yurua: la historia del pueblo que colinda con brasilelcomercio_2015-10-25_#12

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A12 l País El Comercio domingo 25 de octubre del 2015 en uno de los rincones más pos- tergados del territorio nacional. A ocho horas de Breu, por río, está la ciudad brasileña de Marechal Thaumaturgo, una comunidad fronteriza con agua potable, desagüe, luz e Inter- net las 24 horas, y con un presu- puesto de 21 millones de reales, como S/.17 millones. Hay cosas que cambian mu- cho al otro lado de la fronte- ra. Javier del Águila asumió la alcaldía distrital de Yurúa es- te año. Hizo su presupuesto pensando en los S/.9 millones con los que trabajó la gestión anterior, pero el Ministerio de Economía lo recortó a S/.4,8 millones. De eso, paga S/.1,8 millones en una deuda de la ges- tión anterior y ejecuta la única obra física que puede: un local comunal. Lo que queda es pa- ra pagar, por ejemplo, S/.6 mil mensuales al médico del centro de salud, porque la doctora asig- nada y pagada por el gobierno regional se fue y no regresó. Hay otros gastos. Por emer- gencias médicas, pagaron hasta S/.7.500 por cada traslado aé- reo a Pucallpa. También gastan cada mes 400 galones de com- bustible para alumbrar Breu tres horas al día. Y hay que sumar los via- jes que el alcalde hizo este año a Lima para que el Gobierno Central mejore el aeródromo de Breu, financie el sistema del agua potable que tanto necesi- tan y, además, para pedir que al- gún programa social llegue. Pe- ro “vuelva mañana” –dice Del Águila– es una respuesta recu- rrente en los ministerios. Zona detallada Yurúa Pucallpa UCAYALI BRASIL PARADOJA. A pesar de la pobreza, a Yurúa solo se entra y sale en avión. PARA LA CASA. En la comunidades de esta zona no hay electrici- dad. Los niños aprovechan la luz del día para hacer sus tareas. NATIVOS. El 95% de la población pertenece a las etnias asháninka, yaminahua, amahuaca, ashéninka, chitonahua y yanesha. RÍO ABAJO. El Yurúa conecta a las 26 comunida- des de este distrito. EMERGENCIA. Según la Municipalidad de Yurúa, el 67% de los ni- ños sufre de anemia, y el 48%, de desnutrición crónica. Si alguna vez un presidente de la República llegase a la comu- nidad ashéninka de Dulce Glo- ria, Luz Mari Ruiz Santos le pe- diría una cocina a gas, porque cuando cae la lluvia es difícil encontrar leña. Ante la pregun- ta de qué es lo que más quisiera, Luz Mari dice que sería feliz con cuatro vacas para su familia y un colegio nuevo para los niños de su comunidad. Dulce Gloria es uno de los 26 poblados nativos de Yurúa, el distrito de Ucayali –cerca a la frontera con Brasil– que no fi- gura entre los 20 más pobres del país, pero cuyo nivel de pobreza y pobreza extrema alcanzan al 98,9% de sus 2.587 habitantes. De ellos, nadie tiene agua po- table ni desagüe, casi todos vi- ven de sus chacras y están prác- ticamente aislados del resto del país, pues la única forma de salir de Yurúa es volando: un avión aterriza dos veces a la semana en el aeródromo de la capital del distrito, Puerto Breu. Pero pocos tienen los más de S/.200 que cuesta ir a Pucallpa. Y si los tuvieran, dependen de la lluvia. Hay temporadas en las que que- darse es la única opción. Miguel Charri es el técnico a cargo –hace nueve años– de la posta de Dulce Gloria con un sueldo de S/.750 mensuales. Bajo su responsabilidad está la atención de esta comunidad y de otras once. La más lejana está a dos días de viaje en ‘peque pe- que’. Cuando le toca emprender estas largas travesías, en Dulce Gloria es impertinente enfer- marse. En el 2013, el parto de una jo- ven de 18 años se complicó con hemorragias. Charri gestionó su traslado en avión pero era tarde para el ingreso de la nave. Solo quedaba llamar a los médi- cos de Breu, que navegaron en bote tres horas hasta Dulce Glo- ria. La emergencia se complicó a tal punto que fue necesario cruzar el río, de vuelta a Breu, alumbrados solo con la luz de la luna. En el trayecto, un tronco en el río casi acaba con la espe- ranza de rescatar a la embara- zada ashéninka y a su bebe. Son los riesgos de navegar en un ‘pe- que peque’ de noche y de vivir LA HISTORIA DEL PUEBLO QUE COLINDA CON BRASIL Olvidados en la frontera En Yurúa los enfermos tardan horas, e incluso días, en cruzar el río en busca de un médico; por ello, hasta una leve infección puede ser letal. Aun así, no figura en la lista de los 20 distritos de mayor pobreza en el país. ÓSCAR PAZ CAMPUZANO TEXTO JUAN PONCE VALENZUELA FOTOS ENVIADOS ESPECIALES “Si el técnico de la posta de Dulce Gloria debe viajar, resulta impertinente enfermarse”. Yurúa depende de la agricultura de subsistencia, pero los altos cos- tos del transporte, la ausencia de mercados y la falta de apoyo técni- co dificultan su progreso. Según el alcalde Del Águila, el Ministerio de Transportes tiene S/.50 mlls. para invertir en 5 aeró- dromos, uno de ellos es el de Breu. Hasta hoy no asignan los fondos. MÁS INFORMACIóN Ubicador

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Diario El ComercioReportagesFotografía de Yurua, poblado en la frontera con Brasil y Perú.Fotografías Juan Ponce Valenzuela

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Page 1: Yurua: La historia del pueblo que colinda con Brasilelcomercio_2015-10-25_#12

A12 l País —El Comercio —domingo 25 de octubre del 2015

en uno de los rincones más pos-tergados del territorio nacional.

