anaya inquisición

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El Doctor D. Juan de Prado y la Inquisición canaria Author(s): Luis Alberto Anaya Hernández Reviewed work(s): Source: Historia Social, No. 32 (1998), pp. 133-144 Published by: Fundacion Instituto de Historia Social Stable URL: http://www.jstor.org/stable/40340667 . Accessed: 30/09/2012 05:54 Your use of the JSTOR archive indicates your acceptance of the Terms & Conditions of Use, available at . http://www.jstor.org/page/info/about/policies/terms.jsp . JSTOR is a not-for-profit service that helps scholars, researchers, and students discover, use, and build upon a wide range of content in a trusted digital archive. We use information technology and tools to increase productivity and facilitate new forms of scholarship. For more information about JSTOR, please contact [email protected]. . Fundacion Instituto de Historia Social is collaborating with JSTOR to digitize, preserve and extend access to Historia Social. http://www.jstor.org

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Page 1: Anaya Inquisición

El Doctor D. Juan de Prado y la Inquisición canariaAuthor(s): Luis Alberto Anaya HernándezReviewed work(s):Source: Historia Social, No. 32 (1998), pp. 133-144Published by: Fundacion Instituto de Historia SocialStable URL: http://www.jstor.org/stable/40340667 .Accessed: 30/09/2012 05:54

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Page 2: Anaya Inquisición

EL DOCTOR D. JUAN DE PRADO Y LA INQUISICION CANARIA

Luis Alberto Anaya Hernandez

Nos proponemos tratar en este trabajo al Dr. Juan de Prado, aportando nuevos datos sobre su vida. Sabemos que su personalidad esta intimamente Ugada a la del tilosoio bspmosa, desde que en los afios veinte de este siglo Gebhardt los relaciono, poniendo de manifiesto la conexion de sus respectivas excomuniones. A partir de este autor, otros muchos se han interesado por su compleja personalidad, intentando descubrir, sobre todo, su posible in- fluencia sobre Espinosa. Nuestra aportacion se basa en documentos ineditos de la Inquisi- tion canaria, pues por las causas que explicamos, este contradictorio personaje penso en instalarse en las islas, aunque su muerte trunco este proyecto. De esta manera, contribuire- mos a aportar nuevas luces sobre sus complejas vivencias, ligadas como tantas otras al marranismo, y en definitiva, al fenomeno judeoconverso.

LOS MARRANOS

El problema converso fue disminuyendo gradualmente en Espafia a lo largo del xvi, debido a la expulsion de los judios, a la represion inquisitorial, a la integration, y a la de- saparicion fisica de los cristianizados en 1492.

En efecto, despues de este aiio, los conversos hispanos quedarian aislados de los ju- dios, que constituian para una parte de ellos un referente. La represion inquisitorial, amen de la elimination fisica de miles de supuestos o reales judaizantes, provoco el exilio de otros, y ademas limito las posibilidades de practicar su religion original y sobre todo de transmi- tirla. Por ultimo, la desaparicion de los conversos de 1492, donde logicamente estaria el niicleo mayor de judaizantes, contribuiria al debilitamiento de este credo, tal como de- muestran los datos de Dedieu sobre la edad de los procesados por este delito en la segunda mitad del xvi en el distrito de Toledo. l El proceso de integration, aunque obstaculizado por el rechazo de los cristianos viejos y de algunos conversos, debio ser bastante rapido. En Canarias, a traves de los datos que nos proporcionan los Libros de Genealogias, consta- tamos como en una generation el niimero de matrimonios mixtos pasa de un 8% a un 23%. 2 No obstante, la discrimination no desaparecio, pues se mantuvo a traves de la lim-

1 J.-P. Dedieu: "^Pecado original o pecado social? Reflexiones en tomo a la constitution y a la definition del grupo judeoconverso en Castilla", Manuscrits, n.° 10, Universitat Autonoma de Barcelona, 1992, pag. 68. I

2 L. A. Anaya Hernandez: Judeoconversos e Inquisition en las Islas Canarias (1402-1605). Cabildo In- I sular de Gran Canaria-Universidad de Las Palmas de Gran Canaria, Las Palmas de Gran Canaria, 1996. I

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pieza de sangre. Aunque en el xvn hay un rebrote del antisemitismo, con la llegada de los de origen portugues, no tendria las mismas caracteristicas, por su menor niimero y por las diferencias culturales.

En cambio, en Portugal, las circunstancias no serian las mismas. De entrada, tras la conversion forzosa de 1497, su niimero ascendia a una decima parte de la poblacion del reino. 3 Ademas, entre estos habia muchos de origen espanol, exiliados cinco anos antes por querer precisamente permanecer fieles a su fe, y que constituirian un grupo dificil- mente asimilable. Por otro lado, la Inquisicion portuguesa, creada tardiamente en 1537, no fimcionaria plenamente hasta 1547. Estos hechos moti varan la existencia de un criptojudaismo mas arraigado que el espanol, aunque el niimero de cristianos sinceros y aun de escepticos fiiera elevado. La imposibilidad de practicar abiertamente y transmitir asi sus leyes, la falta de libros sagrados e instruction religiosa y la adulteration del judaismo por el cristianismo son, segiin Yovel, las causas que propiciaran la existencia del marranismo. 4 En palabras de Revah, sus particularidades consistian en que: "la tra- dition juive s'etait partiellement conservee, considerablement appauvrie et legerement modifiee". 5

El gran rigor de la Inquisicion portuguesa motivara que muchos de estos marranos huyan a diversos paises del "Norte" y del Mediterraneo. Tambien al resto del imperio es- panol aprovechando la anexion de Portugal, donde los mas acomodados se estableceran con exito como comerciantes, financieros y arrendadores, creando redes economicas basa- das en el paisanaje, parentesco y el comiin origen converso. A posteriori, una parte de estos emigrarian tambien en busca de la seguridad que distintos paises europeos les ofre- cian.

