Download - Ensayo científico nov 2006
ESCUELA NACIONAL DE ANTROPOLOGÍA E HISTORIA
I.N.A.H. S.E.P.
DIVISIÓN DE POSGRADO MAESTRÍA EN ANTROPOLOGÍA SOCIAL
ENAH
ACERCAMIENTO A LA CONSTRUCCIÓN SIMBÓLICA DEL ESPACIO URBANO, EN EL SECTOR VIZCAÍNAS DEL CENTRO
HISTÓRICO DE LA CIUDAD DE MÉXICO
E N S A Y O C I E N T Í F I C O QUE PARA OBTENER EL GRADO DE MAESTRA EN ANTROPOLOGÍA SOCIAL P R E S E N T A : ISAURA CECILIA GARCÍA LÓPEZ
DIRECTOR DE TESIS: DR. ABILIO VERGARA FIGUEROA
MÉXICO, D. F. 2006
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Agradecimientos
Aún no es el final del camino, la senda apenas se vislumbra y es el tiempo de agradecer
Alcanzar una meta siempre implica un camino arduo que de vivirse a solas no se alcanzaría. Razón por la cual agradezco a todos aquellos que me acompañaron al inicio, durante y al tiempo de llegar a la meta.
A mis maestros gracias infinitas por compartir sus conocimientos conmigo en primer lugar al Dr. Abilio Vergara guía en esta investigación, Raymundo Mier, Ricardo Melgar, Carmen Cuellar, y a todos los demás que sus consejos están presentes en el escrito y en mi vida misma.
Agradezco con mucho cariño a quienes con su experiencia, percepción y testimonio colmaron este trabajo, mis informantes vecinos, comerciantes, transeúntes, y muchos más... habitantes de Vizcaínas. Especialmente a Don Adolfo+, Don Ramón+.
De manera muy especial agradezco a quienes colaboraron en este trabajo, acompañándome en la foto a Rebeca Cabrera, en las entrevistas a Cruz Ma. Salazar, en la revisión a Beatriz Padilla, Cristina Ribert, en la construcción y en todo momento a Claudia Cecilia, Omar Rafael, José Armando; en todo el trayecto a Aída Analco.
Particularmente agradezco a mis compañeras y amigas por sus atinados comentarios y preocupaciones, especialmente por el candor que le ponen a la vida: Aída, Rocío, Olivia Hilda, Katia, Irma, Coco, Norma y todas las demás.
También agradezco a quienes con su ejemplo me enseñaron que lo primero es superarse a si mismo a Paris Aguilar y Arturo España.
Especialmente agradezco a todos aquellos que por fallas en mi memoria, en estos momentos se escapan de mis pensamientos, pero no de mi corazón.
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Dedicatoria
Hay muchas personas detrás de un sueño pero pocas
acompañando el camino de una utopía
A Claudia Cecilia, Omar Rafael, José Armando, José
Eduardo, y a su papá, por vivir el camino junto a mí,
a pesar de lo duro que a veces parece.
Por su grandeza y fortaleza a mis padres:
María Lucina y Víctor Manuel
Para aquellos que sin saberlo impulsaron el desarrollo
y conclusión de este trabajo:
mis alumnos del PIF: La construcción simbólica del
espacio urbano.
Entre la contradicción, la orientación, la admiración y una gran amistad:
Abilio
Por el apoyo mutuo, y la complicidad
a mis amigas…y mis amigos…
Especialmente a ti que sin ti esto no terminaría:
Aída
Por demostrarme que las utopías son realidades
Carmen
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INDICE Presentación .................................................................................................. 7 1. Etnografía del sector y plaza de las Vizcaínas, a partir de los usos del espacio 8 1.1. Las fronteras delimitan el espacio del Sector Vizcaínas ......................... 11 Al Poniente: El Eje Central: San Juan De Letrán ...................................... 14 Por el Sur el límite del sector, es el eje avenida: José María Izazaga: ........ 22 Por el Oriente: el límite son las manzanas ubicadas entre la Av. José Má. Pino Suárez y el Eje 20 de Noviembre ..................................................... 27 La Av. Pino Suárez ............................................................................ 27 La Avenida 20 de Noviembre: ............................................................. 30
Una frontera borrosa, hacia al norte: las calles de Venustiano Carranza, Uruguay y República del Salvador........................................................... 33
1.2 Las calles ............................................................................................ 36 Las calles de 5 de Febrero ..................................................................... 37 Las calles de Isabel La Católica: ............................................................. 40 Las calles de Bolívar: ............................................................................. 46 Las calles de Mesones- Vizcaínas ............................................................ 51
1.3 El Barrio ............................................................................................. 57 Las Vizcaínas ......................................................................................... 61
2. Acercamiento teórico a la construcción simbólica del espacio urbano ........... 67 2.1 Cultura, espacialidad y territorialidad .................................................... 67
Cultura .............................................................................................. 68 Espacialidad ....................................................................................... 72 Territorio y territorialidad: espacio de apropiación, poder y fronteras .... 76
2.2 La apropiación y valoración del espacio resulta de: ............................... 81
Cultura y espacio, valor de uso instrumental- funcional del territorio ..... 81 Cultura y espacio, valor simbólico-expresivo del territorio ..................... 82 Cultura y espacio, valor de representación del territorio ........................ 82
BIBLIOGRAFÍA ............................................................................................. 85
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ÍNDICE DE FIGURAS
Fig. 1. Mapa: Centro Histórico de la Ciudad de México (En el cuadro azul: Polígono Vizcaínas) ........................ 9
Fig. 2. Mapa: Perímetro A y B del Centro Histórico, Vizcaínas se encuentra en el Perímetro A ....................... 10
Fig. 3 Mapa: Programa Parcial de Desarrollo para el Centro Histórico 2000. ................................................ 10
(Tres secciones: Alameda, Centro Histórico y Merced-Venustiano Carranza) ................................................ 10
Fig.4 Mapa: El Sector Vizcaínas del Centro Histórico de la Ciudad de México ............................................... 11
Fig. 5 Fotografía del Eje Av. Izazaga, a la izquierda el perímetro A, en la derecha el B Edif. Mex-Mart (Ortiz Macedo) ............................................................................................................................................... 13
Fig.6. Fotografía de Eje Central, San Juan de Letrán (icgl 2002) ................................................................. 14
Fig. 7. Fotografía del Social Restaurant Bar (antes Sismo de 1985, Armando Jiménez) ............................... 18
Fig. 8 Fotografía de la escultura del Salto del Agua (icgl, 2002) ................................................................. 21
Fig. 9 Fotografía de la capilla de la Inmaculada ........................................................................................ 21
Concepción del Salto del Agua (icgl, 2002) ............................................................................................... 21
Fig. 10 Imagen de la Torre Latinoamericana ............................................................................................ 22
Fig. 11 Fotografía el Rincón de Asturias en Izazaga (icgl, 2001) ................................................................. 25
Fig. 12 Fotografía de la Plaza de San Miguel, salida del metro Pino Suárez (rc, 2003) .................................. 28
Fig. 13 Fotografía de La calle de 5 de Febrero inicia en la Plaza Mayor y termina en el Eje 4 (rc, 2003) ........ 38
Fig. 14 Calle Isabel la Católica entre Izazaga (derecha) y la calle San Jerónimo (izquierda), vendedora de fruta Sra. Margarita. ...................................................................................................................................... 43
Fig. 15 Gráfica del Uso del Espacio Urbano, elaboración propia. ................................................................. 59
Fig.16 Fotografía del Colegio de la Paz Vizcaínas, Costado sur, frente a la plaza de las Vizcaínas (icgl 2003) . 63
Fig. 17 Fotografía de la Plaza de Comercial Vizcaínas (icgl, 2003) ............................................................... 65
Fig. 18 Fotografía del Teatro de las Vizcaínas (icgl, 2003) .......................................................................... 65
Fig. 19 Fotografía de teporochos en la Plaza de las Vizcaínas (icgl, 2003) ................................................... 66
Índice de cuadros Cuadro 1: Las dimensiones de la cultura .....................................................71 Cuadro 2. Las dimensiones del Espacio........................................................73 Cuadro 3. Organizacional de la Espacialidad.................................................75
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Cuadro 4. Esquema para la Construcción Simbólica del Espacio.....................83 Las ciudades y la memoria
[...]Podría decirte de cuantos peldaños son sus calles en
escalera, de qué tipo los arcos de sus soportales, qué chapas
de zinc cubren los techos; pero ya se que sería como no
decirte nada. La ciudad no está hecha de esto, sino de
relaciones entre las medidas de su espacio y los
acontecimientos de su pasado: la distancia hasta el suelo de
una farola y los pies colgantes de un usurpador ahorcado,- el
hilo tendido desde la farola hasta la barandilla de enfrente y las
guirnaldas que empavesan él recorrido del cortejo nupcial de la
reina; la altura de aquella barandilla y el salto del adúltero que
se descuelga de ella al alba, la inclinación de una canaleta y el
gato que la recorre majestuosamente para colarse por la
misma ventana, la línea de tiro de la cañonera que aparece de
pronto desde detrás del cabo y la bomba que destruye la
canaleta; los rasgones de las redes de pescar y los tres viejos
que sentados en el muelle para remendarlas se cuentan por
centésima vez la historia de la cañonera del usurpador de
quien se dice que era hijo adulterino de la reina, abandonado
en pañales en el muelle.
En esta ola de recuerdos que refluye la ciudad se embebe
como una esponja y se dilata. Una descripción de Zaira tal
como es hoy debería contener todo el pasado de Zaira. Pero la
ciudad no dice su pasado, lo contiene como las líneas de
la mano, escrito en las esquinas de las calles, en las rejas
de las ventanas, en los pasamanos de las escaleras, en las
antenas de los pararrayos, en las astas de las banderas,
cada segmento surcado a su vez por arañazos, muescas,
incisiones, comas.
Italo Calvino1
1 El subrayado es propio. Calvino, I, Las ciudades invisibles. Madrid: Millenium, 1999, p. 22.
7
Presentación
Cuando la ciudad de México representa un lugar histórico, emblemático, simbólico;
una ciudad sin mapa, con fronteras en constante expansión; un espacio urbano
heterogéneo, híbrido; en el cual conviven, convergen e interactúan, más de veinte
millones de personas, por lo demás multicultural, ¿qué sucede a escala de lo
cotidiano?, ¿Cómo se construye simbólicamente el espacio, la identidad social y
colectiva, en la dimensión micro del vecindario urbano?2 Es posible encontrar las
lógicas de ordenación del espacio a partir de su uso público, de sus espacios
emblemáticos.
El presente texto tiene por objetivo describir etnográficamente el sector, asimismo
señalar un cuerpo de conceptos y sus relaciones, de tal manera que se utilicen en
el análisis antropológico respectivo; con la finalidad de comprender el espacio
urbano y los procesos que se gestan en él, tomando en cuenta que el espacio
analizado es parte de los antiguos barrios del centro histórico, espacios que a
través de la historia han sido receptáculo de la diversidad, la heterogeneidad, la
interacción, la memoria colectiva; se inicia con la premisa de que el espacio no
sólo es un contenedor físico de relaciones, sino que es él mismo el que interactúa
con los sujetos que lo usan.
Demostrar que el proceso de construcción, uso y apropiación del espacio se
fundamenta en dos dimensiones: La instrumental-funcional en conjunción con la
simbólica-expresiva; de las cuales se desprende la construcción social de la
identidad, como un proceso de integración constante, además de la valorización
simbólica del entorno como territorio de pertenencia social, apego y arraigo, como
espacio de representación simbólica, como parte del imaginario colectivo.
El texto se desarrolla en dos partes: de las cuales la primera es un acercamiento
etnográfico al espacio que comprende el sector Vizcaínas en el centro Histórico de
2 Aguado, J. Carlos y María Ana Portal, Identidades, ideología y ritual. México: UAM-Iztapalapa, colecc. Texto y Contexto núm. 9, 1992.
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la ciudad de México, en la segunda parte se presenta el análisis sobre el espacio y
el territorio a manera de conclusión.
1. Etnografía del sector y plaza de las Vizcaínas, a partir de los usos del
espacio
La Ciudad de México y en particular el Centro Histórico ofrecen una gran
diversidad de espacios abiertos como: el Zócalo, Plaza Mayor, la Alameda, la
Plaza de Santo Domingo, o la plaza de las Vizcaínas, entre las más de sesenta
plazas, plazuelas y plazoletas con las que cuenta. Espacios urbanos,
microcosmos, públicos en tanto plenamente visibles y accesibles. Lugares, puntos
de confluencia, cargados de historia, de temporalidades diferenciadas; espacios
de interacción que contribuyen a la identidad social, colectiva; asimismo, a la
construcción simbólica del imaginario social.
El Centro Histórico de la Ciudad de México, declarado por la UNESCO, en 1987,
zona monumental Patrimonio de la Humanidad; ocupa una superficie territorial de
9km2 dividido en dos perímetros identificados con “A” y “B”; el perímetro “A”
comprende un espacio de 3.2km2, territorio de la Antigua Traza española. (Fig.1,
2)En este perímetro se localiza el cuadrante que determina el Sector o Polígono
Vizcaínas, su ubicación física es: al norte la calle de República del Salvador, al sur
José María Izazaga, al oriente José María Pino Suárez y al poniente el Eje Central
San Juan de Letrán. (Fig. 4)
El cuadrante sur-poniente del perímetro “A”, Polígono Vizcaínas, se incorporó al
Programa Parcial de Desarrollo del Centro Histórico de la Ciudad de México, en
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agosto del 2000, asimismo recuperó su nominación prehispánica: “San Juan
Moyotla”.3 (Fig. 3)
Para la descripción y comprensión de los usos del espacio, este apartado
abundará en las formas, la circulación, el orden; los principales usos del suelo, los
puntos más relevantes; la percepción del sujeto constituida desde su experiencia
en el uso diario, en la búsqueda de la definición de la imagen del espacio.4
Espacio organizado, de tal manera que permite su identificación, no obstante es el
sujeto quien le impone sus propios significados, quien a partir de la experiencia y
el uso cotidiano, construye pertenencia a más de apropiación.
Fig. 1. Mapa: Centro Histórico de la Ciudad de México (En el cuadro azul: Polígono Vizcaínas)
3 “San Juan Moyotlán o Moyotla” es el nombre utilizado para este cuadrante en la época colonial, los otros tres son: Santa María Cuepopan, San Sebastián Atzacoalco y San Pablo Teopan, esta nomenclatura se utiliza dentro del Programa Parcial de Desarrollo Urbano del Centro Histórico, en SEDUVI y el CENVI-VIZCAINAS, A. C.; es pertinente señalar que esta nomenclatura se utilizó en la división de la ciudad de Tenochtitlán, en parcialidades, según plano elaborado por Alonso García Bravo en 1521-1522. En este cuadrante se ubicaron las casas de nobles, las residencias particulares de los señores, además de establecerse hacia el extremo sur, en lo que hoy es Vizcaínas, el tianguis indígena. 4 Lynch, K., La imagen de la ciudad. Barcelona: Gustavo Gili, 2000.
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Fig. 2. Mapa: Perímetro A y B del Centro Histórico, Vizcaínas se encuentra en el Perímetro A
Fig. 3 Mapa: Programa Parcial de Desarrollo para el Centro Histórico 2000. (Tres secciones: Alameda, Centro Histórico y Merced-Venustiano Carranza)
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Fig.4 Mapa: El Sector Vizcaínas del Centro Histórico de la Ciudad de México
1.1. Las fronteras delimitan el espacio del Sector Vizcaínas
Fronteras son los límites que determinan el espacio, existen como rupturas
lineales, con la función de separar y a veces de intersticios; es decir, dividen al
tiempo que conjuntan. Al mismo tiempo, constituyen referencias simbólicas que
separan regiones mientras las mantienen unidas. Existen fronteras o bordes
naturales como es el caso de las formadas por el agua, el desierto o las montañas;
también las hay artificiales como las murallas. Más aún las hay simbólicas, que
dividen, segregan, marcan además de unir, en igual temporalidad. Tal es el caso
de los Ejes que rodean el Centro Histórico, que vistos en la dimensión de la ciudad
son grandes arterias que mantienen la circulación de sur a norte y viceversa, pero
a menor escala son fronteras simbólicas, que dividen a más de unir dos
espacialidades, como por ejemplo el Eje Central, que divide el perímetro “A” del
“B”, aunque de igual manera sea el que los junta.
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Las fronteras que limitan el Polígono Vizcaínas están construidas históricamente,
porque fueron los límites de la ciudad (la antigua traza española), por más de
cuatro siglos; fronteras de agua, por haberse formado a partir de las acequias. En
este apartado se analizarán como fronteras-límites del sector los ejes: al poniente
el Eje Central en el tramo “San Juan de Letrán”, al oriente el Eje-Avenida 20 de
Noviembre (considerado el primero en la ciudad), junto con la Avenida Pino
Suárez, al sur el Eje Izazaga y al norte el corredor formado por las calles de
República del Salvador y la de Uruguay (ésta última determinada más por su uso,
que administrativamente); fronteras simbólicas para quién las usa.
La planificación urbana se inició en la década de los años treinta, determinó la
apertura, la ampliación de calles y avenidas convirtiéndolas en ejes viales arterias
de la ciudad. El primero en abrirse fue el Eje-Avenida 20 de Noviembre, en 1934;
tiempo después, en la década de los sesenta, se amplió Pino Suárez, Anillo de
Circunvalación, Izazaga y San Juan de Letrán, las dos últimas, fronteras del
espacio investigado. Avenidas que fueron transformadas como parte de la
modernización de la imagen urbana. Planificación impuesta que rompió el
equilibrio histórico cultural de la zona, no sólo por aumentar el tráfico vehicular,
también porque permitió la construcción de edificios de más de diez niveles, en
consecuencia se enfatizó la diferencia entre las dos zonas: “A” y “B”; en la primera
se intentó conservar el patrimonio histórico, mientras en la otra, se conjuga lo
moderno con algunos restos del anterior, como es el caso del edificio de más de
diez pisos: México-Mart, construido en la acera sur de la Av. Izazaga (entre las
calles de 5 de Febrero e Isabel la Católica), junto al exconvento de Montserrat,
ahora Museo de la Charrería, justo enfrente de la universidad del Claustro de Sor
Juana, que ocupa también un monumento histórico: el Convento de San Jerónimo.
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Fig. 5 Fotografía del Eje Av. Izazaga, a la izquierda el perímetro A, en la derecha el B Edif. Mex-Mart (Ortiz Macedo)
Respecto a la modernización de la imagen urbana impuesta a través de la
ampliación de calles y avenidas, Ortiz Macedo, ex-vocal Ejecutivo del Consejo del
Centro Histórico de la Ciudad de México, dice: "rompen el dédalo de las pequeñas
calles del Centro Histórico rompiendo para siempre el equilibrio de su fisonomía
armónica; bordeando dichas avenidas, se autoriza la construcción de edificios en
altura y la incrustación cada vez más numerosa de elementos contemporáneos
acabarán desarticulando el equilibrio fisonómico y volumétrico que por múltiples
razones se había conservado hasta la década anterior”.5 Sin embargo, no
perdieron su carga simbólica.
A continuación se describen, a partir de sus usos, los ejes y calles que limitan el
polígono Vizcaínas:
5 Ortiz Macedo, Luis “La Ciudad de México. Desarrollo histórico y expectativas a futuro acerca de la salvaguardia de sus valores urbanos y arquitectónicos. En Cuadernos de Urbanismo. Las Ciudades �ovohispanas. Núm. 4, Segundo semestre de 1993. México: UNAM- División de Estudios de Postgrado, Facultad de Arquitectura, p. 37.
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Al Poniente: El Eje Central: San Juan De Letrán
Fig.6. Fotografía de Eje Central, San Juan de Letrán (icgl, 2002)
Desde su fundación la Ciudad de México se formó como una ciudad fortaleza que
debía resguardarse de la ciudad indígena, apostada en su derredor; su límite se
constituyó por calles de agua, junto con otras de grandes bardas. Estas separaron
a la ciudad pero no así a sus habitantes, los indígenas recorrían las calles de la
traza, así como los españoles se expandían sobre los solares de aquellos. Más
aún, se marcaron algunas fronteras que todavía permanecen, visibles; tal es el
caso del Eje Central San Juan de Letrán.6 Frontera simbólica-7 que dividió y
segregó a la ciudad, iniciaba en el sur como continuación de la calle de Niño
Perdido, como a la fecha; al cruce con Izazaga, iniciaba con un punto de partida
un mojón: la Capilla de la Inmaculada Concepción del Salto del Agua, y terminaba
en la avenida llamada Santa María la Redonda, donde está todavía la Plaza
además de la Capilla de la lnmaculada Concepción de Cuepopan junto a la
tradicional zona de diversión popular Garibaldi. San Juan de Letrán se convirtió,
desde entonces (en el siglo XVI), y hasta el siglo XIX en: límite de la ciudad.8
Ahora el Eje Central cruza toda la ciudad, pero sigue en este tramo llamándose
San Juan de Letrán; nominación que rememora al Colegio franciscano de San
Juan de Letrán -edificio ubicado entre Av. Juárez y la calle de Artículo 123, 6 El eje Central cruza la ciudad, sin embargo en el tramo de investigación se le conoce como San Juan de Letrán, nombre que lleva desde la época colonial, aunque cambió de aspecto, se modernizó, continúa siendo una frontera simbólica. 7 González Obregón, Luis. “Nombres antiguos de las calles de México”, en Las Calles de México. Leyendas y sucedidos, vida y costumbres de otros tiempos. México: Porrúa, (Sepan Cuántos núm. 568), 1988, p. 107. 8 La expansión llegó hasta las calles de Bucarelí, lugar donde terminaba la ciudad indígena el límite del Perímetro “B”; durante el siglo XX la ciudad continuó su expansión hacia el poniente en el primer tercio del siglo llegaría hasta Tacubaya, en los sesenta creció hacia el oriente hacia Iztacalco, Iztapalapa y ciudad Nezahualcóyotl; en los setenta y ochenta la expansión fue mayoritariamente hacia el norte hasta Ecatepec; recientemente alcanzó las delegaciones, antes espacios verdes, de Contreras, Cuajimapla, Tlalpan, Xochimilco, Tláhuac y Milpa Alta.
