vencer la impaciencia con ilusión y esperanza
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Vencer la Impaciencia con ilusión y esperanza
Autor: Antonio Fuentes Mendiola
Editorial: Desclée De Brouwer
Lugar: Bilbao
Páginas: 266
La impaciencia es una de las debilidades que los seres humanos tenemos y por el deseo que se tiene de alcanzar el “éxito” y el bienestar económico hace que cada vez más nos estemos inquietando por estar cosas que a la larga lo único que hacen es robarnos nuestra paz y felicidad. Muchos quisiéramos alcanzar esa paz verdad, pero ¿en verdad se podría alcanzar dicha paz? La respuesta es sí claro que podríamos! ¿Como? Pues primeramente reconocer a la presencia de nuestro padre Jehová Dios de los cielos y siguiendo su camino, ser dueños de nosotros mismos, personas reflexivas y prudentes en todo momento. La paciencia seria de mucha utilidad en nuestra vida, veamos una serie de cosas que nos aporta la paciencia: fortaleza, fuerzas y energías ¿y esto para qué? Para resistirnos aquellos malos deseos que se apoderan de nosotros cuando la impaciencia nos envuelve, de manera que la persona que es paciente no se deja que le quiten su serenidad, dirige correctamente su pensamientos y hace el bien.
Existen tres armas que nos serán de utilidad para la luchar contra la impaciencia ¿cuáles son?
Fe Esperanza Amor
Fe para con nuestro creador y de todo lo existente en este mundo, que eso dará origen a la esperanza, para vivir con justifica y optimismo y el amor para nosotros mismos y para quienes nos rodean.
¿Cuantos hemos sido impacientes en muchas ocasiones? La mayoría verdad, fuimos pesimistas nunca creíamos en que podíamos hacer lo que nos propusiéramos, entramos en tristeza al ver cuando fallábamos ¿porque? Porque estábamos entrando en el egoísmo. El egoísmo es una impaciencia que hace que solo pensemos en nosotros y no en los demás. Veamos como las consecuencias del egoísmo para que nos demos cuenta de cómo se actúa cuando nos dejamos atrapar por este:
Mal genio Inquietud Reacciones de mal humor Desorden
Todo esto nos producen choques y enemistades, la paciencia no podemos alcanzarla con decir yo quisiera ser paciente y sin hacer nada al respecto,
debemos de poner algo llamado voluntad, pero se puede decir que es fácil decirlo y no hacerlo, pues claro que no es fácil todo en la vida cuesta pero si nunca lo intentamos nunca veremos los resultados requiere de tiempo si tenemos la voluntad necesaria lo podremos lograr.
Acosados por la impaciencia
La mayoría de personas viven en un mundo donde su vida lleva un ritmo demasiado acelerado siempre atormentado por los sucesos de cada día que hacen que muchas veces perdamos la paciencia y cometamos acciones de los cuales posteriormente nos podríamos arrepentir y estos con el tiempo perjudican más nuestras vidas y a partir de ahí vienen una serie de sentimientos que hacen que el vivir de cada día no se disfrute a plenitud, nos dañamos a nosotros mismos y también dañamos a las personas que están alrededor perdemos la esencia de quienes no somos.
Debemos de tener en cuenta que cada persona es responsable de sus actos, no debemos culpar a otros por las cosas que nosotros hacemos a veces cometemos errores y queremos justificarlos culpando a los que están a nuestro alrededor debemos de ser conscientes de nuestros errores con humildad de esta manera tendremos tranquilidad en nuestro interior.
Cautivos en el tiempo
Hay tener presente que todo lo que hagamos en nuestras vidas de alguna manera u otra estará marcado por eso cosas que nosotros hagamos si hacemos el bien seremos conocidos por personas de bien, si no hacemos el bien seremos conocidos por personas en que solo buscan sus beneficios, nuestra vida tiene una fecha de caducidad por lo que hay que aprovecharlas debemos administrar de buena manera ese tiempo que tenemos y que mejor manera seria hacerlo con una gran fe no debemos negar la parte espiritual nuestro amado jehová Dios nos ha dado un don del tiempo para que nos esforcemos en trabajar a favor de él, ¿para qué trabajar para Dios? Para alcanzar la verdadera felicidad y para ganarlos un lugar en el paraíso, nuestro padre celestial nos ha dado a todos muchos talentos para que los pongamos en práctica no para que los escondamos así que es momentos de ponernos en marcha y afrontar nuestros problemas con la ayuda de Dios.
Peligro del Activismo
Muchos no tienen definido el significado de la felicidad piensan que con el dinero o bienes material podrán alcanzar la verdadera felicidad y con este pensamiento lo que hacen es caer en desasosiego muchos se dejan que el trabajo los consuma todo por tratar de conseguir cosas materiales
Para luchar contra el activismo debes de ser consiente que es lo que está influyendo en mi para que haga ciertas cosas que pueden parecer buenas pero en realidad me están generando impaciencia en ese momento debemos estar serenos para razonar de la mejor manera posible pidámosle ayuda Dios él nos
dará fuerzas ya que siempre hay tentaciones que a veces nos llevan a volver a caer en el error pero con la ayuda del podremos superar estas pruebas de la vida.
Zarandeados por las prisas
Hay que tener mucho cuidado con las prisas estas son de piedra en el camino hacen que perdamos la paciencia en cualquier momento, cada cosa tiene su tiempo no tratemos de hacer las cosas con prisas sin pensar en lo que se está haciendo porque esto hará que perdamos la paz y tales que no consigamos lo que pretendíamos. Dejemos ese ritmo acelerado nos producirá agobio a veces quisiéramos estar en varios lugares para hacer varios cosas o llegamos a tal punto querer adelantar o retrasar el tiempo cuando algo me sale mal, hay algo que se va de la mano con las prisas esto es la avidez consumista esto hace que creemos supuestamente necesidades pero en realidad no son necesarias adquirir ciertas cosas como productos, bienes, etc. No nos dejemos llevar por esas publicidades engañosas que solo nos generan inquietudes. Cada cosa cuesta tiempo y esfuerzo y de debemos valorar eso se pueden conseguirlas pero todo sin prisas.
En ocasiones debido a estas prisas muchas veces el prójimo paga los platos rotos y todo por culpa de nuestros actos incluso llegamos a tal punto que ni cuenta nos damos cuando dañamos a otros todo por las prisas, seamos sensatos y reflexionemos antes de actuar.
Aprender a esperar
Para poder dominar la ansiedad y actuar con prudencia debemos aprender a esperar dar tiempo al tiempo, muchas veces podemos tener muchos planes en nuestras vida algunas veces nos saldrá todo como lo hemos planeado que bien que siempre fuera así verdad, pero debemos tener presente que no siempre pasara así, en otras ocasiones aquellos que hemos planeado no nos puede salir y ahí es cuando debemos saber esperar para encontrar una solución.
