aÑos de libertad · 2019-12-12 · libertad, que publica ediciones gamma, porque es un es-tudio...

200AÑOS DE LIBERTAD

BOYACÁ

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Boyacá | doscientos años de libertad | two hundred years of freedom Boyacá | doscientos años de libertad | two hundred years of freedom

BOYACÁDOCIENTOS AÑOS

DE LIBERTAD

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Boyacá | doscientos años de libertad | two hundred years of freedom Boyacá | doscientos años de libertad | two hundred years of freedomUNA PUBLICACIÓN DE Ediciones Gamma S.A.GERENTE GENERAL: Gustavo Casadiego CadenaCalle 85 # 18-32, piso 5 Conmutador: (57-1) 593 0877Bogotá, D.C., Colombia

DIRECCIÓN EDITORIAL: María Palacio ASESORÍA Y CURADURÍA: Camilo Chico TrianaTEXTOS: Cecilia Fajardo-Hill y Ramón Cote BaraibarTRADUCCIÓN DE LA CRONOLOGÍA: Denise MichelsenCORRECCIÓN DE TEXTOS: Elkin Rivera Gómez MATERIAL DE ARCHIVO: Cathy Cushnan y Ernesto SotoDISEÑO: LDG Studio Design

FOTOGRAFÍA GENERAL: Óscar Monsalve

PREPRENSA: Final Touch Digital IMPRESIÓN: Artes Gráficas Palermo

© Ediciones Gamma S.A.© Óscar Monsalve

Todos los derechos reservados. Ninguna parte de esta publicación puede ser reproducida, almacenada en sistema recuperable o transmitida en forma alguna o por ningún medio electrónico, mecánico, fotocopia, grabación u otros, sin el previo permiso escrito de Ediciones Gamma S.A.

www.edicionesgamma.com.co

ISBN 978-958-742-075-3 Primera edición: octubre de 2019

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En la historia de los pueblos se recuerdan las acciones más significativas de sus próceres y héroes, las cuales se cele-bran con especial fervor nacional. Este año se conmemora el bicentenario de la Campaña Libertadora de 1819, cuyo triunfo en la Batalla de Boyacá dio la independencia y li-bertad a la Nueva Granada, actual República de Colombia.

En este hecho histórico se recuerda que, hace 200 años, el general Simón Bolívar, comandante en jefe del ejército libertador, y el neogranadino general Francisco de Paula Santander, jefe de la vanguardia patriótica, lucharon y triunfaron como héroes con las gentes de estas tierras boyacenses en donde nació la patria. Por ello, esta región colombiana de patriótica grandeza ama y defiende la inde-pendencia y la libertad, porque son semilla y fruto que han germinado en la mentalidad colectiva de sus gentes.

El pueblo boyacense defiende el sentimiento de patria, porque en sus entrañas brilló el sol de la esperanza, cuando sus hombres integraron el ejército patriota, en la Campaña Libertadora de 1819, la cual se inició en la aldea El Setenta y en Mantecal, Venezuela; recorrió los llanos de Casanare; cruzó los Andes por el páramo de Pisba y, desde Socha, hizo el recorrido por Tasco, Gámeza y demás pueblos, con una duración de 77 días. En estas tierras se vivió la Batalla del Pantano de Vargas, el 25 de julio, y la Batalla del Puente de Boyacá, con cuyo triunfo, el 7 de agosto de 1819, nació Colombia como Estado nacional. Por ello, su pueblo se enorgullece de sus glorias, porque en ellas está amasada la esencia del alma colombiana.

Me honra el prologar esta obra, Boyacá, 200 años de libertad, que publica Ediciones Gamma, porque es un es-tudio con magníficas fotografías e información histórica y cultural sobre los municipios de la Ruta Libertadora, y otros lugares emblemáticos de Boyacá, la tierra de la libertad. Es un aporte muy significativo en este año del bicentenario de la independencia de la república libertaria, la cual dio paso para la liberación de las cinco repúblicas bolivarianas.

Javier Ocampo LópezHistoriador

Presidente Academia Boyacense de Historia

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Prólogo Foreword

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Contenido Contents

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Presentación PresentationEsta obra logra identificar la decisiva participación de las comunidades de Boyacá, antigua provincia de Tunja, en la Campaña Libertadora de 1819. Está narrada con toda su im-portancia en esta publicación, Boyacá, 200 años de libertad, de ediciones Gamma, como una herramienta de sensibiliza-ción y rescate histórico que se presenta al mundo cultural y general, para documentar el acontecer regional dentro del marco del bicentenario de la Independencia, 1819-2019.

Aquí se aprecia y se divulga cómo el generoso y patriótico pueblo boyacense se sintió siempre orgulloso por haber participado con valor y decisión en la gesta libertadora, porque de los 77 días de la misma, 44 de ellos se desarro-llaron en los verdes y labrantíos campos de este departa-mento, con los dos combates −el de las termópilas de Paya y el de Gámeza-Tópaga− y las dos batallas decisivas para lograr la independencia definitiva y la creación del Estado nación de la República de Colombia: la Batalla del Pantano de Vargas y la del Puente de Boyacá.

