Capítulo 10: El papel de losprofesionales y técnicos en los procesos

de caanbio y desarrollode la sociedad rural

José Manuel del Barrio Aliste *

' Departamento de Sociología. Universidad de Salamanca.

1. INTRODUCCIÓN

^Cuál es el papel que tienen, o deberían tener, los profesionalesy técnicos en los procesos de desarrollo rural? Se dice, a veces sinmucho fundamento, que la clave del desarrollo rural es la implica-ción de los técnicos que desempeñan su labor profesional en los dis-tintos campos de la intervención social: agentes de desarrollo local,trabajadores sociales, animadores comunitarios, médicos, maestros,etc. Para comprobar la veracidad de dicha postura, aquí se haráreferencia al papel de los profesionales del Trabajo Social a partirdel análisis de cuatro cuestiones complementarias: le) las funcionesde los Centros de Acción Social (CEAS); 2a) los problemas, laslimitaciones y los retos de los profesionales del Trabajo Social en elmedio rural; 3) las visiones que dichos profesionales mantienen dela sociedad rural; 48) la relación entre la política social y el diseñode políticas de desarrollo rural. ^Que por qué se toma este camino?Entiendo que los profesionales del Trabajo Social son, o deberíanser, piezas fundamentales en la planificación y gestión de políticasde desarrollo rural.

La tesis que se mantiene se plantea en los siguientes términos: laplanificación de políticas sociales en el medio rural ^ntendiendo lapolítica social en su sentido genérico- debería ir vinculada con laplanificación de políticas de desarrollo rural. Se deduce, por tanto,que la política social, como herramienta del bienestar social, nodebería contemplarse como un campo específico y autónomo de losprocesos de desarrollo rural, cuestión que nos remite a la pertinen-cia de considerar el desarrollo como una construcción histórica ysocial. Por tanto, y a partir de las premisas que acaban de enunciar-se, seria básico conocer el papel de los profesionales del TrabajoSocial en un espacio específico y concreto como el medio rural.

Los antecedentes más lejanos de esta refleación deben rastrearseen la ponencia que presenté, hace ya siete años, en las V Jornadas

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de Servicios Sociales en el medio rural (Cuenca, 1992). Con ]a pers-pectiva que brinda el tiempo transcurrido, las primigenias hipótesisy evidencias que entonces se apuntaban, hoy están plenamente con-trastadas. Por ejemplo, sigo manteniendo que muchas veces seacusa, y con razón, a los distintos profesionales y técnicos delmedio rural de copiar miméticamente programas, proyectos y acti-vidades que se desarrollan en ámbitos urbanos, olvidándose queunos y otros espacios sociales (el rural y el urbano) no son idénti-cos, si bien es verdad que las fronteras que aún les separan se estándifuminando con evidente claridad. Por tanto, si lo rural y lo urba-no no son espacios idénticos, no deben trasladarse de uno a otroámbito espacial los mismos procedimientos de planificación y ges-tión de políticas de desarrollo.

Los datos que aquí se presentan se han tomado de mi tesis doc-toral, que próximamente verá la luz en letra impresa (Proceso decambio y tendencias de futuro de la sociedad rural de Zamora.Implicaciones para el desarrollo rural del espacio fronterizo. Fun-dación Rei Afonso Henriques). Las opiniones de los trabajadoressociales, algunas de cuyas referencias ahora rescatamos, se obtu-vieron durante 1996 a partir de un cuestionario específico que seenvió a todos los profesionales de los CEAS rurales de la provinciade Zamora. Por limitaciones de espacio, en este texto sólo se mues-tran las opiniones más relevantes, que servirán para plantear unaserie de reflexiones sobre los retos de los profesionales y técnicosen los procesos de cambio y desarrollo de la sociedad rural. Aunquecomo ejes argumentales se utilizan, por una parte, el ámbito rural deZamora y, por otra, unos específicos profesionales y técnicos (lostrabajadores sociales), entiendo que muy bien podrían generalizar-se las conclusiones que aquí se presentan a otros espacios de lacomunidad de Castilla y León, o también a otros ámbitos rurales delresto de España.

