copos de nieve 2010 - nro 27

Copos de Nieve - Nº 27 - Agosto 2010 www.antarkos.org.uy

ISSN 2074-8574 Número

27 Agosto 2010

Apoyamos a Uruguay en la Antártida

Revista Digital de la Asociación Civil Antarkos

FESTEJOS CELESTES EN LA ANTARTIDA La garra charrúa, se muestra en el continente helado CONCURSO DEL SABER CONCURSO DEL SABER CONCURSO DEL SABER ANTARTICO 2009ANTARTICO 2009ANTARTICO 2009 El ganador visitó la Antártida

LA VIDA EN LA BCAA Reportaje de Lorena Castellano

PERIPECIAS DE LOS PIONEROS Guillermo Cervetto nos cuenta su historia

ARTE & CIENCIA

Investigaciones Antárticas de Uruguayos en EAC 2010

COPOS de NIEVECOPOS de NIEVECOPOS de NIEVE COPOS de NIEVECOPOS de NIEVECOPOS de NIEVE

2 Copos de Nieve - Nº 27 - Agosto 2010 www.antarkos.org.uy

COPOS DE NIEVE Nº 27 agosto 2010 Revista Digital publicada por la Asociación Civil Antarkos

Apoyamos a Uruguay en la Antártida Segunda época

ISSN 2074-8574

Comisión Directiva 2010-2012 Presidente: CA (R) Oscar Otero Izzi Secretario: Cnel. Waldemar Fontes Tesorera: Lic Mariela Di Cristófaro

Vocal: Mag. Leonardo Latorre Vocal: Prof. Sonia Cabrera

Comisión Fiscal 2010-2012

Presidente: Dra. Silvia Peruggia Vocal: Dra. Esc. María del Rosario Ferreiro

Vocal: Cnel.(R) (Nav) Bernabé Gadea

Asociación Civil Antarkos Fundada el 7 de octubre de 1999

personería jurídica 8439.

La correspondencia puede ser dirigida a la sede del Instituto Antártico Uruguayo:

Avenida 8 de Octubre 2958. CP 11600 Montevideo, Uruguay

Teléfono: ( 598-2) 600 0251 email a: [email protected]

Web: www.antarkos.org.uy

Diseño gráfico y edición

Cnel Waldemar Fontes [email protected] Editor responsable

CA (R ) Oscar Otero Colaboradores en este número Dr. Alejandro Py Dr. Guillermo Cervetto Cnel Waldemar Fontes Tte Cnel Ricardo Saravia Sra. Rosario de Mattos Fuentes Web de presidencia.gub.uy Diario El Telégrafo - Paysandú Proyección a la Antártida ACEUM Visión Marítima SUPCYT - Sociedad Uruguaya para el Pro-greso de la Ciencia y la Tecnología Oficina de RRPP del Instituto Antártico Uruguayo


INDICE Página

Antarkos dictó conferencia en Scuola Italiana…………………………… 4

Editorial ………………………………………………………………….. 5

El medicamento mágico …………………………………………………. 6

Festejos celestes en la Antártida …………………………………………. 7

La Garra Charrúa .……………………………………………………….. 8

El ganador del Concurso del Saber Antártico 2009, visitó la Antártida ... 10

La vida en la Base Artigas ……………………………………………….. 12

Peripecias de los pioneros ……………………………………………….. 18

Proyección a la Antártida ………………………………………………... 23

Arte y Ciencia …………………………………………………………… 24

Marosa la foca curiosa …………………………………………………... 26

Para saber más …………………………………………………………... 28

Club de Ciencia ………………………………………………………….. 29

Carátula: la Base Científica Antártica Artigas en Junio de 2010 Foto de Natalia Pereira (Antarkos 26)

Las historias de Marosa la foca curiosa, se pueden leer en la Revista Charoná www.charona.com

Las opiniones vertidas en los artículos firmados son de responsabilidad de sus autores y no son necesariamente compartidas por la Comisión Editorial. Copos de Nieve, se publica bajo Licencia Creative Commons


El 11 de junio, en el Aula Magna de la Scuola Italiana di Montevideo, tuvo lugar una charla-presentación dictada por la Ascociación Antarkos, con apoyo del Instituto Antártico Uruguayo, sobre la Antártida.

Durante las actividades desarrolladas, Antarkos hizo entrega al Director Ricardo Romero, del libro El color del hielo , con cuentos sobre la Antártida, actualmente en poder de la Biblioteca de la Institución. Por este cuento, Waldemar Fontes, su autor, obtuvo la segunda mención en el 6º Concurso de Cuento y Poesía organizado por la Casa de la Cultura de la Intendencia Municipal de San José en 2008

En la mencionada charla, se expuso una reseña de los descubrimientos antárticos y de la historia del Uruguay en la Antártida.

En representación del Instituto Antártico Uruguayo (IAU), la meteoróloga Beatriz Barcos, habló sobre la importancia y los alcances del Tratado Antártico y demás aspectos jurídicos que rigen la presencia de la actividad humana en el continente.

Alumnos de IIIº Lingüístico mostraron una presentación en Power-Point "Uno sguardo sulle Antartide", acerca de la presencia de Italia en el continente Austral, a través de las Bases Tudrelli y Concordia.

También se expusieron interesantes maquetas elaboradas por los alumnos de 2º Año del ciclo Básico (IIIº A y IIIº B de Scuola Media) presentando diversa información del continente, la que fue complementada por la observación de rocas de la isla Rey Jorge

Fuente: www.scuolaitaliana.edu.uy

Antarkos dictó conferencia en Scuola Italiana

Beatriz Barcos (IAU), Prof. B. Ivaldi y CA(R) Oscar Otero en la Scuola Italiana


“…Apoyar a la presencia de Uruguay en la Antártida, mediante la colaboración en las actividades de investigación, su promoción y difusión…a través de la cooperación económica, social, moral y profesional de esas actividades, así como brindar los medios para mejorar la adaptación y funcionamiento de las bases uruguayas en la Antártida.”

Objeto social de “ANTARKOS – Apoyamos a Uruguay en la Antártida”, es lo que nuestra Asociación tiene en su horizonte permanente y nos ayuda a transitar por todos los caminos que conduzcan a él.

ANTARKOS fue fundada el “Día de la Antártida” del año 1999, cuando Uruguay cumplía catorce años como Miembro Consultivo del Tratado Antártico, fecha elegida como forma de homenajear a todos los compatriotas que brindaron sus mejores esfuerzos en pos de un sueño que se estaba cumpliendo.

El 28 de agosto de 2000 le era otorgada la personería jurídica; ese día el Instituto Antártico Uruguayo cumplía sus veinticinco

años de fundado. Esta “casualidad” la hemos tomado como un reto que nos motive a nunca bajar nuestros brazos en pos de lograr que nuestros conciudadanos comprendan y aquilaten qué significa que Uruguay esté en la Antártida.

COPOS DE NIEVE, en su origen medio de expresión de la Dotación Antarkos 25, se ha transformado ahora en el medio digital de difusión informativa de nuestra Asociación y a través de él buscaremos acercarnos de una manera didáctica y amena a todos los internautas de nuestro planeta, para profundizar la tarea de difusión de las actividades de Uruguay en el Continente Blanco.

Actividades éstas que desde sus inicios fueron pensadas con seriedad, planificadas con acierto y ejecutadas con pasión, gran esfuerzo y alargando siempre el paso.

COPOS DE NIEVE será el encargado de informar a Uruguay y al mundo cómo se inserta nuestro país en el concierto antártico y cómo los uruguayos del presente honramos a quienes nos han precedido.

