cooperaciÓn genuina: un sueño a concretar que implica...
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“COOPERACIÓN GENUINA:
un sueño a concretar que implica Educación
Alternativa”1
Dr.C. Herman Van de Velde herman@abacoenred.com
Coordinador ‘ABACOenRed’ www.abacoenred.com
Febrero 2013 “… para que pueda ser he de ser otro, salir de mí, buscarme entre los otros, los otros que no son si yo no existo, los otros que me dan plena existencia…”
Octavio Paz (Piedra de Sol – fragmento)
INTRODUCCIÓN
En este escrito comparto un sueño… un sueño que podemos concretar: una ‘Educación Alternativa basada en Actitudes Cooperativas’. Defiendo que los sistemas educativos, al responder a las necesidades esencialmente humanas, deben basarse en la cooperación genuina entre sus actoras/es y autoras/es.
Argumento en un primer punto por qué hablar y referirnos a una Educación Alternativa, finalizando este apartado con una propuesta de definición de su concepto.
Posteriormente me dedico a profundizar en la relación estrecha, esencial y necesaria entre una cooperación genuina, como sueño a concretar, y esta misma Educación Alternativa. Esto implica describir lo que entendemos por cooperación genuina y después aplicarlo en dos ámbitos específicos. Un primero consiste en el proceso de aprendizaje en sí, y otro más amplio, a nivel del quehacer educativo de toda una comunidad educativa particular.
En este segundo punto presento el Referente Metodológico ‘P-COA_acem_c’ como una expresión particular del sueño a concretar.
Concluimos sin finalizar… ya que el sueño sigue siendo sueño hasta que lo concretemos en cada uno de nuestros contextos particulares… Estás invitada/o.
Cordialmente,
herman
1 Este artículo retoma ideas relacionadas ya expresadas en otros escritos de nuestra autoría, así como también elementos
totalmente nuevos.
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1. ¿Por qué hablar de Educación ‘Alternativa’?
Implícitamente, el uso del término ‘alternativo’ indica el reconocimiento a otra(s)
educación(es), que no son calificadas como ‘alternativas’. A partir de allí surge la pregunta:
¿qué hace que una formación se considere ‘alternativa’?
El adjetivo ‘alternativo’, en sí, no implica calidad alguna, ya que sólo indica ‘un camino
diferente’, una ‘posibilidad diferente’.
Como sustantivo indica también una opción entre dos o más cosas. Al evaluar con preguntas
de opciones múltiples, se definen varias alternativas, entre las cuales la o el estudiante debe
identificar la que corresponde a la respuesta correcta.
Sin embargo, en nuestro lenguaje común, al referirse a una ‘educación alternativa’, sí, nos
referimos a cualidades, ya que pretendemos indicar una educación ‘diferente y mejor’, basada
en nuestros propios sueños, intereses y aspiraciones, como pueblo.
Dentro de una concepción tradicional de la educación, se suele explicitar con mucho énfasis
que la educación es uno de los (o el) medios más adecuados para ‘avanzar’ en la vida, para
mejorar la calidad de vida personal, familiar y de la comunidad... hasta tal punto que nos
referimos a ‘educar o formar para la vida’.
Como pedagogo, como estudiante, como aprendiz, como facilitador,... permítame calificar
esta concepción como ‘sencilla’, ya que, aunque el futuro a construir es importante, sin
embargo imposible sin partir del ‘hoy’. Quiero decir que la educación, para que apunte a un
futuro, debe partir de su vivencia, de un aprendizaje significativo del momento, de los
momentos, del proceso. Indiscutiblemente, la educación apunta (y debe apuntar) a un
producto, a un objetivo con sus resultados esperados, para los cuales definimos indicadores
cuantitativos y cualitativos, tal que se nos permita valorar su nivel de alcance. Sin embargo,
este ‘producto’ no se puede alcanzar sin construir un proceso de calidad. Y en este proceso
de calidad, en la vivencia social de este proceso consiste el ‘fin en sí’ de la educación.
La calidad de la educación no sólo puede valorarse en función del producto, sino apunta
también al proceso, a las características del proceso, a la vivencia de la experiencia, a la
experienciación y la concienciación (construcción de su propia conciencia personal y
colectiva), a la posibilidad y la capacidad de tomar decisiones, incluso sobre el nivel de
aprovechamiento personal de las oportunidades que se van construyendo colectivamente.
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Por supuesto, el proceso y el producto están muy ligados, están íntimamente
interrelacionados, igual como lo están el futuro y el presente. Sin embargo, el presente no
tiene sentido sólo porque lleva a un futuro, sino tiene un valor en sí. Igual ocurre, o más bien
‘debería ocurrir’ con todo proceso educativo. Su valor no está únicamente en el producto a
alcanzar, sino también en el proceso a vivir, a compartir, a construir...
Lo ‘alternativo’ de la educación, a mi sentir, consiste justamente en darle su lugar
correspondiente al pasado, al presente y al futuro, al proceso y al producto imaginado
(resultado esperado).
¿Qué quiere decir esto?
Una educación alternativa es la que facilita ‘procesos de construcción conjunta de
oportunidades de aprendizajes, integrantes de actitudes emprendedoras de calidad creciente’.
Es novedosa por su carácter integral, sistémico, holístico. Integra diferentes tipos de
educación, según los requerimientos del contexto: por encuentro, a distancia, virtual (e-
learning, b-learning, m-learning), ‘outdoor-training’, aprendizaje cooperativo, aprendizaje
basado en proyectos, aprendizaje basado en problemas, entrenamiento, acompañamiento
personalizado, aprender investigando, aprendizaje basado en sueños, etc.
La educación alternativa se expresa a través de características generadoras de los procesos
que implica. Estas características se reflejan en la misma creatividad de los calificativos
usados, como: educación hacia un desarrollo humano pleno conciencial, educación para el
desarrollo (intercambio entre sur y norte, convirtiendo el sur en el norte, y el norte en el sur),
educación sin fronteras, educación solidaria y educación co-operativa (como ‘alternativas’
ante la educación ‘por competencia’ que apunta a productos y no a procesos), educación
desde la equidad (y no ‘para’), educación incluyente (cero expulsión, del tipo que sea),
educación popular,...
