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-Estudio fenomenológico para optar al grado de Sociólogo, Valparaíso-Chile.

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UNIVERSIDAD DE PLAYA ANCHA.FACULTAD DE CIENCIAS SOCIALES.DEPARTAMENTO DE SOCIOLOGA.CARRERA SOCIOLOGA.

Significados atribuidos a la experiencia de participar en las organizaciones culturales de la comuna de Valparaso; Capital Cultural de ChileTrabajo de Titulacin para optar al Ttulo de Socilogo.

Alumno: Dante Maldonado Alarcn.Profesora Gua: Mg. Maribel Ramos.Valparaso, Chile.2013 AgradecimientosQuisiera partir agradeciendo a mis familiares ms directos, a saber, tos, primos que son hermanos, a mi abuela Cecilia Jeraldo, por ser la mujer ms generosa y fuerte que he logrado conocer, de aquellas que reflectan el enorme carcter de la mujer chilena y latinoamericana de antao. A su vez, quiero agradecer a mi abuelo Washington Alarcn, quien estuvo constantemente apoyndome durante este proceso acadmico, hasta el da que nos dej, en medio de la finalizacin de esta investigacin, quien agradezco profundamente el amor a los valores, a la libertad, al amor, al respeto, y fundamentalmente, a las artes musicales populares.Hacer presente, evidentemente, en esta nota de agradecimiento a mis padres. Julio Maldonado, quin fue quin ciment mi cercana al mundo intelectual y de las ciencias sociales, y quin, comenzando a encaminar este camino en la Sociologa, me acompaa desde algn lugar del firmamento. A Matria Alarcn, mi madre, quin ha sido un pilar fundamental en formacin como persona, y acadmica, quin logr cimentar los pasos mos y de mi hermana en todo sentido en este recorrido corporal y espiritual. A ellos, agradezco eternamente.Me gustara agradecer a mi hermana, Aliosha, con quin compartimos en algn momento la experiencia de estudiar en la UPLA, donde nos acompaamos y compartimos momentos nicos y engrandecedores.A la vez, quisiera agradecer a todas las personas que hacen presente su lucha desde el mbito cultural, creyendo en ello como mecanismo de emancipacin integral de la persona,. Agradecer a las organizaciones culturales de Valparaso, a cada participante que intenta devolver la dignidad a su comunidad, en especial al Centro cultural Playa Ancha, por brindarme experiencias que han moldeado en m una seria de prcticas y valores que guardar siempre.Por ltimo, agradecer a los profesores y compaeros del departamento de Sociologa UPLA, quienes se esfuerzan da a da, casi desinteresadamente en tratar de revitalizar y devolverle el lugar a la alicada educacin pblica en Chile ResumenEn la presente investigacin, se propuso conocer el significado que le atribuyen los miembros de las organizaciones culturales de la comuna de Valparaso a la experiencia de participar stas, donde, en correspondencia al objetivo, se utiliz el paradigma de investigacin cualitativa-interpretativa (o constructivismo social), y la tradicin fenomenolgica para poder acercarnos a nuestro objeto de estudio, la cual nos permiti ahondar en los significados construidos de forma intersubjetiva por los miembros de estas organizaciones culturales de la comuna de Valparaso.Por otro lado, dentro de los principales hallazgos que se desprenden de esta investigacin, podemos entender el cmo funcionan este tipo de organizaciones, cules son sus principales motivaciones para participar en stas, describir el rol que cumplen, segn los mismo participantes de las organizaciones, en las comunidades donde se insertan. A su vez, tambin pudimos acercarnos a la valoracin que poseen estos participantes sobre las polticas culturales vigentes en la actualidad en Chile, y cmo estas han afectado su experiencia en las organizaciones, adems de vislumbrar crticas estructurales al modelo de desarrollo cultural que se aplica actualmente en nuestro pas.Finalmente, como otro hallazgo relevante del estudio, se persigui la comprensin de la valoracin que tienen estos participantes de organizaciones culturales, hacia el uso del espacio pblico como escenario para el desarrollo cultural de la comunidad, donde se manifiestan componentes polticos e ideolgicos en aqul ejercicio, y donde proponen como un espacio primariamente cvico que hay que revitalizar, adems de establecer un marco discusivo sobre stas organizaciones y la conformacin de un movimiento social.Palabras claves: Organizaciones culturales, espacio pblico, polticas culturales, sociedad civil, participacin y movimientos sociales y comunidad.

AbstractIn this present investigation, it was proposed that we understand the true significance that the cultural organizations from the community of Valparaiso attributed to the experience of participating in a socio-cultural movement. Not only was it, in correspondence the objective, but it utilized the paradigm of qualitative and interpretive investigation (or social constructivism), as well as the phenomenological tradition to approach our subject of study. This allowed us to delve into the meanings which were constructed in an intersubjective form by members of these organizations. Moreover, within the main findings that emerge from this research , we can understand how these types of organizations function, what are their main motivations for participating, and their roles, according to participants, within the community that are located. At the same time, we also try to understand how much they value current politics in Chile, and how this has affected their experience in the organizations In addition, we also look at the structural review and the model of cultural development that is currently in use in our country.As another important finding of the study, we pursued the understanding that the participants have towards the use to public space as a domain for the cultural development of the community, where political and ideological components will manifest and be exercised. Lastly, we explored which primarily civic space they would like to revitalize, also to establish a discussion of these organizations and the formation of a social movement.Keywords: Cultural organizations, public space, cultural, political, civil society participation and social movements and community.

IntroduccinUn fenmeno ascendente en los ltimos tiempos en la regin, corresponde al fortalecimiento y expansin de diferentes organizaciones culturales, generalmente provenientes de la misma sociedad civil, que intentan crear, a travs del arte y la cultura, discursos simblicos, intersubjetividades, reflexiones y nuevas prcticas sociales en la comunidad donde stas se insertan.Este fenmeno, donde los participantes de las diferentes organizaciones culturales promueven desde la ciudadana diferentes modelos de accin cultural, generan a su vez participacin poltica en los significados que van construyendo a travs de la experiencia de esta misma accin social. Los nuevos planteamientos hacia el uso del espacio pblico, las valoraciones de este como espacio relevante de la ciudadana y su ejercicio discursivo, muestran que estas organizaciones se relaciona con la construccin de un ciudadano, que a travs del arte y la cultura, desarrolla su bsqueda de trascendencia y sentido simblico, las cuales nos hacen, como humanidad, ser humanos (UNESCO, 1982).La modernidad, el modelo econmico imperante, y el recambio de ciudadano a un mero consumidor, son algunos elementos que nos develan este proceso de deshumanizacin por el cual atraviesan las sociedades occidentales (y occidentalizadas), donde la cultura y las artes juegan un rol de importancia. Las organizaciones que en Chile intentan abordar stas temticas con un discurso crtico y a la vez reflexivo, nos invitan a conocer cul es rol que juegan en nuestra sociedad, en la comunidad, sus motivaciones, las problemticas presentes al momento al abordar esta accin social con la legislacin en materia cultural vigente, son elementos relevantes de estas organizaciones sociales.Este estudio, donde los fenmenos en cuestin se trataron desde el paradigma cualitativo-interpretativo, y desde tambin, la tradicin fenomenolgica, nos ayuda a ir ms all de la experiencia que construyen los participantes de estas organizaciones, nos devela las significancias que los participantes van creando en conjunto, y desde sus propias pticas; por lo que, adems de un estudio innovador en la materia, es a la vez, una investigacin que pudiere tener bastantes implicancias en la prctica social, sin dejar de destacar su potencialmente enorme, contribucin terica a la comprensin de estos fenmenos.Este estudio est compuesto por diferentes captulos, donde, en un primer momento, se trat la problematizacin del tema investigativo, la pregunta de investigacin, la relevancia de esta y los objetivos de este estudio. Posteriormente, en un segundo captulo, se tratarn las discusiones tericas y las revisiones bibliogrficas, adems del estado del arte de la temtica en la bibliografa consultada. Dentro de un tercer captulo se expondr la metodologa que se utiliz en la investigacin, consecuentemente, en un captulo cuarto el anlisis de los datos; finalizando con un quinto captulo donde se incluyen las conclusiones y recomendaciones, adems de la bibliografa revisada en este estudio.Dante Maldonado Alarcn.

TABLA DE CONTENIDOSAGRADECIMIENTOS2RESUMEN3ABSTRACT..4INTRODUCCION.5CAPITULO I:FORMULACION DEL PROBLEMA DE INVESTIGACIN..101.1.- Planteamiento del problema..........101.2.- Pregunta de investigacin..142.- Objetivos: General y especficos..142.1.-Justificacin del estudio.15CAPITULO II: MARCO TEORICO.....173.- Estado del arte..173.2.-Perspectivas tericas de autores. 223.2.1.-Movimientos sociales y accin colectiva..233.2.2.-Hacia los nuevos movimientos sociales263.2.3.-Movimientos sociales emancipatorios...283.2.4.-Organizaciones culturales.303.2.5-Organizaciones culturales de la comuna de Valparaso: Caracterizacin..313.2.6.-Marco discursivo333.2.7.-Espacio pblico.363.2.8.-El nuevo espacio pblico chileno..383.2.9.-Polticas culturales.413.2.10.-Institucionalidad cultural413.2.11.-Distintas aproximaciones latinoamericanas sobre institucionalidad cultural.433.2.12.-La Fenomenologa: Hacia la bsqueda de significados e intersubjetividades43CAPITULO III: METODOLOGIA...464.1.- Paradigma464.2.- Tipo de estudio y alcances464.3.- mtodo(s) a usar..474.4.- Contexto474.5.- Universo y Muestra.484.6.- Tcnicas de produccin de la informacin..494.6.1.-Entrevista en profundidad.494.6.2.-Grupo focal524.7.- Criterios de Calidad, Validez y Confiabilidad.534.8.- Aspectos ticos..554.9.- Plan de anlisis de la informacin55CAPITULO IV: RESULTADOS DE LA INVESTIGACIN.575.1-Cuarto paso del anlisis fenomenolgico: descripcin estructuralde la experiencia y su anlisis terico.57CAPITULO V: CONCLUSIONES Y RECOMENDACIONES90BIBLIOGRAFA.101ANEXOS.:-Matriz de anlisis fenomenolgico107-Pauta de entrevista en profundidad..154-Entrevista en profundidad N2 156

