capitalismo globalizado y la formación de hombres unilaterales para el consumo del mercado...

28
Facultad de Filosofía y Letras Departamento de Ciencias de la Educación UBA SOCIOLOGÍA DE LA EDUCACIÓN Primer cuatrimestre 2012 Comisión I - Profesora Clara Bravin TRABAJO PARA LA PROMOCIÓN DIRECTA “Capitalismo globalizado y la formación de hombres unilaterales para el consumo del mercado internacional” Escudero Zerbo , Emiliano Marcos Ninet, Florencia Haiz, Martín Ezequiel Índice Resumen........................................................ ............................ 1 1

Upload: florencia-ninet

Post on 17-Sep-2015

215 views

Category:

Documents


1 download

DESCRIPTION

Monografía para la materia de Sociología de la Educación de la carrera de Ciencias de la Educación de la Facultad de Filosofía y Letras de la UBA.Capitalismo globalizado y la formación de hombres unilaterales para el consumo del mercado internacional.

TRANSCRIPT

Facultad de Filosofa y LetrasDepartamento de Ciencias de la EducacinUBA

SOCIOLOGA DE LA EDUCACINPrimer cuatrimestre 2012

Comisin I - Profesora Clara Bravin

TRABAJO PARA LA PROMOCIN DIRECTA

Capitalismo globalizado y la formacin de hombres unilaterales para el consumo del mercado internacional

Escudero Zerbo , Emiliano Marcos

Ninet, Florencia

Haiz, Martn Ezequiel

ndice

Resumen....................................................................................1

Introduccin................................................................................2

Desarrollo

Capitalismo globalizado y consenso neoliberal....................3

Relacin entre el trabajo capitalista y educacin.Aproximacin desde el marxismo......................................... 6

Rol del estado-nacin en la formacin de polticas pblicaseducativas e intervencin de los organismos internacionalesde financiamiento. ................................................................9

Resurgimiento de las teoras de Capital Humano y formacinunilateral del hombre ........................................................ 11Reflexiones finales....................................................................... .15

Bibliografa.........................................................................................17

Capitalismo globalizado y la formacin de hombres unilaterales para el consumo del mercado internacional

El sistema educativo, quizs ms que cualquier otra institucin social contempornea, se ha convertido en el laboratorio donde se prueban diferentes soluciones a los problemas de la liberacin personal y la igualdad social y el ruedo donde se libran los combates socialesBowles y Ginits, Primera parte, pg.16

la produccin capitalistaorienta los mtodos de enseanza hacia la prcticaMarx, El Capital, III, cit., pg.360

...este reino de la libertad es el reino de las vocaciones individuales, de las actividades desinteresadas, no productivas inmediatamente, que son para Marx parte integrante de la figura humana y, por lo tanto, de su formacin o educacin.Manacorda, Marx y la pedagoga moderna, pg. 121

RESUMEN

Las reformas educativas que se llevaron a cabo en Amrica Latina durante la dcada de los 90 han tenido un perfil claramente economicista, sustentado y avalado por organismos multilaterales de financiamiento -BID, Banco Mundial, FMI, CEPAL, etc.-; cuyos inters en mantener y desarrollar el modelo neoliberal y neocapitalista, alejaron a la regin del intento de desarrollar un sistema educativo que formara ciudadanos libres y polticamente comprometidos (Rigal). El efecto de este modelo fue la vuelta a las teoras del capital humano (Shultz), la formacin tecnicista de trabajadores preparados para ser absorbidos, y descartados, por el mercado capitalista internacional (Karabel y Halsey - Bowles y Gintis).Analizaremos, desde la perspectiva terica del marxismo, la formacin del hombre unilateral del capitalismo, complementada con la teora del Capital Humano.

INTRODUCCIN

El surgimiento del neocapitalismo, a fines del siglo XX, introduce como novedad la globalizacin, que extiende las interrelaciones capitalistas entre los pases del mundo y la influencia de los vaivenes econmicos internacionales hasta las economas ms remotas y locales del globo[footnoteRef:2][footnoteRef:3]. No obstante esta renovacin, el neocapitalismo mantiene la estructura ms radical que sustenta su identidad: reproducir los medios de reproduccin, la compra y venta de la fuerza de trabajo -propiedad del obrero o trabajador- y la bsqueda de la mayor expansin del capital acumulado por los capitalistas. Toda estas tendencias generan las tensiones y luchas que se sostienen entre los intereses de clase que quieren mantener su estatus social o que quieren cambiarlo, y esto tambin es parte caracterstica del capitalismo. [2: Sennet, p. 21.] [3: Sousa Santos, p. 168.]

El Estado, desde su conformacin, ha sido el organismo encargado de regular con leyes y polticas pblicas las relaciones polticas y econmicas de cada pas. Ms all de defender -con mayor o menor vehemencia- los intereses de la clase burguesa o capitalista, en diversas pocas ha permitido e impulsado la creacin de polticas de seguridad social y polticas educativas tendientes a beneficiar a las clases ms bajas. An as, debemos comprender que fueron producto de sostenidas luchas que fueron allanando el lugar hasta constituirse en derechos de ciudadana.

A fines del siglo XX, los estados fueron delegando muchas de sus funciones para la creacin e implementacin de polticas pblicas y econmicas en organismos internacionales -como la CEPAL o el BID y el Banco Mundial-, debido a la presin que las deudas monetarias contradas con estos organismos polticos. El objetivo de estos organismos era sostener, impulsar y profundizar el arraigo de la ideologa del neocapitalismo que representaban. Una ideologa economicista, basada en la eficiencia de los programas e intervenciones y regida por los intereses del mercado internacional, y no por los intereses de las regiones que cada estado representa. Las polticas educativas se vieron afectadas de forma directa por esta coyuntura poltica: los objetivos de la educacin comienzan a apuntar a un concepto de eficiencia directamente relacionado con la posibilidad de acceder a un puesto de trabajo, a un empleo, y quizs de mantenerlo (esto ltimo tomara especial relevancia en la dcada de los 90 dada las grandes tasas de desempleo que se presentaron en Amrica Latina). Con esta ideologa, resurge la teora del Capital Humano, que sugiere el vnculo directo entre el nivel de educacin/capacitacin, la posibilidad de mantener un empleo y el nivel de ingresos representado por el monto del salario. Por otra parte, la cantidad y especificidad de la educacin est dictada por la necesidad del sistema de producir trabajadores, de formarlos segn el rol social y el puesto de trabajo: el lugar que ocupan en el sistema productivo no guarda relacin con el esfuerzo propio ni con la posibilidad de acumular aos de capacitacin. Est signado por su condicin de clase. Todas las polticas educativas estuvieron inclinadas a la universalizacin de la educacin y a la especificidad de la formacin para el empleo. El tiempo demostr el total fracaso de dichas polticas y de la formacin profesional, porque la capacidad de una economa de brindar puestos de trabajo est regida por condiciones econmicas estructurales y no dependen de la capacitacin de cada individuo particular.

