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UNIVERSIDAD COMPLUTENSE DE MADRID
FACULTAD DE CIENCIAS BIOLÓGICAS
DEPARTAMENTO DE BIOQUÍMICA Y BIOLOGÍA MOLECULAR (I)
PAPEL DE RIAM EN LA INVASIÓN Y EN
LA DINÁMICA DE LAS ADHESIONES
FOCALES DE CÉLULAS DE MELANOMA
TESIS DOCTORAL
PABLO HERNÁNDEZ VARAS
2011
UNIVERSIDAD COMPLUTENSE DE MADRID
FACULTAD DE CIENCIAS BIOLÓGICAS
DEPARTAMENTO DE BIOQUÍMICA Y BIOLOGÍA MOLECULAR (I)
PAPEL DE RIAM EN LA INVASIÓN Y EN
LA DINÁMICA DE LAS ADHESIONES
FOCALES DE CÉLULAS DE MELANOMA
Este trabajo de tesis ha sido realizado por Pablo Hernández Varas para optar al
grado de Doctor, en el Centro de Investigaciones Biológicas de Madrid (CSIC), bajo
la dirección del Dr. Joaquín Teixidó Calvo.
Fdo. Dr. Joaquín Teixidó Calvo.
El verdadero camino pasa por una cuerda
que no está tensada en las alturas, sino
apenas por arriba del suelo. Más pareciera
estar destinada a hacernos tropezar que a
ser recorrida.
Franz Kafka, Aforismos de Zürau, 1917
A mi madre y a mi padre
AGRADECIMIENTOS
Muchas personas han contribuido a esta tesis, algunas echándome generosamente una mano en el trabajo del día a día y otras cuya valiosa labor ha sido la de apoyarme manteniendo mi ánimo alto en los momentos difíciles. Espero reconocer en estas líneas la contribución del mayor número de personas implicadas de una u otra forma en este largo viaje. En primer lugar quiero agradecer a Joaquín, mi director de tesis, el haberme acogido durante todos estos años en el laboratorio, enseñándome a discutir críticamente. Gracias por haberme dirigido con paciencia y dedicación. A continuación quiero dar las gracias a todos mis compañeros del labo, pasados y presentes, porque me habéis hecho las cosas fáciles. Ha sido un placer trabajar codo con codo con vosotros, disfrutando todo este tiempo. Sois de lo mejor que me llevo. Quiero agradecer a Rubén el haberme enseñado (biología y otras ciencias), sin él no hubiera podido llegar hasta aquí. A Georgina quiero darle las gracias por haber compartido tanto trabajo conmigo pacientemente, alegrándome los días con su forma de ser. A David, mi vecino, quisiera darle gracias por escucharme en los malos momentos, y por compartir mi punto de vista en muchos aspectos de la vida, y a Anita, porque tras esa fachada llena de ángulos se esconde una niña tierna, siempre dispuesta a ayudar. A Nohemí quisiera agradecer su dedicación diaria a la preparación de geles (jeje), y sobre todo su paciencia, haciendo que las cosas parezcan más sencillas; a Sole, nuestra más reciente incorporación, por darle un toque amable al día a día; a Ana Serrano, por hacerme reír tanto; también a Jan (JW), nuestro holandés errante, y a Martuqui. Y a Isabel, porque aunque hace tiempo que nos dejó, se hizo un hueco tan grande que aún la echo de menos. Quiero tener unas palabras de agradecimiento para aquéllos con los que empecé esta aventura. Con ellos hice los cursos de doctorado, y disfruté de las cañas de después… qué tiempos aquéllos. Quiero agradecer en primer lugar a Evita, por ser mi desahogo en muchas ocasiones, a Jesusillo, a Sarita, a Rubencico, a Cris y, sobre todo, a Roci, que a pesar de estar tan lejos siempre ha estado tan cerca de mí. También me gustaría decir a todos con los que me cruzo diariamente en el pasillo que sois geniales. Sois uno de los motivos por los que me levanto con ganas de ir a trabajar cada día. Y por ello os quiero dar las gracias. A Estefi me gustaría decirle que es el mayor tesoro que me llevo de estos cuatro años y medio. Te has ganado un huequito para siempre en mi vida, sinceramente gracias por estar ahí. A Elvirita, Merce e Irene, por las tantas visitas que he hecho al labo de Geli, donde siempre han tenido palabras de cariño (y reactivos gratis) para mí. A Mariangels, gracias por
0
contagiarme tu alegría de vivir. Gemita, Sara y Patri, sois unos soles. A otros miembros de esta gran familia como David, Juande y Sergio, como Tamara, Agustín y Sheila, y a los que ya no están, gracias. En siguiente lugar quiero agradecer al personal de los servicios del centro la labor que realizan. Y en especial a Pedro Lastres, de citometría, por ayudarme con todos mis ensayos, a Maite y Óscar de confocal, y también a la gente del servicio de limpieza. Quiero agradecer a los doctores Esther Lafuente, Carlos Cabañas, Paloma Sánchez Mateos, Rafael Samaniego, Vasiliki Boussiotis, Marisol Soengas, Venidle Jiménez, Ronen Alon, Francisco Sánchez‐Madrid, José Mª Rojas, Xosé Bustelo, Guido Tarone, Alicia García Arroyo, Andrés Hidalgo, Rick Horwitz, Ángeles García Pardo y José Luis Rodríguez Fernández su contribución a este trabajo. Gracias por todos los reactivos facilitados y por sus útiles comentarios científicos y sugerencias. Sin su contribución nuestro trabajo no habría sido posible. En un lugar muy destacado para mí se encuentra el laboratorio de Staffan Strömblad y su gente (Andrew, John Lock, Tânia, Steve, Helene, Hamdah, Sara, Tina, Miao y los demás), gracias por acogerme, descubrirme un nuevo país y hacerme sentir como en casa. Mis amigos merecen una mención especial, porque aunque pase el tiempo sé que puedo contar con ellos, ya estén cerca o lejos. Quiero darles las gracias por su disponibilidad en los malos momentos, sus palabras de cariño y de aliento. Gracias Ire, gracias Clara. Quiero agradecer a Asun, Cano, Rafa, Carmen y Gonzalo todo el tiempo compartido no sólo estos años, sino todo lo que hemos vivido juntos desde hace tanto. Chicos, sois los mejores.
Por último, y más importante, quiero dar las gracias a mi familia. Mil gracias por vuestro apoyo incondicional aunque no siempre entendáis lo que hago. Por estar conmigo cada día. Por aseguraros de que cuido bien de las células. Por aguantar los cambios de humor y los malos momentos. Por disfrutar de los buenos. Por quererme siempre, gracias de corazón. Gracias a mi hermano, mi verdadero compañero de viaje en la vida. Gracias a mi madre y a mi padre, por sentiros orgullosos de mí en cada paso que doy. Gracias a mi tía y mis abuelas, por su preocupación constante. Gracias.
Gracias a todos.
i
ÍNDICE
ABREVIATURAS……………………………………………………………………………………………………..v RESUMEN……….…………………………………………………………………………………………………… .ix ABSTRACT…………………………………………………………………………………………………………… .xi INTRODUCCIÓN…………………………………………………………………………………………………… 13 El melanoma maligno………………………………………………………………………………… 15 Las quimioquinas y sus receptores……………………………………………………………… 17 La quimioquina CXCL12 y su receptor CXCR4………………………………… 19 Las integrinas…………………………………………………………………………………………….. 22 Las integrinas β1 y sus ligandos……………………………………………………… 25 Señalización intracelular outside‐in dependiente de integrinas………………..… 27 Las MAP‐quinasas…………………………………………………………………………. 27 Las MAPKs Erk1 y Erk2………………………………………………………………….. 28 La fosfatidil‐inositol‐3‐quinasa (PI3‐K) y sus efectores……………………31 La migración celular: Las Rho GTPasas y la dinámica de las adhesiones focales……………………………………………………………………….. 32 Las GTPasas monoméricas de pequeño tamaño…………………………… 32 La migración celular……………………………………………………………………….33 Las GTPasas de la familia Rho y su implicación en la migración celular…………………………………………………………. 36 Los GEF de las GTPasas Rho; Familia Vav………………………………………. 39 El ensamblaje y el desensamblaje de las adhesiones focales………… 41 La paxilina………………………………………………….………………………………....43 La quinasa de las adhesiones focales FAK……………………………………… 46 Talina……………………………………………………………………………………………. 48 Las GTPasas de la subfamilia Ras y sus efectores………………………………………..50 Rap1, una GTPasa de la subfamilia Ras…………………………………………. 50 RIAM, un efector de Rap1…………………………………………………………….. 52 OBJETIVOS………………………………………………………………………………………………………….. 55 MATERIAL Y MÉTODOS……………………………………………………………………………………….. 59 Líneas celulares empleadas……………………………………………………………………..... 61 Anticuerpos……………………………………………………………………………………………….. 61 Reactivos………………………………………………………………………………………………….… 61 Vectores de expresión y siRNAs………………………………………………………………….. 63 Transfección………………………………………………………………………………………………. 66 Western‐blotting……………………………………………………………………………………….. 67
ii
Transcripción inversa y reacción en cadena de la polimerasa (RT‐PCR)…………………………………………………………….. 69 Ensayo de invasión celular a través de matrigel…………………………………………. 70 Ensayos de adhesión celular………………………………………………………………………. 70 Citometría de flujo……………………………………………………………………………………… 71 Ensayo de cierre de heridas……………………………………………………………………….. 72 Ensayos de quimiotaxis……………………………………………………………………………... 72 Zimografía………………………………………………………………………………………………….73 Microscopía confocal………………………………………………………………………………….73 Time‐Lapse microscopy……………………………………...………………………………………74 Experimentos de FRAP (Fluorescente Recovery
After Photobleaching)…………………………………………………………………… 75 Cultivos en geles de colágeno tipo I……………………………………………………………. 76 Ensayos de tumorigénesis y metástasis in vivo…………………………………………… 77 Ensayos de proliferación celular MTT…………………………………………………………. 78 Ensayos de citotoxicidad……………………………………………………………………………. 78 Ensayos de citotoxicidad……………………………………………………………………………. 78 Ensayos de formación de colonias en Soft‐Agar…………………………………….…… 79 Estudios estadísticos………………………………………………………………………………….. 79 RESULTADOS………………………………………………………………………………………………………. 81 I.‐ Determinación del papel del eje de señalización Rap1‐RIAM
en la invasión de células de melanoma. Caracterización de los mecanismos moleculares implicados……………………………………………. 83 Rap1 y RIAM son requeridas para la invasión de células de
melanoma en respuesta a CXCL12…………..……………………………………. 83 La direccionalidad y la persistencia de la migración se encuentran
afectadas en células BLM silenciadas para RIAM………………………….. 95 La activación de Vav2, RhoA y MLC está inhibida en células
BLM silenciadas para RIAM…………………………………………………………… 97 La asociación de talina y β1 se encuentra reducida en células RIAM KD………………………………………………………………..……….…101 Las células deficientes para RIAM tienen alterada la
adhesión mediada por integrinas β1……………………………………………..103 Las células de melanoma silenciadas para RIAM tienen
una activación deficiente de Erk1/2 y de Akt…………………………………106 Crecimiento y propiedades metastáticos de las células
de melanoma silenciadas para RIAM…………………………………………….109 Las células de melanoma silenciadas para RIAM tienen inhibida
su capacidad de proliferación in vitro……………..……………………………112 Las células en las que se ha silenciado la expresión de
RIAM son más propensas a la apoptosis tanto en ambientres bidimensionales como tridimensionales…………………113
iii
II.‐ Regulación de la dinámica de las adhesiones focales por RIAM. Mecanismos bioquímicos implicados………………………………………………………118 Las células de melanoma silenciadas para RIAM muestran
alteraciones en el número y la distribución de las adhesiones focales………………………………………………………………………..118
Las células de melanoma silenciadas para RIAM tienen un desensamblaje deficiente de las adhesiones focales……………………..124
RIAM es necesario para la correcta asociación de talina‐FAK y FAK‐paxilina en células de melanoma……………………………………………126
El silenciamiento de RIAM conduce a un incremento de la fosforilación de FAK y paxilina en residuos de tirosina…………………..129
El defecto en la activación de la MAP‐quinasa Erk1/2 en las células deficientes para RIAM es responsable del desensamblaje deficiente de sus adhesiones focales……………………………………………..136
La expresión de formas activas de Rho se traduce en una recuperación parcial del recambio de las adhesiones focales en células BLM silenciadas para RIAM………………………………144
DISCUSIÓN…………………..……………………………………………………………………………………..147 CONCLUSIONES……………………………………………………………………………………………....... 159 BIBLIOGRAFÍA…………………………………………………………………………………………………....163 ANEXO Riam Controls invasion and cell growth of melanoma cells......................189
iv
v
ABREVIATURAS
ADN Ácido desoxirribonucleico.
ANOVA Analysis of variance, análisis de la varianza.
ARN Ácido ribonucleico
ARNm ARN mensajero.
BCECF‐AM 2’,7’‐bis (carboxyethyl)‐5(6’)‐carboxyfluorescein‐acetoxymethyl ester,
2’,7’‐bis (carboxietil)‐5(6’)‐carboxifluoresceinato de acetoximetil
ester.
BSA Bovine serum albumin, albúmina de suero bovino.
Col‐I Colágeno tipo I.
DAG Diacilglicerol.
DAPI 4’6‐diamidino‐2‐fenylindole, 4’6‐diamidino‐2‐fenilindol.
DMEM Dulbecco’s modified Eagle’s medium, medio de Eagle modificado por
Dulbecco.
ECM Extracellular matrix, matriz extracelular.
EDTA Ethylenediaminetetraacetic acid, ácido etileno‐diamino‐tetraacético.
EGF Epidermal growth factor, factor de crecimiento epidérmico.
EGFR EGF receptor, receptor de EGF.
EMT Epitelium to mesenchyma transition, transición epitelio‐mesénquima.
Erk1/2 Extracelular signal‐regulated kinase, quinasa regulada por señales
extracelulares.
FAK Focal adhesion kinase, quinasa de adhesión focal.
FBS Foetal bovine serum, suero bovino fetal.
FGF Fibroblast growth factor, factor de crecimiento de fibroblastos.
FGFR FGF receptor, receptor de FGF.
FITC Fluorescein isothiocyanate, isotiocianato de fluoresceína.
FN Fibronectina.
vi
FRAP Fluorescente recovery alter photobleaching, recupreación de la
fluorescencia tras su extinción.
GAP GTPase‐activating protein, proteína activadora de actividad GTPasa.
GAPDH Glyceraldehyde‐3‐phosphate dehydrogenase, gliceraldehído‐3‐
fosfato deshidrogenasa.
GDI GDP‐dissociation inhibitor, inhibidor de disociación de GDP.
GDP Guanine 5’‐diphosphate, guanina 5’‐difosfato.
GEF Guanine nucleotide exchange factor, factor intercambiador de
nucleótidos de guanina.
GFP Green fluorescent protein, proteína verde fluorescente.
GPCR G‐protein coupled receptor, receptor acoplado a proteínas G
heterotriméricas.
GST Gluthation sulphur transferase, transferasa de azufre a glutation.
GTP Guanine 5’‐triphosphate, guanina 5’‐trifosfato.
HRP Horseradish peroxidase, peroxidasa de rábano.
IGF Insulin‐like growth factor, factor de crecimiento insulínico.
IGFR IGF receptor, receptor de IGF.
ILK Integrin‐linked kinase, kinasa asociada a integrinas.
IRM Interference of the reflection microscopy, microscopía basada en la
interferencia de la reflexión.
Jak Janus kinase, quinasa janus.
JNK c‐Jun N‐terminal kinase, quinasa N‐terminal de c‐Jun.
KD Knock‐down, deplecionado.
MAPK Mitogen‐activated protein kinase, quinasa de proteínas activadas por
mitógenos.
MLC Myosine II light chains, cadenas ligeras de la miosina II.
MRL Mig10/RIAM/Lamellipodin family, familia Mig10/RIAM/Lamelipodina.
MTOC Microtubules organizing centre, centro organizador de los
microtúbulos.
NF‐κB Nuclear factor‐κB, factor nuclear κB.
vii
PAGE Poliacrylamide gel electrophoresis, electroforesis en geles de
poliacrilamida.
PBS Phosphate buffered saline, solución salina tamponada con fosfatos.
PDGF Platelet‐derived growth factor, factor de crecimiento derivado de
plaquetas.
PH Pleckstrin‐homology domain, dominio de homología con pleckstrina.
PI3‐K Phosphatidylinositol‐3‐kinase, quinasa fosfatidilinositol‐3.
PIP2 Phosphatidylinositol 4,5‐biphosphate, fosfatidilinositol 4,5‐bifosfato.
PIP3 Phosphatidylinositol 3,4,5‐triphosphate, fosfatidilinositol 3,4,5‐
trifosfato.
PKA AMPc‐dependent protein‐kinase, proteín‐quinasa dependiente de
AMPc.
PKC Calcium‐dependent protein‐kinase, proteín‐quinasa dependiente de
calcio.
PMA Patch morphology analisys software, programa informático de
análisis de la morfología de los elementos.
PR Proline‐rich regions, regiones ricas en prolina.
PVDF Polyvinylidene difluoride, difluoruro de polivinilideno.
RA Ras association domain, dominio de asociación con Ras.
ROCK Rho‐kinase, Rho‐quinasa.
RTK Tyrosine‐kinase receptor, receptor tirosín‐quinasa.
RT‐PCR Reverse transcription‐polimerase chain reaction, (ensayo de)
transcripción inversa y reacción en cadena de la polimerasa.
SCID Severe combined immunodeficiency, inmunodeficiencia combinada
severa.
SDF‐1 Stromal‐cell derived factor‐1, factor derivado de células estromales‐1.
SDS Sodium dodecyl sulfate, dodecilsulfato de sodio.
SH2 Src‐homology domain 2, dominio 2 de homología con Src.
SH3 Src‐homology domain 3, dominio 3 de homología con Src.
shRNA Interfering short‐hairpin RNA, horquilla de ARN interferente.
viii
siRNA Small interfering ribonucleic acid, oligoribonucleótido de
interferencia.
Src Sarcoma tyrosine‐kinase, tirosín‐quinasa sarcoma.
Stat Signaling transducer and activator of transcription, transductor de
señal y activador de transcripción.
TCR T‐cell receptor, receptor de células T.
TGF‐β Transforming growth factor‐β1, factor de crecimiento transformante
β1.
TNF‐α Tumor necrosis factor‐α, factor de necrosis tumoral �.
UV Ultraviolet light, luz ultravioleta.
VCAM‐1 Vascular cell adhesion molecule‐1, molécula de adhesión de células
endoteliales‐1.
ZF Zinc‐fingers, dedos de zinc.
ix
RESUMEN
RIAM, un miembro de la familia MRL (Mig‐10/RIAM/Lamellipodin),
interacciona con Rap1 activo, una pequeña GTPasa que se encuentra frecuentemente
activada en tumores tales como el melanoma y el cáncer de próstata. En esta tesis
demostramos que RIAM se expresa en muestras de melanoma metastático humano y
en líneas celulares de melanoma, y que tanto RIAM como Rap1 son requeridas para la
invasión de estas células. Asimismo, mostramos que la expresión de RIAM confiere
ventajas en el crecimiento y la metástasis a las células de melanoma BLM, altamente
invasiva, como pudo observarse en modelos de xenografting en ratones SCID.
Nuestros resultados indican que la invasión defectuosa de las células
silenciadas para RIAM es debido a un mantenimiento deficiente de la direccionalidad
durante la migración celular, lo cual está asociado con la activación deficiente de la vía
Vav2‐RhoA‐MLC en estas células. La expresión de formas constitutivamente activas de
Vav2 y RhoA en las células deplecionadas para RIAM se tradujo en la recuperación
parcial de la invasión celular, lo que indica que tanto Vav2 como RhoA contribuyen a
esta invasión dependiente de RIAM. Adicionalmente, los datos sugieren que la
inhibición de la invasión mostrada por estas células puede ser debida a una
contractilidad y a una polarización celular deficientes. Por otra parte, mostramos que
el silenciamiento de RIAM se traduce en una reducción de la adhesión celular
dependiente de la integrina β1, lo cual se correlacionó con una activación deficiente
tanto de Erk1/2 como de la fosfatidil‐inositol‐3‐quinasa, dos moléculas centrales en el
control del crecimiento y la supervivencia celulares. En conjunto, estos datos sugieren
que RIAM podría contribuir a la proliferación y a la diseminación de las células de
melanoma.
Dado que RIAM es una proteína presente en las adhesiones focales, en el
presente trabajo estudiamos si podría regular la dinámica de renovación de las
adhesiones focales, un proceso fundamental para la migración celular. Nuestros
x
resultados mostraron que las células BLM silenciadas para RIAM tienen incrementado
el número de adhesiones focales distribuidas en la parte central de la superficie
celular. Experimentos llevados a cabo con nocodazol y análisis mediante FRAP
revelaron que estas células tienen un desensamblaje defectuoso de las adhesiones
focales. El defecto en la renovación de las adhesiones focales correlacionó con niveles
incrementados de fosforilación en residuos de tirosina de FAK y paxilina. Esto podría
deberse a un mantenimiento anómalo de estas proteínas en las adhesiones focales al
encontrarse inhibido su desensamblaje, o ser la causa directa de dicho defecto.
Asimismo, hemos observado que la señalización mediada por MEK‐Erk1/2 está
implicada en la regulación del desensamblaje de las adhesiones mediado por RIAM.
Así, la expresión de formas constitutivamente activas de MEK en las células
deplecionadas para RIAM rescata la distribución preferentemente periférica de las
adhesiones focales y los niveles normales de fosforilación de FAK y paxilina.
Finalmente, nuestros datos sugieren que RhoA podría estar asimismo relacionado con
el desensamblaje de las adhesiones, ya que la transfección de Rho activo en las células
silenciadas para RIAM recupera parcialmente el fenotipo de las células control.
Globalmente, los datos indican que RIAM es necesario para la dinámica normal de las
adhesiones focales, lo que sugiere que el defecto en la invasión de las células de
melanoma deplecionadas para esta proteína podría basarse en alteraciones de este
proceso.
xi
ABSTRACT
RIAM, a member of the MRL (Mig‐10/RIAM/Lamellipodin) family, interacts
with active Rap1, a small GTPase which is frequently activated in tumors such as
melanoma and prostate cancer. In this thesis project, we show that RIAM is expressed
in metastatic human melanoma and in melanoma cell lines, and that both RIAM and
Rap1 are required for melanoma cell invasion. RIAM expression conferred growth and
metastatic advantages to highly invasive human BLM melanoma cells using a SCID
xenograft model.
Our results indicate that defective invasion of RIAM‐silenced melanoma cells
might arise from an impairment in persistent cell migration directionality, which was
associated with deficient activation of the Vav2‐RhoA‐MLC pathway. Expression of
constitutively active Vav2 and RhoA in cells depleted for RIAM partially rescue their
invasion, indicating that Vav2 and RhoA mediate RIAM function. These results suggest
that inhibition of cell invasion in RIAM‐silenced melanoma cells is likely based on
altered cell contractility and cell polarization. Furthermore, we show that RIAM
depletion reduces β1 integrin activation and β1‐dependent melanoma cell adhesion.
The decreased adhesion correlated with deficient activation of both Erk1/2 MAP
kinase and phosphatidylinositol 3‐kinase, two central molecules controlling cell growth
and cell survival. The data suggest that defective activation of these kinases in RIAM‐
silenced cells might play a role in the inhibition of melanoma cell growth. Altogether,
these results suggest that RIAM might contribute to the dissemination of melanoma
cells.
Due to the presence of RIAM at the focal adhesions, we investigated in this
work its implication in the dynamic turn‐over of the focal adhesions, an essential
process contributing to cell migration. Our results show that RIAM‐silenced BLM cells
have an increased number of focal adhesions distributed over the central cell surface.
Experiments conducted using nocodazol and FRAP analysis revealed that these cells
xii
have a deficiency in the focal adhesions dissasembly. The defective focal adhesion
turn‐over correlated with increased levels of FAK and paxillin tyrosine phosphorylation.
This fact may be due to an unproper recruitment of these proteins at the adhesions
caused by an inhibited focal adhesion‐dissasembly, or on the other hand, might be a
direct cause of this defect. Moreover, MEK‐Erk1/2‐mediated signaling is involved in
the regulation of RIAM‐dependent adhesion dissasembly. Constitutively active MEK
expression rescued the RIAM‐KD cells phenotype, decreasing both the number of
centrally located focal adhesions and tyrosine phosphorylation levels of FAK and
paxillin proteins. Our data suggest that RhoA could also be related to the adhesion
dissasembly, as expression of constitutively active RhoA partially rescued the RIAM KD
cell phenotype. In conclusion, these data indicate that RIAM is required for the focal
adhesion dissasembly in melanoma cells, contributing to their turn‐over and to the
proper phosphorylation of components such as FAK and paxillin. Furthermore, the
defective invasion showed by RIAM KD cells could also be caused by these alterations
in the focal adhesions turn‐over.
Sección I
Introducción
Papel de RIAM en invasión y dinámica de adhesiones focales de células de melanoma
14
Introducción
15
El melanoma maligno
El melanoma maligno es un cáncer producido por la transformación de los
melanocitos, las células de la epidermis encargadas de la producción del pigmento
melanina, que protege al tejido epitelial de los rayos solares ultravioleta. Dicho cáncer
puede ser altamente invasivo, y presentar una alta recurrencia, habiéndose
incrementado su incidencia durante los últimos 30 años. Aunque el melanoma sólo
supone el 5% de los casos de cáncer de piel, es el responsable del 80% de las muertes
por este tipo de cáncer (Howe et al., 2001). Los principales factores de riesgo que
predisponen a los individuos a padecer melanoma maligno son el grado de
pigmentación de la piel, una historia familiar con casos de melanoma, presencia de
pecas y lunares (ya sean benignos o atípicos), hipersensibilidad solar y la exposición a
la radiación ultravioleta.
NevusBenigno
NevusDisplásico
Fase deCrecimiento Radial
Fase deCrecimiento Vertical
MelanomaMetastático
Epidermis
Dermis
MembranaBasal
Mutaciones en B‐RafPérdida de PTEN
Incremento en CD1Pérdida de E‐CadherinaExpresión de MMP2Expresión de αvβ3
Tras sufrir diferentes mutaciones en el DNA, los melanocitos se transforman y
comienza el crecimiento radial del tumor, confinado en la epidermis. Posteriormente
éste se desarrolla verticalmente, internándose en la dermis tras la invasión a través de
Figura 1.‐ Progresión del melanoma: Adaptado de Miller and Mihm, 2006.
Papel de RIAM en invasión y dinámica de adhesiones focales de células de melanoma
16
la lámina basal del epitelio, lo cual correlaciona negativamente con la supervivencia
de los pacientes. Esta transición entre las fases horizontal y vertical está marcada por
el cambio en la expresión de E‐Cadherina por N‐Cadherina asociado a un aumento en
la actividad transcripcional del factor Snail, por la expresión de la metaloproteasa
MMP2, y por la pérdida de función del supresor tumoral PTEN (Dankort et al., 2009;
Ghosh y Chin, 2009). Posteriormente, las células invasivas infiltran el tejido
circundante mediante la degradación de la matriz extracelular, alcanzando finalmente
los vasos linfáticos, desde donde se extienden al ganglio linfático que drena el tejido,
y por último a otros órganos distantes (Figura 1). La formación de metástasis se
produce fundamentalmente en pulmones, hígado, encéfalo y médula ósea (Kim et al.,
2009).
Una vez iniciado el proceso de metástasis, el melanoma adquiere gran
invasividad, disponiéndose actualmente de terapias muy limitadas contra el
melanoma metastático. Las mutaciones adquiridas por los melanocitos son
responsables de la hiperactivación de rutas que controlan la proliferación y la
supervivencia celular, tales como la vía de las MAP‐quinasas y la ruta PI3‐K/Akt
(Rother y Jones, 2009; Lin et al., 2010). Las mutaciones más frecuentes en melanoma
se producen en B‐Raf, siendo detectables hasta en el 67% de los tumores y estando
asociadas al daño causado por la radiación UV. Entre éstas, la mutación más habitual
es la sustitución fosfomimética V600E (B‐RafV600E), que si bien por sí sola no es capaz
de causar la transformación de los melanocitos, en combinación con otras mutaciones
es clave para la transformación y la progresión tumoral (Dankort et al., 2009; Lin et al.,
2010). Por otra parte, se detectan mutaciones puntuales en N‐Ras en un 26% de los
cánceres metastáticos, las cuales son excluyentes de las mutaciones en B‐Raf (Ghosh y
Chin, 2009; Rother y Jones, 2009; Lin et al., 2010). Las alteraciones en la activación de
la ruta PI3‐K/Akt en melanoma se hallan frecuentemente relacionadas con
mutaciones del supresor tumoral PTEN. Estas alteraciones consisten en la pérdida de
función del gen por la deleción de un alelo o por cambios en los niveles de expresión
(en el 20 y el 40% de los casos de los casos de melanoma estudiados,
respectivamente), y que habitualmente se presentan en concurrencia con las
mutaciones en B‐Raf (Dankort et al., 2009; Lin et al., 2010). PTEN modula la actividad
Introducción
17
de la ruta PI3‐K/Akt al desfosforilar PI(3,4,5)P3, por lo que su pérdida de función se
traduce en la sobreactivación de dicha ruta. Se ha descrito asimismo la ganacia en el
número de copias del gen AKT3 en un 40‐60% de los tumores investigados. Otro
mecanismo que conduce al aumento de la actividad de Akt es la poliubiquitinación
excesiva de PTEN mediada por NEDD9, lo cual favorece la transformación celular (Kim
et al., 2006). Finalmente, se han observado mutaciones en receptores tirosín‐quinasa,
tales como EGFR, FGFR2, PDGFR, KIT, o c‐Met (Ghosh y Chin, 2009).
Una vez que el melanoma metastatiza, la prognosis para los pacientes es
pobre. Hasta el momento, los tratamientos quimioterápicos no han tenido éxito
debido a la resistencia mostrada por el tumor, aunque en la actualidad hay dos
tratamientos experimentales en fase 2. El primero de ellos consiste en la
administración de un inhibidor específico de B‐Raf denominado PLX4032
(desarrollado por Plexxikon), el cual ha logrado una respuesta al menos parcial en el
80% de los casos tratados (positivos para B‐RafV600E) (Bollag et al., 2010; Flaherty et al.
2010). El segundo es un tratamiento conjunto con sorafenib, carboplatino y paclitaxel,
que ha obtenido respuestas parciales en un 26% de los pacientes (Rother y Jones,
2009). Para desarrollar nuevos tratamientos y conocer mejor la progresión del
melanoma se ha desarrollado un modelo genético de melanoma metastático en
ratones. En estos animales se ha conseguido la expresión condicional específicamente
en melanocitos de la forma B‐RafV600E en combinación con el silenciamiento de PTEN,
de forma que los animales desarrollaron tumores con un 100% de penetrancia,
detectándose metástasis en ganglios linfáticos y pulmones (Dankort et al., 2009). La
conjunción de las dos mutaciones es capaz de recapitular la progresión del melanoma
metastático en este modelo animal. Además, existen varios modelos disponibles de
xenografting en ratones inmunodeficientes.
Las quimioquinas y sus receptores
Las quimioquinas son una familia de citoquinas quimioatrayentes de bajo
peso molecular (7 a 12 kDa) que presentan un elevado grado de homología
estructural entre sus miembros. Fueron inicialmente descritas por su capacidad para
Papel de RIAM en invasión y dinámica de adhesiones focales de células de melanoma
18
atraer poblaciones leucocitarias en función de sus gradientes de concentración (Kim
et al., 1999).
La disposición de dos residuos de cisteína conservados en el extremo N‐
terminal que establecen puentes disulfuro entre sí, permite establecer 4 familias de
quimioquinas: CC, que presentan ambas cisteínas contiguas; CXC, que tienen un
aminoácido entre las cisteínas; C, en las que se encuentra un único residuo de cisteína;
y CX3C, con tres aminoácidos entre los residuos (Rossi y Zlotnik, 2000; Zlotnik y Yoshie,
2000). Las quimioquinas CXC se han subdividido a su vez en ELR+ (CXCL1 a 8) y ELR‐
(CXCL9 a 16), según la presencia del motivo Glu‐Leu‐Arg en el extremo N‐terminal. Las
primeras son angiogénicas y se unen a los receptores CXCR1 y CXCR2, mientras las
segundas, ligandos de los receptores CXCR3‐6, son angiostáticas. Adicionalmente, las
quimioquinas pueden ser divididas en quimioquinas homeostáticas, producidas y
secretadas constitutivamente, y quimioquinas proinflamatorias, las cuales son
inducibles y producidas por un amplio espectro de tipos celulares cuando se dan
estímulos como el daño tisular o la infección (Gerard y Gerard, 2001; Gerard y Rollins,
2001). Estas últimas permitien el reclutamiento y la activación de monocitos,
neutrófilos, linfocitos y otros efectores en los focos inflamatorios.
Para ejercer su función, las quimioquinas deben unirse a sus
correspondientes receptores en la membrana plasmática de las células diana. Una de
las características de esta unión es su promiscuidad, si bien siempre se mantiene la
especificidad de familia. Los receptores se clasifican en cuatro grupos: CCR, que unen
quimioquinas CC; CXCR, para quimioquinas CXC; CX3CR, específicos de las
quimioquinas CX3C; y XCR1, que tiene como ligandos a XCL1 y 2 (Bacon et al., 2002).
Estos receptores pertenecen a la superfamilia de receptores con siete dominios
transmembrana acoplados a proteínas G heterotriméricas (GPCR: G‐protein coupled
receptor) (Murdoch y Finn, 2000; Murphy, 2000).
Una vez que el ligando se une al receptor se inicia la transducción de señales.
Esta unión supone un cambio conformacional de las regiones intracelulares del
receptor, lo que facilita la interacción con las proteínas G heterotriméricas. La
subunidad Gα de la proteína G cambia GDP por GTP, activándose y disociándose de
las subunidades Gβγ, permitiendo la interacción con sus respectivas moléculas
Introducción
19
efectoras. La señalización finaliza cuando la subunidad Gα hidroliza el GTP a GDP,
quedando inactiva y asociada de nuevo al dímero Gβγ. Estos eventos llevan a la
activación de diferentes rutas de señalización, como las vías Jak/Stat, GRK, MAP‐
quinasas, PI3‐K, fosfolipasa Cβ y las Rho‐GTPasas (Bokoch, 1995; Vicente‐Manzanares
et al., 1999; Mellado et al., 2001).
Las quimioquinas han sido implicadas en procesos biológicos tales como
angiogénesis, hematopoyesis, adhesión celular, desarrollo de tejidos, modulación de
la respuesta Th1/Th2, diferenciación celular e invasión y metástasis de células
tumorales (Rossi y Zlotnik, 2000; Gerard y Rollins, 2001; Strieter, 2001). Las
quimioquinas juegan un papel dual en la progresión del cáncer, ya que pueden
reclutar células NK y linfocitos que desencadenen una respuesta antitumoral (Dilloo et
al., 1996), así como promover respuestas de invasión de las células tumorales, las
cuales expresan receptores de quimioquinas (Luca et al., 1997; Muller et al., 2001;
Robledo et al., 2001; Payne y Cornelius, 2002; Zlotnik, 2004).
La quimioquina CXCL12 y su receptor CXCR4
CXCL12, también denominada SDF‐1 (stromal cell‐derived factor‐1), es una
quimioquina CXC ELR‐ que consta de 67‐71 aminoácidos y que se encuentra altamente
conservada. Su expresión es constitutiva y de amplia distribución, pudiéndose
detectar en gran variedad de órganos y tejidos. El gen que codifica para CXCL12 tiene
cuatro exones, y su ARNm puede dar origen a cuatro isoformas por splicing
alternativo (Shirozu et al., 1995). Inicialmente se describieron CXCL12α y CXCL12β,
presentando esta última cuatro residuos adicionales en el extremo C‐terminal. La
isoforma CXCL12α se expresa preferentemente en ganglios linfáticos, pulmón, hígado
y médula ósea, aunque también se ha descrito su expresión en órganos como
intestino delgado, riñones o piel (Bleul et al., 1996; D'Apuzzo et al., 1997; Pablos et al.,
1999). Posteriormente se han descrito las isoformas CXCL12γ, CXCL12δ, CXCL12ε y
CXCL12φ (Altenburg et al., 2007). Estas isoformas comparten los tres primeros exones
con las isoformas α y β, pero difieren en el cuarto exón. CXCL12γ se expresa en tejido
cardiaco en humanos, mientras que CXCL12δ se encuentra principalmente en hígado
fetal. Además, CXCL12φ se expresa en intestino, páncreas y riñón, tanto en individuos
Papel de RIAM en invasión y dinámica de adhesiones focales de células de melanoma
20
adultos como en tejido embrionario (Yu et al., 2006; Laguri et al., 2007; Rueda et al.,
2008; Franco et al., 2009).
Estructuralmente, CXCL12α, la isoforma empleada en este trabajo y a la que a
partir de ahora se hará referencia como CXCL12, es un polipéptido con una región N‐
terminal que contiene el motivo CXC, seguido de un lazo, tres láminas β antiparalelas
y, finalmente, una α‐hélice en el extremo C‐terminal (Crump et al., 1997). Los ocho
primeros residuos N‐terminales, junto con los residuos 12 a 17 del lazo, componen el
dominio de unión al receptor (Dealwis et al., 1998). Estudios de velocidad de
sedimentación han mostrado que CXCL12 existe en un equilibrio dímero‐monómero
(Veldkamp et al., 2005). Funcionalmente, CXCL12 es un potente quimioatrayente para
diversos tipos celulares, entre los que destacan linfocitos B y T, monocitos y
precursores hematopoyéticos, lo cual sugiere su implicación en la homeostasis del
sistema inmune.
CXCL12 tiene como principal receptor a CXCR4, una proteína de amplia
expresión. Ratones deficientes para la expresión de CXCL12 o CXCR4 muestran
fenotipos similares, con alteraciones en el septo ventricular, en el desarrollo de la
vasculatura y en la arquitectura del cerebelo, así como graves deficiencias en
linfopoyesis y mielopoyesis debido a la dificultad de los progenitores
hematopoyéticos para colonizar la médula (Zou et al., 1998). Todo ello causa la
muerte perinatal de estos ratones. Recientemente se ha descrito que CXCL12 es
también un ligando del receptor CXCR7, aunque la señalización desencadenada tras la
unión al receptor no estimula movilización de calcio ni migración celular (Burns et al.,
2006). La unión de CXCL12 a CXCR4 permite la activación de quinasas Jak (Soriano et
al., 2003), y la transfosforilación en tirosinas de éstas y del propio receptor, lo que
conlleva el reclutamiento de Stat y la exposición de motivos que permiten la unión de
proteínas G heterotriméricas (Mellado et al., 2001). Se inicia así la activación de
numerosas cascadas de señalización, entre las que se encuentra la fosforilación de
Erk1/2, así como de diversos componentes de las adhesiones focales, como Pyk‐2,
p130Cas, FAK (Focal Adhesion Kinase), paxilina y CRK (Ganju et al., 1998). Del mismo
modo, CXCL12 induce la actividad del factor de trascripción NF‐κB (Han et al., 2001b),
de la PI3‐K (Vicente‐Manzanares et al., 1999), y la polimerización del citoesqueleto de
Introducción
21
actina a través de la activación de las GTPasas Rho (Moyer et al., 2007). Asimismo,
CXCL12 contribuye a la activación de integrinas, como α4β1 y α4β7 (Peled et al., 1999;
Hidalgo et al., 2001; Wright et al., 2002), lo que se traduce en la regulación de la
adhesión y de la motilidad celular.
Homing decélulas tumoralesy metástasis
InvasiónTumor primario
Hígado
Pulmón
Cerebro
Médula ósea
Angiogénesis
ReclutamientoLeucocitos mononucleares
infiltrando el tumor
Vasculatura deltumor primario
Quimioquinas ELR+ CXC
Quimioquinas ELR- CXCQuimioquinas CC
Célulastumorales
LeucocitosmononuclearesCélulasestromales
Numerosos trabajos señalan la importancia de CXCL12 y CXCR4 en la
progresión tumoral, tanto en el crecimiento del tumor primario como en la invasión
de células tumorales y en la metástasis. CXCR4 constituye el receptor de quimioquinas
más frecuentemente expresado en células tumorales, existiendo una correlación
entre lugares preferentes de metástasis con la secreción de su ligando en esos
órganos (Figura 2). La señalización dependiente de CXCL12/CXCR4 promueve la
invasión y la migración de células de melanoma mediante la regulación de la actividad
Figura 2.‐ Papel de las quimioquinas CXCL12 y CCL21 en la formación de metástasis: Las quimioquinas CXCL12 y CCL21 son expresadas en los tejidos más frecuentemente metastatizados por células tumorales, como las de melanoma (Adaptado de Strieter, 2001).
Papel de RIAM en invasión y dinámica de adhesiones focales de células de melanoma
22
de las GTPasas Rho y la estimulación de la expresión de la metaloproteasa MT1‐MMP
(Bartolome et al., 2004; Bartolome et al., 2006).
Las integrinas
Las integrinas son moléculas de adhesión que se expresan en prácticamente
todos los tejidos y tipos celulares. Son receptores de superficie que median la
adhesión a la ECM y a componentes del plasma. Estructuralmente, las integrinas son
heterodímeros proteicos formados por la asociación no covalente de subunidades α
(120‐180kDa) y β (90‐110kDa). Se conocen 18 subunidades α, y 8 β, y su combinación
da lugar, al menos, a 24 integrinas diferentes (Hynes, 2002) (Figura 3).
Según un modelo teórico basado en homología de secuencia, se ha
determinado que la zona de unión a ligandos de la región N‐terminal de las
subunidades α forma una estructura en β‐hélice constituida por 7 dominios repetidos
en esta región (Springer, 1997). La región C‐terminal de las integrinas constituye el
dominio citoplasmático, punto de anclaje de proteínas citosólicas tales como talina y
kindlin. Mientras que la primera interacciona con el dominio proximal a la membrana
de la región intracitoplásmica de las cadenas β, kindlin lo hace con el dominio distal a
membrana de las mismas (Moser et al., 2009).
Figura 3.‐ Esquema de la familia de las integrinas. Se muestran las posibles combinaciones entre las subunidades α y β (Hynes, 2002).
Introducción
23
La actividad adhesiva de las integrinas puede ser regulada por cambios en su
afinidad y/o en su avidez (Stewart y Hogg, 1996). Las variaciones en la afinidad se
deben a cambios conformacionales de la integrina que resultan en un incremento de
la interacción integrina‐ligando. Cuando las integrinas se hallan en una conformación
inactiva o de baja afinidad por sus ligandos, las colas citoplásmicas de las cadenas α y
β interaccionan entre sí, mientras que sus dominios extracelulares se encuentran
“curvados”y yuxtapuestos a la membrana, con una topología plegada. Cuando los
dominios extracelulares se despliegan, la integrina adquiere una conformación abierta
que presenta alta afinidad por los ligandos, considerándose activa (Kim et al., 2003;
Luo et al., 2005; Luo et al., 2007) (Figura 4). La talina, probablemente en colaboración
con kindlin, es capaz de romper la interacción entre las colas citoplásmicas de la
integrina, causando el despliegue de sus regiones extracelulares y la mencionada
activación (Tadokoro et al., 2003; Harburger et al., 2009). Este estado de alta afinidad
puede inducirse in vitro mediante la exposición a cationes bivalentes, como el
manganeso, o por estimulación inside‐out por quimioquinas. Los cambios de avidez,
que implican la agrupación de integrinas gracias a la fluidez de la membrana
plasmática, permiten la formación de interacciones adhesivas multivalentes entre las
integrinas y sus ligandos, teniendo como consecuencia una mayor fuerza adhesiva
conjunta (Carman y Springer, 2003).
