VI CERTAMENBEAT RAMON LLULL

juny 2010

Concurs de Narració Curta,Expressió Plàstica i Visual

i Fotografia

Premis del VI Certamen Beat Ramon Llull,

NARRACIÓ CURTA5è i 6è de Primària, en castellà

1r premi Cien años de franciscanismo Catalina Ma. López López, 5è C2n premi La leyenda del Colegio Amador Garcías Ginart, 6è C3r i 4t d’ ESO, en castellà

1r premi Lagunas trascendentales Alonso Zurera Massanet, 3r C2n premi Historia Marina Sabater Jofre, 3r C

5è i 6è de Primària, en català

1r premi Temps oblidats Miquel Joan Gelabert Coll, 6è A2n premi 100 anys Franciscans Nala, 5è C1r i 2n d’ E SO, en català

1r premi L’uxol Catalina Amengual Ripoll, 2n A2n premi Mallorca, rica en el comerç Magdalena Alomar Adrover, 2n A3r i 4t d’ ESO, en català

1r premi Objectiu aconseguit Laura Garrido Bonnín, 3r B2n premi Records Marina Sarrió Cañellas, 3r CBatxillerat, en català

Accèssit Desesperació? Confusió? o Realitat? Núria Fluxà Torres, 1r BEXPRESSIÓ PLÀSTICA I VISUAL5è i 6è de Primària

1r Premi Tomeu Pujadas Campomar, 5è C2n Premi Ariadna Lagunas Cerdà, 5è C1r i 2n d’ ESO

1r premi Marcio Lira Godoy, 1r C2n premi Aina Rodríguez Neira, 1r C3r i 4t d’ ESO

1r premi Armand Román Alorda 4t C2n premi Martí Verdejo Amengual 4t CFOTOGRAFIA3r i 4t d’ ESO

Premi Maria Àngels Moyà Morro 4t C

CIEN AÑOS DE FRANCISCANISMO

Frailes franciscanos TOR en la ciudad de IncaLa comunidad franciscana de la Tercera Orden Regular (TOR)de Inca está de cumpleaños. El pasado 15 de enero inauguraronel programa de actos para celebrar su primer siglo de historiaen la ciudad del Raiguer, una presencia centenaria que arrancóformalmente otro 15 de enero, el de 1910, con la llegada delos padres franciscanos de la mano del padre Pere Joan CerdàColom, fundador de la TOR de Inca. La comunidad recibiráel próximo mes de julio la medalla de oro de la ciudad, elcuarto galardón de esta categoría que entrega la capital delRaiguer.Sin embargo, la presencia de los franciscanos en Inca es muyanterior a 1910. Gabriel Pieras, cronista oficial de Inca, explicaque esta comunidad religiosa permaneció en la ciudad entrelos años 1.325, cuando el Papa Juan XXII autorizó la fundaciónde un convento franciscano en Inca, y 1.835, año en el que ladesamortización de Mendizábal precipitó su marcha. Lasfincas, el convento y otras propiedades de la orden pasaron aser del gobierno. Por su parte, el Obispado se quedó con laiglesia.Pieras relata que en el año 1843, el convento franciscano deInca se pone a la venta mediante subasta, y es adquirido porAntoni Palou, que quiere dividirlo en catorce parcelas paraconstruir viviendas bajo la amenaza de «dinamitar» el edificio

religioso si el Ayuntamiento no acepta la petición. «La Salapermite la parcelación, y de esta forma quedará el bello yviejo edificio y se salvarán venerables piedras, arcos, adornosy la misma cisterna de 1747», explica el cronista.La llegada de los nuevos franciscanos en 1910 fue celebradapor la ciudad. Incluso varios ciudadanos con recursoscompraron gran parte del convento para cederlo a los padres,que con su trabajo volvieron a restaurar el templo religioso yempezaron su obra social con el beneplácito de los «inquers».En 1911 fundan la primera escuela franciscana, todavíaexistente con el nombre de Beat Ramón Llull, en la queactualmente están escolarizados 1.100 alumnos. «En el año1910 había 1.200 terciarios en Inca», explica el cronista, enreferencia a los seglares que «viven el espíritu delfranciscanismo». Otra de las herencias del padre Cerdà, «unhombre muy valiente», es la creación del Sindicato ObreroLa Pau en el año 1913, «un sindicato católico en un momentode profundo laicismo».El actual superior de la TOR de Inca, el padre GabrielGenovart, cree que el futuro del franciscanismo está asegurado,aunque «habrá menos frailes y se dará más importancia a losseglares».

Catalina Ma. López López, 5è C

LA LEYENDA DEL COLEGIO

Eran unos piratas que tenían muchos tesoros robados ynecesitaban un sitio donde esconderlos. Encontraron unsitio ideal para guardarlos que era en una cueva que habíaen un pueblo llamado Inca. Cuando fueron a esconder lostesoros se encontraron con otros piratas que hacían lomismo que ellos, escondían un tesoro. Estos últimos piratasencerraron para siempre a los primeros piratas en unamazmorra que había en la cueva.

Sobre esa cueva se construyó un colegio llamado «BeatRamón Lull». Había una leyenda que contaba que el día queel colegio cumpliera cien años, las calaveras de los piratas seconvertirían en fantasmas.

Y llegó ese día, todos los alumnos estaban asustados por loque podría pasar y si era real la historia. Por la mañanaempezaron a oírse voces, gritos, lamentos y pasos. Todoslos niños del colegio estaban muy asustados y no querían ira clase.

Pedro era un alumno del colegio y al día siguiente quisoinvestigar si era verdad la leyenda, porque él no lo creía.

Bajó por las escaleras de la cocina hacia el sótano, allíhabía una estantería que cubría una puerta secreta, Pedro leabrió y se encontró con unas escaleras, las bajó y allí habíados túneles con antorchas que los iluminaban. Mientras seseguían oyendo llantos y lamentos, pero Pedro no tenía miedo.Pedro eligió ir por el túnel de la derecha que tenía muchas

curvas. Durante 15 minutos caminando llegó a una sala muygrande donde había un cofre. Dentro del cofre había unmensaje. Pedro lo abrió y lo leyó. En él había unos númerosy Pedro después de pensar un buen rato descifró el mensaje,los números correspondían a letras: El mensaje decía «Vuelveatrás y coge el camino de la izquierda, no te pares.»

Pedro siguió las instrucciones y por fin llegó, se encontró unapuerta que no se abría. Tenía un código. Detrás del mensajePedro encontró el código secreto. Cuando lo introdujo lapuerta se abrió. Y allí encontró unos pergaminos donde seexplicaba cómo deshacer el maleficio a los piratas.

Debía ir a una gruta que estaba al oeste y coger el medallóndel capitán y tirarlo al pozo de las almas perdidas.

Pedro se fue a buscar el medallón, tuvo que ir arrastrándosepor un pasadizo muy estrecho para llegar a la gruta. Allíencontró el medallón y se puso a buscar el pozo . Lo encontróenseguida y tiró el medallón al pozo y de repente dejaron deoírse las voces. Pedro vio cómo desaparecían los fantasmasy uno de ellos le dio las gracias por deshacer el maleficio.

Cuando subió las escaleras para ir al patio del colegio,allí le esperaban sus compañeros para celebrar que lo habíaconseguido.

Amador Garcías Ginart, 6è C

LAGUNAS TRANSCENDENTALES

Era una noche gris, no se veía ni una estrella y el cieloamenazaba con descargar una gran tormenta. Mi madre y yoya llevábamos tres días de camino, con dirección a la pequeñaciudad de Inca.Yo estaba harto del burro que nos llevaba a loque sería nuestro nuevo hogar, ese animal parecía una máquinacon escapes, ya que cada dos por tres expulsaba unasventosidades que si las olías te dejaban K.O.Nosotros nos dirigíamos a Inca por dos razones muy obvias:encontrar trabajo en la industria zapatera y abandonar el lugardonde mi padre había fallecido, en Graz, por culpa de unaestúpida guerra, que tiempo después algunos llamarían«Segunda Guerra Mundial».Al final, después de una semana de camino, con muchasparadas por la burrería del burro que se negaba a caminar yse le antojaba pararse continuamente, llegamos a nuestrodestino. Era una ciudad con unos habitantes muy peculiares,ya que tenían unas prendas y unos pensamientos muy distintos.Nos dirigimos hacia nuestra nueva casa en calle de «Ca´nVeleta», concretamente a una casa de tres pisos, de aspectodestartalado forrada de una piedra a la que los habitantesllamaban «marès» con los cantos de las puertas y ventanasde color blanco. Dejamos al burro detrás de la casa, en unjardín lleno de almendros y naranjos casi cubiertos por unahierba espesa.Por dentro de la casa no era mejor de lo que parecía porfuera, la casa constaba de: una planta baja donde sólo habíauna habitación que tenia función de cocina, comedor y salade invitados. En la segunda planta sólo había dos pequeñashabitaciones, y en la tercera y última planta había un desván,

