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Eduardo Larripa Yeregui Rebeca Viguera Ruiz Facultad de Letras y de la Educación Grado en Geografía e Historia 2014-2015 Título Director/es Facultad Titulación Departamento TRABAJO FIN DE GRADO Curso Académico Vichy: un régimen colaboracionista Autor/es

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Eduardo Larripa Yeregui

Rebeca Viguera Ruiz

Facultad de Letras y de la Educación

Grado en Geografía e Historia

2014-2015

Título

Director/es

Facultad

Titulación

Departamento

TRABAJO FIN DE GRADO

Curso Académico

Vichy: un régimen colaboracionista

Autor/es

© El autor© Universidad de La Rioja, Servicio de Publicaciones, 2016

publicaciones.unirioja.esE-mail: [email protected]

Vichy: un régimen colaboracionista, trabajo fin de gradode Eduardo Larripa Yeregui, dirigido por Rebeca Viguera Ruiz (publicado por la

Universidad de La Rioja), se difunde bajo una LicenciaCreative Commons Reconocimiento-NoComercial-SinObraDerivada 3.0 Unported.

Permisos que vayan más allá de lo cubierto por esta licencia pueden solicitarse a los titulares del copyright.

1

Resumen:

Entre los años 1940-1944, en plena II Guerra Mundial, Francia quedaría sometida al

control y las exigencias de Hitler y de la Alemania nazi. Esta circunstancia provocaría el

surgimiento de dos posturas en el pueblo francés, la de resistir al enemigo promulgada

por Charles de Gaulle desde el exilio y la de cooperar con el ocupante divulgada por

Pétain y buena parte de los dirigentes franceses en lo que se ha denominado el Régimen

de Vichy, con el objetivo de poner cese a la guerra y tratar de lograr una posición

honorable en un nuevo marco europeo dominado por los nazis. Esta última seria la que

mayor acogida tendría por el agotamiento y desmoralización del pueblo francés,

dándose a partir de 1940 hasta 1944, una activa colaboración de Estado, basada en

numerosas negociaciones condicionadas por la presión alemana sobre la escasa

independencia francesa, así como por la desigualdad de las peticiones y concesiones

siempre en beneficio del ocupante. Unas negociaciones, que junto a una serie de

desafortunadas medidas llevadas a cabo por los dirigentes franceses, originarían una

guerra civil entre colaboracionistas y miembros de la resistencia que junto al

desembarco aliado provocarían el fin del régimen y el comienzo de la liberación de

Francia.

Summary:

Between 1940-1944, during the Second World War, France would be under the control

and the demands of Hitler and Nazi Germany. This circumstance lead to the emergence

of two positions on the French people to resist the enemy promulgated by Charles de

Gaulle in exile and to cooperate with the occupier disclosed by Petain and much of the

French leaders in what has been called the Vichy regime, aiming to put end to the war

and to seek an honourable position in a new European framework dominated by the

Nazis. The latter would be the largest host would exhaustion and demoralization of the

French people, occurring from 1940-1944, active collaboration of state, based on

numerous negotiations conditional on the German pressure on the limited French

independence and the inequality requests and benefit concessions provided occupant.

Negotiations, which together with a series of unfortunate measures taken by the French

leaders originate a civil war between collaborators and members of the resistance by the

Allied landing would cause the end of the regime and the beginning of the liberation of

France.

2

Índice

1. Introducción -------------------------------------------------------------------------- 3 - 5

2. Conflicto armado: La Caída de Francia ------------------------------------------ 6 - 9

3. Formación del nuevo gobierno – La Revolución Nacional ------------------- 9 - 11

4. Política de cooperación franco- alemana -------------------------------------------- 11

4.1. Colaboración política ------------------------------------------------------- 12 - 17

4.2. Colaboración económica --------------------------------------------------- 17 - 21

4.3. Colaboración administrativa ----------------------------------------------- 21 - 22

4.4. Convergencia social e ideológica ----------------------------------------- 22 - 25

5. Decadencia y fin de la ocupación ---------------------------------------------- 26 - 29

6. Conclusiones ---------------------------------------------------------------------- 29 - 31

7. Bibliografía ------------------------------------------------------------------------ 32 - 33

3

Vichy: un régimen colaboracionista

1. Introducción

Iniciada la II Guerra Mundial, tras el triunfo del Nacionalsocialismo, concretado en la

formación del partido nazi con Hitler a la cabeza, los alemanes se dispusieron a

conquistar Europa. Con las campañas de Noruega y Polonia, llevadas a cabo con gran

éxito, la mirada de Hitler se cernía en estos momentos sobre el occidente europeo. Será

entonces cuando los alemanes se resarcieran de las rencillas del armisticio de 1914

firmado por Alemania y los países vencedores de la I Guerra Mundial, siendo

significativo el caso de Francia. De esta manera veremos cómo a partir de 1940, esta

gran potencia mundial será en buena parte un títere sujeto a las exigencias alemanas,

llevando a cabo una activa política colaboracionista, objeto de estudio de nuestro

trabajo, durante lo que se conoce como el Régimen de Vichy coincidiendo con los años

de ocupación nazi (1940-1944) sobre territorio francés.

De esta manera como objetivo principal del trabajo, nos centraremos en la visión

francesa de la política colaboracionista franco-alemana producida en aquellos años. Si

bien, haremos breves referencias a la visión alemana cuando ambas resulten

indisociables. A su vez dividiremos esta política de cooperación en diferentes tipos,

llevando a cabo una clasificación personal en base a lo leído y expuesto por los autores.

De esta manera abordaremos la colaboración política, centrándonos en la política

exterior y militar; la cooperación económica; administrativa; y social e ideológica, la

cual la incluiremos como colaboración debido a la repercusión que las medidas

anticomunistas y antisemitas tomadas por los dirigentes de Vichy tuvieron en aquellos

años y en los posteriores.

En cuanto a la metodología utilizada nos serviremos de una bibliografía básica,

aludiendo a una gran variedad de autores de renombre en este campo como pueden ser

Phillippe Burrin, Robert, O. Paxton, Henry Rousso, Henri Michel etc. Sus obras entre

las de otros muchos autores nos servirán para hacer un repaso más acertado de los

acontecimientos que tuvieron lugar a lo largo de los cuatro años de ocupación. De esta

manera las de Burrin “Francia bajo la ocupación nazi: 1940-1944”, Julian Jackson

“France: the dark years” y Henri Michel “Pétain, Laval, Darlan: trois politiques?”,

serían las obras más generales ya que abordan el tema desde diferentes enfoques. Desde

una perspectiva social reflejan la acogida del régimen, teniendo en cuenta diversas

4

versiones, como la de la iglesia, trabajadores, gentes de partidos, etc. realizando además

un tratamiento más detallado de la política antisemita y anticomunista. Por otro lado

desde una perspectiva política reflejan las relaciones mantenidas entre ambos países,

que a su vez implican aspectos económicos, sociales, etc. Mientras que autores como

Henry Rousso o Paxton se centrarían más en este último aspecto, que será a su vez en el

que nos centraremos para este trabajo. No obstante, todos ellos desde una postura u otra

coinciden en determinar que el régimen de Vichy, constituye uno de los regímenes más

colaboracionistas de la historia, bien por el interés o falta de realismo y percepción de

sus líderes, bien por el interés de Hitler en tener controlada a Francia, para que esta no

se pudiese reconciliar con Inglaterra, al igual que para explotarla por completo. Sin

embargo me gustaría destacar tal y como menciona John Merriman que la colaboración

no sólo fue cuestión de las elites francesas, ya que buena parte de la población ayudó al

ocupante en temas como por ejemplo de antisemitismo, tal y como veremos en el

trabajo. Así mismo para los apartados introductorios, correspondientes a la batalla de

Francia y a la constitución del régimen de Vichy, nos serviremos de obras o manuales

más generales que abordan cuestiones sobre la II Guerra Mundial en su conjunto y

donde aparecen algunos matices sobre el tema tratado, entre las que destacarán la de

Winston Churchill “The Second World War”; Martin Gilbert “La Segunda Guerra

Mundial 1939-1942”; y Manuel Aznar “La Batalla de Francia y el armisticio de 1940”.

Además nos serviremos de otro tipo de fuentes como documentales; artículos de revista,

especialmente en este caso será relevante la utilización de la Revue d'histoire moderne

et contemporaine, así como la revista española Historia y Vida; artículos periodísticos;

trabajos realizados por diferentes autores como Sergi Vich “La Francia de Vichy: una

zona entre dos fuegos” o Marco Antonio González “El Régimen de Vichy: fascismo en

la Francia “libre” (1940-1944)”; o incluso novelas como “Vichy, 1940” de Fernando

Schwartz, que a pesar de no tener un rigor histórico, nos da otro punto de vista para

conocer un poco más las relaciones franco-alemanas durante la ocupación. En definitiva

todo ello con el objetivo de incrementar la precisión de nuestras afirmaciones.

Si bien, me gustaría comentar que es un tema escasamente tratado en la historiografía

española, donde los escasos libros disponibles son traducciones, especialmente de obras

en francés y en inglés. Además nos encontramos que los artículos periodísticos

consultados se centran, en su mayoría, especialmente en temas concretos. Uno de ellos

puede ser el mito de la Resistencia, aspecto muy elaborado en la historiografía francesa,

sobre todo a partir de la década de los 50 hasta los 70, con el objetivo de ensalzar la

5

versión de una Francia resistente y fuerte, frente a una Francia colaboracionista débil, en

un intento de poner entre paréntesis el recuerdo de lo que autores como Bruno Groppo

han denominado los años negros de Francia (Vichy, la derrota, la ocupación, el

antisemitismo, etc). Si bien ambas percepciones constituyen las dos realidades del país

galo, puesto que como veremos en este trabajo hubo una gran parte de franceses que

valoraban y apoyaban la colaboración. De esta manera vemos como a partir de 1970

hasta la actualidad, historiadores extranjeros como Paxton, y posteriormente franceses

como Henry Rousso, comenzaron a tratar esta otra realidad francesa proporcionándonos

la otra versión de los hechos, la colaboración dada entre alemanes y franceses en esos

años que será el objeto de estudio de este trabajo. Este cambio en la historiografía de

Vichy, viene dado por la llegada de historiadores que basaron sus trabajos

fundamentalmente en entrevistas con personas que vivieron el periodo de la ocupación,

constituyendo a su vez una nueva generación de autores, nacida después de la guerra,

por lo que podían mirar a estos acontecimientos de manera diferente a la generación de

sus padres o abuelos.