Puede que a veces no encontremos una solución pero no nos desanimemos busquemos ayuda de otra persona a lo mejor ellos pueden tener una solución y si aun así no sale lo que queríamos busquemos otras alternativas, pero no nos quedemos pasivos puede que haya de esperar más de lo que nosotros quisiéramos, esta espera será un espacio que nos ayudara a madurar y a comprender que así como hay buenos momentos hay malos también, no nos demos por vencidos ya que si lo hacemos aceptaríamos de antemano el fracaso y ese no es nuestro objetivo, seamos conscientes que si nos rendimos perderemos esa paz y comenzara el mal humor y otra serie de cosas que solo nos afectaran
Si somos pacientes y sabemos esperar obtendremos buenos resultados, un momento de paciencia puede alejar un gran desastre; un momento de impaciencia puede arruinar toda una vida y recordemos que donde el hombre no llega, llega nuestro amoroso padre celestial jehová Dios.
Quejas y Protestas
Como seres humanos muchas veces somos obstinados, olvidamos que podemos contar con la ayuda de otros a veces rechazamos a esas personas incluso a nuestra familia no debemos actuar de esta manera, acordemos de que Dios siempre está con nosotros en todo momento es nos ayuda de salir de esos problemas que muchas veces tenemos, apedar de ello algunas siguen actuando por su cuenta si pensamos de esta manera solo demostraremos el egoísmo , orgullo y lo rebelde que somos pensando en que todo lo podemos solucionar nosotros sin ayuda de los demás.
Inutilidad de las quejas
Los lamentos por lo general son inútiles el solo lamentarse sin hacer nada solo sirve para aumentar nuestras preocupaciones y enojos. La persona quejosa, engreída y protestona tarde o temprano se encuentra con un callejón sin salida, cuando no acepta la realidad en que vive, esta persona rechaza virtudes de los demás y solo piensa en sí mismo reclama aplausos y halagos, pretende tener éxito en la vida según ella sin contar con la ayuda de Dios.
Enojos por los defectos ajenos
Buena parte de los enojos que sufrimos es debido a que no aceptamos los defectos de los demás, muchos teníamos manías algunas pueden ser desagradables para otras personas otras no, algunas personas solo critican a las demás personas no tienen la paciencia necesaria para soportar los defectos de los demás, uno como persona primero debe de examinarse uno mismo reconocer nuestros defectos si empezamos por aquí será de mucha a utilidad al poder tratar comprender los defectos de los demás, todos en este mundo tenemos defecto nadie es perfecto por lo que debemos aprender a convivir con todos los que nos rodean a nuestro alrededor. Cabe destacar que no todas las manias son buenas hay que combatirlas a tiempo y con decisión, no se deben dar por buenas ni quitarles importancia.
Debemos de pensar bien las palabras que van a salir de nuestra boca ¿Por qué? Porque hay cosas que pueda que digamos dañen los sentimientos de los demás, después vienen las excusas y justificaciones ya cuando estamos metidos en el problema se justifican diciendo que no pensó lo que dijo, que tuvo un mal momento, otros se excusan de que el prójimo tiene ciertas actitudes que lo hacen enojar, no aceptan que son impacientes, intolerantes y egoístas.
Los enojos se vencen con más facilidad cuando uno se guía por la verdad, esto ayuda a combatir la ira y a mantener la serenidad, es importante respetar a las personas si amamos a Dios podremos amar al prójimo, el amor no se reduce al sentimiento va mucho más allá, exige la entrega entera de la persona, de su entendimiento y voluntad.
Inquietud por la salud y el dinero
La inquietud por lo que se pueda hacer el día de mañana se convierte para algunos en fuente de continuas impaciencias. Sobre todo, y especialmente, en lo que se refiere a la salud y al dinero, piensan tanto en esto que los que hacen es aumentar sus problemas, a veces para poder comprender a los demás hay que a ver vivido lo que ellos pasaron; a menos que hayas sufrido y llorado no se entenderá lo que es compasión, ni puedes dar consuelo a alguien que sufre, si no has llorado no puedes quitar las lágrimas del otro.
Temor al enfermar
La enfermedad para algunos se convierte en una auténtica pesadilla, en una fuente de agobios e impaciencias y esto hace que se caiga en la intranquilidad que esta con el tiempo genera ansiedad y mucha tristeza, a pesar de esto debemos de tratar de ser pacientes si bien la medicina nos ayuda no hay alguna que calme definitivamente el dolor, solo aquel creyente con fe aun en estos momentos no pierde la esperanza porque sabe que alguna día esto acabara. Tenemos un gran ejemplo en nuestras vida como lo es Jesucristo quien vino a salvarnos del pecado el sufrió mucho, siento mucho dolor y hasta murió por nosotros sigamos sus caminos, el creador nos ha dejado consejo con respecto a esto y nos dice “no os preocupéis por el mañana pue a cada día le basta su propio afán” el confía en el nunca estará solo, la fe es la luz y claridad para el entendimiento, la esperanza es fuerza y sosiego para el corazón.
Pavor a la penuria económica
En muchas ocasiones también se sufre mucho cuando escasean los bienes económicos y no se tiene lo suficiente para hacer frente a las necesidades más básicas, cada día son más lo que por falta de dinero no pueden llegar a fin de mes esto genera impaciencia y hace que se dejen dominar por los nervios con lo que llega la indignación, protestas, reacciones de disgusto y el mal humor todo aparte que nos afecta a nosotros también le puede llegar afectar a los que nos rodean debido a nuestro comportamiento , todo hombre necesita de un mínimo de bienes para salir adelante lo que pasa que nos aferramos tanto al querer conseguir más de lo que tenemos y cuando no se consigue se sufre. Por lo tanto en la media de las posibilidades hay que hacer cierta previsión del futuro, buscando hoy lo que se necesitara mañana, para eso están por ejemplo los seguros de vida, los fondos de pensiones, servicios funerarios y otros que son de utilidad cuando pasemos por estas penas.
No nos debemos por vencidos a la primera si algo no nos sale como queremos hay que seguir adelante, el que persevera y no se da por vencido, puede estar seguro de que con la gracia de Dios saldrá adelante, los que se olvidan de Dios y no lo tienen presente la hora de solucionar sus problemas no podrán evitar la inquietud y preocupación, piensan que ellos solos podrán resolver sus problemas, se equivocan lo único que harán es multiplicar sus agobios, perder la serenidad y volverse pesimistas, recordemos que los bienes materiales son relativos, nunca imprescindibles, por lo tanto los que tiene bienes han de vivir
desprendidos de ellos dando gracias por tenerlos, atendiendo con generosidad a quienes carecen de ellos. La biblia nos habla sobre estas cosas “buscad primero el reino de Dios y sus justicia y todo lo demás se les dará por añadidura” (Mt 6, 32-33).Debemos tener dinero para vivir, sí, pero no debemos vivir para el dinero, el dinero es el medio nunca debe ser el fin para nuestras vidas.
Hoy vivimos engañados por los medios sociales por el señuelo de una vida feliz, fácil y relajada, con sus propuestas de vida feliz, sumerge al hombre en confusión, hagamos uso de la sensatez no podemos dejarnos seducir por la ambición de bienes o el deseo incontrolado de placer. Si tenemos bienes de fortuna, bendito sea Dios; si le faltan, ah de dar gracias igualmente. Seamos sensatos y realistas, vivamos el presente en plenitud que el futuro está en las manos de Dios. Cualquier temor se supera cuando uno vive de esperanza y se abre al amor de Dios.