Hoy, estos hechos se reviven y toman sentido en la con-temporaneidad, para fortalecer la identidad y pertenencia de este grandioso pueblo libertario que, con el trabajo con-junto del hombre y la mujer, ha avanzado en el desarrollo y progreso de esta hermosa tierra.

Usted tiene a su alcance una obra extraordinaria, en la cual se referencia la importante participación de la mujer, no solo en la Independencia de Colombia, sino en los proce-sos actuales del departamento.

“¡Mi Boyacá es libre, nuestra tierra es grande!

Tu raza se extiende con fértil raíz,

y en toda Colombia cantamos unidos:

¡ALTAR DE LA PATRIA, SANGRE DE MAÍZ!”1.

Nelly Sol Gómez de Ocampo Historiadora

Presidenta Mesa Redonda Panamericana de Mujeres de Tunja

1 N.E.: Fragmento del poema Boyacá, sangre de maíz, de Nelly Sol Gómez de Ocampo.

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El libro de la Independencia de Colombia se escribió en Boyacá: cada uno de sus 123 municipios tiene un capítulo en el que se cuentan las hazañas de un ejército patriota que pagó con sangre el precio de la libertad. A caballo, con lanzas, fusiles y cargados de admirable valentía, hombres y mujeres se unieron a las tropas de Bolívar con el sueño de liberar el Nuevo Reino de Granada del dominio español.

La Ruta Libertadora que trazó el destino de todo un país cumple 200 años de haber recorrido kilómetros y kilóme-tros de trochas, páramos, montañas y pueblos, en busca de coronar su llegada a Santa Fe, capital del virreinato, y así dar el fuerte grito de Independencia.

Durante 77 días, el departamento, ubicado en el corazón del país, le abrió un camino triunfal a la gesta libertadora y siguió cada uno de sus pasos, acogiendo y apoyando a las tropas al mando de Simón Bolívar, Francisco de Paula Santander, Antonio José Anzoátegui, y a los invencibles lan-ceros de Juan José Rondón. Los respaldaron con sus vidas, con caballos, víveres y hasta se arrancaron sus ropas para darles auxilio. Los encomendaron a la Virgen, entregaron sus casas coloniales para hospedar a los cuarteles y atender a los heridos y enfermos de gravedad.

La bandera de la patria fue sostenida por las manos trabaja-doras de un pueblo sediento de justicia. Mestizos, mulatos, ricos, pobres, venezolanos, ingleses, araucanos, casanare-ños, boyacenses, santandereanos, entre muchos otros, so-portaron los más terribles sacrificios para darnos la libertad que dos siglos después sigue beneficiando a todo un país.

Anhelo de IndependenciaTodo comenzó en 1810 pues, a partir de ese año, en las co-lonias americanas bajo el dominio español empezó a surgir una voz de protesta que poco a poco fue aumentando de tono. El Virreinato de la Nueva Granada fue de las primeras en cristalizar ese anhelo de formar una campaña indepen-dentista, ya que en la mente y el corazón de los criollos se arraigó la idea de tener autonomía en su gobierno. Por esta razón, el 20 de julio de 1810, una junta de notables de

The book of the Colombian Declaration of Independence was written in Boyacá. Each one of its 123 municipalities has a chapter that describes the feats of a patriot army that paid the price of freedom with blood. On horseback, with lances and rifles and full of admirable bravery, men and women joined Simón Bolívar’s troops with the dream of liberating the New Kingdom of Granada from Spanish rule.

It has been 200 years since the troops travelled miles and miles on the Road to Freedom and through trails, moors, mountains and towns to arrive in Santa Fe de Bogotá, the capital of the viceroyalty, to fight for independence and shape the destiny of an entire country.

For 77 days the department, located in the heart of the country, made way for the triumphant liberation movement and followed each one of its steps, sheltering and sustaining the troops under the command of Simón Bolívar, Francis-co de Paula Santander, Antonio José Anzoátegui, and the invincible lancers of Juan José Rondón. The department’s residents supported the soldiers with their lives, horses and supplies, and even the clothes they were wearing. They called on the Virgin Mary for protection, they opened the doors of their colonial homes to shelter the soldiers, and they cared for the wounded and seriously ill.

The nation’s flag was held in the working hands of a people hungry for justice. Mestizos, mulattoes, rich, poor, Vene-zuelan, English, and people from places including Arauca, Casanare, Boyacá and Santander bore the most terrible sacrifices to give us the liberty that the whole country still enjoys two centuries later.

Desire for IndependenceIt all began in 1810, when the voices of protest that had started to arise in the colonies in the Americas under Span-ish rule began to gain force little by little. The Viceroyalty of New Granada was one of the first where this desire to em-bark on an independence campaign took shape, as the idea of having an autonomous government began to take hold in the minds and hearts of the Criollos (Latin Americans of

Una historia de libertad A History of FreedomIntroducción Introducción

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Santa Fe, compuesta por autoridades civiles e intelectuales, provocó un altercado en la casa del español José González Llorente, que terminó en la firma del Acta de Independen-cia de Santafé.