con un techo tan bajo, que yo, como era un poco más alto delo normal tenía que estar agachado si no quería tener la frentellena de golpes.-¿Dónde está el aseo, madre?-pregunté yo, desconcertado.-Detrás, en el jardín, dentro de una casita muy pequeñita -respondió.Fui corriendo para asegurarme de que podría ser el únicolugar de la casa un poco decente. Pero me equivoqué, eraincluso peor, el aseo consistía en un profundo hoyo tapadopor unos tablones con un agujero en el centro, para hacer misnecesidades.-A mí no me verán sentado aquí, es la cosa más obscena quehe visto nunca- comenté a solas.Pasé la tarde poniendo todas mis pertenencias de la maleta enel único armario de la casa.Cuando llegó la hora de cenar, ayudé mi madre a poner lamesa, sorprendiéndome que fuesen los cubiertos de Inca losmismos que de los de Graz.-Siéntate Bertram , que la cena ya está lista -me dijo mi madre-¿Por qué hemos caído tan bajo?-le dije a mi madre mientrascomíamos una salchicha con arroz, y pan de hacía más deuna semana.-Porque nos arruinamos después de la muerte de tu padre, yasé que te cuesta acostumbrarte después de los lujos queteníamos en Graz, pero haz un esfuerzo por mí- me suplicómi madre.-De acuerdo, pero lo haré sólo por ti, ah ,y otra cosa ¿seguirémis estudios o trabajaré en el campo como los otroshabitantes?- le pregunté.-¿No te lo he dicho? Mañana empiezas en una escuela sólopara niños , ya sabes que no he perdido toda la dignidad que

me quedaba, para que mi hijo trabaje en el campo.Después de ese descubrimiento no pude dormir en toda lanoche, aunque también podría ser culpa de la cama, ya queconsistía en una cama de madera carcomida cuyo colchónera muy difícil de distinguir.A la mañana siguiente, me levanté sobre las seis y cuarto, yaque las clases empezaban a las ocho menos cuarto y teníaque vestir, desayunar y encontrar la escuela por las angostascalles de la ciudad.Después de arreglarme y ceñirme en un uniforme que me ibamuy ajustado, me coloqué una cartera de cuero marrón muygastada en la espalda, y me dirigí hacia la calle para aventurarmeen la ciudad.Al cabo de media hora de vagar por las calles de la ciudad,encontré la escuela. Me di cuenta que de la escuela a la casasólo había dos calles. Cuando subí las escaleras y vi esapequeña plaza, rodeada de flores y con una estatua en el centro,me sorprendí muchísimo.-Como un pueblo tan inmundo podía tener una plaza tanpeculiar- pensé.Y no me equivoqué una plaza con una gran estatua de unfraile en el centro, y todo rodeada de flores muy bien cuidadas,parecía un oasis en medio de la ciudad, ya que las otras plazassolo constaba con una fuente o un banco si es que los había.Al acto entré por la puerta principal, encaminándome alclaustro, cuyo lugar era más peculiar que la plaza.-¿Qué curso hace, jovencito?- me preguntó alguien por detrásde mi espalda.Cuando de giré vi a un monje regordete casi calvo que memiraba desconcertante.-Empezaré el tercer grado, señor-.

-Muy bien ¿sabe dónde es?-No, señor--Sígame, yo se lo enseño- me vociferó aquel señor, que creíaque era resultado de una ligera sordera.Legué justo antes de que tocaran la campana, y entréinmediatamente.Cuando entré y me senté en la primera silla que vi libre, unmonje delgaducho entró por la puerta.-Buenos días, niños- dijo el monje.-Soy Bartolomé, vuestro nuevo tutor, también os enseñarébiología, historia y física.-Para los que son nuevos les diré que, tenemos normas muyestrictas, y que éstas son: no se tolerará mal comportamientobajo ningún concepto, prohibido hablar, y...Se pasó casi toda la mañana hablando de normas ycomportamientos que tenía la escuela y que siempre teníanque estar vigentes, a mi me parecían muy crueles y sin sentido.Cuando llegó mi turno de las presentaciones, me puse muynervioso ya que no dominaba muy bien la lengua y mi acentoera un poco raro.-Hola soy Bertram, nací en Graz y llegué ayer, soy un chicoalegre, optimista, soy buen estudiante y sé hablar alemán,francés , inglés y un poco de español. -Muy bien Bertram, espero que lo que digas sea verdad.Al acabar las clases del mediodía , me fui a la cantina a degustarla comida tradicional que a partir de ahora comería, el platoconstaba de un arroz con un caldo de color marrón, pescadocon verduras del huerto escolar y de postre, una manzana.A la hora de sentarme, unos chicos de mi misma edad meinvitaron a comer con ellos, acepté, ya que no conocía a

nadie y quería empezar a tener una amistad en la ciudad.-Bertram verdad, yo soy Juan Miquel, él es Toni y él Armando-Empezamos a hablar de nuestras cosas y la hora de la comidase nos pasó demasiado rápido, -¿Quieres que nos veamosesta tarde? - me dijo Arman, que es así como le llamaban susamigos, aunque nunca supe por qué.-Claro, ¿dónde?- respondí.-En el río Cantabou , en las afueras de la ciudad -me respondióJuan Miquel.Cuando acabaron las clases, salí corriendo con una voz a miespalda que me reñía por hacerlo. A las seis y cuarto estabaallí y a los cinco minutos aproximadamente llegaron los otros.Cada día iba al finalizar las clases al mismo lugar y a la misahora, descuidando mis estudios y mis labores, hasta tal puntoque el día de la entrega de las notas:-Menos mal , que eras un buen estudiante, sabes que aquí losmentirosos no van a ningún lado- me vociferó don Bartolomé.Cuando vi el boletín me quedé blanco como la nieve, casi medesmayé.-¡Dos, dos suspendidas, pero cómo!-le dije a voces al tutor.-No me alce la voz señor Bertram, o le doy con el regla; sihubieras estudiado más, no tendría este problema. Se haconvertido en mi peor alumno y con diferencia- me dijoseveramente.Cuando le enseñé el boletín a mi madre se puso furiosa ,

nunca la había visto así. Cuando se le pasó el enfado me

castigó sin ver a mis nuevos amigos y sólo podría ir de casa a

la escuela, y viceversa.

-Seré un monje de clausura- me quejé.

Lo hubieras pensado antes de descuidar tus tareas - dijo con

un tono que no había visto nunca.

Pasaron los días y no volví a quedar mis amigos en el torrente.

Con el paso del tiempo vi como mi nivel académico subía

lentamente pero con regularidad, todos estaban contentos hasta

que un día de abril...

Mi madre murió por un catarro muy mal curado a causa de

las pésimas condiciones laborales que tenía en su trabajo y

también por el poco avance médico. Daba mucho que pensar

que una de las personas más adineradas de Austria podría

morir en éstas circunstancias.

Como no tenía a ningún familiar en la isla, me asenté en el

colegio ya que, aparte de colegio tenía la función de internado.

El colegio una vez que me instalé cambió totalmente de

perspectiva ya que no sólo era un lugar de enseñanza sino

también de acogida .

La vida en el internado fue muy dura para mí , ya que no sólo

tenía la obligación de estudiar sino de levantarme muy

temprano, rezar, desayunar, estudiar, hacer los deberes, rezar,

cenar y dormir. Cada día era la misma rutina y las mismas

obligaciones, pero me acostumbré y me empeñé en esforzarme

de verdad para realizar el último deseo de mi madre.

Un día en que el Generalísimo hacía una inauguración por la

ciudad conocí a María Francisca, una joven a la que causé

buena impresión al saber que venía de la lejana Austria.

-Ni que fuera la China - pensé.

Empezamos a hablar y hablar pero al paso del tiempo y sin

darnos cuenta el amor se acercaba a nuestros corazones y el

uno no podía vivir sin el otro, así que empezamos a salir, sin

que eso afectara a mis estudios, ya que había aprendido la

lección.

Pasaron los años y salí de la escuela con una media muy alta

respecto a los otros alumnos. A don Bartolomé le empecé a

caer bien después de ver que mis notas ascendían sin

obstáculos.

La casa en la que viví durante un tiempo quedó abandonada,

pero seguí siendo su propietario, pero después de acabar la

escuela la vendí para poder ir a la universidad de Viena a

prepararme profesionalmente. Y a los amigos que tuve nada

más empezar la escuela ... Doy gracias a mi madre, que no

me dejara volver a verlos, ya que han acabado como ella

temía, de jornaleros y sobreviviendo a duras penas.

Me casé con Maria Francisca cuando le dije que quería ir a

estudiar a Viena, y también aceptó ir para estar conmigo todo

el tiempo.

Ahora estoy ejerciendo de abogado en Viena y Maria Francisca

de enfermera, pero no hay día en que no recuerde a esa isla y

aquella ciudad tan cerca del mundo físicamente pero tan alejada

sicológicamente, que me enseñó a que da igual de dónde

procedamos, que todos somos iguales y cometemos los

mismos errores.

Próximamente realizaremos unas vacaciones y nos

estacionaremos durante un tiempo a disfrutar de sus

pintorescos habitantes como su peculiar cultura, la que respeté,

respeto y respetaré.

