vale la pena 2

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SI u ¡HvIoII FUEBA TIÑA ::rando un sábado, temprano en la mañana, en el mercado agropecua- -:. ocupándome de mis habituales compras de vegetales para intentrar -:jorar mi "estilo alimenticio'(¡qué difíci1 es!), fui a pagar con un billete :: cien pesos, y una persona, parada a mi lado, me dijo en un tono ::stante irónico, hostil y rese¡tido:'Así vale la penaiYa saben, como : tener un b¡¡lete de cien pesos fuera un pecado, como si además me --ciera caído del cielo, y como si en ese pedazo de papel se reuniera ::la rni riqueza espiritual. Una señora, en su segunda juventud, se me ::ercó y me dijo: "Profesor, no le haga caso que ese es un envidioso'; : que aprovechó un indlviduo co¡ aspecto de trabaiador de la oficina ::'sonal de inventos, negocios y producción de benef¡cios para su bol- : c, y me dijor"Hable de la envidia. A míen el barrio me tienen loco los :rvldiosos -rne echan la policía pa'lriba, el Comité se las pasa averi- lJando en qué yo ando. Me tienen tremenda envidia: Claro, no todo lo que se percibe como envidia, es realmente envidia --as la supuesta envidia de otro algunas veces se esconden desvaríos . despropósitos que no es env¡dia lo que producen, sino ¡ndignación No :€o que alguien quiera tener lg que esas personas creen que es erlvl- : able: tarecos manchados por el engaño, la ilegalidad, el aprovecharse :. las necesidades de otros, que sé yo cuántas cosas recriminables : sen'timiento que promueven no es e¡vidia, sino enojo, enfado, rechazo. Pero es cierto que la recurrencia del tema de la env¡dia enfe las pre- :Jntas que me hacen en los diversos escenarios en los que hago mitra- :aio es sencillamente notoria. EsW convencido de que esta frecuenc¡a =n alta no se sustenta solamente en la cantidad de personas envidiosas :Je existe. Su causa reside, sobre todo, en el impacto tremendamen- :: nocivo de la env¡dia en todo el sistema de relaciones interpersonales. -a env¡d¡a nos conmociona especialmente. Por si esto fuera poco, la pre- :cupación por la envidia es fundamental, toda vez que como dijera CeF ,antes. es "raíz de infnitos males y carcoma de las virtudes"- La envidia' :uando se apodera de una persona, abre en su alma el camino a todos los sentimientos despreciables y torpes. Más aún convoca a que aparezcan en os demás los mismos sentimientos negativos y destruct¡vos.

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Page 1: Vale La Pena 2

SI u ¡HvIoII FUEBA TIÑA

::rando un sábado, temprano en la mañana, en el mercado agropecua--:. ocupándome de mis habituales compras de vegetales para intentrar

-:jorar mi "estilo alimenticio'(¡qué difíci1 es!), fui a pagar con un billete:: cien pesos, y una persona, parada a mi lado, me dijo en un tono::stante irónico, hostil y rese¡tido:'Así sí vale la penaiYa saben, como: tener un b¡¡lete de cien pesos fuera un pecado, como si además me--ciera caído del cielo, y como si en ese pedazo de papel se reuniera::la rni riqueza espiritual. Una señora, en su segunda juventud, se me

::ercó y me dijo: "Profesor, no le haga caso que ese es un envidioso';: que aprovechó un indlviduo co¡ aspecto de trabaiador de la oficina::'sonal de inventos, negocios y producción de benef¡cios para su bol-: c, y me dijor"Hable de la envidia. A míen el barrio me tienen loco los:rvldiosos -rne echan la policía pa'lriba, el Comité se las pasa averi-

lJando en qué yo ando. Me tienen tremenda envidia:Claro, no todo lo que se percibe como envidia, es realmente envidia

--as la supuesta envidia de otro algunas veces se esconden desvaríos. despropósitos que no es env¡dia lo que producen, sino ¡ndignación No

:€o que alguien quiera tener lg que esas personas creen que es erlvl-

: able: tarecos manchados por el engaño, la ilegalidad, el aprovecharse:. las necesidades de otros, que sé yo cuántas cosas recriminables

: sen'timiento que promueven no es e¡vidia, sino enojo, enfado, rechazo.

Pero es cierto que la recurrencia del tema de la env¡dia enfe las pre-

:Jntas que me hacen en los diversos escenarios en los que hago mitra-:aio es sencillamente notoria. EsW convencido de que esta frecuenc¡a

=n alta no se sustenta solamente en la cantidad de personas envidiosas

:Je existe. Su causa reside, sobre todo, en el impacto tremendamen-

:: nocivo de la env¡dia en todo el sistema de relaciones interpersonales.

-a env¡d¡a nos conmociona especialmente. Por si esto fuera poco, la pre-

:cupación por la envidia es fundamental, toda vez que como dijera CeF

,antes. es "raíz de infnitos males y carcoma de las virtudes"- La envidia'

:uando se apodera de una persona, abre en su alma el camino a todos los

sentimientos despreciables y torpes. Más aún convoca a que aparezcan en

os demás los mismos sentimientos negativos y destruct¡vos.

Page 2: Vale La Pena 2

182 - VALE LA PENA-

:Y:eiü¡iiÉi ¡!, iH",TiJ",":X J:TS:,::*,*)x"":,ñ ¿ff 11i:::.mrentos

que se sustentan en el esfuerzo. ta capaciOao y ta-OeOtacion.

;!':ü[l3""iX:i¿T:"0:f,::fiiJ 9É't "avidioso sabe perrectamente

HiiF:"i"""xx"*kHt:ffi "+n:li.H,,1.j,í:t?;xñ"i!ñ,':!"."i:ftil""1.':'":i::,:TTF:;;,i#**"#iii:dad, sr]perficiat¡dad y dudosa étjca, y ejerc; turOien

", nÁiif i .áf"ino

:Tl_"ñ: * comptic¡dad con ta s¡bvatoración y ta AevatuaciOn. -Víáia,

i+iJiqilT"';ffi ;;",',."""""'i,:, jf lñ:i,,+::;;ói:,Uj:*i:1ffi:i?Jt"",;"rt¿.XTi/o

no sov especuiado'a-'v estus so'r'"osas quJ

Quiero compartjr con usted tres de{

Ittl"ffiT:x5;[:11x.'"':SH:¡i¡l€flT"xi;:1il"#ff :

a¡ txxlrffi ;: xi:ilftniTrn#:j:l¡];:irj rr::'#ir

:x:ii ti: !.*-" lliLl i'"1i,?,1"f i;"",xXi, le" ?rlll;:ll,?"1i

ffi¡i,ffi ?:i;:'.f"il3i,ilf;i'.""i:*i,:*:nf .,:llS.¡":li:ijliT"ili

"lli"".i ii"lii,iii3l3J""iilillllffj, ":,":* ;tr"3"f f :,:1:

iT5fr:l'"'"Kfli; J:tslr"J1ffff i""5-'" "n'iquecer como ser t'umáno

*:,.?'ü F,]i: :]m:,"::::,,?:i":,j:':#1"J fflH:lir,f,:1":

d*ffi ¿{r¿Hi:tfr :lffi rTnixi*;i:'üf c$il;ü,"';'"":#ffi :J:'Hli;*?J"ff ::i:ffi :,i,xff i*XT:,::',1ros y drficurtades. por eso la env;d;a es refugio de los infecundos.

¿Oué otra cosa se en./idia? AI menos en álgrno", y y" "" """iun "on-suelo, se envidia,,la intet¡genc¡a, la educacíOn, la tormá ¿e compoitarsá.

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- Escritos con Psicologia - 831

: a:1llo de v¡da, las amistades, los gustos, la vida cultural y relacional

:-: :e tiene':Y esto es importante para entender la mediocridad de la

:-. .ia. Su incapacidad para dejar ver que la inteligencia, la cultura,

: :lJcación de otra persona, en primer lugar no son para envidiar, sino

::-a adrnirar. Y en segundo lugar que esas cualidades de otra persona'

:::erían ser un motivo de mejoramiento pei'sonal. En este sentido no

: -e Cuda de que la envidia es un testimonio de inferioridad.

ina fápida radiografía, o un escaneado para ser más contemporá--::. de la envidia, nos deja ver aigo rnás sobre su esenc¡a, cosas que

-:: su.¡an al entendimiento del por qué se le considera miseria del alma,

. : - ién sabe si nos invita a no dejar fuera de nuestra estrategia de afron--:- :nto a la misericordia. Ante el envidioso ¡o solo podemos movilizar-::es nuestras tácticas resolutivas de inadmisibllidad, sino también sen-

:' : eda aflicción, Pena, lástima.

-¿ ervidia se aloia, encuentra condicio'les propicras. en pe'sonas con

:-.s autovalorativos. No toda autovaloración inadecueda convoca a la:-. lia, pero allí la envidia encuentra alirnento.Y aunque a primera vista

:-:aniramos un daño asociado al"creerse cosas'l digo una sobrevalora-

: :- casi delirante, el examen psicológico nos revela también una subva-

: ?ción corno posible causa. E{ que se cree que lo merece todo y más, se

:.¡ie subevaluado por los demás, por aquellos que, pudie¡do, no ie dan

: =l (y solo a él) todo lo que se merece. Ahí culpará a la v¡da, a la incom-

:+:9ncia de los demás, a las condiciones, a cualquier cosa, pero s¡empre

::- un sentimiento de derrota, de falta de éxitc, de lo no logrado

De aouique las relaciones der envioioso con los den'ás estarán

:'::ididas sienrpre por la molestia, por la agresividad contenida, por el

=sentimiento. Para el envidioso no hay posib¡lidades de tener relaclo-

-:s interpersonales sanas. Su comporlamiento lo aleja, Io distanc¡a de

:s otras personas. Solo lo resistirán los que lo acompañan en su con-

::ito destructor, otros también con mordeduras de envidia al acecho

: quedarán junto a él los cómplices ingenuos, los que prestan su oído

: a ponzoña. Los que no saben distanciarse de quien term¡nará ata-

:¿rdolos también a ellos. Porque la envidia es deskuctiva por principio,

. altodestructiva Por destinoDos preguntas para cerrar (o mejor para abrir su reilexión): ¿qué ha-

-:f con ese vicio tan malsano que es la envidla? ¿Cómo afrontar el

:: oo oeriudicial del envidioso?

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184 - vALE LA pENA ---Contra

la env¡dia. co^1o posib¡lidad de 'luestro modo de acluar, hayanlootos. Si .lo qujere usted llegar a ser una persona envidiosa, si n;qulere que Ia envidia muerda su alma y le genere el vacío de la mise-r¡a.es¡irituat. oesarroJe su antonimo, et aniónirno de la envio:a. ¿Cuál?Usted lo sabe: si la envidia es rnirar lo que riene el otro. sulrir pdque él

l:l:1" I y",:q "l hacer lo que sea para que él 'ro to renga ianpoco.I]lelor 3L:.

si to tiene soto usted. entonces Io que nay quJ desairo ares ra molestia por lo que no tiene el otro y usted st. y el in¡ento de ayudary hacer lo posible para que él tamb¡én io t"ngu, páru qu" üd* iáü;-:l:^".1o_ 9r" seamos capaces de ganarnos con nuesrro estuerzo, paraque tener sea el resultadg de merecer. y eso se llama sensibilidad. V esose ama colaboración, modestia.

,^^Alejese d,e ra jactancia. no l^ay que vanaglo.¡a"se por los €x¡tos y loslog'os (¡licho.menos por ras tene'1cias superfluas). piense que iodoto que un ser huo]ano puede. lo pueden muchos ot.os. Desartolle lacapacrdad para seniirse orgulloso del togro ajeno. No solo extste la ver_guenza ajena. Existe también el reconocimiento de los merecimientos

oe las otras personas. Nunca de;e de percibir que estar cerca de aloL¡ienque saDe hacer es ya una condicidn favorabte para su saber h-acer.

:,r:-oql109 al,Su¡en es un camrno qJe se abre para losotros, y es tam-

oien algo de Io que podemos disfrutar. Conviv,r con e, ,ogro oe otrcs esya !n pr¡vilegio que solo los buenos saben cult¡vary seniii Usted seguroque puede.

. Contra la env¡dia que viene del otro, contra ese maléfico sent¡r, ac_tuar y,dec.r. también hay mucho que hacer. y mucno qu" n; h;;¡\o se naga complice de la maied;ceacia oel enviclloso. No ie conceda suescucha n¡ le deie actuar con su s¡lencio. No t"a" u 0"""nr"""ái"¡oNo dude en llamarle la atención. y si es usted la pretendida víctima,

:1,:l-"-9: ?ti?y".h" la oportun¡dad para crecer. Haga suyo un viejop'overoro arabe que dicet-Castiga a los qJe te envio.an hac,endoles ilbien'l ¡Vate la Denat

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EurRe tl nmon Y EL DESAMoB: Los cELos

= .asi inev¡table, después de hablar de la envidia, hacer referencia a

c-. celos. Los dos pertenecen al grupo de los sent¡mientos y act¡tudes

-avadas que nos producen aversión' rechazo lncluso algunas perco-

l¿s confunáen la envidia y los celos. Para el envidioso es una confusiÓn

-:crrtunista' -los celos tienen mejor aceptac¡ón social que la envidia

>=ia el celoso la confusión es ¡njustificable. El envidioso se retuerce

:c'r-e otro tiene lo que debería tener él (y solo el) Elceloso se retuelce

:cr iemor a que otro tenga lo que tiene é1 (y solo él) Pero, ciertamente'

s ¡e envi¿¡osos y celo;s se trata, no hay dudas de que en ambos

=sos hablamos de cosas desagradables' que se proyectan como en-

=.medades del alma

Alounas características psicológicas representan una cierta unidad

=a"-"lto". Envidia y celo$ son sentimientos invasivos, embargadores'

-cuestran, por así dec¡rlo' todas las funciones del poseido y no per-

- ten veq sentir, hacer otra cosa que no sea lo que ellos dictaminan'

-:s dos se asientan en la autovaloración del absorto y hacen mella en

s! autoestima. Uno por exceso, obv¡amente el envidioso se sobrevalora'

, el otro por defecto, el celoso se subvalora, se corresponden con un

:atrón de inadecuación autova¡orativa. Y en la estructura básica de sus

:eisonalidades lo que hay es mucha inseguridad, PaIa ambos, la pérdF

:a de referencia en lo real es casi de nivel psicótico, cercana a las de las

:.f ermedades mentales severas.Las "evidencias que confirman sus sentimientos' en ambos' son

s empre "sus evidenciasl las fazones sus fazones la verdad su verdad'

3enávente lo dijo claro: El que es celoso no es nunca celoso por lo que

.e: con lo que se imagina basta"-Ambos oscilan entre momenlos oe In-

:"nsidad d;sbordante -arrebatos de celos' de envidia-, y momentos de

úlculo ¡azonado, de elucubraciones torcidas acerca del componam¡en-

:l oel otro. y del plan a seguir para hacer lo que entiende que correspon-

:e. Por último, ambas expresan un profundo egoísmo, no se piensa en

el otro -ni en el que supuestamente es amado, ni en el que podria ser

¿Íectivamente merecedorde lo que tiene El egoísmo es Ia 'mposibilidadre recoñocer la virtud oel ot'o. y reconocer solo la propla

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186 - vALE LA PENA-

La evaluación social de los celos es al menos ambivalente. Durantemucho tiempo era común encontrar una valoración positiva de los celos.

Sentir celos era considerado normal, y hasta bueno en el caso de lasrelaciones matrimoniales de mucho tiempo. Los celos aquÍ eran una

evidenc¡a de que Ja relación se valorizaba, se cuidaba, y por tanto se

fortalecía. Con el advenimiento de los modelos de desarrollo personal

y el bienestar, los celos fueron cons¡derados como una disfunc¡onal¡dadde la relación de pareja. Muchos siguen pensando que Ios celos son un

exceso de amo!'. "El que no t¡ene celos no está enamgrado'afirmabaSan Agustí¡. Ciertamente el obispo no sabía mucho de celos y amor,pero dando algunas retoques, lleva alguna ra?ón. Los celos, como pe-queñas dudas y sentimientos de temor a la pérdida, como aparic¡ónefímera de desconfianza, son sentim¡eutos comunes a los que aman.

¿Puede alguien que ama, o ha amado, decir que nunca s¡ntió celos?S¡n embargo hay aquí otra conlusión. Una cosa es acepiar que en

la base de los celos hay, o hubo amot Lo cual no es descabellado.Y otra es decir que son mucho amor, exceso de amor. "El verdaderoamor, nunca es mucho, nunca es demasiado'-dirán algunos ¿cómopuede ser exceso de amor una reacción v¡rulenta, agresiva, cuestiona-dora, destructiva? Los celos son un sentim¡enio que, nacido del amor,lo contradicen, lo obv¡an, y al iinal lo destruyen. Alguien diesfo en lamateria, Miguel de Cervantes no dudaba que "[. .] si los celos son seña-les de amor, son como la f¡ebre en el homb.e enfermo, que el tenerla es

señal de tener vida, pero vida enferma y mal dispuesta'lCiertamente, los ce'os son un exceso de rnovilización emocional per-

sonal, cercana a la frustración, una descolocación del comportamientoque convertidaen re¡terada, recurrente, desproporcionadamente ¡nstala-da en la relación entre dos personas, produce daños espirituales, élicos,sentimentales y hasta {ísicos tanto en la persona celada, como en laque cela. Así la relación pasa de un estado de malestar a una situacióninsostenible que la destruye. No hay duda en cons¡derar a tal síndromepersonal como "celopatía'; lo que ubica a los celos en el tereno de lasenfermedades.

No quiero que pase inadvert¡do que si es contundente el sent¡mientodestructivo del celado, no menos lo es el del que cela. Ambos pierden

la capac¡dad de sentirse felices en la relac¡ón. Ambos sienten malestary desagrado extremo, al punto de la depauperación. El celoso v¡ve en

una constante angustia, vive en med¡o de miedos y sospechas inso-portables. Elcelado también vive en la zozobra de la reprimenda de su

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- Escfilos con Psicología - 871

:¿=;a, en Ia duda de si le gustará o no qJe haga algo' er el ten'or a

-.- ;¿cción. S¡ente la profunda injusticia del compo'ram¡ento de su par'

:*. sobre todo ,"acciona ante ellas' unas veces con sumis¡ón y dolor'--- con ao|."siu¡oaO y arojo. ¿Cuál es melor? Es bien dificil encontrar

--: iespueéta única Eo todo caso si a la violercia de u¡c se suma la

- crro, esta se multiplica

-ameniablemente, Ios celos debutan en una relación cas¡ como

r.a.as inocuas de hacer evidente el amor' Lo que hace que muy co'

--¡mente el ce¡ado io siente en un inicio como algo hasta agradable'.

,-. lóitá ó"tt" o" los modos de decir "te amo, no puedo vivir sin t¡'l

l. .i" ¿JÁ" "*"ta,

ia frecuencia y la intensidad vail aumentando'

.-: apareciendo un tono de repr¡menda, hasta que se descubren como

:,-"-siionamientos irrespetuosos, agres¡vos, asociados a verdaderas

..=""r"lán"" p*"noióas, Mire hasia qué punto llegan a ser fuerte.los

:E :s. que alqunas investigac ones han defoslrado qLle n¡ra Sepa'aclonl : ,'Oo ei O¡iorcio ¿e ra páreja. ,os desarticura Es nás se ha demostra-

-1: que las r€acciones de celotipias se multiplican cL¡ando las parelas se

=¡aran, y el que era víctima de la celcpa'tÍa se acerca o entra en una

-:-eva reláción. Es una de las causas reconocidas como muy lrecuenre

:E vlolencia intrafamiliar. No han faltacio los homicidios.-- .as áscenas d" celos comienzan siendo lundamentalmente domésti-

,..a y priuu¿"t. er ""loso

aprovecha la inli'rl dad para co(4{Ll¡dir el a-¡or

::' e' celo, darle a este último una connoración "posesiva amorosa

la:o try pronto "" "bren

los escenarios y solo se mantiene algún tlpo

:+ p'vaó óao -llama aparte a su pareja o mira Ücn ojos ac'sadores

-¿' fiesta molostia pero si'l actuarla. Con el tiempo coÍ'e'zan los ara-

.i" o" ""rá""

qu" y" pueden suceder en cualquier lugar'Y es también

.:l p- áü"t" á" lá vérgüenza, del sentimiento de denigración' que-la

. :tima se siente más ¡ncomoda y empieza a reaccionar con más énfa'

: :. A oartir de ese momento ya la s¡tüación se torna insostenible-É iJ"""

"""*"tra siemóre jusl¡ficado sus celos' a'nq're oespués

.. la i"acci¿n ¡ntensa es común que sobrevenga un período de senti-

-'entos de culpa y arrepentirniento. No le dura mucho Justo hasta que

. -elva a"percibir óeligro. Muchas veces me han preguntado "¿y cuándo

: celo es just¡ficado?; l\¡i respuesta: no deja de ser celos' no deja de ser

-" mádo ina¿ecua¿o de responder, de afrontar, una situación Es una

=,souesta insana. Si hay evidencias de que las elucubraciones del abatido

:,:r los celos son ciertas, entonces la relación se someterá a cuestlo-

-ar¡iento, las formas en que la otra persona se está cornportando será

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188 _VALE LA PENA _

puesta a considerac¡ón para ser cambiada, o se tomarán las dec¡sipertinentes. Las que la pareja entíenda necesar¡as o inevitables. peroceio es una variante que lleva ¡a situación por un cam¡no tortuoso vfindl nada deseable. Y peor aún sienta un precedente con grandes p{bilidades de extenderse a las nuevas felaciones que se establezcan.

"¿Se puede dejar de ser una personas celosa?'j "ya no se quécer con mi marido. Es demas¡ado celoso. No aguanto más... y quayudarlo pero no sé cómo, ¿Oué puedo hacer?'l Son estas cuque me preguntan constantemente muchas personas. con respectola primera, mi sabe¡ profesio4al me dice que si Aunque las experiecias cotldianas da¡ la impresión de ¡o contrario. y la d¡ferenciaestas dos respuestas res¡de en el cómo. por lo que intentaré coambas cuestionest dejar de ser celoso, y cómo hacerlo o cómg aVa alguien a que lo logre.

En lgs casos de celos extremos, de verCaderas obsesiones. ioes acudir al especialista. Asumir que los celos son una enfey por tanto se requiere de atención especializada. No esoerar a

,.' llegue el momento de los brotes incontrolables de violencia. pedirda desde que se percate que la preocupación sobre la posible tra¡ción,la infidelidad, o el exceso de cercanía con otros de su pareja, comia ser recurrentes y crece la sensación de molest¡a.

Antes de la as¡stencia profesional, la superac¡ón de los celos enpareja es un asunto que debe sertrabajado por ambos. Uno dando con-fianza, seguridaC, transparencia. El gtro conirolando los impulsos ori-marios, imponiendo razón a sus sentimientos, poniendo en orioridad elarnor al otro y por tanto, el respelo a su integridad por encima de cual-quier duda. Cuando digo "dar confianza', no se trata de que el ,,celado'presente cuentas diar¡as a¡ detalle sobre sus comportamientos, lugaresdonde estuvo, personas con quien se encontró. Eso sería refozar ladesconfianza.

