w. de o con--!chroniclingamerica.loc.gov/lccn/sn90070270/1895-06-04/ed-1/seq-2.pdfá desbastar la...

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i. a jLeiaocracia 1 que la aplicación de un principio de buen sentido : la concesión La Democracia Director: MAmANO ABRIL Administrador Gerente: QUINTÍN N. SANJURJO la jota y la muñeira, el zortzico y la pe- tenera no pasaron el Atlántico, no acli- mataron aquende los mares, donde se escuchan las notas moribundas, agoni- zantes, del aguinaldo, y los estridentes sonidos de la glosa jibarescaj parecida á un grito de estopor salvaje. El campesino es el macho de carga, que sufre el látigo y baja la cabeza, y anda, anda, hasta que un día la debilidad fe prostra, el trabajo le rinde, y cae en cualquier rincón, dejando tras la pro- le mísera que en las fatigas y en los vejámenes y en la" humillaciones le Y así, en pro de esa candente política intransigente, hace de argucias acopio. Esto es per independiente y tenor criterio propio! Vuelven aquejarse de Caguas del abandono en que se tiene á los mendi- gos," que sin refugio ni albergue, y en el estado más lastimoso del mundo, va- gan por las calles de aquella población. Espectáculo en verdaz, indigno de una ciudaz. fuera todavía imprudente, pero antier cuaüdo arábamos en una parrilla impro- visada la primer jutía, y yaestaba el rancho de yaguas en rié, veo saltar hombres por la vereda de la guardia: "Hermanos!' "Ah, hermanos!", oigo decir, y nos vimos en brazos de la gue- rrilla baracoana de Félix Raenes. íkí ojos echaban luz, y el corazón se les sa- lía. Ahora, dentro de pocos instantes, emprendemos la marcha al gran trab- ajo.... - Maceo y Flor van adelante, desde el primera de Abril en que desembarca- ron: á las dos horas del desembarco pe- learon, y se salieron de los 15 que perse- guían á los 23, haciéndoles un muerto y 12 heridos. Adelante van ellos, v nos- - Y ahora, mientras que tanteaba el Occidente aquel terreno, he aquí que resuenan por el lado del Oriente, rugi- dos de cañonea. mezclados á algazaras de victoria. - Ha dejado el japonés sus isla, y en nombre de cualquier pretexto, pero em- pujado en realidad por las ideas, viene á abrir este inmenso espacio á los vien- tos de la civilización. Cayó sobre la revuelta aglomeración de los cobardes, los arrojó de la tierra en que se rompió la lucha, salvó tras ellos las" fronteras de ese coloso de car- tón, y este viejo decrépito pidió mise- ricordia. Hablase de cesión de islas, de ocupa- ción temporal de territorio?, de indem- nizaciones colosales á favor del vence- dor, y por ultimo de aperturas de puer- tos al tráfico del mundo. Es lo último la síntesis de esos gran- des resultados. Es lo que busca en to- do esto el misterioso espíritu de loa acontecimientos. Ensanchó el Japón la brecha, se in- trodujo sin vacilaciones en el sombrío reducto, y va tras él la Europa á des- truir el error, á desacreditar los ídolos, á desbastar la barbarie, á hacer luz, en fin, en esta inmensa noche de cuarenta Siglos. y . Había favorecido á la China el derro- tero que tomó desde el primer día la civilización. Mas la civilización ,dió la vuelta al mundo, y al tornar á su punto i A i Ponce, 4 D8 Junio de 1895 LOS ARAMELES W. DE PÜERTO-SÍC- O 'i. (De La Liga Agraria) ) Desde 1881 hasta 1891 rigie- ron en Puerto-Ric- o excelentes aranceles. A su amparo acrecieron laa importaciones, las rentas del Tesoro fueron mayores y aumen- tó la navegación entre la isla y la Península. Los provechosos re- sultados de aquel decenio aconse- jaban la continuación de la obra iniciada en el primero de los años citados; pero la inquietud de los intereses particulares, no satisfe chos en el arancel, logró un cam- bio perj udicialí simo para la re- gión borinqueña El parí ido con- servador fué débil, benévolo ó complaciente, y con carácter pro- visional publicó nuevos arance- les. Son los vigentes. No. más allá de un mes de po nerse en vigor, la renta de adua- nas bajo 200,000 pesos La Cá- mara de Comercio de San Juan de Puerto-Ric- o, sobresaltada por aquel primer desastroso efecto de la gestión conservadora en la isla, reclamó de los poderes pú- blicos la rectificación convenien- te, declarando que la provincia, durante todo un siglo, desde la fundación da las intituciones eco nómicas que allí creara el ilustre intendente Ramírez, no había co nocido baja mayor. esastre no paro ahí. Dis frr: i mmuyeron las importaciones y se acarecio el precio de los . artí 11 -- r- cuios ae consumo, na, misma mamara ae San Juan se creyó en! el caso dft dar a! RAo-nnrl- n ton ha fifi nfcmrírln 1 ttnr,ÍArnn rVCl- i- cando vigorosa protesta contra la miseria que implicaba la pro secución de aquellos aranceles Aquella corporación hizo alero mas que Señalar el neCÜO Sensible de que lOS aranceles del partido I conafirvarW flnmAnfiran anKra i a j i trn I t? Lnores aesae un uu por 1UU : tUVO la valentía meritoria de COnsiernar en una protesta Así, manteniéndoles en esas condicio- - J nep, no faltará nunca á la patria su con-- ! tigente de esclavos, que necesita si ha de dilatar en etas tierras del trópico su población excedente y si ha de fijar una meta al éxodo de los hijos que la aban- donan en busca déla prosperidad y del dinero, que el trópico brinda á sus con- quistadores. MARIANO ABRIL. ADIESTRO Y SINIESTRO La Balanza condenó hace poco, con razones muy fundadas y muy dignas de tomarse en cuenta, la política de suspi- cacias y de recelos emprendida por al- gunos de sus colegas, los periódicos in- condicionales. Pero La Integridad que es, por lo visto, la que lleva la voz cantante, y la que dirige ese cotarro, le salió al paso, la llamó al orden y la hizo entrar en el camino que el diario integrÍ6ta quiere trazar á sus correligionarios de poco fuste, incapaces de pensar por cuenta propia. Y se le impuso. Así es, que ahora La Balanza, arre- pentida de haber emitido su opinión sincera y libremente, sin contar con la huéspeda, esto es, con La Integridad, que le ha negado 11 visto bue?io; ha vuelto grupas incontinenti, Y para no a,rmnr querella, en vista de,u fracaso, -- fi hisr ctHocado tras ella y va siguiendo la huella que le marca, paso á paso. Como oveja descarriada que siente gruñir al perro que cuida de la manada, vuelve al rebaño, asustada, y sólo atiende al cencerro. Hoy, con la mayor frescura, sigue el mismo proceder, el mismísimo, que ayer fué objeto de su censura, y pret ndió contener. SUCESOS (Daría de Como documento curioso, reproduci- - mos la carta que con fecha 10 de Abril , dirigió á sus amigos de JNew-Yor- k don; José Martí, el jefe de la actual revolu cion, que con su vida acaba de pagar sus desvarios políticos "Jurisdicción de Baracoa, abril 16 de 1895. Señores Gonzalo de Quesada y Ben jamín J. Guerra. 