capítulo ix estimulación temprana

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Capítulo IV Estimulación Temprana 100

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Principios fundamentales para la estimulación temprana de Bebé....

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Page 1: Capítulo IX Estimulación Temprana

Capítulo IV

Estimulación Temprana

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Capítulo 9: Estimulación Temprana

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9.1 Preparación para los Papás

Para ser papa y mama hay que prepararse De todas las maravillas de la naturaleza, la reproducción de los seres vivos es la más admirable. ¿No es

maravilloso ver cómo un pollito recién nacido va rompiendo la cáscara del huevo, como se levanta y a los pocos días empieza a escarbar en la tierra en busca de alimento?.

Pero lo más maravilloso es la reproducción de los seres humanos. A todos nos conmueve mirar a un niño recién nacido, tan pequeño e indefenso. Pero aún pequeño e indefenso, el niño ya viene con derecho desde que nace. Tiene derecho a tener una vida feliz, una buena alimentación, que la ayude a crecer fuerte y saludable; casa, vestido, educación. Pero sobre todo tiene derecho a la protección y al cariño de su padre y madre.

Todo necesita buena alimentación para que su cerebro y su cuerpo se desarrollen normalmente. Pero tan importante como el alimento, es el cariño y el apoyo que sus padres le den. Un niño que crece sin el amor y el apoyo de sus padres, corre el peligro de convertirse en una persona infeliz, nerviosa y que le cueste más enfrentarse con la vida.

Querer a los hijos no es consentirlos mucho ni darles gusto en todo lo que ellos pidan. El cariño puede demostrarse con cosas tan simples como ayudándolos en sus tareas, jugando y conversando con ellos o llevándolos a pasear. Se necesita educar al niño y corregirlo pero no a gritos, insultos o golpes. El mejor método para criar y educar a los hijos es el buen ejemplo. Solo con el ejemplo se puede enseñar lo que es el amor, la honradez y el trabajo.

Criar hijos es una tarea delicada, pero muy importante. Por eso Dios les dio a los humanos la inteligencia y la voluntad para que pudieran reproducirse con responsabilidad.

Reproducirse con responsabilidad quiere decir, planificar la familia, o sea, pensar o actuar de acuerdo con un plan, con el fin de tener solamente los hijos que realmente desean y que puedan mantener y educar.

Para tener hijos hay que tener en cuenta lo siguiente:

La salud de la madre

Una mujer sana tiene más posibilidades de tener hijos sanos. En cambio un embarazo en una mujer que sufra desnutrición, várices muy pronunciadas, enfermedades de los riñones, del corazón, diabetes; que esté en el tratamiento de tuberculosis o anemia, representa un riesgo tanto para ella como para el niño. En estos casos es preferible cuidarse de un embarazo y esperar hasta que mejore el estado de salud.

Edad de la madre La mejor edad para tener hijos es entre los 19 y 30 años. Los problemas durante el parto o los partos antes de tiempo son los más frecuentes en mujeres antes de los 20 años y después de los 30. Otros problemas son el labio leporino y retraso mental son más comunes en niños nacidos de madres mayores de 35 años.

Número de hijos tenidos Una mujer que haya tenido muchos hijos o muy seguidos está propensa a sufrir de hemorragias durante el parto o a tener partos más difíciles.

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Por esta razón es conveniente dejar tiempo entre los embarazos, es decir, dejar que pasen dos o tres años entre un embarazo y otro, para permitir que la madre se recupere.

Todo niño necesita cariño, protección, diversión, alimento, casa, educación y vestido. Por esta razón los padres deben pensar bien en el número de niños que pueden tener.

Una pareja no va a ser más feliz ni va a tener más dinero, por el solo hecho de planificar la familia. Sin embargo cuando los niños nacen siendo deseados y cuando la pareja está lista para recibirlos, es posible que los padres tengan menos problemas de criarlos. 9.2 Padres e Hijos en sus relaciones

Durante mucho tiempo se pensó que las personas nacían celosas, autoritarias, sociables, tímidas o introvertidas.

En verdad existen ciertas predisposiciones o tendencias fisiológicas y hereditarias que influyen en la formación de nuestra personalidad. No obstante, la educación que recibimos modifica o refuerza nuestro temperamento. El papel de los padres es muy importante. Se ha comprobado que la mayoría de los problemas de comportamiento, tales como falta de atención, la brutalidad e inestabilidad, tienen por causa la conducta y las actitudes de los padres.

Se puede afirmar que hay una mayor cantidad de padres – problemas que de niños – problemas. Todos han oído hablar de niños que no se quedan quietos, que pellizcan, que hacen muecas, cuando se

llega a descubrir la razón del comportamiento de estos niños: los padres riñen delante de ellos y, además les imponen dos o tres castigos diarios.

Indiferencia o rechazo:

El niño tiene una imperiosa necesidad de ternura, de protección y de atención. Aunque parezca increíble, hay padres que lo rehúsan.

Así por ejemplo, con la señora que siempre se ingenia para no tomar a su hijo en sus brazos, tiene mucho que hacer, tiene muchas obligaciones para sus amigos o bien debe hacer compras u ocupaciones de la cocina.

Estos niños siempre buscan afecto fuera del hogar, están generalmente angustiados y tratan de llamar la atención de sus profesoras.

Padres súper protectores:

Existen padres que, en vez de privar al niño de atención y de ternura, lo miman, no lo dejan en paz un minuto, “ten cuidado, te vas a lastimar”. Estas son frases que llevan sobre los pobres niños, que no pueden dar un paso sin que puedan ser ayudados, son niños creados entre algodones. Cuando estos niños ingresan a la escuela son verdaderos problemas, pues no logran adaptarse, se tornan tímidos y frecuentemente no pueden aprender nada, se sienten perdidos ya que están habituados a la presencia y caricia de sus padres.

La brutalidad:

Es increíble comprobar cuánto niños reciben golpes con zapatos, correas o bofetadas. Esto en el niño puede provocar dos reacciones: uno, el niño trata de imitar a sus padres y golpea a sus

amigos, o bien toma la actitud de perro apaleado.

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Padres rígidos y autoritarios:

Muchos padres quieren ser obedecidos al pie de la letra, por otra parte no permiten ningún error, pero si el niño hace algo bien no le prestan ninguna importancia. Estos niños se convierten en víctimas de un complejo de seguridad.

Padres democráticos:

Brindan ternura cuando es necesario, alaban el esfuerzo cuando han actuado bien. La educación dada por estos padres está orientada sobre todo, a desarrollar en el niño el sentido de responsabilidad, confiándole muchas tareas sencillas procurando que quiera lo que hace y no haga lo que quiera.

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9.3 Estimulación Temprana

La aplicación del término “estimulación temprana” es relativamente nueva pero su técnica es tan antigua como la humanidad, sólo que ahora se ha enfatizado y se ha puesto especial atención a ello. La técnica procede desde el momento en que vino al mundo el primer niño y de manera instintiva la madre lo limpió, lo acarició y acercó a su pecho para darle calor.