Dar confianza es dejar que e¡ amor se muestre, la preferencia, laselección y prioridad no como hecho casual, sino como decis¡ón.Dar confianza es hacer sentirque elotro es fa persona que hemos esco-g¡do y con quien queremos esiar. Refoaarsu autoesl¡ma. Muchas vecessucede que el celópata antes de llegar a serlo, es una persona con unpoco más de necesidad de que se le reconozca, se le demuestre la con.sideración que se le tiene. No hay que subvalorar la posibilidad de haceralguna transacción, es decjr algo que focaliza mucho la producción decelo puede ser al menos temporalmente evitado. Nunca la agresiv¡dad,

Page 9: Vale La Pena 2

- Escriios con Psicologfa ----.a la respuesta resentida: "iBueno, ¿y si fuera así que?l'' Eso es de:j Seores cosas que se pueden decir cuando de celos se trata

: peso fundamental en la lucha contra el mal lo llevará obviame¡te

: :::oso. -Es que es algo que me viene de oronto y yo no puedo con-

:-: ai -es lo que usualmente me dicen. Y aquí hay algo fundamentalj sensación de "poseído'lY esto es lo primero que hay que diferenciar'

,-a cosa es la sensación irracional que puede aparecer en nosotros

:.: indeoendencia de nuestra voluntad, de nuestro deseo. Y otra cosa

:: r que nosotros hacemos cuando esa sensación aparece Aquí está

a : ave. Yo puedo sentir una molestia por algo que percibo, que creo

:-e hace micompañera"/o, y que rne desagrada. Puedo no poder impe-

: - que esa sensación aparezca. Pero lo que sÍ puedo hacer es dar una

- ::ra "salida" a esa sensación. Conducirla por un camino o por otro. :¡ eso lograré andar por estilos de conducta que dañarán al otro y a

¿ -elación hasta 10 imp-^nsable. O conducias lácilmente recuperables,

1É'ables. que a. final desac'eoitarán su origen

Jna cosa es temer que alguien sea mejor, más agradable, más hábil

:,e i'rosotros, inculpar a nuestra pareia de este miedo (cosa que en

:€:nltiva no puede ella resol\€r, porque no es su miedo, sino el mío)

. agredirla por causarlo, por promoverlo distrazando el miedo de "mal

::iportamiento de ella'j Otra bien dist¡nta es sent¡r inciuso el mismo

- edo, pero decidir algo diferente:"Me voy a esmerar para ser yo el mas

: -erido, el más aceptado", o desacreditar la sensación: "Parece que él es

-ejor, pero a quien quiere ella, con quien ella está es conmigo'l

bi usted es víctima de los celos de su pareia, ayúdelo. Condúzca'.: asistiendo iuntos a un especialista. De ser manejable por ustedes,

i.tonces no se trata de tolerar, sino de afrontar. Dar confianza, segurl-

:?d. Hacer transparente el sentimiento y las razones que sustentan la

=iacion.Si usted es celoso, no se s¡enta vÍctima de algo más luerte que usted,

-c se entregue al momenio irracional de las emociones. Condúzcalas

:.?f buer camino. Convlérlalas en razones para su mejora'niento como

lersona.Y fundamentalmente, mire todo lo bueno de su pareja, advierta

-. asuma todo lo que le satisface y agrada de su relación, todo lo bueno

:ue le aporta.Y piense que es allídonde hay que derramar buenos sen-

':nienios para que nazcan corductas aún meiores Cuando cambiamos

c que pensamos, cambiamos lo que hacemos. Cuando cambiamos lo

:Le hacemos, can'biamos lo que sentimos

8el

Page 10: Vale La Pena 2

EH eusros stEMpBE HAy soRpREsAs: ros cEloFtltcos

No creo que alguien dude acerca de lo malsano de los cejos, esos sen_timientos tremendamente destructivos, viotentos, hum¡¡lant;". Cr"n¿o::".^1:,:::t:" " l^ personas celosas. que sutren de ceroparía. porqueen reatrdad lo sJfren. con muc.la frecuencia escucha decir: .'Es que ehame provoca"-Y ahíqueda evidenciado el desaluste, porque no eiiste talprovocac¡on. Pero. que tal si les drgo. que hay persoras Dara,os oue.eleclryamente_

.esa valoracion oe -provocac¡ó-.. .to es para nada injLr;ta,nr rncorrecta. Al contrario. Hablo de personas que les gusta hacer sentjrcelos al olro..que disfrutan cuando logran evar a su parera a una -esce-n;ta de cetoslSi en L,n caso l-ablamoi de ,cetopatia.lÁho;a

hab,aríar¡osde "celofilia"-

.: Estoy fanqujla haciendo algo de la casa, y entonces sLento que se acerca,srn que yo lo vea y se pone a cantar pafa que lo oiga: Cuando ne enanoro/áteces de,sesperc rudnoo ne en¿naro ct,ardo n"nos nria e,plro":r r.ror;;...;se que to-nace oara buscarme d lengua.,, pero yo ne qreoo catldoa -<,aro,pensan0o: ¿oJé hace un viejo de cincuenia años cantando c¿rcionc¡tas::^ |.?l::"li-9i?g"s? At raro, camo:¿ ta nus quka. entonces ernp eza:ruo nay na1a ñas d¡fic¡l que /tvit sin i.- yo ya me porgo un poco notesta...y ahí Ie digo: "Oye ¿además de cantar tú sabes tregar tos ptatosZ Deja tallJljta v ven a nacer algo... Entonces enrra sonnente, se pone a fregaryJne d-ce: "Hay ul:a cor.pañera nueva en e, trab4o. se ,lama .. ,, ya eltapas¿noose 0e la raya.., pongo cara de -no ñe bJsqJes,.. y cfeo que eso loT'l1lá.: - Es;oven. ctaro va a trabaja. oue parece sat dá de una casa de¡, eudJ>. r yo, en oala 0e casa, con /¿s grenas sJettas,.. y étque dale con:flir.t:"1]: .E,a .ne pid:ó que Ja ayudara. y y6 rs ss¡ey j¿noó...

".y ya no

l!l3T- l,rr,,;¿qr¿ re esras dando?: ¿Cuát es lu probt;ma co" r, .pá,uu.ev.j yFjle oe Ooberiás co^migo porqJe me apa¡ezco a1.,... y e,se ,iecontenlo. Como qJ.en ogra su rleta. y con uná sar,sracc on evidente m6d¡ce: -¿No ne digas que le vas a ponei ce osa?,.

^..,111:l*id"l":" bien: ceto-patía (det tatín) ,.afeccjóir,,,

o ,dotencia,jqurere dec¡r afectado, enfermo, de celos. y celo-f¡lia (del griego) ,,aticióno amor a atgol quiere decir afición, adepto a tos célosl gl ;cál¿flo, o

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a

- Escitos con Psicología - 91 I

':::' tco" es aquel que siente placer, que le gusta hacer sentir celos

: i- careja. Puedo comprender su reacción ahora misrno al leer esto:'- =:'c cómo puede sef que a alguien le guste que su pareja lo cele?'l:-=,: sí. Y no solo que le gusia, s¡no que hace lo indecible por lograrlo

: .t: ¡o es la única variante. Hay otra en la que el acento es ligeramente

li¿=rte. Le gusta hacer que su pareja se sienta, se ponga celosa La di-

E=-:ia es sutil. pero:mportante. En un caso. al menos se puede oe')sar

=: cledo o no) que la inducción de celos en elolro puede ser un modo

:E :€ntirse más querido. En el otro es difícil no pensar en una tenden-

- "¡isógina", una expresión de odio, rechazo a las mujeres. Si ahora

- :-ro usted se está preguntando s¡ no existen mujeres que odian a los

-:.-)res, pues claro que sí. solo que no se aplica el término "m¡sogin-a';

- , -o que se utillza, "misandfa'; no cuenta con la aprobación de quienes-:'-an el buen habiar. También se reconoce el término "androfobia'l

_Cuáles sgn algunas de las formas que usan los celofilicos para

:.:?r su torcida meta? Probablemente, el más socofrido de los pro-

:--: nlentos tiene que ver con el manejo de iniormaciones vagas, con

:::'9s lecturas, generadoras de incertidumbres. "Yo no ando en nada..

:-: 'ro sea bueno'i"Qué buena compañera es, cómo está de bien . en

is funciones... al fin tengo a alguien con quien me siento bien. tra-

:¿endo. quiero dec¡ilTodo un alarde de seductor al acechg.Y solo para

:-? la compañera salte blandiendo las garras de los celos. Y cuando

','- i gresa" ataca... "Contigo no se puede hablar nada Siempre te vas

:,:. lá hngente. ¿Tú crees que s¡ hubiera algo entre esa joven y yo'

z :ablaría de ella asía la cara? Además tú sabes que a mÍ nunca me

_:-3taron las rubias teñidas'l Remate asesino Subtexto: las cosas que

-¿Jo las tengo ocultas... y con trigueñas. No hay cómo no reacclonaf'

:-;r se ilama "jugada sucia'lOtra táctica es la persistencia, el asedio odioso, hablar constante-

-ente de rnujeres (como usted ve estoy comprcmetiendo el concepto

::sicamente con los hombres, y le aseguro que no es casual): me en-

::rtré con fulana, almorcé con mengana, fui con zutana, ¿me llamó una

'- ana?;y todo va entre "fulanas y menganas.. y zutanas'lY para rema-

:::'Oye qué las mujeres están en la calle que no se quieren la vida

:J,. q;ién iuvjela diez añitos menos'l Raya con la lalta de respeto'

-ra provocación casi ilrecusable.

¿óe qué se trata? ¿De hacerse el bárbaro? ¿De hacer sentir infer¡or

a sJ parója y sentirse él superior? ¿Demostrar que él si puede hacer lo

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-VALE LA PENA _que qu¡era po.que es.,el macno ? ¿Ouizás inponer la subvrrqación vnacerse dueñc absoluto del poder de hacer lo que qurera? Eótai serianras.razones ¡nad^.tis,bles. Las que no se pueden tolerar oe mooo atguno.

::,:l ,.-"-O:J, orovocaf y cae en la trampa termina siendo et c-ulpa_

ole oe to que suceda. y eso en mareria de re aciones interpersonales,tesJimonÍa el carácte. manipulador, chantaj¡sta, Oe ¡as ¡ntenliones Jicelofílico.

-^-11190 1ea't? a gquel. que en franca regresión intantit, to que hace esrec¡ama. atenc¡ón, interés. evidenc;as de ser querido y prefer¡do. Claroque es un modo jnfantil, es un sustituto de las perretai, de los compor_tam¡entos extremos de la infancia.

. P-rovocar celos, conscientemenie, es algo que pone en peligro la es_tabilioad de una rejación, su sanidao, su dtnarr.ca de armonización. vpromueve sentimientos de qalestar. Convocar a los ce,os. pueoe serdesp_ertar del sueño a un gigante dormido.AOr'" fu" pu"ri""

" :"

"jáfiiá.Dr argu'en o¡ensa que puede ser simplemente un ¡uego, le sugiero qJetenga cuidado, qLe to dosifique muy bien. melor que lo prense

-nuy bien.. an¡es oe hacerlo, poraue puede resultar Jn juego peligroso con rás,.¡lra-

dos bien desagradabtes. Siempre hay más "árni"";

qLÉ ñq* ";;;;;mos. Siempre hay posibitidades de íograr lo que quárem"" ¡; ;;j;¿"

manerasy de maneras, peores. No opte nunca por ia peor. En lo qué nos!!!p1:91" es € cetofitia. Si quiere amor, p;dato. S, quiere confianza,se-gunoad, p¡dalas..No haga el juego absurdo de intentar lograrlas delrnoo,o.me¡os apropiado posible.y si Lrsted es de las que riene-al lado uncerolto o una "cetófir¿l entonces no dude en decirle:.,Ni le esn,eres enprovocarme cetos porque... no vale la pena,l

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Oureno olvtolR, PEBo No PUEDo

-r¿ ,tez me hicieron este comentario, en medio de un teatro en

i :-: ¡a¡Ía decenas de maestros de educac¡ón pr¡maria Quien me

r - zo. visiblemente consternada, albergaba la esperanza de que yo

:.r.,ü,era una fórmula ¡nfalible para aplicar cada vez que algulen qule-

a :,1 larse de algo o de algdien (aunque lo más común es que algo

¡ a:-ie. estén en el mismo paquete) l\'4uchos colegas de proles'on con

Je--32ón contundente, dirían:

-a; oersonas que piensan o aclúan como si los psicóiogos y psjcÓlogas

Jul"o" t"qo". óomo si tuviéramos fórmulas secretas para deshacer

. a".p*o lá vida de las personas No somos nosolros quienes damos

3: Jciones a los problemas de la gento. Son las mismas peisonas qulénes

:.1en qr.te hacer¡o Tienen que entrar en un proceso de análisls y compren-

:nn de su vida, mirarla desde diferentes óplicas, cuestlonarse cosas' Inclu-

a. ce 1as qi.je ni sabemos por qué nos suceden En l¡n, enirar en un proceso

:+ orotunda :ntrospecc on cr:tca constlucliva con el eniño de e'1conlrar:-evas alternarivas persona es y asLlminas Nosolíos aPenas los acompa-

=:mos en este proceso, con nuesho sabel y saber hacel prolesional' pala

:Je el logro de los propósitos sea más loable'

le manera que le dije: -Voy a rcmar tu comen:ario como motivo de

=exión de un programa Pero necesito que me envíes más informa-

:':-:Al finalizar la intervención se me acercó y me conto que:

'J Te CaSe muy jover y enafrofada hdsla los ]uela'los viviros con mi ex'

áos de felic:oád y coáquisla Salimos de la nada y construimos uñ mun-

:c oJe nos llena;a a ambos Él era un nornb¡e peteclo: esposo_ aman-_"-

"-on'pu¡"to. amigo Yo sf lo puedo oecir oue conocl la t¿icroad Pero

:e5pue; de vei'to ários de matrimonio. mi nafdo'ne lraic ono con u-na

-rJ;hachita del bar:o -una chiqu lla que lo único qJe ieni€ era un lonolllo

n."n"o- f"u, bruta, vaga' silperficial Lo boté de la casa ¡4e divorcié

rrnediataménte. Mis amigas vinieron luego a contarme ql¡e él había hecho

esas cosas varias veces, y ellas no me lo habían dicho para no nenlme'

'.1¿'a hora en la qu€ conoc' a ese degenerado ¿Como pude enarorarrne

:é ér? ¿Como r¡i jntelgencia. que ro es poca ¡o re d€jó ver con cr¿noao

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ls4 VALE LA PENA_

al tipejo que tenía a rni lado? Eso no me lo perdonaré nunca... Párdí veinteaños, no Jogré hacer una tamiiia, me quedé sola, y ahora estoy muy víejapara empezar de nuevo,.. Pero lo que me pasa hoy es que no puedo olvidarme de lo que ese tipo me hizo. Por más que lo intenlo no logro sacar osacosa de ml cabeza, Y lo peor es que cuando me viene ei fecuerdo so mecalienta la sangrc y rne pongo insoportable... jl/enos mal que no tuvimoshijos!

Sí. l\.4enos mal que no tuvieron hijos... porque estuvieran pagandoahora lo que hizo el padre, Seguramente que un pescozón no se losquitaba de ar¡ba nadie. Cuidado alumnos de la maestra. No sea que undía... Claro que esto es una broma. Pero no sin sentido. ¿Cuántas vecesno hacemos pagar a inocentes las culpas de otros sobre quien nues-iro rnartil¡o (e¡ martillo del desquite, de la venganza, dei resentimiento,de la ira, dei prejuicío, en fin, nada bueno que adjudicarle) no puede caerpor una u otra razón? No hay que ser especialista para darse cuenta deprocesos de este tipo, e incluso para intentar Donernos a salvo con un"¡No la cojas conmigol'l.r No dudo que muchos hayamos pasado por una situación similar,entendida asi: algo sucede conmigo que me afecta, que me producemucho malestar. Pasado el tiempo trato de sacar eso de mi v¡da, tratode olvidarlo, pero... no puedo. Y mientras más trato, menos lo iogro.Los amigos nos dicen: "iDesmaya eso! Echale tierra encima. No te sul-fures'l"Cómo si luera lan fáci¡1 pensamos.

Y ahora le toca al psicólogo, por pi'ofesión, vocac¡ón y responsabi¡¡-dad laboral, hacer algo,

Llamo la atención sobre una posible incongruencia que tiene la inv!tación al olv¡do, desde el punto de vista psicológico. Algunas actividadesinvoluntarias, sometidas al intento de ser controladas voluntariamente,aumenian su intensidad. Por ejemplo, el insomnio. Es tarde en la noche,y no podemos dormknos. Estamos acostados en la cama e intentamospor todos los med¡os que el sueño nos venza. "l\¡e tengo que dormir...mira qué hora es... mañana voy a estar muerto... me tengo que dormi4y cerramos los ojos con fuezas para llamar al sueño. En realidad, loestamos alejando. El dormir es el resultado de una serie de procesosque se van dando en el organismo, de manera involuntaria. Si "los pre-sionamosl entonces no se producen, Si alguien esiá teniendo una difi-cultad s;tuacionalcon el dormir, se le recomienda levantarse de la cama,sentiarse en el sillón a leer, dejar que el sueño venga por sí mismo. ¿Yqué si el asunto es olvidar? Pues cuando nos empeñamos en olvidar:

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- Escrilos con Psicolog¡a - s5l

ty a olvidarme de é1... no voy a pensar más en é1 .voyasacarlode

- abeza..l' probablemente, Io que estamos haciendo es lo contrario:

Énos poniéndolo en la cabeza, pensando en é1, al linal intentando

.*rlo, ¡o estamos recordando.Crvidar es un verbo lleno de preguntas: ¿por que a veces no logra-

G olv¡dar lo que quisié€mos, y otras veces no consegulmos recoroar

b q.e deb¡éramos? ¿Por qué hay personas que nunca olvidan los ma-

¡s que han hecho, y otras que no logran desprenderse de los males que

ab les hic¡eron? ¿Por qué recordamos tantas cosas inútiles, vulgares,

ücrosas, y no ahánzamos a recordar las que sí nos resultarían úliles,

ddables y provechosas? ¿Será que por estar "gastando" memoria en

cc€dades y resentim¡entos no nos queda espacio suficiente para.lo

fio, noble y belto? ¿Puede educarse la memoria para que sea un alla-

G en nuestia búsqueda de la felicidad y no un impedimento? Podrla-

G abr¡r tantos capítulos que la tarea se nos hiciera cas¡ inabarcable'

16 ciencias que de una u otra manera estudian la memor¡a hümana' no

Elen resouestas conclusivas para todas las preguntas que podrlamos

tsmular, desde nuestra dramaturgia cotidiana de vida.Muchas ¡nvestigac¡ones contemporáneas exploran el universo anato-

rE{ísico y l¡siológico de nuestro organismo, el sistema nervioso espe-

€ra¡mente, en busca de respuestas. Se aventuran hipótes¡s acerca de las

-plicaciones de los niveles biomoleculares, bioquímicos, enzimáticos

, otros, que vaticinan no solo una meior comprensión de los lenóme-

Es mném¡cos, sino también su encausamiento adecuado A nivel com-prlamental los esfuerzos son también rigurosos y alentadores Pero

Edavía hay un largo tramo que recorrer. Y seguramente, no queremos

r'r debemos) esperar a que todo esto esté bastante más avanzado,

cdno para que nos ayude a olvidar De manera que hay que optar por

!¡!a alternativa más pegada a las posibil¡dades.

No lograr olvidar (y fiese usted que ya he cambiado "no pode''

t ahora digo "f|o ¡ogra/'con lo que qu¡ero focal¡zar ia idea de que se pue-

&, pero por alguna razón no se logra), con frecuencia se traduce en dolor'

Fbvivimos no solo ¡mágenes, sino sobre todo, sensaciones que nos resuF

2¡ dolorosas y. aunque sea por breves minutos' nos volvemos a @locar

sr el lugar de los hechos. y vuelven a surgir las mismas emociones

Y aquÍ hay un hecho interesante: "Nos volvemos a colgcar en el

\lgar de los hechos'l Electivamente, es exactamente así La memoria

€s primariamente un fenómeno asociativo. De manera que lo mlsmo

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96 - VALE LA PENA _

que un dia, pasados los años, volvemos a nuestro barr¡o natal ysorprendemos dejando salir recuerdos que hasta creíamos dcidos (espero que agradables), asimismo la aparic¡ón en memoriauna escena desagradable viere acompañada de los senr'mientosa esa escena se asociaron. A n¡vel objetivo, pues está ciaro quelos lugares a los que tenemos asociados emociones negativas ndefiende de volver a pasar por aquello. De hecho es algo que muchveces podemos hacer. Pero otras veces no. ¿Y entonces? Claro,cosa es no ir más a la casa del amigo que me trajcionó, y otra es nomás a mi casa porque allí me traicionó un amigo. La permuta no siepre es posible, ni tan siquiera aconsejable.

Y es que la memoria es lugar y vínculo. Nada que no sea unagularidad esencial en todos los fenómenos subietivos. Subjetivo, eotras cosas, quiere decir vinculado a un sujeto, Lo objetivo existeindependencia de mi vínculo personal: un reloi es ni más ni menos qun re¡oj, algo que me perm¡te saber qué hora es...y que día, y que mes,

.."y qué año, y cuál es la ter¡peratura, y cuál es e teléfono de atguielLy s¡ segu¡mos así el reloi hasta me hará recotdar cosas que qu¡eoolvidar.., pero no puedo. Claro ahora en ese caso el reloj, más allá desu existencia objet¡va, tiene una ex¡stencia subjetiva: "Es m¡ reloj, el queme regaló a¡guien cuando nos amábamos, pero luego me hizo algo muyterfible y hoy... quiero olvidarla, pero no puedo. Y ahí está el malditoreloj para recordármelo. Y me lo quito, pero... necesito un reloj, y este esbueno, es preciso, me gusta... ¿Por qué me lo habrá regalado ella? El¡a,la que me traicionó, la que quiero olvidar... pero no puedo'lAquí, obvia-mente, hay no solo reloj, sino vínculo personal co¡ el reloj. Y ese vínculopersonal es la forma de ex¡stencia del sentido que damos a las cosas.

Olv¡dar es un verbo activo que requ¡ere el ejercic¡o de nuestra in-teligencia y de nuestra voluntad. Cada persona puede hacerse dueñade sus recuerdos. Nadie está condenado a ser esclavo de su pasado.No se trata simplemente de borrar de un inventario, ni sacar de unalmacén lo que ya no queremos conservar; es aprender a dar un sentidonuevo y provechoso tanto a aquello que nos ha hecho daño como a loque nos ha hecho bien.

Entonces hay algo que ahora parece posible hacer; intentar modificarel vínculo. Reestructurar el sentido. Lo que Drobablemente avanzaría-mos si cambiáramos el foco.

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Escllos (oq Psco,og,a 9/l

¿Cómo llamaría usted al sentimiento que embarga lo que la persona:-e se me acercó qulere olvidar, pero no lo logra? Yo le llamaría resen-rr.lento. Y expresa un vínculo con lo sucedido. Pues bien, por dónde:€diíamos avanzar. Les presento dos opciones, no son las únicas posi-rÁs, usando el material dispon¡ble (lo que me contó la persona).

La narración incluye dos momentos bien distintos. El primero: fe¡ici-

=d. El segundo: traición. El primero pletórico de buenos sentimientos,

- clsas buenas. El segundo... sin comenlarios. Y ahora me pregun-!: ¿por qué esa ins¡stenc¡a en solo mi€r al segundo y dejar fuera el:.nero? Amar y ser arnado, ser feliz, sentirnos plenos en una relac¡ón,

= algo que merece un vínculo mejor. No importa lo que haya sucedidolespués. Lo que así se vivió forma parte de un acervo espiritual del querc solo ella es propieiaria, sino del que puede sentirse tremendamen-e Cichosa. Es algo que nade ni nadie le podrá quitar La relac¡ón con su

=reja se acabó. Pero lo vividg durante veinte años, no tiene porque serlesechado. Digo más, es un sólido sustento sobre el que consolidar¿ experiencia y salir en búsqueda de dónde, cómo y con quien hacerla:'ecer. Pero ella se empeña en mirar la segunda parte, focalizarse en¿ traición, o en lo que ella creía que sucedería y no sucedió. De modo:Je si nos conceniráramos en lo que sí, lo que no pasaría no a un:lvido, sino a un plano de irrelevancia donde podría alguna que otra vezlausar una pequeña molestia, pero no dolor del que no nos deja seguir30elanle.

Eduquemos nuestro pensamiento. No lo dejemos divagar estérilmen-:e. Sobre todo. no Dermitamos Que en nuestra mente entre un recuerdo-egativo y nos detengarnos a revolcarnos en é1, a empantanarnos. Para:ue el olvido y el recuerdo sean nuestros alíados y no sus enemigosaCuéñese de ellos, no a la manera en que algunos qu¡eren construir?lsos recuerdos y falsas memorias carentes de lo esencial y repletasle ¡mágenes superfluas constru¡das con pretensiones malsanas. El me-'or modo de olvidar es recordar sanamente, recordar como experiencia,'ecordar como el supremo acio de reconocer nuestra vida con sus másy sus menos.

Y aquÍ, quiero mencionar, unasegunda pueria alanálisis. Su empeño?n quejarse de lo que no sucedió. Algo que reinstituye una y otra vez asu dolor. ¿Pero qué fue lo que no sucedió? Ella misma dice: "No logréracer una familia, me quedé sola, y ahora estoy viela"- Bien. Lo que nosucedió, no sucedió. Pero tampoco ha sucedido."No sucedid' pertenece

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198 -vaLE LA PENA_

:l ?g:39:," lo que se proyecra con atguien y no se togra. pero,no hasucedrdo- pe.tenece al presente, a ro que no se ha hecho. pero puedenacerse, Uesde aqu; me preguntó: ¿con qué se siente insat,sfech;, con¡o que no,suced,ó o con lo qJe no ha hecho suceder? ¿Es la memoria,el recuerdo, quien la hace sentirse mal, o es que elf; justif¡ca con eipasado su situación presente que es verdaderamente io que la hacesentirse mal?

Vericuetos de la mente humana. No son pocas las ocas¡ones ennuestra v¡da en las que nos molesta el presente, pero culpamos aipasado. Y no nos darros cuenta de que el presente si se pr,ede ,Áme_qlar El pasado es como la verdad: Nunca es i./ste... /o gue no t er,e es¡ernedlb (dice Serrat). Cuát es la verdad del pasaoo es ló de menos. iáoemas.€s la ve'dad del presente.y esa. si ,a afrontamos co^ dec¡sión,saüdLr¡a, y asimilando.ra experiencia histórica de nues¡ra vida. la po_qemos construir con más felicidad.

__ Segurar.ente s¡nuestra analizada.l huoiese aircntado con proact.vi_

oao su s¡tuacion. si en lugar de haberse cuestionado su valÍa (¿Cómopude enamorarme de él? ¿Cómo mi inteligenc¡a, qu" no

"J pá"",

no me dejó ver con c aridad aJ lipejo que te;ía a mi tado? Eso no mero peruonare nunca). se hLbiera ernpenaoo en reiomar ei curso de susproyectos personales -fundar una famjlia, tener hijos, un compañero_no me hubiera hablado de lo que qJiere olvidar y no puede. sino de toque na construido y sigue construyenoo. Al final, usted estara de acuer_oo conmrgo, en que el djvorcio es un mal necesario, sobre el que oode_mos c,onstrJir un bien imprescind;ble.

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¿TtENE UsTED ALcUNA ADrccróN?

>i-a muchas personas el concepto de "adicción" se refiere casi exclu-;iz.nente al uso de drogas ilegales (marihuana, cocaí¡a, entre otras).:,:r un poco más de reflexión se llega a pensar también en la adicción:.e.Co existe abuso en el consumo de algunas sustancias perjudicia-es a ia salud (alcohol, cigarrillos, por ejemplo). Sin embargo, hoy en: -t undo se obserya una comprensión mucho más amplia que consi-

-? importantes pa!'a definir un comportamiento como adictivo, no solo¿ a¡tidad de consumo y la naturaleza de lo que se consume, sino tam-:,:1 los electos sobre la vida de la persona, de sus relaciones con otros. r:n la sociedad.