CAPITULO IFormulacin del problema de investigacin

1.1.-Planteamiento del problemaDesde algunas dcadas la preocupacin por la cultura en las sociedades desarrolladas ha sido un tema creciente de inters y de reflexin. Se reconoce, por tanto que la cultura da al hombre la capacidad de reflexionar sobre s mismo. Es ella la que hace de nosotros seres especficamente humanos, racionales, crticos y ticamente comprometidos. A travs de ella el hombre se expresa, toma conciencia de s mismo, se reconoce como un proyecto inacabado, pone en cuestin sus propias realizaciones, busca incansablemente nuevas significaciones, y crea obras que lo trasciendan (UNESCO, 1982).En las sociedades desarrolladas, donde el hombre ya tiene satisfechas sus necesidades bsicas (salud, alimentacin, vivienda), las necesidades culturales pasan a un lugar importante, donde se establece la necesidad de trascendencia en el ambiente social, el de llenar las necesidades del espritu a su vez que pueden llegar a ser un polo de desarrollo en s mismo, como el acceso a bienes culturales, y la participacin de la comunidad en estos; dotando de un componente esencial hacia el desarrollo humano. El convertirse en agentes activos y partcipes de la vida en sociedad, el permitir el acceso de las personas a una cultura completa e inclusiva, se convierte as en un fin fundamental del desarrollo. (Gallagher, 2012)En Chile, en un perodo de vaco cultural que se produce en la dictadura militar entre los aos 1973-1989, la produccin artstica y la participacin de la ciudadana en temas culturales queda de lado, se suprimen las polticas culturales instauradas por el gobierno de Salvador Allende, en las cuales se fomenta la cultura desde las agrupaciones y sindicatos, a la vez que el tejido social y la idea de lo comunitario desaparecen con la incesante represin (Gallagher, 2012). Ya en democracia, con los gobiernos de la concertacin , el debate sobre cultura ha ido tomado importancia, como corresponden las primeras iniciativas en el gobierno de Aylwin, como la del centro cultural abierto a la comunidad Balmaceda 1215, siendo as unas de las primeras preocupaciones institucionales en materia cultural. Aos ms tarde, en el ao 2003, nace en el gobierno de Lagos Escobar, el actual rgano rector de las polticas pblicas culturales del pas (al no existir an un ministerio de Cultura), siendo el Consejo Nacional de la Cultural y las Artes (CNCA), a cargo de un (ministro) presidente y con personalidad jurdica, un organismo autnomo del gobierno, con sede principal en Valparaso. A su vez, la creacin del CNCA, converge con la creacin de fondos concursables para el desarrollo de las artes (FONDART, Fondo audiovisual, Fondo del libro y la lectura, etc.) mostrando de esta forma, los diferentes modelos de desarrollo cultural que se han ido implementando, modelos en los cuales el estado participa de manera directa (modelo patrocinador) y de manera indirecta (modelo facilitador), donde los fondos hacia esta materia se distribuyen de manera de concurso pblico, evidenciando la lgica competitiva como aspecto relevante y caracterstico del modelo de polticas pblicas implementado desde la dcada de los ochenta en Chile; siendo este mecanismo de fondos concursables, como parte fundamental de las crticas del sector artsticos al modelo de polticas culturales, ms an con los ejes de stas, donde la instauracin de lo que se denomina industria cultural, va cada vez ms relativizando y condicionando la creacin artstica (CERC-UAHC, 2010).En un plano de importancia, la desigualdad en materia cultural en Chile es un tema totalmente vigente, desde el acceso a bienes culturales hasta la participacin en formacin artstica- cultural, es un tema relevante comparado con pases vecinos, donde la creacin, difusin y acceso a la cultura son ms equitativos. En esta perspectiva, la distribucin del acceso de la poblacin a los bienes que se relacionan con la dimensin cultural (libros, obras de arte, cine, teatro, internet, entre otros), contina siendo muy desigual en el pas. Por poner un ejemplo, la Encuesta de Consumo Cultural del Consejo Nacional de la Cultura y las Artes, de 2009, arroj que ms de un 25% de las personas mayores de 15 aos del nivel socioeconmico ms bajo no ha asistido nunca en su vida a un espectculo teatral, mientras que dicha proporcin alcanza slo un 0,4% del nivel socioeconmico ms alto (CNCA, 2009). Esto puede mostrarnos, a su vez, la preferencia de los chilenos hacia el consumo de bienes tangibles, donde podemos entender la eleccin entre ir al mall o el asistir a un espectculo artstico.Dado este panorama, el Consejo Nacional de la Cultura y las Artes (CNCA), implanta el programa Chile quiere ms cultura, que abarca el perodo 2005-2010,(estando an presente en el gobierno de Piera Echeique) mostrando los lineamientos y los radios de accin que tendr este indito en polticas pblicas, el cual posee 52 medidas donde se hace hincapi a la promocin, participacin y a la creacin cultural (CNCA, 2004), adems de trabajar a su vez, temas de desarrollo local en cultura. En la comuna de Valparaso, bajo este panorama institucional, comienzan la formacin de diferentes agrupaciones culturales y colectivos artsticos(donde muchos de esos participantes devienen de agrupaciones polticas de izquierda), los que comienzan, bajo esta modalidad, a conformar organizaciones con personalidad jurdica (centros culturales, centros comunitarios culturales, centros de desarrollo vecinal, corporaciones culturales, etc.) con el objetivo de acceder a este sistema de fondos concursables como bsqueda de las nicas formas de financiamiento desde la institucionalidad. Dichas organizaciones fueron insertndose en diferentes zonas de la comuna de Valparaso, donde, en su generalidad, iban hacindose partcipes de la comunidad con talleres de diferentes disciplinas artsticas y nuevas prcticas sociales (talleres de permacultura, ecologa, reciclaje, etc.) los que era completamente abiertos a la comunidad, hasta llegar a convocar grandes manifestaciones callejeras que ya son parte de las tradiciones de la ciudad (Carnaval de Mil Tambores, festivales de Hip-Hop, entre otros) y que van reconociendo y reflexionando acerca del uso del espacio pblico y del fortalecimiento de la comunidad a travs de nuevas prcticas sociales que devienen del arte, adems de valores como la alegra sana, el respeto, la creatividad, la tolerancia y la igualdad.Este novedoso tipo de organizaciones, de orden cultural, y que son en su mayora auto-gestionadas, desde alrededor de 10 aos a la fecha han comenzado a expandirse en las diferentes zonas de la comuna, habiendo en la actualidad ms de 300 centros culturales y otras organizaciones con personalidad jurdica en la regin de Valparaso, concentradas en su mayora, en la comuna del mismo nombre, las cuales, a travs de la promocin de disciplinas artsticas fundamentalmente, buscan revitalizar lazos entre la comunidad. Este importante nmero de organizaciones presentes en la comuna, donde en los ltimos aos ha habido una explosin de stas y con este tipo de caractersticas a nivel nacional (CNCA, 2006), han tenido, adems, un efecto caracterstico en la forma de la protesta social de los ltimos aos, donde han incurrido muchas ms expresiones artsticas en estas en los ltimos aos; hecho que sin lugar a duda a generado un cambio en la forma de expresin y en la prctica social de algunas comunidades dentro de la comuna. Un fenmeno a nivel nacional e indito, que parte con mayor fuerza en la ciudad de Valparaso, y se prolonga (debido a las redes que stos mismo han generado) por diferentes zonas del pas, nos invita a reflexionar sobre el cmo unas agrupaciones formadas desde las bases, y producto de un modelo de desarrollo cultural, han tomado relevancia en el paisaje de esta comuna, en manifestaciones sociales, en la toma y embellecimiento de espacios pblicos, en mejoramientos de prcticas sociales y arquitectura de sus comunidades; inevitablemente se hacen evidentes las caractersticas de un movimiento social emancipatorio que busca, fundamentalmente, romper con los lazos hegemnicos, privativos y dominantes que ejerce el capitalismo al uniformar las identidades colectivas en un proyecto cultural que estandariza las necesidades(Marcuse, 1954); a la vez que intenta la reconfiguracin de la comunidad y su identidad, a travs del desarrollo social integral (Tarrow, 1997).El inters principal del siguiente estudio radica en la comprensin de los aspectos subjetivos que estn presentes dentro de la experiencia de participacin en las organizaciones de orden social-cultural desde la perspectiva de los miembros de las organizaciones culturales de la comuna de Valparaso, por lo que es imperativo el planteamiento de la siguiente pregunta de investigacin. 1.2. Pregunta investigativa.Cul(es) es (son) los significado que le atribuyen los miembros de las organizaciones culturales de la comuna de Valparaso a la experiencia de participar en un movimiento socio-cultural?2. ObjetivosObjetivo generalConocer el (los) significado(s) que le atribuyen los miembros de las organizaciones culturales de la comuna de Valparaso a la experiencia de participar en un movimiento socio-cultural.Objetivos especficosDescribir las motivaciones de los miembros de las organizaciones culturales de la comuna de Valparaso, para participar en un movimiento socio-cultural.Caracterizar el rol que, segn los miembros de las organizaciones culturales, cumplen dichas organizaciones en la comuna de Valparaso.Comprender la valoracin que le atribuyen los miembros de las organizaciones culturales de la comuna de Valparaso a las polticas culturales vigentes.Comprender la valoracin que le atribuyen los miembros de las organizaciones culturales de la comuna de Valparaso, al uso del espacio pblico como escenario para el desarrollo cultural de la comunidad.2.1- Justificacin del estudioRelevancia tericaLa presente investigacin pretende contribuir a dilucidar la dinmica que toma la construccin intersubjetiva de los significados que entregan los miembros de las organizaciones culturales de la comuna de Valparaso a la experiencia de participar en un movimiento socio-cultural, aportando conocimiento a las reas temticas de la sociologa de la cultura, movimientos sociales, adems coadyuvar hacia la reflexin conceptual, y la reformulacin de los alcances del uso del trmino de polticas culturales, desde una ptica ms identitaria y local.Dentro del marco de la investigacin, se pretende elaborar un cuadro analtico que contenga las diferentes construcciones simblicas que nos entreguen quienes formen parte de las diferentes organizaciones culturales de Valparaso, a modo de establecer, nuevas conceptualizaciones y formas de entender los procesos subjetivos que pueden estar detrs del (podemos hablar) movimiento cultural, y que se desarrollen en correspondencia a otros conceptos, como por ejemplo el de espacio pblico, poltica cultural o gestin comunitaria. Adems, en la presente, se pretende develar los significados que construyen las organizaciones culturales (como gestores culturales) como base para el trabajo con la comunidad, para entender los fundamentos polticos de estos y que sirvan para aportar a la teora en el desarrollo y entendimiento del rea artstico-cultural.De esta manera, tambin se pretende entablar la discusin sobre si efectivamente es un nuevo movimiento social emancipatorio, ya que lo novedoso de este nuevo fenmeno y sus caractersticas, que no se replican en muchas partes del continente, nos invitan a realizar un nuevo entendimiento, desde la teora actual, hacia nuevas conceptualizaciones en este marco, ms an, con los planteamientos que posee este movimiento, que pueden estar en sintona con bastantes planteamientos de los nuevos movimientos sociales actuales ya establecidos desde la teora. Finalmente, esta investigacin invita a otra discusin terica al respecto, sobre quin en la actualidad debiese hacerse cargo de la promocin y la gestin cultural, si lo ha hecho bien el estado, o, a travs de estas organizaciones, debiese hacerse junto con la conformacin de un nuevo espacio comunitario donde se configuren figuras identitarias ms representativas de la comunidad. Relevancia prctica En el marco de esta investigacin se propone develar la situacin de las diferentes organizaciones culturales de la comuna de Valparaso en el ejercicio directo de la gestin y promocin, ya que, posicionndose como organismos de importancia en el acercamiento de esta comunidad a la cultura (ms que los gobiernos locales), es necesario conocer las problemticas con las que trabajan en ello. Un acercamiento a estos organismos nos brindar, sin lugar a dudas, elementos de inters para un cuestionamiento a las actuales polticas culturales, elementos tales que permitiran una contribucin al proceso de diseo e implementacin de las mismas, ya que, desde los importantsimos hallazgos presentes, se plantea primeramente, una democratizacin de las polticas culturales, un acercamiento real con el mundo artstico, a la vez que puede servir de a modo de diagnsticos de las polticas culturales, ya que estas organizaciones, son los entes directos que se ven afectados por la institucionalidad.Por otro lado, este estudio devela las diferentes contribuciones que han hecho las organizaciones culturales en las comunidades en las que se insertan, ms an, aquellas que van relacionadas con las prcticas sociales que stas han instaurado en ellas, sobre todo en temas de educacin ecolgica, reciclaje, y la educacin artstica. En otro mbito, tambin es importante el entendimiento de la gestin comunitaria que hacen estas organizaciones, revitalizando aquellas instituciones representativas (juntas de vecinos primariamente) que han estado abandonadas, por lo que este estudio, al develar e informar sobre stas prcticas, puede colaborar de esta forma, con que dichas prcticas beneficiosas para la comunidad sean replicadas en organizaciones de otras partes del pas.CAPITULO IIMarco terico.3.-Estado del arte.Las investigaciones que puedan estar relacionadas con esta rea de inters, que corresponde a la configuracin de significados que entregan los participantes de organizaciones culturales de la comuna de Valparaso a la experiencia de participar en movimientos socio-culturales, son tendenciosamente escasas en Chile y en Latinoamrica en general, por lo que se demuestra un vaco investigativo y un desinters de la institucionalidad para abordar, de forma cualitativa, los significados que construyen los participantes a dichas organizaciones, donde la institucin a cargo de las polticas culturales, la cual corresponde al CNCA (Consejo Nacional de la Cultura y las Artes), no posee estudios cualitativos donde se aborden las problemticas desde la ptica de las organizaciones culturales, ms, slo posee estudios descriptivos sobre consumo, participacin y acceso a la cultura.En primer lugar, y como documento base de las polticas culturales vigentes en Chile, desde su organismo rector, vamos a considerar el documento institucional del programa Chile quiere ms cultura. Definiciones de la poltica cultural 2005-2010 (CNCA, 2004), donde se establece, en un primer esfuerzo, el primer programa a nivel nacional en polticas culturales, cabe destacar que es el primer documento oficial y de libre consulta donde se exponen las primeras polticas culturales desde la dictadura del Gral. Augusto Pinochet. Otros documentos institucionales revisados para la elaboracin de este estudio corresponden a Fuentes de financiamiento cultural (CNCA, 2009), donde se explicitan las fuentes de financiamiento pblicas y privadas que se enmarcan en diferentes leyes (como el caso de la ley de donaciones culturales, ley de asociacin social, fondos concursables, etc.), y que nos muestran el panorama del financiamiento cultural mixto que posee Chile. A su vez, la revisin del documento Diagnstico de la gestin cultural de los municipios en Chile (CNCA, 2006), que resume un tanto la participacin de los municipios en la temtica y los aportes en presupuesto de estas entidades para la difusin, no enmarca metodologas ni estrategias para esta. Finalmente, revisamos el documento de esta entidad (CNCA), Valparaso, poltica cultural regional 2011-2016, (CNCA, 2010), donde se enmarca principalmente iniciativas para la creacin, la participacin, cuidado y valoracin del patrimonio cultural, donde adems, se integra el reconocimiento a los territorios insulares en la valoracin de su patrimonio, a la vez que integra la denominada industria cultural como otro de sus ejes temticos para el desarrollo cultural de la comuna.Desde la revisin de antecedentes desde el CNCA, se revisaron los resultados expuestos en la Segunda Encuesta nacional de Participacin y Consumo Cultural en Chile (ENPCC), documento de base para las decisiones en polticas culturales, que define la entidad, sin duda marca la pauta para las polticas culturales venideras, donde indudablemente se vislumbra las dificultades al acceso a la cultura y bienes culturales y participacin ciudadana en estos, dando paso a preferencias de consumo de bienes y servicios del mercado formal.Otro documento de base para nuestro estudio correspondi un estudio encargado por el CNCA, y llevado a cabo por el CERC-UAHC, llamado Anlisis metodolgico del balance de poltica cultural 2005-2010 (CERC-UAHC, 2010), donde se hace, principalmente, una evaluacin a las 52 medidas contenidas en el documento institucional Chile quiere ms cultura: definiciones de poltica cultural 2005-2010, de forma metodolgica y de gestin en la aplicacin de estas medidas. Este documento nos muestra de forma analtica la implementacin, y su correspondiente evaluacin del programa Chile quiere ms cultura y de los ejes de desarrollo en que se sustenta el modelo de desarrollo cultural planteado.En un enfoque de investigacin, la revisin de trabajos como el de Jos Joaqun Brunner, Con ojos desapasionados (Ensayo sobre la cultura y el mercado) (Brunner, 2005), adems de Chile: ecologa social del cambio cultural en Carlos Cataln y Pablo Torche: Consumo cultural en Chile: miradas y perspectivas (Brunner y Torche, 2005b) donde podemos ver un panorama visualizado en Chile sobre el consumo cultural, y las proyecciones en la participacin de la ciudadana en esta, mostrando evidentemente como el mercado influye en las diferentes reas de desarrollo social del pas, donde se perfila la cultura como elemento para el desarrollo del capital humano.Una publicacin desde el CNCA que corresponde a un esfuerzo de diferentes y destacados intelectuales sobre la temtica de desarrollo social integral en Chile y el impacto del desarrollo cultural, es la recopilacin de ensayos y documentacin sobre las iniciativas culturales en Chile, titulado Cultura, oportunidad de desarrollo (CNCA, 2011), donde se expone la importancia real, y hasta cuantificable, que posee el desarrollo cultural de la poblacin en el desarrollo de una sociedad. Conceptos como cultura y oportunidades son desarrollados en esta publicacin, donde el ex presidente Ricardo Lagos E., analiza la importancia de la participacin cultural en Chile.Desde la experiencia Chilena, donde no se existen escazas investigaciones en materia de gestin de las organizaciones culturales, podemos ver algunas experiencias anteriores que pudimos recopilar. La Comunidad de Aprendizaje Puente, es una experiencia piloto realizada en Chile durante los aos 1995 y 1996 en el marco del Programa Puente del sistema de proteccin social Chile Solidario, orientado a dar apoyo psico-social a las 225.000 familias ms pobres del pas. Consisti en un sistema de capacitacin, formacin y acompaamiento a los y las profesionales que realizan el apoyo directo a estas familias. La experiencia fue diseada e implementada por FLACSO Chile, en dnde se aplicaban polticas de educacin no formal, mediante reuniones de carcter cultural ligadas a desarrollar destrezas de comportamiento artstico, donde a la vez se iba evaluando las diferentes competencias que brindaba este tipo de educacin.Su estructura y organizacin permiti satisfacer eficazmente tres condiciones bsicas: operar en gran escala con metodologas complejas, poner las actividades de capacitacin lo ms cerca posible de los/las profesionales, y permitir un monitoreo y evaluacin constante. Este sistema se manifest como una instancia altamente eficiente de organizacin de la formacin, acompaamiento y capacitacin que redund en un aumento de la efectividad de la prctica de los/las profesionales, logrando que ampliaran sus repertorios de accin, fortalecieran el sentimiento de pertenencia al Programa, y a su vez constituirse en un espacio de contencin afectiva y propiciar un espacio de clima laboral adecuado, todos ellos objetivos muy difciles de alcanzar con otras modalidades. Estos programas buscan a travs de distintas actividades artsticas enriquecer el desarrollo social de las personas. En el contexto latinoamericano y de estudios que se basen en organizaciones culturales, pudimos encontrar una investigacin realizada en dos barrios de argentina, la cual lleva por nombre Estudio de Accin Cultural en dos barrios del gran Buenos Aires del ao 2003, que retrata los modelos de ejecucin en poltica cultural, y que fueron implantados en barrios tradicionales de la capital argentina, y muestra cmo el centro cultural interviniente desarrolla diferentes estrategias con estas comunidades en la concepcin de la cultura popular y del desarrollo del espacio barrial, evidenciando la accin cultural barrial desde la misma comunidad es valorada positivamente entre los participantes, ya que se enmarca en un contexto de vulnerabilidad social y muestra cmo dichas prcticas sociales, de este tipo de organizaciones, pueden ser relevantes en la vida de los adolescentes inmersos en este contexto social.A partir de la revisin de los antecedentes disponibles, se visualiza la convencin de investigaciones que puedan estar relacionadas con las organizaciones culturales, o que puedan contribuir hacia el entendimiento de la construccin prctica y simblica de stas (o movimientos sociales), podemos constatar la falta de publicaciones relacionadas con la temtica y la escasa preocupacin de la institucionalidad cultural en Chile con este tipo de organizaciones. Para nuestra valoracin, estos grupos de carcter cultural y que se generan en base a una carencia, o contrarias al modelo de desarrollo de dicha institucionalidad, puede tomar gran relevancia a travs de los aos subsiguientes en temas relacionados con las nuevas prcticas sociales, nuevas significancias hacia la democracia y ciudadana, nuevas formas de participacin artstica y social; donde la ciudadana est cada vez ms presente y ms participativa en relacin a las subjetividades que integran stas agrupaciones.

