un libro · (cf. el pie de la letra. p. 3271. gil de biedma no es un poeta clásico. pero en poemas...

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y vivir como un noble arru inado entre las ruinas de mi inteli gencia. (De vita beata. p. 173 ) Pero. por el momento. Gil de Biedma no cede a esta tentación y busca otra salida . Una salida que consi ste en redu- cir a un mínimo la presencia visible del persona je en el poema : en la med ida de lo pos ible. volverse impersonal. Esto. desde luego. implica un acercamiento peligroso a la visió n absoluta del rnun- do que la poesía de la experiencia re- chaza; sin embargo. manejada con el firme dominio que demuestra tener Gil de Biedma. esta reestructuración de los elementos del poema puede dar resul- tados de una belleza extraordinaria. Es en el acercamiento a la visión absoluta del poeta clásico . por cierto. donde creo encontrar la verdadera clave del título de este libro. Con respecto a esto. con- viene recordar ciertas palabras que es- cribió Cernuda al hablar de Garcilaso (palabras que Gil de Biedma comenta. a su vez. en uno de sus ensayos) . En la poesía de Garcilaso. afirmó Cernuda. "aparece la vida con la serenidad de lo contemplado después de la muerte. y a veces hasta creeríamos que el alma del poeta . en una transmutación panteísta. habita aquello mismo de que habla" (Cf. El pie de la letra. p. 3 2 71. Gil de Biedma no es un poeta clásico . pero en poemas como " Canción de verbena". "Ultimas meses" y "Canción final". su visión se acerca muchísimo a la visión "póstuma" descrita por Cernuda . ¿Y no sería la serena aceptación de la muerte la razón por la cual su expresión ahí se vuelve a la vez tan sencilla y tan inten- sal Léase. por ejemp lo. el poe ma " Ulti- mas meses" . que el poeta dedic a a Mo - desta . una de las sirvientas de sus pa- dres : Hab itaba un país delimitado por la cercana costa de la muerte y el jardín de la infancia. que ella / nunca olvidó. Otro mundo más cándido era el suyo. Mister ioso. por simple. como un reloj de sol. (p. 166) El poema. por estar escrito desde una perspectiva parecida . tiene toda la sen- cillez y el misterio de la experiencia que celebra : la conciencia que tiene el poe- ta de sí mismo casi se disuelve en la conciencia de la muerte. Pero. aun así. la identif icación no es total. El poeta se acerca pero no se sume totalmente en esta visión "infantil". El mundo de Mo- desta. a fin de cuentas. era diferente. "más cándido": más cándido. se en- tiende que el mundo del prop io poeta . Es decir. Gil de Biedma no pierde de vista al "hijo de vecino": simplemente reduce al mínimo necesario su inter- vención en el poema ; y al hacer lo. como acabamos de ver. logra. crear imágenes de una gran nitidez. de una transparencia casi mágica. ¿Será este el camino que tome en el futuro la poesía de Gil de Biedma? ¿O se trata solamente de una mod ificación transitoria mientras el poeta busca per- filar su nuevo personaje. su nueva " per- sona del verbo"? A estas alturas toda especulación resulta vana. Lo que sí es seguro es que Gil de Biedma ya tiene en su haber una colección de poemas realmente admirables y que. al escribir- los. ha hecho más que ningún otro poe- ta por transformar la poesía española de su tiempo. Ante el desenfrenado subjetivismo que todavía hoy caracteri- za a tanta poesía. ¿cómo no agradecer- le su inteligencia. su disciplina. su hu- mor? James Valender SSSSSS'S ssss SS$ UN LIBRO E XCEPCIONAL Dos libros de excepción aparecieron en el año de 1982 escritos por un filósofo mexicano y otro ya largamente miem- bro de nuestra comun idad filosófica. El primero. admirable por su madurez. el de Luis Villero. Creer. saber. conocer. (Siglo XXI) reseñado por mí con algún detalle y con verdadero entusiasmo en la revista Vuelta. El segundo adm irable y que aquí examino por lo que ya es y lo mucho que promete. el del Ulises Moul ines -catalán-venezola no-me - xicano- . Importa decirlo: Moul ines es muy joven. Á Ul ise s Moul in es : Explorac iones metecien- tílicas . Al ianza Edito rial Mad rid . 1982. 371 pp . 47 Soy pOCO partidario de hablar de " fi- losofías de": filosofía " de" la historia. fi- losofía "de" la religión. f ilosofía "de" la ciencia. etc . La filosofía. para mí. tiene un sentido más profundo y más clásico: tal vez podría reduc irse. si lo que impor- ta al filósofo es el hombre en su vida. en su comportamiento. en su destino. a teoría del conocimiento. metafísica y é- tica . Por este mot ivo me parece justo el título del l ibro de Moulines: trata de "rnetaciencia" y no exactamente de fi- losofía de la ciencia. Es decir. trata de aquellas reflex iones que. sobre la cien- cia. hacen los filósofos o. en muchas ocasiones. los mismos científicos. Voy de acuerdo con Ulises Moulines: en el caso de su libro podríamos hablar de " teoría de la ciencia " sin deja r de adm i- tir. puesto que ya son pan de todos los días. los térm inos de "filosofía de la ciencia". Una vez hecha esta breve ob- servación debo decir que no me enfure- ce. ni me llena de "sonido y de furia" aceptar esto de "filosofía de la ciencia" siempre que aquí "fi losofí a" signifique reflexión. Veo venir la objeción: el lector de este mi comentar io podrá decir: el que escribe estas líneas no es científico ni es pensador de la ciencia. No lo soy. en efecto ; no soy ni una cosa ni otra. Su- ple. tal vez. esta carencia mía mi entu - siasmo por la ciencia así como por los análisis acerca de ella. es decir. estos análisis acerca de la ciencia -que no otra cosa significa meta -ciencia. Pero. además el libro de Moulines es también y acaso sobre todo. un libro de filosofía. Lo he leído de la primera a la última página - cosa que deberían ha- cer los reseñistas aunque no siempre lo hagan. He aprendido muchas cosas y. entre ellas. que no puedo comen tar sus partes más " técnicas" (análisis es- tructura l de la ciencia y génesis y desa- rrollo de los programas científicos). El propio Moul ines anda por estos verí- cuetos con lo que el llama " pies de plo - mo". En suma. dejaré a un lado. aun cuando pueda percibir acá y acullá su tono y sentido orig inales. aquello en que no me siento a mis anchas. aquello que. por decirlo brevemente. va más allá de mis conocimientos. Por lo tanto este comentario remite al principio del libro de Moul ines. donde se define su actitud f ilosófica ya Ifinal. donde se dis- cute el mater ialismo . No tema el lector; no soy de aquellos que. como los físicos Eddingon y James