Una educación alternativa no está condicionada por su contexto físico (escuela, campo
abierto,...), ni por su forma de organización, sino por sus principios metodológicos que la
rigen durante la facilitación de los procesos de construcción conjunta de los aprendizajes:
. educación contextualizada
. transparencia metodológica
. equidad solidaria, justa y oportuna
. exigencia productiva
. flexibilidad exigente
. educación incluyente
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. inter-disciplinariedad (integralidad, enfoque holístico)
. criticidad constructiva
. análisis lógico propositivo
. pensamiento lateral / divergente
. auto-disciplina consciente, desde un compromiso personal-colectivo
. responsabilidades compartidas en todo el desarrollo del proceso de aprendizaje
. aprender haciendo
. aprender jugando
. investigación – acción participativa (IAP)
. interculturalidad
. respeto a y disfrute de la diversidad
. cooperación genuina
. ...
Una educación alternativa se caracteriza por considerar e implementar con calidad, al menos
SEIS EJES que ‘esencian’ todo nuestro quehacer educativo, como contenidos y como procesos
en sí: la participación constructiva de todas/os las/os actoras/es involucradas/os, la
comunicación (diálogo horizontal y negociación en igualdad de condiciones), garantizando el
compartir e intercambiar, el aprender mutuamente, el aprender cooperativamente, la
experienciación (desarrollar y vivir una experiencia y aprender de ella, como proceso
compartido) y la concienciación (construcción de la propia conciencia). También la
integración (nos necesitamos, debemos cooperar genuinamente para lograr los propósitos
planteados y acordados, debemos enlazarnos, enredarnos) y la transformación (el alcance de
nuestro actuar educativo, la transformación en SER, como UNIDAD inseparable, personal y
comunitario).
Valores fundamentales que caracterizan esta educación alternativa son, entre otros: la
confianza, la empatía, una disposición (propia e invitada), el respeto mutuo profundo, el
poder compartido, la exigencia flexible y productiva, una flexibilidad exigente, la
responsabilidad compartida y la persistencia responsable.
Definitivamente, una educación alternativa es la que, además de apuntar a un producto de
calidad, considera en su práctica que ‘vivir el aprender es SER’. Es la que se ubica dentro del
marco de una ‘Pedagogía concienciadora de poder
compartido’.
Una educación alternativa logra que: “por efecto del
afecto,... el sabor se hace saber,... un saber
‘aprender a SER’,...”.
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En la vivencia de una educación ‘alternativa’ no habrá lugar para la ‘intervención’, ni
pedagógica, ni psicológica, ni de cualquier otro índole, sino habrá lugar para procesos de
acompañamiento mutuo, de COOPERACIÓN GENUINA, de compartir, de aprender juntas
y juntos... de intercambiar… de trabajar y aprender juntas/os…
Para continuar esta reflexión, más allá de estas ideas, expresadas a través de unas pocas
palabras en estas páginas, quiero volver a la inquietud inicial:
¿La educación (alternativa) es un medio o un fin en sí?
Diría, se trata de una pregunta que apunta a una visión excluyente: una cosa o la otra. Sin
embargo, la respuesta necesita de una visión INCLUYENTE, ya que es tanto un medio
importante como un fin en sí, es tanto un proceso (medio) que pretende un producto (fin),
como un proceso de valor intrínseco (fin en sí).
Definitivamente, educación, para ser calificada de alternativa, asume la educación
conscientemente y de manera transparente, como medio y también como fin en sí.
Un factor decisivo entonces, dentro de una educación alternativa, es la participación como
proceso, como contenido, como metodología, como principio, como valor,... El valor, por lo
tanto, de lo alternativo que pretendemos, es que las personas asumamos nuestros procesos
educativos, como responsabilidad compartida, nos expresemos, tengamos palabra en lo que
queremos aprender.
Dejo a la consideración de la lectora o lector esta aproximación a lo que puede ser ‘Educación
Alternativa’:
Es aquella que, con insumos originales y creativos, apunta a la “formación” integral e integradora del ser humano, provocando, desde su propio ser (como producto histórico socio-cultural), cambios de actitud (aprendizajes), basados en una cooperación genuina y orientados a un emprendimiento de calidad.
Esto implica, necesariamente: la apropiación crítica de la herencia histórica socio-cultural, para poder ser actor(a) en la convivencia socio-política y económica actual, así como el aporte creativo y constructivo como autor(a) de la cultura y de la sociedad, en la que la persona se desenvuelve, junto con los demás seres vivos, en todas sus dimensiones.
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2. ¿Por qué la COOPERACIÓN GENUINA es un sueño a concretar para una
Educación Alternativa?
La cooperación genuina se convierte en un sueño a concretar para una Educación
Alternativa, a partir del mismo momento que identificamos y reconocemos su carácter
esencialmente humano, y logramos caracterizarla como, también ‘en esencia’ un acto
educativo, una acción político-pedagógica, sustentada por 5 pilares:
1 . El arte de escuchar (solidaridad, diversidad, respeto, interculturalidad, diálogo, coincidencia,...) (apertura)
2 . La habilidad de interpretar (contextualizar, respeto a la diversidad particular según el contexto, el aporte desde abajo,…) (lectura)
3 . La voluntad de compartir (solidaridad, respeto, diálogo, integración, interculturalidad, necesidad de aprendizaje y desarrollo,...) (ternura)
4 . La decisión de compromiso (solidaridad, integración, interculturalidad, (co-)responsabilidad...) (postura)
5 . La visión de integración (coincidencia en intereses, solidaridad, responsabilidad,...) (contextura).
5 pilares que se articulan entre sí gracias a un ambiente de CONFIANZA y la capacidad de
(AUTO-) CRÍTICA constructiva.
En un artículo anterior2 ya profundizamos respecto a estos pilares. En esta ocasión más bien
quiero profundizar en este SUEÑO A CONCRETAR, el cual se expresa en diferentes niveles: (1)
a un nivel del desarrollo de los procesos de aprendizaje, ya sea escolarizados o no, y (2) a
nivel de cada comunidad educativa que funciona como un Sistema Educativo particular en
cada contexto.