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destinado a la educación de los indígenas-, por lo demás porque así lo reconoce la
mayoría dé la gente que lo vive y lo transita.9
El Eje Central cruza casi toda la ciudad, para efectos de este proyecto se plantea
un corte simbólico en la zona central, por el sur a la altura de Izazaga y hacia el
norte hasta las calles de República del Salvador, debido a que este tramo se
considera como el límite del sector Vizcaínas, también reconocido como el antiguo
barrio de San Miguel10 y ahora renombrado de San Juan Moyotla, dentro del
perímetro "A" del Centro Histórico.11
Al recorrer el Eje Central, en el tramo San Juan de Letrán, se perfilan los distintos
sectores que, en cuanto al uso mayoritario del espacio, se observan:
a) de norte a sur, desde Tlatelolco el uso que se le da es habitacional,
b) a continuación hace su aparición el sector Garibaldi, con el glamour del
Teatro Blanquita, espacio que oferta diversión para todos los bolsillos y
sectores, hasta las calles de Donceles,
c) a partir de esta calle, inicia el sector de uso turístico, financiero y
administrativo hasta las calles de Venustiano Carranza, donde destaca el
Palacio de las Bellas Artes y el edificio de Correos,
d) a la altura de las calles de Uruguay, se desplanta el uso comercial hasta
las calles de Izazaga (hacia dentro de este sector el uso es en alto
porcentaje habitacional con comercio, en otros mixto: oficinas, bodega y
habitacional), pero sobre el eje, en ambos lados las aceras son utilizadas
para el comercio ambulante.
De entre las características generales de este Eje destacan, por permanecer
ocultas en sus entrañas, las vías subterráneas de la Línea Ocho del Metro, las
9 Cristina A. (entrevistada en mayo del 2002). El edificio se dividió en dos para formar la calle de Independencia, desapareciendo por completo a mitad de la década, después estuvo en su sitio el edificio “Súper Leche” que se cayó durante el terremoto. 10 La calle de Izazaga llevó hasta mediados del siglo XX, el nombre de San Miguel, delimitó la jurisdicción de la parroquia y el barrio. 11 Coinciden en esta delimitación: El Plan Parcial de Desarrollo para el Centro Histórico, las guías Turísticas de SECTUR, la Delegación Cuauhtémoc y el INEGI.
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estaciones que se encuentran en este sector son: estación Salto del Agua
(entronque con la Línea Uno que circula sobre el otro borde-frontera del sector: el
Eje lzazaga), la estación San Juan de Letrán, la estación Bellas Artes (entronque
con la Línea Ocho y la Dos, que sigue hacia Allende después a la estación Zócalo,
que también limita nuestra zona a través del corredor Zócalo-Pino Suárez, espacio
para la cultura, asimismo para la venta de libros, en el túnel subterráneo del
Metro), después la estación terminal Garibaldi (que cruza con la línea B y llega
hasta Ciudad Azteca, en el Estado de Méx.) De ésta se puede viajar hacia el sur
en dirección a la estación Constitución de 1917, en Iztapalapa, por la cual transita
la gente que vive en el oriente aparte de trabajar en el centro, norte o poniente, de
la ciudad; por lo que representa un lugar de alta confluencia, une y articula, es una
de las principales arterias de comunicación en esta megaciudad.
El Eje Central representa una vía de circulación por la que acceden la mayor parte
de transportistas desde el sur, hasta el norte de la ciudad; sería para muchos la
vía de salida al mismo tiempo de comunicación, con el norte del país. Frontera, al
mismo tiempo medio de comunicación y transporte, que mantiene el orden junto
con la circulación de la ciudad marcando trayectorias además de accesos (por
ejemplo: a Morelos por el sur y a Querétaro e Hidalgo por el norte.
El Eje Central San Juan de Letrán circula de sur a norte, a través de la ciudad. En
el tramo que compete, se observa el espacio señalado por el uso mixto: comercial.
Aún así, en la acera que mira hacia el oriente, la mayoría de los edificios son
utilizados para vivienda.
En cuanto a las características de uso que identifican a esta avenida, se tiene que
existen diferentes tipos de comercio, los cuales actualmente se apropian del
espacio urbano, por una parte el formalmente establecido, por otra el comercio
ambulante o informal. En algunos comercios establecidos se advierte la relación
que tienen con los informales, es a través de estos que aumentan su venta
comercial, tal es el caso de la Plaza 2000, la de Meave y la de la Computación.
Recorriendo la plaza se descubre que gran cantidad de las accesorias, están
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subutilizadas como bodegas o talleres. El comercio informal utiliza calles y
también los callejones localizados atrás de las plazas para acondicionarlos como
bodegas, centros de reparación de implementos de computación y electrónica, a
más de tener lugares estratégicos para la reproducción de software, videos y
material sonoro; durante las horas del día en este tramo, el excedido número de
comerciantes no permite el paso de los transeúntes.
De otros espacios que existen en la zona destacan los destinados a la diversión y
el disfrute, como son: cines, centros nocturnos, billares, cafés, restaurantes,
loncherías. Tradicionalmente San Juan de Letrán, era un lugar que destacaba por
su sabor a barrio popular, los "Caldos Zenón", junto con los Churros El Moro, el
tradicional café Súper-Leche, el cine Teresa, entre otros, que dieron y dan vida a
la socialización de sus parroquianos, imagen construida históricamente, por
ejemplo: en las noches las luminarias de los grandes escaparates de los Centros
Nocturnos, como el Estambul,12 Social Restaurant Bar, el Casa Blanca, el Azteca,
el Mirog y otros, hacían pensar a la población en ese derecho al disfrute de la
ciudad, del cual ahora se carece; una canción hace mención a sus atributos:
San Juan de Letrán de siempre, de todos los días de toda la gente, que entre pena y risa, es todo un
carnaval, refugio de aventureros, amores de a como el beso...13
12 Jiménez, Armando. Cabarets de antes y de ahora en la Ciudad de México. México: Plaza y Valdés, 1991, pp. 53-58. Señala que alrededor de este cabaret, en un radio de un kilómetro: “había 44 cabarets, 89 cantinas, 35 pulquerías, 13 burdeles, 58 hoteles de paso y 121 accesorias de prostitutas, 3 salones de baile y 6 vinaterías. Esto en los años cincuenta, aún hoy alrededor de Garibaldi y hasta Izazaga sigue siendo una zona alegre y muy jacarandosa”. 13 Autor: Sergio Esquivel
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Fig. 7. Fotografía del Social Restaurant Bar (antes Sismo de 1985, Armando Jiménez)
De las calles del llamado primer cuadro de la ciudad, San Juan de Letrán destaca
por ser una de las más transitadas, sobre manera, entre los años cuarenta a
ochenta: "la calle tenía un intenso alumbrado eléctrico durante toda la noche pues
algunos establecimientos comerciales mantenían sus escaparates iluminados,
además de otros que abrían sus puertas las veinticuatro horas".14 Hoy en día se
observa un enjambre de personas que vienen y van hasta altas horas de la noche,
aún conserva vitalidad tanto en sus espacios diurnos, como en su vida nocturna.
Siendo tradicional en el lugar la oferta de ropa masculina -trajes, pantalones,
camiserías, zapatos, discos-, se sumaron espacios para la diversión nocturna:
desde los años cuarenta se convirtió en una calle de luces igualmente de
cabarets. Decayó su aspecto igualmente su categoría, por los daños ocasionados
después del terremoto de 1985; no obstante, sobrevivieron los giros de la venta de
ropa y de calzado para caballero, tan sólo sobrevivieron algunos centros
nocturnos: el Mirog, el Azteca y el Casa Blanca, disminuyó en consecuencia la
dinámica de la zona; sin embargo, desde fines de la década de los ochenta, se
instalaron cerca de estos antros numerosos comerciantes dedicados a la venta de
toda clase de artefactos para la electrónica, la radio, la música, a más de que, en
los últimos diez años, se construyeron las Plazas: de la Computación I y II, la de
Meave, y la 2000, llegó la industria de la computación, inició la venta masiva de
software (copias sin licencia en su mayoría), a mediados de los noventa, lo cual
poco a poco aumenta la dinámica. En la actualidad también la expansión 14 Jiménez, op. cit., p. 123.
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comercial ocupa las calles de República del Salvador, Uruguay y San Juan de
Letrán (desde lzazaga hasta Venustiano Carranza), estas calles están
materialmente tomadas por el comercio ambulante de implementos para la
electrónica y la computación, mismos que a través de redes intensas de pirataje
de música, videos y software, son capaces de reproducir cualquier cosa que se les
solicite.
Si bien la vocación de esta avenida en el sector es el comercio, mayoritariamente
en la acera oriente, en la orilla poniente los edificios están dedicados al uso mixto:
vivienda, vivienda con comercio, vivienda y bodega, espacios que al mismo tiempo
comparten con oficinas y despachos de toda índole, entre médicos, contadores,
abogados, a más de lectores de cartas y tarot, doctores especialistas en las
ciencias ocultas que ayudan a la población en toda clase de enjuagues. En San
Juan de Letrán número 109, está situado el cine Teresa, que de ofrecer "los
mejores estrenos de la capital", cambió por funciones "XXX" para adultos, ahora
se dice familiar, para evitar la clausura.15 Desde la reflexología y el tratamiento de
la columna vertebral (la esquina sur de Vizcaínas y el eje, arriba de la zapatería
Manolo), hasta sanar el alma; desde la reparación del control remoto a la
computadora más avanzada. El eje San Juan de Letrán es un espacio de
confluencias que también da paso a la educación (con una escuela para
educadoras) y a la cultura, existen en ambos lados de la calle: librerías para todos
gustos y clases, desde el Rebusque y la venta de libros usados, hasta librerías
especializadas como la del Pórtico, del Consejo de la Crónica, el FCE, entre otras,
a más de aquellas que junto a una taza de café le venden un texto, como por
ejemplo en el café de los Espejos.
La estética variada muestra la complejidad de relaciones que suceden en la zona.
Espacio construido y reconstruido desde sus entrañas, hasta su monumental
rascacielos como la Torre Latinoamericana además del tradicional Hotel Virreyes
(ahora hostal) marcan la zona como grandes mojones, que la gente ya no ve en el
15 Ha sido clausurado varias veces entre el 2002-2003, porque se ejercía la prostitución de jóvenes dentro; no obstante ahora se anuncia como familiar (marzo del 2003).
20
lenguaje de su cotidianidad, espacios que si los movieran serían la gran pérdida,
mientras que como existen ya nadie voltea a mirarlos.16 Estética plástica que
marca el espacio, también lo es la Plaza de las Vizcaínas que se encuentra en el
extremo oriente del sector, vecina de los antros como el Casa Blanca, el Mirog y el
Azteca, al sur, mientras que como vecinos suyos en el eje se ubican, la tienda de
Trajes Aldo Conti, la tienda naturista Nutrisa Uno, el café-librería de los Espejos;
más de veinte metros de frente sobre el eje y pocos la visitan, mientras que otros
usan, lo que le corresponde como banquetas, para la comercialización informal:
guantes, broches, relojes, juguetes a más de toda clase de dulces, chicles, pilas,
etcétera; así como medio establecidos, semifijos, están los puestos de periódicos,
que ahora se dedican a ser difusores de cultura, como por ejemplo el de Doña
Genoveva que habita su puesto, mismo que expande sobre la calle, desde las seis
treinta de la mañana hasta que se retira ya entrada la noche; dedica su puesto de
periódicos también para la venta de libros de literatura, filosofía e historia, además
de biología, oceanografía, fotografía, perfumes y pintura. En el otro extremo se
encuentran las sillas de los lustradores de zapatos, muchos mitos se construyen
en su rededor, por ejemplo: se dice que: “son estos los que les venden la droga a
los niños, yo jamás lo he visto, pero eso dicen, tal vez no lo sea pero él sabe quien
sí [...]”17 En medio del frente de la imponente Plaza (sigue en tamaño, después de
la Plaza Mayor y luego de la de Santo Domingo, es entonces la tercera en
extensión), se encuentra la entrada al estacionamiento subterráneo, el cual abarca
toda la plaza por lo demás tiene salida al fondo en la calle de Aldaco y al Teatro de
las Vizcaínas (propiedad del Departamento del Distrito Federal, antes Teatro de
revista: Apolo.
El Eje Central San Juan de Letrán, marcado por la historia también determinó la
frontera simbólica: entre ricos -los españoles- y los pobres –indígenas, mestizos y
castas-, (en lo que hoy es el Mercado de San Juan se localizaba hasta principios
del siglo diecinueve el Tecpan, lugar desde donde se mantenía el registro de los
16 La Torre Latinoamericana sigue siendo un mojón referente de la ciudad, pero para los moradores de los barrios aledaños, es más importante el Eje, como referente de límite, incluso la Plaza Meave. 17 Entrevista a una joven del Colegio de las Vizcaínas, no proporcionó su nombre (septiembre del 2000)
21
indios, sus cofradías, se llevaba el cálculo de sus aportaciones a la Iglesia para
indios de San José, el control de sus parcelas, también mantenía criterio con
respecto a su comportamiento: se les juzgaba, enfrente sobre donde hoy es el
arroyo vehicular, se practicaba ahí mismo el castigo: la horca); el eje dividió los
barrios de San Miguel, Tecpantitlán, lzazaga, de Arcos de Belem, el mercado de
géneros de primera, establecidos en locales comerciales, del tianguis de los
indios; señaló la frontera entre las clases medias porfirianas y los pobres de los
arrabales, que fueron poco a poco resguardándose en las viejas casonas de
vecindad, abandonadas por las clases altas.
Fig. 8 Fotografía de la escultura del Salto del Agua (icgl, 2002)
Fig. 9 Fotografía de la capilla de la Inmaculada Concepción del Salto del Agua (icgl, 2002)
Frontera simbólica que señala rupturas, a su vez sedimentaciones del tiempo, a
través de sus monumentos: la capilla de la Concepción, huella de la historia
colonial, frente a la fuente del Salto del Agua, rastro de la modernización dejado
por Maximiliano de Habsburgo; mientras el porfirismo deja su huella con la
destrucción del Teatro Nacional y la construcción del Palacio de las Bellas Artes,
como consecuencia de la Revolución: el Art -decó,18 la década de los cincuenta
marcada por el desarrollo industrial y de la construcción nos hereda: la Torre
Latinoamérica, el rascacielos de mayor altura en América, para su época.
18 “Estilo arquitectónico internacional que en nuestro medio trató de adaptarse al nacionalismo sui géneris, al tiempo que se impone otra de sus vertientes, el neo colonial, que trató de implantar en la fisonomía urbana una réplica formal de la arquitectura barroca y neoclásica de los siglos del virreinato”, en Ortiz Macedo, op. cit., p. 32.
22
Fig. 10 Imagen de la Torre Latinoamericana Por el Sur el límite del sector, es el eje avenida: José María Izazaga:
Ésta calle representa el sur del sector Vizcaínas, continua de la calle San Pablo,
antes con el nombre de Cruz Verde, luego de San Miguel (hasta 1934), ahora
lzazaga; cruza el centro desde Circunvalación, hasta alcanzar el Eje Central San
Juan de Letrán; a partir de este punto, cambia de nombre por el de Arcos de
Belem,19 hasta Balderas para unirse con la Av. Chapultepec y continuar hasta el
poniente, en el Bosque de Chapultepec.
Tradicionalmente esta avenida tenía circulación de oriente a poniente igualmente
de poniente a oriente, pero con la apertura a más de reorganización de los ejes
viales mantuvo su circulación de oriente a poniente, mientras que a la Av.
Chapultepec, su continuación Río de la Loza y Fray Servando Teresa de Mier
(hasta la calle de Topacio) se les dejó de poniente a oriente.
El uso del suelo en la avenida Izazaga, está encaminado hacia el comercio de
vestido, la mayor parte son edificios de fábricas, talleres, de ropa para dama y
niños, muy poco para caballero; sólo existen algunos comercios de venta de
playeras y pantalones. La mayor parte de los dueños son de origen judío y libanés,
si se camina por la mañana o al medio día se les puede hallar, basta con acudir al
Bancomer que está sobre lzazaga, frente al Claustro, o al medio día en el café
Sinaí o en el Emir (sobre Isabel la Católica), son sus lugares.
19 Antes calle de Analco, por ser ladera de río, González, op. cit., p. 107.
23
Así como se encuentran tiendas de ropa, también se nota una gran cantidad de
edificios invadidos por burócratas, se les advierte llegando: desde las estaciones
del metro (Pino Suárez, Isabel la Católica y Salto del Agua) o de la ruta de peseros
alrededor desde las ocho de la mañana; igualmente en las tardes entre las tres y
las cinco. En este sector se ubican las oficinas de la Subsecretaría de Seguridad
Pública, del Gobierno del DF (Edificio México Mart, que ocupa casi una manzana),
del Metro, más hacia el poniente cerca de la estación Salto del Agua se localizaron
edificios ocupados por la Secretaría de Educación Pública20; además en la calle de
Nezahualcóyotl, paralela a Izazaga y Fray Servando, también coexisten otras
oficinas de gobierno. Lo cual ocasiona sobre lzazaga, entre la calle de 5 de
Febrero de Isabel la Católica, la instalación constante de una gran variedad de
puestos ambulantes que ofertan desde flores, jugos, café, atole, tamales,
paquetes de comida, ensaladas y otros más, para quienes puedan compren antes
de entrar, o alrededor de las diez de la mañana, cuando salen del encierro a más
de hacer oficina al igual que socialización en las calles de lzazaga. Si bien, junto a
la barda del Claustro, los que almuerzan son la mayor parte policías, dentro de sus
patrullas. Por las tardes los ambulantes cambian de giro, inicia la venta de bolsas,
blusas, relojes, películas CD’S o VCD’S, aumentan artículos varios para el hogar,
continúa el comercio de periódicos, calcetines, tacos de canasta y otros puestos
de comida.
La calle de lzazaga, perpendicular al Eje Central, está integrada por varios
mojones en un mismo cruce: La capilla de la lnmaculada Concepción del Salto del
Agua, -que aunque pequeña, está siempre concurrida, en su exterior es albergue
de niños y vendedores ambulantes que trabajan en la esquina del semáforo-,
divide en dos la circulación, en una esquina la tienda de muebles y línea blanca
"Viana", en la otra el Hostal Virreyes, -propiedad adquirida por Carlos Slim, que se
suma a las 66 que compró hasta el 23 de junio del 200321- cuenta con diez locales
comerciales; aunque ya no se encuentra físicamente el Deportivo Jordán (ahora
20 Un edificio de más de diez pisos, ocupado por la SEP, se localiza entre Bolívar y San Juan de Letrán, dentro del perímetro A, probablemente construido antes de la prohibición de este tipo de construcción dentro de este perímetro. 21 www.reforma.com/ciudad/articulo/304333/23/06/2003.
24
es un edificio de más de diez pisos inconcluso, abandonado, a medio construir y
albergue de niños en situación de calle) aún significa un lugar importante sobre
todo para los que añoran el box y la lucha libre de los años sesenta y setenta.22
La historia también dejó su huella en cruce, en la esquina sur- poniente del sector
Vizcaínas, en virtud de que ahí se localiza la fuente del Salto del Agua, también en
medio de la avenida y dividiendo la circulación -lugar de alta interacción antaño y
en el presente, cuando la distribución de agua en la ciudad se realizaba a través
de los "tortugos"-, aunque no es la fuente original, la del siglo diecinueve es
también símbolo, importante en la zona (la original se encuentra en el Museo del
Virreinato en Tepozotlán, Qro)23
Cerrando el cruce se encuentra el Mercado de San Juan o de Arcos de Belem,
donde antes estuvo el tianguis junto al Tecpan de los indios de San Juan; ahora
oferta toda clase de productos, ingredientes difíciles de conseguir, “para la
elaboración de comida internacional o para la que no es de todos los días”, el
mercado genera alta interacción, es un punto de confluencia tanto de productos
como de gente.