En varios escritos, Marx subraya que el capitalismo forma hombres unilaterales. Divididos y alienados entre el trabajo mental y el manual: hombres deshumanizados que slo se forman para el trabajo y esencialmente para el goce y el consumo[footnoteRef:4]. De ninguna manera son hombres libres y completos. En el presente del neocapitalismo, esta formacin unilateral sigue vigente. Aunque las capacidades y formas requeridas para el trabajo sean distintas a aquellas, se mantiene la inexistencia de una formacin del hombre omnilateral que tenga un desarrollo positivo de todas sus facultades, las fuerzas productivas, de las necesidades y su capacidad de satisfaccin[footnoteRef:5]. [4: Manacorda, p. 86.] [5: bidem, p. 87.]

En la actualidad, las propuestas de la economa social podran acercarse a la perspectiva del hombre omnilateral formado en la ciencia que sustenta la produccin, la comprensin y apropiacin de las fuerzas productivas, la lgica de la economa y el comercio y las redes de intercambio, el rol social de su trabajo y el producto que desarrollan. No obstante, estas experiencias de economa social siguen siendo pequeos casos, experimentos locales que an no tienen el grado de generalizacin y la envergadura necesaria para dar cuenta de si esta formacin integral -como la denominan Guelman y Levy-, puede ser entendida como una respuesta a las fracturas que provoca el capitalismo y los hombres que reproduce.

DESARROLLO

Capitalismo globalizado y consenso neoliberal

Como sostiene Samir Amin: El anlisis del capitalismo como sistema mundial no se puede reducir al anlisis del modo de produccin capitalista como modo de produccin abstracto[footnoteRef:6]. No es suficiente analizar las relaciones asalariadas -caracterstica principal que define al modo de produccin capitalista, sino que es necesario comprender la interrelacin entre los distintos modos de produccin que conviven en la formacin econmico-social actual, lo que Samir Amin denomina sistema mundial capitalista. [6: Samir Amin, p. 1.]

Para analizar el proceso de transformacin educativo que se produjo en los aos noventa resulta necesario comprender las transformaciones que sufri el capitalismo en su rgimen de acumulacin desde las dcada del setenta -que se conoce bajo el rtulo de crisis del petrleo. Samir Amin manifiesta que el surgimiento de esta coyuntura es consecuencia, en parte, de la crisis de tres modelos que fueron hegemnicos y que han agotado su capacidad de reproduccin: el modelo sovitico, caracterstico de los pases del este que se basaron en economas planificadas; el welfare state norteamericano y los modelos nacional-populistas.

La fase neoliberal, que haramos mejor llamar paleoliberal, es la consecuencia de un desequilibrio de las relaciones sociales a favor del capital[footnoteRef:7]. Es en este momento donde se produce la cada del estado de bienestar (welfare state) en los Estados Unidos, y se orienta la economa, no ya a la produccin sino al juego de los mercados de capitales financieros: como introduce el autor el desequilibrio produce la crisis [...] se crea un excedente de capital que no puede encontrar colocacin en la extensin del sistema productivo. [...] buscan y fabrican salidas alternativas a la ausencia y achicamiento de las colocaciones productivas, en la extensin de los mercados especulativos, en los mercados financieros[footnoteRef:8]. [7: Samir Amin, p. 6.] [8: Samir Amin, p. 7.]

A fines de los ochenta, Ronald Reagan y Margaret Thatcher participaron en la iniciativa de lo que se denomin el Consenso de Washington: un conjunto de medidas econmicas, polticas y sociales orientadas hacia la transformacin de los derechos sociales del ciudadano en meras mercancas. No se trataba ya de garantizar los derechos de los ciudadanos, el objetivo era garantizar el rendimiento financiero de los capitales, reemplazando al ciudadano por la figura del consumidor. La importancia de este cambio radica en que todos aquellos que no formaban parte de los agentes consumidores quedaban sujetos a la condicin de excluidos. Siguiendo a Apple, se trat de un contexto econmico basado en la acumulacin flexible, la inseguridad econmica y la mercantilizacin de la vida social[footnoteRef:9]. [9: Apple, p. 36.]