Centrándonos ya en la estructura del trabajo, a modo de introducción en los dos

primeros apartados del mismo, repasaremos los acontecimientos que llevaron a la

constitución del régimen de Vichy, tales como la Batalla de Francia fundamentada en la

Blitzkrieg; la firma del armisticio de 1940 entre ambas potencias, donde los alemanes

tomarán represalias respecto a lo sucedido en 1914 y establecerán unas duras

condiciones a los franceses que no dudarán en recordárselas cada vez que tengan

ocasión a lo largo de estos cuatro años; así como la formación misma del régimen y su

proyecto de Revolución Nacional, objetivo principal del mariscal Pétain. Estos dos

primeros capítulos del trabajo nos servirán para contextualizar la política

colaboracionista, que abordaremos en el tercer punto y que constituirá el grueso de

nuestro trabajo. Así mismo este nuevo apartado lo dividiremos en diferentes partes,

correspondiéndose cada una de ellas a los diferentes tipos de colaboración (política,

económica, administrativa, social, etc.), donde analizaremos los aspectos más

importantes de cada una de ellas con el objetivo de analizar mejor la política de

cooperación protagonizada por ambos países a lo largo de estos años. Para finalizar

nuestro trabajo en el cuarto y último capítulo, abordaremos la decadencia y el fin de la

colaboración a raíz de la ocupación alemana de la totalidad del territorio francés, que

junto con las medidas tomadas por el gobierno de clara inclinación pronazi, no sólo

supusieron el fin de la cooperación, sino el fin del régimen.

6

2. Conflicto armado: La Caída de Francia

Tras la campaña de los países nórdicos, la dinámica de la guerra era imparable. De esta

manera en mayo de 1940, Hitler y Von Brauchstich, comandante en jefe del ejército

alemán, se disponen a avanzar sobre Occidente. Por su parte, Francia y los Países Bajos,

a raíz de la I Guerra Mundial, establecieron sus defensas territoriales en torno a costosas

líneas de fortificaciones defensivas: Los franceses crearon la línea Maginot1; los belgas,

construyeron la fortaleza de Eben Emael, que se extendería hasta el Canal Alberto.

En un principio, la base principal de la acción militar alemana era el plan Schlieffen2 de

la I guerra mundial, algo que los gobiernos aliados dan como seguro gracias a los

informes proporcionados por sus servicios secretos. Sin embargo altos mandos

alemanes hacen cambiar de opinión al Führer presentándole otro plan. Es aquí donde los

generales Von Runsted y Manstein cobran gran importancia insistiendo en que el ataque

se tenía que basar en el Plan Manstein o Plan Amarillo desarrollado por ambos y

sustentado en la blitzkrieg (guerra relámpago) del general Heinz Guderian. El plan se

fundamentaba en un ataque por el norte a cargo del grupo B dirigido por Von Bock, con

el fin de atraer al grueso de las tropas aliadas hacia ese sector. Al mismo tiempo el

grupo A del general Von Runsted penetraría con las divisiones panzer a través del

bosque de las Ardenas y en una operación envolvente, las unidades al mando de

Guderian emprenderían dirección a las costas del norte de Francia a la altura de Calais y

de Boulogne para sorprender por la retaguardia a las líneas aliadas, las cuales acabarían

envueltas en la pinza alemana.

Por su parte, británicos y franceses, convencidos de que los alemanes tratarían de

conquistar París desde el norte al igual que lo planearon en la I guerra mundial,

desarrollan el “Plan Dyle”3 cruzando la frontera belga con la intención de alcanzar el rio

del mismo nombre y detener el avance alemán.

Está nueva estrategia alemana fue exitosa debido a la importante acción de la Luftwaffe,

encargada de destrozar aeródromos, bombardear ciudades y causar el pánico entre las

tropas enemigas; los asaltos aerotransportados del general Kurt Student compuestos por

un amplio destacamento de paracaidistas que van tomando los puentes principales con

el fin de facilitar el paso a las divisiones acorazadas; así como las propias divisiones

1 De Gaulle, C. Memorias de guerra, Madrid, Ed. Atalaire, 2005, pp. 14-15. 2 Aznar, Manuel. La Batalla de Francia y el Armisticio de 1940, Madrid, Ed. Idea, 1947, pp. 106-107. 3 Gilbert, M. La Segunda Guerra Mundial (1939-1942), Madrid, Ed. La Esfera de los Libros, S.L., Vol. 1, 2005, p. 99.

7

acorazadas con las conocidas divisiones panzer al mando del comandante Guderian, las

cuales bajo el lema de “marchar y combatir, combatir y marchar”4 aprovechan el

movimiento aliado para avanzar a gran velocidad a través de Luxemburgo y el sur de

Bélgica alcanzando en poco tiempo la zona boscosa del norte de las Ardenas, logrando

establecer una enorme barrera entre las tropas aliadas del norte y las del sur situadas en

la línea Maginot.

Tal y como estaba previsto durante los primeros días de mayo de 1940, los alemanes

avanzan con rapidez hacia el interior de Bélgica y Francia a través de las Ardenas

enfrentándose a unas tropas muy inferiores en número y armamento. A lo largo de su

carrera hacia el mar, los alemanes se apoderarán de importantes puntos estratégicos y

ciudades francesas. De esta manera el rio Mosa, San Quintín, Peronne, Cambrai,

Amiens, Arras, Abbeville van siendo tomadas por los tanques alemanes dejando tras sí

un amplio pasillo que separa cada vez más a los ejércitos aliados del norte con los

situados al sur de Francia. Finalmente tras la conquista de las ciudades de Calais y

Boulogne, el 20 de mayo de 1940 finaliza el camino de los alemanes. El envolvimiento

de todas las tropas belgas, francesas y británicas, operantes en Bélgica se había

consumado, dejando a estas como única opción el repliegue hacia Dunkerque con el

objetivo de poder ser evacuadas por el mar.

Mientras tanto en Inglaterra debido a la falta de iniciativa del primer ministro británico

Neville Chamberlain, conservadores y laboristas acuerdan que Wiston Churchill se

coloque al frente del nuevo gobierno asumiendo el ministerio de defensa. En su primera

intervención, Churchill declara ante su gobierno: “solo puedo ofrecer sangre sudor y

lágrimas”5. Además el día 14 de mayo se había producido la capitulación del ejército

holandés, incapaz de resistir los envites del ejército alemán, donde destacan los

bombardeos sobre las ciudades de Ámsterdam y La Haya, lo cual mermó aún más las

fuerzas aliadas. Por otro lado el día 19 de mayo el mariscal Philippe Pétain fue

nombrado viceprimer ministro del Gabinete Francés debido al estado de crisis en el que

se encontraba Francia. Por su parte el general Maxime Weygand, en sustitución de

Maurice Gamelin, asumió el mando del Ejército Francés que en el aquel momento se

encontraba sin reservas. La situación en esos instantes era crítica, puesto que los

franceses se rendían en masa sin apenas combatir, siendo la desmoralización enorme.

4 Borrego, S. Derrota Mundial, Madrid, Ed. Fuerza Nueva S.A., 1974, p. 179. 5 La Caída de Francia, (Rio, José María del.) [DVD]. Colmenar viejo, distribuido por Suevia Films, D.L, 2005.

8

Además el día 28 los aliados reciben la noticia de que los ejércitos belgas y el rey

Leopoldo III se han rendido a Hitler. Esta noticia no cogió de improvisto a los aliados,

puesto que el propio monarca les comunicó: “el ejército belga ha cumplido su misión

[…] cercado en Ysser, Calais y Cassell”6.

En este contexto se produce la orden del Führer de detener el avance sobre Dunkerke,

algo que los que los diferentes autores han determinado como “el primer error de

Hitler”7, puesto que con esta decisión permitió la evacuación de las tropas atrapadas en

la pinza de Dunkerke. Una evacuación que se llevó a cabo en lo que se ha conocido

como la Operación Dynamo8, puesta en marcha por el Vicealmirante Ramsay. Ante esta

crítica situación la reacción del pueblo inglés no se hace esperar, el día 29 cruza el

Canal de la Mancha una peculiar flota marina compuesta por yates de recreo, veleros,

barcos de pesca y remolcadores que se ponen al servicio, junto con los buques y

acorazados de la Royal Navy de la operación de salvamento de los soldados que se

encuentran en Dunkerke. El resultado final de la operación sería la evacuación de

300.000 soldados aliados que salvaron la vida, pese a que tal y como señala Manuel

Aznar la Luftwaffe, junto a las tropas alemanas convirtieron la evacuación en “un

tremendo galimatías”9. No obstante destacar tal y como lo hacen los diferentes autores

que en Dunkerke se produjo una doble victoria aliada, ya que por un lado la acción de la

RAF, significó la primera victoria sobre la aviación alemana y por el otro la cifra de

evacuados fue muy superior a la estimada por el gobierno británico. No obstante según

palabras del propio Churchill: “las guerras no se ganan con evacuaciones”10. Finalmente

las tropas alemanas ocuparían Dunkerke y capturarían a 35.000 soldados franceses que

aún quedaban defendiendo sus posiciones, así como una gran cantidad de material de

guerra (cañones, vehículos, ametralladoras, etc…) abandonado por las tropas aliadas.