La felicidad de haber constituido la Primera República no duró mucho, pues vino el período de la llamada Patria Boba, en el que se desataron guerras entre las provincias de la Nueva Granada y disputas entre los próceres. Pero más duro aún fue soportar el Régimen del Terror, que co-menzó en 1816, liderado por el militar español Pablo Morillo quien, aprovechándose de los conflictos internos, inició una despiadada campaña para reconquistar el Virreinato y entregárselo nuevamente a la Corona, derramando la sangre que fuera necesaria. Y así fue, en esta etapa toda una generación de criollos terminó en el fuego o en la horca. El miedo fue el arma principal que subyugó a los que se habían rebelado contra el domino español, y a sangre fría desaparecieron a los independentistas.

El principio del finEl coronel Francisco de Paula Santander y el teniente José María Córdova, sobrevivientes del Régimen del Terror, se reunieron en los llanos del Casanare y comenzaron a organizar un ejército libertador. Por su parte, Simón Bolívar, a principios de 1819, emprendió una campaña militar para liberar los territorios granadinos y venezolanos del régimen español, instaurado desde 1815 por la reconquista.

El encuentro histórico entre Simón Bolívar y Francisco de Paula Santander se dio el 11 de junio de 1819 en Tame, Arauca; allí se unieron los dos ejércitos, el colombiano y el venezolano, y se consolidó el estado mayor del ejército libertador, quienes marcharían juntos hasta Santa Fe en busca de autonomía para sus pueblos.

El secreto mejor guardado era la ruta por la cual llegarían a la capital de la Nueva Granada, pues a partir de ahí con-tinuarían con la liberación de Venezuela, Ecuador, Perú y Bolivia. El enigma se develó poco a poco, cruzando más de 40 municipios del departamento de Boyacá, la tierra elegida por los héroes de la Independencia para conquistar uno de los derechos fundamentales del hombre: la libertad.

Boyacá, cuna de libertadEl 22 de junio, las tropas comenzaron el ascenso hacia el páramo de Pisba, una de las hazañas más duras que tuvo que vivir el ejército patriota, por las inclemencias del tiempo y por las empinadas cúspides. Pero nada le quedó grande al espíritu patriótico de los soldados, que se desvelaron por alcanzar el alba del triunfo. En cada municipio por el que pasaron encontraron apoyo y voces de aliento para continuar con el objetivo.

Spanish descent). Therefore, on July 20, 1810, a group of some of the most important people of Santa Fe, comprised of civil and intellectual authorities, caused an altercation at the home of the Spanish man José González Llorente, which ended with the signing of the Santafé Declaration of Independence.

The joy of having formed the First Republic did not last long, however. After the declaration came the period of the Foolish Fatherland, where wars broke out among the provinces of New Granada, as well as disputes between the heroes. But the Reign of Terror that started in 1816, led by the Spanish soldier Pablo Morillo, was harder still. Tak-ing advantage of the internal conflict, Morillo launched a ruthless campaign to reconquer the viceroyalty and hand it over to the Spanish Crown once more, regardless of the bloodshed it could cause. During this era, a whole gener-ation of Criollos ended up burned or in the gallows. Fear was the main weapon that controlled the rebels against Spanish rule, and the independence fighters disappeared in cold blood.

The Beginning of the EndColonel Francisco de Paula Santander and Lieutenant José María Córdova, survivors of the Reign of Terror, met in the plains of Casanare and started to organize a liberation army. Meanwhile, at the beginning of 1819, Simón Bolívar launched a military campaign to free the territory of New Granada and Venezuela from Spanish rule, established in 1815 by the reconquest.

The historical meeting between Simón Bolívar and Francis-co de Paula Santander took place on June 11, 1819, in Tame, Arauca, where the two armies, Colombian and Venezuelan, gathered to march together to Santa Fe de Bogotá to fight for the autonomy of their people.aa

The best kept secret was the path they would take to reach the capital of New Granada, the point where they would continue with the liberation of Venezuela, Ecuador, Peru and Bolivia. The mystery was gradually revealed when the army crossed more than 40 towns of the department of Boyacá, the land chosen by the heroes of the indepen-dence to secure one of the essential human rights, the right to freedom.

Boyacá, the Birthplace of FreedomOn June 22, the troops started their ascent to the Páramo of Pisba, one of the hardest exploits the patriot army would have to endure due to the harsh weather and the steep summits. However, nothing was too difficult for the patriotic spirit of the soldiers, who gave their all to achieve victory. Every town they passed through offered support and en-couragement to help them continue on their mission.

