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USO RACIONAL DE ENERGÍA: EL COMPROMISO DE BAHÍA MÁLAGA
Línea de investigación: Estrategias organizacionales
STEPHANY GONZALEZ SALAS
CÓDIGO: D5201736
Ensayo de grado como requisito para obtener el título de
Especialista en Alta Gerencia
Asesora
MS.C. PATRICIA CARREÑO MORENO
Docente Seminario de Grado
UNIVERSIDAD MILITAR NUEVA GRANADA
FACULTAD DE ESTUDIOS A DISTANCIA
ESPECIALIZACIÓN EN ALTA GERENCIA
BOGOTÁ D.C.
2020
Uso racional de energía: el compromiso de Bahía Málaga
Resumen
El documento evidencia la importancia de las estrategias a implementarse para el uso
racional de energía en Bahía Málaga (Valle del Cauca), da a conocer mediante una breve reseña
del sector energético en Colombia, la diversificación de la matriz energética a lo largo de la
historia del país, los principales inconvenientes que han surgido frente a la prestación del servicio
eléctrico a nivel nacional, la importancia de hacer uso adecuado de la energía, la relación del
crecimiento de la demanda energética con el panorama ambiental y el cambio climático mundial
y demás factores determinantes para conducir a los consumidores del servicio eléctrico a un
adecuado y responsable uso del mismo. A continuación se realizará la explicación de las
estrategias planteadas para reducir el consumo de energía por los habitantes de Bahía Málaga,
caracterizado por ser un sector con una gran demanda energética, perteneciente al mercado no
regulado de energía, finalmente se expondrá el panorama del consumo de dicha población y se
realizarán sugerencias para el mejoramiento de los resultados frente a las estrategias planteadas
sobre el uso eficiente de energía.
Palabras clave: Energía eléctrica, eficiencia energética, ahorro, energía, iluminación, consumo
energético, estrategia.
Rational use of electric energy: the commitment of Bahía Málaga
Abstract
The document shows the importance of the strategies implemented for the rational use of
energy in Bahia Malaga (Valle del Cauca), showing up through a brief part of the Colombian
energy sector, the energy matrix diversification throughout its history. The main issues that have
arisen from the electrical service provided at the national level are the importance of making an
adequate use of energy, the relationship of the energy demand coupled with its environmental
outlook, the global climate change factor and other determinants driving consumers to proper and
responsible use of it. Likewise, it should have an explanation of the strategies proposed for
reducing energy consumption by the population of Bahía Málaga, characterized as a sector with
high-energy demand, belonging to the non-regulated energy market. Finally, a statement should
be made about energy consumption by the population and suggestions about how to improve the
results regarding the strategies proposed on the efficient use of energy.
Keywords: Electric energy, energy efficiency, saving, energy, lighting, energy
consumption, strategy.
Introducción
Según la Comisión de Energía y Gas (en adelante CREG) “En Colombia la prestación del
servicio de energía eléctrica se inició a finales del siglo XIX, cuando miles de habitantes de la
capital del país vieron cómo se esparcía la luz de un centenar de lámparas que iluminaban las
calles de Bogotá. Este hecho fue el resultado de la iniciativa de inversionistas privados, quienes
constituyeron las primeras empresas que tenían como finalidad generar, distribuir y vender
electricidad.” (CREG, 2020).
Sin embargo, entre los años de 1992 y 1993 en medio de un fuerte fenómeno climático
que sucedía en el país, se desencadenó una crisis energética a causa del fenómeno del niño debido
a la gran dependencia existente entre la generación de energía eléctrica y los recursos hídricos
necesarios principalmente para los embalses, cuya consecuencia llevó a que el país no contara con
el fluido eléctrico.
Debido a esto, el Gobierno Nacional a finales del año 1992 encabezado por el entonces
presidente Cesar Gaviria, reformó el Ministerio de Minas y Energía, desplegó la entonces llamada
Comisión Nacional de Energía convirtiéndola en tres unidades administrativas especiales: la
primera fue la Comisión de Regulación de Energía (CRE) la cual posteriormente en 1994 pasaría
a ser la Comisión de Regulación de Energía y Gas (CREG), la segunda pasó a ser la Unidad de
Información Minero Energética (UIME) y la tercera se llamó Comisión de Planeación Minero
Energética (UPME). (CREG, 2020). En ese mismo periodo, se generó en Colombia la primer
campaña de ahorro de energía llamada “cierre la llave” la cual consistía en ahorrar la mayor
cantidad posible de agua (Mateus Valencia, 2016).