Sobre Izazaga antes de llegar a Bolívar, se localizan la: "Plaza Comercial de las
Vizcaínas" (de cincuenta locales, solo abren seis), el restaurante y fuente de sodas
La flor de Asturias al lado del Café El rincón de Asturias -que administra "Don
Pepe", junto con su dueño, el socio de origen español, ahora se halla en proceso
de expansión hacia su lado norte, se amplió el local del café, a petición de sus
clientes, será del mismo tamaño en fondo que el restaurante, es un lugar de
sociabilidad para empleados y burócratas, por las mañanas; por las tardes
también en sábado lo frecuentan los vecinos del lugar.
22 Según entrevistas a Víctor García (de 60 años de edad, Diciembre del 2000), Dr. Hugo A. Daniel G. , Víctor V., Ramón Salazar y otros. También rememora el lugar de terminal de autobuses sinaloenses. 23 La gente de fuera, dice Dulce M. (2000), piensan que no esta en uso porque dentro de ella, asaltan, lo cual solo es un imaginario, generado por la imagen que proyecta desde afuera, debido a la cantidad de niños en situación de calle que la rodean, adentro constantemente asisten los vecinos del barrio, los del mercado y otros.
25
Fig. 11 Fotografía el Rincón de Asturias en Izazaga (icgl, 2001)
Existen otros cafés y restaurantes sobre lzazaga, el VIP’S, por ejemplo, para los
burócratas a más de grupos de clase media que gustan de espacios homogéneos
como es el caso. Igualmente para quienes gustan de otra clase de café esta el
Sinaí ubicado entre las calles de 5 de Febrero y 20 de Noviembre, apenas con una
entrada de tres metros, en medio de tiendas de ropa para dama, al fondo es un
lugar de gran amplitud, de buen café árabe, administrado por judíos, restaurante
por las tardes.
Lo demás en dicha avenida, una oficina dedicada al traslado de paquetería
Estafeta, oficinas de la SEP, el VIP’S, una librería de “viejo” junto a una tienda de
ropa. Salvo en el frente del Hostal Virreyes, la calle esta despejada de vendedores
ambulantes, hasta la entrada de la estación del Metro Isabel la Católica, también
ocupan la calle frente a las oficinas del Gobierno del DF. En la acera de enfrente
del café se ubican también oficinas de gobierno y una escuela bancaria y de
computación.
La avenida Izazaga, también es un límite simbólico e histórico como el del Eje
Central, albergó al Barrio de la Cruz Verde (ó vidriada), al Claustro de Sor Juana o
exconvento de San Jerónimo, y al convento de Montserrat, ahora utilizado como
Museo de la Charrería, -en proceso de restauración-, el templo y plaza de San
Miguel, llega hasta la calle del metro Pino Suárez.
26
La Universidad del Claustro de Sor Juana da cabida en sus aulas a muchos
jóvenes quienes le han regresado vida a este sector, dicen algunos, a más de que
son plenamente visibles como de fuera e igualmente son los que, comprando en
Isabel la Católica, han devuelto el olor a frutas, tortas y quesadillas a estas calles;
estos estudiantes, más de seiscientos tan sólo en la carrera de Gastronomía,
habitan el centro, comen, también lo disfrutan, aunque se quejan de las distancias,
les gusta su espacio por ser y representar un símbolo histórico, pero también de
ellos.
A la altura de la Av. 20 de Noviembre se advierte la barda de la iglesia de San
Miguel, que junto con su plaza, atraen a la socialización, a parte de su exceso de
locales improvisados de comida también de vendedores ambulantes,
prácticamente tapan las entradas que existen sobre la plaza, a la estación Pino
Suárez del metro. Entre olores y sabores, la comida aunque con virus y bacterias,
no tiene comparación según lo dicen sus degustantes.
La avenida lzazaga inicia (nominalmente) en Correo Mayor, sufre ahora las
contingencias a más de los problemas que le genera el iniciar en las calles de San
Pablo, foco de la prostitución que se adueña del espacio, durante las noches; al
mismo tiempo aparecen o ya estaban, hoteles, junto a edificios que aunque no
tienen letreros sirven de cuartos por tiempo determinado para la prostitución.
La pobreza conjunta a la segregación social, se atisban por estos rumbos,
mendigos, malolientes, mutilados entre otros; son el paisaje que se percibe junto
al de los vendedores ambulantes que entre sus productos ofrecen guantes
bufandas, juguetes, cualquier artefacto chino o coreano, para el uso o el adorno,
etcétera que finalmente ya no permiten al transeúnte caminar por sus banquetas.
Correo Mayor está prácticamente tomada, ya no hay lugar para nadie más. La
gente que habitaba estas calles prácticamente no sale, o es uno más de estos
vendedores.
27
Por el Oriente: el límite son las manzanas ubicadas entre la Av. José Má. Pino Suárez y el Eje 20 de Noviembre
Con la idea de localizar el límite oriental del Sector Vizcaínas, se indagó en las
instancias gubernamentales, se encontró que aunque el Plan de desarrollo, el
Gobierno del DF y el Fideicomiso para el Centro Histórico, marcan como lindero a
las calles de 20 de Noviembre, ésta no es referencia para la gente que vive la
cotidianidad de su contexto; para ellos la frontera que marca el lado oriental de
este sector del centro es la Av. José Ma. Pino Suárez, debido a su trascendencia
histórica y simbólica; pero también porque la Av. 20 de Noviembre es de reciente
apertura, (según entrevistas locales, se terminó de abrir, reconstruir, en los años
setenta, por lo cual para muchos resulta de reciente uso)24. Motivo por el cual se
presenta la Av. José Ma. Pino Suárez como el borde simbólico del sector, junto a
la calle de 20 de Noviembre en virtud de que juntas forma un gran camellón, de
pasillos entrecruzados a través de Plazas comerciales y son complementarias
como frontera.
La Av. Pino Suárez
A la salida del metro, en lzazaga inicia justo con un lugar importante por su
trascendencia cultural, social además de religiosa: el Templo de San Miguel y la
plaza del mismo nombre. Ésta alberga a gran cantidad de vendedores
ambulantes, compradores, transeúntes, mendigos, alcohólicos, drogadictos, entre
otros grupos que aparentan cierto orden y respeto al apropiarse de la plaza, a la
par de las entradas al metro, que se localizan en la parte central de la plaza. Pino
Suárez es una avenida que tiene tres sendas en el mismo espacio una
subterránea para la circulación del metro, un gran corredor cultural subterráneo, es
la otra, que inicia justo en San Miguel y termina en el Zócalo, librerías de todo tipo
han instalado su local en exhibición permanente y, la última, sobre tierra es la
propia Av. Pino Suárez.
24 Recientemente el comercio de ropa para mujer, de fiesta y de cóctel, fue trasladado a estas calles, desde la de 16 de Septiembre (Cruz S., entrevista el 23 de noviembre del 2002), también señalado en los planes gubernamentales de desarrollo.
28
Fig. 12 Fotografía de la Plaza de San Miguel, salida del metro Pino Suárez (rc, 2003)
Frontera marcada por su propiedad de dividir al centro en dos grandes sectores el
de Vizcaínas o San Juan Moyotla y el de San Pablo Teopan (caracterizado por ser
albergue del comercio ambulante, de la prostitución y de la pobreza extrema,
desde su fundación como frontera sur-oriente de la Ciudad de México).
Trascendental porque es continuación de la que fuera calzada de Iztapalapa
(Tlalpan y San Antonio Abad) y que termina justo en el lugar más importante para
la ciudadanía como lo es la Plaza de la Constitución. La trascendencia histórico-
simbólica del lugar, se debe a que fueron sus calles, lugar de encuentros, por
donde se le dio la bienvenida a Cortés y su séquito de españoles que
emprendieron la Conquista sobre México. Otro sello histórico y cultural patrimonio
de esta avenida, de la ciudad y de la Humanidad, se localiza entre República del
Salvador y la de Uruguay, es el Palacio de los Condes de Santiago de Calimaya,
desde 1960 Museo de La Ciudad de México y enfrente la Plaza del Lic. Primo de
Verdad, en la esquina está el Hospital de Jesús y la iglesia de la Inmaculada
Concepción de Jesús de Nazareno (todavía alberga los restos de Hernán
Cortés).25
25 Esta iglesia seguida de la de la Inmaculada Concepción del Salto del Agua, la de la Concepción de Tlaxcoaque, y la del Convento franciscano que ocupaba lo que hoy en día es la Torre Latinoamericana, en la
29
El uso y la cotidianidad, otorgan significado al espacio, en este sentido las
Avenidas 20 de Noviembre y Pino Suárez, apenas separadas por un espacio
aproximado de cien metros juntas forman una frontera simbólica desdibujada por
el tiempo, mantenida por la cotidianidad. En cuanto a la circulación la avenida
Pino Suárez lo hace de norte a sur, da salida a los vehículos desde el Zócalo a
Fray Servando Teresa de Mier, encausa a los que quieren llegar del centro a
Tasqueña a través de Calzada de Tlalpan. Mientras que 20 de Noviembre, primer
eje vial de la ciudad, ingresa a los que circulan de Sur a Norte desde la Calzada
de San Antonio Abad, Tlalpan (respetando el templo de la Concepción de
Tlaxcoaque) y hasta la enorme glorieta que forma la Plaza de la Constitución.
En cuanto a su uso, es acentuadamente comercial:
Es una calle toda llena de comercios pero venden la mayor parte zapatos y ropa para dama, hasta el fondo ya para llegar al Zócalo están las tiendas de tela y de material para velas.
Empieza con la iglesia esa ya muy viejita [referencia a la de San Miguel] y los comercios de ropa; uno que otro restaurante; muchos puestos ambulantes, mucha fayuca; una plaza comercial que hicieron, es la que sigue de República de Salvador, es nueva la construyeron después de sismo.
Existe una tienda que está después de la calle del Salvador, a la otra, donde venden cosas para los caballos, corbatines para charro, con forma de herradura, todo de cuero, fuetes, etc.; otra en la acera de enfrente, junto a la plaza esa que es muy pequeña: la del Salvador. En ambos lados de la Avenida en la siguiente esquina en el lado derecho, está la Parisina y en el izquierdo una tienda de telas finas. También se hallan tiendas para recuerdos, está una base de peseros desde hace cinco años y vienen desde el metro Gómez Farías al Zócalo. Pino Suárez se corta con lo del Zócalo. En Pino Suárez, encuentras desde lzazaga hasta el centro: puestos ambulantes.26
Pino Suárez sitio de confluencias y convergencias, permite al transeúnte dirigirse a
cualquier punto de la ciudad, a través del metro, desde el sur con la línea Dos que
viene desde Taxqueña y llega hasta el norte a la estación Cuatro Caminos; otro
calle de Madero y 16 de Septiembre; parecerían estar marcando el barrio de San Juan Moyotla, Polígono Vizcaínas; también marcan la dominación que sobre el barrio tenían los franciscanos. 26 Cruz S., entrevista 23 de noviembre del 2002.
30
espacio que confluye, además punto central de la columna vertebral de la ciudad
es el viaducto y la calzada de Tlalpan, conocida en este sector como San Antonio
Abad, misma que termina en el centro, en la Plaza del Zócalo (antes se podía
hacer este recorrido directo, pero debido al cambio de la circulación de Pino
Suárez, se construyó una desviación hasta la Av. 20 de Noviembre) Centro, límite,
frontera, este punto es un nodo en la ciudad, desde la perspectiva de la circulación
y de la trayectoria en vehículo, tanto como un punto central para el usuario del
metro; así como un lugar importante para la apropiación del espacio, en cuanto al
uso comercial que de éste se da. Perfila, al recorrerle, las diferentes facetas que
tiene el comercio informal, hasta llegar a uno de los puntos donde se acentúa con
mayor número de comerciantes, como lo es en la esquina con Corregidora, a un
costado de Palacio Nacional, justo donde todavía se observan restos de lo que
fuera la antigua Acequia Real, en tiempos coloniales, y por la que conectada a la
de calzada de la Viga sería un sitio trascendental para la introducción de
productos a la Ciudad de México.
La Avenida 20 de �oviembre:
Seis calles forman esta avenida con circulación de norte a sur hasta llegar al
Zócalo, aún cuando están tan cerca (de Pino Suárez) no han sido invadidas por el
comercio ambulante, sobre todo las primeras cuatro, después de la calle de
República del Salvador y hasta la esquina con el edificio del Gobierno del Distrito
Federal, es donde abunda el comercio ambulante. Como lo describe Cruz S.,
transeúnte, informante que acude con frecuencia a estas calles y que gusta de ir al
centro a comprar ropa femenina:
Es una calle de reciente apertura27, ahora se encuentran muchas tiendas de vestidos para fiesta y cóctel, antes había muchos locales cerrados;
27 Esta calle comenzó su apertura durante el Porfiriato a tres calles, de las dos que existían desde la época colonial, en los años treinta-cuarenta se abrió y amplió hasta la Iglesia de la Inmaculada Concepción de Tlaxcoaque, al cruce con Izazaga y más tarde se amplió hasta Fray Servando Teresa de Mier, aumentando también su número de carriles y alineación. Pero en cuanto a su uso, eran prácticamente fábricas de ropa, hasta después del sismo del 85 se le restaura. En el presente alberga los comercios de ropa que estuvieron en las calles de 16 de Septiembre, debido a esto es que para la informante es una calle de reciente apertura. En la margen izquierda de la Acequia Real se empezaba a construir el edificio para el Ayuntamiento, que contendría el local de la primera casa de Moneda (la Fundición), en la esquina de Plaza de la Constitución y
31
ahora no, están las tiendas de ropa para dama, que antes se encontraban en 16 de Septiembre, de sur a norte hallas ropa casual para jovencitas, una plaza nueva en un edificio remodelado, como una plaza pequeña, donde encuentras ropa de vestir pero en tallas muy pequeñas.
Después de esa plaza, comienzan las tiendas de vestidos de noche de cóctel, zapatillas, todo lo que necesitas para una fiesta de noche o de cóctel, de todos precios, baratos sencillos, caros, finos; en las mismas tiendas hay zapaterías (ahí te venden el calzado adecuado al vestido), como cinco o seis zapaterías; ahora está un Suburbia entre 20 de Noviembre y Pino Suárez, aunque sólo tiene acceso por 20 de Noviembre. También encuentras una tienda muy vieja que vende ese tipo de carpetas bordadas y tejidas a mano, que nos traen a vender de San Juan de los Lagos, yo la verdad la he visto muy poco concurrida pero existe de hace años, enfrente esta Telas Junco, la calle de Venustiano Carranza es prácticamente tiendas de Telas. Está Liverpool en la misma manzana que el Palacio de gobierno, sí vas temprano puedes caminar, de las doce en adelante no, porque se ponen muchos vendedores, también organilleros, casi siempre están ahí, desde temprano, en las esquinas de la Av. 20 de Noviembre con Uruguay y con Venustiano Carranza parecen tener un lugar fijo.
Recuerdo que desde niña siempre los he visto ahí, si vas más tarde están tantos puestos ambulantes que no te dejan pasar. Te ofrecen: hilos, agujas, chaquira, lentejuela, popotillo, encajes más económicos que en las tiendas. En la actualidad ya no hay edificios de vivienda, todos o son bodega o talleres y fábricas de ropa desde Izazaga, hasta República del Salvador. En cuanto a los servicios que ofrece esta parte del centro te diría que no hay baños, he entrado al de Junco es un baño viejo y oscuro, muy difícil de localizar, es prácticamente un laberinto dentro de la tienda, sanitarios difícilmente encuentras, es un problema porque no los hay públicos. En la calle están las vendedoras de tostadas con nopales, tlayudas; en la de 20 de Noviembre también se hallan muchos vendedores de frutas, mangos con limón y chile, además de frituras entre papas y chicharrones.
La Av. 20 de Noviembre, a diferencia de la de Pino Suárez es menos concurrida,
acuden a ella compradores de mayoreo que llevan a vender ropa al interior de la
20 de Noviembre. Melchor Dávila edificaba los Portales de Mercaderes, que llegaban hasta la Acequia, junto a ellos, las Casas Consistoriales tenían sus soportales que, más allá de un estrecho callejón llamado de “la Diputación”, después nominado como callejón de “Las Flores” (porque ahí la habitaron hermanas de ese nombre). Éstos se llamaron, previa y sucesivamente, de Fundidores, de Peñeros y de Guerrero, hasta quedar con el apellido de doña María Gutiérrez Flores de Caballería, esposa del tesorero Alonso de Estrada. Las hijas de este matrimonio sólo usaron el apellido Flores y éste quedó como nombre del portal hasta 1934, cuando se inició su demolición, con objeto de la apertura de la Av. 20 de Noviembre. González Obregón, op. cit., p. 111 y Ortiz Macedo op. cit., p. 37.
32
república, porque en estas calles existen muchas fábricas. Uno de los lugares
importantes, en interacción y significación social en estas calles, es la antigua
Iglesia de San Miguel, aunque en ésta muestre sólo su parte posterior, debido a
que gran parte del atrio que la rodeaba se usó para otorgarle circulación al eje.
Mientras en su cruce con la Cuarta calle de Uruguay, aún la memoria de los
vecinos y transeúntes recuerda la "Leyenda de Don Juan Manuel", aquel que
anunciara la muerte a los andariegos. Otro sitio que se emplaza en la avenida, de
alta significación histórica y política para la ciudad, es el de la esquina norte el
Palacio de Gobierno del DF (primera casa de moneda de la Ciudad de México),
antes de 1934, se llamaba callejón de la Diputación o “De las Flores”.
La falta de vivienda, en las manzanas formadas por las calles 5 de Febrero, 20 de
Noviembre y Pino Suárez, han provocado que la percepción de los vecinos, en
relación con las fronteras de su barrio, vaya solamente hasta la calle de 5 de
Febrero que poco a poco, por su uso habitacional se ésta constituyendo en un
límite imaginado para los habitantes del sector.
Para el proyecto de restauración de 1998-2001, no se consideraron las seis
manzanas que se encuentran entre estas fronteras, según lo indica el Programa
Parcial de Desarrollo que se autorizó para esta zona en agosto del 2000: "La zona
para el proyecto Polígono de Vizcaínas comprendía hasta las calles de Pino
Suárez, pero para efectos de restauración se han recortado seis manzanas al
sector, lo cual tiene significado puesto que estas manzanas se dedican
mayoritariamente al comercio y casi no existen edificios usados como vivienda,
pero para distinguirla como sector se contaron 27 manzanas". Se les toma como
espacio físico y parte del sector, pero no para el programa de restauración. Lo
cierto es que estas manzanas fueron restauradas después del sismo de 1985;
asimismo, su uso es mayoritariamente de fábricas de ropa, al mismo tiempo
comercios para venta de ropa femenina. Frontera física, también simbólica e
histórica que permite definir el espacio que corresponde al Barrio San Juan
Moyotla, en el extremo oriente, que para el gobierno y el Fideicomiso corresponde
al Polígono Vizcaínas. Además corresponden históricamente al Sector San Juan
33
Moyotla, de la Antigua Tenochtitlán, -en la época colonial se le reconocía como el
barrio de la Cruz Verde o coloquialmente de la Cruz Vidriada-.
Una frontera borrosa, hacia al norte: las calles de Venustiano Carranza, Uruguay y República del Salvador
Sí se toma en cuenta que "ubicar en su contexto al objeto de investigación
significa articular las formas de ver que desarrollan los ciudadanos con los hechos
históricos y sociales que han marcado la historia subjetiva de la ciudad -aquella
que construyen y guardan sus habitantes-, las formas de interpretar este
desarrollo, desde las posiciones en que se "enclasan" -en los distintos poderes-
son quienes producen los sentidos de la ciudad”28.
El lado norte del sector ésta delimitado por el uso que le dan sus habitantes y
visitantes; lo forman las manzanas que se encuentran entre las calles de Uruguay
y República del Salvador, desde San Juan de Letrán y hasta 5 de Febrero. Si bien
el límite oficial lo forman las calles de Venustiano Carranza,29 son: el tipo de uso
del espacio, la historia y las prácticas sociales de los individuos las determinantes
de la división territorial del espacio. Separando la zona turística-empresarial de la
de alta comercialización.
A partir de la instauración de las plazas de Meave, además de las de la
Computación I y II que, como una bala expansiva se han apropiado del espacio, lo
que provoca el aumento la oferta mercantil, que necesitando espacios desarticuló
construcciones; es decir, construyendo pasajes, suprimieron las paredes para
formar enormes corredores comerciales entre edificios y de calle a calle. A más de
apropiarse de las banquetas utilizan un carril del arroyo vehicular, para la venta de
productos pirata o robados electrónicos relacionados con la computación.
28 Abilio Vergara Figueroa, Identidades, imaginarios y símbolos del espacio urbano. Québec, La capitale. México: INAH-ENAH, Association Internacionale des études Québécoises , Comisión de La Capitale Nationale du Québec; 2003, p. 65. 29 El borde para el sector está determinado por la 1ª. Calle de Venustiano Carranza, -antes llamada Zuleta, porque vivió en ella el capitán Don Cristóbal de Zuleta, González Obregón, op. cit., p. 115.