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Las batallas decisivas de la campaña se libraron en las tie-rras de las habas, el torbellino y el ´sumercé´. En los verdes campos donde se cosecha la papa y el maíz, se logró la vic-toria contundente sobre las tropas realistas de Barreiro, el 25 de julio de 1819, en el Pantano de Vargas y el 7 de agosto de 1819, en el Puente de Boyacá.

Hoy, 200 años después de la gesta independentista, se conmemora una gloriosa conquista ganada con el cuerpo y con el alma, en escenarios campesinos de muy bajas tem-peraturas, pero donde brilló el sol de la libertad.

La Ruta del bicentenario Este libro es un homenaje a la cuna de los grandes ciclistas, al departamento de la carranga que se baila con ruana y sombrero, y a los pequeños municipios de enormes iglesias, proporcionales al fervor religioso de su gente. El hogar de la cultura muisca extendido como una manta verde sobre la cordillera de los Andes. Un lugar tranquilo y sosegado que se ha convertido en un refugio de descanso y una importante despensa del país, gracias a la fertilidad de sus tierras.

Esta edición se suma a las solemnes festividades en torno al bicentenario de la Ruta Libertadora en Boyacá. En sus páginas queda impreso un recorrido fundamental para la memoria histórica del país. Este es un reconocimiento a los pueblos encantadores que conservan el patrimonio de la nación y están llenos de gracia en su arquitectura, gastronomía y paisajes, así como a las grandes ciudades boyacenses que son ejemplo de progreso y desarrollo, en industria, educación, cultura y turismo.

Además de resaltar los aportes de los municipios boyacenses a la gesta libertadora, las letras y las imágenes de este libro re-velan la cara más amable y fotogénica de sus plazas, iglesias, parques naturales, así como del carácter trabajador, espiri-tual, humilde y tranquilo que hay en el corazón de su gente.

Dos grandes capítulos honran a las poblaciones que hi-cieron parte de este trayecto, al que le apostaron con éxito los militares patriotas. Por un lado, está el capítulo de los “Municipios de la Ruta Libertadora” (según la Ley 1916 de 2018), el cual presenta los lugares donde se llevaron a cabo las más decisivas batallas, encuentros y sucesos que indiscutiblemente forjaron el camino de la victoria. Por otro lado, el capítulo de los “Municipios de la Campaña Liberta-dora” (según la Ley 1916 de 2018) reúne a las poblaciones sobresalientes por el apoyo militar y los recursos que les brindaron a las tropas de Santander y Bolívar.

¡Bienvenidos! Esta es una invitación a recorrer los caminos de la tierra donde nació Colombia.

The campaign’s decisive battles were fought in the land of broad beans, the torbellino dance and the greeting of “sumercé”. The green fields where potato and maize grow bore witness to the overwhelming victory over Barreiro’s royalist troops on July 25, 1819, at the Vargas Swamp and on August 7, 1819, at the Boyacá Bridge.

The glorious conquest won with heart and soul in rural settings where the sun of freedom shined despite the cold temperatures is commemorated 200 years after the fight for independence had begun.

The 200th Anniversary of the Road to FreedomThis book pays tribute to the birthplace of the great cyclists, the department of carranga music, danced with ruanas and hats, and to the small towns with enormous churches equal only to their people’s religious devotion. The home of the Muisca culture spreads out like a green blanket over the Andean mountain range. A calm and peaceful place that has become a refuge and one of the country’s pantries thanks to the fertility of its lands.

This edition joins in the majestic festivities on the 200th anniversary of the Road to Freedom in Boyacá. An essen-tial journey through the country’s historical memory of the country is printed on these pages as a homage to the charming towns that preserve the nation’s heritage with their beautiful architecture, gastronomy and landscapes, as well as to the great cities of Boyacá, which are an example of progress and development in industry, education, culture and tourism.

In addition to highlighting the contributions of Boyacá’s municipalities to the liberation movement, the words and images in this book reveal the beauty and charm of its squares, churches and natural parks, as well as the hard-working, spiritual, humble and peaceful character at the heart of its people.

This book features two chapters that honor the towns that were part of the successful journey of the patriot sol-diers: the “Municipalities of the Road to Freedom” chap-ter (according to Law 1916 of 2018) presents the sites of the most decisive battles, meetings and events, which undeniably carved out the path to victory. The “Munici-palities of the Liberation Campaign” chapter (according to Law 1916 of 2018), on the other hand, brings together the towns that supported the soldiers and provided re-sources to the troops of Francisco de Paula Santander and Simón Bolívar.

Welcome! This is an invitation to travel along the paths of the land where Colombia was born.

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MUNICIPIOSde la ruta libertadora

Boyacá fue escenario de trascendentales acontecimientos que les permitieron a los colombianos ondear la bandera de la libertad. Lugares emblemáticos donde se libraron batallas cruciales, como la del Pantano de Vargas y la del Puente de Boyacá.

Colombia les rinde un homenaje a los municipios boya-censes declarados Patrimonio Cultural de la Nación, por ser parte esencial de la Ruta Libertadora, comandada por Simón Bolívar. Hace 200 años sus territorios estuvieron al servicio de una lucha encaminada a ponerle fin al dominio español en la Nueva Granada, y luego en los países vecinos. La que fue una tierra de enfrentamientos y sangre derrama-da es hoy un paraíso de tranquilidad.