1 1 1 ixonzaiO, .oeniamin, nermanos queri dos: ün Cuba libre les escribo, al rom r per el sol del 15 de abril, en una vega de los montes de Baracoa. Al fondo del rancho de yaguas, en una tabla de palma, sobre cuatro horquetas me he de franquicia de derechos á la maquinaria destinada á usos agrí colas En una provincia donde no había ni hay fábricas de fundi- ción para reparar los desperfec- tos de las máquinas; en una pro- vincia en la cual hacía tanta fal- ta la maquinaria moderna para el cultivo agrario, claro está que la franquicia de derechos represen- taba una verdadera ó indispensa ble protección Sobre ella también cayó el arancel conservador, sustituyen do la bienhechora franquicia por la imposición de 5,10 pesos 4,90 pesos á las piezas sueltas de las máquinas. El nuevo derecho arancelario tenía entre otros inconvenientes el de que era más elevado que el coste de las mismas piezas adqui- ridas en la fábrica, y nunca como ahora digámoslo de paso está necesitada la agricultura de la isla de que la lib-e- n los poderes públicos de esa, protección conser- vadora, porque la explotación de la caña de azúcar no cubre los gastos de los hacendados, y sin el antiguo convenio con la Repúbli- ca norte-american- a, provechoso á los mismo3 intereses agrícolas de la isla y con las alzas y bajas de los cambios, la situación de las poblaciones rurales no es nada lisonjera. A la comisión arancelaria co- - 1 1 i rresponue, en presencia, uewsius males V los erravísimos señalados por la í?ran Asociación de' Ag i- - cultores de Ja isla, poner termino a un régimen que uuuu ua ueu- i- litado lasf ierzas y energías . pro ductoras de aquel hermoso pai-- , víctima-ho- y de las tiranía de un arancel brutal ó inhumano. filLill HISTORICA Decíamos un día, & la vista de los triunfos del hierro íaponé, que China estaba perdida, y rectificarnos luego ase- - gurando que estaba ganada para la ci- vilización. A9Í es en efecto. A la hora de ahora no podemos escri- bir aún datos seguros sobre el desenlace de ese encuentro gigante entre dos civi- - lizacionet-- , porque son los telegramas quo sobre este asunto recibimos confu o caos de ideas contradictorias. La esencia, sin embarero, es conocida por el mundo. Dado el poderoso arraiero con que aseguran'los pueblos y las civilizaciones iero aei progreso. , Dormía I el viejo 1 . imperio chino sobre ei uuro cautzai ue bus preocupaciones, y era una vergüenza para la humanid el no haber hecho que saltara ese inmenso re- - zagado á ponerse al servicio de las yernas iaeas. Cuatrocientos millones de seres, ca, sobre poco mas 00 o menos, de un ter-- 1 ció de la población total del globo, 1 na-- 1 I bían pasado cuarenta siglos comiendo I arroz, fumando su embrutecedora planta I clasica y entregados a practicas bestia-- 1 les. I Era la China un acusado á quien un I día debía llamarse á juicio. Pero al igual de las filosofías encope-- 1 faaa V íl o laa víoíüa í not i t n fi rm OI nrmi. I llnsüst csiabnllpna do nrpst.irrir tt mis. I teños que la misma audaz civilización Occidente contemplaba de lejos con I reueius y esquivez. i Mas eran éstas puras aprensiones. Los pueblos, como los individuos que se encierran en la adoración de su egois- - ra, son individuos y pueblos degenera-- 1 dos, dejados de la mano de Dios, sin que tenga su alma potencia para volar é Pues, qué, nadie se complace en dar, ailí á los mendigos sustento ni habitación ? Será que son muy soberbios?.... Ay ! . Es que el pobre se hace odioso aun á sus amigos, como dijo Salomón en uno de sus proverbios con muchísima razón. Pero no hay que apurarse. En cambio se han recaudado bastan tes iondos entre aquellos vecinos, con obieto de adquirir una imagen del Sa- - grado Corazón de Jesús. ; Oh caso nunca visto. que hace perder la calma y el aplomo!. . Teniendo en cada pobre un Ecce-Jiom- o aún quieren más imágenes deCruto? El señor Puig, contratista de las obras de la iglesia del Pepino, parece que ha adquirido á bajo precio, según dice, una colección, no escasa, de mone das rayadas y sospechosas y quiere des hacerse de ellas á todo trance. A estas fechas lleva ya denunciados á cuatro ó cinco comerciantes de aque lla localidad, que se han negado a reci birle varías de esas monedas, que no pue den ser mas cucas. Dá la coincidencia, bastante rara, de que todos los denunciados, hasta ahora, son autonomistas; pues, por lo visto, ese caballero, tiene empeño decidido que sean estos, y solo estos, los que le tomen esa moneda especial. Es una deferencia como otra cual quiera. Acaso el contratista la lepute y la tenga por sagrada, al fijarse que en todas direcciones por tantísima raya esté cruzada. De todos modos, sea un poco mas equitativo el señor Puig, y procure re partirla por igual entre conservadores y autonomistas, de manera que los unot no salgan más perjudicados que los otro en sus intereses. DE CTTBA Marta cas horas era claro que el capitán había propalado el objeto del viaje, para que las autoridades lo redimiesen de su obligación, impidiéndonos seguir viaje. Por la mañana nos visitó la aduana so- - meramente: sentíamos crecerla trama: á la tarde, con minutos de aviso, volvió la aduana a un registro minucioso. La recibí y ganó su caballerosidad: nues tras armas podían seguir como efectos personales. Pero los marinos se habían ido: sólo uno fiel quedaba, el buen Da vid, de las islas Turcas. Iso se hallaban marinos para conti- - nuar viaie. xLl capitán nngia contra tarlos, y movía á otros á que los disua- - diASAn. En t.ant.n va nnpstra rpt.