E L UNIVERSAL

FECHA q , Q g ) Q ¿ SECCIÓN 1íO P A G H

CLASIFICACIÓN NACIONAL NUM. HOJAS

Depositan tambos tóxicos de E U en Cd. Juárez * r «— ~ * - r \ . i Á nal un nn (rt lien .im. l . Por NORMA ALCÁNTARA

CIUDAD JUÁREZ. Chin., 8 de jun io .— Mientras el gobierno mexicano pro­testa por la instalación de basureros de desechos tó­xicos cerca de la frontera, las a u t o r i d a d e s de la aduana, de ecología y de salud de esta ciudad han permitido que una de las colonias se convierta en un inmenso depósito de tam­bos tóxicos, en los que la gente almacena inc luso agua para beber.

La colonia Anapra es el ejemplo vivo de la corrup­ción y voracidad desme­dida de algunos mexicanos que se han prestado a ser cómplices de empresarios extranjeros y nacionales que vienen a esta ciudad a dejar todos tos tambos pe­ligrosos que por ley debe­rían destruir.

Lejos de eso, líderes de colonia, empresarios y po­líticos han mercado con la necesidad de esta pobla­ción que no tiene sistemas de distribución de agua ni drenaje, para venderles los contenedores a cambio de 25,000 pesos o un voto.

Anapra es una mediana población de aproxima­damente 3,000 habitantes. Se encuentra al noroeste del centro de Ciudad Juá­rez, a unos metros de la lí­nea internacional. Está en­clavada en un t r i ángu lo "mor ta l "—como algunos l laman—, ya que está pe­gada al basurero tóxico de Sunland Park, Nuevo Mé­x i c o , y a la f u n d i d o r a Asarco de El Paso, Texas. Y por si fuera poco, a unos metros de un gigantesco deshuesadero.

El martes se denunció en un periódico local un ti­radero de tambos tóxicos, EL UNIVERSAL se presentó al lugar y bastó sólo llegar a la colonia Anapra para darse cuenta que no se tra­taba nada más de un te­rreno lleno de tambos api­lados, que de por sí ya es grave, sino que la colonia entera está llena de esos contenedores.

En cada casa, en cada esquina, hay tambos. Al­gunos muy viejos, otros casi nuevos. Sobre todo ellos, pedazos de cartón o madera sostenida con pie­dras a manera de tapa para que la tierra no en­sucie el agua que utilizan para las letrinas, para ba­ñarse, e incluso para be­ber.

Los contenedores, son en su mayoría de proce­dencia extranjera: "Cham­pion Chemical", "Chemical Tech Special i t ies I n c . " . " A r n Warn C h e m i c a l " , " S u r f a t r o n " , " I n d u s t r i a Sud Andina de C h i l e " , "Johnson's", etc.

Pero también los hay mexicanos, sobre todo de

Petróleos Mexicanos. Casi todos son de f ierro, aun-

. que también se cuentan (en cientos), los contene­dores de plástico.

Al respecto, uno de los vecinos de Anapra que se dedica a la venta de esos tambos, comentó que los trae de una lechería de El Paso, desde hace mucho tiempo. "Estos no son tan peligrosos como los de fie­rro. Estos sólo traen una sustancia de mercurio que se usa para espantar las moscas de las ubres de las vacas".

En estos si podemos al macenar agua para bañar­nos, agregó, pero inmedia­tamente repuso: "Hay que ser consc ien tes de que p u e d e n es ta r c o n t a m i ­nados y por eso para be­ber, mejor usamos los ga­lones de leche ya lavados".

TAMBOS TÓXICOS A 25,000 PESOS

Por las cant idades en que se encuentran y lo di­fícil que es llegar a Anapra salta la pregunta ingenua: ¿Cómo es q u e l legaron hasta aquí?

Doña Elena, habitante de Anapra, dice que "seguido vienen de fábricas a rega­larnos los tambos. Buscan a los de la CCI del PRI para que ellos los repartan, pero como yo ya tengo muchos, no voy . Ser la a m b i c i ó n eso... ¿no?

Su casa está cercada — como m u c h a s — con tam­bos. Adentro hay otros 20 más, apilados y varios trai-lers. De entre estos sobre­sale uno con placas de T e xas, que en un costado muestra un letrero de pre­caución radiactiva.