2. CONTEXTO LEGAL DE LOS CEAS RURALES

Conocer las funciones de los trabajadores sociales, al igual quelos retos que tiene planteados el Trabajo Social en las zonas rurales,exige previamente hacer referencia al contexto legal y normativoque fundamenta las tareas de los CEAS (Centros de Acción Social).La Ley de Acción Social y Servicios Sociales de Castilla y León

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(Ley 18/1988, de 28 de diciembre) articula el sistema de acciónsocial en dos niveles: 1) servicios básicos (que tienen un carácterpolivalente y van dirigidos a todos los ciudadanos y colectivos, sindistinción) y 2) servicios específicos (que se dirigen a sectores ygrupos concretos, en función de sus problemas y necesidades querequieren un tratamiento más especializado). Los servicios básicosse estructuran en una red de CEAS, dependientes de las Corpora-ciones Locales. Los Ayuntamientos de más de 20.000 habitantesestablecen las zonas existentes en su término municipal, y.las Dipu-taciones las del resto del territorio provincial. Se establece unmódulo de 20.000 habitantes por cada CEAS, o zona básica deacción social. No obstante, dadas las especiales características de laregión, por su baja densidad demográfica, dispersión territorial ydesigual reparto de bienes y servicios, la Ley menciona una serie de"índices correctores" para garantizar a todos los ciudadanos unadistribución equitativa de los CEAS o de cualquier otro servicio decarácter básico. Tal y como se especifica en el artículo 8.1, cadaCEAS contará con el personal necesario para gestionar las presta-ciones básicas y las actividades de animación comunitaria.

Conviene retener cuáles serían los objetivos del Sistema deAcción Social. Según se especifica en el artículo 3 de la citada Leyde Acción Social, serían: promover la solidaridad, el desarrollo librey pleno de la persona, la igualdad de los individuos en la sociedad,la prevención y eliminación de las causas que conducen a la margi-nación y facilitar los medios para la integración y desarrollo comu-nitario, así como el bienestar social de los ciudadanos y grupossociales. Y en la exposición de motivos de la Ley, se enumeran losprincipios que regirán dicho Sistema de Acción Social: igualdad,libertad y solidaridad; universalidad; globalidad; planificación; des-centralización; integración; animación comunitaria; participación yfomento de la iniciativa social.

Hasta aquí el plano normativo. Sin embargo, interesa mostraralgunas limitaciones, contradicciones y ambigiiedades de la natura-leza de los servicios sociales y del Trabajo Social y que la Ley, lógi-camente, pasa por alto. Habría que constatar, por ejemplo, los con-dicionantes políticos e institucionales que ejercen su influencia enla actividad profesional de los trabajadores sociales que desarrollansu actividad profesional en cualquier campo de los servicios socia-les. Si se analizan cuáles son los objetivos que se enuncian en lasLeyes de Servicios Sociales de las distintas comunidades autóno-

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mas -acaban de enumerarse aquellos que se refieren a Castilla yLeón-, la situación en la que se encuentra el profesional al tener queaplicar estos objetivos es de impotencia por la ambigtiedad, abs-tracción y poca operatividad que encierran. Los resultados de laencuesta a los CEAS rurales acabarán por confirmarlo.

Este cúmulo de contradicciones tendria sus impactos en la prácticasocial de los profesionales de los servicios sociales, y no sólo en los delmedio rural, pues con ello se consigue alejaz al profesional de la reali-dad al sentirse "obligado" a construir la sociedad ideal que estos obje-tivos proponen. Aun en el supuesto de que algunas de las funcionespudieran ser operativas, la situación del profesional que se encuentrasolo para atender a varios municipios a la vez representa un freno abso-luto a su tarea, además de la espontaneidad a la que se ve abocado enmuchas de sus actuaciones. Por las cazacteristicas del medio rural, estascontradicciones se viven con mayor intensidad y dramatismo.

3. LOS PROFESIONALES DE LOS CEAS RURALESDE LA PROVINCIA DE ZAMORA

3.1. Funciones de los CEAS y colaboración institucional

Los objetivos que se enumeran en la Ley de Acción Social puedencontrastazse con la valoración específica que ofrecen los trabajadoressociales rurales a las funciones que se ejercen en los CEAS. Laencuesta recogía las cuatro funciones básicas que se realizan (o debe-rían realizarse) en cada CEAS: asesorar a los ayuntamientos en todolo relativo a los servicios sociales; coordinar el conjunto de serviciossociales de ámbito comarcal; información, valoración y orientación atodo tipo de problemática que afecten al ámbito de los servicios socia-les y, por último, la animación comunitaria, entendida como dinami-zación social y económica de la zona. Para cada una de las cuatro fun-ciones se solicitaba si debería empleazse más, menos o igual de tiem-po del que se emplea en la actualidad (Tabla n° 1). Y las respuestas fue-ron concluyentes: si teóricamente uno de los objetivos centrales de losCEAS es facilitar los medios para la integración y desarrollo comu-nitario [así se leía en el artículo 3 de la Ley de Acción Social y Servi-cios Sociales de Castilla y León], prácticamente todos los trabajadoressociales consideran que la función de animación comunitaria deberíarealizarse mucho más de lo que se hace actualmente. Además,