PASOS HACIA LA PACIENCIA
Después de conocer algunas impaciencias mencionadas por A.F.M y a la vez
algunas soluciones que se pueden implementar para lograr poder tener un
control sobre ellas, nos hace un resumen más detallado y enfocado
prácticamente que la impaciencia puede ser controlada con la paciencia, en mi
pensar o punto de vista, me agrada en la manera que hace mención como
obtener dicha paciencia, es un don de Dios que debe pedirse con humildad.
Crece y se desarrolla en la medida que se hacen actos de fe y esperanza,
repetidas veces nos hace la mención que somos hijos de Dios y en la manera
que debemos de actuar para alcanzar nuestra felicidad.
El autor promueve y hace énfasis en que la paciencia es un auténtico tesoro,
que nos ayuda a alcanzar lo que con ilusión se espera, esto me hace recordar
el pasaje de “Es, pues, la fe la certeza de lo que se espera, la convicción de lo
que no se ve” (Hebreos 11:1).Pues, la virtud de la paciencia juega un papel
importante en la vida del cristiano, en esto también el autor nos hace recordar
que no hay que olvidar que vivimos inmersos en el tiempo mencionando; con el
que se ha de contar, es la cancha en la que cada cual ejercita su paciencia. No
respetar los plazos es abocarse al desorden, con su peligroso acoso de
nerviosismo y prisas que ocasionan la impaciencia.
CADA COSA A SU TIEMPO
Nos dice A.F.M que Dios ha dado al hombre un tiempo para que madure y sea
feliz. Se ha de comenzar y acabar cada tarea a su tiempo, sin adelantarlas por
precipitación ni retrasarlas por pereza, él dice o como se hizo mención en lo
anterior que la paciencia incita a acortar los plazos, a no respetar los tiempos
que cada cosa requiere. Me agrada en la manera que el menciona que cada
uno tendrá que dar cuenta de cómo empleó su tiempo. Mencionando una de
las principales antesalas más de la impaciencia como lo es el
“atolondramiento”, es un obstáculo serio para hacer bien las cosas y
terminarlas en su momento.
EL talento del tiempo
En este punto el autor hace una reflexión propia y muy íntima, con respecto a lo
que se nos fue entregado o lo que traemos desde que nacemos, y él dice que
es “Un talonario de cheques en el bolsillo o un talonario de talentos”. Y uno de
ellos es el tiempo, y es fundamental por el hecho que depende de cómo lo
aproveche sea feliz o no.
Luego de hacer una reflexión de que es el tiempo. El autor realiza preguntas
como ésta: ¿hizo realmente lo que tenía que hacer?, Dios preguntará: ¿Cómo
empleaste tus talentos? ¿Te pasaste el día yendo de un lado para otro, inquieto
e impaciente, haciendo lo que te apetecía?, ya a Dios no le importa tanto saber
qué hacemos con el tiempo, sino cómo lo empleamos; es decir, si vivimos para
su gloria o para nuestro egoísmo. Todos tendremos que responder cómo
hicimos rendir los talentos cada uno, no importando sus condiciones.
La fugacidad de la vida
Podemos seguir leyendo y darlos cuenta que tan interesado está el autor en
transmitir la fe cristiana. Él dice lo siguiente por la fe sabemos que estamos
aquí de paso, nuestra “morada definitiva” está en los cielos. Pero algunos, al
considerar esta realidad, se impacientan. Parece como si la fugacidad de la
vida les agobiara y entristeciera y les faltara el aire para respirar. Sin darse
cuenta de que deben aprovechar el tiempo presente, para trabajar y descansar,
para ser felices.
A.F.M utiliza una referencia de lo que hagamos con el tiempo se nos pedirá
cuentas al final de la vida. Calderón de la Barca lo escenifica de modo
admirable en su conocido autosacramental El gran teatro del mundo, y luego
menciona ese proverbio indio “el amor es como la luna: cuando no cree,
mengua”. Por supuesto no crece con la impaciencia, al contrario. Al final, cada
uno recibirá el premio en función del bien que haya hecho, del amor con que
haya vivido. Porque siendo realistas quien se va no es el tiempo si no el
hombre.
Vivir el presente
En el pensar del autor se realiza esta reflexión de que el tiempo que dispone el
hombre para amar a Dios y al prójimo es muy corto. Como se dice
comúnmente, no dejes lo que puedes hacer hoy para mañana o lo que no
hagamos hoy, mañana ya no lo podremos hacer. Hay que vivir cada día como
si fuera el último de la vida pero ¿Cómo lo conseguiremos? Dice A.F.M
manteniendo la ilusión. Con esto no quiere decir que viviremos con afán por
aprovechar el tiempo, significa que hay que vivir con intensidad el presente, sin
impacientarse, permite dedicar a la familia el tiempo que necesita. Nada
importa más a unos padres, por ejemplo, que el cuidado y la formación de sus
hijos, la atención y delicadeza entre ellos, el trato cordial con los parientes, todo
esto se logra cuando se tiene orden. El actuar a lo loco no lleva sino al
desorden, a las prisas y al atolondramiento, dando preferencia a lo que más
gusta y dejando para después lo más incómodo.
Todo esto me hace mencionar que al igual que en las pistas de tenis: si no se
destensa la red, lo normal es que acabe rompiéndose. Así también al hombre
puede pasarle lo mismos si mantiene por largo tiempo la tensión. El que
aprende a vivir el “aquí y ahora” de cada jornada, cumplirá no solo con su
deber cotidiano, sino que el mismo orden le permitirá sacar tiempo para
dedicarlo a otras labores o actividades que le faciliten templar su espíritu y
disfrutar de una mayor paz.
MIRAR HACIA LO ALTO
Cuando leí esta parte fue la que me impacto más, ya que el autor habla de
esperanza. Y la verdadera, la gran espereza del hombre que resiste a pesar de
todas las dificultades, desilusiones, problemas, solo puede ser Dios, el Dios
que nos ha amado y que nos sigue amando hasta el extremo, hasta el total
cumplimiento. A.F.M dice seamos, pues, realistas y tengamos los pies en el
suelo. A la vez que hemos de saber que el amor, el verdadero Amor, viene del
cielo. Sería poco inteligente, por tanto, mirar solo a la tierra cando toda la
fuerza y el poder proceden de lo alto. Es preciso dirigir la mirada a lo alto con
fe, sin caer en la rutina ni en la falta de respeto. Al dialogo con el Señor se ha
de acudir con la sencillez del niño, con la confianza de quien se sabe
escuchado por su padre Dios. La amistad con Él nos ayudara a superar los
agobios y a vencer las impaciencias.
