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UNIVERSIDAD POPULAR DE ZARAGOZA - CUENTOS DEL MUNDO

INTRODUCCIÓN

Por segundo año consecutivo dentro del programa de Solidaridad de Universidad Popular de Zaragoza vemos necesario potenciar el cono-cimiento de los cuentos de diferentes países por medio de esta publi-cación “CUENTOS DEL MUNDO”. Pretendemos dar a conocer la di-versidad cultural del mundo actual, para así continuar potenciando el conocimiento mutuo y la solidaridad.

Los cuentos han sido aportados por los participantes de los cursos de Español para Extranjeros y diversos cursos del Programa de Animación a la Lectura y a la Escritura.

Gracias a todos los que habéis participado con vuestras aportaciones.

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CUENTOS DEL MUNDO - UNIVERSIDAD POPULAR DE ZARAGOZA

Índice

MALIN KUNDANG ....................................................3

EL OBSTÁCULO DEL CAMINO ...............................4

EL ZAR PEDRO PRIMERO Y UN CAMPESINO .....5

LA VACA ......................................................................7

EL CHICO Y LOS ANIMALES ...................................8

IL MUNACIELLO (PEQUEÑO MONJE) ...................9

LA ZORRA Y LA GRULLA ......................................11

PINOCHO ...................................................................12

LEYENDA DE LA FLOR DEL CEIBO .....................14

CARASUCIA ..............................................................15

LA LEYENDA DEL HÉROE DE RIGLOS ...............17

LA PRINCESA PYRENE ..........................................19

EL POZO DEL DIABLO ............................................22

EL GALLO KIRICO ..................................................23

COMO ALMA QUE SE LLEVA EL DIABLO ..........26

BURRO AGREDIDO POR UN HOMBRE ...............27

LA VIRGEN NEGRA .................................................28

CALENDARIO ...........................................................29

CUENTO DE HADAS ...............................................30

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MALIN KUNDANG(SUMATRA INDONESIA)

Hace mucho tiempo, vivía una familia en la zona costera de Sumatra. La familia tenía un hijo llamado Malin Kundang. Como la familia era muy pobre, el padre y Malin decidieron ir al campo a trabajar. La madre esperó mucho tiempo el regreso de ambos, para ser exactos muchos años.

Malin regresó después de muchos años, siendo una persona adulta y con mucho dinero que había ganado, luego veremos cómo. Malin Kundang decidió regresar a su casa navegando junto con un capitán de barco mercante. El barco iba lleno de oro y rique-zas. Durante su estancia a bordo, Malin Kundang aprendió mucho sobre navegación y negocios. Un mal día, el barco fue atacado por los piratas, todos los comerciantes de mercancías que se encontraban en el barco fueron secuestrados y la mayor parte de la tripulación del barco fue asesinada por los piratas. Malin tuvo mucha suerte porque no fue asesinado, ya que inmediatamente se escondió en un pequeño espacio muy angos-to debajo del puente de mando. Cuando los piratas no miraban pudo hacerse con un pequeño bote de remos, lo echó al agua y quedó a la merced de las olas del mar a la deriva. El bote le llevó a una playa que casualmente es donde estaban los piratas con el barco apresado. Se las ingenió para convencer a los habitantes del pequeño pueblo y liberaron el barco, los comerciantes le recompensaron generosamente. Malin con el dinero conseguido compró una tierra fértil en ese mismo pueblo y con tenacidad y perseverancia en el trabajo, logró poco a poco convertirse en un hombre rico, con el tiempo conoció a una hermosa joven y se casó con ella. Finalmente su esposa le dijo que era hora de ir a visitar a su madre y él dijo que quizás estuviera ya muerta, en esos días se presentó una anciana en casa de Malin vestida con harapos y él la echó fuera de su casa con malos modos, la mujer era su madre se enojó mucho y deseó para su hijo que se convirtiera en piedra, desde entonces Malin es un gran acantilado que es golpeado día a día por las olas. “

Audry Dini (Indonesia)Español Intermedio (Cortesías)

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EL OBSTÁCULO DEL CAMINO(RUMANIA)

En los viejos tiempos, en un día como este, un Rey ordenó que en el medio del camino más importante del reino, fuera colocada una grandísima roca.

Después, el Rey se escondió para poder vigilar si alguien iba a retirar la roca del medio del camino.

Algunos sirvientes del Rey y algunos comerciantes pasaron por el sitio donde estaba colocada la roca, pero la evitaron y siguieron sus caminos. La mayoría de la gente acusaron al Rey de que no dejaba el camino libre, pero ninguno había hecho nada para intentar liberar el camino.

Después, el Rey vio acercarse a un pobre hombre del pueblo, que llevaba en la espalda una gran carga. Cuando estuvo cerca del sitio donde se encontraba la roca, el hombre dejó en el suelo la carga que llevaba e intentó mover la roca hacia el borde del camino.Con mucho esfuerzo, al nal tuvo éxito. En el sitio donde fue colocada la roca, bajo ella, encontró una bolsita. En la bolsita había unas monedas de oro y una carta del Rey, que decía que el dinero es para el que retire la roca del camino.

El hombre guardó el dinero y continuó su camino.

Moraleja:Cualquier obstáculo en nuestro camino, representa un desafío y una oportunidad para evolucionar en la vida.

Español Avanzado (Cortesías)

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EL ZAR PEDRO PRIMERO Y UN CAMPESINO (RUSIA)

Una vez, el Zar Pedro I paseaba por el bosque y vio un hombre que estaba cortando leña.

