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    La invencin de un sujeto experimental: hipnosis, sugestin y experimentacin*

    Jacqueline Carroy

    En su Neurohipnologa, Braid populariza novedosas prcticas de adormecimiento a distancia, a la

    inversa de los pasos preconizados por Puysgur o Deleuze: en adelante, dejan de ser necesarias las proximidades animales tales como caricias o rozamientos. La visin de un objeto brillante o una orden proferida bastaban para provocar lo que l llamaba hipnosis, un estado nervioso particular que, como el sueo, no requera de un lazo simptico para desencadenarse. Se habra terminado as con la cuestin de la relacin?

    Braid tambin describe dos tipos de experiencias llamadas de sugestin: en unas, el operador da rdenes y, en las otras, pone al hipnotizado en una determinada postura. En un caso, el hipnotizado es un siervo obediente, en el otro, un mecanismo puesto en marcha. En el segundo caso, no es necesario decirle al hipnotizado que est en una iglesia, basta con juntarle las manos y, como impulsado por un resorte, se pondr a entonar cnticos. Libeault retoma las primeras demostraciones y les otorga aplicaciones teraputicas. Los fisilogos franceses que comienzan a hablar de sugestin alrededor de 1860 privilegian este segundo tipo de manipulaciones.1 Creen tener as un medio de experimentacin completamente objetivo, independiente de toda relacin y de toda palabra. El hipnotizado es un ser mudo del que se observan modificaciones fsicas indefinidamente repetidas y conservadas; un objeto experimental respecto al cual nos libramos de la obligacin que nos impone un sujeto despierto, esto es, la de reconocerle su capacidad de pensar y hablar.

    Junto con la sugestin, el tema privilegiado por los fisilogos es la catalepsia. Esa conservacin de las actitudes propia del hipnotizado constituye una especie de corte anatmico operado sobre un ser vivo al que se le hubiera sustrado la propiedad de moverse por s mismo durante un lapso de tiempo. El ideal cientfico dominante es, por lo tanto, el de un ser que sera pura reaccin a estmulos y cuyos diferentes estados, exteriorizados en gestos y cuadros, podran ser inmovilizados mediante instantneas sucesivas a la manera de una fotografa de Marey.*

    Cuando una psicologa fisiolgica pretende fundarse, se hace tributaria de los paradigmas del hombre-reflejo y del hombre reducido a manifestaciones orgnicas. El sugestionado y el catalptico redescubiertos por los fisilogos son entonces la inesperada ganancia cientfica de esta psicologa. Permiten reproducir artificialmente lo que, en el Congreso de psicologa fisiolgica de 1889, C. Richet llam vivisecciones psicolgicas. Ambos realizan in vivo, como por milagro, algo que sera un sujeto reducido a un arco reflejo sin sistema nervioso central o, ms an, un sujeto cuya ideacin sera

    * Fuente: Carroy, J. (1991): Linvention dun sujet exprimental: hypnose, suggestion et exprimentation. En Hypnose, suggestion et psychologie. Linvention des sujets (pp. 157-178), Pars: PUF. Traduccin: Pablo Pavesi y Mara Victoria Snchez. Ct. I de Historia de la Psicologa. Facultad de Psicologa, UBA, 2012. 1 Braid, Neurohypnologie, p. 240 y p. 250 y siguientes, y Carpenter: Sleep, p. 694 y ss. Braud, Elments de physiologie II, p. 782. * Referencia al fisilogo tienne Jules Marey (1830-1904), clebre por sus estudios fotogrficos sobre el movimiento de animales y humanos. Inventor de diversos dispositivos destinados a perfeccionar la captura de instantneas sucesivas de diversos movimientos (N. del T.).

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    efecto de determinaciones orgnicas. Antes que Watson fundara su psicologa del comportamiento, antes que Lange y James elaboraran su teora perifrica de las emociones, sus ideas fueron de algn modo anticipadas y llevadas a la prctica por sujetos de los que ya no se deca que estaban magnetizados, sino hipnotizados. El (o la) sugestionado(a), el (o la) catalptico(a) brindaron el paradigma y tipo ideal de lo que sera un sujeto experimental.

    Todos esos hombres de fin de siglo que ms o menos pretendan ser psiclogos cientficos dijeron que la hipnosis era un medio de experimentacin sin igual o casi nico, tal como afirm Ribot en 1888 en su leccin inaugural en el Collge de France. Esta idea premonitoria ya haba sido anticipada por Paul Ber, de quien Azan cita una carta de 1870: Qu magnfico instrumento de anlisis es el hipnotismo! Algn da ser el procedimiento experimental ms fructfero de la nueva psicologa.2 Charcot y Richer en 1881, as como Beaunis en 1885, siguieron sus pasos.3 La idea que entonces genera consenso en la poca es que la hipnosis est llamada a constituir una psicologa experimental. Es importante insistir en este lugar comn de fines de siglo XIX, porque casi todas las historias actuales lo pasan por alto. En efecto, el trayecto que conduce de Charcot y Bernheim a Janet o a Freud nos ha hecho olvidar otra va que conduce de los primeros a Binet y a la psicologa social experimental contempornea. Olvidamos asociar una genealoga de la psicoterapia a una genealoga de la experimentacin. Por su parte, las historias de la psicologa cientfica, obnubiladas por el paradigma bernardiano,* se cuidan de hacer salir de la caja de Pandora la idea de una prctica experimental ligada a la investigacin y al adiestramiento de sujetos. Sin embargo, ese tema era familiar e incluso banal en el siglo anterior. Nos servir de hilo conductor para este captulo.

    La invencin de una experimentacin hipntica est asociada a la de nuevas prcticas. Ya no hay, se nos dice, una relacin electiva entre un sujeto y su magnetizador. La manipulacin es tanto pblica y grupal como despersonalizada: Por lo tanto, en casi todas las experiencias que se llevan a cabo actualmente, se ve al o a los sujetos dormidos, interrogados, sugestionados indistintamente por varios de los presentes. Cada uno lo hace a su manera, y todos aportan lo suyo. En definitiva, a medida que se vuelve ms perfecto, el adiestramiento del sujeto lleva al automatismo cada vez ms absoluto.4 Pero la cuestin de la relacin, se ha vuelto caduca porque el automatismo parece absoluto? Las prcticas cientficas, son realmente nuevas comparadas con los espectculos pblicos anteriores o contemporneos?

    Experiencias de Pars y contra-experiencias de Nancy

    En 1875, en Pars, el mdico residente Richet, ayudante de Charcot, publica un artculo sobre el

    sonambulismo provocado en el cual expone una serie de observaciones a veces contradictorias. Alrededor de 1878, su maestro converso va mucho ms all. Al profesar el gran hipnotismo, Charcot

    2 Azan, Hypnotisme et double conscience, p. 10. Ribot, La psychologie contemporaine, Revue de lhypnotisme 1887-1888, p. 347. 3 Charcot y Richer, Contribution ltude de lhypnotisme chez les hystriques en Charcot, uvres compltes IX, p.310. Beaunois H., De lexprimentation en psychologie par le somnambulisme provoqu. * Referencia a Claude Bernard (1813-1878), bilogo terico y fisilogo experimental, titular de la ctedra de Fisiologa General de la Facultad de Ciencias de Pars desde 1854, autor de la Introduccin a la medicina experimental (1865) obra especialmente influyente en la historia de la psicopatologa, en la cual se considera la enfermedad inducida como el medio ms idneo para descubrir los fenmenos fisiolgicos normales (N. del T.). 4 A. Ruault, Le mcanisme de la suggestion mentale hypnotique, Revue Philosophique, 1886, 22, p. 689.

