tesis completa los tiempos

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UNIVERSIDAD NACIONAL AUTNOMA DE MXICO FACULTAD DE FILOSOFA Y LETRAS

Interpretacin del pretrito y el copretrito Un enfoque dinmico

Tesisque para obtener el ttulo de

Maestra en Lingstica Hispnicapresenta Violeta Vzquez Rojas Maldonado Director de tesis: Dr. Sergio Eduardo Bogard Sierra

Ciudad Universitaria, Mxico, 2007

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Esta investigacin se realiz con el apoyo del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnologa, mediante la beca-crdito nacional CONACYT-00-001-A62

Agradecimientos La labor acadmica es una labor social. No existe algo as como el trabajo de investigacin solitario. Cada resultado se basa un una larga y extensa tradicin cientfica, pero sobre todo en un slido ncleo social. El trabajo que aqu presento le debe cada lnea a la lista de autores que cito en la bibliografa, pero tambin a muchas otras personas ms cercanas en lo cotidiano, que han contribuido con l de diferentes maneras y a quienes expreso mi ms sincera gratitud. Por supuesto, el crdito por los errores y deficiencias de este trabajo s es nicamente mo. Quiero agradecer antes que a nadie al Dr. Sergio Bogard Sierra, quien ha sido mi tutor durante los estudios de maestra, mi asesor en el trabajo de tesis, mi profesor desde que empec la carrera de lingstica, y sobre todo, mi amigo por muchos aos. Gracias, Sergio, por ser la perfecta combinacin de rigor y de confianza que han hecho tan grato compartir contigo tanto los asuntos acadmicos como los no acadmicos. Agradezco a la Dra. Rosa Junia Garca-Barragn Crdova, a la Dra. Chantal Melis, al Dr. Armando Mora y al Mtro. Francisco Arellanes los comentarios que han hecho a este trabajo, y el cuidado y la paciencia que dedicaron a su revisin. Muy especialmente, agradezco a Leopoldo Valias no slo las teraputicas como llamaba l- clases de Morfofonologa del Espaol, sino tambin el haber sido un odo atento a las preocupaciones que me permiti verter en el Seminario de Lenguas Indgenas del Instituto de Investigaciones Antropolgicas de la UNAM, en donde con su ayuda y con la del resto de los participantes pude esbozar la estructura definitiva de esta investigacin. Dentro del marco del Seminario, y por supuesto tambin en las sesiones extraoficiales acompaadas con t de sabores y multitud de galletas, me benefici siempre de los comentarios de Etna Pascacio, Maribel Alvarado, Lucero Melndez, Samuel Herrera, Carlos Salgado, Miguel ngel Domnguez, Daniela Leyva, Elena Ibaez, Amanda Delgado, Israel Martnez y Rosa Mara Rojas. Gracias, colegas, por la amistad y el conocimiento, por desdibujar con cario y risas la lnea que separa lo acadmico de lo cotidiano. Debo un reconocimiento especial a mis profesores de la Maestra en Lingstica Hispnica, entre quienes recuerdo con alto aprecio a Rodrigo Gutirrez-Bravo, Ricardo Maldonado, Elizabeth Beniers y Paulette Levy, por lo mucho que aprend de ellos y que espero nunca olvidar. Hace casi una decena de aos escuch por primera vez a la Dra. Josefina Garca Fajardo dictando una conferencia en el Colegio de Mxico. A partir de entonces decid, casi sin darme cuenta, dedicarme al estudio de la semntica. Cont con la fortuna de ser alumna de Garca Fajardo en la Escuela Nacional de Antropologa e Historia. La claridad de sus ideas, la fuerza de sus argumentos y su magnfica personalidad han sido para m un ejemplo inalcanzable- a seguir. Por esas razones, y ms, le guardo mucha gratitud.

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Algunas veces llegu a pensar, de manera muy ingrata, que dedicarse a la semntica formal supona escoger un camino que se recorre solitario. Afortunadamente, Maurice Pico siempre estuvo ah para sacarme de ese error y de muchos otros-, y se ha convertido, a lo largo de estos aos, no solamente en un generoso proveedor de libros inencontrables, sino tambin en un interlocutor lucidsimo. Siempre le voy a agradecer sus valiosas contribuciones a mi biblioteca personal, pero sobre todo su disposicin para resolver cada duda y discutir sesudamente cada opinin que me atrev a exponer ante l. Gracias por los comentarios minuciosos que hizo a este trabajo. Muchas otras personas han aportado de manera directa al contenido de esta investigacin; tal es el caso de Rodrigo Romero y Adrian Brasoveanu. Gracias por la generosidad con la que comparten su conocimiento, y por haberme mostrado que la distancia no impide tener conversaciones fructferas y hasta discusiones acaloradas. A los estudiantes del curso de Semntica II de la Escuela Nacional de Antropologa e Historia, entre quienes recuerdo con mucho cario a Mara del Consuelo, Yajaira, Ivanhoe, Soledad, Patricia, Guadalupe y Rasheni, les agradezco la paciencia de soportar mi curso casi sin dormirse. Mi propio conocimiento de los temas ah tratados, en algunos de los cuales se apoya esta investigacin, se enriqueci gracias a su exigencia, su participacin y sus aportes. Gracias a Antonio Hamlet Ziga por haberme permitido obtener esa experiencia. No hubiera disfrutado tanto la maestra de no haber contado con mis dos brillantes compaeras, Ana Aguilar y Elena Aguilar. Gracias por tres aos de risas y carcajadas entre nominalizaciones, esquemas de Langacker y tablones de OT. Gracias tambin por compartirme la serenidad con la que al trabajar afrontan la llegada de las cinco de la maana y contando; por ser un ejemplo de fuerza, belleza, inteligencia y gracia. Un poco fuera del ambiente estrictamente lingstico, tengo que reconocer que nunca hubiera podido siquiera comenzar esta investigacin sin el apoyo de una docena de queridos compaeros cuyos nombres estn disgregados por todos los ejemplos de esta tesis. Muy especialmente, agradezco al Mtro. Ral Linares el realismo con el que me hizo ver los problemas metodolgicos y prcticos con los que me enfrent durante la redaccin de este trabajo. Infinitas gracias, Ral, por tu sangre fra y tu calidez de espritu, por bajarme a la tierra y recordarme las dos nicas obligaciones que tengo en la vida. La labor de escribir una tesis requiere tambin unos momentos de descanso, y para ellos no he encontrado mejor refugio que el cario de mi sobrinito Hctor, de mi hermana, Flor Garca Rojas, y de mis hermanos Abel, Omar y Virgilio. Por ltimo, pero por sobre todas las cosas, quiero expresar mi profundo agradecimiento a mis dos ms grandes maestros: Arturo Vzquez Rojas, mi primer profesor de filosofa, y Flor del Campo Maldonado, mi cariosa maestra de gramtica. Ellos me heredaron, quiz sin proponrselo, el inters por la lengua, la admiracin por la lgica, el amor por la docencia y la devocin por la razn. Gracias por ser mis padres, y gracias a Dios por haberme bendecido con ese inestimable regalo.

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ndice I Introduccin 1.1 Objeto de este trabajo: una explicacin dinmica para la semntica del copretrito y el pretrito 1.2 Multiplicidad de usos del copretrito . 1.3 Marca temporal o marca aspectual? Tres teoras sobre la oposicin cant / cantaba. ... 1.3.1 La primera definicin de 'copretrito': Bello (1841, 1847)... 1.3.2 El anlisis aspectual: Garca Fernndez (1998) 1.3.3 El anlisis temporal: Rojo (1990). 1.3.4 Porqu esta discusin no tiene sentido.. II Marco terico 2.1 Los lmites de la semntica modelo-terica en la explicacin del tiempo gramatical.. 2.1.1 Una lgica temporal para representar el tiempo gramatical. 2.1.1.1 Primer problema: disparidad sintctica 2.1.1.2 Segundo problema: disparidad semntica.... 2.2 Fundamentos para una teora dinmica del significado.. 2.3 Tres enfoques semnticos sobre la naturaleza del tiempo 2.3.1 Semnticas basadas en instantes... 2.3.2 Semnticas basadas en intervalos. 2.3.3 Semnticas basadas en eventos. 2.4 Estructura de los eventos.. 2.4.1 Relaciones temporales y relaciones de contingencia entre eventualidades 2.4.2 Relaciones temporales decticas y aspecto... 1 1 4 7 8 12 17 22 29 29 33 34 35 36 40 41 42 42 44 50 56

III Anlisis de la interpretacin temporal del pretrito y el copretrito 61 3.1 El contraste pretrito/copretrito en oraciones simples sin modificacin temporal. 62 3.2 El contraste pretrito/copretrito en oraciones simples con modificacin temporal. 65 3.2.1 Modificaciones temporales de localizacin.. 65 3.2.2 Explicando la relacin entre inclusin temporal y coercin 78 3.2.3 Una propuesta de formalizacin para oraciones simples y oraciones con modificacin temporal . 82 3.2.4 Modificaciones temporales de extensin. 88 3.3 Relaciones temporales entre eventualidades en secuencias de oraciones 91 simples 3.4 Relaciones temporales entre eventualidades en oraciones complejas. 103 3.4.1 Oraciones subordinadas temporales introducidas por cuando ..... 103 3.4.2 Oraciones completivas de verbos de percepcin, actitud proposicional y comunicacin......... 110

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IV Anlisis de la interpretacin cuantificacional del pretrito y el copretrito 4.1 Diferencias entre aspecto y habitualidad. 4.2 Interpretacin habitual de oraciones simples sin modificacin temporal 4.3 Interpretacin habitual de oraciones simples con modificacin temporal... 4.4 Posicin del modificador temporal en la estructura del cuantificador 4.5 Interpretacin habitual de oraciones simples en secuencias 4.6 Interpretacin habitual de oraciones complejas.. 4.6.1 Oraciones introducidas por cuando.. 4.6.2 Interpretacin habitual de oraciones complejas con verbos de percepcin, actitud proposicional y comunicacin................................

