05 amor y ley

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Lección 5

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Lección 5

“Porque juicio sin misericordia se hará con aquél que no hiciere misericordia; y la misericordia

triunfa sobre el juicio” Santiago 2:13

1. Comprender que el amor debiera ser nuestra mayor motivación al servir a Dios.

2. Debemos llevar el evangelio a toda raza, tribu, lengua y pueblo.

3. Mostrar en nuestros actos que todos son merecedores del amor de Dios.

“Amarás a tu prójimo como a ti mismo”.

CAPACIDADES

Santiago 2:1-13Los mandamientos de la ley del amor

1. Santiago 2:1-4. No harás acepción

de personas.2. Santiago 2:5-7.

No afrentarás al pobre.

3. Santiago 2:8-9. Amarás a tu prójimo.

4. Santiago 2:10-11. Guardarás la ley.

5. Santiago 2:12-13. Tendrás misericordia.

«Hermanos míos, que vuestra fe en nuestro glorioso Señor Jesucristo sea sin acepción de personas. Porque si en vuestra congregación entra un hombre con anillo de oro y con ropa espléndida, y también entra un pobre con vestido andrajoso, y miráis con agrado al que trae la ropa espléndida y le decís: Siéntate tú aquí en buen lugar; y decís al pobre: Estate tú allí en pie, o siéntate aquí bajo mi estrado; ¿no hacéis distinciones entre vosotros mismos, y venís a ser jueces con malos pensamientos?» (Santiago 2:1-4)

Tendemos a mostrar más respeto a quienes percibimos que están «sobre» nosotros en la escala social, y a respetar menos a quienes están por «debajo» de nosotros.

Ante Dios todos somos iguales. Por tanto, como cristianos, mostraremos el amor y la justicia tratando a todos por igual.

En aquella época existía la idea de que los

publicanos y pecadores debían ser excluidos

de la sociedad. En contrapartida, el

evangelio presentado por Jesús se enfocaba

en la salvación a los pobres y marginados

por esa sociedad.

Hasta hoy es posible percibir que,

generalmente, la sociedad genera un molde

de comportamiento y quien no encaje en él

queda al margen.

Leer Mateo 2:16 y Lucas 11:43. ¿Qué expectativas de la sociedad estaban involucradas aquí? ¿Cuál era el conflicto entre ellas y los principios del evangelio?

EL HOMBRE VESTIDO DE OROEl amor y la Ley

EL HOMBRE VESTIDO DE ORO

Como cuerpo de Cristo, debemos predicar

un evangelio de inclusión y no de exclusión.

Tenemos que mirar a las personas como

Cristo las miraba. Todos deben merecer

nuestro amor y atenciones, pues todos son

hijos de Dios.

El amor y la Ley

«Nunca deberíamos actuar con indiferencia y falta de

simpatía, especialmente cuando tratamos con los pobres. A

todos debemos tratar con cortesía, simpatía y compasión. La

parcialidad manifestada hacia los ricos desagrada a Dios.

Jesús es menospreciado cuando se desprecia a sus hijos

necesitados. Estos no son ricos en bienes de este mundo,

pero ellos son caros a su corazón amante. Dios no reconoce

distinción de rango. Él no toma en cuenta las clases sociales.

Ante su vista los hombres no son más que hombres, buenos

o malos. En el día final del ajuste de cuentas, la posición, las

clases sociales o la riqueza no alterarán ni en el espesor de

un cabello el caso de ninguna persona. El Dios que todo lo ve

juzgará a los hombres por lo que éstos son en pureza,

nobleza y amor a Cristo»

E.G.W. (Consejos sobre mayordomía cristiana, cp. 33, pg. 168)

«Hermanos míos amados, oíd: ¿No ha elegido Dios a los pobres de este mundo, para que sean ricos en fe y herederos del reino que ha prometido a los que le aman? Pero vosotros habéis afrentado al pobre. ¿No os oprimen los ricos, y no son ellos los mismos que os arrastran a los tribunales? ¿No blasfeman ellos el buen nombre que fue invocado sobre vosotros?» (Santiago 2:5-7)

Los pobres

que son ricos en fe

heredarán el reino

Los ricosque

oprimen al pobre

blasfeman el nombre de Jesús

Cuando, dentro de la iglesia, un hermano/a usa su riqueza o posición para obtener ventajas personales, blasfema el nombre de Jesús. Con su ejemplo, degrada a Jesús delante de los hombres.

El dinero no debería ser el medio por el cual evaluemos a las personas. Los ricos no deben ser exaltados ni los pobres menospreciados, ambos debieran sentir en nosotros el amor de Cristo.

Algunas personas se valen de su buena situación para pensar que no necesitan de Cristo en sus vidas. Por ello, como iglesia, debemos desarrollar maneras por las cuales podamos alcanzar a esas personas.

Leer Santiago 2:5-6. ¿De qué modo Santiago amplió lo que escribió en los cuatro versículos anteriores?

LUCHA DE CLASESEl amor y la Ley

La gente que atraviesa problemas económicos o enfrentan conflictos sociales, tienden a acercarse más al evangelio de Cristo.

La iglesia crece más en lugares donde hay personas que se sienten afligidas y angustiadas.