"Esos no son míos, un señor l lamado Heriberto Valenzuela y su hermano los t r a j o hace mucho y aquí los dejó. A veces vie­nen y se llevan la caja del tráiler y luego la traen otra vez".

¿Pero sabe usted que puede ser peligroso?

¡Qué va! yo no lo uso, nada más está ahí. Los tambos los uso para cer­car, es la única forma de que le respeten a uno su terreno, pero para nada los uso para almacenar agua, yo ya tengo mi piletita, no necesito esos tambos más que pa'cercar.

•Pero son peligrosos por el s imple hecho de estar cerca de usted...

-Mire, peligroso es el ti­radero de Sunland Park y la Asarco. Esos si que nos están m a t a n d o y enfer­mando a nuestros chama­cos.

-Pero... ¿Por qué en lugar de ve­

nirlo a molestar a uno, no van a investigar a los grin-güitos y sus tiraderos? ¿Por qué no mejor los denun-

cian a ellos..? Nosotros ya " nos cansamos de exigirles

que paren el tiradero y ni caso nos hacen, eso sí que es importante pa'que vea y no estos tambitos que son tan útiles pa'uno.

EL UNIVERSAL buscó a los dueños de la caja de tráiler. Ellos aseguran que no saben cómo en t ró al país, que su papá lo trajo hace muchos años.

-Pero la dueña del te­rreno dice que ustedes los utilizan seguido.

• No es cierto, nosotros nos dedicamos a la lonja de cerda para chicharrón, pa'qué lo íbamos a querer. Mi papá se d e d i c a b a , cuando vivía, a la importa­c ión de pol lo y cola de pavo al mayoreo, pero vaya usted a saber de dónde sacó el camión y para qué lo usaba, si lo usó.

El caso es que ahí, tan sólo en esta casa hay al­rededor de 100 tambos de f i e r r o v ie jos , que nadie sabe de dónde vienen pero ahí están.

Al preguntar en varias casas de dónde habían tra­ído los t a m b o s , la res­p u e s t a s i e m p r e fue la misma: "¡Uh!, aquí en cual­qu ier parte los venden . Hay de 10,000 de 15,000 o 25,000".

Hay personas que se de dican especí f icamente a eso y que van a las empre­sas de El Paso a traerlos.

Luis Manuel Terrazas, a d m i n i s t r a d o r de la aduana fronteriza de Ciu­dad Juárez aseguró que los únicos tambos que pa­san son los que importa la industria maquiladora. "No es cierto que por aquí se permita el paso de tambos

• vacíos que contenían tóxi- • eos", dijo.

"Nunca he visto tanques vacíos por aquí, pasa ma­dera y otras cosas que les regalan las empresas de Estados Unidos, pero nada más. Tenemos un estricto control".

Los comerc iantes , s in embargo , aseguran que nunca han t e n i d o pro­blema "para la pasada" de los tambos que venden en muchos lugares sin el ma­yor recato.

"Si estuviera mal hecho, las mismas autoridades de Sedue no nos dejarían tra­bajar y ni siquiera vienen, tampoco los de Salud".

Los comerciantes rehu­saron decir a qué empre­sas van a pedir ios tambos, o bien cuánto les dan por ílevárselos. Ellos sólo sa­ben que se venden muy bien y no les importa más.

Se les p r e g u n t ó si es­taban conscientes que mu­chos de los tambos son de alto riesgo para la pobla­c ión, tal y como todavía marcan algunos de los con­tenedores y la respuesta:

"Pues sí, pero o guardan agua aquí o dónde quiere usted que la pongan. Es cuestión de conciencia si se la t o m a n , pero por lo p r o n t o t i e n e n d o n d e echarla cuando para la pipa".

AGUA CONTAMINADA A CAMBIO DE VOTOS

Varios de los vecinos a los que entrevistó EL UNI­VERSAL señalaron que los tambos que tenían se los dieron con un programa de Solidaridad. ¡

César de la Cruz, secre­tario del Comité de Solida­r i d a d de Anapra s e r a Ió20que en efecto se ha­blan repartido tambos.

"Pero quiero aclarar que fue en la campaña pasada. Uno de los candidatos es tuvo ofreciendo tambos, en general a la ciudadanía, no sólo a nosotros. Eran tam bos para que los usaran para la basura, pero como aquí no se necesitan, por­que la basura se quema, la gente comenzó a usarlos para el agua, por más que les decíamos que no lo hi­cieran porque no sabíamos si eran tóxicos".