34
En cuanto a funcionar como frontera (que une y conjunta), realmente lo es, puesto
que divide la zona turístico-empresarial, de la comercial; a través de una calle que
desemboca como la primera paralela al cuadro de la plancha del Zócalo.
Venustiano Carranza, es una calle de características peculiares, inicia con una
parte de los restos del Convento Franciscano del siglo XVI, en un entorno de
comercios fijos formalmente establecidos, grandes tiendas comerciales, tal es el
caso de Martí y Suburbia; el uso comercial es predominante, sin embargo aún no
se han establecido comerciantes ambulantes. En el sector turístico- empresarial, el
programa de restauración del Centro Histórico recientemente terminó el cambio de
tuberías, la instalación de cableado subterráneo en el sistema telefónico y en el de
distribución de energía eléctrica, junto con la mejora de adoquines; por otra parte
está constantemente cuidada, limpia incluso de vendedores ambulantes. Aunque
se ubica, en los mapas de zona en el sector Moyotla, ahora en la práctica y por la
percepción de sus transeúntes, está marcando la frontera con el espacio turístico-
empresarial, forma el corredor de lujo junto con las calles de 16 de Septiembre, 5
de Mayo y Madero.
Por lo que se tomó como limite, para efectos de este trabajo, la que reconoce el
Fideicomiso, amén de la gente en general; aunque no es una calle, sino las
manzanas que se encuentran entre Uruguay y República del Salvador, desde San
Juan de Letrán hasta 5 de Febrero. En esta parte se observa que las calles
primera y segunda de Venustiano Carranza dieron espalda al sector; para abrirse
al comercio, al turismo, al empresario, además del uso bancario.
La calle de Uruguay circula hacia el poniente mientras que República del Salvador
lo hace hacia el oriente; en la primera circulan rutas de peseros, poco transporte
de carga; empero, la zona se encuentra irrumpida por la industria de la
computación y la electrónica, que se ha comido materialmente toda la manzana
desde San Juan de Letrán a Bolívar. La contaminación, el ruido junto con el
comercio, están provocando el abandono de edificios tradicionalmente de uso
mixto, habitacional y comercial, por solamente comercial; si se transita por estas
calles se pueden observar letreros de renta pero ya no para uso habitacional,
35
ahora la oferta es para oficinas, despachos, aparte del de bodega. Los edificios de
uso comercial abarrotan su planta baja, con “todo para la computación y la
electrónica”, invaden también con comercio ambulante de insumos para
computadora a más de la venta de partes electrónicas; llegando a las calles de
Bolívar. Aledañas a la Plaza de la Computación, el comercio es menor y se
relaciona mayoritariamente con la venta de cd’s de música y video.
La segunda manzana de estas calles conserva un uso tradicional: el comercio de
material para dibujo, ingeniería y papelería, empresas establecidas para ello se
localizan en la acera norte; mientras en la del sur se encuentran oficinas de la
Secretaría de Hacienda y la Hemeroteca Lerdo de Tejada que ocupa un
exconvento colonial con su atrio convertido en la Plaza Felipe Neri.30 Abundan en
la calle de República del Salvador comercios de venta de toda clase de básculas,
hasta llegar al cruce con la calle Isabel la Católica. Continúa la manzana de las
farmacias de gran tradición entre los habitantes de la Ciudad de México, en donde
se ubica el Templo de San Agustín, en el cual destaca la Virgen del Buen Parto,
por la cantidad de ofrendas que las mujeres, en su mayoría, le presentan en
beneplácito de la salud de los hijos recién nacidos.31
La tradición y la modernidad interceptan esta calle que cambia el uso comercial:
de la computación y la electrónica, por la oferta de toda clase de curas para la
salud, en las aceras se encontraron desde remedios herbolarios, seudo-médicos
que lo curan todo, enfermeras que miden la presión junto con la venta de material
para sanar el cuerpo. La calle de República del Salvador conecta las colonias
Cuauhtémoc, Juárez y Centro, a través de las rutas de transporte: autobuses y
combis, ahora con microbuses. En este espacio destaca el comercio informal,
correlacionado con el fijo, únicamente en la segunda calle del Salvador no se
permite el comercio por encontrarse en su costado la Hemeroteca y un edificio de
30 Antes calle del Arco, porque por medio de éste se conectaba el convento y templo de San Agustín. Durante el proceso de urbanización de la ciudad se quitó este arco-, desde la primera división de la ciudad en barrios, y hasta la fecha. 31 Cuando la madre esta grave o muere, las ofrendas son llevadas por el padre o algún familiar; regularmente son llevadas después del suceso.
36
la Secretaría de Hacienda, en el otro tampoco lo permiten las empresas como
Lumen, que cuentan con estacionamiento particular.
Para este caso se afirma la frontera conforme al uso cotidiano, en Uruguay, en la
segunda calle o segunda manzana se localizan gran cantidad de comercios de
venta de comida, pequeños locales de un metro por un metro dedicados a la venta
de tacos de canasta, restaurantes de lujo como el Malecón, La Casa Rosalía, El
Danubio, el Centro Castellano, etcétera. Aunque la calle de República del
Salvador tiene un mayor uso: venta de equipos de video, sonido y electrónica, así
como papelerías, la de Uruguay en este corte lo tiene en cuestión de comida, por
lo que ambas se complementan entre sí.
Conforme estas tres calles se acercan a la Plaza Mayor y convergen con las calles
de 5 de Febrero y la avenida 20 de Noviembre cambian el uso del espacio,
aparecen grandes centros comerciales y más tiendas con vocación de mercerías.
Forman un espacio que en términos de los moradores del sector, es prácticamente
una frontera borrosa difícil de definir, que poco se encuentra en su imaginario.
1.2 Las calles
Entre los aspectos que constituyen el espacio urbano sobre los cuales es posible
construir una imagen se encuentra el de las calles, aquellas que fragmentan y
unen, dividen y condensan, al mismo tiempo marcan el uso del espacio, también
se constituyen en imagen simbólica.
Para la descripción de las calles que se localizan al interior de este sector, se
trabajó a partir de recorridos constantes en diferentes horarios, además de
entrevistas a transeúntes y moradores de la zona, las calles a las que se refiere
este apartado están representadas por las sendas de 5 de Febrero, Isabel la
Católica y Bolívar que circulan paralelamente al Eje San Juan de Letrán, la
avenida 20 de Noviembre y Pino Suárez. Las tres cambian de nombre al cruzar la
calle de 5 de Mayo: Bolívar cambia por Allende, Isabel la Católica cambia por
República de Chile y 5 de Febrero termina en 16 de Septiembre (debido a que
37
inicia la Plaza de la Constitución y en este extremo se ubica el Portal de
Mercaderes), continúa la calle con el nombre de Monte de Piedad y después de
las calles de Donceles se le reconoce como República de Brasil.32
La gente observa cuando camina, circula, o va en un trasporte público (pesero),
taxi o bici-taxi. El ser, hacer, andar se conjugan en la experiencia, en el evocar y
generar la construcción de imágenes de la ciudad; muchos gustan de asistir al
centro histórico en busca de algún producto, pero otros tantos lo hacen sólo para
evocar.
El sector Vizcaínas, antiguo barrio de San Juan Moyotla, representa uno de los
cuatro cuadrantes del Centro Histórico en su perímetro “A”, el cual marca el
perímetro de la antes Ciudad de México -Traza Española-. Transversales a las
avenidas de alta confluencia vehicular –5 de Febrero, Isabel la Católica y Bolívar-,
que integran el polígono de referencia, se localizan las calles de Vizcaínas-
Mesones, la calle de Regina y la de San Jerónimo, corazón del barrio, calles que
en algunos de sus tramos no tienen acceso vehicular.
Las calles de 5 de Febrero
La calle de 5 de Febrero es una avenida de alta confluencia, que inicia en la calle
Venustiano Carranza, cruza el Centro Histórico, la Colonia Obrera, Algarín, y
Álamos hacia el Eje 4 Sur de la Ciudad de México, al igual que la calle de Isabel la
Católica y la de Bolívar.
Su circulación es de centro a sur, es una vía que aunque no es muy ancha tiene
tres carriles, permite la salida del Centro y conecta hacia el sur paralela a Tlalpan,
al respecto nos dice el Dr. Hugo A.: “sale junto al Zócalo se sigue hasta la Algarín,
ahí terminaba en una cerrada, te ibas sobre todo derecho y llegabas a la colonia
Obrera atravesabas Viaducto y adelante terminaba, hasta la Álamos”.33
32 Tiempo atrás se le reconocía como la Calzada del Tepeyac. 33 La calle 5 de Febrero termina aquí, no obstante existen otras con el mismo nombre en la col. Portales, pero no son continuación de ésta.
38
Fig. 13 Fotografía de La calle de 5 de Febrero inicia en la Plaza Mayor y termina en el Eje 4 (rc, 2003)
Como se observa, tradicional en la organización del espacio urbano de la ciudad
de México, en su transcurrir va marcando usos diferenciados del espacio, en el
Centro su primera calle ésta dedicada al comercio de ropa y zapatos, en la
segunda estaba el Puerto de Veracruz, y el Palacio de Hierro: está marcada como
una calle para el comercio informal, dice al respecto la Sra. Lucy, compradora
frecuente de las farmacias del centro, "está la Farmacia de Dios, afuera podía uno
comprar cosas... y chacharitas, ahora ya no hay nada, uno que otro comercio
queda, antes había cosas hasta en el suelo, ahora nada más quedan comercios y
restoranes, estaba el Puerto de Veracruz, que se quemó y era un centro comercial
como Liverpool, el Nuevo Mundo, para las telas y la ropa barata, pero desde la
esquina estaba la Farmacia París donde compraba: medicinas, alcohol, algodón,
leche y jeringas de vidrio; junto había rosticerías, que todavía existen, además
derecho dan la comida muy barata".34
34 Entrevista transeúnte 22 de marzo 2002.
39
La tercera calle, marca un cruce junto con la de República de Salvador donde
destacan la gran cantidad de farmacias que existen desde la tradicional en
México: la Farmacia París, la De Dios y ahora la que invade a la ciudad en casi
todos sus sectores la Farmacia del Ahorro, El Fénix. Frente a éstas, en el lado
oriente, se descubren rosticerías, las primeras en México, loncherías y rosticerías,
ofrecen desde comida corrida hasta un cuarto de pollo; al cruce con Mesones se
convierte en un espacio para la venta de maquinaria textil, material de laboratorio,
sin embargo es aquí donde se despliega el sector Vizcaínas, a partir de la esquina
que forman República del Salvador y hasta Izazaga se reconoce el uso mixto del
espacio: los negocios comerciales en la parte baja, algunos en el primer piso, pero
sobre todo se observa el uso habitacional, casi todos los edificios que se
encuentran tienen en promedio veinte viviendas, desde Mesones a lzazaga, no
hay apropiación de espacio por parte de vendedores ambulantes, los que existen
son de venta de periódicos o frutas. A primera vista, pareciera un espacio
destinado a uso masculino por la gran cantidad de maquinaria, que no solamente
se vende sino también se arregla, por lo que igualmente hay venta de partes
industriales para el sector textil y el relacionado con la industria química, es así
hasta llegar a San Jerónimo esquina desde donde inicia el Exconvento de San
Jerónimo ahora ocupado por la Universidad del Claustro de Sor Juana, A. C., en la
acera de enfrente comienza la invasión de espacios para la comercialización de
ropa que llega hasta lzazaga.
La avenida 5 de Febrero, en la escala urbana delimita zonas como la del eje
lzazaga hacia Nezahualcóyotl, territorio de la Secretaría de Seguridad Pública, es
su espacio desde siempre según informantes, es la zona conocida como
Tlaxcoaque:
En Tlaxcoaque había separos de la policía, estaba la Dirección de Investigación Policíaca, desapareció el Servicio Secreto y después le cambiaron de nombre a DIP, otra cosa era la Dirección Federal de Seguridad. Esos son sus rumbos, de la Secretaría de Seguridad Pública, tienen otra en la calle General Gabriel Hernández, cerca de Arcos de Belem, quisieron ponerlos junto a Bellas Artes, pero ahí no los dejaron, pero siempre han estado ahí por Tlaxcoaque. Es una calle larga que atraviesa
40
todos los talleres que hay de serigrafía y diseño gráfico, de la colonia Obrera, tengo un primo que compra por esos lugares, hay imprentas y se venden tintas; es una calle masculina, casi no se ven mujeres, porque los que trabajan ese material son en su mayoría hombres, del otro lado hacia la Doctores, te venden instrumental y aparatos médicos, pero casi toda la Obrera se dedica a la imprenta.35
En el tramo que llega hasta lzazaga, no se puede dejar de señalar que en ésta
zona predominan policías, además de agentes judiciales que invaden el espacio
desde lzazaga hasta Fray Servando, con sus patrullas, motocicletas y
automóviles.
Es un espacio que los residentes consideran importante porque en ella, se hallan
un gran número de viviendas, sobre todo en el tramo Salvador-San Jerónimo, se
sitúan en esta faja la panadería, las tiendas de abarrotes, la tlapalería, sobre San
Jerónimo y Mesones también están las verdulerías y carnicerías; el comercio se
intercepta entre el de uso local y el de los compradores ocasionales del centro,
además de pequeños talleres de impresión. Se pueden ver mujeres con sus
bolsas de mandado dispuestas a caminar al Mercado de San Juan o al de la
Merced, se ven oficinistas, vendedoras y amas de casa. No obstante, la dirección
del comercio es a la industria, ésta convive con el que se localiza normalmente en
cualquier colonia o barrio. Aunque se debe señalar que hay menor interacción
visual entre los vecinos, que hacia dentro del sector.
Las calles de Isabel La Católica:
Vialidad importante paralela a Tlalpan y al Eje Central, representa una ruta
importante para la circulación de la ciudad. La calle principia en el centro, se
despliega desde las calles de Tacuba, a unos pasos de la estación Allende del
metro y a tan sólo tres calles de donde se localiza la estación Zócalo, el lado norte
de la Plaza de la Constitución. Inicia entonces, en el centro de la ciudad en la
calle de Tacuba, como prolongación de la que lleva el nombre de República de
Chile, atraviesa el viaducto y los ejes viales hasta el Eje 5 Sur, desde donde
35 Entrevista al Dr. Hugo A., el 22 de marzo del 2002, tuvo una fonda sobre Arcos de Belén, durante más de veinte años.
41
circula de sur a norte, al contrario de su numeración. Esta calle introduce a gran
parte de la población desde el sur al Centro o hacia la Lagunilla o Tepito. Mucha
gente reconoce el tramo que va hacia el norte sobre la calle de Chile como la calle
de las novias, por lo que hipotéticamente se le señala como una calle, diseñada
por su uso comercial mayoritariamente para mujeres.
Desplegada desde colonias habitacionales, del sur, también cruza la colonia
Obrera, quien circule sobre ella se podrá dar cuenta que en este tramo desde el
Viaducto hacia el centro la colonia es de los impresores y serigrafistas, no se
permite que los automóviles circulen a alta velocidad hasta el cruce con Fray
Servando Teresa de Mier, este tramo representa el uso habitacional de una
colonia popular. Circulando hacia el Norte sobre esta avenida, se advierte que
desde su cruce con Fray Servando, hasta lzazaga, dedica su espacio
mayoritariamente a las oficinas de la Secretaría de Educación Pública, del
Gobierno del Distrito Federal y de Seguridad Pública: empleados, burócratas,
salen como muchedumbre del metro Isabel La Católica igualmente, están de
regreso después de las tres de la tarde.
A partir de lzazaga, comienza el llamado Sector Vizcaínas. El cruce entre estas
dos avenidas es un nodo de confluencias para quien viene de fuera, en la esquina
sur, comercio de ropa, lentes, frutería, puestos de periódicos, de lotería, boleros y
el metro, la estación que lleva el nombre de la calle, resguarda en la parte superior
también oficinas, en la otra acera que mira hacia el norte, se encuentra un edificio
que fuera el Exconvento de Montserrat, junto tiendas de ropa en el sitio una fuente
junto a la base del gran edificio México Mart, lzazaga 89, donde se ubica la
Subsecretaría de Seguridad Pública -ya mencionada-, espacio de concentración,
también por la gran cantidad de personas que salen y entran, vienen y van; casi
siempre en trayectoria hacia el metro, además de las que desembocan sobre
lzazaga, desde Fray Servando, Av. Ocho y la Calzada I. Zaragoza, conjuntadas
con la gran cantidad que son introducidas a través del sistema de trasporte
público: entre peseros y taxis. Enfrente, en el lado norte, los microbuseros de la
misma ruta que circula hasta Tepito, se han apropiado de un carril de la calle de
42
Isabel la Católica en la pared extremo Poniente del Claustro de Sor Juana, para
ubicar en este punto su base, atrás de la cual también hacen base un grupo de
taxistas, quienes han percibido durante mucho tiempo, la gran cantidad de gente
que sale del metro y se dirige hacia el centro e igualmente no quieren transbordar
en Pino Suárez, “debido a que el trasborde es muy largo, se pierde tiempo
además hay siempre mucha gente, el pesero y los taxis conectan con la gran
cantidad de oficinas y despachos del Centro, y funcionan como vías rápidas, si no
hay manifestaciones, incluso por aquí es más rápido que por el Eje, puesto que
éste siempre va lleno”, dice un taxista de esa seudo-base.
Desde ese lugar se observa una gran afluencia hacia los cuatro puntos cardinales,
en cada cruce de semáforo, se pueden llegar a contar más de cincuenta personas.
En Isabel la Católica, es alta la afluencia vehicular, se percibe a través de
recorrerla incluso caminado; en el tramo del polígono Vizcaínas las calles que la
forman, en conjunto suman seis, están marcadas por la historia y el uso cotidiano.
Unos sobre el asfalto, otros sobre la banqueta, en esta calle siempre hay quien
viene o va. La primera es la que está entre Izazaga y San Jerónimo, en el lado
poniente conserva una gran barda-pared construida en el siglo XVII, es un costado
de la Universidad del Claustro de Sor Juana, cuenta con grandes ventanales de
madera, clausurados como su portal principal que se ubica sobre San Jerónimo,
aunque casi en la esquina con Isabel la Católica o Isabela como le dicen sus
moradores, existe una puerta constantemente resguardada por vigilancia privada,
antes siempre cerrada, ahora conecta, forma y resguarda el inicio del corredor
cultural, proyectado por el Fideicomiso, la entrada se localiza en la que antes era
la barda trasera, sólo abría por algún caso fortuito (para introducir equipo). En la
acera de enfrente están establecidos diferentes comercios en la esquina con
Izazaga la fábrica de ropa Samanta, después un súper “Seven Eleven” con venta
de café de reciente apertura, una vecindad junto un local de material fotográfico de
revelado también oferta cámaras, un portal que se abre como tiendita en el fondo
43
se vislumbra una vecindad36, junto una pequeña sastrería de ropa para dama, en
la esquina un local de venta de bicicletas; a lo largo de toda la calle se encuentran
vendedores ambulantes que a últimas fechas proliferan: venta de tacos, tortas,
salchichas, guisados, algunos productos de origen naturista, el vendedor de frutas
y más olores diversos, en la esquina con San Jerónimo, en la calle un inmenso
árbol que para quién transita por ahí, no significa nada en absoluto pero para
Doña Margarita que se resguarda en él, representa su protección, le asegura su
comercio de fruta -manzanas, mandarinas y melocotones de a seis o de a dos por
diez, si te descuidas hasta de a ocho pesos-, amaranto, palanquetas a parte de
otros dulces mexicanos, por las mañanas puesto de café, y de las once en
adelante puesto de frutas.
Fig. 14 Calle Isabel la Católica entre Izazaga (derecha) y la calle San Jerónimo (izquierda), vendedora de fruta
Sra. Margarita.
Dice la doña, que no se va para la Plaza Vizcaínas porque “allá cobran, y en el
Centro -se refiere a la plancha del Zócalo-, también cobran y hay mucha
competencia”, mientras que ahí tiene el árbol para ella sola, alto delgado pero que
ofrece una gran sombra -como clientes a los alumnos de la universidad que
transitan de Regina (así se llama su edificio, que tiene salida por la calle de San
36 Es el Inmueble de Isabel la católica 99, consta de una planta baja y un nivel. En la planta baja hay un departamento y tres accesorias (reparación de bicicletas, venta de uniformes, revelado de fotografías y en la entrada una tienda, en el nivel superior existen seis departamentos. El edificio tiene una antigüedad de150 años, está deteriorado y en mal estado físico, por dentro ésta apuntalado), la mayor parte de los inquilinos rentan y su sitio de trabajo es el Centro Histórico, tienen en promedio de ocho a treinta años de residencia (CENVI- Taller Social urbano 2001).
44
Jerónimo) al Claustro durante la mayor parte del día-. Por la tarde más allá de las
siete es la esquina del vendedor de Hot cakes.