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    pretende mostrar que lo aleatorio y lo singular pueden dar lugar a una metodologa experimental semejante punto por punto a la de la fsica o de la fisiologa.

    El nuevo animal de laboratorio que el maestro cree descubrir est dotado de una naturaleza patolgica sujeta a leyes. Se trata de una gran histrica afectada por estigmas orgnicos constantes y por crisis tpicas. El estado mismo que la constituye como sujeto experimental est determinado objetivamente por dos signos orgnicos: la letargia-sujecin y la catalepsia-sugestin. Pues, aunque Charcot distinga tres estados nerviosos especficos, la letargia, la catalepsia y el sonambulismo, son sobre todo los dos primeros los que le interesan. El tercero, que parece corresponder ms particularmente a eso que se ha denominado el sueo magntico, se le presenta como una forma muy compleja y por lo tanto, embarazosa.5 Luego, para crear un sujeto experimental, Charcot debe exorcizar el espectro del autmata magnetizado somnlocuo de antao y aislar un modelo cuyo comportamiento sea el efecto de una causa y no un signo o una expresin. O bien, si se tratara de un signo, la relacin con lo que significa debe ser despojada de toda arbitrariedad...

    En el estado letrgico, obtenido por la fijacin de la mirada, la dormida presenta el sntoma fisiolgico objetivo de la hiperexcitabilidad neuromuscular. Charcot reitera en ella, por ejemplo, las experiencias de su maestro Duchenne de Boulogne y reproduce, gracias a ese estado nervioso especfico, las diferentes emociones. As, el sujeto mostrara emociones, pero sin expresarlas, pues ellas son el efecto mecnico de una excitacin de circuitos nerviosos que desconoce. En ese estado, la histrica pasa a ser una especie de animal descerebrado. Me ubico frente a esta joven histrica; la miro de frente mientras le digo que me mire: ella cae fulminada en ese estado especial, sin or nada ms, sin querer nada ms, sin pensar en nada ms: cuando la despierte, ella no sabr qu es lo que ocurri.6 Nuevamente, es en ese estado singular que aparece el fenmeno de sujecin: Se ha dicho que se trata de un sueo nervioso; yo ya no s qu significa eso: llammoslo ms bien un estado de sujecin, de sumisin; me importa poco el nombre que se le quiera dar, yo constato el hecho tal como existe.7 Esta sujecin tiene consecuencias mdico-legales. Solamente una letrgica puede ser violada sin enterarse, y es se el nico crimen hipntico posible para Pars.

    La catalepsia obtenida a partir de una luz intensa es otro modo de convertir a la histrica en una autmata emocional por va de la sugestin (en el segundo sentido de la palabra en Braid): Le acerco las manos a la cara como se hace cuando uno se re y, en seguida, la cara cobra la expresin del rer. Si le doy al brazo una actitud trgica, en seguida la cara se vuelve a su vez trgica.8 Charcot parece no cansarse de repetir en sus sugestionados la pantomima del que re y que llora, del que se asombra y arroja besos. Incluso fabrica mquinas hemicatalpticas hemiletrgicas: por un lado, los ojos abiertos y la flexibilidad cerosa, por el otro, los ojos cerrados y la hiperexcitabilidad.

    Pero sus preparados experimentales no se quedan all. El autmata es manipulable de otra manera, porque siempre obedece la ley objetiva de la transferencia. Por accin del imn, se traslada artificialmente una contractura de un lado del cuerpo a otro. La primera histrica que presenta este

    5 tudes physiologiques sur lhypnotisme chez les hystriques, 1878, en uvres compltes IX, p. 303. En mis anlisis me referir sobre todo a los trabajos que Charcot escribi entre 1878 y 1882, y que estn publicados en el tomo IX de Oeuvres compltes. A tal seor, tal honor. Veremos que, ms tarde, Charcot parece haber dudado, aunque haya dejado a sus discpulos defender las posiciones de los tiempos heroicos de 1878-1882. 6 Charcot, Phnomnes divers de lhystero-pilepsie, leccin del 10 de noviembre de 1878. uvres compltes IX, p. 285-286. 7 Ibid., p. 287. 8 Ibid., p. 288, cf. igualmente: tudes physiologiques sur lhypnotisme chez les hystriques, 1878, ibid., p.306.

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    fenmeno es una religiosa de Creuse sobre la cual, el 21 de noviembre de 1878, Charcot anuncia que har una ltima presentacin: Al fin hoy, por ltima vez, ella consiente a la ltima demostracin de la que les voy a dar testimonio. Aunque Charcot reconoca que las experiencias salen mejor en la medida en que se las repite, la naturaleza histero-epilptica del animal de laboratorio sigue siendo la garante de la objetividad de los fenmenos. En oposicin a Bernheim, que privilegia la hipnosis y la sugestin, Charcot se mantiene firme con la histeria. La concepcin que defiende en 1883 es la de un inconsciente fisiolgico: Las experiencias de hipnotismo se vuelven pues la demostracin ms hermosa del funcionamiento automtico de una parte del encfalo; funcionamiento ya estudiado por los psiclogos y los fisilogos, y al que se le dio el nombre de automatismo cerebral y de cerebracin inconsciente.9

    Este objetivismo se ala con una semiologa naturalista. A la manera del Cratilo de Platn, Charcot busca signos que no tengan una relacin arbitraria con lo que significan. Al igual que su maestro Duchenne, quiere constituir una gramtica natural de la expresin de las emociones. Organicismo y cratilismo desembocan en una esttica naturalista. La catalepsia de laboratorio es una catalepsia plstica, ya que es el efecto de una expresividad desprovista de arbitrariedad: En resumen, este estado catalptico, a causa de la fijeza de la mirada, de la ligereza y la flexibilidad de los movimientos, de la armona que existe entre los gestos y la expresin de la fisonoma, podra ser designado con el nombre de catalepsia plstica. Ella permite imprimirle a los sujetos actitudes de lo ms variadas, susceptibles incluso de satisfacer las leyes de la esttica y, si los escultores de la antigedad hicieron posar como modelos a mujeres catalpticas tal como lo proponen algunos autores, ciertamente se trataba de la catalepsia que acabamos de describir.10 La inmovilizacin de un hombre-reflejo es, de modo inseparable, corte anatmico y pose. Pues, al suprimir mediante la hipnosis toda relacin aleatoria entre signo y significado, se reencontrar, por efectos de la causalidad mecnica, una expresividad en bruto hallada en la misma poca por Darwin y por los adormecedores-directores de artistas inconscientes.

    De qu sirven los experimentos? Charcot busca sobre todo hacer que sus histricas repitan el estado nervioso que sealara sin arbitrariedad su naturaleza de autmatas-artistas inconscientes. El gran hipnotismo es un experimento de histeria cuya sintomatologa Charcot redobla y confirma. Pero uno de sus alumnos, el joven fisilogo y futuro psiclogo Binet, va ms lejos: hace unas vivisecciones psicolgicas hipnticas en la dormida Blanche Wittmann. Se cumplira as el aislamiento de un sujeto experimental puro, fuera de toda influencia perturbadora, al cual se le hara representar, en un doble sentido, el anlisis de las facultades: re-presentarlos, rehacer la gnesis de los mecanismos psicolgicos de manera simplificada y depurada; volverlos visibles, dar a ver los hechos en el contexto de una psicologa empirista vida de imgenes.

