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UNIVERSIDAD SAN FRANCISCO DE QUITO
Colegio de Ciencias de la Salud
Identificación molecular y asociación causal de microorganismos
presentes en lesiones periapicales refractarias al tratamiento endodóntico
María Elisa Galárraga Vinueza
Valeri Paredes K., Dr., Director de Tesis
Gabriela Vasco, Dra., Directora de Tesis
Tesis de Grado presentada como requisito para la obtención del título de
Odontóloga
Quito, diciembre de 2014
Universidad San Francisco de Quito
Colegio de Ciencias de la Salud
HOJA DE APROBACIÓN DE TESIS
Identificación molecular y asociación causal de microorganismos presentes en
lesiones periapicales refractarias
María Elisa Galárraga Vinueza
Valeri Paredes K., Dr.
Director de Tesis _______________________________
Gabriela Vasco, Dra.
Directora de Tesis _______________________________
Iván Bedoya, Dr. _______________________________
Miembro del Comité de Tesis
José Maldonado, Dr. _______________________________
Miembro del Comité de Tesis
Fernando Sandoval, Dr.
Miembro del Comité de Tesis y _______________________________
Decano del Colegio de Odontología
Quito, diciembre de 2014
©Derechos de Autor:
Por medio del presente documento certifico que he leído la Política de Propiedad
Intelectual de la Universidad San Francisco de Quito y estoy de acuerdo con su contenido,
por lo que los derechos de propiedad intelectual del presente trabajo de investigación
quedan sujetos a lo dispuesto en la Política.
Asimismo, autorizo a la USFQ para que realice la digitalización y publicación de
este trabajo de investigación en el repositorio virtual, de conformidad a lo dispuesto en el
Art. 144 de la Ley Orgánica de Educación Superior.
Firma: _____________________________________
Nombre: María Elisa Galárraga Vinueza
C. I.: 1716168339
Fecha: Quito, diciembre de 2014
5
DEDICATORIA
Dedicado a mi familia, amigos, compañeros y en especial a mis profesores quienes
me compartieron lo mejor que se puede dar en la vida, “el conocimiento”.
Esta investigación está dedicada sobre todo al amor que siento por la profesión.
Creía en infinitas series de tiempos, en una red creciente y vertiginosa
de tiempos divergentes, convergentes y paralelos. Esa trama de tiempos que se
aproximan, se bifurcan, se cortan o que secularmente se ignoran, abarca todas las
posibilidades. No existimos en la mayoría de esos tiempos; en algunos existe usted y no
yo; en otros, yo, no usted; en otros, los dos. En éste, que un favorable azar me depara
(Borges, 1944)
6
AGRADECIMIENTOS
Quiero agradecer a mis papás y hermana quienes me apoyaron en todos los
momentos de mi carrera profesional y han sido un ejemplo de amor, perseverancia e
inteligencia.
Agradezco a todos mis profesores también en especial a mis tutores Dr. Valeri
Paredes y Dra. Gabriela Vasco quienes me guiaron para realizar esta tesis y compartieron
todo su conocimiento.
Quiero expresar mi más sincera gratitud a todos quienes forman parte de la
facultad de odontología y laboratorio de microbiología de la USFQ, gracias a su apoyo y
confianza estoy culminando una de las etapas más importantes de mi vida.
7
Resumen
La periodontitis apical refractaria es una lesión periapical persistente en los tejidos
perirradiculares de una pieza dental tratada con endodoncia. El origen infeccioso de la
persistencia de las lesiones periapicales es un tema controversial y desafiante en
odontología. El punto de vista tradicional sobre este tema defiende la escasa presencia o
ausencia de microorganismos en los tejidos. Sin embargo existe evidencia de la presencia
de bacterias, levaduras y virus en dichas lesiones. El objetivo de esta investigación es
realizar un estudio de casos y controles para comprobar la presencia de microorganismos
viables en las lesiones y asociar esta presencia a la causalidad de las mismas. Utilizando
microscopia y métodos moleculares se pudo comprobar la presencia de microorganismos
en 16 o (80%) de 20 muestras de casos de lesión persistente (0R: 136, IC 95%: 14-317) y
en 1 o (3%) de 35 muestras de tejido sano (OR:0.074, IC 95%: 0.0008-0.071), de esta
manera asociando a los microorganismos identificados como un factor causal de la
fisiopatología de la periodontitis apical refractaria.
8
Abstract
Refractory apical periodontitis is a periradicular infection which persists in
periapical tissues even though root canal treatment is performed. . The infectious origin of
persistent periradicular disease is controversial and an important challenge in dentistry.
The traditional point of view regarding this theme defends that diseased tissues should be
free from microorganisms or sparsely populated by them. However, there is evidence of
presence of bacteria, viruses and fungi in periapical tissues of refractory cases. The aim of
this investigation is to perform a case and control study to corroborate the presence of
viable microorganisms and associate this presence as a causal factor. Through microscopy
and molecular methods, this investigation was able to prove the presence of
microorganisms in 16 or (80%) of 20 samples from refractory cases (0R: 136, IC 95%: 14-
317) and in 1 or (3%) of 35 samples corresponding to the control group (OR: 0.074, IC
95%: 0.0008-0.071). The results obtained in this study can associate the identified
microorganisms as a causal factor of persistent apical periodontitis.
9
Tabla de contenido
Resumen…………………………………………………………………………………….7
Abstract…………………………………………………………………………………..…8
1 INTRODUCCIÓN ....................................................................................................... 13
2 HIPÓTESIS ................................................................................................................. 14
3 OBJETIVOS ................................................................................................................ 14
4 JUSTIFICACIÓN ........................................................................................................ 15
5 MARCO TEÓRICO .................................................................................................... 16
5.1 Anatomía pulpar y perirradiculares ...................................................................... 16
5.2 Patología pulpar .................................................................................................... 19
5.3 Periodontitis Periapical ......................................................................................... 20
5.3.1. Fisiopatología de la periodontitis periapical ...................................................... 21
5.3.2.Factores de expansión quística……………………………………………...….23
5.4 Etiología de la enfermedad perirradicular persistente .......................................... 25
5.4.1 Fracaso de la endodoncia ................................................................................. 25
5.5. Cirugía Perirradicular………..…...………………………………………………..31
5.5.1. Manejo analgésico y antibiótico en la cirugía perirradicular…………………...34
5.5.2. Principio de desinfección del campo quirúrgico………………………………..36
5.5.3.Anestesia Local para la cirugía………………………………………………….36
5.5.4.Consideraciones Anatómicas……………………………………………………37
5.5.5. Instrumental requerido para cirugía perirradicular……………………………..40
5.5.6. Acceso Quirúrgico……………………………………………………………...41
5.5.7.Definición y Clasificación de Colgajos…………………………………………42
5.5.8. Acceso del tejido óseo………………………………………………………….49
5.5.9. Raspado de la lesión Periapical………………………………………………...50
5.5.10. Técnica y manejo del ápice radicular…………………………………………51
5.5.11. Sutura………………………………………………………………………….54
5.6. Relación de la regeneración tisular guiada con la cirugía perirradicular…………….55
5.7. Complicaciones posoperatorias de la cirugía perirradicular………………………….56
5.8. Principios Biológicos de regeneración y reparación………………………………….57
5.9. Microbiología de las lesiones periapicales refractariaal tratamiento endodóntico ....... 64
5.10. Candida albicans…………………………………………………………………….73
5.11. Enterococcus faecalis………………………………………………………………..74
5.12. Técnicas Moleculares para análisis microbiológico…………………………………76
5.12.1. Extracción de ADN ....................................................................................... 76
5.12.2. Amplificación de secuencias de ADN. Reacción en cadena de la polimerasa
(PCR) ………………………………………………………………………………79
10
5.12.3. Aplicación Microbiológica del 16 S………………….………………………...80
5.12.4. Electroforesis…………………………………….……………………………..81
5.12.5. Detección de ADN de células muertas por técnicas moleculares……………...83
5.13. Tinción Gram……………………………………...……………………………..83
6. METODOLOGÍA ........................................................................................................ 85
6.1. Tipo de estudio: .................................................................................................... 85
6.2. Muestra: ................................................................................................................ 85
6.2.1.Criterio de Inclusión de la muestra: ......................................................... 85
6.2.2.Criterio de Exclusión de la muestra ......................................................... 86
6.3. Materiales…………………………………………………………………………..88
6.4. Toma de muestras…………………………………………………………………...89
7.RESULTADOS .............................................................................................................. 100
8. DISCUSIONES ............................................................................................................ 152
9. CONCLUSIONES ......................................................................................................... 162
10. RECOMENDACIONES ............................................................................................. 164
11.Trabajos citados……………………………………………………………..…..…….165
Tabla de Figuras
Gráfico 1. Electroforesis b-Actina (297 pares de bases) muestras positivas en GC 3 4, 5, 6,
9 y en GE1, 2, 4, 5, 6, 7, 8, 10 ........................................................................................... 105
Gráfico 2. Beta-Actina Grupo control muestras positivas en GC 13, 16, 17, 18, 19, 20, 22,
24, 25, 26, 27, 28, 29, 31, 32, 33, 34 ................................................................................. 105
Gráfico 3. B-actina grupo experimental, muestras positivas en GE 11, 12, 13, 14,15, 16,
17, 18, 19 y 20 ................................................................................................................... 105
Gráfico 4. B-actina muestras diluidas del grupo control, positivas GC 1, 2, 7, 8, 10, 11, 12,
14, 15, 21, 23, 30 y grupo experimental positivas GE 5, 3, 9, 12 ..................................... 106
Gráfico 5. Grupo control resultados negativos de muestras GC 18, 19, 20, 21, 22, 23, 24,
25, 26, 27, 28, 29 para 16 s (1500 pares de bases) ............................................................ 106
Gráfico 6. Grupo control y experimental resultados positivos en muestras GE12, 14, 16,18,
19 y negativos en muestras GC12, 14, 16, 18 para el 16 s .............................................. 106
Gráfico 7. Grupo experimental resultados positivos en muestras GE2, 3, 4, 5, 6, 9, 11 para
16 s ..................................................................................................................................... 107
Gráfico 8. Grupo control muestra GC31 única positiva para 16 s y Grupo experimental
muestras GE 1,2,3,4,9, 10, 11 positivas para 16 s ............................................................. 107
Gráfico 9. Grupo Control, resultados negativos de muestras
GC1,2,3,4,5,6,7,8,9,10,11,12,13,14,15,16,17 para 16 s .................................................... 107
Gráfico 10. Grupo experimental: resultados positivos de muestras GE 5, 11, 12 y 16 para
Candida albicans (158 pares de bases) ............................................................................. 108
11
Gráfico 11. Grupo experimental: 4 muestras GE 5, 11, 12 y 16 positivas para Candida
albicans y grupo control: muestras negativas GC1,2,3,4,5,6,7,8,9,10,11,12,13,14,15 para el
mismo gen ......................................................................................................................... 108
Gráfico 12. Enterococcus faecalis, #2 muestras positivas GE2 y GE9 (310 pares de base
........................................................................................................................................... 108
Gráfico 13. Grupo Experimental: % Presencia Microorganismos Tinción Gram ............. 144
Gráfico 14. Grupo Control: % Presencia Microorganismos Tinción Gram ...................... 144
Gráfico 15. Grupo Experimental: % Microorganismos identificados en tinción Gram ... 145
Gráfico 16. PCR Grupo Control vs Grupo Experimental ................................................. 146
Imagen.1,2……………………………………………………………………………..…109
Imagen.3,4………………………………………………………………………………..110
Imagen.5,6………………………………………………………………………………..111
Imagen.7,8…………………………………………………………………………….….112
Imagen.9,10………………………………………………………………………………113
Imagen.11,12……………………………………………………………………………..114
Imagen.13,14……………………………………………………………………………..115
Imagen.15,16……………………………………………………………………………..116
Imagen.17,18……………………………………………………………………………..117
Imagen.19,20………………………………………………………………………….….118
Imagen.21,22……………………………………………………………………………..119
Imagen.23,24…………………………………………………………………………..…120
Imagen26,27………………………………………………………………………...……121
Imagen.28,29………………………………………………………………………..……122
Imagen.30,31………………………………………………………………………..……123
Imagen.32,33……………………………………………………………………………..124
Imagen.35,36……………………………………………………………………………..125
Imagen.37,38………………………………………………………………………..……126
Imagen.39,40……………………………,,………………………………………………127
Imagen.41,42……………………………..………………………………………………128
Imagen.43,44…………………………………………………..…………………………129
Imagen.45,46……………………………………………………………..………………130
Imagen.47……...…………………………………………………………………………131
Imagen.48,49……………………………………………………………………………..132
Imagen.50,51………………………………………………………………………..……133
Imagen.52,53………………………………………………………………………..……134
12
Imagen54,55……………………….………………………………………………..……135
Imagen.56……………………………………………………………………………...…136
Tabla 1. Principios de Colgajos quirúrgicos ........................................................................ 42
Tabla 2. Microorganismos asociados a la periodontitis periapical refractaria .................... 64
Tabla 3. Criterio Inclusión de la muestra ............................................................................ 85
Tabla 4. Criterio Exclusión de la muestra ........................................................................... 86
Tabla 5. Materiales de la Investigación ............................................................................... 88
Tabla 6. División de la muestra ........................................................................................... 90
Tabla 7. Primers utilizados para identificar ADN de microorganismos seleccionados en el
estudio .................................................................................................................................. 95
Tabla 8. Volumen y concentración utilizada para PCR beta-Actina ................................... 96
Tabla 9. Condiciones para PCR beta-Actina ....................................................................... 96
Tabla 10. Volumen y concentración utilizada para PCR 16s .............................................. 97
Tabla 11. Condiciones para PCR 16s .................................................................................. 97
Tabla 12. Volumen y concentración utilizada para Candida albicans ................................ 98
Tabla 13. Condiciones para PCR Candida albicans ........................................................... 98
Tabla 14. Volumen y concentración utilizada para Enterococcus faecalis ......................... 99
Tabla 15. Condiciones para PCR Enterococcus faecalis ................................................... 99
Tabla 16. Características del grupo Experimental #20 muestras (Tejido con lesión
periapical) .......................................................................................................................... 137
Tabla 17. Identificación de presencia de microorganismos del grupo Experimental en 1000
campos observados, #50 por cada muestra ........................................................................ 138
Tabla 18……………………………………………………………………………….…139
Tabla 19…………………………………………………………………………….……140
Tabla 20………………………………………………………………………………….141
Tabla 21………………………………………………………………………………….143
Tabla 22………………………………………………………………………………….147
Tabla 23…………………………………………………………………………….……148
Tabla 24………………………………………………………………………………….149
Tabla 25……………………………………………………………………………….…150
Tabla 26……………………………………………………………………………….…150
Tabla 27………………………………………………………………………….………151
13
1 INTRODUCCIÓN
La periodontitis periapical es una infección de alta prevalencia en el ser humano, los
estudios indican que alrededor del 20% de casos con lesión periapical previa al tratamiento
son persistentes o refractarios a la endodoncia. Esto señala que la presencia de periodontitis
periapical antes de realizar la endodoncia es un factor de riesgo para el fracaso del
tratamiento y la persistencia de la lesión. El proceso periapical empieza cuando la pulpa
dental es invadida por microorganismos y consecuentemente se producen una serie de
cambios fisiológicos y respuestas adaptativas en el cuerpo humano. Seguidamente a la
respuesta inflamatoria causada por la invasión de microbiota, se forma tejido de
granulación a nivel apical de la raíz que esta infiltrado por neutrófilos, linfocitos y
macrófagos los cuales actúan para combatir las bacterias causantes de la inflamación y
posteriormente de la infección periapical. Cabe recalcar que la meta de una terapia
endodóntica es eliminar todos los microorganismos que se encuentran dentro de los
conductos radiculares, sin embargo en ciertos casos las lesiones refractarias se manifiestan
y no ocurre la regeneración de los tejidos perirradiculares después de un tiempo
considerable de haber tratado al diente. El fracaso de la terapia endodóntica convencional
se atribuye a varios factores siendo uno de ellos la colonización de microorganismos en los
tejidos periapicales, en el que estos microorganismos tienen la facultad de adaptarse de tal
manera que se vuelven resistentes al tratamiento endodóntico, por lo que la lesión se hace
persistente y no cede (Fouad, 2009). Sin embargo este es un tema de gran controversia en
endodoncia ya que muchas teorías afirman que en la mayoría de casos los tejidos
perirradiculares con lesión están libres de microorganismos y que por lo tanto la presencia
de microbiota no debe ser considerada como uno de los principales factores causales de la
persistencia de la lesión (Zuolo, M. et al, 2012). Es importante tomar en cuenta que al no
14
ceder la lesión periapical con el tratamiento endodóntico conservador se remite la pieza
dental afectada a cirugía periapical el cual es el tratamiento indicado para eliminar el factor
etiológico causante de la de la lesión refractaria (Saber, 2012). En el momento de realizar
la cirugía perirradicular se puede tomar una muestra del tejido enfermo con el fin de
realizar un análisis molecular y poder verificar la presencia y qué tipo de microorganismos
son los causantes de la persistencia de la enfermedad. A pesar de que el punto de vista
tradicional establece que los tejidos perirradiculares no deben estar invadidos por
microorganismos, se ha reportado en investigaciones previas la presencia de virus,
levaduras y bacterias principalmente anaerobias Gram positivas en este tipo de lesiones.
2 HIPÓTESIS
Las lesiones periapicales refractarias al tratamiento endodóntico que han sido
resecadas en cirugía perirradicular si van a mostrar presencia de
microorganismos en los tejidos extraradiculares al momento de realizar la
tinción Gram y análisis molecular de ADN bacteriano, por el contrario los
tejidos que no presenten lesión no tendrán presencia de microorganismos.
3 OBJETIVOS
3.1. Objetivos Generales
Comprobar la presencia e identificar el tipo de microorganismos en las lesiones
periapicales refractarias al tratamiento endodóntico que han sido resecadas en
cirugías perirradiculares realizadas de marzo a octubre del 2014 en Quito-
Ecuador por medio de tinción Gram y análisis molecular de ADN bacteriano
extraído de las muestras tomadas de tejido.
15
3.2. Objetivos Específicos
Comparar la frecuencia de colonización bacteriana en los tejidos periapicales
entre pacientes con lesión y sin lesión periapical refractaria.
Comprobar que la presencia de los microrganismos identificados es un factor
causal para la persistencia de la lesión periapical refractaria.
Comprobar que el ADN de los microorganismos identificados en las muestras
es viable mediante la tinción Gram de las mismas.
Comparar el índice y presencia de microorganismos entre pacientes
sintomáticos y asintomáticos con lesión periapical refractaria.
Comparar el índice y presencia de microorganismos entre pacientes con
profilaxis antibiótica y antibiótico terapia de más de 24 horas.
Identificar en los tejidos perirradiculares enfermos la presencia de
microorganismos como Candida albicans y Enterococcus faecalis reportados
según varios estudios como principales causantes del fracaso endodóntico.
4. JUSTIFICACIÓN
Las investigaciones realizadas en la actualidad demuestran que alrededor del 10%
de tratamientos de endodoncia manejados correctamente y siguiendo los protocolos
establecidos presentan lesiones periapicales refractarias. La evidencia sugiere que los
microorganismos pueden colonizar los tejidos periapicales por su gran capacidad de
adaptación a diferentes ambientes y por lo mismo ser responsables de que la lesión
periapical persista. Antes se creía que los microorganismos solo estaban presentes en
los canales radiculares y que estos eran incapaces de invadir los tejidos periapicales,
16
pero en los últimos estudios se ha demostrado que al realizar un análisis molecular de
los tejidos tomados de la lesiones se ha presentado un gran índice de microorganismos
anaerobios y principalmente Gram positivos (Sunde, 2002).
Por medio de esta investigación será importante demostrar que ciertos
microorganismos son causantes de la periodontitis apical refractaria y la identificación
de ellos tendrá gran relevancia para el futuro tratamiento clínico y antibiótico de
pacientes que presenten este tipo de lesiones.
5. MARCO TEÓRICO
5.1. Anatomía pulpar y perirradicular
Se conoce que la anatomía pulpar es de gran complejidad y por esto su tratamiento
requiere precisión y minuciosidad. El sistema de conductos radiculares es aberrante y
presenta diversas características como: varios forámenes apicales en un mismo diente,
uniones entre conductos, deltas, asas, conductos en forma de C, conductos en furca y
adicionales. Cada pieza dental tiene un sistema único de conductos radiculares por lo que
cada diente se tratará de forma individualizada de acuerdo a la anatomía que presente
(Cohen, S. & Burns, R., 2011).
A nivel del ápice radicular existen varias partes anatómicas las cuales se han
clasificado según Kutter de la siguiente manera (Cohen, S. & Burns, R., 2011):
Constricción apical: es la parte del conducto con el diámetro más pequeño
en donde los vasos de la pulpa son estrechos y está situado de 0,5 mm a
1,5 mm del foramen apical.
17
Unión cemento dentina: es la parte del conducto donde el cemento y la
dentina se unen y donde termina el tejido pulpar para dar comienzo a los
tejido periodontales. Este está ubicado a 1 mm del foramen apical.
Foramen apical: se lo ve como un borde redondo que delimita la
terminación del conducto cementario y la parte externa de la raíz.
La pulpa dental es un tejido blando que cumple diversas funciones, su función
primaria es que en ella se encuentran y derivan los odontoblastos los cuales son los
responsables de formar la dentina y son precursores de la formación del esmalte en las
fases del desarrollo. Las otras funciones secundarias de la pulpa son la hidratación,
defensa y sensibilidad dada a los dientes mediante el complejo vásculo-nervioso que la
conforma. La pulpa dental está constituida por diferentes tipos de células que son los
odontoblastos, células progenitoras y de defensa. La pulpa también está compuesta por
elementos extracelulares que son las fibras de colágeno principalmente tipo I, fibroblastos,
matriz no colagenosa y calcificaciones pulpares. Además de lo mencionado la pulpa posee
vasos sanguíneos aferentes y eferentes, estos vasos son muy importantes en las etapas de
inflamación de la pulpa en la que los vasos pasan por una fase de vasoconstricción y
vasodilatación. En cuanto a la neuroanatomía de la pulpa esta contiene axones mielínicos y
amielínicos, tiene un sistema nociceptivo y su inervación principal sensitiva viene de la
segunda y tercera división del nervio trigémino (Torabinajed, 2010).
El periodonto se conoce como la estructura que rodea el diente y se compone de tres
partes las cuales son: cemento, ligamento periodontal y hueso alveolar. Estos tejidos se
forman del folículo dental que está alrededor del órgano del esmalte y su formación
empieza cuando se desarrolla la raíz del diente. La pulpa dental se conecta con el
18
periodonto en las partes en las que los vasos sanguíneos de la pulpa salen por el foramen
apical y se unen a la parte externa que es el periodonto (Torabinajed, 2010).
El cemento es un tejido de gran dureza que rodea toda la raíz del diente y donde se
anclan las fibras periodontales. Puede clasificarse en (Torabinajed, 2010):
Cemento fibroso intrínseco acelular primario
Cemento fibroso extrínseco acelular primario
Cemento fibroso intrínseco acelular secundario
Cemento fibroso mixto celular secundario.
Cemento fibrilar acelular.
El ligamento periodontal es un tejido conectivo especializado, que posee aces de
fibras colágenas las cuales distribuyen las fuerzas del diente absorbiéndolas y dando
soporte al diente dentro del alveolo. El espacio periodontal mide de 0,21 a 0,15 mm, éste
posee cementoblastos y osteoblastos. Entre la fibras antes mencionadas existe un tejido
conectivo laxo el cual está conformado por fibroblastos, células de defensa, vasos
sanguíneos y tejido nervioso (Torabinajed, 2010).
El hueso alveolar por otro lado da soporte a los dientes, es decir reviste al alveolo
y en él se anclan las fibras periodontales del LPD. Es de tipo laminar y su remodelación
(reabsorción y aposición) depende de las fuerzas dentales ejercidas. Este tipo de hueso es
más denso que el hueso esponjoso que lo rodea, aunque presenta agujeros para el paso de
los nervios, vasos y tejidos conectivos de revestimiento. Cuando este hueso es continuo en
una radiografía se puede decir que está saludable y cuando es irregular se puede detectar
enfermedad (Torabinajed, 2010)
19
5.2. Patología pulpar
El acúmulo de biofilm bacteriano en la superficie de los dientes es un factor causal
de la desmineralización de los mismos y consecuentemente la aparición de la caries. La
caries tiene un origen multifactorial, sin embargo una mala higiene oral puede ser uno de
los principales factores para la acumulación de biofilm en el medio oral y el desarrollo de
la caries. La caries es un foco infeccioso en el medio oral que va a degenerar los tejidos
con el tiempo, las bacterias que intervienen en la fisiopatología de la caries dental van a
entrar en los túbulos dentinarios e irritar de esta manera los tejidos pulpares subyacentes.
En ciertos casos la caries puede avanzar tanto que llegue a estar en íntimo contacto con la
pulpa dental lo cual desencadenará diversas patologías pulpares como: pulpitis reversible,
pulpitis irreversible y necrosis pulpar.
