Fundadora de las ReligiosasFILIPENSES HIJAS DE MARÍA DOLOROSA

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Venerable

MADREDOLORES

Boletín n.º 155Julio- Septiembre 2021

Difusión gratuita

Iglesia de Santa Catalina, a la que, en los comienzosacudían Rosario y Dolores con las jóvenes acogidas.

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Madre Dolores en el siglo XXI

Nuestra Señora de las Nieves (Patrona de las Palmas)

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También en la isla de La Palma, ahora famosa por el volcán que está mostrando la gran fuerza de la naturaleza, tiene Madre Dolores devotos desde hace muchos años.

Hasta allí nos llevó, hace unos años, un posible milagro de nuestra fundadora que finalmente quedó en un gran favor sobre un joven que había estado en coma.

Aquella visita nos hizo no sólo conocer la devoción a Madre Dolores en la isla, sino también la gran devo-ción Mariana de los isleños, que les hizo construir y mantener preciosas iglesias y ermitas en honor de nuestra común Madre.

Hoy nos toca a nosotros orar por ellos, pedir a María y a Madre Dolores por todo ese pueblo que está sufriendo los efectos de una fuerza de la naturaleza que, aunque benéfica a largo plazo, está suponiendo para muchos una gran prueba, para la que no sólo necesitan nuestra ayuda material, sino también nues-tra oración para que Dios les dé toda la fuerza, el coraje y la esperanza que requiere tan difícil situa-ción.

SOLIDARIZADOSCON

LA PALMA

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ORACIÓN A MARÍAPOR LA ISLA DE LA PALMA

María, Madre nuestra, implora al Padre de misericordia que esta dura prueba termine y que volvamos a encontrar en la isla de La Palma un horizonte de esperanza y de paz.

Protege a todos los que se desviven por ayudar y evitar males mayores. Acompaña su precioso servicio y concédeles fortaleza, bondad y salud.

Madre Santa, acrecienta en todos noso-tros el sentido de pertenencia a la única gran familia humana, para que, con espíritu fraterno y solidario, salgamos en ayuda de las numerosas formas de pobreza y situaciones de miseria que genera este volcán.

Virgen María, Consuelo de los afligidos, abraza a todos tus hijos atribulados, haz que Dios nos libere con su mano poderosa de este terrible volcán y que la vida en nuestro mundo y, espe-cialmente, en la isla de La Palma, pueda reanu-dar su curso normal con serenidad y en paz.

Nos encomendamos a Ti, Madre, que bri-llas en nuestro camino como signo de esperanza. ¡Oh clemente, oh piadosa, oh dulce Virgen María!

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Dolores Márquez, mujer de bríos físicos y espirituales, ante estas jóvenes se empequeñece para con su modestia aparecer muy por bajo de sus iguales e inferiores. La metodología que usa es la del amor. Amaba a unas jóvenes a las que consideraba más desgraciadas que pecadoras y trabajaba por revestirse de los sentimientos de Cristo para acoger a estas jóvenes como Cristo acogió a aquella pecadora de la ciudad. Comía y dormí con ellas para no perderlas nunca de vista. Nunca las tuvo ociosas. Hacía que participaran en todos los quehace-res.

¡Cuánta pobreza y escasez! Un problema que viven a diario es el económico. Los recursos resultan insuficientes; las limosnas no cubren todos los gastos para mantener y vestir a tantas jóvenes. Dolores de todas las maneras se las ingenia para sacar la casa adelante: arreglan asientos de sillas, lavan ropa de iglesia, hacen jabón para venderlo. Pero con todo, no llega a cubrir los gastos. Con gesto espontáneo, Dolores se pone a pedir por primera vez en su vida. Sale a la calle a implorar recursos. Va de puerta en puerta implorando para sus hijas, las pobres mujeres que la sociedad rechaza. Con humildad va por las calles de Sevilla conquistando a sus paisanos, para interesarlos, para hacer que sus hijas las arrepentidas sean también respetadas y queridas por el pueblo.

A las jóvenes no se les pasa por alto el amor tan desinteresado que les dispensa y el interés que pone en atenderlas en todo.

“Las pobres jóvenes decían a las Madres que no se fatigasen, que aunque fuera con un solo plato de sopa vivirían, (pero compren-dían) que no habían de ponerlas a tanta prueba, máxime cuando a esto se juntaba el no tener una camisa con qué mudarse”. Estas mujeres eran como niñas. En el fondo tenían buen corazón.