Subunidad αSubunidad β
Conformacióninactiva cerrada
Conformaciónactiva y abierta
LigandoConformaciónintermedia
Las integrinas promueven la señalización outside‐in tras la adhesión celular,
transmitiendo señales hacia el interior celular (Figura 5). Por otra parte, las integrinas
son receptores de señalización inside‐out procedente del interior celular y que
Figura 4.‐ Disposición de las cadenas α y β de las integrinas en sus conformaciones inactiva y activa (Basado en Luo et al., 2007).
Papel de RIAM en invasión y dinámica de adhesiones focales de células de melanoma
24
conduce a cambios en su afinidad y avidez. Ambas señalizaciones son cruciales para el
control del ciclo celular, la diferenciación celular y la organogénesis, así como para la
homeostasis del sistema inmune y la hematopoyesis (Zhu y Assoian, 1995; Schwartz y
Assoian, 2001; Kim et al., 2003; Kinashi, 2005). Asimismo, estos procesos de
señalización regulan la progresión tumoral y la metástasis, desempeñando su función
en procesos como la adhesión al endotelio, la extravasación hacia tejidos diana y la
proliferación celular (Friedl et al., 1998; Guo y Giancotti, 2004).
Membranaplasmática
ECM
Integrina
Ligando Factor decrecimiento
RTK
Proliferacióncelular
SupervivenciaMigración celular
Figura 5.‐ Señalización outside‐in dependiente de integrinas: Las integrinas controlan la localización y la acción de los RTKs, procurando una integración eficaz de la señalización desencadenada por ambos, que conlleva al control de la proliferación y la migración celular a través de la activación de Erk1/2 y Akt, entre otras (Guo and Giancotti, 2004).
Introducción
25
Las integrinas β1 y sus ligandos
Las integrinas β1 se componen de la asociación de la subunidad β1 con 12
cadenas α diferentes, y se expresan ubicuamente. Los heterodímeros de integrinas β1
interaccionan con varios componentes de la matriz extracelular, tales como el
colágeno tipo I y tipo IV (α1β1, α2β1, α10β1, α11β1), la laminina (α3β1, α6β1, α7β1), la
fibronectina (α3β1, α4β1, α5β1, α8β1, αvβ1) y la vitronectina (αvβ1). Asimismo, α4β1 es
capaz de interaccionar con VCAM‐1 (Vascular Cell Adhesion Molecule‐1), una
protreína del endotelio que es inducida en procesos inflamatorios (Hynes, 2002).
Las integrinas β1 intervienen en procesos dependientes de la adhesión celular
a ECM, como la diferenciación y la determinación del fenotipo celular, la proliferación
celular dependiente de ciclinas, la migración celular, la supervivencia, y el ensamblaje
y remodelación de elementos constituyentes de la ECM (Fassler et al., 1996). En la
señalización outside‐in mediada por las integrinas β1 participan moléculas con las que
β1 se asocia bien directamente a través de su dominio citoplásmico, como talina, o
bien indirectamente, como vinculina, paxilina y α‐actinina, las cuales se asocian a su
vez al citoesqueleto de actina (Hynes, 2002). Además, la quinasa FAK, una molécula
fundamental en la señalización outside‐in generada tras la adhesión celular
dependiente de integrinas, se asocia indirectamente con estas integrinas. La
asociación entre este conjunto de proteínas y las subunidades β1 en la membrana
plasmática permite el ensamblaje de las integrinas con filamentos de actina. La
señalización outside‐in desencadena la activación de Ras y, por tanto de MAP‐
quinasas, así como de PI3‐K, ILK (Integrin‐Linked Kinase), proteín‐quinasa C (PKC), de
canales antiportadores de Na+/H+ y de las GTPasas de la familia Rho (Giancotti y
Ruoslahti, 1999) (Figura 5). En estas plataformas de señalización cabe destacar la
comunicación que existe entre la señalización mediada por integrinas y determinados
receptores de factores de crecimiento, especialmente EGFR e IGFR (Giancotti y
Ruoslahti, 1999; Schwartz, 2001; Cabodi et al., 2004; Saegusa et al., 2009) (Figura 5).
Debido a esta sinergia, la señalización outside‐in es más eficiente cuando las
integrinas se hallan asociadas con estos receptores de factores de crecimiento, si bien
la misma puede ser desencadenada en presencia de una forma inactiva de EGFR
(Moro et al., 1998).
Papel de RIAM en invasión y dinámica de adhesiones focales de células de melanoma
26
La integrina β1 es esencial durante el desarrollo, como demuestra el fenotipo
letal de los ratones knock‐out para esta integrina, los cuales se desarrollan hasta el
estadio de blastocisto, iniciando la implantación, pero muriendo a continuación
(Fassler et al., 1996). El desarrollo de diferentes ratones knock‐out condicionales para
la expresión de esta integrina ha puesto de manifiesto su implicación in vivo en la
migración celular durante el cierre de heridas y la proliferación epitelial, así como en
el mantenimiento de la estructura de la glándula mamaria (Li et al., 2005; Lopez‐
Rovira et al., 2005; Singh et al., 2009).
Además, se ha propuesto un papel relevante para la integrina β1 en la
formación de metástasis en algunos cánceres, incluyendo el de mama, el de páncreas
y el melanoma (Guo y Giancotti, 2004). Se ha descrito que la adhesión de las células
tumorales mediada por β1 incrementa su capacidad de proliferación y supervivencia,
favoreciendo el crecimiento de tumores y la dispersión de las metástasis (Brakebusch
et al., 1997). En un modelo de cáncer pancreático, la ablación condicional de la
expresión de la integrina β1 tras el desarrollo de tumores de células β de los islotes de
Langerhans causó una reducción del tamaño del tumor primario, asociada a la
inhibición de rutas pro‐supervivencia (Kren et al., 2007). Aún así, se favoreció la
dispersión tumoral hacia los vasos linfáticos que rodean el tumor, poniendo de
manifiesto el papel crítico de esta integrina en la diseminación de las metástasis y en
la prevención de la senescencia de las células del tumor (Kren et al., 2007).
La fibronectina es una glicoproteína presente en la matriz extracelular y
soluble en el plasma sanguíneo, que constituye un ligando de las integrinas α3β1, α4β1
y α5β1. Se expresa en el tejido conectivo de todos los órganos en diferentes
proporciones, y está formada por dos cadenas polipeptídicas A y B unidas por puentes
disulfuro, las cuales se originan por mecanismos de procesamiento alternativo a partir
del producto de un único gen. La fibronectina se compone de dominios estructurales
y funcionales alineados a lo largo de las cadenas, que son las responsables de
interaccionar con las mencionadas integrinas, así como con distintos componentes de
la matriz (Hynes, 1986). Experimentos realizados con fragmentos proteolíticos de la
fibronectina han establecido que la adhesión inicial a la fibronectina es mediada por la
unión de la integrina α5β1 al motivo RGD (Arg‐Gly‐Asp) contenido en un dominio de
Introducción
27
unión celular presente en el centro de las cadenas (repeticiones III9‐10), el cual puede
ser también reconocido por la integrina α4β1 activada (Sanchez‐Aparicio et al., 1994).
El dominio III‐CS se localiza en la porción C‐terminal de la cadena A, y contiene el
fragmento CS‐1 que presenta la secuencia EILDVPST, reconocida con alta afinidad por
la integrina α4β1 (Garcia‐Pardo et al., 1990).
Otro ligando importante de las integrinas β1 es el colágeno, el cual constituye
el 25‐35% del contenido proteico del organismo, además de ser el componente
mayoritario de la ECM, siendo especialmente abundante en tejidos conectivos
(Hulmes, 1992). Estructuralmente, las unidades básicas del colágeno son las moléculas
de tropocolágeno, constituidas por tres cadenas polipeptídicas denominadas cadenas
α. Estas cadenas están compuestas por la secuencia aminoacídica Gly‐Pro‐Gly‐X, en la
que X es cualquier residuo aminoacídico, y en la que en multitud de ocasiones la Pro
es sustituida por hidroxi‐prolina (Traub y Piez, 1971; Fraser et al., 1979; Miller et al.,
1985). El colágeno tipo I, ligando de las integrinas β1, es el componente mayoritario
de la ECM, y se encuentra abundantemente en tejido cicatrizal, en músculo, en dermis,
en las paredes arteriales, en tendón, en la córnea, y es el componente principal de la
parte orgánica del hueso y de la dentina. Es sintetizado por fibroblastos,
condroblastos y osteoblastos (Di Lullo et al., 2002).
Señalización intracelular outside‐in dependiente de integrinas
Las MAP‐quinasas
La proliferación celular depende de señales específicas que promueven la
entrada en el ciclo celular. La vía de las MAP‐quinasas (Mitogen Activated Protein
Kinases, MAPKs) es una de las rutas activadas en respuesta a estímulos mitogénicos y
a la adhesión celular dependiente de integrinas, y transmite al núcleo señales de
control de la proliferación celular (Widmann et al., 1999; Schwartz y Assoian, 2001).
La activación de las MAP‐quinasas requiere el desencadenamiento de una cascada de
fosforilaciones en residuos de serina y treonina que implican a MAPK‐quinasa‐
quinasas (MAPKKKs), y en un segundo nivel a MAPK‐quinasas (MAPKKs). Las MAPKs
son activadas por las anteriores por fosforilación dual de residuos de treonina y
Papel de RIAM en invasión y dinámica de adhesiones focales de células de melanoma
28
tirosina contenidos en motivos TXY. La identidad de dicho aminoácido X define las
distintas subfamilias de MAPKs. Así, la familia de las proteín‐quinasas activadas por
señales extracelulares (Erk1/2) presentan el motivo de fosforilación consenso
treonina‐glutámico‐tirosina (TEY) (Seger y Krebs, 1995; Chang y Karin, 2001). Las
proteín‐quinasas JNK (c‐Jun N‐terminal Kinase), activadas por fosforilación en motivos
treonina‐prolina‐tirosina (TPY), son capaces de fosforilar al factor de transcripción c‐
jun (Derijard et al., 1994). El tercer subgrupo de MAPKs corresponde a la familia de
p38, que se activan por fosforilación del motivo treonina‐glicina‐tirosina (TGY) (Cano
et al., 1995; Martin‐Blanco, 2000; Wagner y Nebreda, 2009).
Entre los sustratos de las MAPKs se encuentran otras proteín‐quinasas,
fosfolipasas, factores de transcripción y proteínas del citoesqueleto, las cuales regulan
gran variedad de eventos celulares, incluyendo la transcripción, la progresión del ciclo
celular y la proliferación, la diferenciación, el desarrollo, la apoptosis, la regulación de
la dinámica del citoesqueleto y la respuesta a estrés.
Las MAPKs Erk1 y Erk2
Las MAPKs Erk1 y Erk2 son serín‐treonín quinasas de 42 y 44 kDa,
respectivamente, ubicuamente expresadas en todos los organismos eucariotas (Zhang
et al., 1994). Entre los estímulos que son capaces de activar a Erk1/2 se encuentran
factores de crecimiento (EGF, PDGF, GM‐CSF), citoquinas (IL‐1β, IL‐4, IL‐5, IL‐8, TNFα,
TGFβ), quimioquinas (CXCL12), la adhesión mediada por integrinas a sustratos de la
ECM, y determinados agentes transformantes y carcinógenos.
La activación clásica de las MAPKs se inicia tras la unión de un factor de
crecimiento a un receptor tirosín‐quinasa (RTK), el cual dimeriza, produciéndose la
autofosforilación cruzada de las cadenas en residuos C‐terminales de tirosina, gracias
a la actividad quinasa intrínseca a las mismas. Seguidamente, los receptores se
asocian con proteínas adaptadoras, las cuales contienen dominios SH2, siendo éstas
proteínas también fosforiladas. Entre éstas destaca Grb2, la cual interacciona con las
proteínas Sos, proteínas intercambiadoras de nucleótidos implicadas en la activación
de proteínas Ras. Se constituye así una plataforma de señalización que es capaz de
activar a Ras, gracias a la sustitución de GDP por GTP (Howe et al., 1992; Kolch, 2000).
Introducción
29
Las GTPasas Ras no son sólo activadas en respuesta a la autofosforilación cruzada de
RTKs, sino que también ha sido descrita su activación dependiente de integrinas,
habiéndose propuesto dos vías. En primer lugar, la adhesión mediada por las
integrinas conlleva la activación de las quinasas Src y FAK. La fosforilación de FAK
permite su unión a Grb2, lo que se traduce en la activación de Ras. En segundo lugar,
la activación de Fyn tras la activación de las integrinas β permite el reclutamiento y la
fosforilación de proteínas adaptadoras Shc, que también interaccionan con Sos
(Schlaepfer y Hunter, 1996; Bill et al., 2004) (Figura 5). Adicionalmente, la señalización
conjunta de las integrinas y los receptores de factores de crecimiento actúa
sinérgicamente para activar más eficientemente esta ruta.
Una vez que Ras está activo, puede unirse con gran afinidad a las serín‐
treonín quinasas Raf, (MAPKKKs de la vía Erk1/2) (Hu et al., 1995; Luo et al., 1997; Roy
et al., 1997). En mamíferos se han descrito 3 proteínas Raf diferentes: Raf‐1 (C‐Raf), A‐
Raf y B‐Raf. Mientras que Raf‐1 presenta un patrón de distribución ubicuo, A‐Raf y B‐
Raf muestran un patrón de expresión más restringido (Hagemann y Rapp, 1999; Kolch,
2000). La actividad de las quinasas Raf (MAPKKKs) está estrechamente regulada,
existiendo múltiples bucles de retroalimentación negativa. Tanto Ras como Raf
regulan la proliferación y la supervivencia celular, y han sido consideradas como
proto‐oncogénicas (Karnoub y Weinberg, 2008). Se han observado mutaciones en Ras
en un 15‐30% de todos los cánceres en humanos, y como se ha mencionado
anteriormente, las mutaciones de B‐Raf están implicadas en el 60% de los casos de
melanoma. Asimismo, Ras aparece mutado en el 30‐50% de los cánceres tiroideos, y
en el 5‐20% de los cánceres colorrectales, por lo que constituye una diana terapéutica
para la que se han desarrollado inhibidores que, como PLX4032, actualmente se
encuentran en fase 2 de ensayo (Bollag et al., 2010).
Las quinasas Raf activan a sus sustratos, las MAPKKs, mediante fosforilación
en residuos de serina y treonina, iniciándose una cascada de fosforilaciones
secuenciales. Las MAPKKs, como MEK, son un grupo particular de quinasas que se
caracterizan por poder realizar fosforilaciones duales en residuos de treonina y
tirosina presentes en sus sustratos, las MAPKs Erk1/2 (Howe et al., 1992; Ramos,
2008). Las quinasas MEK son codificadas por cinco genes, MEK1‐MEK5, que dan lugar
Papel de RIAM en invasión y dinámica de adhesiones focales de células de melanoma
30
a otras tantas isoformas, de las cuales MEK1 y MEK2 son las mejor caracterizadas,
presentando un elevado grado de homología estructural (Kolch, 2000; McCubrey et al.,
2008). La activación de MEK1 y MEK2 se produce tras la fosforilación mediada por Raf
de los residuos de serina 218 y 222, respectivamente (Lee y McCubrey, 2002;
McCubrey et al., 2008). Se ha propuesto que MEK podría activar a Erk1/2 tras su
interacción con esta MAP‐quinasa tanto en el citoplasma como en las adhesiones
focales, donde paxilina actúa como plataforma para dicha activación, interaccionando
con MEK y Erk1/2 (Ishibe et al., 2003; Rozengurt, 2007).
Entre las funciones de Erk1/2 se encuentra la regulación de la transcripción
de multitud de genes, bien tras su translocación al núcleo, donde fosforila a factores
de transcripción como Elk‐1, Sap‐1A o c‐Myc, o bien a través de la activación de la
quinasa RSK, la cual es capaz de fosforilar a los factores CREB, ERα, IkBα, NF‐κB, c‐Fos
y GSK3 (Ganju et al., 1998; Aplin et al., 2001). Se ha demostrado que Erk1/2 juega un
papel clave en la progresión del ciclo celular, estando implicado en la mitosis, la
meiosis y la diferenciación celular. Asimismo, regula la transcripción del gen de la
ciclina D1, y promueve el ensamblaje de los complejos ciclina D1‐Cdk4, responsables
de la fosforilación de las proteinas Rb, las cuales son activadoras del factor de
transcripción E2F que es requerido para la transición de la fase G1 a S del ciclo celular
(Schwartz y Assoian, 2001; Zhang y Liu, 2002). Otras ciclinas que pueden ser reguladas
por Erk1/2 son la ciclina E y la ciclina A. También se ha sugerido que Erk1/2
desempeña un papel importante en el control del centro organizador de microtúbulos
(MTOC) (Zhang y Liu, 2002), imprescindible para la división celular. Otra función
fundamental de Erk1/2 es la regulación de la migración celular, modulando la
dinámica del citoesqueleto de actina, de la que participa contribuyendo al
desensamblaje de las adhesiones focales en células adherentes (Ishibe et al., 2004;
Webb et al., 2004; Gao et al., 2006). Erk1/2 puede ser activado en las adhesiones
focales una vez que interacciona con paxilina, aunque también se ha descrito su
incorporación a dichas adhesiones en estado activado (Fincham et al., 2000; Ishibe et
al., 2004). Erk1/2 fosforila a FAK en las adhesiones focales, facilitando la disociación
de la quinasa de los complejos (Webb et al., 2004; Zheng et al., 2009b).
Introducción
31
La Fosfatidil‐inositol‐3 quinasa (PI3‐K) y sus efectores
La PI3‐K fosforila fosfoinosítidos en los grupos hidroxilo del anillo de inositol,
generando fosfatidil‐inositol trifosfato (PI(3,4,5)P3) a partir de su sustrato PI(4,5)P2,
obtenido a su vez a partir de PI(3)P gracias a la actividad de la enzima PIP‐quinasa. La
PI3‐K presenta dos subunidades, una reguladora de 85 kDa, que posee dominios SH2,
y otra catalítica, de 110 kDa (Coffer et al., 1998; Vicente‐Manzanares et al., 1999;
Wymann y Marone, 2005). Entre las moléculas que inducen la activación de PI3‐K se
encuentran los factores PDGF, EGF y bFGF, hormonas como la insulina, citoquinas
hematopoyéticas (IL2, IL3, IL4, IL5,), y algunas quimioquinas (IL8, RANTES, CXCL12)
(Coffer et al., 1998). La adhesión celular mediada por integrinas desencadena la
activación de PI3‐K, mediante su interacción con FAK e ILK (Integrin‐Linked Kinase)
(Koul et al., 2005; Kallergi et al., 2007). Para que se produzca su activación, la PI3‐K
debe interaccionar a través de los dominios SH2 de su región reguladora con residuos
de fosfotirosina presentes en receptores activados, o en proteín‐quinasas fosforiladas
como FAK o ILK, aunque GTPasas como Ha‐Ras también pueden activarla
directamente (Sheng et al., 2001) (Figura 5). De esta forma, la subunidad catalítica se
localiza junto a la membrana plasmática, donde produce PI(3,4,5)P3.
Akt es una quinasa regulada por PI3‐K que muestra homología estructural con
las proteín‐quinasas PKA y PKC, por lo que también se denomina PKB (Coffer et al.,
1998; Wymann y Marone, 2005). Su expresión en mamíferos es ubicua, habiéndose
identificado tres genes que codifican para Akt, denominados α para Akt‐1, β para Akt‐
2 y γ para PKB‐γ. El análisis estructural de Akt revela la existencia de un dominio PH N‐
terminal, un dominio catalítico central, y una región C‐terminal reguladora, similar a la
de PKC (Bellacosa et al., 1991; Konishi et al., 1995; Wymann y Pirola, 1998; Datta et al.,
1999). Los lípidos PI(3,4)P2 y PI(3,4,5)P3 pueden asociarse con Akt a través del dominio
PH de la quinasa, permitiendo el reclutamiento de la misma en la membrana
plasmática y su fosforilación en serina y treonina por quinasas dependientes de
PI(3,4,5)P3 (PDK1 y 2). Los residuos fosforilados en Akt‐1 son T308 y S473, en Akt‐2 son
T309 y S474, mientras que en PKBγ sólo está presente el residuo T305. Akt fosforila a
sus efectores en serinas y treoninas presentes en el motivo consenso RxRxxS/T (Datta
et al., 1999).
Papel de RIAM en invasión y dinámica de adhesiones focales de células de melanoma
32
Entre las funciones de Akt destaca la regulación del metabolismo de la
glucosa, participando en la señalización desencadenada por insulina (Ueki et al., 1998).
Akt también regula la síntesis proteíca, controlando Raptor/mTOR, y previene la
apoptosis fosforilando proteínas pro‐apoptóticas como Bad, caspasa 9, y factores de
transcripción de la familia Forkhead, lo que favorece la supervivencia celular
(Downward, 2004; Meier y Vousden, 2007). Asimismo, Akt interacciona con la quinasa
IKK, la cual regula al factor NF‐κB, un regulador crítico en el control de la muerte
celular (Datta et al., 1999).
Por otra parte, la activación de la vía PI3‐K/Akt induce proliferación celular,
controlando la entrada en los segmentos activos del ciclo celular a través de la
inhibición de GSK3‐β, de p27 y de las proteínas Forkhead, e incrementando la
actividad de la ciclina D1 (Liang y Slingerland, 2003). De este modo, su sobreactivación
se ha relacionado con la progresión tumoral en numerosos cánceres, tales como los
de mama, pulmón y el melanoma (Kennedy et al., 1997; Skorski et al., 1997; Wymann
y Marone, 2005).
La migración celular: Las Rho GTPasas y la dinámica de las adhesiones focales
Las GTPasas monoméricas de pequeño tamaño
Las GTPasas son proteínas G monoméricas con un tamaño molecular
comprendido entre 20 y 40kDa, que regulan una gran cantidad de respuestas
biológicas. La superfamilia Ras de GTPasas se divide en varias subfamilias: Rho, Ras,
Rab, Sar1/Arf y Ran (Bar‐Sagi y Hall, 2000). Estas proteínas presentan dos
conformaciones: la inactiva, en la que están unidas a nucleótidos de guanosina
difosfato (GDP), y la activa, unida a nucleótidos de guanosina trifosfato (GTP). Estos
ciclos están regulados por proteínas GEF (Guanine‐nucleotide Exchange Factor), las
cuales favorecen la activación de las GTPasas al cambiar GDP por GTP, que se une a su
centro activo, y por proteínas GAP (GTPase‐Activating Proteins), que las inactivan al
catalizar la hidrólisis del GTP, estimulando la actividad GTPasa intrínseca de estas
GTPasas. Además, las proteínas reguladoras GDI (GDP‐Dissociation Inhibitor) inhiben
Introducción
33
el recambio de GDP por GTP, manteniendo inactivas a las GTPasas (Schwartz y Shattil,
2000; Schmidt y Hall, 2002; Raftopoulou y Hall, 2004; Rossman et al., 2005) (Figura 6).
Efectores
Señales“upstream”
La migración celular
La migración celular es crucial para procesos biológicos como el desarrollo
embrionario, la respuesta del sistema inmune, la cicatrización de heridas, y la
metástasis, entre otros. Las características morfológicas de las células determinan la
forma en que migran. Por un lado, las células redondeadas y altamente protrusivas,
de tipo ameboide, tales como los linfocitos, migran estableciendo adhesiones débiles.
Por otro lado, las células de tipo fibroblastoide presentan grandes adhesiones focales,
las cuales están sometidas a la tensión generada por la actomiosina y tienen un ciclo
altamente regulado de ensamblaje y desensamblaje, lo que se traduce en un tipo de
migración que ha sido definida como mesenquimal (Webb et al., 2002; Parsons et al.,
2010). En función de diversos factores, como la rigidez del sustrato y su propia
contractilidad, las células presentarán preferencia por uno u otro tipo de migración
(Parsons et al., 2010).
La migración direccional es desencadenada por multitud de estímulos, tales
como los gradientes de concentración de factores de crecimiento o de quimioquinas,
y señales mecánicas, como la rigidez de la ECM. Para iniciar la migración, las células
deben polarizarse, definiéndose el frente de avance en la parte anterior de la célula
en el que se extienden las nuevas protrusiones en respuesta a diversos estímulos, y un
área posterior que tiene que retraerse (Parsons et al., 2010). Para que dicha
Figura 6.‐ Ciclo de activación e inactivación de las GTPasas de la familia Rho: Las proteínas GEF favorecen el intercambio de GDP por GTP, llevando a la activación de las Rho GTPasas, las cuales interaccionan con sus efectores, produciéndose diferentes respuestas biológicas. Las proteínas GAP hidrolizan el GTP, inactivando las Rho GTPasas, mientras que las proteínas GDI inhiben el intercambio de GDP por GTP (Raftopoulou and Hall, 2004).
Papel de RIAM en invasión y dinámica de adhesiones focales de células de melanoma
34
polarización sea posible es necesario que las diferencias sutiles existentes en los
gradientes de los estímulos físicos o químicos sean amplificadas, lo que se consigue
gracias al efecto multiplicador de la transducción de señales desencadenada por los
propios estímulos. Asimismo, ha de producirse la reorientación del aparato de Golgi y
del centro organizador de los microtúbulos hacia el frente de avance (Bisel et al., 2008;
Tomar y Schlaepfer, 2009). Las extensiones de la membrana plasmática en el frente
de anace pueden ser de pequeño tamaño (ruffles y filopodios) o de gran extensión
(lamelipodios) (Parsons et al., 2010). La formación de estas protrusiones en el frente
de avance de la membrana está dirigida por la polimerización de filamentos de actina,
los cuales son estabilizados gracias a la formación de contactos y adhesiones focales
en la membrana a través de los cuales interaccionan con las integrinas (Ridley et al.,
2003; Zaidel‐Bar et al., 2003; Parsons et al., 2010) (Figura 7). Estos filamentos de
actina se organizan en dos zonas diferentes, el lamelipodio y la lamela. En el
lamelipodio, la polimerización de los filamentos de actina es catalizada por el
Protrusión
Núcleo
Adhesión focal
Complejo focal
Adhesión que sedesensambla
Filamento de actinaAdhesión naciente
Adhesión en la basedel filopodio
Filopodio
Filamento de actinadorso‐ventral
Filopodios
Lamelipodio
Lamela
Zona detransición
Figura 7.‐ Esquema de la participación de la dinámica de las adhesiones focales y del citoesqueleto de actina en la migración celular. (Adaptado de Parsons et al., 2010).
Introducción
35
complejo ARP2/3, obteniéndose una estructura dendrítica o ramificada bajo la
membrana, la cual presenta un rápido desplazamiento retrógrado debido a la
resistencia de la membrana a la polimerización de actina en el frente de avance. En la
lamela, los filamentos de actina se disponen paralelamente, y experimentan un
desplazamiento retrógrado más lento debido fundamentalmente a la actividad
contráctil de la miosina II. En la zona de transición entre el lamelipodio y la lamela la
actina dendrítica se organiza en filamentos más organizados. Los filamentos de actina
de las regiones central y trasera de las células migratorias pueden ser gruesos y
longitudinales, denominándose fibras de estrés. Estas estructuras contienen miosina II,
y su contractilidad es dependiente de efectores de RhoA (Webb et al., 2002; Parsons
et al., 2010).
Tras la formación inicial de las adhesiones nacientes, las cuales contienen
integrinas, talina, vinculina y paxilina (Zimerman et al., 2004), éstas pueden tener dos
destinos: su desensamblaje inmediato, o su estabilización y maduración gracias a la
actividad contráctil de la actomiosina que genera fuerzas de tracción sobre el sustrato.
Tras la maduración, las adhesiones nacientes dan lugar a estructuras mayores, de tipo
puntual, denominadas contactos focales. Éstos residen en posiciones más alejadas de
la membrana plasmática que las adhesiones nacientes, y pueden progresar para
formar estructuras alargadas más estables, organizadas y complejas, que se localizan
al final de las fibras de estrés que se extienden longitudinalmente por la célula,
denominadas adhesiones focales. Una vez que las adhesiones focales se desplazan
retrógradamente localizándose en la parte posterior de la célula, se desensamblan, lo
que permite que el cuerpo celular se proyecte hacia delante permitiendo el avance de
la célula, proceso también dirigido por la tensión (Horwitz y Parsons, 1999; Smilenov
et al., 1999; Parsons et al., 2010).
La miosina II es una molécula clave en la regulación de la migración celular, ya
que dirige la tensión celular (Vicente‐Manzanares et al., 2008). La miosina II se localiza
entre los filamentos de actina formando oligómeros. La miosina II está compuesta por
dos cadenas pesadas, dos cadenas ligeras reguladoras (MLCs), y dos cadenas ligeras
esenciales. La miosina II presenta tres isoformas diferentes, que se diferencian por la
cadena pesada que contienen (miosina IIA, IIB y IIC). Las miosinas IIA y IIB son de
Papel de RIAM en invasión y dinámica de adhesiones focales de células de melanoma
36
amplia expresión, mientras que la miosina IIC tiene un patrón restringido de expresión,
y podría tener un papel en cáncer (Parsons et al., 2010). La actividad de la miosina II
está regulada por la fosforilación de la treonina 18 y la serina 19 de la MLC. La acción
de la miosina II es dependiente de ATP y provoca el desplazamiento de las fibras de
actina, lo que genera la tensión necesaria para promover la maduración de las
adhesiones nacientes y de los contactos focales. Así, aunque la miosina no se
encuentra en el lamelipodio, su actividad modula la formación de protrusiones en el
frente de avance y la polimerización de actina (Webb et al., 2004; Parsons et al., 2010).
Además, en la regulación de la dinámica de los filamentos de actina, la proteína α‐
actinina tiene un papel importante, ya que es capaz de formar homodímeros
antiparalelos que unen dos filamentos de actina distintos, contribuyendo a la
modulación de la tensión independientemente de la actividad de la miosina II (Choi et
al., 2008; Parsons et al., 2010).
Las GTPasas de la familia Rho y su implicación en la migración celular
La generación de protrusiones en la periferia celular, la formación de nuevas
adhesiones, y la estabilización de las existentes está regulada por miembros de la
familia de GTPasas Rho (Figura 7). Las proteínas Rho son GTPasas monoméricas
pertenecientes a la superfamilia Ras. Existen 20 genes que codifican para proteínas
con el dominio consenso de las GTPasas Rho, siendo las más estudiadas RhoA, Rac1 y
Cdc42 (Wherlock y Mellor, 2002). En base a sus funciones y secuencia, los miembros
de la familia Rho se han clasificado en 5 grupos y 3 miembros independientes (Figura
8) (Burridge y Wennerberg, 2004).
La subfamilia de GTPasas Rho está formada por proteínas que contribuyen a
la contractilidad celular, a la formación de fibras de estrés, y a la generación de
protrusiones del frente de avance (como filopodios y lamelipodios) y de adhesiones
focales. Los miembros de la subfamilia tipo Rac estimulan la formación de
lamelipodios y ondulaciones de la membrana tras la interacción con sus efectores,
como WASP, WAVE y los miembros de la familia PAK (p‐21 Activated Kinase), los
cuales regulan la estabilidad de los filamentos de actina modulando la actividad del
complejo Arp2/3 (Kimura et al., 1996; Sells et al., 1997; Watanabe et al., 1999;
Introducción
37
Schmitz et al., 2000). A su vez, la asociación de las proteínas Cdc42 activadas con sus
efectores, como Drf3 y las proteínas PAK4, 5 y 6, promueve la formación de filopodios
(Peng et al., 2003; Kumar et al., 2009). Por otra parte, la GTPasa RhoA ejerce
preferentemente sus funciones en la parte posterior de la célula, donde a través de la
activación de la quinasa efectora Rho‐quinasa (ROCK) favorece la fosforilación de MLC,
lo que se traduce en un aumento de la contractilidad, que contribuye a la retracción y
al desplazamiento neto del cuerpo celular (Riento y Ridley, 2003; Parsons et al., 2010).
El efector de RhoA mDia1 también induce nucleación de filamentos de actina.
Mediante éstas y otras moléculas efectoras, las GTPasas Rho promueven procesos
tales como la regulación de la migración y la adhesión celular, tras la reorganización
del citoesqueleto de actina. Otros miembros de la familia de GTPasas Rho son las
proteínas de tipo Rnd, los cuales tienen dominios GTPasa constitutivamente activos,
aparentemente antagonizando la señalización de las proteínas de la subfamilia Rho,
siendo reguladas a nivel de la expresión génica (Chardin, 2006). Las RhoBTB son poco
conocidas, aunque parecen servir como adaptadoras para proteínas implicadas en la
ubiquitinación, ya que no unen GTP (Berthold et al., 2008).
Tipo Rac
Tipo Cdc42
Tipo RhoBTB
Tipo Rnd
Tipo Rho
Diversos estímulos pueden desencadenar la activación de las GTPasas Rho,
entre los que se incluyen las quimioquinas y factores de crecimiento como PDGF, EGF
Figura 8.‐ Dendrograma que representa la distribución de los miembros de la familia de GTPasas Rho (Burridge and Wennerberg, 2004).
Papel de RIAM en invasión y dinámica de adhesiones focales de células de melanoma
38
y TGF‐β1. Asimismo se ha descrito que la unión de diversas moléculas de adhesión
(cadherinas, integrinas, miembros de la superfamilia de las inmunoglobulinas) a sus
ligandos puede regular el estado de activación de estas GTPasas (Braga, 2002; DeMali
et al., 2003).
Las proteínas Rac juegan un papel clave en la extensión del frente de avance,
mientras que las proteínas Rho participan principalmente en la retracción del urópodo
(Worthylake y Burridge, 2003). De este modo se mantiene un equilibrio necesario
para la motilidad celular y el control del recambio de las adhesiones focales. Mientras
que Rac activo favorece el ensamblaje de estas adhesiones focales al promover la
polimerización de filamentos de actina, la actividad de RhoA promueve su maduración
mediante la generación de tensión a través de MLC. Por el contrario, la retracción de
la parte posterior de la célula mediada por RhoA induce el desensamblaje de las
adhesiones focales, contribuyendo a la renovación de las mismas y facilitando el
desplazamiento del cuerpo celular (Webb et al., 2002; Ridley et al., 2003; Parsons et
al., 2010). Asimismo, elementos de las adhesiones focales como paxilina y FAK
reclutan GEFs (como CRK, PKL y p190RhoGEF) y GAPs (tales como p120RasGAP y
p190RhoGAP) para las distintas GTPasas Rho (Webb et al., 2002), modulando su
actividad, lo que a su vez se traduce en la regulación de la dinámica de estas
adhesiones y de la migración celular. Las GTPasas Rho y Rac también regulan el tráfico
de membrana y el aumento de la adhesión celular mediado por integrinas, así como la
polarización celular (Laudanna et al., 1997; del Pozo et al., 1999; Bartolome et al.,
2003; Ridley et al., 2003; Burridge y Wennerberg, 2004; Garcia‐Bernal et al., 2005).
Los procesos biológicos que requieren migración celular son dependientes de
la actividad de las GTPasas Rho. Por ello, estas GTPasas controlan procesos de gran
importancia fisiológica como el desarrollo embrionario, la reparación de heridas, la
inflamación y la fagocitosis, la contracción muscular, el mantenimiento de la
morfología celular. Adicionalmente pueden participar en situaciones patológicas,
como la invasión y el crecimiento tumoral o en patologías inflamatorias (Etienne‐
Manneville y Hall, 2002).
Las GTPasas Rho mantienen relaciones funcionales entre sí y con otras
GTPasas de la superfamilia Ras a través de diversas moléculas con actividad GEF o
Introducción
39
GAP. Así, se ha descrito que las proteínas tipo Rac pueden ser activadas por Ras, Arf6,
RhoG y Cdc42 e inhibidas por RhoH (Ridley y Hall, 1992a; Ridley, 2001; Burridge y
Wennerberg, 2004). A su vez, las proteínas Rac pueden activar o inactivar a las de tipo
Rho, que también son inactivadas por Arf6, RhoD, RhoE y Rnd3, (Ridley y Hall, 1992b;
Ridley et al., 1992; Sander et al., 1998; Bustelo, 2000; Chardin, 2003; Burridge y
Wennerberg, 2004). También se ha descrito la activación de Rac1 por Rap1, una
GTPasa de la familia Ras, lo que implicaría a su vez a moléculas como Tiam y Vav2
(Arthur et al., 2004).
Los GEF de las GTPasas Rho; Familia Vav
En las células eucariotas se han descrito tres familias de GEFs de las GTPasas
de la familia Rho: Dbl, Dock y SWAP70. La familia Dbl (Difuse B‐cell lymphoma)
comprende 69 proteínas diferentes, las cuales poseen dominios DH (de homología a
Dbl) y PH (de homología a pleckstrina) contiguos (Hart et al., 1991; Soisson et al.,
1998). El primero es el dominio catalítico que media el intercambio de GDP por GTP.
El dominio PH tiene actividad reguladora, modulando su actividad por unión de PIP2 y
PIP3 en membrana, lo cual favorece su actividad y la unión a las GTPasas (Rossman et
al., 2003). La interacción del GEF con la GTPasa unida a GDP produce un cambio
conformacional que aumenta la tasa de liberación del GDP, pudiendo entrar GTP en
su lugar. Entonces la GTPasa activa se libera del GEF (Boriack‐Sjodin et al., 1998).
Los GEFs de la familia Dbl se clasifican en 33 subfamilias en función de su
homología. Una de las subfamilias de Dbl es la representada por las proteínas Vav. El
primer miembro de esta familia, Vav1, fue descubierto debido a su actividad
transformante en células NIH‐3T3 (Katzav et al., 1989). Posteriormente fueron
clonados Vav2 y Vav3. Estas 3 proteínas son GEFs específicos que activan las GTPasas
de la familia Rho (Bustelo, 2000; Zugaza et al., 2002). Mientras que Vav2 y Vav3
tienen una expresión ubicua, Vav1 se expresa predominantemente en células de
origen hematopoyético (Adams et al., 1992; Schuebel et al., 1998; Movilla y Bustelo,
1999; Moores et al., 2000), aunque también se ha detectado su expresión en células
de melanoma (Bartolome et al., 2006), entre otros cánceres.
Papel de RIAM en invasión y dinámica de adhesiones focales de células de melanoma
40
Se ha descrito que Vav1 actúa preferentemente como GEF sobre Rac1, Rac2 y
RhoG, mientras que Vav2 lo hace sobre RhoA, nov y RhoG. Vav3 activa
preferentemente a RhoA y RhoG (Crespo et al., 1997; Schuebel et al., 1998; Movilla y
Bustelo, 1999).
Estructuralmente las proteínas Vav se componen de los dominios CH
(dominio de homología a calponina), Ac (dominio rico en residuos ácidos), DH
(domino catalítico), PH, ZF (dedos de zinc), PR (dominio rico en residuos de Prolina),
SH2 y SH3 (dominios ‐2 y ‐3 de homología a Src). Estos dominios proporcionan a las
proteínas Vav el potencial para participar en diferentes interacciones (Figura 9)
(Bustelo, 2000; Turner y Billadeau, 2002). La fosforilación de residuos de tirosina
localizados en el dominio Ac produce un cambio conformacional que expone el
dominio DH, desbloqueándolo y activando al GEF (Crespo et al., 1997). Los dominios
PH, ZF y PR participarían de la unión del GEF a la GTPasa. Adicionalmente el dominio
PH puede modular la actividad GEF gracias a la unión de fosfolípidos producto de la
PI3‐K (Moores et al., 2000). Finalmente, los dominios SH3‐SH2‐SH3 del extremo C‐
terminal de Vav interaccionan con tirosín‐quinasas como Jak, Syk, Src y Zap70, así
como con proteínas adaptadoras, lo que se traduce en la activación de Vav. Además,
diversos receptores transmembrana con actividad tirosín‐quinasa, entre los que se
incluyen EGFR, IGF‐1R, PDGFR, c‐Kit y Flk2, así como receptores de quimioquinas tales
como CXCR4 y CCR7, pueden promover la actividad de las proteínas Vav tras la unión
de los ligandos a sus correspondientes receptores, transduciéndose de este modo
señales procedentes de estos receptores hacia las GTPasas Rho (Bustelo, 2000; Turner
y Billadeau, 2002; Tybulewicz et al., 2003; Bartolome et al., 2006).
Y Y Y
Regulación de laactividad GEF
Dominiocatalítico
Unión a lasGTPasas Rho
Regulación porfosforilación
Regulaciónpor PIP3
Unión a tirosín‐quinasas activadorasy a proteínas adaptadoras
Modulaciónpor Ca2+ ?
Interacción conresiduos fosforilados
Interaccióncon PR
Figura 9.‐ Estructura de las proteínas Vav, basado en Bustelo, 2000 y en Zugaza et al., 2002.
Introducción
41
El ensamblaje y el desensamblaje de las adhesiones focales
Se ha descrito que las adhesiones focales pueden incorporar hasta 50
proteínas (Webb et al., 2002; Geiger et al., 2009) (Figura 10). Estudios de la cinética
de incorporación de estas proteínas a las adhesiones revelan su reclutamiento
secuencial de forma individual o constituyendo complejos preformados (Webb et al.,
2002; Zaidel‐Bar et al., 2003; Zaidel‐Bar et al., 2007). El clustering de las integrinas tras
la adhesión celular induce el reclutamiento de talina, vinculina, tensina, FAK y Src
(Miyamoto et al., 1995a; Miyamoto et al., 1995b), mientras PAK y PIX (PAK Interacting
Exchange Factor) podrían incorporarse al complejo conjuntamente con paxilina
(Manabe et al., 2002). Las quinasas FAK y Src median la fosforilación de diversas
proteínas de las adhesiones focales, regulando su asociación. El ensamblaje y la
maduración de las adhesiones focales requieren la generación de tensión en el frente
de avance, lo que, como ha sido mencionado anteriormente, depende de la actividad
de GTPasas Rho y de la contractilidad celular (Lock et al., 2008). La fuerza generada
por la interacción de la miosina II con los filamentos de actina anclados a las integrinas
es trasmitida a los componentes de las adhesiones, y está directa y positivamente
regulada por la MLC‐quinasa (MLCK), o por la quinasa ROCK (Parsons et al., 2010). La
maduración de las adhesiones es facilitada por la exposición de motivos crípticos de
las moléculas constituyentes de los complejos adhesivos. Esto se debe a los cambios
conformacionales causados por la tensión, lo cual modifica las interacciones entre
diferentes proteínas como talina y vinculina (Ridley et al., 2003; Parsons et al., 2010),
alterando la composición de las adhesiones focales.
El desensamblaje de las adhesiones puede observarse tanto en el frente de
avance, donde sucede conjuntamente con la formación de nuevas protrusiones y
adhesiones nacientes, como en la parte posterior de la célula (Ridley et al., 2003;
Parsons et al., 2010). Al avanzar la célula, las adhesiones focales se desplazan hacia la
parte posterior de la misma, y debido a la pérdida de la unión entre las integrinas y la
ECM, desaparece la tensión y se desensamblan, permitiendo su retracción.
