cero profundo

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Cero profundo En mi aritmética no cuenta la aproximación. Por lo mismo que hacia el cero o el infinito, como premonición Plena, no hay lugar para mí. Como tu dijiste cualquier día, lo mío es pura nimiedad, error matemático. Lo cierto es que, ahora que te has ido; te busco; así sea para Que me espliques, eso del dos por uno. He decidido no volver a mi barrio, comoquiera que Ya lo había olvidado. En ese brete compulsivo, Casi locura crucial, minimizándome, Hoy, entonces, soy sujeto itinerante, Opaco, sin la pulsión necesaria para vivir. Para volver a mi lúdica, Perdida. Barriecito antes amado. Antes vivido, añorado. Me fui yendo en mí misma inmovilidad, tratando de volver A esos días, en que jugaba a la pelota. Días en que iba a la escuela. Con el ánimo elocuente, de llegar al salón. Para saludar a la profesora Magnolia. Para sentir bien cerca a mis amigos. Hoy, recuerdo a Demetrio, A Absalón Machado. Duele esto de sentirme íngrimo, desmirriado. Sujeto En vertical caída En camino brusco, anduve, Buscándome a mí mismo. Infinidad de distancias, Recorriendo los sueños, ávido de desdecir lo hablado. Una expresión casi coloquial, benévola. Itinerante por todo el espacio, habido desde antes. Hice estación en la memoria perdida. Y se hizo vulnerable mi condición de sujeto simple, perplejo.

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Page 1: Cero profundo

Cero profundo

En mi aritmética no cuenta la aproximación. Por lo mismo que hacia el cero o el infinito, como premoniciónPlena, no hay lugar para mí. Como tu dijiste cualquier día, lo mío es pura nimiedad, error matemático.Lo cierto es que, ahora que te has ido; te busco; así sea paraQue me espliques, eso del dos por uno.

He decidido no volver a mi barrio, comoquiera queYa lo había olvidado. En ese brete compulsivo,Casi locura crucial, minimizándome, Hoy, entonces, soy sujeto itinerante,Opaco, sin la pulsión necesaria para vivir. Para volver a mi lúdica,Perdida. Barriecito antes amado. Antes vivido, añorado.Me fui yendo en mí misma inmovilidad, tratando de volverA esos días, en que jugaba a la pelota. Días en que iba a la escuela.Con el ánimo elocuente, de llegar al salón. Para saludar a la profesora Magnolia.Para sentir bien cerca a mis amigos. Hoy, recuerdo a Demetrio,A Absalón Machado. Duele esto de sentirme íngrimo, desmirriado. SujetoEn vertical caída

En camino brusco, anduve,Buscándome a mí mismo. Infinidad de distancias,Recorriendo los sueños, ávido de desdecir lo hablado.Una expresión casi coloquial, benévola.Itinerante por todo el espacio, habido desde antes.Hice estación en la memoria perdida.Y se hizo vulnerable mi condición de sujeto simple, perplejo.Hice, pues, fuego dormido, en donde antes hubo calidez afanada,Iridiscente. En vuelo perenne, En memoria asumida, como envolvente

Erguido, insumiso, potente,

Page 2: Cero profundo

Fui inventando el apego a la vida. Volátil viva.

Y sí, que en ese estar, percibí a la negra Andrea.Cuando, conmigo hacía del viento, lúdica veloz.Y sí que erguido, ahí, la dibujé con crayola roja, color punzante.Y regresé a los días cuando era su cuidador furtivo,Viéndola de cuerpo entero, esbelta, ígnea, casi pura.

Viajero impávido, melancólico, habiendo perdido el interés ´por la vida.Como queriendo devolverme, hasta el entorno vivido,Cuando izaba mi condición de sujeto rebelde, amante.E hice estación en la bodeguita. En donde conocí a Irene.La recuerdo, en sí, traviesa, desafiante. Con su fluidez envolvente,Desafiando a los guerreros, pendencieros, de palabraSiendo, entonces, como soy ahora, seguí dando pasos por mi camino,Impropio; pero camino en sí. Ineludible.

Mis datos personales son simples expresiones elementales, con matices insípidos,Alejados de cualquier memoria benévola. Simple individuo censado. Y mis vivencias,Ya están ahí, en este universo de nomenclatura, gris sujeto en esquema calcado.

He aquí mi historia, andariega, a propósito,En eso de demostrarlo, fui a todos los lugares de mi país.Sin hacer estaciones. Sin mirar abajo, camino. Como en esa composición de “La Fábula de los Tres Hermanos” que nos cedió Silvio Rodríguez Y mi mecha se hizo volátil. Estando ahí mismo, sin hacer del camino historia viva y creativa.Fui donde el increado Sol, para preguntarle por ti, Azucena mía. No te encontré ahí. Aún sigo vagando, aquí en Tierra. En la esquinita bravera,En donde nos conocimos. Y, en la cual besé tu boca por primera vez, siendo yo, sujeto

infante,Ávido de recorrer tu cuerpo y de terne toda, absoluta.

Page 3: Cero profundo

Y se hizo yerta la Tierra, nuestra Madre. Por lo mismo que guerreros, pasaron y siguen pasando.Como si nada. Metidos en nichos que había creado, ya, la bilogía. Y te sentí en lejano vuelo, cabalgando el arco iris; entreverado en nubes y vientos y la violentaEnergía que atrapa se exhibe como trofeo la fuga de colores. Y la fuerza que eres. Metida ahí,En remolino envolvente. Ahí, en tu amado ser; vivas, preclaro. Siendo yo vértigo insolente, bárbaro. Sujeto de corto vuelo. Metido en vos.