Wacquant, en el texto Los condenados de la ciudad. Geto, periferia y estado, realiza un anlisis comparativo entre los barrios perifricos europeos actuales, con los guetos norteamericanos; caracteriza los efectos de estas polticas econmicas. Segn el autor podemos encontrar lo que l denomina marginalidad avanzada. Se trata de ... el regreso de las realidades negadas de la pobreza extrema y de la decadencia social, de las divisiones etnorraciales y de la violencia pblica y su acumulacin dentro de las propias zonas desheredadas [...] Esas nuevas formas de clausura excluyente, que se traducen en una expulsin al margen del espacio social y fsico, han surgido en las metrpolis postfordistas[footnoteRef:10]. El modelo fordista, entendido como la produccin en masa de mercancas donde son los mismos trabajadores los que consumen los artculos producidos, es abandonado. Siguiendo la caracterizacin de los efectos que el autor propone podemos delinear los siguientes aspectos de la transformacin: El asalariado se convierte en vector de inestabilidad e inseguridad social ya que el trabajo se vuelve inestable y heterogneo. En trminos de Sennet, se abandona la Jaula de Hierro burocrtica weberiana que se destacaba por otorgarle al obrero la capacidad de construir un relato de su propia vida. Wacquant, en este sentido, introduce la idea de que: el trabajo asalariado se ha convertido en fuente de fragmentacin y precariedad sociales ms que de homogeneidad, solidaridad y seguridad para aquellos que se hallan confinados en las zonas fronterizas[footnoteRef:11]. Este mismo proceso tiene como consecuencia la desconexin funcional de las tendencias macroeconmicas. Los trabajadores una vez expulsados del mercado de trabajo, difcilmente se vuelven nuevamente empleables, tomando as su situacin de exclusin el carcter de permanente. Si entendemos este proceso de transformacin en la historia de la larga duracin, se comprende la afirmacin de Wacquant respecto a la prdida del pas interno (hinterland). En las fases anteriores de crisis y reestructuracin, los trabajadores rechazados fuera del mercado laboral podan replegarse en la economa social de su colectividad de origen[footnoteRef:12]. [10: Wacquant, p. 268.] [11: Wacquant, p. 271.] [12: Wacquant, p. 281.]

Desde el anlisis marxista de la historia, sabemos que el proceso de desarrollo del modo de produccin capitalista, cuyo carcter principal es la transformacin de las relaciones sociales de produccin en base al trabajo asalariado, conlleva al reemplazo de modos de produccin anteriores. Sobre todo aquellos que se fundan en las economas domsticas. La industrializacin, en tanto modo de organizacin del trabajo, destruye los vnculos solidarios preexistentes. Por lo tanto, en el momento que se retira la industria, el trabajador no encuentra mecanismos institucionales que puedan absorberlo. El resultado emprico de esta lgica es que: los individuos duramente excludos de un empleo remunerado en los barrios de relegacin no gozan ya en su conjunto de un apoyo colectivo informal mientras esperan un nuevo trabajo que, adems, podra no llegar nunca[footnoteRef:13]. Estamos as vislumbrando el gnesis del precariado, una simple aglomeracin social caracterizada por las ausencias y la privacin social. [13: Wacquant, p. 282.]

El concepto de globalizacin articula el presente trabajo. No es posible comprender el contexto educativo actual si no presentamos qu se entiende por dicho fenmeno. Partimos de la idea de no entenderlo como un todo homogneo: la globalizacin puede ser comprendida como un conjunto diferenciado de relaciones sociales; un determinado nmero de relaciones sociales da origen a distintos fenmenos de globalizacin[footnoteRef:14]. [14: Sousa Santos, p. 198.]

Desde el texto de Boaventura de Sousa Santos podemos ver que existen tres contradicciones en el proceso mencionado que caracterizan la actual etapa del capitalismo[footnoteRef:15]. La primera opone globalizacin a localizacin. Esto significa que no slo nos encontramos ante un proceso que tiende a homogeneizar la concepcin del mundo hegemnica sino que existe reapropiacin y por sobre ella oposicin. La segunda se registra entre el estado-nacin y el estado transnacional ya que es mediante el estado que pueden ser llevadas a cabo las polticas de reforma. Contrariamente a lo que propone en el discurso el neoliberalismo, el estado tiene un papel muy fuerte en el retiro de su posicin como garante de los derecho sociales y polticos de los ciudadanos. Desde la puesta en marcha del Consenso de Washington el mismo debe legislar su propio abandono de la cuestin social. como afirma Boaventura en la siguiente cita: la desvinculacin del estado no puede ser obtenida sino a travs de una fuerte intervencin estatal. Paradjicamente, el estado debe intervenir para dejar de intervenir (...) Tiene que regular su propia desregulacin[footnoteRef:16]. Es la tercera contradiccin la que creemos ms importante para el desarrollo de nuestro trabajo: la que opone a las energas del capitalismo, el mbito de la solidaridad en la luchas transnacionales y anticapitalistas. No consideramos al estado como una totalidad que se encuentra por sobre los individuos con sus propios fines -como lo proponen las tesis contractualistas desde Hobbes hasta Rosseau y que son recuperadas por el liberalismo-, sino que en tanto instrumento de la burguesa se debe trabajar para su propia extincin tal y como se manifiesta actualmente y se disponga a subordinarse completamente a la sociedad[footnoteRef:17]. [15: Sousa Santos, p. 196.] [16: Sousa Santos, p. 181.] [17: Marx, C. En Crtica al Programa de Gotha, p. 36.]

Sosteniendo el concepto marxista de praxis, consideramos que la produccin de estos escritos contribuye a globalizar una perspectiva contrahegemnica de la educacin. Es lo que Boaventura define como cosmopolitismo: ... una prctica y un discurso contrahegemnico, generados por uniones progresistas de clases o grupos subalternos...una de las muchas tradiciones suprimidas o marginalizadas por la tradicin hegemnica que produjo en el pasado la expansin europea, el colonialismo y el imperialismo[footnoteRef:18]. [18: Sousa Santos, p. 210.]

Relacin entre trabajo capitalista y educacin. Aproximacin desde el marxismo.

El movimiento hegemnico que se engloba bajo el Consenso de Washington se caracteriza por ser a la vez neoliberal y neoconservador. Segn la perspectiva de Apple se puede afirmar que nos encontramos ante una modernizacin conservadora[footnoteRef:19]. El autor nos invita a desarticular las derechas en sus partes constitutivas. Junto a los actores sociales que promueven el libre mercado, entendiendo la educacin como una mercanca ms; existen grupos conservadores que pujan. En palabras del autor: ...para que se destinen fondos pblicos a centros privados y religiosos [...] En las escuelas debe haber ms exmenes basados en verdaderos conocimientos [...] Ello garantizar que nuestras escuelas vuelvan a los mtodos ms tradicionales y a los contenidos consagrados por la tradicin[footnoteRef:20]. Ms adelante afirma que Los mismos grupos que impulsan estas leyes suelen estar tras los ataques a la enseanza de la evolucin y a la supuesta prdida en las escuelas de la gua que ofrece la palabra de Dios[footnoteRef:21]. Ante la crisis, la respuesta de las derechas es reimplantar los valores religiosos a manera de reaccin romntica-conservadora. [19: Apple, p. 19.] [20: Apple, p. 16.] [21: Apple, p. 17.]