•-¿Traían alguna leyenda de peligro o algo así?

-Quién sabe, porque to­dos estaban pintados por fuera con los logos del PRI y los nombres de los can­

didatos.Pero como no es tábamos seguros de la prc; cedencia de los t a m b d % | preferimos retirarlos.

Según el secretar io áef Pronasol, les dieron 15 djf los cuales habían entre gado por sorteo, solamente tres. Aseguró que los tres contenedores fueron retii rados. ' suq

Sin embargo , las per - ? sonas entrevistadas por Et^f* UNIVERSAL que señalaron'* que los tambos se r e p a r a : tían por Solidaridad, f u e ^ l ron más de tres. »up

César de la Cruz dijo que">? aunque de alguna manera;» son líderes en la colonia 1 ' * Anapra "no pueden h a c e * " nada para impedir que la gente u t i l ice los t a m b o ! para a lmacenar a g u a ' , n » Una vez más: "¿Dónde^L qu ie re en tonces que l»:c pongan?".

) on CUAL ES EL FUTURO "*>

DE LOS HABITANTES 1^

Triste y obscuro futurt*-?L les depara a los habitante* de Anapra. Ya no sólo po»el el basurero tóxico de Suríiq land Park, donde se entié^d rran desechos radioactivo**'' incluso, todos los desper-"* dicios de hospitales no sólel de El Paso sino de otrótP'i estados al norte de Texa3? b

Tampoco observando t a " fundidora Asarco de la vé - J ' ciña ciudad, que según ya- ;

se ha reportado, ha provo^ 0

cado un alarmante inerfeue mentó en el nivel de p lomo* en la sangre de los h a b p * tantes.

Con la contaminación en casa, la población de An*G pra ha comenzado ya ai manifestar daños físicos.

Las madres se quejan defl que los niños se llenan de ronchas y manchas en el cuerpo, de mareos, de náú seas y fuertes dolores de.", cabeza. „ „

Asimismo d i je ron que, , hay constantes diarreas y^ f i ebres , a p a r e n t e m e n t e ^ "sin causa alguna".

Muy cerca de los tira-i^ deros de Sunland P a r k . y , de la fundidora hay escue• las, donde los niños y pa ., dres de familia denuncian^ fuertes olores y " h u m ó ^ que pican la nar iz y l o ; , ojos".

coi LAS AUTORIDADES na

Y SU ETERNA wq RESPUESTA i * »

nal Sedeso (ex Sedue): Noj|

sabíamos, no estábamqs enterados pero de i n m « ; 3

diato enviaremos inspec-í tores para ver qué es \ox

que está sucediendo ahí. Si , son tambos de origen exi.

t ran je ros , éstos tendrán,; que regresar a su país ce origen. En cuanto a quié­nes los venden, es a lgo, que tenemos que inves T ¡ t igar bien para que sea., sancionado porque está ac^ tuando fuera de la ley. dice^ Rosa Manuela Salas, sub­delegada regional de esa-dependencia. - " j | s

"La ley no nos permita estar en la aduana para re­visar posibles ar t ículos contaminantes. Ya se h í r r mandado muchas cartas' í 1

la Aduana para que trafe^ de controlar este t ipo d(f tambos. Hace dos años ttP v imos cerca de 24 per*? sonas del Comité de De3 fensa Popular (CDP) ln«S xicadas porque se trajeron tambos de Estados Unid^Sj que conten ían residuos, que no sabemos exacta* mente qué eran", agrega Osear Monsivais, jefe a& inspectores de la Sedeso.,,-

Delegación de SalucT^v Comité Municipal de Ecp¿, logia: Es necesario hacer un l lamado a las autori­dades de la Aduana pana que pongan más atencida en los art ículos que per­miten que pasen por este frontera. Es muy peligrq^j para la salud de los habi­tantes tener cerca esos re cipientes que tuvieron prt* ductos químicos y quizá r&t dioactivos, ya que pueden originar daños irreversibW» en las personas que esta» cerca de ellos. "Investiga'' remos la zona para v e n a no hay ya algún daño trt» por tante en los habitan­tes". '<n