circulo vicioso de la pobreza, la educacion y el empleo1 · 2017-10-30 · 1 circulo vicioso de la...
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CIRCULO VICIOSO DE LA POBREZA, LA EDUCACION Y EL EMPLEO1
Agustín Kozak Grassini
Héctor Gil
Este estudio continúa la línea de investigación abierta por “Educación y Actividad en el Chaco”2, un
documento reciente que daba cuenta de la relación existente entre nivel de instrucción y tipo de
ocupación, basándose en datos de la Encuesta Permanente de Hogares (EPH) relevada por INDEC,
en el cuarto trimestre de 2016, para el conglomerado “Gran Resistencia”. Encuentra que las
posibilidades de encontrar un empleo están directamente determinadas por el grado educativo
alcanzado.
En el presente estudio se avanza hacia la hipótesis de que existe un núcleo duro de pobreza; que
padece condiciones de vida muy precarios, limitaciones que van más allá de los bajos ingresos;
que debido a sus escasas calificaciones, están excluidos del mercado laboral formal; que la
combinación de pobreza, problemas de empleo y bajo capital cultural de los padres condicionan
el desempeño escolar de los hijos, al punto de ponerlos al borde de la exclusión del sistema
educativo.
Este es el círculo vicioso de pobreza, (falta de) educación y (sub)empleo. Es el principal desafío
de las políticas públicas en los próximos años atento a que este grupo poblacional es el más
fecundo. Los últimos informes de INDEC3 y UNICEF4 revelan que, el 28% de la población está por
debajo de la línea de la pobreza, mientras que el 50% de los niños la padecen. Estos indicadores se
agudizan en las provincias del Norte, en particular en el Chaco.
Tomando los datos de la EPH del primer trimestre de 2017 para el “Gran Resistencia” encontramos
que la ocupación crece con el nivel de instrucción. Este análisis se restringe a las personas en edad
legal de trabajar, es decir, entre 18 y 65 años. Los resultados del gráfico 1 acompañan la intuición.
Se observa que 2 de cada 3 individuos que no terminó la primaria, están condenados a la
inactividad laboral. Son personas que ni siquiera tienen la expectativa de encontrar un empleo, y
por lo tanto se autoexcluyen de la búsqueda laboral. Esta misma situación es vivida por 1 de cada
2 individuos que termina la primaria pero que no finaliza a la secundaria. Solamente 1 de cada 4
personas con estudios universitarios no busca ni tiene trabajo estando en edad de poder hacerlo.
1 Este documento no necesariamente refleja la opinión de la Fundación Chaco Futuro.
2 Disponible en http://www.chacofuturo.com.ar/losocial.php#educacion
3 INDEC (2017): “Incidencia de la Pobreza y la Indigencia en 31 Aglomerados Urbanos”. Disponible en
http://www.indec.gob.ar/uploads/informesdeprensa/eph_pobreza_01_17.pdf 4 UNICEF (2017): “La Pobreza Monetaria en la Niñez y en la Adolescencia en Argentina”. Disponible en
https://www.unicef.org/argentina/spanish/La_pobreza_monetaria_en_la_ninez_y_adolescencia_2017.pdf
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GRAFICO 1: Relación entre el Nivel de Instrucción y Estado Ocupacional
FUENTE: Elaboración Propia en base a datos de EPH-INDEC
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Un resultado a priori “contraintuitivo” se verifica en la categoría “universitario incompleto”, que
ostenta una llamativo aumento de la inactividad respecto de la categoría “secundaria completa”.
De hecho, el estado ocupacional de los universitarios sin terminar es similar al de las personas sin
primaria completa.
La aparente paradoja se resuelve si consideramos que el 84% de estas personas se encuentran
cursando sus estudios. Es decir que la inactividad aquí es probable que no se deba a las bajas
expectativas de encontrar trabajo, sino con la voluntad de dedicarle tiempo a su formación.
Nos concentraremos en las personas “sin instrucción formal completa”, es decir aquellas que han
declarado no tener instrucción o un nivel educativo menor a “secundaria incompleta” inclusive. Se
trata del 37% de los individuos de entre 18 a 65 años del conglomerado “Gran Resistencia”.
