analisis de textos desde su enfoque comunicativo
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BENEMERITA Y CENTENARIA
ESCUELA NORMAL DEL ESTADO DE DURANGO
COLEGIO DE BACHILLERES DEL ESTADO DE DURANGO
EL USO DE LA LENGUA ESCRITA EN TEXTOS LITERARIOS, PERIODISTICOS ENSAYISTICOS
Y POETICOS.
María de Lourdes Rivas GálvezJuan Carlos Betancourt SotoEverardo Cerecero Martínez
Plantel No. 10 Santiago Papasquiaroe-mail: [email protected]éfono: Particular (674) 8621423
Plantel (674) 8621455
CONTENIDO
CONTENIDO................................................................................................................2
INTRODUCCIÓN..........................................................................................................3
DESARROLLO.............................................................................................................4
TEXTO POETICO.....................................................................................................4
ADÁN Y EVA.........................................................................................................4
ANALISIS DEL TEXTO POETICO........................................................................7
TEXTOS PERIODISTICOS.......................................................................................9
ANALISIS DEL TEXTO PERIODISTICO.............................................................10
TEXTOS LITERARIOS...........................................................................................11
ES QUE SOMOS MUY POBRES........................................................................11
ANALISIS DEL TEXTO LITERARIO...................................................................16
TEXTOS ENSAYISTAS..........................................................................................18
ENSAYO SOBRE LA VIDA Y OBRA DE AGUSTÍN YÁNEZ...............................18
ANALISIS DEL TEXTO ENSAYISTA..................................................................25
CONCLUSIONES.......................................................................................................26
BIBLIOGRAFIA...........................................................................................................27
FUENTES ELECTRONICAS......................................................................................27
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INTRODUCCIÓN
El siguiente trabajo está centrado en el análisis que tiene la finalidad de
entender e interpretar la intención que tiene el emisor en los diferentes textos y la
manera en que se emplea la lengua.
Sin embargo, no debemos olvidar que la comunicación, es una forma de expresar y
dar a conocer información, los sentimientos, las ideas, las opiniones ante los demás,
y es un instrumento básico para la sobre vivencia.
En el proceso de la comunicación, al ver el panorama de la comunicación humana se
puede hacer uso de las diferentes maneras de articular un mensaje, en base a sus
capacidades cognoscitivas y siempre han estado unidas a la lengua. Por lo
que entendemos que la expresión oral esta integrada por palabras en una lengua
determinada.
Y la comunicación escrita amplía y aumenta las posibilidades de expresión que
permite la comunicación oral, ya que a través de la lengua escrita se transmiten
realidades y sentimientos para que perduren en el tiempo.
De esta manera, la lengua escrita sirve como una extensión de la expresión del
pensamiento. Aunque no siempre es fácil reflejar con exactitud lo que se piensa por
escrito.
Por lo tanto, en el presente trabajo es sobre todo un intento de facilitar el camino a de
la interpretación de los diferentes textos que nos encontramos en nuestra vida
cotidiana, por ende la importancia de cada uno: nos aporte más información que
puede ser de gran ayuda para poder entender las diferentes ideologías que los
seres humanos tenemos.
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DESARROLLO
TEXTO POETICO
ADÁN Y EVA
Jaime Sabines(Recuento de Poemas 1950 / 1993)
Fragmento
1
Estábamos en el paraíso. En el paraíso no ocurre nunca nada. No nos conocíamos.
Eva, levántate. -Tengo amor, sueño, hambre. ¿Amaneció? -Es de día, pero aún hay
estrellas. El sol viene de lejos hacia nosotros y empiezan a galopar los árboles.
Escucha. -Yo quiero morder tu quijada. Ven. Estoy desnuda, macerada, y huelo a ti.
Adán fue hacia ella y la tomó. Y parecía que los dos se habían metido en un río muy
ancho, y que jugaban con el agua hasta el cuello, y reían, mientras pequeños peces
equivocados les mordían las piernas.
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La noche que fue ayer fue de la magia. En la noche hay tambores, y los animales
duermen con el olfato abierto como un ojo. No hay nadie en el, aire. Las hojas y las
plumas se reúnen en las ramas, en el suelo, y alguien las mueve a veces, y callan.
Trapos negros, voces negras, espesos y negros silencios, flotan, se arrastran, y la
tierra se pone su rostro negro y hace gestos a las estrellas. Cuando pasa el miedo
junto a ellos, los corazones golpean fuerte, fuerte, y los ojos advierten que las cosas
se mueven eternamente en su mismo lugar. Nadie puede dar un paso en la noche. El
que entra con los ojos abiertos en la espesura de la noche, se pierde, es asaltado por
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la sombra, y nunca se sabrá nada de él, como de aquellos que el mar ha recogido. -
Eva, le dijo Adán, despacio, no nos separemos.
