cortando los hilos del titiritero

100

Upload: hector-cobo-gomez

Post on 22-Mar-2016

241 views

Category:

Documents


1 download

DESCRIPTION

relato de ficción

TRANSCRIPT

Page 1: Cortando los Hilos del Titiritero
Page 2: Cortando los Hilos del Titiritero
Page 3: Cortando los Hilos del Titiritero
Page 4: Cortando los Hilos del Titiritero
Page 5: Cortando los Hilos del Titiritero
Page 6: Cortando los Hilos del Titiritero
Page 7: Cortando los Hilos del Titiritero
Page 8: Cortando los Hilos del Titiritero
Page 9: Cortando los Hilos del Titiritero
Page 10: Cortando los Hilos del Titiritero
Page 11: Cortando los Hilos del Titiritero

A la memoria de mi padre, la persona más importante en mi vida, que me enseñó que un ser que deja de luchar es un ser que pierde la gracia de vivir.

Nunca hay que darse por vencido ni aún vencido. Gracias por todo viejito. Te amo mucho.

Hasta pronto.

Page 12: Cortando los Hilos del Titiritero
Page 13: Cortando los Hilos del Titiritero
Page 14: Cortando los Hilos del Titiritero

14

PRÓLOGO

La Danza de Sacromonte

Cuando al ser humano parecería no causarle nada asombro, rota la dicotomía entre el bien y el mal, en abierto maniqueísmo los eternos opuestos se revelan ante lo que percibe tal un mundo carente de sentido más aún cuando ha logrado familiarizarse con su absurdez y todo cuanto implica sus consecuencias; al igual que “el hombre absurdo” de Camus, sabe que no puede arrancarse del universo, que como pendiendo de los hilos invisibles del titiritero, en danza hedónica trajina vanamente evitando el dolor, mirando asombrado hacia arriba en búsqueda incipiente, sin alcanzar más horizontes que el que le permite su angustia, la existencial, la de todos los días. En la pérdida irremediable del padre, en espantosa estampida los referentes religiosos espirituales se atropellan con una visón evidentemente existencialista de la realidad vivida, HÉCTOR COBO GÓMEZ se interna hacia lo más profundo de sus realidades. Irrumpe en abierto anarquismo contra todo y todos, patea el tablero de la sintaxis, se burla y mofa de las marionetas que encarnan un miserable status quo, que cual peste endémica dilapida la vida de las personas, ahora vestida de mandil blanco, ya ensotanada o elitista siempre extraña a las más mínimas manifestaciones de humanidad y cordura. Es que a Cobo en su trajinar nihilista sólo le detiene la distante sombra de alguien que le mira con amor desde el infinito, lo intuye, lo presiente, avizora en medio de la sin razón caótica del universo. Pequeña en formato,

Page 15: Cortando los Hilos del Titiritero

15

amplia en contenido filosófico, esta obra irrumpe sin duda intencionalmente entre gestos y actuación dramatizada, como una palabra tan larga y puntiaguda, como espada que penetra en el punto más hondo de su angustia, en plena burla a comas, diéresis, corchetes, hasta ir agonizando sin consonancia, sin rima, sin nada más que no sea el resquemor de su conciencia en una mancha de tinta destrozada. Nos detiene a pensar, tal vez en la eterna sonrisa, afable y generosa de la marioneta, aquella que ni la muerte la ha borrado de su memoria, su padre, sino más bien le he conminado a escribir estas líneas que terminan aquí donde comienza su esperanza.

Jorge Pasquel Villamar.

Page 16: Cortando los Hilos del Titiritero
Page 17: Cortando los Hilos del Titiritero

17

Principios de la comunicación: “informar, educar y entretener.” Los artistas informamos el descontento o los aciertos de la sociedad; educamos según la lógica de nuestra cosmovisión y entretenemos a los que nos entienden e incluso a los que no tienen ni puta idea de lo que decimos y se autodenominan seudo intelectuales.

Héctor Cobo Gómez

Page 18: Cortando los Hilos del Titiritero

18

El telón rojo con los vuelos amarillos se cierra, bajando poco a poco, cubriendo el escenario mientras lentamente la luz se hace más tenue. La iluminación empieza a extinguirse hasta llegar a un vacío completo. De lo alto, una luz cenital alumbra el escenario, los actores en él hacen una reverencia automática, se quedan agradeciendo la oportunidad de vivir la historia interpretada. La oscuridad se hace presente otra vez, mientras el ruido estruendoso de los aplausos se apaga. Una función sin duda espectacular, no importa realmente de qué o de quién se trate la trama de la historia, siempre tiene los elementos indispensables de un esquema narrativo loable para una función, además hay que ser realistas, todo ser es un morboso cúmulo de emociones, es un ente que se alimenta de sensaciones y sediento de adrenalina, pero ojo, muchas veces goza más con lo que observa ya que es mucho mejor ser un espectador y no un actor. Prefiere siempre reflexionar y mirar el marco de la vida de otros, incluso se puede aconsejar desde afuera de la realidad de otros, pero ser protagonista es otro cantar, es duro, más aún si llegamos a pensar que alguien tiene el control de nuestro guión de vida.

El personaje principal es presentado ante el público; es aquí cuando el personaje se va desarrollando y lo conocemos hasta llegar a comprender incluso su perfil psicológico, sabremos por qué se viste de una manera u otra, qué cosas le gustan y cuáles le disgustan. Su calma e intranquilidad en la vida, en fin… descubrimos al personaje

Page 19: Cortando los Hilos del Titiritero

19

que nos da el guionista y lo perfecciona con los años, así el espectador o espectadores llegan a sentir empatía o antipatía por todos los personajes alrededor de la historia.

Dicen que cuando una marioneta nace es un acontecimiento muy importante. Puede cambiar mucho la vida de otros muñecos y afectar en todo sentido el modo de vida de su entorno. Están ligadas la vida y la muerte; si bien son acontecimientos diferentes, lo que les mantiene unidos con un lazo muy fuerte es el sentimiento que generan en el resto de marionetas. Siempre es el nacimiento de una estrella, todos hacen un entorno de vida creada por la imaginación. La magia comienza y todos son grandes guionistas de primera; dan un futuro proyectando una carrera a su nuevo miembro, augurando sueños frustrados quizás por llegar a cumplir las metas que a lo mejor al muñeco nuevo ni siquiera le interesarán. Por otro lado, cuando se extingue la vida, recordamos una obra completa en la cual ese personaje fue el protagonista más célebre y no lo reprochamos por lo que no fue o no pudo ser. Los padres y familiares se proyectan por sus hijos, aspirando a que sus errores no se reflejen en el nuevo miembro. Pero cuando éste se va, ya no lo juzgan, o ¿quizás sí? Si hubiera hecho esto… si hubiera hecho aquello… qué bueno fue… el mejor en… Es un mal para todos, un nuevo elemento vivo causa expectativa en la función. Un elemento inerte nos recuerda la expectativa que teníamos sobre tal o cual muñeco. La vida y la muerte se parecen porque afectan directamente al corazón de muchos que están en el reparto. Se llena cuando naces y se queda con un vacío cuando falleces.

Page 20: Cortando los Hilos del Titiritero

20

Cuando una marioneta nace lo primero que hacen los padres es amarrar un hilo transparente que cuelga de dos palos pegados en forma de cruz, la cuerda casi invisible baja de la intersección donde se unen los maderos y llegan al centro de su sistema, a su cabeza, que es el eje de todo. El hilo transparente tiene la gran mayoría de las marionetas que yo conozco. Desde pequeños abren sus cabezas y taladran continuamente un concepto que no lo entienden ni ellos, pero de todas formas se aferran a él; un concepto que van introduciendo en sus mentes con la prohibición de preguntar su esencia, deben vivir con él y no están obligados a entenderlo. También es llamado el hilo conductor de la fe, todos los que tienen este hilo creen en el Titiritero y ponen sus vidas a expensas de él, sin saber que en ocasiones tiene un humor negro y puede ser de pésimo gusto. Además enreda constantemente los hilos sin darse cuenta que estos se pueden romper o dañar, algunas marionetas son tan egos centristas que se creen Titiriteros y quieren llevar su guión pasando por encima de todos. Al hacerlo mal rompen las cuerdas de otros títeres y sin darse cuenta enredan tanto las suyas que no tienen un rumbo fijo, mas lo único que causan es destrucción y autodestrucción que carcomerá su hilo conductor de culpa.