La actividad quinasa de miembros de la familia Src (c‐Src, Fyn, Yes) y de FAK
resulta fundamental para mantener la dinámica de las adhesiones (Cary et al., 1996;
Hsia et al., 2003). Estudios llevados a cabo con fibroblastos deficientes para Src
Papel de RIAM en invasión y dinámica de adhesiones focales de células de melanoma
42
muestran una migración celular y una extensión (spreading) deficientes, y un
incremento en el número y tamaño de las adhesiones periféricas. Asimismo,
fibroblastos knock‐out para FAK presentan un fenotipo similar, resultado de la
inhibición del recambio de las adhesiones (Ilic et al., 1995). Se ha demostrado que FAK
es capaz de regular a Rac tras reclutar a p130CAS, y CRK, GEFs para la GTPasa, así
como de fosforilar a paxilina en tirosinas, favoreciendo el recambio de las adhesiones
y la migración celular (Chodniewicz y Klemke, 2004). Además, esta quinasa también
modula la actividad de RhoA, reclutando GEFs como p190RhoGEF y GAPs como
p190RhoGAP para esta GTPasa, afectando al desensamblaje de las adhesiones focales.
Integrinas
Membranaplasmática
Fibras de estrés
Adhesiónfocal
Las proteín‐fosfatasas calcineurina, PTP‐PEST y PTPα también tienen un papel
importante en el proceso de desensamblaje de las adhesiones, ya que su inhibición
causa un fenotipo similar al de las células deficientes para FAK (Retta et al., 1996;
Zeng et al., 2003; Zheng et al., 2009b). De hecho, PTP‐PEST desforforila a FAK,
limitando las interacciones con otras moléculas y disminuyendo su actividad (Angers‐
Loustau et al., 1999). Asimismo, la proteasa dependiente de calcio calpaína degrada
componentes de dichas adhesiones, incluyendo talina, paxilina y FAK, lo que
Figura 10: Esquema de la arquitectura de las adhesiones focales, Adaptado de Mitra et al., 2005.
Introducción
43
promueve la salida de estos componentes de las adhesiones y el desensamblaje de
estos complejos (Franco y Huttenlocher, 2005; Chan et al., 2010). Notablemente,
experimentos llevados a cabo en fibroblastos deficientes para calpaína presentaron
grandes adhesiones focales distribuidas periféricamente, fenotipo asimismo similar al
de las células deficientes para FAK.
Los microtúbulos son reguladores de la polaridad de las células eucariotas. La
activación de Cdc42 contribuye a localizar el centro organizador de los microtúbulos
(MTOC) y el aparato de Golgi frente al núcleo para orientar el frente de avance,
implicando a PAR3, PAR6 y a la PKC atípica (aPKC) (Ridley et al., 2003; Small y Kaverina,
2003). Además, los microtúbulos tienen un papel fundamental en el desensamblaje
de las adhesiones focales, de manera que, al contactar temporal y transitoriamente
las adhesiones focales, liberan algún elemento relajante no conocido que causa su
desorganización, un proceso dependiente de de FAK y de dinamina (Ezratty et al.,
2005). A este proceso también puede contribuir la señalización mediada por RhoA‐
mDia, que favorece la estabilización de los microtúbulos y el desensamblaje de las
adhesiones, independientemente de su participación en la nucleación de filamentos
de actina (Bartolini et al., 2008).
La paxilina
La paxilina es una proteína citoplasmática de 68 kDa que forma parte de las
plataformas de adhesión dependientes de integrinas, y que a través de interacciones
directas o indirectas con otras proteínas señalizadoras y estructurales, juega un papel
en la adhesión celular, la reorganización del citoesqueleto de actina y la expresión
génica, procesos necesarios para la migración celular, la proliferación y la
supervivencia celular (Deakin y Turner, 2008). La paxilina es una de las proteínas que
forman parte de las adhesiones nacientes en el frente de avance de la célula (Digman
et al., 2008). Así, participaría en el ensamblaje de estas adhesiones y las estabilizaría
al proveer, gracias a la interacción con vinculina, de un vínculo temprano con la red de
actina cortical del frente de avance. Este proceso estaría regulado positivamente por
la fosforilación de paxilina, evento que acontece en los sitios iniciales de adhesión y
Papel de RIAM en invasión y dinámica de adhesiones focales de células de melanoma
44
cuya formación es dirigida por mecanimos relacionados con la tensión celular (Zaidel‐
Bar et al., 2007).
Paxilina es una proteína de expresión ubicua y constitutiva, y los ratones
deficientes para paxilina no son viables, muriendo durante el desarrollo embrionario
temprano (Hagel et al., 2002). Estructuralmente, presenta una región C‐terminal con
cuatro dominios LIM, los cuales contienen dedos de zinc que son esenciales para la
asociación con tubulina y con la tirosín‐fosfatasa PTP‐PEST (Brown et al., 1998;
Jamieson et al., 2005). En su región N‐terminal, la cual soporta la mayor parte de su
actividad señalizadora, contiene cinco dominios ricos en leucina y aspartato LD,
constituyendo α‐hélices anfipáticas que actúan como módulos de unión con otras
proteínas que, como ILK (Integrin‐Linked Kinase), FAK y vinculina, contienen la
secuencia aminoacídica consenso LDXLLXXL. Asimismo, en la región N‐terminal de la
paxilina se halla un motivo rico en prolina, que ha sido identificado como el punto de
interacción con el dominio SH3 de las proteínas Src (Perez‐Alvarado et al., 1994;
Brown et al., 1998; Turner et al., 1999) (Figura 11). Se han identificado diferentes
residuos de tirosina, serina y treonina en paxilina que son fosforilados por quinasas
como PAK, FAK, Src, JNK, Erk1/2, p38, c‐Abl y CDK5 (Deakin y Turner, 2008). La
fosforilación modifica sitios de anclaje para otros componentes de las adhesiones,
encontrándose la mayoría de estos residuos en los dominios reguladores de paxilina
(Webb et al., 2005). La fosforilación dependiente de FAK y Src en las tirosinas 31 y 118,
localizadas entre los dominios LD, constituye un lugar de anclaje para proteínas con
dominios SH2. La fosfatasa PTP‐PEST, una vez que es reclutada en las adhesiones
focales tras su asociación con paxilina, elimina la fosforilación en estos residuos,
inhibiendo la señalización mediada por el dominio LD4, lo que se traduce en el control
de la actividad de la GTPasa Rac y del desensamblaje de las adhesiones focales
(Turner et al., 1999; Jamieson et al., 2005). De hecho, experimentos llevados a cabo
con células deficientes para esta fosfatasa mostraron una hiperfosforilación de
paxilina asociada con un mayor spreading celular (Angers‐Loustau et al., 1999).
La paxilina interacciona con la región FAT (C‐terminal Focal Adhesión
Targeting) de FAK a través de sus dominios LD2 y LD4 (Brown et al., 1998; Hoellerer et
al., 2003; Deakin y Turner, 2008). Aunque FAK puede ser reclutado a las adhesiones
Introducción
45
focales en ausencia de paxilina, la interacción de esta quinasa con ambos motivos LD
es esencial para optimizar la señalización hacia sus efectores, sugiriendo además que
ambas moléculas se asocian con estequiometría 1:1 (Hoellerer et al., 2003; Bertolucci
et al., 2005).
Aunque se ha descrito que Erk1/2 activo puede ser reclutado en las
adhesiones focales tras la activación de las integrinas o de v‐Src (Fincham et al., 2000),
también se ha propuesto que la paxilina podría contribuir a la activación de esta MAP‐
quinasa en las adhesiones (Ishibe et al., 2004), de modo que esta proteína formaría
parte de una plataforma para la activación de Erk1/2. Como se ha mencionado
anteriormente, la adhesión celular dependiente de integrinas promueve la activación
de FAK‐Src en las adhesiones focales, lo que conduce a la fosforilación de paxilina en
la tirosina 118 por parte de estas quinasas en las adhesiones focales. Este evento
permite el reclutamiento y la consecuente activación de Erk1/2 mediada por MEK
(Webb et al., 2004), al localizarse éstas conjuntamente en los complejos. A su vez,
Erk1/2 activo es capaz de fosforilar a paxilina en el residuo Ser83, lo que se traduce en
un aumento de la asociación FAK‐paxilina. La interacción paxilina‐Erk1/2 ha sido
también relacionada con el desensamblaje de las adhesiones focales (Ishibe et al.,
2003; Ishibe et al., 2004; Webb et al., 2004), lo que facilita la migración celular (Ishibe
et al., 2004).
La paxilina ejerce un control importante en la activación de las GTPasas de la
familia Rho, mediante el reclutamiento de GEFs y GAPs para las mismas, regulando la
protrusión del frente de avance. Por un lado, la paxilina interacciona con los GEFs CRK
(que se une a los residuos fosforilados Y31 e Y118 de paxilina) y PKL (Paxillin‐Kinase
Linker) (que se asocia al dominio LD4 y que incorpora a PAK al complejo) (Valles et al.,
2004), regulando positivamente a Rac. Por otra parte, RhoA es regulado
negativamente, ya que los residuos Y31 e Y118 de paxilina permiten el reclutamiento
de p120RasGAP, disminuyendo la asociación de esta proteína con p190RhoGAP en
membrana, lo que se traduce en un incremento de la actividad de p190RhoGAP sobre
RhoA (Tsubouchi et al., 2002).
Papel de RIAM en invasión y dinámica de adhesiones focales de células de melanoma
46
La quinasa de las adhesiones focales FAK
FAK (PTK2) es una proteína de expresión constitutiva y ubicua, de 125 kDa de
tamaño, que fue inicialmente identificada como un sustrato de Src (Mitra et al., 2005).
La fosforilación de FAK tiene lugar tras la adhesión celular, así como tras la
estimulación con factores de crecimiento, y ocurre en asociación con la formación de
contactos focales (Parsons, 2003). Si bien FAK no es necesario para la formación de
estos complejos (Ilic et al., 1995), sí es capaz de promover tanto la maduración de las
adhesiones como su desensamblaje. Como ya se ha indicado, los fibroblastos
deficientes para FAK presentan grandes adhesiones focales distribuidas
periféricamente y con una dinámica alterada (Schlaepfer et al., 2004; Webb et al.,
2004; Mitra et al., 2005). Los embriones de ratones deficientes para FAK son inviables,
y mueren tras 8,5 días de gestación (Furuta et al., 1995; Schlaepfer et al., 2004).
FERM Dominio quinasa PR PR FAT
Y925Y861Y577Y576Y397
Src p130CAS Paxilina Grb2FAK
1 2 3 4 5 Dominios LIM (1 a 4)
PaxilinaFAK, ILK, Vinculina, Erk1/2
Motivos LD (1 a 5)
Tubulina, PTP‐PESTY118
S910
Y31N C
N C
FERM
N C
Actina2º sitio de unióna integrinas β
Corte por calpaína
FAKIntegrinas β
VBS VBS VBS
PIP‐quinasa
ActinaVBS: sitios de unión a vinculina
Talina
Figura 11.‐ Esquema de la estructura de paxilina, FAK y talina: Se muestran los dominios de estas proteínas, y los sitios de unión de algunos componentes de las adhesiones focales. Asimismo, se presenta la localización de algunos residuos susceptibles de ser fosforilados.
Introducción
47
El extremo N‐terminal de FAK presenta un dominio FERM (protein 4.1, Ezrin,
Radixin, Moesin Homology), que facilita la interacción con receptores tirosín‐quinasa
como EGFR o PDGFR (Tomar y Schlaepfer, ; Mitra et al., 2005). Por otra parte, en el
extremo C‐terminal se halla un dominio FAT (Focal Adhesion Targeting), de
interacción con paxilina y talina, constituido por cuatro hélices hidrofóbicas, y que
asocia a la quinasa indirectamente con las integrinas (Chen et al., 1995; Bertolucci et
al., 2005; Mitra et al., 2005). Entre ambos extremos se localiza el dominio catalítico
quinasa altamente conservado, y varias regiones ricas en prolina, las cuales
constituyen sitios de unión para proteínas que presentan dominios SH3 (Schlaepfer et
al., 1999; Sieg et al., 1999; Hoellerer et al., 2003; Bertolucci et al., 2005) (Figura 11).
FAK puede ser fosforilada en mútiples residuos de serina, treonina y tirosina.
Tras la adhesión mediada por integrinas, tiene lugar la autofosforilación en el residuo
de tirosina Y397, lo que permite la creación de un motivo reconocido por los dominios
SH2 de otras proteínas, como quinasas de la familia Src, la fosfolipasa Cγ (PLCγ), Grb7,
la proteína adaptadora Shc, p120RasGAP, y la subunidad p85 de la PI3‐K (Hamadi et
al., 2005). Se ha establecido un modelo secuencial para la activación de FAK y el
reclutamiento sucesivo de otras proteínas: una vez que FAK es reclutado en las
adhesiones focales gracias a su interacción con talina, su propio dominio catalítico
promueve la fosforilación del residuo Y397 (Mitra et al., 2005), permitiendo el anclaje
de quinasas Src a través de su dominio SH2. Entonces se produce un incremento de la
actividad de Src sobre FAK (Mitra et al., 2005; Provenzano y Keely, 2009; Zhao y Guan,
2009), lo que se traduce en la fosforilación de los residuos Y576 e Y577 del dominio
quinasa ésta. Dichos residuos forman parte de un bucle estructural que sufre un
cambio conformacional, incrementando la actividad quinasa. A continuación, Src
fosforila los residuos C‐terminales de FAK Y861, el cual permite la interacción con
p130CAS a través de su dominio SH3, y de Y925, presente en el dominio FAT e
importante para la interacción con los dominios LD2 y LD4 de paxilina. Asimismo,
dicha fosforilación constituye un nuevo punto de anclaje para proteínas con dominios
SH2, como Grb2. Por tanto, la autofosforilación de FAK en la tirosina Y397 es un
evento fundamental, ya que puede modular la actividad de esta quinasa previamente
a la fosforilación de los residuos Y576 e Y577 por Src (Zheng et al., 2009b). Tras la
Papel de RIAM en invasión y dinámica de adhesiones focales de células de melanoma
48
interacción de FAK con paxilina, los residuos Y31 e Y118 de esta última son
seguidamente fosforilados por el complejo FAK‐Src (Schlaepfer et al., 2004; Webb et
al., 2004; Mitra et al., 2005).
Ya sea a través de la unión de Grb2 o de la interacción con Shc, FAK puede
iniciar la cascada de activación de Ras y, por tanto, de las MAP‐quinasas (Schlaepfer et
al., 1994; Schlaepfer y Hunter, 1996; Mitra et al., 2005). De esta forma, FAK
contribuye tanto a la regulación de la dinámica de las adhesiones focales como a la
transducción de señales de proliferación y supervivencia celular generadas por la
adhesión mediada por integrinas. Por otra parte, la serina 910 del dominio FAT de FAK
es susceptible de ser fosforilada por Erk1/2, lo que se traduce en un debilitamiento de
la asociación entre FAK y el dominio LD2 de paxilina, un mecanismo que contribuye a
la salida de FAK del complejo y al desensamblaje de las adhesiones (Zheng et al.,
2009b).
FAK es capaz de secuestrar a p120RasGAP, lo que se traduce en un
incremento de la actividad de Ras. Asimismo, como ya se ha indicado anteriormente,
FAK promueve la fosforilación en tirosinas de p190RhoGAP, disminuyendo los niveles
de activación de RhoA en el frente de avance de la célula (Mitra et al., 2005). Por el
contrario, la asociación de FAK con p190RhoGEF a través de su dominio FAT pone de
relieve la posibilidad de que ante determinados estímulos FAK contribuya a la
activación de la GTPasa (Zhai et al., 2003).
FAK ha sido relacionado con el cáncer y la invasión tumoral. Su ARNm se halla
incrementado en tumores malignos, y las funciones de FAK como regulador de las
GTPasas de la familia Rho, afectando a la motilidad celular, también juegan un papel
en la diseminación tumoral. Asimismo, FAK puede inducir cambios morfológicos y la
formación de podosomas e invadopodios, lo cual conlleva la adquisición de un
fenotipo invasivo (Hsia et al., 2003; Avizienyte y Frame, 2005; Provenzano y Keely,
2009; Luo y Guan, 2010).
Talina
La talina es un componente de las adhesiones focales implicado en la
activación de las integrinas tras la unión a los dominios citoplásmicos de las diferentes
Introducción
49
subunidades β (Tadokoro et al., 2003; Moes et al., 2007). Estructuralmente, la talina
presenta un dominio N‐terminal globular denominado “head domain” (47 KDa) y un
dominio C‐terminal filamentoso o “rod domain” (190 KDa) (Hayashi et al., 1999; Yan
et al., 2001) (Figura 11). El dominio globular es el responsable de la interacción con las
integrinas, pudiendo interaccionar además con FAK, layilina y PIP‐quinasa‐I‐γ90 (Chen
et al., 1995; Borowsky y Hynes, 1998; Calderwood et al., 1999; Xing et al., 2001). Al
estar enriquecido en aminoácidos básicos, también interacciona con fosfoinosítidos
como PI(4,5)P2, los cuales son producidos por la PIPquinasa‐I‐γ90 y que, al forzar el
despliegue de la molécula (Goksoy et al., 2008), favorecen la interacción de talina con
las integrinas, facilitando la activación de estas últimas (Di Paolo et al., 2002; Ling et
al., 2002). Por otro lado, el dominio filamentoso interacciona con vinculina
(Calderwood et al., 1999; Xing et al., 2001). Así, la talina hace de puente entre las
integrinas y el citoesqueleto de actina (Horwitz et al., 1986; Chen et al., 1995; Gilmore
y Burridge, 1996; Hemmings et al., 1996; Bass et al., 1999; Xing et al., 2001; Shattil et
al., 2010). La unión de talina a las integrinas promueve la transición al estado de alta
afinidad de estas moléculas de adhesión mediante la separación espacial de las colas
citoplásmicas de las subunidades α y β (Garcia‐Alvarez et al., 2003; Tadokoro et al.,
2003), dentro de la señalización “inside‐out” (Kim et al., 2003).
Se ha propuesto un papel dual para la talina en el recambio de las adhesiones
focales. Por una parte, contribuye al establecimiento de nuevas adhesiones al
participar en la nucleación inicial de estos complejos. Gracias a la exposición de
motivos crípticos de la molécula a causa de la transmisión de la tensión celular tras la
activación de las integrinas, se facilita la interacción con vinculina y otras moléculas
que estabilizan las adhesiones nacientes (Parsons et al., 2010). Por otra parte, juega
un papel en el desensamblaje de las adhesiones focales, ya que al ser un sustrato de
calpaína puede ser degradada por la proteasa facilitando su salida de los complejos.
Notablemente, una mutación puntual que hace a la talina resistente a la acción de
esta proteasa bloquea el desensamblaje de las adhesiones, indicando asimismo que la
salida de otras moléculas como paxilina, vinculina y zyxina del complejo de las
adhesiones focales es dependiente de la degradación de talina (Franco et al., 2004).
Papel de RIAM en invasión y dinámica de adhesiones focales de células de melanoma
50
Las GTPasas de la subfamilia Ras y sus efectores
La familia de GTPasas Ras está constituída por 36 miembros, entre los que se
incluyen Ras (H‐Ras, K‐Ras y N‐Ras), R‐Ras, Ral y Rap, entre otras. Estas GTPasas
monoméricas regulan diversos procesos celulares como la progresión del ciclo celular,
la supervivencia, la reorganización del citoesqueleto de actina, la polaridad celular y la
motilidad, así como el transporte de vesículas. Dada la relevancia de algunos de estos
procesos biológicos en la malignización celular y la progresión tumoral, estas GTPasas
son consideradas como oncogénicas, habiéndose descrito mutaciones en alguno de
sus miembros hasta en el 33% de los tumores humanos (Vigil et al., 2010).
Rap1, una GTPasa de la subfamilia Ras
La subfamilia Rap (Ras associated protein) está compuesta por las proteínas
Rap1a, Rap1b, Rap2a y Rap2b. Rap1 fue inicialmente identificada en fibroblastos
como un posible supresor oncogénico capaz de revertir la morfología de células
transformadas por K‐Ras. Ensayos in vitro han puesto de manifiesto que Rap1 y Ras
tienen afinidades distintas por las mismas moléculas efectoras, ya que ambas GTPasas
son muy similares en cuanto a su secuencia aminoacídica, especialmente en las
regiones catalítica y de unión a moléculas efectoras. Estos datos hicieron pensar que
Rap1 podría secuestrar proteínas efectoras de Ras, revirtiendo sus efectos
oncogénicos. Sin embargo, actualmente se atribuyen a Rap1 funciones
independientes de la actividad de Ras, y ha sido implicada en progresión tumoral (Bos
et al., 1997; Bos, 1998; Zwartkruis y Bos, 1999; Raaijmakers y Bos, 2009). La actividad
de Rap1 está regulada por GEFs tales como C3G, Dock4 y Epac, y GAPs como RapGAP,
que activan o inhiben su actividad GTPasa, respectivamente (Kooistra et al., 2007)
(Figura 12).
Entre las funciones en las que Rap1 está involucrada se incluyen la
morfogénesis, fagocitosis, adhesión célula‐célula, migración celular y spreading. En
estudios realizados con ratones deficientes para Rap1a se ha visto que dicha GTPasa
es importante para la viabilidad embrionaria (Li et al., 2007). Rap1 regula la activación
de varias integrinas, especialmente αLβ2 y αIIbβ3, y en menor medida α4β1, y
Introducción
51
contribuye a localizar a talina en áreas próximas a la membrana (Kinashi y Katagiri,
2004; Han et al., 2006; Lafuente y Boussiotis, 2006; Boettner y Van Aelst, 2009; Lee et
al., 2009; Lim et al., 2010). Asimismo, se ha implicado a Rap1 en la regulación de las
adhesiones intercelulares mediadas por E‐cadherina, de modo que la actividad de
esta GTPasa promueve la internalización de la cadherina y su renovación en distintos
tipos celulares, tales como fibroblastos y células epiteliales (Balzac et al., 2005;
Hoshino et al., 2005; Sato et al., 2006).
CadherinaActinaIntegrinas Complejo PAR
Por otro lado, Rap1 puede regular el crecimiento y la proliferación celular en
respuesta a adhesión celular, activando la ruta de las MAPKs en algunas líneas
celulares y tumores (Pizon y Baldacci, 2000; Gao et al., 2006), si bien en otras podría
tener el efecto contrario (Bos et al., 2001). La regulación ejercida por Rap1 sobre
Erk1/2 podría controlar la proliferación celular en determinados tumores, ya que ha
sido documentado en estudios indirectos que la depleción de RapGAP en células de
melanoma incrementa la actividad de Erk1/2 y su crecimiento (Zheng et al., 2009a).
Figura 12.‐ Reguladores y efectores de Rap1: Se muestra el interactoma de Rap1, incluyendo sus GEFs y GAPs, y sus efectores, así como las moléculas diana de éstos. Adaptado de Kooistra et al., 2007.
Papel de RIAM en invasión y dinámica de adhesiones focales de células de melanoma
52
Asimismo, Rap1 regula la actividad de la PI‐3K, uniéndose directamente a ésta a
través de su dominio de asociación a Ras, incrementando los niveles de PIP3 (Kortholt
et al., 2010). También se ha propuesto un papel para Rap1 en la regulación de la
actividad de las Rho GTPasas, ya que a través de su efector Tiam1 regula la actividad
de Vav2, un GEF para RhoA y Rac1 (Birukova et al., 2008).
Recientemente se ha investigado el papel de Rap1 en la progresión tumoral.
Así, se ha observado un incremento de la actividad de esta GTPasa en melanoma y en
cáncer de próstata, lo cual podría estar relacionado con una mayor proliferación de
las células tumorales (Gao et al., 2006; Bailey et al., 2009). Asimismo, ha sido
implicado en invasión celular, al regular la actividad de las GTPasas Rho en cáncer
escamoso de cabeza y cuello, tumores tiroideos, cáncer de ovario, y cáncer
pancreático (Gao et al., 2006; Tsygankova et al., 2007; Bailey et al., 2009; Zheng et al.,
2009a).
RIAM, un efector de Rap1
Las proteínas de la familia MRL (Mig‐10/RIAM/Lamelipodina) están
estructuralmente relacionadas con las proteínas asociadas a receptores de factores de
crecimiento (Growth factor Receptor Bound protein) Grb7, Grb10 y Grb14 (Han et al.,
2001a). Tanto la familia MRL como las proteínas Grb comparten los dominios RA de
asociación a GTPasas de la familia Ras, el dominio PH de homología con Pleckstrina (a
través del cual interaccionan con varios efectores y que es adyacente al dominio RA
conformando un módulo funcional), y una región C‐terminal que presenta un dominio
SH2 (Depetris et al., 2009). Las proteínas MRL tienen por función general el asociar a
las GTPasas de la familia Ras con las proteínas reguladoras del citoesqueleto de actina
Ena/VASP, alterando la relación entre G y F actina. El ortólogo de RIAM en Drosophila
melanogaster, pico, es requerido para el crecimiento de tejidos y órganos (Lyulcheva
et al., 2008). Una reducción en los niveles de pico causa una disminución de la tasa de
división celular, un retraso del crecimiento, un incremento de G‐actina frente a F‐
actina y letalidad embrionaria. Por el contrario, su sobre‐expresión promueve un
sobrecrecimiento tisular dependiente de la señalización a través de EGFR, y en
respuesta a suero a través de SRF (Serum Response Factor) (Lyulcheva et al., 2008). En
Introducción
53
Caenorhabditis elegans, la proteína MIG‐10 está implicada en la migración celular
durante el desarrollo embrionario y en la orientación y el crecimiento axonal (Han et
al., 2001a; Chang et al., 2006). La proteína lamelipodina está implicada en la
formación de lamelipodios y filopodios, regulando la localización de Ena/VASP en
estas zonas de extensión de la membrana plasmática (Chang et al., 2006; Michael et
al., 2010), contraponiéndose a la actividad de la proteína supevillina.
RIAM (Rap1 Interacting Adaptor Molecule) consta de 666 aminoácidos, y es
un miembro de la familia MRL que se expresa en diferentes tejidos, especialmente en
leucocitos y plaquetas (Lafuente et al., 2004). Como el resto de proteínas de su familia,
RIAM contiene un dominio PH, y regiones ricas en prolina que contienen múltiples
motivos XPPPP de asociación a profilina, y FPPPP de unión a Ena/VASP. Además del
dominio SH2 presente en la región C‐terminal, contiene un motivo coiled‐coiled de 27
aminoácidos adyacente al extremo N‐terminal del dominio RA (Lafuente et al., 2004)
(Figura 13). RIAM fue descrita inicialmente como una molécula que interacciona con
Rap1 en linfocitos T y plaquetas, y con otras proteínas de la familia Ras aunque con
menor afinidad, según ha sido demostrado por ensayos de asociación Yeast‐two‐
hybrid e inmunoprecipitación (Lafuente y Boussiotis, 2006). RIAM es uno de los
efectores principales de Rap1, interaccionando directamente con la GTPasa cuando
ésta se encuentra unida a GTP, y contribuyendo a la activación de las integrinas β1 y β2
en linfocitos T, y de β3 en plaquetas (Lafuente et al., 2004; Han et al., 2006; Mor et al.,
2007). Dicha unión se produce a través del dominio RA de RIAM, facilitando la
activación de las integrinas al interaccionar con talina a través de su región N‐terminal.
Dicha región de RIAM (aminoácidos 1 a 103) contiene el motivo coiled‐coiled
(aminoácidos 63‐90), excluyendo de la interacción a los dominios RA, PH y a las
regiones ricas en prolina (Lee et al., 2009). Se ha demostrado que esta triple
interacción establecida entre Rap1‐GTP, RIAM y talina favorece la activación de las
integrinas, ya que tanto fragmentos de RIAM capaces de unirse a talina pero que no
contienen el dominio RA, como aquéllos que contienen el dominio de asociación a
Rap1 pero que carecen del motivo de unión a talina, son incapaces de activar a las
integrinas β3 (Han et al., 2006; Lee et al., 2009). El complejo Rap1‐RIAM‐talina sólo es
capaz de activar eficientemente a dichas integrinas cuando la GTPasa se adhiere a la
Papel de RIAM en invasión y dinámica de adhesiones focales de células de melanoma
54
membrana. Esto es posible gracias a la isoprenilación de los motivos CAAX presentes
en el extremo C‐terminal de Rap1 (residuos 165‐184), permitiendo la localización del
complejo en la membrana (Watanabe et al., 2008; Lee et al., 2009).
CC RA PH Proline-Rich
Unióna talina
Unióna Rap1
Sitios de interaccióncon ENA/VASP
N C
La activación de integrinas en linfocitos T mediada por RIAM puede estar
desencadenada tanto por la activación del TCR, como por la estimulación de
receptores de quimioquinas como CXCR4, de manera que las proteínas ADAP y SKAP‐
55 conforman un módulo que une Rap1 y RIAM (Horn et al., 2009). Asimismo, RIAM
participa en la regulación de la polimerización de los filamentos de actina gracias a la
asociación con sus moléculas efectoras Ena/VASP, a través de sus regiones ricas en
prolina. Estas proteínas tienen función anti‐capping, evitando la terminación de la
polimerización de los filamentos de F‐actina, extendiéndolos y favoreciendo el
spreading celular (Lafuente et al., 2004). En linfocitos T, la asociación de RIAM con las
quinasas ZAP‐70, Lck y Fyn ha sido demostrada mediante experimentos de co‐
inmunoprecipitación. RIAM es un sustrato de estas quinasas, siendo fosforilada tras la
activación del TCR, si bien aún no es conocida la relevancia de esta fosforilación
(Patsoukis et al., 2009). Asimismo, RIAM interacciona con PLC‐γ constitutivamente a
través de su dominio SH2, el cual se une al dominio SH3 de la fosfolipasa, pudiendo
modular así la síntesis de PIP3 y de diacil‐glicerol, la movilización de Ca++, y la actividad
del factor de transcripción NFAT (Patsoukis et al., 2009).
Figura 13.‐ Estructura de RIAM
Sección II
Objetivos
Papel de RIAM en invasión y dinámica de adhesiones focales de células de melanoma
56
Objetivos
57
En la presente Tesis nos hemos propuesto desarrollar los siguientes objetivos:
1.‐ Determinar el posible papel de RIAM en la invasión, la proliferación y la
metástasis de células de melanoma humano.
2.‐ Establecer la posible implicación de RIAM en la dinámica de las adhesiones
focales.
Papel de RIAM en invasión y dinámica de adhesiones focales de células de melanoma
58
Sección III
Material y Métodos
Papel de RIAM en invasión y dinámica de adhesiones focales de células de melanoma
60
Material y Métodos
61
Líneas celulares empleadas
En este trabajo se ha empleado como modelo la línea de melanoma
metastático humano BLM (BRO Lung Metastasis), así como las líneas celulares Mel57,
MeWo, SK‐Mel‐147, SK‐Mel‐173, MV3 y HEK293FT, que se han cultivado en medio
DMEM (Gibco Invitrogen, Paisley, Reino Unido) suplementado con un 10% de suero
bovino fetal (FBS) (Biowhittaker, Verviers, Bélgica), 100 U/ml de penicilina y 100 U/ml
de estrptomicina (Gibco Invitrogen) (medio completo). Los diferentes transfectantes
estables derivados de esta línea (Mock, D11, F7, F8‐Luc, pcDNA4‐RIAM‐His y
pcDNA3.1‐RIAM‐Myc) fueron cultivados de la misma manera, incorporando al medio
Geneticina G418 (500 μg/ml) (Gibco Invitrogen) o Puromicina (3 μg/ml) (Gibco
Invitrogen), en los casos necesarios.
La línea de células T humanas Molt‐4 fue cultivada en medio RPMI (Gibco
Invitrogen) con los mismos suplementos.
Anticuerpos
Los anticuerpos utilizados para el desarrollo del presente trabajo se
presentan en la Tabla 1.
Reactivos
La quimioquina CXCL12 fue adquirida de R&D Systems (Minneápolis, MN),
mientras que el Matrigel se obtuvo de BD Diosciences Clontech (Palo Alto, CA). La
fibronectina humana fue de Roche Diagnostics (Mannheim, Alemania), y el colágeno
tipo I se obtuvo de Sigma Aldrich (Saint‐Louis, MO). Los reactivos de transfección
empleados han sido Lipofectamina (Invitrogen, Paisley, Reino Unido), Xtreme‐gene
(Roche Diagnostics) y Jet‐Prime (Poly‐Plus, Berkeley, CA).
Papel de RIAM en invasión y dinámica de adhesiones focales de células de melanoma
62
ANTICUERPO ESPECIFICIDAD TIPO PROCEDENCIA 15/7 β1 Integrina β1 activa IgG1 de ratón Dr. R. Alon (Weizmann Science Institute, Israel) Anti‐Akt Akt Policlonal de conejo Cell Signalling Tech (Danvers, MA) Anti‐Pro‐Caspasa3
Pro‐Caspasa3 total IgG2a de ratón Santa Cruz Biotechnologies (Santa Cruz, CA)
Anti‐Caspasa3 Cleaved Caspasa3 IgG1 de conejo Cell Signalling Tech (Danvers, MA) Anti‐CXCR4 Receptor CXCR4 IgG1 de ratón R&D (Minneapolis, MN) Anti‐Erk Erk1/2 Policlonal de conejo Cell Signalling Tech (Danvers, MA) Anti‐FAK FAK Policlonal de conejo Santa Cruz Biotechnologies (Santa Cruz, CA)
Anti‐Fosfo‐Akt Fosfo‐Ser 473 de
Akt IgG1 de conejo Cell Signalling Tech (Danvers, MA)
Anti‐Fosfo‐Erk Fosfo‐Thr202, fosfo‐Tyr204 de Erk1/2
Policlonal de conejo Cell Signalling Tech (Danvers, MA)
Anti‐FosfoFAK Y925
Fosfo‐Tyr925 de FAK
Policlonal de conejo Santa Cruz Biotechnologies (Santa Cruz, CA)
Anti‐FosfoFAK Y397
Fosfo‐Tyr397 de FAK
IgG1 de ratón Santa Cruz Biotechnologies (Santa Cruz, CA)
Anti‐FosfoMLC Fosfo‐Ser19 de MLC Policlonal de conejo Invitrogen (Paisley, Reino Unido)
Anti‐Fosfo‐p38 Fosfo‐Thr180, fosfo‐
Thr182 de p38 Policlonal de conejo Cell Signalling Tech (Danvers, MA)
Anti‐Fosfo‐Paxilina‐Y118
Fosfo‐Tyr118 de Paxilina
Policlonal de conejo Millipore (Billerica, MA)
Anti‐PY20 Fosfo‐Tirosinas IgG2b de ratón Santa Cruz Biotechnologies (Santa Cruz, CA)
Anti‐GFP Green Fluorescent
Protein Policlonal de conejo Molecular Probes/Invitrogen (Carlsbad, CA)
Anti‐HA Ag de la
Hemaglutinina Ascites de ratón
IgG1 Sigma‐Aldrich (St. Louis, MO)
Anti‐H‐Ras H‐Ras Policlonal de conejo Dr. J.M. Rojas (CN Microbiologia, Madrid)
Anti‐MLC Cadenas ligeras de
la miosina Ascites de ratón
IgM Sigma‐Aldrich (St. Louis, MO)
Anti‐p38 p38 Policlonal de conejo Cell Signalling Tech (Danvers, MA)
Anti‐PARP PARP total y fragmentado
Policlonal de conejo Santa Cruz Biotechnologies (Santa Cruz, CA)
Anti‐Paxilina Paxilina IgG1 de ratón Cell Signalling Tech (Danvers, MA) Anti‐Rap1 GTPasa Rap1 Policlonal de conejo Santa Cruz Biotechnologies (Santa Cruz, CA) Anti‐RhoA GTPasa RhoA IgG1 de ratón Santa Cruz Biotechnologies (Santa Cruz, CA)
Anti‐RIAM RIAM humano Policlonal de conejoDra. E.M. Lafuente (Universidad Complutense, Madrid); Dr. Carlos Cabañas (CBM, Madrid)
Anti‐Talina Talina Ascites de ratón Sigma‐Aldrich (St. Louis, MO) Anti‐Tubulina Tubulina IgG2a de ratón Santa Cruz Biotechnologies (Santa Cruz, CA) Anti‐Vav2 Vav2 Policlonal de conejo Dr. X. Bustelo (CIC, Salamanca)
Anti‐Vinculina Vinculina Ascites de ratón
IgG1 Sigma‐Aldrich (St. Louis, MO)
Anti‐β1a Integrina β1 Policlonal de conejo Dr. Guido Tarone (Universitá Torino, Italia)
Anti‐β‐Actina β‐Actina Ascites de ratón IgG1
Sigma‐Aldrich (St. Louis, MO)
LEM2/15 MT1‐MMP IgG1 de ratón Dra. Alicia García Arroyo, (CNIC, Madrid) Lia1/2.1 Integrina β1 IgG1 de ratón Dr. F. Sánchez‐Madrid (Hptal la Princesa, Madrid)
P3X63 Ag8 de la proteína murina P3X63
IgG1 de ratón Dr. F. Sánchez‐Madrid (Hptal la Princesa, Madrid)
TS2/16 Integrina β1 IgG1 de ratón Dr. F. Sánchez‐Madrid (Hptal la Princesa, Madrid)
Tabla 1.‐ Lista de anticuerpos empleados, ordenados alfabéticamente. Se indica isotipo y origen.
Material y Métodos
63
Vectores de expresión y siRNAs
• Obtención de transfectantes estables: Para el desarrollo de este trabajo resultó
fundamental el desarrollo de sublíneas que tuvieran silenciada establemente la
expresión de RIAM. Para lograrlo, se recurrió al sistema lentiviral de transferencia
génica Lentilox, que permite expresar shRNAs (Rubinson et al., 2003).
Brevemente, las células empaquetadoras HEK293FT fueron cotransfectadas, junto
con los plásmidos que codifican para la retrotranscriptasa viral (pNGVL‐gag‐pol) y
para las proteínas de la envuelta (pNGVL‐VSV‐G), con la construcción vacía
pLL3.7‐GFP, o bien con la construcción pLL3.7‐GFP‐shRIAM, que codifica para el
shRNA específico para RIAM. Transcurridas 36 horas tras la transfección, se
cambió el medio de las células por nuevo medio completo, y se mantuvo el
cultivo durante 48 horas más. Este medio fue recolectado, centrifugado y
alicuotado para ser empleado como sobrenadante viral. Las células BLM diana
fueron cultivadas hasta alcanzar una confluencia aproximada del 60%, momento
en el que fueron infectadas empleando el sobrenadante previamente recolectado,
diluido 1:3 en el medio habitual de cultivo. La infección se prolongó durante 48
horas. A continuación se retiró el medio con el sobrenadante viral, y se sustituyó
por nuevo medio completo antes de analizar la expresión de GFP en las células
efectivamente infectadas. La expresión de GFP se empleó entonces para
seleccionar los transfectantes estables mediante cell‐sorting, utilizando para ello
un citómetro FACS Vantage (BD, San José, CA). Seguidamente al proceso de
selección de los clones GFP‐positivos, se procedió a analizar por western‐blot y
PCR el silenciamiento de RIAM en las nuevas sublíneas, hallándose los menores
niveles de expresión en los clones D11 y F7, que fueron elegidos para la
realización de los experimentos.
Asimismo se procedió a infectar con los mismos sobrenadantes virales a
células de la sublínea BLM‐Luc, que habían sido previamente infectadas con el
sistema retroviral pLZRS para que expresasen establemente la proteína luciferasa
(Hernández‐Varas et al., manuscrito en revisión). Tras repetir el protocolo de
infección y selección, se obtuvieron clones pLZRS‐Luc‐pLL3.7‐GFP y pLZRS‐Luc‐
Papel de RIAM en invasión y dinámica de adhesiones focales de células de melanoma
64
pLL3.7‐GFP‐shRIAM (clon F8, en el cual se comprobó por western‐blot el
silenciamiento de la expresión de RIAM). Estas sublíneas que expresan luciferasa
se han diseñado para poder desarrollar futuros experimentos de crecimiento y
dispersión tumoral in vivo, empleando técnicas de bioluminiscencia que
permitirán evalular el desarrollo de los tumores in situ.
Para obtener sublíneas que sobreexpresan RIAM, el cDNA de la proteína fue
clonado en los vectores pcDNA3.1‐Myc y pcDNA4‐MaxC‐His. Las células BLM
fueron electroporadas con pcDNA3.1‐RIAM‐Myc, o cotransfectadas con pcDNA4‐
MaxC‐RIAM‐His y el vector pBabe‐puro en proporción 20:1, usando lipofectamina.
Tras 48 horas, las células fueron seleccionadas durante 3 semanas con geneticina
(500 μg/ml) y puromicina (3 μg/ml), respectivamente. Las poblaciones
policlonales resultantes en ambos casos fueron testadas tanto por western‐blot
como por PCR para comprobar la sobre‐expresión estable de RIAM.
• siRNAs empleados: Los siRNAs empleados para interferir la expresión de
diferentes proteínas empleados en este trabajo se hallan en la Tabla 2. Todos
ellos fueron obtenidos de Ambion Inc. (Austin, TX).
DENOMINACIÓN mRNA DIANA SECUENCIA (5' ‐ 3') BASES DIANA Control ‐ AUUGUAUGCGAUCGCAGACtt ‐ Rap1 A Rap1A, Rap1B GAUAGAAGAUUCCUACAGAUUtt 378‐399 Rap1 B Rap1A, Rap1B GAACAACUGUGCAUUCUUAUUtt 412‐432
Rap1 Anar Rap1A AUCAUGUCUGCUGCUCUAGtt 534‐554 RIAM #125 RIAM GGACAACCUUUUCGAGAAAtt 933‐951 RIAM #124 RIAM GGAAGACUCUCUAUGAUAAtt 1580‐1598 RIAM #126 RIAM CUAUGGGACUCAGCAUAAAtt 1416‐1434 Talina1 Talina GGAGGAAAUAACAGGGACCtt 768‐786
• Vectores de expresión: Los vectores de expresión que han sido utilizados durante
el desarrollo de este trabajo se han recogido en la Tabla 3.
Tabla 2.‐ Relación de siRNAs empleados en el silenciamiento transitorio de proteínas. Se indica su secuencia sentido y las bases del mRNA diana con las que interaccionan.