2 Van de Velde H. (2012), Cooperar : ¡un acto esencialmente educativo ! ¿Para qué competir si cooperar es esencia
humana ? (en este mismo libro), 17 pp.
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(1) En cuanto a los procesos de aprendizaje
a. Introducción
Desde el contexto de ABACOenRed3, lo identificamos como: ‘Procesos de Construcción
Colectiva de Oportunidades de Aprendizaje, integrantes de una actitud emprendedora de
Calidad Creciente’, abreviado: “P-COA_acem_c”.
Ya a partir del nombre que le asignamos, estamos planteando la necesidad de concebir el
proceso educativo como un proceso de construcción colectiva de oportunidades de
aprendizajes. En este proceso se refleja, se expresa la esencia de la interrelación e interacción
social en un contexto histórico-sociocultural que sustenta el desarrollo humano personal-
comunitario.
Desde experiencias pedagógicas compartidas, tanto a nivel de trabajo comunitario, como en
la educación escolar (secundaria, escuelas normales, universidad, postgrados), particularmente
en América Latina, y con insumos de la pedagogía y la psicología del aprendizaje, hemos ido
construyendo, de manera participativa e incluyente, un referente metodológico para el
trabajo educativo en general.
Al hablar de un ‘referente metodológico’ nos referimos a un conjunto organizado de pautas
metodológicas sustentadas en principios pedagógicos y didácticos que responden a un
‘paradigma integrador del aprendizaje y su facilitación’ (PIAF).
Si bien esta experiencia acumulada, de varios años, contribuye a fortalecer esta visión-en-
construcción, es evidente que necesitamos seguir profundizando, teorizando y
experienciando, de una manera sistemática.
Chávez, Suárez y Permuy (2003, 54), en su obra ‘Acercamiento necesario a la Pedagogía
General’, plantean que el reto está en darle a la práctica educativa una teoría pedagógica
adecuada y coherente y proceder a enriquecer conscientemente dicha teoría con los aportes
de la práctica educativa. Que crezcan juntas – teoría y práctica –, sin perder el vínculo que
deben tener entre sí.
Se trata de una tarea, de un sueño a concretar en todas las sociedades, sin embargo con
particularidades muy definidas en el contexto latinoamericano. Se trata de un sueño a
priorizar, justo para evitar lo que planteó José Martí (O.C., T.8, p. 281): Es criminal el divorcio
3 www.abacoenred.com
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entre la educación que se recibe en una época y la época.4 Esta idea de Martí expresa
claramente el carácter dialéctico de la educación, al considerarla tanto determinada por su
época, como también determinante en relación con el ser humano, la sociedad y sus
progresos. (Chávez, Suárez y Permuy (2003, 55)
Este referente metodológico, identificado como ‘P-COA_acem_c ’, implica muchos elementos
a considerar.
En primera instancia, hacemos mucho énfasis en el enfoque DIFERENTE a lo que
tradicionalmente ha sido identificado como ‘proceso de enseñanza-aprendizaje’. Diferente, ya
que en este nuevo contexto, este enfoque ya no es la enseñanza, sino el aprendizaje
conjunto, tanto de estudiantes como de docentes. Un enfoque donde la o el docente, al
cumplirlo, planifica su labor – si fuese posible en conjunto con estudiantes – orientándolo en
un proceso de construcción colectiva de oportunidades de aprendizaje.
Un segundo aspecto, muy importante a mencionar desde el inicio, es que hacemos referencia
a ‘construcción de oportunidades’, no dice ‘construcción de aprendizajes’. Se trata de una
redacción consciente, ya que, al hablar de ‘oportunidades’ de aprendizaje, le queda
responsabilidad a cada participante (tanto estudiante como docente) decidir conscientemente
si aprovecha al máximo esta oportunidad o no. Se parte del principio de que al participar
activamente en la construcción de la oportunidad, entonces la posibilidad que se decida
aprovecharla al máximo es mucho más grande y casi segura. Al enfocar este proceso de esta
manera, primero confiamos en la responsabilidad compartida en la construcción de la
oportunidad y también en la responsabilidad personal al decidirse por aprovechar esta
oportunidad, en construcción colectiva permanentemente, para profundizar en su propio
aprender. Martí (O.C., T2, p. 216)5, al dotar un sentido ético a la ciencia decía: La ciencia está
en conocer la oportunidad y aprovecharla: es hacer lo que conviene a nuestro pueblo, con
sacrificio de nuestras personas; y no hacer lo que conviene a nuestras personas con
sacrificio de nuestro pueblo. En el caso de este referente metodológico, mientras que la
ciencia debe conocer y aprovechar estas oportunidades, éste pretende dar pautas para su
construcción colectiva, manteniéndole a cada uno, el mismo sentido ético que le imprime
Martí, de allí el carácter colectivo de su construcción.
4 Retomado de: Chávez, Suárez y Permuy (2003, 52).
5 Retomado de Chávez, Suárez y Permuy (2003, 60)
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Seguidamente, una mención más particular a los diferentes componentes conceptuales del P-
COA_acem_c, como referente metodológico en construcción.
b. Un Referente Metodológico en construcción
Todo aprendizaje se gesta como proceso social6. Y todo proceso parte de una situación
inicial, lleva su tiempo, se visualiza de antemano, imagina un punto de llegada, pasa por
etapas, es gradual, lleva aciertos y desaciertos y es colectivo… un elemento constitutivo
esencial de este proceso es su carácter dialéctico: teoría – práctica, lo viejo – lo nuevo, yo –
‘no-yo’, cantidad – calidad, especulación – cientificidad, tradición – avance tecnológico,
conocimiento empírico – conocimiento teórico, paradigma cuantitativo – paradigma
cualitativo,...
