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Introducción
Las años del sesenta y el setenta fueron muy decisivos en Argentina debido a
cambios políticos y sociales, que se produjeron a nivel nacional e internacional, como los
golpes de estados que se sitúan fuera y dentro de este periodo- 1955 Aramburu derroca a
Perón (extravió del cuerpo de Evita), 1962 Poggi derroca a Frondizi, 1966 Ongania derroca
a Illía y 1976 la Junta Militar derroca a M. Estela Martínez de Perón-, La Revolución
Cubana, La guerra de Vietnam, entre otros, que originaron transformaciones en el espacio
artístico. Diversos artistas de este periodo toman como eje central de su producción la
realidad social y convierten su arte en acción política, por ello sus propuestas se
transforman en una verdadera amenaza para los gobiernos autoritarios, iniciándose así un
periodo de persecución y censura.
Lo mencionado fundó en en el campo de las artes dos vertientes, por un lado la
denominada “arte del compromiso” o popular/ político, que le solicita al artista poner su
creatividad al servicio del pueblo y a la revolución. En este oficio, el artista debe ayudar al
proceso de transformación social representando- hablando por y en lugar del la sociedad-
los intereses del pueblo. Por el otro los vanguardistas quienes fundan lo nuevo, llevando
adelante la ruptura o corte violento con el pasado y sus académicos. Los mismos se basaban
en el avance, en las cancelaciones y en las rupturas; este arte no busca reflejar el cambio
social sino anticiparlo y prefigurarlo, usando la transgresión estética como detonante anti-
institucional.
En el siguiente escrito vamos a intentar dar cuenta de cómo estas variabilidades
(cambios políticos-sociales), y ambas vertientes mencionadas desafiaron a los intelectuales
en su poesía; y de qué manera este desafío se ve plasmado en sus escritos, es decir, cómo
los escritores esclarecen la historia político-cultural que atravesaba en ese momento el país,
(por lo que, reclamaban un cambio), en los textos de Leónidas Lamborghini “El solicitante
descolocado” y “Cólera Buey” de Juan Gelman. Para ellos vamos a tener en cuenta la
categoría de “grupo social” mencionada por Lucien Goldmann (1955: 17):
[…] el pensamiento y la obra de un autor no pueden comprenderse por sí mismos permaneciendo en el plano de los escritos e incluso en el de las lecturas y las influencias. El pensamiento no es más que un aspecto completo, y éste, a su vez, sólo es un elemento del conjunto que es el grupo social. Una idea, una obra, sólo obtienen su verdadera significación cuando se han integrado en el conjunto de una vida y de un comportamiento. Además, frecuentemente el comportamiento que permite entender la obra no es el del autor, sino el de un grupo social (al que tal vez el autor no pertenezca) y, especialmente cuando se trata de obras importantes, el de una clase social.
Este “grupo social” nos permite comprender mejor por un lado, las obras
mencionadas, y por el otro, el tratamiento que vamos a realizar en las obras aludidas; ya que
esta categoría se ve atravesada a lo largo de ambos poemarios pertenecientes al periodo
abordado.
Desarrollo
La poética de Leónidas Lamborghini estaría ubicada dentro de la vertiente
vanguardista, por compartir su oposición a la poesía del ’40, en su sentido sentimentalista.
Él redacta lo que no está escrito y la lectura que se realiza sobre su manera de escribir
justifica su modo de escritura- la parodia o la reescritura-. Podríamos definir la poesía de
Lamborghini tal como la menciona Ana Porrúa (2001) “la casa del ruido” la misma está
fuera del género, es la negación a lo poético, la dramatización, la contaminación de la voz; y
es elegida por el autor desde una perspectiva positiva generando una sintaxis particular. Lo
mencionado lo podemos observar en el siguiente ejemplo de “El solicitante descolocado”
(1971:36): En el país de./ Y di tres pasos/ hacia los libertadores/ y eran los. […]
En este ejemplo podemos ver frases cortadas, que puede deberse a un encubrimiento,
una pérdida o un agregado de sentido por parte del autor, o en el caso que se tome
fragmentos de otra poesía, para perder el sentido del texto original tanto en la forma que fue
enunciado, como en la sintaxis que poseía.