3.2.- Perspectivas tericasA continuacin se presentarn las principales perspectivas tericas que nos puedan ayudar a comprender, dentro de un marco analtico, con mayor profundidad la problemtica expuesta anteriormente, adems dar el sustento terico a la presente investigacin.En un primer lugar, se hace una revisin bibliogrfica sobre los principales constructos tericos relacionados a los movimientos sociales clsicos, hacia los nuevos movimientos sociales, a los movimientos de corte emancipatorio, y social emancipatorios. Es imperativo en este estudio la revisin de la teora pertinente sobre movimientos sociales, ya que correspondiendo con una de las intenciones del investigador, se plantea la idea de poder establecer una acabada discusin sobre si nuestro objeto de estudio (las organizaciones culturales de la comuna de Valparaso) son efectivamente parte de un movimiento social de orientacin cultural segn estas mismas perspectivas tericas. En un acpite subsiguiente, intentaremos definir lo que entendemos por organizacin cultural, sus caractersticas y rasgos, para, prosiguiendo con el diseo de este marco terico, dar lugar a la discusin expuesta.Posteriormente, desde la construccin de la discursiva presentada, se tratar la temtica relacionada con el espacio pblico desde una mirada del autor J.Habermas, a la vez que se tratar el espacio pblico chileno en especial, y sus nuevas significaciones, adems se expondrn conceptualizaciones sobre institucionalidad cultural, y sus planteamientos desde una perspectiva latinoamericana.Para finalizar, se presentar un acpite relacionado con la fenomenologa como la tradicin metodolgica escogida en este estudio y como a travs de sta, pudimos acercarnos al objeto de estudio.