EDITORIAL

Contra Almirante (R ) Oscar Otero Presidente de la Asociación Civil ANTARKOS


Parece que todos llegan a la Antártica esperando encontrar respuestas salvadoras, respuestas que calmen el dolor que alivien el sufrimiento, buscando en sus investigaciones una clase de medicamento mágico, parece que algunos confían tanto en la figura física del médico que dejan sobre su escritorio las vivencias más intimas de su alma entera. Muchas veces el dolor físico se transforma en dolor del alma, cuando se dejan ver lágrimas de sufrimiento, cuando se abre el corazón de par en par para que el otro entre, cuando el solo escuchar o una sonrisa amable parece aliviarlo todo, comienza ese tipo de relación “mágica” que solo se da entre el que cura y el que sufre. Esto nos lleva a pensar que precisamente los que curan no tienen por que ser profesionales y los que sufren no tienen por qué ser pacientes. Nos separamos de los conceptos tradicionales para introducir uno más moderno: el del medicamento mágico. Muchos preguntan -si solo supiera qué hacer lo haría, díganme donde ir para mejorarme y lo haré, dígame con quien consultar que sea más experto… Muchos dirán no importa el precio solo quiero la calma de mi sufrimiento. Entonces cuando esto sucede sin darse cuenta ellos están buscando el medicamento mágico, la triste historia continua en que algunas veces el medicamento está muy cerca de nuestras manos, aún muchas veces guardado en nuestros cajones al alcance de la cura del sufrimiento. El drama real es que para que el sufrimiento calme el propio paciente debe abrir el cajón. Si todos abrieran el cajón o sea tuvieran la disposición real de efectuar un cambio interior duradero o perdurable con el equipaje que cada uno trae a cuestas y va formando con su propia vida interior (los amigos, la familia, los talentos, etc.) entonces habrá encontrado el medicamento mágico. Pero el médico en fin solo escuchó, solo le ayudó con herramientas capaces de abrir su propio cajón lleno de su equipaje personal. El medicamento mágico curó el sufrimiento del dolorido.

Pero allí, detrás del escritorio, quedó el médico cada día con cientos de cargas en su propia alma, de sus propios pacientes. Al finalizar el día el mundo espera que él se levante del escritorio y siga su vida real, pero debajo de su túnica hay varios kilos más, los de cada paciente que pasó buscando el medicamento mágico. Será solo el equipaje propio del médico lo que le ayude a levantarse y seguir su vida tratando de tener más problemas reales y menos imaginarios. Encontramos a lo largo de la vida amigos que son parte de nuestro equipaje, son esos que nos ayudan a levantarnos de atrás del escritorio cada día; esos que nos dan más alegrías que tristezas, esos que son positivos cuando nadie lo es y esos que están con nosotros sin necesidad de tener que buscarlos. Entonces esa clase de amigos se transforman en parte de la formula de nuestro medicamento mágico.

Dr. Alejandro Py Médico de la Base Científica

Antártica Artigas Dotación Antarkos 25

Verano 2009

Convivencia en la Antártida

EL MEDICAMENTO MÁGICO Por Dr. Alejandro Py

La Enfermería de la Base Artigas, en el local que funcionó entre 2000 y 2009


FESTEJOS CELESTES EN LA

ANTARTIDA

RealistaNeutral l 04.07.2010 | 21:57 dijo: Este si que fue un festejo fuerte,lo miraba y lagrimeaba porque el viento se los llevaba y dandole a la lonja de guantes jajaja. . .!Grande Yoruguas,Aguante la Celeste!

almen10 l 04.07.2010 | 21:52, dijo: Estos muchachos haran derretir la Antartida tambien ,si acá casi no sobrevivimos a tanto sufrimiento hasta el ultimo minuto,a tanta emoción ,a tanta alegría,saludos a todos los uruguayos que están en la Antartida...

La Selección de Fútbol de Uruguay conquistó el 4º Puesto en el Mundial de Sudáfrica 2010. Al igual que otras partes del planeta, los uruguayos allí presentes, vibraron y se emocionaron con cada partido y mostraron sus festejos subiendo fotos y videos a Internet. Compartimos su alegría y transcribimos algunos comentarios de uruguayos por el mundo.

fitmel2003 dijo: Me sigo emocionando con los festejos... siempre hay una grito de "vamo arriba Uruguay"... hasta en la mismísima Antártida!

elmurguista dijo: Que grande!!! Vamo arriba la celeste que no ni no!!! Que garra loco!!!


nos hace muy, pero muy difícil, encontrar las palabras adecuadas para transmitir lo que todos los orientales sabemos, conocemos y respiramos desde nuestro nacimiento en cualquier punto de nuestro país.

QUE LOS TRIUNFOS DE LOS URUGUAYOS SE DEBEN A LA GARRA CHARRÚA.

Y es a partir de julio del año 2010, que un ejemplo práctico nos hará mucho más fácil esta tarea.

La actuación de la Selección Nacional de futbol en la Copa del Mundo de Sudáfrica 2010.

Este grupo de hombres que defendió la camiseta celeste en esta oportunidad, nos demostró a propios y extraños cual es el concepto que el uruguayo maneja, al referirse a la GARRA CHARRÚA.

Un grupo forjado en el duro crisol de la fase eliminatoria sudamericana, a lo largo de casi 3 años de enfrentamientos mensuales separados por poco días con los mejores combinados nacionales, formados por los mejores jugadores del mundo, los cuales defienden a los equipos mas importantes de las ligas mas competitivas del planeta.

Esto como si fuera poco, disputados en diferentes campos de juego ubicados en la altura, el llano, con temperaturas bajo cero y las más altas y húmedas de Sud América, con largos y agotadores desplazamientos que

Es muy común, para aquellos uruguayos que hemos tenido la posibilidad de departir informalmente, por cualquier motivo, en cualquier ámbito dentro o fuera del territorio nacional, con personas que no han nacido ni viven en nuestro país, que el tema fútbol se toque en nuestra charla o se utilicen alegorías futbolísticas que todos comprenden al ser este el deporte más popular sobre la tierra.

Y cuando de futbol se trata el extranjero recurrentemente pregunta:

¿Como es posible lograr para un país con solo 3 millones de habitantes, éxitos futbolísticos impensables para otras naciones con mucha más población y medios materiales?

La respuesta aflora casi automáticamente a nuestra boca: ES DEBIDO A LA GARRA CHARRÚA

Normalmente no será tan fácil conformar a nuestro contertulio y rápidamente nos interrogará.

PERO, ¿QUE ES LA GARRA CHARRÚA?

En este caso la explicación nos resultará un tanto más complicada y para ello en más de una oportunidad, ensayaremos una suerte de respuesta intuitiva o incursionando en áreas y temas que no conocemos. A pesar de ello y en la mayoría de los ocasiones se

Desde la Base Artigas

LA GARRA CHARRUA... Por Tte.Cnel. Ricardo Saravia


perjudican notoriamente a los futbolistas en su rendimiento, pero que solo son escollos a vencer para disputar lo que el mundo observa, las finales de la Copa del Mundo.

Es por ello que las justas cuasi heroicas y con una gran dosis de emoción, no hace temblar el pulso al jugador de futbol de nuestro país y le permite una fortaleza espiritual en la definición, prácticamente inigualada en otras latitudes.

El trabajo en equipo, no darse por vencido ni aun vencido, dejar hasta la última gota de energía en pos de lograr el objetivo, el sacrificio individual para lograr el objetivo grupal, son características que han destacado a esta selección durante el mundial de Sudáfrica 2010.

Por ello gracias, muchas gracias, a todos los que nos representaron y hoy nos permiten explicarle más fácilmente al amigo extranjero, el significado de la GARRA CHARRÚA. Nos han hecho muy felices.

Pero este pequeño artículo no pretende agotar el tema en el deporte, sino que para todos los antárticos quiere ser un reconocimiento especial. Porque estas cualidades puestas de manifiesto por nuestros atletas, son las que nos dan la fuerza, cuando llega la hora de cumplir con las diversas tareas que son necesarias, para el funcionamiento de nuestra querida Base Científica Antártica Artigas.

Sometidos a condiciones extremas de clima y terreno, la pericia de nuestros pilotos y marinos para operar sus medios, la descarga de abastecimientos del buque, las maniobras de combustible, donde participan todos aquellos que se encuentren en la base, las actividades de la dotación como las maniobras de agua y trabajos de mantenimiento, el trabajo de campo de los científicos, la planificación que realiza

cada una de las Direcciones del Instituto Antártico Uruguayo, la totalidad de las tareas que hacen e hicieron, todos los que son o han sido parte de las Dotaciones Antarkos desde el año 1985, reflejan la GARRA CHARRÚA, condición necesaria e imprescindible para superar obstáculos y cumplir con los objetivos propuestos.