¿Cuándo podemos sospechar que estamos ante una adicción? Vea--:s a g--as referencias fundamentales:

', .a act¡vidad particular a la que se es adicto absorbe la vida del in-div¡duo de manera que dom¡na sus pensamientos, sentimieniosy conducta. fodo es secundar¡o con respecto a la adicción y esta pro-

duce un aislamiento del resto de las cosas de la vida. M¡entras másse dedica a ella, se necesita más y más.

:. Se siente que no se puede vivir sin hacer lo que la adicc¡ón dicta-i¡ina. No se puede controlar el deseo de hacerlo, por el contrariola ad¡cción es quien controla. Se percibe la nocividad de lo que sehace, pero no se puede evitar

:. Aparecen conflictos con el entorno, con otras personas y con lasobligac¡ones que no se relacionan con la adicción. Esto puede lle-var a no cumplir normas elementales de convivencia y hasta infringirla ley.

.:. Si la actividad es interrumpida, postergada o detenida por algúnagente externo y durante un período de tiempo cons¡derable apa-recen claros síntomas de moiestia, malhumor, ansiedad, tendenciamarcada a retomar Ia actividad. Si el tiempo es prolongado, entoncesse manifiesta clararrente la agresión, hasta la violencia-

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1100 - VALE LA PENA_

_ Partiendo de estas consideraciones muchos investigadores y profe.sionales de las ciencias del comportamiento humano llámamos laaten-19!:"b. conductas que pLeden convertirse en adictivas. ¡nclJyendomucnas que no se relacjonan con el consumo de drogas. Estas adic-cron-es también llamadas n0 quin¡cas o ps¡coiríglcas se púeden presentaren diversas activ¡dades humanas como, por ejemplo ei trabajo; el juego,mirar la television, salir de corlpras, acumutar posesrones oe diversosIlpos srn mas razó4 que ta poses;ón misma y otras. La adrcción se re-

11"]9li "* la existencia oe patrones de uso y consumo que puedenr¡evar a un eventiral impacto negativo en el funcfonamiento del iFd¡viduoyarectan at matrimonio, la familia. fas relaciones inrerpersonales, eltra-oalo. ra economia domestica. e;ncluso. el comportamiento ciudadano., La adicción a la compra o compulsión por cómprar. padecimiento delos ltamados shjpahol¡cs. se d;ce afec¡a aproximadamente aJ uno oor:!"119

d"_]g pobtación. en una proporción de nr"u" rnui"i"" ü "J¿-"norrore. Obv¡amente, esto ocurre sobre todo en paíseÁ llamádos delprimer mundo y entre los favorecidos soc¡al y económ¡camente. En esta

adicción se maniflesta como razón de la compra no una necesidad, sinoun rrnputso descontrolado que puede equipararse con la dependencla alas drogas o al alcohol. La consecuencia puede ser hasta la ;uina econó_mica."La obsesón lleva a veces a aclquirir cualquiercosa s¡n reflex¡onar,y otras, a ir de tienda en tienda en busca de (algo,... si no se compra,se s¡ente ansiedad... no tarda en aparecer un sent¡miento de culpa, deraora^contra uno mismo y de f¡steza,; afirma una psicóloga del gabinetelsep Clínic.

, Au¡que la adicción al trabajo ha exist¡do siempre, no fue hastaros anos ochentas que se comenzó a estudlar como tal. Se trata delos workaholics, es decit los adictos al trabajo. Son personus paá táique.su trabajo lo es todo, pero al costo de su realización plena comoser humano. Algunos los consideran enfermos sociales que triunfan ento laboral, pero son infelices en su tremendamente pobre y limitada vidapnvada. El.adicto altrabajo. gene¡almente, es un profesio;al,jberal. muypenecc,onista y con un excesivo afán de éxito. S ente que no le alcanzá!l]bmn-9 larq l^acer todo lo que quiere t acer

"n su ir"oajo. Ño tienJ

nempo trbre y tos tesultados a oblener siempre son ..pa,a ayeilsu casaes en realidad su otra of¡clna. Elirabajo le satisiace más que su familia.por eso en muchas ocasiones olvida sus obligaciones bmiliares y socia_les. Eltrabajo es tooo sL mu1do. Las personas qLe sufren esta ádjcc:dnolLcrtn erte se reconocen cor']o enfermus.

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- Esc¡itos con Psicologla- 101

: Eunos estud¡os afirman que 1a televisión debe ser clasificada como

--. Jroga adictiva nrás. Según estos estudios, el consumo de telev¡-

i,:- cumple seis sintomas de los que se ut¡lizan para diagnosticar una

:::arón: utilizaclón cofllo sedante, visión ind¡scriminada. se¡sación de

:-::'ra de control durarte la visión. senti'se mal con uno misno po'

:r::derse en el consumo, incapacidad de dejar de mirar' sentirse ¡nco-

- :i? y débil cuando no se está mirando latele. La adicc¡ón a latelevisión

= - ra enfermedad que puede acarrear serios trastornos de conducla,

:,:' .o hablar de los criterios culturales que forr¡a.tero siendo el mundo de hoy un mundo "mediático" o "inlormatizado'

- :e supo¡er que nuevas adicciones hayan aparecido asociadas preci

=-.efite a la "mediatizaclón de la vida'lQulzás la más notoria y que rne-

-?:. un llamado de alerta es la "adicción a internetiA esta adicción se le

-i:.noce con vaTios nombresl desorden de adicción a internet */,?iernef

' -: ction D¡s\rder llAD); Uso cot¡pulsivo de internet o uso patológico de

-'.=trc1, Patholag¡cal ln¿e¡n€¡ Use (PtU). Entre las modalidades de adicción

- señalan: adicción cibersexual (pornogralía, relaciones sexuales que

- ionsumen en páginas web) adicción a las ciber'reraciones {grupos

:: discusión, emall, chats...), compulsiones adictivas a la red (juegos

- azar, comercio electrónico...) y los llamados "vagabundos electróni-

:,:s (navegar por la red sin una meia especílica) Aún cuando internet

:.:lrÍa ser aolo un medio para realizar otros comportamjentos ad¡ctívos,

:::rsiderando e$to y el hecho registrado en la literatura científica de que

:(:sten casos de adicción a internet por internet, tenemos razones sull'

: :.les pa'a lener cie't¿s precauc o'1es y estar ajedasJe manera generalse haola de algJnos elementos que ood'ian estar

: rnificando que estamos ante una adicción a lnternet. Entre ellos po-

:Jmos distinguir: sensación de desesperación y a¡gustia incontenible

::.llegar a la computadora y conectaFe, cantidad de horas que se esta':rnectado'l mantener en secreto esta inforr¡ación porque se consloera

,.idaderamente excesiva en la op¡¡ión de otros' re¡ncjdlr en el t¡empo

:¡usivo de conexión a pesar de observar conseouencias negativas (fís¡-

:ás y sociales), sentimiento de iniímidad y satislacoión profunda al eslar

:cnectado en la red, percepción de otras personas de que no se nace

::aa cosa que eslar conectaqo.Una de las secuelas negativas pa"a las ¡nterneiah1l¡cs (los adic-

:.s a internet) es la privación del sueño, que se produce por la In-

:-apacidaC para ccrtar la conexión, permaneciendo despierto has-

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1102 ,- VALE LA PENA_

ta altas horas de la madrugada. Esto trae consigo fatiga, deteriorode la salud, estados de ánimo malhumorados. Asim¡smo se ha ob-servado en lgs intenekd¡ctos un decremento en la comunicacióncon familiares, la pérd¡da de convivencia en la casa, reducaión delcirculo de amistades y actividades sociales, depresión, soledad.Se producen tamb¡én alteraciones negativas del estiado de ánimo, an-siedad o impaciencia por la lentitud de las conex¡ones o por no enco¡-trar lo que se busca, irritabilidad y agresión por interrupciones y otras.

Todas las adicciones son insirumentos del empobrecimiento de lavida y suponen la renuncia a nuestro desarrollo pleno como seres hu-manos. Ellas nacen usualmente de compcrtamientos que consideramosinocuos. -"esto no le hace daño a nadiel de excesos en los que decimos'yo sé controlarme", de encerrarnos en algo para no reconocer lo quetenemos que afrontar, de rutinas y hábitos con potenc¡alidad nociva y delno prjorizaf y cult¡var las cosas esenc¡ales de la v¡da.

No abra nunca las puertas a una adicción. Mantenga su probabjli-dad en cero. Siéntese a solas un momento y pregúntese: ¿tengo algunaádicción? Piense tamb¡én en sus hijos, en ¡as personas que están enel círculo de sus influencias: ¿tjene alguna adicción? Pregúntese inclu-so, si hay algo que potencialmente podría conver rse en una adjcción.Si su respuesta es no, relájese, pero mantenga s¡empre un alerta. perosi su respuesta es sí, entonces no lo deje para después. Nunca se sabecgn exactitud cuándo será demasiado tarde. Saque de su camino Io quepuede desviarlo por un sendero de infelicidad y malesiar

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¿0uÉ rs reon?

--Js ed¡ficios con escaleras exteriores tienen un gran inconveniente,

i.€no var¡os. Hay personas, y no son pocas, que confunden "exterioi'

:n ?úblico-'; "público'' con "de todo el mundol:de todo el mundo con que

:aCa una de las partes, de'lodo el mundo" puede "hacer lo que quiera''T.cue es público;es decir. de todo el mundo. De modo qJe una escalera

*rjor, percibida como pública, sirve para que e¡ público la use como

J. baño público, es decir como urinario; como banco de parque público

?: el que se puede hablar en voz alta en cualquier horario de la mañana'

e :a de, la noche o la madrugada; como peluquería pública para perros'

-? pelarlos, peinarlos, secar¡os, y todavla muchas cosas r.as. que para

-aCa deberían ser públicas, y que no sé si debiera decir¡as aquÍ'

Se lo digo yo que vivo junto a la escalera externa de mi ediiicio'

-aHo con Jonócimiento de causas Un vecino, buen amigo, un día me

: o con tono de psicoterapeuta: "Relájate y mÍrale el lado buenoi No se

o encontré. Pero debo admitir que algún partido le he sacado a la des-

:.acia (hasta tanto pueda resolverla): de vez en cuando, so|o de vez en

;ando. oarticipo sin ser visto en las'tertulias" de los que allí discurren'

Una noche de v¡ernes, después de haberse cerrado "La séptima puer-

i escuché a dos jóvenes que discutian Uno de ellos criiicaba al otro,

iue obviamente estaba bien pasado de tragos y le decía; "Compadre'

;nes que quitarte dei alcohol, está acabando contigo.. mira no pud¡sle

:i partirle el brazo a Ia jebita por la nota que has cogido, y cada v€z-que

saj¡mos es lo mismo"-A lo que el otro, con v¡brato etílico, respondió:'Y tÚ

:e qué hab¡as sitú te suenas tremendos pitos de mar¡huana...A ver' ¿que

es peor la curda o la yerba?"-

Áquella conversación ameritaba tener un tondo musical. Podía ser

aquei tango de Enrique Santos Discépolo: Fi slg/o xx es un despl¡egue

Ce matdad ¡nsolente... todo es ¡gual, nada es meioL Lo m¡smo un burro

que un gnn Nofesor. Da lo m¡smo que seas cura, colchonerc, Rey de

tastos, ca¡a durc o pol¡zón... Se ha mezclado la v¡da . El que no ora

.o mama y el que no rcba es un q¡t. dale no más, dale que va eslo

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lf 04 _ VALE LA PENA _

mismo el que laburc noche y dia como un buey, que el que v¡ve de lasm¡nas, que el que roba que el que mata o está fueta de la ley.

La pregunta era todo un síntomat ¿qué es peor? Y ahora le pregunto )ro:¿qué piensa usted?

Hice esta pregunta unos días después a un grupo de esiudiantes,y se armó una algarabía que transitaba desde ¡os rincones profundosde la ciencia, hasta los vericuetos únicos de la experiencia personal-Unas frases eran: ¡'Está demostrado que..."; otra, "Yo conozco a unoque..." Saber y experiencia al servicio de la argumentación de un puntode vista. Al f¡n un gstudiante dijo: "En un contexto real, podemos ha-blar de nuestro pais, de acuerdo con los datos estadísticos disponibles,resulta que el alcohol mata más gente, afecta a rnás familias, generamás cantidad de problemas de salud, y hasta impacta negativamentesobre la economía, mucho más que las drogas'l

El delensor de tal postura advertía que "esto no quiere decir que lasdrogas no sean peligrosas, s¡no que el peligro de¡alcohol es mayollAde-más -puso otro la suya- la culiura del alcoholismc en el país está bas-'iante extendida, Y lo peor es que la sociedad convile plácidamente conel alcohol. A, que se pasa de tragos se le disculpa, se le sonríe, y luego seuti¡izan m¡l pretextos soc¡ales que al final justifican el problema'l Entonces,Ia conclusión parecía evidentet es peor el alcohol, que Ia droga.

"¡Nol, eso es inaceptable'; saltó uno de los part¡cipantes en el debate,"De alguna manera estamos diciendoi es preferible consumir marihuanaque alcohol'l Desarrolió su idea argumentando con los efectos negativosdel consumo del cannabis, y más aún con una definición muy clara deuno de los peores efectos que t¡ene la marihuana, toda vez que se haconvertido en una 'droga trampolíd': algunas estadísticas indican quede cada diez consumidores de droga dura. siete comenzaron con la ma-rihuana. El daño que el consumo de drogas hace al organismo es abís-malmente superior. "Sin contar que la droga sostiene un mundo sórdido,que la comercializa, y cada año aporta c¡fras de muertos en ascensoexponencial'l Entonces, la conclusión parecía ev¡dentei es peor la droga,que el alcohol.

A esa altura de la discusión les pregunté a los participantes: .¿euées pegr mor¡r en un accidente de tráns¡to por ir a exceso de veloci-dad, o por no respetar la señal de Pare?" Silenc¡o productjvo. de esosque evidencian que la gente está pensando, La respuesta estaba clara:las dos son peores. La pregunia es cómplice, más aún la causante,

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EscrÍtos con Psrcología 105

r .ina respuesta, cualquiera que esta sea, que parece perder su signi'c€.31ón absurda en la distinción "malo-más malo",

:nire lo "malo y lo maio, parece que la única posibilidad que nosr-?:a es la aceptación tácita de que "algo malo hay que haced; una:;1e de resignación compiaciente que justifica.ía cLralquier opción que-¿Fmos."Sigue tú con veneno, que yo me quedo con el mÍo';fue la con-:,sión de los jóvenes tertuliantes de la escalera de mi edificio.

=n el asunto del consumo de sustancias nocivas al organismo no

ts-:emos aceptar nunca respuestas complacientes. Nada que tenga que.€. con: "Es solo para probar, por una vez que Jo haga no me va a pa-

-- nada"; "La marihuana es una planta medicinal, lo que pasa es que¿ -lenle tiene prejuic¡os"; "Bueno, es que algún vicio hay que tener...

_: !ro?": pues no. Definitivamente no. Hay que producir negativas con----Centes ante el hecho de que la complacencia con la que hoy se habla

- consumo de ciertas sustancias, y en ciertos grqpos de personas,

-=s greocupanie y peligrosa.Y el primer paso de la complacencia se re-

.: a en irases del tipo:"Hay, cosas peores","¿Qué es peor. que se fume

--a yerba en una fiestecita, o qué esté consumiendo dtoga dura ena-. discotecas?'l l\¡al planteamiento. Tramposo. Cómplice. Complacienie.1.-íestá la malsanidad del preguntarse ¿qué es peor?

No soy ajeno a las polémicas contemporáneas sobre ia legalización

:: las drogas. l\¡e parece aberrante. l\lás de lo mismo. ¿=s acabar con

: violento muncio del trálico de la droga, o cori el coilsumc de la droga?

-:qué es peor? No se puede acabar con el consumo, picmoviendo una-.ma controlaCa, con condiciones higiénicas, vaya "buena" (según di"

:en lo5 partidarios de esta opción) de consumo.

Consumo con consumo se elimina. l'4e parece una fórmula torpe.\o soy ajeno a las políticas de marketing de las empresas tabacaieras:9¡ la producción de los cigarros "bajos en nicotina'l"cero nicotina'l Pero-c se confunda nadie. Son eso acciones de vefta. No de promoción de

:"lud. Más de lo mismo: ¿fumar cigarrillos baios eo nicotina, o fumar: garrillos con altas dosis de nicotina? ¿Qué es peor?

Claro que podemos salir del mundo de las adicciones, que tantos per-

?nces y desgracias de todo tipo traen consigo, y ubicarnos en aquellassituaciones en que todo parece decirnos que tenemos que selecc¡onar:¡tre lo que no, y lo que no: ¿qué es peor soportar a un jefe inepto, mal

:ducado y autocráiico, o trasladarme a otro centro de trabajo que no me

justa, con otro jefe? ¿Qué es peor quedarme sin carrera o entrar en una

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l106-VALE LA PENA _

carrera que no me gustia n¡ me interesa? ¿eué es peor d¡vorciarnos y queIos niños sufran, o mantener un falso matr¡monio toda la vida? Lá Iistapuede ser interminabte.y s¡empre lo mismo: la ilusión de alternativas.

Enrre mato y peor no hay vendaderas alternativas, solo alternativas¡lusorias. Porque la atternaliva supone opción. y en ta dilemát¡ca malo-q9or, no hay otra opción que malo_ Una,,e¡ección,que se hace desde unadisposioión emoc¡onal negativa, g que supone asumir lo negativo comoopc¡on, nunca es una buena opción. De modo que hay que cambiarla m¡rada,

.cambiar la pregunta. Si cambiamos lo que'no! pregunla-mos, cambiamos el caráctef de nuestra decisión y salimos de Ia t;ampade la negatividad,

Entonces es claro, no hay que preguntarse por lo menos maio, sinopor lo me-jor. En lugar de preguntarse ¿qué es peor?, pregúntese ¿quées mejor? E incluso altí, donde usted sienta, donde le pirezca qrÉ sudi¡ema t¡ene como única solución ,'de lo malo ¡o menos malo pósiblelIntente salir de¡ círculo cerrado, y mire afuera, mire hacia lo melor. a loque va a kaer bienestaf. prepárese para la buena decision, no para laimposic¡ón. Que la desgrac:a sea un evento fortuito. pero nrnóa unaopc¡ón. Que el malestar sea el resultado inevitable de cont¡ngenc¡as dela v¡da sobfe las que no tenemos control, pero nunca la altemativa ouepreferimos.

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CueHoo vn rs DEMAsIADo

= -:iuy posible que en algún momento usted se haya sentido moles'

E : parecer sin causa alguna. Es muy probable que en ese momen-'E :gún incidente de pcca impcrtancia haya provocado en usted una

=-::rión tan negativa que usted m¡smo podría catalogar de desmedida.: s rplemente esa rnolestia quizás se tradujo en apatía, indiferencia,:.:-c que todg le da igual, 'lotal, una más no cambia nada'iPero al mirar*::s de cerca esas reacciones usted encuentra que ellas tienen que ver:::,- oue está fatigado, se siente rendido, quién sabe si hasta un poco

-a:do, como triste, angustiado. Entonces percibe claramente que haE- jc uncs diag muy sobrecargados. Se ha sentido próximo al límite de

:--. Íuer¿as, presionado por todo lo que t¡ene que hacer: "Es mucho para

-- sclo ooíazón'lEs aliÍdonde alguien que lo conoce bien se co¡vierte:- ::aductor de sus emoc¡ones y le dice: "Te veo agobiado'l

=i agobio es una reacción ernocional de alerta y defensa. Es un lla'

-'-io de atenc¡ón, un mensaie claro de nuestro organismo: "Estás so-

:.-=trasando los lÍmites. No sigas sobrecargándote'l Y de no hacer caso

: amado es posibie pre,ler consecuencias muy desagradables: fecha-

= a uno mismo y a las personas ¡mplicadas en la situación a la que

:slciamcs el agobio, "estoy que no quiero ni verme la cara a mí mismo'l

: ,ugar de nuestra usual eficiencia cotidiana lo ocupa un bajo rendi-

- 3nlo comporiarnental, "no pcngo una, nada me sale bien'lTendencia

-arcada a abandonar las tareas y responsabilidades, "no me lmporta.: que pase, pero yo no voy a mover un dedo más'l Diiicultades con

:!rnos hábitos de vida asociados sobre todo a la alimentación y al des-

:a¡so, "y para colmo no logro dormir bien'l De rnodo que, reconoc¡endo

=.s:os efectos negaiivos, el agobio se convierte en un mal a combat¡r.

' s¡guiendo el principio de "la mejor cura es la prevenciód'(lo que en el

€.guaje popular significa algo así como "más vale precaver que tener

:.e lamentai'), elagobio es un mala evitar'Creo que fue P Drucker quien afirmó que para resolver los problemas

-av que identificar los efectos y actuar sobre las causas. ¿Y cuáles son

¡s causas del agobio? Pues como en casi todas las cosas de nuestra

.-la hay dos tipos de causas fundamenta¡es: las que se generan en

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lroB _VALE LA PENA _

de Indiana Jones). .No, deja, yo lo hago,l ,,sí, sí... no te preocupes,personarmente frie encafgo de eso,j "por supuesto que puedo, tengomuchas cosas, pero por una más no me va a pasar nada"- FrasóstÍpicas del "supernan cotidiano'; lo mismo en el trabaio, aue en Ia

nuestro entorno y las que nosotros mismos nos generamgs. Las pÉmeras son fácilmente detectables. Existen condiciones y personas ago_biantes. En cualquier esfera de nuestra vida puede apaieóer ta malsa-nasombra de los agotliantes. Qu¡en no conoce a un ¡efe que está convenci-.do que somos una cuerda e¡ástica y que Io aguantamos todo:,,Dale esatarea también a el. que es muy capaz y es un mulo traba;ando".

ramDren hay vec,nos, colegas, amigos agobiantes: los que tlamanpor rerelono cada vez que les pasa algo así sea lo nas insignificante,ros que nos trasm¡ten sus inseguridades y angustias en los momentosmas Inoportunos, tos que apegados a una idea fija nos Ia ¡mponen unayotra vez en cada conversación; en fin los que nos sobrecargan sin clarsicuenta o s¡n impo/tarles nuesko aqobio resulranre.

Pero todo esto tiene un límite si nosotros saberros decir -esto ya esdemasiado' antes de que sea demasiado tarde para decirlo. y es ;reci_samente aqu'. donde descubrimos que muchas veces nosotros mismossomos generadores de nuestro agobio o nos convertimos en cómpliceslngenuos de aquellos que nos lo generan. Reconocer esto, ya es ungran paso de avance porque ponemos en nuestras rranos ra posibitidadde evitar el malsano agobio. Recuerde siempre que poner en sus manosla posibilidad de cambio es el primer paso para cambiar.

¿Y dónde encontramos nuestra complic¡dad o incluso resoonsabili-dad en la gereracion de nuestro agobio? Sea amplio, oesprejuiciado,autocrítico y trate de ident¡ficar si es usted o no su propio agobianteanal¡zando las siguientes act¡tudesl

1. Es usted de los que delega o de los que padece delsíndrome de Su-perman (para actualizarlo un poco, pudiéramos llamarle el síndrome

casa. que con los ijmigos. El eslogan inconsctente: .yo ¡o puedo todol

^ 5i. Lo pLede todo. Hasta agobiarse y no pode. nada.z. >t una cara del "sllpermanismo" es todo lo puedo, ja otra es:

"No se puedc confiar en nad;el Eltonces, además de oue todo lo oue-do. todo lo debo hacer yo porque de lo contrario: "Es que 4o hacenras cosas cor¡o a mí me gustal,,que va, él no está preparado todavía,ya tendrá tiempo de hacerlo en otro momeniol ',¡e falta exDerienc¡a'lEl eslogan inconsciente, ,,solo yo puedo,l

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- Escritos coñ Psicología - 1091

Es probable que ahora m¡smo usted esté pensando en otra perso-ra y no en usted, que identifique en algún conoc¡do o conocida ta-es actitudes, incluso puede esté pensando que en el fondo se trataCe la autosuliciencia de algunos. Le insisto: p¡ense en usted m¡$mo.Cualquiera puede ser en alguna s¡tuación un "autg agobiante", Y nonecesaaiamenle por autosufic¡encia. Puede ser por ingenuidad, o por

sobreprotecc¡ón, o por desconfianza. lncfuso por una inadecuadacomprensión de las responsab¡lidades y comprcmisos.