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Su nombre figura en los libros de historia colombiana pues-to que, el 27 de junio de 1819, se libró en sus tierras el primer combate de la Campaña Libertadora. El ejército republica-no, encabezado por Bolívar y proveniente de Arauca, hizo su entrada triunfal por este municipio, donde derrotó a las tropas realistas en la loma de las Termópilas de Paya, en la cual los jesuitas habían construido un fuerte de piedra en forma de estrella hacia 1630.Estas trincheras, que presenciaron el encuentro en armas entre los patriotas y los combatientes españoles, están próximas a ser declaradas como bien de interés cultural por el Consejo Nacional de Patrimonio. También fue en este municipio que la heroína payense, Simona Amaya, se unió a las filas del ejército, haciéndose pasar por un hombre, y se mantuvo fiel a la causa hasta que murió en combate en el Pantano de Vargas.En la actualidad, con 2.550 habitantes, la ganadería es la principal actividad económica de Paya, ese tesoro boyacen-se de la cordillera Oriental, al que se llega cruzando trochas y bosques andinos. Por Labranzagrande queda la vía principal que conduce a este memorable escenario, donde se obtuvo la primera victoria de Independencia.

Su nombre figura en los libros de historia colombiana pues-to que, el 27 de junio de 1819, se libró en sus tierras el primer combate de la Campaña Libertadora. El ejército republica-no, encabezado por Bolívar y proveniente de Arauca, hizo su entrada triunfal por este municipio, donde derrotó a las tropas realistas en la loma de las Termópilas de Paya, en la cual los jesuitas habían construido un fuerte de piedra en forma de estrella hacia 1630.Estas trincheras, que presenciaron el encuentro en armas entre los patriotas y los combatientes españoles, están próximas a ser declaradas como bien de interés cultural por el Consejo Nacional de Patrimonio. También fue en este municipio que la heroína payense, Simona Amaya, se unió a las filas del ejército, haciéndose pasar por un hombre, y se mantuvo fiel a la causa hasta que murió en combate en el Pantano de Vargas.En la actualidad, con 2.550 habitantes, la ganadería es la principal actividad económica de Paya, ese tesoro boya-cense de la cordillera Oriental, al que se llega cruzando trochas y bosques andinos. Por Labranzagrande queda la vía principal que conduce a este memorable escenario, donde se obtuvo la primera victoria de Independencia.

Bastión de libertadPaya



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LabranzagrandeValle de suelos fértiles

Este es un valle bendecido por la fertilidad de sus suelos, donde la cosecha de maíz constituye su bien más precia-do. Y es que gracias a este nutritivo grano se le atribuye el nombre del municipio, pues sus labranzas abundaban cuando los indígenas habitaban esta zona. Claro que sus tierras, dedicadas a la ganadería principalmente, también producen caña panelera, café, yuca, naranjas, plátanos y aguacates.Bajo el sol de Labranzagrande conviven la cultura llanera y la andina, ya que su territorio, de 795 km, está ubicado en la frontera entre Boyacá y Casanare. Por eso, en sus calles y casas coloniales, la música carranguera y el joropo suenan en perfecta armonía, al igual que las corrientes de agua en sus innumerables ríos y riachuelos.Durante la Independencia, la vía de Labranzagrande a Sogamoso fue una de las rutas que Bolívar y su estado mayor escogieron para que las tropas libertadoras llegaran al interior de la Nueva Granada. También aquí los realistas se replegaron tras su derrota en las Termópilas de Paya. Por otra parte, en esta población se obtuvieron recursos y se engrosaron las filas del ejército patriota, con héroes de la talla de Valentín García, uno de los 14 lanceros de la Batalla del Pantano de Vargas.Aunque este municipio de la Provincia de La Libertad fue azotado por la violencia, los labranceños conforman una comunidad luchadora de 5.000 habitantes, que trabajan incansablemente por su desarrollo y progreso.

Este es un valle bendecido por la fertilidad de sus suelos, donde la cosecha de maíz constituye su bien más preciado. Y es que gracias a este nutritivo grano se le atribuye el nom-bre del municipio, pues sus labranzas abundaban cuando los indígenas habitaban esta zona. Claro que sus tierras, de-dicadas a la ganadería principalmente, también producen caña panelera, café, yuca, naranjas, plátanos y aguacates.Bajo el sol de Labranzagrande conviven la cultura llanera y la andina, ya que su territorio, de 795 km, está ubicado en la frontera entre Boyacá y Casanare. Por eso, en sus calles y casas coloniales, la música carranguera y el joropo suenan en perfecta armonía, al igual que las corrientes de agua en sus innumerables ríos y riachuelos.Durante la Independencia, la vía de Labranzagrande a So-gamoso fue una de las rutas que Bolívar y su estado mayor escogieron para que las tropas libertadoras llegaran al interior de la Nueva Granada. También aquí los realistas se replegaron tras su derrota en las Termópilas de Paya. Por otra parte, en esta población se obtuvieron recursos y se engrosaron las filas del ejército patriota, con héroes de la talla de Valentín García, uno de los 14 lanceros de la Batalla del Pantano de Vargas.Aunque este municipio de la Provincia de La Libertad fue azotado por la violencia, los labranceños conforman una comunidad luchadora de 5.000 habitantes, que trabajan incansablemente por su desarrollo y progreso.

