turno joven de oración.docx

29
Turno joven de oración BLOQUE I Señor Jesús: hemos venido a tu presencia porque queremos acompañarte a lo largo de estas horas de la noche. Cuando los ruidos de la ciudad se van apagando, cuando todo empieza a dormir, nosotros queremos estar contigo, cantando tu alabanza. Cuando el silencio y la sombra van extendiéndose sobre nuestra ciudad, nuestras voces quieren elevarse hasta Ti, agradeciendo el inmenso don de la Eucaristía, de tu presencia real en medio de nosotros. Sólo te pedimos una cosa: Enséñanos a orar. Canto: SEÑOR, ENSEÑANOS A ORAR, A HABLAR CON NUESTRO PADRE DIOS. SEÑOR, ENSEÑANOS A ORAR, A ABRIR LAS MANOS ANTE TI. Orar con limpio corazón que sólo cante para ti, con la mirada puesta en ti, dejando que hables, Señor. Orar buscando la verdad. Cerrar los ojos para ver. Dejarnos seducir, Señor, andar por tus huellas de paz. Orar hablándote de ti, de tu silencio y de tu voz, de tu presencia que es calor, dejarnos descubrir por ti. Orar también en sequedad. Las manos en tu hombro, Señor. Mirarte con sinceridad. Aquí nos tienes, ¡oh Señor! Lector: Lc 11,1-8 Canto: Padrenuestro Padrenuestro, Padrenuestro que en el cielo y tierra estás. Santificado tu nombre sea en nuestra voz, nuestro hogar,

Upload: antonio-diego-hernandez-rodriguez

Post on 08-Jul-2016

218 views

Category:

Documents


0 download

TRANSCRIPT

Turno joven de oración

BLOQUE I

Señor Jesús: hemos venido a tu presencia porque queremos acompañarte a lo largo de estas horas de la noche. Cuando los ruidos de la ciudad se van apagando, cuando todo empieza a dormir, nosotros queremos estar contigo, cantando tu alabanza. Cuando el silencio y la sombra van extendiéndose sobre nuestra ciudad, nuestras voces quieren elevarse hasta Ti, agradeciendo el inmenso don de la Eucaristía, de tu presencia real en medio de nosotros. Sólo te pedimos una cosa: Enséñanos a orar.

Canto:

SEÑOR, ENSEÑANOS A ORAR, A HABLAR CON NUESTRO PADRE DIOS. SEÑOR, ENSEÑANOS A ORAR,A ABRIR LAS MANOS ANTE TI.

Orar con limpio corazón que sólo cante para ti, con la mirada puesta en ti, dejando que hables, Señor. Orar buscando la verdad. Cerrar los ojos para ver. Dejarnos seducir, Señor, andar por tus huellas de paz.

Orar hablándote de ti, de tu silencio y de tu voz, de tu presencia que es calor, dejarnos descubrir por ti. Orar también en sequedad. Las manos en tu hombro, Señor. Mirarte con sinceridad. Aquí nos tienes, ¡oh Señor!

Lector: Lc 11,1-8

Canto: Padrenuestro

Padrenuestro, Padrenuestroque en el cielo y tierra estás.Santificado tu nombresea en nuestra voz, nuestro hogar,que venga siempre tu Reino,que se haga tu voluntaden la tierra y en el cielo,para todos hermandad.

Y que a todas las personasles llegue siempre tu pan.Perdónanos nuestras faltas pues queremos perdonar.No caigamos en las trampasque nos va tendiendo el mal.Padrenuestro, Padrenuestro,así queremos rezar.Así nos dijo tu Hijo,que llamemos Papá.

Lector: Lc 11,9-13

Escuchamos: Pide y se te dará. Hna. Glenda.

Pidamos al Señor con abundancia. Pidamos por nuestras familias, por nuestros padres y hermanos. Por los que lo están pasando peor ahora mismo, por aquellos tíos, aquellos primos que están pasando por esa dificultad. Pidamos por ellos, olvidándonos por un momento de nosotros mismos.

Música de fondo.

Pidamos al Señor generosamente por nuestra Parroquia, por todos los grupos que hacen vida en ella. Pidamos por los grupos de oración, que se dejen llenar del Espíritu y tengan un auténtico encuentro con Dios. Pidamos por los grupos de ayuda, para que la fuerza del Señor vaya cambiando sus vidas. Pidamos por los grupos de evangelización, de catequesis, que continúen extendiendo el Evangelio, dándolo a conocer. Pidamos por las parejas que vienen a pedir el sacramento del Matrimonio. Pidamos por nuestros sacerdotes, que nunca les falte el aliento necesario para ser pastores según el corazón de Dios.

Música de fondo.

Rezamos a dos coros el Salmo 5. Es la oración del hombre que confía en Dios y se alegra con Él. Dios escucha nuestra oración.

Salmo 5

Música de fondo. Se pueden repetir estrofas del salmo.

Con confianza en el Señor, cantamos todos juntos este canon, dejando que la música entre en nuestro corazón. Es una oración muy antigua, que repetían los primeros cristianos cuando emprendían un viaje: Confitemini Domino, quoniam bonus. Confío en el Señor, porque Él es bueno.

Canto: Confitemini Domino, quoniam bonus.Confitemini Domino. Alleluia.

Lector: Mt 5,13-16Podemos releer este texto, escuchando la voz de Jesús. Cerrando los ojos, lo imagino dirigiéndome a mí estas palabras: Tú eres la luz del mundo. Tú eres la sal de la tierra. Yo, Señor… Imagino su mirada de amor mientras me repite estas palabras.

Música de fondo.

