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Universidad Complutense de Madrid
Facultad de Ciencias de la Información
Departamento de Comunicación Audiovisual y Publicidad II
Doctorado en Teoría Análisis y Documentación Cinematográfica
El reencuentro con la eficacia simbólica en
Big Fish
Trabajo de investigación
Doctorando: Juan José Burguera Rozado
Director: Jesús González Requena
Índice
I. Introducción ........................................................................................ 7
II. Metodología ...................................................................................... 13
I.1. Objeto de estudio ................................................................................. 14
I.2. Objetivos .............................................................................................. 14
I.3. Hipótesis .............................................................................................. 15
I.4. Metodología .......................................................................................... 16
I.5. Estado de la cuestión ........................................................................... 17
III. El reencuentro con la eficacia simbólica en Big Fish .................. 19
1 Big Fish ............................................................................................. 21
1.1 Big Fish ................................................................................................ 23
2 La eficacia simbólica en Big Fish ................................................... 27
2.1 Conceptos generales ............................................................................ 28
2.2 La eficacia simbólica ............................................................................ 36
3 Análisis .............................................................................................. 43
3.1 Criterio de selección de las secuencias a analizar ................................ 44
3.3 El comienzo del relato, salida de las profundidades ............................. 45
3.4 El relato del padre ................................................................................ 62
3.5 Primera conversación padre-hijo: un hijo que no escucha. ................. 121
3.6 Segunda conversación padre-hijo: la incomprensión de los relatos
simbólicos 152
3.7 Los hechos: la recuperación del padre simbólico ................................ 168
3.8 El chamán .......................................................................................... 187
3.9 La eficacia simbólica .......................................................................... 196
3.10 Epílogo: Will padre .......................................................................... 217
4 La eficacia simbólica de Big Fish ................................................. 223
4.1 La eficacia simbólica de los relatos míticos ........................................ 224
4.2 La eficacia simbólica de Big Fish ........................................................ 225
IV. Conclusiones .................................................................................. 235
IV. Bibliografía ...................................................................................... 239
El reencuentro con la eficacia simbólica en Big Fish 9
A lo largo de la década de los años 80 del siglo pasado, comenzó a cobrar auge
la literatura de fantasía que tan estrecha relación guarda con la mitología celta y
escandinava, como con los relatos de caballerías y los cuentos de hadas. Durante todo
el siglo XX habían proliferando diferentes muestras de este tipo de literatura: autores
como Tolkien, Leiber, Vance, Úrsula K. Leguin o C.S. Lewis centraron sus creaciones
en este tipo de literatura, pero siempre de un modo marginal en lo que a la acogida del
público se refiere.
Pero es en la década de los 80, cuando este tipo de literatura comienza a
convertirse en literatura de masas, recuperando muchas de las obras de los autores
antes señalados e incorporando infinidad de títulos nuevos como la series de la
Dragonlance y de La Espada de Joram (ambos de Margaret Weis y Tracy Hickman),
Añoranzas y Pesares de Tad Williams, la infinidad de títulos bajo el nombre Los Reinos
Olvidados, El Señor del Tiempo de Louise Cooper, La Rueda del Tiempo de Robert
Jordan e incluso obras de fantasía hilarante como la saga de El Mundo Disco de Terry
Pratchett. Estos relatos que inicialmente se extendieron entre el público juvenil se han
terminado por alcanzar gran relevancia entre el público adulto, fruto, probablemente, del
envejecimiento paulatino de aquellos adolescentes de los años 80. Pero el auge ha
continuado con las generaciones posteriores y los lectores adolescentes del siglo XXI
consumen más que nunca este tipo de literatura (desde Harry Potter hasta Eragón,
pasando por los numerosos éxitos de Laura Gallego aquí en España).
Ha sido cuestión de tiempo que los éxitos se extendieran de la literatura al cine,
donde la tibia acogida de las películas de fantasía de los años 80 ha dado paso al éxito
apabullante de la trilogía de El Seños de los Anillos, la serie de Harry Potter, Las
10 Introducción
Crónicas de Narnia y una larga lista de títulos que copan las carteleras desde el
comienzo del siglo XXI.
La recuperación de este tipo de relatos ha alcanzado mayor apogeo, si cabe, en
esta segunda década el siglo, cuando se han comenzado a producir infinidad de
adaptaciones de cuentos de hadas clásicos, dando el salto incluso a la pequeña
pantalla, donde en 2010 se inició la programación de una serie de gran producción
basada en la saga Canción de hielo y fuego de George R.R. Martin (con gran éxito) y
en 2011 han empezado otras dos series de alto presupuesto como Once Upon a Time o
Grimm, ambas basadas nuevamente en cuentos populares de hadas.
Desde luego, las campañas de imagen y mercadotecnia que las grandes
distribuidoras ha impulsado de forma decisiva este auge. Pero, como casi siempre en
estos casos, la inversión ha sido posterior al éxito inicial, es el público quien reclama
este tipo de películas.
A nuestro entender, no puede ser casual la demanda masiva de este tipo de
relatos en un mundo como el nuestro donde cualquier forma de relato simbólico ha sido
marginado, en primer lugar por la intelectualidad reinante y finalmente por el conjunto de
la sociedad.
Ya no creemos en hadas, duendes ni dragones y, sin embargo, hay algo que
sugieren las películas de fantasía que hace que jóvenes y adultos de todo el mundo
acudan masivamente a su encuentro. La pregunta es evidente: ¿Qué buscan los
espectadores de hoy en día en el cine de fantasía? Y la respuesta parece evidente
también: tanto las referencias, como las –aparentes- semejanzas que este tipo de
películas tienen con relatos míticos del pasado (Mitos, leyendas y cuentos de hadas),
nos llevan directamente a la conclusión de que los espectadores buscan,
inconscientemente digámoslo de paso, nuevos relatos simbólicos que substituyan a
aquellos que les han sido vedados. Relatos tolerados por el pensamiento dominante por
ser considerados inocuos y de entretenimiento (en apenas un siglo hemos olvidado el
El reencuentro con la eficacia simbólica en Big Fish 11
valor y poder de los relatos míticos-fantásticos), pero que, potencialmente, tendrían la
capacidad de ayudar al hombre a recuperar elementos simbólicos necesarios para
enfrentarse a lo real. Relatos y símbolos en los que creer para poder encontrar sentido
a sus acciones y a sus vidas.
14 Metodología
I.1. Objeto de estudio
El objeto de la investigación es la película Big Fish, de Tim Burton estudiado
desde el punto de vista del análisis cinematográfico.
I.2. Objetivos
I.2.1. Identificar algunos de los motivos del auge del cine de fantasía en el
público contemporáneo.
I.2.2. Demostrar que la eficacia simbólica asociada normalmente al
ámbito de los mitos y rituales, guarda estrecha relación con el efecto
que la literatura y el cine de fantasía puede desencadenar en el
lector o espectador actual.
I.2.3. Analizar elementos de un film contemporáneo con intención de
encontrar trazos ilustrativos de eficacia simbólica en un relato
reciente.
I.2.4. Localizar ejemplos concretos, de cómo un relato cinematográfico
puede desencadenar en el espectador este tipo de eficacia y
configurar subjetividad, como punto de partida para investigaciones
futuras sobre el cine de fantasía.
El reencuentro con la eficacia simbólica en Big Fish 15
I.3. Hipótesis
I.3.1. La gran acogida de público hacia una película de fantasía como Big
Fish, se debe a una búsqueda, por parte de los espectadores, de
cierto tipo de relatos simbólicos de los que carecen en la actualidad.
I.3.2. Un relato simbólico cinematográfico como Big Fish es capaz de
generar en el espectador contemporáneo, el mismo tipo de
respuesta que los rituales o cuentos de hadas populares operan en
los miembros de una tribu o los niños.
I.3.3. El largometraje Big Fish de Tim Burton contiene elementos que
reflejan fielmente la respuesta del hombre moderno ante los relatos
simbólicos.
16 Metodología
I.4. Metodología
La metodología adoptada se basa en el análisis textual del largometraje objeto
de la investigación. Dado que tratamos de indagar de indagar en la naturaleza del
relato, el análisis es fundamentalmente narrativo, tomando en consideración sólo los
elementos formales de la película que guardan relación directa con la naturaleza del
relato.
Por ello, nuestro análisis se centrará en las partes de la narración que guardan
relación con las hipótesis de la investigación y la base teórica sobre la que se sustenta.
A partir del análisis se realizará un proceso deductivo en dos niveles. En primer
lugar para revisar algunos de los conceptos teóricos de referencia y adecuarlos al
marco de esta investigación. Y segundo lugar para dar relevancia a los aspectos
nucleares del análisis a partir de datos biográficos de los de la película.
El reencuentro con la eficacia simbólica en Big Fish 17
I.5. Estado de la cuestión
Las investigaciones en torno al cine de fantasía están marcadas por los intentos
de definición del género y la categorización de una serie de películas en base a la
estructura de género definida.
Dada la dificultad de establecer unos límites definidos para un género de esta
naturaleza, la mayoría de los estudios actuales tratan de encontrar características
comunes en base a la naturaleza de los mundos fantásticos recreados en este tipo de
películas y al tipo de temática que plantean. En base a estas características comunes
se realizan inventarios de una serie de films representativos para las cualidades
descritas.
Algunos estudios recientes llevan a cabo aproximaciones a películas concretas
del género como la trilogía del El señor de los anillos de Peter Jackson o la saga de
Harry Potter.
Las características del género han suscitado varias aproximaciones
considerando tanto la literatura como el cine de fantasía, aproximándose a la naturaleza
de sus propuestas temáticas y simbólicas y estableciendo relaciones con el los cuentos
populares y de hadas.
22 Big Fish
Los mitos, leyendas y cuentos de hadas, en el pasado acompañaban la
experiencia vital de cada individuo, dando “expresión simbólica a ritos de iniciación u
otros ritos de pasaje, tales como la muerte metafórica de un yo, viejo e inadecuado,
para renacer en plano superior de existencia”1 pero en la actualidad han quedado
reducidos a una presencia residual. El discurso de la modernidad, anclado en el saber
empírico, la objetividad y la razón, ha marginado este tipo de relatos desacreditando
cualquier valía de sus componentes simbólicos. Incluso los relatos literarios o fílmicos
creados durante el siglo XX y XXI, herederos de aquellos referentes, son tildados como
relatos de evasión o relatos para niños. Por ello estos relatos han sido relegados por la
crítica reinante y por el público, alejados de cualquier tipo de repercusión.
Sin embargo, en nuestra opinión, el auge del cine de fantasía en los últimos 25
años tiene relación directa con la búsqueda por parte del público de relatos repletos de
elementos simbólicos, que hacen referencia a los mitos y cuentos de hadas de antaño.
Está búsqueda demuestra la necesidad del público actual de recuperar este tipo de
relatos. Necesidad de evadirse sí, para precisamente encontrar “los fantásticos sucesos
de los mitos y los cuentos de hadas”2 y dar “expresión de lo que, normalmente,
evitamos que surja a la conciencia”3.
Se manifiesta, por lo tanto, que el público de hoy en día, nacido en una sociedad
gobernada por la racionalidad, echa en falta un tipo de relato que no sólo involucre a la
1 BETTELHEIM, Bruno, Psicoanálisis de los cuentos de hadas, Crítica, Barcelona, 2004, p.42. 2 BETTELHEIM, Bruno, Psicoanálisis de los cuentos de hadas, p.43. 3 BETTELHEIM, Bruno, Psicoanálisis de los cuentos de hadas, p.43.
El reencuentro con la eficacia simbólica en Big Fish 23
razón, sino que también de “cuerpo de forma simbólica a los fenómenos psicológicos
internos”4.
1.1 Big Fish
De entre todos estos largometrajes de gran acogida, hemos escogido Big Fish
(Tim Burton 2003) como objeto de análisis porque recoge una serie de particularidades
que lo hacen idóneo para abordar la temática que nos ocupa.
En primer lugar, y a pesar de no tratarse de una película completamente
fantástica, contiene, en una de sus dos narraciones en paralelo, una serie de cuentos
maravillosos que hacen referencia simbólica a momentos significativos de la vida del
padre del protagonista. El modo en el que estos cuentos están concebidos, sirven de
ejemplo ilustrativo de cómo un cuento de hadas se vertebra entorno a una serie de
vivencias reales, pero añadiendo elementos simbólicos que le dotan de un sentido
imposible de localizar en la mera descripción de los hechos. Los cuentos de la película
hacen referencia a las vivencias de un único hombre, frente a los cuentos de hadas
populares que hacen referencia a vivencias humanas universales5. Sin embargo, esta
diferencia no invalida la interesante hipótesis, que se plantea en la película, de cómo se
pudieron originar los cuentos de hadas y el valor que como relatos pueden aportar.
En segundo lugar, es necesario considerar que se trata una obra de Tim Burton,
un autor particularmente consciente del valor y las características de los diferentes
relatos míticos tradicionales. Como muestra recogemos algunas de sus reflexiones en
4 BETTELHEIM, Bruno, Psicoanálisis de los cuentos de hadas, p.43. 5 BETTELHEIM, Bruno, Psicoanálisis de los cuentos de hadas, p.43.
24 Big Fish
las conversaciones de Mark Salisbury con el director, recogidas en el libro Tim Burton
por Tim Burton6:
“Creo que por eso siempre me han interesado los cuentos de
hadas, porque son símbolo de algo más. Tienen una base, pero van
más allá, están abiertos a la interpretación”7
“Es lo mismo que se piensa de los cuentos de hadas. Cuando se
oyen las palabras «cuentos de hadas», en lo primero que se piensa en
una encantadora historia para niños, lo que no es exacto.”8
“Y creo que la razón por la que me gustan tanto los cuentos de
hadas como forma, por lo menos lo que yo entiendo como forma, lo que
obtengo de los cuentos de hadas, de los cuentos populares, leyendas,
son estas imágenes tan extremas, muy elevadas, pero con cierta base
[…] Yo agradezco que haya algo de simbolismo, de interpretación y de
abstracción. Prefiero, con mucho, conectar con algo a un nivel
inconsciente a intelectualizarlo.”9
“Pero a mí siempre me han fascinado los mitos y las leyendas
populares. Es otra de esas cosas que cambian cuando uno se hace
adulto. Se olvida el hecho de que estos cuentos, incluso los de brujas y
hombres lobo, están basados en ciertas realidades psicológicas y
emocionales. Para mí, son el medio más natural de reflejarlas, de
explorar los sentimientos reales de un modo idealizado, y siempre me ha
6 SALISBURY, Mark, Tim Burton por Tim Burton, Alba Editorial, Barcelona 2009. 7 SALISBURY, Mark, Tim Burton por Tim Burton, p.36. 8 SALISBURY, Mark, Tim Burton por Tim Burton, p.81. 9 SALISBURY, Mark, Tim Burton por Tim Burton, p.156.
El reencuentro con la eficacia simbólica en Big Fish 25
sorprendido que, a medida que las personas se hacen mayores, olvide
este tipo de cosas.”10
Siendo un director que valora de este modo los mitos y los cuentos de hadas,
nos parecía particularmente idóneo para nuestro análisis. Sobre todo, considerando que
la película trata el tema de la naturaleza de los mitos y los cuentos maravillosos. Es
difícil encontrar otra pareja película-director tan apropiado para el objeto de esta
investigación.
Y en tercer lugar, Big Fish presenta una segunda narración, donde relata la
búsqueda de reconciliación de un hijo, Will, con Edward, su padre moribundo. La
necesidad de reconciliación de Will se articula sobre dos ejes argumentales: una
búsqueda consciente y un descubrimiento no consciente. En uno trata de saber si su
padre ha sido fiel a su madre y la unidad familiar, trata de averiguar, por lo tanto, si su
padre merece ser reconocido como tal, ocupando su lugar en la familia. El segundo eje
surge inesperadamente cuando Will, que trata de desprenderse de los cuentos de su
padre para llegar a él, y descubre, en última instancia, que la vida de su padre está en
los cuentos, así acabará encontrando el valor de las historias de padre.
Este hilo argumental, que recoge cómo Will redescubre el valor de los cuentos,
es el escogido para el análisis detenido que recogemos en la parte principal del trabajo.
El motivo fundamental es que esta trama ofrece un paralelismo directo con la búsqueda
que el público hace en los largometrajes de fantasía, a la que nos hemos referido
anteriormente. La trama propone a un hombre moderno, Will, anclado en la racionalidad
y en los hechos como única realidad que acaba descubriendo una verdad diferente,
simbólica, en los cuentos de su padre, que ayuda a dotar de sentido a diferentes
episodios vitales.
10 SALISBURY, Mark, Tim Burton por Tim Burton, p.330.
26 Big Fish
Nuestra hipótesis es que el público del cine de fantasía busca, sin saberlo, este
tipo de verdad simbólica en los relatos que consume masivamente. Por ello, nos parece
idóneo el análisis de este hilo argumental en la película, como reflejo fiel de cómo el
espectador moderno recibe los relatos simbólicos, capaces de dotar de un nuevo
sentido a sus vidas. En palabras de Bruno Bettelheim:
“Para alcanzar un sentido más profundo, hay que ser capaz de
trascender los estrechos límites de la existencia centrada en uno
mismos, y creer que uno puede hacer una importante contribución a la
vida; si no ahora, en el futuro.”11
11 BETTELHEIM, Bruno, Psicoanálisis de los cuentos de hadas, p.9.
28 La eficacia simbólica en Big Fish
2.1 Conceptos generales
Antes abordar el análisis, se hace necesario definir aquello que hace posible que
un relato fantástico, simbólico, narrado en el momento adecuado, pueda desencadenar
un cambio en el receptor, tan significativo, como para ayudarle a conformar un sentido a
su vida. Es decir, que el relato simbólico sea capar de “anclar en él las experiencias con
las que lo real le sorprende y, así, sustentar –y configurar- su subjetividad”.12
Esta capacidad de cierto tipo de relatos simbólicos, fue nombrada, en primera
instancia, por Claude Lévi-Strauss como eficacia simbólica, en su análisis de un ritual
chamánico de los indios cuna13, y revisada, posteriormente por Jesús González
Requena en su ensayo La eficacia simbólica14 y su libro dedicado a los Tres Reyes
Magos15. Desde esta definición trataremos de enunciar una aproximación del concepto
de eficacia simbólica adaptado para el posterior análisis de Big Fish.
Pero antes de desgranar el concepto de eficacia simbólica, debemos definir
algunos de los conceptos en los que se apoyan tanto la definición de eficacia simbólica
como los principales argumentos expuestos en el análisis textual. Las definiciones que a
continuación exponemos tratan de establecer los conceptos primeros sobre los que se
articula esta investigación. No se propone ni un análisis ni una demostración de cada
concepto, que queda en manos de las fuentes citadas. Únicamente se han escogido
12 GONZÁLEZ REQUENA, Jesús, “La eficacia simbólica”, en Trama y fondo nº26, Madrid 2009, p.24. 13 LÉVI-STRAUSS, Claude, Antropología estructural, Eudeba, Buenos Aires, 1968. 14 GONZÁLEZ REQUENA, Jesús, “La eficacia simbólica”, en Trama y fondo nº26, Madrid 2009. 15 GONZÁLEZ REQUENA, Jesús, Los Tres Reyes Magos. La eficacia simbólica. Ediciones Akal,
Madrid, 2002.
El reencuentro con la eficacia simbólica en Big Fish 29
aquellas definiciones que creemos más pertinentes para cada concepto dentro del
ámbito de este trabajo.
En primer lugar el concepto angular de la eficacia simbólica y también,
probablemente el más espinoso, el sentido. Teniendo en cuenta que el sentido lo
consideramos dentro del ámbito del relato y el relato cinematográfico, primero
convenimos con Greimas que:
“... hemos aprendido mejor a darnos cuenta del lugar donde se
manifiesta y de la manera cómo se transforma. Consecuentemente,
renunciamos de más en más a considerarlo exclusivamente como la
sucesión lineal y uniforme de las significaciones en los textos y en los
discursos.”16
Es decir, el sentido de un texto va más allá del conjunto de significados
recogidos en él:
“Sentido no significa, pues, únicamente lo que las palabras
quieren decir; significa también una dirección, es decir, en el lenguaje de
los filósofos, una intencionalidad y una finalidad.”17
Consideramos adecuada esta definición de sentido de Greimas para el ámbito
de este trabajo. Acaso, y teniendo en cuenta que en la mayor parte del trabajo
hablaremos del sentido que un relato simbólico genera en un receptor frente a sucesos
de lo real, matizaremos que la intencionalidad y finalidad filosóficos tan generales, se
concretan aquí en una intencionalidad y una finalidad dentro de los límites de la realidad
subjetiva de dicho receptor, ya que dotar de sentido a aconteceres de un sujeto en lo
real, es “integrarlos en su realidad”.18
16 GREIMAS, Algirdas Julien, En torno al sentido, Fragua, Madrid, 1973. p.13 17 GREIMAS, Algirdas Julien, En torno al sentido, Fragua, Madrid, 1973. p.12 18 GONZÁLEZ REQUENA, Jesús, “La eficacia simbólica”, en Trama y fondo nº26, Madrid 2009. p. 17
30 La eficacia simbólica en Big Fish
El segundo término a considerar es el de símbolo. Si bien, a priori, su definición
puede presentarse casi tan espinosa como la de sentido, consideramos acertada la
aproximación que hace González Requena:
“Y lo propio del símbolo […], es otra cosa: algo que funda, en el
campo de lo real, algo que, antes de su irrupción, no existía. Podemos
decirlo, también de otra manera: lo propio del símbolo no es significar,
su valor no estriba en lo que designa. Y ello porque, en el límite, no
designa nada. Por el contrario: funda. Funda, en el ámbito de lo real, eso
mismo que allí no existía hasta que su presencia hubo de
desencadenarse: una entidad simbólica. También podemos decirlo así:
lejos de nombrar lo que hay, funda el ser.”19
Como podemos ver, tanto sentido como símbolo están más allá del mero
significado. Términos relevantes ambos para nuestra investigación, puesto que nuestra
hipótesis acerca del cine de fantasía es que su valor está en ese algo más allá del
significado del texto.