Acabado este episodio de Dunkerke, Hitler ordena que se emprenda la fase final de la

ofensiva que le llevará a la conquista definitiva de Francia. Las divisiones alemanas que

componen esta nueva operación, se dividen en dos grupos: el B al mando de Von Bock

que lanza una ofensiva a lo largo del rio Somme hasta el oeste de París; y el A, al

mando de Von Runsted que corre junto al rio Mosela y la línea Maginot con la potencia

de sus tanques para ocupar la zona este de París. El día 6 de junio, las líneas de defensa 6 Borrego, S. Derrota…op cit., p. 182. 7 Gilbert, M. La Segunda…op cit., p. 119. 8 Holmes, R. Un mundo en guerra: Historia Oral de la Segunda Guerra Mundial, Barcelona, Ed. Crítica, S.L. 2008, p. 92. 9 Aznar, Manuel. La Batalla…op cit., p. 213. 10 Churchill, W. The Second World War, London, Ed. Pimlico, 2002, p. 273.

9

de París creadas por el general Maxime Weygand a lo largo de los ríos Somme y Aisne

han sido barridas, entre otras cosas por la falta de fuerzas y desmoralización de unas

tropas cansadas de luchar11, tal y como menciona Marc Bloch. El día 10 Mussolini

declara la guerra a Francia y Gran Bretaña, el carroñero dictador italiano intenta

aprovechar la debilidad francesa para quedarse con una pequeña extensión del país.

París finalmente será declarada ciudad abierta el 13 de junio, con el fin de evitar su

destrucción y el día 14 se produciría el famoso desfile de la victoria de las tropas

alemanas a lo largo de los Campos Elíseos. En este contexto de inminente derrota se

produce la dimisión del primer ministro francés Paul Reynaud en favor del mariscal

Phillippe Pétain, de 84 años de edad con el objetivo de salvar Francia, aunque nada se

podía hacer ya. El mariscal rápidamente solicita el armisticio a los alemanes y el día 21

junio Hitler no pierde la oportunidad de humillar a los franceses. De esta manera a las

3:30 de la tarde del mismo día, la delegación gala es llevada a Compiegne donde las

condiciones del acuerdo serán presentadas a los franceses, siendo finalmente el

armisticio firmado el 22 de junio de 1940. Como nota anecdótica, el armisticio fue

firmado en el mismo vagón en que los alemanes reconocieron su derrota en 1918.

3. Formación del nuevo gobierno – La Revolución Nacional.

Tras el anuncio de entrada en vigor de los armisticios, el 25 de junio de 1940, Pétain

anuncia a sus compatriotas franceses el inicio de un nuevo orden, en el que él como jefe

del nuevo Estado francés (Chef de L´Estat français), junto con sus ministros tendría un

papel fundamental para la regeneración y construcción de una Francia nueva, en lo que

se ha conocido como “Revolución Nacional”, que supondrá el fin de la III República, la

cual desaparece muy desacreditada, pues se le confundirá con un pasado de luchas

sociales y de divisiones políticas que parecen haber preparado el camino al desastre y

cuya orientación se hizo visible inmediatamente en una activa colaboración con la

Alemania nazi: purga de la administración, prohibición de la francmasonería, castigo de

los responsables de la derrota (juicios de Riom sobre los hombres considerados por el

régimen de Vichy como responsables del desastre de 1940) persecución de los

comunistas y de los gaullistas, desnaturalización de ciertos franceses, preparación de

Estatuto de los judíos de 1940.

11 Bloch, M. La extraña derrota, Barcelona, Ed. Critica, 2003, p. 67.

10

Bajo esa idea de Revolución nacional, el nuevo régimen se configurará de forma

confusa, o al menos improvisada. Se producen transformaciones en las instituciones, en

los mecanismos, todo ello orientado a integrar a Francia en el nuevo orden europeo

marcado por la creencia de la victoria alemana. De esta manera se crearon dos nuevas

organizaciones para canalizar la opinión pública: la Legión Francesa de Combatientes,

formada por veteranos de guerra, y el movimiento juvenil Les Chantiers de la Jeunesse

(Los Talleres de la Juventud). De igual forma, se creyó propiciar la paz laboral

favoreciendo una confusa comunidad profesional corporativa en la que patronos y

empleados debían dirimir sus diferencias y que estuvo regulada por la tardía y poca

efectiva Carta de Trabajo. Además, se apostó por un agrarismo que exaltaba las virtudes

de campesinos y artesanos frente a las del obrero industrial, corrompido por socialistas

y comunistas. En un intento de organización de la distribución de los recursos

energéticos, materias primas y comercialización, se crearon los comités de

organización, pero siempre estuvieron en manos de firmas monopolísticas o

representantes del Estado, que tenían que hacer frente a numerosas dificultades, como la

existencia de dos zonas, con la consiguiente división de los servicios administrativos

entre Vichy y París, aunque si bien es verdad, durante 1941 la mayor parte de los

ministerios fueron trasladándose gradualmente a París. Todo ello con el objetivo final

de la recuperación del auténtico espíritu francés, al que estaría subordinado cualquier

otro interés. Resulta significativo pues el cambio del lema Trabajo, Familia y Patria

(«Travail, Famille, Patrie») que erradicaba el revolucionario Libertad, Igualdad,

Fraternidad. En definitiva en el proceso de Revolución Nacional, Pétain ve tal y como

señala Sergi Vich, “la necesaria redención de los pecados de la nación: Una nueva

Francia ha nacido. La han hecho vuestras penas, vuestros remordimientos, vuestros

sacrificios"12.

Finalmente en referencia a esta Revolución Nacional, hay que tener en cuenta que esta

no fue un proyecto de Hitler, a quien poco le importaba el orden moral o educativo del

interior de Francia. Al contrario, Hitler pretendía una Francia sumisa a sus exigencias y

colaboracionista en sus políticas. Esto es relevante para algunos autores, ya que la

revolución nacional, está claramente vinculada a la política de cooperación con el país

vencedor, en el sentido de que los dirigentes franceses, con Pétain a la cabeza, veían en

la revolución la posibilidad de integrar a Francia en una posición honrosa en el nuevo

12 Saéz, Vich, S: “La Francia de Vichy, una zona entre dos fuegos”, Revista Historia y Vida, agosto 2006, p. 88.

11

orden europeo, desde una perspectiva siempre de victoria nazi. En referencia a esto

Henri Michel recoge que Pétain consideraba que en ese nuevo orden, “Francia seguiría

siendo libre y administrada por los franceses”13, uno de los aspecto que más preocupaba

a los dirigentes de Vichy.

4. Política de cooperación franco- alemana

A raíz del armisticio, los dirigentes de Vichy pusieron en marcha una política

colaboracionista que tal y como define Henry Rousso, “se basaba en largas

negociaciones, con sus correspondientes etapas de estancamiento y regateos”14. Esta, se

iniciaría oficialmente el 24 de octubre de 1940, fecha de la famosa entrevista de

Montoire en la que Pétain confirma a Hitler su intención de colaborar con el Reich. Si

bien, esta intención se extendería al pueblo francés en el discurso del mariscal, el 30 de

octubre en el que se dirige a los franceses de la siguiente manera: “mi objetivo es

asegurar la unidad de Francia, para lo cual tiene que situarse en el marco de una

actividad constructiva del nuevo orden europeo. Asimismo espero que con la

colaboración, el país reciba mejor trato […] Por ello tomamos la vía de la colaboración

que ha de ser sincera y carecer de toda voluntad de agresión”15.

Así pues en base a las aportaciones de los autores, plantearemos la colaboración llevada

a cabo por ambos países, dividiendo esta en diferentes tipos para un mejor desarrollo de

la misma. De esta manera pese a que los diferentes historiadores citados en el trabajo se

centran especialmente en la cooperación política y económica, dejando más de lado la

administrativa e ideológica, hemos creído conveniente incluirlas en este trabajo. Del

mismo modo sería conveniente tratar la propaganda y la expansión cultural llevada a

cabo por los ocupantes en Francia16, que en buena medida influyó en la convergencia

ideológica visible entre ambos países, especialmente en materia represiva

(anticomunismo, antisemitismo, etc.).

13 Michel, H. Pétain, Laval, Darlan: trois politiques?, París, Ed. Flammarion, 1972, p. 29. 14 Rousso, H., Le régime de Vichy, París, Ed. Presses Universitaires de France , 2012, p. 38. 15 Burrin, P. Francia…op cit., p. 114. 16 Tema muy bien desarrollado en el artículo de Martínez, M: “El Mito de la France Résistante”, Revista letras libres, enero de 2003. Y en Riding, A. Y siguió la fiesta: La Vida Cultural en el París Ocupado por los nazis, Barcelona, Ed. Galaxia Gutemberg, 2009.

12

4.1. Colaboración política

En cuanto a la colaboración política, en este apartado nos referiremos exclusivamente a

la política exterior y política militar haciendo constantes alusiones al imperio colonial

francés. Si bien, haremos alguna referencia a la política interior cuando ambas políticas

resulten indisociables.

En cuanto a los protagonistas, por parte alemana a parte del Führer y Von Ribbentrop,

que tendrán la última palabra, hay que destacar la figura del embajador alemán en Paris,

Otto Abetz, quien según Henry Rousso “jugaría un papel vital en el establecimiento de

una cooperación política, de la que el mismo es un firme partidario porque piensa que es

la manera más segura de hacer de Francia un estado satélite del Reich”17. Por parte

francesa destacar al mariscal Pétain, uno de los principales valedores de la colaboración

como forma de llevar a cabo la Revolución Nacional; a Pierre Laval, de clara tendencia

germanófila, quien desarrolló una política de amplia colaboración durante las dos

ocasiones que ocupó el cargo de Viceprimer ministro y donde destaca su relación con

Abetz; y finalmente Darlan, sucesor de Laval hasta su regreso y favorecedor igualmente

de la colaboración con Alemania.

En definitiva la evolución de la colaboración política de estos cuatro años de ocupación,

responde fundamentalmente por parte alemana a temas referentes al imperio colonial

francés en África, debido al interés de consolidar su posición en el Mediterráneo,

debilitando con ello a Inglaterra. Mientras que el interés francés radicaba en la

integración de Francia en el nuevo orden Europeo. Ambos intereses se entremezclarían

en una multitud de negociaciones, dando lugar a una dinámica colaboración política18.