íradn estaba desr.iibierta: nodía exnlifiars I nuestra aus neia: podía España, ainada, asediarnos en la isla infeliz y sin sali-- 1 da I AI favor de un recio temporal not I repartimos en grupos los seis compaña-- 1 ros: el general Gómez, Paquito Borre-- 1 ro, Angei uuerr, esar oaias, joven i puro y valioso de las villas, Marcos del 1 itosario, bravo dominicano negro, y yo. I blica, que los aranceles, en mu- - Prrecisa quf !a man. del olor meJzcle At esfuerzo al de las ideas nuevas, derribe chos de sus artículos, no reflej- a- á golpea homéricos las instituciones de- ban Sino negOdOS particulares. Y crepitas y siembre de desastres el derro- - otros seguimos á pié, y llegaremos k tiempo de concertar las voluntades, pa ra los golpes primeros, y dar & la gue- rra forma y significación .... Y del espíritu con que por fin entra- mos en esta labor, les dará muestra el incidente con que para se cerró el día de ayer. "General" me llamaba uuefetra gente desde que llegué, y muy avergonzado con el inmerecido titulo, y muy querido y conocido me hallé por cierto entre estos inteligentes baracoa-nos- : al caer la tarde vi bjar hácia la cañada al general Gómez, seguido de los I jefes, y me hicieron señas de que me queaase lejos. iue quede mohíno, cre- yendo que iban á concertar algún peli- gro en que me dejaiían atrás. A poco sube llamándome Angel Guerra, con el rostro feliz. Era que Gómez, como ge- neral en jefe, había acordado en conse- jo de jefes, á la vez que reconocerme en la guerra como Delegado del Parti- do Revolucionario Cubano, nombrarme, en atención á mis servicios y á la opi- nión unánime que lo rodea, mayor ge- neral del ejército libertador. De un abrazo igualaban mi pobre vida á la de sus diez añosj Me apretaron larga- mente en sus brazos. Admiren conmigo la gran nobleza. Lleno de ternura veo la abnegación se- rena de todos, á mi alrededor. Cuán do olvidaré el rostro de Gómez, sudoro- so 7 valiente, y enternecido, cuando su- bía las lomas resbaladizas, las pendien- tes de breñas, los ríos á la cintura, con el rifle y revólver y machete y las dos- cientas cápsulas y el jolengo al hombro y cuando a sus espaldas doy su jolongo dkl práctico, él me quita mi rifle, y sigue cuesta arriba, con el mío y el suyo? Nos vamos halando, haDto lo alto de los repechos. .Nos caemos riendo. A la ñora de alarma, y las ha habido buenas, ios seis rifles están i untos, llemoa dor- - I mido en cuevas, al monte claro; el raL I ouu ue ia guernua, con su ama servi cial y su comida caliente, ha sido uu lu jo. A poma ahora se nos mueBtra ca rino. Uno trae su boniato amarillo, ó su cabo de salchichón, ó su plátano asa do: otro me brinda su agua hervida con hoja de naranja y miel de abeja. Otro me regala, porque oyó decir que la tomó con gusto en ti camino, una naranja agria . . .. El treueral les habló en fila v vn - ies 1U C1 aimf enia. üutre estos u üa uo .Duena armas, t I""-- ' ," yiuv. rciu P , - . Jtie' 8 uomDre a coneejo y moaeraciou, que paga en las tiendas cuanto compra, y acomoda á su gente que recorre entusiasta la jtr.sdiccióu ganando amigos, y tatigaudo á los de- samparadas partidas de quintos, que ha llan de mal grado sus fusiles Maüsei. La guerrilla de Ruenes es nueva y ya ubre como veterana us servicios: oar- - ga sin murmurar, comen lo que hallan. duermen por tierra, entre los plátanos: cuando supieron que estábamos aquí, seis había caidos, del primer cansancio j so cu pj empeñados en ir. tloY nosotros tomamos al oeste, á latí W'gaciones; ellos vuelven á su jornada uiaíia ieí8Uiar l campo i a otra cosa hay que atender. A 1a campana primera española, la campaña política, para reducir la guerra á auo nemos de oponer la habilidad enérmea aueuiro y utiteues aiuera la resolución terviente y ostentosa de ayudar. suce- - aera con la ira iel fracaso y el ímpetu ruerza ruda y corta á la que ustedes alia han de ectar preparado H!mnnia u Lia empuje .... i edire de limosna el buen día de tra bajo. Basta, ordénenlo todo bien. Mil armas más y parque para un año y he mos vencido No dejen de la mano los trabaios en caminados á enseñar, con su carácter firme, ordenado y decidido á avanzar 4 la revolución : corten k n nm;n. Iae?rnza de voíverla irá . aplaudan, la nobleza con quien se juu-- " tan, sin' más idea que el bien patrio in- mediato y entero, las fneizas diverjas, viejas y nuevas d6 la revolución: graven en su corazón la hermandad v ternura preria comigDíc'óa en ameea del Jozgado ie una cantidad Igual, por Jo cejos al oltz jor ciento del valor oca tirva M f,r n A I. subasta. Dado en Acj icta- - á JG de Myo e 1895 Miaxul Molí. Jat-zJ- . Joaquín Fígueroa. K copia: El aectetario, J. Joaquín Fígueroa. APROVECHAR una buena oportunidad 1 Sa vende la casa mero 10. ctlle de la Marina y se admite proposiciones: dirigirse 4 don L. 8. Lamoutté. 1 m. Pocce, 4 Janlo de J885. IMPORTANTE Por 400 moneda EaDafiola ae rimn'ni uno que eté reclamado al serriio mifiLsr Para inforae dirigirse i don Ju n llegin, Machuela 1- -4 Hnníercsaimite Se detea ría!?zir. mtiv kar&ÍA. nn .1a. ' ul de cuatro atiento . aaabilK Am nm.- - ler y en moy buen es'ado. Otra de doe a!ent3. de medio nao nn ehllA. .u blarco. eleant fino, nranín Mr k.. ealT para silla. 8 tomar i eo cuevt. ea-- o de esoveair, nn eaballo para si a qtia ea i oren v ten ra buen nt'n. . Pan informM nnin utiiM. venido a escribir. Uiero hablar al Ge II 111 5 de partida, se halló en presencia de esta meseta ínnnita, durmiendo aun el pri- mer sueño, y la despertó á cañonazos. Ahora va la China á ser útil al mundo. Eugenio Deschamps. PERFIL DLL DIA EL CAMPESINO JNmsruna clase tan íniustamente ex- - poliada ni tan injustamente escarnecida co laclase campesina de Puerto-Ric- o. no contentos con explotarla, se la tildaj uno otro df deente míáafec. ta al vicio y á la vagancia, que al traba- - y la economía: y hasta llegan los pe riódicos incondicionales, como acontece ahora, á suponerla masa guerrera, ele mento revolucionario, capaz de irse por montes y breñales blandiendo el macas te ó disparando el rifle en contra de la integridad de la patria. Cuien conozca al campesino puerto rriqueño no puede menos de sónreir des- deñosamente ante tales suposiciones, que en el tundo no llevan otro oojeto que oprimirle más y más á la explotación de que es víctima. No le bastaba al campesino su ham- bre, su desnudez y su miseria, producto irremisible del sistema político y econó mico imperante bajo el poder de los hombres que turnan en el gobierno. Había que añadir la burla y el sarcas mo, llamanaole conspirador. Infeliz hijo de la colonia! Sobre ese campesino gravitan impuestos de que aun no se dio nunca exacta cuenta, por- que cree que solo paga la contribución directa al Estado y los recargos muni cipales. r i íjOs presupuestos ae esta provincia