Por sobre todo para demostrar al mundo que todos juntos podemos y sabemos llevar bien en alto el prestigio de nuestro país en la situación que sea.

En el Uruguay existen muchas personas en todos los ámbitos que demuestran la GARRA CHARRUA continuamente. Los hemos visto en las innumerables imágenes de nuestros antecesores, lo vemos diariamente en las frías mañanas de invierno y los calurosos mediodías de verano y lo veremos sin duda alguna en las generaciones que vienen.

Tte. Cnel. Ricardo Saravia Jefe de Base Científica Antártica Artigas julio 2010


BASE CIENTÍFICA ANTÁRTICA ARTIGAS, Isla Rey Jor-ge. (Por Lorena Castellano Rivero). Tras no ser adecua-das para el vuelo las condiciones meteorológicas y pospo-nerse el viernes, ayer la misión uruguaya llegó a la Isla Rey Jorge, que forma parte del continente Antártico. Una sensación térmica de 20 grados bajo cero dio la bienveni-da a los uruguayos, entre ellos los sanduceros Pablo Ri-voir Piaggio, liceal ganador del Concurso del Saber Antártico 2009, y la periodista de EL TELEGRAFO, Lore-na Castellano. El jueves fue el día de la partida desde Montevideo rumbo a la Antártida, luego de ser pospuesto por problemas ope-rativos. Los integrantes de la misión se reunieron en la Base Aérea Nº 1 dos horas antes de la partida, y a las 12 y 25 el avión Hércules C130 de la Fuerza Aérea Uruguaya decoló de suelo uruguayo, comandado por el Teniente Coronel aviador De León. Camaradería y buen ánimo reinó durante el vuelo, caracte-rizado por un ensordecedor ruido de los cuatro motores del enorme avión, que además de los integrantes de la misión, llevaba repuestos y provisiones para la Base Científica Artigas, en la Isla Rey Jorge. A pesar del fuerte viento, que puso a prueba las habilida-des de los pilotos a la hora del aterrizaje en el aeropuerto internacional “Carlos Ibañez del Campo” (Punta Arenas, Chile), el Hércules llegó sin ningún contratiempo a suelo chileno a las 16 y 35 hora local (17 y 35 de Uruguay). Pero el fuerte viento, de 90 kilómetros, hizo tambalear a algunos de los uruguayos que integran la misión, aunque esto no sorprendió a muchos, conocedores del lugar por viajes anteriores. Después de ubicarse en sus respectivos hoteles, algunos de los integrantes de la misión optaron por recorrer la pinto-

resca ciudad. Otros también aprovecharon a besar el pie del indio patagónico, en el monumento a Hernando de Magallanes, siguiendo la leyenda que asegura que quien besa el pie del indio regresa a Punta Arenas. FRUSTRADO INTENTO Pero el viernes los uruguayos tuvieron la oportunidad de recorrer aún más Punta Arenas pues las posibilidades de “cruzar” hacia la Antártida se fueron con el viento. La situación climática no lo permitió y el grupo integrado por investigadores, técnicos que pondrán a punto la base para el invierno, relevo de personal e invitados, tuvo el día li-bre. Esa mañana, en la Isla Rey Jorge la temperatura era de 14 grados bajo cero, con una sensación térmica de 40 grados bajo cero debido al viento. Al día siguiente, a las 6, todos estaban listos con la espe-ranza más firme de viajar hacia el continente blanco debi-do al pronóstico meteorológico. Felizmente, las condicio-nes se dieron para emprender el viaje. El Hércules decoló a las 8 y 25 hora local (9 y 25 de Uru-guay) del aeropuerto de Punta Arenas, y las fotografías y la camaradería hicieron corto el trayecto. Quienes no lo hicieron en el hotel, aprovecharon para ponerse el equipo de frío, pues no se puede bajar del avión sin la indispensa-ble ropa para soportar las bajas temperaturas. Para quienes nunca habíamos visitado la Antártida, las expectativas eran muchas y las interrogantes también. Na-die olvidó poner en práctica todas las recomendaciones para protegerse del gélido aire polar, realizadas por aque-llos que ya conocen cómo son las temperaturas antárticas. BENVENIDA HELADA La Antártida dio una blanca y helada bienvenida a la mi-sión uruguaya a las 11 y 50 (hora uruguaya) en la pista de la Base Frei de Chile. La temperatura llegaba a los 10 gra-

El ganador del Concurso del Saber Antártico 2009, visitó la Antártida

El continente helado dio la bienvenida a los sanduceros. Fuente El Telégrafo, 2 de mayo de 2010


rentes tareas para realizar los trabajos científicos y logísti-cos que cada uno de los grupos tiene proyectado, mientras una suave nevada le otorgaba más blanco al paisaje. Alrededor de las 17 y 30 la noche comenzaba a caer sobre la Antártida y el frío se hacía sentir aún más, se finalizaron los traslados de personal y equipaje desde el aeropuerto chileno hasta la base uruguaya, y el comedor, como punto de encuentro, cobró nuevamente vida, con la música, la televisión, la charla y las bromas de los integrantes que iban llegando una vez que terminaban sus tareas. A las 18 y 30 la cita fue en la sala de conferencias del AI-NA, donde el jefe de base, teniente coronel Ricardo Sara-via, brindó los detalles sobre las instalaciones, la convi-vencia en la base y los procedimientos a seguir en cuanto al cuidado del medio ambiente y el uso racional de los recursos, como el agua, y el reciclaje de los residuos que se generan, fundamentales para quienes están por primera vez allí.

dos bajo cero, con una sensación térmica de 20 bajo cero. Pero esto no impidió que muchos se sacaran los guantes y comenzaran a tomar fotografías o imágenes del espectacular paisaje. Sin embargo, cálida fue la bienvenida de los chilenos inte-grantes de la Base Frei, quienes acogieron unos minutos a los uruguayos en sus instalaciones mientras se coordinaban detalles del transporte a la Base Científica Artigas de Uru-guay, distante a 4 kilómetros. El hielo del terreno hizo que el trayecto en el carrier fuera agitado, motivo de bromas y recuerdos de montañas rusas. Pero la emoción fue mucha, en especial al observar el estu-pendo edificio AINA (Aula de Interpretación de la Natura-leza Antártica), pintado con los elementos que conforman el Pabellón Nacional y que otorga una bella imagen en medio de la blancura de la nieve. En la base uruguaya, los miem-bros permanentes esperaban con el almuerzo listo, especial-mente preparado por la cocinera, Natalia Pereira. Luego del almuerzo, se comenzaron a programar las dife-

Pablo Rivoir , ganador del Concurso del Saber Antártico 2009, junto a la periodista Lorena Castellano de El Telégrafo,


Dirección: 62º 11’ 4” de latitud Sur y 58º 51’ 7” de longitud Oeste. Allí hay un pedacito de Uruguay. Basta con ver la avenida José Artigas o rambla de Los Orientales, o la yerba en la cocina. La Base Científica Antártica Artigas fue fundada el 22 de diciembre de 1984 en la isla Rey Jorge, Shetland del Sur. Opera todo el año con una dotación de ocho personas: jefe de base, mecánico, buzo, electricista, médico, meteorólogo, cocinero y operador de radio. Cada miembro de la dotación tiene su especialidad y es seleccionado para ella. Pero la base puede alojar hasta 60 personas en verano, cuando equipos de investigadores participan de actividades científicas relacionadas con estudios de glaciología, paleontología, mareas oceánicas, vida animal, psicología del hombre antártico, entre otros proyectos.

Las actividades comienzan a las 8 y 30 para la dotación de la base. Luego del desayuno, el grupo se reúne para coordinar las actividades de la jornada y cada uno posteriormente se dedica a sus tareas. “Normalmente siempre hay alguna tarea de mantenimiento, cada uno tiene su función específica. Los trabajos administrativos con Montevideo recaen sobre mí. El buzo, por ejemplo, se ocupa de la clasificación y procesamiento de los residuos. Pero además siempre es necesario juntarnos para trabajar en alguna tarea pesada, donde se precisa la ayuda de todos. Para llenar los depósitos de agua se necesita más de uno

porque hay que estar abriendo y cerrando pases, controlando las bombas”, dijo el jefe de la base, teniente coronel Ricardo Saravia.

