolomé y

entienden que el problema de Indias necesita una urgente intervención.

Cisneros destituye a Fonseca y Conchillos, incauta los tesoros de la

Casa de Contratación de Sevilla y nombra una comisión para que redacte un

plan para la reformulación de las Indias. En la comisión están Montesinos y

Las Casas. Según ese plan desaparecería le encomienda; indios y españoles,

todos labradores, se agruparían en comunidades en las que por mestizaje y

colonización agrícola, desaparecerían las diferencias..., hasta el surgimiento

de una nueva república fundamentada en la igualdad, la justicia y la paz.

Comienza a esbozarse la utopía lascasiana.

Pero Las Casas sabe que este plan será imposible si de su aplicación

no se encargan personas incorruptibles y competentes. Cisneros tiene la

solución: los frailes jerónimos, ecuánimes y equilibrados, con fama de

buenos administradores en Castilla, entrenados en explotaciones agrícolas y

ganaderas y, por tanto, en condiciones de convertir en realidad el sueño

lascasiano de transformar en colonias agrícolas las explotaciones mineras de

Las Indias.

El 16 de septiembre del 1516 con cédula real Cisneros y Adriano

completan la misión reformadora de los jerónimos, comisionando a

Bartolomé de Las Casas como asesor de la acción de los jerónimos e

informador ante ellos sobre lo que se hace y es conveniente hacer en Las

Indias. Al día siguiente le nombran «Clérigo procurador de los Indios».

Como evaluador y contralor de la obra es nombrado el juez Alonso de

Zuazo.

Comienzan las dificultades. Los españoles de Indias, asustados por

la dimensión de la reforma de Las Casas, a través de sus procuradores en

España, entre ellos el Dr. Carvajal y el Lic. Zapata, asesores de los regentes

para las cuestiones de Indias, comienzan las maniobras. Denigran y

calumnian a Bartolomé, influyen en los frailes jerónimos destinados a las

Indias de tal modo que los jerónimos llegan a convencerse de que los

oprimidos en Las Indias son los propios españoles colonizadores y

encomenderos.

Bartolomé presiente las dificultades y acude al cardenal Cisneros.

Le dice que los jerónimos se han mostrado parciales en favor de los seglares

Page 26: Fray bartolome de las casas

que han destruido a aquellas gentes de las Indias. El Cardenal le dice:

«¿Pues de quién lo hemos de fiar?. Allá vais, mirad por todo».

Salen de Sevilla el 11 de Noviembre, en naves separadas, pues los

jerónimos no quisieron que Bartolomé se embarcara con ellos. Llegaron a

San Juan en la víspera de la Navidad del 1516. Allí se detuvo la nave de

Fray Bartolomé, la Trinidad, mientras la nave San Juan, donde viajaban los

jerónimos, proseguía viaje a Santo Domingo.

Los jerónimos fueron bien recibidos y adulados por los españoles,

quienes les tuvieron bien alejados del mundo conflictivo que pregonaba en

España Bartolomé de Las Casas, y trataron de convencerles sobre la

necesidad que tenían del trabajo de los indios por el bien de las haciendas de

ellos y de los mismos indios a causa de su incapacidad para mantenerse por

sí mismos (Galmes, p. 52).

Trece días más tarde llega Bartolomé de Las Casas y los urge a que

cumplan el mandato recibido. Las relaciones entre los jerónimos y

Bartolomé se hacen tensas. Unos y otro ven las Indias desde perspectivas

opuestas y desde intereses y causas distintas. La perspectiva e intereses de

los españoles, los jerónimos; la perspectiva e intereses de los indígenas,

Bartolomé. La cuerda está tensa, a punto de romperse, y el vaso colmado,

a punto de rebasarse. Faltaba la ocasión. Y la ocasión llegó pronto.

Juan Bono perpetró una matanza de indios lucayos, acusándolos de

caribes. Bartolomé le apostrofó con dureza, los jerónimos se desentendieron

del asunto aludiendo a que su misión se concentraba en el problema de las

encomiendas. La exasperación de Bartolomé llegó al colmo. Además, cada

día eran más los colonos españoles enemigos de Bartolomé. Los dominicos

temen por la vida de Las Casas y lo recluyen en su convento de paja y

cañas.

En Abril del 1517 llega a Santo Domingo el supervisor y contralor

Alonso Zuazo. Bartolomé de Las Casas pone ante él la acusación contra los

jueces de la isla como encubridores de la matanza. La acusación, aunque no

directamente contra ellos, dejaba muy mal parados a los jerónimos. Se piden

informes a los franciscanos y dominicos. Los primeros no se comprometen

en el informe, mientras que los segundos encargan a Fray Bernardo de Santo

Domingo de que redacte un documento que firmarán el prior y los frailes

dominicos más cualificados.

El informe pone en evidencia los inconvenientes del sistema de

encomiendas y las rechazan como gravemente pecaminosas, recalca la

crueldad de muchos españoles, cita matanzas llevadas a cabo, insiste en la

insuficienca de las leyes existentes, condena el trabajo de las minas y alude

al grave problema de conciencia que se presentaba a los frailes en el

confesionario (Galmes, p.55).

Page 27: Fray bartolome de las casas

Bartolomé se plantea regresar a Castilla pues está consciente de que

sus cartas al Cardenal Cisneros eran interceptadas. Los jerónimos acuden a

Alonso Zuazo para que intervenga y no deje que Bartolomé haga el viaje:

«es una candela que todo lo encenderá».

Mientras las cartas de Bartolomé eran interceptadas, las cartas de los

jerónimos habían llegado al Cardenal Cisneros. Los jerónimos le habían

informado desde su perspectiva y óptica. En consecuencia, el cardenal

estaba malinformado.

Bartolomé sale para España el 7 de Junio del 1517, con cartas de

recomendación firmadas; una por dominicos y franciscanos y otra por

Pedro de Córdoba, que ya había regresado de la tercera misión fundante en

Cumaná. Cisneros firmaba en Madrid, el 22 de Julio del mismo año, una

carta. En ella ratifica su fe en los jerónimos, amenaza a los dominicos con

cárcel si siguen protestando y dificultando la acción de los jerónimos,

asegura que no daría ningún crédito al clérigo Bartolomé y pide que le

suspendan el salario adjudicado como protector de indios y lo embarquen

definitivamente para Castilla. Bartolomé y la carta del cardenal se cruzaron

en el mar.

Bartolomé de Las Casas, en Aranda, se entera de su sustitución. Aún

así Bartolomé decide entrevistarse con el cardenal Cisneros, viejo ya y

enfermo. Entrevista breve. Cisneros lee las cartas de recomendación, pero

tiene que defender a los jerónimos y ratificar la destitución de Bartolomé

por razón de estado: proteger a sus representantes gubernamentales en las

Indias.

Bartolomé entiende que la decisión del Cardenal puede ser

cambiada. De hecho el príncipe Carlos está en camino, rodeado de gente

nueva. Además el cardenal regente ha perdido el favor del nuevo rey, a

quien espera sólo para entregarle cuenta de la regencia. El cardenal muere

el 8 de noviembre sin encontrarse con el Rey. Bartolomé estaba ya desde

Agosto en Valladolid, para encontrarse con el rey y la corte flamenca que le

acompaña.

Los jerónimos habían mandado a Bernardino de Manzanedo para

defender su gestión. El joven rey Carlos debía entrevistarse con Bartolomé y

Bernardino: dos enfoques contradictorios de entender la política indiana de

España.

Carlos de Gante, Carlos Quinto de Alemania y Primero de España,

educado en Flandes, llega a España el 13 de Noviembre del 1517 y se

aposenta en Valladolid dos meses más tarde. Viene bien rodeado de

flamencos y franceses: Guillermo de Croy, como mariscal de corte, hombre

tan influyente ante Carlos que le valió el título de alter rex (el otro rey);

Page 28: Fray bartolome de las casas

Juan de Sauvage, como canciller, Mercurino Gattinara y Monsieur de

Chaulx.

Bartolomé tuvo tiempo para prepararse para la entrevista. En el

colegio dominico de San Gregorio estudió los temas jurídicos referentes a

las Indias 19; en conversaciones con miembros del Consejo de Castilla

detectó los posibles puntos problemáticos de discusión; consultó con

teólogos de Salamanca sobre la posibilidad de declarar heréticos a quienes

afirmasen que los indios son incapaces de recibir la fe; con Fray Reginaldo

Montesinos, hermano de Antonio, preparó un memorial para Carlos I de

España. Bartolomé leyó el memorial el día 11 de Diciembre de 1517 ante

el pleno de Consejo de Indias. El memorial fue rechazado por los españoles

de la Corte con intereses en Las Indias. Esta lectura previa fue termómetro

que le permitió calibrar el clima de los cortesanos españoles. Debía llegar

al Rey sin pasar por el grupo de españoles que de tal modo habían

rechazado el memorial. El único camino era el acercamiento a los

cortesanos que llegaron con el Rey. Y comienza la maniobra.

Fray Reginaldo y los franciscanos de Picardía le abren el camino

hacia el canciller; una carta desde Santo Domingo, firmada por 14 frailes,

entre ellos Pedro de Córdoba, le presentan ante Guillermo de Croy, como

portavoz autorizado. En esta carta los frailes dicen que los españoles de

Indias son licenciosos, ganosos de dinero, capaces de matar sólo para

probar sus espadas... Dada la tendencia antiespañola de la corte flamenca

que rodeaba a Carlos I de España y V de Alemania, escuchar a Bartolomé

de Las Casas debía resultar interesante...

Y Bartolomé de Las Casas tiene su oportunidad. Lee el memorial y

lo defiende: hay que defender los intereses del Rey contra la codicia de los

españoles de Indias... Muy bien sabía él que, al defender los intereses del

Rey, protege los intereses de los indios. El talante de beligerancia

antiespañola con que presenta el memorial, le acerca a los flamencos. El

prestigio de Bartolomé crece ante los ojos flamencos, quienes vivían en

España con la certeza de ser malqueridos y con la sospecha eterna de ser

engañados. De ahora en adelante, Bartolomé, el ‘antiespañol’, será para

ellos garantía de verdad en la cuestión de Indias.

Y de hecho comenzó a notarse de manera eficaz la influencia de Las

Casas. Los asuntos de los intereses de los españoles se demoraban o no

prosperaban... Los interesados presionan al Rey urgiéndole que se interese

personalmente en los asuntos de Indias. Pero el Rey los remitía al canciller

y éste consultaba a Bartolomé... Y de nuevo comenzaba el círculo.

Sólo se aligeraba lo que a los indios interesaba o lo que de alguna

forma pasase por debajo de la mesa. El Obispo de Burgos, Fonseca, y el

secretario, Conchillos, volvieron a actuar introduciendo disimuladamente,

entre otros papeles para la firma del canciller, algunos asuntos de Indias que

favorecían a sus amigos indianos, entre ellos a Diego Velázquez, de Cuba.

Page 29: Fray bartolome de las casas

Pero Bartolomé de Las Casas no es antiespañol 20. Es un hombre que

desde su conversión ha hecho de la causa de los indios su propia causa. Será

antiespañol, si la causa de los indios lo exigen, y será también

antiflamenco. Ya había demostrado lo primero. Pronto le tocó demostrar lo

segundo.

El almirante de Flandes, instigado por españoles, pide al rey las

tierras de Yucatán para conquistarlas y poblarlas con flamencos y la

Gobernación de Cuba para apoyarse desde ella en la conquista... Cuando

Bartolomé supo que el Rey y Guillermo de Croy habían dado el visto bueno

a las solicitud hecha por el Almirante de Flandes, para defender la tierra y la

vida de los indígenas, comunica a los herederos de Colón la decisión real y

les insta a que protesten basándose en sus derechos de descubridores. Los

herederos lo hacen y la concesión se paraliza. Esta acción lo engrandece a

los ojos de Sauvage y del Rey. Bartolomé de Las Casas juega bien. La

defensa de la corona contra los indianos, sean españoles o flamencos, es

defensa de los indios.

En este momento, en el que el crédito de Bartolomé de Las Casas

ante el rey está en la cúspide, sucede un acontecimiento del que Bartololmé

de Las Casas siempre se lamentaría. El inicio del mercado de esclavos

negros.

Los españoles indianos sienten sobre sus espaldas el peso de la

negación de la absolución por parte de los confesores dominicos de Santo

Domingo. Piden licencia al rey para traer a Las Indias una docena de

esclavos negros con lo cual resolverían el problema: mano de obra para sus

haciendas y libertad a los indios con la consecuente absolución de sus

conciencias. Consultado Bartolomé de Las Casas por el Rey, dio su

consentimiento 21. Le preguntaron sobre el número de negros necesarios y

dijo que no sabía cuántos.

La Casa de Contratación de Sevilla hizo el sondeo y respondió que

con cuatro mil negros era suficiente para surtir de mano de obra esclava

negra a las cuatro islas de Santo Domingo, San Juan, Cuba y Jamaica. El

flamenco Lorenzo Gorrevod, avisado por algunos españoles, solicitó al rey

la licencia para mercadear los negros. Pero, una vez obtenida, se la vendió a

los mercaderes genoveses y la licencia se convirtió en un indigno mercado

de negros.

El Rey, después del conocimiento que ha tenido de Bartolomé y de

su rectitud, sabe que el clérigo es un buen defensor de los intereses de la

corona. Por eso pide al Canciller Sauvage y a Las Casas que redacten un

plan de reforma para remediar los males de Indias. En 1517 el Rey Carlos se

pone en camino hacia Aragón para tomar posesión del reino y reunir cortes.

Page 30: Fray bartolome de las casas

Le acompaña el séquito. Entre ellos Bartolomé de Las Casas. En Aranda

comienza el estudio de la propuesta de Bartolomé: el envío de una

población de pacíficos labradores para evitar las muertes masivas de indios.