Sostenemos con Marx y a travs de la Crtica al programa de Gotta que: la libertad de conciencia burguesa se limita a tolerar cualquier gnero de libertad de conciencia religiosa, mientras que l [el partido obrero] por el contrario, a liberar la conciencia de todo fantasma religioso[footnoteRef:22]. [22: Marx, C. En Crtica al Programa de Gotha, p. 43.]

En esta instancia es necesario dilucidar qu entendemos por una aproximacin marxista a la relacin educacin-trabajo. Partimos de comprender el materialismo histrico desde los escritos de Marx, de forma de poder sostener la vigencia de su anlisis y contribuir al campo de la sociologa de la educacin. La siguiente cita ilustra el punto de partida del autor:

En la produccin social de su vida, los hombres contraen determinadas relaciones necesarias e independientes de su voluntad, relaciones de produccin que corresponden a una determinada fase de desarrollo de sus fuerzas productivas materiales. El conjunto de estas relaciones de produccin forma la estructura econmica de la sociedad, la base real ... sobre la que se levanta la superestructura jurdica y poltica, y a la que corresponden determinadas formas de conciencia social. El modo de produccin de la vida material condiciona el proceso de la vida social, poltica y espiritual en general. No es la conciencia del hombre la que determina su ser, sino, por el contrario, el ser social es lo que determina su conciencia.

Karl Marx, Prlogo a la Contribucin a la crtica de la economa (1859)

En oposicin al idealismo reinante en la poca, el autor considera que no hay esencia humana, parte de la afirmacin de que el individuo aislado no existe: es una ficcin utilitaria, en trminos de Marx es una robinsonada -en clara referencia a la novela de Daniel Defoe-. No se puede pensar al hombre sin la produccin material de su subsistencia y la manera en que lo hace es en sociedad.

El individuo, entonces, implica para Marx un conjunto de relaciones sociales; el autor menciona que cuanto ms nos remontamos en la historia, mejor aparece el individuo como dependiente y formando parte de un conjunto ms grande[footnoteRef:23]. Construye una teora de lo social considerndola una totalidad exterior a los sujetos, en el sentido de que los individuos nacen en una conexin social dada, que no eligieron y no pueden eludir. Esto significa que hacer abstraccin de la trayectoria histrica, es partir del error metodolgico que implica presuponer un individuo abstracto y aislado. Las premisas de las que se parte no son arbitrarias, sino reales. Son los individuos reales, su accin y sus condiciones materiales de vida, tanto aquellas con que se han encontrado ya hechas, como las engendradas por su propia accin. Se parte de lo emprico: los individuos son lo que ellos producen y la forma en que lo hacen. [23: Marx, C. En el Manifiesto Comunista, p. 28.]

El objetivo de la investigacin social es generar no una descripcin de lo que veo, sino una explicacin profunda, que vaya ms all de lo aparente y me permita entender sus determinantes. Desde este punto de vista no hay que cambiar de conciencia ni interpretar de otro modo lo existente, esto significa: hay que entender a la ciencia como una praxis transformadora, y por lo tanto, no hay que oponer frases a la realidad porque de esta forma, en modo alguno se combate el mundo real existente.

El anlisis no consistir en la abstraccin de elementos comunes, ni en eliminar las diferencias histricas, sino que se hace foco en cmo esos elementos se articulan en la realidad complejamente, de modo que las categoras utilizadas resultaran en una sntesis de mltiples determinaciones. Ellas configuraran lo que Marx llama momentos de una totalidad. Por lo tanto, de ningn modo se intenta eliminar las diferencias histricas sino buscar el estado histrico real para trascender as las apariencias. En este sentido, Marx sostiene que el mundo no es algo directamente dado desde toda una eternidad y constantemente igual a s mismo, sino el producto de la industria y del estado social, en sentido en que es un producto histrico, el resultado de la actividad de toda una serie de generaciones, cada una de las cuales se encarna sobre los hombros de la anterior[footnoteRef:24]. Esto significa que hasta el mundo sensorial y la naturaleza resulta un producto histrico. Por lo tanto, se debe exponer el proceso real de produccin, partiendo para ello de la produccin material de la vida inmediata. Utilizar el mtodo del autor implica mantenerse en el terreno histrico real, explicando la prctica no desde la idea que nos hacemos de ella, sino explicando las formaciones ideolgicas sobre la base de la prctica material; ya que la conciencia es en s un producto de la historia. En este sentido Marx incluso argumenta que: las categoras ms abstractas, a pesar de su validez (precisamente debido a su naturaleza abstracta) para todas las pocas, son no obstante, en lo que hay de determinado en esta abstraccin, el producto de condiciones histricas y no poseen plena validez sino para estas condiciones y dentro de sus lmites[footnoteRef:25]. De esta manera, todas las formas de conciencia no pueden destruirse por obra de la crtica espiritual sino que solamente podemos disolverlas a travs del derrocamiento prctico de las relaciones sociales reales. Comment by Florencia Ninet: Esto de qu texto es? [24: Marx, C. En El Capital, p. 22.] [25: Marx, C. En El Manifiesto Comunista, p. 57.]

Rol del estado-nacin en la formacin de polticas pblicas educativas e intervencin de los organismos internacionales.