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-¿Has visto cómo crecen las plantas? Al lugar en que cae la semilla acude el agua:
es el agua la que germina, sube al sol. Por el tronco, por las ramas, el agua asciende
al aire, como cuando te quedas viendo el cielo de medio - día y tus ¿Ojos empiezan
a evaporarse. Las plantas crecen de un día a otro. Es la tierra la que crece; se hace
blanda, verde, flexible. El terrón enmohecido, la costra de los vicios árboles, se
desprende, regresa. ¿Lo has visto? Las plantas caminan en el tiempo, no de un lugar
a otro: de una hora a otra hora. Esto puedes sentirlo cuando te extiendes sobre la
tierra, boca arriba, y tu pelo penetra como un manojo de raíces, y toda tú eres un
tronco caído. -Yo quiero sembrar una semilla en el río, a ver si crece un árbol flotante
para treparme a jugar. En su follaje se enredarían los peces, y sería un árbol de agua
que iría a todas partes sin caerse nunca.
4
-Ayer estuve observando a los animales y me puse a pensar en ti. Las hembras son
más tersas, más suaves y más dañinas. Antes de entregarse maltratan al macho, o
huyen, se defienden ¿Por qué? Te he visto a ti también, como las palomas,
enardeciéndote cuando yo estoy tranquilo. ¿Es que tu sangre y la mía se encienden
a diferentes horas? Ahora que estás dormida debías responderme. Tu respiración es
tranquila y tienes el rostro desatado y los labios abiertos. Podrías decirlo todo sin
aflicción, sin risas. ¿Es que somos distintos? ¿No te hicieron, pues, de mi costado,
no me dueles? Cuando estoy en ti, cuando me hago pequeño y me abrazas y me
envuelves y te cierras como la flor con el insecto, sé algo, sabemos algo. La hembra
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es siempre más grande, de algún modo. Nosotros nos salvamos de la muerte. ¿Por
qué? Todas las noches nos salvamos. Quedamos juntos, en nuestros brazos, y yo
empiezo a crecer como el día. Algo he de andar buscando en ti, algo mío que tú eres
y que no has de darme nunca.
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ANALISIS DEL TEXTO POETICO
Adán y Eva, escrito por el Poeta y ensayista mexicano Jaime Sabines, uno de los
mejores poetas contemporáneos. Este poema escrito en prosa entre los años 1950
y 51, se publica 1952 conformado por quince poesías.
Adán y Eva es un conjunto de quince poemas pero, a la vez, como todo conjunto,
puede considerarse como un solo texto. La poesía en prosa es un tipo de discurso,
un género, que se caracteriza por una selección de recursos muy semejante a la de
la poesía en verso.
En esta obra de Adán y Eva, incluye algunos aspectos de la narración, mencionando
actores, acciones, tiempo y espacio; pero considerando que es una poesía y no un
relato, no se presenta el ciclo completo de la "narratividad”.
La poesía que se analizando, esta escrito en verso libre, y hace referencia a la vida
en común que tiene dos seres humanos que son Adán y Eva, el espacio en donde se
desarrolla es el paraíso que se caracteriza por un entorno solitario y bajo la
naturaleza. Entre las acciones que podemos citar:
Poema 1: Jugaban con el agua hasta el cuello, y reían.
Poema 2: No nos separemos.
Poema 3: cuando te extiendes sobre la tierra, boca arriba,
Poema 4: -Ayer estuve observando a los animales y me puse a pensar en ti.
Con estas frases el autor tocan la sensibilidad, y esto permite hondar más allá de
las dimensiones emocionales del ser humano, con ello el lector se traslada al
espacio en donde se esta desarrollando la historia y le trasmite tranquilidad y paz.
8
En esta literatura también permite identificar la utilización de un lenguaje figurado
(connotativo), utilizando frases o palabras que resaltan la belleza del individuo y la
descripción del ambiente natural. Cuando detalla la belleza del individuo hace
referencia a lo físico del individuo.
Otra de las características que se observa en el poema es que da respuesta y
explica como suceden algunos hechos naturales como: -¿Has visto cómo crecen las
plantas?-.
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TEXTOS PERIODISTICOS
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ANALISIS DEL TEXTO PERIODISTICO
El texto que se anexa en la anterior página, se trata de un artículo periodístico de
opinión, y se puede clasificar como nota editorial que expone sobre la tecnología
satelital desde el punto de vista de Gabriela Gómez Rodríguez.
En esta nota explica los acontecimientos que nos permiten tener un beneficio si
realmente se hace uso de la tecnología satelital, como los el poder monitorear las
diferentes áreas que conforman nuestro país o bien nuestro planeta, ya que nos
permitirá poder identificar los daños causados en nuestro ecosistemas y poder
buscar e implantar acciones preventivas o bien correctivas de cualquier desastre
natural que se pueda presentar. Así mismo, menciona las consecuencias que se
tuvieron antes de usar e implantar estos medios. También hace la comparación del
beneficio del satélite con respecto a las fotografías
Por lo que Gabriela Gómez, nos invita a apoyar el uso de la Tecnología Satelital.
En este articulo, se usa un lenguaje sencillo y cotidiano en donde el lector pueda
interpretar de manera simple y sencilla lo que se trata de dar a conocer. Cabe
mencionar que no se uso ningún tecnicismo. Por lo que podemos decir, Gómez
utiliza la función persuasiva.