: Admitamos ¡ncluso que usted es "superman'l pero ¿cómo puede

mantener viva su energía casi ¡nextinguible? ¿Hace usted ejercicio:ísico? ¿ Recupera de manera adecuada la energ ía consumida duran-ie eldía? Cuando no descansamos adecuadamente estamos abrien-do paso al agobio. Cuando no ponemos atención a nuestra condic¡ónfsica, estamos abriendo paso al agob¡o. Es más, el ejercic¡o físicoguede convert¡rse en un "canalizador de agobio'de suma importan-cia. Largas iornadas de dedicación y ocupac¡ón se van acumulandoen nuestro organismo y no hay que dejarlas llegar al borde de la ex-plosión. La desatención a nuestro ¡mprescindible descanso, nuestros.nodos inadecuados de alimentac¡ón y la fal¡a cie algún ejerciciofísicoson también jinetes del "apocalipsis agobiante'l

¿ Un capricho es un deseo ¡rref¡ex¡vo, que se acompatra de una fuerzaemocional ¡mportante. Junrc a los caprichos hay. usualmenle. muchavehemencia, es como un deseo muy fuerte de algo que s¡n conside--¿r cuál sea su importancia real. en el momento en q,re se convierte en

un capricho adquiere la categoría de ser vital. Por lo general, se hablaCe caprichos en los niños y en las mujeres embarazadas. pero, inle-lizmente hay adultos que al parecer no superaron su estadio de n¡ño

caprichoso, y hacen del ¡ntento de realizar sus caprichos un modode vida. ¿Es usted una persona capr¡chosa? Es decir, cuando se le'netd'una cosa en la cabeza le brota una so¡dera que no lo dejaoir al otro, una ceguera que no lo deja ver las cosas como son, sinocomo usted se las represBnia, una tozudez, una obstinación, que alfnal ya sabe, "o lo hago, o lo hagol no hay alternaiiva. Los caprichoscon mucha frecuencia van a parar al agobio. Puede ser que por un

momento sean cgmprens¡bles y hasta simpáticos, puede parecer porun tiempo manejables, pero cuando toman fuerza, resultan senc¡lla-mente injustilicables e insoportables. Productores del maleslar deiagobio.Y somos nosotros lgs únicos responsables.

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l11o -VALE LA PENA_

5, Una más, y no porque sean estias las únjcas actitude$ cómplices ogeneradoras de agobio, ¿tiene usted conciencia de sus limitacio-nes?, ¿está verdaderamente preparado para hacer todo lo que secompromete a hacer? Los seres humanos somos il¡mitados en nues-tras anJjas, pero al menos temporalmente tenemos limitac¡ones ennuestras capacidades. Somos capaces si de superar nuestras capa-cidades, de reducir constantemente los márgenes que nos limitan,pero en cada"aquíy ahora" hay algo que no podemos inmediatamen-te. Asumir iafeas muy por encima de nuestras capac¡dades actua¡esy de ¡as poiencialmente real¡zables en una zona próxima cie nuestrodesarrollc, es también favorecer la aparic¡ón del agobio. Todo tiene sumomento y todo exige un conocimiento.

Recuerde que no hay mal que dure sino es porque de alguna manerasomos sus cómpl¡ces- No se deje atrapar por el agobio. Pero si a pesarde todo en algún momento de su vida cae en sus garras, entonces no

. olvide que una actiiud positiva ante la vida es nuestro meior insirumentode salud y bienestar En esos días en que todo parece que consp¡racontra usted, cuando lo invada una equivocada certeza de que no pue-

de más, de que nada vale la pena, recuerde que si somos positjvos

saldremos adelante. Es c¡erto que la vida a veces aprieta mucho. Pero sisabemos afrontarla ella nos premia con la felicidad-

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ComeHzl¡otl LAs PBE0cuPAcl0l'lEs

a-e er septiemore del a¡o pasado (septiembre es un nes muy slgnF

tcz:.!o parc mi. co.¡o padre y como profesor: comienza' ias crasesi'

--. p"i"ona "e

me acercó y a quemarropa sin darme la más mÍnima

rcnunidad de sal./arme de un improvisado diálogo me dijo: "¿Usted

=:€ cr,ál es la di'erencia entre esta'de vacaciones y no estar de vaca-

:c.es?'iLe respondí: "Sin duda alguna sll"Es más -le coment+- puedo

-a:€rie una pequeña lista de diferencias: el uso del tiempo es dist¡nto,

é". -ütinas diarias tanrbién son d¡ferentes' la noche se hace un poco mas

¿!a.llPero me dijo que nada de eso era lo esencial "La diferencia iun-

:a'iental son las preocupaciones: empiezan las vacaciones se acaban

¿s preocupaciones, Se acaban las vacaciones' oiga inmediatamente

:amenraron las preocuoaciones'.Estar oreocupado. Sentir un estado de intranquilidad, temor' angusla

: nquietud por algo que ha sucedido, que está sucediendo, o pensa-

-cs que esiá por suceder. Es algo tan conocido por todos que no ne-

:Ésita más clarificación. Algunos especialistas señalan la aparición de

a:éocupaciones como un momento fundamental en el desarrollo y ma-

:-racidn psicológica de las personas Las preocupaciones, a¡ margen

i su aco.panitiento emoc¡onal, casi siempre de valencia negativa

: ambivalen'ie, reilejan un cuestionamiento y por tanto, el interés de las

:eTsonas acerca de las cosas que son sign¡f¡cat¡vas para su vida y de

:aro estas son afectadas por olras sitLaciones. comFortamientos' per'

s.nas. Solo nos preocupa 1o que nos interesa lo q-e hace resonancia

=n nuestra sensibilidad personal

De modo que las preocupac¡ones no s9n cuett¡ones de las que

:ebemos deshacernos sin más Son como un llamado de atenc¡Ón'

Algo importante para nosotros esiá ocurriendo y nuestro dispositivo psl-

"ciógico nos está dando la señal Una conocida máx¡ma dice: "No hay

:ue preocuparse, sino ocupafse'l Y es cierto. Pero la preocupacion es

?mbién ese llamado de alerta y ese período en que antes de accionar

^os construimos el escenario, un plano de la situación. Las preocupa-

ciones son, desde esta perspectiva, sucesos lógicos y comprensibles'Estados prop¡os de nuestra relación con el mundo.

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1112 _ VALE LA PENA_

Pero no es menos cierto que aparecen, sobre tgdo, cuando de al-guna manera consideramos que las cosas no están sucediendo Gomodeberían, cuando sent¡mos que ciertas s¡tuaciones escapan a nuestrocontro¡. Es un alerta de que algo no anda bien. Por eso siempre estánteñidas de una sensación de incomodidad, desagrado. Nacen cgn unaconnotación emocionai negat¡va.Y sino se ies maneja adecuadamente,pueden promover desde estadgs de desasosiego intenso, que afectansensiblemente nuestra estabilidad, nuestra armonía subjet¡va, hastapensam¡enlos cataslróf¡cos cuyo desenlace puede ser fatal. Son, pre-cisamente, las preocupac¡ones excesivas las que debemos evitar. Esasque ¡nteriieren nuestras relaciones, nuestro trabajo, que no nos dejandisfrutar, so¡ las que tenemos que combatir.

Eslaba La Muerte caminando hacia la ciudad una mañana, cuando se leacercó una persona y le preguntó: (¿Qué va usted a {racer a la c¡udad?4"Vengo a llevarme a 100 personas", le respondió Lá ¡,{uerte. "¡Pero quéhorrorl., dijo el hombre. "La vida es así -afirmó La l\4uerl€- eso es lo que

, r hago¿ El hombre se apresuró para llegar a lá ciudad ántes que La [¡uertey le anunció a todos los planés de esla.A¡ ponerse el sol, el hombre se en-@ntro a [,a Muerle nuevámenie. (Usted r¡e di¡o que sólo se iba a ¡levar a100 pelsonas. ¿Por qué entonces murieron | 000?,. ,Yo cumplicon mi pala-bra -rspoodió La Muerte- las preocupaciones so llevaron a ,os demás'.

ElCornié Nacional de Sahd ¡,4entalde Ios Estados Unidos testimonióque la rnitad de las personas en ¡os hospitales se preocupan cónlcamen-b y eS rp sierpre favo.ece la ef¡cacia de los tratamientos, Es conocidoque lc @sos de preocupac¡ón son responsables de un estado tal dees*es qt.E pu€de repercutir de forma muy severamente en la saiud dela pe|ss¡as y At,orrece molestias como migrañas, artrit¡s, c¡stii¡s, coliüs,ddo.es rr.¡sslares. úlceras, trastornos digestivgs y otros. Pero hay otrasrEÉ¡rÉs

úta é¡iin eo ei f¿baF terminó de un modo un poco molosto para usl6d.Ertina s.É inervericixes y le entran dudas: (Habrá quedado clara mifiitr|? ¿tlá'rr er¡lendido lo que quisé decif ". Va pensando en osloE d aziD (b .€reso a su cása. Choca un par de veces. Ni disculpasfib- Se b tr q,e boía que h a buscar el pan. En la puerta las llavesrofE -¿L6 iÉré d{r¡ado en el sa¡ón de reuniones?". No recuerda.R- A* b erEfld¡a olra véz: "Es que creo que no logré decir todob q€ q¡sÉ!-- aiq-¡ bs cornpañeros pensarán que no los valoro". Entra.

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- Escritos con Psicología- 1 131

Su hijo le muestra las ñoias de los exámenes. Le dice cuálquier cosa parano fustrarlo. Pero esiá pensañdo en otro asunto. En la r€unión, lo que dijo,-l que no dijo, lo que eslárán pensando los demás. Lo pasa por al lado a sur.ujer y le da un hoJa de cortesía. El{a lo mira extrañada y le preguntar (¿Te

aasa algo?". Usted no le responde. lJsted eslá pensandc en olmonotema:a raunión, lo quo pasó, la6 posibles consecuencias. Ella le pregunta lo mis-¡o tres veces. Pero usled no se da cuenta.Al final: "Oye te estoy preguntan-do qué te pasó". Le minimiza el asunio. "No es nada". Se da un baño con ¡a

aerteza de que el agua se lleva hasta las preocupaclones. Pero siguen ahí.Se sienta frente allelevisot Pero lodo le conduce a lo que va es casi una ob-sesión. Se va a dormir Da vueltas en la cama. No logra quedarse dormido--¿Seaá que la semana que viene me dejarán aclarar la situación?,.Y hoy esyiernes.Y queda elsábado.Y el domingo.Y... "¿habrán entendido?, ¿esia-én molostos?, ¿podré aclarar la situación?, ¿qué podrá pasar después?".

:xcesiva preocupación y en cgndiciones en que no podemos hacer-¿da (de cualquier rranera tendrá que esperar al lunes). Preocupacio--es que no conducen a nada, o casi nada "que no 9s lo mismo pero es

!Lal'lY ¿cómo deshacernos de las preocupaciones que no conducen

= nada? Un importante psiquiatra austriaco, que había viv¡Co experien-:;as verdaderamente traumáticas y conmovedoEs en su vida nos da

-ra clave:"Hay algo que ni la más terrible situación es capaz de arreba-

=r a un ser humano: su libertad para escoger qué actitud asum¡r ante:, erta circunstanc¡a'l Algunas actitudes multiplican las preocupaciones.

l:ras las reducen sensiblemenie,Si usted se deja llevar por la d¡nám¡ca de la preocupación. Siasurne

¿ actitud de ens¡mismarse, de concentrarse en usted mismo y no escu-:1ar lo que las otras personas Ie pueden estar d¡ciendo, se.á víctima es-javizada de la preocupación. Una clave para sal¡r de este "hundimiento

:€visibld'está en dar entrada al otro, no solo como opinión, sino como'distracto/' (aquellg que logra distraernos, descentrar nuestra atención).l,lando inmersos en una preocupación que está a punto de embargar'-cs nos hacemos cargo de la escucha del otro, de su demanda, de lo:.te quieae o le interesa, estamos descentrándonos de la casi obsesio--ante preocupación. Esa persona que usted puede creer que lo está.¡portunando justo en el momento en que sL preocupación es su único

Jensamiento, en realidad puede ser su tabla de salvaciÓn.

Un ¡nteresante texto dedicado al combate contra las preocupac¡ones'rpertinentes aconseja "asumir pérdidasi Esto quiere decir, d¡cho en la

,erga rnusical regguetoniana "lo que pasó pasói No hay marcha atrás.

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l114 _VALE LA PENA_

Entonces: ¿qué consecuencias tendré? Ng hav otra oue asum¡rlas.En vez de cult¡var la previs¡ón de los efectos, ¿ó¿iquesá a rclotzar laconfianza en su capacidad para afrontar lo que luere nicesario y hacerseresponsable de lo que venga.Y este, además, es un excelente modo deponer un lím¡te a las preocupaciones, Obvio, una vez que hemos definidolas consecuencias probables y aceptamos que las afrontaremos, es-tamos poniendo un límite: ya no hay de qué preocuparse. por cierto,aunque todos sabemos que el todo no es la suma de sus partes. lamayor¡a de lostodos pueden div¡ditse en partes.y recordemos oue,d¡videy.vencerásl Con las preocupaciones no hay que hacer una excepción.D¡vidalas en partes, analice cada parte con afán de establecer límitesy oe asumir consecuencias y "abracadabra,,: las preocupaciones se irándesvaneciendo-

Alfina¡, sabemos que v¡vimos en un mundo incierto, donde los cam-b¡os en algunas esferas de la vida se suceden con veloc¡dad asombrosa(en ofos, lamentablemente, solo se ve estancamiento). Sabemos queno tenemos la'llave de los rayos" en nuestras manos, no somos ni pode-nlos decid¡r ¡nexorablemente el rumbo de todos los acontecimientos denuestra vida. Lo imprevisto, lo casual, lo insólito, forman parte de nuestrodiario accionar. Entonces, no hay de otrat es ¡mprescindible aprender atolerar un poco de i¡certidumbre. Esta también tiene su encanto v esuna buena oportun¡dad para poner a prueba nuestra capacidad de im-prov¡sación y de reaccionar con rapidez.

No ¡es falta la razón a lgs que consideran que: "Las preocupacionesson, y siempre serán, una enfermedad del corazón. Dues sus comien-zos señalan la perdida de la esperanza, de mejores posibil¡dades l Sotoharia una precisión. No son las preocupaciones, sino los excesos, laspreocupac¡ones excesivas, las que nos embargan, las que nos esclavi-zan y nos atrapan en redes de malestar. De esas ienemos que librarnos.Una batalla contra ios demonios que no term¡na s¡no con la paz y latranqu¡lidad esoiritual-

Entonces no dé entrada a los excesos de preocuDacjón. No son unabuena compañia. no solo por el malestar que nos gener.an. sino porqueno nos dejan valorar las cosas en su justa dimensión. pero si ya la preo-cupación se ha instalado, entonces piense en positivo. Reconozca queusted puede hacer algo, que puede hacer mucho. Recuerde s¡empre:"Puede que no esté en sus manos cambiar una situación oue le Droducepreocupacjón, pero siemp¡e podrá escoger la actitud con la que afronteesa situac¡ón'l

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No ot¡t prR¡ MAñANA.,. L0 ouE PUEDE EXPLoÍAR

:^ el siglo xrx Claude Bernard, fisiólogo francés, puso en evidencia

:-? "[...] la estabilidad de¡ medio interno es una condición de vida

:€i Para que un organismo pueda sobreviviren condiciones de libertad

::.e que tener Ia pos¡b¡lidad de ser, en alguna medida, independiente

=soecto a su medio. A nivel de ia fisiología Bernard daba la razón a los

:€'rsadores que, en el análisis de la vida social, estaban conv€nc¡dos

:€ eue no hay verdadera libertad sin independencia. Su idea también

:: extendió hasta muchos psicólogos que construyeron la hipólesis del

::sarrollo de la "Índjvidualidad'; no solo en base a la "socialización" sino-::.bién en base a la autonomía.

Pa!'a Bernard la independencia, a nivel lisiológico, la proporciona

: -homeostasis'l Djcho muy sencillamente se tra'ta de que existe en el

:-Janismo un conjunto de mecanismos cuya función es asegurar que

=-¡que las condiciones exiernas a ese organismo puedan estar va--ando continuame¡te, los efectos de estos cambios serán mínimos.

ls condic¡ones van variando pero el organismo despliega sus recursos

. se mantiene un "equilibrjo homeostático'l No pasa nada Sigue en pielerc si este equilibr¡o se altera, si los rnecanismos homeostáticos son-capaces de recuperarlo, entonces el organismo puede enfermar y con

: iiempo hasta morirSi extendemos el principio de la homeostasis hasta la vida cotidiana

:odrÍamos quizás entendet quét¡ene Van Van q¿le srgr€ ahl: es una orques'

= con una "homeostasis" poderosa. ¿Cómo pudo Nitza Villapol mante--3r durante tantos años, y años tan disím¡les, su inolvidable Coc,';ta ai-lr.r'ufo? El picadillo de gofio, el revoltillo sin huevos, las croquetas de-¿ve'(ave-rigue usted de qué son) fueron producciones con alto sentido..lmeostát¡co.

Un matrimonio vino a verme con la certeza casi constru¡da de que

'eldivorcio'merodeaba su relac¡ón Ella me comentó la causa:

Vinieron por unos días, porque en casa de la suegra de mi hija, que es

donde ellos viven, eslaban haciendo unos arreglos. Al principio nos acomo'

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i116 - VALE LA PENA.

damos más o menos... total era solo por unos días. N,li marido y yo cambia-mos temporalmenre aigunas rutinas, Como huéspedes que son. les dimosras max,mas comodidades posibles. No fue tácl. pero resulta que desd€prrncrpios de noviembrB los arreglos se terminaron.Altá t enen ahora inclusomas espacio que antes, uná casa más g.ande, y soio son lres. No t¡enenproDtemas con la suegra. Solo que parece quo aquí en mi casa, que os uncucuruchito, han echado almíbar El resuliado es que €stamos unb encjmadel oiro, trooezamos

-desde por ta mañana hasta por la noche. Cola para

lavars,e. Cola oara bañarse. Cola para... no lengo inttmidao ninguna. Éstoya punto de explotar Mi esposo dice que no les diga nada todavíá, que e oimtsmos se daran cuonia, y oJe €n caso de oue no sea así, más adétante seles drce. Pero yo siempre he dicho que no se dobe dejar para mas adelanleio que ss puede hacer ahora... o esta situación se resoelvé o no sé qué va asuceder De un momento a oiro voy a estallar.

El equilibrio homeostático parec'a naberse roto. El escenario lopaoemos, cambar y poner muy diveKias situaciones: un compañe_ro oe trabajo que constantemente la asedia con expresiones subidi_lab de tono, pero usted, por no crear una s¡tuación difícil en el trabaio.se,aguantai su hijo anda en..malos pasos.i pero como usted sabe que ael le molesta que fe estén llamando la atención. usted se contiene y nole dice nada a ver si él solo se da cuenta; el mensajero que le brinda etservicio de traerie sus,,productos normados, y at qúe usieo te pagalor,e-:.e-

trabajo, constantemente le justifica faltantes con fatsedades'{ue11,.,:11

p"",que se atrasó el aceite, que ahora trae una parte y des_pues otra-, pero usted soporta estoicamente porque no quiere peider elservrcro; un vecino se extralimita en los niveles de intensidad delsonidopon¡endo música hasia altas horas de la noche, y usted, conociendo lafalta usual de educac¡ón de sus vecinos y queflendo evitar su casi sequ-ra rcaccron grosera. va lolerando la siiuación. podriamos poner muchásmás. Y,en. todas agarece ,,aguaniad ,,contenerse", ,,soporta;; ,,tolerad unaac!mulación Drogresive ce .¡alestar que v¡ene acompañada, de manerao¡recramente proForcional. de la sensación de que en cua¡quíer momen-io va a "qs1¿¡¡a¡1

Mala Jáclica. N.¡aia opción. El asunto es senc¡llo: puede que ustedsepa cuándo está aún en cond¡ciones de controlar su compoitamjento,ruá.io aún La ac,rrnutac¡ón es sobre llevable. pero solo s;brt q;; ;;pueCe coBlrolarlo más, que la acumulación desbordó su capacidad decon1roi. cu¿ndc expiotg. Entonces elpaso de la sensación,,voya estalla/,

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- Escritos con PsicologÍa - 117 |

'golosióri'es casi imposible de predecir. Lo puede provocar lncluso'

*iriuto menos lmpottante. ¿No le ha sucad¡do que una situación s¡n

rtancia ha traído como resfuesta una reacción desmedida? Seguro

sí.Y la causa es "soportai; "aguanta¡'j ya sabe acurnular males¡al-ú*á uit"U poOri. pensar: "¡Pues bien explolél Se acabó.el pro-

nn: Pero ¿se Éa detenido a pensar cómo se acaban los pr:bl9ma:

I-s ui. ¿"'1" explosión? ¿No se ha percatado que 13 muerte de un

idema por explosión hace nacer siemp* "l ry*-",T-11"^Y""1:?:

=-1" o;" llaÁamos ''explosión" es una reacc¡ón emccional descon-

GÁ, ¡it"o"", qu" oscuróce bs límites más claros de la rac¡onalidad'

lno" oon" "n

,nu condic¡ón convulsiva, que nos hace comportarnos

idecuadamente. Entonces. la reacción negativa dei otrc no se. nara

erar. Se habrá provocado una sitL/ación beligerante' una conllencta

ácontrarios y at tinal. lo que pudo ser un mal momento transitable se

úconvertao'en una siiuaciónde distanc¡amiento con amplias posibili

* de irreversibilidad. Al menos con grandes posibil¡dades de deiar

Ecas af ectivas desagradables.

-*ó, a¡n hay otro; efectos negativos. Usted que no quería crear

a?a "nuu"l¿n

¿iftif "n

el trabaio, terminó "armando un s'odl Usted que

¡ ouer¡a molestar a su hijo. lo ha invad¡do de molestia Usted que no

ijia petoer el servicio, después de la explosión de seguro lo perdera'

usled oor la orosería puede hasta terminar siendo grosero Y le olgo mas:

rr Hürán qu¡enes pongan como inf€lices victimas a qu¡enes son en

slidad, victimarios, Poque su comportamiento explosivo favorece que

Jr" u"t"o ""igu "l

peso de la culpa, "es una engreídai "como padre no

á un ""nt"uoÍ""""

üpo es un pesadol'1ú viste la gritería quo armo:--á c¡erto qu"

" u"""" nos da pena, sobre todo cuando se trata de

p"**" ""oun""

a nosotros Pero es una pena ¡rnprcductjva En

ffnitiva s¡ son personas cercanas, pues, con más razón entenderan

I""iln "otpt"naiuo".

No falta Ia ocasión en que pensamos que quizás

Lámos siendo un poco egoístas, insensibles Pero todo tiene un lÍm¡te'

Los buenos sent¡mientos, las ayudas, no son para que otros se aprove-

chen de ellas al costo de nuestro malestar. At final traiando de evitar una

rnolestia transitoria, siiuac¡onal. lo que logramos es favorecer un males-

tar proiundo. El f¡n no ha justificado el medio Lo ha empeorado'

Siempre es mejor poner las cosas claras desde el inicio' Definir los

:ímites. ói por el cámino hay "desv¡aciones'i entonces hay que ir llaman-

do la atención. No con las conocidas "ind¡recias'; sino de manera cla-

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118 _ VALE LA PENA_

ra y precisa. En lugar de acumular vaya pon¡endo a la consideraciórlCree un cl¡ma favorable al entendimiento y a la búsqueda de una solu-c¡ón. Pero no se trague las palabras, ni los sent¡mientos, n¡ las opiniones-Recuerde con Juanes, que pesan nás los daños que los misn1s años.

Las reacc¡ones afectivas intensas, descontroladas, son casi siempreprovocadas por una situación límit¡g. De modo que sitenemos el cuidadode no dejar que las cosas lleguen al lím¡te estaremos haciendo una buenalabor de precaución. Usted lo sabe, el mejor problema es el que se evita"Si se t¡ene que formar que se formd'es la opción de la van¡dad, de hsoberbia, en el mejor de los casos de la ausenda de recu€os ¡ntel¡gentespar¿ afrontar un problema. No tiene por qué 'formarsdl Es posible evitar eldescalabro.

Afrontar las d¡ficultades es ¡nevitab¡e, y es mejor hacerlo de maneracontro¡ada aque ellas nos ¡mpongan man€ras explosivas, incontroladas.La aritmética y Ia economía de la v¡da no se equivocan; siempre es me-jor ahorrarse un malestar profundo, incluso al costo de alguna molestia-

Iodos hemos escuchado: "No dejes para mañana lo que puedas hacerhol Pero digo más. D¡go que hay situac¡ones en las que no solo setrata de una buena opción, sino de la única opc¡ón buena. Entonces pa-rafraseando la sabia sentencia conocida desde tiempos inmemor¡ales,decimos: "No deje para mañana lo que puede explota|,l

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Fnrcrolo ¿oóHor rsrÁs?

=n cierta ocasión se reunieron todos los dioses y decidieron crear al nomore

," a"rie,,"u "]"gen

y seña,anla LJnodeelosojo: 'Si:oshacemosai-1Já iiug"n v

"uñ"¡anza va" a tener

"n cuetpo iguar al nJesLro lueEa

.lnüi¡q"nclá co;o lt ';ueska

Debemos diferenciarlos de nosolros o esta-

..*o"Lanao nuevos dioses". Decidiero¡ entonces quiiales algo Pero'

;ue quilar? DespJes de mucho pensar' un d:os dijo: "Vanos a ouharles la

=icidad... Pero lenerros que esconderla muy bien para que ¡o la encuen'

:ren lamas',

A'orien geñalo: .Varnos a €sconderla en la c:ma d¿ monte rrás ako

^"i Á,rn¿o". Pero otro repuso: "No servirá Recuerda qué les dimos

:,Jerza. Alguna vez podrán subir y encontrarla, y si la €ncuenl€ uno'

,átáoo" úntan oona" está". Acto seguido, otro propuso: "La escondere-'mos en el fondo del man'. Pero iar¡poco fue ac€ptado Les habían dado

a curiosidad. Alguna vez querríen saber cómo os el mundo subacuáiico'

Juiuriun v l" t"ri"i¿uo "ería

encontrada Pensando en grande otro dios dijo:

".,_Oué tat si la escondemos en un planéta leiano de la Tierra?" Pero le

oi"]on,.lÑo, t""r"t¿u q,le les o:mos nlel:gencia y un dia constr"ián una

náve en la oue podrár via ar a lodos ros planetas y la van a descuD- r' looos

tendrán felicidad y serán iguales a nosol'os"

El ihiro de ellos, Lln dioi que habra a4alzaoo en silencio cada una de

t"" fropr""t"", lompió ei silencio: "Cr€o saber dónde ponerla para

oue'roátmente nuncá la encuentren " Todos se voliearon asonbrados

J-oieountaton al unísono: "¿Dónde?". El dlos respondió: "La esconderemos

áántó de ellos mismos. Estarán tan ocupados buscándola fuera' que nunca

la encontralán,,,

¿Es posible ser feliz? ¿Es la felicidad un mito o una realidad?