LUCHA DE CLASESEl amor y la Ley

«Si en verdad cumplís la ley real, conforme a la Escritura: Amarás a tu prójimo como a ti mismo, bien hacéis; pero si hacéis acepción de personas, cometéis pecado, y quedáis convictos por la ley como transgresores» (Santiago 2:8-9)

Como podemos ver por el versículo 12, Santiago habla aquí de los Diez Mandamientos. Ésta es una ley real, porque es la ley del REY DE REYES.

Al igual que Jesús en el sermón del monte, Santiago se concentra aquí en los mandamientos que rigen nuestra relación con los demás, y que se resumen en el mandamiento «amarás a tu prójimo como a ti mismo».

No amar, o hacer diferencia entre las personas, es pecar contra la Ley de Dios.

La iglesia no puede hacer acepción de personas. Cuando somos parciales, perjudicamos la predicación del evangelio.

En los días de Jesús, había personas que eran exclusivistas, consideraban que los que no eran israelitas no eran merecedores del amor de Dios.

El pecado que hay en nosotros nos lleva a odiar, cuando deberíamos amar.

No debemos rotular a las personas.

Leer Santiago 2:8-9, Levítico 19:17-18 y Mateo 5:43-45. ¿Qué importante mensaje recibimos de estos pasajes?

AMAR AL PRÓJIMOEl amor y la Ley

«Porque cualquiera que guardare toda la ley, pero ofendiere en un punto, se hace culpable de todos. Porque el que dijo: No cometerás adulterio, también ha dicho: No matarás. Ahora bien, si no cometes adulterio, pero matas, ya te has hecho transgresor de la ley» (Santiago 2:10-11)

Amar al prójimo no nos exime de guardar la Ley.

Al contrario, cuando transgredimos cualquiera de los mandamientos, demostramos que no amamos realmente a nuestro prójimo.

¿Cómo puedo decir que amo a mi hermano y mentirle (Éxodo 20:16)? ¿Cómo puedo amarle e insultarle (Mateo 5:22)?

Cualquier transgresión de la Ley de Dios daña, de cierta manera, nuestra relación con Dios y con los demás.

Nuestras acciones deben tener el

propósito de adorar a Dios.

Es deber de todo hombre amar a Dios y al

prójimo.

Jesús enfatizó que toda la Ley debiera ser

guardada, y no solo algunos puntos.

La base para guardar la Ley es el amor.

TODA LA LEYEl amor y la Ley

«Así hablad, y así haced, como los que habéis de ser juzgados por la ley de la libertad. Porque juicio sin misericordia se hará con aquel que no hiciere misericordia; y la misericordia triunfa sobre el juicio» (Santiago 2:12-13)

Cuando aceptamos la salvación que Jesús ganó por nosotros en la cruz, nuestro sincero amor a Dios nos llevará ineludiblemente a compadecernos de nuestro prójimo.

Aquel que no haya sido capaz de amar, se encontrará con un juicio sin compasión (misericordia).

Pero el compasivo se enfrenta al juicio con alegre confianza, sin temor; sabe que Dios es compasivo con los que se compadecen.

Todo juicio se basa en una ley. La Ley de perfecta libertad y la Palabra de Dios serán utilizadas como base para el gran juicio que Dios llevará a cabo.

Todos compareceremos ante el tribunal divino.

La justicia de Dios nos cubre.

El perdón y la obediencia son dos aspectos de esa cobertura divina.

Leer Santiago 2:12-13; Juan 12:48; Romanos 2:12-13; 2 Corintios 5:10; Apocalipsis 20:12-13. ¿Qué nos enseñan estos versículos acerca del juicio?

JUZGADOS POR LA LEYEl amor y la Ley

«La Justicia y la Misericordia se mantuvieron separadas,

opuestas la una a la otra, separadas por un ancho abismo.

El Señor, nuestro Redentor, revistió su divinidad con

humanidad, y forjó a favor del hombre un carácter que era

sin mancha ni tacha. Plantó su cruz a mitad del camino

entre el cielo y la tierra, y la convirtió en el objeto de

atracción que se extendía en ambas direcciones, uniendo a

la Justicia y a la Misericordia a través del abismo. La

Justicia se trasladó desde su elevado trono y con todos los

ejércitos del cielo se aproximó a la cruz. Allí vio a Uno igual

a Dios llevando el castigo de toda injusticia y todo pecado.

La Justicia se inclinó con reverencia ante la cruz con

perfecta satisfacción, diciendo: Es suficiente»

E.G.W. (Comentario Bíblico Adventista, tomo 7, sobre Santiago 2:13)

1. El amor es la base para la observancia de la Ley.

2. No debemos hacer acepción de personas.

3. Actualmente hay muchos conflictos respecto de la

división de clases. Como iglesia, no debemos

cometer el error de dejarnos llevar por él. Debemos

amar a todos.

4. Dios nos ama, más allá de nuestra condición

económica. Seamos ricos o pobres, Dios tiene un

lugar para nosotros en su Reino.

CONCLUSIONES

SANTIAGO, EL HERMANO DEL SEÑOR

Te invito a bajar y estudiar cada una de las 13 lecciones que tratan sobre el tema:

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