unidad 10 teoría psicoanalítica

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Sigmund Freud teoría psicoanalítica unidad 10

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10) Organizaciones (II)

10) Organizaciones (II).Introduccin al narcisismo (1914)Strachey:

Narcisismo -> estadio intermedio entre el autoerotismo y el objeto de amor.En este texto: incursiona en el problema de las relaciones yo-objetos externos y traza la nueva distincin entre libido yoica y libido de objeto. Introduce los conceptos de ideal del yo y las bases del supery.

I

El trmino narcisismo proviene de la descripcin clnica y fue escogido por un psiquiatra en 1899 para designar aquella conducta por la cual un individuo da a su cuerpo propio un trato parecido al que dara al cuerpo de un objeto sexual; vale decir, lo mira con complacencia sexual, lo acaricia, lo mima, hasta que gracias a estos manejos alcanza la satisfaccin plena. En este cuadro, el narcisismo cobra el significado de una perversin que ha absorbido toda la vida sexual de la persona.

Result despus evidente a la observacin psicoanaltica que rasgos aislados de esa conducta aparecen en muchas personas aquejadas por otras perturbaciones (homosexuales ej). Por fin, surgi la conjetura de que una colocacin de la libido definible como narcisismo podra entrar en cuenta en un radio ms vasto y reclamar su sitio dentro del desarrollo sexual regular del hombre (Otto Rank). A la misma conjetura se lleg a partir de las dificultades que ofreca el trabajo psicoanaltico en los neurticos, pues pareci como si una conducta narcisista de esa ndole constituyera en ellos una de las barreras con que se chocaba el intento de mejorar su estado. El narcisismo, en este sentido, no sera una perversin, sino el complemento libidinoso del egosmo inherente a la pulsin de autoconservacin, de la que justificadamente se atribuye una dosis a todo ser vivo.Un motivo para considerar la imagen de un narcisismo primario y normal surgi a raz del intento de incluir bajo la premisa de la teora de la libido al cuadro de la esquizofrenia. Los enfermos que propone designar parafrnicos muestran dos rasgos fundamentales de carcter: el delirio de grandeza y el extraamiento de su inters respecto del mundo exterior (personas y cosas). Esta ltima alteracin los hace inmunes al psicoanlisis, los vuelve incurables a sus empeos. Ahora bien, el extraamiento del parafrnico respecto del mundo exterior reclama una caracterizacin ms precisa. Tambin el histrico y el neurtico obsesivo han resignado (hasta donde los afecta su enfermedad) el vnculo con la realidad. Pero el anlisis muestra que en modo alguno han cancelado el vnculo ertico con personas y cosas. An lo conservan en la fantasa; vale decir, han sustituido los objetos reales por objetos imaginarios de su recuerdo o los han mezclado con estos, por un lado; y por el otro, han renunciado a emprender las acciones motrices que les permitiran conseguir sus fines en esos objetos. A este estado de la libido debera aplicarse la expresin introversin de la libido.

Otro caso es el de los parafrnicos. Parecen haber retirado realmente su libido de las personas y cosas del mundo exterior, pero sin sustituirlas por otras en su fantasa. Y cuando esto ltimo ocurre, parece ser algo secundario y corresponder a un intento de curacin que quiere reconducir la libido al objeto.

Cul es el destino de la libido sustrada de los objetos en la esquizofrenia? El delirio de grandeza propio de estos estados nos indica el camino. Sin duda, naci a expensas de la libido de objeto. La libido sustrada del mundo exterior fue conducida al yo, y as surgi una conducta que podemos llamar narcisismo. Ahora bien, el delirio de grandeza no es por su parte una creacin nueva, sino la amplificacin y el despliegue de un estado que ya antes haba existido. As, nos vemos llevados a concebir el narcisismo que nace por replegamiento de las investiduras de objeto como un narcisismo secundario que se edifica sobre la base de otro, primario, oscurecido por mltiples influencias.Con esto se pretende justificar una introduccin de narcisismo como concepto de la teora de la libido.

Un tercer aporte a esta extensin de la teora de la libido lo proporcionan sus observaciones y concepciones sobre la vida anmica de los nios y de los pueblos primitivos. En estos ltimos hallamos rasgos que, si se presentasen aislados, podran imputarse al delirio de grandeza: una sobreestimacin del poder de sus deseos y de sus actos psquicos, la omnipotencia de los pensamientos, una fe en la virtud ensalmadora de las palabras y una tcnica dirigida al mundo exterior, la magia, que aparece como una aplicacin consecuente de la mana de grandeza. Supone una actitud totalmente anloga frente al mundo exterior en los nios. Nos formamos as la imagen de una originaria investidura libidinal del yo, cedida despus a los objetos; no obstante, considerada en su fondo, ella persiste, y es a las investiduras de objeto como el cuerpo de una ameba a los seudpodos que emite. Esta pieza de la colocacin libidinal se ocult al principio de su investigacin, cuyo punto de partida fueron los sntomas neurticos. Las emancipaciones de esta libido, las investiduras de objeto, que pueden ser emitidas y retiradas de nuevo, fueron las nicas que saltaron a la vista. Vemos tambin a grandes rasgos una oposicin entre la libido yoica y la libido de objeto. Cuanto ms gasta una, tanto ms se empobrece la otra. El estado del enamoramiento se nos aparece como la fase superior de desarrollo que alcanza la segunda; lo concebimos como una resignacin de la personalidad propia a favor de la investidura de objeto y discernimos su opuesto en la fantasa (o percepcin de s mismo) de fin de mundo de los parafrnicos. En definitiva concluimos, respecto de la diferenciacin de las energas psquicas, que al comienzo estn juntas en el estado del narcisismo y son indiscernibles para el anlisis, y slo con las investiduras de objeto se vuelve posible diferenciar una energa sexual, la libido, de una energa de las pulsiones yoicas.

> Qu relacin guarda el narcisismo con el autoerotismo, que se ha descrito como un estado temprano de la libido?Es un supuesto necesario que no est presente desde el comienzo en el individuo una unidad comparable al yo; el yo tiene que ser desarrollado. Ahora bien, las pulsiones autoerticas son iniciales, primordiales: por tanto, algo tiene que agregarse al autoerotismo, una nueva accin psquica, para que el narcisismo se constituya.

> Si admitimos para el yo una investidura primaria con libido por qu seguiramos forzados a separar una libido sexual de una energa no sexual de las pulsiones yoicas? Acaso suponer una energa psquica unitaria no ahorrara todas las dificultades que trae separar energa pulsional yoica y libido yoica, libido yoica y libido de objeto?