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es muy significativo que se reclame una mayor coordinación, por partede los profesionales de los CEAS; del conjunto de los servicios socia-les de la zona (sólo e19% considera que sería una función que no debe-ría hacerse) o que se enuncie que debería emplearse más tiempo a ase-sorar a los Ayuntamientos en todo lo relativo a los servicios sociales.Por el contrario, y como era de esperar, el tiempo que debería dedi-carse a la información, valoración y orientación de todo tipo de pro-blemáticas, es decir, el tiempo empleado en la información que sebrinda a los colectivos y sectores de población específicos, se consi-dera suficiente, o al menos se reclama con bastante menor intensidadque en el caso de las tres funciones anteriores.

TABLA X-1

% horizontales % de respuestas

Opiniones acerca del tiempo quedebería dedicarse a cada una delaas funciones del CEAS Más Igual Menos No debería

hacerse

Asesoraz a los Ayuntamientos en lorelativo a los servicios sociales 64 36 - -

Coordinar el conjunto de serviciossociales en el ámbito comazcal 73 18 - 9

Información y orientación 45 55 - -

Animación comunitaria, entendidacomo dinamización socioeconómica 91 9 - -

Base: CEAS.

En el cuestionario también se solicitaba que se evaluase el tiem-po que debería dedicarse a cada una de las fases de la intervenciónsocial' (Tabla n° 2). Por lo que parece, los trabajadores sociales no

^ Las fases de la intervención social son las que actualmente se utilizan por el ]lamado"método básico" de Trabajo Social, y se refieren, como se ve, a las mismas fases (excepto lasegunda) que se enumeran en cualquier proyecto de investigación social.

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necesitan emplear más tiempo del que dedican actualmente al estu-dio y la investigación de los problemas de la zona. Es posible queasí se piense por el alto grado de contacto que existe con la pobla-ción de la zona o, también, por el alto grado de conocimiento quedicen poseer de la sociedad rural, cuestión que se ve con posteriori-dad. Por el contrario, que la población local conozca la función delCEAS, planificar objetivos y elaborar programas serían las fasesque deberían hacerse mucho más. La ejecución de los programas yla evaluación, aunque ya no se valoran como las tres fases anterio-res, también habría que dedicarles algo más de tiempo.

TABLA X-2

% horizantales % de respuestas

Tiempo que debería dedicarse acada unas de las fases de laintervención social Más Igual Menos

Estudio e investigación de la zona 10 90 -

Que la población conozca la funcióndel CEAS 100 - -

Planificación: objetivos, priorizar 100 - -

Elaboración de programas 100 - -

Ejecutar programas y actividades 60 40 -

Evaluación 80 20 -

Base: CEAS.

Si a la planificación de programas y actividades se deberíaemplear más tiempo, interesa conocer el grado de participación eimplicación de las diferentes instituciones, entidades, actores yagentes sociales de la zona a la hora de intervenir en dicha planifi-cación. Esta cuestión nos parecía fundamental si, como se dice unay otra vez, un aspecto clave para el desarrollo -también para eldesarrollo rural- es siempre la participación de la sociédad civil, yde manera muy especial la población local. Los datos son sintomá-ticos de la escasa implicación de la población local, juicio que tam-bién se extiende al resto de profesionales y responsables políticoslocales y regionales (Tabla n° 3).

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TABLA X-3

% horizontales % grado de intervención en fase de planificación

Opinión acerca del grado deintervención en la planificaciónpor parte de... Mucho Algo Poco Nada

Los trabajadores socialesy animadores 40 20 40 -

La población de la zona ]0 20 60 10

Otros profesionales de la zona - 20 40 40

Los ayuntamientos - 50 30 10

La Diputación 10 50 30 ]0

La Junta de Castilla y León - 40 50 10

Base: CEAS.