Alonso Zurera Massanet, 3r C

HISTORIA

Miguel estaba en clase cuando ésta fue interrumpida por Pedro,un profesor, quería que el muchacho se reunierainmediatamente con el padre Cerdá, el director del curso de1936-1937. El chico salió de la clase y, en compañía delprofesor, se dirigió al despacho del director, Miguel estaba unpoco asustado, no recordaba haber hecho nada malo... Entróen la habitación y se sentó en una silla, tal y como se le habíaordenado. Al otro lado de la mesa, enfrente de la cual seencontraba el niño, estaba el director cuya expresión era seria.Permanecieron en silencio hasta que el padre Cerdá empezó ahablar.- Miguel...- empezó, el silencio que reinaba en el despachoera incómodo- como ya sabrás estamos en guerra y el pueblolucha para defenderse, algunos de ellos mueren en el intento...-El muchacho estaba desconcertado, no sabía por qué eldirector le hablaba de aquello ahora, pero no le pidióexplicaciones, se limitó a asentir y seguir escuchándolo.- tuspadres, al igual que muchos otros, también arriesgaban susvidas para ayudar al pueblo- Miguel empezaba a ponersenervioso, no le gustaba nada el rumbo que estaba tomandoaquella conversación y lo que más le asustaba…¿por quéestaba hablando en pasado de sus padres?- Ellos, junto amuchos otros, no lograron salir con vida de la pelea...El padre no había terminado de decir aquellas palabras cuandouna lágrima recorrió la mejilla de Miguel.- Padre...-consiguió decir entre sollozos- ¿Y mi hermana?¿Ha muerto también?- No, tu hermana ha sobrevivido- el director esbozó unapequeña sonrisa- tu madre la escondió para que no le hicierannada.

-¿Dónde está?- preguntó ansioso al director- ¿Puedo verla?por favor...El director dudó unos momentos pero acabó respondiendo.- La pequeña se aloja en un pequeño orfanato del pueblo, nocreo que haya inconveniente en que vayas a visitarla, eso sí,algún profesor deberá acompañarte...- ¿Puedo pedirle algo padre?- el director asintió y Miguelcontinuó hablando- ¿Por qué no asisten niñas en este colegio?El padre se sorprendió ante tal pregunta, pero intentó darleuna explicación razonable.- Porque siempre ha sido así, los niños acuden al colegiopara que cuando sean mayores tengan una buena educacióny puedan conseguir un buen trabajo para poder mantener asu familia, pero en cambio las niñas se quedan en casa, dondeaprenden los trabajos domésticos junto a sus madres.- Eldirector concluyó la explicación, satisfecho.- Pero en el caso de mi hermana...en el orfanato no tiene unamadre que le enseñe esas cosas-. A Miguel no le convencíaaquel razonamiento y no se iba a dar por vencido.- Creo que ya es hora de que vuelvas a las clases, ya teavisaremos cuando puedas visitar a tu hermana.- Ese fue elmodo cortés con el que el director dio por finalizada laconversación.- Siento mucho lo sucedido.Miguel salió de la habitación, las clases habían terminadohacía un rato pero el director no se había dado cuenta y lohabía usado como excusa. Se dirigió a la clase para recogerlos libros que había dejado allí, pero ya no estaban. Suprofesor al verlo entrar en la clase le dijo que Juan, sucompañero de habitación y su mejor amigo, se lo habíarecogido todo. Miguel le dio las gracias a su profesor y semarchó hacia su habitación. Al llegar, se encontró todas sus

pertenencias encima de la cama, pero no había ni rastro desu amigo; seguramente estaría jugando con los demás niños,inconscientes de todo lo que estaba sucediendo a unos pocosmetros de allí. Miguel se apoyó en el alféizar de la ventana yse puso a llorar, mientras observaba como en el claustro delcolegio todos los alumnos estaban riendo y jugando, sinpensar que en aquellos mismos momentos su familia se podríaestar jugando la vida o haberla perdido ya. Aquella nocheMiguel no se reunió con los demás alumnos para cenar, habíaperdido el apetito. Con la única persona con la que habló fuecon Juan, al cual le explicó lo que había sucedido. Él leconfesó que su padre también había muerto en la guerra,pero que aún no se lo había contado a nadie. Miguel noconsiguió conciliar el sueño, estaba empezando a amanecery él aún no había pegado ojo, no podía dejar de pensar enque nunca volvería a ver a sus padres...No asistió a ninguna de las clases de la mañana ya que lehabían dado permiso para ir a visitar a su hermana al orfanato.Durante toda la noche Miguel había estado reflexionando yno permitiría que le obligaran a mantenerse alejado de suhermana: ya había perdido a sus padres y no iba a renunciara nada más. Lo tenía muy claro, se llevaría a su hermana y laescondería en su habitación. Si por algo se caracterizabaMiguel era por ser un chico valiente y de ideas claras.El trayecto de camino al orfanato lo hizo con Pedro,prácticamente en silencio, mientras pensaba cómo podríahacerlo para traer a su hermana hasta el colegio sin que nadiese diera cuenta. No tardaron mucho en llegar al orfanato, noera precisamente acogedor, ver tantos niños sin padresprovocaba escalofríos. Caminaron por los pasillos deledificio; todo era aterrador, parecía sacado de una pesadilla,

hasta que llegaron enfrente de la puerta de una habitación. Elprofesor dejó a Miguel un rato a solas con su hermana paraque hablara con ella y la animara un poco.- Hola pequeña- saludó Miguel sentándose al lado de Isabel,su hermana pequeña.- Hola- respondió ella con una voz triste y seria mientrasabrazaba a su hermano. Ninguno de los dos pudo evitarromper a llorar. Estuvieron abrazados en silencio hasta que,minutos más tarde, Miguel decidió que era hora de hablarseriamente con Isabel.- Isabel, escúchame- dijo mientras separaba un poco a suhermana de él para poderla mirar a los ojos.- ¿no te gustaestar aquí, verdad?- la niña negó con la cabeza y Miguelcontinuó hablando- ¿quieres venir conmigo?La sorpresa de la niña provocó que una tímida sonrisa sedibujara en su cara, pero no por mucho tiempo ya queenseguida pensó que no le dejarían entrar en el colegio de suhermano: era una chica.- Pero Miguel, yo no puedo entrar ahí...- respondió casisusurrando- ¿Y eso quién lo dice?- preguntó Miguel intentando animarla.- Pues el director y todos los profesores- por la edad quetenía era una niña muy espabilada.- Pero...si ellos no saben que tú estás ahí no pasará nada-respondió el hermano mayor.- ¿Me estás insinuando que vaya a vivir contigo a escondidas?-preguntó la niña sin comprender demasiado lo que Miguelpretendía. Él asintió.- Oye, ya me han separado de papá y mamá y no voy apermitir por nada del mundo que me separen de ti también¿lo entiendes?- explicó el chico para convencerla. La pequeña

asintió- entones ¿vienes?Isabel asintió de nuevo.- ¿Pero cómo lo vamos a hacer para que nadie nos descubra?-preguntó Isabel.- Tú no te preocupes por nada, sólo tienes que hacer lo queyo te diga ¿de acuerdo?- la hermana asintió otra vez.- Ahora,cuando nos vayamos, tú sígueme, pero no dejes que nadie tevea.No tardó mucho más en entrar Pedro. Los dos se marcharony, durante todo el camino, la niña siguió a su hermano y a suprofesor, sin que nadie la viera y siempre unos cuantos metrospor detrás. Cuando llegaron al colegio el profesor dejó aMiguel en el claustro junto con los demás chicos, pero éste,en lugar de quedarse ahí subió corriendo a su habitación,cogió unos pantalones y una gorra, y rápidamente volvió a laentrada del colegio, donde, detrás de un seto estaba escondidasu hermana, le dio la ropa para que se vistiese y así parecieraun chico. Isabel hizo tal y como su hermano le habíaordenado. Entraron en el colegio y subieron a su habitación.Nadie se dio cuenta de nada. Juan ayudó mucho a los doshermanos a mantener a Isabel en secreto, pero un mal díaPedro entró en la habitación y encontró a la pequeña tumbadaen la cama de Miguel. El profesor no le dijo nada sino quesalió en silencio para no despertarla; sin embargo, se dirigió ala clase de Miguel para hablar con éste. Pedro comprendiópor qué Miguel había actuado de tal forma por eso no loriñó, pero tuvo que devolver a Isabel al orfanato. El niñointentó convencer al Padre Cerdá para que dejara que Isabelcontinuara viviendo allí pero el director le hizo caso omiso.Al día siguiente la niña volvió al orfanato cuyo personal ni tansiquiera se había dado cuenta que les faltaba una de las alumnas.