que no es proviucia más que en el nom bre ascienden á cuatro millones de du ros, unos anos poco mas; otros auos po co menos. De esos cuatro millones representa medio millón la contribución directa. De modo que, sin duda ninguna, el pro- - ductor, el jornalero, pagan, consumien-- 1 do mercaderías diversas, ocho veces más I de lo que importan los subsidios al Es-- 1 I j Podemos, pues, exiiirles que ahorren. I 1 1 I que acumulen un cauaai, que piensen en 1 el porvenir, cuando no eran an lo indis-- 1 pensable para cubrir sus necesidades ? I jli campesino nace en su choza de pa-- 1 ja : se desarrolla lejos de la civilización : I desconoce en absoluto los placeres o ae I lia abundancia proporciona : constituye I una familia que hereda su debilidad fi-- 1 aír1Ari na ir ai TrT A aaA i f.l a entra 1 no I tnrlta Ím ronrní nn cna hiírto t,; I aun puede nutrirles, porque la carne v I el vino y el garbanzo están fuera de su I aicance: ni aun pueue eaucanes, porque I ha menester que le ayuden á conllevar la diaria faena, y porque carece' de re- - o arsos para enviarles, con un mal ma- - meluco, a la escuela rural. De ahí que en los campos -- de Puerto Rico reine una tristeza profunda, y de la nostalgia de una existencia más moda, más alegre y más libre. No escuchaicis en nuestra campiña de Borinquen armonías enérgicas y dul y 1 cf, vibrantes y delicadas á un tiempo Don Miguel4Moll ' Gnpins Juez Mu icipal Atíplente en argado del Juz nado por hallarse en u o de lieencia el propietario Al ú ilico hago saber: que en los auto le juicio vi bal c vi. seguido en ette Joz-g- lo por con Toixáa Pérez y Loje:, coct leña Rota Cuevab y Vázquez e cobio 1 loscíentos pesos moneda oorrieuta se h iepaeto par provid no'a da esta fach, sacar á pública feubabt os bienes embar ados á a deu lora doña lioea Caevts y Vázquez, que son loi 8 g jentes: Tres tuerdas de le r reto mía ó meco.-- e -- uiví.lsLtes á una hectárea, veintido ár a , treinta y neeve ce tiáreac, á cifé ,tioei.s, p ít. no.- - y lo deasaa de maleza, t&-lica- lis ea fi t amo de Jaan Q.t ziiez d -- ste térmico muricipjl, coii-.dsn- t por e íi.rt?, Este y Oíste, con con Ctho Caba ío y BaI t; y por el Sad, c-- n don JLai rrreé: dkhoa terrero j se hallan bt j lo: jautos tignente : empezando en un nía-Iró- n de emjgaa agaü arriba de una qu nada, á otra eaaj gai, de thí, á un yariu no, de squí á na a bol de aguaca'i'Io; y s -- ne á nn moral; de atí hcy abj-- j á nn fai .oerilio, y de éite al punti de partida: y unu caca de maie a del too .'al i de vgua de cinco metros novecientos cesen t y do mi.ímet os dt Urgo, por cu&trf o t os, dot cientos cimufeLta y obo mií-ut- T b de fondo, enclava Ja en el terreat lfccrilo; cuyos bifenea han atdo tasado pe-'i- c a'mfente en 1 suma de treecientoe r aot- - noneda coi tiente, te ñil indos e para el aet 'e remate e. uu ocho del entratt-- a mes df Janlo, las d s de 1 tarde en los e trado i ete Jazzado, advirténote que no f admitirán nroDosioiocea qae no cobran lu terceras partes de la Uetcioo si conUdu, ia propia asociación, lastimada en tn amnr 11atrnnn 1 V I . r i 1 uucwiuu uo ua lüoiauidüiuuoa con uereüüu penecio ja VOZ ae toaa la isla, afirmó que los aranceles nue- - vos, aquellos que en un mes so lamente habían producido la baja de 200,000 duro3, eran tan nacio- nales, tan españoles, tan protec- tores de los intereses y de las in dustrias patrias, que para la ím- - poriacion ae noros impresos eu ül extrancrero establecían un de I Arím íIa J rkAQAQ Trnñra la ím I . ' I - - propia Casa el derecho era de lo I peSOS.resultando Contra la indus l4 vía rr lo í.nlfn-- o oninnoloa ., l i aumento nada mnos que de 1U p6S08. ÍjOS aranceles del trannmlo v tatU i; . vio para los agricultores. v La pros i peridad en las poblaciones rura- - iaies casi toaas las ae ia isia se advirtió á poco de la implanta á ción de los aranceles. El secreto de esta bienandanza no era otro u,i iu, continuando ei pian lorjado nokiaeia desesperación, una campaña de neral, á Paquito Borrero. á los cincuen i: - 1 MI l ta vanenies ue ía guerrilla ae veiix Ruenes que salió á nuestra custodia. Refrenare mis emociones. Hasta hoy o me ne sentido hombre, lie vivido avergonzado y arrastrando la cadena de mi patria, toda mi vida. La divina cla-- ridad del alma alijera mi cuerpo. Este reposo y bienestar explican la constan í.ia V Pl ífinilrk rrm II a fa WnmYt-wa- ofrefipn al fiírifínK- - Ustedes anhelarán conocer los detalles de nuestra llegad?, qae hoy ya es tiem uo U1 wuau iU uu canarios mien- - tras la tentativa estaba aun en riesgo, y se la había de mudar á cada instante. El plan pendiente fracasó después de larga espera, por la negativa de los marinos. Compramos otra goleta. El 10 de abril por fin salimos, á las tres de la mañana. asaltando en los botes .'abandonados de la playa la goleta que nos esneraba afuera, y á la madrugada siguiente an- clábamos en una ifcla vecina, á donde iba el capitáv para renovar sus paneles. . de ahí saer por ruta muy distinta de que ahora hemos traído. A las po- - reembarcamos, y el n, a las ocho de la I noche, neerro el cíele de chubasco, vira I el buqup, echan la escala, bajamos con gran ca.ga de parque, y un saco coi queso y galletas, y á las dos horas át reinar saltamos en Cuba. Se perdió el timón y en la costa había luces. Llevé el remo de proa. La dicha era el único sentimiento que nos poseía y embar gaba. " - Nos echamos las cárgas arriba, y cu biertos de ellas, empapados, en sigilo,, sub.'jQ2a? os esprnares y pasamos las cié na sras. Caíamos entre amigos ó ene roigo? Tendidos por tierra esperaba mos á que la madrugada entrase más, v llamamos á un bohío: decir ahora bañarse en la excelsa luz de los grande I ahí que tn los cantares del pueblo se re- ideales, ni su brazo pujanza para defen I fleje una melancolía vaea, que es como box)o: der la torpeza de sus abominaciones. 1 Un día se aventuró el cañón europeo arrojar unas cuantas balas sobre aquel I elincio colosal, y debieron estremecerse I sus eimieuiu. g&gupcralblleg a fobiü viejo y ae ia xiacienaa aroima PROPIEDAD e DON JOSÉ MARIA ORTiZ Maunabo, P. R. IBste Miagraíflc prodliacto ren , a ,í?y & di conndlicioimes para dedican! acnisa wniiia ñiciríe iresistennciia de agina pon cada pE'uclía. En cualquier caso, da uiT beneficio seguro á los detallistas. Tienen depósito en Poncé, i Fritzo, Lundt y Ca; " f' 3r