En tercer lugar es necesario exponer lo que consideramos por relato.
Tomaremos para ello la definición de González Requena:
“…relato, entendido éste como esa conformación específica de la
narratividad caracterizada por una férrea determinación que permite al
acontecer narrativo alcanzar la plétora de sentido”20
19 GONZÁLEZ REQUENA, Jesús, “La eficacia simbólica”, en Trama y fondo nº26, Madrid 2009. p. 27 20 GONZÁLEZ REQUENA, Jesús, Clásico, manierista, postclásico. Los modos del relato en el cine
de Hollywood. , 2ª Edición, Castilla Ediciones, Valladolid, 2007. p. 495.
El reencuentro con la eficacia simbólica en Big Fish 31
El propio González Requena parte de esta definición para después
particularizarlo de acuerdo a unas formas narrativas comunes que comparten el mito, la
tragedia de Grecia clásica, el cuento maravilloso y el cine clásico de Hollywood, y que:
“…por su común origen y estructura, permite reconocer una
forma específica de narratividad para la que conviene bien el nombre de
relato”21
Haremos nuestra esta definición del relato, dado que de acuerdo a nuestra
hipótesis, el cine de fantasía moderno, comparte una estrecha similitud con las formas
descritas enumeradas. Y para comprender mejor su naturaleza, seguiremos el mismo
camino propuesto por González Requena en su teoría del relato:
“De manera que podemos definir el relato como la narración del
trayecto del deseo de un Sujeto, configurado por su Tarea y su
Objeto.”22
Y añade:
“Con lo que el relato se nos presenta entonces como la forma
narrativa que moviliza e implica el deseo de su lector”23
En este punto es donde el relato se muestra como una forma específica de
narración donde el lector (espectador), externo al propio relato, participa de un modo
particular, al ver implicado su deseo por los mecanismos que el relato moviliza. Será a
21 GONZÁLEZ REQUENA, Jesús, Clásico, manierista, postclásico. Los modos del relato en el cine
de Hollywood. , 2ª Edición, Castilla Ediciones, Valladolid, 2007. p. 498 22 GONZÁLEZ REQUENA, Jesús, Clásico, manierista, postclásico. Los modos del relato en el cine
de Hollywood. , 2ª Edición, Castilla Ediciones, Valladolid, 2007. p. 521 23 GONZÁLEZ REQUENA, Jesús, Clásico, manierista, postclásico. Los modos del relato en el cine
de Hollywood. , 2ª Edición, Castilla Ediciones, Valladolid, 2007. p. 523
32 La eficacia simbólica en Big Fish
partir de estos mecanismos cuando se hace posible que surja la eficacia simbólica que
definiremos más adelante y sobre la que se basan las hipótesis de esta investigación.
Y es gracias a esta capacidad, de ese tipo de narración que es el relato, surge
su potencial para llevar a cabo las transformaciones propias de la eficacia simbólica
cuando:
“…el relato se manifiesta como el instrumento que permite a la
conciencia sobrevivir sin desintegrarse frente a las siempre azarosas
series de sucesos que le es dado padecer. Pues sólo el relato ofrece el
hilo de sentido que permite ligar esos aconteceres en sí mismos
deshilachados que constituyen la experiencia de lo real”24
Y así finalmente:
“…es el relato mismo el que introduce, en el mundo de lo real, la
idea misma de la causalidad.”25
Por todo ello, el relato tal y como lo concebimos, será la narración del trayecto
del deseo de un sujeto, configurado por su tarea y objeto, capaz de movilizar al deseo
del lector (espectador) y, bajo unas determinadas circunstancias, capaz de introducir
causalidad en el mundo de lo real, ofreciendo al lector un sentido para su vida, allí
donde antes no lo había.
Es necesario definir dos formas del relato y a las que haremos referencia a
menudo: el relato mítico y el relato simbólico.
24 GONZÁLEZ REQUENA, Jesús, “La eficacia simbólica”, en Trama y fondo nº26, Madrid 2009. p. 24 25 GONZÁLEZ REQUENA, Jesús, Clásico, manierista, postclásico. Los modos del relato en el cine
de Hollywood. , 2ª Edición, Castilla Ediciones, Valladolid, 2007. p. 521
El reencuentro con la eficacia simbólica en Big Fish 33
El relato simbólico al que ya nos hemos acercado citando a González Requena,
agruparía, entre otras, a las formas narrativas del mito, la tragedia Griega clásica, el
cuento de hadas y el cine clásico de Hollywood:
“ la intensa participación que en [ellos] tenía lugar en nada
dependía del más o menos placentero juego de formulación de hipótesis
sobre unos aconteceres que [los públicos] conocían sobradamente, sino
por el contrario, en el hecho de aguardar, de repetir y de deletrear los
acontecimientos que sabían había de producirse de manera
inexorable”26
Y retornamos a ellos no sólo por placer, como acabamos de ver, sino por
necesidad:
“Algo en su trama, le retiene con un extraordinario poder:
necesita deletrearlo. Todo indica, en suma que no es el juego de
hipótesis sobre el devenir de la narración lo que le atrapa, sino
precisamente todo lo contrario: la necesidad del reencuentro con esa
trama que conoce y que, a la vez, necesita repetir.”27
El motivo de esta necesidad guarda relación directa con otra característica de
los relatos míticos: su carácter mistérico. Ese carácter que, al hablar del mito, González
Requena describe así:
“En el núcleo mismo de la estructura del relato mítico tiene lugar
sucesos no sólo maravillosos, sino también incomprensibles: sucesos
que escapan, por tanto, a toda verosimilitud y a toda previsibilidad –a
26 GONZÁLEZ REQUENA, Jesús, Clásico, manierista, postclásico. Los modos del relato en el cine
de Hollywood. , 2ª Edición, Castilla Ediciones, Valladolid, 2007. p. 496 27 GONZÁLEZ REQUENA, Jesús, Clásico, manierista, postclásico. Los modos del relato en el cine
de Hollywood. , 2ª Edición, Castilla Ediciones, Valladolid, 2007. p. 497
34 La eficacia simbólica en Big Fish
toda otra previsibilidad que la que el mito garantizaba con su misma
existencia. O todavía en otros términos: que quiebran todas las hipótesis
previsibles, que nos responden a ninguna inferencia razonable distinta
de la que el mito mismo funda con su existencia. Y en ellos, sin
embargo, anida, para las civilizaciones míticas, el núcleo mismo de su –
sagrada- verdad.”28
Concluiremos entonces que el relato mítico, teniendo en cuenta las
características que acabamos de ver: su carácter mistérico y la necesidad del lector
(espectador) de buscar su reencuentro, comparte:
“…la plétora de sentido que caracteriza al mito –y, por extensión,
a aquellos otros relatos que participan de su estela- lejos de ser el efecto
de una férrea causalidad lógica que ligaría sus aconteceres, constituye
en cambio su fundamento mismo.”29
Así pues, el relato simbólico sería la forma esencial del relato, compuesta por
una combinación de dos estructuras: la de la Donación y la de la Carencia.30 La
estructura de la Carencia vendría determinada por los conflictos suscitados por el deseo
del sujeto y, en principio, esta estructura sería suficiente para configurar un relato, al
desencadenar sus efectos en el campo del suspense y la identificación. Sin embargo,
para la conformación de esa forma esencial del relato que es el relato simbólico, es
necesaria la presencia de la estructura de la Donación ya que:
28 GONZÁLEZ REQUENA, Jesús, Clásico, manierista, postclásico. Los modos del relato en el cine
de Hollywood. , 2ª Edición, Castilla Ediciones, Valladolid, 2007. p. 498 29 GONZÁLEZ REQUENA, Jesús, Clásico, manierista, postclásico. Los modos del relato en el cine
de Hollywood. , 2ª Edición, Castilla Ediciones, Valladolid, 2007. p. 498 30 GONZÁLEZ REQUENA, Jesús, Clásico, manierista, postclásico. Los modos del relato en el cine
de Hollywood. , 2ª Edición, Castilla Ediciones, Valladolid, 2007. p. 525
El reencuentro con la eficacia simbólica en Big Fish 35
“…permite modalizar […] en términos éticos, es decir, en relación
a la Ley” 31
Y por lo tanto será la estructura de la Donación la que hace posible calificar las
acciones desencadenadas por la carencia, como positivas o negativas, y diferenciar las
acciones del antagonista y del protagonista, y configurar a éste como héroe.
El relato simbólico será, entonces, el trayecto del deseo (carencia) de un sujeto
cuyos actos estarán dotados de una dimensión ética (héroe) en un universo narrativo
donde la ley se hace presente (donación).32
31 GONZÁLEZ REQUENA, Jesús, Clásico, manierista, postclásico. Los modos del relato en el cine
de Hollywood. , 2ª Edición, Castilla Ediciones, Valladolid, 2007. p. 527 32 GONZÁLEZ REQUENA, Jesús, Clásico, manierista, postclásico. Los modos del relato en el cine
de Hollywood. , 2ª Edición, Castilla Ediciones, Valladolid, 2007. p. 527
36 La eficacia simbólica en Big Fish
2.2 La eficacia simbólica
Claude Lévi-Strauss define la eficacia simbólica de este modo:
“La eficacia simbólica consistiría precisamente en esta
«propiedad inductora»33 que poseerían, unas con respecto a otras,
ciertas estructuras formalmente homologas capaces de constituirse, con
materiales diferentes en diferentes niveles del ser vivo: procesos
orgánicos, psiquismo inconsciente, pensamiento reflexivo.”34
Esta definición es, intencionadamente, amplia, pero si tomamos en
consideración el contexto en el que Levi-Strauss la enuncia, que no es otro que el
análisis de la cura que cierto ritual chamánico opera a nivel orgánico en un parturienta
con un parto difícil, debiéramos descartar la aparente reciprocidad de la “propiedad
inductora” de unas estructuras sobre otras a diferentes niveles, para quedarnos
únicamente con aquella que el autor demuestra en su análisis que es la inducción que
un ritual chamánico (performance de un relato simbólico) opera sobre la mujer
embarazada (tanto a nivel racional, como a nivel inconsciente y, gracias a ello, a nivel
orgánico). La eficacia simbólica sería, entonces, la propiedad inductora de un relato
mítico que provoca en el sujeto paciente, una aceptación racional de ciertos elementos
33 “propiedad inductora” hace referencia al párrafo del texto inmediatamente anterior a la definición
propuesta: “…se trataría en cada caso de inducir una transformación orgánica, consistente, en esencia, en
una reorganización estructural, haciendo que el enfermo viva intensamente un mito —ya recibido, ya
producido— y cuya estructura sería, en el plano del psiquismo inconsciente, análoga a aquella cuya
formación se quiere obtener en el nivel del cuerpo.” 34 LÉVI-STRAUSS, Claude, Antropología estructural, Eudeba, Buenos Aires, 1968.
El reencuentro con la eficacia simbólica en Big Fish 37
simbólicos no objetivos. Y en el marco del ritual, esta aceptación provoca una respuesta
a nivel orgánico desbloqueando el proceso del parto.
La debilidad de la definición de Lévi-Strauss tiene que ver con su enfoque
estructural. Propone que un relato simbólico es capaz de inducir por sí mismo
transformaciones en un receptor. Según su planteamiento una cura sería capaz de
sanar una dolencia por sí misma. Parece obviar la necesidad ineludible que dicha cura
sea llevada a cabo por un médico sobre el paciente en un momento dado. Es decir, no
considera en su definición de eficacia simbólica, la performance necesaria de un emisor
cualificado sobre un receptor crédulo en un momento determinado. Continuando con el
símil médico, si un médico preparado no llevara a cabo la cura del modo adecuado, en
el momento adecuado, sobre un paciente que confiara en el tratamiento, la cura
carecería de valor. Sin esta necesaria performance la cura quedaría únicamente en un
estadio de capacidad potencial sanador.
Como veremos en el análisis realizado a la película Big Fish en el apartado
principal de esta investigación, Will, el protagonista, narra un relato ficticio a su padre,
Edward, en el momento de la muerte de este, gracias al cual el progenitor es capaz de
morir en paz satisfecho con la “historia de su vida”. Sin embargo será necesaria la
convergencia de numerosos factores para que el relato de Will ejerza su efector
reparador. Será necesario, en primer lugar, que tanto Will como Edward ocupen
íntegramente sus roles de hijo y padre respectivamente. Sin la adecuada consideración
del uno con relación al otro, el relato no ejercería eficacia alguna. Ciertas historias no
tienen valor para cada uno de nosotros sino son contadas por la persona adecuada.
En segundo lugar, padre e hijo deberán tener cierta sensibilidad consciente
hacia un tipo particular de historias. El tipo de historia que Edward cuenta sin cesar
sobre eventos significativos de su vida, a los que viste de elementos simbólicos,
consiguiendo que el suceso adquiera una dimensión diferente, dotada de un sentido,
que la mera descripción de los hechos no conseguiría. Por lo tanto, ambos deben
38 La eficacia simbólica en Big Fish
reconocer el valor de estas historias para que las puedan experimentar como
verdaderas, aún sabiendo que no todo lo que relatan es objetivamente verdadero.
En tercer lugar, la historia debe ser contada por Will en el momento oportuno. Si
el relato fuera narrado por Will en un momento diferente al de la muerte de su padre, es
posible que ayudara a que Edward encontrar un mayor sentido a su vida. Pero al contar
la historia en el umbra de la muerte, consigue que Edward supere su angustia y afronte
con satisfacción el fin de su existencia.
Estos tres factores son críticos a la hora de entender la capacidad
transformadora de ciertos relatos míticos, en el ámbito concreto de análisis
cinematográfico de esta investigación. Por ello, es necesaria una definición de eficacia
simbólica que contemple una serie de factores por encima del potencial de un
determinado tipo de historias.
Para esta dimensión diferente de la eficacia simbólica, consideraremos la
revisión crítica que Jesús González Requena lleva a cabo en los textos antes citados.
Desde esta revisión, trataremos de demostrar cómo los tres factores a los que hemos
aludido, son necesarios en una eficacia simbólica que ejerza su poder transformador.
En primer lugar aludíamos a la necesidad de que Will y Edward se reconozcan
en sus roles de padre e hijo, del mismo modo que un miembro de una tribu y un chamán
han de reconocer conscientemente sus respectivos roles para que la labor de éste se
lleve a cabo satisfactoriamente. Como veremos en el análisis de la película, Edward
reconoce a su hijo como propio sin discusión (una escalera del hogar familiar está
decorada con fotografías del su crecimiento hasta convertirse en adulto y de sus
ulteriores éxitos profesionales), sin embargo Will alberga dudas sobre su padre. Le cree
infiel a su madre y ausente del hogar y por lo tanto de su cuidado.
El reencuentro con la eficacia simbólica en Big Fish 39
Como recoge González Requena en su texto sobre los Tres Reyes Magos, para
que el hijo pueda recibir la donación que sus padres realizan en nombre de los Reyes
Magos, para que este acto adquiera la donación simbólica necesaria para el hijo:
“…, nada tan imprescindible para el nuevo ser destinado a
afrontar su travesía por lo real, que la promesa de que es posible un
futuro digno que le aguarda. […] Sin duda, si los padres no realizan ese
trabajo, esas palabras, como los propios Magos, dejan de existir”35
Por ello:
“Sólo si los padres afrontan su angustina y sustentan un –digno-
relato, hacen posible que exista para el niño ese orden de trascendencia
que es el orden mismo del sentido. Es decir, el orden del mito en el que
el sentido anida.”36
En el caso de Will, en tanto que adulto, es necesario que crea que su padre ha
sustentado el digno relato, ha de creer que ha ejercido como Padre, para creer en su
palabra en el seno de la familia.
Una vez que Will crea que Edward ha mantenido su promesa como padre,
entrará en juego el segundo factor, aquel que hará que sea sensible al valor de las
historias que cuenta, que los relatos que narra tienen un sentido más allá de la intención
de novelar los acontecimientos de su vida. Para que esto sea posible no será suficiente
que Will sepa que las historias aluden a hechos concretos de la vida de su padre,
porque esto siempre lo ha sabido, y sólo:
“constituye uno de los datos –podríamos decir también: de los
enunciados- que conforman su realidad, la realidad intersubjetiva que
35 GONZÁLEZ REQUENA, Jesús, Los Tres Reyes Magos, La eficacia simbólica, p. 119 36 GONZÁLEZ REQUENA, Jesús, Los Tres Reyes Magos, La eficacia simbólica, p. 120
40 La eficacia simbólica en Big Fish
habita y comparte con los otros individuos de su cultura. Pero ese, en sí
mismo, es un saber distante, objetivo, abstracto.”37
Únicamente ese conocimiento no le permite valorar las palabras de su padre
más que como encubridoras de los hechos que tanto reclama conocer. Sin embargo,
más adelante, cuando las palabras del médico de la familia y su propia narranción le
muestren de forma súbita que las historias albergan otro tipo de valor, comenzará a
considerar los relatos de su padre como relatos capaces de articular sentido sobre su
vida. Es entonces cuando los hará suyos y pasarán, por fin, a formar parte de:
“…ese interior de su espíritu de que nos habla Lévi-Strauss, en
su insconsciente en suma…”
Porque una de las condiciones que González Requena considera necesarias
para que los relatos simbólicos operen su eficacia, es que el sujeto los haya incorporado
a su espíritu interior, a su subjetividad.
“No basta, como los hechos así lo demuestran, si la mujer no
puede vivirla como propia: reconocerla como su narración, es decir
como el relato que constituye su verdad interior…”38
Será necesario, entonces, que Will entienda y acepte el potencial de los relatos
de su padre y los incorpore a su propia visión del mundo.
El tercer factor al que hacíamos referencia es la necesidad de que un relato
símbólico sea narrado en el momento oportuno, para que despliegue toda su eficacia.
Probablemente sea el aspecto más evidente una vez que se toma en consideración,
pero a la vez es el que más fácilmente se olvida en las aproximaciones teóricas. En
37 GONZÁLEZ REQUENA, Jesús, “La eficacia simbólica”, en Trama y fondo nº26, Madrid 2009. p. 18 38 GONZÁLEZ REQUENA, Jesús, “La eficacia simbólica”, en Trama y fondo nº26, Madrid 2009. p. 24
El reencuentro con la eficacia simbólica en Big Fish 41
buena parte de las investigaciones tanto antropológicas como folclóricas se tiene a
considerá a los mitos, cuentos y leyendas, objeto de su análisis, como conceptos
aislados, como entidades propias cuyas características se pueden desgranar
aisladamente. Si bien estas investigaciones han postulado avances necesarios en el
análisis de este tipo de relatos, a menudo olvidan que sólo es el mensaje de una
comunicación.
Quizá en otro tipo de relatos, como la literatura o el cine, la comunicación en sí
pueda considerarse en un segundo plano, por su inmutabilidad y la reducida influencia
de factores externos. Pero no es el caso de los relatos simbólicos mencionados, donde
el acto mismo de la comunicación, el ritual, forma parte esencial en la perpetuación del
grupo social que los alberga.
Si nos tomamos en serio la comunicación del mensaje –relato simbólico-,
debemos considerar la acción –la enunciación – y el tiempo –el momento- en el que
esta se produce.
“Se comprende entonces por qué el símbolo, para serlo, debe
ser narrado: en el campo, siempre azaroso, de lo real, debe introducir
una cadena de sentido que genere una causalidad necesaria allí donde,
por sí misma, no puede existir. Y se comprende igualmente, por ello
mismo, que esa narración no pueda ser genérica, sino concreta: su
eficacia depende, en buena medida, de que el relato irrumpa en el
momento necesario”39
Para que el relato de Will a su padre cumpla su cometido, para que logre
generar una cadena sentido en la vida de Edward, deberá ser narrado por aquel y
deberá hacerlo en el momento concreto, en el umbral mismo de la muerte.
39 GONZÁLEZ REQUENA, Jesús, “La eficacia simbólica”, en Trama y fondo nº26, Madrid 2009. p. 28
42 La eficacia simbólica en Big Fish
Una vez considerados estos tres factores, debemos convenir que para que un
relato alcance la eficacia simbólica deberá ser contado en el momento oportuno, por un
narrador cualificado a un oyente que haya aceptado dicho relato como parte de su
subjetividad. Sólo entonces, el relato provocará en éste una aceptación racional de
ciertos elementos simbólicos no objetivos, introduciendo así un sentido en su vida que
no se encontraba allí antes de la narración.
Este es el punto de partida teórico que consideramos adecuado para abordar el
análisis de Big Fish como ejemplo de texto cinematográfico que muestra el necesario
reencuentro del hombre moderno con la eficacia simbólica de cierto tipo de relatos.
44 Análisis
3.1 Criterio de selección de las secuencias a analizar
Las secuencias escogidas para su análisis detenido son, como comentábamos
anteriormente, pertenecientes al hilo argumental que narra la historia de la familia, así
como el reencuentro de sus miembros los últimos días antes de su muerte. No se
analizan, por lo tanto, las secuencias que recogen los cuentos maravillosos sobre la
vida del padre.