Pidamos al Señor por los jóvenes de nuestra Parroquia. Por aquellos a los que el Señor nos envió para que fuéramos sal y luz ante ellos. Pidamos por los que viven en peligro, por los que no encontraron al Señor en su vida. Por los jóvenes que buscan, que quieren dar con el Dios de la vida.

Música de fondo.

Lector: Ex 17, 1-7Silencio

Canto: Maravilloso Jesús es para mí,y más dulce que la miel que brota del panal.Me liberó, Él me liberó,yo le cantaré por toda la eternidad.

El Señor está con nosotros, nos acompaña. Ni un momento nos desampara. El Señor está con su pueblo y hace a nuestros ojos prodigios innumerables. Aunque parezca que el Señor duerme, aunque pensemos que nos ha abandonado, El Señor está. Él es el agua viva que alegra nuestro corazón y que sacia nuestra sed. Recemos a dos coros este salmo 41, acudiendo a beber del agua que el Señor nos da.

Salmo 41.

Música de fondo. Se pueden repetir estrofas del salmo.

Lector: Jn 7, 37-43

Música de fondo.

Con mucha pausa, volvemos a leer el texto del Evangelio. Imaginemos la alegría de la fiesta judía. Pongámonos en medio del bullicio de la gente a escuchar a Jesús, y veamos cómo se llenan sus ojos de entusiasmo al hablar. Seamos dichosos por esta invitación del Señor: quien tenga sed, que venga a mí y beba…Canto:Mi Dios está vivo, Él no está muerto,mi Dios está vivo en mi corazón.Mi Dios está vivo, ha resucitado,lo siento en mis manos, lo siento en mis pies,lo siento en mi alma y en mi ser.

Oh, hay que nacer el agua;oh, hay que nacer el Espíritu de Dios.Oh, hay que nacer del agua y del Espíritu de Dios,hay que nacer del Señor. (bis)

Prepárate para que sientas (x3)el Espíritu de Dios.

Déjalo que se mueva (x3)dentro de tu corazón.

Mi Dios está vivo, Él no está muerto,mi Dios está vivo en mi corazón.Lo veo a mi lado, nunca me abandona, lo veo por el monte, lo veo por el mar,lo veo a mi lado al caminar.

Lector: Mc 8, 1-10

Canto:Danos de tu pan, Señor, danos de tu pan. (bis)Que es como el amor tu pan, es como el amor: bis)cuanto más se da, Señor, más abundará. (bis)

Siento pena de la gente que va errante como ovejas sin pastortengo miedo desfallezcan si no encuentran un apoyo en su aflicción.

Cinco panes y dos peces repartidos con amor con los demásson el signo del milagro que en el mundo obra la fraternidad.

Repartid con los hermanos, repartid con los hambrientos vuestro pan

y en la mesa de los hombres para todos habrá pan hasta sobrar.

Todos:

Y ahora, cuando los hombres descansan del trabajo, cuando los templos se cierran, cuando se apagan las luces y las voces,

bendecid al Señor,los siervos del Señor,los que pasáis la nocheen la casa del Señor.

Que no se extinga ni se suprima la alabanza, ni una noche, ni una hora.Levantad las manos hacia el santuario

-manos orantes dirigidas al Tabernáculo Santo de la presencia permanente del Señor-y bendecid al Señor.El Señor te bendiga desde Sión.

desde Sión, la Iglesia, y desde esta célula de Iglesia que es nuestra comunidad, bendiga el Señor a los hombres todos, a los que descansan y a los que velan, a los cercanos y a los alejados, a los creyentes y a los incrédulos, a los que buscan…Desde Sión –su Iglesia- nos bendiga el Señor,

el que hizo cielo y tierra.

Canto: Quiero alabarte, más y más aún (bis)buscar tu voluntad, tu gracia conocer, quiero alabarte.

Las aves del cielo, cantan para ti,las bestias del campo, reflejan tu poder,quiero cantar, quiero levantar mis manos a ti.

Mientras recitamos el Salmo 8

Música de fondo

Lector: Lc 10,21-24

Canto:

Gracias quiero darte por amarme,

gracias quiero darte yo a ti, Señor.Hoy soy feliz porque te conocí.Gracias por amarme a mí también.

Yo quiero ser Señor amadocomo el barro en manos del alfarero.Toma mi vida, hazla de nuevo.Yo quiero ser un vaso nuevo.

Te conocí y te améte pedí perdón y me escuchaste.Si te ofendí, perdóname, Señor,pues te amo y nunca te olvidaré.

Sintamos esta elección del Señor. Nos ha llamado para mostrarnos su amor. Nos ha elegido para que tengamos su vida. Nos ha destinado para que continuemos su misión. Dios nos mira con amor. Y nosotros sólo debemos aceptar este ofrecimiento. Para vivir en Dios, sólo hemos de aceptar su amor. No está la cosa en pensar mucho, sino en amar mucho. Dejémonos hacer por sus manos de alfarero.

Yo quiero ser, Señor amadocomo el barro en manos del alfarero.Toma mi vida, hazla de nuevo.Yo quiero ser un vaso nuevo.

Música de fondo.

Lector: –Creemos, Señor, que estás realmente presente en la Eucaristía, y te adoramos, Jesucristo, Dios y Hombre, y porque deseamos expresarte nuestra fe, nuestra esperanza, nuestro amor y nuestro deseo de permanecer siempre contigo, Todos: Venimos, Señor, a tu presencia.

–Sintiendo la responsabilidad de prolongar en estas horas de la tarde la alabanza que te canta toda la creación, Todos: Venimos, Señor, a tu presencia.

–Para velar contigo esta tarde, uniéndonos a tu oración y a tu adoración al Padre, uniéndonos a tu inmolación por toda la humanidad, Todos: Venimos, Señor, a tu presencia.

