biografía 2

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UNIVERSIDAD DEL VALLE FACULTAD DE HUMANIDADES ESCUELA DE ESTUDIOS LITERARIOS PROGRAMA DE LITERATURA TALLER DE METODOLOGIA DE LA LECTURA PROF. HERNANDO URRIAGO BENITEZ ESTUDIANTE: Alejandro Maldonado CODIGO: 1430735 “La lectura es el bosque que hay al final de un camino” Nos citamos en un punto medio cerca de las dos de la tarde. Un parque de barrio que a esa hora palpitaba con amantes del deporte, perros que sacaban a sus amos y un par de policías conversando para no sentirse tan policías. Estaba sentado en una banca, con el sol dándome en la cara cuando lo vi salir de la esquina. Ahí estaba Martín, un treintañero de estatura promedio, con el pelo rapado. Como los buenos lectores -o los malos aventureros-, tiene menos años de los que ha leído. Caminaba hacia mí; cuando ya nos separaban menos de 5 metros me paré y me dio un avivado apretón de manos. Tras el típico saludo y un poco de charla mundana, nos adentramos en materia. Le cuento un poco del método y propósito de la entrevista. Él no puede evitar señalar la gracia que le causa ser entrevistado, la extraña sensación de ser importante. Disparo con un contundente “¿Para vos qué es leer?”. Mira a la nada por unos segundos mientras se frota la barbilla, y con el ceño levemente fruncido, responde: “Leer es una especie de entretenimiento, un entretenimiento de un orden superior -digo que es entretenimiento porque proporciona un goce- pero ese goce no es superfluo, no es mundano. Es un goce intelectual. Por más que la lectura sea de un tema ligero o superficial, el ejercicio de leer implica la reflexión, la generación de imágenes, la construcción del mundo a partir de lo que se lee, que tiene pues, como base, todo el universo cognitivo y también el universo imaginario”. La ontogenia y el goce son dos de los elementos base al momento de analizar el acto lector; el goce es también vital al momento de promover la lectura.

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UNIVERSIDAD DEL VALLEFACULTAD DE HUMANIDADESESCUELA DE ESTUDIOS LITERARIOSPROGRAMA DE LITERATURATALLER DE METODOLOGIA DE LA LECTURAPROF. HERNANDO URRIAGO BENITEZESTUDIANTE: Alejandro MaldonadoCODIGO: 1430735

La lectura es el bosque que hay al final de un caminoNos citamos en un punto medio cerca de las dos de la tarde. Un parque de barrio que a esa hora palpitaba con amantes del deporte, perros que sacaban a sus amos y un par de policas conversando para no sentirse tan policas. Estaba sentado en una banca, con el sol dndome en la cara cuando lo vi salir de la esquina. Ah estaba Martn, un treintaero de estatura promedio, con el pelo rapado. Como los buenos lectores -o los malos aventureros-, tiene menos aos de los que ha ledo. Caminaba hacia m; cuando ya nos separaban menos de 5 metros me par y me dio un avivado apretn de manos. Tras el tpico saludo y un poco de charla mundana, nos adentramos en materia. Le cuento un poco del mtodo y propsito de la entrevista. l no puede evitar sealar la gracia que le causa ser entrevistado, la extraa sensacin de ser importante.

Disparo con un contundente Para vos qu es leer?. Mira a la nada por unos segundos mientras se frota la barbilla, y con el ceo levemente fruncido, responde: Leer es una especie de entretenimiento, un entretenimiento de un orden superior -digo que es entretenimiento porque proporciona un goce- pero ese goce no es superfluo, no es mundano. Es un goce intelectual. Por ms que la lectura sea de un tema ligero o superficial, el ejercicio de leer implica la reflexin, la generacin de imgenes, la construccin del mundo a partir de lo que se lee, que tiene pues, como base, todo el universo cognitivo y tambin el universo imaginario. La ontogenia y el goce son dos de los elementos base al momento de analizar el acto lector; el goce es tambin vital al momento de promover la lectura.

Cuando empezamos a charlar acerca de su proceso de aprendizaje en la lectura, recalca la inherencia de ella en su vida desde muy pequeo. Cuenta que su padre acostumbraba grabarlo en cassette desde que estuvo en kinder. Recuerda la rgidez de su padre, un economista con un gran amor por las humanidades: ste sola, adems de grabarlo, hacerle cuestionarios a su hijo despus de las lecturas. Una de sus ancdotas nos lleva al mbito de la lectura como acto de rebelda: En una de esas grabaciones, l me cuenta un caso, en que la profesora en kinder, pone unos cuentos y yo le digo que as no terminan, que terminan de otra manera, y mandan a citar a mi pap a decirle que yo necesito un psiclogo porque estoy tergiversando y estoy contradiciendo a la profesora. Entonces l se re contndome eso, porque quiz algunos nios no saban leer, yo ya saba leer a esa edad, antes de pasar a primero de primaria. Despus menciona ms elementos de su aprendizaje. Guard hasta la adolescencia unos cuentos de editorial norma para nios, y rememora la diversin de los libros de clsicos ilustrados que tenan figuras mviles a partir de un subir y bajar o jalar y empujar una palanquita. De esos tena varios.