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V Conclusiones... 151 Smbolos empleados y su interpretacin. Bibliografa 156 157

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Resumen En esta tesis se presenta un anlisis de la interpretacin del pretrito y del copretrito. Para ello, me baso tanto en los preceptos de la semntica composicional clsica como en los implementos de la semntica dinmica a partir de la Teora de la Representacin del Discurso (Kamp y Reyle, 1993). El copretrito se interpreta como marca de localizacin temporal de una eventualidad siempre que se pueda rastrear en el discurso un tiempo de referencia (Reichenbach, 1947). Este tiempo de referencia puede ser una expresin temporal o una expresin que denote alguna otra eventualidad cuya locacin temporal sea explcita. El pretrito, en cambio, introduce l mismo su tiempo de referencia, lo que explica su posibilidad de ocurrir de manera independiente de otras expresiones en el discurso. Cuando no existe un tiempo de referencia accesible para la interpretacin del copretrito, ste introduce un cuantificador fonticamente nulo con significado de generalidad, GEN. Este cuantificador es el responsable de la interpretacin habitual del copretrito. El pretrito, en cambio, puede tener lectura habitual slo en presencia de un cuantificador adverbial explcito, pues a falta de tiempo de referencia no introduce un cuantificador genrico, sino un cuantificador existencial, lo que da la interpretacin de ocurrencia nica. Este anlisis explica los diferentes sentidos del pretrito y el copretrito como efecto de su interaccin con otras oraciones y expresiones en el discurso conectado, es decir, desde una perspectiva dinmica, y nos evita atribuir toda la labor de interpretacin a una caracterizacin tempo-aspectual previamente determinada en cada una de estas marcas.

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I Introduccin 1.1 Objeto de este trabajo: una explicacin dinmica para la semntica del copretrito y el pretrito El objeto de este trabajo es el de describir la semntica de dos formas de pasado del espaol: el copretrito (cantaba) y el pretrito (cant). Describir la semntica de una expresin implica dos cosas: a) hacer explcito el conjunto de reglas mediante las cuales interpretamos dicha expresin, b) establecer las condiciones bajo las cuales una oracin es verdadera y la manera como las expresiones que contiene la oracin hacen su aportacin a esas condiciones. Es un hecho que los hablantes de espaol mexicano atribuyen diferentes interpretaciones a las oraciones (1) y (2) slo en virtud del cambio en la flexin verbal: (1) (2) Un trozo de plastilina se derreta lentamente en mi escritorio. Un trozo de plastilina se derriti lentamente en mi escritorio. Aunque podemos decir que ambas oraciones retratan una situacin, si no idntica, s muy similar, algo en el contenido de las formas de copretrito en (1) y de pretrito en (2) nos las presenta como situaciones diferentes. Eso que tienen de diferente puede deberse a que el copretrito y el pretrito introducen mecanismos de interpretacin diferentes o, bien, que tienen condiciones de verdad diferentes, o ambas cosas. Por razones que detallar ms adelante, me parece que el significado del pretrito ha sido objeto de mayor consenso entre los estudiosos, no as el del copretrito. No ser de extraar, entonces, que el copretrito merezca ms atencin en nuestro trabajo que el pretrito, aunque al final apuntemos a explicar el contenido de ambas formas. El debate

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del que sigue siendo motivo este significado es, precisamente, una de las razones que justifican la pertinencia de esta investigacin. Usamos las oraciones para proporcionar informacin acerca del mundo que nos rodea, de los hechos y estados de cosas que lo conforman, de nuestros estados mentales o de las otras personas, o de nuestras actitudes y juicios respecto de la verdad o falsedad de otros enunciados, etc. En general, asumo que las oraciones son descripciones de eventualidades, en el sentido amplio de este trmino, que abarca tanto hechos como estados de todo tipo. As como los objetos se localizan en el espacio, las situaciones o eventualidades se localizan en algn punto o intervalo del tiempo. La informacin respecto de esta localizacin est dada, en espaol, mediante la flexin verbal de manera obligatoria. Las localizaciones temporales no se dan de manera absoluta (de la misma manera que no localizamos objetos en un 'espacio absoluto'), sino de manera relacional. As, por ejemplo, sabemos que las situaciones retratadas en (1) y (2) se localizan en algn punto o intervalo temporal anterior al momento de enunciacin, y esa informacin nos la proporcionan las formas flexivas de copretrito y pretrito, respectivamente. Una teora adecuada sobre la semntica de estas dos formas tiene que hacer explcita esa condicin. Pero adems, nuestra teora tiene que explicar porqu la situacin descrita en copretrito en (3) y la situacin descrita en pretrito en (4) expresan una relacin temporal diferente respecto de la situacin descrita mediante la subordinada adverbial cuando sali el sol. El copretrito en (3) nos permite interpretar que las dos situaciones descritas son simultneas, mientras que en (4), el pretrito nos fuerza a interpretar a una de las situaciones como consecuencia del evento descrito en la subordinada.

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(3) Cuando sali el sol, la plastilina se derreta lentamente en mi escritorio. (4) Cuando sali el sol, la plastilina se derriti lentamente en mi escritorio. Lo que nos muestra el contraste entre (3) y (4) es que el significado de una oracin declarativa no slo involucra la referencia a la situacin que describe, sino que conlleva tambin la relacin entre esta situacin y otras situaciones, que pueden ser el evento de la enunciacin, o alguna otra situacin o eventualidad referida en el discurso, o incluso recuperada del contexto extralingstico. Cuando hablamos de relaciones entre eventualidades, nos estamos moviendo un paso ms all del mbito meramente oracional. Necesitamos una teora semntica que sea capaz de representar el contenido de las oraciones en relacin con otras oraciones, es decir, un sistema de representacin y de explicacin que considere a las oraciones dentro del mbito ms amplio del discurso conectado. Cada oracin altera el contexto en el que se inserta: introduce nuevos individuos y eventualidades en el discurso, que las oraciones subsiguientes pueden recuperar para hacer posteriores aseveraciones. Al interpretar una oracin tenemos en cuenta no slo sus condiciones de verdad, sino su potencial para alterar el contexto en el que se emplea, esto es, su capacidad para entrar en relacin con otras oraciones en el discurso. Una teora semntica que adopta esta perspectiva es una teora dinmica del significado. (Stalnaker 1978, Kamp y Reyle, 1993, Groenedijk, Stokhof y Veltman, 1996). Las diferentes relaciones entre situaciones descritas que establecen el pretrito y el copretrito tienen un papel central en nuestros razonamientos acerca del tiempo, es decir, acerca de qu situaciones ocurrieron cundo. Es desde esta perspectiva, cuyos pormenores reservo para captulos subsiguientes, que pretendo explicar la semntica de

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estas dos formas temporales. Pero antes de abordar ese tema, veremos algunos de los usos del copretrito frente al pretrito para ver de cerca el tipo de evidencia que tendra que ser explicado por nuestra teora. Posteriormente, haremos una revisin de lo que hasta ahora se ha dicho sobre la semntica de estas formas, y la razn por la que un trabajo de esta naturaleza tiene plena justificacin en el estado actual de nuestro conocimiento sobre el sistema de formas temporales del espaol. 1.2 Multiplicidad de usos del copretrito El primer problema que enfrenta una teora sobre el copretrito es la multiplicidad de funciones semnticas que esta forma parece cumplir en espaol mexicano. Por mencionar algunas las centrales-, el copretrito se puede entender como a) marca de pasado simultneo con otro pasado, b) marca de habitualidad, c) marca de modalidad (Brucart, 2001, Colombo, 2003). Cada una de estas interpretaciones est ejemplificada, respectivamente, en las oraciones (5), (6) y (7): (5) (6) (7) En el momento en que entramos en la casa, Mario haca seas desde la ventana. Paola se acostaba a las ocho en punto. Si Lucio me invitara a salir, yo le deca que s sin pensarlo.

Me interesan especficamente las interpretaciones de simultaneidad y habitualidad, ejemplificadas en (5) y (6). Los usos como el que he llamado "de modalidad" en (7), en el que se muestra que el copretrito alterna con el condicional yo le dira que s sin pensarlo, y otros que no he ejemplificado an, tendrn explicacin slo cuando esclarezcamos detalladamente lo que est detrs de los dos usos que considero centrales del copretrito, es decir, las interpretaciones de simultaneidad en el pasado y de habitualidad.