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TEXTOS LITERARIOS
ES QUE SOMOS MUY POBRESJuan Rulfo
Aquí todo va de mal en peor. La semana pasada se murió mi tía Jacinta, y el sábado,
cuando ya la habíamos enterrado y comenzaba a bajársenos la tristeza, comenzó a
llover como nunca. A mi papá eso le dio coraje, porque toda la cosecha de cebada
estaba asoleándose en el solar. Y el aguacero llegó de repente, en grandes olas de
agua, sin darnos tiempo ni siquiera a esconder aunque fuera un manojo; lo único que
pudimos hacer, todos los de mi casa, fue estarnos arrimados debajo del tejaban,
viendo cómo el agua fría que caía del cielo quemaba aquella cebada amarilla tan
recién cortada.
Y apenas ayer, cuando mi hermana Tacha acababa de cumplir doce años, supimos
que la vaca que mi papá le regaló para el día de su santo se la había llevado el río
El río comenzó a crecer hace tres noches, a eso de la madrugada. Yo estaba muy
dormido y, sin embargo, el estruendo que traía el río al arrastrarse me hizo despertar
en seguida y pegar el brinco de la cama con mi cobija en la mano, como si hubiera
creído que se estaba derrumbando el techo de mi casa. Pero después me volví a
dormir, porque reconocí el sonido del río y porque ese sonido se fue haciendo igual
hasta traerme otra vez el sueño.
Cuando me levanté, la mañana estaba llena de nublazones y parecía que había
seguido lloviendo sin parar. Se notaba en que el ruido del río era más fuerte y se oía
más cerca. Se olía, como se huele una quemazón, el olor a podrido del agua
revuelta.
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A la hora en que me fui a asomar, el río ya había perdido sus orillas. Iba subiendo
poco a poco por la calle real, y estaba metiéndose a toda prisa en la casa de esa
mujer que le dicen la Tambora. El chapaleo del agua se oía al entrar por el corral y al
salir en grandes chorros por la puerta. La Tambora iba y venía caminando por lo que
era ya un pedazo de río, echando a la calle sus gallinas para que se fueran a
esconder a algún lugar donde no les llegara la corriente.
Y por el otro lado, por donde está el recodo, el río se debía de haber llevado, quién
sabe desde cuándo, el tamarindo que estaba en el solar de mi tía Jacinta, porque
ahora ya no se ve ningún tamarindo. Era el único que había en el pueblo, y por eso
nomás la gente se da cuenta de que la creciente esta que vemos es la más grande
de todas las que ha bajado el río en muchos años.
Mi hermana y yo volvimos a ir por la tarde a mirar aquel amontonadero de agua que
cada vez se hace más espesa y oscura y que pasa ya muy por encima de donde
debe estar el puente. Allí nos estuvimos horas y horas sin cansarnos viendo la cosa
aquella. Después nos subimos por la barranca, porque queríamos oír bien lo que
decía la gente, pues abajo, junto al río, hay un gran ruidazal y sólo se ven las bocas
de muchos que se abren y se cierran y como que quieren decir algo; pero no se oye
nada. Por eso nos subimos por la barranca, donde también hay gente mirando el río
y contando los perjuicios que ha hecho. Allí fue donde supimos que el río se había
llevado a la Serpentina, la vaca esa que era de mi hermana Tacha porque mi papá
se la regaló para el día de su cumpleaños y que tenía una oreja blanca y otra
colorada y muy bonitos ojos.
No acabo de saber por qué se le ocurriría a la Serpentina pasar el río este, cuando
sabía que no era el mismo río que ella conocía de a diario. La Serpentina nunca fue
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tan atarantada. Lo más seguro es que ha de haber venido dormida para dejarse
matar así nomás por nomás. A mí muchas veces me tocó despertarla cuando le
abría la puerta del corral porque si no, de su cuenta, allí se hubiera estado el día
entero con los ojos cerrados, bien quieta y suspirando, como se oye suspirar a las
vacas cuando duermen.
Y aquí ha de haber sucedido eso de que se durmió. Tal vez se le ocurrió despertar al
sentir que el agua pesada le golpeaba las costillas. Tal vez entonces se asustó y
trató de regresar; pero al volverse se encontró entreverada y acalambrada entre
aquella agua negra y dura como tierra corrediza. Tal vez bramó pidiendo que le
ayudaran. Bramó como sólo Dios sabe cómo.
Yo le pregunté a un señor que vio cuando la arrastraba el río si no había visto
también al becerrito que andaba con ella. Pero el hombre dijo que no sabía si lo
había visto. Sólo dijo que la vaca manchada pasó patas arriba muy cerquita de
donde él estaba y que allí dio una voltereta y luego no volvió a ver ni los cuernos ni
las patas ni ninguna señal de vaca. Por el río rodaban muchos troncos de árboles
con todo y raíces y él estaba muy ocupado en sacar leña, de modo que no podía
fijarse si eran animales o troncos los que arrastraba.
Nomás por eso, no sabemos si el becerro está vivo, o si se fue detrás de su madre
río abajo. Si así fue, que Dios los ampare a los dos.
