vanderbilt avenue (hqÑ) (spanish...
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EditadoporHarlequinIbérica.UnadivisióndeHarperCollinsIbérica,S.A.NúñezdeBalboa,5628001Madrid
©2015AnnaTurróCasanovas©2015HarlequinIbérica,unadivisióndeHarperCollinsIbérica,S.A.VanderbiltAvenue,n.º 88-septiembre2015
Todoslosderechosestánreservadosincluidoslosdereproducción,totaloparcial.EstaediciónhasidopublicadaconautorizacióndeHarlequinBooksS.A.Estaesunaobradeficción.Nombres,caracteres,lugares,ysituacionessonproductodelaimaginacióndelautorosonutilizadosficticiamente,ycualquierparecidoconpersonas,vivasomuertas,establecimientosdenegocios(comerciales),hechososituacionessonpuracoincidencia.®Harlequin,HQÑylogotipoHarlequinsonmarcasregistradaspropiedaddeHarlequinEnterprisesLimited.®y™sonmarcasregistradasporHarlequinEnterprisesLimitedysusfiliales,utilizadasconlicencia.Lasmarcasquelleven®estánregistradasenlaOficinaEspañoladePatentesyMarcasyenotrospaíses.ImágenesdecubiertautilizadasconpermisodeDreamstime.com.
I.S.B.N.:978-84-687-6847-2
Conversiónebook:MTColor&Diseño,S.L.
Índice
PortadillaCréditosÍndiceDedicatoriaCitasCapítulo1Capítulo2Capítulo3Capítulo4Capítulo5Capítulo6Capítulo7Capítulo8Capítulo9Capítulo10Capítulo11Capítulo12Capítulo13Capítulo14Capítulo15Capítulo16Capítulo17Capítulo18Capítulo19Capítulo20Capítulo21Capítulo22Capítulo23Capítulo24Capítulo25Capítulo26Capítulo27Capítulo28EpílogoAgradecimientosSitehagustadoestelibro…
ParaMarc,ÁgatayOlivia
«Ahoraséquelostigressecomenasuscrías».
AlCapone
Chihal’amornelpetto,halospronea’fianchi.«Elquetieneamorenelpecho,tieneespuelasenloscostados».
Dichopopularitaliano
Capítulo1
JackLittleItalyNuevaYork1930
ElprimerpuñetazodeNickmelanzaalsuelo.Nolohevistovenir,elodioylaincomprensiónquehandesprendidolosojosylaspalabrasdemimejoramigomehancegadoydejadoindefenso.Aúnnoconsigoreaccionar,melevantoymellevolamanoderechaallabio,melohapartidoyestásangrando. Quiero decirle algo, sin embargo las palabras caminan torpes por mi garganta y noconsiguen salir. Nick sigue mirándome con los puños cerrados. Si intento moverme, volverá agolpearme, apenas puede contenerse. Sandy está de pie a dos pasos de distancia mirándonos aambos,sehallevadounamanoaloslabiosparacontenerungritoynodesvelarnuestroescondite.
Lesmiro,ellamesuplicaconlosojosverdesbrillantesquenomemueva,sacudelacabezadeunladoalotronegándoseaaceptar loqueacabadesuceder.Otalvezloquequierenegares loqueacabodecontarles.
—Noquieroperderos—elijodecirles.Eslomássencilloyalmismotiempolomásimportante.—Puesretiraloquehasdicho—farfullaNick—.Malditasea,Jack,nopuedesconvertirteenun
jodidopolicía.Conlamangade lacamisamelimpiolasangrede lacomisuradel labioyescupoalsuelo.El
gestomeproporcionalaexcusaparaapartarlamiradadeNickySandy.Aunquepudieracontarleslaverdad,noloharía.
—Puedesvolverapegarme,peroestaveztedevolveréelgolpe,Nick.—Puedesintentarlo.—Daunpasohaciamímásquelistoparaseguirconlapelea.—No tengo elección. —Vuelvo a mirarlos de frente y me arrepiento de inmediato de haber
elegido esas palabras. Nick arruga el ceño y Sandy deja de estar asustada y sé que su menteprodigiosahaempezadoafuncionar.
—¿Qué quiere decir que no tienes elección?—Sandy se ha acercado amí y se ha colocadofrenteaNick.
Estúpido,soyunestúpido.Tengoqueretroceder.Mepasolasmanosporelpelo,estáempapadodesudorysientounescalofríoalrecordarduranteunsegundoellugarhúmedoyoscuroenelqueheestadoencerradoestosúltimosdosdías.NickySandynopuedensaberlo.Nadiepuede.
—Nada,yameheinscritoenlaacademia.Tengoquepresentarmeellunes.Nick sigue observándome, buscando algo en mi rostro o en mis palabras con lo que poder
atacarme.Mantengomi indiferenciaapesardequees loúnicoqueno sientoy loshombrosdeéldecaenunpoco,aflojalosdedosyempiezoacreerquehadescartadolaideadequenospeleemosapuñetazos.
—¿Ya lo saben Fabrizio y Amalia?—Sandy sabe cómo atacarme, una herida certera que noderramaniunagotadesangre.
Tragosalivaycojoaire,al respirarprofundamentemeduelen lascostillas,creoque tengounarota,perotengoquedisimular.
—No,aúnno.Primerohepreferidodecírseloaellosdos,amismejoresamigos.Tengomiedodeperderlesa
todos.
—Vasamataratupadre.Mefrotolanucayaprietolosdientes,eldolorhaabandonadomiscostillasparapenetrarme.—Tupadresepasóochoañosenlacárcel,¿acasolohasolvidado?No,noloheolvidado,poresoestoyhaciendoesto.—Elpasadodemipadre—lapalabrasemeatraganta—notienenadaqueverconesto.Nicksueltaelalientoycaminafuriosohacia laesquina.Estamosennuestrocallejón,elmismo
quecuandoéramospequeñoscreíamosquenosprotegíadelarealidad.—Oh,Jack—aSandyletiemblaellabio—,¿porquélohashecho?¿cómovasadecírselo?—Eslomejorparatodos.—Memetolasmanosenlosbolsillosyenmimentelessuplicoque
meentiendanapesardequenosabennada,quesiganamiladosinhacerpreguntas,quemepermitanfingirduranteunosdíasmásquesoyeldesiempre—.Selodiréestanoche.
—Mierda—sentenciaNick—, esta nocheme toca trabajar.Leprometí aSilvio queharía unasentregas.
ConesafrasetancortayenprincipioabsurdaNickrecuperalanormalidadconmigo.SipudieralediríaquenofueraconSilvio,leadvertiríadelospeligrosquecorre,peroNicktampocomecreeríayvolveríamosapelearnos.Meresignoigualquehehechohaceunashorasalfirmaresospapeles.«Viveotrodía,guardaestaluchaparamásadelante».
—Yo estaré en casa—añade Sandy—, mamá tiene el turno de noche y me quedaré con losgemelos.Puedespasarte,siquieres.
Asiento,losgemelossonloshermanospequeñosdeSandyyelturnodenocheconelquetieneque cumplir sumadre es en la barra de un bar. El padre de Sandy desapareció cuando teníamoscuatroañosyeldelosgemelosnisiquierallegóapasarseporelbarrio.
—Notepreocupespormí,Sandy.Teprometoquevendréavertesitenecesito.—Vasanecesitarla,Jack.Tupadrevaaechartedecasaencuantoseenteredequevasaserun
jodidopolicía.Lesodiocontodomiser.—Hayalgoquenonosestáscontando—adivinaSandy—,¿dóndehasestadoestosdías?—Sí,¿dóndehasestado?—Nickseacercaamíyclavasusojosazulescasitransparentesenlos
míostannegros.Sandy ha quedado a mi derecha y los suyos, verdes como los prados de Irlanda de donde
procede,mepenetran.Tengoquementirles,nopuedensaberlaverdad.—ConocíaunachicaenelBlueMoon.—Esonoeramentira—.Fuimosasucasa.Ese comportamiento no encaja conmigo, lo sé yo y lo saben ellos, pero tampoco es del todo
inusual.—¿Cuándo?—insisteNick.—Elmiércoles,túnoestabasySandytampoco.Salíunrato.Dios,sisolopudieraborrarundía.Solouno.Cambiarunadecisión.Mividahastaelmiércoles
porlanochehabíasidomiserableymaravillosa.Noteníanada,peroelfuturosindudaeraunlugaren el queme apetecía estar. Nick y yo conseguiríamos un trabajo ese verano y empezaríamos aahorrar para abrir un taller mecánico, con lo que ganásemos ayudaríamos a Sandy a pagar lasclasesde cantoydebailequeella afirmabaquenecesitabapara tenerunpapel enBroadway.Eltaller sería un éxito, por supuesto, Nick se casaría con alguna chica italiana y probablemente secompraríaunapequeñacasaenlazonamásrespetabledeLittleItaly.Respectoamí,lasitalianasnoacababandeencajarconmigo,perohabríaencontradoaalguien.Oamuchas.
Ahoranohabíafuturo.Nick aún puede tener el taller sin mí. Tiene que tenerlo, y Sandy tiene que ir a esa maldita
academia.Yyomeconvertiréenpolicía.—Norecuerdoquenadiemehayacontadoque tevieraenelBlueMoon.—Sandyarruga las
cejas—.Casinuncaosdejanentrar.
—La conocí en la calle y nos fuimos a su casa, Sandy, no fue una historia de amor. Solofollamos.—Utilizoesapalabraporqueséquele incomoda,esnormal,Sandytienequinceañosy,aunqueloniega,unapartedeellasiguecreyendoenloscuentosdehadas.
Nickvuelveaacercarse, tieneunamonedaen lamanoderechay ladeslizasinmirarporentrelosdedos.Esnuestramonedadelasuerte,laencontramosdepequeñosenelsuelodeestecallejón.Es una moneda procedente de Italia, una moneda de veinte liras, lo que vendría a ser un dólar.Decidimosquenostraeríasuerteyestablecimosunsistemaderotaciónparaquetodospudiéramostenerlaennuestrosbolsillos.Lamonedacambiademanoscadamesynuncanoshemossaltadouncambionilahemosperdido.Nunca.Lostrestenemosnuestrasmaníasaltocarla;Nicklahacebailarentresusdedos,puedeinclusohacerladesaparecer(aSandysolíaponerlamuynerviosaquehicieraeso);Sandylallevaencerradadentrodeunmedallónalrededordelcuelloysiporalgotienequequitárseloseloenredaalrededordelamuñeca;yolasujetoconlamanoizquierda,entreelpulgaryel índice y la acaricio hasta que el tacto delmetalme traspasa la piel, entonces la guardo en elbolsilloderechodelpantalón.
—Nopuedes ser policía, Jack.Nopuedes.Tenemosun plan—mediceNick a los ojos—.Tufamilia no semerece esta traición y nosotros tampoco. ¿Qué diablos ha pasado? ¿Hasmatado aalguien y tienes que esconderte? Porque, si es eso, puedo ayudarte. Silvio conoce a los hombresde…
—¡No,nolesmetasenesto!Juramoshaceañosquejamásnosacercaríamosaellos.—Tambiénjuramosotrascosas,¿teacuerdasdenuestrotaller,delasclasesdeSandy?—¿Eso?—Levantouna ceja y la comisura del labio—.Eso fueron solo sueños infantiles, una
estupidez.—SandyreculadolidayaNickselehielalamirada—.¿Deverdadcreíaisqueíbamosalograrlo?—Meestoyburlandodeellosydemí,de lomássagradoquehaexistido jamásenmivida—.Túyyojamásíbamosareunireldineronecesario,Nick,asúmeloySandy—meodioporloqueestoyhaciendo—,Sandyprobablementeacabarácomosumadre.
—Eresunhijodeputa.Nick intentagolpearmedenuevo, acierta.Yo ledevuelvoelgolpeycuandoveomisnudillos
manchadosporlasangrequebrotadesunarizsientonáuseas.—¡Basta!—Sandysecolocaentrelosdos—¡Dejaddepelearos!—Mehealistadoenlapolicíaporqueeslaúnicamaneradesalirdeestemalditobarrio,Nick,y
tú deberías hacer lo mismo antes de convertirte en un matón o de acabar muerto en cualquieresquina.Ytú,Sandy,buscaaunhombrequetequierayquetellevebienlejosdeaquí.
—Apártate,Sandy—diceNickentredientes.—No.—Sandyapartalamanoquetieneenmipechoymedalaespalda,ahorasolomiraaNick
ycolocaambaspalmaseneltorsodeél—.Novalelapena,Nick.Tienerazón,no lavalgo.Hesidoun ilusoyunestúpidoalpensarquepodíaestarconmisdos
mejoresamigosduranteesosúltimosdías.Esmejorasí.Nick me mira, tiene la respiración entrecortada y la nariz y la mejilla manchadas de sangre.
Levantaelpuñoycreoquevaapegarmeotravez,peroaflojalosdedosynuestramonedaapareceentreellos.
—Quédatela, tevaahacerfalta.—Ladejacaeralsuelo—.Aunquepensándolobien—escupeencimadelamoneda—,supongoqueyanosirvedenada.Vámonosdeaquí,Sandy.
NicksedamediavueltaycogeaSandydelamanoparatirardeellaconsuavidad.Eldíaquela conocimos estaba llorando frente al portal de sumaltrecho edificio porque un «amigo» de sumadre la había echado de casa. Nick, que en aquel entonces apenas tenía once años, subió laescaleray lediounpuñetazoaldesgraciado.Lo tumbóporqueel tipoestababorrachocomounacubay lamadre deSandy se había encargadode servirle otra copa antes de vaciarle la cartera,pero paraSandyNick era desde entonces su héroe.Yo también, pero yo servía para otras cosas,comoporejemploconvenceralcaseroconmilabiadequeSandylehabíaentregadoelsobrecondosmesesdealquilerporadelantadoynosolouno.
—Vámonos,Sandy—repitióNickalverqueellaseguíasinmoverse.Yo seguía allí de pie, intentado aguantar su mirada sin doblegarme de dolor. «Marchaos,
marchaosdeunavez».Sandyladeólacabeza.—Felizcumpleaños,Jack.Algoserompedentrodemí.Sandyysuhabilidadporlasheridasmortales.Intentodecirlealgo,
laspalabrassenieganasalirdemigargantayellosdossealejancogidosdelamano.Estoyallídepie,elcallejónmepareceahoraasqueroso.Meagachoyrecojolamoneda,misdedosrealizanlosmovimientossinpensarydespuéslaguardoenelbolsillodelpantalón.
Hoycumplodieciochoañosyacabodeperdermifuturo.Un gato negro entra corriendo en el callejón, le persigue un perro enorme con mandíbulas
babeantes.Elgato intentaesquivarle, aningunode losdosparece importarlesqueyoestéallí enmedio.Elperrolemuerdelacola,elgatolograzafarseysubirporunaescaleradeincendios.Ojalápudieraseresegato,yonohelogradoescapar.
LevantolacabezaylalunadeNuevaYorksemantieneindiferente,ellanosabequeapartirdeesta noche todo será distinto. Respiro profundamente e intento retener dentro de mí aquellasensación, las costillas me están matando y no siento ningún alivio por lo que estoy haciendo.Ningunoenabsoluto.
¡Vayaplanmásabsurdo!Salgodelcallejón,lafarolaapenasiluminalacalleenlaqueapesardelahorasigueelpuesto
de fruta del viejo Joe, creo que nunca lo he visto desmontado del todo.Oigo el traqueteo de uncocheyloshacesdeluzdelosfarosreflejandoslíneasdebordesconfusosenelcharcodeaguaquesehacreadoalrededordeunabocadeincendios.Caminoconlasmanosenlosbolsillosmásdespaciodeloquehecaminadonunca.Eslaúltimavezquepodrépasearasíporestacalle,pormicasa.Apartirdellunesseréuntraidory,cuandoterminelaacademiadepolicía,elenemigo.
PasopordelantedelrestaurantedeSilvio.Cualquierotranocheentraríaporlapuertadeatráseiría abuscar aNick. Juntos leharíamosunoodos recados aSilvioynospagaría conunabuenacena y unos cuantos dólares. En cuestión demeses pasaríamos a ocuparnos de temasmás serios,iríamosacobraryaentregarmensajes.Tardaríamosaños,perotardeotempranonosganaríamoslaconfianza de los miembros más peligrosos y respetados (viene a ser lo mismo) de la familia.Acabaríamossiendounodeellos.Yoyano,esaopciónhadesaparecidoparamíyme tiemblaelmentónalcomprenderquemiamistadconNickySandytambién.Tengoquedejaraunladoestossentimentalismos,pateodoscubosdebasuraqueestán inocentementeen laesquinayelestruendoenciende las luces de dos ventanas de otro edificio. Allí vive Sandy aunque su apartamentopermaneceaoscuras.Ellanovaaterminaraquíencerrada,antesselohedichoparaqueseapartasedemí.Sialguienpuedesalirdeaquímanteniendopartedesímismo,esella.Esunaluchadora, loera cuando tenía cuatro años y su madre la encerraba en la calle para atender a sus amigos ycuando a los ocho las otras niñas del colegio la insultaban. Lo ha sido esta noche cuando se hapuestoentreNickyyoconscientedequelosdostenemosbastantefuerzabrutacomoparamatarla,aunquelosdospreferiríamosmorirahacerledaño.
TampocopuedosubirlosescalonesqueprecedeneloscuroedificiodeSandy,nopuedoesquivaral viejo señor Osmizkoya o como se llame que sale al rellano siempre que oye la puerta de laentradadispuestoa reclamarel alquiler.Ni ayudaréaSandya llevar a la camaa losgemelosnirepasaréconellalasfrasesdealgunaestúpidaobradeteatromientrasesperamosaNick.Aceleroelpasoparaevitarlatentacióndemandarlotodoalamierdaysubiresosescalones.
Micasaestá al finalde lamismacalle,mispadres siempre sehan sentidoorgullososde tenerviviendapropiaynounpequeñoapartamento,aunquenuestracasaesminúscula,demasiadofríaeninvierno y demasiado calurosa en verano.Nick vive en otra similar, pero ellos no han pintado lafachadacomonosotroscadadosaños,esaeslafrasequerepitemipadresiemprequeNickoSandyvienendevisitaolvidándosedequeellosdosyyosomoslosencargadosdelograresahazañacada
dos veranos. La puerta está algo desgastada y por la luz de la ventana sé quemimadre estarásentadaenelsofácosiendo.Abrosinllamar,escuchoelsilencioduranteunossegundosyalrespirarundistintivooloralimónsecuelapormicuerpo.
—¿Erestú,Fabrizio?—No—contestoacercándomealpequeñocomedor—,soyyo.—¡Jack!—Selevantadeinmediatoyelpantalónqueestabaremendandocaealsuelo—.¿Qué
tehapasado?¿Dóndehasestado?Apenasmellegaaltorso,perotienefuerzaymeaprietaentresusbrazos.—Hola,mamá.—Nadiesabíanadadeti.—Mesueltaymemiraenfadada.Creoquemetiraríadelasorejaso
meabofetearíasinoestuvieratanpreocupada—.Yoqueríairalapolicía,perotupadremedijoqueunodeloscamarerosdelBlueMoonteviosubirauncocheconunachica.
—Sí,bueno.Entoncesmedaunacolleja.—¡Muy mal hecho, Jack! ¿En qué diablos estabas pensando? ¿Acaso se trata de una buena
chica?Yonotehecriadoparaquehagasestascosas.Empieza a santiguarse, yomientrasme froto la nuca. Sí, Amalia Tabone tienemucha fuerza a
pesardesucortaestatura.—Losiento,mamá.—Ymás vas a sentirlo cuandome entere de quién esa chica. ¿Cuántos años tiene? ¿Cómo se
llama?¿Quédíalatraesacasaacenar?Está de nuevo sentada en el sofá y ha recogido del suelo el pantalón que estaba arreglando.
Vuelveahablarantesdequeyopuedacontestarle.—Iba a prepararte una cena de cumpleaños, pero no lo he hecho. Esta vez vas a tener que
esforzartemuchoparaqueteperdone,JackTabone.—¿Dóndeestápapá?—Tupadrehadichoqueestanocheteníatrabajo.Semeanudaelestómago.—¿Trabajo?—Meacercoalsofáymesiento,allímealcanzaelcalorde laestufa—.¿Sabes
conquién?—Conquiénvaaser.—Sellevaelhiloaloslabiosylohumedeceantesdeenhebrarlo—.No
creoquetardeenvolver.LapuertaseabrejustoentoncesyelsuelodemaderacrujebajolospesadospasosdeFabrizio
Tabone.Esalto,unpocomásqueyo,aunqueintuyoquenotardaréensuperarle.Hubounaépocaenquesurostrosiempresonreía,yano.
—Vaya, veo que te has dignado a volver. —Cuelga el sombrero y la cojera está máspronunciadadelohabitual,igualqueelolorawhisky.
—Vamos, cariño—mimadre se levanta y se acerca a darle un beso en lamejilla—, nosotrostambiénfuimosjóvenesehicimostonterías,¿recuerdasesavezque…?
—¿Es cierto lo que he oído?—Él no la deja terminar, entrecierra los ojos yme fulmina conellos. El alcohol le vuelve más arisco y violento, pero no le nubla la mente. Sabe lo que estáhaciendo.
Mimadre palidece e intenta cogerle por el brazo, él se suelta y se acerca amí amenazador.Duranteunsegundomearrepientodeloquehehecho.FabrizioTabonenuncavalorarámisacrificio,nisiquierasialgúndíallegaasaberlaverdad.Loconsideraráunaestupidezymedaráunapalizaporhaberelegidoestecamino.
Eselúnicoquepuedellevarmehastaelfinal.—¿Quéhasoído?Tengo lasmanosaambos ladosdemicuerpoyecho ligeramente loshombroshaciaatrás.No
quieropegarle,nodelantedeesamujerquetantosufrepornosotros,peroséquehoynodejaréque
mehagadaño.—Nomeprovoques,Jack.—¿Quéosparecesivamoslostresalacocinaycomemosunpocodepastel?De nada sirve el intento deAmalia para aflojar la tensión, Fabrizio se coloca frente amí. Le
aguantolamirada,susojosylosmíosnoseparecenlomásmínimo.Éllostieneclaros,casivacíos,losmíossonoscurosrozandopeligrosamenteelnegro.
—¿Vasaserunjodidopolicíasíono?Amaliaexclamasorprendidaysellevaunamanoaloslabios.—Jack—susurraminombreymemirahorrorizada.Elsilencioduraunossegundos.Miroamimadreeintentosonreírle,ellaacabaráporentenderme
yalgúndíalarecuperaré.Después,giroelrostrohaciamipadreycontestoconunaúnicasílaba.Nopuedodarleunaexplicaciónynovoyamentirle.
—Sí.Amalia empieza a recitar nombres de santos en italiano. Hace años insistieron en que en casa
también debíamos hablar inglés para que yo lo aprendiera mejor y lograse encajar allí, pero enmomentoscomoesesulenguamaternaeslaúnicaqueacudeasuslabios.
Yosigoallídepie,quizáestoyesperandoresignadoelgolpeolabofetadademipadre.Élestáinmóvil,respiraporentrelosdientesyflexionalosdedos.Sumirada,tristeyderrotadadesdehaceaños,cambiaderepenteydaunpasohaciaatrássorprendiéndomeporcompleto.
—Lárgatedeaquíahoramismoynovuelvas.—¡Fabrizio!—Notemetas,Amalia.—Segirahaciaellauninstanteyvuelveamirarme—.Vearribaycoge
tuscosasporqueapartirdehoyestásmuertoparanosotros,¿lohasentendido?Muerto.Aprietolosdientesylevantolavistaenunintentodedominarelescozorquesehainstaladoen
misojos.—Nodigaseso,Fabrizio—lesuplicaAmalia.Ellasíestállorando,meconsuelaquealmenos
unodenosotrosseacapazdeexpresarloquedeverdadestásintiendo.—Despídete de Jack, Amalia. —Fabrizio camina hasta la entrada y vuelve a ponerse el
sombrero,queapenashaestadounosminutosenelperchero—.Nuestrohijohamuerto.Habríapreferidoquemepegase.Deunpuñetazoodeuna costilla rotamehabría recuperado.
Diossabeque tengoprácticaenhacerloyquemicuerpohabríasoportadodoso tresgolpesmás.Haceaños,laprimeranochedespuésdequeFabriziovolviesedelacárcelleencontréenlacocinaborracho.Yo teníadiez añosy al día siguiente se comportó como si la noche anterior nohubiesesucedido.
Sinembargo,loquecontóenmediodelestupordelalcoholsequedódentrodemíparasiempre,dijoquenuncaaprenderíaaaceptarme.Alprincipiopenséque lohabíasoñado,duranteaños fingíqueno lo sabía aunque a partir de entonces ciertos detalles empezaron a adquirir sentidoy el deotroscambió.
Hemetidomiscosasenunaviejamaletaquesiemprehaestadoenelfondodelarmario,viajóconFabrizioyAmaliadesdeItaliacuandodecidieronbuscarseunfuturoenEstadosUnidos.Yonuncaheestadoallí,nacíenNuevaYorkynuncahesentidoqueesepaísqueformapartedelosrelatosdemispadresy los italianosde sugeneración seamihogar.La calle estádesiertay cuandomedoymedia vuelta veo amimadre detrás de la cortina del dormitorio. Desaparece en cuanto nuestrasmiradas se cruzan y la luz que la iluminaba desde la espalda se apaga. Levanto lamaleta ymepongo a caminar. No puedo ir a casa de Sandy, ella me recibirá con esos ojos verdes que meacompañandesdequeéramospequeñosymederrumbaré.Nopuedohacerleeso.Tampocopuedoiren busca de Nick, él está con Silvio y si aparezco allí terminaremos peleándonos. Y si ya hacumplidoconsusrecados,peor.Nickestarácansadoyquizámásenfadadoqueantes.Siquierotenerlaposibilidaddearreglaralgúndíalascosasconmisamigosdeboirmedeaquíahora.
Caminomuchomásrápidoqueantes,enrealidadsientociertoalivio.
Capítulo2
Comisaríadeldistritonúmero5deNuevaYork,LittleItaly.1940
Habíadadoporhechoquevolveríaantes.Cincoañosenlaacademiaycincotrabajandoenlasdistintascomisaríasdelaciudad,entodasexceptoenesta.ElcapitánAndersonhacumplidoconlapromesa y con la amenaza que me hizo diez años atrás en uno de los calabozos de esa mismacomisaría;convertirmividaenuninfierno.
«Perotegarantizoqueeslaúnicamaneraquetienesdeaveriguarlaverdad».ElcapitánAnderson,ahorasuperintendenteymáximoresponsabledelapolicíadeNuevaYork,
me prometió la verdad y fue eso lo que al finalme convenció. Él no lo sabía, almenos eso fuicapazdeocultárselo.Noqueríadarlemásmuniciónaesehijodeputa.AndersonestáconvencidodequeaceptésuchantajeparaevitarqueFabriziovolvieraalacárcelyparaprotegeramiamigosdelbarrio.
Seríabonitoquelohubierahechoporeso.Metolamanoenelbolsillodelpantalónyaprietolamonedaentreelpulgaryelíndice.Cada
meshacambiadodemanosaunquenohevueltoaverniaNickniaSandyenestosdiezaños.Laúltima vez que vi a alguno de los dos fue la noche que fui a decirles que iba a convertirme enpolicía.Nickmedio lamoneda que compartíamos los tres desde pequeños ymedijo que eramiturnoparatenerla,quemeharíafalta.Unassemanasmástarde,cuandomedolíantantoshuesosdelcuerpoporculpadelentrenamiento,puselamonedaenunsobreconladireccióndeSandy.Estabaconvencidodequenovolvería a verla nuncamás.Si hubiese sido capazde llorar esa noche, sindudalohabríahecho,perodosmesesmástardellegóunacartaalaacademiaconminombreylamonedadentro.
Nadamás.Nunca llegaba ninguna carta, lamoneda viajaba sola de Little Italy a New Jersey, donde se
encontraba la escuela de policías. Yo nome atreví a escribir, no quería hacer nada que pudieseromperaquelúnicoydébil lazoquemequedabaconNickyconSandy,y laúnicaexcepciónfuecuandomegraduéymandélamonedaaNickconunanotaenlaquefigurabaminuevadirección,lade un diminuto apartamento en el Bronx alquilado por Anderson en nombre del caso al que alparecerleestabadedicandosuvida,ylamía.
DentrodedossemanastengoquemandarlelamonedadenuevoaNick.NotengoniideadequéhasidodeélydeboconfesarquecadavezquepisounanuevacomisaríatengomiedodedescubrirunexpedienteconelnombredeNick,peronuncahaaparecido.LamonedalasigomandandoacasadesuabuelaenLittleItaly,siemprehasidoelúnico lugarenelqueNickhabajado laguardia,ydadoquelamonedanosehaperdidodeduzcoqueobienNickviveahoraallíosiguevisitandoaNana siempre que puede. A Sandy le mando la moneda a su casa. Cuando me fui, los gemelosteníancuatroañosymeimaginoqueSandyseocupaahoradedosadolescentes.
Nunca he intentado buscarles ni ir a su encuentro y ellos tampoco lo han hecho conmigo.Mipadrecumplióconsupalabraytrasdecretarqueyohabíamuertoparaellosefectivamentemeborródesuvidaydelademimadre.Ellanuncamehaescritonihavenidoavermedeescondidas.Deseocontodasmisfuerzasqueestébien.
—Buenosdías,detectiveTabone,elsuperintendenteleestáesperandoeneldespachodelcapitán—meinformaelagentequeestáenlaentradadelacomisaría.Élllevaeluniformereglamentarioyestátantensocomoloestabayocuandoempecé.
—Gracias, agente—lo saludo sin quitarme el sombrero y camino hacia la puerta que me haseñalado.
Fui ascendido hace unosmeses.Había participado en una operación encubierta en elmuelle yconseguimosevitarqueuncargamentodedrogasecolasepordebajodenuestrasnarices.Recibíundisparo, fuesoloun rasguño,ymientrasestabaenelhospitalpeleándomeconunaenfermeraparaquemesoltaseaparecióAndersonydecretóquemeascendíanyquehabíallegadoelmomentodeponernosatrabajar,comosilosúltimosdiezañosdemividahubiesensidounpaseo.
Antes de llegar al despacho intercambio saludos y bromas de cierto mal gusto con dosdetectivesqueempezaronconmigoen laacademia.Nohehechoamigos,nomemetíenestoparahacerlos,ysiemprehepreferidoestarsolo.Almenosasíséenquiénpuedoconfiar.Alprincipio,enlaacademia,varioschicosintentaronutilizarmeparamejorarsureputación;darleunapalizaaalguiensiempreparecíafuncionaryyonoteníaaliados.Solotuvequedejarinconscienteaunoyromperlela nariz a otro. No volvió a suceder y me gané la reputación de ser solitario y con muymalaspulgas.
Enlaprimeracomisaríaalaquefuidestinado,tuvequesoportarlasnovatadasdelosveteranosylasaguantécondeportividad.Aunquemeencarguédehacerlespagarporellomásadelanteydeque supieran que conmigo no se jugaba.Mi capitán de entonces,O’Larry,me sermoneó sobre loimportanteyvitalqueeraconfiarentuscompañeros,puesellospodíansalvartelavidaencualquiermomento. Yo asentí, aguanté el sermón y me dije que jamás dejaría que mi vida dependiese deningunodeellos.EnlaciudaddeNuevaYorkhaydemasiadospolicíascorruptoscomoparafiartedeninguno.
Unanoche, añosmás tarde, cuando tomamosuna copa en honor aO’Larry, quemurió en unaemboscada,Andersonme dijo queme había elegido no solo pormis «circunstancias familiares»,sinoporquetrastenermedosdíasencerradoenesejodidocalabozodetectóqueyoera«unhijodeputafríocomoelhieloyquejamásconfiaríaennadie».
Entoncesesadefiniciónmepusofurioso,hoymehacegracia.Llamoalapuertayespero.—Adelante.—Buenosdías,superintendente,capitán.—LestiendolamanoyelcapitánRestepoeselprimero
enestrechármela.—Buenosdías,detective.—Jack.—Andersonme saluda pormi nombre con la brevedad y la sequedad de siempre—.
Siéntese.Llevo años esperando esta reunión, los mismos que llevo temiéndola. Nunca he llegado a
conocerlosdetallesdelplanquesupuestamentetieneAndersonenlacabezaynosoytanengreídocomoparacreerquesoyunapiezavitalparallevarloacabo.Sinembargoséqueestehombremecambiólavidaunanocheenestamismacomisaríaytengoelhorriblepresentimientodequeestáapuntodevolverahacerlo.
—¿Queríaverme,señor?Dejoelsombreroencimadelamesa,elcapitánRestepoestásentadoyAndersondepiedetrás
de él.Hay otra silla allí, peroAnderson siempre prefiere estar de pie. Es un hombre alto ymuycorpulento. Cuando le conocí cumplía los cuarenta, lo sé porque esa noche oí que uno de losguardasletomabaelpeloalrespecto.Concuarentaeraimponente,concincuentaestemible.Yosoytanalto comoélymi espalda esmásancha, aunqueestoymásdelgado.Séqueobjetivamente lederrotaríaenunapelea,perotambiénséqueAndersonesdelosquejuegansucioyquenodudaríaenrecurriracualquierestratagemaparaeliminarme.
—La suerte nos ha sido propicia, Jack, se ha cometido un asesinato en Little Italy que puede
proporcionarnoslaexcusaperfectaparaempezarnuestraoperación—meexplicaAndersonapoyadoenlapareddeldespacho.
—Creíaquecomopolicíanodebíamosalegrarnosdelosasesinatos,señor.Restepoenarcaunacejaaloírmicomentario.Quizádeberíahabérmelopensadomejor.Alfiny
alcaboesehombrevaasermisuperior inmediatodurantemuchotiempoynoquieroempezarconmalpie,yatendrátiempodeacostumbrarseamisarcasmo.
—Guárdeselasbromasparacuandoestétomandounacervezaconsusamigos,Jack.—Ustedsabequenotengoamigos.Andersonsecruzadebrazosymefulminaconlamirada.ElcuerpoenterodepolicíadeNueva
Yorkseamedrantaría,yomemantengofirme.Delocontrarioélnomerespetaría.—Nome extraña, y ahora, si ya ha dado por concluido el espectáculo, al capitán y amí nos
gustaríacontinuar.Comoleestabadiciendo,ayerporlanocheseprodujounasesinatoenLittleItalyyhedecididoquevamosacambiardeestrategia.
¿Teníamosunaestrategia?ElcapitánRestepomealcanzaunacarpetamarrónylaabrodejándolaapoyadaenelescritorio.—LavíctimaeselseñorEmmettBelcastro,propietariodelalibreríaVeronadelacalleBaxter.—Sédequélibreríase trata—leinterrumpo.NadiediríaqueconocíaEmmettenelpasadoni
queoírlanoticiadesumuerteharetorcidolopocoquequedademialma.Emmetteraunsoñadoryun idealista que se escondía bajo la fachada de viejo cascarrabias. Siempre había cuidado de loschicosdelbarrioysehabíamantenidoalmargendecualquierasuntotruculento.
—El señor Belcastro fue degollado anoche —sigue el capitán—. Probablemente no noshabríamos enterado de su muerte, ya sabemos cómo funcionan las cosas por aquí, pero alguienllamóalacomisaríaylodenunció.
Cierro los puños ante la condescendencia deRestepo, aunque sea cierto, odio cuando alguien,quiensea,insinúaqueenlascallesdeLittleItalytodospertenecenalamafia.
—¿Tenemosuntestigo?—Mecentroenlanovedad.—No exactamente—interviene Anderson—. Pero esa llamada de teléfono es nuestra vía de
acceso.LapolicíadeNuevaYorknopuedepasarporaltoelasesinatodeunodelosmiembrosmásqueridosporlacomunidaditaliana,¿noleparece?
—ElasesinatodelseñorBelcastrosemerecetodanuestraatención,peroaustednoleimportalomásmínimo.
—¡DetectiveTabone!—Elcapitánapoyasonoramentelapalmaenlamesademadera.—Nosepreocupe,capitán—intercedeAnderson—,aJacklegustacreerquesus idealesestán
muy por encima de los míos. En efecto, Jack, el asesinato de Belcastro, aunque es lamentable,carece de importancia. Túmejor que nadie deberías saber que si de verdad queremos proteger atodoslosBelcastrodeLittleItalytenemosquecortarlelacabezaalabestiaynopreocuparnosporsiunadesusmascotasselehadescarriadounpoco.
—EsabestiatienemáscabezasqueMedusa,superintendente,yalgunascrecenmáscercadeloquecree.
Alolargodelosúltimosdiezañoshabíaaprendidoquelacorrupciónseextendíaconlamismafacilidadyrapidezqueelfuegoenungranero.
—Poresoleelegíaustedyalosdemásyporesonadie,repito,nadieestáalcorrientedeestaoperación.
¿Quéoperación?,queríagritarle.ResteposefrotaelrostroysegirahaciaAnderson.—¿Estásseguro,William?Creoquees laprimeravezqueveoaalguiendirigirseaAndersonpor sunombredepilay la
mirada que le lanza el capitán también habla de una amistad que nunca antes había detectado ennadie.
—Eselmomento—contestaAnderson—.Tenemosquearriesgarnosyaquí,elbuenodeJack,es
nuestramejoropción.—¿Lamejoropciónparaqué?—lesinterrumpo.—Ustedharesultadosermejorpolicíadeloquecreía,Jack—mesorprendeAnderson—.Tiene
buenosinstintos,escasi inhumanoloentregadoqueestáasutrabajo,careceporcompletodevidasocialyde lacapacidadpara tenerlay,además, tieneunextrañoymuyestrictocódigodelhonorcon el que inesperadamente me identifico. Al mismo tiempo es testarudo, irreverente y escompletamenteincapazdeacatarunaordenenlaquenocree.Legustasalirseconlasuyaynoleimportaarriesgarseaperderlavida.
—¿Meestáhalagandooinsultando?—Ah,sí,semeolvidaba,yesunbocazas.—Andersonseapartadelaparedycaminahaciamí.
Sedetieneal ladodelescritoriodelcapitány levanta lacarpetacon lapoca informaciónquehanreunidosobreelasesinatodeBelcastrodelanocheanterior.Melanzalacarpetaalregazo—.VaairaLittleItalyyvaaresolveresteasesinatocuesteloquecueste.
—¿Porqué?—Usted sabeporqué le elegíhace tantosañosy seguroquehabíaasumidoquealgúndía le
haríavolveraquí,aLittleItaly,yquelepediríaqueseinfiltraseenlamafia.—Laideasemehabíapasadoporlacabeza—reconozco.Eraloúnicoqueteníasentido.—Sí, pero no funcionaría. Desde que Capone salió en libertad, la mafia de Chicago y la de
NuevaYorkseestáreorganizandoyestámuyalerta.Nosonningunosineptosymantienenlasfilasmáscerradasquedecostumbre.Ustednuncapodríasometersealperiododepruebaysucarácteracabaría matándole. Por no mencionar que en el barrio todo el mundo recuerda su historia y elmodoenquelostraicionóparaconvertirseenpolicía.—Memiraalosojosygraciasalosañosdeentrenamientoocultoeldolorquemeproduceesapalabra—.Nadiesecreeríaquehavueltoconelraboentrelaspiernasynosotrosnotenemostiempodecrearunexpedientefalsoparausted.Hasidounjodidobuenpolicíadurantetodoestetiempo.
—Entonces,¿cuáleselplan?—EmmettBelcastroeraunafigurarespetadayqueridaportodos.Notengoningunadudadeque
denohaber llegadoanuestrosoídosenelbarriohabríanencontradoal asesinoyhabríanhechojusticia.Ustedvaairallíyvaacomportarsecomoelmalditobuenpolicíaqueesyvaaresolvereseasesinato.RecuperaráasusamigosylesdemostraráquelapolicíadeNuevaYorkescapazdeprotegerasusciudadanos.
—Ymientras tengo que enterarme de todo lo que suceda para poder después traicionarlos. Eseso, ¿no? —Se me retuercen las entrañas—. Quiere que vaya allí, resuelva el asesinato deBelcastro,hagaamigos,meconviertaenunrostroconocidoyrespetadoy,cuandoalguienmetalapataymecuentealgoquenodebe,learreste.
—Exactamente.—¡Malditasea!—Nosoloeso,Jack.Quieroqueentiendaqueestáesnuestraúnicaoportunidadparaacercarnos
aCavalcanti.—Menciona el nombre que seme clavó dentro hace diez años—.Cavalcanti es sindudaelcapomáscautoymásastutoquehaconocidolaciudaddeNuevaYork.Sushombressonimpenetrables y nunca hemos podido encontrar nada que lo incrimine, ni siquiera los deHaciendacomohicieronconCapone.
—¿DeverdadcreequeresolviendoelasesinatodeBelcastroaccederéaCavalcanti?Estáloco.AunqueBelcastroeraunhombrequeridoportodos,dudomuchoquealcapodelamafiadeNuevaYorkleimporte.Talvez,sitengomuchasuerte,consigahablarconalgunodesustenientes,pero…
Andersonlevantaunamanoparadetenerme.—Accederá aCavalcanti porque fue su sobrina la que llamó a la policía para informar de la
muertedeBelcastroylaseñorita,encontradelavoluntaddesutío,dejóclaroqueestabadispuestaacolaborarconnosotros.
—¡Diosmío!
—Exactamente, veo que por fin entiende porque no debemos desaprovechar esta oportunidad.Lea el informe y póngase a ello de inmediato, no quiero que Cavalcanti se nos adelante y«resuelva» el asesinato antes que nosotros o quemande a su sobrina de vacaciones por Europa,¿entendido?
—Entendido.Mepongoenpieycojoelsombrerodelamesa.EstoyyadeespaldascuandoAndersonvuelve
allamarme.—Unaúltimacosa,Jack.Medoymediavuelta.—¿Sí?—Bienvenidoacasa.
Capítulo3
TransatlánticoLibertà1912CuandoRobertoAbruzzoyTeresasecasaronenRomadosañosatrásnoseimaginaronque
celebrarían su segundo aniversario de boda hacinados junto a más de cien italianos en labodega de un barco rumbo a América. Lo habían intentado todo para evitar ese momento.Habíandejado laciudadysehabían instaladoenelcampo,enunpuebloal ladodeNápoles.Allí tenían comida y casa, y también trabajo, pero el pelo negrodeTeresa, sus ojos verdes, sudulzuraysufiguracaptaronlaatencióndeAdelphoCavalcanti.RobertoconocíaaloshombrescomoCavalcanti, sabía de qué eran capaces y que en su interior carecían de esa brújula quedistingueelbiendelmal,lopropiodeloajeno.Robertosabíaquesisequedabanallíundíaélamanecería muerto y Teresa violada. No podía correr ese riesgo. Teresa se opuso durante untiempo,ellaqueríaquesuhijonacieseenItaliayconocieselamismatierraqueleshabíavistocreceraellos.QuizáTeresahabría logradoconvenceraRobertoparaquesequedasen.Desdeque la noticia de su embarazo corría por el pueblo,Adelphoparecía haber perdido interés enella,perocuandocomprendióquesumaridoibaamorirgastótodossuahorrosendosbilletesrumboaNuevaYork.Ella jamásolvidaríaesamañanademarzo.Elsol lehabíahechocosquillasen lanarizyal
despertar seacarició labarriga, estabade cuatromeses, ybuscóaRoberto con lamirada.Élaúnnohabía llegado, había salidoa cazar denoche, unaactividadquea ella no le gustaba.Cuando llegó, lo hizo con una herida en elmuslo y el rostromagullado. Le habían dado pormuerto,susurróél.LoshombresdeCavalcantihabíancometidounerrorporqueestabanmedioborrachos cuando le dieron la paliza. Iban amatarlo y a llevarse a Teresa. Cavalcanti habíadecidido que no lemolestabaque estuviese embarazada, ese «problema» ya lo arreglaríamástarde. Roberto lo sabía porque esos hombres se habían sentido tan seguros y satisfechos de símismosquenohabíandudadoenalardeardeello.Teresa metió las pocas pertenencias y recuerdos de su matrimonio en una maleta, sacó el
dineroqueteníaocultobajounabaldosadelacocinaysellevóarastrasasumarido.Pasaronuna noche a la intemperie, ocultos de Cavalcanti y de cualquier vecino dispuesto a venderinformación sobre suparadero.A lamañana siguiente, una carreta les llevóa casadeFlavia,una vieja amiga deTeresa, y se quedaron allí hasta queRoberto pudo sostenerse en pie. Si elviajehubieseduradoundíamás,Robertohabríamuerto.Esacerteza,ladequehabíaestadoapuntodeperderasuesposoantesdequeestevieseelrostrodesuhijo,impulsóaTeresaconunodioquejamáshabíasentido.ElbarcopartiódelpuertodeNápolesapenasdosdíasdespuésdequeelmatrimonioconsiguiesellegaralaciudadyhacerseconlosbilletes.Fueenloúnicoquetuvieron suerte, si podía llamarse suerte a entregar casi la totalidad de sus ahorros a unavaricioso empleado de la naviera que esperaba siempre a que se acercase el momento dezarparparavenderlosúltimosbilletesalosmásdesesperados.El Libertà se hizo a la mar con más pasajeros de los que debía, menos tripulación y un
cargamento repleto de ilusión ymiedo.Teresa yRoberto compartíanunas literas en la bodegacon una familia napolitana que se empeñó en acogerlos en su seno. Al principio Robertodesconfió. Aún sentía en el cuerpo las consecuencias de su ingenuidad con Cavalcanti y no
queríaponeraTeresaenpeligro.Latravesíaduródosmeses,duranteloscualesTeresaperdiólapoca inocencia que le quedaba y Roberto lamentó profundamente que su bella esposa tuviesequecrecertanrápido.Sinembargo,sesintióprofundamenteorgullosodeella.La bodega del Libertà era un universo en sí misma. Quizá en las plantas superiores los
pasajerosdeprimeraclasevivieranenunsueño,enunparéntesisalejadodesusvidasentierrafirme,peroenlabodegaseguíaimperandolarealidad.Nohabíantardadoenformarsegruposyenaparecerlíderes.RobertosemantuvotanalmargencomolefueposibleyTeresacolaboróconlasmujeresdelafamiliaTabone,suscompañerosdelitera,entodaslastareasquepudo;atendióa embarazadas en estado más avanzado que el suyo, hizo compañía a enfermos y ayudó asobrellevar el duelo a los queperdierona seres queridos enmediodel océano.Apesar de lostemores iniciales, ellanocayóenfermaenningúnmomento.Lasdificultades ladotarondeunafortaleza que no había poseído en Italia y, aunque sabía que su esposo lamentaba que ya nofuese lachicaque lehabía sonreídoenmediode laplaza,a ella legustabamuchomás ser lamujervalientedelbarco.Lamañana que el Libertà divisó la costa de los EstadosUnidos, Roberto y Teresa estaban
tumbadosensucamastro,Teresaestabayadeseismesesyelcansancio,laescasezdeaguaydecomidahabíanempezadoaafectarla.Elniñosemovía.Delocontrario,ellasehabríamuertodepena,peroa lo largode lanochehabíasentidocalambresen laespaldayenelvientrey teníamiedodequesupequeñofueseaadelantarse.—Nopuedenaceraquí—balbuceó.Robertolesecóelsudordelafrenteyledepositóunbeso.—Nolohará,solonosestárecordandoqueestáaquíyqueestáimpacienteporllegar.Teresacerrólosojosyapretólosdientesalsentirunescalofríorecorriéndolelaespalda.Los
gritos de cubierta se entrometieron entre el matrimonio y un muchacho italiano bajóapresuradamente la escalera para anunciar a los ocupantes de la bodega lo que ya habíandeducido; su travesía estaba a punto de terminar. De repente, aquel barco sucio, enfermo ypeligrosolesparecióunrefugio.Alolargodelassemanasquehabíanestadosurcandoelocéanohabían escuchado historias de todo tipo sobre lo que sucedía en Ellis Island, la isla cuyaimpresionantedamadepiedradabalabienvenidaa los inmigrantesparadespuéssometerlosaextrañosyavecesarbitrariosexámenesmédicosen losqueun funcionariodecidíaencuestióndesegundossipodíanquedarseallíodebíanvolver.RobertoapretólosdedosdeTeresa,lesujetabaunamanoyestabatemblando.—Nosucederánada.ElbarcoatracósinqueRobertoyTeresasemoviesendedondeestaban.Éllebesabalafrente
ylasmejillasylecontabatodoloqueharíanahoraqueporfinhabíanllegadoasudestino.Ellale escuchaba y deseaba con todas sus fuerzas que las preciosas historias que le contaba suesposo se hicieran realidad; él iba a encontrar un buen trabajo, era joven, fuerte y capaz yaprendíarápido,elladaríaaluzaunniñopreciosoydespuésseocuparíadelacasaytambiénbuscaríaalgúnpequeñoempleoconelquecolaborar.Suhijocreceríaallí,enlafamosatierradelasoportunidadesyseconvertiríaenungranhombreyeldíademañanalesdaríaunosnietospreciosos.YtalvezentoncespodríanvolveraItalia.—¡Roberto, Teresa, tenéis que venir! —les llamó Fabrizio Tabone desde la escalera—.
Estamosdesembarcando.FabrizioysuesposaAmaliatambiénestabanesperandounhijo.Losdoshombresnohabían
llegadoacongeniardemasiadobien,RobertoeracalmadoyFabrizio,impetuosoycontendenciaa buscar pelea. Las dos mujeres, sin embargo, habían forjado un lazo muy estrecho e íntimograciasa sus embarazos.Habíancuidado launade laotraa lo largode la travesíayhabíanprometidoseguirhaciéndoloentierra,susmaridosibanatenerqueadaptarse.—¿Puedeslevantarte,amor?—lepreguntóRobertoaTeresa.—Sí, el niño se ha quedado dormido.—Se acarició la barriga y empezó a incorporarse—.
Vamos,nuestravidanosespera.DescenderdelLibertàfuemáscomplicadodeloquehabíancreídoylalarguísimacolapara
llegaralasaladeEllisIslanddondelosmédicosinspeccionabanalosreciénllegadosestuvoapuntodederrotaraTeresa.Elamorquesentíaporelniñononacidoquellevabaenelvientreyporelhombrequeteníaasuladolediofuerzasparaaguantarhastaelfinal.FabrizioyAmaliapasaron antes que ellos y estuvieron unosminutos que se hicieron eternos encerrados con unhombreyunamujeruniformadosconbatasblancas.TeresaapretólosdedosdeRobertoentrelossuyos y detectó que los dos sudaban y temblaban.A lo largode la travesía habían escuchadohistorias horribles sobre lo que sucedía en esos exámenes médicos; familias que se veíanobligadasasepararseporqueunodesusmiembrosnoobteníaelpermisoparaentrarenelpaísy debía volver, niños queperdíana sus padres.Teresa cerró los ojos e intentó calmarse, no leharíaningúnbienentrarallíconelcorazónaceleradoylarespiraciónentrecortada.LapuertaseabrióyFabrizioyAmaliasalieronconcaradeagotamientoyunaligerasonrisa.
Losdos llevabanunamarcade tiza en la espaldaque les identificabacomoaptospara seguirconsucamino.Laenfermeraquelesacompañabahablabadespacioeintentabaincluiralgunapalabra en italiano en su discurso y aunque no acertaba demasiado los recién llegados leagradecíanelesfuerzo.Les tocóel turnoaRobertoyaTeresaycuando,adiferenciade loocurridoconFabrizioy
Amalia,lessepararon,Teresacreyómorir.Robertocojeabayenelcostadoderechodelcuerpolehabía quedado una horrible cicatriz recuerdo de los hombres deCavalcanti. Teresa intentó noasustarse,sonrióalaenfermeraquelaauscultóyqueletocólabarriga.Intentóresponderalaspreguntasqueentendíayalasquenosonrióconmásganas.NopodíansepararladeRoberto,suvidadejaríadecarecerdesentidosiesosucedía.Elmédicoentróentonces,unhombreconelrostro cansado y sin ninguna expresión. Leyó las notas que había escrito la enfermera y sinprestarningunaatencióna lamiradasuplicantedeTeresagarabateóunsímboloen laespaldadeestaylaempujóhacialapuerta.Fuera,Teresasequedósinrespiración.NoveíaaRobertoporningúnlado.Elcorazónsele
aceleróyletrepóporlagargantahastaestrangularla.Nopodíarespirar,seestabamareandoyacabaríadesmayándose.Cuandolaspiernaslefallaron,unosbrazoslasujetaronporlacintura.—Estoyaquí,amormío—susurróRobertopegadoasuoído—.Estoyaquí.El alivio que sintió Teresa fue tal que rompió a llorar. Apenas había llorado durante la
travesía.Sehabíamantenidofuertefrenteacualquieradversidad,peroesosminutossinRobertohabíanestadoapuntodematarla.—Diosmío,Roberto.Tequiero,tequierotanto.—Yyoati,Teresa.Sebesaronhastaqueotroinmigrantepasójuntoaellosysinquererlesdioungolpeconuna
maleta.—Losiento—farfullóeltipo,TeresayRobertosesepararonycaminaronhaciasufuturo.Ibanatenerquepasarsecuarenta
díasenesaisla,eraelprocedimientonormalalquedebíansometersetodoslosreciénllegados.Pasadoeseperiodo,podríanaccederatierrafirmeyempezaraconstruirsunuevavida.EnEllisIsland,lavidaerasimilaraladelbarco,conlagrandiferenciadequeallílaamenazadelmarhabíadesaparecidoydequecontabanconlaproteccióndelagrandamadelalibertad.ATeresaleparecíamuybuenaugurioquehubiesenviajadohastaallíenuntransatlánticoconelmismonombrequelaimpresionanteesculturaqueahoralesmirabadesdelomásalto.LacomunidaditalianavolvióareunirseenlapequeñaislayRobertosiguiómanteniendosu
discreto segundo plano mientras Fabrizio buscaba captar la atención de los hombres que sehabíanerigidocomocabecillas.Lasdosmujerestranquilizabanasusmaridoscuandoacudíanaellas de noche y sus embarazos seguían avanzando. Amalia se encontrabamenos pesada queTeresaydeallíhabíandeducidoqueellallevabaunaniña.LadeducciónnolegustóaFabrizio,
peroesonoimpidióqueTeresayAmaliaempezasenaplanearunabodaimaginariaentreelhijodeunaylahijadelaotra.Lasdossabíanquepodíanestarcompletamenteequivocadas,aunqueel juego las divertía y les proporcionaba una excusa para pensar en lo precioso que sería sumundocuandosaliesendeallí.Eldíaencuestión llegó justoa tiempopuesencuantoTeresapusounpieenNuevaYorkse
puso de parto. Roberto la esperó frenético en el hospital, apenas hablaban inglés, se habíanesforzadoporaprenderlodurantelacuarentena,peroenaquelinstanteeraincapazderecordarincluso su nombre. Fabrizio y Amalia se quedaron con él. Aunque a Roberto nunca le habíagustadoFabrizio, tuvoquereconocerqueenesos instantesagradeciósupresenciaysuapoyo.ÉlsolopodíapensarenTeresa,entodoloquehabíanpasadoparallegarhastaallí,ydejóqueelmatrimonioTaboneseocupasedelodemás.Elpartoduróseishoras.CuandoporfinsalióelmédicoahablarconRoberto,esteestabaal
borde de las lágrimas. Tenía un hijo, un hijo sano, y su esposa le estaba esperando en lahabitaciónquecompartíacondosotrasmujeres.Elmédico,queparecíademasiadojovenparaserlo,leacompañóhastaallíhablándoledespacioychapurreandotambiénunpocodeitaliano.—MiabueloeradeRoma—ledijoamododeexplicaciónal verqueRobertoarqueaba las
cejas—.Peroyonuncaheestadoallí.—¿Suabuelovolvió?—SesorprendióRobertopreguntándole.—No.Robertoseprometióenaquelinstantequeaélnolesucederíalomismo.Noibaarenegarde
esepaísqueacababaderecibirleyenelquequeríatenerunavida,peronoqueríamorirsesinvolveraItalia.Elmédicoabrió lapuertade lahabitaciónyRobertodejódepensaren lapatriayennada
que no fuese su hermosa y valiente esposa y el pequeño bulto que tenía en el regazo. Corrióhaciaellasinavergonzarsedelaslágrimas,queahorasílesurcabanlasmejillas,ylosabrazó.—Teresa,gracias,amormío.Lebesóloslabios,lospárpados,laacaricióconreverenciaantesdemiraralpequeño.—Tenemosunhijo,Roberto—susurróellacansada.—Losé,amor.Robertocogióalpequeñoenbrazosylomiró.Eraperfecto,teníaunosojostanoscurosque
parecíannegrosyunrostroqueyahablabadelcarácterqueseescondíatrasél.Eseniñoibaaseralguien,eseniñonoibaadejarqueleechasendesupaíscomoleshabíasucedidoaellos.—¿Cómoquieresllamarlo?—lepreguntóTeresamirándolosconternura—.Séquebarajamos
diversosnombresenelbarco,peroningunopareceencajarconél,¿nocrees?—No, tienes razón. —Todos los nombres que habían considerado eran italianos, buenos
nombres,sinduda,peronoencajabanconsuhijo.Robertolosabíaylevantólavistaparamiraraldoctorqueestabaanotandoalgoenlospapelesdelpequeño—.¿Cómosellama,doctor?Eljovenlevantólacabezaylomiróconfuso.—¿Quecómomellamo?—Sí,¿cómosellama?—repitióRobertoeninglés.Erasuprimerafrase,laprimeraquedecía
ylepareciósimbólicoqueseestrenaseprecisamentedeesamanera—.¿Cómosellama?—Jack—contestóelmédicoconunasonrisa.Roberto miró a Teresa y esta le sonrió de oreja a oreja. Ella no se lo había contado a su
esposo,yatendríatiempodehacerlo,peroduranteelpartohabíallegadoaestarmuyasustadayesejovenmédicohabíasabidocuidarlayrecordarleenelmomentoexactoquenopodíanidebíarendirse.Eraunbuenhombre,elprimeroqueconocíaenesepaís.Suhijotambiénlosería,seríainclusomejor.RobertoseagachóuninstanteybesóaTeresaenloslabios.Después,seincorporóymiróalmédico.—Jack,tepresentoaJack.—EsunplacerJackAbruzzo—respondióeldoctor—,bienvenidoaAmérica.
Un mes más tarde, en ese mismo hospital, nació Alicia Tabone, una niña preciosa queconsiguióloimposible;hacerllorarasupadreFabrizio.Lasdosmadresprimerizas,TeresayAmalia,nopodíansermásfelices.Lospadres,Robertoy
Fabrizio,decidieron,cadauno,lucharporsufuturoenesatierraqueamedidaquepasabanlosdíaslesibadescubriendoquenoeratanamablecomocreían.
Capítulo4
SienaCalleBaxter.LittleItaly1940
Tendría que haberme quedado en casa, el tío se pondrá furioso cuando se entere de que hesalidosinsupermisoyleecharálaculpaalpobreToni.Sonrío.Notendríaquehabermedejadoalcuidadodeél.Toniesdemasiadoinfluenciableyestáenamorado,esundecir,deunadelaschicasquetrabajanenlacocina.Habastadoconqueledijeraquequería irarezarunratosolayqueleinsinuasequeClementinateníadoshoraslibresparaquedesaparecieradelpasilloquehayfrenteamidormitorio.
Me siento un poco culpable, Toni no se merece el sermón que se le avecina, pero no podíaquedarmeallíencerradaniunsegundomás.CadavezquecierrolosojosveolasangredelseñorBelcastroextendiéndoseporlapreciosaalfombraquecubreelsuelodesulibrería.
Si nome hubiese levantado, si no hubiese estado detrás de esa estantería buscando esa viejaedicióndeRomeoyJulieta,élestaríavivo.
«Olosdosestaríamosmuertos».Nomegustasaliraescondidasdecasa,mehacostadomuchoquemitíoconfíeenmicapacidad
paramovermesolaporlaciudadynoquierotraicionarsuconfianza.Hacíamuchotiempoquenoseponía así, que no me encerraba a cal y canto en esa casa que es demasiado lujosa, demasiadograndeydemasiadopeligrosaparamí.Ytambiénparaél,aunquenoquierareconocerlo.Hoy,siélhubiese estado aquí, no habría podido salir. O si hubiese dejado amás hombres en Nueva Yorktampoco.Estamañana, cuando se ha despedido antes de irse aChicago,me ha sujetado el rostroentre lasmanosymehadichoqueno semeocurriesevolver a asustarle. «Eres loúnicoquemequeda, Siena». En ese instante me ha permitido verle de verdad, algo que no sucedía desde elfuneraldemispadres.Leheabrazado,quéotracosaibaahacer,ydespuésélsehaapartadoymeharecordadotodaslascosasquenopodíahacermientrasélnoestuviera.
Creoqueyahehechomásdelamitad.NoséquépretendoconseguirexactamenteyendoaVerona,lalibreríadelseñorBelcastro,solo
séquetengoqueir.ElseñorBelcastrofuelaprimerapersonaquemetratóconcariñocuandolleguéaNuevaYorkhacecincoañosyséquesinsuapoyoningunadelaschicasdelbarriosemehabríaacercadonimehabríaofrecidosuamistadsincera.SinlasbromasdeEmmettBelcastro,yohabríasido siempre la sobrina deCavalcanti y la gente se habría acercado amí conmiedo y solo paraevitarlairademitío.
Emmettnosecansónuncaderepetirquemitíoyyoéramosdospersonasdistintasyquenadiedebíajuzgarme,parabienoparamal,porlosnegociosdemitío.Fuemuydifícil,aúnloes,ymásporqueyosigosinentenderporqué lohace.Nadie lo sabe,peroLucianoCavalcantipuedehacercualquiercosaquesepropongayme llenade rabiaydedolorquenohayaelegidootrocamino.Bueno,quizáaúnestoyatiempodehacerlecambiar.LamuertedeEmmettlehaafectadomuchoy,sienChicagoquierenquedarsecontodo,talvezseaelmomentoperfectoparaqueélseretire.
Cruzolaúltimacalleymirohaciaamboslados.Nomesiguenadie,ToniestaráconClementinaylospocoshombresquequedabanencasanosehanpercatadoaúndemiausencia.Unapartedemí
sabe que es imposible que Luciano dimita o se jubile, papá lo sabía y por eso llevaba años sinhablarseconél.
Llego a la librería, hay dos ramos de gardenias blancas en el suelo y los recojo conmuchocuidado. Intentoabrir lapuerta,estácerradayaunque laempujonocede.No importa,Emmettmecontódóndeescondía la llaveporsisalíaadarunpaseoyseolvidabadecoger laqueutilizabanormalmente. Me contó también que había varios chicos y chicas del barrio que conocían eseesconditeyquelopreferíaasíporquequeríaquetuviesenunlugaralqueacudirenelcasodequesetorcieranlascosasencasa.
Allísolíapasar,lodetorcerselascosas.Amínosemehabíatorcidonadahastaquemamáypapá murieron. Suspiro y respiro profundamente. El perfume de las gardenias me devuelve alpresenteymepongodepuntillasenbuscadelallave.Muevolosdedosporelmarcodemaderadelapuerta.Semeaceleraelcorazón,eslaprimeravezquehagoalgoasí.Nuncamehabíaplanteadoutilizaresallave,ymenosenestascircunstancias.Latocoyalvolveraponerlospiesenelsueloelcorazónmelateaceleradocontraelpecho.
¿Quéestoyhaciendoaquí?Aprieto la llave entre los dedos y los ramos de gardenias contra el pecho.La calle está casi
desierta porque el barrio tiene miedo de acercarse a la librería, mi tío y sus hombres se hanencargadodedejarclaroatodoelmundoqueélvaaocuparsedeestoyquenolegustarálomásmínimoquenadieseentrometa.
Quizá es porque estaba aquí cuando sucedió y no pude hacer nada.Quizá es porque tampocopude hacer nada cuandomurieron papá ymamá.Me tiembla la respiración y aprieto los ojos.Nopuedo pensar en ellos ahora, sé perfectamente que no sirve de nada, que solo consigue hacermellorar y que después, cuando seme secan las lágrimas,me odio amí y al resto delmundo. Enespecialamí.
Guiolallavehastalacerraduraycuandolagiroelclicretumbadentrodemí.—Tienesquetranquilizarte,Siena.Abrolapuertayenciendolaluzantesdevolveracerrarla.Lalibreríaestáintacta.Dehechome
daunvuelcoalcorazónyduranteunsegundocreoquetodohasidounahorriblepesadillayqueelseñorBelcastro va a aparecer de unmomento a otro.Dejo las flores encima delmostrador y albajar la vista veo la enorme mancha de sangre. Se ha extendido, ayer era más pequeña, y haempapadoporcompletolaalfombra.
No,noha sidounapesadilla.El libroqueyoestababuscando,Romeoy Julieta, está todavíajuntoalaviejacajaregistradora.YololancéalsuelocuandoviaEmmettdesplomarsesujetándoseelcuello;lasangreseleescapabaporentrelosdedosylecaíaporlacamisablancaquellevabaadiario.Grité,elhombrequesujetabalanavajaestabacaminandohacialapuerta.Nolevielrostro.Volví a gritar y las puertas del coche de mi tío se abrieron. Toni y otro de los hombres deCavalcanti bajaron porque fueron ellos los queme encontraron arrodillada junto a Emmett, peroningunovioalhombredelanavaja.
Recuerdoelsonidodelascampanillas,suenansiemprequealguienentraenlatienda.Ahora.Estánsonando.Yo estoy de espaldas a la entrada, un error, pero tengo el bolso delante demí, lo he dejado
junto con las flores y busco el revólver que antes de salir de casa he cogido del despacho deLuciano. Puedo imaginarme su cara de horror cuando se entere, aunque ahora mismo estoy tanasustadaqueelenfadodemitíoesloquemenosmepreocupa.
—¿Quiénesusted?¿Quéestáhaciendoaquí?—mepreguntaunavoz firme,pausadayquenoescondenisusorpresanisumalhumorporencontrarmeaquí.
Elintrusosehadetenidoenlapuerta.LoséporqueelsuelodemaderadeVeronacrujedeunamaneraespecialcuandoalguiencamina.SujetoelrevólvercomomeenseñóTonihaceunosdíasymegiroparaenfrentarmealdesconocido.
—¿Quiénesusted?—lepreguntoapuntándoleyrezandoparaquenosedécuentadequeestoytemblando.
Élsonríeyenarcaunaceja.Intentallevarseunamanoalinteriordelaamericana.—Nilosueñe—ledigo—,dispararé.—Yodeustednoloharía,señorita.—Siguesonriéndome,peroapartalamanodeltorso—.No
estábiendispararaunpolicía.—¿Esustedpolicía?—Elalivioestalquemefallanlasrodillas,peroaúnnoapartoelarma—.
Demuéstremelo.NoseríaelprimertipoquesepresentaenLittleItalyhaciéndosepasarporquiénnoes.—Esoibaahacer,señorita.—Tienehoyuelos,elmuycretinotienehoyuelos—.¿Puedo?Mueveunamanodenuevohaciaelbolsillointerioryyoasientoparadarlepermiso,aunquemi
pistolasequedadondeestá.SacalosdedosdespacioymeenseñaunaplacadelapolicíadeNuevaYork.
—Podríaserfalsa.—Podría—reconoceavanzandohaciamí.Nosedetienehastaquequedadelanteyveoquesus
ojos sondeverdadnegros.Esaltoy respira tandespacioqueel torsoapenas se lemueve.Llevacamisablancayunaamericanaoscura.Noeselegante,laropaparecemolestarlecomosiintentarasvestir a un león o a una pantera. Dios mío, ¿qué hago pensando semejantes tonterías?—. ¿Va adispararme?
Balbuceo,estoytanconfusapormireacciónquecuandomedoycuentadequeélhalevantadolaotramanoparaquitarmeelarmayaesdemasiadotarde.
—Yo…—carraspeoeintentodarunpasohaciaatrás,peroelmostradormeloimpide.Yergolaespalda para disimular y me aliso unas arrugas imaginarias de la falda—. No iba a dispararle,agente.