Miguel sentía que había defraudado a su hermana y a símismo. Igual que la noche en que le habían anunciado de lamuerte de sus padres, el niño no pudo pegar ojo en toda lanoche; estuvo pensando en su hermana y en aquel siniestroorfanato en el que se encontraba Isabel en esos momentos.Un escalofrío le recorrió la espalda nada más imaginárselo.Rondaban las cuatro de la madrugada cuando ya no pudosoportar sentirse tan solo, así que se levantó de la cama, sevistió rápidamente y sigilosamente salió del colegio sin quenadie se diera cuenta.Caminó durante unos minutos hasta que llegó al orfanato,entró y se dirigió a la habitación de su hermana sin decir nadaa nadie. La encontró tumbada pero no estaba dormida. Nadamás entrar en la habitación, la chica se levantó y abrazó a suhermano.La mañana siguiente una terrible noticia era el principal temade conversación entre los habitantes del pueblo. Más de uncentenar de niños habían perdido la vida en un brutalbombardeo que se había producido durante el amanecer enel orfanato municipal. En el colegio también se hablaba deello y además también se hablaba de la desaparición de Miguel.No tenía muchos amigos ni era muy popular en el colegio,algunos no sabían ni siquiera quién era, otros se dieron cuentade que existía aquella misma mañana cuando se rumoreabaque se había escapado del colegio y había viajado a algúnlugar lejano para así poder vivir con su hermana Isabel. Sólouna persona sabía verdaderamente lo sucedido, la únicapersona en la que Miguel confiaba y la última que habló conél. Unas horas antes, cuando Miguel salía de la habitaciónJuan se despertó y su amigo le tuvo que explicar dónde iba.Precisamente por eso, Juan sabía que Miguel había muerto

junto con su hermana en el bombardeo que se habíaproducido a unos pocos kilómetros de allí, en el orfanato.Juan se sentía ahora muy triste y muy solo debido a la pérdidade su mejor amigo. El curso transcurrió muy despacio paraJuan, que se sentía diferente a los demás. Había perdido suamigo de confianza y ahora hablaba poco con los demásalumnos. Esto sí: Juan le contó a Pedro lo que verdaderamentele había sucedido a Miguel.El curso siguiente fue muy diferente: se había fundado laprimera sección femenina en el colegio, aunque fuera de lasinstalaciones de éste. El responsable de este gran progresofue el mismo profesor Pedro, que se sentía tan culpable porla muerte de Miguel e Isabel que decidió rendirles un homenajeconvenciendo al Padre Cerdá para que abriera una nuevasección femenina en el colegio Beato Ramón Llull de Inca.

Marina Sabater Jofre, 3r C

TEMPS OBLIDATSEn aquell moment vaig sentir la campana que donava

inici a les classes. Aquell matí em vaig quedar dormit i per a lameva desesperació hauria de suportar les avorrides classesdel cavallot de na Maria Quegles, la professora d’història.Una monja vella i insuportable que ens odiava a tots. Quinatortura!

Vaig entrar a classe amb l’al·lè que em fallava i desprèsque em donés un sermó sobre la importància de la puntualitat,vaig anar a parar a la meva cadira. Però la pau no durà molt,perquè, ens anuncià, amb un somriure que deixava a la vistales seves nombroses dents blanques i lluents, que havíem depreparar per al pròxim dia un treball, sobre el centenari del’escola.

- Quin fàstic .- li vaig comentar a n’Arnau, el meumillor amic.

- No et preocupis, és molt interessant conèixer lahistoria del nostre col·legi i no és tant difícil.

Jo naturalment no compartia el seu entusiasme, però,ja estava fet, i no volia suspendre el curs per un simple treball.

Després del col·legi, em vaig aturar a la biblioteca percercar un poc d’informació.

Hi havia tants de llibres que no sabia per on començar.La biblioteca estava plena de gent que prenia apunts, i a miem feia vergonya fer el contrari, per això, vaig pegar una ulladaals toms de l’apartatd’ historia. No hi havia res interessant, fins que la meva miradaanà a parar a un llibre on es llegia «Memòries d’un franciscà.»Vaig decidir pegar-li una ullada…

I quantes coses interessants!La quantitat de documents que vaig descobrir era

enorme. Per això, vaig fer un resum. Que deia:

Centenari escolar«Els franciscans arribaren a Inca molts segles enrere,

al llarg dels quals començaren l’àrdua tasca de construir el que

ara coneixem com a Beat Ramon Llull, popularment conegut a

Inca com Sant Francesc. A poc a poc l’escola va anar creixent:

cada pic hi havia més aules, més cursos i alumnes. Hi destacaven

dos tipus d’alumnes, els pensionistes i els externs.

El 1933, el Govern Republicà prohibí la direcció

religiosa dels col·legis. Per sort els franciscans posaren a la

direcció del centre escolar un metge amic, per així continuar

amb l’educació dels infants. A més a més, alguns professors

eren militars del Corté d’Inca.

Avui dia aquest col·legi ha passat per moltes reformes.

Ah, si el claustre pogués parlar! Ens contaria coses que

els llibres d’història mai sabran. Ell que ha vist els alumnes que

ens han precedit, professors que ja no hi són, directors que han

fet molt per al col·legi i que ja ens han deixat. Ha estat testimoni

de l’arribada de l’ordinador, de la construcció del gimnàs, de

les pissarres digitals... Quiet i silenciós, amb un aroma de molts

de segles, els seus arcs com ulls seguiran el curs de nous

esdeveniments a partir d’avui.»

Miquel Joan Gelabert Coll, 6è A

- Ja he acabat!!!El meu crit de goig fou acompanyat per un cor de sssssssshhhh,

i desitjant que em menges la terra, vaig sortir corrent de l’edifici,on havia descobert la meva salvació.

El primer que vaig fer en arribar a casa va ser,confeccionar en una cartolina el treball i hi vaig aferrar algunesfotografies que havia trobat per internet. La darrera grapa i...Quin descans!

Tot estava a punt per a ser entregat.

L’any 1325 el Papa Joan XXII autoritzà als franciscans aestablir-se a la vila d’Inca . Aquest convent fou el segon queva tenir l’orde a Mallorca i el primer a la part forana. Laconstrucció de l’església franciscana s’inicià anys després.El 1341 l’obra havia començat. La primera església gòtica delsegle XIV fou enderrocada a les darreries del segle XVIII i,en el seu lloc, es construí l’església actual que fou acabada aprincipis del s. XIX. L’any 1835 es produí l’exclaustració i,l’any 1943, el convent franciscà d’inca es posa a la ventamitjançant subhasta i es comprat per Antoni Palou. Que voliafraccionar els terrenys en catorze parcel·les per edificar sotal’advertència de «dinamitar» el convent si l’Ajuntament noacceptava la seva petició. Es consent la parcel·lació, i essalvarà tot el convent inclosa la cisterna que tots coneixemque data de 1747.

A principis del s. XX es produí el retorn de la TerceraOrdre Regular de sant Francesc. Poc a poc els franciscansanaren comprant tot el convent que, com a conseqüència dela desamortització, havia passat a mans privades.

L’arribada dels franciscans en 1910 fou celebrada perla ciutat. Després d’unes adquisicions d’algunes propietats il’aportació d’alguns veïns adinerats que compraren terrenysper cedir-los als frares que en molta feina i sacrifici restaurarenel temple religiós i començaren la seva obra amb l’agraïmentde tots el inquers.

Foren, Fra Pere Joan Cerdà Colom, Fra AndreuCassellas i Fra Baltasar Salamanca els qui vivien en el ruïnósconvent. Pareix que el retorn dels frares franciscans del TercerOrde Regular (TOR) l’any 1910, amb Fra Pere Joan CerdàColom al davant, obeí a una demanda del poble d’Inca.

El dia 16 de gener del 1910 és quan de manera oficialqueda establerta la Comunitat Franciscana d’Inca que, poguéestablir-se per dedicar el seu servei a l’església en el Conventde Sant Francesc.

El caràcter del Pare Cerdà va fer que d’alguna maneraquedés ben lligada l’arribada dels frares amb l’inici d’unaescola. La seva funció era la d’ensenyar als nins per ajudarens els serveis de l’església. En el maig del 1911 els Superiorsde l’Orde ja destinaven a la Comunitat d’Inca nous membresper reforçar l’atenció als nins. Disposaven d’una taula, unapissarra i un grapat de bancs per devers una dotzena depersones. També, varen anar donant la possibilitat de formacióde primera lletra a persones adultes. La sensibilitat social delPare Cerdà només estava començant. Amb els seus sermonsi conferències a molts indrets de Mallorca va anar fentl’apostolat religiós i social i va contribuir decisivament ambl’impuls del Col·legi Beat Ramon Llull com a centre deSecundària i, amb ell, a la formació de persones que hancontribuït dins el segle passat al desenvolupament de la ciutatd’Inca i de molts de pobles dels voltants.

