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¿Qué fuerza ha guiado y sostenido a nuestras hermanas?

¿Qué palabras, qué sugerencias nos ofrecen en este nuestro hoy tan diferente de su tiempo?

Las palabras son: Los consejos que Santa María Mazzarello dio a las hermanas al abrir la primera casa de Borgo Sanmartino:

Ser fieles en la observancia de las Santas Reglas.Conservar el espíritu de pobreza de Mornese.Ser mortificadas en el alimento no tomando nada fuera de las horas establecidas.Reservadas en el trato con todas las personas.Respetuosas con los salesianos, obedientes a ellos como a Don Bosco.Cultivar el espíritu de piedad en sí mismas y en las niñas. Preservarlas de los peligros y enseñarles a combatir la vanidad.Hacer bien el catecismoSobre todo, amarse mucho, ayudarse, compadecerse mutuamente Trabajar sólo por la gloria de Dios. (Macono pág.228)

Ser fieles en la observancia de las Santas Reglas.Conservar el espíritu de pobreza de Mornese.Ser mortificadas en el alimento no tomando nada fuera de las horas establecidas.Reservadas en el trato con todas las personas.Respetuosas con los salesianos, obedientes a ellos como a Don Bosco.Cultivar el espíritu de piedad en sí mismas y en las niñas. Preservarlas de los peligros y enseñarles a combatir la vanidad.Hacer bien el catecismoSobre todo, amarse mucho, ayudarse, compadecerse mutuamente Trabajar sólo por la gloria de Dios. (Macono pág.228)

Sugerencias para el hoy:Sugerencias para el hoy:Celebrar y vivir la Eucaristía; hacer de ella el centro de nuestra vida, de nuestra misión y fuente de comunión.

Redescubrir la fascinación de la relación personal con Él en la radicalidad de una vida casta, pobre y obediente

Asumir vitalmente la espiritualidad educativa de Don Bosco y de María Mazzarello.

Redescubrir la audacia misionera del da mihi animas, superando el riesgo de que la gestión de las obras sofoque la fuerza del carisma.

Asumir las exigencias del cetera tolle, renovando la confianza en la providencia y viviendo real y prácticamente la pobreza evangélica personal y comunitaria.

Formar la conciencia crítica y autocrítica a la luz de la Palabra para hacer frente a la realidad social, económica eclesial, ecológica y tecnológica.

Ser con las jóvenes signo y expresión del amor de Dios, promoviendo una Pastoral vocacional.

Acompañar a las jóvenes a madurar en el amor, en las relaciones interpersonales y en la responsabilidad social

Celebrar y vivir la Eucaristía; hacer de ella el centro de nuestra vida, de nuestra misión y fuente de comunión.

Redescubrir la fascinación de la relación personal con Él en la radicalidad de una vida casta, pobre y obediente

Asumir vitalmente la espiritualidad educativa de Don Bosco y de María Mazzarello.

Redescubrir la audacia misionera del da mihi animas, superando el riesgo de que la gestión de las obras sofoque la fuerza del carisma.

Asumir las exigencias del cetera tolle, renovando la confianza en la providencia y viviendo real y prácticamente la pobreza evangélica personal y comunitaria.

Formar la conciencia crítica y autocrítica a la luz de la Palabra para hacer frente a la realidad social, económica eclesial, ecológica y tecnológica.

Ser con las jóvenes signo y expresión del amor de Dios, promoviendo una Pastoral vocacional.

Acompañar a las jóvenes a madurar en el amor, en las relaciones interpersonales y en la responsabilidad social