—Detective,sinoleimporta,hantenidoquedispararmeparaganaresetítulo.DetectiveTabone.Tragosaliva, la imagendeesecuerpoheridoporunabalameincomodayalmismotiempome
preocupa. ¿Dónde recibió el disparo? ¿Es verdad o se está riendo de mí? ¿Por qué estoy tanconfusa? Ese hombre, el detective Tabone, no es el primer hombre atractivo que se cruza enmicamino,nitampocoelprimeroquedesprendeporlosporosdelapielqueespeligroso.Ningunadelasdoscosasmehanafectadonunca.Entrecierrolosojosyleobservo,élhacelomismo,peronosabe que a mí se me da realmente bien. No consigo descubrir nada, los ojos negros sonimpenetrables y su rostro semantiene vacío; lamandíbula tensa, los pómulos fuertes, los labiosfirmes,ni siquiera le tiembla la sien.¿Quéclasedepersonaescapazdevaciarseporcompletodeemociones?Measustayséquemimiradalorefleja.
Éldaunpasohaciaatrásalverlo.—¿Leimportaríadecirmecómosellama,señorita,yquéestáhaciendoaquí?—MellamoSiena,Siena…—SienaCavalcanti—terminaél enfadado.Levanta lapistolaquemehaarrebatadoyvacíael
cargador—. No debería estar aquí, señorita Cavalcanti. —Ahora su rostro no es infranqueable,reflejaporprimeravezunaemociónclara;estácompletamentefurioso—.Ynodeberíairarmada.
Dejalapistolaenelmostradorylasbalasselasmeteenelbolsillodelaamericana.—¿Cómosabequiénsoy?—¿Porquéllamóalapolicía?Él se ha agachado y está en cuclillas frente a la mancha de sangre. La imagen del señor
Belcastro sujetándose el cuello antes de caer reaparece en mi mente y tengo un escalofrío. Nopuedoseguirallídepie,elescrutiniodeldetectivemeponenerviosa.Caminohastalaestanteríaquehayalladodelescaparatedelalibrería.Emmettdecíaque,silagentepodíaverlostítulosdeloslibrosdesdelacalle,talvezseanimaríanacomprarlos.
—¿Porquénoibaallamar?Eslocorrecto.Élresoplapordebajodelanariz,perotoseparadisimularlo.
Imbécil.—¿Desdedondellamó?—Desdeelteléfonoquehayencimadelmostrador.Laoperadoranomecreyóalprincipio.Élseponeenpieycaminahaciaelteléfono.Nosolonoparecenervioso,sinoquecaminaporel
interiordelalibreríacomosilaconociera,aunqueestoyseguradequenoesdeporaquí.Lehabríavistoantesoalguienmehabríahabladodeél.Nisiquierasunombremeresultafamiliar.
—¿DóndeestabacuandoasesinaronalseñorBelcastro?Voyacontestarle,tengotodalaintenciónderelatarleconpelosyseñalesloqueviyloqueoí
para que busque y encuentre a ese asesino, pero entonces él se quita el sombrero y se pasa lasmanos por el pelo hasta apretarse la nuca.No es un gesto estudiado, es, igual que su enfado deantes,algoquenohapodidoconteneryquelemolestaquehayaescapadodesucontrol.
«Yoymisteorías».Eldetectiveseaprietalasvértebrasdelanucaycuandobajalasmanossacadelbolsillodela
americanauncuadernodiminutoconlacubiertadepielnegrayunlápiz.—¿Leduelelacabeza?Lapreguntalesorprendetantoaélcomoamí.—No. —Me mira durante unos segundos, me cuesta ocultar el temblor que me sacude las
rodillas y se extiende por el estómago y, no sé si el detective Tabone lo detecta, pero cierra elcuadernoydejael lápizencimasinescribirnada—.¿Quéestáhaciendoaquí, señoritaCavalcanti?¿Aquéhavenido?
—Quieroayudar—contestosincera—.Emmettnosemerecíamorirdeestamanera.Éllevantaunacejayendurecelamirada.—¿Ydeotrasí?Meestáprovocando.—Noqueríadeciresoylosabe,detective.—Yonosénada,señorita.Dígameaquéhavenido.—¡Ya se lo he dicho! Quiero ayudar. —Camino furiosa hasta la estantería que queda a mi
derecha—.Emmettsiemprefuebuenoconmigo.Ustednoleconocía,élera…—Síqueleconocía.Meinterrumpeysuafirmaciónconsiguequevuelvaacentrarlaatenciónenél.—¿ConocíaaEmmett,detective?Está a punto de contestarme, creo que incluso adivino la sombra de una sonrisa en sus labios,
hastaqueunasombraapareceen lapuertade la libreríay lascampanillasquecuelgandeldintelanuncian al recién llegado. El detective guarda el cuaderno y el lápiz y vuelve a ponerse elsombrero.Loshombroslosechamáshaciaatrásylatensiónquetalvezhabíaperdidoalolargodelosúltimossegundos larecuperaconcreces.Se llevaunamanoalcostadoydeduzcoqueallíesdondeguardaelarma.Hastaahoranoha intentadodesenfundar.Dejademirarme,aunque lohaceconmuchaintensidadduranteloqueduraunparpadeo,yesperaaquelapuertaterminedeabrirse.
EntralamanoderechadetíoLuciano,suhombredeconfianza.NohaviajadoconélaChicagoporquemitíolehapedidoquesequedaseacuidarme.Anochelesoídiscutirsealrespecto,aValentinolehizoningunagraciatenerquehacerdeniñera—amítampoco—,peromitíosupoconvencerle;apelóasusentidodelhonorydeldeberycuandooíqueledecíaquesoloconfiaríaenél,supequeestabaperdida.Valentiibaaquedarse.HaceunratohepodidoescabullirmeporqueValentihatenidoqueirasolucionar«unosasuntos»ymehadejadoacargodelbuenoyenamoradizodeToni.CojoaireymedispongoaescucharelsermóndeValentiyasoportarlomásestoicamenteposiblequesemellevedeallíarastras(esdelaúnicamaneraquemeiréynosinanteshablarconesetaciturnodetective).
PeroValenti entraynomemira.En realidadcreoqueni siquiera sabequeestoyaquí, tiene lamiradafijaenelpolicíaytemoporél.Solohevistoesaclasedebrilloenlosojosdeunasesino,cargadosdeodioyderencor.
—Vaya,asíqueesverdad,hasvuelto—lediceValentialdetectiveTabone.—Hevuelto.LoscaballosdelO.K.Corraldebieronsentirsecomomesientoyoahora.—CreíaqueerasmáslistoTabone,yquenotendríasladesfachatezdeacercarteporaquí.Eldetectivedesvíalamiradahaciamíytengoquemordermeellabioparanogritarlequenolo
haga,¿acasonosabequeunonodebeapartarlamiradadesuadversario?—Yotambién—contestaenvozbaja,casiparasímismo—.Nocontabaconqueestuvieraspor
aquí—lediceahoraaValenti.—¿Ydóndeibaaestar?—Encualquierotraparte,Nick.—Vuelveamasajearselanuca—.Encualquierotraparte.¿EldetectiveacabadellamaraValentiporsunombre?Creíaquenadielohacía.—Yonosoydelosquesevan.Esotelodejoati,Jack.Valenticierralapuertayseacercaamí.—Vámonos,Siena.Notendríasquehabervenido.Nosotrosnosocuparemosdequeselehaga
justiciaaEmmett.—SerámejorqueestéshablandodelfuneralquevaisaorganizarparaelseñorBelcastroynode
unavenganza,Nick.Lajusticiaescosadelapolicíaydelosjueces,novuestra.—¿YdesdecuándoleinteresaLittleItalyalapolicía,Jack?—Amímeinteresa.—Ya,claro,hastaquedejedeinteresarteytelargues—afirmaValenticonrencor—.Vámonos,
Siena.Mecogeporelantebrazo.Valentinosueletocarme,nosueletocaranadieahoraquelopienso,
y cuando lo hace es firme y muy distante. Es como si consiguiera rozarme con la mínima partenecesaria.Noséquéestápasandoaquí,peroestáclaroqueeldetectiveyValentiseconocenyqueenesteinstanteningunodelosdosestápensandoenelasesinatodelseñorBelcastro.
—Estábien—acepto.Tengoelpresentimientodequedebosepararaesosdoshombrescuantoantes—.Vámonos.
Valentimesueltayabrelapuertadelalibreríaparaquepaseyoprimero.—Adiós,detective.Vengaavermesi creequepuedoayudarleenalgo—añadoantesde salir.
Noséquémeimpulsaahacerlo.Talvezbuscootrareacciónespontáneaporpartedeél.Eldetectivememira,entrecierralosojosnegrosysientocomosiintentasedeslizarsedentrode
mí.Sabequequieroquereaccioneylemolesta,lemolestatantoquevaaevitarloatodacosta.—Adiós,señoritaCavalcanti.Medoymediavueltaparaquenomevea sonreír.El detectiveTaboneno es tan indescifrable
comocreeynosabeaquiénseenfrenta.—Niseteocurra,Siena—meadvierteValentimientrasmeabrelapuertadelcoche.—Nosédequémeestáshablando,Valenti.ÉlcierralapuertaconungolpesecoysequedaenpiefrentealescaparatedeVerona.Desdela
ventanadelcoche,yotambiénpuedoverquésucedeenel interiordela librería.EldetectiveestáagachadofrentealamanchadesangrequedejóEmmettytomanotasensucuadernodepielnegra.Selevanta,mirahaciafueradirectamenteaValenti.
Uno de los dos tiene que ser el primero en apartar lamirada y algome dice que no será elpolicía.Valenti tampoco parece dispuesto a ceder, se ha ganado la confianza demi tío porque esimplacable.
Un escalofrío se instala en mi espalda. Esta clase de situaciones pueden acabar muy mal yaunqueno tenga sentidono soporto la ideadequeeldetectivepuedaacabarheridoomuertoporculpadeValenti.Tengoquehaceralgo.
Golpeolaventanadelcocheconlosnudillos.Valentisegirasobresaltadoymemira.—¿Nosvamos?Pongomicaramásinocente.
CuandoValentivuelveagirarsehacialalibrería,eldetectivehadesaparecidoensuinterioryamímetiemblanlaspiernas.Valentinolohavistoporqueestabadeespaldas,peroeldetectivesehallevadodosdedosalsombreroparadespedirsedemí.
Nolehagustadolomásmínimoqueintentasesalvarle.
Capítulo5
Valenticonduceconlamismaprecisiónyrotundidadconlaquecamina,dandoporhechoquelos
demásvan a apartarsede supaso.Cuando le conocí hace cinco añosmeparecióunhombremuyatractivo,peromebastóconhablarconélcincominutosparasaberquenuncamesentiríaatraídapor él, y él tampocohaciamí.Una relación entre nosotros, dejando a un lado que a élmi tío lemataría si se lepasasepor lacabezayqueamímeencerraríaenunconvento, sería tanabsurdacomoemparejarunleónconundelfín,nisiquieravivimosenelmismohábitat.CreoqueantesdequellegaseaNuevaYork,Valentiyateníaunaopiniónformadademí,sindudalabradaabasedelashistoriascon lasquedebíaaburrirloLuciano,yqueno legustabademasiado.Megustacreerquedesde entonces ha cambiado y que tiene una imagen más real de mí, aunque no estoy segura.Luciano me mantiene tan alejada de las personas con las que vivimos que a menudo tengo lasensacióndequeestoyencerradaenunhospitaloenunacárcel.
Exceptocuandotocoelviolínocuandovoyalaóperaymedejanensayarconlaorquesta.—¿Quédiablospretendíashacer,Siena?SonríoaloírelmalhumorconelqueValentipronunciaminombre.Tardédosañosenconseguir
quedejasedellamarme«señoritaCavalcanti».—QuieroayudaraencontraralasesinodeEmmett—ledigomirándolea losojosa travésdel
retrovisor.Estabatallasílaperdí;yopreferiríairsentadadelante,perotodosloshombresdemitíocoincidenenafirmarquedesdeelasientodeatrásestoymásprotegida.«Yesmásdifícilacertarconundisparo».
—Dejaquenosotrosnosocupemosdeeso.—¿Hasaveriguadoalgo?—Aúnno—afirmaentredientes—,heestadoocupadopersiguiendoaunaniñamalcriadaporla
ciudad.—Estamañananoestabasencasa,poresohasdejadoaTonivigilándome.—Unerrorquenuncamásvolveréacometer.Nosemepasaporaltoquenoharespondidoamipreguntaindirectasobresuparaderodeesta
mañana.—¿DequéconocesaldetectiveTabone?Creíaquealhijopredilectodemitíonuncalehabían
arrestado.—Nosoyelhijopredilectodetutío,esafraseesunaestupidez.—Todostellamanasí.—¿Ah,sí?—Enarcaunaceja—.Puessiguesiendounaestupidez.—Nomedeslargas,Valenti,ycontestaamipregunta.Seríe.—Cadadíateparecesmásatutío,Siena.Estábien,telodiré.ConocíaldetectiveTabonehace
muchosaños.—Esoyalohededucido,Valenti.—Entonces,¿quémásquieressaber?—¿Dóndeleconociste,cuándo,porquéparecíaqueestuvieraisapuntodemataros?Suspiraresignadoyconduceensilencioduranteunossegundos.—Lapróximavezquequierasjugaralosdetectives,avísame.Tutíotienedemasiadosenemigos
comoparaquetepaseessolaporlaciudad,losabesperfectamente.
Esungolpebajoquemerecuerdeelpeligroquecorremividaysurteefecto,semeretuerceelestómagoymeduele respirar duranteunos segundos.Valenti loveynodicenada.Yoclavo losojosensunucaytrasunosinstantesélretomalapalabra.
—Eldetectivecrecióaquí,enLittleItaly.Leconocícuandolosdoséramospequeños.Melocuentaporquesesienteculpable.NoconozcodemasiadobienaValenti,nocreoquenadie
lo haga ni que él vaya a permitirlo, deduzco que ha decidido compartir conmigo esa informaciónporquesabequetardeotempranolaencontrarédeotromodo.
—¿Eraisamigos?—No, la verdad es que no.—Gira hacia la calle que conduce a nuestra casa. Recuerdo que
cuando llegué aNuevaYork hace años las rejas negras que la rodeanme asustaron—.El señorCavalcantisepondráfuriosocuandoseenteredequehassalidosola.
Y lo aprovechará como excusa para prohibirme que vaya a ensayar con la orquesta y paraobligarme a llevar guardaespaldas a todas partes. Me ha costado días y noches de discusionesconseguirlapocalibertadquetengoynosoportolaideadeperderla.
—Notieneporquéenterarse.Valenti enarca una ceja desde el asiento del conductor. Para ser un hombre sin principios tiene
muchosescrúpulos.—Nopuedomentirleatutío,Siena.—Nolemientas.Noselocuentes,esloúnicoquetepido,Valenti.—¿Porquéibaahacereso?—Porque estamañana no estabas en casa y no quieres contarle a nadie adónde has ido—me
atrevoadecirleyencuanto laspalabras salendemis labiosmearrepiento.SéqueValentinomeharádaño,peropuedehacermelavidamuydifícilsiselopropone.
Élrespiradespacioymeaguantalamiradaduranteunoslargossegundos.Muylargos.—Estábien.Deacuerdo.—Aprietaelvolante—.Conunacondición.—¿Cuál?—CuandoeldetectiveTabonesepongaencontactocontigo,dímelo.No puedo evitar sonrojarme y me molesta. No solo me sonrojo, además me entra un calor
absurdoymetiemblanlaspiernas.—El detective no va a ponerse en contacto conmigo —afirmo rotunda mientras observo
sumamenteconcentradalasuñasdemimanoderecha,lasllevocortasporelarcodelviolín.Valentisonríeynodisimula.—Sepondráencontactocontigo,créeme,ycuandolohagavendrásaavisarme,¿entendido?Esimposiblequeeldetectivequierahablarconmigo.Anochelecontétodoloquehabíavistoo,
mejor dicho, no visto, al policía que acudió a la librería y a juzgar por el comportamiento deTabone,noparecíainteresarledemasiado.
—Estábien—accedoconlasmismaspalabrasquehautilizadoValenti.Estoyconvencidadequeseequivoca,dudoquevuelvaaveraldetective.
—Estupendo.—DetieneelcochefrentealacasayTonisalecorriendoaabrirmelapuerta.—Menosmalque estáustedbien, señoritaCavalcanti—mesaludapreocupado, tiene la frente
empapadade sudoryestápálido, todaunahazañaenToni,quedesciendede italianoscon lapielolivácea.
—Sí, Toni. Lamento haberme ido.—Valenti le habrá asustado tanto que siento el impulso deabrazarloyconsolarlo.
—Procura no volver a perder a la señorita, Toni—le dice este al entrar en la casa detrás denosotrosycerrarlapuerta—.Estaréenmidespacho,simenecesitáis.
—Claro,Valenti.Notepreocupes.—ATonisololefaltahacerleunareverencia.—Enrealidad—detengoaValentiqueyaestáenmediodelpasillo—,estatardetengoqueira
miclasedeviolín.—Despuésdelosacontecimientosdehoy—empiezaaél—,creoquedeberíasanularla.
Nopuedeestarmásequivocado.—Si laanulo, laseñoritaMorettise locomentaráami tíocuandovuelva.—Valentimemiray
sopesalasituación—.Lomejorseráquesigamosconnuestrasvidasconnormalidad.—Estábien—aceptacondesgana—,peroToniteacompañaráyteesperaráfuera.No,estonoes
negociable—añadecuandovequevoyaabrirlaboca.—Deacuerdo.Saldremosdentrodedoshoras,Toni.—Perfecto,señorita,aquíestaré.Valentiseencierraensudespacho,unahabitaciónenlaplantaprincipal juntoa labiblioteca.El
despachodeLucianoestáenlaplantasuperior,entresudormitorioyelmío.Enesaplantatambiénhay dos habitaciones de invitados que no usamos nunca. Ninguno de los hombres de Luciano sequeda nunca a dormir allí, ni siquieraValenti. No sé si antes de que yo llegara también era así,aunque deduzco que es un intento del tío para fingir que llevamos una vida normal. En losmomentos en los que alguna amenaza le ha hecho temer por nosotros, dos o tres de susmejoreshombres se han quedado a dormir en el piso inferior, pero nunca arriba. Tampoco se ha quedadonuncaningunamujer.
A veces me gustaría que Luciano me permitiese conocerle mejor. Él siempre ha sido buenoconmigoyaunquenosabeexpresarloséquesientecariñopormí,oesocreo.Eltíoledaunnuevosignificadoaladjetivohermético.Nuncahabladeél,nideloquepasóconmipadre,nitampocodesuvidaprivada.A lasmujeres les resultaunhombremuyatractivo,ynosoloporqueseaLucianoCavalcanti,sinoporqueasuscincuentaañosesincreíblementearrollador.IgualqueloeramipadreyloesAdelpho,miotrotíoquesigueenItalia.
LosCavalcantisondemasiadoatractivos,solíadecirmimadre,esuna trampa; teatraenconsubellezaycuandotetienenentresusredesyanotedejanescapar.Unadelashistoriaspreferidasdemimadreeraladecómomipadrelaconquistóycómoellalehizosufrir;noaceptócasarseconélhasta que él abandonó a su familia y se fue con ella a París.Mamá era francesa, había ido devacacionesaSiena,allífuedondeseconocieron,seenamoraronysecasaron.Ydondenacíyo.
En mi dormitorio, en la mesilla de noche, tengo una fotografía de los tres en la Piazza delCampo,noslasacaronpocosdíasantesdequeellosdosmurieran.Lalevantoylaacaricioconelpulgar.Eldolorquesientoesigualdeprofundoquesiempre,nohadisminuidoniunápiceapesardequehanpasadocincoaños,loúnicoqueheaprendidoesasoportarlo.
Miroapapá, él era tres añosmenorqueLucianoy seismenorqueAdelpho, elpequeñode lafamilia.Mamátambiénsolíaburlarsedeeso,yél,dequeellaerahijaúnica.
PapáyLucianoseparecen.Lucianoesmásaltoymáscorpulento,peropapáteníalosojosmásverdes y su cara respiraba una bondad que nunca, absolutamente nunca, se ha acercado a lasfaccionesdeLuciano.
Dejo la fotografía y cojo el violín demamá, nunca lo utilizo, tengomiedo de romperlo y dequedarmesinnadaquememantenga tanunidaaellacomoese instrumento.Miviolínestáencimadeltocador.QuizáenItaliahabríadadoalgúnconcierto,aquíenNuevaYorkescasiimposible.Heempezadoaresignarme,aunqueesonosignificaquevayaadejardetocar.
Pasolosdedosporlascuerdas,uncosquilleomesubeporelbrazoymellegaalcorazón.Unaimagendemamátocandoeneljardínconpapásentadoasuladoleyendoelperiódicoapareceantemis ojos y los cierro.Me gusta pensar en ellos, pero hoy no. Abro los ojos, guardo el violín ydeposito un beso en la caja de piel marrón antes de alejarme de ella y ponerme a practicar lapartituraquemediolaseñoritaMorettielotrodía.
Esunacomposicióndifícil,requieretodamiatención.Solomeequivococuandodesviólamiradayesta se tropiezaconunanovelaquehayencimade lacama.El señorBelcastrodesangrándose,cayendoalsuelo,susojosvidriososalvermeescondidadetrásdelaestantería…
Llamanalapuerta.—¿Sí?—carraspeoparaahuyentarlaslágrimasquetengoenlagarganta.—Deberíamosirnosya,señoritaCavalcanti—lavozdeTonimehacesonreír,seguroqueValenti
havueltoasermonearle.—Gracias,Toni.Enseguidavoy.—Laesperoenelcoche.Lasdoshorasdeclasedeviolínmeayudaránanopensarenlodeanocheymañanabuscaréla
maneradevolveralalibreríaporquehoylallegadadeldetectiveTabonemehainterrumpido.Mi profesora demúsica es una italiana de cuarenta años que llegó aNuevaYork con veinte,
CatalinaMoretti había estudiado en el conservatorio deMilán y el amor por un guapo soldadonorteamericano la había llevado a emigrar. Nunca había llegado a casarse con él, la muerte seinterpuso y, aunque para el mundo ella seguía siendo soltera y la llamaban «señorita», CatalinaMoretti se consideraba viuda. Nunca hablaba del amor, y las emociones fuertes la incomodabanexceptocuandoseencontrabanenlasnotasdeunapartitura.
Tonimeabrelapuertatraseraylacierrasolemnedespuésdequemesiente.Nohablaconmigoduranteel trayecto.LamentoqueValenti lehayahechopasarunmal ratoy supongoque lamentohaberleengañado.Nolohabríahechosinoinsistieranentratarmecomounaprisioneraenmipropiacasa.
—Ya hemos llegado—me anuncia aparcando frente al edificio demi profesora demúsica. Elmotor sigueenmarchamientrasToniasegirahaciael asientodeatrásyapoyael antebrazoenelrespaldodecuero—.Teesperaréaquí.
—Gracias—lesonríodeorejaaorejaporqueduranteunsegundohe temidoquemedijeraqueibaasubirconmigo.
Mecostómeses convencer a la señoritaMoretti paraquemeaceptase comoalumna, lamujerinsistíaenquenoqueríatenernadaqueverconlamafia—cuántoodioestapalabra—yquenoibaatolerarque«losmatonesdeCavalcantipusieranunpieensuedificio».Lucianoestuvoapuntodeno dejarme ir, mi tío insistía en que mi seguridad era primordial, y al final conseguí llegar a unacuerdoqueaceptaronambaspartes;unodeloshombresdemitíomellevabahastaallí(cuandoyohabríapreferidoirsola),peronuncasubíanalapartamentodemiprofesorademúsica.
—Sidentrodedoshorasnoestáaquí,señorita—arrugalascejas—,subiréabuscarla.—Estaréaquí,Toni,notepreocupes.CojoelviolínysalgodelcocheantesdequeTonicambiedeopinión.Eledificiodondevivela
señoritaMorettiestáprecedidopordosescalonesblancosyunapuertademaderanegra.Noesunedificioaltocomolosquemesobrecogieroneldíaque lleguéa laciudad, tiene trespisosycadauno está alquilado a una mujer respetable y trabajadora. Al parecer la propietaria es una viudaadineradaqueasíloprefiere.LaseñoritaMorettimecontóquehabíatenidomuchasuertedepoderalquilarlo.
Aesashoraslapuertaestáabiertaytengolasospechaquedesdequeempecéaacudirallímitíosehaencargadodeprotegereseedificioy lasmujeresqueloocupan,aunquenoheencontradoelmododedemostrarlo.Suboporlaescalerahastaelsegundopisoyrecuerdolamiradadeldetectiveal pronunciar mi nombre. Todo el mundo asocia Cavalcanti con el subterfugio, con la maldad,incluso con la crueldad, pero papá no era así y Luciano…aprieto los dedos alrededor de labarandilla,Lucianoescomplicado.
Llamoaltimbreymepasounamanoporelpelo,hesubidotandeprisaquemehedespeinadounpoco.Lasonrisaempiezaaformarseenmislabiosaloírgirarlallave.
SedesvaneceencuantoveoquenoeslaseñoritaMorettilaquevienearecibirme.—Hola,señoritaCavalcanti,laestabaesperando.EldetectiveTaboneestáallídepie.Nollevaelsombrerodeantesyparecemáscansado.Sus
ojossiguensiendoimpenetrablesysusfaccionessiguenpareciéndomelasmásatractivasquehevistonunca.Tienelamandíbulafuerteymuymarcadayunapequeñacicatrizenellabiosuperior,casienelmedio.DadoqueconocióaValentidepequeñodeduzcoquetieneveintisieteoveintiochoaños,sinembargoalgomedicequeél,apesardesufísico,sesientemuchomásviejo.Detengolamiradaenel cuello. A pesar de que respira despacio, la nuez de la garganta le sube y baja de manera
pronunciada.¿Porquéestánervioso?Derepentemeasusto,¿quéhaceallí?—¿LehasucedidoalgoalaseñoritaMoretti?—lepreguntopreocupadaysintiéndomecomouna
idiotaporhaberestadoobservándoleatontadasinpensarenmiprofesorademúsica.—Hola,Siena,buenas tardes.—LaseñoritaMoretti aparecedetrásdeldetective,que sigue sin
moversedelapuertayyosuspiroaliviada—.Eldetectivehallegadohaceunratoymehapedidosipodíaesperarte.Heaccedidoporquecreoqueesimportante,esperonohabermeequivocado.
Esasegundapartede la frase lapronunciamirandoaldetective igualquecuandomeriñeamípornohaberpracticado.
—¿Quierepasar,señoritaCavalcanti,oprefierebajaryvolverameterseensucoche?Eldetectivemeretaconlamiradayconelinsultoquedetectoseescondeensupregunta.Antes,
enlalibrería,tampocosehacreídoquehubieraidoallíporquequieroayudararesolverlamuertedeEmmett.Seguroqueelmuycretinocreequemifamiliatienealgoquever.
—Porsupuestoquequieropasar,detective.—Doyunapasohaciadelanteparadejarleclaroqueestoydecidida—.Buenastardes,señoritaMoretti.
Miprofesoranosacompañaalsalóndondesolemosdarlasclasesynosinvitaaldetectiveyamí a sentarnos en el sofá.En lamesilla hayuna tetera, tres tazas de porcelana conun diseñodefloresyunazucareroyunalecheraajuego.
—Gracias,señoritaMoretti—contestaeldetectivesentándoseenlabutacadecueromarrón.DeestamaneralaseñoritaMorettiyyotenemosqueocuparelsofáyélpuedeobservarnosaambas.
No sé si ha intentado ser educado y respetuoso o si ha elegido esa posición para analizarnosmejor.
—Serviréelté,¿cómolotoma,detective?—Conlecheysinazúcar.—Aunqueharespondidoalapreguntanohadejadodemirarmeniun
segundo.—¿Cómo ha sabido dónde encontrarme? —Yo también le miro fijamente (e intento no
sonrojarme).Élenarcaunacejaycreoquesehaplanteadosonreírme.—Hepaseadounratoporelbarrio.Alparecer,suvida,señoritaCavalcanti,esuntemademucho
interésparalostenderosdeLittleItaly.—¿Aquéhavenido?—Enningúnmomentoha sido insultante, pero tengo la sensacióndeque
pretendeserlo.—¿Qué hacía ayer por la tarde en la librería del señorBelcastro?—Entrelaza los dedos, el
cuadernodepielnegradeantesnohaaparecidoaún.—Fuiacomprarunlibro.—¿Usted?¿Nopodríahabermandadoaunodeloslacayosdesutío?Sí,definitivamentepretendeserinsultante.—Mitíonotienelacayos,detective.—Mantengolaespaldalomásrectaposible.Nisidieraun
conciertoenlaÓperalatendríatanerguida—.Ysí,fuiacomprarunlibroyosolita.—¿Quélibro?—¿Disculpe?—¿Quélibro?—RomeoyJulieta.Sonríe.Nomeloestoyimaginando,soloduraunsegundo,peroeldetectiveTabonesonríe.—SellamaSiena,tocaelviolínycompraobrasdeShakespeare,¿porqué?Novoyasonreírle.Novoyasonreírle.—Lascolecciono.—Helogradocontenerlasonrisa.Elestómagosemehaencogidocuandoél
hapronunciadominombre.¡Malditasea!Afloja losdedosyalargaunamanoparacoger la tazade téque leestáacercando laseñorita
Moretti.Semehabíaolvidadoporcompletoqueellatambiénestabaallí.Giroelrostrohaciaellay
descubroquemitazadetétambiénestálista.Ledoylasgraciasymientrasbebounpocoaprovechopararecuperarciertacalma.
—¿DóndeestabacuandoentróelhombrequeasesinóalseñorBelcastro,señoritaCavalcanti?Hemosrecuperadolaformalidad.—Enelpasillodelfondo.Oíquesonabanlascampanillasdelapuerta.—¿Oyóalgomás,unaspisadasdistintivas,voces?Dejolatazaencimadelamesaeintentorecordar.—No,nooínada.—¿Porquésaliódesuescondite?—Nosalídemiescondite.Nomeestabaescondiendo—mecorrijoylamiradadeélcambia—.
EncontréellibroqueestababuscandoymeacerquéalmostradorparacomprarloyhablarunratoconEmmett.Entonceslovi.
—¿Quévio?—LaespaldadeesehombrealabandonarlalibreríayaEmmett…—tragosaliva—cayendoal
suelo.—¿Porquéllamóalapolicía?Nointentaconsolarmenidarmeánimos,nitampocomepidequenopienseenello.—Esoyamelohapreguntadoantes,detective.—Estábien,tienerazón.Dejequecambielapregunta,¿porquénollamóasutío?Allí está, la sospecha, no,mejor dicho, la convicción de quemi tío estámetido en esto y yo
también,por supuesto.Duranteunos segundosmeplanteonocontestarle, nadamehabríagustadomásquemandarloapaseoysoltarleundiscursosobrelosprejuiciosyloestúpidoqueesjuzgaraalguiensintenerpruebas.Alfinal,sinembargo,séquecederalatentacióndegritarlenoayudaráaresolverelasesinatodelseñorBelcastroymeniegoadarlelasatisfaccióndeverconfirmadassusteoríassobremíomifamilia.
—No llamé ami tío porque él no tiene nada que ver con lamuerte del señor Belcastro. Unmomento, no he terminado. —Levanto la mano al ver que él iba a interrumpirme y noto unaagradablecosquilleoenlaespaldacuandocomprueboqueeldetectiveestáenfadadoyconfuso—.Séaqué sededicami tíoy, adiferenciadeusted,detective,no juzgoanadiepor loqueheoídodecirdeesapersona.Mi tíoyEmmett eranamigos,muyamigos, él jamáshabríahechonadaquepudieraponerloenpeligro.Talvez,siustednosehubieseidodelbarrio,losabría.—Oh,creoqueaquímeheexcedido,peroyaesdemasiadotardeymibocaparecetenervidapropia—.Llaméalapolicíaymeesperéaquellegaran,aunqueustedesoyadebesaberlo.Mitíonofuea la librería,seguroqueesotambiénlosabe,porquesabíaquecualquieraaprovecharíaesavisitaparainculparlo,peroleaseguroqueélsetomalamuertedeEmmettmuchomásenserioqueusted.
—Leaseguro,señorita…—Nohe terminado.Meda igual loquequieraasegurarme.Ustednopuedepresentarseaquíy
acosar a mi profesora de música como si fuera una criminal solo porque tiene la desgracia detenermeamícomoalumna.NopuedeinterrogarmesobreEmmettcuandoenrealidadloúnicoquequiereesencontrarlamaneradeincriminaramifamilia.SideverdadquiereaveriguarquiénasesinóalseñorBelcastro,busquealhombretatuado,hagasutrabajoydéjenosamitíoyamíenpaz.—Aél le brillan los ojos, vuelve a recordarme, como a una idiota, a una pantera salvaje y tengo unescalofrío.Élaprietayafloja losdedos,yelpulso le tiemblaenlagarganta.Yyoquecreíaqueesehombreerainaccesible—.Heacabado.
Yderepenteesaextrañasonrisa,esasombrasecruzaensurostroduranteunsegundoyyomealegrodeestarsentada.
LosojosdelaseñoritaMorettisemuevendelperfildeldetectivealmío,mantienelacomposturacomosiempre,peroveoquetienelamanoderechaencimadelatizadordelachimenea.Elcorazónmedaunbrinco.Apesardesusmodalesdistantes,alparecerhelogradoganarmeelcariñodemiprofesoradeviolín.
—Muchas gracias por el té, señorita Moretti. —El detective se pone en pie y recupera elsombreroyelabrigodelrespaldodeunasilla—.Graciasporhablarconmigo,señoritaCavalcanti,lamentohaberocupadosutiempo.Buenastardes.
Se va, ni la señorita Moretti ni yo podemos dejar de mirarle mientras abre la puerta delapartamentoy desaparece por la escalera.Mi profesora es la primera en levantarse y disimula sunerviosismorecogiendolastazasdeporcelanaylatetera.
Yomequedosentadaporqueaúnpuedosentirlamiradadeldetectiveencimademí.Hastaahoranosabíaqueunosojospudierancausarestaclasedeescalofríos.
Capítulo6
LittleItaly,NuevaYork.1915Roberto Abruzzo encontró trabajo en un taller mecánico propiedad de dos italianos, los
hermanosParissi,yTeresa,graciasalafamiliaTaboneyalasamistadesquehabíahechoenelbarcoqueloshabíallevadoaAmérica,cosíadesdecasa.Eralamejoropción,asípodíacuidardeJackqueapuntodecumplirlostresañoslosllevabadecabeza.LacojeradeRobertohabíaempeorado,apesardequeenprincipiosehabíarecuperadodel
tododelapalizaqueledieronloshombresdeAdelphoCavalcanti.Lasinclemenciasdelviajeylo duros que fueron los primeros meses desde su llegada a Nueva York acabaron pasándolefactura.ATeresanoleimportaba,amabaasuesposocondospiernasoconunaymedia,comodecíaél,peroodiabaalhombrequelehabíacausadolacojera,ytantodolor,asuRoberto.Eneltaller,losParissileencomendaronlastareasmásfácilesmientrasaprendíaeloficio;aRobertolesorprendióquelocontratasentrasverquelosotroscandidatoseranmásjóvenesymásfuertes.Hastaque vio elmayorde losParissi necesitaba laayudadeunbastónpara levantarsede lasillaydarunossencillospasos.Conelpasodeltiempo,losParissinotardaronendarsecuentadequeRoberto, aunque eraunmecánicodecente, eraungenio con los números y le pidieronqueseencargasedelacontabilidaddeltaller.Esanoche,RobertoyTeresacelebraronlabuenanoticiaconunacenaespecialyalamañana
siguienteempezaronabuscarunacasadondemudarse.Elapartamentoqueocupabanteníasoloun dormitorio y una cocina ridícula y hacía demasiado calor en verano y un frío horrible eninvierno.Conelnuevosueldoy,siteníancuidado,podíanpermitirseunacasadeesasconjardínen la parte trasera y una verja blanca. La vida allí no era tan fácil comohabían soñado, eradistinta,difícilylespertenecía.Jackeraunniñomuyactivo,teníalosojosnegrosyllenosdepreguntas.Cuandolosmiraba
eracuandomásañoranzasentíaTeresaporsutierrayporsufamilia.Suabuelamaternahabríaperdido la cabeza por el niño y le habría contado mil y una historias sobre esos ojos casimágicos.Había tardes en las que Teresa tenía que acudir a casa de una de sus clientas paratomar medidas y entonces Roberto se llevaba al pequeño al taller, donde correteaba y hacíaenloquecer a los Parissi. Ninguno de los dos hermanos había tenido hijos y los dos habíanenviudado recientemente. La vida parecía insistir en que sus vidas se acompasasen y ellos seburlabanydecíanqueprobablementetambiénmoriríanalmismotiempo.LastardesenlasqueTeresasalíasolaaprovechabaparavisitartambiénaAmaliaTabone.La
amistad entre ellas dos había cambiado a lo largo de esos años; la poca afinidad entre susesposos,yelhechodequelosTabonetuviesenapartedesufamiliaenNuevaYorkesperándolos,lesfuealejando.Sinembargo,Teresasentíaquehabíacontraídounadeudaconlaotramujeralolargodelatravesíaysiemprequepodíapasabaaverla.Robertonoseoponíaaesasvisitas,loúnicoquelepedíaeraquetuviesecuidadoconFabrizio.Esehombrenuncalehabíagustado,estabademasiadoamargadoyhabíaalgooscuroenél.DespuésdeloqueleshabíasucedidoenItalia,eranormalqueRobertotuvieseproblemasparaconfiarenlagente,ymásenloshombres,yTeresacreía firmementeen lospresentimientos.SiaRobertoFabrizio leproducíaescalofríos,algúnmotivodebíadehaberyellaibaarespetarlo.Loquenoimplicabaquefuesearompersu
relaciónconAmalia.Aquellatardeeraunadeesas,TeresadejóaJackeneltallerconsupadreyfueacasadesu
clienta,unamujerquenopodíacaminaryqueeramuyrespetadaenelbarrio,paraprobarleelvestido.Fueagradable estarun rato sola, nopensar en el niñoni ennada yperdersepor lasmaravillas de esa ciudad que les estaba ayudando a construirse un futuro. Merendó en unapequeñacafetería,sesentóenunamesajuntoalaventanayleyóelperiódicomientrassebebíaun delicioso café con leche, no podía compararse al que había bebido en Italia, pero no leimportaba.Después,caminóhastaeledificiodonderesidíanlosTaboneysubióaverasuamiga.Era un edificio de ladrillo rojizo con ventanas blancas. Parecía alegre y Teresa tatareó unacanciónalcruzarelportal.—Conozcoesacanción—lainterrumpióundesconocido.Ellasedetuvoysegiródespacio.Eldueñodelavozhabíasidoamableysimpático,lehabía
habladoeninglésaunqueconmarcadoacentoitaliano.Teresatuvoquesujetarsealabarandillacuandovioalhombre.Duranteunossegundoslasrodillasestuvieronapuntodenosujetarlaysemordióloslabiosparacontenerelmiedoquelesubíaporlagarganta.—¿Seencuentraustedbien,señora?—Eldesconocidosequitóelsombreroyseacercóaella.
Eliminólosdosescalonesquelosseparabanylamirópreocupado—.Nopretendíaasustarla.Teresaseobligóainspeccionarmejoresasfaccionesypocoapocoelcorazóndejódelatirle
frenético.NoeraAdelphoCavalcanti,esehombreeramásjoven,comomínimounoscincoaños,ytantosusojoscomosunarizysuslabioserandistintos.—Sí,muchasgracias—contestótrashumedecerseloslabios.Elhombrelesonriósinmaldad.—Esperoqueaceptemisdisculpas.Hacíamuchotiempoquenoescuchabaesacanción.—No…—Tragónerviosa.EldesconocidonoeraAdelphoCavalcanti,peroeraimposibleque
notuviesenadaqueverconél.Ellajamásolvidaríaelrostrodeldesalmadoquehabíaestadoapuntodedestrozarasufamilia—.Nosepreocupe.—Lomínimoquepuedohaceresacompañarlaasudestino.Dígame,¿adóndesedirige?—VoyavisitaraAmaliaTabone—contestó.Élvolvióasonreírleyleofrecióelbrazoparasubirjuntoseltramodeescaleraquequedaba.—Ah,FabrizioyAmaliaTabone,tambiénsonbuenosamigosdemifamilia.Teresanodijonadamás.Ningunodelosdossehabíapresentadoyellaqueríaevitarloatoda
costa. Teresa no quería saber quién era ese desconocido. Si sus sospechas se confirmaban yestaba relacionado con losCavalcanti, la felicidad queRoberto y ella acababan de encontrarpeligraría.Roberto no soportaría vivir en lamisma ciudadqueunCavalcanti, aunque este notuviesenadaqueverconAdelpho.LlegaronalpisodelosTaboneyeldesconocidollamóalapuertayvolvióasonreíraTeresa.
Amalia abrió pocos segundos después y al encontrarse a su amiga acompañada la mirósorprendida.—He asustado a las señora… —Él se detuvo a mitad de la explicación—, discúlpeme de
nuevo.Metemoquenosécómosellama.TeresamiróaAmalia.Antesde iniciar la travesíaque loshabía llevadoaAmérica,Teresay
RobertohabíandecididoquelomejorseríanocontarleanadieelverdaderomotivodesuviajeyocultarsurelaciónconlosCavalcanti.Unonuncasabíahastadóndellegabanlosbrazosdeesafamilia.Amalianocomprendióelnerviosismodesuamigayloconfundiócontimidez.—Veoqueestáshechotodounseductor,Luciano.Aunqueestavezvasatenerquecontenerte,
Teresaestácasada.LucianopusocaradeinocenteymiróaTeresa.—Esunplacer,señora…—Abruzzo —concluyó Amalia—. Su marido, Roberto, y ella llegaron con nosotros en el
Libertà.
—Esunplacer,señoraAbruzzo.—Lebesólosnudillos—.YosoyLucianoCavalcanti.Teresa tembló y él sonrió porque lo interpretó como una reacción al beso que acababa de
darleenlamano.—Lomismodigo,señor—balbuceóTeresatrassoltarse.—Bueno,queridasdamas,serámejorquemevaya.Misamigosmeestánesperando.—Señaló
elpisoinferiorconelpulgarygirósobresustalones.Luciano bajó la escalera silbando y Teresa intentó convencerse de que ese Cavalcanti no
teníarelaciónconAdelpho.ÉlnisiquierasehabíainmutadoaloírsunombreysiAdelphofuerasuhermanoseguroqueestaríaal tantodelosucedido.Eraimposiblequefueranfamilia,comomuchoseríanparienteslejanos.Esejoven,Luciano,parecíaencantador,unseductortalcomolohabíadefinidoAmalia,nadamás.Teresaintentó tranquilizarseymantener lacomposturaconsuamiga,noqueríahacernada
quepudiesedespertarsussospechaseiniciarunatandadeincómodaspreguntas.Sequedóallíycompartieronanécdotassobrelospequeños.Alicia,lahijadeAmaliayFabrizio,correteóporelcomedorhastaquesequedódormidaabrazadaasumuñecaalladodeTeresa.Ellaleacaricióelpeloypensóqueseríabonitotenerunaniña.Tal vez Roberto y ella pudieran volver a intentar ser padres. Habían sido cautos desde su
llegada,peroahora, conelascensoy lanuevacasahabíancambiado las cosas.Unaniña lesharíamuy felices y seguroque Jack estaría encantadode ejercerdehermanomayor.Eseniñoteníauninstintoprotectormuymarcado.Conlaideadeesebebécogiendofuerzaensucabeza,TeresasedespidiódeAmaliaeinició
supaseoderegreso.Nofueacasa,sedesvióhaciaelgarajedondetrabajabaRobertoyestuvoun ratohablandocon losParissi.Encuantoentró, Jack seacercóaella corriendo tan rápidocomoselopermitieronsuspequeñaspiernasyseagarróalateladelafalda.Teresalolevantóyloapretócontrasupecho.No le dijo aRoberto lo que le había sucedido esa tarde. Jamás llegó a contarle que había
coincidido con un extraño en la escalera de los Tabone ni que ese extraño había resultadollamarseLucianoCavalcanti.Y tampoco ledijoqueLucianoCavalcanti,aunqueenaparienciainofensivoyencantador,teníalosmismosojosqueAdelpho,niqueeraunacopiamásjovendelhombrequehabíaestadoapuntodematarlos.
LucianoCavalcantipasólatardeencompañíadelosTaboneyotrositalianosreciénllegados.
A él no le gustaban demasiado esa clase de reuniones, aunque las consideraba necesarias yhabíandemostradoserdelomásútiles.Cualquierotratardehabríaconseguidorelajarseyreírsecon alguna de las ocurrencias, o disfrutar de una buena partida de cartas, pero esa tarde nopodíaquitarsedelacabezaalamujerquesehabíaencontradoenlaescalera.Ellanoposeíaeltipodebellezaquesolíacaptarsuatención.Sinembargo,laseñoraAbruzzo
sehabía instaladoen sumentedesdeque laoyócantar.Si solo lahubieravistodeespaldasaesashorasniseacordaríadeella.TeresaAbruzzonoposeíaunafiguraespectacular,estabamuylejosdetenerlascurvasdelasmujeresquesolíanlanzarseasusbrazos,aunqueeraatractivaydesprendía algo que él no solía encontrar; dulzura. Ella le había mirado con miedo, de esoLucianonoteníaningunaduda,loquenosabíaeraporqué.Quizáporesonopodíadejardepensarenella.Necesitabasaberporquélehabíamiradotan
horrorizada.Susnegociosallínoeranlimpios,traficabaconarmasyconalcohol,sobornabaala policía y seguiría haciéndolo.En realidad, pensóLucianomientras se bebíaunwhisky, unoque había llegado al país solo para él, haría cualquier cosa para que sus negocios siguieranprosperando,peronuncahabíahechodañoamujeresnianiños.Él,asumanera,porsupuesto,tenía un estricto código del honor. Había límites que jamás cruzaría y estaba seguro de queTeresaAbruzzonosehabíarozadonuncaconunodeesoslímites.
¿Porquélehabíamiradoasustadayporquéhabíatembladoalapartarse?Unachicaseacercóaél.Esatardesehabíanreunidoeneseapartamentoporqueunodelos
Tabone,unrecién llegado,había tenidounaltercadocon lapolicíayLucianopreferíaresolverese temaallí y no en su despachoo en el local de la calleMulberry. La chica era rubia y uncamisónnegroeralaúnicaprendaquecubríasuscurvas.—Ahorano—ledijoapartándoladecidido.Lajovensefuehaciendounmohínyseacercóalabarraquedividíalacocinadelcomedor.
Tuvo el acierto de no acercarse a otro hombre, todas sabían que si querían tener unaoportunidadconLucianonopodían tratarle comosi fuera sustituible.Si elladeverdadqueríapasar la noche con él, iba a tener que demostrárselo. Otra noche cualquiera Luciano habríarecapacitado y tras las absurdas poses de la muchacha se habría levantado y se la habríallevadoacasaparadarseunrevolcónconella.Esanocheteníaunasensaciónextraña,unmalpresentimiento,yestabaconvencidodequeTeresaAbruzzoeraelmotivo.Derepenteseabriólapuertayentrarondoshombres.Lareuniónsehabíademoradoporsu
culpa.Luciano,aunqueeraelmás jovende lospresentes,estabaalmandoyningunosehabíaatrevido a empezar sin que él diese la orden. Luciano, por su parte, había decidido esperarporquelemolestabasobremaneratenerquerepetirseyqueríaquetodoscomprendierandeunamaldita vez que no podían provocar a la policía de Nueva York por gilipolleces. Él no iba aseguir protegiendo a los idiotas que iniciasen una pelea absurda y que con ella pusieran enpeligroalrestodelaorganización.Ibaatenerquedarlesunalección.Desvió lamiradahacia el jovenque era el causante de todo,BrunoTabone, y sintió cierta
lástima,aunquenoseplanteócambiardeopinión.—Ya estamos todos, jefe—le anuncióFabrizioTabone, elmaridodeAmalia y el otro único
Tabonequequedabaconedaddeserleútil,elrestoeranunosancianosalosquesoloayudabaporrespetoalafamilia.—Sentaos.—Loshombresobedecieroncomoeradeesperarylomiraron—.Novoyatolerar
quelapolicíadeNuevaYorkhusmeeennuestrosasuntos.Niahoraninunca.Ymuchomenosporunaestupidezcomoladelotrodía.Sialgunodevosotrosquieredemostrarqueeselmásgallitodelbarriooelquelatienemásgrande,perfecto,peronadadepolicía.—Jefe,yo…—Silencio.Fuesepulcral.—Señor Cavalcanti—Fabrizio intentó hablar de nuevo y Luciano lo miró; al menos había
comprendidoquelode«jefe»tambiénleparecíaunaestupidezyquenoeraeltratoqueprefería.—Hedichoquesilencio.—Estaveznadieseatrevióainterrumpirledenuevo—.Matasteaun
hombre,aunirlandés,porquesegúntúsepropasócontuchica.—HablódirigiéndoseaBrunoaunquetodosestabanpendientesdesuspalabras—.Unacantantedetresalcuartoconlaquenotieneslamenorintencióndecasarte.—Peroyo…—Brunobalbuceó.—Túnada.—Lucianoentrelazólosdedos—.Losirlandesesnovanadejarlopasar.Lapolicía
novaadejarlopasar.Yyotampoco.Mañanaporlamañanateacompañaremosalacomisaríadeldistritoyteentregarás.Asílohemosacordadoconlosirlandeses.—¿VaasacrificaraBruno?—preguntóunodeloshombres.Lucianoclavólosojosenél.—No, se ha sacrificado él solo. Tomo esta decisión para protegernos a todos.—Apoyó las
palmas en la mesa—. ¿Acaso creéis que esto es un juego? —Los miró uno a uno—. Vendrémañanaporlamañanaabuscarte,Bruno,procuraestarlisto.Luciano se puso el sombrero y se dirigió hacia la puerta. Si esos hombres eran listos, se
encargaríandequeBrunonoopusieraresistenciayobedeciera.Enrealidad,pensóalbajar la
escalera,tampocohacíafaltaquefuesenlistos,soloteníanquetenerinstintodesupervivencia.Élpodía protegerlos, podía hacerles ricos, pero necesitabamantener a la policía alejada de susasuntosyeliminaresaclasedecomportamientospropiosdematonesdepueblo.—¡SeñorCavalcanti,espere!Si esa voz no hubiese pertenecido a Fabrizio Tabone, Luciano no le habría hecho caso.O
quizáinclusosehabríaplanteadoapuntaralmuyestúpidoconlapistolaquellevabaguardadaenelbolsillolateraldelaamericana.—¡Espere,porfavor!LucianosedetuvoysediomediavueltaparaesperaraFabrizio.Aprovechóparaencenderse
uncigarroydiounacalada.—¿Sí?—Brunoseentregará,seloprometo—empezóapresurado—.Perotienequeprotegerleenla
cárcel.Sino,lomatarán.EnesoFabrizioteníarazón.—¿Porqué«tengo»queprotegerlo?—Usted,sufamilia,siemprehadichoquenosprotegerían.—Brunohahechounaestupidez.—Todoslashacemos,inclusousted.Luciano arqueó una ceja. Él era más joven que Fabrizio, pero maldito fuera si no iba a
respetarlo.—Cuidado,Fabrizio.—Tienequehaberalgo,algunacosa,quepodamoshacerparaqueBrunoestéprotegidoenla
cárcel.EnItaliasuhermano…—NometasaAdelphoenesto,Fabrizio.—Disculpe,señorCavalcanti.EstoypreocupadoporBruno.Lucianodejóescaparelhumoporentrelosdientes.—Estábien,veréquépuedohacer.Buenasnoches,Fabrizio.Hastamañana.—Buenasnoches,señor.LucianosiguiófumandoyabandonóeledificiodondevivíanlosTabone.Esanochenopasó
por el local y fue directo a casa, allí repasó los últimos documentos de aduanas, falsos, porsupuesto,ylasrutasdelosbarcosconsuscargamentos.Estabaapuntodetenerunapuertadeentrada fiable para sus armas, algo que Adelpho jamás habría conseguido. Tendría que estarcontento,tendríaqueestarcelebrándoloconunamujerdespampananteenlacama,perooírelnombre de su hermano mayor había acabado de estropearle la noche. Se fumó otro cigarro,cogió una botella de whisky y fue a acostarse. Mañana tendría que entrar en la comisaría yentregaraunodesushombres,máslevalíaestarmínimamenteaturdido.
Capítulo7
JackVanderbiltAvenue.1940
EncontraraSienaCavalcantinomeharesultadodifícil,loquemeharesultadojodidamentedurohasidoirmedelapartamentodelaprofesorademúsicasincogerlaenbrazosydecirleexactamentequépensabadesus«noheterminado»ydelarabiaquebrillabaensusojos.EsachicanopuedeirporelmundodefendiendoalcapodelamafiadeNuevaYorkpormuytíosuyoquesea,nadieestaninocente.Yano.
Elalegatoquemehasoltadosobrelosmotivosporlosquellamóalapolicíayporlosquenise le pasó por la cabeza ocultar el asesinato de Emmett ha sido el más sincero que he oído enmuchotiempo.Quizáentodalavida.
Lástimaqueunapartedemíseniegueacreerlo.Laotrapartesehapuestofuriosayhaperdidoelcontrol.Allísentadoenesabutacaconelolor
alavandaflotandoenelaireyesaestiradaprofesoradeviolínhesentidocómosemeacelerabaelpulsoyempezabaaardermelasangre.Duranteunossegundos,misojoshandecididofijarseenloslabios de la señoritaCavalcanti, no sé si son estúpidos o qué diablos pretendían, pero a partir deentoncesnohepodidoevitarimaginarmequésentiríasicolocaselosmíosencima.
¿Cómodebedeserbesaraalguienqueaúncreeenlainocencia?Joder.Nomehelimitadoalosbesos.Mientrasellaseguíaatacándome,acusandoalapolicíade
no involucrarse enLittle Italy, yoprácticamente lahedesnudadocon lamirada.Lapasión con laquehablaba, la rabiaque intentaba retener conesaposturade señoritadeclasealtamehahechoreaccionardeunmodoimprevisible,molesto,vergonzosoeincontrolable.
¡Conlosañosquellevosinsentirnada,sintenernielmenordeseodecaerenlatentaciónyhaceunashoraslohabríamandadotodoalamierdasoloportocarlaaella!
AlasobrinadeLucianoCavalcanti.Alapeorchicadelmundo.Alaúnicaqueaúncreeenlainocencia.Esculpadesusojos.Tieneunosojosdifíciles,complicados,yunapielquedesprendecalorsolo
conmirarla.Esculpadeellapormirarmecontantodesprecioyporhacerjustamenteloquemehaacusadodehaceramí;juzgaraalguiensinconocerlo.
¿Peroquéestoydiciendo?YonoquieroqueSienaCavalcantimeconozca.Noquierovolver averlaydudoque suceda.
Ella y yo no nosmovemos por losmismos círculos, gracias aDios.Aunque la investigación delasesinatodeBelcastrosealargueytengaquevolveraLittleItalymásamenudoesimposiblequelaseñoritaCavalcantiyyocoincidamos.
Llegoamiapartamento,loalquiléhacedosaños,despuésdemiúltimoascensoenlapolicía,yelegíestacalleporqueestácercadelaestacióncentral.Sigopensandoquenecesito teneramanovariasrutasdeescape.Cuandomemudé,tambiénestabaapocascallesdelacomisaría,peroahoraqueme han trasladado no tengomás remedio que desplazarme. Cruzo la entrada del edificio deladrilloblancoyporprimeravezcaigoen lacuentade loopuestoqueesesecoloral rojizoquecaracterizaelbarriodondemecrie.
NuncavolveréaLittleItaly.¿Porquéibaahacerlo?Allínomequedanada.Mierda.Nopuedopensarenesoahora.Novoyarecordarcómomipadremedeclarómuertoen
cuantoentréenlapolicía,niencómomimadreacatósuvoluntadynuncaseatrevióavisitarme,nisiquieraaescribirme.Sinohubierasidopor laestúpidamonedaqueahoramismoestoydeslizandoentrelosdedos,creeríaquetodomipasadonoexistió.
Nicktambiénsehapuestofuriosoalverme.Ha cambiadomucho, aunque le habría reconocido en cualquier parte. Sigue teniendo lamisma
miradaastutayesasonrisatanestudiadaypeligrosaparalasmujeres.Ahora,sinembargo,esmuchomásduroy cruelque antes, basta conver elmodoenque semueve, enque estudia todo loquesucedeasualrededor.Cuandounhombretieneprincipios,titubea,puedecostarletomarladecisióndemataraalguien.
Nick,elNickquehevistoestatarde,notitubea.Abro la puerta de mi apartamento y dejo la pistola, la americana y el sombrero en la mesa
marrón del comedor. Estaba amueblado cuando lo alquilé y me habría acomodado a cualquierclasedemueble,aunquelasencillezdelosquemeencontrésindudaseadaptaamímuchomejorquelabutacadeterciopeloenlaquemehesentadoantes.
¡Mierda!¿Porquévuelvoapensarenello?LavozdeSienameerizalanucaydecidoquelomejorque
puedohaceresiraservirmealgodebeber.Almenoslaleysecallevacincoañosabolida,porquehoy,siquierosacarmea laseñoritaCavalcantide lacabeza(a laqueempiezoa tutearcuandonodebo),necesitountrago.
Laluzdelacocinaparpadeaunossegundosantesdequedarfijaenel techo.Nococinonunca.Enlosarmarioshaylosutensiliosnecesariosparalaspocasnochesomañanasenlasquedecididocomeralgoencasa.Nohaynadaquenopuedadejaratrásencuestióndesegundos.
Descorcho la botella de whisky. No es excepcional, el whisky de calidad sigue llegando decontrabandoyesdifícildeencontrar,oestáfueradelalcancedelsueldodeunpolicía.Almenosdeunoquenoaceptasobornos.
Y ya está, la señorita Cavalcanti reaparece. Cualquier excusa es buena para que mi cerebrorecuerdesuairadodiscursoyelefectoquemehaproducido.Carraspeo,medigoquenohacecaloryqueesapresiónquesientoenelestómagoesdebidaalatensión.
Mesirvootrowhisky.«SideverdadquiereaveriguarquiénasesinóalseñorBelcastro,busquealhombretatuado,haga
sutrabajoydéjenosamitíoyamíenpaz».Mierda.Dejo el vaso tan rápido encimade la encimeraque trastabilla y cae al suelo.Sehace
añicosycabreadoconmigomismomeagachoarecogerlostrocitos.—¡Joder!Lasangreresbalaporelpulgarymanchalabaldosablanca.Dejoloscristalesenelfregaderoy
elaguafríamelimpialaherida.EnelinformequemedioResteponosemencionabaningúntatuaje.—Joder—repitoenvozmásbaja.Siencasadelamaestranohubieseestadotandistraídoconloslabiosylarabiadelaseñorita
Cavalcanti,mehabríadadocuentadeesedetalle.Hecometidounerrordeprincipiante,unestúpidoerrorquepodríahabermeresultadomuycarosinolohubiesedescubierto.¡Malditasea!Salgodelacocinayvuelvoaguardarlapistolaenlafundayaponermeelsombreroylaamericana.EstatardeNick ha dejado claro que ellos, la mafia, también están investigando el asesinato de Belcastro,¿sabenelloslodeltatuaje?
Algomedicequeno,miinstintodepolicíaestáconvencidodequeno.Sí,aunquealprincipiomecostóreconocerlo(ymecabreómuchísimo),tengoinstintosdepolicía.Nopuedopresentarmeenlavigilada y conocida casa deCavalcanti. Sonrío paramis adentros, aAnderson le daría un ataque
cuando se enterase de mi visita al capo de la mafia de Nueva York (aunque él ahora esté enChicago). Además, no me serviría de nada. Es imposible que me dejasen pasar a charlar con laseñoritaCavalcanti.Lomásprobableesquealguienmedieseunapalizasinnisiquierapreguntarmequéhagoallí.No,nopuedoirallí,ytampocomeservirádenadaacercarmeaLittleItaly.Aestashoras seguro que todos los bares del barrio saben que hay un detective husmeando por allí yaunquealgunoestédispuestoacolaborarnoloharánalaprimera.
Tengoqueganármelos.EnestotienerazónAnderson.Por eso voy a verlo a él, para preguntarle si cree que soy un imbécil y por qué creyó que
ocultarmequeNicktrabajaparaCavalcantierabuenaidea.Anderson,elmuyhijodeputa,creequepuedemanipularmecomoaun cadete inexpertoy, despuésde todos estos años, yadebería saberqueestaclasedejueguecitosnofuncionanconmigo.Todolocontrario.
Ysí,tengoganasdepelearmeconalguien,ysiesconAndersonpuedomatardospájarosdeuntiro.
Sé donde encontrarle, el superintendente nunca se va a casa antes de las diez. Conozco sudirecciónparticular,meladiohaceañosmientras llevábamosuncasocruelydespiadadoyélerasolomicapitán.Unjodidobuencapitán,esotengoquereconocerlo.Séqueestácasadoytambiénséque soy uno de los pocos que poseen esa información. Supongo que es lo más parecido a unamuestraderespetoquevoyarecibirnuncadeAnderson.
Sonlasnueve,asíqueelsuperintendenteaúnnosehabráretiradoyestaráenelbardeJoe,unantromedioescondidoenlacalleCuarentayDosnadarecomendable.Iraallíseconvirtióenunaespeciede tradiciónhaceañosgraciasal antiguocompañerodeAnderson,ahoraya retiradoenelcampo,queeraaficionadoaunacervezanegraquesoloservíaJoe(yquesirviódurantelaleysecaa escondidas, aunque Anderson insista en negarlo). Utilizo el paseo hasta allí para repasarmentalmente lo poco que he averiguado durante el día de hoy. Decir que la gente del barrio seacuerdademíyquemeconsideranuntraidorseríaquedarsecorto.Lagranmayoríamedesprecia.Mipartidaymidecisióndeentraren laacademiadepolicíaesunaespeciede leyendaqueha idocreciendo con el paso de los años hasta adquirir proporciones épicas.Esta tarde, en una cafeteríadonde no me han reconocido, un camarero charlatán me ha contado que el detective que estáinvestigandoelasesinatodeBelcastroes«unaalimañaquetraicionóasupropiafamiliayquevendiómedioLittleItalyalapolicíaacambiodeunmiserabletrabajo».
Bueno,supongoquelodeltrabajomiserableescierto,aunqueelresto…Loquemásmemolestaesquenoheencontradoanadiequesecuestioneesahistoria.Nadiesepreguntaporquémefuiosi,contratodopronóstico,lohiceporalgúnbuenmotivo.Daigual.
Tampocolohiceporningunodeellos.ElletrerodelbardeJoeestáapagado,perodelaventanaaúnsaleluzydelataqueensuinterior
todavíahayalguien.LapuertaestáabiertaycuandolacruzoveoaAndersonsentadoen labarracharlandoconJoeconexpresiónrelajada.Talvezporesovisitaesteantrocadadíaantesdeirseasucasa,porquenoquierepresentarseantesuesposaconelmalhumory laamarguracon lasquenosimpregnanuestrotrabajo.
LapuertasecierraamiespaldayniJoeniAndersonsesorprendendeverme.—Pasa,Jack—meinvitaJoe—,¿lodesiempre?Asiento.Aunquelepidieraotracosa,Joesiempremesirveloqueaélleapetece.Afirmaqueese
essudon,saberquétienenquebebersusclientes.—Siéntate,Jack.—Andersonseñalaconsuvasomediovacíoeltaburetequetieneallado—.A
juzgarportupresenciaaquí,deduzcoquetuprimerdíaentuantiguobarriohasidotodounéxito.PorsarcasmoscomoeseAndersondebedehabersellevadomásdeunpuñetazoensujuventud.
Tienesuertedequeseamisuperiorydequeyoal finalhayaentendidoquepelearmeconélsolosirveparacomplicarmelascosas.
Ocupo el taburete, dejo el sombrero en la barra y sin cuestionármelo demasiado engullo la
bebidaquemehaservidoJoe.—¿DesdecuándosabequeNicktrabajaparaCavalcanti?Esaeslapreguntaquemásmecorroeyselasueltomirándoloalosojos.—Desdesiempre.Esunhijodeputatanfríoqueenciertomodomealiviaqueensumomentodecidieraservirala
justicia.SiAndersonhubiesedecididoseruncriminal,habríasembradoelterroralládondefueraynadie lo habría atrapado jamás.Quizá yo habría sido el único que lo habría intentado, simi vidahubiesesidodistintaymeimportaseunamierdaloquesucedieseenelmundo.
—¿Porquénomelohabíadicho?—Nocreíaquefueraimportante—sentenciahaciéndoleseñasaJoeparaquevuelvaallenarnos
losvasos.—Yunamierda.—Apartoelsegundotrago.Noquierobebermás—.Sabíaperfectamenteloque
sucederíaencuantoloviese.—Hacediez años, cuando entraste en la academiay te pregunté a quiéndebíamos avisar si te
sucedíaalgomedijistequenotequedabanadie,queanadieleimportaríasimoríasallíahogadoodeunapalizadespuésdealgúnentrenamiento.
—Nomevengaconesasmonsergasydígame laverdad. ¿Eraunaprueba?¿AcasocreíaquecuandovieraaNickdudaríademidecisión?—Aprietolabarrademaderaconlosdedos—.¿OesaNickaquienquieredescolocarconmigo?—Andersonlevantalacomisuradellabio—.Eseso,creequeNickrecordaránuestraestúpidaamistadytraicionaráasujefeenunabrirycerrardeojos.
—Torresmás altas han caído, la nocheque te arrestaron estabasmuypreocupadoporNickySandy.Quizáéltambiénestépreocupadoporti.
—NickValentinoestápreocupadopormínipornadiey esmásprobablequequieramatarmequeinvitarmeatomarunacopaconélporlosviejostiempos.Noconfíaenmí,ylaverdadesquenoleculpo.YyotampococonfíoenélniennadiedelentornodeCavalcanti.
«Sienaesdistinta».—Mira,Jack,teperdonoeldramatismoporquemeimaginolodifícilquetienequehabersidoel
día de hoy para ti. —Bufo por la nariz y Anderson enarca una ceja—. Pero te aconsejo quesoluciones tusasuntos túsolitoyque tecentresenelcaso.Sí, sabíaqueNickValenties lamanoderechadeLucianoCavalcanti.No,notelodijeporqueatinoteincumbía,hastahaceapenasunosdíastrabajabasenotrodistritoylaverdadesqueeresunmerodetectiveynotengoqueinformartede estas cosas.Y sí, creo que el queNick y tú fueseis amigos en la infancia puede ayudarnos yestoydispuestoautilizarlo.—Seponeenpieydejaunosdólaresen labarra.Aprovechaelgestopara dar un golpe y me mira amenazador—. Desahógate bebiendo, en la cama con una mujer,peleándote a puñetazo limpio con cualquier indeseable, pero haz el jodido favor de resolver estecasoydemeterteenlacabezadeCavalcanti.
Aprieto lamandíbula y entrecierro los ojos.Tengo tantas ganas de pegarle queme tiembla elbrazo.Andersonsedacuentaydesvía lamiradahaciaelpuñoqueya tengocerradoy listoparaalzar.
—Sinoerescapazdeentenderlaimportanciaquetieneesto,noereselhombrequecreía.—Daunpasoysealejademí—.Ynosirviódenadaladecisiónquetomastehacediezaños.
Conesafrasemedesarmaylatensiónabandonamishombros.—TendríaquehabermedichoqueValentitrabajabaparaCavalcanti—insistoporquemeniegoa
queéltengalaúltimapalabra.—Podríashaberlosabido.—Andersonsedetieneenlapuerta,estáabiertaylacalleoscurale
está esperando—.Erespolicía, Jack.Si hubierasquerido, hace añosque sabrías a qué sededicanNickySandy.—Cierrodenuevo losdedosalescucharelnombredeesachiquillaa laque tantoquise en el pasado—.Deduzcoquede ella tampoco sabesnada, ¿no?—Sepone el sombrero—.Dime,¿porquénuncahasqueridoaveriguarlo?
