autos sacramentales - felipe godínez

290

Upload: criptoas

Post on 12-Nov-2015

38 views

Category:

Documents


2 download

DESCRIPTION

teatro sacro

TRANSCRIPT

  • FELIPE GODNEZ

    H U E I J V * ^

    DIPUTACIN PROVINCIAL

    1 9 95

  • PIEDAD BOLAOS DONOSO COLECCIN: Enebro. DIRECTOR DE LA COLECCIN: Juan Drago. DISEO GRFICO: Luis Carlos Barrero. EDITA: Diputacin Provincial de Huelva. IMPRESIN: Imprenta de la Diputacin Provincial. DEPOSITO LEGAL: H - 213 - 95 I.S.B.N.: 84-8163-048-9

  • N D I C E

    Pag. 0. A modo de prefacio 5

    I. El autor. Su semblanza biogrfica 7 II. El Auto Sacramental en el Siglo de Oro 43

    III. Felipe Godnez y sus Autos Sacramentales 47 IV. LOS TOROS DEL ALMA

    IV.1. La edicin del texto 98 IV.2. Los toros del alma 98

    V. EL PRNCIPE IGNORANTE DISCRETO Y JUICIO FINAL V.1. La edicin del texto 148 V.2. El prncipe ignorante discreto 149

    VI. EL DIVINO ISAAC VI.1. La edicin del texto 198 VI.2. El divino Isaac 199

    Vil. EL PREMIO DE LA LIMOSNA Y RICO DE ALEJANDRA VII.1. La edicin del texto 236 Vil.2. El premio de la lismosna 237

    VIII. Bibliografa bsica VIII.1. Sobre Felipe Godnez y sus obras 277 VIII.2. Sobre Autos Sacramentales 279

    285

  • O. A modo de prefacio. No puedo dejar de reconocer el honor que la Excma. Dipu-

    tacin de Huelva me dispens al solicitarme -hace ya algunos aos- que trabajara en una edicin de los autos sacramenta-les de Felipe Godnez. Todo crtico conoce la dificultad que existe para publicar textos que no forman parte de los progra-mas oficiales, y, de aqu, que sea doble el reconocimiento de gratitud hacia esta Institucin ya que permitir, primeramente, que los alumnos de grado medio accedan a una edicin ntegra -aunque no crtica1- y rigurosa a la hora de presentar el texto, de cuatro Autos Sacramentales, que no son los que sistemti-camente se vienen reeditando; y, en segundo lugar, porque divulgar el conocimiento de un autor -Felipe Godnez-, con-temporneo de Lope de Vega, que tuvo mucho que ver con estas tierras onubenses: si no conocemos exactamente el lugar de nacimiento, s podemos afirmar que su niez transcurri en Moguer, al lado de sus padres y hermanos.

    Los textos se han modernizado, tanto en la grafa como en la acentuacin; no se puede tocar el orden gramatical que dio a cada frase el autor, ya que convertiramos en otra cosa los autos de Felipe Godnez, por lo que las construcciones sintagmticas se han respetado absolutamente. Slo intro-duzco entre parntesis aquellas grafas que sobran y, entre corchetes, las que he aadido, siempre pensando en una mejor comprensin del texto. No se ha realizado una edicin crtica por no entrar en los criterios de la colec-cin a la que pertenece el presente volumen.

    5

  • La popularidad de las representaciones de los Autos en las fiestas de los pueblos y ciudades de toda la Pennsula Ibrica, durante el siglo XVII -sobre todo-, nos lleva a sugerir la posibili-dad de que fueran puestos en escena ante sus propios paisa-nos. Bien es verdad que se representaron en Madrid y en Sevi-lla, sin que descartemos su puesta en escena en otros muchos pueblos de Andaluca y del resto de Espaa; trabajos muy recientes de otros compaeros -como de la propia autora con-juntamente con la doctora Mercedes de los Reyes Pea- han puesto en evidencia las representaciones en pueblos pequeos -aunque fueran slo circunstancial o espordica-, dejando para los grandes ncleos urbanos las de una mayor asiduidad.

    Es de desear que el presente volumen cumpla los objetivos para los que nace y as todos saldremos beneficiados: los lecto-res no especializados por poder acercarse a un texto de poca, pero adecuado a su nivel de formacin; y los amantes del teatro del Siglo de Oro por ver que las rotativas imprimen textos que, hasta el presente, eran difciles de localizar y, por ende, casi imposible de disfrutar de su lectura.

    Agradezco sinceramente la colaboracin que me han pres-tado tanto D. Florencio Pavn como la Dra. Mercedes Cobos. Para ellos mi reconocimiento de gratitud.

    P.B.D. Sevilla, mayo, 1995

    6

  • I. El autor. Su semblanza biogrfica2. El historiador se va ya acostumbrando a estas cosas: ha

    ledo muchos documentos impresionantes sobre los espaoles del pasado, ha encontrado papeles sorprendentes sobre acusa-ciones, herejas, procesos, incomprensiones, marginaciones de unos e intolerancias de otros. Pero nunca podr llegar a acos-tumbrarse del todo. Siempre hay un escalofro que no se puede dominar. El licenciado Felipe Godnez, judo de todos cuatro costados, sacerdote y predicador, vecino de Sevilla, natural de Moguer. Su apellido era otro diferente, y por ganar opinin de buena generacin se nombr Godnez Manrique, diciendo era de los de Salamanca; un su abuelo fue penitenciado con sambenito y un to pas a Berbera, en donde andaba con hbito de judo, diciendo que se haba cansado de ser cristiano. Fue acusado de que haba sido hereje, judaizante, fautor y encubridor de herejes; que haba dicho en el pulpito algunas proposiciones equvocas; que haba hecho una proposicin malsonante de la Santsima Trinidad; compuesto dos comedias del Testamento Viejo, una de La arpa de David y otra de La reina Ester, inventando en la una que el ngel San Gabriel haba revelado a la reina Esther que el Mesas haba de nacer de madre concebida sin pecado original;

    Esta semblanza biogrfica se basa, fundamentalmente, en lo editado por la autora y el Doctor Pedro Ma Pinero, en el libro de las comedias: An de noche alumbra el sol. Los trabajos de Job, Ed., int'r. y notas de ambos auto-res. Edition Reichenberger-Kassel/Universidad de Sevilla, 1991.

    7

  • que no poda entender bien la Escritura quien no supiese hebreo, y que l haba entendido un lugar que no entendi San Jernimo. Confes haber estado cierto tiempo en los dichos errores; que no se haba presentado en el Santo Oficio porque un sacerdote, tenido por santo, le haba absuelto, diciendo que tena poder para ello, y la aplicacin de la Santsima Trinidad lo dijo refirien-do lo que haba dicho un predicador portugus en odio de su nacin, por lo que le llamaban Antecristo de los portugueses. Fue condenado a que saliese al tablado con sambenito y se le quita-se en llegando al castillo, en un ao de reclusin y seis de des-tierro, y lo declararon por irregular3.

    Este es el documento ms interesante que se nos ha con-servado del autor, no siempre bien aprovechado. El texto es una de las versiones que nos ha quedado del Auto de Fe celebrado en Sevilla el ao de 1624 y ya sabemos cmo se celebraban los autos de fe en la Sevilla del siglo XVII4. El reo quedaba dismi-nuido, anonadado, en su culpa y reconocimiento del pecado de hereja ante tanta muchedumbre de gente de Iglesia, tanta pompa eclesial y civil, y la mirada curiosa de los sevillanos de a pie que rodeaban el tablado que se levantaba al efecto en la amplia plaza de San Francisco.

    Deba de tener Felipe Godnez alrededor de 35 aos o cerca de 40, y era, probablemente, vecino de la collacin de San

    3 Texto del Auto de Fe redactado por Alonso Ginete que public en Montilla,

    en 1625: Tratado y relacin. Existen, adems, otras redacciones del mismo Auto. Una de ellas es la publicada por Montero de Espinosa en la Relacin histrica de la judera de Sevilla, Sevilla, 1844. Otra fue encontrada por Adolfo de Castro en la biblioteca Colombina, en el tomo 29 de varios, en folio: Relacin de las personas que salieron al auto pblico de la fe que se celebr por el Santo Oficio de la Inquisicin de Sevilla en la Plaza de San Francisco, el di a del glorioso apstol Santandrs deste ao de 1624 aos. Una ltima redaccin del Auto de Fe de 1624 la realiz el padre Muana, y se encuentra en la Biblioteca Municipal de Sevilla, en la Seccin Especial, que comprende los papeles y documentos adquiridos por el Excmo. Ayun-tamiento en 1809 de la testamentara del seor Conde del guila. Letra E, Tomo 20 en folio. Para esta semblanza biogrfica de Godnez, vase, fun-damentalmente, Piedad BOLAOS DONOSO, la obra dramtica de Felipe Godnez (trayectoria de un dramaturgo marginado), Sevilla, Diputacin de Sevilla, 1983.

    4 Cfr. A. DOMNGUEZ ORTIZ, Autos de la Inquisicin de Sevilla (siglo XVII),

    Sevilla, Biblioteca de Temas Sevillanos, 1981.

    8

  • Juan de la Palma. No hay datos muy precisos. Los perfiles de la historia de este hombre pierden su nitidez en el hondn de los tiempos. Tampoco fue nunca un personaje para que los cronis-tas estuvieran pendientes de sus pasos. Nada de eso. Las notas de un auto de fe, los folios carcomidos de unos legajos notaria-les (unas cartas, unas ventas y poco ms), varias actas de defuncin y algunos testamentos familiares y el suyo propio, for-man el manojo de papeles que dan algunas noticias de la pre-sencia de este hombre en la Espaa de los Siglos de Oro. Y, claro, sus escritos, donde el historiador ms sagaz podr des-cubrir algo -poco, desde luego, y siempre bien camuflado- de lo que este hombre era, lo que pens y lo que sufri. Y esto enma-raado en un bosque de tpicos y convencionalismos dramti-cos de una poca rica en literatura teatral, cuya batuta indiscu-tible llevaba el mimado y envidiado Lope de Vega. A su sombra descansan, olvidados los ms, estos autores de la poca. Entre ellos, Felipe Godnez, licenciado, judio de todos cuatro costa-dos.

    Aunque todo es impreciso, inseguro, incluso el nombre de nuestro autor. Y no nos puede extraar: ya sabemos cmo muchos conversos, para huir de un espionaje atosigante, no slo cambiaban de residencia, sino incluso de nombre, trocando los apellidos; claro que esto era mucho ms fcil entonces, ya que no exista registro civil5. Lo cierto es que la familia, sus her-manos y l mismo, juegan, a veces, combinando de modo dis-tinto los apellidos paternos y maternos. El mismo Felipe se firm alguna vez Dens Manrique, con los dos patronmicos de la madre6. En el documento inquisitorial transcrito se le echan en cara estos trueques de apellidos: Su apellido era otro diferen-te, y por ganar opinin de buena generacin se nombr Godnez Manrique diciendo era de los de Salamanca.... Malicioso fue el escribano: el padre de Felipe fue Duarte Mndez Godnez, y su madre, Mara Dens Manrique. Poco camuflaje hizo, en este caso, nuestro escritor. Es cierto que estos apellidos los llevaban

    5 Cfr. A. DOMNGUEZ ORTIZ, Los judeoconversos en Espaa y Amrica,

    Madrid, Ed. Istmo, 1978, pg. 199. 6 As firma la poesa recogida en el Mercurio Trimegistus de Bartolom Jim-

    nez Patn, impreso por Petra de la Cuesta, 1621, fol. 153r2.

    10

  • 11

  • familias de viejas genealogas salmantinas7, pero tambin era el de sus parientes.

    De todas formas, a pesar del deseo de camuflarse -si es que existi, que no lo dificultamos-, se saba ms de lo que l hubiera querido de sus antepasados: su abuelo fue penitencia-do con sambenito, reza el Auto de Fe de 1624, y un to suyo -anota el mismo documento- pas a Berbera, en donde anda-ba con hbito de judo, diciendo que se haba cansado de ser cristiano. A lo mejor se trataba de un tal Bemardino Mndez, al que se refiere un documento del Archivo de Protocolos de Moguer8, que debi de ser to de Felipe, y del que no tenemos hasta ahora nada ms que dicho documento.