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El segundo problema que enfrenta una teora sobre el copretrito es que, al menos en su uso en (5), se percibe un fuerte sentido aspectual. Lamentablemente, alrededor de la nocin de aspecto circulan tantas y tan diversas nociones que de entrada es dudoso que podamos considerar al aspecto como un trmino primitivo. En esta investigacin, aunque no pretendo llegar a definir el resbaloso trmino "aspecto", quisiera dejar claro que lo entiendo como la informacin que nos permite establecer relaciones entre eventualidades o situaciones1, relaciones que pueden ser de sucesin, de inclusin o de traslape2. Las expresiones lingsticas que proporcionan esta informacin se consideran expresiones aspectuales, y pueden ser de diferentes categoras morfo-sintcticas. As, hay verbos aspectuales, como empezar, terminar, continuar, adverbios aspectuales, como durante, o mientras y morfemas aspectuales, como las perfrasis de progresivo o las formas compuestas del perfecto, en espaol. An no podra decir tajantemente que el copretrito sea una instancia de un morfema aspectual. Sin embargo, la informacin conferida por el copretrito en (5) contrasta con su contraparte en pretrito simple, en (8), precisamente en que (5) da la idea de que el evento de Mario haciendo seas desde la ventana se traslapa con el momento en el que entramos a la casa. En (8), en cambio, la relacin temporal entre estos eventos parece ser ms bien de sucesin, una informacin que se atribuye a la marca de pasado simple en la clusula principal: (8)1

En el momento en que entramos en la casa, Mario hizo seas desde la ventana.

Hasta no proporcionar una definicin explcita de los trminos 'situacin', 'eventualidad', y 'evento' estos pueden ser intercambiables, entendidos en un sentido ms o menos coloquial, donde por situacin entiendo prcticamente cualquier hecho o estado de cosas, lo que en trminos de Bach (1981, 1986) se llamara eventualidad. En este apartado utilizo 'evento' y 'eventualidad' indistintamente. En el captulo II esta terminologa ser refinada. 2 En el captulo II entrar en detalle sobre este tipo de relaciones temporales, a las que llamar relaciones temporales no decticas, y dejar ver que el aspecto no slo involucra este componente temporal, sino tambin una dimensin que llamaremos, siguiendo a Moens & Steedman (1988), relaciones de contingencia.

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La interpretacin de (8) implica que el evento de Mario haciendo seas desde la ventana inici justo cuando entramos en la casa, y no antes, que es una opcin que (5) deja abierta. Estas relaciones temporales entre eventos son las que se codifican tpicamente bajo la forma de formas (o expresiones) aspectuales, por lo que la diferencia entre el pretrito y el copretrito parece ser, a primera vista, una diferencia aspectual. Pero decir que la oposicin copretrito/pretrito es de carcter aspectual no es, ni mucho menos, el fin de la historia, sino acaso la entrada en un laberinto terminolgico que pretendo a toda costa evitar. Por ejemplo, no podemos contentarnos con decir que el copretrito actualiza un aspecto imperfectivo, pues no tenemos una definicin precisa de la nocin de "aspecto imperfectivo". Hay muchos intentos de explicar lo que nocionalmente se quiere decir con estos trminos, (por ejemplo, que el aspecto imperfectivo permite ver los eventos "desde dentro", o "en su estructura interna" (Comrie, 1976)), pero no es claro cmo ese lenguaje metafrico o de imgenes puede ser trado a la representacin formal a la que en ltima instancia necesitamos recurrir si queremos hacer explcitas las reglas de interpretacin de un fragmento del lenguaje natural. Incluso si acordramos en una definicin precisa de "aspecto imperfectivo" para el espaol, como lo hay para lenguas que claramente muestran este tipo de formas, quedaran todava por resolver dos problemas ms, a saber: a) cul es el papel de la marcacin aspectual imperfectiva en otras reas del sistema temporal3 de la lengua, esto es, en las esferas que no son el pasado es decir, si la oposicin tiene presencia en las formas de presente y de futuro- y, de manera ms importante, b) cul es la relacin de3

De aqu en adelante, cuando digo "sistema temporal" me refiero al conjunto de formas flexivas del espaol que constituyen la conjugacin verbal excluyendo la categora de persona -y que no me atrevo a listar por nombre porque su nomenclatura cambia de autor en autor- y ms especficamente al subsistema de indicativo, y su organizacin. En otras palabras, este sistema incluye las formas de tiempo, aspecto y modo (TAM), aunque por simple convencin le llamo "sistema temporal".

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este significado imperfectivo con el significado de habitualidad ejemplificado en (6). En este punto algunos autores (Garca Fernndez 1998, Santos, 1993, Comrie, 1976) han encontrado una respuesta simple: la habitualidad es un subtipo del aspecto imperfectivo, y el copretrito es una marca de aspecto imperfectivo, por lo tanto, no es raro que el copretrito sea una marca de habitualidad. Sin embargo, el anlisis de la semntica de las oraciones con sentido de habitualidad es mucho ms complejo de lo que puede resolver su categorizacin bajo un determinado tipo aspectual (Filip & Carlson, 1997). Ms adelante (Cap III) entrar en los pormenores de esta discusin. Por lo pronto, quiero dejar establecido el problema de la siguiente manera: la oposicin entre el pretrito y el copretrito tiene repercusiones sobre la manera como interpretamos las oraciones en las que aparecen estas formas, esto es, tanto en las condiciones de verdad que les corresponden como en los mecanismos mediante los cuales asociamos la referencia de esas oraciones con la referencia de otras expresiones y oraciones en el discurso conectado. Esto quiere decir que el pretrito y el copretrito hacen diferentes contribuciones al significado de las oraciones en las que aparecen, y esta contribucin se aprecia empricamente cuando atestiguamos los juicios que hacen los hablantes cuando emplean estas oraciones en sus razonamientos sobre el tiempo en el que ocurren los eventos, y sobre las relaciones temporales que guardan unos eventos con respecto a otros. 1.3 Marca temporal o marca aspectual? Tres teoras sobre la oposicin cant / cantaba. En la bibliografa sobre el sistema de formas temporales del espaol, el estatus de la oposicin entre pretrito y copretrito ha sido objeto de discrepancia. El punto central del desacuerdo gira en torno a la naturaleza aspectual, para unos, y estrictamente

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temporal, para otros, de esta oposicin. Presentar un panorama de tres teoras que representan estos dos anlisis opuestos. La primera de ellas, de Bello (1841), es la teora que precisamente acua el trmino 'copretrito'. En ella se disea un sistema coherente de marcadores temporales y justifica una nomenclatura que da cuenta del carcter uniforme de todas las oposiciones presentes en l. En este sistema el copretrito simplemente tiene el valor de 'simultaneidad en el pasado', sin que se tome postura explcita respecto de si esta relacin es temporal o aspectual. Despus expondr los argumentos de Garca Fernndez (1998), que defiende el anlisis aspectual, en el que el trmino 'copretrito' es remplazado por el de 'pretrito imperfecto', y asevera que la oposicin entre el pretrito y el imperfecto es el reflejo formal de la distincin entre los significados de aspecto perfectivo e imperfecto, respectivamente. Mostrar que los argumentos de Garca Fernndez en contra del anlisis de 'simultaneidad en el pasado' carecen de fundamento, si bien es atinado su anlisis aspectual, aunque no por las razones que aduce. Ms adelante, expondr los argumentos de Rojo (1990) que retoma el trmino 'copretrito' para destacar lo que l supone es su contenido estrictamente temporal, y en el que arguye que el anlisis aspectual no tiene lugar en el sistema de morfemas temporales del espaol. Mostrar tambin que los argumentos de Rojo se basan en ltima instancia en una concepcin holgada del trmino 'deixis', y que, con sus mismos argumentos se puede sostener el anlisis aspectual del copretrito. En el ltimo apartado expondr mi propia postura ante esta discusin. 1.3.1 La primera definicin de 'copretrito': Bello (1841, 1847) Para Bello el significado del pretrito am es simplemente "anterioridad del atributo al acto de la palabra (1841: 30). En cambio, el copretrito amaba significa, en

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sus palabras, "la coexistencia del atributo con una cosa pasada. Amaba es, con respecto de la cosa pasada con la cual coexiste, lo mismo que amo respecto del momento en que se habla; es decir, que la duracin de la cosa pasada con que se le compara, forma slo una parte de la suya" (1841: 35). En sus definiciones, Bello otorga importancia a la relacin del atributo con respecto al acto de enunciacin, pero tambin a la duracin del atributo, una nocin ms cercana a lo aspectual que a lo puramente temporal -aunque, por supuesto, atribuir a Bello un anlisis aspectual de estas marcas sera, por lo menos, incurrir en un anacronismo. La sensibilidad de Bello ante esta parte de la informacin es muy clara en la distincin que hace entre verbos desinentes y permanentes. Burdamente expuesto, los primeros se corresponderan con lo que en otras clasificaciones se nombraran achievements y accomplishments, (sus ejemplos son nacer, morir, edificar la casa, etc.), y los segundos corresponderan a estados (divisar la costa, saber), pero, por el comportamiento que les atribuye, podran caber tambin las actividades. El propsito de esta distincin es el de explicar el comportamiento del pretrito:"El pretrito en los verbos desinentes significa siempre anterioridad de toda la duracin del atributo al acto de la palabra, como se ve en los siguientes ejemplos: 'Se edific una casa a la orilla del ro', 'La nave fonde a las tres de la tarde'. Mas en los verbos permanentes sucede a veces que el pretrito denota la anterioridad de aquel solo instante en el que el atributo empieza a tener una existencia perfecta: 'Dijo Dios, sea la luz, y la luz fue': fue vale lo mismo que empez a ser" (1841:32).