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Las frías tierras de Pisba le dieron una cálida bienvenida al ejército republicano, el 1 de julio. Allí pasaron la noche los hombres de Bolívar, gracias a la generosidad y el apoyo del pueblo. A la mañana siguiente, los valientes soldados se dirigieron hacia el páramo y, a pesar de las inclemencias del tiempo y de las extremas condiciones del camino, avanza-ron para conquistar los sueños de libertad.La lluvia constante, el viento helado, el hambre y el can-sancio cobraron la vida de muchos miembros de la tropa; sin embargo, encontraron dos caseríos del municipio de Socotá, ubicados por encima de los 3.000 metros de altura, en donde recibieron ayuda: Pueblo Viejo y Quebradas.El paso heroico del ejército por el páramo de Pisba se con-memora en el parque municipal con una placa que recono-ce a Bolívar, Santander y Anzoátegui como los precursores de la libertad de la Nueva Granada.Este municipio, con una población de 1.344 habitantes, tiene en el Parque Nacional Natural Páramo de Pisba su mayor riqueza: un ecosistema de 45.000 hectáreas que mezcla bosques de niebla y lagunas de origen glaciar, las cuales contribuyen a la conservación de la biodiversidad de la cordillera Oriental y al alto porcentaje que tiene Colombia respecto a los páramos del mundo.

Nulligni enducit qui accae. Itates andaeprovid eius, torupta dolendam, custio quos expel ipicite ctotate quas eatis di as ipsanimus.Ab in preped quibus rem idus conse consenis alissimusa serem reicition porem facearis volorem. Oratust, aut latibus aciae. Ut quunduntur mosandaepta cusaes iunt qui oc-cuptus, volupta nitibusdae comniae dolo modit endempo recabore issime amentis esenem nonesto tatur, sequiam lignam, sitatin remolorum ut est que arum re, occuptate cuptam dusda ipsam faccum endandae nus et explique consequi nos dolo bea dolor saes nonsequi dolorestio. Andae verum harunti beatur, illuptatis cum exceprestrum eos dio. Gent audissequi consequi quiatquo consend ig-natesene volor solorit aut experum quae veni dolor anim repro dollit laccus.Unt estiat. Pudae litatio nsequi conserf erfercid que pedi-orupta in estestinvel iusdaeped et aut volum con por solut quo eos as perem ipiendusant aut aliquas imperem. Et rem fugiti aut et qui cori qui ant veligen tiisque repudit, net, sit millor as moluptatio explatae sa dollant la sunt et, sande quiant.Ullabor umquis soluptatur, qui dolupta volorum excestem a con excernam, eat volorat ionemporest et iduciant ut eatione sit hicimus inctoribusa cum reriam fuga.

Páramo de valientesPisba

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Tras haber superado las duras cumbres del páramo de Pisba, el 4 de julio, el ejército libertador arribó a Socha, la “tierra de la buena luna” en lengua chibcha. El sacerdote y el alcalde reunieron a la población en una eucaristía y les pidieron que se despojaran de su ropa para dársela a los patriotas. Una de las primeras en tomar la iniciativa fue Matilde Anaray, una joven de 13 años que, por su carácter valiente, es considera-da una de las heroínas de la Independencia. Gracias a este acto de bondad, Socha fue bautizada como la “Nodriza de la Libertad”. Para apreciar su lado histórico, los viajeros pueden recorrer sus calles antiguas y visitar la iglesia de Socha Viejo −donde el pueblo auxilió a las tropas republicanas−, la cual fue cons-truida en el siglo XVI y declarada bien de interés cultural de carácter nacional, y observar los restos del árbol donde Bolívar amarró su caballo.El municipio es uno de los principales productores de car-bón del departamento, actividad a la que se dedican la mayoría de los 7.000 sochanos que habitan la zona urbana y sus 15 veredas.