—Lárguese,Anderson,antesdequedecidaseguirsuconsejoypelearmeapuñetazolimpiocon
unindeseable.Tieneladesfachatezdereírse.—Buenasnoches,Jack.Adiós,Joe,nosvemosmañana.LapuertasecierrayJoeaparecedelantedemídesdeelotroladodelabarra.—Bébeteesto,Jack,yvetealacama.—Medejadelanteloquepareceserunabsurdovasode
lecheyvuelvealimpiarelrestodelabarra.DuranteunossegundosmeplanteólaposibilidaddepelearmeconJoe,peroseríacompletamente
injustoyseguroqueJoeacabaríadándomedoso trespuñetazosmásqueconsiderables.Optoporbebermelaleche,queademásestácaliente,ysonríoaldetectarelsabordeunchorrodewhisky.
—Gracias,Joe.—Denada.Vuelvoacasa,supongoquesabíaqueirallínoibaaservirmedenadaynopuedoasegurarque
yo no hubiese hecho lomismo queAnderson sime encontrase en su situación.A lo largo de losaños,Andersonhademostradoquenosedetendráantenadaparaconseguirsuobjetivo.
VanderbiltAvenueaparecedelantedemíyme recuerdaque tengounavidaqueno tienenadaqueverconmipasado.
«Siemprehassabidoqueibasatenerquevolver».Miapartamentoestáigualqueantes,desiertoyfrío,igualquemiinterior.Anotoenmicuaderno
unaúnicapalabra«tatuaje»yvoyaacostarme.Sitengosuerte,nosoñaréconnada.La voz de SienaCavalcanti furiosa conmigo por tener prejuicios no tarda en aparecer. Furioso,
enciendo la luzde lamesilladenoche,buscouncigarro,quecuelgademis labiossegundosmástarde, y empiezo a tomar notas sobre lo poco que he averiguado del asesinato delBelcastro. Escurioso que un hombre tan respetado y querido por la comunidad haya sufrido una muerte tanviolenta.
Nohasidounaccidenteniunaconfusión.Unhombreentróensulibrería,enVerona,yledegollóelcuello.Haypocasmuertesmáspersonalesqueesa.La sangre de Belcastro resbaló por los dedos de su asesino, este sintió la respiración de su
víctimaenlapiel.Tocóelúltimosuspiroquedioantesdecaeralsuelo.ElasesinofueaVeronaauna hora en la que corría el riesgo de encontrarse con alguien y no le importó. Podría habersecoladocuandolalibreríaestuviesecerrada,podríahaberatacadoaBelcastrounanocheenmediodelacalleysumuertenohabríadespertadoningunasospecha.
LapolicíadeNuevaYorknolehabríahechonicaso.Apagolacolillafurioso.Aunquemeretuerzalasentrañas,eldiscursosanturrónymoralistadela
señoritaCavalcantitienesurazóndeser.¿QuiénpodíaodiartantoaBelcastrocomoparamatarledeesamanera?Aesashoras,conlasemocionesdeldíaarañándomelapiel,solosemeocurrendosrespuestas
posibles.OBelcastronoeratanhonestoyhonradocomoaparentaba,osuasesinoquieremandarunmensajeaalguienconsumuerte.
Mierda.Estecasodeberíaserdetodomenospersonal.Depiefrentealaventana,desvíolamiradahacialacalle.NuevaYorknosientenadayyotampoco.
Capítulo8
Estamañana,cuandohevueltoapisarLittleItaly,hepensadoquetalveznomeiríamaltenerun
compañero.Enotrascomisarías lo tuve, enesta,yenestecasoenconcreto,AndersonyRestepollegaronalaconclusióndequeseríamuchomásefectivoqueno.
Esmuchomásfácilquemeganelassimpatíasde lagentedeallísimevencomounsolitario,inclusocomounanimalabandonado.Undetectivesolo,italianodenacimiento,quecometióunerroren su juventud y tomó la decisión equivocada, eso pueden llegar a creérselo (o en eso confíaAnderson).Unaparejadepolicías,armados,conchapasbrillantesyrelucientes,notanto.Nisiquieracorreríanaayudarnossinosdisparasenenplenacalle.Esonosignificaquenoechedemenosteneraalguiencubriéndomelaespalda.
Aunquellevotantotiemposoloqueyadeberíahabermeacostumbrado.Ayeraverigüé la rutinade laseñoritaCavalcanti.Fuefácil.Demasiadofácil teniendoencuenta
quienesella.SienaCavalcantiesunachicadecostumbresalaquelegustacharlarconlagenteyqueparticipa
siemprequepueda (yquesu tío se lopermite, según loschismes)en lavidadelbarrio.NadiedeLittle Italy parecía dispuesto a hablar de Luciano Cavalcanti ni de la muerte de Belcastro, perobastaba conmencionar el nombre de Siena para que los rostros se dulcificaran y apareciese unasonrisaylasganasdecontarunaanécdotatrasotra.
Siallíseorganizaraunbailedefindecurso,ellaseríalareina.Además de contarme lo buena, encantadora y generosa que es —lo que estuvo a punto de
convertirmeendiabético—todaslaspersonasconlasquehablémeadvirtieronquenomeacercasea ella.La sobrinadeCavalcanti es intocabley ellos, no solo loshombresdeCavalcanti, sino lapoblaciónenteradeLittleItaly,estándispuestosaprotegerlaconlavida.
Genial,laúnicapistaquetengoyquetalvezpuededesembocarenalgoútilytengoquevolvera hablar con una chica que ha manifestado abiertamente su desprecio hacia mi persona, que estáprotegidapormi exmejor amigo, que sigueodiándome, y que es una especie deMadonnapara elbarrio.
Antesde ir abuscarla,porqueevidentemente tengoque ir trasella,meacercoa la libreríadeBelcastro.Ellaestabaallíayer,quizáhoytambiénhadecididopasarse.Veronaestácerrada,entroutilizando la llave queme facilitó Restepo, el comisario, y al ver las distorsionadasmanchas depolvoydesangresecadeduzcoquealguienmáshaestadoaquídesdeayer.
Mierda.Tendríaquehaberdejadoaunosagentesvigilando,peroesomehabríahechomuchomásdifícil
ganarme la confianza de esa gente, sería como ponerles un perro guardián en la puerta de casa.Quienquieraquehayaestadoallífuecuidadoso,supasoporVeronaescasiimperceptible,aunqueamínomecabeningunaduda.
Lacajaregistradoraestáintacta,haylosmismospapelesyrecibosqueviayer.Lamismalibretaconpedidospendientessigueenelcajónyhaydoslápicesyunabolsaconmonedas.Nadaporloquemerezcalapenamorir.EldespachodeBelcastroestáenlaparteposteriorymásqueunaoficinaen la que repasar facturas parece una extensión de la librería. Las paredes están repletas deestanteríasllenasdelibrosyhayunabutacadeviejocuerorojoenunaesquina,juntoaunalámparadepie.
Mesientoenellaycierrolosojos.
—¿QuiéndiabloserasEmmettBelcastro?Dejocaer lasmanoshaciael suelo, losmuellesde labutacaestán tangastados,yyosoy tan
alto,quemisnudillosrozanlaspatasdemadera.Unatieneunhuecoyaltocarlodescubroalgoenelinterior.
—Mierda.Tumbadoenelsuelotirodelpapelenroscadoyantemisojosapareceunaviejafotografía.Hay
cinco hombres de unos veinte años, los árboles y la costa que hay a su espalda me resultadesconocida. Podría ser Italia, supongo, pero también podría estar equivocado pues yo nunca heestado allí. Uno de los hombres es Emmett Belcastro, estámuchomás joven pero su sonrisa esinconfundible,es lamismaconlaquemerecibíacuandoyoteníaquinceañosypasabaavisitarleparaquemecontaseunadesushistorias.Haytreshombresquetienenungranparecido,nohayqueser un experto fisonomista paradeducir que sonprimosohermanos, y uno, el que en la foto estájuntoaEmmett,tienequeserLucianoCavalcantidejoven.Sufotohaaparecidobastantesvecesenlos periódicos y en los informes de Anderson como para queme haya quedado con su cara. Elúltimohombre…
—Joder.ElúltimohombreesFabrizioTabone,mipadre.—Joder.Melevantodelsueloydoyunpuñetazoalaparedquetengomáscerca.—Joder.Lasangremeresbalapor losnudillosymelosenvuelvoconelpañuelosinprestardemasiada
atención.Juréquenovolveríaasentir.Nosientonada,pienso,solodolor.Eldoloresloúnicoquemequeda.Doblolafotografíaylaguardoenelinteriordemilibretadepielnegra,justoentredospáginas
blancas,comosiesevacíopudieseengullirlayhacerladesaparecer.AbroloscajonesdelescritoriodeEmmett.Nohaynadaimportante,miinstintomedicequeesa
fotografíaesloúnicoqueBelcastroquisoesconderensuvida.Quizáseaelmotivoporelquefuedegollado como un animal. Desvío la mirada hacia la pared y al ver los desperfectos que heocasionadomecabreoconmigomismo.
—Eresunestúpido,Jack.Muevola lámparaunoscentímetros, lo justoparaocultarunpocolasmarcasdemipuñoenel
yeso. Sigue siendo visible. No tendría que haber perdido la calma de esta manera. Hablaré conRestepoylepediréqueseocupedequeloarreglen.Belcastronotieneherederos,noséquépasaráconVerona,peronilalibreríanisudifuntodueñosemerecenservíctimasdemiira.
Esloúnicoquenohepodidoeliminar,juntoconeldolor.Flexionolosdedos,elpañueloestámanchadodesangre,deseguirasínomequedaranmanos,ni
pañuelos,cuandovuelvaairmedeLittleItaly.Veo lahoray lasmanecillasdel relojmearrancandeallí.Tengoquedarmeprisa, la señorita
CavalcantiestáapuntodellegaralaiglesiadelSantoCristo.Cualquieradiríaqueestábuscandoquelacanonicen.Cierrolalibreríaysalgocorriendohacialaiglesia.Unaiglesia,unamalditaiglesia.Sinofuera
porquemeestásucediendoamí,meharíagracia.Estoy a una esquina cuando veo elmismo coche negro con el que ayer llegó a las clases de
música.Elvehículosedetienefrentealapuertadelaiglesiayelconductor,tambiénelmismotipoqueayer,saleaabrirla.Esunhombrealto,porsuerteparamíNicknosededicaahacerdechófernideguardaespaldasdelasobrinadeljefe.ANickmecostaríamásdespistarle,aunqueestoysegurodequetambiénlolograría.
Ese tipo tieneprácticamente lapalabragánsterescritaen la frente.Escorpulento,unoscuantos
kilosnosonmúsculos,sinembargo,yselevenervioso.Nosesientecómodoensutrabajo.—Yasomosdos—farfullo.Entonces ella baja del coche y a pesar de que estoy a comomínimo diezmetros de distancia
creoolersuperfume.Llevaunvestidoparecidoaldeayer,unoconelquenunca te imaginaríasaunamujerdelamafia,pareceunaprofesoraoquizáunainstitutriz,siesqueaúnexisten.Esunvestidogris con un pequeño cinturón blanco a juego con el cuello camisero de la prenda. Nuncame hefijado en estas cosas y sigo sin hacerlo, pero esta noche he soñado que arrancaba uno a uno losbotonesdeunvestidocasiigual.
Elcochearranca.Detrásdelaiglesiahayunpequeñodescampadoenelqueseguroaparcaráelchóferyluegoentraráenlaiglesiaaesperarla.Solodispongodeesosminutos.Noquieroqueesematón informe aValenti o a Cavalcanti demi charla con Siena y estoy dispuesto a apostarme lamonedadelasuertequellevoenelbolsilloaqueella,sinadieladescubre,novaacontárselo.
Cruzolacalleysubolosescalonesde la iglesia lomásrápidoquepuedo.Alentrar, labuscoconlamirada.LaseñoraquemecontólodelasvisitasdeSienaalaiglesiadelSantoCristomedijoquesiempreencendíaunasvelasyrezabafrentealaVirgen,asíqueintentorecordarmisclasesdecatequesis(nosirvierondenada)y…
Allíestá.Ellasehaquitadoelsombreroyestásentadaenunbancodedosotresplazasfrentealaimagen
delaVirgenMaría.Hayunascuantasvelasencendidasymesorprendoamímismosantiguándome.Sienatienelosojoscerradosymueveloslabiosdespacio,nologrodescifrarquéestárecitando.Nopuedodejardemirarla,nodesprendelamojigateríanilahipocresíaconlasqueyosiempre
herelacionadoa la iglesia, susmiembrosysus feligreses.Ellaparecesentirloymedanganasdetocarlayaveriguarsiesdeverdad.Esimposiblequelosea.
Imposible.Pasa una señora pormi lado y farfulla por lo bajo quemequite el sombrero.Es una falta de
respeto,mehadicho.Miroamialrededor,casicometolaestupidezdenofijarmeensihayalguienobservándonos.Nolohay,apartedeesamujerestamossolos.Noserápormuchotiempo.
Mequitoelsombreroymesientojuntoaella.ElbancocrujebajomipesoySienaabrelosojos.Memira.Meaprietaelnudode lacorbataymeescuecenlasheridasde lasmanosde lorápidoqueme
circulalasangre.—Noseasuste,señoritaCavalcanti,soloquierohablarconusted.—Nomehaasustado,detective.—Desvíalamiradahacialapuertaenbuscadesuacompañante.—Llegaráenseguida—lecontesto.Noséporqué,ymecabreasoberanamentenosaberlo,me
molestaqueellacreaquepuedohaberheridoonoqueadoasugorila.Ellaarrugalascejasyrespiraprofundamente.—¿Quéquiere,detective?—Háblemedeltatuaje.—¿Quétatuaje?—Duranteunsegundoparecesorprendida,hastaquesusojosseentrecierrancon
inteligencia.—Esetatuaje.Necesitoquemelodescriba.—¿Porqué?—¿Porqué?—Esadesconfianzahaciamímeenerva.—Porquequieroencontraralasesinodel
señorBelcastroyeslaprimerapistaútilquetengo.Lapuertade la iglesiachirríayveoentraralconductor.Élnonosvey laancianadeantesse
acercaasaludarlo.—NolehaganadaaToni.—¿Quécreequevoyahacerle?Lainstituciónpara laqueyotrabajonovadejandocadáveres
comotarjetasdevisita.—Nimifamiliatampocoyusted…
Ellaestáelevando lavozycolocomimanoen sus labiosparacallarla.Conelotrobrazo lerodeolacinturaparaquenoselevante.Nopuedodejarlaescapar.Nopuedo.Necesitosuayuda.
Necesito.—Tranquila—pronunciopegadoasurostro—.Tranquila.Siena asiente, el corazón le late rápido aunque no tanto como el mío. ¿Lo sabe ella? El
comportamientodelmíonopuedo explicarlo (uodio las explicacionesque semeocurren).El deella,¿reaccionaasípormiedooesporrabia?
Sí,estáfuriosaconmigo.Sipudieramemataría,memaldiceconlosojoscomounagitana.—Novoydetrásdetufamilia—miento—.QuieroresolverelasesinatodeBelcastroyayercreí
que tú querías lo mismo.—Busca con la mirada al hombre de su tío pero este está enfrascadohablandoconlaanciana—.Novoyahacertedaño.Necesitotuayuda.—Laaprietomáshaciamí—.Ytúnecesitas lamía.Tutíonopuederesolversoloesteasesinato.Si lohaceyse tomala justiciapor su mano, le atraparé. —Abre los ojos de par en par. Me ha rebelado demasiado y voy aaprovecharme—.Siquieresprotegeratutío,ayúdamearesolverelasesinatodeBelcastro.
Asiente,unlevemovimientodecabeza.Unas risas resuenanen la iglesiayveoalmatónagachándoseparabesar a la anciana.Seestá
despidiendo.—Venavermeestanoche.Amicasa.—Sienatensalaespaldaymemiraofendida—.¿Prefieres
veniralacomisaría?Pormíperfecto.¿Oquieresquevuelvaapresentarmeentusclasesdeviolín,otalvezenlaorquesta?Túeliges.
Milyunamaldicionesvuelanhaciamí.Estásopesandosusopciones,calibrándolas.Lapuertadelaiglesiaseabre.Nomequedatiempo.—Túdecides.Apartolamanodesurostroymepongoelsombrero.Tengoqueirmedeallíantesdequeme
veaotodomiplanseiráaltraste.—Demeladirección—susurraellafuriosa.LecontestoymeescondoentrelassombrasdelaiglesiajustoatiempodequeToninodetecte
mipresencia.—¿HaacabadoseñoritaCavalcanti?—Sí,Toni,yapodemosirnos.Laespíodesdemiescondite,medigoquelohagoporqueesloúnicoquepuedohacer.Nopuedo
irmedeallíhastaqueelloshayandesaparecido.Sienaselevantaysellevaunamanoaloslabios,depositaunbesoen losdedosyantesdealejarseacariciadespacio labandejademetalen laquehaydosúnicasvelasprendidas.
Yocierrolosdedosconlosquesegundosantesheacariciadoesosmismoslabios.Mequedoallí,detrásdeunaimagendesanFranciscodeAsís,silamemorianomefalla.—¿Puedoayudarteenalgo,hijo?Lavozdelpárrocomecogetandesorpresaqueeslamentable.Salgodelapenumbrafingiendo
normalidad.—No,padre.—¿Estásseguro?—Muyseguro,créame.Lesaludollevándomedosdedosalsombreroycaminohacialasalida.—Vuelvecuandoquieras,hijo—medespideenvozalta—.Estaestucasa.Abrolapuertayelsolmeciegaduranteuninstante.—No,noloes.En la calle no hay ni rastro del coche de Cavalcanti y tras un cigarromi cuerpo recupera la
normalidad. La gota de sudor que me cae por la espalda y el nudo que se ha instalado en miestómagosedebenaquehepisadounaiglesiaporprimeravezendiezaños.
Iréalacomisaría,pedirélosarchivosfotográficosdeElysIslandytodalainformaciónrelativaa la familia Cavalcanti para averiguar quiénes son los dos desconocidos de la fotografía y quérelación tenía con ellos Emmett Belcastro. Tal vez así también encuentre elmodo de empezar acongraciarmecon lagentedeLittle Italy.Después,cuandotengaundibujodel tatuaje,seguiréesapista,porqueellavaavenir,lohevistoensumirada.
Va a venir porque quiere proteger a su tío y está convencida de que es la mejor manera dehacerlo.
Lástimaquesutíonoselomerezca,ylástimaqueyolehayamentido.Me detengo en la esquina antes de cruzar y el ruido proveniente del local que queda a mi
espaldameobligaagirarme.Encuanto lo reconozcomeveoobligadoa sonreír.Estecasoesunjodidoviajeamismalosrecuerdos.
ElBlueMoonestáantemíyclaro,quéhagoyo,entrar.Tengoquecongraciarmeconloslugareñosyeseestanbuenlugarcomootroparaempezar.«Eselpeorlugar».Unavozamiderechameloconfirma.—¿Quédiablosestáshaciendoaquí,Jack?—Hola,Nick.Esextrañoencontrármeloaquí,enestelocalenelquelosdosnoscolábamosdeadolescentesy
fingíamos ser dos hombres peligrosos. Nos dejaban entrar porque uno de los camareros habíatrabajadoconelpadredeNicky ledebíaalgún favor,perounavezdentrohacíamosel ridículoconlascamarerasopidiendobebidasqueacabábamosvomitandoalamañanasiguiente.
Medirijoalabarra.Nohaynadie,elbarmanestálimpiandovasosynisiquieramemira.Enunextremoveounospapelesyunlápizencimayalladounsombrero.DeduzcoqueperteneceaNick,elbarmanyélsonlosúnicosqueestánallíademásdemí,ymesientodostaburetesmásallá.
—Claro,claro,siéntate.Hablemoscomosifuéramosviejosamigos.—Tienetanpocasganasdevermeallíquemesorprendequenomehayaechadoapatadas—.Sírvenosdoswhiskies,Merc,porfavor.
El barman se coloca el trapo en el hombro y llena dos vasos que coloca después frente anosotros.
—¿Cómoestátupadre,Nick?—Muerto.—Levantaelvasoybebeunpoco—.Murióhaceaños.—Losiento.—Claro.—Vacíaelvasoylodejaenlabarra—.Lárgatedeaquí,Jack,antesdequetepartala
cara.—¿DesdecuándotrabajasparaCavalcanti?—Vetedeaquí,Jack.Mebeboelwhiskyymientrasmequemalagargantaintentoelegirotrapregunta.—¿SabesalgodeSandy?Nickselevantadeltabureteycaminahastaelmío.—Por supuesto que sé algo de Sandy, capullo. Eres tú el que se largó y se olvidó de todos
nosotros.—¿DóndeestáSandy?—Haztutrabajo,detective.—Noesningúninsulto.—No,perotraidorychivatosíloson.Amenudosonsinónimosdepolicía.—Nuncaentendistenada,Nick.—Tútampoco,Jack.Yahoralárgatedeaquí.Melevantoylomiro.Desvíolamiradahacialabarrayveoquejuntoalsombreroylospapeles
tambiénhayunapistola.—HevenidoaquíaresolverelasesinatodeEmmettBelcastro.Nointentéisresolverlovosotros,
Nick,teloadvierto.Déjamehacermitrabajo.—Nosotrosnosbastamos,detective.—Teloadvierto,Nick.—No,Jack,yoteloadviertoati.Rellenatusformularios,paséateporelbarrio,hazloquetedé
laganaparaacallartuconciencia,perolárgatedeaquícuantoantes.TodossabemosquelamuertedeBelcastroosimportaunamierda.
—Noes…ElpuñodeNickaciertaenmipómuloizquierdoyeldolormeciegaduranteunossegundos.No
caigoalsueloporquemesujetoalabarra.—Mierda,Nick.¿Aquédiabloshavenidoesto?—Tenía que hacerlo, me lo debía a mí mismo. Ahora lárgate o arréstame, lo que sea que
consigaquesalgasdemilocalcuantoantes.Elpómulomeescueceyaltocármeloguiñoelojo.—Joder,Nick,estamoshablando.—No,túmehasamenazadoyyoteheamenazadoatiytehedadounpuñetazo.Yahora,sino
vasaarrestarme,volveréamitrabajo.Teaconsejoquetevayas,Merctieneunmétodomuypeculiarparaechardeaquíalosindeseables.
Merctienelasmanosbajolabarraenloqueseguroesunrifle.—Volveremosavernos,Nick.—Seguro—farfullamientrasyonotengomásremedioquetragarmeelorgulloyabandonarel
BlueMoon.Deberíametermeenlacabezaquenopuedopisarestebar.Laúltimavezqueestuveaquíacabé
enuncalabozoyalistándomeenlaacademiadepolicía.Estelugarespeligrosoparamisalud.
Capítulo9
SienaVanderbiltavenue1940
Meheescapadodecasa.Otravez.Perohoyestoyfuriosaporhaberlohecho.Elotrodíafueporunabuenacausa,ibaalalibreríadeEmmettaversiencontrabaalgoconqueayudararesolversuasesinato.
«Ahoraestáshaciendolomismo».EstoesloquemeherepetidomientrascenabaconValenti,ToniyAlba,nuestracocinera.Eslo
quemeherepetidomientrasmeescabullíaporlaventanademidormitorioycuandomehesubidoauntaxitrescallesmásabajo,queloestabahaciendoporEmmett.
El problema es que en mi mente no dejo de ver los ojos de ese maldito detective y estoyconvencidadequetengoelsabordesupielenmislabios.
Cuandomehecambiadoelvestidoantesdecenarmehemiradolacinturaduranteunratoporqueestabaconvencidadequemehabíaquedado lamarcadesusdedos,noporquemesujetara fuertesinoporelcalorquedesprendían.
Ese hombreme sulfura, sus prejuiciosme sacan de quicio y afloran lo peor demí.Hoy en laiglesiaqueríaabofetearle,perocuandomehapegadoaélhetenidoquecontenerelimpulsodenoapoyarme en su torso.Me siento como elmar durante lasmareas, atraída hacia él y obligada aapartarme.
El tíoLuciano sigue enChicago,no conozco losdetallesde suvisitayyameadvirtióque suestanciaallínoseríatanbrevecomoenotrasocasiones.Leechodemenos,apesardequecuandoestá aquí no es demasiado comunicativo.Antes le he notado cansado en el teléfono, ligeramentedesanimado.Nolehepreguntadoporqué,nohabríaservidodenada,yhemosestadohablandodetonterías.Ojaláhayanservidopararelajarleyestanochepuedadormirunpoco.
«Dormiráporquenosabeque tehasescapadodecasayestásapuntodeentrarencasadeunpolicía».
Llevomi pequeñapistola en el bolso.Subiré a casa del detective, le describiré el tatuaje y lepediré,no,leordenaréquemedejeenpaz,amíyamifamilia.YquenovuelvaapresentarseenlaiglesianiencasadelaseñoritaMoretti.Siquierehablarconmigoporelmotivoquesea,quevengaacasacomotodoelmundo.Bastadeemboscadas.
Llamoalapuerta.Elcorazónmeestágolpeandoelpecho.Nooigonadaytengomiedodequeeldetectivemehayagastadounabromacruelymehayadadounadirecciónfalsa.Vuelvoallamarymebalanceosobrelostalones.Quizáseaunaseñaldeldestino,quizádeberíairmeantesdequemevieraalguien.
La cadena del cerrojo tintinea y aparece el detective Tabone. Tiene un horriblemorado en lacara,unaheridaenelpómulo izquierdoy losnudillosde lamanocon laquesujeta lapuertaconrestosdesangre.
—¿Quélehapasado?—preguntohorrorizada.Noloentiendo,peroverleheridomeharetorcidoelestómago.
—¿Quéestáhaciendoaquí?—Ensuvozhayrastrosdewhiskyydecansancio—.Nodeberíaestaraquí.
—Ustedmepidióqueviniera.—¿Lohice?—Seapartaymedejapasar—.Queríahacerlo,peromeobliguéaprometermeque
noloharíanunca.Sebalanceapeligrosamenteduranteunsegundo.Recuperaelequilibrioymemiraserio,másque
serio.Entrecierralosojosyseleoscurecenhastaquedarnegros.—Notendríasqueestaraquí,Siena.Semeanudalagargantayelcorazónmebajaalospiesantesdesubirdespacioporlaspiernas,
saltar en el estómago, y retumbar en el pecho. Nunca me había hablado así, como si fuera unhombreynounpolicía.
Minombresuenadistinto.MegustacómosuenaminombreenloslabiosdeJackelchicoborrachoycansado.Yperdido.—¿Tehasdesinfectado lasheridas?Ladelpómuloparece infectada.Deberíasutilizarunpoco
delalcoholqueteestásbebiendoparalimpiártela.—Yaestás,yameestáshablandocomounainstitutriz.Notendríaquegustarme,¿sabes?Intentonosonrojarme,lointentocontodasmisfuerzas,aunqueenrealidadnohacefaltaporque
Jacksehasentadoo,mejordicho,desplomadoensusofáytienelosojoscerrados.—Dimedóndetieneselbotiquín,detective.—Jack, llámame Jack.Yaque insistes en aparecer enmis sueños y torturarmeuna nochemás,
llámameporminombre.—Estábien,Jack.—Noséquemeaturdemás,queélcreaqueestoesunsueñooquenoseala
primeravezquesupuestamenteaparezcoenél—.¿Dóndetieneselbotiquín?—Enalgúnarmariodelacocinadeberíahaberalgo.Dejoelabrigoyelbolsoencimadelamesaquehayeneseinhóspitocomedor.Haytanpocos
muebles que parecería que se ha mudado recientemente, pero al mismo tiempo tengo elpresentimientodequeJack llevaaquímucho tiempo.Lacocinaesblancay losarmariosestán tanvacíoscomoelrestodelacasa,apenashaylosutensiliosnecesariosparacomer.Meagachoybajoel fregadero encuentro una caja de metal con el dibujo de una cruz roja. Dentro hay un par devendas,unastijerasypocomás.Nirastrodealcoholparadesinfectar.
—El whisky servirá—digo mientras salgo de la cocina con la cajita, un trapo limpio que heencontradoenuncajón,ylabotelladewhiskymediovacía.
Al llegar al comedor veo que Jack sigue en la misma posición que antes. Se habrá quedadodormido,talvezdeberíairmey…Enaquelinstanteabrelosojos,lostienevidriosos,siguenpresosdelsueñoydelosefectosdelalcohol.
—Tienesqueirte.Nopuedesestaraquí.¿Porquépareceestar tanasustado, tanpreocupadopormí?Estamañanaparecíaempeñadoen
queviniera.—Dejaqueantestecureesaherida.—Leseñaloelpómuloconelmentón.Élvuelveacerrarlosojosyapoyalacabezaenelrespaldo.—Noimporta.Eldolorestábien.Meacercoaéligualquemeacercaríaaunanimalpeligroso.Podríarecuperarmiscosaseirme
deallísinquelosupiera.Esloquedeberíahacer,peromispiessedirigenalsofáymesientoasulado.Dejolacajademetalenelsuelo,humedezcoeltrapoconelwhiskyylocolococoncuidadoencimadelaherida.
Tienequeescocerlemuchoa juzgarporcómoaprieta losdientes.Esa,sinembargo,essuúnicareacción.Measegurodeempaparlebienlaherida.Élsigueconlamandíbula tensa.Unafinacapadesudorlecubrelafrente.
Le seco la herida despacio y termino cubriéndola con una pomada que he encontrado en elrudimentariobotiquín.Contendrálainfecciónypocomás.
—Yaestá—susurro.Sigoallísentada,élsiguesinmoverse,surespiraciónhacambiadoyeltorsolesubeybajacon
dificultad. Empiezo a levantarme, tengo que salir de aquí antes de que cometa la estupidez deacariciarleelpelo.
Jack,sinabrirlosojos,capturamimuñecaconsusdedos.—Notendríasquehabermetocado—diceentredientes—.Ahoranopodréolvidarlo.—Yo…losiento.—No,nolosientas.Ereselúnicosueñoquevoyapermitirmetenernunca.Continúa con los ojos cerrados, los dedos con los queme retieneme aprietan con fuerza, con
demasiadafuerza.—Jack…meestáshaciendodaño.Losaflojaderepenteyselevantadeinmediatodelsofá.Esosmovimientosestánimpregnadosde
unadesesperaciónquemeasustaporquenoentiendo.Noleentiendoaélniloquemeestápasandoamí al verle.Mis piernas reaccionan antes que yo yme llevan hasta lamesa. Tengo los dedosalrededordemiabrigocuandooigoungolpeenlaparedseguidodeloquesindudasonvómitos.
Tengoqueirmedeaquí.Nopuedoirme.Vuelvoadejarelabrigoyelbolsodondeestaban.Caminohacialapuertatraslaquededuzcose
escondeelbañoylagolpeoconlosnudillos.—¿Jack?—Vetedeaquíydéjameenpaz.—Másarcadas—.Vete.Debocarecerporcompletodeinstintodesupervivenciaporqueabrodespacioymeacercoaél,
queestáde rodillasenel suelovomitandoenel retrete.Noeselprimerhombrequeveoenesteestado,alfinyalcabollevocincoañosviviendoencasadeLucianoyaunquemitíosiempreintentaprotegermehevistocasidetodo.Peroeslaprimeravezqueelhombreencuestiónnomedalástimaenun sentidomaternal o que nomepongo furiosa porque él hayabebidomásde la cuenta. Jacktiene los hombros completamente tensos y la nuca empapada de agua y sudor. Tiene las manosapoyadasenelmármolblancoylosdedosestántanrígidosqueparecenlosdeunaescultura.
Habebidoyestáborracho,sí,pero tambiénestásufriendoy loodia.Elodioespalpable,casinotosusaborenloslabios.
—Vetedeunavez.Nodeberíasestaraquí.Noestásaquí.Noestásaquí.Tengo que hacer algo.Nunca he podido soportar el dolor ajeno. En Jack, que debería de ser
soloundesconocido,meretuercelasentrañas.Dejodeplantearmeporquémecausaesteefecto,sisonsusojos,sumirada,oelmodoenque
mehabla,ymeapresurohaciaelgrifo.Empapounatoallaque,graciasaDios,estálimpiaconaguaheladaymearrodillojuntoaél.
Lemojolanuca.Encuantolatoallatocalapielquequedaaldescubiertoporentreelcuellodelacamisayelpelonegro,Jacksuspiraylosdedosconlosqueestáapuntoderomperelmármolseaflojanunpoco.
—Tranquilo,tranquilo.Estáinmóvil,cierralosojos.Veolasarrugasqueselemarcanenlascomisurasdelospárpados.
Laheridadelpómulosevelimpiaylahinchazóndeanteshadisminuidounpoco.Nomeatrevoatocársela,perosíque lepaso lamanoconlaquenosujeto la toallaporelpelo.Élsueltaelairedespacio.Esperounsegundo,esperoaqueabralosojosyvuelvaainsistirenquemevaya.
Nohacenadaparecido,sigueconlosojoscerradosyyomeatrevoavolveraacariciarleelpeloyaseguirmojándolelanuca.Surespiraciónsevarelajandoyloshombrosdecaenlentamente.
—Vamos,teayudaréalevantarte.El suelo está fríoy lasbaldosas semeclavan en las rodillas.Ni lasmediasni el vestidome
protegendemasiadoymeimaginoqueaéllospantalonesnegrostampoco.Jacknodicenada,siguecon la cabeza agachaday sus facciones sehanvueltomás impenetrablesquecuandoestá sobrio.Me levanto y dejo la toalla junto al grifo.Me tiemblan no solo lasmanos, también las piernas,nuncamehabríaimaginadounasituaciónasí.
Meacercoaélyleacaricioelpeloylanuca.Tocarleelpelomehacecosquillasenlosdedos,tocarlelapiel,lasprimerasvértebras,sentirlatensiónylarabiaqueintentacontenermehacealgoquenopuedoentender.
—Vamos,Jack—ledigo—.Tienesquemeterteenlacama.Algoparecido a una risa sarcástica se escapade sus labios cuando le ayudo a levantarse.No
abrelosojos,meimaginoquepodríasostenerseenpie,detodosmodoslerodeoporlacinturayleacompañohastalapuertaquehayalfinaldelpasillo.Laempujoconunamanoyveolacamajuntoalaventana.Elúnicootromuebledelaestanciaesunamesilladenocheconunalámparajuntoalaquehayunpaquetedecigarrillos.
Leacompañohastalacamayleayudoasentarse.Élnosetumbadeinmediato,sequedaenesaposiciónyrespira.Cadabocanadadeaireparecedolerle.Tienelosbotonesdelcuellodelacamisadesabrochadosylapiellebrillaporelaguayelsudor.Lasmanosestánenlasábanayveoquelosnudillosdeunaestánhinchadosymanchadosdesangre.
—Túmbate,Jack.Mesorprendealhacerloymedoymediavueltaparairenbuscadeltrapodeantes,lelimpiaré
esasheridasymeiré.Ynovolveré a cometeruna estupidezde este calibrenuncamás.Y tampocomeplantearépor
qué estoy ayudándole, solo estoy siendo una buena persona. Nada más. Haría lo mismo porcualquiera.
—Sabíaqueibasadesaparecer—farfulladesdelacama—.Tienesqueirte.Vete.Medetengoymegirodespacio,esavozcontieneunaagoníacasianimal,peroélsigueconlos
ojoscerradosyporelmodoenquerespiracreoqueestádormido.Estásoñando,oatrapadoenunapesadillaajuzgarporcómoaprietaloslabiosylospárpados.
—Tengoqueirmedeaquí—susurroenvozbaja.Voyalacocinayencuentroeltrapodeantes,loempapounpocomásconalcoholyvuelvoal
dormitorio.Jackmuevelacabezadeunladoalotro,noentiendoniunapalabradeloquefarfulla,no creo ni que sean palabras. Cuando le limpio los nudillos con el alcohol, sisea y tensa losmúsculosdelcuerpo,peronosedespierta.
—¿Quétepasa,Jack?¿Quétepasadeverdad?Noesperoquemeconteste.Dehecho,mearrepientoenseguidadehaberhechoesapreguntaen
vozalta.NotendríaqueimportarmequélepasaaJackniquélehallevadoabeberhastaquedareneste estado. No tendría que importarme por qué parece llevar una carga tan pesada sobre loshombrosnicómoconsiguefingirquenoexisteduranteeldía.
Meapartoysalgodeldormitoriotrasmirarlounaúltimavez.Leacariciaríaelpelo,ledaríaunbesoenlafrenteylesusurraríaquemañanaseráotrodíaytodosearreglará.Nohagonadadeesoymesientocomosileestuvierafallando,aélyamí.
Dejoeltrapoenlacocina.Cuandoestoyenlapuertagiroyconmovimientosrápidos,lobastantecomopara no tener tiempode juzgarmedemasiadoni de ponerme furiosa conmigo, llenounvasoconaguadelgrifoybuscouncazo.Solohayuno,asíquetendráqueservir.
VuelvoaldormitoriodeJack.Élnosehamovido,aunqueahoraparecedescansartranquiloylasarrugas han desaparecido de su rostro. Parecemás joven, es la primera vez que reconozco a unjovendeveintiochoañosbajolasdurasfaccionesdeldetective.EscuriosoqueValentiyélfuesenamigos, los dos se han convertido en criaturas complejas y con demasiados secretos. Lo quemefascinaesqueValentinuncahadespertadoenmí lamenorcuriosidad.Encambio,JackTaboneseestácolandoenmiinteriorcondolorosafacilidad.
—Tengoqueirmedeaquí—merepito.Dejoelvasodeaguaenlamesilladenocheyelcazoenelsuelojuntoalacamaporsivuelvea
sentirseenfermo.Mevoy,sololeacariciolamanoalapartarmedelacamaymedigoqueélnohasuspiradoalsentirlo.
Esimposible.
Mepongoelabrigoysujetandoelbolsoconfirmezaentrelosdedosabandonoeseapartamentoy a Jack.Meprometo que no volveré, sería una temeridad.Al llegar a la calle camino decididahastaGrandStation y allímemonto en un taxi.El conductormemira de reojo cuando le doy ladirecciónyyoleentregounbilleteporadelantadoparaahorrarmepreguntasincómodas.Eltrayectonodurademasiado,lepidoquesedetengaunaesquinaantesdellegaracasaydoygraciasporquela noche todavía está oscura y porque no veo nada queme haga pensar que Toni o Valenti handetectadomiausencia.
Cuando por finme acuesto tengo el corazón acelerado yme resulta imposible dormirme. Nopuedo volver a hacer esto. He estado fuera tanto rato que es unmilagro que no se hayan dadocuentadequenoestabaencasa.
Cierro losojose intento respirardespacio.El rostrodeldetective seniegaaalejarsedemí, suvozyesosgemidosdedolormepersiguen.
—Noleconviertasenunmisterio,Siena—medigoenvozaltaaversiasímehagocaso.Nosoytaninocentenitancrédulacomocreetodoelmundo.Séquelosmotivosquellevanaun
hombreaquedarenelestadoenelqueestabaJackestanochesonpeligrosos.Losproblemasquepueda tener Jackno sonasuntomío,nome incumbeny si nomealejode él acabaréhaciéndomedaño.
Además,dejandoaunladoestaextrañanoche,JackTabonemehaperseguidoeintimidado,ymehadejadoclaroquesimitíometelapataleencantaráarrestarlo,oalgopeor.
La lista de motivos por los que debo mantenerme alejada de él es cada vez más larga,acercarmeaJackespeligroso,estúpidoynotieneningúnsentido.Sinembargohaceapenasunahorasemeharetorcidoelestómagocuandolehedejadoallísolo.
¿Estarábien?Alguiengolpealapuertademidormitorioyelcorazónestáapuntodesalirmedelpecho.—¿Siena?Es Valenti, suena serio y muy despierto a pesar de lo tarde que es. ¿Habrá pasado por aquí
antes?—¿Sí?—¿Estásbien?Mehaparecidooír algo—mepregunta sinentrar.Valenti esmuy respetuosoy
Lucianoinsistióenqueningunodesushombresdebíaentrarjamásenmihabitación,exceptosicorríapeligro.
—Sí,solomecuestadormir—lecontesto.—¿Deverdadestásbien?—insiste.Noquieroqueentre,estoyseguradequesimemiraveráque
mehasucedidoalgo.Elencuentroconeldetectivemehaafectadotantoquetienequenotársemeenelrostro—.¿Mañanavasaponerteelvestidoblanco?
Estaeslapreguntaenclavequeeligiómitíoporsialgunavezentrabaalgúnintrusoymereteníaencontrademivoluntad.Sirespondoquesí,quemepondréelvestidoblanco,Valentiderribarálapuerta.
—No,mepondréelazul.Pasanunossegundos.—Buenasnoches,Siena.—Buenasnoches,Valenti—respondodeinmediatoysientolanecesidaddeañadir—.Graciaspor
quedarteaquí.Sé que a Valenti no le gusta estar en casa, es un hombre muy reservado y me imagino que
preferiríamilvecesestarensucasa,seadondesea.—Denada.Le oigo alejarse por el pasillo y me pregunto cansada por qué nunca he sentido la menor
curiosidadporesehombre,queprobablementeconseguiríalaaprobacióndemitío,yahoramismo,sipudiera,volveríaaescabullirmeporlaventanaparairaversiJack,quequieremeteramitíoenlacárcel,estábien.
Tengoquedejardepensarenél.Ahora.Parasiempre.
Capítulo10
No duermo demasiado y cuandome despierto yme siento en la cama tengo que contener la
culpabilidadquemesubeporlaespalda.Mesientoculpabledehabermentidoamitío,talvezélnosepanuncaqueayerporlanochesalíaescondidasdecasa,peroesonosignificaquenolohicierayque,portanto,nohayatraicionadosuconfianza.MesientoculpableporhaberdejadoaJacksoloenese apartamento tan frío y vacío que parece una cárcel.Me siento culpable por no ser capaz dedecidirme,pornosaberquécaminoelegir.
Estoacabahoy.NovoyaseguirmintiendoaValentiniaToni,tardeotempranoseenterarányentoncesserápeor
paratodos,tambiénparaJack.«Dejadepensarenél».EstamañanatengoclasedemúsicaconlaseñoritaMorettiydespuéshequedadoparacomercon
unasamigas.Porlatardemequedaréencasaypracticarélanuevapartiturayporlanoche,cuandocenemos,lecontaréaValentilodeltatuajeyleexigiréqueacambiomemantengainformadasobrelainvestigación.QuieroquealguienencuentrealasesinodeEmmettysehagajusticia,ynomeveocapazdevolveraveraldetective.TendréqueconformarmeconqueloencuentreValentiyconfiarenquecuandolohagasabráhacerlocorrecto.
Decidida,me permito pensar en el detectiveTabone una última vez antes de despedirme de élparasiempre.Esunritualqueyahehechootrasveces, lohice lamañanaquemefuideItalia,medespedídemihogarydetodoslosmaravillososydolorososrecuerdosquedejabaallí.
Cierro losojos,conjurosurostro, leveo tranquilo, tumbadoen lacama, justoenel instanteenquepenséquenoparecíaunpolicíaymedespidodeél.Loborroparasiemprecomohiceconlasimágenesdemiantiguavida.
—Adiós,Jack—susurro—,supongoqueesunalástimaquenoshayamosconocido.Sí,habríasidomuchomejorquenolehubieravistonunca,quenosupieraqueexistensusojosni
suvozrotanitampocoeltactodelapieldesunuca;calienteytersa.DespuésdevestirmeydedesayunarencompañíadeAlbaafinoelviolínytocounpardeveces
lapartituraquemeprestólaseñoritaMorettienmiúltimaclase.Esalegre, justoloquenecesito,einclusoTonisonríecuandopasaporelsalónymeescucha.
—Deberíamosirnosya,señoritaCavalcanti.Tienerazón,eltiempomehapasadovolandoconlamúsica.GuardoelviolínysigoaTonihasta
elcoche.EncasasoloquedaráAlba,Valentivuelveaestarocupadocon«unosasuntos»segúnToniymepreguntosimitíoestáalcorrientedeello.Noquierosospechar,bastaconveraLucianoconNick para saber que su relación vamás allá de la de jefe y empleado, aunque tampoco sé si lodefiniríacomoamistad.EnmomentoscomoesteechodemenosqueLucianonoestécasadooconuna mujer, quizá ella me ayudaría a entender mejor a estos hombres que se esfuerzan tanto pormantenerseinaccesibles.
—Toni.—¿Sí,señorita?—¿Cuándofuelaúltimavezquemitíotuvounainvitadaencasa?VeoquelasorejasylanucadeTonisesonrojan.—Señorita,yo…—Nopasanada,Toni.Esqueestoypreocupadaporélynomegustapensarqueestasolo.Note
estoyponiendoapruebaninada—leaseguro—.Teprometoquesolotelopreguntocomosobrina
quequierelomejorparasutío.Tonicarraspeayconduceensilencioduranteunosminutos.Nofaltamuchoparallegaraledificio
de la señoritaMoretti.Me imagino que Toni no quiere correr el riesgo de contestarme y de quedespuésmitíooValentilecastiguenporello.
—Lamentositeheincomodado,Toni.—Sutíoestuvoconunadamahaceuntiempo,unostresaños,sinomeequivoco.—¿Tresaños?Yoyaestabaaquíentonces—señalocontenta.Meacercoalextremodelasiento
ycolocolasmanosenelrespaldodeldeToni—.¿Quépasó?—Esosíquenolosé,señorita,sencillamenteundíadejódeiravisitarla.¿Quién sería esa mujer? No suena como si fuera una historia casual, aunque tal vez son
imaginacionesmías.TengoqueconseguirqueLucianomelocuente,quizáasíaverigüequépasóypuedaarreglarlo.
—Graciasporcontármelo,Toni.Lecolocolamanoduranteunsegundoenelhombroyélvuelveaincomodarse.Esachicaque
ayudaaAlbaenlacocinaesunatontasilodejaescapar.Tres años, ¿qué sucedió hace tres años? Intento recordar si pasó algo extraño, algo que
justificase una ruptura de esa clase, pero no encuentro nada. Claro que tampoco sé qué estoybuscando.
—Yahemosllegado,señorita.Elcochesedetienefrentealportalysalgoantesdequemisolícitoconductormeabralapuerta.
Nohacefaltaquesemoleste,estacalleesdelasmásconcurridasysegurasdelaciudadylociertoesquelodeiracompañadaatodaspartesmepareceunaexageración.
—Nosvemosdentrodedoshoras,Toni.Adiós.Le sonrío desde la acera y él no se va hasta que me ve cruzar la entrada. Subo silbando,
canturreando,nosemedademasiadobienyencuantomeoigocomprendoqueestoycontenta.Hoyseráunbuendía,undíanormalycorriente,ybueno.LlamoaltimbredecasadelaseñoritaMoretti,tengotantasganasdetocarqueapenaspuedocontenerlas.
—Buenosdías,señoritaMoretti—lasaludoencuantoaparece.—Buenosdías,Siena.Seapartaparadejarmeentrar,mehasonreídoasíquededuzcoquehoynovoyaencontrarme
con ninguna sorpresa. En el comedor donde solemos tocar hay una bandeja con una tetera y dostazasesperándonosyunpreciosoramodefloresblancasenunjarróndecristal.
—Oh,quéflorestanbonitas,¿sondeunadmirador?—bromeo.—Enrealidad,Siena,sonparati.Mepellizcoeldedoconlafundadelviolín.—¿Paramí?«Quenoseandeél,quenoseandeél,quenoseandeél».—Sondetudetective.Sondeél.—Noesmidetective—contestoentrecerrandolosojos—.¿Ycómosabequesondeél?—Lashatraídoenpersonahaceunrato.—¿Élhaestadoaquí?Megirosobresaltadacomositodavíaestuvieraymispiernasdecidenqueesmejorquemesiente.—Sehaidomediahoraantesdequellegaras.Nomelohadicho,perohetenidolasensaciónde
quepreferíanocoincidircontigo.—¿Teníamalaspecto?«Noestoypreocupadaporél».—Parecíacansadoyunpocoalterado,aunquepuedoasegurartequehasidomuyamable.—Habrávenidoaverlaaustedymehautilizadocomoexcusa.—No,querida.Meharepetidotresvecesquelasfloreseranparati.Además,hayunatarjeta.
—¿Dónde?—Juntoalramo.Sitelevantasyteacercaspodrásaveriguarquédice.Teaseguroquelasflores
novanamorderte,Siena.—Noentiendoporquémehatraídoflores.—Ysinoleeslatarjeta,nuncalosabrás.—Consuhabitualcarácterpráctico,laseñoritaMoretti
cogelatarjetaymeladejaenelregazo—.Ábrela.—¿Nolahaleído?—Porsupuestoqueno.—Seapartaparadarmeintimidadycaminahastalamesillaparaservirnos
elté—.Esuntipoextrañotudetective.—Noesmidetective—farfullo.Abroelsobre,espequeño,deunossietecentímetrosdelargoycuatrodeancho,ydentrohay
unsencillopapelconunaspocaslíneas:Noséexactamentehastaquépuntodebopedirledisculpas,señoritaCavalcanti,peroleruego
que las acepte. Sigo necesitando hablar con usted sobre el tatuaje. Estoy esperándola en lacafeteríadelaesquina.
Lanotaestáfirmadaconunasencilla«J»ymequedomirándoladuranteunossegundos.SiemprehecreídoquelacaligrafíaesundetallemuyíntimodelaspersonasyladeldetectiveTaboneestanmisteriosayfuertecomoél.
—Tienesqueirte,¿meequivoco?—¿Cómolosabe?—Tehaspuestodepie.Bajolavistaymesientocomounaidiotaporreaccionarasí.—Yo…noséquéhacer.La señoritaMoretti y yo nunca nos hemos sincerado la una con la otra, sin embargo en este
instantesientoquepuedohacerlo.Probablementeeslomásparecidoaunaamigaquetengo.Ellasesientaydaunsorboasutazadecafé.—Tudetectiveespeligroso,Siena.—Losé,peroyo…señorita…—Catalina,yavasiendohoradequetútambiénmetratesdetú.—Creoquepuedoayudaraldetective,Catalina.—SisabesalgoquepuedaayudaralapolicíaaresolverlatrágicamuertedelseñorBelcastro,
puedesacudiralacomisaríaycontárseloacualquieragente.Otambiénpodríascontárseloatutío.Mira,novoyadarteningúnconsejoniadecirtequepiensesbienloquevasahacer.Solotediréqueteimaginescómotesentiríassihoy,alsalirdeaquí, tuvidacambiasederepenteynovolviesesaverlonuncamás.
—¿Nuncamás?—Nuncamás.Unescalofríomerecorrelaespaldaymetiemblanlasmanos.Unapresiónseinstalaenmipecho
y me cuesta respirar. La señorita Moretti lo ve y me sonríe como solo sonríe alguien que sabedemasiadobienqueenlavidanohayvueltaatrás.
—Bajaahablarconél.Quizáhoy,cuandovuelvasaverlo,todocambie.—Sí,esoesloquepasará.Estoysegura.—Claro.—Iréahablarconélylecontaréloquesé.Asínotendremosquevolveravernos.—De acuerdo.—Me acompaña hasta la puerta y la sujeta abierta—.No te olvides de volver
aquíantesdequeterminentusclases.NoquieroqueTonisubaabuscarte.Estoydispuestaacubrirteporahora,perosidespuésdehoylascosascambian,tendrásquetomarunadecisión.
—Nocambiarán.—Perfecto,entoncesnotendrásquetomarla.Estaréaquíesperándote.Bajoalacalleconlasensacióndequenosoylamismachicaquehaceunosminutoshasubido
silbandoporlaescalera.TengomiedodeveraJackporquenoséconquiénmeencontraréenesacafetería.
¿Seráeldetectivedeojosfríosyconansiasdeencerraramitío?¿Oseráelhombrequeayerporlanochesemostróheridoeindefensoantemí?¿Seráotrocompletamentedistinto?
Catalina tiene razón, solo hay unmodo de averiguarlo y por eso estoy en la acera cogiendoalientoantesdeentrar.Mesudanlasmanosymemaldigopornoserdelaclasedechicaqueutilizaguantes.Hoytampocollevosombreroni tengounasgafasdesol traslasqueocultarmeoconlasqueprotegerme.
Uncaballeroabandonalacafeteríayconungestomuyeducadomeinvitaaentrarmientrasélsujetalapuerta.
—Gracias—balbuceo.Recorroelinteriorconlamiradayveoaldetectivesentadoenunamesa.Elsombreroestájunto
aunatazadecaféysucuadernodepielnegra.Nomehavisto,estáanotandoalgo,peroderepentesesienteobservadoy levanta lacabeza.Sumiradaseoscureceymeobservaconatención.¿Estábuscandoalgoquemedelate?¿Acasosospechademíenalgúnsentido?
Sientounhorrible escalofríoymepregunto si no seríamejorquemediesemediavueltaymefuera.
—Graciasporvenir,señoritaCavalcanti.Me molesta esa frialdad tan exagerada, ese distanciamiento forzado que al parecer él está
decididoaimponernos.—Denada,detective.Lehamolestadomitono.Mealegro.—Siéntese,porfavor.¿Leapetecetomaralgo?—Meseñalalasillaquehayfrentealasuyay
hacegestosaunodeloscamareroscondelantalarayasnegrasparaqueseacerque.—Tomaréun té.Gracias.Usted tambiéndeberíadejarelcaféparaotrodíaybeber té,vabien
paraelestómago.Eldetectivesesonrojaantesdesentarse.Novoyaponérselofácil,noseñor.Estoyhartadeque
todo elmundo se comporte conmigo con guantes de seda. Lo de anoche sucedió y no podemosnegarlo.Yyosoylosuficientementelista,mayoryvalientecomoparapoderafrontarlo.
—Graciasporvenir.—Yamelohadicho.Elcamareromedejaunatazavacíayunateterablancayhumeantedelante.—SeñoritaCavalcanti,metemoqueanocheestabaindispuestocuandovinoaverme.—Estababorracho.Yeramuchomásencantadorycercano.—Nosé…—carraspea—…esperoquepuedadisculparmepormicomportamiento.Mequedomirándoloyélmeaguantalamirada.Tieneojeras,unpómulounpocohinchadoycon
un morado entre amarillo y violeta. Va bien afeitado, pero la pulcritud no consigue ocultar losrastrosde cansancio.Le tiembla la sienduranteun segundoy entonces comprendoqueodia estaraquíconmigohaciendoesto.Noesquenoquieradisculparse,algomedicequeJackTabonesabepedirperdóncuandocometeunerror.Esotracosa.
—Noteacuerdasdeloquesucedió.Élsueltaporfinelaliento.—No. Veo imágenes, pero todas son difusas y no consigo retenerlas ni descifrarlas. Créame,
señorita Cavalcanti, lo de anoche no me había sucedido nunca y si hubiese podido elegir ustedhabríasidolaúltimapersonadelmundoquelohabríapresenciado.
Eseúltimocomentariomeatraviesaymeduele.¿Tanmalaopinióndemítiene?Podríahaberledejadotiradoenelsuelodelbañorodeadodesuvómitoolargarmedeallísinimportarmequeseabrieselacabezacontralapared.
—Elsentimientoesmutuo.—Élretrocededolido,¿asantodequé?¿quéquierequelediga?Ha
sidoélelquehadichoquesoylaúltimapersonadelmundoalaquelepediríaayuda—.Nopasónadaporloquedebadisculparse,detective.
Élsefrotaelpuentedelanariz.—¿Nada?Cuandomehedespertadoestamañanacreíaque lahabíasoñado,peroentonceshe
vistoelvasodeaguayesecazoenelsuelo.—Seaprietaelpuente—.Esimposiblequeyodejaraesoallí.
—Lodejéyo.—¿Porqué?—Porque vomitó en el baño y no estaba segura de que no necesitara volver a hacerlo y si,
llegadoelmomento,pudierallegardenuevoallugarindicado.Penséqueeralomáspráctico.—Vomitédelantedeusted.—Sí.—Mierda.Losiento.—Extiendelasmanosylasdejasobrelamesa.Lasheridasdelosnudillos
aún son visibles, pero no están infectadas—. Llámeme Jack, creo que después de lo de anochepodemosdejarlasformalidadesdelado.
—Estábien,Jack.TúpuedesllamarmeSiena.—Lamento lo de anoche, Siena.—Coge aire y lo suelta despacio mirándome a los ojos. No
estoypreparadaparaeseimpacto—.Graciaspor…porloquefueraquehicieras.Tengoquetragarsalivadosvecespararecuperarlavoz.—Denada.UnhombrepasapornuestroladoymiraaJackcondesprecio.—SiAmaliapudieseverenquétehasconvertido.Tendríaquedartevergüenza.Vuelveallugar
dedondehassalido.Jacktensaloshombrosyyo,obedeciendoaunimpulso,colocounamanoencimadeunadelas
suyas.Sequedainmóvilysumiradacambia,esasmurallassetambaleanunpoco.—Nolehagascaso,lagenteamenudohablasinpensar—ledigo.—Nometoques.Apartolamanodolidaporsureacciónymedispongoalevantarme.Élmesujetaporlamuñeca
igualqueanoche.Desvíolamiradahaciasusdedosydespuéshaciasusojos.—Losiento—medicesinsoltarme—.Losiento.Notevayas.Vuelvo a sentarme despacio y él aparta la mano. Venir aquí ha sido un error, en los pocos
minutos que llevo con él yame ha hecho daño dos veces y no consigo entender ninguna de lasreaccionesdemicuerpo.
—NovielrostrodelhombrequeasesinóaEmmett—deduzcoqueesteeselúnicomotivoporelquehaimpedidoquemefuera,asíqueempiezoahablar.Cuantoanteslecuentetodoloquesé,antes desaparecerá de mi vida—. Tampoco oí su voz. Supongo que oí a Emmett hablando conalguien,peronodistinguíloquesedecían,aunque,ahoraquelopienso,hablabanenitaliano.—Élanotaloquevoydiciendosindejardemirarme,comosimisojosfuesenmuchomásimportantesquemispalabras.«Basta»—.Cuandosalídedetrásdelaestantería,viaEmmettsujetándoseelcuello,lasangreseescurríaporentresusdedosycorríhaciaélamedidaqueélseibadesplomando.Soloestaba preocupada por Emmett, nome fijé en nadamás. Hasta que oí sonar las campanillas quecuelganencimade lapuertadeVeronay levanté lavista.Elhombreque se ibaeraalto,peronodemasiado,másbajoque tú.Tenía laespaldaanchaysemovíadespaciocomosino tuvieseprisapor irsedeallí.Llevabasombreroyelpeloqueseescapabapordebajoeracanosoyen lanucateníaun tatuaje.Captómiatenciónporquemepareciómuyextrañoymecostóentenderlo,primeropenséqueeraunahojaolasalasdeunpájaro,peroderepentecomprendíquéera.Eralacoladeunasirena.
—¿Estássegura?—Muysegura.—Gracias,todoestomeserá…
Melevantoymeasegurodequeélnopuedaretenermedeningunamanera.—Mealegro.Supongoquenovolveremosavernos,detective.Esperoqueencuentresalasesino
yquecuandotevayasdeaquíentiendasqueenLittleItalyhaybuenaspersonas.—Semerompelavozymeodioporello—.Quetengasunbuendía,Jack.Graciasporlasflores.
Salgode lacafeteríasindetenermeniunsegundomás.Meescuecen losojosynoséporqué.Estarémuchomejorsinaveriguarlo,medigo.Siconapenasunosdíasyunasconversacionesestoyasí,nopuedoniimaginarmequémesucederíasiJackTabonesequedaseenmivida.
He hecho lo correcto, le he contado todo lo que vi esa noche y se lo he dicho antes que aValenti.Ahora todo volverá a la normalidad, subiré al apartamento de la señoritaMoretti, tocaréunapartituraydejarédellorarcomounaestúpida.
TengoqueserenarmeantesdequeTonivengaabuscarme.Tengoque…Alguienmesujetapor lacinturaymemeteen laentradadeledificiodeCatalina.Voyagritar,
peroentoncesoigosuvoz.—Dimequetesuelteyquemevaya.Tiemblodelacabezaalospies.—Nosoybuenoparati.Teharédaño.Me da media vuelta, a pesar de sus palabras me sujeta con sumo cuidado cuando me apoya
contra la pared. Aunque estamos en el interior del edificio, la puerta tiene un círculo de cristalglaseadoenelcentroporelquepuedeversenuestrasilueta.Y,sibajaalgunadelasinquilinas,nossorprenderá.
Nadadeesomeimporta.Lainformaciónhapasadopormicerebrosindejarhuella.Loúnicoquequierosaberesporquéélmehaseguidohastaaquíyporquémicorazónhavueltoalatirencuantoheoídosuvoz.
—Dimequemevaya—merepitemirándomealosojos—.Porfavor.Levanto una mano despacio, él cierra los ojos y aprieta la mandíbula. Quizá cree que voy a
abofetearlocuandoenrealidadquieroacariciarlelaheridadelpómulo.Misdedosrozansupielyélrespiraporentrelosdientes.
—¿QuétehapasadoJack?—¿Acaso no lo entiendes?—Abre los ojos, está furioso, eso es lo único quemedeja ver.El
restodeloqueestásintiendoloesconde—.Voyahacertedaño.—¿Cómo lo sabes? —Por mucho que se empeñe en asustarme, mis instintos me gritan lo
contrario—.¿Ycómosabesquenovoyahacérteloyoati?—Esoesimposible.Amíyanadapuedehacermedaño.—¿Quétehapasado,Jack?—Leacariciolaceja—.Cuéntamelo.Ese gesto le gusta y le enfurece. Se acerca amí, ni el aire puede entrometerse entre nuestros
cuerpos.Buscaprovocarme, escandalizarmecon su físicoy las reaccionesde su cuerpo.Nova aconseguirlo.Séidentificaraunanimalherido.Tiemblo.Másmevalenoequivocarme.
—Simedejasacercarmeati,noserédelicadoniconsiderado.—Lasmanos,quehastaentonceshatenidoapoyadasenlapared,aparecenenmicuerpo.Unalacolocaenmicinturaylaotraenmimentónparalevantarmeelrostro—.Teutilizaréeintentaréaveriguartodoloquepuedasobretutíoysunegocio.
—Quizá yo también quiera utilizarte. Quizá yo también intentaré averiguar todo lo que puedasobretiparahundirte.
—Ojaláseaasí.Diosmío.—Apoyalafrenteenlamía—.Ojaláseaasí.Surespiraciónrozalamía,cierralosojosysuspestañasnegrastiemblanencimadelospómulos.
Barreras,unatrasotra.—¿Porquémehasseguido,Jack?—susurro—.Yomehabíaido.—Nolosé.Nosemueve,mefijoenlapieldelcuelloqueapareceporelprimerbotóndesabrochadodela
camisayenquenollevasombrero.Hasalidotanrápidodelacafeteríaqueselohadejadoallí,otalvezselehacaídoenlacalle.Seestádesmoronandoyestaeslaúnicapruebaquevoyatenerdequequizásientaverdaderodeseopormíyyonosoloseaunmedioparaacercarseamitío.Elijoarriesgarme,elijocometerunatemeridadycreerenalgoquenotienesentido.
Jackes loprimeroquemesucedeenlavidaquenopuedonegaryquenoestá impregnadodedolor.Nodemomento.Silepidoquesevaya,nosabrénuncaporquémehasucedidoconél.Talveznovuelvaasucedermeconnadie.
Meharádaño,enesosientoquenomehamentido.Pero, talcomolehedichoyo,yo tambiénpuedohacérseloaél.«Esperoqueno».
Apoyolasmanosensutorsoyélsueltaelaliento.—Estuúltimaoportunidad,Siena.Dimequemevaya.Apartolasmanos,élempiezaaalejarlassuyasdispuestoacumplirconsupalabraeirsedeallí.¡Quéequivocadoestá!Lecojoporlanucaymepongodepuntillas.Sus labios retroceden en cuanto losmíos los acarician. Queman. Tiemblan. Quizá vaya a irse.
Quizá…Mesujetaelrostroconlasmanosysucuerposepegaalmío.Laparedquehayamiespaldaes
loúnicoquemeretieneenelmundoreal.MislabioscedenbajolosdeJack,susdienteschocanconlosmíos.Eselbesomásrealyfuriosoquemehandadonunca.
Elprimeroquenuncatendráotroconelquecompararse.Sulenguabuscalamía,conlasmanosenmarcamirostrocomosiquisieraentrardentrodemí.
Nova despacio, ni rápido, es un beso que no tienemovimiento, es fuego, tiene vida propia y nosexigeque ledejemosexistir.Sus labios intentanser suaves,cadavezqueme rozacon losdientesbuscadespuésacariciarmecondulzura,peroningunodelosdossabemoscómodominaresto.
Nopodemos.Creoquepodríabesarletodalavida.Ahora,consuslabiosbuscandolosmíos,consusmanos
en el rostro, su sabor buscando elmío,mezclándose, entiendo lo que es necesitar a alguien.Noporqueleames,noporqueteentienda,sinoporquetuexistenciadependedelasuya.
Esadictivo.Esmuchomáspeligrosodeloqueélpuedahacermeodeloqueyopuedahacerleaél.Estoque
nosestápasandonovamosapoderdominarlo.Hundolosdedosensupelo,leacercoamíporquemeasustaestaintensidadynoséquéhacer.
Nolaentiendo.Medamiedo.Peronoquierosoltarlo.—¿Siena,detective?LavozdeCatalinanos sorprende. Jacknomesueltadegolpe, aminoradespacio la intensidad
delbesoyterminaconunsuavecariciaenloslabiosquemeencogeelcorazón.Vuelveaapoyarlafrenteenlamía.Abrolosojosyledescubroconlossuyoscerrados.
—Deberíairse,detective,Toninotardaráenllegar—nosaconsejalaseñoritaMoretti.Jackseapartaysegirahaciaella.—GraciasporcuidardeSiena,seloagradezco.Catalina le observa y lo que cree ver en él debe de gustarle porque se da media vuelta y
desapareceporlaescalera.—Deberíasirarriba,Siena—mediceJacksinmirarme.—Deacuerdo.Esaposeestoicanoencajaconelhombreapasionadoquemeestababesando.¿Searrepientedel
besooseestáhaciendoelhéroe?Sealoquesea,siescapazdecomportarsecomosinuestrobesonohubiesesucedidonoquiero
verlo.Siniegaestebeso,lonegarátodo.Suboelprimerescalón.
Elsegundo.Eltercero.Élsigueallísinmoverseysindecirmenada.Enelquintoescalóntendréquegiraryyanopodré
verle.—Siena.—Medetengoymedoylavueltaparamirarle—.Teharédaño,enesonohementido.
Másdelquetúpuedashacermeamíjamás.Sifueraunbuenhombre,meiríadeaquíynovolveríaabuscarte.No soyunbuenhombre.Ahoramismo tengoquecontenermeparanohacerte el amoraquímismo.Nisiquierameimportaríaquenosvieran.
Mehumedezcoloslabios.—Estásintentadoasustarme.—Estoyintentadoadvertirte.Volveréabuscarte.Tendréquehacerlo.Nodejesqueteencuentre.Sevaydosescalonesmástardenotounlágrimaresbalándomeporlamejilla.