Material y Métodos
65
NOMBRE COMPLETO
EMPLEO PROCEDENCIA
Paxilina‐DsRed Expresión de paxilina
marcada con un fluoróforo Dr. Roberto Parrilla, CIB, CSIC, Madrid
pcDNA3.1
Control Invitrogen (Paisley, Reino Unido)
pcDNA3.1 MEK CA
Expresión de la forma CA de MEK1 fusionado con HA
Dr. Staffan Strömblad, Karolinska Institutet, Estocolmo, Suecia
pcDNA3.1 MEK DN
Expresión de la forma DN de MEK1 fusionado con HA
Dr. Staffan Strömblad, Karolinska Institutet, Estocolmo, Suecia
pcDNA3.1 Rap1 V12‐HA
Expresión de la forma CA de Rap1 fusionado con HA
Missouri S&T cDNA Resource Center, Rolla, EEUU
pcDNA3.1 Rap1 WT‐HA
Expresión de la forma WT de Rap1 fusionado con HA
Missouri S&T cDNA Resource Center, Rolla, EEUU
pcDNA3.1 RIAM‐Myc
Expresión de RIAM‐Myc Dra. Esther M. Lafuente, Facultad de
Medicina, UCM, España pcDNA4‐MaxC
RIAM‐His Expresión de RIAM‐His
Dra. Vassiliki Boussiotis, Harvard Medical School, Boston, EEUU
pEGFP‐RhoA V14 Expresión de la forma CA de RhoA, fusionada con
GFP
Dr. Francisco Sánchez‐Madrid, Hospital de la Princesa, Madrid,
España
pEGFP‐RhoA WT Expresión de la forma WT de RhoA, fusionada con
GFP
Dr. Francisco Sánchez‐Madrid, Hospital de la Princesa, Madrid,
España
pEGFP‐Vav2 CA Expresión de la forma CA de Vav2 fusionada con GFP
Dr. Xose Bustelo, Centro de Investigación del Cáncer, Salamanca,
España
pEGFP‐Vav2 WT Expresión de la forma WT de Vav2, fusionada con GFP
Dr. Xose Bustelo, Centro de Investigación del Cáncer, Salamanca,
España
pLL3.7 Control Dr. Andrés Hidalgo, CNIC, Madrid,
España pLL3.7‐shRNA
RIAM Inhibición transitoria y
estable de RIAM Dra. Vassiliki Boussiotis, Harvard Medical School, Boston, EEUU
pRetroSuper Control Dr. Reuven Agamí, National Cancer Institute, Ámsterdam, Países Bajos
pRetroSuper‐shRNA Rap1
Interferencia estable de Rap1
Este trabajo
pRetroSuper‐shRNA‐RIAM
Interferencia estable de RIAM
Este trabajo
Tabla 3.‐ Listado de los vectores de expresión utilizados, indicándose su función y procedencia en cada caso.
Papel de RIAM en invasión y dinámica de adhesiones focales de células de melanoma
66
Transfección
Las células BLM fueron transfectadas usando el agente lipocatiónico
lipofectamina (Invitrogen) para encapsular vectores de expresión, de acuerdo a las
instrucciones del fabricante. Brevemente, se incubó durante 20 minutos a
temperatura ambiente una mezcla de lipofectamina con 1.5 μg del correspondiente
vector de expresión en medio Optimem (Invitrogen), la cual fue añadida a
continuación a las células (con una confluencia aproximada del 70%) en presencia de
medio Optimem sin suero. Tras 3,5 horas se añadió medio DMEM al 10% FBS,
prosiguiéndose la incubación durante 16 horas. Seguidamente, se cambió el medio a
las células por medio completo nuevo, manteniéndose el cultivo otras 24 horas antes
de realizar los distintos ensayos funcionales.
En algunos experimentos se empleó Jet‐Prime (Poly‐Plus) como agente
lipocatiónico de transfección. En estos casos, 2 μg del vector de expresión en cuestión
fueron encapsulados en presencia del reactivo, incubándose la mezcla durante 20
minutos a temperatura ambiente en la solución de la casa comercial. Después, la
mezcla de transfección se añadió a las células cultivadas en medio DMEM al 10% de
FBS con una confluencia aproximada del 60%. Tras una incubación inicial de 16 horas,
y al igual que en la transfección con lipofectamina, el medio fue sustituido por medio
completo nuevo, y el cultivo se mantuvo otras 24 horas antes de proceder a realizar
los ensayos funcionales.
Para transfectar siRNAs se empleó el reactivo para células adherentes
Xtreme‐gene (Roche Diagnostics). Siguiendo el protocolo del fabricante, los siRNAs
fueron incubados con el reactivo en medio Optimem (Invitrogen) durante 20 minutos
a temperatura ambiente, para a continuación añadir esta mezcla a las células con una
confluencia del 50‐60%. La concentración final de siRNA alcanzada en dicho cultivo
fue de 100 nM. Tras la incubación inicial de 16 horas, el medio fue renovado con
medio completo, y los transfectantes fueron testados a diferentes tiempos post‐
transfección, optimizándose la eficiencia del silenciamiento de cada siRNA,
empleando las técnicas de western‐blot o RT‐PCR, según el caso.
Material y Métodos
67
En las transfecciones con vectores GFP, una parte de las células fue analizada
por citometría de flujo para valorar la eficiencia de la transfección. Cuando se
emplearon siRNAs, vectores codificantes para shRNAs o vectores de sobre‐expresión,
parte de los transfectantes fueron analizados mediante western‐blot o RT‐PCR para
evaluar los niveles de expresión de las proteínas o de los ARN mensajeros de interés,
respectivamente.
Western blotting
Las células (0,5‐2x106) en placas de cultivo, adheridas a un sustrato, o en
suspensión, fueron lavadas con PBS y solubilizadas a 4 ºC en solución de lisis GST‐FISH
[1% Nonidet P‐40, 50 mM Tris‐HCl pH 7,4, 100 mM NaCl, 2 mM MgCl2, 10% Glicerol, 1
mM PMSF y 1 μg/ml de cóctel de inhibidores de proteasas (Roche Applied Science,
Indianápolis, IN)]. Tras hervir las muestras en solución de carga (2% SDS, 10% glicerol,
5% 2‐β‐mercaptoetanol, 0.0625% Tris‐HCl), las proteínas fueron separadas en
condiciones reductoras mediante electroforesis en geles de poliacrilamida,
utilizándose porcentajes de entre el 8 y el 15% (según el tamaño de las proteínas a
analizar), en presencia de SDS (SDS‐PAGE) y electrotransferidas a membranas de PVDF
(Hybond‐P, Amersham Pharmacia, Uppsala, Suecia). Las membranas fueron
bloqueadas con TBS al 5% de leche desnatada durante 1 hora, incubadas 2 horas a
temperatura ambiente (o 16 horas a 4 ºC) con los anticuerpos primarios
correspondientes en solución de bloqueo, y tras ser lavadas (0,1% de Tween20 en TBS)
fueron finalmente incubadas 1.5 horas con anticuerpos secundarios conjugados con
HRP (Jackson InmunoResearch, West Grove, PA). Las proteínas se visualizaron usando
el substrato quimioluminiscente SuperSignal (Pierce, Rockford, IL). Las bandas así
obtenidas fueron densitometradas en un escáner GS‐800 de Bio‐Rad Laboratories
(Hercules, CA) para su cuantificación.
En determinados ensayos fue necesario eliminar los anticuerpos unidos a las
membranas para reincubarlas con otros primarios diferentes. En estos casos las
membranas fueron sometidas a un proceso de stripping durante 30 minutos a 50 ºC,
en una solución que contiene 100 mM 2‐β‐mercaptoetanol, 2% SDS y 62,5 mM de
Papel de RIAM en invasión y dinámica de adhesiones focales de células de melanoma
68
Tris‐Hcl pH 6,7. A continuación, las membranas fueron lavadas y bloqueadas de nuevo,
para ser incubadas con los correspondientes anticuerpos siguiendo el mismo proceso.
En los experimentos en los que se estudian cambios en la fosforilación de
proteínas, las células fueron sometidas a privación de FBS (starving) al menos 3 horas
antes de realizar el experimento. Para solubilizarlas se empleó una solución de lisis
modificada, conteniendo 1% Nonidet P‐40, 50 mM Tris‐HCl pH 7,4, 100 mM NaCl, 2
mM MgCl2, 10% Glicerol, 1 mM PMSF, 1 μg/ml Leupeptina, 1 μg/ml Aprotinina, 10 μM
Na3VO4 y 2 μM NaF (Sigma‐Aldrich, Saint Louis, MO), para inhibir la acción de las
fosfatasas.
• Ensayos de actividad de GTPasas: Las proteínas de fusión GST‐C21 (cedida por el
Dr. John G. Collard, The Netherlands Cancer Institute, Amsterdam, Países Bajos),
Ral‐GDS (donada por el Dr. Johannes L. Bos, Universidad de Utrecht, Países Bajos)
y Raf‐GDS (obsequio del Dr. José M. Rojas, Centro Nacional de Microbiología,
Majadahonda, Madrid) para detección de RhoA‐GTP y Rap1‐GTP respectivamente,
fueron generadas como se ha descrito previamente (Sander et al., 1998). Las
células BLM (2‐5 x 106) fueron mantenidas durante 4 horas en medio DMEM sin
suero, siendo a continuación despegadas con PBS 2 mM EDTA. Tras lavarlas con
PBS, éstas fueron resuspendidas en 1 ml de medio DMEM al 0,5% de BSA.
Seguidamente se añadió a la suspensión la quimioquina CXCL12 (150 ng/ml),
incubándose la mazcla durante diferentes tiempos a 37 ºC. Para detener la
rección y lavar las células, se añadió PBS a 4 ºC. Tras centrifugar, las células fueron
lisadas a 4 ºC en 300 μl de solución de lisis GST‐FISH, y tras la clarificación de los
lisados, se tomó una alícuota (15 μl) de cada sobrenadante como control del
lisado total, siendo el resto incubado 16 horas a 4 ºC con las proteínas de fusión
en presencia de esferas de glutation‐sefarosa (Sigma‐Aldrich). Tras la incubación,
dichas esferas fueron centrifugadas y lavadas, y las proteínas de fusión eluídas en
solución de Laemmli. Las proteínas fueron resueltas en geles de poliacrilamida al
12% en presencia de SDS, y transferidas a membranas de PVDF, las cuales fueron
incubadas con anticuerpos anti‐RhoA o anti‐Rap1.
• Inmunoprecipitación: Las células de melanoma BLM y sus sublíneas fueron
sometidas a ensayos de co‐inmunoprecipitación para estudiar las posibles
Material y Métodos
69
asociaciones entre proteínas. Las células (2 x 106) fueron lavadas con PBS y
solubilizadas a 4 ºC en una solución de lisis que contiene 20 mM trietanolamina
(Sigma‐Aldrich), 300 mM NaCl, 2mM EDTA, 20% glicerol, 10 μM Na3VO4, 1 μg/ml
de cóctel de inhibidores de proteasas (Roche Applied Science) y al 1% de
digitonina (Sigma‐Aldrich). Para eliminar las uniones inespecíficas, los lisados
fueron clarificados y preincubados 3 horas a 4 ºC con proteína A‐sefarosa
(Amersham Pharmacia) o G‐sefarosa (Sigma‐Aldrich), dependiendo de la especie y
del isotipo del anticuerpo a utilizar. Posteriormente los lisados se incubaron con
los anticuerpos específicos durante 16 horas a 4 ºC. Seguidamente, se añadió la
proteína A o G sefarosa durante al menos 2 horas para permitir el acoplamiento
específico entre las esferas y los anticuerpos. Finalmente, las proteínas unidas
fueron eluídas en solución de Laemmli, resueltas por SDS‐PAGE y analizadas por
western‐blot.
Trascripción inversa y reacción en cadena de la polimerasa (PCR)
Las células (1x106) fueron lisadas con el reactivo TriPure (Roche Diagnostics).
El ARN celular fue extraído con cloroformo y precipitado con isopropanol,
obteniéndose a partir de éste los cDNAs mediante retrotranscripción (RT) utilizando la
trascriptasa inversa M‐MLV (Promega, Madison, WI), siguiendo el protocolo del
fabricante. Para la reacción de amplificación (PCR) de RIAM, se empleó la polimerasa
de ADN GoTaq (Promega), y los primers 5'‐AAAGCGCCCACTGACTATTG‐3' y 5'‐
CGTTGCCTCTCTTCTTTTGC‐3'. El protocolo térmico consistió en una desnaturalización
inicial de 1 minuto de duración del cDNA a 94 ºC, seguida de 38 ciclos consistentes en
30 segundos de desnaturalización a 94 ºC, 30 segundos de hibridación a 61 ºC, y 45
segundos de elongación a 72 ºC. Finalmente se realizó una extensión de hebras no
finalizadas durante 10 minutos a 72 ºC. Alícuotas de cada muestra fueron
amplificadas bajo las mismas condiciones con los oligonucleótidos 5’‐
GGCTGAGAACGGAAGCTTGTCA‐3’ y 5’‐CGGCCATCACGCCACAGTTTC‐3’ para la
gliceraldehído‐3‐fosfato deshidrogenasa humana (hGAPDH), como control de carga
del cDNA.
Papel de RIAM en invasión y dinámica de adhesiones focales de células de melanoma
70
La amplificación de RAPL se realizó empleando las condiciones y primers ya
descritos (Parmo‐Cabanas et al., 2007).
Ensayo de invasión celular a través de matrigel
Los ensayos de invasión celular a través de matrigel hacia la quimioquina
CXCL12 fueron realizados como se ha descrito previamente (Bartolome et al., 2004;
Bartolome et al., 2006). Brevemente, 2.5‐4x104 células BLM o transfectantes fueron
depositadas en la parte superior de cámaras de invasión con filtros de 8 μm (Costar
Corning Life Sciences, Cambridge, MA) cubiertos por 35‐40 μl de una dilución 1:3 de
matrigel en medio DMEM sin suero. En la parte inferior de la cámara se cargó medio
sin suero, con o sin CXCL12 (300 ng/ml). Tras una incubación de 22 horas a 37 ºC, se
retiraron las células no invasivas y los restos de Matrigel que permanecían en la parte
superior de la cámara, y se procedió a fijar con PBS 4% paraformaldehído las células
invasivas, que por tanto quedaban en su parte inferior. Posteriormente las células
fueron teñidas con una solución de cristal violeta, y fueron contadas bajo un
microscopio de campo claro.
Ocasionalmente se añadió medio con suero al 10% en la parte inferior de la
cámara, cuando los experimentos así lo requirieron.
Ensayos de Adhesión celular
Los ensayos de adhesión celular fueron realizados en placas de 96 pocillos
High binding (Costar Corning Life Sciences) tapizadas a 4ºC durante 16 horas con
Fibronectina humana (8.75 μg/ml) o Colágeno tipo I (10 μg/ml) en solución NaHCO3
0,1 M pH 8.8, que a continuación se incubaron durante una hora a 37 ºC, para
después proceder a bloquear su superficie con BSA 0.5% en solución NaHCO3 0,1 M
pH 8.8. Previamente, las células a emplear fueron marcadas con 2’,7’‐bis(carboxietil)‐
5 (6’)‐carboxifluoresceín‐acetoximetil éster (BCECF‐AM, Molecular Probes, Leiden,
Países Bajos) durante 30 minutos a 37ºC. Tras el marcaje, las células fueron
resuspendidas en medio de adhesión (DMEM 0.5% BSA), e incubadas con los
Material y Métodos
71
correspondientes anticuerpos en cada caso. Seguidamente, un volumen final de 100
μl/pocillo que contenía las células (3x104) fue cargado en pocillos por triplicado. Tras
incubar las placas de adhesión a 37ºC durante diferentes tiempos, se procedió a lavar
con medio de adhesión tres veces para eliminar las células que no habían quedado
adheridas a los sustratos. Finalmente, las células adheridas fueron lisadas con PBS
0.1% SDS, determinándose la fluorescencia con un lector de fluorescencia para placas
(PolarStar Galaxy, BMG Labtechnologies, Offenburg, Alemania).
Citometría de Flujo
Las células establemente transfectadas con construcciones GFP fueron
despegadas con PBS 2 mM EDTA y resuspendidas en PBS a una concentración de
5x105 células/ml, para ser analizadas en un citómetro Coulter Epics XL (Beckman‐
Coulter, Brea, CA).
Cuando se hubo de marcar alguna proteína de membrana, se procedió a
despegar las células con PBS 2 mM EDTA y tras lavarlas con PBS, se resuspendieron en
PBS a 4 ºC. Seguidamente, se incubaron en hielo durante 30 minutos con los
anticuerpos primarios (concentración final 10 μg/ml) en presencia de
PBS/gammaglobulinas humanas (10 μg/ml). Tras un lavado con PBS a 4 ºC, las células
se incubaron otros 30 minutos con anticuerpos secundarios conjugados con
fluoresceína (FITC) o Rhodamina (Dako, Glostrup, Dinamarca). A continuación se
analizó el marcaje empleando el mismo citómetro.
• Ensayos de activación de la integrina β1: En estos ensayos, las células fueron pre‐
incubadas con CXCL12 (200 ng/ml), MnCl2 (1 mM) o con medio DMEM sin FBS. El
ensayo de citometría de flujo subsiguiente se realizó utilizando el anticuerpo
primario anti‐β1 15/7 (Dr. R. Alon), y un secundario conjugado con Rhodamina
(Dako), siguiendo métodos establecidos (Garcia‐Bernal et al., 2009).
• Ensayos de ciclo celular: Tras los tratamientos, las células fueron despegadas con
PBS 2 mM EDTA y resuspendidas en etanol al 70% en PBS frío. Tras una
incubación de 2 horas, las células fijadas y permeabilizadas fueron centrifugadas,
Papel de RIAM en invasión y dinámica de adhesiones focales de células de melanoma
72
lavadas y resuspendidas en solución de marcaje (PBS, 10 ng/ml RNasa A, 50 μg/ml
yoduro de propidio), y vueltas a incubar durante 30 minutos a 37 ºC. Finalmente,
tras un nuevo lavado, las células fueron resuspendidas en PBS y analizadas con el
mismo citómetro.
Ensayos de cierre de heridas (wound‐healing)
Estos experimentos están diseñados para evaluar la capacidad migratoria de
células en monocapas, y se llevaron a cabo tapizando placas de 24 pocillos con
matrigel (10 μg/ml) en solución NaHCO3 0,1 M pH 8.8 a 4º C durante 16 horas. A
continuación se sembraron las células (5x104) en los pocillos y se dejaron crecer hasta
la confluencia. Seguidamente se procedió a realizar una herida en la monocapa de
aproximadamente 1 mm de anchura. A partir de este momento las células fueron
incubadas a 37 ºC durante 24 horas, evaluando el grado de cierre de la herida debido
a la migración celular, tomándose imágenes para ello con un microscopio Leica
AF6000 tipo DMI 6000B.
Ensayos de quimiotaxis
Para establecer las capacidades migratorias de las células, se emplearon
cámaras μ‐slide de migración celular (Ibidi, Martinsried, Alemania). Las cámaras
fueron tapizadas durante 16 horas a 4 ºC con matrigel (10 μg/ml) en solución NaHCO3
0,1 M pH 8.8, y seguidamente se cargaron las células (5x103) resuspendidas en medio
Figura 14.‐ Diagrama de una cámara μ‐slide de Ibidi. Se muestra el momento de la carga de las células en su reservorio con una punta de pipeta p200 (1). Además se indican las cámaras que contienen el compuesto quimioatrayente (2) y el medio (3).
1
3
2
Material y Métodos
73
DMEM sin FBS. La quimioquina CXCL12 (150 ng/ml) se cargó en el reservorio superior
(Figura 14). Se tomaron imágenes cada 2 minutos durante 5 horas con un microscopio
Leica AF6000 tipo DMI 6000B acoplado a una cámara termostatizada con suministro
de CO2. En estos experimentos se analizó la direccionalidad de la migración (tracking),
la Distancia Media Euclídea (EMD) y la velocidad, con el software informático ImageJ.
Zimografía
Para detectar la acividad de la metaloproteasa MT1‐MMP sobre la MMP2 se
realizaron ensayos de Zimografía. Los sobrenadantes de células cultivadas durante 48
hr en medio DMEM sin suero fueron recogidos y resueltos en condiciones no
reductoras mediante electroforesis en geles de poliacrilamida al 10% en presencia de
1 mg/ml de gelatina (Sigma‐Aldrich). Posteriormente, los geles fueron lavados tres
veces con 2.5% de Tritón X‐100 en agua, y se incubaron 16 horas a 37 ºC en solución
de reacción enzimática (50 mM Tris‐HCl pH 7.5, 10 mM CaCl2, 200 mM NaCl).
Finalmente, la actividad gelatinolítica de MMP2 fue detectada mediante tinción del
gel con una solución de Coomasie/Ácido Acético.
Microscopía confocal
Las células (2x104) fueron adheridas a cubreobjetos tapizados previamente
con fibronectina (10 μg/ml), e incubadas durante 4‐16 horas a 37 ºC. Tras realizar los
tratamientos corrspondientes, éstas fueron lavadas con PBS y fijadas durante 15
minutos con paraformaldehído al 4% en PBS. Al ser necesario marcar proteínas
intracelulares, las células fueron permeabilizadas con 0.1% de Tritón X‐100 en PBS
durante 10 minutos a temperatura ambiente. Tras lavar tres veces con PBS y bloquear
las muestras con PBS al 1% BSA, éstas se incubaron durante 30 minutos a
temperatura ambiente con los correspondientes anticuerpos primarios (10 μg/ml), en
presencia de gammaglobulinas. Seguidamente los cubreobjetos se volvieron a lavar, y
se incubaron durante 30 minutos a temperatura ambiente en oscuridad con los
correspondientes anticuerpos secundarios (Alexa 488, Alexa 568 y/o Alexa 633, Dako)
Papel de RIAM en invasión y dinámica de adhesiones focales de células de melanoma
74
y, en su caso, con Faloidina‐Rhodamina (Sigma‐Aldrich). Finalmente las muestras
fueron lavadas y montadas con Mowiol. Las imágenes de las mismas fueron
adquiridas con un microscopo Leica TCS‐SP2‐AOBS‐UV con un objetivo 63x de
inmersión en aceite.
• Tratamiento con Nocodazol: Para estudiar la dinámica de los complejos de
adhesión, recurrimos a inmunofluorescencia de células BLM tratadas con
nocodazol (Sigma‐Aldrich), siguiendo protocolos establecidos, debido al control
que ejercen los microtúbulos sobre estas estructuras (Kaverina et al., 1998;
Ezratty et al., 2005). Una vez adheridas las células a los cubreobjetos tapizados
con fibronectina (10μg/ml), estas fueron sometidas a privación de suero durante
16 horas, para a continuación ser tratadas con nocodazol (10 μM) durante 4 horas.
Las células fueron posteriormente lavadas con medio DMEM sin suero y fijadas a
diferentes tiempos de lavado.
• Estudio cuantitativo de la distribución y tamaño de las adhesiones focales: El
número de adhesiones, su tamaño e intensidad fueron variables extraídas de
imágenes de confocal empleando el software informático Patch Morphology
Analysis (PMA) (Digital Cell Imaging Laboratories, Bruselas, Bélgica). Para tomar
las imágenes se recurrió a la técnica de microscopía confocal IRM (Interference of
the Reflection Microscopy), para identificar el plano focal de interés, en el cual se
encuentran las adhesiones focales. Dichas adhesiones fueron detectadas y
segmentadas automáticamente empleando algoritmos basados en el umbral de
intensidad y la densidad de los elementos. Se emplearon idénticas condiciones
tanto para tomar las imágenes como para segmentar las adhesiones, obteniendo
matrices de datos comparables entre las distintas condiciones.
Time‐lapse microscopy
Para el estudio de la dinámica de las protrusiones de las membranas celulares
se tomaron imágenes secuenciales de microscopía confocal, utilizando células GFP
positivas. Para ello se tapizaron previamente placas de 96 pocillos con fondo de vidrio
Material y Métodos
75
(MatTek Corp., Ashland, MA) con fibronectina (10 μg/ml) en solución NaHCO3 0,1 M
pH 8.8. Las células (GFP positivas) fueron despegadas con PBS 2 mM EDTA y, tras
lavarlas con PBS, fueron resuspendidas en medio al 10% de FBS (5x104 células/ml). Se
cargaron 100 μl de medio con las células por pocillo, y se incubaron durante 30
minutos para permitir su adhesión. A continuación se tomaron imágenes secuenciales
cada 10 minutos durante 6 horas usando un microscopio confocal Nikon A1R con
objetivo 60x de inmersión en aceite, acoplado a una cámara termostatizada y con
suministro de CO2.
Experimentos de FRAP (fluorescente recovery after photobleaching)
Para el estudio de la dinámica de las adhesiones celulares se recurrió a
experimentos de extinción y recuperación de la fluorescencia, como se ha descrito
previamente (von Wichert et al., 2003) (Figura 15). Las células fueron transfectadas
con la construcción Paxilina‐DsRed2, para 48 horas después ser despegadas con PBS 2
mM EDTA, lavadas con PBS y adheridas a placas con fondo de vidrio (MatTek Corp.),
las cuales habían sido tapizadas anteriormente con fibronectina (5 μg/ml), como ya se
ha descrito. Las células fueron cultivadas sobre dichas placas durante 24 horas a 37ºC
antes de proceder a tomar las imágenes. Sobre las células, se seleccionaron sectores
rectangulares próximos a la periferia celular, en los que se midió la fluorescencia
inicial usando bajas intensidades de láser (λ 571nm). Se extinguió la fluorescencia
(photobleaching) de forma efectiva usando una alta intensidad de láser durante 4.5
segundos, alcanzándose niveles de intensidad similares a los del fondo tras la
irradiación. La recuperación de la fluorescencia se midió tomando imágenes durante 5
minutos con bajas intensidades de láser, hasta que la intensidad alcanzó una meseta.
La fluorescencia fue estandarizada respecto de los niveles de intensidad anteriores a
la extinción. El microscopio empleado fue un Leica TCS‐SP5‐AOBS‐UV, con objetivo de
inmersión en aceite 63X, acoplado a una cámara termostatizada y con suministro de
CO2.
Papel de RIAM en invasión y dinámica de adhesiones focales de células de melanoma
76
Extinción Recuperación
Tiempo de recuperación
Intensidad
de Fluo
rescencia
Extinción
Recuperación
Fracción inmóvil
Fracción móvil
Cultivos en geles de colágeno tipo I
Para llevar a cabo los ensayos en los que las células se encuentran embebidas
en una estructura similar a la matriz extracelular se generaron geles de colágeno,
utilizándose 20‐25 μl de colágeno tipo I de cola de rata (3,6 mg/ml) (Millipore,
Billerica, MA) tamponados con solución NaOH (10 mM)/NaHCO3 (0,15%) para alcanzar
un pH neutro. Inmediatamente después se añadieron 10 μl de medio DMEM 10x y 20
μl de medio con las células (5x103), para alcanzar una mezcla final de DMEM 3x al
2,5% de FBS. Gotas de 20‐25 μl de dicha mezcla fueron depositadas sobre placas con
fondo de vidrio (MatTek Corp.) o sobre portaobjetos con cámaras de cultivo (Lab‐Tek™
chamber slides, Fisher ThermoScientifeic, Roskilde, Dinamarca), dejándose
polimerizar a 37 ºC durante 1 hora. Seguidamente, los geles fueron cubiertos con
medio al 10% FBS, e incubados a 37 ºC durante los tiempos requeridos.
Para el análisis de estas muestras, se emplearon técnicas de microscopía
confocal. Brevemente, en los experimentos en los que las células no fueron fijadas, los
geles se tiñeron con DAPI (0.3 μM) o con el marcador de lípidos de membrana Cell‐
Mask Membrane‐dye (Invitrogen) y, las imágenes se tomaron tras lavar con medio. En
Figura 15.‐ Experimento de FRAP. Se muestra cómo un área de la célula que expresa el fluoróforo sufre la extinción de la fluorescencia al aplicar una elevada potencia de láser, y cómo ésta se recupera, a continuación, con el tiempo. La fluorescencia es medida en cada punto del experimento y normalizada, generándose gráficas que representan las diferentes fases. La parte de fluorescencia recuperada se denomina fracción móvil.
Material y Métodos
77
el caso de los marcajes con anticuerpos, se procedió a fijar los geles con
paraformaldehído al 4% en PBS. Tras bloquear con PBS‐1% BSA, las células se
permeabilizaron con PBS‐0.1% Tritón X‐100 y se incubaron durante 30 minutos con
dichos anticuerpos primarios a temperatura ambiente. A continuación, las muestran
fueron lavadas tres veces con PBS, marcadas durante 30 minutos en oscuridad con los
anticuerpos secundarios conjugados con fluoróforos apropiados, y nuevamente
lavadas y montadas usando Mowiol‐DAPI. En todos los casos, las imágenes se
obtuvieron empleando un microscopio confocal Leica TCS‐SP2‐AOBS‐UV con un
objetivo de inmersión en agua de 63x.
Ensayos de tumorigénesis y metástasis in vivo
Para estudios de xenografting se empleó la cepa de ratones (Mus musculus)
inmunodeficientes BALB/c SCID (Harlan, Indianápolis, IN). Los animales fueron
mantenidos bajo condiciones de esterilidad, libres de patógenos, con alimento y agua
ad libitum, y sometidos a un fotoperiodo 12/12. Todas las prácticas realizadas con
animales vivos se han hecho siguiendo las directrices y protocolos del comité de ética
del Consejo Superior de Investigaciones Científicas. Para cada serie de inoculaciones
se emplearon al menos 8 animales por condición.
Para los estudios de tumorigénesis, las células (1x106) fueron resuspendidas
en 200 μl de PBS e inoculadas subcutáneamente en la región dorsolateral de los
animales. Los ratones fueron evaluados diariamente tras la inoculación para detectar
el crecimiento del tumor. Cuando los tumores subcutáneos alcanzaron un volumen
mayor que 2 cm3 los animales fueron sacrificados y los tumores extraídos.
Para los estudios de dispersión y crecimiento de metástasis, los animales
fueron inoculados en la vena de la cola con 1x106 células resuspendidas en 200 μl de
PBS. Se realizó un seguimiento diario de los animales hasta detectar la aparición de
síntomas de estrés respiratorio, indicativos de metástasis pulmonar. En este
momento se procedió al sacrificio de los animales, evaluándose mediante necropsia el
grado de dispersión de los tumores, analizando todos los órganos internos de los
Papel de RIAM en invasión y dinámica de adhesiones focales de células de melanoma
78
animales. Las metástasis pulmonares fueron extirpadas y cultivadas en medio DMEM
al 10% de FBS.
Ensayos de proliferación celular MTT
Este método fue elegido para determinar viabilidad celular y proliferación de
manera indirecta, evaluando la actividad mitocondrial. Las células (8x103 por pocillo)
fueron cargadas por triplicado en placas de 96 pocillos, y fueron cultivadas en 100 μl
de medio completo durante 16 horas a 37 ºC. A continuación se añadieron 20 μl de
una solución de bromuro de 3‐(4,5‐dimetiltiazol‐2‐il)‐2,5‐difenil tetrazolio (0,5 mg/ml)
(Sigma‐Aldrich) en PBS, y incubándose durante 3 horas a 37 ºC. Tras eliminar el
contenido de los pocillos, los resultantes cristales de formazán fueron resuspendidos
con 200 μl de DMSO por pocillo. La densidad óptica del color violeta resultante se
midió con un lector de placas (Multiskan Bichromatic, Labsystems, Helsinki, Finlandia)
a λ 540nm.
Ensayos de citotoxicidad
Para estudiar los efectos de determinados agentes químicos en la viabilidad
celular, se sembraron 8x103 células/pocillo en placas de 96 pocillos, y se cultivaron
durante 24 horas a 37ºC en medio DMEM al 10% de FBS. A continuación las células
fueron sometidas a los tratamientos con diferentes concentraciones de los agentes
citotóxicos cisplatino (Sigma Aldrich) y H2O2 durante 16 horas. Las células no
adherentes fueron retiradas mediante un lavado con PBS, y la monocapa de células
supervivientes fue fijada con paraformaldehído al 4% en PBS, lavada, y teñida con
cristal violeta. Tras un nuevo lavado, la tinción fue resuspendida empleando una
solución de ácido acético al 33% en agua, y la densidad óptica del color violeta
resultante evaluada con un lector de placas (Multiskan Bichromatic) a λ 570nm.
Material y Métodos
79
Ensayos de formación de colonias en Soft Agar
Para determinar la capacidad de las células de melanoma de crecer
independientemente de anclaje a una matriz, las células fueron suspendidas en geles
tridimensionales de agarosa en placas de 6 pocillos. Para ello, se preparó agarosa de
bajo punto de fusión estéril al 3% en PBS, y se llevó a 40 ºC, para a continuación
diluirla 1:2 con medio DMEM al 10% de FBS y dejarla polimerizar en los pocillos
durante 30 minutos, formando una capa inicial base. Sobre esta capa al 1% de agarosa
se creó un segundo gel al 0,4% que contiene el cultivo celular, resultado de mezclar
medio DMEM 10x al 0,8% de agarosa y medio DMEM al 10% de FBS con las células
(2x104 células/ml) a 40 ºC. La mezcla se dejó polimerizar a 37ºC de forma inmediata.
Las células se cultivaron durante 3 semanas en presencia de medio completo, y
finalmente se procedió al lavado de los geles con PBS, a su fijado con
paraformaldehído al 4% en PBS, y a su tinción con cristal violeta. Tras un lavado final
se realizó una determinación del número de colonias de diámetro superior a 50 μm
utilizando un microscopio de campo claro.
Estudios estadísticos
La prueba T‐Student fue utilizada para analizar diferencias estadísticamente
significativas entre pares de datos. Para comparar tres o más grupos se empleó el test
de análisis de la varianza ANOVA de doble vía, seguido de un análisis de comparación
múltiple de Tukey‐Kramer. En ambos casos el nivel mínimo de significación aceptable
fue p<0.05. Se muestran los siguientes niveles de significación: * p<0.05; ** p<0.01;
*** p<0.001. En el caso de que los experimentos hayan sido repetidos un número ‘n’
de veces, se presenta la media y la desviación típica del conjunto, o de un
experimento representativo.
Papel de RIAM en invasión y dinámica de adhesiones focales de células de melanoma
80
Sección IV
Resultados
Papel de RIAM en invasión y dinámica de adhesiones focales de células de melanoma
82
Resultados
83
I. DETERMINACIÓN DEL PAPEL DEL EJE DE SEÑALIZACIÓN RAP1‐RIAM EN LA
INVASIÓN DE CÉLULAS DE MELANOMA. CARACTERIZACIÓN DE LOS MECANISMOS
MOLECULARES IMPLICADOS.
Rap1 y RIAM son requeridos para la invasión de células de melanoma en respuesta a
CXCL12
Para analizar la expresión de Rap1 en células de melanoma BLM, se
obtuvieron lisados de las mismas, los cuales fueron sometidos a ensayos de western‐
blot. Los resultados mostraron un nivel de expresión similar al de las células T Molt‐4,
que se utilizaron como control positivo (Figura 16A). A continuación, estudiamos la
capacidad de respuesta de esta GTPasa a la quimioquina CXCL12, la cual es nuestro
modelo de estímulo invasivo. Para ello llevamos a cabo inicialmente experimentos de
actividad GTPasa empleando la proteína de fusión Ral‐GDS, los cuales indicaron que
Rap1 es capaz de activarse en respuesta a la quimioquina (Figura 16B).
Con el fin de determinar el posible papel de Rap1 en la invasión de células
BLM en respuesta a CXCL12, éstas fueron transfectadas con siRNA para Rap1 para
silenciar la expresión de esta GTPasa. Para comprobar el silenciamiento, los lisados de
los transfectantes fueron sometidos a análisis por western‐blot, los cuales mostraron
una notable interferencia en la expresión de la GTPasa (Figura 16C, izquierda). Estos
transfectantes fueron testados a ensayos de invasión a través de matrigel, el cual está
formado por un extracto de membranas basales, representando una herramienta útil
para el estudio de la invasividad de células tumorales. El silenciamiento de Rap1 se
tradujo en una inhibición significativa de la invasión a CXCL12, en comparación con las
células transfectadas con siRNA control, poniéndose de relieve la implicación de Rap1
en la invasión celular (Figura 16C, derecha).
Para confirmar todavía más esta observación, las células BLM fueron
transfectadas con una construcción que codifica para shRNA de Rap1 (pSuper‐shRap1),
o con un vector vacío. Tras comprobar la disminución en los niveles de expresión de
Rap1, los transfectantes se sometieron a ensayos de invasión, los cuales mostraron un
Papel de RIAM en invasión y dinámica de adhesiones focales de células de melanoma
84
decremento significativo de la invasión de las células silenciadas para Rap1 en
comparación con su control (Figura 16D).
Además de su implicación en invasión, estudiamos el papel de Rap1 en la
adhesión de las células BLM estimulada por CXCL12. Los resultados indicaron que el
Figura 16.‐ Expresión de Rap1 en células BLM y su implicación en invasión: A) Determinación por western‐blot de la expresión de Rap1 en células BLM utilizando anticuerpos anti‐Rap1. B) Ensayo de actividad GTPasa en células BLM incubadas en presencia o ausencia de CXCL12 (150 ng/ml). C) Células transfectadas con los siRNAs indicados para Rap1, o con siRNA control, fueron sometidas a análisis por western‐blot (izquierda) para comprobar el silenciamiento (se muestran los resultados del análisis densitométrico, expresados en unidades relativas), o empleadas en ensayos de invasión a través de matrigel hacia CXCL12 (n=4). D) Células BLM fueron transfectadas con el vector pSuper‐shRap1 o con el vector vacío (pSuper). Los transfectantes fueron lisados y los extractos analizados por western‐blot, o sometidas a invasión hacia CXCL12 (n=2). La inhibición de la invasión fue significativa (* p<0,05; ** p<0,01; *** p<0,001).
siRNA
Rap1A.1 Rap1A.2
Ctrl
Rap1
β‐Actina
Molt‐4
BLM
A B
C
1 3.2
CXCL12 (min): 0’ 15’
Rap1 Activo
Rap1 Total
0
250
500
750
Control Rap1A.1
MedioCXCL12
**
siRNA
Células Invasivas
Rap1A.2
*
Rap1
β‐Actina
1 0.12 0,06 0,18
0
500
1000
1500
2000
pSuper pSuper‐Rap1A
Células Invasivas
***
MedioCXCL12
Rap1
β‐Actina
1 0.18
pSuper
pSuper‐shRap1
D
24 h 48 h 48 h
Resultados
85
silenciamiento de la expresión de esta GTPasa se traduce en una reducción parcial
pero significativa de la adhesión celular a fibronectina, tanto basalmente como en
presencia de la quimioquina, respecto de los transfectantes control (Figura 17).
0
200
400
600
BSA Medio CXCL12
Células ad
herida
s/mm
2
siRNA ControlsiRNA Rap1A.1
**
***
A continuación estudiamos el efecto de la sobre‐expresión de formas
constitutivamente activas de la GTPasa en invasión. Para ello, las células fueron
transfectadas con un vector vacío, o con construcciones que codifican para Rap1 WT o
Rap1 constitutivamente activo (CA). Tras verificar la expresión de las formas
transfectadas por western‐blot, los transfectantes fueron sometidos a experimentos
de invasión. Los resultados indican un incremento significativo de la invasión de los
transfectantes Rap1 CA en relación a las células transfectadas con la forma Rap1 WT
(Figura 18). Estos datos indican que la invasión de células de melanoma en respuesta
0
250
500
750
1000
Células Invasivas
^^
Mock
Rap1 wt
Rap1 CA
MedioCXCL12
β‐Actina
Rap1Rap1‐HA
Rap1‐HA HA
Rap1
Mock
Rap1 WT
Rap1 CA
WB
Figura 18.‐ La sobre‐expresión de RIAM se traduce en un aumento de invasión de las células de melanoma: Células BLM fueron transfectadas con una forma wild type de Rap1 (Rap1 WT), con la forma activa Rap1 12V (Rap1 CA), o con el vector vacío (Mock). Tras analizar la expresión de las proteínas por western‐blot empleando anticuerpos anti‐Rap1 y anti‐HA, las células fueron empleadas en ensayos de invasión hacia la quimioquina a través de matrigel (n=3). La invasión fue significativamente incrementada (^^ p<0,01).
Figura 17.‐ El silenciamiento de Rap1 en células BLM causa una inhibición de la adhesión celular a fibronectina: Células BLM transfectadas con siRNA control o con siRNA para RIAM fueron sometidas a ensayos de adhesión a fibronectina (10 minutos, 37 ºC) en presencia o ausencia de CXCL12 coinmobilizado (850 ng/ml). Las diferencias fueron significativas (** p<0,01; *** p<0,001).
Papel de RIAM en invasión y dinámica de adhesiones focales de células de melanoma
86
a CXCL12 precisa de la función de Rap1.
Anteriormente se había demostrado que Rap1‐GTP activo interacciona con su
efector RIAM en linfocitos T (Lafuente et al., 2004). Para estudiar si RIAM es
expresado en células de melanoma humano, y en colaboración con la Dra. Sánchez
Mateos (Hospital Universitario Gregorio Marañón, Madrid), muestras quirúrgicas de
melanoma metastático de pacientes fueron analizadas mediante inmunohistoquímica,
empleando anticuerpos frente a RIAM y frente al marcador específico de melanoma
HMB‐45. El análisis de las imágenes obtenidas reveló una expresión moderada o baja
de RIAM en 7 de 8 nódulos linfáticos infiltrados macroscópicamente por células de
melanoma. El patrón de distribución celular de RIAM y su localización en los tumores
resultó ser heterogénea. Así, algunas células de melanoma mostraron una localización
predominantemente citoplásmica de RIAM, mientras que en otras se encontraba
principalmente en regiones próximas a la membrana. Más aún, las células de
melanoma positivas para RIAM se detectaron por toda la masa tumoral, y en algunas
muestras también en los bordes invasivos de los tumores (Figura 19).
Además de su expresión en tejido metastático de melanoma, la expresión de
RIAM fue detectada en las líneas celulares de melanoma BLM, MeWo, MV3, SK‐Mel‐
Figura 19.‐ Expresión de RIAM en muestras de melanoma metastático humano: Análisis inmunohistoquímico de la expresión de RIAM en metástasis de melanoma en nódulos linfáticos. Los cortes del tejido fueron teñidos con anticuerpos para el marcador específico de melanoma HMB‐45 (tumor) o con anticuerpos anti‐RIAM. La tinción con DAPI fue empleada para visualizar los núcleos. Se presenta la muestra #82. (Ver en el anexo la expresión de RIAM en muestras adicionales de melanoma, Figura suplementaria 1).
Resultados
87
147 y SK‐Mel‐173, mientras que su expresión fue indetectable en las células Mel‐57
(Figura 20A).
AGST
GST‐Ral
CXCL12
RIAM
β‐Actina
Rap1
SK‐Mel‐147
SK‐Mel‐173
Mel57
MeW
oMV3
RIAM
β‐Actina
BLM B
Una vez que la expresión de Rap1 y RIAM fue detectada en células BLM,
quisimos estudiar si ambas moléculas se asocian en estas células. Para ello se
realizaron experimentos basados en una variante del ensayo de actividad GTPasa, en
la que tras la exposición de las células a CXCL12, éstas se lisaron, y los lisados se
incubaron con la proteína de fusión Ral‐GDS. El análisis mediante western‐blot reveló
que RIAM se asocia a Rap1‐GTP tras la activación de esta GTPasa con la quimioquina
(Figura 20B).
Con el fin de investigar si RIAM es requerido para la invasión de células de
melanoma, estudiamos los posibles efectos de su silenciamiento sobre este proceso.
Células BLM fueron transfectadas transitoriamente con tres secuencias diferentes de
siRNA para RIAM, denominadas siRIAM #1, siRIAM #2 y siRIAM #3, y con un siRNA
control. Tras la comprobación del silenciamiento de RIAM (Figura 21, superior), los
distintos transfectantes fueron sometidos a ensayos de invasión hacia CXCL12. Estos
experimentos mostraron una fuerte inhibición de la invasión en células transfectadas
con los siRNAs de RIAM #2 y #3, mientras que los resultados obtenidos con las células
transfectadas con el siRIAM #1 fueron más modestos (Figura 21, inferior).
Figura 20.‐ RIAM se expresa en células de melanoma y se asocia a Rap1: A) Análisis mediante western‐blot de la expresión de RIAM en las líneas celulares de melanoma indicadas utilizando anticuerpos anti‐RIAM. B) Tras la exposición a la quimioquina durante 15 minutos, las células BLM fueron lisadas e incubadas con la proteína de fusión Ral‐GDS, y los lisados posteriormente sometidos a análisis por western‐blot con anticuerpos anti‐Rap1 y anti‐RIAM. Un anticuerpo anti‐β‐actina fue empleado como control negativo.