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Pueblo solidarioSocha

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SOCHA HACE PARTE DE LOS MUNICIPIOS PRODUCTORES DE CARBÓN QUE CONFORMAN EL CORAZÓN MINERO DE LA PROVINCIA DE VALDERRAMA, EN BOYACÁ

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En este municipio minero, de 6.200 habitantes, se le-vantó el primer hospital militar de Colombia, hace 200 años. Cuando las tropas arribaron a Tasco, el 8 de julio, sus condiciones físicas eran penosas, debido al duro cruce de los páramos de la cordillera Oriental. Por eso, las casas más grandes del pueblo fueron desocupadas para abrir las puertas de un centro asistencial, en el que se pudieran atender los soldados heridos en batalla y controlar enfer-medades como la malaria.El paso por Tasco unió innumerables voluntarios a las filas de la lucha por la libertad, y fue allí donde Bolívar recibió 500 caballos de parte del general José Antonio Valderrama. En el parque de este municipio hay una placa en bronce que exalta la labor patriótica de los tasqueños, con las si-guientes palabras: “Aquí se organizan los primeros hospita-les de sangre y las tropas granadinas y venezolanas tienen la oportunidad de reorganizarse”.El que fue el primer hospital de guerra del país queda en la Hacienda Santa Bárbara de Tasco, una edificación que el gobierno departamental quiere conservar y, por lo tanto, ade-lanta un proyecto para su compra y restauración.

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Primer hospital militar de Colombia

Tasco

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Boyacá 200 AÑOS DE LIBERTAD

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Boyacá | doscientos años de libertad | two hundred years of freedom

LA EXTENSIÓN TOTAL DE TASCO ES DE 167 KM2 Y PARTE DELMUNICIPIO SE ENCUENTRA EN LA CUENCA DEL RÍO CHICAMOCHA

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Tópaga es visible en el mapa internacional gracias a las manos privilegiadas de sus pobladores que, con su téc-nica de tallar y esculpir bloques de carbón, han logrado transformarlos hasta convertirlos en bellas figuras típicas colombianas.Otro atractivo de este municipio, ubicado a 98 km de Tunja, es su iglesia (fundada en 1632 por los Jesuitas), ya que tiene detalles excepcionales que impactan a los viajeros, como un gran altar de espejos y una imagen de Satanás −con cachos, barba y una mordaza en la boca− en lo alto del arco toral. Cuenta la historia, repetida por los niños que cum-plen con su papel de “guías” turísticos en el pueblo, que los sacerdotes Jesuitas la instalaron con el propósito de que los indígenas entendieran los conceptos del bien y del mal.Dentro de la Campaña Libertadora, este punto de la provin-cia de Sugamuxi fue escenario de las más reñidas batallas. El 11 de julio, en los Molinos de Tópaga, se llevó a cabo un enfrentamiento decisivo para la derrota final a España, que más adelante se lograría en el Puente de Boyacá. De hecho, su parque principal, rodeado de pinos, se llama 11 de Julio, en conmemoración a esta histórica fecha.En sus verdes senderos, bañados por las aguas de los ríos Chicamocha, Gámeza y Monguí, abunda la cosecha de maíz, arveja, fríjol, papa, trigo, fresa y cebolla. Su tierra es fértil, el carbón es su orgullo y las fiestas de su patrono, San Judas Tadeo, se celebran sin falta dos veces al año.

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TópagaCombate decisivo

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LA BATALLA DE 11 DE JULIO DE 1819 OCURRIÓ EN LA PEÑA DONDE ESTÁN UBICADOS LOS MOLINOS DE TÓPAGA

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Boyacá | doscientos años de libertad | two hundred years of freedom

SUS TIERRAS SON APTAS PARA EL CULTIVO DE MAÍZ, FRIJOL Y ARVEJA

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Este municipio fue paso esencial de la Ruta Libertadora en 1819, y en la actualidad es destino obligatorio de la ruta navideña colombiana. Corrales enciende sus luces en diciembre para recibir a miles de visitantes y contagiarlos del espíritu de fin de año, con el fascinante alumbrado que enmarca árboles, calles empedradas y la iglesia de San Judas Tadeo, construida con estilo gótico.En esta acogedora tierra, donde el frío se calma con agua de panela y arepa, se llevaron a cabo, el 7 y 10 de julio de 1819, combates planeados por el general Santander. Ade-más, allí se establecieron puntos de observación para que luego el ejército avanzara con seguridad.Sus tierras, que no sobrepasan los 60 km de extensión, les rinden homenaje a los héroes de la Independencia. Allí se puede encontrar la casa donde vivió y murió el prócer Juan José Reyes Patria, la cual es patrimonio arquitectónico, así como el parque principal que lleva el nombre de la gran patriota boyacense Juana Escobar.El 44% de la población es rural y se dedica a la agricultura y la ganadería; son cálidos y hospitalarios, y sus casas colo-niales se han convertido en hostales donde se respira paz y tranquilidad.