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y vivir como un noble arru inadoentre las ruinas de mi inteli gencia.

(De vita beata. p. 173)

Pero. por el momento. Gil de Biedmano cede a esta tentación y busca ot rasalida . Una salida que consiste en redu­cir a un mínimo la presenc ia visible delpersonaje en el poema : en la med ida delo pos ible. volverse impersonal. Esto .desde luego. implica un acercami entopel igroso a la visió n absolut a del rnun­do que la poesía de la experiencia re­chaza ; sin embargo. manejada con elfirme dominio que demuest ra tener Gilde Biedma . esta reestructuración de loselementos del poema puede dar resul­tados de una belleza extraordinaria. Esen el acercamiento a la visión absolut adel poeta clásico .por cierto. donde creoencontrar la verdadera clave del títulode este libro. Con respecto a esto. co n­

viene recordar ciertas palabras que es­crib ió Cernuda al hablar de Garcilaso(palabras que Gil de Biedma comenta. asu vez. en uno de sus ensayos) . En lapoesía de Garcilaso. afirmó Cernuda." aparece la vida con la serenidad de locontemplado después de la muerte . y aveces hasta creeríamos que el alma delpoeta . en una transmutación panteísta.habita aquello mismo de que habla"(Cf. El pie de la letra. p. 3 2 71. Gil deBiedma no es un poeta clásico . pero enpoemas como " Canción de verbena" ." U lti mas meses" y " Canción final" . suvisión se acerca muchísimo a la visión"póstuma" descr ita por Cernuda . ¿Y nosería la serena aceptación de la muertela razón por la cual su expresión ahí sevuelve a la vez tan sencilla y tan inten­sal Léase. por ejemp lo. el poe ma " Ult i­mas meses" . que el poeta dedic a a Mo ­desta . una de las sirvientas de sus pa­dres :

Hab itaba un país delimitadopor la cercana costa de la muertey el jardín de la infancia. que ella

/ nunca olvidó.