El enfrentamiento entre el Obispo Fonseca y Bartolomé se presenta

de nuevo. Las conversaciones se paran sin llegar a acuerdo, primero por

enfermdad de Bartolomé, después por enfermedad de Fonseca, por último,

por la muerte del Canciller. Era el mes de Junio de 1518. Fonseca,

favorecido por el alter rex, vuelve a acupar el primer puesto como asesor

real en asunto de Indias 22.

En el nuevo consejo se decide lo que el Obispo Fonseca

dictaminaba. Bartolomé «quedó de todo favor destituido», sin acceso al

Consejo. Llega en ese momento el enviado de los jerónimos, Fray

Manzanedo. Pero Cisneros, el protector de los jerónimos, había muerto.

El Obispo Fonseca había sido contrario a la política del Cardenal

Cisneros. Sus intereses en Las Indias habían sido perjudicados por la

intervneción de los Jerónimos y del juez Zuazo. La llegada del emisario

Manzanedo le da ocasión para desquitarse. Destituye a los jerónimos y

persigue a Zuazo. Nombra un nuevo visitador, adicto a sus intereses:

Rodrigo de Figueroa.

De ahora en adelante en Las Indias no se aplicarán ni las medidas

radicales de Bartolomé ni las medidas suavizantes de los jerónimos, sino

las del Obispo Fonseca. Bartolomé de Las Casas quiere regresar a Las

Indias para suavizar las medidas que trae Rodrigo por instrucción del

Obispo de Burgos. Pero Fonseca se lo impide.

Varios acontecimentos van a ayudar a que Las Casas pueda de nuevo

recuperar el favor del que había sido destituido.

El 10 de Octubre de 1518 es nombrado Canciller Grattinara. Fue

una decisión real para controlar la tendencia profrancesa del Mariscal

Guillermo de Croy. Adriano de Utrech, ahora cardenal de Tortosa y después

Papa, influyó sobre Grattinara para que inclinara su oído a las propuestas de

Bartolomé.

Las intrigas alrededor del Rey fueron una rendija por las que se coló

Bartolomé de Las Casas. La división en la corte que acompaña al rey se va

haciendo cada día más fuerte. Con Grattinara había venido el Señor de

Chaulx. Uno y otro antifranceses y, consecuentemente, cada día en mayor

oposición al jefe de la fracción profrancesa, Guillermo de Croy. Un sobrino

de Chaulx propició el acercamiento entre Bartolomé y Chaulx. Este

prometió a Bartolomé su colaboración y la del grupo flamenco.

Una intervención en favor de los indios de Trinidad le devolvió a

Bartolomé la fama de conocedor de Indias. Bartolomé desmintió ante el

Consejo la acusación de caníbales que un grupo de españoles hacían a los

indios de Trinidad. La acusación tenía como finalidad la justificación de la

Page 31: Fray bartolome de las casas

guerra y de la reducción. Negó tal afirmación con tal fuerza que el Consejo

decide enviar al visitador Rodrigo Figueroa para que investigue en el sitio.

Rodrigo da razón a Bartolomé: son indios «muy modestos y ajenos a

aquellos males».

Pedro de Córdoba, el vicario de los dominicos, quien ya había

fundado Cumaná como experiencia de evangelización pacífica, denuncia

desde Santo Domingo la ineficacia de la gestión de los jerónimos. Insiste

ante Bartolomé que que solicite ante el Rey la concesión de cien leguas en

Tierra Firme, incluida Cumaná, para que allí no entren los españoles, salvo

domincios y franciscanos...

Esta carta es el resorte que mueve las fibras íntimas de Bartolomé de

Las Casas, ya desanimado ante tantos obstáculos. Su primer impulso es el

ataque directo al obispo de Burgos... Pero luego cambia de estrategia.

Habla primero con el obispo Fonseca. Cruce de espadas y

relampagueo de chispas en el choque de los aceros de intereses encontrados.

El obispo se opone a la propuesta de Pedro de Córdoba, completada por Las

Casas, con los labradores castellanos. Pero la parte flamenca de la corte se

inclina a favor de Bartolomé.

Consigue cartas de recomendación y recorre Castilla entera

buscando labradores; los reúne en los templos y los encandila con la

fertilidad de las Indias y las riquezas de una tierra que llamaba Costa de

Perlas; los ilusiona con la posesión de una tierra para trabajar que en

España no tenían, una tierra libre y real, una tierra bienaventiurada.

Reclutados los labradores va a Zaragoza a dar cuenta al rey, pero el Rey

había salido para Barcelona y, entonces informa al Obispo y al Cardenal

Adriano.

El 15 de Febrero del 1519 el Rey llega a Barcelona. Ya los

jerónimos habían decidido vender la hacienda real en Santo Domingo.

Bartolomé pensaba que en las Indias, los labradores castellanos podrían

mantenerse con el trabajo y los beneficios de dicha hacienda durante el

primer año, tiempo mínimo necesario para poder establecerlos en Costa de

Perlas.

Con la venta de la hacienda real de Santo Domingo, Bartolomé

necesista pedir al Rey ayuda para el mantenimiento durante el primer año en

Indias de los labradores que le acompañasen.Fonseca se opone; sólo le

ofrecen cuatrocientos ducados. Bartolomé decide no emprender la travesía

si la Corona no garantiza a los labradores el mantenimiento durante el

primer año. Escribe a los pueblos donde había reclutado a los labradores y

cancela los compromisos.

Page 32: Fray bartolome de las casas

Pero no declina, cambia de táctica. Ofrece a la Corona, a espaldas

del Obispo de Burgos y a través de los amigos flamencos, una renta

congruente a los territorios que recibiría...

Pero problemas de la elección del Rey como emperador,

desplazamientos de altos dignatarios de la corte a Francia por problemas de

guerra y entorpecimientos del Obispo Fonseca retrasan la decisión. El

Consejo de Castilla no resuelve sobre Las Indias.

Bartolomé de Las Casas acusa, ante el grupo de ocho predicadores

que acompañan permanentemente al Rey, al obispo Fonseca abiertamente

de impedir que los Reyes de León y Castilla socorran las tieras de Las

Indias.

El grupo de predicadores decide reunirse todos los días en el

convento dominico de Santa Catalina de Barcelona y resuelve apoyar la

propuesta de Bartolomé. En casa de Fonseca se reúnen los miembros del

consejo, encargados de los asusntos de Indias.

El grupo de predicadores, una vez tomada la decisión, irrumpen en la

casa de Fonseca, en plena reunión del consejo, y exigen un remedio para las

Indias como imperativo de conciencia 23. Los predicadores exhortaron y los

miembros del Consejo prsentaron sus provisiones sobre Indias. Los

primeros, por escrito, respondieron a la documetnación presentada. En la

respuesta aparece ya nítida la radicalidad de la postura de Las Casas: un no

total a la encomienda por ser contraria a la dignidad humana desde una

perspectiva filosófica y teológica. No cabe duda que Bartolomé estaba

inspirando al grupo de los ocho predicadores. Pero además estaba pendiente

de ablandar el camino flamenco hacia una decisión favorable del rey. Para

ello, incluso, ofreció dinero al rey, como pago de la tierra que le concediera

para la evangelización pacífica. Comprar tierras e indios al rey y para el rey

era el único camino de evitar la esclavitud y vejación del indio 24.

Los encontronazos entre Fonseca y Bartolomé continúan.

Entorpecimientos por parte del primero y fustigación por parte del segundo.

Primero le ponen una trampa. A través de Gonzalo Fernádez de Oviedo

ofrecen por la misma tierra más dinero que Bartolomé. Después recurren a

la calumnia para desacreditarlo ante el Rey. Durante los meses de Mayo,

Junio y Julio acumulan trenta capítulos de calumnias: que había robado

impunemente, que había dado escándalos durante su estadía en Cuba, que se

había unido a venecianos y genoveses para huir con los tesoros robados, que

había engañado al Cardenal Cisneros...

Convocan a un consejo, al que invitaron a Adriano de Utrecht pero

no a Bartolomé, para presentar las calumnias. Adriano se impresiona ante

tanta calumnia y, al salir, le dice a Las Casas: «es menester contestar». El

canciller Gattinara lo recibe en la noche. Bartolomé le pide el pliego

Page 33: Fray bartolome de las casas

acusatorio. El canciller ordena al secretario Cobos, sustituto de Conchillos y

amigo de Fonseca, que le presente el pliego a Las Casas. Transcurren dos

meses antes de que el pliego llegue a manos de Bartolomé. El canciller pide

a Bartolomé respuesta a tanta acusación.

En cuatro noches, ante el mismo canciller, da respuesta. La

autodefensa de Las Casas es completa. Tan completa que los enemigos de

Bartolomé insinúan que las respuestas las habían dado los ocho

predicadores del Rey. Pero Gattinara sabía quién había dado respuesta y

Bartolomé de Las Casas crece en prestigio ante los ojos del Canciller.

El Obispo de Darién, Juan de Quevedo, viene a querellarse contra

Las Casas. El Rey escucha a los dos, en sesión real del 10 de Diciembre. El

franciscano Francisco de San Román y Diego de Colón confirman la

exposición de Bartolomé de Las Casas 25.

El 19 de Enero de 1520 sale el Rey hacia Coruña. Ya habían

terminado las cortes catalanas y el rey había enviado al Obispo Fonseca

delante para preparar una armada de un centenar de navíos. Bartolomé va en

el cortejo real. Llegan a Santiago el 31 de Marzo y allí comienzan Las

Cortes Castellanas, que después siguieron en La Coruña. Carlos está con

prisa para llegar a Flandes, a pesar de que las comunidades y germanías de

España están alzadas contra el Rey.

Antes de dejar la Coruña, dedica una semana al asunto de Indias. La

intervención del cardenal Adriano a favor de la evangelización pacífica

abrió el camino. Se crea el Consejo de Indias, todavía bajo la dirección de

Fonseca, y se llega al acuerdo que se conoce con el nombre de

Capitulación de La Coruña por el que se le concedían a Bartolomé de Las

Casas 260 leguas sobre la Tierra Firme, alrededor del río Cumaná, desde

Paria a Santa Marta, sin conquistadores ni encomenderos, sólo al amparo de

dominicos y franciscanos. Era el 15 de Mayo del 1520. El mismo día Carlos

I salía hacia Alemania, a la ciudad de Aquisgrán, para ser investido como

rey de los romanos.

Ante la decisión real, Fonseca decide ayudar a Las Casas, le nombra

capellán de Su Majestad y Administrador de los indios, reitera la orden de

libertad para los indios y le da credenciales para las autoridades de Santo

Domingo y Tierra Firme. Fray Bartolomé trae también la propuesta del

nombramiento de Pedro Barbier como Obispo de Paria, aprobada el 17 de

Mayo del 1519.

La propuesta original de Bartolomé de Las Casas había perdido parte

de su pureza a causa de las concesiones hechas durante la negociación. Pero

lo principal se había salvado: No habría, en la Tierra asignada, ni

conquistas ni encomiendas... Habría, sí, un tributo que pagar al rey y el

compromiso de fundar tres poblaciones estables con colonos labradores con

sus respectivas fortalezas defensivas y tendría también que informar sobre

Page 34: Fray bartolome de las casas

descubrimientos de yacimientos de minas y oro. La evangelización pacífica

tenía, a la vez, fines productivos. La purificación definitiva de Bartolomé de

Las Casas, se dará, después del primer intento.

Para preparar su viaje se aleja de Castilla, soliviantada por los

comuneros contra el Emperador, y va Sevilla. En Diciembre del 1519 deja

el puerto de Sanlúcar, camino de Santo Domingo, con ciento veinte

personas. Entre ellas setenta labradores y veintiún religiosos, con el

franciscano Fray Vicent al frente.

Las cosas no fueron fáciles desde el, inicio. No encuentra los socios

capitalistas que financien la empresa; entre los labradores se habían colado

fugitivos y alboratodores comuneros, los religiosos se dispersan por el

camino. A pesar de todo, en febrero del 1521, llegan a Puerto Rico.

Capítulo Sexto

COSTA DE PERLAS

A la tercera, en verdad, fue la vencida. Pedro de Córdoba, después

de despedir a Bartolomé de Las Casas y a Antonio de Montesinos, se

embarcó para Cumaná, conocida en Europa como la fabulosa costa de

perlas 26. Con este nombre le hizo propaganda Bartolomé de Las Casas

cuando recorría España entera tratando de inflamar la codicia de los

cortesanos flamencos del Emperador Carlos y encandilar a los labradores

castellanos para que le acompañaran en su intento de evangelización

pacífica.

Acompañaban a Pedro de Córdoba, en la tecera expedición a

Tierra Firme, cuatro o cinco padres dominicos y un fraile lego de la misma

orden y con un grupo de frailes franciscanos de Picardía. El superior se

llama Juan Garceto. Cuando llegaron a Punta de Araya, hicieron oraciones

y ayunos suplicando a Dios les inspire el lugar en dónde habrían de

asentarse. Los franciscanos se deciden por Cumaná y los dominicos por

Chiribichi, la actual Santa Fe. Eran los últimos meses del año 1515,

probablemente Octubre.

Era Cumaná el centro indígena más importante del Oriente del país.

Pegados a las riberas del río Manzanares, llamado entonces río Cumaná,

había por lo menos 200 bohíos indígenas. A un tiro de ballesta de la costa

del mar, a la ribera del río, se asentaron los franciscanos.

Los frailes fueron bien recibidos por los indios, hicieron casa y

monasterio de paja y madera, sembraron naranjos, melones, hortalizas y

viñas... 27 En 1516 llegaron otros frailes franciscanos a Cumaná,

Page 35: Fray bartolome de las casas

para reforzar al grupo pionero. Y es posible que también el grupo de

dominicos se reforzara y llegaran a asentarse en las costas de Puerto Píritu,

Píritu y Pertigalete.