Movimientos sociales y accin colectiva.Las sociedades, se han caracterizado a lo largo de su historia por albergar en su seno el desarrollo de movimientos sociales de carcter reivindicativo que se organizan con el objetivo de manifestar las necesidades de una colectividad y propiciar la solucin de conflictos sociales. De esta forma, los movimientos sociales emergen como respuestas organizadas a problemas sociales (Parra, 2005).En cuanto a su motivacin primigenia, los movimientos sociales nacen como oposicin a un enemigo social que vara segn las caractersticas del movimiento (Touraine, 1999). Esta oposicin manifiesta, es expresin de las problemticas internas de una sociedad determinada. Y la respuesta organizada en la que convergen los movimientos sociales son una muestra de la necesidad que stos tienen de reorganizar la sociedad.Los integrantes de los movimientos sociales generan una identidad comn que emerge del conflicto en el que estn inmersos. Asimismo, la identidad generada en dicho conflicto social posibilita que los individuos tengan control de la accin colectiva, debido a que desarrollan relaciones sociales que los unen en un objetivo comn. La integracin social que as se gesta, es condicin para que el movimiento social pueda manejar mecanismos seguros de contraposicin cultural al orden establecido que viabilice el cambio social. La accin colectiva que protagonizan los(as) miembros de los movimientos sociales para atenuar problemas y mejorar sus condiciones de vida se desarrolla desde la precariedad social, segn los movimientos sociales clsicos. Esto da paso a una confrontacin con adversarios que actan legitimados por la legalidad imperante, que les entrega mayores cuotas de poder y posibilidades de accin (Touraine, 1999). Esta confrontacin es denominada por Touraine (1999) como un Sistema de Accin Histrica, que se conforma sobre la base de una interaccin conflictiva entre representantes de diversas clases sociales. En dicho conflicto, los miembros de los movimientos sociales, quienes pertenecen a las instituciones del orden social, ejercen variadas acciones orientadas a construir y/o reconstruir la historia de una sociedad determinada, a favor de una u otra clase social en pugna (Touraine, 1999).Para lograr la consolidacin poltica de los movimientos sociales, es importante la creacin y socializacin de informacin y de cursos de accin que ilustren las desigualdades sistmicas y las precariedades que esconde la realidad social. Adems, para cumplir tales objetivos, que nacen del conflicto y la desigualdad, es necesario una interaccin entre los(as) sujetos(as) partcipes de los movimientos sociales que busquen, parafraseando a Touraine (1999), la produccin de las condiciones histricas de la sociedad, que propendan al bienestar de la poblacin y no a la reproduccin de las desigualdades sociales.Ante la necesidad de visibilizar los argumentos que esgrimen los movimientos sociales en contra de la desigualdad social, se hace menester la bsqueda de un nuevo foco terico desde el cual mirar a dichos movimientos como actores claves del acontecer histrico de una sociedad. Tambin enfatizar la configuracin relacional de sus acciones colectivas, para que puedan coordinar a varios movimientos sociales en una perspectiva de organizacin cohesionada. Contribuyen as a la efervescencia que remueve el orden social existente y crea nuevos escenarios de participacin y expresin (Touraine, 1999).Como podemos ir vislumbrando, el escenario conflictivo de los movimientos sociales est marcado por un ataque constante hacia las elites sociales, o clases hegemnicas y polticas de una determinada sociedad, por ser stas las que crean las desigualdades sociales ante las cuales se manifiestan los movimientos. En este sentido, los movimientos sociales se sitan en un mbito de antagonismo a la hegemona reinante (Touraine, 1999). Por ende, dichos movimientos practican, en sus organizaciones y acciones colectivas, una poltica cultural que se basa en la horizontalidad que toma la organizacin, donde sus miembros tienen las mismas cuotas de poder y por ende la misma capacidad de manifestar opiniones para la construccin de estrategias de lucha. Este hecho contrasta con la organizacin de las estructuras polticas dominantes, las que recaen en el estado y los partidos polticos. Esta distancia que toman los movimientos sociales de los mecanismos formales de participacin poltica, representa para ellos un principio de consecuencia discursiva y un ejemplo prctico de organizacin poltica que prescinde de las antiguas burocracias partidarias y estatales. Por lo mismo, los movimientos sociales surgen y se apoderan de los espacios pblicos como una respuesta, y alternativa de organizacin ciudadana, ante la incapacidad del Estado y de los partidos polticos para canalizar el inters y las necesidades de la ciudadana (Tarrow, 1997).Las acciones sociales que son desarrolladas por los movimientos sociales para conseguir que sus intereses sean objeto de discusin poltica y de esta forma poder satisfacer sus necesidades comunitarias, se basan en primera instancia en una organizacin previa de la poblacin para la consecucin de tales objetivos y, en segundo lugar, en cambios en la estructura de oportunidades que se desarrolle en el sistema poltico de una sociedad determinada (Tarrow, 1997). La estructura de oportunidades se refieren al contexto especfico que experimentan las dimensiones polticas, econmicas y sociales de una determinada sociedad, para propiciar o desincentivar la accin colectiva de la poblacin (Tarrow, 1997). Estos movimientos sociales generan, a su vez, repertorios de confrontacin, y cuando estos son eficaces, son utilizados por otros movimientos sociales y se convierten en respuestas aprendidas que se aplican a toda una variedad de situaciones aportando convenciones que ayudan a los movimientos a aglutinar incluso a grupos muy grandes y dispersos, sin que deban poseer iguales intereses (Tarrow, 1997).