Que el 80% de los trabajadores sociales manifieste que otrosprofesionales de la zona (médicos, maestros, técnicos de ExtensiónAgraria) participan poco o nada en la planificación de programas yactividades sociales nos parece preocupante. Se constata una vezmás la descoordinación no sólo institucional, criticable por muchasrazones, sino también las escasas vías de comunicación entre losprofesionales que están vinculados entre sí por el complejo y vastocampo de los servicios sociales. Idénticos comentarios cabría hacerdel juicio que merece para el 70% de prófesionales de los CEAS laescasa participación de la población de la zona o lo que opina el40% sobre la baja o nula participación de los responsables munici-pales locales. El juicio que merece la escasa participación de laJunta de Castilla y León, por eso de la supuesta lejanía física, eshasta cierto punto comprensible. Lo que ya sería menos entendible,y hasta preocupante, es la baja participación que se predica de laDiputación en las tareas de planificación social, institución que teó-ricamente es la responsable de coordinar los servicios sociales bási-cos en la provincia. Otro tanto habría que decir acerca de la res-puesta que da el 40% sobre la poca participación en las tareas pla-nificadoras que tendrían los propios profesionales de los CEAS: tra-bajadores sociales y animadores comunitarios.

El grado de implicación de los distintos actores sociales e insti-tuciones en la planificación de actividades y programas en el ámbi-

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to de los CEAS rurales se complementa con la colaboración y coo-peración que existe entre los CEAS y otros profesionales, técnicos,instituciones o entidades en aspectos relacionados con el desarrollode la zona (Tabla n° 4). Estas cuestiones se refieren a aspectos másglobales que a la específica tarea de planificación que acaba deverse. Un primer dato muy curioso: excepto de los curas y de losdirectivos de la industria agroalimentaria (de quienes se solicita unacolaboración algo inferior a la del resto de instituciones), de lasdemás instituciones y profesionales se demanda una mayor colabo-ración por parte de los profesionales de los CEAS.

Es muy sintomático que dicho "plus" de colaboración se solici-te también del resto de profesionales de los CEAS rurales de la pro-vincia, de los alcaldes y de los técnicos de la zoña (Extensión Agra-ria, Centros de Salud, Centros de Enseñanzá). Del mismo modo, ysiempre según la opinión de los trabajadóres^sociales, tambiéndebería existir un mayor grado de colaboración con los sindicatos

TABLA X-4

% horizonta[es % de respuestas, según grado de acuerdo

Opinión acerca de cuál debería serla colaboración entre el CEAS y... Mayor Igual Ninguna No sabe

Resto CEAS de la provincia 82 9 - -

Centros de Salud • 73 27 - -

Centros de enseñanza 73 27 - -

Curas 45 55 - -

Asociaciones culturales 73 27 - -

Asociaciones de mujeres 73 27 - -

Clubs dejubilados 73 27 - -

ONGS provinciales 82 18 - -

Universidad 82 9 9 -

Sindicatos 91 9 - -

Cooperativas 100 9 - -

Industrias Agroalimentarias 55 - - -

Alcaldes 91 45 - -

Agricultores 64 9 - -

Técnicos de Extensión Agraria 100 36 - -

Base: CEAS.

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agrarios y las Asociaciones de todo tipo (mujeres, tercera edad, cul-turales), Organizaciones No Gubernamentales, incluso con la Uni-versidad y las Escuelas de Trabajo Social. Los datos sobre la cola-boración que se solicita desde los CEAS rurales son enormementesugerentes para que sean tenidos en cuenta no sólo por las institu-ciones que se han nombrado sino también por parte de los profesio-nales vinculados a la enseñanza del Trabajo Social en la Universi-dad. La lección parece evidente: el Trabajo Social es una de las ins-tituciones, pero no la única; que está implicada en los procesos dedesarrollo humano y cambio social. Por tanto, la colaboración ins-titucional es algo fundamental.

3.2. Problemas, limitaciones y requisitos profesionales

La implantación espacial y puesta en funcionamiento de losCEAS rurales no ha sido una tarea fácil. Si el conjunto de los servi-cios sociales y los recursos del bienestar social han sufrido en estepaís un retraso temporal respecto otros países europeos, idénticoscomentarios cabría hacer para constatar tanto las dificultades comoel retraso temporal en la implantación de los CEAS rurales. A jui-cio de los trabajadores sociales, habría una serie de problemas ydificultades que limitarían la implantación y el funcionamiento efi-caz de los CEAS rurales. Serían, por orden de incidencia, lossiguientes [se enumeran textualmente, pues era una pregunta abier-ta]: la dispersión geográfica de los municipios, la escasez de recur-sos, la descoordinación entre los profesionales de la zona y la esca-sa implicación de la población local y el resto de agentes sociales.