    Al publicar en 1884 De la sugestin en el estado hipntico y en el estado de vigilia, Bernheim populariza las contra-experiencias que arruinan las demostraciones de Charcot. El Gran Hipnotismo y la gran histeria se revelan como fenmenos de cultura ms que como patologas objetivas. La representacin psico-fisiolgica es una representacin teatral, artificial y no natural. Bernheim arremete obstinadamente contra las experiencias del maestro para mostrar, como haba hecho Bailly un siglo antes, que se explican por la imaginacin de un sujeto y la sugestin del operador ms que por un estado nervioso especfico. A la sugestin silenciosa de los fisilogos opone la sugestin verbal, de la

    9 Charcot y Richer, Notes sur quelques faits dautomatisme crbral, ibid., p. 446. 10 Charcot, ibid., p. 399.

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    cual aqulla es una variante. Muestra, por ejemplo, que el efecto de transferencia se obtiene muy bien con una barra de hierro no imantada siempre y cuando el sujeto piense que lo est. Es pues una sugestin directa o indirecta, proferida o tcita, la que crea el efecto experimental. En contra de su viejo maestro, Bernheim muestra incansablemente que el animal de laboratorio escucha, comprende e interpreta. Lejos de estar privado de sensaciones, alucina, incluso en la sujecin ms absoluta. Es entonces un ser adiestrado, aculturado,* ms que un animal en estado natural. Pero Bernheim es tributario del mismo ideal cientfico que Charcot. No quiere contentarse con hacer contra-experiencias; quiere encontrar sujetos sin modificar.

    Experiencias de Nancy y contra-experiencias de Pars

    El profesor de Nancy sigue los pasos de su colega jurista Jules Ligeois al hacer experiencias

    mdico-legales que en esa poca fueron llamadas crmenes de laboratorio. Si es cierto que no se puede aislar de los artificios del laboratorio a un sujeto experimental movido por su propia naturaleza, s se puede, en cambio, experimentar sobre la experimentacin, esto es, sobre la relacin sugestiva que la funda. La Escuela de Nancy busca poner a prueba la sumisin del sujeto al experimentador. Pues al parecer, en ese tipo de experiencias, nada detiene a los instrumentos. Ellos consumen impvidamente los alimentos ms extraos, firman pagars y reconocen deudas extravagantes. Llegaran incluso a dejarse violar y, mucho ms an, a cometer los peores crmenes, el matricidio entre ellos. Sin ninguna emocin, una hipnotizada de Ligeois dispara a su madre con una pistola. Por supuesto, el arma estaba descargada, pero se nos dice que el sujeto no lo saba. Podra entonces haber crmenes sugestivos, tesis sostenida con mucho ruido por el jurista de Nancy ante la Academia de Ciencias Morales y Polticas. La cuestin tomar visos melodramticos en el Congreso de hipnotismo experimental y teraputico de 1889. Ligeois exclam con bella inspiracin: Acaso ustedes quieren que yo introduzca aqu a una sonmbula y que le solicite a un espectador que se deje estrangular?. Los aficionados de Gilles de la Tourette se levantaron gritando: Yo, yo, yo me ofrezco.11 Pero Ligeois no acept el desafo.

    Los experimentadores de Nancy multiplicaron as los crmenes experimentales en los cuales mostraban que el sujeto se dirige hacia el objetivo con la inexorabilidad de una piedra que cae. Estas palabras de Libeault son retomadas y subrayadas en el artculo de Beaunis sobre la experimentacin en psicologa mediante el sonambulismo provocado. Beaunis reconoca que algunos sujetos resisten a las conminaciones, pero concluy que, a pesar de ello, el hipnotizado se considera libre sin serlo, porque est absolutamente dominado por las sugestiones del operador. Antes que l, Richet ya haba mostrado que la esencia del sonambulismo provocado consiste en objetivaciones por las cuales el sonmbulo se convierte en un objeto, pero a la vez tambin en un actor automtico. Pero Beaunis insiste ms en la instrumentalizacin que en el teatro. Finalmente, Richet sostiene la idea de un determinismo que objetiva al sujeto, y esto con mayor insistencia que Ligeois o Bernheim quienes, en contradiccin con algunas de sus teoras, tienen una tendencia a imputar la inexorabilidad del crimen a la omnipotencia del operador.

    * accultur, neologismo derivado del verbo acculturer, modificar la cultura de un pueblo por asimilacin de elementos extranjeros, que la autora, en una metfora confusa, aplica a individuos y no a pueblos. Aculturado no es una palabra espaola; traducimos pues neologismo por neologismo. El verbo aculturar, por su parte, ha sido muy recientemente admitido por la RAE; ausente en la ltima edicin del Diccionario, ser incluido por primera vez en la siguiente (N. del T.). 11Delboeuf, Magntiseurs et mdecins, p. 32.

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    En su servicio, donde mantiene una atmsfera sugestiva, Bernheim fomenta cada vez ms experiencias de grupo donde los crmenes se vuelven colectivos. Estudia adems la transmisin de sugestiones mediante imitacin, la cual proporcionara el modelo de la propagacin de falsos testimonios. En todos los casos, las experimentaciones apuntan a hacer que los sujetos se equivoquen, se sometan, fuercen o violen, o que alucinen hasta el lmite de lo que podra volverse un delito o un crimen, pero que no llega a cometerse debido a la respetabilidad de los sabios. Pues bien, la paradoja es que los sabios se consideran ms bien como republicanos y gente de izquierda. Bernheim y Ligeois se afirman, recordmoslo, como adversarios de Barrs, quien a sus ojos es un mero sugestionador, y ambos asignan discretamente a sus demostraciones el objetivo de advertir contra una influencia individual o colectiva. La sugestibilidad apareca as como el precio a pagar por la maleabilidad y educabilidad de la naturaleza humana. Podra preguntarse si esta intencin pedaggica no es la contracara de las fascinaciones ms perturbadas. La omnipotencia del operador, no es acaso ms ilusoria?

    Ahora bien, Gilles de la Tourette o Binet, responden de manera contundente* y no se cansan de hacer contra-experiencias descalificando la seriedad de la escuela de Nancy. Cmo puede ser que cierta histrica que est lista para matar bajo hipnosis a su padre y a su madre, rechace obstinadamente, en ese mismo estado, derramar tinta negra sobre su vestido blanco? Binet insiste en el hecho de que no se puede hacer de la individualidad del hipnotizado una tabla rasa. No comete un crimen dormido sino aqul que est predispuesto a cometerlo despierto.