En consecuencia, surge la Ley 142 de 1994 denominada ley de los Servicios Públicos
Domiciliarios y la Ley 143 de 1994, estableciendo el régimen en cuanto a la generación,
interconexión, transmisión, distribución y comercialización de electricidad a lo largo del territorio
Colombiano y la cual crea un régimen para las actividades del sector eléctrico de la nación.
En 2001 en Colombia se creó el Programa de Uso Racional y Eficiente de la energía y
demás formas de energía no convencionales mediante la Ley 679, a cargo de la Unidad de
Planeación Minero Energética UPME.
El Plan Energetico Nacional Colombiano: Ideario Energético 2050 de la Unidad de
Planeación Minero Energética UPME relaciona en su informe “Teniendo en cuenta que en 2012
la proporción de energía útil y pérdidas en la matriz energética nacional fue de 40% y 60%
respectivamente, con unos costos estimados de energía desperdiciada cercanos a los 5.200
millones de dólares al año, es claro que el potencial teórico de Colombia para mejorar la eficiencia
energética es significativo.” (UPME, 2015).
Desde que se efectuó la conexión al Sistema Interconectado Nacional (en adelante, SIN)
de Bahía Málaga en el año de 1989, ésta ha sido considerada como un gran consumidor de energía
eléctrica de la zona pacifico.
No obstante, la variabilidad climática del planeta durante los últimos diez (10) años ha
permitido a los usuarios del sector energético Colombiano como es el caso de Bahía Málaga,
evidenciar grandes debilidades relacionadas con el impacto provocado por la escasa
diversificación de la matriz de generación eléctrica, la cual queda corta ante los efectos adversos
provocados por los fenómenos del Niño que afectan directamente el nivel de los embalses y que
forman parte primordial de la cadena de generación eléctrica basada en el recurso hídrico existente
en Colombia tal como lo informó el IDEAM “Se destaca que durante “El Niño” 2009-2010, se
tuvieron los niveles históricos más bajos, con problemas de desabastecimiento en muchas
poblaciones del país” (Euscátegui & Hurtado, 2020), a causa de los acontecimientos climáticos
ocurridos en el país durante el año 2010 y que se repitió posteriormente en el 2016.
Por lo tanto, surge el interrogante si la implementación de estrategias para el uso racional
de energía eléctrica en Bahía Málaga contribuye a disminuir el consumo de energía en esta
población específica del país.
Con el fin de analizar y dar respuesta a esta incógnita, se realiza la implementación dos
(02) estrategias efectuadas para el uso racional de energía eléctrica en la Bahía de Málaga, basado
en el comportamiento del consumo energético en el lapso de un año (2019), tomando como
referencia la facturación del servicio de energía eléctrica a lo largo del año dos mil diecinueve, la
identificación de la relación costo beneficio ocasionadas por la implementación de estas dos
estrategias y los lineamientos emitidos sobre el uso racional de energía por el Gobierno Nacional.
Adicionalmente se realiza la verificación de las políticas gubernamentales relacionadas
con el uso racional de energía en Colombia, mediante la facturación mensual del año 2019 y el
comportamiento frente al consumo de energía eléctrica de Bahía Málaga.
Finalmente se concluye la importancia del uso racional de energía, la implementación de
estrategias para el consumo responsable y eficiente del servicio y las ventajas económicas y
ambientales que esto puede traer a los habitantes de esta zona.