Las Provincias Unidas, y especialmente Amsterdam, seran uno de los lugares preferi- dos de exilio, ya que aunaban importantes atractivos economicos y religiosos. El gran cre- cimiento de la ciudad, auspiciado por el bloqueo de Amberes, va a favorecer la instalacion en la misma de una nutrida colonia de cristianos nuevos de origen lusitano. Su conoci- miento del castellano y portugues y sus amplias redes comerciales en el imperio espanol y en la diaspora, favorecieron sus actividades comerciales en todo el Mediterraneo y en las Indias orientales y occidentals, lo que sin duda beneficio a las Provincias Unidas. Me- choulan reproduce un texto muy grafico de 1622 sobre esta tematica:

...En fin son enemigos pesados por ser tan industriosos y aplicados a todo lo que pueda conservarlos y acrecentarlos y son, por ser rrebeldes, los mas peligrosos entre todos los enemigos que Su Mages- tad tiene, y son irreconciliables por ser hereges y se mantienen pujantes para todos esos effectos con los materiales que le sacaron destos rreynos con sus propias manos; y agora los sacan por manos de Yngleses, Franceses, Venecianos y principalmente por las de Portugueses con tener en Amstradam y derramados en otros puertos de sus Estados muchisimas familias dellos muy ricas y por medio de la correspondencia que estos tienen con los de su pelo en Portugal, en Sevilla y en toda Espafia y en ambas dos Yndias. Los rrebeldes son effectibamente seiiores de todos los mas substanciales y pro- bechos y riquezas que le nacen en todos los Estados de Su Magestad y antes se reducen en moneda barras de plata en Amsterdam que no en Sevilla.

No obstante, Mechoulan escribe tambien que la logica animadversion de los judeo- conversos hacia su antigua patria coexistia con el seguir considerandose espaiioles, y que:

3 G. Nahon: "Les Sephardim, les marranes, les Inquisitions peninsulaires et leurs archives dans les tra- vaux recents de I.-S. Revah", Revue des Etudes Juives, 1973, pag. 11.

4 Y. Yovel: Spinoza, el marrano de la razon. Anaya, Madrid, 1995, pag. 38. 5 G. Nahon: "Les Sephardim..., pag. 13. 134 |

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"en sus conciencias se mezclaban el odio y el apego, las lamentaciones, las anoranzas, las angustias y el miedo". 6

En cuanto a los factores religiosos, el judaismo continuo prohibido en las Provincias Unidas, aunque en la Declaration de Utrecht de 1579 se estipulo una amplia libertad reli- giosa. Se atribuye a Jacob Tirado, dirigente de un niicleo de criptojudios, el haber conse- guido de las autoridades de Amsterdam la licencia para celebrar sus cultos en privado en 1597. En 1615 se pidio a Grocio un proyecto de reglamento sobre la presencia judia, a re- sultas del cual se publicaron una serie de medidas, que aunque con bastantes restricciones, concedian la libertad religiosa. Los motivos de la misma fueron varios; por una parte exis- tia un enemigo comun contra quien los judios aportarian sus conocimientos, relaciones y dinero, tanto en el terreno politico como en el economico. Por otra, se podria conocer mejor la "veritas hebraica" y la literatura rabinica, lo que capacitaria a los cristianos para un mejor conocimiento de las Escrituras, no descartandose la conversion futura de los ju- dios. La poblacion judia sefardita de Amsterdam, sin contar askenazies, sumaba en 1672 dos mil quinientos miembros, cuando la ciudad alcanzaba los 200.000 habitantes. 7

Para las comunidades judias asentadas como la de Amsterdam, la llegada de los ma- rranos implico paradqjicamente un problema, pues los recien llegados no eran de hecho autenticos judios, y muchos rabinos se distanciaron de ellos negandose a reconocerlos como tales. En palabras de Albiac se produciria un: "recelo hacia una peligrosa - y, en fre- cuentes ocasiones, abiertamente heterodoxa- autonomia de desarrollo ideologico-religio- so, por parte de la ortodoxa comunidad judia exterior". 8 No obstante, a la larga, la mayoria se integrarian en esta, aunque algunos desarrollarian unas tendencias heterodoxas que en ocasiones motivarian incluso su excomunion. Revah afirma al referirse a Uriel da Costa y al Dr. Juan de Prado: "el marranismo y el judaismo fueron tan solo etapas; ambos exten- dieron al judaismo el trabajo de demolition que los marranos habian aplicado al cristianis- mo y terminaron por negar la existencia de una revelation divina". 9 Dentro de estos lilti- mos destacaria la figura senera de Baruch Espinosa, cuya importancia en la filosofia es de sobra conocida.

La biisqueda de posibles influencias en la elaboration del pensamiento spinoziano ha pasado de atribuirlas a pensadores de raices cristianas: Descartes, los "colegiantes" holan- deses, su maestro Van den Emden, el calvinista La Peyrere, a los de origen marrano.

El primero que sugirio esta ultima influencia fue Carl Gebhardt, que relaciono al filo- sofo con el medico Juan de Prado, y puso de relieve la conexion entre sus respectivas ex- comuniones por parte de las autoridades judias. 10 No obstante, ha sido Revah el investiga- dor que documentalmente mas ha aportado en este terreno, gracias a su biisqueda en los archivos inquisitoriales y en los de la comunidad judia. u Revah intenta localizar un posi-

6 H. Mechoulan: Hispanidad y judaismo en tiempos de Espinoza. Universidad de Salamanca, 1987, pags. 33-34.

7 Ver Y. Kaplan: "La Jerusalen del Norte: La comunidad sefardi de Amsterdam en el siglo xvn , en His- toria de una diaspora (1492-1992). Ed. Trotta, Madrid, 1993, pags. 201-216. H. Mechoulan: Hispanidad y judaismo...; Amsterdam xvn siecle. Marchands et philosophes: les benefices de la tolerance. Dirige par H. Me- choulan, Editions Autrement, Paris, 1993. J. I. Israel: Lajuderia europea en la era del mercantilismo. 1550- 1750. Ed. Catedra, Madrid, 1992.