La educacin, especialmente la educacin bsicacontribuye a reducir la pobreza al aumentar la productividadde los pobres, reducir la fecundidad y mejorar la salud,y al dotar a las personas de aptitudes que necesitanpara participar plenamente en la economa y en la sociedadPrioridades y estrategias para la educacin, Banco Mundial, 1996, pg. 1

Las transformaciones educativas en Amrica Latina partieron de la supuesta necesidad de abrir la regin al proceso de globalizacin. Una de los principales ejes para lograr que las polticas pblicas respondieran a las necesidades de la economa globalizada era la refuncionalizacin del Estado[footnoteRef:26], especficamente, descentralizando su autoridad e injerencia poltica y de financiamiento. Esta descentralizacin de las funciones del estado incluan la regulacin a distancia y la evaluacin de resultados por parte de organismos externos al estado mismo (en pos de la imparcialidad), la incorporacin de esquemas flexibles de financiamiento y subvenciones focalizadas, el financiamiento por parte de sectores privados (lo que llev a que empresas privadas tuvieran injerencia directa en la conformacin de la currcula educativa de las escuelas tcnicas, por ejemplo, para mejor orientacin especfica de los futuros trabajadores) y la participacin de la sociedad civil en el financiamiento de las instituciones educativas (lo que junto a la descentralizacin de la administracin de las mismas, indicaba la responsabilidad de los individuos y de las comunidades por los resultados de las competencias educativas y por lo tanto, de las posibilidades de insercin laboral de los futuros trabajadores)[footnoteRef:27]. [26: Rigal, p. 64.] [27: Rigal, p. 67.]

Estas estrategias enfocadas en la eficiencia, la flexibilidad, la descentralizacin y la privatizacin, es decir, estrategias puramente economicistas, fueron impulsadas por los organismos multilaterales de financiamiento que ejercieron su influencia y poder a travs de las presiones para cumplir con las frmulas para solventar las deudas externas contradas por los pases de la regin. Fueron el Banco Mundial, el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), el Fondo Monetario Internacional y la Comisin Econmica para Amrica Latina (CEPAL) quienes tuvieron mayor influencia en la formacin de las polticas econmicas, sociales y educativas.

El Banco mundial se convierte, desde fines de los ochenta, en el principal asesor en poltica educativa para Amrica Latina. Sus principales objetivos fueron mejorar el aprendizaje, la eficiencia de los sistemas educativos y entrenar recursos humanos. Segn Rigal, el propsito central era: reconvertir los sistemas educativos para que produjeran recursos humanos para la nueva economa, una fuerza de trabajo bien entrenada e intelectualmente flexible[footnoteRef:28]. [28: Rigal, p. 59.]

En 1996 el Banco Mundial redacta un texto titulado Prioridades y estrategias para la educacin, dentro de su programa de Desarrollo en la prctica. Este texto tuvo como objetivo servir de receta a los pases en desarrollo de Amrica Latina de modo tal que pudieran modificar sus sistemas educativos para que se acomodaran a las necesidades del nuevo capitalismo. Estos organismos imprimieron un sesgo neoclsico y neoliberal, afn en lo poltico al pensamiento neoconservador[footnoteRef:29]. Es decir, las reformas en pos de un nuevo sistema educativo y de un modo de concebir a la educacin como un bien que se adquiere, se compra y se utiliza en el mercado laboral tienen su basamento ideolgico en documentos de esta ndole: anlisis constitudos desde un organismo multilateral de crdito para una realidad universal, alejada de las coyunturas de cada regin en particular y del proyecto de una educacin que forme hombres comprometidos con la realidad social. [29: Rigal, p. 57.]

El Banco Mundial determina entonces dos prioridades fundamentales para la educacin: atender a la creciente demanda por parte de las economas de trabajadores adaptables capaces de adquirir sin dificultad nuevos conocimientos y debe contribuir a la constante expansin del saber. Estas prioridades son los ejes segn los cuales se critica la calidad de la educacin en los pases de Amrica Latina, cuyo nivel de rendimiento es sustancialmente ms bajo que en los pases industrializados; se denuncia la falta de equidad en el acceso a la educacin primaria y secundaria; y se insta a la aceleracin de la reforma educativa, sosteniendo que la reforma oportuna puede reportar beneficios en trminos de crecimiento econmico y reduccin de la pobreza, como se observa claramente en los pases de Asia oriental que han hecho grandes inversiones en capital humano bsico tanto para hombres como para mujeres[footnoteRef:30]. [30: Banco Mundial, p. 3.]

Entre las medidas que se formulan para Argentina encontramos: acceso igualitario a una enseanza primaria de buena calidad y asignacin del financiamiento de acuerdo con criterios de equidad y de eficiencia en funcin de los costos sociales[footnoteRef:31]. Es importante sealar, que en estas expresiones la idea de igualdad, es reemplazada por los trminos igualitario y equidad. En los aos noventa la Comisin Econmica para Amrica Latina (CEPAL) es la que plantea que la prioridad era generar una transformacin productiva con equidad que de prueba de la competitividad internacional. Por otra parte, el alcance del financiamiento se ajusta al nivel inicial de educacin en lo que se engloba bajo el concepto de necesidades bsicas de aprendizaje[footnoteRef:32]. Sostenemos que este movimiento discursivo no es arbitrario y tiene una intencionalidad: legitima una nueva forma de producir. [31: Rigal, p. 61.] [32: Rigal, p. 62.]

En el contexto que se va definiendo -con la educacin al servicio de la economa-, la relacin pedaggica es entendida como de insumo- producto. La escuela es una empresa y los padres demandan eficiencia en los servicios donde lo que prima es la bsqueda de una tasa de retorno[footnoteRef:33]. Para aquellos que no alcancen los objetivos se irn definiendo esquemas flexibles de subvencin y focalizacin a nivel estatal, ejerciendo funciones de compensacin y redistribucin. De esta forma, podemos ver cmo se institucionalizan los valores del mercado capitalista en la esfera de la cultura, y se deja librada la actividad educativa al mercado y la competencia. Donde ms evidente resulta la intervencin del sector privado de la economa es en la afirmacin que dispone que el estado debe: generar una nueva relacin entre educacin, capacitacin y empresa, en la que esta ltima asumiera el liderazgo en la formacin de recursos humanos[footnoteRef:34]. [33: Rigal, p. 59.] [34: Rigal, p. 66.]