Pseudònim: NALA 5è C

L’UXOL

Fa molt de temps, cent anys enrera, Inca era un món bendiferent al d’ara. No hi havia indústries, cotxes, edificis alts...Tot era molt rudimentari.En aquell temps l’església era la que tenia el màxim poder. Elsmetges a la terra eren com un segon sacerdot, tot i que tambéhi havia curanderos que, per la gent inculta, els seus remeiseren molt eficaços.Les famílies eren molt nombroses; un pare, una mare i totsels fills que venguessin. En Joan era un cas com els anteriors;un pare, una mare i cinc germans. Amb ell eren sis fills. Ell erael cinquè i tansols es duia un any amb la més petita de tots elsseus germans, la darrera, na Pereta. Tenien deu i nou anys,respectivament. Els seus altres germans tenien entre dotze isetze anys, per això ja feien feina i els únics que varen poderanar a escola varen ser en Joan i na Pereta, ja que fins a l’anyen què va néixer en Joan els nens treballaven amb els seuspares i les nenes ajudaven a les tasques de casa. Aquestafamília no era molt culta, i per això en lloc de servir-se delsserveis d’un metge, es servien de les receptes d’un curandero,en Felip.Aquest tal Felip vivia a Inca al carrer, com ara diríem, Ventdeu, i just al devora hi habitava la família d’en Joan i na Pereta.Un dia, abans d’anar a escola, na Pereta es va aixecar amb unuxol. La seva mare va ordenar-li que se n’anés a ca’n Felip ique li donés un remei per al seu ull, i la seva filla així ho va fer.Acompanyada pel seu germà, Joan, arribaren a ca’n Felip iferen tot el que li havia dit la seva mare.Aquell matí na Pereta tenia classe amb en Pep, el professorde matemàtiques. Era molt estricte i no suportava que la gent

arribés tard a la seva classe. Duia unes ulleres de cul de tassó,una corbata roja, un vestit de color carn i unes sabates negres.Aquest home exercia la seva professió a una escola d’Incaanomenada Beat Ramon Llull, també coneguda com SantFrancesc d’Inca. Feia poc que s’havia formada. Tenia unclaustre que era el centre de l’escola i on els frares, els qualseren les persones més importants en aquell temps, hi anavenper llegir, conversar o simplement per seure un poc i distreure’s.Na Pereta va arribar tard a causa de la seva visita al curandero.Quan el professor la va veure entrar per la porta, amb un ullmorat i, a més, veient que arribava tard va pensar que s’haviabarallat amb algú. Tot d’una va anar parlar amb ella, ja queapart de ser molt estricte era molt bona persona i es preocupavapels seus alumnes.− Pereta, estàs bé?- va demanar-li.− Sí, professor. He arribat tard perquè venc de ca’n Felip- li

va respondre ella.− De ca’n Felip?− Sí. És que veurà, avui m’he aixecada amb un uxol i mamare

m’ha dit que anés a cal curandero perquè ell em donés unremei per al meu ull. I bé en fi, he arribat tard perquè haviad’anar a fer el remei que m’havia manat ell.

− Com que a fer? I quin remei t’ha donat?− Doncs m’ha dit que fes un munt de pedres davant l’escola

i que, així, el primer que el tomi se’n durà el meu uxol i joem quedaré sense uxol i estaré ben bona i sana.

El pofessor es va quedar incrèdul davant les paraules de naPereta, però no va dir res més que, «Apa doncs, ves a seure icontinuarem la classe», ja que havien perdut massa temps.A causa d’aquest retràs en Pep es va haver de quedar amb

ella perquè no entenia el que havien fet la mitjahora que ella vafaltar.En Pep tenia una reunió amb els frares i ja feia tard. Va sortirde l’escola a corre-cuita i, sense adonar-se’n, va tomar unmunt de pedres, però no li va donar importància.En Joan i na Pereta no volien arribar a casa, perquè sabienque s’haurien de posar a ajudar als seus pares i als seusgermans i, en aquell moment, no els hi venia de gust. Així quese’n varen tornar cap a l’escola perquè na Pereta havia sentitque hi havia una reunió i volia saber de que es parlava en unareunió. Això era l’excusa que posava ella però en realitat eraperquè, a part de que no se’ls acudia res millor per fer, ella eramolt ficanassos.Es varen amagar dins un armari abans que tothom vengués icomençàs la segona part de la reunió, ja que es tractava d’unareunió molt llarga.Al cap d’una estona, de tan avorrits que estaven es varenquedar dormits. Ningú no es va adonar de la seva presència,o això pensaven els nois.Els seus pares varen trobar que tardaven molt a arribar.Transcorregudes un parell d’hores varen sortir a la seva cerca,ja estaven massa preocupats. Varen anar per tot; a ca’n Felip,a la pastisseria, a l’escola... però no els varen trobar. De cadacop més preocupats, se’n varen anar a ca’n Pep per demanar-li si sabia on havien anat els nois. No varen obtenir res nou.Llavors al professor se li va acudir una idea.Varen anar tots tres a l’escola, però, ja era ben entrat el vesprei no hi veien molt. Varen cercar pel claustre i per totes lesaules, però res. Varen cridar i cridar els seus respectius noms.De sobte, varen sentir un soroll estrany a la sala de les reunions.

Hi varen anar i, allà estaven! Però només hi havia en Joan.− On és na Pereta?- va demanar-li la seva mare.De sobte, algú va sortir de darrera l’armari. Era ella!Afortunadament tot havia quedat en un ensurt.Al dia següent, a la classe d’en Joan, a l’hora de matemàtiquesen Pep es va presentar amb un uxol.A la tornada a casa, després de l’escola, en Joan li ho vacomentar a na Pereta i aquesta es va posar a riure.− Què passa?- li va demanar en Joan.− El professor de matemàtiques...- li explicava ella, fent petites

pauses perquè no podia més de riure- té el meu uxol! Vulldir, que ara és ben seu!

− No entenc res!− Mira, no te’n recordes que en Felip va dir-me que havia de

fer un munt de pedres davant l’escola, que la persona queel tomés tendria el meu uxol i que jo estaria ben bona isana?!

− Sí, però no entenc quina relació té això amb l’uxol delprofessor!

− Doncs que sembla que el professor va tomar el munt i araté el meu uxol, mentres que jo estic ben bona i sana! Hoentens ara?

− Ah, sí!Els dos van esclatar a riure i no varen aturar fins que varenarribar a la seva casa que, veient tota la feinada que tenien noen varen tenir cap ni una de rialla, ja que havien de fer lesfeines del dia anterior i les d’aquell dia. Quina feinada elsesperava!

Catalina Amengual Ripoll, 2n A

MALLORCA, RICA EN EL COMERÇ

Tot va començar a Mallorca, una illa molt influenciada pelcomerç marítim. Quan un estiu vengueren de vacances unsrics marquesos de Catalunya; Mallorca els va agradar tantque es quedaren a viure a Llucmajor.Aquesta família fundà la primera Església a Llucmajor que vaser una gran novetat i cada dia hi havia un clergue ques’encarregava de donar missa. Passaren deu anys més i aquestafamília juntament amb la més poderosa de Mallorca varen ferque els seus fills és juntasin mitjançant una serimònia decasament. En Joan i n’Aurora se n’anaren a viure a Inca, unaterra poc poblada amb molt de terreny per cultivar. Allàfundaren l’Església de Sant Francesc la qual esteia col·locadaa prop de les cases dels menestrals però un poc enfora de lescases dels pagesos. Per aquesta raó construïren unescarreteres, les quals per fer-les hagueren de expropiar algunstrossos de terra. Les carreteres esteien fetes de terra la qual lahavien aplanada perquè fos més fàcil caminar-hi va ser unnou avanç i d’aquesta manera conseguiren que més gentpogués anar a missa.La família que fundà l’Església tingué quatre fills dos delsquals es feren franciscans. Però per l’any 1932 Inca es vaveure un poc tancada pels problemes econòmics.Els dos franciscans decidiren fundar una escola per veure sid’aquesta manera Inca es tornava més rica en coneixements.L’escola va començar a ensenyar, a escriure, a llegir, a sumar...però no hi havia molta gent que volgués aprendre perquè a lesfamílies ja els venia just sobreviure amb tot el que guanyaven.Aquí es quan vaig néixer jo per damunt l’any 1940, era una

època de sequera i els conreus estaven secs, cosa que va fer

que bastants de nadons es morisin de fam; però jo vaig podersobreviure.Per mala sort la meva família era pobre i no tenien molts derecursos per viure, vivíem de tot el que cultivavem, básicamentens alimentvem de pa i per obtenir proteïnes ens donavemcervesa rebaixada amb aigua. Però jo no tenia ganes de posar-me a treballar amb cinc anys i m’estimava més aprendre.Passats deu anys ja havia crescut més i havia après a menejartotes les eines del camps( algunes les podia aixecar, però lamajoria no) , nosaltres teniem un mula que es nomia Floridaens ajudava a sembrar i a lleurar ademés ens duia d’un lloc al’altre.Un dia mentre sembrava el camp varen venir els nobles i varendir al meu pare que si els entregava un 30% de la seva produccióens donaria ensenyament i material per aprendre a jo i a totsels meus germans, passats uns dies varen tornar per sabre laresposta del meu pare el qual va aceptar.L’any següent vaig anar a l’escola d’ Inca anomenada comSant Francesc. Quan vaig acabar els cursos que feien a l’escolaja sabia llegir i escriure. Per aquesta raó em va sorgir una feinaper la noblesa on vaig ajudar a fer lleis i a escriure pels nobles.La meva família ja no era pobre perquè gràcies a jo es varencovertir en una de les més riques d’Inca. Per altra bandal’escola va augmentar d’alumnes perquè els nobles varen ferel mateix a totes les famílies pobres de pagesos.Transcorreguts vint anys Inca va tornar a ser rica en podereconòmic i els pagesos gràcies als coneixement dels seus fillsvan poder defensar-se de coneixements.A l’Església de Sant Francesc hi anava molta gent i va ser unlloc on la gent es trobava i xerrava sobre l’altra gent, un llocon la gent era perdonada dels seus pecats i on la gent amb

poder donava doblers per a les famílies més pobres i tambéper ajudar a viure als franciscans.Els meus germans també treballaven per als nobles com jo itots ens ajudavem mutuament a organitzar la ciutat, la qualhavia crescut ja que hi havia més menestrals. Va començar afer-se una fira bastant abundant amb aliments i productesmanufacturats anomenada DIJOUS BO. Hi venien mercadersde tot europa on venien grans quantitats dels seus productes.Ara en l’actualitat el DIJOUS BO encara existeix pero es méscom un dia festiu d’Inca. L’escola de Sant Francesc encaraexisteix i ara té una gran quantiat d’alumnes que aprenen entreels quals jo. L’església es conserva però li han hagut de feralgunes reformes.