Los miembros de la dotación almuerzan y cenan juntos porque la compañía es importante, aunque las tardecitas suele ser el momento para comunicarse con las familias a través de Internet o el teléfono. Además, como los países que conviven en la Antártida mantienen una relación amistosa y solidaria, es usual que los uruguayos tengan actividades en otras bases. Los miércoles, por ejemplo, asisten al gimnasio de la villa chilena Las Estrellas para practicar algún deporte, y coinciden con la dotación rusa, por lo que suele haber partidos con ellos. “Siempre hay alguna visita los fines de semana, o vamos nosotros. Con la comunidad que hay en la isla Rey Jorge nos vemos bastante”, añadió.

TAREAS DIFÍCILES

En la Antártida el agua cobra un valor especial pues no es fácil obtenerla, siendo las maniobras de agua y combustible las tareas más difíciles que deben realizar los integrantes de la dotación. El lago Uruguay suministra a la base el agua apta para el consumo. “ En la Antártida, el clima y el aislamiento --uno no tiene una ferretería en la esquina-- obligan a que todas las tareas logísticas dificultosas precisen de una planificación muy detallada. Acá cuando uno comete errores se pagan caros porque no hay forma de arreglarlos. Entonces se trata de contemplar todas las posibilidades y eventualidades que se puedan dar”, explicó.

A 3.012 kilómetros de Montevideo también hay un pedacito de Uruguay. Ocho personas integran la dota-ción de la Base Científica Antártica Artigas, viviendo en el lugar más frío e inhóspito del mundo. Estos com-patriotas tienen una misión: mantener la presencia de Uruguay en la Antártida como país firmante del Tra-tado Antártico y brindar apoyo a las actividades científicas que se realizan especialmente en verano

Texto y fotos: Lorena Castellano Rivero Publicado en Quinto Día, (El Telégrafo, Paysandú, 23 de mayo 2010

LA VIDA EN LA BASE ARTIGAS Tomado del artículo “Artigas también está en el continente blanco”, publicado en el suplemento del

Diario El Telégrafo de Paysandú, Quinto Día.


El teniente coronel Ricardo Saravia jefe de la Base Científica Antártica Artigas, Dotación Antarkos 26 (2009-2010)

“Todo es importante, desde el agua hasta el combustible. En enero se descargan del buque 10 o 15 toneladas de abastecimiento que se descargan a mano, a veces en condiciones difíciles, cerca del mar, mojados con agua fría. Las maniobras de combustible son difíciles porque además del trabajo, conllevan el riesgo de algún derrame, que se controla mucho por la protección al medio ambiente. Son maniobras dificultosas, que duran muchas horas, expuestos al frío y a las condiciones duras del mar”, acotó Saravia.

El Instituto Antártico Uruguayo ha encarado un proceso de instalación de nuevos tanques de combustibles en la base. Mientras tanto, desde su inauguración hace 25 años, Uruguay utiliza un depósito de combustible ruso, una muestra más del espíritu antártico. “Si bien los nuestros son suficientes para tener combustible de uso anual, la base tiene una reserva por cualquier eventualidad depositada en el tanque ruso. El buque descarga en el tanque ruso y desde allí se transporta hacia la base para el funcionamiento de un año. El resto queda en el tanque”, señaló. Esta es la primera misión de Saravia en la Antártida, pero la tercera en el exterior pues estuvo en Mozambique y República Democrática del Congo. “Es una misión diferente, primero porque tiene otra finalidad. Las misiones de paz normalmente se desarrollan en contextos posteriores a la guerra, donde uno tiene contacto con realidades muy crudas. Acá tiene otras particularidades, como estar un año sin ver la familia. Pero tiene sus cosas positivas, como el ambiente, la relación con las demás personas, uno se enriquece mucho con la convivencia”, afirmó.

METEOROLOGÍA, FUNDAMENTAL

En la base se encuentra la Estación Meteorológica 89054, de la Dirección Nacional de Meteorología. Esta es una de las actividades principales que se desarrollan en la base y los datos que aporta llegan a la Organización Meteorológica Mundial. La meteoróloga y maestra Yudith Sánchez efectúa mediciones cada seis horas. “La función principal es la observación meteorológica. Dentro de la observación, medimos viento, su dirección y velocidad; visibilidad tiempo presente, es decir, si hay ventisca, nevada, niebla, neblina, todos fenómenos que se registran en el momento o en hora pasada. También la nubosidad, qué tipo de nubes hay, a qué altura y de dónde provienen; temperatura real, humedad relativa, punto de rocío, presión atmosférica, precipitación, horas de sol”.

Con las mediciones se elabora un informe denominado Sinop, que se transmite cada seis horas a la base chilena, que se ocupa de la recopilación de los datos de todas las bases en la isla. Esta información es enviada luego a la Organización Meteorológica Mundial.

La observación lleva alrededor de una hora y en algunas oportunidades es una tarea riesgosa. A veces la meteoróloga necesita colocar un cabo desde la casilla meteorológica hasta su oficina por su seguridad durante las ventiscas, especialmente en la madrugada. Además, no es una labor de oficina que termina a determinada hora. La Antártida se caracteriza por tener un clima muy cambiante en una misma jornada, y por ello es


fundamental el apoyo en información que brinda “la meteo”, como la llaman en la base. “La observación es cada seis horas, pero estamos permanentemente pendientes. Por ejemplo, con nevadas y ventiscas, se está

pendiente de los equipos de viento que están registrando su velocidad máxima, la temperatura y la sensación térmica, más qu e nada para apoyar a la base porque hay gente afuera, trabajando”, dijo.

Las observaciones cada seis horas también interrumpen el sueño. “El cuerpo se acostumbra a trabajar con los horarios, pero al principio cuesta”, señaló Sánchez, la primera mujer que hizo campaña antártica durante todo el invierno, en 1998. Estuvo también en verano de 2002 y, como no hay dos sin tres, permanece esta invernada en la base. Aunque admitió que estar en invierno es duro, aprovecha el tiempo estudiando para un concurso de magisterio: “tenés que aprovecharlo para que no te afecte, sino empezás a extrañar. Igual extrañás, pero al estar ocupada es otra cosa”.

HOMBRE ANTÁRTICO

A raíz del proyecto de estudio de las características psicológicas del hombre para su inserción en el medio ambiente antártico, la psicóloga Angela Quartarolo realiza un monitoreo y seguimiento de la dotación a través de entrevistas individuales y grupales. No había un perfil trazado y en 1993 se realizó una aproximación tomando pruebas a la dotación que se encontraba en aquel momento. El estudio ha permitido determinar que

el hombre o mujer antártico debe ser tolerante y adaptarse al grupo y al medio.

“Por un lado, tenemos que el individuo que viene tiene que ser una persona que tenga mucha tolerancia en cuanto a la adaptación al otro y no solo al medio, que para nosotros es un ambiente totalmente desconocido. También adaptación al aislamiento porque aquí es un aislamiento real. Si bien existe interacción con otras bases, se vive a varios kilómetros y no es tan fácil llegar, sobre todo cuando tenemos situaciones climáticas no apropiadas”, señaló. La etapa más difícil es la invernada --mayo a diciembre--, cuando permanecen en la base solamente ocho personas (cinco en misión anual y tres que hacen relevo en verano y en mayo).