Capítulo11
Italia.1915AAdelphoCavalcanti no le resultó demasiado difícil averiguar que Roberto Abruzzo había
sobrevivido a la paliza que le habían dado sus hombres y que se había marchado a Américajuntoconsupreciosaesposa.SiTeresaAbruzzohubiesesidosolounacarabonita,unamujerquelohubieserechazado,la
habríaconsideradounaestúpidaysehabríaolvidadoyreídodeella.Si Roberto Abruzzo hubiese sido solo un petimetre de esos que lo juzgaban y que se
pavoneaban frente a él de sumoralidad y de sus buenas obras, pero luego acudían a pedirleayudaenformadedinerootrabajo,sehabríareídodeélylohabríaolvidado.Pero elmatrimonio Abruzzo había hecho algo imperdonable, le había dejado en ridículo y
tardeotempranoibaatenerquepagarporello.Laprimerahabíasidoella.EldíaqueAdelphovioaTeresaporprimeravez,vioenellamuchomásqueunamujerhermosa,violaposibilidadde salvarse.Había tantabondady tantapureza en losojosde ellaquepensóque si laposeíaterminaríaporcontagiársele.Elcuerpodeesamujereraelpecadodisfrazadoyseexcitóenesamismaplazadondelaviosoloconimaginarsecómoseríaenlacama;élconseguiríapervertirla,llevarlaasubando.Eliminaresabondadyesainocencia.Seríaélelquelacontagiaríaaellaydisfrutaría de cada segundo, de cada noche. Preguntó por ella. En cuestión de horas lo supotodo,estabacasada,peroesonuncahabíasidounproblemaparaél.Y,siloeraparaelesposoencuestión,siemprepodíaaceptarunacantidaddedineroydesapareceroconvertiralamujerenviuda.Teresa había sido intransigente. A Adelpho le hervía la sangre al recordar que Teresa no
había dudado ni siquiera un segundo. De nada había servido que él le ofreciese lujos oprivilegios,ellanohabíatitubeadoniuninstanteylehabíamiradocomosiélfueralacriaturamásdespreciabledelatierra.Ensuúltimaconversación,sinembargo,Adelphodioconlaúnicamonedaconlaquepodía
negociarconella,elmiedo.Miedonoporella,sinoporloquepudierasucederleasuqueridomarido.HabíabastadoconqueamenazaseaRobertoparaqueTeresaempezaraaescucharlodeotramanera. Pero, cuando eso sucedió, Adelpho comprendió que, para su desgracia ymayorhumillación,noeraesoloquequería.ÉlnoqueríaqueTeresafueseasucamacomounamártir,noqueríaningúnsacrificio.Queríaqueellalodesease.Esanocheladejómarchar,fuelaúnicavezqueellanolomiróconcaradeasco.Roberto tenía que morir, era la única opción, y Adelpho tenía que asegurarse de que no
pudiesenrelacionarleconsumuerte.Poresocometióelerrordeencargareltrabajoaunatajode ineptos y se aseguró de que todo el mundo supiera que esos días él no iba a estar en laciudad,estaríaencasadesuspadresconsushermanos.Robertorecibióunapaliza,peronomurió.Loshombresquese lapropinaronse jactaronde
que habían sido contratados por Adelpho. Aunque no lo hubiesen hecho, Teresa lo habríasabido.Desaparecieronesamismanoche.Adelphoremoviócieloytierraparaencontrarlos.Ylohizo,perodemasiadotarde.ElLibertàyahabíazarpadodelpuerto.
América, sin embargo, no era tan grande como la gente creía y los italianos tenían lanecesidaddejuntarse,dereplicarenelnuevocontinentelasestructurasdelviejoqueacababandedejaratrás.Aélleparecíaunaestupidezyasílorepetíaasusamigoscuandosesubíanunotrasotroaunodeesosenormestransatlánticos.Élnoibaairseaningunaparte,lavidaleestabatratandomuybienallídondeestaba.Pero
esedíaibaaaprovecharlapartidadeunodesusamigosmásíntimosparamandarunmensajeaNuevaYork,unoquealgúndíadaríasusfrutos.Adelpho fue paseando a la plaza del pueblo.No le hacía falta ir acompañado para lo que
teníaenmente.Elcarroyaestabacargadoconlasmaletasyseguroquenotardaríanenpartirhacia el puerto. Era una estupidez, ¿quién cambiaría la preciosa y rica costa italiana por uninfiernodeasfalto?Ellosquizáestabanmal,perosabíanaquéatenerse.Allí,enelotroladodelmar,nadaleseraconocidoyellos,losinmigrantes,sillegabanvivosperdíanladignidadquelesquedabaencuestióndemeses.Luciano,suhermanopequeño,sehabíaidounosañosatrásyensuscartasinsistíaenqueno
seplanteabavolver.Allíhabíaconocidoagenteinteresanteyestabasegurodequeconseguiríagrandescosasparaélyparaelrestodelafamilia.ApesardequeLucianoestabaallí,Adelphonoseplanteóenningúnmomentocontarleloque
teníaplaneadopara losAbruzzo, suhermanoestabadispuestoaengañarcon los impuestos,amentirenlasaduanas,atraficarcontodaslasmercancíasprohibidasdelmundo,peroeramuyquisquilloso con los asesinatos a sangre fría. Le molestaba, decía que siempre traíancomplicaciones; lamayorde todas, lavendetta.Porquesiemprequedabaalguienvivo,unhijo,unhermano,unaprima,alguienqueamabaalasvíctimasyquenodescansaríahastamatarasusasesinos.Luciano no tenía moral, era en exceso práctico y la venganza era un inconveniente nada
rentable.No,nopodíarecurriraLuciano,necesitabaotrapersonayporesohabíarotosupromesade
noirnuncaadespediraunitaliano.—Hombre,Adelpho,sinoteestuvieraviendonomelocreería—losaludósuamigo—.¿Sete
haincendiadolacasaodeverdadvienesadespedirme?—Estáscometiendounerrorylosabes,peroyaqueinsistes.—Lediounabrazoylegolpeóla
espalda—…hevenidoadespedirmeyadeseartebuenviaje.—Ja,no te locreesni tú.—Elhombre seapartóy lomiróa losojos sinacobardarse.Eran
muypocoslosqueseatrevíanahacereso—.¿Quédiablosquieres?—¿TeesperaalguienenNuevaYork?¿Quéplanestienesexactamente?—Buscarme la vida, Adelpho. Me imagino que iré a ver a tu hermano Luciano y también
buscaréaFabrizioTabone,élsefuehacedosotresaños,creorecordar.Sí, allí era donde Adelpho quería llegar. Según había descubierto, Fabrizio Tabone y su
familia también habían viajado a América en el Libertà. Era más que probable que hubieseconocidoalosAbruzzo,aunquealgoledecíaaAdelphoqueelmatrimonionolehabíacontadoanadielarelación,afaltadeotrapalabra,queteníanconél.—Tienesrazón,hevenidoapedirtealgo.—¿Dequésetrata?PiensaquequizánollegueconvidaaAmérica—bromeó.—Mástevalellegarvivitoycoleando,Belcastro.Sitienenqueechartealmar,estropearásla
pescaduranteaños.—¿Quédiablosquieresquehaga?—QuieroqueledesestacartaaFabrizioTabone.—Sacóunsobredelbolsillodelpantalóny
seloentregóasuamigo,queloaceptóyloguardó.—¿Nadamás?—¿Noquieressaberquédicelacarta?—No especialmente. —Belcastro se encogió de hombros. Por eso habían logrado hacerse
amigos, porque el joven Emmett Belcastro no parecía inmutarse por nada de lo que hicieraAdelpho.—Lepidoquebusqueaalguien.—¿Porqué?—Porquequieroqueesapersonasepaquenomeheolvidadodeella.—Dimedequiénsetrata,talvezyotambiénpuedabuscarla.Adelphosequedópensándoloyalfinaldecidiócontárselo.Esehombrepartíaencuestiónde
horas y, tal y como había señalado él mismo, quizá no llegase a pisar tierra firme. De pocoimportabaquedescubrieselodesalmadoqueeraenrealidad.—Setratadeunmatrimonio,losAbruzzo,RobertoyTeresaAbruzzo.Quieromatarlos,quiero
quedesaparezcandelafazdelatierra.—Lodicesenserio—señalóhorrorizado—.¿Quétehacepensarqueahoraquesélaverdad
novoyadestruirlacarta?—TúmismohasdichohaceunosminutosquecuandolleguesaNuevaYorkvasairaverami
hermano Luciano. —Esperó a que Emmett asintiera antes de continuar—. No mandaré porcorreounacartaencargandounasesinato,nosoytanestúpido,peropuedomandarunacartaami hermano preguntándole si te ha visto y si ha recibido mi regalo. Luciano sabrá a qué merefiero, sabrá que te he dado algo para él y que no lo ha recibido. En la carta para Tabonetambiénlepidoquevayaavisitaramihermanoyresuelvaconél lospormenoresdelencargo.Lucianoempezaráasospecharysí,quizáesmuchomáscomprensivoqueyo,peroesmuchomáscuriosoynodescansaráhastasaber laverdad.YtambiénpuedoescribirleaTaboneomandarmáscartascomoestaperoconotronombredentrodelsobre,eltuyo.ElqueestéaquíenItalianome impide ajustar cuentas con la gente que me decepciona. ¿De verdad vas a arriesgarte aempezar tu “nueva vida” provocándome? Ten. —Le tendió un segundo sobre, que Emmettobservócondesconfianza—.Considéralounregalodedespedida.—Eresunhijodeputa.—Sí, pero tú no vas a romper la carta.—Lediounabrazoqueno fuedevuelto, lemetió el
segundosobre,elqueconteníaunacantidadcasiindecentededinero,enelbolsillodelabrigoysealejóde laplazaconunasonrisadeorejaaoreja—.Buenviaje,Emmett.Quédateeldinero,porloqueheoídoteharáfaltaparasobrevivirenelbarcoyquieroquelleguessanoysalvoatudestino.
LittleItaly.NuevaYork.1915FabrizionopodíapermitirquesusobrinoBrunofuesealacárcelsincontarconlaprotección
de Cavalcanti, moriría en cuestión de minutos. Los irlandeses, los rusos, y varias familias deitalianosteníanmotivosparavengarsedeellos.Enrealidad,pormásvueltasqueledaba,noentendíaladecisióndeLucianoCavalcanti.Un
buencapodebeprotegera sushombresa todacosta, sino,¿dequésirve?Esa tardesehabíamordidolengua,peroahora,horasmástardeytrasvariostragosestabafurioso.SienlugardeLucianoestuvieseaquísuhermanoAdelphohabríansalidoamataralosirlandeses.Adelphonohabríanegociadoconellos.UnodeellossehabíapropasadoconlachicadeBruno.Findelahistoria.No,LucianoeramuydistintoaAdelpho.Sí,todosteníanbuenasviviendasysushijospodían
acudiralaescuelayalaiglesia,dondecontabanconbuenosprofesoresycomidacaliente.Peroesascosasaélnoleimportaban,esoerancosasdemujeres,aéllepreocupabalareputacióndela familia,elrespetoque infundierasunombrecuandoalguien lopronunciaseenuncallejóno
enunlocaldeManhattan.«EseesunTabone,cuidadoconél,espeligroso.Muéstraleturespeto».Esoera loúnicoque le importabay le repateabaelhígadoque sucomedidoy frío capo le
ordenasequesemordieselalenguaysetragaseelorgullo.—Esoesdecobardes—farfullosirviéndoseotracopa—,deputoscobardes.Y él no era un cobarde, él era un Tabone y los Tabone no se disculpaban con los jodidos
irlandeses.No,élnoerauncobarde,perotampocoeraestúpido.NopodíadesafiarpúblicamenteaLuciano,seríaunsuicidio.Teníaquehacerlecambiardeopinión.Erasuúnicaopción.SiLucianodecidíaatacaralos
irlandeses,BrunonotendríaqueiralacárcelytodoelbarriosabríaqueconlosTabone(yelseñorCavalcanti)nosejuega.Peroese jodidoCavalcantino teníasangreen lasvenas.Quizáporesoera tanbuenopara
los negocios, pero erapésimoparaprovocarunapelea.Lucianoparecíamás interesado en lacontabilidadqueenlasriñasquesegenerabanenunbar.Elúnicotemaporelquelehabíavistoalterarseunpocoeraporsufamilia,aellossíquelesprotegíaconuñasydientes,peroallínohabíanadie.CavalcantiapenasteníaamigosysushermanosseguíanenEuropa,unoenItaliayelotroen
Francia,oesoleshabíacontadolaúltimavezquehabíahabladodeellos.EnNuevaYorkteníaquehaberalguienqueloconocieramejoryquepudieseayudarlo.SiencontrabaaalguienquesignificaraalgoespecialparaCavalcanti,podríautilizarloparanegociarconél.Quizá incluso podría fingir que esa persona había muerto en manos de los irlandeses.
EntoncesLucianosíquedaríalaordendematarlosatodos.Necesitabaaesapersona.Cavalcantiteníaquetenerunpuntodébil,todoelmundolotenía,
incluso él estaría dispuesto a meterse en el infierno y convertirse en la puta de Lucifer paraprotegerasupequeña.HaríacualquiercosaporAlicia,suúnicahija.¿A quién podía preguntárselo sin llamar la atención de Luciano? No podía dirigirse a
ningunodesushombres,nitampocoaloschismososdelbarrio.Teníaqueseralguiendiscreto,alguienajenoalamafia.EmmettBelcastro.SetomóunúltimotragoyfueenbuscadeBelcastroque,sinolefallabalamemoria,acababa
dealquilarunpequeñolocalyestabatrabajandopararemodelarloyconvertirloenunalibreríaoalgoigualdeabsurdo.LahistoriaselahabíacontadoBrunomesesatrás,lehabíaexplicadoque Luciano le había prestado el dinero para el alquiler y los primeros gastos. Fabrizio nolograbacomprenderquénecesidadteníaningúnitalianodecomplicarselavidadeesamaneracuandopodíanencontrartanfácilmenteotraclasedetrabajos.Enciertomodo,pensóFabriziomientrascaminabahaciaellocal,BelcastrolerecordabaaRobertoAbruzzo,otropapanatasquecreía en el sueño americano y que no se cansaba de repetir que algún día tendría su propiotaller.Fabrizio teníaquereconocerqueEmmettBelcastrono legustabayestabasegurodequeel
sentimiento eramutuo.Belcastrohabía llegadoaNuevaYorkdoso tresañosdespuésque él ytenía lasensacióndeque loevitabay,siporcasualidadcoincidíanenalgunaparte,comoporejemploenlaiglesia,apartabalamirada.Antes, de adolescentes en Italia, no había sido así. Hubo una época en la que compartían
chicasyrisassinimportarlesnadamás.Viajaraallíloshabíacambiado,supuso,élsindudanoeraelmismoqueentonces.Llegó al local y aunque la puerta estaba abierta no vio a Emmett por ningún lado. En el
cristaldelescaparatepodíaleerselapalabraVerona,noeramalnombreparaunalibrería,ylasestanteríasempezabanacogerforma.Decidióesperarleyseacercóaloqueparecíaserunaimprovisadamesadedespacho.Había
un papel en el que había escrito con letras enormes: «Vuelvo enseguida. He ido a por más
clavos».Emmett habría escrito ese cartel con intenciónde colgarlo en lapuerta yal final sehabría
olvidado. Fabrizio curioseó, había planos, listas de libros, facturas ymás facturas, algún queotrobocetodelnombredelalibrería,entreelqueseencontrabaelquealfinalhabíaelegido,yhojas y sobres en blanco.Aquello le estaba resultandomuy aburrido hasta que vio su nombreescritoenunsobreamarillento.ElsobreestabaenelinteriordeunlibroqueestabaencimadelamesayqueFabrizioabrióparamatarelaburrimiento.Lomiróduranteunos segundos.Erasunombre,nohabíaningunaduda,yel sobre llevaba
allíciertotiempoajuzgarporelcoloryeltactodelpapel.¿QuéhacíaBelcastroconunacartadirigidaaél?¿Porquénoselahabíadado?¿Porquése
lahabíaocultado?Rompiólalengüetaysacóelpapelparaleerlo.Enel interiordelsobrehabíaotro,estemás
blanco y enmejor estado, que iba dirigido a LucianoCavalcanti. Al ver ese nombre,Fabrizioleyótodavíamásnervioso.En la quinta línea supo que había encontrado la solución a sus problemas, no solo al de
Brunosinoacualquieraquepudiesetenerenelfuturo.LoúnicoqueteníaquehacereramataraRobertoyaTeresaAbruzzo.Sonrióyseguardólasdoscartasenelbolsillo.Erasudíadesuerte.AbandonóellocaldeBelcastrosinqueestesupieraquehabíaestadoyquehabíaencontrado
lamaneradetenerlesiempreensusmanos.Salvar aBruno le hacía feliz en lamedida que así preservaba el buen nombre del apellido
Tabone.Tener,porfin,unaexcusaparacargarseaRobertoAbruzzoleproducíaplacer.Lodelaesposaerauna lástima, la suya,Amalia, la echaríademenos,peroyaencontraríaotraamigaque supiera coser y conniñosde la edaddeAlicia.Poder restregarleaLucianoCavalcanti lacarta de su hermano Adelpho era un sueño hecho realidad. Así aprendería a tenerle laconsideraciónquesemerecía.Teníaquedarseprisa,teníaqueocuparsedetodoesamismanoche.GiróenplenacalleysedirigióaltallerdelosParissi.Menosmalquehabíaescuchadoasu
esposa lanocheque lehabló sincesarde la suertequehabía tenidoRobertoalencontraresetrabajo.Si tuviera más tiempo, planearía algo más sofisticado. Esa noche, iba a tener que
conformarseconencerrarledentroyprovocarunincendio.Eltallereracasitanviejocomosuspropietarios,loshermanosParissi,anadieleextrañaríaqueseprodujeraunaccidente,unfuegomalapagado,unamanchadeaceite.Esascosaspasabanadiario.¿Unapuertaquenoseabre?Una desgracia, sin duda. Una lástima. Bloquearía las puertas y las llamas se encargarían deeliminarcualquierrastrodesupasoporallí.Llegóal taller,estabatanalterado,tannervioso,queelsudorleresbalabaporlafrenteyle
empapabalaespalda.Lacalleestabapocotransitada,peroteníaqueandarseconcuidado.Noqueríaquenadie lovieseypudieseecharleaperderelplan.TeníaqueeliminaraRobertoesanoche,despuésyaseocuparíadeTeresa,quizápodríafingirunsuicidiodentrodeunosdías.Esanoche necesitaba algo con lo que poder acudir a Luciano y exigirle que cumpliese con lapromesa de su hermanoAdelpho. En la carta le aseguraba que si cumplía con su encargo sufamilia gozaría siempre de la protección de los Cavalcanti y que sería generosamenterecompensado.Miró a su alrededor, había una bicicleta en la calle, apoyada en una pared, y le quitó la
cadena, que utilizó para bloquear la puerta e impedir que alguien pudiera abrirlas. El fuegoacabaría fundiéndola. Se dirigió con cuidado a la parte de atrás del taller y por una ventanasuciadegrasaviolasiluetadelaesposadeRobertoconsuhijoenbrazos.Nopodíacreersequetuviera tanta suerte. Movió unos bidones que había allí, y que él había visto en anteriores
ocasiones,yloscolocófrentealaventanaparaimpedirqueescapasenporallí.Una fría calma se apoderó de él cuando lanzó contra el único espacio que quedaba
descubierto de la ventana la primera botella de alcohol preparada para arder.Después lanzóotra. Y luego otra. Las había preparado allí escondido, agazapado tras unas cajas. HabíarobadodoscajasdebotellasdewhiskydeuncargamentodeCavalcantiynoseleocurríamejorocasiónqueaquellaparautilizarunascuantas.Lasllamasnotardaronenpropagarse.Elhumotardóunpocomásycuandoempezóasalir
fueoscuroynegro.Despuésllegaronlosgritos.Fabrizio se quedó en su escondite hasta que le quemaron los pulmones y entonces salió
corriendoalacalleypidióauxilio.Exigióagritosquealguienfueseabuscaralosbomberosoquealguiensalieseaayudarlo.Lagenteempezóallegar,vecinospreocupadosydispuestosaayudaryotrosquesoloquerían
curiosear.Cuandollegaronlosbomberos,yaerademasiadotarde.Fabrizio se hizo el desolado, lloró para ocultar la sonrisa de satisfacción que se negaba a
abandonarleelrostro.HastaquevioasuesposaAmaliaenlamultitudconunniñoenbrazos.Unniño.—¡Fabrizio!¡Fabrizio!—gritóelladesoladayconelpánicoenlamirada.—¡Amalia!—Corrió hacia ella y el policía que había intentado detenerla la dejó pasar—.
¿Quéhacesaquí?Teníaquehaberunaexplicación.—¿DóndeestáAlicia?—lepreguntóelladesencajadacayendoalsueloderodillasconelniño
—.¿DóndeestáAlicia?Fabrizionopodíapensar,senegabaareconocerloqueveíansusojos.—¡Contéstame,Fabrizio!—¿Alicianoestácontigo?—lagargantaselecerróalpronunciarelnombredesuhija.—No—balbuceóAmalia—,estatardeselahallevadoTeresa,yomeencontrabamalycomo
Jack también está resfriado hemos hecho un cambio. Alicia quería ir a ver los gatos reciénnacidosdelosParissi.—No,no,no,no,no….—¿DóndeestáAlicia?¡Dimedóndeestá!—Nohasalidonadie—farfulló—.Hanmuertotodos.Amaliaemitióungritodedolor tanprofundoquevariosbomberoscorrieronhaciaellayse
abrazó al pequeño de tres años que tenía en brazos. Los dos lo habían perdido todo. Y nadiesabríajamáslaverdaddeloquehabíasucedidoesahorriblenoche.
Capítulo12
JackVanderbiltAvenue.1940
¿Porquénopuedoquitarmesusabordeloslabios?¿Porquénopuedoolvidarmedeltactodesupelo?
Lo eliminé todo de mi interior, absolutamente todo. A ella también tengo que eliminarla. Nopuedoquedarmenadadentro.Silohago,medestruirá.
Busco la llave en el bolsillo y mis dedos tropiezan con la moneda. La saco y me quedoobservándolaallí enelportal.NickySandyhanseguidoenviándomelaapesardel resentimientoquesientenhaciamí.EldeNickesobvio,eldeSandy,meloimagino.
Nadiemehahabladodeellaynomelaheencontradoenningunaparte.GuardolamonedaenelbolsilloydecidoquebuscaraSandyesjustoladistracciónquenecesitoahora.Deberíacentrarmeenelhombrecon la colade sirena tatuadaen lanuca, lo sé,pero sipiensoenesonoconseguirédejardepensarenSiena.
YsipiensoenSienanopiensoennadamás.Nisiquierarespiro.Vuelvo a la calle yme obligo a caminar en dirección al piso de la abuela de Sandy, allí es
donde hemandado lamoneda durante todos estos años cuando le tocaba el turno ami amiga.Ydesdeallíessiempreelremitente.Porfortunaparamí,midestinoseencuentraenunacalledeLittleItalyqueaúnnohevisitadoyenlaquedudoquenadiemereconozca.Caminoapresurado,llevolospuñoscerradosyenlosbolsillos.Enunoguardolamoneda,sutactofamiliarmehacecompañía.Enelotro,eltactodelapieldeSiena.
IntentoimaginarmequéhabrásidodeSandyydesushermanos,losgemelosqueellacriocomosi fueran sushijos apesardequeentoncesella seguía siendounaniña.Eldestinode lamadredeSandyesfácildededucir,undíaeligiómalyeltipoconelquesefueacabómatándola.Otalvezfuelabebida.Lociertoesquenoséquéhasidodeella,deduzcoqueesefuesufinalpues,cuandorecibí lamonedaenlaacademiadepolicía,enlaescuetanotaadjuntaestabaincluidaladireccióndelaabueladeSandy.Losniñosyelladebierondemudarseallídespuésdeperderasumadre.
Tendríaquehaberleseguidolapista.Esunaestupidez,losé,supongoquequeríaqueellosdos,SandyyNick,vinierandetrásdemí.
Supongoquebastantesuertetuveconquememandasenlamonedaymantuviesenesevínculoentrenosotros.Aun así, soy policía, joder, podría haber averiguado cualquier detalle, o casi, sobre suvidaysuparaderoylarealidadesquenosénada.
Nosabernadaesmuchomejor.Deberíadetenermeynodarniunpasomás.—¡Malditasea!—farfulloyretomolamarcha.Yanopuedodetenerme,comomínimotengoquesaberqueSandyestábien.Después,volveréa
cerrar esa puerta demi pasado.No se ha abierto por casualidad, es culpa deSiena y de sus ojosllenos de confianza y de esas frases ingenuas sobre la buena gente. Es culpa de ese beso, de ladulzuraquehadestiladoporentrelapasión.
EsculpadeSiena.
Acelerolamarchayllegoenunosminutosaeseedificioenelquenuncaheestado,peroalquehe enviado decenas de cartas con solo una vieja moneda dentro. El portal está limpio y en malestado,unacombinaciónfrecuenteenesapartedelaciudad.Tambiénestáabiertoymepreguntosieslomásacertado.Mirolosbuzonesyelúltimodelaprimerafilamellamalaatenciónporqueesmuchomásnegroqueelresto,comosisupropietariolocuidaseconmásinterésquelosdemás.Meacerco y veo que no tiene nombre, solo el número del apartamento y que corresponde al de laabueladeSandy.
Suboporlaescaleraycuandollegoalapuertabuscoinstintivamenteelarmaquellevoocultaenelcostadoderecho.Hacemuchotiempoquenadiecruzaesapuerta,estámediorotaycubiertadepolvoysuciedad.Unhombreapareceenelrellanoyleapuntoinstintivamente.
—Solovoyalacalle,nodispare.Esuncaballerodeunossesentaañosconunpuroamediofumarenellabioyzapatillasdelana
enlospies.Guardoelarmaconcuidadoylepregunto.—¿Sabequiénviveaquí?—Nadie.Estepisollevaañosvacío,desdequelamuchachayesosdoscríossemudaron.—¿Sabeadónde?—No tengo ni idea. Hay cosas que un caballero jamás le pregunta a una dama.—Sonríe y
levantalascejas.—¿Ylaabuela?¿Sabedóndepuedoencontrarla?—¿LaabueladeSandy?—Sí.—Murióhaceaños,creoquedosotresantesdequesefueran.—Noesposible.—Leaseguroquesí.Lamuerteeslomásposiblequehayenestavida,muchacho.¿Porquélo
pregunta?NoseráeltipoquelerompióelcorazónaSandy,¿no?Leprometíaesachicaquesileveíaledaríaunapaliza.
—No,nolosoy.Estoytanaturdidoyconfusoquemequedomirandolapuertadelpisoabandonadocomosifuese
adarmeunarespuesta.—¿Estásbien,muchacho?Alparecermiconfusiónlograqueelcaballerodelaszapatillasmetratedetúyconciertotono
paternalista.—Sí,estoybien—carraspeoantesdeseguir—.¿Sabesienesteedificiohayalgúnencargadode
mantenimiento?—¿Ati teparecequeaquíalguienseencargademanteneralgo?Estasparedessonmásviejas
queyoyteaseguroquetambiéntienenmásachaques.—Noloentiendo.Llevoañosmandandounacartaaestadirecciónyrecibiendootraalcabode
unosmeses.—Ah,sí,Sandymedijoquealguienseencargaríadeveniravaciarelbuzóndevezencuandoy
deocuparsede lascartas.Meofrecíahacerlo,peromedijoqueeraunasuntodelicadoyque lohabíadejadoenlasmanosapropiadas.Creíquetendríaqueverconlosgemelosoconsumadre.
—¿Havistoalgunavezaesapersona?—Porsupuestoquesí,esuntipoencantador.—¿Sabesunombre?—Claro.Está jugandoconmigo, tienegraciaenel fondo.Haceapenasunosminutos leestabaapuntando
conmiarmareglamentariayahorameestátomandoelpelo.—¿Leimportaríadecírmelo?—NickValenti,ungrantipo.Creoquepuedeencontrarleen…
—Sédóndepuedoencontrarlo,gracias.Graciasporsuayuda.—Denada.El hombre sigue sonriéndome cuando yo, mucho más enfadado de lo que ya estaba, bajo
apresuradamentelaescalera.Unadelaspocasventajasquetieneestarsumamentefuriosoesquenopiensoennadaexceptoen
ver a Nick y darle un puñetazo. El muy hijo de puta podría haberme dicho que era él el quemandabalascartasyqueSandynoestabadondeyocreía.
Podríahabermeahorradoestavisita,aunqueconociendoaNickesteesprecisamenteelmotivoporelquenomelohacontado.
Hijodeputa.Ayer, después de «coincidir» en el BlueMoon, me dirigí a la comisaría para buscar toda la
informaciónposiblesobreNickValentiymesorprendiólopocoquesabelapolicíadeél.«Lopocoque sabemos».Mierda,nopuedodudardequién soy.Otravezno.En los informes, tanto losquepuedeconsultarcualquieragentecomolosreservadosymásextensosqueAndersonhaidocreandoalolargodelosaños,nohaynadaquenohubiesepodidoaveriguarpaseandounpardehorasporelbarrio.
Ynomecreounamierdade loqueapareceenesospapeles.Haymuchomás,demasiadomás.Hayunlímiteenloqueunhombrepuedesoportar,yoalcancéelmíohacemuchotiempoyhehecholaspacesconello.
Estoybienasí.Peroayercometíunaestupidez,unamásdesdequellevoestecasoyhevueltoaquí.Fuialtaller
de los hermanos Parissi, al descampado donde aún quedan ecos de la tragedia.No había vueltodesdelanocheenquemearrestaronyAndersonmecontólodelincendio,yayer,despuésdesentirdeseoporprimeravezenaños, en la iglesia,y solopor sujetar aSienapor la cinturaycubrir loslabios con mi mano. Después de recibir un puñetazo de mi mejor amigo, y de comprobar queAndersonllevaañosengañándome,meparecióbuenaideair.
Noesdeextrañarquedespuésdecidiesebeberhastaperderelsentido.YentoncesaparecióSiena.Sienaaparece.Sienatendráquedesaparecer.Según los papeles de Anderson, Nick empezó a trabajar para Luciano Cavalcanti el verano
despuésdecumplirlosdieciocho.Nuncahasidoarrestadoynuncahaestadoingresadooficialmenteen ningún hospital de la ciudad, pero nadie llega a convertirse en lamano derecha del capomásrespetadode la ciudad llevándole solo losnúmeros.Ademásde ser ungánster profesional,Nicktambiéntienesuspropiosnegocios,algomuyinusual.¿PorquélepermiteCavalcantitallibertad?
Nick es el propietariodelBlueMoonydeun edificio abandonadoenotrapartede la ciudad.Quizá tengamás inversiones,estas son lasqueconoce lapolicíaporqueestándentrode la leyy,curiosamente, al día de todo. En realidad, los permisos del Blue Moon soportarían cualquierexamen.Loséporquelosanalicéafondo.
SiNickescapazdeser tanmeticuloso, sies tanbrillantecon losnegocios,¿porquénoeligióotrocamino?
Da igual, por fin he llegado adonde quería y podré preguntárselo. Después de devolverle elpuñetazodeayerydedesquitarmeunpoco.Esdenoche,asíqueelBlueMoonyaestáabiertoyllenodegente.Elvigilantemeabrelapuerta,nosésimereconoceosivemicarademalaspulgasydecidedejarmeentrarantesdequemepeleeconél.
La luz azul cubre el interior delBlueMoonconunhalode fría sensualidad.Lasmesas estánocupadaspormujeresyhombresrepresentandopapelesquelesalejandelarealidad,enelescenariohay una chica de piel blanca, pelo negro y voz rota cantando una canción que habla de vidas yamoresperdidos.Parecehechoapropósito.
Nickestáenlabarraigualqueayerporlamañana.Medetengoacincometrosdedistanciayla
primerapreguntaquesurgeenmimenteesquiéndiablosestáprotegiendoaSienasiélestáaquí.Sienaaparece.Sienatienequedesaparecer.ReaccionoycaminohaciaNick.Elbarman,elmismodeayer,cruzalamiradaconmigoyseñala
aNickconelmentón.Estesegiraynoparecesorprendidodeverme.—¿Quédiablosestáshaciendoaquí?—¿DóndeestáSandy?Sonríesatisfechoconsigomismo.—Hasidoalapartamento—adivinaantesdevolveragirarsehacialabarraydarmelaespalda
—.Sandyestábien.—Notehepreguntadocómoestá,tehepreguntadodóndeestá.—Losé,yespatético.—Vacíaelvasodewhiskyquetienedelante—.Deberíasirte,detective.Deberíairme.Alargoelbrazoizquierdo,sujetoaNickporelhombroyleobligoadarselavuelta.Legolpeo
conelpuñoderechoylolanzoalsuelo.Lamúsicadellocalsedetiene,elbarmansacaelriflededetrásdelabarra.
—No—lediceNickdesde el suelo limpiándose la sangrede la comisuradel labio—.Me ladebíadesdehaceaños.
Elbarmanbajaelarma,preferiríaquenolohiciera.PreferiríaqueNickselevantasedelsueloymedieseunpuñetazo.Eldolordelapeleaseríaunalivio.
—Vete,Jack.Nicknose levantaráhastaquemevaya,osi lohace loúnicoqueharáserápedirayudaasus
hombresparaecharme,peronosepelearáconmigo.Nomedaráesasatisfacción.LemaldigoenvozbajaymevoydelBlueMoon.Losclientesseapartanamipasoyalguienme
abrelapuerta.Encuantollegoalacalle,sereanudalamúsica.Miinterrupciónhasidoirrelevante.Deberíairacasa,perosivoyahoravolveréabeber.Nuncaheutilizadoelalcoholparahuirde
la realidad, recuerdodemasiadobienelefectoque tenía labebidaenFabrizio,mipadre,elúnicoqueconocíyquerecuerdo.
Peroayerbebíyestamañanameheasustadoalcomprobarquenoeracapazderecordarquéhabía sucedido lanocheanterior.Noquieroconvertirmeen la clasedehombrecapazdecometerunamaldadynorecordarlaaldíasiguiente.
Ningúnborrachosededicaahacerbuenasobrascuandoestábebidoyyonoseríalaexcepción,haydemasiadamaldadyfrialdadenmí.
«NecesitasaSiena».Noesunsusurroenmiinterior,noeslavozdemiconciencia,nitampocomelopideelcorazón.
Es un instinto básico y oscuro, espeso, que circula por la sangre, inunda los pulmones. Puedosaborearlo,tocarlo.Leharíadaño.
Séloquetengoquehacer.Camino hacia China Town. En la calle Canal, está lo que necesito. Por fortuna para mí, está
cerca.Notengotiempodecambiardeopinión.Nopuedo.—Buenasnoches,detective,cuántotiempo.—Nadadedetective,Shen,¿cómotieneslanoche?ConocíaShenhaceaños,trabajabaenuncasodetratadeblancasyélaccedióafacilitarcierta
informaciónalapolicíaacambiodequehiciéramoslavistagordasobreloscombatesilegalesqueorganizaba en su gimnasio. Durante el día, Shen era el discreto propietario de un local de artesmarcialesenapariencia legal.Denoche,enesemismotatami,unopodíapresenciar laspeleasmássalvajesdelaciudad.
—Tranquila,losvoluntariosdehoynomerecenlapena.Hombres de todos los barrios de Nueva York, incluso de las afueras, acudían a Shen y se
presentabanvoluntariosparaesoscombates.Lohacíanporqueelganadordelanochesellevabala
mitaddelbotegeneradoporlasapuestas.LaotramitaderaparaShen,porlasmolestias.—Apúntame.Shenmemiraysonríe.—No me parece justo, detective, acabo de decirle que esta noche no tenemos a ningún
contrincantedigno.—Nomevengasconmonsergas.Puedesquedartetodoeldinero,meimportaunamierda.Nohe
venidoaquíaeso.—Entoncesdeacuerdo,Tabone.Nocreoquelapeleadeahoravayaadurarmuchomás.—Me
acompañaporelinteriordelgimnasiohastaeltatamidondeefectivamentehayunhombredeaspectoorientaldándoleunapalizaaunpobredesgraciadoirlandés,ajuzgarporelcolordesupielydesupelo—.Prepárate.
—Perfecto.—Novendrámañanaaarrestarme,¿no?—No—leaseguroentredientes—.Lodeestanocheespersonal,peromás tevalequenome
enteredequeestásmetidoenalgomás.Hicimosunpacto;todoslosparticipantessonvoluntariosynadademenores.Mientraslocumplas,tedejaréenpaz.
—¿Aunqueestanochepierda?Melanzaunatoallayunasvendasparalosnudillos.—Novoyaperder.Sialgunodeloscombatientesdeestanocheesamigotuyo,dilequesevaya.—Loharé.Shensemarchaymientrasmequitolacamisaymevendolosdedosleveohablarconunjoven.
Este asiente y abandona el local segundos antes de que el irlandés caiga noqueado al suelo deltatami.Eljuez,queduranteeldíaejercedeprofesorenelgimnasio,anunciaelfinaldeesecombateylallegadadeunnuevoparticipante;yo.
Elorientalconsiguederribarmealsuelotresveces.Merompeunacostillayséquemedolerálacabezadurantedías,peronoconsiguevencerme.Estanochenadiepodríadetenerme.
Lomalodenosentirnadaesquehaymomentosenlosqueelvacíoestangrandequeloúnicoquepuedeevitarqueteahoguesdentroeseldolor.
Meestoyahogando.Findelcombate.Elorientalnopuedelevantarseydoshombresselollevancolgandoporloshombrosdeltatami.
Llegaun tipoenorme,pelonegro,músculos tatuadoscondibujospropiosde lascárcelesrusas.Élserámásdifícil,pelearámuchomássucioquesupredecesor,habrásangre.
MediahoramástardeelrusopierdeelsentidoenelsuelodeShen.Tengounojocasicerradodeltodoymesangraunaorejaporquehaintentadoarrancármelaconlosdientes.
Puedorespirar.—¿Quiéneselsiguiente?—lepreguntoaShen,quememiradesencajado.—Yanohaymás.Melanzaunasegundatoallaymicamisa.—¿Cómoquenohaymás?Shen camina hastamí y levanta del suelo la botella de plástico en la que hay unmejunje de
creaciónpropiaparadesinfectarlasheridas.—Deberíairse,detective.Sí,deberíairme.DeberíairmedeLittleItalyparasiempreynovolvernuncamás.No me molesto en limpiarme las heridas, me pongo la camisa y me voy a casa. Vanderbilt
Avenuesiemprehasidomi refugio,el lugarqueelegíparavivirsinpasadoysin futuro,parasoloexistir.Entroaoscuras,conozcoelcamino,ydejolaropamanchadadesudorysangreenelsuelodelbaño.Medoyunaduchadeaguacalienteyeldolorseextiendepormicuerpocomolasllamasdelfuegoquedestruyómivida.Alterminar,veolabotelladewhiskyjuntoavasoenelqueestámi
cepillodedientes.Sonrío.Mierda,elrusomehapartidoellabio.Siena dejó allí la botella, es el único pensamiento sobre ella que voy a permitirme.Me la he
arrancadoagolpes,hafuncionado.Levantolabotellayderramoellíquidosobrelasheridasdelasmanos.Después,doyuntrago
queescupotrasunossegundos.Vacíoelresto,elaguasellevalosrastrosdesangrealdesagüe.Eneldormitorio,medejocaerenlacamayenlaoscuridad.
Capítulo13
Elsolnomedejadormirloquemicuerponecesitaríapararecuperarsedelosgolpesdeayer.La
luzconsiguemeterseporentrelahinchazóndelpárpadoymeestallalacabeza.Sinlevantarmedelacamameaprietoelpuentedelanariz,almenosestáentera.
—Mierda—farfullo.Tendríaquehabermedetenido antes, no espropiodemídejarmecaer al vacío.Denada sirve
quemejustifique,nohedescubiertonadaquenosupiera.Ninadaquenohayaprovocadoyomismo.—Joder,Jack.Tienesquedejarestecaso.Mesientoenlacamayalbajarlavistaveoquetengoelcostadoizquierdodelcuerpodeunfeo
colorvioleta.Pasolosdedosporencima,tengodoscostillasrotas,quizátres,medoleránduranteunosdíasymerecordaránquenopuedovolveraperderelcontrol.Buscoloscalzoncillosatientasyvoyalbañoavendarme.
Hacía años que el abismo no lograba arrastrarme. No soy tan fuerte ni tan frío como creía,tendré que andarme con cuidado. El rostro que descubro en el espejo del baño es el de undesconocido.Meechoaguaenlacaraymelavolosdientes.Almenostuveelaciertodenobeber.Pocoapocosientoquelaspiezasvuelvenaencajaryvuelvoasentirmecómodoenmipiel.
Elincendiosucedióhaceaños,nuncahanencontradoalosculpables.Losé,haceañosquelosé.Nick y Sandy fueronmis amigos en el pasado, ya no lo son. Fabrizio yAmaliame adoptaron ehicieronloquepudieron,nopuedoculparles.Losabíaentoncesyloséahora.
Elpasadosequedaallí,enelpasado.Yoestoyaquíyséloquetengoquehacerparaquenadapuedavolveraromperme.Mevendo lascostillas, tensoelvendaje tantocomopuedoyvoya lacocinaaprepararmeun
café.Midespensaespatética.Llamanalapuerta.Puedocontarconlosdedosdeunamanolacantidaddevecesquealguienhavenidoavisitarme.
Micaserosolovinounavezhaceaños,meimaginoquenuestroarregloleparecetanconvenienteaélcomoamí;ledejoelsobreconeldineroensubuzónyélnomemolesta.Andersonsabedóndevivo, siempre le he mantenido informado sobre mi paradero porque me cabrearía mucho que sepresentaseundíasinqueyolehubiesedadoladirección.Almenosasítengolasensacióndequelehe dado permiso para hacerlo. A lo largo de los años, apenas ha venido tres veces, y las tresestabanrelacionadasconuncaso.
Deduzcoqueesél.Mefrotolasienalcaerenlacuentadequelomásprobableesquelapeleade ayer en el gimnasio de Shen haya llegado a sus oídos. Tendré que aguantar el sermón, quéremedio.Talveztengasuerteynotengaquepedirlequemequiteelcaso.
Abro la puerta resignado y cansado. No he perdido el tiempo en ponerme una camiseta. SiAndersonsepresentasinavisarbienpuedevermetalycomoestoy.
NoesAnderson.Sujetolapuertacontantafuerzaquelamaderacrujebajomisdedosylosnudillossemequedan
blancos.EsSiena.Sienaaparece.Sienatienequedesaparecer.—¿Quétehapasado?
No,nopuedomirarmeasí.Nopuedemirarmeconpreocupación,niconcariño,niconesosojosincapacesdedecidirsisonverdesomarrones.Sencillamentenopuede.
—¿Quéestáshaciendoaquí?—Mecuestahablar,uncalor insoportablesehaextendidoporelinteriordemicuerpo.Ellalointerpretadeotromodoydaunpasohaciaatrás.
Vete.Vete,porfavor.—Acabodever aValenti—contesta.Sehacruzadodebrazospor culpademi frialdad—.Le
disteunpuñetazo.—Sí.—¿Estotelohahechoél?Parecefuriosa,indecisa.Clavalospiesenelsuelo.—No,puedesestartranquila,tuValentinomehahechoesto.Nopodríaaunquelointentase.Esto
melohehechoyo.Empiezoacerrarlapuerta.Ella da un paso adelante y coloca unamano en la hoja demadera. Podría apartarla, si fuese
capazderespirarydedarunpasohaciaatrás,podríaapartarla.—Tendría que estar en la iglesia —empieza tras humedecerse el labio. «No hagas eso, por
favor»—.Toniha tenidoque iraocuparsedeunasuntoyValentihaaccedidoadejarmecogeruntaxi.
—¿Valentitienequedartepermiso?Mehiervelasangre.Mequemapordentro.—Lehementidoyyonuncamiento.—Tedijequetealejarasdemí.—Nohepodidodormir.Nopuedopensar.Nopuedorespirar.—Tienesqueirte,Siena.—¿Loves?Esculpatuya.—Lebrillanlosojos—.Medicesquetengoqueirme,peropronuncias
minombredeestamanera…—Vete.—¿Quétehapasado,Jack?Suelta los brazos y alarga lamano derecha haciamí.Aguanto la respiración. El dolor de las
costillasnoesnadacomparadoconelquemeharáellacuandometoque.—Vete—repito.Tengolosojoscerrados.—¿Teduele?Deslizalosdedosporencimadelvendaje.Aúnpuedocontrolarme,todavíanoestáencimademi
piel,dentrodemí.—¿Porquéhasvenido?Notendríaqueimportarme.Tendríaqueengañarmeydecirmequenomeimporta.—Tengoqueentenderlo,Jack,tengoqueentenderquéestápasando.Muevelamanoylacolocaenmirostro.Mierda.Estoyperdido.«Nosigas,nosigas».—Nosoportoverteasí,tanherido.Nadietendríaquesufrirtanto.—Selerompelavoz.Abrolosojos.—Nomeconviertasenunhéroe,nolosoy.Capturosumuñecaytirodeellahaciamí.Odioqueveaaunhombrequenoexiste.Tendríaque
vermeamí, soloamí,noaunacreaciónde su imaginación.Sienacolocaambasmanos sobremitorsoparamantenerelequilibrio,susojos,hoycasiverdes,seabrenalverdecercalasheridasquetengoenelrostro.
—Nosoyunhéroe—repito—.Nonecesitoquemecures,nonecesitoaunaamigaynopuedoenamorarme.Aquínohaynadaparati.
Nolasuelto,esperoaqueellaseaparteomemireofendidaodolida.Otalvezaburrida,esoleestaría bienmerecido ami ego. Pero ella no semueve, ni siquiera tensa la espalda omueve lasmanosdedondeestán.Ladealacabezaymemiraalosojos.
—Entonces,¿quéeres,Jack?¿Quénecesitas?¿Quépuedesdarme?Mesudanlasmanos.Lacurvadesucinturaempiezaaquedarsegrabadaenmipielatravésdela
teladelvestido.Elcolordesusojosparececambiarfrentealosmíos,sondemasiadoperspicacesylafrialdadnolesafecta.
—¿Quieresentenderquéestápasando?Aprietolasmanos,lavozmesaleroncaycargadaderabia.—Sí.—Solo es sexo. Yo tampoco lo entiendo, la verdad, nuncame había sentido atraído por una
mujercomotú.—Eseinsultoleafectaunpoco,hastaquemetiemblaelpulso.—Sisoloessexo,nosresultaráfácilsolucionarlo,¿nocrees?¡Malditasea!Merioconamargura.—Elsexoentretúyyonoseráfácildesolucionar,Siena.Ayermepeleécondoshombres,creo
que tengo tres costillas rotas y moratones por todo el cuerpo, no tendría que poder excitarme.Tendríaqueestarmediomuertoenlacamaydesdequetehevistoquieroarrancartelaropa.
«Vete,porfavor».—Intentasprovocarmeyquemevaya.—Intentodecirtelaverdad.Ahoraseríeella.—¿Esocrees?Dejaqueteenseñeadecirlaverdad,Jack.Nuncapermitirénadatanpeligroso.Tengoqueecharladeaquí.Aflojolosdedosquetengoensu
cinturayobligoamispiesadarunpasohaciaatrás.Ellalevantalasmanosdemitorso.Seva.Aprietolosdientesparacontenerlasganasdegritarcomounanimalherido.Sienaenredalosdedosenelpelodeminuca.«Dios,no».Tirademíalmismotiempoqueseponedepuntillasymebesa.Nosésiibaadarmeunbesodedespedida,encuantosuslabioshanrozadolosmíosheperdido
la batalla.Mi cuerpo ha prendido fuego, es repentino e incontrolable. Innegable.La sujeto por lacinturaytirodeellahaciaelinteriordelapartamento.CierrolapuertaconelpieyapoyoaSienaenella.
Mebesa,gime,suspiradentrodemibocayséque,sipudieraretenerlaaquí,dentrodemí,quizátendríaunaoportunidaddesobrevivir.Nopuedo,tengoquealejarlademí,perolanecesitoaunquesoloseaunavez.Voyamorirdeverdadsinolasientojuntoamí,eslomáscercaqueestarénuncadeestarvivo.
Bajalasmanos,nomeaparta,yolabesoconmásfuerza.Nuncahesidotanagresivoconnadieporque nunca he sentido esta necesidad por nadie. El deseo que despierta enmí Siena es inclusoviolento,intentadominarmeyobligarmeasentir.
Tengoquedesnudarla,tengoquemetermedentrodeellayapagarestefuego.Ledesabrocho losbotonesdelvestidosindejardebesarlaysinapartarmededelantedeella.
Micuerpoestápegadoalsuyo,latelamerozaeltorsoyestátanfríaquemeproduceescalofríos.Cuandolaaparto,cuandoporfinmisnudillosrozanlapieldeSiena,metiemblanlasrodillas.
Capturosulabioinferiorentrelosdientesyelsuspirodeellameacaricialalengua.Lequitoelvestido, la prenda cae al sueloy se arremolina a suspies.Si pudieradejar debesarla, lamiraría,peronopuedo.«Lapróximavez».No,nohabráunapróximavez.Tendráquebastarmeconesta,ellanoquerrávermedespués.
MimanoderechasemetepordebajodelacamisolaqueaúncubreaSiena,laarrugoentremis
dedos y le acaricio elmuslo. Aparto los labios de los suyos. Es casi doloroso y la presión quesientoenelpechosolosealigeracuandolosdepositoensucuello.Labesoallí,hundomirostroenesehombroperfecto,suaveyfuerte.
Ellameacariciaelpelo.No,nopuedopermitirlo.Essexo,solosexo.Losdoslonecesitamosparapoderseguiradelanteyolvidarnoselunodelotro.—Jack—susurraminombreymipielreaccionacomounperroadiestradoyseerizadeprincipio
afin.—Tengoquesabersihasestadoantesconunhombre.Lesigobesandoelcuelloynotoquesesonroja.—Jack…Apartoloslabiosdesupiel.Larecorroconlalenguaylamiroalosojos.—No me importa la respuesta, solo quiero saber si tengo que ir con cuidado. No voy a
detenerme, Siena. Ya te di esa oportunidad. Soy un bastardo y, a no ser que me lo pidas ahoramismo,novoyadejarteirhastahabertefollado.
Esapalabranolegusta,semuerdeel labio inferioryentrecierra losojos.Esosojossiempre latraicionan,tardeotempranoalguienleharádemasiadodañoydejarándesertansinceros.Odioseresealguien.
—Notienesqueirconcuidado—contestaaguantándomelamirada—.Heestadoantescon…Noledejoterminarlafrase,nopuedosoportarlo.Unapartedemíinsisteenqueesmuchomejor
así, todo sería mucho más complicado si Siena fuese virgen. Perder la virginidad puede serimportante para algunas mujeres, quizá también para algunos hombres. Es mejor así, me repito,muchomejor.¿ConquiéndiablossehaacostadoSiena?¿Porquénoestáconélahora?
«Déjalo.Soloessexo».Otra parte, la que el deseo aturdede inmediato, deseadurante undoloroso segundo ser de la
clasedehombrequeseenamoradeunamujeryquiereserelprimeroenestarconella.Estoy furiosopornoseresehombre,estoy furiosoconSienaporhacermepensarenello,pero
meobligoacontenerestarabiasinsentidoyaconvertirlaenlujuria.BajolasmanoshastaelextremodelacamisolaytirodelaprendahaciaarribaparadejaraSiena
enropainterior.Ellatiemblaysesonroja,peronoretrocedeymedevuelvelamiradadedeseo.—Venconmigo.Le ofrezco mi mano y ella la acepta sin dudar. Mi corazón intenta acelerarse y le obligo a
detenerse.Soloessexo.Tienequesersolosexo,¿porquéibaallevarlaaldormitorio?Medetengoymedoylavueltaparavolverabesarla.Ellamemuerdeellabioysesujetaamis
hombros, se pega amí y, a pesar de que lleva aún el sujetador, siento la presión de sus pechos.Basta.Esdemasiado.Quieromás.
Quieromás.Camino hacia la cocina, apenas puedo dar un pasomás.No aparto los labios de su boca, los
besossevuelvenmáshúmedos,másagresivos,misdientesymilenguanosoportanalejarsedeella.Lasujetoporlacinturaylasientoencimadelamesa.Miscostillassequejanduranteunsegundo,eldoloresunbuenrecordatorio.
Soloessexo.Leseparo las rodillasymecolocoentreellas.Ledesabrochoel sujetadorycuandoaparto la
prendaynuestraspielessefundengimoylabesoapasionadamente.Meahogosinolabesoytengomiedodenopodercorrereseriesgo.
Leacariciolospechosyellalevantalaspiernasdespacioymerodealacintura.Bajalasmanospormitorso,esdelicadacuandosecruzaconelvendajeysiguehastallegaralacinturilladelos
calzoncillos,allítitubea.Muevo unamano y la coloco encima de una de Siena. Tiembla al sentirla, pero no la aparta.
Juntoseliminamosdemicuerpolaúnicaprendaquemeconvertíaenunsercivilizado.Labesoconmás ternura. Es un instinto extraño, quizá lo hago porque sé que cuando entre dentro de ella nopodréhacerlo.
—Tusabormevuelveloco—ledigo.Esunaestupidezyellalosabe,sonríeymemira.—Cállate,Jack.Lesonríoyledoyunbesoenlapuntadelanariz.¿Peroquéestoyhaciendo?Sienave algoenmisojosymeacaricia el pelo.«No,nopuedopermitirlo».Muevo la cabeza
paramorderlelapieldelinteriordelamuñecayaellaseledilatanlaspupilasdedeseo.—Jack…Sexo,essolosexo.Meapartounsegundoparaquitarlelasbraguitas.Meduelenlosdedosdelasganasquetengo
deacariciarla,deentrardentrodeellatambiéndeestamanera,peroestoydemasiadoexcitado.Loúnicoquemepermitoescolocar lapalmaencimadesusexoparasentirsucaloryasegurarmedequeestátanexcitadacomoyo.No,comoyoesimposible.Tantodeseoesdoloroso.
—¡Diosmío!—farfullo.Voyaenloquecerdeverdad.Guíolaerecciónhaciasucuerpo.Novoyamirarlaalosojos,nopodrésoportarlo.Lamiro,no
puedoapartarlamirada.Ellatirademiymebesaalmismotiempoqueentroenella.Duranteunossegundos,creoquevoyamorir.
Esdemasiado.Quema,meaprieta,esperfecto.Mesujetodesucinturaymeobligoaquedarmecompletamenteinmóvil.Puedosentirelcuerpo
deSienaadaptándoseamí,temblando,aprendiéndoseelmíodememoria.Elladejadebesarmesinapartar los labios. Tengomiedo de estar haciéndole daño, no puedo soportar la idea de hacerledaño.Empiezoabesarlaconternura,sonbesospequeños,besosquenuncalehedadoanadie.Sienarespira controladamente, su aliento es una caricia enmis labiosmientras sigo dándole esos besos.Necesitoquenoleduela,necesitoquemebeseyquemedesee.Lonecesito.
Suspira.Su cuerpo tiembla de un modo distinto y sus piernas se aprietan alrededor de mi cintura, sus
brazosalrededordemicuelloymedevuelveelbesodenuevo.Mebesa.Medesea.Gimeminombreycadaletramegolpeaelpecho.No,essexo.Solosexo.—Siena.Metiemblanlosbrazos,nopuedorespirarynotienenadaqueverconlascostillasrotas.Apoyo
lasmanosdetrásdeella,nadamegustaríasmásquetocarlaysentirsupielbajolamía.No,essolosexo.—Jack.Entroensuboca,labesoporquelonecesitoyporquenoquierooírladecirminombreotravez.
Sus manos en mi pelo, su sabor en mis labios, cada una de las reacciones de su cuerpo mepertenecen y despiertan el mío. El deseo desaparece, lo que estoy sintiendo no es tan ligero niabsurdocomounanecesidadfísica,esopodríacontenerlo.
Esinstinto.Esimpulso.Essolosexo.
MismanosseapartandelamesaysubenporlaespaldadeSiena.Alllegaralanucaleacaricianelpelocasiporprimeravezysedetienenallí,bailanconlosmechonesqueacaricianelrostroyelcuellodesudueña.Estoypartidoenmilpedazos,memuevodentrodeSienaaun ritmofrenético,casiviolento,quieroborrarcualquierrastrodeesedesconocidoquehaestadoallíantesqueyo.Misbrazos, sin embargo, la abrazan con la delicadeza que semerece, como si fuera la criaturamásmaravillosadelmundo.Hacometidounaestupidezentregándoseamíyyosoyunhijodeputaporhaberlaaceptado.
Intentodejardebesarla,notosucorazónaceleradosobreelmío,aprietalaspiernasymeclavalasuñasenloshombrossindarsecuenta.Consigoapartarloslabiosyabrolosojos.
—Siena,mírame—lepido.Tiene las pupilas dilatadas, jamás podré olvidar (aunque lo intentaré) ese verde con motas
doradas.Estásudadaytieneloslabiosmojadosdenuestrosbesos.Intentadecirmealgo,peroyomuevolascaderasysequedasinaliento.—Soloessexo—ledigo.Otalvezmeloestoydiciendoamí.—Jack—susurraacercándoseamíparabesarme.—Soloessexo—repito.Aunquemeentregoaesebeso.Sienatiembla,meabraza,mebesa,respiraatravésdemícuando
elorgasmoleganalapartida.Yotengounsegundoparapensarquenoestoypreparadoparaesto,nopodrésoportarlo.
Entonces,lasmurallassederrumban,aunquesololoséyo,ymerindoaalgoquenocomprendoyquepodríadestrozarmeyquizá reconstruirme.Peronovoyapermitirlo, estoybienasíyasí escomotengoqueserparasobrevivir.
No,soloessexo.ElbesodeSienaesdulce,sabeporloqueestoypasandoporqueellaapenashasobrevivido,sus
labiosmeofrecencobijomientrasnuestroscuerposseentregansinlímites.Dejodebesarla.Escondoelrostroensucuelloyledoyunbesoallíparanodelatarme.Ellame
acariciaelpeloymebesaenlamejilla.Las piernas no me sujetan, la mesa golpea la pared de la cocina. Flexiono los dedos en su
cintura,supielmequema,nuestroscuerposnoquierensepararseyeselorgasmomásdolorosoquehetenidonunca.
Minutosdespués,aflojolasmanosylevantolacabeza.Notoelsabordelasangreenloslabios.Mehemordidoparanogritarsunombre.Ellaloveydepositaunbesoenellos.
Nolomerezco.
Capítulo14
SienaVanderbiltAvenue1940
Puedosentirlodentrodemí,nosoloendondeesmásobvio,puedosentirlobajomiscostillas,enmiestómago,detrásdemisojos.NohayningunapartequeestéasalvodeJack,yyoquecreíaquepodríaprotegerme.
Soyunaestúpida.Éltambiénestádesconcertado,éltampococreíaquefueraasucedernosalgoasí.«Essolosexo».Lohadichotantasvecesquetengoganasdegritar.Sinofueraporelbrilloquehevistoensus
ojoscadavezquelopronunciaba,lehabríaabofeteadoymehabríalargado.Tengoquesercauta,nodebovermásdeloquehay,peroesto,estalocuraquecreamosjuntos,nopuedonegarla.
Despuésdelprimerbeso,hedejadodepensar,elmundohadejadodeimportarmeytodoloquequeríaeraestarconél,comofuera,dondefuera.Parasiempre.Hasidocomotocarlapartituramáspeligrosayapasionadaqueexiste,micuerposabíaquécompases tocar,supielrespondíaa lamíacomodosinstrumentosperfectamenteafinados.
Hasidodoloroso.Meescuecenlosojos.—¿Tehehechodaño?—mepreguntapreocupado.Arqueaunacejadeunmododistintocuando
estápreocupadodeverdadacuandoestáhaciendodepolicía.—No, estoybien—le aseguro.Lemiento porque sé que nopuedodecirle que estoy asustada
porquenosabíaloquesignificabaentregarseaalguienhastahoy.—¿Deverdad?—Meacaricialamejilla.«Nolohagas,Jack.Nomeacariciessidespuésvasa
decir que solo es sexo»—. Creo que he sido un poco violento al final —confiesa un pocoavergonzado.
Esatimidezeslaquemehacedaño.—Deverdad,hasidoperfecto.Metragolaslágrimas.—¿Yyo, tehehechodaño?—Veolasmarcasdemisuñasen loshombrose intentosonreíral
hacerlelapregunta.Éltambiénsonríe,graciasaDios.—No,quéva.Saleconcuidadodemiinteriorysesubeloscalzoncillosqueestabanenelsuelo.Abandonala
cocinasindecirmenadaymesientomuchomásdesnudayavergonzadaquesegundosantes.¿Quése supone que tengo que hacer ahora? Aunque intento ocultarlo, aún tiemblo demasiado paraponermeenpieyvestirme,pornomencionarque lode irmedeaquí imitandoauna femme fataleestáfueradecuestión.
Jackvuelveaentraren lacocinaconunatoallaen lamano.Sedetieneen lapuertaymemirainseguro, casi leoigopensardesdedondeestoy.Reanuda lamarchaal tomarunadecisión, sea laquesea,ysedetieneantemí.
Agacha lacabezayconmuchocuidadoacerca la toallaqueestámojadaconaguacalienteal
interiordemismuslos.—Sientohabertehechodaño—diceenvozmuybaja.—Nomelohashecho.Quieroacariciarleelpelo,levantounamanodelamesaylaacercoaél.Cierrolosdedosantes
detocarle,¿seapartarásilohago?—Espérateaquí,iréaportuvestido.Vuelveadejarmesolaycuandovuelveestávestidoytraemiropaconsigo.Habránpasadounos
minutos, me imagino, estoy tan aturdida que no me he dado cuenta. La ropa está perfectamentedobladayamontonadaenelordenenquedeboponérmela.Esundetalleabsurdoqueestáapuntodehacermellorardenuevo.
Jackdejaelmontónderopaenlamesaysedamediavueltaparadarmeciertaintimidad,oquizásea él el que la necesita.Mientrasmevisto, abre armarios de la cocina enbuscade algoquenopareceencontrar.
—Creíaqueteníatodolonecesarioparaprepararcafé,peroveoqueno.He bajado de la mesa y me estoy abrochando el vestido. No puedo pensar en lo que ha
sucedido,aúnno,micuerpoaúnsienteaJack,aúnseestremecebuscándolo.—Notepreocupes.Solome faltan los zapatos, supongoque estarán junto a la puerta.Me sonrojo al pensar en el
besoquenoshemosdadoallí,encómohemosacabadohaciendoelamorenlamesadelacocina.—Deberíairme—diceJackentonces—.Tengoqueiralacomisaría.—Claro.Salgoyolaprimeradelacocinayvoydirectaapormiszapatos.Tendríaqueestarpreocupada
por siToni va a buscarme a la iglesia o por siValenti termina antes de tiempoy se pasa por allí.Nadadeesopareceimportarme.Siahorasolopudieratenerlarespuestaaunapregunta,sería:¿quédiabloslepasóaJackparadejarleasí?
—¿Estáslista?Levantolamiradayleveofrenteamí.Noeselhombreheridoquemehaabiertolapuertahace
unahoranielamanteentre tiernoysalvajequemehaposeídoenlacocina.FrenteamíestásoloJackTabone,detectivedeNuevaYork.
—Claro.Abandonamos juntos el apartamento, es una escena tan doméstica y surrealista que no sé si
ponermeareíroallorar.DecidonohacerningunadelasdoscosasyseguirelejemplodeJackyrepresentar mi papel; él, el de policía y yo, el de sobrina del capo de la mafia. Es mejor así,supongo,ahorayahemossatisfechonuestracuriosidadypodemosvolveralanormalidad.
Alllegaralacalle,Jackdetieneuntaxiconunsilbido.Elmodoenquehasonreídoalverqueelvehículo se acercabaha sido casi arrogante.Meabre lapuertaymientrasme siento ledice alconductorladireccióndelaiglesiadelSantoCristo.
Supongoqueestoesnuestradespedida.—Graciasporlodeltatuaje—medice—,creoquemeserámuyútil.—Mealegro.EsperoqueencuentresprontoalasesinodeEmmett.Leveoflexionarlosdedosyletiemblaunpocoelpulso.—Nosécómohaceresto,Siena—confiesaderepente—.Noquierohacertedañoy,mierda,ya
hasvistoloquehasucedidoarriba.—No me has hecho daño, no físicamente—añado antes de poder censurarme. Creo que me
merezcoesaverdadyéltienequeescucharla.—Volveréahacértelo.AhoramismoiréalacomisaríaydarélaordendeseguiraToni,buscaré
aalgúninformantequelehayavistoestamañanayquemedigadóndehaestado.Semeretuerceelestómago.Hablaenserio,ayeryamedijoqueestoeraloquequeríayyohe
cometidoelerrordedecirlequeTonihabíatenidoqueocuparsedealgoimportante.—YoayerporlanocheledijeaValentilodeltatuaje.
Entrecierralosojosyapartalamiradaduranteunsegundo.—Tendríamosquepararahora,Siena.—Deacuerdo.—Noquieroparar.MalditoJackysuestúpidaycruelsinceridad.—Tengoqueirme,Toniestaráapuntodeiralaiglesiaarecogerme.Estanochehayunconcierto
enlaÓperadeNuevaYork,tocalaseñoritaMorettiyestoyinvitadadesdehacemeses.Adiós,Jack.Cierralapuertayeltaxiseponeenmarcha.LaiglesiadelSantoCristoespequeñayvieja,almenosparalaciudaddeNuevaYork.Cuando
la pisé por primera vez fue como entrar en casa de una vieja conocida, enseguida me sentí bienrecibida y esa tarde me pasé horas llorando en compañía del párroco y de una anciana que noentendíaloquemepasaba.
Hoyesjustoloquenecesito.Eltaxisedetieneenlapuertaycuandovoyapagarlemediceque«elpolicíayalehapagado».
ElgestodeJackmemolestatantoqueledoyeldineroigualmentealtaxistayledigoquesevayaacenarconquienquieraanuestrasalud.¿Quiénsehacreídoquees?Peoraún,¿quiénsehacreídoquesoy?Quémaneratanabsurdadetratarme,comosifueseunachicadeunbaroalgopeor.Melleno los pulmones de aire y lo suelto despacio, no quiero entrar así en la iglesia,me pondría agritar ante el primero que metiese la pata conmigo. Echo los hombros hacia atrás y subo losescalonesdespacio.
Da igual, Jack se ha ido y no volverá. No sé por qué diablos le he dicho lo de esta noche,podríahabermeahorradolahumillación.
Abrolapuertadelaiglesiaymerecibenlasvocesdelosniñosdelacoral.Estáncantandounaviejacanciónitalianayunhombrelesacompañatocandoelviolín.
Mamámetocabaesacanción.Mesientoenelúltimobancoybuscounpañueloenelbolso,cómolesechodemenos.—Hola,Siena,sientollegartarde—mesaludaToniquitándoseelsombrero.Porfinhaaccedido
atratarmedetú—.¿Quétepasa?¿Estásllorando?Élsesientaapresuradoamiladoyveoquebuscaalgunaclasedeheridaenmicuerpo,algoque
justifiquelaslágrimas.—Estoybien.—Lesonrío—.Mimadremetocabaestacanción.AjuzgarporlamuecadepánicocreoqueTonihabríapreferidolidiarconunaheridadebalaque
conmisemociones.—Notepreocupes,semepasará.Asiente y mira hacia delante. La coral cambia de canción y el violinista les acompaña, esta
tambiénestriste,peronometraetantosrecuerdos.—Lamentomucholoquelessucedióatuspadres.—Gracias.Toni ya estaba trabajando para Luciano cuandomemudé aNuevaYork, se dedicaba a hacer
recadosyairdeunladoparaelotro.Creoquelepillémirándomedeunmodoextrañounpardeveces la semana que llegué, aunque no estoy segura. Supongo que en aquel entonces le diovergüenza darme el pésame. Si lo hubiera hecho, yo no le habría dado importancia. Para míentonceseraundesconocidoqueademásrepresentabaunodelosmotivosporlosquemamáypapáestabanmuertos.Ahoraseloagradezco.
—ElseñorCavalcantinosponíaaveceslamúsicadetumadre.—¿Ah,sí?Nolosabía.—Sí,creoqueeradecuandoellatocabaenunaorquestaenParís.—Sí,mamáhabíatocadoenlaÓperadeParís.—LehabríaencantadoladeNuevaYork—sugiereToni.—Sí, le habría gustado mucho. —Es muy agradable hablar de ellos con normalidad, estoy
cansadadequesialgunavezmeatrevoamencionarlosanteLucianoacabemoshablandosolodesumuerte,decómolesasesinaron.
Escuchamosdoscancionesmás.Notenemosprisayesperamosparairnosaquelosniñossalgancorriendo de la iglesia. Toni no me cuenta dónde ha estado esta mañana y yo tampoco tengointencióndecontárselo.Serácomosinohubierasucedido.
VolvemosacasaatiempodecomeryporlatardellamaLucianoyhabloconélunrato.Leoigomenoscansadoquelaúltimavez,muchomásanimado.