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i. a jLeiaocracia1

que la aplicación de un principiode buen sentido : la concesión

La DemocraciaDirector: MAmANO ABRIL

Administrador Gerente:

QUINTÍN N. SANJURJO

la jota y la muñeira, el zortzico y la pe-tenera no pasaron el Atlántico, no acli-mataron aquende los mares, donde seescuchan las notas moribundas, agoni-zantes, del aguinaldo, y los estridentessonidos de la glosa jibarescaj parecidaá un grito de estopor salvaje.

El campesino es el macho de carga,que sufre el látigo y baja la cabeza, yanda, anda, hasta que un día la debilidadfe prostra, el trabajo le rinde, y cae encualquier rincón, dejando tras &í la pro-le mísera que en las fatigas y en losvejámenes y en la" humillaciones le

Y así, en pro de esa candentepolítica intransigente,hace de argucias acopio.

Esto es per independientey tenor criterio propio!

Vuelven aquejarse de Caguas delabandono en que se tiene á los mendi-

gos," que sin refugio ni albergue, y enel estado más lastimoso del mundo, va-

gan por las calles de aquella población.Espectáculo en verdaz,

indigno de una ciudaz.

fuera todavía imprudente, pero antiercuaüdo arábamos en una parrilla impro-visada la primer jutía, y yaestaba elrancho de yaguas en rié, veo saltarhombres por la vereda de la guardia:"Hermanos!' "Ah, hermanos!", oigodecir, y nos vimos en brazos de la gue-rrilla baracoana de Félix Raenes. íkíojos echaban luz, y el corazón se les sa-lía. Ahora, dentro de pocos instantes,emprendemos la marcha al gran trab-ajo.... -

Maceo y Flor van adelante, desde elprimera de Abril en que desembarca-ron: á las dos horas del desembarco pe-learon, y se salieron de los 15 que perse-guían á los 23, haciéndoles un muerto y12 heridos. Adelante van ellos, v nos- -

Y ahora, mientras que tanteaba elOccidente aquel terreno, he aquí queresuenan por el lado del Oriente, rugi-dos de cañonea. mezclados á algazaras devictoria. -

Ha dejado el japonés sus isla, y ennombre de cualquier pretexto, pero em-pujado en realidad por las ideas, vieneá abrir este inmenso espacio á los vien-tos de la civilización.

Cayó sobre la revuelta aglomeraciónde los cobardes, los arrojó de la tierraen que se rompió la lucha, salvó trasellos las" fronteras de ese coloso de car-tón, y este viejo decrépito pidió mise-ricordia.

Hablase de cesión de islas, de ocupa-ción temporal de territorio?, de indem-nizaciones colosales á favor del vence-dor, y por ultimo de aperturas de puer-tos al tráfico del mundo.

Es lo último la síntesis de esos gran-des resultados. Es lo que busca en to-do esto el misterioso espíritu de loaacontecimientos.

Ensanchó el Japón la brecha, se in-

trodujo sin vacilaciones en el sombríoreducto, y va tras él la Europa á des-truir el error, á desacreditar los ídolos,á desbastar la barbarie, á hacer luz, enfin, en esta inmensa noche de cuarentaSiglos. y

. Había favorecido á la China el derro-tero que tomó desde el primer día lacivilización. Mas la civilización ,dió lavuelta al mundo, y al tornar á su punto

iA

i

Ponce, 4 D8 Junio de 1895

LOS ARAMELES

W. DE PÜERTO-SÍC- O

'i.(De La Liga Agraria)

) Desde 1881 hasta 1891 rigie-ron en Puerto-Ric- o excelentesaranceles. A su amparo acrecieronlaa importaciones, las rentas delTesoro fueron mayores y aumen-tó la navegación entre la isla y laPenínsula. Los provechosos re-

sultados de aquel decenio aconse-jaban la continuación de la obrainiciada en el primero de los añoscitados; pero la inquietud de losintereses particulares, no satisfechos en el arancel, logró un cam-bio perj udicialísimo para la re-

gión borinqueña El parí ido con-servador fué débil, benévolo ócomplaciente, y con carácter pro-visional publicó nuevos arance-les. Son los vigentes.

No. más allá de un mes de ponerse en vigor, la renta de adua-nas bajo 200,000 pesos La Cá-mara de Comercio de San Juande Puerto-Ric- o, sobresaltada poraquel primer desastroso efectode la gestión conservadora en laisla, reclamó de los poderes pú-blicos la rectificación convenien-te, declarando que la provincia,durante todo un siglo, desde lafundación da las intituciones económicas que allí creara el ilustreintendente Ramírez, no había conocido baja mayor.

esastre no paro ahí. Disfrr: immuyeron las importaciones yse acarecio el precio de los .artí11 --r-

cuios ae consumo, na, mismamamara ae San Juan se creyó en!el caso dft dar a! RAo-nnrl-n ton hafifi nfcmrírln 1 ttnr,ÍArnn rVCl- i-cando vigorosa protesta contrala miseria que implicaba la prosecución de aquellos arancelesAquella corporación hizo aleromas que Señalar el neCÜO Sensiblede que lOS aranceles del partido I

conafirvarW flnmAnfiran anKrai a j i trn I

t? Lnores aesae un uu por1UU : tUVO la valentía meritoriade COnsiernar en una protesta PÚ

Así, manteniéndoles en esas condicio- - J

nep, no faltará nunca á la patria su con-- !

tigente de esclavos, que necesita si hade dilatar en etas tierras del trópico supoblación excedente y si ha de fijar unameta al éxodo de los hijos que la aban-donan en busca déla prosperidad y deldinero, que el trópico brinda á sus con-

quistadores.MARIANO ABRIL.

ADIESTRO Y SINIESTRO

La Balanza condenó hace poco, conrazones muy fundadas y muy dignas detomarse en cuenta, la política de suspi-cacias y de recelos emprendida por al-

gunos de sus colegas, los periódicos in-

condicionales.Pero La Integridad que es, por lo

visto, la que lleva la voz cantante, y laque dirige ese cotarro, le salió al paso,la llamó al orden y la hizo entrar en elcamino que el diario integrÍ6ta quieretrazar á sus correligionarios de pocofuste, incapaces de pensar por cuentapropia.

Y se le impuso.Así es, que ahora La Balanza, arre-

pentida de haber emitido su opiniónsincera y libremente, sin contar con lahuéspeda, esto es, con La Integridad,que le ha negado 11 visto bue?io; havuelto grupas incontinenti,

Y para no a,rmnr querella,en vista de,u fracaso,

--fi hisr ctHocado tras ellay va siguiendo la huellaque le marca, paso á paso.

Como oveja descarriadaque siente gruñir al perroque cuida de la manada,vuelve al rebaño, asustada,y sólo atiende al cencerro.

Hoy, con la mayor frescura,sigue el mismo proceder,el mismísimo, que ayerfué objeto de su censura,y pret ndió contener.

SUCESOS(Daría de

Como documento curioso, reproduci- -

mos la carta que con fecha 10 de Abril ,

dirigió á sus amigos de JNew-Yor- k don;José Martí, el jefe de la actual revolucion, que con su vida acaba de pagarsus desvarios políticos

"Jurisdicción de Baracoa, abril 16 de1895.

Señores Gonzalo de Quesada y Benjamín J. Guerra.