La resistencia física y psicológica es importante. “Está comprobado que hay una regresión a nivel de los mecanismos de defensa, sobre todo en situaciones de estrés por el aislamiento, el frío, convivir con personas que conoció en la Antártida y adaptarse al otro. Estrés también que proviene de Uruguay, por el círculo familiar; la vida continúa allá con sus problemas pero que aquí, de alguna manera, sobre-dimensionamos porque estamos a 3.000 kilómetros. En el perfil se busca que los mecanismos de defensa del individuo para estas situaciones de estrés sean las más adecuadas para que no se desestabilice. Acá son tan poquitos que una persona incide en todos los demás en forma directa. Hay mucha solidaridad entre ellos, siempre se busca un punto de equilibrio”, explicó la psicóloga. Además, el hombre o


mujer antártico debe ser bastante independiente: “Es un cargo, una especialidad para cada uno y no tiene colaboradores. El resto va a colaborar por esa fusión que existe en el grupo, apoyándolo, y obviamente con el correr del tiempo van aprendiendo pequeñas cosas de la especialidad del otro. Se trata de que funcione como equipo de trabajo multidisciplinario. Además, hay tareas comunes, como la maniobra de agua, donde la operan varios en forma coordinada. El individuo que sea muy profesional, muy especialista pero no sepa trabajar en equipo, no puede venir. Tampoco sirve aquel muy introvertido, que prefiera más estar en reclusión porque acá solo no sobrevivís”. “Eso es lo que se busca en la selección. Mi intervención es desde el inicio en una selección de personal, basada en este perfil, y después con un monitoreo cada dos o tres meses durante el verano porque en invierno no tenemos posibilidad de venir. A la vez, de esto se sacan parámetros para futuros

estudios”, añadió Quartarolo.

DIFERENTES PERÍODOS

Los integrantes de la dotación se convierten en una familia paralela. El individuo pasa por un período de adaptación en el primer mes y luego por una estabilización como grupo. Prosigue una leve depresión después del último vuelo de verano, cuando el grupo queda reducido al mínimo y con tres ntegrantes nuevos que tienen que insertarse; después se fusiona y comienza a ser más productivo en sí mismo.

“En el período de setiembre y principios de octubre se da el síndrome antártico, que es ya el desgaste acumulado de todo ese período tan prolongado y que todavía faltan unos meses más, llega a un punto de depresión en el que bajan los niveles de actividad, ya cuesta más tener la misma iniciativa para las labores. Después de este

El buzo Diego Colina se ocupa de la incineración y

procesamiento de residuos, que son traídos a Uruguay

en barco.

La meteoróloga Yudith Sánchez., pasando el reporte, tarea que se hace cada seis horas


período, que es bastante corto, se renueva la dinámica y se empieza a dejar todo pronto para la dotación que viene. Entonces toma un nuevo empuje, activo, de preparación para retornar”, indicó.

Algunos tienen la oportunidad de regresar, como la actual meteoróloga. “Lo ideal sería tener dentro del grupo gente con experiencia en anterior campaña, y gente nueva para ir formando.

Los nuevos vienen viendo esto como algo diferente y se les ocurren ideas para mejorar, y por el otro lado la experiencia, que de alguna manera, acota esa creatividad porque sabe si da resultado o no. El grupo mixto es el que mejor funciona”, opinó.

La misión no tiene licencia y la única manera de interrumpirla es por enfermedad o por no adaptarse al medio y al grupo, principalmente por una cuestión operacional. Durante tres campañas los miembros de la dotación recibieron la visita de sus parejas, lo que resultó en una experiencia positiva, pero no pudo continuarse. La psicóloga, experimentada en la Antártida, considera que “es un lugar ideal para la investigación y para quien cuenta con el perfil, es una experiencia increíble, donde se puede aprender mucho no solo lo que es el medio ambiente, la protección de los recursos, sino de uno mismo. Tenés mucho tiempo para pensar y para escuchar al otro, que eso por la vorágine de la ciudad muchas veces no lo tenés. Viene una persona y se va otra, por lo general, mejor. Tener tiempo para pensar y revalorizar muchas cosas”.

Estar en la Antártida es una experiencia increíble pero permanecer por siete meses o un año en este ambiente bello pero extremo no es para cualquiera. Con la firma del Tratado Antártico, Uruguay inició el camino de protección de la Antártida en beneficio de la humanidad. Los hombres y mujeres que trabajan en la Base Artigas hacen esto posible.

Lorena Castellano Rivero

Periodista Enviada por el Diario El Telégrafo de Paysandú, a cubrir el viaje del joven Pablo Rivoir, ganador del Concurso del Saber Antártico 2009, organizado por la Asociación Antarkos.


La Base Científica Antártica Artigas en Junio de 2010 Foto de Natalia Pereira (Antarkos 26)


Cómodamente instalado frente al teclado de la computadora, me retrotraigo en el tiempo para evocar, con la objetividad que aportan los años, aquellos primeros buceos antárticos uruguayos, los que, sin la menor duda, considero que se puede afirmar que fueron realizados “a la uruguaya”.

Fuimos dos los involucrados en aquellas primeras experiencias submarinas; yo mismo, y mi querido amigo de toda la vida, el Dr. Daniel Saporiti. Estos buceos comenzaron a fines de enero de 1985 y se extendieron hasta los primeros días de marzo. Realizamos en ese tiempo 23 buceos autónomos y algunos menos, previos, a pulmón libre.

Cabe aclarar previamente que ambos teníamos una amplia experiencia de buceo. Desde hacía diez años nos dedicábamos activamente a la caza submarina, de ahí que teníamos un excelente entrenamiento y esa seguridad de quien sabe que puede exigirse. Por otra parte, por conocernos perfectamente, teníamos amplia confianza en el otro; detalle muy importante cuando se trata de bucear en condiciones tan diferentes.

El único problema que surgía a priori, era la inexperiencia de ambos en buceo autónomo. Yo, si bien tenía rudimentos sobre la teoría, nunca había utilizado tanques. Daniel sólo contaba con un par de

buceos turísticos en las costas de Brasil… De todas formas, nunca consideramos esa ignorancia un obstáculo para desarrollar nuestros buceos.

Llegamos a la Base Artigas en la segunda quincena de enero del ’85, con gran entusiasmo por bucear en esa agua cristalina y con la enorme curiosidad de saber cómo eran los fondos antárticos. Pero surgió un p r o b l e m a i n e s p e r a d o : l o s e q u i p o s “Poseidón” (estancos) y los tanques de oxígeno encargados por el IAU se habían demorado y no estaba claro cuando llegarían. Resistimos una semana, con una ansiedad creciente por bucear.

Peripecias de los pioneros antárticos Primeros buceos uruguayos en la Antártida, singular mezcla de ignorancia, pragmatismo,

placer e inconsciencia juvenil.

Zona de la costa de la Base Artigas donde Cervetto y su grupo realizaron los primeros buceos en enero de 1985

Dr. Guillermo Cervetto - Oceanógrafo Comisionado por el Instituto Antártico Uruguayo, participó en la campaña a bordo del buque argentino Bahía Paraíso en 1982, visitando la Base Jubany. Participó luego en las campaña antártica 1985, siendo uno de los pioneros que participaron en la fundación de la Base Científica Antártica Artigas


Finalmente decidimos hacer nuestras primeras experiencias antárticas con nuestros propios equipos de neopreno y en apnea, ya que tampoco teníamos los tanques. Equipos “húmedos”, poco adaptados para el buceo en esa agua a 1ºC pero las ganas eran muchas. Por otro lado, desde muchos años antes, no existiendo aún los Poseidón, una buena cantidad de pioneros habían realizado buceos antárticos con equipos húmedos, ¿por qué no nosotros?.

Planteamos nuestra decisión de empezar a bucear a pesar de no contar con los equipos adecuados, ya que al no tener fecha de arribo de estos equipos, si la demora se estiraba corríamos el riesgo de no tener tiempo suficiente para realizar los muestreos planificados.

Para nuestro asombro, recibimos una contundente negativa. No habría buceos hasta que llegaran los equipos.

Por supuesto, no estábamos dispuestos a esperar ese incierto día de arribo de los equipos, así que insistimos hasta terminar transando una solución que no nos parecía del todo lógica, pero era la única opción disponible: ¡podíamos “bucear” pero sin usar los cinturones de plomo!… Y un lindo día de enero (aunque un poco más fresco que en nuestro terruño), nos encaminamos, equipo al hombro hacia la caleta en la que habíamos decidido realizar los muestreos del proyecto que comenzaba.