Hacia los nuevos movimientos socialesLos nuevos movimientos sociales surgen en las sociedades en la dcada de los setenta, como una crtica al sistema de regulacin social del capitalismo y a la metodologa contra-hegemnica de los regmenes socialistas, detectando as nuevas formas de opresin que van ms all de las que devienen de las relaciones sociales de produccin. Por ende, las reivindicaciones de los nuevos movimientos sociales, transitan hacia otros intereses, como la autonoma organizativa, la mayor participacin poltica, el logro de mejoras en la calidad de vida y/o el acceso a la vida cultural. Ello se resume en una bsqueda de la identidad y de valores post materialistas (Neveu, 2002).Los nuevos movimientos sociales se diferencian de los antiguos movimientos obreros en diferentes aspectos. En primer lugar, se estructuran en organizaciones descentralizadas y autnomas que tienen como eje poltico una demanda especfica sobre la cual desarrollan sus acciones reivindicativas. Por ejemplo, el movimiento pacifista, el feminista o el ecologista. En estos movimientos es fcil distinguir su demanda especfica (Revilla, 1993).En segundo lugar, se caracterizan por desarrollar valores y reivindicaciones sociales que no propenden hacia un cambio radical en la estructura social, sino ms bien, requieren manifestar la identidad comn de las personas que componen el movimiento social para expresar su legtima singularidad y su resistencia organizada contra el control social.En tercer lugar, a diferencia de los antiguos movimientos o movimientos obreros, que tenan como objetivo acceder al gobierno mediante la creacin de un proyecto poltico organizado sobre la base de partidos de trabajadores(as), los nuevos movimientos sociales no contemplan conquistar el gobierno para desarrollar sus reivindicaciones, sino buscan negociar u oponerse a ste, manteniendo su independencia del poder poltico legitimado.Por ltimo, los nuevos movimientos sociales no se identifican como pertenecientes a una clase social especfica, sino que su identidad se conforma en base a la causa por la cual luchan (Neveu, 2002)Segn Revilla (1993), los nuevos movimientos sociales se conforman como elementos fundamentales para otorgar capacidad de discusin poltica a la sociedad civil desde un mbito, como hemos enunciado antes, desmarcado del poder de los partidos polticos tradicionales y el Estado. Por ende, el nuevo movimiento social busca reconstruir la identidad que prima en la sociedad, mediante mecanismos de organizacin y accin colectiva, propia y autnoma (Revilla, 1993). Es ms, dichos movimientos son expresin de descontento ciudadano para con las instituciones del poder legitimado y, por ello, las personas se sienten representadas por la estructura autnoma y descentralizada que estos movimientos toman. Por ende, los nuevos movimientos sociales gestionan de forma positiva un rescate de la memoria histrica y colectiva de la sociedad, a la vez que buscan reformar a las instituciones para que stas resuelvan las necesidades correspondientes de una comunidad que ha revitalizado y reafirmado su identidad propia.La emergencia de los nuevos movimientos sociales es una manifestacin, en nuestro presente histrico, de cambios y transformaciones a nivel mundial en el plano poltico, econmico, social y cultural (pueden ser movimientos reivindicativos como el feminismo, de conflicto ambiental, anti racistas, de acceso a la cultura, entre otros); y, por ende, sus propuestas y lineamientos organizativos sern parte de las agendas polticas en los prximos aos, independiente del xito o fracaso de sus causas (Neveu, 2002).Es relevante la diferenciacin que se hace para entender, claramente, cuando estamos en presencia de un movimiento social (interpretacin que invocaremos ms adelante para apoyarla discusin). Existe el campo de la accin colectiva y de los movimientos sociales. La accin colectiva es el conjunto de las conductas conflictuales al interior de un sistema social (Melucci, 1976). Existe en la accin solidaridad y, por supuesto, un conflicto. Una situacin conflictiva es la condicin previa para un movimiento social, y ste, para alcanzar tal categora, necesita aspirar a modificar los lmites del sistema considerado.El citado autor habla de conflicto cuando cuestiona el sistema de clases; lo plantea desde el materialismo histrico; por ello, si no est presente este aspecto no es un movimiento social y mucho menos se puede calificar de clasista, en uno de los tipos de anlisis que existen como base a los movimientos sociales, el marxista. Dentro de lo que entiende por acciones conflictivas, podemos identificar las acciones conflictivas, en accin conflictiva reivindicativa, y accin conflictiva poltica, donde la primera se caracteriza por tratarse de conflictos colectivos que atacan los mecanismos de funcionamiento de una organizacin, la distribucin de recursos a lo largo de una escala estratificacin, la divisin y la coordinacin de los roles, sin que estn an determinadas las normas de la organizacin misma. Los de accin conflictiva poltica, se refiere ms a la competencia de grupos de intereses opuestos por la ocupacin de los procesos decisionales del sistema poltico dentro de la sociedad. Adems, Melucci (1976), seala que los movimientos son de tres tipos: reivindicativos, polticos y de clase; en el primero se cuestionan las reglas y se busca la redistribucin de los recursos as como la reestructuracin de los roles; el poltico pretende modificar los canales de participacin poltica y mover las relaciones de fuerza; en cuanto a las reglas, romperlas; el ltimo busca cambiar los rasgos estructurales del modo de produccin. Aclara a su vez que nunca se presenta un movimiento social de clase en estado puro, ya que este se sita en el momento y sociedad concreta, por ende el anlisis debe centrar en (previo) movimiento reivindicativo de clase o poltico de clase.Movimientos Sociales emancipatoriosDentro de este tipo de movimientos sociales los conformantes de estos, orientan sus repertorios de accin colectiva ,prctica e ideolgica, para la conversin de las relaciones sociales hegemnicas en un sentido de desarrollo integral, a la vez que orienta su accionar hacia creacin de nuevas condiciones de existencia , y de valores como la igualdad, solidaridad y bienestar(Tarrow, 1997). En estos movimientos se desarrolla otro tipo de bsqueda, ms all de los movimientos sociales clsicos de orientacin obrera. El fundamento mximo de este tipo de movimientos, es la emancipacin, por ende, la desestructuracin de relaciones sociales de desigualdad, discriminacin y jerarquas que impone la sociedad del capitalismo globalizado en las periferias urbanas de Latinoamrica (Zibechi, 2009; Revilla, 2010).stos orientan su accionar para la reconfiguracin de la comunidad; y la recuperacin del proceso de construccin de la subjetividad mediante la afirmacin de identidades basadas en la diferencia en territorios determinados (Revilla, 2010).Como consecuencia de la ideologa capitalista, la cual, ha querido uniformar las identidades colectivas en un proyecto cultural, y que pretende romper las identidades locales, lleva a la conformacin de un hombre unidimensional, a travs de la estandarizacin y creacin de falsas necesidades de consumo, en este tiempo, a novel global (Marcuse, 1954).En esta misma idea, los movimientos sociales emancipatorios se caracterizan por retomar la diferencia y los tiempos internos de los sujetos. Por esto, es necesario un proceso de reflexin que permita a los sujetos visibilizar el origen de su exclusin y sobreexplotacin; adems de la posibilidad de politizar la misma en una reivindicacin social, la que busca, incesablemente, romper con las relaciones sociales jerarquizadas (Revilla, 2010; Zibechi, 2009).Sin embargo, los movimientos sociales emancipatorios que se construyen en las periferias urbanas de Latinoamrica, cumplen un rol fundamental en la recuperacin de sus espacios y territorios que, a su vez, han sido abandonados por el Estado y el mercado (Zibechi, 2009). Esta marginacin social, les permite cultivar experiencias y relaciones sociales contra-hegemnicas y, en consecuencia, construir territorios de resistencia, a la vez de la bsqueda de un cambio cultural integral (Zibechi, 2009).Estos valores que guan las relaciones sociales emancipatorias, cumplen un papel articulador dentro de los territorios de las periferias urbanas de Latinoamrica, ya que, no son las relaciones hegemnicas netamente jerrquicas las protagonistas, sino lazos de tipo familiar que buscan que la comunidad, en su conjunto, mejora social, econmica y polticamente (Zibechi, 2009; Revilla, 2010). Los movimientos sociales emancipatorios, se cuestiona el principio de la delegacin de poder que est inscrito en los mecanismos clsicos de participacin poltica. Plantean la necesidad de comunalizar el poder (Zibechi, 2009) para que las decisiones sean tomadas por el conjunto de las subjetividades que dan vida al movimiento, en asambleas participativas y no en democracias representativas, por ende, los movimientos sociales emancipatorios conciben al Estado y a la esfera de participacin poltica tradicional, slo como factores que pueden influir en la construccin de un proyecto emancipatorio y no como el centro de su discusin poltica. Esto se debe a que la lucha poltica y social se encuentra en los mismos sujetos que son parte y construyen los diferentes movimientos sociales emancipatorios; y no en el Estado de turno (Zibechi, 2009).

Organizaciones culturalesDurante los ltimos aos se ha discutido bastante acerca del concepto de cultura; sin querer llegar a una conclusin, podemos decir, inicialmente, que la mayora reconoce la idea histrica que la palabra cultura deriva de cultivo, idea que nace con el desarrollo intelectual del mundo europeo del siglo XVIII, atendiendo a la conformacin de un proceso, el proceso de cultivar. As, al igual como se designaba el cultivo del trigo, se comenz a hablar del cultivo de las ciencias, las letras, de la formacin del espritu. De esta forma se hizo extensivo al cultivo de la mente humana, acabando por designar una configuracin del espritu de un pueblo en particular. As, de ser la accin de cultivar pas a designar el modo particular como un pueblo organizaba su vida (CNCA, 2009).El trmino cultura empieza por designar un proceso -la cultura (cultivo) de granos o cra y alimentacin de animales- y, por extensin, la cultura (cultivo activo) de la mente humana. Histricamente, cultura se ha interpretado desde dos sentidos: como las actuaciones intelectuales y artsticas del hombre y como el modo de vida de un pueblo, que deriva de la antropologa (Garca C., 1987).En este sentido, se enuncia la acepcin de cultura como el conjunto de procesos donde se elabora la significacin de las estructuras sociales, se la reproduce, y transforma mediante operaciones simblicas (Garca C, 1987).Por otro lado, el concepto de organizacin (Schein, 2001) corresponde la conduccin de las actividades de un cierto nmero de personas, que intentan conseguir una finalidad y objetivo comn explcito, mediante ladivisinde funciones y trabajo y mediante la jerarquizacin de la autoridad y la responsabilidad.Por ende concebimos, a primera vista, que una organizacin cultural a la conduccin de un nmero de personas, con una finalidad y objetivos comunes explcitos, los cuales se basan en la preocupacin por el cultivo activo de la mente humana (en su direccin intelectual y artstica) de la comunidad. Con este constructo, trabajaremos en este estudio la definicin de organizacin cultural, orientada al cultivo artstico-simblico de la sociedad.Dichas organizaciones, tales como organismos no gubernamentales (ONGs), centros culturales privados, centros culturales auto-gestionados, fundaciones nacionales e internacionales, organismos pblicos, ministerios o departamentos gubernamentales, entre otros, que hagan en la prctica este tipo de cultivo podramos nombrarlos como organizaciones culturales, y que posean personalidad jurdica en el municipio donde residen, segn la ley n19.418.Organizaciones culturales de la comuna de Valparaso (Caracterizacin)Las organizaciones culturales, y que competen nuestro objeto de estudio, de la comuna de Valparaso poseen, en la mayora de los casos emblemticos, bastantes caractersticas comunes. He ah el inters especial de este estudio en analizar este tipo de organizaciones y no otras.Desde los relatos de los informantes del estudio, dentro de los cuales estn los centros culturales de mayor antigedad de la comuna, y que estn en pleno funcionamiento actualmente (Centro cultural Planeta Polanco, Centro cultural Brujas de la Kalahuala, Centro cultural Playa Ancha, entre otros), podemos reconocer, a lo menos tres rasgos fundamentales. En primer lugar el carcter su funcionamiento auto-gestionado. La gran mayora de los centros culturales de la comuna funcionan bajo este paradigma organizativo, donde argumentan que es un camino que eligieron conscientemente (E.N1) y que entrega completa autonoma sobre sus decisiones y sus enfoques como organizacin (E.N3). Este es rasgo pareciera vislumbrar una senda por la que debieron optar los miembros de estas organizaciones, aunque la personalidad jurdica les permite participar a los fondos concursables en cultura del Consejo Nacional de la Cultura y las Artes (CNCA), pero que a la vez, no significa un financiamiento prolongado ni estable en el tiempo, pero que preserva la autonoma y el libre ejercicio de sus prcticas, uno de los elementos de este carcter que buscan este tipo de organizaciones.Una segunda caracterstica que poseen este tipo de organizaciones culturales, y que estn presentes en la comuna de Valparaso, corresponde a que varias de stas han gestionado los espacios fsicos en los que se desarrollan dentro de su comunidad a travs de una re-apropiacin de stos espacios. Gran parte de las organizaciones que participaron de este estudio han conseguido sus espacios fsicos mediante diferentes procesos relacionados con la re-apropiacin de espacios pblicos, generalmente a mal traer. En algunos casos, estas organizaciones han hecho ocupacin pacfica de viviendas abandonadas, donde posteriormente, hacen regulacin legal de stos espacios. A su vez, han tomado terrenos, preferentemente en los cerros de la comuna (periferia), que han estado deteriorados o en situacin de micro basurales, los cuales, y a travs de una prctica social que genera bastantes significados, revitalizan, limpian, y hasta logran hacer edificaciones en conjunto con la comunidad donde se insertan. Espacios como el parque Violeta Parra, en el cerro Playa Ancha, o la biblioteca Gutenberg y el anfiteatro del cerro Cordillera, que son recuperacin de espacio pblico para la comunidad. En algunos casos, estas organizaciones, se instalan en edificaciones que estn a cargo del municipio y se pactan diferentes mecanismos para su uso, como son los comodatos a plazos.Una ltima caracterstica que poseen estas organizaciones en su generalidad dentro de la comuna de Valparaso, corresponde a que casi la totalidad de stas buscan, a travs de sus prcticas sociales, fortalecer los mecanismos representativos democrticos en sus comunidades, generalmente desde la creacin de nuevas formas de stos (creacin de consejos vecinales desde la misma organizacin cultural), o en menor medida, la revitalizacin de juntas de vecinos. Dicha prctica social ha permitido a la comunidad dotarse de nuevos mecanismos, fuera de los mecanismos institucionalizados, para el fortalecimiento de la democracia; donde podemos ver a lo largo de la historia de stos luchas contra la instalacin de antenas, contra el avance inmobiliario en los cerros, para lograr mayor seguridad, luchas territoriales, etc.Marco discursivo: Las organizaciones culturales de la comuna de Valparaso, logran conformar un movimiento social? Podemos hablar de un movimiento social-cultural dentro de la comuna?Para establecer una reflexin sobre si efectivamente las organizaciones culturales de la comuna de Valparaso, a travs de los aos de funcionamiento que poseen y de las numerosas que existen hoy, podemos categorizarlas en el marco de un nuevo movimiento social, u otro tipo de movimiento, nos basaremos en la revisin bibliogrfica anterior.En un primer, desde la bibliografa revisada anteriormente podramos resumir que un movimiento social podra entenderse como una agrupacin de individuos que comparten una serie de significados sobre un tema determinado, los que a su vez, van configurando diferentes tipos de conflictos relativos a este tema, para con la instituciones o la autoridad y stos pueden de tipo polticos, reivindicativos o de clase (Melucci, 1976; Neveu, 2002; Touraine, 1999; Revilla, 2010).Para que exista un movimiento social, debe antecederle una accin colectiva conflictiva, las cuales pueden acciones conflictivas reivindicativas o acciones conflictivas polticas (Melucci, 1976). Desde sta perspectiva, asumimos que las organizaciones culturales de la comuna de Valparaso, pueden atribuir su formacin (y evidentemente sus caractersticas), y su tipo de funcionamiento por una carencia institucional. Buscan el camino de la auto-gestin de sus recursos ya que es la nica forma de subsistencia bajo este modelo de desarrollo cultural, adems de que han sido constantemente reprimidas sus manifestaciones pblicas y culturales. Esto se potencia, a su vez, en la forma en que varias de estas organizaciones han debido presentarse como escuela artsticas alternativas, fuera del sistema formal, por ende no reconocido, y que simblicamente ya estn realizando un bolsillo de resistencia cultural. El conflicto en este punto converge en una posicin abiertamente contraria al modelo de desarrollo cultural, el cual, entienden estas organizaciones, funciona mediante mecanismos de control social y de dominacin cultural, la cual se funda a travs del consumo meditico, la cual adormece a la ciudadana, evitando un desarrollo integral que no es de conveniencia de este modelo, he ah el camino de la autogestin como resistencia.