8 G. Albiac: La sinagoga vacia. Hiperion, Madrid, 1987, pag. 67. 9 I. Revah: "La herejia man-ana en la Europa catolica", Herejias y sociedades en la Europa preindustrial,

sighs xi-xvm. Siglo XXI, Madrid, 1987, p. 257. 10 C. Gebhardt: "Rembrandt y Spinoza", Revista de Occidente, n.° 69, Madrid, marzo de 1929. 11 I. Rev ah: Spinoza et le docteur Juan de Prado. Mouton-Co., Paris/La Haya, 1959; "Aux ongmes de la

rupture spinozienne: nouveaux documents sur Pincroyance dans la communaute judeo-portugaise d' Amsterdam a l'epoque de 1' excommunication de Spinoza", Revue des Etudes Juives, t. CXXIII, 1964, pags. 359-431; "Du marranisme au judaisme et au deisme", Annuaire du College de France, Paris, 1966-67, 1967-68, 1968-69; | 135

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El El Dr. Dr. Juan Juan de de Prado Prado El El Dr. Dr. Juan Juan de de Prado Prado

ble "pervertidor" de Spinoza, que cree encontrar sucesivamente en Uriel da Costa, Prado, Daniel Rivera o Josef Carrera, 12 y finalmente en el medico Juan Pinero, que a su vez esta- ban influidos por las tendencias averroistas que dividieron a la comunidad judia espanola antes de la expulsion. Los ultimos estudios sobre esta tematica, por parte de Yovel y Al- biac, aunque sin negar algunas influencias, tienden a rechazar la hipotesis de un linico "pervertidor", haciendo hincapie en otras causas mas ligadas al marranismo.

El El Dr. Dr. Juan Juan de de Prado Prado El El Dr. Dr. Juan Juan de de Prado Prado

La figura de Prado suscita aiin multiples incognitas, comenzando por el lugar de su nacimiento. El mismo Revah que le hace nacer en Lopera en 1614, termina dudando a la vista de la ausencia de su partida de bautismo, y basandose en las declaraciones de Orobio de Castro a la Inquisition, acepta un posible origen portugues. Origen que, como el ante- rior, intentaria ocultar por motivos de seguridad. 13 Esta hipotesis parece la mas probable, pues ademas de Orobio, tambien Antonio de Fonseca, en su declaration al Santo Oficio de Cordoba, le atribuye esta cuna. Por otra parte, en la relation que el consul lusitano hace de los Portugueses de Amberes en 1666, aparece un Dr. Prado, y aunque el apellido no era in- frecuente, tanto la profesion como la fecha de estancia en la ciudad coinciden con nuestro personaje. 14

Al parecer Prado llego al marranismo sin adoctrinamiento previo, pues segiin el testi- monio del preso del Santo Oficio y pariente suyo Francisco Gomez, se jactaba de haberlo conseguido gracias a su education universitaria y a sus lecturas. Habia estudiado Teologia y Medicina en Alcala, concluyendo sus estudios de esta ultima materia en Toledo. Des- pues, ejerceria esta profesion en localidades como Andiijar y Antequera, donde difundia el marranismo, aunque segiin la confesion de Orobio, ya desde 1643 hacia manifestaciones deistas. Esta contradiction, la explica Yovel por "una mente escindida e indagadora y una multiplicidad de mascaras y motivos", amen de por solidaridad con su grupo, y duda que se le pueda llegar a comprender por completo. 15

Posteriormente, aprovechando su estancia en Roma como medico del cardenal Pi- mentel, se traslado a Hamburgo donde judaizo con el nombre de Daniel y mas tarde a Amsterdam, en torno a 1655. El choque que le represento el pasar de un judaismo existen- cial a una religion establecida y doctrinaria le conduciria a la negation de las religiones como fuente de salvation, que unicamente se encontraria en la razon. La manifestation piiblica de su disidencia motivara su excomunion en 1657. Los intentos de arreglo fracasa- rian, al rechazar una oferta economica de su comunidad para instalarse en ultramar, pues aspiraba a reingresar en la de Amsterdam. 16 La vigilancia a que fue sometido por su anti- guo maestro, el rabino Saul Levi Morteira, no hizo sino confirmar sus posturas heterodo- xas, que finalmente le forzarian a emigrar a Amberes en la decada de los sesenta.

"Aux origines de la rupture spinozienne: nouvel examen des origines, du deroulement et des consequences de l'affaire Spinoza-Prado-Ribera", Annuaire du College de France, Paris, 1970-71, 1971-72, 1972-73.

12 Sobre el interesante sacerdote barcelones Josef Carrera y Coligo, alias Daniel Rivera, tenemos un ar- ticulo en prensa.

13 I. Revah: "Aux origines", 1971-72, pag. 579 y 1972-73, pags. 644-45. 14 I. Revah: "Pour l'histoire des marranes a Anvers: Recensements de la Nation Portugaise de 1571 a

1666", Revue des Etudes Juives, XIII, 1963, t. II, pag. 146. Para apellidos Prado, ver indice onomastico en H. I. Bloom: The Economic Activities of the Jews of Amsterdam in the Seventeenth and Eighteenth Centuries, Wi- lliamsport, 1937.