El Zar le dijo:- ¡Con Dios buen hombre!El campesino le contestó:- Si. Necesito que Él me ayude.El Zar le preguntó:- ¿Tu familia es grande?- Si, tengo dos hijos y dos hijas, además de mis padres.- No es muy grande tu familia. ¿En qué gastas tu dinero?- El dinero lo divido en tres partes: primero, pago un crédito, segundo, doy a crédito y tercero, “lo tiro al río”.El Zar pensó y no comprendió lo que eso signi caba, que el campesino pagaba un crédito y daba crédito y el resto “lo tiraba al río”.El hombre contestó:- Pago un crédito, con el que alimento a mis padres; doy crédito, con el que alimento a mis hijos; y con la tercera parte que “tiro al río”, alimento a mis hijas.El Zar le dijo:- Eres listo, buen hombre. Ahora acompáñame a salir del bosque, porque no encuentro el camino.El campesino le dijo:- Encontrarás tú mismo el camino. Ve recto, después a la derecha, luego a la izquierda, después otra vez a la derecha...El Zar le dijo:- No conozco bien este bosque, guíame tú.- Yo, señor, no tengo tiempo de acompañarte. Nuestro día de trabajo vale mucho.- Si vale mucho, te pagaré. - Si pagas, vamos.

Se subieron al carro y se pusieron en marcha.Por el camino, el Zar le preguntó al campesino:- ¿Has viajado mucho?- Un poco, y nunca muy lejos.- ¿Has visto alguna vez al Zar?

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- No, no lo he visto nunca, me gustaría verlo alguna vez.- Sabes, cuando lleguemos al campo, verás al Zar.- ¿Cómo voy a reconocerle?- Todas las personas estarán sin sus gorros, sólo el Zar estará con su sombrero.

Llegaron al campo. La gente vio al Zar y todos se quitaron sus gorros.El campesino miró a su alrededor y no vio al Zar.Por eso, le preguntó:- ¿Y dónde está el Zar?Y Pedro I le contestó:- Ves, sólo nosotros dos llevamos los gorros puestos. Entonces, uno de los dos es el Zar.


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LA VACA(MARRUECOS)

Hace unos años, en una pequeña granja vivía una vaca de color negro y blanco. Todos los días su dueño la llevaba a comer al prado y le hablaba con cariño. Pero aunque te-nía todo lo que cualquier vaca puede desear, no era feliz. Al n y al cabo “solo era una vaca”, pensaba mientras rumiaba.

Un día, un grupo de niños fue a visitar la granja. Vivían en la ciudad y nunca habían visto una vaca de cerca. Cuando el granjero les llevó al prado, los niños la acariciaron y le dijeron cosas preciosas, como que tenía unos ojos muy bonitos, que parecía muy simpática, que era fuerte y que su leche era muy buena.

Desde aquel día, la vaca se dio cuenta de que ella era muy importante para algunas personas. Con su leche hacían mantequilla, bizcochos y queso, que había visto comer a aquellos niños.

Al recordarlo, movía el cencerro y el rabo, muy contenta de ser quien era.

Español Intermedio (Cortesías)

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EL CHICO Y LOS ANIMALES (MARRUECOS)

Cuentan que un hombre muy rico, que tenía siete hijos, un día les dijo: “Mi vida está a punto de terminar y quiero repartir mi herencia entre vosotros”.

Aquel buen hombre murió y los hijos se repartieron toda la herencia. Pero el más pe-queño, a quien no le interesaban las riquezas, dijo que él no quería dinero, que prefería quedarse con los escarabajos, los sapos y los camaleones.

Sus hermanos, un poco extrañados, le dieron lo que pedía. El pequeño cogió sus ani-males y partió.

En el país había un sultán que tenía una hija, que no había sonreído nunca.

La muchacha decía que se casaría solamente con el hombre que pudiera hacerla reír.

El hijo pequeño, que ya conocía la existencia de la bella princesita, llegó a los pozos del pueblo donde vivía el sultán, con su cubo, su jofaina y sus animales. Sabiendo que la princesa estaría mirando por la ventana, el muchacho hizo que un escarabajo tomara el cubo y sacara agua del pozo, que un sapo lavara la jofaina y que un camaleón la secara con la lengua.

Cuando la hija del sultán vio esta escena, se echó a reír.

Su padre le preguntó:- Hija,¿qué es lo que te hacer reir?- Mira lo que está ocurriendo al otro lado del pozo –dijo ella sin poder aguantar la risa- Aquel hombre será mi esposo.

Y así fue como un muchacho sin dinero llegó a casarse con la bella princesa.

Español Intermedio (Cortesías)

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IL MUNACIELLO PEQUEÑO MONJE

(ITALIA)

Muchas son las leyendas populares del personaje más impredecible y raro de Nápoles “el Munaciello”. Un personaje esotérico y temido por los ciudadanos por sus picardías y desaires en su acciones maquiavélicas, pero también amado porque hace sorpresas agradables que recompensan económicamente la situación de una familia. Él se mani-

esta con la imagen de un viejo niño.

La historia empieza en el año 1445 durante la Corona de Aragón con Alfonso V. La bella Caterinella Frezza hija de un rico comerciante de telas, se enamora del joven Stefano Mariconda, un muchacho muy pobre. Naturalmente, el amor entre los dos fue fuertemente rechazado por la familia de la novia. Por este motivo el amor termina en tragedia y Stefano es asesinado en el lugar donde ellos solían encontrarse secretamente, en uno de estos encuentros Stefano fue asesinado y empujado desde un precipicio, en presencia de su novia.

