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VÍA CRUCIS SANTIAGUEÑO VÍA CRUCIS SANTIAGUEÑO La Pastoral Social y la Secretaría Diocesana para los Derechos Humanos ofrece el presente Vía Crucis para ser rezado durante la Cuaresma, acompañando de esta manera a Jesús que sigue siendo crucificado en situaciones de inhumanidad de nuestro pueblo. Agradecemos los aportes del Teólogo Pedro Trigo, de la Pastoral Social de Panamá, y de nuestros poetas populares. SUGERENCIAS PARA EL VÍA CRUCIS 1. El lugar El mejor lugar para celebrar el vía crucis es la calle y la vida. El vía crucis, como su nombre indica, es un camino hacia la cruz. Es muy importante que todos los que asisten al vía crucis caminen. Esto, a veces, no es así; sobre todo cuando se celebra en el templo. Aunque, por los motivos que sean, no podamos salir a la calle, siempre es conveniente hacer un recorrido: puede ser alrededor del templo, dando una vuelta por fuera. Esto permitirá que haya el suficiente espacio físico para que todos puedan caminar, y no solamente el que lleva la cruz. No es aconsejable hacer el vía crucis sin que la gente camine. Pues el caminar, como caminó Jesús, es uno de los signos principales del vía crucis. 2. Animadores y lectores Es importante que no sea una sola persona la que diga y haga todo. En la celebración del vía crucis se pueden repartir estas tareas: animador, lectores, comentador, rezadores, cantores, quienes llevan la cruz… 3. La cruz En toda celebración de la fe hay signos. Debemos darles mucha importancia. Durante el vía crucis, la cruz es el signo principal. Delante del pueblo que camina de estación en estación va una cruz grande. Es necesario que la cruz sea realmente grande, para que todos la puedan ver desde lejos. En cada estación se puede dar la cruz a otra persona de las que asisten al vía crucis. También podemos pedir a la gente que traiga y lleve en sus manos una cruz pequeña y cuando llega el momento de anunciar cada estación que la levanten. Otra idea que podemos promover es que en cada vía crucis un grupo de la parroquia adorne, según su creatividad, la cruz grande o la cruz de cada estación. En un vía crucis se puede pedir que la adornen los jóvenes, en otro los niños, en otro las mujeres, en fin, según sean los grupos que hay. Lo importante es que todos tengan la oportunidad de participar. 4. Los carteles Como en los vía crucis hay mucha gente, no todos ven el altar de la estación; por eso, sugerimos que pintemos los nombres de cada estación en mantas y las coloquemos sobre el altar correspondiente. También, si en la comunidad, hay alguien a quien le guste dibujar, se pueden pintar las escenas de cada estación en un papel grande o en mantas, y también las colocamos en el lugar en que se hará cada estación. 5. La hora Hay que escoger una hora en que la mayoría de la gente pueda participar.

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VÍA CRUCIS SANTIAG UEÑO

VÍA CRUCIS SANTIAGUEÑO

La Pastoral Social y la Secretaría Diocesana para los Derechos Humanos ofrece el presente Vía Crucis para ser rezado durante la Cuaresma, acompañando de

esta manera a Jesús que sigue siendo crucificado en situaciones de inhumanidad de nuestro pueblo. Agradecemos los aportes del Teólogo Pedro

Trigo, de la Pastoral Social de Panamá, y de nuestros poetas populares. SUGERENCIAS PARA EL VÍA CRUCIS

1. El lugar El mejor lugar para celebrar el vía crucis

es la calle y la vida. El vía crucis, como su nombre indica, es

un camino hacia la cruz. Es muy importante que todos los que asisten al vía crucis caminen.

Esto, a veces, no es así; sobre todo cuando se celebra en el templo.

Aunque, por los motivos que sean, no podamos salir a la calle, siempre es conveniente hacer un recorrido: puede ser alrededor del templo, dando una vuelta por fuera.

Esto permitirá que haya el suficiente espacio físico para que todos puedan caminar, y no solamente el que lleva la cruz.

No es aconsejable hacer el vía crucis sin que la gente camine. Pues el caminar, como caminó Jesús, es uno de los signos principales del vía crucis.

2. Animadores y lectores Es importante que no sea una sola

persona la que diga y haga todo. En la celebración del vía crucis se pueden

repartir estas tareas: animador, lectores, comentador, rezadores, cantores, quienes llevan la cruz…

3. La cruz En toda celebración de la fe hay signos.

Debemos darles mucha importancia. Durante el vía crucis, la cruz es el signo principal. Delante del pueblo que camina de estación en estación va una cruz grande.

Es necesario que la cruz sea realmente grande, para que todos la puedan ver desde lejos.

En cada estación se puede dar la cruz a otra persona de las que asisten al vía crucis.

También podemos pedir a la gente que traiga y lleve en sus manos una cruz pequeña y cuando llega el momento de anunciar cada estación que la levanten.

Otra idea que podemos promover es que en cada vía crucis un grupo de la parroquia adorne, según su creatividad, la cruz grande o la cruz de cada estación. En un vía crucis se puede pedir que la adornen los jóvenes, en otro los niños, en otro las mujeres, en fin, según sean los grupos que hay. Lo importante es que todos tengan la oportunidad de participar.

4. Los carteles Como en los vía crucis hay mucha gente,

no todos ven el altar de la estación; por eso, sugerimos que pintemos los nombres de cada estación en mantas y las coloquemos sobre el altar correspondiente.

También, si en la comunidad, hay alguien a quien le guste dibujar, se pueden pintar las escenas de cada estación en un papel grande o en mantas, y también las colocamos en el lugar en que se hará cada estación.

5. La hora Hay que escoger una hora en que la

mayoría de la gente pueda participar.

VÍA CRUCIS SANTIAG UEÑO

1ª Estación: JESÚS ES CONDENADO A MUERTE Te adoramos, oh Cristo, y te bendecimos. QUE POR TU SANTA CRUZ REDIMISTE AL MUNDO

Jesús condenado a muerte. El juez delito no halló pero a tortura mandó al Nazareno inocente porque era gente pudiente quien acusó al carpintero. El profeta verdadero porque al pueblo defendió como el Padre le mandó fue colgado en un madero.

