CESEDEN

ALGUNAS REFLEXIONES SOBRE EL ARMA ECONOMCA

por el General Beaufre(De las Revistas Strategie nims0 18 y 19 de 1969wTraducido por el Departamento de Informacin)

Febrero, 1971 BOLETiN DE INFORMACION NUM. 52 Vii

PARTE1

El hombre moderno descubre los mecanismos de lo economía. A medida que avanzaen el conocimiento de ios fen6menos econ6micos, éstos cambian y plantean nuevos proble—mas. Entre todos aquellos existe uno que presenta una importancia considerable desde elpunto de vista estratgico: ¿Es la economía un medo coerc?6n? Si es asÍ, ¿puede reemplazar, en los conflictos futuros, al empleo de las fuerzas militares?

Si no puede sustituirla, ¿cuales son sus limitaciones y, en tal caso, no puede de—sempeñar un importante papel en apoyo del desarrollo de las presiones militares?

Sobre estas cuestiones, en apariencia demasiado simples, han respondido empírica-mente un cierto nGmero de acciones de resultado desigual: las sanciones econ6micas contraItalia en 1935 que fueron frustradas, el restablecimiento econmico realizado por el planSchacht que permiti6 el acelerado rearme de la Alemanid hitleriana. Después de la Segunda Guerra Mundial, la restauraci6n econmica de la Europa Occidental ha constituído elmedio mcs eficaz para evitar la expansi6n del comunismo. El mismo fen6meno se desarrollaactualmente en la periferia oriental de Asia, al parecer con igual éxito. Tales resultadoshacen a uno preguntarse si la economfa no ha llegado a ser el arma esencial en los confUctos modernos0

LaaccicSnecon6mica,

Para analizar este problema es preciso esforzarse en encontrar unos criterios suficentemente fundamentados. El Instituto de Estudios Estratgicos Francas ha llevado a cabo,en 1968, el primer trabajo sobre este complicado tema. Ha podido extraer algunos principios que permiten comprender mejor el fen6meno de la acci6n econ6mica.

Toda decisn que conduzca a una accin econmica supone la existencia de unabertad de acchSn econSmica. Se trata de dsponer de los recursos necesarios para aplicarlosa la acci6n proyectada. Estos recursos pueden ser de diversas clases financieros, industriales, monetarios, comerciales. Determinan una capacidad de accin que puede, segtn el caso, aplicarse a un programa de armamentos, a una presi6n financiera, monetaria o comercial,o a una ayuda econmica, estableciendo una vinculacin de intereses con un país o bien influyendo, profundamente, én su gnero de vida y sobre su orientaci6n poUtica. Trataremos

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de perfilar algunos tipos de acción econ6mica

el desarrollo del potencial mflitar amigo o aliado,— la creacin de mancomunidades de intereses,

la coerci6n o la instigacin.— finalmente, la asimilacin por la identidad de las civilizac iones.

Advirtamos de pasada, para volver ulteriormente con ms detalle, que estos tipos —

de accin pueden ser empleados concurrentemente o conforme a secuencias diferentes; lacoercin o la instigacin suponen la existencia previa de intereses comunes y la asimilaci6n representa la fase iltima de una acciSn econ6mica totalmente acertada.

La capacidad de accin econ6mica depende de la existencia de un excedente derenta nacional que pueda aplicarse a la accin programada. Si tal excedente no existe ose considera inferior a las necesidades y la operacin se juzga necesaria, entonces el problema consiste en movilizar los recursos correspondientes, bien sea a largo plazo por un de

‘sarrollo econ6mico, o bien a corto por medio de una reduccin del consumo. El prmer procedimiento cuenta generalmente con el apoyo de los economistas ya que esta ms de acuerdo con el ptimo econmico’, aunque presupone dilaciones en su realizaci6n que no sonsiempre aceptadas. El segundo ha sido muy empleado por los beligerantes en el curso de lasdos guerras mundiales, as como por los regímenes comunistas a través de sus desarrollos economicos,