-A la postre, debido a la reiterada denominación, creo que bien podría entrar al nomenclátor de la zona como la “Caleta de los biólogos”.-

Evidentemente, con equipo de neopreno y sin peso éramos como boyas. ¡Imposible sumergirse!, lo que

hasta cierto punto lograba el objetivo de “seguridad” por el cuál no se deseaba que buceáramos en esas condiciones. Claro, ¡hecha la ley, hecha la trampa! No teníamos tantos años de experiencia para no tener alternativas… al mejor estilo de los antiguos pescadores de perlas, buscamos grandes piedras que nos ayudaran en el descenso.

No era lo más cómodo, porque al cargar las piedras perdíamos el uso de las manos, pero valía el

esfuerzo. Nos encontramos con un universo completamente nuevo. Realmente increíble y hasta casi podría agregar un enfático “maravilloso”.

Nuestra idea previa de los fondos de la isla, como –supongo- la idea de la mayor parte de quien piense en una playa antártica, era de rocas peladas, con escasas manifestaciones de vida, de algunos seres adaptados a esas condiciones extremas.

¡Craso error!. Si bien los primeros tres o cuatro metros eran realmente de rocas peladas, por debajo la vista era asombrosa y tanto la vegetación como la fauna eran exuberantes.

Esa primera buceada, aún en esas incómodas condiciones, fue un transcurrir constante entre asombro y fascinación.

Evidentemente esos primeros metros de profundidad, de rocas peladas, estaban marcados por el congelamiento en el invierno y por el choque y rozamiento de los bloques de hielo en verano; la devastación era, literalmente, absoluta. Pero a

Dr. Daniel Saporiti buceando en aguas de Punta Suffields, frente a la Base Artigas en 1985. Foto G. Cervetto


partir de los cinco metros de profundidad, toda la pared de la caleta parecía socavada horizontalmente, formando una especie de larga cueva. No muy profunda, alrededor de un metro, pero ese “techo” evidentemente resultaba muy protector y la fauna dentro de esa especie de cueva era impactante: esponjas de vivos colores, estrellas de mar de varias especies y colores también muy vistosos, largos gusanos de más de un metro de longitud, caracoles (que en este caso no es una exclamación), erizos; todos cubriendo el 100% de la pared, de tal forma que dentro de esa “cueva” no se veía la pared de roca. A pesar de que era sólo una larga concavidad a lo largo de la base del acantilado costero la llamo cueva porque desde el borde superior hasta el fondo mismo caía una espesa cortina de algas que cubrían totalmente el socavón, “cerrándolo”.

Esa increíble primera buceada, de casi dos horas, nos dejó extenuados. La apnea con esas bajas temperaturas se nos redujo notoriamente, lo que nos obligaba a subir a respirar con una frecuencia superior a nuestra costumbre.

También, la temperatura del agua se hacía tan difícil de soportar que nos dolían los músculos y las articulaciones. Ni que decir de la cara, que con nuestras máscaras quedaba expuesta al agua. Más que pinchazos, sentíamos como puñaladas en la cara. Y no es asombroso, con el agua a 1ºC, es prácticamente lo mismo que tener la cara sumergida en una palangana con hielo durante casi dos horas. En todos esos primeros buceos, al salir del agua, tardábamos cerca de veinte minutos en poder hablar correctamente, porque nuestros músculos faciales estaban congelados. Y la

vuelta hasta la base era toda una tortura, porque la caleta está a aproximadamente un kilómetro de la base y cargar el equipo durante todo ese trecho, caminando sobre cantos rodados contribuía notoriamente con nuestro agotamiento… cierto que, por otro lado, nos ayudaba a entrar nuevamente en calor…

Esos buceos previos, en apnea fueron una buena quincena. Finalmente no fueron de trabajo (porque las condiciones de buceo nos impedían maniobrar los equipos) sino de placer.

Por supuesto, confianza no es seguridad. Siendo conscientes de nuestras falencias a nivel de buceo autónomo decidimos asesorarnos con gente con

Guillermo Cervetto con Daniel Saporiti en el “laboratorio”. “Esta foto es temprana, tal vez de enero de 1985, porque posteriormente se instaló una estantería en a pared del fondo. Como detalle “científico” se puede ver un poco a la izquierda de mi cabeza un termómetro (que habíamos instalado

para mejor comprensión de nuestros escalofríos por minuto…). “


seguíamos a rajatabla los consejos de los rusos yo debía bajar con 56 kilos de plomo… Muy difícil, porque a pesar de ser de formato grande es un hecho que dos cuerpos no pueden ocupar el mismo lugar en el espacio y acomodar 56 kilos en la cintura era una tarea titánica (si no imposible).

Finalmente, ni siquiera llegamos a la cantidad de plomo que necesitaba y logramos, con 4 cinturones de

plomo (y algunas cuerdas) , envolverme con 43 kilos. No había más plomo, me quedaba la solución práctica de inflar menos el traje, con lo que tendría menos aislamiento del frío, pero bueno, esas eran las condiciones.

Había un dejo de nerviosismo en la gente de la base, porque el peso parecía excesivo, pero no íbamos a estar dudando de la palabra de la gente que sabía del tema. Bueno, todo pronto, bote al agua y allá salimos. Llegamos a un punto donde ca lculamos unos 10 m de profundidad, decidimos que estaba bien para probar.

Como yo ya iba encorsetado con todos los cinturones ya estaba casi pronto, así que me puse el tanque y no perdí tiempo en tirarme al agua.

Fue toda una experiencia; como hacer paracaidismo acuático, porque fue una caída libre de 10m. Caí como una piedra o, para ser más preciso, como 43 kilos de plomo. Por suerte tenía los oídos acostumbrados, porque la bajada fue tan rápida que no me dio tiempo ni para compensar. Pero bueno, llegué al fondo y quedé ahí, fondeado.

Era el momento de inflar el traje para nivelar el peso y

experiencia en el rubro. Así, una mañana de buen tiempo emprendimos camino hacia la base rusa, Bellinghausen, en la que había un equipo que estaba trabajando por buceo y podían transferirnos parte de su experiencia. Muy solidarios, nos enseñaron a utilizar los equipos estancos y nos dieron toda una serie de informaciones que, a la postre, nos ayudarían a desarrollar nuestros muestreos en óptimas condiciones.

P a r a d ó j i c a m e n t e , e s t a s informaciones podrían haber terminado en tragedia, lo que le da un toque tragicómico a nuestra experiencia de prueba de los equipos…

Estos equipos estancos tienen una válvula que permite inyectarles aire, con lo cual, ya que no entra el agua, se crea una cámara de aire entre el neopreno y el buzo, lo que facilita mantener el calor corporal.

Evidentemente, ese equipo lleno de aire aumenta enormemente la flotabilidad, de ahí que, por consejo de estos buzos rusos, teníamos que utilizar cuatro veces el peso de p l o m o q u e u t i l i z á b a m o s normalmente con nuestro equipo húmedo… en mi caso, con el equipo húmedo utilizo 14 Kgs. de plomo…

¡Y llegaron los equipos estancos y los tanques! ¡Inmediatamente a cargar los tanques y programar el buceo de prueba! Estando todo pronto decidimos que, por ser un buceo de prueba, era mejor no hacerlo en la caleta, que era muy profunda, sino en la playa abierta, frente a la base, más agitada pero menos profunda. Por suerte tomamos esa decisión.

En particular mi preparación fue muy complicada. Si

Cervetto muestreando. - Foto D Saporiti


poder moverme correctamente. Apreté la válvula y en lugar de inflarse el traje una enorme burbuja salió por el cierre… estaba fallado. Probé varias veces y no logré nada, el traje no era estanco y perdía el aire. También entraba el agua… y como la falla era pequeña, el agua entraba en un chorrito interminaaable. Complicada situación que no se solucionaba con la abundante catarata de epítetos zahirientes hacia todos los fabricantes de equipos de neopreno, que fluía por mi imaginación. El traje fallado y yo allá, a 10m de profundidad en una playa solitaria de la Antártida y con 30 kilos de plomo de más, que no me permitían flotar y me complicaban mucho moverme. Al no tener boya, inmediatamente resolví no sacarme plomo, porque era necesario para el futuro, así que tenía que inventar una forma de salir de ahí sin dejar nada en el fondo. Estaba complicado, aunque por suerte, a esa profundidad, tenía cerca de dos horas de aire, así que tenía tiempo para pensar.