Page 21: Cortando los Hilos del Titiritero

21

Page 22: Cortando los Hilos del Titiritero
Page 23: Cortando los Hilos del Titiritero

23

Un manto blanco de enormes magnitudes maneja con sus manos expertas el desarrollo del proceso que ha creado, de acuerdo a cómo desarrolle su guión y en que genero lo pueda enmarcar. En una mesa celeste el Titiritero prepara sus creaciones. El manto del Titiritero si bien es blanco se ve algo opaco y gris, ya que trabaja con poca luz pues quiere siempre mantenerse entre la sombra y crear la ilusión de que las marionetas tienen vida propia. Nunca se ha podido ver la cara del Titiritero, puesto que incluso desde la mesa de fabricación es imposible percibir la imagen de su rostro. Enigmático y misterioso personaje el Titiritero, nunca da la cara por nada ni por nadie. En las funciones las marionetas presentan su acto y en muchas ocasiones cuando el guión es fuerte, con una historia desgarradora, las marionetas muchas veces levantan su cabeza y miran sobre el telón intentando ver a lo alto de las cuerdas que atan no sólo sus cabezas, sino también sus extremidades, obligándoles a realizar una función extrema en su pervertido y malicioso guión. Los hilos que sujetan sus extremidades no están atados con fuerza, son obtenidos conforme funciona el hilo de su cabeza, el hilo conductor es poderoso, pues el cordón grueso está muy bien sujeto a la cruz de madera del Titiritero. El mismo muñeco será quien deje que el Titiritero sea el que trabaje, al someterse no sólo será un ser sodomizado sin criterio propio, sino que accederá a que le cosan en sus brazos y piernas cuerdas invisibles que le impidan actuar, o si quiera pensar por sí mismo. Por esto, la libertad no existirá en los muñecos que son manipulados y maltratados por su propio consentimiento, sufridores amantes del desconsuelo; victimas torturadas que auto flagelan su espíritu.

Page 24: Cortando los Hilos del Titiritero

24

En la ruina de sus miserables vidas manipuladas miran al guionista inalcanzable, que no tiene rostro, que no tiene sexo, que no tiene expresión alguna, cuando uno de sus marionetas está agonizante o desfallece en su función.

Page 25: Cortando los Hilos del Titiritero

25

Page 26: Cortando los Hilos del Titiritero
Page 27: Cortando los Hilos del Titiritero

27

Page 28: Cortando los Hilos del Titiritero
Page 29: Cortando los Hilos del Titiritero

29

Cuando yo nací me pusieron el nombre de mi padre y me llamaban Junior. Tengo dos hermanas muñecas diferentes la una de la otra. A la una la pintaron negra y le cosieron pelos lacios, estos hacen que todo lo que realmente sabe que está mal en su cabeza se le resbale de vez en cuando causándole dolores de cabeza. La otra fue pintada blanca y con pelos ensortijados, al igual que la otra tiene cosas en la cabeza, pero a veces se le enredan en la fina lana ensortijada. Las dos muñecas ya están grandes y viven vidas diferentes y similares al mismo tiempo, ellas piensan que el Titiritero sabe por qué hace las cosas y que realmente los enredos de los hilos sólo él los puede deshacer.

Claro…, pienso que si él los enreda, como mínimo debe darse la molestia de desenredarlos con el fin de crear una buena trama.

A ellas de pequeñas les pusieron el hilo principal en su cabeza y están controladas gustosamente por el Titiritero. Hay guiones diferentes para cada una de estas muñecas, pero con una base o hilo conductor similar, (Familia). Es que el familiar es un tema súper comercial, en el que su concepción principal es un mundo mágico vivido como en un sueño de perfección, edades diferentes y target diverso, cuidado para que no pase lo que a veces puede llegar a ser inevitable en la ruptura generacional del concepto.

Page 30: Cortando los Hilos del Titiritero

30

Un guión no puede ser lineal ya que éste se torna aburrido y burdo, por ello debe tener puntos de giro en su argumento, desmoronando la obra con un final disfuncional en el que se derroca el sueño por una pesadilla o una normalidad concebida de forma muy penosa pero realista y menos dolorosa. A partir de eso, cada quien intenta improvisar su guión y decide que es lo que quiere de los personajes que le rodean a cada una.

Muchas cosas positivas de la base familiar y una preocupación de copiar las primeras escenas felices de funciones anteriores donde actuaban de hijas y no de esposas, pero las escenas de una obra jamás se puede repetir, pues los personajes son distintos y probablemente su entorno será el que los actores personifiquen a su manera la escena a la que hacen un homenaje dando una versión parecida o por el contrario totalmente diferente.

Mantener una trama lineal de felicidad es difícil, por lo que de vez en cuando se hacen puntos de giro en la trama, consiguiendo que personajes de su entorno presenten problemas o simplemente alegrías para que maticen sus historias.

Un guión así es muy difícil representar porque no todos los personajes desempeñan el rol de la misma manera. De todas formas, el espectáculo debe continuar, haciendo lo mejor que se pueda en la obra que cada una lleve,

Page 31: Cortando los Hilos del Titiritero

31

intentando que ésta se mantenga en car te lera durante mucho t iempo y no se pierda como muchas que dejaron de funcionar y las recordemos por su par te buena y no por sus fa lencias , porque esos son los c lás icos que nos marcan para s iempre; pero tomemos en cuenta también que lo más morboso y frustrante logra grandes recuerdos colect ivos en las mentes mal ic iosas . Mis papás también son diferentes y a l igual que las muñecas son muy parecidos al mismo t iempo. Mi mamá es una muñeca hecha de una madera oscura y muy fuer te , e l la cree que es indestruct ible e impenetrable; pero cuando se hace una muñeca con tan duro mater ia l sólo se expone a que el Ti t i r i tero la mal t ra te s implemente para ver qué pasa, probando s i su muñeca es realmente val iente . Cuando una muñeca como ésta es de tan dura mater ia pr ima, e l Ti t i r i tero hace de su función algo espectacular, e l sufr imiento debe ser intenso y cada punto de giro será más y más brusco en su l ínea de acción. Mi papá está hecho de un mater ia l más blando, la soledad es lo que más le a tormenta pues l lega a sent i rse mal s i no está a l f rente de su famil ia protegiéndola , la a legr ía es su pr incipal caracter ís t ica . La rect i tud y constancia en sus actos hacen que sea personaje deseable para todos, pues los sufr imientos los enfrenta de cara a l posi t ivismo de lograr sus objet ivos. Los dos han generado el hi lo conductor que sus hi jos l levamos, la famil ia e l pr imordial deseo de la coexis tencia de una sociedad absurda y

Page 32: Cortando los Hilos del Titiritero

32

dura. Utopía en t iempos de egoísmo e inverosímil pureza. Bueno… yo por otra par te , creo que estoy hecho de par tes diferentes , tengo la madera de mi madre dura y fuer te , eso me hace luchador s in temores aunque por dentro soy blando como mi padre, gracias a e l lo soy noble y aguerr ido. Al igual que mis padres y hermanas, mi hi lo conductor es mi famil ia que, aunque es utópico, pienso que es indispensable luchar para que ésta sea una real idad constante y palpable . Lo que no se hereda es e l auto anál is is y la conciencia propia , ta l vez por eso, lo que no tengo a diferencia de mi famil ia es e l hi lo de la cabeza que me conectar ía con su Ti t i r i tero. Estoy muy confundido, nadie me da una respuesta que consuele mi indescr ipt ible temor. Sabemos que todo empieza y acaba en un ciclo natural , és te , a veces es diferente y es interrumpido l levándonos de todas formas al f inal de la actuación con la esperanza de que ta l vez volveremos a ver a compañeros de escena de actos anter iores . En una función donde todos nos reunamos en un mágico escenario en el que por más l ineal y aburr ido que se torne, todo será fe l ic idad. Quizás , otra opción será ser par te del Ti t i r i tero que maneja la función, corroborando así e l exis tencial ismo más egocéntr ico o s implemente, volver t ransmutado en otro personaje de otra gran obra, no importa cual , no importa s i quiera que se t ra te e l papel que se pueda desempeñar, lo importante es regresar a vivir e l sufr imiento de la vida, que es un carrusel de emociones, quizás sea un reto volver lo a cruzar. De todas formas, e l c ic lo que me toque no lo quiero vivir s iendo un muñeco y menos manejado por un hi lo , o por

Page 33: Cortando los Hilos del Titiritero

33

alguien que s implemente se l leva el aplauso o rechazo del públ ico. Que en una mala función el Ti t i r i tero reciba el reconforte de quienes piensan que esa obra se la hizo así por a lgo bueno, que a lo mejor ni s iquiera e l los lo entendieron, pero s in duda el Ti t i r i tero la escr ibió y dir igió bien aunque no sea comprensible para nadie . Que tampoco alaben el acto construido con mi esfuerzo y ovacionen al Ti t i r i tero. Simplemente quiero emancipar mis emociones y acciones en un proyecto individual en el que mis fa l las sean mías y mis logros de igual manera los reconozcan. Hace mucho t iempo los hi los de mis papás estaban débi les y no pasaban por un buen momento, se confundieron o reaccionaron, no lo sé , fue al l í cuando yo nací . Mis padres buscaron otro Ti t i r i tero o ta l vez el concepto con lo que el los querían que represente , que pueda l lenar y manejar mejor sus vidas , más ahora, que tenían un nuevo muñeco por quien preocuparse. Los años pasaron y en la nueva casa de Tí teres les convencieron que no hay otro Ti t i r i tero, que de todas las casas de Tí teres que exis t ían en el mundo sólo había un dueño, una mult inacional s in competencia , que hacía que el hi lo que está en sus cabezas haga la diferencia . Todos según de donde provengan y según su real idad pueden ver a l Ti t i r i tero de una u otra forma. El encargado preguntó s i todos teníamos el hi lo de fe en nuestras cabezas y s i lo obteníamos conscientes de quien era e l Ti t i r i tero. Bueno, mis padres respondieron que sólo me fal taba a mí e l hi lo de la cabeza. Como en toda casa de t í teres

Page 34: Cortando los Hilos del Titiritero

34

respondieron que a todos nos fal taba y que debíamos tener e l de su casa de t í teres que era mejor que el de las otras casas ya que el los predicaban la única e indiscut ible real idad sobre quién es e l Ti t i r i tero. Personalmente, yo no entendía nada, pero mis padres y hermanas lo obtuvieron una vez más. A mí me preguntaron por aquel hi lo y les di je que no me interesa, muchas gracias, que había vivido bien sin él, que no lo extrañaba, ni me hacía falta.