Caterinella quedó embarazada y dadas las consecuencias acude a un convento, para huir de su familia. Después de unos meses nació un niño pequeño y malformado, las monjas del convento adoptan al niño vistiéndolo siempre de la misma manera, con un pequeño hábito de monaguillo blanco y negro, cambiaba solo el color de las capuchas alternando una vez roja, otra vez negra. Por esta razón, por la calles del barrio del Puerto le llamaban “el Munaciello”.

La gente solía decir que el color de la capucha variaba en función de aquello que sucedía, el color rojo transmitía buena suerte y el color ne-gro desgracias. Su imagen, con la cabeza muy grande y el cuerpo muy pequeño, provocaba en la gente disgusto y malestar.

Rápidamente se transformó en continuos insul-tos y sufrimiento para él. Después de la muerte de su mamá, la situación se complicó aún más, las agresiones empeoraron.

Un día el niño desapareció misteriosamente,

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nunca se supo qué le había pasado. Su imagen fue asociada a la parte mala del alma humana, al demonio que se esconde y siempre está cercano.

En la actualidad, los napolitanos creemos en el espíritu de “el Munaciello”, lo amamos y lo respetamos por ser parte de nuestra cultura e identidad.

Olimpia Arnone (Italia)Español Avanzado (Cortesías)

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LA ZORRA Y LA GRULLA (RUSIA)

Érase una vez una zorra y una grulla que eran buenas amigas. Un día la zorra decidió invitar a la grulla a comer en su casa y se lo dijo así:- Ven amiga, ven cariño a mi casa, que te invito!La grulla se puso contenta al recibir la invitación y fue a su casa con hambre.

La zorra había preparado una especie de puré, se lo puso a la grulla muy no en un plato bien llano y le dijo con una voz cariñosa:- Come amiga, come cariño, que lo he cocinado yo misma especialmente para ti.

La grulla intentó comerlo con su pico, pero no lo pudo hacer, así que todo se lo comió la zorra lamiendo con la lengua. Al terminar le dijo a su amiga:- Lo siento cariño pero no tengo nada más.La grulla le contestó:- Muchas gracias amiga. Ven tú a mi casa también, ahora te invito yo.

Al día siguiente fue la zorra a su casa. La grulla le había preparado una sopa, se la sirvió en un jarro con un cuello largo y estrecho y le dijo:- Come cariño, es una lástima, pero yo no tengo nada más.

La zorra dio varias vueltas alrededor de dicho recipiente intentando meter su lengua dentro para sacar la comida, pero no lo consiguió, mientras tanto la grulla terminó todo.

La zorra se quedó con hambre y triste porque pensaba que iba a comer mucho, pero recibió el mismo trato que había dado!!!

Desde entonces, la zorra y la grulla han dejado de ser amigas.


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PINOCHO (ITALIA)

Había una vez un carpintero llamado Geppetto. Había construido una marioneta de madera y la llamó Pinocho. “Cómo me gustaría si fuera un niño de verdad”, suspiró cuando terminó la pintura. Esa noche, una buena hada le concedió su deseo. “Despier-ta, madera inanimada, te he dado la vida”, exclamó el hada tocando a Pinocho con la varita mágica. “Pinocho, muéstrate bueno, valiente” dijo el hada, “y un día serás un niño de verdad”. Luego, señalando a Pepito Grillo, dijo: “Yo te nombro guía de Pino-cho”, añadió antes de desaparecer. Imagínese la alegría de Geppetto cuando descubrió que su pequeño hombre de madera podría moverse y hablar.

A la mañana siguiente lo envió a la escuela. “Adiós, hijo, vuelve pronto”. Pinocho, re-belde, se fue con “Comefuego”, un titiritero que le prometió hacerlo famoso. Se divir-tió mucho cantando y bailando con las otras muñecas. Pero, después del espectáculo, “Comefuego” lo encerró en una jaula. De repente, apareció el Hada Azul: “¿Por qué no fuiste a la escuela?” preguntó ella. Pinocho contestó de inmediato con una mentira y su nariz empezó a crecer... Sólo cuando dijo la verdad, el Hada lo liberó y su nariz volvió a la normalidad.

Al regresar a casa, Pinocho vio una diligencia llena de niños contentos. El cochero le dijo que se dirigía al Paseo de los juguetes, donde los niños podían hacer lo que qui-sieran. “Pinocho, vuelve” gritó Pepito Grillo. Pero él no lo escuchó. Pinocho se hizo amigo de Lucignolo: los dos comieron dulces como locos y disfrutaron muchísimo. Pero pronto descubrieron que los niños mal ducados en ese país se convertían en bu-rros. Cuando a Pinocho también le aparecieron dos largas orejas y una larga cola, el corrió desesperadamente hacia su el amigo Pepito Grillo.

Juntos regresaron a la casa de Geppetto, pero no encontraron a nadie. “¿Quién sabe lo que va a pasar?” En ese momento, una paloma les trajo un mensaje: Geppetto, mientras buscaba a Pinocho, fue tragado por una ballena y ahora era su prisionero.

“Quiero salvarlo”, decidió la marioneta. Cuando llegó al mar, se lanzó y en el vientre de la ballena encontró a su padre. “Pero, ¿cómo salir de allí?” Se inició entonces un gran incendio y por culpa del humo la ballena estornudó y abrió la boca.

Pinocho y Geppetto escaparon en una balsa, el muñeco ayudó a su padre a nadar entre las olas, llegaron a la costa y del gran esfuerzo, Pinocho se desmayó. Triste, Geppetto

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lo llevó a su casa. Pinocho se despertó y el hada, como había prometido, recompensó su valor y su bondad, transformándolo en un niño de verdad.