Cruza lsabela con el parque-jardín de San Jerónimo, lugar donde aparte de los
peseros, hacen base, casi siempre durante las mañanas, un conjunto de más de
diez patrullas de seguridad privada del centro; también se deja ver en las primeras
horas del día el expendio de jugos que atiende la Sra. Beatriz, pasos adelante,
como en la mayor parte de las esquinas del centro, se halla una vendedora de
atole y tamales siempre rodeada de comensales. Empieza la segunda calle, como
la anterior en la acera poniente, mantienen un uso mixto tradicional, que es el de
comercio en los pisos bajos, junto con departamentos para uso habitacional en la
parte superior, edificios que cuando mucho se elevan hasta cinco o seis pisos. A
la mitad de la segunda calle, también se observan dobles y triples usos para el
espacio: un estacionamiento, que tiene dos locales en su frente uno de jugos y
frutas, otro de garnachas, sopes quesadillas y tacos, también un local de venta de
chapatas (dentro los vigilantes se adaptan un espacio habitacional); contiguo,
están los baños Señorial -alrededor del cual muchos vecinos dicen se estableció la
“zona roja”-, en ambas aceras se han instalado mueblerías, pareciera que rompen
con el contexto y el uso tradicional de esta zona pero en esta calle había más de
cuatro mueblerías, las cuales tienden a desaparecer por la falta de venta; también
existen en la calle varios talleres de imprenta, -oficio que se reconoce como la
vocación tradicional de este lado del Centro-, la oferta mayoritaria sigue siendo el
comercio de alimentos, al cruce con la esquina con Regina para dar paso a la
tercera calle de Isabel la Católica, que inicia con Nutri-frutas y Jugos, con el café
El Jeque Emir, que se ha convertido en el principal vendedor de café de grano de
la zona, desplazando al tradicional Du Brasil; asimismo es el espacio de
sociabilidad, donde acuden dueños y administradores de locales comerciales,
como se puede observar entre las once de la mañana y las dos de la tarde, se
reúnen para platicar, descansar, tomar un buen café a más de comerciar –es un
espacio de interacción social- junto comienza la venta de material de dibujo y
papelería, hasta la calle república del Salvador. Desde la cual cambia el uso del
espacio, inicia el sector turístico-empresarial: se localiza en la manzana que
45
forman República del Salvador, Isabel la Católica y Uruguay las oficinas del Centro
Telmex, enfrente un edificio del siglo XVII, el Exconvento de San Agustín, ahora
en restauración, sitio que antes albergó a la Biblioteca Nacional, ahora es un lugar
de visita obligada aunque únicamente por fuera sobre la calle de República del
Salvador, donde sí hay acceso a lo que queda del Templo de San Agustín. A partir
de la calle de Uruguay principia la zona de bancos y casas de cambio, existe
además el edificio San Mateo Valparaíso, restaurado, que data del siglo XVII, una
cuadra adelante en la esquina con Venustiano Carranza, está ocupado por
Oficinas de Banamex; continúan las calles asignadas al uso de las grandes
Aseguradoras, con el tradicional edificio de seguros la Mexicana, la zona también
se determina por la venta de oro, hasta su cruce con las calles de Tacuba -
caracterizadas por su tipo de venta y comercio: zapaterías y ropa para dama-, en
esta calle termina Isabel la Católica, y continua con el nombre de República de
Chile, aquí se localiza el Archivo Histórico de la Ciudad de México y el Fideicomiso
para el Centro Histórico, da inicio la calle de las Novias, hasta la Lagunilla -así
llamada por su prestigio en el ámbito nacional y su tradición en la venta de
vestidos de novia y XV años.
Esta calle se encuentra en proceso de restauración, no obstante, sólo se realizó
en el tramo de Venustiano Carranza a Donceles. Aunque existen edificios como el
señalado con el número 99, que está en uso como vivienda, pero se encuentra
apuntalado, a punto de derrumbarse -en el que no se proyecta su restauración por
el momento.
Calle que construye el barrio a través de su uso, lsabela o Chavela la Mocha está
en el imaginario simbólico de sus moradores por ser la zona donde se inició el
doble uso del espacio: comercial y habitacional, sirva un ejemplo como referencia:
con apenas un portal que quedó como huella en la Historia, se observan restos de
las columnas son las casas conocidas con el nombre de "Portal de Tejada",
construcciones del siglo XVII y XVIII, que utilizaron sus fachadas como accesorias,
mientras en la parte superior estaban las habitaciones de los señores, serían,
también de las primeras en transformarse en vecindades populares.
46
Estas avenidas, calles, sendas determinan gran parte de la función instrumental
del espacio en la ciudad, mantienen a partir de su forma al mismo tiempo del
orden de la circulación: el uso físico y social del espacio; dejando huella
cristalizada en el tiempo, sobre manera, en determinados puntos representativos y
simbólicos, que señalan el sentido de la ciudad.
Las calles de Bolívar:
La ciudad tiene distintas funciones y formas, una misma calle construye
percepciones diferentes, de acuerdo al uso que de ella se hace. La travesía que
dibuja la calle de Bolívar representa un claro ejemplo, en virtud de que conforma
su sentido a partir de distintas percepciones. Es una calle que circula de norte a
sur; inicia en el cruce con Tacuba, donde termina la calle de Allende, por ella
circulan los microbuses que trasportan a la población hasta Tlalpan, en el sur,
desde Tepito y la Lagunilla. El uso que se hizo de ella la señaló simbólicamente a
través de la historia a más del uso cotidiano de sus moradores, transeúntes y
visitantes.
En cuanto a su nominación, asumió en el transcurso de su historia algunos
nombres que se relacionan al uso femenino, no obstante lleve uno masculino,
Calle del Colegio de Niñas o Calle del Colegio de Doncellas, calle de las Damas,
por estar ubicada en su cuarta calle el Colegio de Niñas.37 Pero nominalmente, en
cuanto a su uso y la percepción de los vecinos pareciera, en algunos momentos
estar destinada al uso masculino.
Desde sus primeras manzanas, se inicia en lo que se denomina el sector
comercial, en la esquina con Tacuba, a media calle de la estación del metro
Allende, en la primera calle, entre comercios con oferta mayoritariamente
femenina, se sitúa la Biblioteca del Congreso de la Unión, si bien su fachada
parece perderse por la abundancia de comercio ambulante -sobre todo entre las
once de la mañana a las siete de la noche-, esta biblioteca ocupa un edificio del
siglo XVII, del exconvento de las Clarisas. Metros adelante es una calle de 37 González Obregón, op. cit., p. 112.
47
restaurantes y loncherías de todos los niveles; olores y sabores, invitan al
transeúnte a consumir. En esta zona también se localizan numerosas casas de
cambio y de venta de oro. Ya en la esquina con la calle de 5 de Mayo, empieza la
zona delimitada como de uso turístico-empresarial, aunque también se conservan
comercios, pero dirigidos a grupos sociales de amplios recursos, en la esquina se
venden artículos de piel, la famosa tienda "Las petacas de Miguel", en la segunda
manzana se localiza el Hotel Ritz y la librería American Bookstore (5 de Mayo, a
más de tener vocación turística es la calle que se conoce como la de las librerías,
y las marchas dirían otros...) tradicional también es el edificio de la "Casa Borda" y
el del “Casino Español”, que subrayan el sentido de esta zona. Otra tradición de
esta manzana, en esquina con 16 de Septiembre es la zapatería del "Borceguí".
En las manzanas formadas por Bolívar, Madero y 16 de Septiembre y hasta San
Juan de Letrán se instalaron, en la década de los noventa, gran cantidad de
“antros" -ocho en ésta- destinados a los "yupis", pero no tuvieron la trascendencia
esperada y poco a poco fueron cerrando sus puertas.
Adelante coexisten bares y cantinas, más de veinte en esta área, por lo que se
percibe principalmente el uso masculino del espacio. A partir de la cuarta calle
donde se localiza el Colegio de Niñas, se conjunta con la gran cantidad de
comercio: entre objetos de procedencia asiática, venta de mochilas, maletas y
bolsas, además de que en la siguiente esquina se construyó una plaza para dar
cabida a los vendedores ambulantes de este sector, plaza utilizada en su mayoría
para la venta de fayuca, playeras, bolsas, junto a los comercios dedicados a la
electrónica.
El panorama que constituyen las calles que forman la senda de Bolívar en este
sector es percibido por una joven que las caminó desde su niñez hasta los veinte
años, al respecto Norma A. relata:38
Bolívar es distinto [se refiere al tramo del sector Vizcaínas], sobre todo porque no la asocio tanto en la memoria con los años de la escuela [se
38 Entrevista realizada a Norma A. de 26 años de edad, el 4 de noviembre del 2002
48
refiere al Colegio La Paz Vizcaínas]. Por entonces, algunas veces caminaba por ahí para dirigirme al trabajo de mis papás, [caminaba desde Vizcaínas, por Bolívar hasta Tacuba] en Motolinía. Como solía ir acompañada con dos amigas, nos era entretenido ir por ahí viendo los muchos establecimientos de equipaje, bolsas, mochilas, maletas, portafolios colgados afuera de esos comercios con riesgo de caer en cualquier momento sobre la cabeza de algún transeúnte. Los tacos de canasta de algún vendedor que instalaba su bicicleta en el portal de esos edificios oscuros, altos, por lo que al pasar siempre se sentía frío y un olor a paredes húmedas inconfundible. El olor a grasa que anunciaba la cercanía del local del zapatero o de los muchos boleros que había instalados a lo largo de toda la calle. Aunque también estaba siempre atestada de gente, Bolívar me gustaba quizá porque me parecía más una calle de ciudad, no como Vizcaínas, que por entonces se me hacía llena de "nacos".
Después, cuando dejé de estudiar en el Centro, Bolívar se convirtió en una calle "de noche", cada fin de semana circulaba por ahí ya sea para ir al "Perverf' o al "69", o al "Jelly Belly". Era entonces una calle bulliciosa -eso me parecía- con el ruido de los autos que por ella desfilaban, caminaba, para asistir a alguno de los "antros" del Centro con la presencia de los grupos de adolescentes "fresas" que se dirigían a uno de esos lugares, con el cúmulo de gente al que el “gorila" de la cadena no dejaba pasar. Caminar por Bolívar, era caminar por cuerpos perfumados con el perfume de moda -"Ckone"- y al que todos olían, visitar los puestos de dulces y cigarros abiertos a esa hora, sólo para satisfacer el vicio de los “niños" y niñas", que religiosamente asistían a alguno de los antros de la zona. Más tarde, en la madrugada, lo que imperaba era el olor proveniente de los carritos de "hochos" (hot-dogs), a esa hora rodeados por hambrientos. Ahora, Bolívar es el "Salón Corona", el "Dada-X” o el recién inaugurado espacio de exposiciones de "Bolívar 18". Cuando camino por ahí recuerdo las veces que mis papás me llevaban a la zapatería "El Borceguí", donde odiaba que me compraran zapatos, pero adoraba las aguas de sabor que regalaban y los espejos en los que podía verme alta, gorda o chiquita, según el efecto.39
Está imagen parece construida en dimensiones espaciales diferentes, el tiempo se
conjuga en la memoria reflejando la experiencia del uso del espacio, y aún
reconstruyendo hasta los olores que rememoran el pasado dejado en la
continuidad de una trayectoria, que finalmente se amalgama en el presente.
39 La entrevistada elaboró su recorrido de sur a norte, desde Mesones-Vizcaínas hasta Tacuba, cruza los sectores: turístico y comercial, por lo que su percepción de la calle se fragmenta, no integra de Mesones hacia el sur.
49
Hasta hace poco, también en Bolívar -en general el centro- era sinónimo de polvo,
tierra y dificultades para circular, debido a las muchas remodelaciones de las que
ha sido objeto. El tramo ubicado entre Venustiano Carranza a Tacuba, es parte
del Plan de Restauración para el Centro Histórico, en cuanto a equipamiento
urbano y también en el de renovación de fachadas, donde se ha designado un
arquitecto para cada una de las trece calles remozadas.40
Continuando la trayectoria a través de los usos del espacio, que dan sentido a las
calles de Bolívar, entre 16 de Septiembre y Venustiano Carranza, también se
localizan edificios históricos muy importantes para los vecinos, transeúntes y
visitantes de la zona como el Colegio de Niñas y el Templo de Nuestra Señora de
Lourdes; cruzando la calle hacia el sur despunta la zona de bares y cantinas,
lugares que conviven con toda clase de comercios destinados a la venta de equipo
para la electrónica y para la música: ecualizadores, tornamesas, bocinas, bafles,
micrófonos, guitarras eléctricas, órganos, etcétera; desde Uruguay, República del
Salvador, Mesones, Regina y hasta San Jerónimo se sitúan en su espacio, pero
como si estuvieran en dimensiones distintas, debido a que viven sus propias
dinámicas, sus redes e incluso sus clientes.
La mayor parte de los bares, están dirigidos hacia las clases medias y altas, no
obstante las cantinas son un espacio tradicional para las clases medias y bajas;
empleados, burócratas, oficinistas, entre los más que pasan por sus tortas, tacos o
jugos, y se toman su piquetito (un trago de jerez) o regresan a la hora del
almuerzo o la comida. Puesto que en casi todas las cantinas que están abiertas
prácticamente las 24 horas, siempre se localiza un pequeño negocio que oferta:
tortas, tacos y jugos o fruta, dicen algunos informantes que es el jerez el mediador,
el lazo que une el afuera con lo que se oferta dentro.
También estos lugares marcan sus fronteras, símbolos a veces que ya no
significan pero que permanecen y marcan, tal es el caso del nicho que se
40 Revisar el Plan de desarrollo del Fideicomiso para el Centro Histórico, al igual que la gaceta del Gobierno del Distrito Federal septiembre 2002, a mayo del 2003.
50
encuentra en la esquina de República del Salvador y Bolívar, justo en la cantina de
la India, se sitúa el lugar del Niño Dios Ciego, con sus oraciones y milagros
colgados, cambiando de ropa mes con mes, nos recuerda que otros actores,
habitan el espacio urbano: los ciegos (en la zona existen más de dos
agrupaciones dedicadas a ellos y frecuentemente se les observa transitando por
las calles). Si bien es cierto, existe un modelo de uso de suelo, que corresponde a
la lógica de este tramo, la mayoría de los que usan esta zona para trabajar son
hombres, no porque no asistan mujeres, sino porque a ellos se les observa con
mayor frecuencia, en su lugar, su espacio, su territorio. Mientras que ellas se
desplazan con mayor comodidad sobre la calle de Isabel la Católica.
En el tramo de Mesones a lzazaga se vive otra dinámica, el abandono de los
edificios es evidente, el deterioro los ha marcado, en muchos casos los
paracaidistas o marginados se los han apropiado, existen programas de
recuperación pero sólo en cuanto a legislación; aún son de facto y no de efecto.
Esta es la zona que muchos de sus vecinos han marcado como la zona popular,
roja, violenta sobre todo de alto riesgo, por la cantidad de borrachos y mal
vivientes que la circundan. Sus denominaciones van desde la calle y callejón de
las Ratas, de la Cal; pero también de la Esperanza. El uso mixto comercio-
habitación, está cambiando poco a poco por el de bodega. Este trecho se ve en
intersección con dos callejones importantes por su historia, que marcan la
territorialidad del barrio, como lo son el Callejón de Echeveste, el de Jiménez y
más adentro el de la Esperanza y el de Aldaco, que rodean el Teatro, el Colegio y
la Plaza de las Vizcaínas.
En la acera opuesta se ubica la iglesia y el convento de Regina, también el asilo-
hospital Concepción Béistegui, se sitúan junto al parque que lleva su nombre,
curiosamente este lugar es oscuro para los visitantes, pero importante en el mapa
turístico de la zona, los vecinos acuden a otras iglesias, aunque ésta sea la más
cercana, en ella se realizan conciertos frecuentes y marca lo que tradicionalmente
se consideró la zona denominada "el Novohispano de Lujo", porque es un edificio
que fue reconstruido en dos ocasiones durante la época colonial en el siglo XVII,
51
además de otros que representaron al sector, usado por grandes comerciantes de
aquella época, que construyeron magníficas casonas en esta zona, mismas que
fueron transformadas en fábricas de ropa, vecindades o derrumbados para
construir edificios de departamentos.
Llegando a San Jerónimo, otra historia: el espacio está delimitado entre
estacionamientos, baldíos, edificios vacíos y una gasolinera, delante comercios del
barrio: tienditas, expendios de pan, arribando a la esquina con lzazaga, se
detectan otra vez negocios de ropa para dama y jóvenes.
Las calles de Mesones- Vizcaínas
De manera cotidiana se adapta el hombre a su espacio; a partir del uso, de la
construcción y reconstrucción del mismo, así es como se va no solamente
adaptando, sino apropiando de su entorno.
Esa forma se identifica a partir de la interacción visual con el espacio, es una
relación que se construye desde el color, o desde la distribución que facilita la
elaboración de imágenes mentales del medio ambiente que son vívidamente
identificadas, poderosamente estructuradas y de suma utilidad. A esto se le
podría poner el nombre de visibilidad en un sentido realizado, cuando no sólo es
posible ver los objetos, sino que se los presenta aguda e intensamente articulados
a los sentidos.41
Si la percepción es importante para la construcción de un espacio, lo es también la
experiencia que se genera a partir de su uso, en el transcurrir de la vida cotidiana,
esto es de las distintas formas de apropiación, transformados en símbolos, que
constituyen el sentido del espacio.”Las variedades de pasos son hechuras de
espacios. Tejen los lugares”42 La experiencia, el andar, la práctica del espacio
permite la apropiación simbólica del mismo, aprehensión táctil, y de apropiación
cinética, complementa M. De Certeau.
41 Hall, E. T., La dimensión oculta. México: Siglo XXI, 1999. 42 De Certeau, Michel, La invención de lo cotidiano. Artes de Hacer 1.México: U.I/ITESO/CFEMA, 1996, p. 109.
52
Vizcaínas es el nombre de una calle que continúa de otra, de mayor trascendencia
histórica como lo es la calle de Mesones, pero que poco a poco se constituye en la
calle central del sector, alrededor de la cual se articulan los espacios de la
cotidianidad, lugares reconocidos por sus moradores, visitantes, -aquellos que
aunque no es su lugar de habitación, pero sí lo es de trabajo, en el cual, pasan
prácticamente todo el día estos serían: maestros, estudiantes (del Colegio y de
otros aledaños), oficinistas y comerciantes. Más que una nombre, la calle de
Mesones-Vizcaínas es una unidad.
Mesones43 inicia en la calle de Correo Mayor, cruza Pino Suárez, 20 de
Noviembre, 5 de Febrero, Isabel la Católica y Bolívar, desde donde se le reconoce
como Vizcaínas porque en ese punto se construyó el “Colegio de San Ignacio de
Loyola o de la Paz, Vizcaínas” que ocupa toda la manzana, en su costado se
aposta el callejón de San Ignacio, metros adelante la calle se extiende, cruza el
Eje y continúa denominándose así dos pequeñas calles más, que en extensión no
alcanzan los cincuenta metros. Cierta continuidad quedó manifiesta, en virtud de
que esa parte fue históricamente el cuadrante de San Juan Tenochtitlán, conocido
como San Juan Moyotla.
Mesones, como las calles del centro tiene vocación comercial desde su origen en
la época colonial; se dedicó a ser el albergue de la ciudad, una calle donde
habitaban los visitantes de la ciudad, que contaban con pocos recursos
económicos, por lo que se resguardaban en mesones y posadas, debido a ello la
nominación de la calle. El uso comercial mixto es tradicional de esta zona durante
los años cuarenta a sesenta, dio protección y cobijo a buena parte de la población
de la ciudad, dividiendo sus mansiones en casas de vecindad, luego
departamentos de renta congelada, muchos debieron caerse, con los terremotos:
43 Es una de las pocas calles del Centro Histórico, que conserva su nombre desde la época colonial, este según Gonzáles Obregón hace referencia a los mesones que existían en esa zona: “En la ciudad colonial no hubo hoteles, pero sí Mesones, que dieron nombre a las calles así llamadas, y como en otras existían las mismas posadas, a las que sus dueños les habían puesto diversos nombres, éstos los dieron respectivamente a las calles de Aldaco [cruce con Mesones], del Ángel, de los Siete Príncipes, de San Dimas y de la Verónica. Luis González Obregón, op. cit., p. 215.
53
del 57 y del 85, daños severos hicieron que la población migrara a mejores
espacios.