—¿Cuándovolverás,tío?—Creoquedentro de dos días.La reuniónha idomuybieny confío enquepodamosdejarlo
todoresueltomuypronto.—¿Deverdad?¿Vasacumplirconloquemeprometiste?LanochequemurióEmmett,Lucianomeprometióquebuscaríaelmododeretirarse.Hastaahora
nomeheatrevidoapreguntarlesilodecíadeverdad.—Esmuydifícil,Siena,ytengoquesermuycauto.Hablaremosdeellocuandovuelva.—Perotío…—Confíaenmí,Siena,¿deacuerdo?—Estábien.—¿Cómovantusclases?—¿VasadejarmehacerlaspruebasparalaorquestadelaÓpera?Memolestaquemetratecomoaunaniñapequeña.—Espeligroso,Siena.Seríasdemasiadovisible.—Nositeretiras—insisto.—Hablaremosdeellocuandovuelva.¿Estanochevasairalconcierto?—Sí,porsupuestoquesí,laseñoritaMorettiestámuynerviosa.—Dilequenotieneporquéestarlo.—Selodiré.—Tencuidado,Siena.Esunaépocadecambiosytenemosquesercautos.—Notepreocupes,tío.Tendrécuidado,tenlotútambién.—Claro,buscaaValentiydilequequierohablarconél.Notengoquebuscardemasiado,yoestoyenelsofáyélestásentadoenlamesaquehayjuntoa
una de las ventanas. Ha elegido ese lugar para darme cierta privacidad y porque sabía que, encuantoyoterminasedehablar,Lucianopreguntaríaporél.
—Valenti,mitíoquierehablarcontigo.Seponeenpieycaminahaciamí,aúntienelamejillahinchadaporelpuñetazodeJack,peroel
labiolehacicatrizado.—Gracias.Aceptaelteléfonoyyomepongodepieysalgodelabiblioteca.Podríaquedarme,Valentino
meecharíayamitíolemolestaría,peroveraValentimehacepensarenJackylaverdadesqueprefieronohacerlo.Yatengobastanteconquemicuerposigarecordándomelocadasegundo.
Tocoelviolínunratoantesdeempezaraarreglarmeparaelconciertodeestanoche.Medoyunbaño,llenolabañeradeaguacalienteyechounassalesquehuelenamar.EnNuevaYorkelmarnohuelecomoenItalia,allíesmuchomáscálidoyseductor.Aquítodoesmásfrío.
Mehundoentrelasburbujasyrezoparaquesellevenel tactodeJackdemipiel,mevolveréloca si no lo hacen.Cuandome pongo lasmedias y la ropa interiorme digo que lasmarcas quetengoen lapiel no son losdedosde Jacky cuandomemaquilloy tengoque cubrirmeun ligeromoratónenelcuellomedigoqueestenotienelaformadesuslabios.
«Voyahacertedaño,Siena».No,nomeloharáporqueporfinhecomprendidoquenodispongodelasarmasparaenfrentarme
aél.Sifueratanmalhombrecomodice,podríaapartarlodemísinmiraratrás.Paramidesgracia,noloes.
LoechodemicabezaybuscounvestidodoradoquemecompréenNavidad.Dejalaespaldaaldescubiertomientrasquepordelantenotieneescoteycubreloshombroscompletamente.Medejoelpelosuelto,solomecolocounahorquillaenformademariposaenelladoderechoparaqueesemechónnomecaigaenlafrente.
Llamanalapuertacuandoestoyacabandodemaquillarme.—¿Estáslista?EsValenti,élvaaacompañarmealaÓperaenausenciademitío.—Sí,enseguidasalgo.—Teesperoenelsalón.Oigo sus pasos alejándose y deduzco que lleva unos derby recién lustrados a juego con el
esmoquinqueesobligatorioparaestavelada.Mepongounasgotasdeperfumeyantesdesalirdeldormitoriomebesodosdedosydepositoelbesoencimadelviolíndemamá.
ValentimeestáesperandoconToni,queseestáburlandodeélporpareceruncamarero.—Estásmuyguapo,Valenti—Yotambiénletomoelpelo,aunqueestáguapodeverdad.—Si supieras lo que me ha prometido tu tío a cambio de esto, no te reirías tanto, señorita
Cavalcanti—medice—.Ytú,Toni,tencuidado—leamenazasinganasyguiñándoleelojo.—Porsupuesto,Valenti,losiento.—Esoestamejor.¿Nosvamos?Meofreceelbrazoyyose loacepto.Noes laprimeravezqueValentimeacompañaaalgún
actodeestaclaseytengoquereconocerqueesunacompañíamuyagradable.—¿Porquénuncatemehasinsinuado?—lepreguntoenelcochehacialaÓpera.Valentienarcaunacejaymemirasorprendido.—¿Aquévieneesto,Siena?—Anada,sientocuriosidad.—Miroporlaventanaeintentoparecersofisticada—.Esobvioque
mitíoytúoslleváismuybien.—¿Ysoloporesodeberíafingirquemegustasyhacertelacorte?Noteofendas,Siena,perosi
esefueraelcasotendríasquedarmecalabazas.—Loharía.Noquieroquenadieseintereseenmípormitío.—Enciertomodo,esoesloqueha
hechoJack—.Essoloquetodoseríamuchomáspráctico.—¿Paraquién?¿Paramíoparati?—¿Desdecuándoerestanhablador?Valentisonríeyconduceensilencioduranteunosminutos.—Mira,Siena,estaconversaciónlahasempezadotúysí,bromasaparte,todoseríamásfácilsi
túyyoestuviésemosjuntos.Peroesonosucederájamásentretúyyo.—Losé.Noqueríaincomodarte.Me avergüenza haber sacado este tema, he quedado como una niña tonta que busca que la
halaguen.—Nomehasincomodado.Eresunamujerincreíbleynotecreasquenomehedadocabezazos
contralaparedalverquenosentíalamásmínimaatracciónhaciati.Metemoqueenestesentidosoyuncasoperdido.
—¿Porqué?—¿Porquénomesientoatraídohaciati?—Memiradereojosinapartarlavistadelacalle.—No,¿porquéeresuncasoperdido?—Conocíaunachicahacemuchosañosy…—¿Terompióelcorazón?—bromeo.NuncamehabíaimaginadoqueValentifueseunromántico.—No,murió.—Oh,Valenti,losientomucho.Le tocaría el brazo, pero está tan tenso que tengo miedo de que si lo hago tengamos un
accidente.—Fuehacemuchotiempo.—Lequitaimportancia—.Aveceshaypersonasquenosafectandeun
mododistintoydecuyapérdidajamasnosrecuperamos.Elcorazónmesubealagarganta,¿sabelodeJack?—Vermoriraalguienhacequetepreguntesmuchascosas.Suspiroaliviadaymesientofatalporello.ValentinoserefiereaJack,pero,¿cómohepodido
olvidarmedelamuertedeEmmett?—Sí,supongoquesí.—DentrodeunosdíasLucianoestarádevueltaytodovolveráalanormalidad.Talvezpodrías
convenceratutíoparaqueosfueraislosdosdeviaje.—Sí,esmuybuenaidea.Unviajemuylejosdeaquí,lejosdeunhombreconojosnegrosqueaunquehaestadodentrode
míes incapazdehablarmecomoacabadehablarmeelhombrequeahora tengoal ladoyquehaconfesadoabiertamentequenosesienteatraídohaciamí.
Capítulo15
LaÓperadeNuevaYorkestápreciosayrepletadeactrices,actores,políticosygenteimportante
delaciudad.Hayocasionesenlasqueser«lasobrinadeCavalcanti»memolesta,perohoydoylasgracias por ello. Los políticos se mantienen alejados de mí y los miembros de la arcaica altasociedadtambién.
Valenti es el acompañante perfecto, es atento, guapo y desprende autoridad. Las mujeres leobservancondescaroalpasaryloshombresseapartanasupaso.Mepreguntoquiéneralachicaquemurió, teníaquesermuyespecialparadejarleunamarca tanprofunda.EstosdíassinLucianome han servido para conocermejor a Toni y aValenti y estoy descubriendo que están llenos dematices. No son un matón y un genio con los números, son mucho más, con sus virtudes y susdefectos,peromuchomás.
—Vamos,tenemosqueiraocuparnuestrosasientos.Catalina nos ha reservado un palco, daría cabida a seis personas, pero solo hay dos enormes
butacas rojas esperándonos. A mi tío le gusta que estemos solos cuando vamos a escuchar aCatalina.Enotrascircunstancias,talvezestaríaincómodaasolasconValenti,hoy,despuésdeesaextrañaconversaciónenelcoche,mealegrodetenerleamilado.
Nossentamosypocossegundosdespuésempiezalamúsica.—Creoquelepediréatutíoquemeconviertaensuheredero—farfullaValentitraslaprimera
canción.Lesonríoy lepidoquebaje lavozyél contestacerrando losojosy fingiendoqueseponea
dormir.Almenoscreoquefinge.El concierto es hermoso, los músicos tocan con tanta pasión que se me eriza la piel. Los
compases sevuelvenmás íntimosyamedidaquemepierdoen lamúsicaempiezoa recordar losbrazosdeJack,susbesos,susmalditosojosnegros.
«Basta».Meobligoapensarsoloen la técnica,en lomuchoquehantenidoquepracticarestosmúsicos
para llegar hasta aquí. Fijo la mirada en Catalina, desde el palco me parece más joven y másinseguraquecuandovoyasucasaymeriñeporquenohetocadolosuficiente.
UnagranovaciónmarcalamediaparteyValentiabrelosojosyseponeaaplaudircomosisehubiesepasadotodoeseratoescuchándolos.Laóperaseilumina,Valentitamborilealosdedosenelreposabrazos de la butaca. Está distraído hasta que alguien del anfiteatro capta su atención. Nologrodistinguirquiénes,haydemasiadagente,aunqueValentinoparecetenerelmismoproblema.
—Notemuevasdeaquí,Siena.Enseguidavuelvo.—Deacuerdo.Lasoledaddelpalcomeabruma,mesientoobservadaporlasmiradascruelesdelosllamados
buenosciudadanosdeNuevaYork.Lucianosobornaalapolicía,traficóconalcoholdurantelaleysecayhahechocosashorribles,peronotantascomoleadjudican.Allíabajohaygentejuzgándomequetalvezhapegadoasuesposaohaabandonadoaunhijo.¿Quiénessecreenqueson?Sudoblemoralmerepugnaynovoyapermitirlesquesiganobservándomecomosiyofueseunosodecircoadiestrado.
Me levanto y con tanta serenidad como consigo aparentar echo la cortina del palco, es de unpesadoterciopelorojoyconfíoenquemeprotejadelvenenodeesasalimañas.
Vuelvoasentarmeen labutacaycierro losojos,noquieroreconocerloperoestoyapuntode
llorarytengoqueevitarlo.—Nosemerecentuslágrimas.LavozdeJackestaninesperadaquetemohabérmelaimaginado.Abrolosojosyleveodepie
frenteamí,mirándome.—¿Quéhacesaquí?Estabaseguradequenoibaaveniryahoraqueletengodelantenosésimealegrodeverleosi
mehacemásdaño.—Heaveriguadoquiénhizoeltatuaje.NoesperabaesarespuestaniquesesienteenlabutacaqueanteshaocupadoValenti.—¿HasvenidoparadecirmequehascapturadoalasesinodeEmmett?—Aúnno.EntodoNuevaYorksolohayuntatuadorquetatúacolasdesirena,tieneellocalen
elbarrio irlandés,peroestá fuerade laciudad.SehacasadounaprimasuyaenFiladelfia.Vuelvemañana.
—Ah.—Quizánosirvadenada.Nuestrohombrepudohaberse tatuadoenotraciudad,pero tengoun
buenpresentimiento.—EsperoqueestésenlociertoyqueaverigüesprontoquiénmatóaEmmett.—TambiénheaveriguadodóndeestabaToniestamañana.Metenso,meduelerespirar.Meduelequehayacumplidoconsupalabra.—Noquierosaberlo.YoconfíoenLuciano.—Al parecer ha visitado a un antiguo contable de unos amigos de tu tío, unos amigos de
Chicago.—Nosigas.—Elcontableestáahoraenelhospital.—NohasidoToni.—El hombre está inconsciente y de momento no puede hablar, pero, cuando se despierte y
confirmequehasidotuqueridoToni,voyaarrestarle.—NohasidoToni.—Tengo varios testigos que le vieron entrar y salir del edificio y tu tío está ahoramismo en
Chicago.Nohayquesermuylistoparaverquedosmásdossoncuatro.—Teequivocas.Nosquedamosensilencio,nomehedadocuentaperomeheidoacercandoalbordedelasilla
yJacktambién.—Mepregunto—empiezaél—siamítambiénmedefenderíascontantapasión.Escruelquemepregunteesto.—Túnonecesitasquetedefienda,Jack.Essolosexo,¿recuerdas?Losojos negros se oscureceny con la cortinade terciopelo rojode fondo adquierenunbrillo
máspeligrosodelohabitual.Parecesalidodelinfierno.—Tienesrazón.Mueve losbrazos tanrápidoquenoconsigoreaccionarhastaquemedescubrosentadaencima
deél.Colocaunamanoenlapieldesnudademiespaldaylaotraalrededordemicintura.Élllevaunacamisablancayamericanaoscura,novavestidodegalaydeduzcoquehaentradoenlaóperasinservisto.
—Suéltame.Mebesaelcuello,subelalenguadespaciohastalaorejaymemuerdeellóbulo.—No.Besa lamejilla y lamandíbulamientras dibuja círculos con lamano que tiene enmi espalda.
Muevelosdedoscomosiestuviesetocandoelpianoymipielfuesesupartiturapreferida.—Estáspreciosa.
Cierrolosojoseintentoresistirme.Estoyapuntodeconseguirlo,estoyapuntodelevantarmeydeexigirlequesevayacuandoélmesusurraaloído:
—Bésame,Siena,solounavezmás.Tenecesito.Giroelrostroybuscosuslabios.Tendría que haber sabido que no nos bastaría con un beso. Jackme levanta yme cambia de
posición,yanoestoydelado,ahoraestoydehorcajadasencimadeél.—Tuscostillas—susurroapartándomeunpoco.—Miscostillaspuedenirsealinfierno,ahorasolotesientoati.Tirademíyvuelveabesarme, flexiona losdedosque tieneenmiespaldacomosibuscarael
mododecontenerse.Leacaricioelrostro,pasolasmanosporsupelocuandoélmebesaconmásfuerza y más desesperación que antes. Aparta la mano de mi cintura y la esconde bajo la sedadoradadelvestido.Subeporlasmedias,tiemblaalllegaralmusloydibujaelligueroysegundosdespuéssigueavanzandohastacolocarseencimademientrepierna.
—Jack,nopodemos…—Medaigual,tenecesito.Deslizaunosdedosbajoladelicadaprendaymeestremezcoalsentirlomuchoquemeafecta.—¡Diosmío,Jack!—¿Tegusta?Me sonrojo y le beso. Vuelve a sucederme lo de esta mañana, el mundo se desvanece, mi
cordurasedesmorona,soloséquequieroestarconJackyquenadadeloquehacemosjuntosestámal,¿cómopuedeestarlo?
—Dímeloodejodetocarte.Nuncapenséquepudiera serasí,queexistieseun sentimiento tan fuertey tanpuroquepudiese
eliminarcualquierinhibición.—Jack,porfavor.Mebesa, su lengua recorreel interiordemiboca.Lamíasepierdeen ladeélymesujetoal
respaldodelabutaca.Noquierotocarle,tengomiedodeloqueharésilohago.—Dímelo.Muevelamanomuydespacio,eslainsinuacióndeunacaricia.Después,empiezaaapartarse.—Megusta.Jacksonríeyvuelveaacariciarme.—Tócametúamí.Nolohago,sigobesándoleydiciéndomequeaúnsoycapazdedetenerme.—Tócame,porfavor.Yonotengomiedodedecírtelo.Tócame.Jackmemuerdeellabioylosdedosconlosqueestáacariciándomesevuelvenmásatrevidos,
mássensuales.Nopuedoevitargemirniquesemeericelapiel.Mesueltaellabioymemira.—Estoyaquí.Hevenido.Odionecesitaresto.—Yotambién.Sonríeconciertatristezaymebesadespacio.—Tócame.Aparto lasmanosde la sillay lasbajopor la camisade Jack.Ledesabrochoel cinturóny le
acaricio laerección.Élcierra losojosy losientoexcitarseaúnmás.Supongoquees loúnicoqueestamos dispuestos a reconocer. Empieza a oírse ruido en el pasillo y me asusto. Si Valenti nosencuentraasí,lomatará.
—Jack,tenemosque…—Tenemostiempo.Nodejaréquetepasenada.¿Confíasenmí?Eslapeorpreguntaquepodríahabermehecho.—No—lecontesto.Élsedetieneymemira.—Nodejaréquenadienosveaasí,Siena.Séquetehedichoquenosoyunbuenhombreyquete
harédañoy,créeme,notehementido.—Entonces,¿cómopuedespreguntarmesiconfíoenti?Nodebería,túmismomehasadvertido
quenolohaga.¿Quéestoyhaciendo?Tengoquelevantarmeysalircorriendodeaquí.—Voyavolvermeloco,Siena.—Apartalamanoquetieneenmiespaldaymeacaricialamejilla
—.Séqueesinjusto,séquenomelomerezco,yséquedeberíasoltarte.Peroteprometoquenuncapermitiréquenadieteveaasíconmigo.Enestesentido,cuidarédeti.
—Terefieresalsexo,¿no?—Sí.Le acaricio, el aprieta los dientes y la cabeza le cae hacia atrás. No puede controlarlo, esto
tambiénessuperiorasusfuerzas.—Dimequemenecesitas—lepidoenfadadaconloquemehacesentir.—Tenecesito.Nuncahehechonadasimilaraesto,peroestehombremeconvierteenunadesconocidaquees
capazdetodoparaintentardescifrarquéesestoqueestamossintiendoyquenosconsumenadamásvernos.
—Dimequemenecesitasamí.Soloamí.Jacknodicenada,meincorporotantocomomepermitenlaspiernas,quenodejandetemblarme,
yguiosusexohaciamiinterior.Élabrelosojosymemira.—Joder,Siena.—Mesujetaporlacinturaymebesadesesperado—.¿Cómopuedespensarque
necesitoaalguienmás?Esunafrasepreciosa,deesasquemedestrozanelcorazónyqueséquemetorturarándurante
años,peronoesloquequieroquemediga.—No.—Empiezoamovermemuydespacio—.Dimequemenecesitasamí.Soloamí.—¡Malditasea,Siena!Tenecesitoati.Soloati.Nos besamos furiosos, otras partes de nuestros cuerpos se niegan a separarse. No estoy
acostumbradaasentirledentrodemíyestavezesinclusomásintensaqueestamañana.Ahorasoyyolaquenecesitarecordar,grabarseenlacabeza,queessolosexo.
Jackmesujetaporlacinturaparaquenomemuevaylevantalascaderasconfuerzadelasilla.Estoy a punto de gritar, los dos estamos vestidos y tenemos que estar en silencio si no queremosaparecermañanaenlaportadadetodoslosperiódicos.
—Nogrites.Bésame—susurrapegadoamislabios.—Bésametú.Sonríe yme besa,me besa,me besa,me besa…Nuestros orgasmos quedan ocultos en esos
besos.Estoyentresusbrazos.Élhadichoantesqueodianecesitaresto.Yoodiosentirqueensusbrazos
es donde debo estar. Me obligo a apartarme y a levantarme. Me aliso el vestido y vuelvo asentarmeenmibutaca,conmanostemblorosasabroelbolsoybuscolapolverapararetocarmeelmaquillaje.Lamujerquemedevuelvelamiradaenlapolveranosoyyo,nopuedoserlo.
¿Enquémeestáconvirtiendoestehombre?Cierrolapolveraylaguardoenelbolso.—CuandoesecontablesedespiertetediráquenohasidoToni—ledigo.Jack,quetambiénseharecompuestoyestádepie,memirafurioso.—DiráquehasidoToni—insiste—ydespuésiréaportutío.—Eresundesgraciado,Jack.—Losé.—LediréaValentilodeltatuador.Almenossigoteniendomiorgullo.—Tambiénlosé.Adiós,Siena.Desaparece tras lacortina traseradelpalcoymequedo tansolaque tengomiedodehaberme
imaginadoqueJackhaestadoaquí.Laorquestaempiezaaafinarlosinstrumentosymelevantoparacorrer de nuevo la cortina y ver el anfiteatro. Suspiro aliviada al comprobar que nadieme prestaatenciónyvuelvoasentarme.LaseñoritaMorettimesaludadiscretamentedesdesusillaentrelosotrosmúsicosyledevuelvoelsaludoconunasonrisa.
—Yaestoyaquí,lamentohabertardadotanto.Valentisedesabrochaelbotóndelesmoquinysesienta.Nomeatrevoamirarle,noquieroque
sedécuentadeloquehapasadoensuausencia.Tampocolepreguntodóndehaestadoniconquién,esmejorquelosdosnosquedemosconnuestrossecretos.
La música empieza y busco a Jack con la mirada, él no está por ninguna parte. No consigoentenderquémesucedeconél,porquénopuedonegarme.Enmisentrañassientoquedeboestarconél,quemenecesita.Micerebro,sinembargo,insisteenquenovuelvaaverleyenquedejedeimaginarmecosas.
JackmehadichoquequierearrestaramitíoyestáconvencidodequeelasesinatodelbuenodeEmmett también está relacionado con él o con alguno de sus hombres.Me ha dicho que nomenecesita,quenopuededarmenadayquemeharádaño.
Ydemomentolohacumplidoalpiedelaletra.¿Quédiablosnecesitoparaecharledemividaydemicabeza?Lasegundapartedelconciertoespreciosaypocoapocomedejo llevarpor lamúsica.Haber
hecho el amor con Jack también ayuda,mimente puede estar hechaun lío, peromi cuerpo es untraidoryestáfelizyrelajadodespuésdehaberestadoconél.
Losaplausosdel finalconsiguenque todos losasistentesnospongamosdepieyahora saludoabiertamenteaCatalina.Selavefelizymealegromuchoporella.
—Deberíamosirnos,Siena—meavisaValentiofreciéndomedenuevoelbrazo.Loaceptoyenungestocasiinconscientemeapartoelmechóndelafrente.Medetengoenseco.—¿Sucedealgo?—Valentimemirapreocupado.—Mihorquilla,semehacaído.Losdosbajamoslamirada.—¿Cómoera?—Eraunamariposadorada.Noesnadadelotromundo,peromelaregalaronmispadrescuando
erapequeña.Valentiyyoinspeccionamoselsuelosinéxito.—Quizá esté en el coche —sugiere él—. De todos modos, le diré al encargado del
mantenimientodelaÓperaquemantengalosojosbienabiertos.—Gracias.Llevamosdiezminutosenelcochecuandounaimagenapareceenmimente;Jackmetiéndoseuna
manoenelbolsillodelpantalónantesdeirse.Recuerdotambiénquecuandohemosterminadomehequedadoensusbrazosyqueélmehaacariciadoelpelo.Recuerdoquemehabesadoyquehasusurradominombreenvoztanbajaquehecreídoqueeraunsueño.
Jacktienemimariposa.—¿Sucedealgo?DebodehabermetensadoyValentisehadadocuenta.—No,nada.Valentisigueconduciendoyyovuelvoaestartantoomásconfusaqueantes.¿PorquédiablosJacksehallevadomihorquilla?
Capítulo16
LittleItaly1915LapolicíadeclaróqueelincendiodeltallerdeloshermanosParissihabíasidounlamentable
accidente y que la muerte de las personas que estaban allí en ese momento había sido unaauténtica tragedia. Los bomberos no pudieron hacer nada para detener el fuego a tiempo, lasllamas devoraron el edificio y escupieron solo cuatro piezas demetal.De las víctimas no dejónada,solosupérdida.LoshermanosParissiestabanensudespachoenelmomentoquesepropagóelincendio.Lo
másprobable,según lapolicía,eraquehubiesenmuertoasfixiados.RobertoAbruzzo,suúnicotrabajador,sujovenesposaysupequeño,unniñodetresaños,tambiénmurieron.Lagentedelacalledecíaquehabíanoídolosgritosdeélhastaelúltimomomento.Fabrizio Tabone consoló a sumujerAmalia, que tuvo un ataque de histeria al comprender
quenilapolicíanilosbomberossabíanqueelhijodelosAbruzzoseguíavivoyasuladoyqueel pequeño que había fallecido en ese horrible incendio era su preciosa hija Alicia. Amaliaqueríagritarloaloscuatrovientos,queríaqueelmundoenterocompartiesesudolorydespuésqueríapoderenterrarasupreciosaniñaydespedirsedeella.Fabrizio se lo prohibió.Ella al principio no lo entendió, el dolor era tangrandeque en su
mentenoteníacabidaparanadamás.PasaronlosdíasyFabriziofueexplicándose;siledecíana la policía que Jack era hijo de los Abruzzo, se lo llevarían de allí. Jack probablementeacabaría en un orfanato, pues los Abruzzo no tenían más familia en América. La vida en losorfanatoseramuydurayelpequeñoJacksoloteníatresaños,seguroquenotardaríaenmorir.Y si sobrevivía, ¿qué clase de futuro le esperaba? Amalia, que conocía al pequeño desde sunacimientoysiemprehabíasentidocariñoporél,decidióquenopodíanpermitir talatrocidad.SelodebíaalosAbruzzoyeraloqueunabuenacristianadebíahacer.Enestepunto,FabrizioleexplicóqueelúnicomododeevitarqueJackfueseapararalhospicioerahaciéndolopasarporsuhijo.Nadie teníaporquésaberlo.Seguirían llamandoalniñoJackyFabrizio falsificaríasupartidadenacimientoapartirde ladeAlicia.Era lamejormaneradehonraraAlicia, ledijoFabrizioaAmalia,asísacaríanalgobuenodesutrágicamuerte.Amaliaaccedióy jurónocontarlenuncaanadie,ni siquieraaJack,queellosnoeran sus
padresnieldestinoquehabíancorridolosdeverdad.EncuantoalrestodelosTabone,Fabriziodecidióquelomejorseríallegaraunacuerdocon
LucianoCavalcantipuessiélaceptabalasituaciónelrestodefamiliasdelbarrionotardaríanenseguirsuejemplo.Además,lanovedadsoloduraríaunosdías.Conelpasodelosañostodoelmundo se olvidaría de la pequeña Alicia y daría por hecho que Jack siempre había sido unTabone. Tenía que salir bien, no podía correr el riesgo de que la policía husmeasemás de lacuentaelasuntodelincendio.Conelplanbiendecididoyestudiado,FabriziofueareunirseconLucianoCavalcanti.Otra
de las consecuencias del incendio había sido que el tema de Bruno Tabone había quedadopospuesto;nadiehabíavueltoamencionarqueteníaqueentregarsealapolicíaparaapaciguarlairadelosirlandeses.Yestostambiénhabíanquedadoafectadosporla«tragediadelafamiliaAbruzzo».Sinquenadielodecretaseoficialmente,ellutohabíallegadoasusbarrios.
Fabriziofingíaestartristecuandoestabaenpúblico,peroasolasnopodíaparardesonreír.Loúnico que enturbiaba su felicidad era lamuerte deAlicia, aunque tenía que reconocer quequizácomomecanismodedefensayahabíaempezadoaolvidarla.Luciano Cavalcanti vivía en un espacioso apartamento cerca del primer restaurante que
habíacompradoalospocosañosdellegaraNuevaYork.Susueñoeracomprarsealgúndíaunacasa,aunquesinfamiliaconlaquecompartirlademomentonoleveíasentido.Estabacómodoeneseapartamento, teníaunahabitación lujosayespaciosaa laque invitabaabellasmujeressiemprequeleapetecía.Lacocinaerafuncionalyapenasponíaunpieenella.Eldespachoeraelmotivoporelqueledoleríairsedeallíalgúndía.Estaba sentado detrás de su escritorio, ocupándose de repasar las última rutas que iban a
hacerlosbarcosquetransportabansusmercancíascuandoelrelojdelcomedormarcólascincode la tarde y recordó que había quedado con Fabrizio Tabone. Ese hombre nunca le habíagustado, ni siquiera ese verano que compartieron en Nápoles cuando eran adolescentes. Erademasiadoestúpidoparasertanambiciosoycarecíaporcompletodeesabrújulaquepermitealoshumanosdistinguir lamaldadmásabsolutade labondad.Taboneno teníaprincipiosysussueñosnoeranpersonales,nosalíandelcorazón,salíande lasansiasde tenerdinero,asíqueerafácildecomprar.UnhombrecomoTabonesoloesfielhastaquedejadeinteresarleserlo.Noeralaclasedehombreconlaqueélqueríatenernegocios,nimuchomenosamistad.Luciano suponía que esa reunión estaba relacionada con el tema de Bruno. Él no iba a
cambiar de opinión. En cuanto los ánimos se calmasen un poco, iría a buscar a Bruno y lollevaría a la comisaríamás cercanapara que se entregase.No iba a permitir que un estúpidomatón echase al garete la tregua que tanto le había costado negociar con los irlandeses. Detodosmodos,nopodíanegarsearecibiraFabrizio.QuizálosTabonenoteníanelmismopoderquelosCavalcanti,peronopodíadespreciarledeesamanera.Resignado,guardó losdocumentosy sirviódosvasosdewhiskyparaesperarasu invitado.
LlamaronalapuertaylaseñoraDontel,unaseñoraencantadoraqueseocupabadesucasaydelascuestionesdomésticas,fueaabrir.—ElseñorFabrizioTaboneestáaquí,Luciano.—Ellaeradelaspocaspersonasqueseguían
tratándole como si fuese un chaval con pantalón corto y a él le gustaba, le recordaba que enrealidadtampocoeramuchomás.—Gracias,señoraDontel.Lamujerlesdejóasolasdespuésdemirarconcaradedesaprobaciónlasdosbebidas.—Pasa, Fabrizio, te estaba esperando. —Le ofreció el vaso y el otro hombre lo aceptó
encantado—.Esperoquetegusteelwhisky.—Porsupuesto.Bebieron en silencio y, terminadas las copas, Luciano fue directo al grano. No serviría de
nadaretrasarlascosasyestabaimpacienteporvolverasusasuntos.—Me imagino que has venido a hablar de Bruno y la verdad es que, aunque entiendo tu
preocupación,nopuedohacernada.—NohevenidoahablardeBruno.—FueobvioqueaFabriziolegustócogerporsorpresaa
Luciano—.Supongoquehablaremosdeélenalgúnmomento,peroélnoeselmotivodemivisita.—Entonces,¿cuáles?Lucianoseñalóunasbutacasyfueronasentarse.Fabrizio sacó entonces dos cartas del bolsillo de su chaqueta. Una era la que Adelpho
Cavalcantihabíaescritoparaélylaotralaqueestedirigíaasuhermano.EntrególasegundaaLucianoyesperóaquelaaceptase.—¿Dedóndehasalidoestacarta?—lepreguntóintrigadoalverlacaligrafíadesuhermano.—Estabadentrodeunsobrejuntoconestaotracarta.Unaesparamíylaotraparausted.—Yaloveo,pero,¿dedóndelashassacado?—LasteníaEmmettBelcastro.
—¿Emmettteníaestascartas?¿Porqué?¿Desdecuándo?—CreoqueserámejorquelealoquelehaescritoAdelpho.—¿Lahasleído?—preguntóentoncesLucianosuspicaz.—No,porsupuestoqueno,peroheleídolamía.—Lahabíadejadoencimadelamesillayla
señalóconelmentón—.Creoquesucontenidoleresultarámuyesclarecedor.Lucianorompiólaparteposteriordelsobreyempezóaleer.Amedidaqueibaavanzandosu
rostroibaperdiendocolorysihubieseestadoasolashabríalanzadolacartaalfuegoyhabríamaldecidoasuhermano.MalditoAdelphoymalditossuestúpidoorgulloysuseddevenganza.En la carta, Adelpho le explicaba que había entregado las dos misivas a un amigo que
viajabaaAméricaconlaesperanzadequellegaseallíconvidaylasentregase.ElamigoelegidoparatalmisióneraEmmettBelcastro,conocidodesobraporlosdosyhombredeconfianza.SesuponíaqueEmmett habría tenidoque entregarle la carta aFabrizioTabonenadamás llegar,pero, a juzgar por cómo se habían desarrollado los acontecimientos Luciano dedujo que nohabía sido así. Quizá Adelpho cometió la estupidez de fanfarronear frente a Emmett sobre elcontenido de la carta y este decidió con acierto no entregarla. Sea como fuere, en la carta,Adelpho le decía a Luciano que, si el hombre que se la entregaba le demostraba que habíamatadoaRobertoAbruzzoyasuesposa,leentregaseunacuantiosarecompensayseocupasedeélduranteelrestodesuvida.Lucianomantuvoel rostro impasiblemientras leíaesas líneas,cuandoenrealidad lehabría
gritado a su hermano que no tenía la menor intención de cumplir con ese trato y que jamáscontrataríaoprotegeríaaunhombrecapazdematarasangrefríaaunmatrimonioinocentedecualquiermalexceptodehabersenegadoasucumbirasusegoístaspeticiones.—¿Ybien?—lepreguntóLucianoaFabriziocuandoterminódeleer.—¿Y bien qué? Quiero mi recompensa y quiero que Bruno y toda mi familia esté bajo su
protección.—¿Porqué?Lucianonoibaapicartanfácilmente.TalvezelincendiodeltallerdelosParissihabíasido
deverdaduna tragediayesedesgraciadoqueríacolgarseunamedallaysacarprovechode ladesgraciaajena.—¿Cómoqueporqué?—Fabriziotuvoquerecordarsequenecesitabaaesehombresiquería
conseguireldineroyelrespetoquetantoansiaba—.HematadoalosAbruzzo,yoprovoquéeseincendio.—Demuéstramelo.Luciano sintió arcadas cuandoFabrizio le relató con total frialdad cómohabía encontrado
las cartas en el local deEmmett Belcastro y cómo había improvisado al llegar al taller de losParissi. Le contó inclusoquehabíaplaneadomatara la señoraAbruzzo y fingir que se habíasuicidadoylofelizquesehabíasentidocuandodescubrióqueellatambiénestabadentro,asíseahorraría trabajo. Fabrizio estaba completamente ido, desquiciado, solo hablaba de larecompensaque semerecíaporhaber logrado talhazañayquepor fin losTabone tendríanelrespetoquesemerecían.—Mihijatambiénestabadentro.Aliciahamuerto.HabíaidoaltallerdelosParissiaveruna
gataysuscríasyyotengoencasaaJack,alhijodelosAbruzzo.AhorasellamaráJackTabone,hemosdecididoquedárnoslo.—Esperaunsegundo.—Lucianosenegóacreerse loqueestabaoyendo—.¿Hasmatadoa
suspadresyahoravasacriarlocomosi fuerahijo tuyo?Estás loco,deberíasestardestrozadodedolorporlamuertedetuhijaysinembargoestásaquíexigiendorespetoydineroacambiodehabermatadoaunmontóndegenteinocente.—Meloheganado,esloquememerezco—reclamóFabrizio.—Loquetemerecesesiralacárcel.Tedoyhastaestanoche,Fabrizio.Hablacontuesposay
acudealapolicía.Delocontrario,iréyomañanamismoylescontaréloqueacabasdedecirme.LittleItalyhaquedadomuyafectadaporlamuertedelosAbruzzoylosParissi,elbarrionecesitasaberlaverdady,sinoseladicestú,loharéyo.—Unmomento.Seolvidadequetengoesto.—Fabriziolevantósucarta—.Aquísuhermano
habla con todo lujodedetalles de lo quequiereque le hagaaRobertoAbruzzo y tambiénmeexplicaquetengoqueacudiraustedyqueusted,LucianoCavalcanti,medaráunarecompensay me protegerá. Si acude a la policía, yo les daré esta carta y, no solo esto, les pediré queinterroguen a Emmett, él también está al corriente, ¿por qué cree si no que ha guardado lascartasdurantetantotiempo?Podríahaberlasdestruido.—Noteatreverás.—Por supuesto que me atreveré. Y no solo eso, antes de ir a la policía, mataré a Jack
Abruzzo.PorahoranadiesehadadocuentadequeelhijodelosAbruzzoestávivo,asíquequémasdasimuere,¿nocree?—Eres un animal. Es solo un niño y hasta hace cinco minutos estabas dispuesto a criarlo
comosifuerahijotuyo.—Yaúnestoydispuestoahacerlosirecibomirecompensaysimeprometequemeprotegeráy
quemeayudaráaquenadiesospechedemínidemifamilia.—¿Meestáschantajeando?—Llámelocómoquiera, yo solohevenidoadecirlequehecumplidoconunencargode su
hermanoyquetienequepagarmeporello.—Eresdespreciable.—¿Tenemosuntratoollevolacorrespondenciadesuhermanoalapolicía?Lucianose levantóyseacercóalescritorio.Aélse ledababienhacerplanes, trazarrutas,
leer leyesybuscar fallos.Nuncahabíamatadoanadieporplacerynuncahabíaencargadoanadiequelohicieseporél.LosAbruzzoyaestabanmuertosylosParissitambién,peroeseniñodetresaños,Jack,estabavivoyLucianonoteníaningunadudadequeFabriziocumpliríaconsuamenazaylomataría.Teníaquesalvarlo.—¿Estássegurodequenadiesabequeelincendioloprovocastetú?—Estoy seguro. Solo lo sabemos usted y yo. La policía y los bomberos afirman que fue un
accidenteyyonovoyallevarleslacontraria,¿loharáusted?—No.¿Teharáscargodelniñoynuncaledirásquematasteasuspadres?—Lequerréconlocura—seburlóelmuydesalmado—.¿Cuálesmirecompensa?—Venmañanaabuscarla—ledijoLucianosinconcretar—.Yahoralárgatedeaquí.—Seráunplacer.Vendrémañanaalasdiezdelamañana.—Lotendrélisto.FabrizioTaboneabandonóelapartamentodeLucianoconunasonrisadesatisfacciónenel
rostroypensandoenquésegastaríalafortunaqueesteledaríaaldíasiguiente.Cuandollegóacasa le contó a su esposa Amalia que el señor Cavalcanti les apoyaba completamente en sudecisión de quedarse a Jack y que les ayudaría a solucionar cualquier problema legal quepudiesesurgiralrespecto.Amalialloródeemoción.Habíaperdidoasupreciosaniña,peroesteniñolanecesitabayella
noibaafallarle.Alamañanasiguiente,Fabrizio llegóacasadeLucianoyesteefectivamenteleentregóuna
cantidadimportantededineroyleobligóafirmarunaseriedepapelesquenosemolestóenleer.LucianosuspiróaliviadoalverqueFabrizioeratanegoístayestúpidocomoparecía,puesesosdocumentos no eranmásqueuna confesióndel asesinatode losAbruzzo y de lo que le habíasucedidoalhijodeestos.Lucianonocreíaqueesospapelestuviesenvalidezanteunjuezoantelapolicía,soloqueríaalgoquepudieseutilizarenelcasodequealgúndíaFabrizionegaselosucedido.
Lucianohabríapreferidonodarle trabajoaFabrizioyenciertomodonose lodio,peroseencargódequesiemprelotuviese.ElproblemafuequeFabrizioTabonesiempreseencargabadequelodespidieseny,alalarga,onotanalalarga,acabótrabajandodematónparacualquieraquepudierapagarle.Eldíaqueseenteródequelapolicíalohabíaarrestadoylohabíanmetidoenlacárcel,Lucianosuspiróaliviado.Elniño,Jack,estababienymientrasAmaliacuidasedeéltodoiríabien.Coneltiempo,LucianofueolvidándosedeJackTabone(JackAbruzzoyahabíadesaparecido
porcompleto)ytambiéndeFabrizio.Loúltimoquesupofueque,despuésdesalirdelacárcel,Fabrizioaceptabatrabajosdetodotipo,tambiéndegentedefueradeLittleItaly,yquementíaasumujeryasuhijoalrespecto.En Italia, Adelpho Cavalcanti llegó a saber que Roberto y Teresa Abruzzo habían muerto
porqueéllohabíaordenadoynosintiólasatisfacciónquehabíacreídoquesentiría.Esanochesebebióunabotelladevinoasusaludysefollóalaputamáscaraqueencontró.Elodiohaciaesamujer, la únicaque le había rechazado, le habíamantenido vivodurante tanto tiempoquecuandoloperdiósolosintióunenormevacío.
Capítulo17
JackVanderbiltAvenue1940
Dossemanassinverla.Dossemanassinbesarla.Dossemanassinestardentrodeella.Dossemanas.Dosjodidassemanas.
EltatuadorvolviódelabodadeFiladelfiaymecontótodoloquerecordabasobreelhombrealquelehabíatatuadounacoladesirenaenlanuca,esdecir,nadaomuypoco.
Habíasucedidosieteuochoañosatrásyeltipohabíaestadoenlacárcel.Esoeratodoloquesabía, además de una estúpida leyenda italiana que el hombre le había contado cuando él lepreguntó por qué quería ese tatuaje. Según decía la leyenda, la ciudad de Nápoles se habíaconstruidocercadeParténope,unaantiguaciudadgriegay,segúnlamitologíagriega,Parténopeerala menor de las tres sirenas que desde las rocas de Capri intentaron seducir a Odiseo con suscánticos.Odiseo se ató alpalomayorde subarcoyconsiguió resistir el embrujode las sirenasysalvarse.Parténope,desesperada,seahogódepenaysucuerposinvidallegóalacostadondeseconstruyólaciudadconsunombre.
Sabía que el hombre del tatuaje era italiano y que casi con toda seguridad había nacido enNápoles y aunque estaba en América seguía sintiendo que pertenecía a la madre patria. EsoprácticamentesoloeliminabademilistadesospechososalasmujeresyalosniñosdeLittleItaly.
El tatuadormeprometió que buscaría entre sus archivos y que si encontraba algoque pudieraayudarme se pondría en contacto conmigo. Le creí, era un hombre honrado, lo bastante parareconocermequenosolíaguardardemasiadainformaciónsobrelosclientescomoelhombredelasirenaporquenoqueríatenerproblemas.
No había vuelto a acercarme al BlueMoon yNickValenti tampoco había vuelto a cruzarseconmigoapesardequealolargodeesasdossemanashabíavisitadoconfrecuenciaLittleItaly.Lagenteparecíahaberseacostumbradoamí,nopuedodecirquemetratasencomoaunomás,perosíquemuchosempezabanahablarmeconamabilidadysintratarmecomoaunpolicía.
Andersonestabapletórico, todoestaba resultando sermás lentode loqueélhabíaprevistoohabría deseado, pero almenos funcionaba.La parte de la investigación que se había centrado enChicago había llegado a un punto muerto. Nuestro hombre allí, cuya identidad yo desconocía,había desaparecido sin avisar y no podíamos mandar a otro y esperar que se introdujese en lasfamiliasitalianasdelanochealamañana.
AndersonnoshacitadoaRestepoyamíenlacomisaría.Lesestoyesperandoensudespachoyaprovecho para repasar las fotografías del asesinato de Emmett Belcastro en busca de cualquierdetallequesemepudiesehaberpasadoporaltolaprimeravez.
—Buenosdías,Jack.ElcapitánRestepoeselprimeroenllegaryseapoyarelajadamenteenlamesa.—¿No leparecequeesunamuertemuyviolentaparaalguienalque todoLittle Italyadoraba
abiertamente?—lepregunto.Esoesloquemásmeinquietadeestecaso,labrutalidad.—Sí,elasesinoestabafuriosoconBelcastrooconalguienparaquienBelcastroeraimportante.—Noconsigoencontraranadie.Belcastroeraunsolitario,solovivíaparasuslibrosyparalos
clientesqueentrabanenVerona.Notienesentido.—Quizá la muerte de Belcastro no tenga sentido si la analizamos dentro de la vida que
conocemosdeél—sugiereRestepo—,perotalvezlotengadentrodesupasado.Laviejafotografíaquetengoenelbolsillodelaamericanapuedeserlaclave.Noseporquéno
se le ha enseñado antes a Restepo y a Anderson. Este último llega entonces como si lo hubieseconjuradoconmispensamientos.
—Lamentoel retraso.Tengonoticias,LucianoCavalcantiyaestáde regreso.Unosagentesmehan confirmado que ayer por la noche llegó a su casa deLittle Italy. Tenemos que darnos prisa,¿creesquesivasahablarconélterecibirá?
—No,aúnno.NickValenti se encargará de que su jefe nome reciba y la verdad es que no tengo ningunas
ganasdeestarcaraacaraconeltíodeSiena.—PuesveaLittleItalyeintentaaveriguarporotrosmediosquéhasucedidoenChicago.—Estábien,¿algomás?Llaman a la puerta y un agente le pide a Restepo que salga a ocuparse de un problema. El
capitánnolodudaynosdejasolosaAndersonyamí—Veoqueyaestásmejor,Jack.CierrolacarpetaconlainformacióndeEmmettBelcastroymegirohaciaelsuperintendenteque
estádepiefrentealaventanadeldespacho.—¿Heestadomal?Sonríeysigueconsuteoría.—AlprincipiomepreguntésimehabíaprecipitadomandándotederegresoaLittleItaly.—Hanpasadodiezaños.—Eltiemponoesgarantíadenada,Jack.Ayerestuvehablandoconotrodemishombres,lleva
meses investigando un asesinato en la prisión del condado y me dijo que creía haber visto a unhombreconunacoladesirenatatuadaenunbrazo.Quizápodríasirahablarconél.
—Loharé.Sacomicuadernoparatomarnota.—Noesnuestrosospechoso,evidentemente,perotalvezsepaquiéneselhombreconlacolade
sirenaenlanuca,esuntatuajeextrañoysicoincidieronenlacárcelseguroquehablarondeeso.Esaconversaciónsobrecárceleseinternosmerecuerdalaquemantuvimoslanochequeconocí
aAndersonymimenteestátanalteradaporculpadelafaltadesueñoydeldeseoqueaúnsientoporSienaquenomecensuracuandolepregunto:
—Lanochequemearrestó,¿cómosabíalodemispadres?¿Fuetodounacoincidencia?Andersonseapartadelaventanayseacercaamí,memiraalosojos.Noséquébuscaenellos,
perodebedeencontrarloporquevuelveadirigirsehacialaventanayempiezaahablar.—Supongoqueenciertomodolofue.ElincendiodeltallerdelosParissinosimpactómuchoa
todos.Enesaépocayoeraunmeroagentequepatrullabaconfrecuenciaporesazonayrecuerdoquesemepuso lapieldegallinacuandopasépordelantede los restosdeledificio.—Cierro lospuñosyesperoaquesigaconlahistoria—.Losdetectivesquellevaronelcasoeranunoschapuzas,pero el jefe de los bomberos era uno de losmejores que he conocido nunca y un día, añosmástarde,measeguróqueese fuegonohabíasidounaccidente.El jefeyyoestábamos tomandounacopaymeexplicóqueelcasohabíaquedadocerradodesdearriba.Anadieparecíaimportarle,perosupongoquememolestóquelamuertedetodaesagentepudiesearchivarsesinmásylosdatosdelcasosequedarongrabadosenmimemoria.
—¿Huboalgúnsospechoso?—Noqueyosepa.Pasaronlosaños,laleysecahizoestragosentodalaciudad,peroconvirtióa
LittleItalyenunbarriosinleydondelavidaparecíacarecerdevalor.Empecéareunirinformaciónsobrepolicíasyjuecescorruptosysobrecasosquemisteriosamentequedabanarchivados.
—Esunmilagroquenolehayanmatado,Anderson.—Aúnpuedenhacerlo.—Sepasalasmanosporelpelo,tienemuchasmáscanasquecuandole
conocí—.FabrizioTabonefuearrestadojuntocontresotroshombresporelasesinatodeuntenderoenelbarrioirlandés.Mientrasleinterrogábamosinsinuóqueeraintocable,queestabaprotegidoporel mismísimo Luciano Cavalcanti, y le ofrecimos un trato: si nos entregaba a Cavalcanti, ledejaríamosmarchar.
—Lorechazó.—Sí,fuealacárcelconvencidodequeasíCavalcantilecompensaríaporsusacrificio,algoque
creoquenollegóasuceder.VigiléaTabonedecercaunavezquedóenlibertadyvicómoascendíacomocriminal,perolejosdeCavalcanti.
—¿Cómollegóhastamí?—Siempreme fascinóque tantoAmalia como túno tuvieseis nadaquever con las actividades
delictivasdetupadre.—Losdossabemosquenoesmipadre.—Tevigilédecerca,viqueerasdistintoyqueteresistíasaacercarteaCavalcantiyasumundo.
UnodemisinformantesenlacárcelmecontóqueFabriziobebía,alparecerasísobreviviómientrasestabaencerrado,metiendoalcoholenlacárcelyvendiéndoloalosotrospresos.Undía,mientrasestaba borracho, dijo que había cometido un error quedándose contigo, que tendría que haberdejadoquetellevasenaunorfanato.LafrasemellamólacuriosidadybusquélosdocumentosdeEllis Island.En algún lugar debía constar si habían llegado contigo.Descubrí que, a su llegada,Amalia Tabone había llegado embarazada y encontré también que dio a luz a una niña a la quellamaronAlicia.La fecha de nacimiento deAlicia coincide con tu aniversario, así que deduje quehabíanutilizadoelcertificadodenacimientodeellaparahacereltuyo.Preguntéporelbarrio,variaspersonas recordaban a la niña de los Tabone, pero nadie sabía explicarme cómo esa niña habíadesaparecidoyhabíasaparecidotú.Empecéaobsesionarmeconeltema,alguienteníaquesaberlaverdadyunanoche,añosmástarde,unodemismejoresinformantesvinoymedijoquesabíaquiéneras.
—¿Quiénera?Creoquemerezcosaberlo.Esehombrepuedetenerinformaciónsobremispadresyaestasalturasyalehedemostradoquepuedeconfiarenmí.
—Sí,escierto,peronoteservirádenadaquetedigasuidentidad.—Dejequeesolodecidayo,Anderson.—EmmettBelcastro.—Joder.—Mepongoenpie—.¿EmmettBelcastroeraunchivato?Mierda,estocambiaelcaso
porcompleto.Tendríaquehabérmelodichoantes,Anderson,llevosemanasdandopalosdeciego.—Espera un segundo. No te lo había dicho porque Emmett Belcastro no era ningún chivato,
sencillamente era un hombre que se preocupaba por su barrio y que acudía a mí cuando algocaptaba su atención. No lo sabía nadie, te lo aseguro. No sé qué clase de hombre había sidoBelcastroenItalia,peroteaseguroque,siéldecíaquenadiesabíaquesereuníaconmigo,nadielosabía.
—Mierda.¿QuéledijoBelcastro?—Belcastro me dijo que se había enterado de que yo había estado preguntando por ti y me
exigióquedejasedehacerlo.Cuandolepreguntéporqué,mecontestóqueeraunasuntodelpasadoyquequeríaprotegerte.MedijoquetuspadreseranRobertoyTeresaAbruzzoyqueelniñoquehabíamuertoenel incendioeraenrealidadlahijadelosTabone.Leacribilléapreguntas,élsolomeexplicóquehabíandecididomentiryactuarconrapidezporquenoqueríanqueacabasesenunorfanato. Me pareció que tenía sentido, yo ya había averiguado que Teresa Abruzzo y AmaliaTabone eran amigas y llegué a la conclusión de que en el fondo era lomejor que podrían haberhecho.
—Sieralomejorparamí,¿porquémecontólaverdadesanocheenelcalabozo?Secomportócomounmanipuladorhijodeputa.
—Tú ya odiabas a Fabrizio, no le respetabas y al mismo tiempo te sentías culpable de ello.SabíasquesiFabriziovolvíaalacárcelnosaldríaconvidaytusinstintosteobligabanaprotegerloaunqueledespreciases.Meparecistetodaunacontradicciónyviquepodíassermemuyútil.
Quenomienta,quenomevendaelgransueñoamericano,hacequelerespete.—Podríahaberseahorradolaparteenlaquemecontólodelincendio.—Talvez,peropenséquetemerecíassaberlaverdad.—Lo utilizó para convencerme de queme convirtiese en policía.Me dijo que si entraba en la
academiaymegraduabaelprimerodemipromociónnoarrestaríaaFabrizioyqueseencargaríadeprotegeramisamigoscuandohiciesealgunaredadaenLittleItaly.
—Ylohice,cumplíconmipalabra.FabrizioTabonenovolvióapisarlacárcelyNickySandynuncasetoparonconlapolicía.
—Yotambiénhecumplidoconmipalabra.—Sí,eresunodelosmejorespolicíasqueconozco.Eldíaquedejesdeodiarteporello,serás
formidable.—Quieroelinformequeredactóeljefedelosbomberossobreelincendio,elinformedeverdad.—Telodaré.—YcuandoconsigamoslaspruebasnecesariasparaarrestaraLucianoCavalcantiquierohacerlo
yo.Esehombre aparecedemasiadas veces enmipasado comopara no tener nadaquever con él.
Fabrizioeradespreciable, fuemalpadreypeormarido,pero sinohubieseestadoen lacárcel talvezhabría conseguido salvarlo.Cavalcantidejóque sepudriese allí y tendráqueexplicarmeporqué.
—Deacuerdo.Ponteatrabajar.SalgodeldespachodeRestepoytrasobtenerlosdatossobreelpresoconeltatuajedelacola
de sirena en el brazovoy a la prisión en la que sigue encerradopara hablar con él.Ahora estoyconvencido de que de algúnmodo extraño y rocambolesco resolver lamuerte de Belcastromeayudaráaentendermipasado.
«EnLittleItalyhaybuenaspersonas».LavozdeSienasuenaenmisoídosyaprietoelvolantehastaquemeduelenlosdedos.Quizá
ella tenga razón,aunque lociertoesqueesonocambianada.Quizáhayabuenaspersonasenesebarrioyentodoslosbarriosdetodaslasciudadesdelmundo,peronosirvedenada.
Aquella noche del pasado, cuando salí del calabozo, le dije a Anderson que tendría mirespuestaaldíasiguiente.Élmedejómarcharporquesabía,ahoraloentiendo,quemirespuestaibaaserlaqueélqueríaoír.
Fui al descampado donde había estado el taller de los Parissi. Tuve la sensación de que aúnpodía oler el humo y oír los gritos y el crepitar de las llamas.Me fallaron las piernas y caí alsuelo. Imágenes que hasta entonces no habían tenido ningún sentido para mí empezaron arecuperarlo;yoenbrazosdeunamujerpreciosaconlosojosidénticosa losmíos,yoenelsuelo,encimadeunaalfombra,jugandoconunaspiezasdemadera.
Andersonme arrebatómi vida,medemostró de unmodo irrefutable quemi existencia era unafarsa,ynolebastóconeso.Mediounpasadohorrible,unpasadocruelporquequéhaypeorquesaberqueestuveapuntodeserfelizyqueunincendiomeloarrebatótodo.EsepasadoestambiénelculpabledequeFabriziomeodiase.Encuantodescubríquenoerasuhijo,laspalizas,losgolpes,losinsultos,adquirieronotradimensión.IgualqueelcariñodeAmalia.Ellafuelaúnicaquealgunavezintentóprotegerme,asumodoysindemasiadoéxito,perolointentó.
LanochedemidieciochocumpleañoscuandomearrestaronenelBlueMoonloperdítodo;mipasado,mi identidad,mi familia, ymis amigos.Mequedé sin naday fue liberador.Caminépor elbarrio antes de ingresar en la academia de policía, intenté recordar si había estado allí con mis
padres,conlosdeverdad,ynolologré.Entonces,enmediodeunaacera,medicuentadequetodaesagentesabía laverdadsobremíymelahabíanocultadoy lesodiéporello.Gritédedolorydecidíquenuncamáspermitiríaquenadietuvieseesaclasedepodersobremí.Noesfácileliminarlasemocionesdetucuerpoydetumente,perodíaadíalofuiconsiguiendo.Sinsentimientos,todoesmásfácil,loúnicoquetequedadentroesunenormevacíoenelquenadiepuedeherirte.
Eseincendionofueunaccidente,fueprovocadoydealgúnmodoFabrizio,EmmettBelcastroyLucianoCavalcantiestáninvolucrados.
Yonorecuperarénunca lavidaquemefuerobada,perosiquieroestarenpazconmigomismonecesitoaveriguarlaverdad.
Entoncespodrédejarestepasadoatrásynovolverasentirnada.Tendréfuturo.No,esonunca.Voyadestruiraesoshombresydespuésnoquedaránadademí.Nadaenabsoluto.Llegoalacárceldelcondadoyelagentedelaentradacompruebamisdatosymeacompañasin
dilaciónaunadelassalasdevisitas.Elpresonotardaenllegarymeencuentroanteunhombredeunoscuarentaañosdemacradoyconmuymalaspecto.
—Aquílotiene,detective,LucasRipoli.Lesdejaréasolas.LucasRipolisesientaymemiraaburrido.Mipresencianopareceimpresionarledemasiado.—¿Quéquiere?—Hablardetutatuaje.—¿Esto?—Levantaelbrazoenelqueefectivamentehayunacoladesirena.—Sí,¿dóndetelohiciste?—Enelbarrioirlandés.Esapartedelahistoriacoincideconlamía.Mantengoelrostroimpasibleysigopreguntándole.—¿Porquéestedibujo?¿Porquéunacoladesirena?—¿Porquéquieresaberlo?—Aquílaspreguntaslashagoyo.—Puespormípuedelargarse.Megustanlospeces,quéquierequelediga.Memuerdo la lengua e intento controlarmimal humor, necesitoque esedesgraciadomediga
algoútil.—Tequedandiezañosdecondena,Ripoli,puedohacerqueseanmuchomásdurosounpoquito
másfáciles,túdecides.—Quierosaliralpatiocadadía.—Dimealgoútilyconsidéralohecho.—Tuveuncompañerodeceldahaceañosquenodejabadehablardeunaestúpida leyendade
sirenasyhombresquesetiranalmar.Decíaquecuandosalierasetatuaríalacoladeunasirenaenlanucaparaquetodoelmundosupieradedóndeveníayletratasenconrespeto.Mereídeél,ledijequeeraunatonteríahacerseesetatuajeenlanuca.Élseriodemíymedijoqueasícuandosealejasedealguiendespuésdedarleunapalizasuimagensequedaríagrabadaensuscorneasparasiempre.Sentíescalofríos,erauncabrónmuysádico.
—Perotútambiéntelatatuaste.—Sí,salídeaquíyestuveconunachica.Lecontélahistoriaylepareciómuyromántica.Mire,
nosoyel tipomás listodelmundo,esoesevidente.Me tatué lacolade sirenayellamedejó,yahoraestoyaquíencerradoycadadosdíasalguienseríedemiporelestúpidotatuaje.
—¿Quiéneraesehombre,recuerdasunombre?—Porsupuestoquelorecuerdo,loshijosdeputadeesaclasesondifícilesdeolvidar.Fabrizio
Tabone.
Dossemanassinverla.
Dossemanassinbesarla.Dossemanassinestardentrodeella.Dossemanas.Dosjodidassemanas.
Capítulo18
Salirdelacárcel,hablarconelalcaideparaasegurarlequeelsuperintendenteleescribirápara
establecer los nuevos privilegios de Ripoli, me resulta fácil. Lo único que tengo que hacer esdejarmellevarporelvacíoyactuarcomosiempre.
Nosientonada.Entroenelcocheyconduzcoderegresoalaciudad.Enmimenteordenoloshechosquellevo
añosdandoporciertosobreFabrizioTabone.Losanalizoigualqueharíaconcualquierotrocaso.Esunacalmaextraña,esotengoquereconocerlo,ytengomiedodeloquellegaríaasucedermesilapierdo.
LaúltimavezqueviaFabriziofuelanochequelecontéqueibaa ingresarenlaacademiadepolicía. Esa noche, él decretó que había muerto para él y a partir de entonces se comportó enconsecuencia.Loquemás recuerdodeesabrevísimadiscusiónfuequeenningúnmomento intentóhacermecambiardeopiniónyquecuandomefuirepitióunayotravezqueelapellidoTabonenoserecuperaríajamásdeesadesgracia.
Amalia tal vezmeacogiópara compensar lapérdidade suhijayquizá también sentíaqueasíhonraba la memoria de su amiga, mi madre biológica. Fabrizio lo hizo para tener un hijo, undescendientey,cuandoesedescendientesehizomayoryledemostróunayotravezlopocoqueseparecíaaél,leodióporello.
NiFabrizioniAmaliavinieronnuncaavisitarme.Amaliameescribióunaúnicacartapocosmesesantesdemorirdondemepedíaperdónpornohabersabidoquerermemejorymesuplicabaquenolecontestasenifueseaverla.
Esunodelospocosremordimientosquemehepermitidotenerenlavida.NosabíaqueAmaliaestabaenferma,meescudéenqueellahabíatardadoañosenalargarmeesaramadeolivoypenséquetendríatiempo.Cuandomeenterédesumuerte,dosmesesdespuésdequehubiesesucedido,lolamentéprofundamentey,sihubiesesidocapazdellorar,lohabríahecho.
Peroyanoquedanlágrimasdentrodemí.Yanoquedanada.LamuertedeAmaliamesacudiómásdeloqueestabadispuestoareconocerybusquéaFabrizio
parasaberdeél.Nomecostóaveriguarquetrasperderasuesposahabíaperdidolospocosamigosque lequedabanenelbarrioyquehabíaempezadoa trabajarcomovulgarmatónyasesinoparacualquieraquepagasesuprecio.
Veíasunombrepasarendistintosinformespolicialesdecomisaríasenlasqueyo,graciasaDios,no trabajaba. No sé si en aquel entonces el destino decidió darme una tregua o si Fabrizio seasegurabadenocometernuncaundelitoenmijurisdicción.
El nombre de Cavalcanti dejó de aparecer relacionado con el de Fabrizio y prácticamentedesapareció hasta que hace cuatro años hubo una masacre en un bar irlandés. Los muertos secontaronpordecenasynilapolicíadelaciudadnisusciudadanoslolamentarondemasiadoporquetodoslosfallecidospertenecíanadistintasbandasdechantajistasydelincuentes.Elinformeoficial,enelqueyonoparticipé,establecíaensusconclusionesquesehabíatratadodeunajustedecuentasentrebandasqueseleshabíaidodelasmanos.
EntrelosfallecidosestabaFabrizioTabone.EnlapolicíanadieexceptoAndersonsabequeFabrizioesmipadre.Taboneesunapellidomuy
comúnydesdequeentréenlaacademiaymemudéaVanderbiltAvenue,sialguienpreguntapormifamiliadigoquesoyhuérfano.
Nofuiaverelcuerpo,nohabríapodidoexplicarloylaverdadesquenosentílanecesidaddehacerlo. Me sentí incluso aliviado de que su muerte no me afectase, demostraba que habíaconseguido superarlo y que nada demi pasado, ni siquiera la partemás dolorosa, podía hacermedaño.
Nome planteé que pudiese haber un error. Fabrizio había sido arrestado las suficientes vecescomo para que los policías encargados del caso pudiesen identificarlo con seguridad.Además, apartirdelaMasacredelosIrlandeses,asíeracomoseconocía,FabrizioTabonedesapareció.
Perohavuelto,misentrañasmedicenqueRipoli,apesardesuestadolamentable,recuerdalahistoriaalaperfección.FabrizioTabonenoestámuertoyhasalidodesuescondite,seaelquesea,paramataraEmmettBelcastro.
¿Porqué?¿Porvenganza?Intento recordarsialgunavezviaFabriziodiscutirconBelcastroyno loconsigo.Recuerdoa
BelcastroprestándomelibrosyaFabrizioriéndosedemíporleerlosydeélporhabermontadounalibreríaynootrotipodenegocio,peronadamás.Ahora,sianalizomásdecercaesosrecuerdos,talvezsífueraclaroquenoeranamigosyqueexistíaciertodistanciamientoextrañoentreellos,peronadaquejustificaseesebrutalasesinato.
Amalianunca seopusoaqueyo fueseaVeronaapor librosynuncavi tampocoqueexistiesenadaespecialentreBelcastroyella.Eltemadelainfidelidadydeloscelosnotienesentido.
LoúnicoqueparecetenerloesesafotografíaqueestabaocultaenelsofádeBelcastro.TengoquehablarconCavalcanti,eselúnicoquequedayprobablementeelúnicoquepuedaexplicarmelaverdad. Pero no puedo ir a hablar con Cavalcanti así como así. Si voy sin pruebas, sin nadaconcreto,yélestádetrásdelasesinatodeBelcastro,losabráyseencargarádeeliminarcualquierrastrodeelloantesdequepuedaencontrarlo.
Nopuedocorrereseriesgo.LaoperaciónenlaqueAndersonllevaañostrabajandodependedeesto.Unacosaesarrestara
Cavalcanti por asesinato, eso sin duda nos beneficiaría, y otramuy distinta es ir allí, rebelarle lainformación que tengo y echar por la borda años de trabajo. Joder, simemetí en la policía parallegaraestemomento.
¿YsiCavalcantinosabequeFabrizioTaboneestávivoyesinocentedetodoesto?Mierda.¡Malditasea!Siena.Es culpa suya que esté sintiendo. Es culpa suya que haya perdido el rumbo y que vuelva a
respiraryatenermiedo.Esmuchomejornotenernada,loúnicoquenecesitasyquepuedessoportareseldolorporqueescontrolable,lodemás,cualquierotraemoción,puedeescaparsedetucontrolyobligarteaarriesgarte.
TengoqueiralacomisaríaeinformaraRestepoyaAndersondequeheaveriguadolaidentidaddel hombre con el tatuaje.Con su ayudaquizá encontremos aFabrizio antes de que lo hagan loshombresdeCavalcantiyconsigamosaveriguarlaverdad,oalmenosalgoquenospermitaarrestara Cavalcanti antes de que se una a la mafia de Chicago y creen la mayor asociación de crimenorganizadodelpaís.
Siena.No,novoyapensarenellaahora.Ninunca.Ellayanoestá.Y sin embargo detengo el coche en la calle donde vive la señoritaMoretti y cruzo hacia el
edificioconlaabsurdaesperanzadequeSienaestéallí.Nopuedohacermeesto,nopuedoseguirasí.Lopeordetodoesquenopuedohacérseloaella.
Mecomportécomouncerdoegoístaenlaópera,lehicedañoenmiapartamento.Tengoquedejarlair.
Elportalestáabiertocomosiempre.Alpasarporelrellanomeinvadeelcalorquesentícuando
labeséallíporprimeravez.Elimpactoestanfuertequetengoquesujetarmedelabarandilla.—Tengoqueirmedeaquí.Concadapasoquedoyhaciaellamipasadodejadeimportarmeyaunquesigosinatrevermea
tenerunfuturoséquemipresenteestámuchomenosvacíodesdequeSienaentróenél.Seiráynopodrérecomponerme.Seirácuandoarresteasutío.Seirácuandoporfincomprenda
quenopuedodarlenada.Sienaseiráysiamímequedaseunápicededecencianosubiríaesaescalera.LlegoalpisodelaseñoritaMorettiylamúsicadeunviolínmepresionaelpecho.Nomeatrevo
a llamar, no quiero hacer ningún ruido que pueda entrometerse en ese sonido tanmaravilloso. Lanochede laóperani siquieraprestéatencióna lamúsica.Aunquese suponeque laorquestade laciudadesextraordinaria,nomecausóningunareacción.
La canción que estoy escuchando ahora se ha metido dentro de mí y me está astillando loshuesos.Es doloroso oírla, hay tanto fuego y tanta pasión en esas notas que no entiendo cómo eledificionosehaderrumbado.Nollamoalapuerta,laabroyentrosinesperaraquenadiemeinvite.
Sienaaparece.SienaestátocandoelviolínylaseñoritaMorettilamiratandesconcertadayemocionadacomo
yo,aunqueellaescapazdeexteriorizarlo.—Tendríasquetocarenunaorquesta,deberíasdejarqueelmundoenteropudieseoírte.Reconozcomivozyséqueesafraselahedichoyo,peronosoyconscientedehaberlapensado.
Sienadejadetocarymemaldigopormitorpeza.—Jack—lodiceenvozmuybaja.¿Porquépuedeatormentarmesolopronunciandominombre?