Page 35: Cortando los Hilos del Titiritero

35

Page 36: Cortando los Hilos del Titiritero
Page 37: Cortando los Hilos del Titiritero

37

Por lo visto y escuchado aquel hilo era de una marca “Cristo” y lo hizo famoso un muñeco revolucionario que actuó en muchas buenas historias del Titiritero. Este personaje fue la clave de todo, pues el Titiritero lo hizo un gran vendedor de su hilo de fe, se convirtió en un súper héroe cuando murió en la madera, luchando por el hilo que enredó su propio creador. Dicen que este muñeco no era un muñeco común y corriente, sino el hijo del Titiritero y que bajó a vender la fe, cuando lo logró otros le mataron y él revivió y subió al cielo junto a su padre el Titiritero.

El escritor o guionista es quien puede manipular el rumbo de los personajes, es quien realmente los mete en problemas y salva dependiendo el esquema utilizado y el género en el que trabaje, además es quien sabe cuando se mueve incluso cada uno de sus cabellos, es quien crea los puntos de giros a partir del que sabe sucederá en su desenlace ya que él escribe la historia.

Conveniente…, el Titiritero maneja los hilos y crea una historia fabulosa, crea un personaje magnífico que no sólo es digno de seguir sino que también sufre al igual que los espectadores, el final es desgarrador, pero ojo, el cierre es mucho mejor ya que en él resucita y se junta a su padre dándonos paso a los espectadores para que consumamos el producto ya que existió su sacrificio y perdón. De ley no se puede quedar así…, da a pensar en una segunda parte. Por otra parte, si es el hijo del Titiritero y es él, quien escribe la historia del mundo y sabe por qué hace las cosas, nos engañaron al decir que existió un supuesto sacrificio, nunca existió el cordero, todo fue premeditado, “Marketing”.

Page 38: Cortando los Hilos del Titiritero

38

Yo de todas formas leo bastantes historias y me parecen muy interesantes muchas. Pero no creo todas, vivo y dejo vivir a los seres que les gusta pensar que sus vidas están manipuladas en las manos de un Titiritero que maneja su mundo y su entorno. Los respeto porque muchas de esas marionetas son las que más amo en el universo.

Page 39: Cortando los Hilos del Titiritero

39

Page 40: Cortando los Hilos del Titiritero
Page 41: Cortando los Hilos del Titiritero

41

La historia debe tener distintos puntos de giros para que la narrativa no sea monótona y lineal, debe parecer que se estabiliza la historia jugando con la tensión de los espectadores, cuando crean que todo está bien y la calma llegue, como un buen escritor hay que inventar una nueva situación que rompa la tranquilidad.

Es increíble que a día de hoy, esté en esta puta historia macabra de hilos enredados y títeres cabrones. El Titiritero demuestra su humor nuevamente retorcido y de mal gusto. El escenario era sombrío, paredes grises y desgastadas, cuarteadas del estruendoso sonido del dolor, apenas unas pequeñas rizas burlonas escondidas entre las sombras de los pasillos vacíos de la sala de costura y compostura de los muñecos adoloridos. Las risas sarcásticas y maliciosas parecían tener un eco que retumbaba en mi cabeza. El ruido empezaba a incomodarme mientras trataba de estirarme en un ínfimo asiento de madera dura como el momento mismo por el que estaba atravesando. Los quejidos de los otros cuartos eran aterradores, cada lamento era un grito desesperado, había uno específico donde una pequeña muñeca rogaba constantemente que le quitasen la vida, mientras el sollozar de su madre le intentaba dar fuerzas con su voz entrecortada y rota. Me levanté del asiento y un aire helado recorrió mi cuerpo, cruzándome tal vez con entes que viajaban sin comprender su difunta condición. Di pasos suaves por el pasillo y me dirigí cerca de las burlonas risas de enfermeras regordetas que jugaban barajas mientras tragaban la comida de los enfermos, coqueteando con otros nefastos hombres que trabajaban allí que, al igual que ellas, parecían no tener oídos ni percepción visual del tiempo y espacio en el que se encontraban. Los miré con repugnancia y observé sus maquillajes de payasos

Page 42: Cortando los Hilos del Titiritero

42

corridos por su rostro, confirmando el irrespeto en la sala de emergencias; sus cabezas seguramente tendrían dentro de ellas pedazos de mierda por el lavado que les hicieron para ocupar su puesto de carroñeros. El cuadro que miraba era completamente morboso, dos marionetas sexuales con la mente en un falo de poder que piensan tener aunque de falo sólo entienden estúpidamente a su propia carne, mientras juegan con el azar de la vida, juegan mientras inocentes ánimas observan indignadas. Éste es el actual mal chiste que vivía allí. Cuando se dieron cuenta de mi presencia la hipocresía de sus rostros se hizo presente desdibujando la sonrisa sin lograrlo del todo, aquella sonrisa a medias que se encuentra en muchas ocasiones con seres hipócritas a los que les gusta vivir en un mundo falso, valores morales y éticos se entregan en cualquier lado y por lo visto la moral y la ética son palabras que la gente no entiende, o si lo hace no es conveniente aplicarla o por lo menos no es necesario hacerlo.

Page 43: Cortando los Hilos del Titiritero

43

Page 44: Cortando los Hilos del Titiritero
Page 45: Cortando los Hilos del Titiritero

45

Agaché mi cabeza y seguí caminando por el pasillo oscuro entre fantasmas, muertos, agonizantes e indolentes puercos vestidos de blanco que se regocijaban en su propio excremento de ideas que las intentaban hacer lógicas para no llamarlas mierda.

El sonido y la música debe ser creado para incidir en la psicología del espectador, este será la clave importante para que la narrativa sea explicativa jugando con las sensaciones de la gente por lo que la descripción será un elemento importante para el espectador, ya que atreves de ella la imaginación creara imágenes claras que apoyen al texto.

Un sonido en particular me aturdía, un sonido agudo, un bip interminable que me hacía imaginar al oírlo, se dibujaba en mi mente como una línea que dejaba sus picos para convertirse en una horizontal línea recta e inerte, elemento que queda registrado en nuestra cabeza después de ver tantas escenas trágicas en el cine. El sonido no se detenía y fui a él hasta llegar a la gran puerta cerrada; su tamaño era de indescriptibles dimensiones, era impenetrable, muy alta e inalcanzable, ancha y pesada como para poder moverla en un estado físico y mental deteriorado y desesperante. Tras de aquella puerta en la que las marionetas eran la basura que alimentaba a los cerdos de blanco, aunque les estorben y apesten los malolientes moribundos, también el fétido hedor que emanaban era el más suculento aroma de color verdoso que atiborraban sus manos, que sin dudarlo se las llevaban al bolsillo con una sonrisa de satisfacción de cobro y no de buen trabajo. El sonido retumbaba en mi cabeza y su eco incesante e insufrible acrecentaba mi preocupación. Cada

Page 46: Cortando los Hilos del Titiritero

46

paso que daba era eterno; la puerta se hacía más grande. Frente a ella, me aturdí al mirar un huequito por donde observar. Del otro lado podría ver cualquier cosa, lo peor no lo pensaba para nada, me di valor y me acerqué al más ínfimo rayo de luz de la puerta, puse mi ojo intentando adivinar la desenfocada imagen de siluetas al otro lado de la puerta. El sonido seguía retumbando y escuché los gruñidos de un puerco que se acercó al umbral. Las patas sucias y fangosas se escuchaban acercarse lentamente a la puerta, el rechinar de ésta sonó lentamente y cuando paró el ruido del bip, también se detuvo el rechinar, desvelando del otro lado un esperpento corpóreo flácido y asqueroso del cerdo que abrió la división que me atormenta. Lo miré; él movió su hocico mientras olfateaba mi angustia; lo volví a mirar y con mi voz entrecortada pregunté por la vida de mi padre. Le comenté que ingresó porque tenía rasgado un ínfimo botón de su pecho. Hizo un gesto indescriptible en su abominable cara, dándome a pensar que no estaba haciendo caso omiso a mis palabras. Hizo una falsa reverencia para que continuara; respiré profundamente para darme fuerzas mientras con mi pensamiento descuartizo cada una de sus extremidades, lo miro y quito su piel desgarrándola de su cuerpo apestoso y sucio creando en mi mente un lago de sangre que no para hasta que lanzo en su piel rasgada sal en grano que se queda pegada en su grasosa piel desfigurada, causándole un dolor indescriptible que hace que se retuerza en el suelo y se ahogue en su inmundo ser, lo pienso y lo hago cada que lo recuerdo. Pero no podía perder los papeles, regresé a la realidad e intenté ser coherente y educado, respiré para proseguir con mi relato sabiendo que para él lo único importante es la lluvia de comida verdosa que representamos sus clientes.