Este juicio no ha acabado. En nuestra tierra encadenan con calumnias y condenan al que en pos del Crucificado se haga del pueblo abogado. Nadie escapa de este juicio: o para encubrir su vicio acusa al justo a traición, o peca por omisión o mudo va al sacrificio

En esta tierra, Señor tú seguirás condenado mientras siga abandonado el profeta luchador. Hoy el falso acusador por nuestra gran cobardía vence al justo en la porfía. Fuimos cómplices, Jesús, te pedimos por tu cruz honradez y valentía

LECTURA BÍBLICA: Se levantó toda la asamblea y lo llevaron ante Pilato. Ahí empezaron a acusarlo diciendo: "Hemos comprobado que este hombre es un agitador; no quiere que se paguen impuestos al César y se hace pasar por el rey enviado por Dios". Pilato lo interrogó. Ellos insistieron: "Está alborotando al pueblo y difunde su doctrina por todo el país". (Lc 23, 1-3.5-6)

COMENTARIO: Pilato, embajador del Imperio Romano, y las autoridades de Jerusalén acusaron a Jesús de alborotar al pueblo y le condenaron a muerte. Al discípulo no puede irle mejor que al maestro. Si a Jesús lo odiaron, a todos sus verdaderos seguidores también los van a odiar y a condenar a muerte: los Padres Obispos Enrique Angelelli, Oscar Romero Romero y Juan Gerardi, los sacerdotes palotinos, y Gabriel Longueville y Carlos de Dios Murias, asesinados en La Rioja, y miles de catequistas y animadores cristianos, entre ellos el campesino Wenceslao Pedernera. Y las calumnias y difamaciones que tuvo que sufrir el Padre Obispo Gerardo Sueldo y nuestra Iglesia peregrina en Santiago, son un ejemplo en nuestros tiempos de que la pasión de Jesús sigue. Con la Iglesia convocada en Aparecida, “nos comprometemos a trabajar para que nuestra Iglesia Latinoamericana y Caribeña siga siendo, con mayor ahínco, compañera de camino de nuestros hermanos más pobres, incluso hasta el martirio” (Doc. de Aparecida Nº 396). La Iglesia santiagueña quiere ratificar y potenciar la opción del amor preferencial por los que tienen la vida y la fe amenazadas, por las víctimas de la injusticia y de toda violencia. Recordemos las palabras del poeta popular: La justicia ha sido escrita por hombres inteligentes, muy capaces y concientes de las leyes respetables, que han perdonado a culpables y han culpado a inocentes.

Puede ocurrir que la ley no inspire mucha confianza, si observamos la balanza no hallamos explicación, de porque tanto ladrón queda libre bajo fianza. Serán cosas de esas leyes

que los hombres han creado, muchos fueron perdonados y otros por ellas murieron, si hasta Cristo decidieron matarlo crucificado

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ORACIÓN:

A cada oración respondemos: PERDONA A TU PUEBLO, SEÑOR, PERDONA A TU PUEBLO, PERDÓNALE, SEÑOR.

• Por todas las veces que hemos sido indiferentes ante el hambre que afecta a nuestro pueblo. • Por las veces que, en la comunidad, somos como Pilato y "nos lavamos las manos" ante los problemas.

- Si alguno quiere ser mi discípulo, tome su cruz y sígame. - AQUÍ ESTOY, SEÑOR.

2ª Estación: JESÚS ES CARGADO CON LA CRUZ

Te adoramos, oh Cristo, y te bendecimos. QUE POR TU SANTA CRUZ REDIMISTE AL MUNDO Jesús con la cruz a cuestas Cruces cargan los patrones una cruz inmerecida de trabajos y desprecios pero suya por querida bajos sueldos y altos precios pues tomó todas las nuestras. sobre el hombro de los peones. Estas fueron grandes muestras Cruces cargan los varones de su amor tan verdadero,

al hombro de las mujeres pues cuando vio el paradero cuando prometen quereres de sus palabras y acciones les dan hijos y abandonan. no mudó resoluciones A Cristo no lo perdona y cargó con el madero. quien no cumple sus deberes. El pecado siempre tiene

dolorosas consecuencias esas son sus penitencias. Cargar con ellas conviene así el orden se mantiene y la falta se repara. Pero el pecador se ampara en la fuerza y la insolencia para oprimir la inocencia y al que es débil desampara.

LECTURA BÍBLICA: Entonces Pilato entregó a Jesús para que fuera crucificado. Ellos se apoderaron de Jesús. El mismo llevaba la cruz a cuestas y salió a un lugar llamado la Calavera, que en hebreo se dice Gólgota (Jn 19,16-17)

COMENTARIO: Cargaron a Jesús con una pesada cruz. Y la sigue cargando en las muchedumbres de los pueblos del mundo que son crucificados por el hambre. Asumamos como propia la preocupación del Papa Juan Pablo II sobre el hambre en el mundo, como un reto para todos y un desafío a crear un desarrollo solidario: «Unos 780 millones de habitantes de los países en desarrollo no tienen todavía acceso a alimentos suficientes para satisfacer las necesidades básicas diarias a fin de lograr el bienestar nutricional». Oh, Jesús, recuérdanos tu invitación ante la multitud hambrienta: “Dénles ustedes de comer” (Mt. 14, 16). Contigo queremos resucitar

a una vida nueva promoviendo la seguridad alimentaria y sistemas agrícolas que favorezcan un desarrollo interno. ORACIÓN: A cada oración respondemos: PERDONA A TU PUEBLO, SEÑOR, PERDONA A TU PUEBLO, PERDÓNALE, SEÑOR. • Por todas las veces que dejamos que se imponga sobre los hombros de nuestros hermanos una cruz insoportable

de hambre y de miseria. • Por las veces que, en nuestra comunidad cristiana, sobrecargamos el trabajo pastoral sobre los hombros de unos

pocos, mientras la mayoría somos indiferentes y no ayudamos. - Si alguno quiere ser mi discípulo, tome su cruz y sígame.

- AQUÍ ESTOY, SEÑOR.