Marx tiene una posicin muy clara en cuanto al rol que el Estado debe tener en la educacin: la educacin popular a cargo del Estado es inadmisible[footnoteRef:35], el Estado no puede ser el educador del pueblo. Pero Manacorda aclara, sobre este punto, que hay una diferencia entre Estado y gobierno, y que la educacin podra estar a cargo del Estado, aunque el gobierno y la Iglesia y cualquier otra institucin que empapase de ideologa de clase o cualquier ideologa a la educacin (en esta concepcin entraran los organismos internacionales y su clara ideologa a favor de los grandes capitales), no deberan tener injerencia alguna sobre ella. La educacin, los contenidos de la educacin, deberan estar a cargo del proletariado, del pueblo. Aunque el Estado pudiera hacer las veces de administrador del sistema institucional, siendo un rgano subordinado a la sociedad y no impuesto a sta[footnoteRef:36]. [35: Marx, C. En Crtica al Programa de Gotha, p. 42.] [36: Mancadorda, p. 113.]

Resurgimiento de las teoras de Capital Humano y formacin unilateral del hombre.

La preocupacin por la calidad y la equidad del acceso a la educacin esconde detrs supuestos muy importantes acerca de cules son los contenidos que se deben transmitir y de cmo la escuela debe ayudar a superar las desigualdades sociales. El proyecto del Banco Mundial, y la concepcin del neoliberalismo en general, consiste en que la escuela forme trabajadores capaces de responder adecuadamente a las exigencias del mercado y que, en la libre competencia de compra y venta de su fuerza de trabajo, cada trabajador pueda progresar en su situacin socioeconmica particular, a la vez que el producto de su trabajo ayuda a enriquecer al pas y de esa manera, al conjunto de la sociedad. Shultz da expone una relacin tentativa entre el capital humano y el crecimiento de la economa: la curva representativa de ingresos por edades tiende a ser ms inclinada para los trabajadores especializados que para los no especializados. La inversin en formacin profesional parece probablemente ser una explicacin[footnoteRef:37]. [37: Shultz, p. 18.]

Si la acumulacin de capital humano (en aos y especificidad de la capacitacin) tiene una correlacin directa con la insercin laboral y el monto del salario, tanto los contenidos de la educacin como la expectativa del ascenso social estarn determinados por las exigencias del mercado laboral. En este lugar podemos ver la reaparicin de lo que Rigal define como paradigma economicista: aquella doctrina preocupada ms por la formacin de recursos humanos que de ciudadanos dentro de la teora del Capital Humano[footnoteRef:38]. [38: Rigal, p. 52.]

Shultz desarrolla la teora del Capital Humano y expresa que invirtiendo en s mismos, los hombres pueden ampliar la esfera de sus posibilidades de eleccin. Es un camino a travs del cual el hombre libre puede aumentar su bienestar[footnoteRef:39]. A diferencia del hombre libre de Marx, el hombre libre que presenta la teora de Capital Humano es un hombre responsabilizado por su destino social, por su xito o fracaso dentro de un sistema econmico cuyas variables desconoce y no puede dominar, sino que lo dominan y por lo tanto le son ajenas; se encuentra enajenado a estas fuerzas que lo dominan, y por lo tanto, no puede ser libre[footnoteRef:40]. [39: Shultz, p. 16.] [40: Manacorda, p. 119. Concepto reelaborado desde el anlisis de la relacin entre la ciencia y la formacin educativa.]

Responder a las necesidades del mercado laboral y de la economa capitalista no supone ms que profundizar la especializacin de los hombres en los conocimientos que la burguesa productora considera necesarios para mantener la actividad productiva. Esto es, profundizar la formacin unilateral de los hombres y enajenar su capacidad intelectual y su voluntad de participacin de un proceso productivo como un sujeto efectivamente influyente en este. Manacorda cita a Marx en una frase que deja bien claro que la produccin capitalista orienta los mtodos de enseanza hacia la prctica[footnoteRef:41]. [41: Marx, C. En El Capital, III, cit., p. 360.]

Si se espera que los hombres sean trabajadores adaptables capaces de adquirir sin dificultad nuevos conocimientos es equivalente a formar a hombres completamente maleables, capaces de escindirse completamente del proceso productivo, no ms que para hacer que siga existiendo. El trabajador se convierte ni ms ni menos que en una mquina que se puede recalibrar en funcin de la necesidad de la economa. El hombre como parte de la mquina, propietario slo de su fuerza de trabajo, enajenado del proceso productivo, es un objeto mercantil y pierde su categora humanizada. Para Shultz, no existe nada en el concepto de riqueza humana que se oponga a la idea de que la riqueza existe slo para el provecho del hombre. Invirtiendo en s mismos, los hombres pueden ampliar la esfera de sus posibilidades de eleccin. Es un camino a travs del cual el hombre libre puede aumentar su bienestar. (...) Los trabajadores se han convertido en capitalistas (...) por la adquisicin de conocimientos y habilidades que tienen un valor econmico[footnoteRef:42]. Marx une la estructura escuela a la necesidad social de reproducir la vida, de regular el intercambio orgnico con la naturaleza, en donde la libertad humana se explica slo como regulacin racional de este intercambio. Pero no niega que esto permanezca siempre como un reino de la necesidad, y que ms all de esto comienza el desarrollo de las capacidades humanas, que es un fin en s mismo, el verdadero reino de la libertad[footnoteRef:43]. Las posiciones del Capital Humano y de Marx se encuentran absolutamente contrapuestas. La formacin fragmentada del hombre, la formacin unilateral propuesta por Marx, jams puede ser espacio de libertad para el hombre; mientras que para Shultz y la teora del Capital Humano, por fragmentaria que sea la capacitacin, la educacin, es una inversin para el capitalista obrero propietario de sus capacidades adquiridas y ser capitalista,abrirse paso en la competencia laboral y la escala social y tener capacidad de consumo (de bienes y servicios, incluida la misma educacin) es ejercer la propia libertad.Comment by Florencia Ninet: Martn, de quin es esta cita?Comment by Martn Jais: Del Programa del Banco Mundial [42: Shultz, p. 16 y 17.] [43: Manacorda, p. 115.]