Se pueden leer una serie de dichos como este “a Dios rogando y con el mazo
dando”. Quizá resulte extraño al hombre de hoy, acostumbrado a resolver sus
asuntos por sí mismo sin recurrir a la ayuda del cielo. Unos dejaron de hacerlo
por ignorancia o falta de formación; otros, sencillamente porque se olvidaron de
Dios. Unos y otros dejaron de acudir a Él al verse dominados por sus
impaciencias. Y esto es lo llamativo: que cuando más ignoraran o se olvidan de
Dios, más crecen sus impaciencias. Ejemplo claro (el violinista con un
Stradivarius). Somos creación de Dios, llevamos dentro el sello de autenticidad,
que da fe ante cualquiera de que somos en verdad hijos de Dios los que
realmente toman en cuenta y entendemos que dentro de nosotros existe un
alma y que podemos ser redimidos por la sangre poderosa de Jesucristo hijo
de Dios.
Como las estrellas del cielo
Realizando un recordatorio el autor, nos transporta muchos años atrás,
hablándonos de uno de los personajes más admirables de la biblia cuando
hablamos de la fe, según la escritura Abraham fue el primer hombre con quien
Dios hablo por primera vez, y lo hizo de un modo personal y directo. Según
narra el texto sagrado, Abram (a quien luego llamaría Abraham). El cual habló
con él para encomendarle una misión: la de abandonar su tierra y dirigirse a
Canaán. Se explica prácticamente la vida que Abraham tenía con su esposa
en ese entonces y la desesperación e inquietud que presentaba por el hecho
de tener una edad avanzada y no poseer a un hijo heredero, sin embargo, en
contra de toda lógica, el Señor le dice que si tendrá un heredero, que solo
levante sus ojos al cielo y cuente, si puede las estrellas de cielo. Pues así de
numerosa será su descendencia.
El texto sagrado termina diciendo: “creyó Abraham al señor y le fue contado por
justicia” (Gen 15, 1-5). La promesa se cumplió. “Como las estrellas del cielo”,
Así fue en efecto su descendencia. Era la consecuencia de la fe de Abraham
en el señor. A partir de entonces se acabaron para él las inquietudes e
impaciencias, la promesa divina lo marcaria para toda la vida. Todo por la
obediencia de Abraham, quien se convierte en nuestro padre de la fe.
La primera pareja humana
También se menciona en la lectura sobre la primera pareja que sabemos por la
biblia que el primer hombre y la primera mujer fueron creados por Dios, es
quien los había puesto en el paraíso para que lo trabajaran y colaborasen con
Él. Se sentían plenamente felices haciendo lo que el señor les mandaba. En el
que el mandato que aparece en Génesis se afirman dos cosas: de una parte, el
amor conyugal de aquella primera pareja y su capacidad generadora, como
fuente de la vida humana; de otra, se subraya el poder de dominio concebido a
Adán y Eva sobre el resto de los seres creados. Con una condición que ejerzan
ese poder con rectitud y no a su capricho.
Pero A.F.M hace este análisis a texto, que por el orgullo e impaciencia
desobedecieron. Perdieron, porque quisieron, aquella situación de privilegio. La
mujer seducida por satanás, comió del fruto prohibido. Instigada por ella,
también el hombre comió. Consumada la ruptura con su creador por el pecado,
perdieron su estado de justicia original y rompieron la armonía de la que
desfrutaban. Aquel señorío inicial se convirtió para ellos en esclavitud. Aun así,
con el paso del tiempo los descendientes de aquella primera pareja
experimentan la necesidad de Dios. Y elevan la mirada al cielo en busca de
ayuda.
Una enseñanza aprovechable hoy
Como una favorable enseñanza A.F.M realiza una moraleja que tanto Abraham
como Adán son dos personajes que sufren en sus carnes los efectos de la
impaciencia. Ahora bien, mientras Abraham la vence porque en su humildad
hace un acto de fe y obedece, Adán por el contrario desconfía, se rebela y
desóvese. En Lugar de aceptar la palabra de Dios, hace lo que le dice su mujer
y da la espalda al mandato divino. Tanto Adán como Eva se excusan y no se
hacer responsables de sus actos ninguno de los dos fue valiente para cortar
con la tentación en el momento de la prueba, ninguno quiso aceptar después
su limitación y miseria. Prácticamente en resumidas palabra el apartarse,
olvidarse y no tener en cuenta a Dios en la vida no lleva directo a un fracaso
rotundo el cual no puede recuperarse la paz y salir del estado de postración
que conduce a la impaciencia, si no se recurre a la gracia de Dios y se le sabe
dar tiempo al tiempo.
Luego de mencionar estos ejemplos, el autor nos menciona dos puntos los
cuales son fundamentales para poder llevar una vida saludable como lo son:
Olvidos imperdonables y Dialogar con el Señor.
CAMINAR SIN MIRAR ATRÁS
Se continúa leyendo y haciendo mención la importancia de tomar en cuenta
que en nuestras vidas es fundamental decidir contar con la ayuda de Dios, a
mantenerse en diálogo con Él, lo normal es que le cueste menos superar los
obstáculos, que se dirija con paso firme hacia la meta de nuestra felicidad y de
la que nos rodean. Al mantener este pensamiento no se puede ocurrir mirar
atrás, en todo caso lo justo para sacar experiencia y aprender; de ningún modo
para añorar el pasado o para dejarse seducir por los reclamos de una vida fácil.
El autor nos ejemplifica y lo hace siempre con palabra del Señor, no dice, al
que mira atrás y desconfía de Dios, puede ocurrirle lo que a la mujer de
Lot(Gen 19,15-26). Tanto ella como su marido habían recibido órdenes por
medio de unos ángeles para que salieran de Sodoma con sus hijas y parientes.
Debían hacerlo de inmediato. Pues a causa de los pecados cometidos por sus
habitantes, Sodoma sería muy pronto destruida. En un primer momento les
cuesta decidirse. Finalmente salen con sus dos hijas en dirección a Soar.
Habían recibido tajantemente la orden de no mirar atrás.
Al que mira atrás por desconfianza, se le acumularan las impaciencias. ¿Por
qué mira atrás? Por falta de fe, pero también por comodidad y pereza, que
impide obedecer lo que Dios dispone. Simplemente Dios espera que seamos
fieles y superemos la mediocridad, decidíos a ser santos. Es la meta a la que
nos dirigimos que se alcanza cuando se pone ilusión y esperanza, dando lo
mejor de si mismo.
En este punto el autor hace una mención de subtemas como: Una parábola
como referencia, La fuerza viene de Dios, Un sí sin condiciones.
Prácticamente se base en el regreso a Dios, con humildad quitando todo
egoísmo, vanidad y orgullo de nuestras vidas. Lo cual significa dejar de lado las
excusas y hacer un compromiso con el Señor.
ACTUAR CON CORDURA
En esta parte el autor nos hace una mención que buena parte de las
ansiedades e impaciencias, que sufrimos se debe a la falta de realismo, de
sensatez o cordura con que se enfoca los problemas. Nos escribe dos pilares
fundamentales como las modas y costumbres que bombardean a diario facilitan
la actitud despreocupada e irresponsable que nos aleja de la realidad. Todo
quieren conseguirlo de inmediato como el que hace clic en una página de
internet y recibe al instante toda la información que desean.