Así pues, nos centraremos únicamente en las secuencias que contienen
encuentros entre padre e hijo, con la única excepción de la secuencia que narra el
encuentro del hijo con una posible amante del padre. Ha sido necesario realizar esta
excepción por la relevancia de esta secuencia para explicar la evolución de la relación
del padre y el hijo en el film.
En el análisis del último encuentro de Will con su padre, se han incluido
imágenes del cuento que Will narra, no para ser analizadas, sino, únicamente, para
facilitar la compresión del análisis realizado de dicha secuencia.
El resto de las secuencias del tiempo presente de la narración, así como
aquellas que recogen las historias simbólicas del Edward (el padre) quedan fuera del
alcance de este trabajo, quedando pospuestas para una investigación futura.
El reencuentro con la eficacia simbólica en Big Fish 45
3.3 El comienzo del relato, salida de las profundidades
La primera intervención consciente del director en el film se produce sobre la
cabecera de la productora40. Comenzamos con un plano general habitual en la
presentación de las películas distribuidas por la “Columbia”
En el mismo momento de la aparición de la imagen por fundido comienza una
melodía no diegética, de tono suave y tempo lento. Esta melodía antecede y acompaña,
primero a la desaparición de los textos (palabras) en la imagen dejándonos únicamente
40 Este tipo de intervención se ha convertido en una especie de “marca de la casa” de Tim Burton.
Excepto en su primer film Bitelchus (Beetlejuice 1988), en todas sus películas lleva a cabo algún tipo de
actuación en la cabecera de la productora. En algunos casos se trata de una intervención leve,
superponiendo únicamente la banda sonora sobre la cabecera. Pero en otros llega a modificar la
composición visual de la misma (particularmente en las películas producidas por la Warner, su productora
habitual), con una marcada tendencia a integrar el anagrama de la distribuidora con la imagen que da
comienzo al relato.
46 Análisis
con la figura humana y, posteriormente, la melodía acompaña a un movimiento que
podríamos llamar de zoom hacia el brillo de la antorcha que porta el icono de la
distribuidora, hasta que el brillo de la misma ocupa toda la imagen dejando en blanco la
pantalla.
De este modo, la cabecera de presentación de la distribuidora, que en
numerosas ocasiones simplemente acompaña a la introducción de la melodía de la
película, en este caso toma protagonismo al presentar a la figura humana y, más
concretamente a la antorcha como el lugar de donde “surge” el relato, en definitiva
donde se “da a luz” al relato. Tenemos, por lo tanto, una mujer como representación del
icono de la libertad estadounidense (y probablemente occidental) como portadora de
una antorcha donde nace el relato.
El reencuentro con la eficacia simbólica en Big Fish 47
La melodía continúa de fondo a la vez que el brillo blanco de la pantalla va
dando paso, paulatinamente, a unos haces de luz similares a los de la antorcha, que
ahora oscilan suavemente. A la vez, el fondo ha cambiado, desvelando formas
ondulantes, abstractas en principio, que se van conformando como la superficie del
agua. Un agua que se nos presenta verde y oscura, muy oscura, una vez que “dejamos
de mirar” al reflejo, a la luz. La cámara realiza lo que parece un movimiento panorámico
vertical que nos aleja del haz de luz, sumiéndonos en la oscuridad verdosa de un fondo
acuático. Lo que parecía un reflejo desde el interior del agua, no era un reflejo, sino la
luz directa del sol atravesando la superficie del agua hacia el interior oscuro, muy
oscuro, más de lo que sería en un fondo acuático de tan poca profundidad bajo una luz
tan directa del sol.
A medida que el movimiento de cámara nos aleja de la luz, el entorno se revela
más y más oscuro y ramas negras de plantas acuáticas comienzan a aparecer en la
parte inferior de la imagen y van ocupando la pantalla a la vez que aparecen siluetas de
peces (allí donde llega la luz del sol) y volvemos a ver el rótulo “Columbia Pictures
Presents”. La imagen continúa oscureciéndose y las ramas pasan a enmarcar casi por
completo la imagen. Las ramas son ramas secas, de plantas muertas, no tienen hojas,
no parecen vegetación.
48 Análisis
Así, después de la “iluminación” y inicio del relato, nos adentramos en la
oscuridad, una oscuridad irreal, excesiva en un fondo marino de vegetación muerta. Al
mismo tiempo comienza a sonar de fondo, de modo sutil, un sonido similar al de los
motores de un submarino acompañando al tintineo que la música reproduce en ese
momento.
Una vez situados en el fondo, la cámara comienza un movimiento de travelling
de avance y, justo en ese momento, las siluetas de pequeños peces huyen asustadas
hacia fuera de plano por los oscuros laterales de la imagen. De fondo cesa el sonido
grave y se oye un efecto sonoro que acompaña la desbandada de los pececillos.
Cuando los peces salen de cuadro por el lateral superior de la imagen un breve
brillo de luz aparece en el tercio inferior de la imagen. Es poco perceptible, pero destaca
en la oscuridad que impera en la imagen en ese momento.
El reencuentro con la eficacia simbólica en Big Fish 49
Un instante después, desde el lado izquierdo de la imagen, aparece una especie
de tentáculo que “barre” la imagen de izquierda a derecha casi por completo.
El tintineo de la melodía cesa casi por completo y da cierto énfasis a la aparición
progresiva de una masa negra oscilante que se va adueñando de la imagen desde el
marco superior hacia abajo. Mostrando sucesivamente “barbas” y aletas de un gran pez.
50 Análisis
La masa oscura llena de “extremidades” adelanta a la cámara en su avance y
oculta los haces de luz luminosos de la superficie. Dejándonos atrapados en una
estrecha franja de azul, entre las numerosas extremidades y las plantas retorcidas del
lecho del río (como pronto identificaremos).
Por fin la masa oscura sigue avanzando a la vez que ondula y se muestra como
un pez que se aleja nadando de la cámara. El propio avance del animal oculta sus
extremidades, excepto las aletas principales. De nuevo se vuelve a ver la superficie de
las aguas y, justo en el instante que se muestra el pez por completo, se identifica la
obra como una película y a Tim Burton como su autor o propietario. Y la cola del pez
parece recorrer el nombre del director de lado a lado.
El reencuentro con la eficacia simbólica en Big Fish 51
En el momento de la aparición del nombre del director, el pez continúa su
movimiento oscilante pero deja de avanzar en profundidad, facilitando que la cámara se
coloque a su lado derecho inmediatamente después de la desaparición del nombre de
Tim Burton.
52 Análisis
La figura del pez oscurece por completo la mitad izquierda del cuadro, y la
desaparición de las letras deja vez un anzuelo brillante que hasta entonces había
ocultado el nombre del director. La música continúa con acordes largos y melódicos.
Cuando finalmente la cámara se sitúa a la altura de un pez que parece que se
haya detenido a contemplar el anzuelo que le espera, comienza una voz en off diciendo
que algunos peces no pueden ser cogidos41.
41 Tanto en este caso como en el resto del documento hacemos referencia a los diálogos originales
en inglés, que en ocasiones pueden no coincidir con los subtítulos mostrados como referencia.
El reencuentro con la eficacia simbólica en Big Fish 53
La cámara termina de adelantar a un pez que mira al anzuelo sin dejarse
atrapar.
54 Análisis
Es la cámara la que se dirige directa hacia el anzuelo como si fuéramos nosotros
los que fuéramos a morderlo hipnotizados, hasta que finalmente el plomo y el propio
anzuelo ocupan el centro de la pantalla, rodeado de ramas secas, retorcidas,
amenazantes.
De hecho finalmente el anzuelo nos golpea, cuando llega hasta nosotros
subrayado por el suave tintineo de un golpe metálico.
Justo cuando el anzuelo nos golpea comienza un encadenado de la imagen del
lecho del río seco y de ramas retorcidas por otro, igual de oscuro, pero con plantas
vivas y oscilantes. Al mismo tiempo que el encadenado, la voz en off continua,
mencionando las cualidades que no diferencian a unos peces de los peces imposibles
de coger.
El reencuentro con la eficacia simbólica en Big Fish 55
“Sólo son tocados por algo extra” continúa la voz en off al finalizar el
encadenado y los brillos de la superficie cobran protagonismo. El nombre del actor
principal, aparece en el instante que se menciona la palabra “extra”.
56 Análisis
El avance en travelling de la cámara continúa, pero es el movimiento
panorámico vertical el que hace cambiar la composición de modo sutil. La panorámica
reduce la presencia de las plantas, de la oscuridad, subiendo poco a poco la mirada
hacia los brillos de la superficie. Menguando la oscuridad y aumentando la luz, aunque
sea una luz dubitativa, fluctuante.
Cuando los brillos ondulantes de la superficie ocupan la mitad superior del
cuadro, los haces de luz tenue recorren la imagen de arriba abajo ligeramente
inclinados. El fondo oscuro ha desaparecido y sólo algunas ramas ocupan el tercio
inferior de la imagen. Uno de esos peces especiales es presentado: “La Bestia”, justo
antes de aparecer por la derecha del cuadro con la boca abierta, anhelante, y
adueñarse de todo lo el cuadro hasta taparlo (¿obturarlo?) por completo con su cuerpo
en un barrido de derecha a izquierda.
El reencuentro con la eficacia simbólica en Big Fish 57
Después termina su recorrido, permitiéndonos ver la luz de nuevo en el instante
que la voz en off menciona que nació “By the time I was born”.
La voz en off continúa a medida que el pez desaparece y aparece el nombre de
“Albert Finney” el actor con el rol de padre en la historia.
58 Análisis
Apenas queda rastro del fondo, el agua turbia, los haces de luz y las ondas
brillantes ocupan todo el plano. Pero nuevamente es efímero, un nuevo encadenado
nos muestra una imagen del fondo del río donde el fondo oscuro aparece otra vez y el
campo de visión se llena de anzuelos.
“El dejó pasar más anzuelos de 100 dólares que cualquier otro pez en Alabama”
Es importante señalar que la voz en off utiliza el artículo “el” en lugar del impersonal “it”
El reencuentro con la eficacia simbólica en Big Fish 59
empleado en inglés como artículo para los animales. De igual modo, otorga cualidades
racionales al pez al proponer que el pez dejó pasar los anzuelos. Más como una
elección que como una huida o escapatoria, una elección difícil al rechazar: anzuelos
muy caros. Por último, el narrador remarca la procedencia del pez: Alabama.
La imagen sigue oscureciéndose a medida que la cámara continúa su avance
entre los anzuelos.
60 Análisis
Y el narrador continúa su historia “Algunos dicen que ese pez era el fantasma de
un ladrón…”
“…quien se habría ahogado en el río…” Remarcado la frase con al mostrar una
calavera en uno de los plomos de los anzuelos. Una calavera que aparece como
El reencuentro con la eficacia simbólica en Big Fish 61
el reflejo de la cámara, de nuestra mirada. El plomo refleja la calavera del espectador,
nuestra calavera. Y la imagen se oscurece casi por completo.
62 Análisis
3.4 El relato del padre
“… 60 años antes” Finaliza la frase la voz, marcando un periodo temporal que la
narración parece recorrer al coincidir con un encadenado que inicia un flashback. En el
encadenado cambia el avance en profundidad de la cámara por un travelling lateral
hacia la izquierda que comienza mostrando la pared de una habitación y el nombre la
protagonista femenina del film, Jessica Lange, la madre. El nombre surge cuando aún
se puede ver, levemente, el agua y ésta, por obra del encadenado, se transforma en la
pared del dormitorio del protagonista, de la casa familiar. Y la pared termina de “fraguar”
visualmente al mismo tiempo que termina de “fraguar” el nombre de la actriz-madre.
El reencuentro con la eficacia simbólica en Big Fish 63
El travelling continúa su movimiento hacia la izquierda y ligeramente hacia atrás
mostrando el empapelado a rayas verticales de la pared de la habitación de Will, el hijo.
La pared, además del empapelado decorativo, muestra otro tipo de empapelado: los
dibujos de Will niño también están pegados en ella.
“-Otros clamaban que era un dinosaurio del periodo Cruácico”
64 Análisis
El primer papel muestra un dibujo de un superhéroe multicolor, de brazos
fuertes, cuerpo rojo y con forma de corazón, una C como inicial y una cara con tres
manchas, una de ellas también con forma de corazón.
El siguiente papel, debajo del anterior, muestra una forma animal verde
(¿dinosaurio o dragón?) y comenzamos a ver la cabecera de la cama de Will.
Un niño (Will en su infancia) escucha atento el cuento en su cama
El reencuentro con la eficacia simbólica en Big Fish 65
“-Yo no daba ningún valor a esa especulación o superstición…”
El niño, Will, se encuentra recostado sobre la almohada, en una cama de
madera con barrotes, con un pijama a rayas y muy tapado, mirando hacia fuera de
campo entregado a la historia. Es un niño que escucha embelesado el cuento que le
narra su padre.
66 Análisis
“-Todo lo que sabía era que había estado intentando atrapar ese pez…”
Por lo tanto, accedemos en primer lugar a la visión del hijo. No se nos muestra al
narrador para que le veamos y escuchemos. Lo importante es que veamos lo que el
niño siente y vive al escuchar la historia. La película narrará las historias mágicas del
padre, pero la visión que compartimos es la del hijo como receptor de los cuentos y su
evolución en la percepción de las mismas. Y el niño en este momento cree en los
cuentos del padre como corresponde a la etapa de pensamiento en la que por su edad
se encuentra.
El travelling continúa e introduce al narrador en escena.
Pero aunque su silueta empieza a mostrarse recortada por el marco izquierdo de
la imagen, lo primero que cobra protagonismo es su mano, entrando en primer plano
con un movimiento enérgico. Y el niño deja de mirar a su padre para seguir el
movimiento de su mano. Un movimiento casi igual al que tenía la cola del pez en la
secuencia anterior.
El reencuentro con la eficacia simbólica en Big Fish 67
Junto con el “aleteo” de la mano vamos viendo más y más al narrador. Un
narrador de espaldas y por lo tanto sin identidad aún. Al ocultarse la mano, el niño
vuelve a mirar a su padre.
Es importante remarcar que la figura entra en imagen por un doble movimiento:
el travelling de la cámara que incorpora su figura al cuadro, pero también porque el
narrador se inclina sobre el hijo, se abalanza sobre él adueñándose del cuadro.
68 Análisis
Hasta que, finalmente, la figura del padre eclipsa a la del hijo.
“-… desde que era un niño no mayor que tu”
La figura del padre tapa, oculta, niega al hijo justo en el momento en el que le
dice él a su edad ya estaba tratando de pescar ese pez. Minusvalora a su hijo por
comparación consigo mismo, mucho más avezado.
El travelling continúa, el tiempo pasa, y a medida que la figura del hijo y del
padre sale por la derecha del cuadro, volvemos a la pared del papel a rayas y de los
dibujos:
primero una figura-bola tricolor sin cabeza, luego una especie de figura animal o
draconiana roja y finalmente “en el día que nació Will “un dragón verde enfrentándose a
unos caballeros.
El reencuentro con la eficacia simbólica en Big Fish 69
“-En el día que tu naciste…”
El narrador deja la frase en puntos suspensivos, brevemente, coincidiendo con
la imagen pintada de la batalla del dragón. Fundido a un oscuro fondo acuático, casi
negro. El narrador vuelve de la breve pausa “... bueno, ese fue el día que finalmente lo
capturé”.
“La Bestia” aparece en esa agua negra, encima nuestro avanzando del margen
inferior hacia el superior de la imagen. Pero es sólo una sombra, una silueta oscura, que
nada libre a sus anchas. No hay, por lo tanto, correlación visual entre el momento de su
captura en el discurso y las imágenes del gran pez nadando. Tenemos la imagen
objetiva para que como espectadores no creamos la realidad objetiva de la historia del
padre. Así de este modo, de una parte, se nos demuestra que la historia no es verídica
y por lo tanto se trata de un cuento. Pero a la vez, como el film nos desmiente la
realidad de la historia del padre, nos sitúa en la posición del niño cuando descubre que
los cuentos del padre no eran verdad objetiva, en el momento de cese del pensamiento
mágico. A partir de este momento, y hasta el final del film, el niño no cree en los
cuentos del padre
70 Análisis
El pez continúa su movimiento, oscilando su cola y sus aletas con el mismo
movimiento que Edward oscilaba sus manos frente a su hijo.
Otro encadenado, cambiando de nuevo un fondo acuático por una travelling
lateral desde la izquierda por la oscuridad de las ramas de un arbusto de noche, a
través del cual vemos pequeñas puntitos luminosos.
El reencuentro con la eficacia simbólica en Big Fish 71
“-Ahora, Intenté todo para ello:…”
Y el travelling ocasiona el efecto óptico de que los arbustos son en realidad un
telón, que se descorre para dejarnos ver una actuación.
“-… gusanos, anzuelos, mantequilla de cacahuete, mantequilla de cacahuete y queso
72 Análisis
-Pero aquel día tuve una revelación:”
“-Si aquel pez era el fantasma de Henry Walls (¿?), entonces el cebo normal no iba a
funcionar”
El telón, una vez descorrido, muestra un decorado, unos personajes disfrazados
y un intérprete. Nos muestra una representación. Quizá la recreación de aquellas
escenas del pasado, en las que el jefe de la tribu narraba sus historias míticas a los
jóvenes indios americanos. Una representación que referencia a una posible
escenografía de la transmisión oral de los relatos míticos, de los moradores originarios
de Norteamérica.
Sin embargo, una apropiada escenografía de tradición oral, no es suficiente para
mantener la fantasía del pensamiento mágico en el niño, así que cuando el travelling se
detiene, Will niño entra en imagen y es el único que no presta atención a su padre, ya
sabe racionalmente que la historia no es real y por lo tanto escucha defraudado. Pero lo
hace al margen, callado, permitiendo a su padre mantener la ilusión con otros oyentes.
El reencuentro con la eficacia simbólica en Big Fish 73
Y éstos aún sí se creen la historia a pies juntillas.
Salto sobre el eje en aproximación a la espalda del narrador. Ésta conforma gran
parte de la imagen (en negro) y a ambos lados vemos los rostros de los niños
iluminados por las llamas del fuego, que escuchan embelesados la historia.
“-Iba a tener que usar algo que de verdad el deseara”
De nuevo son las manos del narrador las que cobran protagonismo. La mano
izquierda entra en plano desde la parte inferior del cuadro.
74 Análisis
La mirada de los niños se dirige hacia la mano del narrador.
Salto a primerísimo primer plano de parte de una palma de una mano con un
típico anillo de matrimonio en uno de los dedos. Mostrando el anillo como el objeto del
verdadero deseo del pez (nuevamente nombrado con artículo masculino y no neutro)
El reencuentro con la eficacia simbólica en Big Fish 75
Sin embargo no parece un anillo de oro brillante, parece un anillo oscuro, de
obsidiana, sobre el que se reflejan las luces del campamento. Un anillo de oro, una
alianza que aparece oscurecida. Esta es la primera muestra de uno de los ejes
centrales en el camino de reconciliación del hijo con su padre, las dudas que el hijo
sobre la fidelidad del padre. Fidelidad a su madre y al propio hogar familiar. Cuando
Jenny, la muchacha de Espectra, le confirme la fidelidad de su padre, entonces Will
comenzará a su reconciliación con él.
Pero los niños, inmersos aún en el pensamiento mágico no lo entienden.
76 Análisis
“-¿Tu dedo? -Oro”
Y son los mismos dedos del narrador los que enturbian el plano medio corto del
niño, que a su vez se encuentra rodeado de un fondo oscuro y desenfocado. Y
finalmente sabemos que lo que el pez deseaba no es el anillo, sino el material del que
está hecho, el oro.
Continua el movimiento de travelling lateral y el niño que parecía mirar al dedo
termina por mirarnos a nosotros cuando el movimiento de la cámara introduce otro niño
embelesado en campo.
El reencuentro con la eficacia simbólica en Big Fish 77
El movimiento continúa mostrando otro niño espectador.
“-Entonces até mi anillo en hilo más fuerte que se fabrica”
Y otro niño más.
78 Análisis
“-suficientemente fuerte para sujetar un puente, decía, por unos minutos”
Y finalmente entra en cuadro el hijo del narrador, casi a oscuras, mirando al
suelo. Con una expresión más de repudia al cuento, que de aburrimiento.
El reencuentro con la eficacia simbólica en Big Fish 79
“-Y lancé río arriba”
Repudia la historia porque ya no se la cree, ha superado el pensamiento mágico
(al menos en relación a las historias de su padre) y como sabe que el cuento es
objetivamente falso ha dejado de tener valor para él. Como sabemos, tardará muchos
años en creer en el valor simbólico de las historias como esta.
Y nuevamente la oscuridad se adueña de la imagen mientras oímos el sonido de
un carrete de caña de pescar soltando pita. En este caso el sonido antecede a la
imagen, ya que justo después, sobre el fondo oscuro, vemos volar, lanzado, al anillo de
oro sujeto por el hilo de pescar. El anillo aparece de derecha a izquierda, y casi parece
empujar al hijo fuera de la imagen. El niño desaparece empujado por el anillo, la
historia, o la fantasía de su padre. Por segunda vez el niño es tapado, obturado. Antes
lo fue por la figura de su padre, ahora lo es por el empuje de su alianza.