Contextualización del servicio de energía eléctrica en Colombia
La prestación del servicio de energía eléctrica en Colombia se generó a finales del siglo
XIX, en ese tiempo millares de habitantes de la ciudad de Santa fe de Bogotá, observaron el
esparcimiento de la luz emitida por una gran cantidad de lámparas que iluminaban las calles de la
capital del país. Hecho que se dio como consecuencia del interés de inversionistas privados,
quienes organizaron las primeras empresas del sector eléctrico cuya finalidad consistía en generar,
distribuir y vender electricidad (CREG, 2020). En 1890 la iluminación eléctrica se abrió paso en
la ciudad de Bogotá posteriormente a Bucaramanga, Barranquilla, Santa Marta y Cartagena tres
años después. Los sistemas eléctricos fueron prósperos gracias a las empresas privadas o mixtas
inicialmente, quienes adquirían concesiones de los municipios para la prestación del servicio en
su jurisdicción: primeramente el alumbrado público, posterior, al comercio y las familias
acaudaladas. (Vélez Álvarez, 2020)
De usar la electricidad para el alumbrado público y el comercio se procedió a
implementarlo en el sector residencial dentro de los estratos más acaudalados, posteriormente
incorporó talleres, tranvía y fábricas. Sin embargo, los particulares se quedaron cortos a la hora
de realizar inversiones respecto a este servicio, las cuales eran ineludibles a la hora de ampliar el
sector, lo cual causó fuertes debates además de presión política, lo cual dio como resultado que el
Estado se convirtiera en dueño de estas empresas (CREG, 2020).
No obstante, al crecimiento del sector eléctrico por parte de los municipios y empresarios,
primeras décadas del siglo XX no fue significativo su desarrollo, concentrándose en ciudades
como Bogotá, Medellín y Cali que desplegarían sistemas independientes. Para el año de 1930
Colombia contaba con 45´000.000 de vatios de potencia instalada para cerca de 7 millones de
habitantes (Vélez Álvarez, 2020).
En 1936 se genera una reforma constitucional, la cual sienta las bases de la participación
estatal en múltiples actividades de la economía del país. Mediante la Ley 109 de 1936 y el Decreto
1606 de 1937 se inicia la injerencia progresiva de la Nación en el progreso del sector eléctrico y
por lo tanto, de los servicios públicos domiciliarios. A través de esta normatividad, nace la
regulación de las tarifarias asociadas con la prestación del servicio de energía eléctrica, para ello
se crea el Departamento de Empresas de Servicios Públicos, posteriormente con la ley 26 de 1938
se faculta a la Nación para proveer y construir la infraestructura asociada con el servicio eléctrico
(Vélez Álvarez, 2020).
Ya para el año de 1960 el sector eléctrico se conformaba por un conjunto de subsistemas
separados constituidos en torno a las principales ciudades del país: Bogotá, Medellín, Cali,
Manizales, Bucaramanga, Barranquilla, entre otras. La capacidad instalada era cerca de los 1.900
MW, aproximadamente un 50% más que en 1930, sin embargo, aún se evidenciaba que aún era
insuficiente para cubrir las necesidades de la nación (Vélez Álvarez, 2020).
Por recomendación de Francia, el Banco Mundial y el Gobierno Nacional en 1966 se firmó
el acuerdo de interconexión de los sistemas eléctricos antes independientes, se creó la empresa
Interconexión Eléctrica S.A. “ISA”, encargada de controlar las obras de interconexión y los
nuevos proyectos para aumentar la capacidad de generación y abastecer la demanda nacional.
Entre 1970 y 1990 se llevó a cabo la interconexión del sistema eléctrico Colombiano a través de
la construcción de grandes proyectos como: Chivor, Betania, San Carlos, Guatapé, Guavio, entre
otras, las cuales aún abastecen la demanda nacional con aproximadamente 6.5 kilómetros de líneas
y 7.7 MW de capacidad, lo que sería entonces cerca del 47% del Sistema de Transmisión Nacional
y el 57 % de la capacidad instalada existente. La constitución política de Colombia formalizada
en 1991, se vio desbordada de propuestas hacia reformas para el sector eléctrico, por lo tanto, de
allí salió consagró un capítulo sobre la energía eléctrica ordenado entonces un avance legislativo
en la materia. El racionamiento eléctrico que se produjo en Colombia entre el 2 de marzo de 1992
y el 1 de abril de 1993 fue el “catalizador de un proceso de reforma que se había anunciado en el
Documento Conpes del 21 de mayo de 1991, Estrategia de Reestructuración del Sistema Eléctrico.