Ahora bien, haciendo una reseña el autor nos transmite varias
ejemplificaciones de personajes como lo es el caso, de deportistas, artistas o
personas de renombre. Se puede decir que cada persona individualmente se
puede dividir en distintas maneras de pensar como lo es en el caso; aun
deportista ídolo un ataque al corazón y fallece. Un cierto grupo de personas lo
pueden ver sin sentido. Mas para el que lo ve con serenidad y sin prejuicios
puede percatarse de la brevedad de la vida. Es un toque de atención, gracias al
cual más de uno ha terminado preguntándose por el sentido de su vida y a su
luz ha visto más clara la sinrazón de sus impaciencias.
A.F.M el afirma que hoy se tiende a vivir más de lo que proporciona una
satisfacción personal que del bien que puede hacerse a un semejante, el anda
de un lado a otro sin fijeza, prácticamente dejarse llevar por la corriente de la
impaciencia. Nos hace mención de un ejemplo de las sagradas escrituras las
vírgenes necias, Jesús utiliza también una parábola para referirse a la
necesidad de actuar con sensatez y cordura; la de diez vírgenes que
esperaban la llegada del esposo el día de sus bodas (Mt. 25, 1-13), el autor
realiza la explicación de la parábola dividiendo a las vírgenes que fueron
sensatas y las que fuero impacientes finalizando con la felicidad de las que
fueron sensatas y a las consecuencias no agradables de las que fueron
impacientes.
Luego el autor realiza una serie de explicaciones con diferentes subtemas los
cuales son: medir las propias fuerzas, cultivar la paciencia y con la mirada a la
meta; todo esto enfocado en Dios culminando con un versículo de las sagradas
escrituras Gálatas 2, 20 “ya no soy yo el que vivo, sino que Cristo vive en mi”.
CONFIRAR Y ESPERAR
Para culminar el autor nos hace un recordatorio y una reflexión en una simple frase confiar y esperar en Dios. También menciona las siguientes preguntas para aquellos que aún se impacientan las cuales son: ¿Dónde podre encontrar
la paciencia que necesito para salir de mi pesimismo? ¿Quién me ayudara con ella? Esos deseos podrían quedar en el aire sino encontrara a una persona amiga que supiera responderle. Para remediar su paciencia, algunos recurren a los horóscopos, o se dedican a hacer cábalas, o ensayan técnicas de relajación. Con todo, se ven impotentes a la hora de controlar sus nervios o poner coto a la inquietud que les domina.
Como repetidas ocasiones el autor nos recuerda que simplemente debemos de confiar en Dios por el simple hecho. Dios es el que tiene la infinita paciencia su paciencia no tienen límites mencionándolo en las sagradas escrituras en Romanos 15, 5. Prácticamente es inevitable no mencionar que Dios nos puede ayudar en todo momento luego de esto, realiza el comentario de La alianza del Sinaí, La nueva alianza todo esto proveniente del divino salvador Jesucristo. Por muchas y grandes que se han las miserias del hombre, basta con que ponga su confianza en Dios y sea paciente para sentirse acogido y aliviado. Es una maravilla ver como la providencia divina se extiende de un extremo a otro de la tierra, Dios quiere a sus criaturas y las gobierna con sabiduría y amor, de modo particular al hombre, a quien ama por sí mismo.
Para finalizar el tema el escritor hace énfasis en que debemos confiar en la providencia, ya que en la medida que el hombre confía y reconoce la providencia divina, mayores posibilidades tienen de superar sus inquietudes e impaciencias.
Frutos de la paciencia.
Dios siempre planta la semilla de la paciencia, es el encargado de proporcionar esa gran virtud, pero depende del hombre regarla, depende del hombre abonarlo con la repetición de este maravillosa virtud, pues es de esta manera que la paciencia se vuelve parte de la vida del hombre. El hombre empieza una transformación interna, que afecta el modo de pensar, sentir y obrar de cada persona.
Cuando el hombre cultiva la maravillosa virtud de la paciencia, con el tiempo obtiene frutos, frutos sobreabundantes, como el dominio de si, la mansedumbre de corazón, capacidad de aguante y actitud esperanzada.
Dominio de sí.
Hay muchas circunstancias en la vida en las cuales, se puede perder el control emocional, la cordura. Ya sea por un desacuerdo con otra persona, a veces por la forma de comportarse de ser un querido. Es donde muy importante tener un buen control de sí mismo sin caer en la impaciencia, o el enojo.
La base del dominio de si, está en el amor. El amor siendo el sentimiento más puro, controla en el hombre las emociones, hace que en las pruebas no haiga lamentos, debido a que toda preocupación puesta en la vida del hombre es una oportunidad para demostrar nuestra paciencia y fe, nunca deben haber reclamos ni lamentos, siento esta un oportunidad para demostrar le fe en Dios.
El dominio propio brinda a la persona el control necesario para actuar con el bien, siempre moderando sus actos a luz del razonamiento, lo que hace que las personas puedan predicar con el ejemplo, agradando al prójimo, y encaminarlo por el mismo camino del autocontrol. Así también ayuda a no precipitarse a juzgar a las demás personas, a saber corregir con amor, y nunca dejarse llevar por la ira.
El mejor ejemplo a seguir con esta hermosa virtud es El Maestro, Jesús, El Hijo de Dios. El seguir los pasos de Jesucristo debe de ser siempre el objetivo y meta principal de todo cristiano.
De Jesús recibiremos la gracia para poder alcanzar el deseado auto control, debido a que será una lucha interna para poder lograrlo.
1. El primero paso será olvidarse de sí mismo, olvidarse del yo egoísta, empezar a pensar en la demás personas olvidando el beneficio propio.
Para esto debemos de cambiar totalmente, en el libro se comprara al hombre con una vasija, a Cristo como el alfarero. Necesitamos que la vasija vieja se rompa, para que Cristo moldee a un nueva, un nuevo hombre ese será el primer paso.
2. El segundo paso será buscar la templanza del espíritu. La templanza es aquella virtud que preserva al hombre del desorden de sus pasiones
Todas aquellas pasiones que alejaran al hombre del camino hacia la paciencia, y el aun control, que desordenan su comportamiento, pasiones como el orgullo, la ambición, el amor desordenado hacías los propios logros olvidando por completo la humildad.
La templanza proporciona moderación, esa moderación para actuar con responsabilidad, reprendiendo el libertinaje, el actuar sin razonamiento. Como dijo Juan Pablo II: “El hombre moderado es aquel que es dueño de sí mismo. En él, las pasiones no consiguen la superioridad sobre la razón, sobre la voluntad ni tampoco sobre el corazón”.
Por medio de la templanza podemos manejar aquellas malas emociones que nos alejan de la paciencia y de las demás personas, como la envidia, egoísmos caprichos, ambiciones. Que lo único que haces es alejaron de Dios, y nuestra propia tranquilidad.