Cuando, como Bello, explicamos la interpretacin de una marca temporal con base en las relaciones de anterioridad, coexistencia y posterioridad, tenemos que evaluar estas relaciones con respecto a dos parmetros: a) qu es aquello de lo que se predica la anterioridad, posterioridad o coexistencia y b) con respecto a qu se establece esa relacin de anterioridad, posterioridad o coexistencia.

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En el caso de los predicados en pretrito, la respuesta a la primera pregunta vara de acuerdo con el significado del verbo. Un verbo 'desinente' en pretrito ubica a todo el evento referido como anterior al acto de habla, mientras que un verbo 'permanente' en pretrito seala que el inicio del evento, si bien no necesariamente su terminacin, tuvo lugar en algn momento anterior al acto de habla. El pretrito por s mismo no especifica si el punto de terminacin de un evento tiene o no tiene lugar antes del acto de habla. La parte del significado que completa esta informacin es el modo de accin o, como la llamaremos nosotros, la clase de eventualidad.4 En el caso de los verbos en copretrito, podemos explicarnos la respuesta de Bello a nuestra pregunta a) tomando en cuenta su analoga con el presente. Consideremos para esto que el presente "significa la coexistencia del atributo, esto es, del significado radical del verbo, con el momento en que se habla" (1841:28), y que, como ms adelante explica: "Esta relacin de coexistencia no consiste en que las dos duraciones principien y acaben a un tiempo: basta que el acto de la palabra, el momento en el que se pronuncia el verbo, coincida en un momento cualquiera con la duracin del atributo; la cual, por consiguiente, puede haber comenzado largo tiempo antes, y continuar largo tiempo despus."(1841:29) En otras palabras, el presente expresa que el momento de la enunciacin est incluido dentro de la duracin del evento que se describe. Trasladado este argumento al copretrito, esta forma seala que el evento que se describe incluye a otra eventualidad en el pasado, aunque no sea estrictamente simultneo con ella. A esto es a lo que Bello se4

Estoy asumiendo que la distincin de Bello entre 'verbos desinentes' y 'verbos permanentes' es una distincin de modo de accin, aunque no tan fina como las clasificaciones de desarrollos posteriores del anlisis de este fenmeno, como la ya clsica Vendler (1967)-Dowty (1979). Nuestra nocin de clase de eventualidad, que explicaremos con detalle en el captulo II, por lo pronto puede entenderse como equivalente a modo de accin.

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refiere en las lineas "la duracin de la cosa pasada con que se le compara, forma slo una parte de la suya". Aunque ese pasaje puede parecer un tanto oscuro, su ejemplo esclarece que Bello se est refiriendo a una relacin de inclusin temporal: (9) Cuando llegaste, llova. (Bello 1841:35)

Y explica: "La lluvia se representa como coexistente con tu llegada, que es una cosa pretrita, pero puede haber durado largo tiempo antes de ella, y haber seguido durando largo tiempo despus, y durar todava cuando hablo". En suma, lo que el copretrito seala es una eventualidad dentro de cuya duracin temporal tiene lugar otra eventualidad situada como anterior al acto de enunciacin. Ntese que, para Bello, el hecho de que la totalidad del evento referido en copretrito sea anterior al momento de habla no es parte imprescindible de su significado. Lo nico que requiere es que la segunda eventualidad referida est incluida totalmente dentro de l, por lo que la respuesta a nuestra pregunta a): qu es aquello de lo que se predica la anterioridad, posterioridad o coexistencia, para el caso del copretrito quedara resuelta como sigue: el copretrito marca inclusin de la totalidad de una eventualidad dentro de la extensin temporal de la eventualidad referida en copretrito, pero deja indeterminado si esta ltima es en su totalidad anterior al momento de enunciacin. El inicio de la eventualidad referida en copretrito, en cambio, es lo nico que debi tener lugar antes del acto de habla. La respuesta que se de a la pregunta b) -con respecto a qu se establece la relacin de anterioridad, posterioridad o coexistencia5-, ser, en mi interpretacin, la que marque5

Quisiera no dejar pasar por alto que, segn nuestro anlisis de los argumentos de Bello, lo que l entiende por 'coexistencia' es equivalente a nuestra expresin 'inclusin temporal'.

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la distincin entre la informacin estrictamente temporal y la informacin aspectual. Si aquello que estamos considerando como punto temporal respecto del cual se ubica el evento descrito es el acto de habla, entonces la forma que confiere esta informacin es estrictamente temporal, en el sentido de que expresa una localizacin temporal dectica. Si la marca sirve para ubicar al evento descrito con respecto a otros eventos en el discurso, entonces esa marca proporciona informacin aspectual. Esta distincin recoge la ya consabida oposicin entre el carcter dectico de las marcas temporales y la naturaleza no-dectica de las marcas aspectuales. En espaol no es raro que la misma marca sirva para conferir las dos piezas de informacin, por ejemplo, anterioridad con respecto al acto de habla y 'coexistencia' con otro evento -como el copretrito-, o anterioridad con respecto al acto de habla y posterioridad con respecto a otro evento referido en el discurso, como el pospretrito o condicional, que se ejemplifica a continuacin: (10) Nostradamus predijo que Mxico perdera ante Portugal la semana pasada.

En suma, podemos considerar a la informacin estrictamente temporal como aquella que toma como punto de referencia el momento de habla, y distinguirla de la informacin aspectual, que es la que toma como punto de referencia la temporalidad provista por otros eventos referidos en el discurso. Con esta distincin a la mano, es evidente que en el anlisis de Bello caben tanto el anlisis temporal como el aspectual de las marcas de pretrito y copretrito, aunque l mismo, por supuesto, no haya usado estos trminos literalmente.

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1.3.2 El anlisis aspectual: Garca Fernndez (1998) Algunos autores (Gili y Gaya, 1969, Garca Fernndez 1998, Colombo 2003) prefieren llamar al copretrito 'pretrito imperfecto'. Esta manera de referirse a la marca en cuestin no es inocente, pues refleja de entrada una toma de postura terica. Al llamarlo 'pretrito imperfecto' se asume que esta marca se opone al pretrito (tambin llamado pretrito perfecto simple o pretrito indefinido) precisamente en que actualiza un sentido de aspecto imperfectivo. Aunque todava podemos estar a la espera de una definicin ms exacta, en esta lnea de argumentacin el aspecto imperfectivo es considerado un elemento morfolgico que nos permite ver el desarrollo de un evento sin implicar ninguna informacin sobre sus puntos de inicio o de terminacin. En esto se opone al aspecto perfecto o aoristo, que nos permite ver una situacin completa desde su inicio hasta su fin (Garca Fernndez 1998:12). El aspecto imperfectivo tiene su manifestacin en dos morfemas del espaol: el pretrito imperfecto y el presente. Garca Fernndez (1998) refuta el anlisis de esta forma como 'presente en el pasado', definicin sostenida por Bello, que justificara la nomenclatura de copretrito. La base de su argumentacin estriba en que, si bien en algunos casos el imperfecto tiene significado de simultaneidad con un evento en el pasado, este anlisis no es suficiente para explicar otros sentidos que tambin puede conferir, por ejemplo, que "hay casos en los que un pretrito imperfecto es anterior al verbo que lo subordina" (Garca Fernndez, 1998:22). Para hacer clara la argumentacin a favor del sentido dominantemente aspectual del pretrito imperfecto, atendamos los siguientes ejemplos, correspondientes a los aducidos por Garca Fernndez:

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(11)

a. Pepe dijo que Maribel estaba enferma. b. Pepe dijo que Maribel haba estado enferma. c. Pepe dijo que Maribel estara enferma. Viendo la trada en (11), el llamado pretrito imperfecto en (11a) ubica al evento

descrito en la oracin subordinada como simultneo con el evento de la oracin principal; el pluscuamperfecto en (11b) localiza al evento de la subordinada como anterior al descrito en la principal, y finalmente el condicional en (11c) establece la relacin de posterioridad del evento descrito en la subordinada con respecto al evento de 'decir'. Este es el tipo de datos que sostienen la hiptesis del copretrito, es decir, que la flexin aba en la clusula subordinada expresa simultaneidad con un evento en el pasado. Sin embargo, a decir de Garca Fernndez, este anlisis no siempre es plausible, pues la forma aba puede expresar tambin anterioridad con respecto al pasado, es decir, conferir un sentido similar al del pretrito pluscuamperfecto, como el de (11b) (antepretrito, en la terminologa de Bello): (12) a. Pepe dijo (hoy) que Maribel estaba enferma el domingo.

