2010-08-14 una de romanos

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Article in Spanish about continuity between modern and Roman times.

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Hemingway bullfighting

Una de romanosErnest Hemingway argumenta en alguno de sus libros, o quizs en todos, que es slo por su carcter impermanente que la tauromaquia no se considera un gran arte. Tras ver varias temporadas de Doctor House en TV cable, yo dira lo mismo de las series televisivas. A menudo brillantes, de una gran perspicacia en su evocacin de la vida, no dejan de ser efmeras. Ver un episodio de una serie que ya finaliz, es como leer el diario de ayer. Se estren la ltima temporada de Los Soprano, por ejemplo, slo un par de aos atrs, pero ya pertenece a la historia. El noventa por ciento de todas las personas que terminarn enganchando con esa serie, ya enganch; y eso a diferencia de El Padrino, la pelcula que tanto le sirvi de modelo.Es quizs justamente por lo desechable del formato que me ha quedado en la memoria una escena de Los Soprano que evoca algo menos contingente, una rivalidad ancestral. En la escena, los mafiosos italianos le dan una brutal paliza a un judo para obligarlo a ceder una propiedad. Pero l opone una gran resistencia, inspirada en la historia de su pueblo. Durante dos aos les dice resistieron novecientos judos contra quince mil soldados romanos, en Masada. Nunca se rindieron. Y dnde estn los romanos ahora? Imbcil, los ests mirando, le contestan.Efectivamente, y no slo ellos. Los griegos, por mucho que hayan fundado la civilizacin occidental, se entretenan viendo concursos de atletismo protagonizados por nios en pelota. Eran raros, pero los romanos eran como uno: el ser como uno, de hecho, fue invento de ellos. Decimos que la nuestra es una sociedad cristiana, o por ltimo postcristiana, pero el cristianismo en realidad nunca arraig. Al leer el Nuevo Testamento, uno se encuentra con una serie de mandamientos poner la otra mejilla, vivir como los lirios del campo que no trabajan ni hilan que son magnficos, pero absolutamente inadecuados para una raza violenta e industrializante como la nuestra. A pesar de los dos mil aos de adoctrinamiento, pasar de esos textos imposibles a los escritos de los romanos, al humor de un Apuleyo o el escepticismo de un Horacio, es como volver a casa.Inquietos como ellos, adems, propensos a la moda y al cambio, nos encontramos en la misma necesidad de buscar un reemplazo por una religin que ya ha ido perdiendo vitalidad, primero en Europa y ahora cada vez ms en Amrica Latina, aun si mantiene su vigencia en lugares ms atrasados de noticias como China y frica o ese pas tan decimonnico, Estados Unidos. Si la historia se repite, la nueva religin ser una versin parcialmente occidentalizada de algo que ya existe en otras latitudes. Sea cual sea, seguiremos siendo lo que ramos, romanos, con una continuidad menos ostentosa pero no menos real que la de los judos mismos.