Todos los aos, en cuanto terminaban las

clases, yo empacaba en una maleta mi ropa de

verano, mis juguetes preferidos y un cuaderno de

dibujo. Mi perra Daisy y yo nos mudbamos al

apartamento de mi abuela en El Barrio. Como mis

padres trabajaban, me pasaba el verano con ella.

Desde el momento en que mis padres me

dejaban all hasta el da en que me recogan,

abuela me envolva en su mundo de msica.

A veces ella pona un disco y bailbamos

juntos. En otras ocasiones, bailaba sola y me

contaba cosas de su infancia en Puerto Rico.

Cuando abuela pona un merengue de la

Repblica Dominicana, mova las caderas de

un lado a otro. Cuando sonaba su disco de salsa

favorito, me deca escucha esa

conga, mientras bata las

manos como golpeando un

tambor imaginario.

A mi abuela le gustaba toda clase de msica.

Pero entre sus discos, haba uno en especial que la

llenaba de emocin. Cuando lo pona, se colocaba

una mano sobre el corazn y cerraba los ojos

mientras cantaba. En ocasiones, cuando terminaba

la cancin, se quedaba sentada en silencio,

pensando en el abuelo y en los viejos tiempos en

Santurce, su ciudad natal.

A veces deca abuela una cancin puede

expresar todo lo que tu corazn siente, como si la

hubieran escrito expresamente para ti.

Lo que ms me gustaba era cuando abuela

me deca:

Hoy te toca a ti escoger los discos.

Cualquier disco que yo eligiera, abuela deca:

Siempre me gusta lo que seleccionas.

A veces, yo escoga la cancin de abuela,

slo para verla ponerse la mano sobre el corazn

y cantar.

Y ella siempre preguntaba:

Pero cmo lo sabes?

Si haca mucho calor en la calle, me pasaba las

horas mirando las portadas de los discos de abuela.

Elega las que ms me gustaban y las dibujaba

en mi cuaderno. Mientras dibujaba, las portadas

cobraban vida y las orquestas tocaban en la sala de

abuela.

Abuela nunca iba a ningn espectculo a ver sus

orquestas favoritas. Se contentaba con quedarse en

casa conmigo y or sus viejos discos. Pero Santurce

era cuna de cientos de msicos, y ella conoca

a muchos de los que haban participado

en las grabaciones.

Sammy, un sobrino de abuela, tocaba los

timbales en la orquesta de Rafael Cortijo, la mejor

de Puerto Rico. Un da, cuando la orquesta estaba

en Nueva York, Sammy trajo de visita a Cortijo

y al cantante Ismael Rivera. Fue una verdadera

sorpresa. Cuando viajaban, no tenan muchas

ocasiones de comer comida casera y aprovecharon

para saborear el famoso arroz con gandules

de abuela.

Despus del postre, Sammy le dio otra sorpresa

a abuela: dos entradas para el primer concierto

de la orquesta en Nueva York y un ejemplar de su

nuevo disco que todava no haba llegado a las

tiendas. Corr hasta el tocadiscos, emocionado

porque iba a ser la primera persona en Nueva York

que iba a escucharlo.

Hasta me llev a la barbera a que me cortaran

el pelo.

Al da siguiente, abuela y yo fuimos a

comprarnos ropa para ir al concierto. El teatro estaba en el Bronx. Fuimos en metro;

abuela estuvo nerviosa durante todo el trayecto.

Cuando llegamos, no tuvimos que hacer cola

porque tenamos unas entradas especiales. El teatro

era ms grande que cualquiera de las salas de cine

que yo conoca.

La orquesta hizo una entrada espectacular.

De repente, la sala se qued a oscuras, brillaron

unas lucecitas y se oy el sonido de una sirena.

O que abuela deca: Ay, Dios mo!. Ella pens

que ocurra algo. El escenario, a oscuras, se llen

de gente que pareca correr de un lado para otro.

Luego, se apagaron todas las luces, y se escuch el

marcado y agudo ritmo de una conga BUM BAK

BUM BAK BUM BAK. De pronto, se encendieron

las luces, se escuch un fuerte BUM y la orquesta

empez a tocar El bombn de Elena.

Abuela y yo nos sorprendimos al or lo diferente

que sonaba la msica en vivo. Los msicos

lograban que las canciones conocidas parecieran

otras, aadindoles nuevas letras y frases

musicales. Antes de comenzar el ltimo nmero,

Ismael dijo: Esta cancin es para Carmen y se

dirigi a abuela, mientras cantaba. La mir y vi

que se pona la mano sobre el corazn, levantaba

la otra y, con los ojos cerrados, empezaba a cantar

en voz baja. Ismael le estaba cantando a mi

abuela! Entonces, mir a mi alrededor y me di

cuenta de que todos en el teatro se haban puesto

una mano sobre el corazn.

Cuando termin la funcin, fuimos a los

camerinos. Le pregunt a Ismael cmo saba que

sa era la cancin preferida de mi abuela. Me

explic que esa cancin habla de los que se mudan

a un pas lejano dejando atrs a sus seres queridos.

Las personas se ponan una mano sobre el

corazn para mostrar que aunque estuvieran

lejos, sus corazones se hallaban en Puerto Rico.

Ahora yo comprenda por qu la cancin de abuela

significaba tanto para tanta gente.

La cancin de mi abuelaEn mi Viejo San Juan

por Noel Estrada

En mi Viejo San Juan, cuntos sueos forj en mis noches de infancia. Mi primera ilusin y mis cuitas de amor son recuerdos del alma. Una tarde me fui hacia extraa nacin, pues lo quiso el destino. Pero mi corazn se qued junto al mar, en mi Viejo San Juan.

Adis, adis, adis, Borinquen querida, tierra de mi amor. Adis, adis, adis, mi diosa del mar, mi reina del palmar. Me voy, pero un da volver a buscar mi querer, a soar otra vez en mi Viejo San Juan.

Pero el tiempo pas y el destino burl mi terrible nostalgia. Y no pude volver al San Juan que yo am, pedacito de patria. Mi cabello blanque, ya mi vida se va, ya la muerte me llama, y no quiero morir alejado de ti, Puerto Rico del alma.

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