En el año 1519 la Costa de Las Perlas era tan importante desde el

punto de vista de la evangelización que, de acuerdo al patronato, se crea la

Diócesis de Paria, con sede en Cumaná, para la cual Bartolomé traía en

1520 el nombramiento de obispo de Piere Barbier, secretario del cardenal de

Tortosa, Adriano, futuro papa 28.

Pero en el año 1520, un grupo de perleros, comandados por el

resgatador Alonso de Ojeda (Badaracco, p.91), después de haber sido bien

recibidos y tratados, secuestra a un grupo de indios tagares. El cacique Gil

González prepara una trampa y mata a los perleros. El gesto de Gil

González inflama al cacique Maraguay, quien se subleva y da muerte a los

dominicos de Santa Fe 29.

Para someter a los bravos indios de Costa de Perlas la Audiencia

de Santo Domingo envía a Gonzalo de Ocampo al frente de la expedición

guerrera. Bartolomé de Las Casas llegaba a San Juan de Puerto Rico, como

dijimos, en Febrero de 1521. Traía en sus manos el poder de gobernar las

tierras comprendidas entre Paria y Santa Marta, obtenido en la Capitulación

de La Coruña.

Al llegar a Puerto Rico, Bartolome sabe del alzamiento de los

indios, de la muerte de los dominicos de Santa Fe y de la expedición que ya

ha salido de Santo Domingo, comandada por Gonzalo de Ocampo, para

castigar a los alzados de Costa de Perlas.

Bartolomé de Las Casas, quien había participado en otras

expedicciones guerreras y había sido testigo impotente de la matanza de

Caonao, en Cuba, sabe muy bien de qué se trata la expedicción y espera en

San Juan la llegada de Ocampo para interceder ante él y mitigar el

escarmiento. Presenta las cédulas reales que testifican su autoridad sobre

esas tierras. Ocampo reconoce su poder pero le dice que tiene que cumplir

con el deber que la Audiencia le ha encomendado. Bartolomé deja en San

Juan al grupo que le acompaña y sale para Santo Domingo, donde presenta

sus provisiones ante la Audiencia, pero no tiene más remedio que aceptar

que Ocampo ‘pacifique’ la Tierra Firme.

Regresa Bartolomé a Puerto Rico. Muchos de los labradores traídos

de Castilla le habían abandonado: unos, buscando soluciones de

enriquecimiento; otros, por influjo malintencionado de los españoles

residentes que los alertaron contra el proyecto de Las Casas. Tampoco

puede reunir a los cincuenta caballeros de la espuela dorada que deberían

defender, pras cumplir con una de las cláusulas de la negociación, el

establecimientos de Tierra Firme contra cualquier posible violencia de los

caribes y cumanagotos. Bartolomé sale para Cumaná con los pocos

Page 36: Fray bartolome de las casas

labradores fieles, con un pequeño grupito de caballeros defensores y diez

indios de su confianza. Los religiosos se habían dispersado, en su mayoría,

como ya apuntamos, durante la travesía.

Gonzalo de Ocampo llega a Cumaná el 21 de Enero del 1521 con

cinco carabelas y 246 hombres. Juan Garceto regresaba a su convento

franciscano de Cumaná en la misma expedición. Ocampo se asienta media

legua arriba del río comienza a hacer un pueblo de españoles que llama

Villa de Toledo, al lado del asiento misional del año 1515, poblado de

indios y españoles alrededor del convento 30.

Bartolomé de Las Casas llega a Cumaná, en Agosto del 1521, ve a

Ocampo asentado en una media legua del río de Cumaná arriba edificando

una ciudad que llama Toledo 31. Habla con Ocampo y le ruega que se quede

un poco más de tiempo pues los indios nativos están muy alterados.

Pero Gonzalo de Ocampo se va. Había terminado su expedición de

castigo y de ahora en adelante, en base a las cédulas que trae Bartolomé de

Las Casas, cualquier intervención bélica ofensiva había quedado eliminada

en Costa de Perlas. Bartolomé se queda con los españoles que llegaron con

él y con algunos de los hombres de Ocampo que quisieron quedarse.

Las Casas decide irse al asiento misional de los frailes franciscanos,

donde le recibieron ellos llenos de alegría y él dando gracias a Dios por

encontrarlos. Al lado de la huerta de los franciscanos, pegada al río,

comienza a hacer una casa grande de dos aguas, donde mete las provisiones

traídas. A través de la india María, que sabe algo de castellano, da a

entender a los indios que viene de parte del Rey de los cristianos y que ya

no habrían de sufrir daño alguno y que vivirían en paz.

Pero desde la Nueva Cádiz de la isla de Cubagua, asentamiento

poblacional surgido al mismo tiempo que Cumaná 32, llegaban negociantes

de perlas a comprar oro y esclavos que pagaban con vino. El alcohol era

fuente de sangrientas peleas. No había tranquilidad y sin tranquilidad no era

posible la acción evangelizadora. Bartolomé de Las Casas va a hablar con el

alcalde de Nueva Cádiz sin ningún resultado; al contrario, regresa con temor

sobre su propia vida y las vidas de la gente de su grupo. Los franciscanos le

aconsejan que vaya a Santo Domingo a hacer valer sus derechos.

El 15 de diciembre del 1521 sale desde Punta de Araya. Deja a cargo

de su casa y grupo a Francisco de Soto. Apenas embarcado Bartolomé,

Francisco de Soto comienza a cazar indios y rescatar oro y perlas. A los

quince días de la salida de Bartolomé de Costa de Perlas, los indígenas,

viéndose burlados, atacan la colonia, incendian la hacienda y matan a los

que no pudieron huir en un barco salinero que pasaba por las costas.

No había llegado Bartolomé a Santo Domingo, pues la travesía se

hizo larga por los vientos y la impericia del piloto, cuando en uno de los

puntos donde la nave tocó puerto, se entera del desastre. Llega a Santo

Domingo. Los amigos, que le daban por muerto, lo acogen con afecto y

Page 37: Fray bartolome de las casas

compasión; los enemigos, con burlas; las autoridades, con reproche. Pero el

dolor más fuerte, más profundo que las burlas,. es la consecuencia que más

teme: la tremenda consecuencia que la opinión general se formaría sobre la

posibilidad de la colonización y evangelización pacífica» (Galmes p. 85).

Además no tiene a Pedro de Córdoba para consolarse, pues había muerto

poco antes de salir Bartolomé para Costa de Perlas.

Eras realidad entre fantasmas

encarnizados, eras

la eternidad de la ternura

sobre la ráfaga del castigo.

De combate en combate tu esperanza

se convirtió en precisas herramientas:

la solitaria lucha se hizo rama,

el llanto inútil se agrupó en partido.

No sirvió la piedad. Cuando mostrabas

tus columnas, tu nave emparadora,

tu mano para bendecir, tu mano,

el enemigo pisoteó las lagrimas

y quebrantó el color de la azucena.

No sirvió la piedad alta y vacía

como una catedral abandonada.

fue tu invencible desición, la activa

resistencia, el corazón armado.

Fue la razón tu material titánico.

Fue la flor organizada tu estructura

(Neruda P., Canto General, IV, II)

TERCERA PARTE:

FRAILE DE CORAZA

Y CORAZON ARMADO

Page 38: Fray bartolome de las casas

Capítulo Séptimo

PUERTO DE PLATA

A Bartolomé le asaltan reproches desde su concienia. Le pesan los

muertos de Cumaná. ¿Excesiva confianza en sí mismo? ¿Imprudencia?

¿Ambición?

Se refugia en el monasterio de los franciscanos, junto con Juan

Garceto, el superior francsicano de Cumaná, escapado del desastre. Los

dominicos son sus amigos y frecuenta el convento de los hijos de Santo

Domingo.

Cuando se serena escribe al rey y a Adriano de Utrech. Sus cartas

son interceptadas. Las respuestas no llegan y Bartolomé, sin medios

económicos para regresar a Castilla para explicar lo ocurrido, «determinó

facer cuenta que ya era muerto, cuando las cartas o respuestas del rey

llegasen» . Decide hacerse dominico, no sin antes pagar las deudas

contraídas.

Hace el noviciado y en Abril de 1524 profesa como fraile

predicador. El claustro de los dominicos le ofrece un marco adecuado para

hacer una profunda revisión desde una teología seria y humanista como era

entonces la teología de la orden de los dominicos 33.

En el convento de Santo Domingo permanece cuatro años,

tranquilo... Hasta que un día llega a saber del inhumano tráfico de esclavos

en las costas de Paria. Entonces formula una enérgica protesta ante los

Oidores de la Audiencia, que de nada sirve... Los superiores lo destinan a

fundar un convento en Puerto de Plata. Era Mayo de 1526

Puerto de Plata está en la costa norte de Santo Domingo, a tres

leguas de Vega Real. Era puerto exportador de plata y cueros y había treinta

vecinos encomenderos. En un cerro pequeño, cerano al puerto, construye

Fray Bartolomé una iglesia y un modesto convento en el que vive junto con

dos dominicos llegados de España. Durante tres años hace de prior. Entre

los tres frailes se reparten el trabajo de atención religiosa a los

encomenderos y de evangelización a los indios.

Le queda tiempo libre y lo ocupa comenzando a escribir la Historia

Apologética de la que más tarde se derivará la Historia General de Indias.

Además se dedica a reflexionar sobre el problema de las

encomiendas y repartimientos, la libertad de los indios y la guerra justa de

los españoles a los nativos. La reflexión era necesaria por la extensión del

problema.

Page 39: Fray bartolome de las casas

Hernán Cortes en 1519 había llegado a las costas de México en 1519

y en Agosto del 1521 entrado en la capital y ahora dominaba todo el país.

El 20 de Enero de 1531 escribe una larga carta al Consejo de Indias.

Es una carta larga, patética. Denuncia la corrupción y abusos: «ya llegan al

cielo los alaridos de tanta sangre humana derramada» 34; urge al Consejo

de Indias, a quien corresponde salvaguardar la conciencia del Rey, que

«pongan personas temerosas de Dios, de buenas conciencias y de mucha

prudencia»; insiste sobre la bondad de los nativos: «no hay en el mundo

gentes tan mansas ni de menos resistencia»; pide que por el amor a España

y el honor de su nombre se evite la «mayor injuria para la justicia de

España» 35.

En Marzo del 1533 es nombrado visitador de la orden en Puerto

Rico... Y hasta aquí llega su tranquilidad en Puerto de Plata.

Hacia mitad del 1533, un encomendero moribundo, aconsejado por

Fray Bartoloomé de Las Casas, libera los indios y entrega sus bienes para

subsanar las injusticias cometidas. El encomendero es pariente del Lic.

Pedro de Vadillo, oidor de la Audiencia. El oidor se mueve ante el prelado y

Fray Bartolomé es sacado de Puerto de Plata y recluido en el convento de

Santo Domingo.

Los oidores de Santo Domingo escriben al Real Consejo de Indias de

España tratando de explicar lo sucedido: Bartolomé de Las Casas, según el

escrito, es causa de escándalos, promotor de desasosiegos, sembrador de

escrúpulos entre los encomenderos... La carta concluye: «por excusar estos

inconvenientes hicimos con su prelado que lo trajese a este monasterio y

aquí lo tiene, porque conviene mucho que en estas tierras haya todo

sosiego, que es lo más necesario para la población».

Capítulo Octavo

SANTO DOMINGO

Durante el tiempo de reclusión tiene noticias de la conquista del

Cuzco por Pizarro en el mismo año 1533 y del respectivo sometimiento del

imperio incaico. Su fervor misionero crece ante un campo tan amplio: el

imperio azteca, controlado por Hernán Cortés y el imperio inca dominado

por Pizarro...

Está en la oscuridad del convento... Hasta que el cacique Don

Enrique, conocido con el nombre de Enriquillo, después de tres días de

diálogo con Francisco de Barrionuevo, firmó el armisticio definitivo.

Page 40: Fray bartolome de las casas

Enriquillo y Bartolomé, según cuenta Galván (1946), habían estado

muy unidos en los primeros años de vida del joven cacique y primeros

años de Bartolomé en La Española. Padrino de Enriquillo era Diego de

Velázquez, amigo de Bartolomé y, a través de ellos, Enriquillo hizo mistad

con Diego de Colón. Poco antes de la primera misa de Bartolomé de Las

Casas, Enriquillo fue encomendado al anciano Francisco Valenzuela.

Llegaron los dominicos con Pedro de Córdoba al frente, Diego de

Velázquez sale a conquistar Cuba y Bartolomé le sigue poco después, no

sin antes pasar a despedirse del joven cacique. Al regreso de Cuba,

Bartolomé ya convertido, envía, según Galván (1946), una carta a

Valenzuela explicando el nuevo sentido que quiere dar a su vida y una

yegua blanca a Enriquillo como regalo para su matrimonio con la india

Mencía. Bartolomé sale para España. A Enriquillo no le permiten casarse

con la india Mencía... Pero Bartolomé, que trae desde España poderes del

cardenal Cisneros, los casa en la clandestinidad. Es el tiempo de los

jerónimos en la isla. El hijo de Francisco Valenzuela, llamado Andrés,

pretende amores de la joven india esposa del cacique y Pedro de Mojica, a

quien Bartolomé de Las Casas llama Pedro el Malo en contaposición a

Pedro de Renterías a quien llama Pedro el Bueno, con artimañas le quita la

hacienda. Enriquillo se levantó en armas...

Bartolomé de Las Casas estaba en España y no pudo defender la

causa de Enrique. Al regreso de España Bartolomé, antes de salir para

Costa de Perlas hace una heroica defensa del alzamiento de Enrique.

Durante trece años mantuvo en jaque a los españoles, después del castigo a

Pedro de Mojica y elperdón al vencido Andrés de Valenzuela, en una guerra

de observación y espionaje.