Page 47: Cortando los Hilos del Titiritero

47

Page 48: Cortando los Hilos del Titiritero
Page 49: Cortando los Hilos del Titiritero

49

Mi padre era la marioneta más alegre y amable de todas las que he conocido en el mundo. Nunca fue un muñeco de trapo que vagaba en las esquinas de su cajón. Por el contrario, con una sonrisa siempre entrenaba su acto y a cada movimiento le ponía especial cuidado. Mientras hablo, automáticamente se dibuja una sonrisa en mi rostro, recordando cómo en las funciones familiares o para amigos, mi padre se paraba en la mesa y mostraba su habilidad y gracia al juntar sus manos en sus rodillas, las unía y se paraba cambiando cada mano de rodilla asombrando a la propia gravedad. Un muñeco que me enseñó a mí y a muchos que lo admiramos, que el trabajo es una carta de presentación que muestra cómo es cada uno de los que habitamos en este mundo. Como muchas cosas de los actos que vivimos son inexplicables, ver que mi padre ingresó a una sencilla operación insignificante de un botón mal gastado y que se haya encontrado en un estado precario, desmembrado de sus costuras, con su rostro pálido y sus labios rígidos sin muestra de alegría alguna en una camilla custodiada por hienas irreverentes que se burlaban de todo y de todos, incluso de su propia suerte; me sentí abatido por la incomprensión del monstruo sin corazón. El cerdo eructó, fue el sonido más lógico que emanó su cochina boca; abrió los ojos y torció su hocico, mostrándome su indiferencia, comentando luego, que en ocasiones, si una lana se deshilacha se puede correr y deshilar todo un muñeco. Mis ojos enrojecieron, mi voz se hizo firme, mi cuerpo se tensó y expliqué con gran molestia que no tenían nada que ver sus putos hilos deshilachados con el viejo botón de mi papá y que para que se destroce su cuerpo la única explicación que yo daba era una mala práctica al remover el botón. El cerdo abrió los ojos y su respiración se aceleró al verse en evidencia, sus patas temblaron mientras me daba una palmada en

Page 50: Cortando los Hilos del Titiritero

50

el hombro, no sé si intentando ayudarme a tranquilizarme hipócritamente o sujetándose de mí para no desfallecer por su estupidez, respiró el maldito profundamente dándome el nombre de otro puerco que llegaría a la mañana siguiente para explicarme lo sucedido. Con su cola entre sus patas corrió desapareciendo del pasillo, cerrando antes la puerta para que no pudiera saber qué pasaba en su pocilga. La noche seguía transcurriendo y pensaba en mi familia mientras intentaba acomodarme en la incómoda estructura de madera que era mi improvisada cama. El silencio puede ser estruendoso cuando los pensamientos recorren circularmente mi cabeza. Recordé la partida de mi madre a una función especial a Europa. Detesté al Titiritero al recordar su guión separatista; maldije a la oportunista muñeca asomada que hizo compañía a mi padre haciendo que los lazos rojos de su caja de pareja feliz con mi madre se rompan con las tijeras oxidadas de su anterior compromiso fallido. Incluso, me detesté a mí mismo por no pasar el suficiente tiempo con quien me enseñó a luchar en la vida, con el que me dijo que nunca hay que darse por vencido ni aún vencido. La noche fue larga. Los puercos que salían de la puerta no me decían nada, no hubo explicaciones, no hubo consuelo, no existió nada. Las lágrimas de mi esposa, que me abrazaba y de mi familia, que intentaban reconfortar mi pena, que también era de ellos, me hacían caer en cuenta que no estaba solo. La oscura noche poco a poco se desvanecía, dando la bienvenida a un nuevo día de invierno, sin sol, nublado y con amenazas de lluvia. De todos los lugares venían a preguntar por la salud de la alegre marioneta sin sonrisa, más familiares, amigos e incluso gente que no conozco me hacían recapacitar en el amor que mi padre entregó y que está presente cuando tiene que estar, no en una fiesta ni en una

Page 51: Cortando los Hilos del Titiritero

51

juerga, en el momento más difícil que es donde se valora realmente la amistad y amor que se siente por alguien.

No basta con conocer un personaje, si sabemos todo sobre él, debemos ponerle trabas y empezar con otro punto de giro en la narrativa, dando paso al emerger de un conflicto; éste puede ser lógico, darse tal vez por casualidad, darse por causalidad o simplemente es algo irracional que nadie puede comprender, pero de todas formas nos entretiene y lo vemos aunque esto signifique que nos desgarre el alma.

Gran hombre mi padre, por todos querido. Recuerdo mucho las charlas con él cuando nos sentábamos solos en la sala de nuestra cajita feliz… Él me dijo que nunca hay que huir de los problemas y que al Diablo tenía que verle a los ojos, nunca correr, siempre enfrentar mis obstáculos y pre visualizar mi futuro. Aquella cajita feliz… bueno, alguna vez lo fue. Cuando mis padres vivían juntos y actuaban en el mismo escenario, la función familiar era un show espectacular, una historia súper plena, de valores y de seres que llegaron a triunfar luchando. Una muñeca con una dura historia en la que tuvo que salir adelante sola, ya que el concepto de familia siempre fue disfuncional y una meta a seguir para hacerlo realidad. A diferencia de otras muñecas servir a su propia familia era normal, en ocasiones los suyos no la querían junto a ellos, es parte de su atormentado carácter de pelota que va de un lado a otro. Maldito Titiritero curioso, a la muñeca fuerte tenías que cuidarla por el simple hecho de ser única, pero probando tu fuerza y vanidad

Page 52: Cortando los Hilos del Titiritero

52

de creador intentaste romperla muchas veces tensando los hilos sin piedad. La historia perfecta salió de cartelera por el viaje de uno de sus personajes. ¿Cómo el resto puede continuar la obra? ¿El guión ha de ser modificado? La alegre marioneta de sonrisa eterna tiene que cuidar de sus muñecas y muñeco mientras su esposa está fuera intentando hacer lo mismo desde lejos. Titiritero sagaz y macabro, la sonrisa eterna empieza a desdibujarse, Titiritero irónico, sabías el blando material del que estaba hecho y que la soledad era un declive en el gran padre y esposo que fue la sonriente marioneta. Mi padre desempeñó sus funciones como siempre con mucho amor, enfrentando cambios de escenarios distintos y en ocasiones bruscos. Sus tres pequeños muñecos empezaron a estirarse y mientras lo hacían, la historia se alargaba también, pues cada una de las marionetas desarrolló una historia independiente dejando aquella dentro de sus vidas, pero ya no como función estelar. La marioneta en una esquina solitaria dentro de aquella caja ya no tenía sus colores vivos, su lazo rojo era cada vez más opaco, mientras transcurría un tiempo que para él se hacía eterno. Cada día que pasaba, el tiempo detenía el trayecto del segundero que en ocasiones parece ser que está dañado o que simplemente tiene el capricho de nunca andar; pero el tiempo pasa y mientras más miramos el reloj o esperamos el regreso de alguien, más eterno es el paso de aquellas manecillas indispuestas por moverse.

Page 53: Cortando los Hilos del Titiritero

53

Page 54: Cortando los Hilos del Titiritero
Page 55: Cortando los Hilos del Titiritero

55

Una marioneta no suele pensar mucho en la soledad, pues casi siempre está rodeada de otras similares, existe familia y amigos, pero una pareja es algo indescriptible que no se puede comprender y la distancia es un factor degenerativo en cualquier relación. Las parejas se cultivan con la constancia y el diario vivir, las acciones cuentan siempre las intenciones, éstas pueden ser buenas, pero siempre quedan en lo que son, “simplemente intenciones”. Cuando el Titiritero dejó sola a la marioneta de la sonrisa infinita, su pareja de acto surgía en Europa sufriendo por su condición de muñeca dura de material indestructible, sus hijas las muñecas tenían una función diferente llamada familias nuevas. Y yo, el último de los muñecos viajé también a otro país a formarme como creador, cansado de que siempre tengan que dirigir mis actos de una forma para mí ilógica e irracional muchas veces. Con la fuerza de mi madre y la nobleza de mi padre escribía mi propio guión llamado “emigrante”. Pobre marioneta de sonrisa cada vez menos infinita, sus hijos con actos propios, su compañera lejos y su soledad abrazándole con fuerza. La soledad es triste y se aferraba a la marioneta más alegre queriendo succionar algo de esa energía positiva que sólo él podía otorgarle. Los días transcurrían y a diario caminaba un largo trayecto hacia el trabajo, mirando a sus compañeras y compañeros con gran afecto.