A pesar de la presencia paternal para la enseanza, dice que nunca le dijeron qu leer. Incluso me comenta de un gran vaco de lecturas entre los 13 y los 15 aos. La pasin se aviv cuando a los 15 aos le regalaron Juan Salvador Gaviota, de Richard Bach. Ese es el primer libro que yo recuerdo haber ledo de literatura, dice lo cual a m me resulta sorpredente porque ahora tengo una opinin sobre ese tipo de literatura, considero que es un tipo de literatura un poco light. Ante esto, hablamos un poco de la cualidad benefactora que tiene la llamada literatura light o de bestseller de acercar a quien nunca ha ledo a los mundos posibles del libro. S, exacto, no la considero despreciable del todo, y pues el tono en que escriba Bach era un poco ms cercano a lo que es literatura hoy, de lo que son los bestseller hoy en da: tena un trasfondo un poco ms emocional, y quiz un poco ms filosfico. Finalmente concordamos en la deformacin de ste tipo de libros en funcin de las leyes del mercado, o las modas, que en este caso vienen a ser lo mismo.

Entre los 15 y 17 aos su padre se propuso conocer el valle del cauca, por lo que cada fin de semana viajaban a un pueblo diferente. No perdonaba paseo sin Richard Bach. Tras haber terminado Juan Salvador Gaviota se volvi fantico y llevaba un libro de l diferente a cada viaje. Al terminar su ciclo de Richard Bach encuentra otra laguna. Esto hasta los 18 aos, en donde entr en lo que l llama un choque con la vida. Un golpe fuerte que lo llev a un estado reflexivo, ms o menos depresivo segn menciona de soslayo. Me pregunto si se debe a un hecho puntual, pero no pregunto por respeto, parece intencional vaguedad. Un da mi pap lleg a la casa con un libro de Cioran, eso fue a los 17 aos, cuando a Cioran, yo estoy seguro que no lo conoca nadie como es conocido hoy en da. Era Breviario de podredumbre, justo en un momento en el que yo me senta quiz, abatido, desilusionado y desencantado de la vida, no s por qu a mi pap se le ocurri traerme justamente eso. Para que terminaras de matarte, le digo en chanza. Nos remos. Curiosamente caus en m todo el efecto contrario, como un reflexionar un poco ms ameno con la vida y una apertura a todo un mundo cultural que vendra despus, que estara conformado principalmente por la lectura y luego por la msica clsica. Despus de esto, charlamos acerca de la visin absolutamente pesimista que se tiene de Cioran, y que muchas veces no se recuerda su afiliacin e influencia budista.

No niega lo abrupta de la inmersin en el mundo de lo que se podra llamar alta literatura, hasta se atreve a decir que fue involuntaria, generada por el acontecimiento aquel; dice que de no haber pasado esa dificultad, es posible que no fuera el lector que es hoy en da. Afirma que el poderoso efluvio y la poca comprensin de Cioran lo llevaron, por un tiempo, a ser una persona huraa y cerrada. Cosa que nos lleva a reflexionar acerca del poder inconmensurable de la literatura: esto nos trae de nuevo a la ontogenia. Cuando se cambia la manera de ver el mundo tambin se cambia la manera de actuar, de ser. Cuenta que unos viajes le sirvieron para abrirse un poco ms, y la cara se le ilumina cuando menciona que tras una segunda lectura ms calmada de Cioran, conoci a Borges, gracias a su ensayo titulado El ltimo delicado. Ficciones fue el primer libro que ley de l. Recuerda no haber entendido muchas palabras, pero hace ahnco en lo deslumbrado que qued por la fuerza intelectual y esttica de los cuentos.