En este contexto hay que tener en cuenta la enorme presión ejercida por las tropas

anglo-gaullistas sobre el África Ecuatorial, bajo dominio francés. Ante esta presión,

Hitler puso su punto de mira en el imperio galo fundamentalmente por dos motivos. El

primero de ellos haría referencia a la preocupación del Führer en que la presencia de los

británicos y gaullistas pudiese desencadenar en contactos entre los antiguos aliados, y la

reconciliación de ambos países, que acabara en una nueva unión en contra de la

Alemania nazi. Tal y como recoge Burrin “sus dirigentes podrían verse tentados de

volver a la guerra”19. Y en segundo lugar el hecho de repeler la acción británica en el

norte de África supondría el debilitamiento de Inglaterra. Por ambos motivos, el país

17 Rousso, H., Le régime…op cit., p. 36. 18 Idea personal en base a las ideas aportadas por Julian Jackson y Burrin. 19 Burrin, P. Francia…op cit., p. 111.

13

vencedor se propuso el objetivo principal de fomentar la anglofobia entre los franceses,

haciéndoles ver lo rentable que para sus intereses era la política de colaboración. A

medida que avance la guerra la situación en el imperio se tornará más complicada para

los franceses, ya que los avances anglo-gaullistas no cesarán, provocando con ello las

constantes peticiones de ayuda del gobierno francés al país vencedor para defender el

imperio. Si bien, en los primeros años la ayuda solicitada respondería solo al

abastecimiento de medios militares para defender el imperio, no a la participación activa

de tropas alemanas. Es decir, tal y como recoge Julian Jackson, estas peticiones

respondían a que la defensa del mismo se haría únicamente por tropas francesas, con

abastecimiento militar alemán, lo que no supondría la intromisión de los alemanes en el

imperio, uno de los principales objetivos de los dirigentes franceses20. En la misma

línea, Henri Michel recoge el lema de Vichy, “la defensa del imperio contra cualquier

intromisión, pero únicamente con fuerzas francesas”21. Además los franceses pedirán

que se les garantice la integridad del imperio, ante las pretensiones coloniales de Italia y

España. De esta manera con los refuerzos militares provenientes de Alemania, Vichy

podría defender sus posesiones y recuperar los territorios perdidos en el África

Ecuatorial en mano de los anglo-gaullistas. No obstante esto representaba un peligro

para Francia, ya que la defensa del imperio podría conllevar un enfrentamiento directo

con Inglaterra. En este contexto, Alemania presionará a Francia, para enfrentarse a los

británicos, pero los dirigentes franceses, a pesar de replantearse la entrada en guerra

contra Inglaterra a principios de 1942, con Darlan en el poder, dejarán muy claro a

Hitler que su postura en el imperio va a ser puramente defensiva y que el

enfrentamiento con Inglaterra se produciría en un contexto de defensa de sus territorios,

pero no por iniciativa propia. De esta manera como bien señala Burrin, “a Francia no le

interesaba un guerra contra Inglaterra, (posteriormente también contra EEUU) que

podría poner en peligro el imperio, así como la pérdida de apoyo de la opinión pública y

su sometimiento total a Alemania”22, porque no olvidemos que Francia en su condición

de vencido, estaba siendo muy presionada por Alemania, y continuamente amenazada

con la ocupación total. Debido a esta actitud, vemos como la postura del gobierno

francés se inclina hacia la no beligerancia (fórmula similar a la adoptada por el gobierno

español en los primeros años de la contienda [1940-1943]), traducida en una ayuda

20 Jackson, J. France…, op cit., p. 144. 21 Michel, H. Pétain…op cit., p. 107. 22 Burrin, P. Francia…op cit., p. 132.

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directa e indirecta a Alemania. Gracias a la indirecta, con la defensa del imperio, Vichy

impide el avance y fortalecimiento de los británicos, favoreciendo a Alemania que

tendría el control del Mediterráneo, con las bases imperiales francesas. Por su parte la

directa se dará cuando Pétain acceda a que los alemanes utilicen puntualmente el

imperio.

En referencia a este tema, ciertos autores consideran que el gobierno francés llevó a

cabo una especie de “doble juego”23 24 sin ser del todo una realidad, ya que a pesar de

no querer un enfrentamiento directo con Inglaterra, su inclinación era claramente hacia

la colaboración con Alemania, tratando de obtener condiciones más ventajosas para sí

mismo. A raíz de esta circunstancia, el prestigio de Laval cayó en picado poniendo en

peligro la estabilidad del régimen y con ella la política de colaboración. Esto unido a un

complot político para su destitución, decidió al mariscal a proceder a la misma,

poniendo incluso en peligro no sólo la política de colaboración, al ser Laval muy

valorado entre los alemanes, sino la escasa independencia político-administrativa

francesa. No obstante tal y como bien señala Paxton “la destitución de Laval no ejercía

el menor efecto sobre la plena lealtad francesa a los acuerdos de Montoire. La

colaboración podía continuar si los alemanes la deseaban”25. Como sucesor se nombró

al almirante Darlan, bien acogido entre los alemanes, y que llevaría a cabo la política

colaboracionista hasta el posterior regreso de Laval.

De esta manera, con Darlan la colaboración política en el imperio se intensificó a partir

de los Protocolos de Paris, que consistieron en 3 protocolos político-militares referentes

a la utilización alemana de las bases africanas del imperio francés. Según lo firmado en

estos protocolos los alemanes podrían utilizar aeródromos y recibirían suministros

franceses; el permiso de utilización del puerto de Bizerta y la vía férrea Bizerta-Galés

para transportar avituallamiento hacia Libia, y la utilización de Dakar como base para la

flota y aviación alemana. Por parte francesa, el gobierno recibiría un aumento de

efectivos así como de material militar y la liberación de un gran número de prisioneros

de guerra. Además se estableció un protocolo secreto, firmado por Abetz y Darlan, en el

que se establecía que el cumplimiento de los protocolos estaba sujeto a la concesión por

parte alemana de refuerzos militares y de ventajas políticas y económicas (supresión de

gastos de ocupación, liberación de prisioneros, restablecimiento de la soberanía en todo 23 Jackson, J. France…op cit., p. 145. 24 Ferro, M. El Resentimiento en la Historia, Madrid, Ed. Catedra, 2009, p. 94. 25 Paxton, R. Vichy France: Old Guard and New Order 1940-1944, New York, Columbia University press, 1982, p.109.

15

el territorio, a excepción de Alsacia y Lorena que tendría un estatuto especial, así como

ayuda económica y militar) que posibilitase justificar ante la opinión publica la

participación en un conflicto armado con Inglaterra y con EEUU. No obstante, estos

finalmente no entraron en vigor en parte por las desorbitadas exigencias políticas y

económicas francesas vistas anteriormente, en parte por que Hitler cambio su atención

al frente ruso, dejando las negociaciones con Francia en un segundo plano.

¿Pero a que se debieron estas altas exigencias francesas? La respuesta a esta pregunta

radica en la necesidad alemana de fortalecer su posición en el África del Norte, ante la

fortaleza mostrada por Inglaterra, apoyada ahora por EEUU, de lo cual los franceses

intentaron aprovecharse para arrancar de los alemanes ciertas concesiones en los gastos

de ocupación, liberación de prisioneros, eliminación de la Línea de Demarcación, etc.

Tras estos acuerdos que finalmente no llegaron a nada, la situación en el imperio no

mejoró, tal y como refleja Burrin, “los ingleses en este momento con el apoyo de EEUU

se ven más fuertes que nunca”26. De esta manera la atención alemana tras un nuevo

fracaso en el este, se centró otra vez en el África del norte para tratar de asegurar las

posiciones de Túnez y Siria, seriamente amenazadas por los aliados, a pesar de la

brillante acción del general Rommel. Una vez más Vichy cobra importancia para los

intereses nazis. Sin embargo en estos momentos a principios de 1942, tal y como

expone este mismo autor, el propósito de Vichy no es tanto declarar la guerra a los

anglosajones, cuanto obtener de Alemania un acuerdo favorable, valiéndose del papel

de escudo occidental que Francia podría desempeñar, mientras Hitler lleva a cabo la

finalización de su campaña en el este27. Vemos aquí como Darlan lleva hasta el límite la

no beligerancia francesa sin conseguir a cambio ninguna concesión alemana. Esta

circunstancia la recoge a la perfección Paxton “si bien suele ser Laval el calificado de

chaquetero y oportunista, fue en realidad Darlan quien llevó a Francia más cerca de la

cooperación militar directa con Alemania en 1941 y el que se encontró, tal vez

accidentalmente en el bando aliado en noviembre de 1942”28.

En estos momentos la embajada alemana decide dar un vuelco a la situación,

produciéndose la retirada del almirante, que ya tampoco contaba con el apoyo de Pétain,

y la llegada nuevamente de Laval al poder como forma de revitalizar las relaciones de

colaboración.

26 Burrin, P. Francia…op cit., p. 141. 27 Ibidem, p. 142. 28 Paxton, R. Vichy…op cit., p. 129.

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Así pues en esta segunda etapa de Laval, Vichy no querrá entrar tal y como menciona

Julian Jackson en una guerra larga, “en la que sería exprimida como un limón por el

ocupante”29, donde además los anglosajones atacarían en primer lugar el imperio, para

después atacar la metrópoli convirtiendo a Francia en un campo de batalla, algo que ya

sucedió en la I Guerra Mundial. De esta manera a partir de la primavera de 1942, el

propósito de los dirigentes franceses es el de ayudar a una Alemania cuya victoria

parece problemática, pero cuya derrota sigue considerándose improbable. Con esta

actitud tal y como nos muestra Paxton, a Francia solo le interesa Francia, es decir, solo

mira por el bien de su país30. No obstante, la actitud de los dirigentes franceses resulta

difícil de entender puesto que coincide con una intensificación de la explotación

alemana en el territorio metropolitano (mayor producción militar, avituallamiento, etc.)

así como la reclamación de mano de obra e incremento de la presión alemana para que

Francia entre en la guerra, atisbándose lo que ocurriría en un futuro próximo, la

ocupación efectiva de todo el territorio metropolitano. Ante tal presión, como bien

menciona Julian Jackson, al gobierno francés le quedaban 3 alternativas: la primera de

ellas, no resistir, con la consiguiente ocupación alemana de la metrópoli, que

equivaldría a perder todo lo conseguido hasta ahora; la segunda resistir con la ayuda

alemana y entrar en el conflicto con los anglosajones; y una tercera, una solución mixta,

en la que los franceses resistirían en solitario, reforzados militarmente por Alemania,

pero sin la participación de sus fuerzas, o la participación de estas lo más tarde

posible31. Esta será finalmente la opción escogida por los dirigentes franceses, quienes

una vez más se escudarán en el marco defensivo, de defensa de su territorio, sin tener

ninguna iniciativa ofensiva. Esta situación la refleja a la perfección Burrin quien

menciona que “Laval tendrá que hacer piruetas para evitar una guerra con EEUU,

conservar la zona libre y el imperio, intentando llegar al mismo tiempo a un

entendimiento con Alemania, potencia a la que ni él ni Pétain dan por derrotada”32.