Papel de RIAM en invasión y dinámica de adhesiones focales de células de melanoma
88
1 0.46 0.18 0.26
siRNA: Control
#1 #2 #3
RIAM
β‐Actina
0
300
600
900
siCtr 1
MedioCXCL12
2siRIAM (#)
Células inva
siva
s
**
***
3
***
Dada la inhibición de la invasión causada por el silenciamiento transitorio de
RIAM, y para poder desarrollar posteriormente experimentos de metástasis in vivo,
decidimos generar transfectantes establemente silenciados para la expresión de la
proteína. Para la generación de sublíneas establemente silenciadas para RIAM,
recurrimos a un sistema lentiviral de transferencia génica (Rubinson et al., 2003) (ver
sección Material y Métodos). Tras la infección, las células BLM fueron seleccionadas
por cell‐sorting en función de su expresión de GFP, obteniéndose las sublíneas D11 y
F7, infectadas con virus que portan la construcción pLL3.7 shRIAM, y la sublínea Mock,
infectada con virus que portan el correspondiente vector vacío (Figura 22A).
Para analizar si las células D11 y F7 tenían silenciada la expresión de RIAM,
realizamos experimentos de western‐blot y RT‐PCR, los cuales indicaron una
disminución del 80‐90% en los niveles de RIAM, en relación con el nivel de expresión
en células Mock (Figura 22B). A continuación, las células Mock, D11 y F7 fueron
sometidas a ensayos de invasión en respuesta a CXCL12, los cuales revelaron un
bloqueo en la invasividad a través de matrigel de las células silenciadas para RIAM, en
comparación con células Mock (Figura 22C). Como control de estos experimentos de
Figura 21.‐ El silenciamiento transitorio de RIAM se traduce en la inhibición de la invasión de células BLM: Células BLM fueron transfectadas con los siRNAs RIAM #1, #2 y #3, o con un siRNA control. Los transfectantes fueron analizados por western‐blot con anticuerpos anti‐RIAM (superior), o sometidos a ensayos de invasión a través de matrigel (n=3) (inferior) (** p<0,01; *** p<0,001).
Resultados
89
invasión, se comprobó mediante citometría de flujo que los niveles de expresión de
CXCR4 y de β1 no habían cambiado en las células D11 respecto de las Mock (no
mostrado).
0
800
1600
2400
Mock D11
MedioCXCL12
*** ***
F7shRIAM
Células Invasivas
BLM Mock D11 F7
0 100 101 102 103
Expresión de GFP (Intensidad de la Fluorescencia)
1% 99% 99% 98%
1 0.2 0.13
RIAM
β‐Actina
BLM
Mock
D11
F7shRIAM
D11
F7
shRIAM
Mock
BLM
RIAM
GAPDH
A
B C
100 101 102 103 100 101 102 103 100 101 102 103
De modo similar, células BLM que expresan establemente la proteína
luciferasa y que habían sido infectadas con virus pLL3.7shRIAM para silenciar RIAM, y
obtener así transfectantes (F8‐Luc) para ser utilizados en experimentos de análisis in
vivo de bioluminiscencia en modelos de metástasis, mostraron un bloqueo de la
invasión hacia CXCL12 (Figura 23).
Figura 22.‐ Inhibición de la invasión de células BLM establemente silenciadas para RIAM: A) Análisis por citometría de flujo de las células infectadas con los vectores pLL3.7 y pLL3.7shRIAM, seleccionadas en base a su expresión de GFP. B) Los transfectantes fueron lisados y analizados mediante western‐blot con anticuerpos frente a RIAM (superior), y RT‐PCR (inferior). C) Los transfectantes fueron sometidos a ensayos de invasión hacia CXCL12 (n=4). Se muestra la media y la desviación típica de un experimento representativo. La invasión fue inhibida significativamente (*** p<0,001).
Papel de RIAM en invasión y dinámica de adhesiones focales de células de melanoma
90
0
800
1600
2400
Mock‐Luc
Células Invasivas
MedioCXCL12
***
F8‐Luc
Mock‐Luc
F8‐Luc
RIAM
β‐Actina
Con el fin de estudiar si el defecto en invasión hacia CXCL12 observado en las
células silenciadas para RIAM (RIAM KD) pudiera darse empleando otros estímulos,
decidimos analizar la invasión hacia suero tanto de los transfectantes establemente
silenciados para la expresión de RIAM como de células BLM transfectadas con siRNA
para la misma. Estos experimentos mostraron asimismo una inhibición significativa de
la invasión de las células silenciadas, en comparación con sus respectivos controles
(Figura 24).
Medio Suero
0
2500
5000
7500
Células invasivas
Mock D11siRNA
Control RIAM
*** ***
Trabajos anteriores han demostrado que las metaloproteasas MT1‐MMP y
MMP2 juegan un papel importante en la invasión y metástasis de células de
melanoma (Bartolome et al., 2004; Bartolome et al., 2006; Bartolome et al., 2009),
Figura 24.‐ El silenciamiento de RIAM en células BLM inhibe su invasión a través de matrigel estimulada por suero: Los transfectantes estables Mock y D11, o células BLM transfectadas con siRNA para RIAM o siRNA control, fueron sometidas a ensayos de invasión en respuesta a suero (10%) (n=2) (*** p<0,001).
Figura 23.‐ Las células F8‐Luc tienen inhibida la invasión hacia CXCL12. La interferencia estable de RIAM en células BLM‐pLZRS‐Luc se verificó mediante western‐blot con anticuerpos anti‐RIAM. La invasión promovida por la quimioquina (n=2) resultó inhibida en las células silenciadas de manera significativa (*** p<0,001).
Resultados
91
por lo que fueron objeto de estudio dado que el defecto en invasión causado por el
silenciamiento de RIAM en células BLM podría deberse a alteraciones en la expresión
y actividad de estas proteínas. Lisados de células BLM, Mock, D11 y F7 fueron
analizados por western‐blot para estudiar los niveles totales de expresión de MT1‐
MMP, no hallándose diferencias significativas entre los mismos. Asimismo, el análisis
de la secreción y procesamiento de MMP‐2 por zimografía gelatinolítica no reveló la
existencia de diferencias entre los sobrenadantes recolectados de estas células (Figura
25).
BLM
Mock
D11
F7
Pro MMP‐2MMP‐2 Activa
MT1‐MMP
β‐Actina
Para apoyar con más datos la importancia del papel de RIAM en la invasión
de células BLM, decidimos realizar experimentos de invasión empleando
transfectantes que sobreexpresan establemente esta proteína. Los niveles de sobre‐
expresión de RIAM en las sublíneas transfectadas con los vectores pcDNA3.1 RIAM‐
Myc (RIAM‐Myc) o pcDNA4‐MaxC RIAM‐His (RIAM‐His) fueron verificados tras los
procesos de transfección y selección de las células, analizando lisados de las mismas
mediante western‐blot (Figura 26, izquierda). Cuando estos transfectantes fueron
testados en ensayos de invasión celular hacia CXCL12, se observó un incremento
significativo de su capacidad invasiva respecto del nivel de invasión de las células
control (Figura 26, derecha).
Figura 25.‐ La expresión de MT1‐MMP y MMP‐2 no se ve afectada por el silenciamiento de RIAM: Células BLM, Mock, D11 y F7 fueron lisadas y analizadas por western‐blot con anticuerpos anti‐MT1‐MMP. Sobrenadantes recolectados de estas células se analizaron por zimografía gelatinolítica. La degradación de gelatina se corresponde con la actividad de MMP2 (inferior).
Papel de RIAM en invasión y dinámica de adhesiones focales de células de melanoma
92
Células Invasivas
0
2000
4000
6000
Control Control RIAM‐Myc
Medio
CXCL12
RIAM‐His
^^^
^^^Control
RIAM
‐His
Control
RIAM
‐Myc
RIAM
β‐Actina
Para determinar que el silenciamiento de la expresión de RIAM era la causa
específica de la inhibición de la invasión celular, las células Mock y D11 fueron
transfectadas con la construcción pcDNA4‐MaxC‐RIAM‐His, para restaurar la
expresión de la proteína en estas últimas. Tras verificar mediante western‐blot los
niveles de expresión de RIAM en las células D11 después de la transfección con RIAM‐
His o RIAM‐Myc (Figura 27, izquierda), los transfectantes fueron testados en ensayos
de invasión hacia CXCL12. Los experimentos revelaron que el defecto en la invasión
mostrado por las células D11 había sido totalmente rescatado al recuperar la
expresión de RIAM, lográndose niveles de invasión similares a los de las células Mock
(Figura 27, derecha).
Para analizar si el silenciamiento de RIAM causaba la inhibición de la invasión
en otra línea de melanoma positiva para la expresión de esta proteína, empleamos las
células MV3. Dichas células fueron transfectadas con siRNA control o con siRNA para
RIAM, y tras confirmar el silenciamiento de esta proteína, los transfectantes fueron
testados en ensayos de invasión hacia suero (Figura 28). Los resultados indicaron que
Figura 26.‐ La sobre‐expresión de RIAM aumenta la invasión celular hacia CXCL12: Células BLM transfectadas establemente con las construcciones pcDNA4‐MaxC‐RIAM‐His (RIAM‐His) o pcDNA3.1‐RIAM‐Myc (RIAM‐Myc) y sus respectivos controles fueron analizados por western‐blot con anticuerpos anti‐RIAM (izquierda). Los transfectantes fueron testados en ensayos de invasión hacia CXCL12 (n=3) (derecha), encontrándose diferencias significativas (^^^ p<0,001).
Resultados
93
los transfectantes silenciados para RIAM mostraban una inhibición significativa de la
invasión en comparación con las células control.
Todos estos resultados, considerados en conjunto, indican que la invasión de
las células de melanoma requiere tanto de la actividad de Rap1 como de RIAM.
Control
RIAM
‐His
Control
RIAM
‐His
RIAM
β‐Actina 1200
2400
3600
Control
RIAM‐His
D11Mock
0
Control
RIAM‐His
ΔΔΔ
Células invasivas
Mock D11
RIAM
Control
siRNA:
RIAM
β‐Actina
1 0,35
MedioSuero
0
1000
2000
3000
Células invasivas
Control RIAM
siRNA
***
Figura 27.‐ La restauración de la expresión de RIAM en células D11 recupera su capacidad de invasión hacia CXCL12: Células Mock y D11 fueron transfectadas con el vector pcDNA4‐MaxC‐RIAM‐His, o con el vector vacío, y posteriormente fueron sometidas a análisis de la expresión de RIAM por western‐blot (izquierda), o a ensayos de invasión hacia CXCL12 (derecha). La invasión fue significativamente incrementada (^^^ p<0,001).
Figura 28.‐ El silenciamiento de RIAM en células de melanoma MV3 se traduce en inhibición de su invasión: Las células MV3 fueron transfectadas con siRNA RIAM#2 o con siRNA control, y los transfectantes fueron analizados por western‐blot (izquierda) para evaluar la expresión de RIAM, o empleados en ensayos de invasión hacia CXCL12 (derecha). La invasión fue significativamente inhibida (*** p<0,001).
Papel de RIAM en invasión y dinámica de adhesiones focales de células de melanoma
94
Dado que Rap1 y RIAM interaccionan entre sí en las células BLM y que ambas
proteínas son requeridas para la invasión de estas células, decidimos estudiar las
relaciones entre ellas en la ruta de señalización desencadenada en respuesta a
CXCL12. Para ello, las células BLM fueron cotransfectadas con siRNAs para Rap1 o
para RIAM, y con vectores que codifican para RIAM‐His o para la forma activa de Rap1
(Rap1 CA), respectivamente. Los ensayos de invasión hacia CXCL12 llevados a cabo
con los transfectantes muestran que el defecto en la invasión observado en las células
silenciadas para Rap1 puede ser recuperado con la sobre‐expresión de RIAM, pero no
al revés, lo que indica que Rap1 se encontraría por encima de RIAM en la vía de
señalización (Figura 29).
*
*
**
N.S.
0
500
1000
1500
2000
2500
3000
3500
4000
4500
5000
Mock Rap1 CA RIAM‐His Mock RIAM‐His Mock Rap1 CA
Control siRNA Rap1 siRNA RIAM siRNA
Células invasivas Medio
CXCL12
RIAM
Rap1
β‐actina
RIAM‐His
Rap1
Rap1
RIAM
RIAM
Control
Control
Control
Mock Rap1 CA
siRNA:
Figura 29.‐ La sobre‐expresión de RIAM en células silenciadas para Rap1 es capaz de recuperar el defecto en la invasión de estas células: Las células BLM fueron cotransfectadas con los siRNAs y los vectores indicados, y los transfectantes fueron sometidos a ensayos de invasión hacia CXCL12 a través de matrigel. La invasión fue significativamente estimulada (* p<0,05; ** p<0,01). Una parte de las células fue lisada y analizada mediante western‐blot empleando los anticuerpos indicados.
Resultados
95
La direccionalidad y la persistencia de migración se encuentran afectadas en células
BLM silenciadas para RIAM
Para explorar los mecanismos subyacentes al defecto en invasión a través de
geles tridimensionales de matrigel observado en las células silenciadas para RIAM,
decidimos estudiar sus propiedades migratorias en dos dimensiones. En primer lugar,
se efectuaron ensayos de cierre de herida, los cuales constituyen un modelo útil para
el estudio de la migración celular bidimensional, y que han sido empleados para
determinar las capacidades migratorias de líneas celulares de melanoma (Moyano et
al., 2003). Los experimentos mostraron que, mientras las células Mock cerraron la
herida en 24 horas en presencia de CXCL12, la migración de las células D11 fue
deficiente, no pudiendo cerrar la herida en dicho periodo de tiempo (Figura 30A), lo
que sugiere un defecto en la migración de las células silenciadas para la expresión de
RIAM.
A continuación, realizamos ensayos de migración dirigida por un gradiente de
concentración de CXCL12 generado en cámaras de quimiotaxis, tomando imágenes
secuenciales a tiempo real de las células dispuestas en las mismas. El análisis de los
trazados recorridos por dichas células durante la migración (cell tracking), mostró que
las células Mock son capaces de migrar con alto grado de persistencia direccional,
preferentemente hacia la quimioquina. Contrariamente, las células D11 presentaron
una migración deficiente, recorriendo una distancia media Euclídea de
aproximadamente la mitad que la observada para las células Mock (Figura 30B). Esta
observación indicaría la existencia de defectos en la diraccionalidad y en la
persistencia de la migración bidimensional en las células silenciadas para RIAM.
Papel de RIAM en invasión y dinámica de adhesiones focales de células de melanoma
96
F8‐Luc
0h
24h
Mock D11
500 µm
CXCL12
EMD66.16 ± 45.2 mM
EMD150.08 ± 95.2 mM
Mock D11
100
200
300
‐200
‐300
‐100
0
A
B
Figura 30.‐ La persistencia direccional de la migración es deficiente en células de melanoma silenciadas para RIAM: A) Ensayos de wound‐healing realizados sobre matrigel en presencia de CXCL12 (50 ng/ml). Las imágenes mostradas se corresponden con las de un experimento representativo a las 0 y a las 24 horas tras haberse realizado la herida (n=3). B) Los transfectantes fueron sometidos a experimentos de quimiotaxis dirigida por CXCL12 en cámaras tapizadas con matrigel. CXCL12 (150 ng/ml) fue añadido en el reservorio superior de las cámaras, y las células (n=15 por grupo) migraron en el canal central. Se tomaron imágenes secuenciales de la migración (Time‐lapse microscopy), que fueron analizadas trazando las trayectorias en los ejes X e Y, empleando un punto central común de origen. Se muestra el resultado de un experimento representativo (n=3). EMD: Distancia Media Euclídea (Euclidean mean distance).
Resultados
97
Un examen detallado de la formación de protrusiones celulares durante la
migración, realizado tomando imágenes secuenciales de las células, reveló que las
células Mock extienden dinámicamente multitud de pseudópodos, lamelipodios y
filopodios (Figura 31, superior). Por el contrario, en las células D11 pudo observarse la
formación de ondas periódicas de extensión de la lamela, que generan una morfología
redondeada y no polarizada (Figura 31, inferior).
La activación de Vav2, RhoA y MLC está inhibida en células BLM silenciadas para
RIAM
Ha sido descrito que el eje de señalización Vav2‐RhoA está implicado en la
regulación de la motilidad celular y en la invasión de células de melanoma dirigida por
CXCL12 (Bartolome et al., 2006). La deficiencia en la persistencia direccional de la
migración en las células RIAM KD podría tener origen en una polarización celular
Figura 31.‐ Formación de protrusiones de membrana en células RIAM KD: Células transfectadas con paxilina‐dsRed adheridas a fibronectina fueron grabadas durante 6 horas, tomándose imágenes secuenciales de microscopía confocal de las mismas. Se muestran dos células representativas de los grupos Mock y D11, presentándose marcos temporales de 1 hora de duración. * indica zonas de extensión de membrana.
Mock
D11
* * * * *
1 2 3 4 5 6
Tiempo sobre Fibronectina (h)
* * * * * *
* * * * ** * * * **
* * **
*
*
*
*
*
*
*
* * *
* * * * *
* *
*
*
**
** *
* * *
*
Papel de RIAM en invasión y dinámica de adhesiones focales de células de melanoma
98
deficiente, causada a su vez por una falta de contractilidad celular (Amano et al., 1996;
Gomes et al., 2005). Dado que la formación de fibras de estrés y la contractilidad
requieren de la actividad de las cadena ligeras de la miosina (MLC, Myosine light
chains) de la miosina II, dependiente de la actividad de la GTPasa RhoA, decidimos
examinar si la señalización a través de estas moléculas está afectada en las células
deficientes para RIAM.
En primer lugar, analizamos la fosforilación de Vav2, un GEF que activa a
RhoA en células BLM (Bartolome et al., 2006). Los experimentos revelaron que tanto
la fosforilación en tirosina de Vav2 como su unión a RhoA tras la estimulación con
CXCL12, fueron menores en las células D11 que en las células Mock (Figura 32A). Sin
embargo, los niveles de fosforilación de p190‐RhoGAP, un GAP de RhoA, fueron
similares en células Mock y D11 (datos no mostrados). Los resultados sugieren que la
activación de RhoA pudiera estar afectada en las células silenciadas para RIAM, por lo
que analizamos los niveles de activación de esta GTPasa en estas células. Dichos
ensayos indicaron que RhoA es activado por CXCL12 en las células Mock, mientras que
en las células D11 dicha activación es deficiente (Figura 32B).
Ha sido documentado que RhoA es capaz de activar a su efector ROCK, que,
en última instancia, fosforila a MLC (Amano et al., 1996). La miosina II fosforilada es
entonces capaz de ensamblarse en los filamentos de miosina que se asocian con los
filamentos de actina, generándose las fibras de estrés contráctiles necesarias para la
migración. Experimentos de western‐blot dirigidos a estudiar la fosforilación de MLC
indicaron la existencia de niveles menores de fosforilación de esta proteína en células
D11 que en Mock, lo cual correlaciona con el defecto en la activación de RhoA en
células RIAM KD (Figura 32C). Todos estos datos sugieren que la activación del eje de
señalización Vav2‐RhoA‐MLC está alterada en células de melanoma deficientes para
RIAM.
Resultados
99
0 1.5 5 0 1.5 5
Mock D11
CXCL12 (min):
RhoA activo
RhoA total
RhoA unido
CXCL12 (min): 0 1 5 0 1 5
Mock D11
anti‐p‐Tyr
WB
anti‐Vav2
anti‐RhoA
1 3.3 2.1 0.8 0.7 0,8
IP: anti Vav2
Vav2 total
Fosfo‐Vav2
Mock D11
CXCL12 (min): 0 5 15 0 5 15
Fosfo‐MLC
MLC total
β‐Actina
A
B
C
Para determinar si la inhibición en la activación de Vav2‐RhoA observada en
células D11 contribuía a la inhibición de su invasión en respuesta a CXCL12,
transfectamos formas constitutivamente activas tanto de Vav2 como de RhoA (Vav2
CA y RhoA CA, respectivamente), en células Mock y D11, y analizamos los
transfectantes en ensayos de invasión (Figura 33A, derecha).
Figura 32.‐ El silenciamiento de RIAM en células de melanoma causa una activación deficiente del eje de señalización Vav2‐RhoA‐MLC: A) Células Mock y D11 fueron expuestas a CXCL12 (150 ng/ml) durante los tiempos indicados, y lisadas a continuación. Los extractos fueron sometidos a inmunoprecipitación con anticuerpos anti‐Vav2, y a inmunoblotting con los anticuerpos indicados. Los números bajo el western‐blot indican el resultado del análisis densitométrico de los niveles de fosforilación de Vav2, en unidades relativas. B) La actividad de RhoA en respuesta a CXCL12 fue determinada por ensayos de actividad GTPasa. C) Las células fueron estimuladas con CXCL12, y tras lisarlas, los extractos se analizaron mediante western‐blot utilizando los anticuerpos anti‐MLC total y anti‐fosfo‐MLC.
Papel de RIAM en invasión y dinámica de adhesiones focales de células de melanoma
100
Vav2 wt
Vav2 wt
Vav2 CA
Vav2 CA
Mock D11
WBanti‐Vav2
Control
Vav2‐GFPVav2
RhoA
wt
RhoA
wt
0
100
200
300
RhoA
wt
Mock D11
Células Invasivas Medio
CXCL12
RhoA
wt
RhoA
CA
RhoA
CA
**
0
250
500
750
Vav2 wt
Mock D11
Células Invasivas
MedioCXCL12
Vav2 CA
**
Vav2 wt
Vav2 CA
Mock D11
Vav2 wt Vav2 CA Vav2 wt Vav2 CA‐ + ‐ + ‐ + ‐ +CXCL12:
RhoA activo
RhoA total
A
Mock D11
RhoA
CA
RhoA
CARhoA‐GFP
RhoA
B
La sobre‐expresión de Vav2 CA en células D11 rescató la activación de RhoA
en respuesta a la quimioquina en las mismas, como demuestran los experimentos de
actividad GTPasa, conllevando además una recuperación parcial pero significativa del
potencial invasivo de estas células (Figura 33A). Más aún, la sobre‐expresión de la
forma constitutivamente activa de RhoA en las células D11 condujo asimismo a una
recuperación parcial de la invasión, en comparación con las células Mock y D11
transfectadas con la forma RhoA WT (Figura 33B).
Figura 33.‐ La activación deficiente de Vav2‐RhoA está implicada en la inhibición de la invasión de células de melanoma silenciadas para RIAM: A) Células Mock y D11 fueron transfectadas con formas WT o CA de Vav2 fusionadas con GFP, y los transfectantes fueron lisados para analizar la expresión de las formas transfectadas de Vav2 (superior), o para realizar ensayos de actividad GTPasa tras estimular las células con CXCL12. Los transfectantes se testaron en ensayos de invasión (n=2) (** p<0,001). B) Las células Mock y D11 fueron transfectadas con vectores de expresión que codifican para formas WT o constitutivamente activas (CA) de RhoA fusionadas con GFP, y la expresión de estas formas se analizó mediante western‐blot con anticuerpos anti‐RhoA. Los transfectantes fueron sometidos a ensayos de invasión (n=3) (** p<0,01).
Resultados
101
De manera similar, células F8‐Luc en las que se expresó la forma activa de
RhoA (Figura 34, izquierda) mostraron una recuperación parcial de la invasión en
comparación con sus correspondientes controles transfectados con la forma WT de
RhoA (Figura 34). Globalmente, estos resultados indican que el defecto en la invasión
observado en las células de melanoma silenciadas para RIAM implica un defecto en la
activación del eje de señalización Vav2‐RhoA‐MLC.
0
200
400
600
RhoA
wt
Mock‐Luc F8‐Luc
Células invasivas
MedioCXCL12
RhoA
wt
RhoA
CA
RhoA
CA
^^
RhoA‐GFP
RhoA wt
RhoA CA
RhoA CA
RhoA wt
RhoA
Mock‐Luc F8‐Luc
La asociación de talina y β1 se encuentra reducida en células RIAM KD
Dado que los anticuerpos anti‐RIAM no fueron capaces de detectar por
inmunofluorescencia el RIAM endógeno expresado en células BLM, decidimos
sobreexpresar esta proteína utilizando el vector RIAM‐His para estudiar la distribución
celular de RIAM. El análisis mediante microscopía confocal reveló que esta proteína se
localiza difusamente por todo el citoplasma, apareciendo asimismo acúmulos de la
misma en los extremos de las protrusiones celulares (Figura 35A).
Figura 34.‐ El defecto en la invasión de células F8‐Luc es parcialmete recuperado al transfectar RhoA CA: Las células Mock‐Luc y F8‐Luc fueron transfectadas con vectores de expresión que codifican para RhoA WT o RhoA CA. La expresión de estas formas se analizó mediante western‐blot con anticuerpos anti‐RhoA (izquierda). Los transfectantes fueron sometidos a ensayos de invasión estimulada por CXCL12 (n=3) (derecha), (^^ p<0,01).
Papel de RIAM en invasión y dinámica de adhesiones focales de células de melanoma
102
IP: Anti‐HisCtrlmAb
Anti‐talina
Anti‐His
WB
LisadoTotal
Mock
MockRIA
M‐His
RIAM‐His
Talina
RIAM‐His
B
A Anti‐RIAM Anti‐His Superposición
**
* *
10 μm
Se ha descrito previamente que un fragmento N‐terminal de RIAM
interacciona directamente con talina (Lee et al., 2009), por lo que estudiamos en
primer lugar si RIAM y talina podían asociarse en células BLM que expresaban RIAM‐
His. Ensayos de co‐inmunoprecipitación revelaron que dichas proteínas eran capaces
de asociarse en estas células (Figura 35B). Dado que el dominio rod de talina
interacciona con la región citoplásmica de la subunidad β de las integrinas, lo cual es
un evento fundamental en el proceso de activación de estas últimas (Tadokoro et al.,
2003), analizamos si el silenciamiento de RIAM en las células BLM pudiera haber
afectado a esta asociación. Para ello llevamos a cabo experimentos de co‐
inmunoprecipitación de talina y β1, empleando lisados de células Mock y D11, así
como de células que sobreexpresan RIAM. Estos ensayos mostraron una reducción de
la asociación talina‐β1 en las células D11 en relación con las células Mock, mientras
Figura 35.‐ Distribución de RIAM en células BLM, y su asociación con talina: Las células BLM fueron transfectadas con el vector pcDNA4‐MaxC‐RIAM‐His (RIAM‐His), y tras su adhesión a fibronectina, los transfectantes fueron analizados mediante microscopía confocal con anticuerpos anti‐RIAM y anti‐His (A), o fueron lisados para realizar experimentos de co‐inmunoprecipitación con anticuerpos anti‐His. El western‐blot fue realizado con los anticuerpos indicados (B).
Resultados
103
que en los experimentos realizados con los transfectantes que sobreexpresan RIAM‐
His, se detectaron niveles mayores de asociación respecto de los observados en las
células control (Figura 36A). Estos resultados indican que RIAM regula la asociación de
talina con β1.
Notablemente, el defecto en la asociación talina‐β1 en las células D11 fue
recuperado al sobreexpresar RIAM‐His en dichas células (Figura 36B).
1 0.33
Mock
D11
Talina
β11 2.8
Control
RIAM
‐His
IP: Ctrl anti‐β1 Ctrl anti‐ β1
LisadoTotal
A BMo
ckMo
ck/Control
Mock/RIAM
‐His
D11/RIA
M‐His
D11/Control
IP: Ctrl anti‐β1
Talina
β1
Talina
Mock
Control
Las células deficientes para RIAM tienen alterada la adhesión mediada por
integrinas β1
Dado el defecto observado en la interacción talina‐β1 en células RIAM KD, y
debido a la relevancia de la misma en la activación de las integrinas (Tadokoro et al.,
2003; Moes et al., 2007), analizamos la activación de β1 y la capacidad de adhesión de
estas células a diferentes sustratos dependiente de esta integrina. En primer lugar,
realizamos experimentos de citometría para investigar el estado de activación de β1
cuando se silencia la expresión de RIAM o, por el contrario, cuando ésta se
sobreexpresa, empleando el anticuerpo 15/7, el cual reconoce específicamente la
Figura 36.‐ RIAM regula la asociación talina‐β1: A) Lisados de los transfectantes Mock, D11, Control y RIAM‐His fueron sometidos a inmumoprecipitación con el anticuerpo anti‐β1 Lia1/2.1. El inmunoblotting subsiguiente fue realizado con anticuerpos anti‐talina y anti‐β1. Se muestra la densitometría correspondiente a estos geles. B) Células Mock y D11 fueron transfectadas con un vector vacío o con la construcción RIAM‐His, y se lisaron para la realización de los ensayos de inmunoprecipitación con el anticuerpo Lia1/2.1. Una parte de los lisados se sometió a western‐blot para comprobar los niveles de expresión de talina.
Papel de RIAM en invasión y dinámica de adhesiones focales de células de melanoma
104
conformación activa de esta integrina (Yednock et al., 1995). La activación de β1 en las
células D11 resultó estar moderadamente disminuída, en comparación con las células
Mock (Figura 37A). Experimentos realizados tras la exposición de estas células a Mn++,
un control positivo para la regulación de la afinidad de la integrina, mostraron una
capacidad de unión del anticuerpo similar en células Mock y D11 (Figura 37A).
Contrariamente, las células que sobreexpresan la proteína RIAM‐His unieron
cantidades mayores de 15/7 respecto de las células control (Figura 37B).
Conjuntamente con los resultados mostrados en los experimentos de asociación
talina‐β1 (Figura 36), estos datos sugieren que RIAM contribuye a la activación de la
integrina β1.
Control mAb
101100 102 103
MockD11
104‐Mn2+
RIAM‐His(10.9)
Control(6.9)
Intensidad de Fluorescencia0
15/7 mAb
+ Mn2+
RIAM‐His(26.8)Control
(29.6)
100 101 102 103
Intensidad de Fluorescencia
CXCL12 (30 sec)
(59.6)(31.8)MockD11
Mn++
D11(143.2)(140.7)
100 101 102
Mock
15/7 mAb
(31.0)D11
(41.4)Mock
CXCL12 (60 sec)
103 104
A B
Figura 37.‐ Activación de la integrina β1 en células BLM silenciadas para RIAM, o que sobreexpresan esta proteína: A) Células Mock y D11 fueron incubadas con CXCL12 (200 ng/ml) o MnCl2 (1 mM), y a continuación analizadas por citometría de flujo empleando el anticuerpo anti‐β1 15/7 o el anticuerpo control P3X63, seguido de detección con un anticuerpo secundario acoplado a rodamina. Los números muestran la intensidad media de fluorescencia (n=3). B) Los transfectantes fueron anlizados por citometría de flujo con el anticuerpo anti‐ β1 15/7, en presencia o ausencia de MnCl2 (n=2).
Resultados
105
Con el fin de investigar la capacidad de adhesión de las células establemente
silenciadas para RIAM, decidimos realizar experimentos de adhesión estática a
distintos sustratos. La adhesión de las células D11 tanto a fibronectina como a
colágeno tipo I resultó estar significativamente reducida respecto de lo observado en
células Mock (Figura 38A, y 38B, izquierda, respectivamente). De modo similar, las
células BLM transfectadas transitoriamente con siRNA para RIAM mostraron una
disminución de su adhesión a colágeno tipo I, en comparación con los transfectantes
siRNA control (Figura 38B, derecha).
MockRIAM‐His
Δ
200
400
600
mAbControl
Anti‐β1
Adhesión a Colágeno I
A
B
Células ad
herida
s/mm
2
MockD11
Anti‐β1mAbControl
**
Células ad
herida
s/mm
2
200
400
Adhesión a Fibronectina
BSA BSA
150
300
1 2 2
Col I (μg/ml)
MockD11
**
0
Células ad
herida
s/mm
2
mAbControl
Anti‐β1
***
***
*
0
100
200
300
Col I (μg/ml)
1 2
siRNAControlRIAM
Células ad
herida
s/mm
2
BSA
Figura 38.‐ Caracterización de la adhesión celular en los transfectantes de RIAM: Los transfectantes silenciados para RIAM y sus controles fueron testados en ensayos de adhesión a fibronectina (A) o colágeno tipo I (10 minutos 37 ºC) (B), en presencia del anticuerpo control anti‐ β1 Lia1/2.1. La adhesión fue significativamente inhibida (** p<0,01; *** p<0,001) o estimulada (^ p<0,05).
Papel de RIAM en invasión y dinámica de adhesiones focales de células de melanoma
106
Cuando los ensayos fueron efectuados empleando células que sobreexpresan
RIAM‐His, se observó que éstas se adherían más firmemente a fibronectina que las
células control (Figura 38A, derecha). Todos estos datos indican que RIAM regula la
adhesión celular dependiente de las integrinas β1, y sugieren que la reducción en los
niveles de activación de estas integrinas en las células silenciadas para RIAM pudiera
representar un mecanismo implicado en su menor capacidad de adhesión a sustratos
de las integrinas β1.
Las células de melanoma silenciadas para RIAM tienen una activación deficiente de
las vías de señalización Ras‐Erk1/2 y PI3‐K/Akt
La adhesión celular dependiente de integrinas β1 desencadena una
señalización intracelular, denominada outside‐in (Giancotti y Ruoslahti, 1999;
Schwartz y Assoian, 2001), que conduce a la activación de las vías Ras/Raf/MEK/
Erk1/2 y PI3‐K/Akt, las cuales regulan la proliferación y la supervivencia celular. Dado
que las células BLM silenciadas para RIAM tienen disminuida su adhesión celular
mediada por estas integrinas, investigamos si la fosforilación basal de Erk1/2 y de Akt
se hallaba alterada en las células RIAM KD. Los resultados indicaron que la activación
de estas quinasas era menor en las células D11 en comparación con las células Mock
(Figura 39A, izquierda).
A continuación, investigamos los efectos de la adhesión celular sobre la
activación de Erk1/2 y Akt. Los resultados mostraron un defecto en la activación,
tanto de Erk1/2 y de Akt, en respuesta a la adhesión a fibronectina y a colágeno en las
células D11 frente a células control (Figura 39A, centro y derecha). De modo similar,
tras la adhesión a colágeno tipo I, la fosforilación de Erk1/2 y de Akt resultó estar
disminuida en las células silenciadas transitoriamente para RIAM, en comparación con
las células transfectadas con siRNA control (Figura 39B).
Resultados
107
Erk1/2 total
Control
RIAMsiRNA:
Fosfo‐Akt
Fosfo‐Erk1/2
Erk1/2 total
Akt total
Vinculina
B
Fosfo‐Akt
Fosfo‐Erk1/2
Akt total
A
Mock
D11
CondiciónBasal
Erk1/2 total
Fosfo‐Erk1/2
Control
RIAM
‐His
Control
RIAM
‐His
C
4 8 24 4 8 24
Mock D11
Adhesión a FN (h)2 4 6 2 4 6
D11Mock
Adhesión a Col I (h)
Mock D11
Col I (6h)
Para analizar si la reducción en la activación de Erk1/2 en las células
silenciadas establemente para RIAM podía ser revertida al re‐expresar RIAM,
transfectamos estas células con el vector RIAM‐His, y determinamos la activación de
esta quinasa. Los resultados indicaron que la sobre‐expresión de RIAM‐His en las
células D11 se tradujo en una recuperación de la activación de Erk1/2 a niveles
similares a los de las células Mock (Figura 39C). Además, las células Mock que
Figura 39.‐ Análisis de la fosforilación de Erk1/2 y de Akt en células RIAM KD. (A y B) Los transfectantes, procedentes directamente del cultivo (Condición Basal), o adheridos a fibronectina o a colágeno tipo I durante los tiempos indicados, y tras la obtención de lisados de los mismos, los extractos fueron sometidos a western‐blot con anticuerpos contra Erk1/2, fosfo‐Erk1/2, Akt y fosfo‐Akt. C) Células Mock y D11 fueron transfectadas con vectores control o RIAM‐His, y seguidamente analizadas mediante western‐blot con anticuerpos frente a Erk1/2 y fosfo‐Erk1/2.
Papel de RIAM en invasión y dinámica de adhesiones focales de células de melanoma
108
sobreexpresan RIAM presentaron niveles de fosforilación basal de la MAP quinasa
mayores que los de su control.
Estudiamos asimismo si la activación de la GTPasa H‐Ras, una proteína
implicada en los eventos iniciales de la activación de Erk1/2, estaba alterada en las
células interferidas para la expresión de RIAM. Experimentos de actividad GTPasa
indicaron que las células D11 presentan un menor grado de activación de H‐Ras en
comparación con lo observado en células Mock, tanto basalmente como tras la
estimulación con CXCL12 (Figura 40), lo que correlaciona con el defecto en la
activación de Erk1/2 ya descrito.
Considerados globalmente, los resultados indican que el silenciamiento de
RIAM en células de melanoma afecta a la activación de moléculas que participan en la
señalización outside‐in dependiente de las integrinas β1, y que regulan la proliferación
celular y la supervivencia, entre las que se encuentran Erk1/2 y de PI3‐K.
Mock
D11
Mock
D11
Mock
D11
H‐Ras Activo
H‐Ras Total
0 1 5 CXCL12 (min)
Trabajos previos destacan la relación funcional (cross‐talk) entre las integrinas
y los receptores de factores de crecimiento como EGF (Epidermal Growth Factor)
(Schwartz, 1997; Giancotti y Ruoslahti, 1999; Schwartz, 2001; Schwartz y Assoian,
2001; Cabodi et al., 2004). Así, las integrinas cooperan con estos receptores para
incrementar o mantener la activación de las rutas de señalización, como es el caso de
las vías MEK/Erk1/2 y PI3‐K/Akt. Dado que las células silenciadas para RIAM presentan
una disminución de la capacidad de adhesión asociada a un defecto en la activación
de Erk1/2 y de Akt, investigamos si dicho defecto podía ser rescatado por la
estimulación con EGF. Para ello, células Mock y D11 en placas de cultivo se
mantuvieron durante 8 horas en medio sin suero, y a continuación fueron incubadas
en presencia o ausencia de EGF. Los resultados mostraron que el defecto inicial en la
Figura 40.‐ El silenciamiento de RIAM causa una inhibición de la actividad de H‐Ras. Células Mock y D11 fueron incubadas en presencia o ausencia de CXCL12 y lisadas a continuación. Posteriormente, se realizó un ensayo GTPasa con los mismos, empleando anticuerpos anti‐H‐Ras.
Resultados
109
activación de Erk1/2 y de Akt en las células D11 se tradujo en un retraso en la
activación de estas quinasas en respuesta a EGF, aunque posteriormente dicha
activación fue parcialmente recuperada (Figura 41).
Fosfo‐Akt
Fosfo‐Erk1/2
Erk1/2 total
Akt total
Vinculina
0 30” 1´ 5´ 0 30” 1´ 5´
EGF 100ng/mlMock D11
Crecimiento y propiedades metastáticas de las células de melanoma silenciadas
para RIAM
Dada la relevancia de RIAM en los procesos de adhesión, de migración y de
invasión de células de melanoma in vitro, investigamos su papel en el crecimiento
tumoral y en la metástasis in vivo. Ratones de la cepa Balb/c SCID fueron inoculados
con los transfectantes Mock, D11 y F7 por vía subcutánea para analizar el desarrollo
tumoral. En el periodo de tiempo comprendido entre los días 25 y 75 tras la
inoculación con células Mock, todos los animales (n=13) desarrollaron tumores de 1,5
a 2 cm3, mientras que sólo 3 de un total de 10 inoculados con células D11 y 1 de 10
inoculados con células F7, presentaron tumores de ese tamaño. La proporción de
animales que no desarrolló ningún tumor a día 125 post‐inoculación fue del 60% y del
90% de los inoculados con células D11 y F7, respectivamente (Figura 42).
Figura 41.‐ Estudio de la fosforilación de Erk1/2 y de Akt en células RIAM KD en respuesta a EGF. Células Mock y D11 fueron estimuladas con el factor EGF (100 ng/ml) durante los tiempos indicados. Los lisados obtenidos fueron resueltos por western‐blot, empleándose anticuerpos frente a las formas fosforiladas de Erk1/2 y de Akt, como se indica.
Papel de RIAM en invasión y dinámica de adhesiones focales de células de melanoma
110
Mock (n=13)D11 (n=10)F7 (n=10)
Inoculación subcutánea
0
20
40
60
Ratone
s con tumores (%
)
25 50 75 100 125Días post‐inoculación
0
20
40
60
80
100
Ratones sin tumores (%
)
125
Para el estudio de la formación de metástasis, los animales fueron inoculados
por vía intravenosa a través de la vena de la cola. Tres semanas tras la inoculación con
células Mock, los ratones desarrollaron síntomas de estrés respiratorio asociados a la
aparición de metástasis pulmonares, presentando una supervivencia media de 32 días.
Al cabo de 6 semanas tras la inoculación, no quedó ningún superviviente de esta serie
de ratones (Figura 43A). Por el contrario, el periodo libre de enfermedad de los
retones inoculados con células D11 y F7 fue de 5,5 y 8 semanas, respectivamente, y su
vida media de aproximadamente 50 y de 65 días. Los análisis tras el sacrificio de los
animales revelaron la existencia de metástasis pulmonares masivas y multinodulares,
independientemente de si habían sido inoculados con células Mock, D11 o F7. Estos
resultados indican un incremento significativo de la supervivencia de los ratones
inyectados con células silenciadas para RIAM respecto de los inoculados con células
Mock.
Figura 42.‐ Crecimiento tumoral de las células Mock y RIAM KD en ratones SCID: Los ratones Balb/c SCID fueron inoculados subcutáneamente con células Mock, D11 y F7. Se evaluó diariamente el desarrollo tumoral en la pared lateral de la caja torácica, hasta que alcanzó un tamaño de alrededor de 2cm3. Los datos muestran la correlación entre días post‐inoculación y el porcentaje de ratones que desarrollaron tumores de dicho tamaño (izquierda), o aquéllos que a día 125 no desarrollaron tumor (derecha).
Resultados
111
El análisis de las células de melanoma obtenidas de cultivos de las metástasis
pulmonares determinó que éstas eran GFP positivas, confirmándose así que las
células responsables de la metástasis eran aquéllas que habían sido inoculadas. Las
mismas células fueron sometidas a ensayos de invasión hacia CXCL12, los cuales
mostraron que los transfectantes recuperados tenían niveles de invasión similares a
los de los transfectantes originales, indicando que estas células habían mantenido sus
propiedades invasivas durante la diseminación tumoral (Figura 43B y C). Todos estos
datos indican que RIAM controla el crecimiento de células de melanoma in vivo, y que
contribuye a la metástasis de estas células a los pulmones.
Figura 43.‐ El silenciamiento de RIAM en células de melanoma causa un retraso en la formación de metástasis: A) Curvas de supervivencia de ratones Blab/c SCID inoculados con los transfectantes indicados. La supervivencia de los ratones inoculados con células RIAM KD fue significativamente mayor que la de los inoculados con células Mock (*** p<0,001). B) La expresión de GFP de las células tumorales recuperadas de los pulmones fue analizada por citometría de flujo. C) Las células recuperadas de metástasis pulmonares y posteriormente cultivadas fueron sometidas a ensayos de invasión (n=2).