A este universo de personas la clasificamos según el estado de ocupación (ocupada, desocupada e
inactiva). Los “ocupados” se dividen en “patrones”, “cuentapropistas” y “empleados en relación de
dependencia”. Los primeros son dueños de un emprendimiento y contratan a otras personas para
que trabajen. Los “cuentapropistas” son individuos que se autoemplean. Los changarines y
quienes ejercen un oficio suelen estar incluidos en esta categoría. Los “empleados en relación de
dependencia” son las personas que trabajan para un patrón. Estas dos últimas categorías pueden
clasificarse en “formales” e “informales”, en función de si pagan (o se les retiene de sus haberes)
una cobertura médica.
GRAFICO 2: Población de entre 18-65 años de edad en el Gran Resistencia
FUENTE: Elaboración Propia en base a datos de EPH-INDEC
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GRAFICO 3: Estado Ocupacional de las Personas en Edad de Trabajar sin Instrucción Formal Completa en Resistencia
FUENTE: Elaboración Propia en base a datos de EPH-INDEC
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Poco más de la mitad de persona en edad legal de trabajar (18-65 años) con un nivel de
instrucción de “secundaria incompleta” o inferior, no ingresa al mercado laboral. El 47% restante
se inserta en el mercado de trabajo. De ellos, casi el 60% se debe conformar con un trabajo en
condiciones de informalidad. En definitiva, sólo 1 de cada 5 personas que no terminan la
secundaria, consigue emplearse formalmente.
Peor aún, no terminar los estudios secundarios es sinónimos de pobreza. Así lo revela la
combinación de datos de la EPH (ingresos según nivel de instrucción) y del informe de pobreza de
INDEC.5 Incluso en el mejor de los escenarios, aunque también el menos probable, una persona
con nivel de instrucción inferior a “secundaria completa” puede aspirar a ganar un salario que le
impide mantener a su familia por encima de la “línea” de la pobreza (ver gráfico 4).6 Si bien con
su ingreso individual podría adquirir la canasta básica de bienes necesaria para no ser considerado
como tal, este ingreso es insuficiente para que la manutención de ese grupo familiar, tal y como lo
revela los gráficos 4 y 5. En promedio las otras entradas monetarias apenas le permitirían colocar a
la familia en (y no por encima) de la línea de pobreza. 7
Otro aspecto revelador de estos gráficos es la importancia de las asignaciones o transferencias
sin contraprestación otorgadas por el Estado. Sin dudas mayor profundidad en la investigación es
requerida sobre este punto, pero su efecto no parece ser indiferente al nivel medio de
instrucción. En algunos rangos educativos inferiores, al colocar a sus beneficiarios en un piso
muy cerca de los ingresos de informalidad laboral, desalienta a un conjunto significativo de la
población a autoexcluirse del mercado de trabajo.
Esto no debe leerse como apología al rechazo de estos beneficios sociales. Al contrario, el
mensaje es que no puede pensarse en una política asistencial sin tener en cuenta el nivel
educativo de la población objetivo. En estratos medios de instrucción, es probable que esta
“ayuda” se reciba como impulsor para la formación de las propias capacidades laborales. En el
nivel de educación más bajo, la asistencia podría constituir un desaliento laboral. Lo que se
requiere aquí es complementar la asistencia con un shock educativo.
5 INDEC (2017): “Incidencia de la Pobreza y la Indigencia en 31 aglomerados: primer semestre 2017”. Disponible en
http://www.indec.gob.ar/uploads/informesdeprensa/eph_pobreza_01_17.pdf 6 Se designa con “línea” de la pobreza a la idea de que hay un ingreso que permite adquirir los bienes esenciales que
requiere una persona para no ser considerado pobre. Se trata de alimentos, vestidos, manutención en general, esparcimiento, etc., incluidos dentro de lo que se denomina “canasta básica total” (CBT). Para mayores referencias al respecto, ver informe indicado en pie de página anterior. 7 Una advertencia: desde el punto de vista estrictamente técnico este análisis subestima la capacidad del ingreso
individual para la manutención familiar. En particular, la CBT que define la línea de la pobreza está realizada para un individuo adulto equivalente, a quien el INDEC estima determinados requerimientos. Las mujeres y niños tienen requerimientos inferiores, por lo que la cesta de bienes que define su condición de pobreza estaría por debajo de la CBT. No obstante ello, podría considerarse
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GRAFICO 4: Relación entre Pobreza, Ingreso Individual, Ingreso Familiar per Cápita y Nivel de Instrucción
(valores promedios para la población encuestada de Resistencia en edad legal de trabajar)
FUENTE: Elaboración Propia en base a datos de EPH-INDEC e Informe de Pobreza de INDEC
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La pobreza no es exclusivamente una cuestión de ingresos. Está claro que existen otras
dimensiones. La falta de educación formal es una de ellas, pero la EPH nos permite
aproximarnos a otras. En particular nos interesará saber el tipo de vivienda en dónde moran
las personas, y algunas de sus prestaciones; si soportan hacinamiento; si tienen acceso a
servicios sanitarios básicos; si el lugar de residencia es un sitio seguro. Cruzaremos todos estos
proxy de pobreza “estructural” con el nivel de instrucción alcanzado, que ya vimos se
encuentra muy correlacionado con la pobreza “monetaria”.