1 1 1

ixonzaiO, .oeniamin, nermanos queridos: ün Cuba libre les escribo, al romrper el sol del 15 de abril, en una vegade los montes de Baracoa. Al fondodel rancho de yaguas, en una tabla depalma, sobre cuatro horquetas me he

de franquicia de derechos á lamaquinaria destinada á usos agrícolas En una provincia donde nohabía ni hay fábricas de fundi-ción para reparar los desperfec-tos de las máquinas; en una pro-vincia en la cual hacía tanta fal-

ta la maquinaria moderna para elcultivo agrario, claro está que lafranquicia de derechos represen-taba una verdadera ó indispensable protección

Sobre ella también cayó elarancel conservador, sustituyendo la bienhechora franquicia porla imposición de 5,10 pesos 4,90pesos á las piezas sueltas de lasmáquinas.

El nuevo derecho arancelariotenía entre otros inconvenientesel de que era más elevado que elcoste de las mismas piezas adqui-ridas en la fábrica, y nunca comoahora digámoslo de paso estánecesitada la agricultura de laisla de que la lib-e- n los poderespúblicos de esa, protección conser-vadora, porque la explotación dela caña de azúcar no cubre losgastos de los hacendados, y sin el

antiguo convenio con la Repúbli-ca norte-american- a, provechoso álos mismo3 intereses agrícolas dela isla y con las alzas y bajas delos cambios, la situación de laspoblaciones rurales no es nadalisonjera.

A la comisión arancelaria co- -

1 1 i

rresponue, en presencia, uewsiusmales V los erravísimos señaladospor la í?ran Asociación de' Ag i- -

cultores de Ja isla, poner terminoa un régimen que uuuu ua ueu- i-litado lasf ierzas y energías . productoras de aquel hermoso pai--

,

víctima-ho- y de las tiranía de unarancel brutal ó inhumano.

filLill HISTORICA

Decíamos un día, & la vista de lostriunfos del hierro íaponé, que Chinaestaba perdida, y rectificarnos luego ase- -

gurando que estaba ganada para la ci-

vilización.A9Í es en efecto.A la hora de ahora no podemos escri-

bir aún datos seguros sobre el desenlacede ese encuentro gigante entre dos civi- -

lizacionet-- , porque son los telegramasquo sobre este asunto recibimos confuo caos de ideas contradictorias.

La esencia, sin embarero, es conocidapor el mundo.

Dado el poderoso arraiero con queaseguran'los pueblos y las civilizaciones

iero aei progreso.,

DormíaI

el viejo1 . imperio chino sobre

ei uuro cautzai ue bus preocupaciones, yera una vergüenza para la humanid el nohaber hecho que saltara ese inmenso re--

zagado á ponerse al servicio de las

yernas iaeas.Cuatrocientos millones de seres,

ca, sobre poco mas00o menos, de un ter-- 1

ció de la población total del globo,1na-- 1

I

bían pasado cuarenta siglos comiendo I

arroz, fumando su embrutecedora planta I

clasica y entregados a practicas bestia-- 1

les. I

Era la China un acusado á quien un I

día debía llamarse á juicio.Pero al igual de las filosofías encope-- 1

faaa V íl o laa víoíüa í not i t n fi rm OI nrmi. I

llnsüst csiabnllpna do nrpst.irrir tt mis. I

teños que la misma audaz civilizaciónOccidente contemplaba de lejos con I

reueius y esquivez. i

Mas eran éstas puras aprensiones.Los pueblos, como los individuos que

se encierran en la adoración de su egois- -

ra, son individuos y pueblos degenera-- 1

dos, dejados de la mano de Dios, sinque tenga su alma potencia para volar é

Pues, qué, nadie se complaceen dar, ailí á los mendigossustento ni habitación ?Será que son muy soberbios?....Ay ! . Es que el pobre se hace

odioso aun á sus amigos,como dijo Salomónen uno de sus proverbioscon muchísima razón.

Pero no hay que apurarse.En cambio se han recaudado bastan

tes iondos entre aquellos vecinos, conobieto de adquirir una imagen del Sa- -

grado Corazón de Jesús.; Oh caso nunca visto.

que hace perder la calma y el aplomo!. .Teniendo en cada pobre un Ecce-Jiom-o

aún quieren más imágenes deCruto?

El señor Puig, contratista de lasobras de la iglesia del Pepino, pareceque ha adquirido á bajo precio, segúndice, una colección, no escasa, de monedas rayadas y sospechosas y quiere deshacerse de ellas á todo trance.

A estas fechas lleva ya denunciadosá cuatro ó cinco comerciantes de aquella localidad, que se han negado a recibirle varías de esas monedas, que no pueden ser mas cucas.

Dá la coincidencia, bastante rara, deque todos los denunciados, hasta ahora,son autonomistas; pues, por lo visto,ese caballero, tiene empeño decidido quesean estos, y solo estos, los que le tomenesa moneda especial.

Es una deferencia como otra cualquiera.

Acaso el contratistala lepute y la tenga por sagrada,al fijarse que en todas direccionespor tantísima raya esté cruzada.

De todos modos, sea un poco masequitativo el señor Puig, y procure repartirla por igual entre conservadoresy autonomistas, de manera que los unotno salgan más perjudicados que los otroen sus intereses.

DE CTTBA

Ué Martacas horas era claro que el capitán habíapropalado el objeto del viaje, para quelas autoridades lo redimiesen de suobligación, impidiéndonos seguir viaje.Por la mañana nos visitó la aduana so- -

meramente: sentíamos crecerla trama:á la tarde, con minutos de aviso, volvióla aduana a un registro minucioso. Larecibí y ganó su caballerosidad: nuestras armas podían seguir como efectospersonales. Pero los marinos se habíanido: sólo uno fiel quedaba, el buen David, de las islas Turcas.

Iso se hallaban marinos para conti- -

nuar viaie. xLl capitán nngia contratarlos, y movía á otros á que los disua- -

diASAn. En t.ant.n va nnpstra rpt.íradnestaba desr.iibierta: nodía exnlifiars I

nuestra aus neia: podía España, ainada,asediarnos en la isla infeliz y sin sali-- 1

da I

AI favor de un recio temporal not I

repartimos en grupos los seis compaña-- 1

ros: el general Gómez, Paquito Borre-- 1

ro, Angei uuerr, esar oaias, joven i

puro y valioso de las villas, Marcos del 1

itosario, bravo dominicano negro, y yo. I

blica, que los aranceles, en mu-- Prrecisa quf !a man. del olor meJzcleAt esfuerzo al de las ideas nuevas, derribechos de sus artículos, no reflej- a- á golpea homéricos las instituciones de-

ban Sino negOdOS particulares. Y crepitas y siembre de desastres el derro- -

otros seguimos á pié, y llegaremos ktiempo de concertar las voluntades, para los golpes primeros, y dar & la gue-rra forma y significación ....