Algo de esa fuerza intelectual de Borges hizo que yo aspirara a la condicin de ese seor. A su condicin de lector y de escritor. Y comenc a leer de todo de una manera abrupta sin saber pa dnde iba. Recuerdo haber ledo -lea en las tardes en mi casa, a eso de las 2 de la tarde hasta las 5- , recuerdo haber ledo a Hegel y no haber entendido nada, recuerdo haber ledo a Kant y no haber entendido nada, en ediciones baratas, sin haber ledo las introducciones, sin haber tenido la menor idea de nada. Y haber ledo otras cosas de literatura que s entend y disfrut mucho. Ese tambin fue un perodo bastante turbio de lectura, pero tambin bastante grato. Fui escuchando msica clsica, mi pap escuchaba msica clsica y una cosa iba llevando a la otra. Se fueron fusionando en m Borges y Cioran. De alguna manera yo como lector me considero construido por ellos dos, pero con el tiempo un libro fue llevando a otro y fui conociendo otras experiencias de lectura y construyendo mi propio mundo lector. Hoy en da s tengo un respeto entraable por ellos dos, pero tambin por otros escritores que quiz no tengan nada que ver, aunque siento que nunca he salido completamente de su rbita. Por esta arista nos vamos aproximando al campo de cnon propio.

Recuerda una cierta aversin a Cortzar, dice que no encontraba nada ni de Borges ni de Cioran en l, se queda buscando palabras y yo simplifico vulgarmente diciendo Cortzar es la pura recocha y Cioran y Borges son la total seriedad con la vida. Dice que por mucho tiempo nunca le interes nada que no tuviera la huella de sus nortes literarios, y que se fue guiando por los autores que stos mismos mencionaban, que ciertamente no son pocos. Me cuenta que nunca pudo encontrar ninguna afinidad con Gabriel Garca Mrquez, y aunque reconoce su maestra narrativa, no encuentra gusto en leerlo. Finalmente se fue diluyendo el fanatismo, y gracias a la maestra en Literatura Latinoamericana pudo ampliar su canon. En el estn afirmados Chesterton, Stevenson, Beckett, Dostoievski y Shakespeare, entre otros. Alice Munro, en lo ms reciente, se ha ido encontrando un lugar. Habla de Murakami sin ser capaz de definir su valor esttico pero afirmando su disfrute, yo s le menciono que no me entra por ningn lado. En su canon no se permite dejar por fuera las revistas culturales: El malpensante, Arcadia y Nmero. Ahora gracias a internet lee Quimera, Letraslibres, suplementos europeos como Lemonde, crnicas y reportajes, en especial de Gatopardo.

Volviendo a mencionar la maestra, relata que su realizacin implic una ruptura completa con sus lecturas habituales, se cambia el canon personal por el propuesto por la maestra en Literatura colombiana y Latinoamericana. De estos, en su canon terminaron encontrando lugar los de la lnea de negritudes y los textos acerca de ensayo propuestos por el profesor Hernando Urriago, como los de Pedro Henrquez Urea y otro llamado Ensayo sobre el ensayo, de cuya autora se le escapa. Del profesor Adolfo Len Gmez recibi textos acerca de teora de la argumentacin.

La literatura lo llev a estudiar francs y alemn, por querer leer las obras en su idioma original. An as, dice que la utilidad de la literatura nunca ha sido una de sus preguntas capitales. Vuelve a mencionar el goce y me cuenta de la emocin casi infantil que siente al momento de agarrar un libro nuevo. Ante la pregunta, responde con renuencia que le ha servido para tener una visin de mundo mucho ms amplia. Conversamos un poco ms y llegamos a la conclusin de que por lo general quien se pregunta por la utilidad de la literatura es quien no lee o quien no encuentra un goce al leer.

Tambin llegu a la docencia de manera accidental, yo no estudi para ser docente. Inicialmente estudi comunicacin social. Debo decirlo, una carrera donde encontr dos amigos lectores y ya. De todo ese poco de gente. Un da me qued sin trabajo y dije, pues no, ya he ledo algo en mi vida voy a ver si puedo entrar a dar clases, no s por qu sent que tena que dar clases, seguro porque mi pap fue profesor. O s s por qu, porque muchas veces cuando tomaba con mis amigos por la noche siempre me decan que les contara cosas de historia, a m me gustaba leer historia, y ya uno pues con los tragos encima, hablndoles de historia y que segu y que quines son los sumeros y que quines son los acadios y que yo no se qu, entonces sent que eso era como un grupo de alumnos -ebrios- y si yo lo poda hacer por la noche pues quizs resultara hacindolo de manera formal. Entre risas notamos la poca diferencia entre un grupo de ebrios y los grupos de bachillerato a los cuales terminara enseando despus de un primer trabajo en un instituto tcnico.