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LEYENDA DE LA FLOR DEL CEIBO Flor nacional de la República Argentina

(Argentina)

Cuenta la leyenda que en las riberas del Paraná, vivía una indiecita llamada Anahí.

En las tardecitas veraniegas deleitaba a toda la gente de su tribu guaraní, con canciones inspiradas en sus dioses y en el amor a la tierra, de la que eran dueños.

Pero llegaron los invasores, esos aguerridos seres de piel blanca, que arrasaron las tri-bus y les arrebataron las tierras, los ídolos y la libertad.

Anahí fue llevada cautiva junto con otros indígenas. Pasó muchos días llorando y mu-chas noches en vigilia, hasta que un día, en que el sueño venció a su centinela, logró escapar. Otro centinela despertó y ella, aterrorizada, le clavó un puñal en el pecho y huyó a la selva.

El grito del moribundo alertó a los otros conquistadores, que salieron en su persecu-ción como si de una cacería se tratara. Anahí corrió y corrió, pero al poco tiempo fue alcanzada y, en venganza por la muerte del compañero, le impusieron, como castigo, quemarla en la hoguera.

La ataron a un árbol e iniciaron el fuego, que parecía no querer alargar sus llamas hacia la doncella indígena. Sin murmurar palabra, sufría en silencio, con su cabeza inclinada hacia un costado. A medida que el fuego subía, las piernas calcinadas de Anahí se con-vertían en raíz, sus brazos en ramas, su cabeza en copa orida y majestuosa.

Al amanecer, los soldados boquiabiertos se encontraron que nada quedaba de la indie-cita indómita. En su lugar, un hermoso árbol de verdes hojas relucientes y ores rojas aterciopeladas, se mostraba en todo su esplendor, como símbolo de valentía y fortaleza ante el sufrimiento.

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CARASUCIA(ESPAÑA)

Puede que vosotros hayáis oído hablar de él. Carasucia era un niño que tenía los ca-bellos muy rubios y rizados. Sus ojos eran azules como el cielo, pero su cara estaba siempre sucia.

Su padre le decía: “Corre al arroyo y lávate esa cara”.A lo que su madre añadía: “El día que te vea la cara limpia sabré si eres feo o guapo.”A pesar de esto, era el niño más listo y trabajador que pudiera imaginarse. Ayudaba siempre a sus padres en todas las tareas del campo y de la casa.

Un día de verano, una bandada de pájaros empezó a picotear el trigo maduro. Su padre, viendo perdida la cosecha, llamó con rapidez al remediador de todos sus males:“¡Carasucia! ¡Carasucia! ¡Que se comen el trigo, si tú no lo remedias!”Y así hubiera sucedido efectivamente, de no aparecer de inmediato el hijo que, nada más llegar, comenzó a cantar con una guitarra sin cuerdas esta bien rimada canción:

“Pajarillos que, volando, habéis venido de lejos,cuidad, que os está mirando el hijo de Marmolejo.Tiene un tirador de gomas que maneja con destreza

y arroja piedras muy gordas que “sus” abren la cabeza.No os comáis, pues, el grano y marchad para otras tierrasporque en éstas, en verano, al que se muere lo entierran.

Pajarillos que, volando, habéis venido de lejos,cuidad, que os está mirando el hijo de Marmolejo”

El efecto de la coplilla fue fulgurante, ya que los pajarillos abandonaron de inmediato el sembrado, levantando el vuelo en aquel mismo momento sin tocar un solo grano de la cosecha.

Otro día el padre necesitaba cargar el burro con paja para el invierno, pero el animal no se dejaba. Rebuznando y dando patadas, se resistía a que le colocaran el aparejo. Ni con la cadena del pozo, ni con la vara del arado podía hacer callar al alborotado jumento.

“¡Carasucia! ¡Carasucia! ¡Que no puedo cargar el burro, si tú no lo remedias!”Y he aquí de nuevo al querido hijo plantado delante del burro, dispuesto a solucionar una vez más los problemas del padre.

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“¡Sooo… burrito… para el rebuzno un poquito!”Y el burro, como si hubiera sido hipnotizado por su pequeño amo, dejó de dar pingos y rebuznos, y pudo ser cargado con los sacos de paja como si tal cosa.

Carasucia tenía sus mejores amigos entre los animales del pueblo. Uno de ellos era la perrita Chispita, que le salvaba de buenos apuros cuando su padre le decía:“Carasucia, tienes que aprenderte la aritmética. Si no, cuando seas mayor y tengas que vender el grano te engañarán. Con que, ¡hala!, ¡a hacer los problemas que te ha man-dado el maestro!”.A lo que su madre añadía:“Eso, eso, a problemarte, a problemarte, para que te hagas hombre de provecho, Ca-rasucia”.“Está bien…” respondía Carasucia, y se ponía con las cuentas. Si no le salían le pre-guntaba a su perrita: “Dos y tres…dos y tres… ¿cuántas son dos y tres, Chispita?”“¡Guau…guau…guau…guau…guau!”. Respondía la perrita.“Cinco, ¿verdad?.... ¿y dos más?”“¡Guau…guau…guau…guau…guau…guau…guau!”.“¡Siete! ¡Qué grande eres, Chispita! Si no fuera por ti…”

Éste era Carasucia, el niño de cabellos muy rubios y rizados, y ojos azules como el cielo pero de cara tan sucia. Aunque puede que tuviera algo de razón cuando a veces él decía:“¿Carasucia?... ¡como si fuera algo malo! Tantos niños habrá que se lavan la cara tres y hasta cuatro veces al día y no sirven para nada.”