En la poesía de Lamborghini se pueden observar otras poesías como la gauchesca de
Hidalgo, Hernández, entre otras, a las cuales el autor las transforma y las reescribe en sus
poemas. Con esto lo que se quiere marcar es la falta de voz propia, la cual rompe con la
forma clásica, para crear una perfil propio a través de voces ajenas. La poesía gauchesca se
encuentra parodiada en todo “El solicitante descolocado”. Parodia no para marcar lo que es
igual de lo que es diferente, porque muchas veces que el autor introduce voces ajenas a su
poema las reescribe tal cual están en el texto original y otras las modifica totalmente. En
palabras de Ana Porrúa (2001), podríamos hablar de “variaciones”, en el sentido que
permite ingresar un material de diferentes formas. Es por ello que ahora vamos a mencionar
que en la poesía del autor se encuentran variaciones de la poética gauchesca, así como
también variaciones del discurso político, etc. En la primer parte de “El solicitante
descolocado” Las patas en las fuentes, podemos afirmar que se da una payada entre el
solicitante descolocado y el saboteador arrepentido, un diálogo donde puede verse el desafío,
el lamento, y el consejo propio de la poesía gauchesca. Un claro ejemplo de esto podemos
observarlo en los siguientes fragmentos del final del diálogo del solicitante (pág. 18):
Acariciando mi alma en mi soledad/ en mi soledad / no se puede confort y/ si vieran mi
catrera
Y al comienzo del diálogo del saboteador (pág. 19): Oh Maquina de los Recuerdos/
y esta música traqueteante/ renace, que aún vive, que aún persiste/ de los batanes.
Otro ejemplo donde se puede apreciar lo mencionado claramente es el siguiente (pág.
25): Esta guitarra cae ya/ volcada de mi alma / su última nota/ espera.
También es importante mencionar otro rasgo que demuestra como la poesía de
Lamborghini reescribe la poesía gauchesca. Estamos hablando de la figura del gaucho, pero
ya no de un gaucho rural, sino de un “gaucho urbano”, en esta oposición rural-urbano el
autor lo que realiza es una desnaturalización del genero, para simbolizar la época a la que él
se está refiriendo. Además la figura del gaucho va a pasar a la figura del obrero, como
menciona Ana Porrúa (2001: 149):
En la traslación de Lamborghini, el gaucho es sustituido por el obrero, por el sujeto
en el circuito de la producción industrial (encargado, empleado, obrero) o expulsado
del mismo (solicitante, descolocado), bajo una idéntica atribución, “vagos”,
“borrachos”, o “desorganizadores”.
El siguiente ejemplo nos ayuda a esclarecer la idea mencionada, Las patas en las fuentes
(pág.22): No quiero/ estar ya más para las estadísticas/ para el activo contador/ y el complejo
mecánico reventaron / rechiflados de sed verano tus días/ y los obreros queriendo trabajar /
emborrachándose / bajo la chapa ardiente / cuando/ la perra patronal/ negra, colérica
ladrante, amenazo:/ -Castigos sin indemnización.
En este ejemplo podemos ver como se caracteriza negativamente a los obreros de
manera moral, como borrachos; pero también de manera económica haciendo referencia a la
expulsión de los mismos sin reconocimiento de indemnización, esto puede deberse al
sufrimiento que tuvieron los obreros peronistas con la Revolución Libertadora, donde llegan
a tener una ruptura de identidad, la clase obrera se desorganiza, se cierran fábricas, comienza
la desaparición de personas, etc.