La recalibracin laboral, a la que hacamos mencin algunos prrafos atrs, fue el objetivo de la educacin que el Banco Mundial, y Shultz como terico adhiere[footnoteRef:44], considera propicia para los pases de Amrica Latina, objetivo que a su vez, traslada la responsabilidad de la situacin econmica individual y social al fracaso de esta educacin o al fracaso del trabajador que no supo adquirir los conocimientos ni las habilidades requeridas por la sociedad a lo largo de su proceso de aprendizaje, alejando de esta manera la lupa de las problemticas estructurales de la desocupacin, las crisils capitalistas y la acumulacin de la riqueza en manos de la burguesa. El sistema escolar es un monumento a la capacidad que tiene la economa empresarial avanzada para adaptarse y desviar los golpes dirigidos a sus fundamentos[footnoteRef:45]. [44: Shultz, p. 21.] [45: Bowles y Gintis, p. 16.]

Hasta aqu hemos visto que el capitalismo tradicional como el neocapitalismo globalizado, por su misma calidad de capitalismo proponen una formacin del individuo para el trabajo, para ser asalariados o capitalistas, pero siempre es una formacin y una funcin unilateral, dividida, incompleta. Marx desarrolla esta particularidad: La divisin del trabajo condiciona la divisin de la sociedad en clases y, con ella, la divisin del hombre; y dado que ella llega a ser realmente tal nicamente cuando se presenta como divisin entre trabajo manual y trabajo mental, as pues las dos imgenes del hombre dividido, cada una de ellas unilateral, son esencialmente la del trabajador manual, obrero, y del intelectual[footnoteRef:46]. Manacorda explica, con estas palabras, cmo se construye un hombre unilateral, cmo se deconstruye un ser humano, alejndolo, enajenndolo de su universal posibilidad humana[footnoteRef:47] de hombre individual completo. Cuando el hombre vive en circunstancias que no le permiten desarrollar ms que un aspecto de su persona, en detrimento de otro, es un hombre unilateral. Es as como el obrero, al ser formado para obrero, o el capitalista, al ser formado para capitalista, pierden la capacidad prctica, no tienen ninguna cultura (...) estn cerrados a todo progreso, en realidad, (son) nicamente esclavos despreciables (de la condicin que detentan, ya sea obrero, ya sea capitalista)[footnoteRef:48]. [46: Manacorda, p. 75.] [47: Manacorda, p. 75.] [48: Manacorda, p. 80.]

La actividad unilateral es la actividad enajenada, extraa a todas las formas particulares de una actividad en su conjunto y complejidad (actividad sustancial[footnoteRef:49]), esto es enajenada a la actividad vital misma del hombre: el trabajo en su apropiacin omnilateral. El desarrollo omnilateral es un desarrollo total, completo, multilateral, en todos los sentidos de las facultades y de las fuerzas productivas, de las necesidades y de la capacidad de su satisfaccin (de las necesidades)[footnoteRef:50]. [49: Manacorda, p. 82.] [50: Manacorda, p. 87]

Si bien Marx no hace una propuesta o un anlisis especfico del sistema educativo, s propone algunos lineamientos claro con respecto a la enseanza y su rol como reproductora del sistema de clases, pero no la reconoce como un espacio de formacin del hombre omnilateral, completo y esencialmente humano. Aduce que la enseanza como proceso especfico a alcanzar dentro de un lugar especfico, tendremos el cuadro de una escuela concreta y exacta; en resumidas cuentas, de un reino de la necesidad y no de la libertad para los nios, cuyo valor intrnseco y positivo consistir, precisamente, en esta apropiacin de una totalidad de posibilidades de dominio sobre la naturaleza y sobre el mismo hombre[footnoteRef:51]. [51: Manacorda, p. 118.]

En la enseanza unilateral, las discusin es, como dice Manacorda, entre ciencias humanas y ciencias matemtico-naturales, entre materias literarias y materias cientficas, entre las artes trivio y del cuadrivio, artes sermocinales y artes reales. En Instrucciones a los delegados, Marx pone en primer lugar a la formacin intelectual, y en el Manifiesto Comunista y en la Crtica al Programa de Gotha ahonda sobre la necesidad de integar a sta la educacin fsica y la politcnica, que es el aprendizaje del proceso de produccin y de los oficios en el mismo seno del trabajo y junto a la familia. Pero si este es el ideal de educacin para Marx, la situacin que plantea el capitalismo es muy distinta, donde la industria capitalista separa la ciencia del trabajo, que en ella la ciencia se configura como un ente en s, y que no constituye ya parte integrante del trabajo desarrollado por el obrero, sino que tambin ella es una fuerza alienada, un poder exterior a l, que lo domina y que, por ello, contribuye a su deshumanizacin[footnoteRef:52]. [52: Manacorda, p. 119.]

El marxismo propone una enseanza que frente a la pedagoga tradicional del determinismo ambiental, que destinaba a cada hombre a un proceso formativo, no solamente limitado, sino predeterminado por la situacin social, las pedagogas nuevas, que por diversos caminos tienden a todo lo que puede definirse como naturaleza del nio o del hombre, producen, evidentemente, una ruptura, pero permanecen limitadas a un desarrollo espontneo y, por lo mismo, parcial; ponen al hombre nicamente frente a s mismo, ms bien que ante el mundo concreto de las cosas y de las relaciones sociales; sustituyen un proceso educativo heterogneo por un proceso autnomo, que tambin es limitado[footnoteRef:53]. Los alumnos que pasan en la escuela solamente medio da, mantienen constantemente lozano su espritu y en disposicin casi siempre de recibir con gusto la enseanza. El sistema de mitad trabajo y mitad escuela convierte a cada una de estas dos tareas en descanso y distraccin respecto de la otra, siendo por tanto mucho ms conveniente para el nio que la duracin ininterrumpida de una de ambas. Un chico que se pase el da sentado en la escuela desde por la maana temprano, sobre todo en verano, no podr jams competir con otro que vuelve, alegre y animoso, de su trabajo Del sistema fabril brota el germen de la educacin del porvenir, en la que se combinar para todos los chicos a partir de cierta edad, el trabajo productivo con la enseanza y la gimnasia, no slo como mtodo para intensificar la produccin social, sino tambin como el nico mtodo que permite producir hombres plenamente desarrollados[footnoteRef:54]. [53: Manacorda, p. 117.] [54: Marx, El Capital, http://teketen.com/liburutegia/Manifiesto_comunista-Marx_Engles.pdf, pg. 42.]