La última que había entrado contaba 16 años, huérfana y arroja-da al vicio desde tierna edad cuando aún no sabía cómo se comía aque-llo. Venía de Málaga. El Padre Tejero la describía como una imagen de altar, así de guapa e inocente.

Ante tanta pobreza oraban y pedían al Señor poder salir adelan-te sin despedir a ninguna, ni cerrar las puertas a las que Dios mandaba

Vida documentada de Madre Dolores (continuación)

Era Madre Dolores persona muy instruida, de buen trato social y de una esmerada educación, amable sin afectación, recta y sincera, nunca se le vio tratar a nadie con adulación ni fingimiento, trataba con afabilidad lo mismo a las personas elevadas que a las de clase humilde, tenía un talento nada común, capaz de llevar a cabo cualquier empresa importante, como lo acreditó en muchas ocasiones. Constante y decidi-da en cualquier asunto que emprendía, hasta conseguir su realización para bien de la casa. Como su trato era amable y cortés con todos, se ganaba el afecto y admiración de las personas que la trataban y conse-guía de las autoridades lo que se proponía para bien de la obra.”

“Madre Dolores y Madre Rosario, como se entendían tan bien, y sólo aspiraban a la mayor gloria de Dios y salvación de las almas, se repartieron amigablemente el gobierno. Madre Rosario que hasta entonces venía haciendo de Superiora, conociendo que la Madre Dolo-res era muy capaz, con una humildad poco común, le dijo: ‘Tú te haces cargo de la dirección y yo de lo demás de la casa’. Es de advertir que Madre Rosario hizo siempre de todo sin que a nadie le pareciera mal”.

“Rosario Muñoz Ortiz, de una piedad sólida como lo prueba la obra que abrazó para ayudar al Padre Tejero, entendió que aquella empresa era de Dios, pero como dicha persona era de clase humilde y por lo tanto no tenía la suficiente instrucción que el caso reclamaba, al deparar la Divina Providencia a la Madre Dolores, no solamente el padre, Rosario también reconoció humildemente que no era ella, sino la otra señorita la elegida por Dios para fundadora, y buscando sólo la gloria de Dios y no la suya, con gran contento y hacimiento de gracias abdicó todos sus derechos a Madre Dolores (…) no sabiendo a quién admirar más, pues fueron dos almas que se fundieron en una sola para trabajar por la gloria de Dios, con un celo ardiente por la salvación de estas desgraciadas muchachas a las que querían de modo extraordinario y a la vez ellas les profesaban respetuoso y filial cariño”.

Descubre los planes de Dios y dice “sí” (cont.)

con deseos de enmienda y conversión. Y ponían en esto tanto cuidado que decían:

“Si presentándose alguna joven arrepentida pidiendo entrar en el asilo, la despachasen por no tener qué darles de comer, temería que Dios les castigara visiblemente su desconfianza.

Estaba tan firme este propósito que, no obstante los muchos apuros que en el transcurso de la obra lleva pasados, y de los cuales nunca se vio libre (…) a ninguna joven desgraciada, que Dios manda, se le niegue la entrada, que el que la envía es poderoso y ayudará a sostenerlas”.

(Continuará)

Dolores Márquez, mujer de bríos físicos y espirituales, ante estas jóvenes se empequeñece para con su modestia aparecer muy por bajo de sus iguales e inferiores. La metodología que usa es la del amor. Amaba a unas jóvenes a las que consideraba más desgraciadas que pecadoras y trabajaba por revestirse de los sentimientos de Cristo para acoger a estas jóvenes como Cristo acogió a aquella pecadora de la ciudad. Comía y dormí con ellas para no perderlas nunca de vista. Nunca las tuvo ociosas. Hacía que participaran en todos los quehace-res.

¡Cuánta pobreza y escasez! Un problema que viven a diario es el económico. Los recursos resultan insuficientes; las limosnas no cubren todos los gastos para mantener y vestir a tantas jóvenes. Dolores de todas las maneras se las ingenia para sacar la casa adelante: arreglan asientos de sillas, lavan ropa de iglesia, hacen jabón para venderlo. Pero con todo, no llega a cubrir los gastos. Con gesto espontáneo, Dolores se pone a pedir por primera vez en su vida. Sale a la calle a implorar recursos. Va de puerta en puerta implorando para sus hijas, las pobres mujeres que la sociedad rechaza. Con humildad va por las calles de Sevilla conquistando a sus paisanos, para interesarlos, para hacer que sus hijas las arrepentidas sean también respetadas y queridas por el pueblo.