La apuración que tienen en mi casa es lo que pueda suceder el día de mañana,
ahora que mi hermana Tacha se quedó sin nada. Porque mi papá con muchos
trabajos había conseguido a la Serpentina, desde que era una vaquilla, para dársela
a mi hermana, con el fin de que ella tuviera un capitalito y no se fuera a ir de piruja
como lo hicieron mis otras dos hermanas, las más grandes.
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Según mi papá, ellas se habían echado a perder porque éramos muy pobres en mi
casa y ellas eran muy retobadas. Desde chiquillas ya eran rezongonas. Y tan luego
que crecieron les dio por andar con hombres de lo peor, que les enseñaron cosas
malas. Ellas aprendieron pronto y entendían muy bien los chiflidos, cuando las
llamaban a altas horas de la noche. Después salían hasta de día. Iban cada rato por
agua al río y a veces, cuando uno menos se lo esperaba, allí estaban en el corral,
revolcándose en el suelo, todas encueradas y cada una con un hombre trepado
encima.
Entonces mi papá las corrió a las dos. Primero les aguantó todo lo que pudo; pero
más tarde ya no pudo aguantarlas más y les dio carrera para la calle. Ellas se fueron
para Ayutla o no sé para dónde; pero andan de pirujas.
Por eso le entra la mortificación a mi papá, ahora por la Tacha, que no quiere vaya a
resultar como sus otras dos hermanas, al sentir que se quedó muy pobre viendo la
falta de su vaca, viendo que ya no va a tener con qué entretenerse mientras le da por
crecer y pueda casarse con un hombre bueno, que la pueda querer para siempre. Y
eso ahora va a estar difícil. Con la vaca era distinto, pues no hubiera faltado quién se
hiciera el ánimo de casarse con ella, sólo por llevarse también aquella vaca tan
bonita.
La única esperanza que nos queda es que el becerro esté todavía vivo. Ojala no se
le haya ocurrido pasar el río detrás de su madre. Porque si así fue, mi hermana
Tacha está tantito así de retirado de hacerse piruja. Y mamá no quiere.
Mi mamá no sabe por qué Dios la ha castigado tanto al darle unas hijas de ese
modo, cuando en su familia, desde su abuela para acá, nunca ha habido gente mala.
Todos fueron criados en el temor de Dios y eran muy obedientes y no le cometían
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irreverencias a nadie. Todos fueron por el estilo. Quién sabe de dónde les vendría a
ese par de hijas suyas aquel mal ejemplo. Ella no se acuerda. Le da vueltas a todos
sus recuerdos y no ve claro dónde estuvo su mal o el pecado de nacerle una hija tras
otra con la misma mala costumbre. No se acuerda. Y cada vez que piensa en ellas,
llora y dice: "Que Dios las ampare a las dos."
Pero mi papá alega que aquello ya no tiene remedio. La peligrosa es la que queda
aquí, la Tacha, que va como palo de ocote crece y crece y que ya tiene unos
comienzos de senos que prometen ser como los de sus hermanas: puntiagudos y
altos y medio alborotados para llamar la atención.
-Sí -dice-, le llenará los ojos a cualquiera dondequiera que la vean. Y acabará mal;
como que estoy viendo que acabará mal.
Ésa es la mortificación de mi papá.
Y Tacha llora al sentir que su vaca no volverá porque se la ha matado el río. Está
aquí a mi lado, con su vestido color de rosa, mirando el río desde la barranca y sin
dejar de llorar. Por su cara corren chorretes de agua sucia como si el río se hubiera
metido dentro de ella.
Yo la abrazo tratando de consolarla, pero ella no entiende. Llora con más ganas. De
su boca sale un ruido semejante al que se arrastra por las orillas del río, que la hace
temblar y sacudirse todita, y, mientras, la creciente sigue subiendo. El sabor a
podrido que viene de allá salpica la cara mojada de Tacha y los dos pechitos de ella
se mueven de arriba abajo, sin parar, como si de repente comenzaran a hincharse
para empezar a trabajar por su perdición.
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ANALISIS DEL TEXTO LITERARIO
Juan Rulfo, escritor mexicano oriundo de Jalisco, que perteneció al movimiento
literario denominado "realismo mágico", y en sus obras se presenta una combinación
de realidad y fantasía, cuya acción se desarrolla en escenarios y personajes que
reflejan el peculiaridad del lugar, con sus grandes problemáticas socio-culturales
entrelazadas con el mundo fantástico; es decir, en donde plasma los sucesos
acontecidos en los pueblos y las comunidades campesinas mexicanas, mantenidas
en la marginalidad y el olvido. El cuento ES QUE SOMOS MUY POBRES, forma
parte de la obra de “EL LLANO EN LLAMAS”, y este contiene 17 relatos breves
sobre sur del estado de Jalisco; publicado en 1953.
La obra, pertenece al género épico-narrativo, y corresponde al subgénero del
cuento, su forma de expresión es una narración escrita en prosa y un lenguaje
coloquial. Mencionando también que el esquema estructural es abierto y aditiva, ya
que los sucesos se van relatando añadiendo unos y otros.