Dentro de las caractersticas relevantes identificadas de estas organizaciones culturales de la comuna de Valparaso, podemos encontrar la gestin territorial y del espacio fsico donde se asientan. Estas organizaciones han pasado por diferentes procesos a lo largo de los aos de existencia, desde pasar por una cuasi clandestinidad, a estar implementando un sistema educativo que recientemente tiene la aprobacin del Ministerio de educacin. La gestin de los espacios fsicos y territoriales donde se asientan stas, como se expone en el apartado anterior, se constituye como una estrategia de posicionamiento de stos grupos en las comunidades, muchas veces interviniendo, a travs de prcticas sociales como la ecologa por ejemplo, dichas comunidades y van generando diferentes significados a travs de stas. Generalmente, aunque ha sido un proceso no tan turbulento la de re-apropiacin de terrenos en Valparaso en algunos casos, estos grupos lo hacen en las periferias de la ciudad, revitalizando diferentes barrios en los cerros, donde este ejercicio, a travs de valores como la tolerancia, el respeto y la igualdad social, van estableciendo territorios de resistencia en estas periferias que fueron abandonadas por el estado y el mercado, a la vez que se realza el carcter no jerarquizado de los participantes de este espacio, elementos que podemos encontrar en los movimientos emancipatorios (Zibechi, 2009)Desde las caractersticas identificadas con anterioridad, podemos encontrar a la bsqueda del fortalecimiento de los mecanismos democrticos por parte de estas organizaciones en las comunidades donde se asientan. Dicha caracterstica responde hacia el acercamiento de los mecanismos de representacin poltica con el fin del fortalecimiento de la democracia local. Conflictos, como los mencionados, de orden ambiental, o contra las inmobiliarias que afectan directamente las comunidades, son canalizados por estas organizaciones donde la comunidad encuentra un eco en las demandas sociales que el estado, derechamente ignora. Este carcter, evidentemente, tiene que ver con las accin conflictiva poltica, ya que, por consecuencia, si existieran canales representativos mucho ms democrticos, no se presentaran este tipo de conflicto, se busca, eminentemente, la comunalizacin del poder (Zibechi, 2009), a su vez que podemos clasificar que estas organizaciones, llevan conflictos que podemos enmarcar en el tipo de accin conflictiva poltica, dentro de los campos de accin, definidos por (Melucci, 1976), y que preceden a un movimiento social.Las numerosas organizaciones culturales de la comuna de Valparaso han recogido muchas de las significancias desarrolladas por diferentes movimientos sociales establecidos, entre ellos, de movimientos feministas, de movimientos socio ambientalistas, de movimientos polticos, etc. y son regentes de diferentes prcticas sociales relacionadas con la educacin artstica, formal e informal, educacin ecolgica, donde confluye, en palabras de un informante, en el nico espacio que adems de satisfacer las necesidades artsticas y culturales que no logra el mercado ni el estado, es el nico espacio abierto, de tolerancia, respeto e igualdad donde no se distinguen clases sociales, profesiones y edades, en el momento de una comparsa (E.N4). Sus contribuciones pueden verse desde las modificaciones en los territorios perifricos, hasta en un cambio en el tipo de protesta social, donde se evidenci un carcter ms artstico y pasivo en los movimientos estudiantiles del ao 2011 en Chile, indudablemente hacen visualizar ste como un movimiento social-cultural.Tambin podemos introducir un planteamiento ms; desde la lgica del capitalismo, los bienes llamados pblicos fueron progresivamente disminuyendo en los ltimos 40 aos. En el caso de Amrica Latina encontramos que al disminuir los bienes pblicos, aceptando que las empresas pblicas los incrementaban, y como sabemos estas subsidiaban bienes y servicios tanto al capital como al trabajo; a partir de la dcada de los ochenta, momento en que inicia la implantacin de la poltica neoliberal, aumenta el nmero de organizaciones no gubernamentales; lo cual indica que la sociedad se organiza para demandar y/o resolver lo que ya el Estado no puede hacer (Garca C, 1987), donde efectivamente provoc el auge de estas organizaciones, tanto en la comuna de Valparaso, como a nivel nacional.Finalmente, para concluir con este apartado, es el mismo A. Melucci quien seala que En el campo de la accin colectiva la falta de ms conceptos adecuados, dificulta llegar a desechar una nocin como movimiento social(Melucci, 1985:799), donde evidentemente no podramos determinar a secas, si efectivamente estamos en presencia o no de un movimiento social, pero si queda de manifiesto el inters que el lector, desde las aproximaciones tericas expuestas y la discusin, evale desde su perspectiva.