80 Análisis
Desaparece el anillo, nuevamente la oscuridad y, de nuevo, vuelve la voz del
narrador, pero en esta ocasión es la voz de un hombre bastante más mayor, casi en la
tercera edad, pero una voz aún con el cuerpo y la fuerza de un narrador.
“-La Bestia saltó y lo atrapó antes incluso de que tocara el agua”.
Encadenado a una pared de un tono similar al de la primera habitación estamos
en la misma casa. El travelling lateral de derecha a izquierda continúa y muestra un
pasillo en profundidad donde vemos al narrador, otra vez de espaldas, narrando la
historia a una muchacha sentada vestida para un baile.
El reencuentro con la eficacia simbólica en Big Fish 81
Y, de nuevo, ante la falta de identidad del narrador, sus manos cobran
protagonismo, con el enérgico movimiento de uno de sus puños, y el dedo índice.
“-…e igual de rápido, cortó limpiamente el hilo”
Al fondo unas cortinas dobles sugieren, nuevamente, un escenario, una
representación. Una representación con una princesa y con un príncipe que van a asistir
al baile.
82 Análisis
Una referencia visual más al mundo de los relatos míticos, en este caso a los
cuentos de hadas. Pero a esta segunda representación asistimos desde fuera. En
escena una princesa y un narrador, pero el príncipe aún no está en su lugar, aún no
está listo para salir a escena y ocupar su posición frente a la princesa, es el narrador, su
padre, el que la está cautivando. No es un hombre, aún es un niño que tiene que ser
ayudado por su madre para vestirse.
El reencuentro con la eficacia simbólica en Big Fish 83
Hasta tiene la voz de un niño y se queja como tal.
Porque aunque abre la boca sólo oímos una negación con voz de mujer o de
niño. Es la voz del narrador la suena: “Bien, puedes ver mi predicamento”
84 Análisis
El travelling cesa en este hermoso y preciso encuadre. El padre, en escena,
seduciendo a la novia y, en los hombros del escenario, la madre ayudando al hijo,
porque aún es un niño y no está listo a salir escena, a desempeñar su papel de novio
consorte (¿acaso no es el atuendo de ambos para una boda tanto como para un baile?).
Y es este preciso momento, cuando el oscuro anillo de oro aparece como lo que es: el
símbolo de matrimonio y fidelidad. Ya hemos mencionado la importancia de esta
fidelidad en el film. La necesidad del hijo de creer en la fidelidad del padre. Su
necesidad de creer que su padre ejerce como tal de nombre y de acto, aceptará las
historias del padre como relato simbólico y creerá en su valor.
Y es en este momento, cuando suena las palabra “Mi anillo de boda…” cuando
el hijo se gira para ver la historia que cuenta su padre
El reencuentro con la eficacia simbólica en Big Fish 85
“-Mi anillo de boda, el…”
“-… símbolo de fidelidad a mi mujer”.
Y siguiendo la mirada del hijo, saltamos al lugar de la representación. La novia
sentada aparece de espaldas con un vestido lila, mirando hacia las manos del narrador.
Un narrador que continúa oscuro y sin identidad, con la cabeza fuera de campo. Son
86 Análisis
sus manos las protagonistas del plano, las manos portadoras de la alianza
matrimonial42.
Tampoco debemos pasar por alto la importancia del umbral en este plano. Un
umbral doble, con dos puertas. Dos son aún los umbrales que separan a Will
adolescente-niño de su padre en el papel de novio seductor y dos son los umbrales que
le separan de su novia, porque él no es capaz de asumir ese rol. Y si bien la presencia
de las dos lámparas junto a los novios, crea una relación visual entre ellos, no es menos
cierta la presencia de la puerta entre ellos, separándolos. Y tan grande es la separación,
y tan lejos se encuentra el muchacho de su papel de novio, que no aguanta la mirada y
desaparece del plano.
42 Incluso un error de raccord refuerza la intención del cineasta con respecto a las manos. Sólo una
mano vemos levantada antes del cambio de plano. Dos son las manos alzadas después.
El reencuentro con la eficacia simbólica en Big Fish 87
Con el cambio de plano posterior, volvemos a salir del escenario.
“-… que pronto iba a ser la madre de mi hijo…”
88 Análisis
Y la mujer se iba convertir en madre. La misma madre que aún ha de arreglar a
su hijo. Y la única que puede mantener su presencia frente al padre, ya que el hijo no
puede, y le tiene que pedir a ella que le haga callar.
“-Hazle parar”
Él no puede hacer callar a su padre, sólo la madre podría. Y volvemos al
escenario.
El reencuentro con la eficacia simbólica en Big Fish 89
“-… estaba ahora perdido en el intestino de un pez inalcanzable”
En él, ya no vemos a Will, pero las manos continúan siendo protagonistas. Es lo
único que se mueve dentro del plano. Y aún cobran más protagonismo.
90 Análisis
Cambio de plano. Pasamos a un plano con un punto de vista particular. En
primera instancia lo podríamos clasificar de semi-subjetivo del narrador, sin embargo la
perpendicularidad con respecto a las manos y la mirada de la muchacha nos aleja de la
posible mirada del narrador. La proximidad física con éste es evidente, pero el objeto
del plano es, sin duda, mostrar en primera instancia las manos del narrador.
“-¿Qué hiciste?”
Incluso la pregunta de la muchacha enfatiza la importancia de la manos, ya que
su función principal no es otra que la de hacer. Y éstas se mueven.
“-Seguí a aquel pez río arriba y río abajo”
El reencuentro con la eficacia simbólica en Big Fish 91
Detengámonos un momento en la importancia de las manos. Hasta este
momento el narrador es alguien anónimo, alguien que no conocemos sólo oímos su
voz, sólo vemos sus silueta y sus manos. Y sus oyentes, hasta ahora, también se han
fijado en sus manos: Will niño en la cama, los niños del campamento indio, la muchacha
vestida para el baile, incluso nosotros, como espectadores, terminamos mirando a sus
manos.
El narrador tiene voz, pero también tiene manos, podemos decir, por lo tanto,
que es un narrador que detenta la palabra, pero también la acción. Un narrador-padre
que no sólo dice, también hace.
A nuestro entender, ya desde este momento tan temprano en el film (aún no
hemos llegado al título) queda claro lo que el hijo (Will) tardará mucho en comprender:
que su padre además de hablar, actúa y desempeña el rol que le corresponde. Sus
palabras como narrador contienen el valor simbólico necesario para configurar un relato
válido para el hijo, porque las pronuncia desde la posición del Padre. Pero Will piensa
que su padre biológico no está en esa posición (sus ausencias del hogar, las dudas
sobre su fidelidad) y por lo tanto sus historias carecen de valor simbólico para él. Como
ahora veremos, no será hasta el día de su boda, hasta el día que se convierte él mismo
en consorte, cuando se enfrentará a su padre para poner en duda sus palabras.
Retomemos el análisis de la película, donde lo dejamos, río arriba y río abajo.
El reencuentro con la eficacia simbólica en Big Fish 93
Esta vez no es un río anónimo, es el río Sena a su paso por París, como la
silueta de Notre Dame denota al fondo sobre el atardecer. Y en el Sena se encuentra
amarrado un barco, “Excelencia”, y debemos señalar que se encuentra amarrado justo
antes de una bifurcación del río, como si sus tripulantes hubieran realizado un alto para
decidir por donde seguir. Estamos ante un momento clave, donde las acciones de los
personajes les pueden llevar por uno u otro derrotero.
Pero nuestro barco, como símil de un viaje a punto de comenzar, está aún
amarrado a tierra, aún no ha zarpado. De hecho, el muelle al que está anclado tiene
casi la misma presencia visual que el propio barco, y en él tendrá lugar el momento
decisivo de la secuencia y de la relación entre el padre y el hijo en los años venideros.
La voz del narrador continúa la historia.
“-Este pez, la bestia…”
El reencuentro con la eficacia simbólica en Big Fish 95
Salto a primer plano del hijo adulto. Nuevamente accedemos al relato del padre
desde el punto de vista del hijo. Y nuevamente, el hijo no presta atención al relato del
padre. Su rostro, también ahora, expresa más falta de interés que aburrimiento.
La cámara retrocede con un lento travelling acompañador de una ligera
panorámica hacia la derecha que termina por introducir en el plano a la esposa de Will.
“-…cuando en realidad era ella…”
La secuencia se enmarca en la boda del hijo, es pues el momento para la
diferenciación sexual. No era un pez macho, era un pez hembra. Y la esposa de Will sí
mira al narrador de la historia.
Will comienza a mover su cabeza de derecha a izquierda (¿acaso también como
se mueve el pez en el inicio del film?)
96 Análisis
“-Estaba llena de huevos que iba a poner ese día”
Así pues el pez hembra iba a ser madre también ese día, y nos lo cuenta el
narrador al mismo tiempo que la esposa de Will pasa a protagonizar el plano.
El movimiento panorámico continúa introduciendo en plano una silueta y un
ramo de flores que ofrecen continuidad con el siguiente plano, también con la cámara
en un movimiento lateral.
“-Así que yo estaba en una situación”
Vemos a los asistentes de la boda de espaldas atendiendo al narrador.
Continúa le movimiento de cámara hasta mostrarnos por primera vez a Edward
Bloom como el narrador de la historia que hemos estado escuchando.
El reencuentro con la eficacia simbólica en Big Fish 97
“-Podía destripar a aquel pez…”
Edward aparece en profundidad, delante de la tarta nupcial, con sus manos de
nuevo tomando protagonismo.
“-…y recuperar mi alianza.”
Salto a primer plano de Edward, con ojos muy abiertos casi saltones, con las
figuras nupciales de la tarta a su izquierda y un telón rojo de fondo sugiriendo, de
nuevo, un espacio de representación teatral.
98 Análisis
“-… pero haciéndolo así, estaría matando el pez gato más inteligente…”
Cambio de plano, donde vemos la espalda de Edward y a los asistentes a la
boda que escuchan embelesados la historia.
El reencuentro con la eficacia simbólica en Big Fish 99
“-… del río Ashton”43.
Cambio de plano a la pareja de recién casados, en el momento en el que el hijo
es nombrado.
“- ¿Iba a privar a mi hijo...”
Edward cita a su hijo precisamente como heredero de un futuro en el que él
también pueda atrapar un pez como ese. Pero el hijo, al escuchar estas palabras, ya no
puede mantener la posición de esposo en esta boda. Susurra a su mujer al oído.
43 Las referencias al pueblo y río de Ashton parecen inventados por el guionista, ya que no hemos
encontrado tales municipios en Alabama. Sí existe, en cambio, el municipio de Ashland, en el que se sitúan
las historias en la novela de Daniel Wallace.
100 Análisis
“-… de la oportunidad de atrapar…”
Insistimos de nuevo, el hijo no es capaz de mantener su lugar como marido en el
momento en el que la historia del padre hace mención a la posibilidad de “atrapar”
(casarse) con una mujer44 inalcanzable.
Al fondo pasa una barcaza llena de luces, marcando la dirección por la que se
marchará Will. Y éste deja el plano, abandonando a su mujer en el banquete de boda.
44 Decimos mujer y no pez, porque es lo que hará el propio Edward un poco más adelante.
El reencuentro con la eficacia simbólica en Big Fish 101
“-… a un pez así por sí mismo ?”
El padre, por lo tanto, no está negando a su hijo, al contrario, reconoce su
derecho a atrapar a su propio “pez”45.
45 Es importante mencionar en este punto el uso en inglés coloquial del verbo pescar como sinónimo
de “ligar”. En castellano se pierde la fuerza de esta similitud de significados, dado que el verbo pescar
apenas se utiliza con ese significado, frente a otros verbos como cazar. Recordemos películas como Su
juego favorito (A man’s favorite Sport?, Howard Hawks 1964) y Un pez llamado Wanda (A fish called
Wanda, Charles Crichton y John Cleese 1988) en las que el propio argumento gira en torno a este doble
significado para tratar de entender de su peso entre los angloparlantes.
102 Análisis
“-Este ladyfish46 y yo…”
Y el narrador deja de hablar durante un par de segundos mirando al fondo. Le ha
afectado, y mucho, que su hijo se marche. Tanto, que aparta la mirada.
46 La traducción literal para este término sería Macabí. Siendo esta una especie diferente a la del
pez gato referido. De hecho en el guion original aparece separado como “lady fish”, por lo que pensamos
que el guionista en realidad quería hacer un juego de palabras “pez señorita” relacionando, ahora sí, de
forma explícita el pez hembra con una señorita casadera.
El reencuentro con la eficacia simbólica en Big Fish 103
“-Bueno, teníamos el mismo destino”
Vemos al hijo acercándose desde el fondo. Extrañamente, ninguno de los
asistentes presta atención a la marcha del novio, todos miran al narrador.
104 Análisis
Un movimiento panorámico sigue la marcha de Will. En su camino las lámparas
de la pared muestran también un recorrido similar al sugerido por las luces de la
barcaza unos planos antes.
El movimiento de cámara, junto con el propio recorrido de Will, producen una
aproximación al objetivo hasta que llega a primer plano.
“-Bien, teníamos el mismo destino.” “- Éramos parte de la misma ecuación” (voces del padre e hijo a la vez).
Es en el momento del primer plano, cuando oímos que Will corea una frase de la
historia de su padre “Éramos parte de la misma ecuación”. Se sabe la historia de
memoria y, justo elige esa frase para mostrarlo. Debemos entender que él también se
sentía parte de la misma ecuación con su padre (y su madre), parte de la misma familia,
pero ya no.
Precisamente, al terminar la frase, su caminar hace que pierda su identidad
como individuo para pasar a ser una silueta. Ya no se siente parte de la misma
El reencuentro con la eficacia simbólica en Big Fish 105
ecuación (padre-madre-hijo) y por ello pierde su identidad, se transforma en una silueta
oscura, que se aleja del relato de su nacimiento.
Es la madre, la que viene al rescate del muchacho que ya no siente47 la
ecuación.
“-(Ahora, se pueden preguntar…)”
Una madre que mira al padre y toca al hijo. Es por lo tanto el nexo de unión
entre ambos. Y gracias a esta unión puede para a Will y que éste recupere su rostro, su
identidad.
47 Decimos siente, porque este es justo el problema, la ecuación existe, la familia existe, pero Will no
cree en ella, no la siente.
El reencuentro con la eficacia simbólica en Big Fish 107
Pero el hijo no lo siente, lanza una última mirada al padre e insiste en alejarse
incapaz de articular sus propias palabras.
“-(… ¿Por qué ataca tan rápido al oro, cuando nada más le atrae?)”
La madre sí ocupa su lugar en la ecuación, se mantiene firme en su lugar sin
seguir al hijo que se aleja. Pero su mirada muestra su reproche al padre.
Pero el brindis del padre es hacia ella, y reconoce la lección que aprendió.
108 Análisis
“-Esa es la lección que aprendí aquel día”
Y no olvida que fue un día muy especial, el día que nació su hijo.
“-(… el día que mi hijo nació)”
El reencuentro con la eficacia simbólica en Big Fish 109
Como no ha olvidado lo importante del día que nació su hijo, la madre cambia el
reproche por una sonrisa y se dirige a recompensar al padre.
Y el padre sonríe satisfecho.
110 Análisis
“-A veces el único modo...”
Sonríe porque su mujer reconoce la lección que aprendió y se acerca, saliendo
de la figura omnipresente del narrador, diferenciándose con una nueva mirada de
reproche al padre, una mirada de malicia al público y una sonrisa, para ocupar su lugar.
“-…de atrapar a una mujer inalcanzable, es ofrécele...”
Un lugar junto al padre cuando éste recuerda la ofrenda que hace posible la
ecuación.
“-… es ofrecerle una alianza.”
El reencuentro con la eficacia simbólica en Big Fish 111
Él reconoce la importancia de la ofrenda, de la alianza y del cumplimiento de la
promesa que implica. Promesa que él ha cumplido, por lo que puede acercarse a besar
a la novia, quien sonría complaciente y acepta un gesto de cariño (que no de posesión).
Y desde su ecuación pueden realizar una nueva ofrenda, en este caso un
brindis, a la ecuación que ahora se conforma.
112 Análisis
Pero la nueva ecuación, la nueva familia que se inicia, aún no está completa,
sólo la novia está en ella. Will no puede formar parte de la nueva familia, porque no
siente como suya la familia de su origen.
El reencuentro con la eficacia simbólica en Big Fish 113
Will está fuera del barco que está a punto de zampar, en un muelle que tiene
aún más presencia que al inicio de la escena. Y está avergonzado mirando al suelo, un
niño escuchando la reprimenda de su padre.
“-Qué, ¿un padre no puede hablar de su hijo?”
114 Análisis
“-Soy una nota al pie de página en esa historia, papa…”
En esa posición de chiquillo avergonzado dice lo que siente, que es una nota al
margen de la historia.
“-… el contexto de tu gran aventura, que de hecho no sucedió.”
Continúa en su posición de niño avergonzado que no tiene arrestos para mirar a
su padre a la cara al decirle que la aventura nunca sucedió. Y piensa así porque no
siente el valor de la gran aventura que sí sucedió, el valor de la promesa que fue
mantenida e hizo posible su nacimiento. El valor de la lección que aprendió su padre.
El reencuentro con la eficacia simbólica en Big Fish 115
“-tu estabas vendiendo productos novedosos en Wichita cuando nací.”
Sólo tiene valor para levantar la cabeza y mirar a su padre cuando se aferra a
los hechos reales aunque estos carezcan de valor.
“-Venga Will. Todo el mundo ama esa historia”
116 Análisis
El padre no desmiente los hechos, no importa, y por ello insiste en el valor de la
historia.
“-No. Yo no amo esa historia. Ya no.”
El reencuentro con la eficacia simbólica en Big Fish 117
“-No después de un millar de veces.”
Edward mira a Will apenado, no enfadado. Pero Will sigue, ha reunido los
arrestos suficientes para enfrentarse a su padre, y se continúa desahogando cada vez
más enfadado.
“-Sé cada palabra, papá. ¡Las puedo contar tan bien como tú!”
“-Por una noche, una noche en toda tu vida, el universo no giraba entorno…”
Curiosamente Will es ahora quien emplea sus manos, tan bien como su padre
las había empleado hasta este momento.
Una sirena de barco suena al fondo, como si avisara que está a punto de zarpar.
Pero el barco está detrás de Edward, él es quien está en el barco blanco de la familia.
Will, en cambio está fuera del barco rodeado de oscuridad. Incluso la luz que ilumina
sus rostros viene de lugares opuestos.
118 Análisis
“-…Edward Bloom. ¿Cómo puedes no entenderlo?”
Deja de llamar a su padre como papá, para llamarle por su nombre completo,
como a un desconocido, y le acusa de no entender.
“-Siento haberte avergonzado. -Te avergüenzas a ti mismo, papá. Sólo que no lo ves.”
Puede que no entienda lo que Will dice, pero es su hijo y se pone en su lugar,
por ello, aunque no comparte sus argumentos, está apenado porque su hijo sienta
vergüenza. Pero Will no escucha y acusa de ceguera a su padre. Entonces éste desiste.
El reencuentro con la eficacia simbólica en Big Fish 119
Ahora es Edward quien se ha quedado sin palabras, quien se vuelve de
espaldas y pierde su rostro, su identidad. Su hijo no siente el valor de la gran aventura,
no siente el valor de la ecuación, no valora a su padre como tal. Y este acusa el golpe.
Edward oculto y Will de cara. Los argumentos racionales de Will han
desdibujado a la figura de su padre.
“-Después de aquella noche…”
Will atraviesa a su padre y toma entonces el relevo como narrador. Pero no
cuenta una historia, se limita a narrar los hechos objetivos.
120 Análisis
“-… no volví a hablar a mi padre durante tres años.”
Y así se dirige hacia el barco que zarpa y deja a su padre en tierra rodeado de
su oscuridad.
El reencuentro con la eficacia simbólica en Big Fish 121
3.5 Primera conversación padre-hijo: un hijo que no escucha.
Después de recibir la noticia de que su padre se muere Will viaja, con su esposa
embarazada de 7 meses, a visitar el hogar familiar, a visitar a su padre con el que aún
quiere reconciliarse. Después de llegar a casa y ser recibido por la madre y por el
médico de la familia, sube a la habitación de su padre.
Sin embargo las escaleras no marcan una dirección de subida, sino que, fruto de
la perspectiva del plano, aparece como unas escaleras horizontales de derecha a
izquierda.
En la pared junto a las escaleras hay un reloj de pared reforzando el inevitable
paso del tiempo (tanto pasado como futuro) y las fotos de recuerdos familiares.
122 Análisis
Will se encamina hacia ellas, acompañado por su sombra en la pared, mirando
en primer lugar hacia arriba, hacia su destino mientras sujeta el bote de leche nutritiva
que su madre le ha dado para que su padre se tome.
Es en el tercer escalón donde gira la cabeza y comienza a prestar atención a las
fotografías.
El reencuentro con la eficacia simbólica en Big Fish 123
Y la primera foto que ve es la de su padre que, orgulloso y sonriente, muestra a
su hijo (el propio Will). Es, por lo tanto, un padre satisfecho de serlo.
124 Análisis
El segundo cuadro en ocupar el plano es la fotografía de la familia (la ecuación)
también radiantes de felicidad.
Will en lo que podría ser su primer día de colegio y de nuevo el padre feliz
abrazando a un hijo igualmente feliz.
El reencuentro con la eficacia simbólica en Big Fish 125
Y Will, en picado, mira las imágenes con una sonrisa, recuerda su infancia, una
infancia feliz.
La banda sonora refuerza el momento de felicidad.