Finalmente decidí que lo más atinado era reducir la profundidad. Intenté orientarme y empecé a gatear en dirección a la costa. Estaba en pleno desplazamiento cuando bajó Daniel; que supongo que no debe haber entendido nada al verme gateando por el fondo. Cuando vio que había algún problema mostró un aspecto un tanto nervioso, pero al ver que yo me reía asumió que había problemas pero no peligro. Por señas lo puse al tanto de la situación y de la resolución que había tomado. Daniel subió a explicar los cambios al botero. El debía seguir mis burbujas y llegado el momento veríamos…

Me llevó casi media hora “arrastrarme” alrededor de 150m, hasta llegar a una profundidad que me dio para

pegar un salto y colgarme de las cuerdas que tiene el Zodiac en la borda. Así, colgado, el bote siguió navegando lentamente hacia la costa, hasta que toqué fondo y ya parado pude empezar a sacar plomo y pasarlo hacia el bote. Sin duda, la prueba de los equipos fue totalmente negativa, aunque nos permitió confirmar que nos entendíamos bien con los tanques, que era lo más importante.

Finalmente, mi traje venía fallado y como era de talle grande, no había otro, tuve que bucear siempre en húmedo (porque se llenaba de agua) y nunca pude usar el sistema de llenarlo de aire. De todas formas,

esas pequeñas deficiencias en el equipo no fueron suficientes para frenar el trabajo. Siempre que el clima lo permitió “los biólogos” navegaron hacia la caleta y sacaron sus muestras; a veces nevando (¡pobre el botero!), a veces buceando por debajo de un iceberg que se encasquetó en la caleta y que tardó como una semana en irse, a veces nublado, ¡pero siempre con frío!

Cervetto a 20 metros de profundidad

Animales y plantas del fondo marino, frente a la

Base Artigas—Foto Cervetto 1985


El domingo 18 de julio de 2010, nuestro amigo y colaborador Guillermo Cervetto, fue entrevistado por Roberto Bardecio, en el programa Proyección a la Antártida.

Desde la Base Artigas oficiaba de corresponsal la meteoróloga Judith Sánchez, quien contó cómo está la Base hoy, en comparación a lo que recordaba Cervetto, que la conoció cuando solo habían dos o tres wannigans y la “caverna”, el actual depósito de agua, era el laboratorio científico de la base.

Cervetto, dejó planteado el reto, que aún está pendiente desde aquellos años: -la construcción de un muelle en la costa de la BCAA.

Bardecio, dejó constancia de que el tema sigue vigente, recordando que el Capitán de Navío (R) Dodino está pujando por sacar adelante un proyecto referido a ese muelle.

Nos hacemos eco de esta inquietud y esperamos que algún día se logre concretar la ansiada construcción.

11 de mayo, aniversario del Programa Radial: "Proyección a la Antártida" El 11 de mayo de 2010, se cumplieron 18 años del programa radial "Proyección a la Antártida" que se trasmite todos los domingos de 17 a 18 horas por la Radio Uruguay AM 1010, CX 26 del SODRE, desde Montevideo. A través de este programa, se puede saber acerca de las actividades del Uruguay en la Antártida y particularmente lo que se hace semana a semana en la Base Científica Antártica Artigas. Mediante el paciente e incansable trabajo de su conductor, el Profesor Roberto Bardecio, "Proyección a la Antártida" enlaza cada domingo a la base Artigas con invitados que están en estudios y en otras partes del mundo a través del teléfono, para intercambiar opiniones y conocer más sobre el continente blanco. El programa puede escucharse Online en directo por Internet y es retransmitido en la Base Artigas por la Radio Antarkos 98.7 FM. Proyección a la Antártida Dirección general: Roberto Bardecio Olivera Co-conductora: Jimena Álvarez Asesores Docentes: Profesores Fernando Tabó y Beatriz Ivaldi Declarado de interés nacional por la Presidencia de la República. Para escuchar el programa en Internet: www.radiouruguay.com.uy

Roberto Bardecio y Jimena Alvarez en estudios de RADIO URUGUAY AM 1050 - CX 26 SODRE

Contacto: [email protected] SMS: 099 187 244

PROYECCION A LA ANTARTIDA

La FM de la Base Artigas

Uruguay en el continente frío, en comunicación con la Base

Científica “Artigas”.

Periodismo científico para la divulgación de las actividades de Uruguay en el continente frío, en comunicación con la Base Científica Antártica “Artigas”.

Declarado de interés nacional por la Presidencia de la Republica.

Domingos de 17.00 a 18.00 horas.


ARTE & CIENCIA

Investigaciones Antárticas de Uruguayos en EAC 2010

ARTE

"Bajo Cero" es una obra de Rosario De Mattos, que se expuso en el Cabildo de Montevideo, como parte del IIº Encuentro de Arte y Ciencia (EAC 2010) entre el 10 y el 20 de julio de 2010 Ilustra las investigaciones que realizan las investigadoras uruguayas, Cecilia Callejas y Silvia Batista, en la Antártida

CIENCIA

El equipo que dirige Silvia Batista estudia la composición de las comunidades microbianas que se desarrollan formando tapetes en los suelos de la Isla Rey Jorge (Antártica). Estos consorcios microbianos se forman anualmente, durante la estación estival, otorgándole al paisaje un aspecto característico. Este trabajo se desarrolla en colaboración con el Instituto Antártico Uruguayo Agradecemos al Dr. Daniel Rodríguez Ithurralde, Director, Revista SUPCYT.UY - Ciencia y Tecnología desde Uruguay Laboratorio de Neurociencia Molecular, Instituto Clemente Estable (IIBCE), Av. Italia 3318, 11600 Montevideo, URUGUAY E-mail: [email protected] SUPCYT.UY publica artículos y notas científicos y tecnológicos. Revista auspiciada por la Sociedad Uruguaya para el Progreso de la Ciencia y la Tecnología (SUPCYT) [http://www.supcyt.org.uy]

Arte y Ciencia es un proyecto de divulgación donde artistas trabajan junto a científicos y se inspiran en los temas que

están investigando para crear las obras.


Rosario de Mattos Nace en Tacuarembó. Desde 1965 concurre a talleres de pintura y escultura. Exposiciones y salones de arte en Uruguay y Argentina: 47 Colectivas y 8 individuales. Es galardonada por la Sociedad Brasilera de Arte, Cultura y Enseñanza con el “Mérito cultural Carlos Gómez” en el grado de Comendadora en reconocimiento a su Trayectoria- San Pablo/Brasil, Mayo 2008. Integró jurados en concursos nacionales. Sus obras se encuentran en el MUART, en portada de publicaciones de música, poesía y arte, y en colecciones privadas de Uruguay, Brasil, España, Estados Unidos, India y Portugal.

Título de la Obra: "Bajo Cero" Artista: Rosario de Mattos Técnica: Acrílico sobre tela Medidas: 80 x 100 cm

Dice la artista: La idea fue representar colonias de microorganismos, unas surgiendo de las otras, dependiendo de la vida de las otras y a su vez formando con sus ciclos uno mayor. Los círculos pequeños están distribuidos formando un círculo que representa el ciclo estacional o anual, todo inmerso en un fondo frío donde se llegan a ver a nivel micro, capa tras capa, los cristales hexagonales del agua a distintas escalas (cristales hexagonales, cristales de nieve y hielo a nivel macro sobrepuesto).

En cuanto al color la obra está fundamentalmente realizada en tonos fríos intentando crear a través del color la sensación de "BAJO CERO", solamente los círculos que representan las colonias de organismos vivos están realizadas en colores cálidos, principalmente usando el complementario del azul en zonas que representan un pequeño porcentaje de la superficie total de la obra. Desde el punto de vista formal, la obra está trabajada en relación áurea y la forma de los microorganismos se asemeja a los encontrados en el suelo de la Antártida.