–Responsables y representantes de la Iglesia que ora, trabaja, ama, sufre,

Todos: Venimos, Señor, a tu presencia.

–Para llenarnos de ti, para ser luego signo de tu presencia y de tu Amor, Todos: Venimos, Señor, a tu presencia. –Deseamos, Señor, fortalecernos con el Pan de vida para estar siempre disponibles, en entrega constante a ti, al servicio de la santa Iglesia.Todos: Venimos, Señor, a tu presencia.

Canto:1.- Cerca de ti, Señor, yo quiero estar,tu grande y tierno amor quiero gozar.Llena mi pobre ser, limpia mi corazónhazme tu rostro ver en la aflicción. 2.- Mi pobre corazón inquieto estápor esta vida voy buscando paz.Mas sólo Tú, Señor, la paz me puedes dar,cerca de Ti, Señor, yo quiero estar. 3.- Yo creo en Ti, Señor, yo creo en Ti;Dios vivo en el altar, presente en mí.Si, ciegos al mirar, mis ojos no te ven,yo creo en Ti, Señor, sostén mi fe. 4.- Día feliz, veré, creyendo en Ti,en que yo habitaré cerca de Ti.Mi voz alabará tu santo nombre allí,y mi alma gozará cerca de Ti.

Lector: Lc 9,28-36

Canto:Qué detalle, Señor, has tenido conmigo, cuando me llamaste, cuando me elegiste, cuando me dijiste que tú eras mi amigo;que detalle, Señor, has tenido conmigo.1.- Te acercaste a mi puerta, pronunciaste mi nombre,yo temblando te dije: aquí estoy, Señor.Tú me hablaste de un Reino, de un tesoro escondido,de un mensaje fraterno que encendió mi ilusión.2.- Yo dejé casa y pueblo por seguir tu aventura,codo a codo a contigo comencé a caminar.Han pasado los años, y aunque aprieta el cansancio,paso a paso te sigo sin mirar hacia atrás.3.- Qué alegría yo siento cuando digo tu nombre,

qué sosiego me inunda cuando oigo tu voz,qué emoción me estremece, cuando escucho en silencio,tu palabra que aviva mi silencio interior.

Hagamos juntos el cántico de todas las criaturas. La creación entera bendice y alaba al Señor. Y nosotros, con ella, elevamos nuestro canto. Podemos ir haciendo cada uno dos estrofa de este cántico.

Cántico de Daniel

Música de fondo.

Canto:LAUDATO SII, O MI SIGNORE. LAUDATO SII, O MI SIGNORE. LAUDATO SII, O MI SIGNORE. LAUDATO SII, O MI SIGNORE. - Por la creación entera, por el sol y por la luna, por el viento y las estrellas, por el agua y por el fuego. - Por la hermana madre tierra que nos nutre y nos sostiene, por los frutos, flores, hierbas, por los montes y los mares. - El sentido de la vida es cantarte y alabarte; y que toda nuestra vida sea siempre una canción. - Por que todo el universo es un canto de alabanza, hacia ti, Creador del mundo, siempre alegres cantaremos.

Lector: Mc 4,35-41

Música de fondo.

Muchas veces en nuestra vida hemos sentido el miedo, la tempestad. Imaginemos aquella escena de la barca. Pensemos en cómo se sentirían los discípulos en medio del lago, con la tormenta amenazando la pequeña barca. Los primeros cristianos, vieron en este relato evangélico una alegoría de la Iglesia, que también es invitada a pasar de esta orilla a la otra, de nuestro mundo a la casa del Padre. Y en esta travesía, es normal que vengan los dificultades, los sobresaltos. Tal vez nosotros a veces perdamos nuestra fe, vencidos por los pesares, las desilusiones. Tal vez dudemos de la presencia del Señor. Es posible que creamos que el Señor se ha olvidado de nosotros… Y sin embargo Cristo está ahí, siempre cercano, siempre presente. Vuelve a leer el texto evangélico y piensa en qué cosas te hacen perder la fe ahora mismo; piensa en qué acontecimientos últimos te han dejado dudas acerca de la presencia del Señor. No tengas miedo de dudar. Es el paso necesario para llegar a la confianza plena.

Música de fondo.

Oremos con el Salmo 27, invocando al Señor como luz y salvación nuestra. Rezamos a dos coros.

Salmo 27

Música de fondo. Podemos repetir alguna estrofa del salmo.

Canto:Hazme un instrumento de tu paz,donde haya odio lleve yo tu amor, donde haya injuria tu perdón Señor, donde haya duda fe en ti. Hazme un instrumento de tu paz, que lleve tu esperanza por doquier, donde haya oscuridad lleve tu luz, donde haya pena tu gozo Señor.

Maestro ayúdame a nunca buscar querer ser consolado como consolar, ser entendido como entender,ser amado como amar.

Hazme un instrumento de tu paz, es perdonando que nos das perdón, es dando a todos que Tú te nos das, muriendo es que volvemos a nacer.

Música de fondo.

Con eterna confianza en el Señor, con gran confianza, oremos juntos con este salmo 130. Es la oración del niño que confía en su padre. Es también la oración que hacemos nuestra en esta noche de alabanza. Es el anhelo de nuestro corazón de gustar siempre del Señor.

Salmo 130

Música de fondo. Podemos repetir alguna estrofa.

El Señor nos ha escogido desde el vientre de nuestras madres. Nos ha llamado. A unos al sacerdocio, a otros a la vida consagrada, a otros al testimonio laical, a todos a extender su Reino. Escuchemos atentamente.