La encuesta también recogía información sobre otros factoresque, a juicio de los trabajadores sociales, incidirían en el buen (omal) funcionamiento de los CEAS rurales. Serían los siguientes:limitaciones materiales, falta de recursos técnicos, escasez derecursos humanos y crisis de los servicios sociales. Y respecto aotras limitaciones, se menciona el desconocimiento que los alcal-des tienen del papel de los trabajadores sociales y el excesivo tiem-po que se emplea en la gestión de ayudas, lo que impediría que sepudiera "patear" en mayor grado la zona. También se constata quela política de la institución impondría sus limitaciones, aunque enmayor grado se afirma que a veces intentan politizar el CEAS(Tabla n° 5).

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TABLA X-5

% horizontales % grado de acuerdo

Afirmaciones acerca de las posibleslimitaciones del CEAS Mucho Algo Poco Nada

Se dedica más tiempo del que seríanecesario a la gestión de ayudas... 64 27 9 -

El problema no es tanto la falta derecursos como de planificación 18 73 9 -

Hay limitaciones materiales: localesinsuficientes, mal equipados... 91 9 - -

Se emplea mucho tiempo a burocracia 55 45 - -

Se dedica poco tiempo a"patear"la zona 55 18 18 9

Limita la política de la institución 46 45 9 -

A veces intentan politizar el CEAS 73 l8 - 9

A veces hay sensación de aislamiento 46 45 - 9

Muchos alcaldes desconocen elpapel de los trabajadores sociales 82 - 18 -

Otros profesionales (maestros, .médicos) también desconocen cuáles el papel de los trabajadoressociales 55 27 18 -

Base: CEAS.

3.3. Visiones sobre la sociedad rural

Hasta ahora se ha hecho hincapié en distintos elementos vincu-lados con la actividad práctica y específica de los trabajadoressociales en el medio rural. En este apartado se muestran las visionessobre "lo rural". En principio, los profesionales de los CEAS dicenposeer un alto grado de conocimiento de la sociedad rural. Idénticogrado de información se tendría de las ayudas, los programas y lalegislación específica de los CEAS rurales, pues la totalidad de lostrabajadores sociales dice poseer bastante información sobre unas yotras cuestiones (Tabla n° 6).

Si el conocimiento que los trabajadores sociales dicen tener dela sociedad rural es alto, existen entonces suficientes razones depeso para recoger las visiones de los trabajadores sociales acerca deun conjunto de aspectos relacionados con otras tantas características

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TABLA X-6

% horizontales % de respuestas

Grado de conocimiento de... Suficiente Bastante Poco

Qué es la sociedad rural 10 90 -

Legislación, actividades, ayudas,programas, etc., específicosde los CEAS - 100 -

Base: CEAS.

de los habitantes del medio rural. No importa tanto que lo que sepredica de la sociedad rural sea cierto; más bien interesa constatarla visión de "lo rural" desde los ojos de unos actores privilegiados,sobre todo por el contacto directo que tienen con la población local.Los datos de la Tabla n° 7 vuelven a reflejar una radiografía relati-vamente compleja (al menos no tan simple como algunos conside-ran) de la sociedad rural. Pero también se constata que en algunasopiniones los trabajadores sociales dejan traslucir viejos tópicos y,a veces, hasta aparecen determinadas apreciaciones que no secorresponden con la realidad objetiva de los datos. Veamos prime-ramente las relaciones entre la sociedad rural y la urbana y, poste-riormente, las relaciones sociales que existen en el interior de lasociedad rural.

l,Cómo se valoran las relaciones entre lo rural y lo urbano? Lamayoría de los trabajadores sociales considera que en los pueblostodavía existe menos nivel de desarrollo que en las ciudades, quecada vez estarían más subordinados a lo urbano y que seguiríanmarginados respecto a la ciudad. Complementariamente con lasafirmaciones anteriores, un alto porcentaje (64%) de trabajadoressociales también considera que el modo de vida de los pueblos escada vez más urbano. Lógicamente, unas y otras consideracionesllevan a la conclusión de que los pueblos estarían perdiendo susseñas de identidad, opinión que sería compartida por otro 64%.Ahora bien, este supuesto menor nivel de desarrollo respecto a laciudad no se explicaría, al menos de una forma tajante, porque lospueblos sean unas víctimas del sistema social vigente, pues sólo el36% estaría de acuerdo con tal posibilidad. [Curiosamente losmayores niveles de pobreza se concentran en la ciudad de Zamora,según el informe de la Fundación Foessa y Cáritas sobre Las condi-