Todo Proceso de APRENDIZAJE implica una Construcción. Chávez, Suárez y Permuy (2003,
57) plantean que la investigación científica educativa tiene que salirse de la campana de cristal
de las instituciones especializada y ponerse, con todo su rigor, a disposición del maestro y del
profesor, de una manera ‘sencilla y natural’. De esto se trata, de una investigación científica
educativa compartida entre docentes y estudiantes para que, en conjunto, y bajo la
‘facilitación consciente y sistemática del o de la docente, construyan un ambiente, un contexto
investigativo que se convierta en una gran oportunidad de aprendizaje, más aún al lograr la
unidad (dialéctica) entre los paradigmas cuantitativo y cualitativo. Está clara la concepción, en
este contexto, que las oportunidades no están dadas ni te caen, sino hay que construirlas
conscientemente.
Todo proceso de construcción, necesariamente y en esencia, es creativo, implica identificar
situaciones problemáticas, analizarlas, valorar diferentes alternativas de superación, decidir
fundamentadamente por una u otra y crear soluciones (pensamiento lateral / divergente).
Todo proceso de construcción debe partir de un estudio de las condiciones existentes, y las
toma en cuenta para establecer la metodología a seguir para alcanzar el ‘punto de llegada’,
previsualizado a través de los objetivos y los resultados esperados propuestos.
Este proceso de construcción, necesariamente es de carácter colectivo. Se necesita de las y
los demás para ir construyendo ambientes, contextos a convertir en nuevas oportunidades de
aprendizaje. Se trata, esencialmente, de un esfuerzo colectivo. Nunca se aprende sólo, por
6 Al respecto Martín Baró (1983) plantea que los procesos sociales son mecanismos de interacción. Les concierne el cambio, el
desarrollo y los aspectos dinámicos de las relaciones sociales. Para que se produzca este proceso de interacción, señala cuatro elementos esenciales : el sujeto, las/os otras/os, una acción concreta y un sistema o red de significación propio de una sociedad o de un grupo social.
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cuenta propia. Son indispensables las fuentes de información (y tienen que ver las y los
demás). Se necesita de técnicas de ‘recopilación’ y de ‘interpretación’ de datos que involucran
a otras personas. Se necesita de técnicas para la construcción de la información y en este
proceso son importantes los aportes de las demás personas, ya que permiten criticar y
profundizar.
El referente metodológico, identificado ‘P-COA_acem_c’ está fundamentado en los mismos
principios metodológicos que caracterizan una educación alternativa. También se caracteriza
este Referente Metodológico por los 6 ejes transversales y valores ya mencionados7.
Al cumplir los principios indicados, al tomar en cuenta los ejes transversales e integrar los
valores mencionados, la posibilidad de un aprendizaje, concebido como ‘cambio de actitud’,
se hace más real. Sin embargo, hace falta otro componente fundamental que es la DECISIÓN
personal de aprovechar las oportunidades construidas colectivamente, tal como indicamos
también anteriormente. Ahora, repetimos, más activa la participación propia en la
construcción de una oportunidad, mayor posibilidad de que sea aprovechada: al
identificarse con ella, no la dejarán escapar.
Bajo esta concepción se defiende el enfoque prioritario de que todo el quehacer de
educadoras/es, facilitadoras/es, docentes – estudiantes, madres y padres, hijas e hijos,… debe
orientarse hacia el ‘Aprendizaje compartido’. Cada nueva oportunidad construida, también
la es (la debe ser) para quien está al frente, no sólo para las y los estudiantes.
Este ‘aprendizaje compartido’ implica las siguientes características:
El aprendizaje como PRODUCTO indica un resultado, un efecto, un IMPACTO a nivel
PERSONAL Este resultado se expresa en un cambio de actitud.
Mientras que su PROCESO es eminentemente COLECTIVO, su impacto es
esencialmente PERSONAL
Vivir es ‘aprender a ser’ (realizarse paulatinamente), vivir el ‘aprender’ es SER (disfrutar
el camino)
Tradicionalmente, a pesar de la ‘enseñanza’, mucha gente ha aprendido… ¿cómo será si
en vez de querer ‘enseñar’ más bien, entre todas/os se facilita el APRENDER?
Facilitar el aprendizaje implica: hacer el aprendizaje más fácil… NUNCA más difícil… ¿se
cumple?
Promover este tipo de aprendizaje es lo que se pretende desde el referente metodológico,
llamado ‘P-COA_acem_c’: hacer más fácil el aprendizaje, no encasillarlo, ni limitarlo... no
significa simplificarlo tampoco, sino dimensionarlo en su complejidad de forma colectiva.
7 Ver el inciso 1 de este artículo.
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Los posibles momentos metodológicos de los procesos de construcción de oportunidades
de aprendizaje, basados en este Referente Metodológico, son los siguientes:
Identificación de situaciones problemáticas o sueños (lo inédito viable) (ideación)
Contextualización y priorización
Orientación hacia una posible solución (objetivos y resultados esperados)
Invitación (motivación, colectivización) (visualización de actores clave involucrados)
Concepción metodológica (planificación y organización): coherencia y sistematicidad
Construcción de Procesos de intercambio Productivo (PiP) (verificación, crítica
compartida)
Búsqueda activa de datos: o formulación de preguntas
o identificación de fuentes (primarias y secundarias)
o aplicación de técnicas de recolección de datos
Crítica – confrontación – interpretación de datos y construcción de información
Acción–reflexión–acción / experienciación – concienciación / práctica – teorización:
reflexión crítica permanente mediante el intercambio de experiencias y la participación
organizada
Formulación (darle forma): ‘palabra-ción’, verbalización, expresión, externalización
Proyección – comunicación
Profundización, transformación, conversión en más bienESTAR, más bienSER, mayor
conciencia crítica / concienciación
Identificación de nuevas situaciones problemáticas o sueños… otra vez y con mayor
profundidad, de mayor y mejor alcance… (espiral de aprendizaje en profundidad)
En cada momento metodológico debemos garantizar:
Debate, negociación y diálogo permanente: interacción horizontal y construcción
colectiva crítica y auto-crítica
Respeto y seguimiento a los aportes de todas las personas
Asunción de compromisos personales y colectivos, entre ellos esfuerzo y
responsabilidad personal para mantener la comunicación activa y empática.