Lector: Jer 1,4-10

Canto:Antes que te formaras dentro del vientre de tu madre,antes que tú nacieras te conocía y te consagré.Para ser mi profeta de las naciones yo te escogí,irás donde te envíe y lo que mande proclamarás.

Tengo que gritar, tengo que arriesgar, ¡ay de mí si no lo hago!Cómo escapar de ti, cómo no hablarsi tu voz me quema dentro.Tengo que andar, tengo que luchar,¡ay de mí si no lo hago!Cómo escapar de ti, cómo no hablarsi tu voz me quema dentro.

No temas arriesgarte porque contigo yo estaré,no temas anunciarme porque en tu boca yo hablaré.Te encargo hoy mi pueblo para arrancar y derribar,para edificar, construirás y plantarás.

Música de fondo.

Y dirá San Pablo que la Iglesia se compone de los distintos ministerios para los que Dios ha querido contar con hombres y mujeres de la historia. Escuchemos con atención.

Lector:

De la carta del apóstol san Pablo a los Efesios 4, 1-7.11.13

Hermanos:

Yo, el prisionero por el Señor, les ruego que anden como pide la vocación a la que han sido convocados. Sean siempre humildes y amables, sean comprensivos, sobrellévense mutuamente con amor; esfuércense en mantener la unidad del Espíritu con el vínculo de la paz. Un solo cuerpo y un solo Espíritu, como una sola es la esperanza de la vocación a la que han sido convocados. Un Señor, una fe, un bautismo. Un Dios, Padre de todo, que lo trasciende todo, y lo penetra todo, y lo invade todo. A cada uno de ustedes se la ha dado la gracia según la medida del don de Cristo. Y él ha constituido a unos, apóstoles, a otros, profetas, a otros, evangelizadores, a otros, pastores y maestros, para el perfeccionamiento de los santos, en función de su ministerio, y para la edificación del cuerpo de Cristo; hasta que lleguemos todos a la unidad en la fe y en el conocimiento del Hijo de Dios, al hombre perfecto, a la medida de Cristo en su plenitud.

Palabra de Dios.

Canto:

Yo siento, Señor, que Tú me amas. Yo siento, Señor, que te puedo amar. Háblame, Señor, que tu siervo escucha. Háblame, ¿qué quieres de mí? Señor, Tú has sido grande para mí; en el desierto de mi vida háblame. YO QUIERO ESTAR DISPUESTO A TODO. TOMA MI SER, MI CORAZON ES PARA TI. POR ESO CANTO TUS MARAVILLAS, POR ESO CANTO TU AMOR. POR ESO CANTO TUS MARAVILLAS, POR ESO CANTO TU AMOR.

BLOQUE II

ORAMOS CON BENEDICTO XVI

«El Señor tiene un plan para cada uno de nosotros, nos llama por nuestro nombre. Por tanto, a nosotros nos toca escuchar, percibir su llamada, ser valientes y fieles para seguirlo, de modo que, al final, nos considere siervos fieles que han aprovechado bien los dones que se nos han concedido.»

Música de fondo

Canto:- Te alabo, Jesús, por tu grandeza. Mil gracias te doy por tu gran amor. Heme aquí, Señor, para acompañarte. Heme aquí, ¿qué quieres de mí? Señor, Tú has sido grande para mí; en el desierto de mi vida háblame.YO QUIERO ESTAR DISPUESTO A TODO. TOMA MI SER, MI CORAZON ES PARA TI. POR ESO CANTO TUS MARAVILLAS, POR ESO CANTO TU AMOR. POR ESO CANTO TUS MARAVILLAS, POR ESO CANTO TU AMOR.

«La grandeza del sacerdocio de Cristo puede infundir temor. Se puede sentir la tentación de exclamar con san Pedro: “Aléjate de mí, Señor, que soy un hombre pecador” (Lc 5,8), porque nos cuesta creer que Cristo nos haya llamado precisamente a nosotros. ¿No habría podido elegir a cualquier otro, más capaz, más santo? Pero Jesús nos ha mirado con amor precisamente a cada uno de nosotros, y debemos confiar en esta mirada.»

Música de fondo.

Canto:Siento tu mirada y confío en ti.

«También hoy Dios busca corazones jóvenes, busca jóvenes de corazón grande, capaces de hacerle espacio a Él en su vida para ser protagonistas de la nueva Alianza. Para acoger una propuesta fascinante como la que nos hace Jesús, para establecer una alianza con Él, hace falta ser jóvenes interiormente, capaces de dejarse interpelar por su novedad, para emprender con él caminos nuevos.»

Música de fondo.

Canto: Ven, no apartes de mí los ojos, te llamo a ti, te necesitopara que se cumpla en el mundo el plan de mi Padre.

«Nadie que contemple con realismo nuestro mundo de hoy podría pensar que los cristianos pueden permitirse el lujo de continuar como si no pasara nada, haciendo caso omiso de la profunda crisis de fe que impregna nuestra sociedad. Sabemos que en tiempos de crisis y turbación Dios ha suscitado grandes santos y profetas para la renovación de la Iglesia y la sociedad cristiana. Cada uno de nosotros tiene una misión, cada uno de nosotros está llamado a cambiar el mundo, a trabajar por una cultura de la vida, una cultura forjada por el amor y el respeto a la dignidad de cada persona humana.»

Música de fondo

Canto:Nada te turbe, nada te espante. Quien a Dios tiene nada le falta.Nada te turbe, nada te espante. Sólo Dios basta.