En el proceso del tiempo y muchas veces por lo que llamamos civilización, hemos ido perdiendo ciertos instintos.

El ritmo de vida actual, ha hecho que el niño se quede relegado a un segundo plano, y en la mayoría de los casos, a pequeños ratos de atención. Entonces hay que renovar la técnica que se está olvidando, apoyarla científicamente y darle todo el relieve de importancia que tiene.

La estimulación temprana gira alrededor de lo más grato y tierno: el niño. Ese ser pequeño, indefenso, ávido de cariño, ansioso de aprender, necesita apoyo y ayuda para crecer bien, formarse debidamente y desarrollar el óptimo desarrollo de sus capacidades. Como sabemos, hay etapas difíciles en la vida de cada ser humano, una de ellas es la primera infancia que va desde el nacimiento, donde sale del útero agradable, tibio, en penumbra de balanceo grato y de alimentación segura, para pasar a un crecimiento y aprendizajes violentos. El niño debe aprender a comer, gatear, caminar, correr, brincar, conocer y dominar un idioma con su complicada simbología, pensar, en otras palabras, debe aprender a percibir un mundo complejo, ser independiente y seguro de sí mismo.

Las investigaciones realizadas hasta el momento insisten en la necesidad de dar más importancia al desarrollo del niño en su etapa de 0 a 2 años y continuar el estímulo hasta los 5 años. La insistencia se basa en muchas demostraciones y pruebas hechas por los científicos en Psicología del Conocimiento y la Percepción, así como en la neurofisiología del cerebro.

Estas investigaciones han revelado hechos importantes como: Que niños estimulados desde su nacimiento han logrado un mejor desarrollo orgánico y

funcional de su sistema nervioso y órganos de intercambio y de contacto con el mundo exterior, además de un equilibrio adecuado en su crecimiento físico, emocional e intelectual.

Que niños que ha carecido de afecto, de estímulos sensoriales o han crecido en ambientes limitantes, presentan un déficit en su desarrollo, crecimiento, conducta y capacidad de aprendizaje déficit que se va trasladando de manera creciente conforme pasan los años y alcanza la edad adulta.

Sin embargo, los descubrimientos no siempre van seguidos por las acciones; si bien estamos convencidos de la importancia que se le debe dar a esta primera etapa de desarrollo del niño, esfuerzo y atención que se requieren para cuidar y estimular al niño en esos años.

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ETAPAS DEL DESARROLLO INFANTIL

Edad Desarrollo Psicomotor Desarrollo de los sentidos Desarrollo social

1 mes

Reflejos innatos (succión, presión). Acostado boca abajo gira la cabeza de un lado a otro. Duerme la mayor parte del tiempo.

El tacto está muy desarrollado. Distingue la luz de la oscuridad. Percibe imágenes borrosas a corta distancia. Reacciona a ruidos intensos. Distingue los sabores ácido y dulce.

Contacto ocular con la madre.

2 meses

Permanece más tiempo despierto. Acostado boca abajo levanta la cabeza.

Distingue formas sencillas. Comienza a seguir con la vista objetos sonoros o móviles de colores.

Le gusta que le hablen y parece escuchar. Comienza a sonreír.

3 meses

Acostado boca abajo, se poya en los antebrazos y levanta la cabeza. Se interesa por los objetos e intenta cogerlos.

Distingue los colores básicos (amarillo, rojo y azul). Busca con la mirada la fuente de los sonidos.

Le gusta el contacto con la gente. Sonríe abiertamente. Balbucea.

4 meses

Mantiene la cabeza erguida. Juega con la ropa de la cama y se la lleva a la boca. Juega con las manos y los pies.

Continúa el desarrollo de la visión cromática, comienza el de la visión tridimensional

Reconoce a la madre o a la persona que le cuida.

5 meses

Acostado, se da la vuelta. Permanece sentado con la espalda apoyada. Tendido boca abajo, levanta brazos y piernas haciendo movimientos “de natación”. Coge objetos y se los lleva a la boca.

Continúa el desarrollo de la visión tridimensional. Acompaña la presión con la vista.

Reconoce su nombre y se gira cuando se le habla. Imita gestos y expresiones.

6-9 meses

Se sostiene sentado. Gira sobre sí mismo. Se desplaza arrastrándose. Sostiene solo el biberón. Se cambia los objetos de mano. Busca un objeto escondido.

Distingue todos los colores. Se interesa por los sonidos provocados por los juguetes. Muestra preferencia o rechazo por ciertos sabores de los alimentos.

Cuando se le habla, contesta con sonidos. Se comunica con sílabas simples (ma-ma). Siente temor ante los desconocidos.

9-12 meses

Se sienta solo. Gatea intenta ponerse de pie,

Ve perfectamente. Le atrae dibujos simples y de colores

Aplaude y dice adiós con la mano.

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Edad Desarrollo Psicomotor Desarrollo de los sentidos Desarrollo social apoyándose en algo. llamativos.

12-16 meses

Comienza a caminar. Pasa las hojas de un libro torpemente. Se inicia en el control de los esfínteres. Come con la cuchara y bebe solo, sosteniendo el vaso con ambas manos.

Presta atención a los sonidos que se producen en un sitio alejado.

Nombra objetos conocidos (pelota). Obedece órdenes sencillas.

16-24 meses

Sube escaleras y corre. Se perfecciona en el control de los esfínteres. Construye torres con cubos. Juega con plasticina.

Reconoce todos los gustos. Construye frases de 2 o 3 palabras. Dice a todo que no (comienza la fase de oposición).

2-3 años

Sube y baja escaleras. Da patadas al balón. Traza rayas e intenta imitar un círculo.

Conoce la denominación de la mayoría de colores.

Su vocabulario se amplia. Se refiere a sí mismo con el pronombre “yo”. Pide constantemente y se irrita si no se le satisface. Indica cuando quiere ir al baño. Se lava las manos y se desviste solo.

3-4 años

Trepa con agilidad. Anda de puntillas y salta con los pies juntos. Sube escaleras alternando los pies. Pedalea en un triciclo.

Desarrollo concluido Pregunta constante-mente y puede mantener una conversación sencilla. Conoce su edad y sexo. Se viste y se desviste solo.

4-6 años

Salta sobre un pie. Juega a canicas. Dibuja letras y números.

Lenguaje fluido y con gramática correcta. Cuenta historias. Juega con otros niños y comparte juguetes.

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9.3.1 Los juguetes, parte de la estimulación temprana No todos los juguetes les gustan a todos los niños. La edad, los intereses y las habilidades

determinan la clase de juguetes que disfrutaría. Un buen juguete es aquel que reta la mente, fomenta la fantasía que a la vez fortalece la

creatividad, además de brindar alegría. Muchas veces es más provechosa una simple muñeca de trapo desnuda que una hermosísima muñeca con todo su vestuario.