15 Y. Yovel: Spinoza..., pag. 80. 16 La comunidad judeo-portuguesa de Amsterdam traslado a sus expensas a muchos sefardies pobres a Cu-

rasao y Surinam. Ver J. I. Israel: La juderia europea en la era del mercantilismo, 1550-1750. Ed. Catedra, Madrid, 1992, pag. 237. 136

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Segiin Yovel, no sabemos mucho de estos afios, solo que "en un momento de debili- dad hizo un intento de reconciliarse con la Inquisicion espanola, que no prospero". 17 Esta afirmacion la basa en la cita que Revah hace de una carta escrita por Prado en Amsterdam el 22 de junio de 1667, a un tribunal espanol innominado, y de la cual solo menciona unas lineas. 18 Lo que no dice Revah es que el Tribunal al que iba dirigida era el de Canarias, y que su envio motivaria una serie de pesquisas, que nos aportan nuevos datos sobre este personaje.

Canarias y los Paises Bajos

Las relaciones del archipielago con los Paises Bajos son muy tempranas, tal como acredita el tapiz del Ayuntamiento de Amberes conmemorando la llegada del primer car- gamento de aziicar isleno en 1508. Este alimento sera el principal producto que exportaran las islas durante el xvi sustituido por el vino en la centuria siguiente. Pero no los unicos: los navios flamencos cargaran tambien mercancias indianas, orchilla y hasta pajaros cana- rios en sus bodegas. A cambio traeran tejidos y otros productos manufacturados, trigo del Baltico y arenques salados, asi como los retablos que aiin hoy abundan en las iglesias ca- narias. El comienzo de las hostilidades en los Paises Bajos dificultara, aunque no impedi- ra, la continuation de este trafico con los holandeses. Y esto, a pesar de que las islas su- frieron sus ataques corsarios e incluso invasiones, como la ocupacion de la ciudad de Las Palmas en 1599 por Pieter Van der Does. Esta situation paradqjica de guerra y comercio no se produjo solo en Canarias, sino tambien en la Peninsula, pues como escribe Ruiz Martin: "los rivales se vieron obligados a realizar intercambios para satisfacer necesidades insoslayables propias, que les hubiera sido imposible cumplir de otra manera". 19 No obs- tante, tampoco se podia negociar abiertamente, por lo que se liacia por medio de interme- diarios, o tambien como en Canarias a traves de navios de las Provincias Unidas provistos de pasaportes falsos flamencos o alemanes. 20

Las actividades mercantiles propiciaron la existencia en las islas de una nutrida colo- nia flamenca, y no pocos de sus miembros se afincaron definitivamente en las mismas. Asi lo corroboran los distintos apellidos que, hispanizados, abundan en los documentos y aiin hoy perduran: Artiles (Art Tile), Febles (Le Fevre), Groenenberg (Monteverde), Ban- dama (Van Dam), Vandevalle (Van der Valle), etc. Pero tambien a la inversa, hubo canarios que vivieron en los Paises Bajos por motivos comerciales y militares, de quienes proven- dran las informaciones inquisitoriales contra los judeoconversos emigrados de Canarias. 21

17 Ibidem, pag. 90. 18 I. Revah: "Aux origines", 1971-1972, pags. 578-579. 19 G. Parker: El ejercito de Flandes y el camino espanol, 1657-1659, Revista de Occidente, Madrid,

1972, pag. 28. 20 L. A. Anaya Hernandez y F. Fajardo SpInola: "Las visitas de inspection a la Inquisicion de Cana-

rias. Siglo xvi", VIII Coloquio de Historia Canario-Americana, CIGC, Las Palmas de Gran Canaria, 1991, t. II. A. Rumeu de Armas: Piraterias y ataques navales contra las Islas Canarias. Institute Jeronimo Zurita, Ma- drid, 1948, tomo II, 2 parte. W. Thomas: "Contrabandistas flamencos en Canarias, 1593-1597", IX Coloquio de Historia Canario-Americana. CIGC, Las Palmas de Gran Canaria, 1990, t. II.

21 Tambien hemos manejado las informaciones inquisitoriales de los canarios estantes en Inglaterra, para nuestro trabajo: L. A. Anaya Hernandez: "El papel de los judeoconversos canarios en la fundacion de la co- munidad judeo-inglesa y en el comercio anglo-canario", Anuario de Estudios Atldnticos n.° 41, CSIC, Madrid- Las Palmas, 1995, pags. 439-457. 137

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El Dr. Juan de Prado y Canarias

La carta de Prado dirigida al Santo Oficio canario, y datada en Amberes el 22 de junio de 1667, fue enviada a Tenerife a D. Francisco Baptista Lugo del Castillo, quien la entrego al Santo Oficio el 28 de febrero de 1669, casi dos anos despues. 22

Iba acompanada de otra dirigida a este personaje isleno, en la cual enumeraba sus meritos profesionales: mas de 30 anos de experiencia, una supuesta catedra en Alcala y medico en ese momento de los jesuitas de Amberes. Tras disculparse por su ascendencia hebrea, explica que tras intensas meditaciones, tanto sus hijos como el han decidido volver al catolicismo y trasladarse a Canarias, abandonando "las partes del Norte, donde ay mas religiones que vecinos". No obstante, consciente de que su pasado heretico le impide el re- torno, solicita a D. Francisco que obtenga del Tribunal un decreto dirigido a un obispo para que les absuelvan. Conociendo el caracter polemista y heterodoxo del personaje, no deja de ser ironica su preocupacion por "las malignas y agudas argumentaziones como arman y disparan vestidas de cabilagiones las varias religiones y caos deste norte".

En la carta dirigida a los inquisidores islenos que acompanaba a esta, les pide que acojan su anterior petition, esgrimiendo como argumento persuasorio el que su ejemplo podria ser seguido por otros debido al prestigio de sus escritos teologicos y medicos, co- rroborando la alta opinion que tenia de si mismo, de lo que ya le acuso Orobio.