A las jóvenes no se les pasa por alto el amor tan desinteresado que les dispensa y el interés que pone en atenderlas en todo.

“Las pobres jóvenes decían a las Madres que no se fatigasen, que aunque fuera con un solo plato de sopa vivirían, (pero compren-dían) que no habían de ponerlas a tanta prueba, máxime cuando a esto se juntaba el no tener una camisa con qué mudarse”. Estas mujeres eran como niñas. En el fondo tenían buen corazón.

La última que había entrado contaba 16 años, huérfana y arroja-da al vicio desde tierna edad cuando aún no sabía cómo se comía aque-llo. Venía de Málaga. El Padre Tejero la describía como una imagen de altar, así de guapa e inocente.

Ante tanta pobreza oraban y pedían al Señor poder salir adelan-te sin despedir a ninguna, ni cerrar las puertas a las que Dios mandaba

Era Madre Dolores persona muy instruida, de buen trato social y de una esmerada educación, amable sin afectación, recta y sincera, nunca se le vio tratar a nadie con adulación ni fingimiento, trataba con afabilidad lo mismo a las personas elevadas que a las de clase humilde, tenía un talento nada común, capaz de llevar a cabo cualquier empresa importante, como lo acreditó en muchas ocasiones. Constante y decidi-da en cualquier asunto que emprendía, hasta conseguir su realización para bien de la casa. Como su trato era amable y cortés con todos, se ganaba el afecto y admiración de las personas que la trataban y conse-guía de las autoridades lo que se proponía para bien de la obra.”

“Madre Dolores y Madre Rosario, como se entendían tan bien, y sólo aspiraban a la mayor gloria de Dios y salvación de las almas, se repartieron amigablemente el gobierno. Madre Rosario que hasta entonces venía haciendo de Superiora, conociendo que la Madre Dolo-res era muy capaz, con una humildad poco común, le dijo: ‘Tú te haces cargo de la dirección y yo de lo demás de la casa’. Es de advertir que Madre Rosario hizo siempre de todo sin que a nadie le pareciera mal”.

“Rosario Muñoz Ortiz, de una piedad sólida como lo prueba la obra que abrazó para ayudar al Padre Tejero, entendió que aquella empresa era de Dios, pero como dicha persona era de clase humilde y por lo tanto no tenía la suficiente instrucción que el caso reclamaba, al deparar la Divina Providencia a la Madre Dolores, no solamente el padre, Rosario también reconoció humildemente que no era ella, sino la otra señorita la elegida por Dios para fundadora, y buscando sólo la gloria de Dios y no la suya, con gran contento y hacimiento de gracias abdicó todos sus derechos a Madre Dolores (…) no sabiendo a quién admirar más, pues fueron dos almas que se fundieron en una sola para trabajar por la gloria de Dios, con un celo ardiente por la salvación de estas desgraciadas muchachas a las que querían de modo extraordinario y a la vez ellas les profesaban respetuoso y filial cariño”.

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con deseos de enmienda y conversión. Y ponían en esto tanto cuidado que decían:

“Si presentándose alguna joven arrepentida pidiendo entrar en el asilo, la despachasen por no tener qué darles de comer, temería que Dios les castigara visiblemente su desconfianza.

Estaba tan firme este propósito que, no obstante los muchos apuros que en el transcurso de la obra lleva pasados, y de los cuales nunca se vio libre (…) a ninguna joven desgraciada, que Dios manda, se le niegue la entrada, que el que la envía es poderoso y ayudará a sostenerlas”.

(Continuará)

Dolores Márquez, mujer de bríos físicos y espirituales, ante estas jóvenes se empequeñece para con su modestia aparecer muy por bajo de sus iguales e inferiores. La metodología que usa es la del amor. Amaba a unas jóvenes a las que consideraba más desgraciadas que pecadoras y trabajaba por revestirse de los sentimientos de Cristo para acoger a estas jóvenes como Cristo acogió a aquella pecadora de la ciudad. Comía y dormí con ellas para no perderlas nunca de vista. Nunca las tuvo ociosas. Hacía que participaran en todos los quehace-res.