En 1533 se da la pacificación de la isla, cuando Francisco de

Barrionuevo, por disposición del Emperador, se acerca a donde el cacique

Don Enrique, le restituye el honor, el nombre y la hacienda. Bartolomé de

Las Casas, sale del convento para congratularse con el viejo amigo

Enriquillo, terrible cacique invicto en las sierras inexpugnables, vengador

del vejamen al que frecuentementelos conquistadores sometían a las

esposas de los indios encomendados 36.

En Abril del 1534 escribe al Emperador para defenderse de quienes

le hacen cargos que han ofuscado su fama, se confiesa como cristiano viejo,

dispuesto a derramar su sangre por las ideas que predica.

Los dominicos habían llegado al Nuevo Mundo alrededor del año

1510. En el año 1512 fundaron el convento de Santo Domingo. Desde

entonces fueron muchos los dominicos que llegaron a América. Los

superiores estaban residiendo en Europa. Los vicarios instituidos tenían

Page 41: Fray bartolome de las casas

competencias limitadas. El sucesor de Pedro de Córdoba, Fray Tomás de

Berlanga, en 1528 había pedido a Roma la autonomía de los religiosos

dominicos del Nuevo Mundo. En 1530, el capítulo general de los dominicos

en Roma había decidido formar una provincia religiosa con todos los

conventos fundados en las islas y en la tierra firme descubierta hasta

entonces y la que se pudiera descubrir. De este modo los dominicos de

Indias habían quedado separados de la provincia religiosa de Andalucía.

Pero desde Europa no podían imaginarse los superiores dominicos

la extensión tan inmensa de tierra que entregaban a un solo Provincial: Fray

Tomás de Berlanga.

Fray Tomás Ortiz, un dominico superviviente de la matanza de

Chiribichi (Santa Fe), a quien acusaron ante el Rey de «puto, hereje y

ladrón» por la defensa que del indio hizo (Vives, 1992, p.11), en 1524

había obtenido permiso para traer un grupo de dominicos a México. Habían

llegado como dominicos dependientes de la Provincia religiosa de

Andalucía. Hernán Cortes los había recibido gustoso en el año 1526. Cinco

murieron de enfermedad, otros regresaron a España. Tres se quedaron: Fray

Domingo de Betanzos, Gonzalo Lucero y Vicente de Las Casas, sobrino de

Bartolomé.

Betanzos, al ver el convento despoblado, abrió un noviciado para los

nativos... Y tuvo muchas vocaciones en Nueva España (Méjico). Cuando en

1530 salió la resolución del capítulo general haciendo de todas las tierras

descubiertas una sola provincia, los dominicos de Nueva España no

sintieron que los afectase y siguieron vinculados a Andalucía. Eran

comunidades de dominicos poco ejemplares. Los frailes, rompiendo la larga

tradición dominica de ponerse al lado del indígena, iniciada por Montesinos

en La Española, se había aliado con los oidores de la Audiencia. Tanto

abusaron del indio los oidores que en el año 1530 fueron destituidos.

Los Obispos de Méjico y Tlascala, Juan de Zumárraga y Julián

Garcés, ante la alianza de dominicos y oidores, proponen que Bartolomé de

Las Casas vaya a Nueva España como reformador de aquellas comunidades

decadentes.

Cuando el nuevo presidente de la Audiencia de México, Sebastián

Ramírez, va a tomar posesión del cargo, lleva como compañeros al

provincial de los dominicos, Fray Tomás de Berlanga, all nuevo superior de

México, Fray Francisco de San Miguel, y al fraile recluído en el convento

de Santo Domingo, Bartolomé de Las Casas. Iban a someter a la

comunidades que no reconocían su autoridad y que estaban aliadas con los

intereses de los encomederos 37.

La presencia de Fray Bartolomé de Las Casas en el grupo empeora

la situación oues ya tenía fa ma bien ganada de ser enemigo total de

cualquier clase de encomienda. Los frailes son metidos en prisión con

grillos en los tobillos, hasta que se aclaran las cosas y se restablece la

Page 42: Fray bartolome de las casas

disciplina. Considero que al llegar el grupo de dominicos de Santo

Domingo a Méjico, conocieron de que los dominicos mejicanos habían ya

resuelto el problema con la creación de una nueva provincia 38. Con lo cual

cada fraile regresa a su provincia y a su convento.

Fray Bartolomé de Las Casas, posiblemente, intentó reclutar

misioneros para ir a Perú, recientemente conquistada, a aplicar la cédula

real que prohibía la esclavitud en las tierras conquistadas por Pizarro.

Tierras tan recientemente conquistadas que, pensaría Bartolomé, todavía

no estarían viciadas por la presencia de españoles encomenderos y

esclavistas.

El viaje, en todas formas, sirve a Las Casas para ampliar horizozntes.

Se da cuenta de que los funcionarios reales abusan del indio en todas partes.

El 30 de Junio del 1534 vuelve a escribir al Consejo de Indias denunciando

atropellos, exigiendo la restitución de lo saqueado a los indios despojados,

pidiendo permiso para poder ir personalmente a justificarse ante el Consejo

de tanta calumnia que sobre él han vertido.

Mientras tanto, en el convento de Santo Domingo recibe a los

indios, escuha sus quejas y peticiones y enjuga sus lágrimas. Y sueña...

Sueña con los ojos bien abiertos ante los que, por los puertos de

Santo Domingo, pasan barcos cargados de tesoros de Perú...

El sueño de ir a Perú se convierte en obsesión. Tal vez en el Perú,

sigue pensando, pudieran sus ideas germinar como los claveles de su tierra

natal en Abril.

En el convento reza y lee. El pan de las ideas nuevas de los

dominicos de Salamanca alimentan su esperanza y el vino de la fe arma su

corazón de combatiente. El convento es fragua de luz para la razón y de

calor para el corazón. «Tomad, Majestad. tomad en vuestras reales manos

esa maldita herramienta de la conquista,

la espada en amarguísima hora desembarcada al par de la cruz en Las

Indias,

y quebradla como la ha quebrado Dios,

cuyas divinas manos nos han arrojado al rostro sus pedazos

para marcarnos, herradores de esclavos, por todos los siglos venideros» (Palabras que Miguel Angel Asturias, en La Audiencia de Los Confines,

pone en boca de Bartolomé de Las Casas, dirigidas al rey)

Page 43: Fray bartolome de las casas

CUARTE PARTE:

FUNDADOR DE PAZ Y ESPERANZA:

SIGNO DE PUEBLO

Capítulo Noveno

NICARAGUA

El sueño casi se convierte en realidad. A Fray Tomás de Berlanga lo

nombran Obispo de Panamá el 11 de febrero del 1534 y pronto le

comisionan una misión pacificadora entre Pizarro y Almagro.

Tomás de Berlanga recoge en Santo domingo a Bartolomé de Las

Casas y a otros tres dominicos para que le acompañen, primero, a Panamá a

tomar posesión de la Diócesis y, después, a cumplir la misión en el Perú.

En Panamá sufren hambre y enfermedades y Bartolomé comprueba

una vez más el tráfico de esclavos y la corrupción de los representantes del

rey. El Obispo decide enviar al grupo de dominicos delante... pero la nave

queda inmovilizada en el mar por semanas. Los dominicos y los hombres de

la nave abandonan la nave y llegan en un barquichuelo a las costas de

Nicaragua. Era el año 1535.

Bartolomé de Las Casas tiene tiempo suficiente para conocer en el

barco lo que pasaba en Perú y decide olvidarse del Perú. Nicaragua, además,

le encanta 39.

Sin embargo también en aquellas tierras privilegiadas abundaban los

abusos e injusticias. Don Rodrigo de Contreras es el Gobernador de

Nicaragua. Tanto él como su tío, Pedrarias Dávila, tienen merecida fama de

crueldad para con los indios. Un buen día al creativo Bartolomé de Las

Casas se le ocurre una brillante idea: unir el Atlántico y el Pacífico a través

del río Desaguadero y la laguna de Nicaragua. De este modo, aconsejaba a

los vecinos españoles de León y Granada de Nicaragua, disminuirían los

padecimientos de los españoles al atravesar el istmo de Panamá.

Rodrigo de Contreras se entusiasma con la idea. Bartolomé de Las

Casas quiere ser el único responsable de la expedición. De este modo

Page 44: Fray bartolome de las casas

tendría una excelente oportunidad de ensayar su proyecto de evangelización

pacífica. Pero el Gobernador pone como jefe de la expedición al capitán

Machuca y a Bartolomé como asesor religioso.

Este fue el pretexto para que Bartolomé de Las Casas, ante la

realidad nicaraguense que constataba, subiese al púlpito de la Iglesia de San

Francisco y denunciase la empresa como conquistadora. Con vehemencia

niega la absolución a quienes se arriesguen a participar en la empresa. En

la ciudad de León Bartolomé sigue su campaña antibélica y antiesclavista.

Sus predicaciones desde los púlpitos de las iglesias le atraen la simpatía de

unos y la versión de otros. Entre estos últimos, los funcionarios reales y

parte del clero diocesano.

El Gobernador pide al alcalde de León, Juan de Talavera, que haga

una averiguación e instruya un juicio contra el fraile agitador. Bartolomé es

acusado de que «ordinariamente predicaba psiones en escándalo de las

gentes, rara vez la declaración de la doctrina cristiana» (Cfr. Galmés p.

107). Bartolomé de Las Casas y sus compañeros de travesía, Pedro de

Angulo, Luis Cáncer y Rodrigo Ladrada, deciden irse a Guatemala en donde

el Obispo Marroquín les ha ofrecido trabajo misionero en abundancia 40.

Salen para Guatemala en Julio del 1536. Bartolomé de Las Casas

sale para Oaxaca, donde los Obispos Zumárraga y Garcés le esperan para

redactar en conjunto una carta al Papa pidiéndole que tome una decisión a

favor de la plenitud humana y racional de los indios de América

El escrito de Zumárraga, Garcés y Bartolomé sirvió de apoyo a las

gestiones que el Padre Minaya estaba haciendo en Roma, ante el Papa Pablo

III, para pedir la promulgación de la Bula Sublimis Deus, en la que se

declara como doctrina del magisterio, con carácter indiscutible, la

racionalidad de los indios, con pleno derecho a ser respetados en su

dignidad y a ser evangelizados. 41.

Capítulo Décimo

VERAPAZ

Los dominicos Fray Betanzos y Fray Mayorga habían estado en

Guatemala en 1529. Allí pusieron los fundamentos del convento. Cuando

fueron llamados a Méjico, la atención religiosa quedó en manos del clero

secular, sin Obispo, hasta que en 1534, fue nominado Marroquín. Francisco

Page 45: Fray bartolome de las casas

Marroquín ejercía en Guatemala, desde el año 1532, el cargo de protector

de indios, defendiéndolos del herraje, de la esclavitud y de los

repartimientos que practicaba el Gobernador Pedro de Alvarado y sus

amigos.

Los abusos del Gobernador y de su entorno eran muchos. Tantos que

en 1535 el Consejo de Indias, para frenar al Gobernador, envía como Juez

de Residencia a Alonso Maldonado, oidor de la Audiencia de Méjico. El

juez, para evitar los abusos y en fidelidad a una disposición de la corona de

fecha del 23 de febrero del 1536, tasa los tributos que deben pagar los

indios a los encomederos. Una cédula de la emperatriz, de Marzo del

1536, pide al Obispo y religiosos que redacten un memeorial de normas

prácticas, obligantes y prohibitivas, para dignificar la vida de los indios.

Fray Angulo, Fray Cáncer y Fray Ladrada llegan a Guatemala en

Julio del 1536. Fray Bartolomé llega poco después, procedente de Oaxaca.

Unos y otro fueron recibidos con júbilo por el Obispo Marroquín.

En 1537 Marroquín se traslada a Méjico para ser consagrado Obispo.

Deja como enacargado de su diócesis y como protector de indios a Fray

Bartolomé de Las Casas. En ausencia del Obispo y, probablemente, con

intención de mantenerlo oculto, Bartolomé llega a un acuerdo con el juez

Maldonado para intentar una vez más la experiencia de evangelización

pacífica.

Dentro del acuerdo se establecía que además de la evangelización

pacífica someterían los indios a la obediencia del rey imponiéndoles un

modesto tributo que los liberaría de la encomienda y repartimiento, para lo

cual no deberían entrar españoles encomederos sino misioneros. Maldonado

lo presenta al rey como posible dada la inteligencia que los religiosos tienen

sobre el trato con los indidos. Pero, sin duda, con el acuerdo pensaba alejar a

Bartolomé de Las Casas de los puntos conflictivos de encuentro con los

españoles encomenderos.

Había también como un oculto afán de poner a prueba al grupo de

religiosos. Por eso les entregaron como territorio para la experiencia de

colonizzación y evangelización pacífica, la Tierra de la Guerra, donde los

bravos indios de Tezulutlán eran irreductibles y resistían con fiereza a los

españoles. Sin esperar la aprobación del acuerdo por parte de los superiores

de Maldonado 42, los frailes iniciaron la misión en el mismo año 1537.

El acercamiento a los indios de Tierra de Guerra fue un juego de

habilidad diplomática de Bartolomé de las Casas (Galmes, p. 116). Aquí

está su mérito pues, de hecho, poco participó Bartolomé en la acción

concreta.

La empresa no fue una marcha triunfal 43. La evangelización pacífica

de Tierra de Guerra fue fruto de «la dura pelea de dos modestos frailes:

Page 46: Fray bartolome de las casas

Cáncer y Angulo» (Losada 1970, p. 183). La intervención de Bartolomé en

la empresa pacificadora no fue mucho más allá del diseño de la estrategia y

de la acción diplomática para favorecer los primeros contactos 44.