    En este asunto, los de Nancy se encuentran, como sus adversarios, confrontados con el problema del sujeto ingenuo. Sus convicciones y sus morales les prohben, como se ha visto, recoger los desafos de Pars. Deban pues encontrar un crimen natural sugestivo, cometido por un sujeto nuevo. El caso Gouff les dio la oportunidad. El cadver de un oficial de justicia, Gouff, es encontrado en estado de putrefaccin en un bal cerca de Lyon. La investigacin demuestra que su asesino era un tal Eyraud. Su amante y cmplice, Gabrielle Bompard, revel que era aceptablemente histrica y se descubri que ella haba sido, durante sus tribulaciones en el srdido mundo parisino, un sujeto hipntico. Los peritos Brouardel, Mottet y Ballet concluan que, pese a la sugestibilidad de Gabrielle, ella era responsable. A comienzos de 1890, en Le Temps, Bernheim expone sus dudas sobre el diagnstico de aquellos tres expertos, de quienes se deca eran partidarios de las ideas de Pars. La polmica continu en La Revue de lhypnotisme con Gilles de la Tourette. Delboeuf, consultado, dio la razn a los parisinos. A pesar de los reproches de Bernheim y Beaunis, Ligeois acept ser citado en Pars como testigo de la defensa durante el proceso en 1890. Su presentacin fue catastrfica. Hizo una exposicin doctrinaria y fastidi al auditorio durante varias horas. El veredicto de veinte aos de reclusin apareci as como un defecto de escuela que sonaba a una ltima victoria parisina.

    Para Charcot, los procesos son atribuibles al sujeto y nada ms que a l. En la controversia sobre los crmenes de laboratorio, Bernheim, que sin embargo se present en sus contra-experiencias como un heredero de Bertrand, hace el papel de voluntista sin fluido*, arruinando de antemano la psicologa

    * rponse du berger a la bergre, literalmente: respuesta del pastor a la pastora. Expresin proverbial que alude a un argumento contundente con el que se termina un debate o discusin. (N. del T.). * volontiste sans fluide. Alude a quienes abonaban la idea de que la voluntad del magnetizador era el motor principal del magnetismo, quienes podan o no suscribir a la teora, de tradicin mesmerista, que consideraba el fenmeno de la hipnosis como el resultado de la transmisin de un fluido vital o energtico (N. del T.).

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    que quiere fundar. En efecto, a Binet le resulta fcil decir que, si el operador es suficientemente poderoso, una psicologa individual no puede ser sino arbitraria y tautolgica. El sujeto se convierte entonces en una veleta de la que se dice que est sugestionada porque es sugestionable y viceversa. Las controversias reposan, de todas maneras, sobre un consenso: el hipnotizado es pasivo. Tanto para Bernheim como para Charcot, la catalepsia constituye el paradigma por excelencia del estado del sujeto. Los debates mdico-legales de las escuelas son instructivos: para Pars, el nico crimen posible es la violacin de una mujer letrgica, demasiado dormida para resistir; para Nancy, es el operador el que fuerza a una sugestionada o activa a un criminal manipulado. En suma, la diferencia reside en que, para unos, se trata de un autmata en el sentido etimolgico del trmino, movido por su propia naturaleza, mientras que, para los otros, el autmata se revela como una marioneta animada por otro. A partir de aqu, una escuela abre la va de una psicologa individual, mientras que la otra abre a una psicologa social. Pero en todos los casos, el sujeto es entendido como un ser objetivado o sometido. Paradojas y atolladeros de la experimentacin segn Delboeuf

    En esta poca, un sabio clebre en Europa se rehsa a dar alguna ventaja a las experiencias de Pars o de Nancy y subraya con fuerza las paradojas y las vas sin salida a las que conducen ese tipo de prcticas. Joseph Delboeuf ha sido ignorado por los historiadores, o presentado como un charlatn, o estudiado como un inspirador de Freud. Pues bien, ese charlatn tiene una doble formacin, como cientfico y como filsofo. Es uno de los primeros en interesarse por las nuevas geometras con ms de tres dimensiones, en 1860. Lleva a cabo investigaciones de psicofsica hacia 1875 y mantiene una actividad de fillogo y de bilogo. Siguiendo los pasos de su amigo Forel, quien se haba convertido un especialista en hormigas, se apasiona por la vida y la psicologa de los lagartos. Paralelamente a todas esas investigaciones, Delboeuf se interes siempre en el magnetismo, sobre todo a partir de una lectura de Bertrand. Apenas llegadas a Leyden las noticias de los descubrimientos franceses, acude a Pars, donde se lo recibe con la deferencia que corresponde a una eminencia. No tarda en criticar la metodologa experimental de Charcot y se vuelve amigo y defensor de los nancinistas. Ms tarde, criticar sus crmenes de laboratorio con el mismo vigor con el que haba criticado las experiencias parisinas. Muere prematuramente en 1896.

    Forel le consagra una nota necrolgica en la que cita dos ocurrencias de su amigo: Ah! Cmo envidio a aquellas gentes que no tienen ms que una idea: tienen suerte, porque la llevan a cabo! Se instalan tranquilamente en sus ideas durante su vida entera, se vuelven clebres y se dicen, al final de su carrera: he realizado algo! Pero yo no tengo suerte, hay en m demasiadas ideas que combaten entre ellas; nunca tengo descanso y no puedo llevar nada a buen fin. La segunda subraya la independencia de este hijo de un campesino valn: Tengo un gran defecto: detesto las decoraciones y los ttulos honorficos, y ste es un defecto abominable, pues los ttulos honorficos y la decoracin son fuerzas!12 Forel concluye diciendo que, en esas dos palabras, Delboeuf supo definirse a s mismo. Fue el brillante que toca todo, el agitador sin afiliacin de escuela que pone el dedo sobre las paradojas y propone, y hasta desarrolla, temas originales.

    Oriundo del sur de Blgica (francfono, de tradicin catlica) (N. del T.). 12 A. Forel, Professor Delboeuf Ltlich, p. 5-6.

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    Una idea lo anima en todas las controversias: Creo en la libertad, y no solamente en la libertad del hombre, sino en la libertad de todos los seres sensibles.13 Se declara partisano de esta libertad en todas sus formas: de la libertad econmica contra los socialistas, de la libertad de los laicos contra los mdicos que detentaban el monopolio de la hipnosis y, en fin, de la libertad del sonmbulo, quien no puede ser asimilado ni a un autmata ni a un ttere. Al contrario, Delboeuf, insiste en su actividad y espontaneidad. Como Bertrand, toma desde el primer momento el partido del sujeto, y de un sujeto capaz de recordar. Desde 1886 defiende la idea por la que no hay olvido en el despertar; el hipnotizado tiene una memoria tesis que afirma con mayor vigor que Bernheim, en cuya doctrina la memoria del hipnotizado ocupa un captulo anexo. Este punto constituye un tema principal del Magnetismo Animal, publicado en 1889. Desde un punto de vista general, Delboeuf pretende sustituir los modos pasivos de Pars y Nancy por un modo reflexivo. El sonmbulo, ese ser sensible, est dotado de la capacidad de recordar y de afectarse a s mismo. Desde esta ptica, Delboeuf critica incansablemente las experiencias de Nancy y subraya los aspectos de complicidad consciente o inconsciente. Se interroga, por ejemplo, sobre una sugestin post-hipntica de Bernheim. A pesar de las severas amonestaciones, un paciente despierto ha ejecutado una orden dada bajo hipnosis y ha robado una naranja: No olvidemos que es Bernheim, el mdico en jefe del hospital, quien le ha dado al paciente la orden de ir a robar una naranja. Es verdad que Bernheim le brinda al final una pequea leccin de moral. Pero, cmo ha interpretado el sujeto esta leccin? No ha visto en ella, como nosotros, algunas frases en el aire, sin ninguna altura, dichas para un pblico?... Por qu entonces el paciente habra de desilusionar a Bernheim?.14 La omnipotencia del hipnotizador sera entonces un efecto de escena; el sugestionado reenva a Bernheim su propia teora de la sugestin. El experimentador y el paciente jugaran a darse miedo y a transgredir los lmites, sin riesgos reales. Los dos se mistificaran mutualmente, sin que el hipnotizador pueda reconocerlo lo cual daara seriamente la seriedad de todas sus demostraciones. Se exige entonces que, al menos en este juego teatral, el nico crdulo sea el sujeto. Este tipo de argumentacin indign a la vieja guardia de magnetizadores, Libeault y Durand de Gros, que acudieron en auxilio de sus hermanos menores para defender los crmenes sugestivos contra los argumentos del renegado.