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3ª Estación: JESÚS CAE POR PRIMERA VEZ Te adoramos, oh Cristo, y te bendecimos. QUE POR TU SANTA CRUZ REDIMISTE AL MUNDO.

Débil por tanta tortura y con el peso excesivo de la cruz y el abandono Jesús cayó contra el piso. Allí sufrió con dolor las patadas y los gritos bofetazos y maldiciones que le dieron los esbirros.

Como pudo se paró haciendo un gran sacrificio y humildemente siguió con dignidad su camino. El se tuvo que caer eso estaba sentenciado. ¿Cómo soportar él solo el peso de los pecados?

El Cristo se derrumbó por no brindarle una mano y eso que eran nuestras culpas las que cargó nuestro hermano. Jesús se sigue cayendo en tanto desamparado y en quien se metió a ayudar y luego fue abandonado.

LECTURA BÍBLICA: Y Jesús les dijo: "Si alguno quiere seguirme que se niegue a sí mismo, tome su cruz y me siga". (Mc 8,34)

COMENTARIO: El camino es largo y la cruz pesada. Jesús cae por vez primera. Señor, al verte derribado por tierra, te pedimos que no carguemos a nadie con las cargas que debemos llevar nosotros. Te pedimos que reconozcamos nuestras responsabilidades y carguemos con ellas. Nos duele verte triturado por nuestras cargas. Que nos duela dejar solos a los que asumen responsabilidades en su hogar, en el vecindario, en el trabajo, en la escuela, en la vida pública. Y que resucitemos a la vida nueva de ciudadanos responsables por el bien común. ORACIÓN:

A cada oración respondemos: PERDONA A TU PUEBLO, SEÑOR, PERDONA A TU PUEBLO, PERDÓNALE, SEÑOR.

• Por todas las veces que hemos caído por causa de nuestros errores: vicios, egoísmo, envidias, y no tenemos valor de levantarnos.

• Por las veces que despreciamos y marginamos a los hermanos y las hermanas de la comunidad que cometen un error y no les ayudamos a que regresen y se reúnan.

- Si alguno quiere ser mi discípulo, tome su cruz y sígame. - AQUÍ ESTOY, SEÑOR.

4ª Estación: JESÚS ENCUENTRA A SU MADRE Te adoramos, oh Cristo, y te bendecimos. QUE POR TU SANTA CRUZ REDIMISTE AL MUNDO

Jesús sintió su mirada. Entre tanta indiferencia, desprecio y malevolencia, sintió el alma confortada al ver a su madre amada. Pero también tuvo pena al ver a aquella azucena,

tinta en sangre de dolor. Pero sintiendo su amor tuvo paz en su condena. Tuvo paz en su condena, y eso que era inmerecida, pero yo por mi caída de amargura el alma llena,

preso arrastro mi cadena. Cómo quisiera, Sumampeña, Madre fiel, consoladora, sentir tus ojos piadosos; me lavarán poderosos de la maldad que en mí mora.

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LECTURA BÍBLICA: Junto a la cruz de Jesús estaba su madre. Jesús, al ver a la madre y junto a ella a su discípulo, al que más quería, dijo a la madre: "Mujer, ahí tienes a tu hijo". Después dijo al discípulo: "Ahí tienes a tu madre" (Jn 19, 25 - 27) COMENTARIO: María siente el desgarro de que le matan al hijo. Ella fue preparando su corazón para comprender que Jesús era de Dios y hermano de la humanidad nueva: sus largas ausencias de Nazareth para andar de poblado en poblado, aquello de que su

familia son los que escuchan y practican la Palabra… ¡Pero este dolor es terrible! Cruces de las Madres del Dolor; cruces de madres que todos los diciembre ven partir a sus hijos a la desflorada; cruces de las madres de hijos muertos en el Penal de Varones aquel trágico 4 de Noviembre del 2007; cruces de madres de adolescentes y jóvenes víctimas de adicciones. Oh Dios, en medio de tanto dolor permítenos resucitar a la vida nueva en tantos gestos de ternura que las mamás son capaces de brindar. ORACIÓN: A cada oración respondemos: PERDONA A TU PUEBLO, SEÑOR, PERDONA A TU PUEBLO, PERDÓNALE, SEÑOR. • Por todas las veces que los esposos maltratan a sus esposas, las consideran como esclavas del hogar o las

abandonan. • Por las veces que nos escandalizamos cuando una mujer toma la iniciativa en impulsar mejoras en la comunidad.

- Si alguno quiere ser mi discípulo, tome su cruz y sígame. - AQUÍ ESTOY, SEÑOR.

5ª Estación: OBLIGAN AL CIRINEO A LLEVAR LA CRUZ

Te adoramos, oh Cristo, y te bendecimos. QUE POR TU SANTA CRUZ REDIMISTE AL MUNDO

Nacido había en Cirene, Simón era un campesino, venía de su trabajo, pasaba por el camino oyó tremendo alboroto y entró curioso al gentío. Se abrió paso hasta la calle, cuando miraba aturdido arrastrarse a un condenado por la guardia escarnecido. Lo señaló el oficial, lo reclutaron ahí mismo. Simón maldijo la suerte de haber nacido en el campo. Simón le gritaba a Dios al sentir el desamparo

¿qué se le había perdido en asunto tan ingrato? ¡Tanto ocioso en la ciudad! ¡El andaba en su trabajo! ¿Por qué a él esta deshonra el abuso y el maltrato? Para el pobre no hay derechos sólo deberes y palos. Mascullaba con razón todo esto el Cireneo. Pero también le admiraba la dignidad de ese reo, era extraña la paciencia, impresionaba el silencio descubrió la majestad de ese pobre carpintero.