Es evdente que la reducci&’i del consumo no ser aceptada por la opini6n públicam& que en circunstancias graves y por consiguiente la libertad de accin econmica depender& en gran parte, de la situaci6n psicol6gica, En el cao general de que no se quiera restringir el consumo ser preciso disponer de una economía expansionista y no utilizar en laacci6n que una porte del excedente anual de rentas De esta forma se llega a la conclusi6n de que la capacidad de acci6n ecornSmica depende, enteramente, de la expansi6n dela econorna.

Se debe, sin embargo, advertir que, en muchas circunstancias, particularmente enel restablecimiento econmico de Alemania por el plan Schacht, fue posible, mediante lostratamientos convenientes, extraer de una economía aparentemente enferma recursos considerables conducentes a un desarrollo acelerado. Esta movilizaci& de la economía con vistas a la acci6n constituye una cuesti6n que no esta dentro de la Pnea ortodoxa actual peroque, hasta el momento, sin duda, esta en correspondencia con la resoluci6n de numerosas —

situaciones contemporneas

Lacreaci6ndeinteresessolidarios.

Cada economra nacional presenta sus características propias que son señaladas pore>cedentes o dfic its, Colmar los dfic its con importaciones ventaosas, absorber los excedentes haciendo comprar a buen precio, constituyen el medio ms seguro de crear interesessolidarios. La Alemania del año 1936 conocicS esta forma de entablar vínculos econ6rnicos

con los Estados agrícolas de los Balkanes. En nuestros días, Jap6n desarrolla esta políticacon los estados perifricos de Asia.

Una fase ms avanzada de la misma política consiste en ayudar al desarrollo econmico o industrial mediante inversiones, personal especializado, o con la instalaci6ri en elterritorio en cuesti6n de nuevas empresas industriales y comerciales. Este mtodo se empleacon gran frecuencia por parte de los Estados Unidos en Europa y en el Asia periFrica, donde las empresas americanas se benefician de los balos costes de la mano de obra nativa, cornparados con los salarios americanos. En gran parte, es una operacin rentable, por consi

-_.fr . —guiente espontanea, pero la intenc ion politica es a veces muy significativa como ocurre en

el caso de Taiwan, donde las organizaciones chinoamericanas supervisan el desarrolloagrícola e industrial. Los soviéticos establecen los vínculos por medio de acuerdos de trueque (los cuales suponen ser favorables a las dos partes comprometidas en el cambio), Ellosvenden y compran equipos industriales pagables mediante créditos a muy largo plazo, sinembargo, no invierten en países extranjeros privndose de este modo, al parecer, de losbeneficios del fenmeno de la bola de nieve, producidos por el desarrollo económico. Hayque subrayar que, para los soviéticos, el excedente de producci6n petrolífera tiende a representar el papel de moneda de cambio, El armamento que ellos exportan es casi siemprereembolsable a largo plazo, especialmente en contrapartidas de materias primas. De ese —

modo se amortizan las reservas soviéticas.

Existe, por Gltimo, un método de creaci6n de solidaridad !ediante el desarrollo delas relaciones culturales. Los americanos y soviticos conceden numerosas bolsas de estudios en sus universidades, los franceses exportan profesores tras de haber recibido en sus escuelas a muchas generaciones de estudiantes. Las afinidades profundas van surgiendo con eltranscurrir de las relaciones en el tiempo. Estas faciiitarn en su día los intercambios econmTcos y la difusi6n científica.

lnstigaciones1presiOneSeconmicas

An cuando los vínculos económicos existentes entre dos países hayan sido voluntanos o creados artificialmente, puede que sea posible utilizarlos para hacer presi6n sobreun gobierno extranjero, amenazndole con interrumpir las transacciones ms ventajosas. Enciertos casos, al parecer, la econom de un país esta enteramente a merced de algtn otropor ejemplo, Australia exporta el 4/o de su producci6n al Jap6n.