Las leyes 142, de servicios públicos, y 143, ley eléctrica, hicieron su tránsito por el Congreso
prácticamente sin oposición” (Vélez Álvarez, 2020).
A raíz del creciente desarrollo que ha presentado el sector eléctrico del país, se ha
requerido de diferentes entidades con el fin de controlar, estandarizar, regular el sector tanto para
la generación, transmisión, distribución, comercialización, la construcción de infraestructura
eléctrica, como lo son el Ministerio de Minas y Energía, la Comisión de Regulación de Energía y
Gas, la Unidad de Planeación Minero Energética, el Departamento de Planeación Nacional, el
Centro Nacional de Despacho XM, la Superintendencia de Servicios Públicos, la Comisión
Intersectorial para el Uso Racional y Eficiente de la Energía y Fuentes No Convencionales de
Energía, que actualmente cuenta con una capacidad efectiva neta del Sistema Interconectado
Nacional de 16,420 MW acuerdo a cifras publicadas por XM. Sin embargo, a pesar de la gran
capacidad del sector eléctrico colombiano, el Plan Energético Nacional encamina y proyecta los
requerimientos energéticos nacionales, de forma que integre de manera más amigable el medio
ambiente, el crecimiento económico y la mitigación del impacto ocasionado por el cambio
climático relacionados por el crecimiento del consumo energético.
La energía eléctrica genera progreso, desarrollo, supervivencia y mejoras en la calidad de
vida de los Colombianos, según la Unidad de Planeación Minero Energética (en adelante, UPME)
en Colombia la participación por tecnología dentro de la matriz de generación se concentra en la
hidroelectricidad con una participación del 63.9%, seguido de la generación a Gas con un 26.3%
abarcando esta dos fuentes de energía eléctrica el 90.2% de la generación eléctrica del país
(UPME, 2015).
Por lo tanto, la variabilidad climática del planeta durante los últimos años ha permitido al
sector energético Colombiano afirmar debilidades relacionadas con el impacto provocado por la
escasa diversificación de la matriz de generación eléctrica, la cual se ve perturbada ante los efectos
adversos provocados por el fenómenos del Niño que incide directamente en el nivel de los
embalses que forman parte primordial de la cadena de generación eléctrica, y el recurso hídrico
existente en Colombia, tal como lo informó el IDEAM “Se destaca que durante “El Niño” 2009-
2010, se tuvieron los niveles históricos más bajos, con problemas de desabastecimiento en muchas
poblaciones del país” (Euscátegui & Hurtado, 2020), a causa de los acontecimientos climáticos
ocurridos en el país durante el año 2010 y que se repitió posteriormente en el 2016.
Consumo de energía eléctrica en Colombia
La relación de energía útil y pérdidas identificada en la matriz energética del orden
nacional según la UPME en el año 2015 fue de 48% y 52% respectivamente, cerca de los 4.700
millones de dólares al año si se realiza la aproximación de costos de energía desperdiciada, por lo
que es claro que el potencial supuesto de Colombia para mejorar la eficiencia energética es
significativo.
Figura 1 Consumo energético Colombiano BECO 2015
Por: UPME (2015)
Mejorar la eficiencia en el consumo energético es de suma importancia, teniendo en cuenta
las perspectivas del cambio climático, el crecimiento de la población mundial, el impacto que
causa el sector energético en el medio ambiente entre otros factores.
Se espera según la UPME un crecimiento de la demanda de energía eléctrica cercano al
52% entre el año 2016 y 2030. Debido a estos pronósticos la eficiencia energética es una
alternativa complementaria de gran importancia a la diversificación de la matriz energética para
mejorar la seguridad del suministro, manteniendo e incluso reduciendo el nivel de emisiones de
gases de efecto invernadero y otras emisiones contaminantes. El Gobierno Nacional liderada el
nuevo plan PROURE, en el que se considera profundizar la eficiencia energética en los diversos
fragmentos de consumo.
En el lapso 2017-2022 acuerdos a lo descrito en el Plan de Acción Indicativo de Eficiencia
Energética, la distribución de consumo de energía final presenta el siguiente comportamiento:
Figura 2 Distribución de Consumo de Energía Final. Colombia – 2015
Por: UPME (2015)
Se evidencia que el consumo se centra en los sectores de industrial, transporte, y
residencial. Sin embargo, el sector terciario que presenta un consumo cercano al 5%, presenta
grandes oportunidades de progreso frente a la eficiencia energética en varios segmentos como
iluminación, alumbrado público entre otros.