A ocho horas de Breu, por río, está la ciudad brasileña de Marechal Thaumaturgo, una comunidad fronteriza con agua potable, desagüe, luz e Inter-net las 24 horas, y con un presu-puesto de 21 millones de reales, como S/.17 millones.

Hay cosas que cambian mu-cho al otro lado de la fronte-ra. Javier del Águila asumió la alcaldía distrital de Yurúa es-te año. Hizo su presupuesto pensando en los S/.9 millones con los que trabajó la gestión anterior, pero el Ministerio de Economía lo recortó a S/.4,8 millones. De eso, paga S/.1,8 millones en una deuda de la ges-

tión anterior y ejecuta la única obra física que puede: un local comunal. Lo que queda es pa-ra pagar, por ejemplo, S/.6 mil mensuales al médico del centro de salud, porque la doctora asig-nada y pagada por el gobierno regional se fue y no regresó.

Hay otros gastos. Por emer-gencias médicas, pagaron hasta S/.7.500 por cada traslado aé-reo a Pucallpa. También gastan cada mes 400 galones de com-bustible para alumbrar Breu tres horas al día.

Y hay que sumar los via-jes que el alcalde hizo este año a Lima para que el Gobierno Central mejore el aeródromo de Breu, financie el sistema del agua potable que tanto necesi-tan y, además, para pedir que al-gún programa social llegue. Pe-ro “vuelva mañana” –dice Del Águila– es una respuesta recu-rrente en los ministerios.

Zona detallada

UBICADOR

Yurúa

Pucallpa

UCAYALI

BRASIL

Paradoja. A pesar de la pobreza, a Yurúa solo se entra y sale en avión.

Para la casa. En la comunidades de esta zona no hay electrici-dad. Los niños aprovechan la luz del día para hacer sus tareas.

Nativos. El 95% de la población pertenece a las etnias asháninka, yaminahua, amahuaca, ashéninka, chitonahua y yanesha.

río abajo. El Yurúa conecta a las 26 comunida-des de este distrito.

EmErgENcia. Según la Municipalidad de Yurúa, el 67% de los ni-ños sufre de anemia, y el 48%, de desnutrición crónica.

Si alguna vez un presidente de la República llegase a la comu-nidad ashéninka de Dulce Glo-ria, Luz Mari Ruiz Santos le pe-diría una cocina a gas, porque cuando cae la lluvia es difícil encontrar leña. Ante la pregun-ta de qué es lo que más quisiera, Luz Mari dice que sería feliz con cuatro vacas para su familia y un colegio nuevo para los niños de su comunidad.

Dulce Gloria es uno de los 26 poblados nativos de Yurúa, el distrito de Ucayali –cerca a la frontera con Brasil– que no fi-gura entre los 20 más pobres del país, pero cuyo nivel de pobreza y pobreza extrema alcanzan al 98,9% de sus 2.587 habitantes.

De ellos, nadie tiene agua po-table ni desagüe, casi todos vi-ven de sus chacras y están prác-ticamente aislados del resto del país, pues la única forma de salir de Yurúa es volando: un avión aterriza dos veces a la semana en el aeródromo de la capital del distrito, Puerto Breu. Pero pocos tienen los más de S/.200 que cuesta ir a Pucallpa. Y si los tuvieran, dependen de la lluvia. Hay temporadas en las que que-darse es la única opción.

Miguel Charri es el técnico a cargo –hace nueve años– de la posta de Dulce Gloria con un sueldo de S/.750 mensuales. Bajo su responsabilidad está la atención de esta comunidad y de otras once. La más lejana está a dos días de viaje en ‘peque pe-que’. Cuando le toca emprender estas largas travesías, en Dulce Gloria es impertinente enfer-marse.

En el 2013, el parto de una jo-ven de 18 años se complicó con hemorragias. Charri gestionó su traslado en avión pero era tarde para el ingreso de la nave. Solo quedaba llamar a los médi-cos de Breu, que navegaron en bote tres horas hasta Dulce Glo-ria. La emergencia se complicó a tal punto que fue necesario cruzar el río, de vuelta a Breu, alumbrados solo con la luz de la luna. En el trayecto, un tronco en el río casi acaba con la espe-ranza de rescatar a la embara-zada ashéninka y a su bebe. Son los riesgos de navegar en un ‘pe-que peque’ de noche y de vivir

La historia deL puebLo que coLinda con brasiL

Olvidados en la fronteraEn Yurúa los enfermos tardan horas, e incluso días, en cruzar el río en busca de un médico; por ello, hasta una leve infección puede ser letal. Aun así, no figura en la lista de los 20 distritos de mayor pobreza en el país.

Óscar paz campuzanoTExTo juan ponce valenzuelaFoTosEnviAdos EspEciAlEs

“Si el técnico de la posta de Dulce Gloria debe viajar, resulta impertinente enfermarse”.

Yurúa depende de la agricultura de subsistencia, pero los altos cos-tos del transporte, la ausencia de mercados y la falta de apoyo técni-co dificultan su progreso.

Según el alcalde Del Águila, el Ministerio de Transportes tiene S/.50 mlls. para invertir en 5 aeró-dromos, uno de ellos es el de Breu. Hasta hoy no asignan los fondos.

MÁS inforMación

Ubicador