22 Se trata del capitan D. Francisco Baptista Benitez Pereyra de Lugo y Castillo, sexto mayorazgo de la casa de Bartolome Benitez, senor en parte de las islas de La Gomera y Hierro y regidor perpetuo de Tenerife, que nacio el 28 de agosto de 1633. 138 |

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Los inquisidores, D. Francisco Messias de Frias Salazar23 y D. Francisco Porteros de la Vega, siguiendo la metodologia habitual, ordenaron consultar los archivos a la busqueda de alguna posible testificacion contra Prado, que efectivamente localizo el notario del se- creto. 24 Habia sido recogida el 31 de marzo de 1662 al capitan D. Joseph de la Guerra,25 de 34 anos, en su casa de La Orotava, debido a una enfermedad que le habia dejado ciego. La declaracion no fue voluntaria, sino a instancias del comisario, que seguramente habia recibido ordenes del Tribunal por haber sido mencionado D. Josef como testigo en alguna delacion contra los judios de Amsterdam. Este acaudalado caballero mayorazgo islefio, es mencionado por varios autores al ser citado por el capitan Miguel Perez de Maltranilla en su conocida testificacion, publicada por Revah, en la que acusa y describe fisicamente a Prado y Spinoza. Segiin este testigo, D. Josef, que estaba enfermo de lepra, acogia en su casa una tertulia a la que concurrian los medicos que le trataban y otros asistentes de ori- gen judio. Aiiadio tambien, que en esta casa conocio el libro que Prado escribio en home- naje a un judaizante relajado por la Inquisicion cordobesa, sin duda Abraham Niinez Ber- nal, quemado en 1655 y a quien Daniel Rivera dedico algun soneto. 26

Por otras vias, tambien inquisitoriales, sabemos que D. Josef Guerra, acompaiiado de un fraile, habia salido de Tenerife con la intencion de curarse lo que creia era "lagaro" o lepra, llegando ambos el 6 de julio de 1656 a Amsterdam. Alii, un medico innominado, probablemente el Dr. Prado, le diagnostico que su mal no era lepra, sino "bubas" o sifilis, que en efecto habia padecido con anterioridad y que concuerda con la ceguera que tuvo a su vuelta, producto seguramente de la fase terciaria de la enfermedad. 27 En su declaracion, explico que en Amsterdam conocio al Dr. Juan de Prado, "de mui agudo ingenio", y que estaba en opinion de ateista, por lo que le excomulgaron los judios. Nuestro doctor le ex- puso su intencion de retornar al catolicismo, pero D. Josef supo que habia visitado iglesias de otras religiones, y que en todas manifesto el mismo deseo, lo que atribuyo a burlas de Prado, que ademas le argumento que: "a qualquiera religion q. yo me llegare los e de en- ganar con mis ragones". Posteriormente supo que se traslado a Amberes, donde se bautizo de nuevo.

La documentacion nos da a conocer, entre otros datos interesantes, el hecho de que Prado se encontraba ya en Amberes antes de que D. Josef partiera para Tenerife, posible- mente a fines de 1661. Tambien constatamos su espiritu burlon, que no solo se limitaba a la critica teorica de las religiones, sino que ademas intentaba demostrar sus teorias con he- chos, convencido siempre de su superioridad intelectual. Su bautismo en Amberes cabria relacionarlo con su papel de medico de los jesuitas y de algunas personalidades catolicas, lo que le facilitaria esta posibilidad laboral, sin desde luego ocasionarle problemas de con- ciencia.

A la vista de la testificacion, los inquisidores canarios acordaron, el 29 de marzo de 1669, que no cabia otorgarle a Prado el perdon solicitado, y remitieron la documentacion a la Suprema. El Consejo, por su parte, acordo el 17 de julio solicitar que los tribunales de Corte, Toledo, Cordoba, Sevilla, Granada y Cuenca, revisaran sus archivos a la busqueda de otras denuncias, originando asi la documentacion que cito Revah. 28

23 D. Francisco Messias, a pesar de su cargo, tenia sangre conversa. L. A. Anaya Hernandez: Judeocon- versos e Inquisicion...

24 AHN, Inquisicion, leg. 2374 (1). 25 El capitan D. Jose de la Guerra y Ayala, octavo senor de la casa de Valle Uuerra, monna soitero sin

descendencia. 26 G. Albiac: La sinagoga..., pags. 496-97 y 518-19. 27 L. A. Anaya Hernandez: "El converso Duarte Henriquez Alvarez, arrendador de las Rentas Reales de

Canarias", Anuario de Estudios Atldnticos, CSIC, Madrid-Las Palmas, n.° 27, 1981, pag. 53. 28 AHN, Section Inquisicion, leg. 2374 (1). Incluye la testificacion de D. Josef Guerra. 139

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La nuestra es similar, con la exception de Granada, donde aunque no tenemos la con- fesion de Duarte Rodriguez Diaz, si contamos con una carta de este tribunal a la Suprema, en la cual se expone que Prado habia sido mandado prender por el de Cordoba, segiin una carta del 15 de marzo de 1661, al estar implicado en el proceso de la portuguesa Dona Lu- crecia de Monsanto, vecina de Antequera, cuyo nombre no hemos visto figurar en otros trabajos.

Dado que una parte de esta documentation ha sido tratada por Revah y otros autores, no vamos a entrar sino en la que sea inedita.