Confrontación permanente con la realidad y prácticas, nuevas experiencias de cada
quien
….
c. La actitud en el proceso de aprendizaje
Hasta el momento hemos fundamentado que se trata de PROCESOS de CONSTRUCCIÓN
COLECTIVA de OPORTUNIDADES de APRENDIZAJES. Anteriormente, también ya hicimos
referencia a que el aprendizaje, como categoría pedagógica, se define como ‘cambio de
actitud’.
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No cabe duda sobre la importancia que tienen las actitudes en todo proceso de aprendizaje,
independientemente de su contexto y de sus particularidades. Esta importancia se expresa, al
menos en tres sentidos:
1. Las actitudes forman parte del CONTENIDO de todo proceso de aprendizaje.
La educación en general, el aprendizaje en particular, no puede, ni debe limitarse a una simple
transferencia de conocimiento y desarrollo de habilidades; también, necesariamente, tiene
que dar un lugar debido y permanente al desarrollo de actitudes sociales.
2. Las actitudes juegan un papel determinante, como INSUMO, en el mismo desarrollo
del proceso de aprendizaje.
Constituyen un insumo más, afectando, junto con otros factores, el nivel de calidad del
aprendizaje. Con una actitud positiva ante una tarea, el aprendizaje se hace más fácil y más
efectivo. En este sentido, las actitudes forman parte de la motivación global del aprendiendo
ante el proceso de aprendizaje, y por consiguiente constituye una factor importante dentro de
lo que en términos didácticos es denominado la ‘situación inicial’ de un proceso de
aprendizaje. Es importante considerar que estas actitudes no sólo influyen al inicio, sino
durante todo el proceso de aprendizaje e inciden significativamente en los resultados del
mismo. Por supuesto, estas actitudes pueden ir variando, mejorando, perfeccionándose en el
transcurso del proceso.
3. El cambio de las actitudes son el reflejo de los RESULTADOS de un proceso de
aprendizaje.
Todo proceso de aprendizaje pretende un cambio de actitud. Sin un cambio de actitud no se
puede considerar que hubo un proceso de aprendizaje de calidad. Es en este caso que la
‘actitud’ se convierte en el referente, tanto del proceso, como del producto del aprendizaje.
La inquietud a responder en el contexto de este trabajo es en cuanto a los diferentes aspectos
(componentes) a tomar en cuenta para el trabajo orientado a un ‘cambio de actitud’
(aprendizaje significativo).
Según la literatura tradicional, la actitud se compone de tres elementos:
. Pensamientos (conocimientos teórico-prácticos8, interpretaciones cognitivas,
creencias)
8 Con frecuencia se identifica el aprender con ‘conocer’. Se homologa aprendizaje con conocimiento, limitándolo a una
cantidad de contenidos almacenados. Se compara al ser humano con una computadora donde caben miles de datos que
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. Sentimientos (experiencias vividas, interpretaciones sentidas, emociones)
. (intenciones de) Conductas (formas expresas de relacionarse activamente con su
ambiente, tanto social, natural y material, comportamientos)
Sin embargo, los componentes relacionados con el fenómeno de ‘actitud’ no se limitan a los
tres aquí mencionados, sino integra otros componentes interrelacionados dentro de un todo:
Un componente político-ideológico: el compromiso, la responsabilidad compartida
con referente en un paradigma emancipatorio, una postura que implica compromiso.
Toda actitud implica y refleja un compromiso político ideológico.
La actitud humana, ante el fenómeno que sea, no deja de integrar un componente
económico, el cual refleja la relación de las personas con los medios de producción.
Este componente está, por supuesto, íntimamente relacionado con el componente
político-ideológico.
Considerando la importancia de la interrelación de toda persona, en todo momento de
construcción de aprendizajes, es decir en todo momento de su vida, con y en su
ambiente, con y en su contexto, necesariamente se identifica un cuarto componente: lo
ético. En este sentido, se trata de visualizar aquel aspecto de toda actitud que expresa
los valores y las normas que se comparten como todo un proceso de negociación y se
constituyen en un sistema propio. En el proceso de construcción de las interrelaciones
en el medio donde las personas se desarrollan, van compartiendo, negociando y
acordando todo este sistema de valores y normas, el cual también caracterizará su
actitud. Toda actitud implica, por consiguiente, un componente ético. El componente
ético amplía el significado a los componentes político-ideológico y económico. El
compromiso, por ética, debe ser con el pueblo, con la gente que sufre más las
consecuencias nefastas del capitalismo, del neo-liberalismo, no desde una concepción
filantrópica, sino desde y con una visión emancipatoria, donde, como socias/os, entre
todas/os, se convierten en protagonistas de su propia historia. Aquí es donde esta
actitud se basa en cooperación solidaria, en contradicción radical con una educación
basada en competencias.
El componente histórico-cultural en toda actitud es el que permite una mayor
comprensión de su razón de ser. Este componente refleja, junto con otros insumos, la
identidad de la persona, expresada en sus actitudes. Lev Vigotsky plantea el
aprendizaje como resultante complejo de la confluencia de factores sociales en un
momento histórico y con determinantes culturales particulares. La influencia de la
cultura, que rodea a las personas, reflejada en toda la producción material (las
herramientas, los desarrollo científicos y tecnológicos) o simbólica (el lenguaje, con los
signos y símbolos), son determinantes en la construcción de los aprendizajes.
podemos reproducir con un solo clic. Allí ya estará la supuesta prueba del haber aprendido, como que también la computadora aprende.
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Un componente muy relacionado con los anteriores, sin embargo a diferenciar por su
valor propio como parte componente de toda actitud, es el componente cívico. Este
indica la relación de fondo que la persona establece con el estado y abarca su posición
ciudadana. Integra su sentido de responsabilidad social.
No se puede obviar un componente estético: la capacidad del disfrute, de la
contemplación viva, tanto de lo que una/o misma/o hace como de lo que hacen
otras/os, tanto de su propio ser, como de los seres otros y del ser comunitario, de
nuestro ser como colectivo, como sociedad... Es ser capaz de vivir tu vida y disfrutarla.
Es la profesión como proyecto de vida. En los mismos procesos de aprendizaje, ¿en
qué medida se logra integrar este componente? ¿De verdad, le gusta lo que se hace al
prepararse en una carrera? ¿Qué escuela o universidad facilita la construcción conjunta
de un contexto, de una oportunidad de aprendizaje que se disfruta al máximo, al
aprovecharla en toda su amplitud y profundidad?