3. El tercer pasó. La caridad. Se considera a la caridad como el primer fruto de la paciencia, debido que siendo Dios el sembrador y origen de la paciencia transforma al hombre para que ame a su prójimo como a sí mismo. De esta forma el hombre se vuelve tolerante, su pasión siempre será compartir el sentimiento de las demás personas, sus alergias, tristezas, virtudes y defectos. Tratando de tener palabras de aliento para aquellas personas que lo necesitan siendo estos hacedores del bien o del mal.
4. El cuarto paso será la Humildad. El hombre humilde es aquel que sobresale y pasa desapercibido, aquel que nunca le da relevancia a sus logros, aquel que no enoja si alguien le lleva la contraria. El hombre humilde ama la verdad y odia la mentira.
La humildad siendo una de las más hermosas virtudes, es un acto que cuesta mucho obtenerlo, la mayoría de personas no soportamos las discusiones, ni muchos menos alguien que nos ataque o contradiga siempre. Es una virtud que solo se puede lograr con la entrega Dios y con la constancia en la práctica de este maravillosa virtud.
Algo que se debe de tener presente es que la humildad no limita a la persona a que se quede de brazos cruzados ante la injusticia, siempre se debe defender con la verdad, corrigiendo con amor.
5. Quinto paso Servir al prójimo y nunca mandar. No hay más claro ejemplo que el de Jesús con sus discípulos, siendo Jesús hijo del único y verdadero Dios, tuvo acto profundo de humildad al lavar los pies de sus discípulos. Este acto era hecho por sirvientes a sus patronos.
Para servir a los demás lo primero que deber de desaparecer es el egoísmo, si se piensa en sí mismo, el servir a los demás será imposible, una molestia.
La humildad será el camino para lograr servir a los demás, servir sin esperar algo a cambio de nada servirá, que se trate de ayudar a las demás personas, si nuestras acciones tratan de obtener un beneficio personal.
Mansedumbre de corazón.
La mansedumbre de corazón se refiere la tranquilidad, a la serenidad que una persona puede tener por parte de Cristo, a través de la paciencia.
La serenidad que la mansedumbre brinda ese necesaria en aquellos momentos donde el enojo sale a flote, la mansedumbre no consiste en tener una actitud pasiva, si no en tener la serenidad necesaria para defender siempre la verdad.
Para poder conseguir esa tranquilidad que el hombre necesita, se debe tener un autocontrol de sí mismo, controlar el carácter, tener esa inteligencia emocional necesaria para moderar las emociones, de esa forma podrá manejar todos los factores del exterior que puede afectar su vida.
El mejor ejemplo a seguir de la mansedumbre de corazón es Jesús, el siempre actuaba con serenidad cuando los religiosos de la época le atacaban, nunca se enojó, siempre tenía las palabras adecuadas para contestarlas, siempre con el amor y serenidad propios del hijo de Dios.
Esa serenidad que el hombre manso desarrollar ayudara a manejar su ira, aquella ira que va dirigida hacia al prójimo, que en lugar de afectarlo a él, afecta al que la posee. La ira también puede ser santa como nos enseña Jesús cuando entro al templo a despejar aquella área que se había convertido en un lugar de comercio, esa ira fue manifestación en busca de la justicia, defendiendo la verdad, esa ira será permisible. Cuando se maneja la ira, cuando se tiene la serenidad y el temple necesario para manejar cualquiera adversidad en la vida, se logra obtener una paz verdadera, capaz de poder ser transmitida a las demás personas.
Capacidad de Aguante.
Todos los frutos de la paciencia están relacionados, no se puede lograr uno sin el otro. El autocontrol, la mansedumbre son importantes para obtener la capacidad de aguante. Esta consiste en sufrir por amor a Dios cualquier adversidad que se presente en nuestras vidas, sin murmurar sin quejarse
tomando la prueba como un regalo de Dios para demostrar la fidelidad, y ganarse el cielo.
Tener aguante, es poder resistir todo ataque que se dirija hacia nuestra persona, soportando la crítica, la burla todo por amor a Dios. Pero no se debe de olvidad, que ese amor a Dios implica defender nuestra fe como cristianos nunca quedarse con los brazos cruzados, cuando nuestra fe se ve afectada.
Un ejemplo maravilloso que se encuentra en la biblia es la prueba de Job. Job era un siervo entregado hacia Dios, el cual tenía una familia y vida muy prospera. Dios le mando a Job pruebas muy grandes, pruebas que una persona normal no pudiera resistir.
Job perdió todas sus riquezas, perdió parte de su familia, enfermo de lepra. Y todo esto lo resistió por amor a Dios, nunca renegó, nunca reclamo a Dios. Lo único que se pregunto fue el porqué de la prueba. Dios sabía la fidelidad de su siervo, Dios sabía que Job soportaría estas pruebas. Dios nos dice que nunca nos mandara una prueba que nunca podamos soportar.
Dios dice que no debemos temer a las cosas que manta el cuerpo, si no a aquellas que pierden el alma. Toda prueba que este mundo debamos de pasar por amor a Dios, no será as que un regalo de Dios, para ganarnos una recompensa en el cielo.
Actitud Esperanzada.
Es la esperanza que toma un valor muy importante en nuestras vidas, cada meta o objetivo que nos tracemos debemos de saberlo llevar con la esperanza que se nos proporciona desde lo alto. Esperar de lo alto significara poner toda nuestra confianza en Dios, olvidando nuestros problemas, olvidando el “yo puedo solo”. Tener esperanza en Dios es dejar que él sea el capitán de nuestra nave, por más recia que sea la tempestad.
Así también la esperanza nos ayuda aguardar con fe. Como es el caso de Abraham que a pesar de la infertilidad de su esposa Sara, y su avanzada edad puedo esperar con fe, la promesa de Dios de darle un hijo al cual heredaría. Tenemos que tener fe y esperanza que Dios siempre responderá, por más grande que sea un problema, o por no encontrársele solución, Dios siempre responderá en el momento justo.
La esperanza al igual que todas las hermosas virtudes proporcionadas en este libro, es una fuente inagotable de paciencia. Debido a que el esperar en Dios se gana serenidad al tener la confianza plena que la respuesta a nuestras adversidades siempre vendrá alto.
Nunca debemos de caer en la impaciencia proporcionada por la presunción y la cobardía. La persona presuntuosa siempre querrá resolver sus problemas por sí sola, demostrándolo en actos llenos de falsas valentías. Pero cuando la prueba arrecia pierde los nervios y crece su impaciencia. Al contrario la
persona cobarde cuando ve la dificultad venir, su solución es huir si enfrentarse a esta, olvidando la fe y esperanza que Dios le proporciona.
Otro punto importante es el de saber superar la preocupación por el futuro, esa incertidumbre del que ocurrirá el día de mañana. Cada día tiene su fan, debemos de vivir el aquí y ahora. Sabiendo que el día de mañana ahí estará nuestro padre celestial, ayudándonos con amor. Lo único que tenemos que hacer, es saber aguardar con esperanza y fe que la respuesta siempre vendrá de lo alto.