Por eso cuando Jesús volvió el rostro casi yerto, y la vista en él clavó, con gran agradecimiento tomaba otro rumbo nuevo. El que empezara obligado a seguir al Nazareno se convirtió en su discípulo al sentir que era hombre bueno. Por eso al llegar al Gólgota no quiso irse ligero. A acompañar a su amigo se quedó Simón resuelto y cuando murió, a María le presentó sus respetos

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LECTURA BÍBLICA: Cuando lo llevaron, tomaron a un tal Simón de Cirene que volvía del campo y le cargaron la cruz de Jesús para que la llevara detrás de él (Lc 23, 26). COMENTARIO: Sus mejores amigos le abandonaron. La mayoría de la gente miraba y se lamentaba de lejos. Es la lástima que no compromete con la suerte de los crucificados. Simón, un campesino de Cirene, le ayuda a cargar la cruz. Es el mismo gesto de amor que se vive entre los campesinos santiagueños organizados para resucitar a la vida nueva del derecho a la tierra, al agua, al monte, a la justa comercialización, a la educación, a la salud, plenamente respetados. Oh Jesús, danos espíritu de Cireneos para ayudarnos a cargar solidariamente las cruces que nos imponen los imperios del poder, tener – consumir y placer. Oh Señor, que podamos vivir la invitación del poeta: “Quisiera ser arbolito, ni muy grande ni muy chico, para darle un poquito de sombra, a los cansados del camino”. ORACIÓN:

A cada oración respondemos: PERDONA A TU PUEBLO, SEÑOR, PERDONA A TU PUEBLO, PERDÓNALE, SEÑOR.

• Por todas las veces que hemos visto sufrir a nuestros hermanos y por pereza o comodidad no hemos hecho nada. • Por las veces que no ponemos a disposición de la comunidad aquellos cinco panes y aquellos dos peces que Dios

ha depositado en nuestras manos.

- Si alguno quiere ser mi discípulo, tome su cruz y sígame. - AQUÍ ESTOY, SEÑOR.

6ª Estación: LA VERÓNICA LIMPIA EL ROSTRO DE

JESÚS Te adoramos, oh Cristo, y te bendecimos. QUE POR TU SANTA CRUZ REDIMISTE AL MUNDO.

Dónde estaba tanta gente a quien Jesús ayudó, dónde los que lo aclamaron al entrar en procesión, dónde quienes lo escuchaban con agrado y devoción, dónde los muchos sanados del cuerpo y del corazón. Algunos no se enteraron: Jesús fue preso a traición, otros presenciaban mudos el espectáculo atroz, qué podían hacer ellos cuando el torturador era el ejército armado orden del gobernador.

Entre el miedo y la impotencia sufrían un cruel dolor. Una mujer dio la cara, sólo ella tuvo valor, no soportó ver a Cristo sufriendo y sin valedor y con un paño mojado alivio a su rostro dio. No supo qué hacer la guardia; los contuvo la sorpresa, el cortejo se detuvo, y ella con delicadeza con sus manos dibujó el rostro del gran profeta. Repuestos ya de la audacia le gritaron que se fuera,

ella los miró a la cara y se retiró serena. Quedó en el paño la faz de Jesús muy bien impresa. De su acto de valor fue el recuerdo y recompensa. Pero un tesoro mayor la Verónica conserva: el rostro le dio de Cristo el don de las manos nuevas, manos que a Jesús tocaron colmáronse de obras buenas: manos de salud y vida, manos de lucha y protesta, mano tendida al caído, manos de rezo y de fiesta.

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COMENTARIO: La cara ensangrentada de Jesús estaba hinchada y desfigurada. No era fácil ver en ella lo que había dicho Jesús: "El que me ve, ha visto al Padre". Asustaba mirarlo, no parecía rostro humano. Sin embargo, su rostro era la imagen del Dios samaritano que hace suyas las heridas de nuestro pueblo y restituye la dignidad perdida. Hoy, el rostro ensangrentado de Jesús está presente en los niños de la calle, en las mujeres maltratadas, en los campesinos sin tierra, en los encarcelados, los desempleados, los segregados y los ancianos. Con el documento de Aparecida damos gracias a Dios por la solidaridad y alegría tan características de nuestro pueblo latinoamericano. Oh Jesús, te damos gracias por tantas “Verónicas” que ven tu rostro en el de sus hermanos, ellas honran las palabras del poeta popular: “Tal vez sea su gente que abraza con tanta ternura, y te brinda lo que tienen, sin mezquinarte dulzura”. ORACIÓN:

A cada oración respondemos: PERDONA A TU PUEBLO, SEÑOR, PERDONA A TU PUEBLO, PERDÓNALE,

SEÑOR. • Por todas las veces que despreciamos y marginamos a otros por su color, su raza o su posición social. • Por las veces que, como comunidad cristiana, no damos la cara por defender la justicia y el derecho de los pobres.

- Si alguno quiere ser mi discípulo, tome su cruz y sígame. - AQUÍ ESTOY, SEÑOR.

7ª Estación: JESÚS CAE POR SEGUNDA VEZ

Te adoramos, oh Cristo, y te bendecimos. QUE POR TU SANTA CRUZ REDIMISTE AL MUNDO Jesús estaba agotado, se derrumbó contra el piso, cayó con todo su cuerpo, como un árbol abatido; la policía se teme que no llegue hasta el suplicio y un valde de agua le arroja pa'espabilarlo un esbirro;

el cuerpo le reacciona y Jesús con sacrificio logra pararse de nuevo y prosigue su camino. Ya no puede más Jesús, soporta un peso excesivo; hay cargas tan abultadas que no las aguanta Cristo,

hay dolores tan acerbos que hasta derriban al Hijo. ¿Cómo, Señor, prevalece el mal sobre el hombre digno? ¿Cómo Jesús aplastado por un poder asesino? Como pudo él se paró y siguió hacia su destino.

LECTURA BÍBLICA: Y Jesús les dijo: "En verdad les digo si el grano de trigo no cae en tierra y muere queda solo, pero si muere da mucho fruto" (Jn 12, 24). COMENTARIO: Jesús, tú te nos apareces como un caído, como un derribado, como una persona aplastada por la vida. Pero entonces, Señor, ¿por qué adoramos a los que tienen éxito, por qué nos apuntamos al triunfador, por qué damos la razón al que está arriba, por qué damos la espalda al que está por los suelos, por qué le quitamos la razón?. Profeta de Nazareth, te has identificado con los caídos al costado del camino, y desde allí nos invitas a ser una Iglesia que grita a los cuatro vientos que podemos resucitar a una nueva humanidad en dignidad y derechos respetados y promovidos.