Magdalena Alomar Adrover, 2n A

OBJECTIU ACONSEGUIT

Inca a 16 de maig de 1900Avui ja fa tres nits que no puc dormir. No aconsegueixo deixarde pensar amb això ni un moment. No sé per quin motiu,però només sé que fa tres dies, el 13 de maig, vaig complirdeu anys i des d’aquell dia la meva concepció de la realitat hacanviat considerablement. Sempre he sabut que la il·lusió mésgran del meu pare és que jo sigui metge; vol això per damuntde qualsevol cosa. En un principi jo creia que això no estavagaire malament, ja que podria ajudar moltes persones i salvarmoltes vides, però no n’acabava d’estar del tot convençut. Elque va passar fa tres dies, però, va ser el que ho va canviartot. Era el dia del meu aniversari, però això no restavaimportància a què fos diumenge i, com cada un dels diumengesde la meva vida, m’hagués de vestir amb la meva millor roba ihagués d’anar a missa de dotze amb la mare i l’àvia.Normalment m’agradava anar-hi, ja que escoltava la paraulade Déu amb il·lusió i li pregava que m’ajudés a ser millorpersona. Aquell dia, però, va ser encara més especial, ja queen observar detingudament al Pare Josep, me’n vaig adonarque aquella era la meva autèntica vocació, la de dedicar-me ala vida religiosa i ensenyar-li a les persones la tasca que elSenyor ens havia encomanat. Quan vàrem arribar a casa, emvaig dirigir al despatx del meu pare, que mai no deixava detreballar, disposat a dir-li tot el que pensava. Quan escoltàquins eren els meus plans de futur, s’enfadà moltíssim i enmigd’una sèrie de renecs i flastomies, em va dir que un fill seuhavia de convertir-se en una persona important, conegudaarreu del món, i no en un simple frare que passaria a l’anonimattot just després de la seva mort, o, fins i tot, abans d’aquesta.

Després em va dir que anés a la meva cambra i no sortísd’allà fins que no hagués entrat en raó i hagués deixat debanda totes les insensateses que atordien els meus pensaments. I ara sóc aquí, a la meva cambra, d’on no he sortit des de fatres dies, ni tan sols per menjar, ja que la senyora Antònia, lanostra criada, m’ho ha portat a l’habitació. Em sento molttrist; mai no havia pensat que el meu propi pare no emrecolzaria, ni voldria que fes el que a mi em feia més feliç.L’única cosa que tinc clara és que ara que he trobat el meucamí, no penso rendir-ne, i faré el que sigui necessari perpoder aconseguir el meu somni. És més, després de pensaren les paraules que va dir el meu pare, no veig el motiu pelqual hagi de ser una persona invisible fent el que jo vull fer, jaque considero que podria fer obres molt importants per a lagent ,que no només necessita algú que les curi físicament,sinó també espiritualment, que això és igual o més important.

Inca a 5 de setembre de 1909Han passat nou anys des d’aquells dies en què vaig començara lluitar pel que veritablement volia. No vaig poder fer-hi res, iencara que amb el meu pare ja no vaig tornar a tenir la relacióque teníem abans, vaig haver d’obeir les seves ordres i l’anypassat, en fer els divuit anys, començar la carrera de medicina.El que jo no sabia era que el destí em tenia preparat unimprevist, i és que quan ja estava a punt d’acabar el primercurs, el meu pare va morir sobtadament. Em vaig plantejaracabar la carrera, però una nit, la meva mare em va dir que fesel que el meu cor em dictés, i així ho vaig decidir: vaig acabarel primer curs de medicina i després, en haver-ho deixat, novaig trigar gaire a començar amb la teologia, que era el quem’apassionava.

Ara, ja porto uns mesos estudiant, a més d’haver fet algunscursets de catequesi per a nens i només puc dir que mai nohavia estat tan feliç. A més a més, fa poc vaig saber que lacomunitat de frares franciscans que havia estat expulsadad’Inca l’any 1835 degut a la desamortització de Mendizábal,tornarà al poble a principis de l’any que ve, crec que el mesde gener, ja que es podran instal·lar de nou al convent del qualse’ls va expulsar i que s’acaba d’aprovar la fundació de laTercera Orde Regular. Sens dubte, aquestes són notícies moltbones per a mi, ja que no perdo l’esperança de poder-hicol·laborar algun dia.

Inca a 4 de juliol de 1916Després de molts anys de lluita constant, he aconseguit el quevolia. Fa tres anys, vaig aconseguir entrar a la comunitat de laTOR; em vaig traslladar al convent de Sant Francesc, on,amb molt d’esforç, aconseguirem fer-hi una escola. Quan japortava un any aprenent i compartint coneixements amb elsmeus companys, vaig decidir fer un viatge. Vaig anar a fer demissioner a l’Àfrica, concretament al Burundi i a Ruanda, onvaig ajudar a construir diversos hospitals per a la gent pobra.Potser ho vaig fer per callar a la meva consciència, que noparava de turmentar-me per no haver complert la voluntat delmeu pare, però el que vaig fer em va fer sentir l’home mésfeliç del món. Veure que amb un gest tan simple com unaabraçada pots treure una rialla tan sincera del cor d’un nen ésuna de les coses més boniques que et pot regalar la vida. Hivaig estar un any, sense més companyia que una guitarra, queem va ajudar a tornar la il·lusió a molta gent. Quan vaig tornar,vaig començar a escriure un llibre, narrant les meves vivències

durant el viatge i expressant de la millor manera que vaig saberel que va significar per a mi aquella gran experiència. Mai nooblidaré els rostres d’aquelles persones, que reflectienl’esperança de que algú com jo pogués ajudar-les.Inca a 19 d’agost de 1921Han passat vint anys des del dia en que vaig prendre la decisiómés important de la meva vida. Hi ha hagut molts dies tristos,dies plens de llàgrimes en que vaig pensar en abandonar elmeu camí abatut, vençut per la grandiositat de lescircumstàncies, però no em vaig rendir; vaig patir com ningú,acompanyat i recolzat per tots els meus companys, que enpoc temps es van convertir en la meva família; tots érempersones unides pel mateix objectiu: ajudar. I finalment noméscal dir que ho hem aconseguit.El pròxim mes s’inaugura l’escola que volíem crear des del’any 1910,quan els frares franciscans arribaren a aquestconvent. L’escola, que només admetrà nens, serà la prova delnostre esforç durant tots aquests anys. Farem el possible perensenyar la paraula del Senyor a tots els nostres alumnes, itenim l’esperança de que amb els anys es reconegui la nostratasca. Potser d’aquí a cent anys, hi haurà algú que encara ensrecordarà, i això, des del meu parer, ja és un triomf.

Laura Garrido Bonnín, 3r B

RECORDS

Durant tota la meva vida he vist com el món anava canviant almeu costat. Com les persones que estimava es quedaven enun de les moltes etapes de la seva evolució. El meu germà, unfrare franciscà, deia que per entendre la vida primer s’had’entendre la mort i que, per mor d’això, el món anava comanava. Jo era molt jove per entendre això, però ara, estesa enaquest llit i rememornat la meva vida, em don conta de larealitat d’aquesta frase. Ara veig que el meu pas pel món noha deixa marca, en canvi el del meu germà sí. Ell va ser el meumodel a seguir, no tan sols perquè va ser el meu germà gransinó també perquè ell, a diferència de jo, va fer grans proeses.Però sobretot n’hi ha una de la que li estaré eternament agraïda:Corria l’any 1936 , el meu pare feia feina en una de lesmoltíssimes fàbriques de pell de la ciutat, mentres que lamare es quedava a casa cuidant de nosaltres: el meu germàElies, el major amb devuit anys i el més estudiós, Hipòlit, elmitjà i qui morí de grip quan jo tenía deu anys i jo, la méspetita. La meva infantesa va transcórrer en una època on a lesdones no se’ls deixava estudiar, per això, n´Elies m’ensenyàa escriure i a llegir. Jo li estava molt agraïda ja que, a partd’anar a l’escola, també feia feina com a mosso i no dormiamolt. Tot i així, ell es seia pacientment amb jo a ensenyar-mel’alfabet i a llegir.Quan tengué l’edat sufucient, n’Elies es convertí en un frarefranciscà, el més jove de la comarca, i va entrar a viure i aensenyar a l’escola Beat Ramon Llull. Ell va lamentar molt laseva partida de casa, ja que em va deixar a mí sense cappersona que m’ensenyàs res més sobre història, literatura obiologa. Quan entrar a l’escola va anar a xerrar amb el director