    Delboeuf plantea adems la cuestin siguiente: quin sugestiona al sugestionador? En una polmica con Beaunis a propsito del artculo sobre la experimentacin en psicologa por el sonambulismo provocado, pregunta: qu es lo que permite al sugestionador decir que l mismo no est sugestionado, cuando afirma que los sujetos estn sugestionados?15 Delboeuf insiste con fuerza en la posicin paradojal del cientfico que hace generalizaciones para excluirse mejor, en tanto que experimentador, de sus propias teoras psicolgicas. Mucho ms tarde, Beaunis da la razn retrospectivamente a su contradictor cuando, en sus artculos dedicados a la introspeccin experimental, se describe a s mismo como un cientfico sonmbulo.

    13 Dterminisme et libert, p. 619. pour la gallrie: dirigido a la audiencia, con intencin teatral (N. del T.). 14 Lhypnose et les suggestions criminelles, p. 232. 15 De la prtendue veille somnambulique, p. 284-285. Beaunis responde a Delboeuf, p. 444-445, luego Delboeuf responde a la respuesta, p. 549-551, en el tomo 23, 1887, de La Revue Philosophique. Beaunis se describe como un sonmbulo despierto en dos artculos ulteriores de esa misma revista, Comment fonctionne mon cerveau. Essai de psychologie introspective y La mcanique crbral. Observation personnelle, de 1909 y 1910 respectivamente.

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    Se puede experimentar sobre la experimentacin testeando rigurosamente el efecto que tienen las demandas del operador sobre el sujeto? Aqu, de nuevo, Delboeuf mete el dedo en una paradoja. Se trata de la seorita S., una histrica que se ofreci como sujeto. Pues bien, Delboeuf descubre que ella se puede hipnotizar voluntariamente:

    Mantuvimos el siguiente dilogo: As que usted sabe dormirse cuando usted quiere Eso parece Mustreme. Y hela aqu, dormida. El despertar es caracterstico, est bien dormida. Es intil prevenir al lector que mi experiencia, que he repetido muchas veces, no significa nada. Pero, por el momento, en verdad no s cmo podra experimentar sobre esta nueva va. Pues, en lo que a m respecta, toda demanda es ya una sugestin. No dir nada ms por hoy.16

    A sus amigos de Nancy, que pretenden manipular lo que hace posible el efecto experimental,

    Delboeuf opone una suerte de principio de incertidumbre: en todo rigor, no se puede discernir entre lo que viene del sujeto y lo que viene del experimentador pues no se sabe si la hipnotizacin voluntaria del primero no se debe a la demanda del segundo. Es, por lo tanto, imposible determinar como variable independiente lo que hace posible el experimento y su xito.

    En esa misma poca, en el artculo De la influencia de la educacin y de la imitacin en el sonambulismo provocado, Delboeuf muestra adems que ese mismo principio de incertidumbre afecta a la experimentacin en lo que concierne esta vez a las expectativas o las demandas del sujeto. No se sabe tampoco si no es tambin el sugestionado el que sugiere al sugestionador sus propias teoras. Estamos pues frente a un juego reversible y no frente a una relacin unilateral, tal como piensan en Pars y en Nancy. Tal como Bergson a la misma poca, el hombre de las paradojas hace tambalear a su manera los modos de pensamiento causalistas y mecanicistas de sus contemporneos.

    Los nuevos sujetos y las nuevas experiencias de Binet.

    Pero hay otro hombre que no pretende sacar a luz las aporas, sino superarlas, fundando una experimentacin psicolgica sin hipnosis, ms rigurosa y mejor controlada que las manipulaciones rudimentarias de los comienzos. Cuando pasa del hipnotismo a la experimentacin psicolgica, Binet mantiene la perspectiva objetivista de La Salptrire, pero se hace cargo de las crticas de Nancy contra el objetivismo inocente de Pars. El aislamiento de un sujeto experimental, la neutralizacin del experimentador ya no son datos dados, realizados por el estado nervioso especfico del sujeto, sino que deben ser obtenidos por medio de artefactos ligados a un dispositivo experimental ms complejo.

    Tomemos el ejemplo de su libro sobre la sugestibilidad publicado en 1900, libro interesante en la medida en que se retoma el concepto de sugestin en un contexto experimental no hipntico. Se trata de despejar, a travs de experiencias sobre sus propias hijas, nios de escuela y estudiantes de liceo, diversos factores de sugestibilidad y, eventualmente, las correlaciones entre esos factores. Se puede analizar precisamente en ese ejemplo el modo en que la tctica de experimentacin de Binet se articula con tcticas anteriores, y el modo en que el dispositivo experimental se explica a partir de las polmicas y debates en torno a la prctica hipntica y/o sugestiva. Me propongo confrontar los diseos

    16 Delboeuf, Cas curieux dhypnotisation volontaire, p. 340.

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    explcitos de Binet (la seriedad del dispositivo) con los juegos oficiosos que contradicen, o sostienen subrepticiamente, el objetivo principal del psiclogo, a saber: encontrar un dispositivo que tenga una eficacia objetiva de manera que entre el estmulo y la reaccin no se interponga, como un efecto de confusin, la relacin experimentador-sujeto.

    Con ese objetivo, Binet modifica la formulacin de las consignas. Bernheim haba mostrado que las sugestiones formuladas de manera indirecta eran a veces ms eficaces que las sugestiones directas. De la misma manera, Binet sealaba a propsito de la hipnosis que era oportuno decirle al sonmbulo: Pues mire, usted se levanta de su silla antes que Levntese. As lo quiero. Las consignas de la sugestibilidad aplican de modo sistemtico la supresin de los imperativos. Por otra parte, el tono del experimentador cambia: comienza a hablar en el registro de la neutralidad benvola, con una voz blanca, sin acentuar, con negligencia. Incluso se podra, segn Binet, remplazar ventajosamente al experimentador por una aparato y dejar al sujeto solo. En las experiencias hipnticas de Bernheim dirigidas a la alucinacin negativa, tambin se intentaba suprimir la persona del experimentador de manera masiva, dndole al sonmbulo la consigna de no percibir ms al hipnotizador. Pero aqu no se trata de suprimir, sino de despersonalizar. El experimentador debe borrarse, en todos los sentidos posibles, lo cual ya no se logra por medio una consigna directa y un poco teatral, sino como resultado de pequeas tcticas que deben permanecer ocultas para los sujetos.