Es una de las calles donde la población ha sido desplazada, en virtud de que sus
edificios, poco a poco se han vuelto espacios ocupados por bodegas -se han
localizado tres, aunque la gente dice que hay más-, o pequeños talleres. También
existen en su entorno alrededor de tres terrenos baldíos -vacíos después de los
sismos- Mesones 79 y 83, que se utilizan como estacionamientos y otros de uso
habitacional pero muy dañados en sus fachadas y estructuras aunque habitados
como es el caso de Mesones 69, 71 y 138 –se señalan en el plano de barrio.44
Desde Correo Mayor a la calle de 5 de Febrero, existe un uso mixto del espacio:
comercio, vivienda y bodega. Comercio de grandes distribuidores de papelerías,
otros de distribución de telas, así como bodegas. Después de 5 de Febrero, se
encuentran las espaldas de la Farmacia París, dos de sus estacionamientos
(Mesones 89) y algunas bodegas; entre Isabel la Católica y Bolívar, el giro
comercial cambia por el de la música, toda clase de instrumentos se venden en
esta zona, se caracteriza por su gran movilidad, de gente y de mercancías, la calle
siempre está llena de camiones repartidores, desde la avenida 20 de Noviembre
hasta la calle de Bolívar. Integra desde hace unos años el comercio de materiales
de computación, pero sobre todo existe la venta de productos electrónicos,
diagramas y otros implementos. Desde Isabel La Católica se observa el aumento
de edificios de departamentos, aunque ahora distribuidos de esta manera: abajo
negocios de electrónica o música, primer piso: oficinas y despachos, en su
mayoría de los distribuidores de mercancía, del segundo al cuarto o quinto piso,
cuando los hay, el uso es habitacional y en muchos casos se utilizan como
bodegas. (Mesones 3, 8)
El movimiento de mercancía, gente y camiones, la convierten en una de las calles
con mayor contaminación de ruido, olores y basura. No solamente eso sino
también en estas calles existen negocios de reparación de calzado, venta de:
44 Taller Social-Urbano de Vivienda, CENVI, A. C., 1999.
54
pozole, tacos, tortas, cafés pulquerías; sitios que permiten observar varias
dimensiones en el espacio, la de los vendedores, comerciantes y transportistas, la
de los vecinos del barrio que habitan éste en promedio desde hace más de quince
años, aunque hay todavía quién nació aquí y siempre ha vivido en estas calles,
como es el caso de: Doña Rosa, sesenta años; Marisol, quince años; Daniel,
cuarenta años; Don Adolfo Paz, más de setenta. Más aún, se han adaptado a las
dinámicas cotidianas del espacio, aunque algunos con menor tiempo de
residencia. Es la calle del andar, caminada cotidianamente conecta a sus
transeúntes de oriente a poniente, parecieren no tener un lugar, andan, practican,
están, “el andar es no tener un lugar. Se trata de un proceso indefinido de estar
ausente”, señala De Certeau, el caminante también transforma el espacio, con la
cotidianidad, lo carga de sentido, lo evoca, le da un nombre, es su lugar. Los
caminantes transforman el espacio en su lugar practicado, lo constituyen en un
sistema de signos [...]45
De Bolívar al Eje, la dinámica cambia en el lado sur de la acera, se encuentra el
imponente Colegio de la Paz Vizcaínas, otrora de los más importantes de la
Ciudad de México, vive sus propias movilidades, de acuerdo con el horario
escolar; antes muchos de sus estudiantes eran habitantes del entorno, ahora la
gente dice que es la escuela de los nuevos ricos, su población actual la forman
alumnos venidos de otros puntos de la ciudad. Por otra parte, cuando se convierte
en Patrimonio de la Humanidad en 1987, se ha visto invadido por gente de fuera,
sus nichos históricos son utilizados para fiestas y celebraciones, cobran de
trescientos a quinientos mil pesos por usar sus patios y capilla. Lo cual rompe la
tranquilidad, que sólo se lograba por las noches, invaden las calles, los callejones,
así como las entradas de los automóviles de los vecinos.
En su lado Poniente se encuentra el callejón de San Ignacio, sobre Vizcaínas
porta una reja, para no dejar pasar ningún automóvil a la plaza, pero de él
abundaremos en el apartado dedicado al barrio y sus alrededores. Separado
apenas por un edificio se llega a San Juan de Letrán, este nuevo (a decir de Don 45 De Certeau, op. cit., p. 129
55
Adolfo) construcción de más de treinta años, alberga a la Zapatería Manolo,
tradicional en la zona, puesto que acostumbraba regalar a los vecinos, las piñatas
en la época de navidad, como también lo hiciera Adalberto Martínez “Resortes”, el
rey del barrio.
La acera norte ha dispuesto otra dinámica, su construcción no data del siglo XVIII,
como la de Vizcaínas, sino que es de principios del siglo XX, cuando se planeó
esta zona como el lugar de residencia de las nuevas clases medias porfirianas,
edificios de departamentos, en los números: 11,12,18 y 30 entre otros – el 12 y 30
fueron rehabilitados por el Fideicomiso del Centro Histórico; en el tramo que
comprende esta calle se encuentran 28 edificios catalogados por el INAH, como
Patrimonio Histórico.
En cuanto a su forma es una calle que aunque paralela a República del Salvador y
transversal a Eje Central, el caminarla significa entrar en un laberinto
indescriptible, puesto que cada calle lleva su propia lógica. No hay una linealidad,
unos edificios sobresalen más que otros, y no permiten la visibilidad del todo, a lo
largo de la calle. En cuanto a la circulación, está siendo afectada por los
transportistas y comerciantes en Mesones, pero en Vizcaínas, de cuatro carriles
dos están ocupados por coches estacionados en bandera; la mayoría son de los
compradores y comerciantes de las Plazas de Meave, y de la Computación,
aunque otros son de los burócratas y oficinistas que trabajan sobre el Eje Central
San Juan de Letrán, el espacio es resguardado por cuatro jóvenes hermanos,
todos hijos de Don Adolfo Paz, según el mismo dice. Lo cual hace difícil el tránsito
por ese lugar.46
Según Norma A., la calle de Vizcaínas la recuerda por la dinámica en cuanto al
uso horario:
Por las mañanas, significaba nerviosismo, por la posibilidad de no alcanzar a llegar a la primera clase; tráfico ocasionado por los padres que como los míos, querían dejar a sus hijos justo en la entrada del Colegio, a lo que se
46 Entrevista Norma A., diciembre, 2000.
56
unía el "obstáculo" de los vendedores ambulantes que, ya desde esa hora -poco antes de las ocho- comenzaban a instalarse en las calles cercanas. El olor "a frío" se mezclaba por momentos con el aroma a café o a huevos fritos, que provenían de las fondas y loncherías, en donde algunos alumnos y papás, desayunaban, antes de entrar a clase. Generalmente las banquetas estaban aún mojadas por el agua jabonosa, con la que lavan los dependientes de los pequeños comercios existentes a lo largo de la calle (farmacia, tienditas y las fondas). Pero pese a que existe el olor a jabón, para mí las banquetas seguían siendo sucias; me parecía que los zapatos se me ensuciaban sólo con caminar por ahí, por eso prefería esperar -con nervios y todo- a que el carro de mi papá pudiera acercarse más al portón de la escuela.
Luego por la tarde, cuando salía de clases -sólo recuerdo el horario de la preparatoria, de ocho de la mañana a dos de la tarde [es el mismo para primaria y desde las siete para secundaria y de nueve a una para el Jardín]- enfrentar otra vez el "horror” de las calles [en el principio dijo que eran sucias, caóticas, desordenadas y malolientes], pero ahora con el "plus" del calor, insufrible a esa hora.
La banqueta del Colegio no me resultaba tan molesta; el problema era tener que caminar sobre Eje Central, o rumbo a Bolívar, ese pequeño trayecto de la calle de Vizcaínas, se me hacía insoportable. Gente por todas partes, los mismos alumnos de Vizcaínas, deambulando por ahí para comprar dulces, jugar en la "maquinita" de la farmacia de la esquina, tomar un licuado o comer una torta. Algunos sólo esperaban a que el transporte escolar saliera; otros, esperaban a que fueran por ellos; los más nos quedábamos ahí por un rato solo por estar [...] Ahora podría decir que incluso disfruto caminar por ahí; cuando paso por las casas de música inevitablemente recuerdo el Xilófono, que ahí me compraron cuando estaba en primaria, cuando tenía que ir frecuentemente a las papelerías cercanas a comprar pliegos y piezas enteras de cartón para el taller de dibujo [... ]47
De Vizcaínas-Mesones, se cuentan leyendas, relatos, evocaciones, diversos
aspectos, muchos están relacionados con la construcción de la pertenencia socio-
territorial que constituye el barrio o los barrios que se forman en sus costados, el
cual se abundará líneas adelante.
47 Entrevista realizada el 4 de noviembre del 2002, estudió en el Colegio de las Vizcaínas desde la primaria hasta la preparatoria.
57
1.3 El Barrio
En su acepción más común son espacios que se reconocen desde fuera, sin
embargo, desde dentro la gente los determina de acuerdo con su propia
percepción; por lo tanto el barrio tiene reconocimiento en la ciudad, en el centro,
representa la cuarta parte de su espacio;48 pero también hacia dentro en dos
dimensiones: la establecida por su lugar en la ciudad, y la que se determina por la
sensación de territorialidad: "mi calle, mi barrio, yo soy de aquí...”
El presente apartado pretende acercarnos al barrio, en cuanto a la interacción de
dos aspectos: descriptivo (físico) y social.
El barrio es, casi por definición un dominio del entorno social puesto que es para el usuario una porción conocida del espacio urbano en la que, más o menos, se sabe reconocido. El barrio puede entonces entenderse como esa porción del espacio público en general (anónimo para todo el mundo) donde se insinúa poco a poco un espacio privatizado debido al uso práctico cotidiano de este espacio.49
Se pretende describir la imagen del barrio a partir de lo cotidiano, que construye el
orden, la circulación y el uso del espacio; percepción del sujeto: de su
territorialidad, lo cual determina identidades y pertenencias. “Luego el barrio es el
espacio de una relación con el otro como ser social [...] Salir de casa de uno,
caminar en la calle, es empezar el planteamiento de un acto cultural, no arbitrario:
inscribe al habitante en una red de signos sociales cuya existencia es anterior a
él”.50
La nominación es parte de la apropiación del espacio. Se reconoce el barrio de
San Juan Moyotla, con denominaciones distintas: San Miguel hasta los años
setenta, o de las Vizcaínas; pero hacia dentro del mismo, se localizaron otros
pequeños nichos de reconocimiento social que lo conforman el de San Jerónimo,
48 “La gente puede identificar un barrio porque puede diferenciarlo de otros por sus tradiciones o por su historia, pero sobre todo por ser un referente constructor de identidades; por lo mismo, tampoco importan sus aspectos “puramente urbanísticos; arquitectónicos o espaciales”, en Gravano, Ariel. Antropología de lo Barrial. Estudios sobre producción simbólica de la vida urbana. Buenos Aires: espacio Editorial, 2003, pp. 11-15 49 Mayol, Pierre. “Habitar”, en De Certeau, M., La invención del lo cotidiano. 2. Habitar, cocinar. México: U.I./ITESO, 1999, p. 8. 50 Ibidem, p. 11.
58
el de Regina, el de la Polilla o Meave, el de Mesones, el de la Cal, el de Salvador y
el de la plaza de las Vizcaínas. Al respecto de cómo los residentes se apropian y
nombran su barrio, Luis González Obregón dice: "son los vecinos los que van
imponiendo nombres a las calles, para indicar a propios y extraños el lugar donde
viven; los imponen no al caso, sino atendiendo a lo que hay de más notable, y
toman los nombres de un palacio, una iglesia, un convento, un hospicio, un
hospital, una casa de comercio, una fábrica, un puente, o de los mismos vecinos
que por alguna circunstancia se han distinguido y habitado en ellas".51 Lógica
utilizada por la historia de la nominación de las calles de la Ciudad de México,
sobre manera en el Centro Histórico.
La imagen del espacio ésta organizada con base en la identificación de espacios,
la experiencia del uso cotidiano, conjuntada con la memoria colectiva que en
forma de remembranza aún conservan los habitantes del sector.52 Proceso de
construcción, uso y apropiación del espacio que determina la identidad individual y
colectiva, el apego y el arraigo, la pertenencia socio-territorial a un vecindario
urbano.53De tal manera que el barrio llega hasta donde los vecinos lo reconocen
como tal, imponiendo sus propios significados, y marcando así su territorio. La
mayor parte de las personas construyen su barrio, a partir de las interacciones y
los usos que realizan del espacio, no obstante existe una imagen colectiva del
barrio.
El sector Vizcaínas cuenta dentro de su espacio territorial con 27 manzanas (un
total de 408 predios), en el cuadrante sureste del Centro Histórico, en las cuales
51 González O., op. cit., p. 213. 52 El espacio como territorio enmarcado por fronteras físicas y simbólicas, interceptadas por relaciones de poder: político y económico, en una atmósfera que implica relaciones sociales. A partir de estas modalidades que dan sentido al espacio, se crea un sentimiento de lealtad con respecto al sector y a los grupos de pertenencia, tanto en grupos homogéneos como heterogéneos. 53 “La pertenencia socio-territorial designa el estatus de pertenencia a una colectividad..., en el sentido de que la dimensión territorial caracteriza de modo relevante la estructura de la misma de la colectividad y de los papeles asumidos por los actores. Tal sería el caso por ejemplo, de una comunidad pueblerina, de un vecindario urbano, de una comunidad citadina y, para algunos de la unidad familiar”, Giménez, G. “Territorio, cultura e identidades. La región sociocultural”, en Rosales R. (coord.) Globalización y Regiones en México. México: Instituto de Investigaciones Sociales, UNAM, 1999, p. 31.
59
se puede apreciar la construcción de barrios lineales formados54 a partir de las
calles que cruzan el sector y que además tienen cierta trascendencia histórica:
San Miguel (sobre lzazaga), San Jerónimo, Regina, Vizcaínas, como los más
importantes; sumados a estos, los que la gente denomina: Meave, Mesones, del
Salvador, que se distinguen de los demás porque abundan edificios de
departamentos con mayor densidad de población.
En cuanto a la distribución de los espacios, se tiene que el 30.18% está destinado
a vivienda, donde habitan cerca de 7,539 personas, el 12.91% es para comercio,
el 12.71% es para servicios y el 12.27% equipamiento (escuelas, hospitales,
Iglesias y hoteles).55
Uso del Espacio Urbano (2001-2002)8%
29%
24%5%
7%
13%
6% 1% 5%2%
ViviendaVivienda con comercio y servicios Inmueble patrimonial con uso habitacional EquipamientoEstacionamientosDesocupadosServiciosPlazas comercialesBaldiosInmuebles patrimoniales
Fig. 15 Gráfica del Uso del Espacio Urbano, elaboración propia.
54 En esta sección tómese como hipótesis que podrá comprobarse en la tesis doctoral. 55 “Proyecto Sector Vizcaínas”, Programa Parcial de Desarrollo urbano del Centro Histórico de la Ciudad de México, 2002 p. 157. Para la obtención de la gráfica se tomaron los siguientes datos en cuanto al número de predios, se tienen calculados 408, de los cuales 156 tienen uso de vivienda (34 exclusivo habitacional, 122 vivienda con comercio); más 96 inmuebles patrimoniales con uso habitacional; 19 inmuebles de equipamiento; 29 estacionamientos; 5 plazas, 53 baldíos o edificios sin uso, y el resto inmuebles patrimoniales. Elaboración propia.
60
Este espacio, catalogado como zona habitacional, ahora se encuentra
compartiendo espacios con comercios y bodegas. Los habitantes de la zona
perciben una pérdida de población constante, por el aumento en la utilización del
suelo, como bodega y el creciente comercio de computación y electrónica. Un
pequeño análisis sobre el uso del suelo, marca que la población del Centro
Histórico, disminuye cotidianamente, según algunos vecinos en cuanto a población
dicen: "no creo que llegue ni a un 20% de la que vivía en el Centro, hace unos diez
o quince años, hay más comercios, ya mucha gente la han retirado de ahí de lo
que era el 100%, creo que si hay menos del 20%, estoy segurísimo".56 Se percibe
la disminución de la población como factor que aumenta la inseguridad y la
delincuencia, así como el deterioro de edificios, plazas, parques y jardines.
Sí, encuentras viviendas, pero ya no es como antes- en donde todavía puedes encontrar, y eso quien sabe, es del lado de atrás de la Catedral lo que es Perú, Venezuela todo eso hasta Tepito, todavía puedes encontrar gente viviendo ahí. Pero de lo que es de la Catedral hacia Izazaga, de la Catedral hacia Circunvalación, de la Catedral hacia San Juan de Letrán, yo creo que el 20% ya no está viviendo ahí, te digo toda esta parte es donde yo andaba y era mi barrio, ya hay muy poca gente, República del Salvador, por ejemplo creo que nada más hay un solo edificio habitado. Habitado y eso tengo duda, fuera de ese, todos son comercios o bodegas en las partes de arriba y abajo plazas o comercios. Por ejemplo, el edificio en donde yo vivía, por lo del temblor de 1985, se cuarteó, se debilitó, lo rasuraron y siendo de tres pisos más la azotea, lo dejaron en dos pisos o algo así- lo usaron de bodegas. Si entras, no ves nada absolutamente nada de lo que era el edificio, enfrente había un edificio que la fachada la dejaron igual porque ese si era antiguo, pero todo lo de adentro que era una vecindad completa, está totalmente tirado.57
Sí, es cierto que esta zona ha perdido muchos espacios para vivienda, pero aún
conserva el sabor de barrio. Todavía podemos encontrar tienditas de abarrotes
(una en la plaza, dos en Jiménez, otras sobre San Jerónimo, más en Mesones),
tortillerías, panaderías (en 5 de Febrero), carnicerías (en Regina), pulquerías,
cerrajerías, tintorerías, expendios de agua, reparadoras de calzado; que hablan de
que la zona no ha perdido su tradición de barrio popular. Cuenta con espacios de
56 Entrevista Daniel G. (vecino de República del Salvador, desde 1957, después del sismo vivió en 20 de Noviembre y 5 de Febrero). 57 Ídem.
61
interacción constante, como las escuelas (de nivel básico a universidad), iglesias
(del barrio y turísticas), parques y jardines; cafés, bares, cantinas, fondas y
loncherías; lo cual permite la convivencia y la sociabilidad entre los vecinos.
Analizar la concepción de barrio tendría que ocuparse del contraste, entre la
percepción tradicional del barrio antiguo y la del barrio como espacio de transición
que viven sus habitantes, subjetividad que se refiere al conjunto de itinerarios que
se recorren a partir de la propia casa.58
En cuanto a la constitución de un barrio, es una discusión difícil, porque no existe
un barrio, la gente vive su barrio en relación con sus vecinos y su calle, es decir
que el barrio se comprimió hasta el límite de la calle. Aunque conservan en la
memoria la importancia o resabios del pasado, extrañamente mezclados con la
historia del Barrio Popular de los años cuarenta, cincuenta y sesenta; como
historia mítica recuerdan las andanzas de los principales personajes de barrio del
cine mexicano, sus mitos, sus ídolos: Resortes, Clavillazo, Palillo, que ubican
como de aquí; además subrayan que este era un barrio de clase media alta, aquí
vivió el liberal Guillermo Prieto, dicen y nació el Historiador Cosío Villegas; es
también la cuna de grandes artistas como Agustín Lara (vivió y trabajó en las
Vizcaínas, en la calle de Jiménez). Lo cual les permite referir un pasado de
grandezas, que ha decaído porque aumentó la violencia y la inseguridad, a raíz de
los cambios ocurridos durante la administración de los presidentes Luis
Echeverría, López Portillo, Miguel de la Madrid, a más de los daños que provocó
en su entorno el terremoto de 1985.
Las Vizcaínas
Difícil distinguir el barrio de las Vizcaínas del de Mesones, más aún del tradicional
y céntrico de San Miguel; para los vecinos está claro es Vizcaínas. Vizcaínas
tiene como núcleo el edificio del Colegio con sus sesenta accesorias, en un 90%
cerradas, alrededor del cual se desplanta, abarca las calles 1ª. De Mesones, 1ª y 58 “Itinerarios, recorridos a pie, se entiende, pues el espacio del barrio es el área por la que caminan los viandantes [...] Prost, Antoine. “Fronteras y espacios de lo privado”, en Aries y Duby, Historia de la Vida Privada. 5. De la 1ª. Guerra Mundial hasta nuestros días. España: Taurus-minor, 2001, p. 100
62
2ª. De Vizcaínas, Eje Central: San Juan de Letrán, la Plaza de las Vizcaínas,
incluyendo la 1ª. Calle de San Jerónimo, hasta Bolívar. Dentro de este cuadro
incluye las calles de Aldaco, y los callejones de Echeveste, Jiménez (cada uno
estos con no más de 80 metros de largo), el callejón de la Esperanza y el callejón
de San Ignacio.
Cruce de acequias, con vocación de mercado, tianguis de la época colonial,
basurero de los límites de la ciudad, delimitado por la fuente del Salto del Agua y
la capilla de la lnmaculada Concepción, integrando a su espacio el Mercado de
San Juan, también llamado de Arcos de Belem, el Hotel Virreyes, la plaza de las
Vizcaínas, el Cine Teresa, el Callejón de San Ignacio, el Colegio de las Vizcaínas,
la casa de Guillermo Prieto en la 1ª. De Mesones; reafirmando la vocación de uso
mixto del espacio: habitacional en la parte superior, comercio en los bajos. Se
afianzó como barrio cuando la congregación de Aranzazu, se preocupó por la
educación de las mujeres y estableció en el baldío del tianguis, basurero de la
ciudad, el Real Colegio de la Paz Vizcaínas -primero en su género por tener la
característica de ser laico-. Actividad que no necesariamente se le reconoce
puesto que mucha gente lo considera como convento- escuela de monjas (incluso
dicen que se echó a perder a partir de que la preparatoria devino mixta). Alrededor
del cual se han mencionado, se instalaron sesenta accesorias -otra vez la
vocación comercial- que con sus rentas contribuyeron a la manutención de
alumnas y profesores, locales destinados a fortalecer las relaciones sociales entre
la gente del barrio, debido a que se instalaron carpinterías, tortillerías, tiendas, y
otros comercios. Estos locales junto a las dos plazas que rodeaban al Colegio, la
de la Cal en su costado izquierdo y la de Vizcaínas, en la parte posterior, lograron
durante mucho tiempo que se consolidara el barrio, por la interacción social y
simbólica, dinámica que se generó en su alrededor.