'.c-me abentraré en reflexiones que nos lleven al aparatoso mundo de los

:cnceptos abstractos. La felic¡dad, nadie lo dude, es uno de los deseos

-ás ráiterados y recurrentes en la historia de la humanidad Escritores'

-o"t"" y "ántoi"a;

pensadores, cientílicos y polÍticos, desde los más

--roto" t¡"tpo", hán editicado la primacía de la lelicidad como esencia

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1120 _ VALE LA PENA_

del buen vivir, como sentido mismo de la vida. Mezcla de intelecto y afec-to, unidad de cognic¡ón, condición y emoción, fusión de futuro y presente.la felicidad no necesita mucho sustento teórico porque, al decir de CamiloJosé Ce¡a. es una de esas verdades que se s¡ente con el cuerpo y poreso cas¡ nadie duda de ella. Parafraseando a Schopenhauer, pudjéramosdecir que la felicidad nc lo es todo, pero sip ella todo lo demás es nada.

Algunos trasnochados, no obstante, han asoc¡ado la posibilidad deserfeliz con la ¡gnorancia, suponiendo que es más feljz el más ignoranie(paradoja: en ese caso serian ellos m¡smos muy felices).,,La felicidadconsiste en la ignorancia de la verdadl sentencia Giacomo LeoDardi."La felicidad -dice Carlo Bini- consiste cas¡ siempre en saber engañar-se", algo así comg un engaño construjdo para entretenerse con el futuro.mientras se consume el presente. Nada más lejos de la real¡dad.

Para nuestra dicha, en esta histor¡a, ia inevitable e inequívoca rela-ción felicidad-conocimiento, queda monumentalizada en la célebre sen-tenc¡a martiana: "Ser cultos es el único modg de ser l¡bres,lTambién ensu Enc¡cloped¡a, Diderot afirmaba que el conocimjento está construidoper el hombre, y en él debe basarse el ser hLlmano para obtener la fe-l¡cidad, Eduard Von Hartmann, en su momento, asoció la evoluc¡ón del¡ntelecto con el conocimiento de las ¡lusiones para consegu¡r Ia felicidady concibió la salvac¡ón del individuo en lérminos referidos al triunfo dela razón. El Monarca de Bután, tierra del dragón de fuego, ubicada aleste del Himalaya y en corte limífofe con regiones delTíbet y la India,ha decla,.ado que elobjetivo de su gob¡erno no es maxim¡zarel productoNacional Bruto, s¡no la Felicidad Nacional Bruta, Su reino será el,,Reinode la Fei¡cidad Interior Bruta':

Ser feliz es, sobre todo, sent'rse realizado como ser humano en lasmúltiples misiones de la vida. Sentir profundamente el placer del ser-vicio auténlico a la existenc¡a humana deniro de los ámbitos cercanosque la representan (la lamil¡a, los amigos, por ejemplo), en la cotid¡ani-dad de los actos de la simpljcidad trascendente y en elamplio un¡versode relaciones sociales que la pueblan (la nacion. el país y, por qué no,el mundo).

Ser feliz es tender una mano al otro y aceptar la suya sin menoscabosabiendo lo que se hace y sintiendo el placer de hacelo. Saber sentir.Sentir Io que se sabe. Hacer desde el saber y el sgnt¡r Es encontrarsea uno mismo en el placer de ser quien se es, de que los nuestros sonlo que son y se es qu¡en se es para ellos. Es tropezar y volver a andarEnmudecer por un momento, pero querer hablar s¡empre.

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- Escrilos con Psicológia-

Ser feliz es algo tan grande y tan pequeño como la alegría de sent¡rse

,-,o. La felicidad nace en el ansia de vivir plenamente y obtener de la v¡da

:,€1estar, sentir el deseo de vivir y saber cómo llevarlo a su dest¡no-Ser feliz -dice José lgnacio Laita de la Rica- es no dejar de cre-

:¿'. Conocer las prop¡as posibilidades y ponerlas en funcionamlento

-:¿'feliz significa sacar de sí mismo lo mejor que uno t¡enelSe es feliz

:. vlda, viviendo. Sintiéndose feliz. Teniendo las capacidades humanas-e:esarias para ser feliz. Salud y fel¡cidad van de la ma¡o. No basta

:an no estar enfermos, no basta con ser sanos y educados Queremos

-'felices. l\¡uy acerladamente, la National Assaciat¡on far Mental Health

\ew York, Columbus C¡rcle) dice que salud mental es la capacidad de

-'ra oersona para sentirse bien consigo mlsma, respecto a los demás,

' ser capaz de enfrentar por sí misma las exigencias de la vida. Y si

-,.luir¡os en estas últimas nuestras propias exigencias, no hay que ol-

, :ar que el ser humano es esencialmente intencional, entonces pode-

-cs decir que salud mental es la capacidad de una persona para ser

E z construyendo su felicidad. No en balde García Máfquez dice que--o hay medicina que cure lo que no cura la ielicÍdad" (Del anar y otrjs

:an0nlos).Hace relat¡vamente poco tiempo Carol Hothwell, psicóloga anglosaio'

-a. oroouso hasta una fórmula de la felicidad que se expresa con una

-<.1ple ecuac¡ón. La felicidad de cada persona es ¡gual a P + (5 x E) +

: x H). La P se refiere a ciertas "característ¡cas personales" -la visión de

: v¡da, la elastlcidad y Ia adaptación. La F identifica a las necesidades

=,.enc¡ales- la salud, el dinero, los amigos.Y la Hdenota las necesidades

:: orden superior -el sentido del humor, la ambición y ia autoestima'

Pero más allá de fórmulas y recetas que no rebasan el límite de

€ elemental, el gran reto de la felicidad es que no hay modo de arr¡bar a

: a sino encontrandola en nosotros mismos Lograr un rrodo autó1omo

i ;lterdependie¡le de v:v:r, fomentar la capaciddd para el enfrentamienlo

--Jponsable y productivo de nuestros proyectos de vida y de las exigen-

::as del entorno, robustecer nuestra participación comprometlda y res-

:..nsable. Nace a5í la capacidad real de sentir, de disfrutar, de vivlr con

: acer y bienestar. Favorecer el arribo a lafelicidad es desandar el camino

:-e nos lleva a enconirarnos con nosotros F;smos nuestro proyecto de

. da, el sentido real de nuestra existenc¡a. Usted puede serfeliz Todos po-

:¿mos serlo. Pe¡o hay que inteniarlo: andar es el único modo de llegar.

1211

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V¡v¡ ruÁs ou¡rn v¡vrR DESEA

Los grandes maestros de las leyendas y fábulas cargadas de moralejas-Esopo, Fedro, De la Fontaine, Samaniego- tuvieron sus seguidoresen escritores como Goy.t¡solo, Arreola, l\4onterroso y otros. Y tambiénhoy podemos encontrar representantes modernos de aquellos "filósofosde la v¡da'l Decenas de miles de "internautas" e "emailnautas" hacencircular por el mundo textos de pequeño formato, cargados de mensajeshumanistas, ét¡cos, que clarnan por un mejoramiento de la ex¡stencia hu-mana haciendo, por lo general, centro inst¡tuyente de este mejoramientoal propio ser humano, sus modos de afrontar y construir su propia vida.[-qs autores muchas vece6 quedan en el total anonimato, pero las ideascalan y quedan por un t¡empo en el"disco duro'y luego en el más durode los discos: el recuerdo.

Hace algún tiempo un texto de innegable valor educativo y orientadorc¡rculó por la red de redes:"La histor¡a de Lucas" o "La vida es una cons-iante elección';de la que traigo una versión condensada.

Lucas era €l tipo de persoña qug si€mpre estaba de buen humor y siempretenía algo positivo que decir Cuando alguien le proguntaba cómo le iba,él respondía: .Si pudiera estar mejof, tgñdría un gemelo,. Un díaft¡ia buscara Lucas y le pregunté: (,No te entiondo... no es posible ser una peÉona posi-tiva todo el tiempo. ¿Como lo haces?". Lucas respondió: .Cada mañana medespierto y me djgo a mí mismo, Lucas, hoy tienes dos opcjones, puedesescoger enhe estarde buen humor o estar de mal humor; enlonces escojoeslar de buen humor... Iodo en lá vida es hacer e¡ecciones. Cacia situaciónes una posibilidad de elegir Se elige cómo Íeaccionar a cada s¡tuación,se elige cómo la gente afectará nuesfo estado de ánimo. Se eliqe estar débuen humor o de 'nal humon En resuñen: so elige cómo vivir Ja;,da".

Un día me enteré que Lücas había sido asaliado y le djspararon. porsuerle lue ráp:dar.ente llevado aJ hospital. l\¡e enconhe con ét despuésde salir del hospitai y cuando le pregunié cómo estaba, me respondió:

"Si pud¡era estar mejor, tendría un gemelo,. Le pregunié qué pasó por

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- Escfiios con PsicologÍa - 1231

i- í\ente duranie lo sucedido. Me dijol "Cuando estaba herido y tirado

:- el piso recordé que lenía dos opciones, podía elegir vlvir o-podía ole-

: -órir. Ve diie, q-,eo y voy a vivil Y¿ en el hospial os médicos fue-_:_ oeriaes. No dejaban de oecirme que ba a eslar ben Pero cu¿ndo

-: I'bvaron al quirófano y vi las expresiones del rosfo de médicos y 6n-

="noras, realmente me ásusié.-. podía leer en sus ojos, esle es hombre

j-.ito.Érp" enlonces que debía lomar una decisión" "¿oué hiciste?"'

: nlerrogué..Bueno... uno de los méclicos me preguntó si e€ alérgico a

: :o v reJpi.anoo pro+undo grite sr' a las ba as Mienlras rela'l es d e: estoy

::-:oáiendo viv¡r... operenm; como si estuviera v vo no mue4o Lucas viv¡Ó

. :io"oue oor la maéstria de los rnédlcos, pero sobre todo, por su asombrosa

'-:lii!d: eideséo de vvir da vida a la vida

:Jes resulta, y esto es importante para los incréduios, que "La histo-

-: :e Lucas" se ásienia también en el sustrato material del individuo' en

i- ::ganismo, en su sístema nervioso La moraleja tiene un fundamento

:r:ciiscut¡ble, desde donde su convocatoria a asumir una actitud po-

l:.a. optimista, emocionalmente productiva ante la vida' ensancha su

-: rr persuasivo y pfedictivo de buena salud y felicidad .

:r ur estudio publ'cado hace poco tiempo por la revisla Pr)ceed¡n1s

:' ? N¿I¡art¿l Ac¿dPnt 0/Sc/eccs se afirma que las pe'sonas cuyo palron

:E actividad cerebrai se asocia a un estilo de comportamlento afect¡vo

:,rsriivo, opUmista, tienen una mejor respuesta a la vacuna de la gnpe'

- - miembro del equipo de ¡nvestigadores de la reterida academ¡a sena-

r 'e" un "omi"nio

para sugerir un mecanismo que explica el porqué

,r. :ui"tos "on

una Olsposjci¿n emocional más positiva pueden ser más

=losllLa publicación señala en el origen de esa relación a la aclividad

:: cortex prefrontal, una zona delcerebro que ha sido asociada por mu-

::-rs especialistas con la emocionalidad. Pues resulta que, algunas evl'

:i']cias inciican que esta zona lunciona de manera distinta en personas

:::imistas que en pesimistas Más aú¡, promueve modificac¡ones lun-

: ,'rales er'e, siste¡a defensivo del orga'lismo Otro equipo del Cent'o

:: Neurociencias Cognil,vas de la Univers¡dao de Dartmouth enconlro

=JUlaridades similares.

"Desde hace ya muchos siglos pensadores e investigadores de dis'

:1ias d¡sciplina; han estable¿ido relaciones lundamentales entre los

:stilos emocionales de afrontam¡ento y ciertos mecanismos fisiológ¡cos

, ¡euroauímicos. Los trastornos deoresivos nuy'recuentes en todas

r; oobláciones fL'nanas, son u1 ejemplo muy conocido del eslrecho

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1124 _ VALE LA PENA_

vínculo entre emociones y biología. Ellos están relacionado con elc¡onamiento inadecuado de algunos sistemas de neurotrasmisocerebrales, en parlicular la serotonina y la noradrenalina.

En otro ámbito, muchos psicólogos reportan experiencias de pa.cientes con enfermedades term¡nales que han prolcngado cons¡dea-blemente su vida luego de un proceso de ¡ntervención psicoterapéuticaencaminado a instaurar o reforzar un estilo positivo de afrontamiento dela enfermedad.

También los adeptos a la metafísica y el pensar esotér¡co develan re-laciones importantes, Serapis Bey, en un artículo sgbre la causa internay Ia sanacjón de Ia enfermedad señala que:

Cada órgáno y célula deñlro dolcuerpo lísico tiene une lasa vib¡atoria pro-pia, separadá y distinta dé la acción vibratoria del órganc vecino. Vibran dunÍsono con ciertos centros en el cuerpo físico. Las periurbaciones denlrode los cuerpos mentaly emocional de una pe6oña, afeclan las vibracionesdo los órganos y células del cuerpo físico de manera discodante. Estos

_ cuerpo menial y emocional deben ser armonizados y purificados para darle'' sanación al oacienle.

Pero no es solo un conocimiento de especial¡stas. Todo ser humanopuede encontrar una relación directa entre su estado emocional y suestado físico. Es algo que no tenemos que conocer para saberlo porquelo vivimos en muchos momentos de nuesira ex¡stencia. La posit¡vidad,el optjmismo, el buen ánimo, las alegrÍas hacen más ef¡ciente y mejor elfuncionamiento de nuestro organismo.

Como dice Daniel Goleman, a quien debemos mucho en nuestracomprens¡ón de la inteligencia emociona¡i

Las pgrsonas con habilidades emocionales bien desarrolladas tienen másprobabilidades de sentirse salisJechas y ser eficaces en su vida, y de dom¡-nar los hábitos mentales que favorezcañ su propia productividad; las perso-ñas que no pueden poner c¡eno orden en su v¡da emocional libran batallasinteriores que sabotean su capacidad de concontrarse en el fabajo y pensarcon claridad.

Nuestro cuerpo nos agradece Ia esperanza, acompaña mejor nues-tros empeños si ellos contienen alegría y felicidad, nos retr¡buye con unmejor estado físico si lo colmamos de razones para sonreír. Al final, vivemás quien vjvir desea,

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Ur srcRrro DE r-A ToNGEvTDAD

:'cen que fue aquÍ, en nuestra !sla, donde murió el más empedernido

-*rcador hispán¡co de "La Fuente de la Juventud'lCon la anuencia de

=Jlos l, Ponce de León se lanzó a encontrar una isla, ubicada más a¡lá

p donde el sol se pone, y que nombraban Bím¡ni. Era allí donde seFcijaba el líquido divino que se suponía no solo reponía las fuerzas,

=io que hacía recuperar el vigor de la juventud. Agua de un manantial:..relado que construía el sueño de prolongar la vida hasta el ¡nfinito.

= camino estaba abierto desde mucho anles. Casi seisaientos años:]lres de Cristo, Tales de Mileto apuntó al agua como principio y funda--ento de todas las cosas.

No han estado ausentes las contraindicaciones. Según algunos textos+. agua fue el castigo que marcó el final de la más conocida longevidad:cs 969 años (una cábala en cifra que representa la rotación hasta elÍfinito del mismo dígito) de Matusalén term¡naron con el diluvio. Un exceso:cuoso. Pero se impuso el reconoc¡miento tácito del valor sanador del

'-gua y aquella premon¡toria sentencia de saluten per aqua que hoy se-rultiplica como epidemia en moda en los so'listicados SPA -templos:e una cultura del cuerpo más enrnascarante de un cierto narc¡sismo al

-so, promotora de una v¡da más plena.

¿Eterna juventud o eterna vida? ¿¡,¡antenerse siempre joven o en-,ejecer con la fuerza y los bríos de la juven'tud? La eterna juventud dea apariencia tiene una pésima representación, Se asocia a maletic¡os,seres transgénicos, momificaciones. Nada que envidiar. El mito de laelerna juventud es el del disfrute eterno de la vida. Un mjto que naceiel ansia, crece en la ilusión y se multiplica en Ia esperanza. La vida esexcesivamente breve ante la ¡nf¡nitud de Ia muerte. Se transligura al pasoCel tiempo bajo la égida de los co¡ocÍm¡entos -no tanto de sus certezas,como de sus límites. Entran en él nuevas palabras, nuevos conceptos.Pero su esenc¡a queda casi ¡ntacta: existe un princ¡p¡o, un fundamento,rna iuenle, que hace de la longevidad algo más que un hecho casual dela exisiencia humana. ¿En qué reside? ¿Cómo llegar a ella?

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1126 VALE LA PENA -Lo más cercano a la eterna juventud es Ia longevidad. Es al menos

su condición básica. Todo lo que parezca prolongár la existencra, lo queTavorezca,a anteposición de la salud a la eniermedad, aquello oue nu_tra la coherencia enke lo naturary lo que agrega la cdltura visan¡o unavroa plena presidida por el bienestar, se asu.ne como un anticioo ouereruerza er arthelo. Entonces el mito ¡o ouede gr,ardar silencio. Es exüo-vert¡do. Grita en gestos su mislerio. Son varioa los caminos por los quese andan. Algunos más que caminos son atajos que lejos de llevar á lalongevidad conducen a la depauoeración.

Al uso hoy, se proclaman redentores de las marcas del tiempo losprocedimientos de quirófano. Se eliminan bolsas, estrÍas, acumulacio.nes de todo tipo. Los procesos de est¡ramiento y remiendo ahora secomplementan con injertos de susianc¡as isotóoicas o no. da lo mismo.El fin justif¡ca los medios. La eterna juventud, res¡de en la apariencia iu-venil -luvenonon¡Ílc¿da. seria mejor deci.-. en establecer analogias cónel recuerdo y hasta con la juventud de otros. Una cirugía plástica q!¡e,delinitivamente plastilica a quienes ingenuos, o dramát¡camente confun-gloos, caen en manos de los"escultores" de nuevas estatuas eriqidas enhomenaje a la superfic¡at¡dad.

Las d¡etas /ose u/elgrl lasl se han converUdo en propuestras de ',ciru-gía plástica sin b¡sturll En apenas unas semanas usted podrá obtenerresultados sorprendentes. Que no es lo mismo oue ,,ser-orendentes:

Es decir, que prenda¡. Que se mantengan. Oue transc¡endan et dañoque causan. Centenares de métodos para que usted,,parezca másjoven" (son honestos, no quiere dec¡r que lo sea).y todo ello para prolon-gar la vida, ¿para prolongar la vida?

¿Cómo se puede prolongar la vida atentando contra ella? La nocióneslructurante de la longevidad, es la salud. No la juventud. Longevo sig-nifica de larga vida. Y la larga vida supone. ante todo, el resteto a lavida. ¿Qu¡én dijo que la juventud reside en ta apariencia? ¿euién dijoque serjoven es sinónimo de moldear cuerpos sin importar el alma quedisfrazan? La curtura de la "plaslicidad aleja de la longevidad, porqueanda por el camino de una vanidad banal.

La cultura del v¡no, nacido en la fiesta de la,,vend¡mia,l metáfora na_iural del nacimiento, se insiala como un culto a la ,'vivif¡cación,, lcaprichoce cercan¡a sonora con la "vinificacióri,). La ciencia tiene elementos ensu defensa, aunque tropiece. Los entendidos hablan de proDiedades tes-timoniales del "ser elix¡d'del vino. Su componente alcqhólico oue entraen la contienda co¡tra el "colesterol malo: Su capacidad vasodilatadora

Page 47: Vale La Pena 2

- Esc¡iios con Psicologia - 127 |

. :: aquÍ su función delens¡va ante las galopantes enfermedades car-

::.asculaies. Algunos se convencen, más por el arnor al v¡no que por

¿ ::ntundencia de las evidencias. Se suman las prometedoras acciones

= sus compuestos fenólicos y la consecuente acción defensiva frente

. : alerosclerosis. Sus propiedades antioxidantes. Cuidado. De tanto

:-:'er al vino, se l9 pone en riesgo de sobredimensionar sus dotes.

Sesulta sospechoso ese afán de algunos "vinóiilos" que conceniran:::.?,.nadcs esfuerzos en mostrar que el vino es una bebida muy sa-

-:ecle. Se emoeñan en complicidades con médicos (del corazón, del- 7do, de la velez). De sus elucubraciones sin demost.ación contun-

:É--le emergen sugerencias que prost¡iuyen Ia esencia del asunto ¿Es:-: acabaremos recomendando v¡no para controlar la presión arterial?

_ =3

que alguien imaginaauñ s1mnelíefagn bata blanca fecetando una

:::a de vino cada seis horas durante siete días? l\¡ás que delensores

:: !niverso vinícola, son ingenuos artífices de una equlvocada imagen:: vÍno como "medlcina sabrosa'l

lercano a la "vinofilia'; un especialista de la alta cultura alcohólica-¿ aseveraba que la mezcla era lo mejor, si de alcoholes se traia, para

::anzar ia longevidad (¿,no dicen que el alcohol conserva?) Y más aÚn,

-: acorraló con una especulac¡ón psicológica que oesentraña la con-

:-:Jción al desarrollo espiritual de una "coctelería subietiva": lo ác¡do

::--a fomentar la actividad y desenredar preocupaciones; lo amargo para

,-=rcer la tristeza y asocialse a la alegría; lo dulce pafa superar el miedo

. lacer prevalecer la reflexión; picante para el reforzarniento de Ia voiun-

=:: o salado para fomentar ia prudencia,Y para el mejor desempeñ0,

: .iso moderado de todos los elementos en una combinación que amén

:: cuestión de gusto, es p!'oducción de sabor.

El buen comer y el ejerc¡cio físico acuden al Ilamado de la longevi-

rad. Viene el primero acompañado del pescado, el aceite de los olivos,

¡ mllenar¡a soya. Se interpolan hábitos de varias reg¡ones. Se traen tes-

:ronios de barbas blancas cultivadas por más de 100 años. No faltan

:s redes de apoyo desde las ciencias. También las redes del marketing

rmercjal intentan apoderarse de la propuesta. Lo hacen. Pero no resta.elor a lo esenc¡al.

Pero en los predios salutogénicos se blande, sobre todo, una sabia-cción: la moderación. La propuesta ni estoica ni hedónica es "vivir con-:oderac¡ón' (corner moderadamen'te, beber moderadamente, hacer

=,ercicios físicos moderadamente). Una inflexión, sin duda' ¡nteresante y

reiinit¡vamente más productiva que las anteriores.

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128 - vAL€ LA PENA *l\.4oderación: un lugar e^tre la sarturrona negativa de la abst..)enc ay e¡ ¡ffacronat do.n¡nio del exceso. Es la.nteracc¡ón con los ltmites no

l1r:¡^:l ":"-"r9, "ll" para eJ disfrLrte. es Oar intenciona,iOá a rJ-qui

se.nace, reseryándose la autonom;a de la oec,sión. Es hacer porque sequiere, no fuera de ¡o que se quiere. Es p.olongar en ve. d; "*¿;d;;Es disfrutár.

En la moderación la vida se hace humana. Se ensancha, se sustentaen la diversidad sinérgica de lcs senijdos y su entendimiento.y asícomoprolongar la vida más y más ha sido un sueño utópico al que la huma-n¡dad se acefca en asomoroso adagio. Así co.no vivi. mas Uene comoconotcron vrv,r co.r salJd. en el inte.juego capricloso de las relacionesvLoa-muerte-.la moderació4 es anc¡a det vivir.

,^ _E1¡y-at-C1ie1 ¡uso. hay una mirada posibte. El secreto de ta tongev¡-oao. oe la sa'Jd invencible, oescansa el las rroe¡as der placer nesu;doy multisensorial. En elbalance alimentario del gusto y lo saludable. En iácomb¡nacion de lo ¡ntelecr,lal. del placc. estet.co y ¡a mandterción fís caoer contrnente del alrra. La moderac¡ón de n.resrras relaciones interper-

:111les Esa que tate en la compañía amabte y sentida de ta amisiad,en la cordura de todos los días y en la locura paroxística del momento.Enlonces es pos;ble ta longevidao que crece y se ext ende e¡. el caucev\a de los sueños y as esperanzas. Ld oue s-pone sentirse cadd diavivo y con.ganas de v¡vir, lo que hace lranqueaUte ta ausencia inüngiÁiepor venir. "No hay medicina qLre cure, lo que no cura ¡a felicidad,l Nu;stromodo de vivir se suma al intento.