En primer lugar va a ocurrir una pulpitis reversible, es decir cuando la pulpa se
inflama ya que responde a los mecanismos de defensa como los factores de complemento,
las inmunoglobulinas y procesos de la inflamación que están actuando frente a la agresión
bacteriana que penetra los túbulos dentinarios. Cuando la pulpa se ve afectada e inflamada
por los agentes bacterianos se produce una pulpitis irreversible, esta condición provoca un
gran dolor y precisa de tratamiento endodóntico. La inflamación empieza por la liberación
de ciertos mediadores químicos los cuales van actuar en los vasos sanguíneos causando
una vasoconstricción inicial para después provocar una vasodilatación. Durante la
vasodilatación va hacerse más lento el flujo sanguíneo, se van acumular los hematíes en la
parte central de los vasos y después va a ocurrir la emigración de los leucocitos a la parte
periférica. El endotelio vascular consecuentemente va a presentar fisuras por las cuales va
a ocurrir una “extravación plasmática” hacia el tejido conectivo. Esta extravación es la
20
causante del edema y aumento de presión en los tejidos provocará dolor por la
comprensión de las terminaciones nerviosas. Posteriormente a esta serie de cambios
mediados por la inflamación, se producirá infiltrado inflamatorio constituido por
macrófagos, linfocitos y células plasmáticas. Cabe recalcar que en la fase aguda de la
inflamación predominaran los PMN o polimorfonucleares los cuales enfrentaran a las
agresiones bacterianas y productos metabólicos. Por otro lado en la fase crónica de la
inflamación, ocurrirá la fase proliferativa la cual intenta regenerar los tejidos periapicales
por medio de la formación de tejido de granulación. Es importante mencionar que en el
caso de no ser tratada la afección pulpar a tiempo, la contaminación bacteriana avanzará
en los tejidos pulpares hasta producir la necrosis de los tejidos es decir que estos ya no
presentan su propiedades de vaascularidad e inervación y se ha producido muerte celular
en ellos (Cohen, 2011).
5.3. Periodontitis apical
La periodontitis apical es una enfermedad de gran prevalencia en el ser humano, en
un estudio epidemiológico realizado en América del Norte se presentó que en adultos de
20 a 30 años de edad la prevalencia de la enfermedad es del 33%, en adultos de 30 a 40
años la prevalencia es del 40%, en adultos de 40 a 50 años es del 48%, de 50 a 60 años es
del 57% y de 60 años en adelante es del 62%. En 1990 se estimó que en Estados Unidos se
hicieron 14 millones de tratamientos de conducto debido a esta enfermedad por lo que se
puede considerar prevalente y de importancia en el ser humano (Cohen, S. & Burns, R.,
2011).
La etiología de la periodontitis apical puede ser provocada por factores exógenos y
endógenos. Los factores exógenos son: bacterias, toxinas, traumatismos y cuerpos
21
extraños, mientras que los factores endógenos son los productos metabólicos del huésped
como los cristales de colesterol y uratos que activan la función de los osteoclastos. Estos
factores son los que inician “la respuesta inmuno-inflamatoria innata y adaptativa” (Cohen,
2011).
5.3.1. Fisiopatología de la periodontitis periapical
La fisiopatología de las lesiones periapicales comienza a partir de la afección de la
pulpa dentaria por diversos factores que pueden ser una caries, trauma u otra condición del
paciente como el bruxismo que puede alterar la vitalidad de la pulpa dentaria provocando
su necrosis. Por lo general, la invasión de la pulpa se da por los microorganismos presentes
en la cavidad oral los cuales provocan previamente la caries en la pieza dentaria. Una vez
que la pulpa se encuentra invadida por los microorganismos de la flora oral normal, se
generan varios fenómenos inflamatorios como el aumento de la permeabilidad capilar y
flujo sanguíneo pulpar. La pulpa dentaria está rodeada por dentina la cual no es distensible,
por lo que consecuentemente se incrementa la presión tisular del tejido pulpar y continua la
colonización bacteriana en el tejido necrótico. En respuesta a todos estos fenómenos que
ocurren en la pulpa afectada, se da la respuesta inmunitaria del paciente para defenderse
del proceso infeccioso. La respuesta inmunitaria será celular y humoral, para primeramente
frenar la propagación de la infección en los tejidos pulpares y posteriormente en los
tejidos periapicales. Cuando el proceso inflamatorio se extiende hacia el ápice y tejidos
perirradiculares, se desarrollan mecanismos de defensa inmunológicos en los que las
interleucinas, factores que activan los leucocitos y el factor de necrosis tumoral actúan
como mediadores que activan a los osteoclastos y macrófagos. La activación de estas
células provocará consecuentemente la osteolisis de los tejidos que rodean a la pieza
dentaria afectada y rizólisis de la misma. Adicionalmente, la necrosis pulpar genera
22
detritos celulares, fibrina, anticuerpos y células inflamatorias que se liberaran hacia los
tejidos periapicales, lo cual inicialmente podrá ser contrarrestado por los mecanismos
inmunitarios del paciente. Sin embargo cuando la proliferación de microorganismos es
mayor e incrementa la producción de detritos, el sistema inmunológico del paciente
delimita el proceso infeccioso formando un granuloma primario que localiza la agresión.
No obstante si la virulencia, patogenicidad y cantidad de detritos producidos en la pulpa
necrótica sobrepasa los mecanismos de defensa inmunológicos, se desarrollará un absceso
periapical agudo el cual requiere de drenaje en la mayoría de casos acompañado de terapia
antibiótica (Cohen, S. & Burns, R., 2011).
El granuloma primario antes mencionado puede desarrollarse y convertirse en
diferentes entidades patológicas como un quiste periapical, que se forma principalmente a
partir de la proliferación de los restos embrionarios epiteliales de Malassez localizados en
el periodonto radicular. Un quiste periapical es definido por Sapp como un “Quiste
odontógeno de origen inflamatorio derivado de los restos de Malassez, los cuales
proliferan en respuesta a la inflamación” de una infección bacteriana en la pulpa necrótica.
(J. Sapp, L. Eversole, G. Wysocki, 2005). Este tipo de quiste está cubierto por epitelio
estratificado escamoso, su cavidad está revestida de epitelio plano no queratinizado,
contiene neutrófilos en su revestimiento epitelial y posee un infiltrado con histocitos,
linfocitos y células plasmáticas. Cuando ocurre una “sobre infección” del quiste formado
por la propagación de microorganismos, se puede provocar un absceso periapical agudo o
generar una reacción inmunológica hacia el cuerpo extraño lo cual dará como consecuencia
la formación de un granuloma secundario (Cohen, S. & Burns, R., 2011).
Existen diferentes fases de crecimiento de los quistes, estas se dividen en: fase
inicial en la cual se lleva a cabo la proliferación de los restos epiteliales de Malassez. Estos
23
son estimulados por la respuesta inflamatoria. Después comienza la fase de formación del
quiste en la que se forma una cavidad con recubrimiento epitelial por medio de la muerte
celular y degeneración de los epitelios. Continúa a esta fase la de crecimiento del quiste, en
la cual ocurren cambios en la presión osmótica provocando que existan diferencias entre la
presión interna hidrostática de 70 mm en la cavidad (quiste) y la presión osmótica
sanguínea capilar exterior que es menor. Simultáneamente ocurre la reabsorción ósea en
los tejidos que rodean la cavidad lo cual está mediado por las prostaglandinas y la
destrucción del tejido conectivo adyacente que está inducida por las colagenasas. De esta
forma los quistes crecen lentamente expandiéndose ya que la presión intersticial aumenta
en su interior y al expandirse se da la reabsorción ósea en la periferia. Los quistes
contienen un fluido mucopurulento compuesto de proteínas séricas, inmunoglobulinas,
cristales de colesterol, glucosaminoglicanos y otras proteínas plasmáticas. Otro factor
importante en el progreso de la lesión es el tipo de bacterias presentes en la misma, ya que
ciertas bacterias poseen factores de virulencia con efectos citotóxicos capaces de liberar
enzimas y acelerar este proceso (Leyva, E., Tapia, J., Quezada, D. Ortiz, E., 2006).
5.3.2. Factores de expansión quística:
Entre los mecanismos de expansión quística, esta primero la proliferación epitelial
en la que el factor de crecimiento KFG que es producido por los fibroblastos estromales,
estimula el crecimiento y proliferación epitelial de los restos de Malassez, cambia el pH y
la tensión del CO2. El siguiente factor de expansión quística es la acumulación de
contenidos celulares en el que se establece una teoría que dicta que un quiste incrementa su
volumen por el acúmulo de queratina, células y líquido dentro de la cavidad lo cual
aumenta la presión osmótica dentro del quiste y con eso produce la entrada de líquido en el
como resultado de la osmosis y diferencia entre los gradientes de concentración internos y
24
externos. Aparte de lo mencionado, se ha reportado que la interleucina-6 encontrada en el
líquido interno de los quistes es importante para el crecimiento y expansión también. Otro
factor de expansión quística es el crecimiento hidrostático, el factor de crecimiento
endotelial vascular VEGF que es una citosina que aumenta la permeabilidad vascular y
produce la angiogénesis con lo que se acumulan células inflamatorias en la luz del quiste
por lo que después se producirá la entrada de líquido al quiste debido a la osmolaridad de
los fluidos y la búsqueda del equilibrio entre ellos. El factor de reabsorción ósea es otro
mecanismo de crecimiento del quiste, en este varias interleucinas principalmente la IL-1, el
interferón gamma y el factor de necrosis tumoral aumentan la actividad de los osteoclastos
lo cual aumenta la reabsorción ósea alrededor del sitio de la lesión y como resultado el
quiste se puede expandir en los tejidos. Las prostaglandinas, leucotrienos y colagenasas
también producen reabsorción de los tejidos perirradiculares. Se conoce que la IL-1 “es la
citosina más activa que actúa en las expansión quística a través de su acción en un amplio
espectro de funciones celulares como proliferación de fibroblastos, producción de
prostaglandinas en la cápsula quística y osteolísis” (Leyva, E., Tapia, J., Quezada, D. Ortiz,
E., 2006). Otro factor importante es la actividad enzimática dentro del quiste la cual
favorece al crecimiento del mismo. Además de lo mencionado, también aumenta el número
de células cebadas en el quiste, con esto incrementa el contenido de ácido hialurónico
haciendo el pH más ácido e induciendo la entrada de mayor líquido dentro del quiste. El
último mecanismo de expansión quística es la reacción de defensa del huésped, al
defenderse de las endotoxinas bacterianas libera mediadores inflamatorios lo cual produce
un incremento del AMPc que estimula a los restos epiteliales induciendo el crecimiento
quístico también (Oliveira, R., Carvalho, B., Soares, L. , 2004).
25
5.4. Etiología de la enfermedad perirradicular persistente
5.4.1. Fracaso de Endodoncia con conductos tratados adecuadamente
El éxito del tratamiento endodóntico ha demostrado ser muy alto, las investigaciones
señalan que tiene un índice de éxito del 90 a 95% en piezas dentales sin lesión periapical,
sin embargo este índice baja considerablemente cuando el tratamiento fue efectuado en una
pieza con lesión periapical previa, siendo el índice de éxito en estos caso del 75 al 80%.
Esto indica que alrededor de 2 de cada 10 dientes con lesión periapical previa al
tratamiento no van a responder a la endodoncia convencional (Fouad, 2009).
El fracaso del tratamiento endodóntico es un tema muy investigado y discutido en la
endodoncia, en algunos casos a pesar de que se realiza el tratamiento endóntico bajo los
mayores cuidados persiste la lesión periapical lo cual se conoce como “periodontitis apical
refractaria”. En estas situaciones los métodos conservadores de instrumentación e
irrigación endodónticos quedan debilitados y sin posibilidades frente al “fracaso” del
tratamiento. Han surgido diversas teorías sobre las razones por las que el tratamiento
endodóntico no funcionó y en la mayoría de ellas la solución propuesta para lograr el éxito
del tratamiento tiene que dejar de ser conservadora y pasar a ser invasiva para poder
eliminar el agente causal de la persistencia de la enfermedad.
La persistencia de la periodontitis periapical después del tratamiento endodóntico se
puede dar por diversos factores, la principal causa es asociada a la proliferación microbiana
en los conductos radiculares ya que por su anatomía aberrante es posible que ciertas zonas
no puedan ser alcanzadas por la conformación e irrigación durante la instrumentación de
los conductos. Por lo antes mencionado, una de las principales causas del fracaso de la
endodoncia es la presencia de microorganismos en los conductos radiculares después de
26
ser tratado el diente. Muchas veces se puede intentar un segundo tratamiento endodóntico
es decir un retratamiento con el fin de eliminar el contenido microbiano de los conductos,
sin embargo los microorganismos pueden persistir en los conductos radiculares aún en
tratamiento endodónticos realizados con todas las medidas y protocolos adecuados. Esto
puede ocurrir porque la endodoncia convencional tiene limitaciones de acceso a ciertas
partes de los conductos radiculares como los deltas apicales, ramificaciones, istmos y
ciertos túbulos dentinarios los cuales pueden albergar microorganismos.
Consecuentemente la enfermedad perirradicular puede persistir si los microorganismos
que sobreviven las condiciones adversas de los conductos radiculares obturados tienen
capacidad y patogenicidad suficiente para acceder a los tejidos circundantes de la pieza
dental e invadirlos aunque la disponibilidad de nutrientes sea escasa. El fracaso
endodóntico se relacionaba a la presencia de uno o dos microorganismos causales de la
enfermedad los cuales se detectaban mediante cultivos, sin embargo las técnicas
moleculares avanzadas de hibridación de ADN demuestran la presencia de “filiotipos
múltiples” de bacterias tanto dentro de los conductos como en los tejidos periapicales, los
cuales en el pasado no pudieron ser cultivados (Zuolo, M. et al, 2012). Por lo mencionado
anteriormente, se ha establecido según diversas investigaciones que la periodontitis apical
persistente es de origen polimicrobiano. Adicionalmente, es relevante recalcar que la
presencia de hongos y virus en los conductos radiculares también es considerada un factor
causal de importancia en los fracasos endodónticos (Cohen, 2009). Entre los virus
encontrados en los tejidos perirradiculares se ha detectado el Epstein-Barr (EPV) y el
citomegalovirus (HCMV) (Zuolo, M. et al, 2012).
Además de lo mencionado, vale la pena resaltar que el biofilm bacteriano tiene un
papel importante en el fracaso endodóntico. El biofilm que se define como “una
27
comunidad microbiana inmóvil caracterizada por células adheridas a un sustrato orgánico o
inorgánico, embebida en una matriz de sustancias poliméricas extracelulares “ (Zuolo, M.
et al, 2012) puede estar formado tanto dentro de los conductos radiculares como en la
superficie externa radicular de las piezas tratadas endodónticamente siendo uno de los
factores principales que se asocian al fracaso del tratamiento y persistencia de la lesión
perirradicular. Estas colonias de microorganismos organizadas que componen el biofilm
son más resistentes a la respuesta de defensa del huésped y a los antimicrobianos ya que se
forma una biopelícula protectora sobre las colonias bacterianas que es un gel polisacárido
hidratado que no permite que las líneas de defensa del sistema inmune como los
anticuerpos, complementos y las células fagocitarias puedan acceder a la zona colonizada
por los microorganismos. Esta biopelícula limita de una manera semejante el acceso de los
compuestos antimicrobianos (Zuolo, M. et al, 2012).
Existe una gran controversia y diversas teorías que se enfrentan en cuanto a la
presencia de microorganismos en los tejidos perirradiculares. La presencia bacteriana en
los tejidos circundantes a la raíz de la pieza dental afectada es sin duda uno de los temas
más polémicos en endodoncia (Zuolo, M. et al, 2012). En la actualidad varios estudios
realizados con técnicas avanzadas de biología molecular han confirmado la presencia
microbiana en los tejidos perirradiculares, sin embargo muchos estudios son cuestionados
por sus técnicas, selección de casos y contaminación de muestras (Sunde, 2002).
Citando a Zuolo et al. , se establece que la “presencia de bacterias en lesiones
apicales crónicas y asintomáticas es todavía uno de los temas más polémicos en
endodoncia.” (Zuolo, M. et al, 2012). Adicionalmente, Cohen en Vías de la pulpa,
menciona que en la actualidad hay controversia sobre la presencia de colonias bacterianas
extrarradiculares a pesar de que algunas investigaciones lo comprueban (Cohen, S. &
28
Burns, R., 2011). Muchos autores todavía convalidan el concepto antiguo sobre que un
granuloma es un lugar donde las bacterias son destruidas y eliminadas por lo que no
pueden vivir ni fijarse en el mismo. Un granuloma desde el mismo punto de vista es una
reacción del sistema inmunológico para evitar la propagación de la infección a los tejidos
perirradiculares de la pieza dental infectada (Fouad, 2009). A pesar de que esta teoría es
sostenida por muchos profesionales en la actualidad, como ya se mencionó anteriormente
las últimas investigaciones que han realizado técnicas moleculares de hibridación de ADN
han confirmado la presencia de microorganismos en los tejidos que rodean al diente en
casos de enfermedad periapical refractaria. A pesar de que las investigaciones confirman la
presencia de microorganismos en los tejidos perirradiculares, se ha cuestionado estas por
deficiencias en la realización de los protocolos durante los procesos investigativos. Entre
los cuestionamientos y deficiencias destacadas de estos estudios están: la recolección de
muestras sin ningún cuidado previo para evitar la contaminación de la muestra con las
bacterias presentes en el medio oral, la selección inadecuada de los casos en los que se
incluyen pacientes con fístulas o fracturas radiculares y las limitaciones de los análisis de
ADN bacteriano los cuales no puede establecer si el ADN identificado pertenece a
microorganismos viables o muertos. Por lo anteriormente expuesto, Nair en su artículo “On
the causes of persistent apical periodontitis: a review” (2006) expone su posición en que
los tejidos perirradiculares de casos asintomáticos no son invadidos por microorganismos
en la mayoría de los casos y que estos solo pueden hacerlo en las siguientes situaciones
(Zuolo, M. et al, 2012):
Infección provocada por Actinomyces y Propionibacterium ya que estas
bacterias tienen la habilidad de colonizar los tejidos periapicales y
establecerse extrarradicularmente (Nair, 2006).
29
Por restos de dentina o materiales que estén contaminados y se transporten a
la región apical durante el tratamiento endodóntico (Nair, 2006).
Por la presencia de quistes que tengan comunicación abierta con el interior
de los conductos contaminados (Nair, 2006).
Por agudizaciones de las lesiones crónicas en las que se da paso a un
absceso dentoalveolar-agudo (Nair, 2006).
Por el acceso de bacterias a los tejidos perirradiculares por medio de bolsas
periodontales, fístulas y fractura (Nair, 2006) .
Siendo la presencia microbiana uno de los factores más importantes por los que el
tratamiento endodóntico fracasa, existen otros factores causales descritos en la literatura
que es la formación de quistes periapicales. En la mayoría de los casos se espera que
después del tratamiento endodóntico convencional los quistes evolucionen hacia la
reparación. Sin embargo en el caso de que se forme un quiste verdadero, el cual es una
lesión quística definida y rodeada por una capa epitelial que separa al quiste por completo
de la raíz dental, se puede dar que el quiste continúe expandiéndose a pesar de estar tratada
la pieza dental con endodoncia. Estos quistes son independientes del estado de los
conductos radiculares, por lo que es necesaria la intervención quirúrgica para extirparlos
(Zuolo, M. et al, 2012).
Otra causa de fracaso del tratamiento de endodoncia no quirúrgico puede ocurrir
cuando las células de defensa desprenden moléculas de colesterol durante el proceso de
desintegración en los tejidos perirradiculares. En este proceso se provoca la lisis de las
membranas plasmáticas de los plasmocitos, leucocitos, linfocitos y lípidos del plasma por
lo que los cristales de colesterol pueden depositarse y precipitarse en los tejidos
perirradiculares. La acumulación de estos cristales impide a las células gigantes de defensa
30
y macrófagos degradarlos por lo que se retrasa consecuentemente la reparación de los
tejidos perirradiculares (Zuolo, M. et al, 2012).
Finalmente las causas extrínsecas también son las responsables del fracaso
endodóntico, entre estas están la extrusión en sentido apical de materiales de obturación,
restos alimenticios y otros componentes de algodón, papel o gasas a los tejidos
periapicales. Los materiales extruidos a los tejidos son considerados por el sistema de
defensa como cuerpos extraños por lo que es probable que se mantenga la lesión
periapical impidiendo la reparación y en muchos casos se intensifique la respuesta tecidual
inflamatoria con la presencia de células gigantes y macrófagos (Zuolo, M. et al, 2012).
El periodo de regeneración de los tejidos es un factor importante a tomar en cuenta
para valorar el fracaso o éxito del tratamiento endodóntico. Por lo general la literatura ha
establecido que se debe esperar un periodo de 12 meses después del tratamiento para poder
verificar mediante controles radiográficos si la lesión está disminuyendo en tamaño y
consecuentemente si el tratamiento está funcionando. En el caso de que esté ocurriendo la
regeneración de tejidos, se llevará a cabo una migración y diferenciación celular hacia la
zona del defecto a fin de restablecer los tejidos perdidos por la enfermedad, sin embargo la
restauración de los tejidos se puede observar en las radiografías como zonas radiolúcidas.
Al desarrollarse diferentes tipos de reparación, no siempre se consigue una regeneración de
la estructura original de los tejidos por lo que se forma tejido de cicatrización que se ve
radiográficamente como lesiones radiolúcidas de tamaño menor con cierta malformación
ósea. Es esencial distinguir el tejido de cicatrización postratamiento endodóntico para no
confundirlo con la persistencia de la lesión periapical. Para poder determinar el éxito o
fracaso de la endodoncia y establecer la persistencia de la lesión se han establecido los
siguientes criterios tanto para casos sintomáticos como asintomáticos (Zuolo, M. et al,
31
2012):
Valorar la presencia de signos y síntomas de la inflamación como edema,
fístula y dolor los cuales indican el fracaso del tratamiento.
Reparación completa de la lesión periapical después de un año del tratamiento
es considerado éxito en pacientes asintomáticos.
Reparación incompleta de la lesión en el que se observe tejido de cicatrización
después de un año del tratamiento se considera también éxito en pacientes
asintomáticos.
Una reparación de los tejidos incierta hasta después de cuatro años de realizado
el tratamiento endodóntico en pacientes asintomáticos se considera como
posible fracaso y de acuerdo al criterio clínico se debe realizar la reintervención
ya sea conservadora o quirúrgica.
La presencia de una reparación insatisfactoria después de un año del
tratamiento en la que la lesión no haya disminuido de dimensión y se haya
mantenido de igual o mayor tamaño en pacientes asintomáticos se considera el
fracaso del tratamiento endodóntico y la indicación de una intervención.
5.5. Cirugía Perirradicular
A pesar de que el tratamiento endodóntico convencional es una opción de tratamiento
para afecciones pulpares y periapicales con gran índice de éxito, existen diversos motivos
por los que el tratamiento convencional endodóntico puede fallar y dar paso a una lesión
periapical refractaria. En casos en los que los tejidos perriradiculares no respondan al
tratamiento endodóntico conservador, se debe dar paso a la cirugía perirradicular la cual
tiene como intención eliminar la etiología de la persistencia de la enfermedad periapical
32
(Cohen, 2012). Sin duda alguna la cirugía perirradicular es una extensión y complemento
preciso del tratamiento no quirúrgico endodóntico ya que los dos procedimientos tienen
como objetivo principal la prevención o eliminación de la periodontitis periapical (Cohen,
2011).
Raspall establece que esta cirugía se compone “de un conjunto de técnicas quirúrgicas
cuyo objetivo es el abordaje de las raíces de los dientes y de los tejidos adyacentes, la
remoción y biopsia de tejidos patológicos a este nivel y la realización de procedimientos
terapéuticos en el ápice de la raíz dentaria” como el sellado retrógrado del conducto.
Consecuentemente el principal objetivo de la cirugía es eliminar el agente causal de la
persistencia de la enfermedad y de esta manera complementar la endodoncia convencional
(Raspall, 2006).
Es importante recalcar que las lesiones periapicales refractarias se diagnostican
principalmente por medio radiográfico, las radiografías presentan por lo general una zona
radiolúcida alrededor de las raíces de la pieza afectada. Para que un defecto se pueda
observar en una radiografía debe haber por lo menos una pérdida ósea del 30 al 60%. La
sombra radiolúcida puede tener varias interpretaciones por lo que la clínica y radiografía
serán herramientas para establecer un diagnóstico presuntivo. Posterior a la extirpación de
la lesión periapical se podrá confirmar el diagnóstico por medio de un estudio
histopatológico del mismo (Raspall, 2006).
En general el tratamiento endodóntico quirúrgico está indicado principalmente en
lesiones periapicales refractarias que se presentan en dientes con postes radiculares largos,
en dientes con instrumentos fracturados, en dientes con conductos bloqueados o
desplazados, en dientes tratados con materiales previos de obturación duros, en dientes en
los que ha fallado el retratamiento previo, en dientes en los cuales se haya sobre obturado o
33
desplazado material hacia los tejido periapicales, en dientes con fractura vertical y en
piezas en los que se sugiera realizar una biopsia de los tejidos perirradiculares. Cabe
recalcar que se ha establecido según Cohen que el “pronóstico del tratamiento quirúrgico
es aproximadamente igual que el del tratamiento no quirúrgico” (Cohen, S. & Burns, R.,
2011). Sin duda el pronóstico de la cirugía periapical también dependerá de diversos
factores clínicos como la edad del paciente, enfermedades sistémicas que posea el
paciente, la zona que este afectada en la cavidad oral, el tipo de hueso involucrado, el
soporte periodontal de la pieza dental afectada, la cantidad de tejido dentario residual,
resistencia de la pieza dental a la fractura, entre otras variables (Cohen, S. & Burns, R.,
2011)).