Page 56: Cortando los Hilos del Titiritero

56

La empresa en la que trabajaba mi padre Ideal Alambres forjaba estructuras metálicas, alambres fortísimos, clavos seguros y un sinnúmero de accesorios que no sólo eran una venta, sino también eran materiales que fueron formando a mi padre desde sus comienzos. Empezó muy joven en la empresa Ideal y ya de muy joven era una de las marionetas más destacadas por su gran sonrisa, los chistes en el taller y su gran habilidad en el trabajo lo hicieron muy pero muy popular. Alambres fomentaba el deporte y participaba en torneos con otras compañías de marionetas. En muchos de los trofeos ganados fue partícipe mi padre. Él llevaba con gran orgullo los colores de su empresa, pues del taller fue ascendiendo reconocido por su talento y honestidad. Qué gran empresa la de Ideal, ahora entiendo por qué fue mi padre así, los materiales son tan vendidos y pioneros en la venta de alambres, no sólo porque forman estructuras duras, forman carácter y personalidad, venden estructuras metálicas indestructibles, mientras las marionetas se hacen como el acero, el flexible alambre muestra reflexivos pensamientos de vida que mi padre tenía siempre, las púas de algunos alambres protegían las ideas, que por más flexibles y reflexivas que sean, no eran penetrables y mucho menos variaban, firmes ante el pensamiento y flexibles ante la estupidez de muchos. La empresa Ideal Alambres creó la base de la gran marioneta en la que se convirtió mi padre, grandes amigos y por qué no decirlo, su familia. Lástima que la soledad seguía chupándole su energía positiva. Su trabajo fue un desfogue de su soledad, trabajando y cubriendo muchas veces turnos que no le correspondían, ayudando a sus amigos y ayudándose a él mismo, entreteniéndose en algo que no le hiciese sentir abrazado de su nueva

Page 57: Cortando los Hilos del Titiritero

57

compañera que traga gratis su vida, la soledad compañera indeseable que ya era parte de él. Cuando uno está en un estado paupérrimo de afecto y su familia está lejos o ha formado una nueva familia, es llegar a cuatro paredes solitarias, a encontrarse con la nueva compañera indeseable y gran sanguijuela depresiva. La soledad es la peor compañera, pues su único discurso es recordarte que no tienes a nadie. Dicen que cuando una persona es muy dadivosa y afectiva está acostumbrada a una constante muestra de cariño. Un perro podría ser una solución que cubra esa falta de afecto me dijeron una vez, pero a mi padre no le hizo falta comprar uno, pues siempre hay una perra muñeca asomada que busca encontrar afecto después de romper su imperfecto y fracasado matrimonio. Me imagino saber la clase de marioneta que fue mi padre, es un lujo que no se pueden perder muchas muñecas oportunistas como ésta. Claro, podría pensarse tal vez que la soledad de ella buscaba ser llenada, como la soledad de mi papá. Por otro lado y siendo realista, podría llenarse la soledad de esta muñeca de calzón de fácil acceso por alguien soltero o divorciado como ella, en fin… quién soy yo para juzgar la putería de la gente. Cada quien juzgará como quiera.

Page 58: Cortando los Hilos del Titiritero

58

La soledad de mi papá por una compañera de reparto y la influencia de aquella muñeca sin gracia y aparecida, hizo que al regreso de mi madre el divorcio sea una opción por muchos criticada y a otros, como a la gran mayoría, les tomara por sorpresa. Nosotros tuvimos una gran infancia y grandes enseñanzas de familia, de moral y de ética, los puntos de giros en la vida son indescriptibles, las obras de arte son así.

Page 59: Cortando los Hilos del Titiritero

59

Page 60: Cortando los Hilos del Titiritero
Page 61: Cortando los Hilos del Titiritero

61

Otra vez llegó la noche; maldito silencio. Mientras poco a poco las horas transcurrían, te escuché llegar. Tu sonido cada vez más fuerte aturdía mi cabeza. Otra noche más en el hospital de marionetas de los Andes. Un sitio que años atrás fue una eminencia, donde los que llevaban las batas blancas hacían una labor social y profesional. Aquellos seres eran marionetas con conciencia, pero decidieron dar la posta sin un raciocinio lógico, confiando en los cerdos que ahora regentan el oscuro lugar. Las horas pasan y los ruidos de las solitarias habitaciones nuevamente atormentaban mi cabeza. Las sombras duras daban paso a entes que deambulaban por los pasillos interminables de sufrimiento. El sonido de los cascos de las patas putrefactas y enlodadas de un cerdo que salía de aquella puerta impenetrable, me llamó la atención. Levanté mi cuerpo de mi dura y dolorosa cama improvisada. Rápidamente me incorporé, acercándome hacia el cochino cabrón de bata blanca. Con firmeza pregunté por el estado de mi padre. Por un momento deseé que los sonidos emitidos de aquella trompa maliciosa me reconfortaran y se transformaran en una caricia para mis oídos. Iluso de mí. Un cerdo sólo puede emitir gruñidos. Ninguna expresión en el rostro del cerdo. Su voz emitió palabras que resonaron como un eco incesante que giró por mi cabeza dando varias vueltas, bajando por mi garganta que se resecaba por la indignación; llegó a mi pecho y se posó en mi corazón, desgarrándolo y cuarteando hasta quitar un pedazo de él. “Estando aquí no va a cambiar el estado de su padre, sus pupilas están dilatadas, su cerebro se hincha, queriendo desbordarse por el agujero que hicimos en su cabeza. No hay nada que hacer.” Dijo el infame. Cómo no iban a dilatarse sus ojos, si la realidad nefasta de la estupidez de los cerdos y de ese guión mal hecho no lo podría ver nadie. Cómo no iba su cabeza a hincharse, si podrías pensar en mil

Page 62: Cortando los Hilos del Titiritero

62

cosas para dar solución o explicación a que un botón afecte a todo un sistema. Mi padre, que entró por sus propios medios a cambiar el botón de su pecho, tenía un infarto cerebral. Mi garganta seca, mi corazón roto y mis ojos con grandes lágrimas no me dejaban ver la situación como aquel cerdo lo decía. Su frialdad era insultante, su impávido rostro una ofensa a mi dignidad y aunque en ese momento la desesperación y la rabia se apoderaban de mí, no pude hacer nada, sólo rogaba a aquel personaje oscuro que sea la razón que hable por él, ya que corazón, sentimientos o tacto para dar una noticia era lo que no tenía el despreciable de la bata blanca. La semiótica y la semántica son herramientas que nos ayudan a explicar muchas de las cosas que queremos expresar. Los signos, su significado y su significante deben plantearse de forma clara para que jueguen a nuestro favor a la hora de informar. Causa y Efecto es una teoría aplicable en muchos casos y momentos de la vida. Se puede sin embargo trasgredir esta ley para denotar mayor dramatismo o evidenciar la injusticia.

El efecto de una situación siempre tiene una causalidad; si alguien va a la cárcel es un efecto, la causalidad de ese efecto será su crimen. En la lógica de cualquier guión sería un esquema racional, pero en el esquema de una pocilga sin ley no es aplicable, pues cada quien hace más grande el chiquero en el que vivimos, haciendo y convirtiendo a la sociedad en cerdos que se regocijan en su verde comida.