Inoculación intravenosa
0
20
40
60
80
100
120
0 20 40 60 80 100Días
Supe
rviven
cia (%
)
Mock (n=14)D11 (n=12)F7 (n=8)
***
***
MedioCXCL12
0
500
1000
1500
2000Cé
lulas Invasivas
Mock D11Intensidad de Fluorescencia (GFP)
1030 100 101 102
BLM Mock
1030 100 101 102
F7
1030 100 101 102
D11
1030 100 101 102
A
B C
Papel de RIAM en invasión y dinámica de adhesiones focales de células de melanoma
112
Las células de melanoma silenciadas para RIAM tienen inhibida su capacidad de
proliferación in vitro
Dado que las células silenciadas para RIAM que habían sido inoculadas
subcutáneamente presentaban una inhibición de su crecimiento in vivo, investigamos
su capacidad de proliferación independiente de anclaje, realizándose ensayos de
proliferación en soft‐agar (Figura 44A). Los resultados revelaron una capacidad
prácticamente nula de formación de colonias en las células D11 y F7 en este medio,
en comparación con las células Mock. A continuación se realizaron ensayos de MTT,
medida indirecta de proliferación que está íntimamente relacionada con el
metabolismo mitocondrial (Heo et al., 1990). Los experimentos llevados a cabo con
células Mock, D11 y F7 revelaron una disminución significativa en la tasa de actividad
mitocondrial, y por tanto en la proliferación, en las células silenciadas para RIAM
respecto de las células Mock (Figura 44B, izquierda). Por el contrario, cuando se
valoró en estos ensayos la tasa de proliferación de células BLM que sobreexpresan
RIAM‐His, se observó un aumento con respecto a las células control.
Asimismo, se realizaron curvas de crecimiento de los transfectantes Mock,
D11 y F7, las cuales mostraron una mayor proliferación de las células Mock que de las
células silenciadas para RIAM, incrementándose las diferencias con el tiempo, como
se observa en la gráfica de la Figura 44C. Globalmente, estos datos sugieren que el
defecto en el crecimiento tumoral in vivo de las células silenciadas para RIAM está
basado en su deficiente capacidad proliferativa, lo cual pudiera estar basado en la
inhibición de la activación de la MAP‐quinasa Erk1/2 y de Akt.
Resultados
113
0
40
80
120
0 2 3Núm
ero de
células (x10
3 )
MockD11
Días en cultivo41
Ensayo de proliferación
0
0,2
0,4
0,6
Mock D1
1 F7
Unida
des de
absorba
ncia
**
ΔΔΔ
0
0,2
0,4
0,6
0,8
RIAM‐HisCo
ntrol
Ensayos MTT
Mock F7D11
Núm
ero de
colon
ias
Soft‐agar
B C
A
1
0
800
1600
Mock D11 F7
Las células en las que se ha silenciado la expresión de RIAM son más propensas a la
apoptosis tanto en ambientes bidimensionales como tridimensionales
Dado que las células RIAM KD muestran una capacidad proliferativa menor
que las células control, tanto in vivo como in vitro, estudiamos si las mismas eran
también más proclives a la apoptosis. Para ello se realizaron, en primer lugar, curvas
de supervivencia celular tras tratar a las células Mock y RIAM KD con distintas dosis de
compuestos con efectos citotóxicos como el cisplatino, un agente alquilante del DNA
empleado en el tratamiento de tumores sólidos (Go y Adjei, 1999). Estos
Figura 44.‐ Análisis de la proliferación celular en células RIAM KD. A) Se muestran campos representativos del ensayo de formación de colonias en soft‐agar, tras 28 días de incubación (izquierda). Se muestra la media del recuento de aquellas colonias mayores de de 50 μm (derecha) (n=3, duplicados). B) Los transfectantes Mock, D11 y F7, y transfectantes control o sobreexpresando RIAM‐His fueron analizados en ensayos de MTT (n=3) para evaluar su capacidad proliferativa. La proliferación fue significativamente inhibida (* p<0,05), o aumentada (^^^p<0,001). C) Para determinar la capacidad de crecimiento de las células Mock y D11, las mismas concentraciones de éstas fueron sembradas y cultivadas durante los tiempos indicados, realizándose un recuento a cada tiempo (n=2).
Papel de RIAM en invasión y dinámica de adhesiones focales de células de melanoma
114 experimentos mostraron que la tasa de supervivencia de las células D11 y F7 fue
Figura 45.‐ Estudio de la susceptibilidad a la apoptosis en células RIAM KD. A) Tras un tratamiento de los transfectantes con diferentes dosis de cis‐platino (0‐100 μM) (superior), se evaluó el porcentaje de células supervivientes empleando métodos colorimétricos, o se obtuvieron lisados, los cuales fueron analizados por western‐blot, utilizando los anticuerpos anti PARP‐1 (CF, cleaved fragment) y anti‐pro‐caspasa‐3. B) Células Mock, D11 y F7 fueron tratadas con H2O2 (5 μm), empleándose métodos colorimétricos para determinar el porcentaje de células viables. C) Valoración por western‐blot de la fosforilación de la MAP‐quinasa p38 en respuesta a cisplatino (50 μM), empleando extractos de células Mock y D11 obtenidos tras los tiempos indicados de tratamiento. Se emplearon anticuerpos frente a las formas total y fosforilada de dicha MAP‐quinasa.
0
40
80
100 50 25 12,5 6,25 0
Cisplatino (μM)
Supe
rviven
cia celular (%
)
MockD11F7
20
60
100
*
0
20
40
60
80
100
Mock D11 F7Supe
rviven
cia celular (%
)
H2O2
β‐Actina
Cisplatino (μM): 0 50 75 0 50 75
Mock D11
Pro‐Caspasa 3
PARP‐1
CF
Cisplatino (h): 0 8 24 0 8 24
Mock D11
Fosfo‐p38
p38 total
A B
C
Resultados
115
experimentos mostraron que la tasa de supervivencia de las células D11 y F7 fue
significativamente menor que en células Mock, para las mismas concentraciones de
cisplatino (Figura 45A, superior). Esta observación correlacionó con una reducción de
los niveles de pro‐caspasa3 y con un aumento del procesamiento de PARP‐1, sustrato
último de la cascada de las caspasas (Figura 45A, inferior). Asimismo, cuando las
células fueron sometidas a dosis subletales de H2O2, se observó una supervivencia de
las células D11 y F7 significativamente menor que la de células Mock (Figura 45B).
La activación de las MAP‐quinasas p38 juega un papel clave en el control de la
proliferación y la supervivencia celular (Wagner y Nebreda, 2009). Las proteínas p38
son activadas principalmente por citoquinas proinflamatorias y por estrés osmótico,
térmico u oxidativo, así como por el daño al ADN. p38 está implicada en la regulación
de la apoptosis, la respuesta inmune, la proliferación, la diferenciación y la
supervivencia celular (Zechner et al., 1997; Vanden Berghe et al., 1998; Zechner et al.,
1998; Ono y Han, 2000). Para estudiar la posible alteración de la activación de esta
MAP‐quinasa en células RIAM KD, investigamos su nivel de fosforilación cuando los
transfectantes eran incubados en presencia de cisplatino. Los resultados indicaron un
aumento de la fosforilación de p38 en células D11 en relación a las células Mock
(Figura 45C).
Dado que las células de melanoma invaden a través del tejido conectivo de la
dermis, rico en colágeno tipo I, estudiamos la posibilidad de que las células
silenciadas para RIAM pudieran sufrir apoptosis en estos entornos. Para ello,
evaluamos la integridad nuclear de las células Mock y D11 embebidas en matrices de
colágeno tipo I, obteniendo imágenes de las mismas mediante microscopía confocal,
tras teñir los núcleos con el colorante DAPI. Como puede apreciarse en la Figura 46A,
cerca del 75% de los núcleos de las células D11 se presentan saturados, y en función
del grado de progresión de la apoptosis, compactados o fragmentados, en
comparación con los de las células Mock, que muestran una apariencia normal, no
saturada, en el 85% de los casos. Además, el marcaje de estas muestras con
anticuerpos anti‐caspasa 3 fragmentada mostró claramente la existencia de procesos
apoptóticos por vía mitocondrial en las células D11 que no se aprecian en las células
control (Figura 46B). Estos resultados, considerados globalmente, sugieren que las
Papel de RIAM en invasión y dinámica de adhesiones focales de células de melanoma
116
células defectivas para la expresión de RIAM sufren apoptosis en ambientes
tridimensionales, posiblemente debido a una falta de señalización outside‐in como
consecuencia de adhesión celular deficiente mediada por integrinas β1.
Colágeno
I 3D Mock
D11
DAPI GFPA
B
Integridad nuclear, 72 hr
0
20
40
60
80
100
Mock D11
% del total de nú
cleo
s
Núcleosnormales
Núcleosrotos/compactos
DAPI Caspasa‐3
Mock
D11Co
lágeno
I 3D
Figura 46.‐ Las células RIAM KD sufren apoptosis en entornos tridimensionales: Células Mock y D11 cultivadas durante 72 horas en geles de colágeno I fueron teñidas con DAPI (A), para evaluar la integridad nuclear en base a las imágenes de confocal obtenidas (se presenta la cuantificación porcentual), o con anticuerpos anti‐caspasa3 fragmentada (B), para evaluar la apoptosis (derecha) (se muestra un campo representativo en cada caso).
Resultados
117
Papel de RIAM en invasión y dinámica de adhesiones focales de células de melanoma
118
II. REGULACIÓN DE LA DINÁMICA DE LAS ADHESIONES FOCALES POR RIAM.
MECANISMOS BIOQUÍMICOS IMPLICADOS.
Las células de melanoma silenciadas para la expresión de RIAM muestran
alteraciones en el número y distribución de las adhesiones focales
Tal y como hemos mostrado, el silenciamiento de RIAM en células de
melanoma causa alteraciones en la adhesión y la migración celular, lo que se traduce
en en una invasión celular deficiente. Las adhesiones focales, de las que las integrinas
y talina son elementos constituyentes, conforman los puntos de anclaje de la célula a
la matriz extracelular, siendo un vínculo entre dicha matriz y el citoesqueleto de
actina (Webb et al., 2002; Parsons et al., 2010). La migración celular requiere una
renovación dinámica de las adhesiones focales para que pueda producirse el
movimiento polarizado de las células (Horwitz y Parsons, 1999). Dado que RIAM se
asocia con talina y colocaliza con otras proteínas de las adhesiones focales, nos
planteamos la hipótesis de que el silenciamiento de RIAM pudiera afectar a la
dinámica de estas adhesiones. Para estudiar dicha hipótesis, las células establemente
silenciadas para la expresión de RIAM (D11 y F8‐Luc), así como células BLM
transitoriamente interferidas para la expresión de esta proteína con siRNAs, fueron
adheridas a fibronectina y sus adhesiones focales analizadas mediante microscopía
confocal utilizando anticuerpos frente a paxilina, una proteína fundamental en la
formación de estos complejos. Estos análisis mostraron que, mientras que las células
Mock presentaban una distribución fundamentalmente periférica de los complejos de
las adhesiones que contienen paxilina, las células deplecionadas para RIAM mostraron
una importante acumulación de dichas adhesiones focales en la parte central de la
superficie celular (Figura 47A, B y C).
Un abordaje cuantitativo e integrativo, empleando el programa informático
PMA, permitió diseccionar la información contenida en las imágenes de microscopía
confocal, indicando que las células D11 tenían un mayor número de adhesiones y una
proporción mayor de área celular cubierta por adhesiones que lo observado en
células Mock (Figura 48A).
Resultados
119
Figura 47.‐ Las células BLM silenciadas para RIAM presentan alteraciones en la localización de las adhesiones focales: Células Mock y D11 (A), Mock‐Luc y F8‐Luc (B) y BLM transfectadas con siRNA control o con los siRNAs indicados para RIAM (C) fueron analizadas mediante microscopía confocal empleando anticuerpos anti‐paxilina (rojo). Los núcleos fueron teñidos utilizando DAPI (azul). Las barras indican la escala de tamaño (20 μm).
A
D11
Mock
na
B
C
Mock‐Luc F8‐LucPaxilina
siControl siRIAM#3siRIAM#2
Paxilina
Papel de RIAM en invasión y dinámica de adhesiones focales de células de melanoma
120
Más aún, como confirmaron los correspondientes análisis cuantitativos, las células
silenciadas para RIAM presentaban un mayor número de adhesiones focales
localizadas más distantemente respecto de la periferia celular que lo observado en
células Mock (Figura 48B). El silenciamiento de RIAM no sólo alteró la distribución de
paxilina en la superficie de las células BLM, sino que también condujo a un
enriquecimiento en el número de adhesiones que contenían la integrina β1 presentes
en la parte central de la superficie celular, en comparación con las células Mock, como
revelaron los experimentos de inmunofluorescencia de la Figura 49A y su
correspondiente cuantificación (Figura 49B).
p<0.001
% de área
celularcubierta
porad
hesion
es
Mock D11
p<0.05
Núm
erode
adh
esione
s/célula
Mock D11
4 5 6 7 8 9 10
MockD11
Distancia media a la periferia celular (μm)
Núm
erode
adh
esione
s/Cé
lula
50
100
150
200
7,7
6,4
p<0.001
A B
50
100
150
200
Figura 48.‐ Análisis cuantitativos muestran alteraciones en el número y en la distribución de las adhesiones focales de las células BLM silenciadas para RIAM: Análisis cuantitativos e integrativos realizados con el programa informático PMA determinaron los los parámetros Número de adhesiones por célula y Porcentaje del área celular cubierta por adhesiones focales (A), y Distancia media a la que dichas adhesiones se encuentran localizadas respecto de la periferia celular (B), a partir de imágenes de microscopía confocal de células Mock y D11 (n>16). Las diferencias halladas fueron significativas.
Resultados
121
Mock
D11
Distancia media a la periferia celular (μm)
Núm
erode
adh
esione
s/Célula
p<0.01
150
300
100
200
250
50
4 5 6 7 8 9 10 11 12
MockD11
7,7
9,4
150
300
100
200
250
50
A B
Para comprobar que estas alteraciones eran específicamente debidas al
silenciamiento de RIAM, recuperamos la expresión de RIAM en células D11 tras la
transfección de vectores RIAM‐His, lo cual condujo al rescate del patrón de
distribución preferentemente periférico de las adhesiones focales observado en
células Mock (Figura 50).
Con el fin de iniciar el estudio de la dinámica de las adhesiones focales en los
transfectantes Mock, D11 y F8‐Luc, se obtuvieron imágenes secuenciales (Time‐lapse
microscopy) de las células tras la transfección de la proteína fluorescente de fusión
paxilina‐DsRed2, la cual se incorpora in vivo a las adhesiones focales. La paxilina‐
DsRed2 se localizaba principalmente en la periferia de las células Mock, mientras que
estaba presente tanto en la periferia como en áreas centrales de las células D11 y F8‐
Figura 49.‐ La distribución de las adhesiones focales que contienen la integrina β1 está alterada en células de melanoma deficientes para RIAM: A) Células Mock y D11 adheridas fibronectina fueron analizadas mediante microscopía confocal empleando anticuerpos anti‐β1. B) Las imágenes fueron procesadas con el software PMA para determinar cuantitativamente la distancia media a la que las adhesiones focales se encuentran respecto al la periferia celular en los mismos transfectentes. Las diferencias halladas fueron significativas.
Papel de RIAM en invasión y dinámica de adhesiones focales de células de melanoma
122
Luc. Un exámen más detallado de estas adhesiones reveló que éstas eran mayores y
más estables en las células deficientes para RIAM que en las células Mock (Figura 51).
Mock+RIAM‐His
D11+RIAM‐His
Mock+Control
D11+Control
Paxilina
0
20
40
60
80
100
Células con feno
tipo
Mock (%
)
n=20
Control
RIAM
‐His
Control
RIAM
‐His
Mock D11
0 min 10 min 15 min 20 min 25 min 30 min 35 min
Mock
F8 ‐Luc
D11
*** *
** *
** *
** *
***
**
*
**
Figura 50.‐ La re‐expresión de RIAM en células silenciadas para esta proteína recupera el patrón normal de distribución periférica de las adhesiones focales: Células Mock y D11 transfectadas con un vector vacío (control) o con el vector que codifica para RIAM‐His fueron adheridas a fibronectina y analizadas mediante microscopía confocal, empleando anticuerpos anti‐paxilina (rojo, izquierda). El fenotipo de las células fue evaluado (derecha), determinándose el porcentaje de células que presentan una distribución preferentemente periférica de las adhesiones. La barra (20 μm) indica la escala.
Figura 51.‐ El silenciamiento de RIAM en células BLM causa un incremento de la estabilidad de las adhesiones focales: Células Mock, D11 y F8‐Luc fueron transfectadas con el vector paxilina‐DsRed2, y la dinámica de las adhesiones contenidas en las regiones seleccionadas fue analizada a los tiempos indicados.
Resultados
123
Para investigar si las alteraciones observadas en la distribución y el número
de adhesiones tras el silenciamiento de RIAM en células BLM se daban asimismo en
otras líneas celulares de melanoma, decidimos transfectar células de la línea MV3,
positivas para la expresión de RIAM, con un siRNA para esta proteína. Los
transfectantes fueron empleados en experimentos de inmunofluorescencia,
analizándose la localización de paxilina. Estos ensayos revelaron que las células MV3
control muestran una distribución periférica de las adhesiones focales que contienen
paxilina, mientras que aquellas transfectadas con el siRNA para RIAM presentan un
incremento en el número de adhesiones localizadas en la parte central de la superficie
celular, de manera similar a lo observado en células BLM (Figura 52). Adicionalmente,
la depleción de RIAM en células de melanoma MV3 conlleva la adquisición de una
morfología más redondeada, con acumulación de actina cortical en la periferia celular.
Este fenotipo es especialmente evidente en estas células MV3, ya que
morfológicamente presentan un fenotipo más mesenquimal que el observado en las
células BLM (Figura 52).
Control
RIAM
siRNAF‐actinaPaxilina
Figura 52.‐ El silenciamiento de RIAM en células MV3 altera el patrón de distribución de las adhesiones focales: Células MV3 fueron transfectadas con siRNA control o siRNA para RIAM, y sometidas a análisis por microscopía confocal empleando anticuerpos anti‐paxilina (rojo). Se muestra la tinción de actina con faloidina (verde).
Papel de RIAM en invasión y dinámica de adhesiones focales de células de melanoma
124
Estos datos indican que el silenciamiento de RIAM afecta al patrón de
distribución y a la dinámica de las adhesiones focales, sugiriendo la posibilidad de que
el recambio de las mismas pudiera estar afectado en las células deficientes para la
expresión de RIAM.
Las células de melanoma silenciadas para RIAM tienen un desensamblaje deficiente
de las adhesiones focales
Tras su ensamblaje y maduración, las adhesiones focales necesitan
desensamblarse para permitir la migración celular (Webb et al., 2002; Ridley et al.,
2003; Parsons et al., 2010). Una posible explicación para la acumulación de las
adhesiones focales en áreas predominantemente centrales de la superficie de células
silenciadas para RIAM, tal y como se ha mostrado en las anteriores figuras (Figuras 46
a 51), podría ser un incremento de la estabilidad de las adhesiones focales, resultado
del desensamblaje deficiente de las mismas.
Se ha descrito anteriormente que el desensamblaje de las adhesiones focales
depende del contacto de los microtúbulos con estos complejos (Ezratty et al., 2005).
Dado que el nocodazol inhibe la polimerización de los microtúbulos, y que por tanto
detiene el desensamblaje de las adhesiones focales, decidimos emplearlo para
investigar el proceso de desensamblaje de las mismas tras retirar dicho inhibidor,
siguiendo protocolos previamente establecidos (Kaverina et al., 1998). De esta
manera pudimos seguir la renovación de las adhesiones tras la eliminación del
nocodazol, tomando imágenes secuenciales mediante microscopía confocal. Como
era de esperar, el tratamiento con nocodazol inhibió la polimerización de los
microtúbulos tanto en células Mock como en D11, tal y como se observó mediante la
utilización de anticuerpos anti‐tubulina, de manera que los mismos comenzaron a
reorganizarse gradualmente tras eliminar el inhibidor (Figura 53A). Asociado con el
bloqueo en la polimerización de los microtúbulos debido al tratamiento
Resultados
125
Nocodazol
Tiempo de lavado de Nocodazol (min)
60 120 200
Mock
D11
Paxilina
Nocodazol
Tiempo de lavado del Nocodazol (min)
60 120 200
Tubulina
Mock
D11
A
B
con nocodazol, so observó un incremento en el número de adhesiones que contenían
paxilina en células Mock y D11 (Figura 53B). Una vez que se permitió la reorganización
de los microtúbulos al retirar el inhibidor, pudo observarse el desensamblaje de las
Figura 53.‐ Las células de melanoma RIAM KD presentan un defecto en el desensamblaje de las adhesiones focales: Células Mock y D11 crecidas fibronectina (10 μg/ml) fueron sometidas a un tratamiento con nocodazol (50 μM), que fue lavado a continuación. Las células fueron marcadas con anticuerpos frente a tubulina (A) o frente a paxilina (B) (rojo), y los núcleos se tiñeron con DAPI (azul). Se tomaron imágenes de microscopía confocal de las diferentes condiciones. Se muestran imágenes representativas en cada caso.
Papel de RIAM en invasión y dinámica de adhesiones focales de células de melanoma
126
adhesiones focales en las células Mock, siendo claramente visibles en la periferia
celular tras 200 minutos de incubación después de la eliminación del nocodazol. Sin
embargo, la mayor parte de las adhesiones focales presentes en células D11 fueron
resistentes al desensamblaje forzado por la reorganización de los microtúbulos,
permaneciendo estables durante todo el periodo de lavado del compuesto (Figura
53B).
Notablemante, los experimentos de FRAP (Fluorescence Recovery After
Photobleaching), llevados a cabo tomando adhesiones focales periféricas como diana
en células Mock y D11 transfectadas con el vector paxilina‐DsRed2, confirmaron la
existencia de alteraciones en la dinámica de las adhesiones. Mientras que en las áreas
de las células Mock cuya fluorescencia había sido extinguida, ésta fue recuperada
dinámicamente por moléculas vecinas de paxilina‐DsRed2, presentando un tiempo
medio de recuperación de 28 segundos, la recuperación de la fluorescencia estaba
inhibida en las células D11 (Figura 54). Además, de forma importante, la expresión de
RIAM‐His en células D11 condujo a la obtención de tiempos medios y perfiles de
recuperación similares a los de las células Mock, recuperándose el defecto debido al
silenciamiento de RIAM, e indicando el rescate de la dinámica de las adhesiones
focales (Figura 54, inferior). Estos resultados indican que el recambio de las
adhesiones focales está afectado en las células silenciadas para la expresión de RIAM.
RIAM es necesario para la correcta asociación de talina‐FAK y de FAK‐Paxilina en
células de melanoma
La talina contribuye al reclutamiento de FAK a las adhesiones focales (Chen et
al., 1995), y las interacciones entre estas moléculas son necesarias para la correcta
dinámica de renovación de las adhesiones focales (Webb et al., 2002; Webb et al.,
2004; Mitra et al., 2005). Dado que las células silenciadas para RIAM presentan un
defecto en el desensamblaje de las adhesiones focales, y la menor asociación de
talina‐β1 observada en las mismas (Figura 36), decidimos estudiar la eficiencia de la
asociación de talina y FAK en células Mock y D11.
Resultados
127
Figura 54.‐ Las células de melanoma silenciadas para RIAM presentan una inhibición en el recambio de paxilina en las adhesiones focales: Células Mock y D11 fueron transfectadas con el vector paxilina‐dsRed y, tras adherirlas a fibronectina, fueron sometidas a ensayos de FRAP, tomando como diana preferentemente adhesiones periféricas, marcadas como áreas de interés (rectángulo verde). Se presentan imágenes representativas de células Mock y D11, así como series temporales en las que se muestra la fluorescencia antes de la extinción (bp), después de la misma (ap), y su recuperación a distintos tiempos en dichas áreas (superior). Células Mock y D11 cotransfectadas con el vector paxilina‐dsRed2 y con un vector vacío (control) o con el vector para RIAM‐His fueron sometidas a FRAP empleando las condiciones anteriores, y la fluorescencia fue posteriormente evaluada (inferior). Tras su cuantificación y normalización, los perfiles de recuperación de la fluorescencia en cada transfectante se muestran en la gráfica (inferior, izquierda). Las diferencias halladas, tomando como referencia el tiempo medio de recuperación de la fluorescencia de las células Mock control (28 segundos), fueron significativas (*** p<0,001, derecha).
D11
Mock
D11
bp ap 25” 50” 100” 150” 200” 250” 300”
Mock
Tiempo
0
0,1
0,2
0,3
0,4
0,5
0,6
0,7
0,8
0 50 100 150 200
Tiempo de recuperación (sg)
Mock
Mock‐RIAM‐HisD11‐RIAM‐His
D11
0
0,1
0,2
0,3
0,4
0,5
0,6
Mock+ctrol
Mock+RIAM
‐His
D11+ctrol
D11+RIAM
‐His
Intensidad
norm
alizada
***
n=21 n=12
n=15
n=20
τ1/2=22τ1/2=28τ1/2=38
Intensidad
normalizada
Papel de RIAM en invasión y dinámica de adhesiones focales de células de melanoma
128
Mediante ensayos de co‐inmunoprecipitación realizados tanto con anticuerpos anti‐
talina como con anticuerpos anti‐FAK en las células silenciadas para RIAM,
observamos una menor asociación de FAK y talina, en comparación con lo observado
en células control (Figura 55A).
Dado que FAK se asocia asimismo con paxilina (Deakin y Turner, 2008),
quisimos estudiar si los niveles de asociación entre FAK y paxilina eran alterados por
el silenciamiento de RIAM. Experimentos de co‐inmunoprecipitación llevados a cabo
empleando anticuerpos anti‐FAK mostraron que mientras que los niveles de
asociación entre FAK y paxilina se incrementan tras la adhesión a fibronectina en
células Mock, la asociación entre estas proteínas en las células D11 fue menor
independientemente del tiempo de adhesión al sustrato (Figura 55B). Estos resultados
sugieren que RIAM es necesario para mantener el correcto ensamblaje de las
adhesiones focales, siendo requerido para la correcta interacción de los elementos
que las forman.
Mock
D11
anti‐Talina
Mock
Ac Ctrl
FAK
Talina
A
BIP:
Mock
D11
Mock
anti‐FAKAc CtrlIP:
FAK
Talina
Mock 0 30 60 120 0 30 60 120
Mock D11
Ac Ctrl anti‐FAK
FAK
Paxilina
Adhesión a FN (min)
IP:
Figura 55.‐ La asociación de FAK con talina y paxilina en células de melanoma se ve afectada por el silenciamiento de RIAM: A) La asociación de talina y FAK fue determinada en expermentos de co‐inmunoprecipitación llevados a cabo con lisados de células Mock y D11, las cuales fueron incubadas con anticuerpos anti‐talina o anti‐FAK. El inmunoblotting fue realizado con los anticuerpos indicados. B) Se obtuvieron lisados de los transfectantes tras mantenerlos en suspensión (tiempo 0) o tras adherirlos a fibronectina durante los tiempos indicados (30‐120 minutos), que se incubaron con anticuerpos anti‐FAK antes de resolverse por western‐blot empleando anticuerpos frente a FAK y frente a paxilina.
Resultados
129
El silenciamiento de RIAM conduce a un incremento de la fosforilación de FAK y
paxilina en residuos de tirosina
Para mantener un control adecuado de la dinámica de las adhesiones focales,
las células deben poseer una estrecha regulación de la fosforilación en residuos de
tirosina presentes en proteínas como FAK y paxilina, las cuales son elementos
constituyentes de las mismas (Webb et al., 2002; Parsons et al., 2010). Dado que la
asociación entre estas proteínas en las células silenciadas para RIAM se encuentra
alterada, investigamos su fosforilación en residuos de tirosina. Análisis mediante
western‐blot revelaron la existencia de un mayor grado de fosforilación en tirosina de
una banda predominante que migra con un peso molecular de alrededor de 125 kDa
en células D11, respecto de lo observado en células Mock (Figura 56A).
Adicionalmente, aunque tanto células Mock como D11 marcadas con anticuerpos
anti‐fosfotirosina y analizadas mediante inmunofluorescencia presentaron marcaje de
las adhesiones focales periféricas, sólo en las células silenciadas para RIAM pudo
observarse asimismo un enriquecimiento de las adhesiones localizadas en la parte
central de la superficie celular (Figura 56B), de manera similar al patrón ya observado
para la distribución de las adhesiones cuando éstas son marcadas con anticuerpos
anti‐paxilina.
A
Mock
100
150
D11
F8‐Luc
Mock D11
Fosfo‐tirosina
BWB
Fosfo‐tirosina
β‐Actina
kDa
1 1,6 1,5
Figura 56.‐ Las células BLM silenciadas para RIAM presentan mayores niveles de fosforilación en residuos de tirosina: A) Los transfectantes indicados fueron analizados por western‐blot empleando anticuerpos anti‐fosfo‐tirosina. Se muestra una región del blot comprendida entre 100 y 150 kDa. B) Células Mock y D11 fueron analizadas mediante microscopía confocal empleando anticuerpos anti fosfo‐tirosina.
Papel de RIAM en invasión y dinámica de adhesiones focales de células de melanoma
130
La banda de 125 kDa detectada mediante western‐blot podría corresponder a
FAK, por lo que analizamos el grado de fosforilación de esta proteína. Análisis
bioquímicos de la fosforilación de FAK indicaron que, tras la adhesión a fibronectina,
las células D11 presentan un incremento gradual en el nivel de fosforilación de esta
quinasa en los residuos de tirosina Y397 e Y576, en comparación con los niveles de las
células Mock (Figura 57A). Más aún, cuando los transfectantes fueron empleados en
ensayos de inmunofluorescencia marcando las formas fosforiladas de FAK en las
tirosinas Y397 e Y576, pudo observarse que la tinción era más intensa en la parte
central de la superficie de las células D11 que en la de las células Mock (Figura 57B).
Mock
D11
Fosfo‐FAK (Y397)B Fosfo‐FAK (Y576)FAK
Fosfo‐FAK (Y397)
20 120 20 120
Mock D11
Adhesión a FN (min)
FAK
Fosfo‐FAK (Y576)
A
Figura 57.‐ La fosforilación de FAK está incrementada en células BLM silenciadas para RIAM: A) Células Mock y D11 fueron adheridas a fibronectina durante los tiempos indicados, y analizadas por western‐blot (A) o mediante microscopía confocal (B) empleando anticuerpos frente a FAK y sus formas fosforiladas (Y576 e Y397). La barra (20 μm) indica la escala.
Resultados
131
La fosforilación de paxilina en los residuos de tirosina Y118 e Y31 ha sido
previamente implicada en el control del recambio de las adhesiones focales y en
migración celular (Deakin y Turner, 2008). La fosforilación de estos residuos de
tirosina en paxilina resultó ser notablemente mayor en las células silenciadas para
RIAM que en los transfectantes Mock, ya fueran éstos cultivados sobre fibronectina o
sobre colágeno tipo I, como muestran los western‐blots de la Figura 58A, y B.
2 4 6 2 4 6
Adhesión a FN (h)
Mock D11
Paxilina
Fosfo‐Paxilina(Y118)
A
B2 4 6 2 4 6
Adhesión a FN (h)
Mock D11
Paxilina
Fosfo‐Paxilina(Y31)
B
2 4 6 8 2 4 6 8
Mock D11
Adhesión a Col I (h)
Paxilina
Fosfo‐Paxilina(Y118)
Análisis de estos mismos transfectantes mediante microscopía confocal
revelaron asimismo una acumulación del marcaje anti‐fosfopaxilina‐Y118 en áreas
centrales de la superficie de las células silenciadas para RIAM (Figura 59A). De manera
coincidente con los resultados bioquímicos, tras extraer de las imágenes obtenidas
información relativa a la intensidad del marcaje gracias al programa informático PMA,
se pudo detectar la existencia de un mayor ratio de intensidad de marcaje de
Figura 58.‐ La fosforilación de paxilina en residuos de tirosina se encuentra incrementada en células RIAM KD: Células Mock y D11 fueron adheridas a fibronectina o colágeno tipo I durante los tiempos indicados, y posteriormente analizadas por western‐blot con anticuerpos anti‐paxilina total, anti‐fosfo‐paxilina Y118 (A), o frente a la paxilina fosforilada en el residuo Y31 (B).
Papel de RIAM en invasión y dinámica de adhesiones focales de células de melanoma
132
fosfopaxilina‐Y118 frente al marcaje de paxilina total en las células D11 respecto de
Figura 59.‐ Análisis de la distribución de fosfo‐paxilina en células BLM silenciadas para RIAM: A) Células Mock y D11 adheridas a fibronectina fueron analizadas en ensayos de inmunofluorescencia, empleando anticuerpos anti‐paxilina (verde) y anti‐fosfo‐paxilina Y118 (rojo). En la superposición de las imágenes se muestran asimismo los núcleos teñidos con DAPI (azul). La barra (20 μm) indica la escala. B) Las imágenes obtenidas (n>20) fueron analizadas cuantitativa e integrativamente con el programa informático PMA, determinándose los parámetros indicados.
B
Intensidad
(Fosfo‐Paxilina
Y11
8/Paxilin
a Total) MockD11 Mock
D11
0 10 20 µM
0,9
0
0,1
0,2
0,3
0,4
0,5
0,6
0,7
0,8
0,48 0,73
1,6
0
0,2
0,4
0,6
0,8
1
1,2
1,4
2,4
1,8
2
2,6 MockD11
X=Distancia de las adhesiones a la
periferia celular
Paxilina Fosfo‐Paxilina (Y118)
Mock
D11
SuperposiciónA
Resultados
133
fosfopaxilina‐Y118 frente al marcaje de paxilina total en las células D11 respecto de
las Mock, siendo las diferencias significativas (Figura 59B). Dichas diferencias en el
ratio de intensidades resultaron ser más pronunciadas en la periferia que en las
regiones centrales de la superficie celular (Figura 59B, derecha). Todo esto se traduce
en la presencia de una mayor proporción de moléculas de paxilina fosforiladas en las
adhesiones focales de las células silenciadas para RIAM que en el control.
Para confirmar más aún que el incremento en la fosforilación de paxilina en la
tirosina Y118 era específicamente debido al silenciamiento de RIAM, decidimos
interferir transitoriamente la expresión de RIAM en las células BLM, lo que se tradujo
en niveles mayores de fosforilación de paxilina en esta tirosina (Figura 60A). Asimismo,
Figura 60.‐ La expresión de RIAM regula los niveles de fosforilación de paxilina en células BLM: A) Células BLM transfectadas con siRNA control o con siRNA para RIAM fueron sometidas a análisis mediante western‐blot empleando los anticuerpos indicados. B) Estos mismos transfectantes fueron adheridos a fibronectina y empleados en ensayos de inmunofluorescencia con anticuerpos anti‐paxilina total (verde) y anti‐fosfo‐paxilina‐Y118 (rojo). Los núcleos se muestran teñidos con DAPI (azul).
Paxilina Fosfo‐Paxilina (Y118) Superposición
siRNAControl
siRNARIAM
B
siContro
l
siRIAM
2
ß‐Actina
Paxilina
Fosfo‐Paxilina (Y118)
A
Papel de RIAM en invasión y dinámica de adhesiones focales de células de melanoma
134
las células transfectadas con el siRNA para RIAM mostraron una acumulación de las
adhesiones marcadas con anti‐fosfopaxilina‐Y118 en la parte central de la superficie
celular comparado con las células control, como se muestra en las imágenes de
microscopía confocal de la Figura 60B.
A continuación analizamos si los cambios en los niveles de fosforilación
observados en FAK eran específicamente debidos al silenciamiento de RIAM. Así, el
incremento en la fosforilación de FAK en la tirosina Y576 observado en las células D11
fue revertido al restaurar la expresión de RIAM tras transfectar el vector RIAM‐His,
alcanzándose niveles semejantes al de las células Mock (Figura 61A). Esta observación
Figura 61.‐ La re‐expresión de RIAM en células RIAM‐KD revierte la alteración en los niveles de fosforilación de FAK y el patrón de distribución periférico de las adhesiones que contienen esta quinasa: Células Mock y D11 fueron transfectadas con los vectores control o RIAM‐His, y sometidas a análisis mediante inmunoblotting empleando anticuerpos frente a fosfo‐FAK Y576 o frente a FAK total (A), o empleadas en ensayos de inmunofluorescencia con anticuerpos anti‐FAK (B). Se muestra la cuantificación de las células que presentan una distribución preferentemente periférica de las adhesiones focales, expresada en porcentaje (n>100) (B, derecha).
Control
Control
RIAM
‐His
FAK
Fosfo‐FAK(Y576)
A
Mock D11
RIAM
‐His
Mock
RIAM‐HisB
D11
Control
0
20
40
60
80
100
Control
RIAM‐His
Control
RIAM‐His
Células con feno
tipo
Mock(%
)
Mock D11
Resultados
135
bioquímica correlacionó con una localización preferentemente periférica de las
adhesiones que contenían FAK en las células D11 transfectadas con RIAM‐His, tal y
como se muestra en la Figura 61B.
De manera similar a lo observado con FAK, el incremento en la fosforilación
de paxilina en la tirosina 118 resultó asimismo ser dependiente de RIAM, ya que la
expresión de RIAM‐His en células D11 se tradujo en la disminución de los niveles de
fosforilación de este residuo de tirosina, alcanzándose niveles similares a los de las
células Mock (Figura 62A). Adicionalmente, ensayos de inmunofluorescencia
mostraron que la sobre‐expresión de RIAM‐His en las células D11 era asimismo capaz
de rescatar el patrón de distribución fundamentalmente periférico de las adhesiones,
ya sean éstas marcadas con anti‐paxilina total o con anti‐fosfo‐paxilina Y118, en
contraste con las células D11 empleadas como control (Figura 62B).
A
Paxilina
Fosfo‐Paxilina(Y118)
Mock D11
Control
Control
RIAM
‐His
RIAM
‐His
D11+RIAM‐His
Fosfo‐Paxilina (Y118)
Mock+RIAM‐HisB
Figura 62.‐ La restauración de la expresión de RIAM en células RIAM KD revierte a niveles normales la fosforilación de paxilina y restaura la distribución periférica de las adhesiones focales que contienen paxilina: Células Mock y D11 fueron transfectadas con los vectores control o RIAM‐His, y analizadas mediante western‐blot empleando anticuerpos frente a fosfo‐paxilina Y118 o frente a paxilina total (A), o sometidas a ensayos de inmunofluorescencia empleando anticuerpos anti‐fosfo‐paxilina Y118 (B).
Papel de RIAM en invasión y dinámica de adhesiones focales de células de melanoma
136
Considerados globalmente, todos estos resultados indican que RIAM es
necesario para mantener una correcta distribución celular de FAK y paxilina, y una
regulación adecuada de su fosforilación. Aún así, nuestros datos no permiten
diferenciar entre la posibilidad de que el aumento en la fosforilación de FAK y paxilina
sea la causa de las alteraciones observadas en el recambio de las adhesiones focales
observada en las células silenciadas para RIAM, o una consecuencia de la misma,
quedando estas proteínas reclutadas, fosforiladas y atrapadas en las adhesiones
focales más estables.
El defecto en la activación de la MAP quinasa Erk1/2 en las células deficientes para
RIAM es responsable del desensamblaje deficiente de sus adhesiones focales
Se ha descrito previamente que Erk1/2 juega un papel importante en el
proceso de desensamblaje de las adhesiones focales (Ishibe et al., 2004; Webb et al.,
2004; Zheng et al., 2009b). Dado que en las células BLM silenciadas para RIAM
habíamos observado una activación deficiente de Erk1/2 (Figura 39), investigamos si
dicho defecto en la activación pudiera afectar al recambio de las adhesiones focales
en las células D11. El tratamiento de las células Mock con el inhibidor de MEK UO126
causó un bloqueo de la activación de Erk1/2, lo cual se tradujo en una importante
acumulación de las adhesiones focales en posiciones centrales de estas células,
adquiriendo un patrón similar al de las células silenciadas para la expresión de RIAM
(Figura 63). Más aún, como se muestra en las imágenes de microscopía confocal de la
Figura 64 y en su correspondiente cuantificación (Figura 65), la expresión de una
forma dominante negativa de MEK (MEK DN) en células Mock causó asimismo un
incremento en el número de adhesiones que contienen paxilina. Estas adhesiones se
localizaron preferencialmente en áreas centrales de la superficie celular, lo que
sugiere la existencia de una alteración en la dinámica de las adhesiones focales
asociada a la menor actividad de Erk1/2 en estos transfectantes. Por el contrario, la
expresión de una forma constitutivamente activa de MEK (MEK CA) en las células D11
se tradujo en la recuperación de la fosforilación de Erk1/2 hasta alcanzar niveles
Resultados
137
similares a los de las células Mock y, de forma importante, condujo a una
disminución en el número de adhesiones focales, obteniéndose un número
similar al observado para los transfectantes control (Figuras 64 y 65). Finalmente,
la transfección de MEK CA en células Mock, o la expresión de MEK DN en células
D11, no condujeron a cambios en la distribución de las adhesiones respecto de las
células Mock y D11 transfectadas con vectores vacíos (Figura 64).
La posibilidad de revertir recíprocamente los fenotipos de las células Mock y
D11 transfectando una forma dominante negativa o constitutivamente activa de MEK,
respectivamente, sugiere fuertemente la implicación de esta quinasa en la regulación
de la distribución y el número de las adhesiones dependiente de RIAM en las células
BLM.
Figura 63.‐ La inhibición de MEK en células BLM afecta a la distribución de las adhesiones focales: Células Mock y D11, incubadas en presencia o ausencia de UO126 (5 μM), fueron analizadas mediante inmunofluorescencia empleando anticuerpos anti‐paxilina (superior), o mediante western‐blot, comprobando el efecto del inhibidor sobre la fosforilación de Erk1/2, utilizando los anticuerpos correspondientes (inferior).
Mock + UO126
Mock
D11
β‐Actina
Fosfo‐Erk1/2
Erk1/2 total
Mock D11Mock + UO126
Paxilina
Papel de RIAM en invasión y dinámica de adhesiones focales de células de melanoma
138
Mock
D11
Control MEK DNMEK CA
MEK
Vinculina
Ctrl
MEK CA
MEK DN
Ctrl
MEK CA
MEK DN
A
B MEK CA
Fosfo‐Erk1/2
Erk1/2
β‐Actina
Ctrl
Ctrl
Mock D11
MEK CA
Mock D11
Dado que la disminución en la activación de Erk1/2 y el incremento en la
fosforilación de paxilina en el residuo de tirosina 118 son distintas alteraciones
observadas en las células BLM deplecionadas de RIAM, lo cual correlaciona con un
recambio defectuoso de las adhesiones focales, decidimos investigar si dichos
cambios bioquímicos se hallan funcionalmente interconectados. Notablemente, la
incubación de las células Mock con el inhibidor UO126 condujo a un incremento en
Figura 64.‐ La expresión de una forma constitutivamente activa de MEK se traduce en la adquisición de un patrón preferentemente periférico de distribución de las adhesiones focales en células BLM silenciadas para RIAM: Células Mock y D11 transfectadas con las formas MEK CA y MEK DN, o con los vectores vacíos (Control), fueron marcadas con anticuerpos anti‐paxilina y analizadas mediante inmunoflourescencia (A), o sometidas a análisis por western‐blot (B), empleando los anticuerpos indicados.