Es de aclarar que no está prohibido pensar en el futuro, hacer una previsión de lo que puede suceder mañana, es más, a veces lo es necesario. Pero lo que una persona de fe debe de hacer, es ponerse en las manos de Dios, esperando con fe y esperanza. Si las cosas salen bien Gloria a Dios, y si salen mal pues Gloria a Dios también, deberemos de pedir más ayuda de lo alto, pero si impacientarse.
PACIENTES E N LA VIDA DIARIA
Es momento de abrir nuestro corazón para nuestro Dios y seguir los caminos de Jesucristo ya aprendimos en los capítulos anteriores del libro mucho acerca de lo malo que es la impaciencia y lo que genera, ya tenemos la teoría pero que no quede solo en teoría es momento de cambiar y aplicarlos a vida diaria hagamos el esfuerzo entre todos, porque esa paz solo se conseguirá estando en unidad uno con otro, pidámosle a Dios porque ese paz principalmente viene de él y de un corazón sincero con amor para con el creador y para el prójimo, no perdamos la esperanza en él.
Con uno mismo.
Para ser pacientes debemos aprender a conocerlos a nosotros mismos, determinar qué cosas son las que hacen que tenga una conducta no apropiada y en base a eso trabajar en esas cosas desagradables, claro no será fácil la lucha siempre estará pero si confiamos en Dios lo comprenderemos mejor, el perder la paz es perder un gran bien, es perder nada menos que a Dios ¿Por qué digo esto? Porque Dios es el origen de la paz si le damos la espalda nunca la conoceremos, nunca sabremos que es la paz y por consiguiente nunca alcanzaremos la verdadera felicidad.
Aceptarse como es
Todos cometemos errores porque somos seres imperfectos no nos asustemos por ellos actuemos con serenidad, no perdamos los nervios y aceptemos como somos no importa los diferentes defectos que tengamos y cuánto tiempo nos podremos tardar luchando contra ellos, lo importante es aceptarse como uno es y actuar con paciencia para poder ser mejor persona.
Serenos en la pruebas
Vivimos en un mundo donde siempre existen tentaciones, pruebas de la vida muy duras en ocasiones que hacen que pensemos que nos podemos superarlas eso es normal en nuestra vida. Pero cuando se presenten que mejor momento para poner en práctica lo que hemos aprendido demostrando nuestra fe y el conocimiento adquirido que viene de lo más alto.
Tenemos un gran ejemplo de fe en nuestras vidas es nuestro señor Jesucristo que paso por muchas pruebas sufrió por todos nosotros sintió en carne propio el dolor pero él siempre era positivo y nunca perdió la fe, sigamos su ejemplo nunca perdamos la esperanza ni la fe en Dios.
En el propio hogar
Podemos comenzar trabajando en nuestro hogar a tener un buen comportamiento con nuestros familiares en lo problemas actuemos con serenidad y sensatez, seamos comprensivos así como nosotros pasamos diferentes problemas puede que ellos se sientan igual ahí es donde deberíamos actuar hablemos con ellos démosle los que a nosotros nos gustaría recibir. No nos preocupemos por los bienes materiales que muchas veces eso genera muchos conflictos en el hogar mejor pensemos en la vida de Jesucristo quien vivió muy humildemente, nunca se preocupó por riquezas sino más bien en ayudar a los demás que estaban en su alrededor que bonito seria que todos pensáramos de esta manera verdad nuestras vidas serian mejor.
Amor y comprensión
Junto con espíritu de servicio, debe también estar en el hogar el amor y la comprensión, las cosas que hagamos las debemos hacer con voluntad y amor por los demás y nosotros mismos, la claridad está más en dar que recibir no pensemos en que recibiremos a cambio al hacer algo por el prójimo hagamos las cosas por que en verdad las deseamos nos sentiremos mejor. La paz y al alegría crecen cuando mayor gusto se comprende y se sirve a los otros, dedicándoles el tiempo que necesitan, recordemos que requiere esfuerzo estar dispuestos aguantar cosas de otras personas o a pasar malos momentos todo por ayudarles, pero no pensemos en todo lo que pasaremos por ellos, más bien pensemos en cómo se verán beneficiados, seamos compresivos, hay que personas egoístas que les cuesta mucho el poder comprender los sufrimientos y necesidades de los demás. Quien ha sufrido esta más capacitado para comprender al que sufre, para ayudarle a salir de su problema.
Virtudes que nos serán de mucha ayuda en nuestras vidas:
Olvido de si afabilidad Gratitud Alegría y el buen humor
El olvido nos dice que nos debeos olvidar de nuestros problemas ya que si llevamos nuestros problemas a nuestro hogar las personas que están a nuestro
alrededor se puede ver afectadas con nuestro comportamiento a causa de esto.
La afabilidad que nos facilita el trato con los demás para poder tener una mejor relación con ellos, nos ayuda a reforzar la confianza en ellos el saber que podemos contar con ellos en todo momento se no puede hacer más fácil el contarles nuestros problemas y ellos nos pueden ayudar en esos momentos difíciles.
La gratitud nos ayuda a sentir bien con personas que son agradecidas y que por serlo nos llenan de alegría, tranquilidad y paz. Así como nosotros nos sentimos bien con personas de este tipo lo mismo sentirían otras personas si nosotros actuamos de buena manera con los demás agradeciéndoles cuando están nosotros.
La alegría y el buen humor nos ayudan mucho en nuestras vidas para afrontar las impaciencias de las vida, pero debemos de ser consiente que la verdadera felicidad solo viene de la fe que tengas por nuestro jehová Dios, si lo amamos podremos amar al prójimo y llevar una vida tranquilidad feliz y podremos transmitir esta alegría y buen humor con otros.
Alegría y buen humor.
En el hogar siempre se debe de ver reflejada la alegría que se tenía en el hogar de Jesús. Es así que en las navidades casi siempre es donde la mayoría de hogares se respira una ambiente caluroso lleno de amor, es como Jesús en el hecho de recordad su nacimiento nos bendice con la unión y alegría en nuestro hogar.
Pero al pasar del tiempo muchos hogares se separan, los hijos se van a tener sus propias vidas, a empezar nuevas familias, los padres ya ancianos quedan solos, muchas veces se mudan los asilos por tratar de tener mayor cuido. Cuando llega la vejez es normal que los ancianos se llenen de impaciencias y tristezas por diversidad de motivos, muchas veces les ataca la soledad mezclada con las pocas fuerzas que quedan por sus desgastados cuerpos, la zozobra que tal vez la pensión no alcanza o que la vida se va yendo poco a poco. Es importante que los hijos siempre den apoyo a sus padres en la vejez, que nunca se olviden del origen de sus vidas, de sus progenitores, que siempre mantenga esos sueños y metas que como familia alcanzaron, que nunca olviden la felicidad que se mantenía en esas mágicas navidades, es más que esa felicidad sea recordad y transmitida a sus padres en la vejez. Para que se mantenga siempre la serenidad y la paciencia en sus vidas.