Otro mundo más cándido era el suyo.Misterioso. por simple.como un reloj de sol.

(p. 166)

El poema. por estar escrito desde unaperspectiva parecida . tiene toda la sen­cillez y el mister io de la exper iencia que

celebra : la concienc ia que tiene el poe­ta de sí mismo casi se disuelve en laconciencia de la muerte. Pero. aun así.la identificación no es to ta l. El poeta seacerca pero no se sume totalmente enesta visión " infantil". El mundo de Mo ­desta. a fin de cuentas. era dife rente."más cánd ido" : más cándido. se en­t iende que el mundo del prop io poeta .Es decir. Gil de Biedma no pierde devista al " hijo de vecino " : simplementereduce al mínimo necesar io su inter­vención en el poema ; y al hacer lo.como acabamos de ver. log ra. crearimágenes de una gran nitidez . de unatransparencia casi mág ica.

¿Será este el cami no que tome en elfuturo la poesía de Gil de Biedma? ¿Ose trata solamente de una mod if icac ióntransitoria mientras el poeta busca per­filar su nuevo personaje. su nueva " per­sona de l verbo" ? A estas alturas todaespeculación resulta vana. Lo que sí esseguro es que Gil de Biedma ya tieneen su haber una colecc ión de poemasrealmente admirables y que. al escrib ir­los. ha hecho más que ningún otro poe­ta por transformar la poesía españolade su tiempo. Ante el desenfrenadosubjetivismo que todavía hoy caracteri­za a tanta poesía. ¿cómo no agradecer­le su inteligencia. su disciplina. su hu­mor?

James Valender

SSSSSS'S ssss SS$

UN LIBROEXCEPCIONAL

Dos libros de excepción aparecieron enel año de 1982 escritos por un filósofomexicano y otro ya largamente miem­bro de nuestra comun idad filosófica. Elprimero. adm irable por su madurez. elde Luis Villero. Creer. saber. conocer.(Siglo XXI) reseñado por mí con algúndetalle y con verdadero entusiasmo enla revista Vuelta. El segundo adm irab ley que aqu í examino por lo que ya esy lo mucho que promete. el del UlisesMoul ines -catalán-venezolano-me­xicano - . Importa decirlo : Moulines esmuy joven.

Á Ul ise s Moul in es : Exploraciones metecien ­tílicas . Al ianza Edito rial Madrid . 1982. 371 pp .

47

Soy pOCO partidario de hablar de " fi­losofías de" : filosofía " de" la historia. fi ­losofía " de" la religión. filosofía " de" laciencia. etc . La filosofía . para mí. t ieneun sentido más profundo y más clásico:tal vez podría reduc irse. si lo que impor­ta al filósofo es el hombre en su vida. ensu comportamiento. en su dest ino. ateoría del conocimiento. metafísica y é­tica . Por este motivo me parece justo eltítulo del libro de Moulines : trata de"rnetaciencia" y no exactamente de fi­losofía de la ciencia. Es decir. t rata deaquellas reflex iones que. sobre la cien­cia. hacen los filósofos o. en muchasocasiones. los mismos científicos. Voyde acuerdo con Ulises Moul ines: en elcaso de su libro podríamos hablar de" teoría de la ciencia " sin deja r de adm i­t ir. puesto que ya son pan de todos losdías. los términos de " fi losofía de laciencia" . Una vez hecha esta breve ob­servación debo decir que no me enfure­ce. ni me llena de "sonido y de fur ia"aceptar esto de " fi losofía de la ciencia"siempre que aquí "fi losofía" signif iquereflexión.

Veo venir la objeción : el lector deeste mi comentar io podrá deci r: el queescribe estas líneas no es científico nies pensador de la ciencia. No lo soy. enefecto ; no soy ni una cosa ni otra. Su­ple. tal vez. esta carencia mía mi entu ­siasmo por la ciencia así como por losanálisis acerca de ella. es decir. estosanálisis acerca de la ciencia -que nootra cosa significa meta -ciencia.