(12a), a diferencia de (11a), no expresa simultaneidad del evento referido por la subordinada con el evento referido por la oracin principal, sino anterioridad con respecto a l. Entonces, queda descartado el anlisis del copretrito como marca de 'presente en el pasado', pues puede significar tambin 'pasado en el pasado'. Me parece que descartar el anlisis del copretrito con base en estos datos es engaoso, pues al hablar de simultaneidad en el pasado no se ha dicho explcitamente simultaneidad con respecto a qu, y evidentemente, no es obligatorio que la simultaneidad se presente con respecto al evento referido por la clusula principal. Podemos, pues, pensar que en casos

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como el de (12a) el copretrito expresa simultaneidad con respecto a otro punto temporal, a saber, el que en esa oracin est referido mediante la frase nominal 'el domingo'. Garca Fernndez arremete tambin contra esta posibilidad de explicacin, con base en la siguiente evidencia: (12) b. Pepe dijo (hoy) que Maribel haba estado enferma el domingo. c. Pepe dijo (hoy) que Maribel estara enferma el domingo. En los tres ejemplos en (12) el evento referido por la subordinada es simultneo con el intervalo temporal introducido por 'el domingo', as que la expresin de simultaneidad en el pasado no es exclusiva del copretrito (12a), pues puede ser actualizada tambin por el pretrito pluscuamperfecto (12b), y el condicional en (12c) expresara simultaneidad con un intervalo de tiempo en el futuro con respecto al evento codificado en la clusula principal -ntese que, en (12c), la nica referencia posible para 'el domingo' es un domingo posterior, preferentemente el inmediato posterior a 'hoy', y no un domingo anterior, como en (12a) y (12b). Si bien la interpretacin del condicional parece clara y distinta de la interpretacin del pluscuamperfecto y del pretrito imperfecto, creo que Garca Fernndez tiene un buen punto al decir que estos dos ltimos expresan simultaneidad con un pasado, y no por ello podemos decir que ambos son copretritos. Mi explicacin de este hecho es que el pluscuamperfecto contrasta con el copretrito en el hecho de que el evento al que refiere se encuentra totalmente incluido (con todo y su punto de terminacin) en el intervalo introducido por la frase nominal 'el domingo', en tanto que el copretrito slo proporciona la informacin de que el intervalo designado por 'el domingo' est incluido dentro de la

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duracin de la situacin de Maribel estando enferma, sin especificar nada sobre un punto terminal de esta ltima. Ms an, Garca Fernndez aduce que tambin el pretrito perfecto simple, al igual que el imperfecto, puede expresar simultaneidad con un evento en el pasado, hecho que es claro con verbos de percepcin, como los de las oraciones (13) y (14): (13) (14) a. Vio que atropellaban a su perro. b. O que lo insultabas. a. Vio que atropellaron a su perro. b. O que lo insultaste.

"En todos ellos hay simultaneidad entre el evento introducido por el verbo ver y el verbo or y el evento que les subordina. Y sin embargo, no parece apropiado sostener que estas formas verbales son copretritos" (1998:19). Este punto puede parecer contundente, pero no lo es si consideramos que es caracterstico de los verbos de percepcin, por el tipo de situacin al que refieren, codificar eventos espacio-temporalmente relacionados. Sin embargo, siempre es posible interpretar un verbo de percepcin como ver y or como si denotaran un proceso de inferencia, ms que una percepcin directa. Este ligero cambio semntico es slo posible si la clusula completiva est en pretrito, pero no si est en copretrito, como se muestra en los ejemplos de (15): (15) a. Cuando los peritos le mostraron los rastros de sangre en el suelo, vio que atropellaron / # atropellaban a su perro. b. Por los rumores de los vecinos, o que lo insultaste /# insultabas.

El paso de verbo de percepcin directa a verbo de percepcin indirecta o de inferencia, facultado slo con la aparicin del pretrito, es una prueba a favor del anlisis de

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simultaneidad inherente al copretrito, no en cambio de simultaneidad del pretrito, que en casos como (14) se debe ms a la semntica propia del verbo de percepcin que a la denotacin de la marca de flexin verbal. El argumento de Garca Fernndez, entonces, parece volverse inevitablemente en su contra. El copretrito, como indica nuestra reinterpretacin de Bello, se refiere a una eventualidad dentro de cuya duracin se ubica algn otro evento, y la localizacin de este ltimo con respecto al momento de habla es claramente de anterioridad. El error que comete Garca Fernndez es lo que se conoce como 'lidiar contra un hombre de paja'. Para l, el trmino 'copretrito' no recoge el sentido aspectual de la marca, sino que lo ubica dentro de un sistema estrictamente temporal, de ah que sea ms apropiado llamarlo 'pretrito imperfecto'. Pero, como notamos en el apartado anterior, en el uso del trmino 'copretrito' no hay, a priori, ningn impedimento para analizarlo como una marca de sentido aspectual. Para Garca Fernndez (1998:14) el aspecto se define como "la relacin temporal no dectica entre dos intervalos de tiempo", donde llama 'categora no dectica' a aquella que "no depende, como el tiempo, de la situacin concreta comunicativa para su plena interpretacin semntica" (1998:15). Con estas definiciones a la vista, podemos decir que Garca Fernndez tiene razn y no la tiene al mismo tiempo. Tiene razn, por cuanto es verdad que la interpretacin del copretrito necesita que se establezca una relacin entre el evento descrito en copretrito y otra eventualidad en el discurso; es decir, la pura localizacin con respecto al momento de habla no es

suficiente. Esto ya lo haba hecho notar Bello. No tiene razn por cuanto este segundo evento de referencia s tiene que estar localizado con respecto al momento de enunciacin, pues de otra manera, el copretrito no sera una forma de pasado.

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En suma, me parece que podemos dejar de lado los argumentos terminolgicos de Garca Fernndez y confiar plenamente en que nuestra definicin de copretrito como est dada desde Bello, recoge tanto su sentido aspectual como su sentido temporal, lo que hace innecesario incorporar subcategoras explcitamente aspectuales -como la oposicin entre pretrito perfectivo e imperfecto- dentro de la nomenclatura para el sistema temporal del espaol. 1.3.3 El anlisis temporal: Rojo (1990) En la otra cara del desacuerdo estn los defensores de la teora estrictamente temporal del copretrito. Como representantes de esta posicin considero a Rojo (1990), y Rojo y Veiga (1999). Para ellos, la nocin de temporalidad es necesaria y suficiente como eje organizador del sistema de formas temporales del espaol. Segn estos autores, el espaol distingue tres posibles localizaciones temporales para un evento con respecto al punto de origen, que es el momento de la enunciacin. Estas posibles localizaciones son: anterioridad (cant, cantaba, haba cantado, habra cantado), simultaneidad (canto, he cantado), o posterioridad (cantar, habr cantado) todas ellas, insisto, respecto del origen. Algunas de estas formas, adems de tomar en cuenta el origen, hacen referencia a alguna otra situacin, y con respecto de ella se localiza el evento referido por el predicado como anterior, posterior o simultneo. As, cuando esta segunda situacin de referencia se localiza como anterior al origen, es decir, en la llamada esfera del pasado, algunas formas verbales localizarn al evento referido por el predicado como anterior a la situacin de referencia (haba cantado), simultnea (cantaba) o posterior (cantara). El sistema resultante es un sistema que combina tiempos absolutos, es decir, aquellos que toman en cuenta slo el punto de origen, como los tiempos simples cant, canto, y

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cantar, y tiempos relativos, que son todos los que, adems del punto de origen, necesitan de otra situacin con respecto a la cual localizar al evento descrito en el predicado. Todos los tiempos compuestos (haba cantado, he cantado y habr cantado) y el copretrito (cantaba) son casos de tiempos relativos. Es importante mencionar que, dentro de esta teora, las oposiciones aspectuales entre eventos o situaciones perfectivas e imperfectivas juega slo un papel secundario, y no tiene realizacin plena en la gramtica. Encuentro dos razones aducidas por estos autores para sostener esta afirmacin. La primera concierne a la indeterminacin conceptual de la nocin de aspecto. En palabras de Rojo (1990:25): el aspecto no aparece como una nocin bien definida sobre la que exista un acuerdo bsico. Por el contrario, las innumerables definiciones de aspecto que se han dado en estos ltimos aos y las casi infinitas clases y subclases que han sido propuestas hacen sospechar que estamos ante una categora necesitada de una fuerte revisin, al menos en las lenguas romnicas.

La segunda razn que apoya la idea de la naturaleza estrictamente temporal de este sistema de marcas flexivas del espaol estriba en su propia definicin de "temporalidad": "La temporalidad es una categora dectica que orienta (localiza en sentido dbil) una situacin en el eje temporal con respecto al origen (de forma directa o indirecta). El aspecto, categora no dectica, se refiere al desarrollo interno de la situacin sin relacionarla con nada exterior a s misma" (1990:33). Antes, Rojo (1990:26) seala queLas relaciones temporales posibles son nicamente tres: anterioridad, simultaneidad y posterioridad. Esto es, una situacin puede ser presentada como simultnea, anterior o posterior al punto que constituye su referencia. La evidente existencia de relaciones temporales ms complejas no procede de la multiplicacin de las posibilidades que acabo de indicar, sino de su encadenamiento en una serie tericamente ilimitada de escalones.