    Binet distingue tres tipos de experiencias: aquellas donde juega la accin moral directa del experimentador, aquellas donde juega la influencia de una idea directriz atribuible a la autosugestin del sujeto y, finalmente, aquellas que tienen la forma de una interrogacin por escrito. Slo en el primer caso el experimentador interviene directamente para hacer que el sujeto se equivoque. Por ejemplo, en una prueba presentada como identificacin de colores, sugiere, con tono distante, una respuesta falsa. En los otros casos, est presente y se limita, algunas veces, a dar nimo al nio. Se considera entonces que el sujeto llamado sugestionable se equivoca por rutina o se deja intimidar por la forma ms o menos sugestiva del cuestionario escrito que lee. Slo las dos ltimas experiencias cuentan con el marcado favor de Binet; permiten al psiclogo romper con las manipulaciones hipnticas de tiempos pasados: el efecto de sugestin ya no resulta de la accin de una persona, sino de la forma de un dispositivo.

    Bernheim ya haba subrayado esta paradoja a propsito de las alucinaciones negativas: cuanto ms se borra el experimentador, ms se refuerza el poder sugestivo. Ciertas mujeres, en ese estado de alucinacin negativa, se dejaran violar sin resistencia. Invisible y presente como el Dios de la Fbula, el sugestionador acta a su antojo: el sujeto inconsciente le pertenece.17 La astucia suprema del experimentador reside entonces en borrarse para identificarse mejor con el Todopoderoso (macho o Dios). Si se quisiese llevar al extremo el paralelo con Bernheim, puede decirse que Binet borra su persona gracias a su identificacin con una divinidad clemente y pasablemente liberal. En todos los casos, los dispositivos que utiliza pueden ser analizados como un refuerzo, si no de su poder, al menos de un efecto general de sujecin. Pero he aqu que, en las experiencias de accin moral, donde la sugestin es personalizada, Binet encuentra al menos un sujeto rebelde que lo acusa explcitamente de engao. En las experiencias de interrogatorio, Binet, por el contrario, sumerge a los nios en una situacin en la que ahora veramos una doble constriccin, al pedirles, primero, que memoricen una imagen, e invitndolos, luego, a describir detalles que no estaban en ella. Observa entonces

    17 H. Bernheim, Des hallucinations ngatives suggres, p. 164.

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    resistencias, vergenza, confesiones de ignorancia, negaciones; ningn jovencito ni ningn nio denuncia explcitamente la situacin paradojal en la cual se lo ha metido.

    Hace falta decir que ese efecto de sujecin se debe solamente al enfoque objetivista de Binet y al dispositivo que ha concebido en funcin de ese enfoque? Eso supondra olvidar que, para que haya situacin de doble constriccin, no basta formular demandas paradojales. Adems, hace falta que el sujeto sea tomado en una situacin institucional y/o afectiva que le prohba hacer una crtica metalingstica de las consignas y lo lleve a reacciones esquizoides.18 Dado el proyecto de Binet: un dispositivo que conlleve, por su propia fuerza y forma, efectos de imposicin, puede decirse que este dispositivo se lleva a cabo, o cabe ms bien pensar que, tal como suceda en las experiencias de Charcot y de Bernheim, se introduce en l una doble distorsin debida a la institucin en la cual Binet ejerce su prctica y a los juegos posibles sobre esa institucin? En efecto, los sujetos parecen atrapados en una relacin de alumno a maestro que hace difcil toda crtica individual demasiado virulenta. La mayor parte de las veces, su oposicin toma la forma escolar del alboroto: los escolares, segn las expresiones de Binet, son aplicados y tmidos cara a cara con el maestro, pero en grupo estallan en risas locas y son indisciplinados. Binet habla frecuentemente de las experiencias en un vocabulario de maestro: ejercicios, copias, etc.

    Pero el psiclogo y sus escolares tampoco estn en una completa relacin de maestro alumno. La situacin experimental instala un desfase respecto a la situacin escolar real y autoriza un juego sobre la institucin. Se introduce una tregua originaria por la cual los sujetos, sin dejar de estar situados materialmente dentro de la escuela, pueden figurarse que estn en otra parte y tener as la libertad de jugar el rol que se espera de ellos; no solamente son buenos escolares, tambin juegan a ser buenos escolares. Si los sujetos hubieran sido estudiantes de psicologa, hubiese bastado quizs con que jueguen a ser buenos sujetos para reforzar la fisonoma de los resultados. La objetividad del dispositivo experimental proviene del dispositivo mismo, pero tambin de un proceso escondido de intimidacin ligado a una insercin institucional y a un juego sobre ella.

    Las experiencias hipnticas reposan sobre la imposicin de una ilusin, ya sea suprimiendo del campo perceptivo del sujeto tal objeto o tal persona, ya sea provocando alucinaciones o equivocaciones perceptivas. Las de Binet tambin se dirigen a engaar a los escolares, porque los errores permiten, como en las experiencias hipnticas, medir el efecto sugestivo. Pero Binet pretende invertir el juego contra s mismo y hacer de estas experiencias un ejercicio de resistencia a la sugestin. Por estas pequeas lecciones, el nio aprende a no ser un autmata respecto a las normas escolares y experimentales y a ejercer su sentido crtico lo cual es posible slo si se le jura, como en la fbula, que no ser reprendido.

    Sin embargo, esta pedagoga de resistencia a la ilusin es bastante restringida, por dos motivos: por una parte, los sujetos son raros. Si se quiere que sirvan ms adelante para otras experiencias, hay que ser prudente: Son mis sujetos habituales y si atrajera demasiado frecuentemente su atencin sobre las ilusiones de las que los hice vctimas, los hara demasiado escpticos para las experiencias ulteriores.19 Binet no ha tomado o no ha podido tomar la solucin elegante de crear para sus fines un depsito inagotable de sujetos utilizando a sus propios estudiantes, porque en esa poca todava no logra ocupar un lugar en la institucin universitaria. Por otra parte, su tctica experimental reposa, de manera ms estructural que las tcticas de los hipnotizadores, sobre la imposicin de una ilusin. En

    18 Watzlawick et al., Une logique de la communication, p. 112. 19 A. Binet, ibid., p. 232.

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    efecto, en la experiencia hipntica, la ilusin est prevista como efecto experimental, pero las consignas no son engaosas. Si el sujeto debe alucinar un pjaro o una serpiente, el gesto del experimentador sugiere efectivamente un pjaro o una serpiente el psiclogo se presenta como el agente directo que ordena, en el doble sentido del trmino, un contenido ilusorio. De ah la reversibilidad siempre posible de los efectos de la ilusin: el ilusionado puede ilusionar al ilusionista actuando la consigna. Entre las experiencias de 1900, la que sigue es engaosa en exceso y est all a slo ttulo de lastre. Se le presenta al nio como si fuese un ejercicio de memoria, pero es otra cosa. Binet ya no se da aires de mago autoritario; acta en buen pedagogo preocupado por explicar. De hecho, sus explicaciones son engaifas. En otros trminos, Binet introduce a propsito una distancia entre sus hiptesis efectivas y sus consignas, distancia que debe garantizar la objetividad; el sujeto debe otorgar los resultados anticipados, pero sin conocerlos.