Es preciso, sin embargo, que este medio de coerci6n se muestre en todo momentoeficaz: los Estados Unidos creyeron asfixiar a Cuba al suspender sus compras de azGcar; Cuba se zaf6 vendiendo su azúcar a la U,R.R.S. De aquí se desprende que en economía, como en esfratgia, el juego ¡nternacional raramente es bilateral, Existen siempre oposiciones internaciones tales que una presi6n demasiado acentuada acarrea el apoyo de otras nac iones,

Por otra parte, las relaciones econSmicas y especialmente las empresas en el extrón¡ero estn sometidas al derecho interior del país en que operan. Es suficiente una ley para

nacionalizarlas o para gravar sus actividades con impuestos abrumadores, Francia crey6 tener una importante fuente de ingresos en Argelia con la industria petroli’fera que había creado; esta industria estuvo siempre amenazada por las decisiones unilaterales del gobierno argeUno y ha llegado a ser objeto de presiones tanto ms eficaces cuanto mds importantes han

sido las inversiones,

Se deduce pues, que el arma econ6mica puede ciertamente ser empleada para ejercer presiones, pero sin estar exenta de riesgos, debiendo por tanto ejercerse dentro de límites muy extrictos que causen un efecto decisivo en situaciones graves0 SegGn parece la presin financiera sobre las monedas dbiles puede tener una influencia muy apremiante. Estafue la experiencia de Gran Bretaña en 1956 en el caso de Suez la libra pasaba por momentos difíciles, lo que bast6 a los Estados Unidos para actuar contra dicha moneda y obligara capitular al gobierno britnico, Este procedimiento tiene ademas la ventaja de presionardirectamente a nivel de gobierno, dando por sentado que habr de dirigirse contra Estadoscuya moneda sea dbil. No obstante, esta jugada tiene sus limitaciones ya que el hundimiento de una moneda puede tener graves consecuencias sobre las dems, Lo ideal en estecaso es que no se pase de la amenaza a la ejecucin,

Resumiendo puede responderse a la pregunta formulada en el encabezamiento deeste artículo en el sentido de que el arma econ6mica no puede generalmente jugar el papelde medio de coercin0 Manejada con discernimiento puede ser un medio de instigacin.

Laacci6neconmc9jrmamento,

Si la acci6n econ6mica no puede constituir un medio de coercin seguro y rpido,puede que llegue a ser necesario el uso de as armas. Sin embargo el armamento cuesta caro y plantea una antinoma entre la política de desarrollo econmico y la política de armamento, El problema es complejo y requiere un atento anlisis,

En suma, puede afirmarse sin muchas probabilidades de errar, que una polica de —

armamentos es ruinosa si no se apoya en una base econ6mica fuerte. Un cierto nivel de desarrollo econmico es indispensable para llevar a cabo una política de armamentos. Nos en

PIcontramos ante la mocon de capacdad de accion economca , la cual reposa generalmente sobre una economía expansionista, La política de armamentos es una forma de utilizar —

una parte de los excedentes de producto nacional para desarrollar un potencial militar susceptible de ser explotado con fines políticos. Como no sea así el país se arruino,

Algunos teóricos consideran que el país se arruino de todas formas, ya que el armamento constituye un gasto improductivo, Se trata de una opinin exagerada mientras quelos gastos en armamento no sobrepasen 1os límites de un cierto porcentaje de producto nacionol global, por el contrario, puede jugar un papel estimulante para la industria al asegurarla importantes pedidos durante largos períodos, La expansi6n econmica de los Estados Undos en los últimos años ha sido debida, en gran parte, al firn dado a la produccin por laguerra del Vietnan la industria de los misiles y la carrera del espacio.