Además esta situación se ve agravada el 8 de noviembre de 1942, cuando las tropas

anglosajonas desembarcan en Marruecos y en Argelia, en lo que se ha conocido como la

operación Torch. En estos momentos Pétain considera incierto el desenlace de la guerra

y sigue deseando un entendimiento con Alemania, con el objetivo de recuperar la

soberanía y mantener la integridad del imperio. Sin embargo el desembarco en África 29 Jackson, J. France…op cit., p. 214. 30 Paxton, R. Vichy…op cit., p. 135. 31 Jackson, J. France…op cit., p. 215. 32 Burrin, P. Francia…op cit., p. 176.

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del Norte pone a Vichy ante una situación que entraña un enorme peligro, puesto que

por un lado se quería evitar una guerra con Inglaterra y EEUU, pero también se quería

defender Dakar, lo que es incapaz de hacer con sus propios medios. Ante esto, y la

presión alemana de una ocupación total, los dirigentes franceses, encabezados por

Pétain y Laval, estarían dispuestos a aceptar la ayuda de las tropas alemanas para evitar

la ocupación de la zona libre. A medida que pasaban los días, la presión aliada se hacía

cada vez más acentuada, mermando la resistencia francesa. Debido a esto, y la

indecisión del gobierno francés, Hitler procedió a la ocupación total del territorio galo,

incluido el imperio, dando fin a la colaboración política en este aspecto. Si bien, el

Führer informó a Pétain, tal y como refleja Burrin que “la ocupación es tan solo una

medida de precaución que ni pone fin al armisticio ni atenta contra la soberanía de

Vichy, y que terminará en cuanto las circunstancias lo permitan”33. De esta manera

vemos como el 27 de noviembre de 1942, Vichy se queda sin la poca independencia que

le quedaba, puesto que se queda sin zona libre, sin ejército que había sido desarmado,

sin flota (puesto que los soldados franceses antes que verla en manos de los alemanes

prefieren verla en el fondo del mar, procediendo a su hundimiento en la localidad de

Tolón) y sin imperio. A partir de ahora la colaboración cobrará fuerza en política

interior, con el objetivo de la supervivencia de un régimen condenado a ser derrotado,

junto con el país que colaboraba, teniendo que a hacer frente a la creciente resistencia

interior de Francia, desarrollándose tal y como menciona Marc Ferro una guerra civil

entre colaboracionistas y miembros de la resistencia34.

4.2. Colaboración económica

En relación con la colaboración económica, nos centraremos fundamentalmente en los

tres aspectos sobre los que los alemanes hicieron un especial hincapié: la puesta en

marcha de la industria francesa bajo encargo alemán, la producción militar y la

reclamación de mano de obra.

No obstante, previo a plantear estas tres cuestiones, cabe mencionar que a partir del

otoño de 1940, los alemanes abandonarán la política de requisa y de pillaje sobre la

población gala característica de los primeros momentos de la ocupación, enfrentando

ahora a los franceses tal y como menciona Pascal Ory “a unas negociaciones

33 Burrin, P. Francia…op cit., p. 178. 34 Ferro, M. El Resentimiento…op cit., p. 97.

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económicas complejas”35, todas ellas en un clima de enorme presión y explotación

alemana de los recursos y economía franceses. Esta situación refleja una contradicción,

puesto que tal y como menciona Julian Jackson, “los alemanes, siendo la principal

amenaza para la economía francesa, son también en virtud de sus pedidos la única salida

posible para su economía”36.

Por otro lado Henri Michel destacará la preocupación de los dirigentes de Vichy por los

asuntos económicos, debido a que estos podrían afectar a la estabilidad social y a la

unidad del país con problemas tan graves como el paro, que afectaba a millones de

franceses, o la entrada de capital alemán que hubiese supuesto la dominación económica

alemana37. En la misma línea cabe mencionar la clara intención de los dirigentes

franceses de vincular los asuntos económicos a las peticiones alemanas

fundamentalmente sobre el imperio, al reclutamiento de mano de obra y materias primas

de la zona libre. De esta manera con cada concesión francesa al país vencedor, los

dirigentes de Vichy trataron de mejorar su situación política y económica, buscando

reducir gastos de colaboración, logrando autonomía en la administración, así como

mejorar la situación de los prisioneros de guerra38. En definitiva, los principales actores

del régimen de Vichy vieron la colaboración económica como un paso hacia la

construcción de una nueva Europa en la que Francia, si seguía por la senda de la

colaboración en el marco de una victoria alemana, jugaría un papel importante.

Centrándonos ya en los tres aspectos más relevantes de la colaboración económica en

referencia a la industria, la primera preocupación del gobierno francés era procurarse los

medios para lograr dirigir la economía, para lo que creían necesario el control de las

materias primas. Las empresas francesas se agrupan en unos Comités de Organización y

en mecanismos capaces de evitar el control económico alemán de la producción

industrial. El más importante de ellos fue el OCPRI (office central de répartition des

produits industriels). Esta organización autoritaria responde a las necesidades

inmediatas, pero también a la voluntad del nuevo régimen de fortalecer la economía

nacional, y a la preocupación de preparar la integración de Francia en la Europa

alemana. Ésta, operaba en todo el país lo que se pagó con el sometimiento al control del

ocupante. Si bien en la zona ocupada, los alemanes se oponen a la centralización de los

pedidos y contactan directamente con las empresas, a través fundamentalmente de la 35 Ory, P. La France allemande (1933-1945), París, Ed. Gallimard, 1995, p. 38. 36 Burrin, P. Francia…op cit., p. 150. 37 Michel, H. Pétain…op cit., p. 104. 38 Idea Personal en base a las ideas aportadas por Burrin y Henri Michel.

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delegación económica de la Comisión Alemana del Armisticio. No obstante diversos

autores señalan la importancia del Estado francés como interlocutor imprescindible en

las negociaciones sobre la Francia libre y en las que conciernen a la totalidad del país en

conjunto con los organismos de control alemán. En este contexto se firman grandes

contratos de suministro de materias primas y de manufacturas, especialmente en la

industria de curtidos y textil en febrero de 1941, materializados en los acuerdos

Grunberg y Kehrl.

Otro aspecto de enorme importancia respecto a la industria es la preocupación de los

dirigentes de Vichy por la preservación del capital nacional, teniendo en cuenta el

capital alemán llegado de los pedidos industriales, con el objetivo de evitar la

dominación económica alemana. Sin embargo, se produjo una escasa penetración de

capital alemán llevada a cabo mediante sociedades de capitales mixtos como Francolor,

France-Rayonne, etc.; participaciones en sociedades francesas, sobre todo en los medios

de comunicación; por la readquisición de participaciones francesas en empresas

extranjeras; y finalmente por participaciones en sociedades confiscadas a los judíos,

destacando las Galerie Lafayette. Esta limitada penetración de capital alemán no fue

tanto mérito del Estado francés cuanto el resultado del desinterés de las autoridades del

Reich, preocupadas por la explotación inmediata del país, y la prudencia de los hombres

de negocios alemanes, que tenían sus dudas sobre el lugar que ocuparía Francia en el

nuevo orden y sobre el desenlace de la guerra.

En referencia a la industria hay que destacar también la producción militar llevada a

cabo por los franceses a lo largo de los cuatro años de ocupación alemana. De esta

manera tal y como señala Burrin la fabricación de material de guerra contribuía a la

fusión de lo económico y lo militar pretendida por los dirigentes franceses39. En cuanto

a la producción misma, a partir de agosto de 1940 los dirigentes franceses autorizaron a

que esta también se llevara a cabo en la zona libre, con la única excepción de material

destinado a la lucha contra Inglaterra. Sin embargo esto no se cumplió, ya que el

material fabricado en la zona libre fue usado por los alemanes en África del Norte. No

obstante como bien recoge este mismo autor, “Weygand de haber habido buenas

concesiones, hubiese autorizado su fabricación”40. Cabe mencionar que a partir de la

primavera de 1942, cercana la ocupación total del territorio metropolitano, los alemanes

39 Burrin, P. Francia…op cit., p. 155. Con material de guerra, nos referimos especialmente a la fabricación de aviones a imitación del modelo alemán en las fábricas francesas. 40 Ibidem.

20

ante un avance aliado en África del norte donde peligra ya su control, intensifican la

explotación reclamando un avituallamiento mayor y una mayor producción militar que

se haría efectiva hasta el final del régimen.

Otro aspecto referente a la producción militar es que los alemanes permitieron a los

franceses la fabricación de material bélico (armamento, aviones, etc.) en la zona libre, lo

que permitió reforzar y modernizar las fuerzas francesas, si bien en una proporción muy

desfavorable respecto a los vencedores.