Sólo después del mes de Agosto, cuando los padres Cáncer y Angulo

son llamados a Méjico a participar en el Capítulo Provincial de la orden,

Las Casas y Ladrada deciden visitar la misión. Llegan al centro, a Corbán,

en Agosto del año siguiente, pero deben regresar a inmediatamente a

Santiago de Guatemala porque la nueva autoridad religiosa decide

suspender la empresa.

Bartolomé de Las Casas queda como Vicario del convento de un

grupo de dominicos inquietos.

Según cuenta el mismo Bartolomé (Losada , 1975, p.242), la acción

misionera en Tezulutlán se hizo con la mansedumbre y suavidad con que se

amansan a las mismas fieras, sin estrépito de ejércitos, sin violencia, con

benevolencia. La presencia de los misioneros, al contrario de la del resto de

los españoles que los habían despojado de su libertades y poderes, posibilitó

que los indios de Tierra de Guerra dejaran la ferocidad y se convirtieran en

una población pacífica. «De tal manera que, por orden de nuestro

invictísimo príncipe Felipe, hijo de aquel gran César Carlos, a las

provincias de aquella región se les dio el nombre de Vera Paz».

Capítulo Undécimo

BARCELONA: LAS LEYES NUEVAS

Los dominicos no sólo estaban inquietos, sino molestos. Aconsejan a

Bartolomé que vaya a España a clarificar que la misión pacífica de Verapaz

se inscribe dentro del marco de la Bula Sublimis Deus y que aproveche la

ocasión para hacer ante la Corte la autodefensa que tantas veces había

solicitado. El Obispo Marroquín le da la oportunidad: le pide que vaya a

reclutar misioneros dominicos y franciscanos y le consigue un fiador,

comerciante de Sevilla, para los gastos del viaje. El Gobernador Pedro de

Alvarado y el juez Alonso Maldonado, contentos de que se vaya, le dan

cartas de recomedación.

Ladrada y Las Casas salen de Pueto de Caballos y embarcan hacia

Veracruz, donde se encuentran con el padre Cáncer, que viene del capítulo

provincial y trae carta de recomedación del Obispo Zumárraga, y con el

franciscano francés Jacobo de Testera. Los cuatro parten para Sevilla. Era el

año 1540.

Page 47: Fray bartolome de las casas

Hacía ya dos o tres años que el pensamiento del dominico Fray

Francisco de Vitoria, desde el convento de San Esteban de Salamanca,

estremecía los cimientos filosóficos y teológicos en que se fundamentaba el

imperio español. En sus clases y escritos, pronunciadas y editados en 1538 y

1539, cuestionaba el derecho a la guerra y exigía la igualdad de todas las

razas humanas Una orden imperial había mandado recoger los escritos y

había prohibido la pública exposición de tan revolucionario pensamiento 45.

Los cuatro viajeros llegaron a España, contentos por lo realizado y

bien recomedados. Fueron a entrevistarse con el dominico García de

Loaysa, cardenal Presidente del Consejo de Indias. Le pidieron reales

cédulas que les permitiesen seguir la obra misionera en Tezulutlán y cédulas

reales de agradecimiento para los caciques de Tierra de Guerra 46.

Pronto entendieron que no podían fiar la suerte de los indios de las

tierras descubiertas al Consejo de Indias: miembros del Consejo y

funcionarios reales de la Corte poseían inmensos intereses económicos en

Las Indias. Hablar con el Emperador Carlos era una necesidad. Pero el

Emperador El Emperador no era inaccesible; al contrario, Carlos I

gobernaba de manera itinerante y se presentaba a decidir en el lugar donde

surgía el conflicto. Pero la amplitud de su territorio hacía difícil el

encuentro o, por lo menos, había que esperar tiempo. Y tiempo era lo que

no tenía Bartolomé de Las Casas pues, como buen religioso obediente debía

regresar a las Indias al término del permiso. Surge el conflicto: obedecer o

quedarse en España para procurar la defensa de los indios ante el

Emperador. Lo astucia y el ingenio no lo desamparan y resuelve el

conflicto sin traicionar ninguna de las dos cosas. Escribe al Emperador, en

Diciembre del 1540, una carta - que envía con el amigo Padre Jacobo de

Testara a Flandes - pidiéndole que ruegue a su superior le permita quedarse

en Espña hasta tanto pueda hablar con el mismo emperador pues son muy

importantes para el bien del imperio las informaciones que tiene 47.

Las Casas se queda en España esperando al Emperador y reclutando

los misioneros que le solicitó el Obispo Francisco Marroquín. En Marzo del

1541 envía a los misioneros con Fray Cáncer, quien también traía las

cédulas reales obtenidas ante el Consejo de Indias. Ladrada y Las Casas se

trasladan a la Corte, en este momento en Talavera 48. Pero el Emperador no

llega hasta diciembre del 1541 y sólo en Enero del 1542 se acerca a

Valladolid, donde estaba el Consejo de Indias.

Bartolomé de Las Casas tuvo tiempo de sobra para prepararse. Hizo

una recopilación de todos los males que habían hecho los españoles en Las

Indias con el fin de impresionar al príncipe Felipe, al Consejo de Indias y al

mismo Emperador 49. Para Las Casas, el balance sólo arrojaba una posible

solución: unas leyes nuevas.

El Emperador Carlos lo escucha y se convence de la necesidad de

una nueva legislación. El informe de Bartolomé, voz autorizada según las

Page 48: Fray bartolome de las casas

cartas de recomendación que llevaba y otras que llegaron 50, le inclina a

favor.

El Emperador nombra el consejo consultivo, integrado por el

Consejo de Indias, peritos en el problema, especialistas juristas y

representantes del Rey. En Valladolid comienzan las reuniones en Abril del

1542. Bartolomé, que ha quedado fuera del equipo, presenta un memorial

como material de discusión. En el memorial sugiere diecisés remedios. En

Mayo del mismo año, al tener que salir el Emperador para Las Cortes de

Monzón, deja encargado del consejo consultivo a Juan Figueroa, especilista

en jurisprudencia. A Juan Figueroa le toca la parte peor: hacer una

averiguación sobre los miembros del Consejo de Indias.

El resultado, tras declaraciones juradas obtenidas de conquistadores,

gobernantes y misioneros, da razón a Bartolomé de Las Casas: dentro del

Consejo de Indias hay intereses en Las Indias. El Consejo de Indias es

disuelto, dos de ellos destituidos, el presidente del Consejo, Cardenal

Loaysa, y el representante del rey dentro del equipo legislador, son

cuestionados y pierden su influjo ante el Emperador. El Consejo de Castilla

sustituye al Consejo de Indias en la tarea de hacer las leyes nuevas. El 20 de

Noviembre del 1542, en Barcelona, son promulgadas las leyes nuevas.

En Febrero del 1543 es nombrado un nuevo Consejo de Indias que,

en Marzo del mismo año, pide a Bartolomé de Las Casas una opinión sobre

las leyes nuevas. Bartolomé de Las Casas, quien durante el tiempo de

elaboración de las leyes, estuvo muy cerca del Emperador Carlos y del

príncipe Felipe, al promulgarse las leyes nuevas, se traslada a Barcelona,

según cuenta Remesal, satisfecho por lo legislado y agradecido al

Emperador.

No era para menos. Las leyes nuevas constituían un paso inmenso en

la línea de los planteamientos sugeridos por Las Casas en el memorial del

1542, recogían el clamor de muchos misioneros: son leyes que defienden al

indio de todo lo que pudiera significar esclavitud, se suprimen nuevas

encomiendas y las antiguas deben a ser propiedad de la Corona. La ley 35

ordenaba, en efecto, que las encomiendas de indios no se conceden a

perpetuidad. El espíritu de estas leyes puede ser comprendido desde las

suguientes afirmaciones contenidas en ellas: «de aquí en adelante por

ninguna vía se hagan a los indios esclavos», «quremos que sean tratados

como vasallos de la corona de Castilla, pues lo son».

Las leyes debían ser dadas a conocer a los indios para que se

defendieran. Razón por la cual, copias de las mismas, fueron enviadas a los

misioneros, para que las tradujesen a las lenguas nativas y las explicasen de

modo que todos conociesen sus derechos y deberes respectivos.

Page 49: Fray bartolome de las casas

Sin embargo, a juicio de Bartolomé, era mucho más lo que se podía

y debía haber legislado. Por eso, cuando en Marzo del 1543, los nuevos

miembros del Consejo de Indias le ofrecen la oportunidad, Las Casas y

Ladrada redactan un memorial que luego dirigen al Emperador y al Consejo

de Indias.

En este memorial Ladrada y Las Casas adquieren conciencia de que

son la presencia y la voz de los indios ante el Emperador ya que el

Emperador, por la distancia, no los puede ver ni escuchar y los indios

tampoco sabrían cómo decirlo 51.

En el mismo memorial se la juegan por completo. Se comprometen a

decir la verdad. Si se probase falsedad en alguna cosa que afirman aceptan

ser despedazados o rigurosamente castigados. Si se probase que dicen

verdad, piden al rey, a cambio, la libertad de todos los indios marcados o no

con hierro.

Parten de una afirmación tremenda contra los españoles de Indias:

«todo cuanto hasta hoy han hecho ha sido corrupto, tiránico, violento,

injusto y de ningún valor ni efecto a cuanto derecho». Exigen que se

nombre un procurador de indios, avalado por los religiosos de Indias, y

exigen que «de aquí en adelante que no haya conquistas ningunas, ni

guerras...(...), que los españoles no vayan ni entren en los dichos pueblos de

indios». Piden que los indios despojados sean convenientemente

compensados. Los aportes de este memorial fueron recibidos y estudiados

por el Consejo de Indias y constituyen la base de las leyes complementarias,

promulgadas en Valladolid el 4 de Junio de 1543 52.

A partir de este momento, bajo el influjo de la bula Sublimis Deus, la

liberación de la prescripción de los escritos de Vitoria, el contenido de las

leyes nuevas de Barcelona y las leyes complementarias de Valladolid, un

cambio - que sólo es perceptible desde una larga perspectiva histórica - se

realiza en la Corona. Los nombramientos de los Obispos de Indias, que

dependían de La Corona en base al derecho del Patronato, van a apoyar el

espíritu y la letra de las leyes nuevas 53.

«Pocas vidas da el hombre como la tuya, pocas

sombras hay en el árbol como tu sombra, en ella

Page 50: Fray bartolome de las casas

todas las ascuas vivas del continente acuden,

todas las arrasadas condiciones, la herida

del mutilado, las aldeas

exterminadas, todo bajo tu sombra

renace, desde el límite

de la agonía fundas la esperanza.

Padre, fue afortunado para el hombre y su especie

que tú llegaras a la plantación,

que mordiera los negros cereales

del crimen, que bebieras

cada día la copa de la cólera.

¿Quién te puso, mortal desnudo,

entre los dientes de la furia?

¿Cómo asomaras otros ojos,

de otro metal, cuando nacías?

¿Cómo se cruzan los fermentos

en la escondida harina humana

para que tu grano inmutable

se amasara en el pan del mundo?

(Neruda P., Canto General, IV, II)

QUINTA PARTE:

OBISPO DE LATIGO Y CAYADO

Capítulo Duodécimo

BARTOLOMÉ OBISPO

Fray Angulo y Fray Cáncer solicitan por carta a Fray Bartolomé de

Las Casas y a Fray Ladrada que se incorporen al equipo para seguir la

misión de Verapaz... Y ambos se preparaban para el retorno cuando una

carta de Zumárraga y Betanzos los detienen. En la carta le comentan que

han conocido de la existencia de unos pueblos mansos al poniente. Eran los

pueblos de Filipinas y China. A pesar de su edad estaban dispuestos a ir a

evangelizarlos por considerarlos más dispuestos que los de Nueva España

(Méjico) para recibir la fe. Irían si Bartolomé de Las Casas conseguía del

Papa la renuncia de Zumárraga al episcopado y de los superiores religiosos

permiso para Betanzos.

Page 51: Fray bartolome de las casas

Bartolomé acepta hacer de mediador e, incluso, dice estar dispuesto

para acompañarles como «capitán y caudillo». Zumárraga le manda el

dinero para que vaya a Roma y haga las diligencias... Pero, en ese momento,

Bartolomé es nombrado Obispo de Chiapas 54.

Bartolomé de Las Casas...¡Obispo de Chiapa! 55 No es que no

mereciera ser Obispo, si de méritos se puede hablar para ser Obispo. No

había aceptado la diócesis de Cuzco por considerar que la oferta que le hacía

el secretario Cobos, en nombre del Emperador, pudiera ser ofrecida como

recompensa a sus trabajos... Bartolomé de Las Casas, en 1519, había hecho

al Emperador promesa solemne de no aceptar recompensa alguna por sus

trabajos en favor de los indios. Además, Bartolomé de Las Casas pudo

haber intuido entonces que, detrás del Episcopado del Cuzco, se escondía la

oculta intención de alejarlo de La Corte del Emperador, donde tanta

influencia tenía a través del príncipe Felipe. Por eso se resistió al Obispado

del Cuzco. Ahora no se resiste a ser Obispo de Chiapa.

Los motivos por los que Bartolomé de Las Casas acepta el Obispado

de Chiapa no fueron ni la obediencia religiosa, como benignamnte algunos,

ni tampoco la ambición que otros malignamente le atribuyen 56.

Bartolomé de Las Casas, antes que nada es un Pastor, seguidor de

Jesús de Nazareth, el Buen Pastor. Era, lo hemos visto, un hombre

impulsivo, creativo. Pero la vida le había dado golpes muy duros y había

aprendido a ser un gran estratega, capaz de medir medios y oportunidades

para llegar al fin de conducir su rebaño a buenos pastos sin que los lobos se

entrometan a cometer rapacidades contra las ovejas.