El componente bio-energético, el estado de nuestro cuerpo, nuestro ambiente,
nuestra salud. Este componente tiene que ver con la calidad de vida, con la salud,
tanto física como psico-social, tiene que ver con la nutrición, con hábitos y costumbres
de calidad de vida. Sin duda alguna, el estado de salud de la persona es un
componente de su actitud. Sólo se debe imaginar aquel niño que llega enferma a la
escuela, o llega sin desayunar, ¿cuál será su actitud ante el aprendizaje?
Al pretender un cambio de actitud, igual es importante trabajar la capacidad de elegir,
de identificar su preferencia, de ‘querer’… se trata de la voluntad, a la capacidad de
decidir. En este caso se trata del componente volitivo de toda actitud. Al trabajar la
voluntad, como característica personal, se contribuye a la definición y la perfilación de
la actitud. El ejercicio de la elección consciente y el deseo es algo importante e
inherente al SER. Por consiguiente, este componente volitivo se debe interpretar en
relación a toda la problemática motivacional y la intencionalidad del quehacer humano,
que es mucho más amplio que sólo una ‘conducta’ y se fundamenta desde las
necesidades. La voluntad es la que mueve a hacer cosas de manera intencionada,
independientemente de las dificultades y de los obstáculos a vencer. La voluntad firme
lleva a la persistencia constructiva. No todo proceso con resultados desfavorables
implica un fracaso, a veces lo contrario, ya que en su interrelación con los demás
componentes está la fuerza, la voluntad de trascender y diseñar nuevas estrategias.
También es importante identificar el conjunto de hábitos, capacidades, habilidades,
aptitudes y destrezas necesario para el ejercicio con calidad de una determinada tarea.
Además, este proceso de identificación debe hacerse muy participativamente entre
socias/os relacionadas/os. Refiriendo a este conjunto de hábitos, capacidades,
habilidades, aptitudes y destrezas, en vez de hablar de ‘competencias’, es preferible
indicarlo como el componente psico-motor, un componente más de una actitud
profesional basada en una cooperación solidaria. Se trata de todo lo que constituye el
conjunto que surge desde una combinación perfecta de capacidades motoras, tanto
finas como gruesas, y los procesos internos que permitan desarrollar y regularlas. ¿No
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es así que la habilidad en el trabajo con la computadora, o relacionada con la
informática en general, incide en la actitud ante ella misma? No se debe confundir el
componente psico-motor con el conductual. Se trata de dos fenómenos muy
relacionados, igual como se relacionan también con los demás componentes
identificados, sin embargo, con un potencial de incidencia diferenciado.
El componente lúdico-artístico-creativo. Todas las personas, sin excepción, tienen
vocación artística. Al ser humano le nace una creatividad increíble... la escuela
tradicional y la visión ‘adultista’ del ambiente se ocupan de que esta creatividad no se
siga desarrollando... ya más adelante en la vida, la creatividad es la que más se debe
‘buscar’ y ‘reconstruir’. Se trata de otro componente más a trabajar en todo tipo de
formación. Si se quiere alcanzar una actitud emprendedora de calidad, tal como lo
expresa el referente metodológico P-COA_acem_c, entonces el desarrollo en
profundidad de este componente es fundamental. No existe una actitud
emprendedora de calidad, sin su componente lúdico-artístico-creativo. Este
componente se relaciona directamente con la capacidad humana de expresarse.
Las personas, los seres no son islas, sino se interrelacionan permanentemente en su
contexto, en su ambiente, tanto social como material. Constituye este hecho otro
componente fundamental de toda actitud. Es el componente social (inter-relacional),
el cual hace referencia al ‘estado de salud’ de nuestras relaciones tanto en lo material
como en lo social. La calidad de vida relacionada con este componente es parte
integrante de toda actitud.
También es necesario identificar un componente biológico. Este componente refleja,
dentro de toda actitud, nuestra relación con la naturaleza (medio ambiente). Como ser
vivo, como ser biológico, por supuesto, este componente también incide en los demás
componentes. Y mientras que con el componente bio-energético se pretende indicar
la salud interna (tanto físico como mental), con el componente biológico se indica la
salud externa (la relación con (el resto de) la naturaleza).
Por supuesto, todo lo anterior es una ‘esquematización’, o más bien ‘estructuración’ del
fenómeno ‘actitud’ y debemos integrar un enfoque holístico que implica que toda actitud en
la vida es única, integral, integradora e integrada. Sirve esta estructuración para el análisis
teórico, sin embargo, también puede tener una ‘utilidad práctica’ bastante accesible, a pesar
de que resulte aparentemente contradictorio con el enfoque holístico: si, en una determinada
situación, artificialmente se logra ‘descomponer’ la actitud y visualizar, tanto componentes
fuertes, como débiles, entonces se podrían identificar posibles pistas por dónde entrar para
lograr un aprendizaje (cambio de actitud) de mayor calidad.
Además de la ‘fuerza’ de cada componente inter-relacionada de una actitud, también es
necesario valorar su ‘orientación’. Determinado componente, en unos casos, posiblemente,
contribuye a la composición y expresión de una actitud constructiva ante un fenómeno, en
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otros casos podría ser que más bien su contribución sea en sentido contrario. Ejemplos: (1) la
‘tendencia de conducta’ puede estar influenciada por tradiciones que permiten responder
positivamente ante una necesidad sentida de la población (p.ej. la auto-medicación), que, sin
embargo, en un contexto particular, podría perjudicar a la persona misma. (2) la ‘tendencia de
conducta’ puede responder a una necesidad (p.ej. sed), sin embargo, la respuesta puede ser
IMPUESTA por la ‘propaganda comercial’ que p.ej. nos hace ‘creer’ que coca-cola quita la sed,
tal que ya ni pensamos en agua, sino sólo en coca-cola. En este caso, es necesario valorar
cómo (¿a través de qué otros componentes?) se puede incidir en un cambio de actitud
(aprendizaje) que también implica a un cambio de ‘tendencia de conducta’.