    Hermano de su padre tambin fue el clrigo Francisco Mn-dez, que desde Roma le hace llegar doscientos reales de plata9. Este Mndez fue sacerdote afamado en la Sevilla de la segun-da mitad del siglo XVI, ms de lo que a l mismo le hubiera gus-tado. Hijo de conversos, de origen portugus, como toda la fami-lia Godnez, se haba hecho clrigo secular y termin desviado en el camino del alumbrismo, como tantos conversos de ese tiempo. En la versin del Auto de Fe de 1624, Alonso Ginete escriba: La primera de las seis estatuas que acompaaban a los reos vivos era la del padre Francisco Mndez, de nacin por-tuguesa, difunto, sacerdote. Sali en hbito de clrigo, como andaba por Sevilla, ceida una soga en lugar del cngulo. Fue condenado que era de la secta de los 'alumbrados' y tena este modo de orar: 'Dios, mi corazn, mi buena cara'. Tena casa de recogimiento de mujeres, donde deca misa y las comulgaba todos los das, y a las ms allegadas con muchas formas. Aca-bada la misa, desnudndose las vestiduras sacerdotales, en lugar de dar gracias a Dios, las mujeres cantaban y l bailaba descompuestamente. Fingase santo y tena arrobos y xtasis. Diciendo misa se pona en cruz y daba bramidos y se rea. Dijo una misa de veinte y seis horas. Tuvo muchas hipocresas y

    7 Cfr. GARCA CARRAFA, Diccionario herldico y genealgico de apellidos

    espaoles y americanos. T. 37, pgs. 142-144, apellido Godnez; t. 53, pg. 76, apellido Manrique.

    8 Ao 1597, escribano J.G.

    9 Archivo de Protocolos de Sevilla. Ao 1607, Oficio 4S. L. 2S, fol. 707rs.

    12

  • deca muchos desatinos, todo a fin de ganar opinin de santo, y que lo haban de canonizar muy presto. Dise su doctrina por mala y mandaron recoger sus reliquias10.

    Eran tiempos de confusin y con frecuencia se pisaba la frontera de la heterodoxia, en aquel maremgnum de espiritua-lidades mal asimiladas. Y muchos acababan locos de remate11, como este padre Mndez, to de Felipe Godnez. Han quedado otros curiosos documentos sobre este presbtero, testimonios irrefutables de sus locuras devotas: Francisco Mndez. Clri-go, Presvtero, confesor y predicador, vesino de Seviila, ia difun-to -escribe el padre Muana en su redaccin del Auto de Fe-[...], y auiendo publicado que se aba de morir para cierto da y que se ira por el Purgatorio y se llevara al Cielo cierta Persona y haviendo sealado el da en que se ava de morir, y para eso reparti a sus hijos Espirituales las virtudes que tena [...], y no haviendo muerto en el tiempo que prometi, dijo que le daba cui-dado, que l tena bien hecha su Alforja [...] deszendiente de su Dios y sospechoso en la ley de Moyss, absolvi algunas vezes a algunas personas que le guardaban y confesaban con l la obserbancia de dicha ley, diciendo que l tena autoridad de Dios para absolverlos.... Dizen que este padre Mndez era to del Licenciado Godnez12.

    Otro clrigo afincado en Moguer, Cristbal Mndez, parece que fue hermano de Duarte Mndez Godnez13. Jorge Mndez Godnez. comerciante, fue tambin to paterno de nuestro dra-maturgo.

    1 0 Curiosidades bibliogrficas, Madrid. BAE. XXXVI, 1855, pg. 539.

    11 Cr. Ibidem, en donde recoge Adolfo de Castro unas Cartas de don Juan

    de la Sal, Obispo de Bona, al duque de Medina Sidonia. En total son siete cartas dirigidas con una sola finalidad: la de poner a! duque al corriente de lo que este padre Mndez haba dicho.

    1 2 Archivo Municipal de Sevilla. ndice de la Seccin Especial del Archivo

    Municipal de Sevilla que comprende los papeles y documentos adquiridos por el Excmo. Ayuntamiento en 1809 de la testamentara del seor Conde del guila. E, t. 20, cuaderno 2a.

    1 3 Algunos documentos han aparecido ya de este to de Felipe Godnez en el

    Archivo de Protocolos de Moguer: en 1585, ante el escribano Juan de la Guerra y Beltrn, recibe medias casas que no puede vender ni hipote-car, sino tenerlas para su provecho. En 1610 hace testamento ante el escribano Bzquez, en dicha villa de Moguer.

    13

  • Duarte Mndez Godnez, padre de Felipe, fue Regidor Per-petuo; emigr, como sus hermanos y otros familiares, de Portu-gal, huyendo de su estigma de marrano, y vino a aposentarse a Moguer, como otros deudos se repartieron por otras ciudades andaluzas. Pero no siempre pudieron esquivar a los avispados inquisidores. Quizs a la rama de los Mndez Godnez perte-nezca una tal Francisca Mndez: En 1627, el 21 de diciembre, hubo solemne Auto de Fe en la Plaza de la Corredera (en Cr-doba), con sermn de Fray Pedro Manrique, Prior de San Pablo, en donde salieron tres hechiceras en la teora de 'penitenciadas' por 'diversos motivos'. Una de estas hechiceras es Francisca Mndez, vecina de Crdoba, aunque natural de Lisboa14. Tris-te sino el de esta familia de portugueses conversos emigrados a Espaa. Huyeron hacia sus cepos.

    Por si fuera poco, una famosa beata de Beas (Jan) lleva-ba el apellido Godnez: la visionaria y milagrera Catalina God-nez, acusada de alumbrismo por el Tribunal del Santo Oficio y amiga de Santa Teresa, que la consider bastante. Al visitador Alonso Prez, que recorri la regin buscando y descubriendo a los componentes de un bien asentado foco de alumbrados extendido por la zona y que tenan sus redes ms resistentes en Ubeda y Baeza, no se le escap la afamada devota. Beas. Otra informacin contra doa Catalina Godnez, beata -escribe este comisario inquisitorial-, vecina de Beas, que hablaba muy particularmente con nuestro Seor, y que ha visto sudar un Ecce Homo, con el cual se qued encerrada 24 horas, y san de una enfermedad que tena, por milagro15.

    Eran demasiados antecedentes como para vivir tranquilo. Y pas lo que tena que pasar.

    Varios documentos se refieren al padre de Felipe, Duarte Mndez Godnez; el ms antiguo est fechado en 157716. Es probable que Duarte Mndez Godnez comprara el cargo muni-

    1 4 A. HUERGA, Historia de los alumbrados. T. II, Madrid, Fundacin Univer-

    sitaria Espaola. 1978, pgs. 95-96. 1 5

    A. HUERGA, Historia de los alumbrados, op. cit, pg. 164. 1 6

    Archivo de Protocolos de Sevilla, ao 1577, Oficio 15, Libro 2-, fols. 120vfi-121 v2.

    14

  • cipal al llegar la familia a aquella villa onubense: la penuria del tesoro pblico aconsej a las autoridades a vender estos car-gos, aunque los compradores fueran conversos. Y nadie mejor comprador que ellos, que, por lo general, no andaban mal de dinero, pero s faltos de puestos rehabilitadores ante la socie-dad. Los municipios espaoles se llenaron de cristianos nuevos, deseosos de escalar posiciones ms seguras y de mayor pres-tigio17. Quin no recuerda en este momento el nombre de uno de los ms famosos conversos, el bachiller F. de Rojas, alcalde de Talavera de la Reina?

    Como otros muchos judeoconversos, la familia Godnez debi de pasar la frontera en los primeros aos del reinado de Felipe II, huyendo de las presiones de la Inquisicin portuguesa, al parecer ms severa que la espaola. Estos hombres se asen-taron preferentemente en Madrid, Sevilla, los puertos y el sur de la Pennsula.

    Lo mismo que muchos marranos portugueses, los Godnez buscaron en Espaa una mayor tranquilidad, ilusionados con la esperanza de ms fciles negocios, pues el comercio america-no estaba en un buen momento. Burlando las leyes que les prohiban emigrar a las Indias, muchos de ellos encontraron asiento y bienestar en Mxico, Lima u otras ciudades hispanoa-mericanas18. All fueron a parar algunos miembros de esta fami-lia.

    Con fortuna holgada, por lo que nos cuentan los documen-tos encontrados, Duarte Mndez Godnez se estableci en Moguer, donde compr -como decimos- su cargo de regidor perpetuo de la villa, y con el cargo, el prestigio de sus nuevos convecinos. Las funciones que precisaban las Ordenanzas para los regidores -eran un mximo de ocho- entraban dentro del campo administrativo y fiscal. Participaban en la concesin de licencias para cortar chaparros del trmino, colocaban y vigila-ban el reparto de los pescados en las tiendas de la plaza junta-

    1 7 A. DOMNGUEZ ORTIZ, Los judeoconversos en Espaa y Amrica, op c/.

    pgs. 57-58. 18

    A. DOMNGUEZ ORTIZ, El problema judo, en Historia 16, diciembre (1976), pg. 43.

    15

  • mente con un jurado y fiel. Adems, cuidaban con un jurado del abastecimiento del agua de la villa. Como oficiales del Cabildo perciban un sueldo de 310 maravedes19.

    De Mara Dens Manrique, la madre, las noticias son esca-sas y tardas. Sera ya de edad avanzada cuando en 1621 reci-ba de su hijo Toms Dens Manrique, que resida en la ciudad de Mxico, cien pesos. Su hijo Felipe aparecer como mediador20.

    Los lazos familiares se aprietan en los momentos ms dif-ciles, se entrelazan irremediablemente en los tiempos de angus-tia. La Inquisicin es meticulosa y arrasa familias enteras. Yten el proceso contra doa Mara Dens [...], biuda de Duarte Mn-dez, portuguesa, vesina desta ciudad de Sevilla, madre de el Ledo. Phelipe Godnez, clrigo, presvtero, que salga en auto pblico de la fee admitida a reconciliacin, con confiscacin de bienes21.En 1627 deba de residir en Madrid doa Mara Dens, fecha en la que se lleva a cabo dicha confiscacin de bienes, tanto los habidos en Sevilla como los de Moguer. Haba llegado la hora de la miseria. ...Y secrestaron del Licenciado Felipe Godines, madre y hermanas que fueron reconsliados por este santo oficio, ...en la villa de Moguer una casa que se secres-t por vienes de los dichos lisensiado Godines, madre y herma-nas...; ...que tome la quenta del secresto del Licenciado God-nez y consortes y venda los vienes que ay en Sevilla...22.

    El padre, Duarte Mndez, debi de morir antes del Auto de Fe de Felipe, probablemente por los aos 1619-162023. A partir de este ao no figurar ya en ningn documento de los hasta ahora encontrados.

    Presumimos que la madre debi de trasladarse con sus hijos Felipe, Felipa y Angela a Madrid, despus del auto y la 19

    Cfr. A. GONZLEZ GMEZ, Moguer en la Baja Edad Media (1248-1538) Excma. Diputacin Provincial de Huelva, 1977, pg. 229.

    2 0 Archivo Protocolos de Sevilla. Ao 1621, Oficio 1e, Libro 7S, fol. 103vs.

    2 1 Archivo Histrico Nacional: Inquisicin 2070-28, ne 32 Relacin de los votos

    definitivos desde el ao 1617 al 1678 para las ordenaciones pecuniarias 19-1-1624, fol. 13rsysigts.

    2 2 Francisco Muoz de Ayala. Regidor del Santo Oficio de la Inquisicin de

    Sevilla, Su quenta final hasta fin del ao de 1627. Archivo Histrico Nacio-nal. Legajo 4684(1).

    16

  • confiscacin de bienes (1627), y en la Corte morira poco des-pus de su llegada. Nada ms sabemos de ella.

    Duarte y Mara reunieron una familia numerosa; que sepa-mos, tuvieron cinco hijos: Ana, Toms, Felipa, ngela y Felipe. Ana, al parecer, fue la hermana mayor del escritor. Poco cono-cemos de ella. Cas con el licenciado Vez da Costa, y apenas si guard desde entonces, que se sepa por lo poco que ha que-dado de documentacin, relacin con la familia.