En cuanto a las variaciones políticas que se encuentran en el texto de Lamborghini
podemos observar que el peronismo aparece como unidad que articula muchas voces que
reclaman, luchan por un espacio público, voces en las que se aprecia la nostalgia por la era
peronista, etc. Además podemos ver como se anuncian las figuras de Perón y Eva, pero
nunca se dicen sus nombres en forma directa sino que se los esconde detrás de ciertas frases.
En el siguiente ejemplo lo vemos de manera evidente, Las patas en las fuentes (pág. 58): El
tigre está ahí/ a punto/ de romper su cadena dorada/ sus ojos de acero fuego/ crecen y/
crecen/ entonces/ -¡En la esquina!/ avisé/ saltando antes que el tigre de estopa/ saltara más
real.
Es indudable que el término “tigre” aparece allí aludiendo a Perón, pero que como
mencionamos no se dice su nombre explícitamente. Lo mismo ocurre cuando se hace
referencia al cuerpo muerto de Eva, como una figura presente, como figura que muestra la
derrota. Las patas en la fuente (pág. 67): Que se pudra/ que se seque/ el cadáver/ que no
muere// ronda la ronda// y destruyamos/ su hermoso barniz/ y bailemos/ y bailemos/
meándolo/ y puteando/ a su alrededor.
Luego de manifestar uno de los grandes representantes de la vanguardia, como es
Lamborghini, sería preciso ahora exponer una semblante de la poesía popular/ política como
lo es Juan Gelman. Su poesía como menciona Dalmaroni en La palabra justa (II Poéticas
2004:49):
Abandona el vínculo obligatorio entre la literatura y la realidad política, y lo
reemplaza por la construcción de cierta politicidad de la poesía escrita como
descalabro de la sintaxis cultural: formas de intervención que hacen sonar de un
modo imprevisto el interior de las tradiciones que, molidas y recompuestas por el
poema, ya no podemos meramente reconocer tras la perturbación que se efectúa
cuando leemos.
La poesía de Gelman pasa de ser una lengua que legisla a ser una lengua “sin
estado”, esto se debe a que el mismo realiza un tipo de habla particular, que están
manifiestas en Cólera Buey, en su gramática en donde el autor no busca adoptar la realidad
extra textual, sino que busca establecer un mundo propio con sus leyes, el cual al conectarse
con el lector, sea el mismo el que al leer sus poemas se identifique con ellos y modifique la
realidad, y no que la realidad modifique sus poemas, y luego sean leídos por el lector.
El autor adopta un lenguaje que en algunos casos explota y transgrede los recursos
literarios, produciendo un efecto de ruptura o fractura. En primer lugar podemos observar la
cantidad de interrogantes que introduce en su poesía, lo cual puede deberse a que dentro de
la pregunta se encuentra una afirmación que el autor quiere hacer saber, o se quizás
suspende un juicio que en la respuesta que vendrá no se escribe, tal como menciona
Dalmaroni (2004: 58):
De este modo los textos se presentan como un escenario de un proceso inacabado y
abierto mediante el cual se sucede la construcción de representaciones, discutidas en
el corte de tono que las preguntas producen o preparan.
Lo indicado se puede ver manifestado en el siguiente ejemplo de Cólera Buey
(1962: pág. 138): ¿y quién se atreve a sostener que mi corazón es una locura?/ ¿y quién se
atreve a sostener que mi corazón no es locura?// ¿Quién danza abajo quién/ adivina abajo
compadres/ preferidos del odio y del tiempo que se entrega al oído/ y a los pajaritos que no
tienen nada que ver?
En segundo lugar podemos reconocer en los poemas de Gelman la poesía del tango,
así como también la poesía gauchesca, tomando ese lenguaje coloquial utilizado por la
poesía criollista. Así como lo menciona Dalmaroni (2004: 59-60):
Se trata de otras tantas de las estrategias de la resolución que busca Gelman para las
poéticas coloquialitas de los años sesenta, que también resultan dislocadas por su estilo:
mas que reproducir supuestos registros de la realidad dialectal, escribe una forma de
oralización del genero inseparable de una intervención experimental sobre el lenguaje.