Page 63: Cortando los Hilos del Titiritero

63

Pensé en miles de conexiones lógicas para llegar al estado paupérrimo de ideas y raciocinio del estúpido cerdo sin cerebro. Ninguna conexión era lógica, de hecho, no existía conexión. El desconsuelo no era parte de mí. “No te des por vencido ni aún vencido.” La soledad me hizo hablar con el silencio, hizo gritarle de una manera que carcomía mis neuronas; hizo que por primera vez mire al cielo para ver al Titiritero, recordándole que en muchos de sus putos guiones, en el punto de giro más álgido y de mayor tensión se equilibra con un clímax ilusorio y sin explicación alguna, haciendo que el personaje en riesgo se levante y camine sin una razón lógica para el espectador, sacando una sonrisa de una cosa que llaman milagro. Mis lágrimas quieren salir de mis ojos, quieren recorrer mis mejillas con su calidez esperanzadora, pero, al no tener el puto hilo de fe que en ese momento lo anhelo, mis ojos están secos y mi rabia se proyecta a él. La luz es tenue. Las nubes grises anuncian una gran tempestad. No he dormido nada. El silencio se desvanece con la llegada de mi familia. Un cerdo nos reúne a todos, anunciando que la marioneta más alegre del mundo no tiene en su rostro la sonrisa a la que estábamos acostumbrados; que era cuestión de horas que el brillo de sus ojos se apague al igual que su vida. El efecto dominó se hizo presente. Cada corazón se desprendía cayendo uno sobre el otro, haciendo que las fichas de alivio se rieguen por el suelo una encima de otra sin poderse levantar. Mi cabeza no daba ninguna explicación coherente al acontecimiento. El cerdo gruñía estúpidos sonidos incongruentes de su hocico nefasto y malicioso. “No será una marioneta” decía. No podía comprender cómo tan activa y alegre marioneta podía rebajar su papel a un muñeco de trapo creado por ellos, sin poder mover ningún punto de su cuerpo, sin poder sonreír, sin poder observar su entorno y talvez sin siquiera comprender

Page 64: Cortando los Hilos del Titiritero

64

a sus seres amados. Mi cabeza no daba ninguna explicación coherente al acontecimiento. Quise destrozar en ese momento todo el puto hospital de marionetas de los Andes. Quise sacar a las marionetas y dejar a los puercos y hienas que habitaban en la pocilga. Quise destruir uno a uno los pilares mal estructurados hechos de excremento putrefacto de su castillo de dinero. Quise hacerlo muy despacio, con suavidad, para que cuando estos caigan aplasten poco a poco a esos inmundos seres, para que mientras el dolor atormente sus cuerpos por el peso del excremento de sus propias bases ideológicas, cojan conciencia de lo que es sufrir. Me habría encantado que sus familias estén presentes mientras de una gran lata, la gasolina caiga sobre sus cuerpos atrapados en su propia mierda, presentes cuando yo con mi rostro sin expresión les diga que las cosas son inexplicables en muchas ocasiones, pero que el Titiritero hace sus guiones por una razón. Cuando las familias se arrodillen e imploren que la trama cambie y sus lágrimas supliquen por la vida de aquellos monstruos que se arrepienten mientras sus huesos se desprenden y sus hocicos se ahoguen en la gasolina, yo siga sin expresión alguna y los regrese a ver arrepentidos y estire mi mano hacia ellos simplemente para arrojarles un fósforo encendido.

Page 65: Cortando los Hilos del Titiritero

65

Page 66: Cortando los Hilos del Titiritero
Page 67: Cortando los Hilos del Titiritero

67

La imaginación es un arma poderosa, los valores un muro impenetrable y si bien con mi mente puedo destruir, la razón nunca lo permitiría. Toda la familia lloraba con la noticia. Las lágrimas inundaron la sala. Propios y extraños se veían afectados por el cristalino líquido que invadía el lugar. Levantando mis pies de aquel charco fui a un sitio solitario. Con todas las fuerzas de mi garganta mandé a la mierda al puto Titiritero de negro humor y de maldito sentido literario sangriento. Encontré una pared que siempre fue un obstáculo entre el Titiritero y yo; una pared alta y mugrienta que llevaba escrita con mierda la palabra EXISTENCIA. Tomé viada para estampar mi cabeza sobre ella, intentando demolerla y darle un sentido a aquel garabato de la pared que en la sociedad es un icono de inferioridad. Nadie sabe de dónde venimos e intentamos crear nuestras propias teorías de la creación, pero esto lo hacemos para comprender el hijue puta ciclo que nos toca vivir. A dónde chucha vamos. No tenemos ni puta idea y mientras mi cabeza golpeaba el muro intentaba descubrirlo. No existe consuelo para una realidad tan dura como ésta. Cuando caí desfallecido al suelo, mi familia se acercó, intentando dar reconforte a mi corazón; intentaban tranquilizarme diciendo que el Titiritero arreglaría la historia. En ese momento, el sonido espeluznante de la puerta vieja de metal se hizo presente mientras se abría. Tras de ella, salían hienas y cerdos empujando una camilla oxidada y maltrecha, en la que viajaba la marioneta convertida en guiñapo. La camilla fue transportada sin cuidado alguno, golpeando contra las paredes a aquel muñeco de trapo que tenía su cabeza abierta mostrando en su costado alambres que desbordaban por el agujero

Page 68: Cortando los Hilos del Titiritero

68

que le hicieron. Cuando pasó, su rostro pálido violeta no tenía huella de su boca, peor aún de su eterna sonrisa. Cómo es posible que el tratamiento de las camillas sea igual de nefasto y absurdo como la historia en sí que me toca relatar. Cómo es posible que no exista cuidado en el sentimiento y sufrimiento de los que miran a su ser maltratado en esta historia. Cómo es posible que alguien tan explosivo como yo entre en un estado de shock tan grande que apenas puede mover sus pestañas. Las puertas de un ascensor fueron el escenario de una secuencia que engrandecía la estupidez. Los cerdos se amontonaban intentando entrar la camilla, las hienas y payasos sin forma también mostraban la carencia de sesos, empujando al ascensor a aquella camilla con el muñeco de trapo que algún día fue la marioneta más importante de mi vida. Las puertas se cerraron en cámara lenta, mientras mi corazón por el contrario latía a un ritmo de velocidad indescriptible. Mi cabeza pensaba en una habitación sucia de fétido hedor, con aparatos oxidados y antihigiénicos, preparados para la última tortura del muñequito de trapo.

Page 69: Cortando los Hilos del Titiritero

69

Page 70: Cortando los Hilos del Titiritero
Page 71: Cortando los Hilos del Titiritero

71

El cerdo se acercó y reunió nuevamente a la familia. Su olor era insoportable; de su hocico emanaba la mierda más intolerable que jamás escuché; la sinrazón de sus palabras era una ofensa a la inteligencia, pues le sometían a mi padre a la última intervención para luego justificar su incompetencia, diciéndonos que lo trasladarán a una nueva secuencia de la historia, donde el acto a presenciar sería la escena clímax de esta obra; que los parientes más cercanos tendríamos el boleto en primera fila del acto más aberrante del chiste sin gracia de un guionista estrafalario. Podríamos ver cómo el aliento se desvanece frente a nosotros.

Una vez dentro del conflicto tenemos que desvelar el desarrollo del mismo, dentro de éste existirán muchos más puntos de giros que harán una historia más compleja y atractiva.

En el hospital de marionetas de los Andes, encontré una capilla. Cuando entré vi paredes solitarias y bancos húmedos con lágrimas de aquellos que la visitaban. Miré hacia el frente y me encontré con dos maderos cruzados. Recordé que era el logotipo de aquella multinacional que vendía el hilo de fe. Recordé que lo interpretaban como el hijo del Titiritero, a quien por un momento quise pedirle ayuda, mientras me acercaba a él también recordé que, supuestamente, fue su padre el guionista de esta historia sin sentido. Cada paso que daba no me reconfortaba. Al contrario, me asqueaba el hecho de pensar en un ser macabro que teje los hilos a diestra y siniestra controlando las vidas. El desconsuelo se llenó en mi boca en forma de saliva y sin pensarlo dos veces escupí al hijo del Titiritero. No fue algo correcto, ya que este personaje creado para fomentar el amor, ha sido y será el más grande mártir de los

Page 72: Cortando los Hilos del Titiritero

72

absurdos guiones. Cómo confiar en un padre que crucifique a su propio hijo. Cómo confiar en un ser que justifique su asesinato con la excusa de que ha sido la mayor ofrenda para todos. Cómo imaginar que el resto del mundo no sólo perdone ese crimen, sino también que crea en su absurdo concepto. Si el guionista crea la historia y sabe todo de acuerdo a su plan divino, ya sabía sobre la resurrección, por tanto es un engaño a la humanidad, por lo que nunca hubo cordero de Dios. Qué pena que la creación de un gran personaje con un concepto de paz, de amor, e incluso de unos principios dignos a seguir por su firmeza revolucionaria en contra de las injusticias y del mal en general sea visto por su padre y por sus seguidores como un ser derrotado y abatido. No soy creyente y no estoy seguro de la existencia de muchas cosas, pero en todo caso si esta historia fuese real no creo que la recordaría con una figura tan precaria.