Los armamentos modernos recurren a las cnicas m& avanzadas Muchos de los ex—traordinarios progresos técnicos conseguidos en os ti!’imos cinco años, por ejemplo, han sido el resultado de 1os elevados gastos dedicados a la ¡nvestigaci6n, gastos justificados porlos contratos de armamentos. Si no hubiera existido esa certeza en su utilidad no se hubie’ron consagrado jam& tales sumas a la fnvestigacin Ademas, debe tenerse en cuenta quelas grandes innovaciones de este siglo la av’iaci6n, la astron&itica, la ckugí y la elec—tr&ica, no hubieran podido producirse si no hubiera sido con ocasión de las dos guerrasmundiales o de necesidades militares urgentes. Parad6jicamente, parece que la existenciade un grave desafío, restableciendo la tesis de Toynbee, es la fuente del progreso si se tienen medios para superar las dificultades.

En una palabra, una accin econmica racional debe permitir la poliica de armamentos que se haga necesaria. Si la capacdad de accon economica es demasiado escasa,dicha acción debe previamente tender a desarrollar los recursos o a movilizarlos mediantelas manipulaciones convenientes (como lo realiz.ó Schacht) Si la capacidad económica essufuciente, una política de armamentos bien dirigida puede entrañar unbeneficio económco. No tiene por qu darse una antinomracnr la disyuntivc económicu y el armamento.

Laáccióneconómicadeásimilddón.

El hecho de que la acción económica permita generalmente el desarrollo del armamento no debe conducir a pensar que si la coerción económica no puede ser mós que muylimitada, haya que tener que recurrir a la coerción por las armas. Estas segGn la impresiónde nuestros dios, especialmente desde la aparición de las armas nucleares y con los factoresideoló cas contemporaneos, parecen hab2r rdido una buena parte de su capacidad coercitiva: esquemóticamente, el ótomo obliga a limitar el campo de acción de las fuerzas y laideología permite opone resistencia ante las empresas militares Umitadas Esta es la Hsto—ra de la guerra de Vietnam. Por lo tanto, los armamentos modernos parecen constituir unmedio de disuasión mós que un medio de acci6n. Esto les hace necesarios pero nosufki€ntes.

Parece pues, que k aCción genuína, que tiende a cambiar el orden de las cosas nopuede llevarse a cabo mós que por medio de las ideologías. Esta es la gran hipótesis maoista que pretende apoderarse del espíritu para lograr las situaciones psicológicas productorasde sublevaciones revolucionarias, Los cambios no son impuestos por e! exterior sino mediante maduraoios interiores. Estos son los pueblos que hacen la historia”., dice Mao.

Esta hipótesis encierra ciertamente una gran parre de verdad Sin embargo, se observa que el Asia actual da ejemplo con un rnodo de acción diametralmente opuesto, latransformación de los hombres no por la ideología sino por la economía, El ejemplo mós perfecto es el de Japón, que se ha lanzado a cuerpo descubierto al desarrollo de la economíay que ha llegado a ser la tercera potencia económica del globo, razón de su fuerz.a en elExtremo Oriente, an cuando no esta mós que muy someraente armado. Los ejemplos deCorea del Sur, de Formosa y de Hong=Kong muestran que el desarrollo económico por lossistemas liberales lleva consigo una estabilidad psicológica y moral que l’ace o estos pafsesimpermeables a la acción revolucionaria de la China popular. La civilización de estos paf

ses se transforma, surge la prosperidad y resalta crudamente sobre el rgimen espartano delgran vecino socialista0 Este tltTmo condena con razn el economismo, que representa P°ra l un peligro mortal, ya que tarde o temprano corre el riesgo de que se practiquen casossimilares a detrimento suyo0 En el gran conflicto latente de Asia, no es absurdo pensar queel atractivo de la prosperidad material puede destacarse de la embriaguez deolgica., Lahip6tesis maoista puede ser vencida por la americana0 Esta en vías de producirse en Europa,donde el desarrollo econmico de la U0R.,R0S0 conduce a un cambio profundo en las tendencias sovticas.,