5.5.1. Indicaciones específicas de cirugía periapical según Raspall (2006):
Si existen muchas posibilidades de fracaso con un tratamiento no quirúrgico
exclusivamente:
a) Cercanía del ápice con el seno maxilar y canal dentario
b) Dientes con falsas vías o perforaciones
c) Pacientes que no puedan ser controlados y asistir a revisiones
regulares
Imposibilidad de tratamiento endodóntico no quirúrgico
a) Ápices con curvaturas marcadas o calcificadas
b) Conducto radicular al cual no hay como acceder por postes, pernos,
calcificación e impactación de materiales obturadores.
Fracasos de endodoncia no quirúrgica previa
a) Sintomatología clínica persistente de la pieza tratada
b) Persistencia de drenaje a través del canal
34
c) Fractura de instrumento
d) Sobre obturación del conducto lo cual puede exacerbar la lesión
periapical.
e) Piezas dentales tratadas correctamente pero que demuestran en los
controles radiográficos aumento progresivo de la dimensión de la
lesión perirradicular.
Confirmación de una biopsia
5.5.1. Manejo analgésico y antibiótico en la cirugía perirradicular
Los estudios han reportado que suministrar un AINE al paciente media hora antes o
después de la intervención quirúrgica es de gran ayuda para disminuir los síntomas de
dolor. En comparación al placebo y utilización de paracetamol se ha establecido en varios
estudios que los AINES son más eficaces para el dolor postoperatorio. Adicionalmente a la
administración de un AINE antes de la cirugía se puede infiltrar la zona intervenida con un
anestésico local de larga duración con el fin de reducir el dolor después de la intervención
(Cohen, S. & Burns, R., 2011).
Durante esta cirugía es probable que ocurra una bacterteriemia transitoria, por lo que es
indicado que los pacientes que tengan factores de riesgo para desarrollar una endocarditis
bacteriana reciban profilaxis antibiótica. La AHA o American Health Association establece
que ya no se debe indicar profilaxis antibiótica en pacientes que presenten (Cohen, S. &
Burns, R., 2011):
Cardiopatía reumática
Antecedentes de prolapso de la válvula mitral
35
Estenosis aórtica
Cardiopatías congénitas
Enfermedad valvular bicuspídea
Por lo que solo se recomienda la profilaxis antibiótica para tratamientos
odontológicos que involucren la manipulación de los tejidos periapicales, gingivales y de
la mucosa oral en pacientes que pertenezcan al grupo de mayor riesgo. Es decir en
pacientes que presenten una valvulopatía la cual tiene riesgo de desarrollar una
endocarditis infecciosa, también en pacientes que porten una válvula cardíaca, pacientes
que tengan antecedentes de endocarditis infecciosa y pacientes que presenten historial de
abuso de drogas por medio intravenoso. En el caso de los pacientes con una prótesis
articular, se debe hacer interconsulta con el cirujano ortopédico ya que pueden tener
mayor posibilidad de desarrollar una infección “articular hematógena” después de la
cirugía oral (Cohen, S. & Burns, R., 2011).
En el caso específico de la cirugía perirradicular, no se indica el uso de profilaxis
antibiótica de rutina. Se considera que el uso inadecuado de los antibióticos puede traer
más desventajas que beneficios para el paciente (Torabinajed, M. & Machnick, T.K, 2005).
En general, la cirugía oral menor en pacientes sin enfermedad tiene una incidencia de
infección bastante baja. Un estudio demostró que en pacientes sin ninguna alteración
sistémica significativa, el porcentaje de infección pos-extracción de terceros molares fue de
tan solo el 1% (Cohen, S. & Burns, R., 2011).
En el tema de los pacientes comprometidos sistémicamente es diferente la
indicación de profilaxis antibiótica, por ejemplo se debe indicar en pacientes que sean
inmunodeprimidos o que sufran de diabetes la cual es una condición que altera y retrasa la
curación de los tejidos perirradiculares tanto en tratamientos conservadores como invasivos
36
que es el caso de la cirugía periapical (Cohen, S. & Burns, R., 2011).
5.5.2. Principio de desinfección del campo quirúrgico
La cirugía perirradicular indica el uso de gluconato de clorhexidina al 0,12% para
disminuir el número de microorganismos en el medio oral y principalmente en la zona que
será intervenida (Sunde, 2002). El gluconato de clorhexidina se debe utilizar como
colutorio oral antes de la incisión y elevación del colgajo con el objetivo principal de
reducir el riesgo de infección posquirúrgica. Se ha reportado también el uso de este
colutorio después de la cirugía para disminuir la carga bacteriana en la sutura y bordes de
la herida, sin embargo podría afectar el proceso de curación de la herida a nivel de la
reinserción de los fibroblasto (Cohen, S. & Burns, R., 2011).
5.5.3. Anestesia Local para la cirugía
La técnica anestésica dependerá de la pieza dental que será sometida a cirugía y su
localización, por lo general se debe realizar un bloqueo regional e infiltración local con el
objetivo de lograr una anestesia local profunda y hemostasia para mejorar la visibilidad
del área quirúrgica. Para la hemostasia se recomienda el uso de anestésico con
vasoconstrictor, con adrenalina 1:50.000 o 1:100,000. Se debe colocar el anestésico con
vasoconstrictor de manera cuidadosa y lenta en el área vestibular correspondiente a la
mucosa alveolar del ápice la raíz y también en las zonas adyacentes a esta área que es de
tres dientes a cada lado. Después de infiltrar el área vestibular es necesario hacerlo por
palatino a este nivel, sin embargo la cantidad de anestésico depositado será menor. Una vez
colocado el anestésico se espera por lo menos 10 diez minutos para lograr un efecto
anestésico y de vasoconstricción en la zona que será intervenida. Después de los diez
minutos transcurridos se puede hacer prueba en los tejidos con un instrumento afilado para
37
verificar el efecto anestésico en los tejidos. Una vez concluida la cirugía se puede infiltrar
el área con un anestésico de acción prolongada para reducir el dolor después de la cirugía
(Cohen, S. & Burns, R., 2011).
5.5.6. Consideraciones Anatómicas para la cirugía perirradicular
Es de extrema importancia planificar el acceso quirúrgico de manera que se
preserven todas las estructuras anatómicas cercanas. En el caso de la cirugía periapical, se
debe tomar en cuenta la posición de la pieza a tratar con las estructuras anatómicas
relevantes ya que esto dictaminará si la cirugía es viable. Diferentes parámetros
anatómicos pueden dificultar esta cirugía como un hueso vestibular denso y ancho,
músculos faciales muy activos, cercanía de la lesión al seno maxilar, un vestíbulo poco
profundo, entre otros (Signoretti, F. et al, 2011).
En la cirugía perirradicular, la región mandibular posterior es muy importante ya
que se debe tomar en cuenta al paquete vasculo-nervioso que sigue el trayecto por el
conducto mandibular y sale por el agujero mentoniano a fin de no lesionarlo durante la
incisión o levantamiento del colgajo. El conducto mandibular se puede visualizar en
radiografías, sin embargo ciertas veces no se puede observar y se debe precautelar no
lesionar el paquete vasculonervioso al realizar el acceso quirúrgico entre los ápices
radiculares de las piezas posteriores mandibulares y el borde superior del canal
mandibular. Un estudio establece que la distancia promedio entre el ápice de la raíz distal
del segundo molar inferior y el borde superior del conducto mandibular es de 3,5 mm, la
cual incrementa en distancia a medida que las piezas se acercan a la línea media. Aparte de
lo mencionado generalmente el hueso a nivel radicular del segundo molar inferior es más
38
grueso y sus raíces se inclinan hacia lingual por lo que tanto por su cercanía al canal
mandibular, posición de las raíces y característica de hueso es compleja la realización de
esta cirugía en los segundos molares inferiores y se debe valorar siempre el riesgo versus el
beneficio de la intervención mencionando al paciente todos los tratamientos alternativos
que se pueden realizar (Cohen, S. & Burns, R., 2011).
El agujero mentoniano se encuentra entre los dos premolares inferiores a nivel de
sus ápices y por esta cercanía es una de las mayores dificultades que se presentan al
realizar la cirugía perirradicular de estas piezas ya que se requiere de una técnica
quirúrgica muy minuciosa para no lesionar esta estructura anatómica. El agujero
mentoniano debe ser observado previamente en una radiografía panorámica y periapical
para realizar cualquier intervención cercana a esta zona (Von Arx, T., Peñarrocha, M.,
Jensen, S., 2010). Adicionalmente, a fin de no lesionar el paquete vasculo-nervioso que se
encuentra en el agujero mentoniano se puede realizar diferentes técnicas quirúrgicas para
acceder a los ápices de los premolares inferiores sin realizar la incisión cercana al agujero,
por ejemplo se puede realizar la incisión distal de descarga vertical entre el primer y
segundo molar inferior para tener acceso al ápice de los premolares y de esta manera
preservar la integridad de este agujero y sus estructuras anatómicas asociadas. Al realizar
la incisión y desbridamiento del colgajo también es esencial tener cuidado de tocar la
arteria facial la cual se encuentra inferior al fondo de saco del vestíbulo justamente a nivel
del primer molar inferior (Cohen, S. & Burns, R., 2011).
Otro factor de importancia es la profundidad del vestíbulo, por ejemplo un fondo de
saco del vestíbulo que no sea profundo es señal de que el hueso alveolar subyacente es de
mayor grosor y por lo tanto el acceso quirúrgico al ápice será más complejo (Cohen, S. &
Burns, R., 2011).
39
En la región posterior del maxilar, se debe considerar principalmente la proximidad
de los ápices que deben ser tratados con el seno maxilar. La distancia entre los ápices
radiculares de los molares superiores y la membrana del seno maxilar es de alrededor de
1mm. Por esta cercanía al realizar la apicectomía de las piezas maxilares superiores, un
estudio reportó que la perforación de la membrana que recubre al seno maxilar tiene una
incidencia del 10 al 50% (Von Arx, T., Peñarrocha, M., Jensen, S., 2010).
Afortunadamente la membrana sinusal suele regenerarse sin repercutir perjudicialmente en
el paciente, sin embargo la curación y proceso de maduración del tejido óseo tiende
retardarse. Se puede tener efectos secundarios si tejido contaminado del ápice o la lesión
entra en la cavidad del seno maxilar al ser expuesta, pudiendo provocar posteriormente una
infección o sinusitis de origen ontogénico. Por lo anteriormente mencionado se debe tener
especial cuidado en no dejar que ningún resto de raíz o tejido entre en el seno maxilar y
también realizar las descargas verticales para el acceso quirúrgico por lo menos a una
distancia de un diente distal y uno mesial de la pieza afectada para que en el caso de que
ocurra la perforación de la membrana del seno maxilar se pueda realizar un colgajo
mucoperióstico que permita el cierre de la zona expuesta y consecuentemente una
regeneración adecuada. Además, se debe realizar la apicectomía de manera que el ápice se
pueda extraer como un solo cuerpo y no en pequeños pedazos que puedan contaminar la
cavidad (Cohen, S. & Burns, R., 2011).
Sin duda las raíces palatinas de los molares superiores también son un desafío en la
cirugía perirradicular, no está contraindicada la cirugía periapical de estas piezas no
obstante se debe valorar si los beneficios de la cirugía justifican su ejecución. Se puede
realizar el acceso quirúrgico por vía vestibular o palatina, en la técnica realizada por medio
de una incisión vestibular puede haber la necesidad de resecar los ápices las raíces
40
vestibulares para llegar a la palatina. Nuevas técnicas describen el uso del microscopio
quirúrgico dental el cual ayuda a tener una mayor visibilidad e iluminación durante el
procedimiento, logrando así un mejor acceso quirúrgico a las raíces afectadas. Se puede
realizar también un abordaje palatino el cual dificulta la técnica y proporciona poca
visibilidad del área intervenida, en el caso de un paladar profundo se puede favorecer la
técnica por presentar menor grosor de hueso pero en caso de un paladar no profundo con
mayor grosor óseo será aún más difícil llegar al ápice afectado (Von Arx, T., Peñarrocha,
M., Jensen, S., 2010).
En el área anterior del maxilar y mandíbula la técnica se simplifica, ya que hay
menos complicaciones y riesgos de lesionar las estructuras anatómicas importantes. Las
complicaciones principales que pueden darse en los dientes anteriores son en piezas que
tengan raíces muy largas, inclinación radicular hacia lingual y fondo de saco vestibular
poco profundo (Signoretti, F. et al, 2011).
5.5.7. Instrumental requerido para cirugía perirradicular
Carpul
Mango de bisturí
Hoja de bisturí #15
Legra
Periostótomo
Separador de tejidos
Tijera de tejidos
Tijera de material
Pinza quirúrgica
Pinza adson
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Pinza de tejidos y microtisular
Espejo bucal
Sonda periodontal
Instrumental para retrobturación del ápice
o Espátula de cemento
o Obturador
o Microbruñidor
Succión quirúrgica
Pinza porta agujas
Sutura
5.5.8. Acceso quirúrgico
Los objetivos más importantes de la cirugía perirradicular son: lograr un correcto
acceso al área afectada para lograr la remoción completa de los tejidos con lesión, valorar
la circunferencia de la raíz y sistema de conducto radicular, realizar la apicectomía o
resección del ápice de la raíz y lograr la obturación del ápice radicular con un material que
estimule la regeneración del periodonto (Von Arx, T., Peñarrocha, M., Jensen, S., 2010).
El acceso quirúrgico de la cirugía perirradicular debe basarse en los siguientes
principios (Cohen, S. & Burns, R., 2011):
1. Conocimiento de las estructuras anatómicas musculares, óseas, vasculares,
nerviosas, dentales y su correlación.
2. Disminuir al máximo el traumatismo causado por la intervención quirúrgica,
preservando el diente involucrado y sus estructuras de soporte.
42
3. La manipulación de tejidos e instrumentos debe realizarse de manera que se
preserven los tejidos sanos y se eliminen por completo los tejidos con lesión.
5.5.9. Definición y Clasificación de Colgajos
El acceso quirúrgico requiere del diseño de un colgajo el cual es “una porción de
tejido que es separado del área donante con la finalidad de facilitar el acceso a una lesión o
para recubrir algún defecto. Se mantiene vital debido a la existencia de un puente de unión,
a través del cual le llega aporte vascular que es conocido como pedículo” (Raspall, 2006).
Existen tres tipos de colgajos los cuales son:
1. Colgajo de grosor parcial
2. Colgajo de grosor total
3. Colgajo óseos pediculados
Los colgajos también se clasifican según su posición es decir en tres grupos: el
primer grupo son los colgajos en los que se hace la incisión horizontal por el margen
gingival, el segundo grupo cuando se realiza la misma incisión en la encía adherida y el
tercer grupo en los que se realiza la incisión sobre la mucosa oral (Raspall, 2006).
Raspall resume en la siguiente tabla los principios básicos del diseño de colgajo en
la cavidad oral (2006):
Tabla 1. Principios de Colgajos quirúrgicos
1 Deben evitarse en lo posible las principales estructuras vasculo
nerviosas de la cavidad oral.
2 La incisión no debe cruzar el defecto óseo subyacente previo a la
43
cirugía o como consecuencia de ella, para así favorecer la curación de
los tejidos
3 Las incisiones verticales deben efectuarse en las concavidades entre
las eminencias óseas, evitando realizarlas sobre cualquier resalte o
irregularidad del hueso.
4 La base del colgajo siempre debe ser más ancha que su borde libre
para asegurar su correcta vascularización.
5 En los colgajos de grosor total el periostio debe elevarse en bloque con
el resto de tejidos que componen el colgajo.
6 El colgajo debe extenderse lo necesario para permitir la visualización
adecuada de la lesión. Su tamaño no afecta la cicatrización,
precisándose como norma general, que abarque entre uno y dos dientes
a cada lado de la lesión.
Los colgajos que se clasifican según su posición van a presentar diversas
características tanto positivas como negativas, los colgajos que se realizan a partir de una
incisión horizontal en el margen gingival tienen varias ventajas como facilitar el raspado
radicular, reposicionamiento del colgajo fácil ya que cuenta con puntos de referencia,
permite la alveoloplastia y por lo general esta incisión no cruza la lesión prexistente. Por
otro lado sus desventajas principales son: dificultad en el momento de elevar el colgajo,
sutura interdentaria de mayor complejidad, arrancamiento de fibras periodontales lo cual
provoca una aparición secundaria de retracción del margen gingival y bolsas periodontales
y por último una cicatrización menos rápida. Por lo antes mencionado no se recomienda
44
realizar este tipo de colgajo en piezas dentales con prótesis fija ya que la retracción
gingival afectará el sellado marginal y estética de la misma (Gay Escoda, C. & Berini, L.,
2004).
Los colgajos en el margen gingival son: colgajo triangular, colgajo de Neumann y colgajo
gingival o en sobre. A continuación se describe cada uno (Gay Escoda, C. & Berini, L.,
2004):
a) Colgajo triangular: su diseño se compone de una incisión horizontal sobre la
cresta marginal que está unida a una liberatriz o descarga única vertical. La
descarga debe estar entre las eminencias radiculares de los dientes y solo se puede
aplicar este colgajo en dientes con raíces cortas. Este colgajo mantiene la mejor
vascularización de los tejidos (Raspall, 2006).
b) Colgajo de Neumann o mucoperióstico interpapilar completo: su diseño se
compone de un trapecio invertido, la incisión horizontal se realiza de la misma
manera a través de la cresta gingival que está unida a dos descargas verticales
superiores. En este tipo de colgajo se da la elevación completa de las papilas
interdentarias, encía insertada y mucosa alveolar. Este colgajo da gran visibilidad
del área quirúrgica, el sangrado es menor porque es casi en su totalidad
subperióstico, permite el acceso necesario para curetaje periodontal y cualquier
tratamiento en hueso, también su cicatrización es óptima. Sin embargo tiene
desventajas como el compromiso vascular en el reborde gingival y exposición de
márgenes coronarios alterando la estética (Raspall, 2006).
c) Colgajo gingival o en sobre (envolvente): la incisión horizontal se realiza por el
surco gingival, esta debe ser amplia involucrando una extensión de 4 a 5 dientes
para permitir la elevación del tejido subgingival y la papila y de esta manera dar
45
una buena visualización. Este colgajo se realiza principalmente en el paladar y zona
lingual inferior, pero no se recomienda en dientes con raíces largas. Es un tipo de
colgajo que provoca gran sangrado y genera más tensión en el tejido con los
separadores (Raspall, 2006).
Los colgajos que se diseñan con una incisión horizontal sobre la encía adherida
precisan una técnica quirúrgica más simple y facilitan una higiene oral buena después de la
cirugía. Por otro lado el principal inconveniente es que el acceso al campo de intervención
no es bueno, también hay mayor probabilidad de que la línea de incisión este cerca del
defecto, se provoca mayor sangrado, la reposición del colgajo tiene mayor dificultad ya
que no hay puntos de referencia específicos, también las inserciones musculares y frenillos
alteran el trayecto de la incisión y en cuanto a la cicatrización esta es alterada por el
constante movimiento labial lo que puede dar como resultado cicatrices poco estéticas. Los
colgajos que tienen una incisión horizontal sobre la encía adherida son (Gay Escoda, C. &
Berini, L., 2004):
a) Colgajo Semilunar de Partsch: su diseño es simple ya que no afecta el
reborde marginal, la incisión comienza desde el pliegue muco-gingival
dibujando una línea en forma de medialuna hacia la encía. La parte más
convexa de la medialuna debe estar a 5-10 mm de los extremos de la incisión.
Se utilice principalmente para tener acceso a ápices únicos aunque el sangrado
es mayor y el campo de visualidad es reducido. Otra desventaja es que puede
provocar retracciones cicatrízales. No se indica este colgajo si hay que acceder
a más de una raíz en la pieza afectada o si se tiene que incidir sobre el frenillo
labial, inserciones musculares y otras eminencias como la canina.
46
b) Colgajo trapezoidal de Luebke-Ochsebein: este colgajo tiene un diseño en
forma de trapecio, en el que su borde inferior se realiza de forma festoneada
siguiendo la morfología del reborde gingival sobre la encía adherida. Es
indicado en piezas con prótesis fija ya que previene la retracción gingival
posterior a la cirugía. Este colgajo debe ser realizado respetando siempre como
mínimo 4 mm de encía adherida. Entre sus desventajas están que la sutura es
compleja, el campo quirúrgico presenta un mayor sangrado, forma cicatrices, se
pueden necrosar los vértices y se debe limitar a la parte anterior del maxilar.
c) Colgajo semilunar de Wassmund: este colgajo es modificado del colgajo
trapezoidal en sus vértices ya que se realiza la incisión de forma que sean
curvos y no agudos para prevenir la necrosis en estas áreas propensas.
d) Colgajo en arco de Harnish: es también un colgajo en forma de trapecio con
una base mucho más ancha que el borde libre y presenta las incisiones
verticales con cierta convexidad hacia el colgajo.
e) Colgajo de ángulo de Haven-Stein-Reinmoller: es semejante al colgajo
triangular con la única diferencia que se realiza la incisión horizontal sobre la
encía adherida.
f) Colgajo Vertical de Eskici: se realiza una única incisión vertical adyacente al
diente que será tratado, es decir se accede al ápice por medio del “ojal” que se
crea a partir de la incisión. Este tipo de colgajo respeta los tejidos sin embargo
no permite una buena visibilidad ni acceso al campo operatorio.
Los colgajos que se realizan con incisión en la encía libre y mucosa oral son (Gay
Escoda, C. & Berini, L., 2004):
47
a) Colgajo labial: se realiza a partir de una incisión horizontal en la mucosa
labial que esta adyacente al pliegue mucobucal, esta se debe extender de 1 a
2 dientes de la pieza con el defecto. De esta manera se levanta un colgajo
muco-perióstico a fin de tener acceso al ápice, se pueden realizar descargas
o hacer la incisión de forma semilunar si se requiere.
b) Colgajo semilunar invertido de Pichler: este colgajo es semilunar pero su
convexidad está hacia apical y sus extremos llegan hasta la encía adherida.
Después de mencionar todos los diseños de colgajos caracterizados por su
localización, diseño, ventajas y desventajas es imprescindible que la técnica de elevación
de estos sea realizada de manera correcta a fin de preservar los tejidos lo mejor posible
durante y después de la cirugía perirradicular. Es importante recalcar que si la técnica de
elevación del colgajo no se realiza de manera cuidadosa se puede causar dilaceraciones en
los tejidos provocando hemorragia, mayor riesgo de infección, complejidad en sutura, mala
cicatrización y mal resultado estético (Gay Escoda, C. & Berini, L., 2004).
El despegamiento mucoso o mucoperióstico para elevar un colgajo se debe
realizar de manera que el mismo mantenga su vitalidad, funciones y pueda reposicionarse
en su lugar original adecuadamente. Después de realizar la incisión con hoja de bisturí
número 15 con un trazo único y firme, se procede a elevar el colgajo de la manera menos
traumática posible para evitar la necrosis tisular y desgarros en el tejido lo cual afectaría a
la cicatrización posterior y podría tener complicaciones posoperatorias como infección o
dolor. La incisión debe tener la profundidad suficiente para la posterior elevación del
colgajo, en el caso de no ser así este no se podrá elevar y el hueso subyacente tendrá restos
de periostio. Estos restos deben ser seccionados con el bisturí antes de seguir con la
elevación del colgajo. Cuando se separa inadecuadamente el periostio de la capa mucosa
48
se hace más lento el proceso de cicatrización. En el caso de realizarse una incisión
mucoperióstica adecuada, se prepara un colgajo de espesor completo y se realiza el
despegamiento del mismo con un periostótomo o legra. El periostótomo se debe apoyar en
el hueso subyacente y de esta manera levantar el periostio de la inserción ósea. Ciertas
veces pueden interferir en la elevación del colgajo las inserciones musculares o frenillos
los cuales se pueden legrar y despegar de hueso para que se puedan liberar conjuntamente
con el colgajo (Raspall, 2006).
A continuación se describe el uso del periostótomo según Gay Escoda (2043):
Colocar el extremo romo más ancho del periostótomo o legra entre los
labios de la incisión justamente entre el hueso y mucoperiostio, se empieza
en la encía adherida en la zona del ángulo formado entre la incisión vertical
y horizontal del colgajo.
Se debe siempre colocar el lado cóncavo del periostótomo hacia hueso y la
parte convexa contra el tejido blando para evitar provocar desgarros o
perforaciones en el colgajo.
Los tres movimientos que se realizan en la elevación del colgajo son:
empujar, levantar y retirar, se pueden hacer movimientos laterales pero con
mucho cuidado.
La forma de coger el periostótomo es como la de coger un lápiz y al realizar
los movimiento mencionados se gira al instrumento sobre su mayor eje.
Se debe desprender el colgajo en toda la extensión del mismo. Cuando se
eleva el colgajo se retrae este con un separador de Minnesota o Farabeuf de
manera constante, delicada y sin ejercer presión o tracción excesiva que
pueda lesionar los tejidos. El separador ayuda a dar una correcta
49
visualización y facilitar el acceso a la zona quirúrgica. Siempre el extremo
del separador debe estar firme y en contacto con hueso cortical, nunca
puede apoyarse en los tejidos blandos (Gay Escoda, C. & Berini, L., 2004).