De 0 a 6 meses

Los juguetes para un bebé deben despertar sus sentidos: oído, vista, tacto. Un niño de esta edad necesita un ambiente estimulante. Por lo tanto, sus juguetes podrían ser: móviles de objetos atractivos (animales, lazos, objetos de desecho, bolitas, etc), láminas de revistas o distintos cuadros, cajitas de música, animales de hule y peluche.

De 6 a 9 meses Una caja con cajitas, plásticos grandes de colores, objetos plásticos grandes que no le quepan en la boca, tazas y platos plásticos, un recipiente grande con tapa, bloques.

De 9 meses a 1 año Gorras, llaves, ollas, sartenes, cucharas de madera, carteras, teléfono, cepillos y peines etc

De 1 a 1 año y ½:

Cuando el niño empiece a caminar, los padres suponen que necesitará de un lugar aislado para jugar. Esto no es así. El niño estará siempre en el lugar donde su madre o encargado de cuidarlo se encuentre, ya está iniciando su proceso de independencia y necesita desplazarse por todo lado. Es una buena idea tener un canasto o una caja de juguetes que pueda llevar por toda la casa. En este momento, el niño aprende lo que puede o no puede coger. Pero a la vez, se acostumbra a la dinámica del hogar imitando lo que el adulto hace en cada uno de los aposentos de la

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casa (sala, dormitorio, cocina, etc). Sus juguetes serán: libros, trastos, carritos, juguetes para halar, caballito de madera, bolsita con semillas, muñeca, ositos de peluche, muñeca de hule para el baño, maracas, herramientas etc.

De 1 ½ a 2 años

Como a esta edad el niño tiene completo dominio sobre su andar, ahora brinca, corre, escala alturas, resbala, todo con el fin de fortalecer y familiarizarse con su ambiente. Por esto, se le debe ayudar a que aprenda a hacerlo con cuidado para evitar un accidente. Es preferible proporcionarle los objetos apropiados para que aprenda y dedique a subirse a las sillas, mesas, ventanas o refrigerador. Sus juguetes podrían ser: cajoncitos de madera para subirse o sentarse, colchoncito de gimnasia, tobogán pequeño, sillita, muñeca o animal de peluche.

De 2 a 3 años

A esta edad el comportamiento del niño puede ser caótico u organizado. Todo depende de la forma en que ha sido orientado por sus padres de familia. Debido a que el niño desea conocer las razones que justifican su actuación y la de los demás, se dedicará a decir no, para que el adulto se vea obligado a explicar. Es capaz de utilizar juguetes más sofisticados que le demanden pensar y le permitan decidir. Ya es capaz de planear lo que va a hacer, los juguetes más apropiados para esta edad son: rompecabezas de 4-6 piezas, juguetes de piezas grandes, bloques, marimba, piano, flauta, tambor, libros, camiones, canasto para encestar, la bolsita de semillas, cajas de cartón grandes para construir y meterse, plasticina, crayolas, con hojas blancas, pinceles grandes con uno o dos colores de pintura sobre papel grande, muñecos o animales de peluche.

De 4 años

Es común que a esta edad el niño pida los juguetes que desea. Algunas veces los escogen porque realmente les interesan otras veces solo porque un amiguito los posee. El padre de familia debe enseñar a su hijo a que ambos lleguen a un acuerdo razonable para los dos. El niño puede sentarse a jugar por más rato (tiene periodos de atención más prolongados) y planear mejor sus periodos de actividad. Su destreza motriz es mayor y es capaz de seguir reglas de seguridad, sus juguetes pueden ser: juguetes de ensartar, rompecabezas de 10 hasta 20 piezas, tijeras, papel y revistas para recortar, goma carritos, muñecas de vestir, muñecas con ropa, libros, juegos de doctor o carpintería etc. Bola, animalitos de granja en miniatura, mecate, hamaca, triciclo.

De 5 años El niño es un gran coleccionista. Goza al poseer muchos objetos comunes y corrientes en la mayoría de los casos, que pueden ser clasificados. En un ardiente admirador de naturaleza

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Está consciente de que está creciendo y tiene un gran interés por prepararse para el “futuro”. Mantiene buenas relaciones con sus amigos o compañeros de Zinder. Sus juguetes pueden ser: carritos, muñecas, piedras, herbario, libros, implementos de arte, loterías de animales o similares, naipes, juegos de salón muy sencillos

De 6 a 9 años

A esta edad, el niño prefiere jugar con otros. Pueden surgir algunos problemas porque alguno quiera imponer su liderazgo, pero casi siempre ellos pueden resolver estas pequeñas disputas. En este periodo el niño pasa casi a la total independencia, pues ya no necesita de un adulto que le abra una reja o le coloque una pieza o le alcance los juguetes de la repisa. La comunicación verbal es la base del juego y estos pueden ser muy prolongados y sofisticados. La fantasía puede volar muy lejos, pero el niño tiene la capacidad de reconocer que es fantasía y que lo que es realidad (escuelita, casita, pulpería, etc) tienen la madurez social que les permite ganar o perder en sus juegos (fútbol, voley ball, juegos organizados, etc) sus juguetes pueden ser: muñecos con ropa, lápices, libretas, cuadernos, carros, aviones, bolas, disfraces, música, libros etc.

De 10 a 13 años

En este periodo, el sexo del niño determina diferencias en sus preferencias. No es muy común que los niños y las niñas compartan sus juegos Más bien aparecen grupos o “huelgas” del mismo sexo, en donde se ocupan de dirigir mediante el juego, su rol sexual. Aunque las niñas continúan jugando con muñecas, sus juegos imitarán cada vez más la conducta de la mujer adulta. Los niños estarán interesados por los quehaceres “propios” del hombre adulto (asignados por la sociedad), los cuales también imitarán en sus juegos. Son capaces de planear para el futuro, sumamente responsables, al grado de que se les pueda confiar plenamente una responsabilidad. Físicamente, están ocupados en “crecer”, necesitan mucho ejercicio y tener muchas actividades que realizar. El juguete empieza a ser reemplazado por la actividad. Sus juguetes podrían ser: implementos deportivos, telescopios, binoculares, libros, materiales para manualidades, objetos para construir, “curiosidades”, etc.

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“Si un niño no puede jugar, no es otra cosa la que le falta en lugar de buenos juguetes? A veces, lo que necesita es que los adultos le proporcionen el lugar y el tiempo necesario para jugar y no una cantidad gigantesca de juguetes. Otras veces lo que necesita es compañía sobre todo de niños con edades similares, pues el juego tiene un gran significado en el desarrollo social tanto del niño como del adulto. Y por último, una buena dosis de tolerancia es el principal ingrediente para que el ser humano se sienta realizado jugando”. A.M.S.

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9.3.2 Estimulación temprana apegos y vínculos afectivos en la familia y cuidado del niño

Estimulación temprana: • El desarrollo y crecimiento integral del niño (a) abarca tanto el desarrollo físico (peso,

talla) como su desarrollo psicomotor. • La importancia en ayudar al infante a desarrollar al máximo su potencial biológico y

socio – psicológico. • Son aquellas actividades que se llevan a cabo para fomentar la salud integral del niño

(a), prevenir la adquisición de enfermedades, disminuir riesgos de agresión al infante, mejorando así su calidad de vida.