REFLEXIONES FINALES

Avanzar sobre la reflexin de la formacin integral del hombre nos acerc a la misma conclusin a la que llegan Guelman y Levy: la Formacin Profesional -y a nuestro parecer, la formacin integral del ser humano- se deben articular contenidos y perspectivas especficas de formacin para el trabajo (y no para el empleo) con contenidos y perspectivas amplias que, ligadas a la formacin para el trabajo, permitan a los ciudadanos (esto ltimo en sentido amplio). Esta formacin integral es, a nuestro parecer, una reedicin de la concepcin marxista de la formacin del hombre omnilateral, en la que se contempla la exigencia de adquirir conocimientos de fondo, es decir, las bases cientficas y tecnolgicas de la produccin, y la capacidad de trabajar -segn la naturaleza- con el cerebro y con las manos, porque esto corresponde al total desarrollo humano[footnoteRef:55]. [55: Manacorda, p. 105.]

Habiendo caracterizado ya los aspectos ms relevantes de las reformas impuestas en los aos noventa y sus efectos; nuestra propuesta es recuperar el concepto de globalizacin de Boaventura de Sousa Santos. El autor sostiene que la globalizacin no es un fenmeno unvoco sino que es necesario pensarlo en plural para recuperar aquellas expresiones que se globalizan desde la subalternidad. Existen organizaciones que pertenecen al campo popular que proponen alternativas al modelo hegemnico impuesto por el consenso de Washington: ejemplo de ello son las organizaciones que se renen bajo la consigna de movimientos campesinos (MOCASE en Argentina, Movimiento sin tierra en Brasil) y de economa social (fbricas recuperadas, empresas sociales de salud mental, cooperativas de economa social, etc.). De hecho, Guelman propone, como superacin de la formacin profesional caracterstica del neocapitalismo, que ...podra pensarse en instancias de formacin cooperativa, de realizacin de proyectos que aborden la educacin en su sentido ms amplio, que al tiempo que desarrolla habilidades creativas y de emprendimiento, generen capital cultural, y promuevan formas de mirar y analizar el mundo dando lugar a la elaboracin de proyecto presente para las personas (...) deberan darse promoverse experiencias autogestivas con participacin en la planificacin y gestin de las iniciativas emergentes de economa social.

En este sentido, creemos que resulta necesario indagar qu concepciones del hombre tienen estas expresiones subalternas y cul es la relacin entre educacin y trabajo; para repensar las relaciones pedaggicas dentro de una institucin forjada en la modernidad. Pues de lo que se trata es de recuperar los derechos de ciudadana. Wacquant es claro cuando sentencia que: Ya lleg el tiempo de abandonar la insostenible hiptesis segn la cual la mayora de los adultos de las sociedades avanzadas puede o podr satisfacer sus necesidades esenciales gracias a un empleo formal [...] las polticas pblicas destinadas a revertir la marginalidad avanzada deben trabajar para facilitar y organizar la desconexin entre subsistencia y trabajo[footnoteRef:56]. [56: Wacquant, p. 292.]

BIBLIOGRAFA

Bibliografa propuesta para el trabajo de promocin Engels, Federico. Apndice: Principios del Comunismo. En El Manifiesto Comunista. Editores Mexicanos Unidos S.A., 1997. Manacorda, Mario A. 1 parte (caps. 3 y 4). En Marx y la pedagoga moderna. Oikos-tau S.A. ediciones, Barcelona, 1969. Marx, Carlos. Cap. II Proletarios y comunistas. En El Manifiesto Comunista. Editores Mexicanos Unidos S.A., 1997. Marx, Carlos. Captulo XIII 8seleccin). En El Capital. Vol. I, parte 3. Fondo de Cultura Econmica, Mxico, 1973. Traduccin de Wenceslao Roces. Marx, Carlos. Prlogo y Captulo IV. En Crtica al Programa de Gotha. Ricardo Aguilera Editor, madrid, 1968 (2 edicin). Versin espaola revisada y ajustada a la edicin rusa de 1953.Bibliografa del programa de Sociologa de la Educacin FFyL.Unidad 1 Apple, M. (2002). Como dios manda. Mercados, niveles, religin y desigualdad. Temas de educacin. Paids. (seleccin). Sennet, R. (2006): La cultura del nuevo capitalismo. Anagrama, Barcelona. (captulos 1 y 3). Sousa Santos (2003).Los procesos de globalizacin, en: La cada del ngelus novus: ensayos para una nueva teora social y una nueva prctica poltica. ILSA, Bogot. Wacquant, L. (2007). Los condenados de la ciudad. Gueto, periferia y Estado. Siglo XXI editores, Buenos Aires (seleccin).Unidad 2 Rigal, L. (2004). En El sentido de Educar, Ed. Mio y Dvila, Buenos Aires. (captulo 4).Unidad 5 Marx, Carlos (1977). De la manufactura a la fbrica automtica. En Crtica de la divisin del trabajo. Editorial LAIA. barcelona. (extracto de El Capital, libro 1, parte IV, Caps. 2, 3 y 5).Unidad 6 Bowles, S. y Gintis, H. (1981). L instruccin escolar en Amrica capitalista. Soiglo XXI. mxico. Seleccin. Guelman, A. y Levy, E. (2004). La formacin de trabajadores: entre la formacin profesional y la formacin general. Una mirada integral. En: revista Trabajo y Educacin. Vol. 13 N2. NETE. UFMG. Belo Horizonte. Schultz, T. W. (1961). Inversin en Capital Humano. En: Blug, M. (1972). Economa de la educacin. Textos escogidos. Siglo XXI. Mxico, Espaa, Argentina, Colombia.Bibliografa externa al programa de Sociologa de la Educacin de la FFyL. Banco Mundial (1996). Prioridades y estrategias para la educacin, Prlogo y Resumen.1