Así, la acci6n econmica, concebida como una accliSn de desarrollo a largo plazopor los sistemas liberales, se comporto perfectamente como un poderoso medio de transformaci6n, de promocin, y en cierto sentido de estabilizaci6n psicol6gica0 introduciendo necesanamente las técnicas de la civflizacin ms avanzada, ella tiende a hacer desaparecerlas escandalosas diferencias que existen entre los pueblos, tanto en costumbres como enveles de vida0 Basada en la economía, ella refuerza la solidaridad entre las naciones., Espor tanto pacificadora,

Ciertamente, estas conclusiones necesitan ser matizadas el talan de Aquiles del de

sarrollo econmico es el problema social, y es ahí donde la tesis maoista mantiene sus ventajas0 Si la prosperidad no se ve acompañada de una presunta justicia social, aquella no hace ms que acentuar las tensiones interiores, permitiendo explotar la acci6n revolucionaria0Sin embargo, no nos encontramos en la época del liberalismo integral0 Se avoca hoy dra acompaginar armoniosamente el Socialismo con el desarrollo econmico, para de este modoevitar distorsiones demasiado peligrosas0 Si se conduce con habilidad, la acci6n econmca de asimilac?n puede prevalecer sobre la accn revolucionaria,

CONCLUSIONES

El arma econmica no es un medio de coercin de fcil manejo0 La coercin pormedios militares ha llegado a ser peligrosa y aleatoria., No obstante, el arma econ6rnicaparece ser un poderoso medio de transFormacin y de civilizaci6n, un medio de accin porconsiguiente, con igual categoría que la accin revolucionaria.

Resulta que el desarrollo liberal de la economía7 que conduce de la penuria a lallamada civilizacin de consumo, no resuelve todos los problemas0 No solo de pan vive elhombre., La abundancia tiene también sus males, que son aquellos de las sociedades avanzadas, Estas ltirnas pueden favorecer a Ja acci6n revolucionaria.,

Sin embargo, el problema pririci’pal es salir de la penuria0 Ese fue el gran objetivodel comunismo., En la bGsqueda de la abundancia, el arma econ6mica liberal esta en camno de poder demostrar la superioridad de sus métodos, Por lo tanto, es l6gico pensar quela acci6n revolucionaria puede ser vencida en los países subdesarrollados por una accineconomca ef!caz0

PARTEH

En el artkulo anterior he tratado de analizar los posibles papeles del arma ecbn6mica en las perspectivas de acci6n econ6mica directas, en cierto modo clsícos desarrollode potenciales militares, creacin de solidaridades de intereses, instigac6n o coerci6n deun país extranjero8 asTmflacin por la identidad de la civiiizacin Las conclusiones quese sacan son que esas acciones econ6micas directas fueron de empleo generalmente pocodecisivo, al menos a corto plazo, pero que el arma econrnica parece ser a largo plazo unpoderoso medio de transformaci6n y de civilizaci6n, siendo por lo tanto un medio de acc?6n de la misma categoría que la acción revolucionaria0

Esta tltima conciusin trae irremediablemente a la mente la idea de que el armaecon6mica debe tener un campo de accin indirecta que puede ser interesante de explotar.