La estimulación temprana se logra: • Garantizando al niño (a) una salud adecuada, alimentación equilibrada, vacunación y

evaluaciones médicas periódicas. • Detectando y tratando oportunamente enfermedades y trastornos de su desarrollo y

crecimiento. • Brindándole oportunidad de una relación afectiva basada en el contacto físico, en el

respeto de las necesidades infantiles y en el planteamiento de mensajes y límites claros. • Ofreciéndole objetos y juguetes que llaman atención del niño y lo hagan actuar sobre

ellos. • El desarrollo es un proceso gradual y continuo de cambios no sólo en el tamaño del

cuerpo sino en la manera de sentir, actuar y pensar. • Cada niño tiene su propio ritmo de desarrollo.

9.3.3 Áreas del Desarrollo Son grupos de conducta con una finalidad común, son siete las áreas: reflejo, motora gruesa,

motora fina, cognoscitiva, lenguaje, socioafectiva, hábitos de salud y nutrición. Existe una interacción entre un área y la otra. Las áreas de conducta tienen una finalidad común.

Reflejos: Son respuestas automáticas, mecánicas que se presentan con gran intensidad en el recién

nacido (a) dependen de la integridad del sistema nervioso constituyen la base de la conducta futura del niño.

Los reflejos más comunes del recién nacido son: • Búsqueda • Succión • Moro

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• Babinsky • Presión plantar • Presión palmar • Marcha automática

Motora gruesa: Son las habilidades que el niño va adquiriendo para mover armoniosamente los músculos del

cuerpo de modo que puede poco a poco a mantener el equilibrio de la cabeza, el tronco, las extremidades, para sentarse, gatear, ponerse de pie y desplazarse con facilidad.

Motora fina:

Abarca las destrezas que el niño va adquiriendo progresivamente con el uso de las manos para tomar objetos, sostenerlos y manipularlos en forma cada vez más precisa.

Cognoscitiva:

Esta área abarca el proceso mediante el cual el niño (a) va adquiriendo conocimientos acerca de sí mismo y del mundo con que vive.

Lenguaje:

Se entiende por lenguaje todas las conductas que le permiten al niño comunicarse con las personas que lo rodean. Incluye los sonidos que emite, los que escucha e interpreta, los gestos, símbolos verbales y escritos como la escritura.

Socio afectivo:

Esta área abarca el proceso mediante el cual el niño (a) aprende a comportarse dentro del grupo familiar o de amigos, adquiriendo un alto grado de independencia que le permitirá tomar algunas decisiones, saber cuál es su nombre y el de su familia, su sexo, lo que siente, lo que es bueno y malo para él y para los demás.

Hábitos de salud y nutrición:

Esta área abarca las conductas que ayudan al niño (a) a conservar su salud física, entre estas: la alimentación, el sueño y la limpieza.

Los hábitos adquiridos en estos tres últimos campos dependen de los adultos que cuidan al niño (a) y están dispuestos a enseñarle. En esta área la capacitación de los padres y familia del niño es muy importante.

En términos generales, además de satisfacer las necesidades físicas del recién nacido (a), los padres y la familia deben: hablarle, cantarle, tocarlo, masajearlo, jugar con él, permitirle tocar cosas, usar ropa holgada y realizar con él (ella) las actividades propias de cada etapa de su desarrollo.

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9.3.4 Estimule a su niño: un plan para lograrlo Un buen plan de estimulación:

Esa incesante curiosidad y de desarrollo de sus destrezas, debemos aprovecharlas para estimularlos física y mentalmente.

Hoy vamos a ofrecerles un plan de estimulación psicomotriz que ha preparado y que pone en ejecución el Instituto Costarricense de Investigación en Nutrición y Salud.

Debemos tener conciencia de no emplear actitudes directivas autoritarias e irrespetuosas en el trabajo con él. Además se recomienda combinar las actividades de estimulación con actividades libres. Finalmente quienes pongan en ejecución este plan deben fomentar en el niño la creatividad, la seguridad en sí mismo y la cooperación.

Amor tiempo y paciencia la receta perfecta: Nuestros hijos necesitan que les dediquemos un poco de tiempo, que juguemos con ellos, les demos nuestro amor y mucha paciencia, y los frutos que obtendremos pagarán con creces esa dedicación.

Plan de Estimulación Psicomotriz para Niños de 1 a 4 Meses

Motora gruesa Motora fina Lenguaje Socioafectiva Cognoscitiva 1. Acueste al niño boca abajo con una mantilla doblada debajo del pecho, enséñele objetos de colores atractivos y sonoros al frente de la carita.

1. Muestre y ayude al niño a jugar con sus propias manitas.

1. Juegue, acaricie y con-verse con el niño.

1. Acaricie y son-ría al niño mientras hable, juega con él o le da de mamar.

1. Con el niño acostado boca abajo y apoyado con los ante-brazos, mueva lenta-mente un objeto llamativo de arriba abajo o de derecha a izquierda.

2. Acueste al bebé boca arriba y muéstrele en diferentes direcciones, objetos brillantes y sonoros.

2. Coloque cintas de colores brillantes en las muñecas del bebé, ayúdelo para que las encuentre y explore con la visita.

2. Repita los sonidos que el pronuncia.

2. Coloque sus manitas de modo que las pueda ver. Ayúdelo a que se las lleve a la boca.

2. Establezca comunicación ojo a ojo con él.

3. Coloque un objeto sonoro al alcance de los pies del pequeño para que él lo patee. También puede

3. Facilite un chilindrín liviano con el fin de que lo sostenga y lo sacuda.

3. Pronuncie vocales, sonidos como “aa” a, e y u para que los imite.

3. Cuelgue móviles atractivos en su cuna.

3. Tóquele las manos, los dedos y el brazo con un objeto. Esto lo estimulará para que abra y cierre la mano y mueva los dedos y el brazo.

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Motora gruesa Motora fina Lenguaje Socioafectiva Cognoscitiva amarrar a los zapatos o to-billos del niño cascabeles para invitarlo a mover sus piernitas. 4. Mueva las piernas del niño simulando pataleo.

4. Coloque cascabeles en las muñecas del niño para que los sacuda escuche y vea.

4. Produzca sonidos o llame al niño con el fin de que busque con la mirada y mueva la cabecita.

4. Tenga presente que él disfrutará al estar cerca de las personas de la casa y responderá con sus corgoritos y sonrisas cuando le hablen.

4. Hágale cosquillas en la planta del pie y en la palma de la mano.

5. Sosteniendo al bebé por las axilas párelo con cuidado sobre una superficie plana por unos segundos.

5. Déle masajes en la parte de atrás y en las palmas de las manos.

5. Cuando él llora háblele suavemente.

5. Sople, silbe, bese o emita algún sonido explosivo sobre los dedos y la palma de la mano del niño.

6. Con cuidado ayúdelo a que trate de sentarse.

6. Mueva su cara (la del adulto) o algún objeto llamativo en diferentes direcciones en frente del niño, cuando esté sentado, con el fin de que observe y siga con la mirada.