Page 73: Cortando los Hilos del Titiritero

73

Page 74: Cortando los Hilos del Titiritero
Page 75: Cortando los Hilos del Titiritero

75

La muñeca de madera oscura llamó de lejos; atormentada y por fin rota no sabía cómo expresar su dolor, diciendo en ocasiones incoherencias que más afectaba a su cuarteado pecho. El Titiritero por fin lo logró; rompió a la muñeca dura y a toda su familia. Pude pensar y entender a los seres creadores de vida. Mis padres jamás nos sacrificarían, preferían sacrificarse ellos para que nuestra vida sea mejor. Mi corazón y mi ser pedían a gritos que el Titiritero me reconforte y comprendí que el marketing tiene un público objetivo y lo que intenta es vender, pues es así que descifré que aquel siniestro, putrefacto, indoloro ser maquiavélico que escribe los guiones no es el Titiritero que a mí me han vendido. Como cualquier otro ser es manipulado, héroe omnipotente para muchos y un ser despreciable para otros. Dicen que nos creó a su imagen y semejanza, pues debe ser una esencia confundida, que hace su creación como cualquier guionista, dependiendo de su estado anímico. Si es padre creará perfiles psicológicos y físicos y dará la potestad a sus hijos, que elaboren y den forman a sus personajes. Muchas marionetas no tenemos el hilo conductor de fe comprado en una casa de títeres, con reglas absurdas y leyes contradictorias. Muchos buscamos un ser supremo y no un Titiritero. Otros, que son la gran mayoría, viven felices siendo marionetas y su hilo no es nada más que el conducto de su razón de ser que por más confusa e inentendible es su razón al fin y al cabo. Por otro lado, los más absurdos se aferran tanto al hilo conductor de fe, que se ciegan a la razón, se despojan de los hilos transmutando su condición a títeres que son manejados al antojo de su Titiritero; creado de la misma forma de la que ellos predican, a su imagen y semejanza. Curiosos los títeres…, pues dejan que les metan el puño por su trasero, manipulando sus ideas y se mueven al antojo de su absurda creación, creyéndose seres con la razón absoluta dentro de su propia estupidez, haciendo ver que son títeres titiriteros, sin

Page 76: Cortando los Hilos del Titiritero

76

darse cuenta que están empalados con un brazo largo y fuerte creado por personas poderosas que han elaborado de la fe una empresa multinacional de lucro ideológico por parte de la ingenuidad del creyente y a su fe utópica.

Cualquier persona que se pone una media en su mano y pinta en ella ojos y boca, cambia. Hará que la media diga y se mueva según su conveniencia y además le dará un perfil físico y psicológico a su antojo. Incluso, dará una voz absurda al personaje creado bajo su propia inseguridad de hablar. Estoy seguro que detrás de un títere o a través de él podemos descubrir muchas cosas, podemos crear un personaje que según nosotros no se parece al que lo manipula, pero la realidad es otra, el muñeco tendrá un aspecto totalmente diferente incluso en su voz, pero en su esencia demostrará los secretos más íntimos de aquel que lo opera. El muñeco dirá lo que uno quiera que diga diciendo en casos una verdad absoluta o por el contrario, una verdad creada para manipular. A mi forma de ver, de todas maneras, la verdad son seis letras que se interpretan según la cosmovisión de aquel que la cuenta, que no necesariamente es la misma que la del que escucha.

Page 77: Cortando los Hilos del Titiritero

77

Page 78: Cortando los Hilos del Titiritero
Page 79: Cortando los Hilos del Titiritero

79

Espero que un Dios exista y sea de una forma diferente de lo que me han vendido, espero que no sea un egocéntrico que obliga a la gente a adorarle casi a la fuerza, pues el castigo que existe es el sufrimiento eterno en las llamas del infierno. Espero que en verdad sea padre y cuide de sus hijos, espero que esa fuerza de paz en la que creo, llámese energía, naturaleza, buena vibra, o lo que sea, sea el Dios del que tanto hablan y jamás un Titiritero.

El clímax de una historia es el punto cumbre de la misma, el conflicto ha madurado y es hora de saber si ha de ser el conflicto vencido de una vez por todas o si por el contrario, éste ha sido radical y superará la trama.

Largos pasillos blancos, vacíos y sin gracia, el suelo estaba mojado, la humedad penetraba los huesos de cualquiera que pasara por allí, giré a la izquierda y miré al fondo del todo una luz encendida, la puerta se abrió y los cerdos salían de la habitación de mi padre. Caminé lentamente con el corazón destrozado e intentando dar un respiro profundo para darme fuerzas. Me detuve y volví a respirar, tomando aire nuevamente y con más ganas, como si esto fuese un remedio para que mis piernas respondan y encaminen su trayecto sufrido. De la puerta salió la muñeca aparecida, tenía un teléfono celular y al parecer hablaba con alguien, observé de lejos a la mujer que seguía hablando al lumbral de la luz de la alcoba de mi padre. La muñeca parecía estar llorando y quejándose con alguien. Era totalmente raro su proceder, me acerqué un poco, el llanto de la muñeca aparecida era marcado por su voz y sus gesticulaciones

Page 80: Cortando los Hilos del Titiritero

80

faciales, suspiraba mientras escuchaba y de vez en cuando se le dibujaba en su boca una mueca que parecía ser una tímida y escondida sonrisa. Miró justo donde yo estaba parado y al verme agachó su rostro y se secó sus ojos desérticos. El pañuelo no llevaba ni una sola lágrima de los vacíos ojos de la atormentada y sufrida muñeca aparecida de ojos secos. Al llegar la miré extrañado y pasé por la negra puerta que me separaba de mi padre. Al ingresar fui descubriendo poco a poco el lamentable escenario en el que me tocaba vivir. El escenario desproporcionado de sentido alguno; el suelo era blanco y también estaba húmedo, las sábanas blancas caían desbordadas por la cama metálica y fría, las paredes estaban cuarteadas por causa de una fuga en la tubería, el tejado del lugar empezaba a sonar anunciando la llegada de la lluvia. En la cama, desparramado y con apenas una bata minúscula, mi padre postrado, un guiñapo maltratado al antojo de la incompetencia de un sistema burocrático absurdo, maltratado por un guionista según la gente que sabe cómo hace las cosas, maltratado sin razón alguna por el simple hecho de querer cambiar un minúsculo rasguño en un botón de su camisa. Maltratado por ser prudente y pensar en su bienestar, por intentar hacerse ver antes que las cosas empeoren, sin tener ni la más remota idea de que en las pocilgas como ésta se entra sano y se sale con los pies por delante. No puede ser, la vida es un ciclo que nadie lo comprende, nadie tiene comprada la entrada a su espectáculo, nadie tiene la potestad de saber cuántas funciones durará su show porque siempre tienen que cerrarse las cortinas y terminar la función. Miré aquel rostro de la marioneta y no me explicaba lo que sucedía. Le tomé de la mano y recordé su acto. Le recordaba desafiando la gravedad abriendo y cerrando sus piernas

Page 81: Cortando los Hilos del Titiritero

81

mientras sus brazos se perdían de lado a lado formando un ocho acostado que a su vez me recuerda el signo del infinito. Le recordaba sonriendo y abriendo sus ojos brillantes que demostraban su reflejo más resplandeciente de alegría. Le recordaba y no podía sonreír, no podía si quiera reaccionar y pensar en lo absurdo de ese relato que contaba. Le recordaba abrazándome y diciéndome que me amaba, dándome un beso en los labios y sacudiendo mi cabeza. Le recordaba y no podía dejar de hacerlo. Le recordaba sentado en el sofá frente a mí, explicándome cómo es la vida y cómo hay que vivirla respetando a todos. Mis manos se ponían rígidas como si se quisieran paralizar. Un hormigueo recorría mi cuerpo estático que sentía el escalofrío que circulaba por cada molécula de mi ser. Le recordaba y le seguía recordando, mirando la clase de padre y amigo que fue, sin tabú ni restricciones para ningún tema, con la más admirable paciencia ante mis diabluras. Le recordaba y nunca podré olvidar al personaje que siempre estuvo a mi lado. Le recordaba porque recordar es vivir y por eso sigo recordándolo aunque él ni se inmuta en esa helada cama. Le recordaba como todos los que lo amamos y mientras lo hacía me indignaba por no saber la razón de estar frente a él en esta condición de muñecos de una puta historia mal contada. Lo recordaba para pasarle toda mi energía mientras acariciaba el tatuaje de su brazo; lo acariciaba temblando y con la garganta seca y en el pecho una escalofriante angustia, tocaba su frente y miraba su rostro apagado, me acerqué a darle un beso y no encontré el dibujo de sus labios. Lo recuerdo y siempre lo recordaré, porque para mí fue un ejemplo, fue un modelo a seguir, fue mi súper héroe, fue el único ser en todo el mundo que ha tenido la capacidad de perdonarme, el único ser que ha creído en mí sin

Page 82: Cortando los Hilos del Titiritero

82

dudarlo ni una sola vez. Lo recordaba porque aunque mientras lo hacía poco a poco se iba extinguiendo su vida. Lo recuerdo y nunca dejaré de recordarlo porque aunque su respiración cesó en un último espasmo muscular, sé que lo reviviré aplicando lo que él me enseñó y estará vivo por siempre mientras lo siga recordando. Mis lágrimas eran inmensas gotas de dolor e indignación. No tenía consuelo alguno, nadie lo tiene en ese instante de tormento ni puede tranquilizarse, ni nada de lo que cualquiera pueda decir o hacer aplacará ese sentimiento.