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Ln rrRctRn No Es tA vENc¡DA

-, :odavía eres un niño'me d¡jo un hombre de unos 80 años que habÍa

=..- "'-u á.iqo de mi pad'e. 'y si bajas uras Ibr'tas, más niño toda'

l. .: "ó"go

óo-o pará hacer evidente su disconno'midad con rni talla

a:-,-"r. Én ál .o*"rito no supe si tomarlo como un cumplido' una burla'

: :enc¡tlamente un modo de reafirmar lo que después conceptualizó

:.r-o su "terceia juventud'lYo ya estoy viviendo los 55 y me los noto' por

. -"no" "n unaiomparación sustenlada en Ia memoria que conservo

r: ¡is 20 v mis 30. lvluchas veces escuché a Carlos Ernbale con el sep-

e= Je lgnácio p¡¡e;r o canlart Joven ha de ser quien to qu¡et a ser" solo que

:€tarn;te no todo en la vida es querer' Pero pensándolo tlien' no me

jsgr.ista la idea de que a los cincuenta años-de vida se pueda conside-

-.i oue en alqun sentido todavia se es ün nlno- Á"uno" o"oor¡"n pensar que eso de ser niño a los cincJenta liene

a..," ui, "on ""t

rnu persona inmadura "Eres un niño ¿no vas a crecer

- -nca?'l Pero no es eso lo que me entusiasma Para nada Es c¡erto que

a 'nmadurez puede ser bastante más larga que la infancia y la juventud-'

. si se asocia a estas, por elemental transltividad se puede ser nlno

: ,cven toda la vida Una amargada especialista rusa una vez me ollo:l- iuveniud es ura enfermedad aguda que por suerte inev'tablemente

:"*á0"r""", pero la inmadurez puede ser crónica En cualquier caso la

lrdurez no ée relaciona con una época etárea de la vida, no tiene que

,er con la edad, sino con las actiiudes que se asumen ante los sucesos

:e la vida en cualquier momento de nuestra existencia y acorde con las

rosibilidades que se tienen en una u otra edad, La madurez es relat¡va

: la adecuación -hayióvenes maduros e inmaduros, y los primeros no

!¡1 viejos por ser madu.os Asimismo nay viejos inmaduros y no po'

esto son más jóvenes.

Tampoco me entuslasma la idea de que se considere "un niño" a al-

:,Jien que estanCo ya en la media rueda. posee ciertos atributos f:sicos

-No tiene ni una ariuga en la cara .. tiene ra piel como un bebéi De ah¡

a la cirugía plástica c;mo sustituto alucinado de la fuente de la juventud

Page 50: Vale La Pena 2

l13o VALE LA PENA

hay poca disiancia. Que la cara sea el reflejo del alma, es un modonreiaiórico de decir, qLre nuestro modo de ser se expresa en nuestraanatomía rnás visible. Eso no es nada nuevo ¡i creo que rnuchos lo pon"gan en duda. Pero el rostro no es qulen hace Ia pertenencja a un grupodernográfico sacial, que se ciefine por sus modelos de inserc¡ón soc¡alen base a sus posibilidades físicas y mentales, por su relación con laproducción y el cons!mo de bienes y serv¡cios soc¡ales y el disfrute delo culiivado durante años de trabajo.

El asunto es olro, y vale la pena pensar en é1. Hagamos un ejerciciode afitmética elemental apoyándonos en el concepto de esperanza devida. En el inlcjo de los noventas, la esperanza de vida calculada eraaproximadarnente de unos 30 años promedio. Podríamos decir que enaquel ento¡ces, una persona de 25 años era "un v¡ejo'lTodos sabemosque la reinafite desigualdad social y económlca nc permite estableceruna tendencia mundiai común, pero salvando momentáneamente estaesenc al dilereircia podemcs decir que hoy la esperanza de vida prcrne-dio se acerca a los 80. Una persona de 50 años es "jor'en'l,.'AlgL¡nas predicciones razonables señalan que en muy poco t¡empo,

en este s¡glo xxL, más del 25 ó/. de la población pertenecerá a la lla-mada "tercera edadl Habrá más de seiscientos millones de personascon más cje 65 años. Ya en el año 2010, una de cada cuatro rnujereseuropeas tiene más de 60 años. La aifra de asociados al clan de "los¡nuchacho¡es de sesenta" Ilegará a los dos rnil

''nillones para el 2050.

De cumplirse lo valicinado pgr un grupo de demógrafos hace unos me-ses, quienes calclrlan que en ios p¡óximos setenta años la pobiaciónmundial podria alcanuar los nueve mil miliones de seres humanos, losmayores de 60 años serán el 40 % de Ia población. No en balde algunosdicen que la hoy conocida geriatría, será la medicina del futuro. Más alláde las pfecisioÍres relativas de las cifras un asuntc claro es que'Jovenha de ser..- el ci¡cuentón" porque, inevilablemente, las referencias deedad cambiarán.

Si a todo esto sumamos que la población mundial crece por las eda-des mayores, que la media de las perconas arriban a estas edades enmejores condiciones fís¡cas y mentales, más sanas (algunos hablande un "envejecim¡ento más tardío'), y que al m¡smo tiempo asistimos auna escasez de producción bastante sign¡l¡cativa en los recién llegados;entonces tenemos oue admitir que la tercera edad cambiará ios rolesque le conocemos y le concedemos hoy. Algunos números pueden ayu-darnos a entender mejor.

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- Fscritos con Psicolog¡a - 131 l

Si hace unos años at.ás en algunos países por cada retirado habíajez trabajadores activos, en los últimos años la proporción tiende a re-

l,c.rse a ires o cuatro. En algunos países con poblaciones muy enveje-

¡:as, como Japón, se ha reducido a menos de dos por uno Siguen los

,a;cinios: para el 2O5O habrá sólo entre 1,5 y 1 ,8 'lrabajadores act¡vos'

:,:-cada Persona mayor cie 65 años.

A ouen entendedoi pocas palabras Canbia t0d0 anbia canta ¡lelce-

-s Sosa con su amigo León Gieco. Quién diría en los radiantes sesentas

:-e ien¿r¡amos un óckero abuelo de "la tercera edad'lN4ick 'jagger, el

ii'no Ston", no ""

n será unaexcepción. es apenas un anticipo Quien

i- a q'ue aqui mismo en C"¡ba iendríamos una univers:dad de la terce€

=ad. La onda'?etro" tendrá que prolongar sus años de relere¡cia Para

€s adolescentes los d¡fíciles de comprender ya no serán los abuelos'

si c los tatarabuelos y bisabuelos Y el "viejo amod' seguirá sin olvidarse'

- :ejarse. ahora. corno la energia solo se transformara'Tenemos que prepararnos para ese momento que poco a poco va

t¿lando. Tenemos que de una vez y por todas reformular nuestras per-

éciones de la tercera edad, nuest.os modos de relacionarnos con los

r-e hoy son la avanzada de lo que vendrá. También tenemos que pre-

:;-'afnos para en "nuestra lercera edad" saber asumir los retos que se

-as avecinan.De lo que no cabe duda es que con la edad no se cumplirá la-sen-

='rcia según la cual "a la tercera va la vencida'l La tercera es y sera aun

-ás, unaidad para seguir aportando a Ia vida soc¡al, para enriquecer el

:-:na, para coadyuvar al logro de una mejor vida para todos'

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R¡co¡¡slo¡R¡R Es DE sABtos

Un padre muy apenado, y sob.e todo triste y dolido, me comentó deuna decisión que había tomado su hijo, y que afectaba sus relacionescon la única n¡eta que tenía. Todo suced¡ó cuando el primogénito lehabía pedido que recogiera a la pequeña en el círculo. Un desl¡z deatención y memoria, nada inusual en las personas de ¡a edad de quienme contaba, había traído como consecuencia que aquel olvidara latarea asignada, y que la pequeña esperara un poco más (bueno, bas-tante más) de lo usual para poder regresar a la casa.

Su hijo, con qu¡en siempre había tenido excelentes relaciones,rnov¡do probablemente por la reacción situacional (y ya sabemos que laprimerá reacción no suele ser buena consejera) tomó la decísión de nopermitir que al abuelo se le diera tarea alguna que tuv¡era que ver con

la niña. Con Io aue ponía un obstáculo en las relaciones entre la peque-

ña y el de la tercera edad. El padre-abueio, una vez pasado los días,y disminu¡do el impacto del suceso, ie pide a su hijo que reconsidere

la dec¡sión. Le comenta que ha decidido hacer lo que nunca antes había

necesitado: apuntar las cosas. Pero alparecer elhijo duda."¡ri nuera me

comentó -me dijo- que el muchacho se está preguntando si debe o noecirar para atrás su decisión".

Cuántas veces nos hemos enconirado en situaciones en ias que he-mos tomado decisiones, incluso pongamos justas, adecuadas, y luegopor una u otra razón nos p¡den revaluarlas (en el sentido no de darlemás valor, sino de volver a evaluarlas). O nosotros mismos pensamosen Ia posib¡l¡dad de alguna reconsideración. Cosas que nos suceden en

bdos los ámb¡tos de nuestra vida, en ias diferentes relaciones ¡nterper-sonales que tenemos -familiares, laborales, amistosas, de pareja. ¿Eslegíümo, correcto, bueno, revaluar nuestras decisiones?

Toda dec¡s¡ón es dec¡sión en un contexto. De manera que, en prin-cip¡o, su validez nace asoc¡ada a los contextos en que fue la decisióntomada. Por eso es muy común escuchar frases del tipoi "para enten-der mi decisión ponte en mi luga( o'lrata de entender la situación en

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- Escritos con Psicologia - 1331

:-e me encontraba cuando tomé la decisión'l El contexto especÍfico, la::Jacióo, no es solo el escenario casual de nuestras decisiones, sino

:-e iorma parte de la decisión misma. De modo que es natural pensar

:-e si cambian las situaciones, si cambian los contextos, es posible que-:s pidan, que nos pidamos nosotros rnismos, revaluar las decis¡ones.

En el caso particular de una decls¡ón que emerge como una respues-

i : 'eactiva a un suceso, cuando se toma al fragor de algo que ha suce-

| : :r eo ese momento, y que nos ha producido displacer, molestia (como

| : :asc qLe nos sirve de trampolin en nuestro análisis). co're e riesgo

I :¿ no ser, de no haber sido, lo suficientemente abarcadora, de no haber

t :,:nsiderado la mayol cantidad de informaciones posibles. En otras pa-

I ::ras, p!'obablemente es una decisión más jmpulsiva (por eso le llamo

| -=ictivai q"e rac:o1al {pensaoa. sobre pesados los dilerenies aspectos,

| :-a izada con varias óptiaas). El contexto e'nocional en que se to¡a es

| -= so. y la decisión tiende a ser I^asta contradictoria: el pacire de la riña.

| ::.a preservar a ra ni¡a oe situaciones desag'adables (que se quede

I r'. dada otra vez er el orculo). ,a pone en otra sitJacion oesagradable.

I ¿ aleja de su aouelo a q-;en quiere y recesha.

I Sln embargo, una vez desaparecrda. o al menos ^lerguada la ten-

I . -n. t¿ oosibildad de una revaluación es casi inm¡nente. l'roonante se-

t ': ar aquí que no u+ilizo el téimino re-eval-a. casualmente. Aevaluar es

| --'o.siderar.Vo ver a analizar,a s'tuacion. Oué la provocó Que sucedio

| : -é dec,s,ón se lomará al respecto RevalL,a' una decisión no es solo

I :-:'oqarla. Esta es ura posibil¡dad No la única Puede ser que produc-

I , ,i l" revaluacion la decislón sea retorzada y n'antenida. o pueoe

| -,. sea mod'iicada parciar^lelle. Desoe la reva'Lación es posible llegar

I : liversas conclusiones

I O" malera que revaluar una decis ón no solc puede ser necesa'io

I ' lil, sino tambien justo.

I P"to "n

bueoa medida. el que hagamos úna cosa u otra va a de'

I ::rder de cómo entendamos el senlido de la'evaluación de üna deci'

| ,. rr. Para esto necesrtamos acercarnos a dos conceptos d¡stintos que

I :,ponen dos arális s o'erentes, dos mi'adas diferentes' a los rrjsnosI -.ra""os, V seguramenie resouesEs oistintas a la pregLrta del novel

I arp", uro es ecnar para atrási y er otro es reconsideral: El rnismo

| ::c,sor de nuestra h storia está pensando una de estas fo'mas

I Cuanco se o¡ensa en "echar para aFás lo que se pone en juego es

| : estatus de justeza (adecuación) de la decisiór en el momento er que¡II

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1134 _VALE LA PENA.

Íue tomada. "Oye, nos equivocamos. l\retimos la pata. Dale marcha atrása esolA veces la ¡a-cha atrás ya no funcio..ta. porque la decisión camoioIanlo ta sttuac¡on que ^o hay ¡odo de reracerla. pero. ;ns.sto, en e,echarpara arras hay u'r cuestionamiento de la decisión y det dec.sor. Se Ta.c€corro "e-ro¿Y claro. aquí es rnLy comú. que aparezcan tas -reststencias,I,:ii": ,: farso org¡r o. Ia autoes ma. tos pre,Jicios. .a rigidez. por esoer resuttado es ¡para atras nuncal ilo hecho l.echo estaJ.l Desde estacomprensron to mas pos:bJe es que el abueto se quede sin poCer ¡nterac_ruar con su nieta, y que desde aquí pues, se deter¡ore tamb;én la relacióncon su n¡lo, y... ya sabemos: ei camino de la d¡scord¡a, de la separación.delabsurdo.

Sin. e-nbargo. cuando pensamos la revaluación e,t términos de ..re_c¡nsroera/,abrjmos ia pJerta a L,.t enfoqLe dist,rto. más prometeoor.Y*VUeVO a dec¡r, no es soto para derogar. es tambien oara mejorar. paraennquecer. o para reforzar y mantener. Reconsidera¡ es volvei a eváltLarla sLIuaC,o^. pero l.aídA ar no-ento actuat. Es tratar de vatorar CLántChan ncdido infiuir nuevas cond¡ciones en la ,lraumatología,,

de la deqi_,:,-ó1. D?."rlg: permear por nuevos argumenlos. Aceptar ta posibilidadde cambio, "Hasta me hice una pizarrita y la pr"n

"n ü

""t" á" ,i

"á.ápara apuntafo todo y que no se olvide nada,'_rne comentaba el abuelo.trs consrderar también los efecios favorables y los ¡rg favorables, inclusolos no previstc, devenidos de la apljcación de la decjsión. ¡ctuánAo asinuestros corazones se ensanchan, nuestras relaciones se enriquecen,y nosotros crecemos como seres humanos. Reconsiderar es un ácto desuprerna lnteligenc¡a.

, No tome el rábano pof las hojas. No c¡go que todas ias decisioneshay-que reconsiderarlas. Aunque no viene naoa mat revaluarlas de vezen cuando. Lo que digo es que no se puede de;ar de reconsiderar toque neces¡ta ser reconsiderado. No se deje lleúar por los preluicios-.

)^".9^:f::: :, *n" "rgu

o se haga ca.go dj su vor_riaO. r,ro se párm.üser rnvaoroo po¡ ierrores de duloeslima o ,a la de auroridad. To;ar una:::l::". "" u¡t momento, y luego en base a diversas cosas ocurridas::T":"t," re-anátrsis, votver a pensarla, e inctuso ,ooiiilá¡á, óu"J"ser Lrn acto de prolundo sentjdo huma¡o, trernendarnente lntáfiienie,y nrás productor de bienestar y desarrollo. No Jo dude, |.econsl¿uiár

"-"de sabios.

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Ftmct¡s o¡ LA TERcERA EDAD

--i'e la suerte de tener un encuentro en la Gúinera, en Ciudad dej Habana. con un nutrido grupo de pobladores del conocido barrio

:arltalino. Fue en la Casa de la Cultura de la Comunidad, un lugar cus-

::.liado por los sueños y el profesionalismo de gente muy buena. Para

Éjar al salón abierto donde se rea{izaría el encuentro había que subir

--as escaleras que de primera v¡sta me impresionaron un poco Cuando

-=3ué arriba me encontré personas que, por edad, podían ser mis hijos,

::'cs rnis compañeros de trabajo. Pefo había muchos que podian ser mi

-adre o mi padre, creo que hasta mis abuelitos

Pfecisamente uFa señora. de este últ:"lo grJpo se me acercd y me

:.J:"í\,4i nieta es alumna suya en la Facultad de Psicologia .. y yo tam-

:':¡ lo soy, pero los viernes por la noche . asíque esta clase en v¡vo no

-? l3 podra peroeil Hablaba con tanto entusiasmo que me sent'convo-

:¿Co a un esfuerzo especial paia no defraudarla a ella y a los que como

: a habían llegado hasta allÍ Se movía de un lado a otro buscando, se-

::r me djjo "una buena posic¡ón. . aunque yo veo y oigo muy bien, pero

:.- ero estar cerquita'i Les digo sincerarnente, que era la misma imagen

- io oue me sucede con mis estudiantes en la Facu¡tad de San Rafael

, ,,lazón el Drimer d ía de clases. Y de pronto pensé: "Cuántas represen-

=.iones falsas exislen sobre la tercera edad'j

No era esta mi primera exper¡encia de "encuentros tormativos" con

€,.enes de Ia tercera edad. La Cátedra deiAdulto l\,layor de la Universidad

]: La Habana en más de una ocasión me ha invitado a act¡vidades con

is miembros, Ya me tocará también pasar del estrado al pupitre Cierta-

-€nte no hay que ser especialista para darse cuenta lo que ha cambia-

:r el concepto de'!iejo',las referencias de pertenencia a esta categoría

:. lo que a edad se refiere, la propia vitalidad con la que cada vez mas

:Ersonas llegan a ios sesenta (a mí me falta poco) Sin embargo, siguen

=stiendo muchas representaciones inadecuadas sobre la vejez

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* VALE LA PENA _

Psicólogos, médicos, period¡stas, profes¡onales de diversas deno_mrnacrones han hecho su aporte a la desmist¡ficación de las falsasnocrones sobre la tercera edad. Se ha abierto una lucha contra,,el vis.jismo": tendencia a la marginal¡zacjón por vejez, .echazo, desagradc.negac¡on. agresión. actitudes er general que discrimi^an a los;¡e-osy las viejas. Considerando oue buela parte de lo que lleguemos a ie.depende oe cómo ros represenlemos,o qúe será..o q-ue queremos¡legar a ser, me parece jnteresante que convoquemos al aniquilarnien-to de nuestras formas preju¡cjosas, estereotipadas y erradas ¡e pensaren la vejez. Para eso le propongo que tomemos siéte ipara movernosen la cábalaj eje.'lplos. Lo más impo ante ro es lo qJe va a leer, silcro que usled puede hacer despues de leer.

'L La vejez es una enternedad. Esta es Ia falacia de las falacjas.Es.como la "raíz del problema". Si se parte de que la vejez es unaenfermedad, pues casi ineluctabiemente se llegaa todas ias conclu_

..- siones erradas que existen sobre la vejez. parece construirse esieprejuicio de una supuesta presencia reiterada de enfermedades enras personas de la tercera edad.,,Los viejos siempre están enfermos;d¡cen algunos. Y otra vez la transposición conceptual: si e¡ la vejezsrempre se está enferrno, es porque la vejez misma es una enferme_dad. Vava absurdo.

En reaiidad bastaria una mirada a ¡os ¡nd¡cadores conceDtualesde sdlud para desrnontar tal estereotipo. La Orga¡izació- Vund al Oela Salud (ON,,IS) considera que ta salud es ',[...] un estado de comple_ta satisiacción física, mental y social y no solamente por la ausenciade enlermedadl El Comité oe expertos de esta organización ha decla-raqo que"l...l to que una persora v¡eja puede. o cree qLe puede. pare-ce ser''']as.ta medida de la salud que la ausencia oe patología.l Un ex_pelr¡entado espec¡al,sta. er Dr. Salva¡ezza. mieFlb,o oe la Asociación

11:ntolog co A.Sentina arirma que: "No poOemos peraer oe viJ l.re:9]l? eda¡ el prejLicio estabtece que crecen tos ritpedimentos y tam_ore4 ia erferTedad. Sin embargo. distintos estudios m..restran que esmas una creencia que una realldad y que muchas de las decl¡nacionesen argunas de las habilidades se deben más a la falta de entrenamien_¡o y at apartarnlento de la activ dad que al proceso de envejeclmientoen si[...] ninguna duda exjste de cierta ¡ndependencia entó la enfer_medad, y la vejezi Enferi-no está quien considere que la veiez es una

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- Esc tos con Psicología 1371

enfermedad. "Enferma-edad" aquella que sin el más mínimo decorosolo se mira a sí misma meiafísicamente.Todos los v¡ejosy las v¡ejas son iguales: peleones, caprichos1s, abs1rbentes,matraquillosas. Llama la atención col.r]o, acompañando a la psicolo-gía popular, muchas personas poseen una clara representación deque los comportamientos adultos tienen una raíz importante en lalnfancia. La mayoría de las personas reconoce que una persona queen su infancia ha sufricio carenoia de afecto, no ha tenido el cariñode su madre, de su padre, o ha sido maltraiado, pues será un adultocon dificultades para producir afecto (darlo y recibirlo). Pero esta líneade a¡álisis desaparece cuando se piensa en la conducta del viejo.

Que hay viejos y v¡ejas que son pe¡eones, caprichosos, absor-bentes y matraqulllosos no hay duda alguna. Como tampoco exisiendudas de que hay jóvenes asi. Y niños. Y ciertamente quien de niñofue de un modo, de joven se mantuvo en su línea, lo menos que po-demcrs esperar es que sea así mismo en la vejez. Entonces el asuntono es de edad. Es de historia, de educación, de estilos personalesi¡adecuados que se implantan y nc son sometidos a cambio repitién-dose hasta ellinal de la vida.

Todavía podemos preguntarnos ¿y esos viejos que se comportande esos modos, cómo son tratados? ¿No será que buena parte de sucomportamiento en muchos casos es react¡vo, es decir una reaccióna los modos en que son tratados? Para probarlo basta con conslruifsu estilo personal con exclusión de tales comportamientos. Llegar ala vejez.Y ser tratado con afecio y respeto, Dudo que de esta fórmulasalga un "viejo cascarrabias'lEn Ia vejez na hay nada que aprender palque el pensanlentj se oxida.U^aprimera mirada a esta falac¡a viene por el camino del "óxido'l El pen-samiento se oxida, como todo, cuando no se "lubrica": cuando nose usa, cuando no se conffonta con otros pensamientos, cuandono se actual¡za. El pensam¡ento no se ox¡da por efecto de la edad.Se oxida por efecto de las actitudes que asuminos. Hay mucho "óxi-do'en edades adolescentes y juveniles. Allí donde el pensamiento essustituido por el escapismo, por la evasión. Hay mucho pensamiento

ox¡dado por efecto del consumo de alcohol, de drogas, Hay tambiénpensamiento oxidado por el ejerclcio malsano y autor¡tario del po-

der, por la falta de parljcipación, por la ausencia de debate. Pero en

nlnouno de los casos es una función directa de la edad. Podríamos

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hacer una Iisia de la producción científica, literaria, política, filosóf¡cade personas en su te.cera edad. Los ó.ganos del pensamiento solose atrof¡an por el desuso.

El otro asunto es el del aprendizaje. He conocido jncluso v¡ejosqle aseveran que a su edad ya no hay nada que aprender. y yo ha-na una prec¡s¡ón: quizás no hay nada que aprender de lo que ya sesaoe, pero hay mLchas cuestiones que no se saben y que se puedenaprender. Más aún en este mundo donde son cortas (breves) las d¡s-tancias entre la aparición de nuevos recursos, de nuevos conoc¡mien_tos, y su aplicación a la operat¡va de la vida.

He visto, con sano orgullg y expectativa de futuro, muchos co-|egas mayores que yo, que a la llegada de los instrumentos com-putacionales se lanzaron al reto del aprendizaje como n¡ños en suprjmer día de clases. He tenido estudjantes que me doblaban la edad.Eso sí eran personas que se mantenían activas, de los que inclusorectiticaban a quienes les preguntaban si se habian retirado y decían:"Jub¡lado sí. Retirado nunca"-

4., En la vejez se acaba la sexualidad. Eslaba en la tibreria de la UniversidadCentro Americana de Managua, Nicaragua, querÍa ver las novedadesy de serfosible comprar algún libro. Me acompañaba otro psicótogocubano. En un estante div¡samos un l¡bro de excelente aoariencia, e-n-cuadernación de primera, encerrado en un mater¡al muy decoroso, yubicado en nivel de prioridad visual. Lo que nos resultó muv atractivofue eltitulo: ¿¿ yida seruatdethombre a lls 70 atos. Todavía nos;tros está-bamos lejos de tal edad, pero no está de más prepararse con bastanteanticipación. Cada uno buscó en sus bolsillos para contar el dineroa ver si nos alcanzaba. El p€cio era sorprendentemente batato. Nosacercamos a la vendedora y le expresamos, con voz de ¡nterés c¡entí"rco para que no quedaran dudas del mot¡vo de compra. nuestra elec-ción. La joven comenzó a reírse y nos d;jo: "¿Ustedes son cubanos?..(No sé por que, pero en todas paftes nos rdentifjcan). Al darle nuestraafirmación agregó: A ustedes no les voy a hacer esto..i'entonces desu mesa de venia sacó un ejemplar del libro que no estaba selladoy nos Io moskó. ¡El libro estaba vacíol (ta vida sexual del hombre a tossetenta es un concepto "vacío, nada que decir).

Así es la representación que se tiene de la sexualidad en la ve-jez. Cuando narro la histo.ia de una persona a quién conocí y quea sus 74 años tenía relaciones sexuales práct¡camente a d¡ario con suesposa apenas dos años más joven (,,menos cuando está mala,_me

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- Escrllos con Psicología- 13S I

decía), muchos qugdan perplejos. Otros me muestran incredulidad.A manera de jarana, no siD un poco de ironía, cas¡ siempre comento:''Hay personas que no pueden creei en las cosas que están más alláde lo que ellos hacen'l Picasso ya había superado e¡ varios años laedad de retiro cuando concibió a su hija Paloma. El abuelo del rock,t\,,lick Jagger, asegura que la misma energía de sus presentac¡onesen vivo, la moviliza en sus "presentaciones" íntimas (por cierto tam-bién io dicen las que han estado en "el público').