Es que somos muy pobres trata la historia de una familia muy humilde por la que
pasan todas las desgracias y el temor de los padres de que Tacha, su hija más chica,
se convierta en una prostituta como sus hermanas mayores, que decidieron tomar
ese camino a causa de la pobreza y mala suerte que las perseguía.
Narrados la mayoría de ellos en primera y tercera persona, Rulfo recrea un ambiente
a lo largo de los cuentos con seres que viven en un estado de magia. El presente
para ellos es trágico y la nostalgia del pasado y el recuerdo es una constante. El
autor logró retratar la problemática social–cultural del campo de la provincia
denunciando: la pobreza, la prostituciòn, el rompimiento de la unidad familiar y la
ruptura de la moral.
Juan Rulfo, en esta historia nos plasma cuatro tiempos importantes que son
considerados como una fatalidad: Semana Pasada: La tía Jacinta se muere; el día
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Sábado: La destrucción de las cosechas por la lluvia; ayer: La Vaca de Tacha se la
llevo el río; y por ultimo, el río comenzó a crecer y se llevo la vaca y el becerro.
Todos estos sucesos se llevan a cabo un poblado pequeño, De la misma manera se
compara el crecimiento del rió con el crecimiento natural y humano de Tacha.
Si analizamos las conductas de los personajes nos exponen acciones, pensamientos
y sentimientos:
El padre regala una vaca a su hija el día de su cumpleaños con esta acción
deja entrever su ideología, que con el obsequio será un medio para evitar la
prostituciòn.
La madre manifiesta una ideología orientada a la religión que explica la
pobreza o riqueza como la remuneración al premio o al castigo de la
conducta del ser humano.
El narrador, el hermano de Tacha, en su monólogo manifiesta Implicaciones
religiosas y morales que en un nivel no consciente reproducen valores
sociales.
En esta lectura el autor trasmite la frustración y la fatalidad de los campesinos de
su tierra y tiene una intención informativa de darnos a conocer los sucesos del
México del ayer y no tan del ayer. Para el autor, manifiesta que los personajes ven
a la vaca como un símbolo de esperanza y de riqueza, para tener una posibilidad de
una mejor vida.
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TEXTOS ENSAYISTAS
ENSAYO SOBRE LA VIDA Y OBRA DE AGUSTÍN YÁNEZ.
Remitente Anónimo: Novelar sobre un Esteta Evasivo
La historia es una ficción complaciente, y si a veces lacerante, no lo es por
excepción, sino precisamente como el resultado de esa disonancia amarga que
consiste en el descubrimiento de la revelación como un deterioro, de la fantasía
como un eufemismo deseable, políticamente correcto. Una mentira se califica con
una escala por completo subjetiva: a veces es una verdad exacerbada. La sutileza de
los cambios demanda que sean paulatinos, graduales. Como todo en la naturaleza,
cualquier acercamiento resulta escandaloso si es demasiado acelerado. La novela,
en cambio, es una realidad evasiva, mucho más maleable y, por tanto, menos
acotada, más libre y con ello más esquiva al podio doctrinario. Se exige la suficiente
celeridad para presionar su flexibilidad, construir un clímax y contra-clímax (con la
debida disculpa a la forma tradicional de la narrativa, que, por lo visto, tampoco
Yánez respetó). Quien escribe de la historia es un novelista cauteloso; quien novela
es un historiador aventurero.
Resulta curioso que Clío sea tratada con mayor deferencia académica siendo lo
arbitrarios que pueden ser los sesgos que toma. En su vanidosa lógica sí existen los
matices y, sin embargo, está llena de absolutos. Caer en la extrema simplificación es
la perenne amenaza de quienes vemos la vida en retrospectiva. Con una memoria
tan corta es preferible inmolar el contexto, así que Porfirio Díaz o fue un santo o fue
un demonio. No hay aventura, ni descubrimiento, sólo bandos opuestos, consensos,
mayor cantidad de pruebas o, en el mejor de los casos, menor calidad en las
acusaciones. En matemáticas una fórmula no es digna de desprecio, representa
horas de riguroso análisis, es la simplificación de un ejercicio particular. Sacrificio que
la novela no está dispuesta a tomar. Lo importante del juicio no es la sentencia, sino
19
el alegato, el proceso mismo de la defensa y la acusación, una batalla que se
desarrolla en el tiempo novelístico, siempre presente. Siddharta busca la verdad y no
la encuentra. Debe mirar atrás; la verdad está en cada uno de los pasos que ha
seguido en su camino, es el camino mismo. El absoluto es un privilegio de quien ya
sabe las posiciones de antemano, o de quien quiere así establecerlas, y que
desdeña la parte más importante: la curiosidad de saber si nuestro héroe morirá en el
siguiente capítulo o no, y que sólo podemos saberlo una página a la vez. Eso mismo
lo sabía don Agustín Yánez.