La primera pregunta que nos surge ante la misma es por que Prado quiso volver al ca- tolicismo. Albiac habla en este sentido de "sus reiterados intentos -el ultimo conocido, desde Anvers, con fecha 22 de junio de 1667- de lograr una reconciliation catolica que le permita recuperar sus posesiones expropiadas en Espafia". 29 Por nuestra parte solo cono- cemos dos intentos de este retorno, el que estudiamos y el que le llevo a bautizarse en Am- beres, tal como lo denuncia D. Josef Guerra y que tambien refrenda el converso portugues Diego Fernandez Pereyra en su proceso. 30 Este ultimo explica que en Amberes se murmu- raba que era mal cristiano, pues estando bautizado en Espafia, lo habia vuelto a hacer en esta ciudad, en un acto de "mucha ostentation y grandesa", con un padrino, Francisco, que era hombre rico y virtuoso. Desde luego, el hecho indica que su arrepentimiento no era cierto, pues tenia los suficientes conocimientos de Teologia para saber que la ceremonia constituia una burla. El que lo hiciera para intentar retornar y asi recuperar sus bienes con- fiscados, tal como sefiala Albiac, nos plantea algunas dudas. 31 En primer lugar, debia saber que sin absolution inquisitorial, tal como intento en Canarias, no podia recuperarlos. Por otra parte, en la documentation inquisitorial sevillana en la que se vota su prision y la de los otros cinco medicos el 21 de febrero de 1656, se ordena tambien como era usual el secuestro de sus bienes. Pero ni en esta, ni en la que se genera en el proceso, aparecen es- pecificados. Es cierto que esto no implica el que no se confiscaran, pero la cuestion es si existian, pues de haberse ido Prado con intention de no retornar, lo logico es que los ven- diera previamente. Y esta hipotesis es bastante verosimil, pues aunque el primero que lo denuncia es Orobio que fue detenido el 16 de agosto de 1654, y Prado debio de partir a Roma antes de mayo-junio de 1653 como medico del cardenal Pimentel, es probable que las pesquisas inquisitoriales en torno a los circulos judaizantes Portugueses comenzaran antes.

Por eso, nuestro medico, que a tenor de las reiteradas denuncias debio haber desem- pefiado un papel muy activo en la difusion del marranismo, pudo haber temido por su se- guridad. De ahi, que se hiciera acompanar de toda su familia incluyendo a su madre, y tras la muerte del cardenal Pimentel el 2 de diciembre de 1653, se trasladara desde Roma a Hamburgo, donde judaizara adoptando el nombre de Daniel de Prado. 32 Por ello, no pare- ce que fuera el interes por recuperar sus bienes el motivo de los dos "arrepentimientos" que conocemos. Las causas seguramente habria que buscarlas en su inquietud existencial, en su aislamiento del mundo judio y quizas en la biisqueda de una mejor perspectiva eco- nomica.

29 G. Albiac: La sinagoga..., pag. 259. 30 La interesante personalidad de Diego Fernandez, que, perteneciente a una rica familia azoreana con san-

gre conversa, viene a Tenerife a intentar reanudar las intensas relaciones que Canarias habia mantenido con Azores antes de la guerra, la hemos tratado en el articulo: "Proceso del Santo Oficio de Canarias contra el cris- tiano nuevo azoreano Diego Fernandez Pereyra", Boletim do Instituto Historico da Ilha Terceira, vol. XLIV. Angra do Heroismo, 1988.

31 G. Albiac: La sinagoga..., pag. 259. I 32 I. Revah: "Aux origines...", 1972-73, pag. 653. 140

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Otra pregunta que nos sugiere este trabajo es el por que eligio Prado las lejanas Cana- rias como lugar de residencia. Logicamente, debio de pesar en su decision el conocimiento de los canarios que habia tratado en Amsterdam, algunos de los cuales pertenecian a la oli- garquia local y podian brindarle ayuda. Ademas, quizas penso que la lejania de las islas posibilitaria el desconocimiento de sus antecedentes, ignorando el eficaz fimcionamiento del Santo Oficio. Probablemente, pudo tener referencias de sus amigos canarios acerca de la benignidad de este Tribunal en comparacion con los peninsulares. De hecho, a lo largo de sus mas de tres siglos de existencia, solo relajo en persona a diez reos, seis judaizantes y un "hereje" (todos en 1526 con un inquisidor que destaco por su dureza, lo que ademas le costo el cargo) y tres protestantes, el ultimo en 1615. 33 Quizas por esta causa, Prado de- muestra en su epistola cierto conocimiento del Santo Oficio canario, pues al final de la misma habla de "los Senores Inquisidores de la Gran Canaria", lo que indica que sabia que esta isla era la sede del Tribunal.

Su intento de traslado a Canarias parece mas meditado que lo que demuestran sus cartas, a tenor de la denuncia voluntaria que, el 25 de septiembre de 1669, hace al comisa- rio de La Laguna, el maestro sedero palmero Diego Mendez. En la misma, expone que en torno a 1658 conocio en casa de un colega sevillano en Amsterdam al Dr. Prado, que vivia en ella con su mujer y sus tres hijos: Mariana, Felipa y Daniel, de quienes sospechaba eran judios, aunque ellos lo negaban. Por esta causa "le a causado grande escnipulo" ver como diez dias atras habia llegado Felipa, que estaba casada con un medico flamenco, D. Gas- par, instalado en La Laguna 8 6 9 meses antes. 34 Esta puede ser la explicacion por la que tardo dos anos en llegar la carta de Prado; debio traerla su yerno cuando llego a Tenerife a comienzos de 1669, lo que coincide con la fecha de entrega de la misma por D. Francisco al Tribunal, el 28 de febrero de 1669. Incluso la explicacion de Prado, de como una prueba de su sinceridad era el que habia casado a sus hijas con catolicos, pudo estar destinada a proteger a Felipa y D. Gaspar de posibles molestias inquisitoriales.