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TABLA X-7

% horizontales % de respuestas, según opiniónde los trabajadores sociales de los CEAS

Aórmaciones acerca de los pueblos Acuerdo Desacuerdo No sabe

Todavía hay menos nivel dedesarrollo que en las ciudades 91 9 -

Los pueblos siguen marginadosrespecto a la ciudad 64 27 , -

EI modo de vida de los pueblos escada vez más urbano 64 18 18

Cada vez están más subordinadosrespecto a"lo urbano" 82 - 18

Existen algunas formas de picaresca(solicitud de ayudas, subvenciones) 82 9 9

Los pueblos están perdiendo susseñas de identidad 64 36 -

Los habitantes son reacios a formarparte de comunidades más amplias 9 45 46

Existen enfrentamientos entre unosy otros pueblos de la zona 82 9 9

Están débilmente organizados paraenfrentarse al futuro 91 - 9

Son menos complejos que la ciudad 55 36 9

Son víctimas del sistema social actual 36 27 36

En los pueblos ya no existe tantasolidaridad como antes ]00 - -

Apenas hay diferencias socioeconó-micas entre unos habitantes y otros 18 82 -

Base: CEAS.

ciones de vida de la población pobre de la provincia de Zamora,1996]. Para concluir las visiones acerca de las relaciones entre lorural (los pueblos) y lo urbano (la ciudad), para un 55% de trabaja-dores sociales los pueblos serían menos complejos que la ciudad, sibien un 36% opinaría lo contrario. Como se ve, alguno de los mitosacerca de "lo rural" -más eil concreto, el supuesto menor grado de •complejidad de las zonas rurales-, todavía seguiría vigente. Las opi-niones acerca de otro tópico -la supuesta solidaridad vecinal deantaño-, se mencionará posteriormente.

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^Y cómo se perciben las relaciones sociales en el medio rural?Mayoritariamente se afirma que en los pueblos sí existen interesesopuestos entre unos y otros vecinos. Además, el supuesto mito de quelos habitantes de los pueblos son bastantes parecidos entre sí y que ape-nas hay diferencias socioeconómicas entre ellos, para los trabajadoressociales sería una quimera. Pero es que también la supuesta bondadintrínseca de los habitantes de las zonas rurales vuelve a ponerse ensolfa cuando se constata la existencia de algunas formas de picarescaen los habitantes de los pueblos al solicitar ayudas, subvenciones, etc.

Y respecto al mito de la supuesta solidaridad vecinal de antaño,y su resquebrajamiento actual, la totalidad de los trabajadores socia-les afirman que los habitantes de los pueblos son cada vez más indi-vidualistas y que ya no existe tanta solidaridad entre los habitantescomo antes. En buena lógica esta última constatación podría venirexplicada por las anteriores apreciaciones que constaban cómo elmodo de vida era cada vez más urbano ^1 mito del mayor indivi-dualismo urbano- y que los pueblos estaban perdiendo sus señas deidentidad. La supuesta solidaridad de los pueblos -si es que la huboalguna vez- se estaría esfumando.

Una nota más sobre el individualismo. Éste no sólo se percibe enlas relaciones entre los vecinos de los pueblos. Idénticos comentariosse hacen respecto a las relaciones entre unos y otros pueblos, conenfrentamientos ("piques") entre ellos, enfrentamientos y rivalidadesque supuestamente serían un freno para el desarrollo de la zona. Con-viene recordar que el resto de actores rurales que se entrevistaron, yĉuyas opiniones aquí no se muestran, consideraban que el desarrollode los pueblos debería ir vinculado al de la zona y/o comarca. Res-pecto a esta cuestión, los trabajadores sociales constatan nuevamenteque los pueblos están débilmente organizados para enfrentarse alfuturo, sorprendiendo, entonces, que también se diga que los habitan-tes sean poco reacios a formar parte de comunidades más amplias(mancomunidades, por ejemplo). Sobre este tema, la realidad delgrado de asociacionismo municipal, así como los enfrentamientosque saltan por doquier, parecen desmentir ese supuesto.