Lo que he citado como la primera razn por la que Rojo rechaza al aspecto como nocin organizadora de las formas temporales del espaol me parece irrebatible. En

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efecto, creo que tal es la confusin que existe alrededor del trmino aspecto que el mismo Rojo, como veremos ms adelante, no puede evitar caer en ella. Esto sucede porque su definicin de temporalidad es tan amplia que subsume bajo ella fenmenos que, bajo otra perspectiva, como la adoptada en este trabajo, seran considerados como indudablemente aspectuales. Un primer punto engaoso en las definiciones de aspecto, como las de Rojo (1990), Comrie (1976), Garca Fernndez (1998) est en presentarlo negativamente, como una marca temporal no dectica. En este tenor, el error de Rojo (1990) est en pensar que cualquier elemento que contenga una parte de informacin dectica es ella misma dectica. Este es el caso de los tiempos llamados 'relativos'. En efecto, este tipo de formas relativas precisan de una situacin distinta de la situacin de habla con respecto a la cual localizan temporalmente a un evento. Evidencia de esto es que los tiempos relativos no pueden aparecer en oraciones iniciales de discurso si no hay referencia explcita a un tiempo de localizacin secundario, es decir, uno que no sea simplemente la situacin de enunciacin: (16) a. # (El lunes) Haba llamado Juan. b. # (Cuando llam Juan) Veamos el partido con la vecina.

En (16a) y (16b) los tiempos de localizacin secundarios estn proporcionados por la referencia de las frases El lunes y Cuando lleg Juan, respectivamente. Si estas frases no aparecieran, cada oracin sera ininterpretable. Obviamente, la localizacin de esos mismos tiempos se tiene que hacer con referencia al momento de enunciacin; por ejemplo, en (16a) se entiende que el lunes es el lunes inmediato anterior al momento de la enunciacin, y en (16b) la clusula subordinada se interpreta como referida a un evento

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anterior al momento de habla, segn lo seala la marca de pretrito en el verbo. Estos tiempos de referencia, pues, se localizan decticamente en el eje temporal, pero el evento o situacin referidos por el verbo en tiempo relativo no se localizan ellos mismos por un mecanismo dectico, sino que confieren informacin acerca de la relacin de los eventos referidos con respecto al intervalo introducido por el modificador temporal. Comparemos las oraciones en (16) con sus contrapartes en un tiempo absoluto, como en (17): (17) a. El lunes llam Juan. b. Cuando llam Juan, vimos el partido con la vecina. c. Llam Juan. Para la interpretacin de un tiempo absoluto como el pretrito, es suficiente la localizacin del evento referido con respecto al momento de habla. Esto no est bajo discusin y est claramente ejemplificado en (17c). Si, adems, se especifica un intervalo temporal, como el proporcionado por la frase el lunes en (17a), esta especificacin simplemente caracteriza al intervalo en el que tiene lugar el evento. En contraste, el uso del pluscuamperfecto en este ambiente, como en (16a), no nos dice cundo tuvo lugar la llamada de Juan, sino simplemente que el intervalo designado por el lunes est incluido dentro del intervalo correspondiente al estado resultante de la llamada. Interpretar una oracin en pretrito con respecto a una oracin subordinada temporal, como en (17b), da la idea de consecucin temporal: la llamada de Juan precede al inicio de nuestro evento de ver el partido con la vecina6. El uso del copretrito en el contexto de (16b) simplemente seala que la llamada de Juan tuvo lugar dentro del mismo intervalo que ocupa nuestra situacin de estar viendo el partido con la vecina. En todos los casos se6

Esta oracin puede sonar extraa debido a que nuestro uso de las clusulas 'cuando' no slo captura un sentido temporal, sino que trae la idea de nexo causal entre los eventos relacionados, como lo notan Moens & Steedman (1998), una interesante postura que discutir en otro apartado (Cap. III)

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tiene que establecer una relacin entre el evento referido y el momento de enunciacin, pero slo en el caso de los tiempos absolutos esta relacin es suficiente para la interpretacin. En el caso del pluscuamperfecto y del copretrito, es necesario, adems, apelar a la relacin entre los eventos o intervalos introducidos por los modificadores temporales para arribar a una interpretacin cabal de las oraciones en cuestin. Esto es, la interpretacin dectica ser necesaria, pero no suficiente, en estos casos. Recapitulando, podemos arreglrnoslas, siguiendo a Rojo, con un sistema que prescinda de distinciones aspectuales como la oposicin entre formas perfectivas e imperfectivas y se restrinja slo a la diferencia entre 'tiempos absolutos' y 'tiempos relativos'. Un sistema as diseado, adems de que es ms fiel al espritu de Bello, es ms elegante, y evade la necesidad de dar definiciones de la categora de 'aspecto'. Sin embargo, sera un acto de negligencia el asumir que dentro de este sistema no tienen lugar las categoras aspectuales. El aspecto, al menos desde una posible definicin, reside justamente en el subsistema de tiempos relativos, pues estos son los que describen relaciones temporales entre eventos, o las llamadas relaciones temporales no decticas. Llamar 'tiempo relativo' al aspecto es, si se quiere, una gentileza terminolgica7, pero esto no nos debe distraer del hecho de que, tanto el llamado tiempo relativo como el llamado aspecto cumplen la misma funcin en un sistema de marcas temporales, a saber, la funcin de localizar un evento con respecto a otros eventos en el discurso.

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De hecho, una con la que deberamos estar muy agradecidos, pues en el sistema de formas temporales del espaol, si bien s hay una marcacin explcita de lo que aqu considero 'aspecto', todos los marcadores morfolgicos aspectuales tienen, a la vez, una funcin dectica. Esto se debe al carcter flexivo de nuestra lengua, pero no quiere decir que los dos sentidos no puedan distinguirse conceptualmente. Sera absurdo, por ejemplo, decir que la categora de tiempo es inseparable de la categora de persona simplemente porque en espaol ambas informaciones confluyen en la misma marca morfolgica.

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1.3.4 Porqu esta discusin no tiene sentido A la vista de las teoras que he esbozado en los apartados precedentes, queda claro que, en lo que respecta al eje organizador del sistema de formas temporales del espaol, ms que un punto de desacuerdo, hay una confusin terminolgica, cuyo origen est en la falta de una definicin estricta de la nocin de aspecto. Garca Fernndez (1998, 2000) piensa que el copretrito confiere un sentido aspectual, por lo que el anlisis de 'simultaneidad en el pasado' no es suficiente. Se debe incorporar la nocin de 'pretrito imperfecto' para hacer explcito el sentido de esta marca, que, para l, "queda caracterizado como una marca verbal de tiempo pasado y aspecto imperfecto." (1998:19) El autor adems seala que la hiptesis del copretrito no peca de contradictoria, sino simplemente de insuficiente con respecto a su teora aspectual. Para l "la posibilidad de lectura simultnea se puede derivar tambin de nuestra definicin de aspecto Imperfecto". (1998:19) El problema es que esta definicin no est presente por ningn lado, y a lo ms que podemos aspirar es a una metfora explicativa: "en el aspecto Imperfecto slo podemos ver una parte interna de la situacin pero no podemos ver ni el principio ni el final de la situacin". (1998:21). No es esto precisamente lo que explicaba Bello cuando mostraba su ejemplo del copretrito en (8) diciendo que "La lluvia se representa como coexistente con tu llegada, que es una cosa pretrita, pero puede haber durado largo tiempo antes de ella, y haber seguido durando largo tiempo despus, y durar todava cuando hablo"? (Bello 1841: 35, cursivas mas). En pocas palabras, cualquier intento de definicin de 'aspecto imperfecto' en Garca Fernndez no es mejor ni ms precisa que la nocin de simultaneidad temporal que nos proporciona, aunque sea entre lneas, Bello al hablar del copretrito.

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Una decisin muy atinada de Rojo (1990) es la de no usar trminos que no define. As, no define la nocin de aspecto, y tampoco lo usa para explicar el sistema de formas temporales del espaol. Asume que establecer oposiciones aspectuales entre el conjunto de formas temporales del espaol complicara demasiado este sistema. En su lugar, se contenta con un sistema de tiempos absolutos y tiempos relativos, o, como l los llama, orientaciones primarias y orientaciones secundarias, respectivamente, donde por orientacin entiende 'orientacin respecto al punto de origen'. El problema de esta teora estriba en una concepcin holgada de los trminos 'deixis' y 'temporalidad'. Para Rojo, la temporalidad queda definida como "la categora gramatical dectica mediante la cual se expresa la orientacin de una situacin, bien con respecto a un punto central (origen), bien con respecto a otro punto que, a su vez, est directa o indirectamente orientado respecto al origen8" (1990:29) (cursivas mas). Aqu es donde, me parece, reside la confusin. Usando el adjetivo 'dectico' en su sentido ms dbil, decimos que si una misma oracin, proferida en dos actos de enunciacin distintos puede tener distintos valores de verdad, es porque contiene un elemento dectico. Tomemos por caso la oracin (18): (18) Mxico gan la copa del mundo. Una enunciacin de (18) en este momento es seguramente falsa, pero probablemente, enunciada en 2036 puede ser verdadera. La flexin temporal hace que

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Rojo puntualiza que el origen coincide generalmente con el momento de enunciacin, aunque esto no siempre es el caso. El llamado presente histrico, por ejemplo, no consiste en desplazar la situacin referida como si incluyera el momento de habla, sino en desplazar el origen hacia la localizacin en que tiene lugar la situacin. Me parece que esta minucia se puede pasar por alto, y que podemos identificar al origen con el momento de enunciacin, si es que queremos darle un sentido convencional al uso de su expresin 'dectico'.