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Lo dijo el Padre Obispo Gerardo Sueldo: “Debe haber peces para todos, debe haber oportunidades, debe haber trabajo no frustrado, debe haber comida, debe haber derechos no negados, debe haber verdad, servicio, honestidad, debe surgir la audacia de buscar todo ello, no importa la noche fracasada, cada mañana, cada día, con el Señor, se puede lograr”. Como Iglesia santiagueña reafirmamos nuestra opción por los empobrecidos y excluidos, y con el poeta popular decimos: “Cuando muera tal vez mezclado con la tierra, florezca en vainas de algarroba en alguna primavera”.

ORACIÓN: A cada oración respondemos:

PERDONA A TU PUEBLO, SEÑOR, PERDONA A TU PUEBLO, PERDÓNALE, SEÑOR. • - Por nuestra falta de perseverancia en el servir desinteresadamente a los más pobres. • - Por las veces que dejamos las cosas como están y nos resignamos a la impotencia frente a la injusticia.

- Si alguno quiere ser mi discípulo, tome su cruz y sígame.

- AQUÍ ESTOY, SEÑOR. 8ª Estación: JESÚS CONSUELA A LAS MUJERES Te adoramos, oh Cristo, y te bendecimos. QUE POR TU SANTA CRUZ REDIMISTE AL MUNDO

Muy lento avanza el cortejo. Poco a poco se da cuenta la gente fiel, del suceso, y acompaña al gran profeta. Las mujeres, más valientes, a gritos ya se lamentan, y golpeándose los pechos lanzan al aire sus quejas. Le piden a Dios perdón y a la justicia condenan y dicen: ¡Ay qué dolor qué luto para nuestra tierra, que al más bueno de los hombres lo estamos echando de ella. Precioso como una orquídea erguido como una ceiba,

dabas más frutos que el mango y te han talado sin pena. Tus ojos como un estero reflejaban las estrellas, vimos a Dios al mirarte y ahora tu rostro nos velan. Pobre Jesús, tan amado ¡cuánto odio cargas a cuestas! Jesús apenas tiene habla, su dolor no le da tregua, pero al oír los lamentos de esas dignas compañeras deja a un lado su dolor y con amor las consuela, que sólo quien sufre penas sabe aliviar las ajenas.

Jesús les abre los ojos les hace ver lo que llega, tiempos malos en verdad que exigen mucha entereza. Les dice: no es excepción esto que ustedes contemplan, no es una equivocación sino la ley de esta selva. Al que siga mi camino este destino le espera. No lloren sólo por mí mujeres de nuestra tierra, que a ustedes y a sus hijos les harán mucha más guerra. Pero manténganse fieles, pronto acabarán las penas.

LECTURA BÍBLICA: Lo seguía muchísima gente, especialmente mujeres que se golpeaban el pecho y lloraban por él. Jesús, volviéndose hacia ellas, les dijo: "Hijas de Jerusalén, no lloren por mí. Lloren más bien por ustedes y por sus hijos. Porque si así tratan al árbol verde ¿qué harán con el seco?" (Lc 23,27-28.31)

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COMENTARIO: En los momentos más duros para Jesús, son las mujeres las que le siguen y consuelan con su presencia. Hoy, Jesús sigue crucificado en la situación precaria que afecta la dignidad de muchas

mujeres. Nos dicen la Iglesia en la Conferencia de Aparecida: “Algunas, desde niñas y adolescentes, son sometidas a múltiples formas de violencia dentro y fuera de casa: tráfico, violación, servidumbre y acoso sexual; desigualdades en la esfera del trabajo, de la política y de la economía; explotación publicitaria por parte de muchos medios de comunicación social que las tratan como objeto de lucro” (Doc. de Aparecida Nº 48). Con estas mujeres y desde ellas, queremos resucitar a la vida nueva en justicia y paz. Desde su protagonismo en las Comunidades Eclesiales de Base, organizaciones campesinas, proyectos de salud en manos de la comunidad, foros de jubilados, grupos de derechos

humanos, y tantos otros espacios desde donde se proclama que: “la vida vencerá”. ORACIÓN:

A cada oración respondemos: PERDONA A TU PUEBLO, SEÑOR, PERDONA A TU PUEBLO, PERDÓNALE, SEÑOR.

• Por todas las veces que nos quedamos insensibles ante escenas de extrema pobreza que se dan a diario en nuestras calles.

• Por las veces que nos acostumbramos a ver a los niños en las calles, y no hacemos nada para buscar una solución.

- Si alguno quiere ser mi discípulo, tome su cruz y sígame. - AQUÍ ESTOY, SEÑOR.

9ª Estación: JESÚS CAE POR TERCERA VEZ

Te adoramos, oh Cristo, y te bendecimos. QUE POR TU SANTA CRUZ REDIMISTE AL MUNDO

Por tercera vez cayó Jesús de puro agotado, está en la flor de la edad y ya es un hombre acabado. Una noche de agonía, la traición de un allegado, el abandono de amigos, la condena del Estado, la tortura de la guardia, el látigo de los soldados, el odio de sacerdotes, la indiferencia de tantos,

derribaron a Jesús. Y en el piso está postrado, es una masa de sangre de polvo, sudor y espasmos. Míralo bien, compañero, no te avergüence mirarlo, pídele a Dios comprender este misterio sagrado, no tiene figura humana y es un hombre consumado, rechazado por los jefes y él se empeña en ser su hermano.

COMENTARIO: La cruz cada vez pesa más. Jesús no aguanta y cae al suelo. Dios nos llama a ser una Iglesia solidaria con los que están caídos al costado del camino. No es posible ser solidarios, si no cambiamos la situación de miseria en que viven, si no

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realizamos gestos significativos y concretos que les ayudan a levantarse, si no transformamos las estructuras injustas que causan tantas víctimas de la indignidad y la exclusión. Nos dice el Papa Benedicto hablándonos de las implicancias sociales de la Eucaristía: de ella nace “la voluntad de transformar también las estructuras injustas para restablecer el respeto de la dignidad del hombre, creado a imagen y semejanza de Dios” (Exhortación apostólica de Benedicto XVI, “Sacramentum Caritatis”). ORACIÓN: A cada oración respondemos: PERDONA A TU PUEBLO, SEÑOR, PERDONA A TU PUEBLO, PERDÓNALE, SEÑOR. • Por todas las veces que nos negamos a apoyar las iniciativas e instituciones de la Iglesia que trabajan a favor de

los más necesitados. • Por las veces que, como comunidad cristiana, no ofrecemos un apoyo a las familias que sufren por la droga, o por

las aplicaciones injustas de la "justicia" y de la ley.