—.¿Quéestáshaciendoaquí?—Buenas tardes, detective—me saluda la señoritaMoretti, aunque soy incapaz de girarme a
mirarla—.¿Quéestáhaciendoaquí?—insisteyyosigoignorándola.¿CómohesoportadoestardossemanassinrespirarcercadeSiena?Elaireentradeunmododistintoenmispulmones,esinclusodoloroso.Lapielmequemaporque
necesita la de ella encima.Apenas puedo tragar de lo espeso que es el deseo y lo único que séahora es que, si no estoy con ella, lo poco que queda de mí que quizá vale la pena salvardesaparecerá.
—Venconmigo,Siena.Alargolamanohaciaella,metiemblaynomeesfuerzoenocultarlo.Nopodríaaunquequisiera.—Nocreoqueseabuenaidea,Jack.Dejaelviolínen la funday se levanta.Duranteunsegundopiensoqueseacercaráamí,pero
hacejustolocontrarioysecolocaenelextremomásopuesto,justodelantedelaventana.—Noesbuenaidea,losé.—Ellabajalacabezacomosimirasehacialacalle—.Laverdades
quenosécómohellegadoaquí.HedescubiertoalgosobrelamuertedeBelcastroymedirigíaalacomisaríaparahablarconAndersonyRestepo,peroenvezdeesoheconducidohastaaquí.
—¿Porqué?A la mierda con lo de mantener las distancias. Me acerco a ella y levanto una mano para
acariciarleelpelo,losojosdeSienacapturanlosmíosatravésdelcristalymeaparto,aunquesolounpoco.
—Iréaprepararunpocodeté.LaseñoritaMorettinosconcedeunosminutosdeintimidadyyodejolamiradafijaenelpelode
Siena.Lascosquillascorrenpor laspalmasdemismanosdelasganasquetengodetocarloylasocultoenlosbolsillosparacontenerme.AllíencuentrolamonedademiinfanciaylahorquillaenformademariposadeSiena.
Noséporquémelallevéconmigo.—Deberíasirte,Jack—susurraSiena—.Hanpasadodossemanasdesde…desdelaóperayhe
tenido tiempoparapensar.Creíaquepodríahaceresto,deverdadquesí,perohedescubiertoqueno.Necesitosaberqueelhombreconelquemeacuestocomparteconmigoalgomásquesucuerpo
ytúnopuedeshacerlo.Onoquieres.Laverdadesquenoimportaporqueelresultadoeselmismo.El sexohasido increíble,peroal final siempreconsiguesquemesientamalynoquierovolverasentirmeasí.Lamentosicreesqueteheengañado,yaséquetedijequeestabadeacuerdoenquesoloerasexo,peroyavesquenoesasí.
ElrechazodeSienanotendríaqueafectarme.Sabíaqueestemomentoibaallegaryquecuandolohicieraestaríamásquejustificado.Yloestá.Podréarrestarasutíosinpreocuparmeporellayencuantoelcasoestécerradoseguiréadelanteconmividacomosiestassemanasnohubiesenexistido.
Sienaaparece.Sienadesaparece.Loúnicoquetengoquehacerahoraesdarmemediavueltaysalirdeesteapartamentosindecir
nadamás.Ellaserecuperará,seolvidarádemíydelestúpidoerrorquecometióestandoconmigo.Yotendréexactamenteloquesiemprehequerido;nada.
Nopuedohacerlo,nopuedomoverme.DescubrirquemicuerposeniegaaalejarsedeSienameaterra.Nopuedoquedarme, ellamehapedidoquemevayay despuésde lo que le hehecho semerecequelaobedezca.
—Heaveriguadolaidentidaddelhombreconeltatuaje—mecuestarespirar—,esmipadre,elhombrequemecrio,FabrizioTabone.
Sienasedamediavueltamuydespacioyveoquelebrillanlosojos.Estátansorprendidacomoyopormireacción.
—Creíaquehabíamuertohaceaños,eraundelincuente,unmatónasueldo.—Apartolamiradahaciaelsuelo—.Eldíaqueledijequeibaaserpolicíamedijoqueparaélhabíamuerto,quenoqueríasabernadamásdemí,queeraunadesgraciaparaelapellidoTaboney—sonríocontristeza—cumplióconsupalabra.
—Jack…Daunpasohaciamí.Nometoca.Levanto la cabezay lamiro.No séquédiablos estoyhaciendo, estoy tanasustadoque tengo
quecontenerel impulsodesalircorriendodeallí,peroséquesinohagoestoSienanovolveráatocarmenuncamásyesosencillamenteesinsoportable.
—Eso no es lo peor de todo, Fabrizio Tabone ni siquiera es mi padre de verdad —se meatragantanlaspalabrasyvuelvoaapartarlavista.
Sienameacariciaelpeloyeldolorsevuelvesoportable.—No tienes por qué contármelo todo ahora, Jack. Lo único que necesito es saber que me
necesitasparaalgomásqueparatenersexo.Está tan cerca demí quemi piel se tensa de las ansias que siente por fundirse con la de ella.
Estoyperdidoyestavezvoyaentregarmeaestalocuraconlosojosbienabiertos.—Venconmigo,Siena—lepidomirándoladenuevoalosojos—.Porfavor.Estaveznoleofrezcomimano,sinoquebuscoladeellayentrelazonuestrosdedos.—Deacuerdo,Jack—susurra.Yyosonríoyellamedevuelvelasonrisacomosilehubieseentregadounaperlacultivadapor
lalunaymesientocomouncretino.—¿Estássegura,Siena?—LaseñoritaMorettinossorprendeySienadejademirarmeamípara
prestartodasuatenciónalaprofesoradeviolín.—Sí.La respuesta no cuenta con la aprobación de la señoritaMoretti y lo cierto es que no puedo
culparla.—Estábien—aceptaresignada—.Tonillegaráaquídentrodedoshoras.Sinoestásaquícuando
llegue,nomentiréporti.Ledirédóndeestásyconquién,¿entendido,detective?—Entendido.—Perosiestásaquí—vuelveadirigirseaSiena—,niTonininadietieneporquéenterarsedeque
hassalidounratoa…hablarconeldetective.
—Gracias,Catalina.—Sienaestarádevuelta,nosepreocupe,señoritaMoretti.Graciasporsuayuda.—No le estoy ayudando a usted, detective —me contesta poniéndome en mi sitio—, estoy
ayudandoaSiena,oesoespero.Cuidebiendeella.—Loharé.—Nosoloestatarde.Nopuedocontestarle,peroporprimeravezenmividaquierocreerquepuedohacerunapromesa
aotrapersona.TirodeSiena,estoyimpacienteporestarasolasconella.Bajamoslaescaleraensilencio,cada
vezquemeaprietalosdedossientounbreveataquedepánico,peroentoncespiensoqueestádetrásdemíporquequiereestarconmigoyeldeseolohacedesaparecer.
Enelcocheella,sesonrojaymiraatravésdelaventanilla.—¿Tieneshermanos?Mierda,estodelasinceridadesmuchomásdifícildeloquecreía.—No.Bueno,supongoquepodríadecirsequedepequeñoNickeracomomihermano,ytambién
estabaSandy.—¿Nick?¿NickValenti?—Elmismo.Presiento que tienemil preguntas que formularme, casi puedo oír desde dónde estoy cómo se
muerdelalengua.Sonreiríasinofueraporquetengounnudoenelestómagoymesudanlaspalmasdelasmanos.
—¿Ytú,tieneshermanos?Sienasegiraymemira,ysientounaextrañapresiónenelpecho.Meestáadiestrando,tieneque
sereso,piensoderepente,porqueahoramismoharíacualquiercosaparaquevolvieseamirarmedeestamanera.
—No,notengo.Creíaqueyalosabías,detective.Carraspeoenbuscademivoz.—Sí,losiento,mehabíaolvidado.«Llevodiezañosencerradodentrodemíynorecuerdocómosehaceesto»:—Noimporta.Megustequeteinteresespormí.Nopuedoevitarmirarlaycreoqueestámássonrojadaahoraquecuandohicimoselamorenla
ópera.—Créeme,Siena, talvezno tengani ideadecómo lidiarcon loquesucedeentre túyyoy lo
másprobableesquetardeotempranocometaunerror imperdonableynoquierasvolveravermenuncamás,peroteaseguroquemeinteresomuchoporti.
Sienamesonríe,esunasonrisaquenosepareceennadaa lasanteriores,es la sonrisadeunamujerquehaconseguidoloquequería.
Otalvezseestáriendodemíporqueeslafrasemáslargaquehedichosobrenosotrosdesdequeestamosjuntos.
Tengo que dejar de asfixiarme cada vez que comprendo que he sido incapaz de alejarme deSiena.Habríapodidohacerloynolohehecho.Nomeheidoporquenopodíasoportarlaideadenoestarconella.SienamehapedidoquemefuerayyohedejadodepensarenFabrizioTabone,enelasesinatodeEmmettBelcastro,enlaoperacióndeAndersonporqueloúnicopensamientoquehaacaparadomimentehasido:«Quédateconella.Lanecesitas.Lanecesitas».
Lanecesitoyahora,aunqueseasoloduranteunashoras,voyatenerla.Ydejaréqueellametengaamí.
Capítulo19
SienaVanderbiltAvenue1940
Hace días decidí que si algún día volvía a cruzarme con él le cruzaría la cara y le diríaexactamente lo que pensaba de su numerito en laÓpera y de su fría indiferencia. Si lo único quequería era desahogarse, bien podía buscarse a cualquiera. La actitud de hombre inaccesible ydispuestoatodoparacumplirsumisióneramuysensualyatractiva,esoloreconozco,peroalahoradelaverdadmehacíasentirmetristeymiserable.
El problema, sin embargo, eran las sonrisas de Jack, las miradas cariñosas que me lanzabacuandocreíaquenoloveíaolosdetallesqueteníaconmigooconlosdemáscasisindarsecuenta.EseJacksíquepodíahacermedañodeverdad,elotroparecíasacadodeunamalaopereta.
Pero al parecer el Jack de las sonrisas no existía, era solo fruto demi imaginación.ElmismoJackmelohabíaadvertido;élnoeraningúnhéroeynonecesitabaquenadielosalvase.Mehabíarepetidoesafrasecientosdevecesyal finalhabía llegadoa laconclusióndequeJackmehabíadicholaverdadyyoeraunaidiota.
Las dos semanas habían llegado a su término, por fin me sentía capaz de volver a mi vidanormal.Mi tío había regresadoy aunquenomehabía contadoni lamitadde lamitadde lo quehabíasucedidoenChicagoélestabamás tranquiloypasabamáshorasencasa,asíqueyohabíadeducido(cuidadoSienaconlasdeducciones)quedeverdadhabíaempezadoaretirarse.
ApenasmediahoraatrássalíadecasadecididaadejaraJackguardadobajollaveenuncajóndemimemoria,unoquesoloabriríacuando fueseunaviejecitaen Italia rodeadadenietos.HabíadecididoqueenelfondoJackmehabíaservidoparademostrarmequelavidasigueyquenopodíaseguir encerrada en casa teniendo por únicos amigos a los empleados o socios de mi tío. Teníaprevisto pedirle aCatalina queme presentase a sus amigos ymañana iba a hacer lomismo en laiglesia, intentaría conocer gente y tener más vida social que una monja de clausura. Tarde otempranoconoceríaaalguiendelquemeenamoraríaycontaríaconlaaprobacióndeLucianoysiesedíanollegabanuncaalmenosmereiría.
Encerrar los recuerdosde Jackbajo llaveha sido liberador.He tocadocomohacíameses, talvezaños,queno tocaba.Misdedoshanvoladoporelarcoy lamúsicameha transportadoaeselugarmágicoenelquemepermitopensarenmispadresconalegría.
EntonceshallegadoJackyconunafraseyunamiradalohaechadotodoaperder.Sisehubieseportadocomolasúltimasveces,sihubiesemantenidoladistanciaodichoalgunadeesasfrasestanestúpidas,habríapodidoresistirme.Peroduranteunsegundohabajadolasbarreras.Mehaenseñadocómoesdeverdadysemehaaceleradoelcorazónyheempezadoatemblar;elestómagosemehapuestodelrevés,yaunqueacabaráhaciéndomedañoaquíestoy.
Estarconélenelcocheesextraño,apesardelaintimidadfísicaquehemoscompartidoapenassénadadeél.Ahoraséquearrugalascejascuandoestáconcentradoyapartaunamanodelvolantedespués de girar. Quiero hacerle tantas preguntas, quiero saberlo todo de él, peromemuerdo lalengua porque Jack necesita este silencio y recuperar cierta calma. Sonrío, creo que empiezo aconocerlo.
—Yahemosllegado.
JackdetieneelcocheyalprestaratenciónamientornoveoqueestamosenVanderbiltAvenue.Aúnmesonrojoalrecordarlanochequemeescapédecasaparaveniraverle.Noespropiodemíy si hubiese podido razonar habría caído en la cuenta de que era una locura, sencillamentenecesitabahacerlo.Me sentívivaydespuésdehaber creídodurante tiempoqueno lo estaba fueunasensaciónembriagadora.
—Séquetehepedidoquevinierasconmigo—sigueJack,megirohaciaélyledescubroconlamiradafijaenlacalle—,yjamáspodréexplicarlareaccióndemicuerpocuandohasaceptado.—Suelta el aliento y por fin semueve paramirarme—.Podemos quedarnos aquí o podemos ir a lacafeteríaque…
Mantienelasmanosencimadelvolanteytienelosnudillosblancos.—Paraserunhombrequeproclamasaloscuatrovientosquenomeconvienesyquemeharás
daño,teestáspreocupandomuchopormí.Intentorelajarelambiente.Nosésiesporqueestamosencerradosenesteespaciotanpequeñoo
porquellevamosdossemanasseparados,perotiemblodelacabezaalospies.Jacklevantaduranteunsegundolacomisuradellabio,noacabadeserunasonrisaaunquesele
acercabastante.—Estoypreocupadoportiporqueséquenoteconvengo.Noañadequevaahacermedañoytalvezsoyunaingenuaporquesemeencogeelcorazóny
levanto unamano para acariciarle el pelo. En su rostro ya casi no queda rastro delmoratón queteníahacedossemanas.
—Quieroiratucasa,Jack.Aúntenemosmuchascosasqueresolverentretúyyoyprefieroestarasolas.
—Deacuerdo—afirmamásparasímismoqueparamí.DejamoselPontiacnegroenlacalle,elvehículoescomoJack,carecedeadornosyharecibido
unoscuantosgolpes,yalmismotiempobastacontocarloparasentirlafuerzaqueocultadentro.Entrelazalosdedosconlosmíosalpasarjuntoamíysubimoslaescalera.Latensióndominael
brazodeJack,quecaminadelante,llegaaloshombrosylograquesuespaldaparezcamásanchade lo que es.Me cuesta tragar saliva, quizá no estoy preparada para estar con él. Igual que eseanimalsalvajeconelquetantasveceslehecomparadoenmimente,quizáestádemasiadoheridoysidoyunpasomásterminarésufriendo.Noporqueélmehagadañosinoporquejamáspodrádarmeloquenecesito.
—¿Desdecuándovivesaquí?Necesitorecuperarlacalmayloúnicoquesemeocurreesintentarmantenerunaconversación
mundanaigualqueharíaconcualquierpersonaquequisieraconocer.—Desdehaceunosaños.Bueno,nohasidodemasiadoconcreto,peromehacontestado.—Esunbarriobonito.En vez de tranquilizarme con cada escalón que subimos estoy más nerviosa. Jack asiente en
silencioysinsoltarmelamanoabrelapuertadesuapartamento.Hesidoyolaquehainsistidoensubiryenqueteníamosquehablar,deberíadeciralgo.
Unagotadesudormeresbalaporlaespaldayunligerotemblorseinstalaenmisrodillas.Jacksegiraymemira.—Losiento,nopuedomás.Mebesa.Jack tiemblamásqueyoyelbesoseconvierteencuestióndesegundosenuna fuerzaqueno
podemosdetener.Mislabiosbuscanlosdeélpararesarcirsedelosbesosqueleshansidonegadosdurante semanas, los suyos me recuerdan con cada caricia, con cada gemido que consiguenarrancarme,quenolehabíaolvidado.
—Losiento—vuelveasusurrarysusentimientodeculpahacequemeatragante.Nosécómodecirlequenosufra,medueleverleatrapadoenlasgarrasdeunabestiacontrala
quenopuedolucharporquenisiquierasédóndeestáodequésealimenta.LoúnicoquepuedohacerporJackesbesarleydecirleconmisbesosque,aunqueyotampocoentiendoquésucede,tambiénlenecesitopararespirar.
Intento apartarmeun segundo en busca de palabras para tranquilizarlo.Está ardiendoy respiramuydeprisa,peronomelopermite.Jackencadenaunbesoconotroyloúnicoqueparecenecesitares esto, nuestros besos. Me rindo y dejo que mis labios encuentren el modo de tranquilizarlemientrasguardoenmiinteriortodalapreocupaciónquesientoporélymeprometoque,cuandoestémástranquilo,nodescansaréhastaaveriguarcómoayudarle.
Medaigualsimellevatodalavida.Lerodeoelcuellocon losbrazosyJackme levantadelsueloconunsonidoquemeeriza la
piel.—Enmicama.Eslaúnicaexplicaciónquerecibodespuésdesonreírpegadaasuboca.Élcaminadecidido,no
creoquenadiepudieradetenerloahora,yabrelapuertasinsoltarme.Mefascinaqueseacapazdemoversecontantadelicadezaconmigoyqueconelrestodelmundonodisimulesufuerza.
Recuerdosudormitoriodelanochequeleencontréborracho,peroesedíanoprestéatenciónalos detalles o a la ausencia de losmismos. La cama es grande y está cubierta por unas sábanasblancas tan tirantesquedejanclaroqueelhombrequeduermeenellasha recibidoentrenamientomilitar.Enlamesilladenochenohaynadaexceptounlibrojuntoalalámpara.Elotrodíaellibronoestabaysientolaimperiosanecesidaddesabereltítulo.
Jackmesorprendealdejarmedepiefrentealaventana.—Quieroverte—mediceconlavoztanroncayconlosojostanbrillantesquemeesimposible
negárselo.No creo que pudiera porque las cuerdas vocales están atrapadas en este deseo que éldespiertaenmísoloacercándose.
—Nodigasnada—mepideysonríodenuevoporquetengolasensacióndequepuedeleermelamente.
Da un paso hacia atrás y sus ojos recorren mi cuerpo con suma lentitud, se detienen en cadarincónylaspupilassevandilatandoyoscureciendoantemí.Caminadespacioyvuelveacolocarseaescasoscentímetrosdemí.Levanta lasmanosydesabrochaunoauno losbotonesde lablusablanca.Tienelacabezaagachadayrespiradespacio,letiemblalasien.
Alterminarconlablusabajalaprendapormisbrazos.Susdedosmeerizanlapielamedidaquelarecorren.Queman.
Lablusacaealsuelo,elsonidoesdelicadoperomequedosinalientoaloírlo.Jacknopareceinmutarseysigueconlamiradafijaenmicintura,estáestudiandolacremalleradelafaldacomosifueraunasuntodesumaimportancia.Segundosmástarde,durantelosqueeltemblordemicuerponohacesinoqueaumentar,notosusmanosenmicinturaylacremallerabajadespacio.
Jackdaotropasohaciamí,lateladesupantalónrozalacamisolaquecubreahoramismuslos.Inclinalacabezahaciadelanteyladetieneantesdequesunarizosuslabiospuedanrozarmelapielmientras que con los dedos arruga la camisola y busca los cierres del liguero. Su respiraciónmeerizalapielytengoquecerrarlospuñosparanotocarlo.Élnomelohapedido,sinembargotengoelpresentimientodequelapeticiónibaincluidaenladenodecirlenada.
Elligueroseafloja,peroJacknosemueve.Cuandolohaceapartalasmanosdemicuerpoylascolocaporencimadelacamisolasobremicintura.
—Me gustaría… —La voz le rasca la garganta y hace estragos en mi capacidad paramantenermeenpie—megustaríapoderhacerteelamor.—Flexionalosdedosycierrolosojos—.Peronopuedo.—Estoyapuntodedecirlequesíquepuede.Entoncesaprietalasmanosytirademicuerpohaciaelsuyo,ysoyincapazdehablar—.Nopuedoporqueahoramismonecesitofollarte.
Elcalorestallaenmivientreyunsonrojoqueesfrutodeldeseo,lavergüenza,lamodestiayelinstintomásbásicoyurgentequehesentidonuncaescalapormicuerpo.
—Jack.—Solosoycapazdesusurrarsunombre.
—Tendríasquedarmeunabofetadaypedirmequetesoltara.Megustacreerqueseríacapazdehacerlo, pero no estoy seguro.—Me lo imagino sonriendo pegado al hueco demi cuello—.Megustaría ser otro hombre, por ti me gustaría ser cualquier otro.—Noto los labios en mi piel, lalengua recorre lentamente la curva de la clavícula.No puedo decirle que no tiene que ser nadieexceptoél—.Despuésteharéelamor,loprometo.
Seponederodillasfrenteamíymebajalasmediasylaropainterior.Abrolosojosunsegundo,elpelonegroyespesoestádesordenadocomosisehubiesepasado lasmanosdemasiadasveces.Tienelafrenteempapadadesudoryloshombrostensanlacamisablancatantocomolespermitenlascosturas.
Nosoyconscientedetomarladecisióndetocarle,losdedosdemimanoderechaaparecenenlamejillaenlaqueaúnencuentroelrastrodelaheridadelotrodía.
Alsentirmitacto,Jackselevantadeinmediatoyvuelveasujetarmeporlacintura.—Mírame, Siena. —Abro los ojos—. Necesito follarte. —Bajo la mirada, esa palabra me
incomoda—. ¿Sabes por qué?—Niego con la cabeza y Jack aparta unamano demi cintura paracapturar mi mentón entre dos dedos y acariciarme el pómulo con el pulgar—. Eres preciosa.—Suelta el aliento despacio y se agacha para darme un suave beso en los labios.Gimo cuando seaparta—.Necesito follarte porque te deseo tanto que no puedo ir despacio.—Tira demí con lamanoquesigueenmicinturaypegalasmitadesinferioresdenuestroscuerpos—.¿Puedessentirlo?—Tiembloyélasumequeesaesmirespuesta—.¿Puedes?
—Sí—suspiro.Deslizaunamanopordebajodelacamisola,dondemeencuentradesnuda.—Tútambiénlosientes,¿noesasí?Meacariciaymicabezacaehaciadelante,enel torsodeél,quesiguecubiertopor lacamisa.
Mueve los dedos despacio, para ser unhombre que afirma estar al límite está demostrando tenermuchoautocontrol.
—Joder,cariño,eresperfecta—farfullabesándome loaltode lacabeza.Esunacontradicciónsentiresebesotaninocentemientrassumanoestáentremispiernas—.Dimequepuedofollarte.
—Puedes—susurro.Jackmeapartalacabezadelacamisaenbuscademisojos.—Necesitooírtelodecir.Comprendoqueestapalabra,estasensación,nohaformadonuncaparte
de ti, pero forma parte demí y no puedo eliminarla.—Cierra los ojos, aprieta los párpados y elsufrimiento que veo pasar tras ellosme ahoga el alma—.Necesito que aceptes todo lo que soy,también las partesmás dañadas. Sé que lo necesito.Creo que es la únicamanera de que consigasalvarme,pero…
Colocounosdedosencimadesuslabios.—Chis,Jack.—Losdostenemoslosojosbienabiertos—.Déjamehablar—esbozounasonrisa
trémulayaunquemesonrojocreoquepuedocontrolarlo—.Novoyadecirteloquequieresoír.—Durante un segundo no consigue disimular el dolor, así queme apresuro a continuar.Además, elcorazónme late tan rápido que tengomiedo de desmayarme—.Voy a decirte que quiero quemefolles.
La palabra se me atraganta y sí, sigue sin gustarme, pero con Jack no hay espacio paravergüenzasniparamiedosinfantiles.ConJackdaigualcómolollamemosporquesabemosquenoexistenadamásverdaderoqueloquesucedecuandonostocamos.
Meapartalamanodesuslabiosyduranteunsegundoestácompletamenteinmóvil,hastaquederepenteseponeenmovimientoigualqueunapanteranegraalaquelehasidoconcedidalalibertad.Suslabiosdevoranlosmíos,melevantaenbrazosyyolerodeolacinturaconlaspiernas.
Lapareddeldormitorioapareceamiespalda,laúnicafotografíaquehaycolgadaenlapared,unaimagendelaEstatuadelaLibertad,caealsuelo.Aningunodelosdosnosimporta.
Jackestádentrodemí.Jackmebesa.
Jackestádentrodemí.Jackestádentrodemíyelmundodesaparece.Besamis labios,me sujeta por la cintura y apenas semueve.Dos semanasde separacióny de
decisiones equivocadas desaparecen cuando nuestros cuerpos se unen y se niegan a separarse. Élaprietalosdedosenmicintura,mibocabebesusgemidosylosmíossepierdenenlasuya.Élestácompletamentevestido,amísolomequedalacamisoladesedacolorchampán.
Cada uno de los temblores que recorren la espalda de Jack desfila después por la mía.Memuerde, me pide perdón besándome de nuevomás despacio. No sirve de nada, ningún beso portiernoqueseapuededisimularelfuegoquequemaentrenosotros.
Elorgasmodeélessilencioso.Sepegaamícomosiquisierametersedentrodemí,nosolosusexosinoelcuerpoentero;sutorsodentroelmío,susmuslosylosmíos,nuestroslabios.Enredolosdedosenlanucayleacaricioelpeloy,cuandounsuspiroqueparecenacerdelomásprofundodesualma,deeserincónqueningunopodemoscontrolar,merozaloslabiosybajapormigarganta,alcanzoelclímaxmásprofundo,animalysalvajequehesentidonunca.
Jackmebesa.Jackestádentrodemí.Jackmellevaenbrazosalacamayelmundodesaparece.Abro losojosalnotar lasábanabajo lapielyveoaJackmirándomeconel rostrodemudado
portantaemociónqueinclusoduelemirarle.Élsueltaelaireporentrelosdientesytrasundelicadobesoseapartaconcuidadoysaledemi interior.Sesientaen lacama,meda laespaldayestáensilencio,ytengomiedodequecuandovuelvaagirarseestédenuevofríoydistante.Nocreoquepudierasoportarlo.
Apoyouncodoenlacamaydescansolamejillaenlapalmadelamanoparaobservarle.Élnoha ocultado su deseo de vermedesnuda.Yoquizá no sea tan atrevida como él y (aún) no puedaverbalizarlo,peroesonosignificaquenomemueradeganasdeverledesnudo.
Jack se pone en pie y sin girarse se desabrocha la camisa y se la quita con la que ya hedescubiertoessuhabitualeficienciamilitar.Nodejalaprendaenelsuelo,laapoyaenelrespaldodelaúnicasillaquehayenlahabitaciónyelgestomehacesonreír.Jackesordenado,guardoesainformacióndentrodemícomosifuerauntesoro.Loszapatosaparecenjuntoalaspatasdelasilla.MesonrojocuandolaimagendeJackcompletamentevestidomoviéndosedentrodemíhaceunossegundosapareceenmimente.«Ojalánomehayasonrojadotantocomocreo».OigoelsonidodelahebilladelcinturónyvuelvoafijarmeenJack,noquieroperdermeniundetalle.ElpantalónquedaencimadelacamisayaJacksololequedanunoscalzoncillosblancosquedestacanaúnmássupielmorena. Él se detiene y yo me olvido de respirar cuando veo que se los quita y quedacompletamentedesnudo.
Tensa la espalda, no puedo verle la cara y me imagino sus ojos oscureciéndose, su frentearrugándosemientraslascejasintentancontenerlafuerzaquedominasiempresurostro.
Sedamediavueltaymequedosinaliento.Elcorazónmesubeporlagargantaysedetieneenalgún lugar que me impide decirle lo hermoso que me parece. No creo que a él le gustaseescucharlo.
Clavalosojosenlosmíosycaminahaciamí.Setumbaenlacamaynotengotiempodereunirlasfuerzasnecesariasparahablarleporqueempiezaabesarme.
Jackmebesayelmundodesaparece.
Capítulo20
Jackmebesa.Mebesadespacioysientosucuerpodesnudoencimademí.Supielestátancalientequetengola
sensacióndequesisequedaaquíacabaríamosfundiéndonoselunoconelotro.Laideameasustaunpoco,necesitaraJackpuedesermuypeligrosoparamicorazónyestesemeaceleraalpensarquetalvezyaseademasiadotardeparasercauta.
Jackmebesa.Me besa un poco más rápido y apoya las manos a ambos lados de mi cabeza. «No, no te
apartes».Unmechóndepelonegrolecaedelafrenteymehacecosquillasenlanariz,élnoseparaloslabiosdelosmíos.Muevelascaderasylaspiernas,nuestrosmuslosserozanyelvellodesuvientremeacariciaelestómago.Recuerdoelvendajedelprimerdíaymedoycuentadequenoleestoy tocando. Los besos de Jack, destinados a hacerme enloquecer, me roban la capacidad demoverme.Consigoreaccionaryconlasmanosbuscosuespaldaparatocarla.
Él separamás los labios y el beso se convierte en una posesión, aunque no sé quién posee aquién. Respiro a través de Jack, siento a través de su piel, que ahora quema las palmas de mismanos.
Apartaunamanodelaalmohadaytrasunossegundosnuestroscuerposvuelvenaunirse.Jacksequedaquieto,tensalosantebrazosysutorsopermaneceinmóvil,nisiquierarespira.
—Jack—susurrosunombremientrasleacariciolanuca.Élabrelosojosymemira,sonnegrosyestavezbrillandeunmododistinto.Éllosabeynole
gusta,peromeaguantalamiradaysientoenmicorazónquejamáshapermitidoquenadielovieraasí.
TirodeJackhaciamíylebeso.Jackmebesa.Suspiraentremislabios,losrecorreconlalengua,bebedemialientoyempiezaamoverse.Su
cuerpodesprendelamismaintensidadqueantes,cuandoélmehademostradolosensualquepuedeser necesitar a otra persona del modo más instintivo y animal posible, pero ahora es distinto ytiemblode lacabezaa lospies.AhoraJackestáconcentradoenmí,soloenmí,ynosésivoyapodersoportarlo.
Jackmebesa.Jacksemuevedespacio,esperaasentiralgo,nosésiesuntemblor,unsuspiroounmovimiento
de mis caderas y entonces responde, calibra su reacción y la ajusta a lo que cree que necesito.Apoyaelpesoenlosantebrazos,entramásprofundamenteyconlasmanosmeacariciaelrostroymeapartaelpeloquesemehapegadoenlafrente.Nuestrostorsosestánpegados,nuestraspiernasenredadas,yonopuedosoltarleyestoyapuntodeperderlacordura.
Jackmebesaysemuevedespacio.Sientoquenosolomeestáhaciendoelamoryesto tampocoes lapasióndesinhibidadeantes.
Esto tiene que ser lo que se siente cuando otra persona se entrega a ti, cuando tu cuerpo buscadesesperadolamanerademetersedentrodeotroparanosalirnunca.
No estoy preparada para esto, es peligroso y maravilloso. Si lo pierdo, me dolerá muchorecomponermeynovolveréaserlamisma.
Tiemblo,gimo,unalágrimameresbalaporlamejillayJacklacapturaconelpulgar.Seaparta,memira.Séqueleasustaloqueveyqueentiendeesalágrima.
Jackmebesa.Elbeso,laemociónquetensaloshombrosdeJackyquelellevaahundirlasmanosenmipelo.
Lafuerzadesuspiernasalbuscarelsecretoparanoabandonarjamásmicuerpo.Elstaccatoconelqueelcorazóngolpeasutorso.Elorgasmoquenosésiempiezaenélyterminaenmíoesalrevés.
Sunombreenmislabios.Elmíoenlossuyos.Nosotros.Unosminutosmás tardeabro losojosymeencuentroensusbrazos.Esperoqueaél leduela
tanto como a mí tener que soltarme. Mi rostro está en su torso, los latidos de su corazón meacaricianeloídoyunadesusmanos,laespalda.Echolacabezahaciaatrásparamirarlo.
¿Quépuedodecirle?Nuncamehabíasentidoasíyningunapalabraencajacon loquemeestápasando.
—¿Porquénotocasenunaorquesta?LapreguntadeJackesinesperadayperfecta.Sonríoyparadisimularagachoelrostroyledoy
unbesoenelpecho,élmerespondeestrechándomeensusbrazos.Creoquesonmilugarpreferidodelmundo.—EnItaliatocaba—leexplicocuandomivozdecidereaparecer—,peroaquíLucianocreeque
espeligroso.Losmúsculosdelpechosobreelquedescansosetensanunossegundos.—Tendríasquetocarenunaorquesta—sigueJack—.Esinjustoquenadiepuedaoírte.Vuelvoasonreíryleacaricioporencimadelcorazón,estecorazónqueélseempeñaenocultar.—AvecestocoenlaiglesiaytambiénencasayconlaseñoritaMoretti.Además,silodemitío
salebien, talvezdentrodepocomi suertecambieypuedahacer laspruebaspara laorquestadeNuevaYork.
—¿Aquéterefieres?DuranteunsegundomeplanteosipuedocontarleaJacklosplanesdeLuciano,yencuanto la
dudaapareceenmimentemepongofuriosaconmigomisma.Hecompartidolomásíntimodemíconél,bienpuedocompartirelresto.
—Lucianoestáarreglandolascosasparajubilarse.PoresofueaChicago.Esemovimientodeantes,eldelosmúsculosdelpecho,reapareceyestavezsequeda.—Megustaría oírte tocar en laÓpera—dice pasados unos segundos, su voz suena igual que
antes,inclusoincorporalevementelacabezaparadarmeunbesoenelpelo—.Deberíamosirnos.Semeencogeelcorazónyaguantolarespiración.Tengoqueconfiarenél,nopuedopermitirque
las dudas que me asaltan tras estas dos últimas frases echen a perder la intimidad que hemoscompartido.
Meapoyoensutorsoylemiro.—Lo que ha sucedido esta tarde entre nosotros no tiene nada que ver con mi tío, ni con la
policía, ni con el asesinato de Emmett, ni con lamafia, ni con nada excepto tú y yo—suelto elalientodespacioyélmeacaricialaespaldaporqueestoytemblando.
— Lo que ha sucedido esta tarde entre nosotros no tiene nada que ver con tu tío, ni con lapolicía,ni conel asesinatodeEmmett,ni con lamafia,ni connadaexcepto túyyo—repite Jacksolemneytirademíparabesarme.
Jackmebesaynoocultanadaensusbesos.—Tenemosqueirnos—merecuerdacuandomeapartayantesdedarmeunúltimobeso.—Losé.Saledelacamaytrasrecogermiropadelsuelolaacercaalacama.—Un día no te dejarémarchar—afirma al dejar la ropa ami lado y antes de que yo pueda
reaccionarcaminadecididoalbañoyseencierraallí.Yomequedomirando la ropa comouna idiota, ¿de verdad ha dicho eso?Las confesiones de
Jack siempre me cogen desprevenida y él siempre aprovecha mi confusión para esconderse en
algunaparteyrecomponerse.Suspiroyempiezoavestirme.HoyJackmehadadotantaspiezasdelrompecabezasqueessualmaquecreoquetardaréuntiempoenencontrarleelsentidoatodas.
Aprietoelcierredelligueroysonríoalrecordarcómomehadesnudado,bueno,creoqueaélyotambiénleresultofascinante.
—¿Estáslista?La voz me acaricia la espalda y me pone la piel de gallina cuando desde allí me sube la
cremalleradelafalda.—Sí,estoylista.Jackvuelveaestarpocohablador,peroempiezoadistinguirsussilenciosyesteesdelosbuenos
porque nome suelta lamano hasta que llegamos adonde está el Pontiac aparcado yme abre lapuertadelcoche.EltrayectohastaelapartamentodelaseñoritaMorettiescorto,notengotiempodedecidirquéquierodecirleaJackantesdesepararnos.
Nosoyidiotayséquenopodemosseguirviéndonosasíaescondidas.LaseñoritaMorettinolopermitiríayyojamáslepediríaquemintieseasípormí.Además,nomepareceríajustoniparamíniparaJack.
Detieneelcocheaunaesquinadenuestrodestinoytengoquearriesgarmeamirarle,hastaahorahe mantenido la mirada fija en la ventanilla en un intento de esclarecer las emociones que seprecipitanenmicorazón.
—No puedo acompañarte. Lo siento. ¡Maldita sea!—Parece confuso y furioso y nomemira.Ninguna de las tres cosasme gusta. Suelta el aliento frustrado y se gira haciamí—.Tendría quehabertepedidoantesquenosfuéramosdelapartamento.PorculpamíallegamostardeynopuedocorrerelriesgodeacompañarteydequeTonimedescubracontigo.
—Jack,espera…—No,simeveahora,nopodréocultarleloquesientoporti.Tienesqueirtesola.Loquesientepormí.¿Quésientespormí,Jack?—Jack.—Estacalleessegura,notepasaránadaymequedaréaquíhastaqueentresenelportaldela
señoritaMoretti.—Séqueestacalleessegura,notepreocupes,Jack.Memuerdolalenguaynolepreguntoquéhaqueridodecircon«loquesientoporti».Aunque
memuerodeganasnoquierotenerestaconversaciónenuncocheyconprisas.—Prométemequetendráscuidado.Sonsolodiezmetros,peroseloprometodetodosmodos.—Tendrécuidado.—Sujetolamanecilladelapuertapreparadaparairme,peroantesdehacerlo
por fin elijo lo que quiero decirle antes de despedirme—. Tú prométeme que no volverás adesapareceryquelodeestatardehasidoverdad.
Jackmebesa.Cuandosedecideahacerloestancontundenteytanrealquenopuedoverlovenirnidetenerlo.Jackmebesaycuandosedetienemeacariciaelpeloymemira.—Ha sido verdad, es la única verdad de mi vida. Vete, no quiero que la señoritaMoretti se
arrepientadehabernosayudado.Abrolapuertaybajodelcoche.—Nodesaparezcas,Jack—lerepitoantesdecerraryecharacorrercalleabajoporqueéltiene
razónysenosacabaeltiempo.Megustacreerqueélmehaprometidoquenodesaparecerá.LlegoalportalymeencuentroalaseñoritaMorettiesperándome.Ellasuspiraaliviadaalverme
yprácticamentetirademíhastasuapartamento.—Meteníaspreocupada—meriñeconcariñomientrassubimos—.Toniestáapuntodellegar.Nolecontestoporquemefaltaelalientoporculpadelacarrera.Alllegararribamesientoenla
butaca donde suelo tocar el violín para recuperarme y apenas unos minutos más tarde alguien
golpealapuerta.Ha estado tan cerca que el corazón amenaza con salirme por la garganta. Catalina piensa lo
mismoporquesesobresaltaaloírloyrespiraprofundamenteantesdeiraabrir.NoesToniycuandooigolavozdemitíohablandoconlaseñoritaMorettiestoyalbordedeun
segundoinfarto.Tengoquetranquilizarmeoacabarémetiendolapata.—¿Tío?—Mepongoenpieconelviolínenlamano—.¿Quéhacesaquí?¿Hasucedidoalgo?Puedo contar con los dedos de una mano las veces que Luciano ha pasado a recogerme en
algunaparteytengoqueconfesarquesupresenciaaquímeinquieta.—No,todoestábien.¿Porquélopreguntas?—Túnuncavienesabuscarme.—LehepedidoaToniqueseocupasedeunosasuntosyseharetrasadounpoco,asíquedecidí
veniryoarecogerte,¿teparecebien?Odio que se me hiele la sangre al oír la frase «unos asuntos». Antes de Jack no habría
desconfiadodeLucianoyahora loprimeroquemehavenidoa lamenteha sido la imagendeunimaginariocontablealbordedelamuerteenlacamadeunhospital.
—¿Tesucedealgo,Siena?—No,nada,losientotío.—Metiemblanlasmanoseintentodisimularloguardandoelviolín—.
Porsupuestoquemeparecebienquevengasabuscarme.—¿Leapetecetomarunté,señorCavalcanti?—leofrecelaseñoritaMoretti.—Sí, gracias, eres muy amable, Catalina, pero creía que ya habíamos decidido que ibas a
llamarmeLuciano.Catalina, mi estricta y reservada profesora de violín, una mujer dulce y con una alma
empedernidamenteromántica(sino,dudoquenoshubieraayudadoaJackyamí)sesulfurahastatalpuntoquepareceunagataapuntodesacarlelosojosaalguien.Amitíoparaserprecisos.
—No, señor Cavalcanti, se equivoca. Habíamos decidido que usted iba a llamarme «señoritaMoretti».
—Noesasícomoyolorecuerdo,Catalina.—Pueslamentodecirlequetieneustedmuymalamemoria,señorCavalcanti.Iréaprepararelté.Estoytanfascinadaobservándolesquealfinalmitíotienequellamarmedenuevolaatención.—¿Sucedealgo,Siena?Élestásentadoenelsofá,sehadesabrochadolaamericanayparecesentirsecomoencasa.En
realidad, siCatalina parecía una gata enfadada,Luciano tiene todo el aspecto del gato que se hacomidoalcanario.
—¿Catalina?—Lemiroatónita—.¿Desdecuándotetuteasconmisprofesoradeviolín?—Siemprehesabidocómosellama.—Yyosiemprehesabidocuandodaslargasparanoresponderaunademispreguntas.—Pues,sisabesquenovoyaresponderlas—mediceconunasonrisadelomásinusualenél—,
nolashagas.Esunamaneramuypocogratificantedeperdereltiempo.Meríoysientounapunzadaenelcorazónalrecordaramipadre.—Tienes elmismo sentido del humor que papá—le digo, y aguanto la respiración porque no
quiero que me hable del día que los asesinaron, no quiero hablar de muertes ni de venganzas.QuieroseguirriéndomeconélmientrasaúnsientoelcalordelosbrazosdeJackamialrededor.
—Supongo que sí.—Luciano se encoge de hombros y en sumirada veo que también se estáacordandodepapá—,peroCosimoeramuchomáslisto.
—Está bien, nome cuentes por qué te gusta Catalina, pero ten cuidado con ella. Esmimejoramiga.
—Graciasporpreocupartepormí,Siena—nosinterrumpelaseñoritaMorettiymitíoentrecierralosojoscomocuandoalgolepreocupaoleponefurioso—,peronohacefalta.AlseñorCavalcantinolegusto.Meimaginoqueloúnicoquesucedeesquehoyestabaaburridoyhapensadoquesedistraeríaunratoamicosta.
—Esonoesverdad,yo…—empiezaLucianoysiToniestuvieraaquíyseestuviesedirigiendoaélenesetonodevozyahabríaagachadolacabeza,perolaseñoritaMorettilamantienebienaltaylodetienealzandolamanocomocuandodaclasesaunniñopequeñoy lepidequedejede tocarporqueestádestrozandolapartitura.
—Usted nada, señorCavalcanti.Ocúpese de servir el témientras yo voy a la cocina a por elazucarero.—Mi tío rebufa, pero se dispone a obedecer y Catalina, antes de darsemedia vuelta,añadesoloparamí—:Tútambiéneresmimejoramiga,Siena.
LesonríoporqueCatalinasindudaesunaamigamagníficaysigosonriendocuandomesientoenelsofáyesperoaquemitíomeentregueunatazadeté.
Megustaríacontarlequeheconocidoaalguienmuyespecial,quecreoqueporfinmividaaquíenNuevaYorkempiezaatenersentido.MegustaríaexplicarleamitíoquedesdequeJackmebesósiento la música de otra manera y que necesito como nunca antes lo había necesitado tocar enalgunaparteademásdeenlaiglesiayencasa.
MegustaríamirarlealosojosyconfesarlequeJackeselhombrequehaentradoenmicorazóny que quiero que se quede aquí para siempre. Y cuando tengo las palabras amontonadas en loslabiosrecuerdoquenopuedodecirlenada.
Jackespolicía.Jackquierearrestaramiúnicafamilia.Jackmenecesita.CatalinaestáburlándosedeLucianoporalgoquehadichosobreMozart.Lesobservoynome
cuestaadivinarquemitíohacometidoeseerrorapropósitoyquelohahechoparaprovocarla.VeoaLucianosonreíryrecuerdoapapáburlándosedemamá.DesvíolamiradahaciaCatalinaycuandolamiro a losojos semepara el corazón.Apesar deque antes seha esforzadopormantener lasdistanciasypormanifestarsuaversiónalapresenciademitío,éllegusta.Esmás,legustaestarconél.
Nosésiloqueestoyviendoesamorosilofueenalgúnmomento.Nomeatrevoasuponerestesentimiento tan grande en la mirada de nadie. Pero sí que veo a dos personas que les gustaríaacercarselaunaalaotrayaveriguarquépodríanllegaraser,oquizárecordarloquehansidoeintentarrecuperarlo.
Meponefuriosaverquelosdossenieguenesafelicidadquetodossabemosqueestanefímeraydifícildeatrapar.¿Acasonohemospresenciadosuficientesmuertesanuestroalrededorcomoparasaberquetenemoslaobligacióndeatraparestosinstantes?
Voyadecirlesalgo,quizálosdosdecidiránfingirquenoexistenadaentreellosometacharándeinfantilosoñadora.Sécómoempezar,voyarecordarlesquesesuponequesonmuyvalientesyque deben arriesgarse, pero cuando la primera palabra está a punto de salir demis labios veo lamiradadeCatalina.
Ellalosabeytambiénsabelodolorosoqueeselresultado.Semellenanlosojosdelágrimasylevantolamiradaenunintentodesesperadodecontenerlas.
Luciano sigue hablando con Catalina, está riñéndola por algo absurdo y ella finge escucharlo.Catalinasísearriesgóynosalióbien.
Quizá el hombre que le rompió el corazón no fue ese amor de juventud quemurió cuando nodebía.Quizáfueelhombrequeestáahoraaquísentadoentrelasdos.
Catalina ha sobrevivido y también Luciano, pero sea cual sea su historia no parece haberterminado.Ynova a terminarnuncaporquenova a continuar.Ellanova apermitirloporque aúntienelascicatricesdelaúltimavezquelointentó.
Jackmebesa.Jacksientealgopormíydesaparece.¿AlgúndíatendrélascicatricesdeJackenmimirada?
Capítulo21
Comisaríadeldistritonúmero5LittleItaly1930ElcapitánWilliamAndersoneraelmásjovenquehadirigidonuncaesacomisaríaylehabía
sidootorgadaporqueerantiemposdifíciles,segúnelsuperintendente,yporquenadieexceptoélestabalobastantelocoylobastantecabreadoparahacersecargo.Anderson,apesardequenadielodiríaporsunombreniporsuaspecto,sehabíacriadomuy
cercadeallí,encasadesuabuelamaterna,unaitalianaquesehacíalaseñaldelacruzsiemprequerecordabaquesuúnicahijasehabíacasadoconuninglés.Malditosingleses.Andersonhabíapresenciadocómoelcrimenenesebarriopasabadeserunameraanécdota
a convertirse en un negocio organizado que sangraba y destrozaba a esa comunidad tangenerosayllenadevidahastadejarlamoribunda.Élsehabíahechopolicíaparalucharcontralos criminales, fuerandel tipoque fuesen, y el idealismoconelqueentróenel cuerpo sehizopedazoslanochequecomprendióqueunodelosmotivosporlosqueelcrimenprosperabatantoenlaciudaderaporqueensubandojugabantambiénvariospolicías.Él siempre recordaría el día en que decidió que si quería conseguir algo iba a tener que
hacerlo él con suspropiasmanos y llevabaaños trabajandodía ynoche, aceptando todos loscambiosdeturnosimaginables,soportandoalospeorescompañerosdelmundo,aprendiendodelos mejores y guardando pruebas siempre que las encontraba. No solo era el comisario másjoven que había tenido nunca la comisaría del distrito número cinco, también iba a ser elsuperintendentemásjovendelaciudad.ElmayorproyectodeAndersonnoera,sinembargo,sucarreraprofesional,estasoloeraun
medionecesarioparaconseguirlo.SumayorproyectoerahacerdesapareceralamafiadeLittleItalyyparaconseguirloteníaqueentenderlayporencimadetododebíarespetarla.Esesiemprehabíasidoelerrorquehabíancometidosusantecesores.YparaentenderyrespetaralamafiahayqueentenderyrespetarLittleItaly.Esa noche era una noche cualquiera, llevaba pocas semanas en el cargo y un soplón les
había dicho que en el Blue Moon, un local donde solían reunirse varios de los sospechososhabituales,seesperabalavisitadeloshermanosCavalcanti,eraunadelaspocasocasionesenlasque los treshermanos,Adelpho,LucianoyCosimo ibanaestar juntos.AAndersonCosimoCavalcanti no le interesaba lo más mínimo, por más que había investigado nunca habíaencontradonadaque lo vinculasea losnegociosde sushermanos,peroquizáaquello fueraacambiarconesavisitaalosEstadosUnidos.Elsoploparecíademasiadofantásticoparaserreal.Aunasídecidiónoarriesgarseyreunióa
unos cuantos agentes de confianza para organizar la redada. Se prepararon con cautela yacudieron al Blue Moon, y no sirvió de nada. Allí no había ni rastro de ninguno de losCavalcanti, quizás toda la historia había sido una gran mentira, o quizá alguien les habíaadvertido y habían decidido anular el encuentro. Anderson tomo nota mentalmente de loshombres a los que había hecho partícipe de esa operación y se prometió que averiguaría sialgunohabía traicionado su confianza.Pero eso ibaa tenerquehacerlomás tarde.Allí, en el
BlueMoon,yparasalvarelpocoprestigioqueteníalapolicíaenelbarrio,realizóunoscuantosarrestosyfingióquelaintervenciónhabíasidounéxito.Dudóquealguienlocreyese.Alfinal,sinembargo,resultaríasercierto.Andersonsepasóelrestodelanocheyendodeceldaencelda,interrogandoalosarrestados
enbuscadealgoque le fueseútil.Él teníaunsextosentidoparaesaclasededetallesypocasveces permitía que otro agente se encargase de los interrogatorios. Había llegado al últimocalabozosinéxitoycuandovioal jovenqueestabasentadodetrásdeesamesaestuvoapuntode dejarle ir sin ni siquiera preguntarle el nombre. Era un chico de profundos ojos negros ymiradainteligentequenoencajabaparanadaenelperfilquesolíatrabajarparaCavalcantioparaSilvio,suhombredeconfianzaenesemomento.PeroAndersonlepreguntóelnombrealchicoyestelerespondió:—JackTabone.¿De qué le sonaba ese nombre? Él nunca olvidaba un nombre y menos uno que estuviese
relacionadoconsucaso,consalvarLittleItaly.Tabone.—TupadreesFabrizioTabone—dijoAndersonyelchicosetensó.—Sí,peroyonotengonadaqueverconél.Esa respuesta despertómuchomás que la curiosidad en Anderson, despertó unmontón de
recuerdos acerca de un viejo caso, un incendio sin resolver o calificado precipitadamente deaccidente.—¿Enquésentido?—lepreguntóAndersonsentándosefrenteaél.—Yonuncairéalacárcel—afirmóJackrotundo.Anderson se fijó entonces en que el joven tenía un ojo morado, probablemente de cuando
habíaintentadoresistirsealarresto,yquemanteníalacabezabienerguida.—¿Cómoestástanseguro?Lavidadamuchasvueltas,Tabone,yseguroquedentrodenada
Cavalcantiounodesushombresteofrecerátrabajo.¿Cuántosañostienes?—Dieciocho. Hoy es mi cumpleaños —le contestó burlón—, y me lo estoy pasando
jodidamentemalantesdequemelopregunte.—Yaloveo.Felicidades,porcierto.¿QuédiabloshacíasenelBlueMoon?—¿Aquévienetantacháchara?—Jacksetensódegolpe—.Dígamequéestábuscandoy,si
puedoayudarle, se lo diré.Dios sabeque estoyhartode estar aquí y quequiero irmea casa.Además,nomeimportaríaquesellevarademibarrioatodasesasalimañas.—¿A tu padre incluido?—La elección de palabras de Jack y la vehemencia de su discurso
fascinóaAnderson.—Amipadredéjeleenpaz.—¿Porqué?—¿Vaaarrestarmeopuedoirmeya?—Cuéntameporquetengoquedejarenpazatupadreytecontestaré.—¿Ysino?—Sino,meiréacenaramicasaytútepasaráslanocheenelcalabozo.Elchavalsoltóelalientoylomirófurioso.—Estábien, tampoco es que seaun jodido secreto.Mipadre volviódistintode la cárcel. Si
vuelveallíotravez,cuandosalgayanoquedaránadadeél.—¿Yesoteimporta?Jackseencogiódehombros.—¿Yquémásteimporta?—¿Yaustedquémásleda?—¿Quéme dirías si te dijera que estoy buscando a alguien como tú para evitar que Little
Italiacaigaenmanosdeesasalimañasparasiempre?
—Lediríaquesehavueltolocoyquemedejeirdeunavez.Arréstemeosuélteme,estoyhartodeestaraquí.Anderson se puso en pie y caminó hasta la puerta del pequeño calabozo. La golpeó y el
agentequehabía fuera laabrió.Teníaquepensar.Si seguíaadelante, lavidadeesechiconovolveríaaserlamisma.—Volverédentrodeunrato—ledijoaJack.—Claro—seburlóél—,aquíestaré.Andersonfueasudespachoyrescatóel informequeañosatráshabíaconfeccionadoel jefe
delosbomberossobreelincendiodeltallerdeloshermanosParissienLittleItaly.BuscótambiénlafichapolicialdeFabrizioTaboney lacarpetadondeguardabaalgunasdeesaspruebasquenuncacompartíaconnadieyqueutilizabacuandonecesitaba.Si leenseñabaaJackTabonedosdeesaspruebas,suvidadesaparecería,éldesaparecería.
PorunladoAndersonnopodíacreersequeesechavalestuvieseahoramismoensucomisaría.Habíapensadoenélmuchasvecesalolargodelosaños,suhistorialehabíafascinadoyensumenteelucubrabasobrelaposibilidaddeirabuscarloycontarlelaverdadsobresusorígenes.Siemprelohabíadescartado,porsupuesto.Élerapolicía,noDios,nisiquieraerajuez,yporloqueélsabíaelchicohabíasidomuyfelizconsufamiliaadoptiva.PeroahoraJackestabaallí,ensucomisaría,yleestabadiciendo,oinsinuando,queFabrizioTabonedistabamuchodeserunpadreejemplar.Jackeraperfectoparaél,parecíaposeerdecencia, esaesquivacualidad innataqueguíaa
los grandes hombres por los azares del destino y almismo tiempo tenía la fuerza y el instintonecesario para enfrentarse a cualquiera que violase esos principios que él considerabasagrados.Pero¿seguiríasiendoasícuandosupieselaverdad?ArrebatarlelaidentidadaalguienconllevabaunriesgoimportanteyAndersonnosabíasile
correspondíaaéldecidirlo.PeroJackeraperfectoparaél.Jack sería un excelente policía, podía presentirlo, insobornable. Odiaba lo que estaba
sucediendo en su hogar y, llegado el momento, cuando dispusiera de las armas necesarias,lucharíapararecuperarlo.Anderson necesitaba a Jack para seguir adelante y por eso valía la pena correr cualquier
riesgo.LoúnicoqueteníaquehacereraconvenceraJackparaqueseunieseasucausa.Noibaaresultarlefácil,Jackyahabíademostradoquenoleimportabapasarselanocheallíencerradoyqueteníaprincipios.Unhombreconprincipiossiempreprotegeaalguien,inclusounchavalconapenasdieciocho
años.AndersonsoloteníaqueaveriguaraquiénprotegíaJack.—Stan—llamóaunodesusagentesdeconfianza—,¿hasvistoalchavaldelaúltimacelda?—Sí, señor —contestó el hombre acercándose a la mesa del capitán, que había dejado la
puertadeldespachoabierta.—Se llamaJackTabone, tienesdoshorasparaaveriguar todo loquepuedassobreél.Date
prisa.—Enseguida,señor.Doshorasmástarde,Andersondisponíadelainformaciónnecesariaparavolverareunirse
con Jack. Entró en la celda y como esperaba no le encontró nervioso ni alterado de ningunaforma. Estaba sentado en el suelo, en una esquina, y tenía los ojos cerrados. Probablementehabíaelegidoesaposturaparaversiconlaespaldaapoyadaenlaparedconseguíadormir.—Siéntate,Jack.Megustaríahablarcontigo.Jacknosehizoeldormidonielinocente,enarcóunacejayselevantóconcalma.Apartóla
silla y miró al comisario a los ojos. El desafío no le pasó por alto a Anderson y tuvo quecontenerseparanosonreír.Esechicoerasindudaelcandidatoperfecto.—Usteddirá,comisario.
AndersonlehablóprimerodeFabrizioyledijoaJackquesiaccedíaaentrarenlaacademiade policía no arrestaría a su padre en las próximas redadas que la policía efectuase en LittleItaly.Jacksenegóyleinsultó.AndersonlehablódeNickydesusescarceosconSilvioysubandadedelincuentesydespués
pasóaSandy.LedijoquelamadredeSandyhabíasidoarrestadaporprostitucióntantasvecesquelaconocíanentodaslascomisaríasdelaciudadyquesuhija,sinorecibíaayuda,ibaporelmismocamino.JacklefulminóconlamiradayentoncesAndersonleprometióquesiaccedíaaentrarenlaacademiadepolicíaprotegeríaaNickyaSandyyseencargaríapersonalmentedequenovisitarannuncalacárcel..Jacksenegó,leinsultóylediounpuñetazo.Anderson, después de devolverle el puñetazo, le ordenóque se sentase y dejó encimade la
mesadosexpedientes.Sedijoasímismoquenolequedabaotroremedio,élhabríapreferidonoutilizarlos.—¿Quéesesto?—EstoesuninformesobreunincendioquesucedióhacevariosañosenLittleItalyyesto—
señalódeunacarpetaalaotra—sonlasfichasquesehacíanhaceañosenEllisIslandcuandollegabanlosbarcosllenosdeinmigrantes.Tambiénencontraráslasfichasdenacimientodedosniños,deunniñoydeunaniña,parasermásexactos.—¿Yquédiablostieneestoqueverconmigo?¿Yanolequedanadaconloqueamenazarmey
vaaempezaraenseñarmelojodidaqueeslavida?Nosemoleste,yalosé,yleaseguroquesinoabreesapuertaydejaquemelargueledarémotivosparaquemearrestedeverdad.—Abre las carpetas, lee lo que hay dentro.—Anderson se puso en pie—.Cuando termines,
puedesirte.—¿Enserio?—Enserio.—Andersonllegóalapuertaygolpeóparaqueestaseabriese.—¿Quélehacepensarqueloleeré?Quizásmequedeaquíunosminutosydespuésmelargue
sinmás.—Miralosnombresdelosniñosydecide.Jackabriólacarpetaenesemismoinstante.Teníalamiradasardónicahastaquesetropezó
conlosnombres.Andersonsupoquehabíatriunfadoyapesardeléxitosintiónáuseas.AcababadedestruiraJackTabone.—¿Quéesesto?—Jacklevantóunaficha,lasuya—.¡Quéesesto!—Léelo —repitió Anderson mirándole a los ojos sin pedir disculpas por lo que estaba
haciendo.Ledebía todoelrespetodelmundoaesechico—.Sicuandoterminasquieres irte,elagente te dejarámarchar. Pero si eres la clase de hombre que creo que eres querrás saber laverdad,todalaverdad,ybuscarjusticia.Yparaesotienesqueserpolicíaytrabajarparamí.—Esustedunjodidohijodeputa.—Losé.Estaréenmidespacho.Venaverme.Jack tardó tres horas en leer los documentos que contenían esas dos carpetas. Su vida se
desmoronóhojatrashojaynadiepudopresenciarlo.Enesecalabozo,Jackse juróquesialgúndía lograbadejardesentiresedolornuncamás
volveríaasentirnada.
Capítulo22
JackLittleItaly1940
Sienaaparece.Sienamehacesentir.Sienasequedaparasiempre.Nomeatrevoacreerlo,nomeatrevoapensarlo,talvezsolomeatrevoasusurrarlo.PeroSiena
jamás desaparecerá de mi piel, su sabor se quedará para siempre en mi memoria y mis manosrecordaránhastaeldíaquememueralascurvasdesucuerpo.
Antes de ir en busca de Siena había decidido ir a la comisaría y contarles a Restepo y aAndersonqueelhombreconlacoladesirenatatuadaenlanucaesFabrizioTabone.PerodespuésdeSienasoyotroyestehombrequesoyahoraactúadeformadistinta.
Estehombrehadecididoarriesgarseydejarqueelvacíodesaparezcayvolverasentir.Hubo una época en la que confiaba enNick, habría puestomi vida en susmanos y lo habría
hechosinpestañear.Hoyvuelvoahacerlo.NickValenti tiene una casa en Little Italy, otra de sus inversiones, según he podido averiguar.
DeboconfesarquemereconfortasaberquenoviveencasadeLucianoCavalcanticonSiena.Mereconfortaymeavergüenzacomprobarquenosoyinmunealoscelos.
¿Inmune?QuieroarrancarlacabezaalhombrequetocóaSienaantesqueyo,aunqueséquenotengo ningún derecho. Quiero que ella me cuente esa historia y al mismo tiempo sé que querréarrancarmelosoídoscuandoempieceahacerlo.¿Inmune?ConSienanosoyinmune.
Sienamehacesentir.Llegoa la casadeNick, acaricio lamonedaentre losdedos.Tendríaquehabérselamandado
hace días y sigue estando en mi bolsillo. Lo he hecho adrede, he roto esta cadena que hemosmantenido los tres durante años porque necesito respuestas y en vez de atreverme a hacer laspreguntasadecuadashepreferidoprovocarle.
Estoacabahoy,oempieza.Llamo al timbre. El sonido es alegre yme parece absurdo que pertenezca a la residencia de
Nick.Oigopasosycuandoestossedetienenmeloimaginoinspeccionándomeatravésdelamirilla.—Abre,Nick—ledigoenvozlobastantealta.Elcerrojogira.—Teestabaabriendo,detective.—Sujetalapuerta—.¿Quéestáshaciendoaquí?Meencojodehombrosysacolamonedadelbolsillo.Lasujetoentrenosotrosalaalturadelos
ojos.—Tetocaati.¿Puedopasar?Nicklevantaunacejaycogelamonedadeentremisdedosconsuspicacia.—¿Quépretendesconesto?Ahoraesélelquesujetalamoneda,desconfíadelgesto.—Déjame pasar. Tenemos que hablar.—Sigue sin moverse y sé que tengo que darle algo si
quieroqueconfíeenmí—.SéquiénmatóaEmmett.
Nickseapartadeinmediato.—Pasa.LacasadeNickestandistintaalamíacomolosomosfísicamente.Estállenadefotografíasy
delibros,haysofásconcojinesyunmuebleconelegantesbotellasdecristal.—Siéntate—mediceél—,nosserviréunacopa.Intuyoquenosvaahacerfalta.—Gracias.ObservoaNickymesorprendecomprenderquesesientecómodoensupiel.Leenvidio.Yofui
asíunavez,hastaqueunanochemidestinomecruzóconeldeAndersonyaverigüéquemividaeraunafarsaysedesmoronó.
«Ahoraporfinlaestásreconstruyendo».VeoaSienaenmicama,enmisbrazos.Sienabastaparaquesigaadelante.—ElhombrequematóaEmmetttieneuntatuajemuypeculiarenlanuca;unacoladesirena—
empiezo.—Losé,Sienamelocontóytambiénmedijoqueselohabíadichoalapolicía.Odio la familiaridad con la que pronuncia su nombre, aunque sé que no hay nada entre ellos.
Odionopoderdecirlequeellameasustaymetransforma.—Encontréaltatuadorperonosirviódenada—continúo.—Tambiénlosé,yotambiénfuiahablarconél.Los dos bebemos un poco, buscamos cómo definir de nuevo una amistad que tal vez no ha
desaparecidodeltodo.—Unpresodelaprisióndelcondadotieneelmismotatuaje.—Levanta lascejasunsegundoy
empieza a escucharme de verdad—. Se llamaRipoli y ayer fui a hablar con él, ¿eso también losabías?
—No,nolosabía.—Le pregunté por qué había elegido ese tatuaje en concreto y me habló de un antiguo
compañerodecelda.—¿Tediosunombre?—Sí.Necesitobeberunpocomás.—¿Cuáles?—FabrizioTabone.Nick,quehastaentonceshaestadosentado,seponeenpie.—Esimposible—afirmadecidido—.Tupadremurióhaceaños.Meterminolacopaantesdelevantarme.—¿Cómolosabes?—Joder,Jack,loséigualquetú.Murióenesebarirlandés.—Loscadávereseranimposiblesdeidentificar,lagranmayoríadeidentificacionessebasaronen
hechoscircunstancialescomolaalturaoelrelojquellevabanenlamuñeca.EsmásqueposiblequeFabrizionoestuvieseallíoqueestuvieseysobreviviese.
—Ytambiénesmásqueposiblequeesejodidopresotemintiese,detective,oquehayamásdeunhombreconunacoladesirenatatuadaenlanuca.
—Esél,Nick,estoyseguro.—¿Cómolosabes?Respiroprofundamenteybuscolafotografíaenelbolsillodemiamericana.—Mira.SiNickmetraicionayAndersonllegaaenterarsedeesto,micarreracomopolicíaestáacabada.Nicksujetalafotografíayelrostrolevacambiandoamedidaquereconocealoshombresque
aparecenenella.—Son Emmett Belcastro, los hermanos Cavalcanti y Fabrizio. Mierda, Jack, ¿dónde la has
encontrado?
—EstabaescondidaenlabutacaqueEmmettteníaensudespacho.—Mierda—repiteNickymedevuelvelafotografía.Elgestoestannaturalquesédeinmediatoquenomeheequivocadoconfiandoenél.—ElasesinatodeEmmettfuepersonal,elhombrequelomatónoledisparódesdediezmetros
dedistancianivolóporlosairessucasa.Seacercóaél,hablóconélyledegolló.EsperóasentircomolavidadeEmmettleempapabalamanodesangreantesdeirse.
—Sí,yotambiénlocreo.—Estafotografíaeslaclave,Nick.Losé.Nickcaminahastaelmueblebaryvuelveconlabotelladewhisky.Nosllenalosvasos.—¿Porquéhasvenidoacontarmeesto?—PorquequierohablarconLucianoCavalcanti.Memiramientrasmepasadenuevounacopadewhisky.Tardaunossegundos,detectoelinstante
exactoenquededuceacertadamenteelmotivodemivisita.—Noselohascontadoalapolicía.—No—seloconfirmoaunquenolehacefalta.—¿Porqué?Supongoquepodría decirle, a él y amímismo, que lo hagopara ganarme su confianza, para
demostrarle que soy uno de los suyos y no un policíamás. Podría decirle que lo hago para queCavalcantimedebaunfavoryasíentrarporfinensujuego.EneljuegoquequiereAndersonyporelquellevadiezañospreparándome.
—PorqueFabrizioTaboneeramipadreyquierosaberlaverdad.—NopuedohablarledeSiena,así que me conformo con eso—. De los hombres que aparecen en esa fotografía, LucianoCavalcantieselúnicoalquetengoacceso.Quierohablarconél,preguntarlequésabedeFabrizio.Nadamás.
—¿NoquierespreguntarleporsusnegociosoporsuviajeaChicago?—No,soloquierosabersiexistelaposibilidaddequeFabrizioestévivoy,siesasí,quémotivos
podíatenerparamataraEmmettBelcastro.—NocreoqueelseñorCavalcantiaccedaaverte.—Dile que tiene dos opciones. Puede hablar conmigo en su casa o puede hablar con el
superintendenteenlacomisaríadespuésdequelefotografíetodalaprensa.—Veo que sigues siendo un cabrón, Jack—acompaña el insulto con una sonrisa—. Veré qué
puedohacer.—Gracias.—Meterminolabebidaydejoelvasoenlamesa—.Ygraciasporelwhisky.—Denada.—Serámejorquemevaya.—Sí,serálomejor—convieneNick—.Sialguienseenteradequehasestadoaquí,mireputación
quedaráporlossuelos.—Creoquetureputaciónpodrásoportarlo.DileaCavalcantiquetienedetiempohastamañana.