per si era possible que jo entràs a estudiar allà, però com aresposta tan sols obtingué una negació acompanyada del’excusa de sempre: les noies no serveixen per estudiar. Quèsabria aquell home. Si veiés la societat d’avui dia on les doness’apliquen més en els estudis que els homes. Li donaria uninfart.El cas és que el meu germà ho sentia molt per jo, deia que jopodria arribar a ser algú a la vida, però que el meu momenthauria d’esperar fins que la societat canviàs de mentalitat, i nos’equivocava.Per aquella època jo tenia sis anys i ja havia perdut totaesperança de fer realitat el meu somni d’arribar a ser algú en lavida. M’estava fent a la idea de que seria com la meva mare:una dona sense futur tamcada a casa i que tan sols serviria percuidar els nens i netejar la casa. De tant en tant, el meu germàem duia llibres d’història o biologia. M’encantava la biologia,trobava que el cos humà era la màquina més perfecta delmón, sobretot el cervell, per aquella època el cervell estavapos estudiat, però per jo era la cosa més fascinant del món.Jo devoraba tots els llibre que em duia memoritzant-lotot comsi fos el tresor més valiós del món. Cada vegada que el meugermà venia de visita li demanava tots el dubtes del que acabavade llegir i em somreia i responia.Un dia, va venir a casa d’improvís i amb un somriure desatisfacció en la cara i em va dir que anigués a l’escola ambell. Durant tot el trajecte li vaig demanar perquè anava jo al’escola, però ell no va voler dir-m’ho: <Paciència, germaneta>

em deia. Encara que ell intentàs calmar-me jo estava moltnirviosa i la curiositat m’estava matant. En arribar a l’escolaens vàrem dirigir a un despatx molt gran i luxós on hi havia unhome molt ben vestit i amb cara de creure´s l’amo del món.

− Senyor director, la meva germana Eulàlia. Eulàlia, elsenyor director- ens presentà.

L´home em mirà d’adalt a a abaix i somrigué burleta.− I aquesta nineta és la ques se suposa que ha de guanyar

al nostre millor alumne?Em vaig quedar gelada, era això el que el meu germà volia quefes? El vaig mirar amb cara d’incredulitat, però no em mirava.

− Sí, senyor director. Ja ha escollit l’alumne que competiràamb la meva germana?

− Sí, ho acab de decidir. A més, se m’acava d’ocórreruna idea fabulosa, per què no feim la competició en elsaló d’actes? Així tots els alumnes podran presenciarla certesa de la meva ideologia.

− On vosté vulgui, senyor director. Per favor, quan vulguicomençar avisi´ns, estarem en la meva habitació.

Durant el camí no diguérem res. Jo estava morta de por: Jo,competir contra un dels alumnes d’aquest centre. Jo que tansols llegia sense que nigú m’expliqués els seus secrets. Nopodia ser cert! Això era un malson! En arribar a l’habitación’Elies m’explicà que havia fet un pacte amb el director: si joguanyava, les nines podrien estudiar a l’escola; si jo perdia...bé les coses seguirien igual i el senyor director demostraria laseva ideologia masclista. Mentres esperàvem a que el directorpreparés totes les coses necessàries, el meu germà emdemanava preguntes sobre diferents temes. Les vaig acertàtotes i, en aquell moment em donà conta de que jo podia sertan bona com qualsevol alumne de l’escola, doncs, encaraque ningú m’explicava cap lliçó, llegia més coses de les quellegien aquests nens. Descobert això, em sentí més segura demí mateixa i tots els pensaments pesimistes se n’anaren perdeixar lloc a tots els optimistes.

L’hora tan esperada arribadà a la fi, un frare vengué a avisar-nos i ens guià fins a la sala d’actes: una sala grosa plena decadires ocupades per nens de diferents edat i amb un escenarien la paret del fons. Em dirigí cap a l’escenari on un noi máso manco de la meva edat estava asegut esperant. En veure’mes quedà mirant-me. Em vaig seure a la cadira de devora i, desobte, tota la sala es quedà en silenci i totes les mirades esclavaren en mi. Hi havia cares de tot tipus: sorpresa, burla,por, seguretat...Un dels professors pujà a l’escenari amb uns fols a la mà onhi havia apuntades les preguntes.

− Anam a començar.- digué.- Primera pregunta, Josep,quina es la capital d’Italia?- preguntà al noi.

− Roma- repongué aquest després d’una pausa per pensar.− Molt bé, segona pregunta, nina...− Em dic Eulàlia- li vaig interrompre.− Segona pregunta, Eulàlia, quins són els vasos sanguinis?

– em preguntà amb cara de pomes agres.− Artèries, venes i capil·lars –repongué sense vacilar.− Tercera pregunta...

I axí varem seguir una hora fins que el director es cansà deveure com jo podia fins i tot superar el seu millor alumne de lameva edat, encara que per descomptat a jo, per ser la nina,em demanaren les preguntes més difícils. Però gràcies alsmil·lers de llibres que havia llegit vaig poder respondre a totesbé.

− Molt bé, molt bé, s’ha acabat el concurs. La nina haguanyat. –digué de mala gana.- Senyors, l’any que ves’obrirà un petit recinte on les nines també puguinestudiar.- anuncià dirigint-se als alumnes.

No m’ho podia creure: havia guanyat! Em vaig llançar alsbraços del meu germà.

− GRACIS!- li digué tot abraçant-lo− No, gràcies a tu Eulàlia, sense tu no hagués estat possible.

I sortírem de la sala per anar a casa a donar la bona notícia,mentres tothom ens mirava com si fóssim dues personesraríssimes que xerraven un altra idioma.I així es com, gràcies al meu germà, jo i moltes altres nines dela ciutat d’Inca poguérem arribar a ser algú en la vida. Jo vaigarribar a complir el meu somni de ser metge i el meu germà vaaconseguir que a poc a poc, la societat tan masclista que hihavia en aquella època començàs a veure el món des d’unpunt de vista diferent.

Marina Sarrió Cañellas, 3r C

SOMNI O REALITAT?Desesperació, tinc una sensació estranya. Vaig caminant sensecap direcció. Tot això em supera. Jo, no puc més. Tinc ganesde sortir corrent, però les meves cames no es mouen. Lesllàgrimes recorren les meves galtes, frega la pell fins arribarals llavis on entren en contacte amb la llengua. Quin gust mésamarg! La tristesa m’enfonsa i és com si estàs dins un forat sensesortida. Li tinc por. Realment tinc por a no trobar el final, peraixò lluito dia a dia per aconseguir sortir d’aquí dins. Peròcada vegada que els meus ulls s’inunden de llàgrimes és comsi cada cop em trobés més lluny de la sortida. Perquè sé quehi és, ho sé, perquè abans, estava a fora, alegre i sense cappreocupació. Ara aquí baix m’ofego, no puc respirar. Sentoque el meu cor està cansat de lluitar. La meva rialla ha fugit, jano sé el que és riure, ni sentir felicitat, no sóc capaç de gaudirde cap moment, perquè aquest forat és desesperant. Bogeria,pot ser tot això vengui de la bogeria, però si tant debò fosbogeria no em sentiria d’aquesta manera, no em faria tant demal, n’estic segura. De tant en tant trobo algun raig de llumentre les pedres on apareixen petits forats, una espècie desenyal d’esperança, indicant-me que no estic molt lluny delfinal, però en aquest precís instant, quan ja he cregut querealment arribava al final, apareix una gran tempesta destruint-me les esperances, tapant els diminuts tubs de llum queapareixien al mig del meu camí, no, ja no hi són, han fugit. Apartir d’aquí torn a estar desesperada, cercant una solucióperò mai la trobo. Em pregunto mil coses, però mai trobo laresposta. No sé el perquè de la meva existència, no sé quèfaig aquí baix, ni perquè ara m’hi trobo, no puc estar al

paradís? No soc capaç d’entendre perquè em sento així nitampoc d’imaginar-me un altre cop al cim, a la claror, a sentirl’alegria, a conèixer l’amor, fer camí cap a la felicitat. Tot aixòno existeix per a mi. Cansament, pot ser. Estic cansada deviatjar sense un lloc previst, cansada de cercar el que em téaquí dins, cansada de demanar-me sempre el mateix, cansada,definitivament esgotada. Em mentalitzo de la situació idecideixo deixar-ho fer, oblidar-me dels problemes i començarde nou, seré capaç d’aconseguir-ho? Ja ho estic fent? No hosé. Simplement cal esperar.