Yánez no es un escritor 'realista' ni en la forma ni en el fondo, en el sentido
tradicional de los novelistas de la Revolución Mexicana, su lenguaje no es llano ni
crudo ni tampoco intrépidamente comprometido. Es, más bien, un retratista con
fundamentos estéticos muy sofisticados, elegante, intercalando una cadencia poética
en su obra, pero, en rigor, estableciendo una distancia intelectual definida con su
temática. Está comprometido, sí, con las implicaciones artísticas y académicas de su
trabajo, y por ello, está comprometido con lo que retrata pero, en rigor, su arte no
sirve a su temática: es la temática la que se eleva a través de su obra y adquiere
otras dimensiones. Se convierte en un poderoso aval, y su opinión impregna también
su autoridad. Pienso en Toulouse-Lautrec que no era, moralmente, un apóstata, pero
en sus lienzos las antes 'peregrinas y más cuestionables' manifestaciones sexuales
son ahora símbolo de culto. Una extravagancia no exenta de cierta comicidad.
Picasso cotiza en dólares. Es una cuestión caprichosa que también tiene que ver con
el tiempo. Vivir muy poco no sólo genera una memoria muy corta, sino que
incrementa las posibilidades de aburrirse rápidamente. Nada puede ser eterno, salvo
lo atemporal -y no es jugar con la retórica, es un hecho indiscutible e íntimo de los
extremos como la nada y el infinito. Solo así podríamos explicar por qué Yánez
escapa a toda definición, por qué es tan inasible, por qué apenas podemos intuirlo y
lejos de acapararlo, genera atención. Pero no todo en la modernidad es superfluo.
Agustín Yánez, secretario de Educación Pública, firma en enero de 1968 un acuerdo
que incluye el sistema telesecundaria dentro del Sistema Educativo Nacional.
20
Su extensa obra, que difícilmente puede circunscribirse a un solo estilo, es, en lo
referente al martirio interior y exterior de sus personajes, muy descriptiva: obedece a
esa percepción sensible rayana en la experiencia espiritual, lo cual lo convierte en un
hábil ambientador. Si consideramos la manera de presentar lo mundano de una
manera surrealista, tiene razón quien lo compara con Balzac, pero dado el enfoque
más particular que toma Agustín Yánez (el campo, la provincia), es más prudente
considerarlo la verosímil contraparte de José Revueltas -literariamente soslayado por
años, pues ambos son, en esencia, obscuros; fieles en lo tocante a una religiosidad
agobiante, o bien la no menos agobiante falta de ésta; inquisitivos en la desgarradora
convulsión de los retratados ante la incierta fatalidad del destino. Revueltas es
también un espejo de la sociedad pero sus trazos se inclinan más por la experiencia
visual, cinematográfica. Revueltas describe una escena, manejando hábilmente luz y
sombra, destacando el primer plano por contraposición al segundo y tercero, y luego
un fade out en el que conjuga imagen y texto. Así sucede con Yánez, pero a la
inversa: suya es la orquestación de lo que precisamente no se ve en el cuadro.
Una imagen dice más que mil palabras... y sugiere otro millón más. Lo saben los
cineastas, los pintores, los escenógrafos, los maquillistas y, por supuesto, los
escritores. Una sonrisa a medio esbozar es una exageración válida, pero no deja de
ser un consenso más o menos arbitrario. A mí nunca me ha parecido que la
Gioconda sonría. No puedo subirme en el barco de la 'enigmática sonrisa' porque,
para empezar, los profanos como yo no la vemos en primera instancia, pero ahí
reside el meollo del asunto: debe existir, por eso la buscamos. El "Origen de las
Especies" no es, ni de lejos, una obra subversiva. Si bien su lectura puede resultar
aburrida hoy en día, la potencia en lo descrito se encuentra no en lo que resalta, sino
en lo que oculta o lo que sugiere, y lo que en su momento desafió. El gran drama
histórico que envuelve a Yánez y a las circunstancias de su origen y sus años de
vida adolescente es precisamente aquel que evadió convenientemente: La Rebelión
Cristera. ¡Ay, Yahualica de mis amores / si te vuelves en Clamores / ora soy tu
campesino / cacique soy de tus colores! Ninguna obra suya posee más que
21
comentarios marginales sobre el asunto; él, cuya familia era originaria de Los Altos,
que escribió sobre la eucaristía, cuyos amigos fueron fusilados incluso. Él, que fue
historiador, nos dejó la incógnita de sus impresiones sobre un asunto en el cual él
poseía material de primera mano. Tal era la política entonces.