    Le sigui Toms, que siempre, segn los datos, firm con los apellidos de la madre: Toms Dens Manrique. Como tantos otros conversos, intent marchar a tierras americanas, donde la vida debi de ser ms llevadera para estos hombres que pre-tendan hacer una finta a su ascendencia maculada. Toms lo consigui; no sabemos a qu precio ni qu sobornos llevara a cabo, pero lo cierto es que lo logr, y ya en el ao de 1597 esta-ba preparado para zarpar desde Sanlcar de Barrameda, en la nao nombrada Santsima Trinidad. Todava el 27 de enero de 1599 firma otro documento en el que lo vemos presto para la tra-vesa, despus de haber salido como sus fiadores Francisco Gallego, su padre Duarte Mendes y el licenciado Alfonso Vaez de la Costa, todos tres vecinos de la villa de Moguer24, y llega a Mxico. Del 21 de febrero de 1605 es el primer documento que hemos podido localizar, donde aparece el tal Toms ya en Am-rica25. Son las cifras de unas ventas de varias cajas de conser-vas que se ha llevado consigo y ha vendido en aquella tierra. Desde all, bien situado y honrado -se firmaba capitn-, escribe a la familia y enva algn dinero para aligerar los problemas de los suyos cuando los hubo26.

    Felipa y Angela, las otras dos hermanas de Godnez, vivie-ron ms unidas a l, y la documentacin sobre ellas y en rela-

    2 3 De 1620 es una carta firmada por su hija doa Felipa Godnez Manrique en

    la que hace donacin a su hermano Felipe, de un esclavo que le dex ...por va de mexora Duarte Mndez Godnez, mi padre. Archivo Proto-colos de Sevilla, Ao 1620, Of. 19, Libro 7fi, fol. 168rs.

    2 4 Archivo Protocolos de Sevilla, Ao 1597, Oficio 24, Libro 3S, fols. 728re-

    730re. Ao 1599, Oficio 24, Libro 18, fols. 382rs-385re, respectivamente. 2 5

    Carta notarial. Archivo Protocolos de Sevilla. Ao 1605, Oficio 15, Libro 2, fol. 403va.

    2 6 Envia a su madre cien pesos de a ocho ducados. Carta de pago. Archivo

    Protocolos de Sevilla. Ao 1620, Oficio 1Q, Libro 7e, fol. 163ra.

    17

  • 18

  • cin con Felipe es ms abundante.Felipa, que es la que mantie-ne ms contacto con nuestro escritor, vive en Sevilla con l en la casa de la collacin de San Juan de la Palma, donde Felipe Godnez, finalizados sus estudios eclesisticos y ordenado, ejerca su ministerio pastoral. En una carta de 1620 se lee: ...yo, doa Felipa Godnez Manrique, donzella, vezina desta giudad de Sevilla, en la collagin de San Juan de la Palma...27. Otros documentos registran estas buenas y estrechas relacio-nes entre ambos hermanos28.

    La madre y hermanas -como queda dicho- siguieron la negra suerte de la sentencia inquisitorial de Felipe, y, supone-mos, sin mucho riesgo de error, que desde estos aos (1625-1627), confiscados sus bienes, acompaan a Godnez tambin en la ruina: Yten el processo de doa Phelipa Godnez, her-mana del Ledo. Phelipe Godnez, clrigo presvitero, vesina de esta ciudad de Sevilla, la conformidad que salga en auto pbli-co de la fee y sea admitida a reconciliacin con confiscacin de sus bienes29.

    Lo ms seguro es que, unida tan estrechamente a su her-mano en las penas y en las alegras, se trasladara con l a Madrid, donde muri el 26 de diciembre de 1647, despus de unos aos de agobiantes estrecheces: En Madrid -dice su par-tida de defuncin-, a veinte y seis de diciembre de mil seiscien-tos y quarenta y siete, en la calle de la Cabega, en la cassa de las Pigarras, muri doa Phelipa Godnez. Recivi los Santos Sacramentos. No test por no tener de qu. Enterrla el doctor Felipe Godnez, su hermano, en esta Yglesia de San Justo. Dio de fbrica dos ducados30.

    Aunque el documento inquisitorial arriba citado habla de hermanas, no sabemos si se inclua tambin a Angela, de la

    2 7 Archivo Protocolos de Sevilla. Ao 1620, Oficio 1s , Libro 7B, fols. 568vs-

    569rs. 2 8

    Archivo Protocolos de Sevilla. Ao 1621, Oficio 1a, Libro 1a, fols. 97vs-98vs. 2 9

    Archivo Histrico Nacional: Inquisicin 2070-28, nm. 32. Relacin de los votos definitivos desde el ao 1617 al 1628 para las ordenaciones pecu-niarias. 12-1-1624, fol. 12v9.

    3 0 M. AGULL Y COBO, Documentos sobre Felipe Godnez, en AIEM, IV,

    Madrid, (1969), pg. 215.

    19

  • que conocemos poca cosa. Su nombre no figura en ningn documento pblico de los hasta ahora localizados, con la excep-cin de su partida de defuncin. Sospechas: es probable que estuviera casada, y muerto el marido, corriera la suerte de Feli-pe, su madre y su hermana Felipa, reunindose con ellos en la Corte. Felipe, al hacer testamento, deja sus escasos bienes a Mariana, su sobrina y muy probablemente hija de Angela. sta muri aos antes que su hermano, en 1655: En treinta y uno de julio de mil y seiscientos y cinquenta y cinco aos, muri doa Angela Godnez, ermana del doctor Felipe Godnez, en la casa de Picarras. Recivi los Santos Sacramentos, y no test por no tener de qu. Dio licencia el seor vicario. La enterr el dicho su ermano, y se enterr en la iglesia de San Justo. Diose de fbrica quatro ducados31.

    Centrndonos ahora en la vida de nuestro poeta, podemos decir que los estudiosos -no son muchos, desde luego, los que se han ocupado de este asunto- no se ponen de acuerdo sobre el lugar de nacimiento de Felipe Godnez. Y no es de extraar. Hay poco a que agarrarse para defender uno u otro sitio. En ms de un documento se le llama sevillano; claro que no siempre el gentilicio significaba en el siglo XVII obligatoriamente nacido en, aunque esta fuera su primera acepcin. Ms de una vez se entenda como nacido en el reino de Sevilla, que, segn se sabe, abarcaba las provincias actuales de Sevilla, Cdiz y Huelva, con una parte de Badajoz y Mlaga. Del mismo modo, ser natural de no deba de entenderse siempre como naci-do en; tambin significaba o se refera al asiento de la fami-lia o tronco de ella.

    El equvoco de estas expresiones y del gentilicio, y la falta de documentos irrefutables han dejado hasta ahora en penum-bra el lugar de nacimiento de nuestro escritor, si bien, con ms o menos argumentos, nunca del todo convincentes, unos histo-riadores se inclinan por hacerlo hijo de Moguer32 y otros lo dan 3 1

    Ibdem, pg. 216. 3 2

    Cfr. J. CARO BAROJA, Inquisicin, brujera y crptojudaismo, Madrid, Ariel. 1974, 3a ed., pg. 151. N. DAZ ESCOBAR, Anales del teatro espaol correspondientes a los aos 1581 a 1625, Madrid. 1913, pg. 163. J. M. SNCHEZ ARJONA, Noticas referentes a los anales del teatro en

    20

  • por sevillano33. Es muy probable que entre Sevilla y Moguer est la cuestin, aunque bien pudiera entrar en juego, con bas-tantes menos posibilidades, una tercera conjetura- pudo llegar a Espaa siendo nio, con la familia que, dejando Portugal, vena a buscar mejor y ms tranquilo acomodo en tierras anda-luzas. Godnez debi de nacer entre 1584 y 158834. Tampoco en este asunto hay datos inequvocos. Las redacciones del Auto de Fe de 1624 ofrecen dos fechas distintas. La del padre Mua-na dice: El uno fue el Licenciado Phelipe Godines, Presvtero, natural de Moguer, vesino de Sevilla, de edad de 36 aos.... En la que present Adolfo de Castro, de la Biblioteca Colombina, se lee: El Padre Godnez, clrigo presbtero, predicador y confe-sor, vecino de Sevilla, de edad de 39 aos.... Por lo tanto, segn la primera redaccin, Godnez debera de haber nacido entre 1587-1588, y segn la segunda, entre 1584-1585.

    De cualquier forma, lo ms probable es que Felipe Godnez pasara parte de sus aos de niez y mocedad en Moguer, asien-to de su familia, y donde, como queda dicho, su padre era regi-dor.

    Qu ha quedado de sus primeros aos, que presumimos transcurrieron en la villa onubense? Nada. Si el lector cree a pies juntillas el documento inquisitorial, debi de practicar ritos y observancias de los criptojudos: ...siendo de poca edad haba guardado los ayunos de la dicha ley de Moyss, sin comer ni beber en todo el da hasta la noche o a la salida de las estrellas, y entonces cenaba cosa de pescado, fruta y no carne; querindose mostrar ms observante de dicha ley que los

    Sevilla desde Lope de Rueda hasta fines del siglo XVII. Ed. facsmil, Sevi-lla, Excmo. Ayuntamiento, 1994, pgs. 159-163. A. DE CASTRO, Noticias de la vida del doctor Felipe Godnez, en MRAE, VIII, Madrid (1902), pg. 277. Las mismas declaraciones del autor apuntan esta posibilidad: ...vecino de la villa de Moguer, estante a el presente en esta ciudad de Sevilla.. A.P.S., Ao 1605, Oficio 15, Libro 2a, fol. 403vs. ...yo Felipe Godines hijo de Duarte Mendes Godines, vecino de la villa de Moguer... A.P.S., Ao 1607, Oficio 4a, Libro 2a, fol. 707re.

    3 3 M. MNDEZ BEJARANO, Diccionario de escritores, maestros y oradores

    naturales de Sevilla y su actual provincia. Sevilla, Tip. Girones, 1922, pgs. 251-253.

    3 4 Estas dos fechas aparecen en las distintas redacciones del Auto de Fe.

    21

  • dems de su casa, siendo de edad de nueve o diez aos, con particular cuidado preguntaba, despus de haber ayunado, si haba de ayunar ms. Y no coma anguilas, cassn ni jibia, ni otro pescado que no tuviese escamas, ni perdiz, ni conejo, ni sisos, ni cosa que no fuese desollada, por estar prohibido en la dicha ley de los judos...35. Quiz por eso ms de uno de sus personajes dramticos se atiborra de perdiz y de tocino...

    En 1597 -y quiz desde antes- se halla Felipe Godnez ya en Sevilla. En una carta de poder que su padre otorga a su hijo Toms Dens Manrique, escrita ante el escribano J. G., figura Felipe como residente en Sevilla y depositario de una cantidad de ducados que deba entregar a su hermana Ana Manrique, en concepto de dote, pues se haba casado con el Licenciado Vez da Costa. Este documento nos ofrece la primera noticia que tenemos de nuestro escritor, que coincide tambin con ser la primera fecha de su estancia en Sevilla. Por otros documentos parecidos sabemos que segua en la capital andaluza en 160536. En 1607 estampa su firma en otros documentos nota-riales, en los que reconoce haber recibido doscientos reales de plata que proseden de una libranza que sobre el dicho don Francisco Bibero libr el dicho mi padre al seor Francisco Man-des, presbtero, residente en Roma37.

    No cabe duda de que la razn fundamental de su estancia en Sevilla, por aquellos aos, fue su formacin y estudios. A nadie se le oculta que la mayora de los conversos y descen-dientes de conversos, a poco que poseyeran los medios nece-sarios -muchos los posean y algunos sobradamente-, se ocu-paron de dar a sus hijos una formacin slida y de situarlos en algn cargo de prestigio en la sociedad. Entre las carreras pre-feridas figuraba la eclesistica, que es la que seguira nuestro escritor. Felipe curs sus estudios superiores en el Colegio Mayor de Santa Mara de Jess, fundado por maese Rodrigo

    3 5 A. DE CASTRO, Noticias de la vida del doctor Felipe Godnez, art cit.,

    pg. 281. 3 6

    Archivo Protocolos de Sevilla, Ao 1605, Oficio 15, Libro 2S, fol. 403va. Se trata de una carta en la que recibe una cantidad de dinero de uno de sus hermanos.