6. Ofrézcale poquitos de leche materna en una cucharita. 7. Edad de desarrollo psicomotor.

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Plan de estimulación psicomotriz para niños de 4 meses a 8 meses

Motora gruesa Motora fina Lenguaje Socioafectiva Cognoscitiva Tome al niño de los bracitos y ayúdelo a sentarse.

Acueste al niño boca arriba o siéntelo en forma circular con objetos llamativos para que trate de alcanzarlos.

Vocalice y motive al niño mientras lo acaricia y conversa con él, para que repita dos o más sílabas como “ta,ta”, “ma,má”, “ba,ba” “da,da” “pa, pa”

Acaricie, alce, sonría, hable y juegue con el niño.

Mueva frente al niño un móvil, títeres de colores, bolas de lana, etc. El mostrará interés y tratará de alcanzarlos

Siente al niño con apoyo y colóquele objetos al alcance de las manos para que juegue.

Llene una funda de recortes de papel y désela al niño para que juegue.

Invite al pequeño a imitar el sonido “brr” haciendo bombitas de saliva.

Siéntelo en su regazo y diríjalo para que haga tortillitas.

Cuando lo bañe, coloque un objeto atractivo dentro de la tina o bañera. El se interesará, balbuceará y manoteará para alcanzarlo.

Llame la atención del niño sobre algún juguete atractivo, para que se vuelva de boca abajo a boca arriba o viceversa, tratando de localizar y alcanzar el objeto mostrado.

Coloque objetos livianos y limpios en el pecho del niño, para que los tome y lleve a la boca.

Diga al bebé “venga” y extienda sus brazos hacia él, cuando lo va a alzar.

Juegue escondido con él.

Ayúdele para que pase sus manitas sobre objetos de diferente textura y temperatura.

Tome al niño por el tronco y con cuidado párelo por algunos segundos sobre una superficie plana.

Facilítele al niño una bola pequeña de hule, un cubito, un juguete o su dedo para que él lo coja y apriete.

Mientras lo baña, nómbrele las partes del cuerpo que le enjabona.

Juegue “caballito” con el niño montando sobre las piernas del adulto.

Coloque la manita del niño sobre su boca (de la madre, padre o adulto) para que reciba las sensaciones que le producen al soplarle, silbarle o hacerle ruidos con los labios.

5. Interese al niño para que estando acostado boca abajo, se desplace hacia delante empujándose con los dedos de los pies.

Colóquelo frente a un espejo. Sonreirá y tratará de tocar su imagen.

Favorezca su percepción de nuevos estímulos gustativos y olfativos (con alimentos y olores no peligrosos).

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Plan de estimulación psicomotriz para niños de 8 meses a 12 meses

MOTORA GRUESA MOTORA FINA LENGUAJE SOCIOAFECTIVA COGNOSCITIVA

1. Siente al niño sin apoyo. Coloque objetos a corta distancia para que él los pueda alcanzar inclinándose ha-cia delante, a los lados o rotando el tronco hacia atrás

1. Demuestre e invite al niño a sujetar un objeto en cada mano y a golpear uno contra otro.

1. Trate de que el niño repita dos sílabas juntas, tales como: ma-ma, ca-ca, ta-ta, pa-pa demuestre.

1. Solicite al niño que haga “tortilla-tas”, “viejitas”, “pucheros”.

1. Juegue con el niño de modo que él busque un objeto que ve desaparecer debajo de una almohada, de una cobija o en la mano del adulto.

2. Con el niño acostado boca abajo, coloque un pañal bajo el pecho y ayúdelo para que por algunos segundos se ponga en cuatro patas.

2. Cuando sostenga algo con una mano y a golpear uno contra otro.

2. Preséntele objetos conocidos para que él diga que es.

2. Juegue con él rodando por el piso, en la cama o tratando de abrir la mano en la que usted oculta parcialmente un juguete.

2. Muestre revistas o láminas en donde el niño pueda observar o señalar figuras de colores que llamen su atención.

3. Déle la mano y ayúdelo a poner-se de pie por periodos cortos.

3. Cuando sostenga algo con una mano ofrézcale otro, con el fin de que lo tome con la mano libre.

3. Por medio del juego pídale que sople con su boquita. Puede ser con el fin de mover objetos.

3. Provoque risas en el niño haciéndole cosquillas.

3. Facilítele algún instrumento musical, tales como un tambor, una flauta, una dulzaina, etc. Demuéstrele como utilizarlo y pídale que lo “toque”.

4. Sosténgalo por el pecho con una mantilla y ayúdelo a caminar.

4. Demuéstrele y pídale que imite al empujar y rodar bolas de tamaño mediano.

4. Motívelo para que por medio de gestos diga (ejemplo: adiós) y pida cosas.

4. Haga que el niño se vea en un espejo. Probable-mente reaccionará tratando de tocar la imagen riendo o balbuceando.

4. Juegue con él utilizando juguetes o materiales de diferentes consistencias y temperatura (ejemplo: agua tibia o fría, arena, plasticina, barro, juguetes plásticos o de madera).

5. Déle un juguete amarrado a un cordón, para que él lo jale hasta sus manitas.

5. Cántele en diferentes tonos e invítele a que lo repita.

5. Acérquele objetos de colores agradables.

6. Facilítele objetos de diferentes tamaños y un recipiente para que él los meta y saque.

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Plan De Estimulación Psicomotriz Para Niños De 12 Meses A 18 Meses (1 Año A 1 ½ Años)

MOTORA GRUESA MOTORA FINA LENGUAJE SOCIOAFECTIVA COGNOSCITIVA 1. Invite al niño a recoger un juguete que usted ha puesto en el suelo, poniéndose de cuclillas y luego enderezándolos sin perder el equilibrio.

1. Practique con él para que logre recibir dos objetos pequeños con una sola mano.

1. Estimule al niño para que responda utilizando palabras formadas por sílabas simples (mamá, agua, cacao, mío).

1. Juegue con el niño alcanzándole los objetos que él pida repetidamente

1. Interese al niño a que explore el lugar donde se encuentre y pregúntele por el nombre de las cosas que ve (el niño utilizará un lenguaje propio).