Y del espíritu con que por fin entra-mos en esta labor, les dará muestra elincidente con que para mí se cerró eldía de ayer. "General" me llamabauuefetra gente desde que llegué, y muyavergonzado con el inmerecido titulo, ymuy querido y conocido me hallé porcierto entre estos inteligentes baracoa-nos- :

al caer la tarde vi bjar hácia lacañada al general Gómez, seguido de los

I jefes, y me hicieron señas de que mequeaase lejos. iue quede mohíno, cre-yendo que iban á concertar algún peli-gro en que me dejaiían atrás. A pocosube llamándome Angel Guerra, con elrostro feliz. Era que Gómez, como ge-neral en jefe, había acordado en conse-jo de jefes, á la vez que reconocermeen la guerra como Delegado del Parti-do Revolucionario Cubano, nombrarme,en atención á mis servicios y á la opi-nión unánime que lo rodea, mayor ge-neral del ejército libertador. De unabrazo igualaban mi pobre vida á la desus diez añosj Me apretaron larga-mente en sus brazos.

Admiren conmigo la gran nobleza.Lleno de ternura veo la abnegación se-rena de todos, á mi alrededor. Cuándo olvidaré el rostro de Gómez, sudoro-so 7 valiente, y enternecido, cuando su-bía las lomas resbaladizas, las pendien-tes de breñas, los ríos á la cintura, conel rifle y revólver y machete y las dos-cientas cápsulas y el jolengo al hombroy cuando a sus espaldas doy su jolongodkl práctico, él me quita mi rifle, y siguecuesta arriba, con el mío y el suyo?Nos vamos halando, haDto lo alto de losrepechos. .Nos caemos riendo. A lañora de alarma, y las ha habido buenas,ios seis rifles están i untos, llemoa dor- -

I mido en cuevas, al monte claro; el raLI ouu ue ia guernua, con su ama servicial y su comida caliente, ha sido uu lujo. A poma ahora se nos mueBtra carino. Uno trae su boniato amarillo, ósu cabo de salchichón, ó su plátano asado: otro me brinda su agua hervida conhoja de naranja y miel de abeja. Otrome regala, porque oyó decir que la tomócon gusto en ti camino, una naranjaagria . . . .

El treueral les habló en fila v vn -

ies 1U C1 aimf enia. üutre estosu üa uo .Duena armas,t

I""-- ' ," yiuv. rciuP , - . Jtie' 8 uomDre a coneejo ymoaeraciou, que paga en las tiendascuanto compra, y acomoda á su genteque recorre entusiasta la jtr.sdiccióuganando amigos, y tatigaudo á los de-samparadas partidas de quintos, que hallan de mal grado sus fusiles Maüsei.La guerrilla de Ruenes es nueva y yaubre como veterana us servicios: oar--

ga sin murmurar, comen lo que hallan.duermen por tierra, entre los plátanos:cuando supieron que estábamos aquí,seis había caidos, del primer cansancioj so cu pj empeñados en ir.tloY nosotros tomamos al oeste, á latí

W'gaciones; ellos vuelven á su jornadauiaíia ieí8Uiar l campo

i a otra cosa hay que atender. A 1acampana primera española, la campañapolítica, para reducir la guerra á auonemos de oponer la habilidad enérmeaaueuiro y utiteues aiuera la resoluciónterviente y ostentosa de ayudar. suce- -aera con la ira iel fracaso y el ímpeturuerza ruda y corta á la que ustedesalia han de ectar preparado H!mnnia

u Lia empuje ....i edire de limosna el buen día de tra

bajo. Basta, ordénenlo todo bien. Milarmas más y parque para un año y hemos vencido

No dejen de la mano los trabaios encaminados á enseñar, con su carácterfirme, ordenado y decidido á avanzar 4la revolución : corten k n nm;n.Iae?rnza de voíverla irá .

aplaudan, la nobleza con quien se juu-- "

tan, sin' más idea que el bien patrio in-mediato y entero, las fneizas diverjas,viejas y nuevas d6 la revolución: gravenen su corazón la hermandad v ternura

preria comigDíc'óa en ameea del Jozgadoie una cantidad Igual, por Jo cejos al oltzjor ciento del valor oca tirva M f,r n A I.subasta.

Dado en Acj icta- - á JG de Myo e1895 Miaxul Molí.

Jat-zJ- . Joaquín Fígueroa. K copia:El aectetario, J. Joaquín Fígueroa.

APROVECHARuna buena oportunidad 1

Sa vende la casa túmero 10. ctlle de laMarina y se admite proposiciones: dirigirse4 don L. 8. Lamoutté.

1 m. Pocce, 4 Janlo de J885.

IMPORTANTEPor 400 moneda EaDafiola ae rimn'niuno que eté reclamado al serriio mifiLsr

Para inforae dirigirse i don Ju n llegin,Machuela 1- -4

HnníercsaimiteSe detea ría!?zir. mtiv kar&ÍA. nn .1a. '

ul de cuatro atiento . aaabilK Am nm.- -ler y en moy buen es'ado. Otra de doea!ent3. de medio nao nn ehllA. .u

blarco. eleant fino, nranín Mr k..ealT para silla. 8 tomar i eo cuevt. ea-- ode esoveair, nn eaballo para si a qtiaea ioren v ten ra buen nt'n. .

Pan informM nnin utiiM.

venido a escribir. Uiero hablar al Ge

II

111

5

de partida, se halló en presencia de estameseta ínnnita, durmiendo aun el pri-mer sueño, y la despertó á cañonazos.

Ahora va la China á ser útil almundo.

Eugenio Deschamps.

PERFIL DLL DIA

EL CAMPESINOJNmsruna clase tan íniustamente ex- -

poliada ni tan injustamente escarnecidaco laclase campesina de Puerto-Ric- o.

no contentos con explotarla, se latildaj uno otro df deente míáafec.ta al vicio y á la vagancia, que al traba- -

y la economía: y hasta llegan los periódicos incondicionales, como aconteceahora, á suponerla masa guerrera, elemento revolucionario, capaz de irse pormontes y breñales blandiendo el macaste ó disparando el rifle en contra de laintegridad de la patria.

Cuien conozca al campesino puertorriqueño no puede menos de sónreir des-deñosamente ante tales suposiciones, queen el tundo no llevan otro oojeto queoprimirle más y más á la explotación deque es víctima.

No le bastaba al campesino su ham-bre, su desnudez y su miseria, productoirremisible del sistema político y económico imperante bajo el poder de loshombres que turnan en el gobierno.

Había que añadir la burla y el sarcasmo, llamanaole conspirador.

Infeliz hijo de la colonia! Sobre esecampesino gravitan impuestos de queaun no se dio nunca exacta cuenta, por-que cree que solo paga la contribucióndirecta al Estado y los recargos municipales.r i

íjOs presupuestos ae esta provinciaque no es proviucia más que en el nombre ascienden á cuatro millones de duros, unos anos poco mas; otros auos poco menos.