    3 7 Archivo Protocolos de Sevilla: Ao 1607, Oficio 49, Libro 29, fol. 707r9.

    22

  • Fernndez de Santaella, y que luego sera la Universidad His-palense; all se hizo Bachiller de Artes y Filosofa en Teologa, segn consta en el libro de grados de dicho centro38, y recibi el ttulo el 26 de junio de 1610.

    Estos estudios, que ahora coronaba con el ttulo de Bachi-ller, debi de comenzarlos en 1603, como estudiante de Artes en el mismo Colegio de Santa Mara; alrededor de 1608 obten-dra el grado de Maestro de Sentencias, para el que se necesi-taban cinco aos de estudios generales; en dos aos ms con-sigui su diploma de Bachiller, y suponemos que en los dos cur-sos siguientes acabara por obtener su ttulo de Licenciado. Como tal se firma en las comedias La reina Ester, Ludovico el piadoso y El soldado del cielo, San Sebastin, fechadas en 1613. El ttulo de doctor no requera estudios especiales, sino que se reciba despus de algunos trmites burocrticos, pasa-das unas semanas de tener el de licenciado.

    Al tiempo que realizaba estos estudios en sus sucesivas etapas y grados, Godnez fue recibiendo las rdenes menores y mayores hasta el presbiterado. Los colegiales de Santa Mara, segn los estatutos reglamentados por el fundador, haban de ser clrigos a lo menos de tonsura39. De momento no posee-mos todas las pruebas documentales para seguir puntualmente las fases de la carrera eclesistica de nuestro escritor: el Sba-do Santo 10 de abril de 1610 reciba, de manos del Obispo de Bona, los dos ltimos grados de las rdenes menores (exorcis-

    3 8 Biblioteca Central de la Universidad de Sevilla: Grados de Bachilleren Teo-

    loga desde 1592-1639. Sig. 585, Libro 45. Pensamos que se equivoc Luque Fajardo al nombrarlo como Licenciado en 1609, en la glosa de octavas de su Relacin de la fiesta que se hizo en Sevilla a la Beatifica-cin del Glorioso San Ignacio fundador de la Compaa de Jess, Sevilla, Luis Estupin, 1610, fols. 69ve-70rQ.

    3 9 Flix GONZLEZ DE LEN, Noticia artstica, histrica y curiosa de todos

    los edificios pblicos, sagrados y profanos... de Sevilla. Sevilla, Imp. de Jos Hidalgo y Compaa, 1844.

    4 0 Archivo del Palacio Arzobispal de Sevilla, Libro de rdenes, T. 1, rde-

    nes que celebr el Reverendsimo Sr. Obispo de Bona el sbado Sancto diez de abril, ao de 1610, en la parrochia de San Pedro. No se conser-van los libros anteriores de matrculas, donde debera de estar el asiento de los dos primeros grados ostiario y lector de las rdenes menores.

    23

  • ta y aclito)40. Siendo ya Bachiller, en 1611, recibe el subdiaco-nado41, y al ao siguiente, 1612, el diaconado42.

    No es conjetura descabellada pensar que en 1613 se ordenara de presbtero, acto que no se encuentra refrendado por ningn documento que hayamos podido consultar, -hasta el momento- pero el descubrimiento de dos cartas en el Archivo de Protocolos de Moguer, firmadas por su padre, nos respaldan esta aseveracin ya que nos hablan de la intencin de Felipe Godnez de ordenarse sacerdote en la ciudad de Faro (corra el mes de noviembre de 1612), y una segunda en la que ya se da como hecho el estado de sacerdote (firmada esta carta el 27 de agosto de 1613)43. De cualquier forma, en documentos y car-tas posteriores, se firma presbtero: Sepan quantos esta carta vieren, cmo yo, el Licenciado Felipe Godnez, presbtero, resi-dente en esta ciudad...44.

    En resumen: entre 1613-1614 podemos decir que acaba la primera etapa sevillana de nuestro escritor; los estudios y las musas han acompaado a Godnez en aquellos aos de juventud.

    Por lo que hasta ahora conocemos, de 1609 data la prime-ra composicin potica que nos ha quedado de Felipe Godnez. Tendra entonces veinte y pocos aos, y como otros poetas de la capital andaluza particip con una letra y una glosa en octa-vas en la justa potica que se organiz en Sevilla para celebrar la beatificacin de Ignacio de Loyola. Pablo V beatific al funda-dor de la Compaa de Jess el 27 de julio de 1609. Sus poe-mas son, como obras de circunstancias, retricas y pedantes-41

    rdenes Mayores, 17 de diciembre de 1611. 4 2

    rdenes Mayores, 22 de diciembre de 1612. 4 3

    Archivo Histrico de Moguer. Protocolos Notariales, escribano pblico: Francisco Enrquez, Ao 1612, fols. 699rQ-700rs, sig. 61; e dem, ao 1613, fols. 604vs-607rs, sig. 63. Cfr. Piedad Bolaos Donoso, Revisin al proce-so inquisitorial de Felipe Godnez, Montemayor, (1991), pgs.38-48.

    4 4 Archivo Protocolos de Sevilla: Ao 1619, Oficio 16, Libro 2a, fol. 639re.

    dem: Ao 1620, Oficio 1s , Libro T-, fol. 168r8. Sepan quantos esta carta vieren, como yo el Licenciado Felipe Godnez e Manrique, clrigo, presbtero, vecino desta Ciudad de Sevilla en la colla-cin de San Joan de la Palma... (Ao 1620, Of. 16, Libro 5S, fol. 788rQ). Sepan quantos esta carta vieren como yo el Lizenciado Felipe Godnez Manrique, clrigo, presvtero, vecino desta ciudad de Sevilla... (Ao 1621, Of. 12, Libro 1s , fols. 97r8-98vs).

    24

  • cas, y el tema forzado, como era de esperar, sobre el nacimien-to de la Compaa45.

    Hemos de resear con especial inters otra composicin potica de nuestro autor que, aunque citada por el Prof. Vega46, creo que merece ser transcrita en este estudio dado su carcter de indita. Se encuentra en los preliminares de un poema pico del que es autor el fraile franciscano Alonso de Escobedo. Dice as el soneto:

    A la sagrada fuente que derrama Potico licor, un cisne vino, Que el bello amante del laurel divino A su ejercicio liberal le llama; Y aunque al colegio de las musas ama Su ingenio en todo el mundo peregrino, Hoy pone alegre fin a su camino Porque ha llegado al templo de la fama. Hoy, la Florida que habit, le envi Flores para guirnalda de su frente. Pues l, con tantas, adorn su historia. Hoy, con sus aguas la castalia fuente, Porque no se marchiten, las roce Y eternice la fama su memoria47.

    4 5 F. LUQUE FAJARDO, Relacin de la fiesta.., op. cit, fols. 69v9-70rs. Esta

    composicin, conjuntamente con lo que se conoca de su produccin po-tica, fue recopilada y publicada por Jos Simn Daz: Textos dispersos de autores espaoles. I.Impresos del Siglo de Oro, en Cuadernos Bibliogr-ficos, XXXVI, Madrid (1978), pgs. 135-147.

    4 6 G. VEGA GARCA LUENGOS, Notas para una bibliografa de Felipe

    Godnez, en Castilla, n98 (1984), pgs.127-139. 4 7

    La Florida. Primera, segunda y tercera partes de la Florida. Donde se canta vida, muerte y milagros del glorioso seor San Diego de San Niculs del Puerto, frayle menor. Y el martirio de quatro religiosos. Y con los hechos de muchos epaoles y con los ritos y costumbres y conversin de los indios. Y con la muerte de un francs y su gente dedicadas a don Manuel de Guzmn y de Mendoga, Conde de Niebla y heredero del ducado de Medina Cidonia. Por Fray Alonso de Escobedo, confesor de la orden de San Francisco, de la Provincia del Andaluza. Mss. de la Biblioteca Nacio-nal de Madrid, ns 187, fol. 5v-. En el folio siguiente se encuentra otro sone-to cuyo autor es Francisco Anrriquez, escribano de Moguer, que no es otro que el escribano en el que hemos encontrado ciertas cartas del padre de Felipe Godnez. Agradezco a la doctora Mercedes Cobos el que me haya facilitado estos textos.

    25

  • 26

  • 27

  • Pocos aos despus, como ya hemos indicado, acaba sus comedias Ludovico el piadoso, El soldado del cielo, San Sebas-tin y La reina Ester. Corran los meses de 1613, y esta ltima comedia, la ms famosa y mejor de las tres primeras conocidas, se representaba en los corrales sevillanos con sealado xito por la compaa de Balbn, afamado autor de comedias; Juan Prez Tapia y Diego de Santiago y Osorio figuraban entre los actores de la compaa y participaron en el elenco que puso en las tablas sevillanas la obra de Godnez48.

    Algo empezaba a sonar el nombre de nuestro escritor, cuan-do ya por aquellas fechas Cervantes le reconoce sus mritos como comedigrafo en su Viaje al Parnaso (1614): Este, que tiene como mes de mayo florido ingenio, y que comienza aora a hacer de sus comedias nuevo ensayo, Godnez es [...]49.

    Silencios documentales y escasez de referencias de con-temporneos nos dejan en adensadas sombras la mayora de los aos de Godnez. Acostumbrado a la vida de la ciudad, no vuelve a Moguer, y lo encontramos asentado en la collacin de San Juan de la Palma de Sevilla, viviendo probablemente con su hermana Felipa: ... el Licenciado Felipe Godines Manrique, clrigo, presbtero, vecino de esta ciudad de Sevilla en la cola-cin de San Joan de la Palma50; pero no podemos asegurar que tuviera a su cargo alguna capellana de la zona o que ejer-ciera su ministerio eclesistico en la misma parroquia.

    De todas formas, de los documentos que conservamos de aquellos aos de su estancia sevillana podemos deducir que llev una vida econmicamente holgada. La familia contaba con rentas y era emprendedora en negocios diferentes, y los bienes que poseen en Moguer y en Sevilla permiten vivir a los Godnez con cierta comodidad. En varios documentos conservados se refleja esta situacin desahogada en que vive nuestro autor51.

    4 8 J. SNCHEZ ARJONA, Noticias referentes a los anales..., op.cit, pg. 216.

    4 9 M. DE CERVANTES, Poesas completas. 1: Viaje del Parnaso y adjunta al

    Parnaso. Ed. de Vicente Gaos, Madrid, Castalia, 1973, pg, 68. 5 0

    Archivo Protocolos de Sevilla: Ao 1620, Oficio 16, Libro 5S, fol. 788re. 51

    Archivo Histrico Nacional. Papeles de la Inquisicin de Sevilla, Legajo 4684(1). Bienes confiscados. Pgs. 1, 6 y sigts.

    28

  • El comercio de conservas que el padre llevaba a cabo en Am-rica -y ms de una vez Felipe se encarga de recoger el dinero de aquellos negocios52-, y hasta la venta de algunos esclavos, son indicios claros de lo que estamos diciendo. Y por si algo fal-tara, nuestro escritor recibe cada cierto tiempo una buena ayuda de la magnanimidad de un noble, el duque de Bjar, don Alonso Diego Lpez de Ziga y Sotomayor que, no sabemos por qu beneficia al joven Felipe con un copioso puado de maravedes: ... otorgo y conozco que recibo de Joan Bautista Ortiz...53. Don Alonso, que tan cicatero fue con el autor del Quijote, se mostr ms esplndido con Godnez. De todas formas, el duque de Bjar mora aquel mismo ao de 1619 y no sabemos que sus herederos siguieran amparando a nuestro personaje.