Ahora, se da cuenta, las cosas han cambiado y aceptar el Episcopado

puede ser un buen medio y una buena oportunidad para demostrar que la

dignidad de la vida del indio es posible dentro de un marco legal si hay un

Obispo valiente al frente y, a la vez, fortalecer experiencias modelos que

muestren su viabilidad.

Las Leyes Nuevas de Barcelona y las leyes complementarias de

Valladolid constituían un marco de referencia para la defensa de los indios

que había que demostrar en la práctica como posibles y realizables... si los

Obispos y religiosos de Indias las asumían plenamente. La utopía soñada

para Costa de Perlas había alcanzado madurez y estaba amparada por una

legislación acorde. Valía la pena hacer el intento, aún cuando esto el exigía

renunciar a su vida andariega tras el Emperador, como presencia y voz de

los pueblos indios de América.

Además, la experiencia de Verapaz, en territorio de la dióceis de

Francisco Marroquín, de carácter demasiado flexible e influenciable por los

Page 52: Fray bartolome de las casas

españoles de Indias, corría el riesgo de ser eliminada si no era protegida por

un Obispo que definitiva y comprometidamente la apoyase. Por eso, en un

gesto que puede parecer desleal para Francisco Marroquín - quien le había

llamado a su diócesis cuando estaba dando tumbos por Nicaragua y le había

confiado la custodia de su diócesis durante los tiempos de ausencia - pide al

Papa que los territorios de Tezulutlán sean desprendidos del Obispado de

Gutemala y queden anexados a la diócesis de Chiapa.

El Obispado de Chiapa, creado el 19 de Marzo del 1539, nunca había

tendio Obispo porque los que fueron nombrados nunca tomarton posesión.

Era un obispado «sede vacante» y estaba administrado apostólicamente por

el Obispo Marroquín de Guatemala. Hacia mitad del año de 1543 el

Emperador propone a Bartolomé como Obispo, el 19 de diciembre es

nombrado obispo por Pablo III, a través de la bula Apostalus Officium. Era

una diócesis sufragánea del arzobispado de Sevilla. Varias bulas envía el

Papa al Cabildo catedralicio, al clero y pueblo de Chiapa, al arzobispo de

Sevilla, presentando al nuevo Obispo y pidiendo colaboración y obediencia.

El Papa le permite llevar cinco religiosos de la orden que Bartolomé de Las

Casas, con su influencia, consigue aumentar el número 57. También obtiene

Las Casas permiso para someter a los canónigos a la vida común con la

regla de los agustinos.

Sale Bartolomé de Valladolid el 12 de Febrero del 1544 y llega a

Sevilla donde es consagrado por el Obispo auxiliar de Sevilla, el Obispo de

Córdoba y el Obispo de Honduras. Era el 30 de Marzo del 1544.

Dedica el tiempo a completar y a preparar su equipo. Aumenta el

equipo con doce franciscanos... Pero la partida se demora. Primero fue que

la Casa de Contratación de Sevilla no tenía fondos para embarcar a un

grupo tan grande; después fueron las lluvias torrenciales del Gudalquivir;

más tarde otros motivos de esperas y retrasos.

Por fin, el día 11 de Junio, embarca Bartolomé en la nave San

Salvador, con el grupo de religiosos reclutados, con los pocos indios que

logró rescatar en Sevilla y pueblos cercanos, traídos a España y que vivían

como eslavos..., y con la cabeza llena de planes y proyectos inspirados en

las ansias de reforma que se respiraban en España por la construcción de

una Iglesia pura, pobre en dinero y rica en amor.

Bartolomé de Las Casas sabe que el Buen Pastor que recorre los

caminos de Galilea con el cayado de la mansedumbre carga también un

látigo para arrojar a los mercaderes del templo. En sus manos trae un cayado

de ternura para proteger a sus indios y un látigo en su lengua para fustigar a

los mercaderes de esclavos.

Page 53: Fray bartolome de las casas

En Gomera se detienen diez días; en Puerto Rico tres frailes deciden

abandonar al Obispo. Llegan a Santo Domingo (La Española) el día 9 de

Septiembre. Noticias alarmantes habían llegado: Bartolomé de Las Casas,

Obispo, era peligroso. Traía el legajo de las nuevas leyes bajo el brazo y

fuego en el corazón para hacerlas cumplir. Ya conocían de antes su

intransigencia. El Obispo de Chiapa no se acomodaría al sistema

implantado. De ninguna forma habría conciliación posible entre conquista y

el sistema de encomienda, por un lado, y la evangelización, por otro58.

El ambiente que encuentran es hostil. La mala noticia de su llegda se

extiende entre los españoles encomenderos. Ni hospedaje ni alimentos había

para aquellos frailes ni nave que quisiera llevarlos a bordo. Fueron tres

meses los que estuvieron en Santo Domingo. Sólo la intervención del juez

Cerrato, quien tuvo que embargar una nave, pudo sacarlos de la isla el día

diez de diciembre. Cinco frailes desertaron. Ya en el mar, una tremenda

tempestad amenaza la nave durante las vísperas de Navidad.

Capítulo Décimo Tercero

CHIAPA

El cinco de Enero de 1545 llegan a puerto: San Lázaro de Campeche,

primer punto de tierra de jurisdición del nuevo Obispo.

Los españoles del lugar los acogen y hospedan con beneplácito.

Pocos días dura la luna de miel y comienza el vicrucis de la amargura.

Bartolomé de Las Casas advierte la opresión de los indios por parte de los

españoles, amparados por el cruel y tirano gobernador Francisco Montejo.

Intenta la libertad de los indios y, ante la negativa de los españoles, decide

abandonar las casas de los españoles donde estaban hospedados para que,

desde el primer momento, ningún indio pudiera ver o entender que entre el

Obispo y los encomenderos existe complicidad alguna.

Envía una expedición adelante: diez misioneros, un grupo de

españoles y el equipaje del Obispo. Una borrasca deshace la barca y sólo

Fray Francisco de Quesada y diez seglares se salvan. Al saber la noticia, el

Obispo abandona Campeche el día 25 de Enero, con todos los misioneros,

pasa por la laguna de Términos, Xiclango y Tabasco y llega a a Ciudad Real

de Chiapa el 12 de Marzo del 1545 59.

El clero es muy poco: el deán Gil Quintana, el canónigo Juan de

Perera y el joven clérigo Galiano. También hay un gupo de mercedarios.

Page 54: Fray bartolome de las casas

El 20 de Marzo, en la primera cuaresma, saca la primera pastoral.

Prohíbe la absolución a los españoles mientras no liberen a los indios. El

deán y los mercedarios tratan de disuadirle, los dominicos se asustan. Los

mercedarios obedecieron, los dominicos, asustados y todo, fueron fieles. El

deán desobedece y da la comunión durante las fiestas de Pascua a personas

vinculadas con el tráfico de indios.

El Obispo le corrige, el deán reacciona; Bartolomé de Las Casas pide

a la autoridad la detención del deán; Gil Quintana, con un grupo de

españoles amigos, hace frente a los enviados del Obispo y logra escapar a

Gracias a Dios, los españoles amigos del deán protestan ante el Obispo y lo

amenazan de muerte.

Los dominicos piden al Obispo que abandone la ciudad, pero el

Obispo prefiere sacar a los dominicos del conflicto y los lleva a la población

india de Chiapa donde fundan el convento. Bartolomé de Las Casas redacta

un manual sobre la Confesión, conocido con el nombre de Confesonario»,

con el que exige poner al español penitente, como condiciones para recibir

la absolución, el otorgamiento de la libertad de los indios, firmado ante

notario, y la restitución de lo injustamente adquirido 60.

Durante los meses de Junio y Julio visita Verapaz, tierra amada para

Bartolomé, mientras en Santiago de Guatemala y en Gracias a Dios, se

promueve una encuesta contra él, promocionada por el antiguo deán Gil

Quintana y con el consentimiento del Obispo Marroquín. Precisamente, en

Verapaz, Bartolomé de Las Casas y Francisco Marroquín se encuentran en

un clima tenso 61.

De regreso de Verapaz le abandona Luis de la Fuente, su

maestrescuela, quien se fuga a Guatemala, desde donde escribe contra Las

Casas. Muchos feligreses se rebelan y niegan obediencia al Obispo de

Chiapa. Cuando en el mes de Octubre se traslada a Gracias a Dios para

consagrar a Antonio Valdivieso como Obispo de Nicaragua, presenta a la

Audiencia de los Confines siete demandas entre las cuales pide que la

jurisdicción civil sobre los indios sea quitada a los justicias ordinarios y

entregada a la Iglesia y el brazo secular coopere para someter a los rebeldes.

En la sala de Juntas se da una discusión muy fuerte entre Bartolomé de Las

Casas y el juez Maldonado62.

Colonos y encomenderos, con la influencia de Hernán Cortés y del

teólogo del imperio Juan Ginés de Sepúlveda, inician una consistente

oposición contra el Obispo. Mientras, Las Casas y Valdivieso, en cartas al

Rey Felipe fechadas en Octubre y Noviembre del 1545, describen la

situación de los indios esclavos, califican a los funcinoarios reales como

Page 55: Fray bartolome de las casas

infieles a la Corona, presentan a la Iglesia humillada y vejada por defender a

los indios y hacer cumplir las leyes nuevas, reducida a ser testigo mudo del

negocio de esclavos en el que sin duda está involucrado el Obispo de

Guatemala, Francisco Marroquín, de dudosa ortodoxia.

Cartas a favor y cartas en contra cruzan los mares durante el mes de

diciembre del 1545. El licenciado Hernando, sin compartir las

exageraciones posibles de Las Casas y Valdivieso, confirma la situación de

esclavitud de los indios. El juez Maldonado califica de soberbio a

Bartolomé: es un estorbo en Las Indias y mejor estaría recluido en un

convento de Castilla. El Emperador, mientras tanto, había anulado algunas

de las leyes nuevas (las que prohibían a los gobernantes conceder indios en

encomienda)

Llega a Méjico en ese momento Francisco Tello de Sandoval,

consejero de Indios e inquisidor del arzobispo de Toledo. Tiene poderes

especiales y trae el encargo de reunir a todos los Obispos en Méjico. La

invitación a la cita le llega a Bartolomé el 15 de Noviembre del 1545.

Tiene tiempo, antes de acudir a ella, de visitar primero su diócesis.

En el camino se entera de que los españoles de su diócesis habían

decidido no recibirle si no les prometía levantar las penas de la confesión.

Bartolomé viaja de noche, los centinelas indígenas lo reconocen y lo dejan

pasar, Bartolomé los ata y amordaza para que no los castiguen, se dirige a la

Iglesia Catedral y convoca a los vecinos.. Bartolomé nombra confesores de

españoles a un clérigo de Gautemala y a un religioso mercedario, fieles al

obispo y más moderados para escuchar a los españoles en confesión. La

Navidad de aquel primer año de Obispo transcurre en paz.

Llega a Ciudad Real de Chiapa, Juan Rogel, nuevo tasador de

tributos de indios. Era Enero del 1546. Rogel tenía la orden de rebajar a los

indios los impuestos, pero dice al Obispo que «hasta que vuestra señoría

esté ausente, no podré hacer nada». La tasación inicia en la Cuaresma del

1546, después del 14 de Marzo, fecha en la que Bartolomé de Las Casas,

acompañado del fiel Perera, sale para Méjico a la cita con el consejero

inquisidor Tello de Sandoval.

En el camino conoce que el Emperador, en Ratisbona, había

ordenado al virrey de Nueva España hacer un censo para reiniciar el

repartimiento de indios. Fiesta para los encomenderos y tristeza para los

indios quienes sintieron aquellas fiestas como pregones de la continuación

de su servidumbre.

Durante los meses de Junio y Julio se realizan las sesiones de la

Junta. Durante las sesiones se dejó de lado el tema de las encomiendas y

Page 56: Fray bartolome de las casas

repartimientos 63. Ya el Emperador había hablado. Hablan de la

evangelización pacífica, de la supresión de la esclavitud, del destierro de las

campañas de conquista. Llegan a acuerdos aprobados por unanimidad y

aceptados sin reparo por Tello de Sandoval y el virrey Antonio de Mendoza.

El cabildo de Méjico protesta los acuerdos y exige la revisión de las

conclusiones de la Junta. Ante la negativa de Tello de Sandoval, deciden

acudir al Rey para protestarlos. Los acuerdos no tocaban el problema de las

encomiendas y ya habían levantado ampollas. Bartolomé de Las Casas,

según Marroquín «muy manso» durante las sesiones de la Junta, está

desalentado y de nuevo comienza a creer que sólo en la Corte puede dar

una auténtica batalla a favor de los indios.

Al concluir las sesiones decide trasladarse a España. Envía a Perera

como Vicario de Chiapa, nombra nuevos confesores, a los que da doce

reglas, y pide permiso al virrey para viajar a España 64.

Con permiso o sin permiso, el Obispo de Chiapa, con Rodrigo de

Ladrada, Luis Cáncer y Vicente Ferrer, se dirigen en Diciembre del 1546 a

Veracruz y después de un mes de espera, en enero del 1547, inicia por

última vez la travesía del Atlántico. Tenía el Obispo Bartolomé de Las

Casas, por lo menos, sesenta y tres años 65 Había atravesado el océano, en

viajes llenos de peligros, inciertos, largos y penosos, diez veces. En el mes

de Mayo, después de una breve estadía en Las Azores, pasa por Lisboa y

Salamanca y llega a Aranda de Duero, residencia de La Corte.

En el año 1550 la decisión de renuciar al Obispado de Chiapa ya

había tomado cuerpo y en noviembre ya había presentado la renuncia, «a

causa de no poder residir en el dicho su obispado por algunas causas

necesarias que le imposibilitan a la residencia. Desde su nombramiento

como Obispo hasta su renuncia habían pasado siete años: quince meses en

viaje para llegar a la sede, veinte meses como Obispo Residencial en la

sede, cuatro años en España mientras decide renunciar y le aceptan la

renuncia «Esta es toda la historia:

mis mentiras.