    Las experiencias de Binet se fundan entonces sobre los efectos del error en un doble sentido: error en los resultados y error en el dispositivo experimental. Luego, cuando Binet habla del efecto crtico o liberador de sus experiencias, apunta al primer tipo de error. Brevemente: si bien intenta que el sujeto descubra que se equivoc, jams intenta hacerle descubrir que la consigna y, por consiguiente, el experimentador, lo engaaban. De nuevo, encontramos en su libro a un pequeo saboteador que embrolla los resultados de las experiencias que ponen en juego la accin moral. Interrogado despus de las pruebas, el pequeo declara francamente: Desde la segunda lnea, me di cuenta de que usted intentaba engaarme; por lo tanto, no prestaba atencin a lo que deca. A partir del quinto punto es como si usted no hubiese dicho nada. Binet habla en este caso de una suerte de rebelin que no tiene nada de simptico. Este alumno no ha tenido ni ilusin, ni docilidad.20 Este sujeto sabotea el desfase necesario al funcionamiento del dispositivo; tanto es as que, para que haya experiencia, debe mantenerse, al menos provisoriamente, al menos a ttulo oficial, una distancia: entre el que habla y el que escucha, entre el que ordena y el que ejecuta, entre el que sabe y el que no sabe. Si la distancia no se mantiene, la seriedad de la experiencia se derrumba. La hija de Binet describe maliciosamente la prctica de su padre psiclogo: En las experiencias, dejas hablar y no das a conocer los resultados.21

    Gracias a este ejemplo, se ve que, de hecho, hay buenos y malos sujetos, lo cual pone en juego toda la ambigedad de esa expresin, de la misma manera que haba sujetos hipnotizables y sujetos que no lo eran. Cmo deben ser los buenos sujetos? Ni demasiado rebeldes, como hemos visto, ni tampoco demasiado autmatas: Binet no siente ms que desprecio por las mquinas escolares perfectas. Es aqu quizs donde se marca la diferencia entre sus buenos sujetos y aquellos de los hipnotizadores

    Fer, quien fue durante un tiempo el colaborador de Binet en su prctica hipntica, otorgaba a la palabra sujeto su sentido fuerte cuando, retomando a Charcot, escriba, en un artculo dedicado a los hipnticos histricos como sujetos de experimentacin de la medicina mental, que el hipntico es absolutamente el sujeto del experimentador.22 La relacin de sujecin se fija en este caso de manera rgida. A la inversa, la experimentacin psicolgica de Binet hace flotar la relacin de sujecin

    jugando la consigna en el original. El verbo jouer, en francs, tiene, al menos, tres sentidos: jugar, actuar o representar un rol y tocar un instrumento musical (N. del T.). 20 Ibid., p. 238. 21 Ibid., p. 198. 22 Archives de neurologie (1883), p. 133.

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    entre la sumisin bien temperada y la rebelin bien temperada. De esta manera, el campo de experimentacin posible se extiende considerablemente: habr muchos ms sujetos de experimentacin que sujetos hipnotizables.

    Pero si, por derecho, todo hombre puede convertirse en sujeto, de hecho slo ser tal si atraviesa un umbral mnimo de sujecin: el ejemplo del pequeo saboteador fija los lmites ms all de los cuales no puede haber sujeto y, por lo tanto, no puede haber experiencia. El sujeto experimental no es entonces un hombre cualquiera, sacado al azar de la comunidad humana y afectado simplemente por signo general de la humanidad; debe adems estar afectado por una etiqueta moral (el buen sujeto), ella misma ligada a una situacin efectiva de sujecin. El buen sujeto guarda siempre alguna huella de los hipnticos de la poca inicial. Hablando de su actividad de experimentadores en 1898, Binet y Vaschide se refieren todava al estado de sujecin y de encanto en el cual se puede a veces mantener a una persona.

    Todo sucede como si el experimentador debiese apoyarse en una situacin de poder y al mismo tiempo anular esa situacin para que su sujeto pueda representarla. El oprimido endosa su propia opresin. Por ejemplo, en la objetivacin de Richet, un enfermo del servicio debe encarnar el rol de su patrn quien fuera interrogado por la polica a propsito de las brutalidades que le hizo sufrir. Pero, por un juego de rol inverso, convertirse en sujeto permite la objetivacin de la propia independencia tal como suceda en el caso de la seorita S. Por ejemplo, L. de treinta y seis aos muchacho con figura de adulto, de carcter hosco, poseedor de sus opiniones personales y que goza de gran libertad. Sus padres le permitan ir solo en bicicleta de Pars a Versalles.23 Pues bien, este casi adulto retrasado entre los escolares ms jvenes es quien se lleva los laureles entre los no sugestionables. Las informaciones sobre L. vienen probablemente del director, el informante de Binet. Pero entonces los tests de Binet, no haran ms que redoblar tautolgicamente los juicios escolares? La etiqueta de sugestionable debe ser atribuida a un individuo existente en s o a un sujeto, actor reemplazante de un escolar? En esa historia, el psiclogo representa al actor dramtico que otorga un texto, al actor que da la rplica y al director de escena que ordena la objetivacin. No es sorprendente entonces que a principios de siglo Binet haya atravesado el umbral para convertirse en un autor dramtico, colaborando con Andr de Lorde, su antiguo sujeto, en la escritura de piezas de Gran Guiol.

    En fin, el instrumento, cuanto ms satisface los deseos del experimentador y cuanto ms pone en acto su naturaleza, tanto ms nos reconduce desde los nios de las escuelas al seor de anteojos que les inflige pequeos engaos en nombre de la ciencia. En qu postura se ubica el psiclogo y cul es su demanda? El psiclogo es un pedagogo bien perverso. Os somete para mostraros mejor que todos ustedes son naturalmente aptos a ser sometidos, al mismo tiempo que os prohbe decirle abiertamente que es l quien los ha sometido. Os ensea a engaaros para enseguida mostraros mejor vuestro engao. Binet no super las paradojas de Delboeuf. Slo las rechaz, o las desplaz, abandonando la hipnosis y sus lastres brutales y directos.

    De Binet a la psicologa social experimental

    23 A. Binet, ibid., p. 98. doublure, actor suplente, doble de riesgo (N. del T.). Piezas teatrales infantiles representadas por tteres que, segn una tradicin todava vigente en Francia, relatan las aventuras de un mismo protagonista, el Gran Guiol (N. del T.).