63
Fig.16 Fotografía del Colegio de la Paz Vizcaínas, Costado sur, frente a la plaza de las Vizcaínas (icgl 2003)
Primero como barrio de españoles, después como lugar para la clase media, luego
barrio popular, zona roja de la ciudad, que arropó a la bohemia de los años
cincuenta, vivieron:
En Echeveste número 2, vivía Mario Talavera,59 cantante y compositor de canciones populares. En el número 3, Ernesto Cortázar y Lorenzo Barcelata, integrantes del famoso conjunto "Los trovadores Tamaulipecos". En esta misma vecindad, al fondo, Juan Silveti, matador de toros. En el 4, en los altos, Miguel Lerdo de Tejada, músico, compositor y director de la Orquesta Típica de la policía; en la planta baja, el capitán Faustino Cuevas López [...]60 En el mismo número 4 moraba Carlos Alcalde, caricaturista de El Cómico y El Imparcial. En el 7, Carlos Pavón, boxeador campeón nacional de peso ligero; el banderillero Ricardo Areu Arbide y su hermana Pilarica, bailarina de danzas españolas [...] En el Callejón de Jiménez, en el número 2, habitaba una amiga de Agustín Lara, llamada Rufina [...] en el número 6, un mago ilusionista malabarista; en el 7, una francesa nombrada Nené y su esposo Pancho, allá iba Don Adolfo Ruiz Cortines, sin guaruras [...] En el 8 un fotógrafo acuarelista. En el 9, Ignacio Ezpeleta, gaditano y matador de toros [...]61
Importantes personajes en la historia del Barrio, que junto con otros como
Resortes, vivieron, convivieron, recrearon el sabor popular de las Vizcaínas,
vecino de las carpas, el teatro de revista, de la crítica política.
Barrio rodeado de callejones, donde cada uno cuenta su propia historia, vive su
propia dinámica, su propia lógica, encierran a Vizcaínas entre varios planos: los
recuerdos de un barrio bohemio, popular; zona roja hasta la década de los
59 Mario Talavera, quien formó junto con Miguel Lerdo de Tejada, Alfonso Esparza Oteo y Tata Nacho el grupo de los Cuatro Ases de la Canción. Vid: Jiménez, op. cit., p. 99. 60 Faustino Cuevas proporcionó, la información, fue secretario, chofer y apoderado del Maestro Lerdo. 61 Jiménez, op. cit., p. 91-102.
64
setenta. Imaginario de pobreza y desolación por los graves daños recibidos
después del terremoto de 1985, que ocasionaron ruptura en el tejido social debido
a que los vecinos tuvieron que evacuar edificios completos y los programas de
renovación habitacional, reconstruyeron algunos, pero cambiaron de residencia a
una gran mayoría de los moradores originarios. En este plano se intenta restaurar
el espacio con la reconstrucción de casas habitación, pero debido al alto costo de
ésta, la renta, venta y comercialización de espacio se dirige a sectores de clase
media alta que pueden pagarlos, desplazando a la comunidad. Los pagos por
arrendamiento subieron de $2,500, a más o menos 18 a $20,000 pesos, por lo
cual el tejido social está en recomposición.
No obstante en el plano cultural: está siendo remodelado por el Fideicomiso, junto
con San Jerónimo y Regina como un corredor artístico para la creación y la
cultura. Más aún, sus habitantes viven en otro plano: en el de la lógica de la sobre
vivencia cotidiana, Vizcaínas se está convirtiendo poco a poco en la bodega de las
plazas comerciales, desplazando el uso habitacional por el comercial. Se dice que
en su núcleo entre Aldaco, Jiménez y Echeveste, se conjuga un barrio bravo,
asaltos, venta de droga, almacén de fayuca y de equipo para la piratería, esto no
está probado y nadie se compromete a denunciar. Incluso los vecinos consideran
que son cuidados por... ellos mismos.
La mayor parte de los vecinos de Vizcaínas tienen más de quince años de
residencia, aunque el programa de restauración del Centro Histórico trajo a grupos
de recién llegados –en promedio tienen 5 años de residencia- junto con otros
migrantes, quienes viven en las vecindades de la zona, junto a la plaza comercial.
65
Fig. 17 Fotografía de la Plaza de Comercial Vizcaínas (icgl, 2003)
A un costado de la plaza, en el lado sur justo en San Jerónimo, existe una casa de
vecindad, enseguida de tres edificios dedicados a la vivienda, junto a ellos se
localiza una plaza comercial “las Vizcaínas”, diseñada para vendedores
ambulantes, con acceso sobre Izazaga, pero que está cerrada, fracasada, porque
la gente prefiere comprar en lugares abiertos: en las calles.
Fig. 18 Fotografía del Teatro de las Vizcaínas (icgl, 2003)
Al fondo de la plaza se localiza Teatro de Vizcaínas (antes Apolo, ofertaba
funciones para adultos, Palillo lograba llenar el teatro hasta en lunes dicen los
vecinos), junto esquina del callejón de la Esperanza y Aldaco se encuentra un
depósito de basura de la Delegación Cuauhtémoc, que conjunta a los barrenderos
y sus carritos, durante las mañanas y al medio día, son quienes más disfrutan de
la plaza en su hora de almuerzo. En este lugar, hasta hace unos años se situaba
el cabaret "Club Verde", después llamado "Linterna Verde" y a la vuelta en
Jiménez no.1, el llamado "Le Rat Mort (La rata muerta), justo en el antes callejón
de las Ratas. Al fondo del callejón se ubica el Hostal Señorial, antes hotel y hoy
espacio de interacción social de los nuevos actores del espacio los jóvenes; en
66
este sitio se cuenta con un patio trasero donde estudiantes y turistas disfrutan de
sus ratos de ocio.
Fig. 19 Fotografía de teporochos en la Plaza de las Vizcaínas (icgl, 2003)
En contraste, ahora se observan viviendo en los alrededores niños en situación de
calle, bajo tiendas de campaña hechas de cartón. Panorama desolador de
algunos edificios con vidrios rotos, cayéndose de mugre y deterioro, junto a un
imponente edificio del siglo XVIII, que señala en su fachada principal, el deterioro
por el paso del tiempo.
En resumen es un barrio, marcado por la diversidad, de usos de los espacios, de
clases sociales que lo habitan, de historia que converge y constituye buena parte
de la identidad de sus moradores. No obstante, diferentes dimensiones se
albergan en sus escondrijos: conflictos por el uso del espacio, entre político,
comercial, cultural, de vivienda e incluso de sobrevivencia.
67
2. Acercamiento teórico a la construcción simbólica del espacio urbano
La presencia de diferentes actores sociales vecinos del sector y plaza de las
Vizcaínas, ofrece la oportunidad de observar los diferentes conflictos que se
generan entre ellos, el reconocimiento de sus interacciones en el espacio urbano.
Asimismo, permite insertarse en el proceso de construcción simbólico-expresiva
de la identidad con la cual los vecinos se reconocen en su entorno, se pensaría en
las formas subjetivas de la cultura que tienen como escenario el espacio social.
No obstante, los diferentes procesos que se gestan en el espacio urbano, que lo
definen como heterogéneo, del anonimato, de la incertidumbre de las relaciones
sociales en su mayoría construidas entre desconocidos, escenario de la diversidad
cultural; también se reconoce la posibilidad de la interacción social recurrente por
el posicionamiento que se logra en contextos como los que oferta el sector
Vizcaínas, que además permite el diálogo entre lo local y lo global.
2.1 Cultura, espacialidad y territorialidad
Cultura, espacialidad y territorialidad, representan procesos que definen la
construcción simbólica del espacio, en este caso vecinal urbano.
68
Con base en el esquema anterior, se abordará en primer lugar la noción de
Cultura como el soporte (metodológico) para continuar con el proceso de estudio
sobre la espacialidad y la territorialidad; la revisión de las categorías de identidad e
imaginario, el objetivo entonces es acceder a la dimensión simbólica, en el sector
Vizcaínas del centro histórico de la Ciudad de México.
Cultura
El estudio del espacio urbano requiere de nuevos modelos conceptuales que se
construyan alrededor de los procesos culturales, surge entonces, la antropología
urbana, como una propuesta teórica para análisis de la ciudad; se advierte que las
ciencias sociales y en particular la antropología refieren a la ciudad como un
espacio para el estudio de la cultura. En un sentido más amplio, agrega Thompson
que: “la reflexión sobre los fenómenos culturales se puede interpretar como el
mundo socio-histórico en tanto campo significativo”62; es decir, interpretar las
maneras en que los individuos construyen y reciben expresiones significativas de
diversos tipos que aluden a la definición de cultura desde su dimensión
simbólica.63
Geertz, propone un concepto semiótico de la cultura con base en la idea de Max
Weber de “que el hombre es un animal inserto en tramas de significación que él
mismo ha tejido”; una urdimbre interpretativa en busca de significaciones.64
La cultura definida como una red de significados, expresados a través de las
prácticas sociales de los individuos, incluidas sus matrices subjetivas (“habitus”)65
y sus productos materializados en forma de instituciones o artefactos. En términos
62 Thompson, J. B., Ideología y cultura moderna. México: UAM-Xochimilco, 1998. 63 Thompson señala cuatro diferentes acepciones para la construcción del concepto cultura: la concepción clásica, la concepción descriptiva, la concepción simbólica y la concepción estructural, para esta investigación aludimos a la concepción simbólica de los escritos de C. Geertz. Thompson, op. cit., p. 183ss. 64 Geertz, C., La interpretación de las culturas. México: Gedisa, 2000, p. 20. 65 “El habitus es una capacidad infinita de engendrar en total libertad (controlada) productos –pensamientos, percepciones, expresiones, acciones- que tienen siempre como límites las condiciones de su producción, histórica y socialmente situadas, la libertad condicionada y condicional que asegura está tan alejada de una creación de imprevisible novedad como de una simple reproducción mecánica de los condicionamientos iniciales”, en Bourdieu, Pierre, El sentido práctico. España: Taurus Ediciones, 1991, p. 96
69
descriptivos, añade Gilberto Giménez, la cultura es el conjunto de símbolos,
representaciones, modelos, actitudes, valores, etcétera, inherentes a la vida
social.66
La cultura definida en su dimensión simbólica expresiva, se materializa a través de
los signos del discurso: en el lenguaje oral, escrito, iconográfico, arquitectónico o
simbólico.67 La cultura, se presenta conjuntamente como el todo complejo
resultado de conocimientos, ciencias, creencias, intuición, contemplación y
conocimiento práctico del sentido común; la cultura como visión del mundo nos
permite reconocer religiones, ideologías, filosofías, “totalidades” que dan sentido y
permiten interpretar el mundo.68 En este sentido la cultura es el contexto:
[...] denota un esquema históricamente transmitido de significaciones representadas en símbolos, un sistema de concepciones heredadas y expresadas en formas simbólicas por medios con los cuales los hombres comunican, perpetúan y desarrollan su conocimiento y sus actitudes frente a la vida.69
Agrega Geertz: “La cultura no es una entidad, algo a lo que pueden atribuirse de
manera causal acontecimientos sociales, modos de conducta, instituciones o
procesos sociales; la cultura es un contexto [...]70 El contexto, que permite la
percepción espacial y otorga significado a la experiencia humana, seleccionándola
y organizándola. La conducta humana se media por la cultura, abarca: lo
cotidiano y lo estético, lo mundano y lo sagrado, las relaciones de sociabilidad y
des-sociabilidad, la experiencia de vivir en el espacio; construye identidad.
66 Geertz, C., op. cit., Thompson, op. cit., en Giménez, “Territorio, cultura e identidades”, en Rocío Rosales O., Globalización y regiones en México. México: PUEC-UNAM/ Porrúa, 2000, p. 27. 67 Al respecto Thompson subraya que: “Los seres humanos no sólo producen y reciben expresiones lingüísticas significativas, sino que también dan significado a construcciones no lingüísticas: acciones, obras de arte y objetos materiales de diversos tipos”, op. cit., p. 195. 68 Giménez, op. cit., p. 27, señala la cultura como comunicación, como stock de conocimientos. 69 Geertz, op. cit., p. 88 70 Ibidem , p. 27
70
FORMAS SUBJETIVADAS
CULTURA IDENTIDAD
FORMAS OBJETIVADAS
En la perspectiva de Bourdieu, el “capital cultural”, existe como estado incorporado
en forma de “habitus”71, en estado objetivado en forma de “bienes culturales” y en
estado institucionalizado (prácticas escolares, rituales, institucionalizadas),
Giménez sugiere una dicotomía definiendo como formas subjetivadas, o
interiorizadas de la cultura, al estado incorporado en forma de “habitus” y formas
objetivadas o materializadas, al estado objetivado y al institucionalizado.72
Desde lo cual, la cultura, se plantea que como sistema de signos, es parte del
discurso y del contexto; es decir es la estructura, estructurada y estructurante de
las prácticas sociales de los individuos y las colectividades, las soporta subjetiva y
objetivamente; dialécticamente, es expresión de la identidad individual, social y
colectiva del individuo.
Se presenta a continuación un cuadro que pretende conjuntar las dimensiones de
la cultura con base en su expresión y partir de las prácticas sociales73 de los
individuos.
71 Las condicionamientos asociados a una clase particular de condiciones de existencia producen habitus, sistemas de disposiciones duraderas y transferibles, estructuras estructuradas predispuestas para funcionar como estructuras estructurantes, es decir, como principios generadores y organizadores de prácticas y representaciones que pueden estar objetivamente adaptadas a su fin [...], Bourdieu, op. cit., p. 92 72 “Las formas objetivadas o materializadas sólo cobran sentido si pueden ser apropiadas y permanentemente reactivadas por sujetos dotados de “capital cultural incorporado”, es decir, del habitus requerido para “leerlas”, interpretarlas y valorizadas”, en Gímenez, op. cit., p. 28 73 Las prácticas no se pueden deducir de las condiciones presentes, que pueden parecer haberlas suscitado, ni de las condiciones pasadas que han producido el habitus, principio duradero de su producción. Sólo es posible explicarlas, si se relacionan las condiciones sociales en las que se ha constituido el habitus que las ha engendrado, y las condiciones sociales en las cuales se manifiestan [...] Bourdieu, op .cit., p. 98.
71
Cuadro 1: Las dimensiones de la cultura (elaboración propia) Cultura como: Expresión A partir de:
Prácticas sociales de los individuos en el espacio
Red, sistema de signos Significados simbólicos
Memoria, Imaginario
Habitus Significación del Espacio:
� Zona Roja � Basurero � Lugar de teporochos � Espacio público en conflicto � Barrio popular fragmentado � Espacio evocado, practicado
Discurso Lenguaje oral, escrito, iconográfico, arquitectónico o simbólico
Estética � Espacio tatuado por la historia � Percepción de la forma más
que de la función � Territorio marcado
Contexto Resultante de conocimientos, ciencias, creencias, intuición, contemplación y conocimiento práctico del sentido común
Prácticas institucionalizadas, colectivas Acontecimientos sociales Modos de conducta Historia Colectiva Mundo del sentido práctico
Cosmovisión Sistema de valores, filosofía, ideología religión, visión que permite interpretar el mundo. Otorga lugar a cada cosa en el mundo,
Prácticas subjetivas, interiorizadas y expresadas en colectivo: “evocación, añoranza” Opera la relación simbólico expresiva con el espacio Idealización de la convivencia social Da estabilidad al individuo (surge lo apropiado)74
Estas dimensiones de la cultura son las que aproximarán al entretejido
sociocultural, la cultura da existencia a sus actores, en la medida en que mantiene
su memoria, cohesión social e identidades.
Las distintas nociones de cultura abren la posibilidad de observar las prácticas
cotidianas en el espacio como por ejemplo el de la significación de la plaza:
Vizcaínas es reconocida como zona roja de la ciudad, para algunos, basurero,
para otros (los teporochos) su hábitat, el atrás de la zona comercial, del Colegio
de las Vizcaínas, así como el atrás de algunos de los edificios que se encuentran
entre la plaza y la calle de Izazaga; representa para las instancias
gubernamentales un espacio en conflicto, para sus vecinos un barrio fragmentado
74 Vergara A., op. cit., p. 156.
72
– sobre todo para aquellos de mayor tiempo de residencia- su espacio, su lugar,
su territorio.
La zona de las Vizcaínas es considerada mixta de alta comercialización donde el
espacio urbano se divide entre el uso habitacional, comercial y de servicios. Lo
cual origina la alta interacción entre lo global (tecnología, comercio, cultura
hegemónica) y lo local (la cultura popular, que se apropia y construye el espacio
como suyo, por ser su Patrimonio).
Espacialidad
La ciudad como lugar de transformaciones y de apropiaciones permite exhibir el
espacio y su práctica social, buscar como “configuramos el espacio y éste nos
configura”. Ese proceso de mutua interacción productiva tiene distintos niveles de
estructuración, uso y representación del espacio que permiten operar en él,
imaginarlo, conceptuarlo y otorgarle sentido.
La noción de espacio contempla diferentes dimensiones.
� Desde la dimensión topográfica, el suelo con sus características propias
(composición, fertilidad, relieve, estructura, morfología, recursos naturales
integrados, etcétera), la flora, la fauna, las características climáticas e hidrológicas
particulares. 75
� La dimensión estética, descriptiva del entorno físico como materia: largo, ancho y
alto; coincide con la experiencia de la vida cotidiana y con todas las formas
habituales de medida. Como tal el espacio es necesariamente finito.76
� El espacio en su dimensión social, no puede dejar de definirse sin hacer referencia
a las prácticas sociales “el espacio es un producto material en relación con otros
productos materiales –incluida la gente- que participan en relaciones sociales
75 Nyangastom,“Critique de l´espace vécu”, en Herodete, núm. 9, 1978, p. 152. 76 Como otra perspectiva podríamos integrar la visión Aristotélica, que estructura el espacio a partir del sistema de referencia humano, además de integrar la dimensión del espacio como contenedor, “el espacio no es un sistema de relaciones entre las cosas, sino la delimitación, realizada desde el exterior [...] El espacio es el espacio hueco limitado por una envoltura que lo rodea y en el cual dicho objeto cabe perfectamente [...] Aristóteles: Sólo un cuerpo que tiene a otro alrededor como envoltura está en el espacio; el que no lo tiene, no lo ésta” Bollnow, O., Hombre y espacio, México: Ed. Labor, 1969, p. 36.
73
determinadas (históricamente) y que asignan al espacio una forma, una función y
una significación social”.77
� El espacio, entendido aquí como una combinación de dimensiones, incluidos los
contenidos que las generan y organizan a partir de un punto imaginario, se
concibe como la materia prima del territorio o, más precisamente, como la realidad
material preexistente a todo conocimiento y a toda práctica.78
Del espacio físico a los niveles de espacialidad, articulando el proceso de
apropiación que se construye a partir de la acción del sujeto, se obtiene:
Cuadro 2. Las dimensiones del Espacio (elaboración propia) Dimensiones del Espacio Particularidades Acción del sujeto
Práctica en el espacio Topográfica, el suelo con sus características propias, contenedor natural
Espacio Físico Composición y forma(Morfología) natural
Observación
Estética, descriptiva, del entorno físico como materia
Espacio Físico- Social Dimensión Estética, espacio connotado Percepción79
Percepción y práctica en el entorno Experiencia de la vida cotidiana
Social, no puede dejar de definirse sin hacer referencia a las prácticas sociales
Espacio Social80 (Psicológico)
Interacción Construcción espacial del territorio (Noción de distancia social)81
Combinación de dimensiones Espacio Físico- Social, Espacio vivido82 Apropiación, organizacional: Fija, semi-fija e informal
Apropiación del espacio Territorialidad Dinámico
77 Castells, Manuel. La era de la información: economía, sociedad y cultura. México: Siglo XXI, 1999, p. 444. 78 Giménez, “Territorio..., op. cit. p. 22. 79 Es una operación que se realiza a partir del cuerpo, “porque mi cuerpo es mi poder general de habitar todos los medios del mundo, la clave de todas las trasposiciones y de todas las equivalencias que lo mantienen constante”, Merleau Ponty, M., Fenomenología de la percepción, Barcelona: Ediciones Península, 1997, p. 324. Bourdieu, lo llamaría espacio geográfico: “este espacio está construido de tal manera que los agentes , los grupos o las instituciones que en él se encuentran colocados tienen tantas más propiedades en común cuanto más próximos estén en este espacio.”, en Cosas Dichas. Barcelona: Gedisa, 1998, p. 130 80 [...]el espacio social está construido en forma tal que los agentes que ocupan en él posiciones semejantes o vecinas son situados en condiciones y sometidos a condicionamientos semejantes, y tienen todas las posibilidades de tener disposiciones e intereses semejantes, de producir por lo tanto prácticas también semejantes. Ibidem, p. 131. 81 “En realidad, las distancias sociales están inscritas en los cuerpos o, con mayor exactitud, en la relación con el cuerpo, el lenguaje, y el tiempo.”Ibidem, 132. 82 “Hay tantos espacios como experiencias espaciales distintas”, Merleau Ponty, “Espacio vivido”, en op .cit., pp. 295-312 y en M., De Certeau, op. cit., p. 130.