3.4. La política social y el desarrollo rural

En este contexto, ^cuál debería ser el papel y el peso de losCEAS a la hora de diseñar las políticas de desarrollo en el medio

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rural? Esta cuestión nos parece básica por varios motivos: 1°) paraconocer las vinculaciones que se dan (o ileberían darse) entre lapolítica social y las políticas de desarrollo rural; 2°) para constatarlas relaciones entre la política agraria y la política económica; 3°)para averiguar el peso que deberían tener lo público y lo privado enel diseño y ejecución de ]a política social en el medio rural, y 4°)para conocer el grado de participación que se asigna a los CEASrurales a la hora de diseñar las políticas de desarrollo rural. Unas yotras cuestiones se sintetizan en la Tabla n° 8.

Respecto a las dos primeras cuestiones, la totalidad de los tra-bajadores sociales consideran que la política social en el mediorural nunca debería ser autónoma respecto a las políticas de desa-rrollo rural, al igual que la política agraria nunca debería ser autó-noma respecto a la política económica global. En mi opinión,ambas afirmaciones son lo sumamente importantes para que seconsideren por parte del conjunto de actores implicados en la pla-nificación de políticas sociales y de desarrollo en el medio rural.Entre otros, los políticos de turno. Y en relación con la terceracuestión (papel de lo público versus lo privado en el diseño de lapolítica social), no se suscita idéntica unanimidad respecto a que,por ejemplo, lo público tenga un mayor protagonismo que lo pri-vado, o viceversa. Mayoritariamente se dice que deberían tenerigual peso lo público que lo privado. Ahora bien, que lo privadopudiera tener mayor protagonismo que lo público suscita unamenor identificación que la supuesta posibilidad del mayor prota-gonismo que pudiera asignársele a lo público. Lo mismo cabe infe-rir del juicio que merece el papel de la Administración respecto alas ayudas al medio rural: el 80% de trabajadores sociales llega aafirmar que el Estado debería tener una presencia mucho más acti-va en las mismas.

Y respecto a la cuarta cuestión -el grado de participación de losCEAS rurales en el diseño de las políticas de desarrollo en sus zonasde actuación-, un nuevo dato muy significativo: el 73% de los tra-bajadores sociales opina que nunca se tiene en cuenta al CEAS enese diseño y que sin embargo debería contarse con él a la hora dehacer proyectos de desarrollo rural por parte del resto de institucio-nes de la zona. Sólo el 23% dice que no se le tiene en cuenta sufi-cientemente, aunque algunas veces sí. Los datos vuelven a consta-tar la desvinculación entre la política social y las políticas de desa-rrollo rural en la actualidad. Las consecuencias de tales métodos de

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TABLA X-8

% horizontales múltiples %a nivel de resp«estas

Afirmaciones acerca de la políticasocial y agraria en el medio rural Sí No NS

La política social debería serautónoma respecto a las políticasde desarrollo rural - 100 -

Lo público debería tener másprotagonismo que lo privado en eldiseño de la política social rural 50 40 10

Lo privado debe tener más peso quelo privado en el diseño de lapolítica social mral - 90 10

Debería tener el mismo peso lopúblico que lo privado en el diseñode la política social rural 80 10 10

La política agrazia debería serautónoma respecto a la políticaeconómica global - 100 -

El Estado debería tener unapresencia más activa en las ayudasal medio rural 82 - 18

Base: CEAS.

actuación ya se mencionaron en la introducción, por lo que aquíhuelga repetir los mismos comentarios.

4. ALGUNAS REFLEXIONES SOBRE EL PAPEL DE LOSPROFESIONALES Y TÉCNICOS EN LOS PROCESOSDE DESARROLLO RURAL

Los datos han mostrado las opiniones de los trabajadores socia-les de los CEAS rurales acerca de distintas dimensiones de la socie-dad rural. También, se ha hecho hincapié, muy especialmente, en laimportancia que tienen los profesionales y técnicos en el desarrollorural. Aunque suene a repetitivo, es preciso retener algo obvio: losprofesionales vinculados con el desarrollo rural (trabajadores socia-les, animadores comunitarios, maestros, médicos, técnicos deextensión agraria, agentes de desarrollo local, etc.) deberian cono-

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cer las coordenadas sociales y estructurales que definen a la socie-dad rural. Pienso que dichas coordenadas repercuten, directa o indi-rectamente, en la aparición de los nuevos problemas (o necesidades)sociales de los distintos colectivos que pueblan y habitan el espaciorural.