El princ¡pio es e¡ mismo: tendremos en la tercera edad la sexua-lidad que hayamos construido durante nuestra vida. Quienes creene¡ !a sexualidad sustentada en "la maquinaria física" del sexo, serálsexualmente frustrados. Quienes creen y disfrutan de una sexualidadabierta, de contacto ernocional, una sexualidad proplamente huma-na, disfrutarán de ella hasta el iinal. Hay sexualidad en la terceraedad. Una sexualidad propia que mantiene y reeditica lo mejor de lasexperiencias amorosas de la vida.A los v¡ej1s hay que deja 0s descansar, nejar que no hagan nada.Dos errores garraiales. ¿Quién dijo que descansar es no hacer nada?Descansar no es sinónimo de dormir. El mejor descanso no es, pre-cisamente, no hacer nada. Muy por el contrar¡o, el cambio de ac-tvidad, la relajación que producen ciertas act¡vidades, el equilibrioy blenestar emgcio¡ai que se favorece cuando se hacen cosas agra-dables, que son del gusto de qulen las hace, son excelentes formasde descanso. No solo los viejos necesitan Cescansar.Todos necesita-mos descansar "Y para dormir -decía mi padr¡no Pancho- ya habrátiempo de sobra'l

Una cosa es, obviamente, mantener en estrés a una persona deedad avanzada, someterlo a activ¡dades de demanda física, de fortaleza, impropia para su edad. Oka es iaciliia¡ que mantenga unaadecuada y necesaria actividad física. Una perso¡a que se tira enla cama a no hacer nada termina o deprimiéndose o desarrollandoestados de ansiedad ¡nsoportables. E¡ organismo necesita acción.No estamos construidos para la inactividad. "La cama enferma';dicenos que saoen.

El otro asunto es sencillamenle incuestionable. ¿Quiénes seránlos que afirman que es mejor que los viejos no hagan nada? No quie-ro imaginarme Io que pasará a la vuelta de unos años si asumimosque los viejos no harán nada. La partic¡pación de la tercera edaden la dinámica social y farniliar hoy no es un lujo, es una necesidad.

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6.

_VALE LA PENA _

La poblac¡ón envejece paulatinamente. La ssperanza de vida ata. Es una aritmética elemental: la participación del adulto mayor¡mDrescindible.A los v¡ejos solo los not¡va estar con sus n¡etos. El tema de las Dridades v¡ncula a los pequeños no es nuevo para los que somosdres y madres. Usted no puede quizás ¡maginarse lo común qes la preferenc¡a de las madres y los padres a estar con sus hily"desatendel'su relación mar¡tal. ¿Cuántas veces nose hausted que luego de que aparecen los hijos, esposoy esposa sevumás papá y mamá que marido y mujer? Hay cuestiones de valorsoc¡al, de expectat¡vas y de un cierto matiz emocional muy atract¡y fuerte que ejerce la relación con los hijos. Traspáselo ahora a¡abulo. Claro "los hijos están demas¡ado grandes. Es más algunosgustan del vínculo con "el v¡ejo'l Entonces ahÍ, como tabla de src¡on, como posib¡l¡dad de dar con total entrega, con la intensidadel corazón permite, están los nietos. No hay de qué preocuparse.

'

Pero no cierre los ojos a otras evidenc¡as. Los nietos. bien educa,oos y poseedores de buenos ejemplos, son los que más se entregana la relac¡ón con el viejo. Encuentran allíamor, complicidad, toleárFcia. Abuelo es siempre el que está dispuesto a saltr a jügar, a pasear-Abuelo es el que mediat¡za el momento del conflicto. Si. Hav unacomplicidad espec¡at. Pero eso no significa que tos de la tercerjedadno quieran tener vínculos estrechos con sus hijos, sobr¡nos, en fincon todos. Pongamos atgo más que nietos delante de los veteranos yras vereranas, y veremos que hay para todos.

7. A los v¡ejos les gusta estar salos v¡viendo de sus tecueños. Me permitotan aolo una precisión que se der¡va por cierto de reconocer oue ¡osprejuicios sobre la vejez afectan al viejo, afectan las retaciones de laspersonas con los viejos y las viejas, y afectan a las peEonas mismasque hoy están en el cam¡no de serlo (camjno que comienza para to_dos con el nacimiento). La prec¡s¡ón es la siguiente: no es lo m¡smo\ener que v¡vir de los recuerdos que ..querei v¡vir de los recuerdosHecordar es volve. a vivit Pero para tener fecuerdos es mejof viviry el mejor modo de recordar es seguir v¡v¡endo.

La tesis es clarat si no se abren los espacios de part¡c¡pación a laspersonas de ia tercera edad, $¡ no se les considera para la oDerativadiaria de la v¡da, si no se piensa en ellos para lo que hay que hacer ma-

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- Escrilos con Psicologfa- 1411

=ána. se les está condenando a quedar anclados en el pasado Y eso

-edie tiene el derecho de hacerlo.Pero más aún, si por efecto de sus propias representaqones preluF

: ales, de sus dolores de pérdida, una persona en su tercera eoao se

-=o. eaa v solo qu;ere viv r de sus recue'dos entcnc^s debemos convo-

;io á 'á part¡cipación debemos o¿rle responsabilioades en la opera-

:,-a diaria de la vida, tenemcs que convocarlo a hacer hoy y mañana'/ eso es algo que todos te¡emos el deber de nacer'

Me atre,lo, para finalizar, a confesarle mi "tipología' de la vejez'

\l está aun patentada. a5í que tcmera apenas corro referenc a pa'a

-.JS decisiones. l\,4Í propuesta cons¡dera que existen tres tipos de vejez:

¿'/ejez, la buena vejez y la vejez ex¡tosa

Lá primera, simpiemente la vejez, es ya un mérito Signif¡ca haber

=-:ontado y sorteado los rigores de la vida con cierta adecuación Se ha

,.gi'ado hácer prevalecer la salud frente a sus enemigos, la vlda a tiem-

:o irente a la muerte a destiempo Al mirar hacia atrás uno puede declr

: l" orgullo 'he v'vido'- Pefo la persora que llega a la vejez en arguna

-edidá asume como sentido de su situación el "todavía estoy'i Cada día

:Je pasa es una victoria sobre la implacable. Por eso la vejez es una

.:.:erte de "crónica cotidiana" sobre un linal que se acerca'

Además de ser un mérito, la buena veiez es una distinción, porque

:e ha ltegado a ella €n condiciones de autonomía, independenc¡a, con

=pacida-d para hacer, pafa estar en el cotidiano funcional de la vida'

:ara colaborar. La persona se sjente capaz de iornar parte en el afron-

=mjento y solución de los retos cotid¡anos de v¡da. Puede ayudar' lMe

:rsta deóir que la buena veiez es un "ensayo contextual" en el que

:l modo en que se v¡vio prer¡iia con el modo ei que se vive'

Pero la vejez exitosa además de ser un mérito, además de ser una

:stinció1 es u"l pedesta'. Sobre ella se yelguen nLcvos proyectos se

,ergue la dignidad de un hombre, de una mujer que cumple co¡ su mF

: oñ vitat y á enriquece. Seres hurnanos en qu¡enes arde el deseo de

, vir, de amar, de hacer lo suyo. No imporla si se llega a ia meta Lo que

¡porta es querer llegar e inierltarlo. La vida cobra nuevos sentldos'

Cultive desde ahora para usted una vejez exitosa Deshágase de los

-¡tos y las falacias con ¡as que nuestros abuelos fueron excluidos de lavida

,tes de tiempo. Pero no sea egoísta, hágalo también cgn esas personas

:ue están a su lado y que quieren una veiez exitosa, que qu'eren ser el ce'

-ino que se abre por el que usted luego podrá andar con mejor paso

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I

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personas rnayores de 50 años están tamblén en riesgo de adqujrir laenfermedad, y estas en ocasiones, son ignoradas de los programaseducativos, preventivos y de ayuda. En Cuba con el decurcar de losaños se ha visto un incremento de la detección de casos en estegrupo, que además ha sido poco estudiado -y sigue más adelante.En los Esiados Unidos más del 10 % de todos los nuevos casos des¡da ocurren en personas mayores de 50 años'l Puedo asegurarleque en la i¡mensa mayoría de los casos de contagio podemos hablarde "no pensarlo dos veces'l

2. A los jóvenes sala ljs nat¡va el ba¡le, andar de fiestas, la diverc¡ón. Des-pués de casi cuarenta años kabajando con jóvenes, sj aigo pue-do asegurar es que, en generai, les gusta el baile, la divers ón.reunirse y iiestar. Pero sería absolutamente injusto sl digo que sololos motiva esto. Los motiva todo Io que se presente cgmo un reto.como una oportunidad de demostrar sus hab¡lidades, des.trezas.Los motiva tener buen rendimiento en el deporte (jugar bien a la pe-lola, al faotball, al basketbah. Cunde en ellos la moijvación por hacel

' : algo bueno, importante, por su grupo, Por deiender a quien otros quie-ren violentar, a aquel de quien quieren abusai. Los motiva, sí, verseb¡en, estar a la moda. Los motiva ei futuro, tener un buen traba¡o.ser alguien. Salta a la visla sus rnotivaciones vinculadas a las rela-c¡ones de pareja, tener un compañero, una compañera. Ser bLtenosamigos, tener buenos arnigos. Los motiva el aprender, estudiar -d!-rante años han desf¡lado por mjs clases jóveres repletos de ansjasde $aber, motivados por ser buenos científicos y profesignales de iapsicologia, motivados por ayudar a las personas. Los he visto moliva-dos por las activ dades políticas, cuando no son impuestas, cuandono son formales, cuando nacen de su compromiso y su comprensión.La lista de motivac¡ones que he visto (he constatado, he comproba-do) es sencillamente interminable.

Lo que veo menos es adultos tratando de favorecer las condicio-nes para el despliegue de esas motjvaciones de los jóvenes; insti-tuc¡ones para la libre expresión y no para la normatividad absurdalorganizaciones, incluso supuestamente juveniles, preguntando quequ¡eren hacer ellos, cómo quieren hacerlo, cómo qu¡eren participar,y qué entienden qle debemos hacer los adultos, Lo que veo muypocas veces es jefes motivados por enseñar a los más jóvenes,dirigentes prestos a ser sustituidos por la nueva generación. Y sí veornuchos adultos diciendo a los jóvenes lo que tienen que hacer, cómo

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Escfitos con Psicologia - 145

lo tienen que hacer, para qué tienen que hacerlo.Y ciertamente estono es muY motivante que digamos.

Somos los adultos los que tenemos que hacer las cosas bien,para que nuestro empeño de que los ióvenes crezcan desde nuestrasraíces, no le impidan que desp¡¡eguen sus alas.

3. Los jóvenes na aprec¡an las cosas que se les dan.Todos apreciamos lo quenos dan, sobre todo, cuando son cosas que necesitamos, que que-remos. Si nos dan Io que no queremos, al aprecio le cuesta muchoaparecer. Y si aparece, perdón, probablemente pura lormalidad. Nodudo que el agradecirniento es una norma que trasciende la utilidad.Es cor€cto. Pe'o agradecer sin ap'eciar reconozcarnos que es unanorma formal, no r¡ucho rnás. Y ciertamente, qué bueno, los jóvenes

no son (no somos) r¡uy adeptos al formalismo. Incluso de algunamanera, y no sin razón, lo conslderan hipocresÍa. Pero esto no es un

defecto.Pero lo más interesante, a Írijuicio, no está en la presencia o no

del aprecio. Sino en la dinámica de "dal'y "conseguiil En su "Graciaspor el fuego" los jóvenes cantan su punto de v¡sta con Buena Fel

No me regales nás nada... déjane ganámel} y0. Esa es la esencia delasunto. Y más que una debilidad es una fortaleza. Querer conseguirlas cosas, ganárselas con su esfuerzo, con su dedicación, con su

trabajo es algo que debemos elog jar y'fomentar. Que algunos quieren

"lucharlas" en el peor sent¡do de la expresión (fobarlas, "b¡snearlas';

traficarlas...), es cierto. Pero tampoco es característica privat¡va de

la juventud.

1. Las jóvenes s.,n c1ntestanes, nada les viene b¡en... t1do les parece pocq.

No son contestones, son contestatarios part¡cipantes y producti-

vos. Son fervorosos amantes de la polémica, como se autode'iinía

el mismo Martí a los 24 años, también en su juventud, en una ca¡ta que escr¡bió a su amigo guatemalteco Valero Pujol. Y qué buenoque sea asÍ. ¿Cómo se pueden relacionar ¡os jÓvenes con un mundoconstruido por y para los adultos? ¿Cómo se va a producir el mejo-ramiento de la sociedad, su adecuación a las exigencias, demandasy ¡ecesidades de los que la vivirán, si a los jóvenes no les parece poco

lo logrado? ¿Cómo va a nacer Ia nueva sociedad? ¿Quiénes la van aco'rstrJ:'? La dialécrica oe la negac'ón Fos enseña que mas que capr;chos de edad, son leyes inexorables del desarrollo las que ¡nstituyen

las contradicciones necesarias para el cambio imprescindible

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1146 -VALE LA pENA-

Entonces es bueno que los jóvenes sepan conlormarse, pero,to ser con¡ormistas. OLe separ adecuarse. perc no subsumi€; enadaptac¡ones acríticas. Que sean capaces de sumarse a la masa,pero sin diluirse, sin perder su esenc¡a. eue sean capaces de dar susop¡niones. sus crilerios, sus argumentos a despecho de quienes In-

_ tenten iriponerles aqLettas argumentac ores e^ las que no creerán.5. N0 escuchan a los nás v¡ejos... quieren hacer las cosas salos. La cordi_

c¡ón iundamental de escuchar es el decir. Si en alqún ámbito de lavida numana estd rras que probado que ia fo,ma nace.nelfa. paraoren o para mal, en un proceso, este es, sin duda, la comunicactón.La posibil¡dad de escucha. se ve profundamente favofecida o entof-pecrca por el modo de decir. Junto a esto la escucha es un procesoselectivo. Y uno de los elenentos de filtra e de esa selecriiidao esla relación entre el co tenido de lo que se dice. y las peculiaridadesde que escucha (gustos, lntereses, ansias, entre otros). De modoque, s¡ alguien, (digamos los jóvenes) no escucha, es necesario revi_

, sar la forma en que se le d¡cen las cosas, y lo que se le dice.No obv¡o la testarudez del oyente, no descarto el rol de las expec-

tat¡vas prejuic¡adas. Claro que hay muchas cosas en el que debierao pud¡era escuchar que favorecen o no la escucha. pero, si el ¡ntere-sado en la recepción es el que habla, el que d¡ce, entonces ha de sereste qu¡en conliera a su decir las característ¡cas que Io hacen conmayor probabilidad escuchado.

. No se puede pretender que los jóve¡es quieran escuchar porquesr, porque es to qle deben hacer. Hay que tratar que ¡os jóvenesquieran escuchar. Y la pregunta entonces es, ¿intentamos que nosescuchen, o partimos der supuesto que tienen que escucharnos? Sia los jóvenes se tes hab a desoe los ^tismos pre Licios oue sobreellos se tienen. enronces ro hay muchas posibirid;des de que rosescLchen. 'La Pro,eci. cer.a.a su circulo autos_stentador, v ;e cum_plirá: pienso que ¡os jcvenes no escuchan, les hablo sabienáo que nome van a escuchar, y por tanto no me escuchan. Entonces mi puntode part¡da: los jóvenes no escuchan, queda dernostrado. ¿Demostra-do o construido?

6. Los jóvenes siempre coneten err1rcs ev¡tables porque no t¡enen laexpe enc¡a necesa a. Creo que es imposible cjudar de que alguieneste exento de errores. Todos cometemos errores. y ahora dÍoo oue'Experiencra y -|.0 cometer etores; no ticne't un¿ re acion ineiitable-

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- Escritos con Psicología -mente lineal y directa. Es una idea inadecuada, digo que hasta peligrosa, la que nos hace considerar que la experienc¡a es una aliada

excelente e incgndicional de los comportamientos acertados. En de-

finitiva no es necesariamente así lMuchos errores son causados por

la experiencia. Podría hacer una lista interminable, e ¡ncluir sucesos

oue quizás usted prefiera ni escuchar' Incluso en las prácticas cien-

tÍÍicas y profesionales. Es cierto que la experienc¡a es muy valorada

en nuestras cu¡turas, El rol del '!ieio sabio'l pletórico en experienc¡as,

es muy pregnante. Pero no confundamos la sobrevaloración socialde

la experiencia, que de alguna manera contiene el fundamento para

el eierc¡cio de un "poder generacional'; y otra lo que la práctica, hasta

científica, nos demuestraLa experiencia contiene la posibilidad de la rigidez, de la fijación,

de la generalización excesiva, inadecuada. Es comprensible. Cuan-

do ciertos comportamientos nos han resultado exitosos, tenemos la

tendencia a repetirlos. Hasta cuando resultan erráticos nos cuestio'

namos la situación, no la experiencia ("Esto no puede estar mal' sl

siempre lo he hecho así y me ha salido bien"). Está demostrado en la

literatura científica que Ia comisión de errores triviales es más comÚn

en peEonas con mucha experiencia, que er los qüe apenas com¡enzan

Comprensible. El-irexperiente se afianza en er o¡ocedimierllo paso

a paso, por su insegur¡dad. Lo hace tal cual es El experimentado se

libra con facilidad de lo normativo' y ahí da entrada a la posibil¡dad

de errar.No estoy negando Ia importancia de la experiencia Estoy convo-

cando a dosif¡carla, a cuestionar la experiencia inclusive como forma

de hacerla hasta más aprovechable. En todo caso no está de más

recordar la sentencia de Oscar Wilde: "La experiencia es el nombre

que damos a nueslros errores'l Sin cometer errores, es difícil cons-

tiuir la experiencia. A los jóvenes les asjste entonces el derecho y la

necesÍdad.i. Los jóvenes están desn7t¡vadls par neijÍat su compoftan¡entj s1c¡al

Uno tes dice lo que t¡enen que hacer, y ell\s n0 la hacen. Camo s¡ n0 les

¡npoftan. En esta, para cerrar, me detendré un poco más lncluyo

hasta un fragmento de una carta que usé en un programa, y que se

relaciona con el "séptimo pecado de los jóvenes'l

147 J

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"El comportamlento soc¡al de mi hijo deja mucho que decir...Lo que más me preocupa es que no qu¡ere y yo no logro motivalo...le explico la importanc¡a del estudio en lavida y no me escucha, no leinteresa... le explico Ia importancia de tener una conducta c¡udadanaadecuada... le digo que lo que le pido que haga es por su bien, noes pesadez mía como él cree, es por su b¡en, pero nada. O lo hacea regañadientes o no lo hace... todo lo que yo. con más experiencia,le pido que haga por su futuro, él lo rechaza, no quiere, sencillamen-te no quiere.., El otro día me dijo: "Es que tú no acabas de entenderque lo que quieres tú, no es lo que quiero yo'... cómo puedo hacerpara que él entienda y haga lo que le corresponde'l

Hay dos tipos fundamentales de comportamientos en las personas:el "reactivo'y el "proactivo'l Algunos especialistas le dan estatus de"metaprogramas". El reactivo, como su nombre lo indica, supone ini-ciar alguna acc¡ón, solo cuando otro lo hace, cuando un condicjonanteexterno así lo define. Por tanto, suelo decir, es un "comportamiento

,.' esclavo'j depend¡ente, hasta sumiso. El proactivo, por el contrario, esiniciar la acc¡ón, tomar la decisión, querer hacer las cosas. Suelo dec¡r,es el "comportamiento librel propio del sujeto autónomo, independien-te, o para mejor decirlo, interdependiente. Elcomportamiento activo esindicador de madurez, de responsabilidad, de crecimiento como serhumano. De modo que, en primer lugar, saludemos, sintámonos orgu-llosos cuando nuestros hüos manif¡estan sobre tcdo comportamientosproactivos. Cuando dejan de ser mandados (no de hacer los manda-dos) y actúan por su propio deseo.

Y aqui está la clavet actuar por su propio deseo.Y es que no pode-mos olvidar que las cosas no se hacen porque otro las desea. Nadiehace por deseo de otro. Solo se hace por deseo propio. Y el deseopropio no comulga con la imposición, con la directriz rígida y ema-nada de lo que otro p¡ensa y cree que se debe hacer, aunque lleveQZÓn.

El deseo no es ajeno a la renuncia. Solo que la renuncia que cono-ce, que pract¡ca, es ¡a renuncia pordeseo, a favor deldeseo. Eldeseono es ajeno a la satistacción del deseo de otro, solo que la favorece,partic¡pa de ella, por deseo. El deseo no es ajeno al compromiso, a laresponsabilidad, siempre que se asuman por y con deseo, con apegoy respeto al deseo de la persona.

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- Escriios con Psicológía -De manera que la tesis es clara: promover un cambio de compor-

tamiento en los ióvenes (como en todas las personas) pasa inelucta-

biemente por favorecer en ellos la aparición del deseo de cambiar, de¡

deseo de comportarse, de obrar de cierta manera Es "la estrategia

del amor fundante", Pero el deseo no se forma en un dia, en un mo-

mento. No aparece sencillamente cuando nosotros querernos que apa-

rezca. El deseo, por el contrar¡o, se prepara, se fomenia, se construye

durante la vida. Es tarea de alfarero que trabaja con la educac¡ón, con

el ejemplo, con el intercambio.El deseo, además, es una ¡nscripción histórica, cultural Lleva las

marcas de la época. No es desacertada la sentencia de que "{os

jóvenes se parecen más a su tiempo que a sus padres" y madres'

De mane€ oue para hacerlo nacer asociado a ciertos valores, nor-

mas, a cierta ética y estética humanas, hay que dialogar con la situa-

ción, con el contexto real en el que los jóvenes viven. Recordando a

Marx, "la gente piensa como v¡ve'lTambién la gente desea desde el

cómo vive.

Para promover c¡ertos comportamientos soc¡ales en los jóvenes,

-. no solo en los ióvenes, hay que ir en busca de un deseo fundante,

:= un deseo compartido, de un deseo de todos. Nadie hace por deseo

:e otro. Sino por su propio deseo La lucha por la educación, la lucha por

¡- disciplina, la lucha por formar mejores personas, no pasa por querer

:-re unos hagan lo que otros desean que hagan, sino por ganar el deseo

:: lodos. por hacer oJe los deseos dialoguen. 5e ercue'tren ro se "'1--:1 como antagonistas, sino como colaboradores, pasa por conslrulr un

:eseo colectivo, es decir, un deseo que incluya los deseos de muchos,

:: tgdos. La guerra es contra lo mal hecho, contra los comportam¡entos

:.:riales inadecuados, de los jóvenes y los no jóvenes. El territor¡o es

¿ vida cotidiana. La estrategia, hacer nacer el deseo de hacerlo bien

'r creo, estoy convencido, que no solo es posible, sino que también Vale

i 0ena.

1491

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Sl¡r¡ cotse,¡os pABA c0N0ucroBEs JóvE¡tEs

El número slete es, sin duda, uno de los más controvertidos. Unos hablande coincidencias: los días de la semana. las notas musicales, los coloresdel arco iris, ¡os pecados capiiales, ¡as artes, las maravillas def mundo,los sabios de Greoia, las s¡ete hijas de Atlas, y muchos más. Otros ha-blan de destino;Tupac Shakur, eloscuro y mítico rapero, nacjó un día 16(1+6=7). Un 7 de febrero fue condenado a prisión. Los disparos que cau-saron su muerte se produjeron un día 7 de septiembre. Sobreviv¡ó a laagresión por siete días. ¡lurió a las 4:03 pm (4+0+3=7) cuando apenastenÍa 25 años (2+5=7). Nuestro Carlos Varela, empedernido rockeador

de sueños e lusiones a quien tanta blena cosa podemos agradecer,escribjó su hermosa diatriba generacional simbolizada por el número "7ique también da título a su exce ente álbum.

Lo cierio es que hace algunos años, llegadc para rnis hijos mayoresel tiempo de "préstame el carro que ya sé manejar y tengo ¡icencia" (paraClaudia hace cuatro años y para José Manuel hace tres: 4 + 3 = 7),preparé una pequeña llsia de consideraciones mínimas y esencialesdesde las que intentaba una vez más proteger, cuidar, salvaguardarla vida de mis hljos y la de otros. Fl resuliado fue, para mi sorpresa,"7 consejos" que quiero compartir con ustedes. Espero que no tenganque leerlo siete veces, g esperar siete días para poneflos en práctica.Asi dije a mis hijos y les digo a todos los jóvenes conductores.