¿cómo se relacionó con las científicas, para lograr esa obra? Hubo un llamado del IIBCE a artistas, en principio de APEU (Asociación de Pintores y Escultores del Uruguay) para el proyecto Arte y Ciencia al que acudí. Los artistas nos informamos de los temas que se están investigando, elegimos los que nos gustaría representar, nos comunicamos con el científico y nos reunimos con el científico para interiorizarnos del tema.

http://rosariodemattos.blogspot.com/


Era 21 de junio y pleno invierno en la Antártida. Marosa estaba sola y aburrida, así que decidió dar un paseo a visitar a una foca cangrejera que no veía desde el año pasado.

La cangrejera vivía lejos, y cuanto más al sur nadaba Marosa, más oscuro estaba todo… así que decidió volver a la base Artigas y salir de paseo otro día.

Es que estaba llegando el solsticio de invierno, el día más corto del hemisferio sur y por lo tanto el momento en que la larga noche polar se hace más profunda.

En el Polo Sur, hay seis meses de día y seis meses de noche. Sobre la latitud 60º y 70º Sur, la oscuridad reina por cuatro meses y luego hay una penumbra.

Sobre el paralelo 62º Sur, donde está la Base Científica Antártica Artigas; en junio hay apenas cuatro horas de luminosidad y el resto del día…-es noche.

En este tiempo la gente que vive en la Antártida casi no sale afuera. Todo se

enlentece y por eso Marosa se aburría un poco.

Por suerte, en estaba Chionis, la paloma antártica que aunque no era muy conversadora, al menos era un buena compañía para Marosa.

Chionis se pasaba el tiempo dando vueltas cerca de la cocina, esperando hasta que sacaban los residuos, por si conseguía algo que se pudiera comer.

Como la nieve estaba muy fría, Chionis se paraba sobre una sola de sus patas y guardaba la otra patita entre las plumas… Cuando se cansaba, cambiaba de pata.

Marosa la invitó a pasear hasta la playa, pero Chionis prefería estar en la base, porque según decía: -“nunca se sabe cuando alguna persona descuidada deja caer, aunque sea, una miguita de pan”.

-Se conforma con poco, pensó Marosa y la dejó vigilando a las personas mientras ella se puso a curiosear los preparativos que estaban haciendo para celebrar el “Mid-Winter”, el solsticio de invierno, o sea la

Historias de Marosa, la foca curiosa

Solsticio de Invierno Por Waldemar Fontes [email protected]


noche más larga y la llegada del invierno en el hemisferio sur.

Ese día, el antártico con más campañas en las nieves, se disfraza de “dios invierno” y bautiza a los novatos que están invernando por primera vez.

Después de esa ceremonia, en la base compartirían una cena donde comerían cosas muy ricas, acompañadas con abundantes bebidas para alegrar el espíritu y sentirse acompañados unos con otros, para enfrentar unidos lo más duro del invierno que aún les quedaba por delante.

Marosa se retiraba, pensando en la fiesta y en el “dios invierno”, cuando sintió un ruido y se topó con algo que nunca había visto en la base.

-¿Será el dios invierno? Se preguntó.

Era del tamaño de una persona, con ropa y todo, pero su cuerpo era de nieve.

Tenía un gorro, bufanda y unas palas como brazos…

Recordó que en la tarde, la dotación de la base había estado construyendo un muñeco de nieve, con el que se habían sacado muchas fotos para mandar a sus amigos.

Ahora las personas estaban todas en el comedor preparando su cena del “Mid-winter” y Marosa se encontró a la paloma Chionis, muy contenta, picoteando la roja nariz de zanahoria, del muñeco de nieve, que con tanto trabajo habían construido las personas…

http://lodewafo.blogspot.com “Marosa la foca curiosa” por Waldemar Fontes

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Paloma Antártica o Chionis Ave muy común en las islas Shetland del Sur y algunas zonas del litoral de la Península Antártica. Son nativas de la Antártida y son las únicas aves antárticas que no migran.

Tienen plumaje blanco, la cara y las patas de distintos colores distinguiéndose dos especies: Chionis alba (paloma antártica blanca) y la Chionis minor (paloma antártica de cara negra). Construyen sus nidos en huecos de las rocas, utilizando líquenes, musgos y algas, Algunas parejas hacen nido en el mismo lugar durante varias temporadas y ponen de 2 a 3 huevos. Ante la proximidad de los asentamientos humanos, utiliza restos de elementos tales como materiales plásticos, fibras de esparto, tapas de botellas para sus nidos.

Son carroñeras, omnívoras y se alimentan también de restos de otras aves y peces varados en las playas. La skúa es el mayor depredador de la Paloma Antártica, a la cual ataca cuando la encuentra sola.

La Noche Polar Se produce durante el invierno austral, durando hasta 6 meses en el Polo Sur

El Solsticio de Invierno o “Mid-winter”: Ocurre regularmente alrededor del 21 de junio y es llamado de verano en el Hemisferio Norte o de invierno en el Hemisferio Sur.

El día del solsticio de junio es el día más largo del año en el hemisferio Norte, y el más corto en el hemisferio Sur. En el Círculo polar antártico el centro del Sol solamente toca el horizonte del Norte sin salir. Es el único día en que el sol se mantiene abajo del horizonte durante 24 horas. En el polo Sur el sol nunca sale, siempre se mantiene 23° abajo del horizonte.

Referencias: www.iau.gub.uy - www.antarkos.org.uy

-oOo-

Para saber más


Este proyecto pretende demostrar el impacto que causa el medio ambiente antártico sobre las bacterias de agua dulce y agua salada de la Isla Rey Jorge (Shetland del Sur). Dado que durante los meses de primavera y verano la capa de ozono sobre el Continente Antártico disminuye considerablemente, la radiación ultravioleta (UV) que llega a dicho continente es mucho mayor. La radiación UV actúa fundamentalmente sobre el ADN, enzimas y membranas celulares provocando inhibición del crecimiento, muerte o variación por mutación de los microorganismos. Los tipos de mutaciones más encontradas afectan a propiedades fácilmente reconocibles o seleccionables por el cambio ambiental, como requerimientos nutricionales, morfología y alteraciones en los patrones de sensibilidad y resistencia a los antibióticos. Dada la presión ambiental antártica, aquellas bacterias que tengan una mutación que les permita sobrevivir, pasarán éste rasgo a su descendencia que será una generación resistente al medio ambiente extremófilo. Por lo tanto, la resistencia antibiótica es una de las consecuencias de la evolución vía selección natural. Para demostrarlo, comparamos a través de estudios de antibiogramas, las bacterias Gram negativas aisladas del lago Uruguay y del mar antártico (cerca de Base Artigas), y las bacterias Gram negativas aisladas del arroyo Pando y del agua de mar de Maldonado (Uruguay). De esta manera determinamos las diferencias en los patrones de sensibilidad y resistencia de los microorganismos de diferente

hábitat frente a un pool de antibióticos.

El Club de Ciencia Antartikos, participa en la categoría “Churrinches” y es orientado por la Lic. Mariela Di Cristófaro. El proyecto se lleva a cabo con el auspicio del Instituto Antártico Uruguayo

CLUB DE CIENCIA CLUB DE CIENCIA CLUB DE CIENCIA CLUB DE CIENCIA

DETERMINACION DE LA INFLUENCIA DEL MEDIO AMBIENTE

SOBRE LAS BACTERIAS DEL AGUA DEL CONTINENTE ANTARTICO

El Club de Ciencia Antartikos participó de Congreso 2010 de Clubes de Ciencia de Montevideo. El evento se inició el 15 de julio en el Museo de Historia Natural “Dr. Torres de la Llosa”. . Los jóvenes de Antartikos, participaron en la Categoría CHURRINCHES y tuvieron su presentación el sábado 17 de julio en horas de la mañana. Fue una semana de muchos nervios, pero somos conscientes de cómo se prepararon y el esfuerzo que hicieron. La Asociación Antarkos, se enorgullece de ustedes y los felicita públicamente.

El Proyecto:


www.antarkos.org.uy

copos de nieve 2010 - nro 27

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