No basta en este mundo con tener la cara limpia, amiguitos, si el alma y la inteligencia no lo están también.

Fernando Espiau

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LA LEYENDA DEL HÉROE DE RIGLOS(ESPAÑA)

Corría cualquier año del señor en la tenebrosa época medieval en el pueblo de Riglos, lugar de la provincia de Huesca a los pies de los Mallos.

En este pequeño pueblo, había un herrero que estaba pasando una gran penuria eco-nómica por falta de trabajo, los golpes de su mazo al ardiente erro, no sonaban en el yunque desde hacía muchos día, estaba desesperado.

Estando sentado a la puerta de su herrería, empezó a echarse la boira y de entre ella apareció un forastero con sombrero de ala ancha y capa, montado sobre un corcel negro.

-¿Eres el herrero de este pueblo? - Sí señor ¿En qué puedo servirle? mi nombre es Casamián. - Repasa las herraduras de mi caballo. - Inmediatamente, respondió el herrero, con gran alegría en su rostro. Cuando hubo terminado le entregó al extraño forano el corcel. - Aquí tenéis, le dijo, entregándole una moneda de oro. Casamián se quedó alelado al contemplar en sus manos tan inmensa fortuna. - Pero yo no tengo dinero para devolverle, mi señor. - No, ese es el pago por tus servicios, en tu mano está que cada quince días durante toda tu vida, aparezca una igual en tu bolsa. - ¿Y qué tendría que hacer para que eso ocurriera? - Nada, solo rmar este documento con tu sangre. - ¡Dios mío, eres el diablo! Quieres que te venda mi alma. - Exacto, ni yo lo hubiera dicho mejor. ¡No ¡ ¡ No! y ¡No! - Piénsalo, a cambio de una rma de nada, tendrás todo el oro que necesites y no ten-drás que trabajar en tu vida. Piensa Casamian, piensa… - ¿Qué condiciones lleva el pergamino? - Es un contrato muy simple, dice que me vendes el alma a cambio de una moneda de oro cada quince días, durante toda tu vida. - Ósea, ¿Que no tiene caducidad? - Eso lo decido yo, dijo el diablo. - Pues yo quiero incluir de qué quiero morir y si no, no hay trato.

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El diablo le contestó que estaba de acuerdo, señaló con su dedo índice el contrato y quedo incluida la condición.

A los quince días el herrero encontró otra moneda de oro en su bolsa. Pasaron los años y un día de boira volvió a aparecer el diablo en su herrería.

- ¿A qué vienes? - A por ti, ha llegado tu hora ¿Cómo quieres morir?

El herrero, se quedó mirando al diablo con toda su fuerza, y con toda la seguridad de la que era capaz, le contestó, quiero morir de sobreparto.

Ante semejante petición sobre natura, el diablo no pudo hacer nada y desapareció entre la boira, no sin dejar antes la marca de su garra en el yunque del herrero, diciendo ¡Me has ganado, pero mi marca te acompañará toda la vida!

No volvió a aparecer la moneda en su bolsa, pero el herrero adoptó dicha marca como propia, como ejemplo de que el diablo no es invencible.

Un Aragonés siempre tiene la última palabra.

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LA PRINCESA PYRENE(ESPAÑA)

Las abuelas contaban al calor de la lumbre antiguas historias. Eran leyendas románticas y terribles, con héroes, monstruos, ninfas, duendes y princesas….

Alguna de ellas evocaba los orígenes de esta tierra, como la historia de la princesa Pyrene….

Cuando esta tierra era una inmensa llanura, colmada de bosques y praderas, Noé envió a su nieto Túbal para poblarla y gobernarla. Durante mucho tiempo, cuidó de sus gen-tes en verdadera paz y armonía.

Su hija, la princesa Pyrene, era su más preciado tesoro y deslumbraba a cuantos la co-nocían por su dulzura y belleza.

En las soleadas tardes de primavera, Pyrene paseaba por la orilla de lago cantando. Luego, se sentaba a la orilla y peinaba su hermosa cabellera utilizando las cristalinas aguas como espejo. Ella se sentía protegida en ese lugar rodeado de bosques, que era su mundo. Sin embargo, alguien la observaba agazapado entre los helechos…

Pyrene todavía era ajena a los terribles sucesos que estaban ocurriendo por todo el rei-no.

Un ser gigantesco y monstruoso, dotado de tres horribles cabezas, se había instalado en las tierras que se encontraban más allá del bosque. Gerión, que así se llamaba, aterro-rizaba a los pastores, exigiéndoles que le entregaran sus cabezas de ganado, a cambio de sus vidas. Además, acechaba a sus hijas.

Sin embargo, la cruel criatura lo que quería era seducir a Pyrene, a quien continuaba espiando con sigilo mientras ella practicaba sus rituales diarios junto al lago.

Se había enamorado locamente y nada le detendría hasta conseguirla.

Ajeno al peligro que corría su hija, el rey Túbal trataba desesperadamente de proteger a sus súbditos de las incursiones, cada vez más frecuentes y malévolas de Gerión. Pero no hallaba el modo de detenerle.

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Presa de la desesperación, el soberano imploró la ayuda de los dioses. Muy pronto los dioses enviarían su respuesta.

Ante el caos provocado por Gerión y las clamorosas súplicas de Túbal, el poderoso Zeus recurrió al hombre más fuerte entre todos los hombres: su hijo Hércules.