¡Cuánta pobreza y escasez! Un problema que viven a diario es el económico. Los recursos resultan insuficientes; las limosnas no cubren todos los gastos para mantener y vestir a tantas jóvenes. Dolores de todas las maneras se las ingenia para sacar la casa adelante: arreglan asientos de sillas, lavan ropa de iglesia, hacen jabón para venderlo. Pero con todo, no llega a cubrir los gastos. Con gesto espontáneo, Dolores se pone a pedir por primera vez en su vida. Sale a la calle a implorar recursos. Va de puerta en puerta implorando para sus hijas, las pobres mujeres que la sociedad rechaza. Con humildad va por las calles de Sevilla conquistando a sus paisanos, para interesarlos, para hacer que sus hijas las arrepentidas sean también respetadas y queridas por el pueblo.

A las jóvenes no se les pasa por alto el amor tan desinteresado que les dispensa y el interés que pone en atenderlas en todo.

“Las pobres jóvenes decían a las Madres que no se fatigasen, que aunque fuera con un solo plato de sopa vivirían, (pero compren-dían) que no habían de ponerlas a tanta prueba, máxime cuando a esto se juntaba el no tener una camisa con qué mudarse”. Estas mujeres eran como niñas. En el fondo tenían buen corazón.

La última que había entrado contaba 16 años, huérfana y arroja-da al vicio desde tierna edad cuando aún no sabía cómo se comía aque-llo. Venía de Málaga. El Padre Tejero la describía como una imagen de altar, así de guapa e inocente.

Ante tanta pobreza oraban y pedían al Señor poder salir adelan-te sin despedir a ninguna, ni cerrar las puertas a las que Dios mandaba

Era Madre Dolores persona muy instruida, de buen trato social y de una esmerada educación, amable sin afectación, recta y sincera, nunca se le vio tratar a nadie con adulación ni fingimiento, trataba con afabilidad lo mismo a las personas elevadas que a las de clase humilde, tenía un talento nada común, capaz de llevar a cabo cualquier empresa importante, como lo acreditó en muchas ocasiones. Constante y decidi-da en cualquier asunto que emprendía, hasta conseguir su realización para bien de la casa. Como su trato era amable y cortés con todos, se ganaba el afecto y admiración de las personas que la trataban y conse-guía de las autoridades lo que se proponía para bien de la obra.”

“Madre Dolores y Madre Rosario, como se entendían tan bien, y sólo aspiraban a la mayor gloria de Dios y salvación de las almas, se repartieron amigablemente el gobierno. Madre Rosario que hasta entonces venía haciendo de Superiora, conociendo que la Madre Dolo-res era muy capaz, con una humildad poco común, le dijo: ‘Tú te haces cargo de la dirección y yo de lo demás de la casa’. Es de advertir que Madre Rosario hizo siempre de todo sin que a nadie le pareciera mal”.

“Rosario Muñoz Ortiz, de una piedad sólida como lo prueba la obra que abrazó para ayudar al Padre Tejero, entendió que aquella empresa era de Dios, pero como dicha persona era de clase humilde y por lo tanto no tenía la suficiente instrucción que el caso reclamaba, al deparar la Divina Providencia a la Madre Dolores, no solamente el padre, Rosario también reconoció humildemente que no era ella, sino la otra señorita la elegida por Dios para fundadora, y buscando sólo la gloria de Dios y no la suya, con gran contento y hacimiento de gracias abdicó todos sus derechos a Madre Dolores (…) no sabiendo a quién admirar más, pues fueron dos almas que se fundieron en una sola para trabajar por la gloria de Dios, con un celo ardiente por la salvación de estas desgraciadas muchachas a las que querían de modo extraordinario y a la vez ellas les profesaban respetuoso y filial cariño”.

AGRADECEN FAVORES Y PIDEN ORACIONESQuiero agradecer a Madre Dolores que a mi hija la llama-ran para trabajar. ¡Muchas gracias! (ANÓNIMO; Puente Genil - Córdoba).