Tambin recuerda que al momento de hacer sus pasantas, l decidi ir a La Palabra -a diferencia de sus compaeros, quienes decidan en funcin del salario- a partir de una oscuro resentimiento que de alguna manera le haca pensar que l poda escribir mejor que lo que se publicaba. No me pagaron nada pero fue un ao maravilloso para m de lectura, me le el Ulysses de James Joyce. Despus entr a trabajar a El tiempo, poca en la que sinti incmodo porque estaba seguro de que lo suyo no era el periodismo por los afanes de la inmediatez. Dice que en cierta medida nunca decidi ser escritor por cobarda. Entonces, encontr el trmino medio entre la lectura y la escritura en la enseanza El equilibrio que encontr fue el de profesor, entonces como ya tena esta experiencia de los borrachos de por la noche, la primera experiencia fue fantstica con estos muchachos de estratos 2 y 3. Terminamos generando una muy bonita amistad que an perdura con el tiempo.

Cuando le pregunto por sus experiencias con los bajos ndices de lectura en los salones de clase, se torna un poco pesimista Considero que si al estudiante no le gusta leer, poco se va hacer para que le guste leer, porque es que detrs de leer hay un poco de cosas que forman un tejido, o un camino que te va llevando hacia la lectura: la lectura es como el bosque que hay al final de un camino, un camino con muchos cruces puntuales, particulares que vos debs tomar para llegar ah. De modo que no se trata como de coger un individuo de la cabeza y separarlo de su entorno no lector y ponerlo en un entorno lector No, y construir todo ese camino para m es imposible, por eso descreo de los mtodos y programas y soy muy pesimista en ese sentido, ojal y pues pudiera participar en programas donde me alentaran un poco para seguir otros caminos para enamorar, para llevar a la gente a la lectura, pero creo que es la vida la con todos su enredijos, con todos su cruces. Tu familia, tu experiencias de vida, la forma como te habla tu pap, la sensibilidad con la que te educan para ver el mundo; mientras que a otras personas esas mismas cosas no las van llevando a la lectura. Entonces sumle a eso toda la rebelda que hay en el bachillerato y en los aos antes al bachillerato. Ms bien, yo creo que hay una forma de uno mostrarse como una persona construida por los libros, demostrarle un cario a los estudiantes, no a travs de la lectura pero s a travs de tu forma de ser: hablando con ellos de otras cosas, preguntndoles por sus otras materias o si le gustan los deportes. Y que ellos vean en vos que hay una especia de modelo de persona, de ciudadano, pero no porque les he estado poniendo lecturas, sino porque hemos estado en el da a da como personas, hablando de la importancia de la cultura general por ejemplo. Y quiz eso, quiz esa imagen que uno proyecta en los dems de persona, de modelo de persona, pueda ser un aliciente para que el otro diga, bueno a este le gusta leer mucho, voy a leer. Y me ha pasado eso. No voy tratar de ponerlo en cifras ni en estadsticas pero s ha sido mi mtodo.

Cuando llega la hora de responder el plan lector, dice que lo hace sacrificando a quienes no les gusta leer y poniendo todo con los pocos que les gusta leer. El xito que uno tenga con grupos de personas no lectoras depende mucho del conocimiento del libro porque vos vas a ser el mediador entre ese texto y ese grupo de personas a las que no les interesa leer, y muchas veces no es el texto que a m ms me gusta el que le va a gustar a la gente. Entre ms reacio sea el curso a la lectora, menos debo forzarlo. Y cuando muestren un poquito inters, debo aprovechar ese poquito.

Le pregunto por sus mtodos y me cuenta que el nico es leer en soledad. Cuando va a la biblioteca, va por libros, no a leer. Tambin se le hace necesario el silencio, y piensa que siempre es necesaria una segunda lectura, cuando realmente se desea entender y se tiene un gran gusto del libro. Antes era ms disciplinado para transcribir, pensando que bueno, que en un futuro yo morira y quedara el libro y que no tendra por qu imponerle al lector de ese libro los subrayados que yo haya hecho y dejrselo limpio. Pero la pereza a veces le gana a uno entonces raya a veces uno los libros. Uno debera llevar un cuaderno siempre. A veces leo acostado, a veces pienso en Borges entonces leo sentado, para que no se enoje. Otras veces pienso en Cioran, y trato de no comprar muchos libros, utilizar la biblioteca pblica, pero la biblioteca pblica ac es un fracaso

Ha pasado un poco ms de una hora. Ya el sol no nos da en la cara. Martn tiene que irse: debe recoger a su esposa en un lugar lejano de la ciudad, pero estoy seguro que podramos seguir hablando por mucho tiempo ms. Nos despedimos con otro apretn y la promesa de encontrarnos de nuevo. Agradezco su ayuda y para cerrar me dice: Me mostrs a ver qu sale, con esa voz de tarro que tengo yo. Me ro y le digo que s, me voy con la grabacin bajo el brazo a concretar la nebulosa charla en las fras y duras palabras que aqu preceden.