El dios de dioses le envió a aniquilar al gigante. Así, conseguía un doble propósito. Por un lado, liberaba del terror a los súbditos de Túbal, y por otro, imponía a Hércules el décimo trabajo, de los doce que debía cumplir, para expiar los asesinatos que había cometido en un ataque de locura.

Hércules puso rumbo a estas tierras. Deseaba complacer a los dioses y acabar cuanto antes con las tropelías de Gerión.

Cuando llegó al palacio de Túbal, Hércules vislumbró a la joven más hermosa y deli-cada que jamás había visto. La preciosa melena pelirroja de Pyrene le dejó enredado para siempre en un hechizo de amor. Sus miradas se cruzaron y una chispa se encendió entre ambos.

Hércules y Pyrene no ocultaban su profundo amor. Paseaban por los bosques, pletóri-cos de lagos y manantiales, con sus manos entrelazadas.

Mientras tanto, Gerión, que no los había perdido de vista ni un solo momento, se pre-sentó, loco de celos, en el palacio de Túbal y, ante la sorpresa de todos, pidió al sobe-rano la mano de su hija.

El soberano no tuvo alternativa. Al regreso de su paseo, Pyrene se sorprendió al encon-trar al malévolo ser, esperándola para llevársela.

Sin dudarlo, se enfrentó a las tres cabezas del esperpento y, a n de dejar claro que ja-más le pertenecería, tres veces se negó a acompañarle.

La princesa huyó a través de los bosques y se refugió en ellos, a la espera de que el valeroso Hércules la rescatara.

Hecho una furia, Gerión salió del palacio persiguiéndola. Chillando y maldiciendo, arrasaba todo lo que encontraba a su paso. Una y otra vez gritaba el nombre de Pyrene, pro riendo amenazas que la obligaran a salir del bosque.

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Como no lo consiguió, el horripilante gigante no dudó en prender fuego a la arboleda. Pronto, una enorme humareda se propagó por la llanura.

Alertado de lo que estaba ocurriendo, Hércules acudió en ayuda de su amada ninfa. Se enfrentó a la cobardía de Gerión en un combate a muerte con tal ímpetu que, una a una, cortó sus tres cabezas.

Después, apagó el fuego y corrió en busca de Pyrene. El fuerte y valerosos Hércules rastreó todo el bosque calcinado a n de ponerla a salvo.

La llamó repetidas veces, con las más angustiadas palabras. Pero, ¡ay…! Nadie respon-día.

De repente, en un claro del bosque, la encontró agonizante. Con un hilo de voz, la joven le reiteró su amor y luego exhaló su último suspiro.

Hércules, desolado, tomó a su amada entre sus brazos y juró crear la más hermosa de las tumbas, para que Pyrene nunca fuera olvidada.

Depositó su cuerpo exangüe sobre la tierra y, a continuación, una a una, fue super-poniendo grandes rocas hasta que per ló la más hermosa cadena de montañas hasta entonces conocida. En recuerdo a su amor, la llamó Pirineos.

El héroe, abatido y triste, no podía contener el llanto. Mientras colocaba sobre la cima de las montañas un perenne manto blanco de nieve, las lágrimas de sus ojos caían so-bre la tierra, y eran tan abundantes que formaron cristalinos ibones que, todavía hoy, permanecen intactos.

Teresa

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EL POZO DEL DIABLO(ESPAÑA)

Leyendas como ésta, con alguna variación, se cuentan por muchas de nuestras comar-cas, ésta se cuenta en la comarca de Las Cinco Villas.

Una joven estaba cansada de ir todos los días al río a buscar agua. Un día, cuando vol-vía dijo que entregaría su alma al diablo por tener un pozo en la puerta de su casa.

El diablo que todo lo oye se dio prisa en aparecer y ofrecerle construir el pozo.

La joven aceptó con la condición de que lo tenía que construir en un día.

El Diablo se puso manos a la obra.

Cuando la joven vio la prisa que se daba, se asustó ante la idea de pasar toda la eterni-dad en el in erno, y empezó a hacer algo para engañar al diablo. Fue al corral, cogió el gallo más grande y, cuando iba a colocar la última piedra, encendió un candil. El gallo creyendo que amanecía cantó y el diablo tiró la piedra y echando azufre se fue.

Como esta historia hay muchas en las que el diablo sale trasquilado por la astucia de los vecinos, ésta concretamente se cuenta en el pueblo de Layana.

Ana Oliveros

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EL GALLO KIRICO (ESPAÑA)

“¡¡Kikiriiiiicoooo!Escuchad, amiguitos, la historia del gallo Kirico que va alegre y cantando a la boda del tío Perico.“¡¡Kikiriiiiicoooo!”

Andando así, pues, tan ufano, de pronto ve gallo Kirico que de una charca tío Gusano lo llama asomando el hocico:“¿Adónde vas, gallo Kirico, con ese traje de plumas tan rico?”“Me he puesto mi vestido de plumas más rico porque voy a la boda de tío Perico. ¡Kikiriiiiicoooo!”“Y, ¿por qué no me llevas contigo a la boda de tío Perico?”“Claro amigo, que te invito y celebro este encuentro. Como ya tengo apetito no te apures, gusanito, que te voy a llevar dentro.¡Kikiriiiiicoooo!”Y gallo Kirico, que no es nada humano le da con el pico y se traga al gusano.