Es inherente a toda persona la búsqueda activa de un equilibrio interno. Para sentirse
tranquila/o, se necesita de ‘coherencia’ entre los diferentes componentes. Al encontrarse con
contradicciones internas, la reacción espontánea, consciente o no, consiste en ir construyendo
un nuevo equilibrio, haciendo activamente adecuaciones en los componentes afectados. Otro
ejemplo: el fumador que sabe muy bien que fumar es dañino para la salud propia y ajena, se
justifica refiriéndose a su abuela de 85 años, quien ha fumado toda su vida; un argumento sin
sentido. O sea: disminuye el peso de sus ‘conocimientos’ sobre lo dañino que es fumar,
compensándolo con otro razonamiento, aunque sea sin sentido. Posiblemente en este caso,
el componente ‘clave’ por donde incidir no sea el componente cognitivo, sino podría ser el
afectivo, demostrando la afectación directa de su conducta en sus seres queridos más
cercanos. Una vez que siente esta afectación (y le duele, le afecta de verdad también),
posiblemente el paso hacia la toma de decisión (lo volitivo) está más cercano y podría llevar a
un cambio de conducta (dejar de fumar). Todo este proceso debe llevar a un cambio de
actitud integral, con consecuencias para cada uno de los componentes mencionados
anteriormente.
Otro ejemplo es que en la medida que el estado logre trabajar los componentes histórico-
cultural y cívico y así fortalecer el sentido de identidad y de ciudadanía, posiblemente,
también se está fortaleciendo los componentes político-ideológico, ético, social,... y por ende
una actitud integradora en la construcción de una sociedad, en la cual rigen principios de
equidad y justicia social.
El carácter esencialmente personal de toda actitud implica que, también en el proceso de
aprendizaje, debe haber espacio para la ‘personalización’ de los procesos de aprendizaje
(procesos de cambio de actitud), sin negar, y más bien, fortaleciendo el carácter social del
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mismo. Será justamente el intercambio entre actitudes tan diferentes, tomando en cuenta la
caracterización de los diferentes componentes y su interacción que las constituyen, que
garantizará un proceso mucho más productivo y fructífero. Que se formen grupos, en los
cuales se integran miembros con su fuerte en diferentes componentes para que la inter-
acción se convierta realmente en un inter-cambio: un cambio de actitud (aprendizaje)
provocado por la inter-acción entre personas con intereses comunes, respetando la diversidad
que les caracteriza y más bien profundizando en un verdadero proceso de inter-culturalidad.
El aprendizaje significativo, en el sentido del P-COA_acem_c, se expresa en actitudes
emprendedoras de calidad creciente. ¿Por qué? Porque la vida, por su esencia, es todo un
EMPRENDIMIENTO… para vivirla ‘al máximo’ se necesita construir una ACTITUD
EMPRENDEDORA, es decir, hay que:
Saber tomar iniciativa y tomarla
Saber calcular riesgos y calcularlas
Saber enfrentar riesgos ‘calculados’ y enfrentarlos
Saber identificar alternativas de superación o de solución y priorizar
Saber negociar y acordar
Luchar contra una ‘cultura de miedo’, una ‘cultura de pobreza’ (fatalismo) impuesta
Saber construir una CULTURA DE CALIDAD y vivir con calidad...
…
Una actitud emprendedora de calidad creciente implica un trabajo consciente, orientado,
creativo, valorado críticamente, identificado (con identidad), con una voluntad de superación
permanente (educación avanzada).
Independientemente que no se pueda recurrir a técnicas ‘determinadas’ que ‘garantizan’ una
metodología P-COA_acem_c ‘acertada’ (sería contradictorio a la propia esencia del P-
COA_acem_c), sí se pueden identificar técnicas facilitadoras.
d. ¿Cómo?
A continuación, sólo un intento para concretar este referente metodológico, indicando
algunas técnicas muy útiles, siempre y cuando sean seleccionadas y aplicadas acorde al
contexto particular de la situación educativa, de manera creativa y oportuna:
Regla de 3 (siempre combinar, en este orden: trabajo personal, trabajo en pequeños equipos y trabajo en plenaria, para garantizar el aporte personal antes de cualquier proceso de socialización).
PiP (procesos de intercambio productivo): trabajo en grupo para producir, no intercambiar por intercambiar, sino intercambiar para producir juntas/os algo nuevo…
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Promoción activa y positiva de asumir y compartir responsabilidades
Negociación y diálogo – relaciones de ganar / ganar – aportar sin imponer
Promoción de un pensamiento lateral
Experienciación de la implementación oportuna de búsqueda de consenso y de la decisión por mayoría
Preguntas generadoras de ‘cuestionamientos’…
Impacto (provocación)
Provocación de experiencias gratificantes, placenteras y realistas
‘Ensayo personal’
‘Informe de proceso’ (personal)
La ‘memoria crítica’
Confrontación productiva entre ‘lo sentido’ y ‘lo objetivo’… constatando que lo subjetivo es parte componente, parte integrante esencial de una realidad vivida, aún por las o los ‘científicas/os’. “Lo más objetivo implica, es integrar lo subjetivo”.
Conversación – reflexión y auto-reflexión
Referencia a fuentes de datos (primarias o secundarias)
H_cccc: Hipótesis Crítica, Creativa, Compartida y Constructiva (propositiva)
Trabajo en RED (principio de intereses compartidos) – construcción de sinergias
Evaluación participativa
...
Hasta aquí la reflexión sobre el sueño a concretar a nivel de procesos de aprendizaje, ya sea
en contextos escolarizados o no. También se nos plantea el sueño de la cooperación genuina
más allá del proceso de aprendizaje en sí, es decir: a nivel de la Comunidad Educativa,
considerándola como un Sistema Educativo.
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(2) A nivel de comunidad educativa, como SISTEMA EDUCATIVO
¿Y por qué no se puede implementar una política de diseños curriculares y de convivencia
comunitaria, basándonos en actitudes cooperativas en diferentes espacios de la vida:
personal, laboral, profesional, familiar, comunitario, institucional, cultural, natural,...? Toda
actitud implica y está constituida por todo un sistema de componentes, tal como indicamos
anteriormente. Dándole seguimiento a cada uno de estos componentes, podemos dar una
verdadera orientación a una nueva política educativa, basada en ‘Actitudes Cooperativas’.