De esos cuatro millones representamedio millón la contribución directa.De modo que, sin duda ninguna, el pro- -

ductor, el jornalero, pagan, consumien-- 1

do mercaderías diversas, ocho veces más I

de lo que importan los subsidios al Es--1

I

j Podemos, pues, exiiirles que ahorren. I1 1 I

que acumulen un cauaai, que piensen en 1

el porvenir, cuando no eran an lo indis--1

pensable para cubrir sus necesidades ? I

jli campesino nace en su choza de pa-- 1

ja : se desarrolla lejos de la civilización : I

desconoce en absoluto los placeres o ae I

lia abundancia proporciona : constituye I

una familia que hereda su debilidad fi-- 1

aír1Ari na ir ai TrT A aaA i f.l a entra 1 no I

tnrlta Ím ronrní nn cna hiírto t,; I

aun puede nutrirles, porque la carne v I

el vino y el garbanzo están fuera de su I

aicance: ni aun pueue eaucanes, porque I

ha menester que le ayuden á conllevarla diaria faena, y porque carece' de re- -

o arsos para enviarles, con un mal ma- -

meluco, a la escuela rural.De ahí que en los campos -- de Puerto

Rico reine una tristeza profunda, y de

la nostalgia de una existencia más cómoda, más alegre y más libre.

No escuchaicis en nuestra campiñade Borinquen armonías enérgicas y dul y

1

cf, vibrantes y delicadas á un tiempo

Don Miguel4Moll'

Gnpins Juez Muicipal Atíplente en argado del Juz

nado por hallarse en u o de lieenciael propietario

Al ú ilico hago saber: que en los autole juicio vi bal c vi. seguido en ette Joz-g- lo

por con Toixáa Pérez y Loje:, coctleña Rota Cuevab y Vázquez e cobio 1

loscíentos pesos moneda oorrieuta se hiepaeto par provid no'a da esta fach,

sacar á pública feubabt os bienes embarados á a deu lora doña lioea Caevts y

Vázquez, que son loi 8 g jentes:Tres tuerdas de le rreto mía ó meco.--e

-- uiví.lsLtes á una hectárea, veintidoár a , treinta y neeve ce tiáreac, á cifé,tioei.s, p ít. no.-- y lo deasaa de maleza, t&-lica- lis

ea fi t amo de Jaan Q.t ziiez d--ste térmico muricipjl, coii-.dsn- t por eíi.rt?, Este y Oíste, con con Ctho Caba

ío y BaI t; y por el Sad, c-- n don JLairrreé: dkhoa terrero j se hallan bt j lo:

jautos tignente : empezando en un nía-Iró- n

de emjgaa agaü arriba de una qunada, á otra eaaj gai, de thí, á un yariuno, de squí á na a bol de aguaca'i'Io; y s --

ne á nn moral; de atí hcy abj-- j á nn fai

.oerilio, y de éite al punti de partida: y

unu caca de maie a del too .'al i devgua de cinco metros novecientos cesent y do mi.ímet os dt Urgo, por cu&trfo t os, dot cientos cimufeLta y obo mií-ut- T

b de fondo, enclava Ja en el terreatlfccrilo; cuyos bifenea han atdo tasado pe-'i- c

a'mfente en 1 suma de treecientoe r aot- -

noneda coi tiente, te ñil indos e para el aet'e remate e. uu ocho del entratt-- a mes dfJanlo, las d s de 1 tarde en los e tradoi ete Jazzado, advirténote que no fadmitirán nroDosioiocea qae no cobran luterceras partes de la Uetcioo si conUdu,

ia propia asociación, lastimada entn amnr 11atrnnn 1

V I.r i 1

uucwiuu uo ua lüoiauidüiuuoa conuereüüu penecio ja VOZ ae toaa laisla, afirmó que los aranceles nue- -

vos, aquellos que en un mes solamente habían producido la bajade 200,000 duro3, eran tan nacio-nales, tan españoles, tan protec-tores de los intereses y de las industrias patrias, que para la ím--poriacion ae noros impresos euül extrancrero establecían un de I

Arím íIa J rkAQAQ Trnñra la ím I

. ' I- -

propia Casa el derecho era de lo I

peSOS.resultando Contra la indus l4vía rr lo í.nlfn-- o oninnoloa ., l

iaumento nada mnos que de 1U

p6S08.ÍjOS aranceles del trannmlo v

tatU i;.

vio para los agricultores.vLa pros

i

peridad en las poblaciones rura- -

iaies casi toaas las ae ia isia seadvirtió á poco de la implanta áción de los aranceles. El secretode esta bienandanza no era otro

u,i iu, continuando ei pian lorjado nokiaeia desesperación, una campaña de

neral, á Paquito Borrero. á los cincueni: - 1 MI lta vanenies ue ía guerrilla ae veiix

Ruenes que salió á nuestra custodia.Refrenare mis emociones. Hasta hoy

o me ne sentido hombre, lie vividoavergonzado y arrastrando la cadena demi patria, toda mi vida. La divina cla--ridad del alma alijera mi cuerpo. Estereposo y bienestar explican la constaní.ia V Pl ífinilrk rrm II a fa WnmYt-wa-

ofrefipn al fiírifínK--

Ustedes anhelarán conocer los detallesde nuestra llegad?, qae hoy ya es tiem

uo U1 wuau iU uu canarios mien- -tras la tentativa estaba aun en riesgo, yse la había de mudar á cada instante. Elplan pendiente fracasó después de largaespera, por la negativa de los marinos.Compramos otra goleta. El 10 de abrilpor fin salimos, á las tres de la mañana.asaltando en los botes .'abandonados dela playa la goleta que nos esnerabaafuera, y á la madrugada siguiente an-clábamos en una ifcla vecina, á dondeiba el capitáv para renovar sus paneles.

.

de ahí saer por ruta muy distinta deque ahora hemos traído. A las po--

reembarcamos, y el n, a las ocho de la I

noche, neerro el cíele de chubasco, vira I

el buqup, echan la escala, bajamos congran ca.ga de parque, y un saco coiqueso y galletas, y á las dos horas átreinar saltamos en Cuba. Se perdió eltimón y en la costa había luces. Llevéel remo de proa. La dicha era el únicosentimiento que nos poseía y embargaba. " -

Nos echamos las cárgas arriba, y cubiertos de ellas, empapados, en sigilo,,sub.'jQ2a? os esprnares y pasamos las ciéna sras. Caíamos entre amigos ó eneroigo? Tendidos por tierra esperabamos á que la madrugada entrase más, vllamamos á un bohío: decir ahora má

bañarse en la excelsa luz de los grande I ahí que tn los cantares del pueblo se re-

ideales, ni su brazo pujanza para defen I fleje una melancolía vaea, que es como

box)o:

der la torpeza de sus abominaciones. 1

Un día se aventuró el cañón europeoarrojar unas cuantas balas sobre aquel I

elincio colosal, y debieron estremecerse I

sus eimieuiu.

g&gupcralbllega fobiü viejo y

ae ia xiacienaa aroimaPROPIEDAD

e DON JOSÉ MARIA ORTiZMaunabo, P. R.

IBste Miagraíflc prodliacto ren, a ,í?y &

di conndlicioimespara dedican!acnisa wniiia ñiciríe iresistennciiade agina pon cada pE'uclía.

En cualquier caso, da uiT beneficio seguro á losdetallistas.

Tienen depósito en Poncé,i Fritzo, Lundt y Ca;

" f' 3r