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CorralesEl mirador de las tropas

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LA ARQUITECTURA COLONIAL DE CORRALES ATRAE A LOS VIAJEROS

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Cuenta la leyenda que los españoles llegaron, en 1539, a esta población muisca en busca del preciado oro atesorado en las profundidades de esta tierra, donde también se concentran yacimientos de plata, carbón, yeso y talco. Aún hoy, estos mi-nerales sostienen la economía de Gámeza, junto con el cultivo de papa, maíz, fríjol y hortalizas. El agua es otra de sus grandes riquezas, el río Gámeza es la fuente principal, pero además hay diversidad de lagunas que embellecen los paisajes con sus tonalidades azules y atraen a los aventureros a practicar el senderismo y el montañismo en los páramos. Y para los amantes del arte rupestre, Gámeza ofre-ce toda una galería de piedras con signos, pinturas y grabados prehistóricos.En el pueblo se respira paz; no fue así en los tiempos de la Cam-paña Libertadora, cuando en el Puente de Gámeza se libró una dura batalla, el 10 de julio de 1819. De aquella época queda la piedra de Bolívar, desde la cual el Libertador dirigió el enfren-tamiento y que tiene plasmada la herradura de su caballo. Tam-bién se conservan las casas en las que se hospedaron Bolívar y el general Arredondo, y donde vivió la heroína Juanita Escobar.

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GámezaBatalla sobre el río

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Aunque es uno de los municipios más pequeños y menos habitados del país, Busbanzá es grande para la historia colombiana, pues su suelo seco y arcilloso le dio paso a las tropas que conquistaron los sueños de libertad. El arco de la iglesia Santa Lucía ocupa gran parte de la plaza principal, la cual curiosamente, a diferencia de la mayoría de los municipios boyacenses, no tiene una estatua del Libertador. Sus 194 casas comparten espacio con la Alcadía, el banco, la tienda, el centro de salud y el colegio. Aquí todos son vecinos o familiares, y no pasan un día sin tomar tinto con al-mojábana. Viven de los cultivos de maíz, trigo, cebada y del procesamiento de la lana. Por sus calles raramente pasan carros y, de vez en cuando, se escucha el sonido del bus que recoge a los pasajeros para ir a las poblaciones aledañas; por eso la tranquilidad y el silencio se respiran permanen-temente en el ambiente de Busbanzá, un remanso de paz.

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BusbanzáDestino de paz

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El suelo de Floresta esconde maravillas. Es el lugar soñado de geólogos y antropólogos, pues en medio de sus culti-vos se pueden hallar fósiles de plantas y animales, de 500 millones de años de antigüedad; al igual que majestuosos estoraques, una especie de torres o esculturas naturales, moldeadas y coloreadas por el viento, el agua y el sol.Su belleza paisajística es sorprendente, por eso, en 2010, se ganó el reconocimiento de la Gobernación de Boyacá como el pueblo más lindo del departamento. Además, en sus veredas, se han registrado fragmentos de cuerpos celestes, como el primer meteorito del que se tenga refe-rencia en el país, que cayó en tierras florestanas en 1810.Por esa época, justo 9 años después, Floresta sería una de las rutas por donde avanzaría el ejército libertador pro-veniente de Gámeza, Corrales y Busbanzá, mientras otra columna de las tropas se desplazaba por Tasco, Betéitiva y Belén, para coincidir días después, por órdenes de Bolívar, en Santa Rosa de Viterbo.El encanto de Floresta está en cada esquina, en la casa don-de se fabrican las cotizas o alpargatas, en el taller de tejidos de lana, así como en los viñedos y en el sabor agridulce de la uchuva que crece en sus campos… Un sitio emblemático que vale la pena conocer.

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Camino de vencedoresFloresta


TÓPAGA ES UNO DE LOS POCOS LUGARES EN COLOMBIA DONDE SE PUEDEN APRECIAR ESTORAQUES Y ENCONTRAR FÓSILES DE PLANTAS, CORALES Y CARACOLES PRIMITIVOS

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EN LA IGLESIA DE LA INMACULADA CONCEPCIÓN SE REÚNEN LOS DEVOTOS DE LA VIRGEN

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La calma reina en la plaza central y el silencio se mantiene, como el viento frío entre sus montañas. Betéitiva es un munici-pio tranquilo y agricultor, con más riquezas religiosas que ma-teriales. Su patrona, Santa Rita de Casia “Vencedora de Impo-sibles”, es venerada en una capilla −considerada Monumento Nacional− y, junto a la iglesia de la Virgen de la “O”, en la vereda de Otengá, despiertan continuamente la fe de las romerías. Betéitiva bordea el río Chicamocha, está localizado a 95 km de Tunja y a una hora de Sogamoso, por la vía hacia Corrales. Sus 3.088 habitantes se desplazan por calles que reflejan la herencia de la época colonial y están rodeados de verdes pai-sajes donde saltan a la vista los cultivos de maíz y fríjol. Todos cuentan la leyenda del valiente Cacique Betancí, quien tuvo los dominios de estas tierras hasta su fundación hispánica, en 1556.Con dignidad, los betoyanos participaron de la batalla por la libertad de Colombia. Simón Bolívar y sus hombres llegaron a esta población el 13 de julio, pasada la media noche, para transportar desde Tasco el ganado y otros elementos de batalla. Efectivamente, un punto clave dentro de la Ruta Libertadora.

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Montañas para La ConquistaBetéitiva

aÑos de libertad · 2019-12-12 · libertad, que publica ediciones gamma, porque es un es-tudio...

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