Pero quizás la contribución más importante en materia económica llevada a cabo por

Vichy en beneficio alemán, fue el aporte de mano de obra destinada a trabajar en las

fábricas alemanas. Éste fundamentalmente se producirá a partir del otoño de 1941,

debido a la prolongación de la guerra en el este, que acrecienta las necesidades

alemanas. Es entonces cuando surge en Vichy la idea de la “Reléve”41 (el relevo), es

decir, transformar a los prisioneros de guerra en obreros civiles que permanezcan en

Alemania, así como la liberación de prisioneros a cambio del envío de obreros

especializados al país germano. Ya a comienzos de 1942, el gobierno de Darlan promete

garantizar el reclutamiento de trabajadores a cambio de un organismo que dirija y

controle a los obreros que trabajen en Alemania. Además se produce la apertura de

oficinas de reclutamiento en la zona libre. La intensificación de la ocupación meses más

tarde agrava el problema de la mano de obra, ahora los alemanes exigirán trabajadores.

Además como bien señala Paxton, los alemanes contaban con un “gran instrumento de

presión”42, refiriéndose a los prisioneros de guerra. Los dirigentes de Vichy, ya con

Laval de nuevo en el poder, cederán ante estas exigencias procediendo al reclutamiento

voluntario de obreros, antes de que este sea forzoso e impuesto por los alemanes. De

esta manera como recoge Burrin, Laval en un comunicado del 12 de mayo de 1942,

confirma esta política a Von Ribbentrop: “en nuestra desgracia, quisiera decirle,

espontánea y simplemente, que Francia está dispuesta, […] Por consiguiente mi deseo

de que haya franceses, cuantos más mejor dispuestos a ocupar las fábricas alemanas el

lugar de quienes marchan al frente del este”43. Además Laval, insta a los trabajadores “a

la movilización voluntaria, en defensa de los intereses vitales de Francia y en beneficio

de los prisioneros, ya que una movilización forzosa solo beneficiaría a Alemania”44.

41 Burrin, P. Francia…op cit., p. 153. 42 Paxton, R. Vichy…op cit., p. 214. 43 Burrin, P. Francia…op cit., p. 164. 44 Michel, H. Pétain…op cit., p. 37.

21

Finalmente, Francia proporcionará un elevado número de trabajadores especializados a

cambio de la liberación de prisioneros, en una proporción muy desventajosa, ya que por

cada tres obreros especializados, los alemanes procedían a liberar un prisionero.

Por otro lado hay que tener en cuenta, que la intensificación de las presiones alemanas,

dan al traste con el reclutamiento de trabajadores voluntarios propuesto por Laval, ya

que a partir de la primavera de 1942, los alemanes implantan el trabajo obligatorio para

los hombres y las mujeres de la Europa occidental ocupada, lo cual afectaba a Francia.

Este hecho provocó enormes protestas en Vichy, pero finalmente al igual que en todas

las exigencias alemanas acabaría cediendo, al implicarse en el reclutamiento forzoso de

trabajadores para Alemania. De esta manera, el 16 de febrero de 1943 Vichy establece

el Servicio de trabajo obligatorio, conocido bajo las siglas de STO.

4.3. Colaboración administrativa

En este nuevo tipo de colaboración los resultados obtenidos por los franceses son

escasos debido en parte a que a los alemanes no les interesaba reducir la presión sobre

el país vencido. Como ya he apuntado a lo largo de este trabajo les interesaba una

Francia debilitada, sumisa y sujeta a sus exigencias. No obstante el gobierno de Vichy

hará grandes esfuerzos para que se mantenga y se reconozca su autoridad

administrativa. Para ello practicará la colaboración activa con los ocupantes,

consiguiendo algunas concesiones, a pesar del control abusivo sobre la administración

ejercido por los alemanes.

En definitiva lo más destacado de esta colaboración administrativa, es el interés

mostrado por los alemanes de poner a su servicio la administración francesa, para paliar

sus propias insuficiencias en lo que se refiere a medios, personal, conocimiento del

terreno, etc. Esta circunstancia liberaba a los alemanes del duro trabajo de administrar el

país, y les permitía concentrar su atención en otros intereses, como el frente del este o el

norte de África. No obstante la administración estaba sujeta a una supervisión y a un

control riguroso del funcionamiento de la misma, llevada a cabo por las autoridades

alemanas. En definitiva los alemanes actuaron tal y como menciona Henry Rousso

como “una autoridad supervisora”45. Esto se vio favorecido por la depuración

administrativa llevada a cabo por el Estado francés, en la que se eliminó tal y como dice

Paxton “a todos aquellos (judíos, francmasones, hombres de izquierda, comunistas) a

45 Rousso, H., Le régime…op cit., p. 47.

22

los que los alemanes consideraban sus enemigos”46. De esta manera vemos como

Vichy, configura una administración pro-colaboracionista, con el objetivo de arrancar a

los alemanes pequeñas concesiones, y conseguir su objetivo de soberanía

administrativa.

Finalmente apuntar que la cooperación de los servicios franceses del régimen de Vichy,

como destaca Burrin “superó lo que cabía esperar de un país ocupado”47, debido a que

en ocasiones los dirigentes, establecieron o determinaron medidas que iban más allá de

lo exigido por los alemanes. Esta circunstancia se verá especialmente reflejada en las

medidas de represión contra comunistas, miembros de la resistencia y judíos.

4.4. Convergencia social e ideológica

Hemos creído conveniente plantear aparte este tipo de cooperación, debido a la enorme

repercusión de la política antisemita y anticomunista llevada a cabo por Vichy durante

estos años. De esta manera en este apartado veremos cómo el Estado francés se

solidarizó ideológicamente con la Alemania nazi, ayudando a estos a combatir a sus

enemigos (comunistas, miembros de la resistencia, judíos, etc.), aun y cuando estos sean

compatriotas48.

Un primer aspecto a destacar es la cooperación de la policía de ambos países: las SS y la

policía alemana por parte germana y la policía francesa con René Bousquet a la cabeza

por parte gala. Esta activa colaboración fue una medida tomada por Bousquet y por

Laval como forma de superar el deterioro de la situación interna, especialmente de la

zona ocupada, donde las dificultades de administración hicieron aumentar las exigencias

alemanas sobre todo en materia policial, debido a los desórdenes causados por

comunistas, miembros de la resistencia, etc. sobre las fuerzas de ocupación. No obstante

tal y como apunta nuevamente Julian Jackson también “fue una forma de preservar la

soberanía mediante la prevención de los alemanes de interferir en la seguridad interna

francesa; y una manera de ganar la aprobación alemana para el proyecto más amplio de

relanzar la colaboración política”49. Paxton a esto añadirá, que además será un medio de

adelantarse a posibles medidas despiadadas que puedan hacer tanto al régimen como a

la política de colaboración impopulares”50. Y en efecto, las autoridades francesas

46 Paxton, R. Vichy…op cit., p. 223. 47 Burrin, P. Francia…op cit., p. 147. 48 Jackson, J. France…op cit., p. 151. 49 Ibidem, p. 152. 50 Paxton, R. Vichy…op cit., p. 226.

23

estaban en lo cierto en esto último, porque previo a la colaboración entre ambas

policías, los alemanes contrarrestaban los desórdenes con enorme violencia, llegando

incluso a fusilar a rehenes franceses como represalia por las bajas producidas en sus

filas a raíz de las insurrecciones. Vemos aquí una de las principales razones por la cual

el Estado francés, se decidió a la colaboración activa en materia represiva: evitar los

fusilamientos de rehenes que finalmente se verán interrumpidos a partir de septiembre

de 1942, como consecuencia de que los alemanes se dan cuenta, tal y como nos hace ver

Burrin de que los fusilamientos incrementan la oposición y la resistencia del pueblo

vencido, mientras que el envío a campos de concentración produce un efecto

disuasivo51. En esta línea, Julian Jackson mencionará que “el régimen de Vichy, prefiere

asesinar a comunistas a permitir que los alemanes maten a buenos franceses”52.

Retomando la colaboración policial, los dirigentes de Vichy, a cambio de mantener la

autoridad e independencia de la policía francesa, frente a la del ocupante, ofrecieron un

compromiso activo de colaboración contra el terrorismo, el anarquismo y el

comunismo. En definitiva, se estableció que la policía alemana, se limitaba a actuar

única y exclusivamente para reprimir las acciones dirigidas contra las fuerzas de

ocupación. Por su parte la francesa actuaria solamente para reprimir la resistencia,

cuando ésta se de naturaleza exclusamente política. Mientras que de manera conjunta

actuarían frente a aquellos casos en que esté en juego la seguridad del Estado francés y

la del ocupante. De esta manera observamos como la colaboración de la policía francesa

fue fundamental en materia represiva. Sin embargo esta cooperación estaba sujeta a la

provisión de medios alemanes con el objetivo de garantizar el orden e incluso garantizar

la retaguardia de las tropas alemanas en caso de un desembarco aliado. Esto finalmente

se verá cumplido gracias al acuerdo Oberg-Bousquet. No obstante la policía francesa

debía demostrar constantemente su fiabilidad y su eficacia.

Finalmente en materia policial destacar el hecho de que la colaboración en este campo

fue tal, que el pueblo ya no distingue entre ambas policías, lo que hacer surgir la idea y

el sentimiento de que la lucha contra el ocupante, era indisociable de la lucha contra

Vichy53. No obstante, tal y como apunta el profesor John Merriman, la opinión pública

en general, fue la de no criticar las medidas adoptadas contra los comunistas, miembros

de la resistencia, judíos, etc. hasta la ocupación de la zona libre, cuando la resistencia

51 Burrin, P. Francia…op cit., p. 171. 52 Jackson, J. France…op cit., p. 152. 53 Ibidem, p. 195.

24

interior creció a consecuencia de la presión alemana y las medidas tomadas por el

gobierno54.

Otro aspecto relevante de este tipo de colaboración, es la persecución a los judíos,

llevada a cabo en Francia a lo largo de los cuatro años de colaboración, que al igual que

la idea anterior, también resulta indisociable de la cooperación llevada a cabo por la

policía francesa con las fuerzas ocupantes, la cual además resulto imprescindible para el

éxito de la misma. De esta manera tal y como apunta nuevamente el profesor John

Merriman tres cuartas partes de todos los judíos apresados en Francia durante todo el

periodo, fueron arrestados por la policía francesa55. Así mismo destaca el gran número

de denuncias de personas sobre otras acusándoles de su condición de judío: “Estoy

seguro de que mi vecino es judío”56, lo cual facilito también la tarea de ambas policías.