Nopuedoocultarleestainformaciónamigentedurantemástiempo.—Selodiré.Nickmeacompañahasta la entraday sedetiene ante lapuerta.Siguemirándome intrigado,yo
aúnloestoy,perolociertoesquesientocomosimehubiesenquitadounpesodeencima.—Nosvemos,Nick.Abrolapuertaysalgoalacalle.Elsolparecebrillarypongolasmanosenlosbolsillos.Echo
demenoslamoneda,aunquelahorquilladeSiena,quemeneguéadevolverle,mereconfortadelmismomodooquizámás.
—Eso,nosvemos,Jack.Cierra la puertay tengo el presentimientodeque tiene razón.Apartir de ahora, suceda loque
sucedaconCavalcanti,tardeotempranovolveremosavernos.Espeligrosoeliminarelvacíoporquesulugarpuedeocuparlolaesperanza.
Sienaapareceymehacesentir.Megustaríaverla,memueroportocarlaybesarlay,queDiosmeayude,porcontarleloquehe
hecho.QuieroexplicarlequéheseguidomiinstintoylehecontadoaNickalgoquedeberíahabercontadoantesamissuperiores.Quieroverlasonreírysentirsusbrazosamialrededorcuandomefelicitepormidecisión.
Nopuedoyelsolbrillamenos.HoySienanotieneclasedeviolínconlaseñoritaMoretti.Nopuedoiravisitarlaasucasa,aún
no.El«quizánunca»mearañalasentrañasymepresionaelpecho.Metolasmanosenlosbolsillos,al tocar la horquilla en forma demariposa consigo respirar un poco. En cuanto a lamoneda queahorayanoestáconmigo,supongoquedentrodeunosmeses,cuandovuelvaa tocarmeel turno,sabré siNick ha aceptadomi ofrenda de paz.Hoy tampoco le he preguntado por Sandy, pero, adiferencia de las otras veces, esta sí que había investigadoun poco sobre ella. Por desgracia, loúnicoqueheaveriguadoesqueSandysehaesfumadode la fazde la tierra.Noheencontradonirastrodeelladespuésdeque se fueradeNuevaYork.Demomento tengoqueconformarmeconsaberqueestávivayqueNicksabedóndeencontrarla,ytengoelpresentimientodequesiélnolahatraídoaquídevueltaesporqueconsideraque,estédondeesté,estábien.
Juegocon las alasde lamariposaymepreguntoquéhabríapasado sinohubieseaceptado laproposicióndeAndersonynomehubiesehechopolicía.MisueñodeadolescenteerateneruntallermecánicoconNick.Lacoincidenciaentreestesueñoylaprofesióndemiverdaderopadrenuncahacesado de inquietarme. Si lo hubiésemos conseguido no habría conocido a Siena, quizá la habríavistopasardelejosyquizáalgúndíalehabríadirigidolapalabra,peronolahabríabesadoni lahabríatenidodesnudaenmisbrazos.
Intentoimaginarmeconotramujer,laideamerepeleymeresultaimposible.SiNickyyonohubiésemosconseguidonuestrotaller,Nickseríaexactamentelomismoquees
ahora,yo…—vuelvoatocarlamariposa—yoestaríamuerto.Medetengoenplenacalle,mantengolamiradafijaenelsuelo.¿Porquéestoytansegurodemimuerte?PorqueFabriziohabríaacabadomatándome,oyoaél
yentoncesyohabríaacabadoenlacárcelyhabríamuertoallí.YentoncestampocohabríaconocidoaSiena.Levanto lacabezayveo losescalonesde la iglesiadelSantoCristo.Yo reneguéhace tiempo
delfalsoconsueloqueofrecenestasparedes,mispies,sinembargo,empiezanasubir.Alentrarveodos señoras barriendo por entre los bancos y tres chicos, probablemente de la coral infantil,preparandoelaltarparalamisaoalgunaceremonia.
YSiena.Durante un segundo creo estar imaginándomela, hasta que Siena se levanta del primer banco
dondeestásentadayseacercaaencenderdosvelasfrentelaimagendelavirgen.—Siena—pronunciosunombre,nopuedoevitarlo.Ellasedamediavueltaymemirasorprendida,ymesonríe.—Jack—susurra.EstaesmividaySienaestáenella.Lasotrasvidas,lasquenuncallegaréatenernovalennada
sinella.Lamiroalosojos,sucapacidadparaconfiarenlagente,enmí,meabrumaymedamiedo.Nohehechonadaparamerecermeeseregaloyellasehaarriesgadoaentregármelo.¿Quépasarásialguien me lo arrebata? ¿Y si es ella la que un día pierde esa mirada y descubre que se haequivocado?
No podré reprochárselo, el vacío volverá —no le costará demasiado— y yo volveré adesapareceryasentirsolodolor.
—¿Quéhacesaquí?—mepreguntaconunasonrisacuandomedetengofrenteaella.Nolecontesto.Nopuedohablar.CuandoSienaestáamilado,tardounosminutosenacostumbrarmeyendominarlareacciónde
micuerpo.Hoyaúnnoloheconseguido.
La cojo de lamano ymi estado empeora cuando ella entrelaza al instante sus dedos con losmíos.
«Mierda».Miroamialrededor,estarenunajodidaiglesiadeberíaservirmeparacalmarme.Nosirvedenada.TirodeSienahastaelconfesionario,quedaunpequeñohuecoentrelaparedlateraldelmismoy
una de las columnas del interior de la iglesia. Apoyo a Siena con cuidado en la madera delconfesonarioy la columnaquedaami espalda.Noestamosocultos, pero almenos resultadifícilvernosasimplevista.
—Mealegrode…Labesoantesdequeterminelafrase.Haceunossegundoshevistoensusojosquesealegraba
deverme,siselooigodecirperderélapoca(oinexistente)corduraquemequeda.Sienamebesaymicorazónlatesinmiedo.
Sienamebesayelmundodesaparece.Sienamebesayelmiedodesaparece.Malditasea,nomebastaconunbeso.Lasujetoporlacinturaylaacercoamí,lablusadeseda
esásperacomparadaconeltactodesupiel.«Nopuedestocarla,estásenunajodidaiglesia,Jack».Levantolasmanos,subendespacioporlaespaldaqueayeracariciédesnudayenlasyemasme
imaginocadapeca.Loshombros,supelocastañobailaencimaymehacecosquillasenlosnudillos.Llegoasurostroycuandoleacariciolospómulosellasuspira.
Novoyapodersoltarla.MeapoyoenlacolumnayseparolaspiernasparacolocaraSienaenelhueco,laparteinterior
demismusloslasientetancercaquetengoqueclavarlospiesenelsueloparaquenotiemblen.Sienamebesaysusmanosaparecenenmitorso.Dejo de respirar. Nome importa, mientras pueda besarla y perderme dentro de ella nada me
importa.—¿Siena,estásaquí?Unavozdesconocida,decidida,profundamenteautoritarianossepara.Entrecierrolosojosymimanoderechavaenbuscademirevólver.Sienacolocalasuyaencimaysinmirarmealacarasusurra:—Esmitío.TengoalfamosoLucianoCavalcantiaunosmetrosdedistancia.Podríaarrestarle,RestepoyAndersonmeapoyaríanaunqueelarrestoahoramismocarecierade
argumentos.Podríainterrogarle.Podríadispararle.Sienamemirayapartalamano.Nodicenada,seponedepuntillasyvuelveabesarme.Mebesa
despacio,comosinoleimportaselomásmínimoquesutíopuedaverla.Mebesacomosiloúnicoqueleimportaseenelmundofuerabesarme.
Sienamebesayseaparta.—Ve—ledigodescompuestodeunmodoqueellanoseimagina—,yoesperaréaquí.Unbesoenmediodeunasonrisa.UnacariciaenlamejillaySienadesaparece.—¡Estoy aquí, tío! —le avisa después de asegurarse de que yo me he ocultado entre las
sombras.OigounospasosylavozdeCavalcanti.—¿NotehaspreguntadonuncaquéfuedelpadreAndrea?Unescalofríomerecorrelaespalda.—¿ElpadreAndrea?—Sienaseestáabrochandoelabrigoyponiéndoseelsombreroquehabía
dejadoenelbancoyyonisiquierahabíavisto—.Ah,sí,ahoralorecuerdo.Eramuyjoven,pensé
quehabíavueltoaRoma.—No,quéva.—DesdemiesconditeveoqueLucianoleofreceelbrazoasusobrina—.Viveen
Connecticutconsumujerydoshijos.—¿ElpadreAndrea?Sienanosedacuenta,peromisinstintosdepolicíasabenqueunhombrecomoCavalcantinoha
elegidoesaanécdotaalazar.—Sí,seenamoraronaquí,enestamismaiglesia.Enelconfesionario.
Capítulo23
JackVanderbiltAvenue1940
Sienahaabandonado la iglesia riéndosede laúltimaocurrenciadesu tíoymehadejadoamícon un nudo en el estómagoy la horrible sensación de que voy a perderla.Ella no corre ningúnpeligroconCavalcanti,jamásheleídoningúninformepolicialqueloinsinuaseymehabastadoconverlosjuntosenesaiglesiaparasaberqueesehombrelaquierecomoaunahija.
OdionosabersiSienaestápreocupada.Quedarmeallíescondido,detrásdeesafríacolumnadepiedraenlaqueminutosantesmesentía
presodelasllamas,meharetorcidolasentrañas.LoúnicoquemeharetenidoallídetráshasidoelinstintodehacerlomejorparaSiena.Ellahabríasufridosimiprimerencuentroconsutíosehubieseproducidoenesascircunstanciasrodeadasdeengañoydeamenazas.
Sienasufrirá.Llevo horas devanándome los sesos en busca de una solución que no comporte ningún dolor
paraSiena.MebastaconimaginarmeaSienasufriendoparaquesientaelfríosusurrodelvacíoenmiinterior«nosientasnada,Jack,esmuchomásfácil».Hetenidola tentacióndeacudiramiviejorefugio,visitaraShenypelearmeconelilusoquehubiesetenidolapocafortunadeestarallíestanoche.YdenuevohasidoSienalaquemehadetenido.
Sienamepidióque leprometieraquenoibaadesapareceryesaspeleas,elalcohol,mesirvenjustamenteparaeso.
Paraconseguirelvacíoynosentirnadapornadie.Asínadatehiereynadietedecepciona.Llaman a la puerta del apartamento, el único vaso de whisky queme he servido está intacto
encimade lamesade lacocina.Mealegrodenohaberbebido,asícuandome levantedel suelodespuésdelpuñetazoquemedaráNickdepartedesujefemedolerámenoslacabeza.
Respiroprofundamenteyabrolapuerta.—Teestabaesperando—lesaludo.Pero el hombre que encuentro de pie en el felpudo de la entrada, que estaba ya en el piso
cuandoloalquilé,noesmiantiguoamigodelainfancia.—Tendréquepedirleprestadoesedonparaverelfuturo,detective.LucianoCavalcantientodosuesplendorestáfrenteamíynoparecetenerlamenorintenciónde
irse.Esunhombre fuertey compacto, no tengoningunadudadeque a su edadestá en excelenteformafísica,peroyosigosiendomásaltoqueélymirosihayalguienmásallíenelrellano.
—Estoysolo.Toniestáabajo.Leaseguroquehetomadotodas lasprecaucionesposiblesantesdeveniraquíestanoche.
—Deesonomecabeningunaduda,señorCavalcanti—ledigoentredientes.—¿Vaainvitarmeaentraroesperaqueleamenaceyleinviteaacompañarmeamicoche?Dudoquellegadoelcasofueseningunainvitación.—Adelante,pase,porfavor.Doyunpasohaciaatrásymientrasleobservoentrarmepreguntosimehevueltolocodeltodo
permitiendoqueelcapodelamafiadeNuevaYorkentrearmado(séreconocerelbultoquehace
unrevólverbajolaamericana)enmicasasinquelosepanmissuperiores.Miplaneraprepararesteencuentro, se suponía que Nick hablaría con él y pactaríamos el día, el lugar y la hora dondereunirnos.Cavalcantiiríapreparado,porsupuesto,peroyotambién.
Joder,ahora,aunqueestoyenmicasaestoyeninferioridaddecondicionesymimayordesventajaes Siena. Cavalcanti no tendrá ningún problema en dispararme, sin embargo yo, ¿podré hacerlocuandoséeldolorqueesolecausaríaaella?
Ynosoloeldolor,nosoytannoble,malditasea.Silehagodañoaestehombre,Sienanoquerrávolverasaberdemí.
—Jamás pensé que llegaría a conocerlo en persona, detective —empieza Cavalcantiinspeccionándome con la mirada—. Jamás. —Se frota la sien—. Supongo que en algún lado eldestinoestáriéndosedemí.
—¿Aquése refiere?—Esteprincipiodeconversaciónnoeselqueesperaba—.¿Habíaoídoahablardemí?
—Digamosquesunombrehaaparecidounascuantasvecesenmivida.—Señalaelsofá,elúnicomueblemásomenosdecentedemiapartamento,conel sombreroqueahorasujetaen lamano—.¿Puedosentarme?
—Porfavor.Caminohaciaél,deduzcoquesihubieraqueridomatarmeaestashorasyaestaríamuertoyantes
desentarmeyotambiénlepreguntosiquierebeberalgo.—No,creoqueustedyyotenemosmuchodequehablar,¿noleparece?Añosyañosdehacerinterrogatoriosenlapolicíaacudenamirescate.—No lo sé.—Apoyo los antebrazos enmismuslos y entrelazo los dedos de lasmanos, que
quedancolgandoenmedio—.Ustedhavenidoaverme.Sonríe,elcanallasonríeydejaelsombreroasulado.—Técnicamente usted vino primero, ¿acaso no era esto lo que quería cuando estamañana ha
visitadoaValenti?—Noexactamente,perosupongoquetienepartederazón.—Valenti me ha dicho que cree que el hombre que asesinó a Emmett Belcastro es Fabrizio
Tabone,supadreydelincuenteprolífico.LadescripcióndeCavalcantimeenervayséquehaelegidoesaspalabrasadrede.—Trabajó para ustedmuchos años, así que me imagino que debió de resultarle una inversión
segura.—Fabrizio Tabone dejó de trabajar paramí hacemuchísimo tiempo, pero vayamos por partes.
HáblemedelamuertedeEmmett,¿porquéestátansegurodequefueFabrizio?Sueltolasmanosylemiroalosojos.—AntesdígameporquénolesorprendequeFabrizioestévivo.Todosledábamospormuerto,
inclusoyo.—Después de la masacre del bar irlandés no solo desapareció Fabrizio, sino que Bruno, su
primo,tambiénseesfumódelafazdelatierra.SiemprehesospechadoqueexistíalaposibilidaddequeelfallecidofueseBruno.Yaconoceeldicho,«malahierbanuncamuere»ynomeimaginopeorespeciequeladeFabrizio,aunqueseguroqueustedlosabemejorqueyo.
Sabe demasiado de mí. Con cada una de sus palabras Luciano Cavalcanti me demuestra queconocealgunosdemismásvergonzosossecretos.Semeretuercen lasentrañasycierro lospuñoshastaquelosnudillosquedanblancos.
—¿Porquénoselodijoalapolicía?—¿Porquéibaahacerlo?—Paracumplirconsudebercomociudadano.—LosciudadanosdeLittleItalynoleimportamosdemasiadoaestaciudad,detective,yyosoy
unadeesaspersonasquesinoseinteresanpormírespondoconindiferencia.Mepongoenpie,tengoganasdegolpearle.
—¿Indiferencia?¿Llamaindiferenciaalosasesinatos,vendettas,chantajes,prostituciónytráficodedrogasqueustedysussocioshanextendidoporlaciudad?
—No le diré que mis negocios hayan sido siempre limpios, detective, eso sería insultar a suinteligencia,perosiempreherespetadounoslímites.
—¿Ah,sí?Nomediga,¿cuáles?—Nadadevíctimas inocentes,nadadevenganzaspersonales.Solonegociosalestilodelgran
sueñoamericano.—Elsueñoamericanopuedeserunapesadilla.—Losé,poresotengolímites.Entiendoqueesoesloquelepasóaustedyporesoentróenla
policía…—Ustednosabenadademí,noseatrevaainsinuarlocontrario.Cavalcantiselevantaymeplantacara.—Séqueestatardeestababesandoamisobrina,elúnicofamiliarquemequeda,enunaiglesia,
así que nome provoque, detective. Le juro queme sobranmotivos paramandar al infierno esoslímitesdelosquelehabloypegarleuntiro.
—Sienanotienenadaqueverconesto—siseodelofuertequeaprietolosdientes.—Oh,sí,síque tienequever.¿Quécreequesucederá,detective?¿Creequehayunfinal feliz
paratodoesto?Noseaingenuo.«Tienequehaberlo».«Tienequehaberlo».Doyunpasohaciaatrás,despuésotro,yotromás.Pongociertadistanciaentrelosdosymepaso
las manos por el pelo. Tengo que reconducir esta conversación, necesito averiguar si CavalcanticonoceelparaderodeFabriziooalgunapistaquepuedadirigirmeaél.
TengoquedejardepensarenSiena.EncierroaSienaenmicorazónyunaúltimapiezaencajadentrodemí.Aquíesdondedebeestar.—Encontré una vieja fotografía en casa de Emmett Belcastro. —La saco del bolsillo del
pantalónyselaacerco.Cavalcantilaaceptaylaobservaconatención—.EstabaescondidaenunadelaspatasdelabutacaqueBelcastroteníaeneldespacho.
—Nos la hicimos un verano en Italia, el último antes de que yo viniera aquí y mi hermanoCosimosefueseaFrancia.Enrealidadningunodelosdosencajábamosallí.
—¿YBelcastro?—Hubo una época en la que sí, en Italia frecuentaba las mismas compañías que Fabrizio y
Adelpho,mihermanomayor.Peroal llegaraAméricaestabadistinto.Recondujosuvida,abrió lalibreríaVeronaysemantuvolejosdetodoloquepudierasermínimamentecuestionable.—Sonríecontristeza—.Leprestéeldineroparaempezarelnegocio,enrealidadinsistíenqueeraunregalo,peroélinsistióentratarlocomounpréstamoymedevolvióhastaelúltimodólarconelinterésqueélconsiderócorrecto.
—¿Aceptóeldinero?—UstedconocióaBelcastro,¿algunavezpudonegarlealgo?Sacudo la cabeza, esa historia encaja con los recuerdos que tengo de Belcastro y con las
historiasquemehancontadoenelbarriotodosestosdías.EmmettBelcastronotendríaquehabermuerto degollado en la alfombra de su querida librería, pero así había sido y yo tenía queaveriguarporqué.
—¿QuémotivospodíatenerFabrizioparasalirdesuesconditeymataraBelcastro?Cavalcanti vacila por primera vez desde que ha entrado y una expresión de dolor y
arrepentimientocruzasurostroduranteunossegundos.—Deje el caso, detective. Por lo que he podido averiguar desdemi regreso, tiene una carrera
prometedora.DejeestecasoyváyasedeLittleItaly.Tardounossegundosenreaccionar.—¿Qué?¿Porqué?—Mehiervelasangre—.Nopiensohacertalcosa.
—Váyase,olvídesedequehavuelto.EmmettyaestámuertoyFabrizioenciertomodotambién.Váyaseynovuelva,esmejorasí.Créame.
—Si todo esto es una estratagema para que me aleje de Siena, no va a funcionarle. Estoyjodidamenteenamoradodesusobrinaynovoyairme.
Meahogo.EstoyenamoradodeSiena.Jodidamenteenamoradoporprimerayúnicavezenlavida.—Noesningunaestratagema,detective.Pero,yaqueustedhasacadoeltema,sí,quieroquese
alejedemisobrina.—¿Quiere casarla conValenti o con el hijo de algún político, con alguien que pueda hacerle
algúnfavor?—Noseaestúpido.Tengoqueapartarmedenuevo,metiemblanlasmanosycadabocanadadeairequebajapormis
pulmonesmecarcomeelpecho.LaideadequeesemalnacidoquieraapartarmedeSienameciega.Meciegatantoquedejodepensarenelcaso.
Unmomento,estoesexactamenteloquepretende.—Es usted un hijo de puta, está intentando manipularme. No se lo permitiré. Responda a mi
pregunta.¿QuémotivospodíatenerFabrizioparasalirdesuesconditeymataraBelcastro?Cavalcantisuspiraylacabezalecaehaciaelpecho.—Recéparaqueestemomentonollegasenunca.—¿Dequédiablosestáhablando?Respira profundamente, mueve los labios en una oración silenciosa y levanta la cabeza para
mirarmesinningunadudaalosojos.—DelincendiodeltallerdeloshermanosParissi.«No.No.No.NO».Elcorazónsedetiene.Elvacíoextiendesusfríasgarraspormiinterior.Tengoquedetenerlo.Siena.Sienaenmisbrazos.Sienasonriéndome.Sienabesándome.Elvacíodejadeavanzar.—¿QuétienequevereseincendioconlamuertedeBelcastro?—Todo,metemo.—Explíquese.Cavalcantinodejademirarme,perosumiradacambiayadquiereunacalidezquesolohevisto
enlosojosdeSiena.Meproduceescalofríos,tengoquemordermelalenguahastanotarelsabordelasangreparacontenerlaslágrimas.¿Meestámirandoconlástima?
—A juzgar por su reacción, detective, deduzco que sabe que en ese incendio fallecieron susverdaderospadres.
«No.No.No.NO».—Esimposiblequeustedsepaeso.Esainformaciónno…—Nolasabenadieexceptoelhombrequeprovocóelincendio.Nologrocontrolarlo,llegoatiempodevomitarenelfregaderodelacocina.Unhorriblesudor
fríomeempapalanuca.Oigoelaguacorreryunpañomojadoaparecejuntoamimano.—Tenga.Utilizoelpañoparafrotarmelanucaydespuéslabocaycuandorecuperociertocontrolmegiro
haciaCavalcanti,quehapermanecidoensilenciodetrásdemí.—Ustedmatóamispadres—farfullo.
—No,yojamásharíaalgoasí.Noquierosercruel,pero¿porquéibaamataraunmecánicoyasujovenesposa?
—¿Quiénfue?¡Quién!—Tabone.—Estámintiendo.Nopuedohabermecriadoconelasesinodemispadres.Nopuedo.Nopuedo.—Aquítienelosdocumentosquelodemuestran.—Sacaunsobregruesodelbolsillointeriorde
laamericanaylodejaencimadelacocina—.AquíencontraráunaconfesiónfirmadaporTaboneyunas cartas que mi hermano Adelpho escribió para encargar el asesinato de Roberto y TeresaAbruzzo.
—¿Porqué?Mimenteestáembotada,luchaporencontrarunporqué,solouno,quelogredarsentidoatodo
esto.Mimundodesaparecebajomispies,sedesmorona.Noquedanada.Sienadesaparece.Sienanopuedeestarcercadetantohorror,novoyapermitirlo.—Dígamelo—leexijoaCavalcantialverquesehaquedadoensilencio.—Alparecersumadre,Teresa,rechazóamihermano.YonoestabaenItalia,loqueséloleíen
la carta yme lo contóEmmett.Teresa rechazó aAdelphoyAdelpho encargóqueunoshombreshicieran desaparecer aRoberto. Le dieron una paliza y le dieron pormuerto, pero su padre—memiraalosojosysientoesapalabradeunmododistinto—sobrevivióysumadreyélvinieronaquí.Pordesgracia,compartieron travesíaconpartede la familiaTabone.Alprincipionosucediónada,deduzcoqueRobertoyTeresanolecontaronanadielosucedidoyqueAdelphotampocolohizo.Hastaqueunospocos añosmás tardeEmmettBelcastro también se fuede Italiaymihermano lehizounencargo.Emmettnolocumplió,comolehedichoantescuandollegóaquíeraotrohombre,perounanocheFabrizioencontrólacartadeAdelphoycreyóquesicumplíaconelencargoyoledeberíaun favory sabría recompensárselo.Fabrizio fueaporRobertoesamismanoche, teníaunprimo, Bruno, a punto de entrar en prisión y creyó que así conseguiría que yo garantizase suprotección. Provocó el incendio sin comprobar quién había dentro del garaje. —Suspiraapesadumbradoaunqueyoapenasmedoycuenta.Esahistoriameestádestrozando—.Laverdadesquenosési,dehaberlosabido,sehabríadetenido.VinoavermealamañanasiguienteymeexigióquelepagaselarecompensaprometidapormihermanoAdelphoensucarta.Yomenegué,pormítantoFabrizio comoBrunopodían irse al infierno.Pero entonces élme amenazó con entregar lascartasalapolicíayconasesinarloausted,unniñodeapenastresaños.Yahabíahabidodemasiadasmuertes,aceptépagarleunacantidadmásquegenerosaymeasegurédequetuviesetrabajo.Añosmás tarde reapareció yme pidiómás dinero,me negué a dárselo y él enloqueció. El día que lepaguéconseguíquemefirmaseestaconfesión,asíquesabíaqueyanopodíaacudiralapolicía.—Seencogedehombros,elgestoinsinúaquesearrepientedelpapelquehajugadoenesahistoria—.FabriziosefuedeallíamenazándomeyluegofueaporEmmett,élmismomelocontó.Habíaidoaverloporque, segúnél,Emmett lehabía arruinado lavida alno entregarle lamaldita carta en sumomento.Sihubiesepodidocumplirconlamisiónantes,Aliciaseguiríaviva,élnohabría idoa lacárcel... todas susmalasdecisioneseranculpanuestra,míaodeBelcastro.Duranteun tiempo losdos tomamosprecauciones,pero, tras lamatanzade los IrlandesesdimosaFabriziopormuertoynosolvidamosdeél..
Mehacriadoelasesinodemispadres,unhombrequefuecapazdequemarvivaasupropiahija.Vuelvoasentirarcadasyunasespeluznantesganasdegritarydearrancarmelapiel.
Nomesoporto.Nopuedorespirar.Elhombreque tengodelante,EmmettBelcastro,elmiserabledeFabrizio, todoshansabido la
verdadsobremítodoestetiempo.Handejadoquemereconstruyesedosveces,contresañosycondieciochoyahora,conveintiocho,medestruyenparasiempre.
—Váyase.Cavalcantimemiraalosojos.Estoypálidoysudado,debodetenerlosojostannegroscomoel
vacíoalqueporfinhevueltoarendirme.—¡Váyase!Lapuertasecierra.Mividadesaparece.Yodesaparezco.Sienadesaparece.Gritodedolor,eldolores loúnicoquesientoyquesentiréduranteel restodemivida.Quizá
tengasuerteyseacorta.Quizáalgúncriminaldetresalcuartoacabeconellaantesdetiempo.Comolesucedióamipadre.Lasarcadasmesacudenyvomitohastaquelabilismequemaelesófago.Lospeoresrecuerdos
de mi infancia son ahora incluso más horribles. Dejé que me pegase el hombre que mató a mispadres.Sentílástimaporelhombrequequemóvivaatodamifamilia.
Quisealmonstruoquemerobólavida.¿Quéclasedehombresoy?Uno completamente vacío por dentro.Ni siquiera el dolormás profundo puede hacerme daño
ahoraporqueenmíyanoexistelacapacidaddesentir.Descubriresaverdadlahaeliminadoparasiempre.Sonríoasqueadoporentrelaslágrimasquemesurcanlasmejillas.Cavalcantihaconseguidolo
quequería,novoyavolveraacercarmeaSienanuncamás.Sienadesaparece.JackTabonedesaparece.
Capítulo24
SienaVanderbiltAvenue1940
AúnmetiemblanlaspiernasdelahorriblediscusiónquehetenidoconLuciano.Noshemosdichocosashorriblesymearrepientodemuchasdeellas.Mi tíosiemprehasidobuenoconmigoyasumanerahaintentadoconstruirmeelhogarqueperdíenItalia.
—Ve a verlo por ti misma—me ha ordenado entre dientes después de que yo le acusara dehaberlehechodañoaJack—.Sideverdadcreesquesoycapazdemataroveteasaberquéaunpolicía,veaverloportimisma.
—Mehasmentido—mehedefendidoyo—yprometistequenuncamementirías.—A veces hay promesas que no se pueden cumplir—ha reconocido agotado—.He hecho lo
imposibleporti,Siena.Heintentadomantenertecompletamenteapartadadelmundoquematóatuspadresynovoyapermitirqueahoracaigasenéldecuatropatas.
Cuando le he preguntado a qué se refería se ha negado a contestarme.Me ha dicho que esahistorianopodíacontármelaélyquesiJackdecidíacompartirlaconmigoestabaensuderecho.Elmodoenquehapronunciadoelnombredeélmehaasustado,elcorazónmehasubidoalagargantayaquísigue.
Elruidodelmotordelcochesedetieneyalenfocarlavistaveoquehemosllegado.LucianolehapedidoaValentiquemeacompañe,supongoquesabíaquesimeimpedíaveniraveraJackmeescaparíayquizánovolviera.
Saberquemitíonosolosabequeestoyaquí,sinoquehainsistidoenquelohiciera,meencogeelalma.Nomelohadicho,peroLucianocreequeestaeslaúltimavezquevoyaveraJackyasumanerameestápermitiendoquemedespidadeél.
Nopiensohacerlo,novoyadecirleadiósaJackhastaeldíaquememuera.PeroLucianomehabesadoen la frente,mehaconsolado igualqueeldíaque lleguéaEstadosUnidosde Italia.Meescuecenlosojosyparpadeo.NopuedoentrarencasadeJackllorando.
—Yahemosllegado—anunciaValenticonvozsolemne—.Teacompañaréarriba.—No—lepidoconvehemencia—.Quieroirsola.GiroelrostrohaciaValentiyélhacelomismo.—TútíomematarásidejoquesubassolaaveraJack.No me importa mostrarle a Nick lo que siento, tarde o temprano tendrá que acostumbrarse
porquenomeimaginoaesteamordesapareciendodedentrodemí.—Necesitoirsola.—Mehumedezcoloslabios—.Porfavor.Valentiempiezaadudar.—NoséquéhapasadoentretutíoyJack,Siena,pero,siJackestá lamitaddealteradodelo
queestabaelseñorCavalcanti,puedeserpeligroso.—Túeressuamigo.Túsabesqueéljamásmeharádañoamí.—Lecojolamanoylaestrecho
entrelasmías.Valenticompruebaqueestoyheladaytemblando—.Dejaquesubasolay,sidentrodeunahoranohevuelto,subesabuscarme,¿deacuerdo?
Valentientrecierralosojosytrasunossegundosdemasiadolargoscubremismanosconlaqueaéllequedalibre.
—Deacuerdo,Siena.—Mesueltay coloca las suyasenelvolante—.Unahora,niunminutomás.
Enunimpulso,meacercoaélyledoyunbesoenlamejilla.—Gracias,Nick.Élasienteysalgodelcocheantesdequepuedacambiardeopinión.Mientrassubolaescalera
tengomiedodellegaralapartamentodeJackyencontrarlovacío.Esmuytarde,dentrodepocosminutossonaránlasdosdelamadrugada,elcielotieneunaluzextraña,comodecuentodeterrorodepesadilla,ydeseocontodasmisfuerzasquenoseaunmalpresagio.
Jackestaráencasa,nosehabráidoenbuscadepeleaaningunapartenitampocoabeberoa…—semedesgarraelcorazón—…buscaraunamujer.Jacknoesasíymeprometióquenovolveríaadesaparecer.
Apenaspuedo respirarcuando llegoal rellano.Cierro losojosalgolpear lapuertayal cederbajomimanolosabroasustada.Estáabierta.
—¿Jack?Entroensubusca,pronunciandosunombrecomounasúplica.«Tienesqueestaraquí.Tienesque
estaraquí».—Jack—suspiroaliviadaalencontrarledepieenlacocina.Tiene las manos apoyadas en el mueble y entre ellas veo un vaso y una botella de whisky
intacta.Loshombrosestántensos,peromantienelacabezabajacomosinopudierasoportarsupeso.Lacamisablancaselehapegadoalaespaldaporelsudoryporelaguaquededuzcosehaechadoen la nuca. No tiembla, pero está tan inmóvil, tan frío, que tengomiedo de que se rompa si meatrevoatocarlo.
Meacercoaélyvuelvoallamarlo.—Jack.—Notendríasqueestaraquí—contestaentredientes—.Tienesqueirte,Siena.Medetengoantesdellegarasulado.—¿Quéhapasado?¿Mitíotehaamenazadoconalgo?—Ojalálavidafuesetansencillacomoesatravésdetusojos.Nomegusta esa frase, odio cuando la gente insinúa que soy inocente o una boba porque aún
creoenlaspersonas.Yosémejorquenadielomalvadoqueeselmundo,perohaceañosdecidíquenoibaapermitirqueesamaldaddominaseloquemequedabadevida.Decidívivirconlosojosbienabiertosyodioquecualquieraseburledemíporello.Fueladecisiónmásvalientequehetomadonunca.
—Noseascondescendienteconmigo,Jack.Estoypreocupadaporti.Dimequéhapasado,juntospodemosarreglarlo.
Unarisahorribleseescapadesugarganta.Siguedándomelaespalda,negándomesuspreciososojosnegrosqueahora,desdequehadecididodejardeocultármelos,meayudanaentenderquéestásintiendo.
—Nohaynadaquearreglar,Siena.Estohaterminado.—¿Esto?Datelavueltayhablaconmigo.—Semerompelavoz—.Porfavor.—FabrizioTabonematóasangrefríaaEmmettBelcastro.Mipadreesunasesino.Joder,Siena,
¿quémásnecesitasparalargarte?Clavolospiesenelsuelo,metiemblanlasrodillasyelcorazónestáapuntodeestrangularme.—Tú no eres tu padre, Jack.—Me arriesgo a tocarle y él, aunque durante unos segundos no
respira, no se aparta y deja que mueva la mano por su espalda—. Tienes que irte, Siena. Vete yolvídatedemí.
—Nolodicesenserio.Jack respiraprofundamentey tras soltarelaireaparta lasmanosdelmueblede lacocinayse
bebelacopadewhiskyqueteníaallíesperando.Unescalofríoinvademicuerpo.Élsehaapartado,mismanosyanoleestántocandoyconcada
nuevoalientosientoqueaumentaladistanciaentrelosdos.Porfinsedamediavueltayduranteunsegundodesearíaquenolohubiesehecho.Lasbarreras
vuelven a estar erguidas, los ojos negros de Jack que tanto he aprendido a querer y a necesitardesdeayerhandesaparecido, su lugar loocupanahoradospozosconunvacío infinito.Unvacíoquedesprendetantofríoquelosientoinclusofísicamenteytengoquerodearmeconlosbrazosparanotemblar.
—Elcasoyaestá resuelto—retoma lapalabrayensuvozsolooigoa Jackeldetective.Noqueda ni rastro del hombre—. Tengo una pista fiable sobre el paradero de Fabrizio y cuando loencuentretendrélaspruebasnecesariasparaencerrartambiénatutío.
Semenublalavisiónporculpadelaslágrimas.—¿QuéestáshaciendoJack?—Ibaairtrasélahoramismo,poresoestabaabiertalapuerta.—Nopuedes ir trasFabrizio tú solo, es peligroso.—La sonrisade élmehiela la sangre—.Y
sabesperfectamentequemitíonohatenidonadaqueverconlamuertedelseñorBelcastro.¿Quéestápasando,Jack?Meestásasustando.
—Yaerahora.Daunpasohaciamíyyoclavolospiesenelsuelo.Novoyaapartarme.—¿Quémástengoquehacerparaquemeveascomosoyytelarguesdeunavez?—Séperfectamentecómoeres,Jack,ynopiensoirme.TodoestosobreEmmett,lasacusaciones
contramitío,esmentira.Dimelaverdad.—Tienesrazón,tehementido.¿Quieressaberporquéestabaabiertalapuerta?—Daotropaso
haciamíysusmuslosrozanlosmíos—.IbaalgimnasiodeShen,apelearmeconalguien.Otalvezaunbarabuscarcompañía.Aúnnolohabíadecidido.
Mehahechodaño,éllosabeporquelehatembladolamandíbulaunsegundo.—Noesverdad,noibasahacernadadeeso.Otrarisahorrible.—Porsupuestoqueesverdad.Aunqueatinotendríaqueimportarteporquequésoyyoparati.
Nada.Nopuedosernada.Levantounamanoyleacaricioelrostro.Necesitotocarleyhacerlereaccionar.Trasesafachada
dedolorydeiraestámiJackytengoqueaccederaél.—¿Quéestásdiciendo?Nosédequémehablas.Tú,Jack,loerestodoparamí.Mesujetalamuñecaymeapartafuriosolamano.Elmovimientoesbrusco,perolosdedosque
estánalrededordemipielsondelicados.—Y una mierda. ¿Esto es lo mismo que les dices a todos los hombres con los que te has
acostadoantesqueyo?Abro losojosymerepitoqueestáherido,queesaspalabrasnosalendesucorazón, sinoque
nacendeldolor.—¿Ytú,Jack,quélesdicesalasmujeresconlasquetehasacostado?—Aunqueestéheridono
voyapermitirqueesoscelosenvenenados,y sinmotivos, seentrometan—.Yenmicasosolohahabidounoantesquetú.
—Uno.Esopareceenfurecerlemuchomásquesihubiesensidodecenas.—Uno.—¿Quiénera?Mesujetaporlacinturaycaminahaciadelante.Lapartetraserademispiernasnotardaenchocar
con lamesade lacocinayJackmeaprisionaallíconsusmuslos.Micuerpo,ajenoal tumultodeemociones que saturanmimente, recuerda lo que sintió la primera vez que Jack y yo estuvimosjuntos.Éltambiénloestárecordando,letiemblanlasmanosymelevantaparasentarmeenlamesa.Meseparalaspiernasysecolocaentreellas.
Memiraa losojos.Tienelafrenteempapadadeunafinacapadesudory lapiel,normalmentemorena,muy pálida. Lasmurallas siguen aquí, pero ha cometido el error demostrarme su puntodébil.
Enredolosdedosenelpelodesunucaytirodeélparabesarlo.Jacksedetieneunsegundo,quizámenos,ytensaloshombrosdelofuertequeestáflexionando
losdedossobrelamesa.—¡Malditaseas!—farfulla.Mebesa.Jackmebesay es unbeso cargadode dolor y de rabia, un besoquebusca el consuelo y el
abandono más animal que existe. Un beso que busca el olvido que solo se consigue cuando terindesalapasión.
Lebesodelmismomodo,ledevoroconlalenguayleacariciolaespalda.«Tienesquevolveramí,Jack.Tienesqueencontrarelcaminodevuelta».Levantolaspiernasylerodeolacintura.Jackenloquece,sedesabrochaelpantalónymepenetra.Aprietolosdedosensushombros,noesperabaquefuesetanrápidoynecesitounossegundos.—Losiento—farfullaél.Yentonces Jack,mi Jack,vuelveymebesadeverdad.Mantieneel restodel cuerpo inmóvil,
solomebesa,yyoempiezoadesabrocharlelosbotonesdelacamisaparaacariciarleeltorso.Micuerposerelaja,recuerdalomaravillosoqueesteneraJackaquídentroyélempiezaamoverse.Aflojolosdedosdesushombrosyleabrazo.
Jacksemuevedentrodemí, tiembla,aprieta losdientesyescondeel rostroenmihombro.Latensiónnoabandonasucuerpoapesardeldeseoquequemaentrenosotros.
—¿Esestoloquequieres?—mepreguntasujetándomelacintura.—Tequieroati,Jack—contestobesándolelasmejillas,lasien,laspartesdesurostroqueélno
meestáocultando.—Maldita seas—vuelve a farfullar ymemuerde el hombro almismo tiempoque colocauna
manoencimademientrepiernayempiezaaacariciarmealmismotiempoqueentraysaledemí.—Jack…Vuelveamorderme,mueve losdedos,dominamicuerpoigualqueyoelviolín.Sabedóndey
cómotocarmeparaquemeentregueaél.Nuestros cuerpos estánunidosy esdolorosamente evidenteque losdos están sintiendomucho
placer, sin embargo Jack sigue sin reaparecer.De hecho, tras esos besos de antes no ha vuelto aacercarseamislabioseinsisteenocultarmesumirada.Lasfríasgarrasdelmiedosearrastranpormiestómago.
«TienesquevolverJack».Muevo las manos despacio por su torso, quiero acariciarle, obligarle a recordar que él y yo
somosmuchomásquedeseo.Jackcapturamisdosmuñecasconlamanoquenotieneentremispiernasylassujetadetrásdemi
espalda.Nopuedomoverme.Éllosabe,lohahechoadredey,cuandovoyaexigirlequemesuelte,me
besa.Le odio por saber tan bien comomanipularme. Le odio por convertir este beso en algo solo
físico. Es demoledor, todos los besos de Jack lo son, pero en este se encarga de repetir con lalengualosmismosmovimientosconlosqueotrapartedesucuerpomeestáposeyendo.
Escarnal.Esexcitante.Leodiopornopermitirqueseanadamás.MeodioporqueamicuerponopareceimportarleyestádispuestoaaceptareldolordeJacksi
así consigue recuperarle.Cuandodejadebesarmeyelmuycobardevuelveaocultarse, estavez
besándomeelcuelloyenbuscademispechos,quesiguenocultostraslablusa,decidoquenovoyacallarme.Éltienesusarmas,sucuerpoqueenloquecealmíodedeseo,yotengolasmías.
—Meestoyenamorandodeti,Jack.Jack se tensa de repente, el orgasmo le sacude con tanta fuerza que lamesa de la cocina se
mueveporelsueloygolpealapared.Elmíovienedespués.Jacksemuevefrenético,flexionalosdedosenlamaderaytensalaespalda.Semuerdeellabio
paranogritarminombre.Loséporquealabrirlosojosveounagotadesangreresbalándoleporlacomisura.
¿Porquénosestáhaciendoesto?La fuerza del orgasmo le deja exhausto, parece un títere al que le han cortado los hilos. Se
tambaleacuandosaledemíysiguesinmirarme.Seabrochaelpantalóndándomelaespaldayyotengoqueclavarmelasuñasenlaspalmasdelasmanosparanogritar.
—Yatienesloquequerías,princesa.Ahoralargodeaquí.Eldolorquemeprovocanesaspalabrasmeayudanamantenerladignidad.Puedeestarherido,
peroesonoledaderechoapisotearme.Bajodelamesayaunquemetiemblanlaspiernasconsigodisimularlo.Nopermitiréquecreaque
se ha salido con la suya. Quiero que algún día, cuando se dé cuenta del enorme error que estácometiendoahora,searrepientadeello.Quieroquegritededolorcuandocomprendaquemedejóiryquefueuncobardealhacerlo.
Camino hasta donde está y me coloco frente a él. Va a tener que mirarme a los ojos y, siencuentrounúnicopuntodébilensusestúpidasmurallas,voyagolpearlo.
—Soloheestadoconotrohombre,Jack,aunquenoimportaríasihubieransidomásporqueeldíaque me besaste por primera vez cualquier recuerdo que hubiese podido dejar desapareció. SellamabaGianni,bueno,aúnsellamaasí.—Aprietalospuñosylosdientes.Bien,mealegrodequelemolestedetectarelcariñoquesindudahayenmivoz—.Éramosamigos.Vinoavermedespuésdequemurieranmispadres.Yoestabamuytristeymesentíamuysola,yGianniestabaallí.Losdoscoincidimosenquenoeraesoloquequeríamoselunodelotro.Nofuehorrible,perotampocofuemaravilloso.ÉlsigueenItalia.
—Puesveteabuscarle.Mepongodepuntillasyledoyunbesoenlamejilla.—Adiós,Jack.Medoymediavueltayempiezoacaminar.Nodejaráquemevaya,nodejaráque lleguea la
puertaydesaparezcade suvidapara siempre.Nopermitiráquenuestroúltimo recuerdo seaeldeestanoche.
Llegoalapuerta,quesigueabierta,sinqueélaparezca.TampocobajacorriendodetrásdemínigritacomounposesocuandoValentiponeelcocheenmarchaynosalejamosdeallí.
Jacknoaparece.Jackdejaquemevaya.Valenticonduceensilencioduranteunosminutos,peroalfinalsedecideahablarme.—¿Estásbien,Siena?—No.Mesecounalágrima.—¿Quierescontármelo?—Hadejadoquemefuera,Valenti—sollozoytragosalivapararecuperarciertacalma—.Jack
hadejadoquemefuera.—Quizá sea lo único que puede hacer ahora. —Me giro hacia él y veo que también está
preocupado—.Quizásealomejorparatodos,lomejorparati.Estoyhartadequelagente,elmundoentero,createnerderechoadecidirquéeslomejorpara
mí.—Mis padres murieron porque mi tío Adelpho se quedó con un cargamento de droga de la
familiaAsientiy losAsientecreyeron, erróneamente,quematandoa suhermanoya sucuñada leharíandaño.AAdelphoningunodenosotros le importábamos lomásmínimo.Esedíayo tambiénestabaenelcoche,yotambiénhabríamuerto,peromehabíadejadoelviolínyvolvícorriendoacasaparabuscarlo.Elcocheestallócuandoyoestabaenlaescalera.
—Diosmío,Siena,losientomucho.—Estoyviva,Valenti,ylesprometíamispadres,depiefrenteasustumbas,queviviría.Novoy
apermitirquemitíovuelvaaencerrarmeencasayteaseguroquenovoyapermitirqueJacknieguelo que ha sucedido entre los dos o que lo convierta en algo sórdido. Quiero entenderlo, quieroayudarle.Peronovoyaobligarleaqueconfíeenmícuandoesmásqueevidentequedemomentonoestádispuestoahacerlo.
—Talveznoloesténunca,Siena.Vuelvoagirarmehacialaventanilla.Jackhadejadoquemefuera.Jackdesaparece.Unapartedemí,micorazón,desaparececonél.
Capítulo25
LittleItaly…unassemanasmástarde
Hasidomuydifícil,aunquemenosdeloquecreía.MeimaginoquemitíohaaccedidoconmásfacilidadporqueaúnsesienteculpableporlodeJack.
Jack.Aúnsientosusbesosenmislabiosymicorazónsigueausentedemipecho.LucianonomehacontadoquésucedióentreJackyélenVanderbiltAvenue,peroconozcoami
tíoyconfíoenél.Vuelvoaconfiarenél.Fueraloquefueseloqueellosdossedijeron,notienenadaqueverconmigoyLucianonointentócompraroamenazaraJackparaquemeabandonase.
Esolodecidióélsolo,elmuymiserable.Nohevueltoaverledesdeesamadrugada.Haynoches(ydías)enlosqueintentoimaginarme
qué está haciendo. Dejo de hacerlo cuando me duele demasiado y entonces me engaño y measeguroqueestábien,quehadadoelcasoporcerradoyquesigueconsuvidaigualqueantesdequenuestrosdestinossecruzaran.
MiúnicoconsueloesquenadiehaentradoencasaparaarrestaraLucianooaValenti. InclusoTonimecontóundíaquevolvíadelhospitalparavisitaraunviejoamigo,uncontabledeChicagoqueseestabarecuperandodelapalizaquelehabíandadounbandadedelincuentes,quePatrick,suamigo,había cometidounaestupidezyquehabíapagadopor ello.Ahoraquehabía aprendido lalección,PatricklehabíapedidoaToniqueleayudasearestablecerse.
El día que Tonime contó esa historia acabé abrazándolo entre lágrimas. Élmemiró como siestuvieralocayyonolecontéelverdaderomotivodemialivio.
SupongoqueporesotampocohaaparecidonadiedelapolicíaparallevarseaToni.MegustacreerqueJackha tenidoalgoquevereneso,queasumodomeestáprotegiendoy
cuidando.Siemprequeesaideasecruzaenmimentemepongofuriosaconmigoymedigoquenodebobuscarseñalesomensajesocultosdondenoloshay.
Si Jack quisiera decirme algo, estaría aquí ahora. Él no se anda con subterfugios. El día quequisoecharmedesuvida,seaseguródehacerlo.
Llamanamipuerta.—Adelante.SonríoalverelrostrodeCatalina.Mehacostadomuchoconvencerladequevinieraacasayhe
recurridoatodasmisartimañashastaconvencerla.Estoymuynerviosaysabíaquesupresenciaaquíme reconfortaría. Además, por absurdo que parezca cuando estoy con Catalina siento a Jack unpocomáscercademí,puesellaeslaúnicaconlaquepuedohablarlibremente.
—¿Estáspreparada?—No lo sé—contesto tras soltar el aliento—. Quizás todo esto ha sido un error. No estoy
preparadaparadarunconcierto,Catalina.—Puesclaroqueloestás.—Sesientaamiladoenlacama—.Además,esunasalapreciosay
queestarállenadegentequetequiere.Noloolvides.LesonríoydejoquemedistraigacontándomecómofuesuprimerconciertoenItalia.Nopuede
compararse almío, yo solo voy a tocar dos partituras en una de las salas de la biblioteca de laciudad. No sé cómo lo ha conseguido Catalina, y me temo que mi tío ha jugado un papel más
importante del que él me ha dejado entrever, pero la biblioteca de Nueva York presenta unacolecciónde láminas llegadasdeItaliaconunpequeñoconciertoymehanencargadoqueseayoquientoque.
Habrámuypocagente,elactoesprivadoysoloseaccedeaélconinvitación.Lasláminassonobradedistintosartistas italianosdel renacimiento, asíque laspartiturasqueCatalinayyohemoselegidotambiénsondeesaépoca.
Lucianomehaprometidoquesi lodehoymehacefeliz (segúnmi tíonuncamehavistosufrirtantocomoestosúltimosdías),podréseguirdandoconciertos.Loúnicoquemepideesque tengacuidadoyquesialgunavezdesconfíodealguienlepermitaayudarme.
EchomuchodemenosaJack.Notienesentido,élnuncameacompañóaningúnconciertoyapenasmeoyótocar.Peroleecho
muchodemenos.Séqueeldíadehoyseríacompletamentedistintoconélamilado,seríamuchomásprofundo.Tendríamássignificado.
Lapuertadeldormitorioseabreyaparecemitío.EstámuyatractivoconesetrajenegroydesdequevolviódeChicagounaextrañacalmasehainstaladodefinitivamenteensurostro.
—Deberíamos irnos,Siena.—Sedetiene al ver a la señoritaMoretti—.Oh,Catalina, no sabíaqueestabasaquí.Estáspreciosa.—Mitíosesonrojayyo,quehaceunossegundosestabaapuntodellorarporculpadeJack,tengoganasdesonreír—.Lasdosloestáis,quierodecir.
—Gracias,tío,tútambiénestásmuyguapo.¿Atinoteloparece,Catalina?Miamiga,últimamentemecuestapensarenCatalinacomomiprofesoradeviolín,aunquesigue
siéndolo,mefulminaconlamirada.Haceunosdías,cuandomeatrevíapreguntarlepormitío,mepidióquenointentasehacerdecasamenteraentreellos.
—Sí,estámuyatractivo,señorCavalcanti,aunqueestoyseguradequenolehacefaltaoírlo.—Siempreesunplaceroírlo.—Seguroqueporesoseaseguradeestarrodeadopermanentementedeungrupodecoristas.—¿Grupodecoristas?—Mitíosehaceelofendido—.¿Ycómodeberíamosllamaraesosviejos
verdesquetemandanfloresalcamerinosiemprequetocasenlaÓpera?¿Monosdecirco?Catalinaselevantadelacamaysedirigefuriosaamitío.Cuandosedacuentadedóndeestáy
quéestáhaciendosedetiene,ymitíosetensa.Quizádeberíairmeydejarlesasolas,peromiincurablealmarománticameexigequemequede
allí.Nopuedopermitirqueellosdostambiénloestropeen.—Elcocheestálisto,señorCavalcanti.EnesemomentopodríahabermatadoalbuenodeToni.SuinterrupciónconsiguequeCatalinade
unpasohaciaatrásyfinjaestarmuyinteresadaenlafundademiviolín.Mitíosiguemirándola,élnotieneningunanecesidaddedisimularyseniegaahacerlo.
—Enseguidavamos,Toni.Gracias.¿Quéestápasandoporsucabeza?Leobservoyélabreycierralosdedosdeambasmanosunas
cuantasveces.«Veaporella,tío.Noseastonto».Alfinal,Lucianosacudelacabezaresignadoydaunpasohaciaatrás.Estasúltimassemanashe
estadotanpreocupadapensandoenmíqueapenasmehefijadoenloquesucedíaamialrededor.Apartirdemañanalascosasvanacambiar.HablaréconLucianoynodescansaréhastaquemecuentequépasóexactamenteconCatalinayporquéestánasíahora.
—¿Estáslista,Siena?—Lucianomeofreceelbrazoynodudoenaceptarlo.—Claro,tío.Vamos.Abandonamosel dormitorio conCatalinadetrás, ella llevamiviolíny tiene lamiradaperdida
hastaqueValentitambiénseofreceaactuarcomosuacompañante.CatalinasonríeymitíoentrecierralosojosyajuzgarporcómomiraaValentiseestáplanteando
laposibilidaddeestrangularlo.Sí,definitivamentemañanatengoquehablarconél.Toniefectivamenteestáfueraesperándonos,Lucianoyyoentramosenelcocheyestenotarda
enponerseenmarcha.ValentiyCatalinanossiguenenotro.LabibliotecadeNuevaYorkesunedificiopreciosoeimponente.Laprimeravezquelovipensé
quecarecíadelamagiadelosmuseosybibliotecasdeItaliayenciertomodoesasí,peroesafaltademagia,causadaporelpasodelossiglos,lacompensaconlafuerzadelossueñosquevibranensuinterior.
Toninosdejaenlaentrada,élseocuparádelcochemientrasmitíoyyosubimoslaescalinatayLucianosaludaalospolíticosderigor.DesdequevolviódeChicago,todosestánalaexpectativaylotratanconmásrespetoqueantes.SupongoquealolargodelosañoshanaprendidoquesialgotieneLucianoCavalcantiesunolfatoinfalibleparalosbuenosnegociosyparahacerganardinero,muchodinero,asussociosytodosesperanserelsiguiente.Simitíoconsiguequitarsedeencimalaetiquetadegánster,seráelhombredenegociosmássolicitadodeNuevaYork.
Enciertomodoesomeaterrorizamásquesusreunionesconarmasencimadelamesa.Almenosconlamafiasabesaquéatenerte,conlospolíticosyesosesnobsdelosbancos,notanto.
Luciano saluda a dos caballeros que van acompañados de mujeres que dan lástima. SonbellísimasyestántanvacíasqueinclusolasesculturasdelasplazasdeItaliatienenmásvidaqueellas.Intentoimaginarmeporquésehancasadoconunoshombresquelashanconvertidoentrofeosyquenisiquieralessonfieles.Mispadresnoeranasí,Lucianonegaráhastaquedarsesinalientoqueestá interesado en Catalina, pero la mira con más fuego y pasión que la que esos hombres hansentidojamás.
IgualqueJackmemiraamí.«Basta,Siena».Jacknoestá.Jack podría haber vuelto. Luciano no me ha contado qué sucedió entre ellos, pero me ha
aseguradoque,siJackhubiesevenidoaverme,élselohabríapermitido.«Mehabríaaseguradodequetúnotuviesesganasdedarleunasegundaoportunidadaesebastardo,perolehabríapermitidoacercarseati.Cuandounhombrequiereaunamujer,cuantomásdifíciltieneacercarseaella,másladesea».Esofueloquemedijo.
EsanochelloréporqueJacknomedeseabalosuficiente.Cruzamoslaentradadelabibliotecaynosdirigimoshacialasalaenlaquevaacelebrarsela
presentacióndelasláminas.Sonpreciosas,Catalinayyohemostenidoelprivilegiodeverlasantesconlaexcusadequeasípodíamoselegirmejorlamúsicaparaacompañarlas.Alllegaralapuertaleoenvozaltaelelegantecartelquehaydelante:
—«PresentacióndelacolecciónprivadaCosimoyJulietteCavalcanti».Semellenanlosojosdelágrimas.—Eraunasorpresa—sedefiendemitíoseñalándomeelnombredemipadreymimadre—.Yte
prometoqueelqueestanochetoquesaquínotienenadaqueverconellos.Telomereces,Siena,hesidounegoístaalimpedírtelo.
Meabraza,mitío,elhombremásinaccesibledelmundo,meabraza.—Tío.LedevuelvoelabrazoyveoaCatalinasecándoseunalágrima.—Vamos, no llores—mepideLuciano—.Vas a dejarles a todos tan boquiabiertos que tendré
quecomprarlaSinfónicadeNuevaYorkparaasegurarmedequenoteapartendemilado.—Gracias—susurroemocionadaantesdesoltarlo.LucianomedaunbesoenloaltodelacabezaycuandomesueltasedirigeaCatalinaylacoge
delamano.—Niunapalabra,Catalina—ledicemirándolaalosojos—.Hoyno.—Estábien,Luciano.Lesveoalejarsedemíydirigirsehacia lassillasdemaderaquehaycolocadasensemicírculo
alrededor del atril que voy a utilizar yo para colocar la partitura. Las sillas están frente a unaspreciosasestanteríasdetrásdelascualesseencuentraunodelosventanalesdelabiblioteca.Entra
unluzpreciosaymeiluminarádesdelaespalda.Los invitados ocupan los asientos. El alcalde de la ciudad de Nueva York pronuncia unas
palabras,eligemuybienloselogiosparamitío.MeimaginoquequierecubrirselasespaldasporsilajubilacióndeLucianonoestanpermanentecomodiceél.Loes.
Luciano y Catalina están en primera fila, Nick Valenti está al lado de mi tío, es como si sehubiesematerializadoderepenteyToniestáenelfondo,juntoalapuerta.VeoavariosmiembrosdelaparroquiaytambiénaAlba.AlladodeCatalinasesientaelalcaldeconsuesposayenlasfilasposterioreshaypolíticosymiembrosdelafundacióndelabiblioteca.Hayunhombre,uncaballerode unos cincuenta años, que no deja demirarme.Nomemira intrigado, sabe perfectamente quiénsoy, me mira como si pretendiese diseccionarme con los ojos. Cuando todo esto termine, lepreguntaréaLucianoquiénes,medaescalofríos.
Después del alcalde habla el director de la biblioteca y después el restaurador italianoencargadodecustodiarlasláminas.Oírmilenguamaternaesunregaloyconsigueloimpensable;tranquilizarmeantesdelaactuación.
Oigomi nombre y salgo del rincón en el que he estado esperando. Saludo a los asistentes ybuscolamiradadeCatalinaydeLucianoporúltimavez.Losdosmesonríenyyosonríoalverquesiguendándoselamano.Almenossuhistoriapareceirporbuencamino.
«Jack».Unapunzadameatraviesaelcorazónalpensarsunombreysacudolacabezaparaecharlodemi
mente.Meconcentroafinandoelviolín.Hoyheelegidotocareldemamáyalsentirlamaderabajomisyemasnotocomosiellaestuvieraamiladoypapánosestuvieseespiandoalasdos.Eraloquesolíahacercuandopracticábamos.Tocábamosdurantehorasyélaparecíadevezencuandoparadarnosunbesooreírsedenosotras.
Hoytocaréporellosyporminuevafamilia,Luciano,CatalinaeinclusoValentiyToni.MañanaolvidaréaJackparasiempreyempezaréavivirdenuevo.Puedohacerlo.OigounosgritosyalenfocarlavistaveoaCatalinaaterrorizada.¿Quéestápasando?¿Quées
estoquetengoenelcuello?Nopuedorespirar.Nopuedorespirar.Elviolíndemamácaealsueloymirohorrorizadacomomismanoslohansoltado.¿Porquélo
hesoltado?Paraintentarprotegerme.Lapuntadeunpuñalodeunanavajasemeclavaenelcuello,notolasangreresbalándomey
manchándomeelvestido.Tengoquedetenerle,nopuedomorirahora.Noquieromorir.«Jack».Levantolosbrazosyloscolocoencimadelosmiagresor.Tengoquedetenerle,noquieromorir
ahogadaodegollada.Mesudanlasmanos,meresbalanporencimadesupiely lamanoderechameestáquedandoempapadademipropiasangre.Laheridadelcuellonoesprofunda,eseanimalsabeloquehace,perosinoledetengoperderélaconsciencia.
—¡Suéltala,Fabrizio!EsJack,essuvoz,peroaélnopuedoverlo.¿Meloestoyimaginando?¿Mehedesmayadoy
estoy soñando que él aparecía cual caballero andante para rescatarme? Busco a mi tío con lamiradayveoqueélestáobservandoaalguienqueseencuentradetrásdemí.
Jackestáallí.¿Porqué?¿Cómo?Lapuntadeacerosemuevepormigarganta,medueletragarylasangrebrotamásrápido.—Dejaamisobrina,Tabone.Lucianosacaunrevólvercontotalnaturalidadyapuntaamiagresor.
«FabrizioTabone».—Suelteelarma,Cavalcanti—leordenaJackamitío—.Nosemetaenesto.Dejequeseocupe
lapolicía.—Esmisobrina,laquierocomosifuerahijamía.Nopiensosoltarelarma.Elpuñalvuelve amoverse.Aprieto losdedos en el antebrazodeFabrizioTabone, pero él no
pareceinmutarse.—Porfavor…—sollozo.—Nohables,Siena—meordenaJack—.Tedesangrarásmásrápido.¡Suéltaladeunavez,hijo
deputa!Suéltalaymírame.FabrizioTaboneseríe.—SiemprehassidounavergüenzaparaelapellidoTabone,Jack.—¡Suéltala!—repiteJacksincaerenlaprovocación.—Dejairamisobrinasinoquieresquetematecomotendríaquehaberhechohacemuchotiempo
—leamenazaLuciano.—Ya, bueno, todos nos arrepentimos de algunas de las cosas que hicimos o no hicimos esa
noche.Tabone habla como si estuviese tomándose una cerveza y no como si estuviese a punto de
matarme.«Noquieromorir».—Aúnestoyatiempodearreglarlo—señalaLucianomoviendoelarma.—Sime disparas,matarás a tu preciosa sobrina. Casi he llegado a la yugular, solo tengo que
presionarunpocomás.—Aprietayunanuevagotadesangreespesameresbalaporelcuello—.Mematarás,perocuandocaigadesplomadoellamorirá.
—No,morirásantes.—¿Estásdispuestoacorrerese riesgo?¿Ocreesqueha llegadoelmomentodequesaldes la
deudaquetienesconmigo?—Notengoningunadeudacontigo.—Ese incendiome cambió la vida, perdí ami hija.Maté a los Abruzzo por los Cavalcanti y
vosotros,tú,metraicionasteis.—Tuavariciaytumaldadtetraicionó.Estásloco,Tabone.—Tenloencuentaantesdeapretarelgatillo,Cavalcanti.—¿Quédiablosquieres?—lepidemitío.—Quieroelrespetoquesemedebe.Yquierodinero.Muchodinero.—Sueltaamisobrina.Elpuñalsemueveunpocomás.—Nosé.—Mepasalalenguaporelcuelloysellevapartedemisangre—.Talvezmequede
unratoconella.Lucianolevantadenuevoelarma.—No va a soltarla, Cavalcanti—dice Jack ami espalda—.Es un enfermo. Le gustamatar y
hacerdañoalagente.—Ytúlosabesmuybien,¿noesasí,hijo?FabrizioTabone vuelve a lamerme y siento arcadas. ¿Qué clase de infierno tuvo que soportar
Jack?—Porúltimavez,sueltaalaSienayentrégatealapolicíaFabrizio.Nomeobliguesadispararte
—diceJack,puedooírlatensiónensuvoz.Haymásemocionesallíocultas,noseestáprotegiendo,perosinverlesoyincapazdediscernirlas.
—Sueltaamisobrina,Tabone—insisteLuciano.—Bajeelarma,señorCavalcanti—leordenaJackamitío.—Yalehedichoantesquenopiensohacerlo,detective.Sienaesmisobrina.—¡Malditasea!—exclamaJackyoigoaFabrizioTabone riéndose juntoamioído, lo lamey
hundeunpocomáselpuñal—.¡Malditosea,Cavalcanti!SidisparaaTaboneylomata,lapolicíaloutilizarácomoargumentoparadetenerlo.
Eldesconocidoquemehaestadoobservandoantesmuevelacabezaymiradetrásdemí.¿Quiéndiabloses?
—Meimportaunamierda,detective,soloquierosalvaraSiena.—Yyotambién, joder.Suelteelarmaydéjemehacermi trabajo—insisteJackyLucianosigue
apuntandoaTabone—.SimataaTaboneyvaalacárcel,nopodráveraSiena.Nopodrácuidardeella.Piénselo.EsoesloquequiereTabone,quiererobarlelavida,igualquecreequehizoustedconél.PoresomatóaBelcastro,¿noesasí,Fabrizio?PorqueensumenteenfermacreíaqueEmmetteraenparteculpabledesudesgracia.
—Esecerdo tendríaquehabermedadoesamalditacartaantes.Esculpasuyaqueestemosasíahora.Teníaquepagar.Además,teníaqueconseguirquetú—señalaaLucianoconladaga,caeunagota de sangre en la alfombra, pero siento unpocode alivio hasta que vuelve a colocarla enmicuello—meprestasesatención.
—Tienestodamiatención—afirmaLucianopasadosunossegundos—.Yustedtambién,detectiveAbruzzo.
¿Abruzzo?¿Quiéndiabloses?¿PorquéhallamadoasíaJack?Memareo, estoy a punto de perder el sentido.No siento los dedos de lasmanos y tengo los
antebrazosempapadosdesangre.Lucianobajaelarma.Oigoundisparoydespuésnada.Nada.
Capítulo26
SienaHospitaldeNuevaYork.1940
Abrolosojosymellevolasmanosalcuelloinstintivamente.Lotengocubiertoporunvendajeyme duele mucho cuando intento tragar. Parpadeo, me cuesta enfocar la visión, pero cuando loconsigoveoaLucianoyaCatalinaamilado.Toniestádepieenlospiesdelacamaytieneelpelocompletamentedesordenado.
Jacknoestáporningunaparte.—Tío…—creoqueeslapalabraqueintentopronunciar.Lucianomemira, tieneel rostrodesencajadoycuandoseacercaamímeapartaelpelode la
caraydepositaunbesoenmifrente.—Mehasdadounsustodemuerte,Siena.Catalinameestásujetandounamanoymesonríeycon laotramanoacaricia laespaldademi
tío.—Vas a ponerte bien, no te ha hechoningúndaño irreparable—meexplicaCatalina—.Tehas
dadoungolpeenlacabezaalcaeralsuelo,poresoestabasinconsciente,peromañanapodrásirteacasaytepondrásapracticardeinmediato.Hanpospuestoelconciertoparalasemanaqueviene—bromeaporentrelaslágrimasquelesurcanlasmejillas.
Yotambiénheempezadoalloraryloúnicoquepuedohaceresapretarlelamano.Aellaparecebastarleymesonríe.
—¿Jack?Sí,preguntoporél.Necesitoverleyasegurarmedequeestábien.Hadisparadoasupadre.Lucianosuspiraexhaustoantesdecontestarme.—Haestadoaquíhastaquelosmédicoslehanaseguradoqueibasaponertebien.Sehaquedado
aquí, junto a tu cama, sin decir nada y amenazando con los ojos a cualquiera que se atrevía aacercarse.
Cierrolosojosyunanuevalágrimaseescapaporlacomisura.NadiecomentaqueesaperteneceaJackynoaldolorquesientoenlagarganta.
Seabre lapuertayamísemeaceleraelcorazón.Perocuandoconsigolevantar lospárpadossoloveoaValenti.Élmesonríecomprensivoaladivinarmidecepción.
—Hola,Siena,mealegrodeverte.—DaunapalmadaaTonienelhombroyseacercaamitío—. El caso está cerrado, señor Cavalcanti. Fabrizio Tabonemató a Emmett Belcastro y usted, ynosotros, estamos libres de toda sospecha. Dudo que la policía vuelva a molestarnos enmuchotiempo.
—Gracias,Nick—lecontestaLuciano.Vuelvoacerrarlosojosymedejollevarporeldolor.Loúltimoquepiensoantesdequedarme
dormidaesqueJackyanotieneningúnmotivoporelqueacercarseamí.Niyoaél.Unas horasmás tarde vuelvo a abrir los ojos.La habitación está ahora a oscuras y creo estar
sola.Sinembargotengolasensacióndequenoloestoy.Girolacabezahaciaelladoizquierdoyno
encuentro anadie, cuando intentogirarla hacia el derechoun aguijonazodedolorme atraviesa lacabezaytengoquecerrarlosojosdenuevo.