    Pasan los aos. Apenas unas noticias sin relieve sobre Godnez. Escarceos literarios, pinitos en el campo dilatado de la poesa. Y, siempre, poesa de compromiso. Bartolom Jimnez Patn inserta en su Mercurius Trmegistus (1621) un soneto de Felipe, ahora apellidado Dens Godnez, adoptando caprichosa-mente el primer apellido materno y relegando al segundo lugar el del padre. El libro de Patn es un tratado de oratoria, y acaba con una serie de poemas en alabanza de don Fernando Balles-teros y Saavedra y del propio autor. A ste parece que va dirigi-do el soneto de Godnez, obra de circunstancias y desafortuna-do acierto. El caso, como se sabe, era salir en letras de impren-ta, apoyando la obra de un amigo o aprovechndose de su posi-ble xito.

    Aos antes de esa fecha haba terminado algn que otro trabajo ms. De alrededor de 1618, o poco antes, es El prnci-pe ignorante discreto y juicio final, que aos despus, 1622,

    5 2 Archivo Protocolos de Sevilla: Ao 1605, Of. 15, Libro 2a, fol. 403vs.

    5 3 ...vecino desta ciudad de Sevilla, en la collacin de Santa Mara dies mil

    maraveds, los quales me paga por el seor duque de Bjar don Alonso Diego Lpez y de Qiga y Sotomayor y son los dichos maraveds por otros tantos que el dicho seor duque me debe de lo corrido hasta fin de febrero pasado deste ao de seiscientos y diez y nueve de los cien duca-dos e me dio a mano de que el dicho seor duque me tiene fecha mer-ced, los quales dichos diez mil maraveds e recibido del dicho Juan Bau-tista Ortiz... Archivo Protocolos de Sevilla, Ao 1619, Oficio 16, Libro 28, fol. 639r9.

    29

  • representara la compaa de Avendao54. Tambin de aquella poca, la inmediatamente anterior a su expulsin por el Santo Oficio, son el auto sacramental El divino Isaac y la comedia La traicin contra su dueo.

    El ao de 1624 es fecha que no olvidara nunca Felipe Godnez. Era ya un hombre maduro y su nombre sonaba por la ciudad del Guadalquivir: clrigo con cierto prestigio de buen ora-dor y autor dramtico que empezaba a ser conocido en los corrales de comedias. Viva entonces, casi seguro, en la colla-cin de San Juan de la Palma, el barrio de la calle de la Feria, enclavado en el corazn de la ciudad y antiguo como ella misma. Conventos del Espritu Santo y de Montesin; callejue-las recoletas y labernticas, tumulto de mercado, a un paso de San Martn y de la espaciosa Alameda de Hrcules. Pero nadie puede escapar a las investigaciones de los funcionarios de la Inquisicin. Adems, siempre haba un piadoso delator que iba con el cuento al Tribunal de La Cruz Verde: un clrigo con cier-to acomodo, de familia de origen confuso, con races portugue-sas, y que adems escribe unas comedias, como La Reina Ester, con inclinaciones viejotestamentarias, era fcil punto de mira de los inquisidores asentados en el Castillo de Triana. Y se hizo la investigacin, y result que no slo l, sino su madre, hermanas y to eran culpables de judaismo practicante.

    Con el Castillo de Triana, que se vino abajo, desaparecie-ron numerosos documentos de los procesos inquisitoriales sevi-llanos. El Guadalquivir los desparram a lo largo de sus riberas o los pudri. Del proceso de la familia Godnez han quedado algunos papeles originales. En uno de ellos se ha conservado la votacin interna de los miembros del Tribunal, en la que deter-minaban quines y con qu penas iban a comparecer en los Autos de Fe. Ya el 7 de febrero de 1624 se haba decidido que Felipe Godnez saliera en Auto pblico, con su madre y herma-nas: Yten se vio en dicho da ao el processo contra el Ledo. Godnez, presvtero predicador, natural de la villa de Moguer,

    5 4 Cfr. A. F. CONDE DE SCHACK, Historia de la literatura y del arte dramti-

    co en Espaa, IV, Madrid. Imp. de M. Tello, 1887.

    30

  • vezino desta ciudad, que salga en auto pblico de la fe, admiti-do a reconciliacin y con confiscacin de bienes55.

    Atosigado, acorralado por el fiscal inquisitorial, Godnez haba confesado. No haba escapatoria posible. Y era mejor confesarlo todo, ...que haba sido hereje, judaizante, fautor y encubridor de herejes; que haba dicho en el pulpito algunas proposiciones equvocas; que haba hecho una proposicin mal-sonante de la Santsima Trinidad; compuesto dos comedias del Testamento Viejo, una de La arpa de David y otra de La Reina Esther, inventando en la una que el ngel San Gabriel haba revelado a la Reina Ester que el Mesas haba de nacer de madre concebida sin pecado original; que... l haba entendido un lugar que no entendi San Jernimo [de la Escritura]. Tam-bin dijo que ... haba estado cierto tiempo en los dichos erro-res; que no se haba presentado en el Santo Oficio, porque un sacerdote tenido por santo lo haba absuelto, diciendo tena poder para ello, y la aplicacin de la Santsima Trinidad lo dijo refiriendo lo que haba dicho un predicador portugus en odio de su nacin, por lo que le llamaban Antecristo de los portugue-ses...56.

    Segn todo esto, estaba condenado a salir en penitencia, como testimonio pblico de su arrepentimiento, en el Auto de Fe celebrado en Sevilla el 30 de noviembre de 1624 en la Plaza de San Francisco, lugar donde habitualmente se hacan estos actos. Gomo reconciliado, saldra a la mirada pblica de sus conciudadanos con la larga tnica sin mangas, de color amari-llo, pintado con diversos signos como lenguas de fuego y otros parecidos; con la coraza, el dogal y, en lugar de la cruz, una vela encendida en la mano57, y tendra que recitar, con aspecto devoto y arrepentido, las oraciones propias de la reconciliacin con la fe cristiana: Confieso y creo en lo ntimo de my coragn

    5 5 Archivo Histrico Nacional, inquisicin 2070-29, nm. 32. Relacin de los

    votos definitivos desde el ao 1617 al 1678 para las ordenaciones pecu-niaras, 7-XI-1624, fol. 13vQ.

    5 6 A. DE CASTRO, Noticias de la vida..., art. cit., pgs. 278-279.

    5 7 LUDWIC PFANDL, I listara de la Literatura Nacional Espaola en la Edad

    de Oro. Barcelona, Gustavo Gili, 1952, pg. 227.

    31

  • en general y en particular todo lo que est comprehendido en el symbolo de la Sta. fe que usa la Santa Yglesia Romana...58.

    La sentencia completa fue: Condenado al auto pblico de fe con auto penitencial, con confiscacin de bienes, y que vuel-to al Castillo, le sea quitado el hbito y que est recluso en un convento o espital, que le fuere sealado por tiempo de un ao, despus del, que est desterrado de todo el distrito desta Inqui-sicin por tiempo de seis aos, y que sea privado perpetuamen-te del ejercicio de sus rdenes y de tener oficio y beneficio, declarando haber incurrido en irregularidad59. La confiscacin de bienes se llev a cabo, y algunos datos documentales que-dan de ella: Confiscar aqu: 126.718 maraveds, obtenidos de la venta de un pinar, un pedazo de tierra, una vamajuelo y otro pedazo de via y almendral, equivalente en dinero a 3.777 rea-les... Ms 200 ducados en reales que valen sesenta y quatro mil ochocientos maraveds (64.800) por la venta de la casa que tena en Moguer, que compr Miguel de Genova. Adems tiene bienes en Sevilla, de los que todava no se ha hecho el inventa-ro, ni se han vendido60.

    Todo se llev a trmino con la meticulosidad con que actua-ba el Tribunal del Santo Oficio, porque, como se sabe, esta seve-ridad no debe verse suavizada por la conmiseracin hacia los hijos (o familiares) del culpable, que quedarn reducidos a la mendicidad, ya que de acuerdo con las leyes, tanto divinas como humanas, las faltas de los padres recaen sobre los hijos... Podr -igualmente- precederse en contra de un hereje despus de su muerte y declararlo culpable a efectos de confiscar sus bienes (= ad finem confiscandi), de quitrselos a quienes los posean hasta la tercera mano y de asignarlos en provecho del Santo Oficio61.

    As pues, como era de esperar, se confiscaron sus bienes, hasta el ltimo terruo, y los de su madre y hermanas, e incluso

    5 8 Cdulas Reales en favor del Santo Oficio de la Inquisicin y varios papeles

    pertenecientes a dicho Tribunal. Biblioteca Nacional de Madrid, Mss. 718, fols. 52rs-52vs. Cfr. P. BOLAOS DONOSO, ob. cit, pgs. 69-71.

    5 9 A. DE CASTRO, Noticias de la vida..., art. cit., pg. 283.

    6 0 Archivo Histrico Nacional, Legajo 4.684, fols. 1-1v2; 6 y sigts.

    6 1 N. EYMERIC, El manual de los Inquisidores, Buenos Aires, Ed. Rodolfo

    Alonso, 1972, pg. 89.

    32

  • los de su to, el famoso Francisco Mndez, que, como haba muerto hacia ya algunos aos, sali en estatua en el mismo Auto de Fe.

    No sabemos en qu convento u hospital estuvo recluido segn la sentencia. En 1626 lo encontramos ya en Madrid, donde fue a parar para cumplir el destierro por seis aos. Ya no volvi ms a Sevilla, y en la corte pas el resto de sus das. Al final de su vida, volvi al ejercicio de su ministerio eclesistico, con la vista gorda de los inquisidores.

    Madrid era ya por estas fechas -en la primera mitad del siglo XVII- ciudad populosa, refugio de menesterosos y alber-gue de escritores poco afortunados. La Corte empezaba a ser diana de ias aspiraciones de los poetas de la periferia. Y as hasta hoy. Adems, Felipe IV, que haba subido al trono en 1621, aos antes de la llegada de Godnez, se mostraba aman-te de las letras y las artes, mecenas de escritores -siempre fal-tos de reconocimiento y ayudas econmicas. Hay que aadir que este monarca -y esto sera un alivio para Godnez- se con-virti en protector de portugueses y amparaba, en la medida que poda, a los conversos que no andaban bien avenidos con su nueva religin. Y esto, a pesar de su manifiesta piedad y devo-cin de que haca gala con frecuencia y de mostrarse pblico defensor de la Suprema, cuyos privilegios no quiso nunca ver discutidos. Pero, hombre de buenos sentimientos, este monar-ca, que era tan poco decidido en las cuestiones de Estado, ampar sin titubeos a judaizantes y portugueses. El 28 de diciembre de 1640 ordenaba, en este sentido, que atendiendo lo bien servido que me hallo desta gente y la satisfaccin que tengo de su buen proceder, les traten como a los otros natura-les destos Reynos, y como han sido tratados hasta aqu, sin que consientan se les haga ninguna vejacin ni molestia62.

    En la corte haba que tener la pluma afilada y la disposicin pronta, pues la competencia en los corrales era mucha, y Lope haba marcado unas normas para hacer comedias y fijado unos gustos para el pblico que era imposible no seguir. Precisamente

    6 2 J. CARO BAROJA, Inquisicin, brujera y criptojudasmo Madrid, Ariel, 3-

    ed 1974, pgs. 68-69.

    33

  • de Lope es la licencia y firma autgrafa (junio de 1626) de una de las primeras comedias que conservamos de Godnez, datada en Madrid, el 21-28 de abril de 1626, La traicin contra su dueo63.

    Poco despus, entre 1626 y 1630, escribira De buen moro, buen cristiano. l pensara que de buen judo se poda llegar a buen cristiano. Ms vale mostrarse as y olvidar -o hacer olvi-dar- de una vez por todas las infidelidades anteriores, y para que esto quedase bien claro, las alabanzas a la Virgen Mara llenan las escenas de tan significativa obra. Tambin en estas fechas debi de redactar Acertar de tres la una. Son conjeturas con apoyos poco firmes, que no vamos a exponer en este lugar.