De esta manera en materia de antisemitismo, los dirigentes del Estado francés, a

diferencia de los nazis, para quienes su objetivo único es la eliminación total de los

judíos, la lucha contra la influencia judía no es tanto un tema ideológico, sino de

supervivencia del régimen57 58. Por ello, bajo las presiones alemanas, Vichy refuerza su

política inicial, con la vista puesta en la obtención de concesiones alemanas. De esta

manera en octubre de 1940 se emite un Estatuto, al que seguirán otros posteriores, que

excluye a los ciudadanos judíos de la función pública y de ciertas profesiones. Lo

curioso de este Estatuto es que se emite sobre la zona libre y el imperio, es decir allí

donde tal y como menciona Henri Michel “el enemigo está ausente y es impotente”59.

Vemos pues como las autoridades de Vichy, exceden una vez más en sus acciones sobre

las peticiones alemanas. Otro claro ejemplo de esto lo encontramos a comienzos de

1941, cuando los dirigentes franceses, con Darlan a la cabeza, acaban accediendo a la

creación de un departamento encargado de coordinar e impulsar la persecución de los

judíos en la zona ocupada, que por decisión propia acabarán extendiendo a la zona libre.

Uno de los aspectos relevantes, es la distinción realizada por los dirigentes franceses en

referencia a los judíos. Tal y como menciona Paxton, existían 3 categorías de judíos: los

extranjeros, de los que hay que librar a Francia; los naturalizados recientemente, que se

les debe expulsar también; y los viejos judíos franceses, que han prestado grandes

54 Merriman, J. http://oyc.yale.edu/transcript/372/hist-276 [23/6/2015] 55 Ibidem. 56 Ibidem. 57 Laborie, P. 1944: les logiques de répression de Vichy, París, Ed. Electroniques, 2007, p. 22. 58 Reflejado también en Aizpuru, M. Adiós muchachos o la aventura de los judíos en la Francia de Vichy, Universidad del País Vasco, p. 213. 59 Michel, H. Pétain…op cit., p. 39.

25

servicios al país60. En este contexto se crea la Comisaria General para Temas Judíos,

confiada a Xavier Villat y encargada de librar al país de los judíos extranjeros y de

limitar la influencia de los judíos franceses, en un intento de protegerlos de los

alemanes, mediante toda una serie de exclusiones del ámbito profesional61. No obstante

tal y como apunta Henry Rousso, a los dirigentes de Vichy les importaban los judíos

franceses por razones de opinión, de prestigio y de soberanía, ya que finalmente

cedieron ante las exigencias alemanas y procedieron a desnaturalizar a una parte de los

judíos franceses para procurar el éxito de la política de colaboración.62 Aquí hay que

tener en cuenta que en contra de las aspiraciones francesas, de entregar sólo a los judíos

extranjeros, los alemanes que no entendían de distinciones, ya que para ellos tanto unos

como otros pertenecían a un mismo grupo, es decir, todos eran judíos y había que

eliminarlos, de ahí las exigencias que llevaron a los franceses a desnaturalizar a un gran

número de judíos franceses.

Por otro lado, como acontecimiento más destacado en esta política, nos encontramos

con lo que se ha denominado La Grande Rafle63 (la Gran Redada) producida el 16 de

julio de 1942, en la que la acción de la Oficina de Asuntos Judíos y Evacuación, junto

con la policía francesa tuvieron una importancia capital. De esta manera en esa fecha

unos 13.000 judíos, en especial extranjeros fueron detenidos y trasladados a diversos

campos de concentración en los alrededores de París como el de Drancy, donde

permanecieron hasta ser deportados a Polonia. En definitiva la política antisemita64

llevada a cabo por el gobierno francés entre 1942 y 1944 deportó a unos 76.000 judíos a

los campos de concentración. No obstante como menciona John Merriman, no se sabe

exactamente el grado de conocimiento de las autoridades francesas respecto el destino

de los judíos, puesto que las cámaras de gas de Auschwitz apenas habían empezado a

funcionar65.

De esta manera vemos como el Estado francés se solidarizaba ideológicamente con la

Alemania nazi, ayudando a estos a combatir a sus enemigos (comunistas, miembros de

la resistencia, judíos, etc.), aun y cuando estos sean compatriotas.

60 Paxton, R. Vichy…op cit., p. 314. 61 Aizpuru, M. Adiós…op cit., p. 212. 62 Rousso, H., Le régime…op cit., p.79. 63 Vich, S. “La Francia…op cit., p. 91. 64 Más acerca de las deportaciones y la política antisemita en Martínez, M: “El Mito…op cit., p. 22. 65 John Merriman, http://oyc.yale.edu/transcript/373/hist-276 [24/6/2015]

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5. Decadencia y fin de la ocupación

La presencia de los aliados en África del norte, marca el comienzo del declive inevitable

de la política de Vichy. La colaboración vivió en los últimos meses de 1942 y en los

primeros de 1943 días muy difíciles, de completa crisis.

De esta manera ya no era posible hablar de colaboración tras la ocupación total del

territorio francés en noviembre de 1942, cuando Alemania tenía realmente poco que

ganar con el apoyo político del gobierno de Vichy, reducido a la impotencia, sin

ejército, sin escuadra, sin imperio y casi sin política. No obstante Vichy, aun contaba

con ciertas bazas de orden interno, que podían suscitar el interés alemán: mano de obra,

judíos, mantenimiento del orden. Por otro lado, en estos momentos Francia se

enfrentaba con dificultades interiores y exteriores de la mayor importancia, y sobre

todo, contra una crisis creciente de la industria y del comercio, paralizada en su mayor

parte por falta de materias primas, por el envío forzoso de casi todos los depósitos a

Alemania y por la falta de brazos. Además, se produce un incremento en los gastos de

ocupación que merman aún más la economía francesa. De esta manera vemos como el

Estado francés ha perdido todas las bases que sustentaban su política de colaboración.

Se ha convertido en una ficción mantenida por la voluntad de Hitler, quien considera

conveniente conservar el gobierno de Pétain, tal y como menciona Burrin “como una

especie de fantasma, para mantener la división en el país y evitar que Francia recupere

su unidad en detrimento de Alemania”6667. En este contexto, tal y como señala este

mismo autor, “Pétain y Laval consideran que es preferible una ficción a quedarse sin

nada”68, por lo que ambos líderes, seguirán desarrollando una política colaboracionista,

cada vez más estrecha con el Reich, donde sus mayores esfuerzos los pondrán en la

obtención de una ilusoria posición hegemónica de Francia; en el mantenimiento de la

soberanía, prácticamente inexistente; y en la supervivencia del régimen, que ahora se ha

convertido en lo más importante. Por ello, tal y como menciona Julian Jackson, “Pétain

se niega a reconocer la incorreción de su política y no renunciará a ella hasta que el

rumbo de la guerra acabe con todas sus esperanzas”69. Un claro ejemplo, lo

encontramos en la política antisemita, en la que a partir de 1943, Laval, ordena poner en

manos de los alemanes las listas de judíos en las que incluyen a los judíos franceses, e

66 Burrin, P. Francia…op cit., p. 181. 67 Misma idea reflejada en Ferro, M. El Resentimiento…op cit., p. 98. 68 Burrin, P. Francia…op cit., p. 182. 69 Jackson, J. France…op cit., p. 232.

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implica a su policía en arrestos que ya no hacen distinción de nacionalidad, tal y como

hemos visto en el apartado anterior.

Por otro lado, de forma paralela al alejamiento del régimen que buena parte de la

población francesa experimentó a lo largo de 1942-1943, la proximidad de la derrota

acentuó la colaboración ideológica y militar con el nazismo alemán. De esta manera,

pese al liderazgo de Pétain y su defensa del orden, en las filas de Vichy se estableció un

combate entre los que Burrin denomina «los hombres de Estado», seguidores de Pétain

y defensores de continuar con la política colaboracionista impulsada por el mariscal y

«los hombres de partido», procedentes de la extrema derecha y favorecedores de una

estrecha colaboración con Alemania70. Entre estos últimos destacan Laval, presidente

del consejo, Joseph Darmand, jefe del SOL (Service de Ordre Legionnaire) y Philippe

Henriot. Los motivos de esta disputa se extenderían desde la lucha personal por el poder

hasta el diferente modo de cada dirigente de enfocar la colaboración con Alemania.

Laval pretendía que dicha colaboración sirviese para permitir cierto margen de

maniobra al gobierno de Vichy, mientras que sus oponentes apostaban por una

participación sin límites en la aventura nacionalsocialista. Si bien, la actitud de estos

personajes pudo estar motivada hasta cierto punto por la creencia en que la victoria

aliada acarrearía su ejecución. Se trataba, por lo tanto, de vencer o morir71, tal y como

menciona José Ramón Alonso. Además a partir de los primeros meses de 1943

comenzó a circular el rumor de una reforma ministerial. Aquí hay que tener en cuenta el

distanciamiento del régimen de Vichy, y los colaboracionistas de París, quienes

lanzaron duros ataques contra el gobierno, en especial contra Laval favoreciendo con

ello la labor de la resistencia y que proponían una política completamente opuesta a la

de Vichy. En este contexto Laval pretendió dar a su política un sentido colaboracionista

unilateral, incorporando a colaboracionistas como Doriot y Déat que no iba a reportar

ventaja alguna a Francia.

Pero lo que mejor simbolizó la colaboración con las tropas ocupantes en estos años fue

la creación el 30 de enero de 1943 de la Milice Française (la Milicia Francesa), bajo la

dirección de Joseph Darmand como sucesora del Servicio de Orden Legionario (SOL).