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    Tratemos de ver cmo se emparentan las manipulaciones antiguas y la experimentacin

    contempornea. Es cierto que las metodologas se han sofisticado, pero las prcticas permanecen anlogas y los escenarios se repiten extraamente, especialmente en el dominio de la psicologa social experimental. Tomando como ejemplo el experimentalismo contemporneo de punta y en apariencia ms innovador, y sin pretensin de exhaustividad, quisiera mostrar que esa repeticin es tambin una reiteracin de los antiguos atolladeros y paradojas,

    Richet trataba de hacerle decir Viva Gambetta* a una hipnotizada bonapartista. Bernheim y sus mulos hacan comer a sus sujetos los cocidos ms infames. De la misma manera, en las experiencias actuales de Cohen sobre la disonancia cognitiva, se intenta que los estudiantes hostiles a una intervencin policial en la universidad hagan un elogio de la polica. En las experiencias de Zimbardo, los sujetos deben comer saltamontes asados. En las experiencias de sumisin forzada de Milgram, en las cuales me propongo detenerme, se llevan a cabo crmenes experimentales: envalentonados por un experimentador, los sujetos ingenuos, reclutados por medio de anuncios clasificados, emiten descargas elctricas, que creen cada vez ms fuertes, a un sujeto-alumno que aparentemente se retuerce de dolor. Por supuesto, el alumno sometido a ese supuesto aprendizaje es un figurante y no hay descargas reales. Como en Nancy, el cientfico se prohbe llevar el crimen hasta el fin, aun si ha construido el guin de lo que podra ser un crimen. De la misma manera que, tiempo atrs, los ejercicios de sugestibilidad deban brindar una leccin a los escolares, estas experiencias deben llamar a la reflexin al 65% de los cobayos que han ejecutado la consigna, a pesar de los gritos del falso alumno. Se reitera all un escenario que recuerda el hipnotismo espectacular de Nancy y de Pars o el hipnotismo discreto, adaptado a los nios de escuela por Binet, cuya obra, por otra parte, es citada por Milgram.

    Puede hacerse a las experiencias actuales el mismo tipo de crtica. Si bien es cierto que el experimentador demanda a los sujetos manipulados que reconozcan que son manipulables, el manipulador mismo se guarda bien de barrer delante de su propia puerta. Cualquiera sea la actitud de demcrata contrariado o afligido que adopte, el experimentador se ubica buenamente y siempre en la postura del Todopoderoso que demanda al sujeto ser un buen sujeto, eventualmente crtico, pero sobre todo, que demanda al sujeto permanecer como su sujeto. Como Binet, Milgram valoriza a aquellos que han sabido decir no al canto de las sirenas de la sumisin. Sin embargo, volvemos a encontrar en su libro una excepcin muy instructiva. Se trata de un profesor de teologa que se ha negado a ir hasta el extremo; debera pues ser considerado como un personaje simptico. Sin embargo, no se lo presenta de ese modo. El sujeto no parece en absoluto intimidado por el estatus del experimentador; por el contrario, parece ms bien considerarlo como un tcnico limitado incapaz de imaginar todas las consecuencias de sus decisiones Debe notarse aqu la palabra tico, que le ha venido espontneamente a sus labios y que pronunci en un tono docto, como si estuviese en su ctedra de profesor de teologa.24 Este hombre, no ser el semejante del pequeo saboteador que haba molestado a Binet? Como el escolar, tiene poco respeto por el representante de la ciencia y no duda en oponerle una autoridad ms fuerte, la de Dios. Haciendo esto, se muestra rebelde a toda

    * Len Gambetta (1838-1882). Diputado por Marsella, lder de los republicanos radicales, acrrimo opositor a Napolen III durante el Segundo Imperio. Presidente de la Asamblea Nacional (1878-1881) y ministro de relaciones exteriores (1881-1882) durante la Tercera Repblica (N. del T.). 24 S. Milgram, Soumission lautorit, 1974, p. 68.

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    psicologizacin que pretenda hacerle admitir que hay en l una semilla de fascista ordinario, y le muestra al experimentador sus deseos de omnipotencia.

    Pues bien, no es agradable ser rebajado cuando uno se ha ubicado, durante el tiempo de una experiencia, en el lugar de Hitler. El jefe supremo, dice Milgram, siguiendo a Tarde y a Freud, no es un hombre agntico.* Hay al menos un hombre, en el punto ms alto de la jerarqua, que escapa a la ley de acero de la sugestibilidad. El hombre de iglesia le recuerda al experimentador que no es ms que un engranaje, un ser como los otros. Desde su magisterio, plantea la cuestin que el psiclogo elude a lo largo de todo su libro. Pues, tal como sucede con las experiencias de sugestibilidad, las experiencias de sumisin forzada, antiguas y actuales, ponen en juego una postura de omnipotencia propia de un director de escena. Cabe preguntar una vez ms: Quin sugestiona al sugestionador?

    Se puede entonces someter al demiurgo mismo a la cuestin experimental? En lo que se llama actualmente el efecto Rosenthal, las experiencias se dirigen al mismo experimentador. Se muestra que un psiclogo candoroso obtiene resultados que corresponden a lo que le ha sido presentado como la hiptesis a verificar. Pero el efecto Rosenthal no se detiene all. Habra que experimentar tambin sobre las expectativas de aqul que ha dado expectativas al experimentador candoroso y as en ms, en una regresin al infinito. La pareja oficial del hombre que sabe y el hombre engaado, o del jefe y su esbirro, hace posible la experimentacin y determina los resultados; pero, en todo rigor, permanece incontrolable, fuera del juego experimental, tal como Delboeuf lo haba entrevisto.25

    Los rituales y las ceremonias instauradas por Georget, Dubois, Charcot, Bernheim, Binet y otros no han sido superados. Permanecen a ttulo de horizonte trascendental, caricaturesco, y sin embargo insuperable, de este tipo de experimentacin, corriente en la psicologa social, que consiste en engaar para extraer resultados. Es significativo que Milgram cite La sugestibilidad en su bibliografa. Dejemos de lado otras tcticas experimentales, bajo reserva de inventario. Algunos de nuestros contemporneos, herederos de Charcot, de Bernheim y de Binet, no terminarn nunca de inquirir sobre sujetos inocentes, de soar sujecin y sugestin y de ponerse en el lugar de un Dios ansioso de ser actuado? A partir de aqu, puede esbozarse otro cuadro Los juegos de rol hipnticos no sern los antiguos ancestros de un teatro psicolgico al cual Moreno otorgar el nombre de psicodrama? Si el sujeto es el actor de su propio rol, la experimentacin es un psicodrama que se ignora como tal.

    * agentique, neologismo. Cuando un individuo obedece, delega su responsabilidad a la autoridad y pasa al estado que Stanley Milgram llama agntico, en el cual pierde su autonoma y se convierte en un agente ejecutivo de una voluntad extranjera, transformndose en algo diferente de lo que era, con propiedades que no se ajustan a su personalidad habitual. Debe recordarse que, segn Milgram, el comportamiento de la mayor parte de los alemanes bajo el rgimen nazi y no slo de los ejecutores directos de crmenes de lesa humanidad o sus muchos colaboradores es asimilable al estado agntico del sujeto de experiencia. De ah el paralelo que la autora establece entre el (lugar del) experimentador y (el lugar de) Hitler (N. del T.). 25 Sobre la paradoja y la regresin al infinito ligadas al efecto Rosenthal, cf. A. Flieller y A. Trognon, Linteraction dans la situation exprimentale et leffet Rosenthal. El presente captulo retoma parcialmente artculos ya publicados: J. Carroy-Thirard, Hypnose et exprimentation, Hypnose, psychothrapie et exprimentation: lcole de Nancy et lcole de la Salptrire y Crimes de laboratoire Nancy: aux origines de la psychologie sociale?, Vase igualmente R. Plas, Une chimre mdico-lgale: les crimes suggrs.

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    Figura. Este dibujo sensacionalista de Luque ilustra una biografa barata publicada por Pont-Cal, en vida de Charcot, en la serie Los hombres de hoy, nm. 343. En esta representacin popular, se amalgaman el clebre rostro del maestro de Pars y la palabra mgica sugestin popularizada por su rival de Nancy.