Al identificar estas „Actitudes Cooperativas‟ se debe partir del hecho que las personas son en
esencia ‘constructos socio-histórico-culturales, quienes, partiendo de las experiencias
concretas pasadas, actúan en el presente y se orientan a un futuro de, cada vez, una mejor
calidad de vida, no para unas/os, sino para todas/os. Para lograr esto, es necesaria una
ACTITUD basada en la CO-OPERACIÓN. Estas actitudes básicas cooperativas (lo mínimo que
se puede esperar en cada nivel educativo) deben comprenderse y expresarse desde un
enfoque holístico, desde una integralidad, constituida por una inter-acción permanente de los
diferentes componentes.
Con una política de Diseño y Desarrollo Curricular basado en Actitudes Cooperativas se
estaría preparando para la vida, en lo personal, en lo familiar, en lo comunitario, en lo laboral-
profesional, en lo social y lo económico. Se estaría apuntando a una sociedad solidaria.
Para el establecimiento y el desarrollo de estas Políticas educativas basadas en Actitudes
Cooperativas, se debe diseñar todo un proceso, el cual podría integrarse entre otros, con los
siguientes elementos:
a. SENSIBILIZACIÓN generalizada: Trabajo (proceso) de construcción de conciencia,
partiendo de experiencias educativas propias, analizando críticamente y convencernos de la
necesidad de cooperar en vez de competir… Esto puede ser un paso donde se trabaja con
muchas personas involucradas en procesos educativos (representantes de diferentes
comunidades educativas de un municipio, de una región).
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b. A nivel de CADA COMUNIDAD EDUCATIVA:
Al haber una sensibilidad positiva a nivel general ya existe un ambiente que nos permite ir
trabajando en cada comunidad educativa particular. Este trabajo puede implicar los
siguientes aspectos a visualizar desde unas REFLEXIONES PROFUNDAS COLECTIVAS:
1. Preparación de las condiciones
. Promover conciencia, decisión y compromiso político, en diferentes niveles, relacionados con el quehacer educativo en una comunidad educativa.
. Reunión previa con educadoras/es y otras personas representativas de los diferentes sectores directamente involucrados (¿sobre el contenido de este mismo documento?).
. …
2. Taller inicial, con el objetivo de caracterizar el punto de partida (breve diagnóstico
participativo), involucrando a representantes de todos los sectores relacionados
(dirección, ministerio de educación, sindicato, docentes, estudiantes, madres y padres,
líderes y lideresas comunitarias/os,…). Pretendemos también ir despertando y
construyendo desde nuestra realidad, nuestra conciencia respecto a la esencia humana
de la actitud cooperativa. En este proceso practiquemos el ARTE de escuchar... para
lograr que desarrollemos la HABILIDAD de interpretar, en este caso nuestro propio
contexto (visible o no).
3. Segundo taller con las mismas personas para PLANIFICAR un proceso masivo de
concienciación a nivel de toda la comunidad educativa. Paralelamente iniciar un proceso
de formación en temáticas relacionadas a: facilitación de procesos, educación popular,
aprendizaje cooperativo, sistematización, diagnóstico participativo comunitario,
planificación estratégica participativa comunitaria, sistemas de evaluación – monitoreo –
seguimiento – evaluación, indicadores cualitativos, etc… (a nivel de cursos y/o
diplomados).
4. En ambos talleres, mencionados anteriormente, sería oportuno garantizar lugar y espacio
para compartir sueños: ¿cómo queremos que sea este espacio educativo, esta
comunidad educativa, con todos sus componentes integrantes? Ejercitemos nuestra
VOLUNTAD de compartir...
5. A nivel de un equipo de trabajo, especialmente constituido, sería importante analizar
comparativamente nuestros sueños (socializado de todos los sueños) en relación al
perfil oficial integrado en las políticas educativas de la nación (estoy seguro que no
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habrá mucha contradicción) y si fuese necesaria completemos... Desde este análisis
podrá resultar la visualización de acciones concretas que apuntan a un camino para ir
realizando los sueños expresados…
6. Construir una estrategia realista para ir haciendo camino hacia lograr nuestros sueños,
en etapas, pasitos, con seguridad y compromiso de todas y todos... Demostremos
nuestra DECISIÓN de compromiso... la responsabilidad compartida y el poder
compartido... Un proceso de planificación estratégica participativa comunitaria
(comunidad educativa).
7. Desde el Plan Estratégico Educativo Comunitario, construir un Plan Operativo… con
metas muy concretas y pasos seguros…
8. Al echar a andar nuestro plan construyamos también una VISIÓN de integración...
conciencia sobre el hecho de la necesidad de trabajar juntas/os, coordinadamente,
compartir esas responsabilidades...
9. Definamos mecanismos de seguimiento y acompañamiento para que vayamos
construyendo con seguridad... entre todas/os cooperando.
10. Integremos en ese plan, actividades de evaluación de reflexión crítica sobre el camino
recorrido y si es necesario ajustemos... y sigamos adelante...
11. Proyectar la Visión de integración construida como un principio, un valor que guía de
manera permanente nuestro actuar.
...
Hasta aquí estas ideas que al ejecutarlas nos pueden encaminar a la Construcción Conjunta de
Sistemas Educativos basados en Actitudes Cooperativas… No se trata de ser meras/os
consumidoras/es de una propuesta metodológica elaboradas/o por otras personas, sino de
participar activamente en la construcción de ésta, tomando en cuenta el contexto al cual va
dirigida.
Hasta aquí nuestro aporte, como ABACOenRed (www.abacoenred.com), en cuanto a la
necesidad de reconocer a la Cooperación Genuina como un Sueño a concretar para una
Educación Alternativa… Sigamos ‘divulgando’ estas ideas, para que, en nuestras prácticas
educativas vayamos actuando de manera coherente y consecuente, entre todas y todos, con
responsabilidad compartida, con poder compartido.
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