¿Qué ser una accin indirecta desde el punto de vista econ6mico? Si se admite la analogfa con la definicin de estrategia indirecta, que es aquella en la que el elemenfo decisivo es el resultado de acciones distintas a las perténecientes al dominio de lasfuerzas militares, la acci6n econmica indirecto ser aquella en la que el elemento decisiyo responder a mbitos que no sean del dominio econmico0 Esta defincin sería muy poco satisfactoda yo que vendría a significar el tener que estudiar todas aquellas accionesno abarcadas por el arma econ6mica. Indiscutiblemente, la acci6n econrnica indirecta requiere una definición ms exacta. En un primer aniisis puede sin duda adherirse a la f&mula sguiente la acci6n econ6mica indirecta es aquella que producida por medios distintos a los econmicos lleva consigo consecuencias importantes a la vez, que decsias en elaspecto econmico. El objetivo sigue siendo la economía contraria8 pero asta es atacadaindirectamente

Si se parte de esta definici6n, se divisan inmediatamente numerosas categorías deacción econGmica indirecta: los disturbios sociales, el bloqueo militar aéreo o marítimo, -,

los bombardeos a&’eos, la guerra militar paroxismal, la guerra total, son los ejemplos msíi0 Existen igualmente otras categorías intermediarias

Losdisturbiossociales.

Los disturbios sociales que competen al campo político de la guerra total son su

ceptibles de consecuencias eco’.. micas considerables0 Esto fué repetidamente cierto en el

curso de lo historia,, pero ha llegado a ser actualmente un medio de una eficacia terrible,debido a la extemada interdependencia de los mecanismos econ6mkos modernos unos díasde huelga general pueden causar quebrantos enormes o la economía; algunas huelgas parciales apikadas a actividades claves (transporte, petrleo, materias de primera necesidad) sonsuflc lentes para desorganizar durante bastante tiempo la economía ms sana. Adem&, losdisturbios sociales tienden a seguir el proceso de la bola de nieve las dificultades causadaspor la huelga crean un clima fovorable a las reivindicaciones; la circunstancial represi6npuede originar muy rpidamente un ambiente de guerra civil extremadamente desfavorablea la economra general y a la moneda en particular.

Naturalmente, para que se produzcan los disturbios sociales es menester que existan con anterioridad tensiones econ&nicas y sociales, Por consiguiente, son espontaneasla mayor parte de las veces, No obstante, tambin pueden ser el resultado de la acci&1 deagentes provocadores0 El caso hst&ico ms claro en este sentido es el de la revoluci6n rusa de 19O5 al examinar los archivos ¡aponeses, despus de la guerra, los americanos encontraron pruebas de que aquellos disturbios fueron en gran parte ocasionados por los ¡aponeses,Es posible que los disturbios de 1789 fueran obra de la caballera de San Jorge De cualquier modo, es indudable que la revolución rusa de 1917 fue, al menos en parte, el resultado de forcejeos muy substanciales que los alemanes habían permitido en aquel territorio,Desde este punto de vista, la guerra pol iica parece ser un poderoso medio de acci6n econ6mjca indirecta,

Elblocio

El bloqueo militar, marimo y aireo, constituyen, evidentemente, un medio de occian econmica indirecta. Las fuerzas armados tienden entonces a privar a la economía contraria de las materias primas y mercados que la son necesarias.

Los ejemplos histricos abundan el bloqueo marítimo ingl& de final del siglo XVIII,el bloqueo continental de Napoleón, el bloqueo de Alemania en las dos guerras mundiales,En estos diversos ejemplos el bloqueo no Fue ¡amcs decisivo, no obstante entrañ6 una situaci6n econ6mica difíil que causa tensiones sociales peligrosas, preparando de esta forma elterreno abs disturbios sociales, El bloqueo parece ser, por este motivo, un poderoso mediode accin política indirecta,

Elbombárdeoaéreo.