No debe extrañarnos, por tanto, la destreza del jalisciense para moverse entre líneas,
para sugerir sin ser explícito -no en balde fue un político toda su vida. De ahí que
resulte tan atractiva su producción literaria como ejercicio autobiográfico: Yánez fue
en su temprana juventud fichado como socialista y 'cristero', un lastre muy incómodo
para quien después fuera Gobernador de Jalisco, Miembro del Colegio Nacional,
Consejero de la Presidencia con Adolfo López Mateos, Secretario de Educación
Pública con Gustavo Díaz Ordaz y Presidente de la Comisión Nacional de Libros de
Texto Gratuitos, entre otros cargos. La observación de que un condenado es el más
implacable juez, resulta entonces pertinente. En Santa Anna: espectro de una
sociedad vemos el carácter dual, heterogéneo, de su trabajo: a su introspección
personal interpuso introspección colectiva, el personaje en condicionamiento
operante y perpetuo. No pretende ser un juicio sumario, y está muy lejos de ser una
apología, pero el tema se antoja todavía escabroso, comprometido. La culpa recae
en una abstracción: él y la sociedad. Pero entonces no existe crimen, porque no
constituyó un atentado en contra de la regla; la regla era también marchita. No hubo
ofensa social, sólo eco... y silencio. Claro, el libro no salió a la luz sino después de
1980. Pero ya que lo pensamos, ¿no era lo mismo escribir sobre la cristiada
también? ¿Qué frontera no demarcada señala el fin de lo público y lo enteramente
personal? ¿Por qué, Agustín, no reservaste nunca una sorpresa póstuma, un celoso
apunte extraviado o las pistas para seguirlo? La mirada lúcida y aguda de quien
descubre es también la misma capacidad para ocultar, como en su caso, sus
actividades previas a 1929. La biografía es un arte voluptuoso porque no alimenta
más de lo que desea ser alimentado y Yánez, que no puede ser, como nadie, ajeno a
su propia pluma, reclama también una biografía.
22
Más allá del erudito interés de ciertos norteamericanos, entre los que podemos
destacar John S. Brushwood (México en su novela (1973), La Barbarie Elegante
(1988)), Agustín Yánez se encuentra sólo como referencia literaria o como un artículo
exótico en alguna revista extranjera que trate sobre el tema. En The Mexican Novel
Comes of Age (1971), una compilación de articulistas sobre narrativa mexicana, un
apartado es por sí mismo elocuente, "Agustín Yánez: el salto cuántico para la novela
mexicana", en el cual Walter Langford reconoce en Yánez a un autor adelantado a su
tiempo. Y de nuevo, la biografía, el hombre, sobre todo de parte de sus compatriotas,
¿dónde quedó? Yánez no es un tema de snobs de café, hábiles paleontólogos de
biblioteca. Para retratarlo con justicia hace falta rebasar esa limitación que otorga la
etiqueta de mera curiosidad académica, es decir, hace falta incorporarlo al debate
personal, estudiarlo desde el punto de vista humano, imperfecto, voluble y, con
razón, contradictorio. Sólo ahí la biografía superara el estatismo de querer presentar
figuras intocables, inmaculadas, aisladas de todo contexto.
Material no hace falta, el propio personaje, envuelto en un aura demasiado
institucional, engañosamente acartonada, invita a un acercamiento menos sobrio.
Está inscrito y escrito su conflicto por sus propias palabras. Elegante por orientación
pero sin pudor en su implicación, dispar a la vez que busca un equilibrio, conciliar las
dualidades que representaron -y siguen representando- la marca indistinta de su
legado literario: vida y muerte, sensualidad y parquedad, religiosidad en sus
extremos más obscuros y también los más luminosos, revuelta y disciplina,
impersonalidad y protagonismo. Bartolomé y Santa Anna conviven. ¿De qué
conversarán? ¿Es insalvable la aporía? Apenas puedo imaginar un diálogo tal.
"Nadie puede robar la bandera de Dios, pues ninguna aspiración humana abarca
semejante vastedad, pero nada hay de malo en actuar en conformidad con su
palabra. Ocurrióseles a los hombres extraviados, que en esto pecan de falsa
iluminación, que bien valía morir y matar por nuestro señor, siendo que su mensaje
es la concordia universal, y ya vémosles haciendo pagar también a justos cual
pecadores. Los yerros, destos algo, es común en los hombres de criterio, poco
importan para el evangelio pues mayor virtud posee quien a tiempo los enmienda.
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Vuestra merced sin duda no podéis estar en desacuerdo", "Tarde viene a
suspicacias, don Bartolomé. La inspirada marcha de algunos hombres impide el lujo
de sentarse a meditar sobre sus actos, pues si correspondiera a todos sopesar los
riesgos de sus empresas hace mucho que la historia hubiera sufrido una parálisis. En
el lecho de muerte se arrepiente uno más de lo que no ha hecho que de lo que pudo
hacer. Que cambié, si bien es cierto, muchas veces de égida, más el tiempo, que es
tirano, viene a mal las camisetas", "Son los ideales la cúspide de la conciencia, don
Antonio, por todos los caminos se puede llegar a la cima, por supuesto, caminando,
pero también vale la pena escoger, y si Agustín, aunque un político, estuvo
comprometido con la enseñanza. Fue su aportación más elevada", "La teoría, debes
saber, no concuerda con la práctica. Se admira, hasta en las letras, al hombre de
acción. Si caer es un pecado, lo es más el no haberse atrevido a empezar a andar,
por temor a resbalar. ¡Levantarse, si se cae una y otra y otra vez!", "¿Qué idearios
son entonces, los que os deben guiar el corazón de un hombre tal?", "Sólo uno, buen
señor, que es la patria, sin amedrentar el pundonor sobre los medios, ¿acaso
estandarte alguno ha nacido el más deseable?". Confabulan, me imagino, uno
revestido de santidad, el otro execrado, envuelto en otra santidad -la del vituperio, y
el pacto tan irreal se vuelve paradoja literaria: los biografiados escriben sobre la vida
de Agustín Yánez Delgadillo, nacido el 4 de mayo de 1904...