«Queridos jóvenes amigos: sólo Jesús conoce la “misión concreta” que piensa para ustedes. Dejen que su voz resuene en lo más profundo de su corazón. Cristo necesita familias para recordar el mundo la dignidad del amor humano y la belleza de la vida familiar. Necesita hombres y mujeres que dediquen su vida a la noble labor de educar, atendiendo a los jóvenes y formándolos en el camino del Evangelio. Necesita a quienes consagrarán su vida a la búsqueda de la caridad perfecta,

siguiéndole en castidad, pobreza y obediencia y sirviéndole en sus hermanas y hermanos más pequeños. Necesita el gran amor de la vida religiosa contemplativa, que sostiene el testimonio y la actividad de la Iglesia con su oración constante. Y necesita santos sacerdotes, hombres dispuestos a dar su vida por sus ovejas. Pregúntenle al Señor lo que desea de ustedes. Pídanle la generosidad de decir sí. No tengan miedo a entregarse completamente a Jesús. Él les dará la gracia que necesitan para acoger su llamada.»

Música de fondo.

Canto:1.- Señor, no soy nada. ¿Por qué me has llamado? Has pasado por mi puerta y bien sabes que soy pobre y soy débil. ¿Por qué te has fijado en mí? ME HAS SEDUCIDO, SEÑOR, CON TU MIRADA. ME HAS HABLADO AL CORAZÓN Y ME HAS QUERIDO.ES IMPOSIBLE CONOCERTE Y NO AMARTE. ES IMPOSIBLE AMARTE Y NO SEGUIRTE. ME HAS SEDUCIDO, SEÑOR. 2.- Señor, yo te sigo y quiero darte lo que pides. Aunque hay veces que me cuesta darlo todo, Tú lo sabes; yo soy tuyo. Camina, Señor, junto a mí. 3.- Señor, hoy tu nombre es más que palabras. Es tu voz que hoy resuena en mi interior, y me habla en el silencio. ¿Qué quieres que haga por Ti?

«La juventud sigue siendo la edad en la que se busca una vida más grande. Al pensar en mis años de entonces, sencillamente, no queríamos perdernos en la mediocridad de la vida aburguesada. Queríamos lo que era grande, nuevo. Queríamos encontrar la vida misma en su inmensidad y belleza. ¿Se trata sólo de un sueño vacío que se desvanece cuando uno se hace adulto? No, el hombre en verdad está creado para lo que es grande, para el infinito. Cualquier otra cosa es insuficiente. San Agustín tenía razón: nuestro corazón está inquieto hasta que descansa en Ti. El deseo de la vida más grande es un signo de que Él nos ha creado, de que llevamos su huella.»

Música de fondo

Canto:1. Caminando voy sin saber muy bien qué sendero andar, hacia dónde ir.Hoy me pregunté si sé dónde estoy, dónde comencé, cuál será mi fin, para qué vivir.2. Como el río soy que hacia el mar se va, que se va a mezclar con la eternidad.Quiero hacer el bien en mi caminar, que a mi paso dé flores el jardín, panes el trigal. 3. En mi corazón luchan sin cesar lo que quiero ser y la realidad.En mi corazón quiso Dios sembrar ansias de vivir, sed de plenitud y felicidad.

«Existe un momento en la juventud en que cada uno se pregunta: ¿qué sentido tiene mi vida, qué finalidad, qué rumbo debo darle? Es una fase fundamental que puede turbar el ánimo, a veces durante mucho tiempo. Muy pronto tuve conciencia de que el Señor me quería sacerdote. Pero más adelante tuve que reconquistar esa certeza. Tuve que preguntarte: ¿es éste de verdad mi camino? ¿Es de verdad la voluntad del Señor para mí? ¿Seré capaz de permanecerle fiel y estar totalmente a disposición de Él, de su servicio? Una decisión así también causa sufrimiento. No puede ser de otro modo. Pero después tuve la certeza: ¡así está bien! Sí, el Señor me quiere, por ello me dará también la fuerza. Escuchándole, estando con Él, llego a ser yo mismo. No cuenta la realización de mis propios deseos, sino su voluntad. Así, la vida se vuelve auténtica.»

Música de fondo

Canto:1.- Tantos hombres hay que sufren sin consuelo,tantos hombres hay que viven sin sentido,tanta gente que hay tirada en el camino,y que busca la mirada de un amigo.HOY, SEÑOR, ME LLAMAS TÚ, CON MIS MANOS Y MI VOZ.A SER LUZ ENTRE LOS HOMBRES, SER UN CANTO DE ESPERANZA.2.- Tanto tiempo Tu Palabra fue olvidada,y tu voz entre rincones fue dejada.Por los hombres que no esperan tu venida,¡hazme un signo de tu Amor y de tu Vida!3.- Tú me sabes tan pequeño entre tus manos,y tan débil para levantar el mundo;necesito de tu fuerza y alegría,de tu luz que me ilumine cada día.

«También nosotros quisiéramos poder ver a Jesús, poder hablar con Él, sentir más intensamente aún su presencia. A muchos se les hace hoy difícil el acceso a Jesús. Queridos jóvenes, aprendan a “ver”, a “encontrar” a Jesús en la Eucaristía, donde está presente y cercano hasta entregarse como alimento para nuestro camino; en el Sacramento de la Penitencia, donde el Señor manifiesta su misericordia ofreciéndonos siempre su perdón. Reconozcan y sirvan a Jesús también en los pobres y enfermos, en los hermanos que están en dificultad y necesitan ayuda.»

Música de fondo

Canto:Oh, Señor, delante de Ti, mis manos abiertas reciben tu pan. Oh Señor, espiga de amor, llena mi corazón.Y ENTRE TUS MANOS, OH SEÑOR, GUÁRDANOS, GUÁRDANOS,

DINOS LO QUE ES AMOR. BIS2.- Oh, Señor, sendero de amor, mi alma en silencio escucha tu voz.Oh, Señor, Maestro y Pastor, dinos lo que es amor.3.- Oh, Señor, con fe y hermandad, mi pueblo celebra la Fiesta Pascual.Oh, Señor, en torno al altar sella nuestra amistad.