2. Motívelo para que pase de la posición acostado a la del gateo y luego a la de pie, sin perder el equilibrio.

2. Facilítele cajas, frascos, latas (sin rosca) para que los tape y destape.

2. Frente al niño haga gestos y movimientos de boca con el fin de que los mire.

2. Motive al niño para que lo imite a usted en hacer movimientos de tronco, brazos, piernas y en cantar.

2. Esconde un juguete bajo una taza y está bajo una mantilla y pídale que lo recupere.

3. Déle la mano al niño, muéstrele como patear una bola y pídale que lo haga.

3. Ponga una tela en posición inclina-da y juegue con el niño a empujar sobre ella, una bola o un juguete con ruedas.

3. Solicítele al niño que cumpla con órdenes I(ejemplo: dame la taza, venga, diga adiós).

3. Pídale que imite acciones demostrativas de afecto como: besar a familiares y muñecos.

3. Solicítele que señale y nombre dos o tres figuras conocidas en revistas o láminas.

4. Ayude y cuide al niño para que suba escaleras gateando.

4. Déle al niño una cuchara en cada mano. Demuéstrele cómo se puede golpear una contra otra y pídale que lo haga.

4. Formule preguntas simples por ejemplo: ¿dónde está tu papá?.

4. Solicítele que coopere en actividades caseras como botar cáscaras y papeles al basurero, llevar la ropa sucia a la pila etc.

4. Pregúntele por una parte de su cuerpo ejemplo: ¿dónde está tu nariz? ¿tus manos? etc.

5. Déle un juguete amarrado con una cuerda y enséñele a jalarlo dando pasitos de lado.

5. Facilítele un recipiente y objetos pequeños que pueda introducir de uno en uno utilizando el dedo pulgar y el índice.

5. Muéstrele una lámina con objetos y animales y pídale que señale los que le nombre.

5. Motívelo a cooperar cuando lo viste y alimente.

5. Juegue con el niño a oler diferentes objetos.

6. Déle la mano y ayúdelo a subir y bajar gradas.

6. Facilítele materiales de dibujo (lápiz, tiza, papel) para que haga garabatos.

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Page 20: Capítulo IX Estimulación Temprana

7. Déle fichas plásticas o de cartón para que las introduzca en la ranura.

9.3.5 Instrucciones para la Estimulación del Desarrollo del Niño (a) A. Del nacimiento a los 29 días:

• Desde que el niño (a) nace es capaz de ver, oír y percibir la presencia de personas a su alrededor.

• El recién nacido (a) necesita sentirse querido y protegido por su familia, se le debe recomendar a los padres que lo acaricien y le hablen frecuentemente.

• Se le debe alimentar sólo con leche materna cada vez que lo pide. • A esta edad se le debe:

o Ofrecer seguridad y cariño. Cuando se le da de mamar, se viste, se baña, verlo a la cara, acariciarlo y conversarle suavemente. Cuando el niño y la niña mama se estimula la succión y se fortalecen los músculos de la boca y de la cara. Más adelante le ayudará al niño a hablar y a masticar.

o Fortalecer los músculos de la mano. Cuando está con el niño (a) debe hacerle masajes en las palmas de las manos y ponerle los dedos para que el niño (a) los prense. Esto le ayudará más adelante a que pueda coger y manipular objetos con más facilidad.

o Tomarlo (a) de las manos halarlo suavemente y tratar de sentarlo. El esfuerzo que hace el niño (a) fortalece los músculos del cuello de la espalda, para que el niño logre sentarse, gatear y caminar.

o Estimular el oído. Al conversarle cariñosamente, el niño (a) tratará de buscar con los ojos a la persona que le habla, lo hará también cuando suene un chilindrín a cada lado de su cabeza. Estas actividades desarrollarán su capacidad para oír.

o Fortalecer los músculos de los ojo y del cuello. Colocar a 25 cm de su cara móviles u objetos que sean de colores llamativos rojo, verde, amarillo. El niño (a) fijará la vista a los objetos, tratará de seguirlos con su mirada cuando se mueven frente a él o ella.

o Tranquilizarlo (a). El niño (a) llora cuando, tiene hambre, frío, sueño o está mojado. Atender sus necesidades por medio del llanto el niño (a) expresa su incomodidad.

o Hacerlo sentirse feliz. Cuando lo arrulla, le conversa y lo (a) acaricia, el niño (a) se siente querido (a) y seguro (a).

o Permitirle que conozca diferentes lugares de la casa. Cuando está despierto (a), cambiarlo (a) de posición por ejemplo: boca arriba, boca abajo. Álcelo (a).

Recuerde a los padres o encargados que cuando:

• El niño (a) cuando duerme debe estar boca arriba. Es conveniente no ponerle almohadas y cobijas cerca de la cara.

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Page 21: Capítulo IX Estimulación Temprana

• El lugar donde duerme el niño (a) debe ser seguro, protegido por barandas y tapado con un toldo.

• La vacuna BCG (contra la tuberculosis) y hepatitis B se le pone al niño en los primeros días de nacido.

• Cada vez que el niño (a) tenga hambre hay que darle únicamente leche materna. • Llevarlo al establecimiento de salud más cercano antes del mes de edad. • Debe presentar el Carné de Salud del Niño debidamente lleno cada vez que lleve al niño

(a) a un establecimiento de salud. Signos de alarma:

• El cuerpo del niño (a) se ve flojo como “muñeco de trapo” o muy rígido. B. El niño y la niña de 1 a 3 meses:

A esta edad, el niño (a) busca de donde provienen los sonidos. Reacciona ante lo que oye y lo que ve. Observa los objetos antes de chuparlos. Sigue con la mirada los objetos que se mueven. Las caras de las personas son muy importantes para el niño (a) especialmente de los seres allegados. El niño (a) empieza a sonreír como respuesta a esta relación con los familiares.

• Cuando está contento (a) hace sonidos como “ggg” ó “agú”. • Cada vez que le hable, le acaricie y juegue con él o ella, se sentirá feliz.

A esta edad se le debe:

• Fortalecer los músculos del cuello, hombros y tronco. Cuando el niño (a) está boca abajo, enséñele objetos que suenen, de colores. Muévalos despacio. El niño (a) fijará la vista tratando de levantar primero la barbilla y luego la cabeza para seguirlos. Esto ayudará al niño (a) a que más tarde se pueda sentar, gatear y caminar con facilidad.

• Mostrarle objetos brillantes o de colores vistosos que suenen, y moverlo lentamente hacia arriba hacia abajo hacia los lados. El niño (a) seguirá con los ojos y con movimientos de cabeza. Esto ayudará al mismo tiempo a desarrollar su vista, su oído y a darse vuelta.

• Fortalecer los músculos de brazos y piernas. Cuando lo (a) bañe o lo (a) vista, hacerle masajes en las manos, piernas y pies. Mover suavemente sus piernas sus brazos y sus piernas hacia arriba y abajo.

• Estimular su lenguaje, hablándole de frente y sonriéndole. • Repetir los sonidos que trata de decir. Conversar con él o ella cuando lo baña o lo viste. • Ayudarle a conocer su cuerpo tocando y acariciando sus diferentes partes y nombrando

a cada una por su nombre. • Permitir que el niño (a) se entretenga observando sus manitas lo cual realiza alrededor

de los 3 meses, se las acerca a la cara y las lleva a la boca. • Darle objetos ya que él se interesa por conocerlos, los observa y trata de llevárselos a la

boca. Mantenga sus objetos limpios.