En cuanto a las terminaciones de la vivienda se detectó una estrecha correlación entre el nivel
educativo alcanzado y la incidencia de culminaciones constructivas “precarias”, como por
ejemplo el suelo de tierra o piedras sueltas y los techos sin cielorraso. También puede hallarse
esta relación inversa entre el grado de instrucción y las posibilidades de acceso a servicios
básicos, como aguar corriente de red y sistema cloacal.
La marginación a su vez puede verse también en el entorno de la residencia de estos hogares.
Los hogares con mayores necesidades insatisfechas suelen ubicarse en sitios pocos aptos o
peligrosos.
Una lectura cuidadosa de la tabla I permite concluir que existe una pobreza núcleo,
estructural, muy difícil de revertir. Las personas pobres con escasos niveles de cualificación y
con problemas de empleo, tienen mayor exposición a condiciones adversas de vida. Más
aún, los hogares precarios que padecen al menos una carencia, suelen sufrir muchas. Por
ejemplo, si el piso es de una vivienda es de baja calidad, es más probable que no tenga un
techo bien terminado. Lo mismo ocurre con el acceso a los servicios elementales.
GRAFICO 5: Cuántas Canastas Básicas se pueden comprar con el Ingreso Familiar per
Cápita (promedio)
FUENTE: Elaboración Propia en base a datos de EPH-INDEC e Informe de Pobreza de INDEC
FUENTE: EPH
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Tabla I: Relación entre el Nivel de Instrucción y Condiciones de la Vivienda
FUENTE: Elaboración Propia en base a datos de EPH-INDEC
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En conclusión, hemos comprobado una estrecha vinculación entre la pobreza y niveles bajos
de educación formal. En lo sucesivo trataremos de identificar si la deficiente instrucción tiene
canales de reproducción intergeneracional de la pobreza, es decir de padres a hijos. Para ello
exploraremos la hipótesis según la cual los alumnos de padres con menor grado de educación
formal muestran no solo un desempeño académico peor vis a vis aquellos cuyos padres
ostentan un capital cultural mayor, también son más vulnerables al abandono escolar. Para
ello utilizaremos datos de la evaluación Aprender 2016 para alumnos del 5to/6to año de la
secundaria.8
De acuerdo con la información consultada existe una correlación directa entre el nivel
educativo de los padres (no parece haber diferencias sustanciales entre madre y padre) y el
rendimiento académico de sus hijos. Como proxy de este desempeño se toma la calificación
(en categorías) en la evaluación de matemática.9 En la provincia del Chaco, el 70% de los
alumnos cuyos padres no terminaron la primaria, no logra el básico de puntaje.10 Este
porcentaje se reduce al 40% de los alumnos con padres universitarios.11
8 De acuerdo con el Ministerio de Educación de la Nación “Aprender es el dispositivo de evaluación nacional que
permite medir el nivel de desempeño de los estudiantes en áreas básicas de conocimiento, así como identificar distintos factores que inciden en los aprendizajes”. Datos disponibles en http://aprenderdatos.educacion.gob.ar/ 9 En la secundaria Aprender evalúa en cuatro áreas de conocimiento. Matemática, Lengua, Naturales y Sociales.