Luego, arrogante y fanfarrón continúa cantando y alegre bailando la misma canción.Al poco rato se encuentra con tía Lechuguita.“¿A dónde va gallo Kirico con ese vestido de plumas tan rico, y todo de lodo manchado su pico?”Gallo Kirico se mira enseguida en el agua de una balsa y ve que, en efecto, lleva todo manchado de barro el pico.“Lechuga, Lechuguita buena amiguita, yo te suplico: límpiame el pico, que voy a la boda de tío Perico”“Bien, gallo Kirico, pero antes dime dónde está Gusanito”.“¡Qué sé yo!... ¡qué sé yo!... que lo busque quien sea más listo”“Gusano… gusanito… ¿dónde estás, que hoy no te he visto?”“Aquí, aquí estoy, en la tripita de gallo Kirico, que me lleva a la boda de tío Perico”“¿Has oído, mal bicho Kirico? Porque me has mentido, ¡toma!¡y límpiate tú el pico!”Refunfuñando y de mal humor gallo Kirico de allí se aleja.

Luego ve que, con ojos de candor, tomando el sol está tía Oveja.“Oveja, come a Lechuga, que no ha querido limpiarme el pico para ir yo a la boda de tío Perico”

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“Bien, gallo Kirico, pero antes dime dónde está Gusanito”.“¡Qué sé yo!... ¡qué sé yo!... que lo busque quien sea más listo” “Gusano… gusanito… ¿dónde estás, que hoy no te he visto?”“Aquí, aquí estoy, en la tripita de gallo Kirico, que me lleva a la boda de tío Perico”“¿Has oído, mal bicho Kirico? Porque me has mentido, ¡toma!¡y límpiate tú el pico!”.

Y, he aquí que, con la cresta roja y mohíno gallo Kirico, que es un bicho muy malo, sigue andando por el mismo camino. Poco después tropieza con tío Palo.“Palo, pega a Oveja, que no ha querido comerse a Lechuga, que no ha querido limpiar-me el pico para ir yo a la boda de tío Perico”.“Bien, gallo Kirico, pero antes dime dónde está Gusanito”.“¡Qué sé yo!... ¡qué sé yo!... que lo busque quien sea más listo” “Gusano… gusanito… ¿dónde estás, que hoy no te he visto?”“Aquí, aquí estoy, en la tripita de gallo Kirico, que me lleva a la boda de tío Perico”“¿Has oído, mal bicho Kirico? Porque me has mentido, ¡toma!¡y límpiate tú el pico!”Y gallo Kirico, furioso y desesperado, se va pronto de allí. Después de andar un buen trecho llega a un bosque que está ardiendo.

“Fuego, quema a Palo, que no ha querido pegar a Oveja, que no ha querido comerse a Lechuga, que no ha querido limpiarme el pico para ir yo a la boda de tío Perico”“Bien, gallo Kirico, pero antes dime dónde está Gusanito”.“¡Qué sé yo!... ¡qué sé yo!... que lo busque quien sea más listo” “Gusano… gusanito… ¿dónde estás, que hoy no te he visto?”“Aquí, aquí estoy, en la tripita de gallo Kirico, que me lleva a la boda de tío Perico”“¿Has oído, mal bicho Kirico? Porque me has mentido, ¡toma! ¡límpiate tú el pico!”.

Entonces gallo Kirico, rabiando a más no poder, huye de aquel lugar que abrasa, a todo correr. Luego después, en medio de terrible tormenta, topa con tía Lluvia.

“Lluvia, apaga a Fuego, que no ha querido quemar a Palo, que no ha querido pegar a Oveja, que no ha querido comerse a Lechuga, que no ha querido limpiarme el pico para ir yo a la boda de tío Perico”“Bien, gallo Kirico, pero antes dime dónde está Gusanito”.“¡Qué sé yo!... ¡qué sé yo!... que lo busque quien sea más listo” “Gusano… gusanito… ¿dónde estás, que hoy no te he visto?”

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“Aquí, aquí estoy, en la tripita de gallo Kirico, que me lleva a la boda de tío Perico”“¿Has oído, mal bicho Kirico? Porque me has mentido, ¡toma!¡y límpiate tú el pico!”Enojado y mojado llega por n gallo Kirico a la boda de tío Perico.

Allí, ¡oh, amiguitos!, una criada despiadada va y lo agarra por una pata, le saca las plumas del traje tan rico, le corta las uñas y limpia su pico. Lo mete luego en una ca-zuela encima del fuego y nadie consuela a gallo Kirico que sirven guisado -vaya plato exquisito- a los invitados que a la boda han ido de tío Perico.

Y así termina, amiguitos la historia de aquel mentiroso gallo Kirico que se comieron en pepitoria en la gran boda de tío Perico.

“Oiga, oiga, narrador”“¿Qué quieres tú, amiguito?”“Diga, diga, por favor, ¿qué fue de Gusanito?“¡Ja, ja! búscalo tú, que eres tan listo”“Gusano… gusanito… ¿dónde estás, que hoy no te he visto?”“Aquí, aquí estoy, mi buen amiguito, en la barriga de tío Perico escuchando contento cómo termina el cuento del gallo Kirico”. Fernando Espiau

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COMO ALMA QUE SE LLEVA EL DIABLO(ESPAÑA)

Sucedió que en un país muy remoto, rodeado de altas montañas y bravos ríos, se desató una terrible tormenta y el viejísimo puente que unía el lado este con el oeste, cedió y ambos lados quedaron aislados por un profundísimo cañón.

El gobernador llevaba mucho, demasiado tiempo sin encontrar una solución.

Así que el demonio aprovechó la bendición y se apareció al Gobernador proponiéndole un trato.

Él les haría un puente soberbio, fuerte y eterno, pero eso sí a cambio quería el primer alma que pasara por él.

Esos tres días todos andaban asustados, no dormían, se miraban unos a otros recelosos y proponiendo quién o no quién debía pasar el puente primero, si aceptaban el trato.