Como ejemplo de lo que acaba de decirse, considero que los pro-fesionales y técnicos, entre los que incluyo muy especialmente a lostrabajadores sociales, deben conocer, entre otras, las siguientescoordenadas que afectan al presente y, sobre todo, al futuro de lasociedad rural: le) los efectos de la Agenda 2000 y la Política Agrí-cola Comunitaria (PAC); 28) la progresiva inserción del sector pri-mario en los circuitos comerciales del mercado internacional; 3a)los problemas y las posibilidades vinculadas con la nueva filosofíacomunitaria (UE) del desarrollo rural; 4a) los impactos de la econo-mía informacional y las caracteristicas de la sociedad postindustiral(crisis del sistema fordista, reestructuración postfordista, crisis delEstado, consolidación de la "globalización") en la estructura de lasociedad rural; y 5a) las nuevas actividades, usos y funciones de laestructura productiva que están contribuyendo a reestructurar el pai-saje tradicional de la sociedad rural.

Entiendo que el medio rural está atravesando por un momento deinflexión: un antes y un después, envuelto, de paso, en una situaciónde incertidumbre e incredulidad, tratando de responder a las nuevasfunciones sociales qúe parecen venir impuestas desde el exterior. Seobserva, igualmente, que el trabajo agrícola y la posición de los tra-bajadores en el proceso de producción del sector primario no vienentratados como el supremo y único principio organizativo de lasestructuras sociales rurales, que la dinámica de la sociedad rural noresulta conceptualizada preferentemente a partir de los conflictosdominantes centrados en las actividades agrarias. Por tanto, estasnuevas coordenadas llevarían implícitas varias evidencias: unas, decorte teórico, pues el desplazamiento de la base productiva de lasociedad rural llevaría consigo la necesidad de pensar "lo rural"desde otros presupuestos teóricos y epistemológicos. Y otras, decorte metodológico y práctico, en el sentido de que las mutacionesde la ruralidad ejercerían sus influencias sobre la planificación depolíticas de desarrollo rural.

Todo ello conduce a una reflexión acerca de los nuevos ejes teó-ricos y empíricos que están relacionados con el desarrollo rural.Igualmente, los profesionales y técnicos que desempeñan su labor

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en el ámbito naral, al iguál que el resto de instituciones y organiza-ciones sociales (Ayuntamientos, CEAS, Centros de Salud, Centrosde Enseñanza, Organizaciones Profesionales Agrarias, etc.), deberí-an tener muy presentes las conclusiones de diversos estudios sobreel desarrollo rural a la hora de diseñar programas, actividades y/oproyectos de intervención social. Estas cuestiones son lo suficiente-mente sugerentes como para que de una vez por todas se comiencea plantear un profundo debate político y técnico sobre las citadaspolíticas de desarrollo ^.

Pero también, los trabajadores sociales, como el resto de profe-sionales y técnicos vinculados con el diseño de políticas de desa-rrollo rural, deberían reflexionar sobre una verdad de perogrullo: sirealmente quieren contribuir a promocionar, integrar y dinamizar alos colectivos rurales y no tanto a mitigar sus problemas, carenciasy necesidades sociales (estaríamos hablando, entonces, de desarro-llo a escala humana), sería deseable que sus programas de inter-vención sean diseñados y concebidos desde perspectivas más glo-bales e integrales. Para ello, y concluyo, dos requisitos básicos: 1°)considerar las políticas públicas (por ejemplo, la política social o lapolítica agraria) como unas herramientas más de las políticas dedesarrollo rural, y 2°) trabajar por la coordinación y la implicacióncada vez más intensa del conjunto de profesionales, instituciones,entidades y asociaciones que operan en el medio rural, pero demanera muy especial debe conseguirse que la población local seimplique en el desarrollo, sin cuya colaboración no tiene sentidohablar ni discutir sobre las cuestiones que aquí se han planteado.

'- Una recopilación de estudios sobre el desarrollo rural, y desde diferentes perspectivasteóricas, se recogen en el N° 169 (1994) de la Revista de Estudios Agro-Socia[es. A él remiti-mos paza ampliar datos e informaciones sobre el apasionante mundo del desarrollo rural.

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Parte Segunda

ELEMENTOS PARA UNA POLíTICADE DESARROLLO RURAL