Optamos por la primera por ser la materia que suele tomarse como referencia en estudios con objetivos similares a los nuestros. 10
De acuerdo con el “Reporte Nacional Aprender 2016” los alumnos que han mostrado un desempeño “por debajo
del básico” son aquellos que si bien pueden interpretar registros coloquiales y convertirlos en lenguaje matemático, no pudieron resolver ni siquiera aquellos ejercicios con niveles de dificultad menores. Es decir, los alumnos demuestran cierta habilidad para la “comunicación matemática” pero fallan en la “resolución de problemas”.
GRAFICO 6: Proporción de las Personas de acuerdo con su Nivel de Instrucción que…
FUENTE: Elaboración Propia en base a datos de EPH-INDEC e Informe de Pobreza de INDEC
FUENTE: EPH
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Lógicamente el grado de instrucción de los padres no solo condiciona la trayectoria
académica actual de los hijos, sino también tienen consecuencias más perdurables. Por
ejemplo, hemos comprobado que el nivel educativo alcanzado por los progenitores tiene
incidencia en la probabilidad de que sus hijos acumulen materias previas y/o repitan el año. La
repitencia está más difundida entre los evaluados cuyos padres no completaron la
secundaria (22%) que entre quienes tienen padres universitarios al (7%). Lo mismo ocurre
con la proporción de alumnos que adeuda materias. (ver gráfico 8).
Sin embargo, paradójicamente, a pesar de estos problemas en la escuela (bajo rendimiento
actual, probabilidad de repitencia y/o acumulación de materias previas), no hemos
detectado evidencia que nos sugiera una mayor propensión al abandono por parte de los
alumnos con padres poco instruidos. En particular se halló que son los que más utilidad le
encuentran a los contenidos impartidos (en este caso matemática), menos aburridos y más
contentos se sienten en la escuela, y menos falta a clases (ver gráfico 9).
Documento disponible en http://www.educacion.gob.ar/data_storage/file/documents/reporte-nacional-aprender-2016-595bd309db7de.pdf 11
A nivel nacional esta tendencia se repite, aunque con “niveles” sensiblemente inferiores. El 57% de los evaluados
con padres sin primaria completa no consiguen alcanzar el puntaje básico, y solo el 20% de los alumnos con padres universitarios no consigue esta marca.
GRAFICO 7: Porcentaje de Alumnos con Rendimiento por “debajo del básico” en la
Evaluación de Matemática de Alumnos de 5to/6to año (secundaria) de acuerdo al Nivel
de Instrucción alcanzado por sus progenitores. Chaco.
FUENTE: Elaboración Propia en base a datos de Aprender 2016
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Una explicación posible es que al encontrarse en entornos familiares con carencias educativas,
valoran más los contenidos impartidos en las aulas. También es probable que al no poder
apelar a los padres, como complemento de su formación, estén obligados mantenerse más
atentos en clases y faltan menos a la escuela. Además es probable que el abandono se
GRAFICO 8: Porcentaje de Alumnos con Dificultades Escolares en el 5to/6to año de la
Secundaria, de acuerdo al Niveles de Instrucción alcanzado por la Madre. Chaco.
FUENTE: Elaboración Propia en base a datos de Aprender 2016
FUENTE: EPH
GRAFICO 9: Porcentaje de Alumnos con Respuestas Afirmativas a las siguientes preguntas
Encuesta a alumnos del 5to/6to año de la Secundaria, de acuerdo a Niveles de
Instrucción alcanzado por la Madre. Chaco.
FUENTE: Elaboración Propia en base a datos de Aprender 2016
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manifieste con anterioridad al último año. Finalmente, esta evidencia podría usarse para dar
un tibio respaldo a la hipótesis según la cual en los últimos años se habría degradado la
calidad educativa (en términos de contenidos y exigencias) en favor de “contener” a los
alumnos dentro de las aulas. Sin embargo, más investigación se requiere para llegar a una
conclusión más contundente.
No obstante retener a los chicos en las escuelas no debería ser el único objetivo de la política
educativa. Mejorar su desempeño, medido en las evaluaciones periódicas, debe ser también
un eje rector fundamental. En este sentido nos propusimos determinar qué medidas
concretas pueden tener incidencia en los resultados de estas pruebas de nivel. Usamos los
datos de Aprender 2016 para averiguarlo (gráfico 10 y 11).