La elevación del colgajo en ciertos casos se puede complicar, por ejemplo cuando
existen lesiones de gran tamaño en las que se ha perdido la cortical ósea y el tejido de
granulación está fuera de hueso. En estos caso se da una adherencia entre el tejido de
granulación y tejido submucoso, también se puede provocar una fibrosis por una
inflamación crónica del tejido lo cual afectará a la elevación del colgajo dificultando el
procedimiento. Si la unión entre la mucosa y hueso es estrecha o si se da una adherencia a
los planos profundos patológicos con la mucosa es recomendado utilizar bisturí o tijeras
finas para separar y levantar el colgajo. Por otro lado si hay la presencia de una fístula o
trayecto de drenaje el cual estar rodeado de tejido granuloso y fibroso se debe intentar
hacer la incisión de tal manera que la fístula este dentro de la línea de incisión a fin de que
no se desgarre el colgajo en la parte afectada por la fístula. Si duda en todos los casos
mencionados es más difícil definir el plano de disección y se pueden dar perforaciones en
el colgajo afectando su aporte vascular (Gay Escoda, C. & Berini, L., 2004).
5.5.9. Acceso del tejido óseo
Es esencial considerar los principios biológicos para remover hueso y tener un acceso
adecuado a los ápices de las piezas afectadas. En primer lugar, se debe preservar el tejido
óseo sano adyacente a la lesión y controlar la generación de calor en hueso durante la
cirugía. Se ha reportado que el incremento de la temperatura en hueso que sobrepase la
temperatura corporal normal puede alterar la curación de los tejidos óseos afectando la
formación de hueso, inactivando la fosfatasa alcalina y lesionando las células
irreversiblemente de tal manera que se afecte la osteogénesis. Es muy importante
50
considerar el tiempo de generación de calor y el grado de aumento del mismo para
determinar la magnitud en la que se puede afectar el tejido óseo. Para evitar una
generación de calor excesiva se debe utilizar una fresa apropiada que es en este caso una
redonda la cual tiene una forma para resecar más tejido óseo, se debe utilizar un
refrigerante también que penetre en toda la superficie de corte y no se debe presionar los
tejidos excesivamente con la fresa sino al contrario hacerlo de manera suave con una
técnica de golpe de cepillo. Con lo mencionado anteriormente se producirá menos
inflamación posoperatoria, una curación adecuada y se disminuirá cualquier riesgo de
provocar necrosis en el tejido óseo (Cohen, S. & Burns, R., 2011).
5.5.10. Raspado de lesión periapical
Las lesiones periapicales son por lo general clasificados histológicamente como
granulomas o quistes, estos como ya se mencionó anteriormente son formados por tejido
de granulación, fibras de tejido conectivo, infiltrado inflamatorio, células de defensa y
epitelio estimulado. Las lesiones periapicales se desarrollan ya que responden a la
inflamación provocada por los microorganismos presentes en el conducto radicular y
tejidos circundantes. El objetivo principal de la cirugía perirradicular es consiguientemente
resecar todo el tejido enfermo e irritante relacionado con el ápice de la raíz del diente
afectado. Para resecar este tejido se puede usar varias técnicas, una de ellas es separar el
tejido enfermo de su cripta ósea por sus bordes laterales con una letra. La legra debe tener
su parte cóncava dirigido hacia la pared interior de la cripta ósea. Una vez separados los
bordes de la lesión se puede proceder a separarla de la pared medial de la cripta ósea y así
resecarla por completo de la cavidad con una cureta o legra. Después de remover el tejido
enfermo se realiza el raspado perirradicular de la superficie de la raíz afectada con el fin de
eliminar cualquier irritante restante y dar un mejor acceso para el posterior tratamiento de
51
conducto apical (Cohen, S. & Burns, R., 2011).
5.5.11. Técnica y manejo del ápice radicular
El ápice radicular debe ser tratado de tal manera que su manipulación garantice la
regeneración futura del periodonto que lo rodea, con el fin de lograr la remodelación del
hueso alveolar, LPD y cemento alrededor del ápice resecado y el material de obturación
apical. Para la regeneración es esencial la presencia de células inducibles, sustancias
mineralizadoras y factores de crecimiento, sin embargo si la manipulación del ápice no
crea un ambiente propicio para la regeneración del periodonto, puede ocurrir la reparación
tisular la cual no regenera los tejidos y no tiene la misma curación esperada (Signoretti, F.
et al, 2011).
Siguiendo los objetivos de la cirugía perirradicular, se debe eliminar en primer lugar el
factor etiológico que es por lo general la presencia bacteriana a nivel del ápice radicular y
después impedir que se re-contaminen los tejidos perirradiculares tras haber resecado el
factor causal de la lesión. Para prevenir la extrusión de cualquier irritante intraconducto
hacia los tejidos perirradiculares se debe realizar la obturación apical del ápice resecado a
fin de conseguir sellado apical y que no persista la enfermedad (Von Arx, T., Peñarrocha,
M., Jensen, S., 2010).
En la mayoría de casos la lesión no cede debido a la presencia bacteriana a nivel de las
ramificaciones del ápice de la raíz con lo que la única manera de eliminar esto es resecando
un mínimo de 3 mm del ápice. Se ha establecido que alrededor del 75% de los dientes
poseen la mayor cantidad de aberraciones de conductos laterales y accesorios en los 3 mm
apicales de la pieza dental por lo que se recomienda resecar por lo menos esta longitud
para erradicar de la pieza la mayoría de aberraciones que tengan presencia bacteriana. En
el momento de la resección se debe conservar las estructuras de soporte y traumatizarlas lo
52
menos posible. Se puede tener un mejor acceso al ápice con un microscopio, lo cual mejora
la visualización del área intervenida y ayuda a la preparación del acceso del ápice en el que
se debe colocar una obturación (Von Arx, T., Peñarrocha, M., Jensen, S., 2010).
Después de mencionar longitud de resección del ápice es también importante
mencionar que el ángulo resección debe ser perpendicular al eje longitudinal del diente.
Esto debe realizarse así ya que siguiendo los fundamentos anatómicos del diente se
consigue (Cohen, S. & Burns, R., 2011):
Incluir la mayor presencia de ramificaciones apicales
Disminuir el número de túbulos dentinarios que comuniquen el conducto y el
tejido perirradicular.
Disminuir la cantidad de irritantes que puedan movilizarse desde el conducto a
los tejidos perirradiculares.
Facilita la preparación de la cavidad del ápice resecado para su posterior
obturación.
Reduce el riesgo de producir facturas apicales durante la resección.
En cuanto a la preparación del ápice radicular resecado, debe ser realizado de tal
manera que se produzcan las condiciones adecuadas para la regeneración del LPD
alrededor del ápice resecado. Es de extrema importancia que cemento sano esté
presente en el ápice radicular ya que el cemento posee diversos factores que ayudan a
la migración, desarrollo y adherencia de los fibroblastos del LPD a la superficie
radicular tratada, con lo que se logra la regeneración del periodonto (Cohen, S. &
Burns, R., 2011).
El acondicionamiento del ápice de la raíz también se ha reportado como
53
beneficioso para disminuir el barrillo dentinario producido y generar una superficie
que estimule la unión de células periodontales para la regeneración. Este
acondicionamiento se ha realizado principalmente con ácido cítrico el cual ayuda al
desarrollo de la cementogénesis, sin embargo se han reportado desventajas como
afecciones a los tejidos adyacentes por el pH tan bajo de la solución. Existen otras
sustancias para acondicionar las superficies como el EDTA y la tetraciclina, sin
embargo no se ha probado en estudios sus beneficios con exactitud. Adicionalmente a
lo mencionado la superficie del ápice tratado debe ser lo más lisa posible después de la
resección para que no existan bordes ni espolones que puedan interferir en la curación
de los tejidos (Von Arx, T., Peñarrocha, M., Jensen, S., 2010).
Después de la preparación del ápice, se debe proceder a realizar el acceso apical
para efectuar la obturación del ápice resecado. La cavidad tiene que tener por lo menos
3 mm de profundidad dentro del conducto siguiendo el eje largo del diente para lograr
un sellado apical satisfactorio. La preparación se puede efectuar con puntas de
ultrasonido lo cual disminuye el riesgo de perforación del diente, estas deben siempre
ser utilizadas con abundante irrigación ya que el calor generado puede afectar los
tejidos periodontales adyacentes e impedir la regeneración del periodonto deseada
(Cohen, S. & Burns, R., 2011).
Una vez creada la cavidad y acceso adecuados para la obturación apical se puede
proceder a colocar el material escogido para sellar el conducto. El material obturador
ideal debe tener las siguientes características: biocompatibilidad, ser reabsorbible,
impedir la salida de bacterias hacia los tejidos perirradiculares, tener estabilidad
dimensional, inducir a las células para la regeneración del periodonto y ser de fácil
preparación y manipulación (Signoretti, F. et al, 2011).
54
Existen diversos materiales para la obturación apical, sin embargo el agregado de
trióxido mineral también conocido como MTA continua siendo el material de elección
para estimular la regeneración del periodonto. El MTA fue elaborado específicamente
para obturar el ápice radicular y presenta las siguientes características (Apaydin, E.,
Shabahang, S. & Torabinajed, M., 2004):
Impide la filtración
Su fraguado no es afectado en presencia de líquidos como la sangre.
Radiopaco
Presenta menor toxicidad que los otros materiales de obturación.
Provoca menor inflamación perirradicular
Permite la aposición de cemento junto a la obturación del ápice, los
cementoblastos son capaces de unirse al MTA y formar cemento sobre el
mismo.
Inductor celular: induce a los cementoblastos para la formación de tejido
duro.
5.5.12. Sutura
Una vez concluida la obturación apical, se puede proceder a tomar una radiografía para
verificar la calidad de la obturación efectuada en términos de densidad y profundidad. Si
esta satisface estos requisitos se procede a irrigar la cavidad con suero salino para eliminar
restos de tejido o material y se puede reposicionar el colgajo. Al colocar el colgajo en su
posición original se puede comprimir de manera suave el tejido y proceder primeramente a
suturar con una sutura tamaño 5-0 en los ángulos del colgajo con puntos simples. Después
se puede suturar los bordes restantes del colgajo aproximándolos íntimamente a los tejidos
blandos fijos sin generar mucha tensión en los puntos de sutura ya que pueden afectar la
55
vascularización de los tejidos. Al finalizar la sutura se puede presionar el colgajo
levemente con una gasa para dar estabilidad a la primera fase de fibrina en la que se forma
el coágulo ayudando de esta manera a la hemostasia. El material de sutura indicado la
cirugía perirradicular tiene que tener una superficie lisa para que no se adhieran las
bacterias, debe ser flexible, presentar resistencia a la torsión y tener un precio razonable.
Se puede utilizar seda, suturas con cubierta de Teflón, suturas sintéticas de monofilamento,
suturas de gortex, entre otras. Las suturas de materiales reabsorbibles no están indicadas
en la cirugía perirradicular ya que su velocidad de reabsorción es muy versátil y esto
podría afectar al proceso de curación de los tejidos. A pesar de lo mencionado se podría
usar una sutura reabsorbible en ciertos casos específicos que presente el paciente (Cohen,
S. & Burns, R., 2011).
Al concluir la sutura, se debe indicar al paciente que permanezca sentado durante
quince minutos y verificar que no haya hemorragia después del tiempo indicado para dar
de alta al paciente (Cohen, S. & Burns, R., 2011).
5.6. Relación de la regeneración tisular guiada con la cirugía perirradicular
El pronóstico de la cirugía perirradicular va a depender de diversos factores como el
diámetro de la lesión periapical, cantidad de hueso vestibular perdido, problemas
periodontales de la pieza tratada y ausencia de tejido óseo sobre la raíz del diente. Si el
diámetro de la lesión es mayor de 10 mm o si la pérdida de hueso vestibular es muy
significativa, la curación de los tejidos perirradiculares se puede retrasar e incluso puede
fallar el tratamiento ya que en lugar de formarse tejido óseo en la cavidad intervenida, se
formará tejido epitelial y no osteógeno dando como resultado el fracaso de la cirugía
perirradicular. Consecuentemente en lesiones periapicales extensas que afecten y
reabsorban el hueso circundante se deberá controlar la proliferación del tejido epitelial para
56
que este no se reemplace la formación de tejido óseo. Para controlar la proliferación del
tejido epitelial sobre el tejido óseo se debe recurrir a la regeneración tisular guiada. La
regeneración tisular guiada (RTG) se basa en que diversos tipos de células se dirigen hacia
la herida para proliferar en ella a diferentes velocidades en el proceso de curación. Con este
principio mencionado es importante tomar en cuenta que las células de los tejidos blandos
proliferan con mayor velocidad y son más móviles que las células pertenecientes a los
tejidos duros, esto resulta en que la herida es repoblada más rápidamente por tejido
epitelial que por tejido óseo. Para evitar esto se debe recurrir a la colocación de barreras la
cuales separen el tejido gingival del hueso alveolar y superficie radicular a fin de que las
células del tejido blando no puedan colonizar la herida y en su lugar proliferen células
selectivas del LPD y del tejido óseo que provoquen la regeneración de los tejidos. Varios
estudios han reportado que la colocación de membranas reabsorbibles para la RTG en
cirugía perirradicular de casos con defectos óseos vestibulares ha dado resultados muy
positivos en el proceso de curación de los tejidos y regeneración de tejido óseo
favoreciendo así el pronóstico de la cirugía. Cabe a recalcar que las membranas requieren
un soporte para que no se colapsen sobre el defecto, este apoyo puede ser un injerto óseo el
cual también puede ayudar a formación de hueso dependiendo de sus características de
osteoinducción y osteoconducción (Von Arx, Peñarrocha & Jensen, 2010).
5.7. Complicaciones posoperatorias de la cirugía perirradicular
Entre las complicaciones principales de la cirugía perirradicular están (Cohen, S. &
Burns, R., 2011):
Perforación y exposición de la membrana del seno maxilar en la que se debe
indicar antibióticos y descongestionantes nasales.
57
Parestesias
Traumatismos de los fascículos neurovasculares
Tumefacción
Hemorragia
Hematoma
Infección
Equimosis
Dolor el cual puede ser controlado con la prescripción de AINES como el
ibuprofeno y en el caso de ser un dolor fuerte se puede combinar con
paracetamol en un régimen de hora fija para las dosis.
5.8. Principios Biológicos de regeneración y reparación
La cirugía tiene como objetivo lograr la regeneración de los tejidos después de la
intervención con el fin de que estos puedan recuperar su función normal y micro-
estructura. Sin embargo la reparación también puede llevarse a cabo la cual forma un tejido
cicatrización después de la intervención, en lo cual no se recupera la función ni estructura
original del tejido. Las heridas deben pasar por las tres fases de curación que son:
inflamatoria, proliferativa y de maduración, de acuerdo a estas fases se podrá determinar su
evolución. Es importante mencionar que tomando en cuenta la cirugía perirradicular, en el
cual se afectan varios tejidos simultáneamente, las fases de la curación se desarrollaran a
diferentes ritmos de acuerdo a cada tejido (Cohen, S. & Burns, R., 2011).
La curación de los tejidos blandos empieza con la formación del coágulo en la que
en primer lugar se da una vasoconstricción y desgranulación de las plaquetas con lo que se
libera serotonina. La serotonina ejerce un efecto sobre las células endonteliales que
58
provoca el aumento de permeabilidad del vaso por lo que puede ingresar en la herida un
exudado con gran contenido de proteínas. Seguido a este fenómeno se da la agregación
intravascular de plaquetas y consiguientemente la formación de un tapón. Después de los
dos fenómenos se activaran tanto la vía intrínseca como extrínseca de la coagulación.
Mientras esto ocurre, se activaran también “el sistema de las cininas, el complemento, la
fibrinólisis y formación de plasmina” (Cohen, S. & Burns, R., 2011). Estos fenómenos
estabilizan la hemostasia, comienzan la producción de mitógenos y factores
quimiotácticos e inician el proceso de descontaminación de la herida. Todo el proceso
tendrá como objetivo formar un coágulo de hebras de fibrina que contenga exudado sérico,
eritrocitos y células de la inflamación. Al cerrar el colgajo en el caso de la cirugía
perirradicular, se debe comprimirlo con una gasa inmediatamente con el fin de reducir el
grosor del coágulo de fibrina para una mejor curación de la herida (Cohen, S. & Burns, R.,
2011).
Después de la formación del coágulo se va a llevar a cabo la inflamación temprana
en la que se da la organización de los neutrófilos polimorfonucleares o PMN. Los PMN
migraran hacia el área de la herida mediado por la producción previa de los factores
quimiotácticos. Entre las 24 y 48 horas después de la lesión, los PMN llegarán a su número
máximo. Esta migración de los PMN hacia el lugar de la herida se establecerá en tres
etapas que son (Cohen, S. & Burns, R., 2011):
1. Pavimentado: en esta etapa los eritrocitos provocan la
aglutinación intravascular con lo que los PMN pueden
adherirse a las células endoteliales
2. Emigración: cuando los PMN atraviesan de forma activa la
pared vascular.
59
3. Migración: cuando los PMN van hasta los tejidos lesionados
por medio de su movimiento ameboide y la influencia de los
mediadores quimiotácticos. Los PMN fagocitan las bacterias
presentes en la herida por lo que su principal función es
evitar la infección posoperatoria de la misma.
Después del tercer día de la lesión, la concentración de PMN bajará
significativamente y se llevará a cabo la inflamación tardía en la que ocurre la organización
de los macrófagos. Los macrófagos llegaran al área de la herida y su concentración
máxima será entre el tercer y cuarto día en esta zona. Los macrófagos son inicialmente
monocitos que circulan en el torrente sanguíneo y salen a la zona de la herida por la
influencia de los factores quimiotácticos de la inflamación. En el momento que el
monocito es atraído y llega a la zona afectada se convierte macrófago. Sin embargo en
contraste con los PMN, los macrófagos tienen mayor esperanza de vida ya que estos se van
a quedar en la herida para realizar fagocitosis de microorganismos, desechos y restos de
tejidos hasta que la curación de la misma sea completa. Los macrófagos son también
bioactivos es decir que parte de su función es secretar diversas citocinas las cuales
influencian de manera significativa para que empiece la fase proliferativa en la curación de
las heridas, esto ocurre porque se acelera la formación del tejido de granulación. Los
macrófagos son indispensables para que la curación de la herida se lleve a cabo, es decir
que si reduce el número de estos en la zona afectada sin duda el proceso de curación se
retrasará. Aparte de lo mencionado, los macrófagos también tienen como función la
ingestión y proceso de los antígenos, los cuales serán después presentados a los linfocitos
T que llegaran al lugar de la lesión posteriormente (Cohen, S. & Burns, R., 2011).
Seguida a esta fase viene de la fase proliferativa de los tejidos blandos, en esta fase
60
se da principalmente la formación de tejido de granulación en el lugar de la herida. En esta
fase los fibroblastos y células endoteliales serán las principales precursoras de la
formación del tejido de granulación. Este tejido es descrito como “una matriz extracelular
de fibrina, fibronectina, glucosaminoglicanos, células endoteliales en proliferación, nuevos
capilares y fibroblastos mezclados con macrófagos inflamatorios y linfocitos” (Cohen, S.
& Burns, R., 2011). En esta fase ocurre la fibroplasia, los fibroblastos y las células
ectomesenquimatosas van hacia el área de la herida y llegan a su número máximo en
alrededor de siete días. La migración de los fibroblastos y células ectomesenquimatosas es
influenciada por las citocinas en las que se destacan el factor de crecimiento derivado de
plaquetas, el factor de crecimiento de los fibroblastos y el factor de crecimiento similar a
la insulina 1 (Von Arx, T., Peñarrocha, M., Jensen, S., 2010). Todos los factores
mencionados se producen en las plaquetas, macrófagos y linfocitos. Durante este proceso
el tejido granulomatoso de la herida se convierte en tejido de granulación ya que aumenta
el número de fibroblastos y disminuye el de macrófagos en el área de la herida. Los
fibroblastos son los precursores de la curación de la herida ya que producen colágeno el
cual se deposita en fibras formando una red mientras las células musculares lisas y
endoteliales migran a la zona afectada. Posteriormente las fibras de colágeno se organizan
formando enlaces que se cruzan de forma alineada a fin de resistir la tensión de la herida.
Los miofibroblastos serán muy importantes en el proceso ya que se encargaran de contraer
la herida existente posicionándose de forma alineada y paralela en su superficie para
contraerse y de esta manera acercar los bordes opuestos logrando su cierre. Los
miofibroblastos al concluir el cierre serán eliminados de por medio de apoptosis (Cohen, S.
& Burns, R., 2011).
La angiogenia también será indispensable para proporcionar vascularización a la
61
herida y lograr su proceso de curación. Los capilares se forman el toda la periferia de los
vasos de la herida desde los primeros tres días y estos se organizan en una red de asas o
plexos capilares alrededor de la misma. Los factores principales que influencian la
formación de vasos sanguíneos son el factor de crecimiento endotelial vascular, el factor de
crecimiento y transformación alfa y beta, el factor de crecimiento básico de los
fibroblastos, el factor de necrosis tumoral, el FGF acídico y el ácido láctico (Cohen, S. &
Burns, R., 2011).
Seguidamente se llevará a cabo el proceso de curación del epitelio el cual en primer
lugar comienza formando un sello epitelial encima del coágulo de fibrina en la herida. La
curación se da porque las células basales y espinosas suprabasales localizadas en los
bordes de las heridas se reproducen por mitosis y migran atravesando el coágulo de fibrina
hasta entrar en contacto con las células epiteliales del borde opuesto que también migraron.
Se forma como resultado una mono-capa celular encima del coágulo de fibrina y de esta
manera se alcanza un sellado epitelial de la herida. En el caso de las heridas que se curan
por primera intensión, este proceso demora de 21 a 28 horas. A continuación se llevará a
cabo la fase de maduración en la que la monocapa celular va a pasar por mitosis y
diferenciación para formar una capa de epitelio escamoso estratificado que actuará
finalmente como una barrera de protección de la herida frente a los microorganismos de la
cavidad oral y le dará una resistencia a la tracción significativa. Esta barrera se forma entre
las 36 y 42 horas después de realizarse la sutura de la herida (Cohen, S. & Burns, R.,
2011).
La fase de maduración en la curación de los tejidos duros se desarrolla de manera
distinta a la de los tejidos blandos. Las heridas óseas causadas por escisión de alrededor de
1 cm de diámetro van a seguir un proceso de curación parecido al de un hueso largo
62
fracturado. Esta curación se da de la siguiente manera: empieza como hematoma, pasa por
la inflamación, elimina los desechos producidos, se forma el tejido de granulación, se
desarrolla el callo, se transforma el hueso reticular en laminar y por último ocurre la
remodelación ósea. En todo el proceso los osteoclastos toman un papel muy importante ya
que son “la unidad organizativa” (Cohen, 2011) que se encarga de desbridar el tejido óseo
necrótico que se encuentra en los extremos de la herida. Primeramente entre los 2 y 4 días
después de la resección del ápice radicular, prolifera el tejido de granulación en el
ligamento periodontal afectado. El tejido formado rodea el nuevo ápice radicular y ocurre
al mismo tiempo una “proliferación endóstica hacia el coágulo desde la superficie profunda
del borde de la herida ósea” (Cohen) por lo que consecuentemente se transforma el coágulo
en tejido de granulación. En este momento se da la migración de células como los pre-
osteoblastos, osteoblastos y células osteoprogenitoras las cuales son las precursoras de la
formación de hueso reticular en la masa formada anteriormente por tejido de granulación.
Después de seis días de la apicectomía empieza la formación de nuevo hueso en la herida
(Cohen, S. & Burns, R., 2011).
Los tipos de formación de hueso se dividen en dos:
Basado en una vesícula de matriz: que forma el hueso reticular
Basado en la secreción de osteoide que forma el hueso laminar
Las dos maneras de formación de hueso se van a basar principalmente en la acción
de los osteoblastos para formar la matriz ósea por medio de la secreción de la sustancia
fundamental que contiene colágeno el cual es imprescindible para la mineralización del
tejido. En el proceso de formación de tejido óseo intervienen también varios factores de
crecimiento importantes como el BMP (Bone Morphogenetic Protein), TGF-Beta, IGF,
FGF Y PDGF (Cohen, S. & Burns, R., 2011).
63
Después de cuatro semanas posteriores a la resección del ápice, se puede observar
que la herida en el tejido óseo está nuevamente compuesta en un 80% por trabéculas,
células osteoides y osteoblastos activos. El nuevo periostio tiene gran contenido celular y
se forma sobre la superficie exterior de la herida. Al pasar cuatro semanas más es decir
ocho semanas en total, las trabéculas óseas son más densas, hay menos células osteoides
relacionadas a la maduración, la actividad de los osteoblastos disminuye
considerablemente y el periostio ya está formado, el cual recubre el nuevo hueso. Sin
embargo hay que esperar 16 semanas después de la cirugía para que la herida ósea
finalmente este ocupada de hueso nuevo. Es importante mencionar que después de cuatro
meses la placa cortical no estará formada completamente y el proceso continuará por
varios meses por medio de la maduración y remodelación ósea (Cohen, S. & Burns, R.,
2011).
Simultáneamente a la regeneración de los tejidos, se va a provocar la formación de
nuevo cemento alrededor del ápice que fue intervenido por cirugía. Esta formación de
cemento conocida también como cementogénesis ocurre después de diez días de la
resección del ápice y es esencial ya que previene la reabsorción asociada a la pieza dental
porque los osteoclastos no actúan sobre el cemento al no tener afinidad por el mismo.
Transcurridos 28 días de la cirugía, el cemento formado rodea toda la raíz intervenida y se
forman las fibras del ligamento periodontal reorientadas al nuevo ápice (Cohen, S. &
Burns, R., 2011).