- Si alguno quiere ser mi discípulo, tome su cruz y sígame. - AQUÍ ESTOY, SEÑOR.

10ª Estación: JESÚS ES DESPOJADO DE SUS

VESTIDURAS Te adoramos, oh Cristo, y te bendecimos. QUE POR TU SANTA CRUZ REDIMISTE AL MUNDO

Las pertenencias de Cristo son el manto, la correa, las sandalias y una túnica, hecha toda de una pieza por su madre con amor. Ni una vara de sostén, ni bolsa para las vituallas, ni tampoco la cartera. Jesús sacó libertad de su desnuda pobreza. Nunca pudo ser comprado quien no ambicionó riqueza, por eso, su autoridad, su palabra verdadera y su gran movilidad sin casa fija ni hacienda. Desnudo nació Jesús

no en la cuna, en pesebrera, despojado morirá en el monte Calavera. Las ropas pegoteadas en las heridas ya secas, los soldados las arrancan y las heridas chorrean. Las ropas se las sortean. No se las dan a su madre, los dados decidirán quién la túnica se guarde. Le han quitado todo a Jesús como a tantos miserables, el fuerte se lleva todo el poder todo lo barre. Está desnudo Jesús,

todo cubierto de sangre destrozado, sin belleza pero entero, sin quebrarse. Cuando Adán y Eva pecaron y oyeron a Dios llamarles, sintieron mucha vergüenza y corrieron a emboscarse. Este nuevo Adán no tuvo nada de qué avergonzarse, nos puede mirar de frente él no tiene que ocultarse es el cordero inocente. Pide a Jesús que su sangre lave del todo tu mente y de la ambición te guarde.

LECTURA BÍBLICA: Cuando los soldados pusieron en la cruz a Jesús, se repartieron su ropa en cuatro partes iguales, una para cada soldado. En cuanto a la túnica de Jesús, que era sin costura, de una sola pieza, decidieron: "No la rompamos, más bien echémosla a la suerte, a ver de quién será". Así fue como actuaron los soldados (Jn 19, 23 - 24)

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COMENTARIO: Jesús nació pobre en un pesebre y murió pobre en la cruz. Nunca tuvo nada y lo poco que tenía se lo quitaron: lo dejaron desnudo. Jesús se identifica con los que hoy no tienen con qué cubrirse o presentarse, los que saben que por el vestido que llevan se les niega un empleo o el respeto o la dignidad. Todos los segregados por su apariencia. Oh, Señor despojado, con la Iglesia latinoamericana y caribeña te pedimos que nos ayudes a producir frutos de conversión para que abriendo los ojos podamos reconocerte y servirte en los más pobres. Recordamos las palabras con que nos exhorta San Juan Crisóstomo: “¿Quieren en verdad honrar el cuerpo de Cristo? No consientan que esté desnudo. No lo honren en el templo con manteles de seda mientras afuera lo dejan pasar frío y desnudez” (Doc. de Aparecida Nº 354). Con el poeta popular digamos: “Si nada has de llevarte, para qué tanto desvelo, el oro de este mundo no ha de servirte en el cielo”. ORACIÓN:

A cada oración respondemos: PERDONA A TU PUEBLO, SEÑOR, PERDONA A TU PUEBLO, PERDÓNALE, SEÑOR.

• Por todas las veces que, guiados por la ambición y el afán del dinero, hemos apoyado estructuras que refuerzan la injusticia.

• Por las veces que nos dejamos llevar por el consumismo y no somos solidarios con los que nada tienen.

- Si alguno quiere ser mi discípulo, tome su cruz y sígame. - AQUÍ ESTOY, SEÑOR.

11ª Estación: JESÚS ES CLAVADO EN LA CRUZ Te adoramos, oh Cristo, y te bendecimos. QUE POR TU SANTA CRUZ REDIMISTE AL MUNDO.

Quien de un madero cuelga ese es un hombre maldito, así lo dice la Ley, eso en la Biblia está escrito. Por eso sus enemigos crucificaron a Cristo para quitarlo del medio y de deshonra cubrirlo. Muerte de esclavo le dieron de rebelde y de proscrito. Bien merecido lo tuvo pues siendo pueblo oprimido se atrevió a vivir muy libre y a liberar al cautivo, denunció a la autoridad estando el pueblo reunido

y blasfemando insolente sostuvo que su camino sus acciones y palabras eran las del Padre mismo. Por eso falló el senado: paganos aborrecidos no gente del pueblo fiel le aplicarán el castigo. Jesús murió torturado. No bastaba con matarlo, deseaban que sufriera, quisieron atormentarlo que se quebrara por dentro que no pudiera aguantarlo que suplicara al verdugo o muriera blasfemando.

Había sido tan digno tan entero y tan gallardo que sus ruines enemigos necesitan destrozarlo. Es la compulsión morbosa del que a la luz se ha cerrado y se revuelve contra ella pa' no verse evidenciado. Jesús entre tanto reza, él es libre aunque clavado y hará de esa muerte atroz su acto más consumado y así perdona al verdugo y da el cielo al condenado entrega su madre a Juan y de Dios se echa en las manos

LECTURA BÍBLICA: Entonces los soldados sacaron fuera a Jesús para crucificarlo. Eran como las doce del medio día cuando lo crucificaron (Mc. 15, 20).

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COMENTARIO: Jesús, para muchos cristianos la cruz es un adorno, incluso una joya que resplandece y que algunos codician. Pero tu cruz, Señor, fue una herramienta de tortura usada por el poder imperial con los esclavos y los que se rebelaban a sus imposiciones. Tortura espantosa e infamante que acababa en la muerte.