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Page 22: Capítulo IX Estimulación Temprana

Recuerde a los padres o encargados que: • Mientras el niño (a) duerme no hay que dejar cerca almohadas ni cobijas que le puedan

tapar la cara. • Acostarlo en un sitio seguro donde no pueda caerse. • Cada gesto nuevo que hace el niño (a) se alaba con caricias. • El niño (a) se alimenta sólo con leche materna cada vez que tiene hambre. • Aplicarle la vacuna DPT (contra difteria, tétanos y tos ferina)

Signos de alarma:

• No reacciona ante sonidos ni emite ruidos. • El niño (a) no crece adecuadamente.

El niño y la niña de 4 a 6 meses:

A esta edad el niño se sienta, tiende a mantener la cabeza firme. Al principio lo hace con apoyo; hacia el sexto mes se sienta solo por breves periodos. Estando boca abajo se vuelve boca arriba. Se apoya con sus pies sobre una superficie plana.

Acostado (a) boca abajo se empuja con los dedos de los pies de atrás hacia delante y en círculos. Al coger objetos logra pasarlos de una mano a otra.

A esta edad se le debe: • Fortalecer los músculos de cuello, hombros y tronco. Estimularlo (a) a que se de vuelta

boca abajo o boca arriba. Permitirle que observe un juguete de color llamativo o que suene. Colocarlo a un lado de su cuerpo, él o ella tratará de volverse. Al principio necesita ayuda, luego lo hará solo (a).

• Tratar de que se siente sin apoyo. Si está acostado (a) halarlo muy suave de sus manitas. El o ella tratará de incorporarse. Sentarlo con almohadas en un lugar seguro. Estos ejercicios le ayudarán más adelante sentarse solo (a) pararse y después caminar.

• Iniciar actividades que faciliten el gateo. Cuando está boca abajo enseñarle juguetes llamativos el niño tratará de verlos levantando la cabeza y el pecho apoyado en sus brazos y piernas. El gateo es un paso para empezar a caminar. Desarrollar la coordinación ojo – mano. Si el niño (a) está sentado sobre sus regazos, colocarle cerca de él o ella tucos u otros juguetes que pueda coger. Si está acostado boca arriba coloque en su pecho objetos para intentar tomarlos.

• Desarrollar el lenguaje. A esta edad trata de pronunciar la palabra “p” la “b” y la “m” de hacerle sonidos explosivos como “prrr” “brrr” “rrr” para que él o ella trate de imitarlo. Repetir y celebrarle los sonidos que haga. Llamarlo por su nombre y pronunciarle correctamente las palabras que le dice.

• Ayudarle a conocerse así mismo. Colocarle un espejo frente a él o ella para que trate de tocarse por medio del espejo. Decirle el nombre de cada parte de su cuerpo, así el niño (a) va aprendiendo a reconocerse.

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Page 23: Capítulo IX Estimulación Temprana

• Hacer que se sienta bien. El niño (a) se siente bien. El niño da a entender con gestos y muecas lo que le gusta y lo que no le gusta. Atenderlo con cariño y comprensión. Tratar de decirle con palabras lo que él o ella quiere. El niño (a) se sentirá seguro y querido.

Recuerde a los padres o encargados que:

• El niño (a) se alimenta sólo con leche materna cada vez que lo pida. • A los seis meses además de leche materna el niño (a) empieza a tomar jugo de frutas,

comer puré de verduras y cereales. Dárselo con cuchara. • El niño (a) requiere iniciar con hierro en gotas o jarabe hasta el año de edad. • No usar chupones porque puede producir infecciones y problemas en la dentición. • Alabarlo con caricias y aplausos cada vez que el niño (a) haga algo nuevo. • El niño (a) todo se lo lleva a la boca. Mantener los juguetes limpios. • El pronunciar correctamente el nombre de las personas y las cosas ampliará el

vocabulario del niño (a). • Aplicar la vacuna contre el D.P.T. y Polio a los 4 y 6 meses.

Signos de alarma:

• No logra sostener la cabeza firme. • No reacciona ante sonidos ni intenta alcanzar objetos que se le colocan frente a él o

ella. C. El niño y la niña de 7 a 9 meses:

A esta edad, el niño (a) va adquiriendo agilidad. No le gusta estar en un solo lugar. Poco a poco apoyo para sentarse. Se acuesta de boca abajo a boca arriba.

Trata de buscar lo que se esconde delante de él o ella. Reconoce a la madre y a los allegados más cercanos. Llora cuando la madre se va, se vuelve un poco huraño con las personas que le son extrañas. Le gusta imitar a los adultos.

El niño (a) se entretiene tocando, chupando y observando los objetos y juguetes que se le dan. Hay que tener paciencia porque tira una y otra vez las cosas al suelo. Esto lo hace porque empieza a conocer la trayectoria de los objetos y el ambiente que lo rodea.

A esta edad se debe:

• Favorecer el gateo. • Colocarle objetos llamativos a cierta distancia. El niño (a) vendrá por ellos tratando de

gatear, ayudarlo (a) sosteniéndolo colgado alrededor del pecho. El gateo favorece la coordinación y el equilibrio. Más tarde le ayudará a caminar.

• Ayudarle a fortalecer los músculos de las piernas y los pies. Primero se debe sostener de la cintura con sus manos y tratar de ponerlo de pie. Después él tratará de hacerlo solo (a) apoyado (a) en una baranda o sillón. Ayudarlo a dar pasitos. Hacia los 12 o 14 meses dará sus primeros pasos solo (a).

• Ejercitar los músculos de los dedos y la mano. Ofrecerle objetos que él o ella pueda alcanzar como por ejemplo tucos.

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Page 24: Capítulo IX Estimulación Temprana

• Darle objetos que pueda pasar de una mano a otra, papel para que lo arrugue o juguetes que pueda golpear con la mano.

• Darle seguridad y confianza. El niño (a) reconoce las voces y caras de las personas que están cerca de él y las que no. No lo fuerce a tener que estar cerca de personas extrañas. Permitirle que las reconozca poco a poco.

• Favorecer la masticación y los hábitos. Déle galletas o pan en la mano para que las lleve a la boca. La comida debe ofrecerla en trozos pequeños. No le debe dar alimentos licuados. También con ayuda puede empezar a aprender a usar la cuchara y el jarrito aunque riegue el líquido o comida.

Recordar a los padres o encargados que:

• El niño (a) imita a los adultos por lo que cantarle, hacerle gestos y sonidos para que él o ella los repita.

• Cuando lo (a) lleva de paseo, decirle el nombre de las personas y objetos que ve. • El niño (a) necesita ratos dedicados solo a él o ella. • Mantener al niño (a) en áreas donde no exista peligro de caerse, quemarse o herirse.

Los objetos con los que juega deben estar limpios y no deben ser pequeños por el peligro que los trague.

• No es recomendable el uso de andadera por el peligro de accidentes y por no favorecer el gateo.