64
5.9. Microbiología de las lesiones periapicales refractarias al tratamiento
endodóntico
Existen más de 700 especies de microorganismos en la flora oral de las cuales tan
solo el 50% han podido ser identificadas por medio de cultivos. Actualmente las nuevas
técnicas moleculares son una gran herramienta para detectar las especies involucradas en
la flora oral y en este caso específicamente en la fisiopatología de la periodontitis apical.
Las nuevas técnicas moleculares de análisis de ADN bacteriano reflejan que las
infecciones endodónticas son más complejas de lo que antiguamente se pensaba ya que
tienen una naturaleza poli-microbiana, estas investigaciones también demuestran que la
gran mayoría de bacterias asociadas a la periodontitis periapical refractaria son Gram
positivas y anaerobias facultativas. A continuación se detalla en una tabla los
microorganismos asociados a la persistencia de la enfermedad periapical, en la que se
clasifica cada microorganismo según los estudios que lo refieren, el porcentaje en el que se
ha encontrado, sus factores virulencia y si pertenece a la flora oral normal:
Tabla 2. Microorganismos asociados a la periodontitis periapical refractaria
Microorganismo Referencias
que lo asocian
a Periodontitis
Periapical
Refractaria
% de la
incidencia
Factores de
Virulencia
Presencia en
Flora normal
Enterococcus faecalis Socransky,
2002
Siqueira, 2005
Stewart, 2001
Rocas et al.
2004
Sedgley et al
2006
Subramanian &
Mickel
75%
74%
75%
64%
-adhesina a
colágeno:
ACE
-Produce
proteína
extracelular:
serina para
adherirse a la
dentina.
-produce
gelatinasa:
si
65
asociada a la
supervivencia
en los
conductos
obturados.
-Produce super
oxido
extracelular
capaz de causar
lísis de los
eritrocitos.
-Plásmidos:
transfieren
copias de ellos
de una bacteria
a otra: causan
diseminación
de la
resistencia
antibiótica.
-sobrevive a
pH altos de los
agentes
antimicrobiano
s
Candida albicans Socransky,
2002
Zang, 2010
Stewart 2001
Sunde, 2002
75%
80%
75%
56%
Puede
colonizar casi
todos los
tejidos
humanos.
-puede
coagregarse
con otros
streptococcos.
-Secretan
proteasas que
causan
degradación de
las proteínas
humanas.
-afectan a las
membranas de
los huéspedes.
-se adapta a
diferentes
condiciones
ecológicas.
si
66
Fusobacterium nucleatum
Sunde, 2000a
Gatti, 2000
Siqueira, 2005
Saber, 2010
70%
70%
21%
-Se coagrega
con casi todos
los
microorganism
os de la flora
oral
-Productor LPS
o endotoxinas:
produce una
respuesta
inmune rápida.
Si, encontrado
especialmente
en el biofilm
bacteriano
Peptostreptococcus Siqueira, 2005 10% -capacidad
proteolítica y
de diseminarse
-pueden tener
sinergismo con
otros
microoganismo
s.
Si
Actinomyces israelli Sunde, 2000ª
Gatti, 2000
Ximenez-
Fyvie, 2006
Sunde, 2002
70%
Gránulos
de biofilm
-Colonizadores
importantes de
lo gránulos de
biofilm.
-Pioneros en la
formación de la
estructura del
biofilm.
-Crean
condiciones
para que otras
bacterias sean
atraídas y
puedan
establecerse en
la lesión.
Si, causante de
procesos
infecciosos.
Actinomyces viscosus Sunde, 2000ª
Gatti, 2000
Ximenez-
Fyvie, 2006
Zang, 2010
70%
Gránulos
de sulfuro
-Colonizadores
importantes de
lo gránulos de
biofilm.
-Pioneros en la
formación de la
si
67
estructura del
biofilm.
-Crean
condiciones
para que otras
bacterias sean
atraídas y
puedan
establecerse en
la lesión.
Actinomyces spp. Happonen,
1986
Wang, 2012
Siqueira, 2005
Saber, 2012
84.6%
5.8%
-Colonizadores
importantes de
lo gránulos de
biofilm.
-Pioneros en la
formación de la
estructura del
biofilm.
-Crean
condiciones
para que otras
bacterias sean
atraídas y
puedan
establecerse en
la lesión.
si
Actinomyces odontylyticus Sunde, 2000
Sunde, 2000ª
Gatti, 2000
50%
-Colonizadores
importantes de
lo gránulos de
biofilm.
-Pioneros en la
formación de la
estructura del
biofilm.
-Crean
condiciones
para que otras
bacterias sean
atraídas y
puedan
establecerse en
la lesión.
si
68
Actinomyces meyer Ximenez-
Fyvie, 2006
Signoretti,
2011
Gránulos
de biofilm
-Colonizadores
importantes de
lo gránulos de
biofilm.
-Pioneros en la
formación de la
estructura del
biofilm.
-Crean
condiciones
para que otras
bacterias sean
atraídas y
puedan
establecerse en
la lesión.
si
Actinomyces naeslundi Sunde, 2000ª
Ximenez-
Fyvie, 2006
Signoretti,
2011
20-30%
Gránulos
de sulfuro
-Posee fimbriae
para unirse a
las células
epiteliales e
inflamatorias.
-Colonizadores
importantes de
los gránulos de
biofilm.
-Pioneros en la
formación de la
estructura del
biofilm.
-Crean
condiciones
para que otras
bacterias sean
atraídas y
puedan
establecerse en
la lesión.
si
Propionibacterium
propionicum
Happonen,
1986
Socransky,
2002
Wang, 2012
Signoretti,
2011
Gránulos
de biofilm
61.5%
-Formadores de
biofilm
(patógenos
oportunistas)
-Fimbrae: se
si
69
Siqueria, 2005 adhieren a la
dentina, a las
células de
defensa y
hospederas. Se
adhieren al
ápex de la raíz.
-Se coagregan
con otras
bacterias.
Propionibacterium acnes Sunde, 2000
Socransky,
2002
Gránulos
de biofilm
61.5%
-Formadores de
biofilm
(patógenos
oportunistas)
si
Porphymorona gingivalis Sunde, 2000ª
Gatti, 2000
Loy, 2003
Zang, 2010
70%
7%
-Posee
fimbriade tipo
II el cual les
hace muy
adherente a las
células
epiteliales
-Produce
vesículas
extracelulares:
le ayuda a
integrarse con
otros
microorganism
os.
-produce
proteínas
extracelulares
(collagenasa)
si
Porphymorona
endodontalis
Porphymoronas
Sunde, 2000ª
Gatti, 2000
Sundqvist,
1979
Wang, 2012
Zang, 2010
Siqueria, 2005
Saber, 2012
50%
50%
50%
6%
-Mantiene la
infección
porque provee
nutrientes a los
patógenos
principales.
-Sintetiza y
degrada
polisacáridos
extracelulares
en el biofilm.
si
Tannerella forsythia
Sunde, 2000ª
Gatti, 2000
Loy, 2003
70%
7%
- –
70
Siqueria, 2005 14%
Treponema socranskii ssp.
Socranskii
Sunde, 2000ª
Gatti, 2000
70% -Se adhieren a
las superficies
celulares.
-Producen
enzimas
destructoras de
tejido.
-Varios
factores de
virulencia
–
Aggregatibacter
actinomycetemcomitans
Sunde, 2000ª
Gatti, 2000
Da silva, 2002
70%
90%
-Leucotoxina:
destruye las
células
inmunes del
huésped.
-Adhesinas: se
puede adherir
fácilmente e
invadir/
reproducirse en
las células
eucariotas.
-Se ha
encontrado en
otras
infecciones no
orales.
si
Treponema denticola Sunde, 2000ª
Gatti, 2000
Siqueira, 2005
60% --Se adhieren a
las superficies
celulares.
-Producen
enzimas
destructoras de
tejido.
-Varios
factores de
virulencia
si
Eikenella corrodens Sunde, 2000ª
Gatti, 2000
40% -Posee fimbriae
para aherirse a
la superficies
celulares e
interactuar con
otras bacterias.
–
Peptostreptococcus prevotti Socransky,
2002
Gránulos
de sulfuro
-Formadores de
biofilm
(patógenos
si
71
oportunistas)
Gemella morbillorum Socransky,
2002
Gránulos
de sulfuro
--Formadores
de biofilm
(patógenos
oportunistas)
si
Clostridium sordelli Socransky,
2002
Gránulos
de sulfuro
-Formadores de
biofilm
(patógenos
oportunistas)
-Productoras de
esporas,
soportan
condiciones
extremas.
-Secretan
exotoxinas
+/-
Menos del 5%
Clostridium difermentas Socransky,
2002
Gránulos
de sulfuro
-Formadores de
biofilm
(patógenos
oportunistas)
+/-
Leptotrichia buccalis Socransky,
2002
Gránulos
de sulfuro
-Formadores de
biofilm
(patógenos
oportunistas)
–
Staphylococcus
chromegenes
Socransky,
2002
Socransky,
2002
Gránulos
de sulfuro
-Formadores de
biofilm
(patógenos
oportunistas)
–
Staphylococcus epidermidis Socransky,
2002
Gránulos
de sulfuro
-Formadores de
biofilm
(patógenos
oportunistas)
–
Vibrio metschnicovii Socransky,
2002
Gránulos
de sulfuro
-Formadores de
biofilm
(patógenos
oportunistas)
–
Aerococcus viridians Socransky,
2002
Gránulos
de biofilm
-Formadores de
biofilm
(patógenos
oportunistas)
–
Pseudomona aureginosa Socransky,
2002
Gránulos
de biofilm
-Formadores de
biofilm
(patógenos
oportunistas)
+/-
Pseudomonas Socransky,
2002
75% -posee pilis
-LPS
Produce
exotoxina y
+/-
72
* +/- : Presente en un 50% de casos de la flora oral normal.
* - : Presencia negativa en la flora oral normal.
5.10. Candida albicans
exoenzima s
-produce
proteasas
Staphylococcus Socransky,
2002
75% -posee cápsula
-Posee ácido
teicoicos
-Factor de
coagulación
-produce
citotoxinas
Si
Prevotella intermedia Loy, 2003 7% -posee fimbraie
-productora
endotoxinas
-productora de
ácidos
lipoteicos
Si
Prevotella sp. Wang, 2012
Saber, 2012
7.5%
-productora de
endotoxinas
Si
Streptococcus spp.
anginosus
gordonii
Siquiera, 2005
Saber, 2012
Sunde, 200b
70%
21%
8%
-Produce
proteínas
bacterianas:
contribuyen a
expandir la
infección
-produce
capsulas para
bloquear las
respuesta
inmune del
huésped.
-Pared celular
posee PG Y
LTA.
-Posee
adhesinas en
superficie
celular.
Si
73
El género de Candida corresponde a levaduras unicelulares aerobias, sus especies
son casi 200 y se consideran patógenas y oportunistas ya que tienen el potencial de
colonizar e infectar casi todos los tejidos humanos. Candida albicans entre otras especies
son capaces de reproducirse en condiciones anaerobias a pesar de su naturaleza aerobia.
Estos microorganismos pueden secretar proteasas las cuales degradan las proteínas
humanas del huésped. Las proteínasas SAP (Secreted Aspartyl Protease) que son
secretadas por Candida albicans en los tejidos lesionados actúan de diversas formas
digiriendo moléculas y células de defensa del huésped, alterando las membranas celulares
del huésped y evitando la fagocitosis por parte de las mismas. Las SAPs degradan
proteínas como la hemoglobina, queratina e inmunoglobulinas. Adicionalmente, Candida
albicans es polimórfica lo cual significa que existe como blatospora en forma de levadura,
como hifas o como pseudohifas las cuales son la forma de crecimiento filamentoso de la
levadura. Esta cualidad de presentarse en diversas formas le da un mayor potencial para
adaptarse a diferentes condiciones y ambientes en los tejidos. Las hifas son esenciales para
la invasión de tejidos ya que en su punta se secretan enzimas como las fosfolipasas las
cuales degradan los componentes celulares del huésped y así penetran las barreras
tisulares. Se reportó en el estudio de Mostefaoui (2004) que el contacto de hifas con las
células epiteliales incrementó la expresión de inmunoglobulinas y factor de necrosis
tumoral (TNF). Además de lo mencionado, Candida albicans tiene la facultad de
coagregarse con otras bacterias como los Streptococcus y Actinomyces. Candida también
tiene la habilidad de formar biofilm en diversos tipos de superficies y coagregarse con las
bacterias mencionadas lo cual la hace resistente a la anfotericina B e incrementa su
patogenicidad. Se ha reportado que cuando las levaduras existen en la forma de biofilm son
74
8 veces más resistente a los agentes antifúngicos como el fluconazol ya que se hace más
difícil la penetración de los medicamentos por la matriz de biofilm formada (Fouad, 2009).
La adherencia es un factor esencial para que estas levaduras puedan invadir y
colonizar los tejidos orales, Candida albicans se adhiere con mayor potencial que otras
especies a los tejidos lo cual es esencial en el proceso patógeno. Los mecanismos para la
adherencia son: interacciones entre receptores y ligandos, fuerzas electrostáticas y la
agregación. Al conocer el gran potencial de adherencia de Candida, es esencial que en el
tratamiento endodóntico se generen mecanismos como la irrigación intraconducto con
EDTA para inhibir o disminuir la adherencia de la levadura a las superficies de los tejidos.
5.11. Enterococcus faecalis
El género Enterococcus pertenece a los cocos Gram + anaerobios facultativos, las
células de este género son ovoides y por lo general se disponen en parejas o cadenas cortas.
La temperatura en la cual los Enterococcus crecen va de un rango de 10 a 45 grados
Celsius. Se ha reportado que las especies de Enterococcus más comunes que afectan al ser
humano son Enterococcus faecalis y Enterococcus faecium, siendo E. faecalis causante de
la endocarditis bacteriana (Fouad, 2009).
Las investigaciones presentan que E. faecalis es una de las principales bacterias
causantes del fracaso endodóntico (Rocas, 2004), (Sedgley, 2006), (Fabricius et al, 2006),
(Fouad, A. et al, 2002) ya que resiste a altos niveles de pH que tienen los medicamentos
antimicrobianos que se utilizan en el tratamiento endodóntico. Se ha demostrado que la
capacidad del Enterococcos de resistir a pHs altos es gracias al gen ftsZ el cual actúa en la
división celular, sin embargo no se ha establecido el mecanismo exacto. Adicionalmente el
75
Enterococcus tiene alta patogenicidad y potencial de adaptarse y sobrevivir a diversos
medios ya que posee varios factores de virulencia como (Fouad, 2009):
Proteínas de superficie del Enterococco (Esp)
Serina Proteasa que intervienen en la unión al colágeno de la dentina.
Proteínas de unión al colágeno (Ace) la cual favorece a la adhesión bacteriana
de la dentina.
Substancia de agregación (AS) lo cual le hace resistente frente a la acción de
los neutrófilos del huésped.
Factores que favorecen la secreción de proteasas como la gelatinasa, la cual se
asocia a la supervivencia de E. faecalis en los conductos obturados.
Factores que favorecen la secreción de toxinas como la citolisina.
Producción de radicales libres como el super óxido celular que provoca la lisis
de los eritrocitos.
La producción de superóxido extracelular favorece también a las infecciones
mixtas con especies como Bacteroides fragilis.
Un aspecto genético de la virulencia del E. faecalis es que poseen plásmidos
que transfieren copias de sí mismo de una célula bacteriana a otra por medio de
péptidos que se denominan feromonas sexuales. La presencia de estos
plásmidos son importantes ya que están involucrados en la diseminación de la
resistencia antibiótica. El estudio de Sedgey et al (2008) reveló la
76
transferencia bidireccional de un gen resistente a la azitromicina por medio de
plásmidos entre E. faecalis y S. gordonii.
Los estudios también han demostrado que en lesiones periapicales de mayor tamaño
se ha encontrado la presencia de E. faecalis con otras especies de microorganismos, no
obstante cuando esta bacteria ha sido identificada como única, las lesiones no presentaron
tamaño significativo (Fouad, 2009).
5.12. Técnicas Moleculares para análisis microbiológico
5.12.1. Extracción de ADN
Existen diversos procedimientos preparativos de ácidos nucleicos que son realizados
para obtener una cantidad determinada de material genético, este debe estar en un estado
lo suficientemente puro para realizar los análisis requeridos ( Perera J., Tormo A.,
García J., 2002).
Las etapas en el procedimiento de preparación generalmente son:
1. Lisis
2. Separación
3. Purificación
Los ácidos nucleicos son moléculas que se encuentran en estructuras organizadas por
lo que la fase de lisis consta de romper estas estructuras que pueden ser membranas,
cápsulas o paredes con el propósito de acceder a los ácidos nucleicos antes mencionados (
Perera J., Tormo A., García J., 2002).
77
Los diferentes métodos de lisis pueden clasificarse en: ( Perera J., Tormo A.,
García J., 2002).
a) Físicos: en donde se realiza la ruptura directa de las estructuras por medio de
diferentes técnicas como:
Abrasión: se realiza en un mortero en el cual se macera el tejido o
células mezcladas con bolas de vidrio, alúmina o arena
Compresión: con sistemas de compresión-descompresión y en prensas
Sonicación: por medio de ultrasonido
Cizallamiento: con homogenizadores de émbolo
Congelación y descongelación: colocando a las células en ciclos
sucesivos de congelación y descongelación
Choque osmótico: se realiza mediante suspensión en medios
hipotónicos
b) Químicos: este tipo de método rompe las interacciones moleculares que
mantienen a la membrana
c) Enzimáticos: este método degrada compuestos específicos de las membranas
y paredes celulares
Después de causar la ruptura de las estructuras en la fase de lisis, se va a presentar la
molécula objetivo en una solución mezclada con otros tipos de moléculas variadas. La
segunda fase del proceso la cual es la más complicada, consiste en fraccionar la mezcla que
se mencionó es decir el aislamiento. En esta etapa se aplican técnicas de bioquímica para la
separación y purificación. Al ser los ácidos nucleicos de mayor tamaño que las otras
moléculas, además de hidrofílicos y de naturaleza ácida, las técnicas aprovechan estas
características para separar a los ácidos nucleicos del resto de los componentes de la
78
mezcla. Sin embargo se sabe que en estado natural los ácidos nucleicos se asocian a
proteínas básicas lo cual hace que estas macromoléculas sean contaminantes naturales de
los ácidos nucleicos ( Perera J., Tormo A., García J., 2002).
Entre las técnicas de bioquímica que más se utilizan para el proceso de separación
están ( Perera J., Tormo A., García J., 2002):
a) La sedimentación especialmente en gradientes de sales de cesio, la cual
permite separar moléculas de proteínas, el RNA, DNA circular plasmídico y
el DNA lineal cromosómico.
b) La cromatografía la cual retiene moléculas con doble hélice
c) La electroforesis en gel agarosa o de poliacrilamida que permite separar
moléculas de ácidos nucleicos por medio de su capacidad de desplazarse en
una retícula de gel. La capacidad de moverse es decir la “movilidad
electroforética” depende de varios factores, entre estos están las
características propias de las moléculas como la forma de los ácidos
nucleicos y su tamaño.
d) La diálisis a través de membranas que elimina pequeñas moléculas como
sales presentes en la disolución del ácidos nucleicos.
e) Extracción con disolventes orgánicos por medio de fenol, el cual extrae las
proteínas presentes en la disolución de ácidos nucleicos.
f) La precipitación de ácidos nucleicos con alcoholes
g) La digestión enzimática la cual elimina de las proteínas unidas a los ácidos
nucleicos las cuales son las contaminantes universales.
79
Después de realizar la separación se debe tener precauciones generales ya que los
ácidos nucleicos pueden ser degradados por ciertas actividades de las enzimas que se
encuentran en la fuente biológica de partida. Por esto es importante anular la degradación
causada por las nucleasas (enzimas) trabajando en condiciones de pulcritud, con los
equipos limpios e incluir inhibidores de las nucleasas como el EDTA en todas las etapas
del procedimiento que se realice extracción de ADN ( Perera J., Tormo A., García J.,
2002).
5.12.2. Amplificación de secuencias de ADN. Reacción en cadena de la polimerasa
(PCR)
La técnica del PCR ha cambiado el mundo de la biología molecular desde los años
ochenta descrita por primera vez por Kary Mullis. Esta técnica resolvió uno de los
principales problemas en el campo molecular el cual era aislar secuencias puras de ADN
del genoma. El PCR logra la amplificación de una secuencia determinada de ADN, con la
cual se puede producir muchas copias de la misma secuencia sin tener que realizar un
clonaje de la secuencia( Perera J., Tormo A., García J., 2002).
La técnica del PCR se realiza in vitro tomando una secuencia exacta de ADN para
su posterior amplificación, este proceso de repetición consta de tres etapas que son ( Perera
J., Tormo A., García J., 2002):
– Desnaturalización del ADN molde lo cual se realiza sometiendo al fragmento
de ADN contenido en la disolución a altas temperaturas, se coloca el
recipiente de reacción a 94 grados Celsius por un minuto.
– Hibridación de cebadores que se logra bajando la temperatura a 50 grados
Celsius por dos minutos para producir la unión de cebadores o primers a las
80
zonas complementarias del ADN que fueron desnaturalizadas previamente.
Un cebador es un oligonucleótido monocatenario que es una fiel copia de una
secuencia corta de las dos hebras del ADN que está ubicada en los extremos
de la región escogida para amplificar. Los cebadores se unen a su secuencia
complementaria en el ADN produciendo una estructura monocatenaria
cebada que es el sustrato de las polimerasas.
– Elongación la cual ocurre cuando se pone a la disolución a una temperatura
adecuada que es a 72 grados Celsius por tres minutos. Por presencia de los
cuatro DNTPS, la polimerasa elonga el sustrato cebado y se repite este
proceso por varios ciclos hasta obtener el producto el cual es una
amplificación de un “fragmento de ADN cuyos extremos corresponden a los
terminales 5´ de los cebadores utilizados y cuya longitud está definida por la
posición de éstos en la secuencia del ADN original” ( Perera J., Tormo A.,
García J., 2002).
5.12.3. Aplicación microbiológica del 16S
De acuerdo a las relaciones filogenéticas que existen entre los seres vivos, se han
desarrollado diversos métodos para la clasificación e identificación de los mismos. Carl
Woese en el año de 1970 propuso la aplicación del ARN ribosómico 16S como cronómetro
molecular de la presencia bacteriana. Los siguientes parámetros la establecen como el
cronómetro molecular más aceptado y aplicado (Rodicio, M. & Mendoza, M., 2004):
Es una molécula antigua que está presente en todas las bacterias que existen
en la actualidad.
Presenta una estructura y función que se han conservado constantes durante
81
un largo periodo de tiempo.
Posee un tamaño largo (1500nt) lo cual ayuda a disminuir las fluctuaciones
estadísticas.
Es fácil de secuenciar por lo que existe mucha investigación y bases de
datos
Consecuentemente, “El ARN ribosómico 16S es la macromolécula más
ampliamente utilizada en estudios de filogenia y taxonomía bacteriana” (Rodicio, M. &
Mendoza, M., 2004). . Las bacterias poseen genes que codifican los ARN ribosomales los
cuales se organizan en operones, cada operón ribosómico tiene “genes para los ARNr 23S,
16S y 5S” (Rodicio, M. & Mendoza, M., 2004). El ARN 16S es “un polirribonucleótido
de aproximadamente 1500 pares de bases, codificado por el gen rrs, también denominado
ADN ribosomal 16S (ADNr 16s)” (Rodicio, M. & Mendoza, M., 2004).
Al comparar las secuencias de los genes que codifican el 16S, se puede determinar
las relaciones existentes entre los organismos procariotas y de esta manera reconocer de
manera más eficaz la presencia bacteriana en los estudios microbiológicos para proceder a
realizar un correcto diagnóstico y desarrollo de tratamiento. La identificación del ARN 16S
es un técnica molecular que trae ventajas en tiempo y precisión, por lo que en situaciones
en las que se requiere de mayor tiempo o es difícil identificar fenotípicamente la muestra,
está indicado este método como uno de los más favorables
5.12.4. Electroforesis
El genoma y secuencia genética son esenciales para poder reconocer desde la
familia, el tipo y cepa a la que pertenecen ciertos microorganismos. El reconocimiento de
82
los mismos se puede dar por medio de la identificación de su ADN o de fragmentos del
mismo los cuales se forman cuando actúan las enzimas de restricción específicas. Estas
atacan a la molécula de ADN y consecuentemente ocurre la escisión del ADN generando
longitudes diferentes por la acción de las endonucleasas de restricción. El polimorfismo
de longitud de fragmento de restricción es el resultado de “las diferencias en la longitud de
fragmentos de ADN entre las diferentes cepas de un microorganismo específico producidas
por la restricción con una o más endonucleasas” (Murray, P., Rosenthal, K. & Pfaller, M.,
2009).
Como resultado de lo mencionado anteriormente, el ADN presenta diversos
tamaños en sus estructuras las cuales se pueden identificar de acuerdo a su movilidad
electroforética en un gel conformado por agarosa. La electroforesis se basa en “el
movimiento de las macromoléculas disueltas en un determinado medio, a través de una
matriz y como resultado de la acción de un campo eléctrico” ( Perera J., Tormo A., García
J., 2002). Es decir que las “diferentes formas de la misma secuencia de ADN y las
diferentes longitudes de ADN se mueven a través de una estructura laberíntica de un gel de
agarosa a diferentes velocidades, lo que permite su separación” (Murray, P., Rosenthal, K.