Pasó el plazo y estando todo el país reunido se apareció de nuevo el diablo y el Go-bernador le aceptó el trato, ante el ¡oh…! Todos fueron juntos hasta el barranco y allí estaba el robusto puente.

El demonio le demandó la segunda parte del trato. Llegó un ayudante con un cajón. Lo puso en el suelo, subió la trampilla y un perro que estaba asustado con unas latas atadas al rabo salió corriendo atravesando el puente “COMO ALMA QUE SE LLEVA EL DIABLO”.

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BURRO AGREDIDO POR UN HOMBRE (ESPAÑA)

Oigan señores y damas lo que les voy a contar, es acerca de un burrico esta historia singular.

En Valdeburros la Alta un gran suceso ha ocurrido, que ha estremecido a la villa. Un hombre a un burro ha mordido. Pepe le ha mordido a Segis por una extraña razón, se comía sus acelgas ese burrito tragón.

Esto ocurrió una mañana cuando lo encontró en su huerto, le pegó un mordisco y lo dejó medio muerto.

Una semana después cuando ya estaba ingresado sin saber muy bien por qué Segis-mundo la ha palmado.

Todos han ido al entierro del pobre Segismundo y una moza iba gritando “Se nos ha ido al otro mundo”.

Y respecto al burricida en la cárcel le han metido y al conocer la noticia suicidarse ha pretendido.

Pobre, pobre, pobre burro, pobre, pobre, pobrecito, una estatua han levantado en honor de ese burrito.

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LA VIRGEN NEGRA (ESPAÑA)

La virgen de Torreciudad es una talla románica de una Virgen Negra del siglo XI. No hay muchos datos de su construcción, se sabe que fue fortaleza, contra los moros. Y está situada al borde de un barranco, sobre el pantano de El Grado.

Cuando estalló la guerra civil, la diócesis de Barbastro sufrió una violenta persecución religiosa. El sacerdote que se hacía cargo de la ermita, tuvo que huir y esconderse en una gruta que le enseñó un pastor amigo suyo, el cuál le llevaba alimentos e informa-ción de vez en cuando.

Al pasar un día el pastor con su rebaño, cerca de la ermita, vio que estaba siendo sa-queada y que habían formado una montonera con todas las cosas para quemarlas. Azu-zó a sus perros para que los centinelas se distrajeran y mientras cogió la imagen de la Virgen que estaba en el montón de objetos. Se llevó la talla escondiéndola en un saco y se fue a ocultarla. Al siguiente día volvió con un pozal y una cuerda, colocó dentro la imagen y la dejó suspendida en una sima que solo él conocía.

Al nalizar la guerra, el pastor y el cura recuperaron la talla que fue repuesta a la res-taurada ermita.

En 1970 dicha imagen fue llevada por José Mª Escrivá de Balaguer al santuario del Opus, que fundó junto a la antigua ermita.

Pero la iglesia de Santa María, con su virgen Negra (falsi cada) ha sido y es, el verda-dero santuario de los vecinos de la comarca, que acuden en romería cada año a reali-zarle peticiones y ofrendas, con máxima devoción.

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CALENDARIO(ESPAÑA)

Lunes: San AgoníasMartes: San ConformatisMiércoles: Sta. IgualadaJueves: Sta. VencidaViernes: Sta. EsperanzaSábado: San PagarínDomingo: San Gastarín

Esto era cuando cobrábamos por semana.

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CUENTO DE HADAS(ESPAÑA)

Dan, un hombre rico, con pasado amargo por un amor desgraciado, vive recluido en su castillo, rodeado de un bosque con un pinar enorme donde crecen las zarzas y el abandono.

Él pasea su pena por el camino de los álamos que rodea toda la extensión de sus tierras, lo único que le hace estar feliz son sus viñedos que abastecen sus bodegas, son herencia familiar, es el con la tradición siendo un hombre decente y entero.

Con esos paseos nocturnos hasta agotarse, llora la pérdida de su amada y su primer hijo que esperaba.

Pasea con el corazón contrito de pena. Una de esas noches de luna llena, en un claro del bosque se le aparece un hada diciéndoles: llora, llora tu pena hasta cerrar esa herida, deja pasar el tiempo que el amor llamará a tu puerta cuanto tu corazón haya cicatrizado su pena.

Pasaron los meses y los años y él ya desesperaba buscando el amor que él esperaba. El hada volvió a salir a su encuentro una noche de luna llena, diciéndole, ya no tienes pena, solo recuerdos, abre tu corazón, que está sediento de amor.

A los pocos días de este encuentro, decidió dar su paseo a caballo por el bosque. En el camino vio como se aproximaba una joven y hermosa como una princesa, con unos ojos color esmeralda que lo miraban con pudor y admiración, viendo que encaminaba hacia el castillo, y sintiendo algo extraño que recorrió su cuerpo entero y dando vuelta al caballo regresó. La joven acudía a una oferta de trabajo como doncella.

Cuentan que no fue ese el trabajo que desarrolló, él se prendó de sus ojos color esme-ralda y ella se enamoró de esa caballerosidad, ese porte y su atractivo, que un amor in-esperado pero limpio, la joven venía del pueblo y ya lo admiraba desde siempre, nunca pensó que se cumplirían sus sueños.

Al poco tiempo de estos hechos una noche de luna llena él paseaba solo, se le apareció el hada, diciendo: ahí tienes tu recompensa, ese es lo que tanto soñabas.

cuentos del mundo nº 2 - 2016. universidad popular de …...3 universidad popular de zaragoza -...

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