El recorrido por las fotografías continúa aunque un brillo de luz vela, en principio,
las siguientes fotografías: Will con su equipo de beisbol y en su graduación.
126 Análisis
Ante ellas, Will muda su expresión y aparta la incomodado por la imagen de sí
mismo que le devuelven.
El recorrido de las fotografías marca el crecimiento de Will hasta graduarse, ese
momento cargado de simbolismo en la cultura americana.
Will es el protagonista de las fotografías, un hijo deseado y querido en el seno
familiar. Es, por lo tanto, parte de una ecuación de la que él insiste en desmarcarse.
Unas fotografías que muestran a un padre feliz con su hijo y a unos padres orgullosos
de él, hasta el punto de desear recordarlo cada vez que suben por esas escaleras.
Las fotografías continúan presentes en el siguiente plano: un pasillo en
penumbra hacia la habitación del padre.
El reencuentro con la eficacia simbólica en Big Fish 127
Un pasillo con dos umbrales (el acceso al pasillo y la puerta abierta a la
habitación), donde Will se adentra convertido en una silueta oscura, acompañado de
nuevo por su sombra-reflejo, jugando con el bote de leche en sus manos. La puerta
abierta de la habitación y una silla vacía protagonizan el plano.
128 Análisis
Al igual que cuando se alejaba en su boda, unos apliques en la pared
acompañan su recorrido, pero esta vez están apagados. En el camino hacia su padre,
después de sentir vergüenza por su graduación, la oscuridad lo envuelve y pierde su
identidad: es sólo una silueta oscura. Mira al bote de leche, respira hondo y se detiene
en el umbral de la habitación del padre.
Después de un cambio de plano, vemos, de nuevo a Will como una silueta
oscura, en dicho umbral desde una mirada semi-subjetiva del padre, postrado en su
cama.
Will aparece pequeño, con menos presencia que la cama de su padre y la silla
vacía que parece aguardarle. La habitación también está en penumbra. Cuadros con
escenas marítimas cuelgan de la pared.
La puerta está abierta, pero no del todo, y la silueta de Will debe empujarla para
poder entrar y acercarse a la cama.
El reencuentro con la eficacia simbólica en Big Fish 129
Un ligero travelling de aproximación nos muestra al padre dormido y rodeado por
el agua, presente en el cuadro de su cabeza y en la jarra de su mesilla. La melodía se
detiene y el silencio de hace patente.
130 Análisis
“-¿Papá?”
Plano medio corto de Will, casi en total oscuridad. La mirada de Will es directa
hacia su padre. Éste se despierta casi sin abrir los ojos y apenas cambia la expresión.
El reencuentro con la eficacia simbólica en Big Fish 131
Will levanta la mano, más en son de paz, que como un saludo. La mitad de su
silueta aún queda enmarcada en la puerta.
Edward mueve su mano sin articular palabra alguna. Las manos de ambos son
las protagonistas.
El reencuentro con la eficacia simbólica en Big Fish 133
La figura de Will eclipsa a la de su padre de quien sólo vemos la mano hasta que
Will se dirige hacia la mesilla.
El cuadro con una escena marítima ocupa la parte superior de la imagen y, de
nuevo, un asiento vacío aparece en el centro de la escena a los pies de la cama.
El agua también es el nexo de unión físico entre padre e hijo cuando Will le
tiende el vaso a su padre.
134 Análisis
Las manos, que hasta ahora han sido protagonistas, se convierten en el nexo de
unión entre ambos, ellas y el vaso ocupan el centro de la imagen, porque tanto el padre
como el hijo aparecen indefinidos como siluetas oscuras, como si no se reconocieran el
uno al otro, el uno en el otro. Y las manos continúan siendo protagonistas cuando el
padre levanta la otra mano al retirar el hijo la suya.
El reencuentro con la eficacia simbólica en Big Fish 135
E incluso en el plano corto del padre que sigue, las manos (con su alianza)
tienen al menos el mismo protagonismo que el rostro de Edward mientras bebe el agua.
136 Análisis
Y un color verdoso, como el lecho de un río, rodea al padre que está con los ojos
cerrados mientras bebe el agua con una pajita. Bebe aspirando profundo, emite un par
de gruñidos guturales y por fin mira a su hijo para dirigirle la palabra.
“-Menuda sorpresa. -¿Lo soy?”
Mira a su hijo con un rostro pálido, casi anfibio, manteniendo las manos y el vaso
en plano. El hijo sonríe en respuesta, pero desde sus primeras palabras se muestra
escéptico. Y es escéptico sobre su propia identidad “¿Lo soy?”.
Aunque se mantiene el punto de vista del hijo, la secuencia está dominada por la
figura del padre. Un padre yaciente pero que ocupa en primer plano la mayor parte de
la imagen desde su cama verdosa. E incluso aparece enmarcando los planos del hijo, a
quien vemos en un plano medio, silueteado y oscuro. Es su punto de vista, pero aún se
encuentra abrumado por la presencia del padre. Y ser padre es lo que está en juego.
El reencuentro con la eficacia simbólica en Big Fish 137
“- Tener hijos cambia todo. Los pañales, los eructos, alimentarlos a medianoche. -¿Hiciste algo de eso? -No, pero he oído que es terrible”
Y el padre sabe lo que supone tener hijos: lo cambia todo. Will con su
escepticismo parece desmentir que el padre sepa de lo que habla. Sin embargo,
Edward ha mencionado las tareas asociadas a la madre. Nada ha dicho acerca de sus
tareas como padre.
El plano del hijo es más próximo en esta ocasión, pero la presencia de éste es
todavía muy inferior a la del padre en volumen. La iluminación de ambos es opuesta
también, como si la luz entrara en la habitación desde dos lugares opuestos, aunque
sabemos que no es posible, la luz sólo puede entrar por las ventanas.
Las ventanas, a su vez, no aparecen en el lugar adecuado. De acuerdo la
estructura de la habitación, tal y como la hemos visto en los planos anteriores, las
ventanas deberían estar a la derecha del hijo, sin embargo no es así. En su lugar vemos
uno de los cuadros de la habitación. Por lo tanto, la disposición espacial de ambos en
estos planos no es físicamente posible. Debemos considerar entonces una posible
138 Análisis
disonancia de raccord, o bien una intención consciente del realizador de mostrarlos en
un espacio irreal, reforzando visualmente la distancia que los separa en su
reconciliación.
La ironía de Will hace mofa de la labor de Edward en las tareas de cuidado del
hijo. Sin embargo, Edward demuestra a continuación que sí sabe lo que implica educar
a un hijo.
“-Luego pasas años intentando corromper y engañar al niño llenando su cabeza con sinsentidos y todavía sale perfectamente bien”
Sabe que su labor como padre simbólico consiste en donar a su hijo las palabras
adecuadas para su formación como sujeto. Lo dice con ironía, negando, aparentemente
su propia labor. Sin embargo reconoce que el hijo, su hijo, ha salido muy bien.
Will continúa escéptico, pero Edward le está reconociendo diciendo que es un
buen hijo. Y a pesar del escepticismo, Will reconoce, a su vez, la sabiduría de Edward, y
por ello, le pregunta si él mismo está preparado para ser padre.
El reencuentro con la eficacia simbólica en Big Fish 139
“-¿Crees que estoy listo? -Aprendiste del mejor”
La respuesta de Edward evidencia que sí cree en la labor que ha realizado
educando a Will.
“-Bebe la mitad de la lata. Le diré a mamá que te bebiste todo. Todos ganamos”
Will, de nuevo en plano medio, evita valorar la valía de su padre cambiando de
conversación. Vuelve a mencionar las tareas de la madre, en este caso dirigidas al
cuidado de Edward. Parece, por lo tanto, que sí está preparado para las tareas de
alimentación y cuidado de su futuro hijo.
140 Análisis
“-La gente no tendría que preocuparse tanto. Todavía no es mi hora. -¿De verdad? - De verdad, lo vi en El Ojo. -¿La mujer vieja del pantano?”
Edward hace un comentario sobre su estado y, como siempre que hace
referencia a su propia vida, lo relaciona con una de sus historias. Entonces Will deja de
mirarle, se mueve nervioso y su presencia física disminuye al ir a ocupar la silla que
estaba vacía.
“-Era una bruja. -No, era vieja y probablemente senil”
De nuevo, plano general de la habitación donde vemos cómo Will coloca la silla,
preparando el escenario para la conversación que quiere tener.
El reencuentro con la eficacia simbólica en Big Fish 141
En el diálogo se contraponen la forma de contar simbólica de Edward, con la
forma de contar objetiva de Will.
El director se decanta por la narración del padre, por ello le muestra favorecido
por la luz y ensalzado por el contrapicado.
“-Vi mi muerte en ese ojo, y así no es como ocurre. -¿Cómo ocurre entonces?”
Además, el tamaño de plano, para ambos, es aparentemente el mismo, pero la
presencia del padre sigue siendo mucho mayor que la del hijo. Y éste, aparece oscuro,
a contraluz. La luz continúa siendo opuesta para ambos.
Es importante detenernos en este momento del diálogo del hijo con su padre
moribundo, para añadir algunos datos biográficos de Tim Burton. Poco antes de abordar
la realización de Big Fish, habían fallecido sus padre y, como reconoce en su serie de
entrevistas con Mark Salisbury48, él nunca tuvo un momento de diálogo directo con su
padre moribundo. Nunca tuvo una conversación que buscara cierta reconciliación entre
padre e hijo. Cuando su padre murió él estaba trabajando en Hawai y vivió su muerte
desde la distancia.
En sus declaraciones afirma que todo aquel que ha llegado a la edad adulta
adolece de cierta falta de reconciliación con sus padres.
48 SALISBURY, Mark, Tim Burton por Tim Burton. Edición ampliada y revisada. 3ª Edición, Alba
Editorial, Barcelona, 2009.
142 Análisis
“Y lo que saqué en conclusión fue que, por muy mayor que te
hagas, la relación no deja de ser padre-hijo, nunca la de dos seres
humanos […] Y puedes llegar a los cuarenta y cinco años y seguir
sintiéndote incómodo y cortado con tus padres”49
Y ahondando un poco más sobre la cuestión, afirma que esa reconciliación no
es posible. Según él ningún adulto termina por reconciliarse con sus padres.
“Recuerdo que en determinado momento intenté reconciliarme
con mis padres, pero la cosa no salió del todo bien, y luego, cuando
pasé a otro nivel, me pareció que era demasiado tarde.”50
“…cuando fuimos a visitar a mi madre antes de que muriera. No
tenía una relación magnífica con ella […]; no éramos capaces de
entendernos…”51
“Es, una vez más, esa dinámica padre-hijo que, por muy mayor
que uno se haga, no se acaba de superar.”52
“Tanto John como yo pensamos: «No, no vamos a poner a
Christopher Lee sentado a la mesa diciendo ‘Pásame el pavo…’». Pero
es un tipo de conclusión, con la idea de que las cosas nunca acaban de
solucionarse…”53
49 SALISBURY, Mark, Tim Burton por Tim Burton, p. 310 50 SALISBURY, Mark, Tim Burton por Tim Burton, p. 366 51 SALISBURY, Mark, Tim Burton por Tim Burton, p. 368 52 SALISBURY, Mark, Tim Burton por Tim Burton, p. 323 53 SALISBURY, Mark, Tim Burton por Tim Burton, p. 367
El reencuentro con la eficacia simbólica en Big Fish 143
Más allá de valorar si es válida esta afirmación del director, creemos importante
señalar la contradicción de sus palabras con su verdadero sentir al abrazar un proyecto
cinematográfico que ensalza la reconciliación paterno-filial. Un proyecto, en el que
además de filmar una hermosa reconciliación, dedica tres amplias secuencias a los
diálogos de un hijo con su padre moribundo. Diálogos que él nunca tuvo y a los que
insiste en quitar importancia. Todo este contexto ya supone una primera prueba de la
utilidad del relato –esta vez en el acto de narrarlo- en quien lo narra, aún cuando su
padre ya a muerto.
Este núcleo emotivo de la película adquiere más densidad si tenemos en cuenta
la propia evolución del proyecto. La novela Big Fish de Daniel Wallace en la que se
basa el guion no contiene una reconciliación de este tipo. Más bien al contrario, ya que
comienza con un “…Mi padre se convirtió en un mito”, es decir, con una imagen
ensalzando al padre en el prólogo, y finaliza con un vacío en lo que al legado del padre
se refiere: “Pero nadie les cree. Nadie cree ni una sola palabra” como última frase de la
novela. A pesar de que Daniel Wallace dijera que el guion “Es diferente, pero
exactamente lo mismo”54, el final de la novela no puede ser más alejado del final del
guion y de la película: “And in that way, he becomes immortal”.
Bajo nuestro punto de vista, este cambio en el planteamiento del guion de John
August (quien lo escribió también poco después de la muerte de su padre) frente a la
novela, al incluir la reconciliación con el padre y la importancia simbólica de su legado,
denota un intento manifiesto de recuperar en un relato aquello de lo que,
probablemente, tanto John August como Tim Burton carecieron con sus padres en vida,
e intentaron reconstruir a su muerte.55
54 Citado en la introducción del guionista John August a la edición americana de bolsillo del guion.
http://johnaugust.com/downloads_ripley/big-fish-intro.pdf Consultado el 15 de marzo de 2012. 55 También en Charlie y la fábrica de chocolate (Charlie and the Chocolate Factory 2005), Tim
Burton como director y John August como guionista introducen una escena de reconciliación de Willy
Wonka con su padre que no existía en la novela original.
144 Análisis
Dicho esto, es inevitable considerar la gran carga emotiva que tanto el guionista
como el realizador llevaban consigo al abordar el proyecto en general, y estos
momentos de diálogo del hijo con el padre moribundo en particular.
En esta secuencia es donde se plantea por primera vez este tipo de diálogos,
que se repetirán hasta finalizar en el clímax de la película: la muerte del padre.
“-Final sorpresa. No te lo querría arruinar”
Edward, como buen cuentacuentos sabe que aún no es el momento adecuado
de contar la historia de su muerte.
“-Tu madre pesaba que no hablaríamos de nuevo. Míranos, estamos hablando bien”
A pesar de sus historias, Edward, sabe reconocer la realidad de lo inmediato, y
enfatiza que, en contra de lo que cabía esperar, padre e hijo están hablando de nuevo.
Y, a continuación, reconoce el oficio de ambos: narrar.
El reencuentro con la eficacia simbólica en Big Fish 145
“-Somos narradores, los dos. Yo cuento las mías y tú escribes las tuyas. Es lo mismo”
Desmintiendo las palabras de Edward, las diferencias entre ambos narradores
se ponen de manifiesto varias veces a lo largo del film. Edward narra relatos, cuentos
de hadas, basados en la realidad pero con una gran carga simbólica en cada uno de
sus episodios. Will, en cambio, escribe historias periodísticas, llenas de datos y
referencias a los hechos concretos pero sin ninguna carga simbólica. Como Edward dirá
más adelante: “All the facts, none of the flavor”.
Precisamente la reconciliación final entre padre e hijo llegará cuando éste
entienda la validez e importancia de los relatos de su padre, su eficacia simbólica. Sólo
entonces será capaz de componer un relato con todo el sabor.
La descripción de los protagonistas como narradores es otro aspecto a tener en
cuenta tratándose de Tim Burton. En sus diálogos con Mark Salisbury dice: “En todas
mis películas, la narración es lo peor que hayas visto en tu vida, y eso es una
constante.”56 Y lo hace en repuesta a la pregunta de Salisbury acerca de las numerosas
voces críticas que destacan su incapacidad para contar una historia coherente.
En este contexto no es posible despreciar la consciencia de Tim Burton sobre
sus supuestas dificultades como narrador cinematográfico y la influencia que, esta
consciencia, debió de tener al abordar dos personajes nombrados como narradores.
56 SALISBURY, Mark, Tim Burton por Tim Burton, p. 183
146 Análisis
Volviendo al análisis, Edward acaba de reconocer, de nuevo, los méritos de su
hijo en su profesión. Pero Will se defiende, tiene miedo de dejarse atrapar, como
cuando era niño, en los relatos del padre. Por ello elude el tema y se centra en sus
preocupaciones.
“-Papá… espero hablar de algunas cosas mientras estoy aquí”.
Edward continúa sobre el fondo verde oscuro, con sus manos visibles sujetando
la lata de leche nutritiva.
Will aparece ahora en un plano un poco más cerrado, pero manteniendo la
persiana veneciana y el ventilador de fondo.
El reencuentro con la eficacia simbólica en Big Fish 147
“- Quieres decir, mientras Yo estoy aquí -Sólo quiero saber la versión verdadera de las cosas”
Nuevo cambio en la inclinación de la cámara en el plano de Edward,
nuevamente en ligero contrapicado para ensalzar sus palabras puntualizando el motivo
por el que hijo se ha decidido a venir: porque su padre se muere.
Will emplea su visión de periodista y quiere saber la versión verdadera de las
cosas. Ha ido a hablar de su padre, quiere tener una conversación esencial con él, pero
tiene miedo, no sabe cómo abordarla.
“-Eventos, historias, tú”
Para él las historias del padre no albergan verdad alguna, no al menos la que él
conoce como periodista. Para él sólo importan los eventos y sucesos objetivos, que
cree que le permitirán conocer objetivamente a su padre. No reconoce otra forma de
saber que no sea la de los hechos constatables.
148 Análisis
“-Tu madre no ha estado manteniendo la piscina”
Pero su padre no comparte su visión del mundo. Por ello, se atraganta ante las
palabras de Will y cambia de conversación. No quiere mantener ese tipo de
conversación con su hijo. Él también tiene miedo de esa conversación pendiente con su
hijo.
Por su parte, Will, quien aparece de nuevo como alguien capaz de atender
cuidados, al igual que hace una madre con su hijo, suspira y desiste.
El reencuentro con la eficacia simbólica en Big Fish 149
“-Si quieres podrías solucionarlo. -Sí lo haré. -¿Sabes donde están los químicos? -Lo hacia cuando tú estabas fuera. -Nunca fui mucho de quedarme en casa, Will. Demasiado confinado”
En cuanto los comentarios del padre van por otros derroteros, vuelven los
reproches del hijo, una vez más, no escucha las palabras de su padre. Edward se
muestra tímidamente comunicativo, halaga a su hijo y trata de ser sincero sobre sí
mismo, pero ambos continúan temerosos. El padre se muestra evasivo, inseguro, y el
hijo no es capaz de escuchar, y no sabe, a su vez, abordar la conversación pendiente.
“-Y esto, estar clavado a la cama… Morir es lo peor que nunca me ha pasado. -Pensé que decías que no te estabas muriendo.
150 Análisis
-He dicho que no es así cómo me voy.”
Edward continúa exponiendo sinceramente sus sentimientos y su condición.
Como decíamos: puede que le guste contar historias pero reconoce la situación real.
Sin embargo, Will no escucha, no atiendo a lo que su padre le decía.
Desde el comienzo del film hemos accedido a la narración desde el punto de
vista del hijo, pero en esta secuencia y, desde una posición tercera a ambos, vemos a al
padre sincero, pero evasivo. Will, en cambio, es el que no escucha las palabras de su
padre, las que explican sus orígenes y su nacimiento. Como su padre no le dice lo que
él quiere escuchar, hace oídos sordos a todo lo demás.
Sincera aproximación de John August y Tim Burton a su deseada reconciliación,
mostrando, como foco del problema, la incapacidad del hijo de escuchar a su padre.
Unos autores que necesitan recrear una hermosa reconciliación que no tuvieron,
reconocen su culpa, como hijos, por no haber escuchado a sus padres. En palabras del
propio Tim Burton:
“Todo lo que uno hace tendría que ser catártico. Y respecto a mi padre,
reflexionar sobre nuestra relación, no era algo de lo que pudiera hablar con un
terapeuta. He ido a terapia, pero nunca he hablado de mis padres. Pero al leer
este guion pensé: «Esto es exactamente lo que quiero, esto pone en imágenes
lo que no puedo comunicar». Y eso me gustó muchísimo. Normalmente no haría
nada así si no me impresionara de ese modo.”57
No podía hablarlo con un terapeuta pero buscaba una catarsis, quería una
terapia, y ésta sólo es posible desde la sinceridad consigo mismo. Se sentía identificado
con el hijo y muestra su propia culpa por no escuchar a su padre, como el motivo de la
falta de comunicación.
57 SALISBURY, Mark: 2006, Tim Burton por Tim Burton, p. 311
El reencuentro con la eficacia simbólica en Big Fish 151
“-La última parte es mucha más inusual. Créeme en eso.”
Edward insiste en sus relatos y anticipa el punto culminante de la película, allí
donde ocurrirá algo inusual. Para ello, pide confianza a Will, pero éste se marcha,
dejando cerrada la puerta que antes estaba abierta.
152 Análisis
3.6 Segunda conversación padre-hijo: la incomprensión de los relatos
simbólicos
El punto de partida de la segunda conversación entre padre e hijo es
completamente diferente al primero. En esta ocasión toda la familia se ha reunido
entorno a la cama de Edward mientras desayunan.
Después de un intento de Edward por contar un nuevo relato, Will se decide a
intentarlo de nuevo.
El reencuentro con la eficacia simbólica en Big Fish 153
“-¿Papá?”
Su posición en la habitación es semejante a la anterior, con la persiana
veneciana de fondo y el ventilador a su lado. Sin embargo, de partida, su mujer está
junto a él acariciándose la tripa que alberga al futuro hijo de ambos. Se enfatiza, por lo
tanto, la condición de Will como futuro padre de capital importancia en la conversación
con su padre que va a comenzar.