Espacio pblico La esfera pblica no es el Estado ni el mercado; ms bien es un cuerpo informalmente movilizado de una opinin discursiva no gubernamental que puede servir como contrapeso al Estado y al mercado. En efecto, es precisamente este carcter extra gubernamental de la esfera pblica el que le confiere un aura de independencia, autonoma y legitimidad a la opinin pblica generada en esa esfera pblica (Habermas, 2002).Existen dos procesos sociales que surgen simultneamente: el proceso de autonomizacin de la sociedad civil, frente al Estado y frente al mercado, y el surgimiento de la esfera pblica. Una reclama a la otra: La esfera de lo pblico que eventualmente tambin se engarza con el debate crtico de asuntos polticos se convierte definitivamente en la esfera en la cual la sociedad civil refleja y expone sus intereses. Ese reflejo y exposicin de intereses se presentan a manera de una discusin abierta en la esfera pblica sobre tpicos de inters comn. La esfera pblica se caracteriza, en consecuencia, por poseer una estructura de comunicacin que concierne a la accin orientada al entendimiento entre los participantes (Habermas, 2002).Por ende, se va dejando de lado la antigua concepcin donde la esfera pblica era representada por los partidos polticos, dando lugar a el espacio en que la sociedad civil configura sus discursos, en oposicin al poder mercantil y la administracin gubernamental, en consecuencia entendemos espacio pblico como el espacio dondela sociedad debate crticamente los asuntos de gobierno y de mercado, y expone racionalmente sus ideas, transmite los valores y comportamientos (siendo la opinin pblica el discurso elaborado en este espacio). Coexisten muchos espacios pblicos y opiniones pblicas tematizadas: derechos humanos, medio ambiente, religin, migracin y desarrollo, etc., donde ya no se aplica la idea del caf Parisino, o las tertulias de las elites como espacio para estas discursivas, y donde su objetivo principal es constituirse en el espacio garante del sistema circulatorio de la sociedad civil, donde se forma, desde abajo, la opinin pblica como fuente legtima de la ley y el diseo de las polticas(en nuestro caso culturales) gubernamentales (Habermas, 2002). Para Habermas (1991), en un primer momento del capitalismo, emergi un espacio pblico que trat de limitar la autoridad del Estado y consolidar el principio de responsabilidad pblica. El Estado es considerado legtimo, en tanto implemente el inters general del pblico bajo condiciones de libre asociacin y discurso. Sin embargo, en el capitalismo moderno, las condiciones que alimentaron el espacio pblico han tendido a desaparecer. Se habra producido una re-feudalizacin de la esfera pblica, debido a que el Estado realiz intervenciones, tanto directas como indirectas, para poder atenuar las contradicciones sociales. Ello conllev a despolitizar la esfera pblica y hacerla maleable a los intereses del Estado (Habermas, 1991). Podemos entender el espacio pblico es una especie de foro crtico, una suerte de tribunal de la razn delante el cual el poder poltico debe legitimar sus decisiones. Este espacio pblico ha sido restringido por el Estado moderno debido a la socializacin del Estado, que ha conducido a una estatizacin de la sociedad (Habermas, 1991). Dicho elemento es relevante para nuestro anlisis de las organizaciones sociales, ya que sus participantes, ms an en un proceso de represin brutal de una dictadura (1973-1989), donde podramos ubicar esta socializacin del Estado, se produce un nuevo re-formulamiento sobre el uso de stos espacios, sobre el libre trnsito, sobre todo, al derecho de asociatividad, elementos que estn presentes en la constitucin chilena de 1980, formulada en esta dictadura.La sociedad chilena, evidentemente re-socializ las nuevas disposiciones de esta estatizacin de la sociedad, donde desaparecieron los espacios pblicos como tales, se re-signific la esfera pblica, haciendo, evidentemente, mucho ms escaza la discusin ciudadana, adems de aprovechar de manera brillante, dicha disociacin de este espacio, para acercar al mercado, y que este pueda lograr llenar este vaco, con nuevos significados, que escapan derechamente, hacia el ejercicio de construccin de la ciudadana.El nuevo espacio pblico ChilenoSin lugar a dudas, el espacio pblico Chileno ha tenido un desarrollo bastante diverso en las ltimas dcadas. Desde la censura y el oscurantismo en la poca de la militar, a una consiguiente reinvencin de este para dar paso a las diferentes interpretaciones y escenarios que van pasar a formar parte de los actuales, llamados, espacios pblicos en las grandes ciudades del pas.En Chile, probablemente, debido a los diferentes procesos por los cuales ha transitado la sociedad, en referencia al avance del consumo como base de la economa nacional, el espacio pblico ha ido cambiando su lugar, sus normas, su relacin entre lo privado y lo pblico, se visualiza con un espacio pblico que se reserva el derecho de admisin, con polica privada y nuevas normas que provean seguridad, esto en el caso de los numerosos centros comerciales de gran envergadura que ya conforman el nuevo espacio pblico en Chile, y que poseen diferentes formas para los diferentes sectores socioeconmicos del pas (Mall Alto las Condes, Mall Paseo estacin central en Santiago por ejemplo), mostrando una estratificacin a nivel de consumo y territorial. Se entiende, por ende, como el proceso de exclusin de las mega ciudades (ciudades de ms de 10 millones de habitantes) del mundo van, las que van basando su territorialidad a travs de los procesos de exclusin y segregacin social, donde se crean grandes guetos que son atravesados por monumentales autopistas, que slo propenden, en su diseo, a la exclusin social, como el caso de los ngeles en California (Bauman, 2012).Un fenmeno que ha ido trasladando y modificando el espacio pblico en Chile, se relaciona con el tema del conflicto, donde diferentes procesos negativos, como la fragmentacin, disolucin, privatizacin, la segmentacin e inseguridad, corresponden a procesos que ponen en duda su capacidad de sobrevivir como espacio donde se construye la ciudadana (Borja, 2003).Al visualizar la relacin entre las perspectivas tericas, pueden establecerse 3 reas de debate para el caso Chileno. En primer lugar, el espacio pblico como espacio poltico, en la actualidad puesto en cuestin por fenmenos como la fragmentacin urbana y el sentido de foraneidad de los ciudadanos, y por la relevante presencia de una agorafobia urbana (Borja 2003); es decir, el temor al espacio pblico, principalmente por su relacin con la presencia de violencia. En segundo lugar, el concepto de espacio pblico como aparicin de la pluralidad .Y finalmente, en tercer lugar se analiza la distincin tradicional entre lo pblico y privado, con la consecuente crisis del primero.Fenmenos tales como la fragmentacin de la ciudad, la cual surge a partir de los procesos de segregacin y exclusin de las diversas formas de vida que en ella se yuxtaponen, la disolucin, la cual se refiere al debilitamiento de los centros urbanos frente al resto de la ciudad, y la privatizacin, muestran cmo las calles, las plazas y los mercados han sido reemplazados por los centros comerciales como principales espacios de socializacin, donde todos estos fenmenos convierten a los ciudadanos en extranjeros en su propia ciudad, lo que establece una sensacin de foraneidad en la utilizacin de los espacios. Esto incluye una mirada negativa y distante frente a lo ajeno, percibido muchas veces como atemorizante y violento desde los ciudadanos (CESC, 2004).En sntesis, se ejerce desde el consumo una privatizacin del espacio pblico, donde los ciudadanos son ms bien consumidores en estos espacios pblicos normados, donde, adems de la fragmentacin de la ciudad en guetos, como lo demuestra el caso de Santiago de Chile, en asentamientos llevados a la periferia, se ejercen otros procesos dentro de los espacios pblicos que producen el debilitamiento de los centros urbanos tpicos, donde stos se contraponen a otras partes de la ciudad, por ejemplo las categorizaciones de barrios o esquinas peligrosas en el centro de Santiago (Alameda con San Antonio), y que son presentadas de esa forma al ciudadano hasta por referencias mediticas y que van estigmatizando algunos puntos de las ciudades, elemento que coadyuva a la segregacin. Queda, de esta forma, el papel que comienzan a jugar las empresas en las transformaciones sobre stos, en este caso del retail, para hacer de estos espacios privados, cmo pblicos, seguros, limpios y sin el temor que se implanta hacia el espacio pblico actual, donde la delincuencia y la droga, parecen, como el temor mayor para no hacer uso de estos espacios, elementos que no se encuentran en un paseo dominical al mall (CESC, 2004).Polticas CulturalesUna vez tomada posicin respecto a la definicin de cultura prosigue la incorporacin del concepto de poltica, de cuya unin Garca Canclini seala que las polticas culturales son la suma de intervenciones realizadas por el Estado, las instituciones civiles y los grupos comunitarios organizados para orientar el desarrollo simblico, satisfacer las necesidades culturales de la poblacin y obtener consenso para un tipo de orden o transformacin social (Garca Canclini, 1987)Hablar de polticas culturales, entonces, significa develar los sistemas de significacin de los textos culturales mostrando su condicin histrica, su genealoga y las maneras como configuran los modos en que nos entendemos a nosotros mismos y nos relacionamos con los otros, es decir como dan forma a nuestra subjetividad. (Rodrguez, 2002: 1)La Poltica Cultural, es un discurso que fundamenta su existencia en el marco de la performance, ello debido a que su fin es pragmtico y orientador a la accin de determinados caminos y mtodos para fortalecer, cambiar o reorientar directrices e ideas en ejercicio, o para construir lineamientos y visiones en pos de un desarrollo de largo plazo.

Institucionalidad CulturalSegn Rodrguez (2002), la poltica cultural no es lo que hacen las instancias culturales, en trminos de regulacin, gestin y control, sino que son intervenciones realizadas por stas, pero tambin por las instituciones civiles, los grupos sociales y los agentes culturales a fin de orientar sus agendas polticas, satisfacer sus necesidades culturales y obtener algn tipo de consenso en torno a un tipo de orden o transformacin social. A su vez remarca que la tesis del pluralismo sostiene que la teleologa de la poltica cultural debe apuntar hacia la configuracin de un espacio donde puedan convivir culturas diversas. La tesis del pluralismo nos presenta la cultura como un espacio interdisciplinario donde confluyen miradas y prcticas diversas con el nimo de dar solidez al espacio social (Rodrguez, 2002).Distintas Visiones Latinoamericanas sobre institucionalidad CulturalDesde la perspectiva Latinoamericana, con anterioridad al proceso chileno, Nstor Garca Canclini seala que la discusin sobre polticas culturales ha estado dominada por un nfasis en los informes burocrticos de los Estados o de las instancias de gestin y promocin cultural, por un anlisis excesivo en los discursos y las cronologas de las actividades de los organismos culturales, por una concepcin que iguala las polticas gubernamentales a la poltica cultural y por una asociacin entre cultura, estado y nacin. Estas concepciones, a su vez, estn orientadas por la creencia que gui los modelos productivistas y desarrollistas, donde la cultura fue considerada como un impedimento para alcanzar los ndices de crecimiento econmico y desarrollo. (Garca Canclini, 1987)La institucionalidad cultural comprende dos dimensiones: por una parte, las instituciones u organismos con los que cuenta el Estado para definir y aplicar sus polticas y ejecutar los planes y programas de trabajo acordes con ellos. Por otra parte, el conjunto de normas, leyes y disposiciones que conforman el marco jurdico de la cultura, incluidos en ello los convenios internacionales relativos al quehacer creativo de los artistas, de las industrias culturales, del patrimonio y de los pblicos o audiencias, por ende el rol de las polticas culturales en Chile, y contenido en el programa mter de los gobiernos en este tema, Chile quiere ms cultura(CNCA, 2004), del organismo regido, distribuidor de estas, el CNCA (Consejo Nacional de la Cultura y las Artes) se refiere al fortalecimiento del acceso, participacin, creacin y difusin de esta.Bajo esta presuncin, y en el anlisis a los documentos presentados en el estado del arte, pensamos que esta investigacin es de vital importancia para establecer la relacin que se produce entre esta institucionalidad y las organizaciones culturales de la Capital Cultural de Chile, Valparaso, y establecer las formas en que se articulan los procesos y las problemticas de estos en el espacio pblico, como discurso independiente de la sociedad civil (participantes en temticas culturales) sobre la realidad que se da en la comuna.Desde otra perspectiva, para Garca Canclini (1987), las polticas culturales corresponden a las diferentes formas de injerencia del Estado, instituciones civiles y grupos comunitarios en materia cultural con el objeto de intervenir en la produccin simblica de la sociedad. Dichas polticas contribuyen a consensuar un tipo de orden establecido o una transformacin del mismo. El autor seala que en la dcada de los 80 comienza a haber un cambio en la concepcin de cultura - hasta ese momento reservado a las bellas artes- hacia una visin ms antropolgica. Se entiende a la cultura como el conjunto de procesos donde se elabora la significacin de las estructuras sociales, se la reproduce y transforma mediante operaciones simblicas, es posible verla como parte de la socializacin de las clases y los grupos en la formacin de las concepciones polticas y en el estilo que la sociedad adopta en diferentes lneas de desarrollo (Garca Canclini, 1987). Esta nueva concepcin de cultura trajo consigo una redefinicin en la relacin conflictiva entre cultura y poltica.