«Hay mucha gente que, de una y otra forma, piensa que el sacerdocio católico no es una “profesión” con futuro, sino que pertenece más bien al pasado. Ustedes, queridos amigos, han decidido entrar en el seminario y, por tanto, se han puesto en camino hacia el ministerio sacerdotal en la Iglesia Católica, en contra de estas objeciones y opiniones. Han hecho bien. Porque los hombres, también en la época del domino tecnológico del mundo y de la globalización, seguirán teniendo necesidad de Dios.»

Música de fondo

Canto:Y ES QUE NO HAY MAYOR AMOR QUE DAR LA VIDA, QUE DAR LA VIDA POR AMOR. Y ES QUE NO HAY MAYOR AMOR QUE DAR LA VIDA, QUE DARLE A CRISTO EL CORAZÓN.1.- Como grano al morir da fruto y en espiga se transformará.Así Cristo puesto en el sepulcro en nosotros resucitará.Dale muerte a tu egoísmo, a tu orgullo y tu vanidad,déjalos que caigan en la tierra pues muriendo tú florecerás.2.- Cual Pastor que ama a sus ovejas y por siempre las protegerá,nos conduce Cristo a buenos pastos, con su muerte nos rescatará.Con tu vida harás como el Pastor entregándote sin vacilar,el que hace de su vida entrega, siempre vida en Cristo encontrará.3.- En la Pascua un mandamiento nuevo a nosotros nos dejó el Señor,entregar la vida a los hermanos como Cristo nos la entregó. Ésta es la señal de los cristianos por la que nos reconocerán, el amor con el que nos amamos y la propia entrega a los demás.

«Queridos jóvenes es Él quien les busca, aún antes de que ustedes le busquen. Respetando plenamente su libertad, se acerca a cada uno de ustedes y se presenta como la respuesta auténtica y decisiva a ese anhelo que anida en su ser, al deseo de una vida que vale la pena ser vivida. Dejen que les tome de la mano. Dejen que entre cada vez más como amigo y compañero de camino. Ofrézcanle su confianza, nunca les desilusionará.»

Música de fondo.

Canto:

QUÉ DETALLE, SEÑOR, HAS TENIDO CONMIGO, CUANDO ME LLAMASTE, CUANDO ME ELEGISTE, CUANDO ME DIJISTE QUE TÚ ERAS MI AMIGO;QUÉ DETALLE, SEÑOR, HAS TENIDO CONMIGO.1.- Te acercaste a mi puerta, pronunciaste mi nombre,yo temblando te dije: aquí estoy, Señor.Tú me hablaste de un Reino, de un tesoro escondido,de un mensaje fraterno que encendió mi ilusión.2.- Yo dejé casa y pueblo por seguir tu aventura,codo a codo a contigo comencé a caminar.Han pasado los años, y aunque aprieta el cansancio,paso a paso te sigo sin mirar hacia atrás.3.- Qué alegría yo siento cuando digo tu nombre,qué sosiego me inunda cuando oigo tu voz,qué emoción me estremece, cuando escucho en silencio,tu palabra que aviva mi silencio interior.

«El Señor Jesús no es un maestro que embauque a sus discípulos: nos dice claramente que el camino con Él requiere un esfuerzo y sacrificio personal, pero que vale la pena. Queridos jóvenes amigos, no se dejen desorientar por las promesas atractivas de éxito fácil, de estilos de vida que privilegian la apariencia en detrimento de la interioridad. No cedan a la tentación de poner la confianza absoluta en el tener, en las cosas materiales, renunciando a descubrir la verdad que va más allá, como una estrella en lo alto del cielo, donde Cristo quiere llevarles. Déjense guiar a las alturas de Dios.»

Música de fondo

Canto:Tú, Salvador de los hombres,pronunciaste palabra insinuante:“Un voluntario... ¿dónde encontrarlo?”.

(Is 6, 8)Señor, me has mirado a los ojos,sonriendo has dicho mi nombre.En la arena he dejado mi barca;junto a Ti buscaré otro mar.

Tú suavemente seduces;caminabas... quisimos seguirte:“Venid –dijiste-, venid conmigo”.

(Jn 1)

Tú con dulzura me pides:“Vende todo y dalo a los pobres;un gran tesoro tendrás si vienes”.

(Lc 18, 22)

Tú con lo puesto me llamas:“Nada lleves... ni para el camino.Ni pan ni alforja; que vas conmigo”.

(Lc 9, 3)

Tú con urgencia reclamas:“Deja el mundo, las cosas del mundo.Mira adelante y no vaciles”.

(Lc 9, 59-62)

Tú suplicante me pides:“Necesito que vengas conmigo:la mies es mucha y no hay obreros”.

«La gran tarea de la evangelización requiere un número cada vez mayor de personas que respondan generosamente al llamado de Dios y se entreguen de por vida a la causa del Evangelio. Una acción misionera más incisiva trae como fruto precioso, junto al fortalecimiento de la vida cristiana en general, el aumento de las vocaciones de especial consagración. De alguna manera, la abundancia de vocaciones es un signo elocuente de la vitalidad eclesial, así como de la fuerte vivencia de la fe por parte de todos los miembros del Pueblo de Dios.»