& Pfaller, M., 2009). Es importante recalcar que el movimiento electroforético depende del
tamaño, carga y forma de la molécula, por lo que dos moléculas que presenten diferente
movilidad pueden ser separadas, identificadas, caracterizadas y cuantificadas por medio de
la comparación con los controles respectivos. Al ocurrir este movimiento del ADN a
través del gel, se puede ver las bandas de ADN por la tinción dada por el bromuro de
etidio. Los fragmentos de ADN de menos de 20.000 pares de bases que por lo general son
los plásmidos bacterianos o virus son los que se pueden separar y visualizar por medio de
este método electroforético (Murray, P., Rosenthal, K. & Pfaller, M., 2009).
83
5.12.5. Detección de ADN perteneciente a células muertas o viables por técnicas
moleculares
Las técnicas moleculares actuales como la reacción en cadena de la polimerasa son
capaces de identificar tanto material genético de células vivas como muertas de las
bacterias presentes en los tejidos enfermos, lo cual puede ser considerado una ventaja y
desventaja a la vez. En cuanto a la ventaja de reconocer ADN que proviene de células
muertas, es de gran utilidad cuando las bacterias recolectadas en la muestra han sido
afectadas por la transportación, aislamiento y manipulación con lo cual a pesar de morir en
este proceso son reconocidas por medio del análisis de su ADN. No obstante reconocer
ADN de células muertas en el tejido enfermo puede sugerir de manera falsa que la
presencia bacteriana está involucrada en la fisiopatología de la enfermedad y no
necesariamente ser así ya que las bacterias identificadas ya están muertas. A pesar de lo
mencionado anteriormente el hecho de encontrar la presencia bacteriana de ciertas especies
en los tejidos perirradiculares, es de gran importancia clínica ya que da un parámetro para
seguir en cuanto al tratamiento tanto clínico como antibiótico que será más eficaz de
acuerdo a las bacterias identificadas.
5.13. Tinción GRAM
La tinción Gram es un tipo de tinción microscópica que se utiliza en el laboratorio
de microbiología clínica. Es una de las formas de tinción más utilizada la cual divide y
diferencia las bacterias en Gram positivas y Gram negativas de acuerdo a la estructura
que presente su pared celular. La pared celular perteneciente a las bacterias Gram
positivas (+) tiene una capa gruesa de peptidoglicanos y dos clases de ácidos teicoicos.
Por otro lado las bacterias Gram negativas (–) poseen una capa de peptidoglicanos
84
delgada en su pared celular la cual está junta a una membrana plasmática exterior. La
tinción diferencial entre estas dos clases de bacterias es definida por el grosor de la
capa de peptidoglicanos en la pared celular. Las Gram negativas (–) poseen una
membrana externa que es soluble en los solventes orgánicos y además como ya se
mencionó tienen una capa muy delgada de peptidoglicanos la cual no puede retener el
complejo formado por el cristal violeta y yodo provocando consecuentemente que estas
no se tiñan de color azul en el momento de la tinción. En contraste las Gram + tienen
una pared celular de un grosor alto de peptidoglicanos lo cual hace que no actué sobre
ellas el solvente orgánico como el alcohol o cetona. El solvente tiene el efecto de
deshidratación en las Gram + por lo que se cierran los poros de las pared celular con lo
que no se permite que el complejo de cristal violeta y yodo salga de las células y de
esta manera estas células mantienen el pigmento azul (Murray, P., Rosenthal, K. &
Pfaller, M., 2009).
Esta tinción se realiza de la siguiente manera (Murray, P., Rosenthal, K. & Pfaller,
M., 2009):
1. Se fija la muestra en el portaobjetos de cristal con calor o alcohol.
2. Se coloca cristal violeta a la muestra por un minuto.
3. Se coloca yodo o alcohol iodado sobre la muestra por un minuto para formar un
complejo con el cristal violeta.
4. Se decolora la muestra con acetona o alcohol por 15 segundos, en este proceso las
bacterias Gram + van a retener el complejo y por esto presentan un pigmento azul-
violeta. Por otro lado las bacterias Gram – pierden el complejo.
5. Finalmente, se coloca safranina como contracolorante por 1 minuto en la muestra,
el cual es retenido por las bacterias Gram – y por esto presentan una coloración
85
rojiza.
6. METODOLOGÍA
6.1. Tipo de estudio:
Es un estudio de casos y controles el cual es epidemiológico, analítico y observacional.
En este tipo de estudio los individuos que participan son escogidos en función de que
presenten o no una enfermedad específica. En el caso de tener la enfermedad formaran
parte del grupo de casos y si no la tienen serán parte del grupo de control.
6.2. Muestra:
Las muestras provinieron de pacientes intervenidos en cirugía perirradicular (grupo
experimental) y de pacientes intervenidos por extracción de piezas sanas sin enfermedad
(grupo control) como terceros molares o premolares en el consultorio del Dr. Valeri
Paredes.
6.2.1. Criterio de Inclusión de la muestra:
Tabla 3. Criterio Inclusión de la muestra
o Grupo Experimental
o Grupo Control
• Pacientes asintomáticos y
sintomáticos remitidos por el
especialista en endodoncia que
Pacientes remitidos a extracción de
piezas dentales superiores que no
presenten ninguna alteración ni
86
presenten lesión periapical
refractaria a un tratamiento
endodóntico.
• Pacientes con tratamiento antibiótico
previo.
• Pacientes mayores de 18 años.
• Pacientes de género masculino y
femenino.
• Pacientes sin alteraciones
inmunológicas.
lesión periapical y se realice su
extracción por motivos ortodónticos,
quirúrgicos, entre otros
Pacientes con tratamiento antibiótico
previo.
Pacientes mayores de 18 años
Pacientes de género masculino y
femenino
6.2.2. Criterio de Exclusión de la muestra
Tabla 4. Criterio Exclusión de la muestra
o Grupo Experimental
o Grupo Control
• Pacientes sin tratamiento
endodóntico previo adecuado.
• La pieza dental con lesión
periapical refractaria que
• Pacientes con lesión periapical en la
pieza dental de la que se tomará la
muestra.
• Pacientes con lesión periapical en piezas
87
presente:
– Conductos radiculares sin
tratar
– Enfermedad periodontal
– Bolsas periodontales
– Fracturas
– Restauraciones
defectuosas
– Caries
– fístulas
• Pacientes con alteraciones
inmunológicas
• Pacientes que tomen
medicamentos que alteren su
respuesta inmunológica.
adyacentes a la pieza dental de la que se
tomará la muestra al momento de
extraerla.
• Piezas dentales inferiores debido al
mayor riesgo de contaminación con
saliva durante la toma de muestra.
• Pacientes que presenten en la pieza de la
cual se tomará la muestra:
– Caries
– Fracturas
– Restauraciones defectuosas
– Enfermedad periodontal
– Pericoronaritis
Pacientes con alteraciones
inmunológicas o que presenten
enfermedades sistémicas que alteren su
sistema inmune.
Pacientes que tomen medicamentos que
alteren su respuesta inmunológica.
88
6.3. Materiales
A continuación se detallan los materiales que se utilizarán para esta investigación
en cada una de sus fases:
Tabla 5. Materiales de la Investigación
Fase Quirúrgica Fase en Laboratorio
1. Cureta estéril
(Maillefer)
Instrumentos:
1. Pipetas (Labnet)
2. Puntas para pipetas (Rainin)
3. Tubos de muestra
(Eppendorf)
4. Reactivos (Promega),
(Invitrogen)
2. Hisopo estéril (Remel) 5. Congeladora (LG)
3. Tubos de muestra
(Eppendorff)
6. Centrifugadora (Eppendorf)
4. Placas Petri (Alfalab) 7. Incubadora (Labnet)
5. Etanol molecular
(medio de transporte)
8. Agitador (Sensaur)
9. Termocicladora (BioRad
T100)
10. Cámara de electroforesis
(Fisher Biotec)
89
11. Cámara oscura de luz
ultravioleta (Kodak)
12. Tinciones cristal violeta y
safranina (BD)
13. Microscopio (Olympus)
6.4. Toma de muestras
En el momento de realizar la cirugía perirradicular se toma una muestra del tejido
infectado periapical, el cual es colocado en un tubo eppendorf con etanol molecular que
tiene la cualidad de preservar los tejidos. Este tejido es sometido a un posterior análisis
molecular a fin de identificar el ADN bacteriano y otros microorganismos presentes.
Simultáneamente a la remoción del tejido perirradicular infectado que es por lo general un
quiste o granuloma, se realiza un frotis justamente de la muestra para después hacer la
tinción Gram. Por medio de la tinción Gram, se establece si los microorganismos están
vivos y qué tipo de microorganismos están presentes en la lesión. Para asociar la
presencia de microorganismos a la causalidad de la lesión refractaria, se tomará muestras
de tejidos completamente sanos al realizar extracciones de piezas dentales superiores con
el fin de comparar la presencia e índice de microorganismos entre el tejido con lesión
periapical refractaria al tratamiento endodóntico y el tejido sano el cual será el grupo
control. Se ha descrito la siguiente metodología para realizarlo:
90
Los 55 que pacientes participaron en este estudio divididos de la siguiente forma:
Tabla 6. División de la muestra
o Grupo experimental
o Grupo Control
20 pacientes con lesión periapical refractaria
al tratamiento endodóntico: consultorio Dr.
Valeri Paredes y área de cirugía oral USFQ
Se dividirán en:
– Asintomáticos o sintomáticos
35 pacientes: consultorio Dr. Valeri
Paredes y área de cirugía oral USFQ
-Pacientes sin lesión periapical, se
tomará la muestra de tejidos sanos
provenientes de piezas dentales superiores
remitidas a extracción que estén sanas y
no posean ningún tipo de infección
I. Protocolo pre quirúrgico para grupo control y experimental
1. Se presenta el consentimiento informado aprobado por el comité de bioética
de la USFQ a todos los pacientes participantes. Una vez aprobado se procede a realizar un
cuestionario y el protocolo para la toma de muestra.
91
2. Se realiza un enjuague oral antes del procedimiento quirúrgico con
gluconato de clorhexidina al 0.12%;
3. Se realiza la limpieza de la zona quirúrgica antes de realizar la incisión con
gaza estéril con gluconato de clorhexidina 0.2%
II. Protocolo Quirúrgico para grupo experimental
1. Se anestesia la zona involucrada de forma regional e infiltrativa
2. Se hace las incisiones correspondientes de acuerdo al diseño del colgajo
indicado.
2. Se levanta el colgajo muco-periostico de manera muy cuidadosa en la que no se
contamine el campo quirúrgico con saliva y los microorganismos del medio oral.
3. Se expone la lesión periapical
4. Se coloca succión en alta potencia con el fin de evitar la contaminación de la
zona de la cual se tomará la muestra.
5. Se evita contacto de la lengua y labios del paciente con el área quirúrgica para
evitar la contaminación del medio oral a la lesión.
6. Se toma una muestra de la lesión periapical con una cureta estéril y se coloca la muestra
de tejido en un tubo (estéril) con solución de etanol al 70% (grado molecular).
7. Se procede a la resección del ápice afectado y a la remoción de la lesión periapical por
medio de curetaje hasta eliminarla por completo.
8. Simultáneamente a la remoción del tejido infectado se realiza un hisopado de la lesión,
92
con el que se realiza un frotis en un porta-objetos el cual debe ser fijado con calor para la
posterior tinción.
9. Se realiza la retrobturación del ápice que fue intervenido con MTA.
10. Se reposiciona el colgajo elevado en su lugar original y se sutura.
11. Se conserva las muestras tomadas de los tejidos enfermos a -20 grados Celsius.
III. Protocolo Quirúrgico para grupo control
1. Se anestesia la zona involucrada de formar regional e infiltrativa
2. Se procede a la extracción de la pieza dental con la técnica quirúrgica de acuerdo
al caso presentado.
4. Se coloca succión alta potencia con el fin de evitar la contaminación de la zona
de la cual se tomará la muestra.
5. Se evita contacto de la lengua y labios del paciente con el área quirúrgica para
evitar la contaminación del medio oral.
6. Simultáneamente a la extracción se realiza un hisopado del alveolo y con el
mismo se realiza un frotis en un porta-objetos el cual debe ser fijado con calor para la
posterior tinción.
7. Se toma la muestra del tejido sano que rodea a la raíz del diente que fue extraído
sin ser contaminado con el medio oral
8. Se coloca la muestra de tejido en un tubo (estéril) con solución de etanol al 70%
(grado molecular).
93
9. Se conserva la muestra de tejido sano a -20 grados Celsius.
IV. Protocolo Post-Quirúrgico en el laboratorio para grupo control y
experimental
1. Se realiza la tinción Gram del frotis de cada muestra.
2. Se observa con el microscopio la tinción Gram en los porta-objetos pertenecientes
a cada muestra, se divide cada muestra en 50 campos de observación y se realiza un
conteo de la presencia de microorganismos en cada campo. El conteo se realizó en
base a los siguientes parámetros:
o Presencia de Microorganismos
Cocos Gram +
Cocos Gram –
Bacilos Gram +
Bacilos Gram –
Levaduras
o Ausencia de Microorganismos
3. Se procede a la extracción de ácidos nucleicos (ADN) contenidos en la muestra de
tejido por medio de la técnica CTAB.
4. Se realiza la cuantificación de ácidos nucleicos.
5. Se realiza la identificación molecular de ADN, ADN bacteriano y ADN de
Candida albicans y Enterococcus faecalis presente en las muestras a través de la
amplificación de genes específicos correspondientes a lo mencionado con
protocolos de Reacción en Cadena de la Polimerasa conocido como PCR. La
94
selección de los microorganismos para ser identificados en este estudio se basó en
los siguientes criterios:
o Factores de virulencia y patogenicidad que presenta el microorganismo.
o Número de estudios que asocian al microrganismo con la persistencia de la
periodontitis apical y el fracaso endodóntico.
o Porcentaje del microorganismo encontrado en los estudios realizados.
6. Los productos de amplificación se someten a electroforesis en gel de agarosa al
1.5% con buffer 1X TBE y 0.5mg/mL de bromuro de etidio para ser fotografiados
en un fotodocumentador de luz UV y posteriormente visualizar las bandas.
V. Análisis de Datos
Se analizan los resultados entre los diferentes parámetros clínicos involucrados y la
frecuencia de microorganismos presentes en las muestras por medio de asociaciones con
el análisis OR (odds ratio), Prueba T y Prueba exacta de Fisher. P < 0.05 fue considerado
estadísticamente significativo. Los programas de estadística utilizados fueron Epininfo y
SPSS.
95
En la siguiente tabla se exponen los primers para PCR utilizados para la
identificación de ADN y microorganismos presentes en las lesiones periapicales
refractarias:
Tabla 7. Primers utilizados para identificar ADN de microorganismos seleccionados
en el estudio
Primer Pair o
Micoorganismo
Secuencia (5´ a 3´) Amplicón
(bp)
Beta Actina F: CGG AAC CGC TCA TTG CC
R:ACC CAC ACT GTG CCC ATC TA
297
16S Universala
(Bacteriano)
27F:AGA GTT TGA TCC TGG CTC AG
1429R:GGT TAC CTT GTT ACG ACTT
1,500
Candida albicansa
F:GCC GGT GAC GAC GCT CCA AGA GCT G
R: CCG TGT TCA ATT GGG TAT CTC AAG
GTC
158
Enterococcus
faecalisb
F: GTT TAT GCC GCA TGG CAT AAG AG
R: CCG TCA GGG GAC GTT CAG
310
a Primers utilizados en el estudio de Siqueira y Rocas (2005)
b Primers utilizados en el estudio de Fouad et al (2002)
96
A continuación se detallan las concentraciones de los reactivos y condiciones
utilizadas para realizar el PCR y amplificar los genes para Beta actina, 16s, Cándida
albicans y Enterococcus faecalis:
Tabla 8. Volumen y concentración utilizada para PCR beta-Actina
PCR BETA ACTINA
Concentración Stock Concentración Final
Volumen 1 rxn (25
µl)
H2O 6,7 µl
BUFFER 5X 1 X 4 µl
MgCl2 25 mM 1.5 mM 1.2 µl
dNTPs 2 mM 0.2 mM 2 µl
Primer F 10 µM 1 µM 2 µl
Primer R 10 µM 1 µM 2 µl
Taq 5 U 0.50 U 0,1 µl
ADN 7,5 µl
Tabla 9. Condiciones para PCR beta-Actina
Temperatura (oC) Tiempo Número de ciclos
94 2:00
92 0:50
45 0:50 X 35
72 0:50
72 2:00
97
Tabla 10. Volumen y concentración utilizada para PCR 16s
PCR 16 S
Concentración Stock Concentración Final
Volumen 1 rxn (25
µl)
H2O 12,88 µl
BUFFER Promega 5X 1 X 2,5 µl
MgCl2 25 mM 2.5 mM 2,2 µl
dNTPs 2 mM 0.25 mM 1,5 µl
Primer 27F 10 µM 0.2 µM 0,4 µl
Primer 1429 R 10 µM 0.2 µM 0,4 µl
Taq 5 U 2,5 U 0,12 µl
ADN 7, 5 µl
Tabla 11. Condiciones para PCR 16s
Temperatura (oC) Tiempo Número de ciclos
94 4:00
94 1:00
57 0:30 X 30
72 2:00
72 8:00
98
Tabla 12. Volumen y concentración utilizada para Candida albicans
Tabla 13. Condiciones para PCR Candida albicans
Temperatura (oC) Tiempo Número de ciclos
95 3:00
95 0:30
59 0:30 X 35
57 0:30
72 10:00
PCR Candida albicans
Concentración Stock Concentración Final
Volumen 1 rxn (25
µl)
H2O PCR 7,25 µl
BUFFER Promega 5X 1 X 5 µl
MgCl2 25 mM 2.5 mM 1,5 µl
dNTPs 2 mM 0.2 mM 2,5 µl
Primer F 0.2 µM 0,5 µl
Primer R 0.2 µM 0,5 µl
Taq 5 U 1,25 U 0,25 µl
ADN 7,5 µl
99
Tabla 14. Volumen y concentración utilizada para Enterococcus faecalis
Tabla 15. Condiciones para PCR Enterococcus faecalis
Temperatura (oC) Tiempo Número de ciclos
95 3:00
95 0:30
59 0:30 X 25
57 0:30
72 10:00
PCR Enterococcos faecalis
Concentración Stock Concentración Final
Volumen 1 rxn (25
µl)
H2O PCR 9,3 µl
BUFFER Promega 5X 1 X 5 µl
MgCl2 25 mM 2.5 mM 1,5 µl
dNTPs 2 mM 0.2 mM 2,5 µl
Primer F 0.2 µM 0,8 µl
Primer R 0.2 µM 0,8 µl
Taq 5 U 1,25 U 0,125 µl
ADN 5 µl
100
7. RESULTADOS
En este estudio participaron 55 pacientes, el grupo experimental estuvo conformado
por 20 pacientes que presentaron periodontitis periapical refractaria al tratamiento
endodóntico y el grupo control estuvo conformado por 35 pacientes que fueron sometidos
a extracción de piezas saludables.
De los 20 pacientes con enfermedad, 16 (80%) fueron de género femenino y 4 (20%)
fueron de género masculino (Tabla 16). En cuanto a la presencia de síntomas como
consecuencia de la periodontitis periapical refractaria, 6 (30%) de ellos fueron sintomáticos
y 14 (70%) fueron asintomáticos (Tabla 18). Los 20 (100%) pacientes de este grupo
recibieron sultamicilina antes de la cirugía periapical, de los cuales 6 (30%) la tomaron de
forma profiláctica y 14 (70%) recibió una dosis por un tiempo igual o mayor a 24horas
previa a la cirugía (Tabla 16.).
De los 35 pacientes correspondientes al grupo control, 18 (51.4%) fueron de género
femenino y 17 (48.6%) fueron de género masculino. En este grupo ningún paciente
presentó síntomas previo a la extracción de la pieza dental ya que se trataba de piezas
totalmente sanas sin ninguna alteración. En cuanto a la suministración de sultamicilina
como antibiótico previo a la extracción, 6 (17.1%) no recibió ninguna dosis, 17 (48.5%)
recibió profilaxis antibiótica y 12 (34%) recibió una dosis por un tiempo igual o mayor a
24 horas (Tabla 19).
La observación de la tinción Gram de 50 campos por muestra, es decir 1000 campos
en el grupo experimental y 1750 campos en el grupo control dio los siguientes resultados:
En las muestras de tejidos con periodontitis periapical refractaria se observó presencia de
microorganismos en 539 campos de 1000 es decir el 54%, de los cuales 104 campos
101
(10%) revelaron la presencia de cocos Gram -, 504 campos (50%) de cocos Gram +, 5
campos (1%) de bacilos Gram -, 129 campos (13%) de bacilos Gram + y un campo
(0.1%) de levaduras. De las 20 muestras observadas pertenecientes al grupo experimental,
16 (80%) reveló presencia de microorganismos en la tinción, mientras que 4 (20%) no
presentó evidencia de ningún microorganismo. Las presencia de cocos Gram + fue
observada en 16 muestras lo que equivale al (80%), se encontraron cocos Gram – en 14 de
las muestras (70%), bacilos Gram – en 3 (15%) de las muestras, bacilos Gram + en 13
(65%) de las muestras y levaduras en 1 (5%) de las muestras (Tabla 17). Por otro lado en
las muestras de tejido sano pertenecientes al grupo control, se observó la presencia de
microorganismos en 4 campos de 1750 es decir el 0,23%, de los cuales 3 campos (0,3%)
mostraron la presencia de coco Gram + y 1 campo (0,1%) de cocos Gram -. De las 35
muestras observadas pertenecientes a este grupo, solo la muestra SPE31 reveló presencia
de microorganismos, es decir 1 de 35 lo que equivale al 3% (Tabla 20).
En el análisis molecular del ADN, en 55 muestras recolectadas se realizó la
amplificación de beta-Actina para corroborar la presencia de ADN en los tejidos tanto
sanos como enfermos, el 100% de las muestras dieron como resultado beta-Actina positivo
en la electroforesis. Consiguientemente se realizó el PCR para la amplificación del gen 16s
el cual determina la presencia de ADN bacteriano en los tejidos. En el grupo experimental
16 (80%) de la muestras SPE1, SPE2, SPE3, SPE4, SPE5, SPE6, SPE8, SPE9, SPE10,
SPE11, SPE12, SPE14, SPE16, SPE18, SPE19 Y SPE20 dieron positivo mientras que en el
grupo control una muestra SPE31 (3%) dio positivo para esta amplificación (Tablas 18 y
21).
102
Se realizó posteriormente el PCR para la amplificación del gen correspondiente a la
bacteria Enterococcos faecalis en todas las muestras que dieron positivo en el 16s, de las
cuales SPE2, SPE 9 y SPE12 es decir 3 muestras o el 15% correspondientes al grupo
experimental dieron positivo. La única muestra que dio positivo para el 16s del grupo
control SPE31 dio resultado negativo para la amplificación del gen de esta bacteria (Tablas
18 y 21).
Se procedió después a realizar el PCR para la amplificación del gen perteneciente a
Candida albicans en las 55 muestras de tejidos sanos y enfermos. En el grupo
experimental, las 4 muestras SPE5, SPE11, SPE12 Y SPE16 o 20% dieron positivo para
esta amplificación mientras que en el grupo control 0% de las muestras presentaron
resultados positivos para Candida albicans (Tablas 18 y 21).
En cuanto al número de tipo de microorganismos identificados en cada muestra. En el
grupo experimental se estableció que 4 (20%) correspondiente a las muestras SPE7,
SPE13, SPE15 y SPE17 no presentó microbiota, 4 o 20% correspondientes a las muestras
SPE2, SPE9, SPE18 y SPE20 presentó dos tipos de microorganismos, 8 o 40% de las
muestras SPE1, SPE3, SPE4, SPE5, SPE6, SPE8, SPE10 y SPE19 presentó 3 tipos de
microorganismos, 2 o 10% correspondiente a las muestras SPE12 y SPE14 presentó 4 tipos
de microorganismos y 2 o 10% de las muestras SPE11 y SPE16 reveló 5 tipos de
microorganismos. Por otro lado el grupo control presentó en una única muestra (3%)
correspondiente a SPE31, 2 tipos de microorganismos (Tabla 22).
Los resultados obtenidos en base al análisis OR fueron los siguientes: se determinó
que la presencia bacteriana en los tejidos perirradiculares aumenta la probabilidad o riesgo
en 136 veces de desarrollar la persistencia de la lesión perirradicular (p<0.05) (OR=136)
103
(IC95%=14,6-317), siendo estadísticamente significativo. En cuanto al OR de
microorganismos específicos asociados a la persistencia de la lesión se estableció que la
presencia de C. albicans en los tejidos aumenta en 19.36 veces la probabilidad (p<0.05)
(OR=19.36), la presencia de E. faecalis aumenta en 14.22 veces la probabilidad de
desarrollar la misma enfermedad (p=0.0.043) (OR=14.22), consiguientemente la presencia
de cocos Gram + incrementa en 136 la probabilidad (p<0.05) (OR=136), de cocos Gram –
aumenta la probabilidad en 79 veces (p<0.05) (OR=79), de bacilos Gram + aumenta la
probabilidad en 127.8 veces (p<0.05) (OR=1127.8) y de bacilos Gram – incrementa en
14.22 veces la probabilidad (P=0.043)(OR=14.22) de desarrollar la periodontitis
perirradicular refractaria. Siendo P<0.05 en todos los casos mencionados, hace que sean
estadísticamente significativos. Se asoció también que la probabilidad de que los tejidos
sanos presenten microorganismos es de 0.0074 veces ((p<0.05) (OR=0.0074)
(IC95%=0.0008-0.0712) lo cual también es estadísticamente significativo (Tabla 22, 23).