Como González Pedrero (también biógrafo extenso de Santa Anna), Reyes Heroles,
Silva Herzog, en cierto grado Heberto Castillo y el mismo José Revueltas, en el otro
lado del espectro político, pertenece a la estirpe de los escritores políticos -el vocablo
es intencional, porque suena contradictorio en nuestros días conciliar la crítica de la
pluma con la institucionalidad de la corbata. Pero Agustín Yánez también es un
escritor y un académico, un historiador y un filósofo. Resulta difícil un acercamiento a
su personalidad sin ser convencidos por la obviedad de la biografía política. Ni
siquiera una extrapolación de sus labores literarias, por muy íntimas que sean, puede
establecer una conexión fehaciente con los hechos de su vida, precisamente por el
carácter a veces contradictorio de su narrativa. Quizá por ello una biografía al alimón,
como la hacen Santa Anna y Las Casas, pueda establecer un balance apropiado
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entre la mundanalidad y la idea, es decir, el acercamiento que Yánez mismo hizo a
sendos personajes en un reflejo tácito de sí mismo: queriendo descubrir el secreto en
la seducción de la figura que describe; captarlo, hacerlo propio, lo que en él mismo,
también -me atrevo a decir, se daba a veces por cuestionar o incluso anhelar, como
cuando describe la personalidad de Santa Anna, encantador, o para ser más
precisos, embrujador. Él -Agustín Yánez- que pecaba de formalidad, no podía -
¿deseaba?- ser irresistible. Sí podía, en cambio, emular la piedad religiosa, cristiana,
de Fray Bartolomé, defender a su pueblo a través de sus escritos y convertirse en un
defensor de la legalidad (no sólo jurídica, sino cultural y gramática). Su narrativa trae
luz sobre la 'mexicanidad', y en ese sentido es la mayor defensa de lo suyo, lo
mexicano, porque le proporciona el derecho a existir por sí mismo. Somos mestizos,
con todas las contradicciones que nuestro origen suponga, y hacia todas las
naciones en que pongamos pie. Yánez, como Las Casas, es un intelectual popular -
no populachero- y hasta cierto punto, impersonal: su espíritu y encanto está presente
en su obra más que en él mismo.
Autor: Roberto Hoyos
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ANALISIS DEL TEXTO ENSAYISTA
El texto es de tipo ensayo, y este es un documento consisten en una composición
literaria que plasma las ideas que realiza un autor sobre un tema y que puedan ser
criticas o reflexiones, Los ensayos pueden estar escritos en forma de prosa o lírica, y
a su vez se pueden utilizar una lenguaje libre o incluso de denotativo.
En este ensayo escrito en prosa, primeramente hace una reflexión de lo que es una
historia y una novela, haciendo una comparación de lo que aporta cada uno de estos
documentos literarios. De esta misma manera, se hacen las observaciones de las
características literarias que emplea el escritor Agustín Yañez en sus obras.
Las impresiones y reflexiones que se manifiestan en este documento presentan una
diversidad lingüística como sustantivos u oraciones y nombres propios en idioma
extranjero como ingles, también se manifiestan los diferentes dialectos del español
que se presentan de países latinos.
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CONCLUSIONES
Llegar a esta parte del trabajo desarrollado, implica quizá una ardua reflexión que
cuando se inicio con esta tarea; ya que requiere un trabajo minucioso en que se
exprese lo relevante del análisis de los textos.
Queda claro, que para comentar un texto es necesario analizar de manera conjunta
lo que el texto dice y como lo dice, ya que estos dos aspectos no pueden separarse.
Todo lo escrito dice algo de fondo mediante palabras que vienen siendo la forma: si
se trata de separarlos seria absurdo, ya que no abría una comprensión lectora
correcta.
Por lo tanto, el autor no lograría su objetivo consistente en dar a conocer la
información, los sentimientos, las ideas, las opiniones que desea trasmitir.
Cabe aclarar que al realizar el análisis, podemos tener distintas explicaciones de un
mismo texto, dependiendo de la cultura, la sensibilidad e incluso los intereses del
lector.
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BIBLIOGRAFIA
Recuento de Poemas 1950 / 1993
Jaime Sabines
Editorial Joaquín Mortiz
Primera Edición : Junio 2001
Taller de Lectura y Redacción I
Ma. de la Paz Carmen Sánchez Amador , et al
Editorial Nueva Imagen
Sexta Reimpresión 2001
Taller de Lectura y Redacción de Textos
Frida Zacaula, et al
Editorial Santillana
Tercera Reimpresión 2002
FUENTES ELECTRONICAS
http://www.oem.com.mx/elsoldedurango/notas/n657196.htm
http://es.geocities.com/cuentohispano/
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