El Nazareno sigue siendo torturado en las víctimas de la violencia producto de las injusticias. La conferencia de Aparecida constata que esto provoca mayor criminalidad, y por tanto muchas más personas que tienen que cumplir penas en recintos penitenciarios inhumanos, caracterizados por el comercio de armas, drogas, hacinamiento, torturas, ausencia de programas de rehabilitación, crimen organizado que impide un proceso de reeducación y de inserción en la vida productiva de la sociedad. Señor, deseamos resucitar con estos hermanos y hermanas a una vida nueva, con un sistema judicial y penitenciario respetuosos de su dignidad (Cfr. Doc. de Aparecida Nº 427 y 428).

ORACIÓN: A cada oración respondemos:

PERDONA A TU PUEBLO, SEÑOR, PERDONA A TU PUEBLO, PERDÓNALE, SEÑOR. • Por todas las veces que, por no querer complicarnos la vida, damos la espalda a la realidad inhumana de las

personas privadas de la libertad. - Si alguno quiere ser mi discípulo, tome su cruz y sígame.

- AQUÍ ESTOY, SEÑOR. 12ª Estación: JESÚS MUERE EN LA CRUZ

Te adoramos, oh Cristo, y te bendecimos. QUE POR TU SANTA CRUZ REDIMISTE AL MUNDO

Jesús no murió de anciano satisfecho y bien querido, ni de muerte natural. Jesús murió escarnecido y no fue un antisocial, ni un terrorista atrevido; lo mató la autoridad y no un hombre enloquecido. He aquí el misterio del mal: sacerdotes y políticos, los ricos y militares, mataron a Jesucristo, para ocultar sus desastres. Por no cambiar de camino los que oprimían al pobre se volvieron asesinos.

El que peca quita vida. Por la cruz hemos sabido: quien mata pone la mano en la carne de Dios Hijo. Quien asesina los cuerpos, los que al pueblo sacrifican verdugos son de Dios mismo. Mas si un abismo de mal descubrió la cruz de Cristo, otro abismo de bondad nos abrió su sacrificio. Jesús murió asesinado oró por sus asesinos. He aquí el misterio de amor que nos grita el Crucifijo.

Ni el hijo pidió venganza ni el Padre acudió en auxilio. Jesús murió perdonando a sus crueles enemigos. Como opresores del pueblo los había combatido, mas como personas que eran siempre buscó convertirlos, ellos cerraron sus almas decretaron destruirlo, él con los brazos abiertos murió para recibirlos. Sangró el Padre de dolor al ver rechazado a su Hijo y aceptando su perdón en silencio lo bendijo.

LECTURA BÍBLICA: Como al mediodía se ocultó el sol y todo el país quedó en tinieblas hasta las tres de la tarde. En ese momento la cortina del templo se rasgó por la mitad y Jesús gritó muy fuerte: "Padre, en tus manos encomiendo mi espíritu". Y al decir estas palabras, expiró (Lc 23, 44 - 46).

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COMENTARIO: Un grito muy fuerte fueron las últimas palabras de Jesús: “Dios mío, Dios mío, por qué me has abandonado”. Él, que proclamó el Reino de la comunión desde los últimos de la sociedad, muere en soledad.

Él, que vino para liberar a su pueblo de toda esclavitud, murió en la cruz, herramienta donde se ejecutaban a los esclavos rebeldes. Él, que dio la vida para que nosotros la tengamos en abundancia, termina asesinado en cruz. Él, que había puesto toda la confianza en su “Papá” Dios, ¿termina abandonado de su misericordia y justicia?. No. No, la última palabra no la tienen la muerte ni los violentos que la provocan. La última palabra la tiene el Dios de la Vida que abandona el Santuario, porque no puede seguir en el centro de un sistema que excluye a los hijos y mata a su Hijo. Allí ya no había vida.

Oh Jesús, que muriendo fuera de la ciudad consagraste los márgenes como el lugar de Dios, y desenmascaraste el centro como el lugar donde Dios es amenazado de muerte, ayuda a esta Iglesia caminante en Santiago del Estero a volver al primer amor.

ORACIÓN:

A cada oración respondemos: PERDONA A TU PUEBLO, SEÑOR, PERDONA A TU PUEBLO, PERDÓNALE, SEÑOR.

• Por todas las veces que quedamos entrampados en los privilegios con que los poderes de este mundo seducen a la Iglesia.

• Por las veces que quedamos enmarañados en las seguridades de una Iglesia sacramentalista, y no escuchamos el clamor de Dios en la muchedumbre de los márgenes.

- Si alguno quiere ser mi discípulo, tome su cruz y sígame. - AQUÍ ESTOY, SEÑOR.

13ª Estación: JESÚS ES BAJADO DE LA CRUZ Te adoramos, oh Cristo, y te bendecimos. QUE POR TU SANTA CRUZ REDIMISTE AL MUNDO

¿Cómo a Jesús desclavar sin desgarrar más su cuerpo? Juan, Nicodemo y José eran amigos del muerto y por eso este trabajo hicieron con gran esmero. Lentamente descolgaron de la cruz el cuerpo yerto y en los brazos de su madre lo pusieron con respeto Traspasada de dolor María no pudo verlo, el manantial de sus lágrimas formaba un tupido velo. Lo vio con el corazón, en Belén desnudo y tierno, sin casa y cuna y con frío

pero sentía contento, pues ya estaba en este mundo el salvador de su pueblo. Lo vio con José creciendo convertido en carpintero lo vio llenando la casa de la alegría del cielo. Lo vio salir una tarde a predicar su evangelio y desde entonces sus vidas ya no sabe qué se hicieron. Los paisanos y parientes a Jesús desconocieron. Con alegría y cariño lo acogieron los pequeños. Lo seguían multitudes él curaba a los enfermos

acariciaba a los niños y con palabras y gestos a quien el alma le abría él le enseñaba a ser bueno. Pero los intelectuales los poderosos y el clero le cerraron las entrañas y lo colgaron de un leño. ¿Qué les hizo mi Jesús? llora la madre con duelo ¿Cómo, ciegos, no comprenden que él traía su consuelo? Pero aún es tiempo, mis hijos, de remediar ese yerro

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LECTURA BÍBLICA: Alguien tuvo la valentía de ir donde Pilato y pedirle el cuerpo de Jesús. Era José, del pueblo de Arimatea. José bajó el cuerpo de la cruz y lo envolvió en una sábana que había comprado (Mc 15, 43.46a).