Pero. además el libro de Moulines estambién y acaso sobre todo. un libro defilosofía. Lo he leído de la primera a laúltima página - cosa que deberían ha­cer los reseñistas aunque no siempre lohagan. He aprendido muchas cosasy. entre ellas. que no puedo comen tarsus partes más " técnicas" (análisis es­tructura l de la ciencia y génesis y desa­rrollo de los programas científicos). Elpropio Moul ines anda por estos verí­cuetos con lo que el llama "pies de plo ­mo" . En suma . dejaré a un lado. auncuando pueda percibir acá y acullá sutono y sent ido orig inales. aquello enque no me siento a mis anchas . aquelloque. por decirlo brevemente. va másallá de mis conocimientos. Por lo tantoeste comentario remite al principio dellibro de Moulines. donde se define suactitud filosófica ya I final. donde se dis­cute el material ismo .

No tema el lector; no soy de aquellosque. como los físicos Eddingon y James

Jeans, hacen entrar el "espíritu" por los"huecos" que la ciencia deja. And yet-como diría Borges- y " sin embar­go", como decimos en castellano. Peroqueden "vet" y "sin embargo" para misdos últimas frases finales.

Para determinar la actitud de Mouli-nes -reflejada a io largo del libro­acerca de la filosofía (primera parte).emplearé las metáforas que él mismoemplea. La filosofía contemporánea(probablemente también mucha filoso­fía moderna o clásica) tiende a ser "ex-

. tremista". En primer lugar existen las fi­losofías que desean que todo ' sea"blanco o negro"; en segundo lugar lasque reducen sus métodos y objetos deestudio a una suerte de " todo gris".Ejemplo de las primeras -Moulines daotros ejemplos-; la separación tajanteentre ciencia y filosofía . La verdad esque existen relaciones íntimas entreuna y otra; la verdad es que estas rela­ciones existen desde Platón y Aristóte­les. ¿Habrá que adoptar la posición quedeclara que todo es "gris"? No lo cree,con razón. Moulines porque no todo eslo mismo: las diferencias de grado. porejemplo en cuanto a las diferencias deprecisión en nuestro conocimiento, son

.importantes. Mejor pensar que una teo­ría de hecho puede ofrecer todos loscolores que deslinda un prisma . Elcuento del universo es un cuento a todocolor.

¿Qué hacen el teórico de la ciencia o.en general. el filósofo? Entre.otras co­sas pensar acerca de aquello que haceny aquello que hacen muestra -o se lomuestra a Ulises Moulines y también amí- que la ciencia y la "filosofía" de laciencia son parte integrante de las cien­cias de la cultura sin que exista, comolo quieren muchos pensadores. una di­visión entre cultura y ciencia ; lo cual nosignifica que deban confundirse cienciay sociología, ciencia y psicología; tam­poco que sean, totalmente, ajenas en­tre sí.

Un caso para ilustrar lo que Mouli­nes dice. Prácticamente desde su fun­dación se ha discutido en la UNESCO-me ha tocado discutirlo sin llegar aninguna solución- el significado de es­tas siglas. UNESCO significa Organiza­ción de las Naciones Unidas para laeducación, la ciencia y la cultura. Puesbien, estas siglas son terriblemente am­biguas puesto que leídas con mala fe ocon poca fe, indican que hay algo -lacultura - que se separa de la educación

y de la ciencia. ¡CUidado con la UNES­COI -por otra parte más útil de lo quesuele pensarse. [Cuidado. sobre todo.con distinciones demasiado radicales .con los excesos de " radicalismo", en fi­losofíal

Al analizar el materialismo. Moulinestoma en cuenta. en primer lugar, la difi­cultad del materialismo: en lugar se­gundo,los problemas que el materialis­mo plantea .

Dificultades. Las que presenta el"concepto" de " materia" . Estamos jus­tamente aquí en un campo en que novale la distinción entre lo blanco y lo ne­gro, sea lo blanco la filosofía y lo negrola ciencia (o. para quienes prefieren lacienc ia, sea ésta "lo blanco " . etc).

El análisis de la mater ia remite almundo. a " lo que hay" y de esto, de "loque hay", hablan tanto la ciencia comola filosofía y. muchas veces. ambas a lavez. En estos días que corren es fre­cuente escribir la palabra "ontología"en cuanto nos acercamos a los objetosdel mundo o aun del pensamiento. No'soy partidario de este uso de la palabra"ontología" porque ésta. a partir del si­glo XVII y XVIII , significó la teoría delSer absoluto, del Ser en cuanto Ser ha­cia el cual apuntaba Aristóteles en elprimer libro de la Metafísica. No hayduda: " lo que hay" no es EL SER (nadielo ha encontrado de veras en el mun­do); lo que hay son " seres" , " entes"particulares. Hecha esta salvedad , quetampoco entraña por mi parte sonido nifuria, quedamos en que filosofía y cien­cia teorizan sobre la " realidad" . seacual sea. en este momento. la defini­ción que demos de lo " real" .