1. Cuida el carr|. Este no es casualrnente mi primer consejo. No es quesea el más importante. Todos son igualrnente ¡mportante. Pero si noflay carro, no hay posibilidad de manejarlo. Cuidar el carro suponeestar seguro antes de usarlo que "todo anda b¡en'l Sé que esto escomplicado. Pero cerciórate de que no hay problemas con los frenos,de que las luces luncionan bien, en fin, que el carro está en condicio-nes de responder a tu control, Un chequeo deJ auto antes de usarlono solo garantiza más vida para é1, sino también para t¡ y para losdemás. Si acaso no está en condiciones, entonces posterga la salidahasta qJe podamos "ponerlo er rallal

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Escritos con Psicología - '151

Ei¡ie a tus aconpañanles y polles tas rcgtas Si bien esto de elegrr con

:::%31'"T""1.:::t1"":i,'"i:N."#"."'T !,r:,r*Q! {!:"i":ff,g"*?$"J:: g"#:':?Ji""i'*".",111# ; f ,t"J';1l,3i5llÍ;i,J!3Je ri conuersación, tu atención

""r:x,:ffi jlf il:iJJ|.,xlá,i1,í5fr,1;ciendo atención al volante. Si fuman,

;'llit*i i*:","?ru:,'l"o:.,"oi:o"ly'*'" u"rarán rrenando ro pur-

l*:H,1?"1,3;T"1ni::T:1,:'::i"'s[[;B';',.:,:"":;i['j:,iÑó. ór.ii""á" t" pr¿"n "apúratel "no vavas tan

i1¡o:;it;Íil",."""".,1P¡"ffiX":"",ÍT;nfi ,|.1 i"" 1l'?1",1;, *. N o te po nsas e n situaci ón

'Jí#ji"i:","jt#ü,¿:i:r:ru*xi"rj::ffi rT:,{il:ixrirtlr*ry'sT:t?i!ry+i,i?;;¡*:üqig:3d,.;;üiTi:""i8Jt"t?"t':';:rtf''fi 'ñLiJi"ii?","

"","*s que "ibas demasia'

áoiáiiJo;y' es tarde. ¿5e te *,1,;;XE*J1,il:i¿?i#J"ij:

. iliflÉ',x",",,,,:l#dyg j#ffi"'#

"fi?'ft H¡ jfl

lx tuil;-n::r3'h,smru,;4'a¡:,i:"q,5¿lTidi'!,!:ffi d:ffTde los cinco sentidos sensoriales,

tx""'"".il¡sf l["l,;;i:rq!i''"''"¡#iitpá't:#:i]?j,l;ift::*ffi :Ti¡hl,}:$"x"rl¡lx";$is?lliá¡"1i""''"1"ñconciencia v otros), el calsafclo la lalta oe sueño el est'es La -u-.i., -lá*ícá it"i

"lo.n reprodLclor en volútreres "ensordecedores"

Íi*""':rl*mm:i5s*:i'ñi:fl """"J:f :lxi:'Yl.t'LT:l

óor óartida dob'e: a las fiestas no se va "a lomall se va a dlverllrse

á ooi."rii¡;ón, u "or"part:r

co. as amistades a oailar' En realidad el

al;ohol disn'i"uye Ia dlversion y -la posd¡versión" el p acer'

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11E2 'VALE LA PENA _

5. Deja los pr1blenas fuera del caffo. Será difíc¡l que no encuentres razo-nes para molestarte antes de sentarte ajguna vez al timón. Tuvisteuna d¡scusión con tu pare;a y estás molestoj pasaste una situacióndesagradable en la universjdad o en el trabajo y estás molesto; un po-licía te ha puesto una multa que tú consideras injusta y estás molesto.Molesto quiere declr bravo, ¡rritado, tenso, luera de confol. ¿Quiénno sabe lo que es estar moJesio? Puede suceder Lo que no puedesuceder es que esa molestia sea "la conductora" del carro y tú ape-nas su "chofer operativo'lA los problemas no se Jes concede licenciade co¡ducción. Hay que impedir que ellos se monten contigo en elcarro. Déjalos afuera. Si quiere que vayan carninando detrás de tj.Quien maneja sin los problemas se está evitando un gran problema.

6. Hay que saber ceder para poder vencet "El es qu¡en t¡ene que panf.Es verdad.Te puede suceder que ie tropieces con un conductor irres-ponsable. Ellos abundan en la calle (de lo contrario el número deacc¡dentes de tránsito sería mucho menor). Pero su irresponsabilidad¡o pJede oesercaderar a tuya. Susr t-ye su i:responsabilioad cor

, ' un duplicar la tuya. Aunque lleves la razón, en situaciones de riesgo.es mejor ceder Tener la razón no siempre es suficiente. Llevamos ensangre la delensa de nuestros derechos. Pero el primer derecho quehay que defender es la v¡da. Es r¡ejor renunciar rnomentáneamentea la razón y salvarse del peligro. Ceder es, en ocasiones, la mejormanera de vencer,

7. Ten conciencia de tu vulnerab¡l¡dad. Quien no se cree vulnerable, tienemás probabiiidad de que le sucada algo, que el que sí se sabe pro-bable víctima. No funciones con las rituales frases de "eso a mí nome va a pasai; "yo sé lo que tengo que haced "eso no t¡ene nadaque vell Definitivamente no son buenas lorrnas de pensar ai menoscuando de ser un "conductor responsable'se trata. Reconoce tuslimitaciones y estarás cultivando tu cu¡dado y precaución. ldentificatus puntos débiles como chofer y estarás fortalec¡endo tu respon-sab¡lidad. Proiundiza tu paciencia y tu tolerancia y estarás alejandotu vida y la de los demás de peligros fatales. Robustece tus valores-la honestidad, la sensibilidad ¡nterpersonal, el amor a la vida, la in-teligencia- e, ineyitablemente, tus manos se posarán sobre elvolantede un modo más humano y productivo. Crece como persona y haráscrecer la vida. Tú puedes. Está en tus manos. Decide a favor tu vida.de tu felicidad.

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A olvrRlRs¡.., oEspuÉs DE pENsAR EN DóNDE

i noche sabat¡na a mlchos les hace vivir la ilusión de estar liberados:: os mecanismos de rutina, conlrol y compror¡isos. Es una noche de:,ersión, de fiesta en el senttdo que Freud apuntaba: "1...] un exceso::rmitido y hasta ordenado, una violación soJemne de una prohibic¡ón

I que reposa en la naturaleza misma de la fiesta, y la alegrÍa es pro-

:-aida por la libertad de realizar lo que en tiempos normales se halla- l:rrosamente Prohibido'l

La noche del sábado es la noche del ocio y su rnodelo de nociurn¡dad:: 'salirde casa" a divertirse. Pero ese clima lestivo, esa apertura hacia sí- smo y ruptura de los rigores de la vigilia, necesjta no solo de un tiempo:-cpio, sino tamb¡én de un espacio propio: "[...] la tantasía, la irrealidad,

:: Cistanciamienio de lo cotidiano que se incrementa con recursos y artjfi-

: cs en el interior de ios locales: decoración, iluminación, centelleo de lu-

:as, intensidad de la música'lSe erige allícomo una opcjón deseada, una

:Jerte de engendro que necesita más que ser disfrutado, ser analizado:

¿ discoteca.En la segunda m¡tad de los setentas se produio en los Estados

..1¡idos de Norteamérica ia manifestación notoria de las discotecas.

le unas lOO discotecas existentes antes de 1976, en un año se alcanzó

a cifra de 18 OoC discotecas. La imagen de entonces aparece en S¿¡ur-

:ay n¡ght Íever un lugar aún cercano al ¡rghl C/t/Ó, concebido como Jugar

:e encuentro, donde bailar la mús¡ca de moda y sentirse relajado,

Pero muy pronto la propuesta tgmó matices distintos al ser redise-

iada. El consumo de LSD, la droga psicodélica, se había hecho bas-

?nte popular entre los jóvenes norteamericanos y en 1965 Bill Gra-

1am, uno de los más exitosos promotores de rock, compra un antiguo

salón y monta un espectáculo con elementos sensuales y alucinatoriosque creaban la atmósfera del "viaje'produc¡do pof los eiectos del LSD.

Se proyectaban en el escenario y en las paredes todo tipo de tol/ag€s lu-

rinosos y filmes eróticos. PintuIaS "protoplasmáticas" rodeaban ¡a esce-

:]a iunto a fotos animadas y luces negras La psicodelia, un aglulinador

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1154 _VALE LA PENA _soc¡al asociado a un estado de alteración de conciencia, ¡rrumpe en elmundo del "mercado de consumo del ocio: CornenzuOa una asic¡aciOncasi ¡nexltnguible entre d;scoteca y consumo de drogas ilegales.. Para 1978 ¡a situación se hace más c,Írica. Ei p-eriodióo norteame-:::::.?:!! yt*: *racteriza asi to que pasa en una drscoteca: .Apar_¡aoos unos. de otros por una música ensodecedora, expuestos a una¡uz oestumbrante. los bailadores hacen todo lo que se les pasa por11:10::" sin m¡rarse, y s¡n dirigirse ta palabra en "i"gú;;;;;ücomo s¡ cada uno se moviera delante de un espejo gritándo sin paraiyo, yo, yo'l La discoteca comienza a converiirse en un manipulador deuna situación social del desarrollo faciurando un modelo de nocturn¡-dadconstruido para produc¡r un sJjeto de ese consL1]o, un sujeto con¡rus,on de lEsgresor que en realidad no es más que un esclavo de laproducción med¡ática comercial de los modos de consumo del ocio y enfranca asocjac¡ón con el.negocio de los negoctos,,j ta droga.,,Estas for_mas. .. de diversión son... experiencras psicódericas... paia inOu"ii unusrtuacron en ta que el ,'td¡viduo consiga replegarse sobre s; mismo...es una forma de goce juvenil indisociaüle de la intención de llevar hasta

li-"_:]lT": :*::*gncias et ejercicio oe ta t¡berrad inoiviouar y roliáiuna d¡stancia crítica frenre al medio concreto en que le roca v,vir al süje_to'lLa propuesta es la enajenación.

Pero en los noventas la situación ha cambiado aún más. ya no se tratade la psicodelia, sino de la,.drogodelia, que se instaura en las discotecasyJecrudece el individualismo, defendiendo a¡ con"umo por et consu.oLa orscoteca de los noventas es desarticJlante, enajenante. Su modo defunc¡onamiento es la generac¡ón de un estado mental de,Íuera de con-trol pe6onal"- La discotsca crea una situac¡ón

"n t" qr" to"

"u;"to" ""üncomo aturdidos, poseídos',por un control externo,. óe otrornáAo no ""_r an capaces de soporlar lo que at¡ísucede. Como ha observado Riccar-uo u. uant, aparece un atLlrdimienro y una alteracjón de estado mental

en er que uno se siente aceptado por rodos. sin re,acionarse con nadie.Este "estado de d€scontrol semioníjco,, cuenta para su consecución concómplices s[uacionales (loscuatro jinetes def npocaf ipsi5¡¡ s¡ ¡o;,la l-J-s c4,er rutdo y tas luces. Referiré apenas un poco de cada ,Jno.

.El ¡ocal es una suerte de bunher cetrado y oscuro que delimita

:3,.::11"^:j:-:1 ,id:nro y.el -afJe,ar No son iocates p"r'i."oo. p"ára Inlrmroad tnd¡vidual ni oe la pareja. El p.incipio de construcción és la9eneracron de L.a mullitud. Una muhjtud que no piensa, solo reacciona.

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- Escritos con Psicología- 1551

reproduce. Tiene un Dios y un profeta. La música y el "DJ" (rlsc J0cker.La sobrecarga de CO, por el encerramiento de la multitud, respirantey transpirante, ayuda sobremanera a ese estado de indiferenciaciónsueño-vigilia, realidad-ilusión ian típ¡co de los estados alterados de con-ciencia.

La música es la única parlante en la discoteca. Es una invasión degran intensidad a nivel del cerebro como si lo estuvieran martillando.Casi inevitablemente aparece entonces, un mecanismo de defensa parahacer frente a esta agres¡ón continua: "desconeciailla persona va per-diendo en situación sus capacidades intelectivas y por tanto, disminuyesensiblemente el volumen y t¡po de tareas a realizar Ya Schopenhauernos lo había adelantado: "La cant¡dad de ruido que uno puede soportarsin que le moleste, está en proporc¡ón inversa a su capac¡dad mental"-

Es la función de furn ofl(apagado) del sujeto. La música se rnezcla ade-más con el ruido. Sin ruido no hay discoteca. Digo "ruido'no casualmen-ter los especial¡stas ubican en los 65-70 decibeles el lírnite máximo que

soporta el oído humano. Baste decir que en las discotecas puede produ-

cirse hasta 120 decibeles. Se refuerza la lórmula: al no poder aguantartanta son0ridad, el organismo "desconecta" las neuronas produciéndose

una suerte de enajenación transitoria El ruido ensordece: ensordece la

audición, ensordece la ccnciencia, ensordece el almaLas luces son especialrnente protagónicas En una discoteca hay

casi siempre dos clases de luces. Por una parte las llamadas luces psi-

codél¡cas, intermitenies, de todo tipo de colores. "Esta i¡urninación ¡iceChmiel- estimula la fantasía, la magia, la irrealidad". Junto a estas, las

luces estroboscópicas, que or¡ginan una alternanc¡a de luz y de som-

bras. Dependiendo de la velocidad en la alternancia así será su efec-

to sobre las personas. El juego de las luces descompone movimiento

y f¡gura humana, creando una sensación real de caos "Las luces ayudan

a crear irnágenes tragmentadas: nad¡e ve a los danzarines con nitidez,

sólo advierte sus ropas, sus gestos, sus figuras o sus movirnientos Se

irata de una secuencia de flashes. las imágenes "pegan", son plenas

v. en consecuencia, anulan el pensam¡ento'l La djscoleca tiene que ser

una situación en la que se nos precisa aturd¡dos, de otro modo no sería-

mos capaces de soportar lo que allísucede, comenta Baigorri

Obvio que sin el baile la discoteca no ex¡ste. Usualmente las capaci-

dades para personas sentadas no llegan ni a la cuaúa parte de la capa-

cidad total del recinto. Ei baile es el modo en que las personas entran en

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1156 _ VALE LA PENA_

el juego de la discoteca, es imprescindible bailar para declr oue se estáen la d scoteca. Pero la ;nev tabilioacl del b¿ile no es promov ¡a oo. Jnaoresion prosocial. El secreto esta en la interseccjó^ de los elementosluq nenos desc.¡to antes con Jn protagonisr.o espec al de .a música.En la drscoteca 'a rrús ca oo se escucfa, se siente. presiona físicamen_te al cuerpo. Y esto riele un valor esoecial en la emergencia oel baile.

trn condrcrones er oLe los niveles süperio,es de co,tciencia son aca_llados por el ensordecedor componente alucinante que hemos descritoantes, un dispositivo físico primario se dispara. La acumulación de dis-placer produc¡do por la situación encuentra su ruta de salida en unadescarga físjca que por asociac ón asunte el protagónico de placer:bailar. Esta descarga aumenta su potencial convulsivo en la medida enque el displacer aumenta, entiéndase en la medida en que ia discote-ca real¡za su malsano juego, hasta hacer evidente explícita su esenc¡aagres:va. La 'ninterrumpida sujec.ón a las estimL aciones productorasoel o¡splacer manttene el comportamiento que Supuestarnente elim,naesa tensió'r. Como en cualquier discoteca es la pisra de Daile dondearde la fiesta, donde cada uno baila sin pensar en el resto... existe unacercanía entre bailar hasta el amanecer y el uso de algún tipo de ,,ayudaextra'l Los incansables movimientos al bailar, las botellas de aoua danalgL^as pistas. El sujelo expuesto a la sóro da inpos;ciol del áisc¡rsode la discoteca se torna individuo enaienado.

La droga es el discurso latente de la discoteca, su expresión naturalde prodLccion oe enajenacidn. La discoteca es el santualio de la oroga.Es cleno que se consume droga fuera de esta. Es cierto que el consumooe drogas es anterior a la explosión del fenómeno discoteca. Es ciertoque no nay razon absoluta para decir que todos los que están en unaorscoreca consumen o están consumiendo droga, pero el vínculo disco_teca-droga goza de una compenetración sorprendente que no escapaa ¡aote,

, Este luga. es un co.nu¡icaoor pLblic;tario oe la droga, la convoca,ra ¡ncrla, ta rep.oduce

"imbólicamente oa.a promover sL consumo. No essubl¡minalida!. es d scurso ev'dente, do-,tinante y ornnipotenre. La expe_rrencra d¡scoteca eS Sirr"ar en sLrS contorros a la experiencia corsUmode.droga.,Justo su unidad es la oroduccidn de eiajenacior: la entregaoel Indrv¡duo a un modo oe vida decadente. irresponsable. anestésic¡,en el que solo el existe y no por mucho tiempo.

. Algunos pjensan que la diversión, especjalmenie la nocturfa y quédecir del baile, es como el placer: ,'pensarjo es echarlo a perdef És di_

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- Escritos con Psicolbgía - 1571

'cil concordar con esta ;oea en estos tiempos Tomemos cor4o ejemplo

: s:dar nada es 'nás placer que el a^lo'. q-e el sexo enamoraoo y noy

-eces.tamos ser más que nünca "amantes prevent¡vosi p:ntul 9n.]1

:ecesidad del uso de preservativo ser má5 cuidadosos en la selecclon

-utua de una pareia sexuai, tener una actitud crítica ante la deman-

:- v la aceotacior' de 'a propuesta sexLa' El slde no tiene roslro pero

.-iJoiéi o."""""o. L" u d" p,"o" ser cualitarivamente -1e;orada'

,,!i" ""i

pti""g.oa se puede murriplicar el place' de vivir.y lo oue

:e necesitá para ésto es pensar preventivamente La pfevención es la

:apacidad dá situarnos en una posición crítica ante el consumo' en su

;ent¡do más general'" r" Jiu"r"iO'n

"on¿ucida desde el pensamiento es un modo de evaluar

osáminos por tos que hacer transitar el consumo de nocturnidad' un

nodo oue oóne en la d'slancia 'os rnodelos del s;mple ocio y decide. en

:,o del veidadero placer, oe la lel:cidad en consrstencla coF er saoel

I rc" árqu-."nio" o! uida.Ta-rbién'a d:versión pide un sujeto implicado

:on sus-decisiones, que evalúa qué, dónde' con qu¡én, para que' antes

le eiecuta. el pr.mer pasillo' anies de llegar al salÓn Se resiste a ser una

.,]arioneta de .as preLensiones de olros y a pa/licipar de un luego que re

rrrebatara su derecho a la opción Sabe a dónde va y como regresa'a

.u¡",'"1 0""¡t Ou 'lunn-Claude Carriere, "lo que no se ve' lo que no se

.ye, lo que no está'l' É"n"á, no para censurar, sino para seleccionar mejor y para defi-

¡ir los límites de nuestro acercamiento a un modelo de consumo oel

""¡"1 "" rnáát ¡" Jlvertirnos. Como todo acto humano la diversión

"" int"n"ion"l, no porque contenga una intención abstracta sino por-

.ue es intención de un ser humano Ahora antes de ir de fiesta' antes

comenzar la diversión, antes de salir a bailar, piense un poco' ya tlene

informac¡ón. Decida a favor de la diversión inteligente

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¿Y eso ouÉ cosa rs?

La Psicología, m¡ "ciencia matriz'j ha revelado con notoria precisjón unaetapa de ia v¡da en la que todos ¡ntentamos adlteñarnos oognoscitiva-menie del mundo. Los padres y las madres la reconocen como un ,?rre-

bato intelectual"que impulsa a los niños a querer saberlo todo. Su síntomaes una pregunta reiterada en toda situación, ante cada cosa y que tieneel discreto encanlo de "sacar de quicio" a los más experirnentados proge-nitores: "¿por qué?'l ¿Por qué en Cuba no hay dinosaurios? ¿A dónde vael sol cuando se hace de noche? ¿Por qué hay que mor¡rse? ¿por quéen elagua no vive gente? ¿Cómo cam¡na el reloj? Estas son algunas deIas que he escuchado. Usted podría agregar a esta "breve introducclón,'uñ sinnúmero de preguntas que los pequeñ06 le han lanzado asísln más,con la simplic¡dad y la ingenuidad de la curios¡dad.

En rea idad esta etapa comienza bien temprano en Ia vida solo quecon otro tipo de preguntas. Las preguntas cambian según la edad. AIaño y medio, aproximadamente, la más reiterada es, "¿qué es esto?'lA manera de un luego preguntan pa¡a conocer lo que les rodea, apren-der nuevas palabras. Luego, sobre los tres años llega propiamente el¿por qué? Y todo esie preguntar, todo este despliegue de la cur¡osioad,tiene como fin algo fundamental: aprender. Aprender es el real motivo deeste rosario de preguntas.

Al mismo iiempo que aprenden, en este proceso de indagación su-cede algo esenc¡al. Los pequeños preguntan a sus padres porque creenque papá y mamá Io saben iodo, que tienen respuestas para todas suspreguntas.Y en el encuentro entre su necesidad de saber y la reacciónde los adultos, el cómo ei adulto participa de este "Escr¡ba y lea,'infantil,se van estableciendo vínculos afectivos enire los miembros de la familia.La llamada "etapa del por que' no solo tiene un significado cognoscitivo,sino también afectivo, emocional.

Pero lo que quiero poner en su foco de atencjón es una "reedición ¡n-volutiva; algo asícomo un "remake no logrado, del preguntar infantii que,además cambia de protagon¡sta. Si en un inicio era el pequeño quién

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- Escr¡los con PsicoLogia -:€guntaba, ahora algo más de diez años después, los que preguntan

:gn los padres, bueno algunos padres y madres.Y la pregunta que una y

::fa vei lanzan sobre sus hjjos adolescentes es: "¿y eso qué cosa es?i

Cambian los conrenidos. cambian las referenc¡as' pero la pregun-

? sigue siendo la mismai refiriéndose al pelo largo (en los sesentas)

-y eso qué cosa es?, a la cabeza aieitada (en los noventasJ ¿y eso que

isa es?: al tlvlsf (en los sesentas) ¿y eso qué cosa es?' al regguetÓn

el los dos m¡l) ¿y eso qué cosa es?l a los pactd o'res tubo apretados-

--espués a "los óampana'i luego a los "extratalla'i ¿y eso qué cosa es?

Jná y otra vez concentrándose en los modos de expresión de los ado-

?scentes, en su modo de vestir, de hablar, de bailaiDigo que es una "reed¡ción ¡nvolutiva'; es decir para peor' por razo-

-es fJndamentales. En primer lugar, los niños preguntan para aprender,

:ara saber lo que no saben Los adulros pregJrnan lo que sabel y no

:prJeban. Pa'a los pequeños el fin es cognoscilivo Para os grandes es

:Jando menos recriminator¡o. En segundo lugar, los niños ai preguntar

:Jnceden autoridad a sus padres porque creen que estos lo saben todo'

re -nanera que su imagen valorativa oe los progelitores es pos¡t¡va'

-os adultos que hacen suya la pregunta de qué cosa es, probablemenle

:ln percibirlo, devalúan la opción personal del adolescente En la pre-

;unia del niño hay respeto. En la del adulto, el limite del respeto está

al punto de la trasgresión y la pretensión de romperlo se sustenla en

et poder. En tercér lugar, el acornpañante emocional de la pregunia in-

:antil es positivo. Las emociones que suenan por detrás de la pregunta

lel adulto son de host¡lidad y aversiónLa circulación de afecto en el "pregunteo ¡nfaniil" promueve una

energía emocional pos¡tiva. De alguna manera el niño no soio espera

Jna respuesta, sino un modo de dársela, modo que está presidido por

el cariño, el amor, el buen trato. Sin embargo, en el cuestionamiento del

aoullo a los rnodos adolgscenles hay una carga emocional negat¡va.

ae rechazo. Prueba de esto es que elfin más común del "interrogatorio'es una escena de conflicto, de discusión polarizada, cargada de emocio-

res y verbalizaciones negativas.Los adolescentes no son solo un proyecto de adulto Por obvio que

oarezca lo digo así: son adolescentes -un modo de existencia de lo

iumano. Un modo propio, específico, que neceslta realizarse como tal

=llos neces¡tan construlr sus espacios proplos y sus estilos propios.

Y construir algo propio, en esa época de la vida, es hacer algo no tanto

159l

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i160 VALE LA PENA_

común cuanto diferente. Los espacios y los modos de expres¡ón de losadolescentes responden a sus necesidades evolutivas y a sus condiciones de éDoca.

¿Qu¡ere esto decir que dejemos "solos" a nuestros adolescentes?No. El asunto es otro. No se trata de "no estail sino de "saber estafjunto al adolescente. Para nadie es un secreto que el "target de malsa-nidad" de muchas oroDuestas comercia¡es de consumo a ultranza sonprecisamente los adolescentes. A ellos se dirigen las grandes campa-ñas promotoras del consumo de cigarrillos, de alcoho¡ y hasta de es-tupefacientes, El alerta de los adultos y su estar junto al adolescenteson lundamentales para evitar la propagación de comportamientos in-sanos. Es c¡erto también que en algunos de los modos expresivos denuestros hijos podemos encontrar razonables motivos de preocupac¡ón.Una cosa puede ser un arete, prenda inocua. Y otra un tatuaje o un"p¡ercing" que puede poner en co¡dición de riesgo la salud del joven.Pero hasta ¡a más evidente razón se puede perder por un ma¡ modo delram¡tarla. Por eso no basta con la razón, sobre todo si no es una €zóncomDartida.

Una mejor var¡ante es retomar a nueva med¡da el estilo de aquellaindagac¡ón infant¡l: preguntar a los adolescentes desde la transparen-te necesidad de saber, de aprender, aprender de ellos, de sus gustos,de su v¡da, de cómo piensan y sienten.Acercarnos al conocim¡ento com-partiendo autoridad, sin intenciones impositivas n¡ recr¡minatorias. Ponerpor delante los buenos sentim¡entos y dejar que estos guíen la rula asegu¡r, Al fin y al cabo todos pasamos por allí y algún motivo de preo-cupación dejamos a nuestros padres y madre. Si usted lo duda, tomeen cuenta la propueslade Sercal:. Póngase usted un vest¡do v¡ejo y, de re0j0,

en elespejo, haga marcha af¡ás... Quizás se sorprenda a usted m¡smo pre-guntiíndose ''¿y eso qué cosa es?" y desde su historia entonces com-prenderá que es mejor tratar de entender "¿por qué?'i