Música de fondo

Canto:Señor, toma mi vida nueva antes de que la esperadesgaste años en mí. Estoy dispuesto a lo que quieras,no importa lo que sea, Tú llámame a servir. Llévame donde los hombres necesiten tus palabras, necesiten mis ganas de vivir.Donde falta la esperanza, donde todo sea triste,simplemente por no saber de Ti. Te doy, mi corazón sincero para gritar sin miedotu grandeza, Señor. Tendré mis manos sin cansanciotu historia entre mis labios, tu fuerza en la oración.

Y así, en marcha iré cantando, por pueblos predicandolo bello que es tu amor. Señor, tengo alma misionera: condúceme a la tierra que tenga sed de Dios.

«La vocación no es fruto de ningún proyecto humano o de una hábil estrategia organizativa. En su realidad más honda, es un don de Dios, una iniciativa misteriosa e inefable del Señor, que entra en la vida de una persona cautivándola con la belleza de su amor, y suscitando consiguientemente una entrega total y definitiva a ese amor divino.»

Música de fondo

Canto:¿Qué te puedo dar, que no me hayas dado Tú?¿Qué te puedo decir, que no m hayas dicho Tú?¿Qué puedo hacer por Ti, si yo no puedo hacer nada,si yo no puedo hacer nada si no es por Ti, mi Dios?Todo lo que sé, todo lo que soy,Todo lo que tengo es tuyo.¿Quién pudiera hablar como me has hablado Tú?¿Quién pudiera mirar como me has mirado Tú?¿Quién pudiera dar, quién pudiera dar la vida,quién pudiera dar la vida como la diste Tú?

BLOQUE III

Si los hombres supieran que hay un corazón…

Es admirable el modo en el que el Señor nos ha amado. Cantemos la grandeza de este amor, hecho realidad eterna en la Eucaristía. Alabemos con gozo al Señor.

Canto:VINE A ALABAR A DIOS, VINE A ALABAR A DIOS, VINE A ALABAR SU NOMBRE, VINE A ALABAR A DIOS. 1.- El vino a mi vida en un día muy especial, cambió mi corazón en un nuevo corazón.

Y esta es la razón por la que digo que: ¡Vine a alabar a Dios! 2.- Al mundo quiero dar todo aquello que Él me diohoy quiero compartir mi ilusión por los demás.Y esta es la razón por la que digo que:¡vine a alabar a Dios!

Lector: 1Cor 1-9

Música de fondo

Oremos juntos al Señor, con este salmo de alabanza. El Dios que manifestó su misericordia a Israel, que lo condujo por el desierto, nos ha llamado a nosotros a permanecer con Él. Rezamos a dos coros.

Sal 117

Música de fondo. Se puede repetir alguna estrofa.

Todos:Ante Ti, Señor, nos hemos reunido esta noche, acabado el trabajo del día, para presentarte nuestra ofrenda, la ofrenda de nosotros mismos, en un acto de alabanza y adoración. Mientras nuestros hermanos duermen, nosotros nos sentimos comprometidos a velar, en nombre de la Iglesia, para que tu gloria, Señor, sea sin cesar reconocida; para que el tiempo, en que se desarrolla nuestra vida humana, se convierta, hora tras hora, día y noche, en un cántico de alabanza a ti.Unidos y comprometidos con toda la humanidad, queremos, una vez más, recoger esta noche –para presentarlos ante ti como ofrenda y oración- los frutos de la laboriosidad de los hombres del campo y de la industria, el esfuerzo de los que luchan, la reflexión de los que estudian e investigan, el holocausto de los que sufren en el cuerpo y en el alma, el amor de las familias, las nobles aspiraciones de los jóvenes, las preguntas de los niños, ávidos de saber.Queremos hacernos presentes y disponibles a tu presencia, renovando una vez más ante ti el compromiso de servicio a que nos has llamado: compromiso de adoración constante y de presencia callada, pero vigilante y activa, en el mundo.Danos tu gracia para que, avivando nuestra fe y encendiendo nuestros corazones, te adoremos unidos en esta tarde con más fervor que nunca.Que con María, tu Madre, sepamos adorarte y alabarte continuamente, y darte gracias porque nos has salvado, y porque aceptas nuestra ayuda, unidos a ti, para salvar al mundo, y porque permaneces, cercano, entre nosotros, como paga y señal de salvación. Amén.

Música de fondo

Canto:Vamos con gozo, alabemos a nuestro Señor. Canta su nombre. Da gloria a la gloria de Dios.EL ESTÁ AQUÍ, DONDE HAYA DOS O MÁS, ÉL ESTÁ AQUÍ, ÉL ESTÁ AQUÍ, NOS HA SALVADO. (bis)2- Deja tus penas, que tienes delante a Jesús. Deja tus sombras, que Él quiere llenarte de luz.3.- Canta alabanzas, te quiere llenar con su amor. Salta de gozo, tu hermano es el Hijo de Dios.4.- Vive la vida que Cristo te viene a ofrecer. Llena tu alma, revive lo que hay en tu ser.

Con gozo, con profunda alegría como cuando los israelitas se vieron libres de los egipcios en el Mar Rojo. Escuchemos:

Lector: Ex 14, 21-15, 18

Música de fondo

Canto: LIBERTADOR DE NAZARETVEN JUNTO A MÍ, VEN JUNTO A MÍ.LIBERTADOR DE NAZARET¿QUÉ PUEDO HACER SIN TI?

1.- Yo sé que eres camino, que eres la vida y la verdad;yo sé que el que te sigue sabe a dónde va;quiero vivir tu vida seguir tus huellas,tener tu luz; quiero beber tu cáliz, quiero llevar tu cruz.

2.- Quiero encender mi fuego, alumbrar mi vida y seguirte a Ti.Quiero escucharte siempre quiero luchar por Ti.Busco un mensaje nuevo, te necesito Libertador;no puedo estar sin rumbo no puedo estar sin Dios.