Quiero agradecer a Madre Dolores por ayudarme que mi niño de seis años le saliera negativa la prueba del covid. ¡Muchas gracias! (ANÓNIMO; Puente Genil – Córdoba)

Otra vez mando a Madre Dolores esta carta para agradecer otro milagro de los muchos que me hace. Gracias, Madre Dolores, por lo que te pedí los días que estuvo aquí mi hijo. Gracias a ti todo salió bien. Cuídalo mucho y hazlo brillar como se merece. (J.L.R.; Torredonji-meno – Jaén)

Gracias Madre Dolores por escucharme: a pesar de cómo están los tiempos, me han hecho fija en mi trabajo. Gracias por interceder por mí ante Dios todopoderoso. (J.L.R.; To-rredonjimeno – Jaén)

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con deseos de enmienda y conversión. Y ponían en esto tanto cuidado que decían:

“Si presentándose alguna joven arrepentida pidiendo entrar en el asilo, la despachasen por no tener qué darles de comer, temería que Dios les castigara visiblemente su desconfianza.

Estaba tan firme este propósito que, no obstante los muchos apuros que en el transcurso de la obra lleva pasados, y de los cuales nunca se vio libre (…) a ninguna joven desgraciada, que Dios manda, se le niegue la entrada, que el que la envía es poderoso y ayudará a sostenerlas”.

(Continuará)

AGRADECEN FAVORES YENVÍAN DONATIVOS

Jorge Covas (Campo Real, Madrid). Lola Zamora (Sevilla). Anónimo. Familia (Olivares). Margarita Ramírez Góngora. Antonio (Sevilla). Pedro (Sevilla). Ana Ramírez Páez. Isabel López Rueda. Anónimo (Torredonjimeno, Jaén). Mª Isabel Maeso Muñoz. Isabel Pinta Escribano. Mercedes Jiménez (Córdoba). Pepita Repiso (Villanueva de Tapia). Varios donativos anónimos (Sevilla). Anónimo (Torre-donjimeno). Rosa Pura García (Isla de la Palma). Mª Piedad López Castilla (Albaida del Aljarafe, Sevilla). Clodomiro Juan Morales Rodríguez (Fuengirola, Málaga). Dolores Cabezón (Albaida, Sevilla). José Serrano Jiménez (Lucena, Córdoba). Raquel Roca (Ponferrada, León). Carmen Cordón Romero. Lele y Matilde (Torredonjimeno, Jaén). Conchi-ta Díaz Cerezo. María Josefa García.

CAUSA DE BEATIFICACIÓN DE LA SIERVA DE DIOSMADRE DOLORES MÁRQUEZ Y ROMERO DE ONORO

Fundadora de la Congregación de ReligiosasFilipenses Hijas de María Dolorosa

NOVENASeñor, Dios todopoderoso,que concedistea Madre Dolores, tu sierva,la gracia de llevar a cabola Fundación de un Institutoen tu Iglesia.Dígnate manifestar su intercesión ante Tíal concedernos la gracia que pedimos.Especialmente que, a imitación suya,busquemos siempre la gloria de Diosy la Salvación de las almas.Por Jesucristo Nuestro Señor.

Amén.Padrenuestro, Avemaría y Gloria.

Para su uso privado.

EL DIA 1 DE CADA MES TENDREMOSUN RECUERDO PARA LA SIERVA DEDIOS MADRE DOLORES.

En el Convento de Santa Isabel.C/ Hiniesta, 2 - Sevilla

A las siete de la tarde, habrá una celebración Eucarística. Al terminar, se rezarán unas preces comunitarias ante su sepulcro.

Sr. D.

No envíen dinero por correoUtilicen el giro postal o ingrésenlo en la cuenta bancaria que figura sobre estas lineas. GRACIAS

Comuniquen los favores obtenidos por su intercesión al “Secretariado de Madre Dolores”. En España: Casa Central calle Hiniesta, 2 - 41003 SEVILLA.En América: Curia Regional. Calle 22 H nº 104 A - 40. “La Giralda - Fontibon”; Bogotá, Colombia.

NO TIRES ESTE BOLETÍN, HAZ QUE LLEGUE A UNA PERSONA ENFERMA O PREOCUPADA, TE LO AGRADECERÁ.

POR FAVOR:

Remitente: RR. Filipenses, C/ Hiniesta, 2 - Sevilla Dep. SE-105-1980 VIDEAL Printing, s.l. Sevilla, 2021

Para hacer cualquier donación a la causa de Beatificación de

Madre Dolores:La Caixa: I.B.A.N.:

ES72 2100 7131 9421 0025 1792