Cuando decimos que talo cual cosaes material (que x es material), la pala­bra "materia" tiene varios sentidos.Moulines, sin tratar de dar una defin i­ción única de la materia -lo cual. seadicho de paso, sería muestra de "extre­mismo" -prefiere "considerar variasalternativas".

Primero: existen motivaciones. casisiempre pre-científicas. que conducen apensar que el universo es materia. Lassiguientes :

a) Se tiene la intuición, no demos­trada, de que el universo es material. esdecir, se tiene la "impresión", más omenos fundada de que es mejor sermaterialista pero tal intuición es unamera intuición vagorosa que no resiste-lo veremos- al análisis;

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b) se tiende a ver la materia bajocuatro esquemas (el de la materiacomo sustrato. el de la materia como"algo" opuesto al espíritu. el de la ma­teria como un " plenurn": el de la mate­ria como una realidad indivisible). El pri­mer esquema es objetable porque decirque la mate ria es lo real conduce a nodecir nada. puesto que no se define lo" real". o bien a decir que la materia esla materia o que lo real es real. todo locual es decir muy poco. Tanto valdría,en este caso. decir que la materia es larealidad como decir que la realidad esel espíritu . En el segundo esquema pa­rece claro que. además de la materiaexiste el espíritu -lo cual es poco ma­terialista. El tercer esquema ident ificamateria y espacio cuando. nuevamente.la palabra " materia" queda indefinida ycuando ignoramos si el espacio es ma­teria o no lo es. sobre todo si pensamosen el espacio como un ente abstracto yde índole matemática. como lo pensóDescartes sin ser. naturalmente. mate-rialista. Pero. además. esta teoría supo­ne la continu idad de la materia cuandola física ha mostrado. reiteradamente yprogresivamente. que la materia es di­visible. formada. como lo está. por áto ­mos y por part ículas sub-atómicas y,más recientemente. por "quarks" yotras part ículas.

c) el cuarto esquema pretenderíaafirmar que las part ículas sub-atómicasson materiales pero. ¿qué sucedería eneste caso con el "vacío" de los antiguoso los "campos". algo menos vacíos. dela física actual ?; ¿habría que declarar­los materiales? Si aceptamos el atomis­mo o, po r así llam ar lo. el sub­atomismo. ta l como parece que debe­mos hacerlo . " la idea de la materiacomo algo precisamente delimitado enel espacio ha perdido su sentido" .

Hasta aquí cuatro "esquemas" posi­bles. Podría añadirse un quinto "esque­ma" sobre todo si pensamos que la filo­sofía de la ciencia es también. aunqueno únicamente. cosa social. Se trata delllamado " materialismo histórico" quellevaría a discusiones muy complejas.Para abreviar. me sitúo en el punto devista de Bert rand Husell. que descreíade teorías universales para explicar lahistoria. Escribía Russell como conclu­sión a " Materialismo dialéct ico" (en Li­bertad y organización): " Sugiero. sin in­debida solemn idad. la siguiente teoríaalternativa de la causación de la revolu­ción industrial. El industrialismo se

• Carlos Fuentes: Orquídees 11 111 luz dll,. tu­ne . Seix Barral. Barcelona 1982. 111 pp.

ÚLTIMOS DESTELLOSDEDOS

LUMINARIAS

Desde Los días enmascarados (1954).su primer libro. Carlos Fuentes mostrólos dos extremos que habría de seguirdurante los casi treinta años de vertigi­nosa actividad mantenida hasta hoy: lahistoria y la fantasía . claves originariasde una literatura fundamental. Obra ín­tegra. a pesar de que la mayor parte delos comentarios acerca del escritor re­piten los rasgos generales de unoscuantos libros -quizá los que llevan deun solo golpe al interior del mundo delautor. lo que pronto se vuelve una su­perficial aproximación. Así. y aunque elcrítico que repasa los títulos de esos