No fue fácil decirlas y, tal vez,

haya sido completamente inútil.

Acaso tan sólo fueron gritos sueltos (...)

Yo soy mi verdad y mis mentiras. ¡Yo soy el Bartolomé de las mentiras, Señor! (...)»

Y, ya hablando con Dios y ants de pedir el perdón final,

Ignacio Retes, en Los Hombres del Cielo,

pone en boca de Bartolomé la siguiente pregunta:

Page 57: Fray bartolome de las casas

«¿No vas a encender una estrella por los indios? «

(Ignacio Retes, Los Hombres del Cielo)

SEXTA PARTE

BARTOLOME DE LAS MENTIRAS,

TESTIGO DE LA VERDAD

Capítulo Décimo Cuarto

VALLADOLID

Llega a Aranda de Duero y se convierte en sombra infatigable de la

Corte andariega con la finalidad de procurar mejos los intereses de los

indios. De Aranda de Duero a Monzón, donde consigue cédulas reales de

apoyo a la misión de Verapaz, de los caciques y misioneros de la antigua

Tierra de Guerra. De Monzón peregrina a Valladolid. De Valladolid, en

1551, va a Madrid donde se residencia definitivamente, exceptuados dos

años que pasa en Sevilla, y desde donde viaja frecuentemente a Valladolid.

Estando en Valladolid, residenciado en el colegio de San Gregorio,

una orden real exige al Consejo de Indias que todos los días den dos horas

de audiencia al Obispo dimisioanario de Chiapa. El resto del tiempo lo

dedica a escribir. Objeto de su reflexión y pluma, su tema preferido: la

legitimidad de las guerras de conquista. La postura de Bartolomé de Las

Casas, en el Tratado sobre los indios que se han esclavos, del año 1547,

es bien conocida: «Todas las conquistas y guerras de Las Indias han sido

injustas, tiránicas, infernales... Y con más ofensas a Dios que las que hacen

los turcos ymoros contra cristianos...» (Vives, p. 12).

Page 58: Fray bartolome de las casas

Juan Ginés de Sepúlveda, el teórico de la oficialidad del Imperio,

responde: «Esta guerra es justa por la rebeldía de los menos dotados que

nacieron para servir y recusan el imperio de sus señores... Es lícito sujetar

estos bárbaros para quitarles la idolatría y los malos ritos» (Vives, 12) 66.

En 1548 el Real Consejo de Indias manda recoger todos los

ejemplares de «El Confesonario» de Bartolomé de Las Casas. Le piden que

dé su parecer sobre el verdadero fundamento en el que se apoyaba el señorío

imperial español sobre las tierras conquistadas 67. Lo acosan por todos lados

y, sin embargo, en 1550, el Emperador Carlos ordena suspender todas las

empresas de conqistas en América hasta conocer, en base a cualificadas

consultas, la justicia o injusticia anexas a la conquista y colonización de

España en América.

Personalidades eminentes de la época son llamadas al debate entre

Bartolomé de Las Casas y Ginés de Sepúlveda. El resultado de la disputa,

conocida como «controversias de Valladolid», tablas. Ni vencedor ni

vencido. Fue necesaria una segunda reunión que se celebró en Abril del

1551. Sepúlveda encuentra apoyo... Bartolomé extrema tanto su postura

tanto que hasta los teólogos dominicos tienen miedo en apoyarlo y

prefieren callar. Bartolomé de Las Casas se retira al colegio de San Gregorio

donde siguió recopilando material para su obra fundamental: Historia

General de Indias.

Bartolomé va a Madrid, donde Felipe II asienta el gobierno central

de su Imperio. Se hospeda en el convento dominico de Nuestra Señora de

Atocha. Es un lugar estratégico ya que la Corte real considera a la Iglesia

del convento como la Iglesia oficial de Familia Real. Desde allí era fácil

abordar a los responsables de las políticas de Indias y no dejaba escapar

oportunidad alguna cuando lo exigía su papel de Procurador de los indios.

Sin embargo hay cosas que no puede solucionar desde Madrid. Una

vez obtenida la cédula real del 9 de diciembre del 1551, por la cual se le

autorizaba el envío de 32 misioneros a Chiapa, se traslada a Sevilla. Piensa

que desde el añorado puerto de su infancia sobre el río Guadalquivir puede

socorrer mejor a su querida diócesis de Chiapa. En los primeros meses del

año 52 reúne a dos grupos de misioneros, ventiuno en total, destinados a

Chiapa, los equipa materialmente y, sobre todo, doctrinalmente 68.

En vistas de la preparación doctrinal de los misioneros, para que no

flaqueen en lo sucesivo ante la presión de funcionarios reales y

encomederos, prepara un material escrito que se conoce con el nombre de

Tratados Sevillanos69. Los misioneros llevaban los tratados impresos, para

uso privado, pero salieron a la calle, sin aprobación, y pronto tuvieron

Page 59: Fray bartolome de las casas

mucha difusión. Ya sabemos de la reacción de Motolinia cuando éstos

tratados cayeron en sus manos. También reencendieron la polémica con

Ginés de Sepúlveda quien respondió a los Tratados Sevillanos con un

manuscrito cuyo título lo dice todo: Proposiciones temerarias,

escandalosas y heréticas que notó el doctor Sepúlveda en el libro de la

conquista de Indias, que fray Bartolomé de Las Casas, obispo que fue

de Chiapa, hizo imprimir sin licencia en Sevilla año 1552. Lo del

permiso era lo de menos. Eran los contenidos lo que preocupaba

De Sevilla regresa a Valladolid. En el colegio de San Gregorio

profundiza su antigua amistad con Bartolomé de Carranza y recibe y

responde cartas con personalidades de su tiempo. Dado que tenía poderes de

comunidades indias que le reconocían como procurador de sus derechos

ante el Rey, dedicaba mucho tiempo a la defensa de los derechos

violentados a los indígenas, desde el convento de Nuestra Señora de Atocha

en Madrid. Seguía recopilando datos y más datos y corrigiendo y ampliando

su obra histórica: Apologética Histórica Sumaria e Historia General de las

Indias.

Inexplicablemente, en 1559, Bartolomé de Las Casas, legará el

manuscrito de su Historia General de Indias y otros escritos a los hermanos

del colegio de San Gregorio de Valladolid, pidiendo que por cuarenta años

nadie la lea y sólo se publique si se juzgare conveniente para el bien de los

indios y de España.

No da esta disposición porque juzgue que en ellos ha escrito

mentiras o exageraciones. En el testamento que entrega al escribano público

Gaspar Testa el 17 de Marzo de 1564 ratifica las denuncias hechas a lo largo

de su vida. Comenta al rspecto Glames (p.222s): «Sería lícito dudar de sus

palabras y de su sinceridad personal, en tan augustos momentos, avaladas

por un acta notarial, con la precaución de que muchos de sus escritos iban

a quedar en secreto hasta años después de su muerte?».

Por si fuera poco, Fabié nos refiere el siguiente testimonio recogido

del P. Gabriel de Cepeda sobre la muerte de Bartolomé de Las Casas:

«protestó que cuanto había hecho en esta parte teníanentendido ser verdad,

y quedaba corto al referir las causas que le obligaron al empeño» (Galmes

p. 23)

En 1554 llega a la Corte el licenciado Ribera quien hace una oferta

tentadora al Emperador para resolver el problema de las escuálidas finanzas

reales: ocho millones de pesos a cambio de otorgar a los españoles las

encomiendas a perpetuidad. El Emperador pide a su hijo Felipe, en ese

momento en Inglaterra, que estudie el problema. En 1555 se da la primera

discusión entre dos grupos de oponentes, unos a favor y otros en contra.

Bartolomé conoce de la discusión e interviene en una larga carta. El tono es

Page 60: Fray bartolome de las casas

el de siempre: Ha setenta años y uno más que se roban y tiranizan y asuelan

aquellas inocentes tierras...»

La carta no surtió efecto alguno. Después de la abdicación de Carlos

el Emperador y su retiro en el monasterio, siendo ya Rey con plenos poderes

Felipe II, el Consejo de Indias decide dar las encomiendas del Perú en

perpetuidad a los fieles vasallos castellanos que allí habían servido al Rey

durante años. Todavía Bartolomé de Las Casas y Fray Domingo de Santo

Tomás, hacieno uso del poder que los indios del Perú les habían dado el año

1559, escriben un memorial al Rey pidiendo el cese de la encomieda a

perpetuidad.

En la carta memorial, escrita en 1560, los indios están dispuestos a

pagar hasta dos millones de ducados de Castilla, en oro y plata, en cuatro

años, si el Rey retira la perpetuidad de la encomienda. Pero Felipe II no es

Carlos I. Da orden de que se reemprendan las conquistas y exploraciones en

Las Indias, orden que estaba suspendida desde la discusión entablada entre

Ginés de Sepúlveda y Las Casas. Felipe II, puño y puñal, como dice

Neruda 70, sigue las conquistas y exploraciones hasta que construyó un

Imperio donde nunca se ponía el sol.

Lejos en el tiempo quedaban los años de infancia de Bartolomé de

Las Casas; lejos también los años de clérigo encomendero. Los primeros

sueños de evangelización pacífica amasados al lado de Pedro de Córdoba en

Costa de Perlas le llenaban los momentos de su larga ancianidad. Diez

travesías del mar océano, idas y venidas, disputas y controversias, polvo de

muchos caminos detrás de la corte andariega de Carlos I, solidariades y

amistades, detracciones y fragilidades, recuerdos que poblaban las noches y

los días del anciano Obispo dimisionario de Chiapa...

Y su postura contra las encomiendas y el repartimiento se mantenía

incólume, como roca en el mar, como árbol viejo bien arraigado, como

estrella luminosa en la noche... Había sido encomendero y nadie como él

podía gritar con tanta fuerza que las encomiendas y los repartimientos son

intrínsecamente malos, por más buenas intenciones que tengan

encomenderos y repartidores. Sabía por experiencia propia que tanto la

encomienda como el repartimiento llevan dentro de sí un germen de

opresión que es engendrado en el mismo momento en que nace la

institución de encomienda y que provoca necesariamente la destrucción del

indio. Pero lo sabía también por experiencia ajena.

Hombres por Bartolomé de Las Casas encomiados, como el

licenciado Cerrato, de quien Bartolomé escribe en 1544 que es «rectísimo y

gran juez», terminan claudicando ante la tentación del nepostismo o de la

codicia.

Page 61: Fray bartolome de las casas

Por eso no pacta nunca, a pesar de los años, con quienes de una

manera u otra, por uno u otro motivo, llegan a aceptar la encomienda y el

repartimiento. Cuando el obispo de Charcas, Tomás de San Martín, escribe

a Las Casas comunicándole que acepta las encomiendas siempre que

asegurasen el buen trato a los indios y posibilitasen una aducada instrucción

cristiana, Bartolomé de Las Casas reacciona de maenra destemplada

amenazando de castigo eterno al encomendero, al confesor que le absolviese

y al Obispo que diera licencia para confesar.

Tristeza inmensa le consume cuando sabe que en Verapaz, después

de los acontecimientos sangrientos de 1558, los frailes de Chiapa y

Guatemala pactan con el sistema de la encomienda. Escribe a sus

compañeros misioneros tratando una vez más de persuadirles de que las

encomiendas son «malas, pravas, y de intrínseca deformidad, discordantes

de toda ley y razón», como ha mostrado la historia en sesenta y un años y

como ha probado de manera exaustiva en cuarenta años de estudio y trabajo.

Tampoco renució a su sueño de la evangelización pacífica aún

cuando supo lo que aconteció en Verapaz. Los indios de Lacandón y

Puchutla se rebelaron e inciaron incursiones sangrientas que alarmaron a

poblados y misioneros. Su grito era: «Cristianos, decid a vuestro Dios que

os defienda». El Obispo sucesor de Bartolomé en la diócesis de Chiapa,

Tomás de Casillas, envió mensajeros a los rebeldes. Los enviados fueron

asesinados. Los misioneros pidieron a la Audiencia protección contra los

alzados. Pero era tierra de evangelización pacífica y no tenía la Audiencia

autoridad para entrar con armas. En 1555 entraron los rebeldes de Lacandon

y Puchutla y mataron a dos misionertos y a muchos indios. Los misioneros

solicitaron al Rey su intervención para destruir a los alzados y, en Capítulo

Provincial celebrado en Cobán el año 1558, reconocieron la imposibilidad

de la evangelizacion pacífica y se preguntaron sobre la legitimidad de la

guerra contra los indios. Los españoles tomaron el Petén en el año 59. Hasta

1699, cuando Martín de Ursúa interviene, los lacandones mantendrían su

fortaleza.

Bartolomé lee los acontecimientos desde otra óptica: «Es disposición

divina y decentísima que mueran por el Evangelio algunos siervos suyos».

¿Quien tenía razón? Desde el punto de vista del Evangelio, ¿es un

fracaso o un triunfo el martirio del Apóstol? La respuesta a la pregunta

Bartolomé la encontraba en la fe: Jesús de Nazareth, asesinado; Pedro y

Pablo, martirizados en Roma... Y desde entonces una larga lista

inenturrimpida en la historia de mártires de la fe... Su sangre era, una vez

más, semilla.

Page 62: Fray bartolome de las casas

Padre Bartolomé, gracias por este

regalo de la cruda noche,

gracias porque tu hilo fue invencible:

pudo morir aplastado, comido

por el perro de fauces iracundas,

pudo quedar en la ceniza

de la casa incendidada,

pudo cortarlo el filo frío

del asesino innumerable

o el odio administrado con sonrisas

(la traición del próximo cruzado),

la mentira arrojada en la ventana.