—Notemuevas.Jack.Abro losojos,doygracias aDiosporesaoscuridadquemeoculta las lágrimasy la angustia.
Jackcamina,leoigomoverseporlahabitación,ysecolocafrenteamí.No queda ninguna muralla, han sido derribadas y Jack está completamente desprotegido y
destrozadoantemí.Lamiradalebrillaporlaslágrimasyportodaslasemocionesquellevaañosconteniendoyqueporfinlehandesbordado.
—Diosmío,Siena—farfullamientrasmeacariciaelrostro—.Hepasadotantomiedo…—Estoybien—leaseguroaunquemivozpareceindicartodolocontrario.Élnomeescucha,oquizádesechamispalabras.Colocadosdedosenmis labiosparapedirme
silencio.Esosdedostiemblancasitantocomoelrestodesucuerpoysesientaenlacamaamilado.Alsentirmicuerpocercadelsuyorespiramástranquiloymispárpadossenieganaseguirabiertos.Si estoy soñando no quiero que nadie me lo demuestre y me dejo arrastrar por el calor quedesprendeJack,porlaseguridadyelamorquesientoaltenerloamilado.
—Miverdaderonombrees JackAbruzzo,mispadreseranRobertoyTeresaAbruzzo.No losrecuerdoporqueFabriziolosmatócuandoyoteníatresaños.—Jackmerelataesahistoriahorrible,la historia de un niño que lo perdió todo y aun así consiguió encontrar el camino correcto,acariciándomeelpeloolaespalda.Escomosimientrasmetocaesamaldadnopudieraalcanzarle—.FabrizioysuesposaAmalia,lamujerquemecrio,eranamigosdemispadresyesatardeAmaliasequedóconmigoporquesuhija,unaniñallamadaAlicia,queríaverlosgatosquehabíannacidoeneltallerdondetrabajabaRoberto.TeresalallevóallíyFabrizioprovocóelincendiosinsaberqueAlicia estabadentro.Megusta creerque si lohubiera sabidono lohabríahecho,quepartede lalocuraque lo llevó a atacartede estamanera está relacionada con la horriblepérdidade suhija,perolaverdadesquenoestoyseguro.
Quierodecirlemuchascosas,perolaheridadelcuellomeloimpideylamedicacióndelhospitalme ha dejado aturdida. Lo único que consigo hacer es atrapar una de las manos de Jack yacercármelaaloslabiosparabesarla.
»Fabrizio ha muerto. Le he disparado en el hombro pero la hemorragia ha sido fatal. Ya novolverá a molestarte. No he encontrado ninguna prueba contra tu tío ni contra Nick, no sé si elsuperintendenteAndersonlesborraráparasiempredesulistadesospechosos,peroyolesdejaréenpaz,teloaseguro.Noséquiénsoy,Siena,ytengomiedodeaveriguarlo.Sinembargoenmediodetodasmisdudasydetodomidolorsoycapazdereconocerquetúhassidoloúnicoquehavalidolapenaenmivida.
—Jack,no.Nopuedoseguir,laheridamequemaysemellenanlosojosdelágrimas.—Tranquila,esmejorasí.—Seinclinaymedaunbesoenloslabios—.Laúltimavezquenos
vimos,mecomporté comouncretino, comouncerdoegoísta.Queríahacertedaño,queríaque tefuerasdeVanderbiltAvenueodiándome,queríaarrancartedemividaydemicorazónparasiempre.Entré en la policía porque averigüé que los Tabone no eran mis padres, creía que me habíanadoptadotraslatrágicamuertedelosAbruzzo.NoteníaniideadequeFabrizioloshabíamatadoycreo,séenelfondodemisentrañas,queAmalianolosuponunca.Fabrizioeracruel,unborracho,mepegabaydisfrutabahaciéndoloyyoselopermitíaporqueasílemanteníaalejadodemimadre.—Hablacomosifueralavidadeotrapersona,comosiesasatrocidadesnolehubiesensucedidoaél. No puedo contener las lágrimas—. Ese día, la última vez que estuvimos juntos, tu tío vino averme.
Abrolosojosderepente.—No,nofueculpasuya.LaverdadesqueLucianohasidomuchomásgenerosoycomprensivo
de lo que yo habría sido. Luciano tenía una confesión firmada de Fabrizio, aún no sé cómo la
consiguió, pero es auténtica. Conozco la letra demi padre, de Fabrizio, quiero decir. Creía saberquiénera,Siena.Graciasatihabíaempezadoahacerlaspacesconmigomismoyhabíaempezadoacreerquepodía tenerun futuro.Esacarta, esa confesión,me lo arrebató todo. ¿Quién soy?¿Quéclasedehombrepuedollegaraser?Mecrioelasesinodemispadres.Dios,Siena,nopodíahacerteeso.
Seagachadenuevoymedaunbesoenlafrente.Jackestáardiendo.—Aúnme faltamuchocamino,peroestosdíashedescubiertoquenosoyparanadaelhijode
Fabrizio.Tampocosoy,paramidesgracia,elhijodeRobertoAbruzzo,aélnisiquieralerecuerdo.Loúnicoquetengoclaroesquesoyelhombrequesehaenamoradodetiy—suspira—,Diosmío,siestásdispuestaaayudarme,tenecesitoparaaveriguarelresto.
Tienelosojosbrillantesporlaslágrimasynomedejacontestarleporquevuelveabesarme.—Nodigasnada.Piénsatelo.Estatardeestabaenlabibliotecaporquequeríavertedespuésdel
concierto,ibaasuplicartequemeperdonarasportodoloquetehabíahecho.—Tiemblaydeduzcoque intenta imaginarsequéhabría sucedido si nohubiese estadoallí—.Séque tenemosmuchodequéhablar.Noesperoquemeperdonesasísinmás,perosimedasunaoportunidadteprometoquenovolveréaocultartenada.Serétuyo,seaquiensea,parasiempre.
LevantounamanoyJackmesujetalamuñecaparadarmeunbesoenlapalma.—Siaúnsientesalgopormí,venaVanderbiltAvenuecuandoestéslista.—Seponeenpieyse
dirigealapuerta—.CreoqueempecéaenamorarmedetieldíaquemeapuntasteconunarmaenlalibreríaVerona,ymicorazóntepertenecedesdeentonces.Nosabíaqueteníay,aunquenovengasabuscarmenuncamás,noquieroquemelodevuelvas.Estuyo.Adiós,Siena.
Lapuertasecierrayyomeduermoconlágrimasenlasmejillas.Cuandovuelvoadespertarme,buscoaJack,peronohaynirastrodeélenningunaparte.Estoy
convencidadequehasidotodounsueño,hastaqueValentivieneaverme.—¿Cómoteencuentras?—Muchomejor.Mivozsuenararayalgoáspera.Meduelealtragarylacicatrizmequema.—AyerJackmepidióque ledejaráhablarcontigoasolas—empiezayyoabro tanto losojos
quelascejascasimesalendelacabeza—.TutíohabíaidoaacompañaralaseñoritaMorettiasucasayTonibajóalacafetería.Jack,quedebíadeestaresperandoelmomentooportuno,entróymepidióquetedejaraasolasconél.Esperonohabermeequivocado.
—Noteequivocaste.—Mellevounamanoalagarganta—.Gracias,Nick.Élasienteyseacercaalaventana,sesientaenelalféizarysecruzadebrazos.—YonoconocíalahistoriadeJack.Sabíaquesupadre,Tabone,eraunauténticohijodeputay
quelepegaba,peronoconocíaelresto.Esungrantipo,leodiécuandosefuedeLittleItalyporquesentí que nos traicionaba, amí y a Sandy, pensé que era un egoísta que solo pensaba en él. Enrealidad—sepasalasmanosporelpelo—,pensabaentodosmenosenél.
—Tú…—tragosaliva—…tútampocoestásmal.Valentisonríe.—Soy un capullo egoísta y lo sabes, Siena. Pero Jack, joder, tiene que haber vivido un
verdaderoinfierno.¿Sabescómoleconocí?—Niegoconlacabezayélcontinúa—:Estabajugandoenlacalleyunosniñosmásaltosyfuertesqueyosemetieronconmigo.Yolesplantécara,cómono,y cuando estaba tumbado en el suelo recibiendo la palizadel siglo, Jack se lanzó encimadeellosyamenazóconllamaralapolicía.Nolecreyeron,perosegundosdespuésuncochepatrullapasóporallíysalieronpitando.
—¿Llamóalapolicía?—No,fuecasualidad.PeroasíesJack—sequedapensandoyrepite—,asíesJack,siemprese
arriesgaporlosdemás.Semerecequealguiensearriesgueporél.QuierodecirleaNickqueséqueJacksemereceunasegundaoportunidad,elproblemaesque
tengomiedoyquenopuedocorrerasusbrazossintenerencuentatodoeldañoquemehahecho.
Noseríajustoparaningunodelosdosynopuedotomarningunadecisiónenestacamadehospitalsintiéndometandébileindefensa.
Quierovivir,quieroestar conJackyquieroque Jackestéconmigo.Nopodría soportarqueélvolvieraadesapareceroquevolvieraaescondersetrasesashorriblesmurallas.Tengomiedodenoserlobastantefuerteparaderribarlasporsegundavez.
CatalinaymitíoentranenlahabitacióndelhospitalyValentisecomportacomodecostumbre,novuelveamencionarmeaJackniaintentarhacerdealcahueta.Medanelaltaencuestióndehorasynosvamosacasa.
Alentrarlesconfiesounpocoavergonzadaquenecesitoestarsola.MitíosesientedolidohastaqueCatalina le explica que a nadie le gusta llorar acompañado y quememerezco esa intimidad.Lucianoacepta,peroantesdeirsemedaunabrazoyunbesoenlafrente.DesdequehedespertadoestámuchomásafectuosoconmigoynosésiesporqueFabrizioTaboneestuvoapuntodematarmeoporqueCatalinaMorettihareaparecidoensuvida.
Catalinatambiénmedaunabrazoysedespidedetodosdiciendoquesevaasucasa.Amitíonole hace ninguna gracia yme alejo por el pasillo con su discusión de fondo. Enmi dormitorio, loprimeroqueveoeselviolíndemimadreencimadelacama.
Estáarregladoyhayunasencillanotadelante.«Estosíhesabidoarreglarlo.Quierooírtetocaralgúndía.Tuyo.Jack».LloroyséquecuandodejedehacerlolepediréaToniquemelleveaVanderbiltAvenue.Esellugarenelquenecesitoestarsideverdadquierorecuperarme.
Capítulo27
JackVanderbiltAvenue1940
PasarmeeldíaylanochetrabajandomeayudaamantenermealejadodeSiena.Nopuedodejardepensarenella,asíquenisiquieralointento,perodespuésdeloquesucediólaúltimavezsientoquedebodarletiempo.
Me comporté como un cretino y un egoísta. Mi numerito de los celos no estaba justificado,aunque si soy sincero conmigo mismo sigo teniendo ganas de estrangular al bueno de Gianni.Entiendoysé,en lomásprofundodemiser,que loqueSienacomparteconmigonolohasentidopor nadie. Pero eso no significa que tenga que gustarme la idea de que otro hombre haya estadodentrodeellaylahayabesado.Yonuncahabíasentidonadaremotamenteparecidopornadie.
Habíaestadoconmujeres,nodemasiadas,laverdad.Elsexonoocupabaningúnlugarenmilistade necesidades hasta que conocí a Siena. Cuando necesitaba acudir a algo para olvidar o pararecuperarlacalma,laviolenciayeldoloreranloúnicoquemeayudaba.
Eranloúnicoquemanteníaarayaelvacío.HastaquellegóSienayelvacíodejódeexistir.Fuedoloroso,siguesiéndolo.Unonopuedellevarmásdediezañossinsentirnadayempezara
hacerlocomositalcosa.Poresoestabatanconfuso,poresoopusetantaresistencia,porquedolíayporquemedabamiedonoestarpreparadoparasoportarlo.
Ynoloestoy.NuncaheestadopreparadoparaSiena.AlsuperintendenteAndersonnolegustóquepusieraaCavalcantisobreaviso.Dehecho,siesa
nocheen labibliotecahubierapodido,mehabríaordenadocallarallíenmediode lanegociaciónconTabone.Peromicomportamientoheroicohadadosusfrutos.EnLittleItalyhablandemícomosifueraelhijopródigoylagentemetrataconrespetoyciertocariño.
Esreconfortante,supongo,yunpocoincómodo.Demomento,sinembargo,meestásiendomuyútilparaconocermejoramispadres,amisverdaderospadres.Alparecereranpersonasincreíblesyelbarrioestá llenodegenteque los recuerdaconmuchocariño.Quizáalgúndíaviajea Italiaenbuscademisraíces.
QuizálohagacuandotengalasmíasbienplantadasjuntoalasdeSiena.LamañanadespuésdequeSienasedespertaseenelhospitalfuiaveraAndersonylepresenté
ladimisión.Éllarompióantemisnaricesymedijoquemetomaseunosdíaslibresyquenodijeseestupideces. Al parecer soy un «jodido buen policía» y no está dispuesto a perderme por unatontería.
Meabstuvededecirlequemataralhombrequemehabíacriadoporqueesteestabaapuntodedegollaralamujerqueyoamabanoeraningunatonteríayaceptélosdíaslibres.
Llaman a la puerta y dejo lo que estaba haciendo, intentar colgar un estúpido cuadro en elcomedor,parairaabrir.Nickhapasadoavermeunascuantasvecesdesdelodelabiblioteca.Nomeatreveríaadecirquenuestraamistadescomoantes,alfinyalcaboentoncesteníamosdieciochoañosyahoratenemosdiezmás,peropuedellegaraseralgomuyinteresante.
AbrosinprestaratenciónycuandoveoaSienaallídepiemequedosinrespiración.—Siena.
—Hola,Jack.—Ellaestánerviosa,memira,peronosemueve.Nodaelpasoquelallevaríaaentrarenmiapartamento.
—¿Noquieresentrar?—Antestengoquedecirtealgo.«Noquierosabernadamásdemí».Veo que aún lleva una venda alrededor del cuello, es mucho más fina que la llevaba en el
hospital,yhapodidohablar.«Puesclaroquevaadejarme.Elhombrequemecriohaestadoapuntodematarla».Mesujetoalapuertaymedigoqueaguantaréestoicoloquequieradecirme.—Tementí,Jack.No,novoyapodersoportarlo.—¿Cuándo?—Cuandotedijequemeestabaenamorandodeti.Respiroporentrelosdientes.Joder,dueledemasiado.Aprietolapuertayporsuerteunaastillade
maderasemeclavaenlapalmadelamano.—Noimporta—meobligoadecir—.Loentiendo.—No,noloentiendes.—Daunpasohaciamí.Nopuedorespirar.—Créeme,loentiendo.—Teamo,Jack.Teamocontodaelalma.Jamás habría podido imaginar el impacto que me causaría oír estas palabras. Me quedo sin
alientoyalmismotiemposientoquepuedorespirarporprimeravezen lavida.Mipielardede lorápidoquecirculalasangreymissentidossesintonizanconesamujer.
—Siena…Sueltolapuertaymeacercoaella.Tengomiedodetocarla,dequesedesvanezcaencuantolo
hagaodequesequedeaquíyyocaigaderodillasanteella.—Teamo,Jack.La cojo por la cintura y tiro de ella hacia el interior del apartamento. Cierro la puerta con un
puntapiéyaprisionoaSienaentremitorsoylapared.Allíestabalaprimeravezquelabesé.Tengoquevolverabesarla.Sienaaparece.Sienaapareceymebesa.Sienamebesa.Sienameama.SIENAMEAMA.Nopuedocontenerme,necesitoestardentrodeella,recuperaryacumularbesos,memorizarlos
sonidosdesupiel,dibujarcaminossecretosensucuerpoquesoloyorecorreréduranteelrestodemivida.
Labeso,milenguabuscalasuya,larodea,laabraza,lasaborea,nopuedeapartarse.Mislabiosno existen lejos de Siena, allí respiran, viven, vibran. Solo allí sienten.Mis manos…mis manosenloquecen. Rompen los botones de la blusa y la desnudan con suma torpeza. Ni siquiera meimporta,loúnicoqueséesquetengoqueeliminarlasbarrerasquemeseparandeella.Lablusa—rota—acabaenelsuelojuntoconmicamiseta,queellamehapasadoporlacabeza.Sufalda,creoqueestaconsigomantenerlaasalvo,tambiénpasaaformarpartedelmontónderopa.Lacamisola,loszapatos,mispantalones.
Ibadescalzoymedoygraciasporesepequeñoinstantedegenialidad.CojoaSienaenbrazos,lalevantodelsueloylamiroalosojos.—Siestoquesientoesamornoentiendoqueelmundonoestalleenmilpedazos.—Agachola
cabeza y devoro sus labios—. Es imposible que esto que tengo aquí dentro sea solo amor.
Imposible.Sienasonríeyconunamanoenminucatirademíhaciaella.—Dimequemeamas,Jack.Notepasaránada.—Teamo.Vuelveasonreírme.—Teamo,Siena.Peroelamoressoloelprincipio.No sé cómo explicarle lo que siento. No estoy siendo romántico cuando le digo que estoy
completamentesegurodequenoessoloamor.LoquesientoporSienaesmuchomás, loes todo.Sí,ellatienerazónalasumirquetengomiedo.¿Cómonovoyatenerlo?
Heperdidomiidentidaddosvecesyhesobrevivido.SipierdoaSiena,desapareceré.Lohesentido,losé.Joder,lanecesito.LAAMO.Sienaloestodo.La tumbo en la cama y le recorro el cuerpo a besos.Nome bastará con uno ni con infinitos,
empezaréynoacabarénunca.Unbesoenunapeca,otroen laclavícula.Otroenestacicatrizdecuandoerapequeñaquehedecididoquemepertenece.
Lebeso lospechos,nomeapartohastaquesucuerpoyelmíosenieganasepararse,peroyosigonegándonosesaunión.Esperaré.
Esperaré.Lebesoelestómago,recorroelombligoconlalenguaylasujetoporlacintura.Sienadesliza
losdedospormipeloymeestremezco.Besosusexo,ellagimeypronunciaminombre.—Yoodioqueotrohombretehayavistoasí—confiesoantesdehundirlalenguaensucuerpo.—Nadiemehavistoasí,Jack.Solotú.Muevolacabezaymeprometorecordarcadaunodelossuspirosquelearranco.Nopuedomás.Lanecesito.—Lo odio porque yo nunca he estado así con nadie—las palabras escapan de mi garganta.
Quedocompletamentedesnudoanteella.—Jack,porfavor...venaquí.Vuelvoabesarla,sentirsuplacermeconvierteenunserprimitivo,mereducealaúnicaverdad
queexistedentrodemí.AmoaSiena.—Estabavacíopordentro,Siena—sigohablando,nopuedequedarnadaentrenosotros—.Solo
podíasentirdolor.—Chis,Jack.—Meacariciaelpeloylasmejillas—.Venaquí.Tenecesito.Teamo.Sienameama.Nopuedomás.Meapartodeellayapoyoelpesoenlosbrazos.Alverlaallídesnudaantemísientoundeseo
tan desgarrador que tengo miedo de hacerle daño. Lo quiero todo con ella, no seré capaz decontenernadanideocultarleningunademisreaccionesodemisanhelos.
—Solopodía sentirdolor,Siena.Por eso ibaalgimnasiodeShenapelearmeconesospobresdesgraciados,parasentiralgo.Loquefuera.Parasentirqueestabavivo.Peroahora,contigo—mecolocofrenteasucuerpoylapenetrodespacio—,tengomiedodesentirdemasiado.
—Estoyaquí,Jack,yyotambiéntengomiedo.—Joder,Siena,cuandoestoydentrodetisientodemasiado.—Jack…Labeso,apartounamanoy leacaricio lospechos.Ellagimeyarquea laespalday lapenetro
aúnmás.
—Joder,esperfecto.—Teamo,Jack.Cierrolosojos,ellameacaricialaespalda.—Yotambiénteamo,Siena.Elorgasmomerompeyme recompone,micuerpodesapareceyse fundeconeldeSiena.Me
bastaconexistirdentrodeella.Sienamebesa.Sienamebesaymesusurraunayotravezquemeama.Sienameconoce,ellasabequiénsoyymeayudaráaencontrarme.—Diosmío,Siena,nomedejesnunca.Teamo,tedeseo,tenecesito.—Teamo,Jack.Laabrazo,misbrazoslaaprietanymedejanclaroquenoestándispuestosasoltarla.Solotienen
sentidoconella.Ellameacariciael rostro,meapartaelpelode la frenteyvuelveabesarme.Elbesosigue,esdulce,esapasionado.EselprincipiodeSienaydeJack.
—Aúnestásdentrodemí—susurraellapegadaamislabios.—Losé—sonrío.Sienamehacesonreír.Nos movemos de lado, Siena tiembla y echa la cabeza hacia atrás. Yo la acaricio entre las
piernas,muevolaotramanoporsuespaldayhundolosdedosensusnalgas.Sienasuspiraenmediodelbesoymehacegemir.
—Siemprehabíarelacionadoestarvivoconlaviolencia—ledigomirándolaa losojos.Es tanabrumadorverelamorallíreflejado—.Peroahora,contigo,esdistinto.
Tiro de Siena hacia mí, levanto una pierna y la coloco encima de su cintura para estarcompletamenteunidos.Nuestraspielesresbalanporelsudor,losdosestamostanexcitadosquenoscuestarespirar.
Sienameama.Tengoquecerrarlosojosunsegundo,solounsegundo,paracontenerme.—Existocuandoestamosjuntos,quierobesarte,acariciarteyhacerteelamor.Perotambiénsiento
elinstintoanimaldefollarte,degritarqueeresmíaydeposeertodasycadaunadelasreaccionesdetucuerpo.Comoesta.
Muevoligeramentelascaderasyellaabrelosojosysehumedeceloslabios.—Jack…—Yquieroque tú sientas lomismopormí.Quiero tu ternuray tuamor,pero tambiénquiero tu
deseo,tuverdad.Quieroquetoquessoloparamí,Siena.—Jack,porfavor.Yalotienes,lotienestodo.—Meclavalasuñasenelpecho—.Poresoestoy
aquí.—Dimequevasaquedarte.—Voyaquedarme.—Nopuedomás,Siena.—Gimo,labeso,estoytanexcitadoquemeduelemoverme.—Teamo,Jack.Merompo,mepierdo,merindo.Sienamesalva,Sienaloestodo.Sienameama.Unashorasmás tardemedespierto sobresaltadoalnoencontraraSienaenmicamaycuando
abrolosojossalgodesnudodeella.Sisehaido,simehaabandonado…Medetengoensecoalencontrarlaenelcomedorobservandoatónitaelcuadro.—¿Estabascolgandouncuadro?Ellatambiénestádesnudadebajodemicamisa.¿Porquésemeaceleratantoelcorazónalverla
así?—Sí.Sienasedamediavueltaysesonrojaaldescubrirmiestado,desnudoyexcitadodenuevo.
—¿Estecuadro?Sí,esunaimagendeSiena,laciudad.Soyunestúpido.—Sí,esunlugarprecioso.Sienamesonríe.Yotengoqueacercarmeabesarla.—Teamo,Jack.—Venalacamayhazmeelamor—lepido.—Megustaelcuadro—medicemientraslallevoenbrazosalacama—.Megustaestaraquí.Vuelvoabesarla,esosbesosmedesnudanymeobliganaconfesarlehastamiúltimosecreto.—ElegíVanderbiltAvenueporquemeparecióquedesdeaquípodíaescaparacualquierparte.—¿Yahora?Memira,mebesa.Meconvierteenunidiota.—Ahoranoquieroescaparaningunaparte.Sienamebesa,secolocaencimademíenlacamaysonrojadaperodecididamedeslizahaciasu
interior.Meenloquece.Mereduceapuroinstinto.Mearrancahastaelúltimotemor.—Joder,Siena.Teamo.—Yyoati,Jack.—Setumbaencimademíymesusurraaloído—:Bienvenidoacasa.
Capítulo28
CasadeLucianoCavalcantiLittleItalyUnosmesesmástardeLuciano había perdido la cuenta de los intentos de asesinato y traiciones a las que había
sobrevivido. Le gustaría poder decir que dicha capacidad de supervivencia era fruto de suastucia, pero tenía que reconocer que la suerte también había jugado un papel importante.Siempre había sido un hombre con suerte, suerte de no dejarse dominar por la absolutaoscuridad de Adelpho, suerte de no creer en la inocencia tan a ciegas como había creídoCosimo.Suertedeserunamezclaequilibradadesushermanos.Esaerasumayorsuerte,nosertannegrocomoAdelphonitanblancocomoCosimo.Pero si Fabrizio Tabone hubiesematado a Siena ante los ojos de Luciano, Adelpho habría
parecidounángelcomparadoconloqueélhabríahecho.Sehabríaconvertidoenelmonstruoquesabíaqueseocultabaensu interior.Unomuchopeorquecualquieraquehubieseexistidoantesensufamilia.Luciano lo descubrió cuando era pequeño. Debía de tener ocho o nueve años cuando
comprendióquelosCavalcantieranmalahierba.Cosimoeralaúnicaexcepción,eraelúnicolosuficientemente valiente para tener corazón, o quizá lo fue porque se enamoró cuandoapenaserauncríodeesaviolinistafrancesaylodejótodoparairseconella.CuandoCosimo se casó y abandonóaLuciano en Italia, este supoque si no se iba de allí
acabaríasucumbiendoalamaldaddeAdelpho.Eralomáslógico,lomáscómodo,loquetodoelmundoesperabadeél.Quizá,sisehubieraquedado, lascosashabríansidodistintas,pensabaLucianoalgunasnochesantesdeacostarsecuandosetomabaunwhiskyeneljardíndesucasayobservabaelcielodeNuevaYork,uncieloquenoseparecíaennadaaldeNápoles.Quizá si se hubiese quedado Adelpho no habría conocido jamás a Teresa Abruzzo y no se
habríaencaprichadodeella.Oquizálahabríaconocidodetodosmodos,peroLucianohabríapodidoimpedirqueAdelphocontrataseaesosmatonesparadarunapalizaaRoberto,elesposodeTeresa.Quizá entonces los Abruzzo no habrían viajado a América y seguirían con vida en Italia,
quizá estaríanapuntode ser abuelos gracias a suhijo Jack.Quizá tendríanmáshijos.QuizáJacknuncasabríaquésesientealmataraunhombre.Demasiadosquizá,pensópasándoselosdedosporelpelo.Quizá no habría podido impedir nada y el destino de los Abruzzo habría sido aún peor,
aunqueleresultabadifícilimaginarsealgopeoraloquehabíansufrido.Adelphoyél sehabíanmantenidoencontacto,al finyalcabonosoloeranhermanossino
socios.Hastaahora.Ellosdosnoveíanelmundodelmismomodo,Adelphonecesitabaelpodery el miedo que instauraba con él para respirar, a Luciano con el poder sobre las personasadecuadaslebastaba.Losdosqueríanamasarunafortuna,sinembargoLucianosabíaqueenalgúnmomentosedetendría.AAdelphotendríanquedetenerlelosdemás.PoresoLucianohabíavisitadoChicago,paranegociarconelrestodefamiliassusalidadelnegocioyparadejarclaroqueAdelphoyélnoteníanyaningunavinculación.
Le había costado muchísimo convencerles de que realmente los hermanos Cavalcanti erandospersonasdistintas.Lucianosuponíaquenopodíaculparlos,peroal finalhabía tenidoquecontenerse para no decirles que por él bien podían mandar un asesino a Italia y eliminar aAdelpho de lo poco que le importaba. No lo hizo porque a pesar de todo Adelpho era suhermano.Lasangresiempreestaríaallí.LaúnicavezquehabíaestadoapuntodemataraAdelphofuetraslamuertedeCosimo.Su
hermanoysupreciosaesposavolaronporlosairesporqueunenemigodeAdelphocreyóqueaélleimportaría,queseríaunexcelentemododevengarseydehacerledaño.Sí,Adelphosepusofurioso, pero no porque hubiese muerto parte de su familia, sino porque lo consideró unatrevimiento, un insulto hacia su persona. A Luciano eso le importó una mierda, él se habríadejadoinsultarohumillarportodaItaliasiconellohubieseconseguidorecuperaraCosimo.Cuando Luciano sobornaba a la policía de Nueva York, compraba a un juez, o metía
ilegalmentealcoholenEstadosUnidossedecíaquenodebíaser tanmalosi teníaunhermanocomoCosimo.LacruelmuertedeCosimoleobligóaabrirlosojos,seestabaengañando.Quizáél no fuese el asesino sanguinario que eraAdelpho, pero distabamucho de ser un hombre denegocioscomúnycorriente.Fueentoncescuandotomóladecisiónderetirarse.Lellevómástiempodelquehabíacreídoy
seloocultóasusobrinaSienahastaquecreyóqueyanolequedabaningúncabosuelto.Jamássehabría imaginadoqueFabrizioTabonefueraaresurgirdeentre losmuertos.Esehabíasidoquizáelsegundomayorerrordesuvida;subestimaraTabone.ElprimerohabíasidonoromperantessuslazosconAdelphoylasfamiliasdelamafia.Alguien golpeó la puerta del despacho y le obligó a alejarse de sus pensamientos. No
esperabaanadie,habíasoportadovisitaseinterrogatoriosdurantesemanastraselincidentedelabibliotecayencuantolapolicíacerróelcasodioórdenesasusempleadosdequenodejasenentraranadieencasa.Bajoningúnconcepto.«Siena».Segirósobresaltadohacia laentrada,no tendríaquehaberpermitidoquese fueraconese
malditodetective.Elúnicomotivoporelquelohabíahechoeraporqueenelfondosabíaquenopodíaimpedírselo,perosilehabíasucedidoalgo…Lapuertaseabrióysedetuvoenseco,habíaempezadoacaminary fue incapazdedarun
pasomás.—¿Qué está haciendo aquí, señorita Moretti? —Cerró los puños y respiró despacio. Dio
gracias a Dios por los años que se había pasado ocultando sus emociones tras una perfectamáscaradeindiferencia.Entrecerrólosojos—.¿Cómohallegadoaquí?Esdenocheycreíaqueteníaelsuficientesentidocomúncomoparanosaliradeambularporlaciudadaestashoras.Catalinasehabíapreparadoparaestemomento,sabíaqueibaaencontrarseconunhombre
frío y decidido, distante. Sabía también que él no iba a alegrarse de verla y que intentaríaecharlaohacerlaenfadarparaquesefuera.Noibaacaerenlatrampa.—¿Quiere que hablemos del sentido común, señor Cavalcanti? —Se quitó los guantes y
sujetándolosenunamanosedesabrochólosbotonesdelabrigoconlaotra.Vioqueéldesviabahaciaallí lamiradadurante un segundo y tuvoquemorderse el interior de lamejilla paranosonreír—.Pormí, perfecto, ¿puede explicarmepor qué llevadías sin apenas comero dormir?Tieneasusobrinayasusamigosmuypreocupados.Luciano tardó un poco en reaccionar. La muy astuta llevaba ese vestido púrpura que
encerrabatantosrecuerdosentresuscosturas.—¿Amigos?—Élnoteníaamigos.—ElseñorValentiyToni,entreotros—leexplicóCatalina.
Luciano se percató entonces de queValenti estaba de pie junto a la puerta y adivinó cómohabíallegadolaseñoritaMorettihastaallí.—No sonmisamigos, sonmis empleados.O lo eran.Estásdespedido,Valenti, y dileaToni
queselargue.—Por supuesto, señor Cavalcanti —afirmó Valenti sin inmutarse—. ¿Necesita algo más,
señoritaMoretti?—No,Valenti,muchasgracias.Puedeirseacasa,elseñorCavalcantiyyoestaremosbien—
contestósinapartarlamiradadelhombrequeteníadelanteyqueseladevolviófurioso.Valenti les dio las buenas noches y cerró la puerta del despacho, convencidode que había
hecho lo correcto al llevar a la señorita Moretti allí, aunque suponía que su jefe y amigo,LucianoCavalcanti, no lo veía así demomento. Esperó unos segundos en el pasillo y no oyónada. Se imaginó al hombre y a la mujer que había en el despacho midiéndose con sendasmiradas,suspirócansadoydecidióirseacasa.Llevaba demasiados días sin dormir más de dos horas seguidas. Ya tendría que estar
acostumbradoalaspesadillas,perodesdeesamalditanocheenlabibliotecahabíanaumentado.Todohabíaacabadobien,Siena,a laqueél considerabaunahermana, estaba sanay salvayJackyellaestabanarreglandolascosas.AJackibaaresultarledifícilrecomponersedespuésdelo sucedido, pero Valenti confiaba en su amigo. Quizá llevaran años sin verse y sin hablarse,perosabíaqueJackeraelhombremásvalienteymás tercoquehabíaconocidonuncae ibaasaliradelante.ElhijodeputadeTaboneestabamuertoylapolicíaporfinleshabíadejadoenpaz. Los negocios iban viento en popa, tanto los de Cavalcanti como los suyos, y uno de susproyectosmásqueridosprontoveríalaluz.Todoibabien.Sacólamonedadelbolsilloylamiró.Todo iba bien, que él se sintiera como si tuviese ganas de gritar o que se despertase
empapadodesudornoteníanadaqueverconeso.Llevabameses,años,trabajandodemasiadoynuncasehabíapermitidoningúnperiododedueloporsupérdida.EranormalqueveraSienaenmanosdeeseasesino,conunanavajaenelcuello,trajesedevueltalosrecuerdos.Guardó lamonedaenelbolsilloypensóque teníaquemeterlaenunsobreymandárselaa
Sandy, era su turno, aunque quizá esta vez la recibiría con unos días de retraso. Se pasó lasmanos por el pelo ignorando que estaban temblando y se despidió de Toni. A pesar de lasórdenes del señor Cavalcanti, Toni había decidido instalarse en uno de los dormitorios parainvitadosy,adecirverdad,aValentileparecíaunadecisiónacertada.Entróenelcocheytomólacarreteraquelollevaríaalinfierno.Catalina Moretti sabía que esa iba a ser la única oportunidad que iba a tener de hacer
reaccionaraLuciano,poresonopodíaequivocarse.Teníaquesercompletamentesinceraconélyconfiarenqueentoncesél lo seríaconella.Lesudaban lasmanos,noestabani lamitaddeseguradeloquehabíaintentadoaparentar.Losefectosqueesehombreteníasiempreensuellaeran ridículos, pensó mientras intentaba ordenar los pensamientos. Hacía cinco años que leconocía y había pasado de despreciarle a estar intrigada por él, de desearle a amarle comonuncahabíacreídoposible.Peroélnolosabía,ellasehabíaesforzadomuchoenocultárselo.Esehabíasidosumayorerror, suúnicadefensaeraqueestabaasustada.Ellahabíacreído
estar enamoradauna vez.Dario había sido sumejor amigo, un chicodulce y encantador quehabíamuerto por sus ideales. ACatalina le había costadomucho recuperarse, pero amedidaquerehacíalavidaenNuevaYorknopodíaevitarcaerenlacuentadequeDariojamáshabríaencajado allí y que no le habría gustado que ella lo hiciera. Una noche, años atrás, se diocuentadequenohabríasidofelizconDario.FuelanochequeLucianolabesóporprimeravez(yellaloabofeteó),ycuandoLucianosefuedelapartamentohechounbasiliscoCatalinalloródurantehoras.
—Deberíasirte,Catalina—ledijoLucianosinmoversededondeestaba—.IréabuscaraToniylepediréquetellevederegresoatucasa.Ella suspiró, él había vuelto a llamarla por su nombre y a ella el corazón había vuelto a
latirle.Noibaairsedeallí.—¿Quéestáshaciendo,Cian?Élentrecerrólosojos,soloellalollamabaasí.—IréabuscaraToni—repitió,peroestavezempezóacaminarysedirigióhacialapuerta.Catalinalecogióporlamuñecacuandopasóporsulado.—Nomeiré.—Suéltame—farfullóLucianoconlamiradafijaenlapared.—¿Quéhapasado?¿Havenidoaverteotravez lapolicía?¿Es lagentedeChicago?—Le
costóformularlaúltimapregunta.Tuvoquetragarparaaflojarelnudoqueteníaenlagarganta.Lucianosediocuenta,soltóelairequeteníaenlospulmonesysegiróamirarla.—Chicagosiempreformarápartedemividaytúnisiquierapuedeshablardeellosintemblar.
Suéltame,Catalina.Ella levantó la cabeza.Él eramuchomás alto, y estudió aquel rostro que tanto significaba
paraella.—¿Poresomedejasteelotrodía?¿PorChicago?—Nolesoltó lamuñecaylevantólaotra
manoparaacariciarleelrostro.Élrespiróentredientes.—No,Chicagonotienenadaquéver.Yatedijeque…—Sí,recuerdoperfectamente loquemedijiste—«ylomuchoquehabíaodiadocadaunade
sus palabras»— recuerdo que dijiste que te aburrías conmigo, que preferías variar y que noqueríashacermedañocontusinfidelidades.—Asíes.Lucianopalideció,sucuerpoloestabatraicionando.Pormuchoquelohabíaintentadohabía
sido incapazdeapartarsede lacariciadeCatalina.Aunquesolo fueraduranteunossegundosnecesitabasentirlamanodeellasobresupiel.—¿Ybien?—¿Ybienqué?—Lucianonopodíapensar.—¿Dóndeestálacabareteraolaactrizdeturno?¿Teestáesperandoeneldormitorio?—Siél
le contestabaque sí, nopodría soportarlo,pero lograría fingir yno sederrumbaríahastaqueestuvieraasolas.—Yo…—Tragósalivaytuvoquehumedecerseloslabios—…nohaynadie.—Ellalesonrióy
él comprendió que había cometido un error—. No vienen a casa, los hoteles son mucho máscómodos.Catalinaperdiólasonrisa,sucorazónacusóelgolpe.HastaquevioquelosojosdeLuciano
seoscurecíanyelmarrónoscuroadquiríaeltonocaobadesusemociones.—Estábien,tecreo—afirmóellaarriesgándosecomonunca—.Teacuestascadadíaconuna
chicadelaedaddetusobrinayamínimenecesitasnimehasechadodemenos.—Exacto.—Perodime,Cian.—Nomellamesasí—farfulló.—¿Te sirvedealgo,Cian?—Le soltó lamuñecay él no semoviódedondeestaba,parecía
petrificado, incluso incapaz de parpadear. Se puso de puntillas y le sujetó el rostro entre lasmanos—.Yodiríaqueno,yodiríaque tehaspasadoestasúltimassemanasencerradoenestacasasinapenascomerydormir.Diríaquetucomportamientotieneatusobrinatanpreocupadaqueseplanteasiesculpasuyaqueestésasíyquetusempleadosestántanperdidosqueinclusohanacudidoamí.—Veteacasa,Catalina—dijotensoentredientes—.Nodeberíasdehabervenido.Noquiero
queestésaquí.
Catalinanoleescuchó.Hizoloquelepedíasiempreacualquieradesusalumnoscuandonolograbatocarbienunamelodía,letocó.BuscólaverdadenlosojosdeLuciano,enelmodoenque tensó los hombros, en cómo el torso de él subió y bajó rozando el de ella, en la sien quepalpitóbajosumirada.—Dejadementirmeycuéntamequétepasa.—¿Entoncesteirás?—Teníalaespaldarígidayapretabalospuños,rezandoparaqueellano
sediesecuenta.—Entoncesme iré.—Apartó lasmanosdel rostrodeél,perono retrocedió—.Simedices la
verdad.Luciano suspiró exhausto y resignado se dirigió almueble donde guardaba el whisky para
servirdosvasos.QueríaofrecerleunoaCatalina,perodescartólaideaporquenoseveíacapazdevolveraacercarseaellaynobesarla.Ohacerleelamorallímismo.—Chicagonodesapareceránunca.Puedohabermeretiradoytejuroporlomássagradoque
lohehecho, no tengo intenciónde vulnerarni lamás estúpida e insignificantede las leyesdeeste país, y las hay de muy estúpidas, créeme. —Bebió el whisky—. Y aun así, aunque meconviertaenunciudadanomodélico,aunquemeconvirtieseeneljodidoalcaldedeestaciudad,Chicagoseguiráexistiendo.Catalina tuvo que tragarse las lágrimas porque podía adivinar qué le estaba diciendo
Lucianoysenegabaaaceptarlo.—Noesposiblequemeestésdiciendoquemehasdejadopormibien.—Llegóadondeestaba
élyvacióelvasoqueaúnteníawhisky—.Ymeniegoacreermequeahora,semanasdespuésdeloquelesucedióaSiena,tesientasculpableohayasdecididoconvertirteenunestúpidomártir.—Túnoloentiendes…Le dio una bofetada. El rostro de Luciano giró casi noventa grados y Catalina se llevó
horrorizadalamanoaloslabios,leescocíadelafuerzadelgolpe.—¡Nomedigasqueloentiendo!¡Noteatrevasadecirmetalcosa,Cian!¿Quéhacambiado?
Fuistetúelquemedijoqueteníamosquedarnosunaoportunidad,fuistetúelquemepidióqueconfiaseenti.Ymírame,soyunaidiota,confiéenti,tediunaoportunidadyahora…—Sesecódos lágrimas que le surcaban la mejilla—. Amí puedes dejarme, pero no te encierres en estacasa.Sal,hasluchadomuchoparatenerunavida,vívela.CuidaaSienayséfelizconellaycon—selerompiólavoz—conquientúquieras.Tras esa última frase, Catalina supo que si quería conservar como mínimo una parte del
corazónintactateníaqueirsedeallí.Sediomediavueltaycaminóhastadondehabíadejadolosguantes y el abrigo. No corrió, se los puso despacio porque quería demostrarse que podíasobrevivir sin él. Quizá lo amara durante el resto de su vida, pero no se pasaría esa vidaescondiéndose.—Adiós,Cian—ledijodeespaldasal llegara lapuerta—.LepediréaToniqueme llevea
casa—suspiró—.Procurasaliracenaralgoyaféitate,talvezasítusobrinayValentidejarandepreocuparse por ti y no vuelvan a traerme aquí para ver si puedo hacerte entrar en razón.Cuídate.Abriólapuertaydiounpaso.Nopudodarunsegundo.Luciano cerró la puerta, la sujetó por la cintura y la giró para besarla. La besó dolido,
furioso, excitado, preso de la confusión y del miedo y también de un amor que nunca habíalogradocomprenderyalquenohabíapodidoresistirse.—Mehaspegado,Catalina—susurróentredosbesos.—Teestabascomportandocomounestúpidomártir.Vuelveabesarme.Luciano sonrió y obedeció, y empezó a desabrocharle sin ninguna finura los botones del
abrigo.—¿Por qué diablos has venido?—Lanzó el abrigo al suelo y se dedicó al vestido—. Joder,
Catalina,paraunavezqueintentohacerlocorrecto.—Noesverdad.—Ellaledesabrochólacamisa—.Dimelaverdad.—Venaquí,aúnnopuedopensar.La levantó el brazos y la llevóal sofáque tenía en el despachoy en el que tantas veces se
habíaimaginadohaciéndoleelamoraesamujer.Soloaesamujer.—Cian…Lucianoperdió lacalmayentródentrodeellaalmismo tiempoquequedaban tumbadosen
loscojinesdepielysedanegros.—SiemprehabráunTabone,alguienaquiénofendíojodíenelpasadoquequierahacerme
daño.—Losé—susurróellabesándolo.—Oquizáseráalguienquebusquevengarsedemihermano.—Cállate.—Catalinadeslizólasmanospordebajodelacamisayélseestremecióperdidoen
lossiguientesbesos.Noeraelmomentodehablar,eraelmomentodereconocerporfinloqueeranelunoparael
otro.Loerantodo.Alterminar,LucianosequedóobservandolosojosdeCatalinaysindecirniunapalabrala
levantó del sofá y la llevó en brazos hasta su dormitorio. Allí volvieron a hacer el amor, seentregaronelunoalotroen silencioy sindejardemirarse.Élno leocultónaday sepermitiósentirlasinningúnremordimiento.Después,cuandosuscuerpospudieransoportarsepararse,ibaadejarladenuevo.—No permitiré que me eches de tu vida, Cian —le dijo ella al oído adivinándole el
pensamiento.Estabandesnudos,abrazadosbajolasábana—.Teamo.Élcerrólosojos,ellanuncaselohabíadicho,sehabíadichoquenoleimportaba,quepodía
entender que no sintiera amor por él, eso ella lo había sentido por el perfecto y santoDario.Lucianosehabíadichoinfinidaddevecesquenoleimportaba,queseconformabaconeldeseo,unsentimientomuchomásadultoypropiodesuedad.Sehabíadichomuchasestupidecesparaocultarlaverdad,teníamiedodequeCatalinajamáspudieraamarlo.Yteníamiedodenopoderamarla.—No es verdad —farfulló Luciano a la defensiva. Estaba al borde del infarto y buscó
instintivamenteelarmaqueguardabaenlamesilladenoche,jamáshabíatenidotantomiedo.—Porsupuestoqueesverdad.Teamo,Cian.Créeme.Lucianoseobligóaapartarsedeellayapoyándoseenlaspalmasdelasmanoslamiró.Sele
paróelcorazón.Noteníauninfarto,éltambiénlaamaba.—Yo…—balbuceó.Unhombredesuedadybalbuceó.—¿Dimeunacosa?—Catalinaleacaricióelpeloyélmovióelrostroparabesarlelapieldel
interiordelbrazo—.Si tienes razónyaparecealguiende tupasado,¿porqué ibaa tenerquevenirtrasdemí?Élenarcóunacejaylamiró.—Sabesperfectamenteporqué.—Ysiesapersonameencuentraymehacedaño,¿quépasará?—Niseteocurra..Ellalevantólaotramanoycapturóelrostrodeélentreellas.—Mañanapuedoestarmuerta,Cian,y tú también.Quizánoseránadiedetupasado,quizá
iréenuntranvíaytendréunaccidenteoquizámepondréenferma.Lavidaesasíylosabes.Séque lo sabes porque tú me obligaste a reconocerlo, tú me has devuelto a la vida con tuinsistencia,tusdiscusiones,tusbesosy…—Lebrillaronlosojosysehumedecióloslabios—.Eresun hombre listo y te amo, así que dime, ¿quieres estar conmigo si o no? Porque si quieresestarlo…No la dejó terminar, volvió a besarla y sus cuerpos buscaron instintivamente el modo de
quedarcompletamenteunidos.—Teamo,Catalina.Ella sonrió y nodejó debesarlo y él nodejóde repetir «te amo,Catalina»una y otra vez.
Llevabademasiadosañosguardándolo.
Epílogo
SienaVanderbiltAvenue
He salido del conservatorio y he venido directa aquí. Apenas puedo contener las ganas quetengodeveraJackydecontarleloqueheaveriguado.Esperoqueleguste,estoynerviosa,muynerviosa.
Elensayodehoyhasidointenso,mehaservidoparanopensarenelpapelquetengoarrugadoen lamano.Ahora, sin embargo,me entran las dudas, quizá debería de haber esperado hasta lanoche.Jackibaavenirabuscarmeacasaeibaallevarmeaunsitioespecial,nosécuál,perosemeanudaelestómagoalrecordarcómomemiróaldecirlo.
Quizádebería irme.Busco las llavesdel apartamento, sonrío sindarmecuentaal revivir en lamenteelinstanteenqueJackmelasdio.
LapuertaseabreyentraJack.No puedo dar ni un paso más, el corazón se me ha escapado por la garganta al verle. Es
sumamenteridículoquemeprovoqueestareaccióninclusoahora,aunquemetemoqueseráasítodalavida.
—Siena,estásaquí.—Cierralapuertasindejardemirarmeysinpestañear.Susojosmeacaricianymeerizanlapiel—.Estásaquí.
Camina hastamí yme besa. Suelta el aliento cuando nuestros labios se tocan y yo lo sientodeslizarse por mi garganta. Las manos de Jack tiemblan en mis hombros durante unos segundoscomosidudasedemipresenciaycuandoladaporconfirmadaaprietalosdedos.Elbesosigue,leacaricioelpeloymepongodepuntillasparaestarlomáscercaposibledeél.
—Siena—susurraJackalapartarse—,¿cómoesposiblequetenecesitesiempre?Nosé la respuestayélnoparecenecesitarlaporqueseagachadenuevo,vuelveabesarmey
buscalosbotonesdemiblusaconurgencia.Lesujetolasmuñecas.—Quierodecirtealgo—ledigoconelalientoentrecortado.Él sedetieneymemirapreocupado.Controlaeldeseoysumiradasevuelveastuta, suspicaz,
conrastrosdeodio.Lesucedesiemprequealgolerecuerdaloquesucedióenlabiblioteca.—¿Quésucede?—Tranquilo.—Leacaricioelpelo,élcierralosojosunsegundocomosinopudieraevitarlo—.
Yoestoybien.Noeseso.Abrelosojosderepenteylosclavaenlosmíos.—Entonces puede esperar.—Mebesa apasionadamente, hay cierta violencia en este beso, una
necesidadquenopuedepermitirsecederanteladelicadeza.Memuerdeellabioyalnotarelsabordelasangreseaparta—.Malditasea, losiento,Siena.Losiento.—Vuelveaacercarseamíymebesaconcuidado.
—Nomehashechodaño.Lasangreestuya.Leacaricioelrostroyesperoaqueélasimileloqueleestoydiciendo.—Aunasí,tendríaquetenermáscuidadocontigo.Mebesaelrostro,lospómulos,merodeaconlosbrazos.—Megustaquenopuedascontenerte—confiesoconelrostroocultoensucamisa.Elcorazón
le late tan rápidoquemeasusta—.¿Qué tehapasado?—Apoyounamanoen el torso, justoporencimadelórganoquenodejadebombearsangreatodavelocidad.
—Anderson.Essolounapalabra,unapellidoenrealidad,peroséquepuedeocultarmuchomásyqueJack
necesitaexplicármeloa sumanera.Meechounpocohaciaatrásparapodermirarley levantounamanoparatocarlelacomisuradellabio.
—¿Teduele?—lepregunto.Élsonríeburlón.—No.—Creoquedeberíaasegurarme.—Mepongodepuntillasotravez(sualturanomeintimida,sino
todolocontrario)yconlosdedosenredadosensunucatirodeélparabesarlo.Jackmedevuelveelbeso,nomeimaginounmundoenelquenolohiciera,yelcorazónlelate
másdespacio.Lequemalapiel, lamíatambiénestáardiendo,perosucorazónse tranquiliza igualqueelmíoporqueporfinestamosjuntos.
Medispongoadesabrocharle la camisayél sequeda inmóvilhastaqueapoyo lamanoen sutorso desnudo. La intensidad del beso cambia, se vuelve brutal, lleno del mismo fuego que nosdevorael cuerpo,ynuestrasmanosnobastanparaquitarnos la ropayacariciarnos. Jack rompeyrasgaalgunasdemisprendasquevancayendoalsuelodesperdigadasyyonosoymáscuidadosaconlassuyas.ElúnicoobjetoconelqueJackescapazdeserdelicadoessupistola,quedejaconcautela encima de la mesa. Después, cuando se da media vuelta, vuelve a mí y me levanta enbrazosalbesarme.
Llegamosasudormitorio,losbesosnonosbastan,nilascaricias,ninuestrapiel,queinsisteenfundirseconladelotroparanosepararsenunca.Jackentradentrodemí,leabrazoporquequieroquesequedeparasiempre.Jacknosemueveduranteunossegundos,tensalaespalda,flexionalosdedosenlasábanaaambosladosdemicabeza.
—Siena—pronunciaminombre—,mírame.Abrolosojos,elplacermeloshabíacerrado.—Jack.—Mírame,nodejesdemirarme.Nomeocultesnada,nopermitasquetelooculteyoati—me
pideconlavozronca.Unagotadesudorleresbalaporlafrente.Con unamano le acaricio el rostro y con la otra le aprieto el brazo con fuerza para intentar
contenerel impulsoquesientodeempezaramoverme.Lesientoenmi interior,sucuerpoposeeelmíoconlamismacertezayautoridadqueyoposeoelsuyo.
—¿Nosabesqueesoesimposible?Nopuedesocultarmeloquesientes,estoyaquí.—Colocounamano en el corazón—, y tú…—Semueve, agacha la cabeza para besarme el cuello ymeestremezco—…túestásdentrodemí.
—Nosiempre—farfullamoviendolascaderassindarsecuenta.Memiraalosojosyaprietalamandíbula—.Nosiempre.
—Siempre.Semueveytalcomomehapedidoantesnoledejoocultarmenada.Jacknocierralosojosyyo
tampoco. Mi cuerpo desaparece, el placer y el deseo se entremezclan con el amor y este lesconvierte en fuego. Antes Jack ha dicho que me necesitaba y creo que ahora entiendo a qué serefería.
—Teamo,Siena.Tensa la espalda, arquea el cuello y apenas respira de lo doloroso que le está resultando
contenerse.—No—lepidosusurrando—,notecontengas,Jack.Hazlopormí.Yotambiénteamo.—No.Joder.—Aprietaloslabios—.Esdemasiadopronto.—No,chis,esperfecto.—Tirodeélhaciaabajo.Nuestrasfrentessetocan,sunarizestájuntoa
lamía—.Teamo.
Me besa antes de gemir y de rendirse. Le siento estremecerse, romperse, recomponerse yconvertirseenelhombremásfuerteyhermosoquehevistonunca.Suplaceresdemasiadoyelmíomesacudeymeobligaarendirmeaél,aJack,alhombrealqueamo.
Minutosdespués,élsetumbaamiladoymeapartaelpelodelrostroparabesarmeconcuidado.—¿Vasacontarmeahoraquéhapasado,Jack?Élsuspiraymebesadespacio,unbeso largoy tiernoy llenode lasemocionesquesoloJack
consiguedespertarenmí.—Andersonhaestadohoyenlacomisariadeldistrito—empiezamirandoaltecho—.Haestado
doshorasencerradoconelcapitánydespuésmehanpedidoquemereunieseconellos.—Sueltaelalientoygiraelrostrohaciamí—.MehanpreguntadoquémepareceríasercapitánenLittleItaly.
Lecolocounamanoeneltorsoydescubroelcorazóngolpeándole.—Seríasuncapitánmagnífico.—Alcapitán aún lequedandos años,peroAnderson insiste enque tengoquedecidirmeahora
porquenecesitaremostodoesetiempoparaprepararlatransición.Quiere hacerlo, puedo sentirlo, igual que puedo sentir su preocupación por mí. Es un hombre
maravilloso.—Tienes que aceptar, Jack. Es tu destino y no seme ocurre ningún hombremejor que tú para
LittleItaly.—Noquieroperderte.Nolosoportaría.—Amínovasaperderme.—Tu tío siguesiendoLucianoCavalcanti,másde lamitaddemiembrosde lamafiadeNueva
Yorkvisitantucasaadiario.Seráuninfierno,Siena.Laprensanosdescuartizaráytúcorreráspeligroporamboslados.Nilapolicíanilamafianosdejarántranquilos.
No puedo negar que las preocupaciones de Jack son legítimas, pero no voy a permitir quesacrifiquesuvidaporelpasadooinclusoelpresentedemifamilia.
—Mi tío está retirado, Jack—. Veo que enarca una ceja y le detengo antes de que vuelva ahablar—.Sí,séqueesosuenaridículoahora,perodaletiempoyverásqueesverdad.Y,aunquenolosea,nomeimporta.Adoroamitío,élseconvirtióenmifamiliacuandoperdíamispadres,ycreodesde lomásprofundodemi corazónque está retiradodeverdad.Si no lo está, si comete algúndelito, sé que harás lo correcto y que lo tratarás como el hombre justo y honrado que has sidosiempre.
—No lo soy tanto, aún hay noches que sueño con encontrar a Tabone con vida y torturarledurantehorasporloquetehizo.—Saledelacamaycaminadesnudo—.Noessoloeso,Siena.Soyfelizcontigo,atuladohedescubiertounafelicidadquenisiquierasabíaqueexistíaytengomiedodeperderla.LittleItalypuedearrebatármela,noseríalaprimeravezquemedestrozalavida.
—No,nopodrá—.Melevantoyvoyasuencuentro—.Novamosapermitírselo—.Lesujetoelrostroylebeso—.Sirechazasestetrabajoydejaslapolicía,¿serásfeliz?
—Solotenecesitoatiyjamáspodríaperdonarmeponerteenpeligro.—Aunquenosretirásemosalcampoy teconvirtiesesengranjero,yoseguiríasiendo lasobrina
deLucianoyAdelphoCavalcanti,Jack.—Yopuedoprotegerte.—Losé,ytambiénséquepuedoprotegermesola.Estaestuciudad,Jack.Nopodemosirnosde
aquí.VanderbiltAvenueesnuestrohogar.—¿Lodicesdeverdad?¿Deverdadsientesqueesteestuhogar?—Aquíesdondemeenamorédeti,asíquesí.—Cásateconmigo.Mecuesta tragar, el corazón semeha subidoa lagargantaymivoznoestáporningún lado.
Jackseagachaparadarmeunbesoenloslabiosyantemisilenciovuelveahablar.—Noibaapedírteloasí,ibaallevartealaóperaestanocheydespués…—Seaprietanervioso
elpuentede lanariz—.Nomeesperaba lavisitadeAndersondeestamañana.Mientras lesoíaa
hablaralcapitányaél,yosolopensabaenti,enquetúeresloúnicoquemeimporta.Contigononecesitotenerunavíadeescape,nomehacefaltaajustarlascuentasconelpasadooasegurarmedequenadameatealpresente.Contigosientotantoqueloúnicoquequieroesvivir,viviratuladoydejarquemesorprendasymedestroces,quemebeses,quemeasombres,quemeobliguesa servalienteyatenernuevasemocionesadiario.Dimequetecasarásconmigo,Siena.Porfavor.
—Cierralosojosunsegundo,Jack.Él obedece y a mí me cae una lágrima, Jack dice que no sabe expresar lo que siente y sin
embargohadescritoalaperfecciónnuestroamor.Levantounamanoyleacaricioelrostro,estanfuerte, tanmío…Hubounaépocaenlaquecreíaquejamásderribaríalasmurallasqueprotegíansusojosyahorapuedoperdermeenellos.
—Quieres ser capitán de la comisaría de Little Italy, sabes que lo harás bien. Sabes que tenecesitan.
—Yotenecesitoati.—Amímetienes,Jack.Abrelosojosysonríe.Estátanguapocuandobajatodaslasbarrerasysolosiente.—¿Tecasarásconmigo?—Mecasarécontigo,capitán.Melevantaenvolandasymebesa.Mebesa.Mebesaynodejaderepetirquemeama.JackVanderbiltAvenue
Sienaestáconmigo.Estádesnudaenmisbrazosypuedosentirsupielpegadaa lamía.Nomebastaconesto,aunquetendréqueconformarme.Hemoshechoelamor,Dios,heperdidolacabezacuandoellahaaccedidoacasarseconmigodespuésdeobligarmeareconocerquequierosercapitándelacomisariadeLittleItaly.
Supongoque siempre lohequerido,queunapartedemínecesitacuidardeesascallesporqueallífuedondeperdímivida…ydondelarecuperé.
SuspiroyleacaricioelpeloaSiena.Mitorsoestápegadoalaespaldadeellaylarodeoporlacinturaconelotrobrazo.Estádespierta,loséporcómorespira.Losdosparecemosnecesitaresosminutosdesilencioparatocarnosysentirqueestamosjuntos.Perounaideareapareceenmimenteymeveoobligadoaromperlo.
—¿Quéqueríasdecirmeantes?—Aúntengolavozronca.Nopuedocontenerningunaemocióncuando estoy con Siena, carezco de cualquier inhibición y necesito pronunciar su nombre, gemir,gritarloquemehacesentirensusbrazos.
Siena suspira, sueltael alientodespacioymehacecosquillasenelvellodel antebrazo.Sedamediavueltaydetienelosojosenlosmíos.
—Valenti consiguió una copia de tu partida de nacimiento —empieza y pierdo parte de lalanguidezquesehabíainstaladoplacenteramenteenmicuerpo.
—¿Cómo? ¿Por qué?—Aprieto los dedos en la cintura de Siena y ella incorpora un poco lacabezaparadarmeunbeso.
—Nosécómo.Porqueyoselopedí—mecontesta—.Noteenfadesconél.¿Enfadarmeconél?Voyadarleunapalizacuandolovea.—¿Porquéselopediste?Confío en ella, pondríami vida en susmanos, pero sigue costándome compartir esa parte tan
dolorosademipasado.—Los periódicos publicaron un montón de barbaridades sobre tus padres y sobre su muerte,
penséquequeríadartealgobonito.Unbuenrecuerdodeellos.Mimalditocorazónseencogeantesuspalabras.—Nolesrecuerdo,amormío—confieso.—Losé,poresoqueríadartealgo,porpequeñoquefuera.Ypenséquetupartidadenacimiento
eratanbuenlugarcomocualquierotroparaempezar.—Poco a poco, haré las paces conmi pasado, Siena.Es doloroso,me temoque habrá días o
momentosenlosqueeldolorquesentiréseráinsoportable,pero,mientrastetengaati,podréconello.Podrécontodo.
LosojosmarronesdeSienabrillanconlaslágrimasyellamebesa.Mebesa,mebesa.Nodejadebesarmehastaquenuestrasrespiracionesseconviertenenuna.
—Encontréelnombredelmédicoqueatendióatumadrecuandodioaluz—diceelladerepente—.SellamaJackyseacuerdadeellos.
—¿Cómodices?—Fuiaverleelotrodía,siguetrabajandoenelmismohospital,aunqueahoraeseldirector.Se
acuerda de ellos porque tu padre le dijo que te pondrían su nombre en su honor. Al parecerquedaronunascuantasveces,tuspadresleinvitabanacenarportucumpleaños.Sehicieronamigos.—Sienahablarápido,quizátienemiedodequelainterrumpaperoyosoyincapazdehablar—.NoseenteródesusmuertesporquecuandosucedióélestabaenEuropa.Cuandovolviófueavisitarlosyal encontrar elpisoabandonado supusoque sehabían idoaotra ciudad.Nohablóconnadieyjamássupodesutrágicodestino.
—Diosmío,Siena.Teamo.Ellamesonríeporentrelaslágrimas.—Le gustaría verte, tengo su dirección anotada en un papel. Creo que se me ha caído en el
comedorcuandomehasbesadoalllegaracasa.—Eslaprimerapersonaquequizápuedadecirmealgodemispadresquenotengaquevercon
FabrizioniconLittleItaly—semerompelavoz—algodemiinfancia.—¿Noestásenfadado?—memirainsegura.—No, por supuesto que no.—Oculto el rostro en su cuello—. ¿Por qué iba a estarlo? Eres
maravillosa.—Tedueletantohablardetuspadresquenoestabaseguradequequisierasconoceraldoctor.Vuelvoamirarla,noleocultolaslágrimasqueahoraresbalanpormismejillas.—Quieroconocerlo,peronecesitoquetúestésallíconmigo.Sienamebesadenuevo.—Teayudaréarecuperaratuspadres,Jack.Nopuedosoportarlaideadequelosperdieraspor
culpademifamilia.La aparto de mí despacio, esa frase me ha hecho tanto daño que tengo la sensación de que
inclusoestoysangrando.—Nopienseseso,meoyes.¡Jamáspienseseso!—Nopuedo evitarlo. SiAdelpho no se hubiese cruzado en la vida de tumadre, ella…—No
puedeterminar—.Quizáestaríaviva,Jack.Labeso,soyferoz,eliminocualquierreservaylabesocontodomiser.—Yonopuedosoportar la ideadenoamarteodeque túnomeamesamí,Siena,asíqueno
insinúesquemividaseríamuchomejorconotropasadoporquelociertoesquesintinotendríavida.—Jack…Vuelvoabesarla,milenguasemuevefrenéticadentrodelabocadeSiena,buscacadarincón,
cadasuspiroymisdedosseaprietanensushombros,laretengocontramicuerpo.—Vamosarecuperarmipasadojuntos,peronadadeloqueaverigüemosmeharádudarniporun
segundodequeteamoydequetúnotienesnadaqueverconelincendioquematóaRobertoyaTeresaAbruzzo,¿loentiendes?
—Pasasteuninfierno,Jack,odioquesufrierastanto.
—Yono.—Necesitoquesepaqueesverdad,quejamáslamentarénadadeloquemehallevadohastaella.Lasujetopor lacinturay lacolocoencimademí.Guío laerecciónhaciael interiordeSienaylosdosperdemoselalientoalunirnos—.¿Sabesporquénovoyacambiarmeelapellido?
—¿Qué?—Memiraconfusa, lapieldesucuerpoestáerizadaysemuerdeel labio inferioralmirarme.
—AndersonmedijoquepodíacambiarmeTaboneporAbruzzoylerespondíqueno.Siena abre los ojos y me mira confusa. No se lo había contado y me incorporo sobre los
antebrazosparaacercarlaamíybesarla.—Iba a decírtelo esta noche —le explico—. No voy a cambiarme el nombre porque Jack
Taboneteconocióyseenamoródeti.JackTabonenonacióeldíaqueFabrizioincendióesegarajeymatóalosAbruzzojuntocondosancianosyunapreciosaniñainocente.
—Jack,yo…—Sienatiembla,suslabiosbuscanlosmíosyaprietalaspiernasalrededordemicintura—teamo.
—Losé,poresonovoyacambiarmedenombre.Teamo,Siena.Levantolascaderasyentrenosotrosnoquedanisiquieraaire.Esrápido,contundente,unapruebamásdequenuestroamoresúnico.YonoexistiríasinSiena.
Noquerríaintentarlo.Ellagritaminombre,mebesa,memuerdeelcuello,enredalosdedosenmipeloymeacaricia
la espalda. Yo la beso más, la aprieto contra mi cuerpo, quiero perderme dentro de ella parasiempre.
Después,tumbadosdenuevoenlacama,lesusurroaloídoquelaamoyqueelúniconombrequedeverdadquieroteneratadoalmíoeselsuyo.
Siena me sonríe y me mira. Me dice que no puede esperar a contarle a su tío que vamos acasarnos.
Laverdadesqueyotampoco.MividaempezóeldíaquemeenamorédeSienayestoyimpacienteporverquésucededespués.Sienaesmivida.
Agradecimientos
Escribir no es un trabajo de nueve a seis de la tarde, en realidad ni siquiera me atrevería a
definirlocomountrabajo.Escribiresunalocura,unapasión,unavocación,unsueño(yavecesunapesadilla).Escribir exige horas y horas y horas de dedicación, de cometer errores, de lectura, derelectura,deborrararchivosenteros,dedudarde tiyde tuhistoria,y tambiéndecreeren tiydeluchar por tu proyecto.Escribir significa que haydías en que no te enteras de lo que sucede a tualrededorporqueaunquetehaslevantadodelordenadorentumentesiguestecleando,significaquehay noches que te levantas de la cama a hurtadillas porque necesitas poner por escrito esa ideamagníficaquetehavenidoalacabezaderepente(aunquealdíasiguientelomásprobableesquelaborres).Escribirsignificaquehaydíashorriblesydíasmaravillosos.Asíquegraciasdecorazónamifamiliaporaguantarestalocura.
Escribirestambiénunprocesoenelqueintervienenmuchaspersonassinlascualesunlibrojamásestaría completo. Muchas gracias a Mª Eugenia, Elisa, Ada, Mónica, Almudena, Jesús y todo,absolutamente todo, el equipo deHarperCollins Ibérica.Gracias por los ánimos, por reñirme, porayudarmesiempreamejorarmitrabajo.
Escribir, por último, no sería nada sin ti, sin todas las personas que leen.Muchas gracias porelegirestahistoria,porquedartedespiertovariasnochesparaleerla,porllevarestanovelacontigoenelbusoal trabajo,porleerunaspáginasentreclaseyclaseenlauniversidadomientrashacescolaencualquierlugaroentupausaparacomer.Saberqueunademishistoriasestáentusmanosesloqueparamíledasentidoaescribir.
Gracias.
Sitehagustadoestelibro,tambiéntegustaráestaapasionantehistoriaqueteatraparádesdela
primerahastalaúltimapágina.
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