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RamónXirau

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dría ganando". sino las matemáticas.Termina la crítica de Ulises Moulines

con una suerte de declaración. Ver lasdificultades del material ismo no le con­duce a ser idealista. Moulines. en últi­ma instancia. prefiere el materialismo alidealismo -aunque no quiere de ver­dad elegir entre una posición y otra. Lo .prefiere porque el idealismo es todavíamás confuso que el mater ialismo y por­que "el materialismo suele ser antios­curantista . anti -rnlstico, anti-religioso.anti-rornántico. anti cuento-de-hadas".Estas afirmaciones son. por lo menos.extrañas. Solamente se entienden si separte de cierto temple de ánimo. tem - 'pie que por cierto Moulines aceptacomo el suyo propio. Por lo que a mítoca -por lo que nos toca a muchosque queremos ser religiosos y. más es­pecíficamente. cristianos- . la mística.la religión. el romanticismo no son "os­curantistas": constituyen experienciasfundamentales para cualquier hombre ypara cualquiera que quiera estudiar lahistoria de la India. el Japón o Europa.No es deseable despachar. de un solobrochazo. tamañas experiencias . Ade­más. los cuentos de hadas tambiénpueden ser hermosos.

Hermoso. sobre todo. ver que hay enMoul ines. más allá de posibles discre­pancias. un filósofo que en serio piensa.

Ulises Moul ines

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teria. o la mater ia-espacio. carecería detoda relación con esta "i nterioridad"que llamamos espíritu o conciencia .

Callejón segundo. Suponiendo quetenga algún sentido pensar que lo queestá " fuera" es materia . la indefi nicióndel término " materia" es tan palmariaque lo mismo daría llamarla "espíritu" .como por cierto lo hizo Leibnitz . Ade­más. no es nada claro que la estrella estéfuera de mí; está tamb ién en mí.

Por lo que toca al "atomismo" y al" subatomismo" hemos visto ya las ob­jeciones al materialismo cuando se tra­ta de un mundo divisible . Añadamos ú­nicamente que puede concebirse unatomismo que Moulines llama " libe­ral" ; según éste el vacío no sería deltodo materia pero nos ayudaría a en­tender lo que es mater ia. En este casodebemos estar dispuestos "en principioa admit ir también cualquier tipo de en­tidades no materiales" (... ) "desde losdioses infinitos hasta las mónadas leib­nizianas pasando por las formas platóni­cas y las almas cristianas. Un mate­rialismo. en verdad. muy aguado". Que­daría la posibilidad de un materialismogeométr ico basado fundamentalmenteen la teoría de la relatividad generaliza­da. Pero reducir la materia a "puntosespaciales" o a " instantes temporales"es cosa difícil porque no es nada claroque lo que llamamos materia pueda re­ducirse a fórmulas matemáticas sinpresencia " tísica".

La única "salida" para esta últimateoría consistiría en ver el universocomo un todo unitario. pero. en este ca­so. no sería el materialismo "el que sal-

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debe a la ciencia moderna. la cienciamoderna se debe a Galileo. Galileo sedebe a Copérnico. Copérnico se debe alRenacimiento. el Renacimiento se debea la caída de Constantinopla. la caídade Constantinopla se debe a la migra­ción de los turcos. la migración de losturcos se debe a la desecación del AsiaCentral. Por lo tanto. el estudio funda­mental si buscamos causas históricases la hidrografía." No pretendo aquí dis­cutir si existe una sola teoría para expli­car la historia de todo el devenir huma­no aunque sospecho -solamente sos­pecho- que tal teoría. si existe . puedeno tener un sentido muy claro. Por lopronto no olvido que Russell concebíala historia como un arte y prosigo con ellibro de Ulises Mou lines.

Problemas del materialismo . En estaparte se reiteran algunos de los argu­mentos ya presentados en la anteri or.Me referiré . principalmente. a aquelloque no es reiterac ión.

Ulises Moul ines escribe: "El mate­rialismo es una doctrina confusa" por­que " nadie sabe hoy a ciencia ciertaqué es la materia" . En cuanto al mate­rialista se encuentra ante dos callejonessin salida. .

Callejón primero. El mater ial ismo-ingenuo. "lego" o no -podrá tratarde distinguir entre lo que está " dentro"y lo que está "fuera " . Pero si lo que está"fuera" es lo único que puede llamarsematerial. resulta que lo que está "den­tro" tiene que ser espiritual o. en algunaforma. no-material. Lo cual sería máscartesianismo que mater ialismo y con­duciría a un dualismo en el cual la rna-