El Señor nos ha liberado del pecado, de las tinieblas del mal. Estamos invitados a buscar siempre el bien, y a alegrarnos en Dios por haber roto nuestras ataduras. Cristo no ha devuelto la libertad de los Hijos, de aquellos que poseen el Reino. ¿Por qué nos preocuparemos?

Lector: Mt 6,25-34

Música de fondo.

Oremos con el salmo 92. Con un pie en la canción y el otro en la enseñanza, el autor de este salmo proclama la bondad del Señor. Las acciones del Señor no siempre son entendidas. El justo las ensalza, aunque no llegue a comprenderlas del todo. El necio, por el contrario, las rechaza. Rezamos a dos coros.

Salmo 92

Música de fondo. Podemos repetir alguna estrofa.

Buscar el Reino. Ésa es la invitación de Jesús. Cantemos con gozo, pidiéndole al Señor que sepamos descubrir en la bondad de la creación las semillas del Reino que viene.

Canto:Busca primero el Reino de Dios y su justicia.Todas las cosas se te añadirán. Aleluya. Aleluya.Aleluya, alelu, aleluya. Aleluya, aleluya. (bis)

Heme aquí, mi Señor, envíame, para anunciar tu Palabra.Tú con tu gracia me habrás de sostener. Aleluya, aleluya.

Ya no son siervos, nos dice el Señor, ustedes son mis amigos.No me eligieron ustedes a mí. Yo los elegí a ustedes.

Jesús anunció el Reino, y lo adelantó con el sermón del monte, donde escuchamos las Bienaventuranzas. Los pobres, los que lloran, los tristes, los que buscan la justicia, los que trabajan por la paz… todos ellos serán los poseedores del Reino, y nosotros también, cuando nos insulten y nos persigan por su causa. Escuchemos.

Lector: Mt 5, 1-12

Música de fondo.

El Reino es para los pequeños, para los que saben entrar en el corazón de Dios. Pidámosle al Señor no buscar otra cosa que su corazón. Pidámosle con fe que sepamos hacernos pequeños, que dejemos las ambiciones, los proyectos que sólo buscan nuestro prestigio. Sólo cuando morimos a lo que nos aparta de Dios, encontraremos vida en Él.

Canto:Felices somos en la pobreza,

si en nuestras manos hay amor de Dios, si nos abrimos a la esperanza, si trabajamos en hacer el bien. Felices somos en la humildad, si como niños sabemos vivir. Será nuestra heredad la tierra, la tierra.SI EL GRANO DE TRIGO NO MUERE EN LA TIERRA ES IMPOSIBLE QUE NAZCA FRUTO. AQUÉL QUE DA SU VIDA PARA LOS DEMÁS TENDRÁ SIEMPRE AL SEÑOR.2.- Felices somos si compartimos, si nuestro tiempo es para los demás: para quien vive en la tristeza y para quien camina en soledad. Felices somos si damos amor, si en nuestras manos hay sinceridad, podremos siempre mirar y ver a Dios, y ver a Dios.3.- Felices somos si ofrecemos paz y nuestra voz denuncia la opresión, si desterramos odio y rencores, será más limpio nuestro corazón. Felices somos en la adversidad, si nos persiguen cuando no hay razón, la vida entonces tendrá sentido en Dios, sentido en Dios.

El grano de trigo que cayó en tierra y murió, dio fruto. Ha dado mucho fruto a lo largo de la historia. Cristo, puesto en el sepulcro, ha resucitado. Y su fruto se ha extendido en la Iglesia, la comunidad de los creyentes. Y ese grano de trigo se ha hecho pan, alimento. Y ese alimento es su Cuerpo. Cantemos con gozo a Cristo que quiso quedarse con nosotros en la presencia eucarística.

Canto:Pan y vino son tu rostro que hoy volvemos a tocar.Tu mirada que curaba de nuevo nos sanará.No merezco que tú vengas a mi pobreza tocar.Mas yo quiero que en mi vida, Jesús, tú puedas estar.JESÚS, VEN TÚ, ENTRA EN MI CASA DE NUEVO.JESÚS, VEN TÚ, PARA ENCENDER NUESTRO FUEGO.JESÚS, JESÚS2.- Es tu vino nuestra sangre que no nos deja morir.Pan y vida para todos rotos para compartir.Te compartes con nosotros en la pobreza de un pan.Cambiaremos nuestro mundo para que puedas estar.3.- Como un ciego no me atrevo a acercarme un poco a ti.Tú conoces mis traiciones las veces que me perdí.Mas Tú sabes, que te quiero y que si vienes, Jesús,

todo es fiesta, todo es vida porque me has salvado Tú.Una semilla que cae, que se hace espiga. Una espiga que empieza a producir fruto… también nosotros estamos destinados a dar fruto, y fruto en abundancia. Pero es necesario que dejemos que caiga en buena tierra la semilla que siembra Dios.

Lector: Mt 13,1-9

Música de fondo

Escuchamos: Para ti toda mi música.

Música de fondo

Rezamos con el salmo 113. Es un himno de alabanza del Nombre de Dios, cuya trascendencia no le impide actuar en la historia. El hombre lo alaba a lo largo del tiempo y en lo ancho del espacio, porque Dios ha querido bajar de su trono y fijarse en el hombre, levantar al caído, al humilde. Rezamos a dos coros.

Salmo 113

Música de fondo

Canto: Den al Señor sus alabanzasdenle poder, honor y gloria,a una voz canten un himno al Señor.En siete días hizo Dios el mundo,Adán pecó y perdió el cielo.Jesús vino para redimirnos,murió en la cruz y nos salvó.