Es curioso como los jóvenes muchas veces pensamos que la felicidad de los hogares es en las comodidades materiales que este puedo brindar, muchas veces hay más unión, paz y alegría en aquellos hogares sencillos, en aquellos hogares que tienen muchas veces lo justo para comer, en aquellos donde la felicidad es la abundancia y no lo material. Debemos como jóvenes tener en claro que es más importante el amor y comprensión en el hogar que cualquier estimulo material que podemos poseer.
Es importante señalar que la felicidad es opcional, porque depende de cada persona, nunca dependerá de un factor externo, ni lo material, ni el ambiente, ni el carácter que este expuesto cada persona podrá influir en la verdadera felicidad. La felicidad se encuentra en el interior de la persona, viene de adentro por lo tanto será obligación de cada persona ser feliz por sí mismo.
Muchas veces en el hogar en el afán de cada día, los hijos estudiando, los padres trabajando, olvidan el mantenimiento hacia el amor que debe de darse en la familia el saber escuchar. Los gestos de cariño que deben de florecer siempre. Es necesario que el amor reine siempre en la familia, el amor dará comprensión a los padres para poder corregir a sus hijos cuanto estos se equivocan, por medio del amor tendrá las palabras necesarias y correctas para corregir con paciencia, con la serenidad, defendiendo siempre la verdad, haciéndolo de la forma más compresiva posible. Así mismo el amor dará a sus hijos le entendimiento para aceptar sus errores, para aceptar los consejos para mejorar en sus vidas, por amor a sus padres podrán valorar el sacrificio de sus padres, sabiendo que la mejor forma de recompensarlo será con el agrado por buen comportamiento, y actuando de forma responsable en sus vidas.
En el trabajo y el descanso.
En el trabajo es otro lugar donde la paciencia tiene que estar en primer lugar, se debe realizar con trabajo con la serenidad necesaria para ser eficientes en lo que se hace, si prisas, ni preocupaciones, sabiendo que estamos dando el cien por ciento a realizar una buena actividad.
Es importante destacar el ejemplo que el libro nos proporciona sobre Marta y María, donde marta se afano en su trabajo y María prefirió escuchar la palabra de Dios. Es una gran enseñanza la que nos deja, al darnos entender que nunca Dios debe dejarse de lado, primero es Dios, luego la familia, y hasta después el trabajo.
El orden en el trabajo.
Se debe de poner un orden específico en cada actividad laboral que realizamos, ya que el desorden nos puede restar mucha eficiencia en la elaboración de dichas actividades. Se puede sentir que se hace mucho, y por el desorden que se tiene hacemos poco.
Debemos de concentrarnos en nuestras actividades poniendo los 5 sentidos en su elaboración, ya que al ocuparnos de otras o desconcentrarnos, el trabajo se hará mal, y se tendrá que volver a realizar lo que genera un fatal desorden.
Las actividades que realizamos se tendrán que hacer en el orden en que estas son requeridas o tiene mayor prioridad. Nunca debemos de hacer las cosas en las que no sintamos mas cómodos, por el simple hecho de dejar las cosas difíciles para después, es la prioridad de realización la que dara el orden definitivo de ejecución lo que ayudara a tener mayor eficiencia en la realización del trabajo.
En nuestro trabajo se debe de ser detallista, esos detalles que puede lograr que la realización de nuestras actividades será perfectas y de agrado a nuestro superiores, además de hacer notar una gran rendimiento profesional, agradamos a Dios en poner empeño en lo hacemos, dando lo mejor en sí.
Trabajar cara a Dios
Es importante también darle el lugar adecuado al trabajo en nuestras vidas, recordando que el trabajo es un medio y no un fin. Un medio importante, debido que ayudara al sustento diario que cada persona necesita, para ella misma, y los que estarán a su cargo.
Pero que tal importancia debe de ser moderada. Muchas veces el trabajo sirve de excusa para olvidarse de un sinfín de responsabilidades que como personas se tienen. Las responsabilidades se ignoran por tal de sobresalir en el trabajo, o lograr una meta vaga de pura vanidad, muchas veces por afanarse trabajo con tal de obtener un bien económico mayor.
No se debe de olvidar que el trabajo es una actividad no egoísta, que nunca se debe de dejar las responsabilidades que se tienen con los demás a consecuencia de realizarlo. Se debe de recordad que primero esta Dios, después la familia, y luego el trabajo. Con este orden de prioridades en nuestras vidas, podemos realizar el trabajo de la manera más adecuada y responsable.
Aprende a descansar.
Se debe de tomar en cuenta que el descanso es primordial en nuestra vida, después de una jornada de trabajo, justo y necesario es descansar. Se debe de realizar haciendo la actividad que más guste, ya sea realizando un hobby, leyendo, practicando un deporte, o simplemente durmiendo. Como vemos el descansar no es simplemente sentarse de brazos cruzados, es realizar una actividad que pueda distraerse la mente, y el cuerpo se relaje, de esta forma se toma en cuenta el cansancio físico como el mentar.
Incluso Dios en la creación, descanso en el séptimo día, y no porque lo necesitara, lo hizo para enseñarla al hombre lo importante del descanso.
Así mismo debemos de recordad el descanso dominical, el cual debe ser dedicado a mantener la comunión con Dios, yendo a misa, o la reunión de la religión que pertenece. Asi mismo el descanso debe de ser tomado con la familia, no hay mejor lugar para ellos, que estar con las personas que nos comprenden. Siempre tomando en cuenta que el descanso debe ser moderado, nunca descansar más de lo que se necesita.
En la vida pública y social.
La búsqueda de todo cristiano siempre será vivir en paz, en comunión con Dios. Pero muchas veces se cae en la desesperación de verse afectados por la diversidad de problemas sociales que afectan a nuestros países. Muchas veces
el sentimiento de impotencia al no poder hacer nada, o que nuestra voz no tenga renombre en las medidas políticas, hace que el cristiano se desespere.
La respuesta empieza en realizar lo que a cada uno le confiere para cambiar la sociedad, tomando el compromiso como cristiano que podemos aportar nuestro granito de arena para poder cambiar la sociedad.
Debemos defender la verdad, con el amor que cristo nos ha enseñado. Lo defenderemos por por medio de la doctrina cristiana, opinando en foros de política, aconsejando aquel que hace el mal, o está equivocado. Esa ser la forma de participar para un mejor cambio en la sociedad.
En libro no hablar claramente que en la sociedad debemos de cuidarnos de tres posibles tentaciones que podrían asaltarnos:
La desesperanza.
Que es perder la esperanza, que sería volver atrás en la vida del cristiano.
El enfrentamiento.
Debemos de recordad que nadie posee la verdad absoluta, y peor en temas de religión, política, etc. Debemos de actuar con cautela evitando el enfrentamiento con las demás personas que no comparten nuestras ideales, tratando de cosechar la fe cristiana a través de la comprensión y el amor.
El sometimiento.
Tratar de someterse o integrarse a un grupo de personas, aunque sus pensamientos vayan en contra de la fe cristiana, todo por el objetivo de ser aceptados. Nunca se debe negar a Dios, ni se debe dejar defender la fe cristiana.
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