El empleo sistemtico de las fuerzas aireas para destruir la capacidad de produc—cian contraria, experiment6 un gran desarrollo en el cu’so de la segunda guerra mundial,Se pretendía un resultado militar ms que un resultado econ6mico, para privar a las fuer=zas armados contrarios del flujo de material de guerra y de municiones0

A pesar de los esfuerzos considerables y destrucciones muy crueles, pareci6 que este medio de accin no había conseguido los resultados que se pretendía la produccin alemano no ceso de crecer hasta 1945 y no fue completamente desordenada hasta los tltimos

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meses de la contienda, Esto demuestra que la capacidad de destrucci6n de las fuerzas a’reas no eran suficientes y llama la atenci6n notablemente el que el mismo fen6meno se est reproduciendo en Vietnam: las medidas de protecci6n y de adaptaci6n al peligro aéreose están mostrando muy eficaces0

Pero parece que los efectos psicol6gicos de las destrucciones aireas han sido a lainversa de como se esperaban0 En el infierno de los bombardeos, las poblaciones civileshan debido someterse a una disciplina colectiva muy dura0 Una vez combafientes”, su mo

/ ral se ha endurecido ante las adversidades0 La Alemania de 1945 no conoci6 ninguno delos disturbios sociales que habían sacudido a la Alemania de 1918, Lo mismo aconteci alJap6n y a Vietnam,

Ciertamente, no hay nadie que pueda predecir lo que provocarían los bombardeosnucleares si stos se llevaran a efecto, Pero puede imaginarse que su enorme capacidad dedestrucci6n llevaría consigo la ruina moral de la defensa, Su acci6n transpasaría el campoecon6mico para dirigirse directamente contra la moral de la poblaci6n.

LaguerramilitarNroxisrnal0

La guerra militar paroxismal, que se define como el empleo tan intenso como seaposible de todos los medios militares, cual fue el caso en las dos guerras mundiales, es de!de luego un modo extremado de la guerra militar,

Mcs si se analiza el fenmeno, se comprueba, ante todo, que es el resultado de laincapacidad de las fuerzas armadas en tiempo de paz para tomar la decisi6n militar, Estaincapacidad conduce a aumentar esas fuerzas armadas, a movilizar el mayor nmero de habitantes, a desarrollar su material, a producir continuamente en mayor cantidad, La guerraparoxismal arrastra al paÍ a organizarse con miras a la guerra y a la produccin de guerra,a crear una verdadera revoluci6n econmica que va dirigida a movilizarla mano de obra yracionar el consumo no militar.

Este gigantesco drenaje de todos los recursos nacionales para aUmentar al monstruode la guerra militar tiene consecuencias considerables: en primer lugar la penuria en casi —

todos los aspectos, siguiendo con la ¡nflaccin galopante para financiar la producci6n deguerra, y, por Gltimo, la devaluaci& y la ruina de las clases medias; la estructura socialdel país se modifica y las tensiones se desarrollan, La guerra militar paroxismal toma así elaspecto de un cncer devastador.

La accic5n de este cncer es generalmente decisiva: ésto fue lo que provoc6 la ruina

de la Rusia de 1917, de la Alemania y de la Ausr?a en 1918, así como la causa de la guerra de los Sudistas en 1864 La enfermedad es grave y atañe a todos los beligerantes0 Hastalos países ms salidos y sanos son profundamente afectados, aunque resistan mayor tiempoque aquellos que presentan alguna Fragilidad interna,Estos se hunden primero, algunas veces por el choque de una derroto rnititor, con m6s frecuencia por una revouci6n, 1.o ven—

lo,

cedores también necesitan de un largo perÍodo de convalecencia. La usura es primeramenteeconmica, despus y muy rpidamente adquiere carcter moraL Las instituciones se desmoronan. La capitulaci6n no detiene el proceso0 E. país se hunde0

De este modo, la guerra militar paroxismal es un medio de accin econamica indirecta, pero sus resultados sobrepasan el terreno econrnico, ya que las transformaciones econmicas que ella entraña tienen profundas consecuencias en el campo sociaL

rratótaL

La guerra total combina todos los medos que han sido someramente analizodos’ la.guerra: militar paroxismal, el bloqueo, los bombardeos aéreos, la organizaci6n de disturbiossociales0 De esta forma, la guerra total se manifiesta corno la combinacin de todos los medios de accin para afectar a la substancia misma de la economía contraria y, como consecuencia, a las estructuras íntimas del adversario0

La guerra total, en mayor grado que la guerra militar paroxismal, constituye unaverdadera enfermedad coman a los beligerantes que ponen a prueba su resistencia orgnicay que concede la victoria al ms fuerte y ms sano, no sin afectarle profundamente0

Por tanto, a la guerra total se la sitta en oposicin a la concepcin artrstica dela guerra. En lugar de ser una inteligente esgrima, es una lucha ciega de usuro recíprocadonde el resultado final se obtiene por el mayor agotamiento de uno de los adversarios.