Resultados
139
los niveles de fosforilación de paxilina en la tirosina 118 (Figura 66A), mientras que la
expresión de la forma MEK CA en las células D11 redujo los niveles de fosforilación de
este mismo residuo alcanzando niveles semejantes a los de las células Mock
transfectadas con un vector vacío (Figura 66B). La expresión de MEK CA en las células
Mock es asimismo capaz de reducir notablemente la fosforilación de la paxilina Y118
respecto de su control. Todos estos datos indican que en células BLM la vía MEK‐
Erk1/2 regula la fosforilación en tirosina de paxilina y el recambio de las adhesiones
focales. Adicionalmente, ensayos de western‐blot revelaron que en células RIAM KD
que sobreexpresan MEK CA no sólo se produce la reversión de la fosforilación de
paxilina en la tirosina 118, sino que también se produce una disminución de la
fosforilación de FAK en los residuos de tirosina Y397 e Y576, recuperándose los
niveles de las células Mock (Figura 66B).
50
100
150
200
250
300
350
Núm
erode
adh
esione
s/célula
Control MEK DN Control MEK CA
Mock D11
Tamaño medio de las adhesiones (μm2)0 10 20 10 20 10 20 10 20
n=24x =118
n=25x =199
n=20x =164
n=25x =101
Figura 65.‐ La expresión de las formas MEK DN y MEK CA en células Mock y D11, respectivamente, afecta al número de adhesiones focales presentes: Las imágenes de microscopía confocal obtenidas de las células Mock y D11 transfectadas con un vector control, o con las construcciones MEK CA o MEK DN, fueron procesadas con el programa PMA, para determinar cuantitativamente el número de adhesiones por célula.
Papel de RIAM en invasión y dinámica de adhesiones focales de células de melanoma
140
A
Mock+UO126
Paxilina
Mock
D11
Fosfo‐Paxilina(Y118)
Control
MEK CA
Mock
Control
MEK CA
D11
Fosfo‐FAK Y576
FAK
Fosfo‐FAK Y397
B
Paxilina
Fosfo‐Paxilina(Y118)
A continuación, examinamos las relaciones existentes entre la activación de
Erk1/2 y el desensamblaje de las adhesiones focales, para lo cual se llevaron a cabo
tratamientos con nocodazol empleando protocolos establecidos. Los resultados
indicaron que la activación de Erk1/2 fue mayor en las células Mock que en las D11
tras el tratamiento con nocodazol y su posterior lavado (Figura 67A). Seguidamente
transfectamos las formas MEK DN y MEK CA en las células Mock y D11, analizando el
desensamblaje de las adhesiones focales tras el lavado del agente despolimerizador
de los microtúbulos. Para ello, realizamos inmunofluorescencia empleando
anticuerpos anti‐paxilina para marcar las adhesiones focales, y tomando imágenes
IRM que fueron analizadas con el programa informático PMA (Figuras 67B y 68). Estos
análisis mostraron que el rescate de la distribución periférica de las adhesiones
focales observado en las células D11 que expresan la forma MEK CA se mantuvo tras
la eliminación del nocodazol, indicando un eficiente desensamblaje en estas células,
en contraste con lo obtenido para las D11 transfectadas con vectores control. Por el
contrario, la acumulación de adhesiones focales localizadas en la parte central de la
Figura 66.‐ La expresión de la forma constitutivamente activa de MEK revierte el incremento en la fosforilación de paxilina y FAK observado en las células RIAM KD: A) Los transfectantes fueron incubados en presencia o ausencia de UO126 y analizados mediante inmunoblotting, empleando anticuerpos para paxilina. B) Células Mock y D11 transfectadas con vectores vector control o MEK CA fueron lisadas y resueltas mediante western‐blot, empleándose los anticuerpos indicados frente a las formas fosforiladas de paxilina y FAK.
Resultados
141 superficie de las células Mock que expresan la forma MEK DN se observó central
Sin tratar Nocodazol Lavado 120 min
Mock+Control
D11+Control
Sin tratar Nocodazol Lavado 60 min Lavado 120 min
Mock+MEK DN
D11+MEK CA
Erk1/2
Fosfo‐Erk1/2
β‐Actina
N/T 0 60 120 N/T 0 60 120
Mock D11
Lavado (min) Lavado (min)A
B
Figura 67.‐ El defecto en la activación de Erk1/2 en las células RIAM KD es responsable del desensamblaje deficiente de sus adhesiones focales: A) Células Mock y D11 no tratadas (N/T), expuestas a nocodazol (t=0) o incubadas durante los tiempos indicados tras la eliminación de dicho compuesto fueron analizadas mediante western‐blot con los anticuerpos indicados. B) Células Mock y D11 transfectadas con un vector vacío o con las formas MEK DN y MEK CA (respectivamente) de MEK, fueron sometidas a tratamientos con nocodazol y analizadas mediante inmunofluorescencia tras lavar el inhibidor, empleando anticuerpos anti‐paxilina (rojo).
Papel de RIAM en invasión y dinámica de adhesiones focales de células de melanoma
142
superficie de las células Mock que expresan la forma MEK DN se observó incluso tras
el tratamiento con nocodazol y su posterior lavado, sugiriendo la existencia de un
bloqueo en el desensamblaje de estas adhesiones, y, de esta manera, presentando un
fenotipo similar al de las células D11 (Figura 67B). Estos efectos fueron determinados
cuantitativamente, obteniéndose un incremento significativo del número de
adhesiones focales detectadas en las células Mock transfectadas con la forma MEK DN,
respecto de los transfectantes D11 que expresan la construcción MEK CA (Figura 68).
D11 D11 D11
Control
MEK DN
Control
MEK CA
Control
MEK DN
Control
MEK CA
Control
MEK DN
Control
MEK CA
Mock Mock Mock
x:116
x:153
x:165
x:100
x:169
x:179
x:160
x:187
x:134
x:179
x:177
x:103
Sin tratar Nocodazol Lavado 120 min
0
100
200
300
400
500
Núm
erode
adh
esione
s/célula
* *** ** * ** *** *** ***
Figura 68.‐ La transfección de MEK CA en las células RIAM KD recupera el desensamblaje de las adhesiones focales: Las imágenes de microscopía confocal mostradas anteriormente (n>20, Figura 66) fueron sometidas a análisis cuantitativos e integrativos para determinar el número medio de adhesiones por célula para los tratamientos indicados. Las diferencias halladas fueron significativas respecto del grupo Mock control sin tratar (* p>0,05; ** p>0,01; *** p>0,001).
Resultados
143
Estos ensayos correlacionan directamente al eje MEK‐Erk1/2 con el desensamblaje
deficiente de los contactos focales causado por el silenciamiento de RIAM en las
células de melanoma.
Finalmente, dado que el recambio de las adhesiones focales es vital para que
las células tumorales migren e invadan adecuadamente (Horwitz y Parsons, 1999), y
dado el bloqueo en la invasión celular hacia CXCL12 observado en las células BLM
deficientes para RIAM, estudiamos la posible relación entre el defecto en la
señalización del eje MEK‐Erk1/2 y la incapacidad de estas células de invadir en
respuesta a esta quimioquina. Las células Mock y D11 transfectadas con las formas
activa y dominante negativa de MEK, fueron analizadas en ensayos de invasión a
través de matrigel. Como se observa en la Figura 69, la transfección de la forma MEK
DN causó un bloqueo de la invasión de las células Mock comparado con su control,
mientras que aquéllas transfectadas con la forma MEK CA presentaron un incremento
modesto en la invasión. Notablemente, la expresión de MEK CA en células D11
conllevó la recuperación de la invasión de las mismas hasta alcanzar niveles cercanos
a los observados para las células Mock transfectadas con un vector vacío. Además,
experimentos control indicaron que la expresión de las formas DN o CA de MEK no
afectaba significativamente a la supervivencia celular a los tiempos ensayados (Datos
no mostrados).
0
400
800
1200
Células invasivas
Medio
CXCL12
Control
MEK CA
MEK DN
Control
Mock D11
MEK CA
MEK DN
**
∆∆
Figura 69.‐ La expresión de MEK CA recupera la invasión de las células silenciadas para RIAM: Células Mock y D11 transfectadas con las formas MEK CA y MEK DN, o con un vector control, fueron sometidas a ensayos de invasión a través de matrigel hacia CXCL12 (n=2). La invasión fue significativamente inhibida (** p<0,01) o incrementada (^^ p<0,01).
Papel de RIAM en invasión y dinámica de adhesiones focales de células de melanoma
144
Conjuntamente, estos resultados indican que una activación defectuosa de la
MAP‐quinasa Erk1/2 debida al silenciamiento de RIAM afecta al adecuado
desensamblaje de las adhesiones focales, causando su acumulación en la parte central
de la superficie celular, lo cual correlaciona con una desregulación de la fosforilación
en residuos de tirosina de paxilina y FAK. Más aún, nuestros datos sugieren que la
recuperación del recambio de las adhesiones focales en las células RIAM KD cuando se
expresan formas activas de MEK constituye un posible mecanismo implicado en el
rescate de su capacidad invasiva.
La expresión de formas activas de Rho se traduce en una recuperación parcial del
recambio de las adhesiones focales en células BLM silenciadas para la expresión de
RIAM
El silenciamiento de RIAM en células BLM se traduce en una activación
deficiente de RhoA, como consecuencia de una disminución de la fosforilación de su
GEF Vav2 (Figura 32). Así, la expresión de una forma constitutivamente activa de RhoA
(RhoA CA) en las células silenciadas para RIAM condujo a una recuperación parcial
pero significativa de la invasión de estas células en respuesta a CXCL12 (Figura 33).
Por todo ello, tratamos de relacionar este defecto en la invasión debido a la falta de
activación de RhoA con el defecto en el recambio de las adhesiones focales,
imprescindible para la migración celular. Con este objetivo, investigamos si la
deficiencia en el recambio de las adhesiones focales observado en las células RIAM KD
podía ser recuperado mediante la expresión de Rho CA. Los resultados revelaron un
rescate modesto pero significativo de la distribución periférica de las adhesiones
focales en estos transfectantes (Figura 70A y B). Estos resultados sugieren una
recuperación del recambio de las adhesiones focales en células D11 y F8‐Luc que
expresan la forma RhoA CA. Estos resultados sugieren que la falta de activación de
RhoA causada por el silenciamiento de RIAM en células BLM podría participar, en el
recambio de las adhesiones focales.
Resultados
145
Mock
D11
RhoA wt RhoA CA
RhoA wt RhoA CA
0
20
RhoA
wt
Mock D11
Células con feno
tipo
Mock(%)
RhoA
wt
RhoA
CA
RhoA
CA
40
60
80
100
**
A
0
20
RhoA
wtCélulas con feno
tipo
Mock(%
)
RhoA
wt
RhoA
CA
RhoA
CA
40
60
80
100**
Mock‐Luc F8‐Luc
Mock‐Luc
F8‐Luc
RhoA wt RhoA CAB
Figura 70.‐ La expresión de una forma constitutivamente activa de RhoA rescata parcialmente el bloqueo en el recambio de las adhesiones focales observado en las células BLM silenciadas para RIAM: Células Mock y D11 (A) y Mock‐Luc y F8‐Luc (B) fueron transfectadas con vectores para las formas RhoA WT y RhoA CA, y analizadas por microscopía confocal empleando anticuerpos anti‐paxilina. Los paneles de la derecha muestran el porcentaje de estos transfectantes que presentan un fenotipo de las adhesiones focales similar al de las células Mock.
Papel de RIAM en invasión y dinámica de adhesiones focales de células de melanoma
146
Sección V
Discusión
Papel de RIAM en invasión y dinámica de adhesiones focales de células de melanoma
148
Discusión
149
En esta tesis doctoral hemos abordado la identificación de moléculas
implicadas en la señalización intracelular que regulan la motilidad celular y la invasión
de células de melanoma humano. Utilizando como modelo la línea celular de
melanoma humano BLM, altamente metastática, se ha demostrado que la invasión de
estas células tumorales requiere la actividad de Rap1 y RIAM, que conforman un eje
de señalización en estas células. Asimismo, mediante el empleo de modelos de
xenografting en ratones SCID demostramos que la expresión de RIAM confiere a las
células de melanoma ventajas en su capacidad de proliferación y metástasis.
El defecto en la invasión celular observado en las células BLM silenciadas para
RIAM puede ser debido, entre otras causas, a la incapacidad que estas células
presentan para mantener la direccionalidad de la migración celular, lo cual se halla
asociado con la inhibición de la activación del eje de señalización Vav2‐RhoA‐MLC.
Además, nuestros datos indican que el silenciamiento de RIAM reduce
moderadamente la activación de la integrina β1, así como la adhesión de las células de
melanoma dependiente de esta integrina. Este defecto en la adhesión correlaciona
con una activación deficiente tanto de la MAP‐quinasa Erk1/2 como de la vía PI3‐
K/Akt, rutas centrales que controlan el crecimiento y la supervivencia celulares.
Además de inhibir la proliferación celular, el silenciamiento de RIAM causó un
incremento de la susceptibilidad de estas células a sufrir apoptosis.
Las células BLM silenciadas para RIAM presentaron una morfología
predominantemente redondeada, lo cual se encuentra asociado con su incapacidad
para adquirir un fenotipo polarizado, el cual es requerido para mantener la
direccionalidad durante la migración celular (Parsons et al., 2010). La contractilidad
generada por la actividad de la miosina II produce la fuerza necesaria para que se
produzca el desplazamiento del cuerpo celular, y por tanto para la migración.
Asimismo, esta tensión contribuye a polarizar la célula, habiéndose relacionado con el
mantenimiento de la direccionalidad durante la migración celular (Vicente‐
Manzanares et al., 1999; Ridley et al., 2003; Gomes et al., 2005). El hecho de que en
las células BLM silenciadas para RIAM se haya observado una inhibición de la
fosforilación de MLC, componente regulador de la miosina II, apoya la tesis de que el
defecto en la invasión celular pudiera ser debido a una polarización celular deficiente,
Papel de RIAM en invasión y dinámica de adhesiones focales de células de melanoma
150
lo cual se traduce en una capacidad migratoria reducida. La fosforilación deficiente de
MLC correlacionó asimismo con una inhibición de la activación del eje Vav2‐RhoA, lo
cual sugiere que ROCK, un efector de RhoA, no puede activar eficientemente a la MLC
(Amano et al., 1996). Es importante destacar que la expresión de formas
constitutivamente activas tanto de Vav2 como de RhoA se tradujo en una
recuperación parcial de la invasión de las células BLM silenciadas para RIAM, lo que
indica que Vav2 y RhoA contribuyen a la regulación de la invasión celular dependiente
de RIAM. De esta forma, nuestros datos indican que la inhibición de la invasión
observada en las células RIAM KD está asociada a una alteración de la contractilidad
celular, y a una inhibición de la polarización celular, debido a la activación deficiente
del eje de señalización Vav2‐RhoA‐MLC. Las conexiones estructurales y funcionales de
RIAM con esta ruta no son conocidas en la actualidad y debieran ser objeto de
estudios futuros. Una posible explicación se basa en el hecho de que Rap1 activo
contribuye a la localización celular de Vav2 (Arthur et al., 2004). Por ello es posible
especular que el complejo Rap1‐GTP/RIAM pudiera reclutar a Vav2 en la membrana
celular, lo que podría favorecer su activación. Un potencial mecanismo implicado en
dicha activación podría basarse en la posible asociación de Vav2 y talina dentro del
complejo Rap1/RIAM/talina, de forma análoga a lo que ha sido descrito para la
activación de Vav en linfocitos T (Garcia‐Bernal et al., 2009). Así, este complejo podría
representar una plataforma para la posterior activación de dicho GEF por parte de
quinasas específicas.
Trabajos recientes han demostrado que la translocación de RIAM a áreas de
la membrana celular modula la activación de las integrinas, a través del reclutamiento
de talina (Watanabe et al., 2008; Lee et al., 2009). Asimismo, RIAM puede ser
responsable de la activación en membrana de la señalización celular dependiente de
Ras y de PLC‐γ en células T (Patsoukis et al., 2009). El silenciamiento o la sobre‐
expresión de RIAM se tradujeron, respectivamente, en moderadas disminuciones o
incrementos de la activación de la integrina β1 en las células BLM. Esta respuesta
correlacionó a su vez con una inhibición o con un aumento, respectivamente, de la
asociación talina‐β1 en estas células. Dicha asociación es funcionalmente relevante, ya
que constituye un evento clave en la activación de las integrinas (Tadokoro et al.,
Discusión
151
2003). Asociado a la reducción de la activación de integrinas β1 en células en las que
se ha interferido la expresión de RIAM, observamos que la adhesión celular tanto a
fibronectina como a colágeno tipo I dependiente de estas integrinas resultó estar
parcial pero significativamente inhibida en dichas células. Esta disminución en la
adhesión celular constituye, probablemente, uno de los mecanismos implicados en la
activación deficiente tanto de Erk1/2 como del efector de la PI3‐K Akt que
observamos en las células RIAM KD. Estas moléculas son elementos importantes en la
señalización outside‐in desencadenada por la adhesión mediada por las integrinas, la
cual controla la proliferación y la supervivencia celulares, implicando al menos a la
ciclina D1 (Schwartz y Assoian, 2001; Assoian y Klein, 2008). Nuestros resultados
sugieren que, como consecuencia del defecto observado en la adhesión celular, la
inhibición de la activación de las rutas de señalización que implican a las vías
controladas por Erk1/2 y PI3‐K, pudiera conducir a la inhibición de la proliferación de
las células de melanoma silenciadas para RIAM. Por todo ello, uno de los posibles
mecanismos que explican el crecimiento deficiente de las células RIAM KD inoculadas
subcutáneamente en ratones SCID puede estar basado en la activación deficiente de
la señalización outside‐in dependiente de las integrinas β1, que es necesaria para la
proliferación celular.
Se ha demostrado recientemente que Ras controla la activación de la MAP‐
quinasa Erk1/2 en respuesta a la señalización dependiente de RIAM tras la activación
de linfocitos T a través del TCR (Patsoukis et al., 2009). Nuestros datos indican que la
activación de Ras se encuentra afectada en las células de melanoma silenciadas para
RIAM, por lo que es probable que este defecto sea la causa de la menor activación de
Erk1/2 observado en estas células. A diferencia de lo descrito en linfocitos T, en los
que RIAM modula la activación de Erk1/2 dependiente de Ras en respuesta a la
activación del TCR, la menor actividad de Ras detectada en las células BLM RIAM KD
puede encontrarse relacionada con la menor adhesión celular mostrada por las
mismas, ya que la activación de las integrinas es un evento que conduce a la
activación de Ras (Schlaepfer et al., 1994; Schlaepfer y Hunter, 1996; Wary et al.,
1996).
Papel de RIAM en invasión y dinámica de adhesiones focales de células de melanoma
152
Además de presentar una inhibición de la proliferación celular, las células de
melanoma silenciadas para RIAM también mostraron una mayor susceptibilidad a la
apoptosis inducida por cisplatino en comparación con las células control, así como
niveles mayores de fosforilación de la MAP‐quinasa p38, lo que sugiere un incremento
de la respuesta de estrés celular. La mayor tendencia de las células RIAM KD a sufrir
apoptosis fue detectada tanto en cultivos bidimensionales, tras su exposición a
cisplatino, como en cultivos tridimensionales, una vez que dichas células fueron
embebidas en geles de colágeno tipo I que reproducen el ambiente de los tejidos
conectivos que han de ser atravesados por las células de melanoma durante la
invasión celular. Estas respuestas pudieran ser, asimismo, una consecuencia de la
activación deficiente de cascadas de señalización dependientes de Erk1/2 y PI3‐K, y
que son a su vez activadas al desencadenarse la señalización outside‐in tras la
activación de las integrinas β1. Como consecuencia, tanto la disminución en la
proliferación como la mayor sensibilidad a la apoptosis mostrada por las células BLM
silenciadas para RIAM pudieran estar contribuyendo a la inhibición del crecimiento
tumoral en los ratones inoculados con estas células. Aunque la integrina αvβ3 ha sido
implicada en la supervivencia de las células de melanoma (Montgomery et al., 1994;
Bao y Stromblad, 2004), es poco probable que pueda estar jugando un papel en la
supervivencia de las células BLM, dado que esta línea celular expresa niveles casi
indetectables de esta integrina.
Cuando las células de melanoma silenciadas para RIAM fueron inoculadas por
vía intravenosa en ratones SCID se detectó que el periodo medio de supervivencia de
estos animales fue más prolongado que el observado en aquellos ratones inoculados
con células BLM control, lo que se asoció con un aumento del periodo de latencia de
la diseminación pulmonar. Basándonos en la inhibición de la invasión celular
mostrada por las células RIAM KD, un incremento de este periodo de latencia puede
reflejar un homing deficiente a los pulmones, por lo que el defecto en esta invasión
podría retrasar los pasos iniciales de la colonización pulmonar. Alternativamente, la
llegada de las células de melanoma a los pulmones pudiera estar tan sólo
moderadamente afectada por el silenciamiento de RIAM, de forma que el incremento
en la supervivencia de los ratones inoculados con estas células pudiera indicar una
Discusión
153
inhibición de su proliferación, como ya se ha discutido anteriormente. Sin embargo,
un ambiente más rico en factores de crecimiento en los pulmones en comparación
con el del tumor primario en piel pudiera favorecer posteriormente el crecimiento de
las células de melanoma RIAM KD en estos órganos, desarrollándose finalmente las
metástasis. Nuestros datos sobre el papel de RIAM en la regulación de la proliferación
de células de melanoma está de acuerdo con resultados previos obtenidos con el
ortólogo de las proteínas MRL en Drosophila, pico, el cual es requerido para el
crecimiento tisular, y su silenciamiento se traduce en una disminución de la tasa de
división celular (Lyulcheva et al., 2008), poniendo de manifiesto el papel de estas
proteínas en la proliferación celular. Dado que hemos observado la expresión de
RIAM en siete de un total de ocho muestras de melanoma metastático humano, los
resultados sugieren que RIAM podría contribuir a la diseminación de las células de
melanoma.
Nuestros resultados indican, asimismo, que RIAM regula la dinámica de las
adhesiones focales, de modo que la interferencia en su expresión se traduce en un
defecto en la renovación de las adhesiones focales. Dado que una correcta renovación
de estas adhesiones es imprescindible para una adecuada migración celular (Parsons
et al., 2010), nuestros datos sugieren que el defecto observado en la renovación de
las adhesiones focales de las células RIAM KD podría representar un mecanismo
implicado en la inhibición de la invasión de estas células. Así, las células silenciadas
para RIAM presentaron un elevado número de adhesiones focales localizadas en
áreas preferentemente centrales de la superficie celular, mientras que en las células
control la distribución de dichas adhesiones focales es predominantemente periférica.
El análisis mediante microscopía confocal de células tratadas con nocodazol, y los
experimentos de FRAP, revelaron que el desensamblaje de las adhesiones focales de
las células BLM está inhibido por el silenciamiento de RIAM, lo que se traduce en una
mayor estabilidad y en la acumulación de dichas adhesiones. Sin embargo, no
podemos excluir la posibilidad de que el correcto ensamblaje de las adhesiones
focales se encuentre afectado, ya que los resultados revelan una disminución de los
niveles de asociación entre talina y FAK y entre FAK y paxilina en las células BLM
silenciadas para RIAM. De esta manera, la ausencia de RIAM en las adhesiones focales
Papel de RIAM en invasión y dinámica de adhesiones focales de células de melanoma
154
puede ser causa de un ensamblaje inadecuado de los elementos que componen las
mismas, lo que a su vez podría estar relacionado con un incremento en la estabilidad
de los complejos adhesivos y con un defecto en el desensamblaje de dichas
adhesiones.
Las fosforilaciones en residuos de tirosina de componentes de las adhesiones
focales como FAK y paxilina son eventos clave en la regulación de la dinámica de estas
adhesiones (Webb et al., 2004; Mitra et al., 2005; Abou Zeid et al., 2006). Uno de los
pasos iniciales en la formación de las adhesiones focales tras la adhesión mediada por
integrinas es la autofosforilación de FAK en el residuo Y397, seguido de la fosforilación
mediada por Src en el aminoácido Y576 de FAK. Posteriormente, la paxilina es
fosforilada en los residuos de tirosina Y31 e Y118, un evento dependiente de la
actividad de FAK y Src (Mitra et al., 2005). La fosforilación de estos residuos ha sido
relacionada con la regulación del recambio de las adhesiones focales y con la
motilidad celular (Webb et al., 2004). Nuestros resultados indican que las células BLM
silenciadas para RIAM tienen aumentados los niveles de fosforilación en tirosinas de
FAK (Y397, Y574, Y576) y paxilina (Y31, Y118), lo cual, como hemos mencionado
anteriormente, se asocia con una inhibición de la renovación de las adhesiones
focales y a una disminución de la direccionalidad de la migración celular. Se plantean
así dos posibilidades: o bien el incremento en la fosforilación de FAK y paxilina es una
causa que conduce a la alteración de la dinámica de las adhesiones focales, o bien es
una consecuencia del desensamblaje defectuoso que se traduciría en la acumulación
de FAK y paxilina en las adhesiones focales. Uno de los planteamientos que
abordaremos en un futuro inmediato será transfectar mutantes de paxilina en el
residuo de tirosina Y118, con el objetivo de obtener resultados que aclaren estas dos
posibilidades. Otra línea de trabajo consistirá en la sobre‐expresión de la tirosín‐
fosfatasa PTP‐PEST, la cual regula los niveles de fosforilación de los constituyentes de
las adhesiones focales, permitiendo su salida de los complejos y el desensamblaje de
los mismos (Angers‐Loustau et al., 1999; Jamieson et al., 2005).
La MAP‐quinasa Erk1/2 tiene un papel fundamental en la dinámica de las
adhesiones focales. Si bien ha sido descrito que Erk1/2 activado previamente puede
entrar a formar parte de las adhesiones focales, contribuyendo a la fosforilación de
Discusión
155
los elementos que las conforman, y favoreciendo su ensamblaje (Fincham et al., 2000),
se ha propuesto asimismo que paxilina facilita la activación de esta MAP‐quinasa en
las adhesiones focales (Ishibe et al., 2004). Entre las funciones descritas para Erk1/2
en las adhesiones focales destaca la fosforilación de FAK en la serina 910, un evento
que facilita la interacción de FAK con PTP‐PEST, lo que causa la desfosforilación de
FAK contribuyendo a su salida del complejo y el desensamblaje de la adhesión (Zheng
et al., 2009b). La menor activación de Erk1/2 observada en las células silenciadas para
RIAM, posiblemente causada por un defecto en la activación de la señalización
outside‐in dependiente de integrinas, como ya ha sido discutido previamente, podría
constituir un vínculo funcional entre RIAM y el desensamblaje de las adhesiones
focales. Así, la expresión en células BLM de formas constitutivamente activadas de
MEK, la quinasa responsable de la fosforilación de Erk1/2, se traduce en una
recuperación del desensamblaje de las adhesiones focales en las células RIAM KD. Sin
embargo, la expresión de formas dominantes negativas de MEK conduce a un
fenotipo de las adhesiones focales similar al de las células RIAM KD, lo que sugiere la
implicación del eje de señalización MEK‐Erk1/2 en la regulación de la dinámica de las
adhesiones focales dependiente de RIAM. Adicionalmente, hemos observado que, en
paralelo a la recuperación de la dinámica normal de las adhesiones focales en células
RIAM KD transfectadas con MEK CA, se restauran en estos transfectantes los niveles
de fosforilación de FAK y paxilina, alcanzándose niveles similares a los de las células
control. De nuevo estos resultados nos llevan a la hipótesis causa‐consecuencia, la
cual va a ser estudiada inmediatamente, tal y como se ha expuesto anteriormente.
Como ya se ha indicado, el recambio de las adhesiones focales es requerido
para que se produzca la migración celular, y en consecuencia, la invasión. Los
resultados de los experimentos de invasión han puesto de manifiesto que la
recuperación de la señalización a través del eje MEK‐Erk1/2 en las células BLM
silenciadas para RIAM restaura su potencial invasivo, sugiriendo que el defecto en la
activación de Erk1/2 observado en estas células puede ser, al menos en parte,
responsable del bloqueo de la invasión al impedir el recambio de las adhesiones
focales (Webb et al., 2004).
Papel de RIAM en invasión y dinámica de adhesiones focales de células de melanoma
156
Un mecanismo adicional que podría estar alterando la dinámica de las
adhesiones focales de las células RIAM KD puede estar basado en la fosforilación
reducida de la serina S910 de FAK. La fosforilación en este residuo juega un papel
clave en el desensamblaje de las adhesiones focales (Zheng et al., 2009b). Una menor
fosforilación de este residuo de serina de FAK en las células silenciadas para RIAM
podría traducirse en un desensamblaje deficiente de las adhesiones focales, por lo
que éstas se acumularían establemente en la superficie central de las células. Dado
que éste es el fenotipo observado en las células RIAM KD, analizaremos en
experimentos futuros el grado de fosforilación de este residuo de serina de FAK.
Además de su contribución al control de la contractilidad celular, RhoA regula
la renovación de las adhesiones focales (Tomar y Schlaepfer, 2009). Dado que la vía
Vav2‐RhoA‐MLC está afectada en las células de melanoma RIAM KD, estudiamos en
este trabajo si el defecto en la renovación de las adhesiones focales en estas células
estaba asociado a la alteración en la activación de esta vía de señalización. Los
experimentos de transfección de una forma activa de RhoA mostraron una
recuperación parcial de de la distribución preferentemente periférica de las
adhesiones focales en estos transfectantes. Todos estos resultados indican que, tanto
la vía de señalización Ras/MEK/Erk1/2, así como la vía Vav2‐RhoA‐MLC, están
reguladas por RIAM, por lo que el silenciamiento de esta proteína se traduce en las
alteraciones de la dinámica de las adhesiones focales mostradas en este trabajo, y que
constituyen probablemente la base del defecto en la invasión celular. Desconocemos
por el momento las relaciones entre estas dos vías de señalización en las células RIAM
KD, un punto que estudiaremos en el futuro. En la Figura 71 se presenta un modelo
hipotético sobre el papel de RIAM en la migración y la proliferación celular.
Discusión
157
ECM
Integrina
α βADHESIÓNA LA ECM
Vav2
RhoA
F‐Actina
ROCK
Miosina II
Pi
Pi
CXCL12
βγ α
CXCR4
Miosina II
Membrana Plasmática
CONTRACTILIDADCELULAR, MIGRACIÓN
Src
F‐Actina
Vinculina
PROLIFERACIÓN CELULARSUPERVIVENCIA
Talina
FAK
Paxilina
Pi
Pi
Y
Y
DESENSAMBLAJEDE ADHESIONES
FOCALES,MIGRACIÓN
PI3‐K
Akt
INVASIÓNCELULAR
?
?
GTPRap1RIAM
METÁSTASIS
?
MEK
Ras
Erk1/2
Figura 71.‐ Modelo del papel de RIAM en la invasión y en la dinámica de las adhesiones focales de células de melanoma. Tras la unión de CXCL12 a CXCR4 se inicia una cascada de señalización que, a través de mecanismos aún desconocidos, lleva a un incremento en los niveles de Rap1‐GTP en las células. Rap1‐GTP es capaz de interaccionar con RIAM, reclutándola y localizándola en áreas próximas a la membrana plasmática (Lee et al., 2009), de manera que podría constituirse una plataforma de señalización. RIAM contribuiría a la activación de Vav2 inducida por CXCL12, lo que lleva a la activación secuencial de RhoA, su quinasa efectora ROCK y, finalmente, de la miosina II. Este proceso participaría en el control de la contractilidad celular, de la polaridad y, por tanto, de la migración y la invasión celular en respuesta a la quimioquina. Además, el complejo Rap1‐RIAM participa en la estimulación de la adhesión celular a sustratos de la ECM facilitando la interacción de talina con los dominios citoplásmicos de la integrina β1. La adhesión celular desencadena la señalización outside‐in, produciéndose la activación de las vías PI3‐K/Akt y Ras/MEK/Erk1/2, la cual regula la proliferación celular y la supervivencia, procesos que contribuyen a la metástasis. La activación de Erk1/2 en las adhesiones focales es dependiente de la adhesión celular, y por tanto de RIAM, lo que sería requerido para mantener el recambio de estas adhesiones. Tras su interacción con paxilina, Erk1/2 activo fosforila a FAK, facilitando su salida de la adhesión focal y el desensamblaje de la misma. De este modo, el correcto mantenimiento de la dinámica de renovación de las adhesiones focales dependiente de RIAM es necesario para la invasión celular.
Papel de RIAM en invasión y dinámica de adhesiones focales de células de melanoma
158
Estos datos en conjunto sugieren un papel relevante para RIAM en la invasión
y la metástasis de células de melanoma, por lo que estudios futuros debieran explorar
la posible relación de RIAM con la prognosis de los pacientes de este tipo de cáncer,
pudiendo constituir una diana terapéutica o un marcador pronóstico. Sin duda los
mecanismos a través de los cuales RIAM controla estos procesos no son aún bien
conocidos, por lo que serán objeto de futuros trabajos.
Sección VI
Conclusiones
Papel de RIAM en invasión y dinámica de adhesiones focales de células de melanoma
160
Conclusiones
161
De los datos expuestos en esta Tesis Doctoral, podemos concluir que:
1. Rap1 y RIAM constituyen un eje de señalización requerido para la
invasión de células de melanoma estimulada por CXCL12.
2. RIAM participa en la regulación de la activación del eje de señalización
Vav2‐RhoA‐MLC en células de melanoma, y por tanto contribuye a la
polarización y la contractilidad celular.
3. RIAM regula la adhesión celular mediada por integrinas β1. El
silenciamiento de RIAM altera la señalización outside‐in dependiente de
integrinas, lo que se traduce en una inhibición de la activación de las vías
Ras/MEK/Erk1/2 y PI3‐K/Akt.
4. RIAM controla la proliferación y la supervivencia celular, lo que se
traduce en una supervivencia más prolongada de los ratones inoculados
con células de melanoma silenciadas para RIAM.
5. La dinámica de las adhesiones focales de células de melanoma es
dependiente de RIAM, de manera que su silenciamiento causa una
inhibición del desensamblaje de las mismas. Esto conduce a una
acumulación de las adhesiones focales en la parte central de la superficie
celular.
6. Asociado a la acumulación de adhesiones focales en células silenciadas
para RIAM, se produce un aumento en la fosforilación en residuos de
tirosina de FAK y paxilina.
7. La señalización mediada por MEK‐Erk1/2 está implicada en el control del
desensamblaje de las adhesiones focales dependiente de RIAM en células
de melanoma.
Papel de RIAM en invasión y dinámica de adhesiones focales de células de melanoma
162
Sección VII
Bibliografía
Papel de RIAM en invasión y dinámica de adhesiones focales de células de melanoma
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Anexo
Anexo
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Anexo
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RIAM controls invasion and growth of melanoma cells Pablo Hernández-Varas‡1, Georgina P. Coló‡1, Ruben A. Bartolomé‡, Andrew Paterson§, Iria Medraño-Fernández¶, Carlos Cabañas║, Paloma Sánchez-Mateos**, Esther M. Lafuente¶, Vassiliki A. Boussiotis♦, Staffan Strömblad§ and Joaquin Teixidó‡* From ‡Department of Cellular and Molecular Medicine, Centro de Investigaciones Biológicas (CSIC), 28040 Madrid, Spain; §Karolinska Institutet, Center for Biosciences, Department of Biosciences and Nutrition, SE-141 83 Huddinge, Sweden; ¶Universidad Complutense de Madrid, Facultad de Medicina, Department of Microbiology, 28040 Madrid, Spain, and Instituto de Investigación Hospital 12 de Octubre; ║Centro de Biología Molecular (CSIC), 28049 Madrid, Spain; **Servicio de Inmuno-Oncología, Hospital Universitario Gregorio Marañón, 28007 Madrid, Spain; ♦Department of Medicine; Division of Hematology and Oncology, Harvard Medical School, Boston, MA 02115
Running Head: Rap1 and RIAM in melanoma cell invasion 1These authors equally contributed to this work
*To whom correspondence should be addressed. Joaquin Teixidó. Centro de Investigaciones Biológicas. Ramiro de Maeztu 9. 28040 Madrid. Spain. Phone: 34-91-
8373112; Fax: 34-91-5360432; e-mail: [email protected]
The MRL (Mig-10/RIAM/Lamellipodin) family member RIAM interacts with active Rap1, a small GTPase that is frequently activated in tumors such as melanoma and prostate cancer. We show here that RIAM is expressed in metastatic human melanoma and that both RIAM and Rap1 are required for melanoma cell invasion. RIAM expression conferred growth and metastatic advantages to highly invasive human BLM melanoma cells using a SCID xenograft model. Defective invasion of RIAM-silenced melanoma cells arose from impairment in persistent cell migration directionality, which was associated with deficient activation of the Vav2-RhoA-MLC pathway. Expression of constitutively active Vav2 and RhoA in cells depleted for RIAM partially rescued their invasion, indicating that Vav2 and RhoA mediate RIAM function. These results suggest that inhibition of cell invasion in RIAM-silenced melanoma cells is likely based on altered cell contractility and cell polarization. Furthermore, we show that RIAM depletion reduces β1 integrin activation and β1-dependent melanoma cell adhesion. The decreased adhesion correlated with deficient activation of both Erk1/2 MAP kinase and phosphatidylinositol 3-kinase, two central molecules controlling cell growth and cell survival. In addition to inhibit cell proliferation, RIAM silencing led to higher susceptibility to cell apoptosis. The data suggest that defective activation of these kinases in RIAM-silenced cells could account for inhibition of melanoma cell growth. Together, these results suggest that RIAM might contribute to the dissemination of melanoma cells.
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Rap1 belongs to the Ras family of small GTPases, which are molecular switches that couple extracellular signals with a variety of cellular responses, such as cell proliferation and survival, cell adhesion and cell polarity (1-3). Rap1 activation is regulated by guanine-nucleotide exchange factors (GEFs), which stimulate exchange of bound GDP by GTP, and by GTPase activating proteins (GAPs), which promote GTP hydrolysis (4). The GTP-associated form of Rap1 is responsible for interaction with its effectors, which then transmit the signalling necessary to generate cell responses. RIAM (Rap1-GTP-interacting adaptor molecule) is an effector protein for Rap1 that belongs to the MRL (Mig-10/RIAM/Lamellipodin) family of adaptor proteins (5). RIAM contains an N-terminal coiled-coil region, a central Ras association and pleckstrin homology domains, a C-terminal region rich in prolines, as well as several FPPP motifs with the potential of interacting with ENA-VASP proteins. RIAM is broadly expressed, and it was first characterized as a molecule that promotes Rap1-dependent β1 and β2 integrin activation on T lymphocytes (5). Subsequent work demonstrated that Rap1-RIAM association favours talin targeting to the plasma membrane through direct talin interaction with an N-terminal segment of RIAM, a process that contributed to integrin activation (6,7). Furthermore, RIAM co-localizes with talin in lamellipodia (6), representing a mechanism that could help to localize activated integrins at these cell membrane protrusions. In addition, recent data indicated that a MRL ortholog in Drosophila called pico is required for tissue growth (8), therefore widening the functional potential of MRL proteins in the control of different cellular responses.
RIAM also regulates T cell receptor-mediated signalling. RIAM is recruited to immunological synapses during T cell-antigen presenting cell interactions (9). Notably, the T cell kinases ZAP-70, Fyn and Lck can associate to RIAM and promote its tyrosine phosphorylation (10). Moreover, RIAM silencing leads to impairment in Ras-dependent signalling, and to defective translocation of PLC-γ1 to the actin cytoskeleton, resulting in inhibition of T cell activation (10). Rap1 was shown to be activated in human melanoma cell lines and metastatic melanoma tissue, and it was proposed that its activation might control melanoma cell adhesion and migration (11). Similarly, Rap1 activation correlates with high metastatic potential in prostate cancer cell lines, which was associated with a decrease in the expression of Rap1GAP (12). Examination of the cancer transcriptome profiles from the Oncomine database reveals that RIAM mRNA is found in a significant proportion of metastatic melanoma samples. Therefore, the potentially expressed RIAM protein might regulate tumor cell motility upon binding to activated Rap1. Here we show that RIAM protein is expressed in human metastatic melanoma tissue and in melanoma cell lines, and we have used highly invasive human melanoma cell lines as models to study the role of RIAM in melanoma cell invasion. The results indicated that RIAM is required during melanoma cell invasion, and that it controls melanoma cell growth and metastasis in an in vivo xenograft model.