Se encuentra que el ingreso prematuro al jardín, antes de los cuatro años de edad, es un
potente predictor de un mejor desempeño académico. Los alumnos que ingresan más
temprano al jardín obtienen calificaciones más elevadas. En el promedio del país consiguen
rendimientos 13% superiores respecto de quienes no han asistido a establecimientos
preescolares. Esta evidencia otorga respaldo a las políticas de estimulación temprana y
primera infancia. Incluso demuestran ser más eficaces respecto a medidas ex-post como las
clases de apoyo (gráfico 11). A nivel provincia estas conclusiones no son tan concluyentes.
GRAFICO 10: Puntaje Promedios obtenidos por Alumnos en el 5to/6to año de la
Secundaria, de acuerdo con el momento de ingreso al Jardín. Total País y Chaco.
FUENTE: Elaboración Propia en base a datos de Aprender 2016
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CONCLUSION
A lo largo de este análisis hemos descripto la dinámica conjunta del nivel educativo, el estado
de actividad (empleo, informalidad y desempleo), y la pobreza. Se detectó un reforzamiento
del comportamiento de estas variables, formando lógicas circulares muy difíciles de romper
espontáneamente. Una baja calificación laboral, otorgada por el sistema educativo formal, es
sinónimo de pobreza.
Más aún hemos mostrado que estos círculos viciosos de pobreza se reproducen
intergeneracionalmente. Uno de los canales más importantes es el aquí descripto: el nivel de
educativo de los padres condiciona seriamente el desempeño académico de los hijos. Esto se
manifiesta en bajos puntajes en las evaluaciones de nivel, mayor probabilidad de acumular
materias previas, e incluso repitencias.
Si bien no hemos encontrado evidencia que demuestre que estas dificultades escolares
precedan inminentemente al abandono escolar, nada garantiza que otros factores del entorno
(la necesidad de contribuir a la economía hogareña, por ejemplo) puedan ser detonantes de
una deserción. Se requiere hacer cumplir el mínimo de 12 años de educación obligatoria para
todos los niños de la provincia. Es un derecho que hay que hacerlo efectivo.
El objetivo de erradicar la deserción no puede basarse en medidas generales, como por
ejemplo la reducción de los niveles de exigencia. Una educación de calidad requiere que se
mantengan ciertos estándares que no hay que resignar. Se necesita, en cambio, un análisis
caso por caso que atienda a las problemáticas específicas de los alumnos.
GRAFICO 11: Puntaje Promedios obtenidos por Alumnos en el 5to/6to año de la
Secundaria, de acuerdo con asistencia a clases de apoyo. Total País y Chaco.
FUENTE: Elaboración Propia en base a datos de Aprender 2016
FUENTE: EPH
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El Chaco tiene una legislación de avanzada en este sentido. La Ley 7.237 crea un sistema de
“trayectorias escolares” cuya finalidad es justamente la creación de una base de información
sobre la evolución del rendimiento escolar de todo alumno matriculado, así como el
seguimiento de los factores socioeconómicos y pedagógicos que influyen en su rendimiento
escolar. Todo esto con el objeto de diseñar políticas para la detección y atención anticipada, a
nivel de escuelas y de aulas, de factores de riesgo para la continuidad o el desempeño escolar
de los alumnos.12
Lamentablemente las autoridades provinciales no están implementando esta normativa.
Tampoco están avanzando en el financiamiento de políticas de primera infancia (escolaridad
de 3 años en adelante), que tiene enorme potencial para el mejoramiento del desempeño de
los alumnos como hemos visto. Recientemente desde la Fundación Chaco Futuro hemos
propuesto una reforma al impuesto al cheque, para que parte de lo recaudado se destine a ese
fin.13
Una sociedad más justa e igualitaria es posible. La verdadera equidad, la igualdad de
oportunidades, depende fundamentalmente del acceso a una educación de calidad para todos
los chaqueños. Sin políticas que apunten a extender la educación y a profundizar su calidad,
escapar a la situación de pobreza que padecen miles co-provincianos en la actualidad, resulta
inimaginable. Esta es la transformación más importante que necesita el Chaco. Cuando está la
visión y la voluntad política en la dirigencia, las herramientas y las soluciones aparecen.
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Ley disponible en http://www.chacofuturo.com.ar/losocial.php#educacion 13
Proyecto de ley 3580/17 disponible en http://www.senado.gov.ar/parlamentario/comisiones/verExp/3580.17/S/PL