    Haba que estar a todas y no perderse una oportunidad para figurar entre los poetas de la Corte que hacan de coro a las obras que embellecan la villa o narraban pequeos aconte-cimientos. As, escribi un soneto dedicado al incendio de la Plaza Mayor de Madrid, acaecido en 1631, y que est recogido en el ms. 17.534 de la B. Nacional de esta misma ciudad. Tam-bin, en 1635 se inaugur el Saln del Buen Retiro, y con tal motivo se escribieron obras elogiosas; un soneto es la contribu-cin panegrica de Felipe Godnez, en un tomo titulado Elogios al Palacio Real del Buen Retiro64.

    Por estos aos segua trabajando con constancia en sus obras dramticas. Qu hacer, si no, para llenar las horas vacas? El auto famoso del premio de la limosna y rico de Ale-xandra, An de noche alumbre el sol, Cautelas son amistades65, La gran comedia de los trabajos de Job, San Mateo en Etiopa66.

    6 3 Introduccin y notas de T. C. Turner. Chapel Hill. Estudios de Hispanfila

    Madrid, Castalia, 1975. 6 4

    Recogidos por Diego Covarruvias y Leyva. Madrid. Impr. del Reino, 1635. 6 5

    Fue representada por Juan Martnez a S. M. el 13 de septiembre de 1635, el cual deja claro que la obra que realiza es la de Godnez y no la atribui-da a Moreto con el nombre de La cautela en la amistad y lo que le mere-ce un soldado. Son pocos los aos que debieron de pasar desde la fecha de su composicin hasta la de su representacin. Nos basamos en el estudio de su mtrica y damos como probables los aos de 1630-1634. Durante el mes de junio de 1644, en Valencia, la compaa de Pedro de Ascanio represent Lo que merece un soldado, ttulo que a veces recibe la obra de Godnez. Y cobrara 140 reales castellanos. Lo que llama la atencin es la autora que presenta el documento: La ms honrada cau-

    34

  • Entre los preliminares de presentacin y laudatorios de la obra de fray Felipe de la Cruz, Tesoro de la Iglesia (Madrid, 1631), aparecen unas Dcimas al autor, de Felipe Godnez, y tres aos ms tarde se le publica un Romance en Avisos para la muerte, escritos por algunos ingenios de Espaa ( Madrid, 1634), recogidos y editados por Luis Ramrez de Arellano.

    En 1637, la Compaa de Juan Martnez represent en el Retiro, ante el rey, su obra Basta intentarlo. Cobr Godnez 200 reales por la comedia, que habra escrito meses antes. La misma compaa ya le haba puesto en escena, en noviembre de 1635, Las lgrimas de David, por la que el autor cobr 200 reales67.

    tela, de D. Pedro Rsete; Lo qve merece un soldado, del mismo (Vicen-ta Esquerdo, Aportacin al estudio del teatro en Valencia durante el siglo XVII: actores que representaron y su contratacin por el Hospital Gene-ral, en BRAE, LV (1975), pg. 438). Por ahora no se ha podido compro-bar si se trata de la misma obra que la de Godnez, o, por el contrario, si coinciden los nombres siendo diferentes obras y autores. Una nueva representacin tuvo lugar el 8 de julio de 1674, en Palacio, de la obra Cau-telas son amistades y cuya paternidad no est clara. Es atribuida a Felipe o a Agustn Moreto. La representacin corri a cargo de la compaa de Hiplito Olmedo, cobrando por ella 300 reales.

    6 6 En la Biblioteca Ducal de Osuna hay un manuscrito fechado en 1635, hoy

    en la Biblioteca Nacional de Madrid. Por ei estudio mtrico (el empleo del romance es del 60%), debe situarse su composicin alrededor de los aos de 1630-1635. La primera impresin de esta obra data de 1667, editada en Parte veinte y ocho de Comedias Nuevas, Madrid, 1667.

    6 7 Sebastin Gonzlez represent, alrededor de noviembre, en Valencia, esta

    obra con otras 49 representaciones continuas a razn de 140 reales cada una.. (Cfr. V. ESQUERDO, Aportacin al estudio..., art. cit., pg. 470). En un total de 37 ttulos que aparecen en la lista conservada, la de Godnez figura en el nmero 23. Con el ttulo compuesto Las lgrimas de David o El rey ms arrepentido, se represent por la compaa de Juan Martnez ante S. M., formando parte de un lote de ocho comedias particu-lares por el que se pag 1.600 reales (Cfr. CRUZADA VILLAMIL: Datos inditos que dan a conocer la cronologa de las comedias representadas en el reinado de Felipe IV, en los sitios reales, en el Alczar de Madrid, Buen Retiro y otras partes sacados de los libros de gastos y cuadernos de nminas de aquella poca que se conservan en el Archivo de Palacio de Madrid,en El Averiguador (1871), pgs. 73-74). El pago se efectu el 8 de enero de 1636, por lo que presumimos que la comedia de Godnez se pondra en escena en 1635. Del estudio mtrico de esta obra deducimos que el original no pudo ser muy anterior a esta fecha de representacin. Creemos, pues, que habra que situar entre 1634-1635 la fecha de su com-posicin por el alto porcentaje de tiradas de romances utilizadas por el autor. De 1635 tenemos documentada otra representacin, efectuada el 2

    35

  • Estos datos y otros de ndole literaria, ayudan a ilustrar, de modo todava impreciso desde luego, la vida de Godnez en la Corte de las Espaas. Lope de Vega lo nombra en alguna de sus numerosas epstolas. En carta dirigida a Antonio Hurtado de Mendoza, personaje conocido en la Corte de Felipe IV como el discreto en Palacio, y escrita probablemente en 1628, Lope da la siguiente noticia: Estos das se decret en el sena-do cmico que Luis Vlez, don Pedro Caldern y el doctor Mes-qua hiciesen una comedia, y otra, en competencia suya, el doc-tor Montalbn, el doctor Godnez y el ligenciado Lope de Vega, y que se pusiese un xarro de plata en premio. Respond que era este ao capelln mayor de la Congregacin, y que para el que viene agetava el desafo68. Malhumorado se puso el licenciado Lope de Vega con tal desafo dramtico, l que ocupaba un alto cargo eclesistico. As contina comunicando a su destinatario: Grande invencin, solene disparate, desautorizada cosa, gran plato para el vulgo. Doy cuenta a Vm. de las cosas de la villa, y siempre que hubiese novedad, no rehusar el pliego, aunque no se halla.

    A mediados de agosto de ese mismo ao, Lope vuelve a referirse a Godnez con maliciosa irona, conocedor l, oficial de la Inquisicin, de los recientes problemas de nuestro escritor: La comedia que llamavan La Godina por ser su autor el doc-tor Godnez, con que tena amenazados los poetas, se repre-sent ayer. Dzenme que es ms juda que de los godos, parto indigno de un hombre de entendimiento: tales son los autores. Otra vez pido perdn a Vm69.

    de febrero por la compaa de don Cristbal Tenorio. Cobr por la funcin 200 reales. Aos ms tarde, exactamente el 19 de noviembre de 1684, se represent de nuevo esta comedia por la compaa de Manuel Vallejo (ROSITA SUBIRATS: Contribution l'tablissement du rpertoire th-trale \a cour de Philippe IV et de Charles II, en BH, LXXIX (1977), pg. 450), recibiendo por su trabajo 300 reales. Tambin podemos sealar la 1B edicin dieciochesca de esta comedia en Madrid, 1740, publicada en la Imprenta de Antonio Sanz, depositada actualmente una copia de ella en la Biblioteca Palatina. Vio de nuevo la imprenta esta comedia en el siglo XVIII, sin que se nos conserve el nombre del impresor, lugar ni ao.

    68 Epistolario de Lope de Vega Carpi. Tomo IV. Publicado por A. G. Ame-za. Madrid, Tipografa de Archivos, 1943, pg. 102.

    6 9 ldem:pgs. 131-132.

    36

  • Seguro de su prestigio y pblica fe cristiana vieja, Lope se burla del pobre Godnez, asustado todava de la sentencia inqui-sitorial. De todas formas, el Fnix reconoce que nuestro autor comienza a ser algo en el mundo de la comedia, y en especial alaba sus obras bblicas y religiosas, pues cuando su hija Anto-nia Clara cumpli los trece aos, compuso en su honor la glo-ga Antonia, donde se lee:

    Compr comedias famosas de Montalbn y de Mescua; dime divinas Godnez; Luis Vlez, escanderbescas70

    No obstante, no lo nombra en su Laurel de Apolo (1630), y no es extrao: no hubiera estado bien visto que tan prestigioso familiar del Santo Oficio alabara a un poeta sambenitado, como Godnez, que adems no haba terminado an de cumplir su condena de destierro. Por otro lado, Lope -como tantos otros poetas de renombre de la poca- fue cruel con los ms inde-fensos. Lo cual no impidi que Godnez participara, en 1635, con una composicin potica en las honras fnebres de Lope que compil Prez de Montalvn71. Claro que, lo uno por lo otro, esto fue un claro oportunismo de Godnez, que no quiso des-perdiciar la ocasin que se le ofreca de salir en una gran anto-loga con los ms afamados poetas de la Corte y en honor, nada menos, del gran Lope.

    Se esconda donde se esconda, el converso era olfateado y descubierto y, entonces, moralmente vejado. Y no poda God-nez escapar al fino olfato -fino e irnico- de don Francisco de Quevedo, caballero santiaguista y cristiano viejo de postn en aquella Corte tan maculada de impurezas. La historia literaria de aquella poca tiene un largo captulo donde se cuentan las envi-dias y rencores de unos con otros. Y Quevedo fue hombre envi-

    7 0 A. C. AMEZUA, Lope de Vega en sus cartas. II. Madrid, Ed. Escelicer,

    1940. pg. 129. 71

    Fama Psthuma a la vida y mverte del Doctor Frey Lope Flix de Vega Carpi y elogios panegricos a la inmortalidad de su nombre. Escritos por los ms esclarecidos ingenios solicitados por el doctor... En Madrid, en la Imprenta del Reyno. Ao 1636. A costa de Alonso Prez de Montalvn, Librero de S. M.. fols. 58va-64re.

    37

  • dioso y acaparador de prestigio. En 1632, Prez de Montalvn publicaba su Para todos, donde, entre otros muchos, elogiaba a Felipe Godnez72. Algunos puntos de afinidad existan entre Montalvn y Godnez: ambos eran descendientes de judos con-vertidos y ambos eran telogos. Del sevillano haba escrito Mon-talvn: El Doctor Felipe de Godnez tiene grandssima facili-dad, conocimiento y sutileza para este gnero de Poesa, parti-cularmente en las Comedias divinas, porque entonces tiene ms lugar de valerse de su ciencia, erudicin y doctrina. De los amores, lo ms celebrados, aunque algunos infelizes, son los de Adonis y Venus, Pramo y Tisbe, Daphne y Apolo, Dido y Eneas, Ulises y Penlope, Tegenes y Clariquea...; pero sobre todo el de Jacob y Raquel, por ser ms firme, ms puro, ms santo y ms misterioso, como encareci galanamente el Doctor Felipe Godnez, excelentsimo Telogo, Predicador y Poeta, y tan emi-nente como general en todo73.

    Ni este reconocimiento laudatorio -ni otros que hizo Mon-talvn a otros escritores ms- gust a Quevedo, que no era cita-do en la obra, y no le falt tiempo al autor del Buscn para redactar su Perinola, malicioso escrito donde zahera a Montal-vn y a sus amigos. Y, claro, la burla chistosa era fcil para Quevedo: Cita [Montalvn] a Godnez y no a San Benito; y no le cita delante de Dios, sino con la misma ponderacin que pudiera el gran Filn o a Len Hebreo..., y como todo lo ha escrito bien el Godnez, ha sobresalido en algunos autos mucho y es ms sealado por los autos que todos. Prefiriendo a todos el amor de Jacob y Raquel, cita a Felipe Godnez, y le llama excelentsimo predicador y telogo; y siendo cosa de Tes-tamento Viejo, no cita a otro autor74. Las pullas eran bien direc-tas y mordaces, como lanzadas por este ingenioso Quevedo que alardeaba de antisemitismo.