La energía eléctrica y la económica tienen una gran relación a nivel nacional, durante los
últimos años ha mostrado una mayor participación del sector terciario, es decir que este sector
represente cerca del 60% del PIB nacional, acuerdo con la siguiente figura:
Figura 3 PIB por sector Colombia
Por: MME (2015).
Según el Plan de Acción Indicativo de Eficiencia Energética 2017- 2022 “los estudios de
caracterización realizados por parte de la UPME, permiten identificar importantes medidas de
eficiencia energética, las cuales bien vale la pena impulsar teniendo en cuenta la participación del
sector en la matriz productiva”.
Figura 4 Consumo de energía eléctrica, gas natural y GLP en el Sector Terciario
Por: UPME (2013).
De acuerdo a este mismo informe los principales usos de la electricidad del sector
terciario son: iluminación (31%), aire acondicionado (22,8%) y refrigeración (13,9%).
Uso racional de energía en Colombia
Según la Agencia Internacional de la Energía el Plan Energético 2050 que se publicó en el
año 2016 por el Gobierno Nacional, cuyo objetivo es diversificar los recursos energéticos del país
y garantizar el suministro energético más confiable, contiene la incursión de fuentes renovables
de energía en el mix eléctrico nacional (WWF, 2020).
Acuerdo a lo descrito en el Plan Energético Nacional 2020-2050 de la UPME, la
transformación |energética redefine los sistemas energéticos, la incorporación de nuevas
tecnologías en la provisión de servicios cada vez más complejos, el aprovechamiento de la
eficiencia energética, el aumento de la participación de nuevas fuentes renovables, más continuas
y más confiables y. Analizar el comportamiento de la demanda energética del país, es primordial
para direccionar estrategias de manera acertada, que logren generar cambios importantes ante la
implementación de estrategias de uso racional de energía. Según el Plan Energético Nacional el
comportamiento del consumo final de energía presenta variaciones a través del tiempo, si bien en
los años 80 la mayor participación estaba relacionada con el sector residencial en el 2018 el mayor
porcentaje de participación está relacionado con el transporte, tal como se evidencia a
continuación:
.
Figura 5 Participación porcentual por sectores en el consumo final de energía.
Por: Plan Energético Nacional 2020-2050.
Dentro de los objetivos del plan Energético Nacional 2020-2050 presentado por el
Gobierno Nacional, se encuentran:
✔ Eficiencia energética.
✔ Energía eje de desarrollo económico y prosperidad.
✔ Seguridad de suministro energético y diversificación de la matriz energética.
✔ Aseguramiento de cobertura a servicios y productos energéticos con inclusividad
y desarrollo territorial.
✔ Gestión ambiental del sector energético.
✔ Integración energética regional
✔ Entorno habilitante para la implementación del PEN 2020-2050.
En el mismo documento se relaciona que la eficiencia energética es estimada como uno de
los pilares fundamentales de los sistemas energéticos nivel global y de manera sostenible, que
permite asegurar el abastecimiento energético, contribuir de manera costo-efectiva, a la reducción
de emisiones de gases de efecto invernadero El objetivo se sustenta en la adopción de nuevas
tecnologías (de uso, medición y análisis), buenas prácticas operacionales y hábitos para optimizar
el uso de los recursos energéticos disponibles, reduciendo costos, aumentando productividad y
competitividad y mejorando calidad de vida de los colombianos.
Según la UPME “la eficiencia energética es una alternativa complementaria a la
diversificación de la oferta para mejorar la seguridad del suministro, manteniendo constante o
incluso reduciendo el nivel de emisiones de gases de efecto invernadero y de otras emisiones
contaminantes”.