Pudo morir el hilo cristalino,

la irreductible transparencia

convertida en acción, en combatiente

y despeñado acero de cascada»

(Pablo Neruda, Canto General, IV, Los Libertadores, II

Fray Bartolomé de Las Casas).

LA LUZ GOLPEA Y ATURDE

Hilo invencible

Bartolomé de Las Casas sigue recibiendo poderes de más y más

comunidades indígenas para que actuase como su defensor y procurador.

Dedica los últimos esfuerzos a tratar el problema de la restitución a los

indios de todo lo que los conquistadores y encomenderos les había

arrebatado y al problema de la pertenencia de los tesoros funerarios del Perú

de los que Bartolomé de Las Casas afirma que eran de propiedad indígena

no sólo en razón del arte y de la cultura, sino también en razón de justicia 71

Page 63: Fray bartolome de las casas

La caña está cascada y la vida se le escapa lentamente en los

muchos días de una larga ancianidad. Pero el hilo cristalino de su voz de

profeta luminoso sigue invencible e irreductible como un metal.

Bartolomé tiene los ojos cansados de tanto beber mar pero la mirada

es punta afilada que penetra los intersticios donde se fraguan las

maquinaciones, omisiones y componendas de los consejeros del Rey. Les

escribe un memorial en 1565 pidiéndoles que aconsejen honestamente al rey

en las cuestiones indianas.

En 1566 es elegido papa un dominico: Pío V. Bartolomé de Las

Casas es ya muy viejo. Pasea lentamente por los pasillos de San Gregorio

de Valladolid o de Nuestra Señora de Madrid, al lado del anciano Fray

Ladrada. Oración y recuerdos... Y un balance de su vida ante el Juez

definitivo: «Por mis muchas negligencias temo que Dios me ha de

castigar». Y todavía sueños... No tiene ya fuerzas para atravesar una vez

más los mares diez veces surcados ni para andar caminos castellanos en

persecución de Las Cortes. Pero su mano es todavía agil araña de pluma

sobre el papel. Y, sin más, jugando hasta el último denario que le queda

de los diez dineros que le entregaron, decide escribir al Papa dominico, del

que ha escuhado decir que es un hombre pobre, enérgico, lleno del vino

nuevo que habían fermentado los dominicos en su siglo de oro... Le pide

al Papa que excomulgue a todo el que declare la guerra a los infieles y a

quienes osen negar a los indios el derecho a la propiedad y a quienes se

atrevan a afirmar que los indios son incapaces del Evangelio. Acusa a los

obispos y clérigos que se enriquecen mientras sus súbditos languidecen en

la pobreza y pide al Papa que, por lo menos, les ordene aprender la

lengua de sus ovejas...

No queda más nada en su alforja de encomendero. Algunos

maravedíes que encuentra de sobra los manda entregar a sus amigos indios

de Chiapa... No ha escondido los denarios, los ha derrochado con sudor de

sal y selvas, de caminos y discusiones, de palabras y de letras... El 18 de

Julio de 1566, en el convento de Atocha, el viento de la muerte sopla la

llama del viejo candelabro y un reguero de luceros de plata se enciende en

el firmamento. Son los dineros gastados ... acumulados en el cielo.

Una luz antigua, suave y dura como un metal

La luz golpeó en la oscuridad de la conciencia del encomendero

Bartolomé de Las Casas en el tiempo de Pascua del año 1514. Resultado

Page 64: Fray bartolome de las casas

del golpe, el aturdimiento del converso. Y desde entonces su vida y su

palabra adquirió el brillo de la luz y la dureza del hierro incandescente. Fue,

a partir de entonces, luz que golpea y aturde...

Bartolomé de Las Casas es un hombre fascinante. Su vida una tenaz

aventura en la defensa de los derechos de la persona humana. Después de

los primeros intentos de negociación para ejecutar su plan de

evangelización pacífica, en Cumaná, no se permitirá a sí mimo ni a los

demás concesiones o cobardías.

Sus armas serán: la seducción del profeta 72, la fe del cristiano

auténtico, la astucia del cortesano, el ingenio del sevillano, el atrevimiento

del aventurero de la época, la pasión del convertido.

El calor de la tierra de Sevilla y del trópico maduraron su ingenio;

los ramalazos de sangre judía le dotaron de sagacidad y astucia para

negociar y le dieron la terca consistencia de la raza de la dura cerviz; la fe

fue reguero de luz en la noche del mundo nuevo que salía a la luz bañado en

sangre; el dolor del indio la causa; la defensa del indio el sueño que no le

permitía permanecer tranquilo...

Con más de ochenta años escuchaba a su sordo confesor, Fray

Rodrigo de Ladrada, amigo y compañero de muchas luchas, gritarle:

«Obispo, mirad que os vais al infierno: que no volvéis por estos infelices

indios como estáis obligado» (Quintana, 574).

No fue Bartolomé de Las Casas el único defensor del indio. Ni el

primero. Cuando Montesinos dio el primer grito de alarma en La Española,

Bartolomé gozaba de los beneficios de encomedero. A su lado, en el mismo

tiempo, hombres de la misma talla, se jugaron la vida por la misma causa,

con el mismo tesón y, probablemente, hasta con mejores resultados.

Sin embargo, el sevillano nacido a las orillas del Guadalquivir, frente

al barrio de Triana, que se embarcó para América en busca de fortuna, el

doctrinero-encomendero de Santo Domingo y de Cuba, el primer misa

cantano de América que siendo cura prticipa de los beneficios del

repartimiento de indios, encarna en sí mismo la contradicción de un

tiempo: la espada en una mano y la cruz en la otra.

Pero esta contradición no era visible en aquel momento de la España

del siglo de oro. La espada tenía forma de cruz y la cruz de Santiago era la

espada de los cruzados contra los turcos y moros que trajeron a América los

nuevos cruzados del mundo recién descubierto.

Eran los últimos años del siglo XV. Fernando de Aragón e Isabel de

Castilla, unidos en matrimonio en 1469, terminan la época del feudalismo

en España y comienzan la unidad nacional española con el establecimiento

de su absolutismo monárquico. Con la conquista de Granada, en 1492,

Page 65: Fray bartolome de las casas

terminan ocho siglos de Reconquista que tienen sabor de cruzada. Ser

español y cristiano es privilegio y destino. Los judíos, primero, y los

moriscos, después, son expulsados. Una nación y una religión. No hay otra

posibilidad de entenderse. Cuando Colón abre las puertas del mundo nuevo,

los Reyes Católicos entienden que su tarea es «castellanizar y cristianizar

los nuevos vasallos». Vienen misioneros y conquistadores. Un mismo

proyecto, pero agentes diferente. Unos conquistan y ‘pacifican’, otros

evangelizan. Unos y otros castellanizan y cristianizan.

En Bartolomé de Las Casas la unidad de proyecto coincide en la

unidad de su propia persona. Pronto experimenta en carne propia la

contradicción radical entre ambas tareas y nunca ni nadie le convencerá de

lo contrario: el sistema de la encomienda y del repartimiento son

intrínsecamente malos, radicalemnte contrarios al Evangelio,

necesariamente opuestos a la dignidad del indio.

Ninguna encomienda se salva y tampoco ningún repartimiento, por

más humano que sea y más suave que se aplique. Ni el de Hernán Cortés de

Méjico, de quien se dice que humanizó el sistema, ni mucho menos el que

aplicaron gobernadores crueles, al amparo de la lejanía de los Reyes, a

quienes los indígenas clamaban como protectores contra los abusos de los

funcionarios de Indias y encomenderos inescrupulosos.

La postura de Bartolomé de Las Casas contra la encomienda y el

repartimiento fue irreductible y los sueños por una evangelización pacífica

se mantuvieron contra toda adversidad.

La luz incandescente de la espada de su palabra llenó de cálidez el

corazón del viejo emperador Carlos I de España y V de Alemania y puso

entrañas de ternura en el duro cuerpo de la estructura del famososo Consejo

de Indias. Y aconteció el alumbramiento milagoroso de las leyes nuevas de

Barcelona. Era el año 1542.

A partir de entonces una pléyade de religiosos, imbuidos del nuevo

espíritu, son nominados como Obispos de acuerdo al derecho de patronato,

por el Emperador, con la intención de apoyar la nueva ley. Comienza una

gesta episcopal olvidada e impresionante (Dussel, p. 95).

Antes de 1542, obispos como Zumárraga en Méjico, Zárate en

Oaxaca, el tata Vasco de Quiroga en Michoacán, Marroquín en Guatemala,

defendieron al indio de hecho contra toda explotación... Era su corazón de

pastores que, como el del Buen Pastor, exclamaba: Tengo compasión de

estas gentes.

Con Bartolomé de Las Casas, que reincorpora el pensamiento de

Vitoria, la defensa del indio deja de ser sólo una cuestión de hecho y pasa a

ser una cuestión de derecho natural (Dussel, p. 96). Esta gesta episcopal

tiene en sus inicios inspiración en Fray Bartolomé de Las Casas. Después

Page 66: Fray bartolome de las casas

encontrará sostén en la recia terquedad del indomable anciano, obispo

dimisionario de Chiapa, procurador de indios y misioneros ante la Corte.

Antonio de Valdivieso, Obispo de Nicaragua, denuncia al

Gobernador Contreras: «tienen los Contreras, en cabeza de su mujer e hijos,

más de la tercera parte de los pueblos principales de estas provincias...».

Murió apuñalado, mártir.

Cristóbal de Pedraza, Obispo de Honduras, dice: «¿no es acaso gran

injusticia que por la fuerza deban los naturales estar en casas de los

españoles contra su voluntad siendo libres?, y que los maten a palos y a

golpes y a coces y los amarren a palos como esclavos y que tengan a nadie

quien los proteja... Yo soy el padre de los indios».

Juan del Valle, Obispo de Popayán, según los conquistadores, «el

más mal Obispo de Indias», recorría su diócesis con una lanza para

defenderse de los colonos, defendió en dos sínodos diocesanos el derecho de

los indios a la tierra y a la libertad, fue perseguido por los colonos huyó a

Santa Fe de Bogotás para presentar ante la Udiencia un legajo de papeles

que cargaba a lomos de mula para probar los malos tratos a los indios; de

allí, al no sr escuchado, va a España ante el Real Consejo de Indias y, ante el

poco agrado con que le recibieron, se dirige a Trento para presentar sus

denuncias en el Concilio. Murió en Francia, ants de llegar a Trento, al lado

de la mula cargada de documentos.

Agustín de La Coruña, sucesor de Juan del Valle, es expulsado de la

diócesis por el mismo Rey durante cinco años (1570 a 1575). Cuando

regresa sigue en la lucha. En 1582, durante la celebración de la Eucaristía,

lo llevan preso. Muere en Quito en 1590 mientras visita a los indios.

Pablo de Torres en Panamá se enfrentó a los encomenderos. Es

llevado como reo a la península y nunca más regresó.

Y muchos otros entonces: Fernando de Uranga en Cuba, Tomás

Casillas en Chiapa, Bernanrdo de Alburqueque en Oaxaca, Pedro de Angulo

en Verapaz, Pedro de Agreda en Coro...

Y muchos otros desde entonces... hasta hoy. Obispos, religiosos y

religiosas, laicos y clérigos, hombres y mujeres que luchan por la defensa

del indio, del pobre, del mestizo, del campesino, del negro, del pescador, del

pueblo simple, del pueblo pobre...

De Bartolomé se han dicho muchas cosas: paranoico o

esquizófrenico, testarudo contumaz como buen judío, exagerado como

andaluz, ambicioso, santo... Pero su luz todavía golpea y aturde.

Tras la estela de su luz mucha gente sigue, defendiendo los derechos

de todos, golpeada y aturdida, golpeando y aturdiendo...

Cuando a todos los que luchan por un mundo justo, por la dignidad

de la perona, por los derechos humanos de los despojados, les sube la

congoja en la cruda medianoche del mundo «surge una luz antigua, suave y

Page 67: Fray bartolome de las casas

dura como un metal, como un astro enterrado» como un regalo del Padre

Bartolomé 73

El Centro de Convenciones Fray Bartolomé de Las Casas está

construido en la Avenida Cancamure, frente al Polideportivo, en Cumaná,

Estado Sucre. Financiado casi exclusivamente por la Comunidad Europea y

Manos Unidas.

Entrando, a la derecha, en estructura independiente, se halla un

módulo que funciona como Centro Médico, financiado hasta ahora por la

Fundación de Derechos Humanos, gerenciado por la Fundación de Salud

Comunitaria.

La parte central, en su conjunto, conforma un centro comercial, que

lleva como nombre Patio Andaluz, dedicado a Pedro de Córdoba, de tan

grata memoria para Cumaná. Tahona de Triana es el nombre del restaurante

que, además del servicio a las convenciones, estará abierto a la

comunidad cumanesa todos los días, ofreciendo a medio día los platos más

económicos del mercado. Trabajadores, empleados profesionales pueden

almorzar allí, o cenar, más barato que en su propia casa. Costa de Perlas, es

un centro de ventas de alimentos, financiado con un aporte de 40.000.000,00

de Manos Unidas y Diputaciones de Castilla y 7.400.000,00 del Fondo de

Fortalecimiento Social. A este centro de ventas pueden acceder todas las

personas que lo deseen para comprar los productos de la cesta básica a

precios más económicos. León (de Nicaragua), Puerto de Plata, Vega

Real, Trinidad (Cuba), Chiapa, Las Cortes... son locales de servicios

diversos a la comunidad: librería, artesanía, mercería, óptica... Las

explicaciones de los nombres de los locales se encuentran en este libro. La parte más amplia, con entrada por la Avenida Bolivariano, está

constituida por cuatro módulos de habitaciones y, entre ellas, el auditorio. Esta

parte constituye el núcleo del centro de convenciones: alojamiento para cien

participantes y auditorio para trescientas personas, con espacios cubiertos para

trabajo en equipos y mesas de trabajo.


Top Related