    As transcurran los aos de Godnez en el Madrid literario de los Austrias menores, entre amistades y enemistades profe-sionales, que los poetas son gente incmoda y malavenida. Don

    7 2 Para todos /exemplos morales /humanos y divinos. Ao de M.DC.XXXIII,

    fol. 16r9. 7 3

    dem, fol. 16v2; fols. 236rs-237rs. 7 4

    F. de Quevedo, La Perinola. Madrid. BAE, t. XLVIII, 1859. pgs. 448 y 468.

    38

  • Luis de Ulloa Pereira parece que fue amigo de nuestro drama-turgo, a quien alaba en una epstola en tercetos encadenados. All se habla de mecenas comn75, de empresas al alimn y de la afamada oratoria de Godnez:

    De cristiano orador a la eminencia llegaste, y prudentes atenciones encarecen el fruto y la elocuencia. Con que habis mejorado corazones, admirando en las clebres ciudades, enseando en las rsticas misiones. La venda a mis antiguas ceguedades quit vuestra doctrina, que ha podido introducir la luz de las verdades. Que me tienen el nimo rendido; de vuestros documentos enseado y de vuestros ejemplos persuadido a mudar el camino y el estado.

    En varios documentos madrileos de Protocolos figura Feli-pe Godnez como testamentario de algunos amigos, y por uno de estos testamentos sabemos que vivi en la calle de la cabega, en la casa de las pigarras76.

    En los ltimos aos se amontonan las obras escritas por Godnez: La Virgen de Guadalupe debi de acabarla alrededor de 164077; por los mismos aos tuvo que finalizar el Autoycolo-

    7 5 Pudiera ser que se tratara de don Ramiro Nez de Guzmn, marqus de

    Toral y yerno del conde-duque de Olivares, ya que favoreca a don Luis y al que Godnez escribi varias composiciones con motivo de la inaugura-cin del templo de Santo Toms, en 1656 por parte de la Orden de Pre-dicadores y del que don Ramiro era patrn y protector de toda la Orden.

    7 6 M. AGULL Y COBO, Documentos sobre Felipe Godnez, en AIEM, IV,

    Madrid (1969), pgs. 215-216. 7 7

    Comedia y no auto como se titul en una de sus ediciones, discutida, trada y llevada por los crticos a causa de su primera patenidad: Felipe Godnez es reconocido como autor de una de las versiones por Jenaro Alenda y Mira (Catlogo de Autos Sacramentales, historiales y alegri-cos, en BRAE, /X(1922), pag. 235), el cual nos da noticia de dos impre-siones que tuvo la obra durante el siglo XVII. En 1655 fue publicada en Autos Sacramentales con cuatro comedas nuevas y sus loas y entreme-ses, dedicada a don Francisco de Camargo y Paz, caballero de la Orden de Santiago. En 1675 es editada la misma comedia, pero con el nombre

    39

  • quio primero y segundo de los pastores de Beln78, y, algo ms tarde, la comedia O el frayle ha de ser ladrn, o el ladrn ha de ser frayle.

    En 1644 muere don Jernimo de Quintana, cronista de la villa de Madrid, y a Godnez se le encarg el sermn elegiaco que pronunci en la iglesia de la Concepcin Francisca madrile-a, el da 9 de noviembre. Su fama de excelente orador le sea-l para este acto.

    Apenas por unos datos ms y algunas conjeturas con cier-to fundamento sabemos sobre los ltimos aos del escritor: de alrededor de 1650 puede ser su comedia Zelos son bien y ven-tura79.

    En el Certamen Anglico, publicado en 1657, aparecen varias composiciones poticas de Godnez: un soneto, dos glo-sas, un poema en tercetos y unas dcimas. Con este ltimo

    de Auto Sacramental de la Virgen de Guadalupe, en Autos Sacramenta-les y al nacimiento de Chrsto. Madrid. Por su estudio mtrico podemos encuadrarla, aproximadamente, entre los aos 1635-1640 como fecha de su composicin, no tanto por el empleo de redondillas o romance, sino por el elevado porcentaje de silvas, propias de la ltima poca del autor. Fueron publicados por vez primera y conjuntamente estos dos autos del ciclo de Navidad, en 1655, en Autos sacramentales con cuatro come-das..., Madrid. El Auto y coloquio segundo... se imprimi por separado en una segunda edicin con el nombre de Auto del Nacimiento de Chrsto y Pastores de Beln, en Autos Sacramentales y al nacimiento de Chrsto, Madrid, 1675. Este ltimo auto se le atribuy a Mira de Mescua en el ndi-ce de Boston Public Library. Haciendo un estudio comparativo de la mtri-ca utilizada en la presente obra con la que el maestro Lope acostumbra-ba a usar, y despus de hacer una confrontacin con las comedias cono-cidas, cronolgicamente en ambos autores, podemos situar esta obra en el perodo madrileo y ms prxima a los aos finales que a los del prin-cipio de la dcada de los 30.

    Fue editada en Comedias Nuevas Escogidas de los mejores ingenios de Espaa, XXXV. Una sola referencia poseemos en cuanto a la fecha de la publicacin de este volumen procedente de la biblioteca de Viena [88vs. 10(35)], que lo sita en 1670; las conservadas en Espaa lo datan en 1671. Nos inclinamos por la fecha de 1650 en adelante, como posible, para su composicin por varias razones: a) predominio del romance (-80%); b) aparecen menciones muy claras de un arrepentimiento ver-dadero por parte del autor; c) es una de las comedias impresas en el siglo XVII ms tardas, )o que nos lleva a aventurar que fuera escrita tam-bin muy tardamente.

    40

  • poema en dcimas particip nuestro escritor en la conmemora-cin de Santo Toms, San Pedro Mrtir, el templo de los domi-nicos y en honor de don Ramiro Felipe Nez de Guzmn80.

    Casi no se sabe nada ms de estos aos finales de Felipe Godnez. Su testamento es el documento ms rico e importan-te, y por l conocemos que arrastraba una vida llena de estre-checes econmicas y de carestas manifiestas. Ni l ni otros miembros de su familia pudieron recuperarse de la indigencia en que los dej la confiscacin decretada por el Tribunal del Santo Oficio. Desde entonces su vida en Madrid fue tambale-ante, parcheando como pudo los enormes huecos de su escu-lida hacienda. Haba vuelto a ejercer su ministerio sacerdotal, pese a la condena de la Inquisicin, y eso le ayud a ir tirando de alguna manera: Declaro que el licenciado Mendixosa, cl-rigo, presbtero, vezino de la ciudad de Jan, a cuyo cargo est la capellana que yo tengo en Cambil, que cobra su renta en vir-tud de mi poder, me deve por el da de todos los Santos pasado deste ao toda la renta de un ao della, y ser lo que l dixese me deve...81. Poca sera, desde luego, la renta que le dejaba tan insignificante capellana jienense. Pero en Madrid tena otra: Declaro que tengo otra capellana en la Yglesia parrochial de San Miguel de los Otoes [sic], desta villa de Madrid, de cien ducados de renta de que se pagan siete al patrono y tres al sacristn y parrochia; cbrese lo que pareciere debrseme, que por fin deste ao se me devern cien ducados82.

    Adems, reciba unas monedas diarias y unas fanegas de trigo anuales del Cardenal de Toledo, que ruega se le sigan otorgando a una sobrina suya que lo ha cuidado en sus ltimos das de enfermedad: Dixo y declaro que el Sr. Cardenal de Toledo le a echo merced y limosna de dos Reales cada da y veinte fanegas de trigo al ao, y desta limosna se le deven de corridos giento y veinte Reales en dinero y veinte fanegas de

    8 0 Estn insertas estas dcimas en el Certamen Anglico recopilado por J. de

    Miranda y la Cotera. Madrid, Diego Daz de la Carrera, pgs. 23vs-24va. 81

    Testamento. Archivo de Protocolos de Madrid. I-XII-1659. Ante el escriba-no Alonso de Heredia.

    8 2 dem.

    41

  • trigo manda le cobren y porque tiene una sobrina muy pobre y birtuosa y que siempre la acudido [sic] a sus enfermedades y regal lo que [sic] se llama doa mariana de Cabega y godnez, suplica con todo encaregimiento a su eminencia la aga merced y limosna desta que da a el otorgante de drsela a la dicha su sobrina...83.

    El testamento est fechado el 1 de diciembre de 1659. Al da siguiente se le aade al mismo un codicilo, y el 3 de diciem-bre mora Felipe Godnez; se encontraba tan dbil, que no pudo ni firmarlo. En su nombre lo rubric Francisco de Barrientos y Salcedo, testigo del acto.

    Sus recuerdos y preocupaciones ltimas son para su sobri-na Mariana, que quedaba tan desamparada: Y en el remate que quedara de todos mis bienes despus de complido este my testamento dexo por my unybersal heredera de todos ellos a my sobrina doa Mariana de Cabega y Godnez para que los haya y herede por las obligaciones que yo la tengo y averme acudido a mis enfermedades y regalndome en ellas lo que a podido84.

    El doctor Felipe Godnez, presbtero, muri en tres de diciembre de mili y seiscientos y cinquenta y nueve aos, en la calle de la cabega... enterrse en esta iglesia de San Justo y pastor, y dio de la sepoltura ocho ducados85.

    8 3 dem.

    8 4 dem.

    8 5 M. AGULL Y COBO, Documentos..., art. cit., pg. 216.

    42

  • II. El Auto Sacramental en el Siglo de Oro86

    El Auto Sacramental aparece como un teatro vinculado no a los ciclos tradicionales (Navidad, Pasin, Resurreccin), sino a la fiesta del Corpus Christi. Esta fiesta fue establecida por la Iglesia hacia 1264, cuando el papa Urbano IV orden que todos los jueves siguientes a la octava de Pentecosts se celebrase la conmemoracin eucarstica, y un siglo ms tarde aproximada-mente, Juan XXII de Avin prescribi que se hicieran en todas las parroquias procesiones en las que se expusiera la Sagrada Hostia; estas procesiones tomaron arraigo y auge hasta tal punto que en Espaa se lleg a instaurar prcticamente como una fiesta nacional.

    Al amparo de tales fiestas surgieron las representaciones sacramentales. Y as, se constituyeron como una fiesta espec-fica espaola, y como un nuevo ciclo que iba a tener un futuro y una proyeccin Inslitos.

    8 6 Estas breves deas que se presentan en el presente apartado estn toma-

    das de Enrique RULL FERNNDEZ, Autos Sacramentales del Siglo de Oro, Barcelona, Clsicos Plaza y Janes, 1986, por considerar la presen-tacin que hace el autor concisa y didctica. Al ser definiciones e inter-pretaciones ya clsicas, he credo oportuno apoyarme en ellas por consi-derar que esta breve semblanza introductoria a la concepcin de los Autos en Godnez -que ser lo novedoso en este estudio-, haban de estar recogidas en algn estudio ya valorado por la crtica y de forma gene-ral,aceptado, como es el caso.

    43

  • La definicin del auto sacramental tiene que darse, por con-siguiente, bajo la consideracin de estas premisas, y observar-se desde la perspectiva de las fiestas eucarsticas. Este hecho ha supuesto que la esencia literaria de los autos sacramentales quede sometida a una cuestin litrgica y doctrinal, hasta el punto que algunos autores le hayan negado un carcter verda-deramente dramtico. Cierto es que, aparentemente, la necesa-ria exaltacin eucarstica pareca dejar escasos resquicios a una tabulacin compleja y variada, pero los autores abrieron las puertas a la imaginacin, ideando sobre la estructura rgida del acontecimiento sacramental todo un conglomerado de smbolos y alegoras, que gracias a la tradicin de las fbulas moralizadas surgidas en poca medieval, determin la creacin de mltiples argumentos cuya materia procede prcticamente de todos los mbitos de la cultura, desde la Biblia y las historias de la inven-tiva grecolatna, hasta la narrativa caballeresca, las narraciones folklricas, las propias obras literarias contemporneas e inclu-so los hechos de la vida cortesana, poltica, y hasta de lo coti-diano.

    El elemento alegrico fue poco a poco la sustancia del auto sacramental y, a la postre, elemento inexcusable en su compo-sicin.

    Lope de Vega intent dar una definicin del auto en los tr-minos siguientes:

    Y qu son autos? -Comedias a honor y gloria del pan, que tan devota celebra esta coronada villa, porque su alabanza sea confusin de la hereja y gloria de la fe nuestra, todas de historias divinas.