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esta misma oracin pueda ser verdadera en una enunciacin y falsa en otra, pues se establece una relacin directa entre el evento descrito y el momento en el que se describe. En cambio, si establecemos una relacin entre ese mismo evento y otro evento en el discurso, la relacin entre ambos no va a cambiar dependiendo del momento de enunciacin: (19) Los seleccionados se emborracharon despus de que ganaron la copa del mundo. La relacin de consecucin temporal entre el evento de ganar la copa del mundo y el evento de emborracharse no cambia, independientemente de que el valor de verdad de esta oracin est determinado por el momento de enunciacin, segn lo que indica la flexin del verbo en la oracin principal. Si bien sigue habiendo un elemento dectico, definitivamente la relacin expresada por 'despus', que marca la relacin temporal entre los eventos, no tiene nada que ver con el componente dectico de la oracin. Est, por decirlo as, fijado de una vez por todas. La temporalidad, por lo tanto, no puede concebirse como una sola categora. Comprende, al menos, dos categoras distintas: una, la que establece relaciones temporales entre el evento descrito y el momento de enunciacin. Esta es una categora dectica. Otra, la que establece relaciones entre el evento descrito y algn otro evento en el discurso. Esta ltima no es dectica aunque el 'otro evento' tenga l mismo una localizacin dectica. Es contradictorio, por lo tanto, subsumir ambas nociones bajo una misma categora y luego calificarla de dectica. Rojo (1990:33) presenta al aspecto como "una categora no dectica [que] se refiere al desarrollo interno de la situacin sin relacionarla con nada exterior a ella

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misma". Sinceramente, no s cmo podramos aludir al desarrollo interno de una situacin si no ponemos a esa situacin en relacin con algo ms. Es claro que por desarrollo interno, se refiere al desarrollo interno temporal de una situacin, es decir, al hecho de que una situacin dure en el tiempo, o llegue a una complecin, o bien a que se enfoque una parte de la situacin, como su inicio o su terminacin, o su estado resultante. Las expresiones aspectuales nos proporcionan este tipo de informacin. Ninguna de estas 'partes' de la situacin puede ser descrita sin hacer referencia a otra situacin con respecto a la cual decimos que la primera situacin inicia, contina o llega a su fin. Tomemos por caso el de los verbos aspectuales, verbos que refieren precisamente a partes de eventos, como su inicio, su terminacin o su continuacin. Estos verbos tienen la caracterstica de localizar la parte de la situacin a la que refieren con respecto a un cierto intervalo o punto temporal, que puede ser referido directamente o mediante la referencia a una situacin plenamente localizada temporalmente con respecto al acto de enunciacin. Seria incompleta una enunciacin de (20b) y (20c) sin referencia a un intervalo con respecto al cual se ubique la continuacin del evento descrito por el verbo secundario: (20) a. El presidente hizo berrinche. b. El presidente sigui haciendo berrinche. c. El presidente dej de hacer berrinche. Por supuesto que, a falta de una referencia explcita a un intervalo temporal definido, mi interlocutor puede 'acomodar' esta situacin echando mano de la informacin contextual que tenga disponible. Pero si nos imaginamos cada una de estas oraciones, por ejemplo, en el titular de un peridico, est claro que (20a) puede por si

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misma proporcionar informacin nueva, pero para interpretar (20b) y (20c) tenemos que presuponer que hay una referencia implcita a otras situaciones, con respecto de las cuales se predica que el berrinche del presidente continu o ces, respectivamente. Una pregunta natural que seguira a (20a) sera algo como "Cundo?", mientras que una pregunta natural que se vera forzado a hacer el lector que no tuviera un contexto previo para (20b) y (20c) sera algo como "Desde cundo?", o "a partir de cundo?", en las que las expresiones relacionales desde y a partir de revelan que lo que se pretende establecer es una relacin entre eventos o intervalos de tiempo y no simplemente una caracterizacin de los detalles de la localizacin temporal de la situacin referida. Regresando al tema de la diferencia entre las categoras de tiempo y de aspecto, retomar las siguientes definiciones de Abusch (1985:1):The role of what is called in grammar tense is to relate the time of the situation described in the sentence to the time of speaking. A situation described in the past tense is located prior to the moment of speaking and a situation described in the present tense is located temporally as simultaneous with the moment of speaking verbs carry other discriminations involving the notion of time, for example, whether the event referred to by the verb begins, ends or is still occurring, whether it is complete or incomplete, single or iterative, protracted or momentaneous. Temporal discriminations of this kind are known in the literature as aspectual ones and the phenomenon is called aspect. 9

La distincin me parece clara. Ahora hay que preguntarnos, como lo hicimos con Bello, qu es lo que se relaciona como anterior, simultneo o posterior al momento de habla? La situacin entera o una parte de ella, por ejemplo, su inicio, su terminacin, o alguna parte de su desarrollo? Una marca que discrimina entre estas posibilidades, es decir, que permite una de ellas y cancela algunas de las otras es una marca aspectual.9

"El papel de lo que en gramtica se llama tiempo es el de relacionar el tiempo de la situacin descrita en la oracin con el tiempo de habla. Una situacin descrita en tiempo pasado se localiza como anterior al momento de habla, y una situacin descrita en el tiempo presente se localiza temporalmente como simultnea al momento de habla los verbos portan otras discriminaciones que involucran la nocin de tiempo, por ejemplo, si el evento referido por el verbo comienza, termina o est todava ocurriendo, si est completo o incompleto, si es unitario o iterado, prolongado o momentneo. Las discriminaciones temporales de este tipo se conocen en la literatura como aspectuales y el fenmeno se llama aspecto"

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Tambin cabe recalcar que la nocin de tiempo (tense) es una nocin relacional, en la que el segundo trmino de la relacin es el momento o la situacin de enunciacin. Qu pasa si el segundo trmino de la relacin no es el momento de habla, sino alguna otra situacin diferente de ella? Pues en este segundo caso, propongo, tambin estamos hablando de aspecto. Porque, lo mismo que para el tiempo, las relaciones entre situaciones slo pueden ser de anterioridad, simultaneidad o posterioridad. Y para decir que una situacin A es anterior, simultnea o posterior a otra situacin B tengo que determinar si lo que estoy localizando con respecto a B es la situacin A completa, o slo su inicio, terminacin o una parte de su desarrollo, y lo mismo vale para la situacin B. Cualquier marca que me haga discriminar entre estas posibilidades, que permita unas y cancele las otras, es una marca o expresin aspectual. Tanto la categora de tiempo (tense) como la de aspecto expresan nociones relacionales. Lo que est en juego como segundo trmino de la relacin es un indicador para saber si estamos hablando de una o de otra. Si el segundo trmino de la relacin es el momento de habla por s mismo, entonces estamos hablando de tiempo, o, como sugerir ms adelante para no confundir estas nociones, tiempo dectico. Si, en cambio, el segundo trmino de la relacin es otra situacin diferente del momento de habla, entonces estamos hablando de aspecto. Retomando la pregunta que abre este apartado, y recapitulando sobre las tres teoras que he expuesto hasta ahora, me parece que discutir sobre si el eje organizador del sistema temporal del espaol es uno estrictamente temporal (es decir, es un sistema de tenses) o una combinacin de oposiciones temporales y aspectuales es un debate sin sentido. Los autores incurren en el error de no dar una definicin precisa de aspecto, o bien de dar una definicin demasiado imprecisa de tiempo. En captulos subsiguientes

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voy a argumentar porqu la diferencia entre pretrito y copretrito es una diferencia tanto temporal como aspectual, mostrando el papel que juega esta oposicin en nuestros razonamientos sobre el ordenamiento de las eventualidades en el tiempo.