Adicionalmente, se realizó el análisis OR para asociar la presencia bacteriana en pacientes
sintomáticos del grupo experimental. Se determinó que la presencia bacteriana
determinada por el 16 S positivo en los tejidos perirradiculares aumenta la probabilidad en
2 veces para que los pacientes presenten síntomas (p=0.51) (OR=2) (IC95%= 0.12-22,95),
lo cual no fue estadísticamente significativo. Adicionalmente se realizó un análisis OR
para la asociación de los microorganismos identificados con la manifestación de síntomas
en los pacientes. La presencia de C. albicans aumentó en 0.733 veces la probabilidad
(p=0.65) (OR=0.733) (IC95%= 0.06-8.9) de presentar síntomas, de E. faecalis aumentó en
6.5 veces la probabilidad (p=0.201) (OR=6.5) (IC95%= 0.46-91.9) para desarrollar
síntomas, de cocos Gram + aumentó en 1.36 veces la probabilidad (p=0.0.657) (OR=1.36)
(IC95%=0.11-16.57), de cocos Gram – aumentó en 0.27 veces la probabilidad (p=0.0.225)
104
(OR=0.27) (IC95%=0.035-211), de bacilos Gram + aumentó en 1.11 veces la probabilidad
(p=0.66) (OR=1.11) (IC95%= 0.14-8.36) y de bacilos Gram – aumentó en 1.2 veces la
probabilidad (p=0.68) (OR=1.2) (IC95%= 0.082-16.4). De los valores de p mencionados
todos fueron mayores a 0.05 por lo que no fueron estadísticamente significativos (Tabla
22, 23).
Se asoció de la misma manera la presencia bacteriana con la dosis antibiótica que
recibieron los pacientes previo a la intervención quirúrgica. En este análisis se determinó
que los pacientes con profilaxis antibiótica presentan 1.36 veces más probabilidad de
presentar microorganismos en los tejidos perirradiculares enfermos que los pacientes que
recibieron una dosis igual o mayor a 24 horas, sin embargo (P=0.65) (OR=1.36) ) (IC95%=
0.11-16.57) por lo que esta asociación no fue estadísticamente significativa (Tabla 23).
Se calculó la media de tipo de microorganismos identificados en entre las muestras de
tejido enfermo y sano. El promedio en tejidos sanos fue 2.5 y en tejido sano fue 0.057 lo
cual analizado con la prueba T presentó (P=0.000001) siendo estadísticamente
significativo. Se calculó también la media de tipo de microorganismos entres las muestras
de pacientes asintomáticos y sintomático, la cual fue 2,53 y 2,47 respectivamente. P=0.7
por lo que no fue estadísticamente significativo (Tabla 25 y 26).
Además se calculó la sensibilidad especificidad de los métodos realizados en este
estudio para identificar la presencia de microbiota, en cuanto a la presencia bacteriana
reconocida en la tinción Gram y en el análisis molecular por medio de PCR, se estableció
una sensibilidad de 80% y especificidad del 97%. Por otro lado al comparar la
identificación de levaduras por medio de la tinción Gram y el análisis molecular de C.
albicans se estableció 5% de sensibilidad y 100% de especificidad (Tabla 27).
105
7.1.Gráficos de las electroforesis más representativas del estudio, se presentan los
resultados de muestras del grupo experimental y grupo control. L: Ladder
(+) : control positivo, (-) : control negativo y pb: número de pares de bases
Gráfico 1. Electroforesis b-Actina (297 pares de bases) muestras positivas en GC 3 4,
5, 6, 9 y en GE1, 2, 4, 5, 6, 7, 8, 10
Gráfico 2. Beta-Actina Grupo control muestras positivas en GC 13, 16, 17, 18, 19, 20,
22, 24, 25, 26, 27, 28, 29, 31, 32, 33, 34
Gráfico 3. B-actina grupo experimental, muestras positivas en GE 11, 12, 13, 14,15,
16, 17, 18, 19 y 20
Muestras Grupo Control
Muestras Grupo Experimental
Muestras Grupo Experimental
Muestras Grupo Control
L + -
L + -
L + - 1 2 3 4 5 6 7 8 9
L + - 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10
10 11 12 13 14 15 16 17 18 19 20 21 22 23 24 25 26 27 28 29 30 31 32 33 34
11 12 13 14 15 16 17 18 19 20
Muestras Grupo Control
297 pb
297 pb
297 pb
297 pb
Grupo Experimental
106
Gráfico 4. B-actina muestras diluidas del grupo control, positivas GC 1, 2, 7, 8, 10, 11,
12, 14, 15, 21, 23, 30 y grupo experimental positivas GE 5, 3, 9, 12
Gráfico 5. Grupo control resultados negativos de muestras GC 18, 19, 20, 21, 22, 23,
24, 25, 26, 27, 28, 29 para 16 s (1500 pares de bases)
Gráfico 6. Grupo control y experimental resultados positivos en muestras GE12, 14,
16,18, 19 y negativos en muestras GC12, 14, 16, 18 para el 16 s
1500 pb
1500 pb
Grupo Control Grupo Experimental
Muestras Grupo Control
Grupo Control Grupo Experimental
1 2 14 16 18 1 2 14 16 18 19
L + -
18 19 20 21 22 23 24 25 26 27 28 29 L + -
L + - 1 2 7 8 10 11 12 14 15 21 23 30 5 3 9 12
297 pb
107
Gráfico 7. Grupo experimental resultados positivos en muestras GE2, 3, 4, 5, 6, 9, 11
para 16 s
1500 pb
GC31
Gráfico 9. Grupo Control, resultados negativos de muestras
GC1,2,3,4,5,6,7,8,9,10,11,12,13,14,15,16,17 para 16 s
Gráfico 8. Grupo control muestra GC31 única positiva para 16 s y Grupo experimental
muestras GE 1,2,3,4,9, 10, 11 positivas para 16 s
Grupo Experimental
1500 pb
Muestras Grupo Control
Muestras Grupo Experimental
GC31 1 2 3 4 9 10 11
L + -
L + -
1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 11 12 13 14 15 16 17
L + -
2 3 4 5 6 9 10 11
Grupo Experimental
1500 pb
108
Gráfico 10. Grupo experimental: resultados positivos de muestras GE 5, 11, 12 y 16
para Candida albicans (158 pares de bases)
Gráfico 11. Grupo experimental: 4 muestras GE 5, 11, 12 y 16 positivas para Candida
albicans y grupo control: muestras negativas GC1,2,3,4,5,6,7,8,9,10,11,12,13,14,15
para el mismo gen
Gráfico 12. Enterococcus faecalis, #2 muestras positivas del grupo experimental GE2
y GE9 (310 pares de bases)
Grupo Experimental
158 pb
Grupo Experimental Grupo Control
158 pb
310 pb
GE2 GE9
5 11 12 16 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 22 23 24 25 26
1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 11 12 16 13 14 15 16 17 18 19 20 L + - +
L + -
L + -
109
7.1.Imágenes de la Tinción Gram: ausencia y presencia de microorganismos
pertenecientes al grupo experimental, se muestran los campos más relevantes de
los #1000 observados siendo #50 campos por cada muestra.
Imagen 1. SPE#11 grupo experimental, campo #4: presencia de bacilos Gram –
Imagen 2. SPE#8 grupo experimental, campo #8: presencia cocos Gram + y bacilos Gram
+
110
Imagen 3. SPE#2 grupo experimental, campo #3: presencia de bacilos Gram +, cocos
Gram + y cocos Gram -
Imagen 4. Magnificación de SPE#6 grupo experimental, campo #3: presencia de cocos
Gram + y Bacilos Gram +
111
Imagen 5. Magnificación de SPE#5 grupo experimental, campo #30: presencia de
cocos Gram + y cocos Gram -
Imagen 6. SPE#10 grupo experimental, campo #40: presencia de cocos Gram +,
bacilos Gram +
112
Imagen 7. SPE#16 grupo experimental, campo #38: presencia de cocos Gram +,
bacilos Gram + y bacilos Gram -
Imagen 8. Magnificación SPE#11 grupo experimental, campo #50: presencia de
cocos Gram +, cocos Gram -
113
Imagen 9. SPE#14 grupo experimental, campo #44: presencia de cocos Gram +,
bacilos Gram +
Imagen 10. SPE#19 grupo experimental, campo #46: presencia de cocos Gram +,
bacilos Gram +
114
Imagen 11. Magnificación SPE#19 grupo experimental, campo #46: presencia de
cocos Gram +, bacilos Gram +
Imagen 12. SPE#19 grupo experimental, campo #46: presencia de cocos Gram +,
bacilos Gram +
115
Imagen 13. SPE#7 grupo experimental, campo #34, ausencia de microorganismos en
todos los campos
Imagen 14. SPE#14 grupo experimental, campo #46: presencia de cocos Gram +, bacilos
Gram -
116
Imagen 15. Magnificación SPE#14 grupo experimental, campo #46: presencia de cocos
Gram +, bacilos Gram –
Imagen 16. Magnificación SPE#12 grupo experimental, campo #28: presencia de cocos
Gram +, bacilos Gram +
117
Imagen 17. SPE#16 grupo experimental, campo #23: presencia de cocos Gram +, bacilos
Gram +
Imagen 18. Magnificación SPE#16 grupo experimental, campo #23: presencia de cocos
Gram +, bacilos Gram + (Actinomyces)
118
Imagen 19. SPE#13 grupo experimental, campo #34, ausencia de microorganismos,
presenta artefacto en la tinción que sugiere que se provocó por el pus en el momento de
realizar el frotis
Imagen 21. SPE#17 grupo experimental, campo #18: ausencia de microorganismos
119
Imagen 22. Magnificación SPE#17 grupo experimental, campo #18: ausencia de
microorganismos, presencia varios polimorfoonucleares PMN
Imagen 23. SPE#20 grupo experimental, campo #18: presencia cocos Gram +
120
Imagen 24. SPE#14 grupo experimental, campo #13: presencia de cocos Gram +, cocos
Gram –
Imagen 25. SPE#19 grupo experimental, campo #43: bacilos Gram +
121
Imagen 26. Magnificación SPE#19 grupo experimental, campo #43: presencia de bacilos
Gram +
Imagen 27. SPE#18 grupo experimental, campo #23: presencia de cocos Gram +, cocos
Gram +
122
Imagen 28. SPE#2 grupo experimental, campo #22: presencia de cocos Gram +, bacilos
Gram +
Imagen 29. SPE#10 grupo experimental, campo #36: presencia de cocos Gram +, bacilos
Gram +
123
Imagen 30. Magnificación SPE#10 grupo experimental, campo #36: presencia de cocos
Gram +, bacilos Gram +
Imagen 31. SPE#11 grupo experimental, campo #18: presencia de cocos Gram +, bacilos
Gram +
124
Imagen 32. SPE#11 grupo experimental, campo #18: presencia de cocos Gram +, bacilos
Gram +
Imagen 33. Magnificación SPE#11 grupo experimental, campo #18: presencia de cocos
Gram +, presencia de gránulo azufre rodeado por bacilos Gram +
125
Imagen 34. SPE#3 grupo experimental, campo #4: presencia de cocos Gram +, bacilos
Gram +
Imagen 35. SPE#11 grupo experimental, campo #3: presencia de cocos Gram +, bacilos
Gram +
126
Imagen 36. SPE#8 grupo experimental, campo #2: presencia de cocos Gram +
Imagen 38. SPE#4 grupo experimental, campo #19: presencia de cocos Gram +
127
Imagen 39. SPE#19 grupo experimental, campo #15: presencia de cocos Gram +, bacilos
Gram + y células de defensa
Imagen 40. Magnificación SPE#19 grupo experimental, campo #15: presencia de cocos
Gram +, bacilos Gram +
128
Imagen 41. SPE#19 grupo experimental, campo #11: presencia de cocos Gram +, bacilos
Gram +
Imagen 42. Magnificación SPE#19 grupo experimental, campo #11: presencia de cocos
Gram +, bacilos Gram +
129
Imagen 43. SPE#11 grupo experimental, campo #7: bacilos Gram +
Imagen 44. Magnificación SPE#11 grupo experimental, campo #7: bacilos Gram +, cocos
Gram +
130
Imagen 45. Magnificación SPE#11 grupo experimental, campo #8: bacilos Gram +, cocos
Gram +
Imagen 46. Magnificación SPE#11 grupo experimental, campo #8: bacilos Gram +,
levaduras
131
Imagen 47. SPE#20 grupo experimental, campo #6: cocos Gram +, presencia de artefacto
posiblemente pus.
7.2.Tinción Gram: imágenes de campos con ausencia y presencia de microorganismos
132
del grupo control, se muestran los campos más relevantes de los 1750 campos
observados, #50 por cada muestra.
Imagen 48. SPE#31 grupo control, campo #22: presencia de cocos Gram – y cocos Gram
+
Imagen 49. Magnificación SPE#31 grupo control, campo #22: presencia de cocos Gram –
133
Imagen 50. SPE#6 grupo control, campo #14: ausencia de microorganismos en todos los
campos
Imagen 51. SPE# 19 grupo control, campo #12: ausencia de microorganismos en todos los
campos
134
Imagen 52. SPE# 24 grupo control, campo #45: ausencia de microorganismos en todos los
campos
Imagen 53. SPE# 26 grupo control, campo #9: ausencia de microorganismos en todos los
campos
135
Imagen 54. SPE# 29 grupo control, campo #47: ausencia de microorganismos en todos los
campos, presencia de células de defensa
Imagen 53. SPE# 30 grupo control, campo #10: ausencia de microorganismos en todos los
campos
136
Imagen 54. SPE#34 grupo control, campo #39: ausencia de microorganismos en todos los
campos observados
137
7.3.Tablas y gráficos de los resultados de la investigación
Tabla 16. Características del grupo Experimental #20 muestras (Tejido con lesión
periapical)
*B-Actina: corresponde al PCR realizado para verificar la presencia de ADN
a Tiempo del antibiótico ≥ 24h : igual o más de 24 horas
SPGE # Pieza Género Edad Antibiótico
Tipo
antibiótico
tiempo
antibiótico B- Actina *
SPE1 4.4 M 64 SI sultamicilina ≥ 24h a
positivo
SPE2 2.2 F 28 SI sultamicilina profiláctica positivo
SPE3 1.2 F 28 SI sultamicilina profiláctica positivo
SPE4 1.3 F 21 SI sultamicilina ≥ 24h a
positivo
SPE5 1.2 F 21 SI sultamicilina ≥ 24h a
positivo
SPE6 1.5 F 28 SI sultamicilina ≥ 24h a
positivo
SPE7 2.5 F 30 SI sultamicilina ≥ 24h a
positivo
SPE8 2.5 M 26 SI sultamicilina ≥ 24h a
positivo
SPE9 1.2 M 43 SI sultamicilina ≥ 24h a
positivo
SPE10 1.1 M 42 SI sultamicilina ≥ 24h a
positivo
SPE11 2.4 F 58 SI sultamicilina ≥ 24h a
positivo
SPE12 2.4 F 65 SI sultamicilina profiláctica positivo
SPE13 2.1 F 58 SI sultamicilina profiláctica positivo
SPE14 4.4 F 60 SI sultamicilina ≥ 24h a
positivo
SPE15 2.5 F 60 SI sultamicilina ≥ 24h a
positivo
SPE16 3.1 F 61 SI sultamicilina ≥ 24h a
positivo
SPE17 3.2 F 61 SI sultamicilina ≥ 24h a
positivo
SPE18 3.3 F 61 SI sultamicilina profiláctica positivo
SPE19 1.5 F 62 SI sultamicilina profiláctica positivo
SPE20 2.5 F 29 SI sultamicilina ≥ 24h a
positivo
Porcentaje
F=80%
(16)
Positivo=100%
(20)
M= 20%
(4)
138
Tabla 17. Identificación de presencia de microorganismos del grupo Experimental en
1000 campos observados, #50 por cada muestra
SPGE #
Presencia
Micro
Ausencia
Micro
Cocos
G -
Cocos
G +
Bacilos
G-
Bacilos
G + Levaduras
SPE1 35 15 5 33 0 2 0
SPE2 11 39 0 12 0 3 0
SPE3 25 25 25 22 0 3 0
SPE4 24 26 1 24 0 1 0
SPE5 26 24 3 26 0 0 0
SPE6 27 23 1 24 0 2 0
SPE7 0 50 0 0 0 0 0
SPE8 49 1 2 49 0 3 0
SPE9 37 13 0 33 0 4 0
SPE10 50 0 13 50 0 34 0
SPE11 29 21 3 23 2 5 1
SPE12 49 1 10 46 0 45 0
SPE13 0 50 0 0 0 0 0
SPE14 48 2 11 48 2 3 0
SPE15 0 50 0 0 0 0 0
SPE16 50 0 17 48 1 13 0
SPE17 0 50 0 0 0 0 0
SPE18 26 24 2 26 0 0 0
SPE19 35 15 8 24 0 11 0
SPE20 18 32 3 16 0 0 0
Total
campos 539 461 104 504 5 129 1
Porcentaje 54% 46% 10% 50% 1% 13% 0,1%
139
Tab
la18. G
rup
o E
xp
erim
enta
l: r
esu
ltad
os
y a
soci
aci
ón
de
mic
roorg
an
ism
os
pre
sen
tes
en t
inci
ón
Gra
m y
PC
R
(+)
: res
ult
ad
o p
osi
tivo, (-
) :
res
ult
ad
o n
egati
vo, # M
* :
nú
mer
o d
e m
icro
org
an
ism
os
iden
tifi
cad
os
140
Tabla 19. Características del grupo control #35 muestras (Tejido sin lesión periapical)
*B-Actina: corresponde al PCR realizado para verificar la presencia de ADN
a Tiempo del antibiótico ≥ 24h : igual o más de 24 horas
SPGC # Pieza Género Edad Antibiótico
Tipo
Antibiotico
tiempo
Antibiótico Beta Actina *
SPE1 1.8 F 21 si sultamicilina ≥ 24h a
positivo
SPE2 2.8 F 21 si sultamicilina ≥ 24h a positivo
SPE3 2.8 F 18 no ninguno ninguno positivo
SPE4 1.8 M 22 si sultamicilina profiláctica positivo
SPE5 2.8 M 22 si sultamicilina profiláctica positivo
SPE6 1.8 F 22 si sultamicilina profiláctica positivo
SPE7 2.8 F 24 si sultamicilina profiláctica positivo
SPE8 1.8 M 20 si sultamicilina profiláctica positivo
SPE9 2.8 M 20 si sultamicilina profiláctica positivo
SPE10 2.8 F 19 si sultamicilina profiláctica positivo
SPE11 1.8 F 19 si sultamicilina profiláctica positivo
SPE12 1.8 M 21 SI sultamicilina profiláctica positivo
SPE13 2.8 M 21 SI sultamicilina profiláctica positivo
SPE14 1.8 M 31 SI sultamicilina profiláctica positivo
SPE15 2.8 M 31 SI sultamicilina profiláctica positivo
SPE16 2.8 F 22 si sultamicilina ≥ 24h a positivo
SPE17 2.8 M 21 SI sultamicilina ≥ 24h a positivo
SPE18 1.8 F 31 si sultamicilina ≥ 24h a positivo
SPE19 2.8 M 20 SI sultamicilina ≥ 24h a positivo
SPE20 1.8 M 18 SI sultamicilina ≥ 24h a positivo
SPE21 2.8 M 18 SI sultamicilina ≥ 24h a positivo
SPE22 1.8 F 18 no ninguno ninguno positivo
SPE23 1.8 F 18 si amoxicilina ≥ 24h a positivo
SPE24 2.8 F 18 si amoxicilina ≥ 24h a positivo
SPE25 1.8 M 19 SI sultamicilina profiláctica positivo
SPE26 2.8 M 19 si sultamicilina profiláctica positivo
SPE27 2.8 M 18 si sultamicilina profiláctica positivo
SPE28 2.8 M 22 SI sultamicilina profiláctica positivo
141
SPE29 1.4 F 18 NO ninguno ninguno positivo
SPE30 2.4 F 18 NO ninguno ninguno positivo
SPE31 1.4 F 20 no ninguno ninguno positivo
SPE32 2.4 F 20 no ninguno ninguno positivo
SPE33 2.8 M 20 si sultamicilina ≥ 24h a positivo
SPE34 1.8 F 22 SI sultamicilina ≥ 24h a positivo
SPE35 2.8 F 23 si sultamicilina profiláctica positivo
Porcentaje
F=
51.4%
(18)
Positivo=100%
(35)
M=
48.6%
(17)
Tabla 20. Tinción Gram: Identificación de presencia de microorganismos del grupo
control en 1750 campos observados, #50 por cada muestra
SPGC #
Presencia
Micro
Ausencia
Micro Cocos G -
Cocos G
+ Bacilos G - Bacilos G + Levaduras
SPE1 0 50 0 0 0 0 0
SPE2 0 50 0 0 0 0 0
SPE3 0 50 0 0 0 0 0
SPE4 0 50 0 0 0 0 0
SPE5 0 50 0 0 0 0 0
SPE6 0 50 0 0 0 0 0
SPE7 0 50 0 0 0 0 0
SPE8 0 50 0 0 0 0 0
SPE9 0 50 0 0 0 0 0
SPE10 0 50 0 0 0 0 0
SPE11 0 50 0 0 0 0 0
SPE12 0 50 0 0 0 0 0
SPE13 0 50 0 0 0 0 0
SPE14 0 50 0 0 0 0 0
SPE15 0 50 0 0 0 0 0
SPE16 0 50 0 0 0 0 0
142
SPE17 0 50 0 0 0 0 0
SPE18 0 50 0 0 0 0 0
SPE19 0 50 0 0 0 0 0
SPE20 0 50 0 0 0 0 0
SPE21 0 50 0 0 0 0 0
SPE22 0 50 0 0 0 0 0
SPE23 0 50 0 0 0 0 0
SPE24 0 50 0 0 0 0 0
SPE25 0 50 0 0 0 0 0
SPE26 0 50 0 0 0 0 0
SPE27 0 50 0 0 0 0 0
SPE28 0 50 0 0 0 0 0
SPE29 0 50 0 0 0 0 0
SPE30 0 50 0 0 0 0 0
SPE31 4 46 1 3 0 0 0
SPE32 0 50 0 0 0 0 0
SPE33 0 50 0 0 0 0 0
SPE34 0 50 0 0 0 0 0
SPE35 0 50 0 0 0 0 0
Total
Campos 4 1746 1 3 0 0 0
Porcentaje 0,23% 99,8% 0,1% 0,3% 0% 0% 0%
143
Tab
la21. G
rup
o C
on
trol:
res
ult
ad
os
y a
soci
aci
ón
de
mic
roorg
an
ism
os
pre
sen
tes
en t
inci
ón
Gram
y P
CR
(+)
: res
ult
ad
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osi
tiv
o, (-
) :
res
ult
ad
o n
egati
vo, # M
* :
nú
mer
o d
e m
icro
org
an
ism
os
iden
tifi
cad
os
144
Gráfico 13. Grupo Experimental: % Presencia Microorganismos Tinción Gram
Gráfico 14. Grupo Control: % Presencia Microorganismos Tinción Gram
80%
20%
Grupo Experimental: Presencia Microorganismos
Tinción Gram
PresenciaMicroorganismos
AusenciaMicroorganismos
3%
97%
Grupo Control: Presencia Microorganismos Tinción Gram
PresenciaMicroorganismos
AusenciaMicroorganismos
145
Gráfico 15. Grupo Experimental: % Microorganismos identificados en tinción Gram
14%
68%
1%
17% 0,1%
Grupo Experimental: % Microorganismos identificados en tinción Gram
cocos gram -
cocos gram +
bacilos gram -
bacilos gram +
levaduras
146
0%10%20%30%40%50%60%70%80%90%
100%
B-actina+
16 s + C.albicans
E.faecalis
G. Control 100% 3% 0% 0%
G. Experimental 100% 80% 20% 15%
PCR: Grupo Control vs Grupo Experimental
Po
rcen
taje
de
mu
estr
as +
Gráfico 16. PCR Grupo Control vs Grupo Experimental
147
Tabla 22. Análisis OR: asociación de presencia de bacteriana (16 s positivo) con
diferentes parámetros clínicos
Asociación con: OR
(Intervalo de
confianza IC95%)
Prueba exacta de
Fisher
Estadísticamente
significativo
P < 0.05
Periodontitis
periapical refractaria
136
IC= 14.6-317
0.0000000025 0.0000000025< 0.05
+
Pacientes
sintomáticos
2
IC=0.12-22,95
0.51 0.51 >0.05
*
Pacientes
asintomáticos
0.5
IC=0.043-5.73
0.51 0.51 >0.05
*
Profilaxis antibiótica 1.36
IC= 0.11-16.57
0.65 0.65 >0.05
*
Dosis antibiótica
≥ 24h
0.733
IC= 0.06-8.9
0.65 0.65 >0.05
*
Tejidos sanos 0.0074
IC= 0.0008-0.0712
0.0000000025 0.0000000025< 0.05
+
+ Significativo estadísticamente
*No significativo estadísticamente
148
Tabla 23. Análisis OR: asociación de los microrganismos indentificados como factor
causal de la periodontitis periapical refractaria
Microorganismo OR
(Intervalo de
confianza IC95%)
Prueba exacta de
Fisher
Estadísticamente
significativo
P < 0.05
C. albicans 19.36 0.014 0.014< 0.05
+
E. faecalis 14.22 0.043 0.043< 0.05
+
Cocos Gram + 136
IC=14-317
0.0000000025 0.0000000025< 0.05
+
Cocos Gram - 79
IC=8,7-720
0.000000115 0.000000115< 0.05
+
Bacilos Gram + 127.8 0.000000053 0.000000053< 0.05
+
Bacilos Gram - 14.22 0.043 0.0435< 0.05
+
+ Significativo estadísticamente
149
Tabla 24. Análisis OR: asociación de microorganismos identificados con presencia de
síntomas
Microorganismo OR
(Intervalo de
confianza IC95%)
Prueba exacta de
Fisher
Estadísticamente
significativo
P < 0.05
C. albicans 0.733
IC=0.06-8.9
0.65 0.65 >0.05
*
E. faecalis 6.5
IC=0.46-91.9
0.201 0.201>0.05
*
Cocos Gram + 1.36
IC= 0.11-16.57
0.657 0.657 >0.05
*
Cocos Gram - 0.27
IC=0.035-211
0.225 0.22>0.05
*
Bacilos Gram + 1.11
IC= 0.14-8.36
0.664 0.66 >0.05
*
Bacilos Gram - 1.2
IC= 0.082-16.4
0.68 0.68>0.05
*
*No significativo estadísticamente
150
Tabla 25. Media microorganismos identificados en Grupo experimental y control
Media microorganismos
identificados: muestras del
grupo experimental
Media microorganismos
identificados: muestras del
grupo control
Prueba T
P<0.05
2.5 0.057 0.0000001<0.05
(significativo)
Tabla 26. Media microorganismos identificados en pacientes sintomáticos y
asintomáticos
Media microorganismos
identificados: muestras de
pacientes sintomáticos
Media microorganismos
identificados: muestras de
pacientes asintomáticos
Prueba T
P<0.05
2.47 2.53 0.7769
(no significativo)
151
Tabla 27. Análisis de sensibilidad y especificidad de PCR vs tinción Gram
Análisis sensibilidad vs
especificidad
PCR 16S (Prueba estándar
de oro)
Tinción Gram presencia
bacteriana
Enfermos Sanos Totales + y -
Positivos 16 1 17
Negativos 4 34 38
Total 20 35
Sensibilidad 80%
Especificidad 97%
PCR Candida albicans
(Prueba estándar de Oro)
Tinción Gram presencia
levaduras
Enfermos
Sanos
Totales + y -
Positivos 1 0 1
Negativos 19 35 54
Total 20 35
Sensibilidad: 5%
Especificidad: 100%
152
8. DISCUSIONES
Cabe recalcar que a pesar de la controversia existente sobre la presencia de microbiota
en los tejidos perirradiculares reportada por autores como Nair, Zuolo, Waltimo, Cohen,
ente otros, este estudio corrobora la presencia positiva de microorganismos en el 80% es
decir la mayoría de las muestras de tejidos periapicales con lesión de pacientes tanto
sintomáticos como asintomáticos con dosis antibiótica previa. De la misma manera
evidencia la presencia de C. albicans en el 20% de las muestras de tejidos enfermos y en
el 15% la presencia de E. faecalis de los mismos tejidos. La presencia de microorganismos
en el 80% de muestras de este estudio corrobora la observación de estudios anteriores
sobre la presencia de microorganismos similares en los mismos tipos de lesión. Por
ejemplo Stewart y Corteson, 2001 aplicando tecnologías moleculares tales como la
reacción en cadena de la polimerasa (PCR) reportan microorganismos en 35 de 36
muestras (97%) tomadas de tejido con lesión. Por su lado, Subramanian y Mickel, 2009
encuentran que 27 de 33 muestras de tejido enfermo (81%) revelan presencia de
microbiota, además Sunde et al, 2000 reporta que 34 de las 34 muestras (100%) de
lesiones asintomáticas presentan microorganismos y Saber et al, 2012 por medio de la
técnica de pirosecuenciamiento 454 lo reporta en 7 de las 15 muestras (54%) de lesiones
sintomáticas y asintomáticas. Cabe resaltar que todos los estudios mencionados no
contaron con un grupo control de tejidos sanos por lo cual solo revelaron la presencia de
microbiota pero no la pudieron establecer como factor causal de la enfermedad. En general
los otros estudios establecen la frecuencia de microorganismos encontrados pero en los
mismos se detalla que no se ha establecido el rol de la microbiota encontrada con la
etiopatogenia de la enfermedad. Al ser uno de los objetivos de este estudio identificar la
presencia de bacterias y levaduras en los tejidos enfermos para asociarla como un factor
153
causal de la lesión, se optó por agregar el grupo control de tejidos sanos a fin de dar el
parámetro de comparación para realizar el análisis OR y establecer el factor de riesgo de la
enfermedad. El análisis de los resultados de este estudio demuestra que al comparar la
presencia de microorganismos entre las muestras de tejido sano y tejido enfermo se pudo
establecer que la microbiota en los tejidos perirradiculares lesionados es un factor causal
de la enfermedad. Esto se revela en el análisis OR que asocia la presencia bacteriana y de
Candida albicans en los tejidos enfermos con el incremento de riesgo para la persistencia
de la lesión. Se estableció consiguientemente que la presencia bacteriana aumenta en 136
veces la probabilidad de desarrollar la periodontitis periapical refractaria. Además, la
presencia bacteriana específica aumentó la probabilidad de desarrollar la enfermedad de la
siguiente manera: E. faecalis en 14.22 veces, cocos Gram + en 136 veces, cocos Gram – en
79 veces, bacilos Gram + en 127.8 veces, bacilos Gram – en 14.22 veces y C. albicans que
es una levadura en 19.36 veces. Como se detalló anteriormente en los resultados todas
estas asociaciones fueron estadísticamente significativas ya que P<0.05. Con lo
mencionado anteriormente se puede establecer que la presencia de microorganismos en los
tejidos perirradiculares es un factor de riesgo para la persistencia de la periodontitis
periapical, esto involucra a los microorganismos encontrados en la fisiopatología de la
enfermedad. En estudios similares no se comparó la presencia de microbiota entre tejidos
sanos y enfermos, es decir no se tomó en cuenta un grupo control por lo que no se
estableció la relación causal antes mencionada.