CONCLUS IONES

El somero examen de las posibilidades de accin econ6mica indirecta permite reconocer la potencia y eficacia de tales acciones el armo econmica no es un medio de acci6n directa de c6modo manelo ni de rápido efecto, pero la economía constituye una zonade accin muy sensible que es relativamente fcil de transtornar por los medios indirectos.La economía difícilmente puede jugar el papel de medio de acci6n ofensivo, sino es a muylargo plazo, por el contrario, constituye una zona sensible e inestable la cual es m& fcilde afectar de una forma substancial por medios no econ6micos que por los econ6micos en sí.

Sin embargo,, es preciso que estos medios no econmicos sean de un camodo manejo:la guerra total, la guerra militar paroxismal, el bloqueo y los bombardeos areos no corresponden m& que a situaciones políticas extremas0 Una forma atenuada de este método deataque a la economía contraria es la carrera de armamentos, tal como la hemos visto desarroUarse durante los años 95O, Ms se observa que la usura resultante es cornpartda porlos dos antagonistas y la carrera de armamentos no puede beneficioral precio de grandes

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desembolsos’- mas que a los pases que poseen las mas potentes econom!as,, Solo la agitacionsocial constituye un rntodo practicable a los diversos niveles de empleo de la fuerza. Ellarequiere condiciones particulares que no siempre se dan,

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Es difícil sacar unas conclusiones claras del conjunto de estas consideraciones. Parece, sin embargo, que se puede intentar la aciaraci6n siguiente

1 .- La economía representa en tiempo de paz uno de los aspectos principales de lasalud de una nac6n. Esta salud evoluciona la mayor parte de las veces mediante la acci6nde factores internos m6s o menos espont6neos0 Pueden producirse situaciones econ6micasmuy estables y en ese caso la acckSn econ6mica contraria ser6 muy difícil. Si por el con

- trono la situaci6n econ6mica es inestable , es posible que una acci6n econ6mica externapueda llevar consigo sensibles transtornos, M65 para que esos transtornos puedan causar crisis econ6micas es preciso que puedan ser explotados directamente en el plano político paradebilitar a la naci6n en cuesti6n. Es por tanto m6s un medio de acci6n que un medio de presi6n, medio de acci6n de efecto generalmente bastante lento. Desde este punto de vista elarma econ6mica no parece poder jugar en “tiempo de paz” mas que un papel auxiliar y poco decisivo salvo en los casos particulares muy favorables.

2.- En cualquier tiempo, (tiempo de paz y de guerra) la economía es muy sensible

a los disturbios sociales, El equilibrio social de un país es uno de los elementos influyentesen la salud de una naci6n, Una naci6n econ6micamente pr6spera pero con un deficienteequilibrio social es especialmente vulnerable, notablemente en su economía,

3. En tiempo de guerra abierta, la economía padece tensiones y distorsiones importantes. Ella llega a ser el tal6n de Aquiles para los beligerantes, si éstos no llegan a obtener una decisi6n militar r6pida. Los transtornos de la economía tienen por objeto minarlas estructuras sociales y morales del país. Al final no es la economía la que se hunde (ellaes rigurosamente controlada) sino el país por completo. La economía ha jugado un papel capital1 pero intermediario. Se observa una vez. m6s la estrecha interdependencia que existeentre el orden econ6mico y el social.