COMENTARIO: Los soldados romanos no permitían la cercanía de nadie junto a los ajusticiados. Sólo el amor apasionado de su Madre y de algunas mujeres que lo habían acompañado en Galilea, ayudándole con sus bienes y su trabajo, y que habían subido con él hasta Jerusalén, logró saltar el cerco policial. María y sus compañeras desafían a esta Iglesia santiagueña a honrar la vida y la misión que recibimos como don gratuito de Dios. ¡Bajar de la cruz a los crucificados de nuestro pueblo!, es honrar nuestro discipulado misionero. ¡Arroparlos con nuestros cuerpos y en comunidades fraternas y dignificantes!, es honrar nuestro seguimiento de Jesús. Oh, Señor Forastero de Mailín, libera a nuestra Iglesia de la tentación del poder y los privilegios, en el espíritu de lo que canta la poetiza popular: “¡No! Permanecer y transcurrir, no es perdurar, no es existir, ¡ni honrar la vida!. Hay tantas maneras de no ser, tanta conciencia sin saber adormecida... Merecer la vida no es callar y consentir, tantas injusticias repetidas... Merecer la vida es erguirse vertical, más allá del mal, de las caídas. ORACIÓN:

A cada oración respondemos: PERDONA A TU PUEBLO, SEÑOR, PERDONA A TU PUEBLO, PERDÓNALE, SEÑOR.

• Por las veces que olvidamos el proyecto diocesano de una Iglesia servidora de los que tienen la vida y la fe amenazada.

• Por las veces que, en la comunidad nos quedamos reflexionando y rezando, sin transformar en acción solidaria liberadora el seguimiento de Jesús.

- Si alguno quiere ser mi discípulo, tome su cruz y sígame.

- AQUÍ ESTOY, SEÑOR.

14ª Estación: JESÚS ES PUESTO EN EL SEPULCRO Te adoramos, oh Cristo, y te bendecimos. QUE POR TU SANTA CRUZ REDIMISTE AL MUNDO

Hombre rico y previsor José el de Arimatea tenía la tumba lista para cuando Dios dispusiera Con orgullo cedió a Cristo su lugar bajo la tierra. El cortejo de los fieles hasta allí con entereza llevó el cuerpo de su jefe. Luego con delicadeza le restañó las heridas, lo lavó y cubrió con vendas.

Al dejarlo allá en lo oscuro el corazón de tristeza les golpeaba muy duro. Cuando la piedra se cierra al suelo bajan la vista y la fe se tambalea; su amor sigue todo entero pero ahora, ¿qué nos espera? se preguntan a sí mismos. La madre saca las fuerzas de su abismo de dolor y mirando los consuela.

Ansiosos todo observaban los jefes y principales. Cuando se cerró la tumba se miraron muy triunfales respiraron aliviados y se fueron muy compadres a celebrar una fiesta esos hombres criminales. Podían dormir tranquilos: quien denunciaba sus males, quien al pueblo reunía quien sembraba lealtades,

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valor, respeto y conciencia el que a Dios llamaba Padre yacía bajo la tierra. Si no acudió a rescatarle

es que no estaba con él no era su representante; ellos en cambio sí lo eran por eso estaban triunfantes.

Ignoraban que la historia de Jesús aquella tarde, se abría a todos los pueblos traspasaba las edades.

LECTURA BÍBLICA: Cerca del lugar donde lo crucificaron, había un huerto, y en el huerto un sepulcro nuevo, donde nadie había sido enterrado. Aprovecharon entonces este sepulcro cercano para poner ahí el cuerpo de Jesús (Jn 19, 42) COMENTARIO Con el atardecer comenzaba la víspera del sábado de Pascua, el más solemne del año. Los crucificados no podían quedar en la cruz durante la fiesta. Después de acelerar su muerte, eran echados en la fosa común, que quedaba en el lado poniente, donde comenzaba la vertiente de la Gehenna. Había un hombre muy respetado, miembro del Sanedrín, llamado José de Arimatea. Un hombre que simpatizaba con Jesús y cuya esperanza en el Reino se había fortalecido al escucharlo. Armándose de valor, fue donde Pilato a pedirle el cuerpo de Jesús para enterrarlo. Este se lo entregó. Este fue a comprar una sábana mortuoria, y se dirigió hacia la cruz con algunos de sus sirvientes, descolgó el cuerpo, lo envolvió en la sábana y lo puso en un sepulcro excavado en la roca, en donde nadie había sido enterrado. Eso era todo lo que se podía hacer por él: rescatarlo de la infamia de ser enterrado en la fosa común. Pero las costumbres judías eran tan inflexibles que tuvo que ser enterrado en un sepulcro en donde no hubiera sido sepultado nadie antes, porque quien había muerto así, fuera de la ciudad, como maldito, no podía mezclar sus restos con los de los santos de Israel. Al final mismo la infamia sellaba, con la piedra, su destino. Ha caído la losa. Ya no te vemos. Tus restos están en tierra. Y tú ¿dónde estás?. Resucitando en los brazos de tu Padre, y en el Espíritu que nos regalas y nos hermana. Y tú, ¿dónde estás?.Resucitando y viviendo allí donde dos o más se reúnen en nombre del amor, la paz, la justicia, la libertad. Estás allí donde los cristianos adherimos a tu estilo de vida y emprendemos intensamente nuestros compromisos ciudadanos por una sociedad que sea cada vez más transparencia de tu Reino.

ORACIÓN:

A cada oración respondemos: PERDONA A TU PUEBLO, SEÑOR, PERDONA A TU PUEBLO, PERDÓNALE, SEÑOR.

• Por todas las veces que somos pesimistas y con nuestra desesperanza desanimamos a los demás. • Por todas las veces que, en la Iglesia, caemos en la rutina y hacemos las cosas por hacer, sin los ideales y la

esperanza de Jesús.

- Si alguno quiere ser mi discípulo, tome su cruz y sígame. - AQUÍ ESTOY, SEÑOR.