“-Hijo -¿Podemos hablar?”
154 Análisis
Nuevamente la presencia del padre es mayor compositivamente. Se encuentra
más incorporado que en la secuencia anterior. En esta ocasión el fondo no es oscuro y
una luz difusa ilumina por completo su rostro sonrosado.
La luz es, de nuevo, diferente para ambos, pero denota cierto acercamiento de
posturas. Ahora Will y Edward aparecen iluminados desde su izquierda, con la misma
dirección de luz. Sin embargo, aún no se han reconciliado: la iluminación de Edward es
suave sin sombras en su rostro, mientras que a Will llega una luz dura que deja en
sombra la mayor parte de su rostro.
Las mujeres se retiran de la conversación y ésta comienza con planos medios
de ambos.
“-¿Conoces los icebergs papá? - Sí. Vi uno una vez. Estaban arriando uno a Tejas como agua potable.”
También por primera vez, el diálogo se inicia con ambos compartiendo plano, lo
que podría se indicio de un indicio de entendimiento. El plano medio de Edward le
El reencuentro con la eficacia simbólica en Big Fish 155
muestra medio sentado, con algo de beber otra vez en las manos, unas manos que
vuelven a llevarse el protagonismo lumínico del plano.
Edward, fiel a sí mismo, comienza a narrar uno de sus relatos.
“- Lo que no contaron es que había un elefante congelado dentro. De un tipo peludo. Un mamut. -¡Papá! -¿Qué? -Estoy intentando hacer una metáfora”
Pero Will sentado junto a una silla vacía, muestra una mirada triste y sigue sin
escuchar.
Pasamos a un primer plano de Will, con mirada esquiva interrumpe a su padre
y, sin mirarle, se cambia a la silla vacía próxima a su padre.
156 Análisis
“-Bien, no debieras haber comenzado con una pregunta, porque la gente quiere contestar preguntas. Deberías haber comenzado con «La cosa sobre los icebergs es…».”
Edward pide a Will que sea directo, que vaya al grano. A lo largo de la frase hay
un salto sobre el eje, pasando plano medio a plano corto de Edward, mientras Will en
plano medio se desespera y mira al suelo.
En este plano de Will mirando al suelo una vez ubicado en la segunda silla,
vemos por primera vez el libro de cabecera de Edward El héroe de las mil caras de
Joseph Campbell. Consideramos particularmente relevante la presencia en el film de un
libro dedicado al estudio del viaje del héroe en relatos y leyendas populares.
El reencuentro con la eficacia simbólica en Big Fish 157
“-Vale, vale. La cosa con los icebergs es que sólo puedes ver el 10%, el otro 90% está debajo del agua donde lo puedes ver. Y así es contigo, Papá.”
Ante la petición de su padre, Will expone entonces la característica principal de
los icebergs: sobre el agua sólo vemos una pequeña parte de ellos. Esta metáfora
sugiere dos hechos significativos. En primer lugar la relación que Will hace de los
icebergs con su padre al mencionar que están ocultos bajo el agua. Referencia directa a
los peces, y a la condición futura de su padre como pez, un gran pez del que solo
vemos su lomo fuera del agua.
La segunda relación que vemos en esta metáfora tiene que ver con los relatos
míticos, en los que gran parte de su contenido no aparece manifiesto, sino que se
encuentra oculto en las resonancias simbólicas que despiertan en el inconsciente del
oyente/lector. Esta relación se refuerza si recordamos que el agua simboliza el
inconsciente en numerosas obras literarias y cinematográficas.
La exposición de esta metáfora está acompañada de un cambio formal
significativo en los diálogos entre padre e hijo en el film. Por primera vez, ambos
comparten iluminación. Si bien esta iluminación aún no encuentra plena justificación
naturalista en la escenografía (la ventana sigue detrás de Will y la dirección de la luz
sugiere una iluminación desde la puerta de la habitación) es remarcable el hecho de
que padre e hijo esté iluminados por la misma luz. Podemos hablar, por lo tanto, de un
primer lugar de entendimiento entre ambos, un primer acercamiento, una posibilidad de
reconciliación.
158 Análisis
Pero, como sabemos, esta reconciliación no se dará en esta secuencia, y
aunque la iluminación inicie un camino de acercamiento, el resto de elementos formales
todavía los mantiene separados. El plano-contraplano de ambos los mantiene
separados físicamente, dado que no encontramos ninguna continuidad espacial entre
ambos planos: no hay ningún objeto común en ellos, a pesar de encontrarse en la
misma habitación. Adicionalmente, la composición de los planos de Edward en esta
secuencia niega el “aire” en la dirección hacia su hijo, de acuerdo a la estructura formal
clásica del cine norteamericano, esto supone una negación comunicativa del padre
hacia el hijo. El acercamiento entre ellos comienza a producirse, pero aún tienen camino
por recorrer.
“-Yo sólo estoy viendo esta pequeña parte que se mantiene por encima del agua. -Oh, ¿Sólo ves hasta mi nariz? ¿Mi barbilla?”
Will continúa retratado en planos medios y la composición de Edward alterna
entre el plano corto y el plano medio.
Edward sigue irónico con su hijo, tomando la metáfora de un modo literal,
provocándole, no dejando otro camino a Will que ser directo.
El reencuentro con la eficacia simbólica en Big Fish 159
“-Papá, no tengo ni idea de quién eres, porque nunca me has contando ni un solo hecho. - Te he contado miles de hechos Will. Eso es lo que hago, ¡cuento historias! -Cuentas… mentiras, papá. Cuentas mentiras divertidas”
Planos cortos de ambos para el momento nuclear de la secuencia: entender la
percepción que Will tiene de su padre, no tiene ni idea de quién es. Según él la
dificultad viene dada porque su padre sólo le cuenta mentiras. Sin embargo, pronto
sabremos que el problema no es que su padre cuente mentiras, el problema es que él
no se cree los hechos que su padre cuenta. Jesús González Requena lo expresa de
forma precisa en su libro sobre la eficacia simbólica de los Reyes Magos:
160 Análisis
“[Muchos padres]Temen especialmente ese momento en que el niño, al
incorporar los procedimientos y habilidades del razonar adulto, se vea obligado a
cuestionar la objetividad de los hechos que el mito narra y pueda presentar a sus
padres sus reclamaciones por haber sido engañado”58
Y por ello debemos considerar, también, el temor del padre expresado por su
ironía constante. El hijo viene a presentarle sus reclamaciones, y tiene miedo de que el
hijo no llegue a comprenderle.
58 GONZÁLEZ REQUENA, Jesús, Los Tres Reyes Magos. La eficacia simbólica. Ediciones Akal,
Madrid, 2002, p. 117
El reencuentro con la eficacia simbólica en Big Fish 161
“-Historias que se cuentan a un niño de 5 años antes de dormir. No son elaboradas mitologías que se mantienen cuando tu hijo tiene 10 y 15 y 20 y 30. Y yo te creí. Creí tus historias mucho más tiempo del que hubiera debido”
Will reconoce el valor de las historias (los cuentos de hadas) para un niño de 5
años, cuando este se encuentra aún en la etapa de pensamiento mágico, cuando aún
vive esas historias como reales. Pero se siente traicionado por su padre porque fue
capaz de tejer “elaboradas mitologías” (la presencia del libro de Joseph Campbell en el
plano denota la conciencia del director en la importancia de las mitologías), relatos
mitológicos para un hijo que se hace adulto y que resultaron no ser reales. Will, igual
que un niño que descubre que los reyes magos no existen, se siente engañado y
enfadado con su padre. En palabras de Jesús González Requena:
“Por eso cuando proyectamos la oposición ficción/realidad sobre
los relatos míticos para, de inmediato, clasificar a estos últimos del lado
de la ficción, nos alejamos de tal manera del pensamiento mítico que
éste se nos vuelve totalmente incomprensible. “59
Este es el proceso que sufrió Will, en cuanto clasificó a los relatos de su padre
de ficticios, se volvieron incomprensibles para él, no entendía porque su padre los
seguía contando y se sintió traicionado y avergonzado por haber creído tanto tiempo60
59 GONZÁLEZ REQUENA, Jesús, Los Tres Reyes Magos. La eficacia simbólica, p. 91 60 En el movimiento inicial de la película vemos a un Will de apenas 10 años disfrazado de indio, que
ya no cree en las historias de su padre. Por ello podemos decir que la percepción del propio Will sobre la
duración de su “credulidad” es desacertada. Se creyó las historias de su padre menos tiempo del que
162 Análisis
esas historias. Y una vez que esto sucedió, dejó de creer en su padre en todos los
sentidos, hasta el punto de no darse cuenta de que algunos datos eran ciertos (será su
madre la que más adelante se lo recuerde).
“-Luego cuando me di cuenta de que todo lo que decías era imposible, me sentí como un tonto por haberte creído. Eres como Santa Claus y el conejito de pascua, tan encantador y tan falso.”
La incomprensión de los relatos de su padre se ha extendido a toda la
percepción que tiene de él. Además de dejar de creer en las historias de su padre, ha
dejado de creer en él. Y lo equipara a personajes simbólicos como Santa Claus. En
efecto “confunde la verdad del mito con la objetividad de la realidad cotidiana”61 hasta el
punto de decir que su padre, al igual que Santa Claus, es ficción, es falso.
Será largo el recorrido de Will para reconciliarse con su padre, tendrá primero
que creer en su padre para estar en condiciones de recibir su legado:
piensa – no en vano eligió ser periodista- , debemos entender entonces que la carga emotiva que el
momento tuvo para él ha distorsionado su percepción. 61 GONZÁLEZ REQUENA, Jesús, Los Tres Reyes Magos. La eficacia simbólica, p. 91
El reencuentro con la eficacia simbólica en Big Fish 163
“…darle la ley, nombrarle en ella, definir, para él, una tarea. Dotarle, en
suma, de un relato que introduzca, en su experiencia del mundo un sentido.”62
Y en el caso de Edward parte de este legado, de su donación, llega a través de
sus relatos simbólicos, es un storyteller.
Cuando finalmente Will crea en su padre, creerá en sus historias y así:
“… pueda ser vivido –sentido- por el sujeto que lo protagoniza –y
lo padece- como necesario y, en esa misma medida, cargado de
sentido. Nada tan difícil y, sin embargo, tan necesario para el ser
humano como lograr que ciertos actos –sería absurdo esperar que
todos- puedan constituirse en necesarios, realmente justificados, dignos,
densos de sentido.
De manera que sólo cuando el mito conforma la experiencia
cotidiana, ésta puede llegar a ser verdadera. Es decir: sólo entonces
encuentra su justo sentido”63
Cuando Will descubra (crea) que las historias de su padre (sus relatos
simbólicos) ayudan a conformar su experiencia cotidiana, encontrará su justo sentido.
Hasta entonces no es capaz de articular ningún sentido y piensa que su padre es falso,
es decir, falto de ley o veracidad.
62 GONZÁLEZ REQUENA, Jesús, Clásico, manierista, postclásico. Los modos del relato en el cine
de Hollywood. , 2ª Edición, Castilla Ediciones, Valladolid, 2007, p. 546.
63 GONZÁLEZ REQUENA, Jesús, Los Tres Reyes Magos. La eficacia simbólica, p. 93
164 Análisis
“-Piensas que soy falso. -Sólo en la superficie, papá. Pero es todo lo que siempre he visto. Mira”
Las palabras de Will denotan desorientación, no sabe. Lo falso sólo puede serlo
porque muestra una fachada fingida, simulada, no es posible ser falso sólo en la
superficie. En la misma frase encontramos el motivo “…todo lo que siempre he visto…”.
Trata de ver a un padre verdadero y eso es algo que no se ve. Nuevamente intenta
buscar hechos objetivos, por eso busca con la vista. Y quiere que su padre haga lo
mismo y le pide que mire.
El reencuentro con la eficacia simbólica en Big Fish 165
“- Estoy a punto de tener… un hijo yo mismo. Me mataría si recorriera toda su vida sin entenderme. -Te mataría ¿eh?”
Will quiere reconciliarse con su padre, para así ser él mismo capaz de ejercer
como padre.
166 Análisis
“- ¿Qué quieres Will? ¿Qué quieres que sea? - Sólo tú mismo. Bueno, malo, lo que sea. Sólo muéstrame quien eres por una vez. - No he sido nada más que yo mismo desde el día que nací. Si no puedes verlo, es fallo tuyo ¡no mío!”
Edward se enfada ante las insinuaciones de su hijo y le deja claro lo que piensa:
quien no valora y cree en él es Will y la culpa de ello es sólo de Will. Will no es capaz de
aceptar las palabras de su padre y se marcha.
El reencuentro con la eficacia simbólica en Big Fish 167
El diálogo entre ambos ha sido más cercano, pero aún lejos de la reconciliación.
Edward le ha mostrado a Will por donde seguir, debe cambiar su propia visión de las
cosas. Está aferrado a los hechos, a lo objetivo y para creer en las historias de su padre
primero deberá creer en él. Pero no cree, no lo ve como un padre simbólico ejerciendo
como tal.
168 Análisis
3.7 Los hechos: la recuperación del padre simbólico
Will está decidido a reconciliarse con su padre. De alguna forma asume las
palabras de su padre y entiende que el problema está en su imagen de él, así que está
decidido a confirmarla o cambiarla. Para ello, como periodista que es comienza a
investigar los hechos objetivos. En su visión, únicamente racional, necesita datos para
entender a su padre.
La búsqueda comienza en la maraña (casi) insondable del pasado de su padre y
para hacerlo necesita la guía de su madre. Ella es quien conoce a Edward, su pasado y
sus historias y por lo tanto la que guía en este momento.
“-Así que…”
Will mira anonadado al garaje/oficina lleno de trastos, de recuerdos y puede que
de datos.
El reencuentro con la eficacia simbólica en Big Fish 169
“- Tú sabrás mejor que yo qué es importante.”
170 Análisis
“-¿Qué? -Fue durante la guerra”
Will comienza tirando papeles sin prestarles demasiada atención, es su madre,
convertida en guía, la que encuentra los datos relevantes, en realidad Will no sabe “qué
es importante” es ella la sabe, la que conoce.
El reencuentro con la eficacia simbólica en Big Fish 171
“-Tu padre estuvo perdido. Pensaron que había muerto. -Oh, ¿eso ocurrió de verdad? - No todo lo que tu padre dice es una completa invención.”
La madre se refiere a Edward como el padre de Will “tu padre” y le cuenta algo
que hasta ahora Will no creía: que hay hechos reales detrás de los relatos de su padre.
Seguramente se lo habrá contado cientos de veces en su vida, pero es necesario
mostrarle las pruebas para Will lo crea.
Aquí empieza a cambiar su visión de las historias de su padre. Mira a su mujer
sorprendido y ella sonríe satisfecha, ella ya lo sabía. A partir de este momento Will
aprende a mirar y así, ahora, es capaz de ver los hechos que buscaba por todas partes.
172 Análisis
La mano (otra vez una mano) mecánica que su padre vendía y que hasta ahora
no había visto a pesar de estar encima de la mesa. Un telegrama de la Western Union.
Saltamos una secuencias intermedias, para ver como Will aún continúa
buscando sus pruebas.
El reencuentro con la eficacia simbólica en Big Fish 173
Hasta que, finalmente, encuentra la escritura de fideicomiso de su padre como
propietario de la casa de Jennifer Hill. Significativo el nombre del documento en inglés
“deed of trust” que literalmente traducido sería escritura de confianza. Trust como verbo
se traduce, en primera acepción, como confiar. Es justo lo que el hijo necesita para
creer en su padre, un documento de confianza, confiar en él. Y desde esta escritura de
confianza, Will decide emprender la búsqueda de la solución a la duda fundamental
acerca de su padre, su fidelidad. Esa fidelidad de la que el anillo es símbolo, como su
padre le contaba una y otra vez en la historia de su nacimiento, pero en la que Will no
creía (no cree aún). Necesita investigar en la historia más importante de todas para un
hijo, aquella en la que el padre demuestra haber mantenido su promesa de fidelidad a la
madre en el momento de nacimiento del hijo. Will como futuro padre es lo que teme:
“Y quizás también por eso, en esa rigidez late a veces la tensa y
velada conciencia del vacío simbólico al que ha conducido el proceso de
deconstrucción en el que la Modernidad ha concluido, y que les ha
abocado a concebirse a sí mismos, en tanto padres, como estafadores.
Se viven, por eso, demasiado débiles ante la exigencia de asumir esa
tarea que a pesar de todo intuyen que es la suya: la de que su palabra
alcance el peso de una promesa que pueda ser vivida como verdadera.
Por eso, ante la angustia generada por el temor de no poder sustentar
esa promesa, prefieren refugiarse en el mundo de la objetividad para,
así, descartar la existencia de los Reyes Magos y, con ella, la de la
dimensión simbólica a la que pertenecen.”64
Will tiene miedo, se encuentra inmerso en este proceso de deconstrucción de la
Modernidad, y su razón le hace pensar que su padre no ha mantenido su promesa.
Necesita hechos que le permitan creer en la promesa de su padre y por lo tanto en el
sentido de su nacimiento deseado en la familia (la ecuación en el film) y así, espera que
con la duda resuelta cese la angustia (“Me mataría si recorriera toda su vida sin
64 GONZÁLEZ REQUENA, Jesús, Los Tres Reyes Magos. La eficacia simbólica, p. 119
174 Análisis
entenderme”). A pesar de todo, debemos remarcar que Edward sí ha sido capaz de
donar su palabra a Will, por ello, éste de algún modo tiene esperanzas y confianza en
su padre, de lo contrario no tendría el valor de emprender una búsqueda, que de
confirmar sus sospechas, anegaría de angustia su existencia.
Siguiendo la dirección de la escritura de confianza se dirige a “Espectro” el
pueblo encantador del que, según los cuentos del propio Edward, era difícil escapar. Allí
vive Jennie Hill, un nombre de una mujer real que se colaba en los cuentos.
Una vez en la casa de Jennie, ésta le recibe sin preguntar porque reconoce a
Will por las fotos. Edward le había enseñado las fotos de hijo. Una nueva muestra de
orgullo y amor a su hijo, que estaba dispuesto a compartir con su supuesta amante.
El reencuentro con la eficacia simbólica en Big Fish 175
“-¿ Cómo conociste a mi padre?. - Bueno, esto estaba en su ruta de ventas así que pasaba por aquí todo el tiempo y todo el mundo en el pueblo le conocía.”
Will ha decidido a enfrentarse a sus dudas y ya no se anda por las ramas, como
cuando hablaba con su padre. Pregunta directamente a Jennie las preguntas que le
preocupan.
176 Análisis
“-¿Tenías una aventura con mi padre?. -Uou, Vaya simplemente lo dijiste. Esperaba darle vueltas al asunto durante media hora”
Y Will va al grano aún más si cabe, y pregunta por la duda nuclear acerca de su
padre y de su propia existencia. La respuesta está ahí delante, aunque Will aún no la
vea.
Como sabemos por las escrituras que Will ha encontrado, la casa pertenece a Edward,
y, a pesar de ser habitada regularmente por Jennie, es Will quien la ocupa como si fuera
suya. Jennie, en cambio, es la que no está dentro de la casa, se encuentra en el umbral
de la puerta de entrada, recortada sobre el exterior. Ya tenemos aquí, visualmente, la
El reencuentro con la eficacia simbólica en Big Fish 177
primera prueba de lo que Jennie desvelará dentro de poco, que ella nunca ha formado
parte del hogar de Edward.
Sí que podemos ver, en cambio, que ambos tienen relación con Edward, al fin y
al cabo ambos tienen las manos ocupadas con algo para beber (aunque no hayamos
visto el momento en el que Jennie, como anfitriona, preparaba las bebidas).
“-Siempre le he visto con las mujeres. Flirtea.Siempre lo ha hecho. Y a cierto nivel, he asumido que estaba engañando a mi madre. Sólo que nunca he tenido pruebas."
Su padre estaba siempre fuera de casa y flirteaba con las mujeres, así que
siempre ha asumido la infidelidad de su padre (su falta a la promesa). Es curioso como
incluso aún no teniendo pruebas, las pruebas que necesita y reclama para todo lo
demás, es capaz de dudar de su padre. Y en esta duda, la duda nuclear de su propia
existencia, la angustia y la inseguridad afloran, por ello no puede levantar la mirada.
El umbral los separa, Will en la casa, Jennie en el vano de la puerta. La
iluminación es naturalista para ambos, Jennie a contraluz en la puerta, Will con el rostro
iluminado de frente, justo cuando afronta con decisión las preguntas a realizar. En
cambio, cuando duda y niega la mirada su rostro permanece en sombra, a contraluz.
178 Análisis
Comparten la luz aunque les afecte de forma diferente y también comparten la
composición de los planos (a diferencia de la secuencia del padre).
“-Bien, ¿puedo hacerte una pregunta?. Si has encontrado esta escritura, ¿Por qué no le has preguntado símplemente a Eddie?. -Porque se está muriendo.”
Will se avergüenza de sus propias dudas, hasta el punto de no querer
mostrárselas a su padre cuando este se está muriendo.
Jennie, enamorada de Eddie, siente el golpe cuando se entera de que se está
muriendo, por ello su mirada se dirige hacia fuera de la casa, su dolor no tiene lugar en
el hogar de Eddie.
El reencuentro con la eficacia simbólica en Big Fish 179
“-Mira, no sé cuánto quieres saber de todo esto. Tu tienes tu imagen de tu padre y estaría mal que yo la cambiara.”