Se trataba de una entidad mixta, mitad policía auxiliar, mitad partido único, organizada

siguiendo el modelo del partido nazi, a imitación local de las SS y que agrupaba a los

partidarios políticos más convencidos y radicales del régimen pétainista, caracterizados

70 Jackson, J. France…op cit., p. 232. 71 Alonso, J.R. Francia entre dos fuegos, Madrid, Ed. Gemas, 1945, p. 163.

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por su anticomunismo. En definitiva era la responsable del orden público y de la

represión. No obstante a partir de septiembre de 1943, se convirtió en un servicio

auxiliar de la lucha alemana contra la Resistencia y los comunistas, adquiriendo

rápidamente una reputación de eficacia y crueldad. De esta manera tal y como señala

Julian Jackson, la existencia y las prácticas de la Milicia permiten afirmar que si Vichy

no fue inicialmente un estado fascista, en 1943 caminaba en esa dirección72. Esta

tendencia se acentuó en los meses finales de ese mismo año con la llegada al gobierno

de varios líderes pronazis y la instauración del estado-miliciano, que reforzó su

compromiso con el nazismo y con Hitler.

Otro aspecto relevante en estos últimos años de la ocupación es el surgimiento más

acentuado de la resistencia interior, a raíz de la incorporación en grandes proporciones

de franceses que huyendo del STO, pasaban a engrosar las filas de los maquis y de la

resistencia interior73 74. Tal y como apunta José Ramón Alonso, “los obreros franceses

se enfrentaron a un trágico problema: partir para Alemania o enrolarse en el maquis”75.

A esto, se añadirá la resistencia exterior organizada desde Londres por el general

Charles De Gaulle.

En este contexto a principios de 1944, el régimen de Vichy entra ya en su recta final.

Los dirigentes franceses, tal y como señala Burrin “hubiesen preferido una transición

pacífica, pero fomentaron una política de guerra civil”76 debido a las medidas tomadas

(STO, Milicia, Judíos). Esta idea de guerra civil es defendida por la mayoría de los

autores y haría referencia al enfrentamiento de la Milicia contra la Resistencia,

denominándose así ya que ambos bandos estaban constituidos independientemente de

los motivos, por franceses.

Finalmente tras la liberación de Francia, se mantuvo una prolongada depuración y

búsqueda de los colaboradores del régimen de Vichy, para identificarlos y castigarlos.

No obstante tal y como recoge Mikel Aizpuru existió una relativa tolerancia en la

sociedad hacia el fenómeno colaboracionista77. De ahí lo limitado de las

responsabilidades y las numerosas amnistías otorgadas a la mayor parte de los

colaboracionistas en nombre de la reconciliación nacional. No obstante destacar que los

principales culpables de la política de cooperación, Laval y Pétain fueron condenados a 72 Jackson, J. France…op cit., p. 230. 73 Recogido de igual manera en Ferro, M. El Resentimiento…op cit., p. 97. 74 Más información sobre la resistencia en Laborie, P. 1944: les logiques…op cit., pp. 19-25. 75 Alonso, J.R. Francia…op cit., p. 161. 76 Burrin, P. Francia…op cit., p. 188. 77 Aizpuru, M. Adiós…op cit., p. 204.

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muerte, si bien el mariscal debido a su avanzada edad se le conmutó la pena capital, por

la prisión perpetua.

Llegamos así al final del régimen colaboracionista de Vichy, el cual después de haberse

ofrecido incesantemente como el escudo de la Europa nazi contra los anglosajones, se

convierte en el escudo de los alemanes en suelo francés, y sobre todo en el escudo de

sus propios dirigentes, frente a la llegada de los aliados y la creciente resistencia

interior, dando nombre al equipo más colaboracionista de la historia.

6. Conclusiones

A partir de lo leído y lo expuesto en este trabajo, llegamos a la conclusión de que tras la

rápida y exitosa campaña llevada a cabo por Alemania en el occidente europeo, que tan

desastrosas consecuencias tuvo para Francia, no sólo por la desmoralización, la

humillación de la derrota, etc. el armisticio firmado por ambos países en 1940,

respondió a lo que buena parte de la población reclamaba en esos momentos, el cese de

los combates y la paz. De ahí la buena acogida que tuvo en un primer momento este

acuerdo y el posterior culto al mariscal visible en la sociedad francesa, al considerarlo el

salvador del país por poner cese a la guerra.

Tras el armisticio de 1940, el recién formado gobierno francés en su objetivo de llevar a

cabo la Revolución Nacional, se implicaría en una activa política de colaboración con la

Alemania nazi. Una política que tal y como diversos autores opinan se trató de una

política de Estado, camuflada en una cooperación política, económica, social, e

ideológica. Una colaboración que como bien define John Merriman “no fue neutral,

debido a que como en el caso de los franceses, los países ocupados (Bélgica, Hungría,

etc…) ayudaron a los nazis a conseguir todas sus metas”78. Otros autores esta misma

línea argumentan que fue “una quimera”79; un “diálogo de sordos”80; “una verdadera

estrategia u adaptación de la sociedad francesa obligados a trabajar con o para el

enemigo”81; y finalmente “unas negociaciones desiguales y tensas entre actores con

diferentes objetivos, a veces concordantes y otras veces divergentes”82. En definitiva

podemos concluir que se basaban en una presión continua alemana, seguida de los

78 Merriman, J. http://oyc.yale.edu/transcript/372/hist-276 [23/6/2015] 79 Jackson, J. France…op cit., p. 36. 80 Ibidem. 81 Rousso, H. Le régime…op cit., p. 32. 82 Burrin, P. Francia…op cit., p. 145.

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correspondientes regateos por parte de los dirigentes franceses, quienes sabían a la

perfección hacer contrapuestas, dar largas, etc. empleando todos los medios posibles

para limitar o menguar las concesiones, así como retardar lo máximo posible la entrega

o la realización de estas. No obstante tal y como hemos visto los franceses lo único que

consiguieron con su política de cooperación más allá de ampliar su estrecho margen de

maniobra, fue ganarse enemigos tanto dentro del país (resistencia interior, maquis, poco

a poco buena parte de la población francesa, etc.) como fuera, debido a su clara

inclinación por la Alemania nazi. Una inclinación que en ocasiones, llevo a los

dirigentes franceses a extralimitarse en sus medidas, con el objetivo de ganarse la

confianza de los alemanes y de mostrar su predilección por la colaboración. Por su parte

los alemanes obtuvieron una enorme rentabilidad de esta desigual cooperación (bases en

el imperio francés, mano de obra, ayuda en materia de represión, antisemitismo y

administración, gastos de ocupación, etc.).

Por otro lado, como hemos mencionado a lo largo de este trabajo Hitler, en ningún

momento pretende tener a Francia como aliada, su intención desde un primer momento

es aplastarla. No obstante aprovechará la predisposición colaboracionista de los

franceses para llevar a cabo sus políticas (aislar a Inglaterra, combatirla en el norte de

África, dominio del Mediterráneo, etc. y la extensión de su ideología (antisemitismo,

anticomunismo, extensión de la cultura alemana, etc.). Para ello, Hitler solicitará la

ayuda francesa, otorgándole a cambio pequeñas concesiones que alimentaban la

esperanza de los dirigentes de Vichy en su política de colaboración.

Por su parte, los dirigentes franceses se planteaban esta política como una necesidad

para salvar Francia, especialmente a raíz de las condiciones impuestas en el armisticio,

como manera de incrementar su margen de maniobra y lograr sus principales objetivos,

los cuales se irán malogrando uno a uno a lo largo de estos cuatro años de ocupación.

Ej.- la soberanía francesa, que finalmente acabará con la ocupación total del territorio;

la hegemonía y no intromisión en el imperio, donde finalmente se permitió la llegada de

tropas alemanas; la supervivencia del régimen, que finalmente acabará con la invasión

aliada del país, con la imprescindible ayuda de la resistencia interior. En definitiva la

colaboración francesa, la debemos entender en un marco puramente defensivo, ya que

por un lado se enfrenta a la gran presión ejercida por el ocupante, tanto en materia

económica (gastos de ocupación, entrada de capital, requerimiento de mano de obra y

materias primas), administrativa, política (presión para obtener bases en el imperio) e

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incluso ideológica (anticomunismo, antisemitismo) y por el otro la presión ejercida

fundamentalmente en el imperio por los británicos quienes apoyan a los gaullistas.

Finalmente destacar la férrea creencia de los dirigentes franceses en la victoria alemana

y la importancia que la política de colaboración tendría en la composición del nuevo

marco europeo, que permitiría a Francia alcanzar una posición honorable en él. A esto

hay que añadir que a pesar de la entrada de EEUU en la contienda, que supuso el

fortalecimiento de Inglaterra y el posterior avance aliado, los dirigentes franceses

seguían pensando que Alemania mantendría su posición hegemónica en Europa, por lo

que la colaboración seguiría siendo beneficiosa para Francia, llegando incluso a

estrecharse durante los últimos años del régimen. Fue precisamente este estrechamiento

en la política de colaboración en los últimos años, junto con la toma de una serie de

desafortunadas medidas (implantación del STO, política antisemita y anticomunista,

creación de la milicia, etc.) las causas que originarían una guerra civil entre

colaboracionistas y miembros de la resistencia que junto al desembarco aliado

provocarían el fin del régimen y el comienzo de la liberación de Francia.

Por todo ello podemos determinar que el régimen de Vichy, tal y como mencionan

diversos autores, se trató de uno de los regímenes más colaboracionistas de la historia.

Concluir diciendo que debido a la escasez de obras en castellano mencionada en la

introducción, así como la antigüedad salvo excepciones de las mismas, en este primer

acercamiento al tema nos hemos encontrado con una dificultad a la hora de realizar este

trabajo. Por lo que consideramos conveniente actualizar la información mediante nuevas

publicaciones que puedan aportar nuevos aspectos acerca de esta realidad

colaboracionista francesa (sucesos, personalidades, motivaciones, etc.), tan importante

como el mito de la Resistencia del que sí que hay muchas obras, artículos, etc. con el

objetivo de tener un completo conocimiento de lo acontecido en estos cuatro años que

duró la ocupación alemana en Francia.

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