En definitiva, pensamos que a tenor de estos datos, Prado pudo haber enviado por de- lante a su yerno para que gestionara su absolution, y una vez conseguida, trasladarse el y Felipa a Tenerife. Su muerte, a comienzos de 1669, frustro esta posibilidad, y su hija, que no tenia tanto que temer, opto por reunirse en Tenerife con su marido. Sabemos que falle- cio en la fecha indicada, por una de las declaraciones de Diego Fernandez Pereyra ante el Santo Oficio el 8 de octubre de 1669, en la cual explica que a principios de este aiio D. Gaspar Matis, natural de Gramon y yerno de Prado, le explico en La Laguna que se habia puesto luto por su suegro, que habia fallecido al caer del caballo en las murallas de Amberes. 35

La fecha de su muerte tiene cierta importancia, pues no era segura: Revah por ejem- plo la sitiia entre 1666-1672. Kaplan por la partida de bautismo de su hija ilegitima (y pos- tuma) con Eleonora Francisca Loba, fechada el 6 de junio de 1669, menciona la posibi- lidad de que un Juan de Prado que se casa el 4 de abril del mismo aiio en Amberes sea nuestro doctor, aunque expresa sus dudas por el nombre que da de sus padres. Ademas, afirma que el matrimonio bautizo un niiio en febrero de 1673, con lo cual es obvio que no es el mismo. Nuestra tesis coincide con la afirmacion de Barrios, de que "yendo a casar con otra", es decir antes del matrimonio, murio al caer del caballo. 36 La causa del obito

33 L. A. Anaya Hernandez: "El movimiento comunero en Canarias. Su incidencia en la conflictividad grancanaria de 1524-1526", IXColoquio de Historia Canario-Americana, Las Palmas de Gran Canaria, 1990.

34 AMC, Inquisition, leg. XIV-7, f. 157. 35 AMC, Inquisition, leg. XCIII-14, f. 130. D. Gaspar senalo tambien que Prado habia dejado escnto unos

libros sobre la inmortalidad del alma: "q. eran cosa grande". 36 Y. Kaplan: "Estancia de Juan de Prado en Amberes", Sefarad, Madrid, 1975, pags. 159-163. 141

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concuerda con la que le atribuyen dos poemas denigratorios sobre su persona, el de Mi- guel de Barrios y el de otro autor anonimo. En la dedicatoria del primero se lee: "Castiga la Divina Justicia al Doctor Juan de Prado... que por un carro que se le atravesso en una puente, cayesse della con su cavallo en un no..."37

Por tanto, pensamos que a traves de estas paginas hemos contribuido a esclarecer al- gunos aspectos de la compleja personalidad del Dr. Juan de Prado. Fundamentalmente, dando a conocer en profundidad su ultimo viraje ideologico de adscripcion al catolicismo, ya enunciado por Revah. Aunque no podemos sino hacer conjeturas sobre su sinceridad, su curriculum anterior hace poco creible su retorno sincero al catolicismo, y nos hace sospe- char la existencia de motivos que ignoramos. A traves de las testificaciones inquisitoriales canarias, aparecen otros datos sobre su vida: su ironico escepticismo, la estancia y bautis- mo en Amberes, datos familiares, su proyecto de venida a Canarias y la fecha de su muerte.

APENDICE

Recivida en veintisiete de Marzo de mil seissos y sesenta y nueve anos= M. P. S. Abra quatro dias que viniendo de mi hazienda a esta cassa de V.S. halle un pliego que se avia dado en ella con sobre escrito para mi y abriendole halle la ynclussa sobreescrita a V.S. juntamente con esta que remito fir- mada del Dor Juan de Prado su fha en Amberes a veintidos de junio del afio passado de mil seiscien- tos y ssa y siete la qual remito a V.S. porque si paregiere conveniente q. yo haga alguna diligencia con orden de V.S. lo hare con prontta obediengia como pide la catolica obligation. Gue Dios a V.S. los muchos anos q. deseo. Orotava a fbr° veinte y ocho de mil seissos y ssa y nueve= Don Franco Bapf Lugo del Castillo.

Carta de D. Juan de Prado a D. Francisco Lugo del Castillo

Los ynformes del sr. Don Franco Thomas an hecho en mi ansioso deseo de besar a Vmd su mano y ofreQerme por su fldelissimo criado tomando sobre mis estudios despues de treinta anos de practica colejios y cathedra que ocupe en Alcala de Henares la vendida salud de Vmd que no sin confianga podra fiarla a qn es aqui medico de los Padres Jesuitas y de lo mas ilustre del Pais demas que sobraba mi afecto y inclination a Vmd y siempre a essas yslas para corregir la mas torpe ynsu- fi$iencia= Seiior mio yo no me hize que elijiera la mas noble sangre segui como todos, los docu- mentos de mis Padres por haber sido hebreos, ay en estas partes del norte mas religiones que ve- zinos, amante de mi mejor yo y mis hijos no sin grande meditation y graves consultas nos emos trasladado en limpio y pasado a la santa fee catholica apostolica romana, mas como nuestro misera- bable precedente e execrcicio a sido tan conocido no es posible entrar en las yslas sin perdon del Santo Tribunal debido de justicia y piedad a las perdidas obejas que desenganadas humildes y arre- pentidas buelben a la sal y grasia del Verdadero Pastor Cristo Seiior Nuestro y asi pudiendo sacar Vmd decreto de los Seiiores Inqes pidiendo a qualquiera Sr. Obispo destas partes para q. en su nom- bre con nuestra manifiesta y leal confesion nos absuelban de culpa y pena en todo cometido delicto contra el Snto Tribunal como si ante sus senorias nos presentasemos y saliendo de sus pies y peni- tensia consignada como si aquel dia nasiecemos desde luego que aqui llegue este decreto firmado de los senores inqes y sibsignado al pie desta carta o su traslado que presentada ante sus senorias pido y suplico tenga fiierga de ajustada y bien fundada petition con toda sircunstangia necesaria e imagina- ble para mober su cristiana piedadad, nabegaremos a essa ysla y demas reconocimiento y gracias a nro sr. Jesuchristo a sus Senorias y a Vmd por mi bien temporal y espiritual es seguro el galardon