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II Marco terico"One of the central tasks of semantics is to articulate the conceptual structures that guide and support our, human, understanding of the language we use. If that understanding crucially involves concepts which are to some degree underdetermined, then the semanticist has the task of spelling out precisely how and to what extent the concept is underdetermined; it will not do to substitute a fully determinate concept of one's own conception for the underdetermined notion that is in actual use". 10 Kamp y Reyle (1993:505)

En este captulo definir los conceptos con base en los cuales explicaremos el tema que nos ocupa, que es la semntica del pretrito y el copretrito. No pretendo dar una caracterizacin definitiva de cada concepto, sino solamente hacer explcito el sentido en el que en esta investigacin estaremos usando trminos como significado e interpretacin, para construir con base en ellos la teora semntica con la que trabajaremos. Conceptos ms particulares, como los de tiempo, aspecto y eventualidad necesitan tambin ser entendidos de manera unvoca para poder construir una explicacin sistemtica del significado del pretrito y el copretrito. En este trabajo no suscribo la teora semntica de algn autor en especfico, pero retomo los fundamentos de la Teora de Representacin del Discurso de Kamp y Reyle (1993). Con base en ella tratar de definir, en los apartados a continuacin, los conceptos clave y las herramientas que sern necesarias para nuestro anlisis. 2.1 Los lmites de la semntica modelo-terica en la explicacin del tiempo gramatical En la semntica formal que llamar 'clsica', es decir, en la tradicin Frege-Montague, el significado de una oracin equivale a sus condiciones de verdad. La labor de la teora

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"Una de las tareas principales de la semntica es la de articular las estructuras conceptuales que guan y fundamentan nuestro entendimiento, humano, del lenguaje que usamos. Si ese entendimiento involucra de manera crucial conceptos que estn, en alguna medida, sub-determinados, entonces el semantista tiene la tarea de hacer claro de manera precisa y en qu medida est sub-determinado el concepto; no ser suficiente sustituir un concepto completamente determinado en la concepcin propia de uno por la nocin sub-determinada que efectivamente est en uso"

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semntica es, desde este punto de vista, la de aparear cada oracin con las condiciones bajo las cuales esa oracin es verdadera. El que conozcamos el significado de una oracin no quiere decir que sepamos si es verdadera o falsa, sino que sabemos cmo tiene que ser el mundo en caso de que sea verdadera. Para determinar el significado de las expresiones menores, o constitutivas, de una oracin, en esta perspectiva, que es composicional, lo que tenemos que hacer es explicitar la contribucin que estos constituyentes menores hacen al significado de la expresin compleja. Desde luego, para hacer explcito el significado de una expresin no basta con parafrasearlo en el mismo lenguaje al que esa expresin pertenece. Se tiene que echar mano de un metalenguaje, con base en el cual se explican tanto las condiciones de verdad de las oraciones como la aportacin sistemtica que hacen a estas condiciones de verdad las expresiones constituyentes de la oracin. Con base en esto, se establecen relaciones entre expresiones del lenguaje natural y constructos matemticos tomados de la teora de conjuntos. As, por ejemplo, el significado de una oracin como: (1) Samuel es mexicano

equivale a sus condiciones de verdad: (1) ser verdadera en caso de que el individuo denotado por el nombre propio 'Samuel' pertenezca al conjunto de los individuos de los que se predica con verdad que son mexicanos. Considerando que '[| |]' seala la funcin de denotacin, [||] sera el resultado de aplicar esa funcin a la expresin , es decir, la denotacin de , en el ejemplo que nos concierne, [|Samuel|] = Samuel, y [|es

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mexicano|] = {x: x es mexicano}11. Las condiciones de verdad de (1) quedaran formalmente notadas como en (2): (2) (1) es verdadera ssi [|Samuel|] {x: x es mexicano}. El valor de verdad que tenga esta oracin depender del modelo en el cual se evala12. As, la nocin de verdad queda restringida a la de 'verdad en un modelo'. El que (1) sea verdadera se debe, en parte, a una cierta configuracin del mundo actual, pero tambin, en gran medida, a la asignacin de denotaciones especfica dentro de este modelo. Supongamos un modelo, al que llamaremos M1, en el que el nombre propio 'Samuel' denota a un lingista mexicano. En este modelo, la oracin (1) es verdadera. Ahora supongamos que la funcin que asigna denotaciones a las expresiones es tal que al nombre propio 'Samuel' le asigna como denotacin a Samuel Morse. Llamemos a este modelo M2. En M2, (1) ya no es verdadera. Entonces, aunque las condiciones de verdad de (1) siguen siendo las mismas en cualquier modelo, el valor de verdad que de hecho tome esa oracin depender de los individuos que se asignen como valores de los nombres propios en cada modelo; de los conjuntos de individuos que se consideren como denotaciones de los predicados en el modelo, etc. Decimos, entonces que (1) es verdadera en M1 y falsa en M2. En cualquiera de estos dos modelos, sin embargo, las condiciones de verdad establecidas en (2) son las mismas.

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O, alternativamente: [|es mexicano|] = x: x De.x es mexicano, que se leera como 'la funcin que toma como argumentos individuos y arroja como valor 1 ssi ese individuo es mexicano'. O sea, la funcin caracterstica del conjunto de los mexicanos. 12 Un modelo consiste de un conjunto de individuos D y una funcin F que asigna a cada nombre propio un elemento de D, a cada predicado mondico (intransitivo) un subconjunto de D, a cada predicado binario (transitivo) un subconjunto de D D, es decir, un conjunto de pares ordenados formados por elementos de D, y en general, a cada predicado n-dico un conjunto de n-adas de individuos de D. (Para una explicacin ms completa, vase Partee et al. (1990))

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Una semntica modelo-terica as establecida no presenta grandes complicaciones cuando tratamos con oraciones 'atemporales', es decir, con oraciones cuyo valor de verdad no vara dependiendo del momento en el que se enuncien. Pero consideremos ahora una secuencia de oraciones como la de (3): (3) Samuel tiene un gato. Lo encontr en el basurero. La primera oracin de esta secuencia no parece presentar mayores

complicaciones. Esa oracin es verdadera si y solamente si en el modelo en que la evaluamos encontramos a un par formado por el individuo x designado por el nombre propio 'Samuel' y un individuo y que pertenezca al conjunto de los gatos, y ese par pertenece a la denotacin del predicado 'x tiene y'. La explicacin de la segunda oracin es ms complicada. Concediendo que tenemos un mecanismo explcito para la interpretacin del pronombre de acusativo 'lo', y del sujeto fonticamente nulo concordante con la flexin verbal, establecemos ahora que esta oracin es verdadera ssi el par formado por Samuel y el gato al que hacemos referencia pertenece al conjunto de pares denotado por la relacin 'encontrar en el basurero'13. Ahora bien, para establecer cul es la denotacin de este predicado, no basta con establecer en el modelo el conjunto de los pares que entran en la relacin en el momento de la evaluacin. La marca de pretrito en el verbo nos exige mirar la denotacin del predicado 'encontrar en el basurero' como el conjunto de pares de individuos entre los que esa relacin se mantuvo antes del momento de la evaluacin. Es13

Estoy simplificando. El predicado se puede analizar como 'x encontr y en z', donde la relacin expresara un conjunto de tradas, ms que un conjunto de pares. Pero estoy confiando en un anlisis donde establecemos relaciones binarias exclusivamente, y por hacer ms sencillo el ejemplo, considerar a 'x encontr y en el basurero' como la relacin binaria sobre la cual determinamos simplemente el valor de las variables x e y.

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decir, para establecer las condiciones de verdad de una oracin como 'Samuel encontr un gato en el basurero' tenemos que mirar los pares de individuos tales que x encuentra a y en el basurero en algn momento determinado antes del momento en el que son enunciadas las condiciones de verdad. Una primera solucin a este problema sera elaborar un formalismo que haga explcita la extensin de los predicados con respecto a un tiempo. Ms claramente, necesitamos una interpretacin que distinga las extensiones de cada predicado involucrado ('tener un gato'; 'encontrar un gato en el basurero') en relacin con diferentes momentos del tiempo, de manera que la secuencia completa en (3) est condicionada a dos cosas: primero, que Samuel pertenezca a la extensin de los individuos que tienen un gato en un tiempo t, y segundo, que Samuel pertenezca a la extensin de los individuos que encontraron un gato en el basurero en un tiempo t' anterior a t. Las condiciones de verdad de una oracin, entonces, no dependen solamente del modelo en el cual las evaluamos, sino tambin del tiempo de la evaluacin. Necesitamos, pues, una manera de especificar la denotacin de un predicado como una funcin del tiempo. Una solucin posible la proporcionan las lgicas temporales, cuyos lineamientos bsicos y tambin sus inconvenientes- exponemos en el siguiente apartado. 2.1.1 Una lgica temporal para representar el tiempo gramatical Una Lgica Temporal (LTP) es una extensin de la lgica de predicados o de la lgica de proposiciones clsica que agrega operadores temporales. Un sistema conocido de este tipo es el que resulta de aadir dos operadores, P y F, que tendran significados anlogos

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a los conferidos por las formas de pasado simple y el futuro simple del ingls, respectivamente.14 P y F son conectivas mondicas, cuya sintaxis es similar al del negador ''. As, para cualquier frmula dada , podemos formar frmulas complejas como P o F, que se parafrasearan como "Fue el caso " o "Ser el caso ". Aunque las parfrasis son en s mismas problemticas, podemos establecer la semntica de estos operadores mediante las siguientes condiciones de verdad15: (4) a. P es verdadera en M en t ssi t' (t' < t es verdadera en M en t') b. F es verdadera en M en t ssi t' (t < t' es verdadera en M en t')

En una lgica como esta, la verdad de una proposicin no depende slo de un modelo con respecto al cual se evala una frmula, sino tambin del tiempo con respecto al cual tiene lugar la evaluacin. En general, la definicin de validez para una LTP tendra que hacer explcita esta dependencia del tiempo, de manera que una frmula se considera vlida ssi para cada modelo M y cada tiempo t, es verdadera en M en t. 2.1.1.1 Primer problema: disparidad sintctica Un primer inconveniente de la LTP como formalizacin del significado de una forma como la del pasado simple del ingls, o el pretrito del espaol, es que los dos sistemas14

Esta lgica temporal toma como base el significado del pasado simple del ingls, es decir, uno como el del pretrito espaol. Correspondera, por lo tanto, al significado de cant, pero no es una representacin adecuada de una forma como cantaba, aunque en ingls los dos significados se expresen mediante una sola forma. 15 El signo '