154
Al comparar las muestras de tejido sano con las de tejido enfermo también se consiguió
verificar que el protocolo seguido a fin de evitar la contaminación de la muestra con la
microbiota del medio oral fue correcta ya que 97% de las muestras de tejido sano no
mostraron presencia de microorganismos tanto en la tinción Gram como en la
identificación molecular con PCR. El 3% o 1 muestra de las 35 del grupo control reveló la
presencia de microorganismos, esto de acuerdo a los otros resultados de la investigación se
puede deducir que fue por un error en el momento de tomar la muestra en la que pudo
contaminarse al tener contacto con saliva, dientes, lengua o mucosa del paciente.
Se hizo también un análisis sobre la toma de antibiótico previo a la cirugía, uno de los
objetivos del estudio fue determinar si la dosis de antibiótico recibido ya sea profilaxis
antibiótica o una dosis igual o mayor a 24 horas podría afectar la presencia e índice de
microorganismos en las muestras. En 20 o 100% de las muestras de tejido enfermo los
pacientes recibieron antibiótico antes de la cirugía, de las cuales 16 presentaron
microorganismos. Se hizo un análisis de la dosis antibiótica frente a la presencia bacteriana
y se determinó que la toma profiláctica de antibiótico tiene una probabilidad 1.36 veces
mayor de presentar bacterias en las muestras de tejidos enfermos que la toma de antibiótico
por un tiempo mayor o igual a 24 horas. Sin embargo esta probabilidad no fue
estadísticamente significativa. En varios estudios similares, el criterio de exclusión de la
muestra fueron pacientes que hayan recibido dosis antibiótica previa a la cirugía
perirradicular (Saber, 2012), (Signoretti, 2013), sin embargo el presente estudio incluyó
pacientes con toma de antibiótico y como los resultados lo demuestran igual se pudo
identificar presencia bacteriana en los tejidos enfermos de todos los pacientes que tomaron
sultamicilina antes de la intervención. Estos resultados se ven apoyados en otros estudios
semejantes que también incluyeron en la muestras pacientes con toma de antibiótico
155
previa como el de Sunde (2002) y el mencionado por Fouad (2009) lo cuales presentaron
presencia de microbiota.
La identificación de E. faecalis en las lesiones periapicales refractarias es referida por
otros estudios como el de Subramanian & Mickel, 2009 que reportó que E. faecalis fue la
especie de mayor incidencia en las muestras con el 14.6%, también el estudio de Siqueira
y Rocas señaló a E. faecalis como el mayor responsable de la persistencia de la lesión
periapical y fue identificado en 64% de la muestras (2004). Igualmente, otros estudios
reportan la presencia de esta bacteria en el 75% (Socransky, 2002), en el 64% (Stewart,
2001), en el 75% (Sunde, 2012) y en el 74% de las muestras (Sedgley et al, 2006).
En cuanto a la presencia de C. albicans, esta especie también está identificada en
varias investigaciones de lesiones periapicales refractarias. En el estudio de Zang (2010)
se manifiesta en 80% de las muestras, en el estudio de Sunde (2002) en el 75%, en el
estudio de Socransky (2002) en el 75% de las muestras, en el estudio de Peciuliene (2001)
en el 50% y en el 9% de las muestras en el estudio de Siquiera & Rocas (2004). A pesar de
los estudios mencionados, otros como el de Baumgartner (2000) y Waltimo (2003) no
encontraron presencia de esta levadura en las muestras de lesiones periapicales refractarias.
Esto se contradice con el presente estudio en el que se identificó en el 20% de las muestras
presencia de C. albicans. Aparte de lo mencionado, la presencia de C. albicans y E.
faecalis en este tipo de lesión es referida por el estudio de Stewart y Corterton (2001) que
manifiesta que en 5 de 8 muestras de tejidos periapicales de pacientes que recibieron
antibiótico previo a la cirugía se identificaron C. albicans, E. faecalis, especies de
Pseudomonas y Estafilococcos (Fouad, 2009). Esto hace referencia a la investigación
presente ya que todas las muestras positivas tanto para E. faecalis como para C. albicans
156
fueron tomadas de pacientes que recibieron antibiótico previo a la intervención quirúrgica.
Además de las referencias que enfatizan y mencionan el rol de C. albicans y E. faecalis en
la persistencia de la lesión periapical refractaria, es importante destacar que su presencia y
resistencia se debe a sus factores de virulencia por lo que también fueron seleccionados
para ser identificados en este estudio. Entre las características de C. albicans se destacan su
capacidad de adaptarse en diferentes medios incluso anaerobios a pesar de su naturaleza
aerobia, la producción de proteasas, producción de proteinasas SAPS (Secreted Aspartyl
Proteases), secreción de fosfolipasas, su polimorfismo, su habilidad de adherencia a
diversas superficies epiteliales, su capacidad de coagregarse con otros microorganismos lo
cual se corrobora también en este estudio ya que las cuatros muestras positivas para C.
albicans se asocian con la presencia de cocos Gram + y cocos Gram -. Aparte de lo
mencionado, también tienen la facultad de formar biofilm con diversos microorganismos
lo cual hace más difícil la penetración de los medicamentos y acción de las células de
defensa hacia el organismo. Por otro lado las características de E. faecalis que le hacen uno
de los principales candidatos para la persistencia de la lesión es su capacidad para estar en
pHs altos que le hace resistente a los medicamentos utilizados en el tratamiento, también
presenta diversos factores de virulencia como: proteínas de superficie, serina proteasa,
proteínas de unión al colágeno y de adherencia. Además secreta gelatinasa y citolisinas,
produce super-óxido lo cual favorece a las infecciones mixtas y tiene la facultad de
transferir copias de sí mismos de una célula bacteriana a otra por medio de péptidos los
cuales están involucrados en la diseminación de la resistencia antibiótica (Fouad, 2009).
Esto también se puede ver reflejado en este estudio ya que se presentó E. faecalis en 3
muestras de tejido enfermo a pesar de que los pacientes recibieron antibiótico y también se
asoció esta especie con la presencia de bacilos Gram + en todas las muestras lo cual
157
verifica su capacidad de coagregarse con otra microbiota. Adicionalmente, una muestra del
estudio correspondiente a tejido enfermo (SPE12) dio resultados positivos para C. albicans
y E. faecalis en el análisis molecular y la tinción Gram reflejó la asociación de estos
microorganismos con cocos Gram ´+, cocos Gram – y bacilos Gram + demostrando
nuevamente la capacidad de coagregarse de las dos especies (tabla 21).
Por otro lado, 4 o el 20% de muestras de tejido enfermo no amplificaron para el 16 S
ni para el gen de C. albicans, tampoco revelaron presencia de microorganismos en la
tinción Gram lo cual puede deberse a que la persistencia de la lesión se haya provocado por
otros factores que no involucren microorganismos en los tejidos periapicales. Estos como
se mencionan anteriormente pueden ser por la presencia de cristales de colesterol en los
tejidos apicales, por la presencia de un quiste verdadero o por la presencia microbiana
dentro de los conductos obturados lo cual causa el fracaso del tratamiento endodóntico
(Zuolo, M. et al, 2012).
Para determinar el número de microorganismos identificados en las muestras, se
calculó también la media de tipos de microorganismos en los tejidos enfermos la cual fue
2.57. Este valor fue estadísticamente significativo con lo que se puede establecer que en las
lesiones periapicales refractarias se presentó más de un tipo microorganismo y se observó
de 2 a 5 tipos de microrganismos, pertenecientes a la familia de cocos Gram +, cocos Gram
-, bacilos Gram +, bacilos Gram – y levaduras. De estos predominó la presencia de cocos
Gram + en 80% de los casos, cocos Gram – en el 70%, bacilos Gram + en el 65%, bacilos
Gram - en el 15% y C. albicans en 15% de los casos. De acuerdo a lo anterior, 40% de las
muestras asoció 3 tipos de microorganismos, 20% presentó 2 tipos, 10% presentó 4 tipos y
10% reveló 5 tipos de microorganismos. Lo establecido anteriormente determina la
158
naturaleza poli-microbiana de la lesión periapical refractaria lo cual tiene una gran
relevancia clínica tanto en el tratamiento intaconducto como en el antibiótico. Se calculó
también la media de microorganismos en pacientes asintomáticos y sintomáticos, las cuales
fueron 2,53 y 2,47 respectivamente. Sin embargo, estos valores no fueron estadísticamente
significativos ya que p>0.05
En cuanto a los pacientes sintomáticos, se realizó un análisis OR para establecer la
asociación de los microorganismos identificados con la presencia de síntomas. Todos los
microorganismos aumentaron la probabilidad de presentar síntomas, sin embargo ninguna
de estas probabilidades fue estadísticamente significativa con lo que no se pudo establecer
que la presencia de microbiota específica es un factor causal de síntomas.
Se analizó también la especificidad y sensibilidad de las técnicas utilizadas en este
estudio para identificar los microorganismos, se relacionó la tinción Gram con el análisis
molecular por medio de PCR y se estableció que la tinción Gram en cuanto a la presencia
bacteriana presentó una sensibilidad de 80% lo cual demuestra la capacidad de la tinción
Gram de identificar la presencia de bacterias en tejidos enfermos es decir los verdaderos
positivos. La especificidad del 97% demuestra la capacidad de la técnica de identificar los
tejidos sanos es decir los verdaderos negativos. Al ser los dos valores altos se puede decir
que la validez de la tinción Gram frente al PCR es aceptada como prueba de identificación
de bacterias. Por otro lado al comparar la identificación de levaduras por medio de la
tinción Gram con el análisis molecular de C. albicans se estableció 5% de sensibilidad y
100% de especificidad. Esto demuestra que la capacidad de la técnica de identificar
levaduras en los tejidos enfermos fue baja es decir no identificó adecuadamente los
verdaderos positivos. Sin embargo la sensibilidad de la técnica fue del 100% lo cual
demuestra la alta capacidad de identificar los tejidos sanos sin presencia de levaduras es
159
decir los verdaderos negativos. La sensibilidad tan baja en cuanto al reconocimiento de
levaduras en los tejidos enfermos puede deberse a que el observador no identificó la
presencia de este microorganismo en las muestras, como se conoce C. albicans es
polimórfica lo cual hace que no sea tan fácil determinar una forma constante de la
levadura. Esto hace que se pueda presentar de diversas maneras dificultando el
reconocimiento de la misma en el estudio.
Con lo discutido anteriormente, a pesar de que en el año 1939 el investigador
Kronfeld mencionó que “un granuloma no es un área donde las bacterias viven, sino un
lugar en el que son destruidas” (Fouad, 2009), en la actualidad las avanzadas técnicas
moleculares han logrado identificar no solo un tipo de microorganismo sino varios en las
lesiones refractarias con lo que se determina la naturaleza polimicrobiana de la persistencia
de la lesión. Sin embargo, a pesar de los estudios que corroboran la presencia bacteriana en
los tejidos enfermos y consecuentemente su capacidad de adaptación y de causar
inflamación en los tejidos, varios autores se niegan a aceptar estos resultados sosteniendo
su posición en que los estudios que muestran presencia de microorganismos no
seleccionaron los casos adecuadamente, contaminaron las muestras con el medio oral, no
se diferenciaron microorganismos viables con las técnicas moleculares y que ciertas
bacterias pudieron ser trasladadas del interior de los conductos hacia los tejidos durante la
intervención quirúrgica. Entre estos autores se destacan Iwy, Wasfy, Vigil, Abou-Rass,
Bogen, Zuolo y Nair. Nair publica en varios artículos su posición e incluso es citado por
autores como Zuolo en su libro “Reintervención en Endodoncia” en el que destaca que
Nair “considera válido aun el concepto de que generalmente las lesiones apicales no
albergan bacterias en su interior” (Zuolo, M. et al, 2012). Se establece en esta posición que
solo en las siguientes situaciones se puede encontrar presencia de microorganismos en los
160
tejidos periapicales: contaminación de los tejidos perirradiculares por fístulas o bolsas
periodontales, casos de exacerbaciones en las que el proceso crónico se agudiza
presentando síntomas, por materiales extruidos en la región apical y por presencia de
Actinomices y Propionibacterium por su habilidad de adaptarse y colonizar los tejidos
perirradiculares. Con lo establecido según la posición de Nair se enmarca aún más la
controversia sobre este tema, en el que diversos autores y estudios tienen posiciones
diferentes en cuanto a la presencia de microorganismos en los tejidos perirradiculares y su
rol fisiopatológico con la enfermedad. Por lo tanto el presente estudió se realizó con los
siguientes criterios para comprobar la presencia de microbiota en los tejidos periapicales y
darle a esta una relación causal con la enfermedad:
• Se excluyó de las muestras piezas dentales con caries, fracturas, restauraciones
inadecuadas, lesiones periodontales, materiales extruidos en la región apical y
fístulas lo cual puede contaminar la muestra como lo establece Nair.
• Los pacientes realizaron enjuagues con gluconato de clorhexidina al 0.12% y
también se realizó limpieza de la zona quirúrgica con la misma substancia al 0.2%
a fin de evitar la contaminación de la muestra con el medio oral como establecen
otros autores que fue la falla en la toma de muestras.
• Se incluyó las muestras de pacientes tanto asintomáticos como sintomáticos a fin de
comprobar que no hay presencia bacteriana solo en exacerbaciones o
agudizaciones de la enfermedad.
• Se determinó la viabilidad de los microorganismos identificados con el PCR por
medio de la tinción Gram la cual revela microorganismos vivos ya que conservan
sus membranas celulares, esto se hizo a fin de contrarrestar la posición que las
técnicas moleculares no puede identificar entre el ADN de microorganismos vivos
161
y muertos.
• Se identificó molecularmente microorganismos específicos como C. albicans y E.
faecalis para comprobar que no solo especies como Actinomyces y
Propionibacterium son lo suficientemente patógenas para adaptarse y establecerse
en un medio como los tejidos perirradiculares.
• Se incluyó en el estudio un grupo control de tejidos sanos con el objetivo de
compararlos con los tejidos enfermos y establecer así que la presencia microbiana
en estos tejidos es un factor de riesgo para el desarrollo y persistencia de la
enfermedad.
Con lo anteriormente expuesto se demuestra que a pesar de que todos los parámetros
de Nair fueron respetados y que se modificó el protocolo del estudio en base a las críticas
de varios autores en la toma de muestra y proceso de las mismas, se reconoció la presencia
de microorganismos en la mayoría de casos periapicales refractarios tanto sintomáticos
como asintomáticos. Adicionalmente, se identificó la naturaleza polimicrobiana de esta
infección y se estableció que la presencia de microbiota es un factor causal para la
persistencia de la lesión. Cabe recalcar que varias investigaciones de autores como Saber,
Signoretti, Siqueira, Wang entre muchos otros apoyan los resultados y análisis de este
estudio. La controversia sobre este tema seguramente continuará, sin embargo más
relevante que defender una posición es seguir con la investigación en este campo por
medio de las nuevas técnicas moleculares las cuales nos presentaran un nuevo panorama
sobre la verdadera microbiología relacionada a las infecciones de origen endodóntico.
162
9. CONCLUSIONES
En el presente estudio “Análisis molecular y asociación causal de microorganismos
presentes en lesiones periapicales refractarias al tratamiento endodóntico”, se comprobó la
hipótesis planteada que establece que las lesiones periapicales refractarias al tratamiento
endodóntico que han sido resecadas en cirugía perirradicular si van a mostrar presencia de
microorganismos en los tejidos extra radiculares al momento de realizar la tinción Gram y
análisis molecular de ADN bacteriano, por el contrario los tejidos que no presenten lesión
no tendrán presencia de microorganismos.
La verificación de la hipótesis se hizo cumpliendo con el objetivo general que fue
demostrar la presencia e identificar el tipo de microorganismos en las lesiones periapicales
refractarias al tratamiento endodóntico. Los objetivos específicos de esta investigación
también fueron alcanzados ya que se comparó la frecuencia de presencia bacteriana en los
tejidos periapicales entre pacientes con lesión y sin lesión periapical refractaria, se
comprobó que la presencia de los microrganismos identificados es un factor causal para la
prevalencia de la enfermedad, se estableció que el ADN de los microorganismos
identificados en las muestras es viable mediante la tinción Gram, se comparó el índice y
presencia de microorganismos entre pacientes sintomáticos y asintomáticos con lesión
periapical refractaria, también se comparó el índice y presencia de microorganismos entre
pacientes con profilaxis antibiótica y antibiótico terapia mayor o igual a 24 horas y
finalmente se identificó en los tejidos perirradiculares enfermos la presencia de
microorganismos como Candida albicans y Enterococcus faecalis reportados según varios
estudios como principales causantes del fracaso endodóntico.
163
En conclusión a pesar de que el punto de vista tradicional de la endodoncia establece
que en la mayoría de casos las lesiones perirradiculares principalmente asintomáticas no
deben manifestar presencia de microbiota, esta investigación revela la presencia de una
infección de naturaleza polimicrobiana en la que predominan los cocos Gram +, cocos
Gram – y bacilos Gram + en casos tanto asintomáticos como sintomáticos de lesiones
refractarias, lo cual al comparar con la presencia casi nula de microorganismos en tejidos
sanos se puede establecer que es un factor causal de la persistencia de la lesión. Al
comprobar que la presencia de microorganismos es un factor predisponente para las
lesiones periapical refractarias, es indispensable que se tome en cuenta la naturaleza poli-
microbiana de este tipo de infección y su relevancia clínica para los pacientes. Al
establecerse que tan solo el 50% de la flora oral puede ser cultivaba, es esencial que las
técnicas de investigación en microbiología oral se expandan y recurran a las técnicas
moleculares más avanzadas las cuales nos ayudaran a identificar varias especies de
microorganismos que antes no se tomaban en cuenta dando como resultado que los
especialistas puedan desarrollar mejores tratamientos tanto clínicos como antibióticos.
Todo esto a fin de contrarrestar la proliferación de microorganismos en los tejidos
perirradiculares y prevenir la enfermedad.
164
10. RECOMENDACIONES
Los futuros estudios de los factores etiológicos de la periodontitis periapical refractaria
deben tener un universo de muestras más amplio. Es importante también que en los
próximos estudios se realice un análisis molecular del ADN de otros microorganismos
relacionados con el fracaso del tratamiento endodóntico para tener un mejor panorama de
la naturaleza poli-microbiana de la infección persistente. Se recomienda
consecuentemente para estudios similares realizar pirosecuenciamiento de las muestras a
fin de identificar de una forma más exacta el tipo de microorganismos y virus involucrados
en la persistencia de la lesión perirradicular. Las investigaciones destacan entre ellos a:
Fusobacterium nucleatum, Streptococcos sp., Prevotella intermedia, Porfimorona
gingivalis, Porfimorona endodontalis, Treponema denticola, Actinomyces israelli,
Actinomyces naeslundi, Actinomyces viscosus, Propionibacterium acnés y virus como el
citomegalovirus (HGMV) y Epstein Barr (EBV).
Sería interesante también tomar muestras de tejidos enfermos durante la cirugía de
pacientes que no han recibido ningún tipo de terapia antibiótica para comparar con los
pacientes que si la recibieron y poder analizar diferencias entre la presencia bacteriana de
los tejidos de los dos grupos.
Finalmente otra recomendación trascendental para este estudio es que se realice un
estudio histopatológico de las lesiones periapicales refractarias simultáneamente al análisis
molecular de los tejidos a fin de buscar correlaciones entre el tipo de patología con la
presencia de microorganismos en la misma y de esta manera poder asociar esta al fracaso
de la endodoncia.
165
11. Trabajos citados
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