37 G. Albiac: La sinagoga vacia..., pags. 267 y 534. 142

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del gielo para segurarse nras. Almas y descendenc.ia muy ocasionada a titubear y a perderse entre tan malignas y agudas argumentaznes como arman y disparan vestidas de cabilagiones las varias reli- giones y caos deste norte, y asi la pura consiencia de sus seiiorias y de V.M. quedan piadossamte empenadas a diligenciar y efectuar mi petition, ruego y suplica que ago postrado a sus plantas, ten- dran tambien en mi estudio larga experiencia y no yrragional jenio, medico a su disposition y obe- diencia a que me llebare con todos los mios en la primera embarcasion menospreciando riesgos del mar y inquietudes= Aber cassado mis hijas con catholicos franceses es indicio eficaz de mi animo, sin otras muchas comprobaciones q. constan ya a muchos senores canarios. Dios infunda como con- fio en el corazon de los Senores Inquisidores de la Gran Canaria usen conmigo y los mios toda pie- dad pues jamas fuimos pressos ni emos pedido a SSes del Santo Tribunal perdon en otra alguna parte= Amberes veinte y dos de Junio de mil y seiscientos y ssa y siete= Menor criado de Vm. q. S.M.B. Doctor Juan de Prado= R6* en veintisiete de Marzo de mil y seiscientos y sesenta y nueve=

Carta de D. Juan de Prado al Santo Oficio de Canarias

Santo y Ylustrisimo Tribunal, sabe V.S. es virtud eroica la que eleba sobre la humana condision y que perdonar misericordioso es atributo de la Deidad participando V.S. su semejanca es consi- guiente siga su ymitagion pretenden mi errada education y la fealdad de mis delitos lograr piadosso perdon de V.S. y asi desde aqui Yo y mi familia nos postramos arrepentidos a sus pies para que pro- vista carta y petigion que presentara el Sr. Don Franco Bapt3 se sirban como ministros de nro sefior Jesuchristo abrasarnos en la forma que humildes suplicamos y no siendo posible falte en V.S. ar- diente zelo cristiano es muy probable que a mi dichosos exemplo prosigan sucesibas otras perdidas obejas reduciendose a la sa fee catholica que no es humilde la opinion que mis estudios asi escritula- rios como theologica y medicos desfrutan deste norte zentro orrible de numerosas religiones de que ha aiios nos baldamos con alto donde Dios uniendonos a la verdad catholica sea bendita su Divina Magd por el desengano a que nos a subido y que continuara en mi descendencia con el favor que a V.S. suplicamos= Gue Dios a V.S. para aumento de Sto fee y seguridad de beatitud eterna= Amberes veinte y dos de junio mil seiscientos y sesenta y siete, Menos criado de V.S. q. S.M.B. Doctor Juan de Prado.

Testification del Capitdn D. Josef de la Guerra

En la villa de la Orotava desta ysla de Tenee en treinta y uno de Marzo de mil y seiscientos y sa y dos anos el M.R.Pe. fr. Juan Garcia del Castillo por saber que el cap" Don Joseph de la Guerra es- taba enfermo en su cassa q. falto de vista fue a ella y le hizo parecer ante si y le recivio juramento en forma de d°. so cargo del qual prometio de decir verdad y guardar secreto y que es de edad de treinta y quatro anos poco mas o menos

Pregd0 si save o presume la causa para q. a sido llamado a presencia de su Paternidad- Dixo q. por aver estado este declarante en las ptes del norte presume sera para saber de El algo

de lo que por alia pasa en razon de nra sagrada religion catholica Romana y de su observancia- Pregdo si save q. alguna persona q. se tenga por catholico romano en dhas partes del norte aya

dho o hecho alguna cossa que sea o paresca ser contra nuestra sto fee Catholica o contra el libre y recto exercig io del st0 officio de la ynqq6n-

Dixo q. estando este declarante en Abstardam llego un medico llamado Don Juan de Prado q. fue alii huyendo de Espafia porq. en ella su padre y todos sus deudos supo este declarante por noti- cias que dello le dieron q. eran judios y era dho Don Juan de Prado de muy agudo ingenio y comu- nicando con este declarante le dijo queria ser catholico romano y asi le dio un rosario pensando lo fuesse y despues desto supo se fue a la yglesia de los luteranos y trato de serlo y despues a la de los ■ calvinistas y otras setas dando a entender en qualquiera dellas queria ser de aquella Religion y des- I pues de todo esto como por querer satisfacer a este declarante se vino a el y le dijo sr. D. Joseph I Vmd no se cance que a qualquiera Religion q. yo me llegare los e de enganar con mis RaQones= de- I pues de todo esto supo este declarante se avia ido a Amberes el dho Don Juan de Prado y que alii se | 143

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avia baptigado y deseo este declarante pasar alia para dar quenta al Sr. Argobispo de todo lo q. le avia passado y quien era dho Doctor Prado y por agravar los achaques de su enfermedad no pudo ir a Amberes y se vino a esta ysla y asi lo denungia y dice aora en este santo oficio de las yslas; y dijo q. aunque arriba dice que estando este declarante en Abstardam llego dho Dor Prado de Esparia alii q. lo que quiso desir fue q. le hallo alii ya en Abstardam con opinion de ateista por la qual le echa- ron los judios de su sinagoga como mal judio el qual como a dicho le dijo Sr. Don Joseph yo no e de dar bofetadas a mi entedimiento que qualquiera religion q. me llegue le he de enganar con el= Segun consta y parece de dha mano de testificaciones y aunq. dice otras cosas no tocan a este parti- cular a q. me remito y doy fee Miguel de Collado San Martin

AHN, Inquisition, leg. 2374 (1)

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