Los programas de ahorro de energía eléctrica en el país generan grandes resultados y
también forman parte de aquellas estrategias que se pueden implantar para generar conciencia
sobre el uso de la energía eléctrica, por ejemplo el liderado por el expresidente Juan Manuel Santos
y el Ministerio de Minas y Energía, presentado en el año 2016 llamado Apagar Paga, el cual
buscaba evitar racionamientos de energía eléctrica de forma impuesta a causa del bajo nivel de los
embalses por condiciones climáticas de sequía y la indisponibilidad de las centrales de generación
térmica. Esta propuesta tenía como objetivo un ahorro mínimo del 5% de la energía diaria del país,
brindaba incentivos económicos en la facturación a todos los usuarios que lograran cumplir con
esta meta así como castigar a los que no. Finalmente obtuvo un exitoso resultado como lo explicó
el Gobierno Nacional “El propósito era ahorrar en un plazo de seis semanas 400 gigavatios/hora
y el balance al 17 de abril alcanzó los 1.179 gigavatios/hora gracias al ahorro de todos los
colombianos” (Portafolio, 2016).
Según el periódico El Tiempo: “El costo de 'apagar': un racionamiento tiene efectos en el
bolsillo del país. Después de 23 años del racionamiento eléctrico de 1992 y 1993 –que según los
estudios de la época le costó a la economía entre 2 y 2,5 por ciento del PIB, es decir, entre 16 y
20 billones de pesos de hoy”. (El Tiempo, 2016)
La implementación y conciencia acerca del uso racional de energía va más allá de mitigar
un efecto climático de a causa de la sequía, se trata de generar conciencia en los consumidores
acerca del uso responsable de energía, el impacto en el medio ambiente y el planeta e inclusive en
el costo final del servicio de energía y en la economía del país.
En 2001 en Colombia se creó el Programa de Uso Racional y eficiente de la energía y
demás formas de energía no convencionales mediante la Ley 679, a cargo de la Unidad de
Planeación Minero Energética.
El Plan Energético Nacional Colombia: Ideario Energético 2050 de la UPME relacionó en
su informe que “Teniendo en cuenta que en 2012 la proporción de energía útil y pérdidas en la
matriz energética nacional fue de 40% y 60% respectivamente, con unos costos estimados de
energía desperdiciada cercanos a los 5.200 millones de dólares al año, es claro que el potencial
teórico de Colombia para mejorar la eficiencia energética es significativo.” (UPME, 2015).
Estrategias para el uso racional de energía en Bahía Málaga
Bahía Málaga tiene una población aproximada de 2500 habitantes acuerdo a lo indicado
por la Jefatura de Desarrollo Humano y de Familia de la Armada Nacional, dentro de esta
población el consumo de energía eléctrica está enfocado principalmente en actividades tales como
las iluminación y alumbrado público, refrigeración, preparación de alimentos, almacenamiento de
vivieres, captación y bombeo de agua potable, entre otras.
Teniendo en cuenta el consumo energético de Bahía Málaga, hace parte del mercado
competitivo como usuario No Regulado, ya que su consumo supera los 1000 MWh:
Figura 6 Consumo de energía eléctrica Bahía Málaga.
Por: Factura de energía de Bahía Málaga abril 2020.
Hasta antes del año 1994 el sector energético en Colombia, se regía por un sistema
planificado centralmente, en el cual no existían incentivos claros para la expansión. A partir de
entonces el costo de la energía eléctrica de los Usuarios No Regulados, se realiza basado en el
libre mercado, con participación voluntaria del usuario ya sean del sector industrial, comerciales,
residenciales y aquellos que tiene un consumo de energía superior a 55 MWh/mes, en el cual se
pacta el precio de la comercialización y generación de energía entre el consumidor y el
comercializador (Vatia, 2020).
Aunque las tarifas del mercado competitivo son menores comparadas con las establecidas
para los usuarios regulados, el consumo mensual de Bahía de Málaga para cada uno de los meses
del primer semestre de 2019, superó los 320 millones de pesos.
Figura 7 Consumo mensual energía eléctrica Bahía Málaga 2019
Fuente: Gonzalez (2020)
Teniendo en cuenta el comportamiento creciente del consumo de energía eléctrica durante
los primeros seis (06) meses del año 2019, se halló la necesidad de plantear estrategias que
reconozcan un uso eficiente de energía, y reflejen un ahorro del consumo energético mensual.