74
Desde una perspectiva general podemos afirmar que los procesos sociales
conforman el espacio al actuar sobre el entorno construido, heredado de las
estructuras socio-espaciales previas tomando en cuenta el espacio desde las
prácticas sociales, el espacio es tiempo cristalizado, es el soporte material de las
prácticas sociales que comparten el tiempo (todo soporte material conlleva un
significado simbólico)
Entorno construido se refiere en su sentido más amplio a cualquier alteración física del entorno natural por la construcción humana: desde hacer fogatas hasta ciudades. Incluye formas construidas que son definidas como tipos de construcción (como viviendas, templos, casas de reunión) creados por el ser humano para cobijar, definir y proteger actividades. Las formas construidas también incluyen espacios definidos y delimitados, mas no necesariamente encerrados, como las áreas al descubierto de un núcleo de casas, una plaza o una calle [...]83
El espacio representa entonces un campo de posibilidades que se caracteriza por
su valor de uso, representa la construcción de la territorialidad. El resultado de la
valoración y apropiación del espacio, mediante la representación y el trabajo,
sería: el territorio.
El conjunto de observaciones y teorías concernientes al uso que el hombre hace
del espacio, en tanto producto cultural específico: percepción, interacción, praxis,
proxemia.84 Merleau Ponty, distingue otra espacialidad como espacio
antropológico: “busca separar de la univocidad “geométrica” la experiencia de un
“afuera” dado bajo la forma del espacio y para el cual “el espacio es existencial” y
“la existencia es espacial”. Esta experiencia es relación con el mundo”,85 en
conjunto nos permite distinguir tres tipos de espacialidades (organizacionales del
entorno).
A continuación se presenta un cuadro de aproximación a la espacialidad
relacionando con el proceso de apropiación del espacio, que nos permitirá acceder
a la valoración simbólica del espacio, a partir de su uso:
83 Amerlick, Mari José y Fernando Bontempo, “Antropología y entorno construido”, p. 69. 84 En cuanto a la relación de reconocimiento social de los individuos que se genera mediante la interacción y el acercamiento físico. Hall, E., La dimensión oculta, México: Siglo XXI, 1999. 85 De Certeau, M., op. cit., p. 130.
75
Cuadro 3. Organizacional de la Espacialidad: (elaboración propia)
Después de revisar el cuadro anterior se hace necesario examinar la noción de
distancia social que nos permite establecer procesos de uso y apropiación del
espacio mismo que generan límites, fronteras que se construyen desde la posición
del cuerpo, con la finalidad de situar el espacio de investigación como la calle y el
barrio, éste, pensado como el espacio de transición entre la residencia y la ciudad.
El espacio está cargado de sentido, que se construye a través de niveles de
estructuración, uso y representación que permiten imaginarlo y conceptualizarlo.
Para lo cual se presenta la propuesta del Dr. Abilio Vergara, niveles de
estructuración, al respecto de las prácticas del espacio:
1. El de los dispositivos incorporados, es decir, hechos cuerpo, en el sentido del hábitus de Bourdieu, que sobre la marcha permiten colocar las cosas en su lugar y desplazarse; leer los anuncios; evitar los obstáculos; definir las distancias sensorialmente; poner en jerarquía espacial los objetos, las edificaciones y las personas; definir el carácter del horizonte y diferenciar las sensaciones –por ejemplo, la distancia del canto de un grillo-. Tienen un carácter dinámico y productor, aunque en general se presenten como “lectura y acto”. Aquí opera fundamentalmente nuestra relación instrumental y perceptiva con el espacio. Nos permite ubicar las posiciones alto/ bajo, derecha/ izquierda, horizontal/ vertical, cerca/ lejos, al frente/ al fondo, las cuales sólo posicionan en un nivel cosas o personas y pueden remitirse a una
Espacio Organizacional
Espacio Físico Uso: Instrumental- Funcional
Tipos de usuarios
Fijo Privado Casa /Vivienda
Residentes - familiares - amigos
Semi-fijo Privado- público Establecimientos Públicos: Accesorias Estacionamientos Iglesias Escuelas
Residentes Comerciantes Trabajadores Estudiantes No Residentes: Comerciantes
Informal Público Espacios abiertos: La calle callejones plazas jardines
Residentes Vecinos No Residentes: Transeúntes Visitantes Turistas Consumidores
76
cosmogonía en un contexto ritual o emerger a ese carácter cuando sentimos temor o nos hallamos en un espacio ambiguo desconocido.
2. Un modelo o sistema estructurante del sentido de orientación, el cual, aunque pudiera estar clasificado en el orden siguiente –que lo justifica, lo legítima o argumenta-, nos sitúa próximo a su ejecución y a la experiencia. Nos proporciona la sensación de estar en el lugar y los nexos que establece con el contexto mayor –por ejemplo, para entrar o salir hacia otro lugar o espacio-. Es aquello que nos permite saber hacia dónde el sur, dónde vive un amigo, dónde está el trabajo o hacia dónde dirigimos nuestros recorridos. Mediante este nivel imaginamos el planisferio, situamos un país, una región o el norte de nuestra ciudad.
3. Una cosmovisión que otorga lugar a cada cosa en el mundo y también da estabilidad al individuo porque lo sitúa en un orden fundamental basado en la dimensión y la distancia propia (donde surge lo apropiado). En sociedades tradicionales da seguridad ontológica; en sociedades modernas pertenece a un mundo de “virtualidad mayor” que lo legitima. Aquí opera nuestra relación simbólica y expresiva con el espacio. En las sociedades primitivas esta cosmovisión sustenta el sentido del territorio como sentimiento adherido a la unicidad, aquél que simboliza imaginariamente el origen y el proyecto. Es el espacio que se expande desde los objetos o movimientos más habituales cuando éstos son adjudicados a sentidos, lugares, objetos y seres lejanos, inconmensurables, sagrados, difíciles de asir.86
Los mapas mentales, permiten la representación y evocación del espacio, generan
la significación del espacio simbólico. Los tres niveles actúan en la praxis,
reposicionando al individuo, otorgándole estabilidad, seguridad, necesaria “para
darnos sentido de orientación espacio temporal”.87
Territorio y territorialidad: espacio de apropiación, poder y fronteras
La relación entre espacio y práctica social, en el contexto de la cultura, permite
construir la noción de territorio como el “lugar practicado”,88
Esta forma de espacialidad articula en sí misma la noción de distancia -con base
en la experiencia humana se contempla la distancia íntima, personal, social y
colectiva-, como soporte de la territorialidad, que varía de una cultura a otra, de
86 Vergara, A, op .cit., p. 156. 87 Ibidem, p. 157. 88 De Certeau, M., op. cit., p. 129.
77
unos pueblos a otros. “La distancia interviene diversamente, de acuerdo con los
grupos étnicos, en todas las funciones de estos sistemas en varios países”.89
La noción de distancia nos permite establecer fronteras, crear límites imaginarios a
nuestro espacio íntimo, personal, social, y colectivo; constituir una clasificación
espacial a partir de las unidades de apropiación del espacio, se rebasa el espacio
personal para comprender el funcionamiento de áreas más amplias, niveles entre
“yo y el mundo”:90 Donde se genera el posicionamiento del individuo con respecto
a:
� El propio cuerpo, limitado por la piel, constituye la frontera del ser. La integración
cerebral reagrupa las sensaciones –imágenes que la persona se representa de su
cuerpo. Se distingue entre individuo y exterior.
� El gesto inmediato configura la esfera de la extensión del cuerpo. Y es el estudio
de estos movimientos, que no suponen un desplazamiento del propio cuerpo, el
que determina la forma y la situación del mobiliario funcional.
� El caparazón formado por la habitación es una esfera visual que corresponde al
área aprehendida por la mirada. Se trata de un territorio cerrado (varia de acuerdo
al orden cultural).
� La residencia, casa, apartamento, vivienda, constituye el refugio frecuentado por
seres familiares y está delimitado por muros. Es el ámbito de la apropiación
personal.
� El barrio, importante para el urbanista, forma un terreno conocido, pero no
sometido al individuo. Se entra en el dominio de lo colectivo, de los espacios
públicos, semipúblicos y privados frecuentados a menudo.91
89 Bailly, Antoine S. “El sentido del lugar”, en La percepción del espacio urbano. Conceptos, métodos de estudio y su utilización en la investigación urbanística. Madrid: 1979. Para la noción de distancia ver: E. T. Hall. El lenguaje silencioso. México: CONACULTA, 1990 y La dimensión oculta, México: Siglo XXI, 1999. R. Lowry. “Distance Concept of Urban Resident”, Environment and Behavior, vol. 2, 1970. 90 Clasificación propuesta por A. Moles y E. Rohmer citado en Bailly, La percepción ..., op. cit. p. 109ss. 91 Este espacio es el lugar de un interconocimiento: cada persona es conocida por un determinado número de particularidades de su vida privada por gente con la que no tiene nada que ver y que no ha escogido, pero que, sin embargo, no son extraños: los vecinos. Prost, Antoine, “Fronteras y espacios de lo privado”, en P. Aries y G. Duby, Historia de la vida privada. De la Primera Guerra Mundial a nuestros días. España: Taurus/ Santillana, 2001.
78
� La ciudad centrada, distinta del barrio, es el lugar de interacción de los flujos
urbanos. Simboliza el funcionamiento de la sociedad urbana, así como la libertad y
la diversidad.
� La región compone un área aún más amplia, en la que el hombre puede ir y
volver en menos de un día. Es un espacio que se ha ido dilatando a medida de
que han progresado los transportes.
� El vasto mundo, el espacio de los proyectos se sitúa más allá de la región, allí
donde lo desconocido genera una idea de aventura.
Se agregaría entre el barrio y la ciudad otros espacios como “mi calle, mi cuadra,
mi manzana”, incluso los lugares, que tienen relación a una escala mayor, con la
zona geográfica de la ciudad. Sectores, unidades territoriales que encierran en sí
mismos diferencias geográficas, climáticas, sociales y culturales que implican
diferentes formas de uso y apropiación del espacio. El posicionamiento en este
ámbito, admite reconocer el perfil de los individuos, en conjugación con los niveles
de estructuración del espacio.
Ahora se plantea el espacio urbano como un lugar para la recreación, para
disfrutar y mejorar la calidad de vida. Se crean compromisos entre diversos
actores políticos, administrativos, económicos y sociales, para rehabilitar este
espacio a favor del fomento a la socialización y a la memoria colectiva que
atribuye identidad al imaginario colectivo del barrio. Por ejemplo: el proyecto Plaza
de la Creación, y el de mejoramiento del Centro Histórico. Los de adentro y los de
afuera, quienes desde su perspectiva ubican Vizcaínas desde distintos ángulos,
en relación con su experiencia.
El espacio como territorio enmarcado por fronteras físicas y simbólicas,
intersecadas por relaciones de poder político y económico en una atmósfera que
implica relaciones sociales. A partir de estas modalidades que dan sentido al
79
espacio, se crea un sentimiento de lealtad con respecto al sector y a los grupos de
pertenencia, tanto en grupos homogéneos como en heterogéneos.92
En este marco de posibilidades entre el espacio y el territorio, se resignifica el
concepto de ciudad, como el análisis de un organismo en movimiento, donde existen
distintas realidades, representaciones e ideologías, que se suceden en diferentes
tiempos y con actores representativos de los distintos sectores sociales. Estos
actores: la población, son los que determinan las continuidades y las rupturas incluso
el uso y apropiación del espacio, junto con los sistemas administrativos, políticos y
económicos.
Entonces la ciudad no es sólo un lugar, sino un espacio dinámico donde los
habitantes juegan el papel principal. La dinámica general no se basa en la anarquía,
corresponde al conjunto de las complejas relaciones sociales que se llevan a cabo
entre los individuos y que determinan el orden social.93
La urbanización de la ciudad también sugiere respuestas aparentes para encontrar
la conformación del orden social, revela por medio del paisaje, una estructura, un
ordenamiento de sus divisiones internas. El proceso de transformación de una
ciudad depende de los proyectos políticos o económicos, debe también
contemplar el orden social, la percepción del espacio, la cultura, así como los
procesos de uso y apropiación de territorios para que, a partir del valor simbólico,
se logre la transformación que revitalice el territorio, espacio de los individuos.
Si se toma en cuenta que el territorio no se reduce entonces a su posición de
escenario o contenedor de flujos culturales permite acceder a la relación cultural
92 Silva, Armando, Imaginarios urbanos. Bogotá y Säo Paulo. Cultura y comunicación urbana en América Latina. Bogotá: Tercer Mundo, Editores, 1992 y Vergara, Abilio, “El espacio urbano simbólico”, en Identidades, op. cit., 195y ss. 93 Weber menciona que "surgen las relaciones sociales cuando las personas se orientan unas hacia otras; los complejos de relaciones sociales constituyen un orden social... sugiere que cuando la orientación de los actores es racional se crea una sociedad, mientras que cuando se toman actitudes de solidaridad comunitaria, forman una comunidad", citado en David L. Sills, Enciclopedia Internacional de las Ciencias Sociales. Vol. 10. España: Ed. Aguilar, 1977, p. 33.
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que construyen los habitantes con el entorno. Territorio como significante denso
de significados, entramado de relaciones simbólicas que implican a la cultura.
Se considera el territorio como espacio valorizado, como espacio de apropiación,
como lugar de convergencia, como espacio de interacción además de considerarlo
como “zona de refugio, como medio de subsistencia, como fuente de recursos,
como área geopolítica, como circunscripción político administrativa, pero
conjuntamente debe considerarse como paisaje, con belleza natural, como
entorno ecológico privilegiado, como objeto de apego afectivo, como tierra natal,
como lugar de inscripción de un pasado histórico y de una memoria colectiva y, en
fin como un lugar simbólico”.94
Este espacio valorizado que implica territorialidad es el que los pobladores
protegen y cuidan más aún de los otros: los extranjeros, los migrantes, los turistas,
los comerciantes, los compradores, e incluso los otros “los nuevos habitantes”, o
los intrusos que vienen y usan el espacio urbano para delinquir, emborracharse o
drogarse.95
La territorialidad, concepto básico para el estudio del comportamiento humano,
suele definirse diciendo que “es el comportamiento mediante el cual un ser vivo
declara característicamente sus pretensiones en una extensión de espacio, que
defiende contra los miembros de su propia especie; garantiza la propagación de la
especie regulando la densidad de población”. Proporciona el marco dentro del cual
se hacen las cosas: lugares para aprender, lugares para jugar, lugares para
ocultarse, etcétera.96
Además, de dejar una profunda huella en las actitudes de los hombres, la
territorialidad urbana, señala Norcliffe: es el comportamiento mediante el cual
personas que utilizan espacios semejantes se identifican con ese espacio, el
tiempo que desean acentuar su control sobre él, resistiéndose particularmente a
94 Gímenez, p. 24. 95 Trabajo de campo mayo de 2001. 96 Hall, Edward. La dimensión oculta. México: Siglo XXI, 1999, p. 14.
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las intrusiones provenientes de zonas vecinas. Percepción y representación se
conjuntan para dar origen a la actitud.97
La territorialidad constituye la expresión geográfica de las motivaciones sociales,
étnicas, económicas, culturales y políticas.98
El territorio, como lugar practicado, puede ser apropiado subjetivamente, como
objeto de representación y de apego afectivo, y sobre todo como símbolo de
pertenencia socio-territorial. En este caso los sujetos interiorizan su territorio como
su barrio, como su espacio de interacción.99
Por lo tanto se relaciona a la apropiación del espacio su valorización a partir del
uso, de la experiencia en el lugar practicado que construye identidad y cultura en
el territorio:
2.2 La apropiación y valoración del espacio resulta de:
Cultura y espacio, valor de uso instrumental- funcional del territorio
En el valor de uso instrumental y funcional del territorio se destaca “la relación
utilitaria con el espacio en términos de explotación económica”100 (la agricultura, la
industria, el turismo); es decir, “el territorio responde: como organización del
espacio”,101 espacio natural (objeto de acción práctica e instrumental),
respondiendo a las necesidades inmediatas (prácticas), económicas, políticas y
sociales de cada comunidad, bajo está perspectiva su rendimiento está sustentado
en las relaciones sociales que lo atraviesan. Nivel de dispositivos, en la
estructuración de espacio.
97 Bailly, op. cit. p. 112. 98 “La ciudad marcada; territorios urbanos”, en Silva, op. cit. p. 47 y ss. 99 De Certeau, Michel, “Prácticas del espacio”, en op. cit. p. 103 y ss. 100 Gilberto Giménez, op. cit., p. 23 101 Ídem.
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Cultura y espacio, valor simbólico-expresivo del territorio102
Se considera el espacio como un territorio, cuando el sujeto y la comunidad
atribuyen al primero, a partir de sus prácticas cotidianas, valor simbólico-expresivo
como objeto de inversiones estético expresivas o como soporte de identidades
individuales y colectivas. Objeto simbólico, unificador de acciones, porque en él se
expresan diferentes intereses particulares y conjuntos. Nivel de sistema, como
espacio representado.
El territorio puede ser apropiado subjetivamente como objeto de representación,
de apego afectivo, y sobre todo como símbolo de pertenencia socio-territorial. En
este caso los sujetos interiorizan su territorio como su barrio, como su espacio de
interacción.
Cultura y espacio, valor de representación del territorio
Se considera el territorio como objeto valorizado de representación, cuando en él
se conjugan las acciones y los intereses de los sujetos (que lo usan, viven,
significan, simbolizan y construyen relaciones de pertenencia socio-territorial,
apegos y arraigos con el espacio). Cuando en el espacio urbano se trazan las
reglas de organización normativas tanto de uso consuetudinario, social,
comunitario, como económico, político-administrativo.
Nivel de Cosmovisión que permite la construcción del sistema de valores del
mundo de vida que dan sentido a la acción y permiten interpretar y apropiarse del
mundo en forma simbólica.
El territorio traza, y puede entenderse con “forma singular”, ordena y mantiene su
valor de representación y ordenamiento social. Reglas de organización territorial
“fronteras físicas”, marcas que dan sentido e identidad a todos los sectores de la
Ciudad.
102 Ídem.
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Cuadro 4. Esquema para la Construcción Simbólica del Espacio
El esquema anterior nos permite observar que los espacios, territorios construidos
están delimitados por fronteras físicas y simbólicas. Lugares que reflejan su valor
de uso instrumental, simbólico y representativo que construye relaciones de
comunidad, reflejo de identidades individuales y colectivas.
Como aproximación a la construcción simbólica del espacio urbano se tendría la
relación existente entre la espacialidad, la apropiación del territorio y su
valorización, a reserva de que se analice posteriormente su relación con la
identidad y el imaginario simbólico.
ESPACIO FÍSICO Posicionamiento Social ESPACIO SOCIAL
CONSTRUCCIÓN Uso (lugar practicado) APROPIACION
VALORIZACIÓN: I�STRUME�TAL-FU�CIO�AL
SIMBOLICO-EXPRESIVO REPRESE�TACIÓ� SIMBOLICA
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A manera de conclusión:
La dimensión cotidiana del espacio urbano, se construye simbólicamente y va del
nivel instrumental-funcional al simbólico- expresivo, lo cual posibilita encontrar la
relación de los usuarios con su entorno, comprender las lógicas de ordenación del
espacio a partir de la descripción de sus usos, con base en la experiencia, las
vivencias y evocaciones de los vecinos. Los lugares en el Centro Histórico de la
Ciudad de México, evocan usos del pasado, significan en tanto condensan los
procesos que se vivieron en ellos, demuestran en la cotidianidad que continúan
siendo escenario de la diversidad, heterogeneidad, de conflictos sociales pero
también de la sociabilidad de sus usuarios. Por otra parte la interacción, se
manifiesta como reproductora de la memoria colectiva así como de la identidad
social de lugar, confirma que es también el espacio el que interactúa con los
sujetos que lo usan. La teoría de que la dimensión instrumental-funcional entra en
conjunción con la dimensión simbólica-expresiva; permitirá acercarse a la
construcción social de la identidad, como un proceso de integración constante.
Las ciudades están hechas de relaciones, mediadas por el espacio y los
acontecimientos del pasado. Permiten ubicar desde un punto, cada lugar en el
entorno, posicionarse como pertenecientes a un terruño. Para Italo Calvino la
ciudad no dice su pasado, lo tiene tatuado, lo vive en sus esquinas, su identidad
está en la experiencia de sus usuarios.
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