Lo que este autor busca en esta forma de expresión es quitarle a sus palabras
cualquier tipo de gobierno, ya que dentro de la vertiente a la que forma parte, realiza una
poesía que habla para el pueblo. Un visible ejemplo de lo mencionado sería el siguiente
Cólera buey (1962: 118): no me quiero plantear en el/ naipe fastuoso de la vida o/ jugar a
ganar o/ a perder sino/ perder para ganar tu rostro/ canta que canta en la mañana y/ ya te voy
a sufrir/ por ejemplo
Otra forma en que podemos ver como en los poemas de Gelman aparece la poesía
gauchesca es que, en ellos emergen estructuras dialógicas, las cuales, no se observan como
comúnmente vemos en los textos sino de manera indirecta. Así podemos ver cómo en el
primer poema de Cólera buey “Ofelia” el autor se dirige a esa mujer: Ofelia yo en tus
pechos fundaría ciudades y ciudades de besos/ hermosas libres con su sombra a repartir con
los amantes mundiales/ Ofelia por tus pechos pasa como un temblor de caballadas a
medianoche/ por Florencia […]
Y por último es importante marcar como Gelman introduce en sus poemas palabras
coloquiales, para facilitar la lectura o legibilidad del lector, ya que como mencione su poesía
es realizada para el pueblo, y de esta manera un al lector con el poema. Un ejemplo sería el
siguiente en el poema “CUANDO NO IMPORTA” (pág. 112): como niños al sol/ así acudo
señora a tu bondad/ hace invierno otra vez la vida/ de la luz a la sombra va y es posible/ que
me muera al salir de tus brazos y/ eso no importaría ya que/ de ellos venia puro triste/ cuerpo
que me querés/ cuerpo que no habla por hablar
Conclusión.
En el articulo desarrollado anteriormente hemos visto como los sucesos políticos/
culturales que manifestamos en la introducción hicieron que estos escritores: Lamborghini y
Gelman no solo se inserten dentro de una u otra vertiente, sino que los mismos tomen ciertas
decisiones así como también ciertos tratamientos estéticos a la hora de realizar su poesía.
Además en toda la poética de ambos autores se ve manifestada la categoría de “grupo
social” que Goldmann desarrolla, ya que para poder comprender las obras que tomamos
para la realización del articulo fue necesario recuperar ciertos aspectos culturales/políticos
que atraviesan ambas poéticas.
Para concluir me parece fundamental precisar que tanto la poesía de Lamborghini
como la de Gelman han establecido un cambio en la sociedad, innegablemente que cada una
a su modo. Por un lado la poesía vanguardista de Lamborghini se caracterizó por llevar
adelante la ruptura tanto en la forma como en la sintaxis, sin preocuparse de manera absoluta
por los hechos que sucedían en sí, sino por marcar una transformación. Y por otro lado
Gelman desde una poética popular/política se comprometió más por fundar una poesía que
el lector al leerla se sienta identificado y realice el una transformación a nivel social.
Bibliografía.
Lecturas literarias: Cólera buey de Juan Gelman (1962) y El solicitante
descolocado de Leónidas Lamborghini.
Lectura crítica:
Revista Literal (1973-1977), compilación de Héctor Libertella, Bs
As, Santiago Arcos, 2002.
Dalmaroni, M: (2004) La palabra justa. Literatura, crítica y
memoria en la Argentina, “Introducción”, “Polémicas”, Juan
Gelman: del poeta legislador a una lengua sin estado, Chile,
Melusina.
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escritor revolucionario en América Latina, “El protagonismo de los
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Giunta, A.: (2001): Vanguardia, internacionalismo y política. Arte
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Leónidas Lamborghini, Cap. 2 y 4, Rosario, Beatriz Viterbo.
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