Page 83: Cortando los Hilos del Titiritero

83

Page 84: Cortando los Hilos del Titiritero
Page 85: Cortando los Hilos del Titiritero

85

La puerta se abrió y una zorra agazapada entró en medio de nuestro lacerante dolor. No tenía cuerdas, no era una marioneta, sino una fanática del Titiritero que impertinente como el mismo estúpido que la controla, se acercó a la cama e intentó sujetar la mano de mi padre. Sacó un libro negro que estaba escrito por otros títeres religiosos. Mi dolor era grande y estaba colérico. Pregunté a la zorra si de casualidad conocía a mi padre, o si alguna vez en su zorra vida se cruzó con él. Me respondió que nunca y que lo que ella hace es vagar en el hospital esperando su oportunidad para rezar cuando alguien fallece, según la zorra para reconfortar a la familia y recordar los lazos de fe. ¡Lazos y fe su puta madre…! Oportunistas vendedores de mierda, intentan incluso entrar en medio de mi dolor a recordarme que no sólo es que perdí a mi padre sino también es algo bueno porque fue así su plan. Quieren que me pare y aplauda al puto Titiritero porque según ellos él lo quiso así. ¡Qué bestias más absurdas,! son la creación del Titiritero…, a su imagen y semejanza dentro del conflicto de quién es más mentecato en su existencia. Cómo pueden ser tan oportunistas e intentar vender su puta fe en los momentos más duros. La zorra avergonzada o asustada después de mi intervención salió corriendo con el rabo entre sus patas, luego pasó algo aún más indignante, por lo visto los vendedores del hilo del Titiritero no se terminaban, el próximo en pasar estaba vestido de negro y con una mancha blanca en su garganta, era un cóndor de los Andes, un carroñero que nunca caza, un carroñero que se aprovecha de la muerte de otros seres para poder alimentarse. Me salí por respeto a mi familia ya que muchos de ellos creían todavía en el Titiritero y en el absurdo sistema que rige sus vidas.

Page 86: Cortando los Hilos del Titiritero

86

El cierre de la historia no es nada más y nada menos que la despedida, que puede ser alegre con la típica frase “y vivieron todos felices y contentos…” o el común final abierto que hace que el espectador sea quien ponga el desenlace que desee. De todas formas, existe un último acto en el que se crea un mensaje por parte de su guionista.

La muñeca asomada al día siguiente de fallecer mi padre fue a buscar el dinero de la compañía donde él trabajaba e intentó quedarse con la cajita que construyeron mis padres y en la que algún día fuimos felices. Inexplicablemente la empresa a la que mi padre le dedicó su vida y que consideraba su hogar, por lo visto o de cara a lo que yo pensaba, no era así, pues al fin y al cabo todo alambre a largo plazo llega a oxidarse, es así que una empresa que respetó en su tiempo a la familia, hoy premia a las AMANTES esposas. Los cerdos como era de esperarse dijeron que la muerte de mi padre no fue culpa suya sino una voluntad del Titiritero de todos. Mi familia por más ilógico que parezca creyó a los cerdos y están felices dentro de su bendita ignorancia, creyendo que a mi papá no lo asesinaron unos médicos incompetentes sino que fue parte del plan divino del Titiritero.

Page 87: Cortando los Hilos del Titiritero

87

Page 88: Cortando los Hilos del Titiritero
Page 89: Cortando los Hilos del Titiritero

89

El cierre siempre es necesario, ya que es aquí donde podemos dejar un mensaje, recordando que una obra digna de presentarse incluso como ésta, hecha con odio y furia por parte de un hijo maniatado ante la situación, debe tener una base comunicacional, educando, informando y entreteniendo.

Mi padre falleció y pasaron cosas dignas de comentar. Me enseñó lo que es la vida y aprendí sufriendo la última lección de su muerte. En este punto de mi vida me doy cuenta que soy una persona que busca muchas respuestas. Una persona y no un muñeco sometido a los hilos y enredos de un Titiritero. No sé de dónde vinimos ni a dónde vamos. Hay dos grandes teorías: la una dice que el universo se creó gracias a una explosión y que seres pequeños evolucionaron llegando a ser lo que hoy por hoy somos; la otra es igual de fantástica y nos dice que un ser supremo creó todo lo que está a nuestro alrededor. Realmente el principio mismo de estas teorías no se sostiene pues nadie sabe de dónde salieron los primeros seres que llegaron a explotar en el Big-Bang o explosión universal. Tampoco saben explicar la segunda, pues nadie puede pensar de dónde salió el ser que creó todo, eso sería pecar. Pienso en que cualquier creencia o fe en un ente superior es importante, no sólo por el hecho de que la humanidad sea compleja, sino que también es insegura y busca un ser supremo en el que se pueda apoyar. Al igual que un hijo se apoya en su padre y un padre en su hijo, creo que un ente o energía está ahora mismo viéndome junto a mi padre, tal vez sea Dios, un Dios que lo conoceré cuando me vea con mi papá. No puedo aventurarme a describirlo, pero estoy seguro que no es él quien obliga obediencia y quema en las llamas a los que no se someten. Aprendí que la explicación y la razón lógicas son frías en demasía y que la fe es necesaria

Page 90: Cortando los Hilos del Titiritero

90

en las personas. Admiro a mi familia por pensar que todo está bien y que su Dios llevó a mi padre, los respeto pues es así como todos pueden sentirse reconfortados. Las marionetas somos la mayoría de personas en el mundo que no tenemos idea de un camino a seguir, todos intentamos ser guiados por alguien o por algo, no todos tenemos el hilo conductor de fe en nuestra cabeza, pero de todas formas nos gusta ser llevados por alguien. Los que tienen el hilo deben sus vidas a su Dios, los que no lo tenemos debemos nuestra vida a nuestros seres queridos ya que fueron nuestro modelo a seguir. Los Títeres para mí son personas que no tienen sentido común, que siguen una fe sin entenderla, que creen que ellos tienen la razón de todo, que el resto de las personas están equivocadas, estos seres se creen dioses, pues como son creados a la imagen y semejanza de sus propios dioses absurdos practican su mismo egocéntrico ritmo de vida, no respetan a otras personas y pasan por encima de todos matando o creando seres vegetales e inertes o como yo los llamo muñecos de trapo que causan dolor e impotencia en sus seres queridos.

Page 91: Cortando los Hilos del Titiritero
Page 92: Cortando los Hilos del Titiritero

92

Este relato no intenta despreciar a la gente que cree en Dios, intenta aclarar que no de todo en la vida puede tener la culpa un ser al que no lo vemos, no podemos creer que cuando las cosas están bien es gracias a Dios y si todo está mal excusar las falencias agradeciendo al mismo Dios por su plan divino, dejando libres a los verdaderos asesinos que se creen dioses jugando con la vida de otros seres y culpando a Dios para justificar su negligencia. Este relato lo escribo tras la muerte de mi padre y aunque ha sido difícil hacerlo espero que esté claro que no soy una persona en contra de Dios, soy una persona en contra de la concepción que ha hecho la gente de él. Pienso que gracias a eso mi familia no permitió que enjuicie a los asesinos de mi padre, médicos que a día de hoy me imagino ni recordarán lo sucedido porque ya es habitual en nuestro país, dejamos pasar las cosas y perdonamos en nombre de Dios, dejando que la corrupción o los asesinatos de la gente sigan su curso creando una normativa colectiva que a mi juicio debe cambiar.Yo por mi parte tendré vivo a mi padre mientras lo siga recordando y viviendo como él me enseñó y nunca seré un muñeco, pues en este mismo instante que me despido estoy cortando los hilos del Titiritero.

Héctor Cobo Gómez

Page 93: Cortando los Hilos del Titiritero

93

Page 94: Cortando los Hilos del Titiritero
Page 95: Cortando los Hilos del Titiritero

95

Este libro no sería posible sin la colaboración de varias personas que de una u otra forma me dieron confianza para levantarme. En primer lugar, mi esposa, que es el pilar de mi camino, apoyo incondicional y compañera de mil batallas de la vida. Mi familia que siempre ha es-tado allí a pesar de la distancia. Mis amigos diseñadores Adrián Lara, David Venegas, Juan Francisco Torres, Paulina Soto, Marcos Paredes, quienes fueron fieles testigos del proceso del diseño y grandes críticos y maestros en el montaje. Mi amigo Jorge Pasquel que como siempre puedo contar con su gran sapiencia y consejo. Los modelos que colaboraron y me tuvieron paciencia en las sesiones fotográficas. A quienes confiaron en mí para que este proyecto sea una realidad palpable.

Page 96: Cortando los Hilos del Titiritero

Derechos de Autor: Héctor Cobo Gómez Bajo las licencias de :

Creative Commons - Ecuador

Page 97: Cortando los Hilos del Titiritero

97

Héctor Cobo Gómez

Cortando los hilos del Titiritero (2010)Relato

Quito Puro y Duro (2008)Guión cinematográfico

Premio Desarrollo Cinematográfico del Ecuador

Al Otro Lado del Charco (2006)Novela

Page 98: Cortando los Hilos del Titiritero
Page 99: Cortando los Hilos del Titiritero
Page 100: Cortando los Hilos del Titiritero