En Bahía Málaga se incursionó a partir de junio de 2019, en el ámbito de la eficiencia
energética implementando dos (02) estrategias claves para el uso racional de energía, dirigidas a
influir en los hábitos de consumo energético del personal que forma parte de la población de Bahía
Málaga:
❖ A través de la campaña de ahorro de energía llamada “encendamos el ahorro”
❖ La modernización de los equipos de alumbrado público con la migración de tecnología
pasando de luminarias de vapor de sodio a luminarias Led.
Con estas estrategias se estimó que al finalizar el segundo semestre del 2019 se logre un
ahorro del 1% del consumo mensual de energía eléctrica con respecto al semestre anterior.
Análisis del resultado de la implementación de las estrategias para el uso racional de energía
en Bahía Málaga
Acuerdo a lo descrito en el Plan de Acción Indicativo de eficiencia Energética 2017-2022,
el sector terciario debe tomar medidas de eficiencia energética, dentro de las cuales destaca:
Figura 8 Medidas de eficiencia energética en el Sector Terciario
Por: Plan de Acción Indicativo de eficiencia Energética (2017)
Acuerdo con lo anterior las dos (02) estrategias implementadas para el uso racional de
energía dirigidas a influir en los consumidores del servicio de energía eléctrica de Bahía Málaga
permitieron evidenciar que:
o La campaña de ahorro de energía llamada “encendamos el ahorro”: Esta estrategia se enfoca
en dar a conocer a los usuarios consejos claves para el buen uso de la energía desarrollados
por el Ministerio de Minas y Energía por medio de los diferentes canales de comunicación
como radio, perifoneo, visita puerta a puerta por parte del personal del área de Servicios
Generales, sobre consejos claves para el ahorro de energía en las instalaciones entre los cuales
se destacan: Apagar la iluminación, equipos, electrodomésticos cuando no se usen, aprovechar
la luz solar, verificar que los equipos o electrodomésticos cuenten con la etiqueta de eficiencia,
realizar mantenimiento periódico acuerdo a las recomendaciones del fabricante de los equipos
de refrigeración, realizar el cambio de bombillos migrando a tecnología Led.
Para ello, no se realizó inversión económica pues se contó con el apoyo de los diferentes
medios de comunicación y el personal encargado realizó las visitas en su horario laboral
establecido.
Se evidenció el interés del personal, y se motivó a conocer más sobre el uso responsable del
servicio de energía eléctrica.
o La modernización de los equipos de alumbrado público con la migración de tecnología
pasando de luminarias de vapor de sodio a luminarias Led: Se realizó inventario del sistema
de alumbrado público existente, hallando 220 luminarias de vapor de sodio de 200 vatios las
cuales fueron instaladas hace aproximadamente 08 años. Se realizó el cambio de 60 lámparas,
implementando esta vez tecnología Led de 90 Vatios mejorando las condiciones visuales del
personal con una reducción de más del 100% del consumo inicial que presentaban las
luminarias. Esta estrategia contó con una inversión aproximada de cuarenta y seis millones de
pesos.
Con estas estrategias se estimó que al finalizar el segundo semestre del 2019 se lograría
un ahorro del 1% del consumo promedio mensual de energía eléctrica con respecto al semestre
anterior.
Durante el primer semestre del 2019 se observó una tendencia al consumo de energía
eléctrica, en alza:
Figura 9 Consumo energía eléctrica Bahía Málaga primer semestre 2019
Fuente: Gonzalez (2020).
En el segundo semestre del 2019 se observa una tendencia al consumo de energía eléctrica,
a la baja:
Figura 10 Consumo energía eléctrica Bahía Málaga segundo semestre 2019
Fuente: Gonzalez (2020).
De esta manera, se evidencia por medio de la facturación de la energía eléctrica del año
2019 entregada por la empresa de energía EMCALI a Bahía Málaga, que las estrategias
implementadas no logran el objetivo de disminuir el consumo en un 1% (en relación del primer
semestre vs el segundo), sin embargo, existe una reducción del 0,43% del consumo de energía
eléctrica lo cual representa cerca de 55929 KWh que de acuerdo con el promedio de valor del
KWh del segundo semestre de 2019 para usuarios no regulados es de $ 402 pesos, en Bahía
Málaga se logró un ahorro de $ 22´500.000 aproximadamente.