Este mismo dolor, le hace pertenecer a la familia de algún modo, por ello a
continuación entra en la casa, sin embargo, aún dentro de la casa, el umbral de la
puerta se encuentre todavía a su espalda cuando se sienta en el taburete del piano.
Ella no quiere cambiar la imagen que Will tiene de su padre, piensa que Will
tiene una buena imagen de él. Pero esto es justo lo que Will busca, cambiar la imagen
de su padre, su esperanza le hace pensar que será para bien.
180 Análisis
“…especialmente tan tarde en la partida. -Mi padre habló de cosas que nunca hizo y estoy seguro de que hizo muchas cosas de las que nunca habló. Sólo estoy tratando de reconciliar las dos.”
Aunque no sea consciente de ello, Will no trata sólo de saber los hechos, sino la
relación de los hechos con las palabras de su padre. Él piensa que sólo busca los
hechos, pero lo que desea en realidad es reconciliar (es la primera vez que nombra la
palabra reconciliar) sus historias, dar validez simbólica a la palabras fundadoras del
padre.
El reencuentro con la eficacia simbólica en Big Fish 181
“-Lo primero que debes entender, es que tu padre nunca tuvo intención de acabar aquí. Pero lo hizo”.
Jennie va iniciar su esclarecedor relato, pero antes quiere dejar claro que su
padre no buscaba lo que encontró allí, no lo necesitaba.
“-Dos veces. La primera vez llegó pronto. La segunda llegó tarde.”
182 Análisis
Los términos pronto y tarde únicamente hacen referencia a la posibilidad de su
relación con Edward. La primera vez Eddie era soltero pero ella muy jóven, y la segunda
ella ya era adulta, pero Eddie ya se había casado, ya había encontrado a la mujer de su
vida.
Jennie se convierte en la narradora de la historia de Edward adulto en Spectre,
en su casa y sobre su posible aventura. Cuando finaliza la historia Will ya conoce la
verdad y finalmente trata de recomponer los relatos de su padre, empezando por la
historia de la bruja, en cuyo ojo vió su futura muerte.
“-Lógicamente, tu no podrías ser la bruja porque ella era vieja cuando él era joven. -Bueno, es lógico si piensas como tu padre.”
Aún después de oir la historia y saber que su padre ha mantenido la promesa de
fidelidad hacia su madre, Will trata de desentrañar las historias de su padre de un modo
lógico, cuando la lógica no es lo que rige sus historias, es lo simbólico lo que las
gobierna, pero el aún no es capaz de creer en el valor de lo simbólico.
El reencuentro con la eficacia simbólica en Big Fish 183
“-Mira, para él sólo hay dos mujeres: tu madre y todas las demás. -Y un día me dí cuenta de que estaba enamorada de un hombre que nunca me iba a corresponder. Estaba viviendo en un cuento de hadas.”
Jennie refuerza a Will lo que ya es evidente, que no ha habido otra mujer para
su padre. A pesar de todos los cuentos, de todas las historias que Edward cuenta, era
Jennie la que vivía en cuento de hadas, un cuento maravilloso anclado en el
pensamiento mágico de un niño sin referencia con lo real.
184 Análisis
“-No estoy segura si debería haberte contada nada de esto. -No, no, no, quería saberlo, me alegro de saberlo.”
Jennie no es consciente de lo que su historia supone para Will y duda. Pero Will
quería saberlo, necesitaba saberlo para dejar atrás la angustia de la posibilidad de no
ser fruto de la promesa de su padre hacia madre. Se alegra de saberlo, dice, pero es
más, mucho más, está aliviado al saberlo, por fin se sabe parte de la ecuación de su
familia.
El reencuentro con la eficacia simbólica en Big Fish 185
“-Yo quería ser tan importante para él como lo érais vosotros. Y yo soy, yo nunca lo iba a ser. Yo era una fantasía. Y su otra vida, vosotros… vosotros érais reales.”
Primerísimo primer plano para Jennie al decir que Will y su madre son reales,
son reales para Edward. Will la mira directamente, en primer plano también, su mirada
está al fin llena de confianza. Se sabe fruto del deseo de su padre y de su madre, se
sabe real en las historias de su padre, en sus palabras.
186 Análisis
En su búsqueda de hechos Will se ha reconciliado con su padre y ahora sí
puede recibir de él ese orden del sentido, el sentido de su existencia.
El reencuentro con la eficacia simbólica en Big Fish 187
3.8 El chamán
Will ahora que ya considera a Edward un Padre con mayúsculas, está en
disposición de recoger su legado. Pero aún necesita algo más para entender la
importancia de sus relatos. Y justo antes de la escena de la muerte de su padre entra
en escena el médico de la familia, el chamán. Y si la comparación puede parece
exagerada, recordemos que tiene un toque mágico y que sólo con tocar el vientre de la
esposa sabía el periodo de gestación y el sexo del hijo de Will en camino.
Will está esperando el inminente momento de la muerte de su padre, pero está
tranquilo, sereno después de conocer la verdad, hasta le punto de hacer pasatiempos.
Y el chamán entra en plano.
El médico de la familia es negro y va vestido de negro. Quizá una referencia
visual directa a las tribus africanas a la que asociamos aún la figura de los chamanes.
188 Análisis
Tim Burton era consciente de la incongruencia de que en la Alabama de la juventud de
Edward hubiera un médico de color65 y sin embargo decidió mantenerlo en la película.
En el inicio de la secuencia, a diferencia del resto del film, Will ya ocupa un lugar
físicamente ligado a la presencia de su padre. Esta asociación se mantendrá a lo largo
de toda la secuencia. Will ya se ha reconciliado con la figura de su padre, ya comparten
un mismo espacio.
“- Me alegra ver que no está tratando de tener una conversación sincera. Una las cosas que más me molestan es cuando la gente habla a aquellos que no les pueden escuchar.”
65 SALISBURY, Mark: 2006, Tim Burton por Tim Burton.
El reencuentro con la eficacia simbólica en Big Fish 189
Las primeras palabras del médico ya hacen referencia a las palabras y al hecho
de pronunciarlas en vano para personas que no tienen la capacidad de escucharlas.
Tengamos en cuenta que el verbo inglés can se traduce en castellano como tener
capacidad de. No alude sólo a quien físicamente no puede escuchar sino también, en
un giro intraducible, a los que no tiene la capacidad de escuchar. Para el médico, por lo
tanto, las palabras han de tener una intención y un sentido para el que las escucha.
“-Bueno tenemos una ventaja. Mi padre y yo nunca hablamos.”
Will se ha reconciliado con la figura de su padre, pero aún no da importancia a
sus palabras a sus relatos.
190 Análisis
“-¿Tu padre te ha hablado alguna vez del día que naciste. -Sí, un millar de veces. El atrapó un pez inalcanzable.”
El médico habla entonces del momento del nacimiento de Will. Sabe cuál es la
historia nuclear de Will, de todo hijo. Will todavía desacredita la historia de su padre, no
entiende su valor, incluso después de saber que su padre ha mantenido la promesa
implícita en la alianza de la historia.
“- Esa no. La historia real. ¿Te la ha contado? -No.”
El médico sabe los términos que Will valora y reconoce: los hechos objetivos. En
ese momento Will sí se muestra interesado.
192 Análisis
“-Bueno, tu madre vino sobre las tres de la tarde. Su vecino la trajo en lugar de tu padre que estaba fuera de negocios en Wichita. Naciste con una semana de antelación, pero no hubo complicaciones. Fue un parto perfecto. Tu padre sintió no estar allí. Pero entonces no era costumbre que los hombres estuvieran en la sala de partos, así que no puedo ver cómo podría haber sido diferente si él hubiera estado allí. Y esa es la historia real de cómo naciste.”
El médico relata los hechos, como haría un periodista, levantando acta objetiva
de los mismos. Su posición en el diálogo es claramente dominante, en un marcado
contrapicado, mirando desde arriba hacia abajo a Will que aparece en picado. Y su
presencia es cada vez mayor, hasta el punto de ocultar por completo la figura de Will.
El reencuentro con la eficacia simbólica en Big Fish 193
“- No es muy excitante, ¿verdad?”
Su figura oculta a Will en el momento que desdeña su opinión: una historia que
sólo describe los hechos carece de interés. Oculta la presencia de Will, llevando a negro
la opinión de este, pero luego se retira, como buen chamán otorga a Will la posibilidad
de renacer.
194 Análisis
“-Y supongo que si tuviera que elegir entre la versión verdadera y una elaborada acerca de un pez y un anillo de boda podría escoger la versión fantástica.”
La posición física del médico es ahora la de un maestro junto su discípulo, un
maestro chamánico que incluso sostiene un bastón, una cetro de hechicería. Desde
esta posición, y como figura paternal positiva, sugiere que se podría escoger la versión
fantástica, la que incluye un pez y un anillo de boda, la que habla de explícitamente de
la promesa matrimonial en el momento del nacimiento del hijo.
“- Pero igual soy sólo yo. -De algún modo me gusta tu versión.”
Will se resiste, pero su certeza flaquea, su oposición ya no es rotunda. La
historia con los hechos objetivos ya sólo le gusta de algún modo.
El reencuentro con la eficacia simbólica en Big Fish 195
El médico abandona la escena no sin antes dar su toque mágico a Will, el toque
del chaman (aquel que con sus rituales dota de sentido a lo real66). Y este toque mágico
finaliza la regeneración.
Al marchar el médico Will mira a su padre, con quien comparte plano, y se
queda pensativo.
Will aún no lo sabe, pero después de reconciliarse con su padre, al saber
cumplida su promesa, y de recibir del chaman la sabiduría sobre qué historias son
valiosas, está listo para recorrer un último camino: contar él mismo una de esos relatos
y conocer su eficacia, la eficacia simbólica.
66 GONZÁLEZ REQUENA, Jesús, “La eficacia simbólica”, en Trama y fondo nº26, Madrid 2009.
196 Análisis
3.9 La eficacia simbólica
Will se ha quedado dormido. En un plano similar a los de la habitación de casa
de su padre, le vemos sentado junto a la cama. De nuevo, como al comienzo del film,
unos telones marcan un escenario, el lugar de la representación. Pero en esta ocasión,
y por primera vez en el film, Will está en escena junto a su padre.
“-¿Papá?”
Unos gruñidos ininteligibles le despiertan, su padre está consciente, mirando
hacia arriba con la mirada perdida. Agoniza.
El reencuentro con la eficacia simbólica en Big Fish 197
El tubo de respiración marca una línea horizontal en el rosto del padre a la
misma altura a la que Edward aludía con una “¿hasta aquí?” al simular la línea de
flotación del Iceberg con la metáfora de Will. Pero Will ya puede ver la parte de su padre
que quedaba oculta debajo de esa línea de flotación.
Visualmente, y a lo largo de toda la secuencia, ambos ya comparten espacio
físico y comparten luz, en su último diálogo. Viven en el mismo universo, se han
reconciliado.
“-Hey ¿Papá? Hey, ¿quieres que traiga a la enfermera? ¿Qué quieres?¿Qué puedo hacer?¿Qué puedo conseguir?”
Su padre se muere, y Will se enfrenta así cara a cara con lo real, con su mayor
manifestación para el ser humano, la muerte misma. El miedo le asalta y no sabe qué
hacer. No es todavía un héroe clásico67 que sabe cómo enfrentarse al encuentro con la
muerte. Por ello el director muestra, incluso, un botón para pedir ayuda.
67 GONZÁLEZ REQUENA, Jesús, Clásico, manierista, postclásico. Los modos del relato en el cine
de Hollywood.
198 Análisis
“-¿Quieres agua?. ¿Quieres un poco de agua?”
Repetimos, no sabe qué hace, sólo se le ocurre ofrecer a su padre el agua que
siempre parecía ser suficiente. Pero esta vez no y Edward la rechaza.
“-El río”
No le vale un vaso de agua, quiere el río. Will continúa con miedo,
desconcertado.
El reencuentro con la eficacia simbólica en Big Fish 199
“-¿El río? -Díme cómo sucede. -¿Cómo sucede qué? -Cómo me voy”
Edward sabe que se muere y, como toda su vida, quiere un relato, un relato
simbólico que le permita hacer frente al miedo ante la muerte inminente.
“-¿Te refieres a lo que viste en El Ojo?”
200 Análisis
Will entiende que su padre quiere una historia, pero todavía no es capaz de ver
el valor simbólico que puede albergar, no sabe qué le puede contar.
Cuando se le ocurre que lo que Edward necesita es un relato, su padre asisente
y Will entra en pánico.
El reencuentro con la eficacia simbólica en Big Fish 201
Da vueltas, mira para todas partes, está totalmente perdido. Incluso quiere,
nuevamente, pulsar el botón pidiendo ayuda.
“-No sé esa historia, papá. Nunca me la contaste.”
Hasta pide ayuda a un moribundo. Pero, finalmente, entiende que ahora, frente a
la muerte, nadie le puede ayudar.
“-Ok, hey, ok, lo intentaré”
Su padre agoniza.
Y Will, finalmente, consigue reunir valor y hacer honor al legado fundador de su
padre, a ese legado gracias al cual puede ejercer de héroe, y se dispone a enfrentarse
a lo real de la muerte de su padre.
Empieza a actuar, primero acaricia a Edward para dar consuelo al moribundo.
202 Análisis
“-Necesito tu ayuda. Dime cómo empieza.
-Así”
Y por fin el último paso: se da cuenta de que lo único que puede ayudar a su
padre a enfrentarse a la angustia de morir, a la disolución de su conciencia frente al
horror de la muerte, es una historia. Se da cuenta de que que le tiene que contar una
historia especial, un relato simbólico, y pide a su padre una última donación, la palabra
para saber cómo ha de empezar. Y su padre la dona.
La donación guarda el secreto de las narraciones que despliegan una eficacia
simbólica reparadora. Una eficacia simbólica que no evita la muerte pero sí la dota de
sentido. Y el secreto de estas historias es el de las “…palabras proferidas en el
momento justo…”68 , por ello su padre le dice así. Para que la historia funcione, repare,
ha de ser capaz de simbolizar lo real y ser pronunciada en el momento mísmo del
desgarro. Ha de empezar aquí y ahora, así.
“-Vale, vale”
68 GONZÁLEZ REQUENA, Jesús, “La eficacia simbólica”, en Trama y fondo nº26, Madrid 2009, p.30
El reencuentro con la eficacia simbólica en Big Fish 203
Entiende las instrucciones, aunque aún ve del todo su valor. Pero está dispuesto
a empezar, la donación de su padre le ha enseñado. Volvemos a ver el plano general
con los telones, el escenario de nuevo. El relato final de su padre va a empezar.
“-Ok, es por la mañana y tu y yo estamos en el hospital, y yo me he quedado dormido. Y me despierto…”
Will comienza el relato desde la referencia a lo real como su padre le acaba de
mostrar, empieza en el momento preciso que Edward está viviendo.
206 Análisis
“-Volamos sobre el bordillo…”
“- Y te cojo y de algún modo apenas pesas nada. No puedo explicarlo”
Pasados unos instantes, Will introduce por primera vez detalles fantásticos en la
historia. Le está cogiendo el gusto y dejándose llevar más allá de su habitual
racionalidad.
El reencuentro con la eficacia simbólica en Big Fish 207
“-Y tenemos que coger Glenville para evitar el tráfico porque la maldita gente de la iglesia es muy lenta”
Y su relato empieza a adquirir sabor. Cada elemento está cargado de
simbolismos. El atasco de tráfico que escoge no es uno cualquiera, tiene relación con la
iglesia. Diríamos que la propia iglesia con sus rituales supone una traba para la
escapatoria que Will y su padre buscan.
Will se deja atrapar por su historia, él mismo la empieza a vivir, a sentir de un
modo especial. El relato que teje es capaz de generar eficacia simbólica y por ello tiene
efectos en lo real.
208 Análisis
“-Y según nos acercamos al río.”
Para su propia sorpresa Will comienza a sonreir. El sentido simbólico de la
historia cala en él, lo posee igual que un chamán es poseído por los espíritus que
invoca en sus rituales. Esta posesión del relato le hace feliz, muy feliz.
El reencuentro con la eficacia simbólica en Big Fish 209
Edward también vive el relato, se emociona expectante, para él también
introduce un sentido en lo real.
“-Quiero decir todo el mundo.”
Al igual que en el ritual chamánico de los indios cuna descrito por Claude Lévi-
Strauss, los nelegan recorrían el camino desde Nele hasta Purba69. Aquí los amigos de
toda una vida vienen a acompañar a Edward en su camino hacia el río. Son ellos los
que referencian a los episodios más importantes de la vida de Edward. Y el hecho de
que asistan felices a su muerte, agradeciendole todo lo que ha llevado a cabo y
profesandole su amor, dota de sentido a la vida de Edward. Puede que no estén
presentes en el hospital, pero al ser citados por la historia de Will cobran presencia,
simbólica, en el momento de la muerte de Edward.
69 LÉVI-STRAUSS, Claude, Antropología Estructural, Eudeba, Buenos Aires, 1968.
El reencuentro con la eficacia simbólica en Big Fish 211
Incluso Will no se lo puede creer, lo que allí está aconteciendo, gracias a un
relato pronunciado en el momento justo. Siente lo que la presencia simbólica de todos
los amigos desencadena. Y Edward, así, con el encuentro con todos sus seres queridos
siente que su vida ha tenido sentido y donde antes anidaba la angustia ante la muerte,
ahora eclosiona la alegría por la historia de su vida. Es la historia la que hace que su
vida pueda ser vivida como maravillosa.
“- Lo extraño es que no se ve ni una cara triste. Todo el mundo está tan feliz de verte y despedirte bien.”
Los seres queridos cumplen su misión en el relato, mostrándose felices de ver a
Edward y realizando una gran despedida de su vida.
Edward llora de dicha y Will también.
El reencuentro con la eficacia simbólica en Big Fish 213
“-Tú te conviertes en los que siempre fuiste un gran pez”
El relato ha de incluir, cómo no, a la esposa de Edward, y ella no se encuentra a
orillas del río de la vida de Edward, sino sumergida en él, al igual que su hijo. Y en ese
devenir que simboliza el río de la vida, Edward se transforma, en un pez inalcanzable
que nadará para siempre.
Con la presencia de la mujer y del hijo en la historia, se incluyen los dos
elementos que terminan por conformar la ecuación de su vida. Sus amigos completaban
su vida de aventuras y su familia su rol como padre. En todos ellos toma cuerpo su
legado, antes de partir. Repetimos, ya no hay angustia, sólo alegría por una vida que
adquiere todo su sentido en el momento de la muerte gracias a la curación operada por
el relato simbólico que su hijo cuenta en el momento oportuno.
214 Análisis
“-Y así es cómo sucede. -Sí, exactamente”
Edward corrobora que el hijo ha contado la historia adecuada, ha sido capaz de
aprender de su padre y contarla en el instante justo para que operara su eficacia
simbólica.
Edward vuelve a su mirada perdida en el más allá, pero ahora sonríe feliz y
muere.
El reencuentro con la eficacia simbólica en Big Fish 215
Will llora la muerte de su padre. Y al tratar de secarse las lágrimas, deforma una
y otra vez su rostro, como si quisiera que éste cambiara, para denotar que nada sigue
igual, que un cambio se ha producido y ha de dejar huella en él: su padre ha muerto.
216 Análisis
En efecto se ha producido un cambio. Como un héroe, ahora ya no tiene dudas,
ahora ya sabe cómo ha de actuar. Se ha convertido en un hombre capaz de realizar
aquello ha de hacerse.
El reencuentro con la eficacia simbólica en Big Fish 217
3.10 Epílogo: Will padre
En el epílogo tiene lugar el ritual funerario “esa ceremonia en la que la palabra
protagoniza le acto del entierro para que así se ella, su ser simbólico, lo que
sobreviva”70.
Y así los seres queridos pueden celebrar con alegría el recuerdo simbólico de
Edward.
70 GONZÁLEZ REQUENA, Jesús, Clásico, manierista, postclásico. Los modos del relato en el cine
de Hollywood, p. 235
218 Análisis
“-¿Alguna vez has oído un chiste tantas veces que has olvidado porque es gracioso? Y entonces lo oyes de nuevo y de repente es nuevo. Recuerdas porqué lo adorabas la primera vez.”
Las palabras de Will interpelan al espectador directamente. Empleando un símil
cuenta, ahora sí, que ha aprendido que las buenas historias tienen sabor, algo que
El reencuentro con la eficacia simbólica en Big Fish 219
tiene que ver no sólo con la historia en sí misma, sino también con haber sido contada
de nuevo en el instante preciso.
Will hace suyo, plenamente, el legado de su padre y lo perpetúa contando las
mismas historias a su hijo.
“-Así que dijo que él lucharía con el gigante de 15 pies de alto. -¡ No es verdad! - ¡Papá! Es así, ¿verdad? - Más o menos. -¿Veis? Era un gigante.”
220 Análisis
“-Esa es la broma final de mi padre, supongo. Un hombre cuenta sus historias tantas veces que se convierte en las historias. Y de ese modo, se convierte en inmortal.”
Se permite una pequeña ironía sobre el legado de su padre. Pero lo ha
aprendido, las historias de un hombre, sus relatos, son los que conforman un orden
frente al caos de lo real, frente al inapelable fin de su vida en la muerte, creando, donde
no lo había, un sentido capaz de sobrevivir.