    Caldern, ms consciente que Lope del carcter del men-saje sacramental y de su traduccin a medios artsticos, dijo tex-tualmente de los autos:

    Sermones puestos en verso, en idea

    44

  • representable, cuestiones de la Sacra Teologa, que no alcanzan mis razones a explicar ni comprender, y el regocijo dispone en aplauso de este da.

    La idea ms importante es la afirmacin calderoniana de idea representable. Aqu el dramaturgo es consciente, por fin, de que el auto no es una mera comedia de tema religioso, sino una alegora o un sistema de smbolos que encarnan en la esce-na las cuestiones de la Sacra Teologa. Naturalmente que Caldern est hablando de su propia experiencia creadora: lo que l dice del auto sacramental en realidad no vale ms que para s mismo. No todos los autos sacramentales lo son porque se refieran a la Eucarista, ni por el hecho de que se represen-tasen en la fiesta del Corpus o en fechas prximas. En realidad el auto sacramental es un gnero en desarrollo hasta que llega a Caldern.

    La intencin alegrica es el principio evidente, pero el tra-tamiento en los primeros autores es todava ambiguo, dubitati-vo, a veces incluso torpe, y en algunos casos cuesta trabajo dis-tinguir algunos autos de las meras comedias religiosas, como no sea exclusivamente por la mayor brevedad de aqullos y la uni-ficacin estructural en torno a un slo acto (auto y acto podan significar una misma cosa).

    El auto sacramental se integra, pues, en una liturgia sagra-da y eso es lo que lo distingue de otras manifestaciones de tea-tro religioso, y lo hace adems de una manera estructural, que alcanza, por tanto, a la esencia de su orden compositivo. El entendimiento del auto para el espectador no era tanto un pro-blema de inteligibilidad conceptual y erudita como una cuestin ritual (de fe, dir Caldern) y de asimilacin artstica. Su argu-mento poda ser cualquier asunto que tratase un problema teo-lgico esencial o una historia bblica observada con sentido pro-fetice cristiano: era suficiente para iluminar el sentido de la fies-ta del Corpus. Si a esto aadimos que en cierta medida cual-quier historia sagrada o profana poda ser entendida alegri-camente como cobertura aparente de un hecho teolgico esen-

    45

  • cial, la posibilidad de dramatizacin encerrada en la virtualidad de lo eucarstico era prcticamente inagotable.

    46

  • III. Felipe Godnez y sus Autos Sacramentales. Distintos y opuestos puntos de vista corren a lo largo de las

    crticas literarias sobre la identidad de los personajes en los autos sacramentales. Por una parte encontramos crticos a favor de que los personajes de los autos son hombres de carne y hueso, como dice Lorinser87, asegurando que pueden tener ms vida e individualizacin de las que puedan tener muchos personajes de los dramas seculares. Entre los del polo opuesto podemos citar a Menndez Pelayo, que piensa que los autos apenas pueden ser considerados como dramas, por carecer de personajes humanos88. Al igual que Parker, considero que estos personajes alegricos que nos encontramos en los autos no son ni inhumanos, ni vivos, ni individualizados; son creacio-nes poticas y dramticas destinadas a ilustrar ideas morales. Son, por lo tanto, personajes dramticos en cuanto cumplen la funcin referida; contribuyen a la accin ilustrando la idea del dramaturgo y estn coherentemente relacionados entre s de una manera que siempre concuerda con la realidad que hemos convenido en concederles89.

    Al hacer nuestro estudio de estos personajes puestos en escena por F. Godnez, hemos de reconocer que el nmero

    8 7 Cita tomada de A. PARKER: Los dramas alegricos de Caldern, Esco-

    rial, 14, na 42 (1944), pp.163-225, p. 207. 8 8

    dem. p. 207. 8 9

    dem. p. 208.

    47

  • mayor de ellos corresponde a personajes alegricos, pero sin ignorar la presencia de personajes histricos o reales que desa-parecern a medida que el auto sacramental tome su forma defi-nitiva en poca de Caldern. Las fuentes que nos proporcionan estos personajes son: a) El Antiguo Testamento, que, confir-mando la opinin de Flecniakoska, nuestro autor, Felipe God-nez, es uno de los autores que ms personajes bblicos introdu-ce en sus obras, sacando incluso personajes que no haban sido puestos en escena por los autores de las obras que formaron el Cdice de Autos Viejos90. No podemos olvidar que estos perso-najes, a veces, representan un vicio o una virtud extensiva a todo el Gnero Humano, b) El Nuevo Testamento, de donde se limita, casi en exclusiva, a tomar al personaje de Cristo y Mara.

    En esencia, los autos sacramentales que estamos estu-diando tratan de la lucha entre las dos potencias, la del BIEN y la del MAL. Tanto una como la otra, representadas respectiva-mente por Dios y por el Demonio, van acompaadas de sus ac-litos que les ayudarn a resolver los casos. De aqu que poda-mos dividir a nuestros personajes en dos grandes bandos: el del mal (Demonio), seguido por todo lo que signifique pecado, cada y alejamiento del bien; y el del bien (Dios), ayudado por Cristo y la Virgen Mara, ms las virtudes que ayudarn al hombre a encontrar la senda de la salvacin.

    Nuestro estudio lo iniciamos con Satn, figura clave para comprender estas obras religiosas. Lo encontramos en todos nuestros autos, bien manifestndose l en persona (3 veces), o por medio de su espritu encarnado en un pecado (1 vez). Hemos de encuadrarlo dentro de los personajes reales-espiri-tuales, frente a los reales-abstractos, segn J. M. Aicardo91.

    Aparece con el nombre de Luzbel en Los toros del alma y El Divino Isaac, y con la variante de Lucifer en El ignorante dis-creto92. En realidad, designan a la misma persona ambos, al

    9 0 J.L. FLECNIAKOSKA, La formation de /'auto religieux en Espagne avant

    Caldern 1550-1635, Montpellier, Paul Dhan, 1961, p. 302. 9 1

    J.M. AICARDO, Autos Sacramentales de Lope de Vega, Razn y Fe, t. XX (1908), pp. 277-288.

    9 2 Lope de Vega utiliza el primero de los apelativos en el auto Privanza del

    hombre, y el segundo en Hijos de Mara.

    48

  • igual que Satn o Satans: es el ngel que se sublev contra Dios y arrastr con l la tercera parte de las estrellas, convir-tindose en el jefe de las legiones infernales.

    Felipe Godnez, como bien recoge Flecniakoska93, es el nico de su poca que, sin dudarlo, presenta a Satn en El divi-no Isaac antes de su cada, vestido, por lo tanto, de blanco, semejante a cualquier otro espritu celestial; su soberbia ser la que le sumerja en los infiernos. Se nos presenta as la escena de la cada:

    Luzbel Luego, en Isaac encarnado adoraremos al hombre? Yo adorar, siendo tan alto, a quien es menos que yo? Ya juego, y de veras hablo: yo deseo colocar mi solio sobre los astros, sentareme sobre el monte del Testamento, a los lados del Aquiln, mi alta silla levantar contra el Austro y al Altsimo ser semejante.

    Miguel Oh, temerario!, quin como Dios!

    Isaac Tron el cielo porque el lucero, ya rayo, en crculos tortuosos vi caer culebreando.

    (vv. 166-181). con la consiguiente acotacin que nos hace comprender mejor el texto: Aqu desenvaina la espada San Miguel y se hunde el escotilln con Luzbel y caen algunas estrellas y hay ruido de trueno. La falta por la que cay de su estado primitivo de Que-rub? no fue exclusivamente suya, sino que habra que tener en cuenta que estaba falto de un don espiritual que Dios concede a los humanos para mantener la fe; como a l le faltaba, no tuvo ms remedio que pecar y caer por su soberbia.

    93 Cfr. J.L. FLECNIAKOSKA, La formation..., ob. cit., p. 320.

    49

  • Si su pecado fue la soberbia, l bien que lo reconoci; pero el reconocimiento de su falta no le sirve nada ms que para ensalzar su sabidura y caer de nuevo en la soberbia; estara-mos en un crculo vicioso en el que no sabramos decir qu fue la causa primera.

    Incluso despus de la cada sigue sin reconocer la superio-ridad de Dios. As, cuando le debe hacer la reverencia, se niega a ello, como no acepta el hecho de que el Hijo de Dios viniera al mundo para redimirnos del pecado. Despus de exponerle todas sus razones por las que no cree que sea el Hijo de Dios, termina su discurso con un verso que nos recuerda sobremane-ra a su contemporneo, Caldern:

    De aqu infiero que no eres ni Dios, ni sombra, ni nada.

    (TA, vv. 824-825). Normalmente, todos los autores presentan a Luzbel vesti-

    do de negro. Godnez, sin embargo, no muestra un inters espe-cial a sus vestidos. As, en Los toros del alma, no hay ni una sola acotacin que nos hable de ello. Lo nico que encontramos en el mismo texto y que hace referencia al color negro es el llamarle cara tiznada. Tampoco en El ignorante discreto existe refe-rencia alguna a la ropa de Lucifer, salvo la acotacin de Sale Lucifer vestido de Maestro, en la que no se especifica color, ni en que consista este traje de maestro.

    La novedad que presenta nuestro autor respecto a este personaje la encontramos en el auto El divino Isaac, en donde, como ya dijimos, lo presenta de blanco y nos aclara a continua-cin: Porque es antes de haber cado. En el auto de El pre-mio de la limosna, la figura del Demonio no aparece directa-mente, pero est representado por uno de sus aclitos o carac-tersticas: la Avaricia, vestida de turco.

    Porque es smbolo este traje de la fiereza que asiste en mi pecho, que los turcos de la crueldad traen su origen

    (vv. 63-66).

    50

  • En esta ocasin el vicio de la Avaricia no es alegora parti-cular sino que simboliza la fuerza del mal, a Luzbel, o al dra-gn infernal, como la Caridad la califica (v. 62).

    Estas pocas alusiones a la vestimenta de Lucifer nos pue-den inducir a pensar que en esta poca se pretende dar otra imagen distinta a la que se ofreca en los textos medievales res-pecto a este personaje. Se le quiere, de alguna forma, humani-zar como a cualquier personaje ms del mundo de las alegoras. Pero no se puede conseguir del todo esta pretensin ya que conserva una inteligencia superior a la de los dems seres; incluso despus de su cada conserv su euritmia psquica. Dir de l Flecniakoska: Es un actor trgico, dotado de una fina psi-cologa94. Se vale de cualquier treta o engao para atraer a su campo al alma, a la que est persiguiendo. Lo mismo es pertur-bador que seductor, inspirador del mentiroso que acusador, difa-mador... Pero sobre todo es un nostlgico. Un nostlgico que no olvida que fue ngel y que conoci con ello un estado de beati-tud totalmente opuesto al que actualmente goza:

    Adn, mi primer esclavo, cuando ms esclavo estuve, grande afrenta que el que sirve no sirva a seor ilustre. Abecedario soberbio que sac de mis costumbres, igual a m en el pecado, no en la pena le conduce; echnos Miguel a entrambos de las soberanas cumbres.

    (Pl, vv. 1-10).

    Dos genios somos; los dos, [al ngel] t y yo, tenemos un arte cada uno por su parte, que as lo permite Dios

    (vv. 133-136).

    94. J.L. FLECNIAKOSKA: Les roles de Satn dans les autos de Lope de Vega, B Hi, 65, (1964), pp. 30-44; p. 33.

    51

  • Su orgullo, sin embargo, que es su mayor pecado, le impide arrepentirse y encontrar la paz. A lo largo de todas las obras de Godnez se presentar con esta caracterstica:

    que en mis penas y tormento tengo mi gloria fundada; si haber arrepentimiento en mi ser es imposible, y ten por causa creble que de mi naturaleza no es volver en lo que empieza, y ya soy monte inmovible.

    ( TA, vv. 87-94). El hombre pec tambin, pero se arrepinti y consigui la

    gracia divina. El, (Lucifer) no podr hacer nunca algo semejan-te, causa por la que desprecia al Gnero Humano y lo persigue:

    echnos Miguel