La fenomenologa: Hacia la bsqueda de significados e intersubjetividadesLa fenomenologa, fue creada por el filsofo E. Husserl a comienzos del siglo XX, donde su principal inters es el estudio de los fenmenos tal como son percibidos y experimentados en la conciencia de las personas, para descubrir cul es la esencia de dichos fenmenos (Ritzer, 1995). Desde este paradigma, un fenmeno de estudio, no es slo aquello que es perceptible a travs de los sentidos fsicos, sino todo aquello que es dado a la conciencia de las personas y, por ende, forma parte de su interpretacin subjetiva acerca del mundo (Schutz, 1973).Dicho enfoque nos permite conocer cmo las personas experimentan los fenmenos y experiencias de la vida cotidiana en su conciencia; por ende, en consecuencia, stas le entregan un sentido al mundo mediante descripciones e interpretaciones que han sido creadas a travs de un proceso intersubjetivo donde se configuran los sentidos y significados que son otorgados entre los sujetos. En este sentido, la investigacin fenomenolgica facilita a la comprensin de aquellos procesos de construccin de sentidos o significados compartidos de la realidad social que experimentan los(as) actores sociales en interaccin (Schtz, 1973). Por otro lado, investigacin del significado de las acciones de los otros implica suponer que quieren significar, dar sentido a algo, y que podemos interpretar las acciones de los otros. Esta interpretacin no slo se hace a travs de la observacin de las acciones de otros, sino tambin mediante la percepcin de indicaciones, que son efectos que las acciones dejan en el ambiente, como son ruidos, movimiento de objetos, etc. Estas indicaciones tienen sentido para quien las observa, pero no tienen por qu ser producto de la intencin del actor, lo que lleva nuevamente a que la interpretacin de las acciones de otros difiere de la auto interpretacin de las vivencias (Schtz, 1932).Schutz, en su obra, distingue cuatro reinos dela realidad social, segn por el grado de inmediatez, en este caso, la medida en que las situaciones estn al alcance del actor; y el grado de determinabilidad, que corresponde a la medida en que el actor puede controlar las situaciones (Ritzer, 1995)..Folgewelt o Futuro, es totalmente libre e indeterminado. El cientfico social puede anticiparlo slo de una manera muy general y no le resulta posible describirlo en detalle. No considera prudente confiar en tipos y modelos ideales.Vorwelt o Pasado, es ms susceptible de anlisis por parte del cientfico porque las acciones de los que vivieron en el pasado estn totalmente definidas. No hay elementos de libertad en el pasado porque las causas y resultados de estas acciones ya han ocurrido, sin embargo su interpretacin es difcil porque usamos categoras contemporneas de pensamiento para analizarlas. Esto hace que aunque una interpretacin subjetiva del pasado es posible, tambin est sujeta a errores.Umwelt y relaciones nosotros, es posible realizar interpretaciones de nuestros contemporneos y con los que estamos en estrecho contacto cara a cara. Las relaciones nosotros se definen por un grado relativamente alto de intimidad, que viene determinado por la medida en que los actores estn familiarizados con las biografas personales de los otros. Son relaciones personales e inmediatas y por lo tanto existen muchos indicadores de la experiencia subjetiva de otros. La inmediatez permite a cada actor penetrar en la conciencia del otro.Mitwelt y relaciones ellos, comprende el aspecto del mundo social en el que las personas tratan slo con personas tipo o con grandes estructuras sociales, en lugar de relacionarse con actores reales. Las distancias espaciales hacen imposible la interaccin cara a cara. Si la situacin espacial cambia y las personas se acercan unas a otras, entonces se hace posible la interaccin cara a cara, pero si esto ocurre, hemos regresado al Umwelt (Schutz, 1973, citado en Ritzer, 1995).

CAPITULO III: METODOLOGA4.1-Paradigma.Para conocer los significados que entregan los (as) participantes de las organizaciones culturales de la comuna de Valparaso, a la experiencia de participar en un movimiento socio-cultural, se utiliz el paradigma de investigacin cualitativa-interpretativa, el cual plantea que la realidad social se construye mediante una interaccin conjunta entre las individualidades que la conforman, lo que implica que la realidad social est basada en la iniciativa de la iniciativa e intencionalidad de los (as) sujetos (as) que la componen y en sus procesos interaccinales y discursivos. Desde esta perspectiva, para el constructivismo social, los significados se configuran en un colectivo especfico de sujetos, emergen y se desarrollan a travs de su interaccin, por lo que son compartidos por los integrantes de un colectivo (Valles, 1999).La tradicin Fenomenolgica, que fue utilizada en esta investigacin de tipo cualitativa-interpretativa, nos permite conocer cmo las personas experimentan los fenmenos y/o experiencias de la vida cotidiana en su conciencia; y, en consecuencia, le otorgan un sentido al mundo mediante descripciones e interpretaciones que han sido creadas a travs de un proceso inter-subjetivo de construccin de sentidos y significados erigidos, en consecuencia, entre los(as) sujetos(as). Por ende, esta tradicin nos permitir acercarnos a la comprensin de los significados asociados a la experiencia de participar en un movimiento social cultural, que construyen los participantes en las organizaciones culturales de la comuna de Valparaso.

4.2.-Tipo de estudio.El tipo de estudio cualitativo que compete a esta investigacin corresponde a un estudio de tipo descriptivo, ya que se pretende conocer los significados entregados por los participantes de las organizaciones culturales de la comuna de Valparaso.4.3.-Mtodo(s) a usar.El mtodo a utilizar en la presente investigacin corresponde, dentro del marco de la tradicin fenomenolgica, a los mtodos narrativos de investigacin. Las tcnicas a utilizar en el siguiente estudio correspondern a la entrevista sema-estructurada y al grupo focal (GF). Se argumenta que los grupos focales, por su carcter natural, y eminentemente sociolgico, es el ideal para captar las representaciones ideolgicas, valoricas, formaciones imaginarias, afectivas, etc. dominantes en un determinado estrato, clase, agrupacin social o sociedad en s (Valles, 1999).4.4.-Contexto.La comuna de Valparaso, como capital regional y de la provincia que lleva el mismo nombre, posee un caracterstico asentamiento humano, cuyas construcciones se instalan en los cerros los cuales, en confluencia con el mar, dan un escenario caracterstico a la habitabilidad en la ciudadEn el sentido cultural, la comuna de Valparaso fue declarada Patrimonio de la Humanidad en el ao 2003 por la UNESCO, sobre la base de los variados estilos arquitectnicos que en ella convergen y por el importante valor histrico que representa Valparaso como ciudad, lo que se refleja en edificios histricos ubicados en el Barrio Puerto, como, por ejemplo, los que circundan la plaza Sotomayor o la iglesia La Matriz ubicada en el casco histrico de la ciudad. Desde la comuna de Valparaso se ha intentado promover actividades culturales a travs de medios institucionales como por ejemplo la creacin en el ao 2003, del Consejo Nacional de la Cultura y las Artes. Este proyecto es parte de la focalizacin cultural que se le da a la comuna por parte de las autoridades, quienes quieren que Valparaso se convierta en un ncleo que irradie manifestaciones culturales a sus habitantes. He aqu la importancia de la comuna para el desarrollo de nuestra investigacin, ya que al potenciarse como la capital cultural de Chile, es importante conocer cmo las organizaciones culturales construyen significados a travs de sus participantes y en relacin con una comunidad, que en este caso, busca en estos organismos, satisfacer sus demandas culturales.4.5.-Universo y Muestra.El Universo del estudio corresponde a todos los centros culturales, corporaciones culturales, que cumplan con el requisito de tener personalidad jurdica segn lo estipulado en la ley n19.418, y que estn inscritos en la Municipalidad de Valparaso, con al menos, un ao de antigedad a la fecha de realizacin de trabajo de campo de este estudio(Junio de 2013).En el presente estudio, se utiliz un muestreo cualitativo por criterio, para la seleccin de los informantes entre los participantes de las agrupaciones culturales en la comuna de Valparaso. Dicho muestreo contemplar a un integrante por organizacin, de los centros culturales que cumplan con ms de un ao de existencia (con personalidad jurdica) como primer criterio de inclusin. Un segundo criterio de inclusin corresponde a que estos participantes desarrollen cargos en las directivas, o sean voceros oficiales de su agrupacin para la conformacin de la muestra.Para efectos de este estudio, ya que se estableci como criterio de inclusin el que los informantes posean una posicin en las directivas de estas organizaciones, el uso del muestreo de casos homogneos. A la vez, tambin se incluy el uso del criterio de saturacin de la informacin a modo de que los datos no sean redundantes.Se estableci, en correspondencia a estos criterios, que los informantes a quienes se les aplic la entrevista en profundidad, fuesen los mismos personeros que conformaron el grupo focal.

Organizacin cultural.Nmero de Informantes del estudio.

Centro cultural Brujas de la Kalahuala.Centro cultural Planeta Polanco.Trabajos de accin comunitaria TAC Cordillera.Centro cultural Playa Ancha.Centro cultural Trafn.Espacio Santa Ana.Centro comunitario y cultural Patio Volantn.Centro de desarrollo vecinal Polanco-Molino (CVD).111

111

1

1

De esta manera, segn lo expuesto en el siguiente cuadro, se vislumbra la cantidad de informantes, y su organizacin de procedencia, los cuales conformaron la muestra de este estudio, la cual asciende a 8 informantes.

4.6.-Tnicas de produccin de la informacin.4.6.1.-Entrevista en profundidad.La entrevista en profundidad individual es una tcnica de investigacin cualitativa que nos permite acercarnos a la comprensin de un fenmeno social, mediante reiteradas interacciones cara a cara entre los investigadores y los(as) sujetos de estudio. Ello permite que estos ltimos profundicen sobre el significado que le atribuyen al fenmeno en cuestin. Dicha interaccin entre los investigadores y sujetos de estudio, se establece bajo la forma de un dilogo emergente, que no antepone una estructura previa al proceso de entrevistar, sino, por el contrario, mantiene una forma abierta semejante a una interaccin comunicativa entre iguales. Ello no quiere decir que no se hayan definido temticas de importancia para consultar a los informantes (Taylor y Bogdan, 1988).Se ha escogido la entrevista en profundidad, y de tipo semi.-estructurada, ya que nos permite acercarnos a los significados que le entregan los participantes de organizaciones culturales de Valparaso a la experiencia de participar en un movimiento socio-cultural, ya que podemos profundizar en dichos significados mediante encuentros reiterados con los (as) sujetos en estudio, adems ver si hay consensos o opiniones dispares sobre estos fenmenos.

Pauta de temticas tratadas en la entrevista en profundidad aplicada a los miembros de las organizaciones culturales de la comuna de Valparaso.

Motivaciones de los miembros de las organizaciones culturales de la comuna de Valparaso, para participar en un movimiento socio-cultural.Cul fue tu principal motivacin para acercarte, en primer momento, a participar en organizaciones culturales?Cules son las actividades que desarrollan estas organizaci