EXPERIMENTAL PROCEDURES
Cells, antibodies and reagents. The human melanoma cell lines BLM and MV3 were cultured as previously described (13). The human T cell line
Anexo
193
Molt-4 was grown in RPMI 1640 medium supplemented with 10% fetal bovine serum (FBS) (Biowhittaker, Verviers, Belgium). Anti-RIAM antibodies have been earlier reported (5), anti-Vav2 antibodies were from Dr. Xosé Bustelo (Centro de Investigación del Cáncer, Salamanca), control P3X63 and Lia1/2.1 integrin anti-β1 from Dr. Francisco Sánchez-Madrid (Hospital de la Princesa, Madrid, Spain), and 15/7 anti-β1 from Dr. Ronen Alon (Weizmann Institute of Science, Rehovot, Israel). Anti-CXCR4 was from R&D Systems (Minneapolis, MN), and Rap1, PARP, RhoA, phosphotyrosine and myc 9E10 antibodies were from Santa Cruz Biotechnology (Santa Cruz, CA). Anti-β-actin, anti-talin, anti-MLC, anti-HA and anti-His were from Sigma-Aldrich (St. Louis, MO), anti-Erk1/2, anti-phospho-Erk1/2, anti-Akt, anti-phospho-Akt (Ser473) and anti-cleaved caspase 3 (Asp 175) from Cell Signalling Tech (Danvers, MA), anti-procaspase-3 from (BD Biosciences, Bedford, MA), and anti-MLC antibodies from Invitrogen (Camarillo, CA). Anti-human melanoma HMB-45 was from Dako (Glostrup, Denmark). Fibronectin was from Roche Diagnostics (Penzberg, Germany) and collagen I and cisplatin from Sigma-Aldrich. Vectors, RNA interference, transfections and PCR. HA-fused pcDNA3.1 vectors coding for wild type and constitutively active Rap1 (G12V) were from The Missouri S&T cDNA Resource Center (Rolla, MO). To obtain BLM cells stably overexpressing RIAM, its cDNA (5) was cloned into pcDNA3.1-Myc or pcDNA4MaxC-His vectors. Cells were either electroporated with pcDNA3.1-RIAM-Myc, or cotransfected with pcDNA4MaxC-RIAM-His and pBabe-puro vectors using lipofectamine (Invitrogen, Carlsbad, CA). Transfectants were selected and maintained in the
presence of G418 or puromycin, respectively. Vectors coding for GFP-fused forms of wild-type RhoA and Vav2, and activated V14-RhoA and Vav2 have been reported. To interfere with Rap1 expression we used the following siRNA: siRap1A.1, sense strand: GAUAGAAGAUUCCUACAGAdTdT; siRap1A.2, sense strand: AUCAUGUCUGCUGCUCUAGdTdT, or a pSuper-Rap1 shRNA vector based on the Rap1A.1 siRNA sequence. siRNA for RIAM had the following sequences: siRIAM #1, sense strand: GGAAGACUCUCUAUGAUAAdTdT; siRIAM #2, sense strand: GGACAACCUUUUCGAGAAAdTdT; siRIAM #3, sense strand: CUAUGGGACUCAGCAUAAAdTdT. Control siRNA was as previously described (14). Cells were transfected with siRNAs using X-tremeGENE (Roche Diagnostics), or with pSuper vectors using lipofectamine, and transfectants tested in the different assays 48 hours post-transfection. To detect RIAM expression by PCR we used the primers 5'-AAAGCGCCCACTGACTATTG-3' and 5'-CGTTGCCTCTCTTCTTTTGC-3', and GoTaq DNA polymerase (Promega, Madison, WI). Human GAPDH primers were as reported (13). Lentiviral gene transfer and animal studies. pLL3.7 or pLL3.7-shRIAM (5) vectors were used to obtain mock or RIAM-silenced cells. Packaging was performed with HEK293T cells, and viral supernatants were used to infect target cells which were selected by cell sorting based on their GFP expression. BALB/c SCID mice (Harlan, Indianapolis, IN) maintained under specific pathogen-free conditions were employed for xenograft studies. The Consejo Superior de Investigaciones Cientificas Ethics Committee (Madrid, Spain) approved the protocols used for experiments with mice. Mice were injected subcutaneously in the
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lateral thoracic wall or intravenously into the tail vein with 1x106 cells. Mice were daily inspected for tumor growth, and were killed when signs of respiratory stress were noted, or when subcutaneous tumors reached volumes between 1.5-2 cm3. Invasion, migration and adhesion assays. Invasions across Matrigel were done as established (13). The lower compartments of chambers were filled with invasion medium with or without CXCL12 or fetal bovine serum (10%; Sigma-Aldrich), and invasive cells were counted under a microscope. To study cell migration we used wound healing assays. For this, 1 mm-wide wounds were done across confluent cell monolayers on Matrigel-coated plates, and cultures incubated with or without CXCL12. For adhesion assays, cells were labelled as previously shown (15) and loaded in triplicates on 96-wells dishes (Costar, Cambridge, MA) coated with fibronectin (8 μg/ml) or collagen I (1-2 μg/ml). Cells were allowed to adhere for different times, and following washing to remove unbound cells, adhesion was quantified using a fluorescence analyzer (POLARstar Galaxy; Offenburg, Germany). Time-lapse videomicroscopy. Time-lapse analyses in migration experiments were performed using chemotaxis chambers (Ibidi, Martinsried, Germany) coated with Matrigel. CXCL12 was added in upper reservoir and cell movement was tracked (2 min each frame for 5 h) using a Live Cell Imaging microscope (Leica AF6000 LX type DMI6000B) (16). Euclidean Mean Distance (EMD) was assessed with ImageJ software. For protrusion dynamics, paxillin-dsRed2-transfected cells were seeded at 5000 cells/well on fibronectin-coated (10μg/ml) glass-bottom 96-well plates. Cells were allowed to attach for 45 min, and
subsequently images were taken every 10 min using a Nikon A1R confocal microscope with a 60x oil-immersion objective. 3-D gel cultures, confocal microscopy and immunohistochemistry. Rat tail collagen I (3.6 mg/ml) (Millipore, Billerica, MA) was equilibrated with NaHCO3/NaOH buffer to meet neutral pH, and immediately mixed with 10x DMEM medium and cells to have a final 0.8 mg/ml collagen I, 2x DMEM/2.5% FBS suspension (2x105 cells/ml). 20 μl drops of the mixture were allowed to polymerize at 37ºC, and resulting gels were covered with DMEM/serum and incubated for 24-72 hours. Cells were stained for DAPI (0.3 μM) and imaged using a LEICA TCS-SP2-AOBS-UV and Nikon A1R confocal microscope with 63x water-immersion and 60x oil-immersion objectives. Nuclei were classified depending on chromatin compactation. The Ethical Committee from Hospital Universitario Gregorio Marañón approved the protocols and process involving melanoma samples. For immunohistochemistry, melanoma metastases from lymph nodes were immediately frozen, and acetone-fixed 4-µm-thick sections were first incubated with 10% non-immune goat serum. Samples were then incubated for 1 h at 23°C with the appropriated antibodies or isotype-matched control antibodies. All antibodies were first tested for reactivity on lymphoid tissue and skin. The slides were mounted using an aqueous permanent mounting medium (DAKO). Confocal microscopy images were captured using a Leica SP2-AOBS confocal microscope. Immunoprecipitation, immunoblotting and GTPase assays. For immunoprecipitation, melanoma cells were lysed (17) and extracts incubated with antibodies followed by specific coupling to protein A- or G-Sepharose beads, as established (18). After SDS-
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PAGE, proteins were subjected to immunoblotting with primary antibodies, followed by incubation with horseradish peroxidase-conjugated secondary antibodies and detection with chemiluminiscent substrate (Pierce, Rockford, IL). Rap1 and RhoA GTPase assays were performed on cells incubated in suspension with CXCL12 (13). Upon cell lysis, aliquots from extracts were kept for total lysate controls and remaining volume incubated with GST-Ral-GDS (for active Rap1) or GST-C21 (for active RhoA) fusion proteins in the presence of glutathione-agarose beads. Eluted proteins were subjected to immunoblotting with Rap1 or RhoA antibodies. Cell proliferation and cytotoxicity assays. Flow cytometry. Cell proliferation was assessed with the MTT assay. Cells (8x103/well) were seeded in 96-well plates, incubated for 16 h, and subsequently stained with 0.5 mg/ml thiazolyl blue tetrazolium bromide (Sigma-Aldrich). Resulting formazan was resuspended with 200 µl DMSO/well, and optical density read at 540 nm. Soft agar assays were performed as described (19). For cytotoxicity assays, cells were treated with cisplatin or H2O2, non-adherent cells were removed and monolayers of surviving cells fixed with paraformaldehyde. Upon staining with crystal violet, cells were washed and resuspended in acetic acid (33%), and absorbance determined at 570 nm. For flow cytometry, cells were sequentially incubated with primary antibodies and fluorochrome-tagged secondary antibodies, followed by analysis in a Coulter Epics XL cytofluorometer. Statistical analyses. Data were analyzed by one-way ANOVA followed by Tukey-Kramer multiple comparisons. In both analyses, the minimum acceptable level of significance was p<0.05.
RESULTS
Rap1 and RIAM are required for invasion of melanoma cells. Rap1 in the highly metastatic human BLM melanoma cell line was found to be basally activated, but its activation was further increased upon exposure to CXCL12 (Fig. 1A), a chemokine that promotes melanoma cell invasion following binding to its receptor CXCR4 (13,20). Rap1 silencing with two different siRNA and with shRap1 led to defective invasion across 3-D Matrigel layers in response to CXCL12 (Fig. 1B, C). Conversely, cells transfected with constitutively active Rap1 exhibited an increase in invasion compared to Rap1 wt or mock counterparts (Fig. 1D). These data indicate that chemokine-promoted melanoma cell invasion needs Rap1 function. Earlier work demonstrated that GTP-bound active Rap1 interacts with RIAM (5). To study if RIAM was expressed in human melanoma cells, we performed immunohistochemistry on metastatic melanoma surgical specimens using anti-RIAM antibodies and antibodies to the specific melanoma marker HMB-45. The analyses revealed low to medium RIAM expression on melanoma cells from macroscopically infiltrated lymph nodes (7 out of 8 cases) (Fig. 2A; and supplemental Fig. S1). The pattern of cellular RIAM distribution and localization inside the tumors was heterogeneous. Thus, some melanoma cells displayed a predominant cytoplasmic localization of RIAM, whereas in other cells RIAM was also found on cell membrane regions. Furthermore, melanoma cells positive for RIAM expression were detected across the tumoral mass, but also on the invasive borders of the tumors. In addition to its expression on metastatic melanoma tissue, RIAM was found to be expressed at different levels on the melanoma cell lines BLM, MeWo, SK-Mel-147 and SK-Mel-173, whereas its expression was undetectable in Mel57 cells (Fig. 2B, top
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panel; and supplemental Fig. S2, A). Pull-down assays using the GST-Ral-GDS fusion protein showed that RIAM binds to Rap1-GTP in chemokine-stimulated BLM melanoma cells (supplemental Fig. S2, B). To investigate if RIAM is needed for melanoma cell invasion, BLM cells were infected with lentiviral vectors designed for stable RIAM silencing (5). Two different transfectants, D11 and F7, displayed between 80-90% decrease in RIAM expression compared to mock transfectants (Fig. 2B, top panel; and supplemental Fig. S2, C). Control experiments revealed no alterations in CXCR4 or β1 integrin expression levels in these transfectants (not shown). Invasion in response to CXCL12 was blocked in D11 and F7 cells (Fig. 2B, bottom panel), as well as in an additional RIAM-depleted subline, F8-luc, engineered to express luciferase for future in vivo bioluminescence studies (supplemental Fig. S2, D). Moreover, transient knockdown of RIAM by siRNA RIAM #2 and #3 led to strong inhibition of invasion toward CXCL12, whereas partial RIAM depletion by siRNA RIAM #1 resulted in a modest inhibition of invasiveness (Fig. 2C). To test if defective invasion in response to CXCL12 shown by RIAM-silenced BLM cells could also be detected using other stimuli, we analyzed cell invasion toward serum. Results revealed that both D11 stable transfectants and cells transfected with RIAM siRNA had a blockade of invasiveness in response to serum (Fig. 2D). Further support for the important role of RIAM in melanoma cell invasion came from experiments using BLM cells overexpressing His- or myc-tagged RIAM, which exhibited a remarkable upregulation of invasiveness compared to mock transfectants (Fig. 2E). Importantly, defective invasion of RIAM-depleted D11 cells was rescued by RIAM-His
overexpression (Fig. 2F). To analyze if RIAM silencing in another RIAM-positive invasive melanoma cell line led to deficient invasion, we used MV3 cells, which displayed impaired invasiveness following RIAM depletion (Fig. 2G). Together, these results indicate that melanoma cell invasion requires Rap1 and RIAM activities. Directional persistence of migration is defective in RIAM-silenced melanoma cells. In addition to their deficient invasion across 3-D matrigel layers, RIAM-depleted BLM melanoma cells displayed a significant inhibition of 2-D migration in the presence of CXCL12 using wound closure assays (Fig. 3A). To investigate the mechanisms behind impaired migration of RIAM-silenced melanoma cells, we first analyzed migration by time-lapse microscopy in chemotaxis chambers. Mock cells displayed Euclidean Mean Distance (EMD) migratory values that were more than two-fold higher than those from RIAM knockdown transfectants, indicating that RIAM depletion affected persistent migration directionality (Fig. 3B; see also supplemental videos 1 and 2). A close examination at membrane protrusions during migration revealed that while mock cells exhibited dynamic ruffle and filopodia extensions, cells depleted for RIAM showed periodic waves of lamellae protrusions that lead to a non-polarized rounded morphology (Fig. 3C; and supplemental videos 3 and 4). Activation of Vav2-RhoA and MLC is impaired in RIAM-depleted melanoma cells. The deficiency in persistent migration directionality of RIAM-silenced cells might reflect a defective cell polarization, which could arise from alterations in cell contractility (21). As stress fiber formation and contractility requires Rho GTPase-dependent activation of the myosin light chain (MLC) of myosin II (22,23), we examined whether activation of RhoA
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and MLC may be altered in RIAM-silenced cells. We first analyzed phosphorylation of Vav2, which is a GEF activator molecule for RhoA (24,25). Both Vav2 tyrosine phosphorylation and Vav2 binding to RhoA following CXCL12 stimulation was defective in D11 cells compared to mock cells (Fig. 4A), which were associated with impairment of RhoA activation (Fig. 4B). Instead, the degree of tyrosine phosphorylation of p190RhoGAP, a GAP for RhoA, was similar in mock and D11 cells (not shown). RhoA activates its downstream effector ROCK, which in turn phosphorylates MLC (23). Phosphorylated myosin II then assembles into myosin filaments and associates with actin filaments for generation of contractile stress fibers that are needed for cell migration (26). We found that the defect in RhoA activation in D11 cells was associated with a decrease in MLC phosphorylation levels (Fig. 4C), suggesting that activation of the Vav2-RhoA-MLC pathway is impaired in RIAM-silenced melanoma cells. To determine if altered Vav2-RhoA activation in RIAM knockdown cells accounted for inhibition of melanoma cell invasion, we expressed constitutively active forms of Vav2 and RhoA (Vav2 CA and RhoA CA, respectively) in mock and D11 cells, and tested transfectants in invasion assays. Overexpression of Vav2 CA in D11 cells led to rescue of RhoA activation as well as to a partial recovery of invasion (Fig. 4D). Furthermore, overexpression of RhoA CA in D11 cells also led to a partial rescue of invasion compared to the same cells transfected with RhoA wt (Fig. 4E). Similarly, F8-Luc cells transfected with RhoA CA displayed higher invasion than the same cells transfected with RhoA wt forms (supplemental Fig. S3). These results indicate that impaired invasiveness shown by RIAM-silenced
BLM melanoma cells involves a defect in Vav2-RhoA-MLC activation. Association between talin and β1 integrin and β1-mediated adhesion are reduced in RIAM-depleted melanoma cells. Analyses of cell distribution of endogenous and transfected RIAM revealed that it was found at the edges of cell protrusions, usually showing a patchy distribution, as well as diffusely in the cytoplasm of BLM cells (supplemental Fig. S4, A). Furthermore, RIAM-His coprecipitated with talin in these cells (Supplemental Fig. S4, B). As talin interaction with the cytoplasmic tails of integrin β subunits represents a key event for integrin activation (27), we analyzed β1 integrin activation, talin-β1 association and cell adhesion in RIAM-depleted and RIAM-overexpressing cells, and compared them with control transfectants. RIAM-silenced BLM cells displayed a modest but consistent decrease in β1 integrin activation in response to CXCL12, as binding of 15/7, an anti-β1 antibody that detects high-affinity β1 integrin conformations (28), was lower on D11 than mock cells (Fig. 5A). Control experiments showed that mock and D11 cells retained a similar degree of 15/7 mAb binding upon exposure to Mn2+, a positive control for integrin affinity regulation. These results correlated with decreased talin-β1 association in RIAM knockdown cells (Fig. 5B). Conversely, cells overexpressing RIAM displayed higher 15/7 mAb binding and increase in talin-β1 assembly (Fig. 5C, D). Importantly, impaired talin-β1 association in D11 cells was rescued following RIAM-His overexpression (Fig. 5E). RIAM-silenced cells displayed a partial reduction in β1 integrin-dependent cell adhesion to fibronectin compared to control transfectants (Fig. 5F). On the contrary, RIAM overexpression resulted in upregulated cell adhesion to
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fibronectin (Fig. 5F). Moreover, RIAM knock down led to β1-integrin dependent decrease in transfectant adhesion to type I collagen (Fig. 5G), together indicating that RIAM depletion in melanoma cells results in impairment in both β1 integrin activation and β1-dependent cell adhesion. RIAM-silenced melanoma cells have defective Erk1/2 and Akt activation. Investigation of downstream activation signaling events following β1 integrin-mediated adhesion to fibronectin and type I collagen showed that activation of both Erk1/2 MAP kinase and the phosphatidylinositol 3-kinase (PI3-K) downstream effector Akt was impaired in RIAM-silenced BLM melanoma cells (Fig. 6A, B). Notably, Erk1/2 MAP kinase activation in RIAM knockdown cells was rescued following transfection of RIAM-His (Fig. 6C). These results indicate that RIAM depletion in melanoma cells affects activation of β1 integrin-mediated outside-in molecular signaling that regulates cell growth and survival, such as Erk1/2 MAP kinase and PI3-K activation. Growth and metastatic properties of RIAM knockdown melanoma cells. RIAM-silenced and mock melanoma cells were inoculated into SCID mice to follow their growth and dissemination. Between days 25 and 75 after subcutaneous inoculation with mock cells, all mice (n=13) displayed tumor volumes between 1.5-2.0 cm3, whereas only 3 out of 10 or 1 out of 10 mice inoculated with D11 or F7 cells, respectively, showed these tumor volumes (Fig. 7A). No subcutaneous tumor growth was detected in 60% and 90% of mice inoculated with D11 and F7, respectively, up to day 125. Three weeks after intravenous inoculation with mock melanoma transfectants, mice rapidly developed lung metastases, and after 6 weeks there were not surviving mock animals (Fig. 7B). D11 and F7 mice had a significantly
longer disease-free period (5.5-8 weeks), which was linked to a prolonged survival (Fig 7B). Melanoma cells derived from lung metastases retained GFP expression and displayed invasiveness to matrigel comparable to their original transfectants (supplemental Fig. S5, A, B), indicating that they retained their invasive properties during dissemination. Inhibition of in vivo tumor growth shown by RIAM knockdown melanoma cells correlated with abolishment in their capacity to form colonies in soft-agar cultures compared to mock cells (Fig. 7C). Furthermore, D11 and F7 cells displayed a reduction in cell proliferation, and conversely, cells overexpressing RIAM-His had higher proliferation rates than mock transfectants (Fig. 7D). Together these data indicate that RIAM expression confers growth and metastatic advantages to BLM melanoma cells in a xenograft model. RIAM-silenced melanoma cells have increased susceptibility to apoptosis. As inhibition of in vivo growth of RIAM-depleted melanoma cells could also involve cell apoptosis, we first analyzed whether they might have increased sensitivity to apoptosis-inducing agents. As a model for induction of cell apoptosis, we used cisplatin, a pro-apoptotic DNA alkylating agent used in the treatment of solid tumours (29). Cisplatin induced a dose-dependent decrease in cell survival that was of significantly higher extent in D11 and F7 than mock cells (Fig. 8A, left). This observation was associated with reduced levels of procaspase-3 and with higher PARP cleavage in D11 transfectants (Fig. 8A, right). In addition, D11 and F7 transfectants were more susceptible than mock cells to apoptosis by the hydroxyl radicals generated from excess H2O2 (Fig. 8B). As p38 MAP kinase activation is linked to cell stress and plays key roles in the control of cell proliferation and survival (30), we assessed its
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phosphorylation levels in mock and RIAM knockdown cells. The results showed that p38 MAP kinase was phosphorylated to higher levels in D11 than in mock cells when they were exposed to cisplatin (Fig. 8C). Given that melanoma cells invade across type I collagen-rich dermal connective tissue layers, we embedded mock and D11 cells in 3-D collagen I gels, and analyzed nuclei integrity following 72 h of incubation, as an indication of cell apoptosis. The results indicated that RIAM-silenced cells have higher proportion of compact/broken nuclei than mock cells (70% and 15%, respectively) (Fig. 8D, left and middle panels). Moreover, staining of D11 cells with an antibody to cleaved caspase-3 was substantially stronger than mock cells (Fig. 8D, right panel), again pointing to enhanced apoptosis in cells depleted for RIAM.
DISCUSSION We have used highly metastatic human melanoma cell lines to demonstrate that their invasion requires RIAM and its binding partner Rap1, and that RIAM expression confers growth and metastatic advantages to melanoma cells using a SCID xenograft model. Defective invasion of RIAM-silenced melanoma cells arose from impairment in sustained cell migration directionality, which was associated with inhibition in the activation of the Vav2-RhoA-MLC pathway. Furthermore, our data indicate that RIAM depletion reduces β1 integrin activation and β1-dependent melanoma cell adhesion. The decrease in this adhesion correlates with deficient activation of both Erk1/2 MAP kinase and PI3-K, two central molecules that control cell growth and cell survival. In addition to inhibit cell proliferation, RIAM silencing led to higher susceptibility to cell apoptosis.
BLM cells knockdown for RIAM displayed a predominant rounded morphology linked to impairment in the acquisition of a polarized phenotype. Myosin II-based contractility generates the force needed for cell migration, and contributes to cell polarity and to persistent cell migration (21,26,31). In support for defective polarization in cells knocked-down for RIAM that have impaired migration is the finding that they have deficient activation of the regulatory MLC component of myosin II. Deficient MLC phosphorylation correlated with inhibition of Vav2-RhoA activation, suggesting that the RhoA downstream effector ROCK (22,23) can not efficiently activate MLC. Importantly, expression of constitutively active Vav2 and RhoA forms partially rescued invasion of RIAM-depleted melanoma cells, indicating that Vav2 and RhoA mediate RIAM functions. Therefore, the data suggest that inhibition of invasion in RIAM-silenced BLM melanoma cells involves altered cell contractility and cell polarization due to deficient activation of the Vav2-RhoA-MLC pathway. The structural and functional connections of RIAM with this pathway are not known at present and should be the subject of future studies. A possible explanation is based on the fact that active Rap1 contributes to cell localization of Vav2 (32). Therefore, it is tempting to speculate that a Rap1-GTP/RIAM complex might recruit Vav2 to the cell membrane for subsequent Vav2 activation. Recent work has reported that RIAM translocation to the cell membrane modulates the activation of integrins through recruitment of talin (6,7), as well as the activation of Ras- and PLC-γ1-dependent signalling in T cells (10). Silencing or overexpression of RIAM led to reduction or increase, respectively, of β1 integrin activation in BLM melanoma
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200
cells. This response was linked to an impairment or increase, respectively, of talin-β1 association, an event associated to integrin activation (27). Notably, cell adhesion to fibronectin and collagen I was decreased in RIAM-silenced cells, and these adhesions were totally dependent on β1 integrins, as they were blocked by anti-β1 antibodies. This reduction in adhesion is likely the basis for the defective activation of Erk1/2 and the PI3-K downstream effector Akt, which are well-known downstream targets in outside-in signalling from integrins, involving at least cyclin D1 (33,34). Our results suggest that the impairment in β1 integrin-dependent activation of signalling pathways such as those controlled by Erk1/2 and PI3-K, may lead to the inhibition of cell proliferation that is observed in BLM melanoma cells depleted for RIAM. Therefore, one of the possible mechanisms behind the defective growth shown by RIAM-knockdown BLM melanoma cells subcutaneously inoculated into SCID mice may be based on deficient activation of β1 integrin-dependent outside-in signalling necessary for cell proliferation. An upstream candidate mediating integrin-dependent Erk1/2 MAP kinase activation that is regulated by RIAM activity is Ras, as recent data demonstrated that RIAM depletion in T cells results in failure of Ras-dependent Erk1/2 activation in response to TCR stimulation (10). Concomitant with the inhibition of proliferation shown by RIAM-silenced melanoma cells, they also displayed an increase in susceptibility to apoptosis and stress than their mock counterparts. Their higher apoptosis responses were detected in 2-D-cultured RIAM-depleted cells exposed to cisplatin, as well as when they were embedded in 3-D type I collagen gels, a condition that mimicks connective tissue environments that must be crossed
during invasion of melanoma cells. These responses might be a consequence of their defective activation of proliferation and survival signals mediated by Erk1/2 and PI3-K, and dependent on signalling from β1 integrins. Although the αvβ3 integrin has been shown to be involved in melanoma cell survival (35,36), it is unlikely that it could be playing a role in BLM cell survival, given that these cells express only background levels of this integrin. Therefore, decrease in proliferation and higher sensitivity to apoptosis of RIAM-depleted melanoma cells might contribute to inhibition of tumor growth of subcutaneously-injected cells. When RIAM-silenced BLM melanoma cells were intravenously inoculated, we detected significantly longer survival of SCID mice, associated with delayed latency of lung dissemination, than in those mice injected with mock cells. Based on the impaired cell invasiveness displayed by RIAM knockdown cells, a delay in the latency could reflect a defective lung homing and invasion capacity of these cells that could retard the initial steps of lung colonization. Alternatively, melanoma cell arrival to lungs might be only modestly affected by RIAM depletion, and extended mice survival might reflect the reduction of melanoma cell growth due to RIAM silencing. A more permissive lung environment compared to that of primary skin tumor could later favour the growth of RIAM-depleted melanoma cells involving lung growth factors. Consequently, these results indicate that RIAM contributes to cell growth and metastasis of BLM melanoma cells. Importantly, the Drosophila MRL protein ortholog pico is required for tissue growth, and its silencing leads to reduced cell division rates (8), thus stressing the important role of MRL proteins in cell proliferation. As we found
Anexo
201
RIAM expression on 7 out of 8 metastatic melanoma specimens, together the data suggest that RIAM might contribute to the dissemination of melanoma cells. Future studies should address the possible relationships between RIAM expression and prognostic values.
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FOOTNOTES
We thank Drs. Angeles García-Pardo, Marisol Soengas, Johannes L. Bos and David García-Bernal for reagents and helpful discussions, and Nohemí Arellano-Sánchez for expert technical assistance. María Teresa Seisdedos and Dr. Rafael Samaniego (Unidad de Microscopía Confocal, Hospital General Universitario Gregorio Marañón) is acknowledged for confocal microscopy, Dr. Pedro Lastres for cell sorting, and Manuel Moreno-Calle and Cristina Pintos-Maestro for assistance in the Animal Facility. This work was supported by grants SAF2008-00479 from Ministerio de Ciencia e Innovación (MCINN) to J.T.; SAF2007-60578 (MCINN) and CCG08-UCM/SAL-4259 to E.M.L.; by grants RETICS RD06/0020/0011 from MCINN to J.T. and BFU2007-66443 to C.C; by a grant from Fundación Ramón Areces (2006) to P.S-M; by grant EU-FP7-MetaFight, European Union HEALTH-2007-201862 to J.T and S.S.; by a grant from The Swedish Cancer Society and The Swedish Research Council to S.S.; by grant 2RO1 AI43552 to V.A.B.; and by a grant from the Fundación de Investigación Científica de la Asociación Española contra el Cáncer (to RAB). Part of the imaging was performed at the Live
Anexo
203
Cell Imaging facility, Department of Biosciences and Nutrition at Karolinska Institutet, supported by grants from the Knut & Alice Wallenberg foundation, the Swedish Research council and the Center for Biosciences.
Papel de RIAM en invasión y dinámica de adhesiones focales de células de melanoma
204
FIGURE LEGENDS
Figure 1. CXCL12-promoted melanoma cell invasion is dependent on Rap1. (A) BLM melanoma cells were incubated with or without CXCL12 and subsequently subjected to Rap1 GTPase assays. Numbers under gel represent densitometer analyses in arbitrary units. (B) BLM cells were transfected with control or the indicated Rap1 siRNA, and transfectants analyzed by immunoblotting with anti-Rap1 antibodies (left), or tested in invasion assays across Matrigel in response to CXCL12 (right). (C) BLM cells were transfected with pSuper or pSuper-Rap1 vectors, and transfectants analyzed by immunoblotting (left), or tested in invasion assays (right). (D) BLM cells were transfected with wild type Rap1 (Rap1 wt), constitutively active Rap1 (Rap1 CA) or empty vectors (Mock), and transfectants analyzed by western blotting with anti-Rap1 or anti-HA antibodies (left), or subjected to invasion assays across Matrigel (right). ***Invasion was significantly inhibited, p<0.001, **p<0.01, or *p<0.05. All invasion experiment were done with duplicate samples. (B, n=4; C, n=3). ΔΔInvasion was upregulated compared to invasion by mock cells, p<0.01 (n=2). Anti-β-actin antibodies were used to control protein loading in western blots. Figure 2. RIAM is required for melanoma cell invasion. (A) Immunohistochemical analysis of RIAM expression on melanoma lymph node metastasis. Sections were stained with the melanoma specific marker HMB-45 (tumor) or with anti-RIAM antibodies, or with DAPI to visualize nuclei. Sample #82 is shown. Additional analyses of melanoma specimens are shown in supplemental Fig. S1. (B) Expression of RIAM in untransfected BLM cells, and in Mock and stable RIAM knockdown cells (D11 and F7), was analyzed by immunoblotting with anti-RIAM antibodies (top). Numbers under gel represent densitometer analyses in arbitrary units. (Bottom) Transfectants were tested in invasion assays across Matrigel (C) BLM cells were transfected with control or with the indicated RIAM siRNA, and transfectants analyzed by immunoblotting (top), or tested in invasion assays (bottom). (D) Stable or transient RIAM-silenced transfectants were subjected to invasion assays in response to fetal bovine serum (10%). (E) BLM cells were transfected with His- or myc-tagged RIAM vectors, and transfectants analyzed by immunobloting to examine RIAM-His or RIAM-myc expression (left), or subjected to invasion assays (right). (F) Mock and D11 cells were transfected with control or RIAM-His vectors and their invasion to CXCL12 was compared to that of mock cells. (G) MV3 melanoma cells were transfected with control or siRNA RIAM #2, and transfectants analyzed by western blotting for RIAM expression (left), or tested in invasion assays (right). ***Invasion was significantly inhibited, p<0.001 or **p<0.01. (B, n=5; C, n=3; D, n=2; F, n=3; G, n=2). ΔΔΔInvasion was upregulated compared to invasion by mock cells, p<0.001 (E, n=3). Anti-β-actin antibodies were used to control protein loading in western blots. Figure 3. Directional persistence of migration is deficient in RIAM-silenced melanoma cells. (A) Cells in culture were tested in wound healing assays in the presence of CXCL12 (50 ng/ml). A representative result from three experiments is shown. (B) Transfectants were subjected to time-lapse microscopy experiments on Matrigel. CXCL12 (150 ng/ml) was added on the top reservoir of chambers, and migration of individual cells (n=15) was tracked and represented in μm (X and Y axis) using a common starting point in the middle of the graph. Shown is a representative result of three independent experiments. EMD: Euclidean mean distance. (C) Cells
Anexo
205
were transfected with DsRed-paxillin, and membrane protrusions analyzed for the indicated times by time-lapse microscopy. Shown are two representative individual cells from each mock and D11 transfectants. Figure 4. Impaired invasion of RIAM-silenced melanoma cells involves defective Vav2-RhoA-MLC activation. (A) Mock or D11 cells were incubated for the indicated times with CXCL12 and subjected to immunoprecipitation with anti-Vav2 antibodies and immunoblotting with the indicated antibodies. Numbers under gel represent densitometer analyses in arbitrary units showing Vav2 tyrosine phosphorylation levels. (B, C) Cells were tested for GTPase assays to detect active RhoA (B), or analyzed by western blotting for phospho-MLC or total MLC expression (C). (D) Mock and D11 cells were transfected with GFP-fused wild type (wt) or constitutively active (CA) forms of Vav2, and transfectants analyzed by immunoblotting with anti-Vav2 antibodies (top), or subjected to RhoA GTPase and invasion assays (middle and bottom). (E) Mock and D11 cells were transfected with GFP-fused wild type (wt) or constitutively active (CA) forms of RhoA, and transfectants analyzed by immunoblotting with anti-RhoA antibodies (left), or subjected to invasion assays (right). **Invasions of D11-Vav2 CA or D11-Rho CA transfectants were significantly higher than D11-Vav2 wt or D11-Rho wt cells, respectively, p<0.01. Figure 5. RIAM-silenced melanoma cells have reduced β1 integrin activation and talin-β1 integrin association, and defective β1 integrin-mediated adhesion. (A) Mock and D11 cells were incubated with CXCL12 (200 ng/ml) or with MnCl2 (1 mM), and subsequently subjected to flow cytometry with 15/7 anti-β1 or control P3X63 mAb, followed by detection with a rhodamine-conjugated secondary antibody. Numbers indicate mean fluoresecence intensity values. (B, D) Transfectants were subjected to immunoprecipitation with control (Ctr) or Lia 1/2.1 anti-β1 antibodies, followed by immunoblotting with anti-talin or anti-β1 antibodies. (C) Transfectants were assayed by flow cytometry with 15/7 anti-β1 mAb, in the absence or presence of MnCl2. (E) Mock and D11 cells were transfected with control or RIAM-His vectors, and subjected to immunoprecipitation and western blotting as in B) and D). Total talin loading is also shown. (F, G) Transfectants were tested in adhesion assays (10 min, 37ºC) to fibronectin or type I collagen, in the presence of control or Lia 1/2.1 anti-β1 mAb. Basal adhesion to BSA is also displayed. ***Adhesion was significantly inhibited, p<0.001, ** p<0.01, or p<0.05, or stimulated Δp<0.05; (n=4). Figure 6. RIAM-silenced melanoma cells have defective Erk1/2 and Akt activation. (A, B) Transfectants were plated for the indicated times on fibronectin or collagen I, and following cell lysis, extracts were subjected to western blotting with antibodies to phosphoErk1/2, Erk1/2, phosphoAkt or Akt. (C) Mock and D11 cells were transfected with control or RIAM-His vectors and subsequently analyzed by immunoblotting with phosphoErk1/2 and Erk1/2 antibodies. Figure 7. RIAM silencing in melanoma leads to inhibition of tumor growth and delayed metastasis. (A) SCID mice were subcutaneously inoculated with the indicated melanoma BLM transfectants. Data show the correlation between days post-inoculation and percentage of mice having tumor volumes between 1.5-2.0 cm3 (left), or free-tumor mice (right). (B) Shown are survival curves of SCID mice intravenously inoculated with the indicated melanoma transfectants (***Survival was significantly higher than mice inoculated with mock transfectants, p<0.001). (C) Displayed are representative fields of anchorage-independent colony formation on soft agar (left), and quantification in mean colony numbers (right, n=3; duplicates). Only colonies larger
Papel de RIAM en invasión y dinámica de adhesiones focales de células de melanoma
206
than 50 μm were counted. (D) Cell proliferation was determined using the MTT assay (left). *Proliferation was inhibited, p<0.05, or augmented ΔΔΔp<0.001 (n=4). (Right) Cells (5x103) were cultured in complete medium for the indicated times and counted in Newbauer chambers (n=3). Figure 8. RIAM-silenced melanoma cells have increased susceptibility to apoptosis. (A) Melanoma transfectants were incubated for 24 h in the presence of the indicated concentrations of cisplatin, and cell survival was measured as indicated in the Methods (left), or cell extracts subjected to immunoblotting using antibodies to the indicated proteins (right). The PARP antibody recognizes both the intact and cleaved fragment (CF). (B) Cells were treated for 14 h with 3 μM H2O2 and cell survival was measured as above. (C) Cells were exposed for the indicated times to cisplatin (50 μM) and subsequently subjected to western blotting for detection of phosphorylated (pp38) or total p38 MAP kinase. (D) Mock and D11 cells were embedded in 3-D type I collagen gels, and stained with DAPI or GFP-visualized by microscopy (left). Middle panel shows quantification of nuclei showing normal or compact/broken DAPI staining. (Right) Cells were stained with DAPI or with an antibody to cleaved caspase-3 and analyzed by confocal microscopy.
Anexo
207
SUPPLEMENTAL DATA
Supplemental Figure 1. Expression of RIAM on melanoma metastases. Five different lymph node melanoma metastases were analyzed by immunohistochemistry. Sections were stained with the melanoma specific marker HMB-45 (tumor) or with anti-RIAM antibodies, or with DAPI to visualize nuclei. Supplemental Figure 2. Expression and functional analyses of RIAM in melanoma cells. (A) Expression of RIAM in the melanoma cell lines BLM, Mel57, MeWo, SK-Mel-147 and SK-Mel-173 was assessed by immunobloting with anti-RIAM antibodies. (B) Lysates from BLM cells exposed for 15 min to CXCL12 were incubated with GST or GST-Ral-GDS, and bound Rap1 and RIAM were detected by immunoblotting. (C) BLM cells were infected with pLL3.7 or pLL3.7-shRIAM vectors, and upon cell sorting based on GFP expression, transfectants were analyzed by flow cytometry. (D) Generation and characterization of F8-Luc RIAM knockdown and mock-luc transfectants. HEK-293FT packaging cells were co-transfected using lipofectamine (Invitrogen Corp.) with pSFG-GFP-Luc vector (a gift from Dr. Vladimir Ponomarev, Memorial Sloan Kettering Cancer Center, New York, NY), and vectors coding for gamma-retrovirus proteins gag and pol (pNGVL-MLV-gag-pol) and vesiculovirus envelope glycoprotein (pNGVL-VSV-G) (gifts from Dr. Rafel Delgado, Hospital 12 de Octubre, Madrid, Spain). Conditioned media containing viral particles were used to infect BLM cells, which were sorted based on GFP expression. Subsequently, selected cells were subjected to in vitro luciferase activity assays to assess their luciferase expression (TD20/20 luminometer, Turner Biosystems, Sunnyvale, CA) (not shown). This protocol established the parental BLM-luc cells. Viruses from supernatants of HEK-293FT cells transfected either with pRetroSuper or with pRetroSuper-shRIAM (Origene, Rockville, MD) vectors were used to infect BLM-luc cells, which upon selection with puromycin gave rise to the mock-Luc and F8-Luc transfectants, respectively. These transfectants were analyzed by western blotting with anti-RIAM antibodies (left), or subjected to invasion assays (right). ***Invasion was significantly inhibited, p<0.001. Supplemental Figure 3. Constitutive active RhoA partially rescues invasion of RIAM-silenced melanoma cells. Mock-Luc or F8-Luc cells were transfected with RhoA wild type (wt) or constitutively active (CA) vectors, and analyzed by immunoblotting using anti-RhoA antibodies (left), or subjected to invasion assays (right). ΔΔInvasion of F8-Luc-Rho CA transfectants was significantly higher than F8-Luc-Rho wt counterparts, p<0.01. Supplemental Figure 4. RIAM distribution on melanoma cells, and RIAM co-precipitation with talin. BLM cells were transfected with His-tagged RIAM vectors, and transfectants attached on fibronectin were analyzed by confocal microscopy (LEICA TCS-SP2-AOBS-UV) using anti-RIAM or anti-His antibodies (A), or subjected to immunoprecipitation and immunoblotting with the indicated antibodies (B). Supplemental Figure 5. Lung metastases from mock and RIAM knockdown melanoma cells. Melanoma cells isolated from lung metastases and cultured for 6 days were tested by flow cytometry for GFP expression (A), or subjected to Matrigel invasion assays (B).
Papel de RIAM en invasión y dinámica de adhesiones focales de células de melanoma
208
SUPPLEMENTARY MOVIES
1A. Migration of Mock cells on Matrigel. CXCL12 is located on the top reservoir (see Methods). Shown is 1 frame/4 min. 1B. Dots and lines depicting migration of 15 selected mock cells from movie 1A. 2A. Migration of D11 cells on Matrigel. CXCL12 is located on the top reservoir (see Methods). Shown is 1 frame/4 min. 2B. Dots and lines depicting migration of 15 selected D11 cells from movie 2A. 3A, B. Dynamics of membrane protrusions of Mock cells during migration on fibronectin. Shown is 1 frame/10 min. 3C, D. Dynamics of membrane protrusions of D11 cells during migration on fibronectin. Shown is 1 frame/10 min.
Anexo
209
Total
Rap1
Active
Rap1
0 15C
XC
L12 (min)
A
1 3,2
0
250
500
750
Control
Rap1A
.1 Medium
CX
CL12
**
siRN
A
Invasive cells
Rap1A
.2
*
B
CtrlR
ap1A.1
β-actin
Rap1
siRN
A
1 0.12 0.06 0.18
Rap1A
.2
24 h 48 h 48 h
WB
anti-HA
anti-Rap1
Rap1-H
A-
Rap1-H
A
D
Mock
Rap1 wtRap1 CA
β-actin
Rap1-
0
250
500
750
1000
Invasive cells
MockRap1 wtRap1 CA
Medium
CX
CL12
ΔΔ
Fig. 1
β-actin
Rap1
pSuperpSuper-
Rap1A
C
0
500
1000
1500
2000
pSuperpSuper-R
ap1A
Invasive cells
***
Medium
CX
CL
12
Papel de RIAM en invasión y dinámica de adhesiones focales de células de melanoma
210
0
800
1600
2400
Mock
D11 M
ediumC
XC
L12
******
F7shR
IAM
Invasive cells
shRIA
M
RIA
MBLM
Mock
D11F7
β-actin
1 0.20 0.13
BCβ-actin
RIA
M
siRIA
M(#)
siCtr
12
3
1 0.46 0.18 0.26
0
300
600
900
siCtr
1
Medium
CX
CL
12
2siR
IAM
(#)
Invasive cells
**
***
3
***
Fig. 2
Medium
Serum
0
2500
5000
7500
Invasive cells
Mock
D11
siRN
AC
ontrolR
IAM
D
******
A
ERIA
Mβ-actin
ControlRIAM-His
RIA
M
ControlRIAM-Myc
β-actin
Invasive cells
0
2000
4000
6000Control
RIA
M-M
ycR
IAM
-His
ΔΔΔ
ΔΔΔM
ediumC
XC
L12
Control
Anexo
211
Medium
Serum
0
1000
2000
3000
Invasive cells
Control
RIA
MsiR
NA
MV
3
ControlRIAM
MV
3
siRN
A:
RIA
M
β-actin
G
1 0.35
1200
2400
3600
Control
RIAM-His
D11
Mock
0Control
RIAM-His
ΔΔΔ
Invasive cells
Mock
D11
ControlRIAM-His
ControlRIAM-His
F
RIA
M
β-actin***
Papel de RIAM en invasión y dinámica de adhesiones focales de células de melanoma
212
D11
Mock
CXCL12
B
EMD
66.16±45.2 μMEM
D150.08±95.2 μM
A0 h
24 h
D11
Mock
F8-Luc
*
Mock
D11
**
**
*
12
34
56
Time on Fibronectin (h)
**
**
**
**
**
**
**
**
**
**
*
*
*
*
**
*
**
*
**
**
*
**
*
*
**
**
**
** *
Anexo
213
Papel de RIAM en invasión y dinámica de adhesiones focales de células de melanoma
214
Anexo
215
Fig. 5
B
Talinβ1
Anti-β1
Ctr
IP:
Mock
D11M
ock
1 0.33
Talinβ1
RIAM
-His
Anti-β1
Ctr
IP:
Control Control
1 2.8
Talinβ1
Anti-β1
Ctr
IP:
MockM
ock/Control
Mock/RIAM
-His
D11/RIAM-His
D11/Control
Total
Talin D
A
FluorescenceIntensity
Control m
Ab
101
CX
CL
12 (30 sec)
(59.6)(31.8)
Mock
D11
100
102
103
Mock
D11M
n++
D11
(143.2)(140.7)
100
101
102
Mock
15/7 m
Ab
(31.0)D
11(41.4)M
ockC
XC
L12 (60 sec)
103
104
104
C-M
n2+
RIA
M-H
is(10.9)
Control(6.9)
FluorescenceIntensity
0
+ Mn
2+
RIA
M-H
is(26.8)
Control(29.6)
100
101
102
103
15/7 m
Ab
E
Adhesion
toFibronectin
Mock
D11
Anti-β1
Controlm
Ab
Cells bound/mm2200
400**
FM
ockR
IAM
-His
Anti-β1
Controlm
Ab Δ
200
400
60000
Anti-β1
150
300
12
2C
ol I (μg/ml)
Controlm
Ab
Adhesion
toC
olagenI
Mock
D11
***
**
0
***
*Col I (μg/m
l)1
2
siRN
AC
ontrolR
IAM
Cells bound/mm2
G
BSA
BSA
BSA
Papel de RIAM en invasión y dinámica de adhesiones focales de células de melanoma
216
Anexo
217
Papel de RIAM en invasión y dinámica de adhesiones focales de células de melanoma
218
Anexo
219
Suppl. Fig. S1
Papel de RIAM en invasión y dinámica de adhesiones focales de células de melanoma
220
Anexo
221
Papel de RIAM en invasión y dinámica de adhesiones focales de células de melanoma
222
Anexo
223
GFP expression
(FluorescenceIntensity)
101
102
103
101
102
101
102
010
010
110
210
310
010
010
310
010
3
BL
M
Mock
D11
F7
AM
ediumC
XC
L12
0
500
1000
1500
2000
Invasive cells
Mock
D11
B
Papel de RIAM en invasión y dinámica de adhesiones focales de células de melanoma
224