TardorDe sobte em trobo al carrer,em sento mullada, tinc fred i miroal meu voltant. No hi ha ningú, poso en dubte si serà, unsomni? Una realitat? No ho sé. Sento com una mica d’escalfordarrera meu i faig mitja volta sobre mi mateixa. L’única cosaque veig és una figura a l’altre costat del carrer, té un rostrepàl·lid i em mira. Em sobresalto, però no pas perquè tinguipor, sinó curiositat, per acostar-me, observar d’aprop aquellsulls negres com la foscor, pareixen un abisme, són capaçosd’enfonsar-te amb ells i no saber fugir d’allà dins. Peròsegueixo interessada en acostar-me. Faig una passa, ell nos’immuta. M’hi acosto, fins tenir el seu cos a un mil·límetredel meu, però ell segueix sense moure’s. Em sento bé,tranquil·la. Estic exaltada, contenta. Jo, diria feliç. Aixòm’agrada. Decideixo acariciar la seva pell, sembla tan fina,tan suau que no em puc resistir. Quan estic apunt d’aconseguir-ho tot el meu voltant canvia, desapareix.Sense gairebé pensar-ho , obro els ulls i me n’adono que totha estat un somni. Així que em torno a sentir trista, desesperada.Em ve al cap aquell rostre, tal vegada hagi estat un senyal?

Podria ser que allà fora m’estàs esperant algú? Sense capganes em vesteixo i baixo al carrer. Tot es troba al mateix lloc.Però no el veig. Decideixo seguir caminant fins arribar al parc.Trec un llibre de la meva bossa i m’assec a un banc, situatdavall d’un arbre que em protegeix del sol. M’inundo en lahistòria i no sóc conscient del pas del temps. Quan alço elsulls ja és quasi de nit. Per tant, agafo les meves coses i emdisposo a anar-me’n cap a casa. Camino sense pressa. I pensoamb aquells ulls, d’aquell abisme del qual no volia sortir.M’entristeixo sols de pensar-hi. Un cop de vent fa que tinguiuna mica de fred. Ja em trobo prop de casa i començo atreure les claus de la bossa, per això baixo el cap i no men’adono que algú s’està acostant ràpidament cap a mi. Desobte, xoquem i desprevinguda caic al terra. Quan sócconscient del que ha passat, veig una mà que s’ofereixvoluntària per ajudar-me, i jo m’hi aferro. M’aixeco del terra iquan vaig a dir alguna cosa, el veig a ell. Aquell rostre pàl·lid,aquells ulls penetrants. Mare meva no m’ho puc creure. Tornoestar somiant? O torna a ser la realitat? Estic desconcertada,no sé el que m’està passant. Només sé que quan el tinc aprop meu em sento bé, em sento segura i m’oblido de laresta. Ell em mira, com si no fos la primera vegada que emveu, també està confús, però aviat em demana disculpes isegueix el seu recorregut.

HivernCada dia, quan em desperto m’acosto a la finestra i espertornar-lo a veure. Passa per davant casa meva tres cops persetmana. Per què no m’hi havia fixat abans? Per què ara emsento diferent? Fa dies que em plantejo què he de fer, perquènecessito tenir-lo amb mi?. No sé ni el seu nom però quan el

tinc a prop em sento protegida. És estrany no? Des d’aquellsomni, no me’l puc treure del cap . Em passo indecisa moltsdies, nits sense dormir, imaginant-me al seu costat. Però encarano m’explico, el per què ara? Per què apareix després de tande temps de sofriment? Per què ell? S’haurà fixat en mi?... Elmeu cap em bombardeja preguntes, moltes preguntes, unarere l’altre. Pareix que m’explotarà d’aquí poc. Però la veritatés que vull lluitar per ell. Mai m’havia interessat alguna cosa.Crec que ara ja sé quina és la resposta a les preguntes quedurant mesos la meva inconsciència em repetia cada nit, pucdir que des d’aquell somni sé el què faig aquí? No n’esticsegura, però ho esbrinaré. Tal vegada per això, amb coratge,em disposi a dirigir-li la paraula. L’espero al carrer, i comquasi cada tarda el veig sortir de la cantonada, acostant-secada cop més. A menys de dos metres s’atura, em mira, jom’aixeco. Ens miram i simplement amb la mirada conec elque està pensant. Veig com es mou lentament cap a mi,m’agafa la mà i sense dir-nos res sento com els seu llavisacaricien lentament els meus, amb delicadesa, estant atent aqualsevol reacció, però jo només puc seguir el joc. Ensseparem, em diu just al costat de l’orella que m’oblidi del totaixò. Jo no dic res i les llàgrimes tornen a recórrer el meurostre. L’observo fins el final del carrer. Dono mitja volta ientro dins casa meva.

PrimaveraPlou, plou amb gran intensitat. Asseguda a la finestra men’adono que el carrer no es mulla, però per a mi, plou. Totestà mullat, començo a enfonsar-me, cada cop més, en canvi,al carrer comença a sortir el sol, els núvols desapareixenlentament i la gent surt a passejar. Amb menys de dos minuts

el carrer ja és ple de taules i cadires dels diferents restaurantsi bars, de famílies unides, sí, tots junts. Jo. No em moc,segueixo a la finestra encara em sento mullada, no aconsegueixoeixugar-me, no hi ha manera. M’acosto al llit i agafo la manta,me la passo per l’espatlla i m’arrufo amb ella. Penso, peròque he de pensar? Tinc fred i començo a tremolar. Segueixopensant i, què penso? Tu. On ets?, jo sóc al llit, sense moure’m.Tinc més fred. No puc aturar de pensar en tu, saps què esticesperant? Vine a buscar-me. Desperta’t i acosta’t. Ja no tincfred, però encara estic mullada. De cop tanco els ulls. Et veiga tu, esperant-me. No sé si sóc capaç d’agafar-te la mà, totem tremola, quasi tant que desapareixes lentament, no sóccapaç de perdre aquest moment, així que lluito perquè note’n vagis. Ho aconsegueixo. Fa una passa cap a mi, jom’immobilitzo. T’acostes, a mi, se’m paralitza el cor.M’acaricies, jo em trenco amb mil bocins. Obro els ulls. Jano tinc fred, la tempesta ha fugit. Miro al meu costat i et veig atu. Em sento bé. Tot brilla amb força, no hi ha cap colorobscur ni trist. Tot flueix. M’acosto a la finestra. El carrerestà inundat d’aigua. L’edifici del davant s’apaga, no quedani un llum encès. Tot està apagat. Això em fa por. Em girocap a tu i ja no hi ets. Tot desapareix, no queda ni rastre delsteus ulls, dels teus llavis, del teu aroma, no , ja no hi és. Emtanco en mi mateixa i em repeteixo què he fet malament, peròno aconsegueixo esbrinar-ho. Tot és com un mal son, peròno et veig, no et sent, no puc acariciar el teu rostre, no pucdibuixar amb els dits de les meves mans la teva figura, no hopuc fer. Tinc por a perdre’t? Ja t’he perdut? Simplement vinei explica’m, què fas? Què ha passat? Diguem, què vaig fer?Necessito saber que estàs bé. Millor, necessito tenir-te ambmi. Em sento desprotegida. Torn a estar mullada. Sento que

no puc sobreviure sola enmig de tanta tempesta. Et necessitoa tu. Per això et demano que em cerquis i em diguis que noem deixaràs sola mai, que no m’enfrontaré sola al món,digue’m que estaré amb tu i que em protegiràs. Únicamentnecessito que em trobis i jo torbar-te. Sóc aquí, encara no hosaps? T’estic esperant.

EstiuT’observo al meu costat. Estàs dormit. Per què has tardattant? Per què has deixat mullar-me? Obres els ulls i em mires.M’acosto i em fas un petó. L’habitació dóna voltes al meucostat, pareix que estic volant. Sento felicitat. Et miro. Tincson però no goso dormir i tancar els ulls per por a perdre’t.Tu i jo, la mescla perfecte. Els meus llavis cerquendesesperadament els teus, per poder acariciar-los, assaborir-los, mentrestant els teus dits freguen lentament el meu cosdibuixant-los fins arribar als cabells, on et distreu jugant ambells. Ara sé que et tinc amb mi. Em fas petons al voltant delcoll i baixes suaument pels pits fins arribar a la panxa. Norespiro, simplement intento gaudir del moment. Vull fer-temeu. Vull ser tota teva, així que tanco els ulls i em deixo dur.

Ara sé que sempre seràs aquí, que no et perdré mai. Ara sí séla resposta a la gran pregunta, per què de la meva existència?Ara estic segura de la resposta, sé que és per tu. Tu em donesles forces cada dia i ets tu qui em cuida i protegeix. Ara séque tothom ha de sentir-se com jo em sent amb tu algunavegada en la vida perquè qui no és capaç de sentir-ho no potdir que coneix el que realment significa estimar algú. Perquèestimar i sentir-se estimat es l’única cosa que dura fins al’eternitat, i hi ha alguna cosa més bonica que un record?

Núria Fluxà Torres, 1r B

EXPRESSIÓ PLÀSTICA I VISUAL

Ariadna Lagunas Cerdà, 5è C

Tomeu Pujadas Campomar, 5è C

Marcio Lira Godoy, 1r C

Aina Rodríguez Neira, 1r C

Armand Román Alorda, 4t C

Martí Verdejo Amengual, 4t C

FOTOGRAFIA

Maria Àngels Moyà Morro, 4t C

Col·legi Beat Ramon Llull, Inca

ASSOCIACIÓ DE MARES I PARES

ASSOCIACIÓ D’ANTICS ALUMNES