MES CONSUMO
ACTUAL KWH
CONSUMO
MES (%)
CONSUMO
SEMESTRAL
ENERO 1000906,00 7,86%
50,2%
FEBRERO 1050128,00 8,25%
MARZO 1049819,00 8,25%
ABRIL 1090414,00 8,57%
MAYO 1086714,00 8,54%
JUNIO 1115038,00 8,76%
JULIO 1074622,00 8,44%
49,7%
AGOSTO 1072622,00 8,43%
SEPTIEMBRE 1041807,00 8,18%
OCTUBRE 1058975,00 8,32%
NOVIEMBRE 1071446,00 8,42%
DICIEMBRE 1017618,00 7,99%
12730109,00 100,00% 0,43%
Figura 11 Consumo de energía eléctrica mensual Bahía Málaga 2019
Fuente:Gonzalez (2020).
Teniendo en cuenta las estrategias implementadas en Bahía Málaga frente al uso racional
de energía se evidencia que existen cambios positivos en los ámbitos energéticos, ambientales,
sociales y económicos. El uso razonable de energía favorece y contribuye a minimizar la
problemática del consumo elevado de energía, generando conciencia en los individuos del sector
en la responsabilidad, optimización y aprovechamiento del consumo diario del servicio eléctrico
a partir de estrategias sencillas.
Si estas logran mayor impacto, Bahía Málaga no solo contará con una sociedad
participativa hacia la cultura de ahorro y la responsabilidad energética, si no a su vez podría servir
como referente a otros grandes consumidores de energía eléctrica del territorio Colombiano.
Por ende, el desarrollo de las dos estrategias frente al uso racional de energía para este
usuario, permite generar un ahorro significativo en la facturación, resultado favorable para
ahondar en la implementación de tácticas y cursos de acción, que continúen beneficiando a este
gran consumidor de energía. La recomendación es extender el trabajo en pro del desarrollo de
estas estrategias, generando conciencia en la población, involucrando a cada uno de los habitantes,
e invirtiendo recursos económicos en el cambio de tecnologías de alumbrado e iluminación por
Led.
Los esfuerzos por implementar tecnologías modernas, renovables, limpias y eficientes de
fácil acceso en el sector energético actual, permite que ante nuevos fenómenos climáticos los
consumidores de energía estén mejor preparados para enfrentar adversidades meteorológicas que
parecen impredecibles en el mundo globalizado. El desarrollo, la energía y el medio ambiente que
antes eran distantes, parecen ir cada vez más de la mano en el siglo XXI, aun más teniendo en
cuenta que más del 50% de la generación eléctrica del país proviene de recursos hídricos, y ante
la creciente demanda, las estrategias direccionadas adecuadamente pueden generar una cultura
responsable para el consumo de la energía y el cuidado de los recursos naturales.
Conclusiones
El resultado de las estrategias efectuadas para el uso racional de energía eléctrica en la
Bahía de Málaga, basado en el comportamiento del consumo energético mensual durante el año
2019, permite evidenciar resultados beneficiosos para los usuarios, así como la necesidad de
involucrar y generar conciencia acerca del uso responsable de la energía en la sociedad.
En Colombia a través de las entidades públicas afines al sector energético se ha avanzado
hacia la implementación de políticas y estrategias para el uso racional de energía, las cuales
permiten a los usuarios incursionar en la eficiencia energética con una amplia información sobre
este tema.
Se puede corroborar la relación costo beneficio, obtenida posterior a la implementación de
las estrategias llevadas a cabo frente al uso racional de energía eléctrica de Bahía Málaga, si bien
no se logró reducir el consumo propuesto inicialmente, es claro que se genera una reducción de
consumo eléctrico importante.
El sector eléctrico en Colombia ha evolucionado de manera ágil y oportuna, convirtiéndolo
en uno de los más fuertes y prometedores en América Latina. El uso racional de energía favorece
también el medio ambiente, por lo tanto es importante avanzar de acuerdo a lo estimado en el Plan
de Desarrollo Nacional para continuar fortaleciendo la relación del sector energético nacional y el
medio ambiente.
Referencias
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