Signos de alarma:

• Es indiferente con los demás. • No emite los mismos sonidos que los demás y al hablarle desde atrás no voltea la

cabeza. • Los ojos se le mueven de lado a lado involuntariamente o tiene “ojos bizcos” después de

los 8 meses. D. El niño y la niña de 10 a 12 meses:

A esta edad el niño (a) domina mejor su cabeza, el cuello y el tronco. Gatea y se sienta sin apoyo.

Mantiene el equilibrio cuando juega con objetos que están adelante, atrás o a los lados. También se pone de pie con ayuda y empieza a dar los primeros pasos. Coge objetos pequeños,

imita muecas y juegos. A esta edad, el niño (a) se asusta cuando ve extraños. No le gusta que lo separen de los padres

y se enoja cuando le quitan un juguete. Se ríe a carcajadas, sobre todo cuando juegan con él o ella tortillitas, bailes y cantos. Le gusta imitar a los demás.

A esta edad se le debe: • Fortalecer los músculos y desarrollar el equilibrio. Colocarle juguetes a cierta distancia,

si el niño (a) está sentado, se volverá hacia atrás, se inclinará hacia delante y hacia los lados. Cuando alcanza el juguete se vuelve acomodar como estaba. Cuando el niño realiza estos movimientos fortalece los músculos del cuello, tronco, extremidades y a la vez desarrolla el equilibrio.

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Page 25: Capítulo IX Estimulación Temprana

• Estimular el gateo. Colocarle a un metro de distancia un juguete llamativo. Poner al niño (a) boca abajo o en “cuatro patas” para que alcance el juguete. Gatear ayuda a que el niño (a) camine con seguridad y coordinación.

• Ejercitar los músculos de la mano. Dar objetos pequeños como tucos. El niño tratará de imitar. En cada mano ponga un tuco para que los golpee. Meta objetos en cajas o tazas el niño (a) lo hará también. Estos ejercicios le ayudarán al niño (a) más adelante a romper un papel y garabatear.

• Ejercitar el lenguaje del niño (a). Hacer que repita sílabas como ma-ma, ta-ta, ca-ca, agua, pan, deme leche. Hágale sonidos con los labios. Dígale el nombre de las personas y cosas que él o ella ve todos los días, por ejemplo: agua, abuelo, cabeza, piernas, ojo, dedo, cama, leche. El niño (a) aumentará su vocabulario.

• Permitir que explore el ambiente. Como el niño (a) se mueve por todo lado, esconder objetos ante su vista, que él o ella pueda encontrar el juguete escondido tapándose la cara con una mantilla.

• Desarrollará su inteligencia. • Hágalo participar en las reuniones familiares. El o ella irá aprendiendo a relacionarse

con diferentes personas. Cuando coma, dejarlo que meta las manos en el plato y se lleve la comida a la boca. A veces el niño (a) intenta usar la cuchara y el jarro con ayuda. Dejarlo aunque derrame un poco de alimento.

Recordar a los padres o encargados que: • El niño (a) se mueve por todo lado gateando o caminando. Mantener en lugares seguros

los venenos, objetos que punzan o cortan o que el niño (a) pueda tragar. Guardar los adornos o cosas delicadas. Alejarlo de lugares donde se deposite agua como: tinas, estañones, baldes.

• Cada vez que el niño (a) haga algo nuevo, celebrarle con caricias o aplausos. • Pronunciar correctamente las palabras que se le enseñan al niño (a) le ayudará en su

lenguaje. • El niño debe jugar lejos de gradas y de lugares donde se pueda caer para evitar

accidentes. • A esta edad el niño come los alimentos que consume el resto de la familia, dar trocitos.

Signos de alarma: • No usa las manos o los brazos para mantener el equilibrio, por lo tanto tiene dificultad

para sentarse, gatear o mantenerse de pie. • Es muy pasivo (a) y no demanda atención.

E. El niño y la niña de 1 a 2 años Durante esta edad el niño y la niña caminan solos. A veces se cae. Si esto sucede, dejará de dar

pasitos algunos días. Tener paciencia, con el apoyo de los padres volverá a tener seguridad. Conforme se acerca a los dos años, camina con más coordinación, sube y baja gradas con apoyo y logra correr.

Ahora habla más. Es conveniente enseñarle algún objeto y decirle el nombre del mismo. Así asocia la palabra con el objeto y aumenta su vocabulario.

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Page 26: Capítulo IX Estimulación Temprana

Cuando el niño (a) no le gusta algo, protesta y hace “berrinches”. Hay que ofrecerle algún juguete o entretenerlo (a) con alguna otra actividad para que desvíe su atención:

• Aumentar sus conocimientos y vocabulario. • Enseñarle su nombre completo y el de sus padres, la edad, teléfono y dirección donde

vive. A esta edad el niño (a) conversa mucho y es importante escucharlo. Aproveche la oportunidad para hacerle preguntas que le ayuden a aprender a expresarse.

• El niño (a) se interesa por todo lo que le rodea. El dar explicaciones lo ayudará a comprender el mundo, por ejemplo, explicar la importancia de cuidar su cuerpo, de visitar el médico y al dentista, de cuidar la alimentación y practicar sus hábitos de higiene y orden. Así el niño (a) aprenderá a responsabilizarse.

• Explicarle al niño (a) de donde vienen los alimentos. Cuando va a pasar por fincas, granjas, lecherías, huertas, conversarle de lo que ahí se siembre y se cría. Cuéntele historias relacionadas con lo que observa.

• Practicar con el niño (a9 juegos donde debe seguir instrucciones y esperar su turno (lotería, memoria). Además de que desarrolla su inteligencia favorece sentimientos de cooperación con los demás.

• Enseñarle el valor de las cosas. Debe enseñarle a no desperdiciar los alimentos y a cuidar sus pertenencias.

Recordarles a los padres que: • El niño a) se está formando una imagen de lo que él o ella mismo es. Felicítelo cada vez

que logre algo. Como todo niño (a) tiene algunas limitaciones. Ayúdelo a superarlas y a seguir adelante.

• Ellos a ellas a esta edad no aceptan algunas medidas de disciplina, cuando debe disciplinarlo (a) actúe con tranquilidad y déle explicaciones de por qué no se puede aceptar su conducta, solo así el niño y la niña podrán poco a poco, comprender cómo comportarse. No pegarle, ofenderlo o compararlo con otras personas, pues esto lo daña y lo hace sentirse inseguro.

• El niño (a) se interesa por todo y pregunta con mucha frecuencia ¿por qué? ¿Cuándo? ¿Cómo?. Es importante que usted le responda en forma simple y con la verdad.

• El niño (a) no debe jugar en la calle o cerca de ríos, pozos o piscinas sin la compañía y supervisión de un adulto. Tampoco le permita jugar con fósforos, pólvora o líquidos inflamables como la gasolina.

• Debe reforzar la educación para caminar en las calles así como el significado del semáforo.

Signos de alarma: • Tiene dificultad para relacionarse con otras personas, no le gusta jugar con otros o pasa

mucho tiempo solo. • Se queja de no ver bien, le duele constantemente la cabeza. Presenta frecuentes

infecciones y dolores de oídos.

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