224 La eficacia simbólica de Big Fish
4.1 La eficacia simbólica de los relatos míticos
En las hipótesis de partida de esta investigación planteábamos la posibilidad de
que el cine de fantasía contemporáneo desplegara una eficacia simbólica para el
espectador, similar a la que han desplegado a lo largo de la historia otros relatos
míticos.
No nos extenderemos en demostrar que los diferentes relatos míticos del
pasado eran capaces, mediante la eficacia simbólica, de llevar a cabo transformaciones
que movilizaban el deseo de los receptores. Numerosos estudiosos se han ocupado ya
del tema. En palabras de Bruno Bettelheim:
“Los pensadores modernos que han estudiado los mitos y los
cuentos de hadas desde un punto de vista filosófico o psicológico, llegan
todos a la misma conclusión, sin tener en cuenta sus convicciones
anteriores. Mircea Eliade describe estas historias como «modelos de
comportamiento [que], por este mismo hecho dan sentido y validez a la
vida». Haciendo paralelismos antropológicos, este y otros autores
afirman que los mitos y los cuentos de hadas derivaron de, o dan
expresión simbólica a, ritos de iniciación u otros ritos de pasaje, tales
como la muerte metafórica de un yo, viejo e inadecuado, para renacer
en un plano superior de existencia.”71
Por lo tanto debemos de tener en cuenta, que este tipo de relatos no sólo eran
capaces de operar transformaciones de eficacia simbólica, sino que ésta era la
verdadera razón de ser de su existencia, y por ello eran transmitidos de generación en
generación como vehículo para dotar de sentido a las acciones y las vidas de cada
individuo:
71 BETTELHEIM, Bruno, Psicoanálisis de los cuentos de hadas, p.42
El reencuentro con la eficacia simbólica en Big Fish 225
“Y es que, como sucede en la narración mítica, el narrador cree
en la verdad de la historia que cuenta y, a la vez, manifiesta y sostiene
su creencia en el acto mismo de su narración. Y, en esa misma medida,
el acto que esa Tarea configura –el acto del héroe, pero también el acto
de narrar la gesta de héroe- cobra su densidad simbólica, es decir, su
necesidad y su verdad para el destinatario del relato: aquel que recibe el
relato de manera equivalente a como el héroe recibe su tarea. Lo que,
nuevamente, se funde en una misma cosa: pues el destinatario del
relato mítico es convocado a hacer propia la tarea del héroe, a ocupar
su lugar, a modelar su existencia sobre su modelo.”72
Es decir, el relato mítico opera en sí mismo, pero también despliega su eficacia
simbólica, mediante el acto de la narración, para el destinatario del relato, operando
transformaciones específicas en él, dentro del ámbito de lo real.
4.2 La eficacia simbólica de Big Fish
La pregunta que se plantea ahora, es la que planteábamos en nuestra hipótesis
¿Puede Big Fish, como ejemplo del cine de fantasía moderno, heredero directo de los
relatos míticos de antaño, desencadenar una eficacia simbólica en el espectador de
similares características a las de aquellos relatos?
A nuestro entender ello no sólo es posible, sino que ocurre de modo manifiesto.
Por ello esta película tuvo tan extraordinaria acogida entre el público y la crítica.
72 GONZÁLEZ REQUENA, Jesús, Clásico, manierista, postclásico. Los modos del relato en el cine
de Hollywood. , 2ª Edición, Castilla Ediciones, Valladolid, 2007. p. 527
226 La eficacia simbólica de Big Fish
Trataremos, ahora, de demostrar cómo la eficacia simbólica que operaba dentro
del relato cinematográfico, también ha tenido su repercusión entre los destinatarios de
la narración (proyección) de la película. Como muestra tomaremos la particular
implicación en el relato de parte de los creadores implicados en su gestación: el
guionista John August, el propio director Tim Burton y los compositores de la canción de
los créditos finales Eddie Vedder y Mike McCready.
La primera consideración a tener en cuenta es la adaptación de la novela Big
Fish de Daniel Wallace llevada a cabo por John August, y particularmente la parte del
relato foco de nuestro análisis. En la novela no hay escenas de diálogo directo del hijo
Will con su padre moribundo y tampoco encontramos una reconciliación del hijo con el
padre y con sus relatos. Este hecho es especialmente significativo si tenemos en
cuenta que en la siguiente película de Tim Burton Charlie y la fábrica de chocolate
(2005) también tuvo guion de John August, y en ella ambos también introdujeron una
reconciliación del protagonista, Willy Wonka, con su padre al final del largometraje que
no se encuentra ni el libro original de Roald Dahl, ni en la anterior versión
cinematográfica Willy Wonka & the Chocolate Factory (Mel Stuart 1971).
En la adaptación de Big Fish, John August introdujo estas escenas fruto de la
experiencia reciente de la muerte de su padre:
“One of the complications in adapting the novel was that Will's
story pretty closely mirrors my own life. I lost my father in college after a
long illness, and while we both made an effort to know each other better
in those last years, we were fundamentally alien to each other. As Will
puts it: “I didn’t see anything of myself in my father, and I don’t think he
saw anything of himself in me. We were like strangers who knew each
other very well.
My dad was nothing like Edward Bloom, but my relationship to
him had the same dynamic as the movie I was writing. For some of the
El reencuentro con la eficacia simbólica en Big Fish 227
details, this was extraordinarily helpful. You can't watch a person fight
cancer for three years without learning a lot about doctors, hospitals and
nutritional supplements. I knew what to put in the movie. More
importantly, I knew what to leave out. There's a matter-of-factness that
develops when a person is dying, which has nothing to do with medical
jargon and morphine drips. By keeping it simple, I kept it more honest.”73
Y no solo eso, sino que también volcó sus experiencias personales de modo
directo en el papel de Will:
“In terms of Will himself, I made him a journalist because that's
what I studied in college. I made him my age (28 at the time) so that I
could keep timelines consistent. And more than any screenplay I'd
written before or since, I just wrote him as myself. While I hope the
character embodies some of my better qualities, he certainly
incorporates some of my worst. He's stubborn and self-defeating. He's
eager to please but desperate for praise -- a grade-grubber grown up.
And worst of all, he insists on being right, even when there's no "right" to
be found.”
Con estos antecedentes no podemos considerar a la ligera la carga de sentido
que las escenas analizadas contienen. Y a pesar de ser el guionista, la primera vez que
vio la película terminada, es decir, la primera vez que fue espectador del relato, tuvo
una vivencia muy especial:
“The most rewarding moment of that first viewing came during an
important plot twist near the end. Sitting in the audience, I found myself
panicked, wondering, "What's going to happen?"
73 AUGUST John (2004), Introduction to paperback version. p 3.
http://johnaugust.com/2004/paperback-version-of-shooting-script-now-available
228 La eficacia simbólica de Big Fish
Of course, I knew. I'd been working on the damn movie for five
years. But the fact that the story could still surprise me meant that
something special was at work.” 74
John August hace referencia al primer visionado con público y tuvo pánico. Pero
no era por su miedo a la posible respuesta negativa del público presente como sería
natural para cualquier autor en una situación así. Según sus propias palabras no sabía
lo que iba a suceder. Por supuesto el conocía la historia, la había escrito, pero algo más
allá del significado del relato ocurrió en él en este primer visionado, “algo especial
estaba sucediendo”. Podemos afirmar, entonces, que el relato visionado por primera
vez por su guionista cobró una dimensión especial para él, y ese algo hubo de ser,
necesariamente, la eficacia simbólica que el relato desencadenó en ese momento
concreto de la proyección, introduciendo un sentido para su guionista que antes no
tenía.
Por su parte, Tim Burton también acababa de pasar el trance de la muerte de
sus padres con apenas con año y medio de diferencia:
“Aunque nunca estuvo muy unido a sus padre (se había ido de la
casa familiar cuando era muy joven), sus muertes le afectaron
profundamente.”75
A pesar de haber abandonado muy joven el hogar familiar y haber mantenido
una relación muy distante con sus padres, la relación de los padres con sus hijos y su
influencia es quizá la piedra angular de toda su filmografía. De los catorce largometrajes
estrenados hasta la fecha, sólo en dos Pee-wee’s Big Adventure (1985) y Planet of
Apes (2001) no ha aparece el tema de los padres de una forma directa. Incluso en
74 AUGUST John (2004), Introduction to paperback version. p 3.
http://johnaugust.com/2004/paperback-version-of-shooting-script-now-available 75 SALISBURY, Mark, Tim Burton por Tim Burton, p.307
El reencuentro con la eficacia simbólica en Big Fish 229
aquellos argumentos ya conocidos, realizó adaptaciones para incluir a los padres como
justificación directa de la psicología de los personajes. Desde el cambio de padres de la
protagonista de Beetle Juice (1988) hasta la influencia de los padres victorianos en
Alicia de Alice in Wonderland (2010), pasando por los padres de ambos protagonistas
en Edward Scissorhands (1990), los traicioneros padres del pingüino en Batman
Returns (1992) o las pesadillas sobre la muerte de su madre a manos de su padre del
protagonista de Sleepy Hollow (1999).
Con este bagaje es fácil comprender que Tim Burton sintiera de forma especial
la muerte de sus padres aunque en vida de ellos, aparentemente, no atendiera dicha
relación.
Centrándonos en Big Fish y en las secuencias analizadas también encontramos
aspectos especialmente importantes de la biografía de Tim Burton. Al igual que Will en
el film, Burton trató de acercarse a su padre cuando este estaba muriendo, aunque en
su caso la reconciliación como tal no llegara a producirse:
“Cuando mi padre se puso enfermo… Tienes que empezar a
prepararte. Como ya he dicho, no tenía una relación muy íntima con
ninguno de los dos, pero al ponerse enfermo intenté restablecer un poco
la relación. No llegué al extremo al que llega el personaje de Billy al final
de Big Fish, pero tampoco era tan mala como al principio. Hice algunos
progresos.”76
Y la secuencia final, en la que muere Edward también contiene elementos
biográficos en si misma y, nuevamente, fallidos:
“Hacer las escenas del hospital y de la cama fue muy fuerte. Yo
no pasé por eso con mi padre, o sea que no me sentí como si estuviera
76 SALISBURY, Mark, Tim Burton por Tim Burton, p.310
230 La eficacia simbólica de Big Fish
viviendo algo. Estaba en Hawai buscando localizaciones para El planeta
de los Simios cuando me enteré de que había muerto.” 77
El argumento de la película tenía suficientes elementos para ser especial para
Tim Burton, pero además tenemos muestras de que por encima de ellos, el relato
desencadenó un sentido adicional en la vida de Tim Burton. Empezando por la lectura
del guion de August:
“No leí el libro Big Fish hasta bastante después de acabar el
guion, y si lo hubiera hecho entonces no sé si habría dicho que sí al
proyecto. […] Creo que John hizo un trabajo realmente magnífico al
coger las ideas del libro y aportarles una estructura más consistente. […]
Y a mí me dio la impresión de que así eran precisamente las cosas en lo
que se refiere a este tipo de relaciones. Por eso me pareció que John
aportaba a ciertos niveles más de lo que había en el libro.”78
De estas palabras se deduce que no es la historia, ya presente en el libro, la que
involucró a Burton a nivel emocional, fue en la lectura del guion de August donde
encontró esos retazos de sentido verdaderamente relevantes para él. Y él fue
consciente de ello. Recordemos las palabras que ya citábamos en el análisis:
“Todo lo que uno hace tendría que ser catártico. Y respecto a mi
padre, reflexionar sobre nuestra relación, no era algo de lo que pudiera
hablar con un terapeuta. He ido a terapia, pero nunca he hablado de mis
padres. Pero al leer este guion pensé: «Esto es exactamente lo que
quiero, esto pone en imágenes lo que no puedo comunicar». Y eso me
gustó muchísimo. Normalmente no haría nada así si no me impresionara
de ese modo. Es como tener un hijo: no puedes prepararte para tus
77 SALISBURY, Mark, Tim Burton por Tim Burton, p.323 78 SALISBURY, Mark, Tim Burton por Tim Burton, p.312
El reencuentro con la eficacia simbólica en Big Fish 231
emociones reales. Simplemente te golpea con fuerza y a un nivel
primario.”79
También durante la realización del film Burton tuvo momentos con un sentido
especial, particularmente en las escenas más emotivas:
“Y fue muy intenso. Las escenas que resultan emotivas en la
película fueron también emotivas en el rodaje, y alucinantes de
presenciar.”80
E incluso en los primeros visionados que realizó de la película casi terminada,
ocurrió algo especial para él:
“Al llegar el final te emocionas, y sabes por qué y al mismo
tiempo no lo sabes, te conmueve inesperadamente, en contraposición a
cuando ves de donde viene todo. No puedo decirte cómo funcionaba
mientras acababa la película, porque la verdad es que no se la enseñé a
nadie, y no sabría decir si yo me encontraba en un estado
particularmente emocional.”81
En estos primeros visionados del director se encontraba sólo y reconoce que le
conmovía inesperadamente sin saber por qué. Había tejido un relato volcando algo que
ni él mismo sabía que estaba creando. Debemos concluir, entonces, que el relato
desencadenó una eficacia simbólica incluso para él, creía en el relato, en su historia,
tanto es así que la propia realización de la película y su visionado posterior sirvieron de
terapia para él:
79 SALISBURY, Mark, Tim Burton por Tim Burton, p.311 80 SALISBURY, Mark, Tim Burton por Tim Burton, p.323 81 SALISBURY, Mark, Tim Burton por Tim Burton, p.317
232 La eficacia simbólica de Big Fish
“… por eso hacer esta película fue una tremenda catarsis para
mí, porque tuve la oportunidad de trabajar sobre estos sentimientos sin
necesidad de hablar con un terapeuta. Para mí, estas cosas son
siempre muy incómodas y sensibleras, y difíciles de expresar con
palabras.”82
Así pues, del mismo modo que el ritual cuna referido por Lévi-Strauss ejercían
una eficacia capaz de sanar a una parturienta agonizante, la película tuvo un efecto
sanador para Tim Burton.
Para disipar las dudas que aún puedan surgir debemos considerar una última
reflexión de Tim Burton:
“Volví a pensar en mi padre y, por muy mala que fuera mi
relación con él, al principio estaba llena de magia. Me refiero, por
ejemplo, a que llevaba dentadura postiza y dos de los dientes eran
afilados y, cuando había luna llena, nos hacía creer que se iba a
convertir en hombre lobo, y resulta que podía mover los dientes falsos y
eso nos volvía completamente locos; nos encantaba. O sea que
verdaderamente era un personaje muy mágico, pero también eso se
puede perder, y es importante recordarlo. Yo lo perdí, en cierto modo lo
olvidé durante demasiado tiempo.” 83
Estas palabras delimitan con precisión lo que ocurre con Will en las secuencias
analizadas, ha olvidado la magia de aquellos momentos con su padre. Como hemos
visto, Will recupera dicha magia, y dado que Tim Burton no tuvo una reconciliación en
vida de su padre, él también recordó la magia de su padre pero después de su muerte y
82 SALISBURY, Mark, Tim Burton por Tim Burton, p.309 83 SALISBURY Mark, Tim Burton por Tim Burton, p.332
El reencuentro con la eficacia simbólica en Big Fish 233
no es aventurado concluir que la recordó gracias a su propia película. El film ejerció su
eficacia y le permitió recuperar el sentido en la relación con su padre.
Por último recogeremos brevemente la influencia que la película tuvo en al
menos dos espectadores: Eddie Vedder y Mike McCready del grupo Pearl Jam. Eddie,
que ya había dedicado la canción Alive a su propia adolescencia cuando su padre
biológico murió sin conocerle como tal, vio la película con Mike en un pase previo a
petición de Tim Burton:
"We were so blown away by the movie, Eddie and I were
standing around talking about it afterwards and were teary-eyed. We
were so emotionally charged and moved by the imagination and
humanity that we felt because of the movie."84
Interesantes palabras de Mike acerca de lo que sintieron al ver la película. Es
decir lo que en ellos ocurrió al verla. Y movido por este sentido, Eddie compuso esa
misma noche la canción “Man of the Hour” de la que Burton dijo:
“…su canción me pareció realmente preciosa y me sentí muy
honrado. Creo que captó de maravilla el espíritu de la película…”85
Y la canción finalmente acompañó a los créditos finales de la película.
La intención de esta investigación es profundizar en la eficacia simbólica que un
tipo especial de relatos fantásticos (simbólicos) puede causar en el hombre moderno,
tomando como muestra la eficacia que, a nuestro entender, opera en el largometraje Big
Fish. Y por los motivos expuestos acerca de la elección del film, consideramos que éste
84 LAMMERS, Tim: 2004. 'Big Fish' Song Real Catch For Pearl Jam
http://www.lifewhile.com/entertainment/2751996/detail.html 85 SALISBURY, Mark, Tim Burton por Tim Burton, p.334
234 La eficacia simbólica de Big Fish
relato ofrece un fiel reflejo de cómo reciben los espectadores de hoy en día los relatos
míticos.
236 Conclusiones
1. La película Big Fish es ejemplo del reencuentro de la modernidad con los
relatos míticos del pasado. En su planteamiento postula una posible
génesis de los cuentos de hadas, como relatos concebidos para dar
sentido y validez a la vida, mediante el añadido de contenido simbólico a
los aconteceres cotidianos. Y frente a esta configuración de los cuentos
de hadas, propone una lectura de cómo el hombre moderno se enfrenta a
este tipo de relatos, denigrándolos, pero también ofreciendo una vía de
salida, un posible reencuentro, redescubriendo su importancia,
integrándolos en la experiencia de vida. Todo ello convierte a Big Fish en
un referente cinematográfico que deviene en metalenguaje de los relatos
simbólicos en el contexto intelectual de la modernidad.
2. El análisis textual detenido de Big Fish muestra una propuesta de las
condiciones necesarias para que los relatos de un narrador actual
puedan desencadenar su eficacia simbólica:
a. Como primera condición, el análisis del relato muestra la
necesidad de que el oyente considere al narrador, un narrador
cualificado. En el pasado la propia estructura social otorgaba
cualificación a determinados narradores de modo inherente. En el
mundo moderno dominado por la racionalidad y el pensamiento
científico, cada narrador deberá demostrar su cualificación como
tal, saliendo airoso de las pruebas de integridad y coherencia a las
que se verá sometido. Demostrando su competencia en el
El reencuentro con la eficacia simbólica en Big Fish 237
desempeño del rol escogido. Ya sea éste un rol de líder,
profesional o, como en el caso el film, progenitor.
b. La segunda condición extraída del análisis propone la necesidad
de que el oyente haya incorporado un determinado tipo de relato a
su subjetividad. En tanto en cuanto un oyente haya sometido a
prueba a la integridad del narrador en su rol, forzosamente, habrá
empezado a dar validez subjetiva al relato que este propone,
puesto que dicha integridad sólo se sustentará sobre un sistema
de referencia ya reconocido como válido por el oyente. Y este
sistema de referencia sólo puede surgir en base a un relato capaz
de organizar el universo de lo real en la subjetividad del oyente.
El film propone que esto no tiene porque ser reconocido
racionalmente por el protagonista, porque la eficacia de los relatos
del padre son el presupuesto inconsciente, y por lo tanto no
racional, de todo su proceso, a pesar de ser un oyente enmarcado
en el pensamiento científico actual.
c. La tercera condición obtenida del análisis es que un relato,
aceptado como simbólico, ha de ser narrado en el momento
oportuno. Para el hombre actual, inmerso en la sociedad del
bienestar, sólo en los momentos en los que sufra una experiencia
extrema de lo real que lleve al límite el armazón de su conciencia,
podrá aceptar como necesario un relato simbólico para introducir
sentido a su vivencia. Sólo en dichos momentos tendrá,
potencialmente, la necesidad de aferrarse a dicho sentido para
evitar desmoronarse como sujeto. Y por lo tanto, sólo en un
momento de tales características, podrá un relato ejercer su
eficacia simbólica reparadora.
En el largometraje, un hijo para el que los hechos objetivos y la
racionalidad suponían la (endeble) seguridad en su visión del
238 Conclusiones
mundo, sólo ante la experiencia de la muerte del padre, acepta la
necesidad y la validez de otros relatos, únicos capaces de dar
sentido a toda una vida.
3. Big Fish, además de contener elementos en su relato que sirven de
reflejo de cómo el hombre de hoy en día puede relacionarse con los
relatos simbólicos, contiene, en sí misma, suficiente carga simbólica
como para haber ejercido de relato capaz de desencadenar eficacia
simbólica en sus espectadores. La particular implicación de sus
creadores en la concepción del relato ha dotado a la película de una
carga de sentido para un espectador predispuesto. Las pruebas halladas
al respecto ofrecen una interesante reflexión para desentrañar si las
condiciones para la eficacia simbólica propuestas en el relato son
extrapolables como condiciones para que el propio largometraje sea
capaz de introducir sentido en la subjetividad de sus espectadores.
4. El análisis llevado a cabo sobre el relato simbólico en Big Fish, como
largometraje con elementos de cine de fantasía gestado en los albores
del siglo XXI, define un sugerente punto de partida para futuras
investigaciones acerca de la carga simbólica de otros largometrajes del
cine de fantasía contemporáneos. Una investigación tanto de la
naturaleza de dicha carga simbólica como de la forma en la que ésta
establece relación con los espectadores, ayudará a entender porque el
espectador moderno demanda con insistencia este tipo de relatos y, por
lo tanto, ayudará a comprender el auge actual del cine de fantasía.
240 Bibliografía
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El reencuentro con la eficacia simbólica en Big Fish 241
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